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8/20/2019 Arbeleche Canale
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La máquina de
ganar Concursos
"Arbeleche & Canale, Arquitectos"
Por el Arq. César J. Loustau
La máquina de ganar Concursos" en acción; de izquierda a derecha: Bcliián Arbeleche. Miguel Ángel Canale
y Juan Félix Camagni, alrededor de una mesa de dibujo, distuliendo acerca de uro de los laníos proveaos
que emprendieron.
En el marco de la labor de difusión de
ios valores de la arquitectura nacional
que venimos realizando desde hace va-
nos años, hoy nos ocupamos de la trayec-
toria de dos arquitectos qu e, junto s o se-
paradamente, concretaron obra de indis-
cutible m érito.
Luego de triunfo de la arquitectura
renovadora en el Río de la Plata -gracias
•a denodada lucha que sostuvieron
aquende y allende e est ua no los precia-
o s pioneros de ambas m árgene s-, ¡a mis-
a se consolidó en territorio orienial en
«on de que los jurados encargados de
scernir premi
o s e n
i
o s
concursos de ar-
quitectura distinguieron, casi sin excep-
ción, a los proyectos que obedecían al
nuevo espíritu. No se trataba de un sim-
ple cambio de moda; no era que se pre-
tendiera sustituir a la arquitectura eclec-
ticista finisecular -por mero afán de
innovación o modernismo- por otra pro-
vista de nuevo ropaje, sino que la razón
era más profunda. Hechos históricos, so-
ciales y técnicos propiciaban y justifica-
ban una nueva visión del arte. Ef perfec-
ciona m iento en la* elaboración del acero y
luego el invento del hormigón armado,
permitieron la ejecución de formas antes
impensables por impracticables. No fue
una lógica y predecible evolución: el nue-
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ALM AN AQ UE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO
Perspectiva de la Bolsa de Comercio (19361. el primer concurso al que se presentaron y ganaron.
vo concepto de estructura portante revo-
lucionó los procedimientos constructivos
que la humanidad venía utilizando desde
tiempos inmemoriales.
De ahí que junto a los cambios socia-
les, económicos, técnicos y culturales
promovidos por la
revolución industria ,
se gestara una nueva arquitectura que se
bautizó indistintamente coa los nombres
de "moderna", "renovadora", "raciona-
lista internacional" o "funcionalista".
Como sucede siempre, el cambio se
inició com o un rechazo a todo lo existen-
te , en especial al estilo imperante en la
época: ia arquitectura ecléctica de falsas
decoraciones -engañosa por tanto- de fi-
nes de siglo, fue sustituida por otra cuya
virtud esencial era el ser
honesta.
La ar-
quitectura racionalista internacional im-
puso el respeto a ultranza a la verdad ar-
quitectónica y
ésta fue acatada por
quienes cultivaban aquélla, con unción
casi mística. Las nuevas formas que sur-
gieron no ocultaban lo que ocurría en su
interior: por el contrario eran la fiel exte-
higiene que habían sido, por lo general
desdeñadas. La arquitectura nacida en e
primer tercio de nuestro sigio se la llam
también, por ese motivo,
racionalista
funcionalista.
Los arquitectos de los que nos ocupa
remos en el presente trabajo descollaron
precisamente, dentro de esta modalidad
de proyectación: su mayor mérito fue e
haber sabido elaborar soluciones simples
lógicas y funcionales.
En un artículo que escribiéramos para
la revista "ARQUITECTURA." (N° 243)
decíamos: "El binomio Arbekche-Canal
constituyó una fórmula que se hizo prác
ticamente imbatible en aquella época. La
razón de su éxito estribó en la simplici
dad de los proyectos presentados, sin cae
en el simplismo. Las plantas eran francas
netas, claras: uno no se explica cómo no
arribaron a la misma solución los demá
concursantes: la razón de ello debe bus
carse en lo difícil que resulta lo aparente
mente fácil".
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LA MA QU INA DE GANAR CONCURSOS
Foto de la
Eloísa:
se
aprecia en
ella sus dos
fachadas,
frentistas a
las calles
Misiones y
Rincón.
Detalle del
acceso al
edificio de
la Bolsa sobre
la calle
Misiones.
