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Iconografía Inmaculista en el Retablo de Santa Ana de Sinovas Máximo López Vilaboa Investigador en Historia

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Iconografía Inmaculista en elRetablo de Santa Ana

de SinovasMáximo López Vilaboa

Investigador en Historia

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1 ROJO ACEÑA, Juan Carlos: “Techumbre de la iglesia de San Nicolás en el barrio de Sinovas”, en Biblioteca. Estudio e Investigación nº3. Aranda de Duero, 1989. Págs. 39-48; GÓMEZ GÓMEZ, Agustín: “La techumbre mudéjar de Sinovas”, en Biblioteca. Estudio eInvestigación nº 17. Aranda de Duero, 2002. Págs. 71-902 Boletín Oficial del Estado de 18 de agosto de 1964. Pág. 10.8943 CALZADA, Juan José. “Iconografía en el artesonado mudéjar de Sinovas (Aranda de Duero)”. Burgos, 2009. Pág. 87

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LA IGLESIA DE SAN NICOLÁS DE BARI

El retablo de Santa Ana, conservado actualmen-te en el Museo Larreta de Buenos Aires, fue conce-bido para la iglesia parroquial de San Nicolás deBari, en el arandino barrio de Sinovas. Esta iglesiaparroquial constituye una auténtica lección deHistoria del arte al mezclarse estilos de distintasépocas en perfecta armonía. La revista “Biblioteca.Estudio e Investigación” ha contribuido en distin-tos artículos a profundizar y dar una mayor difu-sión al rico legado artístico de la parroquia deSinovas1. La iglesia fue declarada Monumento his-tórico-artístico mediante el Decreto 2383/1964, de9 de julio, previa deliberación del Consejo de minis-tros celebrado el 26 de junio de 19642. En esteDecreto se decía que “la iglesia parroquial de SanNicolás de Bari, en Sinovas, provincia de Burgos,cuya capilla mayor fue mandada construir por elentonces obispo de la diócesis don Pedro ÁlvarezAcosta conserva en su interior un buen trozo deartesonado mudéjar del siglo XIII al XIV, decoradocon figuras humanas, animales y motivos vegetalesy geométricos, de delicada policromía y primorosaejecución. De una sola nave de trapecio del sigloXVI, presenta en su exterior una portada románicatardía, con arco de medio punto y columnas orna-mentadas, restos de un pórtico del siglo XVII. Alos pies de la iglesia, la torre y añadido a su cabece-ra en el siglo XVI el ábside, de más altura que lanave, de bóveda de crucería con ménsulas y retablode cuatro cuerpos con tallas y pinturas, más dosgrandes columnas e imágenes adosadas a amboslados.” Tras esta descripción el Decreto expresaque “Estos elementos componen un conjunto muyinteresante digno de ser protegido y conservadopor el Estado mediante la declaración de monu-

mento histórico-artístico”. Hay que señalar que elDecreto realiza una datación inexacta de la techum-bre mudéjar al hablar de que fue ejecutado del sigloXIII al XIV. Los últimos estudios parecen retrasarsu ejecución hasta el primer tercio del siglo XV3.Asimismo el Decreto pasa por alto dos elementosmuy singulares como son la escalera de acceso alcoro realizada por Sebastián de la Torre en 1525 ylos restos del púlpito, de la misma época y estilo.Otro elemento artístico que no menciona elDecreto es un retablo hispanoflamenco que erauno de los mayores tesoros de esta iglesia. En estecaso ya no se trata de un olvido sino que la parro-quia de San Nicolás de Bari llevaba ya medio siglosin su retablo de Santa Ana.

EL DESAPARICIÓN DEL RETABLOY EL JUICIO POSTERIOR

El retablo de Santa Ana data de 1503 y actual-mente se conserva en el Museo Larreta de BuenosAires, donde es una de sus piezas estrella. En ellibro de fábrica de la parroquia de Sinovas el párro-co de principios del siglo XX anotaba lo siguiente:“En el día 19 de marzo de 1913 se vendió un reta-blo viejo con el fin de reparar, arreglar y ponerdecente la iglesia, en la cantidad de 10.000 pesetas,a presencia y con instigación del vecindario, cuyacantidad se empleó en 11.000 pesetas nominales dela Deuda Perpetua Interior, quedando 500 en efec-tivo para las obras más urgentes. Sinovas, 31 demarzo de mil ut supra”. A continuación firma elpárroco quien después hará debajo la siguienteanotación de extrema brevedad: “La cantidad arri-ba expresada está en poder del juzgado de Arandade Duero”. Y es que el caso del retablo acaba sien-

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do puesto en conocimiento del Juzgado de instruc-ción de Aranda de Duero, procesando por un deli-to de estafa al párroco de Sinovas. Por sentencianúmero 94 de 27 de junio de 1914 se dictará sen-tencia por parte del Juzgado de Burgos. En el pri-mer “resultando” de la Sentencia el fiscal establececomo hecho probado que el 19 de marzo de 1913el párroco, sin tener para ello la correspondienteautorización canónica, que sí había solicitado peroque no se había concedido, vendió a don JoaquínCobrejo Moreno un retablo de uno de los altares dela iglesia que estaba a su cargo, recibiendo del com-prador la cantidad de 10.000 pesetas, más otras2.000 pesetas que entregó para repartirse entre losvecinos, reparto que hizo el procesado, quedándo-se con la parte que a él mismo le correspondíacomo vecino. El mismo procesado adquirió, pormediación del Banco Hispano Americano, títulosde la deuda por valor de 9.300 pesetas y otro títulotambién de la deuda, que le negoció el banquero deAranda don Feliciano del Pecho (el titular de laconocida como Banca Pecho, en la Plaza Mayor).Asimismo, según la sentencia, hizo una adquisiciónen la cantidad de 177 pesetas, como las 9.300 pese-tas del dinero percibido por el retablo, habiéndoseextendido las pólizas de dichas operaciones a nom-bre del mismo procesado, por interesarlo así éste.La Sentencia enfoca el asunto sobre la valoracióndel retablo, señalando que el retablo se podía habervendido por un precio muy superior. No entra avalorar si se debía de haber vendido o no, si elpárroco contaba con la autorización del superiorjerárquico, si era un elemento con valor histórico-artístico… La sentencia afirma que el retablo setasa pericialmente en 25.000 pesetas, juzgando quecon esta diferencia de cantidad entre el valor por elque se vendió y lo que se tasa, el párroco perjudicólos intereses de su parroquia al venderlo por unprecio inferior. No se expresa qué fundamentos setienen en cuenta para hacer la valoración ni con quédocumentos cuentan, ya que en ese momento elretablo ya se encuentra en paradero desconocido.En base a todos estos hechos el fiscal califica pro-visionalmente los hechos como constitutivos de undelito de estafa, solicitando una pena de un año,ocho meses y veintiún días de presidio correccio-nal, accesorias y costas para el párroco y que se

haga cargo de la correspondiente indemnización.El abogado defensor del sacerdote solicita la libreabsolución por no ser el hecho constitutivo de deli-to ni de falta. Finalmente el propio fiscal retirará laacusación provisional. Siendo ésta la única acusa-ción formulada el párroco será absuelto del delitoque se le acusaba. El juicio no llega por tanto aentrar en el fondo del asunto en virtud del princi-pio jurídico “Nullum iudicium sine accusatione”.

El asunto del retablo ha sido un tema muydebatido en Sinovas durante todo este siglo.Máxime cuando el párroco alegó que una parte deldinero de la venta se destinaba a repartirse entrelos vecinos, incluyéndose él mismo en dichoreparto. Hay muchos que consideran que ésta nofue más que una estrategia procesal para extendery diluir la responsabilidad. Lo cierto es que amediados de los años 80 el sucesor al frente de laparroquia de aquel sacerdote procesado difundióuna copia mecanografiada de la sentencia. En lamisma se escribe a mano: “Abril-1987. Con estedocumento se aclararon las diversas versiones quecirculaban por el pueblo. El sacerdote: PedroPalacios”. De esta copia se han tomado comoreferencia los datos anteriormente mencionados,comprobados también a través del original, depo-sitado en el Juzgado Decano de Burgos. Desdeque se conoció la noticia de la venta fraudulentadel retablo de Santa Ana surgieron iniciativas paraque esta joya artística regresara al lugar paradonde había sido creada. En ese mismo momentosale en “La Actualidad”, una revista gráfica detirada nacional, una fotografía del retablo bajoeste titular: “El retablo gótico de Sinovas(Burgos), vendido por el cura párroco sin el con-sentimiento del Arzobispado”4 En la noticia sehabla erróneamente del arzobispado, cuandoquien tenía que haber autorizado era el obispadode Osma, diócesis a la que pertenecía entoncesesta parroquia. En la noticia se podía leer losiguiente: “Adquirida esta joya artística por dosanticuarios de Madrid y Valladolid, ha sido envia-da a Francia para ser vendida a don Emilio Pares.Se hacen gestiones para que el gobierno logrerepatriar el antiguo retablo, por cuya ilícita ventaha sido procesado y encarcelado el párroco de

4 En la noticia se habla erróneamente del arzobispado, cuando quien tenía que haber autorizado era el obispado de Osma, diócesis a la quepertenecía entonces esta parroquia

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Sinovas, entendiendo en la causa el Juzgado deprimera instancia de Aranda de Duero”. Estafotografía es la única que se tiene noticia que fuetomada en su ubicación original, en el pie de laimagen figura: “Foto Meléndez”. (Fotografía nº 1) Lasalida de este retablo de España hay que ponerlaen un contexto muy determinado en el que todaslas condiciones resultaban óptimas para que ladesbaratada herencia histórico-artística del paíspudiera ser puesta a disposición de un nacientemercado internacional de antigüedades que trata-ba de satisfacer las demandas de la incorporaciónde un potente burguesía americana, principalmen-te durante los últimos años del siglo XIX y prime-ras décadas del XX. Asimismo al desamparo pro-vocado por una insuficiente e incapaz organigra-ma administrativo, se unía el desinterés social quese fundamentaba en un gran desconocimientosobre la riqueza artística que había que proteger5.

