Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

download Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

of 76

Transcript of Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    1/76

    .J.

    SIMBOLISMO DOMINANTEYSIMBOLISMO DOMINADO

    L c sseronunto de partida: la investigacin acerca de las culturas populares exigeque la sociologa de la cultura se procure interrogaciones conceptos o infle-xionesmetodolgicasespecficas?No hay que alarmarse demasiado prontoante una pregunta que formulada ingenuamente parecera alentar contra lunidadde la s ociologfa y resultara incluso chocante para lasclaseso losgru-pos dominados.Nodeja suponer lopeor: por ejemplo que el anlisis socio-lgico se aprestara cuando penetra en el terreno de las culturas popularesa redimensionar sus instrumentos a la medida de su pobreza o su penuriasimblica?La preocupacin por particularizar el dispositivo permite en realidad lasospecha contraria: l sociologa de la cultura cuyo lenguaje terico ya haestabilizadociertos conceptos e identificado numerosos rasgos pernentesque implcitamente reivindican lageneralidad social dado su comprobadopoder de descripcin no defini sus instrumentos y regul sus miras deacuerdo con figuras cuyos juegos simblicos obtienen su sentido y sus reglasdel hechode producirse en situacin dominante? Losmismos instrumentosde descripcin y de inteligibilidad no corren el riesgo si se los aplica sinmodificaciones a prcticas culturales muy distantes de imponer al mismo _tiempo que sus ajustes construidos sobre la lgicade las culturas dominantesalgo de l mirada etnocntrica que toda cultura dominante dirige sobre unacultura dominada desde tiempos inmemoriales?

    5

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    2/76

    Relativismo cultural: una repatriBctn peligrosa

    Circunscribamos de entrada el problema a las formas de dominacin que seejercen en el seno de una misma sociedad. El problema de la dominacinsimblica podrfa en erecto extenderse tambin a las relaciones desigualesque se establecen entre sociedades globales, ya se trate de colonizacin,satezaci6n, o simplemente hegemonfa cultural o lingfstica.Incluso en las relaciones entre sociedades distintas,elesquema de la dominacin cultural o del intercambio smbco desigual) permite, en erecto,comprender numerosos rasgos que afectan tanto a los intelectuales como alas masas, a las comunidades cienlilicas o a las corrientes artlsticas, a las costumbres o a las rormas de pensar, en sfntesis, a todos los fenmenos que provienen de la situacin de sometimiento de una periferia a un centro: lero io-nismo Pero la restriccin del problema a las relaciones desiguales que asocian fntimamentegrupos yclases dentro de una misma sociedad bastar paraocuparnos ya que nos enfrenta a una dilicultad especffice que es necesarioevaluar.s la dificultad de toda sociologa de las culturas populares, a las queel principio terico del relativismo cultural -concebido para enmendar loserrores cometidos contra sociedades lejanas- no proporciona la clave anal i a.El relativismo cultural puede reivindicar, desde la Antigedad hasta nuestros das, numerososantecedentes filosficos. En la pocamoderna en Montaigne, Pascal o Montesquieu, la renexi6n acerca de lo arbitrario y la fuerzadela costumbre aliment6 y sistematiz lasprimeras curiosidades. etnolgicas.Sibien la disposicin a la escucha de la diversidad cultural que implica esterelativismo filosfico ha perdido a menudo su funcin heurlstica para subordinarse a la ilustracin de una crtica moralista de la Ra7.6n y de la Naturaleza, o especializarse en un uso eSCptico ; no es sino ya en el siglo de lasLuces y sobre todo en el siglo XIX que la li\osoCfa del progreso del esprituhumanoy luego la influenciadel evolucionismo biol6gicosobre las incipientesciencias sociales pasaron a ocupar una posicin antro-polgica central. Como puede verse an en Lvy-Bruhlton la nocin de mentalidad primitiva e incluso enMauss con la idea de forma arcaica , el relativismooperatorio, que toda descripcin atenta a la alteridad culturalinstrumenta, se ha servido largamente del modelo evolucionista. En Francia,Claude Lvi-Strauss populariz, sin duda, al relativismo cultural, transformndolo en principio y herramienta de todo trabajo etnolgico y sealandola ruptura que instaura respecto del evolucionismo social . Pero esta oposici6n figuraba ya entre los tpicos de la antropologla anglo-sajona.

    t omo dicen con satis ardn. rindose de si mi nlOs. los inlekrtuales sudamerinnosc a docompaT1ln laaClitud de Ile rolles. prinripe oriental que vivlaimaginariamente en Roma.con su propensin a vivir debates ymodas en relarin ron las corrientes intelectllales europeas.lVase E.Weslernlarrk. TheOriptlnnd O /eplllemofflreMoralldeas Londres. 19 1 )-

    16

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    3/76

    El clalivisrno-'lulLuEll es, por ende, hoy, quien presenta primero suscredencl8fef,-i:andose lJatade describir sin prejuiciosu n ~ ~ Pero las recomendaciones ticas y tericas que puede invocar por-serviciosprestados aculturas lejanas, nolodispensan del examenatento deloserectosque produce desdeelmomento en que se10aplica.sinprocesamientoalguno,a las culturas de los grupos dominados dentro del luncionamiento de unorden social. En este caso, hay dos principios de interpretacin que puedeninvocar relaciones que asocian las realidades simblicas a las realidadessociales j o importa en qu condici6n-social funcione una cultura, tiendea organizarse como sistema simblico; (2}]una dominacin social tiene Isiempre efectos simblicos sobre los grupos dominantes y dominados queasocia. E s _ n ~ ~ r i o entonces, para c o ~ ~ n ~ e r una cultura popular en su Icoherencia simblica, tratarla como u n . . u n l V e r ~ 0 : . d _ ~ ~ ~ 6 n a u t l l 0 m O i ~ olvidando lodo lo que est de15iifo y por fuera de ella, en especial losefectos \simblicos de ladominacin que sufren quienes la practican, aun a riesgo de \volver adestiempo sobre el asunto? i por el contrario, es necesario partir

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    4/76

    _ ~ ~ .... .dominacin que asocia, en todo tipo de prcticas. a dominantesydominadoscomo contrapartes de una interaccin desigual. El relativismo cuharal serfaevidentes610 enelcasoabstractoen queeletnlogotuvieraque describirunasociedad radicalmente extraa a la suya, tan extraa que la llegada deletnlogo fuera el nico lazo entre ellas.En ese caso es cierto, la descripcindelOtro conlascategorasdelUno seriaelcolmodelemocentrismo:esdecir,racismo puro, evaluacin desptica de la alteridad en nombre de unaidentidad arbitraria, ya que instaurara para cada una de sus imposiciones desentido una relacin hermenutica desigual, desprovista de toda correspondencia tanto en las relaciones sociales como en las repreacntacioDcs de lacultura descrita Saber por otra pene, si esta exterioridad radical de unosgrupos humanos respecto de otros existi nunca, es otra historia: la historiade la etnologfa y de lo que sta debe a las relaciones desiguales entresociedades, puesto que la colonizacin slo es uno de sus ejemplos.

    Heleronomfa o aulOhomfa?Un balance de la cultura popular basado en la hiptesis de su auronomresimblica, puede sentirse autorizado, sin duda, por la tendencia que todogrupo social tiene a organizar sus experiencias en un universo coherente;ninguna condicin social, por n i ~ d e s g r i d o dependiente que sea, puedeimpedircompletamenteel trabajo de organizacin simblica: aun dominada,una cultura funciona como cultura. Nos hallamos aqui frente al efecto delderecho Imprescriptible al simbolismo que la tesis weheriana (segn la cualtoda condicin social es almismo tiempolugar yprincipio de una organizacinde la percepcin del mundo en un cosmos de relaciones dotadas desenrldo ), concede a todo grupo social. Peroen el caso de una cultura dominada, es necesario saber que, para que funcione este principiode interpretacin,nos condenamos a transformar una autonomizacinmetodolgica en una autonomizacin de principio. Esta es una opcin interpretativa con el propsito de no descartar ninguna interpretacin de sus rasgos respecto de losefectos de la dominacin.Una y otra opcin conciernen a la cuestin de saber qu es lo que ladescripcin del sentido de una cultura popular gana o pierde ante la eleccinterica de ignorar alguna cosa de su realidad simblica, a fin de aprehendermejor aquello que intenta despejar construyndolo sistemticamente ya

    l M. weber, Die Wil lsebaflselhik cer WeltreligiOllell-, esamme e u t ~ ZurReligiolls soziologie traduccin inglesa, Tbc Social Psichology cfthe WorJdReligions ,From f eberLondres, Rouuedge Kegall, p. 281; (lhe denland) Ihallhe wcrtd order in l.toretny is, courc and sbould sorne how be a meanlllgful cosmos ; y, en general, 50bK lanecesidad simbca en las diferenles ctases o eSlratos, vase ab. u pp. 282 285.

    18

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    5/76

    P ~ - - - - - - - - -

    ~ f f i 1 i l l f ; ~ ~ ~ ~ e e ; ~ ~ a ~ ~ ~ ~ J ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~descriptivas no constituye una realidad unvoca; h { m b i v a l e n c ~ e de una cultura dominada la har confesar siemprear-guna v e r d ~ Ila someta a cualquiera de ambos interrogatorios. 1.0que pierde un principiode descripcin no puede confrontarse sino con lo que el otro gana. Lasociologade las culturas populares DO es unjuego donde lassumas se anulanpuesto que los balances respectivos se equilibran, y cada una de las esrrere-gasdescriptiv s puede cobrarsuganancia sinpercibir su prdid que slo s contabilizada por lag n nci descriptiv de laestrategia elternerlve. Sinhablar de airas dificultades: la prdida o la ganancia que una u otra opcinregistra varan segn lasclasesdominadas elegidas para el anlisis,segn susestratos o subgrupos, y tambin segn sus prcticas. Vale entonces la penadetenerse en esta dificultad terica que compromete a todos los problemasde descripcinemplrica planteados a la sociologIa por el uso de un conceptotal como el de d Q m i ~ ~ ~ i n - i m b l i c a cuando se aplica a la descripcin delas clases popularesy de su universo cultural. .Cuando mira hacia las culturas populares, la sociologade la cultura yanoes inocente: se encuentra munida de teoras, a menudo implcitas, acerca delsimbolismo social, y de la idea de que todas tienen algo en comn. sociologa de la cultura, como cualquier otra rama de la sociologa o de lahistoria, comenz por apostar a aquello que se muestra como importante ,como significativo , en el campo de la historia de las formas, en losmecanismos de su demarcacin o en las manifestaciones de su poder social.De ese modo regul su doctrina de las estructuras y de las funcionessimblicas. Tanto las elecciones conceptuales que ordenan ladescripcin delasconductassimblicas,comoliSele-cCion esmetodolgicas que determinanla tcnica de observacin (seleccin-tildas campos-,le prcticas, categorizacin de las diferencias, localizacinde las ce-ocurrencias), llevansiempre lamarca de los objetos , es decir de los rasgos pertinentes , a los que estinsidiosamente acostumbrada una sociologa de la cultura que por dlleccin o animadversin- se centra sobre las prcticas ms valorizadas de losgrupos dominantes o de los grupos intermediarios que refieren sus simbolismos exclusivamente al reconocimiento o al conocimientode la legitimidadcultural. Estas elecciones podran, milagrosamente, ser an pertinentespara la descripcin de todo lo que hayque describir en una cultura popular?No corren el riesgo, al imponer el uso de un registro de simbolizacin lolegjtlmamenre simblico para las clases domin ntes yde un algoritmo deinterpretacin l reivindicacin competitiva de la legitimidad cultur l-concebidos para otros procesos simblicos, no slo de descuidar l descripcin de simbolismos valorados de otra manera, sino de interpretar lossimbolismos mismos detectados con instrumentos regulados para otrosobjetos, con referencia a un principio distinto de aquel a que se refieren?No basta con responder que evaluar una cultura dominada aunada a lacultura que la domina es necesario para restituir al anlisis sociolgico lasfuerzas que actan en la realidad social, argumentando, con todajusticia, que

