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  • EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI:VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    CAMILO VALQUI CACHIRAMN ESPINOSA CONTRERAS

    ( C O O R D I N A D O R E S )

  • EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI:VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    CAMILO VALQUI CACHIRAMN ESPINOSA CONTRERAS

    ( C O O R D I N A D O R E S )

    COLECCIN CTEDRA INTERNACIONAL CARLOS MARX

    Edicin Auspiciada por:

    UNIVERSIDAD AUTNOMADE GUERREROCuerpo Acadmico

    Problemas Sociales y Humanos

    SOCIEDAD DE ESTUDIOS CULTURALES DE

    NUESTRA AMRICA S. C.

  • El Capitalismo del Siglo XXI: Violencias y Alternativas

    Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo S.A.C.Jr. Jos Sabogal N 913 - Telf.: 365819, Cajamarca - Per

    Camilo Valqui [email protected] [email protected]

    Ramn Espinosa [email protected]

    Editorial: Universidad Privada Antonio Guillermo UrreloColeccin: Ctedra Internacional Carlos MarxPrimera Edicin: Julio, 2009. N de ejemplares: 1000

    Auspicio: - Universidad Autnoma de Guerrero. Unidad Acadmica de Filosofa y Letras - Martnez Compan Editores S.R.L. - Sociedad de Estudios Culturales de Nuestra Amrica

    Diseo de la cubierta:Alex Abanto Agusti

    Cuidado de Edicin:Doris Castaeda (UPAGU, Cajamarca, Per)

    Correccin: - Mc. Cutberto Pastor Bazn (UAG; Guerrero, Mxico) - C. Manuel Herrera Garca (UAG; Guerrero, Mxico)

    Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N: 2009-08593International Standard Book Number(ISBN): 978-612-45225-1-2

    Diseo, Diagramacin e Impresin:Martnez Compan Editores S.R.L.Jr. Apurmac N 279 - Telf. (076) 361904Informes: [email protected]

    Impreso en Cajamarca, PerPrinted in PeruMMIX

  • ndice

    Prlogo

    Introduccin

    El imperialismo del Siglo XXI: Naturaleza, crisis, barbarie, decadencia y alternativa

    - Camilo Valqui Cachi

    Lo trivial del capitalismo en el campo de la teora.- Erwin Flores Contreras

    La poltica exterior de Estados Unidos hacia Amrica Latina y los instrumentos de la nueva doctrina para la seguridad hemisfrica: la conferencia de ministros de defensa de las Amricas (cmda)

    - Herminia C. Foo Kong Dejo

    La violencia de la globalidad y el necesario despertad de una nueva conciencia en el siglo XXI

    - Jos Gilberto Garza Grimaldo

    Violencia poltica y poder- Jaime Salazar Adame- Smirna Romero Garibay

    La tolerancia valor bsico de la democracia y la paz- Ramn Espinosa Contreras

    7

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    17

    77

    115

    159

    215

    239

  • Violencia o paz: una forma de pensar el mundo- Juventina Salgado Romn

    Derechos Humanos para la Convivencia- Antonieta Julin Prez

    257

    287

  • 7Prlogo

    El presente libro es testimonio valioso del esfuerzo meritorio que contra viento y marea llevan adelante un grupo de colegas de la Universidad Autnoma de Guerrrero, en Chilpancingo, para mantener el trabajo universitario autntico, con sus dimensiones de bsqueda, de crtica, de aportacin a la vida pblica. En este volumen convergen trabajos que abordan la coyuntura actual en algunas de sus variadas facetas, encarando aspectos nodales, que exigen inmenso esfuerzo de comprensin y detenida elaboracin terica.

    As, por ejemplo, no dudan en plantearse cmo no caer en fantasas en relacin con las dificultades de la coyuntura o hasta qu punto est justificado soar. Un logro indudable de su esfuerzo es que se animan a llamar a las cosas por su nombre y la tan cacareada globalizacin aparece como imperialismo puro y duro. Se atreven a enfrentar las rutinas de la academia y el canon de los medios (des)informativos en cuanto a eludir el trmino y, con l, el fenmeno mismo de esta etapa del capitalismo. Se atreven a reconocer que el fenmeno imperialista sigue all, agravado, intensificado, ms bestial que nunca. En ese contexto el tema de la violencia reaparece con rasgos muy precisos: como violencia estructural, fruto del terrorismo de estado a nivel mundial,

  • 8y/o como violencia emergente. En cuanto a esta ltima, podra ser fecunda como violencia revolucionaria lo cual lleva a colocar en la agenda colectiva otro trmino-proceso excluido por las modas acadmico mediticas-, pero no se elude la discusin acerca de la ilusin ingenua de que por s sola engendrara de manera automtica al hombre nuevo.

    Esta reflexin adquiere mucha vigencia, cuando estamos en presencia de evidentes carencias en cuanto a la soberana. Si por tal se entiende, decimonnicamente, el monopolio de la violencia en un territorio determinado por parte del estado y sus organismos de gobierno, la situacin se encuentra plenamente agravada. No hay tal monopolio y s mucha variedad de modalidades dispersas, pero no precisamente espontneas de violencia.

    En este contexto, la tolerancia, su misma concepcin, sus cantidades, por as decirlo, y el respeto a las diferencias ajenas que permitiran una cierta convivencia, tambin son tpicos nodales recolocados sobre la mesa de la discusin. Lo cual exige revisar incluso la violencia mental generalizada y sus modalidades de intrusin en las vidas de la gente.

    Se trata, en suma, de resistirse a naturalizar el capitalismo, de impulsar a repensar la modernidad, de asumir responsablemente el resurgimiento de la revolucin como tarea a ser (re)conceptualizada cuidadosamente a ms de llevada a la prctica-, de no eludir las dimensiones geopolticas de estas reflexiones, negndonos a seguir siendo presuntos traspatios o a disimular con moralinas superficiales el estado de guerra generalizado en que (sobre)vivimos. No por casualidad la IV Flota ha regresado a

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

  • 9la regin despus de varias dcadas. Alguna relacin ha de tener su viaje con nuestras disponibilidades de materias primas, energticas, de agua y aire. Y, por cierto, con nuestros valiosos procesos de bsqueda de alternativas a las depredadoras consecuencias de la hegemona neoliberal y a su instrumentacin de los estados en perjuicio de las grandes mayoras.

    Habr futuro que merezca el nombre de propio y con posibilidades plenas para quienes integramos esta Amrica que quiere ser nuestra? En todo caso, conviene que reconozcamos las vas no transitables: la socialdemocracia, los reformismos, los culturalismos, las moralinas vacuas y, tambin, que revaloremos los saberes de la gente, la capacidad de rebelin de los supuestamente vagos, la fuerza de la conciencia que acompaa a la accin y por qu no? aquella capacidad de amor que el mismo Che destac en su momento.

    Vale la pena no slo leer este libro, sino incorporarse activa y protagnicamente a los desafos a que procura responder con lucidez convocante.

    Horacio Cerutti Guldberg

    Cuernavaca, Morelos, Mxico, 5 de mayo de 2009.

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  • 10

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    Introduccin

    Este libro que hoy se somete a la reflexin de los lectores del mundo, es un trabajo colectivo de carcter interdisci-plinario, plural y abierto. Pero asimismo, es una visin epistmica crtica y compleja, como corresponde a la totalidad capitalista del Siglo XXI y a la complejidad de los problemas cruciales que aborda: las violencias y las alternativas antisist-micas que urge la humanidad para auto-emanciparse.

    La sociedad capitalista del Siglo XX, hereda y profundiza las transformaciones globales del siglo pasado. Llaman la atencin, los fluidos cambios cientfico-tecnolgicos, porque siguen transfigurando y complejizando las relaciones capital-trabajo y la faz de todas las actividades humanas. Una lectura desmistificadora de estos cambios globales en curso, permite descubrir que la lgica interna que los mueve son: los procesos de acumulacin trasnacional, las crisis estructurales del capital, las contradicciones sistmicas y las tendencias al auge de las luchas de clases, movimientos sociales e insurgentes en el planeta. Por lo mismo, estas transfiguraciones han seguido una doble direccin en esencia contradictoria y depredadora. Han beneficiado a las burguesas imperiales y a las oligarquas locales por un lado y por el otro, han incrementando el expolio y la exclusin de los pueblos de las nuevas coloniales trasnacionales.

  • 12

    Esta compleja dialctica de explotacin y dominacin en ltima instancia es la fragua sistmica que genera las violencias estructurales en el mundo actual, cuyo anlisis, discusin, reflexin y construccin de alternativas, asumen los autores de este libro antisistmico, con rigor cientfico-humanstico, compromiso tico, solidaridad sin fronteras y vocacin libertaria.

    Camilo Valqui Cachi, abre el debate epistmico con el trabajo El imperialismo del Siglo XXI: Naturaleza, crisis, barbarie, decadencia y alternativa. El autor centra su anlisis en la esencia, complejidad y dialctica del actual capitalismo trasnacional, asumido como una totalidad histrico-concreta, y a partir de esta premisa explica el movimiento de la socie-dad contempornea. Diluye las especulaciones acadmicas y las ideologas sistmicas para encontrar las races de las paradojas, la irracionalidad, las crisis, las formas de dominacin imperial, el terrorismo transnacional de Estado, las lgicas de barbarie contra hombres y naturaleza, la miseria epistmica, moral, cultural y espiritual que prevalecen en esta poca. Este examen crtico segn el autor, es clave tambin para transformar el mundo actual y construir una comunidad humana liberada de todas las formas de explotacin y dominacin.

    Erwin Flores Contreras, en su texto Lo trivial del capitalismo en la teora, orienta su estudio a la crtica de las formas vulgares de la teora capitalista. Desentraa tras las sutilezas fenomnicas, el movimiento real del capitalismo realmente existente, invisibilizado, mistificado, legitimado y mantenido por las malezas ideolgicas y la violencia estatal. Por lo mismo, las burguesas sustentan su permanencia en el

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    poder y el monopolio de la propiedad privada de los medios de produccin, en la fuerza cargada de terror, exclusin. El autor, por lo mismo para someter a crtica las lecturas sistmicas al capitalismo contemporneo, se apropia del marxismo crtico, con un sentido dialctico y revolucionario en la perspectiva de sustentar una alternativa comunista.

    Herminia C. Foo Kong Dejo, con el ensayo La poltica exterior de Estados Unidos hacia Amrica Latina y los instrumentos de la Nueva Doctrina para la Seguridad Hemisfrica: la Conferencia de Ministros de Defensa de las Amricas (cmda)., se propone desentraar la dialctica imperial de la seguridad y defensa entre los Estados Unidos y Amrica Latina y El Caribe, marcada histricamente por el componente militar y los intereses geopolticos. Para la autora, la poltica exterior estadounidense que hoy se realiza en el marco de la Nueva Doctrina para la Seguridad Hemisfrica y sus corolarios, es diseada desde los EE. UU., cuya percepcin colonial de las nuevas amenazas y los nuevos enemigos, convierte en poco probable un cambio de poltica exterior de Washington hacia la regin en esta era post Bush. Este trabajo, es parte de un estudio ms amplio que incluye El Caribe, cuyo propsito es comparar doctrinas, estructuras e instrumentos diseados por el gobierno de los Estados Unidos hacia el hemisferio occidental y explicar el papel de la subregin en el Nuevo Orden.

