Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
-
Upload
yadira-scobar -
Category
Documents
-
view
243 -
download
4
Transcript of Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 1/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 2/485
Sodoma y Gomorra es el último,
más impactante, de los ochoelegantes relatos que forman partede este libro. En él, CurzioMalaparte realiza un viaje
maginario junto a Voltaire potierras palestinas, desde Jerusaléa Sodoma, pasando por el ma
Muerto y Jericó. El viaje les servirápara reflexionar acerca de laexistencia y el sexo de los ángelesasí como para revivir los oscuroepisodios acaecidos en la ciudadsodomita. Los otros relatosauténticas joyas líricas del exquisito
autor italiano, llevan por título La
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 3/485
magdalena de Carlsbourg, La hijadel pastor de Born, La mujer rotaHistoria del Caballero del Arbol, Enegro de Comacchio, E«martillador» de la vieja Inglaterray La «Madonna» de los patriotas, y
se sitúan en escenarios tan diversocomo Bélgica, Escandinavia, RusiaItalia o Polonia.
La poderosa personalidad deMalaparte se muestra plenamenteen este libro de extraordinaria
fuerza descriptiva que, junto con umarcado sentido de lo trágico y unronía puramente latina, brillamagistralmente desde la primera
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 4/485
página.
Curzio Malaparte es un auto
mprescindible para entender ecomplejo imaginario italiano de laposguerra.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 5/485
Curzio Malaparte
Sodoma yGomorra
ePub r1.0German25 28.03.16
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 6/485
Título original: Sodoma e Gomorra
Curzio Malaparte, 1931Traducción: Eduardo Bittini
Diseño de cubierta: Ana Domínguez &Astrid Stavro
Editor digital: German25ePub base r1.2
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 7/485
A ti que entraste
a caballo en mi vida.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 8/485
La Magdalena deCarlsbourg
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 9/485
uestros últimos muertos habían sido yenterrados en el cementerio de Rocroi.
El primero de diciembre no
pusimos de nuevo en camino haciseptentrión: nos hallábamos, en aqueentonces, en el mismo corazón de es
riste país valón, que abraza, con sunmensos bosques de abetos, tod
aquella tierra belga que confina ya co
Luxemburgo. Nadie recordaba un invierno tariguroso. Por la noche, se oían loaullidos de los lobos por entre lo
abetales; los hielos obligaban a lociervos y a los jabalíes a salir de lantrincadas espesuras de los bosques
buscando tierras menos inhóspitas po
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 10/485
as inmediaciones de Carlsbourg dondeustamente, teníamos nosotros nuestr
acantonamiento invernal.
Los recuerdos aún latentes dnuestras aventuras del verano y deotoño pasados, de nuestra partida d
talia encuadrados en el Segundo Cuerpde Ejército, las cruentas batallas por lobosques de Bligny, por el Aisne, sobr
el camino de las Damas, sobre lamarismas de Sissone, la victoriospersecución hasta Rocroi del enemigen derrota; la impresión de la
nterminables jornadas de marcha, hora horas, bajo la incesante lluvia, desd
el Mosa hasta las selvas de Saint
Hubert, curvados y agobiados bajo e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 11/485
peso de los equipos, de la fatiga, de laheridas, y pisando siempre los talones aa casi deshecho y derrotado ejércit
eutón, nada de esto, con ser muchoograba quitar de nuestros espíritus lmpresión de sentirnos, en medio d
aquellos enormes, húmedos y tenebrosobosques, como los meros restos de uejército disperso que ha de lucha
siempre contra el frío, contra el hambr contra la agobiante sensación dhallarse aislado en medio de uerritorio extranjero.
El horizonte estaba continuamenteñido de un tono grisáceo, monótono
desesperante. La casa en que m
alojaba, frente por frente del Vra
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 12/485
sanglier des Ardennes —albergue aberna que nuestros soldados llenaba
de cánticos y de risas durante la noche
os compases del «rommelpot»—aquella casa, repito, me oprimía ecorazón con su aspecto de soledad, d
abandono, de eterno frío.Por las mañanas, o al caer la tarde
solía dedicarme a la caza del ciervo: la
furiosas persecuciones mproporcionaban así una válvula descape que a veces lograba darme egrado de equilibrio necesario par
poder luego seguir afrontando aquellmonotonía en que nos hallábamosumidos.
Pero ¡qué triste es, realmente, e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 13/485
sonido del cuerno de caza cuando se loye desde el fondo mismo de lobosques!
Aun así, y como digo, me dediqué dleno a la caza, a falta de mejo
ocupación en aquellos días concretos
con algunos soldados marismeños y cootros tantos cazadores de Carlsbourgde Saint-Hubert, buenos conocedore
éstos de las tretas del jabalí, dábamobatida tras batida por los nevadoparajes. La alegría de los cazadores svolvía contagiosa: sus canciones, la
charlas en torno a la hoguera, los tragode buen vino con que combatir el fríreinante, todo ello llevaba calor a m
espíritu y me permitía, al menos po
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 14/485
algunas horas, olvidar la causa dnuestra estancia, los horrores que podoquiera nos rodeaban. El «¡dallí!
«¡dallí!» de los marismeños, e«¡Hallalí!» de los batidores dCarlsbourg, lograban sacarme de m
estado de aburrimiento, de abatimiento por eso, justamente, me lanzaba en s
compañía, vez tras vez, a lo má
profundo de los bosques.
Una tarde, al regresar de una batida
me quedé solo, aislado, escuchando losonidos —multiplicados a través de lespesura— del cuerno de caza qu
lamaba a los batidores indicándole
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 15/485
que había ya llegado el momento deregreso. Se me hizo de noche cuando, afin, me decidí a volver a Carlsbourg
recordé, no sé aún por qué, que mcamino debería pasar forzosamente a uiro de piedra de la hostería de El jabal
negro, donde habita totalmente recluidaal decir de las gentes, una desgraciadmuchacha que durante la ocupació
había tenido comercio de amores coos invasores alemanes.Era así una hostería prohibida: po
orden terminante de nuestra Plan
Mayor, nadie, ni oficial ni soldadopodía trasponer aquel umbral.
Tal prohibición había sido exigid
por el burgomaestre de Carlsbourg. E
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 16/485
oda Bélgica, y al igual que en aquellaregiones de Francia que habían sidnvadidas, tal clase de mujeres er
ratada con odio por sus convecinosHabían sido, incluso, declaradas fuerde la Ley, puestas al margen de l
sociedad de los Hombres.Se contaba, por aquellos días, qu
en Bruselas, durante la tarde del 11 d
noviembre —Día del Armisticio— unde esas pobres mujeres había sidperseguida por el Boulevard Anspach, apaleada por una multitud enloquecida
ávida de sangre: fue tratada luegoprecisamente, como lo eran laprostitutas de los remotos tiempos de l
Historia.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 17/485
Y tal ola de odio había llegadocomo la llama de un incendio que spropaga, hasta aquel pequeño puebl
perdido en el fondo de las Ardenas.Hacía un frío intenso que se metí
entre la ropa y que calaba hasta e
nterior de los huesos. Debo decir, siembargo, que no fue ésta la causa qume impelió a llamar a la puerta de l
casa prohibida.Al sonar mis aldabonazos, un llantcomenzó a oírse allá dentronmediatamente me arrepentí de lo hech
bruscamente me separé unos pasosquedando así en la oscuridad. En lplanta baja se abrió una contraventana
pude entrever, en la penumbra, una cara
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 18/485
casi aún de niña, que desapareciseguidamente.
Aquella tarde no tuve valor par
lamar de nuevo; pero al día siguientehacia el ocaso, volví otra vez a lhostería de El jabalí negro y, si
dudarlo más, entré ya en su interior.La aborrecida prostituta no era sin
una muchachita de poco más de veint
años, frágil y blanca, con grandes ojodulces, y con el pelo rubio dividido edos crenchas y anudado luego, bajo lnuca, en un pequeño moño. Hablab
sonriendo y aquella sonrisa tristluminaba por completo su cara, su
ojos, dándole un aspecto de tota
desamparo. Se llamaba Magdalena; per
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 19/485
en el país, desde que ocurrió aquello, llamaban Madelón.
Me acogió con miedo al principio
uego, quizá, con confianza y coagradecimiento. Pero aquel primer díno me atreví ni tan siquiera a darle l
mano.En las próximas visitas llegamos y
a ser buenos amigos. Su casa er
húmeda y fría, igual en todo a una casabandonada.Magdalena no solía atreverse ni ta
siquiera a salir al bosque para busca
eña: su madre, una viejecilla que mmiraba silenciosa desde un rincón decuarto, no tenía fuerzas para manejar e
hacha. Y cuando los lugareños la veía
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 20/485
recogiendo las ramas caídas, lamenazaban también desde lejos, copuños y palos. Aquellas ramitas no era
suficientes para calentar el hogar. Dabauna gran llama al principio, peracababan de arder en breves minutos. L
casa, así, continuaba helada día tras díaMagdalena, durante la noche, hacía dvez en cuando pequeñas incursiones po
el bosque. Pero pronto la dominaba eerror y regresaba apresuradamente casa, trayendo tan sólo algún pequeñronco, las manos llenas de sangre y e
corazón atenazado por el pánico.Una tarde me ofrecí a acompañarla
así aquella casa volvió a conocer l
alegría de las llamas bailando en l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 21/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 22/485
de una semana, gracias a aquel cuidadoa muchacha se había curado totalmente
Y era la suya entonces una alegrí
nocente, pero tan intensa que se le salípor los ojos aun cuando estaba esilencio. Empecé a sentir así una gra
piedad por aquella desgraciada: cuandnuestros ojos se encontraban era ysiempre el primero en bajar la vista.
Magdalena se fue recuperandgradualmente y comenzó ya a sentir dnuevo la alegría de vivir, la confianza eel mañana.
Una tarde, la pobre chiquilla cogimi mano, la apretó con fuerza, puso suabios sobre ella y comenzó a llorar e
silencio. La historia surgió entera, si
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 23/485
haberla nadie pedido:Al principio de la guerra, cuando y
os alemanes habían entrado en Dinant
el padre y el hermano de Magdalena shallaban por los bosques, dedicados a lcaza.
Y en aquellas mismas zonaselváticas se unieron ambos a laguerrillas de francotiradores de la
Ardenas.¡Hallalí! ¡Hallalí! Los cazadoreprofesionales comenzaron la caza dehombre, la caza del ulano.
Pronto el ejército ocupante organiza captura de tales guerrilleros: lo
francotiradores de Carlsbourg n
regresaron ya jamás a sus hogares
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 24/485
Magdalena quedó sola con su madre, eaquella casa perdida en el bosque en lque faltaba, y faltaría de allí en adelante
el calor y la protección de un hombreMagdalena quedó, pues, virtualmentsola y sin poder defenderse. Pasó lueg
a oleada de los ocupantes. Magdalenfue violada por las fuerzas tantas vececomo los dominadores así lo quisieron
Después, Magdalena hubo de entregarspor hambre.Sentí un profundo dolor en e
corazón: un dolor que no era sino rabi
piedad, odio y compasión al mismiempo. Hubiera entonces querid
decirle: «Magdalena, yo sí te quiero»
pero… ¿cómo podría hacerlo?
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 25/485
Acaricié sus cabellos y su rostro.Con mi mano, torpemente, sequé su
ágrimas.
La luna parecía ir saliendo al cieldesde el fondo de los bosques, en loque el viento entonaba su monóton
melodía.
Allá por Navidad, cuando loprimeros soldados del rey Alberto —lnfantería de Charleroi, de Ypres, de Ly
— iban regresando a sus hogares d
Carlsbourg, de Saint-Hubert, dHouffalize, el odio contra todas aquelladesventuradas que se habían vendido
os invasores tomó nuevos bríos y s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 26/485
extendió como un reguero de pólvora, dun extremo a otro de las Ardenas. Emuchos pueblos había comenzado ya l
caza de tales mujeres, llevada a cabademás con auténtico furor bíblico: lmultitud, ahíta de desquite, ansiosa d
vengarse en quien fuera y como fueraas había arrastrado por los cabellos, d
calle en calle, fustigando sus cuerpo
desnudos, al mismo tiempo, con crueleatigazos. Los gendarmes se habían vistprecisados, en muchas ocasiones, disparar sus armas al aire a fin d
contener el tumulto.En Saint-Hubert, donde radicaba e
cuartel general del Cuerpo de Ejércit
taliano, nuestra Plana Mayor se habí
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 27/485
dado buena maña para sacar de localidad a todas aquellas mujeres, baj
buena escolta, trasladándolas a Namu
donde parecía existir un mayor númerde seguridades.
Se cursaron también órdene
rigurosas a todos los mandos italiano—desde Houffalize hasta la fronterfrancesa— de detener a tale
desventuradas para recluirlas, antes dque la multitud se hiciera con ellas, eos conventos de los pueblos; por endeales conventos habían de queda
debidamente protegidos por nuestropropios soldados.
La noticia de tal fuga, de tal medida
que venía así a privar al pueblo de s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 28/485
venganza, hizo que un odio exacerbadse desatase entre los aldeanos: más duna casa fue incendiada. Ellas había
escapado por minutos, pero supropiedades sufrirían, al menos, laconsecuencias.
Al primer anuncio de peligroMagdalena fijó en mí sus ojos: «Ahorme tocará a mí. Vendrán a llevarme». S
apoyó en el quicio de la puertmirándome con una expresión de amor ya la vez, de resignación, de fatalismo.
Era un día claro, despejado
aparentemente en calma. De improvisoa campana de la iglesia comenzó
voltear, alocada, anunciando un peligr
nminente.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 29/485
Salí de la casa y miré hacia epueblo: las calles estaban totalmentdesiertas. Pero una negra nube de hum
se alzaba allá por la parte del convento. —Han incendiado la casa de l
Valghedem —murmuró en voz baj
Magdalena. Luego quemarán la nuestraDios nos ha dejado de su mano!
Y al decir esto, paradójicamente, s
santiguó con fervor y miedo.La vieja había caído de rodillas eun rincón y se tapaba angustiosamente erostro con las manos.
¡Huir! ¡huir!, pero… ¿hacia dónde¿Esconderse en el bosque, entre laespesuras? pero… ¿y luego? El frío
os hielos obligarían bien pronto
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 30/485
abandonar tales refugios. No había tiempo que perder: e
cuatro saltos llegué al centro del pueblo
corrí a nuestro Comando y, brevenstantes después, regresaba ya con u
piquete de soldados. Rodeamos
Magdalena y a la anciana y minutodespués se hallaban ya ambas, sanas salvas, dentro de los muros de
convento. —«Nenni» —me dijo Magdalenmirándome fijamente a los ojos.
No quise detenerme más. L
campana seguía tocando a rebato. Erpreciso ver qué pasaba, qué podíhacerse aún por evitarlo.
Todo el pueblo estaba alzado, pres
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 31/485
de un auténtico odio y de una tremendfuria: pedía venganza.
Había circulado ya la noticia de qu
aquellas prostitutas iban a escapar, ebreve plazo, bajo una buena escoltaquedando así fuera del alcance de su
ras. Los hombres, las mujeres y lomuchachos recorrían el pueblo, armadocon bastones, picos y horcas, gritand
as peores amenazas. La casa de lValghedem, efectivamente, había sidncendiada.
—¡La Valghedem, la Valghedem!
Cercaban ahora la casa como loperros cercan la presa. Esperaban verlsalir, obligada por el fuego, para cae
entonces sobre aquella mujer que habí
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 32/485
cometido el imperdonable delito damar a los invasores.
En un cierto momento, alguien hiz
circular la noticia de que no saldría: dque aquellas heteras se habían amparaden el convento. La multitud se puso e
marcha. Al llegar frente al recinto, unluvia de piedras cayó contra la
ventanas. Comenzaron seguidamente
aporrear las puertas con sus aperos drabajo, con sus palos, con sus propiopuños.
Nuestro Comando no esperaba est
reacción. No creíamos que pudiese lgente atreverse a violar así la seguridadel convento. Se tomó la decisió
nmediata de mandar un piquete e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 33/485
auxilio de los frailes, mientras que otrpartía hacia la casa de la Valghedepara tratar de apagar el incendio.
Partí con mis soldados a paso dcarga, calle abajo, los fusiles en ristregritando:
—¡Fuera, fuera; despejen las callesLos aldeanos trataban de impedirno
el paso agarrándonos por las mangas
por las guerreras. A codazos, a culatazimpio, me fui abriendo camino.Mientras corríamos, miré hacia E
abalí negro. No se veía humo e
aquella dirección. ¡Nadie habípensado, al parecer, en Magdalena!
Un soldado me indicó:
—¡Han ido hacia aquella parte
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 34/485
Hacia el convento!¡Dios mío, Dios mío, cuídame
Magdalena!
Súbitamente, llegó hasta nosotros eeco de un rumor cada vez más cercanoLa horda chillaba enronquecida.
Al llegar a las afueras del pueblnos dimos casi de bruces con la multituque avanzaba. En medio de aque
mpresionante grupo, en un claro, ibMagdalena, desnuda, arrastrada tambiépor los cabellos. Su cara se hallablena de sangre, rebozada en polvo. E
a piel de su cuerpo se veían las marcasangrientas de los latigazos.
—¡Disparen al aire! —ordené a mi
soldados.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 35/485
Y ante el ruido de los fusiles, el aluse disolvió.
Me abalancé sobre Magdalena. Per
antes que yo, tan sólo algún instantantes, se echó sobre ella, brutalmente, upaisano. Vi como éste golpeaba a l
muchacha brutalmente en la ingle. Salzó luego el vengador, con el agudcuchillo aún en la mano y, dándose a l
carrera, desapareció entre los bosques.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 36/485
La hija del pastor deBörn
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 37/485
Tras la muerte de mi madre, el desoladsilencio de los grandes bosques d
orrland fue invadiendo paulatinament
nuestra casa de Börn: el frío y lhumedad se fijaron contra los vidrios das ventanas; una pátina verdos
comenzó a recubrir poco a poco lomuros del edificio. Y así, nuestro hogafue impregnándose de aquella humedad
de aquel frío que acabó por entrar hasten los últimos rincones.Mi padre, pastor de la iglesia d
Börn, trató inútilmente de defenderl
contra aquel lento pero incesante ataquque procedía de los bosques: hizgrandes hogueras en las chimeneas
quemó las matas, colocó braseros e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 38/485
odas las habitaciones y terminóncluso, por abatir los seculares abeto
que rodeaban nuestra casa. Pero todo fu
en vano. La humedad se filtraba por esuelo, por los rincones, por el mismaire y continuaba, tenaz y machacona, s
ninterrumpida invasión. Los muros, lamaderas del suelo, las grandes vigas dos techos, todo en una palabra
rezumaba ya humedad, tristeza, frío.En cierto momento, mi padre ssintió tentado a prender fuego a lcasona para no verla morir así, poco
poco, en aquella interminable agoníaPero el amor al hogar, cuna de lfamilia, pudo más. No quiso, por ende
rebelarse contra los designios del Señor
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 39/485
Y optó por refugiarse en la habitaciómás oscura, rindiendo la casa a lnvasión, sin hacer ya, desde entonces
ni el más leve gesto de defensa.
Desde aquel mismo día, tambiénparecimos quedar en el más absolutaislamiento. Nadie venía a vernos, nadi
ograba trabar conversación con mpadre, ni tan siquiera en la mismglesia. Se había convertido en u
hombre silencioso y huraño qu
esquivaba las amistades y que miraba odo el mundo con aire de enemigo. L
gente de Börn, cuando le veía dirigirs
hacia la casa, miraba con curiosidad a l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 40/485
puerta principal, que había sido ycondenada, y alzaba luego los ojos hacias ventanas como queriendo hallar e
alguna parte del inmueble el menosigno de vida. Se decía, incluso, que epastor me tenía recluida, semiprisionera
en aquella casona en ruinas sin que fueróbice para ello, al decir de las gentesmi lamentable estado de salud. Per
nadie se atrevía a interrogar a mi padral respecto: cuando, en la penumbra da iglesia, se volvía él hacia los fiele
para dirigirles el sermón dominical
contemplaban todos entonces su carmustia, su boca siempre plegada emueca enfermiza, sus ojos hundidos,
odos entonces sentían piedad por e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 41/485
anciano y se reprochaban en su fuernterno haberle dejado solo, habe
consentido que se aislase así de l
otalidad de sus feligreses.¡Cuánto había cambiado en aquello
iempos! ¡Qué diferente era de cuand
aún le acompañaba mi madre en supaseos por los alrededores de Börn, poas blancas calles del pueblo, hacia lo
abetales oscuros del bosque, mientras soían las cantarinas campanas de lglesia!
En todos los corrillos se hablaba d
su estado actual, de su retraimiento, dsus visibles sufrimientos y todos, en efondo, se sentían un poco culpables d
ello. Sólo los más jóvenes l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 42/485
reprochaban su rendición sin luchahaciéndole así responsable del estadde abandono, de semirruina de lo qu
antes fuera aquella bella casa del pastore incluso de su comportamiento parconmigo. Pero los ancianos, los que l
habían conocido cuando era joven estaba pletórico de vida, decían en sdescargo que yo había salido en un tod
a mi madre, con el mismo carácter débie irresoluto, y no se extrañaban poanto, ni en lo más mínimo, de m
voluntario enclaustramiento.
En medio de aquellas paredes qurezumaban humedad, mis días eraentos, desesperantes, eternament
guales y monótonos. Mi padre, qu
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 43/485
sentía por mí un cariño celoso nquieto, no me permitía ni el meno
gesto exagerado, ni la menor palabra d
alegría, ni de piedad, ni de afecto. Unsimple carcajada mía herínstantáneamente su sistema nervioso.
—¡Ana, Ana, tengo miedo! —grituna vez desde el fondo de su lóbregestancia al oírme cantar.
—¡Vete, apártate! —me dijo otra eque apoyé, en un tímido intento ddemostrarle mi cariño, mi cabeza sobrsus hombros. Tenía, en tal momento, su
ojos llenos de lágrimas: su mirada mnfundió una auténtica sensación d
pena. Procuraba esconderme para llora
a solas mi sufrimiento: me situaba en lo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 44/485
rincones más oscuros de la casa comenzaba allí a sollozar, como un niñorestregándome los ojos con mis puños.
De repente, le oía ponerse a gritarencerrado en la única habitación quutilizaba: «¡Socorro, socorro!»
exclamaba con gritos descompasadosuego súbitamente, volvía a quedar e
silencio. Entonces entraba yo d
puntillas en su habitación para poner eorden todos los objetos que, durante sataque, había él arrojado por el sueloEn tales momentos, escondía mi padre e
rostro entre los brazos, echado dbruces sobre su escritorio, fingienddormir y aguantando su jadeant
respiración. Pero cuando de nuev
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 45/485
volvía a apoderarse de él uno daquellos ataques de miedo, volvíentonces a mi encuentro, con mirad
suspicaz y temerosa, volviéndose a cadmomento, como si temiese que alguien lfuera pisando los talones.