    19

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    6/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    7/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    8/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    9/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    10/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    11/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    12/76

    ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ _ ~

    dominados,hasta lacomplacencia populista.pasandopor lodoslosgradosdereconocimiento bajo condiciones o del paterealsmo. Estas relaCtoDe. ymuchas otras componen en D W sistemade relaciones cuyo efectopropiamente simblico debe al olvido de los recorridos que llevan de D' a D el,1 logue clac 60.deJuerzano R J ~ ~ j a m s d i r c : e t a m e D l c ; . . u n 1 1 . . . . . ~ ~ J l de yalores y de relacioJlCi_coQcsosnva1Qres....que-es..jerrq lica....x.1 1 jerar9 -zante.Dreducirsc, sin e m b a ~ s e r un calco i m r g Y l ~., EJ esquema sugiere evidentemente la apariencia engaosa de una redcaminera queelinvestigador podra recorrersinproblemas.Essolamenteunoptimismo grfico. Vimos cmolaapuestatericadelrelativismo cultural yde la legitimidad cullural -ee decir la descripcin que aulonomtza lasculturas dominantes o dominadas de lo que ellas deben directamente a larelacin de dominacin para centrarse en su coherencia cultural (relaciones

    del tipo A o B). y la descripcin que interpreta su estructura trasladando susfuncfOlles a la relacin de dominacin (relaciones de tipo A' o B - noagregan ni se acomodan tan fcilmente a sus experiencias de descripcin.Veremos, por ejemplo, CmoB yB no comparten una cultura dominada de~ : d o s subconjuntos de rasgos -unos culturales , otros ideolgicos -:- y

    ; ~ m o , por el contrario el mismo rasgo toma un sentido diferente en lossistemas de interpretaci6n definidos por las relaciones de tipo BYde tipo B'.IZ} Recapitulemos rpidamente, paraabrirladiscusi6n.1as opciones bennenuticasJ o los principias tencos que guian o que han guiado la mirada dirigida a lasclases dominadas, porque tendremos que vrnosla, ms de una vez, con sus

    ~ oposiciones y con sus complicidades subterrneas.

    Poalclooe& e InnrslonesVAl comienzo se extiende sin ~ m p k j Q en lodo grupo o clase que ocupa

    . ----1:-una posicin dominante, el elQfilltrismo ~ consideramos estecomienzo como un estadio arcaico o-superado de la ideoJogla o de lacultura de lasclasesdominantes, puestoquese trata, en toda epoca y lugar,del primer movimiento de toda percepcin de la alteridad cultural, del gestoms lenaz puesto que es el ms simple de la autolegitimacinl ] y al queninguna historia logr6 nunca hacer pasar completamente de moda en su

    Cf lnfra pp. 11-72. 3Al comentar el reverso de la lcorla del cri'lianl&mOpropllC'll porNielUl:hc llllldamenlada en h h op de la MoroIeIObrc el anlisis del-rccnlimienIO- )'de ladealiflCacin de

    los mepres , Miilrx Wcbef sllbraYll el caniCIUhislricamenle excepcional de CSIa rccalitlcacin- felilliosa del slIfrirnicnto, del infortunio, de la I l l l lCnda de pre.stlJio, de la pobreza,respecte de la importancia y de la l Cl;llrrencia del fennlcllo inverso: ~ T 1 t e f t 1 m u r a l e i s s d d o msaliJiedwirhlhelacr a/bftng{otumtllC. Beyondl lis heMelblak l/ JVIMIte sa rilhllOlu'sgoodjoHUne He w n ro be canvinced thal he Jum>e s lUId w al4 t llw rUsaves 1I in

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    13/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    14/76

    ser reconocidos plenamente cornohombres, anima todava a vastos sectoresde las clases dominantes y no necesariamcnte a los ms tradicionales yclilistas ; en cuanto pasamos por alto las proclamas politicas o las declamaciones ticas, y empezamos a registrar el discurso silencioso de los gestos,dc las pequeasdecisiones cotidianas (sociabilidad), sin hablar de las grandes(matrimonio), En todo caso, en cuanto tiene espacio por falta de atenci6n opor complicidad de su interlocutor, el discurso etnocntrco declase retomarpidamente sus formulaciones ms abruptas: las que reenvan a las ciasespopulares a la barbarie , a la naturaleza , o a la incultura : sonhombres(por citar a La r u y ~ r c pero con todo un poco de otro modo, es decir,SIempre un poco menos que nosotros. habl, ~ p u l a r es comprendidaespontneamente -incluso por quienes saben, en sus momentos cultos, quedeben controlar ese sentimiento linlstico - como un dialecto social ,migajade lenguajes recogidos por una escucha t o r p e ~ i i i d a o perversa delverdadero lenguaje; las costumbres populares proporcionan la experienciaprimera y el paradigma de la vulgaridad , o sea, la ausencia de modales, o,como mucho, modales que noson sino la irrisoria o patibularia imitacindelos buenos , pattica o incluso divertida si el corazn se siente generoso.Basta con escuchar a las buenas burguesas - lo que hoyquiere decir egreMulas de la enseanza superior- hablar de sus mucamas o como dice Hoggart, una d u e a d ~ casa de lasmiddle clas Jts hablar de su plomero, prototipode esa genteft /

    ------t> J i ) e l i e i ~ i j , ; ; ; ~ Cldtltrafl'nstaura, a partir de la constatacin de que lodoft grupo solal pos su simbolismo irreductibleo, sise quiere, su arbitrariedadcultural, el principio de que las culturas deben ser descriptas y no jerarquizadas o, ms bien, que no puede jerrquzrseles ms yaque se las describesegn sus propios cdigos y valores. De este-modo reclama para s( la tarea,nunca completamente terminada, de reducir las ilusiones etnocntrieas. Alhaber engendrado laelnologfa/il cult1,lralismo comoteenologla profesionalque ha proclamado y practic:do, bien o mal, desde hace ya un siglo, ladeontologla del relativismo cultural, se hada diRcil no beneficiar a lasculturas populares COn esta generosidad terica: zpor qu6 privarlas de estecrdito en humanidad, esdecir, en autosuciencia cultural, que el relativismoetnolgico otorgaba a todas las culturas de o koll ltlltl

    Hvgprt La I turt pmnTt; Imde l .uylede des ,hustr popu enAflg tttm Paris, Minuil, 1970. pp. 337339, cuando I\lIbla del plomero, yen general, k: cariMos -Le ecrelles p e r s o l l ~ S VI ( La bonne vie ) J IX ( Le je-m'en-fichisme-) parauna descripcin de la intimidad popular o de los Il lSp culturales que desde el punlode vi5tade las clases medias o altas, eataloglln 10que los I rllpo cullivados pertll;ten romo -wlprklado negligenCIa , -irraCIonalidad econmica . etctera.

    15Aproximadamenle desde la primera definiCIn de cultura eencralizable por su neutralidad enumerali a todo puebloo grupo social, formula Tylor (PrimitltoeCI/Um t,/-n,Londres 1811 .

    28

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    15/76

    La rehabilitacin de las culturas populares prolong. aunque con retraso,'a la de las culturas lejanas. Este cultura/lag en la aplicacin del relativistnot,Ycultural a los grupos sociales con los que la antropologa se codea en su vidacotidiana explica sin duda. desde una g i ~ de la emulacin, que esterelativismo haya adoptado siempre formas ms exacerbadas que el relatlvismo etnolgico, y que haya vinculado tan estrechamente sus programas,

    ~ ; r ~ : i l j ~ ~ ~ 9 i ~ : : : = i : - P a ~ 1 i i ~ J : t ~ : : = n t t ~ ~ r ~ ~\su cuftura es ms rica que la nuestra; es enet1tilte, la nica cftiira naturalmente cultural Volkskunde, tolstosmo, Iolklorismo, Prolerlcult : Losprimeros intereses cultos que se comprometieron en el inventario de lasculturas populares europeas negaron de entrada todaslasobservaciones que les hubieran reveladotos efectos Mtfgct inoongruenIes de dmliRaci6n, dependencia Yhetcronomfa Tt t/Q nQ 13xx-queelpopuJismo romntico que los inspiraba ronfundiacon fervor plebe y pueblo,plebsypopulus.16Del mismomodo, el relativismo cultural aplicado al conocimiento de las culturas populares se manifest en las ciencias sociales como continuacin del caminotrazado por las conversiones de la ideologa poltica de los intelectuales:populismo revolucionario y proletarismo minaron as ideOlgicamente losdominios que abrlan a la investigadn. Las tentativas de uso directamentepolftico por parte de los inlelectuales (ya sea bajo la forma cnica delhebenlsmodelh DudltSlIt, o bajo la forma milenarisla del babuvismo yde los carbonarismos) sucedieron a una larga historia de manipulacin delPueblo mediante discursos que loconstitufancomo sujeto privilegiadode losenfrentamientos entre fracciones de i i l ~ l e c t u a l e s P Msprximo a nosotros,el-rompa1iemmo de ruta consentido por los intelectuales a lasorganizacionesobreristas complic an ms las cesas. Resumiendo, en el registro policc el ~populismoprecedealeetirrectsmo, incluso se acompaa, a veces,de racismo: j I-los ms humildes de nosotros son ms valiososque el mejor de todos e l l o s ; ; ~~ I L c o n r . g t J r _ a . ~ ~ n como para g y e _ q . r e . l a t M s m o . . . c u l l u r a t . . a p l i g ~ ~ - - - . l ~-~ ~ r s peda relativizarsus P ~ ~ . . . 1 . ~ ~ r c . . . ~ r ~ . . . . s e r i a i n e n t e ,

    16 Bajo el signo del romanticismo nacionai, explicitamenle, el VoIkskimde tnninotransformadoenfoIkIorr porThoms en 1846)iniel muy tempranamente esta idenlificacin (C.Brenlanoy A. Y ift Atmin,DnK1Jalwn Wundfrlom, Heildert>erg, 1806-18(9) qlle participadela moda del prefijo.Vc:a {d. Herder Stimmm der VoIltl Utden, 1807). A travs de losnllmerosos avalares de sus ronlenidosisqliedas folklorislQ; enrontramos \hoysu el6stica delinkin Io Yde lo popular en no pocos poptllisntOll:relionalismos,relomos a la nlturaleta, , ' (Jls.17Pllraul\l dCKripcin de las eorrtenres de popllllsmo polftico en Rusia que da ceenta desus figurllll ron relacin a la posicin de los gmposde la inldisma ver, por ejemplo F.Venluri, ninlCllecnltls, Le Pellplt la Rr. OIIJ/iQn; histofrr dll populiMnt ~ GilXIXt si tPans, Oallimlrd, IV72

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    16/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    17/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    18/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    19/76

    l

    I

    C.Grig lMe gustarte ejemplificar lo que acaba dedecirse apoyndome en un trabajoque actualmente desarrollo sobre la alimentacin popular. Solamente po- Xdemos hacer un uso exento de populismo de la nocin de cultura popular sila definimos como cultura de las clases dominadas y no como cultura delPueblo . Esta preferencia de principio acordada al criterio sociolgico porsobre los criterios cclturolgicos, tales como el carcter oral o el anonimatode la tradicin, ms ramiliares para los etnlogos o los especialistas delrolklore,no debe impedirnos lomar igualmenteen serio las tareas a que nosobliga el trmino cultura: el mejor medio es, sin duda realizar el inventariode los rasgos que constituyen una cultura popular sin esperar de esteejercicio preliminar que construye el objeto de una vez por todas, Hay quever en l en todo caso la ccasiude someter a una primera prueba y a unprimer interrogatorio los esquemas por medio de los cuales una aproximacin externa, ms o menos influida por la sociologa de los gustos legftimos,interroga a las culturas dominadas.

