Programa 7 marzo, 2015

16
Bellas Artes, Febrero 2014 7 de marzo Tlaqná, Sala de Conciertos. Xalapa, Ver.| 20:30 hrs. Lanfranco Marcelletti, Director Titular 1a. Temporada de Conciertos 2014 ¡Tu orquesta, tu sala! Orquesta Sinfónica de Xalapa presenta

description

Los cuatro temperamentos

Transcript of Programa 7 marzo, 2015

Page 1: Programa 7 marzo, 2015

Bellas Artes, Febrero 2014

7 de marzoTlaqná, Sala de Conciertos. Xalapa, Ver.| 20:30 hrs.Lanfranco Marcelletti, Director Titular

1a. Temporada de Conciertos 2014¡Tu orquesta, tu sala!

Orquesta Sinfónica de Xalapa presenta

Page 2: Programa 7 marzo, 2015

Universidad Veracruzana

Dra. Sara Ladrón de Guevara GonzálezRectora

Mtra. Leticia Rodríguez AudiracSecretaria Académica

Mtra. Clementina Guerrero GarcíaSecretaria de Administración y Finanzas

Dr. Octavio Agustín Ochoa ContrerasSecretario de Rectoría

Dra. Esther Hernández PalaciosDirectora General de Difusión Cultural

Page 3: Programa 7 marzo, 2015

Georg Friedrich HändelObertura “Rinaldo” (6’)

Franz Joseph HaydnSinfonía No. 45 “Los adioses” (26’)

Allegro assaiAdagio

Menuet: AllegrettoFinale: Presto - Adagio

INT

ER

ME

DIO

Carl NielsenSinfonía No. 2 Op. 16“ Los cuatro temperamentos” (32’)

Allegro collericoAllegro comodo e flematicoAndante malincolicoAllegro sanguineo

Lanfranco Marcelletti, Director Titular

Programa

2a{

{

Page 4: Programa 7 marzo, 2015

La carrera operística de Georg Friedrich Händel (1685-1759) comenzó en 1705, cuando compuso Almira mientras trabajaba para la ópera de Ham-burgo. A partir de entonces, el compositor nunca estuvo lejos de las casas, los escenarios y las intrigas propias de la ópera. De hecho, fue gracias a la representación de su ópera Rinaldo en Londres que la ópera italiana quedó firmemente establecida en Inglaterra. Durante los siguientes 20 años, el interés primordial de Händel como compositor fue la ópera, ámbito en el que trabajó en circunstancias muy bien descritas en un artículo a su respecto que aparece en la Enciclopedia Británica. He aquí un fragmento de ese artículo:

La ópera seria del siglo XVIII fue muy bien descrita por el Dr. Johnson como un entreteni-miento exótico e irracional, porque los textos estaban en italiano, un idioma que muy pocos entre el público entendían; las historias eran terriblemente enredadas, llenas de disfraces, imposturas y engaños; y los libretos eran escritos casi siempre por destajistas mediocres a sueldo de los empresarios de los teatros. A los compositores les importaba menos la efectivi-dad dramática que el mostrar las fenomenales habilidades de los cantantes, entre quienes reinaban los castrati. Los cantantes, hombres y mujeres, eran terriblemente vanidosos, y Händel tuvo frecuentes conflictos con ellos sobre la interpretación de su música.

Händel compuso su ópera Rinaldo sobre un libreto de Giacomo Rossi, basado a su vez en un bosquejo de Adam Hill inspirado en uno de los episodios de la Jerusalén liberada de Torcuato Tasso. Básicamente, se trata de la historia de Rinaldo, joven caballero templario que se enamora de Almirena, hija de Godofredo de Bouillon, y de los esfuerzos de la hechice-ra Armida por hacer que el héroe se enamore de ella. Final evidente: la

hechicera fracasa en su intento y Rinaldo se une con Almirena, y viven felices por siempre. Esta ópera fue compuesta por Händel durante su primera visita a Londres, y su estreno en el Queen’s Theatre de la capital inglesa (24 de febrero, 1711) significó un triunfo para el compositor. Fuentes históricas de la época indican que para una escena que tiene lugar en un jardín encantado, se utilizaron pájaros reales, cosa inusitada en aquella época y que fue recibida con asombro y júbilo por el público.

La anécdota que hay detrás de la Sinfonía No. 45 de Franz Joseph Haydn (1732-1809) es sin duda una de las historias más llamativas en los anales de la música. En el año de 1761, Haydn había sido contratado como maestro de capilla asistente por el príncipe Paul Anton Esterházy, y a la muerte de su patrón al año siguien-te, el compositor se convirtió en la máxima autoridad musical en la corte del sucesor, Nicolás Esterházy, herma-no de Paul Anton. Durante los siguientes 24 años, Haydn se dedicó asiduamente a componer música para la lujosa corte de Esterháza y a perfec-cionar su estilo sinfónico aprovechan-do la disponibilidad de la muy buena

orquesta que el príncipe tenía a su servicio. Sin embargo, no todo fue alegría durante esos 24 años, y uno de los momentos de mayor tensión entre el compositor y su patrón ocurrió en 1772.El príncipe Nicolás, enamorado de su palacio campestre en Esterháza, alargaba año con año sus vacaciones veraniegas, de modo que Haydn y los músicos de la orquesta se veían obligados a pasar a pasar más y más tiempo lejos de sus familias, muchas de las cuales se hallaban instaladas en la cercana ciudad de Eisenstadt. Un buen día, los músicos se quejaron de esta situación con Haydn y el compositor, siempre discreto y diplomático, decidió enviar un sutil mensaje al príncipe. Entonces, concibió y compuso su famosa Sinfonía No. 45, conocida como Los adioses, cuyo último movimiento es un tradicional presto que, sorpresivamente, da paso a un triste adagio. Durante la ejecución de este adagio final, y por instrucciones expresas de Haydn en la partitura, los músicos debían dejar de tocar uno a uno, apagar las velas de sus atriles y retirarse del salón. Así se hizo el día que se estrenó la sinfonía en presencia del príncipe Nicolás, y los músicos fueron saliendo uno por uno hasta que al final sólo quedaron Haydn y el violinista Luigi Tommasini tocando suavemente sus violines con sordina. Finalmente, Haydn y Tommasini dejaron de tocar, apagaron su vela y salieron del salón. Dice la historia que el príncipe Esterhá-zy, hombre intuitivo y generoso, entendió el mensaje de inmediato y dijo:

“Bueno, si los músicos se van, lo mejor es que nos vayamos todos...”

Y al día siguiente, los cortesanos, los músicos y Haydn dejaron Esterháza para ir a reunirse con sus familias.

