L´OSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

download L´OSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

of 16

Transcript of L´OSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    1/16

    Nmero suelto 1,00. Nmero atrasado

    LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLA

    Non praevalebunt

    Ao XLIV, nmero 12 (2.255) Ciudad del Vaticano 18 de marzo d

    Vsperas en Roma con el primado de la Comunin anglica

    Compromiso y oracinpor la unidad

    Dolor del Papa por las vctimas del accidente

    Blgica llora a sus niosDas de conmocin en Blgica tras el accidente en el que, el martes por lanoche, perdieron la vida 28 personas, entre ellas 22 nios. La cifra deheridos asciende a 24. La tragedia ocurri en Sierre (Suiza) al estrellarse elautobs en el que viajaban de regreso de un perodo de vacaciones. Todos losnios envueltos en esta catstrofe residan en la regin flamenca de Blgica.

    El Papa ha querido hacer llegar su psame y su participacin en el dolor delas familias en un telegrama que, en su nombre, ha enviado el cardenal

    secretario de Estado Tarcisio Bertone. Publicamos el texto del mismo.

    La oracin de la Virgen, centro de la audiencia general de Benedicto XVI el 14 de marzo

    Sin Mara no hay Iglesia

    En el Cenculo Jess encontr a los Apstoles despus de la Ascensin yra comparti con ellos el don del Espritu Santo. Si no hay Iglesia sintecosts seal Benedicto XVI en la audiencia general del mircolesmarzo, no hay tampoco Pentecosts sin la Madre de Jess, porque ellade un modo nico lo que la Iglesia experimenta cada da bajo la acciEspritu Santo. Este vnculo, subrayado de modo especial por el concilticano II, testimonia que el lugar privilegiado de Mara es la Iglesia. rarla quiere decir aprender de ella a ser comunidad que ora, no slo situaciones de dificultad o de necesidad, sino siempre. (En la imagen dde Pentecosts, beato Anglico, 1450)

    PG

    La exposicin en el Senadode la Repblica

    150 aos de launidad de Italiay de la fundacinde LO sservatoreRomano

    PGINAS 11-13

    El arzobispo de Dublnsobre el Congreso eucarsticointernacional

    Campanadas derenovacin parala Iglesia en Irlanda

    MARIO PONZI EN PGINA 4

    Con ocasin del milenario de la fun-dacin de la casa madre de los ca-maldulenses, el Santo Padre, acom-paado del arzobispo de Canterbury,Rowan Williams, presidi en la igle-sia romana de San Andrs y SanGregorio en el Monte Celio, el sba-do 10 de marzo por la tarde, la cele-bracin de las primeras vsperas delIII domingo de Cuaresma. En su ho-

    mila Benedicto XVI puso de rla necesidad de que todos los cnos intensifiquemos el comprde orar constantemente y de tren favor de la unidad, para vivnamente de acuerdo con el rueunum sint (que todos sean que Jess dirigi a Dios Padre.

    PGIN

    Tras recibir la noticia del trgico

    accidente de autocar, ocurrido enSuiza, que ha causado numerosasvctimas, entre ellas muchos nios,el Papa se une con la oracin aldolor de las familias en luto yconfa los fallecidos a la misericor-dia de Dios pidindole que losacoja en su luz. Manifiesta su cer-

    cana a los heridos y sus familia-

    res, as como a los que participanen las operaciones de socorro, ro-gando al Seor que los ayude yconforte en sus pruebas. Comoprenda de consuelo imparte unaespecial bendicin apostlica a to-das las personas afectadas por estedrama.

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    2/16

    LOSSERVATORE ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    00120 Ciudad del Vaticanoed . e s p a n o la @ o s sro m .v a

    http://www.osservatoreromano.vaTIPO GRAFIA VAT I C A N A EDITRICE LOS S E R VAT O R E ROMANO

    GI O VA N N I MARIA VIANdirecto r

    Carlo Di Ciccosub director

    Arturo Gutirrez L.C.encargado de la edicin

    don Sergio Pellini S.D.B.director general

    Redaccinvia del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticanotelfono 39 06 698 99410 fax 39 06 698 81412

    Servicio fotogrficoph oto @ o s sro m .v a

    Publicidad: Il Sole 24 Ore S.p.A,System Comunicazione Pubblicitaria

    Via Monte Rosa, 91, 20149 Milanose gret eriadirezio nesy s te m @ilso le24o re . c om

    Tarifas de suscripcin: Italia - Vaticano: 58.00; Europa(Espaa + IVA): 100.00- $ 148Latina, frica, Asia: 110.00 - $ 160.00; Amrica del Norte, Oceana: 162.00

    Administracin: 00120 Ciudad del Vaticano, telfono + 39 06 698 99 480, fax + 39 06e-mail: [email protected]. En Mxico: Arquidicesis primada de Mxico. Direccin de Comunicacin Social. San Ju222-C. Col. Villa Lzaro Crdenas. CP 14370. Del. Tlalpan. Mxico, D.F.; telfono + 52 5+ 52 55 5518 40 99; e-mail: [email protected], [email protected] Argentina: Arzobispado de Mercedes-Lujn; calle 24, 735, 6600 Mercedes (B), Argentina; t+ 2324 428 102/432 412; e-mail: [email protected] Per: Editorial salesiana, Avenida Brasil 220, Lima 5, Per;telfono + 51 42 35782; fax +e-mail: [email protected].

    pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO domingo 18 de marzo de 2012, n

    En el ngelus el Papa recuerda a las poblaciones de Madagascar afectadas por huracanes devastadores

    La violencia nunca sirve a la humanidaLa violencia nunca sirve a lahumanidad; ms an, ladeshumaniza. Lo dijo el Papa en el

    ngelus del domingo 11 de marzo, enla plaza de San Pedro, hablando delepisodio evanglico de la expulsin delos mercaderes del templo de Jerusaln.

    Queridos hermanos y hermanas:

    El Evangelio de este tercer domin-go de Cuaresma refiere, en la redac-cin de san Juan, el clebre episodioen el que Jess expulsa del templode Jerusaln a los vendedores deanimales y a los cambistas (cf. Jn 2,13-25). El hecho, recogido por todoslos evangelistas, tuvo lugar en laproximidad de la fiesta de la Pascuay suscit gran impresin tanto entrela multitud como entre sus discpu-los. Cmo debemos interpretar estegesto de Jess? En primer lugar, hayque sealar que no provoc ningunarepresin de los guardianes del or-den pblico, porque lo vieron comouna tpica accin proftica: de he-

    cho, los profetas, en nombre deDios, con frecuencia denunciabanlos abusos, y a veces lo hacan congestos simblicos. El problema, entodo caso, era su autoridad. Por esolos judos le preguntaron a Jess:Qu signos nos muestras paraobrar as? (Jn 2, 18); demustranosque actas verdaderamente en nom-bre de Dios.

    La expulsin de los mercaderesdel templo tambin se ha interpreta-do en sentido poltico revoluciona-rio, colocando a Jess en la lnea delmovimiento de los zelotes. Estos, dehecho, eran celosos de la ley deDios y estaban dispuestos a usar laviolencia para hacer que se cumplie-ra. En tiempos de Jess esperaban aun mesas que liberase a Israel deldominio de los romanos. Pero Jessdecepcion estas expectativas, por loque algunos discpulos lo abandona-ron, y Judas Iscariote incluso lo trai-cion. En realidad, es imposible in-terpretar a Jess como violento: laviolencia es contraria al reino deDios, es un instrumento del anticris-to. La violencia nunca sirve a la hu-manidad, ms an, la deshumaniza.

    Escuchemos entonces las palabrasque Jess dijo al realizar ese gesto:Quitad esto de aqu: no convirtisen un mercado la casa de mi Padre(Jn 2, 16). Sus discpulos se acorda-ron entonces de lo que est escritoen un Salmo: El celo de tu casa medevora (69, 10). Este Salmo es unainvocacin de ayuda en una situa-cin de extremo peligro a causa delodio de los enemigos: la situacin

    que Jess vivir en su pasin. El ce-lo por el Padre y por su casa lo lle-var hasta la cruz: el suyo es el celodel amor que paga en carne propia,no el que querra servir a Dios me-diante la violencia. De hecho, el

    signo que Jess dar como pruebade su autoridad ser precisamente sumuerte y resurreccin. Destruid es-te templo dijo, y en tres das lolevantar. Y san Juan observa: l

    hablaba del templo de su cuerpo(Jn 2, 19. 21). Con la Pascua de Je-ss se inicia un nuevo culto, el cultodel amor, y un nuevo templo que esl mismo, Cristo resucitado, por el

    cual cada creyente puede adDios Padre en espritu y v(Jn 4, 23). Queridos amigos, eritu Santo comenz a construnuevo templo en el seno de

    gen Mara. Por su intercesinmos que cada cristiano sea pieva de este edificio espiritual.

    Despus de la plegaria marianaBenedicto XVI lanz un apremiallamamiento a la comunidadinternacional por la poblacin dMadagascar que, azotada por latormenta tropical Irina la seman

    pasada, llora al menos a setentamuertos, numerosos desaparecidoms de 70.000 damnificados.

    Mi pensamiento se dirige ado a la querida poblacin degascar, que recientemente se hafectada por violentas calamnaturales, con graves daospersonas, a las estructuras ycultivos. A la vez que aseguoracin por las vctimas y pormilias ms probadas, espero yto la generosa ayuda de la codad internacional.

    Investigacin del Instituto de anlisis poltico-sociales Pew Research de Washingto

    La mitad de los emigrantes son cristianEl enorme crecimiento de los flujos migratorios de uncontinente a otro representa uno de los fenmenos msinteresantes y estudiados de inicios del siglo XXI. Se-gn una investigacin reciente, realizada por el Institu-to independiente de anlisis poltico-sociales Pew Re-search con sede en Washington casi la mitad delos emigrantes en el mundo son cristianos, mientrasque ms de un cuarto son de religin musulmana. Se

    trata de una investigacin que tiene como referenciatemporal el ao 2010 y en la que se confrontan datosbasados en varios estudios sobre inmigracin. En ella,de modo particular, se define a los emigrantes comoquienes viven desde hace ms de un ao en un pasque no es aquel en el que nacieron.

    Desde 1960 observan los investigadores el nmerode emigrantes casi se ha triplicado, alcanzando en elao 2010 la cifra de 214 millones. De estos, se subraya,106 millones eran cristianos (49%) mientras que ms de60 millones (el 27%) eran musulmanes. Mxico, Rusiay Ucrania son las principales naciones de las que hanemigrado los cristianos. Por lo que atae, en cambio, alos pases de destino, ocupa el primer puesto EstadosUnidos, que ha acogido a un inmigrante de cada cin-co. Con porcentajes muy inferiores figuran luego losfieles de otras religiones: en 2010 once millones de emi-grantes (el 5%) eran hindes, siete millones (el 3%) bu-distas y poco ms de tres millones y medio (menos del2%) judos.

    Segn el Pew Research, el anlisis, titulado La fe

    en movimiento, refleja aproximadamente la situacingeneral por lo que se refiere a la consistencia de la po-blacin cristiana en el mundo: de hecho, mientras queen el mundo una de cada tres personas es cristiana, enel caso de los inmigrantes la relacin es una de cadados. Como se ha dicho, Estados Unidos y Amrica del

    Norte son quienes han acogido, en el ao analizmayor nmero de inmigrantes (43 millones);Europa, Australia y pases rabes. Despus de EUnidos, las naciones con mayores porcentajes deda de inmigrantes son Rusia y Alemania (condiez millones cada una). Mxico es el pas con cin emigrante ms numerosa (trece millones),su mayora elige como meta precisamente Estado

    dos. Arabia Saud es, en cambio, el destino de incin privilegiada de musulmanes, seguida por Alemania y Francia. India e Israel, por ltimo,destinos principales respectivamente para hindedos de otras naciones. Por lo dems, en el anlPew Research, se pone de relieve que Europtrariamente a lo que se cree, resulta meta de ecin ms para cristianos que para musulmanes.

