La Eucaristia y SANTA CATALINA LABOURÉ · PDF filedel Santísimo Sacramento. ......

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SANTA CATALINA LABOURÉ FRANCIA, 1830 La Eucaristia y Catalina Labouré nació el 2 de mayo de 1806 de una familia de agricultores. El 21 de abril de 1830 entró como novicia en la orden religiosa de las Filles de la Charité, en la casa madre de París, ubicada en la calle Rue du Bac. Allí Catalina, en 1830, tuvo la famosa aparición de la Virgen Inmaculada, que le dijo: “acuña una medalla siguiendo este modelo. Las personas que la llevarán en el cuello recibirán gracias abundantes”. Durante toda su permanencia en Rue du Bac, Catalina tuvo la gracia de ver a Jesús en la Hostia consagrada, sea en el momento de la Comunión como durante la exposición del Santísimo Sacramento. a misma Catalina describirá así el momento de la aparición: “mientras estaba en profundo silencio delante de la Hostia puesta para la adoración, me pareció sentir del costado un ruido que parecía el rozar de un vestido de seda. Alcé la mirada y vi a la Santísima Virgen. Era de mediana estatura y tenía una belleza indescriptible. Tenía un velo blanco que llegaba casi hasta los pies, los cuales se apoyaban en un globo a mitad. Sus manos, elevadas a la altura de la cintura, sostenían en modo muy natural otro globo más pequeño, hecho de oro y en su parte superior se apoyaba una cruz, también de oro. Tenía los ojos elevados hacia el Cielo. Mientras la contemplaba, la Santa Virgen bajó la mirada hacia mí y me dijo estas palabras: “este globo que ves representa el mundo entero; particularmente Francia y cada persona en singular”. Y la Virgen añadió: “los rayos son el símbolo de las gracias que yo derramo sobre las personas que me lo piden”. De este modo, me hizo comprender cuán dulce es rezar a la Santísima Virgen y cuán generosa es hacia las personas que le invocan. Y entonces, se formó alrededor de la figura de la Santísima Virgen un cuadro de forma oval en cuya parte superior se leían escritas en semi- círculo, empezando por la mano derecha hacia la izquierda de la Virgen, las siguientes palabras: “OH, MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECUR- RIMOS A VOS”. Luego, el globo que la Virgen había ofrecido a Dios desapareció; sus manos cargadas de gracias se juntaron apuntando hacia el globo, donde ella se apoyaba. Desde allí pisaba la cabeza de una serpiente verde con manchas amarillas. De pronto el cuadro se volteó y me presentó la “otra cara de la medalla”, es decir, el monograma de María con la cruz sobrepuesta. En la parte inferior habían dos Corazones: el de Jesús, coronado de espinas y el de María, atrave- sado por una espada. En torno, como un marco, estaba una corona real con doce estrellas. Entonces, escuché una voz que me dijo: “haz acuñar una medalla sobre este modelo. Todas las personas que la llevarán bendecida, especialmente en el cuello y recitarán la oración breve, gozarán de una especialísima protección de la Madre de Dios y recibirán abundantes gracias. Las gracias serán muchas para quien la llevará con fe”. L © 2006, Edizioni San Clemente Estatua de la Virgen tal como apareció a Santa Catalina: con el globo, los rayos y los Sagrados El Papa Juan Pablo II visita la capilla de la iglesia de Rue du Bac en París el 31 de mayo de 1980 Fresco de la iglesia de Rue du Bac de Catalina con la Virgen Imagen de la Medalla Milagrosa Urna donde yace el cuerpo de Santa Catalina Santa Catalina Labouré

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SANTA CATALINA LABOURÉ FRANCIA, 1830

La Eucaristia y

Catalina Labouré nació el 2 demayo de 1806 de una familiade agricultores. El 21 de abrilde 1830 entró como novicia enla orden religiosa de las Filles dela Charité, en la casa madre deParís, ubicada en la calle Ruedu Bac. Allí Catalina, en 1830,tuvo la famosa aparición de laVirgen Inmaculada, que le dijo:“acuña una medalla siguiendoeste modelo. Las personas quela llevarán en el cuello recibirángracias abundantes”. Durantetoda su permanencia en Rue du Bac, Catalina tuvo la gracia de ver a Jesús en laHostia consagrada, sea en elmomento de la Comunióncomo durante la exposición del Santísimo Sacramento.

a misma Catalina describirá así el momentode la aparición: “mientras estaba en profundosilencio delante de la Hostia puesta para la

adoración, me pareció sentir del costado un ruidoque parecía el rozar de un vestido de seda. Alcé lamirada y vi a la Santísima Virgen. Era de medianaestatura y tenía una belleza indescriptible. Teníaun velo blanco que llegaba casi hasta los pies, los cuales se apoyaban en un globo a mitad. Susmanos, elevadas a la altura de la cintura, sosteníanen modo muy natural otro globo más pequeño,hecho de oro y en su parte superior se apoyabauna cruz, también de oro. Tenía los ojos elevadoshacia el Cielo. Mientras la contemplaba, la SantaVirgen bajó la mirada hacia mí y me dijo estaspalabras: “este globo que ves representa el mundoentero; particularmente Francia y cada personaen singular”. Y la Virgen añadió: “los rayos son el

símbolo de las gracias que yo derramo sobre las personas que me lo piden”. De este modo,me hizo comprender cuán dulce es rezar a laSantísima Virgen y cuán generosa es hacia laspersonas que le invocan.

Y entonces, se formó alrededor de la figurade la Santísima Virgen un cuadro de forma ovalen cuya parte superior se leían escritas en semi-círculo, empezando por la mano derecha haciala izquierda de la Virgen, las siguientes palabras:“OH, MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA,ROGAD POR NOSOTROS QUE RECUR-RIMOS A VOS”. Luego, el globo que la Virgenhabía ofrecido a Dios desapareció; sus manoscargadas de gracias se juntaron apuntando haciael globo, donde ella se apoyaba. Desde allípisaba la cabeza de una serpiente verde con

manchas amarillas. De pronto el cuadro se volteóy me presentó la “otra cara de la medalla”, es decir,el monograma de María con la cruz sobrepuesta.En la parte inferior habían dos Corazones: el deJesús, coronado de espinas y el de María, atrave-sado por una espada. En torno, como un marco,estaba una corona real con doce estrellas. Entonces,escuché una voz que me dijo: “haz acuñar unamedalla sobre este modelo. Todas las personasque la llevarán bendecida, especialmente en elcuello y recitarán la oración breve, gozarán de unaespecialísima protección de la Madre de Dios yrecibirán abundantes gracias. Las gracias seránmuchas para quien la llevará con fe”.

L

© 2006, Edizioni San Clemente

Estatua de la Virgen tal como apareció a Santa Catalina:con el globo, los rayos y los Sagrados

El Papa Juan Pablo II visita la capilla de la iglesia de Rue du Bac en París el 31 de mayo de 1980

Fresco de la iglesia de Rue du Bac de Catalina con la Virgen

Imagen de la MedallaMilagrosa

Urna donde yace el cuerpo de Santa Catalina

Santa Catalina Labouré