'La melatonina previene el parto prematuro y las ... › download › ... · descendencia en un...
Transcript of 'La melatonina previene el parto prematuro y las ... › download › ... · descendencia en un...
Di r ecci ó n:Di r ecci ó n: Biblioteca Central Dr. Luis F. Leloir, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires. Intendente Güiraldes 2160 - C1428EGA - Tel. (++54 +11) 4789-9293
Co nta cto :Co nta cto : [email protected]
Tesis Doctoral
La melatonina previene el partoLa melatonina previene el partoprematuro y las consecuencias en laprematuro y las consecuencias en ladescendencia en un modelo murinodescendencia en un modelo murino
de parto prematuro inducido porde parto prematuro inducido porlipopolisacáridolipopolisacárido
Domínguez Rubio, Ana Paula
2016-03-08
Este documento forma parte de la colección de tesis doctorales y de maestría de la BibliotecaCentral Dr. Luis Federico Leloir, disponible en digital.bl.fcen.uba.ar. Su utilización debe seracompañada por la cita bibliográfica con reconocimiento de la fuente.
This document is part of the doctoral theses collection of the Central Library Dr. Luis FedericoLeloir, available in digital.bl.fcen.uba.ar. It should be used accompanied by the correspondingcitation acknowledging the source.
Cita tipo APA:
Domínguez Rubio, Ana Paula. (2016-03-08). La melatonina previene el parto prematuro y lasconsecuencias en la descendencia en un modelo murino de parto prematuro inducido porlipopolisacárido. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos Aires.
Cita tipo Chicago:
Domínguez Rubio, Ana Paula. "La melatonina previene el parto prematuro y las consecuenciasen la descendencia en un modelo murino de parto prematuro inducido por lipopolisacárido".Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos Aires. 2016-03-08.
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
La melatonina previene el parto prematuro y las
consecuencias en la descendencia en un modelo
murino de parto prematuro inducido por
lipopolisacárido
Tesis presentada para optar al título de Doctora de la Universidad de Buenos Aires en
el área de CIENCIAS BIOLÓGICAS
Ana Paula Domínguez Rubio
Directora de tesis: Ana María Franchi
Directora Asistente: María Aurelia Zorrilla Zubilete
Consejera de Estudios: Lidia Szczupak
Lugar de trabajo: Laboratorio de Fisiopatología de la Preñez y el Parto, Centro de
Estudios Farmacológicos y Botánicos (CEFyBO) CONICET-UBA.
Buenos Aires, 2015
II
La melatonina previene el parto prematuro y las consecuencias en la descendencia en un modelo murino de parto prematuro
inducido por lipopolisacárido
El parto prematuro es la principal causa de morbilidad y mortalidad perinatal
De los procesos patológicos que se han relacionado con el parto prematuro, la
infección y/o la inflamación intrauterina son las que se encuentran más
frecuentemente asociadas Asimismo, existe evidencia clínica de que la infección
prenatal y la inflamación son también factores de riesgo para el desarrollo posterior
de secuelas a nivel del sistema nervioso central, tanto en bebés nacidos a término
como en prematuros
La melatonina, una molécula antioxidante y antiinflamatoria, que atraviesa la
placenta y la barrera hemato-encefálica tiene diversos usos farmacológicos debido a
su inocuidad a altas concentraciones
La administración de lipopolisacárido (LPS) a ratones BALB/c en el día 15 de
gestación produce 100% de parto prematuro La melatonina, administrada de forma
de pellet subcutáneo en el día 14 de gestación, previno el parto prematuro en el
50% de los casos e inhibió el daño en el cerebro fetal inducido por LPS Dentro de los
mecanismos estudiados en el desencadenamiento del parto prematuro y el daño en
el cerebro fetal, la melatonina inhibió la producción de TNF-α, de las prostaglandinas
y el óxido nítrico en el útero, e inhibió la producción de mediadores inflamatorios en
el cerebro fetal Además, la melatonina previno modificaciones en el patrón
epigenético en el cerebro fetal Asimismo, las crías provenientes de hembras
tratadas con melatonina y LPS donde se revirtió el parto prematuro, no presentaron
diferencias en su desarrollo durante el período de lactancia, ni tampoco cuando
fueron evaluadas en diversos test de comportamiento en la adultez
Palabras claves: parto prematuro, inflamación prenatal, LPS, melatonina, útero,
cerebro fetal, interleuquinas, óxido nítrico, prostaglandinas
III
Melatonin prevents preterm labor and
consequences on offspring in a murine model of preterm labor
induced by lipopolysaccharide
Maternal infection and inflammation have been implicated in the mechanisms
responsible for preterm labor Moreover, intrauterine inflammation has been
identified as a major risk for the offspring’s neuro-developmental brain damage and
may result in cognitive outcomes
Melatonin expresses powerful anti-inflammatory and anti-oxidant activities and
crosses the placenta and blood–brain barrier Furthermore, it has an excellent
biosafety profile and has shown important therapeutic benefits
We developed a murine model of preterm labor: lipopolysaccharide (LPS) was
administrated to BALB/c mice on day 15 of pregnancy, which induced 100% of preterm
delivery Melatonin, subcutaneously implanted with a pellet on day 14 of pregnancy,
prevented LPS-induced preterm delivery in 50% of cases and had a protective effect on
fetal brain Melatonin significantly prevented the LPS-induced rises in uterine TNF-α
levels, nitric oxide production, prostaglandins PGE2 and PGF2α levels and
inflammatory mediators in fetal brain Moreover, melatonin prevented epigenetic
modifications in fetal brain Besides, in the cases where melatonin prevented LPS
induced preterm delivery, the pups were born alive and showed no significant
difference with the control group, neither in physical parameters or adult behavior
Keywords: preterm labor, prenatal inflammation, LPS, melatonin, uterus, fetal
brain, interleukins, nitric oxide, prostaglandins
IV
Los resultados presentados en este trabajo de tesis han sido parcialmente publicados en:
Domínguez Rubio AP, Sordelli MS, Salazar AI, Aisemberg J, Bariani MV, Cella M,
Rosenstein RE, Franchi AM Melatonin prevents experimental preterm labor and
increases offspring survival J Pineal Res 2014 Mar; 56(2):154-62 doi: 10 1111/jpi
12108 Epub 2014 Jan 2
V
Agradecimientos
A Ana, por querer que sea su becaria y especialmente por darme un tema de trabajo que me gustó desde el primer momento porque unificaba muchos temas de los que me interesaban y los tenía como cuestiones separadas Por formarme y además por formar un grupo tan lindo para trabajar Por mostrar tu inquietante compromiso por cuestiones de género, sociales y políticas A María porque tu manera de ser me parece asombrosa y siempre disfruté bajar un piso para juntarnos Por enseñarme un sinfín de cosas siempre con la calidez y la simpatía que te caracteriza y por ayudarme con lo que necesitase Especialmente a Ruth por toda la ayuda a lo largo la tesis
A Juli, la original, porque no te das una idea de lo que me hiciste quererte No podría describir en todo lo que me ayudaste y acompañaste desde el primer día que entré al laboratorio hasta el día de hoy Por tu dedicación y por saber que cuento con vos en todos los aspectos de mi vida A Vicki por recibir tanto cariño durante toda la tesis Por haber compartido un sinfín de buenos recuerdos de una hermosa amistad y seguir haciéndolo Porque me dijiste un millón de veces que no baje al bioterio A Manolito por todo lo que me ensañaste y ayudaste desde que entré al laboratorio Porque ser cariñoso junto con Juli al invitarme una cerveza cuando entré A Maki por la buena onda y buena predisposición para cualquier cosita de cualquier índole Por enseñarme tus conocimientos del parto prematuro A Fer, por saber de todo, especialmente de la RAE y por las correcciones A Juli, la 2, por la buena onda, la ayuda y las salidas El legado del parto prematuro en el laboratorio queda en tus manos Juli 3 por todo el tiempo en el microscopio y lo que me ayudaste con histología
A Rami, por ser tan humana, tan sensible y tan atenta Gracias por la inmensa ayuda en el
laboratorio, los mates y las hermosas charlas
A Turi por toda la ayuda en el laboratorio, en el tramiterío y por los buenos momentos
A Torti porque me acuerdo que me ayudaste un montón mientras estuviste y por siempre ir
para adelante
A Gina, Ale y Dani por su charlas, consejos y ser tan adorables
A Sil, Lauchi, Mari, Fede y Eva por compartir los almuerzos y ayudas varias A la Cuchi y Clauchi
por todo lo que compartimos y por ser tan copadas A Mica, Jime y Cyn por tener siempre
buena onda
A la gente de administración, Ani, Patri, Noemí, Ale y Cristina por la ayuda constante
VI
A Dani y a Marce por su trabajo y dedicación en el manejo del bioterio
A Sara, Pachi y Vanesa, por su gran ayuda en general
A Julito y Eduardo
A Gabriela Meresman por enseñarme a operar a los ratones
A AmaichaDepino, Fernanda Parborell y Alicia Jawerbaum por aceptar ser mis juradas de tesis
A Lidia por ser mi consejera de estudios
A mis mamá y mi papá, Ana y Néstor, porque me quieren y me ayudan siempre con todo lo
que necesito y más también
A mis hermanos, Lucas, Javier y Ramiro porque me ayudan en un montón de cosas y hacen que
no me vuelva tan loca
A mi abuela Elisa por qué no sé qué sería mi vida sin ella, por siempre mimarme tanto
A todos los Mollerach y Domínguez Rubio por acompañarme y ayudarme siempre
A mis amigas de la “OLaPI”, “La resistencia”, “LCM” o como nos vayamos a llamar porque me
apoyan y me dan alegría
A Euge por ser mi amiguita cercana pese a la distancia
A Santi por la buena compañía y otras tantas cosas más
A todo el CEFYBO, por hacer del instituto un instituto donde da gusto trabajar
A la Facultad de Ciencias Exactas y Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires por
formarme
Al CONICET, por las becas otorgadas que hicieron posible esta tesis y junto con la AGENCIA por
los subsidios otorgados
A los más colaboradores de esta tesis, los sensibles ratones BALB/c Mi mayor respeto, afecto y
gratitud
VII
A Ana y Néstor
VIII
Abreviaturas
AcH3: histona 3 acetilada
ARNm: ácido ribonucleico mensajero
ADN: ácido desoxiribonucleico
C: control
COX-1: ciclo-oxigenasa 1
COX-2: ciclo-oxigenasa 2
EE: error estándar
H3: histona 3
H4: histona 4
HAT: acetiltransferasas de histonas
HDAC: deacetilasas de histonas
LPS: lipopolisacárido
M: melatonina
MT1: receptor de melatonina tipo 1
MT2: receptor de melatonina tipo 2
NF-κB: factor de transcripción nuclear
kappa B
NO: óxido nítrico
NOSe: óxido nítrico sintasa endotelial
NOSi: óxido nítrico sintasa inducible
NOSn: óxido nítrico sintasa neuronal
Nrf2: factor nuclear eritroide 2
PG: prostaglandina
PGE2: prostaglandina E2
PGF2α: prostaglandina F2α
RNS: especies reactivas de nitrógeno
ROS: especies reactivas de oxígeno
S: segundo
SNC: sistema nervioso central
TLR-4: receptores de la familia Tolltipo
4
TSA: tricostatina A
U a : unidades arbitrarias
#: cantidad
IX
Índice
Introducción 1
Parto prematuro 1
Definición y problemática 1
Frecuencia e incidencia 1
Clasificaciones 2
La vía común del parto 2
Recurrencia del parto prematuro 3
Etiología 4
Las infecciones como causa del parto prematuro 5
Vías de infección intrauterina 5
Potenciales sitios de infección-inflamación dentro del útero 6
Infección versus inflamación 7
Ventaja evolutiva del parto prematuro inducido por infección 8
Intervenciones terapéuticas para el parto prematuro 8
Intervenciones primarias 8
Intervenciones secundarias 9
Intervenciones terciarias 10
Mortalidad y secuelas desde la infancia a la adultez de los nacidos prematuros 11
Modelando el parto prematuro inducido por inflamación 14
Construcción de un modelo de parto prematuro inducido por inflamación 14
Aspectos del parto prematuro inducido por inflamación en el modelo utilizado 14
Validez predictiva del modelo del modelo utilizado 15
LPS, inflamación, parto prematuro y daño en el cerebro fetal 16
Lipopolisacárido 16
LPS, estrés nitro-oxidativo y respuesta inflamatoria 17
X
Respuesta inflamatoria: citoquinas 19
LPS y la respuesta inflamatoria de las citoquinas 19
Citoquinas, parto prematuro y daño en el cerebro fetal 20
Respuesta inflamatoria: óxido nítrico 21
LPS y la respuesta inflamatoria del NO 24
NO, parto prematuro y daño en el cerebro fetal 24
Respuesta inflamatoria: prostaglandinas 26
LPS y la respuesta inflamatoria de las prostaglandinas 28
Prostaglandinas y parto prematuro 29
Consecuencias de la inflamación prenatal sobre las crías 31
Inflamación prenatal, modificaciones epigenéticas y consecuencias en la descendencia 31
Melatonina 33
La melatonina, una molécula anti-oxidante y anti-inflamatoria 35
La melatonina como fármaco 38
La melatonina como fármaco epigenético 39
La tricostatina, un inhibidor de las HDAC 40
Animales de experimentación 41
Características generales 41
Características reproductivas 41
Tejidos en estudio 43
El útero 43
El cerebro fetal 44
Hipótesis y objetivos 46
XI
Materiales y métodos 47
Animales 47
Tratamientos 47
Evaluación del desarrollo físico en las crías y del comportamiento en los adultos 51
Desarrollo físico en las crías 51
Comportamiento en los adultos 51
Test de campo abierto 52
Test de laberinto elevado en cruz 54
Test de evitación inhibitoria 55
Ensayos con tricostatina 57
Técnicas 58
ELISA de TNF-α 58
RT-PCR 58
Western blot 60
Radioinmunoensayo de prostaglandinas 61
Actividad de las NOS medida por radioconversión 62
Actividad de las HAT medida por ensayo colorimétrico 63
Histología 63
Análisis estadísticos 64
Drogas y reactivos 67
Soluciones y buffers 68
XII
Resultados 70
1 Efecto de la melatonina sobre el desencadenamiento del parto prematuro 70
Porcentaje de parto prematuro, parto a término y tamaño de la camada 70
Dilatación del cérvix 71
2 Mecanismos implicados en el desencadenamiento del parto prematuro inducido por
LPS y la reversión por la melatonina 72
Morfología del útero 72
Respuesta inflamatoria 72
Citoquinas 72
Óxido nítrico 73
Prostaglandinas 75
3 Consecuencias de la administración de LPS en el día 15 de preñez en el cerebro fetal
y el posible efecto de la melatonina sobre el mismo 77
Evaluación macroscópica del feto 77
Histología del cerebro fetal 77
Respuesta inflamatoria 79
Citoquinas 80
Óxido nítrico 80
Modificaciones epigenéticas 82
Mecanismos implicados en el desencadenamiento del parto prematuro y el daño en el
cerebro fetal 84
4 Crecimiento y comportamiento de las crías provenientes de hembras tratadas con
melatonina y LPS donde se revirtió el parto prematuro 86
Efecto del tratamiento con melatonina y LPS en el período de lactancia 86
Peso 86
Parámetros de desarrollo 87
XIII
Efecto del tratamiento con melatonina y LPS en el período de adultez 88
Comportamiento 88
Test de campo abierto 88
Test de laberinto elevado en cruz 89
Test de evitación inhibitoria 92
Discusión 93
Conclusiones 105
Referencias 107
Introducción
Introducción
1
Introducción
Parto prematuro
Definición y problemática
Un embarazo normal en el ser humano dura 40 semanas. Sin embargo,
cuando el parto tiene lugar antes de que se haya completado la semana 37 de
gestación, los recién nacidos se consideran prematuros.
El parto prematuro es la principal causa de mortalidad perinatal, siendo ésta
definida como la muerte fetal a partir de la semana 28 de gestación o la muerte del
bebé recién nacido en los primeros 7 días de vida.
A su vez, el parto prematuro también es la principal causa de morbilidad
perinatal. Los recién nacidos prematuros necesitan cuidados especiales, ya que no
están totalmente preparados para la vida extrauterina. Aunque una proporción de
los nacidos prematuros sobrevive, tienen mayor riesgo de sufrir trastornos en el
desarrollo. La inmadurez, especialmente del cerebro y de los pulmones, puede dejar
secuelas para el resto de la vida (Jobe & Bancalari 2001; Rees & Inder 2005).
Frecuencia e incidencia
Cada año nacen en el mundo unos 15 millones de niños prematuros, es decir,
más de 1 de cada 10 nacimientos. Cada año mueren cerca de un millón de recién
nacidos prematuros y muchos otros sufren algún tipo de discapacidad física o
neurológica de por vida, lo cual supone un gran costo tanto para sus familias como
para la sociedad en general (Organización Mundial de la Salud 2012).
Cabe remarcar que el nacimiento prematuro es la principal causa de
mortalidad neonatal (durante los primeros 28 días de vida) y la segunda causa de
muerte entre los niños menores de cinco años después de la neumonía, aunque las
tasas de supervivencia presentan notables disparidades entre los distintos países del
mundo. Sin embargo, por más que los bebés prematuros sobrevivan corren mayor
riesgo de desarrollar discapacidades que les acompañarán toda la vida. El grado en
que esto puede afectarles depende en gran medida del grado de prematuridad, la
calidad de la atención y los cuidados recibidos en el parto, el período
inmediatamente posterior a este y en los días y semanas subsiguientes
(Organización Mundial de la Salud 2012).
Introducción
2
Clasificaciones
La Organización Mundial de la Salud ha clasificado a los niños prematuros de
acuerdo con las semanas de gestación o con la edad gestacional al momento del
nacimiento:
- Extremadamente prematuro: menores de 28 semanas.
- Severamente prematuro: aquellos nacidos entre las semanas 28 y 31.
- Moderadamente prematuro: aquellos nacidos entre las semanas 32 y 33.
- Cercano a término: aquellos nacidos entre las semanas 34 y 36.
La vía común del parto
Algunos de los mecanismos involucrados en el inicio del parto prematuro son
similares a los del parto a término, la diferencia crucial es en el momento de la
gestación en que éstos se desencadenan (Gotsch et al. 2009). En cambio, otros
procesos parecen involucrar distintos mecanismos, como ocurre en la maduración
del cérvix (Gonzalez et al. 2013).
La vía común del parto ha sido definida como eventos anatómicos,
fisiológicos, bioquímicos, endócrinos e inmunológicos que ocurren en la madre y/o
en el feto en el momento del parto, independientemente si esto ocurre
prematuramente o a término.
Los componentes más conocidos de la vía común del parto son los eventos que
ocurren a nivel uterino porque son clínicamente aparentes para los obstetras y sus
pacientes. Algunos de éstos son: 1) el incremento en la contractilidad endometrial;
2) la dilatación y borradura del cérvix; 3) la activación de las membranas
corioamnióticas y de la decidua (Figura 1), (Romero et al. 1994).
Figura 1. La vía común del parto (Gotsch et al. 2009)
Introducción
3
En el parto espontáneo a término estos tres componentes están
sincronizados: las contracciones uterinas se vuelven regulares y dolorosas, se
produce la dilatación del cérvix y ocurre la ruptura de las membranas. El tiempo de
gestación en el ser humano queda limitado por la capacidad de la madre y/o la
placenta de sostener el crecimiento del feto. Cuando se llega a ese límite se inicia el
trabajo de parto. Una duración ilimitada del embarazo acabaría con los recursos
maternos y a su vez la cabeza del feto no pasaría por el canal de parto. Asimismo, se
postula que la duración de la gestación queda determinada tanto por el genoma del
feto como por el de la madre (Haig 2010).
El comienzo del trabajo de parto antes de tiempo no ha sido aún dilucidado
y se postula que es una activación idiopática del proceso normal del trabajo de parto
como resultado de un evento patológico. En algunos casos, la activación de los
componentes de la vía común del parto puede estar desincronizada. Por lo tanto,
algunos pacientes sólo presentan un aumento de la contractilidad uterina, otros
presentan insuficiencia del cérvix (dilatación con las membranas protruyendo hacia
el mismo) y otros una ruptura prematura de las membranas. Aunque en otros casos,
la activación de los componentes de la vía común del parto puede estar
sincronizada (Gotsch et al. 2009).
Sin embargo, se han demostrado diferencias con respecto a la maduración
del cérvix entre el parto prematuro y el parto a término. Por ejemplo, en el parto
prematuro se ha observado infiltración de macrófagos y no así infiltración
leucocitaria. A su vez, en el parto prematuro, los macrófagos son los responsables de
la liberación de metaloproteinasas y en cambio en el parto a término son las células
epiteliales columnares y los fibroblastos las que producen estas enzimas. En ambos
casos, la liberación de las metaloproteinasas producen la degradación de las fibras
de colágeno que permiten la dilatación del cérvix (Gonzalez et al. 2013).
Recurrencia del parto prematuro
Las mujeres que tuvieron partos prematuros previos tienen de 2 a 5 veces
mayor riesgo de tener parto prematuro en su próximo embarazo. El riesgo de parto
prematuro en un próximo embarazo está directamente relacionado con la cantidad
de partos prematuros previos e inversamente relacionado con el tiempo de
gestación del parto prematuro anterior (Goldenberg et al. 2008).
Las mujeres que tuvieron parto prematuro espontáneo es más probable que
tengan uno subsecuente y las que tuvieron partos prematuros indicados tienden a
repetir ese tipo de parto. El mecanismo de recurrencia aún no fue dilucidado, pero
las infecciones persistentes o recurrentes probablemente expliquen muchos casos
de partos prematuros espontáneos repetitivos (Mercer et al. 1999). Por otro lado,
los desórdenes subyacentes que causan parto prematuro indicado como la diabetes,
Introducción
4
la hipertensión o la obesidad frecuentemente persisten entre gestaciones por lo
tanto también podrían explicar muchos casos de parto prematuro indicados
repetitivos (Laughon et al. 2014).
Etiología
Muchas patologías obstétricas se basan en la recopilación de signos y
síntomas clínicos que presentan las madres y no en los mecanismos responsables de
la enfermedad. El término “parto prematuro” no indica la causa, pudiendo éste ser
iniciado por una infección intrauterina, isquemia útero-placentaria, sobredistensión
uterina, desórdenes del cérvix, una reacción alogénica anormal, fenómenos de
alergia, desórdenes endócrinos u otros (Figura 2 Su diagnóstico describe
simplemente las manifestaciones clínicas sin considerar su etiología. Por lo tanto, se
propone tratar al parto prematuro como un síndrome. Según el Diccionario Médico
de Oxford un síndrome es “una combinación de síntomas y/o signos que forman una
descripción clínica de un desorden particular”. En esta definición queda implícito
que un síndrome puede tener varias etiologías (Romero et al. 2006).
Figura 2.Causas del parto prematuro (Gotsch et al. 2009).
Introducción
5
Las infecciones como causa del parto prematuro
Las infecciones intrauterinas durante la gestación son la principal causa de
parto prematuro (Goldenberg et al. 2000). Se ha observado que más del 85% de los
partos prematuros espontáneos antes de la semana 28 (Yoon et al. 2000; Yoon et al.
2001) y alrededor del 65% de los partos antes de la semana 37 de gestación (Üstün
et al. 2001) presentaron evidencia de inflamación intrauterina (definida como
presencia de corioamnionitis histológica).
Las infecciones provocan parto prematuro debido a la inducción de un
proceso inflamatorio. Los microorganismos y sus productos son reconocidos por los
receptores de reconocimiento de patrones, como los receptores de la familia Toll
(TLR), a través de los cuales se induce la producción de quimioquinas, citoquinas,
prostaglandinas y proteasas que activan la vía común del parto (Romero et al.
2014).
Dentro de los procesos patológicos asociados al parto prematuro, los
procesos de infección/inflamación durante la gestación son la únicos que afirman
causalidad dado que se conocen muchos los mecanismos moleculares involucrados
en el mismo (Morrison & Cushman 2007; Kemp 2014; Prince et al. 2014).
Vías de infección intrauterina
Las posibles vías de infección son cuatro y se pueden observar en la Figura 3.
La primera es la vía ascendente desde la vagina, la segunda la vía retrógrada desde
la cavidad peritoneal a través de las trompas de Falopio. La tercera es la vía
hematógena a través de la placenta y la cuarta es por procedimientos invasivos
como la amniocentesis o la toma de muestras percutáneas de sangre fetal del
cordón umbilical o de las vellosidades coriónicas (Goldenberg et al. 2008).
Introducción
6
Normalmente las bacterias que se encuentran en el útero asociadas al parto
prematuro son de origen vaginal. Raramente se encuentran bacterias provenientes
de otros lugares como la boca y se cree que éstas llegan tanto sea por la vía
hematógena como por contacto orogenital. Aunque no han sido estudiadas
extensivamente las infecciones intrauterinas virales o por hongos, éstas podrían ser
probables, o podrían contribuir a exacerbar las consecuencias de las infecciones
bacterianas (Racicot et al. 2013; Payne & Bayatibojakhi 2014)
Potenciales sitios de infección-inflamación dentro del útero
Si la mayoría de las bacterias que se encuentran en el útero asociadas al
parto prematuro son de origen vaginal, el mecanismo de infección más probable es
que las bacterias asciendan por la vagina hasta el cérvix uterino. El paso al espacio
corio-decidual ocurriría según los factores de virulencia propios de las bacterias y de
la respuesta inmune materna, y de producirse se generaría la inducción de una
respuesta inflamatoria.
Si la infección avanza, una posibilidad sería que las bacterias se propaguen a
través de la placenta y luego mediante el cordón umbilical las bacterias llegarían al
Figura 3. Vías de infección. I: Vía ascendente desde la vagina. II: Vía retrógrada desde la cavidad peritoneal a través de las Trompas de Falopio. III: Vía hematógena a través de la placenta. IV: Procedimientos invasivos.
Introducción
7
feto produciendo una respuesta inflamatoria fetal. Otra posibilidad, sería que las
bacterias accedan a la cavidad amniótica mediante el pasaje a través de las
membranas fetales (corion y amnios). Una vez que las bacterias están en la cavidad
amniótica podrían ingresar al feto mediante la deglución, Figura 4
Figura 4.Potenciales sitios de infección-inflamación dentro del útero.
Una hipótesis alternativa propone que en la mayoría de los casos las
bacterias no acceden a la cavidad amniótica y/o al feto, sino que permanecen en el
espacio corio-decidual y la placenta, provocando una respuesta inflamatoria
circunscripta a dichos tejidos. Sucesivamente, los mediadores inflamatorios
(citoquinas y quimioquinas) llegarían a la circulación fetal y evocarían la respuesta
fetal (Goldenberg et al. 2000; Elovitz & Mrinalini 2004).
La respuesta inflamatoria fetal se asocia al inicio del trabajo de parto antes
de término y a la morbilidad a corto y largo plazo, vinculada a leucomalacia
periventricular, displasia broncopulmonar y parálisis cerebral (Bo Hyun Yoon et al.
1996; Yoon et al. 1999; B H Yoon et al. 2000).
Infección versus inflamación
Las infecciones son, con frecuencia, difíciles de detectar debido a dos
limitaciones. Una relacionada a las técnicas de cultivo de microorganismos, que sólo
pueden detectar al 1 % de los microorganismos, del resto se desconocen las
condiciones óptimas de crecimiento (un cultivo positivo asegura la presencia de
microorganismos pero no al revés). Sin embargo, esta dificultad en los últimos años
ha comenzado a ser sorteada con el desarrollo de técnicas de biología molecular. A
través de sondas específicas o de PCR se puede revelar la presencia de la subunidad
16S del ribosoma bacteriano. La otra limitación es en cuanto a la obtención de la
muestra, ya que una extracción de líquido amniótico requiere amniocentesis y por
ello un riesgo para el embarazo.
Introducción
8
Debido a que la infección es la principal causa de inflamación, normalmente
se considera que las mujeres que presentan un cuadro inflamatorio también
presentan un cuadro infeccioso (Romero et al. 2006).
Ventaja evolutiva del parto prematuro inducido por infección
El comienzo del trabajo de parto antes de tiempo puede considerarse como
un mecanismo de defensa de la madre contra la infección uterina, a través del cual
la madre elimina tejidos infectados como incluyendo al feto y así podría mantener
su éxito (fitness) reproductivo. Cuando el feto está maduro, el comienzo del trabajo
de parto antes de tiempo puede también tener un valor para su supervivencia ya
que le permitiría al feto escapar de un ambiente intrauterino hostil. Entonces, si las
manifestaciones clínicas son adaptativas, el tratamiento con tocolíticos o el cerclaje
del cérvix estarían actuando sobre los síntomas y no sobre los procesos patológicos
que estarían causando el inicio del trabajo de parto antes de tiempo (Romero et al.
2006).
Intervenciones terapéuticas para el parto prematuro
Las intervenciones para reducir la morbimortalidad asociada al parto
prematuro pueden ser primarias, secundarias o terciarias. Las primarias están
dirigidas a todas las mujeres antes o durante el embarazo para prevenir o reducir el
riesgo de parto prematuro. Las secundarias están dirigidas a mujeres con factores
de riesgo para prevenir o reducir su incidencia. Por último, las terciarias están
dirigidas a mujeres luego de que el trabajo de parto haya comenzado y cuyo objetivo
es retrasarlo y/o mejorar las consecuencias sobre los bebés nacidos antes de
término.
Con respecto a las intervenciones secundarias y terciarias habría que
considerar el equilibrio entre el intento de prolongar la gestación para promover la
maduración fetal y la exposición del feto a un ambiente intrauterino subóptimo o
incluso peligroso.
Intervenciones primarias
La prevención primaria está dirigida a todas las mujeres en edad
reproductiva y es una estrategia que surge a raíz de las limitaciones de las
intervenciones secundarias y terciarias. Hay dos tipos de intervenciones primarias, la
prevención primaria pre-concepcional y la prevención primaria durante la
gestación.
Introducción
9
La prevención primaria pre-concepcional consiste en intervenciones
educativas públicas (Anon 2005a) y en políticas públicas y profesionales, ya que se
ha observado que las mujeres que planifican sus embarazos y comienzan con el
consumo de suplementos nutricionales antes de la concepción tienen un menor
riesgo de parto prematuro (Anon 2005b).
La prevención primaria durante la gestación está dirigida a todas las mujeres
embarazadas y consiste en el consumo de suplementos nutricionales durante la
gestación. Si bien esta conducta preventiva no altera la tasa de partos prematuros, sí
reduce la morbilidad fetal (Hofmeyr et al. 2006; Rumbold et al. 2006). A su vez, el
abandono del cigarrillo durante la gestación se ha visto que reduce el bajo peso al
nacer y la incidencia del parto prematuro (Lumley et al. 2009). Asimismo, la
importancia de los controles prenatales se basa en identificar a las mujeres de riesgo
(Papiernik 2007).
Cabe remarcar que más del 50% de los partos prematuros surgen de
embarazos sin ningún factor de riesgo aparente, y por lo tanto de ello se desprende
que los factores de riesgo considerados son limitados. Sería útil identificar nuevos
factores de riesgo para así poder reconocer a las mujeres con bajo riesgo que hasta
ahora son aparentemente sanas (Iams et al. 1998). La combinación de marcadores
de parto prematuro en suero, la presencia de fibronectina fetal en el cérvix y la
vagina, y la medición de la longitud del cérvix por ecografía abdominal muestran un
valor predictivo positivo para reconocer a las mujeres con bajo riesgo de parto
prematuro (Goldenberg et al. 2001).
Intervenciones secundarias
La prevención secundaria está dirigida a mujeres con un riesgo de parto
prematuro evidente basado en su historia obstétrica o en factores de riesgo
presentes. Hay dos tipos de intervenciones secundarias, la pre- y la post-
concepcional.
Por un lado, la intervención secundaria pre-concepcional se basa en la
historia obstétrica de haber tenido un parto prematuro previo. Éste, es un factor de
riesgo muy importante y a su vez, cuanto más temprano en la gestación haya sido el
parto prematuro anterior es mayor el riesgo de recurrencia (Mercer et al. 1999). De
esto se desprende la importancia de definir a qué se considera parto prematuro
(Mazaki-Tovi et al. 2007). El límite superior está establecido por el parto que ocurre
antes de que se haya cumplido la semana 37 de gestación y el límite inferior por
aquel que ocurre a partir de la semana 18 de gestación. Un parto previo a que se
haya completado la semana 17 de gestación no confiere riesgo de un próximo parto
prematuro (Iams et al. 1998). Asimismo, cuantos más partos prematuros haya
tenido una mujer en sus embarazos previos el riesgo parto prematuro se incrementa
(Mercer et al. 1999). El conocimiento de este tipo riesgo, permitiría identificar
Introducción
10
oportunidades para tratar de disminuirlo aunque por el momento no se cuenta con
herramientas para hacerlo. La intervención secundaria pre-concepcional se basa en
factores de riesgo presentes que son identificados en la consulta, como la diabetes,
el peso corporal, el asma y patologías asociadas a la presión sanguínea, los cuales
predicen alrededor del 40% de los partos prematuros (Haas et al. 2005).
En cuanto a la intervención secundaria post-concepcional, los suplementos
nutricionales mostraron una reducción significativa en la incidencia de partos
prematuros (Olsen et al. 1992; Olsen et al. 2000).
Asimismo, han sido poco exitosos los intentos de evitar el parto con
antibióticos, progesterona o el cerclaje del cérvix. Esto ha generado mucha
controversia ya que no en todos los casos el tratamiento es efectivo.
Intervenciones terciarias
Los tratamientos para arrestar el trabajo de parto prematuro una vez que
éste ya comenzó no son suficientes para permitir que el embarazo llegue a término
y que culmine el crecimiento y la maduración del feto dentro del útero. Sin
embargo, el tratamiento puede retrasar el parto el tiempo necesario para que se
puedan realizar intervenciones que reduzcan la morbimortalidad neonatal. También
se trata de transferir a la mujer embarazada con trabajo de parto prematuro
(especialmente si no ha cumplido la semana 32 de gestación) a un centro de
atención equipado para el cuidado de bebés prematuros (Warner et al. 2004; Phibbs
et al. 2007).
A todas las mujeres con amenaza de parto prematuro se les administran
antibióticos para prevenir infecciones neonatales, ya que los bebés prematuros
tienen mayor riesgo de contraer infecciones (Schrag et al. 2002).
La administración prenatal de corticoides a la madre reduce las dificultades
respiratorias, la hemorragia intraventricular, la enterocolitis necrotizante y el ductus
arterioso persistente. Los glucocorticoides actúan en el desarrollo fetal promoviendo
la maduración sobre el crecimiento. En los pulmones los corticoides promueven la
síntesis de surfactantes, incrementan la distensibilidad pulmonar, reducen la
permeabilidad vascular y generan una mejor respuesta al tratamiento postnatal con
surfactantes (Roberts & Dalziel 2006; Wapner et al. 2006).
Los tocolíticos son drogas que se usan para prolongar la gestación en
mujeres con riesgo de parto prematuro con trabajo de parto activo. Pueden retrasar
el inicio del parto de 2 a 7 días. Este tiempo permite transferir el caso a una unidad
especial y administrar los corticoides para reducir la morbimortalidad neonatal (Iams
et al. 2008).
Introducción
11
Las intervenciones que intentan reducir la incidencia de parto prematuro
son limitadas, lo que sí se ha logrado hasta ahora es que la tasa de parto
prematuro se mantenga y la mortalidad perinatal disminuya. El uso prenatal de
corticoides y antibióticos y el postnatal de surfactantes, los avances en las técnicas
de resucitación en los recién nacidos, el mejor entendimiento del uso de
respiradores y el manejo de fluidos, así como el progreso en técnicas quirúrgicas y
anestésicas, y el uso apropiado de antibióticos tienen un rol muy importante en el
aumento de la tasa de supervivencia de los nacidos prematuros.
Mortalidad y secuelas desde la infancia a la adultez de los nacidos prematuros
El parto prematuro ha representado un problema de salud pública desde el
siglo pasado, pero es en los últimos años cuando se ha incrementado su incidencia.
Antes de la década del ’70 se consideraba inviable a un feto menor de 28 semanas.
Si bien se reportaba ocasionalmente sobrevida, la mortalidad para ese grupo era
mayor al 90%. Los avances en el cuidado de los bebés prematuros y la tecnología
han ido aumentando gradualmente la sobrevida de los mismos. En la actualidad, el
límite de viabilidad aceptada en la mayor parte de los países desarrollados es la
semana 24. La disminución del límite de viabilidad lleva a aumentar el porcentaje de
partos prematuros. Cada vez más se programan partos antes de término cuando
está en riesgo la vida de la madre y/o del feto, teniendo en cuenta que los medios
diagnósticos perinatales hoy son mucho más avanzados que hace 20 años. Producto
de estas intervenciones se ha disminuido la mortalidad intrauterina y la mayoría de
los niños que antes morían in utero ahora nacen pretérmino. El desarrollo de la
ventilación mecánica en los años ’60 y el uso de corticoides prenatales en los años
’70 cambiaron la historia natural de la evolución del síndrome de dificultad
respiratoria, causa principal de mortalidad en esa época para la prematurez (Hislop
et al. 1987; Roberts & Dalziel 2006). En los ’90, el empleo rutinario de surfactantes
para los prematuros con este síndrome mejoró su sobrevida, pero aumentó o
mantuvo estable el porcentaje de prematuros con displasia broncopulmonar (Soll
1998; Doyle 2004). En la actualidad, se están usando medidas ventilatorias menos
agresivas para tratar de disminuir su incidencia.
