Risposta a Monari · 2 “Chiesa viva” *** Noviembre 2011 Por el Ing. bresciano Franco Adessa...

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La Misericordia DivinaLa Misericordia Divina

«LA VERDAD OS HARÀ LIBRES»

(Ju. 8, 32)

AÑO XXXIII - N° 443

2 “Chiesa viva” *** Noviembre 2011

Por el Ing. bresciano Franco Adessa

RESPUESTAa la fuerte intervención del Obispo de Brescia,

mons. Luciano Monaricontra don Luigi Villa

El día 8 de septiembre de 2011, el semanario diocesano “La Voz del Pueblo”, el “Periódico de Brescia”,“Bresciaoggi” y el “Avvenire”, publicaban un artículo sobre la intervención del Obispo de Brescia, mons. Lu-ciano Monari, contra el nonagenario sacerdote don Luigi Villa. Mientras “La Voz del Pueblo” publicaba el tex-to completo de la intervención; el “Avvenire” se limitaba a un breve extracto; el “Periódico de Brescia”, citandoel texto del Obispo, usaba el título: “El Obispo de Brescia: don Luigi Villa ensucia a la Iglesia”; el “Brescia-oggi”, retomando extractos de la intervención, agregaba un breve comentario sobre el templo satánico de SanGiovanni Rotondo y de Pardegnone (Rodengo Saiano). La intervención, además, ha sido difundida por la Radio y la Televisión local.He aquí el texto integral de la intervención de mons. Monari contra don Luigi Villa, publicado en “La Voz delPueblo” (los destacados son nuestros).

Mons. Luciano Monari, en el altar del Templo satánico de Pardegnone (Brescia).

“Chiesa viva” *** Noviembre 2011 3

Estimado don Villa,ha perdido el sentido de la mesura

El sacerdote, residente en Brescia y autodenominado “gran inquisidor”,En sus escritos ataca desde hace años al Vaticano II, Pablo VI,

Juan Pablo II e innumerables eclesiásticos.En este artículo, la toma de posición de la diócesis.

Don Luigi Villa, sacerdote residente desde hace años enBrescia, continúa escribiendo y difundiendo calumniascon respecto a Pablo VI y a diversos eclesiásticos; lo ha-ce mayoritariamente difundiendo, también a través de lared informática, fascículos que pertenecen al género lite-rario “chisme”. Ya he declarado que la diócesis deBrescia no tiene y no quiere tener ninguna parte conlas inmundicias y las falsedades que se escriben. DonVilla se ha autodenominado gran inquisidor, defensorde la fe contra el Concilio Vaticano II que, según él, esherético y constituye hoy un verdadero peligro para lafe; contra Pablo VI que ha deformado la Iglesia (Jesu-cristo debe haberse olvidado de la promesa de indefectibi-lidad que había hecho); contra Juan Pablo II, que se hapuesto en la misma línea; contra innumerables eclesiás-ticos que serían en realidad masones, quinta columnainfiltrada en la Iglesia para destruirla desde adentro,etc. Es difícil de comprender tanto veneno. Don Villa pensa-rá tal vez que es movido por el celo apostólico, que es unnuevo Fineés que atraviesa a los impíos en el acto mismode su idolatría. La realidad es, desafortunadamente, di-versa. Escribía Santiago: “¿Quién es entre vosotros sabioe inteligente? Demostrad con la buena conducta que vues-tras obras están inspiradas en la mansedumbre y la sabi-duría. Pero si tenéis en vuestro corazón celos amargos yespíritu de contienda, no seáis arrogantes y no digáismentiras contra la verdad. No es ésta la sabiduría que vie-ne de lo alto: es terrestre, material, diabólica; porque don-de hay celos y espíritu de contienda, hay desorden y todaclase de malas acciones. En cambo, la sabiduría que vie-ne de lo alto ante todo es pura, pacífica, amable, llena demisericordia y frutos buenos, imparcial y sincera”.Extraño destino el de Pablo VI, combatido por derecha eizquierda; considerado por algunos conservadores que haimpedido una plena reforma de la Iglesia; execrado porotros como un revolucionario que ha alterado el rostro se-cular de la Iglesia. En realidad, Pablo VI ha sido simple-mente el instrumento de Dios para efectuar el programaque Juan XXIII había confiado al Concilio: ese programaque se reasume en la reforma de la Iglesia (Ecclesia Sem-per reformanda, según el programa del Concilio de Trento)en su actualización (esto es, la atención para anunciar elEvangelio al mundo de hoy de modo que el Evangelio seacomprendido correctamente).Don Villa piensa que la fidelidad consiste en repetir lasmismas palabras siempre iguales. Lo que sería verda-dero si el mundo estuviese fijo y estático, cada palabratendría siempre el mismo significado en el tiempo. Pero eltiempo pasa, las lenguas cambian, cambian también los

usos de las palabras y es necesario estar atentos (y ser in-teligentes) para aprender a expresar el acto de inteligen-cia con las palabras correctas en un nuevo contexto devida. Esta situación puede gustar o no, pero de hecho esaquélla en la que vivimos; y, entre paréntesis, es aquéllaen la cual el Señor nos ha puesto a vivir. El esfuerzo queel Concilio ha iniciado es justamente el de anunciar elEvangelio hoy; el mismo Evangelio de siempre (no haydos o muchos), pero de manera que el hombre que vive,piensa y habla hoy pueda entenderlo.Pablo VI ha sido no sólo un gran Papa, sino un gran cre-yente. Bastaría leer su profesión de fe y su testamento es-piritual para comprender de qué fibra estaba hecho. Asícomo basta leer los textos de don Villa para compren-der de qué fibra está hecho. Pablo VI ha sido un auténti-co cristiano que ha conocido algunos (pocos) momentosde éxito sin exaltarse; que, sin dejarse denigrar, ha llevadola cruz (pesada) sufriendo acusaciones, críticas, burlas. Ypor parte de quienes no valían ni su dedo meñique. Elmundo contemporáneo es así: ofrece a todos, inteli-gentes o estúpidos, honestos o malvados, sinceros omentirosos, la posibilidad de publicar las propias ide-as (o el propio vacío de ideas); y ofrece a todos, cuales-quiera sean sus ideas, un momento de notoriedad. Noporque las ideas sean inteligentes, sino raras. Por lodemás, parece difundirse el gusto de ensuciar todo lobello; probablemente porque, señalaba Manzoni, cuandose acusa a los oros uno se engaña creyendo estar, por ellomismo, del lado bueno.Estamos aprendiendo a confrontarnos con este mundo,con un poco de sufrimiento. Que sean anticlericales losque escupan ofensas por todas partes, lo tenemos encuenta. Pero que lo haga un sacerdote, que un sacerdotetome gusto por ensuciar a Papas como Pablo VI yJuan Pablo II, que lo haga con folletos que propaganacusaciones sobre todo y sobre todos, esto crea deso-rientación. ¿Por qué este modo de actuar? La única res-puesta que me parece poder dar es aquella a la que mehe referido anteriormente. Don Villa está convencido deque el Concilio Ecuménico Vaticano II ha arruinado ala Iglesia y cree ser el noble caballero andante que el Se-ñor ha llamado para volver a traer a la Iglesia al camino dela verdad. En realidad, el Concilio ha sido un gran don deDios y como tal debe aprender a verlo todo creyente. Enesa asamblea, más de 2300 Obispos de toda la Iglesia ca-tólica, en torno al Papa, han decidido el camino de la Igle-sia suscribiendo casi por unanimidad todos los documen-tos. Es necesario, realmente, tener una alta conscienciade sí para pensar que uno ve mejor que todos y que re-presenta mejor el impulso del Espíritu Santo.

