Programa 28 marzo, 2015

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Orquesta Sinfónica de Xalapa 28 de Marzo | Tlaqná, Sala de Conciertos | Xalapa, Ver.| 20:30 hrs. Lanfranco Marcelletti, Director Titular 1a. Temporada de Conciertos 2014 ¡Tu orquesta, tu sala!

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Eric Fritz, tuba

Transcript of Programa 28 marzo, 2015

Orquesta Sinfónica de Xalapa

28 de Marzo | Tlaqná, Sala de Conciertos | Xalapa, Ver.| 20:30 hrs.

Lanfranco Marcelletti, Director Titular

1a. Temporada de Conciertos 2014 ¡Tu orquesta, tu sala!

Universidad Veracruzana

Dra. Sara Ladrón de Guevara GonzálezRectora

Mtra. Leticia Rodríguez AudiracSecretaria Académica

Mtra. Clementina Guerrero GarcíaSecretaria de Administración y Finanzas

Dr. Octavio Agustín Ochoa ContrerasSecretario de Rectoría

Dra. Esther Hernández PalaciosDirectora General de Difusión Cultural

Johann Sebastian Bach/ Leopold Stokowski

Tocata y Fuga en re menor (11')

Leroy OsmonConcierto No.3 para tuba y

orquesta de cámara (21')

Lento - Allegro moderato - Moderato - LentoGravemente con affetto

Allegro - Lento - Allegro - Vivo

Eric Fritz, tuba

Anton DvorakSinfonía No. 6, Op. 60 (35')

Allegro non tantoAdagioScherzo (Furiant): PrestoFinale: Allegro con spirito

Michael Rossi, Director InvitadoIN

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Tratar de explicar aquí el posible interés de transcribir para orquesta sinfónica una obra de Johann Sebastian Bach (1685-1750), sobre todo si se trata de la más conocida y famosa de todas sus composiciones, sería un ejercicio inútil. Baste recordar, en cambio, que por razones más o menos fáciles de explicar, la música barroca ha sido un campo especialmente fértil para los trabajos de variación, transcripción, orquestación, arreglo, etc. realizados por músicos de épocas posteriores. La música de Juan Sebastián Bach ha ejercido siempre un atractivo especial sobre estos arreglistas, debido a sus numerosas cualidades intrínsecas y a la aparentemente infinita variedad de interpretaciones a las que se presta con naturalidad. También sería inútil, por ello mismo, intentar aquí hacer una lista de las transcripciones que se han hecho de las obras de Bach, en el

entendido de que las hay literalmente por cientos. Sin embargo, a manera de muestra, no está de más recordar algunas de ellas: los Conciertos de Brandenburgo en la versión del Trío de Guitarras de Amsterdam; las versiones electrónicas de algunas de sus obras para teclado realizadas por Walter Carlos; las piezas de blues basadas en Bach, a cargo del Modern Jazz Quartet; las extrovertidas versiones vocales sobre Bach que solían cantar los Swingle Singers; las fantásti-cas Variaciones barrocas de Lukas Foss, sobre el preludio de una de las partitas para violín de Bach.... en fin, que la lista sería interminable, y en realidad, el señor Bach no requiere de muchas presentaciones.Sobre Leopold Stokowski, sin embargo, sí vale la pena mencionar que este singular personaje dedicó sus talentos, que eran muchos, a la dirección orquestal y a la promoción de la música. Stokowski causó

gran controversia con sus orquesta-ciones de obras de Bach y otros compositores, así como con sus revisiones de las partituras de Beethoven, Brahms, Wagner, Puccini, etc. Es evidente que un compositor como Bach no podía sustraerse a los afanes transformis-tas de Stokowski, y uno de los trabajos más famosos de transcrip-ción del director es precisamente su versión orquestal a la portentosa Toccata y fuga BWV 565, trans-cripción que fue dada a conocer al mundo a través de la muy divertida película Fantasía (1940).

Originario del Estado de Indiana, el compositor y pedagogo Leroy Osmon (1948) ha dejado su huella musical y personal en México. Diversas fuentes atestiguan su presencia en Xalapa y en Mérida, y se mencionan diversas labores de asesoría que realizó para el área cultural de los gobiernos de Vera-cruz y Yucatán, incluyendo su participación en la creación de la Orquesta Sinfónica de Yucatán. Su contacto cercano con la cultura de nuestro país se ha visto reflejado en la creación de varias partituras que

aluden directamente a temas mexi-canos. Como instrumentista, se menciona que sus instrumentos han sido el clarinete y el saxofón, y también ha realizado labores de dirección orquestal. De la abun-dancia de música para banda que hay en su catálogo surge lógica-mente una buena cantidad de obras en las que los instrumentos de aliento llevan partes solistas o, en el caso de la música de cámara, parti-cipaciones destacadas.

En un breve texto enviado desde Mérida para esta nota, Leroy Osmon menciona que a partir de su Segundo concierto para tuba surgió la idea de cierta conexión con Gustav Mahler (1860-1911) para el tercero. Así, en la obra hay ciertas reminiscencias del lenguaje modal, de sonoridades judías, que puede hallarse en la música de Mahler porque, ¿qué intérprete de la tuba no adora a Mahler? Especí-ficamente, el compositor afirma:

El primer movimiento es el punto focal de este estilo. Se inicia con material melódico y de acompañamiento muy oscuro. La princi-pal exigencia para el intérprete en este movimiento es la resistencia. En el segundo

movimiento trabajo más con el color y la textura, tanto en la parte solista como en la orquesta. La adición del vibráfono le da a la música una cualidad soñadora o exótica, y el uso de armonías al estilo de Stravinski, combinadas con trinos y arpegios en el piano pinta un fondo transparente como en una pintura de J.M.W. Turner (uno de mis pintores favoritos). Aquí, además de la resistencia, se exige al solista un amplio rango dramático. El tercer movimiento es poderoso, y abre con un cluster de notas blancas en el piano y rápidas notas repetidas de violín y viola que son acentuadas por la percusión (crótalos y temple blocks). Este movimiento añade la exigencia del ritmo, tanto para el solista como para la orquesta. Esta “batalla” entre el solista y la orquesta llega a su fin con una inusual cadenza, y el concierto termina con una última explosión de ritmo.

