Ignaciana, Rivista Di Ricerca Teologica, 5-2008

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Ignaziana es una revista online gratuita, con ediciones semestrales (mayo y noviembre). Es expresión del Centro de Espiritualitad Ignaciana de la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma), bajo la responsabilidad del Instituto de Espiritualidad de la misma universidad. Publica artículos y noticias con la intención de estimular y profundizar la investigación en la tradición cristiana inaugurada por San Ignacio de Loyola. Realizando esta finalidad, la revista aspira a ser un punto de referencia para convertirse en un eficiente puente de diálogo entre autores y lectores en el presente momento histórico. En el panorama editorial que comprende las revistas de espiritualidad ignacianas actuales, los artículos de investigación y estudios en profundidad no encuentran un espacio adecuado y los autores prueban dificultad para publicar sus trabajos normalmente. Las revistas en circulación orientan sus contenidos al interés del mayor número de lectores posible; esta situación inhibe la labor de los investigadores, que se ven invitados a publicar estudios más breves, a evitar el lenguaje especializado, y, con frecuencia, a presentar sus trabajos en revistas que no están especializadas en espiritualidad. Esta situación favorece, aunque sea involuntariamente, la dispersión editorial y el dispersión literaria de quienes quisieran profundizar su experiencia espiritual teológica e ignacianamente. Acogiendo e integrando en un espacio familiar la producción especializada que encuentra su inspiración en la experiencia de san Ignacio, Ignaziana aspira a satisfacer este vacío.

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  • ignazianarivista di ricerca teologica

    www.ignaziana.org rivista web semestrale edita dal Centro Ignaziano di Spiritualit di Napoli n.5-2008

    MIGUEL LOP SEBASTI S.I.La vida del Padre Ignacio

    en las plticas de Jernimo Nadal

    ROSSANO ZAS FRIZ DE COL S.I.La trasformazione mistica ignaziana

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    5 (2008) presentazione

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    Il quinto numero della rivista si apre con un articolo di taglio storico, gentilmenteofferto da Miguel Lop Sebasti S.I.. Il testo raccoglie una selezione di riferimenti suSantIgnazio tratte dalle Plticas che Jernimo Nadal indirizz ai gesuiti di diversi paesieuropei, quando il Santo fondatore lo incaric di diffondere le Costituzioni della Com-pagnia, a partire dallanno 1553. Questa ricerca ha un particolare interesse perch pre-senta, in un mosaico di testimonianze di prima mano, la figura dIgnazio. Esse aiutano acompletarne limmagine, che di solito viene trasmessa mediante lAutobiografia.

    Il secondo articolo invece uno studio nel quale Rossano Zas Friz S.I. suggerisce unapproccio alla nozione di trasformazione e trasformare nella spiritualit ignaziana.Si tratta di termini che non appaiono esplicitamente in Ignazio e nella tradizione misticaignaziana, tuttavia larticolo sviluppa il contenuto di questi concetti in ambito ignazianoperch sono particolarmente importanti nellattuale riflessione teologica sulla vita spiri-tuale e hanno una risonanza tutta speciale nella mistica cristiana, specialmente dovutaallinflusso di San Giovanni della Croce. Per questi motivi sembra opportuno sottoli-neare la loro rilevanza per laggiornamento della riflessione ignaziana.

    In questo modo la nuova edizione di Ignaziana si presenta con un articolo cherivisita le fonti storiche e un altro sistematico, nella fiducia di contribuire allarricchi-mento dei suoi lettori mediante lapprofondimento di argomenti significativi per la spi-ritualit ignaziana.

    Approfittiamo dellopportunit per esprimere il nostro ringraziamento ai visitato-ri del nostro sito che collaborano con suggerimenti e incoraggiamenti diversi.

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    La vida del Padre Ignacioen las plticas de Jernimo Nadal

    di MIGUEL LOP SEBASTI S.I.

    Es un hecho suficientemente conocido que a las insistentes peticiones de JernimoNadal se debe que el P. Ignacio se decidiese a narrar su vida al P. Luis Gonales deCmara, narracin que conocemos con el nombre de Autobiografa. El mismo Nadal enel prlogo que puso a la redaccin de Cmara nos lo atestigua.

    El motivo de la insistencia de Nadal en obtener esa informacin no era slo el natu-ral deseo de satisfacer su curiosidad o devocin, sino el de dar a la Compaa un mode-lo, segn el principio repetidas veces expresado por Nadal, que la vida de Ignacio era elfundamento de la Compaa y que contarla era verdaderamente fundar la Compaa[Autobiografa, n 4]. El mismo Nadal en su Diario particular lo repite con claridad:Que Ignacio escriba su vida, como la cosa ms til que puede hacer ahora para noso-tros y para la Compaa. Una parte de ella fue escrita despus por medio del P. LuisGonales [Orationis observationes, 157].

    Por lo que se refiere al mismo Nadal le era suficientemente conocida la vida de sumaestro y confidente hasta el punto de que el mismo Ignacio en ms de una ocasin alos que le preguntaban los remita a Nadal como el que conoca los detalles del asunto.

    En efecto, Jernimo Nadal, junto con Diego Lanez, fue el ms ntimo confidente deIgnacio y quien mejor asimil sus enseanzas y su espritu. Admitido en la Compaa afines de noviembre de 1545, ya en marzo de 1548 fue enviado por el mismo Ignacio aSicilia a fundar el Colegio de Mesina. En 1552 lo hizo volver a Roma para servirse de suayuda en la composicin de las Constituciones.

    Pero en 1553 Ignacio lo enva a Espaa como Vicario suyo y comienza una serie devisitas por las comunidades de la Compaa, que luego se prolongaron por toda Euro-pa. En estas visitas, segn testimonio posterior de Pedro Canisio: Suele hacer a losnuestros unas plticas de mucha aceptacin en las que narra y explica la historia y elinstituto de la Compaa.

    Persuadido como estaba Nadal de que en la vida del P. Ignacio hasta la fundacinde la Compaa se ve el modelo de la misma P2 Alcal[52], no hay apenas pltica en laque no refiera alguna ancdota o episodio de la vida de Ignacio que confirme lo que vaexponiendo.

    Estas plticas, de variable extensin y profundidad, fueron proclamadas en diversasocasiones y circunstancias. Reproducidas muchas por algn oyente o por sus secretarios,pero la gran mayora corregidas y revisadas por el mismo Nadal. De su primer viaje aEspaa en 1554, en vida todava de Ignacio, nos han llegado ocho. En 1557 tuvo dos

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    plticas de renovacin a los estudiantes de Roma. De su 2 visita a Portugal y Espaa sonlas 20 habidas en Coimbra y 14 en Alcal. En 1562 una en Italia y en 1567 tres en Colonia.De su retiro de 1573 en Austria nos han llegado tres plticas, de la ltima slo el comienzo.

    Pueden considerarse tambin como plticas los 7 captulos de la Instruccin sobreel Examen pues conservan para nuestro propsito el mismo carcter de pltica. La im-portancia de las mismas es por consiguiente desigual, pero el valor por lo que se refiereal tema que nos ocupa es inmenso, pues al reunir en un conjunto ordenado las anotacio-nes sobre la vida de Ignacio que se hallan en forma dispersa por las diversas plticasobtenemos una especie de biografa de Ignacio segn Nadal.

    En este artculo recogeremos, pues, exclusivamente todas las referencias que haceNadal a la vida de Ignacio en las plticas, dejando de lado, en principio, las aplicacioneso enseanzas que deduce de los hechos, como tampoco otras notas espordicas en di-versos escritos, como son las numerosas reflexiones que va consignando en su Diarioparticular, motivadas por su devocin a Ignacio.

    Tambin dejamos de lado en este estudio la pormenorizada relacin de la vida deIgnacio que hace Nadal en la Apologa contra la Universidad de Pars (1557), basadacasi por entero en la Autobiografa y la carta de Lanez, y que el interesado encontraren Monumenta, FN, II, 45-113. Por lo dems no son muchas ni especialmente relevan-tes las novedades aportadas en esa Apologa respecto a lo aducido en las plticas.

    Para facilitar la localizacin de las referencias hemos adoptado la siguiente estructu-ra: P2Alcal[35] que significa: Pltica 2 de Alcal, prrafo 35. Con excepcin de lasplticas de Coimbra, todas las dems han sido publicadas en Monumenta Natalis, vol.V. Conservamos la numeracin all introducida.

    1. Prolegmenos

    Adems de las razones que expone Nadal en el prlogo de la Autobiografa redacta-da por Cmara, la insistencia en que Ignacio dejase constancia de su vida era debida aque: como San Francisco, tambin l dejase algo a los suyos como testamentoP1Colonia[10]. As es como el mismo Nadal nos lo asegura:

    Y as yo le dije un da: Padre, todos los fundadores de las religiones, estando cercanos a lamuerte, han dejado algunos avisos de cmo nuestro Seor les gui desde sus principioshasta que fundaron la religin, para mayor conocimiento de su religin y para ayudarsemucho en el gobierno de ella, y as san Francisco hizo un testamento que comienza: Estandoyo en los pecados, cosa de mucha substancia; y leemos otros testamentos de cosas muyparticulares de otros fundadores de religiones. As, por caridad V. R. haga alguna cosasemejante, mirando en ello el bien de la Compaa principalmente, diciendo cmo nuestroSeor le ha ayudado en las contradicciones. Me respondi que estaba ocupado. Y hacindoleinstancia, al fin dijo que tomase otros dos compaeros1 y lo encomendsemos a Dios y

    1 Estos fueron Juan de Polanco, secretario de la Compaa, y Poncio Cogordano, procurador de lacasa de Roma.

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    dijsemos misas. Yo le respond que lo mismo dira al cabo de haber dicho misa y de haberloencomendado a Dios. E hice lo que me dijo. Y despus llam al Padre Luis Gonales, yescribi el discurso de su vida hasta el ao de 43; y el resto dijo que Nadal lo poda decir,porque all haba asistido de ordinario P2Alcal[35].

    El inters de Nadal parta de dos presupuestos:

    a) Causa eficiente. Dios se vali de Ignacio para crear la Compaa con todas laspeculiaridades de ella entre tantas rdenes religiosas ya existentes:

    Y como la religin no sea otra cosa que un estado de adquirir perfeccin, sguese que noera otra cosa mover Dios N.S. al Padre M. Ignacio de esta manera y con estos deseos, quedarle espritu y deseo de religin perfectsima y excitar en l y formar una particular y nuevareligin P1Espaa[9].

    Por lo cual la autoridad de las Constituciones:

    Tanta es cuanto o cual ningunas otras tendrn en el futuro. Pues aun cuando aquellastengan la autoridad del Papa, de la Compaa, del General como stas, les faltar algopeculiar por no haber sido hechas por este General, esto es, el fundador de la Compaa, alcual como fundamento y principio comunic Dios este influjo y gracia por la que rige ygobierna la Compaa; y ms abundantemente que los dems, quien lo dudar? Y sta esuna especial gracia y privilegio concedido por Dios a nosotros que estamos en este principiode la Compaa P1Espaa[20], P1Alcal[23].

    Y as deduce que la peculiar gracia de oracin y contemplacin concedida a Ignacioha sido tambin concedida a la Compaa P4Examen[82]. Y no slo en lo referente a laoracin sino a todas las dems peculiaridades, la Compaa ha recibido unas graciasparticulares que la conforman a ese mismo espritu: P7Espaa[156], P1Roma[7],P3Coimbra[3], P5Coimbra[1], P3Alcal[58].

    b) Causa ejemplar. De todo lo cual deduce Nadal que Ignacio es el modelo quedeben seguir los miembros de la Compaa para tener el verdadero espritu de la Com-paa P1Roma[18] recorriendo los mismos pasos que l recorri P1Espaa[9],P2Roma[22], P1Alcal[24], P2Alcal[33], P7Alcal[152], P1Colonia[4].