El primer “vacío” de esta intervención, que por otro la-do demuestra, también, muy poco respeto por los lectores,es la desenvoltura que muestra Mons. Monari para ol-vidarse de hacer conocer a los fieles de su diócesis elevento que ha causado su dura intervención contra donLuigi Villa.A fines de agosto, la Revista “Chiesa Viva”, de la que elanciano Sacerdote es Director desde hace más de 40 años,ha publicado y difundido el Número Especialde Septiem-bre de 2011, de 96 páginas a color con 197 fotografías,con el título: “Pablo VI, el Papa que cambió la Iglesia”.

El índice incluye los siguientes capítulos:

– Presentación– Su Vida– Pablo VI, masón– Su homosexualidad– Su Pontificado– Sus “dichos” y “hechos”– Conclusión

Podemos comprender que para el Obispo de Brescia, pú-blicamente y activamente empeñado en la promoción de lacausa de beatificación de Pablo VI, haya sido un duro gol-pe, pero debe recordarse a mons. Monari que es la Iglesiamisma la que “invita a todos los fieles a comunicar di-rectamente o hacer llegar al tribunal toda “noticia” dela cual se pueda, en cualquier modo, argüir en contra

Al término de la lectura de esta intervención de Mons.Monari, uno queda preso de un sentido de “vacío”. To-da la intervención es una obra magistral en el arte dela difamación y en el uso de todos los trucos y artimañaspara arrojar sobre el “difamado” toda suerte de calumniase insinuaciones, con la astucia de proveer una excusa, ouna razón implícita, para no tener que pagar por el peso ylas consecuencias de entrar en el mérito de los argumentossostenidos y documentados por don Luigi Villa en sus es-critos.Si se piensa que un juicio serio y honesto nace del especí-fico conocimiento y que el conocimiento deriva de los“hechos”, la eliminación de los “hechos” crea un “va-cío” que puede ser, sin embargo, sabiamente colmado confrases para lograr un efecto; juicios graves, para compen-sar su “ligereza”; expresiones emotivas, para impresionaral lector; citas eruditas, sin ninguna relación con el tema;ironías punzantes, para provocar heridas sin riesgos; de-claraciones tan “libres”, como para estar fuera de contex-to. Y todo esto con el fin de lanzar sobre el Autor de losescritos una tal mole de calumnias e insinuaciones, tal vez,para hacer desistir a quien osara atreverse a pedir explica-

ciones o intentara defender al desdichado. Y todo estocargado con el peso sordo de una Autoridad que, impo-tente para enfrentar al adversario en el plano histórico,teológico y de los “hechos”, no puede hacer otra cosa sinorecurrir a artilugios que no alcanzan, sin embargo, a escon-der el flanco débil de un total desprecio por la búsquedaseria de la verdad.


Mons. Luciano Monari, Obispo de Brescia.

¿Por qué, Excelencia, Ud., no ha expuesto todavía a losfieles de la diócesis su posición acerca de esta abomina-ción? Su frase “basta leer los textos de don Villa paracomprender de qué fibra está hecho”, no es una res-puesta. ¡A los fieles de su diócesis no nos interesa la “fi-bra” con la cual está hecha don Villa, sino el “lodo con elcual está hecha la Curia y su Cabeza, el cual, después dedos años, aún no ha llegado a pronunciar ni una sola pala-bra sobre este escandaloso y blasfemo Templo satánico,erigido en una diócesis que, por su vastedad e importancia,es la tercera en el mundo!

Por lo demás, Excelencia, debería saber que don Luigi Vi-lla jamás se ha “autodenominado gran inquisidor de-fensor de la fe contra el Concilio Vaticano II…”, sinoque el encargo, confiado directamente por el Padre Pío,consiste en “defender la Iglesia de Cristo contra laobra de la Masonería eclesiástica” y que tal encargo fue,luego, aprobado por el Papa Pío XII que, para adies-trar a Don Villa y ponerlo al corriente de los secretos dela Iglesia inherentes a estas cuestiones, lo confió al Pre-fecto del Santo Oficio, card. Alfredo Ottaviani, al card.Pietro Parente y al card. Pietro Palazzini.Excelencia, ¿no le parece, incluso, ridículo, pensar que unsacerdote, que se “autodenomina gran inquisidor” y“defensor de la fe”, se presente al Santo Oficio y preten-da trabajar en las dependencias del Prefecto, ser puesto alcorriente de los secretos de la Iglesia y permanecer por lar-gos años en esta Sagrada Congregación?Ud, sabe bien que ¡esa frase suya es pura mentira!

Cuando Ud. escribe que don Villa, después de haberse“autodenominado inquisidor y defensor de la fe…” “con-tra Pablo VI que ha deformado a la Iglesia (Jesucristodebe haberse olvidado de la promesa de indefectibili-dad que había hecho)”, Ud. sabe que juega aquí con ungran equívoco.Ante todo, Pablo VI no ha “deformado” la Iglesia, pero“Pablo VI es el Papa que cambió la Iglesia”. Ud. sabe que esta frase, que da el título al mismo NúmeroEspecial, no ha sido inventada por don Villa, sino que ha

de la fama de santidad del llamado “Siervo de Dios”. Yesta invitación de la Iglesia sirve para hacer que, en la eta-pa procesal, prevalezca la verdad histórica y no otros fi-nes y objetivos que no tienen nada que ver con la verdad.Además, la insistencia de mons. Monari en magnificar ypresentar ciertos aspectos positivos de Pablo VI, nos obli-ga a hacerle notar que el tema no es éste, sin justamentelo opuesto.Si la Iglesia nos invita a “hacer llegar al tribunal todasaquellas noticias que en cualquier manera puedan ar-güir en contra de la fama de santidad del “Siervo deDios”, significa que la causa de beatificación ya ha sidointroducida y que, seguramente, las autoridades encarga-das tienen ya en mano los aspectos positivos y reconfor-tantes para hacer proceder la causa. Pero estas autoridades,para que el proceso se desarrolle en el respeto por la ver-dad, piden justamente los aspectos negativos que pue-dan afectar la fama de la presunta santidad. Y aquéllosque aporten tales “pruebas” o “hechos” no son promo-tores de “calumnias” de “inmundicias” o “falsedades”,siempre que tales “hechos” sean serios y estén docu-mentados.Además, Excelencia, o se afronta seriamente el análisisde los “hechos”, o Ud. puede fácilmente distorsionar larealidad y presentar a los “honestos servidores de la Igle-sia de Cristo” como malhechores, calumniadores, yagregue Ud. lo que quiera, pero para ser creído, en este ca-so, es necesario encontrar también a los crédulos quemuerdan el anzuelo.

Su declaración de que “la diócesis de Brescia no tiene yno quiere tener nada que ver con las inmundicias y lasfalsedades que se escriben”, a parte de la calumnia y deljuicio a priori privado de toda demostración, se puede fá-cilmente comprender, porque, en el gobierno de la dióce-sis, hay una Curia que tiene la plena responsabilidaddel proyecto y la realización del Templo satánico dePardegnone. Y Ud., Excelencia, es la Cabeza de estaCuria. Don Villa, que ha denunciado esta impiedad, evi-dentemente, no puede y no quiere “tener nada que ver”con quienes han cometido tal impiedad!


Giornale de Brescia, 8.9.2011, Artículo sobre la intervención de Mons. Luciano Monari contra don Luigi Villa.