    En un precedente estudio del Pew Researhaba destacado otro fenmeno: la distribucinpoblacin cristiana en el mundo ha ido cambiantablemente en el tiempo. En efecto, los cristialos diferentes pases son 2,18 millardos, casi unde la poblacin mundial (6,9 millardos) perosencia se ha ido desplazando de Europa a Amfrica y a Asia. El nmero de cristianos en los cien aos prcticamente se ha cuadruplicado. Seya en particular el hecho de que el continente eya no es la regin donde se encuentra el mayor nde cristianos. En 1910, el 66,3% de los fieles deversas confesiones cristianas se encontraba en Eel 27,1% en Amrica y, con porcentajes menootras reas geogrficas. En 2010 la situacin ha cdo completamente: el 25,9% de los cristianos presente en Europa, el 36,8% en Amrica y el 23el frica subsahariana.

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    3/16

    nmero 12, domingo 18 de marzo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

    Benedicto XVI a los participantes en el curso de la Penitenciara apostlica sobre el fuero interno

    La nueva evangelizacinparte tambin del confesionario

    Presbteros ordenados y ordenandos de 252 dicesis; proceden de 53 naciones delos cinco continentes; 37 son las rdenes, institutos de vida consagrada y

    sociedades de vida apostlica presentes en este grupo, en el que adems se cuentan

    representantes de los penitenciarios de las cuatro baslicas papales de Roma. Setrata de los participantes en el Curso sobre el fuero interno que cada aoorganiza la Penitenciara apostlica a quienes recibi Benedicto XVI, en el aulaPablo VI , el 9 de marzo (ltima de las cinco jornadas de estudio) indicndoles,en su discurso, que la nueva evangelizacin parte tambin del confesionario.

    Desde hace 23 aos la Penitenciara apostlica promueve este momento anual deprofundizacin en el sacramento de la Penitencia. En su saludo al Pontfice, elcardenal Manuel Monteiro de Castro, penitenciario mayor, expres en nombre delos presentes el convencimiento de que la valoracin del ministerio de laConfesin depende en gran medida de los sacerdotes y de su consciencia de serdepositarios de un ministerio precioso e insustituible. Publicamos el discurso que

    pronunci Benedicto XVI.

    Queridos amigos:

    Me alegra mucho tener este en-cuentro con vosotros con ocasin delcurso anual sobre el fuero interno,que organiza la Penitenciara apost-lica. Dirijo un cordial saludo al car-denal Manuel Monteiro de Castro,penitenciario mayor, quien como tal,por primera vez, ha presidido vues-tras sesiones de estudio, y le doy lasgracias por las cordiales expresionesque ha querido manifestarme. Salu-do tambin a monseor GianfrancoGirotti, regente, al personal de laPenitenciara y a cada uno de voso-tros, que, con vuestra presencia, re-cordis a todos la importancia quetiene para la vida de fe el sacramen-to de la Reconciliacin, evidencian-do tanto la necesidad permanente deuna adecuada preparacin teolgica,espiritual y cannica para poder serconfesores, como, sobre todo, el vn-culo constitutivo entre celebracinsacramental y anuncio del Evange-lio.

    Los sacramentos y el anuncio dela Palabra, en efecto, jams se debenconcebir separadamente; al contra-

    que la nueva evangelizacin saca lin-fa vital de la santidad de los hijos dela Iglesia, del camino cotidiano deconversin personal y comunitariapara conformarse cada vez ms pro-fundamente a Cristo. Y existe unvnculo estrecho entre santidad y sa-cramento de la Reconciliacin, testi-

    moniado por todos los santos de lahistoria. La conversin real del cora-zn, que es abrirse a la accin trans-formadora y renovadora de Dios, esel motor de toda reforma y se tra-duce en una verdadera fuerza evan-gelizadora. En la Confesin el peca-dor arrepentido, por la accin gra-tuita de la misericordia divina, es justificado, perdonado y santificado;abandona el hombre viejo para re-vest irse del hombre nuevo. Sloquien se ha dejado renovar profun-damente por la gracia divina puedellevar en s mismo, y por lo tantoanunciar, la novedad del Evangelio.El beato Juan Pablo II, en la cartaapostlica Novo millennio ineunte,afirmaba: Deseo pedir, adems,una renovada valenta pastoral paraque la pedagoga cotidiana de la co-

    descubran tambin a travs del sa-cramento de la Penitencia (ib.).

    En una poca de emergencia edu-

    cativa, en la que el relativismo poneen discusin la posibilidad misma deuna educacin entendida como in-troduccin progresiva al conocimien-to de la verdad, al sentido profundode la realidad, por ello como intro-duccin progresiva a la relacin conla Verdad que es Dios, los cristianosestn llamados a anunciar con vigorla posibilidad del encuentro entre elhombre de hoy y Jesucristo, enquien Dios se ha hecho tan cercanoque se le puede ver y escuchar. Enesta perspectiva, el sacramento de laReconciliacin, que parte de una mi-rada a la condicin existencial pro-pia y concreta, ayuda de modo sin-gular a esa apertura del coraznque permite dirigir la mirada a Diospara que entre en la vida. La certezade que l est cerca y en su miseri-

    cordia espera al hombre, tambin alque est en pecado, para sanar susenfermedades con la gracia del sa-cramento de la Reconciliacin, essiempre una luz de esperanza para elmundo.

    Queridos sacerdotes y queridosdiconos que os preparis para elpresbiterado: en la administracin deeste sacramento se os da o se os da-r la posibilidad de ser instrumentosde un encuentro siempre renovadode los hombres con Dios. Quienesse dirijan a vosotros, precisamentepor su condicin de pecadores, ex-perimentarn en s mismos un deseoprofundo: deseo de cambio, peticinde misericordia y, en definitiva, de-seo de que vuelva a tener lugar, atravs del sacramento, el encuentro yel abrazo con Cristo. Seris por ello

    Benedicto XVI accede a un confesien la baslica vaticana

    administrar el sacrade la Reconciliacin a algunos j

    durante la liturgia peni(el 13 de mayo de 2008) en prepa

    de la XXIIIJornada mundial de la ju

    horizonte. La nueva evangelizaentonces, parte tambin del csionario. O sea, parte del misteencuentro entre el inagotablerrogante del hombre, signo en Misterio creador, y la misericde Dios, nica respuesta adecuala necesidad humana de infinitla celebracin del sacramento dReconciliacin es as, si en ellfieles experimentan realmente lasericordia que Jess de Nazaretor y Cristo, nos ha donado, ences se convertirn en testigos crede esa santidad, que es la finade la nueva evangelizacin.

    Todo esto, queridos amigos, verdad para los fieles laicos, adre todava mayor relevancia par

    rio, Jess afirma que elanuncio del reino de Dioses el objetivo de su mi-sin; pero este anuncio noes slo un discurso, sinoque incluye, al mismotiempo, su mismo actuar;los signos, los milagrosque Jess realiza indicanque el Reino viene comorealidad presente y quecoincide en ltima instan-cia con su persona, con eldon de s mismo (). Elsacerdote representa aCristo, al Enviado del Pa-dre, contina su misin,mediante la palabra y elsacramento, en esta to-talidad de cuerpo y alma,de signo y palabra (Au-

    diencia general, 5 de ma-yo de 2010; LO s s e r v a t o reRomano, edicin en len-gua espaola, 9 de mayo

    da uno de nosotroministro del sacramde la Reconciliacin bora en la nueva evanzacin renovando l mo, el primero, laciencia del propio senitente y de la necede acercarse al perdcramental, a fin de qrenueve el encuentroCristo que, iniciadoel Bautismo, ha haen el sacramento delden una configuracipecfica y definitiva. es mi deseo parauno de vosotros: qunovedad de Cristosiempre el centro y lzn de vuestra exist

    sacerdotal, para que qse encuentre con vospueda proclamar, a tde vuestro ministerio

    de 2010, pp. 15-16). Precisamente es-ta totalidad, que hunde sus races enel misterio mismo de la Encarnacin,nos sugiere que la celebracin delsacramento de la Reconciliacin esella misma anuncio y por eso cami-no que hay que recorrer para la obrade la nueva evangelizacin.

    En qu sentido la Confesin sa-cramental es camino para la nue-va evangelizacin? Ante todo por-

    munidad cristiana sepa proponer demanera convincente y eficaz la prc-tica del sacramento de la Reconcilia-cin (n. 37). Quiero subrayar estellamamiento, sabiendo que la nuevaevangelizacin debe dar a conocer alhombre de nuestro tiempo el rostrode Cristo como mysterium pietatis,en el que Dios nos muestra su cora-zn misericordioso y nos reconciliaplenamente consigo. Este es el rostrode Cristo que es preciso hacer que

    colaboradores y protagonistas demuchos posibles nuevos comien-zos, tantos cuantos sean los peni-tentes que se os acerquen; teniendopresente que el autntico significadode cada novedad no consiste tan-to en el abandono o en la supresindel pasado, sino en acoger a Cristo yabrirse a su presencia, siempre nuevay siempre capaz de transformar, deiluminar todas las zonas de sombray de abrir continuamente un nuevo

    mo Andrs y Juan: Hemos entrado al Mesas (Jn 1, 41). Deforma cada confesin, de la quda cristiano saldr renovado, rsentar un paso adelante de la nevangelizacin. Que Mara, Mde misericordia, Refugio de ntros, pecadores, y Estrella de lava evangelizacin acompae nucamino. Os doy las gracias dezn y de buen grado os impartbendicin apostlica.

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    4/16

    pgina 4 LOSSERVATORE ROMANO domingo 18 de marzo de 2012, nm

    El arzobispo de Dublnsobre el Congreso eucarstico internacional

    Campanadasde renovacinpara la Iglesia

    en Irlanda

    SIGUE ENLA P

    San Patricio, patrono de Irlanda

    MARIO PONZI

    No ser un acontecimiento aislado, sino un mo-mento de gracia, sobre todo para un catolicismoque est tratando de renovarse despus de untiempo difcil y, en muchos aspectos, dramtico. As quiere vivir la Iglesia que est en Irlanda lacelebracin del 50 Congreso eucarstico interna-

    cional, que tendr lugar en Dubln, del 10 al 17del prximo mes de junio, sobre el tema La Eu-carista: comunin con Cristo y entre nosotros.

    Nuestra comunidad dice el arzobispo deDubln Diarmuid Martin en la entrevista concedi-da a nuestro peridico est herida, entristecidapor los sufrimientos que an hoy soportan losmenores vctimas de abusos, y por los de sus fa-miliares. Pero tambin es una Iglesia que ha em-prendido decididamente el camino de la renova-cin ms profunda, siguiendo las directrices traza-das por Benedicto XVI en su carta a los obisposde nuestro pas. Y el Congreso eucarstico que es-tamos preparando constituye un elemento funda-mental de este camino. Por eso, lo vivimos comoun acontecimiento destinado a prolongarse en eltiempo para nosotros, precisamente porque el he-cho de reunirnos todos juntos en torno a la Euca-rista para redescubrir el sentido de nuestra comu-nin con Jess y entre nosotros, representa el n-cleo central de la renovacin de la Iglesia que es-

    t en Irlanda. Despus de ochenta aos Irlanda acoge de nuevo unCongreso eucarstico internacional. El de 1932 coinci-di con un perodo de profundas divisiones, debidasen gran parte a las consecuencias de una guerra civilque haba dividido en dos el pas. Divisiones que,aunque ya haban pasado diez aos, persistan an. Encuentra analogas entre los dos acontecimientos?