    El espacio de las culturas populares

    En primer lugar. parece ser q U ~ U { W ; : ; ; ~ ~ : ~ sM-a en el polo femeninode la cultura popular de lado d . J ~ - l l t l l r d . _ d o m . u i c o por oposicin a la tltura de/trabajo Prctica familiar, forma parte de la cullllra illstituido msO menos integradora de los m a t r i m ~ n i o s por oposicin a las formaspopulares de la cultltra adolescente marginal, contestataria, no integradora;prctica domstica, se opone tanto a laculrurode localle como a la culturo deltaller o a la cultura del caf; prctica privada, forma parte de ese sectorprotegido de la cultura popular que escapa, al menos materialmente a laaccin directa de los mecanismos de dominacin simblica. En un esquema- ~ _ ~construido segn este principio, las prcticas alimentarias se situertan, con el oconjunto de las tareas domsticas, en el lugar opuesto de las prcticas que.competen a la cultura polftica de las clases populares.Notemos,sin embargoque la alimentacin popular no es como la alimentacin de las clasesmedias,tan Ccilmente c1asificabte aliado de la economa domstica o del consumopuro; en tanto consumo reparador mira:hacia afuera, hacia el trabajo y losvalores masculinos; cualquiera sea el grado de desmanuallzacln deltrabajo obrero y campesino los gustos populares reflejan an una simblicacorporal ligada al esfuerzoy a los o f i c i ~ manuales. No se ve muy bien, en este

    Sobre la distincin entre crilerios soclolgkos y criterios Cl1llurolgicos, d. M. Maget, l h n o g r a p h ~ el1ropenne-, en Ef mologit gblbalt Pars, Gallimard, -Encydopc die de laPl.eiade-, 1968 pp. 1280Ysigo

    33

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    20/76

    esquema, dnde ubicar a r sg06 distintivos de la alimentacin popular comoeJeutoccesumo campesino, expresin de la indivisin entre oficio y familia,o la fiambrera , objeto de continuas querellas doml5sticas, intermediariodesgraciado entre el lugar de trabajo y la casa. En -la medida en que laseparacin entre vida profesional y VIda privada es uno de los privilegiosdela vda burguesa, que las clases populares tienen todava que conquistar,necesitamos recortar sus prcticas alimenticias en eJ punto de cruce entrecultura domstica y cultura del trabejo,Podemos tambin partir de la oposicin entre los elementos de la culturapopular que se pueden considerar nativos en la medida en que se apoyansobre uadiciones de clase y reenvan al funcionamie;nto interno de gruposrelativamente cerrados, como la familia o el pueblo, por una parte, y, por Jaotra, los consumos ygustos importados puestos recientemente al alcance delas clases popularesgracias al desarrollo de la produccin yde ladistribucinde masas. Oellado de las tradiciones populares, encontramos la herencia dela cultura campesina y de las culturas cefonales, que se muestra, en lo queatae a la alimentacin, en la persistencia de platos tradicionales (como lasopa), en la oposicin entremens de la semanaydel domingo, en el recursoal awoconsumcy alautoaprovisionamientodirecto, etctera.A esta herenciase vinculan, de modo ms general, DO slo rasgos de cultura folklricos-cacenros, supervivencias de modismos y costumbres locales- sino tambinhbitos actuales que se manifiestan tanto en opciones deliberadas (porejemplo, la preferencia por el alojamiento individual en lugar del departamento), como en rutinas incQpscientes que regulan la vida cotidiana (horarios para levantarse y acostarse, ritmo de las comidas, etc.) o en el sconservadurismo de algunas representaciones (por ejemplo, en lo que ataiie a lasrelaciones entre los sexos y entre las diferentes edades). A este conjunto detradiciones, sin duda ms vivacesen lo que queda del pequeo campesinadoyen los obreros de origen campesino que en los obreros de origen obrero,habrla que aadir la herencia de las culturas de trabajo de origen artesanaly, a pesar de Van Gennep, el conjunto de las tradiciones obreras, delfotklore del taller a la cultura sindical o politica. lI Del lado de OSf U OSmpon s encontraremos en primer lugar todo lo que tiene que ver con ladifusin del aueomov.de la televisin (y,para Iosj6venes,Iaradioyel disco),el desarrollo de los lugares de esparcimiento,la propiedad yel equipamientode la vivienda, en lo que respecta a la alimentacin, la frecuentacin desupermercados, el uso de conservas y sucedneos, la bsqueda de productosprcticos y baratos a la vez, etctera.Guardmonos de reintroducir, a travs del sesgo introducido por laoposicin entre rasgos nativos y rasgos exgenos, la oposicin ingenua entre

    lO Segn Van Gentlep, que se niega a encontrar un folklore obrero autenlico, el folklorese ocupa espe

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    21/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    22/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    23/76

    autos y las motos, manierismo puntilloso del vestido y de la cosmtica), en lacultura decaf . en la cultura delacalle y,de modogeneral, en todo loll etiene que ver con laescenograa de lavidacotidiana ycon la presentacindesr - ron l pinta , por retomar una vieja popular puesta nuevemeeede moda.Por lo dems, zestemos tan seguros de que la parte de l cukura orientadabacia la estilizaci6n de la vida decrece cuando la vida deviene ms dura, msreida y ms seria , y que desaparece del todo cuando se pasa de laadolescencia a la edad madura, de la solter a al matrimonio, del tiempo libreal trabajo? NoocurrirquizAque laestilizaei6nde lavida toma otras formas, lmenos visibles y menos fcilmente descifrables para un observador quepertenecea lasclases dominantes

    Objeto construido y objeto prefabricado

    Me parece, retrospectivamente, que tuve q u e e o n q ~ r mi objeto contramuchas series de obstculos, En materia dealimcRtaci9lr; el sentido comn 1acepta ms fcilmente las clCplicacioncs de -trb1i)fogfa, de la psicologa, ,1incluso de la antropologa, que las explicaciones del socilogo: los patternsalimenticios son fcilmente asimilables a conjuntos de rasgos pintorescos yfolkI6ricos que parecen simbolizar la unidad y la identidad de un pueblo; lilos hbitos alimenticios son considerados espontneamente como rasgos decultura nacional o regional,masque htomarcas sociales,Por otra parte, losescenarios decambio social derivados de las teorras del crecimiento econmico le otorgan a la alimentacin el papel del bien estndar, del consumonivelado, y de la necesidad saturada: a medida que el nivel de vida general seeleva y que se supone que la abundancia sucede a l penuria, las desigual-,dades de consumo tenderfan a disminuir y a trasladarse a bienes y s e r v i c i d ~ ~ms raros, menos indispensables y menos m a t e ~ l e s por ejemplo lasdiversiones o la educacin ms que la vivienda o el vestido,Este esquema,quese origina en l reflexin de los precursores de la estadstica econ6mica sobreel presupuesto de las clases pobres, ha terminado por estar asociado a lostemas del aburguesamiento de las clases populares, del empobrecimientodela burguesa, del borrado de las diferencias y de las fronteras entre las clasesy,para terminar, de l desaparicin de las clases mismas, Del testimonio dela difusin de los bienes de gran produccin en direccin de las clasespopulares, se pas a la idea de la reduecln de las distancias entre los poderesde compra y en general, a la idea de la nivelacin y de la estandarizacin de

    -Fme- en fran s. Tradujimos por-pinta- por eonslderarqueconccerda 00Ilel sentidogeneral de la frase (N. de la T.'1 r c. Benhomieu la Ioelles Ir8Vl x d'Enge'-, onsofllmaticn nO 4, pp. 59-60.31

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    24/76

    las condiciones de vida y de los modos de vida.22Si la produccin de masasPUl1o en el siglo XIX sucilar las clases y la lucha de clases, el consumo demasas las confundir y las abolir .Asf, para Henri Mendras, quc pretende mirarlas desde el punto de VSladc Ja cultura y la civilizacin , es decir, de arriba, las ctascs no son lo queeran , las separaciones tradicionales se desdibujan.La o p o ~ c i n burguspopular-campesino ya no es fundamental (..) No hay ms civilizacioncscampcsinas.La civilizacin popular, la'culturadel pobre', de Hoggart ydc losescritores naturalistas del sigloXiX, no exislesino en algunos lugares aisladosque na subsistirn por mucho tiempo yque nadie piensa conservar, como lasreservas indias de Amrica del Norte. La civilizacin burguesa ha resistidomejor porque era ypermane

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    25/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    26/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    27/76

    nas de las preguntas que provoca este camino. Puede aurosomlzarse elestudio de lascondiciones devida sise liare abstracd6n, incluso lransitoriamente,de las relaciones que estas condiciones tienen con la posicinde clase y conlos mecanismos de dominaci6n simblica todo lo que se sit6a sobre lasflechasD y de los esquemasdePasseron)' No se corre el riesgode ponerel acento en las restriccionesdel medio, ms rciles de comprender, y noenlasmaneras como losagentes resuelvenesas contradicciones,yconcluiralfiride cuentas con una suerte de informe descriptivo,bastante similar al que: linbuen informante, organizado y desenvueko, en condiciones de propordoriar ? No se OTreel riesgo de ser conducido a explicar las prcticas y losgustos materiales por factores materiales, y a reconocer impllcitamente; almismo itiempo, que el espacio social es discontinuo y que hay que buscar tipos de Iinrerpretaeln difereetes, segn se trate de la cultura alta o de la cUlhi rapreee, de la cultura de lasclases dominantes o de la cultura de las clases dominadas? No es volver, de otro modo, a la oposicin entre la necesidady la libertad, lo sufrido y lo deseado, la necesidad y el gusto, y admitir; endefinitiva, que las prcticas utilitarias tienen sentido para los agentes, perono para el socilogo?

    Un ejemplo de Inyersln populista

    El clnocentrismo de dase, que amenaza de coenuo a la sociologfa legitimista,asoma como nunca la nariz cuando el-socilogopretende, con una ostentacincondescendiente, conceder una forma de autonoma e incluso de excelenciaa las clases populares, a condicin que sea dentro del orden dominado, o msexactamente, enracultural, de los consumosmaterialesy ~ e lisatisfaccin delas necesidades primarias . Desde este punto de vista,'1ll4.li entacin p u ~ , ~ s e . - p r e s t a e s p i a l m e n l e para la alternancia del miserabllislno-yifc:t.;.