Por consiguiente, la tasa de supervivencia de los nacidos prematuros se ha
incrementado en los últimos años debido a los avances tecnológicos. Estos niños no
sólo tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones en la unidad neonatal sino
también a largo plazo. La morbilidad asociada a la prematurez está inversamente
relacionada con el tiempo de gestación y no hay tiempo de gestación donde los
nacidos prematuros queden exentos de complicaciones. Como la tasa de mortalidad
ha disminuido, el enfoque en las intervenciones perinatales está puesto en
desarrollar estrategias para reducir la morbilidad a largo plazo, especialmente en
Introducción
12
prevenir las lesiones en el cerebro. Además, hay interés en identificar los riesgos,
especialmente los cardiovasculares y metabólicos que experimentan los
sobrevivientes prematuros (Saigal & Doyle 2008).
Hay un debate sobre si el incremento de los costos del cuidado neonatal y la
carga social y económica de las discapacidades son justificados para infantes de
viabilidad límite. Los sistemas de salud cada vez incrementan más la cantidad de
nacidos prematuros y por lo tanto es necesario ser conscientes de los efectos a largo
plazo que esto trae aparejado con respecto a las discapacidades y problemas de
salud de los sobrevivientes, sus familias y la sociedad (Glass et al. 2015).
En nuestros días, la tasa de mortalidad de los nacidos prematuros está
íntimamente relacionada con la calidad de los cuidados neonatales recibidos
(Cifuentes et al. 2002). Comparado con los nacidos a término, a los prematuros les
cuesta más conservar el calor y tienen dificultades respiratorias ya que los
pulmones no han terminado de desarrollarse. A veces, pueden respirar de forma
autónoma pero padecen apnea. A su vez, tienen mayor probabilidad de sufrir
hipoglucemia, convulsiones, ictericia y kernicterus. También son frecuentes las
dificultades en la alimentación (la coordinación del reflejo de succión y deglución no
está del todo desarrollada) y la leucomalacia periventricular ya que tienen mayor
riesgo de sufrir hemorragias cerebrales durante el parto y en los días
inmediatamente posteriores a éste. Además, padecen lesiones cerebrales debido a
la falta de oxígeno. Tanto las hemorragias como la falta de oxígeno en el cerebro
pueden provocar parálisis cerebral, retraso en el desarrollo y problemas de
aprendizaje. Son usuales también las retinopatías que conducen a deficiencias
visuales o ceguera. Asimismo, poseen un mayor riesgo a sufrir infecciones (Wang et
al. 2004; Raju 2006; Kinney 2006; Escobar et al. 2006). Además, tienen mayor riesgo
de sufrir secuelas en el neurodesarrollo. Éstas incluyen, parálisis cerebral, retardo
mental y discapacidades visuales y auditivas (Rijken et al. 2003; Mikkola et al. 2005).
Los nacidos prematuros poseen también una mayor prevalencia de disfunciones
neuromotoras (Goyen et al. 1998; Hadders-Algra 2002; Davis et al. 2007). Cabe
destacar que los nacidos prematuros presentan una menor tasa de crecimiento
durante su infancia y acercándose la adolescencia alcanzan un peso normal (Ford et
al. 2000; Wood et al. 2003). Este retraso inicial seguido de un crecimiento acelerado
les confiere a los nacidos prematuros un mayor riesgo de enfermedades metabólicas
en el adulto como la diabetes tipo II y/o enfermedades cardiovasculares (Barker
1995).
No hay duda que el tiempo de gestación o grado de prematuridad ejerce la
mayor influencia en las secuelas del parto prematuro, no habiendo tiempo de
gestación que escape a la morbilidad. Más allá de las mejoras en los cuidados
intensivos de neonatología que aumentaron considerablemente la sobrevida de
los nacidos prematuros y les otorgan mejores condiciones para toda su vida, sin
lugar a duda son necesarias nuevas estrategias de prevención y reducción del
Introducción
13
parto prematuro para reducir la morbimortalidad fetal y como consecuencia
mejorar la salud de los nacidos prematuros para toda su vida.
Introducción
14
Modelando el parto prematuro inducido por inflamación
Al modelar patologías en animales de experimentación, se busca que éstos
presenten características similares a casos clínicos en términos de su etiología, vías
bioquímicas, sintomatología y tratamiento (McKinney & Bunney 1969). De esta
manera, la construcción de un modelo surge a partir de bases teóricas de su etiología y
se busca que recree la mayor cantidad de características clínicas posibles. Por
consiguiente, mediante hallazgos empíricos se busca predecir aspectos desconocidos
del desorden y estudiar respuestas farmacológicas para posibles nuevas terapias
clínicas.
Construcción de un modelo de parto prematuro inducido por inflamación
Como se mencionó anteriormente las infecciones intrauterinas durante la
gestación son la principal causa de parto prematuro debido a la inducción de un
proceso inflamatorio (Goldenberg et al. 2000). Los microorganismos y sus productos
son reconocidos por los receptores de reconocimiento de patrones, como los
receptores de la familia Toll (TLR), que inducen la producción de quimioquinas,
citoquinas, prostaglandinas y proteasas activando la vía común del parto (Romero et
al. 2014). En particular, el lipopolisacárido (LPS) es un importante factor de virulencia
de las bacterias Gram negativas que es reconocido por el receptor TLR-4 y es utilizado
en modelos de diversas patologías reproductivas por su capacidad de ser un potente
inflamógeno.
En el laboratorio hemos desarrollado un modelo murino de parto prematuro
inducido por LPS que consiste en la administración de la endotoxina en el día 15 de
gestación, lo que produce 100% de parto prematuro durante la tarde-noche de ese
mismo día (Cella et al. 2010). Este modelo cuenta con la ventaja de que el parto
prematuro ocurre en una ventana temporal pequeña y presenta una reproducibilidad
del 100%. En otros modelos el parto ocurre a lo largo de 2-3 días y/o no logran un
porcentaje tan alto de parto prematuro (Elovitz & Mrinalini 2004).
Aspectos del parto prematuro inducido por inflamación en el modelo utilizado
Las hembras preñadas de día 15 de gestación que reciben LPS presentan los
síntomas típicos de una inflamación sistémica como disminución de la ingesta de
alimento, inactividad, postura agachada, piloerección, diarrea. A su vez, hemos
observado que el LPS produce un aumento local de factores proinflamatorios como
prostaglandinas y óxido nítrico en el útero (Cella et al. 2010).
Introducción
15
Validez predictiva del modelo del modelo utilizado
Este modelo, además de permitirnos seguir investigando nuevos mecanismos
implicados en el desencadenamiento del parto prematuro, fue utilizado para
determinar la capacidad de la melatonina en retrasar o prevenir el parto prematuro.
Además este modelo no sólo nos permitió investigar las consecuencias del LPS en el
cerebro fetal y el posible efecto neuroprotector de la melatonina, sino también los
posibles efectos sobre el crecimiento y comportamiento de las crías.
Introducción
16
LPS, inflamación, parto prematuro y daño en el cerebro fetal
Lipopolisacárido
Las bacterias Gram negativas además de tener una capa de peptidoglicano, su
pared celular posee en una capa adicional. De hecho, esta capa representa una
segunda bicapa lipídica que consta de fosfolípidos, polisacáridos y proteínas. Los
lípidos y polisacáridos forman los lipopolisacáridos o LPS. Los lipopolisacáridos están
formados básicamente por tres dominios estructurales: el polisacárido, el núcleo y el
lípido A anclado a la membrana externa (Płóciennikowska et al. 2015), Figura 5.
Figura 5. Estructura del lipopolisacárido.
Una propiedad biológica importante de la membrana externa es que presenta
un efecto tóxico en sus hospedadores. No es necesario que el organismo sea
patógeno, ya que el LPS de algunas bacterias no patógenas también presenta
propiedades tóxicas que se asocian en particular con el lípido A. El LPS o también
llamado endotoxina no sólo puede causar una variedad de efectos fisiológicos como
fiebre, diarrea y vómitos sino también a dosis altas puede provocar un cuadro
inflamatorio sistémico, a menudo mortal, denominado shock séptico (Madigan et al.
2004; Fainboim & Geffner 2005). Cabe resaltar que la utilización de LPS es una de las
estrategias más comunes para estudiar fenómenos inflamatorios.
Introducción
17
LPS, estrés nitro-oxidativo y respuesta inflamatoria
El reconocimiento del LPS por el TLR-4 (toll-like receptor 4) induce estrés nitro-
oxidativo que es el resultado de un desequilibrio del sistema nitro-oxidante/anti-nitro-
oxidante; es decir, un exceso de nitro-oxidantes y/o depleción de anti-nitro-oxidantes.
Se cree que este desempeña un rol esencial en la patogénesis de muchas
enfermedades inflamatorias, no sólo a través de efectos perjudiciales directos, sino
también por su participación en los mecanismos moleculares que regulan la
inflamación. De esta manera, al producirse estrés nitro-oxidativo; las moléculas
reactivas actúan como segundos mensajeros y promueven la expresión de genes
implicados en los procesos inflamatorios (Song et al. 2007).
El NF-κB (nuclear factor kappa B) es un factor de transcripción fundamental,
implicado en regular positivamente genes inflamatorios en respuesta a cambios del
estado de óxido-reducción celular. Luego de la activación del proceso nitro-oxidativo,
el factor I-κB, el inhibidor de κB, es fosforilado y NF-κB se transloca al núcleo (Wang et
al. 2002). Una vez allí, está imposibilitado de iniciar la expresión de genes
proinflamatorios ya que el ADN está estrechamente compactado. Se requiere la
remodelación de la cromatina para permitir el acceso del NF-κB y de toda la
maquinaria transcripcional para así generar una respuesta inflamatoria. Tanto la
activación de las acetiltransferasas de histonas (HAT), como la inactivación de las
deacetilasas de histonas (HDAC) producen la acetilación de histonas que tiene como
consecuencia la apertura de los nucleosomas. Los factores de transcripción como NF-
κB y la proteína activadora AP-1 utilizan una variedad de coactivadores que tienen
actividad intrínseca HAT tales como CBP/p300 que producen la acetilación de las
histonas H3 y H4 (Perkins et al. 1997; Qin 2005; Qin et al. 2006; Kaminski & Stavnezer
2007; Schaafsma et al. 2015). Como consecuencia, el NF-κB promueve la expresión de
genes proinflamatorios a través de modificaciones en las histonas que coordinan los
cambios entre la heterocromatina (fuertemente empaquetada/inaccesible para la
transcripción) y la eucromatina (ligeramente empaquetada/accesible para la
transcripción). Su acción nuclear implica modificaciones post-traduccionales de
algunas de sus subunidades así como de las histonas que rodean los genes que modula
(Chen & Greene 2004).
Se ha descripto que el LPS activa HDAC, resultando en la desacetilación de las
histonas H3 y H4 promoviendo el silenciamiento de ciertos genes (Xing et al. 2015).
Recientemente en un modelo de inflamación del sistema nervioso central inducida por
LPS, se ha demostrado que la endotoxina mediante la activación de NF-κB produce la
acetilación de la H3 del promotor de IL-1β aumentando la expresión de esta
interleuquina (Schaafsma et al. 2015).
La activación del factor de transcripción NF-κB induce una variedad de
procesos epigenéticos como modificaciones de la acetilación de histonas y metilación
del ADN, llevando eventualmente a un aumento de la expresión de genes
Introducción
18
inflamatorios y una disminución de la expresión de genes anti-inflamatorios (Adcock
et al. 2005). La activación de NF-κB, induce la transcripción de genes pro-
inflamatorios que incluyen citoquinas (TNF-α, interleuquinas), quimioquinas,
moléculas de adhesión y enzimas inflamatorias. Con respecto a las enzimas
inflamatorias, tanto la inflamación local como la sistémica son asociadas con la
inducción de la expresión de la óxido nítrico sintasa inducible (NOSi) y la ciclo-
oxigenasa 2 (COX-2) que producen grandes cantidades de NO y prostaglandinas
respectivamente (Tomlinson et al. 1994; Salvemini 2001), Figura 6 A su vez el factor de
transcripción NF-κB, activa vías de señalización que coordinan la respuesta inmune
innata y adaptativa (Karin 2006).
Figura 6. Generación de especies reactivas de nitrógeno y oxígeno por LPS. La
endotoxina produce aumento de moléculas reactivas como el óxido nítrico (NO•) que
al reaccionar con el anión superóxido (O2-•) forma el peroxinitrito (ONOO-). El NO•
puede ser reducido a peróxido de hidrógeno (H2O2), y consecuentemente a radical
hidroxilo (OH-•). Tanto el ONOO- como el OH-• son compuestos altamente reactivos
que producen estrés nitro-oxidativo. Ésto conduce a la la activación del factor de
transcripción NF-κB que activa la transcripción de genes como el de citoquinas pro-
inflamatorias, NOSi y COX-2 (Korkmaz et al. 2012 modificado).
Introducción
19
Respuesta inflamatoria: citoquinas
A pocas horas de haberse iniciado un proceso infeccioso, se incrementan los
niveles de las citoquinas TNF-α, IL-1 e IL-6 que median el conjunto de acciones que
producen el desarrollo de un cuadro inflamatorio agudo local y sistémico. Las
acciones inflamatorias locales se ejercen sobre distintas poblaciones celulares en el
entorno inmediato del foco infeccioso y, dentro de las acciones inflamatorias
sistémicas, cabe resaltar la que se ejerce a nivel hipotalámico que induce el
incremento en la temperatura corporal mediado por la PGE2.
Las citoquinas comprenden un grupo heterogéneo de moléculas de bajo peso
molecular que modulan el sistema inmune. Son producidas y secretadas por diversos
tipos celulares, pertenecientes o no al sistema inmune y median su actividad a través
de la interacción con receptores específicos de alta afinidad, pudiendo actuar de
manera autócrina, parácrina y endócrina. Las acciones de las citoquinas suelen ser
pleiotrópicas y redundantes y en este sentido, suelen observarse efectos sinérgicos y
también efectos antagónicos entre ellas. Además, las citoquinas participan en
diferentes mecanismos efectores e inmunorreguladores, propios de la inmunidad
tanto innata como adaptativa.
El TNF-α pertenece a una familia integrada por 19 proteínas que participan en
diversas respuestas biológicas y compromete al menos a 29 receptores diferentes. El
TNF-α es producido fundamentalmente por macrófagos y ejerce múltiples actividades
conducentes a la exacerbación de la respuesta inflamatoria (Fainboim & Geffner
2005).
La IL-1 es producida en grandes cantidades por macrófagos y queratinocitos.
Se han identificado dos genes que codifican productos con similar actividad biológica:
IL-1α e IL-1β. La producción de IL-1α predomina en los queratinocitos y la de IL-1β en
los macrófagos. Al igual que TNF-α, tiene también actividad pro-inflamatoria
(Fainboim & Geffner 2005).
LPS y la respuesta inflamatoria de las citoquinas
Como se mencionó anteriormente, una vez que el LPS es reconocido por el
receptor TLR-4, este complejo desencadena una cascada de señalización que conduce
a la activación del NF-κB que induce la producción de citoquinas proinflamatorias
como TNF-α e IL-1β (Płóciennikowska et al. 2015; Navarrete et al. 2015).
Se ha demostrado que el LPS administrado de forma intraperitoneal a ratones
de la cepa BALB/c, produce un aumento en la producción de TNF-α e IL-1β por parte
de los macrófagos intraperitoneales (Liao & Lin 2015). Se ha demostrado también que
el LPS administrado por la misma vía incrementa la expresión del ARNm de TNF-α e IL-
Introducción
20
1β en distintos órganos, inclusive en el cerebro con una dosis que no perturba la
barrera hematoencefálica (Pitossi et al. 1997).
Citoquinas, parto prematuro y daño en el cerebro fetal
Como ya se mencionó, las infecciones intrauterinas durante la gestación son la
principal causa de parto prematuro. Al inducirse la respuesta inflamatoria, se produce
la activación de los macrófagos y la producción de citoquinas proinflamatorias, como
IL-1β y TNF-α, lo que genera un aumento en los niveles de prostaglandinas, la ruptura
de membranas, la maduración del cérvix y la estimulación de la contractilidad uterina
(Smaill 1996; Goldenberg et al. 2000; Ravanos et al. 2015). No sólo estas citoquinas
han sido asociadas a las infecciones prenatales intrauterinas y a los nacimientos
prematuros sino también a las infecciones neonatales y al daño cerebral neonatal. En
un modelo donde el LPS es administrado a ratas preñadas en distintos días de
gestación, se ha comprobado que la activación inmune prenatal tiene efectos a corto
y/o largo plazo sobre diversas fases de la neurogénesis en el giro dentado del
hipocampo de la descendencia. Se postula que la presencia en el plasma materno de
las principales citoquinas proinflamatorias como TNF-α, IL-1β e IL-6 podrían ser las
causantes del déficit en la neurogénesis provocados por el LPS (Cui et al. 2009).
Estímulos proinflamatorios recibidos por la hembra gestante durante el período
prenatal reportan un aumento agudo en la expresión basal de estas citoquinas en el
cerebro fetal (Cai et al. 2000; Meyer et al. 2006b). Tanto sea porque la infección
bacteriana llega al feto o por la capacidad de las citoquinas de atravesar la placenta y
la barrera hematoencefálica, se ha demostrado que las citoquinas pro-inflamatorias
producen estrés nitro-oxidativo y lesiones en la sustancia blanca neonatal (Dammann
& Leviton 1997; Døllner et al. 2002; Adams Waldorf & McAdams 2013; Kitanishi et al.
2014).
Introducción
21
Respuesta inflamatoria: óxido nítrico
El óxido nítrico (NO: nitric oxide) es una molécula gaseosa que presenta varias
características peculiares. Tiene una vida media corta (menor a los 30 segundos), llega
a los sitios de acción principalmente por difusión a través de las membranas celulares,
posee un electrón desapareado que la convierte en una molécula altamente reactiva y
su acción biológica está directamente relacionada con su reactividad química (Butler et
al. 1998). Es producida por diversos tipos celulares, como por ejemplo macrófagos,
células epiteliales y del músculo liso, fibroblastos y neuronas, entre otras. A su vez, una
gran variedad de evidencias experimentales demuestran de manera concluyente que
el NO desempeña un rol relevante en la fisiología del sistema nervioso, del sistema
cardiovascular y del sistema inmune (Ignarro et al. 1990; Bredt et al. 1991; Brenman &
Bredt 1996; Stuehr 1999; Bishop & Anderson 2005)
Esta molécula es sintetizada por una familia de tres enzimas llamadas óxido
nítrico sintasa (NOS: Nitric Oxide Synthase): la NOS endontelial (NOSe), la NOS
neuronal (NOSn) y la NOS inducible (NOSi). Las diversas isoformas de la NOS están
codificadas por genes distintos y difieren tanto en su estructura como en los
mecanismos regulatorios de su actividad (Bredt & Snyder 1994; Khatsenko & Kikkawa
1997). Las isoformas neuronal y endotelial son dependientes de calcio/calmodulina,
se localizan en el citosol y se activan en respuesta a un aumento en la concentración
de calcio intracelular. En cambio la isoforma inducible es regulada por endotoxinas y
citoquinas proinflamatorias, entre otros estímulos, y cataliza la síntesis de altas
concentraciones de NO.
En un comienzo, fueron divididas en constitutivas (NOSe y NOSn) e inducible
(NOSi). Sin embargo, actualmente se sabe que la expresión de la NOSe y la NOSn
también puede ser inducida y que en algunos tejidos la NOSi parece expresarse
constitutivamente (Baylis et al. 1999; Alderton et al. 2001). Otra clasificación se basa
en su dependencia al calcio. Tanto la actividad catalítica de la NOSe como de la NOSn
son dependientes de calcio/calmodulina mientras que la NOSi está unida fuertemente
a calmodulina, siendo relativamente independiente de calcio (Förstermann et al. 1991;
Alderton et al. 2001)
Los sustratos de estas enzimas son el aminoácido L-arginina, el oxígeno
molecular y la nicotinamida adenina dinucleótido fosfato (NADPH). Actúan
convirtiendo la L-arginina en L-citrulina y NO en cantidades equimolares, Figura 7.
Introducción
22
Figura 7. Biosíntesis del NO e isoformas de la NOS (Wolfson 2014).
La primer isoforma descripta fue la NOSn (NOS I) en cerebro, de allí la
nomenclatura “n” de neuronal, pero luego, fue encontrada en diferentes tejidos
incluyendo los reproductivos femeninos (Ali et al. 1997). La NOSi (NOS II) fue
descubierta inicialmente en macrófagos y se la nombró como la isoforma inducible
debido a que es activada por productos bacterianos como el LPS, citoquinas (TNF-α, IL-
1α, IL-1β e IL-6) y otros mediadores inflamatorios (Lowenstein et al. 1993).
Recientemente en un modelo in vitro se ha demostrado que el LPS aumenta la
expresión de NOSi a través de la acetilación de histonas (Choi et al. 2015). Se sabe que
una vez activada, genera NO en grandes cantidades y por largos períodos (Alderton et
al. 2001; Pacher et al. 2007). La NOSe (NOS III) se identificó por primera vez en el
endotelio de los vasos sanguíneos y luego en pulmón e hígado (Pollock et al. 1991;
Springall et al. 1992). Es una proteína asociada generalmente a la membrana de células
endoteliales. También se ha postulado la existencia de una cuarta isoforma llamada
NOS mitocondrial (Brookes 2004; Yao et al. 2010).
El NO, a través de la activación de una guanilato ciclasa soluble (GCs), produce
la formación de guanosina monofosfato cíclico (GMPc), un segundo mensajero. Si bien
las guanilato ciclasas (GC) pertenecen a una gran familia de proteínas, sólo las
isoformas solubles que contienen un grupo hemo son blanco de la activación por NO.
Esto se debe a que el NO tiene una alta afinidad y reactividad por el complejo de hierro
reducido (Fe2+) que conforma al hemo. La unión del NO a este grupo modifica su
conformación, alterando la actividad de la enzima (Ignarro 1991). De esta manera, la
GCs es activada por el NO, produciendo GMPc a partir de guanosina trifosfato (GTP). La
actividad del segundo mensajero GMPc finaliza por la rápida conversión a GMP
catalizada por varias fosfodiesterasas (Ignarro 1991).
Los múltiples efectos del NO pueden ser producidos en forma directa o por la
combinación con especies reactivas de oxígeno (ROS) para formar especies reactivas
de gran poder oxidativo (Grisham et al. 1999). Cabe aclarar que la formación de ROS,
es decir, radicales libres y otras moléculas que pueden convertirse en radicales libres o
Introducción
23
que son oxidantes fuertes, es una consecuencia insoslayable del metabolismo celular.
El O2 tiene un rol central en la célula como aceptor final de la cadena de transporte de
electrones a través de la cual se transforma en H2O, pero una pequeña proporción del
O2 no se reduce completamente, generando ROS. De esta forma, el oxígeno puede
reducirse sucesivamente a anión superóxido (O2-•) al incorporar un electrón, a
peróxido de hidrógeno (H2O2) al aceptar dos electrones y a radical hidroxilo (OH-•) al
aceptar tres electrones. Dentro de las especies reactivas de nitrógeno (RNS) no sólo
cabe resaltar al óxido nítrico (NO•), sino también al peroxinitrito (ONOO-) (Belforte
2011). El peroxinitrito es una molécula con una potente actividad citotóxica y pro-
inflamatoria (Beckman et al. 1990; Salvemini et al. 1998; Misko et al. 1998; Virág et al.
2002), (figura 6).
El NO posee múltiples funciones y participa tanto en procesos fisiológicos como
patológicos (Beckman 1996). Por un lado, puede actuar como secuestrador de
radicales libres e inactivar al radical superóxido, previniendo la citotoxicidad celular
(Cooke & Tsao 1993). En otras circunstancias, el NO reacciona con el anión superóxido
y genera el radical peroxinitrito (ONOO-), una potente molécula que produce un alto
nivel de citotoxicidad (Beckman & Crow 1993).
Los radicales libres pueden provocar modificaciones estructurales irreversibles
en moléculas de gran relevancia biológica como lípidos, proteínas o ácidos nucleicos.
Estos cambios provocan respuestas que van desde modulaciones sutiles de la
señalización celular a un excesivo daño oxidativo que lleva a la célula a morir por
necrosis o apoptosis (Pacher et al. 2007).
En respuesta a una infección bacteriana y a una gran variedad de mediadores
extracelulares, incluyendo a las endotoxinas y citoquinas inflamatorias, la vía del NF-
κB representa una de las más relevantes en la señalización que media la inducción de
la expresión de NOSi (Mollace et al. 2005). La regulación de la NOSi está altamente
asociada a la respuesta inflamatoria y las altas concentraciones de NO que produce
actúan como una molécula citostática y citotóxica (Stefano & Kream 2011). Los
factores que parecen regular los niveles de NO incluyen el tipo estímulo, el tipo de
tejido, el nivel y la duración de la inducción de la expresión de la NOSi y
probablemente el estado redox celular (Cuzzocrea & Reiter 2002).
Introducción
24
LPS y la respuesta inflamatoria del NO
El reconocimiento del LPS por el TLR-4 activa la vía del NF-κB que aumenta la
expresión de NOSi y los niveles de NO (Stefano & Kream 2011; Schaafsma et al. 2015;
Lee et al. 2015). Se ha demostrado también que el NO producido por la NOSn tiene un
papel fundamental en la transcripción de genes inflamatorios mediados por TLR-4,
regulando la intensidad y duración de la respuesta inmune (Baig et al. 2015).
Las funciones regulatorias del NO durante la inflamación están bien estudiadas.
Produce vasodilatación, conduce a un aumento en la permeabilidad vascular con la
consiguiente formación de edema e inhibe la agregación plaquetaria (Schmidt &
Walter 1994). A su vez, el NO participa como un agente proinflamatorio promoviendo
el aumento en la producción de citoquinas, la expresión de moléculas de adhesión de
leucocitos y la infiltración de neutrófilos en los tejidos durante la inflamación aguda o
crónica (Cuzzocrea, Mazzon, et al. 2000; Hierholzer et al. 1998; McInnes et al. 1998;
Cuzzocrea et al. 1998).
Como se mencionó anteriormente, también durante el proceso inflamatorio se
producen en abundancia ROS que favorecen la producción de peroxinitrito (ONOO-)
(Angele et al. 1998). Mientras que el ONOO- inactiva muchas enzimas, también
aumenta la actividad catalítica de otras, como por ejemplo de la COX-2 (Cuzzocrea &
Reiter 2002; Aisemberg et al. 2007), (figura 6).
NO, parto prematuro y daño en el cerebro fetal
El NO cumple importantes funciones durante la preñez (Sladek & Roberts
1996). Se ha informado que la expresión basal de la NOSi en el útero y la producción
de NO se asocia con el mantenimiento de la quiescencia del órgano, necesaria para
que la gestación llegue a término (Izumi & Garfield 1995; Dong et al. 1996; Farina et al.
2001). En nuestro laboratorio, se evaluó la producción uterina de NO en el último
tercio de la gestación, desde el día 13 al 19, para inferir sus niveles durante la etapa
final de la gestación normal hasta el parto a término. Encontramos que en la cepa
BALB/c, la producción uterina de NO permanece constante entre los días 13-16 y
disminuye significativamente en los días 18 y 19 (Cella et al. 2010). Sólo la expresión de
la NOSi uterina disminuyó gradualmente conforme se acerca el momento del parto,
mientras que no se hallaron variaciones en la expresión de las NOSn y NOSe en el
tejido (Cella 2007). Estos resultados son coincidentes con los que postulan que la
disminución de la síntesis de NO y de la expresión de la NOSi preceden al inicio del
parto, sugiriendo un papel protector de NO durante la preñez (Yallampalli et al. 1993).
Existen numerosos antecedentes que demuestran un aumento en la
concentración de NO mediado por la expresión exacerbada de la NOSi en procesos
inflamatorios y de sepsis (Mollace et al. 2005). En nuestro modelo de parto prematuro
Introducción
25
inducido por LPS, a diferencia de lo que ocurre en el parto a término, observamos un
aumento en la actividad de la NOS, antes del inicio del parto, que es acompañado por
un aumento en la expresión proteica de la enzima NOSi uterina. Al igual que en el
parto a término, en el modelo de parto prematuro inducido por LPS no se hallaron
variaciones en la expresión de las NOSn y NOSe uterinas (Cella et al. 2010).
Estos resultados sugieren que la isoforma NOSi es la principal responsable de
las variaciones en la producción de NO observadas tanto en el parto a término como
en el parto prematuro. Pero mientras que en el parto a término la caída de la
producción de NO y del nivel proteico de la NOSi favorecen las contracciones uterinas,
en el modelo de parto prematuro se observa el efecto contrario. A su vez, la
administración de aminoguanidina (AG), un inhibidor selectivo de la actividad de la
NOSi, revierte el parto prematuro inducido por LPS en un 45% de los casos y retrasa
alrededor de 20 horas el parto en otro 40 % (Cella et al. 2010). En conjunto, estos
datos sugieren que el NO producido por la NOSi cumple un rol significativo en el
proceso de parto prematuro inducido por el LPS.
Aunque la NOSi es una fuente bien establecida de óxido nítrico durante la
inflamación del sistema nervioso central, menos se sabe acerca de la participación de
las otras isoformas en el proceso inflamatorio. Czapski y colaboradores estudiaron de
forma comparativa la expresión y actividad de las diversas isoformas de las NOS en el
cerebro de ratón, en un modelo de inflamación sistémica inducida por la
administración intraperitoneal de LPS y los resultados indican que las tres isoformas
contribuyen al aumento en los niveles de NO (Czapski et al. 2007). Asimismo, se
observó que el LPS aumenta la expresión tanto de NOSi como de la NOSn en el cerebro
de ratas y ratones, cambios que fueron asociados a daño en la sustancia blanca (Zhou
et al. 2005; Yao et al. 2010). A su vez, se observó que la inyección
intracerebroventricular de inhibidores tanto de la NOSn como de la NOSi atenúan la
fiebre inducida por LPS en ratas (Soszynski & Chelminiak 2007).
Introducción
26
Respuesta inflamatoria: prostaglandinas
Casi todas las células, exceptuando los glóbulos rojos, producen
prostaglandinas, potentes mensajeros lipídicos involucrados tanto en procesos
fisiológicos como patológicos. Las prostaglandinas, al igual que los tromboxanos y los
leucotrienos, se denominan genéricamente eicosanoides. La palabra eicosanoide
proviene de vocablos griegos: eicosa (veinte) y eidos (forma). Todos ellos son derivados
de ácidos grasos de 20 carbonos, sintetizados por las células animales a partir de
ácidos grasos esenciales provenientes de la dieta, como lo son el ácido linoleico, el
ácido γ-linolénico o el ácido araquidónico. En particular nuestra dieta es rica en ácido
araquidónico (AA), siendo éste el precursor lipídico más abundante. EL AA se
encuentra unido a fosfolípidos de membrana, con lo cual debe ser liberado por
fosfolipasas movilizadoras que lo hacen accesible a las enzimas metabolizantes. Una
vez liberado el AA libre puede seguir dos vías separadas, la vía metabólica cíclica que
da lugar a las prostaglandinas y los tromboxanos o la vía metabólica lineal, a través de
la cual se forman otros derivados del AA, como los leucotrienos. La vía metabólica
cíclica está a cargo de un complejo enzimático llamado sintasa de prostaglandina H
(PGH) o ciclo-oxigenasa (COX) (Gimeno et al. 1985). Una vez que el AA es liberado de
los fosfolípidos de la membrana celular por la fosfolipasa A2 (PLA2), las ciclo-
oxigenasas por dos pasos de conversión lo metabolizan a la prostaglandina H2 (PGH2).
Como la PGH2 es un intermediario inestable, es convertida rápidamente por las
sintasas de prostaglandinas en metabolitos que son relativamente más estables, entre
ellos la prostaglandina E2 (PGE2) y la prostaglandina F2α (PGF2α). En ciertos tejidos, la
PGE2 puede ser convertida en prostaglandina PGF2α por acción de la 9-ceto-reductasa,
en una reacción reversible (Gimeno et al. 1985), Figura . Las prostaglandinas producen
su acción al unirse a receptores celulares específicos de membrana o intracelulares.
Las enzimas limitantes en la vía de síntesis de las prostaglandinas son las ciclo-
oxigenasas. Hasta el momento se han identificado dos isoformas, COX-1 y COX-2. Cada
una es codificada por un gen distinto, siendo similares en su estructura aminoacídica
(Lin et al. 1989; Tsai et al. 1991).
Introducción
27
Figura 8. Transformación del AA en PGE2 y PGF2α (Bariani 2012 modificado).
Las prostaglandinas se sintetizan a demanda al liberarse el AA frente a
estímulos específicos y tienen acción evanescente ya que son rápidamente
catabolizadas principalmente en el pulmón. Por lo tanto, los niveles de prostaglandinas
están determinados por un balance entre los procesos de síntesis y degradación donde
ambos procesos son de corta duración.
Con respecto a las ciclo-oxigenasas, la COX-1 fue la primera isoforma
identificada, presenta localización generalizada y si bien se expresa constitutivamente
en la mayoría de las células de mamíferos, sus niveles pueden ser regulados (Wu 1995;
Dong & Yallampalli 1996). Es una de las principales enzimas encargadas de la
protección de las mucosas y del mantenimiento de la homeostasis celular normal
(Whittle et al. 1980; Wu 1995). En cambio, la COX-2 está selectivamente distribuida,
expresándose principalmente en células endoteliales, del músculo liso y en macrófagos
y su expresión se induce a partir de estímulos como LPS, citoquinas y hormonas, entre
otros (Salvemini et al. 1993). Esta isoforma es relevante en los procesos de ovulación,
parto e inflamación (Xie et al. 1992). Cabe resaltar que las prostaglandinas son
importantes en la regulación varios procesos reproductivos femeninos como la
menstruación, la ovulación, la implantación, el mantenimiento de la preñez y el inicio
del parto (J. A. Arosh et al. 2004; J A Arosh et al. 2004; Brosin 1968). Los ratones
deficientes en COX-1, presentan retraso o dificultades al momento del parto, fenotipo
que se revierte administrando PGF2α. En cambio, los ratones deficientes en COX-2 son
infértiles ya que casi ningún ovocito es fertilizado y en el caso de que ocurra
fertilización, no hay implantación (Lim et al. 1997; Lim et al. 1999; Davis et al. 1999).
También las prostaglandinas tienen un papel fundamental en el proceso
inflamatorio, en especial con el inicio del trabajo de parto. La presencia de citoquinas
Introducción
28
y estrógenos promueven la producción de prostaglandinas en las células del
miometrio, la unidad fetoplacentaria (PGE2) y sobre todo por parte de la decidua
materna (PGF2α) en momentos cercanos al parto. La PGE2 promueve principalmente la
maduración cervical y favorece la rotura espontánea de las membranas fetales. La
PGF2α parece actuar principalmente sobre el miometrio, aumentando su
contractilidad. Estos eventos ejercen una acción de retroalimentación positiva,
estimulando aún más la liberación de la hormona liberadora de corticotropina o CRH
(en sus siglas en inglés) por parte de la placenta, que produce un aumento de la
concentración intraamniótica de cortisol, prostaglandinas y metaloproteinasas, que
finalmente conducen a la activación de las membranas fetales y al inicio del parto
(Petraglia et al. 1991; Sun et al. 2006; Ravanos et al. 2015). Asimismo, por sus
propiedades uterotónicas y por la regulación positiva que ejercen sobre la expresión
de los receptores de oxitocina, las prostaglandinas son utilizadas terapéuticamente
para inducir el parto y por la misma razón, tanto la PGE2 como la PGF2α, pueden ser
abortivas en las primeras semanas de embarazo (Katzung 1992; Aisemberg et al. 2007).
LPS y la respuesta inflamatoria de las prostaglandinas
Como mencionamos anteriormente, la unión del LPS a su receptor TLR-4 activa
la vía del NF-κB que además de inducir la NOSi también promueve el aumento de COX-
2 y el consecuente incremento en los niveles de PGE2 y PGF2α (Thiex et al. 2010; Lee et
al. 2015; Joung et al. 2015). La COX-2 es una enzima de reconocida participación tanto
en el inicio como en la resolución de la respuesta inflamatoria. En un estadio temprano
sintetiza PGE2 y tardíamente prostaglandinas antiinflamatorias como PGD2 y 15-deoxi-
Δ12-14-PGJ2 (Wallace et al. 1998; Gilroy et al. 1999). A pesar del rol primario que
parece desarrollar la COX-2 en este contexto, se ha demostrado que prostanoides
sintetizados por la COX-1 también están involucrados (Wallace et al. 1998; Langenbach
et al. 1999).
Las prostaglandinas son consideradas potentes mediadores de la inflamación.
En enfermedades causadas por infección o inflamación, suceden un conjunto de
respuestas que incluyen fiebre, anorexia, somnolencia, hiperalgesia y secreción
elevada de corticoides, todas ellas mediadas por las prostaglandinas que actúan sobre
el cerebro (Saper et al. 2012). Por ejemplo, en modelos animales de inflamación
sistémica inducidos por la administración de LPS o IL-1β, se ha visto un aumento en los
niveles de COX- 2 y de PGE2 en las células endoteliales y macrófagos perivasculares del
cerebro. A su vez, se ha demostrado que no sólo la PGE2 sintetizada en el cerebro, sino
también la producida en la periferia son importantes en la respuesta febril (Furuyashiki
& Narumiya 2011; Poon et al. 2015).
