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BIBLIOGRAFÍA * REVISTA DE ESPIRITUALIDAD 64 (2005), 313-333 27. AA. VV., L’orazione nel Car- melo. Passato, presente e futu- ro. Atti del congresso OCD- Messico 2002, a cura di Rafael Checa, Edizioni OCD, Roma, Morena, 2004 (=Ripartire dall’essenziale, 5). 512 pp., 14 × 21 cm. Esta Revista ya publicó un comen- tario amplio acerca del congreso La oración en el Carmelo teresiano, or- ganizado por la provincia mexicana de los carmelitas descalzos, que tuvo lugar entre el 30 de junio al 8 de julio de 2002 en Valle de Bravo (Estado de México); cf. DANIEL DE PABLO MA- ROTO, «La oración en el Carmelo. Pa- sado, presente y futuro (Congreso Internacional)», en Revista de Espiri- tualidad 61 (2002) 457-483. Lo que aquí presentamos es la tra- ducción al italiano de las actas de ese congreso, gracias al buen hacer del Centro Interprovincial OCD sito en Morena (Roma), lugar donde tiene su sede, entre otros órganos interprovin- ciales de Italia, las «Edizioni OCD». La colección dentro de la cual se pu- blican estas actas puede traducirse como «Partir (o volver a partir) de lo esencial», muy en consonancia con el documento emanado del último Capí- tulo General que la Orden ha tenido en Ávila en 2003: En camino con santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz. Volver a lo esencial (Roma 2003). Se inicia el volumen con la presen- tación, por Rafael Checa (ya avanza- do en edad pero más vitalista que nun- ca), inventor de congresos como éstos desde hace muchos años, y secundado normalmente o bien por su provincia mexicana o bien por toda la Orden, lo cual siempre le augura un éxito rotun- do, no sólo a él como creativo que es sino también a todos los participantes en la medida que se implican en el proceso de su desarrollo. A la presen- tación le sucede el saludo de rigor a los participantes, por parte del padre provincial de los carmelitas teresianos de México, Emilio Hadad, y la intro- ducción al encuentro internacional que corrió a cargo del entonces padre general Camilo Maccise (actual pro- vincial), también mexicano. Las secciones que vertebraron el congreso, y por tanto las actas, son cuatro: histórica, bíblico-teológica y espiritual, científico-humanística y, por último, pastoral. Las ponencias se distribuyen, pues, en función de la especialidad de los relatores. Resumi- mos su contenido: En la sección histórica tenemos a Emanuele Boaga para hablar en dos charlas de la oración en el Carmelo de la Antigua observancia (pp. 13-34), y al citado Maroto para una visión dia- * Colaboran en esta sección: Emilio Martínez (EM), Enrique Llamas (ELL), Ig- nacio Husillos Tamarit (IHT), Ildefonso Peñas (IP), Juan Antonio Marcos (JAM), Segundo Fernández (SF).

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BIBLIOGRAFÍA *

REVISTA DE ESPIRITUALIDAD 64 (2005), 313-333

27. AA. VV., L’orazione nel Car-melo. Passato, presente e futu-ro. Atti del congresso OCD-Messico 2002, a cura di RafaelCheca, Edizioni OCD, Roma,Morena, 2004 (=Ripartiredall’essenziale, 5). 512 pp., 14 ×21 cm.

Esta Revista ya publicó un comen-tario amplio acerca del congreso Laoración en el Carmelo teresiano, or-ganizado por la provincia mexicanade los carmelitas descalzos, que tuvolugar entre el 30 de junio al 8 de juliode 2002 en Valle de Bravo (Estadode México); cf. DANIEL DE PABLO MA-ROTO, «La oración en el Carmelo. Pa-sado, presente y futuro (CongresoInternacional)», en Revista de Espiri-tualidad 61 (2002) 457-483.

Lo que aquí presentamos es la tra-ducción al italiano de las actas de esecongreso, gracias al buen hacer delCentro Interprovincial OCD sito enMorena (Roma), lugar donde tiene susede, entre otros órganos interprovin-ciales de Italia, las «Edizioni OCD».La colección dentro de la cual se pu-blican estas actas puede traducirsecomo «Partir (o volver a partir) de loesencial», muy en consonancia con eldocumento emanado del último Capí-tulo General que la Orden ha tenido enÁvila en 2003: En camino con santa

Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz.Volver a lo esencial (Roma 2003).

Se inicia el volumen con la presen-tación, por Rafael Checa (ya avanza-do en edad pero más vitalista que nun-ca), inventor de congresos como éstosdesde hace muchos años, y secundadonormalmente o bien por su provinciamexicana o bien por toda la Orden, locual siempre le augura un éxito rotun-do, no sólo a él como creativo que essino también a todos los participantesen la medida que se implican en elproceso de su desarrollo. A la presen-tación le sucede el saludo de rigor alos participantes, por parte del padreprovincial de los carmelitas teresianosde México, Emilio Hadad, y la intro-ducción al encuentro internacionalque corrió a cargo del entonces padregeneral Camilo Maccise (actual pro-vincial), también mexicano.

Las secciones que vertebraron elcongreso, y por tanto las actas, soncuatro: histórica, bíblico-teológica yespiritual, científico-humanística y,por último, pastoral. Las ponencias sedistribuyen, pues, en función de laespecialidad de los relatores. Resumi-mos su contenido:

En la sección histórica tenemos aEmanuele Boaga para hablar en doscharlas de la oración en el Carmelo dela Antigua observancia (pp. 13-34), yal citado Maroto para una visión dia-

* Colaboran en esta sección: Emilio Martínez (EM), Enrique Llamas (ELL), Ig-nacio Husillos Tamarit (IHT), Ildefonso Peñas (IP), Juan Antonio Marcos (JAM),Segundo Fernández (SF).

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crónica en dos momentos (desde elsiglo XVI hasta 1950 y desde 1950hasta 2000) de la oración en el Car-melo Teresiano (pp. 35-90). En la se-gunda sección, para la parte bíblicahallamos a dos biblistas punteros la-tinoamericanos, C. Maccise (pp. 93-117) y Silvio J. Baéz (pp. 119-131)que analizan, respectivamente, la ora-ción en la Sagrada Escritura y la me-ditación en la experiencia orante de laBiblia; y para la parte teológica y es-piritual encontramos a dos teólogosespañoles de avanzadilla, Ciro García(pp. 133-152, sobre la tradición con-templativa en el Carmelo) y SantiagoGuerra, éste con dos ponencias quecomparan, una la meditación orientaly la oración contemplativa del Carme-lo (pp. 153-174) y otra, la místicacristiana y la de las religiones orienta-les (pp. 175-206).

Dentro de la sección científico-hu-manística están las aportaciones queponen en relación la oración teresianacon diversos ámbitos: como la filoso-fía, por parte de Tomás Ostos (pp.209-239), el análisis sociológico acargo de Augusto Guerra (pp. 241-260), la antropología teresiana (pp.261-278) y sanjuanista (pp. 279-299),ambas ponencias dadas por C. Garcíay, finalmente, la psicología (pp. 301-338) por Benito Goya.

En la cuarta y última sección, dedi-cada a la pastoral de la oración carme-litana, confluyen los análisis de variosespecialistas: Luis Jorge González re-flexiona sobre el cuerpo y la oración(pp. 341-359); Federico Ruiz presentala vida y el método de oración (pp.361-393), sustituyendo a Jesús Caste-llano, que no pudo asistir. Un investi-gador de la pastoral de la espirituali-dad como José Humberto Floresofrece los datos y las reflexiones deltrabajo de campo realizado a partir de

los cursos graduados de oracióncontemplativa impartidos en Méxicopor R. Checa desde hace treinta años(pp. 394-429). La ponencia de Patri-cio Sciadini analiza la oración con-templativa del Carmelo en el contextolatinoaméricano (pp. 431-449) yMaximiliano Herráiz ofrece una sínte-sis diacrónica según el título del con-greso: «La oración en el pasado, en elpresente y en el futuro del Carmelo»(pp. 451-492). Concluye y cierra muybrevemente las actas C. Maccise (pp.493-494). Siguen la lista de siglas yabrevituras y el índice general.

Hay que notar que todos los ponen-tes excepto dos son carmelitas teresia-nos (E. Boaga es carmelita de la An-tigua observancia y J. H. Flores esseglar) y casi todos ellos han sidocolaboradores de R. Checa en congre-sos anteriores (véase, por ej., los par-ticipantes en el Congreso Internacio-nal de Teología Espiritual en Roma2000, actas publicadas en Teresianum2001). Todos los ponentes del congre-so mexicano participaron en aquelcongreso romano, excepto el mexica-no Tomás Ostos y Benito Goya. Fuerade éste último, representante de unacorriente psicológica diversa de LuisJorge González (ambos participaronen el congreso mexicano, pero no enel romano en que sólo éste tuvo unaponencia), podría decirse que todoslos demás ponentes se alinean en co-rrientes paralelas, cada uno en sucampo por supuesto. Pero tal intuiciónposible (la unilateralidad) no favore-cería a la obra y la labor que implica,desde la idea del congreso hasta lapublicación de las traducciones de lasactas, como la que presentamos.