Cuando Ud., Excelencia, ha escrito que don Villa, en su“autodenominación” como “gran inquisidor” es “defensorde la fe” también “contra Juan Pablo II”, ciertamentesabía que “Chiesa Viva”, en septiembre del 2009, ha pu-blicado un Número Especial también sobre este Papa,documentando serios argumentos para su oposición a SuBeatificación. Para abreviar, le cito sólo algunas frases es-critas o pronunciadas por el mismo Juan Pablo II, extraí-das de esta publicación:

1. En su libro: “Cruzando el umbral de la Esperanza”,en la página 9, Juan Pablo II escribe: «Dios no tieneun Hijo; Jesucristo no es Hijo de Dios, sino sólo unode los Profetas».

2. En su libro “Persona y Acción”, Juan Pablo II afirmaesta tesis: «No hay motivo para preocuparse de las al-mas de los niños abortados. Ellos son salvados porqueel Pecado Original no existe».

3. En su encíclica “Redemptor hominis et Dominum vi-vificantem”, Juan Pablo II afirma que «Nuestro Se-ñor ha asegurado la salvación de “toda carne” conSu Encarnación… objetivo de su concepción», admi-tiendo, así, la independencia de la Iglesia, de la Fe, delBautismo y de las obras.

sido pronunciada por su amigo y protector, el card. Cami-lo Ruini, y ha sido publicada en el “Avvenire” del 19 demarzo de 1999.Pablo VI, no teniendo ningún poder por haber jurado co-mo Papa, “no disminuir o cambiar nada de cuanto ha-llara conservado por mis predecesores gratos a Dios…”, ha literalmente cambiado todo, creando una nuevaIglesia: la “Iglesia Universal del Hombre”, llamada tam-bién la “nueva iglesia masónica de Pablo VI”. Además,Jesucristo no ha tenido ningún “vacío de memoria”,porque la indefectibilidad prometida mira siempre ysólo a “Su Iglesia”, la “Iglesia de Cristo”, y no a la“nueva iglesia masónica de Pablo VI”!Que esta “nueva iglesia” exista y sea un “cuerpo oscu-ro”, lo leemos también en la frase pronunciada por laVirgen, en La Salette: “la Iglesia tendrá una horrorosacrisis… ¡la Iglesia se verá eclipsada!”. Un eclipsis, paraproducirse, necesita de un cuerpo luminoso (en este caso,la “Iglesia de Cristo”) y de un cuerpo obscuro (la “nuevaiglesia masónica de Pablo VI”), que “cubre” o “eclipsa”al cuerpo luminoso.

Sólo jugando sobre este equívoco, de la existencia deuna sola Iglesia católica, cierta Jerarquía eclesiásticapuede tratar de imponerse y de obligar a una “nuevaobediencia masónica” al clero y perseguir a aquellos sa-cerdotes que, fieles a la Iglesia de Cristo, no tienen nin-guna intención de ceder a los halagos, las persecuciones ¡eincluso a las tentativas de asesinato de las que han sido ob-jeto!

El cardenal Camillo Ruini.

Juan Pablo II.


no cree en la resurrección de Lázaro, no cree en losmilagros de Jesús, no cree en los Ángeles, no cree enla historicidad de los Evangelios… (cfr. “Chiesa Vi-va” nn. 426, 434)

– Mons. Bruno Forte, Obispo de Chieti-Vasto: ha sidoblanco de un ataque por parte de mons. Brunero Ghe-rardini, que le ha recriminado su frase “el Dios de Je-sús es el Padre”, demostrando que, con estas palabras,el Obispo niega la divinidad de Jesucristo (cfr.“Chiesa Viva” nn. 434, 435)

– Mons. Beschi, Obispo de Bérgamo: con su herejía-blasfemia: “Jesús es un laico”, este monseñor, explí-citamente niega la divinidad de Jesucristo (cfr.“Chiesa Viva” nn. 438, 442).

Su ironía, sobre el hecho de que ciertos “eclesiásticos”,según don Villa, “serían en realidad masones, quintacolumna en la Iglesia para destruirla desde adentro,etc.”, podría permitírsela sólo después de haber intentadohacer pasar la mentira acerca de la “autodenominacióncomo gran inquisidor y defensor de la fe” de don Villa.Desafortunadamente para Ud., en la Iglesia, don Villa esla persona más experta y más documentada en estecampo y, cuando, en 1978, salió la “Lista Pecorelli”, conlos 121 nombres de altos Prelados pertenecientes a laslistas masónicas, no se sorprendió en absoluto al leer los

4. Sobre los “Títulos Marianos”, en la academia MarianaPontificia Internacional, Juan Pablo II dijo: «Una de-finición de los “títulos marianos” de “Abogada”,“Corredentora”, “Mediadora”, no están en línea conlas orientaciones del gran texto mariológico del Vati-cano II».

5. En una audiencia general, Juan Pablo II reveló que«el desnudar la masculinidad y la femineidad, cons-tituyen, para Él, la mayor revelación del ser huma-no, para sí y para los otros.» Dice también que«Nuestra herencia será un erotismo eterno; el erotis-mo actual es nuestra tarea; el erotismo celeste esnuestro objetivo», y aún: «En el Paraíso, el erotismoconstituirá el fundamento de la comunión de losSantos».

Su Excelencia, si Dios no tiene un Hijo, si Cristo es sólouno de los profetas; si no existe el pecado original; si so-mos todos salvados independientemente de la Iglesia, de laFe, del Bautismo y de las obras; si la Virgen es despojadade los títulos que la Iglesia de Cristo Le ha atribuido enel curso de los siglos; si nuestro objetivo es el erotismo,si nuestro futuro es el erotismo eterno y si también losSantos usan el erotismo como forma de comunión entresí, Le pregunto: ¿en qué clase de religión y en qué clasede Iglesia nos encontramos?De seguro, ¡no en la “Iglesia de Cristo”!¡Y a este Papa Ustedes lo han elevado a los altares!¿Por qué lo han hecho, aun siendo conscientes de estas yotras herejías y bestialidades? ¿No es esto, tal vez, elverdadero modo de “ensuciar” a la Iglesia de Cristo,“ensuciando” a Cristo mismo, el Hijo de Dios, Él, laCabeza de la Iglesia de Cristo?Su Excelencia, ¿nos puede decir a qué Iglesia perteneceUd.?

Por su frase acerca de la “defensa de la fe” por parte deDon Villa “contra innumerables eclesiásticos…”, comoUd. no ha dado ningún nombre, yo le presento sólo algu-nos, con sus profesadas herejías o blasfemias:

– Card. Carlo María Martini: en el libro “Si spieghi,Eminenza!”, están recogidas todas las proposicionesheréticas de este Cardenal. Lista de sólo algunos delos títulos del índice: ¿Evangelio al Monte de la Pie-dad? Ninguna norma, pero queremos bien? ¿Abiertos ala exégesis modernista? ¿La mano tendida a los Supe-riores Desconocidos? ¿Israel, raíz santa? ¿de Roma aJerusalén? ¿Del Evangelio a la gnosis del Talmud?¿Hacia una nueva moral? Mañana, ¿matrimonio a lossacerdotes? ¿Sacerdocio también a las mujeres? (cfr.Autores varios, “Si Spieghi, Eminenza!”)