Según los datos del museo argentino el retablofue adquirido casi inmediatamente por EnriqueLarreta al anticuario Demotte de París a un preciomuy considerable. Llegaría a Argentina en 19166.

El retablo formó parte de la colección particu-lar que el diplomático y escritor Enrique Larreta(1873-1961) tenía en Argentina, presidiendo duran-te años el oratorio de su residencia A su muerte fuecedido por sus herederos a un museo de la capitalargentina fundado el 6 de julio de 1961. Allí es una

obra muy conocida al tratarse del retablo más anti-guo que se conserva en Argentina. En 1998 se rea-lizó una magnífica restauración del retablo que tuvogran eco en los medios de comunicación argenti-nos.

CARACTERÍSTICAS DEL RETABLO

El retablo tiene unas medidas de 3,39 x 2,53metros y fue realizado en el año 1503 (Fotografía nº 2).En su ubicación original disponía de unas puertas amodo de tríptico de las que se desconoce totalmen-te su paradero. El único testimonio de la existenciade estos elementos es la aludida fotografía que sepublicó tras su desaparición.

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5 MERINO DE CÁCERES, José Miguel y MARTÍNEZ RUIZ, María José: “La destrucción del Patrimonio Artístico Español”. Madrid,2012. Págs. 36-376 SANTONJA, Gonzalo: “Prácticas dolosas, usos fraudulentos”. ABC del 27 de noviembre de 2005. Pág. 74

Fotografía nº 1

Fotografía nº 2

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A la izquierda podemos ver un escudo quepudiera ser el del obispo Fonseca, compuesto porcinco estrellas de seis puntas y coronado por los dis-tintivos episcopales. Juan Rodríguez de Fonseca(1451-1524) fue uno de los más firmes partidariosde la princesa Isabel frente a las pretensiones deJuana, conocida como la Beltraneja. En distintas eta-pas de su vida fue obispo de Badajoz (1495-1499),de Córdoba (1499-1504), de Palencia (1504-1511);arzobispo de Rossano, en el reino de Nápoles (1511-1514) y obispo de Burgos (1514-1524). En 1511había recibido el nombramiento como primerPresidente de la Junta de Indias. Este escudo decinco estrellas con seis puntas también tiene relacióncon una familia muy relacionada con la Ribera delDuero, los Rojas7. Las cinco estrellas formarán partedel escudo episcopal de un miembro de esta familia,nacido en Aranda de Duero y que llegaría a ser car-denal, Bernardo Sandoval y Rojas (1546-1618). Elotro escudo no se aprecia muy bien su composiciónpero podría ser idéntico. También aparece el capelopero sin borlas.

El retablo de Santa Ana de Sinovas estaba justoenfrente de la entrada donde actualmente seencuentra otro dedicado al Corazón de María. Elretablo antiguo está hecho en madera pintada altemple con aplicaciones doradas y talladas. En elsotabanco figura la siguiente leyenda: “ESTERETABLO SE HISO A HONOR E REVEREN-CIA DE SEÑORA SANTANA ACABOSE AÑOMIL I QUINIENTOS I TRES SIENDO CURAEL HONRRADO ALONSO GONÇALES YMAYORDOMO RRODRIGO DE ARANDI-LLA”.

Sobre la inscripción está la predela, composi-ción muy poco convencional y que está integradapor cuatro casetones o casas que albergan imáge-nes de santos en los que destaca que no aparecencomo personajes aislados sino que son escenas conun gran número de personajes. De izquierda aderecha aparece representada el tormento de larueda dentada a Santa Catalina de Alejandría, lamisa del Papa San Gregorio, el martirio de SanSebastián y el juicio a un santo obispo (probable-mente San Cipriano de Cartago, aunque alguna

versión apunta la posibilidad de que sea San Blas).En la calle central se sitúan las dos tablas másimportantes del retablo, por posición y mayortamaño. En la parte superior aparece representadala Resurrección de Jesucristo (Fotografía nº 3), en unlugar que normalmente está reservado a escenas dela Crucifixión con San Juan Evangelista y la VirgenMaría. En el centro nos encontramos una magnífi-ca representación de Santa Ana con la VirgenMaría (Fotografía nº 4). Ambas aparecen sentadas endos tronos y la Virgen María aparece coronadacomo reina. Sobre ellas sobrevuela un ángel aladoportando una cruz, prefigurando la Pasión deCristo. Para dar mayor profundidad a la escena sejuega con una cortina descorrida. La representa-ción obedece a un esquema más realista de la“Santa Ana en Tríplex”, María ya no se sienta sobresu madre sino que ahora lo hace en su propioasiento. El niño Jesús, que luce el nimbo crucíferoque le es propio, actúa como elemento de uniónentre ambas figuras. Santa Ana se nos presenta consu libro de oraciones y el niño desnudo alcanza conla mano derecha una de las páginas. Detrás apare-cen dos pequeñas esculturas sin policromar, que

7 CALZADA TOLEDANO, Juan José: “Escultura gótica monumental en la provincia de Burgos. Iconografía 1400-1530”. Burgos, 2006.Pág. 374

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Fotografía nº 3

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pudieran tratarse de dos de los otros nietos deSanta Ana. Según algunos evangelios apócrifos,estuvo casada otras dos veces tras enviudar de SanJoaquín, siendo abuela de algunos de los discípulosde Jesús. Según estos textos apócrifos Santa Anaenviudó dos veces casándose primero con el her-mano de San Joaquín, Cleofás, y después conSalomás. De cada matrimonio habría nacido unahija, siempre con el nombre de María. La primeraes la madre de Jesús. La segunda, esposa de Alfeo,tuvo cuatro hijos: los apóstoles Santiago el Menor,Simón el Celote y Judas Tadeo, y otro que era Joséel Justo. La tercera, esposa del Zebedeo, tuvo a doshijos que fueron los apóstoles Santiago el Mayor ySan Juan Evangelista8. Los dos personajes que apa-recen aquí podrían ser cualquiera de estos cinconietos ya que no hay una iconografía concluyente.El de la derecha podría ser Santiago el Menor oSan Judas Tadeo ya que el instrumento sobre el quese apoya tiene aspecto de maza, instrumento con el

que ambos fueron martirizados. El de la izquierdasimplemente porta una vara.

A los lados de la escena aparecen piñas. La piñaes un fruto que da vida y un símbolo de fertilidad.La piña es una fruta que pervive hasta la estérilépoca de invierno. Santa Ana fue fértil y pudo con-cebir cuando para ella ya había llegado el inviernode la vejez. Según José Luis Hernando Garrido,resulta curioso que el retablo de Sinovas sea elúnico de estilo gótico dedicado exclusivamente aSanta Ana, pues lo habitual es que otros mueblesdedicados a la madre de María incorporen tambiénescenas de la infancia de la Virgen9. En las calleslaterales están recogidas las escenas relativas a laconcepción de la Virgen María, uno de los ejem-plos más completos y novedosos de la representa-ción de estas escenas marianas.