Sentía también una verdadera fobipor los espejos. Revolvió cientos dveces la casa, de un rincón al otro
ratando de hallar alguno. Miraba detráde los armarios, en el interior de locajones, en el desván. Y cuando se dabel caso de encontrar un espejo, por mu
pequeño que fuese, lo alzaba entoncecon sus manos, torcía la cara para nverse reflejado en él y corría, como u
poseso, a tirarlo por la ventana co
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 46/485
odas sus fuerzas. Al oír el sonido devidrio roto, su cara volvía a serenarseLuego, recorría en triunfo la casa dand
gritos de alegría y ya le continuaba ebuen humor por algunas horas.
Así, pues, yo me veía precisada
para arreglarme, a mirarme como podíen los cristales de las ventanas. Nquería tampoco mi padre que me avias
o a mi manera; para no hacerle sufrienía que vestirme como lo hacía mmadre: me veía obligada a usar lorajes de ella, sin que yo osara, en mod
alguno, arreglarlos o modificarlos.Y yo, envuelta en aquellos trajes y
viejos, en mal estado casi, y de tall
muy diferente a la mía, sentía aumenta
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 47/485
mi tristeza, mi sensación de abandonode encerramiento. Pasaba horas y horasin poder hacer más que escuchar lo
ruidos de aquel viejo caserón, logemidos de las vigas y de las maderasa casi completamente empapadas, e
susurro del viento que entrabibremente por los mil resquicios, e
ruido que hacían, allí cerca, los abeto
agitados por el aire. Me parecía que eiempo era algo interminable, algo fuerde toda medida y de todo fin; continuabnmóvil, sin ninguna esperanza, si
ningún objetivo, sin ninguna alegría.Tenía un recuerdo confuso de lo
iempos ya pasados. A veces, al mirarm
en el cristal de una ventana, creí
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 48/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 49/485
vuelvas luego a ocuparte de él. Es enuevo pastor que viene a sustituirmaquí en Börn.
Volvió la espalda, agachó más aúsus caídos hombros y se encerró dnuevo en su estancia.
Guda me aclaró inmediatamente quél no había venido a sustituir a mi padresino, por el contrario, a ayudarle.
—La iglesia de Börn es demasiadmportante —añadió— para que todo speso y su trabajo recaigan sobre uhombre tan cansado y enfermo como e
ahora su padre.Me hizo ver que sólo así, con s
ayuda, podría seguir siendo mi padre e
pastor titular de la iglesia de Born. La
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 50/485
autoridades de la Iglesia no le hubieseconsentido, de otro modo, seguir en spuesto dado su actual estado.
—Está enfermo, muy enfermo —continuó diciéndome en voz bajamientras me miraba fijamente a los ojos
Me pidió que le ayudase a hacecomprender al anciano la verdaderrazón de su venida; a hacerle creer que
acabado él de ordenarse, había elegidBörn como primera residencia a causde la importancia de su iglesia y acariño que los feligreses sentían haci
su pastor. Así, en tan buena compañía, édaría los primeros pasos de sministerio.
Aquella tarde me hice el propósit
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 51/485
de tener una conversación con mi padrepara contarle todo aquello que Guda mhabía relatado. Cuando lo hice, m
respondió riendo con una expresión ndemasiado confiada aún en sus ojos:
—Lo sabía ya: había sido advertid
de todo. La ciudad de Dios es tomadcon asechanzas. Por lo demás, ¡sebienvenido a nuestra casa! Si es verda
o que dice, las pruebas nos ldemostrarán. Pero que no crea que va hacerse el amo de la iglesia. Si quierayudarme, ¡qué comience por quitar l
herrumbre de la campana! Pero mi cases mía y aquí no le consentiré ni que mayude ni que me aconseje.
Cerró luego los ojos y pareci
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 52/485
quedar meditando. Mas cuando yo mdirigía hacia la puerta, estalló en otro dsus arrebatos de furor.
—¡María, María! —gritó con acentdestrozado—, ¿quién te ha mandadpeinarte así? y se tapaba los ojos con la
manos para no ver mi peinado, que no sparecía en nada al que él viera siempren su esposa.
Guda era un hombre alto, delgadocon rostro juvenil pero severo, con ojo
muy negros y de mirada firme. Hablab sonreía con la serenidad del que tien
una conciencia bien tranquila y no ha d
ocultar nada a nadie.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 53/485
Ya el primer día de su estancia entrnosotros me dio a conocer la curiosidaan grande que sentía al verme vestid
de aquella estrafalaria forma, coaquellos viejos y ajados vestidos, de uamaño no apropiado a mi cuerpo y d
un estilo que en nada convenía a unmuchacha joven. Incluso puso lógicas atinadas objeciones al anticuad
peinado que llevaba.Cuando vio que mi padre no mlamaba por mi nombre sino por el de m
pobre mamá, una sonrisa d
comprensión pasó por su rostro. Cayentonces en la cuenta de por qué me veío obligada a vestirme y a peinarm
como una mujer mayor. Me hizo u
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 54/485
guiño como para asegurarme que estaba en el secreto.
Poco a poco, me fui sintiend
atraída por su bondad, por la pacienci cariño con que trataba a mi padre. L
acompañaba a la iglesia, le ayudaba, l
sustituía en las tareas más fatigosas, lseguía incesantemente en sus visitas apueblo. Y todo ello lo hacía sin para
mientes en la continua serie de desairecon que mi padre le trataba. El ancianparecía empeñado en no querer verle, egnorarle. Cuando hablaba de él, decí
simplemente «ése» con un airotalmente despectivo.
Pero lentamente pareció irse lueg
acostumbrando a la presencia de s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 55/485
oven ayudante y llegó ya hasta a dapaseos con él por la campiñacolocándose a su lado y no alguno
pasos delante como hacínvariablemente en los primeroiempos. Cuando nos hallábamos los tre
untos, yo procuraba no mirar tasiquiera a Guda para no herir aquecariño celoso y enfermizo que por m
sentía mi padre. El caso es que, poco poco, la vida se fue haciendo menodura en la casa. El anciano pareció salide su ostracismo y pudimos así i
combatiendo otra vez la húmednvasión que procedía de los bosques
Al cabo de algunas semanas, la
habitaciones habían vuelto a orearse, la
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 56/485
hierbas habían sido de nuevo arrancada volvía a respirarse ya, dentro de l
morada, un aire de casa habitada, d
casa que vencía los embates del frío, da humedad, del abandono.
Cuando Guda estaba cerca de mí, m
parecían menores las penas, mápequeñas las dificultades. Cuando mveía llorar venía hasta mí, me cogí
iernamente de la mano, me miraba a loojos y sonreía. Yo, entonces acababa mlanto y sonreía feliz. Una tarde me dijo
—Ana, tienes que acabar est
dolorosa comedia. Tu madre no sufre yaY luego me hizo cambiar de peinado
enderezar los hombros y mirarl
sonriente.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 57/485
Tan pronto como mi padre se dicuenta de aquel pequeño cambio mgritó:
—¡Fuera, fuera de aquí! ¡No quierque cambies! —y escondió su cara traas manos para no verme. Guda m
contuvo con la mirada: —¡Quédate aquí! —me ordenó e
voz alta.
Me sentí desfallecer y hube dapoyarme en la pared para no caer poierra. Luego, miré a Guda a los ojos
Pero no fui capaz de obedecerle y m
dirigí a la puerta del cuarto. Corrí a mhabitación y allí, sobre mi cama, llorargo rato.
Algo después me contó Guda que m
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 58/485
padre había caído en una crisis: habícomenzado a gemir como un niñohablándole de mí como si fuera María
su esposa. Le culpó luego a él de habeentrado en aquella casa para sembrar ldiscordia y la desgracia, para romper l
poca felicidad que le quedaba. Despuéscon voz entrecortada por el llanto, ldijo —según me siguió contando Gud
— que no le importaba ya ni tan siquierque le quitase su puesto en la iglesia dBörn, aun con ser mucho lo que estpara él significaba. Pero que no l
quitase el amor de María, la únicpersona que no le había abandonaddespués de la muerte de su hija, l
pobrecita Ana. «Está muy enfermo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 59/485
concluyó Guda, pero aun con eso, y cooda la piedad que siento por él, n
puedo seguir su juego. Va en ello t
felicidad, ¿comprendes? No puedomar parte en esta trágica farsa. N
puedo hacerlo ni aun pensando en s
enfermedad. Es necesario hacerlcomprender de nuevo. Necesitamos quepoco a poco, vuelva a ver en ti a su hija
Y el día en que él deje de encontrar en ta imagen de su mujer, el día que te vecomo quien eres realmente, en tamomento su espíritu estará ya en camin
de curarse. Dios creó la felicidad, Anapero la creó para todos. No lo olvides»
En sus ojos, mientras decía esto, s
veía una pequeña luz que era, sin duda
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 60/485
de amor.¿Para qué recordar ahora tod
cuanto sufría yo en aquellos días, e
aquella casa siempre llena de angustia de temor hacia la horrenda enfermedade mi padre?
Muy poquito a poco, casnsensiblemente, y con una cautela llen
de temor, fui volviendo a tomar m
auténtico aspecto: comencé por arreglaa mis medidas y a mi estilo algunoviejos trajes de mi madre. Sólo aquellfue ya bastante para hacerme aparece
como lo que realmente era: como unchica joven y llena de vida. Pero no matrevía aún a llevar más adelante lo
cambios para no herir muy de golpe a
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 61/485
mpresionable viejo.Pero él pronto cayó en la cuenta d
ales mudanzas y entonces hizo l
mposible por no verme, por nmirarme. «¡María, María!», gritabuego, cuando se hallaba a solas, con u
acento de desamparo, de miedo y drabia a la vez.
Por aquel entonces comenzó tambié
a sentirse continuamente perseguidoHasta cuando estaba en la iglesia svolvía cada momento hacia los fielescon mirada recelosa, como si temier
que alguno de entre ellos tratase dhacerle mal.
Todos los domingos por la mañan
nvitaba a Guda a que pasase a s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 62/485
aposento y le pedía entonces quescuchase sus pláticas. Pero Guda labandonaba pronto para ir a hacers
cargo de los deberes de la iglesia. Eanciano seguía entonces solopredicando en alta voz en aquell
sombría y desierta habitación. Yo era lúnica que, tras la puerta, escuchaba sufrases: unas frases dichas con un acent
de bondad, de infinita tristeza, pero sia menor fuerza. Las palabras de uhombre bueno; mas unas palabras quhabían ya perdido todo su acento.
—¿Se curará el pastor? —preguntaban a Guda los ancianos depueblo. ¡Al menos, que Dios cuide de s
desventurada hija!
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 63/485
Todos temían por mi salud. Algunosque me habían visto ataviada coaquellos extraños trajes, comenzaban y
a preocuparse por mí y creíansinceramente, que yo no tardaría eseguir los pasos de mi pobre madre. E
día en que, finalmente, me atreví a salide casa, la gente me miraba cocuriosidad, me sonreía co
conmiseración viendo mi cardemacrada, pálida y como sin vida, fuerza de aquel continuo encierro entras lóbregas y húmedas paredes de l
casona. Al darme el aire libre volví ener color, volví a tener nuevament
algo del aspecto de juventud que m
correspondía. Se comenzó entonces
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 64/485
pensar que Guda no debería ser extraña tal curación. El pueblo de Börn no lveía con malos ojos, puesto que toda
sus gentes eran buenas y, ademásquerían ya a Guda.
Yo me sentía cada vez más ligada
él, con un afecto delicado y profundouestros silencios estaban llenos d
significado. A su lado todo me parecí
más agradable, más lleno de vida y desperanza. Un brusco cambio se operen mí cuando Guda me besó por primervez. Entonces decidí yo también acaba
cuanto antes con aquella comedia qume privaba de mi propia vida, de unvida que yo tenía pleno derecho a vivir
Con el aliento y la ayuda de Guda m
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 65/485
sentí nuevamente joven, nuevamentesperanzada y deseosa de alcanzar lfelicidad que hasta entonces nunca habí
conocido.Mi padre comprendi
nmediatamente lo que me ocurría. S
dio cuenta del cambio de mi expresiónde la variación de mis vestidos, de maire incluso. Se curvaron más su
hombros, se agachó más aún su cabeza rehuía mirarme. Las raras veces que lhacía, veía yo en sus ojos una expresióde celos, de desconfianza, de tortura
Me sentía incapaz de soportar el peso daquella mirada ora aviesa, ormplorante, y huía entonces despavorid
lorando.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 66/485
—¡No temas! —me consolaba Gudao te hará daño.
Una tarde, pasado ya el mediodí
las primeras nieblas caían ya sobre lobosques, juntándose en el suelo con lanieves), mientras andábamos paseand
Guda y yo en dirección al lago, oímogritar a nuestra espalda: eran unos gritobreves y agudos, parecidos a aquello
de los pastores cuando azuzan a superros «¡ehá! ¡ehá!». —No te preocupes —me tranquiliz
Guda—; será sin duda Marnö que reún
su rebaño.Estábamos llegando ya junto a lo
res molinos, allá donde el camino s
reúne con la orilla del lago, cuand
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 67/485
oímos ya claramente una voz qugritaba:
—¡Guda, Guda, has deshonrado m
casa! ¡Me has robado mi mujer, GudaGuda, Guda!
Una gruesa piedra vino a caer junt
a mis pies. Guda me tapó con su cuerpouego, volvióse hacia donde habí
sonado la voz y echó a correr en aquell
dirección. Al no hallar nada ni a nadiregresamos a casa, entre la niebla que sba espesando por momentos. M
angustia era tan grande que no podía n
lorar. Guda permanecía sereno, persus labios se movían como si estuviesrezando en voz muy baja.
Un momento después, mi padre entr
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 68/485
en la casa. Traía el aire de un niño quse siente culpable por algo que hhecho. Mas luego, sacando fuerzas, s
plantó delante de Guda, mirándolfijamente a los ojos.
Guda se dirigió a él:
—Padre, ha estado muy mal lo quusted ha hecho. No ha sido la acción dun hombre que cree en Dios y que l
sirve.Mi padre agachó la mirada, abatios hombros y murmuró con voz débil:
—¡Tengo frío!
—Hace mucho tiempo que no rez—prosiguió Guda en voz baja. Pernadie puede esconder sus acciones a l
mirada de Dios.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 69/485
El pobre enfermo intentó sonreír coaspecto lastimoso:
—¡Tengo frío! —repitió.
Luego, dando un rodeo, esquivó lpresencia de Guda y salió muentamente de la estancia.
A partir de aquella tarde, se acabpor completo la paz en nuestra casaTeníamos miedo de mi padre: n
sabíamos qué hacer para evitarle, parno encontrarnos con él, para huirlepuesto que ya el miedo había llegado ser mucho más fuerte que la piedad
que la lástima. Cuando menos lesperaba le hallaba en un rincón oscurodetrás de un árbol, continuament
espiándome, vigilándome, desconfiand
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 70/485
celoso. Cuando me encontraba, se ibarrastrando pesadamente los piemientras gritaba: —¡Desgracia
desgracia!Ésta era la palabra que se hallaba
odas horas en sus labios:
—¡Desgracia, desgracia!Delante de Guda, por el contrario
permanecía tranquilo, sereno y en calma
como si le temiese. Cuando Guda leía evoz alta, mi padre le escuchabatentamente, mirándole cara a cara ntentando sonreír a veces. Pero esto
momentos de calma eran cada vez mácortos y más escasos, e iban seguidosiempre por otro período de inquietud
de nervios, de desconfianza.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 71/485
Una tarde, encontraron a mi padr
caído en un foso de los alrededores dBörn. Estaba allí dentro, tumbadoquieto, inmóvil como un muerto, entre l
nieve y el fango. A los que le recogieroes decía: —¡Andad y decid a todo el mund
que el pastor de Börn ha sido mediasesinado por Guda, por Guda que le hrobado la mujer!
Le alzaron en vilo y le llevaron as
hasta nuestra casa, dando un gran rodepara no pasar de aquella forma por epueblo. Mientras tanto, él les ib
diciendo:
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 72/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 73/485
cara entre las manos: —¡Desgracia, desgracia, ha
querido asesinar al pobre pastor d
Börn! ¡Le han dejado tirado en un fosoentre la nieve; le han dejado solo!
Y siguió así quejándose entr
sollozos, hasta que al fin el sueño pudmás que él y acabó durmiéndose.
A la tarde siguiente, Guda reunió
os hombres de Börn y les explicó cooda claridad el actual estado de mpadre: les contó sus delirios, sumanías, sus visiones, haciéndoles ver e
peligro que todo ello representaba parmí y pidiéndoles que tomasen algundeterminación al respecto.
—Es un enfermo al que todo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 74/485
enemos que tratar de curar: no podemodejarle solo. Hemos de estar a su ladpensando en el bien que podremo
hacerle, aun sabiendo todo el mal que dél podremos recibir.
Guda hablaba con su clásica dulzura
pero con voz firme y decidida. Nadignoraba ya en el pueblo el verdader
estado de su pastor. Todo el mundo l
sufría como una desgracia propia, pernadie encontraba, la manera efectiva dayudarle. Cada uno opinaba una cosdiferente. Comenzaron pues a discutir
enfadados todos por no poder haceprevalecer sus propias opiniones. Todoquerían curarle, mas cada cual a s
forma y estilo. Alejarle de Börn, au
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 75/485
cuando ello pudiera sonar a ingratitupor parte de los feligreses, era lopinión que parecía ir contando con má
adeptos. —Ha sido nuestro padre tant
iempo —decía el viejo Marnö— qu
ahora hemos de cuidarle como srealmente lo fuera. Él sufre por nuestropropios pecados; no es la primera ve
que la justicia de Dios cae sobre lcabeza de un inocente para salvar ascon su sacrificio, a los culpablesHemos de cuidarle, pues, como a u
auténtico padre. Y hemos de curarle. Lendremos con nosotros en Börn, ¡nad
de alejarle! Usted, Guda, podrí
ocuparse de la iglesia en su nombre
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 76/485
como de hecho lo viene ya hacienddesde hace algún tiempo.
Todos, al fin, aprobaron cuant
Marnö había dicho. —El pastor pertenece al pueblo d
Börn —concedió Guda—, pero ¿y s
hija?Los reunidos miraron a Guda; ést
bajó los ojos.
—Solamente usted —añadió uercero— podrá cuidar debidamente della.
—Nadie mejor que usted para ser s
utor, Padre —propuso otro.Guda quedó en silencio, meditando
Luego miró a la concurrencia y dijo:
—El cariño que siento por ella m
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 77/485
mpide hacer el papel de tutor.Después, les contó todo: les dij
cómo había sido su llegada a nuestr
casa, cómo había tratado de impedirmcontinuar aquella trágica comedia, cómasí el amor había nacid
nsensiblemente entre nosotros: lerelató también cómo mi padre, en sfalta de juicio, creía ver en mí no a s
hija, sino a aquella esposa que habímuerto ya hacía bastante tiempo. Cómél la creía aún con vida mientras qudaba por muerta a Ana. Y cómo de aqu
habían nacido sus celos, sdesconfianza.
—No veo entonces sino un
solución, un solo remedio —indic
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 78/485
Marnö. Que usted se case con lmuchacha.
Guda concretó:
—Ésta ha sido una de las razones desta reunión para la que os hconvocado: para pedir vuestr
consentimiento. Ana no me perteneceYo no puedo resolver por mí soloVosotros sois quienes podéis decidi
sobre nuestra felicidad futura.Todos quedaron conmovidos ante lfranqueza, ante la honradez de Guda. Éal decir todo esto, tenía los ojos lleno
de lágrimas.Y así, en aquella asamblea, s
decidió que nuestros esponsales s
celebraran al llegar el invierno.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 79/485
Mi padre, entretanto, consintió epasar a vivir en casa de Marnö. Se ladujo, para convencerle, que allí estarí
más tranquilo y más sosegado y que coa calma recobraría rápidamente l
salud y las fuerzas.
Una mujer de Börn, que me habíenido ya en sus brazos cuando yo no er
más que una pequeña, recién nacida
vino a vivir conmigo para no dejarmsola en aquella lóbrega casona llenpara mí de tantos recuerdodesagradables.
El día de nuestra boda llegó al finTodo el pueblo de Börn acudió en plena los esponsales. Todos me felicitaron
me besaron como a una hija, celebrand
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 80/485
ver de nuevo la alegría en mi expresiónras todos aquellos difíciles tiempo
soportados.
Nadie había comunicado a mi padra noticia. El día de la boda, Marnö so llevó de paseo por el campo, al otr
ado del lago, acomodándole luego en lalquería que se alzaba en la otra orillaPero luego, el buen Marnö regresó
oda prisa al pueblo, consiguiendo asverme salir de la iglesia, ya del brazo dmi esposo. Al divisarme, me saludó grandes voces, al estilo de los pastores
Empuñó después una vara verde y spuso al lado de los hombres que, cootras tantas varas y ramas, formaban e
arco bajo el cual habíamos de pasa
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 81/485
nosotros. De esta forma aquellas gentequerían desearnos la felicidad demostrarnos su alegría.
Tras la ceremonia, vino la fiestaTodos los hombres y las mujeres dBörn tomaron parte en ella. Hub
música, canciones y bailes. La gentcantaba, bebía y estaba alegre. Al finaodos marchamos en grupos tras lo
músicos, cantando aquella vieja cancióque comienza diciendo: «¡Vayamos buscar a las rubias muchachas parhacer palidecer de envidia a la luna!».
Nunca me había sentido yo más felizpero, a la vez, más triste. La noche erclara y despejada. Los árbole
marcaban, bajo la luz de la luna, s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 82/485
sombra sobre la nieve.Luego, después, me contaron que m
padre se había presentado de improvis
en medio de la fiesta, con aires docura y de ira, gruñendo como un lob
herido. Tuvieron que cogerle entr
varios y, a viva fuerza, llevarle algo máejos de allí, tapando su boca para qu
sus gritos y sus exclamaciones n
legasen hasta nosotros. Los hombrecantaron entonces a pleno pulmón parapar, con sus voces, las que el ancianograba aún proferir.
A partir de aquel día mi vid
ranscurrió, durante bastante tiempo, si
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 83/485
nquietudes. Guda era tan bueno para mcomo un hermano: nunca me arrepentí damarle. Si alguna vez temblaba entre su
brazos era con inocencia, mezclando eplacer con el pudor. En las tranquilaardes, en el sereno ambiente de la casa
Guda me miraba en silencio o bien mhablaba pausadamente de la felicidaque aún nos estaba reservada.
Y cada vez que me besaba, cerrabGuda los ojos para no verme enrojecercomo él me decía cariñosamente.
Día tras día, Guda preparaba s
rineo y se iba a dar una vuelta por laalquerías, visitando así a los enfermosnteresándose por el estado de lo
pastores, de las gentes de los bosques
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 84/485
El pastor no abandonaba a sufeligreses.