    Ciertamente, tambin el Congreso eucarsticointernacional celebrado en 1932 fue un gran acon-tecimiento. Se realiz en las formas tradicionalespropias de ese tiempo, con grandes procesionespor las calles de la ciudad, con una gran partici-pacin de multitudes. El que estamos a punto decelebrar no ser as, en el sentido de que se cuida-r mucho ms la sustancia, es decir, el contenidoms que la forma. Pero yo no creo que estas seanlas analogas. Efectivamente, aquel primer congre-so tuvo lugar en un momento muy difcil para el

    pas. El arzobispo de Dubln de entonces se habaesforzado muchsimo por evitar la guerra civil quesacudi al pas de 1920 a 1922. Era consciente delos desastres que iba a comportar y no slo en elaspecto material. No tuvo xito en su empeo.Preocupado por la persistencia de las divisionesdiez aos despus del fin del conflicto, pens quela organizacin y la participacin en un aconteci-miento como el Congreso eucarstico seran unaocasin propicia para unir a las dos almas de Ir-landa que se oponan entre s y para llevarlas a lareconciliacin. Pues bien, yo creo que el prximoCongreso tendr los mismos efectos. Ver a loscatlicos irlandeses dejar de lado sus contrastes ydivisiones causados por uno de los perodos msdolorosos de la historia de nuestra Iglesia, a finde colaborar juntos en la realizacin de un acon-tecimiento que yo considero fundamental para re-descubrir la necesidad de avanzar juntos por elcamino de la reconstruccin.

    Qu reacciones ha suscitado la noticia de la celebra-cin del Congreso en Dubln justamente despus deun momento tan difcil?

    Al inicio se recibi con cierto escepticismo.Muchos pensaron que queramos hacer que laIglesia retrocediera en el tiempo para no mirar alpresente. Pero con el paso de los das, y sobre to-do gracias a la enseanza de obispos y sacerdotessobre el autntico significado de esta nueva con-vocatoria en torno a la Eucarista, el inters au-menta y tambin los medios de comunicacin na-cionales prestan atencin a lo que ahora se defineun gran acontecimiento. Dira que el cinismocon que se haba recibido el anuncio, poco a po-co est dando lugar a la percepcin de la impor-

    tancia de este acontecimiento, no slo para laIglesia sino tambin para todo el pas.

    Ha aludido usted al camino de renovacin emprendi-do por la Iglesia que est en Irlanda. Qu camino se ha elegido y de qu modo podr ayudar el Congre-so?

    Naturalmente, el camino emprendido sigue lospasos indicados por Benedicto XVI en la carta di-r igida a los obispos del pas el 19 de marzo de2010. La idea que nos gua es la de convocar a to-das las fuerzas vivas de la Iglesia en torno a laEucarista para redescubrir el sentido de nuestracomunin. As pues, el Congreso es la ocasinpropicia para hacer explcita la convocatoria ytambin para verificar la respuesta de los fieles.Por este motivo, por poner un ejemplo, he queri-do que la idea de la convocatoria para el Congre-so se expresara mediante la peregrinacin por elpas de una pequea campana, que el Papa ben-dijo durante la audiencia general del pasado mir-coles 14 de marzo. Proviene de una iglesita de-rrumbada. Nos la regalaron para que no se per-diera. Y hemos pensado llevarla en peregrinacinpor todo el pas precisamente para convocar a losfieles a un acontecimiento fundamental para la vi-da nueva de nuestra comunidad. Y no slo eso;adems, hemos hecho que peregrine tambin en-tre los anglicanos y las dems comunidades cris-tianas. La campana es el smbolo por excelenciade la convocatoria a la oracin.

    En efecto, queremos convocar a los fieles aorar. La oracin es el vitico necesario para la re-novacin pastoral y espiritual, sobre todo despusde las dificultades causadas por los escndalosque se han producido.

    Para una sociedad cada vez ms atrada por corrien-tes laicistas, cree usted que basta la invitacin a laoracin para recuperar la imagen y la credibilidadtan deterioradas?

    Indudablemente, Irlanda, como muchos otrospases, est atravesada por una peligrosa corrientelaicista, y en algunos casos incluso anticlerical.Por lo dems, es una cultura que est en fase decambio, prescindiendo de los acontecimientos, y

    tambin la Iglesia se ve envuelta en este caAs pues, no cabe duda de que debemos busrenovacin, sobre todo la renovacin espiripor consiguiente, pastoral. Y la oracin nosfuerza necesaria para hacerla. Con todo, edente que no podemos limitarnos a esto; es so traducir la oracin y la pastoral misma echos concretos. Como ya le he dicho, nos es

    moviendo, como Iglesia, segn las indicacsurgidas a partir de la visita apostlica y codas en la relacin final, que por lo dems blicar dentro de poco tiempo, y segn lasrencias hechas al Episcopado por el Papa men su carta.

    Por ejemplo?

    El primer compromiso se refiere a la formde los futuros sacerdotes. Por tanto, al semiHay nuevas normas para la admisin de lodidatos, ms rgidas, y confieren ms podlos rectores. Se trata, sobre todo, de norientadas no slo a una rigurosa seleccintativa de los aspirantes al sacerdocio, sinobin a la calidad de la enseanza que se lparte, y por consiguiente a la calidad de qensean. Y sobre esto hay una densa red dtrol. En lo que atae a las diversas dicesis, dirigido a todos los obispos la invitacin a y reforzar las normas para la proteccin deos en todas las actividades de la Iglesia. creado una comisin nacional que controla,dos los niveles, que se respeten las normahace mediante verificaciones peridicas, pmadas y estructuradas en cada dicesis. Amo, se ha establecido la obligacin de verificcualidades morales de toda persona destinun trabajo pastoral con nios. La verificacrealiza tambin a travs de una colaboracipecfica con los cuerpos de polica.

    Sin embargo, lo que ms deseo subrayar eno se trata de procesos o de medidas aisladdo entra en un nico proyecto de renovacitoral, que abarca todos los campos de actde la Iglesia y no est vinculado slo a sitnes contingentes, como son precisamente lcndalos que nos han turbado. En este sevivimos tambin el Congreso eucarstico parte integrante de este proyecto. Al estar cdo en la Eucarista, llama perfectamente lacin sobre lo que constituye el punto central

    renovacin actual, es decir, la Eucarista.

    En todo este proceso, qu lugar ocupan los mvctimas de los abusos y sus familias?

    Constituyen una herida difcil de cicatriel corazn de una Iglesia entristecida por lfrimientos que deben soportar todava hoy personas. Estamos poniendo el mximo empara devolverles serenidad, para obtener edn necesario a fin de reconstruir un vncullado. En cada dicesis se ha instituido un cde asistencia dedicado a ellos; en cada parrhay centros de acogida, de escucha, de apoquienes se dirigen a estos centros se les acercana y asistencia inmediata, de cualquier

    Puede poner un ejemplo?

    La peticin ms frecuente es la de ayudasuperar el trauma sufrido. En un plazo mde veinte das se pone a su disposicin un

    logo, de forma gratuita. Actuando de otra ra, el acceso a un servicio de este tipo requmenos un ao. Luego comienza el trabaacompaamiento y de compartir todo el cque se quiera y se deba realizar juntamente.

    Cuntos se han dirigido a la Iglesia hasta hoque se les ayude en este sentido?

    Es difcil dar cifras, sobre todo porque essario salvaguardar el anonimato. Pero yo cmenos de acuerdo con las noticias que mllegado, que se trata de varios centenares dsonas.

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    5/16

    nmero 12, domingo 18 de marzo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    Discurso del Papa a un grupo de obispos de la Conferencia episcopal de Estados Unidos en visita ad limina

    Defensa razonada del matrimonio cristian

    Marc Chagall, Prometidos (1956-1962)

    sexuales no pueden considerarseirrelevantes para la definicin delmatrimonio. Defender la institucindel matrimonio como realidad sociales, en resumidas cuentas, una cues-tin de justicia, pues implica la de-fensa del bien de toda la comunidadhumana, as como de los derechosde los padres y de los hijos.

    En nuestras conversaciones, algu-nos habis sealado con preocupa-cin las crecientes dificultades quese encuentran para transmitir la doc-trina de la Iglesia sobre el matrimo-nio y la familia en su integridad, y ladisminucin del nmero de jvenesque se acercan al sacramento delmatrimonio. Ciertamente, debemosreconocer algunas deficiencias en lacatequesis de los ltimos decenios,que a veces no ha logrado comuni-car la rica herencia de la doctrina ca-tlica sobre el matrimonio como ins-titucin natural elevada por Cristo ala dignidad de sacramento, la voca-cin de los esposos cristianos en lasociedad y en la Iglesia, y la prcticade la castidad conyugal. A esta doc-trina, reafirmada con creciente clari-dad por el magisterio posconciliar ypresentada de modo completo tanto

    en el Catecismo de la Iglesia catlicacomo en el Compendio de la doctrina social de la Iglesia, se le debe resti-tuir su lugar en la predicacin y enla enseanza catequstica.

    Es urgente y necesario revisar los programas de preparacin para elmatrimonio con el fin de ayudar sobretodo a los jvenes que, por lo dems, parecen no caer en la cuenta de que la

    prctica de la cohabitacin es un pecado grave a redescubrir elautntico sentido del matrimonio entreun hombre y una mujer. Lo dijo elPapa a los obispos de las regiones VII,VIIIy IX de la Conferencia episcopalde Estados Unidos, a los que recibi enaudiencia el viernes 9 de marzo, por lamaana, con ocasin de su visita adlimina.

    Queridos hermanos en el episcopa-do:

    Os saludo a todos con afecto fra-terno con ocasin de vuestra visitaad limina Apostolorum. Como sabis,este ao deseo reflexionar con voso-tros sobre algunos aspectos de laevangelizacin de la cultura estadou-nidense a la luz de los desafos inte-lectuales y ticos del momento pre-sente.

    En los encuentros anteriores reco-noc nuestra preocupacin por lasamenazas contra la libertad de con-ciencia, de religin y de culto que espreciso afrontar con urgencia paraque todos los hombres y mujeres defe, y las instituciones que animan,puedan actuar de acuerdo con susconvicciones morales ms profundas.En esta ocasin quiero hablar deotra cuestin grave que me expusis-teis durante mi visita pastoral a Es-tados Unidos, es decir, la crisis ac-tual del matrimonio y de la familia,y ms en general de la visin cristia-na de la sexualidad humana. De he-cho, resulta cada vez ms evidenteque un menor aprecio de la indiso-lubilidad del pacto matrimonial y elrechazo generalizado de una ticasexual responsable y madura, funda-

    da en la prctica de la castidad, hanllevado a graves problemas socialesque conllevan un coste humano yeconmico inmenso.

    Sin embargo, como afirm el bea-ra sostener a las familias y paraayudar a quienes se encuentranen situaciones matrimoniales di-fciles, especialmente a las per-sonas divorciadas y separadas, alos padres solos, a las madresadolescentes y a las mujeresque piensan en el aborto, ascomo a los nios que sufren losefectos trgicos de la desinte-gracin familiar.