Fijándonos en los aspectos metodo-lógicos, agradecemos las bibliografíascomplementarias añadidas tras las po-nencias de E. Boaga y T. Ostos; po-

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dría haber sido un ejemplo para elresto de conferencias, puesto que aninguna más le acompaña tal subsi-dio. Aún así, se echan de menos en laprimera síntesis de Boaga (sobre losestudios de la Regla carmelitana) al-gunos estudios escritos por carmelitasdescalzos; y en el mismo lugar (cf. pp.21-22) no aparecen los autores delextenso artículo «Preghiera» en elDizionario degli Istituti di Perfezione(Roma 1988) o al menos la indicaciónde que son varios los autores que loescribieron.

Se observa el reiterado uso de lasigla CETES (traducción errónea ita-liana), cuando debiera ser CITeS y, enconsecuencia, no una sigla sino unacrónimo, ya que tanto en italianocomo en castellano coinciden las in-ciales y las dos primeras letras de Te-resiano; a saber: Centro InternacionalTeresiano-Sanjuanista y Centro Inter-nazionale Teresiano-Sangiovanista.Tal error se repite en la traducción ita-liana en pp. 35, 155, 341, 395 (enotros lugares, el acrónimo correcta-mente traducido se convierte errónea-mente en sigla: CITES, cf. pp. 133 y451).

Nos preguntamos, además, por quése generaliza el uso de la palabra cas-tellana «sanjuanista» en la traducciónitaliana, cuando existe la voz italiana«sangiovannista» (de San Giovanni),dado que en la lengua de Dante noexiste el fonema /x/ (que se representaen español con el grafema j). Imperaen esta traducción italiana una cons-tante vacilación en los nombres depersonas, bien sean de autores de artí-culos, de libros o de obras en colabo-ración, o bien de otros personajes dela historia de la Iglesia como santos ovenerables: unos se traducen y otrosno; como también llama la atención elhecho de italianizar algunos apellidos

(como el caso de Gonzáles por Gon-zález; cf. p. 341, 345, 505), así comoalgunos títulos de obras españolas (cf.p. 345 nota 5, 396 nota 2). Además sedan bastantes erratas de diverso cali-bre en las citas al pie de página, locual en parte afea la edición italianaque comentamos. Y, sin embargo, estaedición de las actas no tiene nada quedesmerezca su presentación, por lodemás muy cuidada y manejable, aúna pesar de las más de quinientas pági-nas con que cuenta.

El público italiano se alegrará depoder consultar una obra de tal impor-tancia, que marca un jalón en la histo-ria del Carmelo Teresiano en cuanto ala oración se refiere, y que proponemuchas reflexiones para el futuro quese va haciendo presente o bien para elpresente que va creando futuro.—IHT.

28. ACKERMAN, J., Elijah Prophetof Carmel, ICS Publications.Institute of Carmelite Studies,Washington, D.C., 2003. 294pp., 14 × 21,5 cm.

Estamos ante una obra de investi-gación bien documentada (cf. «Biblio-graphy», pp. 269-290) y que proponeun paso adelante en la profundizacióny en la divulgación del conocimientodel profeta Elías. El libro se estructuraen cinco capítulos más dos apéndicesque recogen y sintetizan todo lo di-cho, dando la interpretación propia dela autora, quien ha querido confrontartoda opinión propia con los carmelitasy las carmelitas de la Antigua Obser-vancia y del Carmelo Teresiano, fue-ran religiosos o seglares, pero siempreespecialistas en la materia que trata ensu estudio. De tal modo tiene la autorael tema entre las manos y el corazón,que sus agradecimientos sentidos al

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inicio de la obra dan el toque de fami-liaridad que corresponde a un trata-miento severo y auténtico pero no fal-to de la cercanía y de la admiraciónque provoca la figura del siempre des-conocido y sorprendente profeta Elías.

Los capítulos del libro ofrecen lasbases documentales necesarias paraacercarse a tal figura: la Biblia (1.«Elías en los Libros de los Reyes», pp.1-32), la tradición y las leyendas (2.«El profeta en las leyendas posterio-res», pp. 35-75), la vida espiritual (3.«Elías y la vida espiritual», pp. 77-111), el Carmelo (4. «El profeta en losprimeros documentos carmelitanos»,pp. 113-181) y la actualidad (5. «Elíasy la renovación carmelitana», pp. 183-253). Los dos mencionados apéndicesllaman la atención, respectivamente,sobre una obrilla titulada La forma-ción de los primeros monjes (de FelipeRibot, fines del s. XIV) y sobre lastendencias actuales en el estudio car-melitano de Elías. Así, pues, tenemosen este libro de apenas trescientas pá-ginas todo un manual a la mano dellector anglófono para entrar de llenoen la vida y en la experiencia, en elimaginario y en la leyenda, en el textoy el documento que nos hablan -a no-sotros como a los de antaño y como alos del futuro- acerca de una persona,de un símbolo, de casi un talismán oquizá de un lugar excesivamente co-mún y por ello desconocido para mu-chos, cual es la figura o, mejor dicho,la persona de Elías, el profeta, sí, delCarmelo.

La autora del libro, Jane Ackerman,es profesora de religión asociada a laUniversidad de Tulsa (Estados Unidosde América). Tiene en su haber variosartículos de investigación sobre santaTeresa de Jesús y san Juan de la Cruz,y una traducción completa de la Lla-ma de amor viva de este último, en

sus dos redacciones. Además, le unenlazos familiares al Carmelo, lo cualcentra con mayor interés su estudio yel tiempo dedicado a la confrontaciónde sus conclusiones.

La metodología que usa su autorase ciñe a las normas inglesas en cuan-to a las citas y al modo de escribir lasreferencias bibliográficas (libros, artí-culos de diccionarios, de revistas y delibros en colaboración), por lo que ellector no habituado habrá de entenderque los dos puntos en la puntuacióninglesa en las citas numéricas de untexto (por ejemplo, 4: 7-8) son equiva-lentes a la coma en la puntuación es-pañola (es decir: 4, 7-8) bien sea enlibros tan conocidos como los bíblicoso bien en obras menos famosas. Porúltimo, un recurso muy pedagógicoque utiliza la autora es añadir tras decada capítulo un breve, claro y enjun-dioso epígrafe de bibliografía paraquien quiera leer más y documentarse,o bien para quien quiera leer los testi-monios que ella misma ha tomado ytraducido o compendiado en ciertasocasiones. Felicitamos, pues, tan no-ble como audaz empeño de adentrarseen el profeta Elías y animamos, desdeaquí, a las editoriales españolas (prin-cipalmente a las carmelitanas) a tradu-cir en el menor espacio de tiempo po-sible esta obra de gran calidad.—IHT.

29. BOFF, L., La crisis como opor-tunidad de crecimiento.Vida se-gún el Espiritu, Sal Terrae, San-tander 2002, 211 pp.,14 × 21cm.

Cuando el Autor de una obra, sabe,puede y quiere aportarnos el núcleocentral de sus escritos, el título (e in-cluso el subtítulo) lo expresa gráfica-mente. Y cuando los editores captan

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el mensaje principal de la obra pre-sentada colocan en la contraportadalas pistas más fundamentales que per-miten al lector darse cuenta de la obraque van a leer satisfactoriamente.Desde ambos enmarques nos encon-tramos en el camino más exacto parareseñarlo con acierto.

Esta apreciación nuestra la encon-tramos en esta obra de L. Boff: el tí-tulo y subtítulo nos permiten captar loque nos quiere transmitir: la crisiscomo oportunidad de crecimiento.(Obsérvenlo). Los editores nos colo-can, en la contraportada, estos frag-mentos que el mismo Autor nos pre-senta en la página 50. Dice L. Boff,con razón: »Hay momentos en la vidaque, para subir, es preciso descender yentrar en crisis. Y para seguir siendoel mismo hay que saber cambiar. Sinembargo, si comprendemos que la cri-sis es el nicho generoso en que seprepara un mañana mejor, la penum-bra que antecede a la salida del sol, ysabemos quedarnos firmes, aceptandoel desafío y esperando contra todaesperanza, entonces tendremos laoportunidad de madurar y dar un saltohacia dentro de un horizonte más ricoen vida humana y divina».

Las cuatro partes o apartados queintegran esta obra de L. Boff son cla-ves para entenderla con precisión: 1.ª)La crisis de nuestro tiempo: riesgos yoportunidades, 2.ª) La Espiritualidadcomo respuesta a la crisis, 3.ª) Espiri-tualidad y vida religiosa, 4.ª) Espiri-tualidad, política y contemplación.

Desde nuestra apreciación personalacentuaríamos 1os siguientes aspec-tos: la fenomenología de la crisis:morir y resucitar; la crisis como es-tructura fundamental de 1a vida, y loscomportamientos humanos ante la cri-sis. (Todos estos apartados integran laprimera parte) Estas claves nos permi-

ten captar o comprender la espirituali-dad como respuesta a 1a crisis, (2ªparte). La espiritua1idad y vida reli-giosa, en 1a tercera parte, y Espiritua-lidad, Política y contemplación, 4ªparte. La fenomenología de la crisises morir y resucitar; la crisis es es-tructura fundamental de la vida; la fecomo crisis para la teología, y la teo-logía como crisis para la religión.