Aquel invierno era insólitament
argo y frío. Las ovejas morían ateridade frío, las vacas no daban leche. Máde una vez hallaron los lugareños, en lo
caminos del bosque, algunos zorromuertos de hambre. Por las noches, soían los angustiosos aullidos de lo
obos. La nieve continuaba recubriendodo el suelo, tenaz e incansablementeEl día primero de marzo, aún la blanccapa rodeaba al pueblo por todos lados
Las gentes que venían deseptentrión nos traían noticias y rumoresobre una inminente época de escasez
nos aconsejaban que hiciésemos buen
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 85/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 86/485
Börn.¡Guda! ¡Guda! ¡Guda!Los hombres del pueblo se lanzaro
a recorrer el bosque, explorando labarrancas, mirando por entre lamalezas y no dejando, en fin, ni u
rincón sin explorar.
Nuestra casa se fue llenando dgente: me sentía yo incapaz hasta dgritar. Parecía como si súbitamenthubiera quedado ensordecida: veí
cómo se movían los labios de todaaquellas personas, pero tan sólo oía urumor sordo sin poder distinguir, dentr
de él, palabras ni conversaciones.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 87/485
De pronto, oí un rumor de pasosfuera de la casa, un arrastrar de botasCorrí hacia la puerta. Alguien me sujet
por un brazo y trató de hacermretroceder. Di un agudo grito.
Y entonces, lenta, muy lentamente
aparecieron en el umbral de la puertdos hombres que portaban, sobre unaangarillas, un cuerpo humano maltrecho
herido. —Despacio, con cuidado —dijalguien.
Los dos portadores entraron en l
estancia y, con infinitas precaucionesdejaron la pequeña y tosca camilla en esuelo, en el centro de la habitación
Guda, Guda!
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 88/485
Sentí que todo giraba en torno míodi un paso adelante y caí bruscamentsobre la angarilla, sobre el pecho d
Guda. Tenía éste el rostro pálidootalmente blanco: los labios en u
rictus, la mirada fija, estática, inmóvi
Alguien trató de separarnos. Sentí uremendo dolor en el alma, mas no podí
ni tan siquiera llorar. Me dolían los ojo
espantosamente. —Le han golpeado en la cabeza —se oía comentar a alguien.
Y yo no podía hacer nada más qu
esperar y desear que todo aquello fuerun sueño del que luego despertara.
—Ha sido un tremendo bastonazo —
decía otro.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 89/485
Y ninguno le había defendido, lhabían dejado solo, nadie quería hacenada ahora.
—Le han golpeado bestialmente ea cabeza —seguían diciendo las voces
Pero yo las oía cada vez más bajas, cad
vez más lejanas. —Pero… ¿por qué, Guda, por qué?Todos me miraron mas nadie m
respondió. Bajaron las cabezarehuyendo mirarme. Un hombre sacercó a Guda y trató de cerrar supárpados.
—¡No, no! —grité mientras lmpedía. ¡Marnö, ayúdeme, por favorNo podemos dejarle morir así! ¡Hemo
de salvarle!
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 90/485
El viejo me miraba en silencimientras lloraba emocionado.
—¡Llevadla, separadla de ahí! —
ordenó luego.Y yo no pude hacer nada po
mpedirlo, Guda, nada en absoluto
Pero… ¿Quién ha sido, Guda, quién hsido?
Algunos minutos después, entró mpadre en la casa. Venía lívido, con esemblante desencajado, todo él llenó d
barro y de fango. Miró a todos lopresentes sin querer ver, no obstante, langarilla que se hallaba en el centro d
a estancia. Luego, sin decir una sol
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 91/485
palabra, se dirigió, arrastrando los piecon aire de infinito cansancio, hacia santigua habitación.
—¡Ven, ven conmigo! —me dijMarnö llevándome de la mano.
Mi padre andaba con la cabez
agachada. Al llegar al pasillo comenzó hablar en voz alta, gesticulanddesaforadamente. Apenas nos vio entra
en su cuarto miró fijamente a Marnö y ldijo: —¿Qué queréis? ¿Qué has venido t
a hacer en esta casa? ¿Has venido quiz
a regañarme? ¿Qué quieres de mMarnö? ¡Esta casa es mía, yo soy el am no quiero intrusos en ella!
Luego se refugió en un rincó
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 92/485
gimiendo y lloriqueando. Una grapiedad me invadió ante aqueespectáculo. Me dirigí hacia él, cogí s
mano y la besé. Entonces el viejcomenzó a temblar, ocultó sus brazoras la espalda y miró fijamente, con su
enrojecidos ojos, circundados pooscuras y profundas ojeras, los gestoentos de Marnö que estab
encendiendo, una a una, todas las veladel candelabro. La oscuridad fudesapareciendo. El pobre viejo me miruego y, con una humildad y u
abatimiento profundos, empezó a besamis cabellos.
—¡María, María, he sufrido tant
por ti…! Pero ahora ya podremos volve
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 93/485
a ser felices…Aquellas palabras me hiciero
comprender la verdad. Me levant
bruscamente dando un agudo chillido. —Déjale hablar —me aconsej
Marnö acercándose a mí, no sólo par
que oyera aquel consejo dado en vobaja sino también, indudablemente, parprotegerme. Déjale hablar; déjale que l
diga todo.Mi padre agachó la cabezemblando nuevamente.
—María, yo te perdono. Pero t
ambién tienes que perdonarme hoy. Túme perdonas, ¿verdad, María?
No pude oír más. Me acerqué a é
ratando de tapar su boca con mi mano
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 94/485
Marnö tiró de mi brazo queriendsepararnos. Yo clamé:
—¡Déjeme, déjeme! ¡Guda, Guda!
Al oír aquel nombre, se enderezó mpadre, dio un alarido y comenzó a llorade nuevo.
Marnö se puso a su lado, algo detráde él y así, casi junto a su oído, comenza decirle:
—¡Tiene que hablar, tiene qudecirnos por qué lo ha hecho, por quépor qué…!
Mi padre volvió la cara y le mir
con extrañeza. —Tú también, Marnö, ¿tú tambié
quieres hacerme daño?
Luego, cayó súbitamente por tierra
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 95/485
quedando allí inmóvil, como si estuviermuerto.
Instantes después se recobró y se fu
ncorporando trabajosamente. Marnö, dmproviso, lanzó la pregunta:
—¿Dónde ha escondido el bastón?
El anciano le miró fijamente: quedun momento en silencio y preguntó émismo a su vez:
—¿Guda? ¿Dónde está Guda?Marnö señaló con su dedo hacia lsala:
—Ahí, en la entrada.
Se alzó del todo mi padre y trató dhuir. Pero sus pobres piernas no lsostenían ya. Sus pies trastabillaron
cayó de cara al suelo, gritando aún co
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 96/485
acento de pánico: —¡Guda, Guda, Guda!
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 97/485
La mujer roja
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 98/485
Tania había quedado en acompañarmaquel día al Nowodievici Monastir, allen el fondo de esa especie de penínsul
que se alarga, pasado el suburbio dHamowniki, en la amplia curva deMoscova.
La plaza Sverdlow, donde nohallábamos en espera del tranvínúmero 34, estaba menos concurrida qu
de ordinario. No llovía ya y el olor de lprimavera —aroma de agua y tierra—alegraba el aire y todo el claro horizontque se abría sobre las cúpulas de
Kremlin.De las stalovaie, pequeño
restaurantes populares, salían en gra
número los obreros y empleados que s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 99/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 100/485
estaba totalmente aprisionado entrcuerdas y cables, preparado así para ecorto salto. Sobre la acera, en la
proximidades de tal estatua, totalmentndiferentes a aquellos trabajos
ajetreos, dos vendedoras ambulantes d
cigarrillos instalaban sus pequeñoenderetes en los que se veían alineadaas cajas de papirossi bajo unos grande
cartelones que rezaban la palabr«Mosselprom». Mientras tanto, hablabaambas en voz alta, con esa cadencia taípica de las mujeres moscovitas, riend
gesticulando también exageradamente.Un grupo de diputados kirguises
cubiertos con sus largas vestiduras d
anchas mangas, y tocados con su
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 101/485
gorritos redondos que se colocaban coestilo peculiar sobre el occipucio, cosus cabellos negros y brillantes cortado
en forma de melena, con sus altas botade montar limpias y ajustadas comguantes, se hallaban agrupados tras la
columnas del Gran Teatro de la Óperacuya fachada aparecía cubierta dgrandes colgaduras rojas, esperando e
comienzo de la sesión del CongresPanruso del Soviet. La fachada del GraTeatro, con todas aquellas tiras de pañrojo brillante, parecía estar iluminad
por las llamas de un monstruosncendio. Una patrulla de soldados, co
gorras de plato de corta visera y co
uniformes de paño amarillo grisáceo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 102/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 103/485
remendadas aquí y allá, zurcidas cohilos de diferentes colores.
Ya en la plataforma, Tania se volvi
hacia mí, sonriendo con los ojoentornados: el sol le daba en plenrostro. Me fijé luego en sus párpados, d
color rosa, sombreados por una línea dcolor verde junto al nacimiento de lapestañas.
Apenas había el tranvídesembocado en la Ochotny Riad, dond
antiguamente se hallara situado emercado de caza, cuando súbitamentdisminuyó su marcha con un brusc
frenazo: varios grupos de trabajadores
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 104/485
a escasos metros de las vías, estabaagarrados, todos en fila, a unos gruesocables de acero de los que halaban co
visible esfuerzo, apoyándosfuertemente en las piernas y arqueandel busto.
—¡Ahó! ¡Vamos!… ¡Ahó! ¡Vamos!Los obreros seguían la cadencia d
as voces de mando, aunando así todo
sus esfuerzos. —¡Mira, mira! —me advirtió Taniagarrándome fuertemente por un brazo.
Los cables atravesaban la calle, ta
ancha en aquel punto preciso como unplaza, subían luego, y terminabaaferrados a la cruz que se alzaba sobr
una cúpula: una cúpula recubierta d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 105/485
adrillos verdes de mayólica. La cruoscilaba peligrosamente a cada nuevestirón de los cables.
—¡Ahó! ¡Vamos!… ¡Ahó! ¡Vamos!Los trabajadores pararon luego u
poco, para cobrar nuevos alientos. S
restregaron fuertemente las manos ydespués, volvieron a la tarea. A loirones, caían de vez en cuando lo
adrillos de mayólica y se estrellabacontra el suelo, desde lo alto, con ugolpe sordo, levantando una pequeñnube de polvo. Muchos paseantes s
habían detenido a contemplar eespectáculo. Los inevitables besprisorn
ugueteaban por los contornos, bie
levándose los trozos rotos de lo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 106/485
adrillos, bien haciendo como quayudaban a los obreros a tirar de lograndes cables o haciendo, en broma
grandes y exagerados aspavientos dpena al ver como, poco a poco, se ibestropeando aquella preciosa cúpula.
—Dicen que hay demasiadaglesias en Moscú —murmuró Tania—
pero una a una las van deshaciend
odas.Hablaba en voz muy bajamirándome fijamente a los ojos. Shabía inclinado ahora hacia delante par
ver mejor la cruz, que quedabfuertemente iluminada por el sol. Sapoyaba así la muchacha con todo s
peso sobre mis brazos.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 107/485
El tranvía, entretanto, había logradpasar del sitio en que se afanaban lorabajadores e iba llegando ya, poco
poco, a la calle Mokhovaia, que estabotalmente repleta de gentes que iban
venían. Ya en ella, vimos en prime
ugar, la Dom Sovietow y luego, máallá, el gran edificio de la Universidade Moscú; a la izquierda, la sede de l
Administración, donde en los días de lrevolución había sido cortado el galopde los caballos a fuerza de ráfagas dametralladora.
Tania me había acompañadambién, algunos días antes, a visitar —
en la Vosdvijenka— el Museo Centra
del Ejército Rojo y de la Flota, la cas
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 108/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 109/485
La gente me observaba coextrañeza, con curiosidad, reconocienden mí un extranjero.
—Me toman por un burgués —hicnotar, con acento divertido.
Tania me respondió en un ton
extremadamente bajo: —Si supieras que yo, que no so
sino una pobre burjuica, me he vist
achada más de una vez de burguesa…Y comenzó a reír nerviosamentenoté, incluso, que su mano temblabaAquélla era la primera vez, con todo
que oía reír a Tania. Pero su risa me diástima, puesto que me hice cargo de
desagradable fondo que había en cuant
acababa de decirme. Así, pues, acarici
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 110/485
su mano con cariño, tratando dranquilizarla.
Y fue justamente en tal moment
cuando un besprisorni —uno de esomuchachos abandonados que uno puedhallar a toda hora del día o de la noch
por las calles de Moscú entregados a lamás raras y extrañas ocupaciones (entras que no falta, claro está, la de
pillaje)— deslizó su mancuidadosamente en el bolsillo de mchaqueta. A pesar de todo su cuidadome percaté inmediatamente de s
maniobra. No había yo tenido aúiempo casi de volverme y de agarrar aadronzuelo por un brazo, cuando ya u
obrero que se hallaba sentado en un
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 111/485
mesa vecina a la nuestra se le habíechado encima, propinándole al mismiempo un fuerte puñetazo. No pued
decir con toda precisión lo que ocurrien tales momentos, puesto queseguidamente, se organizó un auténtic
alboroto. Pero una vez expulsado deocal el ladronzuelo —quien se fu
acusando bien claramente los efectos de
golpe recibido— pareció volver lcalma a la heladería: cada cual regresa su puesto. Me creí obligado a dirigiuna sonrisa de agradecimiento
aquellos hombres que, sin pedírselnadie, habían salido en mi defensa y shabían ocupado así de librarme de
pequeño pilluelo. Mas, súbitamente
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 112/485
Tania —que no se había reunido a lbarahúnda, sino que siguió sentadranquilamente en su puesto— se pus
en pie, palidísima, se acercó al obrerque pegara al muchacho y le dio unsonora y rápida bofetada en plena cara.
Quedé mudo de sorpresa antaquella reacción tan inusitada. Por endeno pude captar el sentido de las palabra
con que Tania acompañó al golpe. Eobrero se puso en pie y agarró a Tanipor el brazo, más con ánimo de sujetarlque de hacerle mal alguno. El públic
volvió a arremolinarse en torno nuestroPude notar que todos ellos miraban Tania con comprensión, como s
entendieran y aprobaran la actuación d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 113/485
a muchacha. Tania decía entonces evoz baja:
—No debió pegarle: no es culp
suya.Y lo decía en voz baja, muy baja
con un aire de disculpa parecido al qu
emplean los niños cuando saben que hasido malos.
Todo el mundo, repito, se habí
puesto en pie formando un círculalrededor de nuestra mesa. Yo mpreguntaba aún el porqué decomportamiento de Tania y el porqué d
aquel mudo asentimiento del públicque llenaba el local. Me extrañabgualmente la manera en que el obrer
había recibido el castigo: parecía habe
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 114/485
quedado avergonzado, corrido, ante loojos de la concurrencia. Todo el mundcomenzó después a hablar en voz alta
rodeándonos cada vez desde más cercacomo si no quisieran perder ni un soldetalle de cuanto aún pudiera ocurrir. E
medio de aquel ambiente de bochorno de excitación, el obrero era el únicocon todo, que parecía esta
medianamente tranquilo: seguía inmóvia mirada baja, aguantando la curiosidade que era objeto. Se trataba de uhombre de unos cuarenta años, pequeñ
delgado, con barba cerrada y fuerte una mirada dura y opaca. Levantó al fia cabeza y miró fijamente a Tania.
—No se debe robar —dijo con vo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 115/485
ronca, mientras se levantaba lentamenteGiró la vista a su alrededor y s
dispuso a salir del local. Al hallarse e
a puerta, dio de nuevo la vueltapareció recobrar ánimos, se encaró coa gente y, alzando el puño, exclamó co
voz airada: —¡Nadie debe robar!, ¿os enteráis?Al decir esto, su mirada se habí
clavado fijamente en Tania. Continuó asalgunos instantes y luegodefinitivamente, salió deestablecimiento dando un fuerte portazo
Nadie había abierto la boca en aquepequeño lapso de tiempo. Tanicontinuaba impasible. Pero cuando e
obrero fijó en ella la última mirada, m
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 116/485
compañera trató de sonreírlímidamente; pero lo único que logró, e
rigor de verdad, fue hacer una muec
extraña: sus labios, incluso, habíaperdido todo el color.
Creí que mi deber era separarla d
allí, alejarla de aquel ambienteprocurando distraerla con nuevas cosasPasé un brazo en torno a su cintura y l
empujé suavemente diciendo: —¡Vámonos, Tania; vámonos daquí!
—¿Acaso tienes miedo? —m
respondió en ruso con acento brusco enfadado. No comprendes nada; no erecapaz de comprender nada. ¡No ere
más que un pobre burgués!
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 117/485
Tras ello, se levantó y salió decidida la calle, soltándose de mi brazo.
Aquellas palabras, más quenfadarme, me habían extrañado e
grado sumo. No lograba yo comprendedel todo la reacción de aquella chiquillni, mucho menos aún, la frase que habí
pronunciado. Con todo y con ello, ncreí prudente ni oportuno seguinsistiendo sobre tan desagradable tema
Pero luego, y ya a solas, traté mucha
veces de analizar el significado daquella escena. Quise comprender poqué un hecho que a mis ojos no tení
mayor trascendencia la había afectad
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 118/485
anto; por qué había castigado al obreroque no tenía ni la menor culpa, y poqué, finalmente, me había llamad
burgués e incapaz de comprender lacosas. Pero en tanto no supe toda lverdad sobre la vida de Tania fu
absolutamente incapaz de hallar nuevauces.
Todo ello, en aquel entonces, m
hizo caer en la cuenta de lo poco qusabía yo sobre mi compañeraComprendía, eso sí, que había algo en svida que ella guardaba celosamente e
secreto, algo que no quería decirme que no estaba dispuesta a dejarmadivinar. Algo, por tanto, que y
ampoco debía investigar a fondo sin
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 119/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 120/485
sonriéndome. Era una criatura jovenágil y llena de vida. A los pocos díapude ya notar que iba siempre ataviad
con el mismo vestido; sin duda algunaera el único que poseía. Se trataba duna blusa de algodón color paja y un
falda azul turquesa con adornos eblanco.
—Vamos —me decía siempre a
legar, antes aun de saludarnos.Juntos ya, recorríamonfatigablemente Moscú. Unas vece
visitábamos un museo, otras una iglesia
una escuela, un club de obreros. Amediodía hacíamos un alto en unstalovaia, uno de esos restaurante
populares que siempre, a tales horas, s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 121/485
hallan abarrotados de obrerosempleados y trabajadores de todaclases. Veíamos allí, también
estudiantes de los más diversos tipos de las más variadas regiones: tártarosarmenios, caucasianos… U
conglomerado de oficios y de razas qudaban así a tales restaurantes uambiente extraño de mescolanza.
Por la tarde, cuando ya Tania sfatigaba de caminar, entrábamos a tomaalgo en alguna pastelería o bien nonstalábamos en algún cinematógrafo
Luego, cuando ya las luces de las calleempezaban a encenderse y cuando lograndes reflectores comenzaban
arrojar sus chorros de luz sobre la roj
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 122/485
bandera que flameaba en lo alto de lcúpula del antiguo Senado de Moscúhoy Palacio del Gobierno, situad
dentro del amurallado recinto deKremlin, llegaba entoncesndefectiblemente, nuestra separación
Tenía entonces que acompañar a Tanihasta la desembocadura de l
ikolskaia; quedaba yo allí en l
esquina, viendo cómo la muchachamezclada con la multitud, ibdesapareciendo lentamente, perdiéndosasí de mi vista.
Nunca llegué a saber, ni tan siquieradónde vivía. No sé aún por qué, mas ecaso es que en aquellos días comencé y
a sospechar algo. La calle Nikolskaia
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 123/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 124/485
numerosas historias sobre determinadamuchachas dedicadas especialmente arato con extranjeros.
Una mañana, al encontrarme coella, le pregunté con aire de broma:
—¿De dónde vienes, Tania? ¿De l
Lubianka?Me miró fijamente a los ojos y m
respondió con voz serena:
—¡Yo no soy una espía!Lo dijo con un acento tal dsinceridad, que me sentí inclinado creerla. Sin embargo, pude notar qu
durante todo aquel día mi compañera shalló un poco ajena a la conversaciónun poco, quizá, preocupada.
Yo, mientras tanto, seguí
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 125/485
haciéndome preguntas. ¿En qurabajaba Tania? ¿De qué vivía? L
único que sabía de cierto, puesto que as
o había deducido anteriormente de supropias palabras, era que Tania vivísola en Moscú. ¿A qué se dedicab
entonces para poder vivir por supropios medios?
—Estoy empleada en las oficinas d
un teatro —me aclaró una vez cuandnos separábamos en la esquina de lcalle Nikolskaia.
No le había preguntado nada a
respecto. Tania, probablemente, habícomprendido mis dudas y minterrogantes.
—Trabajo allí solamente por l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 126/485
noche; y eso, no creas que es tan molestcomo parece. Es sólo cuestión dacostumbrarse, ¿sabes?
Acepté su explicación sin quereahondar más. ¿Qué derecho tenía ypara interrogarla ni para querer explora
su vida? Era un extranjero, un europeo«Europe, vieille canaille!». Ningúextranjero, ningún «burgués», podr
legar nunca a comprender el pudor quse encierra en estas pobres mujeres da Rusia del Soviet, aun en las má
simples de entre ellas, en cuanto s
refiere a las miserias y a las dificultadede sus propias vidas.
Con respecto a sus modales, Tani
parecía proceder de buena familia
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 127/485
ncluso me atrevería a afirmar que dfamilia burguesa. Tendría, más o menosunos dieciocho años. No habí
conocido, por lo tanto, la antigua RusiaPero sin embargo, su perfectconocimiento de la lengua francesa, s
conversación y su modo de comportarsedejaban ver, bien a las claras, que lmuchacha había recibido, en otro
iempos, una educación bastantcuidada.Se sentía feliz cuando podí
demostrarme que no estaba aú
«bolchevizada». (Recuerdo ahora qucada vez que la chica debía pronunciaesta palabra, «bolchevizada», hací
previamente esta pausa como si dudase
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 128/485
como si le costase trabajo el mero hechde pronunciarla). Siempre que habíocasión representaba ante mí su pape
de «jeune fille bien élevée[1]» y, en talemomentos, disfrutaba sinceramente.
¡Pobre Tania! De pie, en l
plataforma del tranvía, con su cabezreclinada sobre mi hombro, pegado scostado al mío (le había yo pasado e
brazo alrededor de la cintura), notabque se confiaba a mí, apoyándose ascomo un niño lo hace cuando empieza sentir cansancio o sueño. Sus ojo
estaban entornados y respiraba muentamente, sonriendo a la par.
El tranvía, mientras yo recordab
odas estas cosas, había pasado ya de
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 129/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 130/485
desembocamos en la vía Krapotkinpasando así ante la casa construida poDomenico Gilardi y en la que ahora s
halla un museo junto a ella, el MuseTolstoi.
—Mira, ¡fíjate! —me dijo Tania.
El sol encendía con radiantecolores los campaniles de la iglesia da Trinidad de Zubow.