En lo que respecta a la síntesis y liberación de óxido nítrico y prostaglandinas,
cabe destacar que comparten una serie de similitudes. Por un lado, en circunstancias
normales las isoformas constitutivas de las enzimas (NOSe, NOSn y COX-1) se
Introducción
29
encuentran en prácticamente todos los órganos y regulan importantes procesos
fisiológicos como por ejemplo, la actividad antiplaquetaria, la vasodilatación y la
citoprotección. Por otro lado, en la inflamación las isoformas inducibles de estas
enzimas (NOSi y COX-2) se expresan en ciertas células, resultando en la producción de
grandes cantidades de óxido nítrico y prostaglandinas. A su vez, es importante
señalar que existe interacción molecular entre las vías metabólicas del NO y de las
prostaglandinas (Mollace et al. 2005). Estudios realizados en nuestro laboratorio
indican que el NO estimula la motilidad uterina vía PGE2 y que el aumento en la
síntesis de prostaglandinas inducido por IL-1 e EGF es mediado por NO en el útero de
rata (Franchi et al. 1994; Franchi et al. 1998; Ribeiro et al. 1999; Farina et al. 2000). En
nuestro modelo de parto prematuro observamos un efecto dual del NO sobre la
síntesis uterina de prostaglandinas. Bajas concentraciones de NO reducen los niveles
de PGE2 y PGF2α, y en cambio a altas concentraciones de NO se observa un aumento en
los niveles de prostaglandinas (Cella et al. 2010).
Prostaglandinas y parto prematuro
Tanto la PGE2 como la PGF2α, cumplen importantes funciones durante la preñez
y son las responsables del desencadenamiento de las contracciones uterinas
necesarias para la expulsión fetal (Romero et al. 1994; Bukowski et al. 2001). Se ha
informado aumento en la expresión de COX-2 y de la producción de PGE2 y PGF2α
uterinas hacia el final de la preñez (Vane & Williams 1973; Gu et al. 1990). En nuestro
laboratorio también evaluamos la participación del sistema COX/PG en el último tercio
de la preñez normal en ratones BALB/c. La producción uterina de PGE2 y PGF2α
aumenta y alcanza los máximos niveles en los momentos previos al parto (Cella et al.
2010). Sólo la expresión de la COX-2 uterina aumentó gradualmente en concordancia
con el aumento de PG, mientras que no se hallaron variaciones en la expresión de
COX-1 en el mismo tejido (Cella 2007). Estos resultados son coincidentes con los que
postulan que un aumento en la expresión de la COX-2 y en los niveles de PGE2 y PGF2α
preceden el inicio del parto (Mogami et al. 2013). Reafirmando esto, en el laboratorio
hemos observado que al tratar a las hembras preñadas en el último día de la gestación
con indometacina (un inhibidor no selectivo de las ciclo-oxigenasas) o con meloxicam
(un inhibidor selectivo de la COX-2), hay un retraso en el inicio del parto acompañado
de una disminución en los niveles proteicos COX-2. Estos resultados sugieren que las
prostaglandinas producidas por el útero serían esenciales para el desencadenamiento
del parto a término (Cella 2007).
Como se mencionó anteriormente, existen numerosos antecedentes que
demuestran que el aumento en la concentración de prostaglandinas mediado por la
expresión exacerbada de la COX-2 es clave en los procesos inflamatorios y de sepsis
(Mollace et al. 2005). En nuestro modelo de parto prematuro inducido por LPS, al
Introducción
30
igual que en el parto a término, se observa un incremento en la producción uterina de
PGE2 y PGF2α previo al inicio del parto, que es acompañado por un aumento en la
expresión proteica de la COX-2 uterina. Al igual que en el parto a término, en nuestro
modelo de parto prematuro no se hallaron variaciones en la expresión uterina de COX-
1. Estos resultados sugieren que la isoforma COX-2 es la principal responsable de las
variaciones en los niveles de las PGE2 y PGF2α, observadas tanto en el parto a término
como en el parto prematuro inducido por LPS siendo las responsables de las
contracciones uterinas. A su vez, la administración de meloxicam, un inhibidor
selectivo de COX-2, revierte el parto prematuro inducido por LPS en un 90% de los
casos (Cella et al. 2010). En conjunto, estos datos sugieren que las PGE2 y PGF2α
producidas por la COX-2 serían cruciales también para el desencadenamiento del parto
prematuro inducido por el LPS.
Introducción
31
Consecuencias de la inflamación prenatal sobre las crías
La infección y la inflamación intrauterina son factores de riesgo de daño
cerebral en el recién nacido, independientemente de su edad gestacional. La
activación del sistema inmune materno induce una respuesta inflamatoria fetal
mediada por citoquinas que se ha implicado no sólo en el desarrollo de la leucomalacia
periventricular y la parálisis cerebral, sino también en un espectro de trastornos del
neurodesarrollo que incluyen al autismo y a la esquizofrenia (B H Yoon et al. 2000;
Vargas et al. 2005; Patterson 2009).
Han sido descritas diferentes infecciones uterinas, sus influencias en el
neurodesarrollo fetal y sus consecuencias a corto y largo plazo. La infección bacteriana
comienza con una cascada inflamatoria que resulta en lesiones en los pulmones y el
cerebro fetal debidas a un aumento en los niveles de citoquinas y del estrés nitro-
oxidativo (Burd, Chai, Gonzalez, Ofori, Monnerie, Peter D. Le Roux, et al. 2009; Adams
Waldorf & McAdams 2013). Dicho en otras palabras, la desregulación inmune en el
cerebro fetal durante el desarrollo parece ser el enlace entre la inflamación
intrauterina y los trastornos neuroconductuales asociados (Patterson 2009). El feto se
verá afectado de manera diferencial por esta exposición, dependiendo de la fase
gestacional en la que ocurra. Una vez que alcanzan el cerebro fetal, las citoquinas
afectan los procesos de desarrollo del sistema nervioso central en curso y por ello el
patrón preciso de las consecuencias en el adulto estará determinado por el momento
en el que ocurre la inflamación, su naturaleza y su intensidad (Depino 2015).
Los estudios realizados en animales donde se modela inflamación durante la
gestación han tenido un papel clave en la elucidación de los mecanismos implicados en
las lesiones cerebrales fetales que producen activación microglial, neurotoxicidad,
déficit motores y anormalidades en el comportamiento en las crías (Meyer et al.
2006a; Saadani-Makki et al. 2008; Burd, Chai, Gonzalez, Ofori, Monnerie, Peter D Le
Roux, et al. 2009; Burd et al. 2010). Se ha demostrado fehacientemente la causalidad
del momento gestacional en que el animal recibe el desafío inmunológico y la
respuesta observada en cuanto al desarrollo neurológico del feto (Meyer et al. 2006a).
Por lo tanto, una mejor comprensión de los mecanismos de la lesión cerebral
perinatal permitiría postular agentes neuroprotectores novedosos para terapias
destinadas a disminuir las secuelas en los fetos y neonatos (Burd et al. 2012).
Inflamación prenatal, modificaciones epigenéticas y consecuencias en la descendencia
Los cambios epigenéticos constituyen un mecanismo regulatorio de la
expresión de genes (Probst et al. 2009). Estos cambios están dados principalmente por
el grado de metilación del ADN, diversas modificaciones post-traduccionales de
histonas (acetilación, metilación y fosforilación) y el remodelamiento de la cromatina
(Portela & Esteller 2010). Estas modificaciones regulan el grado de compactación de la
Introducción
32
cromatina y en consecuencia la accesibilidad de la maquinaria de transcripción al ADN
(Blaze & Roth 2013). Para el correcto desarrollo y funcionamiento de las neuronas se
requieren la expresión regulada de un gran número de genes, siendo las
modificaciones epigenéticas la forma fundamental en que éstas adaptan su respuesta
transcripcional frente a las señales ambientales (Riccio 2010).
Estímulos recibidos durante el desarrollo, como la inflamación prenatal,
pueden provocar modificaciones epigenéticas en múltiples tejidos, incluyendo el
cerebro, que pueden traer aparejadas consecuencias a corto y a largo plazo (Borrelli
et al. 2008; Hirabayashi & Gotoh 2010; Riccio 2010; Monk et al. 2012; Benoit et al.
2015).
Introducción
33
Melatonina
La melatonina (N-acetil-5-metoxitriptamina) es una indolamina lipofílica que
es segregada principalmente por la glándula pineal durante la noche (Figura gura 9).
Los efectos de la glándula pineal y la melatonina fueron inicialmente definidos en
términos de la fisiología endocrina, particularmente en relación con la
neuroendocrinología del eje reproductivo (Reiter 1980). Con el tiempo, las acciones
de la melatonina trascendieron por sus efectos a nivel celular en una gran variedad
de células y tejidos que no se consideraban endócrinos (Reiter 1991).
Esta hormona neuroendócrina tiene múltiples funciones. Principalmente
regula el ritmo circadiano, es un modulador endócrino y del sistema inmune, tiene
efecto cito-protector, secuestra radicales libres y directa e indirectamente es un
antioxidante (Tamura et al. 2008).
Figura 9. Estructura química de la melatonina
Los niveles de melatonina materna en plasma se encuentran elevados
durante el embarazo, siendo máximos a fines de la gestación (Nakamura et al. 2001;
Voiculescu et al. 2014). Se cree que esta hormona es esencial para que un embarazo
sea exitoso, ya que contribuye al mantenimiento de la preñez estimulando la
producción de progesterona e inhibiendo la síntesis de prostaglandinas y la
contractilidad uterina. A su vez, una desregulación de la vía de la melatonina
parecería estar relacionada con diversas patologías de la reproducción (Tamura et
al. 2008).
Esta indolamina tiene la capacidad de atravesar todas las barreras
morfofisiológicas, como por ejemplo la placenta y la barrera hematoencefálica
(Okatani et al. 1998; Okatani et al. 2000), (fFigura 10). Por consiguiente, la
melatonina materna ingresa fácil y rápidamente a la circulación fetal y le provee
información del fotoperíodo al feto. Es así como la información recibida por la
madre, tiene un rol en sincronizar la fisiología fetal (Reppert 1985). Luego del
nacimiento, el neonato no produce melatonina hasta el segundo-cuarto mes de vida
Introducción
34
dando lugar a una ausencia transitoria de la misma (Tauman et al. 2002; Jimenez-
Jorge et al. 2007).
Figura 10. La melatonina es capaz de atravesar la
placenta la barrera hemato-encefálica (Reiter et al. 2009)
Muchas de las acciones de la melatonina están mediadas por la interacción
con sus receptores de membrana acoplados a proteína G tipo 1 y tipo 2 (MT1 y MT2,
respectivamente) o indirectamente a través de los receptores nucleares huérfanos
de la familia RORα/RZR (del inglés retinoid orphan receptors/retinoid Z receptors),
aunque existen controversias con respecto a si la hormona realmente se une a éstos
últimos (Slominski et al. 2012). También se une a la quinona reductasa II, definida
como el receptor MT3. Los receptores de melatonina están ampliamente
distribuidos en el organismo. Múltiples evidencias demuestran que la melatonina
siendo una molécula altamente lipofílica podría participar en funciones
pleiotrópicas no mediadas por receptor. En este contexto, actuaría como
antioxidante confiriéndole protección a la célula frente a los radicales libres (Reiter
1995; Reiter et al. 1997; Korkmaz et al. 2012).
En el miometrio humano se han detectado los receptores MT1 y MT2, cuyos
niveles de expresión difieren entre mujeres embarazadas y no embarazadas
(Schlabritz-Loutsevitch et al. 2003). Hasta el momento, en el miometrio de ratón sólo
se ha descrito el receptor MT2 (He et al. 2015).
Los receptores MT1 y MT2 también se expresan en diversas partes del sistema
nervioso central tanto en el humano como en el ratón (núcleo supraquiasmático,
hipocampo, la corteza cerebelosa, la corteza prefrontal, los ganglios basales, entre
otros) (Imbesi et al. 2006; Pandi-Perumal et al. 2008). Hasta el momento en el cerebro
fetal de humano y de rata sólo se ha detectado la expresión del receptor MT1 (Thomas
et al. 2002; Johnston et al. 2006). Pero, teniendo en cuenta su alta lipofilicidad así
como su capacidad para atravesar fácilmente la barrera hematoencefálica, la
Introducción
35
melatonina podría llegar a ser una molécula eficaz e importante en el sistema de
defensa antioxidante, especialmente a nivel del sistema nervioso central (Reiter 1995).
La melatonina, una molécula anti-oxidante y anti-inflamatoria
La melatonina es un antioxidante de amplio espectro cuya potencia se
relaciona directamente con su capacidad combinada de secuestrar radicales libres,
de incrementar la actividad y/o expresión de enzimas antioxidantes y de reducir la
pérdida de electrones de la cadena de transporte electrónico mitocondrial (Reiter et
al. 2003; Rodriguez et al. 2004; León et al. 2005; Hardeland 2008). No sólo la
melatonina endógena, en concentraciones fisiológicas, contribuye a la capacidad
antioxidante del organismo, sino también la exógena, en concentraciones
farmacológicas, confiere protección contra el daño por radicales libres (Reiter et al.
1999). La melatonina fue comparada contra antioxidantes clásicos en diversos
modelos donde se producen masivamente radicales libres y resultó ser equivalente
o en algunos casos más efectiva en otorgar protección o reducir los niveles de
radicales libres (Cadenas & Barja 1999; Hsu et al. 2000; Montilla et al. 2001; Jou et
al. 2004; Martínez-Cruz et al. 2006).
Como se mencionó anteriormente, el estrés nitro-oxidativo es el resultado
de un desequilibrio del sistema nitro-oxidante/anti-nitro-oxidante, es decir, un
exceso de nitro-oxidantes y/o depleción de anti-nitro-oxidantes. Éste se cree que
desempeña un rol esencial en la patogénesis de muchas enfermedades
inflamatorias, no sólo a través de efectos perjudiciales directos, sino también por su
participación en los mecanismos moleculares que regulan la inflamación. Una gran
cantidad de estudios experimentales han documentado que la melatonina ejerce
importantes acciones antiinflamatorias. Por un lado, por su eficacia en bloquear el
estrés nitro-oxidativo y por otro lado, por su capacidad de modular distintos
factores involucrados en la respuesta inmune (Korkmaz et al. 2012).
Con respecto a la eficacia en bloquear el estrés nitro-oxidativo, fue
demostrado que la melatonina y sus metabolitos son importantes secuestradores de
especies reactivas de oxígeno y de nitrógeno (Barlow-Walden et al. 1995; Pablos et
al. 1995; Pablos et al. 1998; Blanchard et al. 2000; Turjanski et al. 2001; Hardeland
2005; Winiarska et al. 2006). Asimismo, es un potente inhibidor del sistema
nitrérgico dado que a concentraciones fisiológicas inhibe tanto el influjo de L-
arginina, sustrato en la síntesis de NO, como la actividad de NOS (Sáenz et al. 2002).
La melatonina también aumenta la actividad y los niveles de ARNm de enzimas anti-
oxidantes tanto en condiciones fisiológicas como ante elevados niveles de estrés
oxidativo (Rodriguez et al. 2004; Tomás-Zapico & Coto-Montes 2005). Los
Introducción
36
mecanismos precisos por los cuales la melatonina estimula las enzimas anti-
oxidantes quedan aún por esclarecerse, pero uno de los mecanismos propuestos
sería mediante el factor nuclear eritroide 2 (Nrf2), (Korkmaz et al. 2012; Santofimia-
Castaño et al. 2015). El Nrf2 es un factor de transcripción implicado en regular
positivamente genes antioxidantes en respuesta a cambios en el estado de óxido-
reducción celular (Li et al. 2009). La melatonina mediante modificaciones
epigenéticas estaría incrementando la expresión de Nrf2 (Jung et al. 2010). Por lo
tanto, se postula que existe una regulación diferencial de la expresión de
determinados genes por parte de la melatonina en condiciones de estrés nitro-
oxidativo. Algunas de las acciones antioxidantes de la melatonina se esquematizan
en la figura 11.
Varios estudios indican que la melatonina tiene múltiples vías para llevar a
cabo sus acciones anti-inflamatorias, por ejemplo inhibiendo la liberación de
citoquinas pro-inflamatorias, como TNF-α e IL-1β (Cuzzocrea, Costantino, et al. 2000;
Cuzzocrea et al. 2001). Las acciones genómicas de la melatonina se expandieron en
cuanto se demostraron sus acciones sobre el NF-κB. La activación de este factor de
transcripción induce una variedad de procesos epigenéticos, como modificaciones
de la acetilación de histonas y metilación del ADN, llevando eventualmente a un
aumento de la expresión de genes inflamatorios y/o a una disminución de la
expresión de genes anti-inflamatorios (Adcock et al. 2005). La melatonina al
bloquear la interacción del NF-κB con el ADN (Mohan et al. 1995; Chuang et al.
1996), en parte ,inhibiría la expresión de citoquinas pro-inflamatorias como TNF-á e
IL-1β (Sasaki et al. 2002; Li et al. 2005) y de enzimas pro-inflamatorias como COX-2 e
iNOS (Dong et al. 2003; Deng et al. 2006). Varios trabajos muestran efectos
antiinflamatorios de la melatonina a través de la inhibición selectiva de la NOSi y la
COX-2 (Brzozowska et al. 2002) como consecuencia de la supresión de la activación
del NF-κB (Mohan et al. 1995; Esposito et al. 2008) y/o la expresión de p300-HAT
dentro del núcleo (Deng et al. 2006). Por ejemplo, Jung y colaboradores
demostraron que la melatonina reduce los niveles elevados de TNF-α, IL-1β, IL-6, IL-
8 y NOSi mediante la inhibición de NF-kB (Jung et al. 2010). Asimismo, Negi y
colaboradores informaron que la melatonina disminuye la neuroinflamación y el
estrés oxidativo en un modelo de neuropatía diabética a través de la inhibición del
NF-κ B y mediante una reducción significativa en la expresión de NOSi, COX-2, IL-6 y
TNF-α en los nervios ciáticos (Negi et al. 2011). Otro trabajo, utilizando la línea
celular VSM CRL1999 estimulada con LPS, demostró que la incubación con
melatonina inhibe significativamente la expresión de TNF-α, IL-1β, COX-2, NOSi y la
producción de PGE2 y NO de forma dosis dependiente. En este caso, la melatonina
bloqueó la unión del NF-κB a los promotores y suprimió la actividad HAT de p300 y
con ello la acetilación del NF-kB. Es importante destacar que la melatonina no inhibe
las isoformas constitutivas de las NOS ni la COX-1. Estos resultados suman evidencias
al hecho de que la melatonina suprime mediadores pro-inflamatorios, vía NF-kB y
Introducción
37
p300, y sugieren a la homona como un potencial candidato para el tratamiento de
trastornos pro-inflamatorios (Shi et al. 2012).
Surge la posibilidad de que no sólo la melatonina disminuya la capacidad de
unión del NF-κB al ADN sino que también influya sobre sus niveles de expresión. Lo
que se postula es que la melatonina mediante modificaciones epigenéticas estaría
disminuyendo la expresión de este factor de transcripción (Tripathi & Jena 2010).
Algunas de las acciones antiinflamatorias de la melatonina se esquematizan en la
Figura 11.
Figura 11. Acciones anti-oxidantes y anti-inflamatorias de la melatonina. La melatonina exhibe su potencial beneficioso en una variedad de formas: i) Secuestra especies reactivas de nitrógeno y junto con sus metabolitos secuestran especies reactivas de oxígeno. ii) Induce la expresión de genes de enzimas anti-oxidantes mediante modificaciones epigenéticas que incrementan la expresión de Nrf2. iii) Suprime la expresión de genes pro-inflamatorios a través de la disminución de la capacidad de unión al ADN del NF-κB y mediante modificaciones epigenéticas que disminuyen su expresión.
Introducción
38
La melatonina como fármaco
Son múltiples los usos farmacológicos de la melatonina, en parte porque
esta indolamina es una molécula inusual por su inocuidad, con ausencia de
toxicidad a concentraciones excepcionalmente altas (≤ 200 mg/kg por día) incluso
durante la gestación (Jahnke et al. 1999). Para prevenir patologías reproductivas
donde se producen elevados niveles de estrés oxidativo, se necesitan dosis
farmacológicas de antioxidantes que tengan un perfil de baja toxicidad. Hasta el
momento, en humanos la melatonina ha sido probada en mujeres con restricción
del crecimiento intrauterino y preclampsia con el objetivo de proteger a la placenta,
al feto y a la madre de los daños ocasionados por el estrés oxidativo (Alers et al.
2013; Hobson et al. 2013).
Entre los usos farmacológicos de la melatonina, cabe destacar su efecto
neuroprotector en el cerebro fetal y del adulto. Su eficacia neuroprotectora sobre el
cerebro fetal y neonatal se informó en muchos modelos animales (Voiculescu et al.
2014). Por ejemplo, en modelos de hipoxia fetal en ovejas, la melatonina redujo la
inflamación y la muerte celular en el cerebro fetal, administrándola en el momento
en que produce la hipoxia o inclusive 10 minutos después (Welin et al. 2007).
Asimismo, el tratamiento con melatonina antes o durante un episodio de hipoxia
disminuyó el estrés oxidativo y la formación de radicales hidroxilo, redujo la
peroxidación lipídica y la muerte celular en el cerebro fetal y por último, evitó la
pérdida de integridad de la barrera hematoencefálica y la astrogliosis (Yawno et al.
2013). En lo que respecta a la eficacia neonatal, en un pequeño ensayo clínico, la
melatonina administrada por vía oral a bebés que habían sufrido asfixia al nacer
redujo significativamente el estrés oxidativo en sangre. A su vez, 3 de 10 bebés que
no recibieron el tratamiento con melatonina murieron, mientras que no se
registraron muertes en el grupo que recibió el tratamiento con la hormona (Fulia et
al. 2001). También se ha demostrado que su administración reduce las lesiones en
modelos de isquemia cerebral y accidente cerebrovascular en animales adultos
(Macleod et al. 2005).
Como se mencionó anteriormente, el aumento de la supervivencia de los
nacidos prematuros debido a los avances en la atención neonatal, ha dado lugar a un
mayor número de niños en situación de riesgo de contraer displasia broncopulmonar,
también llamada enfermedad pulmonar crónica (EPC). En un ensayo clínico con recién
nacidos prematuros de 32 semanas de gestación con síndrome de dificultad
respiratoria neonatal, se observó que la melatonina redujo los niveles de citoquinas
proinflamatorias (IL-6/IL-8/TNF-α) y los niveles de nitritos/nitratos en suero. Los
neonatos que recibieron placebo y desarrollaron EPC, presentaron niveles de IL-6/IL-
8/TNF- α y valores de nitritos/nitratos mucho más altos que los que no lo
desarrollaron e incluso algunos murieron. Dentro del grupo que recibió melatonina no
Introducción
39
hubo casos EPC, ni muertes, ni ningún efecto adverso del tratamiento (Gitto et al.
2004).
La melatonina como fármaco epigenético
Básicamente los procesos epigenéticos son controlados temporal y
espacialmente e influyen en la expresión de todo el genoma, especialmente el de los
mamíferos. Al menos un 10% de todos los genes expresados en cualquier tejido, están
regulados circadianamente a través de mecanismos epigenéticos (Masri & Sassone-
Corsi 2010). La mayoría de los genes para cambiar el estado de su expresión sufren
modificaciones epigenéticas tales como modificaciones en las histonas, y/o
metilaciones de DNA, y/o remodelamiento de la cromatina (Portela & Esteller 2010;
Korkmaz et al. 2012). Por ello, hoy en día la regulación epigenética es considerada un
proceso de regulación fundamental de la expresión o supresión génica y la melatonina
formaría parte de la misma. Pruebas recientes indican nuevas funciones de la
melatonina en la modulación de genes a través de mecanismos epigenéticos
regulando a las HDAC y la acetilación de H3 (Sharma et al. 2008; Jung-Hynes et al.
2010; Korkmaz et al. 2012; Shi et al. 2012). La regulación de genes por parte de la
melatonina es compleja ya que induce la expresión de genes anti-oxidantes e inhibe
la expresión de genes pro-inflamatorios en una misma célula. Es por eso que la
melatonina podría ser considerada un orquestador antioxidante y anti-inflamatorio
frente al estrés nitro-oxidativo y a la inflamación, mediante su acción epigenética
(Korkmaz et al. 2012). Por lo tanto, se postula a la melatonina como un fármaco
epigenético.
Los bebés prematuros reciben al nacer glucocorticoides para estimular la
maduración pulmonar, sin embargo éstos, mediante modificaciones epigenéticas,
producen hipertensión en la vida adulta. Wu y colaboradores encontraron en un
modelo murino que, tanto la melatonina como un inhibidor de las HDAC, la
tricostatina A, previenen la hipertensión programada por glucocorticoides. Dado los
efectos protectores similares de la melatonina y la tricostatina A, la melatonina
podría estar ejerciendo su efecto mediante la inhibición de las HDAC (Wu et al. 2014).
Introducción
40
La tricostatina, un inhibidor de las HDAC
La tricostatina A (TSA) es un producto natural aislado de Streptomyces
hygroscopicus, que fue desarrollado originalmente como un antifúngico (Tsuji et al.
1976). Su función como inhibidor de las HDAC fue descrita por primera vez en 1990 y
hoy en día es considerado un inhibidor de HDAC de amplio espectro (Yoshidas et al.
1990), figura 12.
Figura 12. Estructura química de la tricostatina A
Esta droga tiene altos niveles de toxicidad basal, posiblemente debido a su
potente inhibición no selectiva y se utiliza a menudo como un compuesto de
referencia para la inhibición de HDAC en investigación. Sin embargo, en cultivos de
neuronas corticales, se ha demostrado que la TSA aumenta la viabilidad y la expresión
de la HSP70, una chaperona neuro-protectora y anti-inflamatoria (Jeong et al. 2003;
Marinova et al. 2009). A su vez, se ha demostrado que en cultivos primarios de
microglía fetal humana tratados con LPS, la TSA reduce la expresión de numerosas
citoquinas pro-inflamatorias (Suh et al. 2010). Asimismo, Xing y colaboradores
demostraron recientemente que el LPS en fibroblastos de pulmón, vía TLR-4, produce
la activación de las HDAC, lo que conlleva a la desacetilación de las H3 y H4. El efecto
final es la disminución en la expresión del antígeno de diferenciación de los timocitos
1, efecto que fue revertido por la incubación con TSA (Xing et al. 2015). También, cabe
resaltar que en un modelo murino de artritis, la TSA promueve la acetilación de Nrf2
aumentando la expresión de enzimas anti-oxidantes que proporcionan protección
contra el estrés nitro-oxidativo y el daño tisular. A su vez, reduce la expresión de
citoquinas pro-inflamatorias como TNF-α, IL-1β e IL-6 (Cai et al. 2015).
Estudios fármaco-cinéticos sugieren que cuando se administra periféricamente
TSA, se absorbe, se metaboliza rápidamente y cruza la barrera hemato-encefálica
(Sanderson et al. 2004; Chuang et al. 2009). Una serie de estudios muestran un efecto
anti-inflamatorio y neuro-protector por parte de la TSA tanto en modelos in vitro
como in vivo de accidente cerebro-vascular por isquemia (Meisel et al. 2006; Kim et al.
2007; Fleiss et al. 2012; Wang et al. 2012). Hoy en día, algunos resultados ponen en
evidencia el uso potencial de la TSA en la prevención de enfermedades
neurodegenerativas relacionadas con la inflamación, tales como la enfermedad de
Parkinson (Chen et al. 2007; Harrison & Dexter 2013).
Introducción
41
Animales de experimentación
Características generales
Los animales de experimentación tienen cualidades que permiten modelar
enfermedades que afectan al hombre y a especies productivas y domésticas de su
interés. Los animales de laboratorio son reproducidos y mantenidos en un entorno
controlado, poseen claros antecedentes genéticos y se les realiza controles
microbiológicos sistemáticamente.
Alrededor del 90% de los animales utilizados en investigación son roedores,
principalmente ratones y ratas. Este trabajo se llevó a cabo utilizando ratones de la
cepa albina BALB/c perteneciente a la especie Mus musculus. Son variadas las
características que han hecho del género Mus un modelo biológico muy utilizado en
investigación. Primero, su pequeño tamaño que permite su fácil manipulación.
Segundo, poseen requerimientos mínimos de espacio y alimentación como también
de temperatura y humedad para su mantenimiento y reproducción. Tercero, se
reproducen durante todo el año, los períodos de gestación y destete son breves, las
camadas numerosas y son lo suficientemente longevos (viven en promedio
alrededor de 24 meses). Son mamíferos euterianos como el hombre, comparten el
99% de su genoma y su sistema inmune es similar.
Características reproductivas
El ciclo reproductivo del ratón es estral. Lo más característico de este tipo de
ciclo es la manifestación de receptividad sexual por parte de las hembras por
períodos limitados. La ovulación es un proceso espontáneo y predecible ya que el
estro conductual coincide con el pico preovulatorio de hormona luteinizante. Las
hembras son poliéstricas continuas, esto significa que presentan ciclos consecutivos
durante todo el año que sólo son interrumpidos por períodos gestacionales.
El ciclo está dividido en 4 fases: proestro, estro, metaestro y diestro, que
duran entre 4 y 5 días. El estro también suele llamarse fase de “celo” y se define
como el periodo de receptividad sexual, al final del cual se produce la ovulación. El
metaestro o fase luteínica se corresponde con el desarrollo inicial del cuerpo lúteo
que pasa a ser activo durante el diestro. El período de crecimiento folicular, que se
inicia con la regresión del cuerpo lúteo y culmina con la aparición del estro, se
denomina proestro. Cada fase del ciclo puede ser identificada mediante un
extendido vaginal, según el aspecto del epitelio que se descama. Los ciclos son
dependientes de los niveles de hormonas circulantes y por ello son muy sensibles a
los cambios ambientales de temperatura, humedad y luz-oscuridad.
Tanto las hembras como los machos son sexualmente maduros a los 50-60
días de edad. La cópula, que se produce durante el estro, puede comprobarse al día
siguiente por la presencia de un tapón vaginal. El mismo consiste en una sustancia
Introducción
42
viscosa del eyaculado que solidifica en la vagina y dura aproximadamente 12 horas.
Este tapón actúa principalmente como barrera mecánica que ayuda a que el
esperma permanezca dentro.
En la cepa utilizada, BALB/c, la gestación tiene una duración de 19 días y al
final de la cual nacen entre 8 y 10 crías. Una vez que las crías han nacido, la hembra
devora la placenta, ayudando la salida de la cría del saco amniótico y estimulando la
eliminación de líquido de sus vías respiratorias. La hembra realiza la construcción del
nido, cuida que las crías permanezcan en él otorgándoles calor ya que todavía no
tienen bien desarrollada la termorregulación, las alimenta, las limpia, las atiende y
las defiende. Durante el período de lactancia ocurre el desarrollo del pelaje, la
erupción de los dientes, la apertura del conducto auditivo externo y de los ojos.
Entre los días 13 y 14 comienzan a ingerir alimento sólido y agua del bebedero y se
los desteta a los 21 días de edad.
Introducción
43
Tejidos en estudio
El útero
Anatómicamente, el útero murino es un órgano bicórneo que comienza en el
oviducto y recorre la cavidad abdominal dorsal (Neal & Rand 1943). Consiste en dos
largos cuernos, que se unen sólo externamente hacia el final ya que, aunque parecen
estar unidos, se mantienen separados por un septo medio. Cada uno de ellos
desemboca por sus respectivos conductos cervicales en el extremo superior de la
vagina (figura 13).
Figura 13. Sistema urogenital del ratón (Neal & Rand 1943).
Histológicamente, el útero está constituido por tres capas de tejido
diferentes (figura 14). El endometrio (túnica mucosa), el miometrio (túnica
muscular) y el perimetrio o epimetrio (serosa).
Introducción
44
Figura 14. Corte transversal de útero de ratón (Bariani 2012).
La capa más interna o la expuesta a la luz uterina es el endometrio (túnica
mucosa). Está constituida por un epitelio cilíndrico y una lámina propia donde se
encuentran las glándulas tubulares helicoidales. El endometrio sufre variaciones
cíclicas. En fase de reposo o anestro, presenta una morfología más estrecha, con un
epitelio cilíndrico bajo y la lámina propia con glándulas tubulares helicoidales cortas
e inactivas. En cambio en la fase proliferativa o estro, el epitelio es cilíndrico alto, la
lámina propia se encuentra más irrigada con más glándulas tubulares helicoidales
más activas. También se observa invasión leucocitaria.
El miometrio (túnica muscular) está compuesta por músculo liso dispuesto
en una capa circular interna y una longitudinal externa.
El perimetrio o epimetrio (serosa) es la cubierta peritoneal del útero. Está
constituida por un epitelio simple y tejido conectivo.
El cerebro fetal
Tradicionalmente se ha divido al sistema nervioso en dos partes: el sistema
nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP). El sistema nervioso
central está compuesto por el encéfalo (cerebro) y la médula espinal. El tejido
nervioso está compuesto por neuronas y en mucho mayor número por las células
gliales. En el SNC las células gliales comprenden a los astrocitos, los
oligodendrocitos, la microglía y las células ependimarias.
Si observásemos un cerebro en estado fresco su apariencia externa sería de
color gris e internamente de color blanco. La llamada sustancia gris se debe a la
prevalencia de somas neuronales que contienen los citocromos mitocondriales,
mientras que la sustancia blanca está compuesta mayoritariamente por los axones
neuronales recubiertos de mielina (la mielina le otorga el color blanquecino) (figura
15).
Introducción
45
Figura 15. Corte de cerebro humano que permite la visualización de la
materia gris y blanca (A.D.A.M. 2014)
El cerebro está rodeado por tres capas de tejido conectivo que en conjunto
reciben el nombre de meninges:
La duramadre, es la capa más externa compuesta de tejido conectivo denso
modelado con vasos sanguíneos.
El aracnoides es la capa media que emite trabéculas hacia la piamadre, es
avascular y está compuesta por tejido conectivo laxo.
La piamadre es la capa más interna de tejido conectivo laxo en contacto con
el cerebro que presenta gran vascularización.
Por otro lado, la barrera hematoencefálica es una barrera que impide la
afluencia de la mayoría de los compuestos desde la sangre al cerebro. Las células
endoteliales de los capilares a través de uniones estrechas, forman una barrera de
difusión que excluye selectivamente a la mayoría de las sustancias transportadas por
la sangre impidiendo su ingreso al cerebro. Es una barrera selectiva donde además
participan las células gliales que permite sólo el ingreso de ciertas moléculas. La
barrera hematoencefálica se desarrolla y madura durante la vida fetal y al momento
del nacimiento ya está formada. En el caso de los bebes nacidos prematuros ésta no
ha terminado de desarrollarse y por ello tienen mayor riesgo de presentar
hemorragia intraventricular (Ballabh et al. 2004). En el ratón la formación de la
barrera hematoencefálica ocurre entre los días 11 y 17 de gestación (Abbott et al.
2010) y en la rata se ha visto que permanece inmadura hasta los 13-14 días
postnatales (Xu et al. 1993; Xu & Ling 1994).
Hipótesis y objetivos
Hipótesis y objetivos
46
Hipótesis y objetivos
La hipótesis central de este proyecto es que los mecanismos involucrados en la
inducción de parto prematuro son también responsables de una de las consecuencias
centrales de esta disfunción, como son las alteraciones del feto a nivel del sistema
nervioso central. Por lo tanto, los tratamientos que retrasan la inducción del parto
pretérmino podrían resultar en una terapéutica eficaz para evitar las disfunciones del
cerebro fetal. Considerando que hasta el momento no se dispone de recursos terapéuticos
efectivos en este sentido, los resultados de este proyecto podrían tener una potencialidad
clínica de consideración.
En base a estos antecedentes el objetivo general del presente trabajo es:
Estudiar si la melatonina, conocida por actividad antioxidante y anti-
inflamatoria, es capaz de prevenir del parto prematuro y disminuir las secuelas en
el neuro-desarrollo de los recién nacidos. Además, se propone elucidar los
mecanismos de acción involucrados en los mismos.
Los objetivos específicos en un modelo murino de parto prematuro inducido por
LPS son:
1- Determinar si el tratamiento con melatonina puede retrasar o prevenir el parto
prematuro.
2- Investigar los mecanismos implicados en el desencadenamiento del parto
prematuro inducido por LPS y su posible prevención por la melatonina.
3- Analizar las consecuencias de la administración de LPS en el día 15 de preñez en
el cerebro fetal y el posible efecto de la melatonina sobre el mismo.
4- En caso de que la melatonina revierta el parto prematuro inducido por LPS
estudiar si las crías provenientes de hembras tratadas con melatonina y LPS tienen un
crecimiento y un comportamiento normal.
Materiales y métodos
Materiales y métodos
47
Materiales y métodos
Animales
Animales de la cepa BALB/c fueron comprados en el Centro de Medicina
Comparada (Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral, Universidad Nacional del
Litoral–CONICET). En nuestro bioterio, se mantuvieron en condiciones controladas de
temperatura (23-25) ºC y luminosidad (200 lux), bajo un ciclo de 12 horas de luz/12
horas de oscuridad (7:00:19:00 horas), con agua y alimento ad libitum.