– Card. Walter Kasper: no cree que Jesús es Hijo deDios, no cree en los milagros del Evangelio, no creeen la resurrección corpórea de Jesús, no cree en laascensión de Jesús ni en ninguna aparición de Jesús,no cree en la infalibilidad de la Iglesia (cfr. Luigi Vi-lla, “Walter Kasper”)

– Card. Gianfranco Ravasi: no cree en la resurrecciónde Cristo, no cree en la ascensión de Jesús al Cielo,

El cardenal Carlo Maria Martini.


do, mons. Giulio Sanguineti, el mismo que ha consagra-do el Templo satánico de Pardegnone, era también élun masón, como él mismo se lo demostró a don Villa,en un encuentro privado ocurrido en el obispado?Además, ¿es posible que su amigo y protector, el card.Camilo Ruini, jamás le haya contado nada acerca de esto?¡Y sin embargo, él mismo ha sido denunciado como ma-són por mons. Pintus de Roma, el 11 de febrero de 1992,con mucha documentación! Excelencia, cuando Ud. escribe hipócritamente de don Vi-lla: “Es difícil comprender tanto veneno”, finge no sa-ber que este Sacerdote, desde hace decenios, defiende laFe y a la Iglesia de Cristo contra un enemigo que la quie-re sepultar. Le dejo a él la palabra.En una carta al ex-secretario de Estado, card. Ángelo So-dano, hablando de su primer libro sobre Pablo VI, donLuigi escribió: «Quien ama verdaderamente a la Iglesiano puede no levantar la voz cuando la ve en el abando-no. Diversamente, ¡sería una cobardía el preferir el si-lencio a la protesta! Como es cobardía la falta de coraje yde sensibilidad para no querer apoyar a quien combate, enla primera línea, el “Buen Combate” por la Fe! Mi libro,por tanto, es desaconsejable sólo para quien tiene pocoamor a la Verdad, para quien está enfermo de superficiali-dad, para quien se hace la ilusión de contentarse detrás dela pantalla de un equívoco “¡Tengamos cuidado!”. Elmío, entonces, fue sólo el “coraje” de quien se siente li-bre (“La verdad os hará libres” Jn 8,32) para ser verda-deramente responsable. Ciertamente, ¡es un oficio durohoy, éste del coraje! Sin embargo es esencial, ¡aunquesiempre es un riesgo que se debe correr! Si Cristo no hu-biese tenido el “coraje” de hablar claro y también deazotar a sus adversarios (Fariseos, Escribas, Doctores dela Ley, ¡Sumos Sacerdotes!) ¡habría muerto, tambiénÉL, en una cama»!

Cuando, prosiguiendo, Ud., Excelencia, escribe: «Don Vi-lla pensará, tal vez, ser movido de celo apostólico, ser unnuevo Fineés que traspasa a los impíos en el acto mismode si idolatría. La realidad es, desafortunadamente, di-versa.»Llegado a este punto, el lector se sobresalta; tiene la sensa-ción de encontrarse, al fin, frente a una “prueba”, a un“hecho concreto” que clave a don Villa en sus respon-sabilidades, al menos una vez por todas; es una pausabreve, pero llena de esperanza. El lector, confiado, procedelentamente pero luego se encuentra delante… de unadocta cita de Santiago, ¡escrita alrededor de dos milaños atrás! Ninguna queja sobre el contenido de la cita,¿pero qué relación tiene con la realidad de don Villa ysu obra?Excelencia, ¿cree Ud. realmente haber demostrado su se-vera visión acerca de la realidad de don Villa con esta cita?

Su frase: “el mundo contemporáneo ofrece a todos, in-teligentes o estúpidos, honestos y malvados, sinceros ymentirosos, la posibilidad de hacer públicas las propiasideas (o el propio vacío de ideas); y ofrece a todos, cua-lesquiera sean sus ideas, un momento de notoriedad.No porque sean inteligentes, sino porque son extrañas”,con su intento de “sugerir” a los lectores que se encuen-tran frente a un “estúpido”, “malvado”, “mentiroso”, un“falto de ideas” y con “ideas extrañas”, no es otra cosa

nombres de Prelados a los que él mismo había ya denun-ciado al Santo Oficio, años atrás, con muchos documentossobre su pertenencia a la Masonería. Volviendo a nuestra diócesis, ¿es posible que nadie, en laCuria, Le haya dicho jamás que Mons. Ivo Panteghini,responsable directo del proyecto del Templo satánico dePardegnone, en el período en el que se dedicaba al pro-yecto de esta nueva iglesia, recibía visitas del card. Fran-cesco Marchisano, ex presidente de la Pontificia Comi-sión de los Bienes Culturales de la Iglesia y responsabledirecto de la realización del Templo satánico dedicadoal Santo Padre Pío?Excelencia, este es el mismo Francesco Marchisano que,en 1961, escribía al Ilustre y Gran Maestro de la Masone-ría italiana: «… con mucha alegría he recibido, a travésde F. MAPA (mons. Pasquale Macchi) Vuestro delicadoencargo: organizar silenciosamente en todo el Piamon-te y la Lombardía la alteración de los estudios y la dis-ciplina de los Seminarios». Mirando en retrospectiva, pa-

rece propiamente que la “alegría” de ese Prelado no se li-mitó sólo al hecho de recibir el encargo, sino también alponerlo en acción.Se me presenta una duda: que tal vez Ud., Excelencia, enel torbellino de sus compromisos, viajes y forzadas ausen-cias de la diócesis, ¿no ha encontrado aún el tiempo pa-ra leer el Número Especial de “Chiesa Viva” sobre elTemplo satánico de Pardegnone? Allí encontrará todoescrito y documentado.¿Y no sabía, Excelencia, que el Obispo que lo ha precedi-

El cardenal Francesco Marchisano.


¡Probablemente, también el mundo debe estar lleno de“estúpidos”, “malvados” y “mentirosos” que no puedensino alimentarse del “vacío de ideas” y de las “ideas ex-trañas”!

¿Y por qué, también, don Luigi Villa, en diciembre de2008, ha sido galardonado con el Premio Periodístico In-ternacional “Inars Ciociaria”, patrocinado por: la Presi-dencia del Concejo de Ministros, Ministerio de los BienesCulturales, el Concejo Nacional de Periodistas, el ConcejoRegional del Lazio, Provincia de Frosinone, U.R.S.E.(Unión de Regiones Históricas Europeas) con el siguientemotivo: «…por su extensísima actividad como periodis-ta, autor de libros y folletos de teología, ascética, ensa-yos (…) y por su compromiso en la defensa de las raí-ces cristianas de Europa y en la tutela de la verdadcontra las fuerzas extrañas a nuestra civilización»?

¿Y por qué, en el siguiente año, en octubre de 2009, donLuigi Villa ha recibido también el Premio “AsociaciónCultural Val Vibrata di Teramo”, con este motivo: «co-mo periodista, escritor insigne, editor integérrimo, ma-gistral Director de la Revista “Chiesa viva”, pero sobretodo como eximio teólogo por haber dedicado su enteraexistencia a defender la Religión Católica y a difundirla Verdad Histórica viviendo según el Evangelio»?

que una enésima tentativa suya de hacer pasar otro juiciodeshonesto, evitando siempre el peligro de una devastado-ra y adecuada confrontación sobre los temas tratados. Si, entonces, mons. Monari quisiera sugerir que, tratándo-se de un “estúpido”, “malvado”, “mentiroso”, “falto deideas” pero con “ideas extrañas”, no se debería inclusoprestar ninguna atención a quien escribe de este modo, de-beríamos preguntarnos, por ejemplo, ¿por qué, a los dosmeses de la publicación del Número Especial de “Chiesaviva” sobre el Templo satánico dedicado al Santo PadrePío, cerca de unos 150 Prelados, con el ex – Secretariode Estado, card. Angelo Sodano, han analizado este estu-dio durante alrededor de seis tardes y noches, no pudien-do rebatirlo, y tomando la decisión final de “dejar todoen el silencio”? ¿Y por qué, algunos meses después,don Luigi Villa ha sido blanco del séptimo intento deasesinato? ¿Pueden, tal vez, los “faltos de ideas” y con“ideas extrañas” comprometer tan fuertemente a 150Prelados y con tales conclusiones y consecuencias?Además, si la obra y los escritos de Don Villa, estuvieran“faltos de ideas” y contuvieran “ideas extrañas” y el au-tor mismo se colocase en la categoría de los “estúpidos”,“malvados”, “mentirosos”, no llegaríamos a entenderpor qué muchas de estas obras suyas ya han sido tra-ducidas al francés, inglés, alemán, polaco, español, por-tugués, ¡con ediciones que se suceden una tras otra!