    En este breve discurso de la vida del P. Ignacio hasta la fundacin de la Compaa se ve unmodelo de la misma. Primero, la vocacin religiosa: dejar el mundo y seguir e imitar a Cristosiguiendo la perfeccin, siempre lo mejor; del mismo principio, ejercitarse en la penitenciay la oracin; conjugar el deseo eficaz de ayudar las almas; hacer las otras probaciones deperegrinar, ensear la doctrina; conjugar los estudios para el mayor fruto de las almas; bu-scar tener compaeros y procurar tener confirmacin de la Sede Apostlica. De suerte queel P. Ignacio busc punto por punto siempre lo mejor y ms perfecto, y en l como fund elSeor Dios la Compaa, y se ve la primera forma y gracia que el Seor dio a la CompaaP2Alcal[52a].

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    2. Conversin

    2.1. El momento2.1. El momento2.1. El momento2.1. El momento2.1. El momento

    Nadal se complace en hacer notar la coincidencia de los tiempos de la apostasa deLutero y la conversin de Ignacio2: P1Roma[8], P4Coimbra[10]; exactamente comollam a Domingo y Francisco cuando haba muchos herejes: P1Colonia[3].

    Y ved una seal de que la Compaa sea dedicada por Dios especialmente contra losherejes, esto que os gustar or. En el ao 1522 fue llamado por el Seor a la vida religiosa elP. Ignacio, y puede decirse que tom la Compaa su primer principio. Encontraris que enel mismo tiempo y aun ao Martn Lutero, hombre turbulentsimo y diablico, comenz apropsito a desvergonzarse y sembrar libros pestilentsimos contra la Iglesia, el Papa y laverdad catlica; y esto lo hizo despus de haberse retirado y escondido algunos meses,despus de haber hablado con el emperador Carlos en Worms en el ao 21, en la dietaimperial, despus de haber dejado su diablico receso. Se retir el P. Ignacio a Manresa ahacer penitencia y mientras aquel esparca aquellos libros perniciossimos, el P. Ignaciohaca ejercicios espirituales y mediante ellos comenz a ayudar a las almas, como si dijramos:el demonio preparaba a su siervo para la corrupcin y perdicin de las almas; Cristo al suyopara su ayuda y salvacin P3Alcal[78c].

    2.2. La ocasin2.2. La ocasin2.2. La ocasin2.2. La ocasin2.2. La ocasin

    Aunque en P1Espaa[9] dice simplemente que Dios llam al Padre M. Ignacio enuna enfermedad y en P1Roma [8] afirma que cay peligrosamente enfermo por unagrave herida de los pies sin ms especificaciones, en P2Alcal[36] concreta que enuna batera de Pamplona con una pieza de artillera le quebraron una pierna y le maltra-taron otra. Lo llevaron a Loyola as malamente herido, y lleg al cabo y a ser desahucia-do de aquella enfermedad. En P1Colonia[4] seala que:

    Era el P. Ignacio un hombre noble y militar, dotado de virtud civil y moral. En lo quemenos pensaba era en la piedad, mucho menos en religin. Siendo atacada cierta fortalezaen Espaa y estando el P. Ignacio entre los primeros defensores y luchando con gran mpetu,le fue quebrada una pierna por una bala de can y la otra qued gravsimamente herida.

    2.3. La persona2.3. La persona2.3. La persona2.3. La persona2.3. La persona

    Nadal no deja de poner de relieve las notables cualidades de Ignacio:

    Lo elige; no que lo merezca l, o que se eligiese a quien tena la gracia; que era pecador yandaba en guerra para la honra. Y l lo deca de s, que andaba en vanidades a hacer esto y

    2 La apostasa de Lutero tuvo lugar en 1521. Permaneci en el castillo de Warburg hasta el 1 demarzo de 1522 y cas con la exmonja Catalina de Bora el 13 de junio de 1525. Ignacio pas la vigilia antela Virgen de Montserrat la noche del 24 de marzo de 1522 y, vuelto de Jerusaln en marzo de 1524, seentreg durante dos aos en Barcelona a los estudios y al auxilio del prjimo.

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    lo otro. Mas eligi su naturaleza por ser hombre para mucho, y era tan magnnimo que enla guerra nunca se vio persona vencida P3Coimbra[3].

    Esta grandeza de espritu y de buena memoria, para abrazar cosas grandesP2Alcal[60] la seala Nadal con reiteracin dndose al servicio de Dios P1Espaa[9],P4Alcal[98] a cuyo ejemplo nosotros debemos en todas las cosas buscar y procurar elmayor servicio y gloria de Dios N.S. P1Espaa[9].

    3. Loyola

    3.1. Curado la noche de San Pedro3.1. Curado la noche de San Pedro3.1. Curado la noche de San Pedro3.1. Curado la noche de San Pedro3.1. Curado la noche de San Pedro

    En P3Coimbra[4] dice solamente que siendo desahuciado de los mdicos, y a lamedia noche del da de San Pedro y San Pablo, de la era del 22, a los cuales tenadevocin, se empez a hallar mejor en la dolencia. Pero el pronstico de los mdicos esdescrito con mayor ponderacin:

    Estando en cama con muy grande peligro por estas heridas, sucedi que en la vigilia de losSantos Pedro y Pablo los mdicos dieron este pronstico: si no se halla mejor a medianoche, ser de lamentar; si se encuentra mejor, sanar en breve. Se encontr mejor, en brevese cur P1Colonia[4].

    Merece ponerse de relieve la leccin que saca Nadal de este hecho:

    Y aunque yo no soy amigo de buscar misterios y hacer milagros de las cosas; pero, hablandode una tal persona a quien Dios nuestro Seor eligi por fundador de una religin, todasestas cosas son dignas de consideracin particular. Habiendo de tener la Compaa talesministerios y habiendo de estar tan conjunta con el Sumo Pontfice, sucesor de Pedro, meparece que concurrieron con particulares oraciones San Pedro y San Pablo en librar alPadre Ignacio, etc. P2Alcal[36].

    3.2. Lecturas y movimiento de espritus3.2. Lecturas y movimiento de espritus3.2. Lecturas y movimiento de espritus3.2. Lecturas y movimiento de espritus3.2. Lecturas y movimiento de espritus

    A la sbita mejora sucedi la operacin de esttica en la pierna de modo que haciafines de julio:

    Pero l, impaciente por el ocio, pidi un libro profano como los que se suelen leer, pero nose encontr ninguno en la casa. En su lugar le presentaron dos, uno la Vida de Cristo delCartujano, y otro que se titula Flos Sanctorum, en donde se narran las gestas de los santos,los dos en castellano, pues no saba latn. Leyendo estos libros empez a ser agitado en suespritu por varios pensamientos, a veces su nimo se mova a seguir las vanidades del mundo,a veces pensaba en la estrecha va de la imitacin de Cristo y de los santos. Entonces le venael afecto: Esto hizo Francisco? Por qu no yo? Pero la diferencia entre los dospensamientos era contraria: que el primer pensamiento no traa nada de consolacin, sinotodo lo contrario, etc.; el segundo mucha fuerza, alegra, consolacin. De ah vino a deducirque ste era el espritu del Seor y aquel del demonio y pens: Esta es la llamada de Dios.

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    Y ste fue el primer movimiento de su alma hacia la religin: que en la vida imitase y siguiesea Cristo y los Santos, y renunciase al mundo P1Colonia[5].

    Es interesante que el texto primitivo de la pltica de Alcal, al citar las vanidades yhacer cosas grandes en servicio de reyes en guerra, como ya haba comenzado; otrasveces de hacer cosas grandes en servicio de Dios nuestro Seor, como un San Onofre yotros santos que se le ofrecan, en la versin italiana Nadal lo sustituy por San Franci-sco y Santo Domingo, tal vez por considerar estos santos ms conocidos P2Alcal[38].

    Entre los libros profanos de historias perjudiciales y malas slo se cita el Amads deGaula. Y entre los que en realidad son objeto de su lectura siempre se menciona el VitaChristi, la del Cartujano y no otra de las existentes, y el Flos sanctorum P3Coimbra[4],P2Alcal[37].

    Nadal hace notar que ante la diversidad de los movimientos de espritus Ignacio noslo dedujo con certeza que era mejor servir a Dios que al mundo P1Roma[9] sinoque determin de servir a nuestro Seor como l mejor pudiese, y hacer cosas paramayor gloria suya P2Alcal[38], principio ste que recordar en otras ocasiones,P1Roma[10].

    3.3. V3.3. V3.3. V3.3. V3.3. Voto de castidadoto de castidadoto de castidadoto de castidadoto de castidad

    No queda claro en qu momento preciso hace Ignacio el voto de castidad, aunque slos motivos que le determinan a hacerlo y los resultados del voto: Deja su casa y parien-tes y hace voto de castidad, porque se senta con peligro de ella, y casi toda inclinacinse le quit P3Coimbra[7] porque se recelaba de ella el Padre Ignacio hizo voto luegoal principio que se convirti, antes de empezar su penitencia; y despus le o que DiosN. Seor le aquiet sumamente en ella P13Coimbra[14]. Porque luego casi al princi-pio de su conversin le dio Dios en esto gran don y especial gracia, y as luego en salien-do de su tierra hizo voto de castidad. Y porque veis su sencillez y devocin de lossantos, hizo este voto a nuestra Seora; y siempre con la ayuda de Dios nuestro Seortuvo mucha perfeccin en esta virtud P10Alcal[195]. Con anterioridad a estas expre-siones haba dicho con mayor precisin: hizo voto, recibiendo como abogada la Seo-ra P8Espaa[182].

    4. Montserrat

    Por lo general la ida a Montserrat es presentada por Nadal como el inicio de la vidade penitencia que pensaba llevar Ignacio: Fue de esta manera su despedida a hacerpenitencia, que pensando entre s cmo se armara como caballero de Cristo, comprun saco y una cuerda y un palo, y confesndose generalmente y comulgando un da de laAnunciacin de nuestra Seora de 1522 se fue as a hacer penitencia P1Espaa[11].

    Aunque en Coimbra dijo que se visti de saco, sin bonete, sin zapatosP3Coimbra[7], con mayor precisin lo explica en Alcal:

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    Fue a Monserrate que est en Catalua, un clebre monasterio y devoto de la Seora, ymuy frecuentado de peregrinos, muy lejano; se visti de un saco, sin bonete, con un zapatoen un pie porque no tenia an sana del todo la pierna. Llegado all hizo confesin general.De noche dio sus vestidos a un pobre y, vestido de uno de tela gruesa, hizo aquella nocheuna vigilia con gran devocin. Una vez comulgado, parti hacia Manresa, un lugar no lejanode Montserrat en donde se dio de veras a la penitencia P2Alcal[39].

    Y en la 1 pltica de Colonia especifica que consagr sus armas a la Santsima Vir-gen y que oy misa P1Colonia[6].

    5. Manresa

    5.1. V5.1. V5.1. V5.1. V5.1. Vida penitenteida penitenteida penitenteida penitenteida penitente

    Esas penitencias mencionadas a propsito de Montserrat se desarrollaron evidente-mente en Manresa. Con frecuencia alude Nadal a las diversas penitencias y no siemprecon la misma exactitud. Tan pronto dice que haca tres veces cada da disciplinaP3Coimbra[7], P1Espaa[10], como cinco veces: P1Roma[11], P2Alcal[40], o hastasiete veces: P1Colonia[6]. Pero no deja de aadir que conoci que no convena tantapenitencia P1Espaa[10]; hasta el punto de que por aquel exceso, despus lleg atanta moderacin para con sus hijos, como ahora experimentamos en la reglaP1Roma[11]; este yerro suyo fue para que nosotros no errsemos P2Alcal[40]; Alfin vino a entender que no era malo comer carne, y que la demasiada penitencia le habatrado notable perjuicio a la salud P2Alcal[41].