Se dice que la fuente principal de inspiración para la creación de su Segunda sinfonía (1901-1902) fue una rústica pintura que Carl Nielsen (1865-1931) vio colgada de la pared de una posada en el campo; por esas fechas, además, el compositor danés estaba especialmente preocupado por el tema de la caracterización a través de la música, de modo que el concepto de los cuatro temperamentos (que proviene de las teorías del médico Galeno) apareció como una importante salida creativa. En una

discusión sobre las seis sinfonías de Nielsen, el especia-lista Hugh Ottaway comenta lo siguiente:

La Sinfonía No. 2 (Los cuatro temperamentos) fue compuesta diez años después que la Primera sinfonía. Fue inspirada por un grupo de pinturas cómicas que Nielsen había visto en una taberna de pueblo en Zealand, y refleja su creciente maestría como sinfonista y su profundo interés en el carácter humano. Cada temperamento -el colérico, el flemático, el melancólico y el sanguíneo- es explorado con una visión y una simpatía muy lejanas a la caricatura burda de las pinturas; se trata de un buen ejemplo de cómo un incidente trivial a veces puede detonar la imaginación creativa en toda su riqueza y variedad. La percepción de Nielsen respecto a que los temperamentos pueden interpenetrarse para formar una unidad móvil y compleja se revela en muchas facetas de la sinfonía, especialmente en la tonalidad. La sinfonía progresa de si menor a la mayor en lo que claramente está concebido como un esquema continuo.

Lo dicho por Ottaway en el párrafo citado es corroborado puntualmente por otro analista de la obra de Nielsen, el musicólogo Torben Schousboe, quien afirma que una buena proporción de las obras de Nielsen anteriores a 1908 están señaladas por un interés particular en la carac-terización musical; entre todas ellas, sin duda la más importante es la Sinfonía Los cuatro temperamentos.

Carl Nielsen dedicó la partitura de su Segunda sinfonía al compositor, pianista y teórico italiano Ferruccio Busoni (1866-1924) y la obra fue estrenada el primero de diciem-bre de 1902 en la Sociedad Danesa de Conciertos, bajo la batuta del compositor. Más arriba, mencioné que la Sinfonía Los cuatro temperamentos de Nielsen es una de las dos obras más importantes dedicadas a este tema; la otra

es Los cuatro temperamentos (1946) de Paul Hindemith (1895-1963). La Segunda sinfonía de Nielsen (habría de componer otras cuatro) data del turbulento período de la vuelta de siglo entre el XIX y el XX. En lo personal, el año 1901 fue de bonanza para el compositor danés, ya que el reconocimiento que finalmente obtuvo de la crítica y de sus colegas tuvo como consecuencia que el gobierno de su país le otorgara ese año una pensión anual que lo libró de seguir dando clases particulares para ganar dinero. Ese mismo año, terminó su ópera Saúl y David, así como la música incidental para la obra teatral Atalanta de Gustav Wied, y su Cantata para la asociación Estudiantil. Entre sus colegas más ilustres, uno de los más activos en ese año fue Sergei Rajmani-nov (1873-1943), quien en 1901 concluyó su Sonata para violoncello, sus Preludios Op. 23, su Suite No. 2, y la más popular de sus obras, el Segun-do concierto para piano. Del mismo año es la Cuarta sinfonía de Gustav Mahler (1860-1911) y los Juegos de agua de Maurice Ravel (1875-1937). Intere-sante casualidad, que la Segunda sinfonía de Alexander Scriabin (1872-1915) es cabalmente contemporánea de la Segunda de Nielsen

Este año se cumple un siglo del comienzo de la I Guerra Mundial, el primer conflicto bélico que convulsionó al planeta entero. Hay un antes y un después para la Humanidad (y la música es una de las expresiones más perfectas de esa humanidad que nos distingue de las fieras). En la segunda mitad del siglo XIX y hasta el estallido de la gran guerra, la corriente musical del Romanticismo, abanderada en sus albores por los genios de Beethoven y Schubert, se diversificaba por distintos caminos en la geografía europea. En Alemania encontraba expresiones en autores tan disímbolos como Wagner y Brahms, en Francia el germen del impre-sionismo en Debussy y en Italia el verismo en la ópera, con Puccini y Verdi a la cabeza. Mientras, en el resto de Europa fructificaba en excesos de índole variada, como el fervor nacionalista en los paises emergentes y hasta el misticismo trasladado a la esfera musical. Hacia 1890, predomi-na la tendencia a la exageración de ciertos elementos musicales, como la extensión estructural, la fusión de formas (la ópera, el concierto, el orato-rio, la sinfonía), el cromatismo armónico y la complejidad contrapuntísti-ca. Se instaura el reino de la subjetividad, el hambre por abarcar un universo en cada pieza… Es el periodo Postromántico. No en vano decía Gustav Mahler en 1907: ‘Una sinfonía debe ser como el mundo. Debe contenerlo todo’. Después de la guerra, en el ambiente artístico ya nada fue lo mismo. Los caminos se bifurcaron por los vericuetos del expresio-nismo, primitivismo, folklorismo, neoclasicismo y todos esos ‘ismos’ que alimentaron las vanguardias musicales del siglo XX.

Antes o después del conflicto, aunque con lenguajes distintos, los compo-sitores expresaron las entrañas de su época. Durante el breve periodo Postromántico, la forma musical preferida por los autores para capturar todos estos afanes extremos fue la Sinfonía. Al indagar en este género, resulta curioso descubrir el abundante número de grandes compositores que crearon sus Segundas Sinfonías justo en este breve lapso, previo a la I Guerra Mundial. Será una mera casualidad, o un accidente de la historia, pero dejándose llevar por cábalas y numerologías, es interesante señalar que el dos es el número que expresa crudamente el drama

humano: la dualidad, los claroscu-ros, la vida y la muerte, la guerra y la paz. El dos es también ‘el que sigue’, el que tiene un antecedente único, el que acompaña. La Temporada de Conciertos 2014 de la Orquesta Sinfónica de Xalapa contiene, a manera de conmemoración musical del centenario de esta hecatombe, ocho de estas espléndidas obras: las de Carl Nielsen, Johannes Brahms, Gustav Mahler, Alexander Borodin, Jan Sibelius, Alexander Scriabin, Sergei Rachmaninoff y Charles Ives, citadas por el orden en que se presentarán en esta Sala de Concier-tos. Cada una de ellas representó para su autor su confirmación como sinfonista, artista escultor de monu-mentos sonoros colosales.

Hoy, a más de un siglo de que vieran la luz, es fascinante redescubrirlas y contrastarlas ante el cambio de rumbo y perspectiva que la humani-dad afrontó tras la contienda bélica. Bien lo dijo el propio Carl Nielsen, cuya Segunda inaugura hoy este ciclo: ‘La música es la vida, y como ella, inextinguible’. Acaban las guerras, pero la música sobrevive.

2a{

{

1914:El año

que todocambió

Page 5: Programa 7 marzo, 2015

La carrera operística de Georg Friedrich Händel (1685-1759) comenzó en 1705, cuando compuso Almira mientras trabajaba para la ópera de Ham-burgo. A partir de entonces, el compositor nunca estuvo lejos de las casas, los escenarios y las intrigas propias de la ópera. De hecho, fue gracias a la representación de su ópera Rinaldo en Londres que la ópera italiana quedó firmemente establecida en Inglaterra. Durante los siguientes 20 años, el interés primordial de Händel como compositor fue la ópera, ámbito en el que trabajó en circunstancias muy bien descritas en un artículo a su respecto que aparece en la Enciclopedia Británica. He aquí un fragmento de ese artículo:

La ópera seria del siglo XVIII fue muy bien descrita por el Dr. Johnson como un entreteni-miento exótico e irracional, porque los textos estaban en italiano, un idioma que muy pocos entre el público entendían; las historias eran terriblemente enredadas, llenas de disfraces, imposturas y engaños; y los libretos eran escritos casi siempre por destajistas mediocres a sueldo de los empresarios de los teatros. A los compositores les importaba menos la efectivi-dad dramática que el mostrar las fenomenales habilidades de los cantantes, entre quienes reinaban los castrati. Los cantantes, hombres y mujeres, eran terriblemente vanidosos, y Händel tuvo frecuentes conflictos con ellos sobre la interpretación de su música.

