ENCICLOPEDIA VISUAL DE LAS - GRANDES · 2020. 1. 9. · de todas las iglesias de Gran Bretaña: era...

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  • GRANDES -BATALLAS

    " ENCICLOPEDIA VISUAL DE LAS -

    - DE LA HISTORIA DEL MUNDO -

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  • 5

    --'------ ENCICLOPEDIA VISUAL DE LAS -------

    ------ DE LA HISTORIA DEL MUNDO -------

    John Macdonald

    EditorialRombo

  • Printed in Spain

    Dirección editorial:Julián Viñuales

    Coordinación editorial:Julián Viñuales, Jr.

    Dirección técnica:Pilar Mora

    Coordinación técnica:Miguel Ángel Roig

    Diseño cubierta:Hans Geel

    Traducción:Gearco

    Fotocomposición:Alfonso Lozano

    Título original:Great Battlefields o/ the World

    © Marshall Editions Limited© para la presente edición: Editorial Rombo 1994

    Publicado por:Editorial Rombo, S. A.Muntaner, 37108021 Barcelona

    Reservados todos los derechos.Ninguna parte de este libro puede ser reproducida,almacenada o transmitida de manera alguna ni porningún medio, ya sea éste electrónico, mecánico,óptico, de grabación magnética o xerografiado,sin la autorización del editor

    ISBN: 84-86579-16-3 (Volumen 5)84-86579-12-0 (Obra completa)

    Impresión:Rotocayfo, S. A (25-10-94)Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona)

    Depósito Legal: B. 29251-94

  • SUNL\RIO-----------------------

    El Alamein/23 octubre - 4 noviembre, 1942............ 166-169

    Kohima/5-18 abril, 1944 170-173

    Arnhem/17-25 septiembre, 1944................................ 174-185

    Iwo Jima/ 19 febrero - 26 marzo, 1945.................... 186-189

    El Hook/12-29 mayo, 1953 190-192

    Dien Bien Phu/20 noviembre, 1953 - 7 mayo, 1954.. 194-197

    Visitar los campos de batalla 198-199

    Agradecimientos 200

  • El Alamein/SLondres, donde Churchill exigía saber por qué laofensiva estaba paralizada en un momento en queexistía tal superioridad sobre Rornmel. Acusaba deluchar -sín entusiasmo •.

    Sin dejarse perturbar, Montgomery tenía decidi-do ya renunciar a la idea de penetrar a lo largo dela carretera de la costa y preparaba una nueva ope-ración en el sector de Kidney Ridge.

    El inicio del fin de esta gran batalla de desgaste seprodujo en el transcurso de la noche del 1 al2 de no-viembre. Al principio, sorprendidos, los alemanes re-sistieron con firmeza. Rornmel sabía ahora que no po-dría aguantar mucho tiempo. Ordenó la retirada einformó a Hitler. Después de una pausa, el 3 de no-viembre, las tropas del Eje comenzaron su movi-miento de repliegue, pero pronto llegó la contraor-den, emanada del propio Hitler, en la que decía aRommel: -No hay otra opción sino resistir, sin cederun metro de terreno, y lanzar hasta el último cañón yel último hombre a la lucha-

    Al día siguiente, mientras la 1.' División Acorazadabritánica y los restos del Africa Korps estaban com-prometidos en violentos combates en Tel el Akkakir,al noroeste de Kidney Ridge, sucedió lo que Montyllevaba tanto tiempo deseando: a algunos kilómetrosal sur, la infantería neozelandesa y la 7.' División Aco-razada se dirigían contra la línea derecha enemiga.Ante la posibilidad de acabar cercado, Rornmel aban-donó toda esperanza y, definitivamente, obtuvo laautorización de Hitler para replegarse a Fuka.

    Al amanecer del 5 de noviembre, los carros del VIIIEjército perseguían a los alemanes, pero el avance fuelento y sólo fue destruida una pequeña parte del ejér-cito de Rommel, lo que quedaba del 20.° Cuerpo Mó-vil. Los neozelandeses y la 7.' División Acorazada ter-minaron por llegar al sur de Fuka, donde seretrasaron ante un falso campo de minas hasta queadvirtieron que había sido instalado por los propiosbritánicos ... Después se encontraron faltos de com-bustible. Mientras tanto, Rornmel se preparaba pararetroceder al menos 130 km a lo largo de la costa, has-ta Mersa Matruh.

    EI6 de noviembre, la escasez de carburante detuvotambién la persecución de los británicos. Después, almediodía, una fuerte lluvia volvió impracticable eldesierto. Desapareció la esperanza de cercar al ene-migo. Rommel, que criticó a Montgomery por no ha-ber sido bastante osado explotando su ventaja, sacómuy buen provecho del mal tiempo. Reunió lo quequedaba -el Africa Korps se reducía a una veintenade carros- y dio orden de avanzar lo más rápido posi-ble por la carretera de la costa.

    El 7 de noviembre, al amparo de la oscuridad, llegóa Saloum, en la frontera egipcio-libia. Allí se enteró deque el enemigo se aproximaba por dos frentes: laoperación -Torcb-, (Antorcha) la invasión de Marrue-cos y Argelia por los norteamericanos, había comen-zado. Rornmel se encontraba atrapado entre dos fue-gos.

    En el transcurso de los doce días de la batalla de ElAlamein, Montgomery causó graves pérdidas al Eje.Se estima que la mitad de los 100.000 hombres de

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    ~ Minas contracarros Campos de minas falsos

    Minas S (de metralla)

    Minas-trampaBombas de aviaciónconectadas adetonadores manualesBarrera de alambradasMontón de piedras obidones que marcan loslímites de la zona minadaPasillos libresPosiciones defensivas

    Este esquema,extraído de un planooriginal, muestra elsistema de loscampos de minas deRommel.

    El punto de inflexiónde la batalla seprodujo al amanecerdel 4 de noviembre:los británicosarrollaron a losalemanes en los tresúltimos kilómetros desus líneas, seapoderaron de sucuartel general y lesforzaron a unaretirada que debía serdefinitiva.

    Testimonio elocuentede la violencia de losataques anteriores, losrestos de carrosquemados y destruidos(1) cubren el campo debatalla.

    Dos hombres del AfricaKorps aguantan la pruebade una tempestad dearena. Estas tempestades,normales en el desiertodeÁfricadel orte, seconocían como khamseenJXlrlos británicos y ghiblipor los alemanes.

  • del enemigo y paraindicar el grado del jefedel carro.

    Fue el éxito del 7 .0 deHighlander(3) lo que,con un poderosoapoyo de la artillería,abrió el camino a travésde los campos de

    -Como una flota en elJIllI1'>, los carros británicos(2) arremetían en mediode una nube de polvo,sólo para quedaratascados en los pasillos

    de los campos de minas.Cada vehículo llevaba unbanderín para distinguirse

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    minas y se apoderó delcuartel general enemigo(4). El celo de losescoceses los expuso alfuego de la artilleríaamiga y perdieron 31 delos suyos. Encontraronde beber, pero sequedaron afligidos alconstatar que erachampán y no whisky.

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    Una vez evacuado sucuartel general (4), losalemanes no contaban conotra defensa que algunostiradores aisladosatrincherados en pozosindividuales (7).

    El cuartel generalalemán (4), en Tel elAkkakir, estaba situadoen un punto estratégicoque controlaba el accesoa la pista de Rahman (50),principal vía deaprovisionamiento desdela costa. Los escocesestuvieron la suerte deencontrarlo intacto,incluso la sala detransmisiones. No sedieron cuenta de que, sihubiesen colgado suspertrechos en un alambreconvenientementedispuesto, hubiesendetonado una serie detrampas explosivas.

    La tarde anterior, elS.oy 7.° Cardan,malinformados sobre losmedios de la defensaenemiga, quedarondiezmados (6), pero lossupervivientes lograronapoderarse, como sepreveía, de una secciónde la pista de Rahman,3 km al sur de Tel elAkkakir.

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  • El Alamein/4

    Rornmel estaban muertos, heridos o prisioneros.Además, unos 450 carros y 1.000 cañones habíansido destruidos o capturados. Las pérdidas aliadasse elevaban a 13.500 hombres; 500 carros queda-ron inmovilizados, aunque sólo 150 eran irrepara-bles y también se perdieron 100 cañones.

    Churchill estaba encantado. Para celebrar la victo-ria de El Alamein, ordenó que tañesen las campanasde todas las iglesias de Gran Bretaña: era la primeravez desde el inicio de la guerra, tres años antes.

    Se considera que la batalla de El Alamein fueuno de los puntos de inflexión de la SegundaGuerra Mundial, pues con ella los Aliados occi-dentales echaron por tierra por primera vez elmito de la invencibilidad alemana, cuyos ejércitosse vieron ahora, y a raíz de la operación -Antor-cha-, cercados y en retirada en el norte de África.Las dos otras batallas que marcaron un cambio enel curso de la guerra fueron la de Stalingrado, enla que la URSS asestó un golpe demoledor a Ale-mania y a partir de la cual la Wehrmacht no cesóde retirarse hasta Berlín, y la de Midway, en laque Japón perdió el núcleo de su fuerza de porta-aviones y con el la iniciativa naval en el Pacífico.

    Es exagerada la frase pronunciada por WinstonChurchill, según la cual a partir de El Alamein todofueron victorias para los Aliados, pero sí es verdadque desde ese momento éstos detentaron la iniciati-va y la guerra fue para Alemania un sinfín de retira-das. Sin embargo, no cabe duda de que Montgomeryno supo aprovechar la ocasión de oro que se le pre-sentó, respaldada por una superioridad cuantitativaabrumadora, de aniquilar definitivamente a las fuer-zas de Rornmel, hasta tal extremo que quizá no hu-biesen sido necesarios los desembarcas angloestado-unidenses en Casablanca, Orán y Argel. Montyactuócon demasiada cautela, probablemente de una for-ma tan metódica como había preparado la batalla, ydejó que Rornmel, al borde del colapso por la faltade carburante y medios de combate en sí, pudiesereplegarse perseguido a distancia por los británicas.Rornmel pudo reagruparse, acortó sus líneas de co-municaciones y recibió los aprovisionarnientosnecesarios, de modo que el Eje, pese a haber sidoatrapado entre dos fuegos a raíz de los desembar-cas de -Antorcha-, pudo todavía librar la batallapor Túnez, campaña que podría haberse ahorra-do si se hubiese llevado a cabo la explotación deléxito británico a raíz del colapso de El Alamein.

    La conclusión de la campaña en el norte deÁfrica permitió a los Aliados occidentales abrir elsegundo frente que con tanta insistencia reclama-ba la URSS para aliviar la presión alemana sobresus fuerzas. Pero ese segundo frente se abrió lejosde Alemania, en Sicilia y después en la penínsulaitaliana, y, más que atraer fuerzas alemanas, loque consiguió fue inmovilizar unidades aliadasque quizá hubiesen sido de más valor en otraparte del planeta.

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    Las tumbas de dosHighlanderseñaladasprovisionalmente por unfusil. Después, los cuerposse inhumaron en uncementerio militar. Paraatraer la atención de loscamilleros, la presencia deheridos estaba tambiénindicada por un fusilclavado en el suelo, perosólo los muertos y losmoribundos se reconocíanpor su boina o su cascosuspendido de la culata delfusil.

    Los vencedores evacuan258 prisioneros alemanesdespués del combate del28 de octubre. Elmontónde piedras es uno de loscentenares que erigieronlos cartógrafos.británicosantes de la guerra paraservir de referencia a losviajeros.