    Otras penitencias mencionadas son: Ayunaba cada da a pan y agua, sino al domin-go P3Coimbra[7]; durmiendo en tierra y comiendo pan y agua, etc. Y estuvo una vezsiete das sin comer ni beber por vencer sus escrpulos P1Espaa[10]; y otras cosasms all de las fuerzas humanas P1Roma[11]. El domingo beba un poco de vino, sise lo daban P1Colonia[6].

    Adems de la penitencia calificada de asprrima P2Roma[20], o extraordinariaP2Alcal[39], propiamente dicha, seala que: Haca oracin siete horas cada da derodillas, se levantaba a la media noche, oa cada da misa cantada, vsperas y completas,se confesaba y comulgaba cada domingo P3Coimbra[7], P1Espaa[10] y asista atodos los oficios eclesisticos P1Colonia[6]. En Alcal aade que Asista a las horascannicasy oa el sermn, siempre tuvo el Padre este espritu eclesistico P2Alcal[40].

    5.2. Agitacin de espritus5.2. Agitacin de espritus5.2. Agitacin de espritus5.2. Agitacin de espritus5.2. Agitacin de espritus

    Ya en Loyola comenz Ignacio a notar la diferencia de las mociones de los espritus,pero es en Manresa en donde Nadal lo hace notar con mayor claridad:

    En este tiempo, guindole N.S., comenz a tratar del interior de su alma y de la variedad delos espritus, dndole el Seor en esto grande conocimiento y sentimientos muy vivos de losmisterios divinos y de la Iglesia; y aunque comenz a escribir, pero no persever P1Espaa[12].

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    Por la aadidura posterior de la propia mano de Nadal se deduce que esa no perse-verancia en escribir se refiere a un libro sobre la Trinidad y no precisamente a temasrelacionados con los Ejercicios.

    Y antes que tuviese mayor gracia y claridad, tuvo grandes turbaciones de espritu, aunquetambin consolaciones. Tuvo una ilusin que el demonio con espritu de cosa que mucho lealegraba le quera engaar; lo que l despus conoci con la gracia del Seor, y venci. Fueotra ilusin, que tuvo grandes escrpulos con grandes extremos. Mas le libr Dios, aunquetena poca inteligencia de cosas espirituales, de esta manera: Haba ledo de un santo quehablando con Dios deca que ni comera ni bebera si no le haca cierta gracia, y en estodetermin seguirle: y as lo hace l para quitar los escrpulos, que una semana se tuvo sincomer ni beber. Se confesaba, y de todo daba razn al confesor, de lo malo y de lo bueno; ymandndole l que comiese, lo hizo y despus fue librado de los escrpulos. Y as l quitdespus a uno los escrpulos, con le decir que no fuese escrupuloso y dicindole l la historiade sus escrpulos P3Coimbra[8].

    El origen de los escrpulos era: si alguna vez haba hecho buena confesin, por loscuales casi era llevado a la desesperacin La otra tentacin era aquel espectro de-monaco; la voz que iba a vivir 60 aos, etc. De donde deduca que era el demonio, elcual suele empezar bien con consolacin pero acaba en desobediencia, soberbia, etc.P1Colonia[7].

    5.3. Ilustracin del Car5.3. Ilustracin del Car5.3. Ilustracin del Car5.3. Ilustracin del Car5.3. Ilustracin del Cardonerdonerdonerdonerdoner

    Junto al ro Cardoner Ignacio entendi todos los misterios de la fe y casi los vio unopor uno P1Colonia[7].

    Y especialmente tuvo una ilustracin tan grande y extraordinaria un da cabe un ro, que lsola decir que desde entonces, que era el ao de 22, hasta el de 55 que deca esto, le habaDios dado mucha claridad, mas que aquello solo exceda a todas las otras juntas. Entenditodas las cosas en una claridad y luz muy subida, a lo cual se sola l referir despus declarandorazn de las cosas que acontecan de mandarse, as de la Compaa como otras espirituales.Y as le qued una actuacin de contemplacin y unin con Dios, que senta devocin entodas cosas y en todas partes muy fcilmente P2Coimbra[11].

    En Colonia precisa Nadal que la ilustracin tuvo lugar en la capilla de San Pablojunto al ro. En Alcal la haba descrito as:

    Y en este tiempo pasaron cosas grandes y cosas muy particulares, en que no me detengo;como fue que una vez, yendo a hacer cierta devocin, cerca un ro se sent debajo de unacruz, y all le dio nuestro Seor grande luz y conocimiento de las cosas espirituales, de losmisterios de la fe cristiana y cosas de las ciencias con tanta ilustracin, que pareca como silos ojos se le hubiesen abierto para entender toda la verdad. Fcilmente podemos interpre-tar que fue un excelente don de sabidura e inteligencia. A esta ilustracin sola referirse sialguna vez le preguntbamos la causa de alguna parte del instituto. Me remito (deca) aManresa en donde esto sucedi P2Alcal[43].

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    No slo a esta ilustracin se refera Ignacio en general sino casi todos sus propsi-tos, cuando ya gobernaba en Roma la Compaa que diariamente iba en aumentoP1Roma[12], o cuando se le preguntaba por qu estableca esto o aquello. Y deca queaquel don sobresala por encima de todos los dones que haba recibido sino que En elcual rapto parece que recibi el conocimiento de toda la Compaa P1Colonia[8]. Yen ella ve Nadal la razn de todo el ser de la Compaa:

    La razn de todas estas cosas, como de todo el instituto, la pona el Padre Ignacio enaquella eximia ilustracin de su mente, que por singular benignidad y gran privilegio de ladivina gracia recibi en los principios de su conversin en Manresa, que es una ciudad en laEspaa Tarraconense P4Examen[91].

    5.4. Libro sobr5.4. Libro sobr5.4. Libro sobr5.4. Libro sobr5.4. Libro sobre la Te la Te la Te la Te la Trinidadrinidadrinidadrinidadrinidad

    Ahora bien entre las visiones que tuvo. Entendi todos los misterios de la fe y casilos vio uno por uno P1Colonia[7] hay que mencionar en concreto: En aquel tiempoempez el P. Ignacio a escribir un libro sobre la Trinidad, de cuyo conocimiento y ciertoda haba sido ilustrado especialsimamente P1Espaa[12]. Esta es la nota explicativa,aadida por Nadal, de la frase recordada ms arriba y aunque comenz a escribir, perono persever.

    Empieza despus el Seor a ensearle como un maestro de escuela ensea a un nio; y fueesta ilustracin del Seor creciendo en tanto grado, que vino a tener muy gran conocimientode todos los misterios de la fe catlica y especialmente de la Santsima Trinidad. Y le parecaque, aunque no hubiese libros que tratasen de esto, que l se determinara a morir por ello,por aquello que haba entendido P3Coimbra[10].

    5.5. Los Ejercicios5.5. Los Ejercicios5.5. Los Ejercicios5.5. Los Ejercicios5.5. Los Ejercicios

    A las afirmaciones generales: Fue el autor del mtodo de aquellos ejercicios el P.Ignacio, por gracia e instinto de Dios P6Austria[37]; o bien: Tiene esta regla princi-pio y fundamento en los Ejercicios que nuestro Padre Ignacio instituy y experimenttodos en s P10Coimbra[3], hay que aadir el hecho claramente expresado de su com-posicin en Manresa: Hasta aqu se mantuvo como en la prueba de los Ejercicios, yprecisamente en aquel tiempo escribi los Ejercicios: y [] ense la doctrina cristianadespus de la ilustracin P1Colonia[9]. En este tiempo comenz de hacer los ejerci-cios de la primera semana, que son meditacin de pecados, juicio3; en los cuales sepretende dolor, contricin y lgrimas de los pecados P2Alcal[41].

    Y no slo la primera semana: Aqu le comunic N.S. los ejercicios, guindole deesta manera para que todo se emplease en el servicio suyo y salud de las almas; lo cual semostr con devocin especialmente en dos ejercicios, a saber, del Rey y de las banderas.

    3 Es de notar la mencin del juicio, que no consta en el texto original castellano de los Ejercicios,sino que fue aadido en la primera traduccin latina, EE [55].

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    Aqu entendi su fin y aquello a que todo se deba aplicar y tener por fin en todas susobras, que es el que tiene ahora la Compaa P1Espaa[13].

    No es preciso ponderar el relieve que da Nadal en las plticas a estos dos ejercicios.

    6. Jerusaln

    Aunque en varias ocasiones slo menciona el hecho de la peregrinacin: P1Roma[12],P3Coimbra[7]; o que vivi en los hospitales y sirvi en ellos P1Colonia[9], en Coim-bra narra con pormenor los incidentes de la peregrinacin:

    Y la primera viene la de peregrinar a Jerusaln, por ser la mejor, y con suma pobreza, msan en Barcelona se quera ir sin compaero y sin bizcocho; pero fuese con slo bizcochoporque no quiso recibir el patrn de la nave sin l. Y el dinero que le dieron en Roma lo dioa los pobres (los cuales corran a l hasta que se le acab). Y en Venecia, despus de ido, seva al Duque dicindole que quera ir a Jerusaln. Quiso el Seor que sin paga le hace poneren una nao. Va por hospitales con mucha consolacin y regalos del Seor y de su benditaMadre. Siente grandes devociones en los lugares santos. Quiere quedarse all a ayudar aquellasnimas que ah haba de infieles y dems; y se va al Guardin de San Francisco que estaba enMonte Sin, y le dice que le admita y que slo a los domingos y fiestas le confesasen ycomulgasen, y ni le diese de comer ni beber. El Guardin le dice que quiere esperar por elProvincial que estaba en Beln. El cual, venido, le dice que no quede; si no, que leexcomulgaba, como puede por una bula del Papa. Pero l no le repugna y determina volverseP3Coimbra[14-15].

    Y estando determinado de quedarse all, el guardin del Monte Sin, que es monasterio deS. Francisco, no le dej. Y aunque el Padre deca que no quera sino que le confesase deocho a ocho das, que el comer l se lo buscara; con todo eso dijo el guardin que no ledejara estar all, antes que tena una bula del Papa en que le poda excomulgar, si all sequedase. Y as nuestro Padre entendi que no era voluntad de Dios nuestro Seor se quedaseall, y as se volvi por ac P2Alcal[44].

    Para Nadal la peregrinacin a Jerusaln, que es otra experiencia de la Compaa,iba enderezada para ayuda del prjimo, porque en Jerusaln, fuera de los turcos, haydiversas sectas de cristianos: cismticos, jacobitas y armenios y tambin herejesP2Alcal[44]. En lo cual se nos significa que nosotros debemos ir a Jerusaln, pero nocorporalmente sino en espritu, lo cual hacemos en las meditaciones de la vida de Cri-sto P1Espaa[13].