    En este gran compromisopastoral es urgentemente nece-sario que toda la comunidadcristiana vuelva a apreciar lavirtud de la castidad. Es precisosubrayar la funcin integradoray liberadora de esta virtud (cf.Catecismo de la Iglesia catlica,nn. 2338-2343) con una forma-cin del corazn que presentela comprensin cristiana de lasexualidad como una fuente delibertad autntica, de felicidady de realizacin de nuestra vo-cacin humana fundamental einnata al amor. No se trata slode presentar argumentos, sinotambin de apelar a una visinintegral, coherente y edificantede la sexualidad humana. La ri-queza de esta visin es ms sa-na y atractiva que las ideologas

    permisivas que algunos amexaltan; estas ideologas, deconstituyen una forma podedestructiva de anti-catequesilos jvenes.

    Los jvenes necesitan condoctrina de la Iglesia en su idad, aunque pueda resultar avaya a contracorriente de la cY, lo que es ms importante a

    cesitan verla encarnada en manios fieles que den un testconvincente de su verdad. Tes necesario sostenerlos mienesfuerzan por tomar decisiobias en un tiempo difci l y cde su vida. La castidad, comrecuerda el Catecismo, implicaprendizaje del dominio de es una pedagoga de la libertmana (n. 2339). En una soque tiende cada vez ms a mpretar e incluso a ridiculizar mensin esencial de la doctrintiana, es necesario asegurar a venes que quien deja entrar to no pierde nada, nada, abmente nada de lo que hace libre, bella y grande ( Homilmisa de inauguracin del pon24 de abri l de 2005: LO s s e

    Romano, edicin en lengua esp29 de abril de 2005, p. 7).Quiero concluir recordand

    en el fondo, todos nuestros esen este mbito estn orientabien de los nios, que tienenrecho fundamental de creceuna sana comprensin de la sdad y del lugar que le correen las relaciones humanas. Loson el tesoro ms grande y elde toda sociedad: preocupardaderamente por ellos significnocer nuestra responsabilidadsear, defender y vivir las vmorales que son la clave de lzacin humana. Albergo la esza de que la Iglesia en Estadodos, aunque se haya visto por los acontecimientos de ladcada, persevere en su misi

    trica de educar a los jvenecontribuir a la consolidacinsana vida familiar que es la gms segura de la solidaridad ineracional y de la salud de ladad en su conjunto.

    Os encomiendo ahora a vosa vuestros hermanos en el epdo, junto al rebao que ha sidfiado a vuestra solicitud pastla amorosa intercesin de la SFamilia de Jess, Mara y Josdos os imparto de buen grabendicin apostlica como de sabidura, fortaleza y pazS e o r.

    En la prctica, es necesario revisaratentamente los programas de prepa-racin para el matrimonio a fin degarantizar que se concentren ms ensu componente catequstico y en lapresentacin de las responsabilida-des sociales y eclesiales que implicael matrimonio cristiano. En este con-texto no podemos ignorar el graveproblema pastoral constituido por la

    generalizada prctica de la cohabita-cin, a menudo por parte de parejasque parecen inconscientes de que esun pecado grave, por no decir querepresenta un dao para la estabili-dad de la sociedad. Animo vuestrosesfuerzos para desarrollar normaspastorales y litrgicas claras con vis-tas a una celebracin digna del ma-trimonio, que constituyan un testi-monio inequvoco de las exigenciasobjetivas de la moralidad cristiana,mostrando al mismo tiempo sensibi-lidad y solicitud por los matrimoniosjvenes.

    Aqu deseo expresar tambin miaprecio por los programas pastoralesque estis impulsando en vuestrasdicesis y, en especial, por la clara yautorizada presentacin de la doctri-na de la Iglesia en vuestra Carta de2009 Marriage: Love and Life in the

    Divine Plan (Matrimonio: amor yvida en el plan divino). Apreciotambin lo que vuestras parroquias,vuestras escuelas y vuestras institu-ciones caritativas hacen cada da pa-

    to Juan Pablo II, el futuro de lahumanidad se fragua en la fa-milia (cf. Familiaris consortio,86). De hecho, el bien que laIglesia y toda la sociedad espe-ran del matrimonio y de la fa-milia fundada en l es demasia-do grande como para no ocu-parse a fondo de este mbitopastoral especfico. Matrimonioy familia son instituciones quedeben ser promovidas y prote-gidas de cualquier equvoco po-sible sobre su autntica verdad,porque el dao que se les haceprovoca de hecho una herida ala convivencia humana comotal (Sacramentum caritatis, 29).

    A este propsito, convienemencionar en particular las po-derosas corrientes polticas yculturales que tratan de alterarla definicin legal del matrimo-nio. El esmerado esfuerzo de laIglesia por resistir a estas pre-siones exige una defensa razo-nada del matrimonio como ins-titucin natural constituida poruna comunin especfica depersonas, fundamentalmentearraigada en la complementarie-dad de los sexos y orientada ala procreacin. Las diferencias

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    6/16

    pgina 6 LOSSERVATORE ROMANO domingo 18 de marzo de 2012, nme

    En el bicentenario de la independencia de los pases latinoamricanos

    Ese gran lugar de esperanzaentre dos ocanos

    MARCELO SNCHEZ SOROND O

    En el bicentenario, Amrica Latina

    se encuentra realmente en una en-crucijada y frente a un reto polticoy social decisivos: los das por venirpueden muy bien determinar si elcontinente cae de nuevo en los tiem-pos tristes del pasado catico delcaudillismo, o bien encuentra unanueva madurez como para empren-der su propio camino hacia el creci-miento y la estabilidad. Hay signossin embargo prometedores. Resultaque, como lo ha sealado el recientepremio Nobel Vargas Llosa, la extre-ma izquierda del continente se estacercando a una consideracin de la justicia como equidad y la extremaderecha empieza a comprender queel tema de la justicia no lo inventni el comunismo ni el socialismo nitanto menos la teologa de la libera-cin, sino que es central para el de-

    sarrollo de una nacin, como ya lodecan Platn y Aristteles, seguidospor san Agustn y santo Toms.

    El ltimo reto de la agenda quepropone Carriquiry toca el gran te-ma del cristianismo y de la reservano actuada de las races cristianas enla regin. La mayora de la pobla-cin latinoamericana profesa el cris-tianismo, principalmente el cristia-nismo catlico. Aparte de este, elcristianismo protestante se profesade forma minoritaria (aunque influ-

    por sus tradiciones, muchas de lascuales precedentes a la evangeliza-cin, segn el principio, gratia sup-

    ponit naturam et perficit eam.La Iglesia catlica tambin esconsciente de que, a travs de su fe,conoce la verdad universal sobre elhombre y de que, por consiguiente,tiene el deber de intervenir en favorde los valores vlidos para el hom-bre en cuanto tal, independiente-mente de las diferentes culturas.Distingue entre la especificidad desu fe y las verdades universales de larazn, a las que las ms veces la feabre los ojos y a las que el hombreen cuanto hombre puede acceder in-cluso prescindiendo de esta fe, talescomo la existencia de Dios, la in-mortalidad del alma, la nocin depersona humana, la centralidad de la

    diado las exigencias relevantes de lasciencias naturales y humanas, ofre-ciendo conclusiones a la luz de la ra-

    zn cientfica, filosfica y teolgica,que bien pueden ser tiles para inte-grar el programa de la nueva evan-gelizacin, propuesto por el beato Juan Pablo II para Amrica Latina ytoda la Iglesia, y desarrollado porBenedicto XVI, tanto ms en el con-texto del bicentenario. Ciertamentede esto nos hablar Su Santidad ensu prximo viaje a Mxico y Cuba.

    Por lo que atae al bicentenariode relaciones cordiales entre Lati-noamrica, la Iglesia catlica y laSanta Sede, podemos constatar enconjunto muchos buenos resultados.Es un bien que la Iglesia catlicatenga en Latinoamrica, en general,excepcionales posibilidades de ac-

    SIGUE ENLA P

    El compromiso global exige que

    Latinoamrica proteja y promueva sureserva de rico patrimonio de valoreshumanos y cristianos

    cin y desarrollo, que pueda anun-ciar el Evangelio libremente y puedaayudar a las personas en el mbitode numerosas instituciones caritati-vas y sociales. No se puede decirque en Latinoamrica haya senti-

    cuelas catlicas, y a las instituccatlicas en mbito caritativo, obra contribuye, en definitivbien de todos los ciudadanos. Clo evidencia Guzmn Carriquiryadems otros frutos cristianos gados profundamente en los pude Latinoamrica que ni siquierdo cancelar la anarqua de lapendencia, caracterizados por etalidad ascendente (que todavamira a los europeos) tales comovisin cristiana del mundo, la alde la esperanza en la dificultadcapacidad de sacrificio, la genedad sobre las modernas formaegosmo, la hospitalidad fraternreligin popular, la devocin Madre del Salvador, la reconcualidad de la mujer criolla, laportancia decisiva de la familims de las veces alargada (caparesolver los problemas sociales vejez y de la juventud a la edel trabajo, que los Estados siedejan pendientes), la natalidadcunda.

    Es necesario afirmar que AmLatina ha recorrido un largo t

    de desarrollo durante estos dostos aos de independencia, ctambin es implcitamente recodo por los pases desarrolladosinvitan a algunos de sus represetes a los encuentros globalesahora llamado G-20. Este ncompromiso global exige quenoamrica proteja y promuevareserva mundial de rico patrimde valores humanos y cristianopensamos que el escenario deldo se ha ido desplazando progvamente del Mediterrneo (mare

    familia, etctera. Afortuna-damente, un patrimoniofundamental de todos losvalores humanos universa-les se convirti en derechopositivo en muchas Cons-tituciones en base al dere-cho de gentes profunda-mente arraigado en Amri-

    yente) en pases comoBrasil, Chile, Costa Ri-ca, Mxico, Guatemalay Puerto Rico (en esteltimo, la poblacinque profesa el protes-tantismo se equipara ca-si con los que profesan

    el catolicismo). Refle-xionando sobre qu ser-vicio pueden ofrecer laIglesia catlica y laSanta Sede en una so-ciedad pluralista, comoes hoy la de Latinoam-rica en un mundo cre-cientemente globaliza-do, se puede decir lo si-guiente. Muchos con-temporneos consideranque el influjo del cris-tianismo, as como deotras religiones, consiste

    mientos de cristianofo-bia, como estn sur-giendo en otras reasgeogrficas. Por el con-trario, hay que consta-tar el apoyo concretoque dan a esta obracristiana las institucio-

    nes municipales, nacio-nales, regionales e inte-rregionales. Entre losnumerosos resultadosde una colaboracinpositiva y bicentenariaentre los Estados y laIglesia catlica, se pue-de destacar por ejemplola tutela de los derechosde la Iglesia por partedel derecho estatal, ascomo el apoyo ofrecidoa las universidades y es-

    en forjar una determinada cultura yun determinado estilo de vida en lasociedad. Indudablemente un grupode creyentes marca, con su praxis,ciertas pautas de vida social, que son

    adoptadas por otras personas, impri-miendo as a la sociedad un carcterespecfico. Esta idea no es errnea,pero no agota la visin que la Igle-sia catlica tiene de s misma y delser humano individual y social desti-natario de su mensaje de salvacin.Sin duda, la Iglesia es tambin unacomunidad cultural y de este modoinfluye en las sociedades donde seinstala. Sin embargo, est convenci-da de que no slo ha creado aspec-tos culturales comunes de diversasformas en los distintos pases, espe-cialmente en Latinoamrica, y deque a su vez ha sido influenciada

    versal, que se basa en su ver-dad antropolgica, y la tra-dujeron en derecho vigente.