  • Soldados británicosrodean lo que parece serun alemán muerto, perosus botas inglesas letraicionan. Esta fotografíase tomó para lapropaganda. El hecho deque los hombres nolleven cantimploras yque no haya arena en losfusiles muestraclaramente que noesta ban en zona decombate. Sin embargo,se aprecia bien suuniforme: camisa caqui,pantalones cortos defabricación india,correaje completo, cascode acero, raciones,cartucheras y bayonetas.En invierno, el atuendocomprendía pantalón,cazadora, jersey ycapote.

    23 enero 1943Trípoli

    Inmediatamente después de la ruptura del frente,los alemanes en retirada fueron perseguidos porlos británicos a lo largo de la costa. En vanguardiase encontraba la 7.' División Acorazada, cuyo tra-yecto desde El Alamein a Trípoli se indica en e!mapa. Rommel escapó repetidas veces a la catás-trofe: se salvó a causa de las tormentas de arenarepentinas que entorpecían a sus perseguidores,por la escasez de carburante y sobre todo por laexcesiva prudencia de Montgomery, por la queéste recibió muchas críticas. No obstante, e! obje-tivo esencial-y el momento crucial de la guerra-

    Derna

    17 diciembre200k'------'-----11125m

    para la invasión de Sicilia y, después, de Italia.Al hablar de la guerra de 1914, Hitler había di-cho repetidas veces que Alemania se equivocóal luchar simultáneamente en dos frentes. Peroahora debería hacerla en tres: la URSS, Italia y,en 1944, en Europa Occidental.

    se había alcanzado. -Antes de El Alamein -escri-bió Churchill- no tuvimos victoria. Después, nohubo más derrotas- Era exagerado, aunque ver-dad en el fondo: el mito de la invencibilidad delos alemanes quedó destruido. Aunque en eldesierto no se iba a ganar la guerra en Europa,para los alemanes las consecuencias últimas dela victoria británica resultaron terribles. Atrapa-do entre los británicos en el este y los norte-americanos en el oeste, a Rommel no le queda-ba más opción que evacuar África de! Norte. Enlo sucesivo, se abría e! camino a los Aliados

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  • Kohima/5-18 de abril de 1944En abril de 1944, 1.500 soldados británicos e indios

    resistieron durante dos semanas a 15.000 japonesesencargados de cortar la frágil línea de comunicaciónaliada a Kohima y después fortificar el sector. Estaoperación de envergadura formaba parte de la ofensi-va japonesa concebida para impedir al generalWilliam Slim lanzar su XIV Ejército a la reconquista deBirmania, invadida en 1942.

    Al tiempo que se batía en los dos extremos de la lar-ga cadena de montañas de 1.100 km que forman lafrontera indobirmana, Slim reunía sus fuerzas paradar un golpe decisivo en el centro. Su ofensiva debíapartir de la llanura de Imphal, el único lugar posibleen esta región montañosa para los aeródromos. Lasvías de comunicación se limitaban a una estrecha ca-rretera que serpenteaba 200 km en dirección del nor-te, atravesaba la cadena en el paso de Kohima, a1.500 m de altitud, y después bajaba de nuevo hastaDimapur, uno de los extremos del ferrocarril de As-sam.

    El plan de operaciones consistía, para el XIV Ejérci-to del general Mutaguchi, en aplastar Imphal e insta-lar una sólida línea de defensa con el objetivo de con-servar Birmania.

    Las líneas de comunicación en Imphal eran bastan-te precarias: una única carretera muy vulnerable quecorría paralela al frente durante más de 130 km. Peroeste largo flanco expuesto no preocupaba a Slim,pues se consideraba improbable que una unidad su-perior a un batallón lograse atravesar los 65 km dejungla que se extendían entre la carretera y las posi-ciones japonesas del río Chindwin. La consecuenciade este razonamiento fue que se encargase a un solobatallón del regimiento de Assam que protegiera lasproximidades de Kohima por el flanco del este.

    Mientras se desarrollaban violentos combates alre-dedor de Imphal, las columnas japonesas avanzabanen la jungla en dirección a Kohima. La amenaza secernía, primero sobre las líneas de comunicación alia-das, después sobre Dimapur y el ferrocarril de Assam,y por último, incluso, no se excluía una penetraciónjaponesa en la India.

    El coronel Hugh Richards recibió la orden de mar-char urgentemente a Kohima para dirigir la defensa.llegado al lugar el 23 de marzo, constató que, sincontar el batallón del regimiento de Assarn que cu-bría la base, un batallón indígena de eficacia inciertay algunas secciones de tiradores de Assam dotadoscon armas ligeras, las unidades puestas a su disposi-ción comprendían una mezcla de elementos poco onada preparados para lo que se venía encima.

    Richards decidió defender la cima de Kohima, unpromontorio de alrededor de 1.500 m de largo por320 de ancho, al pie del cual el camino se convertíaen una horquilla. Después, el 27 de marzo, tuvo co-nocimiento de que la 31.' División del general Satomarchaba hacia él.

    El 5 de abril, una vez que los japoneses entraronen contacto con la guarnición de Kohima y que lamayor parte del batallón indígena se había dado a lafuga, Richards recibió como esfuerzo el 4.° Bata-llón del Royal West Kent, destacado de la 161.'

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    La tarde del S deabril de 1944, losjaponeses lanzaronsobre tres puntosde las defensas unaserie de ataques queprosiguieron al díasiguiente. Algunos

    de los combates másviolentos se libraronen una extensióninferior a 350 por275 metros.

    En la primavera de 1944, los japoneses decidie-ron lanzar su XV Ejército contra las tropas britá-nicas que se concentraban en la India. La ofen-siva tenía como objeto impedir la formación deuna fuerza capaz de barrer a las tropas japone-sas aisladas en Birmania y cuya situación se ha-bía deteriorado de modo considerable en eltranscurso de los primeros meses de 1944, cir-cunstancia que amenazaba a los japoneses conencontrarse atacados, a la vez, desde China y laIndia. El plan estaba bien concebido, pero losjaponeses no encontraban la forma de lograr lavictoria: no podían dedicar a esta ofensiva másque tres divisiones. Esperaban, no 'obstantemarchar hacia Bengala después de haberseapoderado de los importantes centros de -co-municaciones de Imphal y Kohima.

    7

    los japoneses tomaronla casa del comisarioadjunto (1) y, en laoscuridad, otra situada ensu proximidad (2) en lasprimeras horas del 9 deabril.

    Al ser por fin liberados,el 18 de abril, losdefensores de Kohima,todos los árboles delsector (10) habíanperdido su follaje y losedificios se encontrabanen ruinas.

    Las explosionesalrededor de lasposiciones japonesas (9)mostraban la notableprecisión de dos bateríasde montaña quedisparaban en apoyo delos defensores a partir de •las líneas de la 161.aBrigada, a 3 km al norte.

    La posición del corone!Richards en la cima deKohima domínaba e!camíno principal que iba deImphal a la gran base deaprovisionamiento deDimapur.

  • Una vez capturado elbungalow, los japonesesutilizaron un ángulomuerto situado bajo laterraza como punto deconcentración antes delasalto.

    1

    Cuando los británicosdebieron replegarse haciala cumbre de la colina, susposiciones avanzadas (3)se encontraban en el ladooeste del campo de tenis(4). Los japoneses estabana 20 m. El lugar fue elescenario de violentoscombates.

    La mayor parte de lacompañía que defendía elsector había tomadoposiciones en lo alto delterraplén (5), detrás delcampo de tenis, alrededordel chalet del club (6) ysobre el montecillosituado detrás (7).

    La altura de GarrisonHíll (8), que dominabael campo de tenis,estuvo bien defendida.El cuartel general delcoronel Richards seencontraba instalado enese lugar.

    --~-,...-,,-

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  • Kohima/2

    Brigada, acompañado de la 20.' Batería de Monta-ña de la artillería india. En adelante contaría con1.500 hombres para defender su posición.

    Sato había hecho pasar a través del terreno ex-traordinariamente difícil de Assam no sólo 15.000hombres sino además cañones de 75 rnm. Y día trasdía, enviaba al ataque nuevas tropas de manera queel factor numérico comenzó a pesar y el perímetrodefensivo de Richards a reducirse a medida quecaían las posiciones. En un punto de la cima, sólo laanchura del campo de tenis que se encontraba situa-do detrás del Comisariado Adjunto separaba a losbritánicos de los japoneses. Allí, encarnizados com-bates cuerpo a cuerpo, los defensores rechazaron to-dos los ataques de los hombres de Sato. Este fuetambién el escenario de una intensa actividad artille-ra. La 20.' Batería de Montaña disparaba desde unacolina situada a 3 km al norte de Kohima, un lugaren el que los refuerzos enviados por la 161.' Brigadaen socorro de Richards quedaron detenidos en suavance. El fuego de las otras baterías del 24.0 deMontaña era tan preciso que con frecuencia formabauna cortina protectora a una quincena de metros delas posiciones avanzadas de los defensores.

    Después de ocho días, amaneció el·13 de abril ne-gro•. La mayor parte de las provisiones de agua y delas municiones de mortero lanzadas en paracaídascayeron detrás de las líneas japonesas. La artillería ja-ponesa descubrió el emplazamiento exacto de lospuestos de curas, que rebosaban de heridos, y losmachacó a cañonazos. Los japoneses multiplicaron alo largo de toda la jornada sus encarnizados asaltos.La situación era desesperada, pero los hombres deRichards lograron resistir cuatro días más. Al llegar,por fin, el 18 de abril, las columnas de refuerzo en-contraron al coronel y sus hombres apiñados en unperímetro de 300 m de lado, socavado por agujerosde abuses; habían perdido más de 600 de los suyos.

    De la batalla de Kohima no pueden extraerse de-masiadas enseñanzas tácticas, al haber sido ésta unasimple lucha de posiciones que ni tan siquiera se sal-dó a favor del bando que desplegó mayor determí-nación o pericia, sino del que antes recibió refuerzosque decantaron el combate hacia sus intereses. Sinembargo, es una buena muestra de cómo una accióntáctica preconcebida, y aún de dimensiones reduci-das, puede influir en el desarrollo de un plan estraté-gico, tanto favorable como trazado por el enemigo.Un ejemplo similar, aunque de entidad y resultadodiferentes, podría encontrarse en la defensa que losparacaidistas alemanes hicieron de Monte Cassino,con la que retrasaron la ejecución de los planes alia-dos y obligaron a éstos a establecer una nueva estra-tegia para la conducción de la guerra en la penínsulaitaliana.

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    El coronel Hugh Richards, que mandabala guamición de Kohima, era un oficialdotado de experiencia, sobre todo de laguerra en la jungla. Veterano de 1914, habíamandado la 3.' Brigada Africana del cuerpoespecial de Chindit, pero se le relevó de sumando al observarse que, a sus 50 años, yasobrepasaba en diez la edad límite para estepuesto.

    El general Kotoku Sato, oficial obstinado ypletórico de recursos, condujo la 31.' Divisiónde Infantería japonesa a través de más de65 km de jungla para atacar Kohima.Después del fracaso de la operación, perdiósu sangre fría, desobedeció las órdenes quele enviaba n de unirse a las otras unidadespara desencadenar más hacia el sur unataque final en pos del éxito y se le relevóde su mando.

    Todo lo que quedabadel bungalowdelcomisario adjunto unavez se expulsó a losjaponeses de la cima deKohima. Lavista se tomódesde la terraza, situadaen la parte de atrás deledificio.