    6.1. Determinacin de estudiar6.1. Determinacin de estudiar6.1. Determinacin de estudiar6.1. Determinacin de estudiar6.1. Determinacin de estudiar

    La experiencia de Jerusaln le ha servido tambin a Ignacio para ver la necesidad delos estudios:

    Pero como en este momento se encontrase dudoso sobre el modo de llevar a trmino supropsito, segn su principio de la mayor gloria de Dios, vea que poda haber varios peligrosde errores en una simplicidad indocta, y ya entonces experimentaba crceles, persecuciones

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    y varias sospechas en lo que, segn poda, propona para la salud de los hombres. Totalmen-te movido por el Espritu Santo determin que deba estudiar y ocuparse en las santasdisciplinas para mayor gloria divina y provecho de las almas P1Roma[14].

    se es el motivo, que siempre recordar, de decidirse a estudiar: P1Espaa[14],P2Roma[20], P3Coimbra[16], P2Alcal[45], P1Colonia[9]. As pues, siendo rudo enel nimo y sin saber casi nada fuera de escribir, primero en Espaa y despus tambin enPars comenz a ocuparse diligentsimamente en los estudios. P1Roma[15].

    7. Barcelona

    Estos estudios de gramtica P2Alcal[45] duraron dos aos P1Colonia[9].

    Y en esto se determina estudiar por musa en Barcelona; y era tan pobre, que andaba alimosna, y el maestro con que andaba se llama Ardvolo, que an vive. Y comenzando adecorar tena tanta devocin y consolacin, que no poda valerse. Y otra vez en Pars tuvo lomismo, cuando comenz a estudiar Artes. Pero conoci que era ilusin del demonio. Porquedeca: si cuando me confieso y comulgo, no tengo esto: qu es esto?, Dios confunde lostiempos? No. Pues para remediarse toma a su maestro y llvale a una iglesia, y promtelede estudiar por dos aos en Barcelona si tiene ah pan y agua; y le dice que le pudiese azotarcomo a un muchacho P3Coimbra[17].

    No fue sta la nica dificultad con la que se encontr:

    Pero principalmente entre otras le fatigaban dos cosas, a saber, la enfermedad continua ygrave que tena, y la oracin, esto es, la afliccin que tena en dejar el gusto de la oracin porel estudio, como era necesario. Y, sabiendo que era aquella la voluntad de Dios, se venciestudiando con mucha diligencia y dndonos ejemplo de lo que nos conviene hacer los queestudiamos en la Compaa, a saber, de no descuidarnos en el estudio por el gusto de laoracin P1Espaa[15].

    8. Alcal y Salamanca

    El remedio de las dificultades a los estudios fue eficaz: Y as lo hizo, y se le fueron lasilusiones; hasta que le dice el maestro que poda or Artes. Y le dijeron lo mismo algunossus amigos. Con esto se fue a Alcal a ello y comenz a estudiar trminos y Alberto deSajonia y el Maestro de sentencias. Mas entendi ser ilusin y lo dej P3Coimbra[18].

    Los amigos mencionados son llamados doctores y se aade el estudio de trmi-nos de Encinas en P2Alcal[46].

    No fue slo ilusin sino las muchas y graves contradicciones que tuvo en Alcal yluego en Salamanca P1Espaa[15], hasta el punto de ser echado a la crcel en ambasciudades. El motivo de las persecuciones sufridas se origina siempre en el hecho de queni le dejaban predicar porque no saba letras ni haba estudiado P2Alcal[46] aunquesiempre fue aprobada su vida y doctrina P1Colonia[9].

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    De Salamanca es la ancdota siguiente: Despus tuvo otra en Salamanca, y entram-bas le prendieron; mas nunca ni en stas, ni en Pars, ni en Venecia, ni en Roma, lehallaron cosa en que le notasen, antes fueron ellas para confirmacin de lo que Diosnuestro Seor haba puesto en l. Especialmente en Salamanca, examinndole, respon-da a todo muy bien, aunque an no tena aprendido; y aun preguntndole un canonistaun caso de conciencia, diciendo l que no saba, todava quiso Dios que le acertP3Coimbra[19].

    9. Pars

    9.1. Dificultades9.1. Dificultades9.1. Dificultades9.1. Dificultades9.1. Dificultades

    Llegado a Pars estudia un ao Humanidad. Pero tuvo dos estorbos: de gran nece-sidad y enfermedad. Con limosnas se sustentaba, y a veces iba por algo a Flandes, y deBarcelona tambin le enviaban algo P3Coimbra[20]. Pero las dificultades no fuerondos sino tres:

    Tuvieron los estudios de nuestro Padre tres dificultades. La primera, suma pobreza. Haballevado de ac 24 ducados y se los dio a un hombre para que se los guardase; y se fue conellos. Despus busc amo con quien estar, y nunca hall. Y al fin, por consejo de un ciertoreligioso, iba cada ao una vez a Flandes y peda limosna entre hombres ricos, y con lo queall allegaba poda estudiar y, aun poda ayudar al Maestro Fabro. La otra dificultad fue lapoca salud, porque con las penitencias se haba daado muy mucho el estmago; y as andabade ordinario muy enfermo. La otra dificultad fue devocin; que cuando estaba estudiandoo oyendo le ocurran muchas devociones y conceptos que le distraan de los estudios; demanera que le fue necesario, para no dejar del todo de proseguir los estudios, hacer voto deno dejar dos maestros que tuvo. Con todo esto estudi tan bien sus facultades, que a nosotrosnos maravillaba cuando tratbamos delante de l alguna dificultad; y dijo un doctor, perso-na sealada, admirndose de nuestro Padre, que no haba visto quien con tanto seoro ymajestad hablase en materias telogas P2Alcal[47-48].

    9.2. Rene compaeros9.2. Rene compaeros9.2. Rene compaeros9.2. Rene compaeros9.2. Rene compaeros

    Dedic a los estudios en Pars ocho aos P1Colonia[9] incompletos: del 2 defebrero de 1528 a marzo de 1535. Y viendo que a solas no poda hacer tanto fruto, poreso busc compaeros P2Alcal[51], y conquist nueve compaeros, como recuerdacon frecuencia: P1Espaa[14], P1Roma[15], P3Coimbra[22], P1Colonia[9],P6Austria[25,38].

    Nadal nunca menciona sus nombres ni distingue entre ellos los seis votantes deMontmartre, con Ignacio: Pedro Fabro, Francisco Xavier, Diego Lanez, Alfonso Sal-mern, Simn Rodrguez y Alfonso Bobadilla, y los tres que luego se aadieron: Pasca-sio Broet, Claudio Jayo y Juan Coduri. Pero no olvida sealar que los conquist con losEjercicios:

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    Mientras vivi, desde el principio de su conversin, us de estos ejercicios en provechopropio y de los dems. Por medio de ellos en seguida en Espaa, antes de ir a Pars ayud amuchos en la piedad. Por medio de ellos en Pars condujo aquellos nueve primeroscompaeros a que renunciasen al siglo y siguiesen su determinacin de ayudar al prjimo,habindolos primero movido a piedad con el coloquio privado. Por medio de los ejercicioshan sido llevados a la Compaa los primeros sujetos P6Austria[38].

    Expresamente se dice de Lanez y Fabro que les dio los Ejercicios P5Coimbra[15].Es interesante la advertencia que hace Nadal a propsito de que Ignacio:

    defendi siempre este principio que nadie fuera el inductor a tomar estado. Y con todosabemos que para dos de los primeros Padres, que todava viven en la Compaa4, fue elinductor a que se inscribiesen en la Compaa, lo cual ellos hicieron y sucedi en realidad.Y yo por cierto siempre juzgu que ellos vinieron a la Compaa por gran beneficio de Dios,como si les hubiese revelado su vocacin por medio del P. Ignacio; pero creo que no es fcilde imitar este ejemplo P5Austria[34].

    Tambin hace notar que todos ellos: lo dejaron todo antes de adoptar aquella for-ma de vida que se contiene en la bula, y emitieron voto de pobreza y castidad; difiriendoel voto de obediencia para ms adelante, a saber, hasta ver cmo pudiesen vivir legtima-mente en obediencia P5Espaa[79], P1Alcal[17], P2Alcal[51].

    10. La Storta

    En las diversas ocasiones en que Nadal evoca esta importantsima visin: P1 Exa-men[7], P2Espaa[30], P2Roma[23], P4Coimbra[3], P1Italia[2], P2Colonia[26], notodos los detalles son constantes.

    El suceso ocurre sin indicacin de lugar: P2Roma[23], P1Italia[2], o de camino ha-cia Roma sin mayor precisin: P2Espaa[30], P2Colonia[26], para hablar al Papa:P4Coimbra[3], o la primera vez que vino a Roma P1Examen[7], con lo cual nosremite a noviembre de 1537, olvidando que Ignacio ya antes haba estado en la ciudad,pero solo, para obtener el permiso del Papa para ir a Jerusaln.

    Los acompaantes, cuando se citan, son siempre Fabro y Lanez, y este ltimo sepone como testigo de excepcin del suceso: P2Espaa[30], P2Roma[23], adems delpropio testimonio de Nadal: y tambin l me lo dijo preguntndoselo P4Coimbra[3].

    Los personajes que intervienen en la visin son siempre Dios Padre y Cristo con lacruz, pero en las palabras pronunciadas se advierten algunas diferencias. Ante todoNadal es constante en poner las palabras en boca de Dios Padre, y en ese sentido corri-gi el texto de la pltica de Espaa, redactado por su Socio el P. de Sa, de manera quequedase claro este punto, que era el mismo Dios Padre quien los elega como compae-ros de Jess.

    4 Cuando Nadal esto escribe quedan en vida tres de los nueve fundadores: Simn Rodrigues (1579),Alfonso Salmern (1585) y Nicols Bobadilla (1590).

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    En cambio el texto de las palabras vara. En P2Espaa[30], P4Coimbra[3],P2Colonia[26] dice Yo estar con vosotros. Pero en: P1Espaa[7], P2Roma[23] diceyo os ser propicio. Esta segunda frmula fue la utilizada por Rivadeneira, que ademsde poner las palabras en boca de Jesucristo aadi en Roma. Ignacio siempre se remi-ti humildemente a lo que deca Lanez.

    Los efectos de la visin se presentan tambin con notable regularidad: consolacin,seguridad y ratificacin de la empresa que acometan, eligindolos como compaerosde Jess

    Cuando nuestro santsimo Padre con sus compaeros y principalmente el Reverendo P.Fabro y Lanez, nuestro ptimo Vicario, se dedicaban a la oracin para establecerprimeramente la Compaa, tuvo una admirable aparicin intelectual en la cual Dios Padrele mostraba a Jesucristo llevando la cruz y ponindolo con el Seor Jess as cargado con lacruz y como aceptndolo, deca: Yo os ser propicio. Esto me lo cont el Reverendo PadreLanez al principio a m y a otros. Y cuando yo alguna vez le he preguntado a nuestro Padresobre el asunto, y tambin el Reverendo P. Luis Gonzlez (de Cmara) nunca lo neg, perocomo disimulando por obra de humildad, callaba o deca: Si lo dice Lanez, puede ser, oalgo parecido. Pero despus de su muerte, revolviendo con diligencia sus escritos, encontramosque en algn lugar, refirindose a sus consolaciones, escribe tal cosa o algo parecido como es:cuando el Seor Padre me pona con su Hijo. Por todo lo cual yo tengo esto por muypersuadido y por ello con gran consolacin lo digo y cuento a los dems P2Roma[23].

    Efectivamente en su diario escribi Ignacio el da 23 de febrero de 1544 viniendoen memoria cuando el Padre me puso con su Hijo refirindose sin duda a esta visin dela Storta. Nadal alude tambin a estos apuntamientos de l al tiempo que hizo lasConstituciones que se referan a esta aparicin P4Coimbra[3].