    En el gora global, hoy co-mo ayer, se vuelve a discutir

    de los valores fundamentalesdel ser humano, en los que setrata de la dignidad del hom-bre como persona y de la ba-se de la sociedad que es la fa-milia. Aqu la Iglesia, msall del mbito de su fe, con-sidera que tiene el deber dedefender, en la totalidad denuestra sociedad, las verdadesy los valores en los que esten juego la dignidad del serhumano en cuanto tal. La Academia pontificia de cien-cias y la Academia pontificiade ciencias sociales han estu-

    trum) al Atlntico y adel Atlntico al Pacno podemos no consque Latinoamricallamada a un alto depara la difusin deltianismo y su consig

    te humanismo de ltad, democracia, ddad de la persona yfamilia. La suma dpueblos asiticos configuran el escedel Pacfico llega sun 3,1 por ciento detianos o sea a 118 mnes en un conjunto 3,8 billones, y si ncuenta Las Filipinas mos solamente un 1,3ciento de cristianos

    El 7 de marzo se presentInstituto italo-latinoamerica

    Roma el libro El bicentenala independencia de los PLatinoamericanos (Ma

    Ediciones Encuentro, 2011)traduccin al italiano

    Rubbettino, 2011). En eparticip el ministro italiano

    la cooperacin internacionaintegracin, Andrea Ric

    Publicamos extractos dintervenciones del obispo cande la Academia pontific

    ciencias sociales, monMarcelo Snchez Sorondo,

    autor de la publicacin, GuCarriquiry Lecour, secretar

    la Comisin pontificia Amrica La

    ca Latina y en las declaraciones so-bre los derechos humanos despusde la segunda guerra mundial, por-que personas iluminadas, despus delos horrores de las dictaduras y de laguerra, reconocieron su validez uni-

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    7/16

    nmero 12, domingo 18 de marzo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    Para repasar la historia y afrontar los desafos de Amrica Latina

    Ya no es el continente de las ocasiones perdidas

    Ese gran lugar de esperanza entre dos ocanos

    slo 50 millones. Es decir, un diezpor ciento de catlicos y un 82,8

    por ciento de no cristianos vive en Asia. As en el creciente escenariodel Pacfico el cristianismo es unaexigua minora entre las otras reli-giones numricamente mayores ta-les como el islam, el hinduismo, elbudismo y el confucianismo. No letocar a Latinoamrica cooperar enla evangelizacin de esa enormecantidad de poblaciones que bus-can la fe en Cristo Salvador, queconlleva por aadidura todos losbeneficios del orden cristiano? Algode eso se sugiri en el encuentro de Aparecida. Hay un hecho incontes-

    table: la regin latinoamericana datambin al Pacfico y pas la ltimaprueba de la crisis con gran xitoen parte por el comercio con losotros pases que dan al Pacfico; esemercado cada vez ms importante,aunque menos conocido, tiende aemparejar sus montos con el del Atlntico. El futuro de Amrica La-tina es prometedor si crece en lobueno de s misma de acuerdo asus grandes posibilidades. Pero elxito de Latinoamrica debe ser vis-to como una base para cimentar elprogreso humano y cristiano de suspueblos, y la difusin del cristianis-mo y su consiguiente humanismoen otras regiones minoritariamentecristianas, en lugar de como un fin

    en s mismo. De lo contrarpases que se sientan sobre sureles corren el riesgo de perdlogros que han conseguido cotos sacrificios.

    Felicitaciones sean dadas amn Carriquiry que ha tenidoteligencia y el coraje de sabeviduar los signos de nuestro ty que como profeta (esperamcuchado!) les dice a los euroromanos, donde vive por el ellamado del Papa Pablo VI, ade Latinoamrica como pocono se cierren en s mismos, qren ms de cerca la realidad tinoamrica dejando de ladoclichs ya superados por lchos.

    VIENEDE LAPGINA6

    des epopeyas de Bolvar, por elnorte, y de San Martn, por elsur, las guerras de emancipacinse transformaron en empresas depueblos, donde la dureza de loscombates, las divisiones penin-

    sulares entre liberales y servi-les, el resurgimiento del abso-lutismo peninsular y el francoapoyo del imperio ingls a losinsurgentes, fueron establecien-do y alimentando claros objeti-vos de independencia.

    Es preciso decir tambin quela revolucin hispanoamericanano fue hija natural e ideolgicade la revolucin francesa, a pe-sar de que esta lt ima fue unacontecimiento caracterstico deuna poca. Ms que la relativainfluencia del pensamiento ilus-trado francs, tuvieron repercu-

    que en gran parte haba do, fue rechazado porque tambin haba libcon su extraordinario ede los Andes, y concluexistencia solo y abanden Francia. Los sacerdotguel Hidalgo y Jos Morelos fueron ajusticiaMxico. El hroe de la ucentroamericana, Morazasesinado, y el istmo se tegr. Tambin Sucre, elteniente de Bolvar y lib

    del Alto Per, fue asesinel mismo Bolvar sufri urie infinita de persecutraiciones, atentados conpersona, difamaciones, morir tambin l en la soconsumido por la tubercLa conmemoracin del tenario nos sita ante unsobre todos los desafostareas sin resolver de nindependencia. Lo afi Jos Mart: Lo queno ha hecho, se debe ahora.

    En cierta ocasin adijo que Amrica Latina

    islas del Caribe. Cmo no recordar,adems, que el Comit de descoloni-zacin de las Naciones Unidas in-cluye una lista que va desde algunas

    islas del Caribe hasta el Atlntico ensu extremo sur.Superando viejas historiografas

    anacrnicas, es necesario aclarar, pa-ra respetar la verdad histrica, quelas primeras insurrecciones criollas ylas Juntas de autogobierno en Suda-mrica fueron la irrupcin de unsentimiento de lealtad a la monar-qua y a las tradiciones hispanas, co-mo reaccin a la abdicacin forzadade la Corona en Espaa por la inva-sin de las tropas napolenicas ypor la usurpacin del poder por par-te de Francia. Nuestras guerras deindependencia fueron, por lo menoshasta 1815, verdaderas guerras civiles,en las que la mayora de los sectorespopulares en varias regiones suda-mericanas combatieron al lado delos ejrcitos espaoles contra lo que

    perciban y teman como fronda aris-tocrtica (a excepcin de las insu-rrecciones campesinas e indgenas enMxico).

    Nuestros procesos de emancipa-cin, por lo general, no fueron rebe-liones de los pueblos oprimidos yexplotados contra la tirana del po-der colonial, sino procesos encabeza-dos por oligarquas criollas de terra-tenientes y comerciantes, y de susdoctores, que seguan sus propiosintereses polticos y econmicos. To-dava no se desarrollaba, y muchomenos estaba madura, una auto-con-ciencia nacional. Slo con las gran-

    sin en Amrica, y sobre todo en elcono sur americano, el resurgir delas tradiciones vinculadas a losf u e ro sde los pueblos a los derechos y li-

    bertades de los pueblos en la Espa-a de la Edad Media y del Renaci-miento, y a las corrientes culturalesde soberana popular y de autogo-bierno propias de la segunda esco-lstica, y que encontraban expresinsobre todo en el pensamiento deFrancisco Surez. Una influenciamenos directa la tuvo la revolucinde las 13 colonias de Amrica del

    norte, al menos como ejemplo lejanoy principio constitucional.

    Hoy, al celebrar a nuestros hroesnacionales, olvidamos que todos

    concluyeron su gesta de emancipa-cin del mismo modo: desterrados,refugiados, despreciados, persegui-dos, ajusticiados o asesinados. JosGervasio Artigas, derrotado, se refu-gi en Paraguay durante muchosaos, donde muri. Jos de SanMartn, que dej el mando unificadode los ejrcitos patriticos en manosde Bolvar, sufri continuamente laoposicin de la oligarqua del Per,

    continente de las ocasiones peHoy no podemos perder la voportunidad histrica que sofrece en una fase extraord

    mente favorable para Amricana. Desde 2003, hemos gozadproceso de crecimiento econde mayor duracin y consistenlos ltimos cincuenta aos. hace cuarenta aos se vive unso de democratizacin, aunquzonas bastante grises y con reamenazadoras, pero hemos atrs polticas de muerte que hdo la muerte de toda poltica.

    Dos de los viajes internacionales Juan PabloII. A la izquierda su a un nio de la Infancia MisioneCali (Colombia y Santa Luca dede julio de 1986). Debajo, el Pappreside la Eucarista cerca del san

    de Nuestra Seora de Suyapa (CRica, Nicaragua, Panam, El SaGuatemala, Honduras, Belice y Hdel 2 al 10 de marzo de 1983).

    sos de independencia. Esosprocesos de emancipacin enel continente americano seconcentran en los aos quevan de 1809 a 1824. Con todo,es preciso ser conscientes deque la primera independencialatinoamericana se remonta a1804 en Hait , pues el lemalibertad, fraternidad, igual-dad de la revolucin francesano se aplicaba a los esclavosnegros y mulatos liberados enla isla. En cualquier caso, hu-bo que esperar hasta 1865 parala independencia de la Rep-blica Dominicana, hasta 1898para la guerra de independen-cia de Cuba, y los ltimostreinta aos para diversas de-claraciones de independenciaen pequeas repblicas de las

    GUZMN CARRIQUIRY LECOUR

    El libro no pretende limitarse a unacrnica o elenco de los aconteci-mientos relativos a nuestro procesode independencia; ms bien, propo-

    ne criterios hermenuticos que pue-dan ofrecer algunas claves de inter-pretacin de los nexos y del signifi-cado histrico de esos acontecimien-tos. Es una sntesis con criterios de juicio que, bajo muchos aspectos,contradicen varios paradigmas y lu-gares comunes de la historiografaclsica liberal, que con frecuencia seha transformado en historiografaoficial.

    Sin embargo, conviene sealarque en los ltimos veinte aos hahabido numerosos ensayos que per-miten tener conocimiento de unahistoria ms real de nuestros proce-

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    8/16

    nmero 12, domingo 18 de marzo de 2012

    El Papa celebra las vsperas con el primado de la Comunin anglicana en San Gregor

    Compromiso y oracin por latodos los presentes dirijo mi cordial sa-ludo.

    Hemos escuchado dos pasajes de sanPablo. El primero, tomado de la segun-da carta a los Corintios, est especial-

    mente en sintona con el tiempo litrgi-co que estamos viviendo: la Cuaresma.De hecho, contiene la exhortacin del Apstol a aprovechar el momento favo-rable para acoger la gracia de Dios. Elmomento favorable es naturalmenteaquel en que Jesucristo vino a revelar-nos y donarnos el amor de Dios pornosotros, con su encarnacin, pasin,muerte y resurreccin. El da de la sal-vacin es la realidad que san Pablollama en otro lugar la plenitud de lostiempos, el momento en que Dios, alencarnarse, entra de un modo total-mente singular en el tiempo y lo llenacon su gracia. A nosotros corresponde,por consiguiente, acoger este don, quees Jess mismo: su Persona, su Palabra,su Santo Espritu. Adems, igualmenteen la primera lectura que hemos escu-chado, san Pablo nos habla tambin de

    s mismo y de su apostolado: de cmol se esfuerza por ser fiel a Dios en suministerio, para que sea verdaderamen-te eficaz y no se transforme en un obs-tculo para la fe. Estas palabras nos ha-cen pensar en san Gregorio Magno, enel testimonio luminoso que dio al pue-blo de Roma y a toda la Iglesia con unservicio irreprensible y lleno de celopor el Evangelio. Verdaderamente sepuede aplicar tambin a san Gregoriolo que san Pablo escribi de s mismo:la gracia de Dios en l no fue vana (cf.1 Co 15, 10). En realidad, este es el se-creto para la vida de cada uno de noso-tros: acoger la gracia de Dios y consen-tir con todo el corazn y con todas lasfuerzas su accin. Este es tambin elsecreto de la verdadera alegra y de lapaz profunda.

