TRIANACRÓNICA

e l p e r i ó d i c o d e t r i a n a2013

Publicación mensual Ejemplar gratuito. Prohibida su venta. Número 25 - Marzo 2013

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02 · Publicidad · marzo 2013 •triana crónica•

CRÓNICA COMUNICACIÓNEDITOR Y DIRECTOR: Daniel Martínez / REDACTORA JEFE: Ana Díaz / DIRECCIÓN COMERCIAL Y MARKETING: Oh! Creaciones / REDACCIÓN: José Esmeralda, Tomás Muriel, Moisés Ruz, Manuel Sualis / DIRECTOR DE PRODUCCIÓN Y PREIMPRESIÓN: Antonio Prieto / DEPARTAMENTO DE FOTOGRAFÍA E IMAGEN: Oh! Creaciones / DPTO. MULTIMEDIA: Oh! Creaciones © Crónica Comunicación S.L.U., Sevilla 2010. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser, ni total ni parcialmente, reproducida, distribuida, comunicada públicamente, utilizada, registrada o modificada, de cualquier forma o modalidad, sin la previa autorización de Crónica Comunicación S.L.U. TRIANA CRÓNICA no se hace responsable de las opiniones vertidas por los colaboradores en sus artículos. / Dirección: Apartado de Correos 2088, 41010 Sevilla - Correo electrónico: info@trianacronica.es - Teléfono: 663 190 383 Imprime: Corporación Gráfica Penibética, S.L. Depósito Legal: SE 8674 - 2010

TRiaNa cRÓNica -MaRZO 2013EDITORIAL

TRIANACRÓNICA

2013

Cruzo el puente de la edad y me encuen-tro con el niño que fui sentado en el pretil bajo el árbol grande de San Jacin-to esperando a los amigos para irnos a

Sevilla. Los bocadillos, envueltos en papel de parafina porque todavía no había llegado el aluminio a las cocinas domésticas, ama-rrados al cinturón en una bolsita de plás-tico a la que dábamos uso toda la semana: entonces una bolsa era un artículo casi de lujo. La hora de la cita vespertina era siem-pre aproximada: tampoco había forma de saber si a uno lo habían castigado, si otro se había pasado la noche vomitando en medio de un cólico o si los amigos habían tomado la delantera y ya estaban callejeando por el centro. No había teléfonos ni ordenadores ni antorchas para grabar en video que tan-to nos mortificaron después. Sólo había la misma ilusión que ahora veo brillar en los ojos de mis hijas.

En aquella Semana Santa de la infancia, la Estrella todavía salía de San Jacinto en plena vorágine posconciliar y San Gonza-lo, aprendiendo a andar, volvía de noche por delante de la cochera de los tranvías sin ese arrebatador halo con que ahora lo hace hasta su parroquia. La Esperanza, aún sin coronar, formaba los tramos en su capillita de la calle Pureza y el Cachorro se había salvado de milagro del fuego que consumió a la Virgen del Patrocinio pero no se libraba del agua, porque en aquellos años de la infancia siempre llovía el Vier-nes Santo. La O es la que menos ha cam-biado: entonces y ahora es la Triana más pura, quizá porque es en la que menos re-para Sevilla.

Vuelvo a aquellos años en que las cofra-días trianeras tenían que irse a Sevilla por Chapina, junto a las pistas de atletismo. A aquel Domingo de Ramos en que los redobles de los tambores espantaron a los que estaban sobre el puente que cimbreaba después de haberse salvado de la piqueta. A aquel Lunes Santo de tanto calor por el Protectorado de la Infancia en que los cirios rojos sacramentales iban doblándo-se conforme el sol los aplacaba. A aquella primera madrugada cruzando una Sevilla medio dormida o medio despierta para volver casi a mediodía a Pagés del Corro mientras en una tele en blanco y negro de un quiosquillo de chucherías siempre es-taba entrando en su basílica la Macarena.

Y a aquella tarde, fúnebre y alegre a una, en el Altozano, con el Cachorro coronado de espinas y con potencias doradas, prime-ro y luego, el Nazareno jorobadito. Cor-netas sin alambiques, tambores destem-plados, fusiles a la funerala, charoles de tricornios, camisas blancas y trajes negros, pero también fiesta grande en aquel barrio orgulloso de su historia.

No sé dónde queda hoy esa Triana de la infancia, porque hay nuevas platas a la vista. Todo ha cambiado tanto... que sigue siendo lo mismo aunque hayan pa-sado los años y los hombres. Por eso me quedo con el oro viejo del Viernes Santo en Triana: cada vez que me pierdo, por allí me encuentro. Oro viejo de fragua, alfa-res y barcos descargando sal, oro viejo de puente y de barrio, de su gente y de su río. Oro viejo de Viernes Santo en Triana: no hay más tesoro que esa tarde monumental siempre de nuestra infancia.

Javier RubioDesde la zapata

De la plata nueva al oro viejo

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Fundamenta-listos

Parece el momento óptimo para poner un poco de cordura en tanto sentimiento desmedido de algunos personajes que, a golpe de pecho, se apoderan de la Sema-

na Santa y sus iconos como si fueran suyos, tanto en las tertulias que preceden a la fiesta como en las redes sociales, atribuyéndose sin sonrojo alguno la potestad de decidir qué es cofrade y qué no, qué es bueno para la Semana Santa y qué no lo es. Desde aquí, el mayor de los respetos a sus sentimientos pero que dejen lugar a los de los demás, por-que merecen cuando menos el mismo res-peto. Que la Semana Santa es de todos los que la quieran, de todos los que la viven o la han vivido desde el cariño alguna vez, de to-dos los que tienen un recuerdo que les une a sus padres por las calles del barrio buscando pasos, pidiendo cera o quejándose de cuán-to apretaban aquellos zapatos nuevos. Nos merecemos una Semana Santa con menos orejeras, con menos rasgarse las vestiduras por cualquier cosa, con menos fanatismo y con más respeto. ¡Señores la Semana Santa es de todos! Del que la disfruta y del que la aguanta, del que sale de nazareno y del que le cortan la calle para que pase una cofradía. Ya está bien de que la opinión de cuatro en-terados nos represente a todos. La Semana Santa es de cada uno, de sus recuerdos y sus sentimientos, no del que se sabe la ‘alinea-ción’ de costaleros del paso de palio de tal

o cual cofradía por mucho que se lo crea. Nuestra Semana Santa debe ser hasta de aquellos que sin entenderla se acercan a ella desde el respeto y la curiosidad, debe ser de los turistas porque de ellos depende que sea grande, que sea abierta, que tenga el futuro que todos deseamos... que seamos nosotros los que llevemos de la mano a nuestros hijos algún día buscando pasos por las calles del barrio, y ellos los que piden cera y a los que les aprietan los zapatos nuevos. Desde aquí reivindicamos esa Semana Santa, esa que no es excluyente, esa que se saca a la calle para que todo el mundo la vea, la sienta. Esa que es la de verdad, donde los capillitas son una parte y no un todo. Donde nadie es más que el otro y donde Sevilla somos todos. El peso desmesurado que las hermandades tienen en la ciudad es inquietante. No obstante, hay que reconocer la inmensa labor que reali-zan las hermandades en muchos ámbitos principalmente en los humanitarios pero nos equivocaríamos si pensamos que su opi-nión en temas no relacionados con el propio mundo de las hermandades tiene más va-lidez que el de cualquier otro sector de la ciudad. Ayudar sí, opinar también, influir... no. Vivimos en una ciudad donde criticar se ha convertido en vísperas de Semana Santa en un ‘deporte cofrade’, esto dice poco de estos creyentes que parecen estar a favor de que sea simpre el de enfrente el que ponga

la otra mejilla pero para volver a cruzárse-la. El alcalde cumpliendo con sus funciones de representación de la ciudad hace bien en estos días en no faltar a una sola cita de pre-gones, presentaciones de carteles, puestas de largo de revistas cofrades y demás actos que proliferan en la ciudad durante estas fe-chas, pero debe medir con muchísima cau-tela hasta dónde debe llegar el susurro en el oído, la opinión intencionada, el camino que le muestran. Zoido está en un momento clave de su legislatura como alcalde de Sevi-lla. El momento de decidir si se deja llevar o toma las riendas; si finalmente es un alcalde que sigue lo que le marcan las encuestas o un alcalde que crea tendencia... él decide. Buen ejemplo tuvo hace bien poco para emular en la reciente visita del que ha sido recono-cido como el mejor alcalde del mundo, el alcalde de Bilbao Iñaki Azcuna, que si algo le ha carecterizado a lo largo de su gestión no ha sido ser un verso libre pero sí tener una prosa propia sobre los temas que impor-tan a su ciudad. Por todo, desde TRIANA CRÓNICA les emplazamos a disfrutar de este número especial dedicado a esta fiesta de todos y les deseamos una magnífica Se-mana Santa, la vivan como la vivan, la sien-tan como la sientan. No dejen que nadie les diga si su Semana Santa es mejor o peor. En Semana Santa talibanes NO, pero CRUZA-DOS tampoco.

•triana crónica• marzo 2013 · OPiNiÓN · 03

España se constituye en un Es-tado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores la libertad, la

justicia, la igualdad y el pluralismo político”. Así comienza nuestra CE; para entender el significado de esta calificación hemos de alu-dir a tres aspectos fundamentales: la subordinación del poder polí-tico al Derecho (Estado de Dere-cho), las relaciones entre Estado y Economía (Estado Social), y la participación de los ciudadanos en la organización política (Estado Democrático). La expresión “Es-tado de Derecho” aparece por pri-mera vez a principios del XIX en el Derecho Alemán (Rechsstaat). La concepción clásica y esencia del Estado de Derecho está presidida por la idea de una limitación jurí-

dica del poder; dicha convenien-cia de controlar el poder político cobra mayor auge con las obras de Locke y Montesquieu, que formu-la el principio de la División de Po-deres como medio de control del poder político. A modo de síntesis habría que establecer que la fór-mula originaria del Estado de De-recho incorporaba tres principios: el imperio de la ley, la división de poderes y el reconocimiento de los derechos y libertades. Pese a estar recogido en nuestra CE, el Esta-do de Derecho ha sido sustituido por el llamado “Estado de Parti-dos”; una democracia de partidos políticos, los cuales articulan las demandas sociales, contribuyen, aparentemente, a la formación de la opinión pública y participación ciudadana.