    Los restos del bosquecircundante. Noqueda nada del espesofollaje que cubría laspendientes de GarrisonHilI,escenario deencarnizados combates.Un paracaídas, vestigiode un lanzamiento deaprovisionamiento,perrnaneceenganchadoen un árbol, en elcentro.

  • Alprincipio de labatalla,el 5 de abril, elcoronelRichardshabíaorganizadoochoposicionesdefensivassobrelos 2,000metrosdelacimade Kohirna.Eran,de sur a norte:

    CJ JaponesesPosiciones británicas

    GPT Ridge (que no seobserva aquí), Jail Hill(1), DIS Hill (2), FSD Hill(3), Kuki Piquet (4),Garrison Hill (5),Hospital Ridge (6) y elsector del bungalow, delcomisario adjunto (7) Al

    final, una vez llegados losrefuerzos el 18de abril, elperímetro defensivohabía quedado reducidoa Garrison Hill y la zonasituada detrás del campode tenis (en marrón en eldibujo),

    La liberación de los defensores de Kohima estuvo lejos de poner tér-mino a la batalla. Los japoneses habían dedicado una parte de susefectivos a la construcción de una línea fortificada en el paso, que de-fendieron con bravura. Slim decidió ejercer contra Sato una presiónconstante para abrir de nuevo y lo antes posible el enlace de carrete-ras. Incluso cuando empezó, a finales de mayo, el monzón, la batallacontinuó.

    Los japoneses resistieron tenazmente en el lodo, pero por últi-mo, debieron ceder. El 22 de junio, el camino estaba de nuevoabierto y el XV Ejército de Mutaguchi, derrotado, se replegó.

    A largo plazo, la ofensiva japonesa sirvió a los británicos, yaque mientras más avanzaban los japoneses, más se debilitaban susfuerzas y ello facilitó el avance aliado en el interior de las tierrasbirmanas,

    Hambrientos, escasos de municiones y en plena retirada, los ja-poneses aún combatían con encarnizamiento bajo los ataquescombinados por tierra y aire. Con 65,000 muertos, el XV Ejércitopodía considerarse destruido. Kohima-Imphal fue la batalla deter-minante de la campaña de Birmania y el punto de inflexión de laguerra en el sudeste Asiático,

    Unade las bazas de laguarniciónde Kohimaerala ametralladoraligeraBren,Estaarmadecalibre7,7mm y

    cargador curvo de 28cartuchos, era la versiónbritánica de un modelochecoslovaco, puesto enservicio en 1938, En las

    compañías de infantería,cada sección comprendíados escuadras de Bren,formadas por un tirador y,tendido a su izquierda, el

    proveedor, quecambiaba loscargadores y el cañóncuando éste estabademasiado caliente.

    Cada arma tenía uncañón de recambio, unequipo de limpieza,piezas de repuesto y 25cargadores, LaBren,

    graduada para dispararhasta 1.800metros, teniauna cadencia de 500disparos por minuto,

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  • 730N

    t

    Arnhem/ 17-25 de septiembre de 1944Diecisiete veces en el curso del verano de 1944, la1.' División Aerotransportada británica se dispuso asaltar detrás de las líneas alemanas, y diecisiete ve-ces se anuló la misión. Parecía condenada a la inac-ción cuando, a principios de septiembre, el mariscalMontgomery proyectó un plan espectacular que lle-vaba el nombre en código de -Operación Market-Garden- y debía permitir vencer a los alemanes an-tes de Navidad. La 1.' División Aerotransportadatendría que jugar un papel decisivo.

    En ese mes de septiembre, el 21.0 Grupo deEjércitos de Montgomery, que comprendía el IIEjército Británico y el l." Ejército canadiense, seencontraba apenas a 150 km del Ruhr. El III Ejér-cito estadounidense de Patton estaba a la mismadistancia del Sarre. La escasez de carburante y re-cambios había hecho perder a ambos el empujede sus elementos acorazados y sabían que aquelque lograra abastecerse antes tendría el honor depenetrar el primero en suelo alemán.

    El 10 de septiembre, Montgomery fue a encon-trarse con Eisenhower, comandante en jefe de losejércitos aliados, para presentarle un audaz planque quería poner en marcha durante el fin de se-mana y que consistía en seguir un itinerario dife-rente, que pasase por los Países Bajos.

    Monty tenía necesidad de considerables fuerzasaerotransportadas para lanzarlas en el este de la Ho-landa ocupada con el fin de apoderarse de cincopuentes que atravesaban ríos y canales sobre la úni-ca carretera que unía Eíndhoven con Arnhem. Se ha-cía necesario tener muy pronto abierto este -corre-dor- de cerca de 100 km hasta la llegada de lavanguardia del II Ejército, que venía de las posicio-nes que ocupaba en la frontera belga-holandesa.Desde Arnhem sería fácil rodear la línea Sigfrido ypenetrar en el Ruhr.

    Aunque algo inquieto, Eisenhower aceptó. Mont-gomery dio la orden de atacar para el domíngo 17 deseptiembre. La parte aerotransportada de la ofensivase denominaba .Market>y la terrestre -Garden-.

    En Gran Bretaña se hicieron grandes esfuerzospara preparar con rapidez los 5.000 aviones de estaoperación aerotransportada sín precedentes. Tres di-visiones, las 101.' y 82.' estadounidenses y la 1.'británica, así como la 1.' Brigada paracaidista po-laca, debían ser lanzadas y aprovisionadas en unperíodo de tres días, porque. no se podría hacermás de una misión de ida y vuelta (cerca de 500km) por día y por avión.

    La 101.' debía llegar cerca de Eindhoven, en elextremo sur del -corredor-; la 82.0 a Nimega; en elsector central, el objetivo príncipal de Montgo-mery, al norte, el gran puente de camino de Arn-hem al Rin, se reservaba a la 1.' División aero-transportada y a la brigada polaca, ambas a lasórdenes del general Urquhart.

    Las dificultades aparecieron desde el principio,pero la realidad quedaba encubierta por una fiebrede optimismo que no toleraba ningún obstáculo. Apesar de que los informes de la Resistencia holande-sa señalaban la presencia de carros alemanes cerca

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    Mapa del teatro de operaciones de «Market Garden»,1. n Ejército británico2. 101.' División Aerotransportada estadounidense3. Bl-corredor-

    4. 82.' División Aerotransportada estadounidense5. l.' División Aerotransportada británica

    A finales del verano de 1944, después de los de-sembarcos del 6 de junio en Normandía, los Alia-dos habían logrado algunos éxitos nada desdeña-bles. La operación anfibia había encontrado enprincipio una gran resistencia enemiga, pero el 8de agosto el mariscal Gunther von Kluge, coman-dante en jefe alemán en el oeste, confesó a unode sus colaboradores: ,Al sur de Caen han abiertouna brecha como no ha habido otra hasta ahora .•Las fuerzas aliadas estaban ahora en terreno des-cubierto, dispuestas a avanzar hacia Alemania.

    El 15 de agosto los Aliados desembarcaron enel Mediodía francés, el 24 se liberó París y a pri-meros de septiembre las fuerzas aliadas seaproximaban al Rin en un amplio frente. Peroentonces apareció un problema: para mantenerel empuje hacia el norte se necesitaba un puertode mar importante al que pudiesen llegar re-fuerzos para emprender el asalto a la cuenca delRuhr.

    Asimismo, era aconsejable que el Tercer Ejércitode Patton, en el este, no se detuviese y enlazasecon las fuerzas que provenían del sur de Francia.Pero no había suficientes recursos para lograr am-bos objetivos. El mariscal Montgomery, coman-

    dante supremo de las fuerzas de tierra aliadasen el norte, pedía refuerzos y material para po-derse lanzar hacia las planicies del norte deAlemania, mientras que Patton necesitaba otrotanto para profundizar en el Sarre, haciaFrankfurt. Incapaz de contentar a ambos, el ge-neral Eisenhower optó por no dar prioridad aninguno de ambos flancos aliados. El resultadofue desastroso, pues los alemanes endurecie-ron su resistencia y ambas alas quedaron inmo-vilizadas.

    Fue entonces cuando Montgomery concibió unplan para romper la situación, mediante desem-barcas aerotransportados que abriesen un corre-dor que permitiese el avance de su II Ejército através de Holanda. Todo dependía de que lastropas británicas y polacas ocuparan la ciudad .holandesa de Arnhem.

  • El17de septiembre de1944, poco antes de las14 horas, algunoselementos de la 1.'Brigada Paracaidistasaltaron én terrenodescubierto enWoltbeze, al oeste deAmhem.Losplaneadores de la l.'BrigadaAerotransportadallegaron al mismotiempo.

    los paracaídas delmaterial eran de coloresbrillantes, sobre todonaranja, rojo y amarillo,según la naturaleza de sucarga. Los contenedoreseran cilindros de metal,medían aproximadamente1,5 m por 60 cm, y estabanpintados de marrón overde.

    El aterrizaje de losplaneadores no erasiempre perfecto (1), peroincluso los que lo eransorprendían a los hombrestransportados, pues el tren

    de aterrizaje se introducíaen el interior de la cabinaen el momento de la llegadaal suelo.

    Mientras losparacaidistasdescargaban el materialy se ocupaban de suscamaradas heridos, lainfantería llegada enplaneadores se colocóen posición (2) paraformar un perímetrodefensivo en previsiónde un posible ataque.

    los batallones seincorporaron a susposiciones (3) que estabanseñaladas por luces decolores. Éstas habían sidoinstaladas unos veinteminutos antes de losprimeros lanzamientos porequipos de vanguardia.

    175

  • Arnhem/2de Arnhem, a la 1.' División se le informó que segu-ramente no se esperaba más que un poco de oposi-ción por parte de tropas de segundo orden.

    la primera regla de toda operación aerotransporta-da es llegar lo más cerca posible del objetivo paraaprovechar el factor sorpresa, lo que no pudo lograr-se porque, al creer injustificadamente que e! puenteestaba rodeado de baterías antiaéreas, la RAFno quisoaproximarse. Sólo quedaban a Urquhart dos opcio-nes, otras tantas zonas despejadas situadas entre 9 y12 km al oeste de su objetivo.

    Privada de este modo de la ventaja de la sorpresa, laprimera mitad de la división, en la mañana de! do-mingo 17 de septiembre embarcó a bordo de susaviones de transporte y planeadores. Los lanzamien-tos, a primera hora de la tarde, se desarrollaron bien,pero esto duró poco. En lugar de ancianos y adoles-centes, se encontraron con dos divisiones de eliteacorazadas de las SS y con un batallón de infanteríamecanizada equipado con morteros multitubo expe-rimentales. Aunque sorprendidos en principio por laoperación aerotransportada, no tardaron en reponerse.

    Mientras la 1.' Brigada Aerotransportada se batíacon el fin de asegurar las zonas de aterrizaje y de lan-zamiento para la segunda oleada, prevista para la ma-ñana siguiente, tres batallones de la 1.' Brigada Para-caidista tomaron la dirección del puente por caminosdiferentes. Se descubrió que, al avanzar en las zonasboscosas o edificadas, no funcionaban las radios. Lasunidades de la 1.' División se encontraban bastanteaisladas entre sí, en una situación cada vez más con-fusa, y sin contacto con el exterior.