    Jos Gilberto Garza Grimaldo, en su investigacin La violencia de la globalidad y el necesario despertar de una nueva conciencia en el Siglo XXI, desvela la historicidad de la violencia y en particular la violencia estructural de la globalizacin sistmica, cuyo orden avasalla y destruye por

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    igual a la humanidad y a la naturaleza. Como correlato de esta violencia global, el autor no slo descubre las condiciones y las tendencias de un proceso dialctico del despertar crtico de la conciencia de grandes masas humanas en el planeta, sino que al mismo tiempo teoriza sobre la intrincada forja de esta conciencia crtica universal para recuperar a la humanidad de la deshumanizacin sistmica. De acuerdo al autor, el despertad de una nueva conciencia en el siglo XXI est en camino y la paz es el sendero.

    Jaime Salazar Adame y Smirna Romero Garibay, en el texto Violencia, poltica y poder, versan sobre la compleja dialctica de la violencia y el poder. Para los autores la violencia es un rasgo caracterstico del poder poltico o del poder del gobierno, la autoridad se basa en ltimo trmino en el ejercicio de la fuerza. Por eso, la violencia del estado incluso en defensa de los intereses de un colectivo, requiere de la ley para neutralizarla. La experiencia histrica ha probado que la autoridad sin control abusa del poder legado por el conjunto de la sociedad y acaba por destruirse a s misma. Su fiscalizacin ha de proceder, por tanto, de fuera del proceso mismo del poder.

    Ramn Espinosa Contreras, aborda la compleja problemtica de La tolerancia valor bsico de la democracia y la paz. La premisa epistmica y real para que se pueda construir una autntica democracia y por ende instaurar una paz duradera, es concebir y asumir en las condiciones histrico-concretas del presente siglo en toda su complejidad el valor de la tolerancia. Para el autor, en la actualidad se vive en una sociedad del riesgo y barbarie permanente que enfrenta una crisis global que ha provocado desorden y

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  • turbulencias tales como la guerra, armas, violencia y terro-rismo; desempleo, hambre, pobreza extrema y enfermedades; refugiados y emigrantes; contaminacin y amenazas del cambio climtico. El surgimiento del neofascismo y las violaciones constantes a los derechos humanos. La tolerancia es un valor tico fundamental para la democracia moderna y la propia existencia humana.

    Juventina Salgado Romn, en el trabajo Violencia o paz: una forma de pensar el mundo, explica histricamente y somete a crtica las prcticas de violencia y pobreza espiritual que hoy predominan en la humanidad, derivadas de una modernidad en crisis y por lo mismo de los valores que se asumen en los distintos espacios de la vida en correspon-dencia a una concepcin del mundo. Segn la autora, la paz slo ser posible si los seres humanos alcanzan un mayor nivel de conciencia. En este sentido, la espiritualidad es conciencia de integridad y siempre conduce a la bsqueda de bien-estar comn.

    Antonieta Julin Prez, finalmente cierra esta compleja lectura de las violencias y alternativas del capitalismo del siglo XXI, con el ensayo Derechos Humanos para la Convivencia. Para la autora el respeto a los derechos humanos es base fundamental para la integridad humana y para la paz mundial. Esta tesis no slo permea la historicidad de los derechos humanos que aborda, sino tambin la crtica que formula a la racionalidad de la poca moderna, justamente por el uso perverso de la ciencia y la tecnologa por los grupos de poder para lograr sus propios fines de explotacin y dominacin en contra de los derechos de la humanidad. Por lo mismo, es de vital importancia desde el

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    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

  • punto de vista poltico, econmico y tico, el garantizar y respetar los derechos humanos universalmente, para la existencia de la paz en el mundo y la dignidad humana.

    Los autores del presente libro, aguardan que el debate abierto sobre las violencias y las alternativas para superarla en el planeta, encuentren conciencias receptivas para forjar juntos no slo la crtica terica sino tambin la crtica prctica de los sistemas que niegan a la humanidad.

    Bajo esta filosofa, expresamos nuestro reconocimiento al Sr. Manuel Becerra Vilchez, Presidente del Directorio y al Dr. Filman Ruiz Vigo, Rector de la Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo por su apoyo acadmico y compromiso internacional, que han hecho posible la presente edicin. De igual manera nuestro profundo agradecimiento a la Dra. Doris Castaeda Abanto, quien con su reconocida solvencia cientfico-humanista asumi el cuidado de la calidad editorial. Tambin agradecemos al Dr. Dolores Arturo Contreras Gmez, Rector y al Mc. Javier Saldaa Almazn, Director general de Planeacin y Evaluacin Institucional de la Universidad Autnoma de Guerrero (Mxico) por su apoyo financiero, as como al Mc. Cutberto Pastor Bazn y Manuel Herrera Garca, quienes estoicamente trabajaron en las reiteradas correcciones de los materiales originales y primeras pruebas.

    Camilo Valqui CachiRamn Espinosa Contreras

    Mxico, 26 de junio de 2009

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    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

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    El Imperialismo del Siglo XXI: Naturaleza, Crisis, Barbarie, Decadencia y Alternativa

    Camilo Valqui Cachi1

    I. SOBRE LA ESENCIA Y LAS CONTRADICCIONES DE LA TOTALIDAD CAPITALISTA DEL SIGLO XXI

    El siglo XXI patentiza la universalizacin del capital, identificada ideolgicamente con la fenomnica globaliza-

    2cin, que en esencia no es sino, la fase de imperializacin capitalista: complejo proceso que pone en movimiento la dominacin de pueblos y trabajadores del orbe por parte de los monopolios multi y trasnacionales, concentrando, articulando, desplegando y centralizando bajo mando impe-

    1 Dr. en Ciencias Filosficas, ex-profesor-investigador de la UNAM, Universidad autnoma del Estado de Mxico (UAEM) y actualmente en la Universidad Autnoma de Guerrero, estudioso de temas y problemas de Amrica Latina y El Caribe, as como de Marxismo Clsico y Contemporneo. Doctor Honoris Causa por la Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo (Per). Ponente en eventos nacionales e internacionales, miembro de la Sociedad de Estudios Culturales de Nuestra Amrica, Coordinador de la Ctedra Internacional Carlos Marx, autor, entre otros, de los libros Genocidio y revolucin en El Salvador, Partes de guerra en el Per, Marx Vive: fin del capitalismo y del socialismo real, La noche del guila y la saga de Magdala. Guerras y utopas de fin de Siglo, Desde Cuba el derrumbe del socialismo euro sovitico, La filosofa de la praxis en Mxico ante el derrumbe del socialismo sovitico, Mitos del derrumbe del socialismo sovitico en la ideologa neoliberal y coautor de varios libros.

    2 Vase: Valqui Cachi, Camilo. (2006). El imperialismo y la lucha de clases. Crtica epistemolgica y poltica de la globalizacin, III Conferencia Internacional La Obra de Carlos Marx y los desafos del Siglo XXI, La Habana, 2006.

  • rialista, el poder econmico, poltico, cientfico-tecnolgico, militar, ideolgico, meditico, educativo y cultural.

    Es la poca del imperialismo trasnacional, caracteri-zada por la profunda enajenacin mercantil de la naturaleza, de la vida, de los seres humanos, de sus actividades y de los productos de ellas derivados. El capital trasnacional ha impuesto a todos los trabajadores la venta de su propia humanidad para poder sobrevivir, porque slo los reconoce como bestias de trabajo reducidas a las necesidades fsicas

    3ms elementales. La miseria que los destruye, con mayor agresividad en los pases recolonizados, prueba que aquella

    4brota de la naturaleza misma del capital central y perifrico.

    El capital, asimismo, es el poder de mando sobre el 5 6trabajo , la potencia econmica, totalitaria, que lo domina

    todo en la sociedad mundial porque justamente toda descansa en el inters privado capitalista, el poder que funda a los dems poderes, sintetizados y consumados en la

    7dominacin que supone siempre a los dominados.

    Ciertamente, -como Marx, lo descubriera ya en su tiempo-, el dinero ha sido perfeccionado como la forma objetivada de la relacin humana bsica dentro de la sociedad del siglo XXI.

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    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

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    4 Ibd. p. 565.5 Ibd. p. 571.6 Marx, Karl (2007). Elementos fundamentales para la crtica de la economa

    poltica (Grudrisse) 1857-1858, p. 28.7 Barandiaran, Alberto. Sin dominado no hay poder, se es el problema de todo

    poder, (Entrevista al filsofo Jos Azurmendi), en Berria /Rebelin, 1 de marzo de 2008.

    Marx, Carlos. Manuscritos econmico-filosficos de 1844, p. 566.

  • EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    La relacin social sobre la cual descansan todas las relaciones legales y polticas capitalistas, y de la cual estas ltimas son meras expresiones [] es la relacin de cambio. El imperativo social es que ni la produccin ni el consumo pueden producirse sin la intervencin del valor

    8de cambio.

    La cosificacin de las relaciones sociales consumada por el capital, ha conducido a la descarnada deshuma-nizacin sistmica, donde personas y pueblos son las mercancas ms miserables y fcilmente superfluas y por lo mismo sometidos a las mltiples violencias sistmicas y reaccionarias del capital imperialista.

    Brutal realidad sintetizada en la barbarie, que contrasta con el ideal burgus color de rosa y con el fundamentalismo occidental, que asumen los tericos y acadmicos sistmicos, al pretender eternizar y naturalizar el capitalismo

    Hoy, se viven los tiempos del capitalismo transna-cional, expoliador, desptico, depredador, genocida, cnico, terrorista y decadente. Se vive y se sufre al capitalismo

    9imperialista como una verdadera tragedia social.

    Son tiempos del imperialismo que ha creado violentos escenarios de barbarie para que la humanidad viva al borde del vaco y del abismo, sumida en una profunda crisis mate-rial y moral mundial. La economa de los pases imperiales, particularmente la estadounidense, sufre el embate de su

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    8

    poltica (Grudrisse) 1857-1858, p. XXIX. 9 Gandarilla Salgado, Jos Guadalupe (2003). Globalizacin, totalidad e historia.

    Ensayos de interpretacin crtica, Ed.Herramienta, Buenos Aires, pp. 131 y ss.

    Marx, Karl (2007). Elementos fundamentales para la crtica de la economa

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    propio sistema: adems del choque del petrleo y la crisis inmobiliaria, una crisis crediticia, desempleo agresivo, subida de los precios de las materias primas alimentarias,

    10una crisis financiera y monetaria y ambiental, con un dlar a la deriva, EE.UU. vive su peor crisis desde 1929. El FMI estimaba en marzo de 2008, que el coste de la crisis ascendi a 945,000 millones de dlares, mientras los especuladores

    11ganan fortunas. Asimismo ahora, en EE.UU. el 10% ms rico de la poblacin posee el 85% de la riqueza nacional, mientras el 90% de la poblacin restante endeudada, nunca antes haba dependido tanto de los ricos. Esta codicia infinita no slo agrava la crisis econmica sino que la desborda en todas las direcciones con catstrofes terminales sobre los excluidos

    12estadounidenses y por ende sobre los del planeta.