Hembras nulíparas de entre 8 y 12 semanas de edad (25-30 gr de peso), se
aparearon con machos adultos fértiles de la misma cepa. La cópula se comprueba por
la presencia de un tapón vaginal que es observado por la mañana del día siguiente, ya
que la cópula suele ocurrir durante la noche. La presencia de tapón es considerado
como el día 0 de gestación. Bajo nuestras condiciones de cuidado, la probabilidad de
dejar de descendencia partir de la presencia de tapón que tiene esta cepa es de un
50%. La gestación normal tiene una duración de 18-19 días, ya que el parto suele
ocurrir durante la noche del día 18 y la madrugada del día 19 de gestación.
Los animales fueron sacrificados en una cámara con saturación de dióxido
carbono, cumpliendo con todos los criterios para minimizar el sufrimiento animal. Los
procedimientos experimentales fueron aprobados por el Comité de Cuidado de
Animales del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos (CEFyBo) y por el Comité
Institucional de Cuidado y Uso de Animales de Experimentación (CICUAL) de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Tratamientos
Hembras preñadas fueron asignadas a uno de los cuatro tratamientos al azar
(figura 16):
En el día 14 de gestación, fueron anestesiadas con clorhidrato de ketamina
(110 mg/kg) y clorhidrato de xilazina (10 mg/kg). En el pliegue de la nuca, se les
implantó subcutáneamente una pastilla de melatonina de 25 mg con 3%
peso/volumen de aceite vegetal, de 4 mm de diámetro y 3 mm altura, comprimida con
un punch metálico. El control respectivo fue simular la cirugía sin implantación de
pastilla. Cabe aclarar que en estudios preliminares se encontró que el procedimiento
quirúrgico en comparación con los animales intactos, no afecta el tiempo de gestación
ni el número de crías.
Materiales y métodos
48
En el día 15 de gestación, las hembras recibieron dos dosis separadas por 3
horas de vehículo o LPS. La primera de 10 µg (0,26 mg/kg en 100 µl de solución
fisiológica estéril) a las 10.00 horas y la segunda de 20 µg (0.52 mg/kg en 100 µl de
solución fisiológica estéril) a las 13.00 horas. Para la administración intra-peritoneal de
vehículo o LPS, los animales fueron restringidos de forma manual sin anestesia.
Así quedan definidos cuatro tratamientos esquematizados en las figura 16 y
17:
1. Control (C)= simulación de la cirugía + vehículo
2. Melatonina (M)= melatonina + vehículo
3. LPS= simulación de la cirugía + LPS
4. Melatonina + LPS (M+LPS)= melatonina + LPS
Tratamientos
Día 14 de gestación
Simulación de la cirugía
Pastilla de melatonina
Día
15
de
gest
ació
n
Vehículo Simulación
de la cirugía +
Vehículo
Pastilla de melatonina
+ vehículo
LPS
Simulación de la cirugía
+ LPS
Pastilla de melatonina
+ LPS
Figura 16. Tratamientos.
Materiales y métodos
49
Figura 17. Esquema de tratamientos. El día cero de gestación (D0) queda
definido por la presencia del tapón vaginal. En el día 14 de gestación (D14), las
hembras preñadas son operadas donde se les coloca un pellet subcutáneo de
melatonina (25 mg) o se les hace la simulación de la cirugía sin colocación de pellet.
Al día siguiente, en el día 15 de gestación (D15), se les administra 2 dosis de LPS (10
µg y 20 µg) o de vehículo. Así quedan definidos cuatro tratamientos: control,
melatonina, LPS y melatonina+LPS. El parto queda definido con la expulsión de la
primera cría, donde el parto a término ocurre durante la noche del día 18 y la
madrugada del 19.
A algunos grupos de animales, se les dejó que completen la gestación para
determinar el porcentaje de parto prematuro, el porcentaje de parto a término y la
cantidad de crías viables por madre. Cabe aclarar que el momento del parto queda
definido con la expulsión de la primera cría y el parto a término ocurre durante la
noche del día 18 y la madrugada del 19. A su vez, se dejaron crecer a las crías
provenientes de las hembras tratadas para evaluar el peso y parámetros de
desarrollo durante el período de lactancia. Además las crías machos adultas fueron
posteriormente evaluadas en test comportamentales.
Otros grupos de hembras fueron sacrificados en el día 15 de gestación, para
extraer el útero y los cerebros fetales. Para ello, se extrajeron los cuernos uterinos, se
los separó de la placenta, las membranas fetales, el feto y la decidua. Se los lavó con
LPS
Materiales y métodos
50
PBS y por último fueron escindidos cada dos unidades feto-placentarias, que
aproximadamente pesan 100 mg. Mientras tanto, las unidades feto-placentarias
fueron puestas en PBS hasta comenzar con la extracción de los cerebros fetales. Para
la misma, los fetos fueron decapitados de a uno y se procedió a la disección de la
calota para exponer el encéfalo sobre una superficie refrigerada. Se extrajeron tanto el
cerebro como el cerebelo y luego se escindieron entre sí, recolectando sólo el cerebro
fetal. Cabe aclarar que se guardaron cada 4 o 6 unidades según la técnica a realizar,
alcanzando 100 mg y 150 mg de tejido respectivamente.
La eutanasia se llevó a cabo a las 2 o 5 horas post la segunda inyección de
vehículo o LPS, a las 15 y 18 hs respectivamente, según el ensayo a realizar. Para la
medición de los niveles de TNF-α y los distintos niveles de ARNm, los animales fueron
sacrificados a las 2 horas. En cambio, para la medición de los niveles proteicos, niveles
de prostaglandinas, actividad NOS, actividad HAT e histología fueron sacrificados a las
5 horas. Para la medición de los niveles de TNF-α, de los niveles proteicos, niveles de
prostaglandinas, actividad NOS y actividad HAT el tejido recolectado se congeló a -
80ºC hasta su uso. En cambio, para la medición de los distintos niveles de ARNm el
tejido recolectado fue puesto en TRIZOL® y se congeló a -80ºC hasta su uso. Por otro
lado, para realizar cortes histológicos el tejido recolectado fue fijado en
paraformaldehído al 4% y dejado a temperatura ambiente durante 18 horas.
Materiales y métodos
51
Evaluación del desarrollo físico en las crías y del comportamiento en los adultos
La evaluación del desarrollo físico en las crías y del comportamiento en los
adultos provenientes de hembras tratadas durante su gestación, se realizó con el
fin de determinar los efectos que estos tratamientos pueden tener sobre la
descendencia en dos etapas distintas.
Desarrollo físico en las crías
Para evaluar si las crías donde la melatonina revirtió el parto prematuro
inducido por LPS crecían de la misma manera que las crías provenientes de hembras
control, el peso y diferentes parámetros de desarrollo fueron registrados durante el
período de lactancia. Los parámetros de desarrollo físico aparecen normalmente en un
margen de edad concreta y por lo tanto la presencia o ausencia de los mismos deben
ser evaluados en determinados días, considerando al día 0 el día de su nacimiento
(Feria et al. 2003).
A hembras que recibieron el tratamiento control, melatonina o melatonina +
LPS y en éste último caso, sólo aquellas en las cuales la melatonina revirtió el parto
prematuro, se las dejó que culminen la gestación (19 días) y el período de lactancia (22
días) para evaluar los posibles efectos de la exposición prenatal de melatonina y del
LPS.
Las crías fueron pesadas los días 1, 8, 15 y 22 de vida. A su vez fueron
evaluadas, la separación del pabellón auricular entre los días 2-4, la erupción de los
dientes entre los días 7-10 y la apertura ocular entre los días 12-16. Para ello, se
utilizaron tres crías machos y tres crías hembras de cada camada elegidas al azar.
Es importante mencionar que tanto en el tratamiento con LPS, que produce
100% de parto prematuro, como en el de melatonina+LPS, en los casos en que la
melatonina no revirtió el parto prematuro, las crías nacen prematuras y no
sobreviven fuera del útero. Por lo tanto, no se contó con las crías correspondientes
para realizar estas determinaciones.
Comportamiento en los adultos
Se realizó el test de campo abierto, el test de laberinto elevado en cruz y el
test de evitación inhibitoria. Los test comportamentales sólo se llevaron a cabo con
las crías machos en el período de adultez, con el fin de evitar el efecto hormonal del
ciclo estral de las hembras y los cambios hormonales que ocurren durante el período
juvenil (Meziane et al. 2007).
Luego del destete fueron retiradas la madre y las crías hembras de las jaulas,
dejando sólo a las crías machos. Por camada, se eligieron 2 machos al azar y a ellos se
Materiales y métodos
52
les realizaron los tres test comportamentales mencionados. El diseño de
pseudorréplica utilizado sirve para controlar mejor la variabilidad que aporta la
hembra tratada y así disminuir la cantidad de réplicas. Cabe aclarar que la unidad
experimental es la hembra tratada en los días 14 y 15 de gestación, o lo que es lo
mismo, la camada proveniente de la misma. Los machos adultos que fueron utilizados
en los test de comportamiento fueron de 90 días de edad (3 meses).
El orden de los test fue diseñado con el criterio de comenzar con el menos
invasivo y finalizar con el más invasivo (Crawley 2007). A su vez, resultados de Paylor y
colaboradores indican que el intervalo entre la mayoría de los test puede ser tan poco
como 1 o 2 días, sin un efecto significativo sobre los mismos (Paylor et al. 2006). En
efecto, a un mismo animal se le realizaron los tres test comportamentales
comenzando por el menos invasivo hasta llegar al más invasivo a lo largo de cuatro
días en el siguiente orden:
Primer día: día 1 del test de campo abierto
Segundo día: día 2 del test de campo abierto
Tercer día: test de laberinto elevado en cruz + día 1 del test de evitación inhibitoria
Cuarto día: día 2 del test de evitación inhibitoria.
Los ratones fueron trasladados a la sala de comportamiento a las 11.00 horas,
donde se bajó la intensidad lumínica y se encendió un ruido blanco de fondo. Se los
dejó durante 2 horas para habituarlos antes de comenzar los test que se llevaron a
cabo entre las 13.00 y las 16.00 horas. El orden de jaulas para la realización de los test
fue establecido al azar. Cada animal fue retirado, evaluado y una vez testeado fue
devuelto a su jaula original. Todos los dispositivos utilizados en los diversos test fueron
limpiados con etanol 70% entre animales.
Test de campo abierto
Este ensayo permite evaluar la actividad exploratoria, los niveles de
comportamiento asociado a la ansiedad y la memoria de habituación (Prut &
Belzung 2003; Depino 2015). El ensayo consiste en exponer al animal a un ambiente
amplio y novedoso. Los roedores normalmente pasan una cantidad de tiempo
significativamente mayor explorando la periferia, por lo general en contacto con las
paredes (tigmotaxis) (File 1980; Prut & Belzung 2003).
Dentro de los parámetros asociados a actividad exploratoria se evalúa la
actividad horizontal, correspondiente a la cantidad de líneas cruzadas por el animal
durante su desplazamiento y la actividad vertical, cuantificando el número de
eventos en los cuales el animal se eleva en sus dos patas traseras (rearing).
Materiales y métodos
53
En cuanto a los parámetros vinculados a niveles de comportamiento
asociado a la ansiedad, éstos se basan en la distinción entre el tiempo de
permanencia en el centro y en la periferia. Se han sugerido al menos dos factores
que influyen en el comportamiento relacionado con la ansiedad. El primero es el
aislamiento social que resulta de la separación física de sus compañeros de jaula
cuando se realiza la prueba. La segunda es el estrés resultante por estar en un
ambiente nuevo iluminado. Se evalúa el tiempo que tarda en pasar por primera vez
al cuadrante central (latencia al centro) y el número de entradas al mismo (Bailey &
Crawley 2009). Mayor tiempo explorando la periferia es un indicador de niveles
mayores de comportamiento asociado a la ansiedad.
Por último, con el objetivo de estudiar la memoria de habituación se vuelve
a exponer al animal al mismo ambiente 24 horas después. Se espera que disminuya
la actividad exploratoria, tanto sea la actividad horizontal como la vertical y que
aumente la actividad de aseo (grooming).
Para llevar a cabo este test, se utilizó un dispositivo de policloruro de vinilo de
42x35x15 cm dividido uniformemente en 30 cuadrados de 7 cm de lado, resultando en
una grilla de 6x5 cuadrados, similar al que se puede observar el la figura 18 (Frisch et
al. 2005). El centro fue considerado de 2X1 cuadrados. Se colocó al animal en el
mismo y se registró con una cámara de filmación 5 minutos de ensayo. Se repitió el
procedimiento a las 24 horas. Se evaluaron las líneas cruzadas, el número de eventos
en los cuales el animal se eleva en sus dos patas traseras ya sea apoyando o no sus
patas delanteras en la pared, la latencia al centro, el número de entradas al mismo y la
actividad de aseo.
Figura 18. Dispositivo utilizado en el test de campo abierto a modo de esquema, la grilla no corresponde a la utilizada (Maur 2015).
Materiales y métodos
54
Test de laberinto elevado en cruz
Este ensayo permite evaluar niveles de comportamiento asociado a la
ansiedad (Hogg 1996; Rodgers & Dalvi 1997; Hava et al. 2006). El test se basa en la
tendencia natural de los ratones para explorar nuevos ambientes y a su vez en la
aversión innata por los lugares abiertos y luminosos, probablemente como una
respuesta adaptativa a reducir el riesgo de depredación. Junto con el test de campo
abierto, se explota este conflicto: el de explorar y evitar una potencial amenaza. El
ratón puede pasar tiempo tanto en los brazos abiertos más iluminados (sin
protección) como en los brazos cerrados menos iluminados (más protegidos), ambos
elevados del suelo. Los ratones tienden a evitar los brazos abiertos, prefiriendo los
espacios más cerrados oscuros. Mayor tiempo explorando los brazos cerrados es un
indicador de niveles mayores de comportamiento asociado a la ansiedad (Bailey &
Crawley 2009).
Para realizar este test se utilizó un laberinto de madera de color negro de
cuatro brazos perpendiculares ubicado a 50 cm de altura. Dos de los brazos están
abiertos, sin paredes que los limiten. Los otros dos brazos constan de paredes que se
elevan hasta 30 cm. Cada brazo tiene una longitud de 50 cm y un ancho de 10 cm
(figura 19), (Pellow et al. 1985). Se colocó al animal en la zona central del laberinto,
mirando hacia un brazo abierto. El ensayo tuvo una duración de 5 minutos y se registró
con una cámara de filmación. El número de entradas y el tiempo, en los brazos
abiertos y cerrados, se registraron y se cuantificaron manualmente.
Figura 19. Dispositivo utilizado en el test de laberinto elevado en cruz (Maur 2015).
Materiales y métodos
55
Test de evitación inhibitoria
Este test se fundamenta en un modelo de condicionamiento clásico y es
empleado con el fin de evaluar memoria asociativa (Mohammadipour et al. 2014). El
dispositivo que se utiliza consta de dos compartimentos, uno iluminado y otro
oscuro (figura 20). El ratón colocado en el compartimiento iluminado tiende a pasar
al oscuro o más protegido. Allí recibe una descarga eléctrica plantar que actúa como
un estímulo aversivo. Una segunda exposición del animal al mismo entorno o
contexto, provocará un recuerdo o evocación de dicho estímulo aversivo y el hecho
de permanecer en el compartimento iluminado le permitiría evitarlo. Por lo tanto,
un aumento del tiempo de permanencia en el compartimento iluminado o la
evitación a ingresar al compartimento asociado al evento aversivo, indica un mayor
grado de memoria asociativa (Crawley 2007).
El dispositivo utilizado consiste en una caja acrílica de 60x60x37 cm, dividida
dos compartimentos de iguales dimensiones (figura 20). El compartimento iluminado
consta de una superficie lisa de policloruro de vinilo de color blanco y se encuentra
iluminado por una lámpara colocada a 85 cm de altura. El compartimento oscuro
presenta una superficie de barras de acero inoxidable paralelas de 3 mm de espesor,
separadas cada 1 cm que conducen la corriente eléctrica. En el compartimento oscuro
sólo penetra la luz proveniente del espacio iluminado (Palumbo et al. 2007). La
división entre los compartimentos es fija desde el extremo superior hasta 9 cm de la
superficie y movible en el extremo inferior restante. El test consta de tres etapas:
- Pre-entrenamiento: se coloca al animal 30 segundos en el compartimiento
iluminado y a continuación 30 segundos en el compartimiento oscuro. En ambos
casos sin acceso al otro sector.
- Entrenamiento: 30 minutos más tarde, se coloca al animal en el
compartimiento iluminado. Cuando el ratón pasa al compartimento oscuro, se cierra
el acceso entre ambos, se le aplica una descarga eléctrica plantar de durante 3
segundos y se lo deja 10 segundos más en ese compartimento. Lo que se registra es
el tiempo que el animal tarda en pasar del compartimento iluminado al oscuro (t1).
- Testeo: a las 24 horas, se vuelve a colocar al animal en el compartimiento
iluminado y se registra el tiempo que tarda en pasar al compartimiento oscuro (t2)
con un máximo de 300 s.
Materiales y métodos
56
Figura 20. Dispositivo utilizado en el test de evitación inhibitoria (Maur 2015).
Descarga eléctrica plantar
0,5 mA
Materiales y métodos
57
Ensayos con tricostatina
Para evaluar si las modificaciones epigenéticas involucradas en el daño en el
cerebro fetal estaban también estaban involucradas en el desencadenamiento del
parto prematuro, se utilizó como herramienta farmacológica a un inhibidor de las
histonas deacetilasas (HDAC): la tricostatina (TSA).
En el día 15 de gestación, las hembras recibieron dos dosis de vehículo o de
tricostatina y otras dos dosis de vehículo o de LPS. En todos los casos la vía de
administración fue la intra-peritoneal (Figura 21).
- La primer dosis de tricostatina se administró a las 8.00 horas y la segunda a las 10.00
horas junto con la primera inyección de LPS. La concentración administrada en ambas
ocasiones fue de 350 uM (97,45 µg/kg en 35 µl de etanol + 65 µl de solución fisiológica
estéril). El control respectivo fue inyectar el vehículo correspondiente (35 µl de etanol
+ 65 µl de solución fisiológica estéril).
- El LPS se administró de la misma manera que antes.
Así quedan definidos cuatro tratamientos:
1. Control (C)= vehículo de la TSA (35% de etanol en SF) + SF
2. Tricostatina (TSA)= tricostatina + SF
3. LPS= vehículo de la TSA (35% de etanol en SF)+ LPS
4. Tricostatina + LPS (TSA+LPS)= tricostatina + LPS
Tratamientos
Día 15 de gestación 8.00 y 10.00 hs
Vehículo (35% ETOH)
Tricostatina
Día
15
de
gest
ació
n
10
.00
y 1
3.0
0 h
s
Vehículo
(SF)
35% ETOH + SF
Tricostatina + SF
LPS
35% ETOH +
LPS
Tricostatina +
LPS
Figura 21. Grupos experimentales para los ensayos con TSA
para
parapara
Materiales y métodos
58
Técnicas
ELISA de TNF-α
Para medir los niveles de TNF-α uterinos, las hembras preñadas de día 15
fueron sacrificadas 2 horas después de la segunda inyección de vehículo o LPS de los
cuatro grupos experimentales. Por cada hembra se recolectó un fragmento uterino de
100 mg que se lo congeló a -80ºC hasta su uso.
El día del ensayo, se homogeneizó el tejido en un potter de vidrio conteniendo
120 µl de buffer PBS (10% suero fetal bovino) y 20 µl de cóctel de inhibidores de
proteasas. Las muestras fueron purificadas por centrifugación durante 20 minutos a
13.000 rpm a 4°C. Los niveles de TNF-α fueron determinados a partir de los
sobrenadantes mediante un Kit de ELISA para TNF-α de ratón (Mono/Mono) de BD
Biosciences, de acuerdo con las instrucciones del fabricante. La concentración de la
citoquina fue determinada por la medición de la absorbancia a 490 nm y la
extrapolación sobre una curva estándar. Los valores fueron relativizados a la
concentración de proteínas y fueron expresados en pg/mg proteína.
RT-PCR
Para medir los niveles de ARNm (IL-1 β, NOSn y NOSi) en los cerebros fetales,
las hembras preñadas de día 15 fueron sacrificadas a las 2 horas luego de la segunda
inyección de vehículo o LPS de los cuatro grupos experimentales. Por cada hembra se
recolectaron 4 cerebros fetales en 1 ml de Quick-ZOL y se los congeló a -80ºC hasta el
día del ensayo.
La extracción del ARN total fue realizada según las instrucciones del fabricante.
Su cuantificación se realizó midiendo la absorbancia a 260 nm y su pureza por medio
de la relación entre la absorbancia a 260 nm y a 280 nm.
El ARN (8 μg) fue tratado con DNAasa y para obtener el ADN complementario
(ADNc) se realizó una transcripción inversa utilizando la enzima M-MLV (Moloney
Murine Leukemia Virus reverse transcriptase) y cebadores aleatorios (random primers),
en presencia de inhibidor de ribonucleasas.
Para la reacción en cadena de la polimerasa se utilizaron cebadores (primers)
específicos diseñados con el programa Primer-Blast
(www.ncbi.nlm.nih.gov/tools/primer-blast/) sobre la base genética de Mus musculus
(Tabla 1).
Materiales y métodos
59
Gen Sentido Secuencia Producto
IL-1 β Sentido 5'-GCAACTGTTCCTGAACTC-3′ 382 pb
Anti-sentido 5′-CTCGGAGCCTGTAGTGCA-3′
NOSn Sentido 5´-AGCACCTACCAGCTCAAGGA–3´ 209pb
Anti-sentido 5´-ATAGTGATGGCCGACCTGAG–3´
NOSi Sentido 5´-CACCTTGGAGTTCACCCAGT–3´ 170 pb
Anti-sentido 5´-ACCACTCGTACTTGGGATGC–3´
Actina Sentido 5´-TGTTACCAACTG GGACGACA–3´ 392 pb
Anti-sentido 5´-TCTCAGCTGTGGTGGTGAAG–3´
Tabla 1. Secuencias y tamaño del producto final de los cebadores utilizados.
La reacción fue llevada a cabo utilizando los ADNc previamente obtenidos por
transcripción reversa (4 µg), desoxiribonucleótidos trifosfatos (dNTP), Taq DNA
polimerasa (2,5 U), MgCl2 (1,5 mM) y los cebadores correspondientes (0,5 μM).
Las condiciones adecuadas de hibridación y extensión fueron puestas a punto
para cada reacción. En cada experimento se realizaron controles negativos sin ADNc.
Los programas utilizados fueron los siguientes:
IL-1 β: 94°C 3 min. + (94°C 30 seg. + 55°C 1 min. + 72°C 1 min.) x 35 + 72°C 5 min.
NOSn: 94°C 3 min. + (94°C 30 seg. + 60°C 1 min. + 72°C 1 min.) x 35 + 72°C 5 min.
NOSn: 94°C 3 min. + (94°C 30 seg. + 60°C 1 min. + 72°C 1 min.) x 35 + 72°C 5 min.
Actina: 94°C 3 min. + (94°C 40 seg. + 57°C 30 seg. + 72°C 1 min.) x 30 + 72°C 5 min.
Los productos obtenidos luego de la amplificación, fueron sembrados en geles
de agarosa al 2% en buffer TAE conteniendo bromuro de etidio (1 mg/ml) y separados
mediante una corrida electroforética a 110 V en buffer TAE en paralelo con un
marcador de pares de bases. Una vez finalizada la corrida electroforética las bandas
fueron visualizadas bajo luz UV mediante el uso de un transiluminador. Los geles
fueron fotografiados con una cámara digital y la intensidad de las bandas se cuantificó
utilizando el programa Image J (software de libre acceso, NIH). Las bandas
correspondientes a cada ARNm se normalizaron contra la banda correspondiente a la
actina de la misma muestra. Los pesos moleculares de las bandas fueron determinados
de acuerdo a los pesos moleculares de los marcadores de peso molecular utilizados.
Materiales y métodos
60
Western blot
Para medir los niveles proteicos de COX-2 y NOSi uterinos, y la acetilación total
de la histona 3 (AcH3total) en el cerebro fetal, las hembras preñadas de día 15 fueron
sacrificadas a las 5 horas luego de la segunda inyección de vehículo o LPS de los cuatro
grupos experimentales. Por cada hembra se recolectó un fragmento uterino de
aproximadamente 100 mg y 6 cerebros fetales que fueron congelados a -80ºC hasta el
día del ensayo.
Cabe aclarar que para la medición de los niveles de proteínas uterinas, se
utilizaron las proteínas totales. En cambio, para la determinación en los cerebros
fetales de AcH3, una proteína nuclear, se separaron las fracciones citoplasmática y
nuclear y sólo se usó esta última.
Los fragmentos uterinos, fueron homogeneizados en un homogenizador Ultra-
Turrax con 500 µl de buffer de homogenización, se sonicaron y centrifugaron a 5000
rpm por 10 minutos a 4 ºC. Al separar los sobrenadantes, se tomó una alícuota para
cuantificar las proteínas por el método de Bradford (Bradford 1976). Luego se
prepararon las muestras para su posterior separación electroforética. Se colocaron 100
µg de proteínas en buffer muestra con 5% de β-mercaptoetanol para un volumen final
de 10 µl y se lo hirvió durante 5 minutos.
A los cerebros fetales se les agregó 200 µl de un buffer de homogeneización
distinto que favorece la extracción de la cromatina. Las muestras fueron
homogeneizadas en un potter de vidrio e incubadas 20 minutos en hielo. Luego fueron
centrifugadas durante 10 minutos a 13.000 rpm a 4°C y se descartó el sobrenadante.
Para extraer las proteínas nucleares el pellet fue resuspendido en 200 µl de HCl 0,2N e
incubado otros 20 minutos en hielo, pero esta vez se los fue vortexeando cada 3
minutos. Se sonicaron con el objetivo de incrementar la extracción proteica nuclear y
se las centrifugó nuevamente durante 10 minutos a 13.000 rpm a 4°C. Ahora en este
caso, el sobrenadante contiene las proteínas nucleares. El mismo fue removido y
neutralizado con 150 µl de Tris-base 1 M (pH=8). Se tomó una alícuota para cuantificar
las proteínas por el método de Bradford (Bradford 1976). Para poder llevar a cabo la
separación electroforética, se colocaron 50 µg de proteínas en buffer muestra con un
5% de β-mercaptoetanol en un volumen final de 20 ul para luego ser desnaturalizadas
a 100°C durante 5 minutos.
La separación electroforética se realizó en geles de poliacrilamida (SDS-PAGE)
según la técnica descripta por Laemmli (Laemmli 1970). Las muestras y el marcador de
peso molecular fueron sembrados en geles de poliacrilamida, con un gel concentrador
del 4% y un gel separador de distinto porcentaje dependiendo del peso molecular de la
proteína a detectar. En el caso de COX-2 y NOSi se realizó un gel en gradiente de (6-12)
% y para la AcH3total de (6-20) %. La electroforesis se llevó a cabo a temperatura
Materiales y métodos
61
ambiente con buffer de corrida, primero a un voltaje constante de 50 V para que se
concentre la muestra y luego a 100 V para que se separen las proteínas.
Una vez finalizada la corrida las proteínas fueron transferidas a una membrana
de nitrocelulosa de 0,45 μm utilizando el sistema de transferencia húmedo Mini-
Protean III (Bio-Rad) a voltaje constante, ya sea en hielo durante 90 minutos a 100 V o
a 4°C durante 18 horas a 30 V. Para verificar que la transferencia se haya realizado
correctamente se tiñeron las membranas con Rojo Ponceau S, un colorante reversible.
Luego fueron lavadas con solución de lavado (T-PBS) e incubadas en solución de
bloqueo (PBS con 5% de leche en polvo descremada) durante 1 h a temperatura
ambiente. Luego se realizaron 3 lavados de 10 minutos con T-PBS.
Para la detección inmunológica se incubaron las membranas con diluciones
óptimas de los anticuerpos primarios durante 24 horas. Todos los anticuerpos
primarios utilizados fueron policlonales y tanto el anti-COX-2 como el anti-NOSi fueron
utilizados en una dilución 1:200, y el anti-AcH3total en una dilución 1:3000. Se lavaron
las membranas con T-PBS y se incubaron durante 1 hora con el anticuerpo secundario
(1:5000), a temperatura ambiente. Como control de carga se utilizó a la proteína
actina, con una dilución de su anticuerpo de 1:4000. Todos los anticuerpos utilizados
fueron preparados en PBS. El anticuerpo secundario usado fue un anticuerpo anti-
conejo, conjugado a peroxidasa de rábano picante (HRP). Posteriormente a los lavados,
las membranas se revelaron por quimioluminiscencia utilizando un sistema de
adquisición de imágenes (ImageQuant).
Las bandas obtenidas se identificaron mediante marcador de peso molecular y
se verificó su peso molecular por su valor de relación de frentes (Rf: distancia recorrida
en mm por la proteína a determinar/distancia recorrida en mm por la proteína patrón)
aplicando una regresión logarítmica. Las bandas correspondientes a cada proteína se
normalizaron contra la banda correspondiente a la actina (42 KDa). Los resultados se
expresaron como densidad óptica relativa a la actina.
Radioinmunoensayo de prostaglandinas
Mediante la técnica de radioinmunoensayo, RIA según su abreviatura del inglés
radio-immuno-assay, se determinaron los niveles de PGE2 y PGF2α en el útero (Jaffe &
Behrman 1974).
Hembras preñadas de día 15 fueron sacrificadas 5 horas después de la segunda
inyección de vehículo o LPS de los cuatro grupos experimentales. Por cada hembra se
recolectó un fragmento uterino de aproximadamente 100 mg que se congeló a -80ºC.
El día del ensayo, se pesaron los fragmentos y se incubaron en 2 ml de buffer
KRB durante 90 minutos (con recambio del buffer a los 30 minutos) en un baño a 37ºC
Materiales y métodos
62
en atmósfera de carbógeno. Se descartó el tejido y se acidificó hasta pH=3 con HCl 1 N,
para luego agregar la fase orgánica, 2 ml de acetato de estilo, que extrae las
prostaglandinas. Se recogió la fase orgánica y se repitió el proceso de extracción 2
veces más. El volumen de acetato que contiene las prostaglandinas se evaporó en
estufa de vacío. Las muestras y todos los reactivos fueron reconstituidos en buffer RIA
de prostaglandinas. Se preparó una solución madre del estándar respectivo (8000
pg/ml) a partir de la cual se hicieron diluciones seriadas al medio hasta llegar a 7.5
pg/ml para la curva de calibración. En tubos de propileno se colocaron 0.1 ml de los
estándares o de la muestra con el antisuero correspondiente (anti-PGE2 o anti-PGF2α) y
se incubaron por 30 minutos a 4ºC, posteriormente se agregó la prostaglandina
marcada durante 1 hora y finalmente una suspensión de carbón activado (1%) -
dextran (0.1%), que separa la PG unida de la libre. Las muestras se centrifugaron a
2000 x g durante 15 minutos a 4ºC y el sobrenadante se volcó en viales conteniendo 1
ml de líquido de centelleo para muestras acuosas. La radioactividad se midió en
contador de centelleo beta. Luego de una transformación logarítmica los datos se
expresaron como pg de PGE2 o PGF2α /mg de tejido. El método tiene una reactividad
cruzada menor al 0.1% y una sensibilidad de 5 pg/tubo con una Ka= 1.5 x 1010 l/mol.
Actividad de las NOS medida por radioconversión
La técnica se basa en la radioconversión de [14C]-L-arginina y O2 a [14C]-L-
citrulina y NO. Puesto que la citrulina es producida en cantidades equimolares al NO
(Bredt & Snyder 1989).
Para medir la actividad de la sintasa de óxido nítrico uterina, las hembras
preñadas de día 15 fueron sacrificadas a las 5 horas luego de la segunda inyección de
vehículo o LPS de los cuatro grupos experimentales. Por cada hembra se recolectó un
fragmento uterino de aproximadamente 100 mg que se congeló a -80ºC.
El día del ensayo, los fragmentos fueron pesados y homogeneizados en un
homogenizador Ultra-Turrax con 500 µl de buffer HEPES completo. Posteriormente, los
tejidos fueron incubados con [14C]-L-arginina 10 µM (0.3 µCi) durante 15 minutos, en
un baño a 37ºC con agitación constante y atmósfera de carbógeno. Finalizada la
incubación, cada muestra fue centrifugada a 7800 g durante 10 minutos. El
sobrenadante fue sometido a cromatografía de intercambio iónico, para separar la
[14C]-L-citrulina formada de la [14C]-L-arginina, utilizando columnas DOWEX AG50W-X8
(forma aniónica Na+). La [14C]-L-arginina queda adsorbida, mientras que la [14C]-L-
citrulina es eluída. Se colectó el eluído y se les agregó líquido de centelleo para
muestras acuosas. La radioactividad se midió en contador de centelleo beta. Se
adicionó un tubo de radioactividad inespecífica conteniendo solamente 500µl de
buffer HEPES completo y [14C]-L-arginina. La actividad de la enzima se expresó como
Materiales y métodos
63
fentomoles de citrulina radioactiva producidos por mg de peso de tejido en 15 minutos
(fmol [14C]-citrulina/mg tejido/15 min.).
Actividad de las HAT medida por ensayo colorimétrico
Para medir la actividad de las histonas acetil-transferasa en los cerebros fetales,
hembras preñadas de día 15 fueron sacrificadas a las 5 luego de la segunda inyección
de vehículo o LPS de los cuatro grupos experimentales. Por cada hembra se
recolectaron 6 cerebros fetales y se los congeló a -80ºC hasta el día del ensayo.
El día del ensayo, se procedió a extraer las proteínas nucleares como se hizo
para el western blot de acetilación total de la histona 3 en el cerebro fetal pero con
otro buffer de homogeneización.
La actividad de las HAT fue determinada a partir de 50 µg de proteína
proveniente de los extractos nucleares mediante un Kit de actividad de HAT de Sigma-
Aldrich, de acuerdo con las instrucciones del fabricante. La actividad HAT fue
determinada por la medición de la absorbancia a 440 nm a las 3 horas. Los valores
fueron relativizados a la concentración de proteínas y fueron expresados en nmol/ µg
proteínas nucleares/min.
Histología
Para estudiar el posible daño en los cerebros fetales debido al LPS, como la
posible reversión del mismo por el tratamiento con melatonina, hembras preñadas de
día 15 fueron sacrificadas a las 5 horas luego de la segunda inyección de vehículo o LPS
de los cuatro grupos experimentales. Por cada hembra se recolectaron 2 cerebros
fetales y fueron fijados con paraformaldehído al 4% en buffer fosfato 0,1 M durante 18
horas a temperatura ambiente. Luego, el tejido se deshidrató mediante sucesivos
pasajes en alcoholes, desde 70% hasta 100%. Posteriormente, se incluyeron en
parafina y se realizaron cortes en micrótomo de 5 µm de espesor. Finalmente se
procedió a desparafinar e hidratar, para así proceder con la coloración de
hematoxilina-eosina.
Se observaron los cortes con un microscopio Nikon Eclipse 200 (NY, USA) para
denotar la conservación o daño histológico de la sustancia gris y blanca, como así
también de las estructuras meníngeas. A su vez, se observó la presencia de infiltración
de células del sistema inmune.
Materiales y métodos
64
Análisis estadísticos
La unidad experimental siempre es la hembra preñada y según la variable
respuesta, se utilizaron distintos diseños experimentales y modelos estadísticos.
Dentro de los modelos estadísticos utilizados, se encuentran:
-Diseño completamente aleatorizado: los tratamientos son asignados al azar a las
hembras preñadas y por lo tanto las muestras son independientes entre sí.
-Diseño anidado: como obtener submuestras es menos costoso que incrementar la
cantidad de hembras preñadas, se utilizaron 3 crías machos y 3 crías hembras por
camada para estudiar los parámetros de crecimiento y se utilizaron 2 crías machos por
hembra preñada para los test comportamentales. Cabe resaltar que, el submuestreo
no incrementa el número de réplicas, el número de réplicas sigue siendo el número de
hembras preñadas por tratamiento y no el número de crías testeadas.
-Diseño de medidas repetidas en el tiempo: se utiliza cuando una misma unidad
experimental es sometida a mediciones sucesivas a lo largo del tiempo, permitiendo
así un mejor control del error ya que se estudian patrones individuales de cambio y su
variación entre los diferentes tratamientos.
Los modelos estadísticos utilizados fueron cuatro:
1. ANOVA de 2 factores con interacción: uno de los factores es la melatonina y el
otro el LPS. Los tratamientos quedan determinados por la combinación de los
niveles de los factores utilizados (control, melatonina, LPS, melatonina + LPS),
(figura 16). Con este modelo estadístico van a ser analizadas todas las
variables respuesta medidas en los úteros y los cerebros fetales provenientes
de hembras preñadas de día 15 (figura 22).
2. ANOVA de 1 factor: con este modelo estadístico va a ser analizado el tamaño
de la camada por hembra (las crías que nacen vivas y a término), (figura 22).
Como las hembras que recibieron LPS tienen parto prematuro en el 100% de
los casos, no es posible utilizar el modelo estadístico anterior. El factor
tratamiento en este caso tiene 3 niveles (control, melatonina y
melatonina+LPS).