Händel compuso su ópera Rinaldo sobre un libreto de Giacomo Rossi, basado a su vez en un bosquejo de Adam Hill inspirado en uno de los episodios de la Jerusalén liberada de Torcuato Tasso. Básicamente, se trata de la historia de Rinaldo, joven caballero templario que se enamora de Almirena, hija de Godofredo de Bouillon, y de los esfuerzos de la hechice-ra Armida por hacer que el héroe se enamore de ella. Final evidente: la

hechicera fracasa en su intento y Rinaldo se une con Almirena, y viven felices por siempre. Esta ópera fue compuesta por Händel durante su primera visita a Londres, y su estreno en el Queen’s Theatre de la capital inglesa (24 de febrero, 1711) significó un triunfo para el compositor. Fuentes históricas de la época indican que para una escena que tiene lugar en un jardín encantado, se utilizaron pájaros reales, cosa inusitada en aquella época y que fue recibida con asombro y júbilo por el público.

La anécdota que hay detrás de la Sinfonía No. 45 de Franz Joseph Haydn (1732-1809) es sin duda una de las historias más llamativas en los anales de la música. En el año de 1761, Haydn había sido contratado como maestro de capilla asistente por el príncipe Paul Anton Esterházy, y a la muerte de su patrón al año siguien-te, el compositor se convirtió en la máxima autoridad musical en la corte del sucesor, Nicolás Esterházy, herma-no de Paul Anton. Durante los siguientes 24 años, Haydn se dedicó asiduamente a componer música para la lujosa corte de Esterháza y a perfec-cionar su estilo sinfónico aprovechan-do la disponibilidad de la muy buena

orquesta que el príncipe tenía a su servicio. Sin embargo, no todo fue alegría durante esos 24 años, y uno de los momentos de mayor tensión entre el compositor y su patrón ocurrió en 1772.El príncipe Nicolás, enamorado de su palacio campestre en Esterháza, alargaba año con año sus vacaciones veraniegas, de modo que Haydn y los músicos de la orquesta se veían obligados a pasar a pasar más y más tiempo lejos de sus familias, muchas de las cuales se hallaban instaladas en la cercana ciudad de Eisenstadt. Un buen día, los músicos se quejaron de esta situación con Haydn y el compositor, siempre discreto y diplomático, decidió enviar un sutil mensaje al príncipe. Entonces, concibió y compuso su famosa Sinfonía No. 45, conocida como Los adioses, cuyo último movimiento es un tradicional presto que, sorpresivamente, da paso a un triste adagio. Durante la ejecución de este adagio final, y por instrucciones expresas de Haydn en la partitura, los músicos debían dejar de tocar uno a uno, apagar las velas de sus atriles y retirarse del salón. Así se hizo el día que se estrenó la sinfonía en presencia del príncipe Nicolás, y los músicos fueron saliendo uno por uno hasta que al final sólo quedaron Haydn y el violinista Luigi Tommasini tocando suavemente sus violines con sordina. Finalmente, Haydn y Tommasini dejaron de tocar, apagaron su vela y salieron del salón. Dice la historia que el príncipe Esterhá-zy, hombre intuitivo y generoso, entendió el mensaje de inmediato y dijo:

“Bueno, si los músicos se van, lo mejor es que nos vayamos todos...”

Y al día siguiente, los cortesanos, los músicos y Haydn dejaron Esterháza para ir a reunirse con sus familias.

Se dice que la fuente principal de inspiración para la creación de su Segunda sinfonía (1901-1902) fue una rústica pintura que Carl Nielsen (1865-1931) vio colgada de la pared de una posada en el campo; por esas fechas, además, el compositor danés estaba especialmente preocupado por el tema de la caracterización a través de la música, de modo que el concepto de los cuatro temperamentos (que proviene de las teorías del médico Galeno) apareció como una importante salida creativa. En una

Händel

discusión sobre las seis sinfonías de Nielsen, el especia-lista Hugh Ottaway comenta lo siguiente:

La Sinfonía No. 2 (Los cuatro temperamentos) fue compuesta diez años después que la Primera sinfonía. Fue inspirada por un grupo de pinturas cómicas que Nielsen había visto en una taberna de pueblo en Zealand, y refleja su creciente maestría como sinfonista y su profundo interés en el carácter humano. Cada temperamento -el colérico, el flemático, el melancólico y el sanguíneo- es explorado con una visión y una simpatía muy lejanas a la caricatura burda de las pinturas; se trata de un buen ejemplo de cómo un incidente trivial a veces puede detonar la imaginación creativa en toda su riqueza y variedad. La percepción de Nielsen respecto a que los temperamentos pueden interpenetrarse para formar una unidad móvil y compleja se revela en muchas facetas de la sinfonía, especialmente en la tonalidad. La sinfonía progresa de si menor a la mayor en lo que claramente está concebido como un esquema continuo.

Lo dicho por Ottaway en el párrafo citado es corroborado puntualmente por otro analista de la obra de Nielsen, el musicólogo Torben Schousboe, quien afirma que una buena proporción de las obras de Nielsen anteriores a 1908 están señaladas por un interés particular en la carac-terización musical; entre todas ellas, sin duda la más importante es la Sinfonía Los cuatro temperamentos.

Carl Nielsen dedicó la partitura de su Segunda sinfonía al compositor, pianista y teórico italiano Ferruccio Busoni (1866-1924) y la obra fue estrenada el primero de diciem-bre de 1902 en la Sociedad Danesa de Conciertos, bajo la batuta del compositor. Más arriba, mencioné que la Sinfonía Los cuatro temperamentos de Nielsen es una de las dos obras más importantes dedicadas a este tema; la otra

Notas al programapor Juan Arturo Brennan

es Los cuatro temperamentos (1946) de Paul Hindemith (1895-1963). La Segunda sinfonía de Nielsen (habría de componer otras cuatro) data del turbulento período de la vuelta de siglo entre el XIX y el XX. En lo personal, el año 1901 fue de bonanza para el compositor danés, ya que el reconocimiento que finalmente obtuvo de la crítica y de sus colegas tuvo como consecuencia que el gobierno de su país le otorgara ese año una pensión anual que lo libró de seguir dando clases particulares para ganar dinero. Ese mismo año, terminó su ópera Saúl y David, así como la música incidental para la obra teatral Atalanta de Gustav Wied, y su Cantata para la asociación Estudiantil. Entre sus colegas más ilustres, uno de los más activos en ese año fue Sergei Rajmani-nov (1873-1943), quien en 1901 concluyó su Sonata para violoncello, sus Preludios Op. 23, su Suite No. 2, y la más popular de sus obras, el Segun-do concierto para piano. Del mismo año es la Cuarta sinfonía de Gustav Mahler (1860-1911) y los Juegos de agua de Maurice Ravel (1875-1937). Intere-sante casualidad, que la Segunda sinfonía de Alexander Scriabin (1872-1915) es cabalmente contemporánea de la Segunda de Nielsen