La estructura del retablo sigue el esquema clási-co de los de estilo gótico. Los elementos decorati-vos que hay entre cada una de las pinturas son lospropios del gótico isabelino, compuestos, entreotros, por doseletes dorados sobre cada una de lasescenas, entrecalles que imitan columnas góticas yun guardapolvo que delimita el retablo por la partesuperior y los lados, compuesto por profusa deco-ración vegetal. La novedad fundamental radica,además de en el enfoque iconográfico, en elemen-tos propios del arte hispanoflamenco. Este estilo secaracteriza por un gran realismo y la profusión dedetalles, tal como podemos ver en este retablo enlos elementos vegetales, en los edificios... Comoestilo de transición todavía perviven elementospropios del gótico internacional como son los fon-dos dorados. Este es el caso de la Santa Ana enTríplex y de la representación de la misa de SanGregorio. Donde podremos observar mejor estatécnica es en la escena del juicio al obispo, median-te la técnica del pastillaje (modelado de joyas o guir-naldas en yeso recubierto). Como nueva contribu-ción de la pintura flamenca vemos que en casitodas las escenas se da una gran importancia al pai-saje, algo poco común hasta ese momento en elpanorama artístico castellano. Vemos montañas,lagos e incluso embarcaciones. También hay unavoluntad de dotar a las escenas de perspectiva, de

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Fotografía nº 4

8 ZUFFI, Stefano: “Episodios y personajes del Evangelio”. Barcelona, 2005. Pág. 1199 HERNANDO GARRIDO, José Luis: “La pintura gótica en la Ribera del Duero: el arte de contar historias”, en Biblioteca. Estudio eInvestigación nº 17. Aranda de Duero, 2002. Pág. 172

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conformidad con las nuevas técnicas. En la escenade la expulsión de San Joaquín y Santa Ana y en lade la Santa Ana en Tríplex vemos cómo se ha utili-zado el ajedrezado de las baldosas del suelo paradotar a la escena de perspectiva. También resultamuy novedosa la utilización de elementos arquitec-tónicos del interior del templo en la escena de laexpulsión de San Joaquín y Santa Ana. Algo muyinteresante, muy significativo del momento, es laprofusión de detalles de los tejidos representadosen casi todas las escenas. No es casual que un esti-lo artístico que es fruto del intercambio culturalentre Flandes y España dé protagonismo a un tes-timonio del rico intercambio económico de la lanacastellana. En Flandes se había introducido confuerza la lana de Castilla, en perjuicio de la lanainglesa, lo cual había posibilitado el surgimiento deuna pujante industria textil controlada y dirigidapor la Mesta.

Este retablo surge como consecuencia de lasdisputas teológicas de aquellos años sobre laInmaculada Concepción de la Virgen María (undogma mariano que, como veremos, no será reco-nocido solemnemente hasta la declaración de PíoIX en 1854). Durante el final de la Edad Media,sobre todo en España, se producen arduos debatesentre los franciscanos (defensores de la proclama-ción del dogma) y los dominicos (detractores delmismo). El retablo de Sinovas es uno de los máscompletos al recoger todo el ciclo de San Joaquín ySanta Ana con todas las imágenes y simbolismos,desvinculándolo de cualquier escena relacionadacon el posterior nacimiento de María.

EL MAESTRO DE SINOVAS

Cuando en 1916 el retablo ya está en poder deEnrique González Larreta, un investigador tomaconciencia de la gran personalidad del artista quepintó la obra y trata de singularizar a su anónimoautor. Este investigador es el polifacético ElíasTormo y Monzó (1869-1957), que fue un destaca-do crítico literario y de arte, historiador, catedrá-tico de Derecho Natural y político (llegó aMinistro de Instrucción Pública y Bellas Artesentre 1930 y 1931). Fue el primer gran divulgadordel retablo de Sinovas. En ese mismo año de 1916publica en el “Boletín de la Sociedad deExcursiones” un artículo titulado “Álbum de loinédito para la Historia del Arte español”. El

autor da a conocer esta obra y relata algún aspec-to concreto del retablo. Incluso se refiere a losavatares de su traslado al extranjero con estaspalabras: “Su venta fue causa de escándalo sobe-rano; hasta creo recordar que llegó a estar presoel encargado del templo”. Chandler Rathfon Posten su monumental “A History of SpanishPainting” propone en 1947 atribuir esta obra a unartista que él mismo denomina como “El Maestrode Sinobas” (en todas las publicaciones lo men-cionará con B) y al que también atribuye unastablas incrustadas en el retablo barroco de Haza yla predela de un retablo de Palazuelos de Muñó.Con posterioridad, en una adenda publicada en1958, amplía el catálogo a dos tablas conservadasen la catedral del Burgo de Osma (Visitación yEpifanía), una Santa Ana in Triplex con San JuanEvangelista conservada en el Museo LázaroGaldiano y una Decapitación de San Blas de laiglesia de Torregalindo. Esta tabla deTorregalindo será atribuida posteriormente alMaestro de la Ventosilla. En 1970 José CamónAznar identificará erróneamente al Maestro deSinovas con el Maestro de Osma. En 1990Francisco Horacio Corti atribuye al Maestro deSinovas una tabla de San Miguel conservada en elMuseo de Bellas Artes de Vitoria y procedente dela iglesia alavesa de San Miguel de Labranza.Asimismo le atribuye una pintura de Jesús entrelos doctores que se conserva en la HuntingtonCollection, de San Marino, en California.

EL COMPLEJO CONCEPTO DELINMACULISMO

El Arte religioso suele tener una función cate-quética, de explicar a los fieles una verdad de fe.En el caso del retablo de Santa Ana nos encontra-mos ante una finalidad propagandística, en el sen-tido de que lo representado no es una verdad acep-tada como dogma por la Iglesia en aquel momen-to y la finalidad del retablo es que el espectadortome conciencia de la necesidad de que lo repre-sentado sea aceptado como dogma por la Iglesia.El retablo de Sinovas se ha conocido como deSanta Ana, aunque bien podría ser conocido comoretablo de la Inmaculada Concepción porque loaquí representado no es la vida de la santa sino elhecho mismo de la Inmaculada Concepción de laVirgen María.

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Cuando en Arte pensamos en la InmaculadaConcepción nos viene a la mente la representaciónde una mujer muy joven, casi una niña, con caraangelical mirando al cielo, ingrávida, coronada deestrellas, de pie sobre una media luna, entre nubesy angelitos… Es la visión barroca de la InmaculadaConcepción, las célebres representaciones deMurillo, Zurbarán…

En aquel momento la “inmaculada” se ha con-vertido en un adjetivo aplicado a la Virgen pero elconcepto inicial de “Inmaculada Concepción” serefiere a un momento histórico, en el sentido de unhecho situado en un espacio concreto y en un tiem-po determinado. Se refiere al momento particularen que la Virgen María es concebida, cuando laabuela de Jesucristo queda embarazada. El dogmade la Inmaculada no suele ser comprendido en sutotalidad y se suele confundir con la virginidad deMaría. A esto parece contribuir un hecho, aparen-temente trivial, como que la fiesta de la Inmaculadafigure en el calendario en un día que parece un pró-logo de la Navidad. La fecha del 8 de diciembre notiene relación con el 25 de diciembre sino con el 8de septiembre, fiesta del nacimiento de la VirgenMaría. La fecha del 8 de diciembre se sitúa 9 mesesantes del día del nacimiento de María.

Las representaciones barrocas de la Inmaculadatoman como imagen la visión de San Juan delApocalipsis escrita en su capítulo 12: “Una granseñal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol,con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estre-llas sobre su cabeza.” Está acechada por un dragónpero al final es sometido. Esta mujer fue identificadatanto con la Iglesia como con María. Gracias a losgrabados alemanes alcanzará una gran difusión, con-virtiéndose en el paradigma oficial de la InmaculadaConcepción. Pero la primera representación de laInmaculada Concepción será en forma de relato, talcomo sucede en el retablo de Sinovas. Después,principalmente tras el Concilio de Trento, se repre-sentará la Inmaculada Concepción de una formasimbólica, tratando de reflejar en la propia figura dela Virgen María todas las características y virtudesque los teólogos la atribuyen en virtud de suConcepción Inmaculada. El inmaculismo constituye

un campo de estudio de la Mariología que en Españaalcanzó gran importancia. No es un asunto de merainvestigación teológica sino que en nuestro paísalcanza una importancia tal que es importante tener-lo en cuenta para comprender una particular menta-lidad social y religiosa. Fue un asunto que llegó aconvertirse en auténtico asunto de estado, funda-mentalmente entre los siglos XV y XVIII. ÁngelGanivet (1865-1898) en su “Idearium español”(1898) se preguntaba por las razones del apasiona-miento español por este tema y apuntaba hacia laexistencia de una connivencia entre el verdaderosentido del dogma y el misterio del alma nacional:

Muchas veces reflexionando sobre el apasionamiento conque en España ha sido defendido el dogma de la ConcepciónInmaculada, se me ha ocurrido pensar que en el fondo de esedogma debía de haber algún misterio que por ocultos cami-nos se enlazara con el misterio del alma nacional 10.

Todo este apasionamiento por un asunto teoló-gico, que en principio debería estar alejado de losproblemas cotidianos, hace que esté muy presenteen determinados acontecimientos históricos, eninfinidad de textos literarios (sobre todo del Siglode Oro español) y, como es el caso que vamos aanalizar, en la pintura.