3. ANOVA de 2 factores anidado: al igual que el modelo anterior (ANOVA de 1
factor) se encuentra el factor tratamiento (control, melatonina y
melatonina+LPS) y se agrega otro factor que es la hembra anidada al
tratamiento, porque por cada hembra va a haber más de una medición. Con
este modelo estadístico van a ser analizados los parámetros de crecimiento
de las crías durante el período de lactancia (se utilizan 3 crías machos y 3 crías
hembras por camada) y las variables respuesta medidas en los test
Materiales y métodos
65
comportamentales a un único tiempo (se utilizan dos crías machos por cada
hembra), figura 22.
4. ANOVA de medidas repetidas anidado de 4 factores: al igual que el modelo
anterior (ANOVA de 2 factores anidado), se encuentran el factor tratamiento
(control, melatonina y melatonina+LPS) y el factor hembra anidada al
tratamiento y además se agrega el factor cría que está anidada a la hembra y el
factor tiempo. Con este modelo estadístico van a ser analizados los pesos de
las crías durante el período de lactancia (se utilizan 3 crías machos y 3 crías
hembras por camada) y las variables respuesta medidas en los test
comportamentales a más de un tiempo (figura 22).
Figura 22. Modelos estadísticos: 1) Anova de 2 factores con interacción: con este modelo estadístico van a ser analizadas todas las variables respuesta medidas a partir de los úteros y los cerebros fetales provenientes de hembras preñadas de día 15; 2) Anova de 1 factor: con este modelo estadístico va a ser analizado el tamaño de la camada por hembra que nacen vivas a término; 3) Anova de 2 factores anidado: con este modelo estadístico van a ser analizados los parámetros de crecimiento de las crías durante el período de lactancia y las variables respuesta medidas en los test comportamentales a un único tiempo; 4) Anova de medidas repetidas anidado de 4 factores: con este modelo estadístico van a ser analizados los pesos de las crías durante el período de lactancia y las variables respuesta medidas en los test comportamentales a más de un tiempo.
Cabe aclarar que el diseño experimental y los modelos estadísticos utilizados
con el tratamiento con tricostatina son los mismos que los usados para la melatonina.
Materiales y métodos
66
En todos los casos se utilizó estadística paramétrica y para que las conclusiones
del análisis de la varianza (ANOVA) sean válidas, al realizar el diseño experimental se
tuvo en cuenta que se cumplan los supuestos de manera que las muestras sean
aleatorias y las observaciones independientes. Además se pusieron a prueba los
supuestos de distribución normal de la variable respuesta en cada tratamiento e igual
variabilidad entre los tratamientos. Los supuestos de normalidad y homogeneidad de
varianza se estudiaron mediante Shapiro-Wilks y la prueba de Levene,
respectivamente. En el caso del diseño de medidas repetidas, además se puso a
prueba el supuesto de esfericidad, mediante la prueba de esfericidad de Mauchly. En
caso de falta de normalidad, heterocedasticidad o esfericidad se corrigieron los datos
mediante transformaciones monotónicas. Las comparaciones se efectuaron utilizando
la prueba de Tukey y se consideraron significativas aquellas pruebas con p<0.05, donde
se las denotó con distintas letras. A su vez, antes de verificar los supuestos del modelo
se recurrieron a herramientas gráficas para visualizar el efecto de los tratamientos, su
variabilidad y los posibles outliers.
Cabe aclarar que todos los estudios fueron experimentales y la cantidad de
réplicas fue calculada a priori para cada variable respuesta y para ello se tuvo en
cuenta: el número de tratamientos, la varianza común dentro de los tratamientos, la
magnitud del efecto que se quiere detectar entre los tratamientos, el nivel de
significación que en todos los casos fue de 0.05 y la potencia que nunca fue menor del
80%.
Los análisis estadísticos y los cálculos del tamaño muestral fueron efectuados
utilizando el programa estadístico Infostat, FCA, Universidad de Córdoba, Argentina.
Materiales y métodos
67
Drogas y reactivos
El lipopolisacárido (LPS) de Escherichia coli 055:B5, la melatonina, la
tricostatina, el kit para la medición de la actividad de las HAT (número de catálogo
EPI001) y los antisueros de PGE2 y PGF2α fueron obtenidos de Sigma-Aldrich Co. El kit
de ELISA para la medición de TNF-α de ratón (número de catálogo 555268) fue
obtenido de BD Biosciences Pharmingen.
El líquido de centelleo para muestras acuosas (Optiphase HiSafe) y el material
radioactivo utilizado ([5,6,8,9,11,12,14,15(n)–3H]-prostaglandina F2α (160 Ci/mmol, 200
μCi/ml), [5,6,8,9,11,12,14,15(n)–3H]–prostaglandina E2 (130 Ci/mmol, 100 μCi/ml), L-
[U-14C]-arginina (360 mCi/mmol, 50 μCi/ml)) fue obtenido de Perkin Elmer.
Los reactivos para western blot fueron suministrados por Sigma y Bio-Rad, sólo
el marcador de peso molecular fue obtenido de GE Healtcare.
El Quick-ZOL fue adquirido de Kalium Technologies y los reactivos utilizados
para la retro-transcripción (RT) del ARNm (H2O ultrapura, DNAasa, Buffer DNAsa,
cebadores random, Buffer Tris 5X, DTT) fueron adquiridas en Invitrogen, mientras que
el Inhibidor de RNAsas y los dNTPs fueron suministrados por Genbiotech. La
transcriptasa reversa M-MLV, el Green GoTaq Reaction Buffer 5X y la DNA polimerasa
GoTaq utilizados en PCR son de Promega y el marcador de peso molecular para PCR
fue proporcionado por Biodynamics.
El suero fetal bovino fue provisto por Internegocios (Internegocios SA,
Mercedes, Bs.As., Argentina).
Los anticuerpos anti-COX 1 y anti-COX 2 fueron adquiridos de Cayman Chemical
Company, el anticuerpo anti-actina fue suministrado por Sigma Chemical Company, el
anticuerpo anti-AcH3total por Abcam y por último el anticuerpo secundario conjugado
a peroxidasa de rábano picante (HRP) fue Sigma-Aldrich Co.
Todos los reactivos utilizados fueron de grado analítico.
Materiales y métodos
68
Soluciones y buffers
- Buffer fosfato (PBS)= NaCl 136,9 mM + KCl 2,68 mM + KH2PO4 1,47 mM +
Na2HPO4•7H2O 8 mM.
- T-PBS (solución de lavado western blot) = PBS + Tween 20 (0,1%).
- Cóctel de inhibidores (ELISA y western blot)= PBS + EDTA 1 mM + aprotinina 2 μg/ml
+ leupeptina 20 μM + DTT 5 mM + STY 2 mM + ácido caproico 1 mM + benzamidina 2
mM.
- Buffer muestra (western blot) = Azul de bromofenol 0,3% (p/v) + Tris 0,5 M (pH=6,8)
+ SDS 1% (p/v) + β-mercaptoetanol 5% (v/v) + glicerol 10% (v/v).
- Buffer de homogenización (fragmentos uterinos, western blot)= Azida sódica 0,02%
(p/v) + SDS 0,1% (p/v) + Deoxicolato 0,5% (p/v) + Nonidet P40 1% (v/v) + cóctel de
inhibidores 1X en PBS.
- Buffer de homogenización (cerebros fetales, western blot)= Hepes 10 mM + KCl 0,4
mM + cóctel de inhibidores 1X + DTT 10 uM + Leupeptina 10 uM + PMSF 0,2% (v/v) +
TSA 5 uM + Butirato de Na 5 mM.
- Buffer de corrida (western blot)= Tris base 123,8 mM (pH=8,3) + glicina 0,96 M + SDS
17,3 mM.
- Buffer de transferencia (western blot)= Tris base 25 mM (pH=8,1-8,4) + glicina 192
mM + metanol 20% (v/v).
- Rojo Ponceau S (western blot)= Rojo Ponceau S (ácido 3-hidroxi-4-[2-sulfo-4-(4-
sulfofenilazo) fenilazo]-2,7-naftalenodisulfónico) 0,5% (p/v) + ácido acético 1% (v/v)
- ECL (solución de revelado de western blot)= solución A (4,4 ul de Ácido Cumárico + 10
ul de Luminol + 100 ul de Tris pH 8,8 + 885,6 ul de H2O bidestilada) + solución B (100 ul
Tris 1,5 M pH 8,8 + 2 ul H2O2 + 900 ul H2O bidestilada).
- Buffer TAE 50X (PCR)= Tris base 24,2 g + ácido acético glacial 5,7 ml + EDTA 1,861 g,
sel levar a 100 ml con H2O bidestilada.
Materiales y métodos
69
– Buffer KRB <Krebs – Ringer – Bicarbonato> (RIA)= NaCl 118 mM + KCl 4,7 mM + KH2PO4 1,18 mM + MgSO4•7H2O 1,22 mM + NaHCO3 25 mM + glucosa 11,1 mM.
- Buffer RIA= K2HPO4•3H2O 7.3 mM + KH2PO4 2.7 mM + NaCl 154 mM + albúmina
bovina 7.1 mM + azida sódica 15.4 mM (pH=7,4). - HEPES completo (actividad NOS)= HEPES 20,14 mM pH=7,4 + CaCl2 0.45 mM + DTT
2.5 mM + NADPH 0.5mM + valina 25mM (inhibidor de las arginasas).
- Buffer de homogenización (cerebros fetales, actividad HAT)= Tris-Base 50 mM pH=8
+ NaCl 150 mM, se lleva a pH=7,4 con HCl. Luego se le agrega Nonidet P40 1% +
Deoxicolato de Na 0,5% + SDS 0,1% e inhibidor de proteasas 1X.
- Buffer fosfato 0,1 M (histología)= NaH2PO4•H2O 0,046 M + Na2HPO4•7H2O 0,154 M.
Resultados
Resultados
70
Resultados
1. Efecto de la melatonina sobre el desencadenamiento del parto prematuro
Porcentaje de parto prematuro, parto a término y tamaño de la camada
Como se mencionó anteriormente las infecciones intrauterinas durante la
gestación son la principal causa de parto prematuro, puesto que éstas inducen un
proceso inflamatorio. En el laboratorio, hemos desarrollado un modelo murino de
parto prematuro inducido por LPS que consiste en la administración de la endotoxina
en el día 15 de gestación que produce 100% de parto prematuro durante la tarde-
noche de ese mismo día. En el desarrollo de esta tesis, este modelo fue utilizado para
evaluar el posible efecto protector de la melatonina sobre el desencadenamiento del
parto prematuro inducido por LPS.
En la tabla 2 se muestra el efecto del tratamiento con melatonina y LPS sobre
el porcentaje de parto a término, parto prematuro y el número de crías viables, es
decir nacidas a término. El parto en los animales control ocurre durante la noche del
día 18 y el tratamiento con LPS produce 100% de parto prematuro durante la noche
del día 15. Asimismo, la melatonina que no altera en sí misma la duración del
embarazo, sí impidió el parto prematuro inducido por LPS en el 50% de los casos. A su
vez, no hubo diferencias en el número de crías viables por camada entre los animales
control, los tratados con melatonina y los tratados con LPS en presencia de melatonina
donde se revirtió el parto prematuro. Cabe aclarar que el momento del parto queda
definido con la expulsión de la primera cría y que las crías nacidas prematuras no
sobreviven fuera del útero, por ello no hay crías viables cuando las hembras se tratan
con LPS.
% Parto prematuro % Parto a término Crías viables/madre
Control 0 100 10 ± 1
Melatonina 0 100 9 ± 2
LPS 100 0 -
Melatonina+LPS 50 50 8 ± 2
Tabla 2. Efecto de la melatonina y el LPS sobre el parto. Porcentajes de parto
prematuro, parto a término y tamaño de la camada. Media ± E.E. (n = 10, P> 0,05).
Resultados
71
Dilatación del cérvix
Dentro de los eventos anatómicos y fisiológicos que ocurren previos al
momento del parto, se encuentra la dilatación del cérvix. Un examen macroscópico,
antes del momento del parto, mostró que las hembras tratadas con LPS presentaban
una mayor apertura del cérvix con presencia de sangre, en comparación con el
cuello uterino cerrado observado en animales controles, tratados con melatonina o
tratados con LPS en presencia de melatonina (figura 23A).
Figura 23. Efecto de la melatonina y el LPS sobre la dilatación del cérvix y la
morfología uterina. Fotografía representativa de la dilatación del cérvix uterino (A) y
del útero (B) a las 5 horas post la segunda inyección de vehículo o LPS en los cuatro
grupos experimentales.
Resultados
72
2. Mecanismos implicados en el desencadenamiento del parto prematuro
inducido por LPS y la reversión por la melatonina
Morfología del útero
El útero gestante murino tiene una morfología que en la literatura se denomina
frecuentemente como “collar de perlas”. Esto se debe a que en promedio suelen tener
alrededor de 10 sacos gestacionales, que contienen al embrión, a las membranas
fetales y a la placenta formando en conjunto una estructura de aspecto redondeado.
Los sacos, ubicados uno al lado de otro a lo largo de los cuernos uterinos, presentan un
aspecto similar al de un collar.
Se realizó un examen macroscópico uterino y se observó que los úteros
provenientes de hembras tratadas con LPS estaban menos irrigados y con los
intersitios menos definidos, encontrándose los sacos gestacionales próximos al cérvix.
En cambio, los provenientes de animales controles, tratados con melatonina o tratados
con LPS en presencia de melatonina mostraron mayor irrigación, intersitios bien
definidos y los sacos gestacionales más distanciados del cérvix (figura 23B).
Respuesta inflamatoria
Como ya mencionamos en la introducción, el LPS es un potente inflamógeno
que produce un aumento en los niveles de citoquinas pro-inflamatorias como TNF-α y
la inducción de la expresión de NOSi y COX-2, que a su vez producen grandes
cantidades de NO y prostaglandinas respectivamente. En nuestro modelo de parto
prematuro inducido por LPS, ha sido demostrado que el aumento en los niveles de
óxido nítrico y prostaglandinas son fundamentales para el desencadenamiento del
parto prematuro (Cella et al. 2010).
Citoquinas
Con el objetivo de seguir dilucidando los mecanismos implicados en el
desencadenamiento del parto prematuro inducido por LPS y la reversión por la
melatonina, fue medida por un lado la producción de la citoquina proinflamatoria TNF-
α. Para ello, un grupo de hembras preñadas fueron sacrificadas 2 horas después de la
última inyección de vehículo o LPS y se evaluaron los niveles de TNF-α uterinos
mediante ELISA. Los niveles de TNF-α aumentaron significativamente en los animales
tratados con LPS, mientras que la melatonina previno significativamente el efecto de
LPS (figura 24).
Resultados
73
Figura 24. Efecto de la melatonina y el LPS sobre los niveles de TNF-α uterinos. Se
evaluó por ELISA los niveles de TNF-α en fragmentos uterinos 2 horas después de la
segunda inyección de vehículo o LPS en los cuatro grupos experimentales. Media±E.E.
(n=9). Diferentes letras denotan diferencias significativas mediante la prueba de Tukey
(p<0,05), A≠B.
Óxido nítrico
El NO tiene importantes funciones durante la preñez y niveles elevados están
asociados a patologías de la preñez y pérdida del embarazo. En nuestro modelo de
parto prematuro inducido por LPS, ha sido descrito tanto un aumento en la actividad
uterina de la NOS como un aumento en la expresión de NOSi (Cella et al. 2010). Con el
objetivo de dilucidar si estas dos variables estaban involucradas en los mecanismos
implicados en la reversión del parto prematuro por la melatonina, hembras preñadas
fueron sacrificadas 5 horas después de la última inyección de vehículo o LPS. La
melatonina, que no tiene un efecto per se, revirtió totalmente el aumento inducido
por LPS tanto en la actividad de la NOS como en la expresión de NOSi (figura 25 A y B,
respectivamente).En la figura 25 C se muestra un gel representativo de western blot
donde puede observarse la expresión de NOSi (130 KDa) y de actina (42 KDa.)
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
C M LPS M + LPS
Niv
ele
s d
e T
NFα
(pg/
mg
pro
teín
a)
AA
A
B
Resultados
74
Figura 25. Efecto de la melatonina y el LPS sobre el sistema del óxido nítrico uterino.
Se midió la actividad de NOS uterina (A), como así también por western blot los niveles
de NOSi (B) en fragmentos uterinos 5 horas después de la segunda inyección de
vehículo o LPS en los cuatro grupos experimentales. Actividad de NOS: Media±E.E.
(n=6). Western blot: Media±E.E. (n=7). Diferentes letras denotan diferencias
significativas mediante la prueba de Tukey (p<0,05), A≠B.C. Gel representativo de
western blot.
A
B
C
Resultados
75
Prostaglandinas
La PGE2 y la PGF2α son potentes estimuladores de la contractilidad
miometrial durante el parto y están estrechamente asociadas al desarrollo de la
respuesta inflamatoria. En nuestro modelo de parto prematuro inducido por LPS, ha
sido descrito tanto un aumento de ambas prostaglandinas como un aumento en la
expresión de COX-2 en el útero (Cella et al. 2010). Con el objetivo de dilucidar si
estas tres variables estaban involucradas en los mecanismos implicados en la
reversión del parto prematuro por la melatonina, hembras preñadas fueron
sacrificadas 5 horas después de la última inyección de vehículo o LPS. Como se
muestra en la figura 26 A y B, la melatonina previno significativamente el aumento
inducido por LPS de los niveles de la PGE2 y la PGF2α uterinas. Al mismo tiempo, la
melatonina redujo significativamente el efecto del LPS en la expresión uterina de
COX-2 (figura26 C). En la figura 26 D se muestra un gel representativo de western
blot donde puede observarse la expresión de COX-2 (72 KDa) y de actina (42 KDa.)
Resultados
76
Figura 26. Efecto de la melatonina y el LPS sobre los niveles de prostaglandinas
uterinas. Se midió por RIA la producción de PGE2 (A) y PGF2α (B), como así también
por western blot los niveles proteicos de COX-2 (C) en fragmentos uterinos 5 horas
después de la segunda inyección de vehículo o LPS en los cuatro grupos
experimentales. RIA: Media±E.E. (n=8). Western blot: Media±E.E. (n=5). Diferentes
letras denotan diferencias significativas mediante la prueba de Tukey (p<0,05), A≠B≠C.
D. Gel representativo del western blot.
A
B
C
D
Resultados
77
3. Consecuencias de la administración de LPS en el día 15 de preñez en el
cerebro fetal y el posible efecto de la melatonina sobre el mismo
Evaluación macroscópica del feto
Como los nacidos prematuros presentan múltiples secuelas especialmente a
nivel del SNC, estudiamos a nivel macroscópico el estado de la cría en los cuatro
grupos experimentales, 5 horas post la segunda dosis de LPS o vehículo. Los fetos
provenientes de hembras tratadas con LPS mostraron daño generalizado, siendo el
más relevante la falta de irrigación cerebral. La melatonina previno tanto el daño
generalizado, como la falta de irrigación cerebral inducida por LPS y los fetos
mostraron un aspecto similar a los controles (figura 27).
Figura 27. Efecto a nivel macroscópico de la melatonina y el LPS sobre los fetos de día
15 de gestación. Fotografía representativa de los fetos de día 15 de gestación a las 5
horas post la segunda inyección de vehículo o LPS en los cuatro grupos experimentales.
Histología del cerebro fetal
A continuación se realizaron cortes histológicos y la tinción de hematoxilina-
eosina de los cerebros fetales con el fin de evaluar las consecuencias del LPS y el efecto
protector de la melatonina a este nivel. En los cerebros de crías provenientes de
madres control o tratadas con melatonina, se observó una estructura conservada
tanto en el parénquima cerebral, como así también en las estructuras meníngeas
(figuras 28 y 29). En cambio el tratamiento con el LPS, produce una desorganización
del parénquima cerebral y una gran infiltración linfocitaria tanto en el parénquima
como en las estructuras meníngeas (figuras 28 y 29). El tratamiento con melatonina,
Resultados
78
previno el daño producido por la endotoxina ya que se observó una estructura
conservada y una leve infiltración leucocitaria sólo en las meninges (figuras 28 y 29).
.
Figura 28. Efecto a nivel histológico de la melatonina y el LPS sobre los cerebros
fetales de 15 días de gestación. Fotografías representativas de cortes histológicos con
la tinción de hematoxilina-eosina de cerebros de fetos de día 15 de gestación a las 5
horas post la segunda inyección de vehículo o LPS en los cuatro grupos
experimentales(n=7).
Resultados
79
Figura 29. Efecto a nivel histológico de la melatonina y el LPS sobre los cerebros
fetales de 15 días de gestación. Fotografías representativas a mayor aumento de los
cerebros de los fetos de día 15 de gestación a las 5 horas post la segunda inyección de
vehículo o LPS en los cuatro grupos experimentales. Se puede observar el parénquima,
las meninges (barras negras) y a los leucocitos infiltrados (flechas blancas) (n=7).
Respuesta inflamatoria
Como se mencionó en la introducción, no sólo las citoquinas han sido asociadas
a las infecciones prenatales intrauterinas y a los nacimientos prematuros sino también
a las infecciones neonatales y daño cerebral neonatal. Tanto sea porque la infección
bacteriana llega al feto o por la capacidad de las citoquinas de atravesar la placenta y
la barrera hematoencefálica, se ha demostrado que las citoquinas proinflamatorias
producen estrés nitro-oxidativo y lesiones en la sustancia blanca neonatal. De esta
manera, la activación inmune prenatal puede tener efectos sobre diversas fases de la
neurogénesis de la descendencia trayendo consecuencias a corto y/o largo plazo(Cui et
al. 2009; Meyer et al. 2009).
Resultados
80
Citoquinas
Para establecer los mecanismos inflamatorios asociados a la síntesis y secreción
de citoquinas involucrados en el daño en el cerebro fetal y el efecto protector de la
melatonina, decidimos evaluar los niveles de ARNm de la citoquina IL-1β. Para ello,
hembras preñadas fueron sacrificadas 2 horas después de la última inyección de
vehículo o LPS. Los niveles de ARNm de IL-1β aumentaron significativamente en los
cerebros de fetos provenientes de hembras tratadas con LPS, mientras que la
melatonina previno significativamente este efecto (figura 30).
Figura 30. Efecto de la melatonina y el LPS sobre los niveles de IL-1β en el cerebro
fetal. Se evaluó por RT-PCR los niveles de ARNm de IL-1β en el cerebro fetal 2 horas
después de la segunda inyección de vehículo o LPS en los cuatro grupos
experimentales. Media±E.E. (n=10). Diferentes letras denotan diferencias
significativas mediante la prueba de Tukey (p<0,05), A≠B.
Óxido nítrico
Para seguir estableciendo los mecanismos inflamatorios involucrados a nivel del
sistema nervioso fetal y el efecto protector de la melatonina, decidimos evaluar los
niveles de ARNm de las isoformas neuronal (NOSn) e inducible (NOSi) de la óxido
nítrico sintasa. Para ello, hembras preñadas fueron sacrificadas 2 horas después de la
última inyección de vehículo o LPS. Los niveles de ARNm de ambas isoformas
aumentaron significativamente en los cerebros de fetos provenientes de hembras
tratadas con LPS, mientras que la melatonina previno significativamente este efecto
(figura 31).
0
0,2
0,4
0,6
0,8
1
1,2
C M LPS M + LPS
Niv
ele
s d
e A
RN
m IL
-1β
/act
ina
(u
.a.)
A
AA
B
Resultados
81
Figura 31. Efecto de la melatonina y el LPS sobre el sistema del óxido nítrico en el
cerebro fetal. Se evaluó por RT-PCR los niveles de ARNm de NOSn (A) y NOSi (B) en
el cerebro fetal 2horas después de la segunda inyección de vehículo o LPS en los
cuatro grupos experimentales. Media±E.E. (n=10). Diferentes letras denotan
diferencias significativas mediante la prueba de Tukey (p<0,05), A≠B.
A
B
Resultados
82
Modificaciones epigenéticas
En lo que respecta a la inflamación prenatal, se sabe que puede provocar
modificaciones epigenéticas en múltiples tejidos, incluyendo el cerebro, que
pueden traer aparejadas consecuencias a corto y a largo plazo. Dentro de las
modificaciones epigenéticas se encuentra la acetilación/desacetilación de histonas
que regulan el grado de compactación de la cromatina y en consecuencia la
accesibilidad de la maquinaria transcripcional al ADN.
A fin de evaluar posibles cambios inducidos por el tratamiento con LPS en el
patrón de acetilación de histonas y el efecto de la melatonina sobre el mismo en el
cerebro fetal, se evaluó la acetilación de la histona 3 (AcH3) total mediante western
blot. Se sacrificaron hembras preñadas 5 horas después de la última inyección de
vehículo o LPS. La acetilación total de la histona 3 aumentó significativamente en los
cerebros de fetos provenientes de hembras tratadas con LPS, mientras que la
melatonina previno significativamente este efecto (figura 32 A). En la figura 32 B se
muestra un gel representativo de western blot donde puede observarse la
expresión de la histona 3 acetilada (17 KDa) y de actina (42 KDa).
Al mismo tiempo se evaluó la actividad de las histonas acetil-transferasas
(HAT) mediante un ensayo colorimétrico donde la actividad de las HAT aumentó
significativamente en los cerebros de fetos provenientes de hembras tratadas con
LPS, mientras que la melatonina previno significativamente este efecto (figura 32 C).
Resultados
83
Figura 32. Efecto de la melatonina y el LPS sobre la acetilación de histonas y la
actividad de las histonas acetil-transferasas en el cerebro fetal. Se evaluó por
western blot la acetilación de la histona 3 total (A) y por un ensayo colorimétrico la
actividad de HAT (C) en cerebro fetal, 5horas después de la segunda inyección de
vehículo o LPS en los cuatro grupos experimentales. Western blot: Media±E.E.
(n=12). Ensayo colorimétrico: Media±E.E. (n=8). Diferentes letras denotan
diferencias significativas mediante la prueba de Tukey (p<0,05), A≠B. B. Gel
representativo de western blot.
A
B
C
Resultados
84
Mecanismos implicados en el desencadenamiento del parto prematuro y el daño en
el cerebro fetal
En resumen, el LPS en el cerebro fetal aumenta la acetilación de la histona 3 y
este aumento podría estar mediado, al menos en parte, por un aumento en la
actividad de las HAT. Por lo tanto, puede decirse que modificaciones epigenéticas
estarían involucradas en el mecanismo de daño en el cerebro fetal.
A continuación, quisimos estudiar si las vías involucradas en el daño en el
cerebro fetal lo estaban también en el desencadenamiento del parto prematuro. Para
ello, utilizamos como herramienta farmacológica a un inhibidor de las histonas
deacetilasas (HDAC): la tricostatina A (TSA). Se evaluó su efecto tanto en el
desencadenamiento del parto prematuro como en la expresión de los niveles de ARNm
de la citoquina IL-1β en el cerebro fetal, que previamente habíamos visto que sus
niveles se encontraban elevados debido al tratamiento con LPS.
En la tabla 3 se muestra el efecto de la tricostatina A y el LPS sobre el
porcentaje de parto a término, parto prematuro y el número de crías viables, es decir
nacidas a término. El parto en animales control ocurre durante la noche del día 18 y el
tratamiento con LPS produce 100% de parto prematuro durante la noche del 15.
Asimismo, la TSA que no altera la duración de la preñez por sí misma, impidió el parto
prematuro inducido por LPS en el 75% de los casos. No hubo diferencias en el número
de crías viables por camada entre los animales control y los tratados con LPS en
presencia de TSA donde se revirtió el parto prematuro. En este último caso, las madres
atendieron a sus crías de manera normal y estas crías tuvieron el mismo aspecto y se
alimentaron de la misma manera que las crías provenientes de madres control.
% Parto prematuro % Parto a término Crías viables/madre
Control 0 100 9 ± 2
TSA 0 100 8 ± 2
LPS 100 0 -
TSA+LPS 25 75 7 ± 2
Tabla 3. Efecto de la tricostatina A y el LPS sobre el parto. Porcentajes de parto
prematuro, parto a término y tamaño de la camada. Media ± EE (n = 8).
Luego, se evaluaron los niveles de ARNm de la citoquina IL-1β en el cerebro
proveniente de fetos de hembras preñadas que fueron sacrificadas 2 horas después de
la última inyección de vehículo o LPS. Los niveles de ARNm de IL-1β aumentaron
significativamente en los cerebros de fetos provenientes se hembras tratadas con LPS,
mientras que el tratamiento con TSA previno significativamente el efecto de LPS
(figura 33).
Resultados
85
Figura 33. Efecto de la tricostatina A y el LPS sobre los niveles de IL-1β en el
cerebro fetal. Se evaluó por RT-PCR los niveles de ARNm de la IL-1β en cerebro fetal
2 horas después de la segunda inyección de vehículo o LPS en los cuatro grupos
experimentales. Media±E.E. (n=10). Diferentes letras denotan diferencias
significativas mediante la prueba de Tukey (p<0,05), A≠B.
0
0,2
0,4
0,6
0,8
1
1,2
1,4
1,6
C TSA LPS TSA + LPS
Niv
ele
s d
e A
RN
m I
L-1β
/act
ina
(u
.a.)
A
A
A
B
Resultados
86
4. Crecimiento y comportamiento de las crías provenientes de hembras
tratadas con melatonina y LPS donde se revirtió el parto prematuro
Se ha descripto el efecto de diferentes infecciones uterinas y sus influencias
sobre el neurodesarrollo fetal y sus consecuencias a corto y largo plazo, debido a que
la infección bacteriana inicia una cascada inflamatoria que trae como consecuencia un
aumento en los niveles de citoquinas y de estrés nitro-oxidativo en el cerebro fetal (B
H Yoon et al. 2000; Vargas et al. 2005; Patterson 2009). Dicho en otras palabras, la
desregulación del sistema inmune en el cerebro fetal durante el desarrollo parece ser
el enlace entre la inflamación intrauterina y los trastornos conductuales asociados. A
su vez, estímulos recibidos durante el desarrollo como la inflamación prenatal, pueden
provocar modificaciones epigenéticas en múltiples tejidos, incluyendo el cerebro, que
también pueden traer aparejadas consecuencias a corto y a largo plazo (Borrelli et al.
2008; Hirabayashi & Gotoh 2010; Riccio 2010; Monk et al. 2012; Benoit et al. 2015).
Debido a ésto, quisimos estudiar si las crías provenientes de hembras donde la
melatonina revirtió el parto prematuro inducido por LPS (tabla 2), crecían y se
comportaban de la misma manera que las crías provenientes de hembras control. Es
decir, quisimos determinar si el tratamiento con melatonina y con LPS durante la
gestación producen consecuencias sobre la descendencia. Para ello, se evaluaron
crías provenientes de hembras tratadas en los días 14 y 15 de gestación en dos etapas
distintas. Por un lado, se evaluó su desarrollo físico durante el período de lactancia y
por otro lado, su comportamiento en la adultez. Es importante mencionar que tanto
en el tratamiento con LPS, que produce 100% de parto prematuro, como en el de LPS
en presencia de melatonina en los cuales no se revirtió el parto prematuro, las crías
nacen prematuras y no sobreviven fuera del útero. Por lo tanto, no se cuentan con las
crías correspondientes para evaluar su desarrollo físico, ni para realizar los ensayos
comportamentales.
Efecto del tratamiento con melatonina y LPS en el período de lactancia
Se pesaron y se analizaron diferentes parámetros de desarrollo durante el
período de lactancia. Para ello, se utilizaron tres crías machos y tres crías hembras
de cada camada.
Peso
En primer lugar, no hubo diferencias significativas en los pesos al nacer de las
crías provenientes de madres tratadas con melatonina y LPS con respecto a las crías
provenientes de madres que recibieron el tratamiento control o de melatonina. En
Resultados
87
segundo lugar, la tasa de crecimiento durante el período de lactancia no difirió entre
los 3 grupos experimentales (figura 34).
Figura 34. Efecto del tratamiento con melatonina y LPS sobre el peso de las crías
durante el período de lactancia. A las crías se las peso el día 1, 8, 15 y 22 de vida.
Media±E.E. (n=7). Sólo se observaron diferencias significativas a lo largo del tiempo,
pero no entre los tratamientos. Diferentes letras denotan diferencias significativas
mediante la prueba de Tukey (p<0,05), A≠B≠C≠D.
Parámetros de desarrollo
A su vez, se evaluaron en las crías distintos parámetros de crecimiento como la
separación del pabellón auricular entre los días 2-4, la erupción de los dientes entre los
días 7-10 y la apertura ocular entre los días 12-16. En la figura 35 se muestran crías de
8 días de vida, donde se puede observar que las provenientes de hembras tratadas con
melatonina y LPS no parecen tener diferencias físicas evidentes con respecto a las
provenientes de hembras control o tratadas con melatonina. A su vez no difirieron en
el momento en que se produjo la separación del pabellón auricular (día 4), la erupción
de los dientes (día 10) y la apertura ocular (día 14) (tabla 4).
Figura 35. Fotografía representativa de crías de 8 días de vida de los 3 grupos
experimentales.
0
2
4
6
8
10
12
14
1 8 15 22
Pes
o (
g)
Días de vida
C
M
M + LPS
A
D
C
B
Resultados
88
Separación del pabellón auricular
Erupción de los dientes
Apertura ocular
Control 4±0 10±0 14±0
Melatonina 4±0 10±0 14±0
Melatonina+LPS 4±0 10±0 14±0
Tabla 4. Efecto de la melatonina y el LPS sobre la aparición de distintos parámetros
de crecimiento durante el período de lactancia. Las crías fueron observadas durante
distintos días para determinar el momento de la separación del pabellón auricular, de
la erupción de los dientes y de la apertura ocular. Media±EE (n=10, P> 0,05).
Efecto del tratamiento con melatonina y LPS en el período de adultez
Comportamiento
Para evaluar si las crías provenientes de madres en las cuales el tratamiento
con melatonina revirtió el parto prematuro inducido por LPS tenían un
comportamiento similar al de las crías provenientes de hembras control, las crías
macho fueron evaluadas en tres test de comportamiento durante el período de
adultez. Se utilizaron dos adultos macho de 90 días de vida por madre.
Test de campo abierto
Mediante el test de campo abierto se evalúo la actividad exploratoria, los
niveles de comportamiento asociado a la ansiedad y la memoria de habituación.
Dentro de los parámetros asociados a la actividad exploratoria se evalúa la
actividad horizontal, correspondiente a las líneas cruzadas por el animal durante su
desplazamiento (figura 36 A) y la actividad vertical. En esta última se cuantifica el
número de eventos en los cuales el animal se eleva en sus dos patas traseras ya sea
apoyando o no sus patas delanteras en la pared (rearing) en el primer día del test
(figura 36 B).Los machos provenientes de hembras tratadas con melatonina y LPS
mostraron el mismo grado de actividad horizontal y vertical que las crías provenientes
de hembras control o tratadas con melatonina.
En cuanto a los parámetros vinculados a niveles de comportamiento asociado a
la ansiedad, éstos se basan en la distinción entre el centro y la periferia. Se evaluaron
el número de entradas al centro y la latencia en el primer día del test (figura 36 C y D,
respectivamente). Se observó que los machos provenientes de hembras tratadas con
Resultados
89
melatonina y LPS mostraron los mismos niveles asociados a la ansiedad que las crías
provenientes de hembras control o tratadas con melatonina.
Por último, con el objetivo de estudiar la memoria de habituación se repite el
mismo procedimiento a las 24 horas. Los machos provenientes de hembras tratadas
con melatonina y LPS mostraron el mismo grado de disminución de la actividad
exploratoria, tanto la horizontal como la vertical, que las crías provenientes de
hembras control o tratadas con melatonina (figura 36 A, B respectivamente). A su vez,
se observó el mismo grado de aumento de la actividad de aseo (grooming) en los 3
grupos experimentales (figura 36 E).
Test de laberinto elevado en cruz
El test de laberinto elevado en cruz se empleó para evaluar también los niveles
de comportamiento asociado a la ansiedad. No hubo diferencias en el número de
entradas a los brazos abiertos, ni a los brazos cerrados, ni tampoco en el tiempo de
permanencia en los mismos (figura 46, 47 y 48). Por lo tanto, puede decirse que los
machos provenientes de hembras tratadas con melatonina y LPS mostraron el mismo
grado de conducta ansiogénica que las crías provenientes de hembras control o
tratadas con melatonina.
Resultados
90
Figura 36. Efecto del tratamiento con melatonina y LPS sobre la actividad
locomotora, los niveles de comportamiento asociado a la ansiedad y la memoria de
habituación de las crías adultas. Cantidad de líneas cruzadas y de elevaciones sobre
las patas traseras (A y B respectivamente), sólo se observaron diferencias significativas
a lo largo del tiempo, pero no entre los tratamientos. Cantidad de entradas al centro y
latencia al mismo (C y D respectivamente), no se observaron diferencias significativas
entre los tratamientos. Actividad de aseo (E), sólo se observaron diferencias
significativas a lo largo del tiempo, pero no entre los tratamientos. Media±E.E. (n=14).
Diferentes letras denotan diferencias significativas mediante la prueba de Tukey
(p<0,05), A≠B.