Apartado especial es el que reseñael Autor cuando comenta los compor-tamientos humanos ante la crisis. ParaL. Boff (coincidimos con é1) son lossiguientes: escatologizadores, arcai-zantes, futuristas, escapistas, y res-ponsables.

Si parece oportuna nuestra sugeren-cia, lean la obra reseñada. Comprue-ben qué comportamientos humanospresentamos los españoles ante crisisactuales. Serán -si son sinceras- unasesión muy sana de terapia que desea-mos sea intemporal.

La conlusión que coloca L. Boff atoda su obra nos recuerda el doctora-do «teresiano». «De la larva a la ma-riposa». «Sin una ruptura instauradora—dice Boff— lo nuevo no puede na-cer ni abrirse paso. Si no se rompe lalarva, no habrá crisálida que se trans-forme en mariposa, como expresiónradiante y bella de la vida»... «La tra-vesía es larga, y el túnel parece inter-minable». Así es. A la vida actual (po-lítica y eclesial) remitimos.—IP.

30. FATHER HERRERA-VALEN-TÍN DE S. J., Ésos, vestidos deblanco, ¿quiénes son?, EDE,Madrid, 2005, 132 pp., 13,5 ×21 cm.

El libro se abre con una presenta-ción, escrita por José Vicente Rodrí-guez, Vice-Postulador de las Causas

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del Carmen descalzo de Castilla. En lapresentación se explica el contenidode la obra, dividida en dos secciones:la primera recoge las semblanzas he-chas por quien se firma F. Herrera(Isidoro García Herrera=José Amadode Santa Teresita) de los 16 carmeli-tas descalzos martirizados en Toledoen 1936; 14 en la capital y dos en lostrigales de Cabañas de la Sagra. Fue-ron 5 sacerdotes; 8 estudiantes de teo-logía; 3 hermanos donados. Al frentede cada semblanza va la fotografía delmártir con los datos esenciales decada uno, para que así el lector verifi-que mejor los datos o alusiones delescrito de Father Herrera.

En 1990 Fernando Sebastián Agui-lar, actualmente arzobispo de Pamplo-na, escribía a propósito de los 51 cla-retianos mártires de Barbastro deagosto de 1936: «Nuestro cristianismono será históricamente normal nievangélicamente verdadero, mientrasno nos sintamos serenamente y cálida-mente herederos de estos testigos delEvangelio de Jesucristo y de otrosmuchos tan admirables como ellos».Este grupo de mártires de Toledo, jun-to a otros muchos de la misma familiacarmelitana, son de veras testigos delreino de Jesucristo.

En la segunda sección de este librose publica un escrito hasta ahora inédi-to del P. Valentín de San José. Escribeel autor la vida de su hermano mártirP. Eusebio del Niño Jesús (OvidioFernández Arenillas). El P. Eusebio esel que aparece como primero del gru-po de los mártires de Toledo. Las pa-ginas del P. Valentín está escritas, nocon el atildamiento literario de lassemblanzas del P. Herrera, pero sí conun estilo claro, llano y ameno que noshace ver la calidad de la personalidaddel P. Eusebio como religioso, após-tol, escritor, mártir.

«El 25 de mayo de 2004 se tuvo elCongreso especial sobre el martirio deestos 16 carmelitas descalzos; losnueve teólogos consultores de la Con-gregación de los Santos «expresaronsu voto plenamente afirmativo (9 so-bre 9), auspiciando que estos heroicosmiembros de la orden de los carmeli-tas descalzos de la Iglesia de Españapuedan ser prontamente declarados, siasí lo tuviera a bien el Padre Santo,mártires de Cristo y de la Iglesia»

Mientras se prepara un gran librosobre estos mártires, las semblanzasescritas por el P. Herrera y la biogra-fía valentiniana del P. Eusebio, queera el Prior de la comunidad toledana,ayudarán a identificarlos como gran-des testigos del evangelio y, en con-creto, de la vida religiosa.—JAM.

31. GANDHI, M. K., La Verdad esDios. Escritos desde mi expe-riencia de Dios, Sal Terrae,Santander, 2005, 230 pp., 13 ×20 cm.

El Mahatma Gandhi utilizó la pren-sa escrita con profusión para difundirsu pensamiento sobre diversos temas:políticos, sociales, religiosos, etc. Espor ello que, para hacerse una ideageneral sobre el mismo, es necesariorecurrir a síntesis más o menos exten-sas que agrupan por temas todo loescrito por él en diversos medios y alo largo de un período muy amplio detiempo. El libro que presentamos bus-ca hacer una presentación del pensa-miento religioso de Gandhi, recopi-lando un gran número de textos que, asu vez, se agrupan en 42 capítulos.

Como indica el título del libro,Gandhi definía a Dios como la Ver-dad. Los textos a los que accedemosen este libro nos explican, en primer

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lugar, qué sentido da el Mahatma aesta afirmación: al decir que Dios esla Verdad, le está señalando comosujeto al que nuestra vida converge, ala vez que sustento y razón de dichavida. Para Gandhi, el hombre estállamado a cumplir una misión concre-ta en el mundo y debe cumplirla deuna manera determinada, pues mediosy fines están íntimamente relaciona-dos y es imposible alcanzar estos si nose logran mediante un escrupulosorespeto de aquellos. La vida huma-na, por tanto, para ser vivida digna-mente, exige una empresa de desvela-miento de su propia Verdad, y esaVerdad Gandhi la identifica con Diosmismo. Por eso tituló su autobiografíaHistoria de mis experiencias con laVerdad.

Muy bien agrupados, los textos queel libro recoge expresan a la perfec-ción este pensamiento religioso quesustenta todo el sistema gandhiano.En los primeros 10 capítulos encon-traremos afirmaciones del Mahatmaacerca de la naturaleza de Dios. Unavez conocida ésta, el hombre ha dedisponerse a vivir según ella, ajustan-do su quehacer cotidiano, sea del gé-nero que sea, a la Verdad que es Dios:el desarrollo de esta afirmación y losmodos en que Gandhi exponía elmodo de concretarla lo encontraremosen los capítulos siguientes, en los quesomos invitados a conocer la no vio-lencia, la oración, el ayuno, la purifi-cación, la común empresa de las for-mas religiosas concretas, expresiónsubjetiva de la única verdad objetivaque es Dios, la vida familiar, el traba-jo, etc... Muchos aspectos de la vidade cada día se nos presentan, pues,bajo la óptica del Mahatma, comocaminos a través de los cuales el hom-bre puede adecuar su vida a Dios, esdecir, a la Verdad.

Como cualquier elenco de textos,puede aducirse que, sacados de sucontexto, ellos no nos permitirán ha-cernos una idea completa del pensa-miento de Gandhi. Sin embargo nocreemos que este prejuicio pueda te-ner un excesivo fundamento. Un estu-dio crítico del autor exigirá el accesoa su obra completa, pero la pretensiónde este libro no es ésa, sino acercar-nos al pensamiento religioso de Gan-dhi y mostrar el modo en que éstesustenta la forma concreta de vivir porél escogida y, sobre todo, la no vio-lencia como único modo auténtico depraxis individual y social que se ajus-ta a la Verdad que es Dios. En esesentido el libro alcanza plenamente suobjetivo y permite al lector unaaproximación a la figura de Gandhi ensu vertiente religiosa, mostrando ade-más que ella es fundamento de su viday la empapa por completo, en todassus facetas.

Son muy útiles la cronología gand-hiana, así como el glosario de térmi-nos indos y los índices analítico yonomástico que incluye esta obra. Ellector podrá encontrar también unabreve bibliografía de las fuentes dedonde se toman los textos, toda ellaen inglés.—EM.

32. GAUTHIER, J., Thérèse deL’Enfant Jesús. Au Milieu desHomes, Parole et Silence, Paris,2005, 134 pp., 14 × 21 cm.

Es sabido que, desde el año en elque se cumplió el centenario de sumuerte, las reliquias de santa Teresadel Niño Jesús comenzaron una pere-grinación mundial que se extiende yaa los cinco continentes; pues bien, ellibro que presentamos es una crónicade la visita de las reliquias de santa

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Teresita a Canadá entre el 16 de sep-tiembre y el 17 de diciembre de 2001.Como afirma el autor en la introduc-ción, la visita de la Santa de Lisieuxno es simplemente el paso de un reli-cario por distintas ciudades. Allá don-de peregrina, la urna que contiene susrestos lleva consigo el mensaje deamor y esperanza que Teresa procla-mó inspirándose en el Evangelio:Dios es amor y nosotros somos sushijos.

Con el fin de profundizar en esaintuición y hacer de la peregrinaciónde las reliquias de Teresa algo másque un hecho puntual y devocional,Jacques Gauthier ha realizado un dia-rio del paso del relicario por más deun centenar de pueblos y ciudades delCanadá que no es una simple crónica,sino, sobre todo, una serie de medita-ciones sobre la doctrina de Teresa quepone de relieve el impacto de su pre-sencia como fuente de evangelización.

Un libro de interés por cuanto nosmuestra la validez pastoral y evange-lizadora de la peregrinación de lasreliquias; éste y no otro es el objetivode quienes fomentan su presencia enlas distintas diócesis y países y el li-bro que presentamos es un buen ejem-plo de que, más allá de lo anecdótico,el paso de Teresa puede provocar unaauténtica renovación en clave deEvangelio.—EM.