El compositor ha comentado que aunque esta obra parece ser de estilo contemporáneo, en realidad él la considera como una pieza de carác-ter romántico en la que utiliza algunos elementos contemporáneos.

Leroy Osmon es el único autor conocido que ha compuesto más de dos conciertos para tuba. Su Tercer concierto, para tuba y orquesta de cámara, está dedicado a Eric Fritz, tubista de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. El propio Fritz se encargó del estreno absoluto de la obra, el 7 de junio de 2012, con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes dirigida por Eduardo García Barrios. El Concierto No. 4 de Osmon, para tuba y 10 trombones, se estrenará en Portugal proximamente.

Quizá no haya sido una casualidad que, para su Sexta sinfonía, Dvorák haya elegido la misma tonalidad, re mayor, que Ludwig van Beethoven (1770-1827) eligió para su propia Sexta. Este hecho, combinado con la impresión acústica (subjetiva pero muy difundida) de las cualidades bucólicas de la Sexta de Dvorák han hecho que se facilite el aplicar a esta obra, extraoficialmente, el adjetivo de pasto-ral. Pero más allá de estas coincidencias, es un hecho evidente que en esta, como en otras de sus sinfonías, Dvorák rinde tributo al

sinfonismo beethoveniano en ciertas cuestiones formales y expre-sivas. Por otra parte, todo análisis de la música de Dvorák, tanto en su producción sinfónica como en sus obras de cámara, indica con claridad la cercanía evidente de su pensamiento musical con el de Johannes Brahms (1833-1897). Podría decirse, para simplificar las cosas, que la música de Dvorák puede entenderse como una exten-sión del estilo de Brahms, con más libertad lírica y más flexibilidad expresiva, con colores instrumenta-les más atrevidos y brillantes, y con el sello especial del folklore de Bohemia. Sería erróneo decir que todas las obras de Dvorák están fuertemente marcadas por el color local de su patria, pero es induda-ble que muchas de sus partituras, aun sin hacer referencias directas a ritmos, melodías o armonías tradi-cionales, poseen de modo casi automático el espíritu de Bohemia. Si las Danzas eslavas son el ejemplo más claro de ello, en otras obras de Dvorák es posible hallar también referencias directas a los sonidos tradicionales de su tierra.En el caso particular de la Sexta sinfonía, está el hecho de que el Scherzo

está elaborado bajo la forma y la dinámica de un furiant, danza folklóri-ca que el compositor utilizó también en un par de obras para piano, indudablemente bajo la influencia del furiant que aparece en La novia vendida, ópera de su colega y compatriota Bedrich Smetana (1824-1884).

Dvorák compuso su Sexta sinfonía en el otoño de 1880, y esta fue la primera de sus sinfonías en ser impresa, por lo que llevó el número 1 en el viejo catálogo sinfónico del compositor. La obra fue estrenada en Praga el 25 de marzo de 1881, y la partitura está dedicada al gran director de orquesta Hans Richter. Poco después del estreno absoluto, Richter quiso dirigir el estreno de la sinfonía en Viena, pero por entonces había en la capital austríaca (que nunca se ha distinguido por su generosidad para con los extranjeros) una fuerte corriente de hostilidad hacia los pueblos de los confines del imperio austro-húngaro, incluyendo, claro, el pueblo checo. Así, la primera ejecución de la Sexta sinfonía de Dvorák fuera de su tierra natal ocurrió en Leipzig en 1882, bajo la dirección de Paul Klengel.

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Tratar de explicar aquí el posible interés de transcribir para orquesta sinfónica una obra de Johann Sebastian Bach (1685-1750), sobre todo si se trata de la más conocida y famosa de todas sus composiciones, sería un ejercicio inútil. Baste recordar, en cambio, que por razones más o menos fáciles de explicar, la música barroca ha sido un campo especialmente fértil para los trabajos de variación, transcripción, orquestación, arreglo, etc. realizados por músicos de épocas posteriores. La música de Juan Sebastián Bach ha ejercido siempre un atractivo especial sobre estos arreglistas, debido a sus numerosas cualidades intrínsecas y a la aparentemente infinita variedad de interpretaciones a las que se presta con naturalidad. También sería inútil, por ello mismo, intentar aquí hacer una lista de las transcripciones que se han hecho de las obras de Bach, en el

entendido de que las hay literalmente por cientos. Sin embargo, a manera de muestra, no está de más recordar algunas de ellas: los Conciertos de Brandenburgo en la versión del Trío de Guitarras de Amsterdam; las versiones electrónicas de algunas de sus obras para teclado realizadas por Walter Carlos; las piezas de blues basadas en Bach, a cargo del Modern Jazz Quartet; las extrovertidas versiones vocales sobre Bach que solían cantar los Swingle Singers; las fantásti-cas Variaciones barrocas de Lukas Foss, sobre el preludio de una de las partitas para violín de Bach.... en fin, que la lista sería interminable, y en realidad, el señor Bach no requiere de muchas presentaciones.Sobre Leopold Stokowski, sin embargo, sí vale la pena mencionar que este singular personaje dedicó sus talentos, que eran muchos, a la dirección orquestal y a la promoción de la música. Stokowski causó

gran controversia con sus orquesta-ciones de obras de Bach y otros compositores, así como con sus revisiones de las partituras de Beethoven, Brahms, Wagner, Puccini, etc. Es evidente que un compositor como Bach no podía sustraerse a los afanes transformis-tas de Stokowski, y uno de los trabajos más famosos de transcrip-ción del director es precisamente su versión orquestal a la portentosa Toccata y fuga BWV 565, trans-cripción que fue dada a conocer al mundo a través de la muy divertida película Fantasía (1940).

Originario del Estado de Indiana, el compositor y pedagogo Leroy Osmon (1948) ha dejado su huella musical y personal en México. Diversas fuentes atestiguan su presencia en Xalapa y en Mérida, y se mencionan diversas labores de asesoría que realizó para el área cultural de los gobiernos de Vera-cruz y Yucatán, incluyendo su participación en la creación de la Orquesta Sinfónica de Yucatán. Su contacto cercano con la cultura de nuestro país se ha visto reflejado en la creación de varias partituras que

aluden directamente a temas mexi-canos. Como instrumentista, se menciona que sus instrumentos han sido el clarinete y el saxofón, y también ha realizado labores de dirección orquestal. De la abun-dancia de música para banda que hay en su catálogo surge lógica-mente una buena cantidad de obras en las que los instrumentos de aliento llevan partes solistas o, en el caso de la música de cámara, parti-cipaciones destacadas.