    ~ ~ l l l i s m o . M e he esforzado adems en s t r ~ cmo uno podrfa estartenlado puf hacer corresponder las cualidades supuestas de la alimentacinpopular - grosera pero gene-esa , sustanciat , autntica etc.- con lascualidadessupuestas clclPueblo ; fciles de desarrollar a ~ r t i r de elementosdescontextualizados, tomados de pocas y de capas sociales diferentes, lacelebracin del gusto de las clases pepinares por la alimentacin, el tema dela abundanciade la alimentacin popular, de la francachela y de la comilona-slmbolode los buenos ladosde la vulgaridad - constuycnuncontrapesopopulista natural a la representacin miserabilista de la cultura popular,reducida por lo dems a un sistema de desventajas y de exclusiones.

    n C.yCh.Grignon. S l y ~ s d a H m e n t a t i o n elgot u poplllaires,Rtl'Utft anfaisl dt sodologit,XXI, 1980, p. 531.569; e Gripo,, SociologyofTUle and Ihe Realist Novel: Represenlalioncr Popular Ealing in E. Zola , ood ndFoodway 1986, \ 01. 1,pp. 117160.

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    28/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    29/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    30/76

    (

    .

    11,

    [1I

    1 ill

    L e: sseron

    rNoestoy totalmente de acuerdo conloquesesobreentiende ensurespuesta.que lleva a pensar que todo instrumento de observacin sociolgica debe serr permanecer -ecorreuamente empleado por quien sabe hacerlo unInstrumento para todos los campos . Estoy de acuerdo con el ter epistemolgico, pero hay que saber retomar contacto con el rstico sucio de lasociologa del trabaje sociolgico. No podemos separar un instrumento deinvestigacin de los hbitos mentales ysociales que constituy su uso y que,al precisar su modo de empleo, han terminado por incorporarse ., ladefinicin prctica del instrumento. Para ser justos, nada impide que uncuestionario se ponga al servicio de una recoleccin de datos sobre la vidacotidiana de las clases populares, yaque el lenguaje de las preguntas podrahacerse en lengua nativa (losdialectos sociales tienen hoysus lingistas) y los(terosde descripcin ser repensados sege las categoras de una etnograriainformada de su objeto. Del mismo modo, nada impide en principio aplicarelmtodo etnogrfico a la observacin vil delavidacotidianade las clasesdominantes para comprender dems cerca el vernculo de su dialecto y desuestilo de vida. De hecho, tenemos sumo inters en elegir los instrumentosdeobservacin por lcque son, es decir, por toque hacen yhan hecho observarentre las manos de cada uno. En una problemtica y sobre un objetodeterminado, es prudente elegir los instrumentos de trabajo cuyo usohabitual vehlcule la menor cantidad de posibilidades de volatilizar o desviarel objeto, a menos que hagamos la apuesta heroica de obligarnos a unaumento de vigilancia para hacerlo funcionar en sentido inverso a susfunciones acostumbradas. Los instrumentos le hacen hacer al socilogo almenos tanto lo que estn acostumbrados a hacer como lo que el socilogocree que hace hacer: es mejor elegir siempre los instrumentos que hanconfirmado su aptitud para facilitar el trabajo de ruptura o de construccinque estimamos ms urgente, y, para ser totalmente realistas, aconsejar elinstrument eBM.uI ahacer una parte del trabajo, automatismos comprendidos. l ~ ~ e s t i o n r i por ejemplo, lleva consigo una invitacin insistente apreguntlllJJormu ORes que su pasadoya ha estabilizado, aunque ms nosea porque las seal (podemos olvidarlas), pero sobre todo, conllevaausencias de preguntas que ha constituido progresivamente en no-hechossociales: y esto es ms diUcil de improvisar. Hay que saber aproximadamente lo que saben hacer los instrumentos para no pedirles un trabajo pordebajo de sus fuerzas. Se sobreentiende, lo s (pero prefiero no contardemasiado coneso) que la fuerza metodolgica de un instrumento no es otracosa que la fuerza de la que puede estar seguro eptstcmotgicemcnre suutilizador. Darle su parte a la fuerza de inercia de los instrumentos, es

    .Pensemos en el ap< >rte interpretatboqee d ~ l > e m 5 en ereesoce Ira - ajosque se refierenalas clases populares. a o - ras atpicas pm la lil>ertadque ueeen en relacin con los mlodOScaeekos de una disciplina: R. Iloggart. por scpeesto y. para la historia. E. P.Thompson. La[ormalion e nt:/nsMornn m nnghliM Pars,EI IESS Gallimard. le Scllil. 1988.

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    31/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    32/76

    porltimo.queel ernocennlsmose introduzcagraciasala inquietudlegitimade proporcionarse los instrumentos apropiados caso particular de las. .' -clases populares? Cambiar de instrumentoscuandopasamos del ladode losJ { dominados zno equivale a reconocer laexistenciade una Ifneade demarca. Lcin de ese limes que yo evocaba hace un rato? Excluir por principio instrumento por excelenciade la investigacinsociolgicano es unmododeadmitir que los miembros de las clases populares acampan fuera de lsociedad , que son los nativos de una cultura natura ?

    l.-e PesseronDejemos para ms tarde la respuesta que solicitan sus I1llimas sospechas.Pero digamos desde yaque la existenciade la relacinde dominacinobligaa la sociologfa de las culturas populares a un aumento de la atencinmetodolgicacuando lomacomo informames a Individuossobre losque pesade manera muUiforme esta relacin: la relacin social que instauran losdiferentes mtodos eobservacin est desproporcionadamente prximala que los miem1?ros de las clasespopulares acostumbran sufrir en casi todassusexperienciascomodominados.Msallde ladisponibilidadtcnicade losinstrumentos de recoleccinde datos para reutilizacionesinnovadoras, lasl-tuadn de observacin que exigen debe ser analizada siempre como unasituacinsocialque condiciona la naturaleza de las informacionesobtenidasde modo diferente en funcinde lasposicionesrespectivasde losinformantesy del observador.DJstancla cullurul y opdQ metodolgicaLa evolucinde la metodologa de WJUi m---l.:ilb2y, desde las encuestas delt OJ1l1a s tneyara o de New YotkCify(entrevistas sobre muestreos aleatorios o razonados) hasta la encuesta de Hanem (grabacin en situacin

    ~ n t u r l gracias a unjoven informante negro adoptado por elgrupo) ilustrabien la bsqueda por parte del socoungsra del mtodo de observacinespecificoreclamado por unobjeto comolos vernculos populares yporlashiptesis sobre este objeto. En la investigacin sobre una banda de jvenesqueviven enunghenonegro, elmtodode observacin(un sologrupo tnicocuyaproduccinverbales seguida constantemente, la mismaedad,elmismoestilode vida) es indisodable de la teora lingstica que, al apoyarse sobrelacomprobacinde la pertenencia de lavariacin al sistema, rompe con lidentificacin de la estructura y de la homogeneidad y, en consecuencia,con la interpretacin de la variacin en trminos de code sw;tchiltg Alformularla hiptesis de que el Vernculo negro americano (VNA) es undialectodel americano que puede ser descripto como sistema fonolgico yJOW.labov Le pllrlerordinaire: la I /I,gur da s t:sghellOsd s E/ats Unis Pars, Minuil, 1978,pp.9-24.

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    33/76

    fgramatical conel mismo derecho que todo otro sistema JingCstico, abovdebi darse progresivamcmc y con no pocos tanteos. los medios pacaobservarlo en situaciones de habla que restituyen su USO en ladas sus fun-ciones culblraJes YsociaJes: lamayora de lasrelaciones socialesqueinstaurabanlosmtodos clsicosde observaciny registro de.strufan laproduccinverbalque pretendan estudiar. La entrevista, tal como Jos psiclogos escolares lapracticaban, instauraba en eecto UDa relacin de intcrrqgalorio que, al nopoderser identificadaporlosencuestadosmsquecomorelacin pedaggicao policial, no revelaba sinomutismo, onomatopeyas o migajas verbales.Unmtodode observacin talpenni a unJensensimplificador imperturbablede Basil 8ern.stein- concluir que exista una carencia o un handicapverbal. o mucho menos que un cdigo restringido , de este lado de todolenguaje, de toda gramaticalidad, de toda lgica.

    Vemos_as ~ I - E a s a r en qu radica la diferencia ~ _ n b ~ < ~ ) n s t u m m l M _ d e ID v e s t ~ _ e i n : en la r e r ~ S O c Y a r d ~ o o f e . i i c i ~ r i - d ~ ~ f t l . r m a c i n . . . . g ~ e i a ~ t i t P,rell:1':c 'o como lo quiere la-deetcecn mecamca del cuesnonano almtodo cuantitativo y de la observacin al 'mtodo cualitativo - en lamayor o menor disponibilidad para el anlisis cuantitativo de los datosrecosidos. Sobre un corpus de esta manera recogido por un mlodo emegrfico (que es uno de losm6.s participativos ya que llega a la complicidad),Labovrealiza anlisis de frecuencia de aparicinde ciertos rasgos (borrados,contracciones, concordancia de negaciones), cruzamientos estadsticos porestratos, edades, subgrupos o situaciones de habla, asI como anlisis,culturajes retricos o pragmticos, El mtodo etnogrfico no seoponealcuestonariocomo unmlodocualitativo a unmtodocuamuauvo Lo g {: ~ m ~ e n c i a

    ~ ~ J k 1 r t a m i e n t Q J ~ ~ ~ ~ h ~ l ~ ~ inscrfto e.lIlas derecoleccin d .da1Ql.,.E1 anlisis llamado 'cualiiilivo o-es a menudoOtracosa que razonamiento cuantitativo incierto o inconsciente de sus cuentes.El anlisis llamado cuantitativo disimula, dada la disponibilidad mecnicade las ocurrencias del cuestionario al tratamientoestadstico, el hecho de quela informacin recogidaplantea exactamente losmismosproblemas epistemolgicos que losdel inventario etnogrl1fico: el de los rasgos pertinentes de ladescripcin del mundo social y el del control de su constancia segn los informantes ,Volvamos al problema de la afinidad electiva entre una metodologa yuna construccin de objeto, o si se prefiere, entre un dispositivo de releva-

    3 Entre los atllcut06 y ponencias de A R. Jeesen, vase por ejemplo: Inlclligcncc,Learnlug, Abihly and Socio-ccollomicSlalU$ ,Joumata/SpecialEducaticn nQ 1969,pp. 2325: o -Hcrcdily, Environ,ncnl and Bducalion , cn L C. DcgMon (dir.) lI y lopedia alEdm:aUon NewYod Macmillan, 1971.Accrca dc laamplillld lomadacn EE. VV. cn I o s a ~70porcl debalc relanzado potcl premio Nobocl W.B.Shocklcy rcspectodc labuc cnlica dc 5 -/ll\dicaps- dc clase y,sobrc lodo, dc rll2.ll,