El Sieso Callejón de la Inquisición

LA VOZ DE TRIANA Cartas al Director cartasaldirector@trianacronica.es /apartado de correos 2088, 41010 Sevilla

Mis profesores de Geografía, los del Instituto y los de la Universidad, siempre me alertaron de la escasa fiabili-

dad que tiene hacer predicciones o juzgar el clima a corto plazo. Los ciclos climáticos son largos y for-man un bucle que se va repitiendo aunque nuestra memoria no los al-cance. Por eso se suceden años de sequía y años de lluvias continuas e intensas, como éste que vivimos. Nos resulta di-fícil que nuestra ciudad, nuestro Aljarafe, se mantenga tantos días tan cubierto, con ese cielo plomi-zo y gris que nos es ajeno, con la lluvia que golpea, con el viento o el granizo…

Por eso los pantanos ya no pue-den más y por eso empiezan a oírse las voces del temor ante lo que se puede avecinar:

¿cuál es ese miedo que se oye en

las conversaciones de café? Pues que la lluvia desluzca la prima-vera de Sevilla, que destroce el azahar, que los charcos ensucien los pies del nazareno descalzo, que los niños de las cofradías po-pulares se queden sin salir, que la Feria, que tanta riqueza trae y tanta diversión necesaria aporta,

sea una máscara aguada, con los puestos de tu-rrón desiertos y los toldos echa-dos.

Bendita lluvia para que no nos falte, bendita

lluvia para los campos, para las fresas, la aceituna y para los fru-tales…

Pero qué pesadez de lluvia cuando se hace tan continua, cuando nuestros trajes de pri-mavera esperan en el armario y cuando no nos deja disfrutar de la vida en la calle, esa vida que es tan nuestra…

U na de las primeras películas sonoras españolas tenía un personaje principal, ‘el muchacho’, que era portero del Triana C.F., así, no se asombren. Juan Belmonte en toda la cúspide de su fama mundial fue presidente honorario del Triana en una época en la que tenía por de-

lante el futbolero y añejo nombre de ‘Balompédica’ y su sede en la Peña Trianera. El campo de La Huerta, primero con portería como el dios inglés -creador del fútbol- mandaba, y que existiera donde hoy el colegio de las monjas de la Cava de los civiles, fue inaugurado con un partido en-tre el Triana y el Coruña, equipo también puntero entonces, tan punte-ro que no hubo forma de ganarle… En los cincuenta –yo niño- el Triana se ‘concentraba’ en el Bar Chachi, esquina Cava-Antillano Campos… Todo un palmarés.

Pues todo esto se puede ir al traste. Peligra el club decano de este lado del río, y es que ha crecido al par que la crisis; así que feo asunto. Las autoridades, todas, están obligadas a evitar la tragedia. Las autoridades y los trianeros; no podemos cruzarnos de brazos mientras se despeña otro trozo de nuestra historia con todo lo que, además, significa socialmente.

Pesquisas JurídicasEl Estado de Derecho

Antonio J. Lora Troya

Isla de papelAguas milCatalina León

Tejar del HusilloTriana club de fútbol, S.O.S.

Ángel Vela Nieto

Andrea Valdivielso

Es muy posible que, cuando se publiquen estas líneas, ya es-temos metidos de lleno en la semana grande de Sevilla. Una

semana de pasión y penitencia que, si sólo fuera por eso, no podríamos distinguir de las del resto del año, pues a la mayoría se nos presenta acompañada de cincuenta y una semanas más de pasión y peniten-cia (y las que nos quedan, al pare-cer).

Soy agnóstico y sin embargo, me siento extrañamente cómo-do con la aparente contradicción de disfrutar como un enano pa-teándome las calles al buscar el rincón perfecto para ver a cada hermandad, asistiendo (a ser po-sible, desde un lugar elevado) al espectáculo coreográfico de las bandas de música que van llegan-do hasta la capilla para acompañar a La Estrella, esperando a pie pa-rado la salida de San Gonzalo o al presenciar, emocionado, cómo la Esperanza se despide de Sevilla en la mañana del Viernes Santo, en-tre otros muchos momentos que

nos regala la Semana Santa a los trianeros.

Pero ocurre que siempre que el calendario dobla esta esquina y se adentra en la primavera sevillana, tan perfumada de incienso y aza-har, tan tradicional ella, no puedo evitar acordarme de los versos de Machado (que casi todos conoci-mos por Serrat, seamos sinceros) y pensar que también preferiría cantar al que anduvo en la mar en vez de a este Jesús del madero.

Quizás sea porque, en el fondo, siempre me dijo mucho más el hijo del carpintero que el Hijo de Dios, porque mi pasaje favorito de los evangelios es ese en el que se narra la expulsión de los mer-caderes del templo (que lo relea varias veces Francisco I, que le va a hacer falta) o porque, al fin y al cabo, me acerco al fenómeno como no creyente. El caso es que, en esta época de injusticia social y económica, en la que muchos de nuestros vecinos pasan a dia-rio penurias y apreturas, penando por culpas ajenas, no creo que el modelo a seguir deba ser aquel Jesús que soportaba estoicamente martirio y muerte, sino el que re-partía panes y peces. Porque ahí, en el reparto, estaba el milagro. Que lo de multiplicar y sacar de donde no hay ya se lo saben bien los del Banco Central Europeo, el FMI o el Eurogrupo, pero lo de repartir, ¡ay!, eso ni locos.

José Manuel ArizaDesde la Cava

No puedo cantar ni quiero

Siempre que el calenda-rio dobla esta esquina, no puedo evitar acordarme de los versos de Machado

La otra penitencia Fe de errores

Después de toda una semana trabajando, afortunadamente, y con jornadas de trabajo casi interminables, el viernes noche

llega como el remanso de paz para disfrutar de una velada tranquila en casa. Sin embargo, en esta mara-villosa ciudad donde en cualquier momento te cortan una calle y te paralizan el tráfico, anteponiendo la libertad de unos a la de otros, pido la cena a domicilio y una co-nocida pizzería no pudo atender mi pedido por no poder acceder a Triana por el paso de una cofradía. Aislada por la Semana Santa.

En el número 24 del periódico TRIANA CRÓNICA, publi-cado el pasado mes de febrero, en el reportaje en profundidad

titulado ‘Marifé de Triana: Perso-na antes que artista’, se detallaba en la página 09 una declaración en alusión a Marifé de Triana que decía: “Mari es bética y socia de honor del Triana Balompié. [...]”.

La información correcta es que Marifé de Triana era madrina del Triana C.F. y socia del mismo, como lo atestigua la documenta-ción que este periódico ha recibi-do desde la entidad deportiva.

Peligra el club decano de este lado del río, y es que ha crecido al par que la

crisis; así que feo asunto

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04 · OPiNiÓN · marzo 2013 •triana crónica•

Existe una extensa bibliografía sobre la respiración, su control y sus efectos en el cuerpo y en la mente. Hay métodos para cambiar nues-tro estado de ánimo y tener un mejor fluir de pensamientos, para ello podemos practicar yoga, meditación, técnicas de relajación, etc. Sin

embargo no siempre disponemos del tiempo ni las ganas de ocuparnos de estos temas. Un buen ejercicio diario, que tan solo conlleva unos minu-tos y que está al alcance de todos es ser conscientes de la manera en que estamos respirando, ¿es nuestra respiración agitada y superficial o lenta y profunda? ¿Cómo me siento, estoy ‘que me subo por las paredes’ o por lo contrario siento tranquilidad? Si las respuestas coinciden con la primera opción podemos inspirar y expirar de forma pausada varias veces por la nariz centrándonos en inflar el abdomen en la inspiración, es una técnica relativamente sencilla pero requiere práctica ya que cuando nos sentimos

agitados tenemos tendencia a practicar la respiración torácica, es decir, llenamos el pecho primero y vemos cómo se elevan nuestros hombros. En la respiración abdominal lo primero que se llena es el abdomen, se puede comprobar que lo estamos haciendo bien si ponemos una mano en el abdomen y otra en el pecho y sentimos como se eleva la zona del vientre primero. También lo notamos en los resultados; nos sentimos más tranquilos y con sensación de paz. Y según el escritor y coach Javier Carril, “en diversas investigaciones se ha demostrado que oxigenar el ce-

rebro mediante la respiración tiene efectos positivos que se materializan en una mayor creatividad y claridad para pensar y tomar decisiones”. Una vez dominada la técnica la podemos practicar en los atascos de hora pun-ta, esperando en una cola o en cual-quier tiempo ‘muerto’ de nuestro

día. Como dato curioso, la respiración abdominal es la que utilizan al-gunas personas como cantantes y oradores para tener una mejor potencia de voz y no sobrecargar las cuerdas vocales. Y cómo no, dar un paseo y respirar a pleno pulmón por las calles de Triana es un deleite del que no debemos privarnos.

Nos ha dejado Encarnación Ca-rrasco Morales ‘La Perla’, hija de Antonia Morales Jiménez (La Perla de Triana) y herma-

na de Antonia y Eugenio Carrasco Morales (El Perlo).

Fue la noche del pasado 14 de marzo, jueves, en que Triana, la Triana más Pura y El Monte Pi-rolo se vistieron de luto.

Encarna nació en 1933, y aun-que no lo hizo en Triana, sino en Amate, a los 2 años de su na-cimiento vendría a vivir a la Calle Diana (actual Calle Rosario Vega). Esta calle se encontraba en el co-nocido Monte Pirolo, epicentro y fragua del Flamenco, en plena Cava de los Gitanos.

Hasta finales de los años 50, Encarna viviría con su madre en Triana hasta que la especulación y la persecución la obligaron a cam-biar de barrio, pese a todo siempre se sintió trianera y soñó con vol-ver a Triana donde tenía su gente, como ella decía, y donde fue real-mente feliz.

En los años 80, como integran-te del grupo Triana Pura llegó a lo más alto de su vida artística. Y en 1998 con el disco ‘De Triana al cielo’ y su canción ‘El probe Mi-gué’ este grupo de trianeros de raza compuesto por Esperanza ‘la

del Maera’, Pastora ‘la del Pati’, El Herejía, El Coco, El Juto y La Perla, alcanzaría la astronómica venta de 150.000 discos, lo que les concedería un disco de oro.

Antonio Burgos en su retablo en el diario El Mundo, edición Se-villa, del 8 de enero de 1999, en el que precisamente comentaba este éxito, nos retrataba a La Perla y su persona de un modo difícil-mente mejorable. Transcribo sus palabras: “Me inquietó La Perla de Triana, Encarnación Carrasco Morales. No hay en toda La Ha-

bana una cubana más cubana que la Perla de Triana”.

La persona de En-carna en sí era la viva fe del mestizaje que en la época de los descubrimientos se produciría en Tria-na entre gitanos y negros venidos de África como escla-vos donde sus cantes y bailes se fundieron en este crisol único. El tango y la zara-banda, los gitanos y los negros, el barro y la fragua…

Encarna vivía con su hermano Euge-nio (El Perlo). Des-de hacía años estaba enferma y bastante impedida; y a pe-sar de que la salud de nuestro querido Eugenio es también muy débil, aparte de su avanzada edad -mayor que su hermana- la cuidó con total cari-ño y entrega, hasta el último mo-mento.