En un breve texto enviado desde Mérida para esta nota, Leroy Osmon menciona que a partir de su Segundo concierto para tuba surgió la idea de cierta conexión con Gustav Mahler (1860-1911) para el tercero. Así, en la obra hay ciertas reminiscencias del lenguaje modal, de sonoridades judías, que puede hallarse en la música de Mahler porque, ¿qué intérprete de la tuba no adora a Mahler? Especí-ficamente, el compositor afirma:

El primer movimiento es el punto focal de este estilo. Se inicia con material melódico y de acompañamiento muy oscuro. La princi-pal exigencia para el intérprete en este movimiento es la resistencia. En el segundo

movimiento trabajo más con el color y la textura, tanto en la parte solista como en la orquesta. La adición del vibráfono le da a la música una cualidad soñadora o exótica, y el uso de armonías al estilo de Stravinski, combinadas con trinos y arpegios en el piano pinta un fondo transparente como en una pintura de J.M.W. Turner (uno de mis pintores favoritos). Aquí, además de la resistencia, se exige al solista un amplio rango dramático. El tercer movimiento es poderoso, y abre con un cluster de notas blancas en el piano y rápidas notas repetidas de violín y viola que son acentuadas por la percusión (crótalos y temple blocks). Este movimiento añade la exigencia del ritmo, tanto para el solista como para la orquesta. Esta “batalla” entre el solista y la orquesta llega a su fin con una inusual cadenza, y el concierto termina con una última explosión de ritmo.

El compositor ha comentado que aunque esta obra parece ser de estilo contemporáneo, en realidad él la considera como una pieza de carác-ter romántico en la que utiliza algunos elementos contemporáneos.

Leroy Osmon es el único autor conocido que ha compuesto más de dos conciertos para tuba. Su Tercer concierto, para tuba y orquesta de cámara, está dedicado a Eric Fritz, tubista de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. El propio Fritz se encargó del estreno absoluto de la obra, el 7 de junio de 2012, con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes dirigida por Eduardo García Barrios. El Concierto No. 4 de Osmon, para tuba y 10 trombones, se estrenará en Portugal proximamente.

Quizá no haya sido una casualidad que, para su Sexta sinfonía, Dvorák haya elegido la misma tonalidad, re mayor, que Ludwig van Beethoven (1770-1827) eligió para su propia Sexta. Este hecho, combinado con la impresión acústica (subjetiva pero muy difundida) de las cualidades bucólicas de la Sexta de Dvorák han hecho que se facilite el aplicar a esta obra, extraoficialmente, el adjetivo de pasto-ral. Pero más allá de estas coincidencias, es un hecho evidente que en esta, como en otras de sus sinfonías, Dvorák rinde tributo al

sinfonismo beethoveniano en ciertas cuestiones formales y expre-sivas. Por otra parte, todo análisis de la música de Dvorák, tanto en su producción sinfónica como en sus obras de cámara, indica con claridad la cercanía evidente de su pensamiento musical con el de Johannes Brahms (1833-1897). Podría decirse, para simplificar las cosas, que la música de Dvorák puede entenderse como una exten-sión del estilo de Brahms, con más libertad lírica y más flexibilidad expresiva, con colores instrumenta-les más atrevidos y brillantes, y con el sello especial del folklore de Bohemia. Sería erróneo decir que todas las obras de Dvorák están fuertemente marcadas por el color local de su patria, pero es induda-ble que muchas de sus partituras, aun sin hacer referencias directas a ritmos, melodías o armonías tradi-cionales, poseen de modo casi automático el espíritu de Bohemia. Si las Danzas eslavas son el ejemplo más claro de ello, en otras obras de Dvorák es posible hallar también referencias directas a los sonidos tradicionales de su tierra.En el caso particular de la Sexta sinfonía, está el hecho de que el Scherzo

está elaborado bajo la forma y la dinámica de un furiant, danza folklóri-ca que el compositor utilizó también en un par de obras para piano, indudablemente bajo la influencia del furiant que aparece en La novia vendida, ópera de su colega y compatriota Bedrich Smetana (1824-1884).

Dvorák compuso su Sexta sinfonía en el otoño de 1880, y esta fue la primera de sus sinfonías en ser impresa, por lo que llevó el número 1 en el viejo catálogo sinfónico del compositor. La obra fue estrenada en Praga el 25 de marzo de 1881, y la partitura está dedicada al gran director de orquesta Hans Richter. Poco después del estreno absoluto, Richter quiso dirigir el estreno de la sinfonía en Viena, pero por entonces había en la capital austríaca (que nunca se ha distinguido por su generosidad para con los extranjeros) una fuerte corriente de hostilidad hacia los pueblos de los confines del imperio austro-húngaro, incluyendo, claro, el pueblo checo. Así, la primera ejecución de la Sexta sinfonía de Dvorák fuera de su tierra natal ocurrió en Leipzig en 1882, bajo la dirección de Paul Klengel.

Tratar de explicar aquí el posible interés de transcribir para orquesta sinfónica una obra de Johann Sebastian Bach (1685-1750), sobre todo si se trata de la más conocida y famosa de todas sus composiciones, sería un ejercicio inútil. Baste recordar, en cambio, que por razones más o menos fáciles de explicar, la música barroca ha sido un campo especialmente fértil para los trabajos de variación, transcripción, orquestación, arreglo, etc. realizados por músicos de épocas posteriores. La música de Juan Sebastián Bach ha ejercido siempre un atractivo especial sobre estos arreglistas, debido a sus numerosas cualidades intrínsecas y a la aparentemente infinita variedad de interpretaciones a las que se presta con naturalidad. También sería inútil, por ello mismo, intentar aquí hacer una lista de las transcripciones que se han hecho de las obras de Bach, en el