El Premio periodístico Internacional, “Inars Ciociaria” otorgado a don Luigi Villa en diciembre de 2008.


Probablemente, quien conoce bien el mundo sabe que, se-guramente, la categoría de los “estúpidos”, “malvados”,“mentirosos”, que se embriagan de los “vacíos de ideas” yde “ideas extrañas” han hecho también carrera y han as-cendido en el escalafón de la jerarquía social y en la delEstado. Y ni siquiera a ellos se los podría excluir de queencontraran interesantes los escritos de Don Villa, por-que están llenos de Fe, de Doctrina pre-conciliar y, aún,porque están muy bien documentados!No obstante, como escribe Ud., Excelencia, se debe desa-fortunadamente vivir en este mundo en continuo cambio oque no quiere cambiar su Fe, porque, “entre paréntesis,es la situación en la cual el Señor nos ha puesto a vi-vir”. Afortunadamente, Ud. concluye: “Estamos apren-diendo a confrontar con este mundo, con un poco de sufri-miento”… aunque debería haber agregado “pero sin lle-gar a demostrar nada, porque… no podemos!”.

Excelencia, Ud., en su intervención, ha utilizado dos vecesla palabra “ensuciar”: “Por lo demás, parece difundir elgusto de ensuciar todas las cosas bellas…” y “… queun sacerdote tome gusto en ensuciar papas como PabloVI…”, pero Ud., correctamente, jamás ha usado la frase:“don Villa ensucia a la Iglesia”.

¿Por qué, entonces, el artículo sobre su intervención contradon Villa en el “Giornale di Brescia” lleva el título: “ElObispo a la Diócesis: don Villa ensucia a la Iglesia”?¿Ha sido Ud. Quien sugirió tal título al “Giornale diBrescia”? Si así fuese, ¿por qué habría hecho escribir estafrase a ese periódico, mientras Ud. habría tenido la astuciade no usarla? Pero si no fuera así, ¿por qué no se ha apre-surado a hacer saber a la Dirección de ese periódico quetal frase representa una pura bestialidad?Como Ud. ciertamente sabe, la Iglesia de Cristo es una“Persona Mística”, formada por dos elementos: el prime-ro, formal, activo y eminentemente sobrenatural, delcual Jesucristo es la Cabeza y donde Su Espíritu es elalma de la Iglesia y Su Gracia es otorgada con la insti-tución de los tres poderes de instrucción, santificacióny gobierno, confiados al Clero, que habla y actúa en Sunombre. El segundo elemento es aquél material, pasivo yhumano, formado por los fieles, laicos y clérigos.Mientras todo bien viene sólo de Cristo, porque “nadapodemos sin Él”, todo mal, en cambio, es imputable só-lo a la parte humana de la Iglesia; por tanto, todas lasherejías, las impiedades, las impurezas, son sólo atribui-bles a la parte humana de la Iglesia, esto es a los “hom-bres de la Iglesia”. Por tanto, el Papa, los Cardenales, los

El Premio “Asociación Cultural Val Vibrata” otorgado a don Luigi Villa en octubre de 2009.


Obispos, los Presbíteros y los Diáconos no son “la Igle-sia” sino sólo “hombres de la Iglesia”. Pero si entre elloshay pecadores obstinados e impenitentes, ni siquiera pue-den llamarse “parte pasiva” de la Iglesia sino “materiarebelde a la acción de la Gracia” y, por lo tanto, repre-sentan “la anti-Iglesia”, o “los anticristos”, como dijoSan Juan: «Han salido de entre nosotros, pero no erande los nuestros».¡Y estos “anticristos” han sido siempre los mejores alia-dos de los enemigos de la Iglesia!Además, la denuncia de las herejías, de las impiedadesy de las impurezas de los “hombres de la Iglesia”, cual-quiera sea su posición o grado, además de ser un signo devitalidad de la misma Iglesia, es un sacrosanto deberdel cristiano que, apoyándose en la Gracia de Cristo, reci-be la fuerza, el coraje y la perseverancia en esta “SantaBatalla” contra estos “anticristos”, anidados dentro delelemento humano de la Iglesia.Quien se lanza contra los que combaten esta “Santa Bata-lla”, con plena conciencia de lo que está haciendo, ¡es cul-pable de un crimen contra la Iglesia de Cristo!Por lo tanto, la frase: “… don Villa ensucia a la Iglesia”es una bestialidad, o un acto perfecto de mala fe, ¡queesperamos no sea atribuible a Ud., mons. Luciano Monari!

Excelencia, en su intervención, Ud. dedica diversas frasesa la psotura de don Villa sobre el Vaticano II: “autode-nominándose inquisidor y defensor de la Fe contra el Va-ticano II que, según él, es herético y constituye el ver-dadero peligro para la fe, hoy.”, “Don Villa está con-vencido de que el Concilio Vaticano II ha arruinado ala Iglesia y de ser él el noble caballero andante que el Se-ñor ha llamado para reconducir a la Iglesia al camino de laverdad”. “Don Villa piensa que la fidelidad consiste enel repetir las mismas palabras siempre iguales. Lo quesería verdad si el mundo estuviese fijo y estático y cadapalabra tuviese siempre el mismo significado en el tiempo.Pero el tiempo pasa, las lenguas cambian, cambian tam-bién los usos de las palabras y hay que estar atentos (y serinteligentes) para aprender a expresar el mismo acto deinteligencia con las palabras corregidas en un nuevo con-texto de vida”.Y sin embargo, Excelencia, Jesucristo ha dicho: ¡“Loscielos y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasa-rán”! Tal vez, Excelencia, para Ud., Jesús no se habríaconcentrado en el hecho de que, como todo cambiaría,también Sus palabras serían “corregidas”, pero siempre¡“para expresar el mismo acto de inteligencia”!Esto, sin embargo, Excelencia, no debería sucederle al Hi-jo de Dios, mientras es más probable que le suceda a unMonseñor que no se interesa por los “hechos”, ¡para notener que enfrentarse con la realidad, y poder hablar a bo-ca llena! Por otro lado, la frase, citada, de Jesús no es un“acto de la inteligencia”, sino un “concepto claro” quepermanece tal si no se modifican Sus palabras. Hace dosmil años que los cristianos leen esta frase y la entiendensiempre en el mismo idéntico modo, a pesar de la vastedadde los cambios que se han hecho en los últimos dos mile-nios.Qué “inteligencia” se quiere para expresar “con palabrascorregidas” la frase: “Id y predicad el Evangelio a todaslas gentes (…) el que crea será salvo y quien no crea se-rá condenado”? Ciertamente, puede haber una “inteli-

gencia” que crea expresarla “mejor” diciendo: “Id y dia-logad con todas las gentes”. Pero esto, Excelencia, signi-fica subvertir la substancia de la frase original.

En sus últimos tres años, don Villa ha escrito 11 librossobre el Vaticano II, y no es el estilo del anciano Sacer-dote, Excelencia, hacer abstracción de los “documen-tos”, “hechos” y de la realidad y emitir un juicio a priori,para luego olvidarse de justificarlo con argumentos váli-dos. ¡Lo que don Villa afirma, lo afirma sólo porque lo hademostrado!En su último libro: “¡Vaticano II, detrás de la fachada!”(febrero 2011), don Villa hace un listado de las princi-pales herejías del Vaticano II.