EL RELATO DEL PROTOEVANGELIODE SANTIAGO Y OTROS TESTIMONIOSAPÓCRIFOS

Las escenas representadas en el retablo de SantaAna de Sinovas recogen el relato de Joaquín y Ana,los padres de la Virgen María. Esta historia no apa-rece en los evangelios canónicos sino que lo está entextos de carácter apócrifo. La base del relato laencontramos en el que se conoce comoProtoevangelio de Santiago. Según esta narración,Ana (cuyo nombre significa Gracia) tiene ya 40años y es estéril. Su marido Joaquín (que significaPreparación) está a punto de repudiarla y abando-narla pero actúa Dios de la misma forma que lohabía hecho en otros casos semejantes del AntiguoTestamento. El nombre de Protoevangelio (“pri-mer evangelio”) se debe a que el investigador fran-

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10 GANIVET, Ángel. “Idearium Español”. Granada, 2003. Pág. 83.

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cés del siglo XVI, Guillaume Postel, lo consideróerróneamente como un antecedente del evangeliode Marcos. Se atribuye su autoría a Santiago, quepuede ser identificado como el apóstol Santiago elMenor (Marcos 15, 40). Esta atribución no deja deser un recurso para intentar dotar de “canonicidad”a un texto que realmente no es de época apostólicasino que pudo ser compuesto entre los años 150 y200 en Egipto, Siria o Asia Menor. El texto fueescrito originariamente en griego y se configuracomo un canto de exaltación a María desde elmismo momento de su concepción pasando porotros momentos de su vida como su nacimiento,infancia, sus años como “virgen del templo”, sumatrimonio con José y el nacimiento de Jesucristo.Pese a que es literatura apócrifa y, por tanto, noaceptada por la Iglesia, es un texto muy influyenteen la tradición eclesiástica y en las representacionesartísticas.

La literatura apócrifa engloba distintos relatos decarácter heterogéneo que han sido rechazados ofi-cialmente desde épocas muy remotas al considerar-se que son meras derivaciones secundarias y tardíasde escritos neotestamentarios11. Su creación se debefundamentalmente a dos razones: en primer lugar,por la devoción popular y la curiosidad por narrarepisodios sobre los que los evangelios canónicosguardan silencio y en segundo lugar, por el interésde la propaganda herética en crear escritos pseudo-apostólicos que contienen enseñanzas al margen dela ortodoxia. En el primer grupo estarían aquellosevangelios legendarios que tratan de dar luz entorno al nacimiento e infancia de la Virgen María yla vida oculta de Jesucristo, aspectos sobre los quelos evangelios canónicos guardan absoluto silencio,este será el caso del Protoevangelio de Santiago. Enel segundo grupo englobaríamos los conocidoscomo evangelios gnósticos que chocan frontalmen-te con cuestiones fundamentales para la Iglesia.

El texto del Protoevangelio tuvo gran difusiónen el Oriente cristiano, no tanto en Occidente. Sólose han conservado algunos fragmentos de una tra-ducción latina, lo cual se explica porque el DecretoGelasiano del siglo VI, condena el Protoevangeliode Santiago como escrito apócrifo y peligroso12.

El texto del Protoevangelio representado en elretablo de Santa Ana de Sinovas es el siguiente:

I.

1. Según cuentan las memorias de las doce tribus deIsrael, había un hombre muy rico por nombreJoaquín, quien hacía sus ofrendas en cantidaddoble diciendo: “El sobrante lo ofrezco por todoel pueblo, y lo debido en expiación de mis pecadosserá para el Señor a fin de volverle propicio”.

2. Llegó la fiesta grande del Señor, en que los hijosde Israel suelen ofrecer sus dones, y Rubén seplantó frente a Joaquín diciéndole: “No te es líci-to ofrecer el primero tus ofrendas por cuanto nohas suscitado un vástago en Israel”.

3. Joaquín se contristó en gran manera y se marchóal archivo de Israel con intención de consultar elcenso genealógico y ver si por ventura había sidoél el único que no había tenido posteridad en supueblo. Y, examinando los códices, encontró quetodos los justos habían suscitado descendientes. Seacordó, por ejemplo, de cómo al patriarcaAbrahán le dio el Señor en sus postrimerías porhijo a Isaac.

4. Joaquín quedó sumamente afligido y no compare-ció ante su mujer, sino que se retiró al desierto.Allí plantó su tienda y ayunó cuarenta días ycuarenta noches, diciéndose a sí mismo: “Nobajaré de aquí a mi casa, ni siquiera para comery beber, hasta tanto que no me visite el Señor miDios; que mi oración me sirva de comida y debebida”.

II

1. Y Ana, su mujer, se lamentaba y gemía doble-mente, diciendo: “Lloraré mi viudez y mi esteri-lidad”.

2. Pero vino la fiesta grande y le dijo Judit, su cria-da: “¿Hasta cuándo vas a estar humillando tualma? Ya ha llegado la fiesta mayor y no te eslícito contristarte. Toma este pañuelo de cabezaque me ha dado la dueña del taller, ya que no

11 TREVIJANO ECHEVERRÍA, Ramón. “Patrología”. Madrid, 2001. Pág. 6112 KLAUCK, Hans-Joseph. “Los evangelios apócrifos”. Santander, 2006. Pág. 103

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puedo yo ceñírmelo por ser de condición servil ytener él sello real”.

3. Y dijo Ana: “Apártate de mí, pues no he hechoyo tal cosa, y , además, el Señor me ha humilla-do demasiado como para que me lo ponga; no seaque algún malvado te lo haya dado, y hayas veni-do también a mí cómplice del pecado”. ReplicóJudit: “¿Para qué te voy a maldecir yo, si ya elSeñor te ha herido de esterilidad no dándote frutoen Israel?”

4. Y Ana, aunque afligida en extremo se despojó desus vestidos luctuosos, se hizo el tocado, tomó susvestidos de boda y sobre la hora nona bajó al jar-dín para pasear. Allí vio un laurel, se sentó a susombra y oró al Señor, diciendo: “¡Oh Dios denuestros padres!, óyeme y bendíceme a mí de lamanera que bendijiste el seno de Sara dándolecomo hijo a Isaac”.

III

1. Y, habiendo elevado sus ojos al cielo, vio un nidode pájaros en el laurel y se lamentó de nuevo entresí, diciendo: “Ay de mí! ¿Por qué habré nacido yen qué hora habré sido concebida? He venido almundo para ser como tierra maldita entre loshijos de Israel; éstos me han colmado de injuriasy me han barrido del templo de Dios”.

2. “¡Ay de mí! ¿Por qué habré nacido y en qué horahabré sido concebida? He venido al mundo paraser como tierra maldita entre los hijos de Israel;éstos me han colmado de injurias y me han barri-do del templo de Dios”.

“¡Ay de mí! ¿A quién me semejo yo? No a las avesdel cielo, puesto que ellas son fecundas en tu pre-sencia, Señor. ¡Ay de mí! ¿A quién me parezcoyo? No a las bestias de la tierra, pues aun estosanimales irracionales son prolíficos ante tus ojos,Señor”.

3. “¡Ay de mí! ¿Con quién me puedo comparar? Nisiquiera con estas aguas, porque aun ellas son fér-tiles ante ti, Señor. ¡Ay de mí! ¿A quién me heigualado yo? Ni siquiera a esta tierra, porque

también ella es feraz, dando sus frutos oportuna-mente, y te bendice a ti, Señor”.

IV

1. Y he aquí que se presentó un ángel de Dios,diciéndole: “Ana, Ana, el Señor ha escuchado turuego: concebirás y darás a luz y de tu prole sehablará en todo el mundo”. Ana respondió:“Vive el Señor, mi Dios, que, si llego a teneralgún fruto de bendición, sea niño o niña, lo lle-varé como ofrenda al Señor y estará a su serviciotodos los días de su vida”.

2. Entonces vinieron dos mensajeros con este recadopara ella: “Joaquín, tu marido, está de vuelta consus rebaños, pues un ángel de Dios ha descendi-do hasta él y le ha dicho: Joaquín, Joaquín, elSeñor ha escuchado tu ruego; baja, pues, de aquí,que Ana, tu mujer, va a concebir en su seno”.

3. Y, habiendo bajado Joaquín mandó a sus pasto-res que le trajeran diez corderas sin mancha: ”Yéstas, dijo, serán para el Señor”; y doce ternerasde leche: “Y éstas, dijo, serán para los sacerdotesy el Sanedrín”; y finalmente, cien cabritos paratodo el pueblo.