Encarna no quiso nunca ir a una residencia, decía que allí sólo había

abuelitos, y ella a pesar de su edad y limitaciones físicas seguía siendo una auténtica señorita. Presumida cuando salía, engalanada con sus joyas, detallista y cuidada en la in-dumentaria, siempre artista…

La recuerdo en su sillón, frente al televisor, decía siempre que no quería estar sola, que si estuviese en Triana podría salir más que era lo que ella quería, hablar con la gente, no estar encerrada, vivir…

Y cuando podía su hermano la llevaba a Triana, cuando ella se lo

pedía y ella se colgaba todo su re-luciente oro y andador por delan-te “…que soy de la raza calé…”

Nos quedó pendiente, Encarna, esa comidita en “nuestra particu-lar Villa Triana”, en Morón, un día con solito… Esperamos poder estar con Eugenio ese día, para re-cordarte y brindar por ti, a com-pás, siempre a compás…

El día de su adiós Eugenio, en su eterna grandeza humana, quiso rendir homenaje a Encarna con un soneto después del cual sobran las palabras.

Fue un momento en el que el alma de Eugenio y su dolor roza-ron las nuestras y ese pellizco Fla-menco que te hace saltar de emo-ción nos encogía los corazones.

Joaquín ArbideLa mirilla

Así nos llaman por la provin-cia de “Cai”. Ellos son los “pisha”. Y uno lo aguanta con arte, porque, en el fon-

do, los “mi arma”, cuando lle-gamos, les dejamos unas pocas de divisas… (Yo hablo de Rota y me dejo en el tintero Chipio-na, Sanlúcar y los puertos… Como la Lola…) Y nos vamos soportando. Pero a los que no soportamos tanto son a esos/as “mi armas”, comerciantes de Triana que no acaban de ejercer como tales.

Me explico. Entra usted en una tiendecita que es más bien un “échate pa´lla”. Algo más chico que la rebotica del señor Murillo. ¡Y la señora, o señor, está hablando por el móvil! Y ni los buenos días. Uno, “tó cortao”, para disimular la des-atención, se pone a mirar las musarañas…

Y la señora, o señor, hablan-do del domingo que pasaron

en el “chalere” de la “cuñá” en no sé donde… Y uno esperan-do… Y la señora/señor, dale que te pego.

Y, además, te va dando la espalda porque tú, cliente, consumidor, estás invadiendo una conversación muy perso-nal… Y uno que quiere com-prar cuarto y mitad de yo no sé qué… Y, cuando ya te sientes lo suficientemente humillado, das media vuelta y te vas a la calle… Y la señora, señor, en-tre risitas, sigue:

“Pues no te puedes creer lo que nos tuvimos que de reír en el chalere del cuñao…” Mora-leja: Que no me vengan con la monserga de la crisis de la pe-queña y mediana empresa.

La crisis nace porque algu-nos pequeños comerciantes no saben atender a los consu-midores que, de manera dócil y humilde, van a solicitar un producto y, además, con la intención de pagarlo sobre la marcha.

¿Y que esto ocurra en Tria-na…? ¡Vamos a ponernos las pilas! No nos vamos a salvar por meternos solo con los po-líticos. Esa es una trampa fácil puesta a huevo para los des-orientados… Y no hay nada más peligroso que un des-orientado suelto.

‘Mi arma’

“Hasta finales de los 50, encarna viviría con su madre en triana hasta

cambiar de barrio”

“encarna no quiso nun-ca ir a una residencia,

decía que allí sólo había abuelitos”

Elisa Santos Donaire

Encarnación Carrasco Morales (La Perla)

En recuerdo de Encarnación carrasco ‘la Perla’EN PROFUNDIDAD

Eugenio carrasco ‘El Perlo’ y Encarna ‘la Perla’ en el bar El ancla, donde se reunían algunos sábados con amigos. / José luis Jiménez

la crisis nace porque algunos pequeños co-merciantes no saben atender a los clientes

Bienestar y Salud

¡Respira la primavera en Triana!Mar Díaz

respirar a pleno pulmón por las calles de triana es

un deleite del que no debemos privarnos

A mi hermana Encarnación La Perla

Mi adiós, Encarna, adiós hermana mía.Te has ido con tu pena y tu amargura, sabiendo que me dejas

sólo y a oscuras,al igual que mi misma poesía.

Tengo mi corazón roto y sin guía,para mí ya no hay singladura

que pueda navegar con gran holgura,si noto que se hunde mi alegría.

Si miro tu sillón que tengo enfrente,en el que te sentabas diariamente.

Que tengas un rincón en nuestro cielo.Se encoge el alma mía con mi verso,casi llorando yo te mando un beso,

que te sirva de amparo y de consuelo.

De tu hermano con cariño, Eugenio Carrasco.

•triana crónica• marzo 2013 · OPiNiÓN · 05

Que es así. Que Triana en Cuaresma ya prepara el terciopelo de una túnica na-zarena que reserva el sabor de nuestros abuelos. Que los cartones se enroscan,

se perfilan sus puntas, se enconan sus deseos creando un capirote que será el más bonito del mundo entero.

Y llenaremos bolsillos de caramelos, estampitas y medallas y ese cíngulo, esparto o cuero apretará nuestras entrañas cuan-do aquel día alcancemos la gloria de cruzar el templo en el anonimato de los anhelos. Las san-dalias bien cerradas, los zapatos son de es-treno y la medalla ya colgada, así vive, así sueña, así lo narra el nazareno.

Eso sí, de creencias cristianas. No justi-fiquen la fiesta para disfrazar las almas con una túnica inerte que la fe no proclama. Porque en el fondo de todo esto, para al-gunos un cuento, para otros pasiones, siempre será él el que esté en pri-mera fila. El que llora, el que sufre, el que padece, el que de verdad lo nece-sita.

Porque todo tiene una razón. Seis siglos no se invierten sólo en plata. En la calle está la ilusión, pero también aquellas voces que reclaman la bendita ayuda de Dios.

Por eso te cuento esto, vecino. Porque a veces no pensamos que tras un palio, tras una banda, tras decenas de gladiolos y cien

costaleros que andan, existe otro calvario, el del enfermo que te llama para poder sen-tir muy cerca tus plegarias.

Y por eso, y mil razones más, perduró y seguirá latiendo esta Semana Santa. Sí, la costumbrista, la que a veces la razón excla-

ma si es la más perfeccio-nista o una afilada navaja.

Por ellos, nuestra fe procesiona cada año en el recuerdo de tantas no-ches de espera. Por tan-tos, tu Señor de las Penas no llora cuando atraviesa el mar de San Jacinto, ni Dios muere en el madero

que da vida al que por ella aboga. Expira y toma aire, aliento del enfermo que en la Esperanza de Pureza contempla el camino a recorrer para aclamar la gracia infinita de la gloria en la O que envuelve el fervor y la razón de esta semana tan perturbadora. Porque sin Ella, sin su Salud, miles de gotas

de una fuente que irradia secaría la ilusión de la procesión que disfraza nuestras vergüenzas ante la imperiosa necesidad del que la reclama.

Semana Santa de eter-nas pasiones. La que ha llegado y parece que

nunca antes lo hiciera. Por eso es especial, porque siempre estrena la efusión de una cola o una capa nazarena. Así nos la con-taron nuestros abuelos, así nos la recuerda cada oración del enfermo que la espera en cada esquina, en cada calleja.

Ni mejor, ni peor. Distinta. A nadie se le pide el DNI ni el ADN, porque aquí se cuenta el tiempo por siglos, pero no se cataloga a la gente

por las siglas. Ni por el origen, ni por su carác-ter aborigen. Vivimos en un terreno de aluvión, y este barrio es un terri-torio abonado al aluvión de los que recalaban en el arrabal porque no tenían otro sitio al que ir. Todos caben, y nos cabe todo: ahí está la torre que servirá como retablo de cristal para el Ca-chorro cuando la perspectiva así lo quiera.

Ni mejor, ni peor. Diferente. Otra forma de andar. Otra manera de caminar. Un se-llo que no es de correos, ni de caucho. Un sello que nace por dentro, allí donde las galeras de an-taño se convierten en las trabajaderas de hogaño. Un Cristo sentado que adelanta el izquierdo. Otro, caído, que rompe la Campana cuando entra a las tantas de la Madrugada. Y el que va hablando con Caifás, tan guapo que los maridos se po-

nen celosos cuando marca el costero. Ni mejor, ni peor. Clásica. El Viernes hay que fijar esos costeros al paladar. Exquisita en

la perfección esférica del nombre. La O es el Ro-manticismo, el XIX en plena calle Castilla, el carey, la plata y la ceniza de la que renació la Vir-gen que tallara Castillo Lastrucci. El Jorobaíto va tan despacio como la mareíta. Que correr es

de cobardes, y este Niño salió a la Estrella: Valiente como nadie.Ni mejor, ni peor. Singular. Y única. Abierta al lubricán del poniente que tiñe de naranja la tarde. To-dos sus Cristos regresan vivos por el puen-

te. Todas las Vírgenes tienen nombres lumino-sos: en ninguna de las ad-vocaciones marianas hay pena ni dolor. La Semana Santa de Triana no es ni mejor, ni peor. Habría que decirlo en voz baja. Como una soleá apun-

tada con la tiza del repeluco en un viejo mostrador de caoba y tinto. La Semana Santa de Triana es otra cosita...

Esta Semana Santa echaremos de menos en la calle Sierpes, justo al inicio de la mis-ma frente a ‘La Reja’, la figura entraña-ble de Pepe Peregil. De

él, los verdaderos amigos seguiremos recordando innumerables anécdotas que formarán parte del acervo de nuestra cultu-ra popular. Afortunada-mente sus hijos Álvaro y José Juan, con un amor desmedido hacia la me-moria de su padre, han creado la fundación que lleva su nombre y que hasta el momento no ha parado de organizar distintos eventos hacia personajes que forman parte de nues-tra cultura.

De Pepe se cuenta anécdotas, algunas cier-tas y otras inventadas, ya que como todos sabe-mos, poseía unas faculta-des asombrosas a la hora de cantar, un poderío so-bre el cual se han cimen-tado historias verdade-ramente curiosas por su

singularidad y jocosidad. Dos de ellas me permito relatar en esta columna desde el respeto a su persona rindiendo tributo de

reconocimiento a su figu-ra que pasará a la historia de los personajes memo-rables por su ingenio y por su gracia.

Dice que se hallaba ante el palio de una do-lorosa dispuesto para cantarle y a todo esto el

capataz, cogiéndolo sua-vemente por el brazo, le dice al oído:

-Pepe, bajito, que me apagas la candele-ría!-.