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ALM ANA QU E DEL BANC O DE SEGUROS DEL ESTADO
Plañía del 5" piso del inmueble de a Bolsa, destin ado a escritorios: la solución a la que arrib aron, es de una
simplicidad y claridad meridianas.
da con el nombre de Laurie- Ferrari, fue
el mayor de los tres hijos que tuvo la pa-
reja: vio la ¡uz en Buenos Aires el 12 de
setiembre de 1902 y allí nacieron tam-
bién su hermano Roberto en 1905 -que
igualmente sería Ar qu itecto - y Helena, la
menor. Inició sus estudios primarios en
nuestro país en la Escuela de Reyes, e in-
gresó luego a Enseñanza Secundaria. Lie-
gado el momento de elegir el rumbo a to-
mar, optó primeramente por Ingeniería,
pero luego al comprobar que ésta carrera
no condecía con su vocación, pidió el co-
rrespondiente pase para Arquitectura, lo-
grando obtener el título en 1931. Ese mis-
mo año se casó con Azucena Ituño y del
matrimonio nacieron Beltrán José, reci-
bido de Ingeniero en 1959, padre de tres
hijos y Teresita qu e se diplomó de Arqui-
tecta en 1962 (casada con el Ing. José En-
rique Cabrera y madre de dos hijos, uno
de los cuales actualmente cursa uno de
los últimos años de Arquitectura). Arbe-
año 1975, para acogerse a los beneficio
de una merecida jubilación.
El citado en segundo término, Migu
Ángel Canale Ferreira, nació en Montev
deo ei 21 de jun io de 1902, del matrim
nio de Miguel Canale Larcebeau con D
lores Ferreira Da Manca. Cursó Primar
en la Escuela de 2o. Grado No. 12 -
mismo tiempo concurrió a clases de "O
nato, Figura y Plástica" en la Scuola It
liana-, Secundaria en la Universidad y
nalmente acudió a la Facultad d
Arquitectura, graduándose en el añ
1935.
Un año antes -en 1934- contr
enlace con Rosita Sandro, de cuya unió
nacieron Miguel Ángel y Eduardo, ambo
arquitectos; el primero de los nombrado
-recibido en 1966- tiene tres hijos: M
guel Ángel, Ana y Enzo (los dos varone
cursan Arquitectura) y el segundo -qu
alcanzó el título en 19 71 - posee dos va
tagos:
Eduardo y Rosita, concurriend
esta última también a la Facultad d
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LA MA QU INA DE GANAS CONCURSOS
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Vista de la Caja de Jubilaciones y Pensiones C iviles, lambién ganada a concurso en el año 1937, por el equipo
formado par los Arqs. Arbeleehe y Can ale y el Sr. Camagni.
Arquitectura; en el año 1948 dimite al
mismo para pasar a ocupar la Dirección
del Departamento de Arquitectura de la
Caja Nacional de Ahorro Postal, cargo
que ejerció hasta el año 1960. Luego fue
nombrado A sesor en la Caja de Jub ilacio-
nes Bancarias, donde permaneció hasta
su fallecimiento acaecido el 28 de julio de
1971.
En 1936 se llama a concurso público
de anteproyectos para erigir la nueva Bol-
sa de Comercio; sin vacilar Arbeleche,
junto a su condiscípulo Canaíe deciden
Presentarse y jun tos formulan una solu-
ción renovadora que obtendría el Primer
gremio. Lejos estarían de imaginar am-
bos jóvenes, que este éxito seria el prim e-
ro de una larga serie de triunfos que coro-
nana una de las trayectorias profe-
sionales más destacadas en el país. La
asociación de Arbeleche y Canale funcio-
n o
a las mil maravillas en virtud de a
armonía de sus relaciones, pese a la dife-
ocia notoria de caracteres; tácitamente,
°n gran previsión, se habían asignado y
delimitado sus tareas, de modo que ja-
"ias existió un problema de interferencia.
«Del
eche, más bohemio, exuberante,
l
C
° '
d e a s e r a
1
u i e n
normalmente
las soluciones, luego atempera-
anzE
das y pulidas por su socio; éste además,
gustaba de todo lo relacionado con la
construcción y por ello ejerció, con nota-
ble solvencia, la dirección de las obras.
Constituían, si se quiere, la poesía y la
prosa de la vida reunidas.