4. Y al llegar Joaquín con sus rebaños, estaba Anaa la puerta. Ésta, al verlo venir, echó a correr yse abalanzó sobre su cuello, diciendo: “Ahora veoque Dios me ha bendecido copiosamente, pues,siendo viuda, dejo de serlo, y, siendo estéril, voy aconcebir en mi seno”. Y Joaquín reposó aquel pri-mer día en su casa.13

En la primera escena del retablo de Sinovas(Fotografía nº 5), Joaquín y Ana aparecen representa-dos como dos ancianos que acuden al Templo deJerusalén para hacer una ofrenda el Día de laDedicación, detrás podemos ver representado elArca de la Alianza. Son expulsados del templo por-que no tienen descendencia y, desde la mentalidadjudía, no han contribuido a aumentar el “puebloelegido” por una maldición divina. Hay que indicarque únicamente pudo ser expulsado Joaquín altener vetada las mujeres la entrada a la zona más

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13 Versión tomada de SANTOS OTERO, Aurelio. “Los Evangelios Apócrifos”. Madrid, 2006. Págs. 130-139.

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santa del templo. No obstante, Ana en elProtoevangelio de Santiago, cuando se lamentaante el nido del laurel dice: “He venido al mundopara ser como tierra maldita entre los hijos deIsrael; éstos me han colmado de injurias y me hanbarrido del templo de Dios”. La expresión gráficade este sentimiento es la expulsión conjunta deJoaquín y Ana del templo por dos de los sacerdo-tes. En el retablo de Sinovas Ana aparece en pre-sencia del Ángel. Está en el jardín del que habla elProtoevangelio, con su casa al fondo. Se encuentraorientada hacia el nido del laurel sobre el que selamentaba de su esterilidad, en el que se narra que,“habiendo elevado sus ojos al cielo, vio un nido depájaros en el laurel” (Fotografía nº 6). Frente a estenido de pájaros expresa que ella no se parece nisiquiera a “las aves del cielo, puesto que ellas sonfecundas” en presencia de Dios. Detrás se puedever una pareja de ciervos que también le traen a lamemoria a Ana su esterilidad: “¿A quién me parez-co yo? No a las bestias de la tierra, pues aun estosanimales irracionales son prolíficos ante tus ojos,Señor”. En la escena en que aparece Joaquín anteel ángel, se representa el desierto al que ha huidoavergonzado y donde se ha retirado a vivir conunos pastores. Tras muchos días sin comer nibeber se le aparece un ángel (Fotografía nº 7) paradecirle que sus súplicas han llegado a los oídos deDios y que debe dirigirse a las puertas de Jerusalén,donde le espera su esposa. Mientras, Ana, que noconocía el paradero de su marido, llora su falta dedescendencia y manifiesta su preocupación ante laposibilidad de quedarse viuda por la prolongadaausencia del esposo. En la última escena se repre-senta el gozoso encuentro entre San Joaquín ySanta Ana ante la Puerta Dorada, ambos compar-ten el anuncio del ángel y ella queda encinta(Fotografía nº 8).

En el siglo VI se reelabora este texto y se aña-den otros elementos en lo que se ha conocidocomo el Evangelio del Pseudo Mateo, por quererseatribuir al primer evangelista. El texto fue utilizadopor maniqueos y prisicilianistas, lo que atrajo sobreél la repulsa absoluta de la Iglesia. El priscilianismoes una corriente herética de corte rigorista cuyo ori-gen está en Prisciliano, obispo hispano del siglo IV.El texto, escrito originalmente en latín, alcanza unagran difusión en España. Santo Toribio de Astorga,obispo del siglo V, muestra hacia este texto unaactitud distinta a la que había adoptado la Iglesia.Afirma que, si bien toda literatura apócrifa es

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Fotografía nº 5

Fotografía nº 6

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rechazable por estar contaminada por los herejes,no es obstáculo para que algunos de los hechosconsignados puedan ser verdaderos. El relato delevangelio apócrifo del Pseudo Mateo viene a sercoincidente con el del Protoevangelio de Santiago.El encuentro ante la puerta Dorada es narrado así:

III.

5. Anduvieron treinta días consecutivos y, cuandoestaban ya cerca, un ángel de Dios se apareció aAna mientras estaba en oración y le dijo: “Vetea la puerta que llaman Dorada y sal al encuen-tro de tu marido, porque hoy mismo llegará”.Ella se dio prisa y se marchó allá con sus donce-llas. Y, en llegando, se puso a orar. Mas estabaya cansada y aun aburrida de tanto esperar,cuando de pronto elevó sus ojos y vio a Joaquínque venía con sus rebaños. Y en seguida saliócorriendo a su encuentro, se abalanzó sobre su

cuello y dio gracias a Dios diciendo: “Poco ha eraviuda, y ya no lo soy; no hace mucho era estéril yhe aquí que he concebido en mis entrañas”. Estohizo que todos los vecinos y conocidos se llenarande gozo, hasta el punto de que toda la tierra deIsrael se alegró por tan grata nueva.

Todos estos textos apócrifos alcanzarán unadifusión hasta entonces inédita gracias a la elabora-ción y difusión en el siglo XIII de “La LeyendaDorada” de Jacobo de la Vorágine (1230-1298).Además de recopilar vidas y leyendas de santos,reescribe algunas narraciones bíblicas, insertandorelatos procedentes de los evangelios apócrifos yañadiendo comentarios de escritores eclesiásticos.Los relatos de los evangelios apócrifos, que enmuchos casos no habían alcanzado en España unadifusión general, lo harán a través de la “Leyenda

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Fotografía nº 7

Fotografía nº 8

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Dorada”. En esta obra se inserta también el relatode San Joaquín y Santa Ana, introduciendo algunosenfoques de novedosa factura frente alProtoevangelio de Santiago:

- Para que no te quede la menor duda de que cuan-to te he dicho va a suceder, voy a darte una garan-tía: ve a la Puerta Dorada de la ciudad y quéda-te allí hasta que Joaquín llegue; porque en esepreciso lugar ocurrirá vuestro reencuentro.

Tal y como el ángel había prometido a ambos esposos, enla Puerta Dorada los dos se encontraron. ¡Qué inmensa ale-gría la de uno y otro al verse nuevamente reunidos! Trascomentar entre sí el anuncio que el enviado del Señor leshabía hecho, y dar gracias a Dios y adorar sus designios,Joaquín y Ana regresaron a su casa, y en ella, inundados degozo, esperaron el cumplimento de la promesa divina. Lapromesa se cumplió: Ana concibió; a su debido tiempo dio aluz y comprobó que la criatura era una niña. Conforme a laindicación del ángel, pusieron a la recién nacida el nombre deMaría.14

Tal como hemos visto la Iglesia nunca ha acep-tado como verdad revelada lo recogido en un evan-gelio apócrifo, al no ser un texto inspirado y, portanto, no estar insertado en el canon oficial de laSagrada Escritura. Pero esto no quiere decir que losapócrifos no hayan tenido una importante influen-cia en nuestra forma de ver hechos evangélicos. Eluso de los apócrifos como fuente iconográfica en elArte cristiano fue juzgado negativamente por elConcilio de Trento, el cual por una concepción delarte como instrumento catequético pretende pre-servar la historicidad de las narraciones sagradas,purificándolas de toda variante extraña al decoro ya la veracidad de las imágenes religiosas, y así decla-rará:

Enseñen con esmero los Obispos que por medio de lashistorias de nuestra redención, expresadas en pinturas yotras copias, se instruye y confirma el pueblo recordándole losartículos de la fe, y recapacitándole continuamente en ellos:además que se saca mucho fruto de todas las sagradas imá-genes, no sólo porque recuerdan al pueblo los beneficios ydones que Cristo les ha concedido, sino también porque seexponen a los ojos de los fieles los saludables ejemplos de los

santos, y los milagros que Dios ha obrado por ellos, con elfin de que den gracias a Dios por ellos, y arreglen su vida ycostumbres a los ejemplos de los mismos santos; así comopara que se exciten a adorar, y amar a Dios, y practicar lapiedad. Y si alguno enseñare, o sintiere lo contrario a estosdecretos, sea excomulgado. Mas si se hubieren introducidoalgunos abusos en estas santas y saludables prácticas, deseaardientemente el santo Concilio que se exterminen de todopunto; de suerte que no se coloquen imágenes algunas de fal-sos dogmas, ni que den ocasión a los rudos de peligrosos erro-res.15

No obstante algunas escenas de inspiraciónapócrifa han sobrevivido a la normativa tridentinagracias al fuerte peso de la tradición y a no entraren contradicción con dogmas aceptados. Asimismohabrá casos en que se produzca una reinterpreta-ción de lo que anteriormente se expresaba de otramanera, este es el caso de la InmaculadaConcepción.