entendido de que las hay literalmente por cientos. Sin embargo, a manera de muestra, no está de más recordar algunas de ellas: los Conciertos de Brandenburgo en la versión del Trío de Guitarras de Amsterdam; las versiones electrónicas de algunas de sus obras para teclado realizadas por Walter Carlos; las piezas de blues basadas en Bach, a cargo del Modern Jazz Quartet; las extrovertidas versiones vocales sobre Bach que solían cantar los Swingle Singers; las fantásti-cas Variaciones barrocas de Lukas Foss, sobre el preludio de una de las partitas para violín de Bach.... en fin, que la lista sería interminable, y en realidad, el señor Bach no requiere de muchas presentaciones.Sobre Leopold Stokowski, sin embargo, sí vale la pena mencionar que este singular personaje dedicó sus talentos, que eran muchos, a la dirección orquestal y a la promoción de la música. Stokowski causó

gran controversia con sus orquesta-ciones de obras de Bach y otros compositores, así como con sus revisiones de las partituras de Beethoven, Brahms, Wagner, Puccini, etc. Es evidente que un compositor como Bach no podía sustraerse a los afanes transformis-tas de Stokowski, y uno de los trabajos más famosos de transcrip-ción del director es precisamente su versión orquestal a la portentosa Toccata y fuga BWV 565, trans-cripción que fue dada a conocer al mundo a través de la muy divertida película Fantasía (1940).

Originario del Estado de Indiana, el compositor y pedagogo Leroy Osmon (1948) ha dejado su huella musical y personal en México. Diversas fuentes atestiguan su presencia en Xalapa y en Mérida, y se mencionan diversas labores de asesoría que realizó para el área cultural de los gobiernos de Vera-cruz y Yucatán, incluyendo su participación en la creación de la Orquesta Sinfónica de Yucatán. Su contacto cercano con la cultura de nuestro país se ha visto reflejado en la creación de varias partituras que

aluden directamente a temas mexi-canos. Como instrumentista, se menciona que sus instrumentos han sido el clarinete y el saxofón, y también ha realizado labores de dirección orquestal. De la abun-dancia de música para banda que hay en su catálogo surge lógica-mente una buena cantidad de obras en las que los instrumentos de aliento llevan partes solistas o, en el caso de la música de cámara, parti-cipaciones destacadas.

En un breve texto enviado desde Mérida para esta nota, Leroy Osmon menciona que a partir de su Segundo concierto para tuba surgió la idea de cierta conexión con Gustav Mahler (1860-1911) para el tercero. Así, en la obra hay ciertas reminiscencias del lenguaje modal, de sonoridades judías, que puede hallarse en la música de Mahler porque, ¿qué intérprete de la tuba no adora a Mahler? Especí-ficamente, el compositor afirma:

El primer movimiento es el punto focal de este estilo. Se inicia con material melódico y de acompañamiento muy oscuro. La princi-pal exigencia para el intérprete en este movimiento es la resistencia. En el segundo

movimiento trabajo más con el color y la textura, tanto en la parte solista como en la orquesta. La adición del vibráfono le da a la música una cualidad soñadora o exótica, y el uso de armonías al estilo de Stravinski, combinadas con trinos y arpegios en el piano pinta un fondo transparente como en una pintura de J.M.W. Turner (uno de mis pintores favoritos). Aquí, además de la resistencia, se exige al solista un amplio rango dramático. El tercer movimiento es poderoso, y abre con un cluster de notas blancas en el piano y rápidas notas repetidas de violín y viola que son acentuadas por la percusión (crótalos y temple blocks). Este movimiento añade la exigencia del ritmo, tanto para el solista como para la orquesta. Esta “batalla” entre el solista y la orquesta llega a su fin con una inusual cadenza, y el concierto termina con una última explosión de ritmo.

El compositor ha comentado que aunque esta obra parece ser de estilo contemporáneo, en realidad él la considera como una pieza de carác-ter romántico en la que utiliza algunos elementos contemporáneos.

Leroy Osmon es el único autor conocido que ha compuesto más de dos conciertos para tuba. Su Tercer concierto, para tuba y orquesta de cámara, está dedicado a Eric Fritz, tubista de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. El propio Fritz se encargó del estreno absoluto de la obra, el 7 de junio de 2012, con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes dirigida por Eduardo García Barrios. El Concierto No. 4 de Osmon, para tuba y 10 trombones, se estrenará en Portugal proximamente.

Quizá no haya sido una casualidad que, para su Sexta sinfonía, Dvorák haya elegido la misma tonalidad, re mayor, que Ludwig van Beethoven (1770-1827) eligió para su propia Sexta. Este hecho, combinado con la impresión acústica (subjetiva pero muy difundida) de las cualidades bucólicas de la Sexta de Dvorák han hecho que se facilite el aplicar a esta obra, extraoficialmente, el adjetivo de pasto-ral. Pero más allá de estas coincidencias, es un hecho evidente que en esta, como en otras de sus sinfonías, Dvorák rinde tributo al

sinfonismo beethoveniano en ciertas cuestiones formales y expre-sivas. Por otra parte, todo análisis de la música de Dvorák, tanto en su producción sinfónica como en sus obras de cámara, indica con claridad la cercanía evidente de su pensamiento musical con el de Johannes Brahms (1833-1897). Podría decirse, para simplificar las cosas, que la música de Dvorák puede entenderse como una exten-sión del estilo de Brahms, con más libertad lírica y más flexibilidad expresiva, con colores instrumenta-les más atrevidos y brillantes, y con el sello especial del folklore de Bohemia. Sería erróneo decir que todas las obras de Dvorák están fuertemente marcadas por el color local de su patria, pero es induda-ble que muchas de sus partituras, aun sin hacer referencias directas a ritmos, melodías o armonías tradi-cionales, poseen de modo casi automático el espíritu de Bohemia. Si las Danzas eslavas son el ejemplo más claro de ello, en otras obras de Dvorák es posible hallar también referencias directas a los sonidos tradicionales de su tierra.En el caso particular de la Sexta sinfonía, está el hecho de que el Scherzo

está elaborado bajo la forma y la dinámica de un furiant, danza folklóri-ca que el compositor utilizó también en un par de obras para piano, indudablemente bajo la influencia del furiant que aparece en La novia vendida, ópera de su colega y compatriota Bedrich Smetana (1824-1884).