    La crisis del imperialismo hace ms ricos a los ricos y ms pobres a los pobres, pero intensifica tambin las armas de la revolucin socialista.

    La crisis capitalista mundial ha incubado tantas explo-siones destructivas con secuelas de angustia, desencanto y escepticismo respecto a la modernidad capitalista, que no pocos comparten la desilusin de Horkheimer, quien expres en el Siglo XX:

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

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    ALAI/Rebelin, 15 de abril de 2008.11 Porcheron, Michel. Por primera vez en la historia de la economa todos los indi-

    cadores estn rojo, en Tlaxcala/rebelin 6 de agosto de 2008. Asimismo sobre la crisis vase: Churo, Efran. Si la crisis econmica se profundiza creo que la devaluacin del dlar puede aumentar, en Rebelin, 5 de agosto de 2008.

    12 Hudson, Michael. El modelo financiero ha sido un gran xito desde el punto de vista de quienes se hallan en la cspide de la pirmide, en http://www.sinpermiso, 31 de agosto de 2008.

    Vase: Bez, Ren. Estados Unidos desata crack financiero global, en

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    () todo aquello que serva para la educacin superior y el desarrollo del hombre: el goce de la inteligencia, la vida entre el recuerdo y la perspectiva futura, la satisfaccin de s mismo y de los dems, (), pierden su realidad. Ya no existe conciencia moral (). La ley moral, por su desproporcin con el ser de aqullos, a quienes hoy en da se les podra presentar, aparece como un simple embuste: se ha suprimido la instancia a la que se dirige. La moral hubo de desaparecer porque no lograba satisfacer su

    13propio principio ().

    Decadencia de la civilizacin occidental que el mismo autor lo anticipa diciendo: Los conceptos fundamentales de la civilizacin occidental se hallan prximos a su desinte-

    14gracin.

    En esta perspectiva, se plantean las siguientes tesis econmico-polticas, acerca de la esencia, contradicciones, crisis y metamorfosis de la complejidad capitalista del siglo XXI, bases fundamentales de las violencias sistmicas y de las nuevas revoluciones en proceso:

    1- El capital viene al mundo chorreando sangre y lodo, 15desde la cabeza hasta los pies por todos los poros, y

    llega al siglo XXI, tambin, echando sangre y fuego. El capitalismo es por esencia brbaro, violento. Por eso, el origen idlico, color de rosa que tanto sacralizan sus escribas de todos los tiempos, slo mistifican la naturaleza brbara del capital, que Marx desvela en su

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    14 Citado por Constante, Alberto. Uniformidad y ubicuidad de la violencia, en Jimnez, Marco A. (Editor) (2007). Subversin de la violencia, p. 63.

    15 Vase: Marx, Karl (1979). El capital, p. 950.

    Hokheimer, Max (1971). Teora crtica, Ed. Barral, Barcelona, p. 85.

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    magistral captulo XXIV de El Capital, acreditando con suficientes pruebas histricas la srdida acumulacin originaria y los truculentos procesos de acumulacin de capital, posteriores. En la historia real, dice Marx, el gran papel lo desempea, como es sabido, la conquista, el sojuzgamiento, el homicidio motivado por el robo: en

    16 una palabra: la violencia. William Howit, refirin-dose a esta dialctica brbara apunt en el Siglo XIX: Los actos de barbarie y los inicuos ultrajes perpetrados por las razas llamadas cristianas en todas las regiones del mundo y contra todos los pueblos que pudieron subyugar, no encuentran paralelo en ninguna era de la historia universal y en ninguna raza, por salvaje e

    17inculta, despiadada e impdica que esta fuera. Reproduciendo en escala ampliada esta dialctica de piratera colonial, EE.UU., hoy, asola a los pueblos del mundo, equipado con una gigantesca parafernalia im-perial de: ejrcitos, mercenarios, bases militares, bases navales, aviones, arsenales qumico-bacteriolgicos, nucleares, procnsules y gobiernos cipayos.

    2- El capital es una relacin social fundada en la explo-18tacin y dominacin de hombres y mujeres en todo el

    planeta, a quienes ha transformado en mercancas, las ms miserables, desdichadas y ms fcilmente desechables. Cuanta mayor vida incorporan los trabajadores a una mercanca, mayor es el poder y la

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    17 Citado por; Marx, Karl (1981). El capital, Ed. Siglo XXI, Mxico, t. 1, Vol.3 , p. 94018 Gandarilla Salgado, Jos G. (2006). Amrica Latina en la conformacin de la economa-

    mundo capitalista, Ed. UNAM, p. 34.

    Ibd. P. 892.

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    ganancia percibida por el capital muerto. Por lo mismo, la miseria de los trabajadores del orbe se halla en razn inversa al poder y la magnitud de lo que producen y en relacin directa al poder de los capitalistas, sus

    19expropiadores.

    3- El violento proceso de cosificacin humana, llevado hasta sus ltimas consecuencias por el capital trasna-cional, define su naturaleza depredadora, al afianzar la produccin de plusvala como el fin ltimo y nico de la

    20humanidad y la enajenacin total de los trabajadores.

    4- El actual proceso de acumulacin de capital transna-cional, se reproduce en escala ampliada destruyendo al mismo tiempo, como en sus inicios, seres humanos y naturaleza. Marx, descubri este carcter antihumano y antinatural del capitalismo, formulando la siguiente tesis: La produccin capitalista, por consiguiente, no desarrolla la tcnica y la combinacin del proceso social de produccin sino socavando, al mismo tiempo, los dos manantiales de toda riqueza: la tierra y el

    21trabajador.

    5- El capitalismo fue, es y ser por esencia antihumano, desrealiza al hombre y la mujer, privndolos de la

    22realidad hasta la muerte por hambre. La perdida de los

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

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    595.20 Vase: Marx, Karl (1981). El capital, t. 1, Vol. 3, p. 943.21 Vase: Marx, Karl (1979). El capital, Ed. Siglo XXI, Mxico, t. 1, Vol. 2, pp. 612 y

    613.22 Vase: Marx, Carlos. Manuscritos econmico-filosficos de 1844, pp. 596.

    Vase: Marx, Carlos. Manuscritos econmico-filosficos de 1844, pp. 574, 594 y

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    bienes por ellos producidos en la antagnica relacin capital-trabajo, se corresponde con una violenta pr-dida de sus vidas, esencias y realidades, al afirmarse todas stas como propiedad privada y poder del capitalismo. El capitalismo del Siglo XXI sigue produciendo trabajo enajenado que: 1) enajena al hombre la naturaleza, y 2) se enajena a s mismo, sus propias funciones activas, sus actividades vitales, le enajena tambin el gnero humano; convierte, para l la vida genrica en medio para la vida individual. En primer lugar, enajena la vida genrica y la vida individual y, en segundo lugar, hace de la segunda, en su abstraccin, el fin de la primera, considerada

    23tambin, en su forma abstracta y enajenada.

    6- El capitalismo es un sistema de contradicciones antag-nicas condensadas en la contradiccin: produccin social de los proletarios y la apropiacin privada capitalista de lo producido (trabajo-capital), contradic-ciones por esencia insuperables en los propios marcos del capitalismo. Las paradojas capital-trabajo, valor de uso y valor de cambio, produccin social y apropiacin privada, proceso de enajenacin (y cosificacin), tra-bajo vivo- trabajo muerto, capital-naturaleza, medios de vida-medios de destruccin masiva, imperialismo-pueblos oprimidos, pugnas nter imperialistas, son inmanentes al sistema capitalista y constituyen por un lado, la base real de las luchas de clases, de las violencias sistmicas y antisistmicas, y por otro lado,

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    600.Marx, Carlos. Manuscritos econmico-filosficos de 1844, pp. 596, 598, 599 y

  • 25

    son las armas que posibilitan su fin. Marx, al tratar esta compleja contradiccin, seal: El monopolio ejercido por el capital se convierte en traba del modo de produccin que ha florecido con l y bajo l. La concentracin de los medios de produccin y la socializacin del trabajo alcanzan un punto en que son incompatibles con su corteza capitalista. Se la hace saltar. Suena la hora postrera de la propiedad privada

    24capitalista. Los expropiadores son expropiados.

    7- Los profundos cambios del capitalismo durante los siglos XX y XXI - vinculados con las revoluciones cientfico-tcnicas, las crisis cclicas del capital, las pugnas geopolticas entre las fracciones imperialistas y las exigencias de los nuevos patrones de acumulacin de capital-, identificados con la eufemstica globaliza-cin de los tericos sistmicos, han afectado drsticamente las relaciones de produccin capitalista y tambin a las fuerzas de trabajo asalariado, sin embargo, pese a la complejidad de estas metamorfosis globales, stas, no han podido negar la lgica de explotacin y dominio, esencia del capitalismo, sino por el contrario, la han mantenido, complejizado y afirmado.

    8- La universalizacin del capital -y del trabajo-, desple-gada a fines del siglo XIX, mediante los monopolios es llevada tambin hasta sus ltimas consecuencias hoy, a travs de la imperializacin, cuyas clulas, las trans y multinacionales, controlan, concentran y centralizan

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    24 Marx, Karl (1981). El capital, t. 1, Vol. 3, p. 953.

  • capitales, fuerzas productivas, ciencia, tecnologa, medios de comunicacin masiva, recursos energticos, complejos militar-industriales y reas geoestratgicas en todo el planeta. En este marco de universalizacin, mientras el capital trasnacional detenta la absoluta libertad de movimiento en todo el planeta, paradji-camente, condena al trabajo asalariado a la inmovilidad e implementa contra los trabajadores emigrantes,

    25polticas racistas, neofascistas, terroristas, muros y caceras criminales, como ocurre en EE.UU. y en la culta Europa.

    9- El imperialismo del siglo XXI es la consumacin de los lmites histricos del capitalismo y con ello su manteni-miento acrecienta el riesgo de exterminio humano, al desplegar una crisis global asociada a un creciente proceso de decadencia y descomposicin social que tiende hacia un lento pero intrincado y violento fin del sistema.

    10- Las antagnicas contradicciones sistmicas del capital no slo lo hacen inviable en trminos humanos, sino tambin incompatible con toda existencia viva al cons-tituir una fragua permanente de violencia devastadora.

    11- El capitalismo mundial vive hoy su fase de imperia-lizacin y con ello ha desencadenado el ms vasto plan estratgico de guerra y recolonizacin global, por el

    26

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    25

    los signos (Una reflexin contra el racismo, xenofobia y la intolerancia, en Contreras, Fernando R. y Francisco Sierra (Coord.) (2004). Culturas de guerra, Ediciones Ctedra, Madrid, pp. 103-107.