    La segunda lectura, en cambio, esttomada de la carta a los Colosenses. Sonlas palabras siempre tan conmovedo-ras por su dimensin espiritual y pasto-ral que el Apstol dirige a los miem-bros de esa comunidad para formarlossegn el Evangelio, a fin de que todolo que hagan, de palabra o de obra, lorealicen en nombre del Seor Jess(cf. Col 3, 17). Sed perfectos habadicho el Maestro a sus discpulos; yahora el Apstol exhorta a vivir segnesta alta medida de la vida cristianaque es la santidad. Puede hacerlo por-que los hermanos a los que se dirigeson elegidos de Dios, santos y ama-dos. Tambin aqu, en la base de todoest la gracia de Dios, est el don de lallamada, el misterio del encuentro conJess vivo. Pero esta gracia exige la res-puesta de los bautizados: requiere elcompromiso de revestirse de los senti-mientos de Cristo: compasin entraa-ble, bondad, humildad, mansedumbre,magnanimidad, perdn recproco y, so-bre todo, como sntesis y coronamiento,el agape, el amor que Dios nos ha do-nado mediante Jess y que el EsprituSanto ha derramado en nuestro cora-zn. Y para revestirse de Cristo es ne-cesario que su Palabra habite entre no-sotros y en nosotros con toda su rique-za, y en abundancia. En un clima deconstante accin de gracias, la comuni-dad cristiana se alimenta de la Palabray eleva hacia Dios, como canto de ala-banza, la Palabra que l mismo nos ha

    donado. Y toda accindo servicio, se realiza dlacin profunda con Dmiento interior del amdesciende hacia nosotr

    cender hacia Dios, mola celebracin del sacencuentra su forma m

    Esta Palabra iluminagres circunstancias queen el nombre de san GGracias a la fidelidad ycia del Seor, la conmonjes camaldulensesSan Benito ha podido de historia, alimentnla Palabra de Dios ycomo les haba ensesan Romualdo, segnnum de la soledad, dmn y de la evangelejemplares de hombreDios, como san Pedro no el autor del D e c re tde Querfurt y los cinctires, Rodolfo I y II,

    desca, la beata Juanabeato Pablo Giustiniaciencia y de arte comCosmgrafo, Lorenzogio Traversari, PietroGrandi; historiadores ianalistas camaldulensesdetto Mittarelli y Anscelosos pastores de laque destaca el Papa Grtraron los horizontes ydad de la tradicin cam

    El monasterio de San Gregorio en el Celio es el contexto romano en que celebramosel milenio de Camldoli junto a Su Gracia el arzobispo de Canterbury que,

    juntamente con nosotros, reconoce este monasterio como lugar originario del vnculoentre el cristianismo en las tierras britnicas y la Iglesia de Roma. Esta cel e b ra c i n ,

    por consiguiente, tiene un profundo carcter ecumnico que, como sabemos ya formaparte del espritu camaldulense contemporneo. Este monasterio camaldulenseromano ha desarrollado con Canterbury y la Comunin anglicana, sobre tododespus del concilio Vaticano II , vnculos ya tradicionales. Por tercera vez hoy elObispo de Roma se encuentra con el arzobispo de Canterbury en la casa de sanGregorio Magno. Y es justo que sea as, porque precisamente de este monasterio elPapa Gregorio escogi a Agustn y a sus cuarenta monjes para enviarlos a llevar el

    Evangelio a los anglos, hace poco ms de mil cuatrocientos aos (de la homila deBenedicto XVI).

    Vuestra Gracia, venerados herma-nos, queridos monjes y monjascamaldulenses, queridos herma-

    nos y hermanas:

    Para m es motivo de gran alegra es-tar aqu hoy, en esta baslica de SanGregorio en el Celio para la solemnecelebracin vespertina en la memoriade la muerte de san Gregorio Magno.Con vosotros, queridos hermanos y

    hermanas de la familia camaldulense,doy gracias a Dios por los mil aos dela fundacin del sagrado eremitorio deCamldoli por obra de san Romualdo.Me alegra vivamente la presencia, en

    esta circunstancia especial, de Su Gra-cia el doctor Rowan Williams, arzobis-po de Canterbury. A usted, queridohermano en Cristo, a cada uno de vo-sotros, queridos monjes y monjas, y a

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    9/16

    ROMANO p

    d

    En la casade san Gregorio Magno

    inminente captulo general, Elegir laesperanza, elegir el futuro, con estaspalabras: Elegir la esperanza y el futu-ro significa, en resumidas cuentas, ele-gir a Dios Significa elegir a Cristo,esperanza de todo hombre. Y aada:Eso se realiza, de manera especial, enla forma de vida que Dios mismo hasuscitado en la Iglesia, impulsando asan Romualdo para que fundara la fa-milia benedictina de Camldoli, consus elementos complementarios tpicos:eremitorio y monasterio, vida solitaria yvida cenobtica, coordinadas entre s(LOsservatore Romano, edicin en len-gua espaola, 1 de octubre de 1993, p.7). Mi beato predecesor subray ade-ms que elegir a Dios quiere decirtambin cultivar con humildad y pa-ciencia es decir, aceptando los tiem-pos de Dios el dilogo ecumnico einterreligioso, siempre partiendo de lafidelidad al carisma originario recibidode san Romualdo y transmitido a tra-vs de una tradicin milenaria y pluri-forme.

    Estimulados por la visita y por laspalabras del Sucesor de Pedro, losmonjes y monjas camaldulenses habisproseguido vuestro camino buscandosiempre de nuevo el justo equilibrio en-tre el espritu eremtico y el cenobtico,entre la exigencia de dedicaros total-

    mente a Dios en la soledad y la de sos-teneros en la oracin comn y la de laacoger a los hermanos para que puedanbeber en las fuentes de la vida espiri-tual y juzgar las vicisitudes del mundocon conciencia verdaderamente evang-lica. As tratis de conseguir la perfectacaritas que san Gregorio Magno consi-deraba punto de llegada de toda mani-festacin de la fe, compromiso que en-cuentra confirmacin en el lema devuestro escudo: Ego Vobis, Vos Mihi,sntesis de la frmula de alianza entreDios y su pueblo, y fuente de la vitali-dad perenne de vuestro carisma.

    El monasterio de San Gregorio en elCelio es el contexto romano en que ce-lebramos el milenio de Camldoli juntoa Su Gracia el arzobispo de Canterburyque, juntamente con nosotros, reconoceeste monasterio como lugar originario

    del vnculo entre el cristianismo en lastierras britnicas y la Iglesia de Roma.Esta celebracin, por consiguiente, tie-ne un profundo carcter ecumnicoque, como sabemos, ya forma parte delespritu camaldulense contemporneo.Este monasterio camaldulense romanoha desarrollado con Canterbury y laComunin anglicana, sobre todo des-pus del concilio Vaticano II, vnculosya tradicionales. Por tercera vez hoy elObispo de Roma se encuentra con elarzobispo de Canterbury en la casa desan Gregorio Magno. Y es justo quesea as, porque precisamente de este

    monasterio el Papa Gregorio escogi a Agustn y a sus cuarenta monjes paraenviarlos a llevar el Evangelio a los an-glos, hace poco ms de mil cuatrocien-tos aos. La presencia constante demonjes en este lugar, y durante untiempo tan largo, ya es en s misma untestimonio de la fidelidad de Dios a su

    Iglesia, que nos sentimos feliceder proclamar al mundo enterono que realizaremos ante el sadonde san Gregorio mismo celesacrificio eucarstico, esperam

    permanezca no slo como recunuestro encuentro fraterno, sibin como estmulo para todoles, tanto catlicos como anpara que, al visitar en Roma lcros de los santos apstoles y renueven tambin el comproorar constantemente y de trafavor de la unidad, para vivmente segn el ut unum sintss dirigi al Padre.

    Este deseo profundo, que tealegra de compartir, lo encoma la celestial intercesin de sanrio Magno y de san Romualdo

    Cada fase de la larga historia de losamaldulenses ha contado con testigosieles del Evangelio, no slo en el silen-io del ocultamiento y de la soledad, yn la vida comn compartida con los

    hermanos, sino tambin en el serviciohumilde y generoso a todos. Especial-mente fecunda ha sido la acogida ofre-ida por las hospederas camaldulenses.

    En tiempos del humanismo florentino,dentro de los muros de Camldoli seuvieron las famosas disputationes, en las

    que participaron grandes humanistasomo Marsilio Ficino y Cristoforo Lan-

    dino; en los aos dramticos de la se-gunda guerra mundial, los mismoslaustros propiciaron el nacimiento dellebre Cdice de Camldoli, una deas fuentes ms significativas de la

    Constitucin de la Repblica italiana.No fueron menos fecundos los aos deloncilio Vaticano II, durante los cuales

    maduraron entre los camaldulenses per-onalidades de gran valor, que han en-iquecido a la congregacin y a la Igle-ia, y han promovido nuevos impulsos

    nuevas sedes en Estados Unidos, enTanzania, en India y en Brasil. En todosto era garanta de fecundidad el apo-o de los monjes y monjas que acom-

    paaban las nuevas fundaciones con laracin constante, vivida en la intimi-

    dad de su reclusin, alguna vez in-luso hasta el herosmo.

    El 17 de septiembre de 1993, el beatoPapa Juan Pablo II, al encontrarse conos monjes del sagrado eremitorio de

    Camldoli, comentaba el tema de su

    Es la tercera vez que en el complejomonstico definido por BenedictoXVI lugar originario del vnculo entreel cristianismo en las tierras britnicasy la Iglesia de Roma se encuentranel Sucesor de Pedro y el arzobispo deCanterbury y primado de la Comu-nin anglicana. Desde este cenobio elPapa Gregorio Magno envi a cuaren-ta monjes a evangelizar a los anglos.El milenario de la fundacin de la ca-sa madre de los camaldulenses, la me-moria del trnsito de san GregorioMagno y la visita a Roma del arzobis-po de Canterbury, Rowan Williams,son los elementos que enmarcaron lacelebracin de las primeras vsperasdel III domingo de Cuaresma, presidi-da por Benedicto XVI en la iglesia ro-mana de San Andrs y San Gregorioen el Monte Celio el sbado 10 demarzo por la tarde.

    Desde el Vaticano, el Papa juntoal arzobispo de Canterbury y el carde-nal secretario de Estado Tarcisio Ber-tone lleg ante la iglesia del Celio,donde fue recibido por el cardenal Agostino Vallini, vicario general parala dicesis de Roma, y por los monjes Alessandro Barban, prior general dela congregacin camaldulense de la

    orden de San Benito, y PeHughes, prior del monasterioGrego r io .

    En el interior del templo elce se arrodill junto al aWilliams durante unos momadoracin al Santsimo SacLuego comenz la celebracique el arzobispo de Canterbnunci una homila en inglsde la del Papa en italiano qcamos en estas pginas. Al el rito, Benedicto XVI y el anglicano se acercaron a la csan Gregorio Magno, a la idel altar, y encendieron sendpara conmemorar el encuentrcar el don de la unidad. Sucete, la visita a la exposicin orcon ocasin del milenario deterio de Camldoli, a cuyo tarzobispo de Canterbury se del Papa y dej el monastemento en el que Benedicto Xla segunda parte de la visita,da a los monjes y monjas camses, llegados a Roma en granpor esta razn; mantuvo un econ el consejo general de los de las monjas, y cen con la dad.