Dvorák compuso su Sexta sinfonía en el otoño de 1880, y esta fue la primera de sus sinfonías en ser impresa, por lo que llevó el número 1 en el viejo catálogo sinfónico del compositor. La obra fue estrenada en Praga el 25 de marzo de 1881, y la partitura está dedicada al gran director de orquesta Hans Richter. Poco después del estreno absoluto, Richter quiso dirigir el estreno de la sinfonía en Viena, pero por entonces había en la capital austríaca (que nunca se ha distinguido por su generosidad para con los extranjeros) una fuerte corriente de hostilidad hacia los pueblos de los confines del imperio austro-húngaro, incluyendo, claro, el pueblo checo. Así, la primera ejecución de la Sexta sinfonía de Dvorák fuera de su tierra natal ocurrió en Leipzig en 1882, bajo la dirección de Paul Klengel.

Dvorák

Tratar de explicar aquí el posible interés de transcribir para orquesta sinfónica una obra de Johann Sebastian Bach (1685-1750), sobre todo si se trata de la más conocida y famosa de todas sus composiciones, sería un ejercicio inútil. Baste recordar, en cambio, que por razones más o menos fáciles de explicar, la música barroca ha sido un campo especialmente fértil para los trabajos de variación, transcripción, orquestación, arreglo, etc. realizados por músicos de épocas posteriores. La música de Juan Sebastián Bach ha ejercido siempre un atractivo especial sobre estos arreglistas, debido a sus numerosas cualidades intrínsecas y a la aparentemente infinita variedad de interpretaciones a las que se presta con naturalidad. También sería inútil, por ello mismo, intentar aquí hacer una lista de las transcripciones que se han hecho de las obras de Bach, en el

entendido de que las hay literalmente por cientos. Sin embargo, a manera de muestra, no está de más recordar algunas de ellas: los Conciertos de Brandenburgo en la versión del Trío de Guitarras de Amsterdam; las versiones electrónicas de algunas de sus obras para teclado realizadas por Walter Carlos; las piezas de blues basadas en Bach, a cargo del Modern Jazz Quartet; las extrovertidas versiones vocales sobre Bach que solían cantar los Swingle Singers; las fantásti-cas Variaciones barrocas de Lukas Foss, sobre el preludio de una de las partitas para violín de Bach.... en fin, que la lista sería interminable, y en realidad, el señor Bach no requiere de muchas presentaciones.Sobre Leopold Stokowski, sin embargo, sí vale la pena mencionar que este singular personaje dedicó sus talentos, que eran muchos, a la dirección orquestal y a la promoción de la música. Stokowski causó

gran controversia con sus orquesta-ciones de obras de Bach y otros compositores, así como con sus revisiones de las partituras de Beethoven, Brahms, Wagner, Puccini, etc. Es evidente que un compositor como Bach no podía sustraerse a los afanes transformis-tas de Stokowski, y uno de los trabajos más famosos de transcrip-ción del director es precisamente su versión orquestal a la portentosa Toccata y fuga BWV 565, trans-cripción que fue dada a conocer al mundo a través de la muy divertida película Fantasía (1940).

Originario del Estado de Indiana, el compositor y pedagogo Leroy Osmon (1948) ha dejado su huella musical y personal en México. Diversas fuentes atestiguan su presencia en Xalapa y en Mérida, y se mencionan diversas labores de asesoría que realizó para el área cultural de los gobiernos de Vera-cruz y Yucatán, incluyendo su participación en la creación de la Orquesta Sinfónica de Yucatán. Su contacto cercano con la cultura de nuestro país se ha visto reflejado en la creación de varias partituras que

aluden directamente a temas mexi-canos. Como instrumentista, se menciona que sus instrumentos han sido el clarinete y el saxofón, y también ha realizado labores de dirección orquestal. De la abun-dancia de música para banda que hay en su catálogo surge lógica-mente una buena cantidad de obras en las que los instrumentos de aliento llevan partes solistas o, en el caso de la música de cámara, parti-cipaciones destacadas.

En un breve texto enviado desde Mérida para esta nota, Leroy Osmon menciona que a partir de su Segundo concierto para tuba surgió la idea de cierta conexión con Gustav Mahler (1860-1911) para el tercero. Así, en la obra hay ciertas reminiscencias del lenguaje modal, de sonoridades judías, que puede hallarse en la música de Mahler porque, ¿qué intérprete de la tuba no adora a Mahler? Especí-ficamente, el compositor afirma:

El primer movimiento es el punto focal de este estilo. Se inicia con material melódico y de acompañamiento muy oscuro. La princi-pal exigencia para el intérprete en este movimiento es la resistencia. En el segundo

movimiento trabajo más con el color y la textura, tanto en la parte solista como en la orquesta. La adición del vibráfono le da a la música una cualidad soñadora o exótica, y el uso de armonías al estilo de Stravinski, combinadas con trinos y arpegios en el piano pinta un fondo transparente como en una pintura de J.M.W. Turner (uno de mis pintores favoritos). Aquí, además de la resistencia, se exige al solista un amplio rango dramático. El tercer movimiento es poderoso, y abre con un cluster de notas blancas en el piano y rápidas notas repetidas de violín y viola que son acentuadas por la percusión (crótalos y temple blocks). Este movimiento añade la exigencia del ritmo, tanto para el solista como para la orquesta. Esta “batalla” entre el solista y la orquesta llega a su fin con una inusual cadenza, y el concierto termina con una última explosión de ritmo.

El compositor ha comentado que aunque esta obra parece ser de estilo contemporáneo, en realidad él la considera como una pieza de carác-ter romántico en la que utiliza algunos elementos contemporáneos.

Leroy Osmon es el único autor conocido que ha compuesto más de dos conciertos para tuba. Su Tercer concierto, para tuba y orquesta de cámara, está dedicado a Eric Fritz, tubista de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. El propio Fritz se encargó del estreno absoluto de la obra, el 7 de junio de 2012, con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes dirigida por Eduardo García Barrios. El Concierto No. 4 de Osmon, para tuba y 10 trombones, se estrenará en Portugal proximamente.