La gente, en la parada, descendía deranvía con aire apresurado. Eran genteípicas del suburbio: mujeres con niño
en brazos, obreros de barba hirsuta
proletarios de cortos y rapadocabellos, muchachos delgados y marajeados, con aspecto enfermizo. M
ba fijando en todos según pasaban a m
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 131/485
ado. Nuestro tranvía volvió a arrancarpasamos luego por la BalsciaiPirogowskaia, por la vía Zarizinskaia
a en pleno centro del barriHamowniki que estuvo habitado, eiempos de los zares, por los tejedores.
—Al final de esta calle —mexplicó Tania— hay una vieja casa dmadera en la que Tolstoi permaneci
encerrado durante veinte largos años.El vehículo, poco a poco, fuaminorando su marcha; pasó por delantde los pabellones del Policlínico y lleg
a una pequeña plazuela. Terminaba allnuestro viaje. Habíamos llegado, pues, as inmediaciones del Nowodievic
Monastir.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 132/485
Tania caminaba con paso airoso rápido por el sendero que asciende —flanqueado de árboles— todo a lo larg
de las tapias del convento. Más quconvento se diría que aquello era uauténtico fuerte, a juzgar por el tamañ
de los muros de su cerca, por sus torree incluso por su estratégica situación ea extremidad de aquella especie d
península sobre la que se asienta ebarrio de Hamowniki. Repasmentalmente la historia de este famos
owodievici Monastir. Fue allí dond
Boris Godunoff esperó ansioso emomento de ocupar el trono, donde lhermana de Pedro el Grande, Sofía, fu
obligada a tomar los hábitos y donde
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 133/485
para celebrar tal acontecimiento, fueroahorcados, en aquellos mismos árboledel jardín, más de trescientos strelzi qu
eran devotos partidarios de la citadhermana del zar. El espectáculo daquellas gentes colgadas de los árboles
con sus lenguas desmesuradamentfuera, debió ser una escena de auténticpesadilla. Hoy en día, sólo quedaban e
aquel viejo convento algunas pocamonjas encargadas del cuidado decementerio situado junto al ancho huertoSe las veía, pequeñas, tímidas y com
asustadas, siempre con las cabezas bajacomo rehuyendo constantemente lmirada de las gentes. Se hubiera dicho,
uzgar por su comportamiento, que era
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 134/485
ciegas, sordas y mudas.En los claustros, en las grande
salas, se hallaban alojadas, en e
momento presente, numerosas familiade obreros y de empleados. Peralgunas otras salas y el refectorio había
sido conservados en calidad de museoLas voces de los niños que lo poblabaresonaban extrañamente en aquel muert
caserón. —Aquéllos son los Montes de loPájaros —me indicó Tania haciéndomfijar en las colinas que se alzan a la otr
orilla del Moscova.El cielo, en aquel maravilloso día
ucía un color azul brillante; el aire
refrescado por las lluvias de primavera
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 135/485
olía a mil perfumes diferentes: a tierrmojada, a campo, a flores. Fuimopaseando por un pequeño camino qu
bordeaba la falda del montículolegando después hasta una zona d
marismas situada ya junto a la mism
orilla del agua. En aquel paraje, lapequeñas ranas se zambullían veloces eas aguas más profundas, asustadas po
el ruido de nuestros pasos. Tania se echa reír feliz y comenzó luego, como unauténtica chiquilla, a corretear por locontornos, gozando al ver la confusió
que sus carreras producían entraquellas tranquilas y asustadizas ranitas
Camino adelante, llegamos hasta u
erreno ya seco que se veía cruzado po
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 136/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 137/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 138/485
nuestra. Los caballos pararon su carrerabruscamente, asustados quizás aembocar la entrada de aquel pequeñ
únel; se pusieron luego al paso con uandar nervioso y desconfiado. El sonidde sus cascos al chocar contra el dur
suelo se multiplicaba por la resonanci por el eco. Tania, pegada contra e
muro para mejor dejarles pasar, alarg
a mano, acariciando las ancasudorosas de uno de los cuadrúpedosLuego, riendo, se volvió hacia mí y mdijo algo que no pude yo entender
causa del ruido de las caballerías.Uno de los cosacos, al pasar, s
nclinó un poco sobre el arzón de s
silla e hizo cosquillas en el rostro d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 139/485
Tania con un puñado de hierbezuelas qulevaba en la mano. Se enderezó despué
riendo feliz y contento como u
muchacho. No eran aquéllos los cosacos qu
odos aún recordamos, con su
mpecables kaftanes, sus cartucheracruzadas en equis sobre el pecho, suamplias mangas y sus altos y típico
gorros de astrakán. Eran ahora unnueva versión de los cosacos, vestidocon uniformes de paño color amarillogrisáceo y con gorras de plato de viser
corta al estilo inglés. Todos ellos, unomuchachotes jóvenes, morenos curtidos, de complexión atlética.
El ruido de los caballos y lo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 140/485
rumores de las voces de los cosacos smitigaron de golpe al salir, unos y otrosde la galería. El cosaco de la
hierbezuelas se volvió, sobre su silladijo adiós a Tania con la manosonriendo aún abiertamente.
Salimos nosotros también del túnel legamos así a unas verdes praderas qu
contorneaban el camino. Éste, a partir d
aquel momento, ascendía ysensiblemente. —Volvamos atrás —me pidió TaniaFrente a nosotros se alzaban la
colinas, recortándose sus perfiles en enítido horizonte. Un viento ligero hacímoverse las hierbas de los prados.
—Volvamos atrás —insistió Tania
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 141/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 142/485
—Tengo frío —se quejó Tania. Noté, a la vez, que u
estremecimiento recorría su cuerpo
Pasé mi brazo por sus hombros y lapreté contra mí. Se desasibruscamente y me miró con enfado, si
decirme ni una sola palabra.Entramos luego en el recinto
sentándome yo sobre unas piedras, pue
empezaba a sentirme fatigado. Tania mesperó en pie sin protestarPermanecimos así, inmóviles, algunonstantes. Luego, reanudamos la marcha
o sé aún por qué, hicimos un alto, edeterminado momento, junto a usepulcro. En su lápida leí el nombre d
Von Meck, y tal apellido me hiz
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 143/485
recordar a aquel director general de loFerrocarriles Soviéticos que terminó sudías ante el pelotón de ejecuciones dGPU.
—Tengo frío —insistió Tania covoz quejosa.
Miré a su cara y ella, entonces, tratde ocultarme sus ojos, rehuyendo mimiradas, a la vez que ponía sus mano
entre las mías. La atraje hacia mhaciendo que apoyase su cabeza en mhombro. Luego, muy suavemente, roccon mis labios sus cabellos, su cara y
finalmente, el contorno de su boca. —Quisiera que todo siguiese así
como ahora, ya para siempre —me dij
ella levantando su cabeza y tratando d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 144/485
sonreír. Pero sus ojos, entretantocontinuaban llenos de lágrimas.
Fue algún tiempo después cuandpude yo, al fin, comprender la razón d
os súbitos cambios de humor de Taniade su orgullosa sensibilidad, de smpaciencia y, en dos palabras, de s
extraño proceder manifestado en tantas antas ocasiones. La muchacha nunca mhabía concedido, hasta aquel entoncesnada más que sonrisas; incluso su
confidencias, sus rarísimos abandonossu fantasía y sus inquietudes teníasiempre un fondo de rencor y d
sospecha. No se podía decir, a fuer d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 145/485
sinceros, que lo nuestro fuera uauténtico amor. Pero tampoco podíafirmarse que fuera meramente un
simple amistad. ¡Cuántas veces había yeído en su mirada algo así como u
fondo de tristeza, de anhelo, que m
hacía presentir la existencia de uauténtico cariño! Tania, ya lo había ynotado, representaba ante mí el papel d
«jeune fille bien élevée». Mas, a pesade todo, seguía yo persuadido de quTania era sincera, absolutamentsincera, cuando me cogía cariñosament
por el brazo.Los dos pasábamos juntos muchas d
as horas del día. Y durante todo est
iempo, Tania parecía estar viviendo un
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 146/485
vida de ficción. Tratabandudablemente, de segui
comportándose al estilo de una époc
que ella no había llegado a conocer (erapenas una chiquilla cuando lsorprendió la revolución), de una vid
que ella, sin embargo, presentía ncluso notaba en su propio espíritu ravés de su herencia. Se veía, cuand
legaba a mi lado, cómo cambiabsúbitamente y cómo, a partir de talemomentos, empezaba a representar spapel de señorita refinada, de señorit
de la época anterior a la gran tragedia.Parecía tener a orgullo esto de pode
demostrar a un extranjero que, aun e
medio de aquella ruina del mundo mora
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 147/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 148/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 149/485
estar cohibida, sujetando sus reaccionesa fin de vivir conmigo, a mi lado, unodías que estuvieran en un todo d
acuerdo con aquel mundo moral burgués que si bien ella no llegó conocer, debió haber sido el propio d
sus mayores; un mundo en el que, uzgar por todo ello, deseaba Tani
fervientemente haber vivido. Así, quizá
podría explicarse aquel empeño ciegen representar tal farsa e incluso aquellrabia latente que parecía existir en efondo del espíritu de la muchacha.
Tania era un típico producto de lrevolución. Su aspecto, nada fuertehablaba bien claramente de las penuria
pasadas en la edad crítica de la niñez
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 150/485
Sentía envidia de un mundo —el de aye— donde existía toda una serie de cosasde ideas y de principios que ella, aun si
haberlo vivido, añoraba. Pero su orgulle impedía manifestarlo claramente. N
obstante, a través de sus reacciones má
simples, cuando jugaba a la «graseñora», era fácil comprenderlo, incluspara un observador —como ocurría e
mi caso— apasionado. No puedo explicar, por más ququiera, el acento tan extraño con quacogía mis más simples e inocente
comentarios sobre las cosas o lapersonas de la Rusia revolucionaria. Udía, por ejemplo, habíamos ido juntos
visitar el mausoleo de Lenin, erigido e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 151/485
a Plaza Roja, al pie mismo de lamurallas del Kremlin.
El cuerpo embalsamado de Lenin s
hallaba dentro de la gran urna de cristaa pocos pasos de donde nosotros nohabíamos detenido. El rostro de
omnipotente dictador rusoremendamente pálido, acababa en un
pequeña barba rojiza. Entre la lógic
palidez y el deslumbrador efecto de lauces, se hubiera dicho más bien que eruna máscara de cera en lugar de uauténtico rostro humano.
—Pensaba yo, a juzgar por loretratos que he visto, que Lenin tenínegra la barba —observé en voz baja.
No creí, sinceramente hablando
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 152/485
haber dicho nada inconveniente. Massin embargo, Tania me miró de soslayocon una auténtica expresión de enfado.
—¡Cuidado con tus palabras! ¡Coodo y estar muerto, puede aún quitarte i tu burguesa vida!
Me dejó perplejo la reacción de lmuchacha. Volvió entonces a mmemoria, por una asociación de ideas
el episodio del besprisorni y ecomportamiento de Tania para con eobrero que pegó en tal día aadronzuelo. Recordé también que en e
cementerio del monasterio, y al estar yhaciendo algún comentario sobre efusilamiento de Von Meck, me permit
decir, de pasada, algo sobre el terro
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 153/485
que en toda Rusia inspiraba el solnombre de la GPU. Entonces, Tania mcortó en seco:
—¡Sólo los traidores tienen miedo a GPU!
Después, me volvió bruscamente l
espalda y caminó en otra direcciónalejándose de mi lado.
Creí, francamente, que aquella
palabras habían salido de su boca por lsola acción y efecto de la educaciópolítica que, quieras o no, recibía eplan intensivo toda la juventud de la
Rusias. Recordé también, econtraposición, cómo los ojos de lchiquilla se llenaron de lágrimas cuand
pasábamos por entre las tumbas de
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 154/485
owodievici Monastir. Alguna relaciómuy íntima debía haber, pues, entraquel secreto que tan cuidadosament
guardaba y, por otro lado, la pureza dsus lágrimas.
Aquella misma tarde, al regreso yde nuestra excursión al Nowodievic
Monastir, y tras haberla acompañadcomo era de costumbre a la esquina da calle Nikolskaia, me dirigí yo sol
hacia el Teatro de Stanislawski, dond
representaban una comedia de Bulgakoflamada Los días de la familia Turbin
Entré en él; el teatro se hallab
completamente abarrotado del má
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 155/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 156/485
mercancía.Al final del último acto, cuando s
empezaban a oír las notas de «L
nternacional» y cuando, por tanto, juntal umbral de la casa de los Turbiresonaba ya el paso cadencioso de la
victoriosas tropas rojas que entraban eKiev, gané la salida presuroso parevitar las aglomeraciones y me dispuse
fuera ya, a regresar calmosamente hacimi alojamiento, paseando por la plazSverdlow.
Había comenzado ya a caer la noche
una noche clara y serena, típica denorte, que continuaría así, sioscurecerse ya más, hasta la llegada de
alba. Las calles estaban iluminada
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 157/485
profusamente por aquella zona y muchgente paseaba aún por sus aceras.
Iría yo por la mitad de la Theatraln
Proiesd, la amplia vía que conduce, a largo de los muros de la Kitai Gorod
desde la Plaza Sverdlow hasta la Plaz
Lubianka, cuando vi un grupo de gentque se hallaba detenido en la esquina da calle Rojdestvenka, haciendo u
corrillo junto a la entrada de unstalovaie. Se empinaban todos sobre lapuntas de sus pies para poder ver mejo, a juzgar por sus expresiones y por su
comentarios, algo muy chusco o mudivertido debía estar ocurriendo alldentro. Alguien, en el interior de l
stalovaie, cantaba acompañándose po
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 158/485
algún instrumento de cuerda y su voz smezclaba con toda una serie de airadogritos y denuestos. La gente coreaba co
sus risas tales chillidos. —¿Qué pasa ahí dentro? —pregunt
a un vendedor de cigarrillos qu
ocupaba un lugar preferente en ecorrillo, pero que se salió finalmente dél, temeroso de que con las apertura
sufriese algún desperfecto la caja qucon tabacos y cerillas llevaba colganddel cuello.
—Son dos prostitutas que se está
peleando —me contestó con la risa aúbailándole en los labios.
Aprovechando la salida de
vendedor callejero, pude hacerme u
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 159/485
pequeño lugar en medio del grupoAlzándome yo también en puntillas logrdivisar el interior del establecimiento
Vi así cómo dos muchachitas speleaban airadas, llamándose las peorecosas con voces enronquecidas por l
rabia. —¡Tania! —grité.Al oír su nombre y, sobre todo, m
voz, se volvió rápida la chiquilla, danda espalda a su adversaria. Pude ver assu cara, pálida como la de una muerta.
—¡Tania! —volví a llamarla.
Pero Tania alzó un brazo comqueriendo protegerse de mí y, con unvoz y un acento que jamás lograr
olvidar mientras viva, me grit
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 160/485
desesperada: —«Bourgeois! Bourgeois, tu n
comprends rien, bourgeois!».
Desapareció luego en el interiomientras la muchedumbre acogía suvoces y sus gestos con un clamor d
roncas risotadas.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 161/485
Historia del Caballerodel Árbol
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 162/485
Su padre, Samuel hijo de JacobBaumritter —que en lengua teutonquiere decir Caballero del Árbol—
había llegado a Italia, desde Poloniacuarenta años antes, llevando por todbagaje su oficio de óptico o anteojero
como en aquel entonces se decía, uenorme amor por la filosofía, a lmanera de Spinoza, un cariñ
desmedido por las ganancias seguras sin riesgo y muy poquitos rublos de oren el fondo de los bolsillos deradicional gabán negro. Al verle ta
barbudo, tan suspicaz y desconfiado, ncluso tan eternamente resentido, lo
buenos papistas de Bruselas y de Saint
Jean-en-Gréve le hubieran tomado
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 163/485
ciertamente, por un determinado hebreque, al decir del Patriarca de Ferneyhabía sido sorprendido un buen dí
partiendo con un viejo cuchillo unhostia de la que así hizo brotar lsangre. Pero en Italia no se d
demasiada importancia a ciertas cosas.Llegado a Roma cuando la Brech
de Porta Pía había dado ya una salida
escape a la gran aglomeración dehetto y cuando ya habían desaparecidas amarillas holapandas del Campo das Flores, Samuel, padre del Caballer
del Árbol, se sintió renacer en aqueambiente liberal, entre aquel buepueblo romano que pasaba su tiemp
ibre haciendo el amor o entregándose
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 164/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 165/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 166/485
vejez, con la tranquilidad de los justos de los hacendados.
Transcurrió algún tiempo. Samue
padre de Isaac, se fue dando cuentgradualmente de que iba perdiendpaulatinamente la fiereza de su tradició
almúdica: sus ardores doctrinales sban convirtiendo en simple rescoldo
Sucedía, incluso, que no observaba ya
con el acendrado escrúpulo de otroiempos, las leyes de Moisés ni loconsejos de los profetas. Tampocguardaba demasiado celosamente todo
aquellos ritos que sus ascendientes lhabían enseñado. Iba, pues, así, poquita poco, haciéndose menos hebreo cad
vez. El único consuelo que el hombr
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 167/485
hallaba en tal cuita era la seguridad dque si era un mal judío, al menos, comél decía, no era aún tampoco u
auténtico cristiano. Las crisis dconciencia —¡rara cosa!— van siempracompañadas, cuando el sujeto es u
hebreo, de una especie de obsesióracional a través de la cual buscan unustificación, un cálculo o un beneficio
Pero esto no es cosa demasiado fácil dconseguir, salvo que el protagonista shalle francamente empeñado en dejarsconvencer a sí mismo, en cuyo caso n
es grave problema el encontrar lfórmula conciliadora. Con todo y coello, no seré yo el primero en culpar a
padre del Caballero del Árbol por n
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 168/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 169/485
paso, lo encontraba reverente a más npoder). Le favoreció en su subida ehecho de que era tradicional que lo
oyeros, médicos y ópticos de la cortpontificia fueran judíos en su mayoparte.
Aun a pesar de ello, no resultabfácil para un circunciso el abrirscamino por entre la corte de la cabez
de la Iglesia. Si bien se le aceptaba posus servicios, no era fácil conseguir urato donde su condición religiosa fues
olvidada. El buen hombre comprendió
pues, que debía hacer algo questimoniase su agradecimiento e inclus
su adhesión. Y en tal estado de ánimo
con tales propósitos en mientes, llegó e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 170/485
día en que Samuel Baumritter se vipadre de un hermoso primogénito¿Debería mantener al recién nacido e
sus tradiciones familiares y de raza opor el contrario, debería aceptar econsejo de su prelado benefactor
bautizando al niño y dándole entrada desta forma en el seno de la IglesiCatólica?
Esta horrible duda, le tuvo despiertoda una larga noche. Pero las crisis dconciencia de nuestro buen Samuenunca llegaban a durarle demasiad
rato: tras dar vueltas y más vueltas aproblema en su cabeza, llegó a unconclusión conciliatoria que, nada má
ocurrírsele, ya le pareció, a él mismo, l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 171/485
maravilla de las maravillas; iba, de estguisa, a respetar la tradición familiamponiendo al hijito un nombre d
antigua resonancia hebraica, de la mápura solera, y, al mismo tiempo, salvaguardar los beneficios de su carg
recién logrado, y a pagar su deuda dgratitud, bautizando al pequeñajo.
Tan magistral idea venía a ser alg
así como un puente que uniera y ligara amismo tiempo al Antiguo con el NuevTestamento.
Pasaron largos años y llegó así l
fecha en que Samuel, tras una cortagonía, fue a reunirse con sus mayores
uestro Caballero del Árbol quedó
pues, huérfano. Mas como quiera que s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 172/485
padre, al morir, le dejó una cuantiosfortuna y unas amistades que podíavalerle de mucho, no era el caso, com
vemos, del pobre huerfanitdesamparado. No. Ni mucho menos.
Mas ocurrió que, aun a pesar d
ales valores y de tales apoyos, nuestrCaballero era francamente el más infelide los mortales. El contraste entre e
fondo hebreo de su sangre y smprovisada educación cristianproducía en él un continuo desequilibrique nada lograba mitigar. Sería mentir
afirmar que nuestro hombre sintiesrepugnancia por su propio y actuaestado, tan distinto en un todo del de s
pobre padre. Lo que ocurría
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 173/485
sencillamente, es que no lograba en spropio ser un auténtico equilibriestable. Su educación era cristiana, per
su instinto era hebreo al ciento pociento: su conciencia de bautizado ldecía blanco cuando su herencia, su
nstintos más soterrados, le decíanegro. Y así hasta ciento. ¡Ah, si amenos él lograse hallar alguna fórmul
que le diera el escape, la salida, aquella continua contradicción que sdebatía, día tras día, en su propiespíritu!…
Su inteligencia también tomabbuena parte en todos estos líos dificultades. Voltaire fue quien, e
primer lugar, le hizo sospechar sobre l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 174/485
certeza de muchas cosas en las que losuyos habían creído, siglo tras siglo, pies juntillas. El sarcasmo de tal hombr
contra los hebreos, sus chistes e irónicocomentarios sobre las edaderespectivas de Abraham y de su muje
Sara («la jeune Sara avait quatre-vingtdix ans, selon l’Écriture, quand Dieu lupromit qu’Abraham, qui en avait alor
cent soixante, lui ferait un enfant dans’année»), sus maliciosos comentarios propósito de la circuncisión, denfierno de los hebreos, de las vianda
de Ezequiel («le Seigneur lui ordonna dmanger, pendant trois cent quatre-vingtdix jours, du pain d’orge, de froment e
de millet, couvert de merde») no l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 175/485
digustaban en modo alguno. Al joven lagradaba el buen humor, el desenfado dos católicos, frente a la habitua
seriedad, a la tenebrosa seriedad depueblo judío.
Mas en otras ocasiones, cuando leí
u oía ofensas contra el pueblo hebreo, ssentía enrojecer de ira, sintiendo quales insultos caían sobre su padre
sobre sus abuelos, sobre toda su razaEn dichas ocasiones, mudaba ldecoración. Se sentía despegado así de
uevo y pasaba a respetar el Antigu
Testamento. La fuerza de su sangre judíafloraba a la superficie y entonces éadoptaba un aire descaradamente hebre
aun sin proponérselo. Era la tradició
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 176/485
que se adueñaba del presente. Algmisterioso se movía en el fondo mismdel muchacho y sentía éste una especi
de vergüenza por aquella traiciónvoluntaria a su clan, a su raza e
pleno. Se consideraba a sí mismo com
un auténtico renegado y comprendía qumientras tal estado de cosas continuasno podría nunca hallar la satisfacción n
a paz del espíritu que buscaba. Hacífalta, por consiguiente, establecer ahorun auténtico y firme contacto con lradición hebrea de su familia.
Vino a ser una especie de revolucióo, mejor dicho, una restauracióreligiosa la que el Caballero del Árbo
se dispuso a llevar adelante. Pero l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 177/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 178/485
ambos bandos. Para acabar con todaaquellas flaquezas, para llevar a buefin su propósito, le aconsejaron hacer u
viaje al lejano país del que procediersu padre, para establecer así, en verdadun contacto íntimo y directo co
aquellos otros seres de su familia qulevaban la misma sangre. La idea l
pareció de perlas, de modo y maner
que el Caballero del Árbol se dispuspara partir hacia Polonia, orgulloso yde su misión, de su familia procedencia e incluso de la fe que ahor
así abrazaba.