La siguiente ocurrió junto con el ‘Vaci-la’, personaje popular en los programas de

Jesús Quintero. Se hallaban los dos

contemplando el paso de la sagrada Cena, cuando el ‘Vacila’ le dice a Pepe por lo bajini: -Pepe, no vayas a cantarle una sae-ta, que son capaces de bajarse los apóstoles sin tomarse el postre-.

Alto & Zano

Carril Cofrade

Desde mi óptica

Otra cosita

La semana de aquellas costumbres

Anécdotas curiosasJacinto Santa Ana

Moisés Ruz

Manuel Melado

de él, los verdaderos ami-gos seguiremos recordan-do anécdotas que forman

parte de la cultura

Figura que pasará a la his-toria de los personajes me-morables por su ingenio y

por su gracia

Un sello que nace por dentro, donde las galeras

de antaño se convierten en las trabajaderas de hogaño

Y llenaremos bolsillos de caramelos, estampitas y medallas y ese cíngulo apretará las entrañas

este barrio es un territorio abonado al aluvión de los que recalaban en el

arrabal

No justifiquen la fiesta para disfrazar las almas

con una túnica inerte que la fe no proclama

06 · OPiNiÓN · marzo 2013 •triana crónica•

TRIANA SANTATRiaNa cRÓNica - MaRZO 20132013

El día 13 de marzo de 2013 quedará mar-cado en el calendario por varios motivos. La elección de un nuevo Papa, Francisco I, primer Pontífice latinoamericano, y

un Pregón de pregones. Fumata blanca en el Vaticano y una original antología comparti-da por nueve pregoneros en la Parroquia de Señora Santa Ana. Triana celebró el X Pregón de la Semana Santa de Triana mediante un acto inédito en el que intervinieron los nueve pregoneros que hasta aho-ra han anunciado la sema-na grande del arrabal.

Las voces que en los últimos nueve años han pregonado la Semana Santa de Triana reaparecían para fundirse en un solo Pre-gón. “Queríamos que el décimo pregón fuera especial, un homenaje a los nueve trianeros que han exaltado ya la Semana Santa de Triana”, apun-taba el delegado del dis-trito Triana, Curro Pé-rez, en la presentación del acto.

El decano de todos ellos, Luis Baras Japón, pregonero en 2004, fue el encargado de mante-ner el hilo conductor e introducir a cada anunciador: Miguel Ángel Moreno Do-mínguez, Manuel Vizcaya López, Antonio Silva de Pablos, Bienvenido Puelles Oli-ver, Fernando Blanco Ortega, Isabel Fayos

Manzano, César Cadaval Pérez y Adolfo Vela Rey.

“Éste es un acto importante, histórico y peculiar que espero sea recordado por mu-cho tiempo. Agradezco la confianza que han depositado en los pregoneros que en

los últimos nueve años hemos cantado las glo-rias de la Semana Santa de Triana”, declaraba Baras. Además, quiso de-dicarlo a “quienes sufren las consecuencias del momento económico” que vivimos.

Cada pregonero recitó un pasaje de su pregón originario regalan-do esos fragmentos en un minutaje per-fecto para exponerse en conjunto como un solo pregón. Palabras que de nuevo evocaron el significado de la Semana San-ta en cada uno de ellos. La nostalgia, los

balcones engalanados, las flores, las torrijas, las túnicas, los cirios, días de reencuentros, la luz y muchos sentimientos afloraron en cada párrafo leído y sentido.

Nueve pregoneros que hilaron con sus voces los

recuerdos para anunciar la semana grande del arrabal en 2013. Nueve corazones tria-neros y un mismo latido. Y mientras, el público expectante, se deshacía en aplau-sos al tiempo que se convertía en testigo de

este inusual acontecimiento.Representantes de las hermandades de

Triana y Los Remedios, el alcalde de Se-villa Juan Ignacio Zoido y la delegada del distrito Los Remedios Carmen Ríos, tam-bién asistieron al X Pregón de la Semana Santa de Triana que congregó a numerosos trianeros en la Parroquia de Santa Ana.

La Sociedad Filarmónica de Nuestra Se-ñora de la Oliva de Salteras, en este año también especial para sus componentes dado que cumplen el primer centenario de vida desde su fundación, fue la encargada de poner la nota musical en este X Pre-gón de la Semana Santa de Triana que, sin duda, pasará a la historia.

Pregón de pregonesAna Díaz

El pregón de la Semana Santa de Triana tuvo lugar el pasado 13 de marzo en la Parroquia de Santa ana. / aMdF

Un acto inédito en el que intervinieron los nueve

pregoneros que hasta aho-ra la han anunciado

nueve corazones trianeros y un mismo latido. Y mien-

tras, un público que se deshacía en aplausos

•triana crónica• marzo 2013 · ESPEcial SEMaNa SaNTa · 07

Siempre igual y a la vez tan distinta. La Semana Santa des-punta en Triana. Pese a la zozobra que marcan los tiem-pos, las cofradías del viejo arrabal marcan un punto de inflexión entre la cotidianidad gris de un periodo oscuro

para muchos, a quienes la crisis ha cercenado buena parte de sus ilusiones.

Hablar de una nueva Semana Mayor siempre ha llevado aparejado citar cuáles son los estrenos del año. En muchas ocasiones, el único apartado de novedades entre lo que permanece inalterable. Aunque la realidad económica que azota a la práctica totalidad de la población ha marcado una nueva pauta para las hermandades. Ahora no hay sitio para lo material. Priman otras cosas.

Formación y caridad constituyen los pilares de la her-mandad del siglo XXI, y en buena medida, éstos son los apartados que copan la actividad de muchas corporaciones de penitencia que, sin desmerecer sus salidas procesiona-les –otro de los motivos por los que se constituyeron- se encuentran volcadas actualmente en su faceta más social.

“Escatimamos en todo menos en caridad. Hemos tripli-cado lo que estaba presupuestado para las obras sociales” relata a este periódico Luis Navas, diputado de Caridad de la Hermandad del Cachorro. El único estreno de la cofra-día de la calle Castilla este año será un juego de faldones para ambos pasos. Una creación simple (de terciopelo liso) sufragada por los hermanos costaleros. Este año pide paso la caridad.

La labor llevada a cabo por la cofradía del Patrocinio es un reflejo de cuanto hacen el resto de corporaciones del arrabal. En el caso de esta hermandad, cada mes se destina una cuota de más de 1.500 euros tan sólo a fundaciones y entidades sociales (Fundación del Viernes Santo de ayu-da a domicilio, economato social, Centro de Orientación Familiar de Triana, Banco de Alimentos, Proyecto Hom-bre, Asociación Española Contra el Cáncer, entre otras) con las que colabora la hermandad. Aparte, habría que de-traer todo cuanto se dedica a aquellas familias que llegan hasta las propias dependencias de la corporación a pedir ayuda, ya sea para hacer frente a las facturas de luz, agua, gas, hacer frente a alguna mensualidad de la hipoteca o simplemente para pedir comida.

“Estamos viviendo un auténtico drama social”, sostiene Navas. “Antes llegaba hasta nosotros la típica viuda a la que no le llegaba su pensión para pagar una factura de luz o agua. Ahora nos llegan familias, con una media de edad de 38-40 años el padre y la madre, con hijos, y que no tie-nen para poner un plato de comida en sus casas” desgrana el diputado de Caridad del Cachorro.

Una situación similar viven un poco más abajo según se toma la calle Castilla en dirección al Altozano. La O tan sólo presenta este año como estreno cuatro cartelas para el paso del Nazareno, creadas por David Segarra y en las que se representan los pasajes bíblicos –la Expiración, Jesús antes Caifás o las Tres Caídas, entre otros- representativos de las hermandades del barrio.

Pecata minuta si se contrapone con la ingente labor social de la corporación, muy similar a la del Cachorro

–participa también en proyectos como la Fundación del Viernes Santo, el Centro de Orientación Familiar o la guardería social Virgen de la Estrella- y que se comple-menta con las acciones realizadas desde el seno de la her-mandad, con iniciativas como la Fundación Virgen de la O, dedicada a prestar ayuda a mujeres embarazadas que viven una situación socio-económica muy desfavorable para que puedan dar a luz.

Una labor que desde 2007 ha posibilitado que nazcan y crezcan casi un centenar de niños cuya existencia, sin la mediación de esta fundación, hubiera quedado en entre-dicho. Como es tradición, el nombre de todos esos naci-dos lucirá en la candelería del palio.

Y como La O y el Cachorro, el resto de corporacio-nes del barrio. San Gonzalo y la Estrella realizan desde finales del pasado año un esfuerzo desmedido por reco-

ger alimentos, prolongando las habituales campañas que se llevan a cabo en Navidad, sumando ya varias toneladas de alimentos recogidos, que se reparten entre familias ne-cesitadas del barrio y del resto de la ciudad.

Amén de sostener proyectos más concretos, caso de la cofradía del Domingo de Ramos, que sostiene una vi-vienda para personas que llegan a la ciudad para someter-se a un trasplante a un corazón y no cuentan con medios para costear una residencia, o que ha auspiciado un pro-yecto de diagnóstico psicológico para menores del Polí-gono Sur.

Sin dejar de citar la ingente labor social que desarrolla

la Esperanza de Triana, que capitanea un proyecto para sus hermanos en paro o que desde hace un lustro atiende a menores con TDAH (trastorno de déficit de atención con hiperactividad) a través de su Centro de Apoyo Infantil Esperanza de Triana.

Estrenos sentimentalesEste año lo sentimental, lo anecdótico o simbólico copa el plano de estrenos. El Cachorro, por ejemplo, sale por vez primera de su templo convertido en basílica menor. Un hito para la historia del barrio. La Estrella, que celebra los 50 años de creación de su casa hermandad (la primera de la ciudad), se paseará por las calles de la ciudad bajo el palio de Rodríguez Ojeda que la corporación de la calle San Jacinto adquiriera a la Macarena a principios del siglo XX, mientras que la Esperanza de Triana lucirá el manto que el orfebre trianero Juan Borrero le diseñara en 1994 y que bordara el taller de Sobrinos de Elena Caro, mientras que el gaditano coro de Julio Pardo, emblema del carnaval gaditano, le cantará a su salida, en la calle Pureza, jun-to a la Banda Santa Ana de Dos Hermanas, la letra de la marcha ‘Pureza Marinera’, compuesta por el propio autor gaditano, estrechamente vinculado a la cofradía de la Ma-drugada sevillana.

Estampas que quedarán para el recuerdo, para la memo-ria de la fiesta que es santo –nunca mejor dicho- y seña de

la ciudad, y por ende, del barrio que mejor refleja el ar-quetipo de lo typical que muchos foráneos buscan cuando arriban a la capital hispalense.

Sin estrenos en lo material, pero con muchas novedades en lo social, la Semana Santa trianera se desarrollará acor-de al guión de lo esperado.