Quizá no haya sido una casualidad que, para su Sexta sinfonía, Dvorák haya elegido la misma tonalidad, re mayor, que Ludwig van Beethoven (1770-1827) eligió para su propia Sexta. Este hecho, combinado con la impresión acústica (subjetiva pero muy difundida) de las cualidades bucólicas de la Sexta de Dvorák han hecho que se facilite el aplicar a esta obra, extraoficialmente, el adjetivo de pasto-ral. Pero más allá de estas coincidencias, es un hecho evidente que en esta, como en otras de sus sinfonías, Dvorák rinde tributo al

sinfonismo beethoveniano en ciertas cuestiones formales y expre-sivas. Por otra parte, todo análisis de la música de Dvorák, tanto en su producción sinfónica como en sus obras de cámara, indica con claridad la cercanía evidente de su pensamiento musical con el de Johannes Brahms (1833-1897). Podría decirse, para simplificar las cosas, que la música de Dvorák puede entenderse como una exten-sión del estilo de Brahms, con más libertad lírica y más flexibilidad expresiva, con colores instrumenta-les más atrevidos y brillantes, y con el sello especial del folklore de Bohemia. Sería erróneo decir que todas las obras de Dvorák están fuertemente marcadas por el color local de su patria, pero es induda-ble que muchas de sus partituras, aun sin hacer referencias directas a ritmos, melodías o armonías tradi-cionales, poseen de modo casi automático el espíritu de Bohemia. Si las Danzas eslavas son el ejemplo más claro de ello, en otras obras de Dvorák es posible hallar también referencias directas a los sonidos tradicionales de su tierra.En el caso particular de la Sexta sinfonía, está el hecho de que el Scherzo

está elaborado bajo la forma y la dinámica de un furiant, danza folklóri-ca que el compositor utilizó también en un par de obras para piano, indudablemente bajo la influencia del furiant que aparece en La novia vendida, ópera de su colega y compatriota Bedrich Smetana (1824-1884).

Dvorák compuso su Sexta sinfonía en el otoño de 1880, y esta fue la primera de sus sinfonías en ser impresa, por lo que llevó el número 1 en el viejo catálogo sinfónico del compositor. La obra fue estrenada en Praga el 25 de marzo de 1881, y la partitura está dedicada al gran director de orquesta Hans Richter. Poco después del estreno absoluto, Richter quiso dirigir el estreno de la sinfonía en Viena, pero por entonces había en la capital austríaca (que nunca se ha distinguido por su generosidad para con los extranjeros) una fuerte corriente de hostilidad hacia los pueblos de los confines del imperio austro-húngaro, incluyendo, claro, el pueblo checo. Así, la primera ejecución de la Sexta sinfonía de Dvorák fuera de su tierra natal ocurrió en Leipzig en 1882, bajo la dirección de Paul Klengel.

fotografía: Eka Ríos

Michael Rossi se está convirtiendo rápidamente en uno de los miem-bros más reconocidos entre la nueva generación de directores orquestales en los EUA. Recientemente fue nombrado Director Musical del Festival de Música de Siena en Siena, Italia, en cuya temporada 2012 condujo la producción de ‘Las Bodas de Figaro’, de Mozart, y regresará este verano para dirigir una nueva producción de ‘Falstaff ’ de Verdi. En el ámbito operístico, hizo su debut en la Ópera Nacional de Washington (WNO) con una realización de ‘Las Bodas de Figaro’, durante la temporada 2010-2011. Al poco tiempo se dio su debut en el Carnegie Hall de la ciudad de Nueva York, dirigiendo el estreno de la ópera de Marcos Galvany ‘Oh My Son’, con el New England Symphonic Ensemble.

En el 2013 regresó a la WNO, dirigiendo una producción de ‘Hansel y Gretel’; se presentó con la Sinfónica de Baltimore en su serie de concier-tos festivos ‘POPS’; dirigió en Roma el estreno de ‘Oh My Son’, para el Vaticano, y abrio la temporada de la Sinfónica de Charleston, EUA. Actualmente se desempeña como director asistente con la célebre Orquesta de Filadelfia, con la cual ha dirigido ‘Alexander Nevsky’ de Prokofiev, la Sinfonía de Cesar Franck, el Concierto para dos pianos de Francis Poulenc, y la Toccata y Fuga en Re menor de J.S. Bach.

Michael Rossi hizo su debut internacional dirigiendo a Plácido Domingo y la Orquesta de la Ópera Nacional de China, en Beijing, en una transmisión televisiada en vivo. Posteriormente hizo su debut en el Strathmore Hall, Maryland, EUA, en un concierto con la Orquesta de la WNO. También dirigió esta misma orquesta en un

Director InvitadoMichael Rossi concierto de honor para el Fondo

Nacional de las Artes de los EUA, que fue transmitido en vivo por la Radio Pública Nacional.

En los años 2009 y 2010, Michael fue becario de la Academia Ameri-cana de Dirección de Orquesta, en Aspen, EUA, donde estudió con David Zinman, Robert Spanno, Hugh Wolfe y Larry Radclife. Fue seleccionado por Kurt Masur para participar en el ‘Seminario de Direc-ción Orquestal Kurt Masur‘, en la Manhattan School of Music, en Nueva York, y fue elegido por el mismo Maestro Masur para dirigir la Sinfonía Italiana de Mendelssohn con la orquesta de esta misma escue-la. Rossi está siguiendo el camino de muchos directores, que iniciaron sus carreras orquestales como instru-mentistas: a la edad de 22 años, ganó el puesto de segunda trompeta en la orquesta del Kennedy Center Opera House, convirtiéndose en el instru-mentista más joven en ganar un puesto en esta orquesta.

Originario de Hutchinson, Kansas, EUA, recibió su licenciatura en música de la Universidad del Sur de California y su grado de maestría en música en The Juilliard School. También realizó estudios de postgrado en los conservatorios de Lausanne y Zurich, Suiza. Eric ha sido tubista principal de la Orquesta Sinfónica de Xalapa desde 1992 y ha sido tubista principal del Festival de Spoleto, en los EUA e Italia, y de la Orquesta Sinfónica de Minería en la Ciudad de México. Ha sido integrante de la Orquesta de la Ópera de Zurich, Music Collegium Winterthur, Sinfonietta de Lausanne, Aargauer Symphonie Orchester, Filarmónica de la Ciudad de México, Solistas de México, La Camerata de las Américas, Sinfónica de Santa Rosa y The New World Symphony, entre otras.

En 1988 ganó el primer lugar en el Pasadena Solo Competition y en 1991, como miembro del West Side Chamber Brass, ganó el primer lugar en el Shoreline for the Arts Chamber Music Competition.