    Vase: Vzquez Medel, Manuel ngel. Los signos de la violencia/la violencia de

  • 26control de recursos energticos, reservas acuferas, la biodiversidad, reas geoestratgicas y mercados. Imperializacin que conduce consecuentemente al desencadenamiento de las ms encarnizadas pugnas intersistmicas entre las fracciones imperialistas en todo el planeta, pero, siempre condicionadas y en relacin inversa al auge de las luchas de clases y particularmente a los movimientos antisistmicos y a las tendencias revolucionarias comunistas.

    12- La barbarie estadounidense para explotar y dominar el planeta permea al siglo XXI, es una espiral irreversible, intrnseca al capitalismo mundial, que se traduce en las actuales oleadas de miseria, exclusin social de pueblos enteros, desempleo, violencia en todas sus modali-dades, enajenacin, destruccin ambiental, corrupcin,

    27 desarrollo de mafias con intereses geopolticos, terro-rismo trasnacional de Estado, sofisticadas estructuras de espionaje, crceles clandestinas diseminadas en todo el planeta, legalizacin de la tortura, trfico humano y de rganos, narcotrfico, armamentismo, interven-

    28ciones humanitarias, guerras de recolonizacin como las de Irak y Afganistn, entre otras, uso de armas qumicas y bacteriolgicas, despotismo, neofascismo,

    27

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    26

    energticas podr generar graves conflictos en el mundo, en Voltaire, 21 de mayo de 2008.

    27 Vase: Gayraud, Jean-Francois (2007). El G-9 de las mafias en el mundo. Geopoltica del crimen organizado, Tendencias Editores, Barcelona, pp. 31 y ss.

    28 Bricmont, Jean. La locura violenta de las intervenciones humanitarias: los intelectuales mediticos y la Gran Ilusin Occidental, en Sinpermiso, 2 de junio de 2008.

    Arenas Amorocho, Hctor. Alfredo Toro Ard: El control de las reservas

  • 29racismo, razzias antiemigrantes, fundamentalismo, dictadura meditica, oscurantismo y absoluta mercan-tilizacin material y espiritual, tanto en las metrpolis capitalistas como en los pases recolonizados.

    13- Las transnacionales imperialistas han creado un complejo mass media industrial-ideolgico-poltico, a travs del cual han impuesto una verdadera dictadura

    30meditica, dedicada a la industria de la enajenacin. El gran capital trasnacional se sirve de las empresas trasnacionales de difusin masiva, para producir y reproducir mensajes y formas de vida, moda, conduc-tas, estereotipos, acorde a los intereses de la gran empresa para poder enajenar y engaar a los sectores poblacionales del mundo, donde tienen intereses econmicos, polticos, sociales, militares, culturales, educativos y geoestratgicos.

    14- El capitalismo mundial ha establecido la produccin industrial de pensamiento nico e ideologa dominan-tes, con lo cual el sistema completa su reproduccin e intensifica al mismo tiempo la produccin en cadena de mentes dbiles, consumidores compulsivos, gente dcil, apocada, modelizada, obediente, competitiva, provinciana, homognea, conformista, individualista, exitosa, colonizada, sin identidad ni memoria, gobiernos lacayos y pueblos alienados atrapados por el capital imperialista.

    28

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    29

    Rebelin, 8 de agosto de 2008.30 Bigwood, Jeremy. Cmo EE.UU. financia rganos de prensa de todo mundo

    para comprar influencia meditica, en Voltaire, 22 de agosto de 2008.

    Petras, james. Racismo y genocidio son las mentiras de nuestro tiempo, en

  • 29

    15- Por lo mismo, este sistema tambin genera una cultura del dinero que aliena, aculturiza y produce falsa con-

    31ciencia, as como cinismo como profesin de fe, una mercanca cara pero efectiva. Cultura de la violencia que fluye por todo el universo humano en sus tres

    32esferas: individual, social y natural, convertida por los mass media sistmicos en espectculo sensual de entretenimiento.

    16- La antihumanidad del capitalismo crea las premisas reales de su destruccin dialctica y la conciencia de la necesidad de la revolucin comunista, como nica va para el reencuentro de los seres humanos consigo mismos. Entonces, no se trata de conservar, mejorar y humanizar al capitalismo, ni de darle un rostro humano a este sistema explotador y dominante, como cnica o ingenuamente suean y se proponen la pequea-burguesa, la izquierda agnstica y los acadmicos social-liberales, sino de superarlo de raz a fin de fundar una comunidad superior de hombres y mujeres libres, se trata de afirmar la humanidad humanizada.

    17- En el Siglo XXI, como nunca la disyuntiva: barbarie o comunismo est a la orden del da, como tambin lo est la revolucin comunista.

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    31

    http://www.rebelion, 12 de octubre.32 Imbert, Grard. Cultura de la violencia, conductas de riesgo y tentacin de

    muerte en la sociedad del espectculo (nuevas formas y usos de la violencia), en Contreras, Fernando R. y Francisco Sierra (Coord.) (2004). ob.cit., pp. 225 y ss.

    Abad Domnguez, Fernando Buen (2007). Filosofa de la comunicacin, en

  • 30

    II. CRTICA EPISTEMOLGICA DE LA IMPERIALIZACIN ESTADOUNIDENSE

    Las premisas y las tesis epistemolgicas antes expues-tas, prueban su sustantividad y vigencia por un lado, con la dialctica histrica del imperialismo estadounidense y por el otro, con la dialctica real del capitalismo del Siglo XXI.

    La actual imperializacin de EE.UU., se implementa en el mundo a toda mquina mediante un vasto y complejo programa de dominio geoestratgico que contempla el uso de: estructuras sofisticas de espionaje, secuestros, mtodos

    33 34de tierra arrasada, limpieza tnica, drogas, bombardeos, conspiraciones, terrorismo de Estado, asesinatos, genocidio, tortura, armas biolgicas, qumicas, psicolgicas, sicodlicas, ambientales, experimentos genticos, uranio empobrecido, bombas racimo, intervenciones armadas y agresiones militares, subversiones electorales, golpes de Estado y maniobras diplomticas.

    Se trata del mayor despliegue estadounidense de conquista, recolonizacin, pillaje colonial, acumulacin trasnacional, democracia transnacional de mercado y terrorismo trasnacional de Estado en todo el orbe, con el objetivo estratgico de establecer y consolidar sus traspatios coloniales en los continentes de Asia, frica, Amrica Latina y El Caribe; las regiones ex socialistas de Europa centro-Oriental y las grandes reas eurasiticas, ricos en petrleo (fuente

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    33

    Ilan Papp, en La nacin, Rebelin 13 de agosto de 2008.34 Mart, Andreu. EE.UU.: capitalismo, drogas y control social, en Rebelin, 3 de

    agosto de 2008.

    Al respecto vase: Criscaut, Andrs: Resea de la limpieza tica de Palestina, de

  • 31

    energtica principal que mueve todo el sistema social mundial, mxime la industria blica y el complejo militar-industrial), gas, biodiversidad, mano de obra y reas claves en los planes geoestratgicos del imperialismo de EE. UU.

    Este proyecto imperial del Nuevo Siglo Estadouni-dense, desconoce todo tipo de lealtades, incluyendo las lealtades tnicas, culturales y religiosas. La nica lealtad que reconoce EE.UU., es la lealtad al capital imperialista. O estn con el imperialismo de EE.UU. o estn contra l.

    Las guerras mundiales y regionales, desatadas por las fracciones imperialistas durante el siglo XX, no son choques de civilizaciones en busca y defensa de la libertad, son verdaderas carniceras que siempre se han dado y se dan, en funcin de los intereses integrales de las oligarquas financieras del Occidente, con EE.UU. a la cabeza. En esta srdida dialctica nter imperialista se inscriben entre otros las guerras coloniales contra los pueblos de Irak, Afganistn y palestina, donde subyacen intereses geopolticos anglosajones al exterminio humano y la rapia colonial de los recursos energticos.

    Por lo mismo, EE.UU. en su febril despliegue guerre-rista refuerza y expande bajo su mando la Organizacin del

    35 Tratado del Atlntico Norte (OTAN), incorporando a Estonia, Letonia, Lituania, Bulgaria, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia, repblicas ex soviticas. Este claro avance militar es un inequvoco desafo geoestratgico a los intereses rusos y chinos, congruente con la geopoltica estadounidense en el

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    35

    23 de agosto de 2008.Tremblay, Rodrguez. Por qu no abolir simplemente la OTAN?, en Rebelin,

  • 32

    Golfo Prsico, regin del Mar Caspio, Asia Central y el mar de China Meridional.

    Evidentemente, para EE.UU. China y Rusia son sus potenciales enemigos en una conflagracin regional o mundial. En este sentido el documento confidencial del Pentgono de marzo de 2005, precisa:

    [] los militares de EE.UU. quieren disuadir a potencias en crecimiento como China, de desafiar la dominacin militar de EE.UU. Aunque los sistemas de armas hechos para combatir a las guerrillas tienden a ser relativamente baratos y de baja tecnologa, el estudio deja en claro que para disuadir a esos pases de que traten de competir, los militares de EE.UU. deben retener su dominacin en reas claves de alta tecnologa, tales como la tecnologa stealth, las armas de precisin y sistemas tripulados y teledirigidos

    36de vigilancia.

    Congruente con esta geoestrategia estadounidense, las llamadas revoluciones de terciopelo, revoluciones naranja, revoluciones coloreadas o revoluciones de las rosas en Georgia, Ucrania, Kirguistn, zonas como Abjasia, Azerbaiyn, Adjara, Osenia del Sur y otras Repblicas ex soviticas de Asia Central instrumentadas por EE.UU., son jugadas maestras, golpes suaves del imperialismo de EE.UU. y las transnacionales petroleras contra Rusia, con el objetivo de establecer en estas reas ex soviticas, regmenes tteres con hombres de la CIA en el poder e instalar puestos coloniales al servicio de Washington, rumbo a la apropiacin

    37de la vasta regin del petrleo mundial. Se trata de la mayor

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    36

    del clima para fines militares, en Rebelion.org, 9 de diciembre de 2005. Chossudovsky, Michel. La nueva arma de destruccin masiva: manipulacin

  • 33

    ofensiva geopoltica y geoestratgica imperial de EE.UU. contra Rusia, desde el Caspio y el Mar Negro, buscando en lo inmediato un efecto domin en la estratgica regin ex sovitica.

    Se trata de un vasto plan global estadounidense de desestabilizacin estratgica contra la Federacin Rusa, ejecutado en el marco de su nueva guerra fra contra Mosc y que busca adems, empujar los conflictos caucasianos hacia el interior de la Federacin Rusa, considerada como la mayor amenaza contra Europa y EE.UU., segn el

    38politlogo neoconservador Richard Pipes.