Tras el preámbulo descrito el pasado Viernes de Dolores por la única cofradía de ‘negro’ y música de capilla del arrabal, Pasión y Muerte, –que pese a las previsiones de lluvia, pudo realizar su Estación de Penitencia a la ‘cate-dral’ del barrio, Santa Ana- le tomarán el testigo Estrella, San Gonzalo, Esperanza de Triana, Cachorro y La O, que desafiarán la incertidumbre meteorológica que se cierne sobre el cielo sevillano de nuevo este año para sacar sus cortejos a la calle y aportar a la Semana Mayor sevillana casi 8.000 nazarenos. La mejor representación de Triana ante Sevilla y el mundo.

CARIDAD POR ESTRENOS

Formación y caridad for-man los pilares de la her-

mandad del siglo XXi

lo sentimental, anecdó-tico o simbólico copa el plano de los estrenos

Reportaje en profundidadTomás Muriel / Fotografías: Joaquín corchero

El crucificado del cachorro (izquierda) y cristo de San Gonzalo (derecha). abajo, la Virgen de la O este año iluminada por velas con el nombre de los niños de la Fundación Esperanza y Vida . / J. corchero

08 · ESPEcial SEMaNa SaNTa · marzo 2013 •triana crónica•

En su compromiso con la calidad asistencial, este Centro de Día para el Cuidado de Personas Mayores dispone de Auxiliares, Fisiotera-

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gidos en un vehículo adaptado para trasladarlos desde su casa al Centro y viceversa.

Además, tienen incluidos el de-sayuno, la comida, la merienda y la administración de los medicamentos por personal cualificado. Durante su estancia, cada persona tiene una programación específica: actividades

para la memoria, dibujos, cálculos, etc. Por ejemplo, durante estos días han realizado tra-bajos manuales relacionados con la Semana Santa. El objetivo es pro-porcionar a la per-sona dependiente una atención de

calidad que, apoyado por sus casi 10 años de experiencia en el sector, les convierte en un referente de aten-ción a nuestros mayores basado en un trato cercano, desde el afecto y el respeto. Ubicados desde sus orígenes en Morón de la Frontera, en Triana se instalaron en 2007. Las plazas son subvencionadas por la Junta de An-dalucía según la Ley de Dependencia o privadas compatibles con la ayuda para el cuidado de los familiares.

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ENTREVISTA Moisés Ruz

Faltan apenas unos días para que una nueva Madrugá inunde de fe la calle Pureza. Y, entre tanto, hay una perso-na que vivirá una Semana Santa muy

especial. Su primera, con el privilegio y responsabilidad de ser el Hermano Mayor de una cofradía hasta seis veces centenaria: Alfonso de Julios Campuzano.

Pregunta: ¿Qué balance haría de es-tos primeros meses como Hermano Mayor de la Esperanza de Triana?

Respuesta: Ahora mismo estoy pletó-rico y más aún tras estos días tan intensos y hermosos. Ha sido mi primera Función Principal de Instituto, con el Señor Arzobis-po presidiéndola y no es menos que para estar contentos.

P.: ¿Algún mensaje especial que os haya emitido Juan José Asenjo? ¿Las relacio-nes se han estabilizado tras lo sucedido por el Vía Crucis de Madrid?

R.: A día de hoy tenemos una excelente relación con nuestro Pastor y siempre ha sido. Nos pasó algo en un determinado momento pero eso ya forma parte la histo-ria y ahora la Hermandad de la Esperanza está a plena disposición de nuestro Arzo-bispo porque somos iglesia.

P.: Hace algunos años formó parte del Consejo de Hermandades. ¿Cómo valora lo que está sucediendo en la ac-tualidad?

R.: Es una situación inédita, difícil tam-bién. Yo confío en que las cosas se encau-

cen y resuelvan con absoluta tranquilidad y con mucha responsabilidad. Además, algunas de las personas que han asumido responsabilidades con estos cambios son personas de una talla cristiana y humana excepcional.

P.: ¿Ha podido encauzar la herman-dad como le gustaría tras unas eleccio-nes con tres candidaturas?

R.: El camino que se ha empezado me parece alentador y tengo la sensación de que los hermanos empiezan a percibir que las cosas están mejorando. Pero hay algo fundamental, yo apelo a la responsabilidad de todos para que entre todos resolvamos

esos distanciamientos o aquellas fisuras que se han podido producir y todo ello no lo puede re-solver la junta de gobier-no, aunque es consciente de la gran responsabili-dad que tiene, pero ne-cesitamos la ayuda de los hermanos. Aún queda

mucho por hacer porque estas situaciones no se solucionan de un plumazo.

P.: Quizás con más quebraderos de cabeza viva la hermandad en relación a la financiación de la Capilla de los Ma-rineros. ¿Cómo se encuentra esta situa-ción económica?

R.: Es muy simple. Cuando uno se echa encima una responsabilidad importante sabe que tiene que acometer una serie de esfuerzos. Y la hermandad está respon-diendo, sigue al corriente de sus pagos y quizás lo que haya cambiado un poco es el mapa financiero, porque si antes había ma-yor liquidez, ahora dispone de menos para

realizar determinados proyectos. Debemos ser austeros.

P.: Con el peso histórico y devocio-nal, ¿puede llegar la Esperanza de Tria-na a padecer la crisis financiera que nos azota?

R.: Claro, sería negarte lo evidente. Si se vive una situación difícil en la calle, eso tarde o temprano tiene que llegar a la her-mandad. No obstante, las cosas van funcio-nando bien y más que afecte a la corpora-ción, lo que me preocupa verdaderamente

es que esta crisis le afecte a nuestros herma-nos y tenemos que preocuparnos, sin pen-sar tanto en la economía de la hermandad, en ayudar a tantos que lo necesitan.

P.: Por último, ¿un deseo para su pri-mera Semana Santa al frente de la Es-peranza?

R.: Deseo algo muy importante y es que el tiempo acompañe. Sevilla, por necesida-des y por fe, necesita que salgan los pasos y todas realicen su Estación de Penitencia. Cuando faltan se nota.

El hermano mayor de la Esperanza de Triana, alfonso de Julios, con su predecesor, adolfo Vela Rey. / Joaquín corchero

Alfonso de Julios: “Sevilla necesita más que nunca que los pasos salgan”

“cuando uno se echa en-cima una responsabilidad importante sabe que tiene que acometer esfuerzos”

•triana crónica• marzo 2013 · ESPEcial SEMaNa SaNTa · 09

No deja de ser la Semana Santa un baúl de tradi-ciones. La enseñanza de abuelos y padres del

sentido cristiano y devocio-nal de una fiesta que mue-ve fronteras a esos niños que hoy forman el núcleo humano de las cofradías. Así, el pasado Miércoles de Pasión tomaron el prota-gonismo los más ‘peques’ del Colegio Público Rico Cejudo que, entre otros muchos centro educativos, organiza su anual procesión por la manzana del centro escolar con una ‘virgencita’ y una hilera de niños vesti-dos de futuro. Desde los na-zarenos que forman el tra-mo de las ilusiones, hasta el capataz con sus costaleros, las niñas de mantilla que no faltan y hasta la mismísima ‘Guardia Civil’. Todos los complementos necesarios para completar una verda-dera estación de penitencia que partía desde el colegio trianero a las 17.15 horas, que visitó el asilo de sus ma-yores en la avenida de Co-ria y que regresó al templo escolar en torno a las 18.45

horas. El casette puso la música al paso y luego, una vez dentro, los jóvenes de la Banda de Varón de Dolo-res ofrecieron un concierto como premio a la labor de estos críos... y a la de sus padres. Porque son ellos los que posibilitan que sus hijos comiencen a enraizarse des-de casi la cuna en la hermosa historia centenaria de la Se-mana Santa según Sevilla. Juan Carlos Domínguez, uno de los padres implica-dos en la organización de la procesión, afirma que “en un acto que es voluntario la misión es mostrar otro mé-todo de aprendizaje. Aquí aprenden a participar en un cortejo, a mantener el or-den y a saber acompañar a la Santísima Virgen, en este caso a Nuestra Señora de los Ángeles”.

Una idea que se formuló hace algunos años cuando el Colegio Rico Cejudo “fue elegido para represen-tar la Semana Santa en un certamen europeo”. Desde entonces, los nazarenos, las mantillas, los acólitos, los músicos, los costaleros...,

preparan cada año su pro-cesión. “Lo conforman ni-ños de entre 4 y 6 años y ellos participan de pleno pintando los angelitos del paso, pegando las estampi-tas de los Cristos de Triana en la canastilla.”, apunta. Una experiencia única para los críos y para los padres. “Mi mayor orgullo es ver

a mis hijas participar y que desde pequeñas tengan es-tas vivencias para el día de mañana”, comenta Juan Carlos Domínguez.

Con retratos como este, sin lugar a dudas, el futu-ro de la Semana Santa en Triana está más que asegu-rado y, sobre todo, en bue-nas manos.

El techo de palio del insigne bordador y una de las obras cumbres de Juan Ma-nuel Rodríguez Ojeda ha dado cobijo este año a la Virgen de la Estrella para el

Domingo de Ramos. Siendo ejecutado en el año 1891, este palio, que perteneció inicial-mente a la Hermandad de la Macarena, aun-que por un periodo corto de tiempo, unos diez años, fue adquirido por la Hermandad Trianera en 1909, cobijando por primera vez a María Santísima de la Estrella en 1910.

En sus inicios, bordado con oro fino sobre terciopelo negro, si bien, cuando la Corporación Trianera se hace en propie-dad con dicho palio se traspasa a tercio-pelo azul, así como también presentaba en su ejecución, tanto en el centro de la bambalina frontal como la trasera, escudos de la Casa Real y España. Mostrándose también, en su parte superior, un boquetón en línea rec-ta, predominando en su interior los motivos ve-getales de corte barroco y geométrico caracterizado también por unas bambalinas más anchas, terminadas en pico y rematadas por crestería bordada.

Entre 1935-1936 se reformó el techo de palio y las bambalinas. Esta reforma que fue realizada en los Talleres de Bordados de los Sobrinos de José Caro, consistió en pasar a nuevo terciopelo el conjunto, aña-diéndole los escudos de la Hermandad, y cuatro nuevas corbatas en sus esquinas, propios del estilo de Juan Manuel, así como una malla de oro a las bambalinas, terminándolas con un fleco también de oro con bellotas, así como realizarle una nueva gloria al techo de palio en su parte interior que reproduce a las Santas Justa y Rufina,

titulares de la Hermandad. Con el paso de los años, el palio que dise-

ñara Rodríguez Ojeda, se encontraba en un estado deplorable de conservación, la falta de oro, en el mismo, y si bien el poco que mantenía estaba oxidado. Un terciopelo totalmente pasado y con calvas producidas por las lluvias, debido todo esto a una con-servación no adecuada, hacen plantearse a la Hermandad realizar otro palio de nueva ejecución a finales de los noventa.