33. GRÜN, A., Nuestro Dios cerca-no. Imágenes bíblicas de la Re-dención, Narcea, Madrid, 2005(=Espiritualidad). 112 pp., 13,5× 21 cm.

Antes de comenzar a comentar estaobra, hemos de advertir que está diri-gida principalmente a los cristianos y,de entre ellos, a los que no acaban de

entender la redención de Jesucristo obien la idea que se han formado deesa misma redención les produce cier-to esclavismo y la consecuente pérdi-da de libertad. Para paliar esas conse-cuencias negativas provenientes deideas erróneas, el autor pasa revista atodo el Nuevo Testamento explicandoel concepto de redención cristianapresente en él (cf. pp. 21-100). Prece-den, a esta explicación, unas pocaspalabras sobre «la redención en elAntiguo Testamento» (pp. 13-19) y locierra, como ya es habitual en lasobras del autor, una «conclusión» (pp.101-108), algo más extensa.

De ella entresacamos algunasideas: «Las imágenes de la redención,muchas y variadas, nos llevan a laconclusión de que el misterio de laredención es demasiado profundo yrico para expresarlo en una sola frase.Es el núcleo de nuestra fe cristiana.Creemos en un Dios redentor y libera-dor desde siempre, que nos saca denuestras angustias, nos libra de lamano de nuestros enemigos, viene ennuestro auxilio cuando ya no hay es-peranza y no se ve más salida humanaque la desesperación. Imposible la feen el Dios de la Biblia sin cantar lasmaravillas de su redención. El mensa-je de la redención responde a las aspi-raciones de nuestros deseos más pro-fundos. (...)» (p. 101).

Grün observa atentamente la pro-blemática de la redención y describedos peligros: «Pero al hablar de re-dención hay que protegerse contra dosposibles peligros: uno es la obsesiónpor el pasado, el otro consiste en elerror de limitar la redención a la cruzde Jesús considerada como un hechohistórico aislado» (p. 102). Esos peli-gros suelen venir a causa del lenguaje,del modo de presentar la redención,porque como él mismo afirma, «el

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mensaje de la redención apenas llegahasta la gente de hoy» (p. 107). Y poreso concluye: «Siempre tenemos lanecesidad de descubrir o inventar unlenguaje capaz de hacer comprensibleel mensaje y de llevarlo al corazón delas personas. Dos cosas son necesa-rias: esfuerzo para encontrar ese len-guaje y corazones dispuestos a dejarseinterpelar por él. Yo mismo —añadehumildemente el autor— no estoy se-guro, al concluir este escrito, de haberusado ese lenguaje. Me doy cuenta deque a veces uso formulaciones religio-sas congeladas sin acertar a traducir-las de manera que las entiendan to-dos» (p. 107), todos los cristianos almenos, deberíamos añadir.

El lenguaje es la cruz y la gloria detodo escritor espiritual —y AnselmGrün lo es ya consagrado—, pero ahíes donde se diferencian unos de otros:los clásicos, los oportunos y los opor-tunistas. El autor, con estas reflexio-nes de carácter divulgativo y científi-camente documentadas, viene a sermuy oportuno para muchos cristianosque no acaban de entender bien (pordefecto o por exceso) qué es eso de laredención y cómo influye en sus vidas.Por eso, la lectura de esta obra es muyrecomendable no sólo a sus lectoresasiduos sino también a otros ocasiona-les a quienes interese «dar razón devuestra esperanza» (cf. 1Pe 1,21) yprofundizar, así, en su fe.—IHT.

34. GRÜN, A., La oración de cadadía. Orar por la mañana y porla noche los siete días de la se-mana, Sal Terrae, Santander,2005 (=ST Breve, 49). 128 pp.,11,5 × 20 cm.

Podríamos decir, al comentar estelibro de A. Grün, que se trata simple-

mente de una recopilación de oracio-nes para cada día de la semana (dospor día) más otras dos que se puedenemplear en cualquier ocasión; y comocolofón, un pequeño comentario alpadrenuestro, la oración de oracionespara todo cristiano. Y diciendo sóloesto nos quedaríamos en la estructuradel libro pero no habríamos entendidoel porqué de su contenido.

La razón de esta obrita se dice alinicio: «Con las oraciones que he es-crito desearía ayudarte a expresar lospensamientos que tú tienes y para losque muchas veces no encuentras pala-bras. (...). Por eso en estas oracioneshe querido ofrecerte palabras con lasque puedas decir a Dios lo que sien-tes» (p. 5). Y, sin embargo, en estaexplicación reside una pequeña fala-cia que perdonamos a su autor; a sa-ber: estas oraciones van dirigidas a losque no saben expresar sus sentimien-tos hacia Dios, pero ellos viven blo-queados en su interior, presas de infi-nitud de complejos, ignorancias yobsesiones paralizantes que les impi-den, precisamente, orar; y, por ello,no podrían decir esas mismas palabrasque les ofrece el autor, porque antesde la palabra viene el pensamiento y,antes aún, la voluntad de vivir y desa-rrollarse. Y esto es lo que precisamen-te tienen paralizado.

Por tanto, los valores de vida quepretende transmitir —sin decirlo—este monje benedictino con sus oracio-nes, con el fin de desbloquear la vo-luntad de sus lectores, son los siguien-tes: el descanso, el abandono (a Dios),el centro, la confianza (en Dios y enuno mismo: autoestima), el silencio, laconsciencia de las cosas, la bendición,la aceptación, el amor (de Dios), laapertura, la sanación, la transforma-ción, la unidad, el agradecimiento, lapresencia (de Dios), el optimismo, la

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gratuidad, la felicidad, el desprendi-miento, el encuentro, etc.

Así podemos entender mejor cómoun psicólogo religioso-espiritual sepone a escribir unas oraciones queaparentemente son bien simples yque, por el contrario, poseen en suinterior unas cargas de fondo llenas debien y de paz para todos los necesita-dos de oración y de trascendencia,incluso los que se han desentendidode Dios por falta de voluntad propia,por miedo a sí mismos o por la falsacreencia de que tendrán entonces (alorar) que abandonar su libertad. Nadamás lejos de la realidad que pretendemostrar a las claras y muy positiva-mente el autor, para todo aquel quequiera escucharle.—IHT.

35. GRÜN, A., Para que tu vidarespire libertad. Ritos de purifi-cación para el cuerpo y el alma,Sal Terrae, Santander, 2005(=El pozo de Siquem, 172). 176pp., 13,5 × 20 cm.

El autor aborda, una vez más, unacuestión fundamental tanto para lapsicología como para la espiritualidadde todos los tiempos: la purificacióncomo medio y la pureza como fin(aunque no absoluto). Él parte delideal de pureza propuesto a mediadosdel siglo XX (la vivida en su niñez yadolescencia) con la figura de MaríaGoretti, ideal algo manipulado y exa-gerado. Luego explica algunos casosde purificación que han llegado a susoídos y se propone «indagar cómo seha entendido el tema de la pureza y lapurificación a lo largo de la historiade las religiones [cap. 1: pp. 19-25],en la Biblia [caps. 2-3: pp. 27-46 y pp.47-58] y, sobre todo, en la tradiciónmística [cap. 4: pp. 59-79; cap. 6: pp.

87-109]» (p. 16), con el propósito de«conectar con el anhelo de pureza ytransparencia, de libertad y limpiezaque sienten tantas y tantas personas»para «que sus lectores y lectoras en-cuentren el camino que les permitavolverse puros y limpios, de suerteque sus vidas respiren libertad» (p.18). También trata el asunto desde lapsicoterapia (cf. cap. 5, pp. 81-85:«La catarsis en psicoterapia»).

Como se puede observar, los capí-tulos dedicados a los místicos (4 y 6)son los más amplios. Después abordalos ritos de purificación a lo largo de50 páginas, lo que supone casi un ter-cio del libro (cap. 7), para terminar en«la cima de la purificación» (cap. 8:pp. 163-167), con una breve conclu-sión y una mínima bibliografía.

Agradecemos a Anselm Grün suinterés y su dedicación por intentaractualizar un tema de la vida espiri-tual tan antiguo como el de la purifi-cación (los autores clásicos, por ejem-plo, hablaban de la «vía purgativa»).Quizá el hecho de presentar este tema«para el cuerpo y el alma» pueda in-fluir en que algunos sigan pensandoque el ser humano está dividido endos partes y no que es una unidad.Quizá, digo, se podría haber presenta-do el mismo tema en clave de «purifi-cación integral», siguiendo el modelode otros ámbitos como la enseñanza oel pensamiento (en los que se habla deformación integral, de desarrollo inte-gral, de acción integral, etc.), para quenadie tuviera remotamente la tenta-ción del dualismo o de la esquizofre-nia antropológica.