    En esta perspectiva, Georgia se ha convertido en una pieza estratgica estadounidense al igual que Ucrania, Uzbekistn, Azerbaiyn y Moldavia. Particularmente, Geor-gia principal beneficiaria de la ayuda de EE.UU. ha devenido terreno geoestratgico, donde se enfrentan ferozmente EE.UU. y la Federacin Rusa por el control del petrleo y el gas del Mar Caspio, constituyendo esta regin un dbil eslabn, en la cadena de imperializacin euro-asitica que va desde la frontera europea de Rusia al Cucaso y ms all, hasta Afganistn, Pakistn, China, involucrando a otras cadenas de imperializacin, situadas en el Medio Oriente, frica y Amrica latina y El Caribe.

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    37

    ajedrez georgiano; Lepic, Arthur.Azerbaiyn, un puesto colonial avanzado; Naffair, Jack y Arthur Lepic. El poder del petrleo en el siglo XXI; Labarique, Paul. Los secretos del golpe de estado en Georgia, ex repblica sovitica, en http://www.redvoltaire.net, 29 de marzo de 2005.

    38 Vase la entrevista al historiador y politlogo Richard Pipes en Voltaire, 27 de junio de 2007.

    Vase los interesantes materiales de: Labarique, Paul. Jugada maestra en el

  • 34

    Inscrito en este contexto de imperializacin, el Cucaso es hoy un polvorn de guerra, estimulado por la agresin georgiana con patrocinio estadounidense a la independen-

    39tista Osetia del Sur, protegida de Rusia.

    Los tambores imperiales abren la confrontacin de dos potencias nucleares: Rusia y EE.UU., exacerban las pugnas nter imperialistas y acercan siniestramente, el abismo de una

    40 guerra mundial contra la humanidad. En esta direccin Lord Ismay, Primer Secretario General de la OTAN, subray

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    39

    Granma, 20 de agosto de 2008 y Dieterich, Heinz. Georgia y el colonialismo nuclear: la Nueva Guerra Fra de la OTAN, en Rebelin, 22 de agosto de 2008.

    40 Vase: Rusia y Georgia convierten Osetia del Sur en un escenario de guerra, en Gara, 9 de agosto de 2008; Castro Fidel. Carne de can para el mercado, en Cubadebate, 12 de agosto de 2008; Almond, Mark. Georgia, la pequea y valiente, en Counterpunch, 11 de agosto de 2008; Bracci Roa, Luigino. Kosovo S, Osetia no: entendiendo lo que ocurre en Georgia, en YVKE Mundial-Rebelin, 11 de agosto de 2008; Van Auken, Bill. Tensiones entre EE.UU.: y Rusia hacen erupcin en el Cucaso, en WSWS, Rebelin, 12 de Agosto de 2008; Testault, J.L. Mosc acepta un cese de las hostilidades sin retirar sus tropas, en Gara, 13 de agosto de 2008; Helmer, John. Rusia trata de librar a Georgia de su locura, en Asia Times, 13 de agosto de 2008; Walberg, Eric. Guerra a la carta de EE.UU. e Israel en Osetia del Sur, en Counterpunch; 14 de agosto de 2008; Klare T. Michael. Rusia y Georgia: todo por el petrleo, en Foreign Policy in Focus/ Rebelin, 18 de agosto de 2008; Poch, Rafael. Georgia, antes y ahora, en La vanguardia/ Rebelin, 18 de agosto de 2008; Jenkis, Simon. Combatimos contra molinos de viento mientras amenaza la guerra mundial, en The Times/ICH-Rebelin, 27 de agosto de 2008; Jerez, Csar. Rusia reconoci la independencia de Abjasia y Osetia del Sur, en Agencia Prensa Rural-Rebelin, 27 de agosto de 2008; Chossudovsky, Michel. El corredor euroasitico: la geopoltica de los oleo y gasoductos y la Nueva Guerra Fra, en Global Research/Rebelin, 27 de agosto de 2008; Saxe-Fernndez, John. El Cucaso: polvorn geoestratgico, en La Jornada, 28 de agosto de 2008; Guerra Cabrera, ngel. Regresa la guerra fra, en la Jornada, 28 de agosto de 2008; Halimi, Francisco Coloane, Juan Francisco. La OTAN amenaza los equilibrios, en Argenpress-Rebelin, 28 de agosto de 2008; Serge. El regreso de Rusia, en Le Monde Diplomatique, 29 de agosto de 2008;

    Concepcin Prez, Elson. Georgia-Osetia del Sur. Las causas del conflicto, en

  • 35

    el objetivo de sta: mantener afuera a los rusos, dentro a los 41estadounidenses, y abajo a los alemanes.

    En esta lgica, las instalaciones del imperialismo esta-dounidense y de la OTAN en Europa Oriental, incluyendo el escudo de Defensa de Misiles, se enlazan con la geoestrategia imperial en el Cucaso. En tal sentido, Rusia declar el 15 de agosto de 2008:

    () Como han sealado los estrategas militares, los misiles de EE.UU., en Polonia plantean una total amenaza existencial para la existencia futura de la nacin rusa. El gobierno ruso ha advertido repetidamente al respecto desde que los planes de EE.UU. fueron revelados a principios de 2007. Ahora, a pesar de repetidos intentos diplomticos de llegar a un acuerdo con Washington, el gobierno de Bush, despus de una humillante derrota de EE.UU. En Georgia, ha presionado al gobierno de Polonia para que finalmente firme el pacto. Las consecuencias

    42podran ser inimaginables para Europa y el planeta.

    Esta dialctica real no slo acredita la actual imperializacin estadounidense, sino tambin que todas las conflagraciones mundiales que se dieron y que hoy se preparan- son intrnsecas al carcter imperialista del capitalismo mundial, se corresponden con la esencia brbara del capital, son albaales de las crisis sistmicas, de las rias

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    Landau, Saul. Los perros georgianos de agosto o los idiotas de nuestros tiempos, en Progreso Semanal, 29 de agosto de 2008.

    41 Citado por Tremblay, Rodrguez, ob. cit. 42 Vase: William Angdahl, Missile Defense: Washington and Poland just moved

    the closer to war, 15 de agosto de 2008. y Zerrouky, Hassane. El presidente georgiano actu empujado por Washington, en L`Humanit, 31 de agosto de 2008.

  • 36

    nter imperialistas y son formas truculentas de acumulacin de capital en un contexto de lobos imperiales que se vuelven a repartir el planeta en medio del pavor sempiterno sienten por el fantasma real de la revolucin y el comunismo que encarnados en sus sepultureros: los pueblos y trabajadores revolucionarios del mundo.

    Por lo mismo, la lucha de clases en el mundo actual hace trizas el mito y las falacias del Choque de las civilizaciones de Samuel P. Huntington, quien reconoce en la cultura y las identidades civilizacionales y no en las clases y lucha de clases- las fuerzas omnmodas y determinantes de cohesin, desintegracin y conflicto en el mundo de la posguerra fra. Este taumaturgo sistmico como los idelogos posmarxistas y posmodernos, elimina las clases y la lucha de clases, ofreciendo en su reemplazo la dialctica de las civilizaciones como nuevo paradigma para la reconfiguracin del orden imperialista-. Las luchas de clases y con ellas las guerras no son choques de civilizaciones, sino choques de intereses.

    Sin embargo, en la fantasa huntingtoniana, la cultura es a la vez una fuerza divisiva y unificadora. Consecuente-mente, segn Huntington, la cultura y las identidades civili-zacionales son fuerzas decisorias que niegan, contraponen y superan a las clases y luchas de clases, de all que la poltica global -del sistema capitalista- se est reconfigurando en torno a lineamientos culturales.

    Al respecto argumenta:

    En este nuevo mundo, los conflictos ms generalizados, importantes y peligrosos no sern los que se produzcan entre clases sociales, ricos y pobres u otros grupos

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

  • 37

    definidos por criterios econmicos, sino los que afecten a pueblos pertenecientes a diferentes entidades culturales. Dentro de las civilizaciones tendrn lugar guerras tribales y conflictos tnicos. Sin embargo, la violencia entre Estados y grupos procedentes de civilizaciones diferentes puede aumentar e intensificarse cuando otros Estados acuden en

    43apoyo de sus

    Por ende, en el imaginario metafsico de Huntington, la cultura y las identidades civilizacionales son abstracciones clasistas, enajenadas y despojadas de su base real y dimensiones sociales, econmicas y polticas histrico-concretas. Obnubilado por el Choque de civilizaciones, diluye el ser de la cultura y de las identidades civilizacionales contemporneas: las contradicciones antagnicas, los procesos de acumulacin trasnacional de capital, la irracionalidad sistmica, las clases sociales, la lucha de clases y los intereses globales del capital imperialista.

    Por lo tanto, no son casuales ni su visin imperialista ni su apologa del Occidente, que a su juicio es y seguir siendo en los aos venideros, la civilizacin ms poderosa, para enfrentarse al aumento de la fuerza econmica, militar y poltica de las civilizaciones asiticas, de forma ms peligrosa a las fuerzas del Islam y China.

    Al parecer, para Huntington, la oligarqua estadouni-dense y sus administraciones de turno, la conquista global del planeta pasa por la conquista de la regin euroasitica en la que es clave a su vez la conquista del Oriente Medio.

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    43

    mundial, Edit. Paidos, Mxico. pp. 22 y SS.Huntington, Samuel P. (2004) Choque de civilizaciones y la reconstruccin del orden

  • 38

    Brutal imperializacin que los idelogos de las metr-polis y de las nuevas colonias pintan color de rosa con gran cinismo y grotesca candidez.

    Los ejes de la imperializacin estadounidense, particu-larmente en Amrica Latina y El Caribe, son los planes econmicos, polticos, militares y culturales, concebidos y asumidos por los estrategas desde la perspectiva de la complejidad colonial. Todos estos planes tienen claros objetivos geoestratgicos, coloniales y fundamentalmente

    44contrarrevolucionarios, por lo mismo, responden por un lado, a los intereses imperiales y por el otro, al nivel de la lucha de clases. Buscan consolidar sus traspatios coloniales, prevenir y derrotar la nueva generacin de revoluciones socialistas.

    Para EE.UU., el logro exitoso de estos objetivos, pasa la completa militarizacin del planeta. Las estrategias impe-riales contemplan la ejecucin de guerras de recolonizacin (contrainsurgentes, clandestinas, de baja intensidad, preventivas) y guerras imperialistas; las primeras estn diseadas para consolidar la conquista de los pueblos de Asia, frica, Amrica Latina y El Caribe, en cierta medida recolonizados, y las segundas, son proyectadas para el ajuste de cuentas Inter-imperialistas.

    En ambos casos los imperialistas, buscar someter a los pueblos y controlar: trabajo, conciencias, recursos naturales, tecnologa, comunicaciones, cultura, educacin, investiga-ciones, aspectos jurdicos e incluso las actividades religiosas.