PRIMERAS DISQUISICIONES SOBRE LAINMACULADA CONCEPCIÓN

Aunque el origen del dogma lo podemos encon-trar en el relato del Protoevangelio de Santiago(siglo II), que hemos mencionado anteriormente, laargumentación teológica tiene su origen enInglaterra durante el siglo XI. La idea ya había que-dado latente en el Concilio de Éfeso del 431 cuan-do se había proclamado que la Virgen era“Theotokos”, madre de Dios, no sólo era madre deJesucristo, como segunda persona de la SantísimaTrinidad, sino que debía ser considerada Madre deDios. La primera dificultad de este dogma es queno se dice nada de él con carácter expreso en lasSagradas Escrituras y los testimonios iniciales tie-nen carácter herético, como es el caso de los evan-gelios apócrifos. Contra esta interpretación delfuturo dogma se expresaron San Agustín deHipona y Santo Tomás de Aquino. Sobre la defini-ción dogmática seguía existiendo controversia en elseno de la Iglesia Católica cuando en el siglo XVIIlos papas prohíben discutir sobre el tema. Eldogma no será definido hasta 1854. Se consideraque el auténtico impulsor de las disquisiciones filo-

14 VORÁGINE, Santiago de la. “La leyenda dorada”. Madrid, 2008. Página 569. Traducción de Fray José Manuel Macías.15 Decreto sobre la invocación, veneración y reliquias de los santos, y de las sagradas imágenes; Concilio de Trento. Sesión XXV. 3-4 dediciembre de 1563.

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sóficas en torno a este privilegio mariano fue elfranciscano escocés Juan Duns Escoto (1266-1308). Así lo reconoce el Papa Benedicto XVIcuando le dedica todo un discurso en una audien-cia general:

Duns Escoto, para que se comprendiera esta preserva-ción del pecado original, desarrolló un argumento que mástarde adoptará también el beato papa Pío IX en 1854,cuando definió solemnemente el dogma de la InmaculadaConcepción de María. Y este argumento es el de la «reden-ción preventiva», según el cual la Inmaculada Concepciónrepresenta la obra maestra de la redención realizada porCristo, porque precisamente el poder de su amor y de sumediación obtuvo que la Madre fuera preservada del pecadooriginal. Por tanto, María es totalmente redimida porCristo, pero ya antes de la concepción. Los franciscanos, sushermanos, acogieron y difundieron con entusiasmo esta doc-trina, y otros teólogos -a menudo con juramento solemne- secomprometieron a defenderla y a perfeccionarla16.

LA DOCTRINA INMACULISTA DETOMÁS DE ESTRASBURGO

Para adentrarnos en la doctrina inmaculista lovamos a hacer fundamentalmente a través deTomás de Estrasburgo17, un teólogo agustino delsiglo XIV de la Universidad de París, conocidotambién como el Argentinense o el “Doctor Fácil”por la brevedad y claridad de su exposición.Asimismo su planteamiento teológico es el que másse acomoda a lo representado en el retablo deSinovas. Los razonamiento teológicos posteriores,más elaborados y con una carga más espiritual, sir-ven para explicar las teatrales representacionesbarrocas de la Inmaculada Concepción pero nopara explicar el relato de San Joaquín y Santa Ana yel momento de la concepción inmaculada de María.

Tomás de Estrasburgo estructura su discursosobre cuatro conceptos básicos:

1. La creación del hombre por parte de Diosen estado de justicia original.

2. La pérdida de dicha justicia por el pecadooriginal cometido en el paraíso por losprimeros padres al desobedecer a Dios.

3. La transmisión de ese pecado, llamadooriginal, a todos sus descendientes.

4. La excepción de contraer la mácula origi-nal, hecha por Dios a María, fue en aten-ción a la singular misión a que la teníadestinada.

1. La creación del hombre por parte deDios en estado de justicia original.

El hombre ha sido creado en un estado perfec-to por un acto inmenso de gracia divina. En virtudde la gracia sobrenatural el hombre puede obtenerla inmunidad de la concupiscencia, la inmortalidady la fuerza para evitar el pecado, de no convertirseen enemigo de Dios. Pero esto no significa que alhombre se le haya concedido el poder de haceractos meritorios y alcanzar así la gloria.

2. La pérdida de dicha justicia por elpecado original cometido en el paraí-so por los primeros padres al desobe-decer a Dios.

La posesión y continuidad del hombre en elestado de gracia de la justicia original estaba vincu-lado a la obediencia a Dios. Al transgredir Adán yEva ese mandato quedaron privados para siemprede ese estado de justicia original. Tomás deEstrasburgo no se plantea la existencia de ese peca-do sino que la acepta sin más al tratarse de una ver-dad revelada. Sin embargo investiga sus causas. Leresulta extraño que en un estado de perfección yorden ilimitados haya podido ocurrir la desgraciade la caída del hombre. Culpa al demonio por suseducción y tentación, aunque esto no disminuye lavoluntariedad de Adán y Eva, quienes personal-mente desobedecen el precepto divino.

3. La transmisión de ese pecado, llama-do original, a todos sus descendien-tes.

Con la rebelión de Adán y Eva todos los hom-bres se hicieron deudores de la justicia original y,por tanto, reos de pecado. Todos los hombres quedescienden de Adán por vía de generación con-traen la mácula original. En Adán es propiamente

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16BENEDICTO XVI. Discurso dedicado al beato Juan Duns Escoto. Catequesis en la audiencia general de 7 de julio de 2010

17 MATEOS ÁLVAREZ, Ciriaco. “Doctrina Inmaculista de Tomás de Strasbourg, O.S.A.”. Valladolid, 1975

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culpa personal, en su descendencia será una culpanatural y hereditaria. Entre los escolásticos de lossiglos XII y XIII hay dos corrientes para intentarexplicar la esencia y modo de transmisión del peca-do original.

a) Agustiniana: Seguida por Pedro Lombardoy los sentenciarios. El pecado original con-siste en la concupiscencia. Etimo-lógicamente la concupiscencia puededesignar toda forma vehemente de deseohumano. El apóstol San Pablo la identificacon la lucha que la “carne” sostiene contrael “espíritu”. (Gálatas 5, 16.17.24 y Efesios2,3)

b) Anselmiana: Seguida por Santo Tomás deAquino. Hace consistir el pecado originales la privación de la justicia original, conel débito de tenerla.

Tomás de Estrasburgo trata de conciliar ambasdoctrinas distinguiendo dos elementos de la culpahereditaria: un elemento formal como esencia delpecado (desde la concepción anselmiana) y otroelemento material. En virtud de este elementomaterial se afirma que aunque el pecado no puederadicar en la carne, ya que la culpa recae en el alma,sí que se puede considerar la carne como instru-mento de transmisión: la carne infeccionada al con-tacto con el alma, la mancha y corrompe. Parte deunos postulados científicos muy rudimentarios, queentronca con las teorías de generación de la vida deAristóteles, reformuladas por Santo Tomás deAquino y muy despectiva hacia el papel de la mujer.Tomás de Estrasburgo señala la existencia de una“qualitas morbida” que infecciona el semen y locorrompe moralmente, siendo ocasión de la culpahereditaria. Según esto el pecado original se trans-mitiría por generación natural de este modo: la libi-do o concupiscencia habitual, que se da siempre enel acto conyugal y proviene del pecado, origina enel semen una “qualitas morbida”. Ésta ocasiona lacorrupción e infección de la carne que, a su vez,infecciona y contamina el alma, cuando ésta esinfundida en el cuerpo. Por este motivo la concep-ción de María, para ser preservada del pecado ori-ginal, se debió a un acto conyugal entre un hombrey una mujer pero sin concurrir el semen, ese ele-mento contaminante que transmite la “mácula” delpecado original. Por todo ello la concepción deMaría es “sin mácula”, “inmaculada”. En el retablo

de Sinovas vemos el beso que se dan San Joaquín ySanta Ana. Es un acto conyugal propio de dosesposos y para resaltar esta condición es un beso enla boca, no es un mero saludo. Pero este acto, infe-cundo por su propia naturaleza, es dotado defecundidad por una gracia especial. Al fondo de laescena de Sinovas vemos que Dios Padre apareceen el cielo coronado con una tiara y como un per-sonaje más de la escena. Al contrario que la con-cepción de Jesucristo, en la que no interviene varónalguno, en este caso sí que nos encontramos queintervienen un varón y una mujer pero la genera-ción de la vida se produce de una forma distinta ala habitual. Para indicar de una manera muy gráficaque este beso está al margen de un acto conyugalíntimo y fecundo por naturaleza, el Maestro deSinovas introduce un tercer personaje. Es un hom-bre que observa la escena con un carnero a hom-bros. Probablemente se dirija al Templo deJerusalén a realizar una ofrenda. Con esta presenciade un hombre mirando se quiere subrayar el valorpúblico del encuentro entre San Joaquín y SantaAna, se subraya que no se trata de una relación ínti-ma, que no es prólogo de una acto conyugal fecun-do.