Pasando a comentar aspectos meto-dológicos, hay que notar que el autorha incluido todas las citas textuales enel cuerpo del texto (y no en nota al piede página), y además nunca cita lasobras y el lugar de donde toma las

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ideas o las frases de los autores quemás conoce (psicólogos y psiquiatras,principalmente C. G. Jung) tal vezporque prefiere ofrecer un libro espi-ritual y no una investigación en todaregla sobre temas espirituales; de he-cho, la traducción española que co-mentamos está incluida en una colec-ción ad hoc para su propósito. Hemosde reprochar levemente al traductorque si conoce traducciones actuales alcastellano de la Vida de Antonio escri-ta por Atanasio (1994), así como de laRegla benedictina (2000), por el con-trario no tenga noticia de las edicionesespañolas más recientes de las Obrasde San Juan de la Cruz, ya que citauna edición de 1960 cuando Grünemplea una alemana de 1994 (cf. «Bi-bliografía», pp. 173-174). Además,los artículos del Dictionnaire de Spi-ritualité, editado por los jesuitas fran-ceses, no se cita por número de pági-nas sino por número de columnas.

Por lo demás, seguro que esta obraclarifica a muchas personas los con-ceptos y las prácticas derivadas odirigidas a la purificación; y por ellofelicitamos al autor en su constantereflexión sobre temas espirituales deimportancia en la vida cristiana.—IHT.

36. LOIDI, P., Mar adentro. Plega-rias para orar, Sal Terrae, San-tander, 2003, 366 pp., 13 × 21cm.

Como su propio título indica, nosencontramos ante un libro constituidopor plegarias agrupadas bajo 14 temasdiferentes. Los 12 primeros capítulosrecogen textos elaborados o recopila-dos por el autor para diferentes cir-cunstancias, mientras que los dos últi-mos son una compilación de salmos y

cánticos del Antiguo y Nuevo Testa-mentos, principalmente litúrgicos.

El objetivo de nuestro autor es pre-sentar una colección de plegarias quepuedan servir como apoyo para la ora-ción personal y de grupos y va prece-dida de una introducción en la que senos invita a acogerlas como instru-mentos válidos para la oración de in-terioridad. Se trata, pues, de un librode gran interés para los grupos orantesy también para todas aquellas perso-nas que quieran apoyar su oraciónpersonal partiendo de textos cuyo usoconcreto facilita el hecho de que esténagrupados por temas, lo que es degran ayuda para su uso en celebracio-nes litúrgicas y de oración.

El valor literario de las plegarias esalto y, a diferencia de lo que ocurrecon otras colecciones al uso, son pro-fundas e invitan a la meditación. Salu-damos la publicación de este volumenpor su utilidad en la pastoral orante.—EM.

37. LÓPEZ-MELÚS, R. M.ª, LaVirgen del Carmen en la poesíay coplas populares, Apostoladomariano-carmelita (AMACAR),Onda (Castellón), 2002. 224 pp.,12 × 21 cm.

Corría el año 1978 cuando el Cen-tro de espiritualidad carmelitana(CESCA) de Caudete (Albacete) pu-blicaba el librito titulado La Virgendel Carmen y las Coplas populares, yal año siguiente otro cuyo título fueLa Virgen del Carmen en la Poesíaespañola. Ambos forman en la pre-sente obra de reedición como un díp-tico inseparable, en el que se explicanmutuamente y se conjuga el anonima-to de los copleros con el renombre delos poetas. Unos y otros, conocidos y

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desconocidos, insignes todos, que hanjalonado la historia mariana de Espa-ña, y que han hallado en el padreRafael María a un paciente recopila-dor. El fruto de ese trabajo de búsque-da de artículos y libros que otros eru-ditos hayan escrito con anterioridad,la transcripción de los versos que haido encontrando con el tiempo... todoello es lo que se ofrece al lector o alconsultor en este libro.

No se trata de un diccionario, ni deuna obra de investigación, sino de unainteresante recopilación que siemprepuede dar más de una sorpresa al sa-bihondo y más de una noticia al igno-rante. Ésa es la gracia de obritas comola que presentamos, que sin buscar unpuesto en la crítica ni pretender alcan-zar cotas de popularidad, consigue sermuy popular entre las personas devo-tas y muy útil a la hora de buscar cier-to autor o cierto poema, sobre todocuando no se poseen las obras cientí-ficas de mayor calado y coste.—HT.

38. LORENZO DE BRINDIS, SAN,Marial, María de Nazaret, «Vir-gen de la plenitud», trad. del la-tín por Augusto Guzmán Sanchoy Bernardino de Armellada, in-trod., notas, revisión del textopor Bernardino de Armellada,BAC, Madrid, 2004, 694 pp., 13× 20 cm.

La publicación de esta obra elevamuchos puntos el nivel de la riquezabibliográfica de la «Mariología en laBAC», porque en este caso no se tratade una obra que aporte solo la expli-cación, o el comentario a unas cues-tiones de la mariología, por importan-tes que sean. Este Marial de SanLorenzo «contiene toda la mariolo-gía», como afirmó el Papa Beato Juan

XXIII, en la Carta Apostólica en laque proclamó al Santo capuchino«Doctor de la Iglesia» en 1959.

San Lorenzo de Brindis (1559-1619) es una figura eminente, queenlaza los dos siglos más importantesde la mariología, al menos de la ma-riología española: el siglo XVI y elXVII. Murió precisamente en 1619,cuando había cobrado ya un auge in-sospechado el movimiento inmaculis-ta, que fue el motor más importante yefectivo del desarrollo de la mariolo-gía en España, a lo largo de todo elsiglo XVII. Los méritos de la obra quepresentamos hacen honor a las cuali-dades excepcionales de su autor, quemereció justamente ser declarado«Doctor de la Iglesia» en nuestrosdías. Tanto es así, que algunos de losmariólogos más destacados de la últi-ma época de la mariología, han glosa-do, y analizado puntualmente este«Marial», y —desde el punto de vistade su contenido doctrinal— lo han ca-lificado como una obra «sólida, com-pleta y genial». Incluso el P. GabrielM. Roschini, formador de mariólogosy una de las figuras más destacadas dela mariología moderna, consideró a suautor como «el mariólogo más grandede su tiempo», a la altura —añado pormi parte— de su contemporáneo elfranciscano Juan de Cartagena, autorde una obra de Homiliae Catholicaesobre los misterios y las fiestas de laVirgen María (1611), que constituyentambién un compendio de mariología,según las exigencias de la época. Nose pueden restar valores a la impor-tancia del contenido de la obra del«Doctor Apostólico» San Lorenzo deBrindis, teniendo en cuenta la época ylas circunstancias determinantes de lamariología de su tiempo.

San Lorenzo de Brindis fue un pre-dicador incansable, persuasivo, efi-

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ciente, que sabía acercar al pueblo lariqueza doctrinal de la palabra deDios, y hacía vivir ante él, ávido dedoctrina, la imagen de Jesucristo, dela Virgen María y de los Santos. Fuetambién un escritor prolífico, que dejóredactados muchos escritos de diver-sas materias. Sus obras vieron la luzmuy tardíamente: tres siglos despuésde su muerte (1928 y ss.); pero, mere-ció la pena el esfuerzo hecho para darvida a sus manuscritos. La obra quepresentamos, la primera de la serie,publicada en 1928, tuvo una segundaedición en 1964, que indica la buenaacogida que se le dispensó en el cam-po de la teología y de la predicación.

Esta tercera edición presenta unascaracterísticas particulares, en cuantoa la presentación del texto. Va prece-dido de una amplia introducción, obradel P. Bernardino de Armellada, delInstituto Histórico de Capuchinos deRoma, seguida de una nota bibliográ-fica. En esta introducción su autorhace una semblanza de la figura deSan Lorenzo, como predicador y es-critor mariano, y establece unas cla-ves de lectura de sus sermones, parafacilitar su comprensión. Tratándosede sermones marianos, resalta algunostemas particulares, que ponen de re-lieve el valor de sus contenidos, en elambiente de su tiempo, destacandoalgunas líneas que definen la fisono-mía espiritual y salvífica de la Madrede Dios.

La obra tiene dos partes, divididasen diversas secciones. La parte prime-ra recoge los sermones de «Alabanzase invocaciones a la Virgen Madre deDios» (siete secciones, y en total, 60sermones). La parte segunda contienelos sermones en las fiestas de la Bien-aventurada Virgen María (cinco sec-ciones, y en total 26 sermones). Uninmenso caudal de doctrina mariana y

mariológica, que interesa también a lacristología, a la espiritualidad, a la li-turgia y a la historia de la predicación.

Creo que es de agradecer al autorde la edición, y a la BAC, este esfuer-zo por poner a nuestra disposición unaobra de este género, tan valiosa parael conocimiento de la doctrina maria-na y la historia de la mariología. Suejemplo debería mover a emprenderuna labor que posibilitara la lectura yla consulta de tantas obras valiosísi-mas, similares a esta, como atesora lamariología española de los siglos XVIy XVII, muchas de ellas inaccesibleshoy aun para los mismos estudiosos yespecialistas.—ELL.

39. LOUF, A., Mi vida en tus ma-nos. El itinerario de la gracia,Narcea, Madrid, 2004, 192 pp.,13,5 × 21 cm.

Entrevistado, entrevista, entrevista-dor. Este es el triple eje de esta obraque reseñamos. Contenidos, o episo-dios, de una singular entrevista entreStéphane Delberghe y André Louf(monje trapense). Título y subtítulonos indican, gráficamente, los dos en-claves de la obra. Más específico elsubtítulo. La vida del autor transcurri-da en las manos de Dios como fuentey molde de su gracia. Esto es lo quenos quieren reseñar entrevistador yentrevistado.