    10.1. Nombr10.1. Nombr10.1. Nombr10.1. Nombr10.1. Nombre de la Compaae de la Compaae de la Compaae de la Compaae de la Compaa

    La consecuencia inmediata y sensible de esta visin es el nombre de la Compaa.En efecto a la pregunta por qu se llama Compaa de Jess? P2Espaa[29], Nadalresponde no slo que por divina inspiracin fue impuesto por Dios a la Compaa estenombre P1Examen[9], y que Ignacio pidi con empeo y slidamente a los com-paeros que pusieran aquel nombre a la Compaa; que esto rogaba y solicitaba que lefuera concedido por todos P1Examen[8], sino que una vez el P. Ignacio respondi auno que preguntaba por qu la Compaa no se llamaba por otro nombre. Dijo: SloDios puede cambiar este nombre que tiene y por el que es conocida P2Espaa[31].Lo cual agrad a todos. Aunque alguna vez otros dijeron despus que tal vez sera mscmodo ser nombrados de otra manera a causa de las habladuras P2Roma[25]. Yaunque algunos quieren obstar al nombre, N. Padre nunca en esto consinti y estopor consolacin nuestra P4Coimbra[4].

    O, como se expresa en otra pltica con mayor profundidad: Y de aqu viene que la Compaade Jess se llame la mnima Compaa de Jess por ser Jesucristo nuestro fundamento ycapitn, al cual debemos imitar espiritualmente, a fin de que en particular reproduzcamosla mansedumbre y la humildad P1Italia[2].

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    11. Roma

    11.1. Deliberaciones sobr11.1. Deliberaciones sobr11.1. Deliberaciones sobr11.1. Deliberaciones sobr11.1. Deliberaciones sobre re re re re religineligineligineligineligin

    Al hablar de los compaeros de Pars, Nadal ha hecho notar que hicieron los votosde pobreza y castidad, pero no el de obediencia pues no tenan todava claro su futuro,pero una vez: congregados en Roma, despus de haber predicado en diversas partes yhaberse ejercitado en obras pas, etc., ordenaron una frmula de vivir, que es la que esten la bula de la primera confirmacin P1Espaa[14], P2Roma[21]. No deja de notarlas misas P2Coimbra[31] y las muchas oraciones y muchas deliberaciones aqu y alltenidas P1Roma[16]. El objeto de la deliberacin era: lo que ms cumpla al serviciode Dios N. Seor acerca de procurar que hubiese personas que les quisiesen ayudar alintento que tenan, y as hacer congregacin; o si sera mejor dejarse de eso y que conellos se acabase su deseo de ayudar a las nimas P2Coimbra[31]. El proyecto de ayu-dar al prjimo se concreta en que para esto sea instituido que el monacato5 se juntasetambin con el sacerdocio, para poder as obrar P3Coimbra[23] y sin olvidar que seinstituyese en la Compaa que hubiese coadjutores temporales, para que los Padres,ms desembarazados, atendiesen al provecho del prjimo; y todas las otras cosas que enla Compaa hay P2Alcal[52].

    En este principio pensaron que era bien que se juntasen, como antes lo solan hacer pararesolverse en lo que haran, y que viesen si era bien hacer congregacin y religin o no; y,habindose de hacer, el modo que se haba de tener. Y as se determin que mucho seencomendase este negocio a nuestro Seor, y que todas las misas y oraciones se aplicasenpara esto. Y congregados, y examinando de una parte y de otra las razones, aunque piensoque ya en ello y en otras muchas cosas muestro Padre, de santa memoria, era esclarecido,mas porque la sapiencia divina lo dispone todo con suavidad, quiso que por este mediosuave se determinasen y resolviesen. Primero resolvieron que era bien que se hiciesecongregacin y religin, con gran concordia y paz. Y despus los otros puntos de uno enuno, contenidos en la primera bula, de la forma y modo de vivir que pensaban tener paramayor servicio y gloria del Seor y ayuda de las almas. Y con haber primero hablado a SuSantidad y dado alguna informacin, le fue presentada una suplicacin6 donde se contenaesta forma y modo de vivir nuestro instituto P1Alcal[18c].

    11.2. Aprobacin oral de Paulo III11.2. Aprobacin oral de Paulo III11.2. Aprobacin oral de Paulo III11.2. Aprobacin oral de Paulo III11.2. Aprobacin oral de Paulo III

    La suplicacin mencionada es la contenida en los Cinco captulos presentados porel Cardenal Contarini a Paulo III para su aprobacin. Ante la misma, Paulo III exclam:El Espritu de Dios est aqu. sta es la frmula usada siempre por Nadal:P2Coimbra[32], P1Alcal[19], P1Colonia[10]. sta es tambin la frmula usada porRivadeneira, entre otros historiadores, en la vida de Ignacio de 1572 y en la edicinlatina de 1587; pero en la edicin castellana de 1583 usa la expresin que se ha hecho

    5 No es raro en Nadal el uso de ese trmino por vida religiosa.6 Son los Cinco captulos presentados por el Cardenal Contarini a Paulo III para su aprobacin.

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    clebre: El dedo de Dios est aqu. Y merece la pena reproducir el efecto que causen el mismo Nadal (que se esconde en el impersonal uno) esta aprobacin: cuandotan mal se habla de religiones Pero esto fue lo que principalmente le movi a uno aentrar en la Compaa, el ver en este tiempo aprobada esta nueva religin P2Espaa[27].

    Pero el Papa antes de dar su aprobacin, determina de examinar muy bien este espritupara saber si es verdadero y de Dios; y encarga de esto al Cardenal Guidachon, el cual eracontrario de haber pluralidad de religiones; y en esto estaba tan asentado, que de propsitohaba escrito un libro contra la pluralidad de religiones P2Coimbra[32].

    11.3. Oposicin y aprobaciones de la Compaa11.3. Oposicin y aprobaciones de la Compaa11.3. Oposicin y aprobaciones de la Compaa11.3. Oposicin y aprobaciones de la Compaa11.3. Oposicin y aprobaciones de la Compaa

    Ante la previsible desaprobacin Ignacio y los dems se van al Cardenal perol no los quiere ver ni oir; de lo que se vinieron de l confusos, quedando con todomuy entero y constante nuestro Padre y con diligencia procurando todos los mejoresmedios que poda para efectuar sus propsitos P2Coimbra[33].

    Dice pues el Padre a sus compaeros que cumpla ayudarse y encomendarse la cosa a Dios,y as orden por este efecto se digan tres mil misas a la Santsima Trinidad, de que era muydevoto. Y para esto escribi a algunos conocidos que tena, para que dijesen algunas deellas, y poco a poco se dijeron y tornando una vez a hablar al Cardenal, cuando no se catan,le hallan totalmente mudado de lo pasado diciendo que haba tenido dificultad en le parecerbien que esta religin se empezase, pero que ya tena entendido que era bueno y santo quese hiciese y efectuase, y que l era contento: y de propsito se puso a decir palabras deaprobacin de ella y aun ms de ello que los Padres queran P2Coimbra[34].

    Recuerda tambin Nadal las tres mil misas en P1Alcal[20] y P1Colonia[11] y secomplace en enumerar las repetidas aprobaciones del instituto de la Compaa por Pau-lo III y Julio III, sealando las fechas e importancia de las mismas: P2Coimbra[35,36,37],P1Alcal[23a], hasta mencionar la ltima aprobacin del Concilio TridentinoP1Colonia[11], P6Austria[5] y reproducir el texto en la versin italiana de las plticasde Alcal, P1Alcal[23b].

    11.4. Persecuciones11.4. Persecuciones11.4. Persecuciones11.4. Persecuciones11.4. Persecuciones

    Como es natural se extiende en la enumeracin de las persecuciones de todo tipopadecidas por la Compaa en Roma, Espaa y Portugal: P1Espaa[16,17,18], insi-stiendo siempre en la actitud de Ignacio para que se examinase lo que les haban im-puesto y que se averiguase la verdad y se diese sobre ello sentencia, por lo que viese queconvena para la autoridad de ellos en los ministerios que haban de ejercitar, que fuesefuera de toda sospecha P1Alcal[21].

    Por otra parte, a propsito de los primeros ataques recibidos en Roma nos revela que:

    Quiso N.S. que se hallaron en este medio en Roma tres personas que habiendo sido jueces, asaber, uno Figueroa, en Salamanca; otro Doctor Ori, en Pars; otro, Veralo, en Venecia, de lascosas del P. Ignacio; los cuales dieron tal relacin de l y de los compaeros al gobernador, quelos otros tuvieron miedo y pusieron intercesores que no fuese la cosa adelante P1Espaa[16].

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    11.5. Oposicin y aprobacin de Paulo IV11.5. Oposicin y aprobacin de Paulo IV11.5. Oposicin y aprobacin de Paulo IV11.5. Oposicin y aprobacin de Paulo IV11.5. Oposicin y aprobacin de Paulo IV

    En ningn momento alude Nadal al temor de Ignacio ante la eleccin de Paulo IV.En cambio explica con pormenor los motivos del disgusto, as lo llama l, que tuvo conIgnacio como Cardenal de Npoles y fundador de los Teatinos P14Coimbra[10,11,12]pero poniendo siempre de relieve el cambio operado en el mismo mientras fue Papa,hasta el punto de que: sumamente nos am y quiso comprarnos una casa, y dijo anuestro Padre que no dijese que l la quera comprar, porque no costase msP14Coimbra[10].

    sta es pues la conclusin de tantas aprobaciones: Tienen pues nuestras Constitucionesautoridad de las bulas de Paulo III y Julio III, que dieron autoridad para hacerlas. Y tambintienen confirmacin de Paulo IV, que es muy grande y que yo suelo tener en mucho. Despusde muerto nuestro Padre Ignacio, quiso ver todo nuestro instituto, nuestras bulas yconstituciones, y as se le dio todo, y lo encomend al Cardenal Romano y al cardenal Trana;y lo tuvieron 4 meses, revindolo, y despus nos lo dieron por bueno; y el Papa en el tiempode la congregacin general confirm todo nuestro instituto dos veces, una por el cardenalPacheco, otra de viva voz, cuando le fuimos a besar el pie toda la congregacin con elgeneral nuevamente electo P5Alcal[116bis].

    11.6. Muerte de Ignacio11.6. Muerte de Ignacio11.6. Muerte de Ignacio11.6. Muerte de Ignacio11.6. Muerte de Ignacio

    El prlogo que Nadal aadi a la Autobiografa de Ignacio, redactada por el P. C-mara, comienza con la misma revelacin que haba hecho a la comunidad de Alcalaunque parece que en esta ocasin le fall la memoria, pues el hecho no sucedi en1554, como dice, sino dos aos antes cuando fue llamado a Roma desde Sicilia parahacer la profesin y ayudar a Ignacio en la composicin de las Constituciones:

    El ao 1555 me acuerdo yo que o decir a nuestro Padre Ignacio: Tres cosas he deseadode nuestro Seor, y su divina Majestad me las ha concedido. La primera, ver aprobada laCompaa de la Sede Apostlica, y nuestro Seor me lo ha dado. La 2, ver aprobados losejercicios, y nuestro Seor me lo ha concedido. La 3 es ver hechas constituciones, y nuestroSeor tambin me lo ha concedido. De aqu deducimos nosotros que en estas palabras nosquera decir nuestro Padre Ignacio que estara ya poco tiempo con nosotros P2Alcal[34].

    Ignacio falleci el 31 de julio de 1556. Finalmente muri nuestro santsimo Padre,puesto que haba ya completado la obra que le haba encomendado el SeorP2Roma[21].

    La devocin de Ignacio hacia el Sumo Pontfice, Paulo IV, cuya eleccin tantoestremecimiento le haba provocado, la pone tambin Nadal de manifiesto en estaocasin aunque en realidad la actitud del Papa no fue tan benvola como deja entender:

    Y cuando nuestro Padre muri, le envi a pedir su bendicin por el Padre Maestro Polancoy a encomendarle la Compaa. Y muerto nuestro Padre, tom las bulas y el Instituto, ydespus volvi todo esto sin tomar ninguna cosa. Y sabemos que lo confirm todo de palabraen la eleccin del General, y despus delante de toda la congregacin generalP12Alcal[227].