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    44

    de 2008. Vase: La nueva estrategia de la Defensa de EE.UU. , en Rebelin, 2 de agosto

  • 39

    Sobre estas cuestiones, Lusbi Portillo escribe:

    Para los Estados Imperiales, muy en especial para los Estados Unidos, las realidades sociales no se asumen en forma aislada, no es que lo econmico va por un lado y lo militar y poltico por otro, al contrario, se compaginan en acciones complejas; por ejemplo, cuando empresarios estadounidenses se proponen invertir en un pas determinado de Europa, frica o Amrica, no van slo con una mera propuesta de inversin econmica, como suele hacer cualquier inversionista de un Estado no imperial [], ellos llevan toda una visin estratgica hegemnica de Estado, en donde tambin lo militar, y si es un pas de Amrica por supuesto la intervencin del Comando Sur de

    45los Estados Unidos, []

    Esto explica meridianamente, el crecimiento descomu-nal del aparato militar de EE.UU., durante la ltima dcada, mediante el desarrollo sofisticado del complejo militar-industrial-universitario, fenmeno que prueba que el capital domina todo y que las formalidades institucionales polticas y educativas son los recubrimientos fenomnicos del gran capital que aseguran e intensifican sus ganancias as como su dominio.

    El complejo militar-industrial dice Chalmers Johnson- ha cambiado radicalmente desde la Segunda Guerra Mundial o incluso desde plena Guerra Fra. El sector privado se encuentra ahora en pleno ascenso. Las fuerzas unifor-madas areas, terrestres y navales del pas -(EE.UU.-CVC)- as como sus agencias de inteligencia, incluyendo la CIA, la

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    45

    en http://www.rebelion.org/venezuela, 15 de abril de 2004.Lusbi Portillo: ALCA/IIRSA, Plan Colombia y el Eje de Desarrollo Occidental,

  • 40

    NSA (Agencia de Seguridad Nacional, la DIA (Agencia de inteligencia de la defensa), e incluso redes clandestinas encargadas del peligroso trabajo de penetrar y espiar a organizaciones terroristas, dependen todas de hordas de contratistas privados. En el contexto de las funciones de seguridad nacional del gobierno, un mejor trmino para estas sera mercenarios que trabajan en privado para las

    46compaas en busca de beneficios.

    Como se puede observar, la importancia de este complejo estriba en que es una compleja coraza destinada fundamentalmente a promover y proteger a las corpora-ciones, bancos y empresas de importacin-exportacin estadounidenses, inclusive por la va de la guerra.

    As, la responsabilidad colonial del Comando de la Unin Europea (USEUCOM) contempla desde Groenlandia a toda Europa y Rusia, as como el norte de Asia; del Comando Central (USCENTCOM), Asia Central y el Cuerno de frica: desde Kazajstn, Afganistn, Pakistn, Irn, Irak, la Pennsula arbiga hasta el noreste de frica, Egipto, Sudn, Etiopa, Somalia y Kenia; del Comando Asia/Pacfico (USPACOM), India, China, Japn, Australia y Nueva Zelan-da, se extiende desde el sudeste del continente asitico hasta Oceana; del Comando de frica (USACOM), el continente africano excluyendo el noreste que colinda con el Mar Rojo, el mar Arbigo y el Ocano ndico por formar parte del Comando Central; del Comando Norte (USNORTHCOM) el Polo Norte que incluye Alaska, Canad, Estados Unidos hasta el lmite sur de Mxico y del Comando Sur, cuya

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    46

    5 de agosto de 2008.Johnson, Chalmers. El complejo militar-industrial, en Tom Dispatch/ Rebelin,

  • 41

    jurisdiccin abarca toda Amrica Central y Amrica del Sur, El Caribe y las aguas que la rodean.

    Del mismo modo, el imperialismo estadounidense dispone de 4,500 bases militares en su territorio y en el planeta 823, en Amrica Latina y El Caribe 21; 513 en Europa, 36 en Asia central, 248 en Asia-Pacfico-Oceana; 5 en frica, no se incluyen, los 106 bases militares instaladas en Irak y Afganistn, ni las que cuenta en Israel, Qatar, Kirguizistn y Uzbequistn, ni las 20 bases de EE.UU. que comparten en

    47Turqua.

    En la misma ruta navega por los mares de Amrica 48Latina, la IV Flota Naval de EE.UU., a travs de la cual el

    imperialismo de este pas incrementa su presencia militar en el hemisferio con fines esencialmente recolonizadores: expolio, apropiacin de los recursos naturales, de los bancos de biodiversidad, de mantos de agua dulce, las reservas

    49energticas de gas y petrleo; sometimiento econmico y poltico, borrar las soberanas nacionales, eliminar leyes que obstaculicen estos objetivos, emplazar ms bases militares, ocupar territorios, impulso y financiamiento del terrorismo

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    47

    impacto en la soberana de Amrica Latina, en Rebelin, 24 de agosto de 2008, pp. 6 y 7. Vase asimismo: Kozloff Nkolas. Bases militares de EE.UU. en Sudamrica. Controversia por la Guajira, en CounterPunch, Rebelin 23 de mayo de 2008.

    48 Boron, Atilio. La IV Flota destruy al imperio, en Rebelin, 21 de agosto de 2008 y Valds Vivo, Ral. Crisis de la tirana mundial del capitalismo, en Granma, 21 de agosto de 2008.

    49 Vase: Arenas Amorocho, Hctor. Alfredo Toro ard: El control de las reservas energticas podr generar graves conflictos en el mundo, en Voltairenet, 21 de mayo de 2008.

    Gallardo Rodrguez, Jos Francisco. Surgimiento de la IV Flota Naval y su

  • de Estado, derrocar gobiernos nacionalistas, defensa irres-tricta de las transnacionales estadounidenses, imposicin de pactos de seguridad imperial y asimilacin de las fuerzas armadas de los gobiernos locales, fomento y financiamiento de terroristas, instrumentar, financiera y equipar guerras contrainsurgentes, grupos paramilitares, control y liquidacin de sindicatos y partidos polticos antisistmicos,

    50colonizacin meditica, educativa, ideolgica y cultural.

    Todo esto explica la intensiva y extensiva poltica de militarizacin de la regin, que se corresponde estratgica-mente con los dos tipos de guerra que implementa el imperio de EE.UU. Slo as, puede racionalizar la violencia econ-mica, militar, poltica, cultural e ideolgica a partir de las condiciones histrico-concretas de los pases recolonizados, de los intereses de las fracciones del capital transnacional en contienda y del nivel de la lucha de clases correspondiente.

    Tambin, las nuevas teoras militares de las guerras preventivas y contrainsurgentes postulan el exterminio fsico de los movimientos sociales y de los procesos revolucio-narios y anti-imperialistas en relacin directa al grado de rebelda e inversamente proporcional al sometimiento de la mente y voluntad de los pueblos rebeldes, al dominio absoluto de EE.UU.

    Y si bien, los estrategas del Pentgono centralizan la lgica militar para la conquista global, esto no quiere decir que la crtica de las armas se sustente en s misma, pues el

    42

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    50

    Interraciales (CLAEI). Ibd. y vase adems: Documentos del Centro Latinoamericano de Estudios

  • 43

    verdadero poder del imperialismo se funda en la economa poltica del capital. Esta base funda, nutre, financia, mueve y le da sentido a la crtica de las armas, al militarismo y a la guerra.

    La crtica de las armas del capital, al margen y en contra de las relaciones de produccin capitalistas no existe, es pura charlatanera. Las guerras imperialistas abstradas del poder econmico y por ende de las contradicciones de clase y de las pugnas entre las oligarquas financieras, son simple metafsica.

    La filosofa de toda guerra imperial tiene su piedra de toque en ltima instancia, en los grandes intereses econ-micos de la burguesa imperialista.

    Obviar en el anlisis de la omnipotencia militar el poder econmico, es caer en una de las tantas vulgares fantasas que generan las recurrentes trampas de las transfiguraciones capitalistas

    Por eso, el capital, siempre echa mano a la crtica de las armas, pisotea leyes nacionales e internacionales y envilece la moral, pero para: producir, reproducir, optimizar, legitimar y mantener sus reales y virtuales procesos de valorizacin del dominio imperialista.

    Como se puede advertir, la economa y la poltica constituyen una unidad, compleja y dialctica. Esta dialctica real, cierra el paso a las concepciones metafsicas que al destruir la complejidad social, consideran a los hechos de la vida econmica como externos y ajenos a la poltica.

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

  • 44

    En contraste con las verdades teolgicas del neolibe-ralismo estadounidense, la mano invisible del mercado imperialista, jams funcionara sin:el puo de hierro del Estado y de las Fuerzas Armadas del imperialismo

    51americano.

    Indudablemente, con esta lgica son congruentes los estrategas del Pentgono al militarizar la recolonizacin del mundo y con ella desplegar la presencia global y el liderazgo militar de EE.UU., centrndose en el emplazamiento de bases militares en todo el planeta y los ejercicios conjuntos entre las fuerzas armadas de los distintos gobiernos socios y cipayos y las fuerzas armadas del imperialismo estadounidense.

    En este aspecto los nuevos conquistadores del mundo son tambin congruentes con su negra y actual historia gangsteril escrita a sangre y fuego bajo las siniestras polticas: Monroe, Destino Manifiesto, Buen vecino, Alianza para el Progreso, Guerra fra, Consenso de Washington, Imperia-lismo Democrtico, Tratados de Libre Comercio, Alianza para la Seguridad y Prosperidad de Amrica del Norte

    52(ASPAN) y Plan Mxico o Iniciativa Mrida, entre otras.

    Por esta misma ruta, EE.UU., activa las dos pinzas de la recolonizacin imperialista latinoamericana y caribea, la econmica y la militar. En el primer plano El FMI y el Banco Mundial (BM) pretenden la hegemona de las adecuaciones al sistema neoliberal, para asumir la planificacin que

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    51

    canos frente al fracaso de la globalizacin neoliberal, enhttp://www.rebelion.org. , junio de 2004.

    52 Vase: Editorial de La Jornada del 19 de mayo de 2008.

    Cockcroft, James D. Imperialismo, estado y movimientos sociales latinoameri-

  • 45

    53corresponde a los gobiernos soberanos. En el segundo plano, el expolio y la dominacin colonial, se lleva a cabo tambin con el fuego duro de las armas imperiales. Confir-mando esta vieja- piratera imperialista estadounidense ha dicho Noam Chomsky: Cuando en nuestras posesiones se cuestiona la quinta libertad (la libertad de saquear y explotar) los estados unidos suelen recurrir a la subversin, al terror o a

    54la agresin directa para restaurarla.

    As, ambas pinzas viabilizan la imperializacin al implementar un conjunto de estrategias mercantiles coloniales como: Tratados de Libre Comercio, modelos econmicos neoliberales; mecanismos de sometimiento gubernamental y poltico, financiamiento de partidos de las oligarquas locales; programas, estructuras y guerras contrainsurgentes, alianzas militares de seguridad imperial; control cientfico y tecnolgico, reestructuracin mercantil de universidades y de todo el sistema educativo, as como el aguzamiento de todos los instrumentos que faciliten la reco-

    55lonizacin mental, ayudas humanitarias de colonizacin, cartas democrticas de exclusin, guerras preventivas, intervenciones, bloqueos, terrorismo de Estado, sabotaje, empleo de armas qumicas y biolgicas, diplomacia cao-

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    53

    Tratados de Libre Comercio. Un encuentro con Fuerza Sur, en Rebelin, 17 de abril de 2008.