Dentro de la extensa e importante
obra del binomio, sin duda la más publi-
citada -y por ello conocida- es la realiza-
da como consecuencia de haber obtenido
Primer Premio en los siguientes con-
cursos:
I
o
Año 1936: BOLSA DE COM ERCIO
Ubicación: Misiones 1400 esquina
Rincón. Jurado: Sr. León Peyrou (Presi-
dente); Arq. Juan A. Rius; Arq. Raúl Le-
rena A cevedo; Sr. Julio Ayala; Arq. Hora-
cio Terra Arocena (Secretario). Proyectos
presentados: 25.
Primer Premio:
(Proy. N° 5) Arq. Bettrán
Arbeleche, Arq, Miguel
A. Canale y Sr. Juan Fé-
lix Camagni.
Segundo Premio: (Proy. N" 9) Arq. Ro-
mán Fresnedo Siri.
Tercer Premio:
(Proy. N° 11) Arqs. Jaco-
bo Vázquez Várela y Da-
niel Roco.
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ALM ANA QU E DEL BANCO DE SEGUROS D H. ESTADO
Otra loma mas frontal de la Tachada de la Caja de Jubilaciones sobre la plazoleta Trcnltsla a la calle Colon
TYP1CALFLOOR
O
ZO 40
6 0 SO IDO r
Planta tipo del Edificio de la Caja.
2°) Año 1937: CAJA DE
JUBILACIONES Y
PENSIONES CIVILES
Ubicación: manzana delimitada por
las calles Colonia, Fernández Crespo,
Mercedes y Eduardo Acevedo. Jurado:
Primer Premio: Arq. Beltrán Arbelec
Arq. Migue A. Canal
Sr. Juan F. Camagni.
Segundo Premio:
Desierto.
Tercer Premio:
Desierto.
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LA MAQ UINA DE GANAR CONCURSOS
55
ACTOS CU t IU * l í5
nSIAS
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TODOS
I O S O l P O Ü t f S
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1
*
WBtCT BUBQ^ fclJl _ pi'iiiLi_ i w j f
Fachada del Estadio Auditorio (proyecto
no
ejecutado que o btuviera
el
Primer Premio
en el
concurso que
promoviera el Municipio capitalino
en el año
1941).
J M
luar, sobre
v a l l e
J * '
la Av. Libertador Brigadier
1
U C
larnbién ganaron
a
con-
e en
d
a n o
1942.
R. Campos (Presidente); Arq. Juan A.
Scasso (Secretario); Arq. Carlos Herrera
Mac Lean; Arq. Gonzalo Vázquez Barrie-
re e Ing. Cayetano Carcavallo (Vocal).
Primer Premio:
Arqs. Beltrán Arbeiechc
y Miguel A. Canale.
Segundo Premio:
Arqs. Maleo Fernán-
dez y Antonio Pie
tropinto.
Tercer Premio: Arqs. Rafael Ruano y Ju-
lio Pietropinto.
4
o
Año 1942: CENTRO M ILITA»
Ubicación; Av. Libertador Brig. Gral.
Juan A. Lavalieja 1546, esquina Paysan-
dú. Jurado: Gral. Arq. Alfredo R. Cam-
pos;
Arq. Julio D uhalde; M ayor Arq. José
Demichelü; Capitán R. Moreno y Arq.
Carlos H errera Mac Lean. Proyectos pre-
sentados:
33.
Primer Premio:
Arqs. Beltrán Arbeleche
y Miguel A. Canale.
Segundo Premio: Arqs. Luis Isem y Os-
ear Peyrou.
Tercer Premio:
Arq. Roberto Arbeleche.
5
o
Año 1945: EDIFICIO PARA LA
CAJA DE JUBILACIONES
BANCARIAS
Ubicación:
Av.
Libertador Brigadier
Gral.
Juan A.
Lavalieja 1476
al
96 , calle
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AIM AN AO UE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO
La Cooperativa Bancaria, en la esquina que forman
las calles Zabala y Sarandi. de 1946. óslenla un mural
en mosaicos venecianos del arlisla plástico José A.
Saín Romain
Paraguay esquina Av. Uruguay. Jurado:
por la Caja Bancaria, Sres. Jorge Puel,
Saúl Mezzera y Arq. Rafael Ru ano ; por la
Sociedad de Arquitectos, Arq. Ricardo
Carrére; por los concursantes, Arq. Alber-
to M uñoz del Cam po y Arquitecto Asesor
de la Institución organizadora, Arq. Da-
niel Rocco. Nú mero de concursantes: 30.
Primer Premio:
Arqs. Beftrán Arbeleche
y Miguel A. Canaie.