Page 6: Programa 7 marzo, 2015

La carrera operística de Georg Friedrich Händel (1685-1759) comenzó en 1705, cuando compuso Almira mientras trabajaba para la ópera de Ham-burgo. A partir de entonces, el compositor nunca estuvo lejos de las casas, los escenarios y las intrigas propias de la ópera. De hecho, fue gracias a la representación de su ópera Rinaldo en Londres que la ópera italiana quedó firmemente establecida en Inglaterra. Durante los siguientes 20 años, el interés primordial de Händel como compositor fue la ópera, ámbito en el que trabajó en circunstancias muy bien descritas en un artículo a su respecto que aparece en la Enciclopedia Británica. He aquí un fragmento de ese artículo:

La ópera seria del siglo XVIII fue muy bien descrita por el Dr. Johnson como un entreteni-miento exótico e irracional, porque los textos estaban en italiano, un idioma que muy pocos entre el público entendían; las historias eran terriblemente enredadas, llenas de disfraces, imposturas y engaños; y los libretos eran escritos casi siempre por destajistas mediocres a sueldo de los empresarios de los teatros. A los compositores les importaba menos la efectivi-dad dramática que el mostrar las fenomenales habilidades de los cantantes, entre quienes reinaban los castrati. Los cantantes, hombres y mujeres, eran terriblemente vanidosos, y Händel tuvo frecuentes conflictos con ellos sobre la interpretación de su música.

Händel compuso su ópera Rinaldo sobre un libreto de Giacomo Rossi, basado a su vez en un bosquejo de Adam Hill inspirado en uno de los episodios de la Jerusalén liberada de Torcuato Tasso. Básicamente, se trata de la historia de Rinaldo, joven caballero templario que se enamora de Almirena, hija de Godofredo de Bouillon, y de los esfuerzos de la hechice-ra Armida por hacer que el héroe se enamore de ella. Final evidente: la

hechicera fracasa en su intento y Rinaldo se une con Almirena, y viven felices por siempre. Esta ópera fue compuesta por Händel durante su primera visita a Londres, y su estreno en el Queen’s Theatre de la capital inglesa (24 de febrero, 1711) significó un triunfo para el compositor. Fuentes históricas de la época indican que para una escena que tiene lugar en un jardín encantado, se utilizaron pájaros reales, cosa inusitada en aquella época y que fue recibida con asombro y júbilo por el público.

La anécdota que hay detrás de la Sinfonía No. 45 de Franz Joseph Haydn (1732-1809) es sin duda una de las historias más llamativas en los anales de la música. En el año de 1761, Haydn había sido contratado como maestro de capilla asistente por el príncipe Paul Anton Esterházy, y a la muerte de su patrón al año siguien-te, el compositor se convirtió en la máxima autoridad musical en la corte del sucesor, Nicolás Esterházy, herma-no de Paul Anton. Durante los siguientes 24 años, Haydn se dedicó asiduamente a componer música para la lujosa corte de Esterháza y a perfec-cionar su estilo sinfónico aprovechan-do la disponibilidad de la muy buena

orquesta que el príncipe tenía a su servicio. Sin embargo, no todo fue alegría durante esos 24 años, y uno de los momentos de mayor tensión entre el compositor y su patrón ocurrió en 1772.El príncipe Nicolás, enamorado de su palacio campestre en Esterháza, alargaba año con año sus vacaciones veraniegas, de modo que Haydn y los músicos de la orquesta se veían obligados a pasar a pasar más y más tiempo lejos de sus familias, muchas de las cuales se hallaban instaladas en la cercana ciudad de Eisenstadt. Un buen día, los músicos se quejaron de esta situación con Haydn y el compositor, siempre discreto y diplomático, decidió enviar un sutil mensaje al príncipe. Entonces, concibió y compuso su famosa Sinfonía No. 45, conocida como Los adioses, cuyo último movimiento es un tradicional presto que, sorpresivamente, da paso a un triste adagio. Durante la ejecución de este adagio final, y por instrucciones expresas de Haydn en la partitura, los músicos debían dejar de tocar uno a uno, apagar las velas de sus atriles y retirarse del salón. Así se hizo el día que se estrenó la sinfonía en presencia del príncipe Nicolás, y los músicos fueron saliendo uno por uno hasta que al final sólo quedaron Haydn y el violinista Luigi Tommasini tocando suavemente sus violines con sordina. Finalmente, Haydn y Tommasini dejaron de tocar, apagaron su vela y salieron del salón. Dice la historia que el príncipe Esterhá-zy, hombre intuitivo y generoso, entendió el mensaje de inmediato y dijo:

“Bueno, si los músicos se van, lo mejor es que nos vayamos todos...”

Y al día siguiente, los cortesanos, los músicos y Haydn dejaron Esterháza para ir a reunirse con sus familias.

Se dice que la fuente principal de inspiración para la creación de su Segunda sinfonía (1901-1902) fue una rústica pintura que Carl Nielsen (1865-1931) vio colgada de la pared de una posada en el campo; por esas fechas, además, el compositor danés estaba especialmente preocupado por el tema de la caracterización a través de la música, de modo que el concepto de los cuatro temperamentos (que proviene de las teorías del médico Galeno) apareció como una importante salida creativa. En una

discusión sobre las seis sinfonías de Nielsen, el especia-lista Hugh Ottaway comenta lo siguiente:

La Sinfonía No. 2 (Los cuatro temperamentos) fue compuesta diez años después que la Primera sinfonía. Fue inspirada por un grupo de pinturas cómicas que Nielsen había visto en una taberna de pueblo en Zealand, y refleja su creciente maestría como sinfonista y su profundo interés en el carácter humano. Cada temperamento -el colérico, el flemático, el melancólico y el sanguíneo- es explorado con una visión y una simpatía muy lejanas a la caricatura burda de las pinturas; se trata de un buen ejemplo de cómo un incidente trivial a veces puede detonar la imaginación creativa en toda su riqueza y variedad. La percepción de Nielsen respecto a que los temperamentos pueden interpenetrarse para formar una unidad móvil y compleja se revela en muchas facetas de la sinfonía, especialmente en la tonalidad. La sinfonía progresa de si menor a la mayor en lo que claramente está concebido como un esquema continuo.

Lo dicho por Ottaway en el párrafo citado es corroborado puntualmente por otro analista de la obra de Nielsen, el musicólogo Torben Schousboe, quien afirma que una buena proporción de las obras de Nielsen anteriores a 1908 están señaladas por un interés particular en la carac-terización musical; entre todas ellas, sin duda la más importante es la Sinfonía Los cuatro temperamentos.