Es lícito suponer que la Viena de l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 179/485
antigüedad, asediada de cerca por lourcos, debía estar tan abarrotada d
gente temerosa, de gente evacuada d
otras regiones, como lo estabustamente Varsovia bajo la amenaza das tropas bolcheviques. El miedo, e
más desesperado miedo, era fruto de lemporada en aquel agosto del año mi
novecientos veinte. Por las calle
desfilaba una interminable procesión dgentes, de las más diversas estofas, quvenían huyendo de los rusos. Traían subagajes, lo poco que habían salvado e
su huida, a hombros, en pequeñoscarritos, o medio arrastrándolo ya por esuelo, bajo el efecto del agotado
cansancio. Los soldados s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 180/485
entremezclaban con esta población eéxodo; los campesinos traían del ronzasu ganado: uno arreaba una cabra, el d
más allá una vaca… Y tan siniestro rágico desfile iba acompañado de u
rumor sordo, compuesto por el llanto d
as mujeres y de los niños, por laroncas voces de los hombres, por logritos de los soldados que pedían pas
ibre y hasta por las respectivas vocede las bestias, asustadas ante aqueropel de gentes alocadas. No faltabaambién otras voces humanas, qu
sobresalían del conjunto, rezando gritos al buen Dios de Polonia. Al pasaante las iglesias, algunos trataban d
arrodillarse para rezar de nuevo. Per
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 181/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 182/485
De vez en cuando cruzaban lacalles algunos piquetes de soldadoarmados que iban custodiando grupos d
bolcheviques prisioneros. Iban éstos cosus ropas destrozadas: unas guerreras dcolor rojizo, unos pantalones como d
ela de saco y con sus rostros de ucolor verde espinaca, quizá por ehambre, quizá por el miedo. La gente, a
ver así el motivo de su odio y de spánico, se apiñaba a su paso y loamenazaba con puños y paloslenándolos de improperios. Los preso
rataban entonces de andar más de prispara escapar de la multituencolerizada. Los mismos soldados d
a escolta, temerosos del fin de su
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 183/485
custodiados, apretaban también lmarcha, abriéndose paso, a viva fuerzapor entre la gente que trataba de cerra
el círculo. El miedo de las gentes se ibrocando así, poco a poco, ante l
presencia del enemigo vencido, en es
valor tan discutible que siente la mascuando comprende que es más poderosael pánico que sentían ante la amenaz
del ejército enemigo se transformaba ematonería frente a aquellos pocoprisioneros desarmados desmoralizados.
Mientras tanto… No puedo evitaconmoverme pensando en el estupor, ea sorpresa y en el miedo que estab
pasando en tan críticos momentos e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 184/485
Caballero del Árbol. Él no había idallí para encontrarse con aqueespectáculo de Apocalipsis. Fue hast
aquel lejano país a unir unos vínculofamiliares. Pero ¡ah!, la decoración erbien distinta de lo que él suponía. Habí
caído de hoz y coz en medio de unciudad casi sitiada, se había mezcladpor tanto en la barahúnda de un puebl
prisionero del miedo y de lacalamidades de la guerra. Nuestro hombre comenzó a maldeci
su propia suerte, y, sobre todo, la hor
en que se le ocurrió tan inoportunviaje. Hasta los alimentos eran difícilede hallar en aquella Varsovi
acongojada. Así, pues, se dijo que, a l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 185/485
menor oportunidad, dejaría la ciudaencaminándose hacia Lomza, dondesperaba encontrar a un hermano de s
padre; en tal decisión influía también ehecho de que aquella villa estaba máalejada, en aquel entonces, de los teatro
de operaciones.Mientras que el día ansiado llegaba
saac Baumritter pasaba sus horas en e
hetto del barrio de Nalewki, mezcladen todo momento con aquel pueblo quse llamaba a sí mismo «el elegido dDios». Hablando en plata, ¡qué brusc
sorpresa, qué enorme desilusión vino sufrir el pobre Caballero del Árbol! Esolo pensamiento de que si el buen viej
Samuel, su padre, no se hubier
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 186/485
decidido en aquel remoto entonces partir hacia Italia con sus lentes, suutensilios de trabajo y su valor, hubier
él nacido y vivido en aquel sórdidambiente, le ponía los pelos de puntaAquella gente raquítica y barbuda
aquella aglomeración de tipos de miradhuidiza y desconfiada, le repugnabfísicamente. Por eso, al asaltarle ta
dea, al pensar en el acierto de su padreun suspiro le brotó de lo más hondo depecho. «¡Qué satisfacción, qué suerte lmía!». No le faltó, pues, aunque él no l
dijera o no lo quisiera decir, sinfelicitarse también a sí mismo por ehecho de ser cristiano. Pero luego
después, cuando llegaba la reacción
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 187/485
consideraba que tal felicitación, por muen mientes que hubiera sido hecha, erun auténtico insulto para su propi
padre, para sus abuelos, para toda sgenealogía en pleno. Con tales ideas, shacía el hombre un auténtico embrollo
acababa, incluso, teniendo fiebre. Corría refugiarse en su habitación, nadujosa ni higiénica por cierto, se mirab
en un espejo y, ya pasado el difícirance, se complacía fijándose en sufacciones. Analizaba su nariz enjuta afilada, el tono oliváceo de su piel, su
negros cabellos. «Soy verdaderamentun clásico tipo hebreo, se decíabautizado, sí, ¡pero hebreo!». Y lueg
quedaba sonriendo con una muec
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 188/485
difícil, puesto que estaba motivadaquella especie de sonrisa, por un nmenos difícil interrogante: por e
problema de que no sabía aún, a ciencicierta, si de lo que tenía en realidad qualegrarse era de lo uno o de lo otro: d
haber sido bautizado o de ser uprototipo de hebreo. ¡Qué confusión sarmaba entonces en la mente de
nconsecuente Caballero!Llegó incluso un día en el que estuventado de largar sus problemas por l
borda y dejar la solución del enigm
para más propicia ocasión. Un día eque, como verán ustedes, casi, casi, sdecidió a caer la balanza de un sol
golpe, hacia un lado ya bien definido.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 189/485
El motivo fue bien simple. Shallaba el Caballero paseando por e
hetto cuando, súbitamente, estalló e
as cercanías un enorme griteríacompañado de carreras, portazos escándalo sin cuenta.
Aullido de mujeres asustadascarreras de la chiquillería, cierrhermético de puertas y ventanas… ¿Qu
pasa? ¿Qué pasa? Todo el ghetto estalborotado y, lo que es peor, asustado.Escondido en el amplio quicio d
una puerta, el Caballero del Árbo
pensó, en primer lugar, en las hordacomunistas invadiendo la ciudad y, poconsiguiente, el mismísimo ghetto. Tra
el asedio, la ocupación: luego
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 190/485
nevitablemente, el saqueo y lamatanzas. Notó que un fríestremecimiento recorría, con velocida
de relámpago, su espina dorsal.Mientras pensaba en ta
desagradable tema, una horda pasó junt
a él, por la calle. Una horda que aullabcomo si estuviera compuesta poposesos. Cerró los ojos fuertemente par
no verla; pero sentía sus voces y lopalos que, al pasar, iban sacudiendsobre las cerradas puertas y ventanas«¡Ahora caeré yo!», pensaba e
aterrorizado judío.Mas cuando el pobre hombre s
atrevió a entreabrir los ojos, vio co
asombro que no había tal hord
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 191/485
bolchevique. Era una innumerablpartida de muchachillos, de chavalonesque, armados de bastones, estacas y d
banderitas polacas, blancas y rojasrecorría las calles del ghetto sembranda consternación y el desconcierto
Cambió la escena en la imaginación deCaballero. «¡Un progrom!», pensnmediatamente. Y esta idea, ta
desagradable como la anterior, le hizcerrar los ojos de nuevo, biefuertemente. Que se tratase destudiantes polacos o de cosacos rusos
el fin, si no había mucha suerte, podíser el mismo! Bueno, podía ser para lodemás, claro está. Puesto que él, e
aquel crítico instante, comprendió que e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 192/485
hecho de estar bautizado debería ser unsuerte, su salvación ante los enfurecidomuchachos. El agradecimiento qu
experimentó hacia su sino fue tan intensque el pobre comenzó a temblar como uazogado, mas ya no de miedo, sin
simplemente, de puros nervios por lensión mantenida. Y en aquel históricnstante estuvo a punto, o casi a punto a
menos, de renegar por segunda vez de lfe de sus mayores y de separarse parsiempre de aquellos ghettos insalubres.
Otra idea sacudió su imaginación
«¡Pero tengo una típica estampa dudío! ¿Me podrá alguien creer ahora so afirmo lo contrario?». Nuev
escalofrío y nuevos sudores. Nuestr
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 193/485
hombre estaba cerca de caer por tierrfulminado por el rayo del miedo.
En tanto, los gritos se iban alejand
otra vez la paz y el silencio caíasobre el barrio hebreo. Salió Isaaímidamente de su escondite y fue, call
ras calle, hacia su alojamiento, comirada asustada y casi agonizante. Maal sentir que ningún peligro rondaba y
por las cercanías, que todo habíerminado sin que la sangre corriera poos suelos, su fe de judío fue saliendo d
nuevo a flote, al igual que un conej
vuelve a asomar las orejas cuando sabque los perros ya han pasado, y comenzasí a arrepentirse de s
desfallecimiento, de su falta de fe y d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 194/485
su desconfianza.Al llegar a la casa preguntó: —¿Qué ha pasado? ¿Qué ha sid
eso? ¿Ha habido muertos?Otro judío le miró impasible, co
aire casi conmiserativo:
—No ha pasado nada; una travesurde colegiales que querían asustarnos. Yos judíos, sábelo, ¡no morimos jamás!
El Caballero del Árbol quedatónito, avergonzado y sorprendido antaquella revelación de su propinmortalidad, de la que tan poquísim
seguro estuviera escasos minutos antes.
Mientras en el ghetto ocurrían toda
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 195/485
as cosas que acabamos de dejarelatadas, en los barrios cristianos unnmensa columna de gente recorría la
calles en procesión, siguiendoenfervorizada, a la imagen de la Virgenmplorándole a grandes voces qu
salvase a Polonia de las hordanvasoras.
Era, justamente, el día 15 de agosto
día de Santa María. El rugido de locañones envolvía la ciudad. El ejércitrojo del hebreo Trotsky se hallaba ya eas inmediaciones de Radzimin, a veint
kilómetros tan sólo de los suburbios dVarsovia. Cuando la procesión desfilabpor la desembocadura de la call
Karowa, abierta junto al Vístula, toda
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 196/485
as gentes volvían la cabeza mirando o lejos, más allá de las últimas casasratando de divisar, en la lejanía, lo
resplandores de la batalla. Las vocesaunadas, repetían sus oraciones. «SanctMaría, mater Dei». Otras voce
respondían luego, «Sancta Maria, orpro nobis». Y el murmullo de los fieleograba apagar, a veces, los ecos de lo
cañones.La Virgen del mes de agosto, reinde Polonia, respondiendo a laenfervorizadas oraciones, había enviad
al general francés Weygand, sdevotísimo hijo, a rechazar las huestedel judío Bronstein, más conocido po
su nombre de guerra, Trotsky.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 197/485
Cuando, por la tarde, llegaron a lciudad las primeras noticias de lvictoria, la multitud fue presa de u
auténtico delirio: en las calles, en laglesias, en todas partes, la alegría eral que parecía una población habitad
por auténticos locos. Se encendierograndes hogueras conmemorativas eodas las plazas y plazuelas. Lo
soldados eran acogidos como auténticovencedores; las estatuas de los héroedel país se volvían a coronar de laurelalgunas bandas militares circulaba
ambién por la ciudad atronando loaires con sus marchas y con sus músicamarciales.
En cuanto al Caballero del Árbol, l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 198/485
verdad es que se alegraba de todcorazón de aquella gran victoria de lVirgen de Agosto, Reina y Señora d
Polonia. La alegría de las campanaechadas al vuelo se hermanaba con lalegría de su propio espíritu. Y tra
aquel horizonte, ya más despejado, eCaballero comenzó a preparar su viajhacia Lomza, la ciudad natal de s
padre. ¡Qué dulzura y qué satisfaccióexperimentó por anticipado al pensar ea gran acogida que, sin la meno
sombra de duda, le dispensarían allí lo
de su clan! ¡Cómo agradecerían todoellos aquel viaje en tan peligrosas delicadísimas circunstancias!
Pero al llegar definitivamente
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 199/485
Lomza, le esperaba una amarguísimdesilusión. Tan pronto puso pie en lierra buscada, el buen hombre s
dispuso a establecer contacto con lfamilia de su padre: con su propifamilia, por tanto. El viejo rabino de l
comunidad (que parecía totalmente unde aquellos tipos clásicos que dibujarHolbein) le acogió con muchas palabra
con largos y grandilocuentes gestosagradeciendo que un hombre rico pudiente —como él era—, que un hijde un emigrado, hubiese vuelto de nuev
a sus lares despreciando los mipeligros del viaje por una Poloniencendida en guerra, solamente par
restablecer los vínculos de la religión
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 200/485
de la sangre. Tras esta salutacióncomenzó el hombre a bucear en loarchivos de su memoria:
—Samuel Baumritter, Samuel hijde Jacob. Sí, ya recuerdo, un chico listoun muchacho de bien, trabajador; ¡l
recuerdo muy bien! Era algunos añomayor que yo, un joven honesto, uverdadero hijo de Israel: en Italia
Samuel Baumritter, mil ochocientosetenta y seis, setenta y siete, sí, setent siete, el año del incendio de Grodno
Pero espera, hijo mío; aquí vive u
hermano de tu padre, José JacoBaumritter, calle Svientokczyska, doficio relojero, tiene dos hijos, más
menos de tu misma edad. Oh, pero…
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 201/485
Tras esta información comenzó pedir al Caballero del Árbol toda clasde detalles: cómo había vivido su padre
cómo había muerto, si se había hechrico, si se había habituado a Italia…etcétera. Cuando se enteró así de la
relaciones del viejo con algunas altapersonalidades de la corte del Vaticanode la extrañísima condición del hijo (¡u
cristiano!, ¡un renegado!), la expresióde la cara del rabino cambió pocompleto, tomando entonces un aire dsospecha y de desconfianza.
El Caballero del Árbol, en uprincipio, no se percató del porqué dal mudanza, orgulloso como estaba e
raducir al alemán toda su teoría sobr
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 202/485
su movimiento de restauración de la fePero, poco a poco, el viejo le fuacompañando muy finamente hasta l
puerta, mientras el Caballero seguírelatando su historia. Una vez en eumbral, el rabino cerró los batiente
dejándole en plena calle, con la palabraún en la boca. Llegó así el asombrohubo de hacer un esfuerzo mental hast
dar con la razón de tal cambio y de tapoco gentil comportamiento.Se alzó de hombros, ocultando l
herida que con todo aquello había
hecho en su alma; dio media vuelta y sdirigió hacia la calle Svientokczyskaque en nuestra lengua quiere decir de l
Santa Cruz; José Jacob Baumritter
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 203/485
relojero. El Caballero del Árbol, antede decidirse a entrar, contempló la casdel hermano de su padre con una especi
de respetuoso estupor. Luego, sdecidió, hizo girar la manija de la puert entró en el establecimiento. No habí
nadie; para llamar la atención, movifuertemente los pies, tosió y dio udiscreto golpe en la puerta de l
rastienda. La llamada promovió unserie de rumores por allá dentrochiquillos que corrían, palabras en vobaja, arrastrar de pies… Por l
portezuela, tras una macilenta luz dpetróleo, apareció una barbuda figuradejó ésta la luz sobre una mesa llena d
pinzas, de lupas de relojero, de pieza
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 204/485
de recambio: luego, con una miradsuspicaz, dirigió una sonrisa dcumplido al visitante. El Caballero pas
entonces a explicar quién era, de dóndprocedía, a qué venía, y acabó popreguntar si tenía el honor y l
satisfacción de estar hablando con erespetable hermano de su padre. Tras larga barba del relojero o, tras sus do
argas barbas, puesto que no se sabía ciencia cierta si era una sola barbpartida en dos o si, por el contrarioeran dos auténticos mechones paralelo
autónomos, se oyó una voz gutural. Y su eco, toda una numerosa familia salidel interior de la tienda del relojero.
Lleno de un nuevo pero auténtic
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 205/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 206/485
e mirasen a más y mejor, que diesevueltas alrededor suyo y que fuese él eblanco de la admiración de la familia e
pleno. Hasta sus propias ropas, biecortadas y de buena calidad, teníanecesariamente que despertar l
curiosidad y la admiración de aquellohumildes artesanos.
Al pensar en tantas cosas, estuvo e
un tris de que lágrimas de auténticemoción asomasen a sus ojos. Biemirado, aquella ocasión era únicapuesto que era la primera vez que el hij
de un emigrado regresabvoluntariamente —y en pleno éxito de svida— a la lejana y pobre ciudad d
Lomza.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 207/485
Con todo aquello, el Caballero deÁrbol se sentía hebreo al ciento pociento, puesto que sólo quien tuvies
mucho apego a la gran familia judípodría ser capaz de aquel viaje drenunciación, de aquel viaje de íntegr
sabor talmúdico. Mas de improviso, undea cruzó su cerebro. ¿No sería aque
cariño que de improviso sentía por l
humildísima familia, un simple y purefecto de la caridad cristianaCaramba! tuvo que sacudir fuertementa cabeza para alejar de su mente ta
noportuna idea. La familia, mientraanto, seguía rondando en torno de
forastero, admirando sus buenos trajes
sus zapatos a medida, su camisa d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 208/485
buena tela blanca y cien detalles máque si bien en Roma no hubieraextrañado a nadie, allá, en aquell
aldea, le hacían sentirse, al parecercomo un auténtico dandy.
Tres zagalejos despeinados l
miraban con expresión algo aleladaunto a ellos estaba la mujer de Jos«mi tía»), una vieja de rojos y carnoso
abios que resaltaban extrañamente en sargo y verdoso rostro. «¡Pobre tía!»pensaba Isaac para su capote. La mujeren tanto, contemplaba a su sabor a
sobrino, palpando incluso su ropa haciendo gestos de asombro acomprobar su buena calidad. El visitant
empezaba ya a estar francament
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 209/485
molesto y cohibido y hasta un pocapurado con aquella especie dexhibición. Creyó oportuno darle fin;
para ello empezó a hablar relatando a sfamilia las razones de su visita y, en finoda la historia que nosotros y
sobradamente conocemos. Supo luegasí algo de la vida de aquellos humildeartesanos y de las dificultades que, cas
siempre, atravesaban. Y como quierque las palabras, una vez que empiezaa fluir, se van atrayendo las unas a laotras, queramos nosotros o no las má
de las veces, se escuchó a sí mismo, dpronto, pronunciando todo un auténticdiscurso: les hablaba en él de todos lo
porqués de su venida, de su satisfacció
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 210/485
al hallarse en su propio medio ambiente de sus proyectos de regresar, al cab
de algún tiempo, a Italia, llevándos
consigo, si es que ellos así lautorizaban, a aquellos tres pobrehuerfanitos, a aquellos tres nietecillo
de José, el hermano de su padre, parsacarlos de aquella vida siempre difícisiempre llena de pobreza, de miedo y d
oscuridad.Mientras Isaac decía todo esto, lfamilia le contemplaba con auténticrespeto, acompañando con gestos cuant
decía aquel sobrino que parecía habecaído directamente del cielo.
Finalmente, y por suerte para e
Caballero del Árbol, alguien record
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 211/485
que había llegado la hora de tomar algúalimento y que esperaban que el reciélegado les honrase compartiéndolo co
ellos. Pasaron, pues, a la mesa. Durantoda la cena, no cesaron de asaetarle
preguntas. El forastero hubo d
relatarles una y mil cosas de Roma y dtalia en general. Les habló de
agradable pueblo romano, de su
costumbres, del Papa, de los cardenalesde la Basílica de San Pedro, de laprocesiones, de los milagros, de lpopularidad que los Santos tenían e
aquellas tierras, de la devoción qusentían por las reliquias, de loescándalos ocurridos de la
excomuniones, de la misteriosa muert
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 212/485
del cardenal Rampolla, y de ochentcosas más que no es preciso citar aqucon más detalle. Luego, piano pianito
fue derivando la conversación hacia spropio padre. Relató, según él mismhabía oído, su llegada a Roma, cómo s
as compuso para empezar a trabajarpara hacerse una clientela y para ievantando cabeza en aquella tierra qu
aún le era extraña. Les contó cómo habíencontrado algunos prelados que lprotegieron y le dieron la magníficclientela de la corte del Vaticano y cóm
el buen viejo se había llegado a creaasí un auténtico problema dagradecimiento; cómo había creído qu
era lógico corresponder, en algun
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 213/485
forma, con aquella gente a la que, erigor de verdad, llegó a deber sposición; y, finalmente, cómo ta
agradecimiento se tradujo en el bautismde su primogénito, o sea, como ysabemos, en el bautizo del propi
Caballero del Árbol. Al llegar a taespinoso punto de la cuestión, percibinuestro hombre, con verdadera sorpresa
que la cara de su anfitrión se tornbruscamente verde: sus cejas scontrajeron y una gran arruga surcó sestrecha frente. Luego, se marcó en s
rostro una mueca de indignación y ddesprecio.
Algo había que hacer para salir a
paso de aquella mueca. Así, pues, en u
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 214/485
alarde de oratoria, quiso hacerles vecómo todo aquello había sido tan sólun artilugio, un modo de guardar una
simples formas. Mientras lo explicabasonreía a la vieja, acariciaba a los niño empleaba sus mejores métodos
modales a fin de que sus asertos fuesemás humanos, más convincentes.
Terminó su discurso con un
afirmación categórica: —¡En suma, y como veréis, yo soan hebreo, en el fondo de mi alma
como vosotros mismos!
Y la frase fue acompañada de lmejor, de la más dulce y de la máapacible de sus sonrisas.