4. La excepción de contraer la máculaoriginal, hecha por Dios a María, fueen atención a la singular misión a quela tenía destinada

Tomás de Estrasburgo argumenta desde larazón, que Dios tuvo que intervenir con una graciaespecial para evitar que su madre fuera manchadapor el pecado original. Lo argumenta a través de lafórmula clásica de Eadmero de Carterbury: “Potuit,decuit, ergo fecit”, que viene a significar que Diospodía hacerlo, convenía que lo hiciera, luego así lohizo (pudo, quiso, lo hizo). Parte de la idea de queDios, como agente principal, es omnipotente yobra independientemente de cualquier otro agente.Puede hacer todo aquello que no implique contra-dicción. Dios, por tanto, puede crear un alma inmu-ne y libre de la culpa original ya desde el primermomento de su existencia. Se ha criticado el plan-teamiento de Tomás de Estrasburgo ya que pasa sinquerer de una razón de conveniencia o decencia auna cuasi-obligación. Como objeción también se lepuso que no es conveniente rebajar la dignidad ypreeminencia de Cristo, atribuyendo a María, pre-rrogativas y dignidades singulares que no tiene igualentre las criaturas y la equiparan al Salvador de la

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humanidad. Únicamente Jesucristo estuvo exentodel pecado original. Tomás de Estrasburgo respon-de a este planteamiento maculista diciendo que lasprerrogativas de Cristo le pertenecen personalmen-te por propia virtud o poder, las de María son gra-cias o privilegios que Dios le ha concedido.Delineada ya la posibilidad de que María fuese pre-servada de la mácula original y la conveniencia detal preservación, Tomás de Estrasburgo concluyeque así tuvo que ocurrir.

LA CONFIGURACIÓN DEL DOGMA Y LA LUCHA ENTRE MACULISTASE INMACULISTAS

La doctrina inmaculista ha tenido importantesdetractores. La polémica alcanza su punto más álgi-do en las controversias entre las distintas órdenesreligiosas. Los franciscanos, que representan unanueva corriente emotiva de la nueva religiosidad,son inmaculistas. Por el contrario, los dominicoseran maculistas, destacando las teorías nada menosque del dominico Santo Tomás de Aquino que con-sidera que admitir el inmaculismo choca frontal-mente con el principio de universalidad de laRedención. Igualmente otros santos fueron contra-rios a la aceptación del inmaculismo como dogma.Nada menos que San Anselmo, San Buenaventura,San Bernardo, San Alberto Magno y Santo Tomásse oponen expresamente al privilegio mariano de la“preservación del pecado original”. SanBuenaventura decía: “Aceptemos lo que mantienela opinión común: que la Virgen fue santificadadespués de haber contraído el pecado original”.Estos doctores de la Iglesia sostienen que la Virgenfue santificada antes del nacimiento, pero despuésde la concepción. Incluso se llega a apuntar queeste transcurso de tiempo debió de ser muy breve,apenas un instante. San Agustín de Hipona, SanAmbrosio, San Jerónimo, San León Magno, SanJuan Damasceno, San Gregorio Magno y SanAnselmo, en diversos pasajes de sus obras, hanenseñado que solamente Cristo fue inmune depecado y redentor de todos los hombres. LuegoMaría incurrió en pecado y fue redimida por Él, almenos en lo que se refiere al pecado original. Lospapas fueron favoreciendo poco a poco la acepta-ción de la Inmaculada Concepción aunque sin defi-nirlo como un dogma que hay obligación de creer.Sixto IV en los años 1476 y 1483 aprueba la Fiestay el oficio de la Concepción Inmaculada, prohi-

biendo calificar como herética la sentencia inmacu-lista. Después llamó la atención sobre quienestachaban de herejes y pecadores a los que celebra-ban el oficio de la Inmaculada Concepción y a losasistentes a los sermones de quienes afirmaban queElla fue concebida sin tal mancha. Inocencio VIIIaprueba en 1489 la invocación de la ConcepciónInmaculada de la Santísima Virgen. El concilio deTrento, viendo que este asunto era muy polémico,no lo aborda, y declara lo siguiente cuando estáhablando del Pecado original en la V Sesión, cele-brada el 17 de junio de 1546:

Declara no obstante el mismo santo Concilio, que no essu intención comprender en este decreto, en que se trata delpecado original, a la bienaventurada, e inmaculada virgenMaría, madre de Dios; sino que se observen las constitucio-nes del Papa Sixto IV de feliz memoria, las mismas querenueva; bajo las penas contenidas en las mismas constitucio-nes.

El papa san Pío V, cuyo pontificado se situóentre 1528 y 1556, prohibió a todos los teólogosque, bajo gravísimas penas, en los debates entreinmaculistas y maculistas, se llamaran entre sí here-jes. Consideraba razonable que cada uno tuviera laopinión que más le agradara, dejando en paz a losque no compartían su opinión, siempre que tantounos como otros aceptaran la santidad de la VirgenMaría desde el vientre de su madre. Debemos deseñalar que la postura de san Pío V es la más pru-dente que podía tomar alguien como él, que eradominico, y por tanto no muy próximo a las tesisinmaculistas. Esta disposición la adoptó mediantela constitución “Super Speculam Domini” (30 denoviembre de 1570) y en ella también se prohíbe“escribir o dictar en lengua vulgar sobre laInmaculada Concepción”. Después, el Magisteriosupremo de la Iglesia siguió favoreciendo la cele-bración solemne de la festividad de MaríaInmaculada, y prohibió atacar, ya en público, ya enprivado, esta doctrina. En 1617 Paulo V prohíbeenseñar públicamente doctrinas maculistas. En1622 el papa Gregorio XV extenderá tal prohibi-ción incluso a la enseñanza privada. En 1708Clemente XI extiende la fiesta de la Inmaculadacomo fiesta de precepto a toda la Iglesia Universal.El cardenal arandino, Bernardo Sandoval y Rojas,fue uno de los grandes defensores de la definicióndogmática de la Inmaculada Concepción. Sandovaly Rojas nació en una casa de la Plaza Mayor deAranda de Duero el 20 de abril de 1546. Fue en dis-

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tintas etapas obispo de Ciudad Rodrigo (1586-1588), Pamplona (1588-1596), Jaén (1596-1599) yToledo (1599-1618). En 1599 fue nombrado carde-nal por el papa Clemente VIII. El cardenal arandi-no ejerció entre 1608 y su muerte, acaecida en1618, el cargo de Inquisidor General. SilverioVelasco nos hace la siguiente referencia en torno ala relación del cardenal arandino y su deseo de quese declarase como dogma la concepción inmacula-da de María:

Nacido el cardenal de Toledo, como se grabó en su epita-fio, para empresas de grande pro, mantuvo por este tiempo enunión de don Pedro de Castro Cabeza de Vaca, ya arzobis-po de Sevilla, un empeño nobilísimo de la mayor estima, quefue la definición dogmática del misterio de la InmaculadaConcepción de Nuestra Señora, de que ambos eran devotísi-mos y fervorosísimos defensores. Don Pedro de Castro traíarevuelta toda la ciudad de Sevilla, a la cual pegó tal entu-siasmo por el misterio, que llegaba frecuentemente a exterio-rizarlo en manifestaciones grandiosas. De los anhelos delCardenal puede conjeturarse por lo que en 14 de agosto de161518 escribía al arzobispo: “De aquí adelante puedo teneren algo mi parecer y discurso, pues cuando la de V.S. Ilma.había yo escrito otra en su misma conformidad al Rey(D.l.g.), de que estoy esperando respuesta por horas, y congran deseo de que este negocio se acabe bien y presto por loque importa”. En confirmación de este celo del cardenal afavor de la divulgación del misterio de la Concepción sinmancha de María, recuerdo haber oído a mi caro amigo, donMiguel Gómez de Bonilla, muy aficionado a la investigaciónde las glorias de Aranda, haber encontrado en Soria un dis-curso del cardenal que trata de este misterio.19

Silverio Velasco señala que en Aranda se exten-dieron aún más las tesis inmaculistas por la presen-cia de una comunidad de franciscanos, grandesdefensores del reconocimiento oficial de estedogma. Incluso el propio convento estaba bajo laadvocación de la Purísima Concepción. El obispoVelasco lo cuenta con estas palabras:

Si, además del interés de estos dos prelados, se tiene encuenta que en Aranda había un convento de franciscanos, dela provincia precisamente de la Purísima Concepción, y queera obispo de Osma, después de la promoción a Burgos deD. Fr. Fernando de Acevedo, D. Fr. Franscisco de Sosa,

franciscano también, general que había sido de su Orden, yautor de un tratado en defensa de la definibilidad del dogmade la Inmaculada, se explica perfectamente el entusiasmo deAranda por este mismo misterio. Llegaba al punto, de quede medio siglo a esta parte la mitad o más de las memoriasdejadas para el Cabildo, empezando ya desde el cura Diegode Oviedo, lo habían sido en honra de la PurísimaConcepción, y en la tabla de aniversarios de la parroquia deSanta María había consignadas a principios de siglo hastacatorce memorias, que se habían de celebrar en la fiesta de laConcepción o dentro de su octava. Exaltación y entusiasmotal no podían menos de dar por resultado la creación de unacofradía; y en efecto en el testamento que hizo en 1591 elcura Juan de Contreras, se lee la siguiente cláusula: “Item alas cofradías paresciere yo haber sido cofrade, aunque seanlas de la Concepción y del Sacramento cada dos reales enlimosna”. El valor significativo de la conjunción concesivaaunque, parece dar a entender, que no obstante ser éstas doscofradías más ricas o menos necesitadas que las demás, oacaso por estar fundadas en la iglesia de los PadresFranciscanos, y dirigidas por ellos, era su voluntad que tam-bién a ellas alcanzase su bendición y su limosna. ¿Sería yaentonces la cofradía de los Nobles?