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    34/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    35/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    36/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    37/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    38/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    39/76

    r

    los tocados delujoysu propio reflejo en lavitrina fatal, la pobrenopuedesinosentir hasta la mdula de los huesos el escalofro de la indignidad cultural;pero su reaccin no (raiciona solamente la l6gica del resentimiento y elreconocimiento despechado y denegado de la jerarqufa social de Josgustos Aexpresa tambin la voluntad simple y tenaz de no dar el brazo a torcer, do)elegir lo que se tiene y no 10que se nos niega, es decir, el reflejo Vital de >1 :preferir, cueste lo que cueste, lo propio a 10que nos rechaza.Desde este punto de vista, podemos decir que en la I ~ c ~ a _ s i ~ > 6 l i c a . ) O l i

    d o m J a d o _ s - r d e l ] e J ~ ; n t r a d a ; y-losdoi iJtiiites noilenen DuR I g ~ n a d a a_i artida: J ~ a r a ~ n r debetfan ga.nardefinitivamenle. Encontramos signosdela eccsJdiddefOda legitimidad de hacersereconocer universalmente comotal, tanteen la irritacinde la derecha a la menor manirestaci6n de malgustocongnito de las clases populares como en el proselitismo de les polticasculturales de izquierda empeadas en convertir a las masas al arte culto.Habrfa que estudiar tambin las variaciones de l s condiciones sociales enque esa lucha se desarrolla. Otra cosa, para los dominados, es sostenerla entanto pequeos burgueses, cada uno para si y contra sf mismo, desmoralizados por los modelos vehicelzados por las revistas o la televisin,divididos entre el rechazo de lo que los rechaza yla disposicin a la reverenciacultural, y a la inversa, poder apoyarse en una subcultura colectiva sobre elmodo de vida, los gustos, los valores, la capacidad de llamado al orden delgrupo. assefQlLa Oecha del esquema 2 no apunla a otra cosa que a identificar la direccinde U vector de dominacin: no nos cnst'I1 gran cosa sobre el proceso a travsdel cual se ejerceladominaci6nsimblica.El-poder MachI es. como dedaWeber, un concepto sociolgicamente amorfo : es decir, existe en unainstancia o en un grupo el poder de inuir o de hacer ceder una resistencia,sea cual sea el medio por el que se obtiene la docilidad. La soeiologa comienza cuando distinguimos formas, instrumentos y conGguraeiones h i s ~ rt6ricas de la dominacin. Hay, por ejemplo, po os rasgos comunes entre lasrelaciones de fuerza ceractertstlces de una sociedad feudal, en la que, dadala distancia que separa a las masas campesinas de las capas dirigentes, y laclaridad de la Irontera que l s limita, en todas las dimensiones, en todaspartes, y en todos los momentos de la vid.asocial, los dominantes ydominados, anle su evidencia pedaggica, hace por sfmismos lo esencial del trabajosimblico de dominacin; y por otro lado, las relaciones de fuerza asociadasa las imbricaciones y a las interacciones mltiples de una estratilicecincompleja, que enturbian la percepcin de la legitimidad cultural yvuelven su

    Poder significa 1_proha....ilidlld de imponer en el seno de una relacin social la propiavoluntad, iIKlllSO centra toda resistencia, cualquieTll sea el rttndamenlo de esa proeebtlided(...1El concepto de poder sociolgkamente amo 00- t r . t a ~ weeer, EcOlf(}ttlkn Socihl oto.cit. p. 56).

    53

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    40/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    41/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    42/76

    O S l l U o ~

    Q) F I ~ X ,VIl1'( IASF/ / / / / / / / / ~ / / I Z / / / / / / / / / / / / / / / / 1 t / / / . REL\T1VISMO mio ; POPULISMu

    CULruRAL

    ' ~ : ~ , : n h I__ IolISERADlLlSMO

    l 1.I'GmMID l1>

    ~ I hRT1( UI.M.1ONI')

    sqllem J

    56

    Las rupturas

    Es la ruptura con el etnocentrtsmo como prctica cspoetnca dedescripin que efecta todo emprendimiento cieetjflco de anlisis de unasociedad o de una cultura. Antes de esta primera toma de distancia, noimporta por medio de qu metodologa o qu desplazamiento terico seopere., no existe sino parfrasis de la autoccntralizacin social del locutor:sociologfa espontnea , curiosidad o desprecio tursticos, sentimientolingfstico , etctera. Los contrasentidos y los falsos sentidos sobre laalteridad social estn slidamente cimentados en sistemas de sentido por susfunciones sociales. Esto es verdad para toda ctnologfa y para toda sociologacualquiera sea su objeto. Pero la existencia de estaprimer nlpfflr es, sinduda alguna, ms aguda y dificil mentalmente cuando el objeto es unsimbolismo dominado. Respecto de un simbolismo dominante, podemostodava, sin desprendernos demasiado de sus valores y esquemas, deciralguna cosa que cree distancia yconocimiento mediante l trabajo o mtodode anlisis. De un simbolismo dominado que no produce sus intelectualesnativos, no puede concebirse el intelectual ctnocntnco yexgeno a la vez:solamente construida denegaciones sentido. Cuando se trata de sociedadessometidas o de clases dominadas, la abolicin de la ccrcanra cmplice conhbitos y cdigos dominantes constituye l mfnimo epistemolgico vital. Elereocentrlsmo o l racismo de clase no son menos poderosos ni perniciososque sus homlogos sin adjetivos contra los que la etnologfa debi movilizar

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    43/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    44/76

    aqu de sedalar a ~ soci610g0 o sociologa el objetivo seguramcflIeirrealizable del h tlri k el pase ingls): tres rupturas realizadas sobre lamarcha, sino tan slo de dibujar una lopografa dirigida por tres sistemasdeaxiomas difcilmente compaubtes, entre los cuales cada uno hace lo quepuede. O, si se quiere, no se trata aqu sino de despejar unos enunciados plricosque no hacen sino embrollarse: cuando pudimos distiapir unamecha de otra, ponemos en el medio un peine. Una ruptura epistemolgicano es una ganancia si no una clarificaci6n que solamente se mantiene sise laretoma constantemente en el trabajo emprico yen laformuIacin:larupturaque acabamos de operar en una frase, la perdimos de nuevo en la siguienle.: Ellenguaje ) la escrrura lo hacen solos: retoman comojugaodo el efeclo deconocimiento que paredan haber concedido a perpetuidad. Volveremossobre esto al hablar de las derivas y de las regresiones que el esquema nospresenta octogonalmente.

    _ _Las derivas

    Se puede ver en los hechos, es decir, en los anlisis que hacen socilogos yantroplogos, a qu ideologa predispone cada una de ambas construccionesde objeto: elpopulismo en un caso, por el deslizamiento de la aut onominacinmetodolgica al olvido de eso que opera autonomismo); elmi m ilismo enel otro, por olvido de lo que se escapa al orden simblico que construye lateora de la legitimidad cultural legilimismo). No pretendemos entrar aquen la sociologa de las ideologas que representan el punto extremo de cadaderiva: populi.smoy miserabilismo poseen cada uno formas, connotacionesdescriptivas, funciones y grupos soporte diferentes y mltiples; les ocurre amenudo que permutan sus segmentos descriptivos o sus voceros: elfuncionamiento puesto en juego en ladescripcin del Pueblo por lasdiversasfracciones intelectuales de las que forman parte los socilogos es inestable ycomplejo; en todo socilogo, aun el ms profesionalizado, dormit a unidelogo. Pero sera demasiado simple creer que basta con ser lo ms pro-fesional posible para preservarse de toda deriva ideolgica. y que elprofesionalismo de instrumentos y medidas puede responder lodas laspreguntas. Hay qUepreguntarse, tambin, si queremos controlar una derivaideolgica, hacia dnde hace derivar la problemtica propiamente cienuca, / en la que estamos trabajando. Dicho de otro modo, hay en la estructura de

    las construcciones de objeto que instauran las diferentes rupturas una lgicaque facilita una degradacin ideolgica antes que otra.

    58

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    45/76

    Sieletnoceetrismoconstituyelaorganizacinprimera de todapercepcin dela alteridad social, la tierra natal- de toda descripcin, comprendemos deinmediato Que todos loscaminosHevan a esta Roma hermenutica. Desde elmomento en que empieza a degradarse en populismo o mtserabdtsmo, lades ipci n de las al1turas populares tiende a retroceder haciael elnocentrismode clase que, al saber todo de antemano, constituye el tapn semntico mscmodo y tambinel mAs compartido. Podemosparafrasear, invirtindola.la lronra cartesiana acerca del buen sentido: los que mejor lo practican sontambin los que estn ms inclinadosa creerse desprovistosde l Basta conun momento de distraccin para ver pulular a este mapache o, dichoseriamente, basta con relajar, en un razonamiento O en una comprobacin,el control sobre el lenguaje, para que el lugar desocupado se ocupeinmediatamentecon este plus de sentido. Cuando el populista semaravilla aldescubrir tesoros simblicos en una cultura popular en la que el burgus o elmiserabilista no velan sino penurias, detrs de su descripcin podemosencontrar la buena conciencia del financista ante el zapatero remendn:Dado que su universo es tan rico como el nuestro -incluso mlis rico,vamos- por qu decirle de cambiar? . Y cuando el rniserabihstacree haberdado bastante a los pobres al dar cuenta -contador escrupuloso de las desgualdades y censor severo de los privilegios- de todas las diferencias comocarencias o exclusiones, el paternalismoasoma la nariz: despus de la letanade los eo-haberes.Jes toca el turno a los haberes susceptibles de entrar en unbalance de c o n t a b i ~ ~ s i m b 6 l i c a nada menos que el balance del ordenlegtimo. En r e s u m ~ n o e n t r i s m o de clase est siempre ~ de j -~ ~ ~ Esto es lo que n expreia-nueslr'o esquema Sometiloa la fey Fet f-espacio homogneo del plano, que sugiere que estamos tanto ms precavidoscontra la recada en el etnocentrismc de clase, cuanto nos hicimos camino )'con mayor nmero de rupturas. No es as pan) nada: en toda descripcin (2,3,4 f tiori 2', 3 , 4') la ruta que puede conducirnos al etnocenrrismo declase es siempre i g u a L d c ~ d i r ~ c t a y rpida.Respecto de 1 l,:Eakuluil -Cmlre las dos construcciones de objeto que .operan la teora de'Ia legdlriildad cultural y el culturalismo aplicado a lasculturas populares, dejo para la discusin en qu trminos podra darse SinO)p o E . E f i l a c i ~ _ - ~ ~ ~ ~ I - ~ ~ ~ ~ f o ~ ~ c _ e ~ i v o s o n l ~ a d i c f - r i S : ; ' 1 x l s t ' e - i i a denva prl)pIa de la doble exigencia a ta que nos somete lafera ruptura:engendrar un tipo de descripcin en el que la conciencia de la deficienciadescriptiva desencadena sola un disparador compensatorio; las compensaciones se regulan a menudo, lo sabemos, en moneda imaginaria. El arrepentimiento por un exceso de legitimismoes habitualmente complacenciaCOD el estereotipo populista ms que aplicacin de las exigencias propias delrelativismo cultural (culturalismo); y los remordimientos por un exceso deculturalismo son a menudo lamentacin miserabilista por lasprivaciones olas exclusiones populares ms que aplicacin explfcita del concepto de

    59

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    46/76

    legitimidad. Para abrir el debate digamos solamente que articular las problemticas del culturalismo y de la legitimidad cultural en trminos deahemancia o ambiwuencia noenfrentaa lasociologa de las culturas popu.jaree con el mismo tipo de tareas.