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    12. Conclusin

    Llegados a este punto hemos de poner de relieve dos cosas:a) como ya hemos indicado al comienzo, hemos recogido aqu en forma ordenada

    todos los datos objetivos de la vida de Ignacio de los que Nadal se vale en sus plticaspara inculcar sus enseanzas, con lo cual nos resulta una especie de biografa en mosai-co que discurre paralela a la narracin de la autobiografa. Es el lector quien puede ascomparar y analizar ambos relatos que evidentemente se complementan y en muy pocasocasiones se contradicen.

    b) Hemos reproducido los textos que nos han parecido ms relevantes para que seael mismo Nadal quien hable y exponga los acontecimientos, y aducimos todas las refe-rencias a cada uno de los hechos. Aunque hemos debido advertir las espordicas con-tradicciones o carencias en los relatos, en ningn momento hemos pretendido analizarlos hechos y mucho menos deducir las consecuencias que Nadal obtiene de los mismos.Ello debera ser objeto de otro estudio. Por lo dems en no pocas ocasiones las intencio-nes de Nadal en su narracin quedan patentes en los textos citados. Bastar, como ejem-plo, el comentario que le merecen a Nadal las diversas aprobaciones de la Compaapor parte de la Sede Apostlica, pues pone de relieve lo que tantas veces ense: que enla vida de Ignacio ha de encontrar el jesuita la gracia de su vocacin:

    Bien veris cun aprobada est la Compaa por la Sede Apostlica; sin otras muchasveces que en diversas partes fue en juicios y tribunales muy bien examinada y siempreaprobada la doctrina y vida del Padre Maestro Ignacio, a quien Dios escogi por ministrode esta gracia P1Alcal[23].

    Y, aunque no pertenezca a las plticas vale la pena reproducir aqu, como conclu-sin, el comentario que le merece a Nadal la muerte de Ignacio y que reproduce en suDiario particular:

    El que el P. Ignacio muriese sin recibir los sacramentos7, fue por disposicin de Dios.Porque no lo hubiese podido soportar, sin morir de devocin, sobre todo estando tan dbilfsicamente; pues por celebrar la misa o slo por recibir la comunin, aun con salud corporal,sola deshacerse en amor y lgrimas y debilitarse seriamente, incluso le produca fiebre, loque era causa de que no celebrase misa con frecuencia. Adase a esto que su vida erasuperior a la capacidad comn de los hombres por extraordinaria gracia y privilegio. Asque reciba la gracia comn, aun de los sacramentos, sin la recepcin perceptible de losmismos, por la devocin y deseo de ellos. Por ltimo, todo esto puede relacionarse con suhumildad, para que en su muerte todo nuestro afecto se dirigiera de l a Cristo, que esnuestro perpetuo Prepsito General, Dios por siempre bendito, y grabsemos en el coraznla humildad del P. Ignacio [Orationis observationes, 331].

    7 Aunque un par de das antes haba recibido la comunin.

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    La trasformazione misticaignaziana

    di ROSSANO ZAS FRIZ DE COL S.I.

    Il verbo trasformare, in senso transitivo, indica lazione che produce il cambiamen-to avvenuto in una persona, cosa, sostanza o situazione. lazione mediante la quale siproduce il passaggio da un determinato stato, forma, apparenza esteriore o atteggia-mento interiore a un altro. La differenza con la forma riflessiva dello stesso verbo (tra-sformarsi) indica semplicemente che il cambiamento che si produce nel soggetto avvie-ne a causa del soggetto stesso, mentre nella forma transitiva il cambiamento avvienecome conseguenza di una variante esterna al soggetto o alloggetto che muta.

    Il sostantivo trasformazione, cio il risultato dellazione trasformatrice, riguarda ilcambiamento avvenuto che si verifica a partire dalla constatazione del passaggio da unasituazione A a una B. Si tratta sempre di un cambiamento percettibile sensibilmente. Ineffetti, le variabili che producono un cambiamento possono essere conosciute o meno,come pu essere conosciuto o meno il meccanismo che si messo in moto per produrre ilmutamento, ma per constatarne la trasformazione necessario che essa si possa verificare.

    Applicata questa analisi allambito specifico della mistica cristiana, si pu affermareche la trasformazione mistica avviene come frutto di una variabile esterna trasformante(la grazia), che si congiunge contemporaneamente con la collaborazione attiva dellapersona per produrre leffetto passivo del verbo (il trasformarsi). In questo modo siavverte chiaramente che la trasformazione cristiana si produce come risultato di unaazione che , allo stesso tempo, attiva e passiva, esterna e interna. Certo, il soggetto daparte sua pu manipolare diverse variabili per collaborare con la grazia, ma quale sialorientamento verso il quale essa indirizza o il momento della sua irruzione, rimanesempre nellambito del mistero della Provvidenza divina. Evidentemente, anche se sitratta di una trasformazione interiore, deve essere possibile constatarla esternamente,come avvenne a Ignazio: quelli di casa sua fueron conociendo por lo exterior la mu-danza que se haba hecho en su nimo interiormente Autobiografia [10]1.

    Nel caso specifico della mistica ignaziana si pu affermare che Ignazio di Loyolatrov un metodo per decifrare il modo in cui la Provvidenza comunicava con lui, inter-

    1 Obras de San Ignacio de Loyola. Transcripcin, introduccin y notas de I. IPARRAGUIRRE, C. DEDALMASES e M. RUIZ JURADO, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 61997. Il numero corrisponde alparagrafo.

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    pretando le risonanze interiori della consolazione e della desolazione suscitatesi nel suoanimo dovute alla emozione dei diversi spiriti. Tuttavia non spieg perch e come laconsolazione produce consolazione e la desolazione pone nella desolazione, constatan-do unicamente la dinamica della loro azione trasformatrice.

    Precisamente per comprendere meglio il senso attuale di una trasformazione misticaignaziana, il presente studio rivisita il concetto di trasformazione nel lessico ignazianoe in quello di due mistici gesuiti (Lallemant e Surin), per confrontarlo con quello classi-co di unione trasformante di San Giovanni della Croce e con luso che di questo concet-to si fa nellambito della teologia spirituale.

    1. La terminologia ignaziana

    Trasformarsi, trasformare e trasformazione sono parole sconosciute nelle operedi Ignazio, come lo sono i sinonimi cambiare, cambiamento. Appare invece un sinoni-mo castigliano, mudar, mudanza, ma ha sempre il senso di cambiamento da uno statoA a uno B: Hacer mudanza en el comer, en el dormir [Ej 89]; En el tiempo deconsolacin nunca hacer mudanza [Ej 318; cfr. Co 626]. Tuttavia, come si gi accen-nato, nella Autobiografia [10] si afferma che suo fratello conobbe la mudanza che sistava operando nel suo animo. In questo ultimo caso il termine mudanza pu esseresostituito da trasformazione senza cambiarne il senso.

    Negli Esercizi il verbo mudar ha principalmente il senso di cambiare[20.49.89.101.105.119. 130.133.206.229.244.247.319], come nelle Costituzioni[19.122.245.270.304.343.382.421.424.429.435.491. 554.709.739] e nellunica volta cheappare nellAutobiografia [27]. Tuttavia negli Esercizi si possono cogliere due sfumature:la prima: Mucho aprouecha el intenso mudarse contra la misma desolain [Ej 319]; ela seconda: cambiare le affezioni disordinate solo si su divina majestad, ordenando susdeseos, no le mudare su afeccin primera [Ej 16]. La prima indica lo sforzo di lottarecontro la desolazione e la seconda che Dio cambia laffezione precedente perch ordina idesideri. In questo contesto si potrebbe accennare forse indirettamente alla conversione?

    Ignazio usa raramente la parola conversione: per riferirsi alla conversione dellaMaddalena e a quella di S. Paolo [Ej 282 e Au 86, rispettivamente], la usa come sinoni-mo di dirigersi verso [Ej 257] o di cambiamento [Co 326.330.763.816; De 102]. Inve-ce con il verbo convertir accenna a una trasformazione interiore: gli angeli veniendoen superbia, fueron convertidos de gracia en malicia, y lanzados del cielo al infierno[Ej 50]; Y ass debe procurar de perder toda la afficin carnal y convertirla en spiritualcon los deudos, amndolos solamente del amor que la caridad ordenada requiere, comoquien es muerto al mundo y al amor proprio, y vive a Cristo nuestro Seor solamente,teniendo a El en lugar de padre y hermanos y de todas cosas [Co 61].

    Rimane cos chiaro che nel vocabolario ignaziano la parola pi prossima allattualesenso della parola trasformazione, trasformare sia mudanza, mudar. Tuttavia perapprofondire il senso sembra opportuno soffermarsi su un altro paio di termini: orden,ordenar.

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    Ordenar lazione che dispone qualcosa in una successione non arbitraria, ma chesegue un criterio determinato. Dio ordina i desideri per mudar, per trasformare leaffezioni [Ej 16] e cos lesercitante pu vincere se stesso e ordenar la sua vita senzalasciarsi determinare da affezioni disordinate [Ej 21]: in questo modo potr avere unacarit ordinata [cfr. Co 61]. Ordenarse la grazia che si chiede durante tutto il ritiroignaziano: pedir gracia a Dios nuestro Seor para que todas mis intenciones, accionesy operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su divina majestad[Ej 46]. Qui ordenar ha il senso di orientare lesercitante verso una direzione determi-nata: servire e lodare Dio [cfr. Ej 40.172]. Ha anche il senso di una ricerca di rettitudine,come nel colloquio a Nostra Signora del terzo esercizio della prima settimana, dove sichiede la sua intercessione per ottener tre grazie dal Signore: delle tre, la seconda persentire el desorden de mis operaciones, para que, aborresciendo, me enmiende y meordene [Ej 63]. Lordine va cercato internamente per fare unelezione sincera [Ej 174],senza affezioni disordinate [Ej 172].

    Negli Esercizi orden leffetto dellazione di ordinare, cio elementi disposti se-guendo una sequenza determinata in base a criteri precisi, come quando colui che diri-ge gli esercizi deve dare modo y orden per meditare e contemplare [Ej 2; Co 321; cfr.18.2043.119.128.214.244]. Orden si riferisce anche ovviamente al sacramento del-lOrdine [Co 45.112.365], e al comando dei superiori [Co140.232270.304.321.356.387.424]. Ma con la stessa parola si accenna alla Sapienza perfettissima e infinita diDio che il principio di ogni ordine [Ej 324; Co 136.814]. Nel Diario SpiritualeSantIgnazio riferisce che durante la preparazione dellaltare per celebrare la messa,mentre si vestiva e usciva per celebrare en todas estas partes con muchas intensaslgrimas, tirndome al Padre, al cual ordenando las cosas del Hijo, muchas inteligen-cias sentiendo notables, sabrosas y mucho espirituales [De 33]. Il senso della frasenon molto chiaro, si potrebbe interpretare che Ignazio attirato, attratto verso ilPadre, che ordina verso di Lui le cose del Figlio (il soggetto del gerundio ordenandosembra essere il Padre, che allo stesso tempo il termine del movimento ordinatore).Cos il Padre ordina in un doppio senso: Colui che comanda le cose e contempora-neamente le attira verso di S. Un ordine, ordinamento, esterno, oggettivo, e un ordi-namento soggettivo, interno. Allordine, al comando divino esterno, corrisponde lob-bedienza interiore.