Queda, sin embargo, el hecho de que el significado de lapalara “herejía” es evaluado en base a la Iglesia de perte-nencia: lo que para la “Iglesia de Cristo” es “herejía”,la nueva iglesia masónica de Pablo VI puede fácilmente

Cubierta del libro: “Vaticano II, ¡giro a 180°!”en el cual don Luigi Villa demuestra las Herejías del Vaticano II.


no declararla “herejía”, a su vez. Aclarado, sin embargo,el equívoco sobre la existencia de una sola Iglesia católi-ca, ¡todo se ilumina por sí mismo!

Por la acción ejercida desde el Vaticano II contra laIglesia de Cristo, puede decirse que el verdadero objetivode las mentes ocultas que dirigieron el Vaticano II y quehan dirigido el post-Concilio, en la obra de destrucciónde la Iglesia de Cristo, puede ser expresado con la fórmu-la: substitución del “sacerdocio católico” por el “sacer-docio masónico”.Excelencia, Ud. debería saber que también la Masoneríatiene su “sacerdocio”, que está constituido por la segundaserie de 11 grados de la Masonería del Rito Escocés Anti-guo y Aceptado, esto es, a partir de los grados 12° al 22°,cuyo objetivo es la corrupción del alma; y Ud. deberíasaber también que tal “sacerdocio” prepara una nueva ca-tegoría de “levitas” de la cual se “pesca”, a continuación,para formar una nueva “clase política” al servicio delAnticristo.

Excelencia, desenvolviendo las ideas-madres de los ri-tuales de los grados del “sacerdocio masónico”, se vendesenvueltas también las “novedades” y los “aggiorna-menti” del Vaticano II.Por ejemplo, la necesidad de la corrupción sexual del cle-ro; su pasión por el Judaísmo; el Culto del Hombre (tanglorificado por Pablo VI); el reconocimiento de la laici-dad de los Estados; la libertad de conciencia; la liber-tad de religión; el antropocentrismo y la doctrina delHombre-Dios con la consiguiente negación de la divini-dad de Cristo; la devoción al “Cristo resucitado”; lapromoción del ecumenismo masónico y de los Estadosmultiétnicos e inter-religiosos; la continua proliferaciónde los masones en la Iglesia; la distorsión de la Misa ca-tólica, la irreverencia y la impiedad en celebrar los sa-grados Misterios; la insistencia en la necesidad e impor-tancia de la “colegialidad”; la transformación de la Reli-gión católica en una religión filosófico-científica gnósti-ca; la promoción de todas las libertades de los ateos y delos enemigos de la Iglesia; la furia contra todo sacerdo-te, posición o forma pre-conciliar; Sacerdotes, Obispos yPapas que no han hablado más como Sacerdotes sino sólocomo políticos; la “tolerancia cero” contra la corrup-ción del clero, sólo proclamada pero nunca puesta enacción; el silencio del vértice de la jerarquía sobre todotipo de herejía, impiedad, impureza de los miembros delclero; la no intervención frente a la mentira, vicios y sa-crilegios cometidos por el clero en todos sus niveles…

Excelencia, ahora, debo hacerLe notar algo: en sus acusa-ciones a don Villa, Ud. se ha olvidado de citar los “cere-bros” del Vaticano II. No obstante, Le cito, sólo breve-mente, algunos de los “hechos” de los tres principales.

1° - Teilhard de Chardin, jesuita, masón, herético y li-bertino, llamado el “Alma del Vaticano II”.Fue condenado por el Santo Oficio; escribió que jamás ha-bía desarrollado nada sino bajo la mirada e influencia deuna mujer; alimentaba un verdadero odio hacia todo lo quela Institución de Cristo representa; no tenía ningún interéspor la vida del más allá; afirmaba que todo se habíaarruinado con la introducción de los sobrenatural; ini-

ció su vida sexual cerca de los treinta años y la terminó enlas rodillas de su amante. (Cfr. Luigi Villa, “El jesuita ma-són y herético Teilhard de Chardin”, Ed. Civiltà).

2° - Karl Rahner, jesuita herético y libertino, llamado la“Mente del Vaticano II”. Fue profesor de la “nueva teo-logía”, enemigo de los dogmas del Catolicismo y contes-tatario del celibato de los sacerdotes. Ciertamente, teníasus razones: durante el período del Vaticano II tuvo unarelación amorosa con la escritora Luise Rinse, a la cualescribió cerca de 180 cartas de amor siempre más ar-dientes. (Cfr. Luigi Villa, “Karl Rahner”, Ed. Civiltà).

3° - Hans Urs von Balthasar, jesuita herético…llamadoel “Padre del ecumenismo” del Vaticano II. En teolo-gía, fue guiado por una mujer, Adrienne vos Speyr, conla cual vivió en “hermandad espiritual” durante 27 años.Adrienne era una mujer protestante que intentó suicidarseen la bañera. Ya convertida, iba a Misa sólo dos veces al


año. (Cfr. Luigi Villa, “Hans Urs von Balthasar y Adriennevon Speyr”, Ed. Civiltà).

Sin embargo, Excelencia, desde hace tanto tiempo, la Vir-gen nos había puesto en guardia, en La Salette, cuandoen su mensaje habló de la corrupción del Clero, subdivi-diéndola en tres niveles: los placeres, el orgullo y el po-der del Anticristo; justamente los tres niveles de la Ma-sonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, en suobra de corrupción del cuerpo, del alma y del espíritude sus iniciados.He aquí las palabras de la Virgen:

«Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, porsu mala vida, por su irreverencia y su im-piedad en celebrar los sagrados Misterios,por el amor a los honores y a los placeres,los sacerdotes se han convertido en cloacasde impureza».

«¡Ay de los príncipes de la Iglesia que no sehayan ocupado sino de acumular riqueza yde salvaguardar su autoridad y dominarcon orgullo! ¡Temed vosotros que hacéis

profesión de adorar a Jesucristo y que inte-riormente os adoráis a vosotros mismos; te-med, porque Dios va a entregaros a Su ene-migo, porque los lugares santos están co-rrompidos!»

«La Iglesia tendrá una horrorosa crisis.¡Roma perderá la Fe y se convertirá en lasede del Anticristo!»

Excelencia, como ve, todo esto no ha sucedido por la ne-cesidad de “aggiornar” a la Iglesia a los tiempos moder-nos, por los cambios que han sobrevenido en el mundo, si-no porque existe un “plan” diabólico prestablecido ygestado de la cima de los vértices ocultos. Ahora, leplanteo sólo esta pregunta: como toda esta podredumbrees lanzada al rostro de Jesucristo y de su Iglesia, ¿cuán-to tiempo queda todavía antes de que el Hijo de Dios ha-ga gustar a sus enemigos el sabor de Su justicia?

Luego, Excelencia, de don Villa, a propósito del Vatica-no II, Ud. escribe aún: “Hay que tener un alto conceptode sí para pensar que uno ve mejor que todos y que re-presenta mejor el impulso del Espíritu Santo”.

La Virgen de La Salette. La Virgen de Fátima.