Carl Nielsen dedicó la partitura de su Segunda sinfonía al compositor, pianista y teórico italiano Ferruccio Busoni (1866-1924) y la obra fue estrenada el primero de diciem-bre de 1902 en la Sociedad Danesa de Conciertos, bajo la batuta del compositor. Más arriba, mencioné que la Sinfonía Los cuatro temperamentos de Nielsen es una de las dos obras más importantes dedicadas a este tema; la otra Haydn

es Los cuatro temperamentos (1946) de Paul Hindemith (1895-1963). La Segunda sinfonía de Nielsen (habría de componer otras cuatro) data del turbulento período de la vuelta de siglo entre el XIX y el XX. En lo personal, el año 1901 fue de bonanza para el compositor danés, ya que el reconocimiento que finalmente obtuvo de la crítica y de sus colegas tuvo como consecuencia que el gobierno de su país le otorgara ese año una pensión anual que lo libró de seguir dando clases particulares para ganar dinero. Ese mismo año, terminó su ópera Saúl y David, así como la música incidental para la obra teatral Atalanta de Gustav Wied, y su Cantata para la asociación Estudiantil. Entre sus colegas más ilustres, uno de los más activos en ese año fue Sergei Rajmani-nov (1873-1943), quien en 1901 concluyó su Sonata para violoncello, sus Preludios Op. 23, su Suite No. 2, y la más popular de sus obras, el Segun-do concierto para piano. Del mismo año es la Cuarta sinfonía de Gustav Mahler (1860-1911) y los Juegos de agua de Maurice Ravel (1875-1937). Intere-sante casualidad, que la Segunda sinfonía de Alexander Scriabin (1872-1915) es cabalmente contemporánea de la Segunda de Nielsen

Page 7: Programa 7 marzo, 2015

La carrera operística de Georg Friedrich Händel (1685-1759) comenzó en 1705, cuando compuso Almira mientras trabajaba para la ópera de Ham-burgo. A partir de entonces, el compositor nunca estuvo lejos de las casas, los escenarios y las intrigas propias de la ópera. De hecho, fue gracias a la representación de su ópera Rinaldo en Londres que la ópera italiana quedó firmemente establecida en Inglaterra. Durante los siguientes 20 años, el interés primordial de Händel como compositor fue la ópera, ámbito en el que trabajó en circunstancias muy bien descritas en un artículo a su respecto que aparece en la Enciclopedia Británica. He aquí un fragmento de ese artículo:

La ópera seria del siglo XVIII fue muy bien descrita por el Dr. Johnson como un entreteni-miento exótico e irracional, porque los textos estaban en italiano, un idioma que muy pocos entre el público entendían; las historias eran terriblemente enredadas, llenas de disfraces, imposturas y engaños; y los libretos eran escritos casi siempre por destajistas mediocres a sueldo de los empresarios de los teatros. A los compositores les importaba menos la efectivi-dad dramática que el mostrar las fenomenales habilidades de los cantantes, entre quienes reinaban los castrati. Los cantantes, hombres y mujeres, eran terriblemente vanidosos, y Händel tuvo frecuentes conflictos con ellos sobre la interpretación de su música.

Händel compuso su ópera Rinaldo sobre un libreto de Giacomo Rossi, basado a su vez en un bosquejo de Adam Hill inspirado en uno de los episodios de la Jerusalén liberada de Torcuato Tasso. Básicamente, se trata de la historia de Rinaldo, joven caballero templario que se enamora de Almirena, hija de Godofredo de Bouillon, y de los esfuerzos de la hechice-ra Armida por hacer que el héroe se enamore de ella. Final evidente: la

hechicera fracasa en su intento y Rinaldo se une con Almirena, y viven felices por siempre. Esta ópera fue compuesta por Händel durante su primera visita a Londres, y su estreno en el Queen’s Theatre de la capital inglesa (24 de febrero, 1711) significó un triunfo para el compositor. Fuentes históricas de la época indican que para una escena que tiene lugar en un jardín encantado, se utilizaron pájaros reales, cosa inusitada en aquella época y que fue recibida con asombro y júbilo por el público.

La anécdota que hay detrás de la Sinfonía No. 45 de Franz Joseph Haydn (1732-1809) es sin duda una de las historias más llamativas en los anales de la música. En el año de 1761, Haydn había sido contratado como maestro de capilla asistente por el príncipe Paul Anton Esterházy, y a la muerte de su patrón al año siguien-te, el compositor se convirtió en la máxima autoridad musical en la corte del sucesor, Nicolás Esterházy, herma-no de Paul Anton. Durante los siguientes 24 años, Haydn se dedicó asiduamente a componer música para la lujosa corte de Esterháza y a perfec-cionar su estilo sinfónico aprovechan-do la disponibilidad de la muy buena

orquesta que el príncipe tenía a su servicio. Sin embargo, no todo fue alegría durante esos 24 años, y uno de los momentos de mayor tensión entre el compositor y su patrón ocurrió en 1772.El príncipe Nicolás, enamorado de su palacio campestre en Esterháza, alargaba año con año sus vacaciones veraniegas, de modo que Haydn y los músicos de la orquesta se veían obligados a pasar a pasar más y más tiempo lejos de sus familias, muchas de las cuales se hallaban instaladas en la cercana ciudad de Eisenstadt. Un buen día, los músicos se quejaron de esta situación con Haydn y el compositor, siempre discreto y diplomático, decidió enviar un sutil mensaje al príncipe. Entonces, concibió y compuso su famosa Sinfonía No. 45, conocida como Los adioses, cuyo último movimiento es un tradicional presto que, sorpresivamente, da paso a un triste adagio. Durante la ejecución de este adagio final, y por instrucciones expresas de Haydn en la partitura, los músicos debían dejar de tocar uno a uno, apagar las velas de sus atriles y retirarse del salón. Así se hizo el día que se estrenó la sinfonía en presencia del príncipe Nicolás, y los músicos fueron saliendo uno por uno hasta que al final sólo quedaron Haydn y el violinista Luigi Tommasini tocando suavemente sus violines con sordina. Finalmente, Haydn y Tommasini dejaron de tocar, apagaron su vela y salieron del salón. Dice la historia que el príncipe Esterhá-zy, hombre intuitivo y generoso, entendió el mensaje de inmediato y dijo:

“Bueno, si los músicos se van, lo mejor es que nos vayamos todos...”

Y al día siguiente, los cortesanos, los músicos y Haydn dejaron Esterháza para ir a reunirse con sus familias.

Se dice que la fuente principal de inspiración para la creación de su Segunda sinfonía (1901-1902) fue una rústica pintura que Carl Nielsen (1865-1931) vio colgada de la pared de una posada en el campo; por esas fechas, además, el compositor danés estaba especialmente preocupado por el tema de la caracterización a través de la música, de modo que el concepto de los cuatro temperamentos (que proviene de las teorías del médico Galeno) apareció como una importante salida creativa. En una

discusión sobre las seis sinfonías de Nielsen, el especia-lista Hugh Ottaway comenta lo siguiente:

La Sinfonía No. 2 (Los cuatro temperamentos) fue compuesta diez años después que la Primera sinfonía. Fue inspirada por un grupo de pinturas cómicas que Nielsen había visto en una taberna de pueblo en Zealand, y refleja su creciente maestría como sinfonista y su profundo interés en el carácter humano. Cada temperamento -el colérico, el flemático, el melancólico y el sanguíneo- es explorado con una visión y una simpatía muy lejanas a la caricatura burda de las pinturas; se trata de un buen ejemplo de cómo un incidente trivial a veces puede detonar la imaginación creativa en toda su riqueza y variedad. La percepción de Nielsen respecto a que los temperamentos pueden interpenetrarse para formar una unidad móvil y compleja se revela en muchas facetas de la sinfonía, especialmente en la tonalidad. La sinfonía progresa de si menor a la mayor en lo que claramente está concebido como un esquema continuo.