    In questo modo, con i termini mudar, mudanza, ma anche con orden e ordenar Igna-zio esprime e formula la dinamica della trasformazione interiore secondo la sua espe-rienza, dato che trasformare e trasformazione non si trovano presenti nel suo vocabola-rio. Questa assenza si costata anche in due dei pi noti mistici gesuiti del seicento: LouisLallemant e Jean-Joseph Surin.

    2. La trasformazione mistica in Lallemant e Surin

    La Dottrina spirituale de Lallemant inizia accennando al fatto che tutti sentono nelcuore un vuoto incolmabile che, per, soltanto Dio pu riempire, essendo come il

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    principio e il fine di tutti e di tutto2. In effetti il primo capitolo dellopera si intitola:Soltanto Dio ci pu rendere felici, perch lo sviluppo della vita cristiana concepitocome un processo che conduce il cuore del credente dallesperienza del vuoto a quelladella felicit. Perci egli deve cercare solo Dio, soltanto lui pu soddisfare i suoi desi-deri e in questo modo si sottomette al suo regno. E perch questo regno avvenga biso-gna, in primo luogo, riconoscere Dio come autore della natura e della grazia, deside-rando e scegliendo quello che lui dispone con la sua provvidenza. Un secondo atteggia-mento quello di cercare in tutto la gloria divina, per compiere solo la sua volont. Mac da fare ancora un passo ulteriore, quello di cercare Dio per se stesso, staccandosi datutto3. Questa progressione si manifesta ugualmente in una certa tipologia di religiosi4:ci sono coloro che vivono schiavi dei loro sensi, quelli che vivono ingannati sotto lap-parenza di bene, e quelli che sono indifferenti a tutto, rinunciando a quanto impediscela maggior gloria di Dio.

    Nella Dottrina la parola trasformazione non viene utilizzata, ma si parla del deside-rio di impegnarsi nel progresso spirituale (soin de son avancement spirituel), ricordandolantico adagio: chi non progredisce, regredisce5. E il mezzo per progredire nella perfe-zione lo sviluppo della vita interiore6 giacch essa conduce allunione con il SignoreGes Cristo7. Ma questa unione attraversa diversi gradi, come si riporta nel settimocapitolo8. Qui lautore tratta dellorazione in genere, della meditazione, dellorazioneaffettiva e della contemplazione: sono tutti mezzi per raggiungere lunione con Dio, inmodo speciale la contemplazione. Essa definita la vera saggezza, senza la quale non sipu progredire nella virt, n si pu aiutare gli altri a progredire, perch si rimaneattaccati alle proprie debolezze e imperfezioni9.

    Il pensiero di Lallemant non diverso a quello di SantIgnazio, anche se le imposta-zioni sono diverse. E lo stesso si pu affermare di Jean-Joseph Surin, discepolo di Lalle-mant. In effetti Surin, nella sua Guida spirituale10, inizia chiarendo lidea di perfezione espiega come Dio prende unanima piena di s e la affida alla guida di un maestro. Certa-mente agli inizi essa vorr ritornare indietro, alle sue abitudini precedenti, ma con pa-zienza e grazie alloperato dolce della virt trover un benessere che le far confessare

    2 Cfr. L. LALLEMANT, Doctrine Spirituelle. Introduction et notes par F. COUREL sj. Collection Christus3 - Textes, Descle, Paris 1959, 77. La Doctrine si organizza attorno a sette principi: il fine delluomo, laperfezione in genere e quella propria della Compagnia di Ges, la purezza di cuore, la docilit alloSpirito Santo, il raccoglimento e la vita interiore, lunione con Ges Cristo (conoscerlo, amarlo e imitar-lo) e lordine e i gradi della vita spirituale.

    3 Cfr. ibidem, 85ss.4 Cfr. ibidem, 107ss.5 Cfr. ibidem, 110.6 Cfr. ibidem, 252.7 Cfr. tutto il sesto principio, ibidem, 271-334.8 Cfr. ibidem, 337ss.9 Ibidem, 345.347.10 J.-J. SURIN, Guide Spirituel. Texte tabli et prsent par M. DE CERTEAUX sj, Collection Christus 12

    - Textes, Descle, Paris 1963.

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    che prima del cambiamento avvenuto era piuttosto sventurata11. In questo modo il pri-mo passo verso la perfezione si compie quando si prende la determinazione di nonrifiutarsi a realizzare quanto si comprende essere volont di Dio12. La nozione di trasfor-mazione vi implicita: cos, per esempio, la domanda che Surin si pone sul perch leanime non progrediscono nella vita spirituale, si pu benissimo riformulare come ladomanda del perch le anime non si trasformano13.

    A questo punto si pu sostenere che il contenuto del concetto di trasformazione vienepiuttosto rivestito del concetto di progresso spirituale. Non progredire significa fermareil processo di trasformazione mistica. Invece progredire significa avanzare nella dinamicadella trasformazione operata dallo Spirito. Progredire sinonimo di trasformazione. Questa precisamente la prospettiva che aveva sviluppato San Giovanni della Croce.

    3. La trasformazione spirituale in San Giovanni della Croce

    Il concetto di trasformazione adoperato dal mistico spagnolo si inserisce nella dina-mica dellunione con Dio: A buon diritto si pu, dunque, affermare che il tema del-lunione e della trasformazione dellanima in Dio costituisca nel sistema dottrinale sangiovanneo il motivo conduttore che sottende, dallinizio alla fine, la conoscenza espe-rienziale di Dio14. Per questa ragione si spiega e si giustifica il fatto che nel Diccionariode San Juan de la Cruz non ci sia un articolo specifico sulla trasformazione, essendostato inserito nella trattazione dellunione15.

    Con questa premessa che spiega il ruolo esplicito della trasformazione nel pensie-ro di San Giovanni, a differenza della tradizione ignaziana, bisogna adesso precisare ilrapporto fra trasformazione partecipativa e unione per somiglianza damore.

    La forza motrice, la virt che trasforma e unisce a Dio, lamore, rendendo uguali (oriducendo allunit) gli amanti. La trasformazione avviene perch la volont amorosadel credente diviene una sola con lamore di Dio, mediante la rinuncia (purificatrice) atutto quello che non Dio. San Giovanni chiama questa dinamica trasformazione parte-cipativa. Mediante essa Dio

    comunica il suo essere soprannaturale, in modo che quella [lanima] sembra Dio stesso epossiede ci che possiede Dio. Lunione che sinstaura, quando Dio concede allanima tale

    11 Cfr. ibidem, 69.12 Cfr. ibidem, 74.13 Cfr. ibidem, 84.14 L. BORRIELLO, Lunione trasformante secondo S. Giovanni della Croce, in Angelicum 68 (1991)

    383; Cfr. E. DI SAN JUAN DE LA CRUZ, La Transformacin del alma en Dios segn San Juan de la Cruz,Editorial de Espiritualidad, Madrid 1963; G. DE SANTA MARIA MADDALENA, Lunione con Dio secondo SanGiovanni della Croce, Salani, Firenze 1951; U. DE MIELESI, La Trasformazione damore in San Giovannidella Croce, Dimensione Umana, Milano 1981.

    15 Cfr. A. ALVREZ-SUREZ, Unin con Dios, in Diccionario de San Juan de la Cruz, E. PACHO (ed.),Monte Carmelo, Burgos 2000, 1498-1505.

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    grazia soprannaturale, produce una trasformazione partecipativa tale che tutte le cose di Dioe lanima costituiscono una sola cosa. Lanima assomiglia pi a Dio che a se stessa, addirit-tura Dio per partecipazione. pur vero, per, che il suo essere, anche se trasformato, restaper natura distinto da Dio come prima: proprio come la vetrata che, pur essendo illuminatadal raggio di sole, ne rimane pur sempre distinta (S 2,5,7; corsivo del testo) 16.

    Per quanto riguarda lunione, San Giovanni distingue tra quella essenziale (o sostan-ziale) e quella per somiglianza: la prima corrisponde allunione naturale tra Creatore ecreatura, la seconda invece allunione e trasformazione dellanima in Dio, che si verificasolo quando viene a crearsi somiglianza damore. Questa, perci, si pu chiamare unionedi somiglianza, laltra, invece, unione essenziale o sostanziale; questa naturale, quellasoprannaturale (S 2,5,3). unione di somiglianza quando le due volont, quella del-lanima e quella di Dio, sono daccordo tra loro, senza che nulla delluna ripugni allaltra.Quando dunque lanima cancella in s tutto ci che ripugna o non conforme alla volon-t divina, allora trasformata in Dio per amore (S 2,5,3). Lamore trasformante unisce aDio perch elimina tutto quello che non conforme a Dio perch rimanga unicamenteDio e la sua volont. In questo modo la volont pienamente conforme e simile a quelladi Dio, completamente unita a lui e soprannaturalmente in lui trasformata (S 2,5,4).

    La trasformazione cos vissuta coincide con la perfezione spirituale dellanima, ilmatrimonio spirituale, che per San Giovanni una trasformazione totale dellanimanellAmato. In questa trasformazione entrambe le parti si donano luna allaltra, in ma-niera totale, con una certa consumazione dellunione damore, in cui lanima resa divi-na e Dio per partecipazione, per quanto possibile in questa vita17. Cos il credente siconverte in ombra di Dio, rendendolo capace di agire come Dio perch unica lavolont dei due come anche il loro agire. Poich Dio si dona Dio, dona a Dio Dio stessoin Dio. Si tratta, in realt, di un vero e totale dono delanima a Dio18.

    In effetti, nel rapporto amoroso tra Dio e il credente si arriva a uno scambio tale chesi pu parlare di un processo di trasformazione nel quale luno si converte nellaltro eviceversa, un processo di unificazione: Lamore crea una tale somiglianza nella trasfor-mazione degli amanti da poter dire che ciascuno di loro laltro e che entrambi sono

    16 Le citazioni delle opere di San Giovanni sono tratte da: S. GIOVANNI DELLA CROCE, Opere complete,presentazione di C. MACCISE ocd, introduzione e note di L. BORRIELLO ocd e G. DELLA CROCE ocd, SanPaolo, Cinisello Balsamo (MI) 2001. Si abbrevia la Salita del Monte Carmelo cos: S, seguita dal numerodel libro, del capitolo e del paragrafo. Nel caso del Cantico e della Fiamma la lettera corrisponde allaprima redazione (A) o alla seconda (B), il primo numero corrisponde al capitolo e il secondo al paragrafo.

    17 Cantico B, 22,3.18 Fiamma damor viva B, 3,78. Non dobbiamo ritenere impossibile che lanima sia capace di una

    cosa tanto sublime, che cio, per partecipazione, spiri in Dio come Dio spira in lei. Infatti, dal momentoche Dio le accorda la grazia di unirla alla santissima Trinit, nella quale lanima diventa deiforme e Dioper partecipazione, non certamente incredibile che svolga le sue attivit dintelletto, di conoscenza edamore, o meglio, che si tenga operosa nella Trinit, strettamente unita a lei e attiva come la stessaTrinit, anche se per comunicazione e partecipazione. In realt, Dio che opera nellanima; in questoconsiste essere trasformata nella tre Persone divine in potenza, sapienza e amore; in questo lanima simile a Dio; a tal fine Dio la cre a sua immagine e somiglianza (Gn 1,26-27) Cantico B, 39,4.

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    uno. Questo perch nellunione e nella trasformazione damore luno si d in possessoallaltro, ciascuno si abbandona, si consegna e si scambia con laltro; ciascuno di essivive nellaltro, luno nellaltro ed entrambi sono uno per trasformazione damore(Cantico A, 11,6).