    54 Citado por Forcano, Benjamn. Hipocresa disfrazada, en ALAI, Rebelin 18 de agosto de 2008.

    55 Vase: Mignolo, Walter. Colonialidad global, capitalismo y hegemona epist-mica y Quintar, Estela. Colonialidad del pensar y bloqueo histrico en Amrica Latina, en Snchez Ramos, Irene et. al. (2004). Amrica latina: los desafos del pensamiento crtico, Ed. Siglo XXI, pp. 113-137 y 180 y 204.

    Lpez Blanch, Hedelberto. VII Encuentro Hemisfrico de Lucha contra los

  • 46

    nera, guerra ideolgica y terror meditico, tortura, fraudes, golpes de Estado, uso de mercenarios, persecucin de la homosexualidad, censura de la sexualidad, del feminismo y de la igualdad de derechos de la mujer, militarizacin de regiones enteras, carrera y negocio armamentistas, deuda, genocidios recurrentes, crmenes de lesa humanidad, corrupcin, trfico de rganos, narcotrfico, operaciones

    56encubiertas de la CIA y de otros cuerpos policacos, ejercicios entre las fuerzas armadas de distintos pases, planes de dominacin marcial de los conflictos sociales, emplazamientos de bases militares, planes para la apropia-cin de los recursos naturales y la biodiversidad de las nuevas colonias y neofascismo para legitimar nuevas leyes represivas democrticas, recorte de derechos polticos y sociales, endurecimiento y fortalecimiento del estado gerente, exacerbacin del autoritarismo, criminalizacin de toda movilizacin, manifestaciones, paros, huelgas; promocin del fundamentalismo y el fanatismo nacionalista reaccionario, aumento de tensiones y violencias cotidianas, especialmente del terrorismo machista contra los mujeres y terrorismo racista y anticomunista.

    En resumen, todas estas estrategias coloniales se condensan en el neofascismo galopante que prima hoy en EE.UU., imbricado al terrorismo trasnacional de Estado y la colonizacin de conciencias y pensamiento.

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    56 Para penetrar en el srdido mundo de las atrocidades de la CIA, vase: Kangas, Steve. Memorial de atrocidades de la CIA, enhttp://www.rebelion.org/imperio/, 23 de diciembre de 2003 y Medina-Anaya, Manuel y Cristbal Garca Vera. La CIA, sus historia y su papel en el mundo de hoy, en http://www.rebelion.org/imperio/, 23 de diciembre de 2003.

  • 47

    Este nuevo fascismo como advierte Iaki Gil de San Vicente:

    [] refuerza la sensacin de que slo vencen los fuertes y superiores en un mundo de salvajes, tpicos reaccionarios insertos en la ideologa contrarrevolucionaria, fascista y neofascista. Se refuerza as una continuidad entre estas ideologas que permite que sectores sumisos e inseguros, necesitados de un lder, busquen en los sectores autoritarios la direccin y la seguridad que necesitan inconscientemente. De esta manera, se recompone en el capitalismo actual la cadena sadomasoquista de mando y

    57obediencia tpica del fascismo []

    Este srdido neofascismo, as como el terrorismo trasnacional de Estado y las guerras de recolonizacin de EE.UU., son las fraguas de la imperializacin y al mismo tiempo el taln de Aquiles del imperio.

    No obstante, la omnipotencia armada de EE.UU. est minada por las contradicciones antagnicas, las crisis sistmicas y los lmites histricos del propio capital.

    La imperializacin es la antesala de la revolucin socialista mundial.

    III. CRISIS, BARBARIE Y DECADENCIA: TRADA DEL FIN IMPERIALISTA

    En su aguda crtica Edad oscura americana. La fase final del imperio, Morris Berman, desentraa la decadencia

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    57

    2004, p. 11, adems vase: Rebelin, 14 de abril de 2004. Gil de San Vicente, Iaki. Contra el neofascismo, en Euskal Herria, 4 de abril de

  • 48

    del Occidente capitalista con nfasis en el imperialismo estadounidense, al escribir:

    Lo que vemos ahora son claramente las caractersticas de Occidente tras la cada de Roma: el triunfo de la religin sobre la razn; atrofia de la educacin y del pensamiento crtico; la integracin de la religin, el Estado y el aparato de tortura, una troika que para Voltaire constitua el principal horror del mundo preilustrado y finalmente, la

    58marginacin poltica y econmica de nuestra cultura.

    Y enseguida, Berman, ofrece las diversas caras que patentizan la incontenible decadencia estadounidense:

    Cada vez hay ms pruebas de que, en trminos intelectuales, este pas permanece en la oscuridad de

    59manera manifiesta. La ideologa frentica, (), es la mstica del mercado, la idea de que es en los mercados donde somos ms humanos () (el lugar) donde

    60mostramos que tenemos un alma. () la modernidad lquida tiene un carcter adictivo: sus participantes estn

    61convencidos de que la muerte en realidad es vida. Otra consecuencia de la nueva supersaturacin meditica ha sido la privatizacin y por lo tanto, destruccin- del

    62espacio pblico. El sueo americano tiene que ver con algo ms amplio que slo hacer dinero. (), incluye la visin que los americanos tienen de s mismos de exportar la libertad y el estilo de vida americano al mundo, estar en

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    58

    Mxico, p. 14.59 Ibd. P. 19.60 Ibd. P. 35.61 Ibd. P. 43.62 Ibd. P. 46.

    Berman, Morris (2007). Edad oscura. La fase final del imperio; Ed. Sextopiso,

  • 49

    63la cima de una jerarqua racial (). Ha sido el factor econmico, combinado con la militarizacin de la poltica exterior americana, (), lo que ha sido clave para la

    64transformacin de la repblica en imperio. Como dijo Georges Clemenceau de Estados Unidos hace mucho tiempo, hemos pasado de la barbarie a la decadencia sin que intervenga la etapa de la civilizacin; o, por lo menos,

    65sin que sea muy notoria. Conforme el imperio americano prosigue su inconsciente marcha, buscando convertir al mundo entero a su forma de vida, la prdida de lo

    66verdaderamente humano va a ser muy fuerte.

    En contraste con esta visin descarnada asociada a la dialctica imperial de EE.UU., el intelectual orgnico de la oligarqua imperialista, Karl Popper, hace una apasionada apologa fundamentalista del imperialismo occidental, dice:

    S de sobra las muchas cosas que estn mal en nuestra sociedad occidental, pero sigo sin tener la menor duda de que es la mejor de las que ha habido jams () Cualquiera que se sienta dispuesto a comparar de una forma seria la vida de nuestras democracias liberales occidentales con otras sociedades, tendr que admitir que, tanto en Europa como en Norteamrica, en Australia o en Nueva Zelanda, disfrutamos en sociedades de mejores y ms igualitarias condiciones que las que hayan existido en todo el transcurso de la historia humana. No slo es que haya pocas personas con necesidades verdaderamente apremiantes de alimentos o de alojamiento, sino que

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    63

    64 Ibd. P. 191-192.65 Ibd. P. 211.66 Ibd. P. 435.

    Ibd. P. 151.

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    existen infinitamente ms oportunidades para que los 67jvenes escojan su propio futuro.

    Al parecer, este intelectual sistmico, siempre vivi en su torre de marfil enajenado de la barbarie imperialista, cuya recurrencia dialctica l los borr en un arranque de cinismo o ingenuidad.

    Ms, la terquedad de los hechos, las evidencias emp-ricas que aqu se registran, prueban la compleja crisis sistmica que sacude al mundo, expresin de las obsoletas relaciones de produccin capitalista, calderas de las barbaries imperialistas contra la humanidad y la naturaleza.

    Los complejos problemas que agobian a la humanidad, se sintetizan durante 2007 -2008 en las nefastas estadsticas que siguen: 3,000 millones de personas en el mundo

    68 sobreviven con menos de 1.25 dlar por da y 854 millones de personas padecen hambre en el mundo conforme a la FAO; 2,400 millones de personas no tienen acceso a los servicios bsicos y mientras en un censo de la ACNUR, se consigna que el nmero de refugiados en el mundo asciende a 37.4 millones, siendo los afganos y los iraques los ms numerosos. Uno de cada siete nios est sometido en el mundo a alguna forma de explotacin laboral, 6 millones son esclavos de acuerdo a un informe de la organizacin no

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    67

    Ed. EDUCAP/EPLA, Lima, p.9. 68 Vase: Mollet, Damin y Eric Toussaint. El Banco Mundial descubre, de un

    golpe, 400 millones de pobres ms, en CADTM/Rebelin, 29 de agosto de 2008 y Lpez Blanch, Hedelberto. Crisis alimentaria. Compaas ricas, hambre para pobres, en rebelin, 1 de julio de 2008.

    Citado por Fabelo Corzo, Jos Ramn (2000). Los valores y los desafos actuales,

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    gubernamental britnica Save the Children, 165 millones trabajan segn reporta la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) y EE.UU. y el Reino Unido, son los peores pases para los nios segn la UNICEF.

    En EE.UU., 300,000 menores son obligados a trabajar como esclavos sexuales, segn el Centro Internacional de Nios Perdidos y Explotados, de acuerdo con la misma fuente, cada ao las mafias que trafican con personas intro-ducen en ese pas ms de 10,000 infantes. All mismo, en 1965 el salario promedio de un funcionario de una trasnacional era 25 veces el salario promedio de un obrero. Hoy, la distancia es de diez veces mayor, lo multiplica 250 veces. De igual manera, EE.UU. ocupa el lugar 21 en trminos de esperanza de vida entre los 30 pases que integran la OCDE y el 25 en lo referente a la mortalidad infantil. EE.UU. siendo el imperio ms rico, no es el ms saludable, ni siquiera figura en la lista de las cuarenta naciones con mayor esperanza de vida. Aqu, los pobres enferman ms y mueren ms, porque la brecha entre ricos y pobres es mayor que en cualquier otra nacin

    69 imperialista. Y al parecer en este pas imperial, las grandes desigualdades sociales se relacionan siempre con los mayores escenarios de violencia y criminalidad sistmica.

    As como, la poltica antimigratoria del imperio de EE.UU., deport entre enero y julio a 90,000 nios mexicanos y alrededor de 300,000 adultos, de acuerdo con la Cmara de Diputados de Mxico. A estas cifras tendra que sumarse el nmero de emigrantes asesinados, torturados y prisioneros.

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    69 Vase: Gudrais, Elizabeth. Amrica desigual, en Harvard Maganine, julio de 2008 y Yepe, Manuel E. La peor de las pobrezas, Gramna, 20 de agosto de 2008.

  • 52

    Segn la FAO existen 854 millones de personas en el planeta, de ellos 9 millones en los pases industriales, que sufren desnutricin. De acuerdo con la UNESCO, un adulto de cada cinco en el mundo no est alfabetizado, o sea 774 millones de personas. 74 millones de nios carecen de escuela. Segn la UINCEF, cada da ms de 26,000 nios menores de cinco aos mueren de hambre o enfermedades

    70curables, o sea 9.7 millones cada ao.