Segundo Premio:
Desierto.
Tercer Premio:
Arqs. Arturo C. Marti,
Julio Leduc, Domingo
Mendivil y Alberto Se-
rrato.
o
Asim ismo los arquitectos Arbeleche y
Canaie obtuvieron Primer Premio en e
concurso privado promovido por la F á
brica de Glucosa WA LTER BAET HGE N
S.A.,
a construirse en la calle Galicia y
que finalmente se desistió de realizar.
Pero además alcanzaron oíros pre
mios (segundo, tercero o men ción), en lo
siguientes concursos públicos de antepro
yectos: en el primero que se reaiizó en
1930 para ta sede del BANCO HIPOTE
CARIO DEL URUGUAYen la Plaza In
dependencia (el cual fue a dos grados
siendo retenido s 9 proyectos para pasar a
la segunda prueba, entre los cuales figura
ban los de Vilamajó, De los Campos, Ca
prario, Brugnini, Abadie Santos, etc., y
bajo el seudónim o " Trois de coeur", el de
Arbeleche, Canaie y Juan C. Siri); en
1933,
en el del TATTERSALL DE MA
ROÑAS
(el Primer Premio le correspon
dió a los Arqs. Muñoz del Campo Gar-
cía Arocena) en 1938, en el
PALACIO
DE JUSTICIA
merec ieron el 5° lugar (e
Primer Premio fue declarado Desierto
en tanto el segundo Premio fue otorgado
a los Arqs. Rafael Ruano y Julio Pietro-
pinto); en el mismo año 1938, en el de
Club
JUVENTUS
(Primer Premio De
sierto, Segundo Premio Arq. Carlos Gó
mez Gavazzo); en 1939 obtuvieron el T
Premio del concurso para la Administra-
ción Nacional de Puertos (el Primer Pre-
mío se le adjudicó a Vilamajó. Tiscornia
y V üa: no obstan te ello, la A.N.P. decidió
construir la solución de Arbeiecbe y Ca-
naie -luego de comprarles el proyecto-
bajo la supervisión del equipo lécnico del
ente estatal); en 1940 intervienen en el
concurso organizado por la empresa
C.U.T.C.S.A.
(Primer Arq. González
Vanreli); en 1943 en el de la
ESCUELA
DE ELECTROTÉCN ICA Y MECÁN I-
CA
(Primer Prem io Arq. Rafael Lorente)
en 1944, en e
SANATORIO DE CASA
DE GALICIA (Primer Premio Arqs. Fe
rrere, Gallo y Cirisola); en 1945 en el
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LA MAQ UIN A DE GANAR CONCURSOS
Inmueble de rema "DANERI". propiedad de la Caja
de Jubilaciones Bancarias. en la Circunvalación Du-
rango (Plaza Zabala).
Aroztegui); también en 1946, en el de la
CAJA DE AHORRO POSTAL
(Primer
Premio Desierto, Segundo Premio Arqs.
I- Aroztegui, L. Te perino y R. Tisco mia ).
Como ya dijimos, en todos estos concur-
sos recibieron alguna distinción los Arqs.
Arbeleche y Canale.
Por otra parte hay que considerar la
labor ejecutada por encargo directo: mu-
chos y buenos edificios llegaron a conce-
bir y concretar. Entre ellos destacam os: el
te-CONATEL,
en las calles Ejido y La
p z ; e edificio de renta "GORLERO" y
d l a
CAJA
DE JUBILACIONES
IA S
ubicado en la Circunvala-
jurungo 312-14 y calle Sarandí; el
o
d e renta
"
D
WER}», también
át
Jubilaciones Ban cadas en
m C i
u
n v
a l a c i ó n D ura ng o N o .
Washington; el
CAMBIO
. ^
e n l a e s
q"'na de 25 de
A
M l s 1 0 I i e s
; la Agencia y Taller
Afíf-;
L
A
£
e n t e d e 1¡
* Ford Motor Co.,
LA-
1374
7 9AXRONE,
en la calle Soriano
(realizado conjuntamente con los
la
Arqs.