Lo dicho por Ottaway en el párrafo citado es corroborado puntualmente por otro analista de la obra de Nielsen, el musicólogo Torben Schousboe, quien afirma que una buena proporción de las obras de Nielsen anteriores a 1908 están señaladas por un interés particular en la carac-terización musical; entre todas ellas, sin duda la más importante es la Sinfonía Los cuatro temperamentos.

Carl Nielsen dedicó la partitura de su Segunda sinfonía al compositor, pianista y teórico italiano Ferruccio Busoni (1866-1924) y la obra fue estrenada el primero de diciem-bre de 1902 en la Sociedad Danesa de Conciertos, bajo la batuta del compositor. Más arriba, mencioné que la Sinfonía Los cuatro temperamentos de Nielsen es una de las dos obras más importantes dedicadas a este tema; la otra

es Los cuatro temperamentos (1946) de Paul Hindemith (1895-1963). La Segunda sinfonía de Nielsen (habría de componer otras cuatro) data del turbulento período de la vuelta de siglo entre el XIX y el XX. En lo personal, el año 1901 fue de bonanza para el compositor danés, ya que el reconocimiento que finalmente obtuvo de la crítica y de sus colegas tuvo como consecuencia que el gobierno de su país le otorgara ese año una pensión anual que lo libró de seguir dando clases particulares para ganar dinero. Ese mismo año, terminó su ópera Saúl y David, así como la música incidental para la obra teatral Atalanta de Gustav Wied, y su Cantata para la asociación Estudiantil. Entre sus colegas más ilustres, uno de los más activos en ese año fue Sergei Rajmani-nov (1873-1943), quien en 1901 concluyó su Sonata para violoncello, sus Preludios Op. 23, su Suite No. 2, y la más popular de sus obras, el Segun-do concierto para piano. Del mismo año es la Cuarta sinfonía de Gustav Mahler (1860-1911) y los Juegos de agua de Maurice Ravel (1875-1937). Intere-sante casualidad, que la Segunda sinfonía de Alexander Scriabin (1872-1915) es cabalmente contemporánea de la Segunda de Nielsen Nielsen

Page 8: Programa 7 marzo, 2015

Director apasionado y versátil, desde niño supo que la música era su mundo. Un mundo exigente y férreo, que requería disciplina y mucho estudio. Empezó en el Conservatorio Pernambucano, de su natal Recife (Brasil). Después, hizo las maletas. Continuó su formación en la Vieja Europa, Viena y Zurich, y en el nuevo mundo, Yale, EUA, y supo extraer la esencia musical de cada espacio. Ganó premios como pianista y como director orquestal, profesión por la que finalmente se inclinó, convirtién-dose en discípulo de directores de la talla de Eleazar de Carvalho, Kurt Masur, Sir Colin Davis, Julius Redel y Znedek Mácal.Ha actuado como Director Huésped con distintas orquestas en Europa y América; de Argentina a Polonia; de Chile a Estados Unidos; de Rusia a España... En México, además de su labor con la OSX, ha sido Director Huésped de las Orquestas Filármoni-cas de la UNAM, de la Ciudad de

México y del Festival Instrumenta de Oaxaca. En su natal Brasil ha colabo-rado con la Orquesta Sinfónica Brasi-leira, la Orquesta del Estado de São Paulo y la Orquesta del Teatro Nacio-nal de Brasilia. En el ámbito de la Ópera, una de sus preferencias personales, destacan las producciones dirigidas en el Rossini Opera Festival en Italia; en el Glim-merglass Opera Festival de la New York City Opera; en la Common-wealth Opera de Massachusetts; en el Teatro Calderón de Valladolid, España; en la Italian Operatic Expe-rience y en la Universidad de Albany, NY. También ha colaborado en producciones realizadas en el Teatro Real de Madrid, en el Vlaamse Opera de Bélgica, en el Edimburgh Festival del Reino Unido y en la Ópera de Tampa Bay, EUA.Su relación con la Orquesta Sinfónica de Xalapa se remonta al año 2006, cuando fue invitado por primera vez a participar como Director Huésped en el Festival Junio Musical, con un programa dedicado a la música de Brasil. A partir de esta fecha, sus apari-ciones con la OSX se convirtieron en una constante, y sus visitas a Xalapa se convirtieron en algo familiar, tanto para la orquesta como para el público.

Director Titular

LanfrancoMarcelletti

En enero de 2012, Lanfranco Marcelletti fue nombrado Director Titular de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Continúa colaborando como Director Musical de la Cayuga Chamber Orchestra, en Ithaca, NY, y durante los veranos participa como Director Asistente en la prestigiosa Accademia Rossiniana, en el Rossini Opera Festival, de Pesaro, Italia.

Page 9: Programa 7 marzo, 2015

Con ochenta y cinco años de historia (se fundó en 1929), la Orquesta Sinfónica de Xalapa es fiel reflejo del compromiso de la Universidad Veracruzana en la difusión de la cultura. Gracias al esfuerzo de sus integrantes, hombres y mujeres, mexicanos y de diversas nacionalidades, la OSX hoy es una de las orquestas sinfónicas más reconocidas del país. Su dinamismo y entrega en tareas de divulgación le han valido numero-sos reconocimientos, realizados por instituciones académicas y artísticas, asociaciones civiles, ayuntamientos y gobiernos de los estados.

Durante su existencia, ha tenido como directores titulares a Juan Lomán (1929-1944), José Ives Limantour (1944-1952 y 1967-1969), Luis Xímenez Caballero (1952-1962), Francisco Savín (1963-1967, 1984-1986 y 1990-2001), Fernando Avila (1969-1975), Luis Herrera de la Fuente (1975-1984), Enrique Diemecke (1986), José Guadalupe Flores (1987-1990), Carlos Miguel Prieto (2001-2007), Fernando Lozano (2008-2011). En el 2012, la OSX inició una nueva etapa, bajo la dirección de Lanfranco Marcellettti. En este periodo se ha buscado

acrecentar el prestigio musical de la orquesta y brindar dinamismo y frescura a la organización, integran-do nuevos conceptos y dinámicas musicales y buscando atraer nuevos públicos.

La OSX ha sido sede de importantes acontecimientos en la vida artística nacional, entre los que destaca el Festival y Concurso Internacional de Violonchelo Pablo Casals en 1959, que trajo a Xalapa a figuras de la talla del propio Casals, Mstislav Rostropo-vich, Heitor Villalobos y André Nava-rra. Su nombre está ligado a un importante listado de directores y solistas invitados de todo el mundo, entre los que cabe mencionar a Hermann Scherchen, Fritz Reiner, Julián Carrillo, Hans Zanotelli, Bruno Campanella, Zuohuang Chen, Carlos Riazuelo, Yoel Levi, Yoshimi Takeda, Manfred Neuman, Akira Endo, Camilla Kolchinski, Brian Priestman, Horacio Gutiérrez, Henry Szering, Plácido Domingo, Rosario Andrade, Norman Krieger, Shigeyuki Takano, Manuel Ramos, Philippe Quint y Richard Stoltzman, entre otros.