    Amrica Latina posee 52 millones de desnutridos, segn la XXX Conferencia de la ONU para la Agricultura y la alimentacin (FAO), en tanto en el VII Encuentro Hemisfrico de Lucha contra los Tratados de Libre Comercio, Osvaldo Martnez afirm: el crecimiento ms alto en la ltimos aos, efectuado sobre las bases neoliberales de la mayora de las economas de la regin e insertada en el patrn de relaciones Norte-Sur, no ha hecho ms que enriquecer a los ms ricos y apenas alcanzar con residuos a los 200 millones de pobres, 53 millones de hambrientos y 42

    71millones de analfabetos .

    En cuanto a la seguridad alimentaria, sta se agrava y pone en serio peligro la supervivencia de miles de millones de los pases recolonizados, debido al precio de los alimentos y del Petrleo, que ascendi en junio a 139 dlares el barril de crudo. Sin embargo los gobiernos burgueses estn incapa-citados para enfrentar la crisis alimentaria, porque en vez de explicar sus verdaderas causas, la mistifican atribuyndola exclusivamente a los cambios climticos y al incremento del

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    70

    71 Citado por Lpez Blanch, Hedelberto. ob.cit.Citado por: Lamrani, Salim. Cambios en Cuba?, en Rebelin, 19 de abril 2008.)

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    petrleo, olvidando por un lado el papel que desempea la poltica trasnacional de conversin de los cultivos alimen-tarios en cultivos energticos destinados a arder en forma de biocarburantes, y por el otro lado, ocultando que esta crisis alimentara, como las otras existentes, deriva directamente de la naturaleza antihumana del sistema capitalista.

    A causa de la inseguridad alimentara la CEPAL prev un aumento de la pobreza y la indigencia en ms de 10 millones de personas en AL y el Caribe. El Banco Mundial por su parte considera que por el alza de precios de los alimentos los pobres en el mundo llegarn a los 100 millones. En esta misma perspectiva la FAO, seala que el peso del aumento de precios internacionales de los productos agrcolas en algunos casos ha subido hasta el 130 por ciento, afectando violentamente a los pueblos de los pases recolonizados-.

    Al respecto, la Organizacin Internacional Va Campesina de los Movimientos Campesinos, frente a la crisis y en defensa de la soberana alimentaria de los pueblos plante:

    Para garantizar la independencia y soberana alimentaria de todos los pueblos del mundo, es fundamental que los alimentos se produzcan en el marco de sistemas de produccin diversificados, de base campesina. La soberana alimentara es el derecho de todos los pueblos a definir sus propias polticas agrcolas y, en cuanto a alimentacin, a proteger y regular la produccin agrcola nacional y el marco interno con el fin de lograr objetivos sostenibles, decidir en qu medida buscan la autosu-ficiencia sin deshacerse de sus excedentes en terceros pases practicando el dumping. () No debe primar el

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

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    72comercio internacional sobre criterios sociales.

    En otro orden de cosas, en frica, 16 pases con unos 150 millones de personas, se ha convertido en escenarios de cruentas guerras imperialistas tras el petrleo, agua, diamantes, uranio y posiciones geoestratgicas para las fracciones imperialistas del siglo XXI.

    A esto se suman la enmaraada urdimbre de neofascismo, recolonizacin y terrorismo transnacional de Estado, galopante en todo el planeta, patentizadas: en EE.UU. a travs de la Operacin Falcn que incluyen redadas policiales nacionales masivas, la legalizacin del uso de la tortura (Guantnamo y crceles de Irak), las crceles clandestinas en todo el planeta, el empleo de escuadrones paramilitares y parapoliciales de la muerte, las polticas Antiemigrantes, los muros del oprobio Mxico-Usa e Israel, las barreras electrificadas en Melilla para atajar el paso a inmigrantes africanos, los bombardeos de aldeas y exterminio de personas -como la flagrante violacin de las fronteras de Ecuador y la matanza de Sucumbos por el ejrcito terrorista colombiano con participacin de Israel y

    73EE. UU.-, los apoyos a terroristas y torturadores -que gozan de inmunidad y sueldos vitalicios en EE.UU. y Chile-, y la proteccin y financiamiento de regmenes y presidentes terroristas, como lvaro Uribe, paramilitar en funciones,

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    72

    alimentaria mundial, en CADTM, Rebelin 24 de agosto de 2008, p. 3. Vase adems: Zibechi, Ral. Seguridad alimentaria: abajo y a la izquierda, en Rebelin, 25 de mayo de 2008.

    73 Dieterich, Heinz. La derrota estratgica de Uribe, Bush e Israel en la frontera de Ecuador, en Rebelin, 17 de abril de 2008.

    Citado por Mollet, Damien y Eric Toussaint en Repaso de las causas de la crisis

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    cuyo rgimen ha perpetrado crmenes de lesa humanidad pisoteando leyes nacionales e internacionales, con apoyo de

    74EE.UU., Europa y gobiernos cipayos de Amrica Latina.

    Asimismo, el presupuesto de defensa de EE.UU. asciende a la astronmica cifra de 780,000 millones de dlares, equivalente al PNB de Mxico. La segunda industria ms importante y ms altamente rentable despus del

    75petrleo es la industria armamentista: truculento negocio geoestratgico inserto en las pugnas nter imperialistas que pisotea leyes internacionales, cdigos de tica y la propia moral puritana de los pases occidentales a vista y paciencia de las naciones Unidas. EE.UU., Rusia, Alemania, Reino Unido y China son los principales vendedores de armas en el mundo. En el marco de esta febril carrera armamentista, EE.UU., emplazar misiles interceptores en el espacio csmi-co, segn el senador republicano Wayne Allard, presidente de la fraccin espacial del Senado estadounidense. Esto guarda congruencia con la lgica belicista del imperialismo mundial cuyos proyectos armamentistas son de los ms letales y siniestros.

    As, en EE.UU., (CVC)- () durante aos, la investigacin de DARPA ha llevado a una pltora de productos diseados para mutilar y matar, entre ellos el rifle M_16, aviones Predator sin tripulacin y equipados con misiles Hellfire, cazas y bombarderos stealth (furtivos), sistemas

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    74

    rgimen terrorista totalitario, con la colaboracin y apoyo de EE.UU., Europa y Amrica Latina, en Rebelin, 17 de agosto de 2008.

    75 Saxe Fernndez, John. 11-09: negocio criminal, en Rebelin, 3 de agosto de 2007.

    Petras, James. Un estudio que explica la construccin y elaboracin de un

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    de misiles tierra-aire de artillera, misiles crucero Tomahawk, mejoras de bombarderos B-52, misiles Titan, misiles guiados porttiles Javelin dispara y olvida, y proyectiles guiados Copperhead disparados por caones,

    76para slo nombrar algunos.

    Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU, refirin-dose a este srdido armamentismo, dijo que hoy existen en el mundo ms de 26,000 armas nucleares en el mundo y que Amrica Latina ha desembolsado 3,300 millones de dlares

    77en la compra de armamentos.

    Por otro lado, 53 Pases en el orbe practican la tortura, que incluyen tcnicas de interrogacin que provocan daos mentales.

    En la actualidad existen ms de 40 conflictos armados en el mundo, cuyos escenarios son los pases recolonizados, como las guerras imperialistas de Afganistn, Palestina e Irak entre otras.

    El exterminio estadounidense de Irak le cuesta al Pentgono 720 millones de dlares por da, acredita desde 2003 a la fecha ms de un milln de iraques asesinados, 5 millones de desplazados de sus hogares, 2, 4 millones de

    78refugiados fuera de su pas, 180,000 mercenarios, 165,000 soldados de ocupacin con ms de 4,000 bajas a cuestas, miles

    CAMILO VALQUI CACHI / RAMN ESPINOSA CONTRERAS

    76

    Pentgono. Las armas descabelladas de la DARPA, en TomDispatch/rebelin, 31 de agosto de 2008.

    77 Granma, 6 de agosto de 2008.78 Vase: Gara. EE.UU. y sus aliados se hunden cada vez en el cenagal afgano, en

    Revista Pueblos, 20 de agosto de 2008 y Lems, Meter. Qu sabes sobre Iraq?, en Lems s ZSpace page, 3 de junio de 2008.

    Turse, Nick. El futuro de la agencia que desarrolla los armamentos en el

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    de discapacitados y como secuelas de la contaminacin radioactiva se registran miles de cnceres y malformaciones de nios que nacen sin ojos, con rganos adheridos al estmago, sin extremidades o sin cabezas por el uso de armas qumicas. Irak, es un pas sumido en la ms completa ruina que lucra a las trasnacionales estadounidenses blico-industriales, petroleras, financieras y de seguridad. Pese a este genocidio colonial cotidiano, la insurgencia iraqu es incontrolable ha transformado esta agresin en un verdadero pantano donde el imperialismo cava aceleradamente una nueva derrota donde una vez ms quedar sepultada su metafsica militar imperial.

    En Afganistn, la guerra colonial que ha desencade-nado el imperialismo anglosajn con 70,000 efectivos de estadounidenses y la OTAN, corre la misma suerte, no obstante los 2,800 millones de dlares mensuales que engulle

    79esta guerra imperial.

    En esta dialctica real de crisis, barbarie y decadencia Dnde estn los derechos humanos, en torno a los cuales tanta alharaca hacen los imperialistas en sus metrpolis y periferias?

    Tales derechos, no existen, han sido borrados de facto de las propias constituciones burguesas, han sido reducidos a espantajos mediticos, utilizados con frecuencia con doblez moral.

    Todas las violencias criminales condensadas en la bar-barie capitalista contra la humanidad concreta, prueban que

    EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI: VIOLENCIAS Y ALTERNATIVAS

    79 Gelman, Juan. Paso adelante lo de atrs, en Pgina 12, 4 de agosto de 2008.

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    los derechos humanos son para el imperialismo, otras tantas naderas mercantiles, como lo son la libertad, democracia desarrollo y la paz, que no es sino la real paz americana.

    Olvidan las oligarquas financieras del mundo que los derechos humanos, no son conceptos y valores abstractos definidos a partir de la propiedad privada, la filosofa y la tica de mercado, y consagrados a travs del derecho

    80burgus. Son por el contrario, un producto histrico, social y cultural definido por condiciones histrico-concretas, acorde con la capacidad humana para poder desarrollar su vida integral a partir de sus necesidades materiales y espirituales.

    As, inclusive la propia moderna Declaracin Universal de los derechos Humanos, en su artculo 25 estipula que: Toda persona tiene derecho a un nivel de vida suficiente para garantizar su salud, su bienestar y los de su familia, especialmente para la alimentacin, el vestido, el alojamien-to, la sanidad y los servicios sociales bsicos. Prescripcin recogida en las constituciones liberales de todos los pases capitales, cuyos gobiernos la han reducido a un esperpento ms de sus lgicas de expolio y acumulacin.

    Los derechos humanos slo pueden existir plenamente, en comunidades que nieguen la propiedad privada sobre los medios de produccin y reemplacen la administracin de los hombres por los hombres por la adm