A. Louf va desgranado la etapas porla que transcurre la vida del monjeorante (el mismo autor) desde los pri-meros pasos (de duda y esfuerzo) has-ta gustar la soledad, la comunión conlos demás, la oración, la pobreza, eldesierto, la llamada de la palabra deDios, las constantes experiencias enlas que se revela su gracia. No busque-mos más. Estos pasos encierran el de-

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sarrollo de esta interesante entrevista.No es un catálogo de acontecimientos,sino un itinerario para recorrer.

El entrevistador expresa este singu-lar deseo que asumimos con interés:«¡Ojalá pueda el lector itinerante —dice S. Delberghe— entrar en la expe-riencia que se propone, y descubrir sufuerza vivificante! Así, estas palabrasde vida enraizadas en la Palabra seconviertan en carne y vida». Para lo-grar el objetivo que el entrevistador sepropone en esta obra, reseña sus con-tenidos fundamentales en estos apar-tados: Orígenes, Tradición viva, Soli-tario para Dios, Transmitir la vida,Elegir a Dios, De le gracia de la ilu-sión a 1a gracia de lo real (un grancapítulo, rea1ista y sincero), Desierto,obediencia, celibato, pobreza, Cami-nos de humanidad, Un corazón que-bantado, La oración del corazón,Lejos del mundo y cerca de él, Testi-monios de ayer, palabras de hoy (otrogran capítulo), Vida monástica y ecu-menismo, El futuro de la Iglesia y delmundo.

Del capítulo 2º acentuaríamos laspp. 36 y 37; del 3º las pp 42-45 y 47;el 4º merece una atención especial altratar del acompañamiento espiritual.Para A. Louf, la noche ayuda al hom-bre a abrirse a su otro lado, a su caraescondida; se refiere a la dimensiónmasculina y femenina de la personali-dad, y pide reconciliarse con ambospolos; todo contemplativo se convier-te en un eminente experto en ateísmo;el trato con los demás nos convierteen conscientes de su soledad; el mís-tico es quien siente ya, lo que el cris-tiano aún no; allá donde la razón separa, el amor penetra más a fondo,etc.

Lean, pues, la obra surgida en unaentrevista, pero cuyo contenido es lavida misma. Es un itinerario —vivido

por el autor— desde la gracia. Susdebilidades son también las nuestras.Su fuerza radica en las manos de Diosen las que ha colocado su vida, y enlas que también están las nuestras.Buenos cimientos siempre para vi-vir.—IP.

40. MALLEY, J.; MACCISE, C.;CHALMERS, J., In obsequioJesu Christi. Cartas Circularesde los Superiores GeneralesO. Carm. – O.C.D. 1992-2002,Edizioni OCD, Morena (Roma),2003, 192 pp., 12 × 19 cm.

Son nueve las cartas circulares queeste libro contiene, emanadas del diá-logo y buenas relaciones entre lossuperiores generales del Carmelo dela Antigua Observancia y del CarmeloTeresiano: John Malley y JosephChalmers por el primero y CamiloMaccise por el segundo. Está acompa-ñado el texto de la obra con dos foto-grafías del P. Maccise y cada uno delos dos carmelitas en sus respectivosmandatos como superiores generales.

La mayor parte de los textos sonbien conocidos por los miembros deuna y otra orden, y sin embargo algu-no de esos documentos ha pasado des-apercibido por esos miembros (al me-nos por el poco uso que de él se hacey las pocas o ninguna cita que de él seven en los estudios que podrían citar-lo). Se trata de la «Propuesta parauniformar la forma de citar la Reglacarmelita», del 31 de mayo de 1998,solemnidad de Pentecostés. Podemosdecir que el documento todavía no haconocido su éxito entre los estudiososde la Regla. Esperemos que para el2008, su décimo aniversario, hayapenetrado las capas doctas de estasórdenes.

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Los títulos del resto de textos ofi-ciales son como siguen: «Fraternida-des orantes al servicio del pueblo»,con ocasión del V Centenario dela Evangelización de América(16.07.1992); «Volver al Evangelio.El mensaje de Teresa de Lisieux», enocasión del Centenario de la muertede santa Teresa de Lisieux(16.07.1996); «Una doctora para eltercer milenio», por el doctorado de laanterior y «Abiertos al futuro deDios», con motivo de los 750 años dela aprobación definitiva de la Regladel Carmelo por Inocencio IV (ambos,el 1.10.1997); «Perder para ganar. Elitinerario de la beata Teresa Benedictade la Cruz (Edith Stein)», por su ca-nonización (9.8.1998); «Para cruzarla Puerta Santa. Vayamos como her-manos y hermanas al encuentro delnuevo milenio», con ocasión del GranJubileo del 2000 (14.11.1999); «ConMaría la madre de Jesús (Hechos 1,14)», para celebrar los 750 años delEscapulario (firmado en Aylesford,Inglaterra, el 16 de mayo de 2001,fiesta de san Simón Stock); y «Paraque el mundo crea (Jn 17-21). Onceaños de diálogo y colaboraciónO.Carm. – O.C.D. Balance y proyec-ción», escrita para Navidad de 2002 yAño Nuevo de 2003. Todas las cartascirculares se firmaron en Roma ex-cepto Con María la madre de Jesús.Éste es el contenido.

El continente, por su parte, es lim-pio y a tono con la utilidad de losdocumentos expuestos. Es manejable,con los títulos de los textos referidosal pie, junto al número de las páginasimpares. El único error grueso de con-cordancia es la equivocación de lascifras del índice final que hacen refe-rencia a las páginas donde se hallanen el libro cada una de las cartas cir-culares. Abiertos al futuro no está en

la p. 87 sino 73, Perder para ganar noen la p. 117 sino 119, la Propuestapara uniformar la forma de citar laRegla no en la p. 149 sino en la 125,Para cruzar la Puerta Santa no en lap. 167 sino 141, Con María la madrede Jesús no en p. 187 sin 157, y Paraque el mundo crea no en la p. 213sino en 177 (pues el libro tiene 192págs.). Esto no quita un ápice de lautilidad para todos los carmelitas deeste librito enjundioso.

Las notas de cada una de las cartascirculares aparecen al final de las mis-mas y los textos están presentados concaracteres legibles y claros. Agrade-cemos a Edizioni OCD la traducciónde esta obra que apareció original-mente en italiano, para que todos loslectores hispanohablantes puedan en-riquecerse de la doctrina de los docu-mentos oficiales aquí reunidos.—IHT.

41. MESTERS, C.*, Junto a la fuen-te. Círculos de oración y medi-tación sobre la Regla del Car-men, Ediciones Carmelitanas,Madrid , 2004, 334 pp., 15 ×21,5 cm.

El subtítulo clarifica el contenido yel carácter de este libro del CarmelitaCarlos Mesters y traducido por Fr.José Donaire González: Círculos deoración y meditación sobre la Regladel Carmen. Porque el libro nos tras-mite la finalidad, y el método que sesigue en esas reuniones que se organi-zan para profundizar y actualizar laRegla de Vida de los Carmelitas, la

* Transcribimos de nuevo esta recen-sión por los fallos que aparecieron en elnúmero anterior de Revista de Espiri-tualidad en relación con el Autor de laobra.

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Regla es la fuente en torno a la cual sereúnen y meditan los y las carmelitaspara ahondar en su identidad y «hacerque cada una de nuestras comunida-des sean una fraternidad orante y pro-fética en medio del pueblo, y ... pue-dan fortalecer entre nosotros elespíritu de familia y la ayuda mutuaen la realidad de nuestra misión aquíen América Latina» (p.12).

El libro contiene una larga intro-ducción y una serie de círculos. En laintroducción (pag. 8-48) el autor estu-dia brevemente quienes somos losCarmelitas, una doble presentación dela Regla, la primera el texto de lamisma dividido en capítulos y la se-gunda, una agrupación del texto bajodiversos epígrafes que dirigirán el tra-bajo de los círculos, una historia sin-tética de la Regla desde su aparicióncomo Fórmula de vida en 1207 hastasu aprobación como Regla de la Or-den de los Carmelitas en 1247 por elPapa Inocencio IV y con ella de lapropia Orden Carmelitana con su pasoa Occidente. Termina la introduccióncon la exposición de la dinámica delos círculos, un índice de los mismos,y una serie de cánticos útiles, aunquesolo indicativos, en la celebración dedichos círculos. Cada círculo constade una apertura-ambientación, tresmomentos y una acción de gracias.Expone lo que cada uno de estos apar-tados contiene. Cada círculo reflexio-na sobre uno o varios números de laRegla, y algunos números dan materiapara varios círculos.

A partir de la pagina 49 ofrece elcontenido de cada uno de los 23 círcu-los según la dinámica que les caracte-riza. Resaltamos la ayuda que suponepara profundizar en el contenido de laRegla el contexto histórico doctrinalque ofrece cada círculo, dándonos in-formación sobre la historia y la espiri-

tualidad. La obra se cierra con unapéndice que ofrece diez puntos sobreel método y lectura mística de la Bi-blia.—SF.