A
B
C
D
E
Resultados
91
Figura 37. Efecto del tratamiento con melatonina y LPS sobre los niveles de
comportamiento asociado a la ansiedad de las crías adultas. Cantidad entradas a los
brazos abiertos y de entradas a los brazos cerrados (A y B respectivamente). C. Tiempo
en los brazos abiertos. Media±E.E. (n=14). No se observaron diferencias significativas
en ninguna de las variables respuesta entre los tratamientos. Mismas letras no
denotan diferencias significativas. P >0,05.
A
B
C
Resultados
92
Test de evitación inhibitoria
El test de evitación inhibitoria es utilizado para evaluar la memoria
asociativa. En la figura 38 puede observarse que no hubo diferencias significativas
entre los distintos tratamientos con respecto al tiempo transcurrido desde que los
animales fueron colocados en el compartimento claro hasta que pasaron al
compartimento oscuro en ambos días del test. Asimismo, en el segundo día de
testeo el tiempo que tardaron en pasar al compartimento oscuro fue mayor que el
registrado el primer día en todos los grupos experimentales. Por lo tanto, puede
decirse que los machos provenientes de hembras tratadas con melatonina y LPS
mostraron el mismo grado de memoria asociativa que las crías provenientes de
hembras control o tratadas con melatonina.
Figura 38. Efecto del tratamiento con melatonina y LPS sobre la memoria asociativa
de las crías adultas. Tiempo en pasar del compartimento claro al compartimento
oscuro en los dos días del test. Media±E.E. (n=14). Sólo se observaron diferencias
significativas a lo largo del tiempo, pero no entre los tratamientos. Diferentes letras
denotan diferencias significativas mediante la prueba de Tukey (p<0,05), A≠B.
0
50
100
150
200
250
300
0 1 2 3
Tiem
po
(s)
Día
C
M
M + LPS
A
B
A
A
Discusión
Discusión
93
Discusión
Las infecciones intrauterinas durante la gestación son la principal causa de
parto prematuro ya que, en general, el trabajo de parto antes de tiempo es asociado a
un proceso inflamatorio (Goldenberg et al. 2000). En el laboratorio, hemos
desarrollado un modelo murino de parto prematuro inducido por LPS que consiste en
la administración de la endotoxina en el día 15 de gestación, obteniéndose 100% de
parto prematuro durante la tarde-noche de ese mismo día (Cella et al. 2010). Además,
la administración de LPS a hembras BALB/c preñadas remeda varias características
clínicas que se observan en el parto prematuro inducido por infección en los seres
humanos: el sangrado uterino, la dilatación del cérvix y el daño fetal, especialmente a
nivel del sistema nervioso central (Rees & Inder 2005; Romero et al. 2006; Gotsch et al.
2009; Wayne State University 2014). Los presentes resultados indican que la
melatonina previene el parto prematuro inducido por LPS, permitiendo la
supervivencia de las crías y revierte las características clínicas inducidas por LPS.
Los tratamientos para detener el trabajo de parto prematuro, una vez que éste
ha comenzado, no son suficientes para permitir que el embarazo llegue a término y
que culmine el crecimiento y la maduración del feto en el útero. Para ello se utilizan los
tocolíticos, drogas que se usan para prolongar la gestación en mujeres con riesgo de
parto prematuro con trabajo de parto activo que sólo pueden retrasar el inicio del
parto de 2 a 7 días. El agente tocolítico ideal debería ser miometrio específico, fácil de
administrar, barato, eficaz en la prevención del parto prematuro y capaz de mejorar las
consecuencias neonatales, con pocos efectos secundarios maternos, fetales y
neonatales, y sin efectos adversos a largo plazo (Conde-Agudelo & Romero 2013). En la
actualidad, las drogas no esteroideas antiinflamatorias son consideradas los tocolíticos
más efectivos, pero hay precauciones con respecto a sus posibles efectos fetales y
neonatales (Giles & Bisits 2007). La melatonina, en nuestro modelo experimental
previno el parto prematuro en el 50% de las hembras tratadas con LPS, denotando un
efecto “todo o nada”. En el 50% que revierte el parto prematuro, el parto ocurre a
término durante la tarde-noche del día 19 de gestación al igual que en los animales
que no recibieron LPS. En cambio, en el otro 50%, el parto ocurre durante la tarde-
noche del día 15 de gestación al igual que en los animales que recibieron solamente
LPS. Esto podría deberse a que la concentración utilizada de LPS es muy agresiva, lo
que trae aparejada la ventaja de que produce 100% de parto prematuro en una
ventana temporal pequeña. Existe la posibilidad que modificando el método de
administración de la melatonina, por ejemplo mediante una mini bomba osmótica, la
cual permitiría una liberación repetida y continua de la droga, el porcentaje de
reversión del parto prematuro podría aumentar y también podría administrarse post
tratamiento con LPS (Theeuwes & Yum 1976; Nau 1985). Se sabe que las mujeres que
tuvieron partos prematuros previos tienen de 2 a 5 veces mayor riesgo de tener parto
Discusión
94
prematuro en su próximo embarazo (Goldenberg et al. 2008). Por lo tanto, la
melatonina podría ser de gran consideración en estas mujeres de riesgo ya que podría
ser utilizada para prevenir un parto prematuro subsiguiente.
Quedan por establecer los mecanismos involucrados en el efecto protector de
la melatonina. Muchas de las acciones de la melatonina están mediadas a través de la
interacción de los receptores tipo 1 y tipo 2 (MT1 y MT2) de membrana acoplados a
proteína G. Ha sido informada la expresión de estos receptores en el útero de roedores
durante el ciclo estral y la gestación, y en el miometrio humano (Zhao et al. 2002;
Steffens et al. 2003; Schlabritz-Loutsevitch et al. 2003). Por lo tanto, parecería
probable que los efectos de la melatonina sobre el parto prematuro inducido por LPS
puedan ser, al menos en parte, mediados por estos receptores específicos presentes
en el útero de ratón. De hecho, la melatonina previene la dilatación y el sangrado del
cuello uterino inducidos por LPS, suponiendo una acción local de la misma a nivel del
útero. Por otra parte, los úteros provenientes de ratones tratados con LPS tienen los
intersitios menos definidos y los sacos embrionarios se encuentran más cercanos al
cérvix, pudiendo ser esto considerado un paso previo a la expulsión de los fetos,
mientras que la melatonina previene este efecto de LPS también a nivel del útero.
Además de los efectos mediados por los receptores de la melatonina, han sido
reportadas una serie de acciones no mediadas por receptores. En particular, su acción
de secuestrar radicales libres. La melatonina secuestra radicales libres y es un
antioxidante de amplio espectro (Reiter, Paredes, et al. 2009). El daño debido a los
radicales libres es común durante el embarazo y tiene efectos negativos sobre la
madre, la placenta y el feto (Reiter, Tan, et al. 2009). Por lo tanto, las acciones
antioxidantes no mediadas por receptor de la melatonina también podrían ser
responsables de su efecto protector sobre el parto prematuro.
Los embarazos afectados por infección se caracterizan por niveles elevados de
citoquinas proinflamatorias, en particular TNF-α, en el suero materno, membranas
fetales, líquido amniótico y miometrio (Goldenberg et al. 2000). En nuestro modelo, la
melatonina previno el efecto del LPS sobre los niveles de TNF-α en el útero de ratón,
como anteriormente se ha descripto en macrófagos, microglía, células RAW 264.7,
suero materno y cerebro fetal en roedores (Shafer et al. 2001; Xu et al. 2007; Xia et al.
2012). A su vez, se ha observado que la melatonina previene la producción de TNF-α
inducida por hipoxia/reoxigenación en el trofoblasto velloso (Lanoix et al. 2013).
El NO tiene importantes funciones durante la preñez y niveles elevados están
asociados a patologías de la preñez y pérdida del embarazo. En el laboratorio, hemos
demostrado que el aumento de la actividad de las NOS, en nuestro modelo de parto
prematuro por LPS, se debe a un aumento de la expresión de la NOS inducible en el
útero y que este incremento está asociado al inicio del parto prematuro, ya que un
inhibidor específico lo previene (Cella et al. 2010). Nosotros observamos que la
Discusión
95
melatonina previno el aumento de la producción de NO y de los niveles de la proteína
NOSi después de la administración de LPS. Se ha mostrado de forma consistente, en
otros sistemas, que la melatonina y sus metabolitos son inhibidores eficaces de la
actividad de las NOS y potentes secuestradores de NO (Sáenz et al. 2002; Tamura et al.
2009; Nair et al. 2011). Los resultados del presente estudio son por lo tanto coherentes
con la atenuación de la inducción de NOSi por la melatonina, hecho también
demostrado en células endoteliales y placentarias de ratón (Tamura et al. 2009; Wang
et al. 2011).
Aunque las señales que comienzan el trabajo de parto prematuro no han sido
completamente dilucidadas, las prostaglandinas son consideradas un mediador clave
en el inicio y la continuidad del trabajo de parto tanto a término como prematuro. La
concentración de prostaglandinas en el líquido amniótico, en particular la PGE2 y
PGF2α, es significativamente mayor en las mujeres con trabajo de parto prematuro e
infección intraamniótica que en las mujeres con trabajo de parto prematuro sin
infección (Mazor et al. 1990). Además, las prostaglandinas son consideradas
“disparadores” del trabajo de parto ya que el útero responde contrayéndose a las
prostaglandinas exógenas tanto in vivo como in vitro (Mazor et al. 1990). El aumento
de las prostaglandinas vía COX-2, es una señal fundamental tanto en la maduración del
cuello uterino como en la estimulación de las contracciones uterinas (Challis et al.
2000). En el laboratorio, también hemos demostrado que el aumento de PGE2 y PGF2α
en nuestro modelo de parto prematuro por LPS se debe a un aumento de la expresión
de la COX-2 uterina (Cella et al. 2010). Como se muestra en el presente trabajo, la
melatonina redujo significativamente los niveles de la proteína COX-2 inducida por LPS,
así como los niveles de PGE2 y PGF2α. En concordancia, se ha demostrado que la
melatonina disminuye la actividad de COX-2 después de la oclusión de la arteria
cerebral, en células de astrocitoma de rata estimuladas con LPS, y en carcinoma
hepatocelular humano (Nair et al. 2011; Niranjan et al. 2012; Fan et al. 2013).
El NF-κB es uno de los factores de transcripción más importantes en la
regulación transcripcional de las proteínas inflamatorias (Xie et al. 1994; Ghosh et al.
1998). Una vez activado se transloca al núcleo, donde se une a sus sitios de unión en
las regiones promotoras de genes e induce la transcripción de señales
proinflamatorias, tales como TNF-α, NOSi y COX-2, entre otras. Como la melatonina
previno el aumento inducido por LPS sobre la expresión de TNF-α, NOSi y COX-2,
parece probable que la acción inhibidora de la melatonina sobre el efecto del LPS
pueda estar relacionada con la inhibición de NF-κB. Hay trabajos que han demostrado
que la melatonina previene el aumento de los niveles nucleares de NF-κB p50 y NF-κB
p65 inducidos por LPS en la retina de hámster e inhibe la expresión de NOSi mediante
la inhibición de la activación de NF-κB en macrófagos murinos immuno estimulados y
en células endoteliales (Sande et al. 2008; Gilad et al. 1998; Tamura et al. 2009). Como
ya se ha mencionado, varias investigaciones afirman que la producción de citoquinas,
Discusión
96
el aumento de NO y de prostaglandinas juegan un papel importante en el inicio del
parto prematuro. De hecho, hemos demostrado que la administración de etanercept
(anticuerpo monoclonal anti-TNF-α), de aminoguanidina (inhibidor de NOSi) o de
meloxicam (inhibidor de la COX-2) previenen el parto prematuro (Burdet et al. 2010;
Cella et al. 2010). Resultados anteriores sumados a éstos apoyan la noción de que la
disminución de la producción de citoquinas, prostaglandinas y NO o preferiblemente la
combinación de éstos, pueden ser una estrategia terapéutica para prevenir el parto
prematuro (Allport et al. 2001; Cella et al. 2010; Nakajima & Masaoka 2012). Por lo
tanto, la melatonina podría ser un recurso promisorio en la problemática de la
prevención de esta patología, ya que en nuestro modelo evitó el parto prematuro en el
50% de los casos y disminuyó los niveles de TNF-α, de prostaglandinas y de NO en
úteros de ratón provenientes de animales tratados con LPS. En consecuencia, esta
indolamina, que es segura para uso humano, podría ser considerada un nuevo agente
tocolítico.
La problemática del parto prematuro está asociada a las consecuencias clínicas
de haber nacido demasiado pronto. Aunque las tasas de supervivencia de los bebés
prematuros han aumentado en la última década, todavía las tasas de morbilidad son
muy altas. La exposición prenatal a la inflamación parecería ser un factor causal
importante de los resultados adversos, tanto en niños nacidos prematuros como a
término. Recientemente, se ha demostrado que la inflamación intrauterina,
insuficiente para provocar el parto, es suficiente para inducir daño fetal, tanto en el
período de pretérmino como a término y que la respuesta inmune materna no
parecería ser necesaria para que se produzca la respuesta inmune fetal y la lesión
cerebral posterior (Elovitz et al. 2011). Estos resultados podrían indicar que además de
la regulación de la inflamación materna, se necesitan mecanismos adicionales para
proteger a los fetos y así evitar resultados adversos a largo plazo. Asimismo, la
administración de melatonina por vía materna, que atraviesa la placenta y la barrera
hematoencefálica, podría alcanzar a los fetos y protegerlos de la inflamación (Tamura
et al. 2008; Reiter et al. 2013). Entonces, la melatonina además de prevenir el parto
prematuro podría tener la capacidad adicional de proteger a los fetos de los daños
producidos por la inflamación intrauterina. De la misma forma, el estrés oxidativo
contribuye a varias condiciones graves del recién nacido. Saugstad acuñó la frase
"enfermedades de radicales de oxígeno en neonatología" refiriéndose a que el estrés
oxidativo merece, por sus efectos y/o consecuencias, una atención particular, teniendo
en cuenta que afecta a una gran variedad de órganos en forma simultánea (Saugstad
2005). La peculiar susceptibilidad perinatal al estrés oxidativo indica que el uso
profiláctico de antioxidantes como la melatonina podría ayudar a prevenir o al menos
reducir las enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo en los recién nacidos. Sin
ir más lejos, varios estudios han probado la eficacia de la melatonina para
contrarrestar el daño oxidativo en ciertas enfermedades del recién nacido, tales como
enfermedad pulmonar crónica, lesión cerebral perinatal, enterocolitis necrotizante, y
Discusión
97
la retinopatía del prematuro, dando resultados prometedores (Gitto et al. 2013). Sin
embargo, se necesitan más estudios para confirmar estos efectos beneficiosos.
Los recién nacidos prematuros presentan una mayor vulnerabilidad a la lesión
cerebral causada por infección y/o inflamación que resulta en lesiones de la sustancia
blanca (Hagberg et al. 2002), efecto que se ha asociado a citoquinas proinflamatorias y
al estrés nitro-oxidativo (Dammann & Leviton 1997; Døllner et al. 2002; Adams
Waldorf & McAdams 2013; Kitanishi et al. 2014). Actualmente, no hay tratamiento
específico para este tipo de lesiones que puedan prevenir las discapacidades
consecuentes. Técnicas avanzadas de neuroimagenes han llevado a una mayor
comprensión de la naturaleza de las lesiones de la sustancia blanca y gris en los bebés
prematuros, pero es necesaria más investigación para poder desarrollar estrategias
terapéuticas que puedan controlar tales lesiones y preservar la integridad psicomotora
en los niños prematuros (Deng 2010). En un modelo en rata de lesión neonatal de la
sustancia blanca inducida por inflamación intrauterina, se ha demostrado que el LPS
administrado a la hembra preñada mediante la activación de NF-κB produce un
aumento de los niveles de citoquinas proinflamatorias como TNF-α, IL-6 e IL-1β, tanto
en placenta como en los cerebros fetales. Esto produce un aumento de los niveles de
apoptosis y edema cerebral que dan curso a la neuroinflamación fetal y al daño en la
sustancia blanca (Jin et al. 2015).
En nuestro modelo de parto prematuro, al estudiar el efecto del LPS a nivel
macroscópico, los fetos provenientes de hembras tratadas con LPS mostraron daños
generalizados, siendo el más relevante la falta de irrigación cerebral. Ésto se condice
con la problemática de los nacidos prematuros que tienen secuelas especialmente a
nivel del SNC (Jin et al. 2015). A nivel histológico observamos que la endotoxina
produjo una desorganización en la citoarquitectura del cerebro fetal y una gran
infiltración linfocitaria tanto en el parénquima como así también en las estructuras
meníngeas. La infiltración leucocitaria es un acontecimiento clave en los procesos
inflamatorios que en el SNC se produce a través de la barrera hematoencefálica
estimulada por la producción de quimioatractantes de la microglía (McManus et al.
1998). En otra patología reproductiva asociada a una alta tasa de morbimortalidad
perinatal y con deficiencias del desarrollo neurológico a largo plazo como la restricción
del crecimiento intrauterino, Miller y colaboradores demostraron que la
administración materna de melatonina prenatal reduce las lesiones cerebrales y el
retraso cognitivo en ovinos y, por lo tanto, la melatonina podría ser considerada como
terapia neuroprotectora en esta patología reproductiva (Miller et al. 2014). También se
demostró que la melatonina disminuyó la diseminación del daño neuronal y déficits
cognitivos en un modelo de isquemia en ratón (Beker et al. 2015). En nuestro modelo
de parto prematuro, la melatonina previno el daño generalizado fetal y
particularmente la falta de irrigación del cerebro inducida por LPS, mostrando los fetos
un aspecto similar a los controles. Tanto el parénquima cerebral como las estructuras
Discusión
98
meníngeas, presentaron una citoarquitectura conservada y se observó una leve
infiltración leucocitaria sólo en las meninges.
Como se ha mencionado varias veces, las infecciones intrauterinas durante la
gestación se caracterizan no sólo por niveles elevados de citoquinas proinflamatorias
en el líquido amniótico, miometrio, membranas fetales y suero materno sino también
en distintos tejidos fetales (Goldenberg et al. 2000). Estímulos proinflamatorios
recibidos por la hembra gestante en roedores durante el período prenatal reportan un
aumento agudo en la expresión basal de citoquinas como IL-1β en el cerebro fetal (Cai
et al. 2000; Meyer et al. 2006). Ha sido demostrado que la IL-1 es un mediador
conocido de daño neuronal tanto en modelos de isquemia como de inflamación
inducida por LPS en el cerebro neonatal y la administración de un antagonista del
mismo ha documentado efectos protectores sobre el daño celular (Loddick & Rothwell
1996; Hagberg et al. 1996; Cai et al. 2003). Asimismo, se ha demostrado que la
melatonina previne el aumento sobre los niveles IL-1β en la línea celular RAW
264.7 por LPS y en cerebro de ratón por DINP (ftalato de diisononilo) (Xia et al. 2012;
Ma et al. 2015). Siguiendo con esta línea, Wong y colaboradores mostraron que la
exposición sistémica a LPS dio lugar a una aumento de IL-1β en el cerebro de rata y la
melatonina administrada 5 minutos luego del LPS no atenuó la inducción de IL-1β en
este tejido pero sí en suero (Wong et al. 2014). En contraste, nuestro modelo de parto
prematuro el LPS produjo un aumento en la expresión de ARNm de IL-1β en el cerebro
fetal mientras que la melatonina, administrada antes que el LPS en el día 14 de
gestación, sí previno este aumento. En cambio, Xu y colaboradores demostraron que la
melatonina administrada por vía materna regula diferencialmente citoquinas
proinflamatorias inducidas por LPS en suero materno, líquido amniótico, el hígado y el
cerebro fetal. Particularmente en este trabajo, los niveles de IL-1β no se vieron
modificados por el tratamiento con LPS en ninguno de los tejidos estudiados, lo que
podría deberse a que la dosis de LPS utilizada fue menor que las de nuestro modelo
(Xu et al. 2007).
El NO y las especies reactivas de oxígeno ejercen múltiples efectos
moduladores sobre la inflamación y juegan un papel clave en la regulación de las
respuestas inmunes. Elevados niveles de NO, generados principalmente por la NOSi,
son tóxicos y proinflamatorios (Guzik et al. 2003). Numerosas evidencias demuestran
que debido a la administración de LPS, tanto la isoforma inducible como las
constitutivas de las NOS contribuyen al aumento en los niveles de NO provocando
alteraciones estructurales en el cerebro murino (Zhou et al. 2005; Czapski et al. 2007;
Yao et al. 2010). En cambio, Patruno y colaboradores afirman que el LPS produce un
aumento de la expresión de la NOSi y una disminución de las isoformas constitutivas
en la línea celular H9c2 de cardiomiocitos de ratón (Patruno et al. 2012). En nuestro
modelo de parto prematuro, el LPS produce un aumento tanto en la expresión del
ARNm de la isoforma NOSi como de la NOSn en el cerebro fetal y la melatonina
Discusión
99
previene este aumento en ambos casos. Como se mencionó anteriormente, se ha
mostrado de forma consistente que la melatonina inhibe la inducción de NOSi, pero no
así de las formas constitutivas (Koh 2008; Wang et al. 2011; Nair et al. 2011).
Recientemente, ha sido publicado que la melatonina previno la expresión de las tres
isoformas de la NOS inducida por hipoxia/reoxigenación en el SNC de rata (Huang et
al. 2015). Los resultados del presente estudio se condicen con la inhibición de la
inducción de la NOSi por la melatonina y aportan evidencia del mismo efecto sobre la
NOSn. Actualmente, fármacos que interfieren con el aumento del NO y los radicales
libres son utilizados como tratamientos antiinflamatorios (Guzik et al. 2003). Con el fin
de proteger el cerebro fetal antes de que ocurra una lesión irreversible, la
neuroprotección es el objetivo principal del tratamiento con melatonina y este estudio
proporciona una prueba más de que esta indolamina mediante la regulación de las
distintas isoformas de NOS podría estar contribuyendo a la neuroprotección fetal.
Nuestros resultados indican que la melatonina puede tener un doble
mecanismo de protección, ya que no sólo actuó como un agente tocolítico, sino
también aumentó la supervivencia de la descendencia. El efecto protector de la
melatonina sobre la descendencia en modelos de parto prematuro no ha sido aún
reportado. Sin embargo, se demostró que la administración materna de melatonina en
ovejas, antes y después de la completa oclusión del cordón umbilical suprime la
peroxidación lipídica neuronal, reduce la astrogliosis y la inflamación, y protege la
integridad de la barrera hematoencefálica de los fetos, lo que sugiere que la
melatonina otorga protección al cerebro fetal en respuesta a la hipoxia (Yawno et al.
2013). Esta indolamina podría ser un recurso promisorio no sólo como agente
tocolítico frente a procesos inflamatorios desencadenantes de parto prematuro sino
también en cuanto a la capacidad de otorgar protección frente a la inflamación y al
estrés nitro-oxidativo a nivel del cerebro fetal, ya que en nuestro modelo disminuyó la
expresión de mediadores proinflamatorios (IL-1β, NOSn y NOSi) en los cerebros fetales
y a su vez previno la infiltración leucocitaria en el parénquima del cerebro fetal.
Teniendo en cuenta su alta lipofilicidad, así como su capacidad para atravesar
fácilmente la barrera hematoencefálica, la melatonina podría llegar a ser una molécula
eficaz especialmente a nivel del sistema nervioso central (Reiter 1995). Quedan por
establecer los mecanismos involucrados en el efecto protector de la melatonina, pero
probablemente esté actuando a través de vías mediadas y no mediadas por receptor,
como se ha mencionado antes. Respecto a esto, ha sido reportada la expresión de los
receptores tipo 1 y tipo 2 de membrana acoplados a proteína G en diversas partes del
sistema nervioso central, tanto en el humano como en el ratón (Imbesi et al. 2006;
Pandi-Perumal et al. 2008). Hasta el momento en el cerebro fetal sólo se ha detectado
la expresión del receptor MT1 en el humano y en la rata, y por lo tanto, parecería
probable que los efectos en este tejido, sean al menos en parte mediados por este
receptor específico (Thomas et al. 2002; Johnston et al. 2006). De hecho, nosotros
Discusión
100
observamos particularmente que la melatonina previene el marcado daño histológico
del cerebro fetal inducido por LPS, suponiendo una acción local. Como se mencionó
anteriormente, dentro de la serie de acciones no mediadas por receptores, la
melatonina secuestra radicales libres y es un antioxidante de amplio espectro (Reiter,
Paredes, et al. 2009). El daño por parte de los radicales libres es común durante el
embarazo y tiene efectos en el feto (Reiter, Tan, et al. 2009). Por lo tanto, estas
acciones antioxidantes de la melatonina también podrían ser responsables de su
efecto protector sobre el cerebro fetal.
Las modificaciones epigenéticas constituyen uno de los mecanismos
regulatorios de la expresión de genes (Probst et al. 2009). Diversas evidencias postulan
que modificaciones epigenéticas durante la gestación están involucradas tanto en el
desencadenamiento del parto prematuro como en las consecuencias sobre las crías.
Modificaciones en el patrón de metilación del ADN de las membranas y leucocitos
fetales se han asociado al desencadenamiento del parto prematuro (Parets et al. 2013;
Behnia et al. 2015). Asimismo, se ha demostrado que la inflamación prenatal produce
modificaciones epigenéticas en el patrón de metilación del ADN de sangre de cordón
umbilical que podrían aumentar la susceptibilidad a enfermedades crónicas en la vida
adulta (Liu et al. 2013). A su vez, la inflamación prenatal provoca modificaciones
epigenéticas en múltiples tejidos, incluyendo el cerebro, que pueden traer aparejadas
consecuencias a corto y a largo plazo (Borrelli et al. 2008; Hirabayashi & Gotoh 2010;
Riccio 2010; Monk et al. 2012; Benoit et al. 2015). Recientemente, ha sido demostrado
que las modificaciones epigenéticas uterinas se encuentran involucradas en el
desencadenamiento del parto prematuro, ya que en un modelo de parto prematuro
por benzopireno en ratas, el aumento de la expresión de los ARNm uterinos de TNF-α,
IL-1β y COX-2 se debe a la modulación de diversas isoformas de las histonas
deacetilasas o HDAC (Laknaur et al. 2015). En nuestro modelo de parto prematuro
inducido por LPS, un inhibidor de las HDAC (TSA) previno el parto prematuro en el 75%
de los casos y a su vez previno el aumento de la expresión del ARNm de IL-1β inducido
por LPS en el cerebro fetal. Estos resultados aportan evidencia de que modificaciones
epigenéticas se encuentran involucradas tanto en el desencadenamiento del parto
prematuro como en las consecuencias sobre la descendencia. Ésto se condice, en
parte, con un reciente trabajo que ha demostrado que el LPS produce modificaciones
en el patrón epigenético que contribuyen al silenciamiento génico y este efecto es
inhibido por TSA en fibroblastos de pulmón de ratón (Xing et al. 2015).
Como se ha descripto, diversas evidencias postulan que modificaciones
epigenéticas durante la gestación están involucradas tanto en el desencadenamiento
del parto prematuro como en las consecuencias sobre las crías. Ha sido demostrado
que el LPS produce cambios en el patrón de acetilación de histonas. Por un lado, se ha
demostrado que aumenta la acetilación de la H3 y a su vez que aumenta la expresión
Discusión
101
de la IL-1β mediante la acetilación de la H3 de su promotor (Kaminski & Stavnezer
2007; Schaafsma et al. 2015). En cambio, Xing y colaboradores demostraron que el LPS
incrementa los niveles y la actividad de varias isoformas de HDAC vía TLR-4, resultando
en la desacetilación de las histonas H3 y H4 que contribuyen al silenciamiento génico y
como se mencionó en el párrafo anterior este efecto del LPS es inhibido en presencia
de TSA (Xing et al. 2015). Se sabe que la activación de NF-κB induce una variedad de
procesos epigenéticos, como modificaciones de la acetilación de histonas y metilación
del ADN, llevando eventualmente a un aumento de la expresión de genes
inflamatorios y/o a una disminución de la expresión de genes antiinflamatorios
(Adcock et al. 2005). En nuestro modelo de parto prematuro, el LPS aumentó
significativamente la actividad de las histonas acetilasas o HAT así como los niveles de
acetilación de la H3 en el cerebro fetal, lo que podría estar modulado por NF-κB,
mediando el aumento de la expresión de los ARNm de IL-1β, NOSn y NOSi.
Voiculescu y colaboradores hicieron una revisión sobre la participación de la
melatonina en el desarrollo embrio-fetal y proponen que la melatonina estaría
implicada en eventos que van desde la calidad de los ovocitos hasta el momento del
parto, ya que sus concentraciones en suero durante el embarazo van aumentando
progresivamente y sus receptores se encuentran ampliamente distribuidos en el
embrión y el feto. Por ello, la influencia de la melatonina sobre el feto humano en
desarrollo podría no estar limitado a la ritmicidad circadiana sino también parecería
tener un efecto directo sobre el desarrollo del sistema nervioso y endocrino, siendo un
importante regulador epigenético durante toda la gestación (Voiculescu et al. 2014).
Sharma y colaboradores han demostrado que concentraciones fisiológicas de
melatonina aumentan significativamente la acetilación de las histonas y la expresión
del ARNm de varias isoformas de HDAC en la línea celular de células madre neurales
C17.2 N de ratón. Es importante destacar que en este trabajo se demostró que la
incubación con melatonina durante 24 horas produjo un aumento significativo en la
acetilación de la histona H3 sólo en el rango de concentración fisiológico, efecto que
no se observó a concentraciones menores y mayores (Sharma et al. 2008). A su vez, se
postula que existe una regulación diferencial de la expresión de determinados genes
por parte de la melatonina en condiciones de estrés nitro-oxidativo, ya que esta
indolamina no sólo disminuye la capacidad de unión del NF-κB al ADN sino que
también, mediante modificaciones epigenéticas, disminuye la expresión de este factor
de transcripción e incrementa la expresión de Nrf2, un factor de transcripción
implicado en regular positivamente genes antioxidantes en respuesta a cambios en el
estado de óxido-reducción celular (Li et al. 2009; Jung et al. 2010; Tripathi & Jena
2010). En nuestro modelo, la melatonina no tuvo un efecto per se ya que por sí sola no
produjo modulaciones en cuanto a la acetilación de la H3, ni a la actividad de HAT con
respecto al tratamiento control pero revirtió significativamente ambos efectos
inducidos por el LPS en el cerebro fetal. En lo que respecta a que la melatonina previno
el aumento inducido por LPS de los niveles de ARNm de IL-1β, NOSn y NOSi, pensamos
Discusión
102
que es probable que esta acción inhibitoria en el cerebro fetal, esté relacionada con las
modificaciones en el patrón epigenético, donde podrían estar involucrados NF-κB y
Nrf2.
Como se ha mencionado, la exposición prenatal a la inflamación parecería ser
un factor causal importante de los resultados adversos para los niños nacidos
prematuros o a término. Con respecto a la exposición prenatal a LPS, se ha
demostrado que conduce a consecuencias tales como la reducción del peso desde el
nacimiento hasta la adultez y retrasos en el desarrollo (Asiaei et al. 2011; Foley et al.
2014). En nuestro modelo experimental, los fetos nacidos prematuros no sobreviven
fuera del útero pero en el 50% de las hembras tratadas con melatonina en presencia
de LPS donde se revirtió el parto prematuro, todas las crías nacieron vivas y su peso
corporal al nacer no difirió de los animales control. A su vez, a estas crías se les realizó
un seguimiento durante el período de lactancia, en el cual tuvieron la misma tasa de
ganancia de peso que los animales controles. Asimismo, los parámetros de desarrollo
evaluados como la separación del pabellón auricular, la erupción de los dientes y la
apertura ocular ocurrieron en el mismo día que los animales provenientes de hembras
controles o tratadas con melatonina, indicando un desarrollo postnatal normal.
La inflamación o infección intrauterina materna es un factor de riesgo
importante de lesión cerebral neonatal en la sustancia blanca y futuros déficits
neurológicos (Jin et al. 2015). En humanos, se ha demostrado que las infecciones
durante la gestación producen inflamación causando diversas deficiencias neurológicas
postnatales, dando lugar a discapacidades de aprendizaje y de memoria persistentes
(Meyer et al. 2009). Estudios en animales proporcionan evidencia de una relación
causal entre la exposición a inmunógenos prenatales y anomalías conductuales-
cognitivas en la descendencia (Meyer et al. 2009). Más precisamente, dependiendo del
momento del desafío y de la naturaleza del mismo, la activación inmune materna
resulta en diferentes anomalías de comportamiento y disfunciones cerebrales (Fortier
et al. 2007; Depino 2015). En particular, diversos trabajos en roedores han demostrado
que la exposición a LPS en distintos días de gestación pueden provocar una alteración
en el comportamiento relacionado con el aumento de la ansiedad y una reducción en
la actividad exploratoria (Wang et al. 2010; Enayati et al. 2012; Penteado et al. 2014;
Harvey & Boksa 2014; Depino 2015). Sin embargo, otros trabajos describen que el LPS
prenatal disminuye el comportamiento relacionado con la ansiedad en la descendencia
(Asiaei et al. 2011; Solati et al. 2015). En nuestro modelo de parto prematuro inducido
por LPS no se puede evaluar el efecto per se del LPS sobre el crecimiento y
comportamiento a largo plazo en la descendencia, ya que el LPS produce 100% de
parto prematuro durante la noche del día 15 de gestación y la descendencia no es
viable fuera del útero debido a su prematurez. Por consiguiente, el objetivo fue
evaluar el comportamiento de las crías provenientes de hembras tratadas con LPS en
presencia de melatonina con el fin de dilucidar si presentaban diferencias con respecto
Discusión
103
a los animales provenientes de madres control. Por un lado, en el test de campo
abierto la actividad locomotora en los animales provenientes de madres tratadas con
LPS en presencia de melatonina fue similar a los controles y en una segunda exposición
al ambiente presentaron el mismo grado de habituación. Asimismo, tanto en el test de
campo abierto como en el de laberinto elevado en cruz, los animales provenientes de
madres tratadas con LPS en presencia de melatonina mostraron un comportamiento
similar a los controles en parámetros relacionados a la ansiedad. Se propone al estrés
prenatal como un factor de riesgo importante en el desarrollo de alteraciones
cognitivas a largo plazo en la descendencia como la memoria asociativa (Nazeri et al.
2015). Al evaluar a los animales provenientes de madres tratadas con LPS en presencia
de melatonina en el test de evitación inhibitoria, éstos mostraron el mismo grado de
memoria asociativa con respecto a los controles. Estos resultados apoyan que la
melatonina podría estar protegiendo frente a posibles efectos a largo plazo del LPS
sobre la descendencia, teniendo en cuenta los diferentes efectos previamente
reportados del lipopolisacárido a menores dosis durante la gestación (Wang et al.
2010; Penteado et al. 2014; Harvey & Boksa 2014; Depino 2015).
La melatonina es actualmente un medicamento de venta libre y aparentemente
sin efectos adversos. Su toxicidad es extremadamente baja y no se han encontrado
efectos adversos aún cuando se ha administrado a dosis elevadas como por ejemplo
de 800 mg/kg a animales de experimentación (Mohammadghasemi et al. 2012). A su
vez, se ha demostrado que incluso a muy altas dosis administradas durante la
gestación, la melatonina no presenta toxicidad materna o fetal (Jahnke et al. 1999;
Welin et al. 2007; Yawno et al. 2013; Hobson et al. 2013; Voiculescu et al. 2014). Hasta
el momento, ha sido probada en mujeres con otras patologías reproductivas como la
restricción del crecimiento intrauterino y la preclampsia (Alers et al. 2013; Hobson et
al. 2013). También en neonatos en casos de sepsis, asfixia, y dificultades respiratorias o
postquirúrgicas (Fulia et al. 2001; E Gitto et al. 2004). A pesar de que ya hay algunos
estudios clínicos en mujeres embarazadas y neonatos, donde se demuestra que la
melatonina parecería ser segura, consideramos que faltan aún más estudios para que
su uso farmacológico sea extendido a mujeres embarazadas con riesgo de parto
prematuro debido a la posibilidad de efectos sobre la descendencia aún no conocidos.
Como se han ido mencionando, en modelos animales es de sólida evidencia la acción
neuroprotectora de la melatonina, lo cual genera expectativas para su uso en
humanos, ya que los recién nacidos son muy susceptibles al daño nitro-oxidativo y a la
inflamación, por lo tanto la melatonina podría tener importantes efectos
neuroprotectores (Eloisa Gitto et al. 2004). Sin embargo, Houdek y colaboradores
demostraron que en ratas donde se suprimieron los niveles de melatonina endógena y
recibieron dosis farmacológicas durante la gestación, el tratamiento afectó el ritmo
circadiano fetal a nivel del SNC. Por lo tanto, estos resultados ponen en consideración
la existencia de otros posibles efectos (Houdek et al. 2015). También, considerando el
Discusión
104
reciente papel descubierto de la melatonina como modulador epigenético, resulta
necesario realizar más estudios para confirmar que no hay reacciones adversas de
inicio tardío en la vida adulta.