    EI1.er y 3.er Batallones del Regimiento Paracaidista,que seguían las carreteras principales, pronto sevieron obstaculizados en su avance por el fuego. Elteniente corone! [ohn Frost y su 2.° Batallón, noobstante, continuaban avanzando por un caminosecundario a lo largo del Rin. Un puente de ferroca-rril fue destruido por los alemanes antes de que pu-diesen apoderarse de él, y desmantelado un puen-tecillo de pontones río arriba; pero e! objetivoprincipal, e! gran puente viario, aún permanecía in-tacto. Caía la noche cuando lo alcanzaron y comen-zaron a ocupar las casas que daban al acceso norte.

    la Infantería mecanizada alemana rechazó los in-tentos realizados para tomar por asalto el extremosur, pero la sola presencia de los paracaidistas en ellado norte bastaba para inquietar al comandante del2.° Cuerpo Acorazado de las SS, el general WilhelmBittrich. Ahora no podía enviar una de sus divisionesen refuerzo de imega, como se le había ordena-do. Su gran éxito sería intentar llevar por medio deun pequeño transbordador los carros a la orilla surdesde algunos kilómetros al este, por lo que dio laorden de limpiar e! puente a toda costa.

    Los SS pretendieron en muchas ocasiones desalo-jar a los hombres de Frost. Los paracaidistas destru-yeron una columna de reconocimiento de 22 semio-rugas y autoametralladoras que atacaban por el sur.Por todas partes había casas en llamas o que se de-rrumbaban bajo las explosiones; muertos y heridospermanecían enterrados en los sótanos.

    176

    George s. Patton (1885-1945), comandante dellIlejército norteamericano, y Bernard Montgomery(1887-1976), nombrado mariscal el l de septiembrede 1944, rivalizaron para que sus tropas fueran lasprimeras en entrar en Alemania. Aunque de

    El general RobertUrquhart mandaba la 1.'División Aerotransportaday la Brigada polaca. El

    temor a la artilleríaantiaérea obligó a saltara 13 km de Arnhem.

    El mariscal WalterModel, comandante delas tropas alemanas enesa zona de Holandaevacuó su cuartel general

    próximo a Arnhem desdelos primeroslanzamientos, porquecreía ser el blanco de losparacaidistas.

    temperamentos diferentes, los dos gustaban de lapublicidad. Patton adoraba hacerse fotografiar con unbrillante casco, y Montgomery llevaba una boina detanquista con dos insignias o un sombreroaustraliano.

    El 2.o Batallón delteniente coronelJohnFrost alcanzó el puente,pero fue detenido. Sus

    hombres se batieronencarnizadamentedurante tres días, perono pudieron mantenersus posiciones.

    El general StanislawSosabowski y subrigada de paracaidistaspolacos quedarondetenidos por el mal

    tiempo. Cuando por finllegaron, al final de lostres días, los polacoseran esperados por elenemigo.

  • Planeadoresalineados y dispuestosa a despegar en unapista en Gran Bretaña.El AirspeedHorsaMk n,el más corriente de losplaneadores detransporte de tropas,tenía 20 metros delongitud y unaenvergadura de 26 m.llevaba dos tripulantesy podía transportar 29soldados o materialespesados como jeeps,remolques cargados oartillería ligera.

    Con el rostroennegrecido, losparacaidistas esperan elmomento de saltar. Loscorresponsales de guerraque les acompañabanquedaron sorprendidospor su tranquilidad yconfianza.

    177

  • Arnhem/3

    Poco después de los primeros lanzamientos deparacaidistas, Urquhart, furioso por la carencia detransmisiones, abandonó el cuartel general de ladivisión en la zona de salto y partió en jeep parahacerse una idea de la situación. Finalmente en-contró a su adjunto, el general Lathbury, quemandaba la 1.' Brigada Paracaidista y que avanza-ba con el 3.

  • El 2.0 Batallón del.RegimientoParacaidista fue laúnica unidad quelogró alainzar conéxito el puente deArnhem. Pero allí seencontró aislado yfue atacado. Uno delos ataques máscruentos tuvo lugarhacia las 9,30 del 18de septiembre, en elmomento en queelementos del 9. oBatallón Acorazadoalemán avanzaronsobre el puente desdela orilla sur.

    Veintidós vehículosalemanes participaron eneste ataque:autoametralladoras,semiorugas y camionescargados de soldados.Para acceder a la rampanorte, los conductoresdebían rodar entrecamiones en llamas,dañados en el transcursode acciones anteriores.

    los vehículos decabeza quedarondetenidos en el accesonorte (1) cuando losparacaidistas (2) delcoronel Frost pusieronen acción sus cañonescontra carro, PlAT(lanzagranadas),granadas de mano,ametralladoras y fusiles.Una verdadera barrerabloqueaba el camino.

    El capitán de ingenierosEric Mackay y algunoszapadores ocuparon lascasas en el lado este delpuente (3). No disponiande armas contracarro, sinotan sólo de granadas yarmas ligeras.

    Las casas (4) situadas allado de la rampa deacceso fueron ocupadastambién. Asimismo habíaparacaidistas en elparapeto (5). Otros seencontrabanatrincherados en la orilla,en el lado este de lacarretera.

    El capitán PaulGrabner, caído encombate, mandaba elasalto alemán. De sus 22vehículos, 12 quedarondestruidos: muchosquedaron en llamas y dossemiorugas cruzaron através del parapeto y seaplastaron al caer desdela carretera (6).

    179

  • Arnhem/4

    abandonar a su suerte al batallón de Frost y orde-nar los restos de la 1: División de forma que secontase con perímetro defensivo alrededor del ho-tel Hartenstein. Allí intentaría mantenerse hasta lallegada del II Ejército.

    Una vez que, por fin, se pudieron reparar algu-nos radiotransmisores, Urquhart pidió irunediata-mente que se desplazase la zona de salto polacadel sur del puente, donde estaba prevista, porqueeste punto quedaba en las manos del enemigo, yque se estableciese en Driel, a 8 km al oeste. Des-de allí, un transbordador podría conducir a los po-lacos a la zona defensiva de la 1.' División, en laque una parte del perímetro se extendía por la ori-lla norte del río. Pero el mal tiempo retenía aún alos polacos en Gran Bretaña.

    En Arnhem, los -diablos rojos. (paracaidistas britá-nicos) dieron prueba de un valor extraordinario anteun adversario muy superior en número. En la encruci-jada de Oosterbeek, en el centro del perímetro defen-sivo de Urquhart, era tan denso el fuego enemigo quesus hombres llamaban al lugar -el caldero •.

    En el puente, el coronel Frost, herido, y los restosde su 2.° Batallón sabían que el fín estaba próximo. Alcaer la tarde, quienes aún estaban en situación decombatir agotaron sus últimos cartuchos y fueron ba-rridos de sus posiciones. Al amanecer del 21 de sep-tiembre, los carros alemanes, retenidos durante largotiempo, se encontraban preparados para atravesar elpuente para enfrentarse al Il Ejército, que se aproxi-maba.

    Más tarde, ese mismo jueves, los 1.500 hombres dela 1.' Brigada Paracaidista polaca saltaron por fin so-bre Driel, donde encontraron un transbordador fuerade uso y a los alemanes esperándoles. Aproximada-mente unos 200 se incorporaron a Urquhart y el restose parapetó en el lugar.

    Al día siguiente, al amanecer, 4 días y 18 horas des-pués del primer salto de paracaidistas en Arnhem,un destacamento de autoametralladoras dellI Ejér-cito alcanzaba Driel por un camino secundario yprotagonizaba así el primer enlace con la 1.' Divi-sión, cercada a 350 metros del otro lado del río,aunque esto no ayudó en nada a los paracaidistas.

    Elsábado y el domingo, mientras la infantería britá-nica llegaba a la orilla sur, la situación de los hombresde Urquhart no cesó de deteriorarse. Los pertrechosestaban casi agotados y fracasaron todas las tentativasde aprovisionamiento. El domingo por la tarde, des-pués del intento fallido del 4.° Batallón de Dorset deatravesar el Rin y reforzar el perímetro defensivo, sepreparó la evacuación de lo que quedaba de la 1.' Di-visión Aerotransportada. El lunes 25, un poco des-pués de las 6 horas, Urquhart recibió la orden de re-plegarse. Uegada la noche, después de conseguir quepareciese que el perímetro estaba defendido comohasta entonces, los supervivientes descendieron engrupos hacia el río Rin, donde les esperaban algunasembarcaciones.

    La última ironía de la suerte estuvo en que no sehabía previsto que escapasen tantos hombres y, enel otro lado, no se contaba con bastantes camiones

    180

    Elequipo de saltocomprendía un blusóncamuflado en verdeoscuro, pardo y marrónque se llevaba sobre eluniforme. Una vez entierra, algunos hombres sequitaban su casco paraponerse su famosa boinaroja. Con frecuenciaestaban armados con elsubfusil Sten, peromuchos llevaban el fusilLee-EnfieldN.O 4.

    El subfusil Sten era elarma individual másnumerosa. De calibre9 mm, pesaba 3,5 kg Ytenía un cargador de 32cartuchos. Su alcance

    máximo era de 90 m.Podía disparar tiro a tiro oen ráfaga. En el combate,los hombres a veces uníandos cargadores paraacelerar el proceso de

    recarga. El subfusii Stenera especialmente muyefectivo en los combatescasa por casa.

  • ElPIAT, armacontracarrobritánica,erautilizado por lainfantería cuando éstano contaba con elapoyo de la artilleríaligera.Pesaba 15 kg yenviaba un proyectil de1kg a 100m. Difícildearmar, el PlAT tenia un

    retroceso brutal, pero confrecuencia resultaba muyeficaz.

    UnSturmgeschüts(cañón de asalto)camuflado fotografiadoen Arnhem. Construidopor Krupp, este vehículoautopropulsado estabaconcebido para el apoyo

    de la infantería. Tenia2 m de largo, cerca de3 m de ancho y pesaba21,5 toneladas. Podíaalcanzar 40 km/h,poseía un blindaje de40 mrn de espesor y

    Los dos primerosplaneadores de laBrigadaAerotransportadachocaron entre sí alaterrizar; otros sufrierongraves daños, lo quevolvió las operaciones dedescarga más difícilesycomplicadas. Alos queestaban intactos se lesquitaban los pasadorespara abrir el fuselaje justodetrás de las alas.

    contaba con un cañón de75 rnm y una ametralladoraMG 34 de 7,9 rnm.

    181

  • Arnhem/5para asegurar el transporte. De esta forma, estos sol-dados agotados por ocho días de combates debieroncubrir a pie los 17 kilómetros que les separaban dela seguridad en las posiciones principales del II Ejér-cito en Nimega. De los 10.000 hombres de la 1.' Di-visión Aerotransportada, 2.163 llegaron a Driel, entreellos 160 polacos y 75 miembros del RegimientoDorset.

    Dejaban detrás 1.200 muertos y 6.642 entre he-ridos, prisioneros y desaparecidos. Del lado ale-mán, se contaban 1.100 muertos y 2.200 heridos.

    Después del desastre de Arnhem, se abandonóel famoso plan ·Market Carden- tan querido porMontgomery. Aparte de la cabeza de puente so-bre el Rin inferior, todo lo que quedaba despuésde tantos esfuerzos y sacrificios de sus tropas eraun trecho de carretera holandesa inutilizable.También se había llegado a una conclusión evi-dente: la guerra no acabaría en Navidad.