Ud., ciertamente, sabrá que hay dos “espíritus santos”: el“Espíritu Santo” Tercera Persona de la Santísima Tri-nidad; y el “espíritu santo” el agregado de “satánico”,que es el espíritu del alma judaica del Hombre-Dios, odel Maestro masón del grado 15° de la Masonería delRito Escocés Antiguo y Aceptado, representado general-mente con un Punto Central en el interior de una Estrellade 6 puntas.Ahora, considerando que el Espíritu Santo Tercera Per-sona de la Santísima Trinidad no debía ni siquiera mo-lestarse en participar de un Concilio Ecuménico pasto-ral, y por tanto no dogmático, y entonces no infalible,¿cuál será, entonces, según Ud., el espíritu santo que haparticipado en un Concilio Ecuménico pastoral que entodos sus documentos, jamás ha utilizado la palabra “so-brenatural”, y que ha abierto la puerta a la doctrina antro-pocéntrica del masónico Hombre-Dios de la “nueva igle-sia masónica de Pablo VI”?¡Que don Villa haya tenido, incluso, la mínima inten-ción de “representar el impulso” de semejante “espíri-tu santo”, es una idea, por demás, grotesca!

***

En su intervención contra don Luigi Villa, Excelencia,Ud. ha sido muy astuto en no mencionar jamás el vicioimpuro y contra natura de Pablo VI. Ud. ha utilizadotérminos como “inmundicia” y “ensuciar todas las cosasbellas”, pero no se aventuró en las “arenas movedizas”de esta escandalosa realidad, que no representaba sóloun vicio personal, sino que es un arma utilizada por mu-chos contra la Iglesia de Cristo.Ud. seguramente sabrá que mons. Montini fue cataloga-do como homosexual desde 1926 por la “Ovra” de Mi-lán y que, sucesivamente, como Arzobispo de Milán, fuesorprendido in fraganti, en las calles de esta ciudad dondehacía estragos este tráfico impuro, alrededor de una doce-na de veces, con muchas actas oficiales.Ud. debería saber también que su amigo y protector, elcard. Camillo Ruini, en 1992, anunció la decisión de in-troducir la causa de beatificación de Pablo VI, pero queesto fue un “golpe” contra la mayor parte del Episco-pado italiano ¡que no lo habría querido jamás!

Entonces, Ud., Excelencia, debería haber entendido quedon Luigi Villa escribió sus libros sobre Pablo VI, nopara “ensuciar todas las cosas bellas” sino para cerrarla causa de beatificación de Pablo VI y evitar el dañoque esta beatificación hubiese acarreado a la Iglesia deCristo y, contemporáneamente, impedir el escándalo dela revelación de este aspecto inmoral de Pablo VI. Perofrente a la sordera o, tal vez, imposibilidad para alguno, deactuar según las correctas reglas de la Iglesia, para que nosea pisoteada la verdad, ¡es siempre preferible el escán-dalo! ¡Ustedes han querido y provocado este escándalo,no don Luigi Villa! Porque el bien de la Iglesia de Cris-to supera siempre y ampliamente la reputación, desafortu-nadamente inmerecida en este caso, de una persona, ¡in-cluso si esta persona es el Papa!Ud., además, seguramente sabrá que no sólo una partedel clero de Brescia estaba perfectamente al corrientede esta miseria de Pablo VI, sino también el de Milán yel de Roma, y que esto no es ya no es un secreto ni siquie-

ra para gran parte del laicado católico italiano y del exte-rior.¿Por qué, entonces, proceden con tanta testarudez? Ud. sabra, además, Excelencia, que este vicio impuro ycontra natura de Pablo VI era un arma de chantajeque fue usada para obtener del Pontífice lo que se dese-aba. Por ejemplo, la “cremación de los cadáveres” es ob-tenida de Pablo VI por la Masonería, con la amenaza derevelar todas sus escapadas a Suiza…Pero el aspecto más inquietante de este vicio impuro fue elde la promoción, a los altos puestos de la Jerarquíaeclesiástica, de Prelados afectados también de este vicioimpuro y contra natura. En nuestro Número Especialsobre Pablo VI, hemos reportado algunos ejemplos, sóloen lo que respecta a los Estados Unidos; pero la ola depromoción de estos Prelados perversos no golpeaba sólolas costas de los Estados Unidos, sino superaba todas lasfronteras, incluido el Vicariato de Roma.

¿Por qué, Excelencia, Ud. demuestra no comprender esta

Cubierta del libro del Pprpof. Franco Bellegrandi, “Nichitaroncalli– doblevida de un Papa”, que describe la “colonización homose-xual” del Vaticano, iniciada bajo e Pontificado de Juan XXIII y lue-go acentuada bajo el Reinado de Pablo VI.


realidad? ¿Qué Pastores son ustedes y en nombre de quiénhablan y actúan si, aún sabiendo esto, obstinadamente in-sisten en la causa de beatificación de un Papa homose-xual?Excelencia, ¿es ésta Vuestra “Tolerancia Cero” contrala extensión de la perversión sexual en el Clero: ponersobre los altares a un Papa homosexual?Le recuerdo que la estrategia de la Masonería, para laaniquilación de la Iglesia católica está encerrada en estaspalabras del Nubius, Cabeza suprema de la satánicaOrden de los Illuminati de Baviera: “La Iglesia se des-truye sólo con la corrupción. Corromperemos al pue-blo a través del Clero y al Clero a través de nosotros!”. Y entonces, mon. Luciano Monari, ¿quién, en realidad,“ha perdido el sentido de la mesura”?

Excelencia, Ud. se lamenta: “Que sean anticlericales losque escupen ofensas por todas partes, lo tomamos en cuen-ta. Pero que lo haga un sacerdote, que un sacerdote to-me el gusto de ensuciar a papas como Pablo VI y JuanPablo II, que lo haga con folletos que propagan acusacio-nes sobre todo y de todos, esto crea desorientación”.

Tomemos uno de estos “folletos” sobre Pablo VI: porejemplo, el libro “Pablo VI, ¿beato?”, y extraigamos unasíntesis del capítulo: “Su nueva religión”.

Leyendo esto, se descubre cómo Pablo VI ha inventadoun nuevo cristianismo bajado de la Cruz; ¡que ha susti-tuido el “Culto de Dios” con el “Culto del Hombre”, elprimado de lo “sobrenatural” con el primado de lo“natural” y “temporal”, el primado de la “Ley deDios” con el primado de la “conciencia”, el primadodel “Reino de Dios” y de la “vida eterna” con el prima-do del “mundo”, de la “Paz” y del “paraíso en la tie-rra”!

Un cristianismo, en suma, que considera a Cristo comoun “liberador” no del pecado, sino del sufrimiento y dela esclavitud; un Evangelio confundido con la “Cartade los Derechos del hombre” y puesto al servicio de la“justicia social”, los “Derechos de Dios” abolidos enprovecho de la exaltación de los “Derechos” y de los“gustos” del hombre; la evangelización de la sobrena-tural “docete” reducida a un diálogo que se apoya sóloen medios humanos y no mira a la conversión.Un cristianismo que, idolatrando al hombre, ha hechoproclamar la “Libertad religiosa” como derecho funda-mental y absoluto del hombre y ha promovido un falsoamor por el hombre sobre el cual Pablo VI ha fundadoSu “religión del Hombre”, que resumo en estas pocas ci-tas Suyas:

«¿No llegará, un día (…), el hombre moder-no, detrás del rostro mudo de la materia, atender el oído a la voz maravillosa del Espí-ritu que palpita en ella? ¿No será la religióndel mañana?».

«Toda esta riqueza doctrinal (del Concilio)no mira sino a una cosa: servir al hombre».

«Nuestro Humanismo se vuelve Cristianis-mo y Nuestro Cristianismo se vuelve teocén-trico, tanto que podemos igualmente afir-mar: ¡para conocer a Dios, hay que conoceral hombre»!