    Alternancia y ambivalencia

    , 4 Hacer de la h j ~ ~ s } ~ _ ~ ~ i i 1 a 1 q a . - e l principio regulador de la descripcinde las prcticas populares conduce con b a s t a n t ~ J l ~ i l i d a d a s t c r e o t i ~ e -investigacin.,~ ~ ~ c o E - . ~ i ~ i P g u i r J . m u l l . i p J ~ r J a s o c a s r o n ~ ~ d e ~ l i i s t l - ~ ;iji{en tal. dominio de prctica; en tal subgrupo, en lal momento, en talsituacin de interaccin) es como esto (autonoma simblica); all, es comoaquello (heteronomfa simblica). Hay campos, interacciones , estratosde las clases populares en los que la prctica se revela sensible a losindicadoresde la interiorizacin de la legitimidad cultural: autodcpreciacin,vergenza cultural, denegacin, imitacin, compensacin, etctera. Hayotros en los que los indicadores permanecen perfectamente mudos, losmedidores del reconocimiento de la legitimidad en cero, y,en los que, por elcontrario, la coherencia de las prcticas se deja construir cmodamentecomo si se tratara de una cultura autnoma, de una cultura lejana. Obligarsea multiplicar los terrenos de observacin y las estratificaciones sociales, acontrastarlas, a construirlas como protocolos comparativos complejos, eshacer una hiptesis un poco simple, pero nos impone un incremento desociolog(a empica. Ya es algo con relacin a un problema como el de ladominacin, en el que los enunciadosson de ambicin universal o totalitaria: asclases dominadas no es un concepto mucho ms emprico que el de protetarlado en Marx.Pero es suficiente'? No encontramos rpidamente prcticas, discursos;simbolismos populares que se dejanconstruir en los enunciados descriptivoscomo h e c h ~ u l n o r n o s o hechos heternomos, indifere lleme lte L ~ptesls de l a l l b i v E ~ ~ e todo simbolismo yde toda practica de la cl sdbtiaaa j riilli que nos planteemos esta pregunta en su generalidad.~ n v e n g m o s ~ r fijar la denominacin de las operaciones, en llamar a f i l s i S ~ l 1 e o ~ ~ I . J e n el sentido estricto de anlisis f u n g 1 ~ l i s l a ) a lade knpoO socrol gica que se opera al interpretar las formaciones simb6licas (verbales o prActicas) c o l l . d e r e l : l ~ a a las funciones que asumen en lasrelacionesde dominacin; ~ ~ n l i s i s _ l ; \ l l i f ~ a la descripcin que, al operaraJ .artir del concepto de (llteDjii::;- tJm:rpreta a los elementos (los rasgosc u l t ~ i a al coherencia interna yautnoma del sistema. a\ distincin entre ambas formas de anAlisis es del mismo orden que la queSaussure hada entre Ii.ngfsticainterna y ngrstlca externa . Podrfamosdear aqu( cukurologemema yculturologfa i n t c r n ~ s dos enfoqueslingUrsticos se aplican a los mismos hechos de lengua, construyndolos de60

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    47/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    48/76

    : ~ paraencerrarlas enWYersos de sentido sincomunicacln 1as dossigniticacionesque construyen de un mismo comportamiento el an4lisis culturalista y elanlisisideolgicodel orden simblico. Hay que servirse tambin de ambasdescripcionespara describir las relaciones socialesysimbJicasmediante lascuales cada una de las significaciones invierle la otra, extrayendo su propiaeficacia de la inversin misma. No se trata, por ejemplo, de enfrentar un adescripcin culturalista de los comportamientospopularesde indiferencia a la poltica como fonlla positiva delcontrol cultural de lo incontrolable y una descripcinideoJgicade los mismoscomportamientos como f tof ndOl]ili de la dominacin sufrida: resignacin ,aceptacin, desmovilizacin; ~ ~ l I e a a ~ a d e s c r ~ b i r ,los s e r v i c i ~ o . sque la ~ de c u k ~ . i l l n I D D . d a s rimk A I ~ r C J c i o _ de JadOl iiqb r e ~ l ~ ~ ~ _ d e f ~ s a P ~ < ? P ~ ~ q l l ~ _ ~ m w 1:u:;rep ga cultural.

    cuya posllividad ID'ida P l l e ~ ~ ~ r n ~ l l c a r ~ ~ ( ; ~ _ ~ I } t i d _deolgico.Pero al m i s m o ~ i e m ~ h Para el problema que nos ocupa esto consistira en considerar a todo rasgo como un palfndromo de doble sentido, es decir, como una secuenciade letras en la que su sentido evidente puede transformarse en otro, cuandose lo lee al revs. Leemos Les Eleves y leemos bien; pero podemos tomarla decisin de leer la misma secuencia de derecha a izquierda (S) Eve lese . Evidentemente, en mi pplndromo dudoso la primera lectura es unpoco mejor que la que deja una let ra

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    49/76

    queda sino caer en primera o en segunda.Es lo que hacemOl con UD grupo depasajeros, a la vistade nspector CJle parece consenlir lYo mismo lengo senlido de Iujerarqufas, eJvagn de primera meintimida. Laruptura con el polvo del camino eademasiado brusca. soyempujado al confortconuna alfombra bajo1mpies; no mesiento cmodocomo un gilano lo eslarfa,y me paso rpidamente los dedos por eJpelo para parecer decente.Con todo, he entrado en un comportamiento de gentleman, luego de atnl\l aluna nube de distincin, y tropezado con pies del ejrcito. un subtenienteperfumado para sentarmea laIzquierdade un personaje rechonchoque parecerepresentar a la induslria o a la banca.Losgentlemen ignoran millegada, comoyo ignoroaparentementesupresencia.Me encuentro de proere sentado entre un grupo de roperos de luna. Mipresencia ofende al codo derecho de la induslria. Es franda alemn? Es elpersonaje importante del compartimiento. No adivino. Es tan dificil comoconocer la nacionaUdad de una caja fuerte sin marca de procedencia. Uevaanteojos. Si creo en la importancia que lo hincha, tiene bajo sus rdenes a lapofca,el telfono,un ejrcito de obreros, vallesde fbricas. En la Ubreta queha sacado, escribe algunas cifras con un portamina. Estoy senlado junio albecerro de oro. De hecho, es redondoy cono como un cerdito,y nada tiene delbuen humor de los mercaderes de cochinos americanos, sino una tensin quehace sudar para parecer respetable, Imponeme, distinguido. Un bebecadum decara redonda y triple de ngel-contador.Hlnmbre tesos bichos existen Yo espero que se me suba a la cabeza la fuerzapara rermeen sucara, para arrancarlo de su papel, para hacerle cosqcras enel mentn. Eh Despirtese. Usted ea un producto de cuenta bancaria,atrvase a ser un homorer . En la primera parada retomo mi cuadro habitual,el vagn de tercera. Vuelvoa Pars, mi pieza, el suburbio, la naturaleza enjaulael perrito de la abuela que el domingo chilla todo c 1 da, la bencina ye l f t b o 1 . ~ 1

    Este texto, ms estimulante que simplificador. me parece ejemplar en lamedida en que se presta buena muestra de ambivalencia- a lecturas antagnicas.

    Ledura legilimista y ledura relativista_ .. ~ : : : : . ,Sin llegar quizs a tornarlo al pie de la letra ( Vemos como ~ v reepnoceque losviajeros de primera claseson distingujdos porque babia dediStincin... ),

    J I D k c t o r J ~ 8 l l i ~ i ~ t a dirfa que es Un texto escrito en reaccin contra lacultura. dominante, perosiempre con referencia a ella. yque el doble juego que Navelquierejugar se vuelvecontra l en definitiva. reconoce la legitimidad de losdominantes desde el momento que toma y escribe, a su vez, las palabras delos dominantes para describir a los dominantes; en resumen. que las carlas,41G. Navet, nov ux Pars, Gallil1lard. 001. gPoliog, pp. 95_97 (1 ed., Parjs, Slock, 1945 .

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    50/76

    I' i'1 ,1: ,;l1 : .ILitl l j'i'ii;,.'I ';0

    ya estaban dadasy la partida perdida desde el instante en que el obrero Navelse arriesgaba al juego literario., ~ ~ ~ ~ a r i o una lectura c o n t ~ s t _ a 1 R a s eaferrar a mostrar que Navel invierte la situacin, vuelve contra los domnaTites as afrentas que stos ledeslinan,y cambiaal finde cuentas el lenguajede tos dominantes en juego literario. Del mismo modo, podemos insistirsobre la exclusin simblica que sufre Navel por parle de los viajeros deprimera clase, y mostrar cmo se encuentra forzado a reconocerla (y areconocer loque loexcluye),inclusoy sobre todo cuando trata de reivindicaryde volverasu favorestaexclusin,0, ala inversa,insistirsobre laexperienciade la autonomfa del modo de vida y del sistema de valores populares sobrelos que se basa para rechazar yanular aquello que lo excluye me ignoran, yolos ignoro; son de hielo, yo doy frfo: se creen distinguidos, los encuentrovulgares; su becerro de oro no es un becerro de oro, apenas un cerdito,etctera).R M LagraveEs un texto demasiado construido. Despus de haber descrito, Navcl comienzaa analizar, a desmenuzar, a dar vuelta la cosa... Es literatura'

    J.-c PasseronEn todo caso es un texto escrito del que no sabemos muy bien en qu tonoestara dicho; por ejemplo, distincin , va con comillas? Para no hablar designos de ironfa o de burla. Pero, en realidad, qu queremosdecir cuandodecimos que un texto es literatura '? El juego literario al que juega tendrfasentido si no se refiriera a una experiencia social? Para volver a la cuestinde la simetrfa, el problema terico que el texto de Navel impone al lector meparece ser ste: tos dominados pueden hacer otra cosa, en un discursoque describey enfrenta a la dominacin que volver contra ella las palabras dela descripcin dominante? En la medida en que Navel debe fingirque empleaingenuamente las palabras de los otros para poder subvertiras por inver-sin irnica, no revela sino que la devaluacin de los valores dominantesobedece a la lgica de unaomlo ll reactivo? Jugar a volver contra ellos ellenguaje de los dominantes es tambin una manera de reconocer que esnecesario resolverse a emplear este lenguaje, ya que el lenguaje dominantehace las veces de metalenguaje de evaluacin de los valores de unos y otros.lDisimetrfa total: los dominantes no tienen nunca que imponerse la tareasoCialde cambiar el sentido de un lenguaje de las cualidades y califica-ciones que, para ellos, tiene ya el buen sentido. ri nonEfectivamente, Navel describe el modo con que intenta reaccionar a unasituacin que le hasidoimpuesta tren atestadode pasajeros, yposibilidad deasientos slo en primera) yque lo expone, objetivamente, a perder prestigio,a subir una sucesin de intimidaciones y de humillaciones por parte de los64

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    51/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    52/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    53/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    54/76