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    10/16

    pgina 10 LOSSERVATORE ROMANO domingo 18 de marzo de 2012, nm

    Se presenta a Benedicto XVI el Anuario pontificio para 2012

    Novedades y dinmicasde la Iglesia catlica en el mundo

    Un libro para esta misin en el continente de la esperanza

    Nueva evangelizacin en Amrica LatinaDesafos y prioridades

    El sbado 10 de marzo, por la maa-na, el cardenal Tarcisio Bertone, se-cretario de Estado, acompaado por

    el arzobispo Angelo Becciu, sustitu-to de la Secretara de Estado paralos Asuntos generales, present alSanto Padre el Anuario pontificio parael ao 2012. Prepararon el nuevo Anuario monseor Vittorio Formen-ti, encargado de la Oficina centralde estadstica de la Iglesia, el profe-sor Enrico Nenna y otros colabora-

    Durante dicho perodo, los obis-pos pasaron de 5.065 a 5.104, con unaumento del 0,77%. El incremento se

    registr en frica (+16 nuevos obis-pos), Amrica (+15) y Asia (+12),mientras que en los dems continen-tes los obispos disminuyeron. EnEuropa pasaron de 1.607 a 1.606; yen Oceana, de 132 a 129.

    El nmero de sacerdotes, tantodiocesanos como religiosos, pas de410.593 en 2009 a 412.236 en 2010,

    con un aumento de 1.643. Los incre-mentos se registraron en Asia (con+1.695 sacerdotes), en frica (con

    +761), en Oceana (con +52) y enAmrica (con +40), mientras que dis-minuyeron en Europa (con -905 sa-cerd o tes ) .

    En 2010 aument a un ritmo sos-tenido tambin el nmero de dico-nos permanentes, pasando de 38.155en 2009 a 39.564 (3,7%) en 2010. Losdiconos permanentes estn presen-

    tes sobre todo en Amrica dely en Europa con un porcentajpectivamente, del 64,3% y del

    del total en el mundo.El nmero de religiosos prno sacerdotes en el mundo aumen 2010: de 54.229 pasaron a 5Por continentes, disminuyeroAmrica del Sur (-3,5%) y en Aca del Norte (-0,9%), y se manron estables en Europa. Los rsos profesos aumentaron en

    (+4,1%), en donde crementa su porcrespecto al total mundo, y en (+3,1%). Las religionivel global, sufrieroreduccin, pasando729.371 en 2009 a 7en 2010. Disminuyertres continentes: E(-2,9%), Oceana (-y Amrica (-1,6%)frica y en Asia, enbio, fue notable el mento, en torno al 2ra ambos continente

    El nmero de esttes de filosofa o teoen los seminarios at constantemente dte el ltimo quinquEn conjunto, se incrt en un 4%, pasan114.439 en 2005 a 1en 2010. Los seminmayores disminuyerEuropa (-10,4%) Amrica (-1,1%), y autaron en frica (+1en Asia (+13%) y en na (+12,3%).

    do re s .En ese contexto la mis-

    ma Oficina tambin pre-sent elAnnuarium Statis-ticum Ecclesiae.

    Del complejo trabajode impresin de ambosvolmenes se ocuparonlos salesianos don SergioPellini y los comendado-res Antonio Maggiotto yGiuseppe Canesso, res-

    pectivamente director ge-neral, director comercial ydirector tcnico de la Ti-pografa vaticana. El vo-lumen estar a la ventaprximamente en las li-b re r a s.

    Benedicto XVI dio lasgracias por la obra, mani-fest gran inters por losdatos ilustrados en ella yles rog que transmitieransu gratitud a todos losque han colaborado en lanueva edicin del Anua-rio.

    De la lectura del volu-men se pueden deduciralgunas novedades relati-vas a la vida de la Iglesiacatlica en el mundo, des-

    de el ao 2011.Durante dicho ao, el Santo Pa-dre erigi ocho nuevas sedes episco-pales, un Ordinariato personal y unOrdinariato militar; fueron elevadasde rango: una archidicesis y ochodicesis a sedes metropolitanas; unaprelatura, un vicariato apostlico yuna prefectura apostlica a dicesis;una misin sui iuris a prefecturaap ostlica.

    Los datos estadsticos, referidos alao 2010, ofrecen un anlisis sintti-co de las principales dinmicas rela-tivas a la Iglesia catlica en las 2.966circunscripciones eclesisticas de to-do el mundo.

    En el perodo que va del ao2009 a 2010, los catlicos en el mun-do pasaron de 1.181 millones a 1.196,con un incremento de 15 millones defieles, que equivale al 1,3%. En eltranscurso de los dos ltimos aos,la presencia de los fieles catlicosbautizados en el mundo se mantuvoestable en torno al 17,5%. Entre elao 2009 y 2010 las cuotas territoria-les de los catlicos han sufrido nota-bles variaciones. Se registr una dis-minucin en Amrica del sur (pasde 28,54 a 28,34%) y sobre todo enEuropa (de 24,05 a 23,83%). Mien-tras que en los dems continentesaument, como en frica (de 15,15 a15,55%) y en Asia suroriental (de10,41 a 10,87%).

    La Comisin pontificia para Amri-ca Latina (CAL ) ha publicado, en laTipografa Vaticana, un libro con elttulo: Reflexiones sobre la NuevaEvangelizacin en Amrica Latina.Desafos y Prioridades. El volu-men, de 130 pginas, es fruto de la jornada de estudio que, en la sedede la misma Comisin pontificia,tuvo lugar el pasado 11 de noviem-bre. El encuentro, que presidi elcardenal Marc Ouellet pres id e n t ede la Comisin, cont con la par-

    ticipacin de diversos prelados dela Curia romana que colaboran enla CAL como consejeros; rectoresde colegios pontificios que hospe-dan a sacerdotes latinoamericanosen formacin en Universidadespontificias; superiores y superiorasde origen latinoamericano pertene-cientes a institutos de vida consa-grada; algunos responsables de mo-vimientos y comunidades eclesiales;y varios oficiales latinoamericanosque trabajan en diversos dicasteriosde la Curia romana. El estudio con-t asimismo con las aportacionesescritas de cardenales y obispos

    muchos de ellos latinoamerica-nos miembros de la CAL. Se tra-ta, pues, de un conjunto de valiosasaportaciones para la nueva evan-gelizacin a la que el beato JuanPablo II y Benedicto XVI han con-vocado reiteradamente, de modoespecial a la Iglesia que peregrinaen Amrica Latina, y que actual-mente encuentra una respuesta si-gnificativa en la misin continen-tal lanzada por la V C o n f e re n c i ageneral del Episcopado latinoameri-

    cano en Aparecida (en mayo de2007).El libro se ofrece como una con-

    tribucin entre las muchas reflexio-nes e intercambios que estn sur-giendo en el camino hacia la prxi-ma Asamblea general del Snodode los obispos (en octubre) cuyo te-ma es precisamente La nuevaevangelizacin para la transmisinde la fe, y al sucesivo Ao de lafe convocado por Benedicto XVI.

    Introducido por e l cardenalOuellet, el volumen recoge tresconferencias: la del arzobispo Sal-vatore Fisichella presidente del

    Consejo pontificio para la pcin de la nueva evangelizasobre La nueva evangelizaciluz del Magisterio pontificiodel secretario general del CELAobispo Santiago Silva RetaDe la evangelizacin de Jesua la misin continental como evangelizacin; y la del secrde la CAL, Guzmn Carriquircour, acerca de La nueva evazacin hoy en Amrica Latinasafos y prioridades. Se ha i

    do tambin un elenco de 41mendaciones relativas a laevangelizacin en Amrica Lfruto concreto de las aportacreflexiones y dilogo del 11 dviembre en la sede de la CAL.

    El libro se dirige principala los dicasterios de la Curiana, a todos los obispos de AmLatina, a los sacerdotes, religireligiosas, a los miembros demientos y comunidades eclesia todos los fieles comprometidla tarea de la nueva evangelizespecialmente en el llamado nente de la esperanza.

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    11/16

    nmero 12, domingo 18 de marzo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

    La exposicin Estado e Iglesia. Desde el Resurgimiento hasta nuestros das

    Seal de armona crecienteentre Iglesia y Estado

    En la primera pginade LOsservatore Romano

    del 12 de febrero de 1929 la seccinoficial Nuestra informacin da noticia

    de la firma de los Pactos Lateranenses SIGUE ENLA PG

    Con la inauguracin de laexposicin del palacioGiustiniani, presidida por elpresidente de la Repblicaitaliana Giorgio Napolitano,se acercan a su conclusinlas celebraciones por el 150aniversario del Estadounitario y de nuestro

    peridico. Una celebracincomn, no casual, que senarra en la exposicin dedocumentos Estado eIglesia. Desde elResurgimiento hastanuestros das,sorprendentemente inditagracias a algunos de losdocumentos presentados.El mircoles 7 de marzo, porla tarde, despus de losencuentros privados y antesde la inauguracin formal enla sala de los Presidentes,nuestro director acompaal presidente GiorgioNapolitano, al presidente delSenado Renato Schifani, alpresidente del Consejo deministros Mario Monti y al

    cardenal secretario de EstadoTarcisio Bertone durante lavisita a la exposicin en lasala Zuccari. En presencia delos encargados de la muestraEmilia Campochiaroresponsable del archivohistrico del Senado ynuestro colega RaffaeleAlessandrini, la visita durmucho ms de lo previstopor el inters autntico quemostr el presidente de laRepblica. Un inters que,por lo dems, GiorgioNapolitano ha mostradoconstantemente en este aode celebraciones. Despus dela visita, tomaron la palabrael presidente del Senado,nuestro director y el cardenalsecretario de Estado, el cualdijo que haba recibido delPapa Benedicto XVI elencargo de renovar susmejores deseos para lanacin italiana y paraquienes la sirven. Sehallaban presentesnumerosas autoridadesciviles y eclesisticas, ascomo una nutridarepresentacin de nuestroperidico, con el directorgeneral, el salesiano donSergio Pellini.La exposicin presentadocumentos procedentes delos archivos de la Secretarade Estado, del Archivosecreto vaticano, del Archivo

    histrico del Senado, de laBiblioteca del Senado, delArchivo central del Estado yde nuestro archivo.Publicamos lasintervenciones del cardenalsecretario de Estado y denuestro director.

    TARCISIO BERTONE

    M e alegra verdaderamente participar en la inaugura-cin tan solemne de esta exposicin, que quieremarcar, de modo simblicamente fuerte, la clausu-ra del 150 aniversario de la unidad poltica italiana, quecoincide con el de LOsservatore Romano. En efecto, elperidico inici sus publicaciones con fecha del 1 de juliode 1861, algo ms de cien das despus de la proclamacin

    de Vctor Manuel II como rey de Italia, el 17 de marzo.

    Ciertamente, no fue una coincidencia, porque los fudores del peridico haban sido dos laicos de Forl Cento, Nicola Zanchini y Giuseppe Bastia, ambos abdos, sbditos del Papa, que se haban refugiado en Rdespus de que los antiguos territorios de las Legacien Emilia y en Romagna, haban sido anexados al Rde Cerdea durante los meses sucesivos a la segundarra de independencia. La intencin de los dos prfpolticos, que fueron sostenidos por el Gobierno ponti

    era dar vida a un folio que apoyara las razones del Poce y de su poder temporal, en aquellas circunstanciasmticas de la historia italiana.

    El nuevo peridico deba llamarse El amigo de ladad, pero ms sabiamente se decidi por una cabecerusada anteriormente, que pronto se hizo famosa en minternacional, y en la cual, desde el primer nmer1862, se leen los dos lemas Unicuique suum y Non prabunt, que unen la tradicin clsica y la cristiana. Asmenzaba la ltima etapa de un camino que concluirdecenio ms tarde con la conquista de Roma, el 20 detiembre de 1870.