«El hombre se nos revela gigante. Se nos re-vela divino. Se nos revela divino no en sí, si-no en su principio y en su destino. ¡Honor alhombre, honor a su dignidad, a su espíritu,a su vida”! “Honor al hombre; ¡honor alpensamiento! ¡Honor a la ciencia!... Honoral hombre, Rey de la Tierra y ahora tam-bién Príncipe del cielo!».

«El humanismo laico y profano ha aparecido,finalmente, en su terrible estatura y ha, en uncierto sentido, desafiado al Concilio. La reli-gión del Dios que Se ha hecho hombre se haencontrado con la religión del hombre quese ha hecho Dios…Nosotros más que cual-quier otro, NOSOTROS TENEMOS ELCULTO DEL HOMBRE!».

Cubierta del libro de don Luigi Villa, Pablo VI, ¿beato?”.


Excelencia, Ud., que es un biblista, ciertamente sabrá queen la Sagrada Escritura está escrito: «¡Maldito el hombreque confía en el hombre y pone su fuerza en la carne, ysu corazón rechaza al Señor»!Lo que hay que subrayar, sin embargo, es la cita sobrela Religión del Dios que Se ha hecho hombre, que se haencontrado con la religión del hombre que se ha hechoDios…Esto, Excelencia, es una blasfemia contra Jesucristo,porque si las dos religiones se han “encontrado”, esto su-pone que ¡Jesucristo se debe haber equivocado entransmitirnos Su Doctrina eterna! En consecuencia,¡Jesucristo no podría ser Hijo de Dios y ni siquieraDios Él mismo!¿Y qué significado tenía el Efod que llevaba al pechoPablo VI si no el de negar la divinidad de Jesucristo?¿No fue, tal vez, Cristo condenado a muerte por habersedeclarado Hijo de Dios? ¿Y qué significado tenía, en elmomento de la condena a muerte de Jesús, esa joya enel pecho del Sumo Sacerdote Caifás, si no la negaciónde la divinidad de Cristo?

Excelencia, es extraño notar siempre su extrema sensibili-dad frente a las merecidas acusaciones hacia ciertos“hombres de la Iglesia” - ¡que no son “la Iglesia”! –mientras Ud. no parece prestar ninguna atención a losinsultos diabólicos que ciertos “hombres de la Iglesia”lanzan, sin términos velados, contra Jesucristo. ¿Porqué, Ud. llega a ver sólo el “fango” de las justas y mere-cidas acusaciones a ciertos “hombres de Iglesia” y nollega a verlos “crímenes” de estos mismos hombres?¿Por qué, Ud. muestra siempre una completa ceguerafrente al “fango diabólico” que estos “hombres de laIglesia” lanzan contra Cristo, Hijo de Dios y Fundadorde la Iglesia de Cristo? Parece existir una sola respuesta: o se pertenece a la Igle-sia de Cristo, y se denuncian abiertamente y en alta vozlas herejías, impiedades e impurezas de ciertos “hom-bres de la Iglesia” para defender a la Cabeza, el Espíri-tu, el Alma y la Gracia de la Iglesia de Cristo, o se per-tenece a la “Iglesia Universal del Hombre” de inspira-ción satánica, también llamada “nueva iglesia masónicade Pablo VI”, para lo cual se deben defender, con todos

Una de las muchas fotografías que retratan a Pablo VI con el Efod sobre el pecho. El Efod, que el Sumo sacerdote Caifás llevaba cuando condenó a muerte a Jesucristo porque se había declarado Hijo de Dios, es el más antiguo símbolo de la negación de la divinidad de Cristo.


los medios, contra toda lógica y pudor, las herejías, lasimpiedades y las impurezas de los “hombres de la Igle-sia” que han traicionado a la “Iglesia de Cristo” y hafundado una “nueva iglesia” de inspiración satánica.Evidentemente, entonces, el enemigo, para estos traido-res a la Iglesia de Cristo, ¡está representado por aque-llos Sacerdotes que no quieren ceder, ni siquiera bajoamenazas y persecuciones, y que no quieren abandonarsu Fe en el Cristo Hijode Dios y en su Doctri-na eterna e inmutable!

Excelencia, mons.Montini, a la muerte desu madre, acaecida en1943, Le hizo erigir unatumba sobre la cual hi-zo esculpir un conjun-to de símbolos masóni-cos. La información,de que el Autor de estageometría simbólicafuera propiamentemons. G.B. Montini,fue transmitida a donVilla directamente porlos card. Ottaviani yPalazzini.Pero ¿por qué esculpir,sobre la tumba de lamadre, ese conjunto desímbolos masónicosque, aparentemente in-comprensibles, definen,sin embargo, con unaprecisión perfecta, lageometría de la blasfe-ma y satánica TripleTrinidad masónica?

Excelencia, tal vez Ud.no lo sepa, pero estasimbología, la más se-creta y celosamentecustodiada por los JefesDesconocidos de la Ma-sonería, no es transmi-tida ni siquiera al gra-do 33 de la Masoneríade Rito Escocés Anti-guo y Aceptado, sinosólo a aquellos maso-nes que, por su origenhebreo, han sido selec-cionados previamentepara llegar al vértice supremo de la Masonería.

¿Y por qué mons. Montini ha hecho esculpir sobre latumba de su madre este terrible secreto, veinte años antesde convertirse en papa? ¿Era, tal vez, una solemne prome-sa hecha a la madre de origen hebreo? ¡No lo sabremos ja-más!Pero ¿no ha dicho la Virgen de Fátima, en su Tercer Se-

creto, que “Satanás efectivamente alcanzará a introdu-cirse hasta la cima de la Iglesia”? ¡Y “cima de la Igle-sia”, Ud. sabe que no existe más que una! Como ve su Excelencia, no se trata sólo de la “quinta co-lumna infiltrada en la Iglesia para destruirla desdeadentro”.

***

Ahora, después decuanto se ha dicho so-bre la figura de donLuigi Villa, muchos sepueden preguntar:“¿Pero quién es éstedon Villa?”… Cierta-mente, cada uno puededefinirlo y presentarlocomo le parezca, peropara Nosotros los de“Chiesa viva” no esfácil resumir en un es-quema preciso a estepersonaje, por sus múl-tiples roes de Sacerdo-te, escritor y periodis-ta… aunque debemosafirmar que Él es unsacerdote siempre enprimera fila en las másimportantes batallas re-ligiosas y morales.Por esto, Nosotros afir-mamos que, para laHistoria eclesial, donVilla ha sido siempreun sacerdote fiel a suideal de sacerdote, queha predicado y escritosobre la existencia de larealidad cristiana, en-carnada en Él, con fide-lidad y coraje, contralos “Nuevos Arria-nos” de hoy que operansin descanso en el inte-rior de la Iglesia católi-ca para demolerla.Manteniéndose siemprefuera de este “ghetto”de traidores, don Villaha hecho uso de la li-bertad para ser luz delverdadero Evangelio,

contribuyendo a plasmar “cristianos” del formato que Élha tenido siempre en la mente y en el corazón; una mentey un corazón que siempre han poseído a Cristo-Dios ysiempre han creído profundamente en Cristo Crucificadopor la salvación de las almas.Por lo tanto, ¡somos muchos los que afirmamos resuel-tamente que, con el “vía crucis” de su vida, don Villa,ciertamente, no ha sembrado en vano!

La tumba de la madre de Pablo VI, erigida en 1943, sobre la cual Mons. Montini hizo esculpir los símbolos masónicos que, con precisión perfecta, definen

la geometría de la blasfema y satánica Triple Trinidad masónica.

Risposta a Monari · 2 “Chiesa viva” *** Noviembre 2011 Por el Ing. bresciano Franco Adessa...

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