    En el resultado de la batalla de Arnhem concu-rrieron varios factores, además de una planifica-ción demasiado optimista y hasta cierto punto in-adecuada, consecuencia de la urgencia con quese preparó esta compleja operación aliada. Ade-más, la derrota aliada estuvo propiciada por suce-sos aleatorios como el empleo de un material detransmisiones poco adecuado para lo que se re-quería de él: la sorpresa de encontrarse con unameteorología adversa, la rapidez con que los ge-nerales alemanes reaccionaron y también el espí-ritu de lucha de unas tropas alemanas pretendida-mente acosadas y desmoralizadas; elemento esteque tuvo una incidencia directa en los planesaliados de cubrir rápidamente 95 km a lo largo deun corredor estrecho y cruzado por importantesobstáculos fluviales. Asimismo, el sentido de ur-gencia que esta operación tenía entre el AltoMando aliado no se transmitió adecuadamentehasta la tropa, debido en parte a la euforia quereinaba en ésta después de su rápido avance has-ta la frontera de los Países Bajos.

    Resulta sorprendente, pese a las dificultades en-contradas, el comportamiento tan tenaz del 2.° Bata-llón Paracaidista, de apenas 700 hombres. Al juzgarla actuación de esta unidad debe tenerse en cuentaque contaba en sus filas con muchos hombres inex-pertos. Las unidades que integraban la 1.' BrigadaParacaidista habían cosechando éxitos en el norte deÁfrica y Sicilia, y habían atesorado una valiosa expe-riencia, pero desde entonces también se habían nu-trido de nuevos reemplazos para completar sus efec-tivos. Ningún tipo de combate tiene una influenciatan negativa en la cohesión de una unidad como laacción ofensiva en un área densamente edificada ycontra un enemigo decidido. El combate urbano re-quiere un entrenamiento especial, y las unidadesenviadas contra el puente de Arnhem carecíanprácticamente de él. Más aún, la costumbre de losholandeses de erigir altas cercas metálicas en tomo asus jardines complicó aún más las cosas, así como laexistencia de sótanos en casi todas las casas.

    El fracaso de la operación ·Market Carden- tuvo el

    182

    Poco antes de las22,00 horas del 25 deseptiembre se inicióla evacuación de2.500 paracaidistas einfantes de la orillanorte del Rin.

    La noche erahúmeda y negra,' perode cuando en cuandouna casa en llamas ouna bengala enemigadaban alguna luz.

    La aldea deOosterbeek (1) ofrecíaun espectáculo dedevastación, concañones abandonados,restos de carros y casasen llamas. Elretumbarde la artillería y losmorteros enemigosdominaba la zona deembarque (2),iluminada por bengalasblancas (3). Losdestacamentos deretaguardia cubrían aúnlas carreteras de acceso.

    Los hombres que sedirigían hacia lospuntos de embarque,(4), tomaban ya elitinerario oeste. (5),pequeños gruposavanzaban en fíla india.(6), después envolvíansus botas y pertrechosen trapos paraamortiguar el ruido eiban hasta el río

    siguiendo unas cintasblancas y trazadoras rojas(7) disparadas desde lasposiciones británicasde laorilla sur.

  • Una zona de reunión• de 600 metros se

    extendía en la orillanorte del Rin. Amedianoche, algunoscientos de soldados seencontraban en ellugar a la espera de suturno de embarquepara pasar a la otraorilla, bajo el fuego deartillería, morteros yametralladoras.

    La evacuación hasta laorilla sur fue aseguradapor los zapadoresbritánicos y canadienses.Conducían 14 lanchas deasalto (8), con capacidad

    para 14 hombres cadauna, y las más variadasembarcaciones.

    A las 3,00 horasnumerosas lanchashabían ya sido hundidaso se encontraban a laderiva. Las demáscontinuaban bajo unnutrido fuego para ir yvenir en el río que, eneste lugar, tenía 36Smetros de anchura.

    183

  • Arnhem/6

    efecto inmediato de poner freno a los planes alia-dos de nuevas operaciones aerotransportadas decarácter estratégico, pero en la primavera de 1945dos divisiones enteras se lanzaron en una de lasoperaciones tácticas más fructíferas de la guerra.En el marco de la operación .Va~ity.,las fuerzasaliadas situaron unidades aerotransportadas traslas líneas alemanas, más aUá de Rin, para facilitarel cruce de la gran barrera fluvial, la última queseparaba a los Aliados de su objetivo final, el co-razón de Alemania.

    Buen número desoldados hechosprisioneros en Arnhemlograron evadirse. Estoscuatro que se ven aquí

    (abajo) hallaron unabarca y remaron hasta

    irnega, que seencontraba ya enmanos de los Aliados.

    EnArnhem se libraronalgunos de los combatescasa por casa másencarnizados de laguerra (abajo izquierda).

    Las pérdidas fueron muyelevadas y se produjeronnumerosas víctimas entrela población civilholandesa.

    184

  • Montgomery envió depermiso a Inglaterra (a laizquierda) a todos lossupervivientes de labatalla y de laevacuación.

    Cientos de soldadosaliados fueron hechosprisioneros e internadoshasta el fin de la guerra,ocho meses más tarde.Agunos se evadieron, peromuchos otros, que habíanlogrado escapar a lacaptura, fueronescondidos por losholandeses hasta que lasfuerzas aliadas acabaronpor ocupar la región.Sólo mil cuatrocientoshombres sobrevivieron ala batalla y a los peligrosde la evacuación.

    Si la operación de Arnhem hubiera tenido éxitolos Aliados hubieran logrado sacar una ventajainestimable.

    En sus -Memorias-, Montgomery dio cuatro razo-nes de su fracaso. En primer lugar, el cuartel ge-neral no consideró la operación como la punta delanza de una acción en dirección al Rhur; en se-gundo, las tropas fueron lanzadas muy lejos delpuente; en tercero, el tiempo resultó desfavorable;y por fin, en cuarto lugar, el 2.° Cuerpo Acorazadode las SS, reforzado después de una derrota ante-rior, se mostró particularmente tenaz.

    Sin embargo, el mariscal insistió en la preten-sión de que la operación habría podido tener éxi-to si hubiera sido correctamente apoyada y se lehubiesen destinado el material y los efectivos sufi-cientes.

    Pero ante las circunstancias habidas, los Aliadostenían todavía por delante una tarea temible, elcruce del Rin. Aún se producirían numerosas pér-didas en vidas humanas y en material antes de lavictoria final que, a causa del desastre de Arnhem,se retrasó en ocho meses y no llegó hasta mayode 1945.

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  • Iwo Jima/ 19febrero-26 de marzo de 1945Al finalizar el verano de 1944, la presencia de fuer-zas terrestres y aéreas japonesas en Iwo lima,isla volcánica del océano Pacífico, entorpecíaconsiderablemente las incursiones de los bombar-deos estadounidenses contra Japón.

    La reconquista de Filipinas tocaba a su fin y losbombardeos se sucedían de modo regular para debi-litar las defensas de Iwo lima. Los reconocimientospermitieron detectar en la isla más de 600 puntosfortificados, aunque de hecho existían muchos más,pero camuflados.

    Desde diciembre de 1944 a febrero de 1945, fechadel desembarco estadounidense en las playas dearena negra de la isla, ésta sufrió bombardeos ininte-rrumpidos: era preciso causar el máximo de los da-

    El 19 de febrero de1945, poco despuésde las 09,00 horas,dos divisiones deinfantes de marinaestadounidenses selanzaron al asalto dela isla de Iwo Jima.

    poderosamentefortificada por losjaponeses y senecesitaron cuatrodías para limpiarla.

    El monte Suribachi(1) dominaba esta isla,de aproximadamente20km'. Habíasido

    186

    ños posibles e impedir las reparaciones. Más tarde,el 16 de febrero, la flota estadounidense llegó al lu-gar e inició un bombardeo sin precedentes en el Pa-cífico. Cerca de 40.000 proyectiles de 127 a 406 mmdevastaron la isla. Los estadounidenses creían queapenas nada resistiría tal infierno; pronto comproba-rían lo contrario.

    En lo más duro de! bombardeo naval, una armadade 450 barcos cargada con las tropas de asalto delgeneral H. M. Smith -dos divisiones de infantes demarina y una de reserva- se aproximó a Iwo lima.Allí había con creces bastantes hombres y armascomo para apoderarse de la isla. La cuestión estabaen saber cuánto tiempo podrían aguantar los japone-ses.

    Los infantes de la 5.'División (2) debíanatravesar la isla a loancho. Al final del díaconsiguieron aislar elmonte Suribachi.

    Numerosas lanchas dedesembarco resultarondestruidas (3) comoconsecuencia de disparos aquemarropa provenientes

    El 19 de febrero, poco después de las 09,00 horas,la primera oleada de lanchas de desembarco y devehículos anfibios se aproximaba a una enorme pla-ya en el extremo sureste de la isla. Los infantes demarina que se aproximaban a la costa en un frentede 3.500 metros entre el aeródromo principal y elmonte Suribachi en e! extremo sur, recibieron el fue-go concentrado procedente de posiciones japonesasmuy bien enmarcadas.

    Su comandante, el general Tadamichi Kuribayashi,había puesto a punto un minucioso plan. Su guarni-ción de 21.000 hombres había horadado la isla conun laberinto de galerías y de casamatas excavadas enla roca. Casi todas resistieron el bombardeo, durantee! que los hombres vivieron como topos al disponer

    de baterías de morteroscuidadosamentecamufladas.

    Bajo un fuego muynutrido, las unidades (4)de la segunda oleada dedesembarco eníílarondirectamente hacia la playade arena negra.

  • Desde Iwo Jima,los de 300 km al sur. Iwo podrían acompañar aN

    ~japoneses podían seguir [ima, que en realidad los bombarderos enlas formaciones de era una especie de su largo vuelo haciabombarderos portaaviones estático, Japón y serviríaestadounidenses que se había llegado a ser un también de pista dedirigían hacia el serio obstáculo en el aterrizaje dearchipiélago nipón y dar camino de las emergencia para losla alerta al mismo. operaciones ofensivas B-29 dañados en el OAdemás, a partir de sus norteamericanas en el transcurso de sudos aeródromos-un Pacífico y, por lo tanto, trayecto de 1.600 kmtercero se hallaba en debía neutralizarse. de ida y vuelta.construcción-, sus En manos de los

    o()paviones atacaban las estadounidenses la isla 30 t rbases de los podría ser un puestobombarderos B-29 en avanzado desde dondelas islas Marianas, a más los cazas de escolta él

    IJQ~

    Elresplandor de los Se habían realizado Los infantes de la 4.'~kinawadisparos (5) con numerosas incursiones División (7), desplegados

    frecuencia constituía la contra las bases en el ala derecha de las 2'única indicación sobre la estadounidenses de las islas fuerzas de desembarco, l>

    two jtma

    posición de los Marianas desde el avanzaron hacia eljaponeses, quienes aeródromo principal (6). aeródromo principal.habían horadado la islacon un laberinto dereductos subterráneos.

    187

  • Iwo ]ima/2

    de abundantes reservas de víveres y municiones, ymientras esperaban la invasión a pie firme.

    El primer día, la 4.' y 5.' Divisiones de la Infanteríade Marina (USMC) iniciaron dos ataques, uno contrael monte Suribachi, que se alzaba hacia el flanco iz-quierdo, y otro contra el aeródromo situado a unos800 metros en el interior. Los estadounidenses noavanzaban tan rápido como habían previsto: encon-traron campos de minas y una fuerte resistencia, ymás aún, numerosos vehículos acabaron inmoviliza-dos, varados en la playa. A las 18 horas, los atacanteslograban aislar el monte Suribachi del resto de la islay alcanzaban el aeródromo. Pero ya habían perdido2.500 hombres.