Se ha presentado como recitalista en México, EUA, Suiza, Croacia y Serbia, y como solista ha actuado con la Orquesta Sinfónica de Xalapa, Orquesta Sinfónica de Minería, Filarmónica de Querétaro, Filarmónica de Acapulco, Salina Symphony (EUA), Orquesta de la Radio y Televisión de Serbia y la Orquesta de Cámara de la Universi-dad Autónoma de Yucatán, entre otras agrupaciones. Durante siete años, Eric fue miembro del Quinteto de Metales Anahata, que fue el primer ensamble de metales que recibió la prestigiosa beca del FONCA. También es miembro del Quinteto de Trombones y Tuba de la OSX. Con este grupo, tocó en 1997 en el Festival Internacional de Trombón en la Ciudad de México, y en 2002 en el festival de la Interna-tional Trombone Association, en Denton, Texas.

Como maestro, ha dado cursos y clases magistrales en México, EUA, Suiza, Croacia y Serbia. Actualmente es maestro de tuba en el Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz y la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana.

TubaEric Fritz

VIOLINES PRIMEROSMikhail Medvid (Concertino), Joaquín Chávez Quijano (Asistente), Manuel Lozano Torres (Asistente), Janina Harasymowicz, Luis Rodrigo García Gama, José Homero Melgar, Andrzej Zaremba, Luis Sosa Huerta, Tonatiuh Bazán Piña, Alain Fonseca Rangel, Alexis Fonseca Rangel, Erasmo Capilla Montes, Antonio Méndez Escobar, Alejandro Kantaria, Ilya Ivanov Gotchev, Melanie Rivera Gracia, Eduardo Carlos Juárez López

VIOLINES SEGUNDOSJuan Manuel Jiménez (Principal), Ryszard Zerynger (Asistente), Estela Cuervo Vera, Adelfo Sánchez Morales, Elizabeth Gutiérrez Torres, Marcelo Dufrane McDonald, Borislav Ivanov Gotchev, Lázaro Jascha González, Emilia Chtereva, Mireille López Guzmán, David de Jesús Torres, Jonathan Manacchio Parillo, Anayely Olivares Romero, Carlos Quijano Vásquez (interino)

VIOLAYurii Inti Bullón Bobadilla (Asistente), Ernesto Quistián Navarrete, Marco Antonio Rodríguez, Andrei Katsarava Risk, Marco Antonio Díaz Landa, Jorge López Gutiérrez, Gilberto Rocha Martínez, Eduardo Villalpando (Interino), Anamar García Salas (Interino), Rosa Alicia Cole Avendaño (Interino)

VIOLONCELLOSDavid Nassidze (Principal), Dale Knight Hoaglin (Asistente), Alfredo Alva Guzmán, Teresa Aguirre Martínez, Daniela Derbez Roque, Roland Dufrane McDonald, Maurilio Castillo Saenz, Ana Aguirre Martínez, Makcim Fernández Samodaiev (Interino), Yahel Jiménez López (Interino)

CONTRABAJOSAndrzej Dechnik (Principal), Hugo G. Adriano Rodríguez (Asistente), Carlos Barquín Viveros, William Love, Enrique Lara Parrazal, Fernando Menchaca (Interino), José Miguel Mezura (Interino), Elliott Torres (Interino)

FLAUTA Othoniel Mejía Rodríguez (Asistente), Cecilia Valdés de Hoyos, David A. Rivera Martínez (Flauta y piccolo Interino)

OBOESDonald Callahan Dinardo (Principal) Esther Gleason Cook (Co-principal), Michael Sydney McVicar, Laura Baker (Corno Inglés)

CLARINETESAbel Pérez Pitón (Principal), José Alberto Contreras (Asistente), Juan Manuel Solís, David John Musheff (Requinto)

FAGOTESRex Gulson Miller (Principal), Armando Salgado Garza (Asistente), Arturo Hernández Salgado, Jesús Armendáriz Ramírez (Fagot y contrafagot)

CORNOSEduardo Daniel Flores (Principal), Dawn Droescher (Asistente), David Keith Eitzen, Tadeo Suriel Valencia, Larry Glenn Umipeg

TROMPETASJeffrey Smith (Principal), Bernardo Medel Díaz (Asistente), Timothy McKeown, Jalil Jorge Eufracio

TROMBONESDavid Pozos Gómez (Principal), John Stringer (Asistente), Jakub Dedina.

TROMBÓN BAJOJohn Day Bosworth

TUBAEric Fritz

TIMBALESRodrigo Álvarez Rangel (Principal)

PERCUSIONESJesús Reyes López (Principal), Sergio Rodríguez Olivares, Gerardo Croda Borges

ARPAEugenia Espinales Correa

PIANOJan Bratoz

Músicos

VIOLINES PRIMEROSMikhail Medvid (Concertino), Joaquín Chávez Quijano (Asistente), Manuel Lozano Torres (Asistente), Janina Harasymowicz, Luis Rodrigo García Gama, José Homero Melgar, Andrzej Zaremba, Luis Sosa Huerta, Tonatiuh Bazán Piña, Alain Fonseca Rangel, Alexis Fonseca Rangel, Erasmo Capilla Montes, Antonio Méndez Escobar, Alejandro Kantaria, Ilya Ivanov Gotchev, Melanie Rivera Gracia, Eduardo Carlos Juárez López

VIOLINES SEGUNDOSJuan Manuel Jiménez (Principal), Ryszard Zerynger (Asistente), Estela Cuervo Vera, Adelfo Sánchez Morales, Elizabeth Gutiérrez Torres, Marcelo Dufrane McDonald, Borislav Ivanov Gotchev, Lázaro Jascha González, Emilia Chtereva, Mireille López Guzmán, David de Jesús Torres, Jonathan Manacchio Parillo, Anayely Olivares Romero, Carlos Quijano Vásquez (interino)

VIOLAYurii Inti Bullón Bobadilla (Asistente), Ernesto Quistián Navarrete, Marco Antonio Rodríguez, Andrei Katsarava Risk, Marco Antonio Díaz Landa, Jorge López Gutiérrez, Gilberto Rocha Martínez, Eduardo Villalpando (Interino), Anamar García Salas (Interino), Rosa Alicia Cole Avendaño (Interino)

VIOLONCELLOSDavid Nassidze (Principal), Dale Knight Hoaglin (Asistente), Alfredo Alva Guzmán, Teresa Aguirre Martínez, Daniela Derbez Roque, Roland Dufrane McDonald, Maurilio Castillo Saenz, Ana Aguirre Martínez, Makcim Fernández Samodaiev (Interino), Yahel Jiménez López (Interino)