Así, en Cabildo General la Hermandad decide acometer el bordado en oro sobre terciopelo azul de un nuevo palio para María Santísima de la Estrella. Dicho con-junto, diseñado por Antonio Garduño, se estrenó el Domingo de Ramos de 1995.

Surgiendo a la par la in-quietud de restaurar el palio de Ojeda datado de 1891, dicha restauración corrió a cargo de los ta-lleres Fernández y En-ríquez, quienes un año después en 1996 y coin-cidiendo en París con la

Exposición internacional de restauradores y conservadores en el Museo del Louvre, expusieron dicho proceso recién comen-zado de restauración. Tres años más tarde, el 31 de octubre de 1999, se celebró en la Santa Iglesia Catedral la Coronación Ca-nónica de María Santísima de la Estrella, sirviendo el techo de palio de Juan Manuel como dosel de la magna celebración.

El Domingo de Ramos del año 2000, la Virgen de la Estrella volvería a procesio-nar por las calles de Triana y Sevilla cobi-jada bajo tan señera obra. De esta forma, la Hermandad de la Estrella re-estrenaba uno de los grandes tesoros de la Semana Santa sevillana.

Si bien la corporación de la ca-lle San Jacinto en los últimos años ha alternado sendos palios, para sus salidas procesionales, sin un acuerdo explícito sobre cuándo debe salir cada uno. Lo cierto es que la hermandad viene reservan-do esta obra juanmanuelina para “ocasiones especiales”, fue cedido en el año 2009 a la corporación de los panaderos para la salida de su dolorosa el Miércoles Santo.

En el año 2010 coincidiendo con el 450 aniversario fundacio-nal de la corporación trianera este palio ve la luz por última vez, volviendo este año a dar cobijo a la Virgen de la Estrella, coinci-diendo con el año de la Fe, a la par de cumplirse el cincuentena-rio de su casa de hermandad.

Moisés Ruz

Hace días que me vengo preguntando dónde se esconden este año los días de gozo, los días de ajetreo cuaresmal, de agenda llena de actos, de espera, de ilusiones, de aza-har en las calles… 40 días que sin querer se nos consu-

men, el preludio, la espera, el gusanillo que se mata poco a poco, días de intensa ebullición en el ámbito cofrade de nuestra ciudad, días en los que al cofrade le faltaban horas en el reloj…

Quizás, el Viacrucis de la Fe, que se presentó cuando empezábamos a paladear la ansiada espera, tuvo algo de culpa, quizás que para algunos la Semana Santa vaya más allá de esa semana y se traslade a todo un año, o tal vez la madre de todas estas preguntas, el tiempo; un tiempo desagradable, lluvioso, y con un frío que aún no ha dicho adiós del todo, puede que tengan la culpa de que esta Cua-resma esté siendo atípica, al menos para mí.

Traslados no faltan, mudás de pasos, y ensayos de cos-taleros tampoco. Las torrijas se endulzan con esbozo en cualquier confitería sevillana, las tintorerías apremian al tiempo, para tener en fecha las túnicas de nazarenos pero, ¿y la esencia? La esencia de la Cuaresma, sí, sí, la que nos hacía ver que todo estaba más cerca, que los días cuares-males estaban completamente aprovechados y que para ver al primer nazareno bastaba con aguardar la espera y esperar que el reloj contara las horas…

Para lo primero quizás ya sea un poco tarde, aunque ahora que el sol se deja ver, por esta bendita Sevilla, algu-nos estén a tiempo de abrir los ojos, y dejarse llevar por una semana que aunque bien sea corta, aún guarda el sa-bor a gozo y espera. Para lo segundo quizás solo quede dejarse llevar por esta bendita Cuaresma que sin querer se nos escapa.

Cuaresma que se nos escapóJosé Esmeralda

José EsmeraldaNOVEDAD El palio de Ojeda, el cobijo de La Estrella

TRADICIÓNLa Semana Santa de los niños del Rico Cejudo

Redactor de Saeta en cope Sevilla

En el año 2000 volvería a procesionar por las calles de triana y Sevilla cobija-da bajo tan señera obra

El techo de palio del insigne bordador y una de las obras cumbres de Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

la Estrella en 1910 con el palio que compró de la Macarena.

los más pequeños completaron una verdadera estación de penitencia.

10 ·ESPEcial SEMaNa SaNTa · marzo 2013 •triana crónica•

(Cruces de Guía)Pasión y Muerte: Primer instante de verdadera pasión en Triana cuando los ne-

gros nazarenos realizan su estación de penitencia en Santa Ana. Además, observar el transitar silencioso del Señor en su regreso estremece el alma. Merece la pena trasnochar y esperar que los relojes marque la una de la madrugada para presenciar la entrada del crucificado de Navarro Arteaga en su templo del Buen Aire.

La Estrella: De obligado cumplimiento presenciar como la primera de Triana cruza el puente entre un mar de amores. Embelesa ver a la Estrella oteando en el horizonte el fervor de miles de vecinos. Además, este año es especial porque vuel-ve a lucir aquel genuino palio de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. El Señor de las Penas hace gala del andar según Triana cuando enfrenta su misterio al fervor y el calor del Baratillo.

San Gonzalo: El barrio volcado. Dos mil almas blancas que llevan a Triana por bandera cuando alcanzan Sevilla. Hay que verla en su barrio, saliendo, bajo la fragancia de sus naranjos. Y para los enamorados de la buena música, el clasicismo envuelve al palio de la Salud cuando cruza San Pablo. Y la fusión de Cigarreras con tantos hombres que definen el caminar del Señor del Soberano Poder ante Caifás se hace patente en cada minuto. Es un revuelo cuando cruza el Arco del Postigo.

La Esperanza de Triana: Paciencia, sillitas de las casas y un buen chocolate con calentitos. Es la espera ante la Esperanza del barrio. Unos, la que quieren observar-la en su salida y ovacionar el verdadero arte del misterio de las Tres Caídas. Otros, prefieren madrugar y sentir el calor del mediodía cuando regresan bajo un verda-dero clamor de vítores y aplausos. Hay que oír alguna vez la ‘llamá’ del ‘Múo’ en la puerta de Santa Ana.

El Cachorro: Tras el frustrado último Viernes Santo y el Vía Crucis de la Fe, Triana necesita retomar sus oraciones de las calles ante el Señor de la Expiración. Cruzar Castilla rememora a aquella vieja Triana. Cuando cruza el puente de vuel-ta la estampa es irrepetible. El sabor del palio del Patrocinio por el Baratillo despi-de al barrio de este enclave tan trianero.

La O: La decana de Triana. Para entender su idiosincrasia, única, hay que dis-frutarla en su vieja calle Castilla. Cofradía de principio a fin. La O en la Magda-lena regala los mejores sones a los que lo presencian. Este año, si el destino no lo impide, atravesará por vez primera los Jardines del Cristina, en el que los flashes de las fotos se dispararán para estampar el talle del Nazareno de Pedro Roldán entre la arbolada.

PASIÓN Y MUERTE (Parroquia del Buen Aire): Viernes 22 de marzo. Salida (20.00h) // Plazuela de Santa Ana (21.30h) // Pureza-Cap.de los Marineros (22.15h) // Justino Matute (23.30h) // Prosperidad (00.30h) // Entrada (01.30h)

LA ESTRELLA (Capilla de la Estrella): Domingo 24 de marzo. Salida (17.15h) // Puente de Triana (18.00h) // Campana (20.20h) // Arco del Postigo (22.15h) // San Jacinto (00.30h) // Entrada (01.00h)

SAN GONZALO (Parroquia de San Gonzalo): Lunes 25 de marzo. Salida (15.00h) // Capilla de la Estrella (16.30h) // Campana (19.35h) // Capilla del Baratillo (22.00h) // Puente de Triana (23.00h) // Entrada (02.00h)

ESPERANZA DE TRIANA (Capilla de los Marineros): Madrugada Viernes 29 de mar-zo. Salida (02.10h) // Capillita del Carmen (03.00h) // Campana (05.05h) // Arco del Postigo (07.00h) // Parroquia de Santa Ana (11.30h) // Entrada (13.00h)

EL CACHORRO (Basílica del Stmo. Cristo de la Expiración): Viernes 29 de mar-zo. Salida (15.45h) // Reyes Católicos (18.00h) // Campana (19.15h) // Capilla del Baratillo (22.30h) // Puente de Triana (23.30h) // Entrada (01.20h)

LA O (Parroquia de la O): Viernes 29 de marzo. Salida (18.00h) // San Pablo (19.30h) // Campana (20.25h) // Jardines del Cristina (23.00h) // Capilla de los Marineros (01.15h) // Entrada (02.30h)

SUGERENCIAS ITINERARIOSMoisés Ruz M. Ruz

•triana crónica• marzo 2013 · ESPEcial SEMaNa SaNTa · 11

No hace fal-ta mirar el a l m a n a q u e para no-

tar en el atrio y plazuela del Al-tozano que ya es Domingo de

Ramos. Se nota en el gozo de los rostros y se paladea en la mañana de hosannas y de olivos, de palmas, de júbilos y abrazos compartidos. Se mece en las pupilas el ir y venir de la gente, el colorido de los tra-jes recién estrenados, las francas sonrisas, los abiertos corazones…

Desde la espina dorsal de San Jacinto, que forma la cruz de Cristo con sus cavas -guadalqui-vires hoy de orillas nazarenas-, se sabe que Dios ha llamado a las puertas del alma de Triana, por-que revolotean por el cielo una legión de ángeles morenos anun-ciándonos, al son de ‘Estrella Su-blime’, que ha llegado el día gran-de del inicio de la Semana Santa.

Mientras llega la tarde, el arra-bal vive su mañana más niña y grande esperando el milagro de cada primavera. Vienen los hi-jos de la diáspora con los ojos abiertos de emociones y todo el caserío se reencuentra en la me-moria de los perdidos corrales,

los lejanos vecinos, los anafes co-munales... Hoy, por el amor de su Madre, todo vuelve a ser una celebración conjunta, y el arrabal trianero huele a torrijas y a humo dulce de viejas tahonas, a almidón de túnicas dispuestas y a incienso presentido.

(Mi padre hoy, como siempre, hubiese ido en su manigueta iz-quierda acariciando la plata talla-da por Jesús Domínguez...)

Al correr de las horas, Triana se arracima a Ella para acercarla has-ta el corazón de Sevilla siguiendo el curso penitencial que la lleva hasta el puente. Es su Estrella, la del firmamento mágico del ba-rrio. Estrella luminosa para las almas que dudan. Estrella de sus hijos caminantes por los difíciles senderos de esta vida en la que falta pan y a la que sobra odio. Estrella que guía como veleta, Giralda Ella misma entre los bra-zos amorosos de Justa y Rufina...