Un acontecimiento consolador vino a dar nuevo impulsoa la cofradía. El 12 de septiembre de 1617 salió de Romael decreto20 tan solicitado por nuestro rey Felipe III y pornuestros arzobispos de Toledo y de Sevilla, imponiendo silen-cio a los contradictores del misterio de la ConcepciónInmaculada de la Madre de Dios; y fue recibido en España,y sobre todo en Sevilla, con tales demostraciones de júbilo,cual nunca se habían visto. Aprovechó entonces la ocasióndon Pedro de Castro Cabeza de Vaca, y propuso a su cabil-do de Sevilla celebrar aquel año la fiesta de la Purísima,jurando solemnemente, como lo hicieron él mismo, defendermisterio tan honorífico para la Madre de Dios aun a costade su sangre. Tan generosa idea corrió velozmente por todoslos ámbitos de España; y en Aranda, agrupándose en tornode tan gloriosa bandera los personajes de más noble alcurniaque iban quedando en la villa, como los Mansillas,Vellosillos, Tamayos, Rodríguez, Prados, Duques deEstrada, Leones, Lagos, Gómez, Arandillas, Merinos,Navarretes, Contreras, Ocios y Pernios, se declararon“Esclavos de la Purísima Concepción”, se comprometieron ahacer y renovar el referido juramento cada año en la fiestaespecial que habían de celebrar llamada de la Jura, y presen-taron al señor obispo, don Cristóbal de Lobera unas consti-

18 En la edición original se señala erróneamente la fecha de 1515, no habiendo sido corregido en las ediciones posteriores19 VELASCO PÉREZ, Silverio. “Aranda. Memorias de mi Villa y de mi Parroquia”. Madrid, 1925. Págs. 298-29920 Se refiere a un Breve Pontificio de 12 de septiembre de 1617del Papa Paulo V

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tuciones que con fecha 22 de junio de 1622 les fueron apro-badas. Los hermanos no habían de ser más de treinta y tres.Celebraban con grande esplendor la fiesta del 8 de diciembre.En las funciones de la cofradía tenían ellos la obligación dellevar la Imagen, y asistir con hachas, incluyendo en esta obli-gación la procesión del Corpus.21

En las constituciones del Colegio de la VeraCruz de Aranda de Duero, editadas en Madrid el 20de abril de 1623, se establece la celebración del díade la Inmaculada Concepción. Así, en la constitu-ción XIX se ordena que el 8 de diciembre se cele-bre misa cantada por el capellán mayor con toda lasolemnidad. En la constitución XXV se ordena yestablece que se recen en la capilla por los capella-nes de la Vera Cruz los maitines de la festividad dela Concepción de la Virgen22.

El 25 de diciembre de 1760 se declara ala Inmaculada Concepción como patronade España, será el papa Clemente XIIIquien acceda en 1760 a una petición delrey Carlos III. Hasta 1854, con Pío IX, nose reconocerá este dogma, apuntandoentonces que “fue España la nación que,por sus reyes y por sus teólogos, más tra-bajó para que amaneciera el día de la pro-clamación del dogma de la ConcepciónInmaculada de María”. Y es que fue enCastilla en donde de una manera más tem-prana se desarrolló todo el pensamientode defensa de esta creencia. Las iniciativaspartían directamente del pueblo y en 1466fue Villalpando (Zamora) quien realizabael célebre voto a la Inmaculada, junto conotros doce pueblos. La declaración dog-mática de la Inmaculada Concepción tam-bién tuvo sus celebraciones en Aranda.Según nos cuenta Silverio Velasco coinci-dió esta conmemoración con las rogativasque se realizó a la Virgen de las Viñas parasalvar a la ciudad de Aranda del cólera.Estas son las palabras del obispo Velascosobre la conmemoración en Aranda por labula de Pío IX:

El día escogido para celebrar en Aranda aquel tan faus-to acontecimiento fue el de San Juan de 1855. La tardeanterior hubo vísperas solemnes con exposición de Su DivinaMajestad, y a las ocho y media de la noche rosario, con elquinto diez, letanía y salve cantados a orquesta en procesiónconcurridísima por las calles, que estaban profusamente ilu-minadas, mientras atronaba el espacio el alegre volteo de lascampanas y el estampido de cohetes. Al día siguiente por lamañana nueva procesión por la Plaza, y a continuación laMisa también con exposición y a orquesta y con sermón quepredicó el párroco con arrebatadora elocuencia como solía. Acontinuación se cantó un solemnísimo Te Deum. Asistió aestos actos el Ayuntamiento en pleno, y fueron costeados porlos cofrades de Nuestra Señora de la Concepción.23

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21 VELASCO PÉREZ, Silverio. Págs. 299-30122 Constituciones del Colegio de la Santa Vera Cruz de la villa de Aranda. Madrid, 162323 VELASCO PÉREZ, Silverio. Págs. 422-423

Fotografía nº 9

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En Aranda también existió en el siglo XIX unColegio que tenía como nombre el de la Purísima yque se asentaba en los restos del convento de losfranciscanos. Curiosamente con este nombre sepublicó uno de los primeros periódicos de ámbitolocal en la capital de la Ribera. Entre 1878 y 1882se editó el Boletín del Colegio de la Purísima, dirigidopor Faustino Jimeno y Diego Arias de Miranda. Elrecuerdo de la declaración dogmática de laInmaculada Concepción seguirá vivo en Aranda.Prueba de ello es la crónica que hace el PadreDamián Janáriz de los actos celebrados en 1904con motivo del cincuentenario de la declaracióndogmática. Lo recogerá en su “Historia y Novenade la Virgen de las Viñas”, publicada en la ImprentaBayo en 1924. El claretiano cifrará en 12.000 losasistentes a la misa que se celebró en la explanadade la Virgen de las Viñas y a la que acudieronmuchísimas personas de toda la comarca24.Excepcionalmente se sacó la imagen en procesiónpese a no ser las fiestas patronales ni rezarse ningu-na rogativa para pedir lluvia.

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24 JANÁRIZ, Damián: “Historia y novena de la Virgen de las Viñas, patrona de Aranda de Duero”. Aranda de Duero, 1924. Págs. 31-33

Fotografía nº 10

Fotografía nº 11

Fotografía nº 12

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LOS CUATRO SANTOS DE LA PREDELA

En la predela del retablo de Sinovas hay cuatrorepresentaciones con escenas de vidas de santos,que son fiel reflejo de algunas de las devocionespopulares más extendidas en la Ribera del Duero.Estas representaciones no guardan relación directacon el ciclo de Santa Ana. Encontramos a SantaCatalina (Fotografía nº 9), devoción de gran raigambreen la Ribera del Duero, en el halo de santidad pode-mos leer “SANCTE CATERINA”. Despuésvemos la misa de San Gregorio (Fotografía nº 10), unode los cuatro padres de la Iglesia occidental. Enotro casetón de la predela nos encontramos con larepresentación del martirio de San Sebastián(Fotografía nº 11). En el halo de santidad pone“SEVASTIANUS”. Finalmente vemos el Juicio aun obispo (Fotografía nº 12). Según el museo argentino

podría ser San Cipriano de Cartago y para tal iden-tificación se basan fundamentalmente en que apa-rece un personaje de raza negra que nos puede indi-car que estamos en África. La devoción a este santono está muy extendida en la Ribera del Duero aun-que sea el patrón de Oquillas. También se podríaidentificar con San Blas ya que también fue obispo,sometido a un juicio y martirizado. Si ciertamentefuese San Blas podríamos decir que los cuatro san-tos de la predela contaban con ermita propia enAranda de Duero. San Blas contaba con un altar enla ermita de la Santa Cruz, situada en la actual calleSanta Lucía. La de Santa Catalina estaba en el actualbarrio del mismo nombre, la de San Sebastián es loque ahora es la ermita de San Antón y la de SanGregorio estaba situada en la calle del mismo nom-bre, en la popular ermita de la Virgencilla.

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