Gerardo Fernández Capurro y En-
rique Bettosini entonces estudiantes); el
INSTITUTO QUIRÚRGICO TRAU-
MATOLOGICO de los Dres. Larghero,
Bado & Vázquez en Br. Artigas 2080, es-
quina Montecaseros; la ampliación y re-
forma de la
FUNDACIÓN LOGOSOFI-
CA DEL URUGUAY,
en la Av. 8 de
Octubre 2662; las oficinas centrales y
apartamentos para la FABRICA DE PIN-
TURAS "APOLO" de Francisco Ansel-
mi, en la calle Convención entre Colonia
y Mercedes; el C\\¡b"OLIMPIA" en la
Plaza Vidiella en Colón; el Hotel "AL-
CIÓN
en el Balneario Solis (actualmen-
te Parque de Vacaciones del C.A.S.-
M.U.); el Parador
"LAS CHOLGAS"
en
el Balneario La Coronilla; el edificio de
renta "RIVIERA" en la Plaza Virgilio
para los Sres. Musso y M iramontes, y nu-
merosas residencias particulares que se-
ria imposible reseñar aquí en totalidad,
pero de entre las cuales destacamos la del
Dr. Basagoiti en la Av. Juan Carlos Blan-
co 2216, la del Sr. Carlos Anselmi en Ca-
rrasco y la del Sr. Casson.
A toda esta apabullante lista de im-
portantes edificios realizado por ambosproyectistas actuando conjuntamente,
debemos agregar aquellos que concreta-
ron separadamente.
Así el Arq. Arbeleche, en su calidad
de funcionario del BANCO DE SEGU-
ROS DEL ESTADO, diseñó una serie de
obras junto al Arq. ítalo Dighiero -por
entonces Director del Departamento de
Arquitectura de la Institució n- y, cuando
éste fallece, le sucede en el cargo, corres-
pondiendo íntegramente, a partir de en-
tonces, la responsabilidad de las mis-
mas.
Entre ellas resaltamos: la
sede central
del BANCO DE SEGUROS DEL ESTA-
DO en la manzana triangular delimitada
por la Av. Libertador Brig. Gral. Juan A.
Lavalleja, ía calle Río Negro y la Av.
Uruguay; el SANA TORIO DEL BANCO
DE SEGUROS DEL ESTADO,
en la es-
quina que forman las calles Mercedes y
Julio H errera y Ob es: el
e dificio para ren-
ta
ubicado frente al prop io Banco, en Av.
Libertador Brig. Grai. Juan A. Lavalleja
N° 1464 y calles M ercedes y Paraguay; las
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ALM AN AQU E DEL BANC O DE SEGUROS DEi. ESTADO
El proyecto para ta Administración Nacional de Puertos que tos Arqs. Arbelechc y Canato presentaran
eoncurso realizado en 1939, pese an o haber sido el ganador, fue el que la Dirección del enle estatal eligió para
ser ejecuiado.
Sucursales del Banco de Segu ros, Hoteles
y Edifícios en el interior d e la Repú blica
(Salto, Paysandú, Fray B entos, Mercedes,
Rocha, M eio, Florida, R ivera, etc.). Tam-
bién para el Banco de Seguros, Arbeleche
proyectó -jun to al Arq. H. Do m ato -, una
serie de bloques de apartamentos en la-
drillo a la vista en la Rambla y calles
Tristán Narvaja, Paraguay y Alzáibar y el
edificio sito en la esquina S.E. que for-
man la Av. 18 de Ju lio y la calle Vázquez.
Además el Arq. Arbeleche diseñó y
construyó diversas residencias particula-
res entre las cuales sobresalen: la del Cr.
Picón y la del Ing. Ciganda en Carrasco;
la del Sr. H. Beminzoni en la calle Cnel.
Alegre; la del Sr. Juan Antognazza en Br.
Artigas; la del ST. A. Cabrera en Rivera y
Acevedo Diaz; la del Dr. Couture; la de
Serafín J. García; la del Sr. Mendoza:
etc.;
y en Punta del Este, la del Dr. 8asa-
goiti (San Rafael); la del Dr. Vertiz (Par-
que del Golf): la del Sr. B. Airaldi (Aidy
montevideana: como tal intervino en el
diseño de fuentes, patios y escalinatas del
Parque Rodó; en el año 1925 dibuja el
Bar M orisco y jardin es anexos (hoy Mu-
seo Oceanógrafico Dámaso A. Larrañaga)
junto al Arq. José Mazzara; en 1928 pro-
yecta y dirige las obras del Parque de la
República Española en Santiago Váz-
quez, reutilizando las instalaciones de los
viejos mataderos de Montevideo.