    1

    e

    reseteeca cultural que pone al anlisis ideolgico en el centro de todoanlisis cultural propone las facilidades omnibus de una llaveuniversalqueDO abre bien ninguna de las dos puertas significante . Por sus aspectosreactivos,larebeli6n simblicaque pone enmovimiento todo conladade losdominadoacon un dispositivo culturaldominante o con miembros o agentesde las claseS domlnantes,reenvasiempre.de una manera u otra. al eo i-miento, y al reconocimiento, aunque sea belicoso. de la dominaciD simM.liea. No vale la pena que escrutemos esas situaciones d: interacciD o deenfrentamiento si esperamos encontrar, aunque sea enel nivelmsvirulentode devaluacinde los valoresdominantes, un proceso de devaluacinque nopasa.en ningnmomento,por la t legocine ri rtonIljn anlisis slidamente legitimistas c PasseronSi,en lamedida en que no invitea tomar gato por liebre: rebelin simb6licaporemancipacinsimblica.No,en lamedidaenquepermite unaprospectivasobre os t renos.de la i n s u m i s i l l l l t u r a ~ que.son ms:.vastos quejos de lare 60. Si lli:P oC iucdn de smboloS y de cempnr- _.. . . . . .t mientes se efecta algunavez en las clasespopulares, BtlviR .de maneraautnoma, esen rondidonessustrafdas momcn T ~ o gtaneamente a la accinvisibley a los efectos directos delarelacin dedoennacn.Esel olvidode ladominaci6n,lo que da a las clases populares un lugar privilegiadoa sus actividadescultaralee menos marcadas por los efectos simblicosde la dominacin.Si eldescanso-deldomingo, las actividadesinsulares de arreglo del hahitat, o el actvismorelajado de la sociabilidadentre iguales permiten comprender mejoren su coherencia simblica al universo cultural de la vidaobrera ciudadana(o, ms aun, la exterioridad de lavidacampesina tradicional en relacin co_nlos agentesy las instanciasde una dominaci6nsocialyeconmica cuyosefectos registra raramente elespaciodel pueblo), es porque esas condicionesvelan por un universo sustradoa la confrontacin,momentos de reposo.fugares de alteridad. No es casual que la rica cosecha de valores y rasgospopulares que se encuentra en ladescripcin etnogrfica de Hoggart sehayaefectuado por prospeccin del mundo local y familiar popular. Que estasexpresionesde la cultura popular en reposo y a ladistancia norepresentenun peligro polico o ideolgicopara las clases dominantes es otra historia,que no reemplaza una tarea dedescripcinque incumbe a la sociologa. Porotra parte, muchas de las actitudes ms armadas de la cultura militantepueden revelarse igualmente inofensivas para los dominantes en el anlisishistrico. En todo caso, el socilogo se dejana llevar una vez ms por elprestigiode la homologfaentre relaciones de sentido y relacionesde fuerzasi quisiera a cualquier precioque,allfdonde la relacinde fuerza se resuelveen enfrentamientoo, casocontrario, se transformao se invierte hisl6ricantente,tambin la cultura dominada seemancipe completamente de la influenciay68

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    55/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    56/76

    ~ ~ n t i l c i n

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    57/76

    lle.scritura ,la maneraen que se la utiliza paradescribir lasrelaciones t ~las clasesy entre las culturas difiereseg6nse sea,alprincipio.un nativode lacultura alta o un nativo de la cultura popular, seg6n se haya llegado a serescritor proletarizandose o aburguesndose.Desde este punto de vista, las tentativas por constituir una literatura cultade inspiraci6npopular -entendiendo por esto una literatura que tiene porlema ceetralla vida y las costumbres de lagente del pueblo- reenven adoscorrientes sociales de origen y direccin opuestas. En lo esencial, estaliteratura es para el Pueblo. Nacida del naturalismo de Zola, con elllurtl deantepasados como George Sand o Hugo y COD la proteccin de escritoreshumanistas reconocidos, ComoAnatole Pranee, Ramaio Rolland y HenrBarbusse, lacorriente populista,que seconstituyeen escuela hacia 1930(conla fundacin de un premio literario) y cuyos jefes de fila son novelistasprofesionales como Len Lemonnier yAndr Thrive, se apoya sobre atradicin propiamente literaria yconstituye sin duda la corriente dominante,ms reconocida, ms legitima de la literatura de inspiracin popular; laescuela populista llega a atraer, en especial por intermedio del premio queotorga, a nativosde la cultura popular, como LouisGuillouxoBernardClavele incluso a anexar, para la posteridad , en los diccionarios de literatura queno se fijan tanto, a adversarios declarados como Henri PoulaiUe,el fundadorde la Escuela proletaria . La forma acabada de este tlpc de popusmo larealizan losperitos obreros sacerdotes o profesores, que eligen, algunos aosms tarde, romper para siempre (al menos al principio) con su medio deorigen, ir hacia el Pueblo desposando la condicin obrera yque envan alpblico un testimonio legible y autntico a la vez o por lo menos autenrlficado por el sacrificio de su carrera al compromiso; es el conocido caso deSimone Weil, profesora en el Liceo Puyy luegoobrera en Renault, de Michele umont profesor de Filosofa, y empleada voluntaria en una fbrica lavspera de su concurso de agregacin, de Jacques Valdour, tambin profesor, pero maurraslan, es el caso tambin de los radicados de 1968 (aveces slo por una temporada antes de un reesrablecmienro en la Universidad o el CNRSU .

    No es por revestir una forma literaria que las representaciones de la culotura popular obtenidas al precio de esta inmersin, real o ficticia, en lacondicin obrera, difieren de las representaciones, espontneas o elaboradas, ingenuas o cultas, de los nativos de esta cultura; el ejemplo lmite de losperitos-obreros recuerda que no basta con cambiar de clase social y descender, aun deverdad, los escalones de laescala social, para olvidar la culturade origen, interiorizar la cultura de la clase de eleccin y tomar acerca de la . Concurso pal illa enseanza secundaria. IN. de la ToJ Centre National de la Recherrhe Scielllifiqlle (Cenlro Nacional de InvestigacionesCientficas) (N. de laT.l. _4< Vase K.A Arvidsson, Henri Pou/Qi/le ella lit irQ U proJetariellllefranfase desaParis, TOllSOI 19S8; M. Ragon, His/oilT de Jillb mure prole/arie/l le en FranC : Paris;Albn Michei, 1974.

    7J

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    58/76

    I

    I

    relacin de dominacin entre las culturas el punto de vista de la clasedominada.delmismomodoque nobasta cooexiliarsepara desaculturarseyreacukurarse. S los prfugosde laclasedominanle son percibidossiempre,no importa cunto esfuerzo h g n por aprender la lengua, corregir susmaneras,y-asimilarse . yno importa culata simpaUasuscitensus esfuerzos,eceo extranjeros por los miembros de su dase de adopcin, es sin dudaporque les falta no haber tenido que optar, porque continan hagan lo quehagan, descifrando la condicin popular por intermedio del cdigo de suculturade origen,y porque terminan siempre por volvera su clasede origen- aunque ms DO sea bajo la forma de un libro). As como lo seala MichelRagon, Sirnone Weil no ve las alegras , -insignificantes para ella, queiluminan la vida de una obrera com6o , vestido nuevo, paga del sbado,bailedeldomingo, ete.;su diariode la fbrica es una vezmsunaformadediario (otimo como los que escriben por la misma pocaAndre Gideo JulienOreen.

    esdeeste punto de vista. el desclasamiento voluntario de los peritos-

    obreros PQ.I'ta Z ~ la ~ t i n de Ia s r < : : l a . q c : l : ~ ~ . ~ ~ t ~ e r e ~ a c i o n e sde f u e r Z a l l ~ ~ ~ 4 e ~ n t i j l o : : s i e r h e i l i O de compartir-la oondiclOirppu1iflos Cli delladij le lO dominados en la lucha entre las clases,permanecen en el otro campopara todo lo que atae a la lucha entreculturas;la historia de lasrelaciones entre militantes obreros y los intelectuales origi-narios de las clases medias y dominantes provee una buena cantidad deejemplos de los malentendidos que suscita esta situacin cada vez que ladimensin simblica de las luchas polnices o sindicales toma importancia.Georges Navel forma parte de la corriente contraria, que parte de lasclases yde la culturadominadas parair hacia la literatura, tal como lo ilustranlas trayectorias de Jean-Jecques Rousseau, de Pguy, de Oorki o de JackLondon. No es tan slo por haberse nutrido de su propia experiencia y teneruna mayor familiaridad con la cultura de las clases dominadas que los textosproducidos por estos escritores pueden servir de soporte al anlisis sociol6gico con menos riesgo; lascondiciones de vida y de trabajo de las clasespopulares tienen, en estos casos, la posibilidad de ser aprehendidas ydescritas desde el punto de vista de la cultura que les corresponde. Peropodemos modificar la sospecha difusa de aburguesemlento o de inautentiedad que pesa automticamente sobre los escritoresdeorigen popularcon conocimiento del sesgo que, incluso en estos casos, impiden consideraruntenc como algo igual a un comportamiento culturalobservadodeacuerdocon las reglas del mtodo etnogrfico, si al tomar cada texto como unmomentode una trayectoria social, tomamos tambin en cuenta tanto comopodamos el conjunto de factores que determinan la modalidad particular dela relaci6n ambivalente que cada escritor de origen e inspiracin popularestienen con su cultura de origen y, por medio de la literatura, con la culturadominante. El grado y la manera cmo un autor se aparta desu cultura deorigen y de su experiencia personal de dominado, cmo las retraduce y-traiciona al constituirlas como objeto literario, Cmo toma sobre ellas elpunto de vista del escritor que intenta ser, cmo las vuelve contra las

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    59/76

    GI/tlor m o l l ~ 16

    restricciones y las humillaciones.que el medio literario le inflige, cmo traeal ejercicio del oficio de escritor las disposiciones, las exigencias y el-estiloligados a su medio de origen (por ejemplo el amor porel trabajo bien hecho y el horror a la afectacin), ete.,varanse6n se trate de autodidactas(Henri Poulaille,E u ~ n e Dabit, Georges Navel), de becarios (LouisGuilloux lean Guebenno), obreros'que Uegaron a serescritoresproCesionales (Henri Poolaille)osemiprofesionalesque contiriario se remiten a ejercer, de manera mM. o menos regular, un oficio manual(GeorgesNavel).Entre stos, hayque poner aparte elcasode loscampesinosescritores,menosimprobableymenosexcepcional queelde los escritores obreros, y no s610 a causa de unaincompatibilidad menor entre el oficio y la literatura: laimagen socialdel escritor campesino, con tradicin en lapoesa y la novela buclicas, est sostenidapor el rolklore,el regionalismo yla escuela primaria, yes menos inslitaymolesta que la delescritor obrero, que tiene en su contra, adems del desprecio de clase y lainquietud que suscita en etterreno polflico, el antagonismo entre el Arte y laTcnica, la hostilidad ante el progreso y el materlaliemo (conjugada conla des onfi nz ante la Ciencia) que, desde ThopluleGautier hasta FerdinandBrunetiere, pasando por Baudelaire, Leconte de- Lisie, Flaubert, Villiers del'Ise-Adam, etc., constituye un leitmotiv de la literatura francesa, Habraque estudiar tambin las relaciones entre trayectorias literari3lJYtrayectoriasmilitantes: EmileGuiUaumin,000 de los escritores campesinos ms conocidos,es un buen ejemplo de stas.P. Cohen- cali

    p ~ yoLver al texto de Navel, me parece ver en la primera parte una suerted c ~ r ; : l l e toma de distan_q 1e podemos considerar como una forma deresistencia ~ c F . r t l l l b i l l - e n l a l ~ ~ r p r ~ l . ~ 2 _ n por parte de las clasesdominadas, de la relacin de dominacin que sulren. Es lo que muestra Cotlerau en su prefecto al Sublime de Denis Poulot.46NQS muestra cmo la

