Catequesis preparatoria. Encuentro Diocesano de niños. · cinco panes de cebada y dos peces; pero...

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Catequesis preparatoria. Encuentro Diocesano de niños. Comenzamos leyendo un pasaje en el que Juan, amigo de Jesús, nos cuenta una cosa que le pasó un día en la montaña. Con la imaginación, piensa que estás ahí, en ese mismo lugar. Jesús entonces levantó los ojo y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman estos?». Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo». Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?». Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo». Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dio la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda». Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Este es verdaderamente el Profeta que ha de venir al mundo». (Jn 6, 5-15) ¡#IFIL?;f Hablamos sobre el texto: ¿Qué personajes intervienen en esta historia? ¿Qué hace cada uno de ellos? ¿Por qué es importante el “muchacho” que le entrega los cinco panes y los dos peces? ¿Tú puedes ser como ese niño? ¿Qué te pide Jesús a ti? ¿Qué necesita de ti? ¿Qué le puedes dar?

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Catequesis preparatoria. Encuentro Diocesano de niños.

Comenzamos leyendo un pasaje en el que Juan, amigo de Jesús, nos cuenta una cosa que le pasó un día en la montaña. Con la imaginación, piensa que estás ahí, en ese mismo lugar.

Jesús entonces levantó los ojo y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman estos?». Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».

Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?». Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo». Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil.

Jesús tomó los panes, dio la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda». Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.

La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Este es verdaderamente el Profeta que ha de venir al mundo». (Jn 6, 5-15)

¡#IFIL?;f

Hablamos sobre el texto:

-­‐ ¿Qué personajes intervienen en esta historia? -­‐ ¿Qué hace cada uno de ellos? -­‐ ¿Por qué es importante el “muchacho” que le entrega los cinco panes y los dos peces? -­‐ ¿Tú puedes ser como ese niño? -­‐ ¿Qué te pide Jesús a ti? ¿Qué necesita de ti? ¿Qué le puedes dar?

     

 

   

 

Señor, si me necesitas:

¡ ____ _____ !

(Escribe con letras bonitas las palabras que has encontrado en el laberinto)                

Ahora vamos a seguir a nuestro amigo para que encuentre los cinco panes y los dos peces. Descubre cuál es la palabra secreta que hay en el recorrido correcto y escríbela encima de la frase de abajo.

E  

A  

E  

A  

B  

A  

O  

Q  

A  

U  

T  

A  

S  

I  

Y  

 E  

     

                           

¿Tú te vas a atrever a seguir más de cerca de Jesús? ¿Quieres ser su mejor amigo, como los Apóstoles?

¿Le quieres decir: “Aquí estoy” para lo que necesites, como el muchacho de los cinco panes y dos peces?

Si es así y eres valiente, escribe una cosa que vas a hacer para ser su mejor amigo:

 

Leemos ahora un texto del Catecismo “Jesús es el Señor” para ver la importancia de ser amigos de Jesús y de disponernos para hacer siempre su voluntad:

Terminamos dando gracias al Señor por tantas cosas que nos ha enseñado. Si podemos, terminamos con Jesús en el Sagrario. Guardamos silencio, cerramos los ojos y le contamos que queremos ser, a partir de hoy, sus mejores amigos. De corazón, decimos todos en voz alta la siguiente oración y terminamos rezando el Padrenuestro:

Mientras Jesús vivió aquí en la tierra, llamó a algunos a vivir más cerca de Él. Les decía: “Venid conmigo” (Mc 1,17). Unos no se atrevían a seguir a Jesús y se iban tristes. Otros, como los Apóstoles, se fiaron tanto de su palabra que lo dejaron todo para seguirlo y así entrar en su reino.

Catecismo “Jesús es el Señor”

Jesús, me comprometo a…

Jesús, queremos seguirte y responder a tu llamada como lo hicieron los Apóstoles. Nos fiamos de tu Palabra, queremos ser tus amigos, para recibir el amor de Dios que Tú nos traes y así hacer crecer tu Reino en esta tierra.

(Del Catecismo “Jesús es el Señor”)

Padrenuestro