Pero el viejo José no se dejó gana
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 215/485
an pronto por aquellas palabras ni poaquellas sonrisitas de serafín o dquerube. Cauto, y siempre temeroso d
a buena reputación de su familia, fiehasta el no va más a los principios y os preceptos de su religión, no podí
abrir los brazos a un renegado, por máde su familia que fuera (¡oh, hermanmío!, ¿por qué lo hiciste?), si ell
levaba consigo el riesgo de perder sbuen nombre, su buena fama, e incurrien el más temido castigo para un judíoen la pérdida de la estimación en el sen
de la gran familia hebrea. Ya el solhecho de estar dando hospitalidad a urenegado, de haberle sentado a su propi
mesa, podía acarrearle luego funesta
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 216/485
consecuencias. Nadie le perdonaría, so estaba temiendo, que hubiera dad
entrada en su propio hogar a un cristian
hijo de hebreo. Además, ¿qué habrívenido a hacer aquel renegado eLomza, en plena guerra, entre rapiñas
venganzas e incendios? ¿Qué spropondría aquel poco agradablsobrino Isaac? ¿Qué cálculos, qu
ntereses o qué misteriosos móviles lhabrían llevado hasta allí? ¿Cuál era lverdadera, la oculta finalidad de sviaje? ¿Quién le habría mandad
desplazarse hasta tan lejos?El Caballero del Árbol n
sospechaba toda la tormenta que s
estaba desarrollando en la mente de s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 217/485
anciano tío. Y así, con su buenntención, con su ingenuidad si s
quiere, iba él pensando: «¡Pobre gente
La alegría de verme los vuelvnquietos; el temor de perderme d
nuevo los hace desconfiados!». Y seguí
uego comiendo, hallando en loalimentos el auténtico sabor de familiade paz, de tranquilidad.
Cuando llegó por fin la hora ddespedirse, besuqueó a los trearrapiezos, dio la mano respetuosamenta su «tía» y agradeció con mil palabra
corteses todas las atenciones recibidas os exquisitos alimentos con que habí
sido obsequiado. Hizo constar tambié
su inmensa alegría por haber vuelto a
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 218/485
seno de la familia y por haberlohallado a todos en buena salud y librea de peligros.
El tío, sin despegar los labios, enfilhacia el pasillo, arrastrando su negro sempiterno gabán, que llevaba aún
pesar del calor reinante. El Caballersiguió sus pasos, igualmente en silencio
El alojamiento que «tío José» l
buscó era una especie de casuchsituada de cara a la abierta llanuraQuedó allí el hombre, solo en smiserable habitación. Se tumbó sobre l
cama y comenzó a hacer una especie dexamen de conciencia. Gracias a Dios (él se guardaba muy bien de especificar
qué Dios se refería, puesto que en s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 219/485
condición de hebreo-renegado, o dcristiano-renegado, según se mirase lcosa, había que andarse con pies d
plomo), gracias a Dios, repito, su misióde restaurador de la religión y de la fse hallaba en una espléndida fase: tod
parecía ir, a su juicio, descaradamentviento en popa. Llegaría el día —lpresentía ya— en que volvería a Itali
con aquellos tres muchachitos, coaquellos tres jóvenes brotes del troncsecular, para tenerlos siempre con él, esu compañía; los educaría en uno de lo
mejores colegios, donde les hicieraconocer y respetar las sabias nequívocas enseñanzas de la inviolabl
Ley de Moisés. De tal guisa, cuand
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 220/485
oda la comunidad de Lomza spercatara de lo bueno y de ldesinteresado, de lo generoso de s
obra, todos le darían su bendición y lharían algo así como hijo preclaro predilecto de la tribu de Jehová. Esto
con ser mucho y más agradable, no lera todo: más importante aún era ehecho de poder sacar a aquellos tre
nocentes chiquillos de los horrores da guerra, de las privaciones y miseriadel ghetto polaco, para trasplantarlos aaire abierto, cálido, liberal y soleado d
a lejana Roma. Y Dios, desde lo alto dos cielos, vería la generosidad de sntento y le perdonaría del todo
ayudándole a remediar el craso erro
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 221/485
que otrora cometiera su padre.Luego, cuando el final llegara, l
endría preparado, a buen seguro, u
ugar preferente en el amplio seno dAbraham.
Pero estaba ya escrito que e
problema psicológico del Caballero deÁrbol no podía dormir tranquilo muchiempo sin salir de nuevo a la superficie
surgió, nadie sabe cómo, la consabidpregunta: —¡Si se deberá mi bondad —pens
—, mi desinterés, mi espíritu d
caridad, mis buenos propósitos, aquella larva del cristianismo que laaguas bautismales pusieron, seguro
dentro de mi espíritu!
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 222/485
Sólo mucho tiempo después logrconciliar el sueño: pero fue un sueñnquieto, intranquilo, lleno d
nterrogantes y de complicados dilemareligiosos.
Ya de madrugada abrió los ojoshubo de hacerlo lentamente, pues l
noche, con sus inquietas pesadillas, ne había valido gran cosa de descansoPoco a poco se fue dando cuenta demotivo de su temprano despertar. En s
propia habitación había un chico, umuchachito pequeño y delgado, que shallaba ocupado dejando una carta sobr
as ropas del Caballero. Al ver que ést
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 223/485
había despertado, apresuró sumaniobras y salió seguidamente sidespegar tan siquiera los labios.
Saltó nuestro hombre de la cama; ntrigado cogió la misiva:
«Será mejor que me esperes en t
propio alojamiento —decía aquel papelTu presencia en mi casa podrícomprometerme seriamente. Y tú no ha
venido a Lomza para arruinarme, ¿no ecierto?».Seguía luego la firma, casi ilegible
Pero ni tan siquiera un saludo.
Quedó desconcertado. ¿A qué podídeberse aquel súbito cambio ddecoración? ¿Se trataría tal vez de algú
malentendido? ¿Por qué iba a quere
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 224/485
arruinar a la familia de su tío, ni cómba a comprometerle su presencia en l
casa del relojero? ¿Qué había hecho
¿Qué había pasado?Las cuatro paredes de la habitació
e agobiaban más aún que todo aque
cúmulo de preguntas. Se vistió, ganó lsalida y comenzó a pasear lentamentpor el pueblo. Sus pies, sin quererlo, l
levaron hasta la misma casa de sfamilia. Tan pronto se dio cuenta de ellovolvió sobre sus pasos y regresó otrvez junto a su alojamiento.
—Es preciso que le vea y le habl—razonaba el hombre—; es necesarique deshaga el error, que le hag
comprender…
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 225/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 226/485
así un gesto para que detuviera smarcha.
Aquella visión le turb
profundamente: le causó incluso uauténtico dolor en el corazón. Desearíener valor para abrir la puerta, par
penetrar en el interior del local enfrentarse con todos aquéllos, parsaber así, de una buena vez por todas
qué es lo que estaba pasando. Pero ecoraje no estaba de su lado. Volvió lespalda tímido, como avergonzadoEchó a andar, apretó el pas
paulatinamente hasta que, al final, acaba descaradamente corriendo. «¡E
verdad, es verdad! Mi sola presenci
molesta, conturba, perjudica. Pero… ¿
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 227/485
quién? Puedo hacer daño, manchar eprestigio, pero… ¿por qué? Soy un sedespreciado, un ser contaminado, un se
peligroso. ¡Dios mío! ¿Qué es lo que hhecho?».
Al acabar tales pensamientos, s
encontraba ya de nuevo en su inhóspithabitación. Se abalanzó sobre el lecho quedó allí, inmóvil y triste, como u
perro apaleado.Un rato más tarde, y cuando aún eriste Caballero no había cambiado nan siquiera de postura ni de estado d
ánimo, oyó unos pasos que se acercabaa su puerta. ¿Sería tal vez el viejo Josque, arrepentido y convencido de s
error, venía a presentarles sus excusas
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 228/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 229/485
Árbol hiciera alguna pregunta, saludara, o algo, en fin, que les diera pipara comenzar a exponer el motivo qu
sin duda llevaba hasta aquellhabitación a tal embajada. Pero vistque el otro no se movía ni abría la boc
an siquiera, puesto que el estupor y ldesconfianza ante aquel pleno no se lpermitía, el viejo José reunió ánimos
echó un vistazo al rabino, se cambió lcolilla de sitio en la boca, entre loprimeros pelazos de la barba, y al findispuesto ya a entrar de lleno e
materia, dio un paso adelante y comenza hablar:
—Mi caro sobrino —dijo—, no e
culpa nuestra si hemos tardado tanto e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 230/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 231/485
nerviosamente al extraño grupo comqueriendo adivinar, por sus expresionesqué era, en realidad, lo que aquell
gente le estaba preparando.El anciano tío volvió a hacer uso d
a palabra.
—Mi caro sobrino —repitió éstsimulando que limpiaba con sus manoalgunas imaginarias lágrimas—, m
caro, bueno y querido sobrino: nosotroscomo familia amantísima que somosratamos con todo interés el grav
problema de la educación y del porveni
de esos tres pobrecillos huerfanitosHaríamos cualquier cosa, sin regateaesfuerzos, para que éstos fueran el dí
de mañana tres bellos y bien preparado
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 232/485
ejemplares de nuestra raza. Pero has dener en cuenta que la condición de t
propia familia…
—¡Si yo no tengo familia —cortsaac con voz grave—, si yo soambién, como ellos, un huérfano d
padre y madre! —… pues tus condicione
personales, entonces, tu particularísim
situación en el momento actual, tuantecedentes, en suma, no nos ofreceodas las garantías que nosotro
deseamos…
—En otras palabras, ¿qué quierusted decir, tío? Perdone esta preguntapero es que no comprendo del todo l
que están tratando de decirme —
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 233/485
nterrumpió muy fina y comedidamentel Caballero del Árbol.
—En otras palabras —continuó Jos
—, tú habrás de convenir con nosotroen que no podemos, en que nos eabsolutamente imposible aceptar t
generosa oferta de cuidar y educar esos tres pobres niños. Hay una razómucho más poderosa que nuestro
propios intereses… Una razón muchmás importante que tu propidesinterés… Y es ésta: ¿tú no eresraelita, no es cierto?
—¡Oh, todavía no del todo! —respondió con un soplo de voz nuestratribulado hombre.
—¡Luego tú eres cristiano!…
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 234/485
—¡Casi no soy cristiano! ¡Ya no lsoy casi nada!
—Mira, sobrino mío; quiéraslo tú
no, tú has sido bautizado; eres, por tantoun convertido, un…
—¡Un renegado! —clamó el rabin
con acento airado, al ver que el tídudaba ante el empleo de la cruepalabra.
—… y deberás reconocer, por tantoque no podemos poner en tus manos leducación y la formación de esos trepequeños cachorros, de esos tres niño
que podrían ser blanda cera en tumanos. —José bajó los ojos y continuuego su perorata. Es un caso d
conciencia, un caso francamente grave
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 235/485
¿Quién nos garantizaría que los pobrehuerfanitos…? Carísimo sobrinoperdona que te lo diga, pero esto
convencido de que acabarían los tresgracias a tus artes, formando parte de legión de los convertidos, de lo
bautizados, de los renegados como tmismo…
—¡Un momento! —interrumpió e
Caballero. ¡Yo no seré aún israelita deodo! ¡De acuerdo! Pero tampoco soy yni cristiano, ni renegado, ni nada dcuanto me acusáis.
—¡Cuestión de punto de vista, mquerido sobrino! ¡Simple punto de vista
El rabino tomó cartas en el juego:
—Su condición, señor mío, es ta
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 236/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 237/485
fatigas y de peligros como lo es éste ea época que atravesamos. El móvil dal viaje no es otro sino el de sacar, d
nuestro propio ghetto, seguidores de sreligión. Ha venido a reclutarenegados, a causar bajas espirituales e
as filas de los que seguimos las leyede Moisés. Esto es tan claro como la ludel día. Pero usted no se atreve
confesarlo, ¿no es cierto? Y ¿por quéPorque usted no es un benefactor, sinun corruptor. No es un hijo pródigo quretorna al seno de la familia, sino u
renegado que viene a conseguir márenegados. Y para tan fea acción, ¿ques lo que trae como pantalla? L
caridad, el amor al prójimo, el amor po
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 238/485
a familia. Pero ¿qué es lo que se vclaramente tras tan burdo telón? ¿Quiersaberlo? Pues bien: ¡que es usted u
misionero, un jesuíta, un procurador das huestes bautismales! ¡Eso y nad
más!
Ya enardecido, José repitió tambiécon rabia, moviendo sus largos brazos:
—¡Un jesuíta, sí, señor; u
misionero! —A mayor abundamiento, no puedprobarnos ni una palabra de cuanto dic—siguió arremetiendo el airado rabino
i su sinceridad, ni su caridad, ni tasiquiera su religión. ¡Nada en absolutoEstá bautizado, pero niega ser y
cristiano; afirma que «aún no e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 239/485
sraelita, pero ya casi lo es» y siembargo aún no se ha hecho circuncidarPero ¿qué religión es entonces la suya
¿Quiere decírnoslo de una vez? La derenegado, ¿verdad? ¡La del renegado!
—¡Pero, señores! Esto no es pura
lanamente una cuestión de religioneses, ante todo, un caso de conciencia —pudo decir al fin el Caballero.
El rabino despreció el alegato de ldefensa, volviendo nuevamente al ataqucon todo el furor de un fiscaenardecido.
—¿Qué religión es entonces lvuestra, si siendo cristiano os sentísraelita y si, afirmándoos israelita o
comportáis como un cristiano?…
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 240/485
Vamos, vamos, no intente convencernode lo que no es sino una simple mentiraVamos, vamos, jesuíta disfrazado! ¡Y
está bien, hipócrita clerical! ¡Si es usteun renegado, peor para usted, pero dejen paz a los inocentes, y no venga
nuestra propia casa a buscar nuevavíctimas ni a sembrar la traición y edeshonor entre los más débiles, po
pequeños, de nuestra raza! ¡Tenga algde respeto, al menos, para la tradicióde sus mayores!… ¡Ah, y sobre todo nolvide que su perfidia merece un castig
que éste vendrá!… ¡Claro que vendráNo faltaría más!…
El atribulado Caballero escondió e
rostro entre sus manos y, aun si
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 241/485
quererlo, comenzó a lloriqueacalladamente. «Aquélla era la voz de sclan, la voz de su sangre…». Todo l
estaba, pues, negado: la sinceridad, lbondad, la caridad. Nadie creía en supalabras, aunque su solo deseo fuera e
de hacer bien a los de su misma familiaAy!, esto es lo que ocurre por meterse
restaurador de la religión. Hubier
querido proclamar a gritos su inocenciaa pureza de sus propósitos, la bondade su corazón. Pero comprendió quhubiera sido totalmente inútil, puest
que no le creían, por la simple razón dque no querían creerle.
¿Para qué luchar, pues, con aquella
mentes desconfiadas y sucias que n
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 242/485
querían ver sino la parte mala de todaas cosas?
Se alzó luego de la cama, sin sabe
qué hacer. Mas el viejo José lnterpretó torcidamente y, e
consecuencia, empujó con la mano a s
sobrino, echándole sobre el lechoLuego, le amenazó con un índice largo huesudo y, con voz cavernosa y ton
grandilocuente, le amenazó: —¡Tú lo has querido! Todo en lvida tiene su precio.
Y tú —óyelo bien, ¡renegado!—, t
no serás ya más cristiano. ¡No serás ymás cristiano!…
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 243/485
Abandonado sobre el lecho, roto
sus nervios, el Caballero del Árbol nsabía ya, en tal punto, qué hacer ni qupensar. La cabeza le pesaba como s
estuviese llena de plomo. Las lágrimase le habían acabado. Las sienes lmartilleaban continuamente. Cerró lo
ojos y quedó allí, inmóvil, sin querepensar.En un cierto momento, y sin sabe
por qué, volvió a su memoria la image
de Pascal. Aquel recuerdo se apoderpor entero de su mente. Fue repasandocon la idea, toda una serie de obra
fundamentales. Le parecía esta
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 244/485
releyendo la Pensée, la Priere pour l
maladie, la Conversion du pécheur , lComparaison des chrétiens y, mu
especialmente, aquella obra que efilósofo Condorcet y el médico Lélulamaban «el amuleto de Pascal». S
alzó sobre los codos y, con una sonrisen los labios, comenzó a recitar a medivoz, muy lentamente, las palabras de
amuleto:Dieu d’Abraham, Dieu d’Isaac, Die
de Jacob.
Non des philosophes et des savants.Certitude. Certitude. Sentiment. JoiePaix.
Dieu de Jésus-Christ.Deum meum et Deum vestrum.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 245/485
Ton Dieu sera mon Dieu…
Su ánimo ganó la serenidad. En s
alma no había ya diferencia alguna entrel Dios hebreo de Abraham, de Isaac de Jacob y el Dios de Jesucristo. Se ib
sintiendo invadido por una dulzurcompletamente nueva, por una fe y unesperanza tan grandes como nunca, hastentonces, había conocido.
Pareció comprender, en tal momentoque su conversión, su crisis particulade conciencia, era totalmente absurda
nnecesaria. No tenía ya precisión dconvertirse para salvar el alma y parsentir tranquila de nuevo su conciencia
Podía sentirse cristiano y hebreo a
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 246/485
mismo tiempo! Nada se oponía a que sreligión y su raza se aunara en la feDios estaba sobre todas las cosas
sobre todos los hombres por igual.Tal descubrimiento llevó la paz a s
corazón. Apoyó la cabeza sobre l
almohada y quedó en calma, tranquilorespirando rítmica y pausadamente.
Mas de repente un rumor extraño l
hizo incorporarse sobresaltado. Era urumor formado por bisbíseos, poarrastrar de pies, por gente que sacercaba con sigilo a la puerta de s
cuarto. El ruido se iba aproximando. Lmanija comenzó a girar. En el umbraapareció luego un numeroso grupo d
gente que, sin pedir permiso, se adentr
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 247/485
en la habitación del forastero. Coademanes extraños rodearon su camasin decir una sola palabra, per
mirándole todos torvamente. Alguienpor la espalda, le cogió la cabeza y lhizo, a pura fuerza, reclinarse sobre e
echo. Quiso gritar, pero una mano largafuerte y peluda, tapó su boca. Pudo veentonces que el rabino se abría pas
entre el grupo, acompañado por una rar extraña vieja. Nuevas manonmovilizaron a nuestro asustado Isaac
sus brazos, piernas y cabeza quedaro
así totalmente sujetas. El buen hombrno sabía qué hacer ni qué pensar. Sasombro y su miedo llegaron al cén
cuando vio que otras manos má
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 248/485
comenzaban a arrancarle brutalmente lropa: su pecho y su vientre quedaron adescubierto. La cara de la vieja, cara d
auténtica bruja en aquelarre, fuacercándose hacia él con un gestmaligno y vengador. Movió la cabez
bruscamente el Caballero y pudo emitiun agudo grito. Pero más manos cayerosobre sus labios y ahogaron sus sonidos
La vieja le miraba fijamente a loojos, con una agria y desconcertantmueca: en su mano, que fue alzandentamente, apareció un fino y afilad
cuchillo. El Caballero del Árbol temblcomo un azogado. No sabía nada, nentendía nada, pero veía allí mismo e
peligro. La vieja, sin decir una sol
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 249/485
palabra y en medio de un sepulcrasilencio, se fue agachando despaciosobre el prisionero. Bajó el cuchillo
manipuló, y ¡zas!: la circuncisión quedhecha.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 250/485
El negro de Comacchio
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 251/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 252/485
Ferrara, quienes, si les dejaran, secaríaodo el Adriático —y no digamos ya l
gran laguna de Comacchio— para pode
continuar, por tan dilatada zona, lsiembra de sus vegetales. Todos logobiernos y todos los poderes de Itali
han visto siempre en Comacchio unauxiliar peligrosa de Venecia en estcuestión de inundar zonas y más zonas
an sólo por cariño al líquido elemento.Entre las gentes de Comacchio y lade Ferrara no ha habido nunca —justicies reconocerlo— ni un gran amor ni ta
siquiera una buena política de vecindadPero ¿cree alguien que existe método dmanera de aunar los intereses de do
pueblos, casi contiguos, cuando se da e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 253/485
hecho, como en el caso presente, de quuno es eminentemente agricultor y eotro, por contra, vive de la anguila?
Sólo hay un nexo, un lazo de uniónentre ambas buenas gentes: los de lparte de Ferrara son partidario
fervientes del salchichón, porque dicencon buen acierto, que el tal salchichóabre las ganas de beber y prepara l
boca para recibir el vino. Los dComacchio, por su lado, pescan laanguilas y las engullen glotonamentcomo simple pretexto para poderla
ahogar en alguno de los buenos vinoque tanto abundan en toda Italia. A laanguilas les pasa algo parecido a lo qu
acaece con el arroz: que si bien nace e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 254/485
el agua, como mejor muere es en el vino
Desde el año 1860 hasta nuestrodías, la Sociedad ferrarensprofertilidad de la zona de Comacchi
continuó machaconamente explicando sproyecto de cómo había que desalojaales zonas de sus actuales habitante
para poder liberar así tan feraces suelodel absurdo y antieconómico empleo quos malos habitantes de Comacchio l
estaban dando. No había que dejar n
una sola anguila: el suelo, el benditsuelo, debía dedicarse a algo más serique a servir de fondo a tan descomuna
pecera. Los de la ciudad afectada, clar
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 255/485
está, tampoco carecían de proyectos corespecto a la ciudad vecina. Así, si uno otros hubieran podido llevar a efect
sus deseos, se hubiera podido andar ecarroza por los suelos ya secos dComacchio y, en contrapartida, los d
Comacchio hubieran podido pasear egóndola por los ya inundados valles dFerrara[2].
Pero la vida decidió, a despecho dunos y de otros, obrar por su propicuenta, sin tomar en consideración lodeseos de los de acá ni de los de allá
Estaba escrito el desarrollo de loacontecimientos.
En nuestra historia se produjo luego
en el año 1885 para ser más exactos, u
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 256/485
nuevo capítulo que habría de venir enconar más aún la inquina que los deste lado sentían por los de aquél y lo
de aquél, claro está, por los de éste.Las cosas comenzaron con la llegad
a Comacchio de un negro de Uganda
lamado Semba. Era éste alto y fuertcomo un auténtico hércules: un boxeadonato, un luchador de magistral clase, u
verdadero hijo de las selvaecuatoriales. Cuando se reía, mostrabuna amplia boca, llena de unos dienteblancos, blancos, pero fuertes
poderosos y temibles como los del leónrey de la selva: no hacía sino moveevemente su brazo y por aquí y por all
surgían unos músculos como maromas
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 257/485
rellenando toda su anatomía de nudos de abultamientos; su pecho era fuerte desarrollado como el de un titán; de s
espalda podrían sacarse las de tremortales del tipo medio; su vientremusculado igualmente hasta el máximo
resonaba como un tambor cuando enegro lo golpeaba con la ancha palma dsu fuerte mano. Sus ojos, qu
habitualmente tenían un aspecto mábien bovino, se convertían en dosimples líneas —pero dos línearemendamente inyectadas en sangre—
cuando el titán africano montaba ecólera.
La primera bofetada con la qu
Semba obsequió a un pobre guardia qu
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 258/485
quería arrestarle, bajo pretexto de quéste asustaba con su aspecto a los niño a las pobres mujeres embarazadas qu
circulaban por las calles, aquellbofetada, que aún es famosa en loanales de la villa, resonó como u
auténtico cañonazo, como udescomunal golpe de gong, e hizo correrésta es la pura verdad, a todo el puebl
de Comacchio.En aquella zona, y según lorecuerdos de los más viejos, nunca shabía visto un negro vivito y coleando
La gente, así, se emocionó bien prontcon aquella visita fuera de serie. Ante lbofetada que, para más detalles, hiz
saltar al infeliz guardia sus bueno
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 259/485
metros por el aire, los ciudadanos de lnoble villa no supieron hacer más qudar gritos —aún no se sabe si de mied
o de admiración— y formar un círculen torno al lugar del suceso, pero couna respetuosa distancia entre tal corro
el autor de la hazaña. —¡Sujetadle fuerte! ¡Que no s
escape! —gritaba el guardia desde e
suelo, donde aún continuaba caído, mientras se aplicaba ambas manos a uado de la cara que comenzaba
hincharse a ojos vistas.