42. RENAULT, E., Ce que Thérèsede Lisieux doit à Jean de laCroix, Cerf, Paris, 2004, 220pp., 13,5 × 21 cm.

Buen conocedor de la doctrina desanta Teresa de Lisieux, el carmelitafrancés E. Renault nos presenta eneste libro un interesante estudio sobresu figura en relación con san Juan dela Cruz. Teresa misma afirma en suautobiografía haber tenido una graninfluencia del Santo reformador delCarmelo. En el ambiente del Carmelofemenino francés, Juan de la Cruz eramucho más conocido que santa Teresade Jesús. Pero es que, además, unacercamiento a su obra permite descu-brir en la espiritualidad teresiana vin-culaciones muy fuertes con la doctri-na sanjuanista, hasta el punto que esposible afirmar que la doctrina deTeresita es una explanación vital ysencilla de la expuesta por san Juan dela Cruz.

La presentación de nuestro autor essumamente original: se trata no sólode mostrar las afinidades de la espiri-tualidad de maestro y discípula –elmodo común de abordar este tema-,sino de poner de manifiesto la profun-da afinidad espiritual y vital que exis-te entre ambos santos carmelitas. Sal-vadas las diferencias culturales quelos rodean, Juan de la Cruz y Teresadel Niño Jesús se identifican comosantos entregados al Amor que reali-zan en su vida mediante el seguimien-to del ideal del Evangelio. La profu-sión de temas comunes no es, paraRenault, fruto de un aprendizaje que

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Teresa habría hecho de la doctrinasanjuanista, sino de una profunda co-munión espiritual y vital. Más queaprender del Santo, Teresa ha encon-trado en él un alma gemela, alguienque le muestra realizado el caminoque ella intuye, un padre del que serhija espiritual o, mejor, un hermanodel que ser hermana.

Entre Juan de la Cruz y Teresa hay,al decir de nuestro autor, que compar-timos, una historia de encuentro másque una de magisterio. Así, de lamano de la vida de Teresa, el P. Ren-ault nos va narrando la aventura deese encuentro, los modos y lugares enlos que Teresita va topando con ladoctrina de Juan de la Cruz y va des-cubriendo en él un eco de sus propiossueños hecho realidad. De esta aven-tura son testigos excepcionales losescritos teresianos, que el autor ras-trea buscando en ellos indicios de lacomunión de ambos santos, de los te-mas por ellos compartidos y las mane-ras comunes de abordarlos.

Recomendamos la lectura de estelibro por su interés para el conoci-miento de una relación tan esencialpara comprender a Teresa como laque mantuvo con Juan de la Cruz.—EM.

43. RYKWERT, J., La idea de ciu-dad. Antropología de la formaurbana en Roma, Italia y elmundo antiguo, prólogo de Eu-genio Trías, Sígueme, Salaman-ca, 2002 (=El peso de los días,30), 296 pp., 17,5 × 25 cm.

El autor, Joseph Rykwert, es uno delos más afamados y prestigiosos histo-riadores de la arquitectura. La mayor

parte de su vida la ha dedicado a laenseñanza universitaria en Europa yEstados Unidos. De hecho, el originalde la obra que presentamos está escri-to en inglés (The Idea of a Town),publicado ya en 1976 y reeditado en1988. Aquí tenemos la traducción es-pañola que llega a distancia de casitreinta años. Tiempo suficiente paraque el autor se haya convertido en unclásico de la historia de la arquitectu-ra y aquí, en España, se hayan digna-do a introducirlo en las listas editoria-les de autores cuyas obras resultainteresante publicar.

En 1972 otra editorial española (noconfesional) publicaba uno de los pri-meros estudios de Rykwert, como lofue La casa de Adán en el paraíso: laidea de cabaña primitiva en la histo-ria de la arquitectura (Barcelona,Gustavo Gili). Como vemos, pues,este autor se ha empeñado en investi-gar las ideas en el ámbito de la arqui-tectura. En consecuencia, ha debidointroducirse en disciplinas muy huma-nísticas, tales como la filosofía, laantropología, la etnología, la arqueo-logía, la sociología, la historia delpensamiento, etcétera. En esos ámbi-tos se adentra también el libro quepresentamos, La idea de ciudad.Transporta al lector a la Urbe, la eter-na Roma, de modo que asista a sufundación; ésta se trata en el primercapítulo: «Ciudad y rito: Roma y Ró-mulo» (pp. 39-54), en el segundo: «Laciudad y el solar» (pp. 55-87) —don-de se analiza la elección del solar enel que se fundará la ciudad— y en eltercero: «El cuadrado y la cruz» (pp.89-117), en que se investiga el porquéde la forma de la ciudad.

En el capítulo siguiente (el cuarto),el autor amplía el marco de visión ysu análisis se dirige hacia los límites

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de la ciudad: «Guardianes del centro,guardianes de los límites» (pp. 119-179). En el quinto capítulo se presen-tan «Los paralelos» (pp. 181-208), esdecir, aquellas otras experiencias a lolargo y ancho del mundo que se die-ron antes o después de Roma en tornoa la fundación de una ciudad o, almenos, de algo parecido a lo que hoyentendemos como ciudad, bien fueraun poblado, una aldea primitiva, unasentamiento de tipo sedentario yorganizado, etc. La idea de ciudad eslo que busca el autor, así que tieneque vérselas con la paleografía, la nu-mismática, la sigilografía, el análisisdetenido y pormenorizado de los res-tos arqueológicos, la transcripción deinscripciones —cada cual más raray estrambótica—... Todo ello lo ofre-ce de un modo altamente pedagógico,acompañado desde el principio porimágenes que tienen su explicaciónal lado y que orientan al lector, siem-pre profano en la materia, ya quesólo existen unos pocos especialis-tas que han tenido el valor de investi-gar y estudiar todos los documentos ymonumentos a los que el autor ha te-nido acceso personal y pacienzuda-mente.

Rykwert, además, entra en discu-siones que a nosotros pudieran pare-cernos diatribas sin fundamento, peroque en su esencia exponen diversasvisiones y concepciones de un mismohecho (interpretaciones) o, sencilla-mente, proponen hipótesis que necesi-tan de fundamento histórico verifica-ble. Así funciona toda ciencia desde laIlustración. Pero por muy ilustrado yliberal que uno sea no hay modo deabordar una cuestión tan crucial comola idea de ciudad si no es partiendo dela religión, de la religiosidad esencialal hombre, del deseo de trascendencia

que habita en él desde su misma con-cepción, de lo cual el mismo autorpresenta restos y documentación di-versa que lo afirma y explicita. Poreso recensionamos un libro como ésteen una revista como ésta. Porque laespiritualidad está presente hasta en laidea de la ciudad.

El último y brevísimo capítulo dellibro (el sexto) es del todo sugerente,ya que va dirigido a las mentes de loslectores urbanos de nacimiento, deconstitución y de creencia. Su títuloya es interpretativo: «La ciudad comoun mal curable. Ritual e histeria» (pp.209-215), en donde pone en diálogo laciudad antigua, milenaria, con la ciu-dad contemporánea, sacando a la luzel influjo que la ciudad puede tener enla psique humana (cita, entre otras, lasinvestigaciones de Freud en este cam-po) y confrontando, como a lo largode toda la obra, unos ejemplos y otrosde ciudades, sacados de estudios espe-cíficos que el autor ilumina con tinoen su reflexión.

Una conclusión y varios índices fi-nales ponen el colofón a una obra bienescrita, bien presentada, bien encua-dernada y bien diseñada, que no tienedesperdicio alguno y que, aunque diri-gida a un grupo de lectores no dema-siado amplio, produce cierto gozo yalgunas reflexiones según sea el ámbi-to de lectura de esos lectores. Lo cualya es mucho para un libro de estascaracterísticas, puesto que cumple conla función sociológica de producir enlos lectores el quid del pensamientoque es la reflexión, la meditación, laprovocación de ideas que llevan aotras ideas y, quién sabe, a una ideade ciudad más acorde al ser humanoque, en definitiva, es quien la funda,quien la conforma, la ordena y paraquien está pensada.—IHT.

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44. VÁZQUEZ BORAU, J. L., Te-resa de Lisieux. Un caminoevangélico para el siglo XXI,BAC, Madrid, 2003, 129 pp., 14× 20,5 cm.

La enorme fecundidad de la figurade Teresa de Lisieux es una invitaciónconstante a la realización de estudiosque analicen su vida y su obra desdediferentes puntos de vista. Reciente-mente declarada Doctora de la Iglesiapor Juan Pablo II, santa Teresa delNiño Jesús ofrece a la Iglesia y a laHumanidad un testimonio auténticode vida cristiana que es profundamen-te evangélico y de enorme valor. J. L.Vázquez intenta en su libro, precisa-mente, hacer una presentación en cla-ve evangélica de la doctrina de Tere-sa, proyectando su ser y su mensajehacia el siglo recién comenzado.

De santa Teresita se ha dicho quede su mano es posible volver al Evan-gelio. Efectivamente, en contraste conuna espiritualidad demasiado centradaen las propias obras, conflictiva consu entorno sociopolítico y, con fre-cuencia, victimista, Teresa ha desarro-llado la suya propia, de raíz honda-mente evangélica, inspirada en lamisericordia de Dios que ella ha expe-rimentado personalmente y que, a tra-vés de la lectura de los evangelios,reconoce personificada en Jesús.