Luego como Director del Departa-
mento de Arquitectura de la CAJA NA-
CIONAL DE A HOR RO POSTAL, conci-
bió los edificios de renia y Agencia de la
Institución , ub icados en la Av. 9 de Octu-
bre y Joanicó; en Av. Libertador Brig..
Gral. Juan A. Lavalleja y calle Colonia
(donde se hallan ubicadas las oficinas de
P.L.U.N.A. y dependencias del Ministe-
rio de Turismo) y los de las ciudades de
Salto y Paysandú.
Al igual que Arbeleche. proyectó algU'
ñas viviendas p articulares actuand o sólo,
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LA MAQ UINA DE GANAR CONCURSOS
El Banco
de Seguros dei
Es:ado(l940>,
de Bcltrán
Arbeleche e
ítalo Dighiero.
^o.
538-40, de 1935: su prop ia residen-
cia-en la calle José E. Rodó No. 1860 (en
realidad una remodelación) y otra tam-
ben para sí mismo de "week-end" en
santiago Vázquez, en la caile S. Ochoa;
un edificio de apanamenios en Br. Espa-
S i ,
O -
.
2 I 7 2
>
e n t r e l a s c a l l
es Requena y
^Iterain (1939) y finalmente su casa de
«aciones junto al mar, en el Baineario
^ Coronilla (1960).
a r
Q
u
O m 0 v
emos, e curriculum de ambos
rio t A
Q S
e s s i m
Plemente extraordina-
o b r a s F
c a m i d a d e
importancia de las
a m
- '
t s o
motivó que sus compañeros y
eos i
e s
brindaran cálidos homenajes
con motivo de los dislintos triunfos que
reseñamos. A esos reconocimientos es-
pontáneos se sumó el de varias institucio-
nes. Así, por ejemplo, la Intendencia ca-
pitalina en el
CONCURSO BIENAL DE
ARQUITECTURA que organizara en el
año 1942, les otorgó a Arbeleche y Canaie
el
Primer Premio
en la Categoría "A"
(Medalla de Oro) y Segundo Premio en la
Categoría "B" (Medalla de Plata) por el
Instituto de Jubilaciones y Pensiones;
Mención
en la Categoría "A " por la Bolsa
de Comercio y a Dighiero y Arbeleche,
Mención
en la Categoría "B" por el edifi-
cio para renta de Banco de Seguros del
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ALM ANA QU E DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO
Edificio de reñía del Banco de Seguros, frenlc a su
propia sede, en Av. Libertador Juan A. Lavallcja N*
1458-60-64 y las calles Mercedes y Paraguay.
Estado frentista a éste. Por su parte ia So-
ciedad de Arquitectos del Uruguay les
condecoró en diversas ocasiones por los
concursos que ganaron y por su labor en
general. También recibieron reconoci-
m iento a nive internacional en el
V
CONGRESO PANAMERICANO DE
ARQUITECTOS realizado en Lima en el
año 1940 y en la Exposición de Arquitec-
tura y Urbanismo montada en ocasión
del
VI CONGRESO PANAMERICANO
que tuvo lugar en nuestro país. Además y
en virtud de sus valiosos antecedentes, el
arquitecto Arbeleche fue nombrado Ase-
sor, en el ano 1963, del concurso para el
monumento a erigir en memoria de Don
José Batlle y Ordóñez en las canteras del
Parque Rodó, el cual, pese a que se falló,
practicó con singular conocimiento, de
treza y arte el "hobby" de la fotograf
por lo que mereció numerosas distinci
nes en los concursos en que intervino.
Ahora, a más de cuatro décadas d
auge del binomio, ese lapso nos permi
apreciar con la suficiente perspectiva y
debida imparcialidad, su labor. No
aventurad o ni exagerado afirmar q ue am
bos signaron con su particular estilo un
época de nuestra arquitectura: sin dud
sus razones tuvieron los diferentes jur
dos de los concursos en que intervini
ron, para discernirles tantas distincion
y esas razones a la vista están.