—¡Sujetadlo fuerte! ¡Atadlo! ¡Perocuidado, no os muerda! —seguígritando el vigilante que, como se ve
había pasado ya de la acción a lo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 260/485
consejos.Parece obvio decir que nadie hací
demasiado caso de las recomendacione
del señor agente de la autoridad. ¿Quiéenía ganas de poner la mano encima
aquel Hércules negro y poderoso
Huelga la respuesta, claro.El rumor y la expectación iba
creciendo sin cesar. Corría ya la notici
de boca en boca y nuevas gentes veníana cada minuto, para ver con sus propioojos todo aquello, tan extraño, questaba acaeciendo.
Los viejos dejaron sus puestos asol; las mujeres abandonaron lacomidas sobre el fogón; los niños venía
en bandadas y hasta los hombre
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 261/485
colgaron sus respectivos trabajos parno desperdiciar tan única ocasión.
Y, como ocurre siempre que se junt
una buena multitud, y máxime si ésta estntegrada por alegres gentes de razatina, el tumulto tuvo pronto un air
alegre, como de romería. Los máchuscos comentarios se oían por doquiecon respecto al irrespetuoso trato qu
había recibido el representante deorden público.El negro, extrañado en un principio
no tardó en percibir la corriente de bue
humor, de alegría y de juerga que sestaba creando entre aquellas buenagentes. No era cosa de dejar pasar l
ocasión, cuando se brindaba propicia. Y
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 262/485
así, sin más ni más, comenzó a bailauna de sus danzas tradicionalescantando al mismo tiempo co
potentísima voz de bajo:
A na ngo tu ng’ande
chelechetechechelechetechea na ngo ku tu ng’ande.
Ante aquel espectáculo folklóricoante aquel baile extraño, pero lleno dritmo; ante aquella melodía rara cadenciosa, los habitantes de la villaamantes todos de la música y del ritmocomenzaron a corear la canción«¡Chelecheteche!». Cantaban ya a coro
odos a una. El negro, mientras tanto
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 263/485
proseguía con sus saltos y sucontorsiones, acompañándose ahora, falta de su tam-tam acostumbrado, co
fuertes golpes en el vientre, dados con lmano abierta, que resonaban marcandel ritmo de la danza. Avanzó hacia l
multitud, que le abrió paso ya sin miedalguno. Se situó luego detrás deguardia, que, habiendo recobrado ya s
posición erecta, le hacía prudentes, perconminatorios gestos para que lsiguiera. Al ver que el negro obedecíaechó a andar calle abajo el guardia, l
cabeza muy erguida, queriendo recobracon su apostura algo de la dignidaperdida. Semba marchaba tras él
gesticulando y bailando su extrañ
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 264/485
danza: la multitud cerraba filasmarcando también la cadencia coreando a pleno pulmón el estribillo.
El guardia, disimuladamente, slevaba de vez en cuando la mano a l
hinchazón de la cara. Para compensarlo
echaba furiosas miradas a diestro siniestro, queriendo evitar assuponemos, que alguien pudiera mofars
de él, al verle tan maltrecho. De rato erato, volvía la cabeza hacia atrás parcomprobar si el negro le seguía. Yefectivamente, allá iba el negro
saltando, bailando y haciendo cabriolassin cesar ni por un instante su rítmicmelopea. «¡Chelecheteche!», cantaban
coro los lugareños, que, realmente, s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 265/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 266/485
Oh! ¡Oh!… La multitud no salía de sasombro. Pero luego alguien, aún nsabemos quién, cogió otra de la
anguilas del pescador y como atraídopor un imán, allá fueron todos los depueblo, en una auténtica rebatiña: cogía
as anguilas del pobre hombre —quieacabó lanzando el cesto, completamentleno, por los aires— y las lanzaba
uego sobre el negro, gritándole: —¡Cógela, coge ésta tambiéndiablo!
Semba, por su parte, hizo una rápid
composición de lugar: —¡Aquí, o me escapo pronto, o m
como crudas todas las anguilas, o la
anguilas y estas gentes me comen a mí!
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 267/485
Una vez pensado esto, y sin dudarlmás, se acercó al asustado guardia, lagarró por el cogote, y, levantándole e
vilo, como a un muñeco, avanzó con éa grandes y solemnes pasos, hacia ecuartelillo. Así fue cómo el negr
Semba —¡oh paradojas de la vida!—acabó llevando a la cárcel al mismísimrepresentante de la autoridad en la nobl
villa de Comacchio.
Aquella noche, ninguno de lo
habitantes del lugar se preocupdemasiado de dormir. Faltaba tiemppara intercambiar noticias, para conta
o que uno sabía y escuchar la
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 268/485
novedades que el otro le proporcionabaCorrió así, de boca en boca, la historidel negro, sus aventuras, su procedenci
de las verdes y misteriosas selvas deÁfrica, sus exploraciones, sus viajes ysobre todo, su periplo final que le habí
conducido, desde el mismo corazón deÁfrica negra, hasta las plazas dComacchio.
Resultaba así que, antes de pasar ocupar una celda de la prevención, ebuen negro había contado, con unoratoria llena de gestos y de manotazos
oda la historia de su vida: seguíadiciendo las confidencias que no srataba de un negro cualquiera: no era u
negro escapado de un circo, ni tampoc
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 269/485
uno de aquellos moros que a vecenstalaban sus tenderetes para tratar d
venderles piezas de marroquinería
perfumes más o menos exóticos y más menos orientales. No. El negro aquel eralguien, era un personaje digno d
respeto, aun cuando su presentación nhubiera sido demasiado diplomáticaEra nada menos que un explorado
negro, de gran renombre entre los suyos que había contribuido en gran modo que allá, en sus remotas tierras dorigen, se tuviesen ahora amplio
conocimientos de las costumbres ncluso de la geografía de Europa.
La historia de aquel explorado
negro que no trabajaba por cuenta
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 270/485
orden de la African Association ni de lReal Sociedad Geográfica de Londressino, precisamente, por la del rey d
Uganda, no era menos interesante, nmucho menos, que las respectivas dodos aquellos famosísimo
exploradores blancos de los añoochocientos.
Dejando a un lado el color de s
piel, Semba podía alinearsperfectamente en la fila del MungParle, de Laing, de Denham, dClopperton, de Richard Laudes, d
Barth, etc.; su nombre, si biedesconocido para los europeos, gozabde la más alta fama por todas las selva
ecuatoriales y de un renombre sól
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 271/485
equivalente al de Livingstone, StanleySpeke, Grant, Beltrame, Andrés DebonoGiovanni Miani, Baker, Burton
Antonelli, Thomson, Ruspoli, Bottego odos esos valerosos «pioneros» de l
conquista africana. Era célebre ya desd
bastantes años atrás, a causa de habedescubierto el curso superior del Nilodel cual, por aquellas épocas, los negro
de Uganda ignoraban aún su existencia.El caso cierto es que un buen díSemba había tenido la feliz ocurrencide emprender la descomunal hazaña d
r al descubrimiento de Europa, de aquecontinente legendario que tantdespertaba la curiosidad y la envidia de
pueblo africano.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 272/485
Era ya muy frecuente en aquellaépocas la aparición en tales regioneafricanas de exploradores blanco
procedentes, por tanto, de las lejanasgnotas y fabulosas tierras del norte
Semba, ante las ansiosas preguntas d
os europeos, siempre había sonreídbeatíficamente, pensando en lonnumerables y arduos trabajos que tale
gentes blancas se tomaban pardescubrir montones de cosas que, si a ée hubiesen dejado, las hubiese id
señalando con el dedo sobre el mapa
puesto que conocía todos aquelloparajes tan bien como un niño conocsus propios juguetes. Y, sin embargo, s
entregaban los blancos a peligros si
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 273/485
cuento, a calamidades y fatigas, llevadode su sed inagotable de descubrir cosaque —digámoslo claro— estaban y
más que descubiertas por los puebloafricanos. Pero, por otro lado, él llegaba veces a comprender un poquito tod
aquello, puesto que en su alma tenía ungran plaza, un sitio de honor su orgullde ser él, y nadie más que él, e
auténtico descubridor de las fuentes deilo. Un día comenzó a pensar y considerar seriamente que, remontandel Nilo, podría llegar hasta el lejan
mar. Y una vez allí, cruzándolo, darícon sus huesos en las misteriosas playade la desconocida Europa. Y como l
pensó lo hizo.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 274/485
Partió de su natal Uganda en eotoño de 1883, atravesó luego Sembacon la sola compañía de dos amigos, e
piragua unas veces y a pie las más, todel inmenso territorio que separa lregión de los grandes lagos ecuatoriale
de las costas del mar Mediterráneo. Ylegaron así, una feliz mañana —tra
haber pasado peligros sin cuento
fatigas cuya sola narración llenaría todun volumen—, a la ciudad dAlejandría, a esa ciudad que, según laradiciones de su patria chica, estab
situada en el fin del mundo, a la orillde un tremendo mar poblado dmonstruos.
Pero aquella empresa, que figurab
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 275/485
en buena ley entre las mejores de todaas realizadas sobre la tierra africana
no estaba aún completa ni mucho menos
Era preciso continuar la proezalevándola hasta su mismo final. Hast
el logro del objetivo deseado: que era
como ya se sabe, desvelar el misteridel continente blanco.
Semba no quiso arriesgar la vida d
sus dos fieles compañeros. Les mandópues, iniciar el regreso, para podeanunciar así, a su vuelta a la tierrnativa, que el heroico explorador negr
había llegado, como primera etapahasta la misma desembocadura del Niloque después de esto —habría d
contarlo también— el aguerrid
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 276/485
hércules pasaría a hacerse a la mar, euna simple piragua, para surcar laprocelosas aguas del misterios
Mediterráneo. ¡La Europa ignotaguardaba ya su llegada!
Sin más temor que el lógico, y sin u
itubeo, nuestro negro montó en su frágipiragua y, encomendándose a nsabemos quién, comenzó su aventur
náutica. Frente a las costas de Siria, unfuerte tempestad agitó las aguas de lomares; la pobre piragua no fue lbastante marinera para sortearla y ¡all
fue nuestro atribulado explorador! Uvelero de la matrícula de Maltacontrabandista habitual de aquella
zonas, recogió al náufrago, quien y
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 277/485
creía a pies juntillas en aquellahistorias de los feroces monstruos qupoblaban tales mares.
La embarcación salvadora aproaba hacia tierra, cuando un fuerte viento
una mala maniobra trajeron com
resultado que la chalana zozobrase simás ni más, volviendo a sumergir nuestro hombre en las frías aguas.
La pobre barquichuela quedauténticamente desmantelada por lfuerza del mar: por allá iba un palo, poacá, flotando, los cuarteles de la
escotillas… Todo aquel pedazo de mase veía poblado de restos del naufragioFinalmente, en un remolino, e
Mediterráneo acabó por tragarse de un
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 278/485
vez por todas la barca con todo scontrabando.
Por fortuna, la tierra no estab
demasiado lejos: allá, hacia el Nortepudo Semba apreciar una playa bajaerminada en una punta de arena, qu
parecía estarle esperando, acogedora.«Ésa —pensó el negro— debe se
Europa, sin la menor duda». Con alard
de facultades, nadó un buen rato, hastponer sus pies sobre el suelo firme. Yentonces, al considerar los peligros quhabía dejado atrás y el buen fin de s
aventura, una enorme alegría invadió nuestro héroe. Fiel a las costumbres dsu tribu, comenzó a cantar, a saltar y
bailar, manifestando así su excelent
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 279/485
estado de ánimo al encontrarse ya, san salvo, sobre un suelo que le mantení
sin vaivenes. Y así, cantando, bailando
saltando avanzó poco a poco por lrecién hallada Europa, hastencontrarse, finalmente, en plena Plaz
Mayor de la muy noble villa dComacchio.
Tras una noche de insomnio por lemoción que les produjera tansospechado acontecimiento, lo
habitantes de Comacchio se presentaroodos, como un solo hombre, ante l
Prevención de la villa, cuando aún el so
casi no había acabado de levantars
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 280/485
sobre el horizonte. Se formó un enorm apretado grupo ante la ventana de l
celda. Todos, a voz en cuello
empezaron a gritar: —¡Que salga! ¡Que se asome!Pero entonces comenzó a circula
entre las gentes un viento negro dpresagio: decían las malas lenguas quhabían trasladado al negro, al simpátic
negrazo, a la cárcel de Ferrara; saseguraba que, de noche aún, habíavenido los carabinieri de aquellodiada ciudad a llevarse al negro: a
negro que era ya algo propio de lohombres de la laguna. La ira empezó despertar dormidos rencores.
Los lugareños se hallaba
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 281/485
amenazadores: las mujeres loanimaban, y nadie sabe a ciencia ciertcómo ni en qué hubiera acabado tod
aquello. Lo cierto es que la actitud das gentes no auguraba nada bueno. Ma
he aquí que el negro Semba, del braz
nada menos que del señor cura párrocoapareció en uno de los balcones deedificio. Estallaron los vivas com
cohetes y el júbilo volvió a apoderarsde los honrados pescadores. El párrocosu párroco, les hizo saber, en unespecie de improvisado discurso, qu
os ferrarenses estaban celosos a más npoder de aquella novedad, de aquemprevisto que había caído en el plen
centro de Comacchio. Y su envidia y s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 282/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 283/485
Un gran clamor y una salva daplausos llegaron desde la plaza. Enegro era suyo y el negro se quedarí
con ellos. Era lo justo, y los dComacchio sabían cómo defender lusticia si llegaba el caso. Semba, po
anto, fue puesto en libertad. Y al versobjeto de tantas atenciones, de tacariñosa acogida, de tan simpático trato
pronto perdonó a la Europa en plenoncluso el guardia que quiso detenerle, a quien él obsequiara con tan magníficbofetada, se hallaba ya incluido en s
perdón general. Mas una duda subsistíen su cabeza. Si los de Ferrara queríaapartarle de aquella simpática gente, d
aquellos magníficos anfitriones, ¡alg
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 284/485
muy malo debía pasar en Ferrara! ¡Qumala gente no habrían de ser loferrarenses!
Semba pronto fraternizó con todoos habitantes. Comió cuanto quiso
bebió a su placer, cantó, bailó sus y
célebres «chelecheteche» e hizo, en dopalabras, las delicias de aquella gentque tanto se aburría de ordinario. Haci
el final de la tarde, Semba había sido ysolemnemente nombrado Capitán de loPescadores, Gran Explorador de lAlbufera de Comacchio, y hast
cincuenta títulos más, todos ellogualmente rimbombantes.
En medio de aquella algarabía
Semba continuaba tranquilo. El enorm
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 285/485
corpachón trasegaba el vino como si dagua se tratase; las anguilas las engullíuna detrás de otra, como si fuese
simples piñones. ¡Caramba, en qué paímaravilloso había caído! Extendía lmano y alguien, no sabía quién
colocaba en ella una jarra de aromáticvino, acababa una anguila y le llegabamás, dos, tres, cuantas quisiera, a cubri
el puesto vacante. Todo era bueno, todoe agradaban… ¡Aquél era un auténticEdén!
La gente se apiñaba y se apretujab
para verle comer y beber; las mujeresriéndose a carcajadas, golpeaban svientre por el solo gusto de oír cóm
resonaba. Los chiquillos se acercaban
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 286/485
él y miraban, asustados, sus músculos. Ycuando el negro les cogía, musuavemente, y los alzaba por encima d
su cabeza, cual si fuesen simpleplumas, ponían tales caras de miedo quel público estallaba en nueva
carcajadas. Entre bocado y bocadoentre trago y trago, Semba relataba poenésima vez su historia, y la acabab
bebiendo siempre a la salud de aquellomarinos cuya barca había zozobrado taa tiempo, permitiéndole a él llegar así un país de maravilla. Luego se metía d
nuevo en la boca la cabeza de unanguila; los espectadores abrían otra vesus ojos como platos. Y el negrazo
poquito a poquito, se la iba tragando
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 287/485
devorando toda, de prisa, de prisacomo si fuera una máquina aspiradora«¡Escúpela, escúpela!», l
recomendaban. Pero él, tras un eructfeliz, acababa gritando: «¡VivComacchio!». Y como si tal fuera l
consigna, comenzaba otra vez a circulael vino. Todos bebían en cantidadeales que parecía que querían ayuda
ellos así, ingiriendo grandes cantidadede mosto, a la pesada digestión que enegro, a fuerza de engullir anguilashabría de tener dentro de poco.
—Si toda Europa es así —pensaben el ínterin Semba—, ¡que no mesperen más en Uganda!
En los días siguientes, y ya pasad
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 288/485
el jolgorio, Semba se dedicó de lleno ayudar a los hombres en sus tareas
adie como él hacía las cosas tan bien
Se metía desnudo en el agua, negrogigantesco y hercúleo, y chapoteando dacá para allá, dando gritos y echand
canciones al viento, iba con una largpértiga apaleando las aguas, paraasustar así a las anguilas y obligarlas
dirigirse a los criadores. Parecía eales ocasiones una mezcla de Neptuno de Vulcano: un Hércules que hubierelegido para vivir el reino de las olas.
El negro trabajaba de buena ganpara todos, ayudaba a todos y allá dondél estaba era siempre el primero e
acabar las pesadas tareas, el primero e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 289/485
hacer más cosas en menos tiempo. Todoe alababan y consideraban como un
bendición del cielo que hubiera caíd
sobre la villa en pago a sus virtudesAcabó ya por ser capitán, el guía natoTenía más fuerza, más agilidad, má
poder que nadie. ¿Quién como él satrevía a coger con la mano las culebrade agua sin demostrar miedo alguno
¿Quién podía estar horas y horadesnudo, chapoteando por entre locienos? ¿Quién podía quitar las enormerocas que estorbaban, sin herniarse en l
empresa? Todos querían a Semba, todoreclamaban a Semba y todos le estabanal final, agradecidos por algo.
Cuando había ya pasado la época d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 290/485
as duras tareas, cuando llegó —comocurre en todos los pueblos del mund— la época de la holganza, de l
ranquilidad, Semba no tenía márecurso que encerrarse con los demás eas tabernas, trasegando vino del Bosc
hablando, mientras tanto, mal de los dFerrara. Fue entonces cuando en scorazón de intrépido aventurero s
asentó la morriña: se despertó en él eafán de acción, de aventuras. Le pesabdemasiado aquella tranquilidad, aquéno hacer nada, aquel apoltronarse dí
ras día. Le volvió la sed ddescubrimientos, la pasión por veierras inexploradas.
El viento de la aventura abrí
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 291/485
nuevos horizontes ante sus ojos que yempezaban a cansarse de ver las mismacaras, las mismas costumbres, lo
mismos tragos de vino. Y sí, una tarderas haber trasegado abundantemente e
rico caldo de la tierra, nuestro negr
desertó de la villa que tan bien le habíacogido, partiendo hacia ldesconocido, llevando como objetiv
primero de su correría edescubrimiento de las fuentes nacimiento del río que fluye a lnmensa laguna.
Durante algunos días nada se supde él. «¡Ha muerto!», decían unos; «¡Hhuido!», se quejaban otros. Y no faltab
quien opinaba que eran los de Ferrar
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 292/485
os que, simplemente, le habían raptadoEsta opinión ganó últimamente muchoadeptos entre el elemento pescador, qu
es tanto como decir entre todos lohombres útiles del pueblo. Armados copalos y con grandes y robustos remos
recorrían las calles, clamando justicia venganza, y pidiendo la devolución decapitán negro de los hombres del lago
Como quiera que la falta de mutusimpatía era cosa secular entre ambopueblos, como ya hemos dejado dichopronto todos los habitantes del valle s
unieron a esta manifestación, gritandcon acento desaforado: «¡A FerraraVayamos contra Ferrara!».
Y sólo Dios sabe cómo hubiera
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 293/485
erminado las cosas. Pero en el momentcrítico comenzó a correr una noticia poentre todos los exaltados. El negro, a
parecer, había sido hallado, tumbado despatarrado en el santísimo suelo, euna plaza de Módena, borracho a más n
poder y repleto hasta el tope del ricvino italiano.
El regreso del negro fue apoteósico
riunfal. El pueblo de Comacchio puda, por fin, dormir tranquilo aquellnoche. Su negro, su héroe, había vueltal redil. Mas lo cierto es que el vin
había logrado apagar la sed de Sembasí, pero la sed física; la sed daventuras, de descubrimientos, quedab
ntegra en el interior del explorado
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 294/485
africano. «O me dejáis partir por labuenas o me escapo y no vuelvo más»es decía luego el negro a los hombre
de la laguna que se hacían los sordos«¿Y si no hubiésemos llegado a tiempde salvarte? ¿Y si llegas a caer e
manos de los de Ferrara?», lrespondían éstos. Pero ni aún así, ni tasiquiera con esta terrible amenaza
ograban frenarle. Finalmente, y en vistde que no les quedaba otra soluciónconsintieron en que partiera. Pero ya dhacerlo, fuerza era realizar las cosas e
forma debida. Consecuentemente lproveyeron de una buena cantidad danguilas, de una gran cantimplora llen
de vino del Bosco, y por ende l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 295/485
aparejaron un pequeño bote a vela parque así nuestro Semba llevase a cabo lexploración marítima que ahora l
andaba por las mientes. Luego, ecortejo, le acompañaron todos, hombresmujeres y niños, hasta el mismísim
puerto Garibaldi. Cuando el arrojado valiente negro pasó a bordo, todosdetrás de él, se metieron en el agua de l
nmensa laguna, diciéndole adiós con lamanos, y entonando a coro, a manera ddespedida, el famoso «chelechetecheque había popularizado el negro po
odos aquellos contornos.Tres semanas largas había
ranscurrido cuando Semba, satisfech
de sus exploraciones por las costa
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 296/485
vecinas, regresó más negro, mádesnudo y más alto que nunca a suierras de la acogedora Comacchio.
Una vez en el pueblo, relató las mihazañas realizadas. Y, por otra partehasta Comacchio llegaron los rumore
de la admiración que por todas partehabía despertado el negro en sus viajesPara las buenas gentes de la tranquil
talia fue una auténtica sorpresa lpresencia del negro. Éste, al llegar aotro lado de la laguna, a la orillopuesta de aquélla en que se asient
Comacchio, fue forzado a echar pie ierra y a recorrer así, como caballer
andante, las regiones que se le ofrecía
por delante. Júzguese el asombro de lo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 297/485
campesinos al ver aparecer ante ellossin previo aviso, un enorme, descomuna atlético negro que, por todo equipo
raje llevaba un morral bien lleno danguilas a la espalda y una enormcantimplora colgando a su lado.