    Per Giovanni della Croce la trasformazione partecipativa che si opera nel credente,nel doppio senso di una trasformazione con la partecipazione attiva sia dello stessocredente, sia di Dio, in realt una ri-unione trasformativa per somiglianza damoreche avviene mediante laccordarsi mutuo della volont umana e di quella divina.

    I mistici considerati (San Giovanni, Lallemant e Surin) anche se appartengono a mo-menti e a tradizioni diverse, hanno avuto un notevole influsso nellevoluzione storica del-lattuale teologia spirituale. Per questa ragione, al fine di dare una continuit storica, conveniente considerare come largomento della trasformazione recepito attualmente daalcuni teologi spirituali per precisare le sue possibili ricadute sulla spiritualit ignaziana.

    4. Largomento della trasformazionetrasformazionetrasformazionetrasformazionetrasformazione nella odierna teologia spirituale

    Charles Andr Bernard conferma lopinione gi espressa da Borriello secondo laquale in Giovanni della Croce la nozione di trasformazione decisiva. Ma aggiunge:essa costituisce peraltro il leitmotiv dei saggi di teologia mistica cristiana19. Carlo Lau-dazi, da parte sua, centra la dinamica trasformativa nel contesto della svolta antropolo-gica della teologia e perci opta per spiegare il suo sviluppo a partire da una visionepersonalistica e relazionale, nella quale la relazione interpersonale con Cristo costruiscelidentit delluomo. A ragione si pu parlare attualmente di una svolta personalisticanel modo di concepire la mistica cristiana20.

    Kees Waaijman, nella sua ultima sintesi teologica, fa notare come la parola trasfor-mazione apre a un campo semantico molto ricco, quello a cui appartengono terminicome formare, deformare, riformare, essere conformato, e sottolinea il fatto chemolti autori spirituali lo hanno utilizzato per evidenziare la logica interna della vitaspirituale. Per essi questo campo semantico e allinterno di esso specialmente il termi-ne trasformazione si riferisce ai passaggi pi significativi nel processo relazionaledivino-umano21. In questo processo relazionale la trasformazione si presenta comeuna transizione, anzi come un succedersi di distinti momenti transeunti. Perci sipotrebbe concepire il vissuto mistico anche come un transito o un transitare.

    19 CH. A. BERNARD, Teologia Mistica, San Paolo, Cinisello Balsamo 2005, 67.20 Cfr. C. LAUDAZI, Luomo in via di trasformazione, in AA.VV., La teologia spirituale. Atti del

    Congresso Internazionale OCD, Ed. OCD del Teresianum, Roma 2001, 713-734.21 K. WAAIJMAN, La spiritualit. Forme, fondamenti, metodi, Queriniana, Brescia 2007, 529. Nella

    pagina successiva lautore menziona anche autori moderni come S. Schneiders, B. McGinn, M. Frohlichche trovano nella parola trasformazione un filo conduttore della loro concettualizzazione della spiri-tualit. Nella stessa pagina, a nota 85, si trova un elenco bibliografico di questo orientamento.

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    Secondo Waaijman la trasformazione del credente procede in cinque tappe22. Laprima corrisponde alla presa di consapevolezza che la realt creata, che il tutto rispon-de a un atto creatore che lo lega in modo originario a Dio. Si tratta del passaggio dalnon essere allessere. La seconda tappa si caratterizza per il passaggio dallesperienzadellessere creati, a quella di essere redenti in Ges Cristo. il momento della conver-sione personalizzata. Il passo successivo quello che Waaijman chiama la trasformazio-ne nella conformit e corrisponde alla conformazione a un modello, la sequela Christi, laquale porta a una tappa successiva che quella della trasformazione amorosa in cuilanima condotta in Dio, mentre Dio prende la sua dimora nellanima23. Questa tappacontiene in germe la successiva, quinta e ultima, caratterizzata come quella della trasfor-mazione gloriosa, attesa dopo la morte. In questo processo evolutivo il fedele si trasfor-ma da peccatore in immagine e somiglianza di Dio. Impossibile riferirsi a questa evolu-zione interiore senza utilizzare il concetto di trasformazione.

    Su quella scia Bernard, nella sua Teologia mistica, spiega che lazione divina trasfor-ma interiormente il credente e lo rende capace di un sempre pi intenso rapporto diamicizia con Dio. Un rapporto che inizia col toglierlo da una vita disordinata a causa delpeccato (vissuto a diversi livelli) e passo dopo passo lo trasforma in figlio di Dio. Maquesta trasformazione significa un cambiamento effettivo e concreto nel credente a tuttii livelli: conoscitivo, affettivo e operativo, che si pu realizzare solo con una efficacecollaborazione personale, mediante la intensificazione progressiva di un autentico desi-derio di trasformazione interiore che gi frutto della grazia24. In effetti Dio non agiscedallesterno, ma nel centro stesso dellanima, e le sue grazie di luce e di amore esercitanouna funzione trasformante. Non si pu dunque giudicare della vita mistica senza tenerconto del fatto che nellanima avvengono cambiamenti decisivi: essa scopre profonditnuove, capacit fino allora sepolte25.

    Se la nozione di trasformazione fondamentale per concepire lo sviluppo della vitamistica, altrettanto importante precisare i suoi attori. Secondo una concezione teolo-gica tradizionale, la trasformazione spirituale sinonimo di una trasformazione interio-re che genera la santificazione. Essa frutto della missione invisibile che lo Spirito Santoopera nel cuore di colui che ha accolto la missione visibile del Figlio. La santificazioneimplica, considerando la dimensione trinitaria del Dio cristiano, conoscere e amare ilmistero di Dio che inabita nel centro pi intimo del credente come conoscenza e amoreverso il Padre, il Figlio e lo Spirito Santo distintamente. Mediante questa azione delloSpirito da immagine di Dio qual in virt della creazione, lanima si trasforma a somi-

    22 Cfr. ibidem, 530.23 Ibidem.24 Cfr. BERNARD, Teologia Mistica, cit., 313. Per un commento al rapporto tra habitus e trasformazio-

    ne, cfr. ibidem, 371.25 E aggiunge: Se dunque, secondo la convinzione che costituisce il filo conduttore dei nostri studi

    precedenti sulla vita mistica, questultima non pu essere studiata se non in funzione dellesperienza chela rende manifesta, indispensabile cercare sempre di seguirne il dispiegamento graduale e diversifica-to. nella totalit di un tale dispiegamento che si iscrive la verit mistica. Ibidem, 95.

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    glianza della Persona divina26. Il credente si trasforma in Amore, cio in Spirito Santo,perch essendo lo Spirito relazione amorosa tra il Padre e il Figlio, dal momento cheinabita mediante i suoi doni nel credente, lo trasforma in Amore verso il Padre e ilFiglio. La fede e la speranza passano, ma questo Amore rimane perch amore trasfor-mato dallo Spirito, una trasformazione che finalizzata alla somiglianza con Dio.

    A questo punto risulta evidente che la trasformazione mistica sinonimo di cambia-mento27 e questo si produce come il dispiegarsi dello sviluppo di un processo dinamicoche progressivo e finalizzato. Se la teologia spirituale definita da Bernard come lariflessione, alla luce della Rivelazione cristiana, sullesperienza spirituale per descrivereil suo sviluppo progressivo in modo da conoscere le sue strutture e leggi28, si potrebbesostenere, rimanendo fedeli alla svolta antropologica, che la teologia spirituale altret-tanto una riflessione sullesperienza della trasformazione mistica, prodotta come conse-guenza del rapporto con il Dio della Rivelazione cristiana. E quindi termini come con-versione, maturazione, progresso, integrazione, cammino, itinerario, dinamica, proces-so, passaggio, purificazione, sequela, identificazione, configurazione, imitazione sonoadeguati per esprimere con diverse sfumature il fenomeno della trasformazione Spiri-tuale, e perci tutti possono essere inglobati nel suo campo semantico.

    Un modo alternativo a questa impostazione incentrata sulla trasformazione focaliz-zare la vita spirituale rapportandola al suo fine, quello della santificazione o della perfe-zione. Cos, per esempio, Royo Marn29. In questo caso la nozione di trasformazionepassa in un secondo piano perch lattenzione si concentra in quella tappa in cui la tra-sformazione si compiuta pienamente. Tuttavia questi stati finali non sono statici, madinamici, nella misura in cui richiedono ladesione costante del credente vita umanadurante. Non si tratta mai di una condizione raggiunta in modo definitivo in cui pos-sibile rinunciare a un attento esercizio della libert. In questo senso la trasformazionemistica sempre in progresso e non si arresta nemmeno nello stato di unione con Dio.Come afferma Bernard: A nessun mistico sfuggito che la loro esperienza effettuavauna trasformazione interiore e che questa costituiva al tempo stesso un approfondimen-to, una elevazione e una dilatazione della coscienza. E quella trasformazione era solo ilrisvolto soggettivo di una unione a Dio per mezzo della conoscenza e dellamore30.

    In effeti, la trasformazione mistica finalizzata allunione con Dio impossibile senzauno sviluppo progressivo mediante il quale lesperienza e il messaggio salvifico della

    26 CH. A. BERNARD, Teologia Spirituale, San Paolo, Cinisello Balsamo 2002, 111 (corsivo dellautore).27 Cfr. B. BAYNHAM ocso, Trasformazione, in Nuovo Dizionario di Spiritualit, LEV, Citt del Vati-

    cano 2003, 979-980.28 Cfr. BERNARD, Teologia Spirituale, cit., 73.29 Cfr. A. ROYO MARN, Teologia della perfezione cristiana, San Paolo, Cinisello Balsamo 101997.30 E continua pi avanti: Nel divenire dellesperienza mistica, decisivo vedere che esso conduce a

    una relazione dialettica continua fra il senso di Dio e la conoscenza che si acquista del suo interventointeriore. La verit della dottrine oggettive che insistono sulla priorit del Mistero divino sta nella con-statazione che esso trascende sempre la percezione che ne pu essere accordata. Ma non v alcun moti-vo per minimizzare laltra constatazione che una tale percezione accompagnata dalla trasformazionedella coscienza (CH. BERNARD, Teologia Mistica, cit., 153).

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    ROSSANO ZAS FRIZ DE COL S.I.

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    rivelazione cristiana si fanno presenti a questo credente concreto. Secondo Bernardquesto processo si avvia normalmente con la catechesi e la progressiva intensificazionedella vita spirituale. Nel caso specifico di santIgnazio egli non ha proposto altro chelinsegnamento derivante dalla meditazione del catechismo e della Scrittura: insegna-mento sufficiente per condurre a quella conformazione delle volont in cui consiste lunio-ne della persona con Dio31. A questo punto possibile proseguire nella riflessione epassare dal discorso teologico attuale a quella della trasformazione mistica ignaziana.

    5. La trasformazione mistica ignaziana

    Il processo mediante il quale il credente si ordina interiormente per prendere deci-sioni nella sua vita secondo la volont divina pu essere considerata la dinamica fonda-mentale della trasformazione mistica ignaziana. Secondo Javier Melloni gli Esercizi sonouna mistagogia della scelta che trova nellatto della decisione la via dello spogliamen-to come disposizione allunione divina per partecipare della vita divina. Questo atteg-giamento caratterizza la particolarit di Ignazio nei confronti della tradizione che lo hapreceduto: lunione con Dio si realizza nella decisione32.

    In effetti decidere ignazianamente significa indirizzare la propria vita secondo laspira-zione di una trasformazione interiore la quale orienta verso lunione con Dio e si concre-tizza nel desiderio di ordinare secondo la volont divina le grandi e le piccole scelte dellavita. Il movente di questo atteggiamento di discernere tutto e sempre nella vi