    Los infantes de marina comprendieron que iban atener que luchar por cada milímetro de terreno yapoderarse de cientos de puntos fortificados, unopor uno, mediante explosivos o lanzallamas.

    Después de cuatro días de duros combates, loshombres de la 5.' División conquistaban la cima delmonte Suribachi. Al haber capturado el punto capitalde la isla y el gran aeródromo, el general Smith sacórefuerzos de su división de reserva para ayudar a laconquista de la punta norte, erizada de fortificacio-nes y en la que se había atrincherado el grueso delas fuerzas de Kuribayashi.

    El movimiento hacia el norte se inició el 24 de fe-brero, con el apoyo de carros Sherman y de la artille-ría, que comprendía lanzacohetes; pero no se avan-zaba rápido. Los combates fueron tan encarnizadosalrededor de la cota 382, en la zona noreste, que losinfantes de marina apodaron el lugar -la picadora decarne>.

    Las operaciones de limpieza se prolongaron a lolargo de la segunda semana de marzo, y el 26 cayóla última bolsa de resistencia.

    La lucha por expulsar a los japoneses de Iwo Jimafue dura y sangrienta. Más de 6.800 infantes de mari-na murieron y 15.000 resultaron heridos tras 26 díasde combates incesantes. Los japoneses pagaron a unprecio terrible su encarnizada resistencia: de un totalde 21.000 hombres, menos de un millar cayeron enpoder de los norteamericanos.

    Iwo Jima y otras campañas insulares parecidas de-mostraron algo que puede parecer una perogrullada:las fuerzas acantonadas en una isla tienen su suerteechada a menos que cuenten con una cobertura aé-rea y naval iguales o superiores a las del adversario.Esto se volvió a poner de manifiesto bastantes añosdespués, en 1982, cuando las fuerzas argentinas enlas Malvinas, perdida la superioridad aérea y naval amanos de los británicos, se vieron inermes para po-der hacer frente a la invasión de las fuerzas de tierraenemigas. Una vez se produce el desembarco encondiciones favorables para el atacante, el desenlacede la batalla sólo es cuestión de días. En el caso deIwo [ima fueron muchos debido a la determinaciónde los defensores de dejarse matar antes que tenerque pasar por la que para ellos era la humillación derendirse.

    188

    Alfinalizar el primerdía de combates, el19de febrero, las 4.' y 5.'Divisiones de laInfantería de Marinahabían asegurado unafranja de 1.500m deancho que atravesabala isla en la punta sur yaislaba el monteSuribachi, que cayó el23 de febrero.

    La 5.' División comenzólentamente su avancehacia el norte, por el ladooeste, y la 4.' por el este.El24 de febrero se habíanapoderado,aproximadamente, de lamitad de la isla y tomado,además, el aeródromoprincipal. Aldía siguientepor la mañana la divisiónde reserva, la 3.', tomó

    posición entre la 4.' y la5.', y la línea de asaltoreforzada de esta formaavanzó sin dejar deencontrar una intensaresistencia.

    Se tomó el segundoaeródromo y ell demarzo se capturó eltercero, en vías deconstrucción, en el nortede la isla.

    Diez días más tarde, lossupervivientes de laguarnición japonesa seencontraban cercados enel extreino norte de laisla.Resistieronhasta lamuerte. El26 de marzo,por fin, se logró reducir laúltima bolsa deresistencia enemiga.

    Durante los meses queprecedieron a la invasiónestadounidense de 1wolima, la guarniciónjaponesa se esforzó enmejorar las defensas de laisla. En el momento deldesembarco, los trabajos noestaban concluidos pero, apesar de todo, las defensaseran terribles. Cientos decasamatas se construyeron

    y se enlazaron medianteun laberinto de pasillos,subterráneos, cuyasentradas y salidas seencontrabanminuciosamentecamufladas; el personal,el material y los víveresocupaban refugios dehormigón.Desde el inicio de loscombates, los japoneses

    se enterraron en susrefugios y losnorteamericanostuvieron grandesdificultades paradesalojarlos. Una de lastácticas preferidas de losdefensores consistía enabrir fuego aquemarropa de losasaltantes einmovilizarlos, mientras

    la mayor parte se retirabana su red de galerías paravolver a salir por otroslugares y repetir laoperación. Estasaccionestenían la ventaja derequerir pocos hombres yretrasar el avanceestadounidense.

  • ·, El general HollandM. Smith (1882-1967) mandaba todaslas fuerzas de laInfantería de Marina enel Pacífico. Era unexperto de la guerraanfibia y se le confió laorganización deldesembarco en Iwolima. Según él, elcombate paraapoderarse de esa islafue -el más duro quelos infantes de marinalibraron en 168 años-,

    Iabanderaestadounidenseplantada el 23 de febrerode 1945 en Iwo lima, enla cima del monteSuribachi, (arriba), porunos infantes agotadospor los combates. Estainstantánea, una de lasmás célebres de la

    Segunda Guerra Mundial,fue tomada por unfotógrafo de AssociatedPress,] oe Rosenthal.

    Una lancha dedesembarco (abajo)conduce a los infantes demarina hacia la cabeza deplaya y marca el inicio deuna larga y sangrienta luchapara lograr desalojar-a 21.000japoneses dispuestos a todopara defenderse.

    Si se estableciera una lista comparativa de bajas de todas las batallas del Pa-cífico, la de Iwo Jima, proporcionalmente al número de hombres compro-metidos, resultó para los estadounidenses la más mortífera. Sin embargo,desde el punto de vista estratégico, lo ganado era inestimable. Como escri-bió el general George Marshall, jefe de estado mayor estadounidense: -Losaeródromos salvaron centenares de B-29 dañados que no habrían podi-do volver a sus bases en las Marianas- Además, inmediatamente seconstruyó una base de cazas de escolta para los bombarderos que sedirigían hacia Japón.

    La lucha por Iwo Jima al principio del año 1945 jugó, igualmente, un pa-pel importante en el aumento in crescendo de los bombardeos estratégicossobre Japón. Se elegían las ciudades y los objetivos industriales y, en el ve-rano del mismo año, se habían destruido 767.000 casas en Tokio y3.100.000 personas se encontraban sin hogar. A menudo, estos ataques sellevaban a cabo con bombas incendiarias, temibles en particular contra lasfrágiles construcciones de madera. He aquí lo que declaraba el general Ar-nold, jefe del estado mayor de la Fuerza Aérea estadounidense: -Cerca de169 millas cuadradas [437 Km'] se han destruido o devastado en 66 ciuda-des, con más de 100 millas cuadradas [260 Km2J quemadas en las cinco ma-yores ciudades atacadas-

    La captura de Okinawa, en junio de 1945, el bloqueo total de Japón, elprograma detallado para su invasión, que debía comenzar en el verano deese año y los ataques en masa de la Fuerza Aérea de EE.UU. hicieron por finvacilar al Imperio del Sol Naciente. Sus días estaban contados y su resisten-cia se convirtió en inútil antes, incluso, de que en agosto de 1945 se lanza-sen sobre él dos bombas atómicas.

    189

  • El Hook/12-19 de mayo de 1953Laguerra de Corea se inició por un acto de agre-

    sión deliberado contra Carea del Sur. Decididos aapoderarse de todo el país, los comunistas del

    arte mantenían, con la ayuda de la Unión Soviéti-ca, que les proporcionaba instructores y material, unamplio programa de rearme. Al amanecer del 25 dejunio de 1950, el ejército norcoreano atravesó lafrontera del Paralelo 38, eliminó la mitad de los95.000 hombres que componían el ejército del Sury ocupó la totalidad de la península, a excepciónde una pequeña zona alrededor de Pusan.

    La Organización de las aciones Unidas, recien-temente formada, dirigió un ultimátum al Norteen el que pedía un alto el fuego inmediato y laretirada de las fuerzas invasoras, petición que fuedesoída. La ONU envió al lugar su primera fuerzainternacional de pacificación. Estados Unidos nu-trió la mayor parte de los efectivos, con el sustan-cial apoyo aportado por Gran Bretaña y la Com-monwealth.

    Bajo e! mando supremo del general estadouni-dense Douglas MacArthur, tuvieron lugar desem-barcas en Inchon, en la costa oeste, y se inicióuna ofensiva a partir de la bolsa de Pusan, al su-deste. En septiembre, los comunistas habían sidorechazados más allá del Paralelo 38, y su aviacióndestruida.

    En esos momentos la ONU tomó la temerariadecisión de aprobar la persecución del enemigo.China vio en esto una amenaza para su fronterae, inmediatamente, entró en guerra con 180.000hombres y llegó a convertirse en el adversarioprincipal de las fuerzas de las Naciones Unidas.

    Una vez llegado e! invierno, los chinos lanzaronuna vasta ofensiva que rechazó a las fuerzas de laONU hasta más allá de Seúl, la capital del Sur;después se vieron obligados a replegarse y en laprimavera de 1951 los dos ejércitos estuvieron denuevo frente a frente en el Paralelo 38. ComoMacArthur insistía en invadir el Norte, y si era ne-cesario recurrir a las armas atómicas, el presidenteTruman le relevó del mando.

    Después de haber resistido una serie de ofensi-vas sin lograr nada en concreto, los comunistasconsintieron en entablar negociaciones de paz,que se iniciaron el 8 de junio de 1951.

    Al amparo de las interminables negociacionesde Panmunjon, chinos y norcoreanos reconstitu-yeron sus fuerzas y en la primavera de 1953,mientras parecía que se caminaba hacia un acuer-do, los comunistas intentaron apoderarse de mu-chas posiciones claves cuya posesión debía man-tenerse a toda costa, tanto si se mantenían comosi se rompían las negociaciones.

    En la mitad del sector dominado por la divisiónde la Commonwealth se encontraba El Hook (el-gancho-), una colina de unos 60 metros que do-minaba e! valle de Sami-ch'on. Cuando la activi-dad comunista comenzó a intensificarse, las de-fensas estaban ocupadas por el l." Batallón delos -Blace Watch., que conocían el terreno y ha-bían rechazado a los chinos en la segunda batalla

    190

    A principios de los años cincuenta, millares desoldados de las Naciones Unidas en Carea sa-bían qué era esa altura cubierta de vegetaciónrala y conocida con e! nombre de -bloody Hooe:(el gancho sangriento). Dominaba e! valle delSarni-ch'on, camino natural de invasión de nortea sur. En ella se libraron tres grandes batallas ydos acciones de menor envergadura, en un con-flicto al que pudo llamarse -la guerra olvidada-pues en Europa y Estados Unidos las gentes noparecían casi tener conciencia de que en el finde! mundo se combatía para frenar la expansióncomunista.

    Aunque no despertó interés público, el con-flicto coreano, que duró tres años, fue un en-frentamiento encarnizado que culminó en latercera batalla de El Hook. Podría haberse de-satado una Tercera Guerra Mundial, sólo cin-co años después de finalizar la segunda, peroen esta ocasión las armas atómicas hubieranentrado en acción desde el inicio.