    Prueba de esto, entre olras, esel modo Como a u ~ r t se burla de los poetas obreros del48enL MucotiOlr .R7Il immtal....o incluso la respuesta de Leccete de LlsleaMuime Du Camp.cuando cn el preracio a sus ChanlSModemn, se irtdign ba porque la literatura se obstina en-mirar hacia un pasado que nada debe hacemos lamcnlarw: que los espritus amantes delpresente yconvencidos de las magnificencias del porcenrr se alegren en su re, no los envidio nifelkllo; no tenemos las mismasslmpatlas, ni las mismas esperanzas. Los himnos yodas que elvapor y ta lelegrarla elctrica inspiran me emocionan f X0 y todas esas perrasis didcticas,que nada en Comlllienen con el arte, tan slo me emuestren que los poelas son, cada horaque pasa, ms inliles para las sociedades modernas l ] La hora en que det-ern dejar deproducir, bajo pena de muerte inleltttual esta prxima 1 ] MI odio por mi tiempo esCOIISCcllenciade la nalural repulsin hacia aquelloq\le nos mata (Leronte de Lrsre prefacioalosf'Hmtse/ ohm (1855),en rticfor s J Wfocn, Diseoun Pars, LesBeesLettres. 1971 pp.123-136 . D. Poulol, Le Sublimt ou traVfJifftUr cotllntt iJ tSf m 187q ce qr iJpt t hre, Pars,Lacrotx VeJbockhovcn el Cle., 1872,

    73

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    60/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    61/76

    de la interiorizacin del orden legitimo tan frecuente como aqul que seexpresa comoconsecuenciadesgraciada o torturada de la indignidad culturalyqueseencuentraporotra parlemsam nu o enlas s s intermediariasque en Ias clases populares. De todas formas, los signos externos de laprosternacin mental, tan espectacular en los grupos dominados de lassociedades campesinas de tradicin cllenteJIstica o patriarcal, bastan paramostrar que el socilogo no debera lomar nunca al pie de la letra, en losdominados, las manifestaciones ostentosas de la abdicacin cultural: noengaaban a sus seores tan completamente romo engaaron o fascinaron alnovelistanarodnik. La reiteracin y el afn en la sumisinylaaprobaci6n delorden por parte de los dominados es siempre compleja de hecho; repetir ypracticar -ecomc l anciana emigrada del Mezzogiorno en la autobiografade Nucera 47 el adagio del jornalero agrcola Lpadroni imno s mprragiolle no excluyeel clculo yla cautela; es uncondensado de la experienciahistrica de la clase proletaria que recoge en un osteutatono presente delindicativo un n ro suficiente de modalidades verbales como para sospe,char que esconde ms de lo que muestra: al locutor popular le es necesarioenfrentar por lo menos al indicativo de la ley natural con el imperativo de lamxima,el condicional del consejo de prudencia con el defectivo recogido enlitote gnmico, el testimonio de la perduracin de un pasado compuesto deperdida memoria y la profeca que, en resumidas cuentas, se verificar enfuturo anterior, para aventurarse a decir sin riesgos el resultado de unmilenario clculo estratgico de minimizacin del riesgo.

    Perono basta con describir las resistencias que encuentra la imposicindellos valores dominantes y con comprobar que las actitudes populares no se ,reducen casi nunca a la aceptacin pasiva. inversin de los valores \dominantes es an un proceso que enfrenta a la accin de la dominacin Jsimblica de demasiado cerca como para dar cuenta de todos los rasgos porJmedio de los cuales una cultura popular escapa a la imposicin de lalegitimidad cultural. No busquemos en todas las formas de expresin reac-tivas engendradas por la denegacin del dominante dado que su contenidocultural es ordenado mecnicamente por un proyecto de rechazo ideolgicoala dominacin simblica-. el paradigma de la capacidad popular a laautonoma simblica. Cuando el concepto de resistencia culturar terminapor revestir todas las acciones populares no reductibles a la sumisin, seconvierte en mutilacin y censura de la descripcin. Es, en todo caso; uncontrasentido terico cuando pretende encontrar en la inversin el nervio detoda creacin popular, en la denegacin la forma de toda alteridad. lasculturas populares no estn evidentemente detenidas en un alerta perpetuoante l legitimidad cultural, pero tampoco hay que suponerlas movilizadasda y noche y en un alerta contestatario. Tambin descansan.El ejemplo de sublimismo se inscribe efectivamente en una serie, muyrica histrica y sociolgicamente, de reacciones ideolgicas mediante las

    41L NlU era.Awmue de Diabies-Bllles, Paris. Grassel, 1 7 ),

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    62/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    63/76

    de los galeotes ritman eficazmente el manejo del remo; los suboficialesde losregimientosdisciplinarios hacenrepetirde buen grado s in que importenlaspalabras las canciones gruonas con las que marchan al paso los cabezaduras o rompen piedras bajo el sol de Biribi los ategree , 'l.o _ ~ _ l . . .recuperacin , en el sentido en que el uso de este concepto permit lioya lfafttiSeursoailomtico, y ver, antes de haber mirado, en el tejido de todofen6meno soci l la repeticinmontonadelmismonudotico (que condenarlaa toda buena voluntad originaria, creadora o revolucionaria, a dejarseentrampar y digerir por una malvada estrategia de araa universal). Estimenteelefedo inmediatodeladenegacin de la relacin de domiri ioo:0 1a...iet>eli6D es. r e g m f : ~ - por I8s r e s I C C i o e r t f t i ' ~ ~ ' r aiiinacl6n. descripcin sociolgie 'no puede eludir las funcionesintegradorasque asumen ipso{acto losproductosde una culturaderesistenciacuyos practicantes actan bajoel controldirectode la relacin de dominacin; n c i n t . la eecancln de las tareas de servidumbre, funcin-1 de revigorizacin de la moral de los dominantes pormedio'deesaspeque letonas morales compensatorias con las que tomaba revanchayse coeteetabe el coolieAh Q luego dcada una de sus humillaciones,yqeecondensa el refrn del forzado que ayuda a caminar encadenado al protestarcontra su cruz: a chatne c est la ghenne; mais c estgo4 a n1ait posd mar-.Entendmonos bien: le pasan cosas esenciales a una cultura popular comtrlconsecuencia de estar restringida a funcionar como cultura dominada, es ;decir, inextricablemente como mltltra de denegoci y como cultura dea c e p ~ a c ; 6 n ; - - s u b - c u l t u r a ycoetracultura. La soclologra debe ocuparse de eso:. .;es d e o l ~ i n t e r p r e t a c i n de-sus producciones Simblicas segnB ) ero SOcilogoolvidarla algo de la cultura popular si no fuera capasde .fhace iptesis interpretat iva de que una cultura popular es tambin capazde productividad simblica cuando olvida la dominacin dc los otros , amenos que llegue a organizar,de manera simblicamente ~ { l m _ e _ c o n suprincipio propio. a las experiencias de su condicin: e s _ i l i ~ i s ciilfilitil, ~ _ .(interpretacin del sentido desus producciones simblicas s e ~ Nadael .la teorfa del simbolismo social impide la hiptesis de

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    64/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    65/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    66/76

    lI

    inversin de la polaridad simblica tiene por lo menos la ventaja de haceraparecer la tendencia ms o menos latente al etnocentrismo que encierra elenfoque legitimista de las culturas populares. Al analizar con seriedaddentifica imperturbable los giros correctos con relacin a las normas dominanles), ascomolas faltas , Labovmuestralainjusticiaque ladescripcinculta del habla popular hace sufrir a sta en trminos de desviaciones de la Orma en esto como en todo, los dominantes tienen conciencia de suracismo ms que cuando les es devuelto por los dominados. Al tratar a losbuenos alumnos como marginados muestra cmo las palabras clave de lasocio1ogfade la cultura pueden ser modificadas para describir a la culturadominante. Tomar el punto de vista de los dominados sobre un objeto,tradudr su postura mental en postura metodolgica, transformar enherramientas de investigacin sus armas habituales l insolencia, la burla,la provocacin el. loque dijimos del texto de Navel - es sin duda uno de losraros medios de poner en evidencia lo que les falta a los que tienen todo,alumnos de las grandes escuelas, grandes familias, empresariado, etc, y dedescribir, por una vez,la excelencia social por referencia y como defecto, enelhmte, en trminos de desventajas, de handicaps . Intelectual populista ,pero populista intelectual, que ms inteligente que los peritos-obreros, supolomar de losetngrafos sus tcnicas racionales de inmersin , Labovdejaentrever 10que podrra ser una sociologfa de la cultura construida por unnativo de la cultura popular eculturado por la cultura alta ; muestra latarea ciega de la perspectiva legitimista, que debe buena parte de suclarividencia desengaada a la familiaridad cmplice que los socilogostienen con el gusto y la cultura dominantes. A s ~ el trabajo de Labovpermiteprecaverse contra el riesgo de absolutizar las jerarquas culturales que seintenta objetivar sincorree tampoco demasiado elderecaer en lasingenuidadesdel relativismo cultural. Es quizs un sucedneo, para el socllogo, de la toma de distancia que posee automticamente el historiador de la vidacotidiana, a quien el perfil paeao de moda de las prcticas que estudia lerecuerda constantemente la arbitrariedad de todos los gustos, incluido-eldominante.M rumbachGisiera volver sobre la r ladn de las clases dominantes con su ro ian D n n a l ~ i m a : E s un problema que no a SI ree men r ~ o s hablado mucho acerca de los erectos dellegitimismo sobre ladescripcin de la relacin de las clases dominadascon la dominacin, pero 01vdamos loquesucede por otro lado. l deriva legitimista se traduce tambinpor una idealizacin de la relacin que las clases dominantes tienen con susnormas dominantes: actan como si la identificaci6n de las prcticas conla norma legftima y,en lo que concierne al lenguaje, del vernculo de lasclasesdominantes con la norma IingOlstica fuera evidente. Es esta identificacin precisamente la que Navel rechaza: en el texto que citaron, no haceotra cosa que poner el acento sobre la distancia entre las prcticas realesde los dominantesysus propias normas d. lo que se dice sobre el cerdito ).

    80

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    67/76

  • 8/13/2019 Grignon y Passeron Lo Culto y Lo Popular

    68/76

    hechos la tautologa fundante sobre la que reposa la seguridad de clasedelosdominantes: tienen loque esmejor porque son mejores ylo que ena eslomejorporquesonlosmejores LascrIticas que losaficionados al arte, laliteratura o lagastronoma dirigen al socilogoaparentemente rosco se sitaantesde esta ruptura; al sacrificar los individuosa la clase,y al proporcionarlailusinde quese sacrificalaclasemisma a lanorma, ponen Iuerade alcancey fuera de cuestin aquello que legitima la dominacin, salvando as loesencial.Pero es cierto 'lile esta opcin corre el riesgo de conducir al socilogo aseleccionar, entre los comportamientos reales de los miembros de las clasesdominantes, aquellos que se aproximan lns a esta cultura, que dan la ideams exacta o ms conforme a la construccin que d socilogo esta