Más allá de nuestras fronteras, la OSX ha representado a México en

OrquestaSinfónicade Xalapa

el Festival Europalia (1993), y realiza-do presentaciones en Bélgica, Holan-da, Luxemburgo y Alemania, en el año 2004. En el ámbito nacional, ha realizado numerosas giras por las principales ciudades de Veracruz y por diversas ciudades del territorio nacional, actuando en eventos de la importancia del Festival Internacio-nal Cervantino y el Festival de Música de Morelia. Recientemente se ha presentado con gran éxito en los máximos foros nacionales para la música sinfónica, la Sala Nezahual-cóyotl y el Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México.

Page 10: Programa 7 marzo, 2015

sico

s VIOLINES PRIMEROSMikhail Medvid (Concertino), Joaquín Chávez Quijano (Asistente), Manuel Lozano Torres (Asistente), Janina Harasymowicz, Luis Rodrigo García Gama, José Homero Melgar, Aquiles Casana Zamora, Andrzej Zaremba, Luis Sosa Huerta, Tonatiuh Bazán Piña, Alain Fonseca Rangel, Alexis Fonseca Rangel, Erasmo Capilla Montes, Antonio Méndez Escobar, Alejandro Kantaria, Ilya Ivanov Gotchev, Melanie Rivera Gracia, Eduardo Carlos Juárez López.

VIOLINES SEGUNDOSJuan Manuel Jiménez (Principal), Ryszard Zerynger (Asistente), Estela Cuervo Vera, Adelfo Sánchez Morales, Elizabeth Gutiérrez Torres, Marcelo Dufrane McDonald, Borislav Ivanov Gotchev, Lázaro Jascha González, Emilia Chtereva, Mireille López Guzmán, David de Jesús Torres, Jonathan Manacchio Parillo, Anayely Olivares Romero, Carlos Quijano Vásquez (interino)

VIOLAYurii Inti Bullón Bobadilla (Asistente), Ernesto Quistián Navarrete, Marco Antonio Rodríguez, Andrei Katsarava Risk, Marco Antonio Díaz Landa, Jorge López Gutiérrez, Gilberto Rocha Martínez, Eduardo Villalpando (Interino), Anamar García Salas (Interino)

VIOLONCELLOSDavid Nassidze (Principal), Dale Knight Hoaglin (Asistente), Alfredo Alva Guzmán, Teresa Aguirre Martínez, Daniela Derbez Roque, Roland Dufrane McDonald, Maurilio Castillo Saenz, Ana Aguirre Martínez, Makcim Fernández Samodaiev (Interino), Yahel Jiménez López (Interino)

CONTRABAJOSAndrzej Dechnik (Principal), Hugo G. Adriano Rodríguez (Asistente), Carlos Barquín Viveros, William Love, Enrique Lara Parrazal, Fernando Menchaca (Interino), José Miguel Mezura (Interino), Elliott Torres (Interino)

FLAUTA Othoniel Mejía Rodríguez (Asistente), Cecilia Valdés de Hoyos, David A. Rivera Martínez (Flauta y piccolo Interino)

OBOESDonald Callahan Dinardo (Principal) Esther Gleason Cook (Co-principal), Michael Sydney McVicar, Laura Baker (Corno Inglés)

CLARINETESAbel Pérez Pitón (Principal), José Alberto Contreras (Asistente), Juan Manuel Solís, David John Musheff (Requinto)

FAGOTESRex Gulson Miller (Principal), Armando Salgado Garza (Asistente), Arturo Hernández Salgado, Jesús Armendáriz Ramírez (Fagot y contrafagot)

CORNOSEduardo Daniel Flores (Principal), Dawn Droescher (Asistente), David Keith Eitzen, Tadeo Suriel Valencia, Larry Glenn Umipeg

TROMPETASJeffrey Smith (Principal), Bernardo Medel Díaz (Asistente), Timothy McKeown, Jalil Jorge Eufracio

TROMBONESDavid Pozos Gómez (Principal), John Stringer (Asistente), Jakub Dedina.

TROMBÓN BAJOJohn Day Bosworth

TUBAEric Fritz

TIMBALESRodrigo Álvarez Rangel (Principal)

PERCUSIONESJesús Reyes López (Principal), Sergio Rodríguez Olivares, Gerardo Croda Borges

ARPAEugenia Espinales Correa

PIANOJan Bratoz

Director apasionado y versátil, desde niño supo que la música era su mundo. Un mundo exigente y férreo, que requería disciplina y mucho estudio. Empezó en el Conservatorio Pernambucano, de su natal Recife (Brasil). Después, hizo las maletas. Continuó su formación en la Vieja Europa, Viena y Zurich, y en el nuevo mundo, Yale, EUA, y supo extraer la esencia musical de cada espacio. Ganó premios como pianista y como director orquestal, profesión por la que finalmente se inclinó, convirtién-dose en discípulo de directores de la talla de Eleazar de Carvalho, Kurt Masur, Sir Colin Davis, Julius Redel y Znedek Mácal.Ha actuado como Director Huésped con distintas orquestas en Europa y América; de Argentina a Polonia; de Chile a Estados Unidos; de Rusia a España... En México, además de su labor con la OSX, ha sido Director Huésped de las Orquestas Filármoni-cas de la UNAM, de la Ciudad de

México y del Festival Instrumenta de Oaxaca. En su natal Brasil ha colabo-rado con la Orquesta Sinfónica Brasi-leira, la Orquesta del Estado de São Paulo y la Orquesta del Teatro Nacio-nal de Brasilia. En el ámbito de la Ópera, una de sus preferencias personales, destacan las producciones dirigidas en el Rossini Opera Festival en Italia; en el Glim-merglass Opera Festival de la New York City Opera; en la Common-wealth Opera de Massachusetts; en el Teatro Calderón de Valladolid, España; en la Italian Operatic Expe-rience y en la Universidad de Albany, NY. También ha colaborado en producciones realizadas en el Teatro Real de Madrid, en el Vlaamse Opera de Bélgica, en el Edimburgh Festival del Reino Unido y en la Ópera de Tampa Bay, EUA.Su relación con la Orquesta Sinfónica de Xalapa se remonta al año 2006, cuando fue invitado por primera vez a participar como Director Huésped en el Festival Junio Musical, con un programa dedicado a la música de Brasil. A partir de esta fecha, sus apari-ciones con la OSX se convirtieron en una constante, y sus visitas a Xalapa se convirtieron en algo familiar, tanto para la orquesta como para el público.

Page 11: Programa 7 marzo, 2015

VIOLINES PRIMEROSMikhail Medvid (Concertino), Joaquín Chávez Quijano (Asistente), Manuel Lozano Torres (Asistente), Janina Harasymowicz, Luis Rodrigo García Gama, José Homero Melgar, Aquiles Casana Zamora, Andrzej Zaremba, Luis Sosa Huerta, Tonatiuh Bazán Piña, Alain Fonseca Rangel, Alexis Fonseca Rangel, Erasmo Capilla Montes, Antonio Méndez Escobar, Alejandro Kantaria, Ilya Ivanov Gotchev, Melanie Rivera Gracia, Eduardo Carlos Juárez López.