Y su arrabal, que no puede olvidar las claras ráfagas de su luz sobre las sombras cotidianas, vibra acompañando a ‘La Va-liente’ en esta tarde espe-cial, formando torrentera junto a Ella, llenando el firmamento de su recorri-do de palmas y piropos, de plegarias y lágrimas. Y jamás la deja sola, para que nunca más a su Es-trella le roce, ni siquiera con el pensamiento, una mano impía como la que, en 1932, quiso poner más lirios en sus sienes, más tristeza en sus ojos y más amarguras a ese semblante de Madre sufridora.

Triana sabe, cuando su Estrella está en el puente, que su palio se va a ver re-flejado en las aguas de su río para llevar un suspiro a su gente de la marine-ría, porque son muchos los hombres que navegan por el mundo con su nombre entre los labios. Y mientras vuelve, des-pués de haber inundado con su luz el alma sevillana, todos sus hi-jos se quedarán temblando como las ramas de su antiguo magnolio

de San Jacinto cuando se desban-daban a su paso las palomas.

Sigue oliendo a día grande re-cién estrenado, a incienso, a cera, a terciopelo y oro, a humo de tabaco y a aguardiente. Y sigue viva la emoción de la amistad reencontrada, vivos los ojos y vi-

vas las palabras: -¡Cada año que pasa, está más guapa!...

(Y yo hoy, niño con sesenta y muchos años, aún sueño que voy agarrado de la mano de mi padre, junto a la manigueta izquierda que tallase en plata Jesús Domín-guez...)

De un Domingo de Ramos por TrianaTRIANA ETERNA

Mientras llega la tarde, el arrabal vive su maña-na más niña y grande esperando el milagro

Emilio Jiménez Díaz

Emilio Jiménez díaz recuerda la Semana Santa vivida en su niñez. - archivo de Emilio Jiménez díaz

Emilio García Ortiz, un artista del barroMUY DE TRIANA Ana Díaz

La calle Requena que lo vio na-cer aún conserva vestigios del legado artístico y familiar en la fachada del número 3. Poco

después pasaría a la calle Antillano Campos número 10, cuya fachada es obra de su padre, también artista y escultor. Aquí, en pleno centro alfarero de Tria-na, estableció su residencia y su taller. Emi-lio García Ortiz (1929-2013) ha dejado una ex-tensa colección de piezas y crea-ciones que son auténticas obras de arte.

Siguiendo los pasos de su padre desde pequeño, Emilio García García, hizo de su oficio un arte. La grandeza de su obra contras-taba con su carácter reservado y muy humilde. Nunca descuidó los estudios universitarios mien-tras trabajaba, ya que fue profesor de modelado en Artes Aplicadas y posterior-mente, profesor de escultura y pionero en las clases de cerá-mica en la Fa-cultad de Be-llas Artes de la Universidad de Sevilla. “Al principio no firmaba ninguna obra, según decía, por consejo de un profesor. Hasta que no culminara su obra no se sen-tía bien firmando algo”, explica Beatriz Rengifo, nuera de Emilio García Ortiz.

Fue nombrado Trianero de Ho-nor y recibió la medalla de honor en Sevilla por la Academia de Be-llas Artes de Santa Isabel de Hun-gría. Aún así, la modestia y la hu-mildad siempre le acompañaban y según aseguran sus allegados,

nunca alardea-ba. Trabajaba principalmen-te con el barro cocido, “su ma-terial preferi-do”. “Era muy t r a b a j a d o r . Creo que se ha

marchado antes porque no se ha cuidado mucho, se ha machacado todos los días con el trabajo hasta que físicamente no podía”, apun-ta su hijo y también escultor y ce-ramista, Emilio García Hernán-dez. “Mi abuelo era más artesano que artista y trabajó con impor-tantes arquitectos como Aníbal González. Sin embargo, mi padre tuvo otras inquietudes más mo-

dernistas y con-temporáneas”, apunta García.

De entre sus obras más re-presentat ivas en Sevilla, des-tacan el mo-numento en

homenaje a Luis Montoto en la glorieta del mismo nombre y que se trata de una figura femenina; y el dedicado a Fray Bartolomé de las Casas, ubicado en la otra orilla del Guadalquivir, frente al Paseo de la O y junto al puente de Tria-na. “Hay que reconocerle que era

muy libre incluso rebelde en su trabajo, no lo hacía ceñido a un estilo ni para contentar a nadie” sostiene su hijo Emilio.

Pero además, este artista tria-nero realizó infinidad de traba-jos, de tipo religioso, como los que están en la Iglesia Hospital Psiquiátrico en Mérida, en la Pa-rroquia Torreblanca la Nueva en Sevilla o en la Parroquia del Polí-gono San Pablo. Murales decora-tivos en la delegación de Hacien-da en Cádiz, Oficina de Emasesa en Castilleja y Cajas de Ahorros de Sevilla, Huelva y Málaga, o en edificios privados como en Plaza de Cuba 5 y 7, Virgen de Luján 20 ó Pagés del Corro 83.

Y enormes y preciosas vidrieras como la realizada para la Capilla

de Valme y en la de Matalascañas en Huelva.

“En 1985 ejecutó un mural de 6 x 6 metros para el príncipe de Arabia Saudita, para el arco Triunfal de su palacio en Ryadh”, apunta Beatriz Rengifo. Su hijo y su nuera, quienes siguen al fren-te del taller, preparan una ex-posición con más de cien obras en barro cocido de este artista. “Nunca se le ha reconocido su trabajo, quizás ahora en los últi-mos años, pero siempre ha estado en la sombra”, declara Rengifo. Emilio García Ortiz fallecía el pasado 13 de febrero pero siem-pre estará presente a través de su legado, de todas sus obras que lo convirtieron en un trianero artis-ta del barro.

Siguiendo los pasos de su padre desde pequeño,

emilio García García, hizo de su oficio un arte

de entre sus obras más destacadas, los monumen-tos a luis Montoto y Fray Bartolomé de las casas

Este artista trianero realizó infinidad de trabajos, de tipo religioso, y enormes y preciosas vidrieras como las realizadas para la Parroquia de Matalascañas.

12 · culTuRa · marzo 2013 •triana crónica•

•triana crónica• marzo 2013 · Publicidad · 13

De Nueva York a Triana ‘pasando por el puente’FLAMENCO Manuel Sualis

Hace unos días me llegó por Fa-cebook un cartel del año 1969 del Festival Greenwich Villa-ge del Village Gate en Nueva

York con una calidad artística real-mente envidiable, de esas veces que te hubiese gustado vivir en aquella época y haberlo podido presen-ciar. Nada más y nada menos que las primeras figuras del Jazz como Thelonious Monk, John Coltrane, Olatunji y entre medio de ellos Sabicas y Carmen Amaya, ambos anunciados como los mejores de su género actual, él a la guitarra y ella en el baile.

El cartel no tiene desperdicio. Por esos resortes que a veces nos empuja la mente, me vino a la memoria un cartel de similares ca-racterísticas pero en esta ocasión de nuestro género, el flamenco. Sería apenas nueve años después del cartel del Greenwich Village, exactamente un viernes 30 de Junio de 1978 cuando se celebró en el cine de verano Avenida de Triana lo que sería la envidia de todos los festivales flamencos del momento. Con el nombre de ‘Pa-sando el Puente’, su organizador Chiquetete, inscribiría en letras de oro un precioso cartel diseña-do por Emilio Jiménez Díaz con una fotografía de cosecha propia del Paseo de la O visto a través de las barandillas de hierro forjado del Puente de Triana.

La lista era interminable, algo bastante usual en la época, lo que no era normal ni lo sería hoy en día fue la nómina de artistas de primera fila que engrosaron esta primera edición, empezando por un joven y ya afamado Cama-rón de la Isla y continuando por nombres tan importantes y cele-

bérrimos para el mundo flamenco como Fosforito, El Chozas, Tu-rronero, Pepe Triana, Chocolate, La Susi, Rancapino, A. Chacón, Romerito de Jerez, Peregil , Már-quez el Zapatero, Fernanda de Utrera, El Lele y el propio Chi-quetete, todos ellos al cante. Al baile la trianera universal Manue-la Carrasco y un impresionante Farruco; como guitarristas otro trianero como El Poeta, además de Tomatito, el gran Rafael Men-diola, Joaquín Amador, José Ca-macho y Paco Cepero. Imposible poner un adjetivo a cada artista, no daríamos abasto.

En este primer año, he encon-trado tan solo una previa en la hemeroteca de ABC de Sevilla. Al año siguiente y con la gran re-ferencia en calidad que precedió al primer año, el diario sevillano encargó a Francisco Navarro una breve crónica donde da fe del lle-nazo absoluto del cine Avenida una vez más, de la calidad del car-tel, y toma nota de las actuaciones nuevamente de Camarón y Fos-forito, de Dolores Montoya, “del gaditano de oro Juanito Villar, de la guitarra mágica de Cepero, la pureza de Manolo Domínguez y Enrique de Melchor, el buen to-que de Tomatito y Miño” el baile estuvo representado por nuestra Pepa Montes , el “baile vigoroso de La Tati” y terminando la cró-

nica con un “de nuevo se pasó el puente con acierto”. Recordando el agradecimiento a Chiquetete por la importancia que este joven festival ha adquirido en solo dos ediciones.

Ya en el tercer año, sería Mi-guel Acal el encargado de la cró-nica en ABC. Éste no se limita a relatar lo ocurrido artísticamen-te en el Festival, sino que aporta su visión personal. En este año hay una novedad que despierta recelos entre un sector del fla-menquismo, según deja entrever el crítico flamenco. Por primera vez toma parte en el Festival una figura de renombre como Rocío Jurado, artista no necesariamente vinculada al flamenco y sí a la co-pla o canción ligera. Miguel Acal se pregunta: “¿Es que los flamen-cos no tienen fuerza suficiente ni siquiera en un festival flamenco?” Y continúa: “existe un evidente deseo de dar categoría y altura a la manifestación […] ¿Qué se pretende con la inclusión de Ro-cío? ¿Demostrar acaso su calidad flamenca?”. Y así entre preguntas en voz alta y reflexiones pasa la crónica de Miguel Acal sin que podamos saber cómo evolucio-naron las actuaciones y quiénes estuvieron a la altura de las cir-cunstancias.

Sería el penúltimo año, el 26 de Junio de 1981, cuando se orga-nizaría el último Festival ‘Pasan-do el Puente’, eso sí, sin artistas ‘ajenos’ al flamenco, volviendo al formato puro y primigenio y sin restar ni un solo ápice de calidad, todo lo contrario.