En los especiales momentos de crisis
desconcierto que vivimos, en que alguno
autores cuestionan y menosprecian
obra de los más grandes maestros de
arquitectura moderna y otros en camb
la analizan exhaustivamente porqu
piensan que la vela que ellos descubri
ron puede dar muchos frutos aún, cab
rever de acuerdo con esta postura -q ue
la de los "neo-modernos"-, la arquitect
ra racionalista que estos autores nacion
les encarnaron tal vez más que nadie e
nuestro medio. Fue sin duda muy salud
ble esta corriente, ya que luchó contra
excesivo y falaz decorativismo decim
nónico; por otra pa rte posee atributo s b
sicos, esenciales, que no debieran ser i
norados por toda buena arquitectura, po
encima de estilos o modas dei moment
La franqueza, ia funcionalidad y la sim
plicidad, son valores eternos, inconmov
bles -a un que haya quien rompa lanzas e
pro de la "complejidad y contradic
ción"-. La arquitectura que nos legaro
Arbeleche y Canale posee todas esas vi
tudes -así como en la Argentina la qu
realizara Antonio Tibaldo Vilar-, por l
cual se adapta perfectamente a nuestr
medio y a sus posibilidades económicas
Pretender hacer en los países subdesa
rroliados construcciones altamen te tecn
ficadas, sofisticadas, con "alusiones"
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LA MAQ UIN A DE GANAR CONCURSOS
Inmueble "14 de Mayo", de la Caja de Jubilaciones
Bancanas, ubicado en la proa que forman la Av. Li-
bertador Juan A. Lavalleja y la calle Paraguay con la
Av. Uruguay.
no somos. La arquitectura como la vesti-
menta, trasunta nuestra personalidad:
por eilo debemos ser auténticos y no
mero remedo de lo que se hace en otras
partes del p laneta.
La obra de A rbeleche y Canale es una
de las respuestas posibles para atender a
nuestras exigencias y necesidades desde
* punto de vista arquitectónico y bueno
es e i
"°Bces hurgar en ella para rescatar lo
que aún siga siendo válido. A título de
ejemplo, estimamos sumamente atendi-
le y vigente, la forma cómo organizaban
s
. ec ha da s en base a un ventaneo racio-
ai. dimensionando los vanos casi cienti-
«amenté, para proveer de adecuada luz
os ambientes. La corriente posterior
c
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r t a m
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w a l
l " (muro cortina), o sea
fachada enteramente vidriada, si
r
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« proporcionó verdaderas obras maes- e S U 8 é n e r o como l o s
mos constituya el modelo más apropiado
al cual referenciar nuestra arq uitectura ya
que es onerosa en su ejecución y en su
uso y mantenimiento.
Por otra parte la buena funcionalidad
de un edificio, va de la mano con una
mayor economía en su costo, pues para
atender a una óptima eficiencia, hay que
evitar recorridos inútiles o tortuosos. En
este sentido, la labor de Arbeleche y Ca-
nale fue indudablemente, paradigmática.
Tal vez en lo único que discrepamos
es con la solución que emplearon muchas
veces -porque estaba en boga eatonces-
de crear un haLl monumental, de toda la
altura del edificio y aJ cual dieran en
"balconada" las oficinas de ios distintos
pisos. Este expediente entra ña el inconve-
niente de crear un enorme volumen de
aire a caldear o enfriar por una parte y,
por otra, de proveer un alto nivel sonoro
de ruido en todo el edificio, problema
que se ve agudizado si a la planta baja
accede gran cantidad de público. A pesar
de ello, esta tipología arquitectónica goza
del favor de muchos proyectistas actua-
les: .'ames Stirting y James Gowan en la
Facultad de Historia de la Universidad
de Cambridge en Gran Bretaña; John
Portman & Associates en la cadena de
hoteles Hyatt Regency (en especial en los
de Atlanta y San Francisco); Kevin Ro-
che, John Dinkeloo & Associates en el
edificio de la sede central de la Funda-
ción Ford en Nueva York o, más cerca
nuestro. Clorindo Testa con el estudio
S.E.P.R.A. en el Banco de Londres y
América del Sur en Buenos Aires, se
cuentan e ntre los más prom inentes culto-
res de esta modalidad, por los indudables
recursos plásticos que proporciona.
Por eso agregamos, a modo de refle-
xión final, la labor de estos destacados ar-
quitectos uruguayos brinda material sufi-
ciente, para que las nuevas generaciones
extraigan valiosas enseñanzas y solucio-
nes rescatables con que ir constituyendo
un patrimonio arquitectónico auténtica-
mente nuestro. Debemos considerar que
las buen as lecciones del pasado son siem-
pre provech osas: tenerlas presente es oque puede dar continuidad e individuali-