No hay duda que el tiempo de gestación o grado de prematuridad ejerce la
mayor influencia en las secuelas del parto prematuro. El comienzo del trabajo de
parto antes de tiempo puede considerarse como un mecanismo de defensa de la
madre contra la infección uterina, a través del cual elimina tejidos infectados,
incluyendo al feto. Entonces, si las manifestaciones clínicas son adaptativas habría
que considerar el equilibrio entre el intento de prolongar la gestación para promover
la maduración fetal y la exposición del feto a un ambiente intrauterino subóptimo o
incluso peligroso. La inflamación y el estrés oxidativo parecen ser dos caras de la
misma moneda que contribuyen, en parte a través de mecanismos similares, a las
lesiones en los recién nacidos prematuros. Las intervenciones que intentan reducir la
incidencia de parto prematuro siguen siendo limitadas, pero lo que sí se ha logrado
hasta el momento es mantener la tasa de parto prematuro y disminuir la mortalidad
perinatal debido a las mejoras en las intervenciones de neonatología. Más allá de
estas mejoras que aumentan considerablemente la sobrevida de los nacidos
prematuros y les otorgan mejores condiciones a corto y largo plazo, sin lugar a duda
son necesarias nuevas estrategias de prevención y reducción del parto prematuro
para disminuir la morbimortalidad fetal y mejorar las condiciones de salud de los
nacidos prematuros incluso en la adultez. En nuestro modelo de parto prematuro, la
melatonina mostró capacidad tocolítica, previniendo el parto prematuro en el 50%
de los casos, permitiendo que ocurra la maduración de la descendencia dentro del
útero. Además, tendría la capacidad de otorgar protección al cerebro fetal a través
de sus funciones antioxidantes y antiinflamatorias, produciendo una respuesta
neuroprotectora frente a la inflamación intrauterina.
Conclusiones
Conclusiones
105
Conclusiones
1. Efecto de la melatonina sobre el desencadenamiento del parto prematuro
En hembras BALB/c de día 15 de gestación, la melatonina previno el parto
prematuro inducido por LPS en el 50% de los casos.
La melatonina impidió la dilatación y el sangrado del cérvix inducido por LPS.
2. Mecanismos implicados en el desencadenamiento del parto prematuro inducido por LPS
y la reversión por la melatonina
En el útero de hembras preñadas de d15 de gestación:
La melatonina previno el aumento de los niveles de TNF-α inducido por LPS.
La melatonina previno el aumento de la actividad de la NOS y la expresión de
NOSi inducido por LPS.
La melatonina previno el aumento de los niveles de PGE2 y PGF2α, y la
expresión de COX-2 inducido por LPS.
3. Consecuencias de la administración de LPS en el día 15 de preñez en el cerebro fetal y el
efecto de la melatonina sobre el mismo
En el cerebro fetal proveniente de hembras preñadas de d15 de gestación:
La melatonina previno la desorganización del parénquima y de las estructuras
meníngeas, como así también la infiltración leucocitaria en el parénquima
inducida por LPS.
La melatonina previno el aumento de la expresión de ARNm de IL-1β inducido
por LPS.
La melatonina previno el aumento de la expresión de ARNm de NOSn y NOSi
inducido por LPS.
La melatonina previno el aumento de la acetilación de H3 inducido por LPS.
Conclusiones
106
La melatonina previno el aumento de la actividad de la HAT inducido por LPS.
A su vez, un inhibidor de las HDAC (TSA) previno el parto prematuro inducido por LPS
en el 75% de los casos y también previno el aumento de la expresión de ARNm de IL-1β
inducido por LPS en el cerebro fetal.
4. Crecimiento y un comportamiento de las crías provenientes de hembras tratadas con
melatonina y LPS donde se revirtió el parto prematuro
Las crías provenientes de madres tratadas con melatonina y LPS donde se revirtió
el parto prematuro:
Tuvieron el mismo peso al nacer y la misma tasa de crecimiento durante el
período de lactancia.
No difirieron en el momento en que se produjo la separación del pabellón
auricular, la erupción de los dientes y la apertura ocular con respecto a los
animales control.
En el período de adultez con respecto al tratamiento control:
No se observaron cambios en la actividad locomotora, los niveles de
comportamiento asociado a la ansiedad y la memoria de habituación en el test
de campo abierto.
No hubo diferencias en los niveles de comportamiento asociado a la ansiedad
en el test de laberinto elevado en cruz.
No difirieron en el grado de memoria asociativa en el test de laberinto elevado
en test de evitación inhibitoria.
Los presentes resultados nos permiten concluir que la melatonina permitiría
ampliar los recursos disponibles ante el desafío terapéutico que enfrentan los
obstetras tanto en la prevención del parto prematuro como en la disminución de las
secuelas en el neurodesarrollo de los recién nacidos.
Referencias
Referencias
107
Referencias
A.D.A.M. Medical Encyclopedia, 2014. J. V. Campellone, ed. Atlanta. United States of America.
Abbott, N.J. et al., 2010. Structure and function of the blood-brain barrier. Neurobiology of Disease, 37(1), pp.13–25.
Adams Waldorf, K.M. & McAdams, R.M., 2013. Influence of infection during pregnancy on fetal development. Reproduction (Cambridge, England), 146(5), pp.R151–62.
Adcock, I.M. et al., 2005. Redox regulation of histone deacetylases and glucocorticoid-mediated inhibition of the inflammatory response. Antioxidants & redox signaling, 7(1-2), pp.144–152.
Aisemberg, J. et al., 2007. Nitric oxide mediates prostaglandins’ deleterious effect on lipopolysaccharide-triggered murine fetal resorption. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 104(18), pp.7534–7539.
Alderton, W.K., Cooper, C.E. & Knowles, R.G., 2001. Nitric oxide synthases: structure, function and inhibition. The Biochemical journal, 357(Pt 3), pp.593–615.
Alers, N.O. et al., 2013. Antenatal melatonin as an antioxidant in human pregnancies complicated by fetal growth restriction--a phase I pilot clinical trial: study protocol. BMJ open, 3(12), p.e004141.
Ali, M. et al., 1997. Changes in expression of the nitric oxide synthase isoforms in rat uterus and cervix during pregnancy and parturition. Molecular human reproduction, 3(11), pp.995–1003.
Allport, V.C. et al., 2001. Human labour is associated with nuclear factor-kappaB activity which mediates cyclo-oxygenase-2 expression and is involved with the “functional progesterone withdrawal”. Molecular human reproduction, 7(6), pp.581–586.
Angele, M.K. et al., 1998. L-arginine restores the depressed cardiac output and regional perfusion after trauma-hemorrhage. Surgery, 124(2), pp.394–402.
Anon, 2005a. ACOG Committee Opinion #324: Perinatal risks associated with assisted reproductive technology. Obstetrics and gynecology, 106(5 Pt 1), pp.1143–1146.
Anon, 2005b. ACOG Committee Opinion number 313, September 2005. The importance of preconception care in the continuum of women’s health care. Obstetrics and gynecology, 106(3), pp.665–666.
Arosh, J.A. et al., 2004. Effect of interferon-tau on prostaglandin biosynthesis, transport, and signaling at the time of maternal recognition of pregnancy in cattle: evidence of polycrine actions of prostaglandin E2. Endocrinology, 145(11), pp.5280–93.
Arosh, J.A. et al., 2004. Prostaglandin biosynthesis, transport, and signaling in corpus luteum: A basis for autoregulation of luteal function. Endocrinology, 145(5), pp.2551–2560.
Asiaei, M., Solati, J. & Salari, A.-A., 2011. Prenatal exposure to LPS leads to long-lasting physiological consequences in male offspring. Developmental psychobiology, 53(8), pp.828–38.
Baig, M.S. et al., 2015. NOS1-derived nitric oxide promotes NF-κB transcriptional activity through inhibition of suppressor of cytokine signaling-1. The Journal of experimental medicine.
Bailey, K.R. & Crawley, J.N., 2009. Anxiety-Related Behaviors in Mice. In Methods of Behavior Analysis in Neuroscience. p. 13.
Ballabh, P., Braun, A. & Nedergaard, M., 2004. The blood-brain barrier: An overview: Structure, regulation, and clinical implications. Neurobiology of Disease, 16(1), pp.1–13.
Bariani, M.V., 2012. Participación del sistema endocannabinoide (SEC) en un modelo murino de parto prematuro inducido por lipopolisacárido (LPS). Tesis presentada para acceder al título de grado de Licenciada en Ciencias Biológicas de la Universidad de Buenos Aires.
Barker, D.J., 1995. The fetal and infant origins of disease. European journal of clinical investigation, 25(7), pp.457–463.
Barlow-Walden, L.R. et al., 1995. Melatonin stimulates brain glutathione peroxidase activity.
Referencias
108
Neurochemistry international, 26(5), pp.497–502.
Baylis, S.A. et al., 1999. Temporal expression of inducible nitric oxide synthase in mouse and human placenta. Molecular human reproduction, 5(3), pp.277–86.
Beckman, J., 1996. The physiological and pathological chemistry of nitric oxide. Nitric Oxide: Principles and Actions., Orlando, Forida, USA: Lancaster JR.
Beckman, J.S. et al., 1990. Apparent hydroxyl radical production by peroxynitrite: implications for endothelial injury from nitric oxide and superoxide. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 87(4), pp.1620–1624.
Beckman, J.S. & Crow, J.P., 1993. Pathological implications of nitric oxide, superoxide and peroxynitrite formation. Biochemical Society transactions, 21(2), pp.330–4.
Behnia, F. et al., 2015. Fetal DNA methylation of autism spectrum disorders candidate genes: association with spontaneous preterm birth. American journal of obstetrics and gynecology, 212(4), pp.533.e1–9.
Beker, M.C. et al., 2015. Effects of normobaric oxygen and melatonin on reperfusion injury: role of cerebral microcirculation. Oncotarget, 6(31), pp.30604–14.
Belforte, N.A., 2011. Desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para el tratamiento del glaucoma. Tesis doctoral (área Ciencias Biológicas), Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires.
Benoit, J.D., Rakic, P. & Frick, K.M., 2015. Prenatal stress induces spatial memory deficits and epigenetic changes in the hippocampus indicative of heterochromatin formation and reduced gene expression. Behavioural brain research, 281, pp.1–8.
Bishop, A. & Anderson, J.E., 2005. NO signaling in the CNS: from the physiological to the pathological. Toxicology, 208(2), pp.193–205.
Blanchard, B., Pompon, D. & Ducrocq, C., 2000. Nitrosation of melatonin by nitric oxide and peroxynitrite. Journal of pineal research, 29(3), pp.184–192.
Blaze, J. & Roth, T.L., 2013. Exposure to caregiver maltreatment alters expression levels of epigenetic regulators in the medial prefrontal cortex. International Journal of Developmental Neuroscience, 31(8),
pp.804–810.
Bo Hyun Yoon et al., 1996. Interleukin-6 concentrations in umbilical cord plasma are elevated in neonates with white matter lesions associated with periventricular leukomalacia. American Journal of Obstetrics and Gynecology, 174(5), pp.1433–1440.
Borrelli, E. et al., 2008. Decoding the Epigenetic Language of Neuronal Plasticity. Neuron, 60(6), pp.961–974.
Bradford, M.M., 1976. A rapid and sensitive method for the quantitation of microgram quantities of protein utilizing the principle of protein-dye binding. Analytical biochemistry, 72, pp.248–254.
Bredt, D.S. et al., 1991. Nitric oxide synthase protein and mRNA are discretely localized in neuronal populations of the mammalian CNS together with NADPH diaphorase. Neuron, 7(4), pp.615–24.
Bredt, D.S. & Snyder, S.H., 1989. Nitric oxide mediates glutamate-linked enhancement of cGMP levels in the cerebellum. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 86(22), pp.9030–9033.
Bredt, D.S. & Snyder, S.H., 1994. Nitric oxide: a physiologic messenger molecule. Annual review of biochemistry, 63, pp.175–95.
Brenman, J.E. & Bredt, D.S., 1996. Nitric oxide signaling in the nervous system. Methods in enzymology, 269, pp.119–29.
Brookes, P.S., 2004. Mitochondrial nitric oxide synthase. Mitochondrion, 3(4), pp.187–204.
Brosin, H.W., 1968. American Psychiatric Association: The Presidential Address: Adaptation to the unknown. The American journal of psychiatry, 125(1), pp.1–16.
Referencias
109
Brzozowska, I. et al., 2002. Role of prostaglandins, nitric oxide, sensory nerves and gastrin in acceleration of ulcer healing by melatonin and its precursor, L-tryptophan. Journal of pineal research, 32(3), pp.149–162.
Bukowski, R. et al., 2001. The effects of cervical application of inhibitors of inducible nitric oxide synthase, cyclooxygenase-1, and cyclooxygenase-2 on delivery in rats. American journal of obstetrics and gynecology, 185(4), pp.959–65.
Burd, I., Chai, J., Gonzalez, J., Ofori, E., Monnerie, H., Le Roux, P.D., et al., 2009. Beyond white matter damage: fetal neuronal injury in a mouse model of preterm birth. American Journal of Obstetrics and Gynecology, 201(3), pp.279.e1–279.e8.
Burd, I., Chai, J., Gonzalez, J., Ofori, E., Monnerie, H., Le Roux, P.D., et al., 2009. Beyond white matter damage: fetal neuronal injury in a mouse model of preterm birth. American journal of obstetrics and gynecology, 201(3), pp.279.e1–8.
Burd, I. et al., 2010. Inflammation-induced preterm birth alters neuronal morphology in the mouse fetal brain. Journal of neuroscience research, 88(9), pp.1872–81.
Burd, I., Balakrishnan, B. & Kannan, S., 2012. Models of Fetal Brain Injury, Intrauterine Inflammation, and Preterm Birth. American Journal of Reproductive Immunology, 67(4), pp.287–294.
Burdet, J. et al., 2010. Role of nitric oxide in Shiga toxin-2-induced premature delivery of dead fetuses in rats. PLoS ONE, 5(12).
Butler, A.R., Megson, I.L. & Wright, P.G., 1998. Diffusion of nitric oxide and scavenging by blood in the vasculature. Biochimica et biophysica acta, 1425(1), pp.168–76.
Cadenas, S. & Barja, G., 1999. Resveratrol, melatonin, vitamin E, and PBN protect against renal oxidative DNA damage induced by the kidney carcinogen KBrO3. Free Radical Biology and Medicine, 26(11-12),
pp.1531–1537.
Cai, D. et al., 2015. Histone deacetylase inhibition activates Nrf2 and protects against osteoarthritis. Arthritis research & therapy, 17, p.269.
Cai, Z. et al., 2000. Cytokine induction in fetal rat brains and brain injury in neonatal rats after maternal lipopolysaccharide administration. Pediatric research, 47(1), pp.64–72.
Cai, Z. et al., 2003. Differential roles of tumor necrosis factor-alpha and interleukin-1 beta in lipopolysaccharide-induced brain injury in the neonatal rat. Brain research, 975(1-2), pp.37–47.
Cella, M. et al., 2010. Dual effect of nitric oxide on uterine prostaglandin synthesis in a murine model of preterm labour. British Journal of Pharmacology, 161(4), pp.844–855.
Cella, M., 2007. Participación de los endocannabinoides, la Ciclooxigenasa (COX-1), la Ciclooxigenasa-2 (COX-2) y la Óxido Nítrico Sintasa (NOS) en la preñez y el desencadenamiento del parto normal y pretérmino en ratón. Tesis doctoral (área Ciencias Biológicas), Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires.
Challis, J.R.G. et al., 2000. Endocrine and paracrine regulation of birth at term and preterm. Endocrine Reviews, 21(5), pp.514–550.
Chen, L.-F. & Greene, W.C., 2004. Shaping the nuclear action of NF-kappaB. Nature reviews. Molecular cell biology, 5(5), pp.392–401.
Chen, P.S. et al., 2007. Valproic acid and other histone deacetylase inhibitors induce microglial apoptosis and attenuate lipopolysaccharide-induced dopaminergic neurotoxicity. Neuroscience, 149(1), pp.203–212.
Choi, W.-S. et al., 2015. Veratric acid inhibits iNOS expression through the regulation of PI3K activation and histone acetylation in LPS-stimulated RAW264.7 cells. International journal of molecular medicine,
35(1), pp.202–10.
Chuang, D.M. et al., 2009. Multiple roles of HDAC inhibition in neurodegenerative conditions. Trends in Neurosciences, 32(11), pp.591–601.
Chuang, J.I. et al., 1996. Effect of melatonin on NF-kappa-B DNA-binding activity in the rat spleen. Cell
Referencias
110
biology international, 20(10), pp.687–692.
Cifuentes, J. et al., 2002. Mortality in low birth weight infants according to level of neonatal care at hospital of birth. Pediatrics, 109(5), pp.745–751.
Conde-Agudelo, A. & Romero, R., 2013. Transdermal nitroglycerin for the treatment of preterm labor: A systematic review and metaanalysis. American Journal of Obstetrics and Gynecology, 209(6).
Cooke, J.P. & Tsao, P.S., 1993. Cytoprotective effects of nitric oxide. Circulation, 88(5 Pt 1), pp.2451–4.
Crawley, J.N., 2007. What’s Wrong With My Mouse? In What’s wrong with my mouse? : behavioral phenotyping of transgenic and knockout mice. Hoboken, NJ, USA: John Wiley & Sons, Inc.
Cui, K. et al., 2009. Effects of prenatal immune activation on hippocampal neurogenesis in the rat. Schizophrenia Research, 113(2-3), pp.288–297.
Cuzzocrea, S., Costantino, G., et al., 2000. Beneficial effects of melatonin in a rat model of splanchnic artery occlusion and reperfusion. Journal of pineal research, 28(1), pp.52–63.
Cuzzocrea, S., Mazzon, E., et al., 2000. Inducible nitric oxide synthase-knockout mice exhibit resistance to pleurisy and lung injury caused by carrageenan. American journal of respiratory and critical care medicine, 162(5), pp.1859–1866.
Cuzzocrea, S. et al., 2001. Melatonin reduces dinitrobenzene sulfonic acid-induced colitis. Journal of pineal research, 30(1), pp.1–12.
Cuzzocrea, S., Costantino, G. & Caputi, A.P., 1998. Protective effect of melatonin on cellular energy depletion mediated by peroxynitrite and poly (ADP-ribose) synthetase activation in a non-septic shock model induced by zymosan in the rat. Journal of pineal research, 25(2), pp.78–85.
Cuzzocrea, S. & Reiter, R.J., 2002. Pharmacological actions of melatonin in acute and chronic inflammation. Current topics in medicinal chemistry, 2(2), pp.153–165.
Czapski, G.A. et al., 2007. Role of nitric oxide in the brain during lipopolysaccharide-evoked systemic inflammation. Journal of neuroscience research, 85(8), pp.1694–703.
Dammann, O. & Leviton, A., 1997. Maternal intrauterine infection, cytokines, and brain damage in the preterm newborn. Pediatric research, 42(1), pp.1–8.
Davis, B.J. et al., 1999. Anovulation in cyclooxygenase-2-deficient mice is restored by prostaglandin E2 and interleukin-1β. Endocrinology, 140(6), pp.2685–2695.
Davis, N.M. et al., 2007. Developmental coordination disorder at 8 years of age in a regional cohort of extremely-low-birthweight or very preterm infants. Developmental Medicine and Child Neurology, 49(5),
pp.325–330.
Deng, W., 2010. Neurobiology of injury to the developing brain. Nature Reviews Neurology, 6(6), pp.328–336.
Deng, W.G. et al., 2006. Melatonin suppresses macrophage cyclooxygenase-2 and inducible nitric oxide synthase expression by inhibiting p52 acetylation and binding. Blood, 108(2), pp.518–524.
Depino, A.M., 2015. Early prenatal exposure to LPS results in anxiety- and depression-related behaviors in adulthood. Neuroscience.
Døllner, H. et al., 2002. Histologic chorioamnionitis and umbilical serum levels of pro-inflammatory cytokines and cytokine inhibitors. BJOG : an international journal of obstetrics and gynaecology, 109(5), pp.534–9.
Domínguez Rubio, A.P. et al., 2014. Melatonin prevents experimental preterm labor and increases offspring survival. Journal of Pineal Research, 56(2), pp.154–162.
Dong, W.G. et al., 2003. Effects of melatonin on the expression of iNOS and COX-2 in rat models of colitis. World Journal of Gastroenterology, 9(6), pp.1307–1311.
Dong, Y.L., Gangula, P.R. & Yallampalli, C., 1996. Nitric oxide synthase isoforms in the rat uterus:
Referencias
111
differential regulation during pregnancy and labour. Journal of reproduction and fertility, 107(2), pp.249–54.
Dong, Y.L. & Yallampalli, C., 1996. Interaction between nitric oxide and prostaglandin E2 pathways in pregnant rat uteri. The American journal of physiology, 270(3 Pt 1), pp.E471–6.
Doyle, L.W., 2004. Neonatal intensive care at borderline viability--is it worth it? Early human development, 80(2), pp.103–113.
Elovitz, M.A. et al., 2011. Intrauterine inflammation, insufficient to induce parturition, still evokes fetal and neonatal brain injury. International Journal of Developmental Neuroscience, 29(6), pp.663–671.
Elovitz, M.A. & Mrinalini, C., 2004. Animal models of preterm birth. , 15(10).
Enayati, M. et al., 2012. Maternal infection during late pregnancy increases anxiety- and depression-like behaviors with increasing age in male offspring. Brain research bulletin, 87(2-3), pp.295–302.
Escobar, G.J. et al., 2006. Unstudied infants: outcomes of moderately premature infants in the neonatal intensive care unit. Archives of disease in childhood. Fetal and neonatal edition, 91(4), pp.F238–F244.
Esposito, E. et al., 2008. Signal transduction pathways involved in protective effects of melatonin in C6 glioma cells. Journal of Pineal Research, 44(1), pp.78–87.
Fainboim, L. & Geffner, J., 2005. Introducción a la Inmunología Humana Médica Pan., Buenos Aires.
Fan, L. et al., 2013. Melatonin overcomes apoptosis resistance in human hepatocellular carcinoma by targeting Survivin and XIAP. Journal of Pineal Research, 55(2), pp.174–183.
Farina, M. et al., 2000. IL1alpha augments prostaglandin synthesis in pregnant rat uteri by a nitric oxide mediated mechanism. Prostaglandins, leukotrienes, and essential fatty acids, 62(4), pp.243–7.
Farina, M., Ribeiro, M.L. & Franchi, A., 2001. Nitric oxide synthases in pregnant rat uterus. Reproduction (Cambridge, England), 121(3), pp.403–7.
Feria, Y.L., Zamora, L.O. & Curveco, D.L., 2003. Evaluación del desarrollo físico y funcional en ratas recién nacidas para su uso en estudios de toxicología perinatal y postnatal . , pp.16–28.
File, S.E., 1980. The use of social interaction as a method for detecting anxiolytic activity of chlordiazepoxide-like drugs. Journal of Neuroscience Methods, 2(3), pp.219–238.
Fleiss, B. et al., 2012. Neuroprotection by the histone deacetylase inhibitor trichostatin A in a model of lipopolysaccharide-sensitised neonatal hypoxic-ischaemic brain injury. Journal of Neuroinflammation, 9(1), p.70.
Foley, K.A. et al., 2014. Pre- and neonatal exposure to lipopolysaccharide or the enteric metabolite, propionic acid, alters development and behavior in adolescent rats in a sexually dimorphic manner. PloS one, 9(1), p.e87072.
Ford, G.W. et al., 2000. Very low birth weight and growth into adolescence. Archives of pediatrics & adolescent medicine, 154(8), pp.778–784.
Förstermann, U. et al., 1991. Isoforms of nitric oxide synthase. Characterization and purification from different cell types. Biochemical pharmacology, 42(10), pp.1849–57.
Fortier, M.-E., Luheshi, G.N. & Boksa, P., 2007. Effects of prenatal infection on prepulse inhibition in the rat depend on the nature of the infectious agent and the stage of pregnancy. Behavioural brain research,
181(2), pp.270–7.
Franchi, A. et al., 1998. Effect of IL-1alpha on prostaglandin synthesis of oestrogenized rat uterus is mediated by nitric oxide. Prostaglandins, leukotrienes, and essential fatty acids, 58(6), pp.413–6.
Franchi, A.M. et al., 1994. Role of nitric oxide in eicosanoid synthesis and uterine motility in estrogen-treated rat uteri. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 91(2), pp.539–43.
Frisch, C. et al., 2005. Stimulus complexity dependent memory impairment and changes in motor performance after deletion of the neuronal gap junction protein connexin36 in mice. Behavioural Brain
Referencias
112
Research, 157(1), pp.177–185.
Fulia, F. et al., 2001. Increased levels of malondialdehyde and nitrite/nitrate in the blood of asphyxiated newborns: reduction by melatonin.,
Furuyashiki, T. & Narumiya, S., 2011. Stress responses: the contribution of prostaglandin E2 and its receptors. Nature Reviews Endocrinology, 7(3), pp.163–175.
Ghosh, S., May, M.J. & Kopp, E.B., 1998. NF-kappa B and Rel proteins: evolutionarily conserved mediators of immune responses. Annual review of immunology, 16, pp.225–260.
Gilad, E. et al., 1998. Melatonin inhibits expression of the inducible isoform of nitric oxide synthase in murine macrophages: role of inhibition of NFkappaB activation. The FASEB journal : official publication of the Federation of American Societies for Experimental Biology, 12(9), pp.685–693.
Giles, W. & Bisits, A., 2007. Preterm labour. The present and future of tocolysis. Best practice & research. Clinical obstetrics & gynaecology, 21(5), pp.857–868.
Gilroy, D.W. et al., 1999. Inducible cyclooxygenase may have anti-inflammatory properties. Nature medicine, 5(6), pp.698–701.
Gimeno, A. et al., 1985. Prostaglandinas y compuestos relacionados E. Ateneo, ed., Buenos Aires,
Argentina.
Gitto, E. et al., 2004. Early indicators of chronic lung disease in preterm infants with respiratory distress syndrome and their inhibition by melatonin. Journal of Pineal Research, 36(4), pp.250–255.
Gitto, E. et al., 2004. Melatonin reduces oxidative stress in surgical neonates. Journal of Pediatric Surgery, 39(2), pp.184–189. A
Gitto, E. et al., 2013. Protective role of melatonin in neonatal diseases. Oxidative medicine and cellular longevity, 2013, p.980374.
Glass, H.C. et al., 2015. Outcomes for Extremely Premature Infants. Anesthesia & Analgesia, 120(6), pp.1337–1351.
Goldenberg, R.L. et al., 2008. Epidemiology and causes of preterm birth. The Lancet, 371(9606), pp.75–
84.
Goldenberg, R.L. et al., 2001. The Preterm Prediction Study: Toward a multiple-marker test for spontaneous preterm birth. American Journal of Obstetrics and Gynecology, 185(3), pp.643–651.
Goldenberg, R.L., Hauth, J.C. & Andrews, W.W., 2000. Intrauterine infection and preterm delivery. The New England journal of medicine, 342(20), pp.1500–1507.
Gonzalez, J.M., Romero, R. & Girardi, G., 2013. Comparison of the mechanisms responsible for cervical remodeling in preterm and term labor. Journal of Reproductive Immunology, 97(1), pp.112–119.
Gotsch, F. et al., 2009. The preterm parturition syndrome and its implications for understanding the biology, risk assessment, diagnosis, treatment and prevention of preterm birth. The journal of maternal-fetal & neonatal medicine : the official journal of the European Association of Perinatal Medicine, the Federation of Asia and Oceania Perinatal Societies, the International Society of Perinatal Obstetricians, 22
Suppl 2(May), pp.5–23.
Goyen, T.A., Lui, K. & Woods, R., 1998. Visual-motor, visual-perceptual, and fine motor outcomes in very-low-birthweight children at 5 years. Developmental medicine and child neurology, 40(2), pp.76–81.
Grisham, M.B., Jourd’Heuil, D. & Wink, D.A., 1999. Nitric oxide. I. Physiological chemistry of nitric oxide and its metabolites:implications in inflammation. The American journal of physiology, 276(2 Pt 1),
pp.G315–21.
Gu, W., Rice, G.E. & Thorburn, G.D., 1990. Prostaglandin E2 and F2 alpha in mid-pregnant rat uterus and at parturition. Prostaglandins, leukotrienes, and essential fatty acids, 40(1), pp.27–30.
Guzik, T.J., Korbut, R. & Adamek-Guzik, T., 2003. Nitric oxide and superoxide in inflammation and immune regulation. Journal of physiology and pharmacology : an official journal of the Polish Physiological
Referencias
113
Society, 54(4), pp.469–87.
Haas, J.S. et al., 2005. Prepregnancy health status and the risk of preterm delivery. Archives of pediatrics & adolescent medicine, 159(1), pp.58–63.
Hadders-Algra, M., 2002. Two distinct forms of minor neurological dysfunction: perspectives emerging from a review of data of the Groningen Perinatal Project. Developmental medicine and child neurology, 44(8), pp.561–571.
Hagberg, H. et al., 1996. Enhanced expression of interleukin (IL)-1 and IL-6 messenger RNA and bioactive protein after hypoxia-ischemia in neonatal rats. Pediatric research, 40(4), pp.603–9.
Hagberg, H., Peebles, D. & Mallard, C., 2002. Models of white matter injury: comparison of infectious, hypoxic-ischemic, and excitotoxic insults. Mental retardation and developmental disabilities research reviews, 8(1), pp.30–8.
Haig, D., 2010. Transfers and transitions : Parent – offspring con fl ict , genomic imprinting , and the evolution of human life history. , 107, pp.1731–1735.
Hardeland, R., 2005. Antioxidative protection by melatonin: multiplicity of mechanisms from radical detoxification to radical avoidance. Endocrine, 27(2), pp.119–130.
Hardeland, R., 2008. Melatonin, hormone of darkness and more - Occurrence, control mechanisms, actions and bioactive metabolites. Cellular and Molecular Life Sciences, 65(13), pp.2001–2018.
Harrison, I.F. & Dexter, D.T., 2013. Epigenetic targeting of histone deacetylase: Therapeutic potential in Parkinson’s disease? Pharmacology and Therapeutics, 140(1), pp.34–52.
Harvey, L. & Boksa, P., 2014. Do prenatal immune activation and maternal iron deficiency interact to affect neurodevelopment and early behavior in rat offspring? Brain, behavior, and immunity, 35, pp.144–54.
Hava, G. et al., 2006. Alterations in behavior in adult offspring mice following maternal inflammation during pregnancy. Developmental Psychobiology, 48(2), pp.162–168.
He, C. et al., 2015. Melatonin-related genes expressed in the mouse uterus during early gestation promote embryo implantation. Journal of pineal research.
Hierholzer, C. et al., 1998. Essential role of induced nitric oxide in the initiation of the inflammatory response after hemorrhagic shock. The Journal of experimental medicine, 187(6), pp.917–928.
Hirabayashi, Y. & Gotoh, Y., 2010. Epigenetic control of neural precursor cell fate during development. Nature reviews. Neuroscience, 11(6), pp.377–388.
Hislop, A.A. et al., 1987. The effects of preterm delivery and mechanical ventilation on human lung growth. Early human development, 15(3), pp.147–164.
Hobson, S.R. et al., 2013. maternally administered melatonin to Phase I pilot clinical trial of antenatal maternally administered melatonin to decrease the level of oxidative stress in human pregnancies affected by pre-eclampsia ( PAMPR ): study protocol.
Hofmeyr, G.J., Atallah, A.N. & Duley, L., 2006. Calcium supplementation during pregnancy for preventing hypertensive disorders and related problems. Cochrane database of systematic reviews (Online), 3,
p.CD001059.
Hogg, S., 1996. A review of the validity and variability of the elevated plus-maze as an animal model of anxiety. In Pharmacology Biochemistry and Behavior. pp. 21–30.
Houdek, P. et al., 2015. Melatonin administered during the fetal stage affects circadian clock in the suprachiasmatic nucleus but not in the liver. Developmental neurobiology, 75(2), pp.131–44.
Hsu, C.H. et al., 2000. Phosphine-induced oxidative damage in rats: Attenuation by melatonin. Free Radical Biology and Medicine, 28(4), pp.636–642.
Huang, C.-C. et al., 2015. Effects of melatonin on the nitric oxide system and protein nitration in the hypobaric hypoxic rat hippocampus. BMC neuroscience, 16, p.61.
Referencias
114
Iams, J.D. et al., 2008. Primary, secondary, and tertiary interventions to reduce the morbidity and mortality of preterm birth. The Lancet, 371(9607), pp.164–175.
Iams, J.D. et al., 1998. The Preterm Prediction Study: recurrence risk of spontaneous preterm birth. National Institute of Child Health and Human Development Maternal-Fetal Medicine Units Network. American journal of obstetrics and gynecology, 178(5), pp.1035–1040.
Ignarro, L.J. et al., 1990. Neurotransmitter identity doubt. Nature, 347(6289), pp.131–2.
Ignarro, L.J., 1991. Signal transduction mechanisms involving nitric oxide. Biochemical pharmacology, 41(4), pp.485–90.
Imbesi, M. et al., 2006. Drug- and region-specific effects of protracted antidepressant and cocaine treatment on the content of melatonin MT(1) and MT(2) receptor mRNA in the mouse brain. International journal of neuroprotection and neuroregeneration, 2, pp.185–189.
Izumi, H. & Garfield, R.E., 1995. Relaxant effects of nitric oxide and cyclic GMP on pregnant rat uterine longitudinal smooth muscle. European journal of obstetrics, gynecology, and reproductive biology, 60(2), pp.171–80.
Jaffe, B. & Behrman, H., 1974. Methods of Hormone Radioimmunoassay, Academic Press., N.Y.
Jahnke, G. et al., 1999. Maternal and developmental toxicity evaluation of melatonin administered orally to pregnant Sprague-Dawley rats. Toxicological Sciences, 50(2), pp.271–279.
Jeong, M.R. et al., 2003. Valproic acid, a mood stabilizer and anticonvulsant, protects rat cerebral cortical neurons from spontaneous cell death: a role of histone deacetylase inhibition. FEBS letters, 542(1-3), pp.74–8.
Jimenez-Jorge, S. et al., 2007. Evidence for melatonin synthesis in the rat brain during development. Journal of Pineal Research, 42(3), pp.240–246.
Jin, S.-J. et al., 2015. Neuroprotective effects of activated protein C on intrauterine inflammation-induced neonatal white matter injury are associated with the downregulation of fibrinogen-like protein�2/fibroleukin prothrombinase and the inhibition of pro-inflammatory cytoki. International Journal of Molecular Medicine.
Jobe, A.H. & Bancalari, E., 2001. Bronchopulmonary dysplasia. In American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine. pp. 1723–1729.
Johnston, J.D. et al., 2006. Regulation of MT melatonin receptor expression in the foetal rat pituitary. Journal of neuroendocrinology, 18(1), pp.50–6.
Jou, M.-J. et al., 2004. Visualization of the antioxidative effects of melatonin at the mitochondrial level during oxidative stress-induced apoptosis of rat brain astrocytes. Journal of pineal research, 37(1), pp.55–
70.
Joung, E.-J. et al., 2015. Sargaquinoic acid attenuates inflammatory responses by regulating NF-κB and Nrf2 pathways in lipopolysaccharide-stimulated RAW 264.7 cells. International immunopharmacology.
Jung, K.H. et al., 2010. Melatonin ameliorates cerulein-induced pancreatitis by the modulation of nuclear erythroid 2-related factor 2 and nuclear factor-kappaB in rats. Journal of Pineal Research, 48(3), pp.239–
250.
Jung-Hynes, B., Reiter, R.J. & Ahmad, N., 2010. Sirtuins, melatonin and circadian rhythms: building a bridge between aging and cancer. Journal of Pineal Research, 48(1), pp.9–19.
Kaminski, D.A. & Stavnezer, J., 2007. Stimuli that enhance IgA class switching increase histone 3 acetylation at Sα, but poorly stimulate sequential switching from IgG2b. European Journal of Immunology, 37(1), pp.240–251.
Karin, M., 2006. Nuclear factor-kappaB in cancer development and progression. Nature, 441(7092), pp.431–436.
Katzung, B., 1992. The Eicosanoids: Prostaglandins, Thromboxanes, Leukotrienes and Related Compounds. Basic and clinical Pharmacology A. & Lange, ed., Norwalk, Connecticut.
Referencias
115
Kemp, M.W., 2014. Preterm birth , intrauterine infection , and fetal inflammation. , 5(December), pp.1–11.
Khatsenko, O. & Kikkawa, Y., 1997. Nitric oxide differentially affects constitutive cytochrome P450 isoforms in rat liver. The Journal of pharmacology and experimental therapeutics, 280(3), pp.1463–70.
Kim, H.J. et al., 2007. Histone deacetylase inhibitors exhibit anti-inflammatory and neuroprotective effects in a rat permanent ischemic model of stroke: multiple mechanisms of action. The Journal of pharmacology and experimental therapeutics, 321(3), pp.892–901.
Kinney, H.C., 2006. The Near-Term (Late Preterm) Human Brain and Risk for Periventricular Leukomalacia: A Review. Seminars in Perinatology, 30(2), pp.81–88.
Kitanishi, R. et al., 2014. Cerebral ischemia or intrauterine inflammation promotes differentiation of oligodendroglial precursors in preterm ovine fetuses: possible cellular basis for white matter injury. The Tohoku journal of experimental medicine, 234(4), pp.299–307.
Koh, P.-O., 2008. Melatonin regulates nitric oxide synthase expression in ischemic brain injury. The Journal of veterinary medical science / the Japanese Society of Veterinary Science, 70(7), pp.747–50.
Korkmaz, A., Rosales-Corral, S. & Reiter, R.J., 2012. Gene regulation by melatonin linked to epigenetic phenomena. Gene, 503(1), pp.1–11.