    Esta pequea, pero valiosa exposicin, que el Senadla Repblica italiana ha organizado y preparado LOsservatore Romano, quiere mostrar a travs de dmentos originales e imgenes, tomados de archivos inos y vaticanos, algunos de los momentos ms importdel siglo y medio que ha pasado desde entonces. Apcho esta ocasin para agradecer la colaboracin, verdaexpresin de las excelentes relaciones entre Italia y lata Sede, que tambin se manifest en el generoso commiso con el que muchas personas se han dedicado co

    tusiasmo a organizar la exposicin.El perodo ilustrado por esta exposicin fue marpor acontecimientos de diferentes tipos. Basta aludirconstruccin y despus a la consolidacin de la unidadliana a la que de hecho tambin contribuyeron de mdecisivo los catlicos, a pesar de las dificultades, lostrastes y las contradicciones y, al mismo tiempo, al miento progresivo de la proyeccin mundial de la SSede despus de la prdida del poder temporal.

    Del siglo XX tambin es necesario recordar, por lonos, los aos de la Gran Guerra, que Benedicto XV, inprendido y arrinconado por nacionalismos contrapuedefini como matanza intil, las dos dcadas fascisel crecimiento nefasto de los totalitarismos; la Concilia

    Muestra en el Senado italiano por los 150 aos del Estado unitario y de nuestro peridic

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    12/16

    pgina 12 LOSSERVATORE ROMANO domingo 18 de marzo de 2012, nm

    Avanzar sin nada quitar ni a Dios ni al Csar

    VIENE DELA PGINA 11

    SIGUE ENLA P

    De arriba a abajo La brecha de Puerta Pa, detalle (Carlo Ademollo,1880 c.). Quirgrafo de Po XI al cardenal Gasparri sobre el telegramaa enviar al Rey de Italia con ocasin de la ratificacin de los Pactos

    Lateranenses. La visita del Papa Benedicto XVI al presidente Giorgio Napolitano (4 de octubre de 2008)

    (la constitucin pastoral la Iglesia en el mundo coporneo Gaudium et spes

    declaracin sobre la libertligiosa Dignitatis humanaede diciembre de 1965,con la firma autgrafa deVI ); y animados debates dsticos, como los del climlmico de la ratificacinConcordato, entre el Dad sar, de Mario Missiroli, Dad a Dios, de GiuseppeTo r re .

    Por tanto, l a expoarranca como es necedel principio de la Cuestimana. Y produce cierta cin ver la pgina en la quescrita, con la decidida cfa de Camillo Benso di Cla celebrrima expresin Iglesia en libre Estadode febrero de 1861, escrita

    dre Carlo Passaglia y a Dde Pantaleoni, ambos enva Roma como ambiguos ciadores sobre la Cuestimana). La batalla de Cadardo, del 18 de septiemb1860, haba abierto una pda herida, tambin por elcomo se haba producido.antes, el Giornale di Rhaba publicado el ultimde Cavour (7 de septiemb1860), y, cuatro das despuconoci la respuesta furiocardenal Antonelli a su dtosa comunicacin.

    El telegrama del minisla guerra Giuseppe Govonbre la capitulacin de Romde septiembre de 1870) eespecie de ncipit de la l

    Garantas, que inaugura urodo dramtico y agitadeste intenso dilogo sertigo atento a lo largo daos LOsservatore Romdesde su primer nmero julio de 1861), pasandoexplicacin de los lemas dridico (nuestro epgrafde enero de 1862, que untradicin clsica y la cristcomo record el cardenaltario de Estado Tarcisio ne), hasta llegar al espl

    y la constitucin del Estado de la Ciudad del Vaticano; lasegunda guerra mundial y los horrores que produjo; el naci-miento de la Repblica italiana y su Constitucin; la recons-truccin y el auge econmico; la preparacin y el desarrollodel concilio Vaticano II; y el Acuerdo de revisin del Con-cordato. As, se llega al siglo actual, con una crisis globalque no es solamente econmica, pero que debe aprovecharsecomo ocasin para un renovado compromiso moral, comoSu Santidad Benedicto XVI ha recordado muchas veces.

    Entre los documentos expuestos, quiero mencionar el bre-ve apunte totalmente autgrafo de Po XI, dirigido a su se-cretario de Estado, cardenal Pietro Gasparri, que no lleva fe-cha, pero que se remonta al 7 de junio de 1929. Escribe elPapa: Le ruego que mande a nuestra nueva oficina telegr-

    fica el siguiente texto para su inmediata transmisin: A SuMajestad Vctor Manuel III, rey de Italia. El primer telegra-ma que mandamos desde esta Ciudad del Vaticano es paradecir a Su Majestad que el intercambio de las ratificacionesde los Pactos lateranenses, gracias a Dios, desde hace unosinstantes es un hecho consumado quod prosperum felix faus-tum fortunatumque sit, y adems para impartirle de todo co-razn una gran y paterna bendicin apostlica a Su Majes-tad, a su augusta consorte, a toda la familia real, a Italia y almundo. El quirgrafo del Pontfice que desde el da desu eleccin haba mostrado claramente su voluntad de resol-ver la cuestin romana y llegar a una conciliacin entre Italiay la Santa Sede resume lapidariamente, con el estilo incisi-vo y al mismo tiempo solemne, tpico de Po XI, el sentidode esta exposicin, que reconstruye eficazmente los principa-les momentos de las relaciones, durante largo tiempo difci-les y conflictivas, pero abiertas a un desarrollo con vistas albien comn, entre Italia y la Santa Sede. Con el paso de losaos, a travs de la Conciliacin, el nacimiento de la Rep-blica italiana, la celebracin del concilio Vaticano II, la con-solidacin de la Conferencia episcopal italiana y el acuerdo

    de revisin del Concordato, estas relaciones se hicieron exce-lentes y ejemplares en la bsqueda constante de una armonacreciente entre Estado e Iglesia, y las ha seguido cada da,durante un siglo y medio, el diario del Papa.

    Realmente es significativa, por tanto, la casi perfecta coin-cidencia del 150 aniversario de la unidad de Italia y del ini-cio de las publicaciones de LOsservatore Romano. Undiario que, entre otras cosas, ha informado de estas celebra-ciones con conviccin y simpata. Tambin as se ha expresa-do la atencin y la amistad de la Santa Sede por la nacinitaliana, en una relacin que hoy est representada, al msalto nivel, por la consideracin y la estima recprocas entreusted, seor presidente de la Repblica, y el Sumo Pontfice.Y por esta feliz ocasin, Su Santidad me ha encargado querenueve la expresin de sus mejores deseos para la amadanacin italiana y para cuantos la sirven en sus instituciones.

    GIULIA GALEOTTI

    Mucho se ha escrito, dicho, contado,testimoniado, pintado y cantado sobrecmo se han articulado los ciento cin-

    cuenta aos en comn entre el Estadoitaliano y la Iglesia catlica. Y, sin em-bargo, las cinco vitrinas de la sala Zuc-cari, con los exhaustivos paneles quelas rodean, pueden acompaar al visi-tante a lo largo de un siglo y medio dehistoria, ofrecindole una perspectivarica, inusual y, a veces, indita.

    Como es sabido, la historia quecuenta la exposicin Estado e Iglesia.Del Resurgimiento a nuestros das hasido una historia larga y difcil, unasveces compleja, accidentada y dramti-ca, otras armoniosa y constructiva, al-ternndose frenadas y aceleraciones,que han tenido una formulacin hist-rica en el artculo 7 de la Constitucinrepublicana de 1948 (la exposicin pre-

    senta una versin mecanografiaesta con la firma de Umberto Tupero que, ciertamente, no se ha ddo all. Y as la exposicin fascvisitante, guindolo desde el tex

    juramento, que el nuevo rey Manuel II prest el 29 de mar1849 ante el Parlamento de Sahasta la firma autgrafa de BenXVI al final de la encclica Cariveritate.

    En medio, un tesoro: cartas, aproyectos de ley (como aquel ccual Vctor Manuel II se atribumismo y a sus sucesores el tturey de Italia); carpetas y encclicginales (Ubi nos de Po IX, de 187rum novarum de Len XIII, de 1

    fermo propositode Po X, de 1905; ritas in veritate de Benedicto XV2009); diarios personales, panfletbros, pginas de LOsservatormano, fotografas, telegramas, tes privados, documentos conc

    Intervencin del cardenalsecretario de Estado

    Exposicin en el Senado italiano

  • 8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 18 Marzo 2012

    13/16

    nmero 12, domingo 18 de marzo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

    Alcance simblico de una exposicin

    Avanzar sin quitar nada ni a Dios ni al Csar

    El jefe provisional del Estado italiano Enrico Deacompaado del presidente del Consejo Alcide deGasperi, al trmino de la visita oficial al Vatican

    31 de julio de 1946. Arriba, el programa deLOsservatore Romano firmado por los primerdirectores Zanchini y Bastia (1861)

    VIENEDE LAPGINA12

    GI O VA N N I MARIA VIAN

    Es un honor para el director de LO sservatoreRomano tomar la palabra en esta ocasin tansignificativa que quiere subrayar la circunstancia,

    ciertamente no casual, del 150 aniversario en co-mn de la unidad de Italia y del peridico de laSanta Sede. Las celebraciones que estn conclu-yendo han mostrado cmo en los ltimos tiemposse ha reforzado visiblemente en el pas el senti-miento de su unidad, fundado en la conciencia deuna identidad italiana profunda que ha precedidoy alimentado la unificacin poltica.

    Este refuerzo del sentimiento unitario se sitaen el contexto ms amplio de la construccin eu-ropea, a la que Italia ha contribuido en gran me-dida. En ambos procesos los catlicos hicieron suparte, con una aportacin inteligente y apasiona-da: en el pas, no sin dificultades y dramticas di-visiones a causa de la cuestin romana, superadaen cambio con los hechos por el compromiso y laabnegacin de tantas mujeres y hombres fieles ala Iglesia y leales ciudadanos italianos mucho an-tes de la Conciliacin; en Europa, gracias a unavisin poltica clarividente, en parte precedida ydespus sostenida con conviccin por el Pontfice

    y por la Santa Sede inmediatamente despus delabismo de la segunda guerra mundial.Durante un siglo y medio, que coincide con los

    aos del Estado unitario, LOsservatore Roma-no fundado para sostener las razones de la ver-dad y la justicia, y para defender la causa de laIglesia y del papado con firmeza y moderacin enaos difciles y lacerantes para la conciencia delos catlicos ha buscado tener fe en estas inten-ciones expresadas en el primer editorial, y se pue-de decir que, en conjunto, se ha logrado, infor-mando con honradez. Sobre todo gracias a su l-nea de autonoma, garantizada por la indepen-dencia de la Santa Sede y mantenida igualmenteen el perodo ms oscuro del siglo pasado, comosubrayaron con reconocimiento en Italia diversasvoces laicas en el debate en la Asamblea constitu-yente.

    Atentsimo a Italia, el peridico ha tenido ade-ms desde sus orgenes una dimensin internacio-

    nal, que se ampli progresivamente, desde media-dos del siglo XX, en los aos sucesivos al concilioVaticano II, segn su vocacin catlica, es decir,universal, como dijo Benedicto XVI el pasado mesde julio, con la contribucin tambin de quien no

    es catlico. De esta forma, hoy LO sservatoreRomano se difunde en siete idiomas ademsdel italiano de la edicin principal y se imprimeen nueve pases de tres continentes; ciertamentecon modestia de medios, pero siempre confraternidad de lenguaje y de relaciones, por citarlas palabras que escribi en el nmero del cente-nario el cardenal Giovanni Battista Montini,quien dos aos despus se convertira en Papacon el nombre de Pablo VI.

    Algunos momentos de una historia en comnse evocan eficazmente en esta exposicin que pre-

    senta juntamente y el a