    CHINA

  • Este plano muestra la redde pozos de tirador ytrincheras cavadasalrededor de la elevaciónde El Hook. Elregimiento Duque deWellington mantuvo estasposiciones durante latercera y última batalla deEl Hook,que curnrunóenel transcurso de la nochedel 28 al 29 de mayo de1953, El bombardeoenemigo destruyócompletamente lastrincheras,

    El ataque principalcontra el regimientoDuque de Wellington,que dominaba la cimade El Hook, se inicióen el atardecer del día28 de mayo de 1953:

    , las oleadas de asaltose sucedieron,inintemunpidamente,a lo largo de toda lanoche. Lasoperaciones paraexpulsar a los chinosno terminaron hastalas 3,30 horas.

    Los infantes chinos(1) se lanzaron sobre laprimera línea (2)británica pero,finalmente,se vieronrechazados tras unencarnizado cuerpo acuerpo,

    Numerosos chinoscayeron en lasalambradas británicas(3). Sus cuerposdesplomados sobre losalambres de espinoparecían unareminiscencia de laPrimera Guerra Mundial.

    Los británicoscontaban con un planeficaz de tiro defensivo,Gran cantidad de chinoscayeron bajo el fuego delas ametralladoras (4) Yla artillería (5), quebarrían las colinas de ElHook.

    s

    Varios chinos llevabanbolsas de explosivos quelanzaban en la entrada delos refugios (6) paraenterrar a sus ocupantes,

    191

  • ElHook/2de El Hook, en el pasado mes de noviembre. Peroestaban a punto de terminar su despliegue opera-cional y el 12 de mayo se les sustituyó por loshombres del l." Batallón del Regimiento Duquede Wellington, apodados los -Duques •.

    Los -Duques-, cerca de dos tercios de los cualesestaban compuestos por reclutas jóvenes de menosde veinte años, penetraron en las trincheras, infesta-das de ratas, en las colinas elevadas de El Hook y endos elevaciones vecinas llamadas -Sausage- (Salchi-cha) y Punto 121. Disponían del apoyo del 20.0 deArtillería, de un escuadrón de carros Centurión, ypodían llamar en caso de necesidad a la artillería di-visionaria o del Cuerpo de ejército. En el curso de latercera batalla, los británicos dispararon 37.000 pro-yeciles de artillería y 10.000 granadas de mortero.

    Los -Duques- se disponían a reforzar sus posicio-nes cuando un comunista desertor se presentó ensus lineas. Proporcionó más información sobre elataque que se preparaba que las patrullas y los ra-dioescuchas. La única cosa que ignoraba el soldadoHua Hong era la fecha de la ofensiva, aunque debíaser inminente: las compañías de asalto avanzaríanhasta cerca de las líneas que se protegían entre lasfallas y las torrenteras de las estribaciones de ElHook, a las que se conocía como -Iong Pinge»,.Wa7JtiUP -Green Finger. y -Ronson-. Se tardó muypoco en tener confirmación de estas previsiones,pues durante varias noches seguidas el enemigo en-vió patrullas para sondear las defensas. Sus bombar-deos artilleros aumentaban tanto en frecuenciacomo en intensidad. Era evidente que se preparabauna gran ofensiva.

    El 28 de mayo, a media mañana, la artillería chinadesencadenó un terrible bombardeo que continuó alo largo de todo el día y parte de la noche, y provocóun considerable desgaste en las posiciones británicas.Replicaron los cañones de las Naciones Unidas y lle-gó a producirse un fantástico duelo de artillería en unfrente de 900 metros.

    Un poco antes de las 20 horas, la barrera de fuegoexperimentó un brusco descenso y se intensificó eltráfico de radio entre los chinos, a los que se oía decir-esto ya está •. Esta información procedía de una pa-trulla de dos hombres provistos de una estación emi-sora y emboscadas en la tierra de nadie. Caía una finalluvia sobre las colinas cuando las columnas se lanza-ron al asalto de El Hook.

    Aquellos chinos que resultaron inderrmes despuésde la lluvia de proyectiles y habían logrado atravesarla cortina de alambradas encontraron las trincherasenemigas pulverizadas. Los -Duques-, que se habíanrefugiado en las galerías horadadas en la colina,ofrecieron una resistencia heroica pero sin cohe-sión. Las transmisiones por radio y teléfono entre laprimera línea y los cuarteles generales estaban cor-tadas. Grupos de hombres, a menudo sin mandos,luchaban como podían. Pequeños grupos de chi-nos, provistos de bolsas de explosivos, lanzaban suscargas en la entrada de las galerías y casamatas paraenterrar a sus ocupantes.

    Se enviaron refuerzos con urgencia hacia El Hook

    192

    machacado por 10.000 proyectiles chinos. Hacialas 21 horas, los comunistas lanzaron, desde la di-rección de Warsaw, un nuevo ataque, que fracasó.Después, dos compañías intentaron en vano con-quistar el Punto 121. Un poco más tarde, delantedel Punto 146, a la derecha de los -Duques-, el Re-gimiento del Rey localizó un numeroso grupo dechinos que se preparaban en terreno descubiertopara iniciar otro ataque. Los británicos pidieronapoyo artillero, cuyo efecto preciso y mortífero eli-minó en pocos minutos un batallón enemigo.

    Ya pasaba la medianoche cuando se produjo elúltimo gran ataque sobre el Punto 121 y en -Ron-son-. El fuego defensivo, cuidadosamente planea-do, diezmó a los comunistas cuando llegaban a lasalambradas.

    Mientras, las secciones de refuerzo atravesaron lasdesordenadas posiciones de los -Duques- y desaloja-ron a los chinos. Eran las 3,30 horas cuando pudoanunciarse que, con toda certeza, el enemigo habíasido expulsado de El Hook.

    Al iniciarse el día, los agotados soldados mirabancon ojos incrédulos los daños provocados en sus lí-neas: los pozos de tirador y las profundas trincherasde 2,5 metros estaban destruidas, los hombres y elmaterial estaban enterrados bajo toneladas de tierra ycascotes.

    Dos vistas de laceremonia de despedidadel l."Regimiento Duquede Wellington, últimaunidad británica enabandonar Corea.

    Había sido la última batalla de la guerra de Co-rea: el 27 de julio se firmó el armisticio.

    El conflicto coreano, que en efecto podría haberdegenerado en una nueva guerra mundial, fue el pri-mer capítulo de una serie de guerras localizadas quehicieron entrar en ebullición todo el sudeste asiáti-co durante: los 25 años siguientes. Esta región eraazotada por choques bélicos desde mucho antes.Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundialla pugna que en ella sostuvieron japoneses y Alia-dos fue por el control y recuperación de unas colo-nias, mientras que desde la conclusión de ese con-flicto todos los brotes bélicos estuvieronpropiciados por el afán de liberarse de la ocupa-ción extranjera o de reunificar naciones históricasque habían sido divididas artillcialmente.

    La guerra de Carea se saldó con un difícil equili-brio, con una situación de tablas que aún perdurahoy en día. Permanece la división en dos Coreas,la del arte de régimen socialista y la del Sur decorte occidental, apoyadas por las superpotenciasy separadas por una zona desmilitarizada. La pe-nínsula de Carea es todavía un foco de tensión,uno más de los que existen en aquella zona delplaneta.

  • To Eve'y American So/die'and Office, 'in Korea:

    WEHAVECOMMONENEMIES

    Durante toda la guerra,en particular en lastrincheras a lo largo delParalelo38, se utilizaronlasgranadas conprofusión. Losdos bandosempleaban tipos de

    Octavilla depropaganda deincitación a larendición como las quelos chinos lanzaron amillares, sin resultado,sobre las líneas de lasNaciones Unidas.

    THERE'SMONEYIN WARFoI soma. AnJ fhat's .•••h)' ¡h.w." $b' •• t o.nk.rs .r. tr)'i/19lo '.lInch • th;,J Wafld .ar.Fe, othe,s, .••.a, ~n onl)' ~n

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    Mortero británico de76 0101. Lagranada se .introduce por la boca y sedispara al chocar contraun percutor fijo en la basedel tubo.COME 0" ovaR. 1IOL.Dllllll

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    fragmentación queestallaban cuatrosegundos después dehaberse lanzado. Lasgranadas británicas searmaban al extraer unpasador; las chinas, de

    mango de madera, porun tirafrictor,Al lanzaruna granada, el usuariodebía protegerse (1),porque la metralla de lamisma podía exceder ladistancia de lanzamiento.

    Tales armas son muyeficaces cuando selanzan en lugarescerrados, como unatrinchera (2) o unacasamata (3).

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    Después de tres años de hostilidades, el conílic-to coreano terminó el 27 de julio de 1953, con lafirma del armisticio de Panrnunjon, que esta-blecía una línea de demarcación entre el Nor-te y Sur, siguiendo aproximadamente la líneadel frente después de que cada bando retro-cediese un par de kilómetros para crear unazona desmilitarizada de cuatro kilómetros.

    Tras haber defendido con éxito Carea del Sur,la ONU advirtió a los comunistas que toda viola-ción de la zona desmilitarizada o de las dáusu-las del armisticio sería considerada como bas-tante grave para que esta vez la reanudación delas hostilidades rebasase las fronteras de laRepública de Carea. Este armisticio tiene aho-ra más de treinta años de antigüedad y no sefirmó ningún tratado de paz. El Norte se rear-mó progresivamente y el Sur, que ha llegadoa ser un país rico y en vías de rápido desarro-110 industrial, gasta unas cantidades enormespara dotar a sus Fuerzas Armadas.

    193

  • DienBien Phu/20 noviembre de 1953- 7mayo de 1954En mayo de 1953, el general Henri Navarre tomó

    el mando de las fuerzas francesas en Vietnam,en un momento en que éstas se encontraban ala defensiva. Puso a punto un plan para atraer alos Viet Minh a una batalla abierta, en el cursode la cual la capacidad de fuego francés debíaaniquilar las fuerzas de Giap. Una operaciónaerotransportada permitiría lanzar en el corazóndel territorio enemigo una fuerte guarniciónque no podría ser ignorada. El lugar elegido porNavarre era Dien Bien Phu, un pueblo situadoen un pequeño valle, aproximadamente a 300km al oeste de Hanoi. La Operación -Castor- seinició el 20 de noviembre de 1953: primero selanzó una vanguardia de 1.800 paracaidistas. Seprepararon con rapidez dos aeródromos parapermitir la creación de un puente aéreo. Laguarnición, mandada por el coronel Christiande Castries, dispuso de 15.000 hombres, con 60cañones, diez carros ligeros M24 Chaffee y seisaviones de ataque armados con napalm.

    Nueve reductos, que recibieron nombres de mu-jer, se organizaron alrededor de las pistas de ate-rrizaje: -Iliane-, que albergaba el cuartel generalde De Castries, rodeaba Dien Bien Phu al este delaeródromo principal; -Claudine- protegía el sur,-Hugueue- y ,Fran~oise- el oeste, y -Dominique-,el norte. Más arriba en el valle, al otro lado de -Do-minique-, tres reductos menores, -Anne-Marie-,,Gabrielle.y -Beatrice« formaban una línea de de-fensa exterior. Al sur de -Claudine-, -Isabelle- pro-tegía el pequeño aeródromo anexo.

    Seguros de su potencia de fuego, los francesesesperaban el ataque de los Viet Minh. Los mesespasaban y no ocurría nada. En realidad, el enemi-go estaba ocupado en preparativos minuciosospara coger a los franceses en su propia trampa.