El último año contaría con la participación de un nuevo plantel de altura máxima. El cartel con-

taría con un dibujo de Juan Val-dés, pintor más que cotizado en aquellos días y que daría sentido a muchos carteles de festivales del momento. Participaron Calixto Sánchez, Andrés Lozano, El Ca-brero, El Turronero, Escoberito, Fosforito, Juanito Villar, Manolo Mairena, Miguel el Rubio, Pan-sequito, Paco Taranto, Rufo de Santiponce, Rancapino, y Chi-quetete en el cante; en el baile el protagonismo fue para Angelita Vargas, Biencasao, Joselito y La Tati y el toque de Manolo Fran-co, El Poeta, Cepero y Mendiola.

Y aquí murió esta gran ilusión

que fue el Festival más importan-te que se haya celebrado en Tria-na.

Cabría una reflexión de hacia dónde hemos ido desde enton-ces, dando tumbos y más tum-bos hasta llegar a nuestros días, pero eso lo dejaremos para otra ocasión. Ahora puedo decir con orgullo trianero que no tenemos nada que envidiar al Greenwich Village de Nueva York. Al fin y al cabo, ambos ofrecieron arte en un momento que quedará para los anales de la historia de la música. Jazz y Flamenco, Nueva York y Triana.

Se celebró en el cine de verano avenida lo que se-ría la envidia de todos los

festivales flamencos

cartel del ii Festival de cante en Triana.

Para ser voluntario hay que reunir unos requisitos. Porque aunque sea un trabajo no remunerado y benéfico, el voluntariado se rige por unos estatu-tos y reglamentos para que todo esté perfectamen-

te organizado. Y así se lleva a cabo en el Voluntariado Consolación, en la residencia geriátrica Nuestra Señora de Consolación ubicada en la avenida de Coria en Triana. Concretamente, cuenta con unos 50 voluntarios, tanto jóvenes como mayores, que ofrecen su tiempo libre para echar una mano en el día a día de la residencia. Como es el caso de Paco Rueda, que desde hace 10 años es voluntario. “Yo lo llevo dentro. Escu-char a los mayores es lo más importante, lo echan en falta y están deseando hablar con alguien y contarte sus historias. Aquí hay mucha sabiduría, gente que ha teni-do profesiones importantes, y siempre hay que respetar-los”, explica Rueda.

El primer martes de cada mes se reúnen todos los voluntarios con la psicóloga del centro para tratar di-versos aspectos, entre ellos, la inte-ligencia emocional al voluntariado.

En el reglamento aparecen recogi-das algunas características que deben poseer como ser comprometido, so-lidario, tener cualidades humanas, en definitiva, ser responsable para con esta entidad sin ánimo de lucro. Para ello, el primer paso es mostrar su voluntad y aceptar las condiciones, tanto los debe-

res como los derechos. “Si alguien se compromete a venir a dar de comer a los mayores que tienen menor movilidad, no pueden decir un día que no vienen sin avisar o simplemente no aparecer y dejar a la perso-

na esperando”, sostiene Paco Rueda. Por ello, todos los voluntarios reci-ben información para su formación y, además, están asegurados. Esta residencia pertenece a la Fundación Carrere y las hermanas de Nuestra Señora de la Consolación son quie-nes están al frente de este centro geriátrico, que además cuenta con profesionales cualificados para el

cuidado diario tanto de los residentes como del edi-ficio en sí.

Tere vive muy cerca del centro y cada día intenta venir. Es voluntaria y encargada de dar vida a todas las plantas que también habitan en este lugar. “A los residentes les encanta, están pendientes de las plantas,

y a mí me satisface. Para mí las plan-tas son como mis hijos.

Y los mayores si ven que falto un día ya están preocupados por si nos las riego”, explica orgullosa. Y gracias a su trabajo solidario, y al de muchos otros voluntarios y pro-fesionales, esta residencia luce en

todo su esplendor. Pero lo más importante es que aportan algo tan va-

lioso y preciado por los mayores que desean ser escu-chados: su tiempo.

Voluntariado Consolación, al servicio de los mayoresTRIANA SOLIDARIA Ana Díaz

Cuenta con 50 voluntarios, tanto jóvenes como mayo-res, que ofrecen su tiempo libre para echar una mano

las hermanas de nuestra Señora de consolación

son quienes están al frente de este centro geriátrico

la Residencia Geriátrica Nuestra Señora de consolación está ubicada en la avenida de coria. / aMdF

14 · culTuRa · marzo 2013 •triana crónica•

La Gira Megacracks de Inter Movistar ha causado furor entre los niños de los cole-gios públicos de Triana. De la mano del C.D. Olimpic de Triana, que este año

conmemora su 25 aniversario fundacional, los jugadores del equipo Inter Movistar han visitado recientemente el Pabellón Polide-portivo El Paraguas, ubicado en la Plaza del Monte Pirolo en el arrabal.

El equipo madrileño llegaba para prota-gonizar este encuentro que se ha converti-

do en una gran fiesta del fútbol sala entre los más pequeños.

En total, seiscientos escolares de entre 6 y 12 años procedentes de centros públicos de Triana y del colegio de Educación Espe-cial San Pelayo de Santa Clara han partici-pado en las actividades que se han desarro-llado durante el acto, enmarcado dentro de la Gira Megacracks. Esta gira, que se está realizando por toda España, es un proyec-to de promoción del deporte y sus valores educativos y de integración social que rea-

lizan desde hace cinco temporadas.“Todos los niños han bajado a la pista

para disfrutar de sus ídolos y han jugado con los miembros del Inter Movistar”, apunta Eduardo Jiménez, miembro de la Junta Directiva del C.D. Olimpic de Tria-na. El acto ha consistido en realizar una exhibición deportiva para el disfrute de los más pequeños.

“Han realizado un calentamiento con los niños, han hecho juegos y un partido con los niños, con el objetivo de inculcar los valores del fútbol sala entre los más jó-venes”, sostiene Jiménez.

Así, Megacracks ha traído a Sevilla la vi-sita del equipo Inter Movistar, que “a nivel de consecución de títulos, es el más grande de nuestro fútbol sala nacional”.

“Esta gira la realizan por toda la geogra-fía española, y nosotros, con motivo del 25 aniversario del C.D. Olimpic de Triana, hemos querido que visitaran Triana”, afir-ma Eduardo Jiménez.

Un encuentro en el que tanto jugadores de este equipo de primer nivel como todos los niños que han asistido han disfrutado al máximo. Para el capitán de Inter Mo-vistar, Luis Amado, “la Gira Megacracks Movistar supone la cercanía con los niños, el poder compartir con ellos una mañana irrepetible, de deporte y valores. Los juga-dores tenemos la responsabilidad de tras-ladarles la importancia de tener hábitos saludables en su vida diaria”.

Las estrellas del Fútbol Sala visitan TrianaDEPORTES A. D.

En total, asistieron seiscientos escolares de entre 6 y 12 años procedentes de centros públicos de Triana y del colegio de Educación Especial de Santa clara.

Joaquín Navarro ‘Quinito’ nace en el barrio de Triana el 22 de septiembre de 1873. Joven inquieto, de marca-da idiosincrasia, desde temprana edad se decanta por la pasión y la vocación hacia el mundo del toro. Se inicia

como banderillero, en la cuadrilla de los niños toreros sevi-llanos, que en esa época era dirigida por los maestros Faico y Minuto, auténticos baluartes del conocimiento sobre la ciencia de la profesión taurina.

Pronto m a n i -fiesta sus cualida-des y ma- neras a la hora de adornar con ele- g a n c i a los morri- llos de los nobles astados. Rozando los 17 años de edad, comienza su entorno a planificar y pensar la maceración de lo que sería este baluarte del toreo trianero, actuando en Madrid el 8 de Mayo de 1891.

Tal es así que un año después se le concede el título de matador de toros, en la vecina localidad de Écija, de la mano de otro insigne de la época como era el maestro José Sánchez del Campo ‘Cara-Ancha’, actuando poste-riormente en Portugal y Francia, causando una profunda impresión, para hacer lo propio en México entre 1895 y 1896, con un total de 12 actuaciones, situándose en el se-gundo lugar en el escalafón de corridas lidiadas, si bien

meritorio era en la época tal hito, ya que en México sólo funcionaban dos plazas al unísono: la Bucareli y la Taca-buya.

‘Quinito’ realiza una labor impregnada de inspiración, con el calificativo de magistral. Lucido con el capote, las banderillas y un trasteo estatuarios, pases naturales de gran exposición y un soberbio estoconazo el que poseía el maes-tro del arrabal, en este periplo el diestro hacía las Amé-r i c a s , n u n c a m e j o r d i c h o , fraguán- dose así como fi- g u r a , alejado de nuestro país.

Retor- na a Es-paña con bríos e ilusión y reaparece en La Villa del Oso y el Madroño el 29 de junio de 1897. Dejando constancia de sus adelan-tos, su trayectoria se mantiene cuesta arriba y se afirma. En las temporadas de 1902 y 1903 actúa con frecuencia en La Corte, consiguiendo los éxitos de mayor nombre y jerarquía.

En los años siguientes, se da la circunstancia que dos maestros recordados por todos como son Machaquito y Bombita se niegan a matar los toros de Miura, ‘Quinito’ no puso ningún reparo y realiza grandes gestas con los complicados astados a los que parecía haber cogido y en-

tendido a la medida. Esto le vale popularidad y jerarquía, así como muchos contratos en Madrid que por aquel en-tonces, era la capital no solo de España sino también del toreo. En 1910 conquista un gran triunfo en Sevilla que le vale para seguir en lo más alto del escalafón. Si bien poste-riormente su carrera se torna en decadencia y en 1914 se viste por última vez de luces en la plaza Las Arenas, con Isidoro Martí y Matías Lara.

Decide retirarse ese mis- mo año, ya que según él, se mues- tra sin i l u s i ó n h a c i a la pro- f e s i ó n . Joaquín Navarro s iempre profesó gran amor al barrio que le vio nacer. El arrabal se con-solidó como su retiro. Cuando ‘Quinito’ se instalaba en Sevilla fue hermano mayor de la Hermandad del Rocío de Triana, cargo que ostentó en 1892, dándose la casualidad que en ese mismo año nace el que a la postre sería el torero de Triana por excelencia, Juan Belmonte, perteneciente también a la Hermandad Rociera y ejerciendo también años después cargos de responsabilidad en la misma.

Joaquín Navarro se instala en el barrio hasta su falleci-miento, que ocurre el 15 de febrero de 1936, cerrando con su muerte la figura torera, con torería de miura trianero.

Quinito, torería de miura trianeroTOROS José Esmeralda

Se le concede el título de matador de toros en la lo-

calidad de Écija

nace en el barrio de tria-na el 22 de septiembre

del año 1873

En 1910 conquista un gran triunfo en Sevilla y

sigue en lo más alto

de la mano del c.d. olimpic de triana el inter Movistar llegó al paraguas

•triana crónica• marzo 2013 · culTuRa Y dEPORTES · 15