Laemmli, U.K., 1970. Cleavage of structural proteins during the assembly of the head of bacteriophage T4. Nature, 227(5259), pp.680–685.
Laknaur, A. et al., 2015. Altered expression of histone deacetylases, inflammatory cytokines and contractile-associated factors in uterine myometrium of Long Evans rats gestationally exposed to benzo[a]pyrene. Journal of applied toxicology : JAT.
Langenbach, R. et al., 1999. Cyclooxygenase-deficient mice. A summary of their characteristics and susceptibilities to inflammation and carcinogenesis. Annals of the New York Academy of Sciences, 889, pp.52–61.
Lanoix, D. et al., 2013. Melatonin: The watchdog of villous trophoblast homeostasis against hypoxia/reoxygenation-induced oxidative stress and apoptosis. Molecular and Cellular Endocrinology, 381(1-2), pp.35–45.
Laughon, S.K. et al., 2014. The NICHD Consecutive Pregnancies Study: Recurrent preterm delivery by subtype. American Journal of Obstetrics and Gynecology, 210(2).
Lee, J.A. et al., 2015. A novel compound VSC2 has anti-inflammatory and antioxidant properties in microglia and in Parkinson’s disease animal model. British journal of pharmacology, 172(4), pp.1087–100.
León, J. et al., 2005. Melatonin mitigates mitochondrial malfunction. Journal of Pineal Research, 38(1), pp.1–9.
Li, J.H. et al., 2005. Melatonin reduces inflammatory injury through inhibiting NF-???? activation in rats with colitis. Mediators of Inflammation, 2005(4), pp.185–193.
Li, W. et al., 2009. An internal ribosomal entry site mediates redox-sensitive translation of Nrf2. Nucleic Acids Research, 38(3), pp.778–788.
Liao, Y.-R. & Lin, J.-Y., 2015. Quercetin intraperitoneal administration ameliorates lipopolysaccharide-induced systemic inflammation in mice. Life Sciences, 137, pp.89–97.
Lim, H. et al., 1999. Hoxa-10 regulates uterine stromal cell responsiveness to progesterone during implantation and decidualization in the mouse. Molecular endocrinology (Baltimore, Md.), 13(6), pp.1005–1017.
Lim, H. et al., 1997. Multiple female reproductive failures in cyclooxygenase 2-deficient mice. Cell, 91(2), pp.197–208.
Lin, A.H., Bienkowski, M.J. & Gorman, R.R., 1989. Regulation of prostaglandin H synthase mRNA levels and prostaglandin biosynthesis by platelet-derived growth factor. The Journal of biological chemistry, 264(29), pp.17379–83.
Referencias
116
Liu, Y. et al., 2013. DNA methylation at imprint regulatory regions in preterm birth and infection. American journal of obstetrics and gynecology, 208(5), pp.395.e1–7.
Loddick, S.A. & Rothwell, N.J., 1996. Neuroprotective effects of human recombinant interleukin-1 receptor antagonist in focal cerebral ischaemia in the rat. Journal of cerebral blood flow and metabolism : official journal of the International Society of Cerebral Blood Flow and Metabolism, 16(5), pp.932–40.
Lowenstein, C.J. et al., 1993. Macrophage nitric oxide synthase gene: two upstream regions mediate induction by interferon gamma and lipopolysaccharide. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 90(October), pp.9730–9734.
Lumley, J. et al., 2009. Interventions for promoting smoking cessation during pregnancy. Cochrane Database of Systematic Reviews, (3).
Ma, P. et al., 2015. Cognitive deficits and anxiety induced by diisononyl phthalate in mice and the neuroprotective effects of melatonin. Scientific reports, 5, p.14676.
Macleod, M.R. et al., 2005. Systematic review and meta-analysis of the efficacy of melatonin in experimental stroke. Journal of Pineal Research, 38(1), pp.35–41.
Madigan, M.T., Martinko, J.M. & Parker, J., 2004. Brock Biología de los Microorganismos 10th ed., Madrid: Pearson Educación.
Marinova, Z. et al., 2009. Valproic acid induces functional heat-shock protein 70 via Class I histone deacetylase inhibition in cortical neurons: a potential role of Sp1 acetylation. Journal of neurochemistry, 111(4), pp.976–87.
Martínez-Cruz, F., Osuna, C. & Guerrero, J.M., 2006. Mitochondrial damage induced by fetal hyperphenylalaninemia in the rat brain and liver: Its prevention by melatonin, Vitamin E, and Vitamin C. Neuroscience Letters, 392(1-2), pp.1–4.
Masri, S. & Sassone-Corsi, P., 2010. Plasticity and specificity of the circadian epigenome. Nature neuroscience, 13(11), pp.1324–1329.
Maur, D.G., 2015. Participación del óxido nítrico en las alteraciones comportamentales y neuroendócrinas inducidas por estrés prenatal. Tesis doctoral (área Ciencias Biológicas), Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires.
Mazaki-Tovi, S. et al., 2007. Recurrent Preterm Birth. Seminars in Perinatology, 31(3), pp.142–158.
Mazor, M. et al., 1990. Changes in amniotic fluid concentrations of prostaglandins E2 and F2 alpha in women with preterm labor. Israel journal of medical sciences, 26(8), pp.425–428.
McInnes, I.B. et al., 1998. Septic arthritis following Staphylococcus aureus infection in mice lacking inducible nitric oxide synthase. Journal of immunology (Baltimore, Md. : 1950), 160(1), pp.308–315.
McKinney, W.T. & Bunney, W.E., 1969. Animal model of depression. I. Review of evidence: implications for research. Archives of general psychiatry, 21(2), pp.240–248.
McManus, C.M., Brosnan, C.F. & Berman, J.W., 1998. Cytokine induction of MIP-1 alpha and MIP-1 beta in human fetal microglia. Journal of immunology (Baltimore, Md. : 1950), 160(3), pp.1449–55.
Meisel, A. et al., 2006. Inhibition of histone deacetylation protects wild-type but not gelsolin-deficient neurons from oxygen/glucose deprivation. Journal of neurochemistry, 98(4), pp.1019–31.
Mercer, B.M. et al., 1999. The preterm prediction study: effect of gestational age and cause of preterm birth on subsequent obstetric outcome. National Institute of Child Health and Human Development Maternal-Fetal Medicine Units Network. American journal of obstetrics and gynecology, 181(5 Pt 1), pp.1216–1221.
Meyer, U. et al., 2006a. The Time of Prenatal Immune Challenge Determines the Specificity of Inflammation-Mediated Brain and Behavioral Pathology. , 26(18), pp.4752–4762.
Meyer, U. et al., 2006b. The time of prenatal immune challenge determines the specificity of inflammation-mediated brain and behavioral pathology. The Journal of neuroscience : the official journal of the Society for Neuroscience, 26(18), pp.4752–62.
Referencias
117
Meyer, U., Feldon, J. & Fatemi, S.H., 2009. In-vivo rodent models for the experimental investigation of prenatal immune activation effects in neurodevelopmental brain disorders. Neuroscience and biobehavioral reviews, 33(7), pp.1061–79.
Meziane, H. et al., 2007. Estrous cycle effects on behavior of C57BL/6J and BALB/cByJ female mice: implications for phenotyping strategies. Genes, Brain and Behavior, 6(2), pp.192–200.
Mikkola, K. et al., 2005. Neurodevelopmental outcome at 5 years of age of a national cohort of extremely low birth weight infants who were born in 1996-1997. Pediatrics, 116(6), pp.1391–1400.
Miller, S.L. et al., 2014. Antenatal antioxidant treatment with melatonin to decrease newborn neurodevelopmental deficits and brain injury caused by fetal growth restriction. Journal of Pineal Research, 56(3), pp.283–294.
Misko, T.P. et al., 1998. Characterization of the cytoprotective action of peroxynitrite decomposition catalysts. The Journal of biological chemistry, 273(25), pp.15646–53.
Mogami, H. et al., 2013. Fetal fibronectin signaling induces matrix metalloproteases and cyclooxygenase-2 (COX-2) in amnion cells and preterm birth in mice. The Journal of biological chemistry, 288(3), pp.1953–
66.
Mohammadghasemi, F. et al., 2012. The Protective Effects of Exogenous Melatonin on Nicotine-induced Changes in Mouse Ovarian Follicles. Journal of reproduction & infertility, 13(3), pp.143–50.
Mohammadipour, A. et al., 2014. Maternal exposure to titanium dioxide nanoparticles during pregnancy; impaired memory and decreased hippocampal cell proliferation in rat offspring. Environmental Toxicology and Pharmacology, 37(2), pp.617–625.
Mohan, N. et al., 1995. The neurohormone melatonin inhibits cytokine, mitogen and ionizing radiation induced NF-kappa B. Biochemistry and molecular biology international, 37(6), pp.1063–1070.
Mollace, V. et al., 2005. Modulation of prostaglandin biosynthesis by nitric oxide and nitric oxide donors. Pharmacological reviews, 57(2), pp.217–252.
Monk, C., Spicer, J. & Champagne, F.A., 2012. Linking prenatal maternal adversity to developmental outcomes in infants: The role of epigenetic pathways. Development and Psychopathology, 24(04), pp.1361–1376.
Montilla, P. et al., 2001. Melatonin versus vitamin E as protective treatment against oxidative stress after extra-hepatic bile duct ligation in rats. Journal of pineal research, 31(2), pp.138–144.
Morrison, E. a B. & Cushman, L.F., 2007. Prevention of preterm delivery. The New England journal of medicine, 357(19), p.1979; author reply 1979–1980.
Nair, S.M. et al., 2011. Melatonin treatment following stroke induction modulates l-arginine metabolism. Journal of Pineal Research, 51(3), pp.313–323.
Nakajima, Y. & Masaoka, N., 2012. Initial experience using Sivelestat to manage preterm labor with a bulging fetal membrane in pregnant women. Journal of Perinatology, 32(6), pp.466–468.
Nakamura, Y. et al., 2001. Changes of serum melatonin level and its relationship to feto-placental unit during pregnancy. Journal of pineal research, 30(1), pp.29–33.
Nau, H., 1985. Teratogenic valproic acid concentrations: infusion by implanted minipumps vs conventional injection regimen in the mouse. Toxicology and applied pharmacology, 80(2), pp.243–50.
Navarrete, S., Alarcón, M. & Palomo, I., 2015. Aqueous Extract of Tomato (Solanum lycopersicum L.) and Ferulic Acid Reduce the Expression of TNF-α and IL-1β in LPS-Activated Macrophages. Molecules (Basel, Switzerland), 20(8), pp.15319–29.
Nazeri, M. et al., 2015. Psychological or physical prenatal stress differentially affects cognition behaviors. Physiology & behavior, 142, pp.155–60.
Neal, H. & Rand, H., 1943. Comparative anatomy. Ed: Blakinston’s son & Co, Inc. USA.
Negi, G., Kumar, A. & Sharma, S.S., 2011. Melatonin modulates neuroinflammation and oxidative stress in
Referencias
118
experimental diabetic neuropathy: Effects on NF-??B and Nrf2 cascades. Journal of Pineal Research, 50(2), pp.124–131.
Niranjan, R., Nath, C. & Shukla, R., 2012. Melatonin attenuated mediators of neuroinflammation and alpha-7 nicotinic acetylcholine receptor mRNA expression in lipopolysaccharide (LPS) stimulated rat astrocytoma cells, C6. Free Radical Research, 46(9), pp.1167–1177.
Okatani, Y. et al., 1998. Maternal-fetal transfer of melatonin in pregnant women near term. Journal of Pineal Research, 25(3), pp.129–134.
Okatani, Y., Wakatsuki, A. & Kaneda, C., 2000. Melatonin increases activities of glutathione peroxidase and superoxide dismutase in fetal rat brain. Journal of pineal research, 28(2), pp.89–96.
Olsen, S.F. et al., 2000. Randomised clinical trials of fish oil supplementation in high risk pregnancies. Fish Oil Trials In Pregnancy (FOTIP) Team.,
Olsen, S.F. et al., 1992. Randomised controlled trial of effect of fish-oil supplementation on pregnancy duration.,
Organización Mundial de la Salud, 2012. Nacidos Demasiado Pronto. Informe de Acción Global sobre Nacimientos Prematuros, p.12.
Pablos, M.I. et al., 1995. Melatonin stimulates the activity of the detoxifying enzyme glutathione peroxidase in several tissues of chicks. Journal of pineal research, 19(3), pp.111–115.
Pablos, M.I. et al., 1998. Rhythms of glutathione peroxidase and glutathione reductase in brain of chick and their inhibition by light. Neurochemistry International, 32(1), pp.69–75.
Pacher, P., Beckman, J.S. & Liaudet, L., 2007. Nitric oxide and peroxynitrite in health and disease. Physiological reviews, 87(1), pp.315–424.
Palumbo, L. et al., 2007. Loss of hippocampal neuronal nitric oxide synthase contributes to the stress-related deficit in learning and memory. , pp.261–274.
Pandi-Perumal, S.R. et al., 2008. Physiological effects of melatonin: Role of melatonin receptors and signal transduction pathways. Progress in Neurobiology, 85(3), pp.335–353.
Papiernik, E., 2007. Preventing preterm Birth - Is it really impossible?: A comment on the IOM report on preterm birth. Maternal and Child Health Journal, 11(5), pp.407–410.
Parets, S.E. et al., 2013. Fetal DNA Methylation Associates with Early Spontaneous Preterm Birth and Gestational Age. PloS one, 8(6), p.e67489.
Patruno, A. et al., 2012. Novel aminobenzyl-acetamidine derivative modulate the differential regulation of NOSs in LPS induced inflammatory response: role of PI3K/Akt pathway. Biochimica et biophysica acta, 1820(12), pp.2095–104.
Patterson, P.H., 2009. Immune involvement in schizophrenia and autism: etiology, pathology and animal models. Behavioural brain research, 204(2), pp.313–21.
Paylor, R. et al., 2006. The use of behavioral test batteries, II: Effect of test interval. Physiology and Behavior, 87(1), pp.95–102.
Payne, M.S. & Bayatibojakhi, S., 2014. Exploring preterm birth as a polymicrobial disease: An overview of the uterine microbiome. Frontiers in Immunology, 5(NOV).
Pellow, S. et al., 1985. Validation of open " closed arm entries in an elevated plus-maze as a measure of anxiety in the rat. Journal of neuroscience methods, 14, pp.149–167.
Penteado, S.H.W. et al., 2014. Prenatal lipopolysaccharide disrupts maternal behavior, reduces nest odor preference in pups, and induces anxiety: studies of F1 and F2 generations. European journal of pharmacology, 738, pp.342–51.
Perkins, N.D. et al., 1997. Regulation of NF-kappaB by cyclin-dependent kinases associated with the p300 coactivator. Science (New York, N.Y.), 275(5299), pp.523–527.
Referencias
119
Petraglia, F. et al., 1991. Involvement of placental neurohormones in human parturition. Annals of the New York Academy of Sciences, 622, pp.331–40.
Phibbs, C.S. et al., 2007. Level and volume of neonatal intensive care and mortality in very-low-birth-weight infants. The New England journal of medicine, 356(21), pp.2165–2175.
Pitossi, F. et al., 1997. Induction of cytokine transcripts in the central nervous system and pituitary following peripheral administration of endotoxin to mice. Journal of Neuroscience Research, 48(4),
pp.287–298.
Płóciennikowska, A. et al., 2015. Co-operation of TLR4 and raft proteins in LPS-induced pro-inflammatory signaling. Cellular and Molecular Life Sciences, 72(3), pp.557–581.
Pollock, J.S. et al., 1991. Purification and characterization of particulate endothelium-derived relaxing factor synthase from cultured and native bovine aortic endothelial cells. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 88(23), pp.10480–4.
Poon, D.C.-H. et al., 2015. Sickness: From the focus on cytokines, prostaglandins, and complement factors to the perspectives of neurons. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 57, pp.30–45.
Portela, A. & Esteller, M., 2010. Epigenetic modifications and human disease. Nature biotechnology, 28(10), pp.1057–1068.
Prince, A.L. et al., 2014. The microbiome, parturition, and timing of birth: more questions than answers. Journal of reproductive immunology.
Probst, A. V, Dunleavy, E. & Almouzni, G., 2009. Epigenetic inheritance during the cell cycle. Nature reviews. Molecular cell biology, 10(3), pp.192–206.
Prut, L. & Belzung, C., 2003. The open field as a paradigm to measure the effects of drugs on anxiety-like behaviors: A review. European Journal of Pharmacology, 463(1-3), pp.3–33.
Qin, H. et al., 2006. IL-10 inhibits lipopolysaccharide-induced CD40 gene expression through induction of suppressor of cytokine signaling-3. Journal of immunology (Baltimore, Md. : 1950), 177(11), pp.7761–71.
Qin, H., 2005. LPS induces CD40 gene expression through the activation of NF- B and STAT-1 in macrophages and microglia. Blood, 106(9), pp.3114–3122.
Racicot, K. et al., 2013. Viral infection of the pregnant cervix predisposes to ascending bacterial infection. Journal of immunology (Baltimore, Md. : 1950), 191(2), pp.934–41.
Raju, T.N.K., 2006. The problem of late-preterm (near-term) births: A workshop summary. In Pediatric Research. pp. 775–776.
Ravanos, K. et al., 2015. Gynecological Endocrinology Factors implicated in the initiation of human parturition in term and preterm labor : a review Factors implicated in the initiation of human parturition in term and preterm labor : a review. Gynecol Endocrinol, (August 2015).
Rees, S. & Inder, T., 2005. Fetal and neonatal origins of altered brain development. Early Human Development, 81(9), pp.753–761.
Reiter, R., Tan, D. & Manchester, L., 2013. The universal nature , unequal distribution and antioxidant functions of melatonin and its derivatives . PubMed Commons. , pp.2–3.
Reiter, R.J. et al., 1999. Augmentation of indices of oxidative damage in life-long melatonin- deficient rats. Mechanisms of Ageing and Development, 110(3), pp.157–173.
Reiter, R.J., Tan, D.-X., et al., 2009. Melatonin and reproduction revisited. Biology of reproduction, 81(3), pp.445–456.
Reiter, R.J. et al., 2003. Melatonin as an antioxidant: Biochemical mechanisms and pathophysiological implications in humans. Acta Biochimica Polonica, 50(4), pp.1129–1146.
Reiter, R.J., 1991. Melatonin: the chemical expression of darkness. Molecular and cellular endocrinology, 79(1-3), pp.C153–C158.
Referencias
120
Reiter, R.J. et al., 1997. Prophylactic actions of melatonin in oxidative neurotoxicity. Annals of the New York Academy of Sciences, 825, pp.70–78.
Reiter, R.J., Paredes, S.D., et al., 2009. Reducing oxidative/nitrosative stress: a newly-discovered genre for melatonin. Critical reviews in biochemistry and molecular biology, 44(4), pp.175–200.
Reiter, R.J., 1980. The pineal and its hormones in the control of reproduction in mammals. Endocrine Reviews, 1(2), pp.109–131.
Reiter, R.J., 1995. The role of the neurohormone melatonin as a buffer against macromolecular oxidative damage. Neurochemistry international, 27(6), pp.453–460.
Reppert, S.M., 1985. Maternal entrainment of the developing circadian system. Annals of the New York Academy of Sciences, 453, pp.162–169.
Ribeiro, M.L. et al., 1999. The effect of epidermal growth factor on prostaglandin synthesis of oestrogenized rat uterus is mediated by nitric oxide. Prostaglandins, leukotrienes, and essential fatty acids, 61(6), pp.353–8.
Riccio, A., 2010. Dynamic epigenetic regulation in neurons: enzymes, stimuli and signaling pathways. Nature neuroscience, 13(11), pp.1330–1337.
Rijken, M. et al., 2003. Mortality and neurologic, mental, and psychomotor development at 2 years in infants born less than 27 weeks’ gestation: the Leiden follow-up project on prematurity. Pediatrics, 112(2), pp.351–358.
Roberts, D. & Dalziel, S., 2006. Antenatal corticosteroids for accelerating fetal lung maturation for women at risk of preterm birth (Review). Cochrane Database of Systematic Reviews, (3).
Rodgers, R.J. & Dalvi, A., 1997. Anxiety, defence and the elevated plus-maze. In Neuroscience and Biobehavioral Reviews. pp. 801–810.
Rodriguez, C. et al., 2004. Regulation of antioxidant enzymes: A significant role for melatonin. Journal of Pineal Research, 36(1), pp.1–9.
Romero, R. et al., 2006. Inflammation in preterm and term labour and delivery. Seminars in Fetal and Neonatal Medicine, 11(5), pp.317–326.
Romero, R. et al., 1994. The preterm labor syndrome. In Annals of the New York Academy of Sciences. pp. 414–429.
Romero, R. et al., 2006. The preterm parturition syndrome. , pp.17–42.
Romero, R., Dey, S.K. & Fisher, S.J., 2014. Preterm labor: One syndrome, many causes. , 345(6198).
Rumbold, A.R. et al., 2006. Vitamins C and E and the risks of preeclampsia and perinatal complications. The New England journal of medicine, 354(17), pp.1796–1806.
Saadani-Makki, F. et al., 2008. Intrauterine administration of endotoxin leads to motor deficits in a rabbit model: a link between prenatal infection and cerebral palsy. American journal of obstetrics and gynecology, 199(6), pp.651.e1–7.
Sáenz, D.A. et al., 2002. Physiological concentrations of melatonin inhibit the nitridergic pathway in the Syrian hamster retina. Journal of pineal research, 33(1), pp.31–36.
Saigal, S. & Doyle, L.W., 2008. An overview of mortality and sequelae of preterm birth from infancy to adulthood. The Lancet, 371(9608), pp.261–269.
Salvemini, D. et al., 1993. Nitric oxide activates cyclooxygenase enzymes. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 90(15), pp.7240–4.
Salvemini, D., 2001. Nitric Oxide regulation of ecosanoid production. R. Gryglewsk & P. Minuz, eds.,
Salvemini, D. et al., 1998. Peroxynitrite decomposition catalysts: therapeutics for peroxynitrite-mediated pathology. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 95(5), pp.2659–63.
Referencias
121
Sande, P.H. et al., 2008. Therapeutic effect of melatonin in experimental uveitis. The American journal of pathology, 173(6), pp.1702–1713.
Sanderson, L. et al., 2004. Plasma pharmacokinetics and metabolism of the histone deacetylase inhibitor trichostatin a after intraperitoneal administration to mice. Drug metabolism and disposition: the biological fate of chemicals, 32(10), pp.1132–8.
Santofimia-Castaño, P. et al., 2015. Melatonin induces the expression of Nrf2-regulated antioxidant enzymes via PKC and Ca(2+) influx activation in mouse pancreatic acinar cells. Free radical biology & medicine.
Saper, C.B., Romanovsky, A.A. & Scammell, T.E., 2012. Neural circuitry engaged by prostaglandins during the sickness syndrome. Nature Neuroscience, 15(8), pp.1088–1095.
Sasaki, M. et al., 2002. Melatonin reduces TNF-a induced expression of MAdCAM-1 via inhibition of NF-kappaB. BMC gastroenterology, 2, p.9.
Saugstad, O.D., 2005. Oxidative stress in the newborn--a 30-year perspective. Biology of the neonate, 88(3), pp.228–36.
Schaafsma, W. et al., 2015. Long-lasting pro-inflammatory suppression of microglia by LPS-preconditioning is mediated by RelB-dependent epigenetic silencing. Brain, Behavior, and Immunity, (April).
Schlabritz-Loutsevitch, N. et al., 2003. The human myometrium as a target for melatonin. Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, 88(2), pp.908–913.
Schmidt, H.H. & Walter, U., 1994. NO at work. Cell, 78(6), pp.919–25.
Schrag, S. et al., 2002. Prevention of perinatal group B streptococcal disease. Revised guidelines from CDC. MMWR. Recommendations and reports : Morbidity and mortality weekly report. Recommendations and reports / Centers for Disease Control, 51(RR-11), pp.1–22.
Shafer, L.L., McNulty, J.A. & Young, M.R.I., 2001. Assessment of melatonin’s ability to regulate cytokine production by macrophage and microglia cell types. Journal of Neuroimmunology, 120(1-2), pp.84–93.
Sharma, R. et al., 2008. Epigenetic targets for melatonin: Induction of histone H3 hyperacetylation and gene expression in C17.2 neural stem cells. Journal of Pineal Research, 45(3), pp.277–284.
Shi, D. et al., 2012. Melatonin suppresses proinflammatory mediators in lipopolysaccharide-stimulated CRL1999 cells via targeting MAPK, NF-κB, c/EBPβ, and p300 signaling. Journal of pineal research, 53(2),
pp.154–65.
Sladek, S.M. & Roberts, J.M., 1996. Nitric oxide synthase activity in the gravid rat uterus decreases a day before the onset of parturition. American journal of obstetrics and gynecology, 175(6), pp.1661–7.
Slominski, R.M. et al., 2012. Melatonin membrane receptors in peripheral tissues: Distribution and functions. Molecular and Cellular Endocrinology, 351(2), pp.152–166.
Smaill, F., 1996. Infection during pregnancy Scientific. S. Hillier, H. Kitchener, & J. Neilson, eds., London.
Solati, J. et al., 2015. Inverse effects of lipopolysaccharides on anxiety in pregnant mice and their offspring. Physiology & behavior, 139, pp.369–74.
Soll, R.F., 1998. Surfactant treatment of the very preterm infant. In Biology of the Neonate. pp. 35–42.
Song, Y.S. et al., 2007. Reduced oxidative stress promotes NF- j B-mediated neuroprotective gene expression after transient focal cerebral ischemia : lymphocytotrophic cytokines and antiapoptotic factors. , pp.764–775.
Soszynski, D. & Chelminiak, M., 2007. Intracerebroventricular injection of neuronal and inducible nitric oxide synthase inhibitors attenuates fever due to LPS in rats. Journal of physiology and pharmacology : an official journal of the Polish Physiological Society, 58(3), pp.551–61.
Springall, D.R. et al., 1992. Immunological detection of nitric oxide synthase(s) in human tissues using heterologous antibodies suggesting different isoforms. Histochemistry, 98(4), pp.259–66.
Referencias
122
Stefano, G.B. & Kream, R.M., 2011. Reciprocal regulation of cellular nitric oxide formation by nitric oxide synthase and nitrite reductases. Medical science monitor : international medical journal of experimental and clinical research, 17(10), pp.RA221–6.
Steffens, F. et al., 2003. Melatonin receptor signaling in pregnant and nonpregnant rat uterine myocytes as probed by large conductance Ca2+-activated K+ channel activity. Molecular endocrinology (Baltimore, Md.), 17(10), pp.2103–2115.
Stuehr, D.J., 1999. Mammalian nitric oxide synthases. Biochimica et biophysica acta, 1411(2-3), pp.217–30.
Suh, H.-S. et al., 2010. Histone deacetylase inhibitors suppress the expression of inflammatory and innate immune response genes in human microglia and astrocytes. Journal of neuroimmune pharmacology, 5(4), pp.521–32.
Sun, K. et al., 2006. Induction of surfactant protein A expression by cortisol facilitates prostaglandin synthesis in human chorionic trophoblasts. The Journal of clinical endocrinology and metabolism, 91(12), pp.4988–94.
Tamura, E.K. et al., 2009. Melatonin inhibits LPS-induced NO production in rat endothelial cells. Journal of Pineal Research, 46(3), pp.268–274.
Tamura, H. et al., 2008a. Melatonin and pregnancy in the human. Reproductive Toxicology, 25(3), pp.291–
303.
Tamura, H. et al., 2008b. Melatonin and pregnancy in the human. Reproductive Toxicology, 25(3), pp.291–
303.
Tauman, R. et al., 2002. Melatonin production in infants: Association with perinatal factors and development. Pediatric Neurology, 26(5), pp.379–382.
Theeuwes, F. & Yum, S.I., 1976. Principles of the design and operation of generic osmotic pumps for the delivery of semisolid or liquid drug formulations. Annals of biomedical engineering, 4(4), pp.343–53.
Thiex, N.W., Chames, M.C. & Loch-Caruso, R.K., 2010. Tissue-Specific Induction of COX-2 and Prostaglandins in Lipopolysaccharide-Stimulated Extraplacental Human Gestational Membranes in a 2-Chamber Transwell Culture System. Reproductive Sciences, 17(12), pp.1120–1129.
Thomas, L. et al., 2002. Melatonin receptors in human fetal brain: 2-[(125)I]iodomelatonin binding and MT1 gene expression. Journal of pineal research, 33(4), pp.218–224.
Tomás-Zapico, C. & Coto-Montes, A., 2005. A proposed mechanism to explain the stimulatory effect of melatonin on antioxidative enzymes. Journal of Pineal Research, 39(2), pp.99–104.
Tomlinson, A. et al., 1994. Cyclo-oxygenase and nitric oxide synthase isoforms in rat carrageenin-induced pleurisy. British journal of pharmacology, 113(3), pp.693–698.
Tripathi, D.N. & Jena, G.B., 2010. Effect of melatonin on the expression of Nrf2 and NF-kappaB during cyclophosphamide-induced urinary bladder injury in rat. Journal of pineal research, 48(4), pp.324–331.
Tsai, A.L., Sanduja, R. & Wu, K.K., 1991. Evidence for two pools of prostaglandin H synthase in human endothelial cells. Advances in prostaglandin, thromboxane, and leukotriene research, 21A, pp.141–4.
Tsuji, N. et al., 1976. A new antifungal antibiotic, trichostatin. The Journal of antibiotics, 29(1), pp.1–6.
Turjanski, A.G. et al., 2001. Nitrosation of melatonin by nitric oxide: a computational study. Journal of pineal research, 31(2), pp.97–101.
Üstün, C. et al., 2001. Subclinical chorioamnionitis as an etiologic factor in preterm deliveries. International Journal of Gynecology and Obstetrics, 72(2), pp.109–115.
Vane, J.R. & Williams, K.I., 1973. The contribution of prostaglandin production to contractions of the isolated uterus of the rat. British journal of pharmacology, 48(4), pp.629–39.
Vargas, D.L. et al., 2005. Neuroglial activation and neuroinflammation in the brain of patients with autism. Annals of Neurology, 57(1), pp.67–81.
Referencias
123
Virág, L. et al., 2002. Nitric oxide-peroxynitrite-poly(ADP-ribose) polymerase pathway in the skin. Experimental dermatology, 11(3), pp.189–202.
Voiculescu, S.E. et al., 2014. Role of melatonin in embryo fetal development. Journal of medicine and life,
7(4), pp.488–92.
Wallace, J.L. et al., 1998. Cyclooxygenase 1 contributes to inflammatory responses in rats and mice: implications for gastrointestinal toxicity. Gastroenterology, 115(1), pp.101–9.
Wang, B. et al., 2012. Histone deacetylase inhibition activates transcription factor Nrf2 and protects against cerebral ischemic damage. Free radical biology & medicine, 52(5), pp.928–36.
Wang, H. et al., 2010. Age- and gender-dependent impairments of neurobehaviors in mice whose mothers were exposed to lipopolysaccharide during pregnancy. Toxicology letters, 192(2), pp.245–51.
Wang, H. et al., 2011. Melatonin alleviates lipopolysaccharide-induced placental cellular stress response in mice. Journal of Pineal Research, 50(4), pp.418–426.
Wang, M.L. et al., 2004. Clinical outcomes of near-term infants. Pediatrics, 114(2), pp.372–376.
Wang, T., Zhang, X. & Li, J.J., 2002. The role of NF-kappaB in the regulation of cell stress responses. International immunopharmacology, 2(11), pp.1509–1520.
Wapner, R.J. et al., 2006. Single versus weekly courses of antenatal corticosteroids: Evaluation of safety and efficacy. American Journal of Obstetrics and Gynecology, 195(3), pp.633–642.
Warner, B. et al., 2004. The effect of birth hospital type on the outcome of very low birth weight infants. Pediatrics, 113(1 Pt 1), pp.35–41.
Wayne State University, 2014. ’ Science ’ features advances in preterm birth. , (August), pp.2014–2016.
Welin, A.K. et al., 2007. Melatonin reduces inflammation and cell death in white matter in the mid-gestation fetal sheep following umbilical cord occlusion. Pediatric Research, 61(2), pp.153–158.
Whittle, B.J. et al., 1980. Selective inhibition of prostaglandin production in inflammatory exudates and gastric mucosa. Nature, 284(5753), pp.271–3.
Winiarska, K. et al., 2006. Melatonin attenuates diabetes-induced oxidative stress in rabbits. Journal of Pineal Research, 40(2), pp.168–176.
Wolfson, M.L., 2014. Participación del sistema endocannabinoide en el sitio de implantación y de las células infiltrantes en la reabsorción embrionaria inducida por LPS. Tesis doctoral (área Ciencias Biológicas), Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires.
Wong, C.-S. et al., 2014. Melatonin ameliorates brain injury induced by systemic lipopolysaccharide in neonatal rats. Neuroscience, 267, pp.147–56.
Wood, N.S. et al., 2003. The EPICure study: growth and associated problems in children born at 25 weeks of gestational age or less. Archives of disease in childhood. Fetal and neonatal edition, 88(6), pp.F492–F500.
Wu, K.K., 1995. Inducible cyclooxygenase and nitric oxide synthase. Advances in pharmacology (San Diego, Calif.), 33, pp.179–207.
Wu, T.-H. et al., 2014. Melatonin prevents neonatal dexamethasone induced programmed hypertension: Histone deacetylase inhibition. The Journal of steroid biochemistry and molecular biology, 144, pp.1–7.
Xia, M.Z. et al., 2012. Melatonin modulates TLR4-mediated inflammatory genes through MyD88- and TRIF-dependent signaling pathways in lipopolysaccharide-stimulated RAW264.7 cells. Journal of Pineal Research, 53(4), pp.325–334.
Xie, Q.W., Kashiwabara, Y. & Nathan, C., 1994. Role of transcription factor NF-kappa B/Rel in induction of nitric oxide synthase. The Journal of biological chemistry, 269(7), pp.4705–4708.
Xie, W., Robertson, D.L. & Simmons, D.L., 1992. Mitogen-inducible prostaglandin G/H synthase: A new target for nonsteroidal antiinflammatory drugs. Drug Development Research, 25(4), pp.249–265. Xing, S.
Referencias
124
et al., 2015. HDAC is essential for epigenetic regulation of Thy-1 gene expression during LPS/TLR4-mediated proliferation of lung fibroblasts. Laboratory investigation; a journal of technical methods and pathology, 95(10), pp.1105–16.
Xu, D.X. et al., 2007. Maternally administered melatonin differentially regulates lipopolysaccharide-induced proinflammatory and anti-inflammatory cytokines in maternal serum, amniotic fluid, fetal liver, and fetal brain. Journal of Pineal Research, 43(1), pp.74–79.
Xu, J., Kaur, C. & Ling, E.A., 1993. Variation with age in the labelling of amoeboid microglial cells in rats following intraperitoneal or intravenous injection of a fluorescent dye. Journal of anatomy, 182 ( Pt 1, pp.55–63.
Xu, J. & Ling, E. a, 1994. Studies of the ultrastructure and permeability of the blood-brain barrier in the developing corpus callosum in postnatal rat brain using electron dense tracers. Journal of anatomy, 184 ( Pt 2, pp.227–37.
Yallampalli, C., Garfield, R.E. & Byam-Smith, M., 1993. Nitric oxide inhibits uterine contractility during pregnancy but not during delivery. Endocrinology, 133(4), pp.1899–902.
Yao, S.Y. et al., 2010. In vitro and in vivo induction and activation of nNOS by LPS in oligodendrocytes. Journal of neuroimmunology, 229(1-2), pp.146–56.
Yawno, T. et al., 2013. Mechanisms of melatonin-induced protection in the brain of late gestation fetal sheep in response to hypoxia. Developmental Neuroscience, 34(6), pp.543–551.
Yoon, B.H. et al., 1999. A systemic fetal inflammatory response and the development of bronchopulmonary dysplasia. In American Journal of Obstetrics and Gynecology. pp. 773–779.
Yoon, B.H. et al., 2001. Clinical significance of intra-amniotic inflammation in patients with preterm labor and intact membranes. In American Journal of Obstetrics and Gynecology. pp. 1130–1136.
Yoon, B.H., Romero, R., et al., 2000. Fetal exposure to an intra-amniotic inflammation and the development of cerebral palsy at the age of three years. American journal of obstetrics and gynecology, 182(3), pp.675–681.
Yoon, B.H., Romero, R., et al., 2000. The relationship among inflammatory lesions of the umbilical cord (funisitis), umbilical cord plasma interleukin 6 concentration, amniotic fluid infection, and neonatal sepsis. In American Journal of Obstetrics and Gynecology. pp. 1124–1129.
Yoshidas, M. et al., 1990. Potent and specific inhibition of mammalian histone deacetylase both in vivo and in vitro by trichostatin A. The Journal of biological chemistry, 265(28), pp.17174–17179.
Zhao, H., Pang, S.F. & Poon, A.M.S., 2002. Variations of mt1 melatonin receptor density in the rat uterus during decidualization, the estrous cycle and in response to exogenous steroid treatment. Journal of pineal research, 33(3), pp.140–145.
Zhou, J.-H. et al., 2005. [Effect of Niupo Zhibao Pellet on expression of neuronal nitric oxide synthase in brain of endotoxin-induced shock rats]. Zhong xi yi jie he xue bao = Journal of Chinese integrative medicine, 3(2), pp.115–8.