    Recientemente, el ejército de Giap había ex-perimentado grandes cambios, que Navarre sepermitió pasar por alto. Un entrenamiento eficazy la recepción de un considerable material chinohacían de los guerrilleros una fuerza impresio-nante. En lugar de las dos divisiones que los fran-ceses esperaban ver en acción en Dien Bien Phu,llegaron cuatro, con 200 .cañones, entre ellos al-gunas piezas antiaéreas. Los hombres de Giap,maestros en el arte del camuflaje y en los trabajosde zapa, llenaron de galerías la línea de colinasque dominaban las defensas francesas en el estedel campo atrincherado e instalaron sus cañonesde tal forma que sólo la boca salía de las troneras.

    El 13 de marzo de 1954, Giap estaba dispues-to, por fin, a enfrentarse al desafío de Navarre.Los hombres de De Castries, en sus refugios,quedaron desconcertados por la violencia delbombardeo. En primer lugar, la Infantería viet-namita se lanzó al asalto de la línea externa dedefensa y -Beatrice- no tardó en caer; -Gabrie-lle- se rindió dos días después, y más tarde, el18 de marzo, fue el turno de -Anne-Marie-. Enese momento, desmoralizado por el giro quetomaban los acontecimientos, el coronel Piroth,

    194

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  • El último acto de latragedia de DienBien Phu tuvo lugarel 7 de mayo de1954, cuando el VietMinh lanzó un

    ataque en masa sobrelas fuerzas francesasencerradas en su últimabolsa de resistencia,de2,5km2•

    la artillería vietnamitaconvirtió en inutilizable lapista (1), el-pulmón. deOien Bien Phu.

    Del escuadrón de 10carros ligeros M24 (2),no quedaban el 7 demayo de 1954 más que

    tres en servicio. Un cuartose encontraba en el puntode apoyo -Isabelle-; a4 km al sur.

    En el interior delcampo fortificado (7),los efectos combinadosdel bombardeo y de lalluvia transformaron elterreno en un mar delodo.

    Cuando, el7 de mayo,Giap lanzó su asaltofinal, su infantería (6)sumaba 25.000 hombres,más del doble de losefectivos franceses.

    la artilleria ligeravietnamita, quedisparaba desde la faldade las colinas (3) al estedel campo cercado, dioapoyo al ataque de lainfantería. La artilleríamedia estaba en posiciónmás retrasada.

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    En los límites de lajungla, los vietnamitascavaron trincheras deasalto (4) en dirección alas líneas francesas, a lasque se aproximaban, aveces, a menos de diezmetros.

    Después de un asediode 56 días, el campofortificado, sometido auna presión constante, seencontraba reducido consu guarnición de 11.000hombres -sin contar losheridos- a una pequeñazona (5) en laextremidad sur de la pistaprincipal.

    195

  • Dien Bien Phu/2

    comandante de artilleria del campo, se suicidó:contrariamente a lo que había previsto, sus bateriasresultaron ineficaces contra los cañones de Giap.

    La pérdida de las defensas periféricas, sumada alos disparos de la artilleria y los ataques de la in-fantería, hicieron inutilizable el aeródromo princi-pal. Desde entonces, las municiones y los refuer-zos debieron ser lanzados en paracaídas. Más de60 aviones fueron destruidos durante el cerco. Noobstante, los Viet Minh pagaron caro su éxito: seestima que el ataque inicial costó 2.500 muertos.

    Acontinuación, durante unos doce días, Giap recu-rrió a las viejas tácticas de sitio, pero el 30 de marzovolvieron los bombardeos intensivos seguidos inme-diatamente de ataques de infantería. En ocho días deviolentos combates cuerpo a cuerpo, los VietMinh lle-varon a cabo numerosas incursiones. -Domintque- y,Fran(:oise.cayeron junto con una parte importante de-Hugueue. y secciones de -Claudine- y -Iiliane-. Más alsur, .Isabel/e·aún resistía. Para añadir más al infortu-nio, las lluvias del monzón inundaron las trincheras.

    Laspérdidas vietnamitas eran cuantiosas y entoncesGiap se replegó para reagrupar sus fuerzas. El1 demayo se encontraban alrededor de Dien Bien Phu50.000 hombres, que se lanzaron sobre una debilitadaguarnición. A pesar de su coraje, estaba claro que losfranceses no podían resistir mucho tiempo. Una sali-da era imposible y no existía ningún medio de hacerllegar una columna de refuerzos. La única esperanzaresidía en una incursión masiva sobre las posicionesvietnamitas realizada por los aviones estadouniden-ses desde los portaaviones fondeados en el mar deChina Meridional, o también -y se pensó en elloseriamente- en la utilización del poder nuclear es-tadounidense. Pero Estados Unidos, aunque hu-biese proporcionado armas y otras ayudas, no queriaintervenir directamente.

    Cayeron las posiciones unas detrás de otras bajo losasaltos masivos del Viet Minh. El 7 de mayo de 1954fue dominado el último foco de resistencia.

    Laderrota, grave derrota, de Dien Bien Phu signifi-có en la práctica el fin de las posesiones francesas enel sudeste asiático después de 200 años de existencia.El ejército francés, que había empeñado sus mejoreselementos en la región, partió de Indochina con unaamargura sólo aliviada por el convencimiento de que,pese a haber sido derrotados por unas fuerzas impla-cables, había combatido con valor y determinación.Quizá fue esta impresión la que propició aires decambio en el seno de las fuerzas armadas francesas,que ahora hubieron de verse envueltas en un nuevoconflicto colonial, el de Argelia. Sin embargo, en éstese consiguió que no degenerara en una guerra anivel de grandes unidades, aunque acabase tam-bién con la pérdida del territorio.

    En Indochina, las fuerzas de Giap habían demostra-do ser capaces de imponerse a un enemigo teórica-mente mejor preparado y desde luego mucho mejorarmado. Era cuestión de tiempo el que esos mismoshombres hubiesen de demostrar de nuevo su deter-minación de vencer, aunque esta vez a un enemigoformidable, Estados Unidos.

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    Los elementospesados franceses enDien Bien Phu, quecomprendían artilleríapesada y media, yaviones armados conbombas de napa/m,fueron reforzados endiciembre de 1953 por

    un escuadrón de carrosligeros. Los M24Chaffee, equipados conun cañón de 75 mm yuna ametralladorapesada, llegarondesmontados en 180piezas que se armaronen la pista.

    El 20 de enero de 1954 elescuadrón estaba encondiciones de operar.En el transcurso delasedio, cada M24 disparóuna media de 1.500proyectiles. En elmomento de laavalancha vietnamita,

    quedaban aún cuatro enservicio, pero el 7 demayo sus dotaciones losinutilizaron justo antesde la caída del últimobastión.

    El ejército guerrillero delVietMinh estaba enprincipio equipado sólocon armas ligeras. Pero alfinalizar la guerra deCarea, en julio de 1953,China comenzó aproporcionarle armas más

    (arriba), cuyo alcancesobrepasaba los11 km, sorprendió alos franceses en DienBien Phu. Estas armas,e igualmente otrasmás ligeras, habíansido desmontadas y

    transportadas a través dela jungla a brazo paraser ensambladas- yemplazadas en lascolinas que dominan elcampo fortificado.

    poderosas, desdeartillería de campañaligera y media, acañones antiaéreos ylanza granadas. Lapuesta en acción dearmas tales como elcañón de 150 mm

  • En marzo de 1954 elfuego de la artillería delViel Minh destruyó lapista de vuelo, deforma que todo elaprovisionamiento y losrefuerzos debían serlanzados en paracaídas

    (arriba). Una columna dehumo se eleva de DienBien Phu en elmomento en queparacaidistas franceses(abajo) hacen frente aun ataque.

    El coronel Christiande Castries, oficial decaballería, mandó laposición francesa.Durante el sitio seenfrentó lo mejor quepudo a problemasinsalvables y se lepromovió a general debrigada.

    El general Vo NguyenGiap se encontraba a lacabeza de las fuerzasvietnamitas desde sucreación en 1941. Susguerrilleros seenfrentaron por primeravez a los franceses en1946, y en el transcursode los ocho años quesiguieron Giap formó unejército temible.

    La capitulación de Dien Bien Phu puso término a la dominación fran-cesa en Indochina. Era una consecuencia directa de la confianza desme-surada en la posibilidad de llevar al enemigo a un terreno preparado y dela subestimación del número y la capacidad de éste.

    La derrota comprometió la posición de Francia en la Conferenciade Ginebra sobre asuntos de Extremo Oriente, que reunía a 19 países-China entre ellos- bajo la doble presidencia de Gran Bretaña y laUnión Soviética. La guerra terminó el 21 de julio de 1954 tras la firmade un armisticio y la división del Vietnam en dos: el Norte comunistay el Sur pro-occidental. Estados Unidos reconoció el derecho de to-mar unilateral mente todas las medidas que juzgara necesarias encaso de violación de los acuerdos concluidos. Los franceses evacua-ron Indochina pero conservaron cierta influencia y -consejeros- en elsur, en Laos y en Camboya. Estados Unidos se encargó de suminis-trar a Vietnam del Sur el equipo militar y la ayuda económica necesa-ria, y se encontró comprometido en una compleja situación, tandesastrosa como la que habían conocido los franceses. Los estado-unidenses hubieran podido acordarse de que en 1954 Eisenhower,que no creía que los franceses pudiesen vencer a los vietnamitas ensu terreno, decidió no socorrer a Francia.

    197

  • VISITARLOS CAMPOS DE BATALIA

    Enestas dos páginas se indica la mejor formade llegar hasta los campos de batalla que figu-ran en esta obra y que pueden visitarse. Sehan excluido los lugares inaccesibles o aque-llos que no presentan interés particular.

    Puede obtenerse información más detalladaen instituciones tales como el Imperial WarMuseumy laWar Graves Commission británi-ca,elNational Park Service del Departamentode Interior en Estados Unidos, y en París, elMuseodel Ejército,en los Inválidos.

    ArnhemLaregión del -corredor- y las zonas de salto de la ope-ración -Market Garden- se extienden unos 100 kiló-metros que van desde la frontera belga, hacia el nor-te, hasta Arnhem y Oosterbeek en el oeste, a través deEindhoven, StOedenrode, Veghel, Grave y Nimega.

    Hay un museo en el antiguo hotel Hartenstein, enOosterbeek, que sirvió en septiembre de 1944 decuartel general a la 1.a División Aerotransportada bri-tánica. La operación se describe mediante audiovi-suales y dioramas. El museo contiene fotografías, ar-mas y uniformes. El cementerio de la división y unmonumento a la misma se encuentran igualmente enOosterbeek.

    El puente sobre el Rin en Arnhem, objetivo de laoperación, resultó destruido durante la guerra. Re-construido en 1950, se le ha dado el nombre de johnFrost en honor del comandante del 2.0 Batallón que lohizo célebre.

    AusterlitzAusterlitz, que hoy día se conoce como Slavkov üBmo, en la antigua Checoslovaquia, está situadaen la carretera 47 que lleva a Olmutz, aproximada-mente a 8 km al este de Bmo. El campo de batalla,que ha cambiado poco, se encuentra al sur de lacarretera y al oeste de Austerlitz.

    Pequeños calvarios señalan las tumbas de france-ses, rusos y austríacos enterrados en el lugar. En 1912se erigió un monumento a la Paz, que alberga una ca-pilla y un osario donde se colocaron todos los restoshumanos encontrados en el campo. Detrás de la capi-lla se encuentra un pequeño museo con un plano delas batallas, armas y otras reliquias. Existen otrasfosas comunes en ciudades de los alrededores,como Kobylnice y Blazkovice. En 1965 se constru-yó en Salpanice un monumento con ocasión del160.0 aniversario de la ba