CONTRABAJOSAndrzej Dechnik (Principal), Hugo G. Adriano Rodríguez (Asistente), Carlos Barquín Viveros, William Love, Enrique Lara Parrazal, Fernando Menchaca (Interino), José Miguel Mezura (Interino), Elliott Torres (Interino)

FLAUTA Othoniel Mejía Rodríguez (Asistente), Cecilia Valdés de Hoyos, David A. Rivera Martínez (Flauta y piccolo Interino)

OBOESDonald Callahan Dinardo (Principal) Esther Gleason Cook (Co-principal), Michael Sydney McVicar, Laura Baker (Corno Inglés)

CLARINETESAbel Pérez Pitón (Principal), José Alberto Contreras (Asistente), Juan Manuel Solís, David John Musheff (Requinto)

FAGOTESRex Gulson Miller (Principal), Armando Salgado Garza (Asistente), Arturo Hernández Salgado, Jesús Armendáriz Ramírez (Fagot y contrafagot)

CORNOSEduardo Daniel Flores (Principal), Dawn Droescher (Asistente), David Keith Eitzen, Tadeo Suriel Valencia, Larry Glenn Umipeg

TROMPETASJeffrey Smith (Principal), Bernardo Medel Díaz (Asistente), Timothy McKeown, Jalil Jorge Eufracio OSX

TROMBONESDavid Pozos Gómez (Principal), John Stringer (Asistente), Jakub Dedina.

TROMBÓN BAJOJohn Day Bosworth

TUBAEric Fritz

TIMBALESRodrigo Álvarez Rangel (Principal)

PERCUSIONESJesús Reyes López (Principal), Sergio Rodríguez Olivares, Gerardo Croda Borges

ARPAEugenia Espinales Correa

PIANOJan Bratoz

PróximosConciertos

Tlaqná, Sala de ConciertosXalapa, Ver.

Con extractos de obras de:Richard Wagner, Felix Mendelssohn, Gioacchino Rossini, Giuseppe Verdi, Dmitri Shostakovich,

Sergei Prokofiev

Ludwig Carrasco, Director Invitado

2 y 3 de Abril 10:00 y 12:00 hrs.4 de abril 10:00 y 20:30 hrs.

Entrada con pase de cortesía

Amor y Odio: Shakespeare SinfónicoConciertos Didácticos Universitarios

ProgramaJohann Sebastian BachPasión según San Juan

Rafael Palacios, Coordinador Académico yDirector Invitado

David Hernández, EvangelistaRonan Kernoa, Cellista

Jorge Oscar González, Órgano

*El concierto del 19 de abril es a las 19:00 hrs.

Localidades en taquilla el día de conciertoy en Café Don Justo Ánimas, Ágora y Américas

Academia Barroca de la OSX18 y 19 de abril* 2014

ProgramaGustav Mahler

Sinfonía No. 2 “Resurrección”

Celia Gómez, sopranoCarla López Speziale, mezzosopranoCoro de la Universidad Veracruzana

Alfredo Domínguez, DirectorJuan Carlos Lomónaco, Director Invitado

Localidades en taquilla el día de conciertoy en Café Don Justo Ánimas, Ágora y Américas

La Resurrección de Mahler11 de abril 2014

Enrique Vázquez SelemSecretario Técnico

Nelly PérezAsistente del Director

Doris Martínez GarcíaJefe del Dpto. de Administración y Logística

Elsileny Olivares RiañoJefe del Departamento de Mercadotecnia

Ulises S. Bullón SalcedoJefe de Personal

Mauro Torres SánchezJefe de Foro

Dulce María Hernández GarcíaAsistente de Jefe de Personal

José Luis Carmona AguilarResponsable de Biblioteca

Ana MedranoSecretaria de Administración

Marissa Sánchez CortezSecretaria de Mercadotecnia

Alina Luna ReyesRelaciones Públicas

Yanet Cruz SánchezPromoción y Ventas

Frida Aguirre MerlosDiseño y Publicidad

Perseo BernalProductor Audiovisual

María del Rocío Herrera HernándezGloria Sosa OlivoAlfredo GómezAuxiliares Administrativos

Bartolo ReducindoGerardo HernándezMartín CeballosLuis Humberto OlivaAuxiliares Técnicos

Cristina Herrera CasanovaAuxiliar de Biblioteca

José Guadalupe TreviñoMirna LandaMartín SoteloAuxiliares de Oficina

DirectorioAdministrativo

Evangelina Reyes López, flauta y piccoloJosé López, tuba

MúsicosExtras

[email protected]. 8180834 ext. 106 y 107

Obten tu Abono¡Soy Estudiante OSX! 2014Con el que podrás asistir a 16 Conciertos de la Temporada¡Abierto a todos los estudiantes! Costo $100.00

Pueden adquirir sus Abonos en las oficinas de la OSX ubicadas en el 2º Piso del Teatro del Estado de 10:00 a 14:00 hrs. de lunes a viernes.Informes: 8180834 ext. 105 y 106 / [email protected]

ProgramaBenefactores y Amigos Corporativos OSXEste programa promueve un nuevo modelo de comunicación empresarial y un nuevo movimiento de personas y organizacio-nes en torno a las activiades de la OSX. Los recursos donados generosamente son destinados al apoyo de proyectos específi-cos que impulsan el fomento a Experiencias Trascendentales, Fomento de Desarrollo: Archivo musical, Pro-Instrumentos Fomento de Expediciones y Círculo de Promoción.

Oro (+ de $1,000,000)

Difundir y promocionar los conciertos a través de RTV

Bronce ($5,000.00 a $14,999)

Plata ($15,000.00 a $49,999)

Oro (+ de $50,000)

Amigos Corporativos OSX

Benefactor OSX

www.orquestasinfonicadexalapa.com

Benefactor OSXFomento de Desarrollo / Pro Instrumentos

Diamante

Bronce

Plata

Promoción Musical OSX

Oro

Amigos Corporativos OSX

Evangelina Reyes López, flauta y piccoloJosé López, tuba

Orquesta Sinfónica de Xalapa

28 de Marzo | Tlaqná, Sala de Conciertos | Xalapa, Ver.| 20:30 hrs.

Lanfranco Marcelletti, Director Titular

1a. Temporada de Conciertos 2014 ¡Tu orquesta, tu sala!