VIOLINES SEGUNDOSJuan Manuel Jiménez (Principal), Ryszard Zerynger (Asistente), Estela Cuervo Vera, Adelfo Sánchez Morales, Elizabeth Gutiérrez Torres, Marcelo Dufrane McDonald, Borislav Ivanov Gotchev, Lázaro Jascha González, Emilia Chtereva, Mireille López Guzmán, David de Jesús Torres, Jonathan Manacchio Parillo, Anayely Olivares Romero, Carlos Quijano Vásquez (interino)

VIOLAYurii Inti Bullón Bobadilla (Asistente), Ernesto Quistián Navarrete, Marco Antonio Rodríguez, Andrei Katsarava Risk, Marco Antonio Díaz Landa, Jorge López Gutiérrez, Gilberto Rocha Martínez, Eduardo Villalpando (Interino), Anamar García Salas (Interino)

VIOLONCELLOSDavid Nassidze (Principal), Dale Knight Hoaglin (Asistente), Alfredo Alva Guzmán, Teresa Aguirre Martínez, Daniela Derbez Roque, Roland Dufrane McDonald, Maurilio Castillo Saenz, Ana Aguirre Martínez, Makcim Fernández Samodaiev (Interino), Yahel Jiménez López (Interino)

CONTRABAJOSAndrzej Dechnik (Principal), Hugo G. Adriano Rodríguez (Asistente), Carlos Barquín Viveros, William Love, Enrique Lara Parrazal, Fernando Menchaca (Interino), José Miguel Mezura (Interino), Elliott Torres (Interino)

FLAUTA Othoniel Mejía Rodríguez (Asistente), Cecilia Valdés de Hoyos, David A. Rivera Martínez (Flauta y piccolo Interino)

OBOESDonald Callahan Dinardo (Principal) Esther Gleason Cook (Co-principal), Michael Sydney McVicar, Laura Baker (Corno Inglés)

CLARINETESAbel Pérez Pitón (Principal), José Alberto Contreras (Asistente), Juan Manuel Solís, David John Musheff (Requinto)

FAGOTESRex Gulson Miller (Principal), Armando Salgado Garza (Asistente), Arturo Hernández Salgado, Jesús Armendáriz Ramírez (Fagot y contrafagot)

CORNOSEduardo Daniel Flores (Principal), Dawn Droescher (Asistente), David Keith Eitzen, Tadeo Suriel Valencia, Larry Glenn Umipeg

TROMPETASJeffrey Smith (Principal), Bernardo Medel Díaz (Asistente), Timothy McKeown, Jalil Jorge Eufracio OSX

TROMBONESDavid Pozos Gómez (Principal), John Stringer (Asistente), Jakub Dedina.

TROMBÓN BAJOJohn Day Bosworth

TUBAEric Fritz

TIMBALESRodrigo Álvarez Rangel (Principal)

PERCUSIONESJesús Reyes López (Principal), Sergio Rodríguez Olivares, Gerardo Croda Borges

ARPAEugenia Espinales Correa

PIANOJan Bratoz

Page 12: Programa 7 marzo, 2015

PróximosConciertos

Tlaqná, Sala de Conciertos20:30 hrs.

ProgramaRicardo Castro

Intermezzo de “Atzimba”

Samuel BarberConcierto para violín y orquesta

Johannes BrahmsSinfonía No. 2

Lázaro Jascha González, ViolínLigia Amadio, Directora Invitada

Barber y Brahms14 de marzo 2014

Page 13: Programa 7 marzo, 2015

ProgramaJ. S. Bach / Stokowski

Tocata y Fuga en Re menor

Leroy OsmonConcierto No. 3, para tuba y orquesta de cámara

Anton DvorakSinfonía No. 6

Eric Fritz, Tuba

Michael Rossi, Director Invitado

Leroy Osmon para Tuba y Cámara28 de marzo 2014

ProgramaJoaquín BeristaínObertura Primavera

Olivier MessiaenOiscaux Exotiques

Robert SchumannSinfonía No. 1 “Primavera”

Boris Berman, PianoLanfranco Marcelletti, Director Titular

Primavera de Schumann y Beristaín21 de marzo 2014

Page 14: Programa 7 marzo, 2015

Enrique Vázquez SelemSecretario Técnico

Nelly PérezAsistente del Director

Doris Martínez GarcíaJefe del Dpto. de Administración y Logística

Elsileny Olivares RiañoJefe del Departamento de Mercadotecnia

Ulises S. Bullón SalcedoJefe de Personal

Mauro Torres SánchezJefe de Foro

Dulce María Hernández GarcíaAsistente de Jefe de Personal

José Luis Carmona AguilarResponsable de Biblioteca

Ana MedranoSecretaria de Administración

Marissa Sánchez CortezSecretaria de Mercadotecnia

Alina Luna ReyesRelaciones Públicas

Yanet Cruz SánchezPromoción y Ventas

Frida Aguirre MerlosDiseño y Publicidad

Perseo BernalProductor Audiovisual

María del Rocío Herrera HernándezGloria Sosa OlivoAlfredo GómezAuxiliares Administrativos

Bartolo ReducindoGerardo HernándezMartín CeballosLuis Humberto OlivaAuxiliares Técnicos

Cristina Herrera CasanovaAuxiliar de Biblioteca

José Guadalupe TreviñoMirna LandaMartín SoteloAuxiliares de Oficina

DirectorioAdministrativo

Rosa Alicia Cole Avendaño, ViolaEduardo González, Flauta

MúsicosExtras

Page 15: Programa 7 marzo, 2015

[email protected]. 8180834 ext. 106 y 107

Obten tu Abono¡Soy Estudiante OSX! 2014Con el que podrás asistir a 16 Conciertos de la Temporada¡Abierto a todos los estudiantes! Costo $100.00

Pueden adquirir sus Abonos en las oficinas de la OSX ubicadas en el 2º Piso del Teatro del Estado de 10:00 a 14:00 hrs. de lunes a viernes.Informes: 8180834 ext. 105 y 106 / [email protected]

ProgramaBenefactores y Amigos Corporativos OSXEste programa promueve un nuevo modelo de comunicación empresarial y un nuevo movimiento de personas y organizacio-nes en torno a las activiades de la OSX. Los recursos donados generosamente son destinados al apoyo de proyectos específi-cos que impulsan el fomento a Experiencias Trascendentales, Fomento de Desarrollo: Archivo musical, Pro-Instrumentos Fomento de Expediciones y Círculo de Promoción.

Oro (+ de $1,000,000)

Difundir y promocionar los conciertos a través de RTV

Bronce ($5,000.00 a $14,999)

Plata ($15,000.00 a $49,999)

Oro (+ de $50,000)

Amigos Corporativos OSX

Benefactor OSX

www.orquestasinfonicadexalapa.com

Page 16: Programa 7 marzo, 2015

Benefactor OSXFomento de Desarrollo / Pro Instrumentos

Diamante

Bronce

Plata

Promoción Musical OSX

Oro

Amigos Corporativos OSX

Rosa Alicia Cole Avendaño, ViolaEduardo González, Flauta