Esta es la intuición que sostiene eldesarrollo de nuestro autor: la seguri-dad de que la doctrina de Teresa eseminentemente evangélica y, por ello,puede ser expuesta a la luz de la bien-aventuranza que es el Evangelio. Dehecho el capítulo X del libro –segun-do de la parte dedicada a la doctrinade Teresa-, anuncia en el título unapresentación de la espiritualidad deTeresa de Lisieux en el marco de lasbienaventuranzas de Jesús; creemos,

sin embargo, que el proyecto así pre-sentado no se cumple en las páginasque siguen, pues el autor no ha busca-do tanto enmarcar la espiritualidad deTeresa en las Bienaventuranzas deJesús, cuanto enumerar unas nuevasbienaventuranzas de sabor evangélicopero plenamente inspiradas en la doc-trina de Teresita; es decir, que se re-crea el mensaje de los Evangelios a laluz de la espiritualidad teresiana, conlo que el estudio se aleja de la origi-nalidad que prometía el título de estecapítulo.

Uno de los elementos más valiososdel libro, prologado por J. F. Six, esmostrar la figura de Teresa de Lisieuxcomo mística. En demasiadas ocasio-nes se confunde al místico con unapersona abierta a fenómenos extraor-dinarios y alejada de la vida normalde los creyentes. Nuestro autor remar-ca con acierto que la mística es, nimás ni menos, que la vivencia actual,la experiencia personal, de la verdaddel Evangelio. En ese sentido Teresade Lisieux es una mística de modopleno y su experiencia mística es uncamino evangélico perfectamentetransitable por los hombres y mujeresde nuestros días, pues no consiste enhechos extraños, sino en abandonarseen manos del Jesús de los evangeliospara que él nos lleve al amor miseri-cordioso del Padre.

El autor muestra un buen conoci-miento de las fuentes teresianas –enconcreto, son constantes las referen-cias a Juan de la Cruz-, y acompaña elestudio de la espiritualidad de Teresade una presentación muy correcta delambiente histórico – filosófico y lavida de Teresa, así como de su vida,su cronología y sus escritos. Esta par-te introductoria es, quizás, demasiadoextensa en relación al conjunto del li-bro y, quizás, podría reordenarse o

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incluso haberse obviado, por el grannúmero de estudios que existen yasobre este tema, salvada la exposiciónde las corrientes filosóficas contem-poráneas de Teresa, que nos parece elpunto de más interés de esta parte in-troductoria. Igualmente, como capítu-lo final del libro, es valioso el encua-dre de la doctrina teresiana ennuestros tiempos de pensamiento pos-moderno.

En suma, un libro de lectura intere-sante –prologado por J. F. Six- por loque supone de actualización de ladoctrina teresiana como doctrinaevangélica y eminentemente mística,pero cuyo título despierta algunas es-peranzas que no son del todo satisfe-chas. Ojalá nuestro autor retome conmás extensión el tema en un futuro nomuy lejano.—EM.

45. TOLIN, A., De la montaña alllano. Claves para el encuentrocon Jesús, Narcea, Madrid 2003,116 pp., 13,5 × 21,5 cm.

Claves para el encuentro con Jesús,nos parece excesiva su expresión; cla-ves para un encuentro, nos parece másexacto. Lo que nos parece más peda-gógico y desafiante es el título de laobra: De la montaña al llano. Si no sebaja no se realizará el encuentro conJesús que el autor propone como metade su obra.

Por otra parte, sin olvidarnos de 1asaportaciones que nos brinda toda laobra, el encuentro que propone se rea-liza en otras pistas que reseña A. To-lín a través de la obra: Primeros pa-sos, De la montaña al llano, Hacersecomo niños, Vivir en nuestro mundo,Estar alegres, Establecer nuevas rela-ciones, con el Epílogo: llamados acrecer.

Las nuevas relaciones que el Autornos propone se concretan en: relacio-nes con la naturaleza, relaciones conuno mismo, y relaciones con los de-más. Exacta labor del llano y no de lamontaña. Desde una perspectiva másamplia acentuaríamos también las si-guientes pistas: «Hay un momento dela andadura cristiana que podríamoscalificar de pre-cristiano y es el inicio,la iniciación cristiana. Parece que enlos últimos tiempos hemos perdido odisminuido la realidad y la importan-cia del proceso de iniciación. Así nosencontramos con cristianos que, onunca se han iniciado como tales oque su iniciación ha sido muy defi-ciente, a trompicones y sólo gracias aDios». Y concluye: «Necesitanos,pues, iniciar en la andadura cristiana aunos cristianos que se suponen ya ini-ciados».

Esta obra de A. Tolin ayudará atener en cuenta este momento pre-cristiano y los pasos siguientes. Simal empezamos, el progreso se abor-ta... y la meta no se alcanza. Construirsin cimientos es como arar en el mar.Las bases fundamentales, las pastora-les —dice A.Tolin—; después, lasdoctrinales. «Hay que desarrollar unafe en el Dios de Jesús, en el Dios delllano, que camina y se encuentra don-de tenemos edificada nuestra vida» (p.10). Ahí se realiza el verdadero en-cuentro. Desde la infancia y en la in-fancia; no antes de ella. Caminar ycrecer en ella.

La obra de A. Tolin no es un trata-do de nada, ni pretende redondear lascosas que se tratan. Más bien se ofre-cen ideas, sugerencias, reflexiones,intuiciones, meros planteamientos...Una buena obra, gratificante y estimu-lante. Mana de la experiencia pasto-ral, no de un gabinete alejado de lavida.—IP.

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46. RODRÍGUEZ, J. V., La sonrisainterminable de Dios. Biografíade la Hermana María Cristinade Jesús Sacramentado (Cristi-na de los Reyes Olivera) carme-lita descalza (1890-1980), EDE,Madrid, 2005, 456 pp., ilustra-da, 13 × 22 cm.

Acaba de abrirse el Proceso de bea-tificación y canonización de la prota-gonista de esta obra. El libro constade 24 capítulos con un prólogo clari-ficador. Se cierra con un Epílogo es-crito por el famoso P. Ismael Ben-goechea (+ 10-I-2005), en el que sehace una presentación muy elogiosade la biografía, llamándola documen-tada, real, completa, válida. En la obrase trata de alguien que pasó por elmundo sonriendo y que sigue hacién-dolo y transmitiendo el evangelio dela paz y la alegría desde el sacramentode su sonrisa. El autor acierta de llenoal titular el libro: La sonrisa intermi-nable de Dios.

M. Cristina nació en Sevilla; se crioen Huelva y después de haber estadoen la fonda Ávalos de la capital onu-bense, entró en enero de 1921 en elCarmelo descalzo de Ogíjares (Grana-da). De allí pasó a San Fernando (Cá-diz) en 1946 como una de las funda-doras de aquella casa, donde murió en1980.

Figura singular. Rodeada desde sujuventud de la fama de «alguien ex-traordinaria» por los favores celestia-les que se salían de lo corriente: visio-nes, revelaciones, asunción empáticade dolencias y enfermedades ajenas,etc., etc., tuvo que pasar por esto mis-mo y por la fama de santa que la ro-deaba por no pocas tribulaciones.

La verdad de su vida de seguimien-to de Cristo no se basaba en ese tras-mundo sino en la solidez de sus virtu-

des, bien acrisoladas. Su lema repeti-do mil veces: «Orar, callar, sufrir», lova sembrando a voleo, escanciando susonrisa en esos tres verbos emblemá-ticos con los que se teje su vida. Suespiritualidad se sustancia en la ora-ción, en el silencio fecundo, en la cruzque la llevaba a la luz. Uno de losmejores capítulos del libro viene a serel 21: Lo extraordinario en la vidade Cristina, en el que con buen pulsoy equilibrio se trata ese tema tan deli-cado.

De temperamento artístico como supadre y de inteligencia despierta, peroiliterata y con bien poca formacióncultural, supo vivir a fondo las verda-des de la fe. Las gentes venían a ellaen busca de consejo y de orientaciónen las dificultades individuales y fa-miliares de la vida. Su bufete fue ellocutorio conventual donde consoló eiluminó a tantísimas personas.

Desde su correspondencia abundan-te, con la que estimulaba la caridad delos bienhechores llamándose «la men-diga de Jesús», alentaba a los destina-tarios al cumplimiento de sus deberescristianos y a ser santo. Se trata, ellibro lo muestra con toda diafanidad,de un testimonio vivo y verdadero dela alegría con que se ha de servir aDios. Su gran arma es la confianza enDios y la red para conquistar almaspara Dios es su sonrisa, sonrisa inter-minable porque era trasunto de la son-risa de Dios.

Quien recorra este libro entenderáperfectamente lo que dejó dicho Mar-tín Descalzo: «Si yo tuviera que pe-dirle a Dios un don, un solo don, unregalo celeste, le pediría, creo que sindudarlo, que me concediera el supre-mo arte de la sonrisa. Es lo que másenvidio en algunas personas. Es, meparece, la cima de las expresioneshumanas».—JAM.