Pero lo importante era que Sembestaba de nuevo en casa. ¡Ah! ¡Cuánthabían pensado en él los lugareños
Qué de preocupaciones les daba odos con sus andanzas, con su inquietuviajera!
«¡Ahora no te nos escaparás, más
Semba! ¡Esperamos que hayas yquedado satisfecho para una buenemporada!», le decían sus amigos. Y
para ayudarse en este empeño trataba
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 298/485
de llenarle de vino a todas horassuponiendo, con bastante fundamentoque el vino más hace tender al hombr
hacia la molicie y la buena vida que nhacia la exploración de terrenodesconocidos.
Pero Semba, lo quisieran así lougareños o no, había nacid
especialmente predispuesto para u
destino de libertad y de gloria. Y el dípreciso de la Virgen de Agosto, entre laágrimas y las quejas de todo el pueblo
partió de nuevo a la aventura, sin quere
escuchar los sabios consejos con que loancianos del pueblo le asesoraban. Ibaesta vez, al descubrimiento de la
fuentes del río Reno.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 299/485
Dicho y hecho. Comenzódebidamente preparado y equipado, sdescomunal caminata. Pasó Bolonia
puso proa a los Apeninos, entró despuéen el Valle de San Lucas y así, como eque no quiere la cosa, llegó a mediado
de septiembre a las fuentes precisas, amismísimo nacimiento de aquel gra
ilo de la región Emilia.
La fama de su nueva hazaña recorriesta vez media Italia. Su nombre cruzabde una punta a otra de la región, de bocen boca, adornado siempre con los má
curiosos adjetivos. —Recibió homenajes d
asociaciones excursionistas, de lo
mozos de éste, de aquél y del otr
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 300/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 301/485
otra vez adiós al pintoresco pueblecitde Comacchio, partiendo esta vedispuesto a llegar hasta las fuentes de
Po. Semba, en su fuero interno, sentífrancamente ocasionar tantos disgustos aquellas plácidas gentes. Pero… ¡ah
era su sino: había que apagar aquellsed viajera.
El Po, como es sabido, pasa a un tir
de piedra de la ciudad de Ferrara, ddonde se deduce que no resultdemasiado raro el hecho de que algunoferrarenses, más o menos locos, s
dedicasen habitualmente a enredar coos diques que regulan por allá su curso
Si esto lo hacían con mala idea o no
es cosa desconocida; más lo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 302/485
desperfectos que frecuentementocasionaban son cosas comparablesverídicas y aún palpables.
Partió el negro, como decimos, per—y esto es lo triste del caso— nregresó jamás. Al cabo de un mes, e
pueblo de Comacchio se alzó ya efranco tumulto: se armaron los hombrede palos, picas, cuchillos y hoces,
estaban ya dispuestos a largarse Ferrara para dar un escarmiento total aquellas gentes que no les dejaban vivisu vida y que, sin la menor duda, le
habían ahora robado a su hijo predilect adoptivo, el negro Semba. En el peo
de los casos, había que ir a vengarl
pasando a fuego la ciudad, si es qu
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 303/485
alguien había tocado un solo pelo de scabeza. Súbitamente, un día de aquéllose presentó en el pueblo, jadeante aún
sofocado por la carrera, uno de lohombres de Comacchio, unprecisamente que se ocupaba d
rastrillar, día tras día, los cienos y lododel Po. Con la voz aún sofocada, con ealiento aún cortado, pudo éste relatar a
pueblo entero el trágico fin del héroe.Semba, sin saberlo, se habíadentrado por la zona en que se estabsaneando la cuenca del Po. Se metió as
por aquel dédalo de canales de desagüeSemba, nuestro bueno y querido Sembadesapareció una noche tenebrosa, un
noche oscura como boca de lobo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 304/485
chupado a traición, absorbido por unde aquellas feroces máquinas, por unde aquellas descomunales bombas qu
secaban zonas de los pantanos. El últim terrible grito del héroe provocó u
coro de asustados relinchos de lo
potrillos salvajes de aquel contorno; ucoro cuyo eco se extendió y propagó pooda la amplísima zona de las marismas
legando luego hasta los bosqueejanos. Era un estruendo de asustadorelinchos que llenaban el aire de lzona. Un trágico grito animal que s
confundía así con los rumores del ríoSe diría un final de tragedia griega: elanto de los equinos y el llorar del río
confundidos en una sola voz: una vo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 305/485
que lloraba como dicen que otrora lhiciera la corriente del Scamandrcuando rasgó los aires también el grit
final, la postrer llamada de auxilio dHéctor, el mitológico domador dcaballos.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 306/485
El «martillador» de laVieja Inglaterra
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 307/485
La primera vez que Bob As apareció ePrato era, justamente, un lunes. En lplaza de Duomo, tras los puestos de lo
vendedores de baratijas, hizo nuestrhombre su aparición. Era un tipdescomunal, grande y fuerte como u
Hércules, con manos como palas dremo, tórax de luchador y una espalda unos brazos que parecían, realmente
muestrarios ambulantes de músculos endones. Su cabeza era pequeñaredondita y calva, pero unida al cuerppor un poderoso cuello, fuerte como e
de un toro. En su cara, que tenía algo dseráfica, lucía una sempiterna sonrisa.
Mas si la mitad superior del cuerp
era, como queda dicho, todo carne
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 308/485
músculo y poder, de fuerte osamenta amplia complexión, las piernas, por econtrario, eran unas simples y pura
cañas, afiladas, enjutas y flacas, quparecían haber salido talladas con ucortaplumas. Nunca se había visto —
al menos ésta era la opinión de lohabitantes de Prato—, unas piernas dcristiano más flacas, más secas, ni má
orcidas que aquéllas.Parecía así un hombre especialmentdiseñado para no valerse de aquellaextremidades; un hombre nacido par
estar siempre sentado. Un hércules dcintura para arriba y un flaco poantonomasia en lo que a piernas s
refiere.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 309/485
Para colmo de males iba vestido a lmoda escocesa, luciendo por tanto unfaldita que llegaba apenas a sus nudosa
rodillas.El extraño tipo, sin hacer ni el meno
caso de la curiosidad que su atuend
despertaba, se instaló al pie demonumento de Magnolfi, abrió unmaleta, grande como un baúl que hast
allí acarreara, y sacó de ella unalfombra muy enrollada, una bola dhierro provista de una anilla o argollaun trípode plegable, un trompetín, un
bandera inglesa, cuatro guantes dboxeo, un banquillo pequeño, unbotella de whisky y, por último, un roll
que parecía contener algunos cartelone
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 310/485
de esos que utilizan en su propagandos vendedores ambulantes. Sin deci
una sola palabra, colocó el asta de l
bandera inglesa sobre el trípode, izandasí, en plena plaza, los colorenacionales de la rubia Albión; luego
extendió la alfombra por tierra, alinecuidadosamente sobre ella, en unorilla, los guantes, la bola y la botella
agarró con su manaza la trompeta hinchó el pecho. Volviendo un poco lcabeza, echó una mirada a la muchachitque había ido hasta allí en pos de él
que en aquel momento preciso tomabasiento en el pequeño taburete. Ldirigió una sonrisa llena de cariño y l
hizo luego un gesto sonriente
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 311/485
Finalmente, tosió el atleta, escupió a unbanda y, haciendo acopio de aire, soplpor la trompeta, para llamar de est
guisa la atención de las gentes.Los lunes son días de mercado, po
cuya razón la plaza principal del puebl
se hallaba concurridísima a todas horasQueremos decir con esto que pronto ungran multitud rodeó al curioso hombr
del faldellín. Apostaban unos a que eipo aquel era un tragador de sablesOtros preferían creer que iba a echafuego por las narices.
Cuando la concurrencia ya era lbastante nutrida, se separó el hombre lrompeta de la boca y quedó ante s
auditorio en postura de «firmes», per
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 312/485
más con un aire de gimnasta que dsoldado, si hemos de ser veraces.
Luego, tras un leve saludo, s
afianzó sobre aquellas entecas piernasse dobló hacia abajo por la cinturaagarró con su mano diestra, por l
argolla, la enorme bola de hierro y lfue levantando, lentamente, hasta laltura del pecho. En medio de u
absoluto silencio, hizo luego un levgiro de muñeca y siguió extendiendo ebrazo, ya hacia arriba, elevando así lpesa por encima de su cabeza.
Empezaron a oírse algunos rumores. —¡Silencio! —bramó el atleta.Y su auditorio comprendió bie
pronto, al percatarse del acento, qu
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 313/485
aquél no era el Hércules del Pratolinsino un Hércules del extranjero. Es uromano, opinaban unos. No, un alemán
aseguraban otros. ¡Un inglés, hombre, unglés! ¿O es que no veis la bandera?
En tanto que la demostración d
fuerza proseguía, salió de entre la masde espectadores un grito de: «¡Viva eGambacciani!», ante el que todos lo
espectadores soltaron la carcajada[3]
.El hércules les despreciolímpicamente. Fue haciendo descenderenta, muy lentamente, la pesada bola d
hierro, hasta posarla en tierra con lsuavidad de la mariposa. Luego, eseguida, hizo un par de movimiento
respiratorios, tras lo cual empuñó con l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 314/485
siniestra el asta de la bandera, alzandcon la otra mano, por encima de scabeza, un gran cartelón, ya desplegado
Se leía allí, en grandes caractereipográficos:
Éste es el invencible BobAs, campeón indiscutido deEscocia, veterano del ring, y
llamado, por su potente pegada,«el martillador de la ViejaInglaterra».
Bob se volvía a uno y otro lado parque así toda la concurrencia pudiera leeel anuncio. Luego, quiso él completarl
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 315/485
de viva voz y comenzó a pregonar a locuatro vientos:
—¡Cuarenta años de boxeo! ¡Cient
pico victorias! ¡Treinta medallasDiez dientes rotos en el curso de mi
combates!
Al llegar a este punto de su perorataabría los labios para que todos pudieraver así las áureas piezas que había
venido a rellenar los huecos que en sufilas dentarias dejaran las pasadauchas, las pasadas victorias.
Y en este momento preciso, l
muchachita que le acompañaba se pusen pie y comenzó a aplaudientusiasmada; la claque hizo efecto
odos obsequieron con sus aplausos a
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 316/485
atleta extranjero.Éste, tras un saludo de aire circense
colocó de nuevo la bandera sobre e
rípode, plegó muy lentamente ecartelón y se hizo otra vez con la pesadbola. La asió con ambas manos y la tir
violentamente a lo alto; al caer ésta, lrecogió, antes de que llegara a tierrahaciendo un alarde de musculatura.
A continuación, pasó a hacer toduna serie de ejercicios gimnásticos coa referida pesa, demostrand
ampliamente de esta suerte cómo él, co
una sola mano, podía hacer cuantquisiera con aquel chisme, despreciandpor entero su enorme peso, la ley de l
gravedad y demás zarandajas por e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 317/485
estilo. No hay como una buenmusculatura para salvar esos pequeñoescollos.
—¡Cincuenta liras le daré, sseñores, sí, a aquel que logre alzar estbola con una sola mano! ¡Cincuent
hermosas liras! ¿No hay nadie que lntente?
Dejó la bola sobre la alfombra, pus
un pie sobre ella, cruzó sus musculosobrazos sobre su no menos musculospecho, miró olímpicamente a derecha zquierda y quedó por fin, mayestático
como un gran Titán vencedor de arducombate.
—¡Viva el campeón de Escocia! —
gritó la muchacha, fiel a su misión d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 318/485
enardecer a las masas.La multitud volvió a aplaudir a Bo
As. Algunos había que miraban ya a l
bola como considerando, en su fuernterno, qué posibilidades había d
ganarse aquel medio centenar de liras.
—¡Debe pesar bastante! —opinabuno.
—Más de cien kilos, creo yo —
apuntaba otro. —Que viene a hacer media lira pokilo —completó un tercero. ¡No está mael precio!
Las mujeres, entonces, comenzaron animar a los hombres.
—¡Hala, muchachos, ganaos las lira
e invitadnos luego!
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 319/485
—¿Tienes miedo, Fulanito? —¿No puedes con ella, Zutano? —¡Que no se diga, Mengano, con l
que presumes tú de atleta con lamujeres!
Ante las voces de las hembras, lo
hombres empezaron a mirarse entre spensando cada cual para su capote quién de ellos le tocaría hacer e
ridículo, pasando a ser la inocentvíctima que precisaba el buen humogeneral. Sin mediar palabras, parecieroponerse todos de acuerdo: rodearon a u
fuerte muchachote de pelo rojo yquieras que no, le fueron empujandoencaminando hacia la alfombra en la qu
se hallaba el hércules escocés. E
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 320/485
pelirrojo se revolvía y trataba diberarse; demostrando no tene
demasiadas ganas ni de hacer ejercicio
físicos ni de hacer, claro está, tadescomunal ridículo. Pero cuando llega tiro del de las falditas alargó éste s
descomunal manaza, asió al muchachpor un hombro y, de un brusco tirón, lplantó a su lado, junto a la infernal bol
de hierro que, a los ojos del paisanoparecía ir ganando en peso y en tamañcuando más de cerca la contemplabaCon una presión de sus fuertes dedos
Bob obligó al italiano a inclinarse sobra bola de hierro. Una vez en tal postura
no le quedó al joven más remedio qu
ntentar la hazaña. ¡Peor iba a queda
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 321/485
ante los ojos de sus camaradas si ni tasiquiera intentaba levantar el pesoConsecuentemente, pasó la mano por l
argolla, enderezó algo el espinazohinchó a conciencia los pulmones comenzó su intento.
—¡Ánimo! ¡Fuerza! ¡Adelantevaliente! —le animaban sus paisanos.
Concentrando energías y tensand
bien los músculos, logró, poquito poquito, levantar la descomunal bola upalmo sobre el suelo; otro esfuerzo otro palmo más arriba, luego, a fuerz
de sudores, otro palmo más en altura; lbola iba llegando ya al nivel de scintura. Quedaba ahora, justa
precisamente, lo más difícil: hacer gira
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 322/485
a muñeca, con la bola a cuestas, parque el brazo pudiera comenzar smarcha hacia las alturas y hacia la
cincuenta liras prometidas. Sudando chorros, con los músculos y los tendonea punto de reventar, el muchach
comenzó la difícil operación. Su cuellestaba hinchado por la tensión: sespalda contraída y, desgraciadament
para él, el tórax demasiado avanzado nclinado. Y a causa de este defecto —bueno, y de la falta de fuerzas quizás—el caso es que en el momento crítico, e
el punto álgido, la bola pudo más que eitán en ciernes y ¡allá fueron ambos
hombre y bola, de cabeza hacia el suelo
La multitud, claro está, estalló en un
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 323/485
abierta y general carcajada. Bob Aestaba preparado para el quite. Y al veo que sucedía, lanzó disparada una d
sus manos con la que agarró ahombrecillo por el cogote impidiéndolasí que se estrellase de narices contra l
alfombra. Una vez conseguido esto, lagarró con la otra por el fondillo de lopantalones y a la voz de ¡ahí va eso
anzó al fracasado pelirrojo sobre egrupo de amigos que le habían inducida probar sus fuerzas. Le cogieron éstoen vilo, en medio del general regocijo
obsequiándole seguidamente con udescarado abucheo.
Bob As quedó invicto, sobre s
alfombra, los brazos cruzados sobre e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 324/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 325/485
una de sus patas traseras contra aquellbola de hierro que nadie, salvo el héroeograba levantar a pulso. Y mientra
ocurría lo que inmediatamente pasó, lque en tales casos es fuerza que pase, squedó el perro mirando descaradament
al as del boxeo escocés, sin reconoceral parecer, ni sus méritos ni su universarenombre. El regocijo de la multitud er
ndescriptible. Las carcajadas elevabasu coro al aire, y la gente se retorcímaterialmente de risa. Pero Bob nogró ver la cosa por su lad
humorístico, ni mucho menos. Aqueodioso can venía así a mancillar sriunfo, a sumirle en el más espantoso d
os ridículos, cuando precisamente
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 326/485
estaba logrando uno más en su largcarrera de éxitos. La rabia pudo más qua flema británica. Agarró al maldit
perro por la cola, alargó el brazo, tensos músculos y comenzó a voltear a
chucho por encima de su cabeza, com
hacen los vaqueros del lejano Oeste cosus famosos lazos de cuerda. Despuéscon un impulso final, largó al bicho po
os aires: el pobre perro salió como lpiedra de una honda. Cruzó los aires poencima de la multitud, pasó por lo altdel monumento a Magnolfi y luego, e
una limpia trayectoria, fue a caer, o aterrizar, encima del puesto de uvendedor de buñuelos. La gente l
estaba pasando maravillosamente bien
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 327/485
i tan siquiera en el circo, ni en loíteres, se habían reído tanto en lo
últimos tiempos. ¿Cuál será, s
preguntaban, el próximo número?Pues bien, aunque ellos no l
supieran, el próximo número estaba y
comenzado: Un hombretón, robustcomo un roble, gordo como una vaca, con el rostro colorado por la rabia, s
abalanzó sobre el «martillador» de lVieja Inglaterra, gritando a grandevoces:
—¡Ahora te enseñaré yo a hace
volar a mi perro!Agarró al escocés por el brazo
comenzó a propinarle furiosas bofetada
con la otra mano.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 328/485
Era Carnaccia, el casquero de lcalle de Porcellatico, famoso por sukilos, por su fuerza y por su malhumo
sempiterno. De modo y manera quahora se les ofrecía así, gratuitamenteun ameno match de lucha libre. ¡Buen
estaba la cosa! ¡Más valdría no perdersni un detalle! Conque, claro está, lafilas se apretaron más y todos, o cas
odos, se pusieron de puntillas para vemejor, sobre las cabezas de los que shallaban delante, aquel descomunal divertido combate.
—¡Hala, hala, Carnaccia, dalfuerte!
Ante aquel impensado ataque, Bo
As quedó un poco desconcertado, con l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 329/485
cual hubo de encajar las dos primerabofetadas. Gracias a ellas reaccionrápidamente; se deshizo de la presa
con unos pasos típicos de ring, puso unprudencial distancia entre él y senemigo, largándole luego do
descomunales trompazos. —¡Contesta, casquero, no te guarde
ésas! —le gritaba la gente.
El bueno de Carnaccia quisresponder a los golpes, pero el boxeo nse había hecho para él. Cada vez quntentaba acercarse, se encontraba d
plano con los puños de su enemigo. Sse retiraba un poco la gente le llenabde insultos. Así pues, medit
rápidamente un segundo y se decidió
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 330/485
atacar a su estilo. Dio unos pasos atrásdespreciando los comentarios, tommpulso, y se lanzó como una tromb
sobre el boxeador de las falditas, siener en cuenta el par de pescozones que pillaron por el camino. Cayó con tod
su enorme corpachón sobre el inglésquien ante aquella embestida, mápropia de un toro furioso que de u
hombre, fue por tierra, recibiendencima de sí todo el peso del enfurecidcasquero.
—¡Ah, traidor! —gritó el pobre e
un ronco aullido.La masa de gente aplaudí
enardecida ante la aparente victoria d
su paisano. Pero cuando los aplauso
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 331/485
estaban aún sonando, ya se encontrabnuevamente en pie Bob As, en speculiar postura de boxeador, incitand
a su enemigo a que se lanzara parpoderle dar el castigo que se habímerecido. En vista de que éste no l
hacía así, Bob le agarró con lzquierda, por el cuello, hizo presió
con sus dedos, obligándole a levantarse
Y tan pronto como el gigantón se separdel tapete, un espantoso gancho fue parar a sus narices de las que comenza sangre a brotar a chorros. Un nuev
golpe en el mentón y el dueño del perrcayó por tierra con la misma fuerza y emismo desplome con que su can cayera
pocos minutos antes, sobre el montón d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 332/485
buñuelos recién hechos.Aquel espectáculo no fue ya de
agrado del respetable público. Una cos
es una broma y otra que la sangre anda por medio. Así, y mientras que uno
se ocupaban en recoger al pobre
maltrecho vendedor de tripas, los otrose lanzaron sobre el extranjero, tratandde darle, simple y llanamente, un
descomunal paliza. El inglés luchabpor desasirse de aquella lluvia de manoque caían sobre él, pretendiendagarrarle y tirarle por tierra. Pero
pesar de su habilidad y de su fuerza, ncreemos le hubiera ido muy bien eaquel desigual combate
Afortunadamente, el escándalo era y
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 333/485
demasiado grande para pasanadvertido, y así fue como se present
en la plaza un piquete de guardia
dispuestos a poner orden. Repartiendalgún que otro porrazo lograroatravesar la compacta fila d
uchadores, llegando hasta el apuradnglés, al que salvaron del linchamiento
formando —entre él y la multitud— un
barrera con sus propios cuerpos. —¡Calma, calma, señores! ¡Dejeeste asunto de nuestra cuenta!
La multitud respondía:
—¡A la cárcel con él! ¡Ponedle laesposas! ¡Es un peligro público! ¡Es unauténtica fiera!
Los guardias, los propios guardias
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 334/485
eran los primeros que deseabalevárselo de allá, para evitar la
contingencias que pueden surgir cuand
a multitud se halla enardecida enfadada en sumo grado. De forma quehaciendo siempre un corro alrededor de
prisionero, comenzaron a cruzar lplaza, en un extraño desfiledirigiéndose hacia la Prevención
seguidos siempre del gentío qucontinuaba obsequiando al atleta con lopeores insultos. Éste no habíabandonado, entre tanto, sus útiles d
rabajo; iba detenido, sí, pero eso nmpedía que antes de partir hubies
metido bajo su fuerte brazo, la bola d
hierro, los cartelones, la botella d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 335/485
whisky, el trípode, los guantes dboxeo… En la otra mano, llevaborgulloso la bandera inglesa. A
marchar, miró despreciativo a la gente clamó:
—¡Está salvado el honor de la viej
nglaterra!La muchachita, con cara de asustada
seguía a prudencial distancia al escocés
a mirada gacha, temiendo sin duda qua gente pudiera luego emprenderla coella. Parecía un pobrecito perrapaleado, sin amo, un pajarito si
recursos y sin nido en el que cobijarseba despacito, despacito, tras el extrañ
cortejo tosiendo de vez en cuand
cavernosamente.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 336/485
Por algún tiempo, no se supo má
del extraño atleta ni de su desmedradcompañera. Corrió la noticia de que ésthabía pasado una quincena en la cárce
por el delito de promover escándalo ea vía pública. Otros, los más enteradosafirmaban que si le habían puesto eibertad era tan sólo para que pudier
acompañar así, en su último viaje, a lnfortunada muchachita, desde e
hospital hasta el camposanto de l
glesia nueva.Tras el fúnebre carromato iba e
entristecido atleta —según contaban lo
estigos presenciales— con los ojo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 337/485
bajos, y resonándole en el pecho unosollozos que partían el alma. Cuando eataúd bajó al fin a la fosa, cayó e
hombretón y comenzó a llorardesaforadamente, llamando a grandevoces a la muchachita por su nombre.
Al siguiente día, y a la caída de larde, cuando ya los mercaderes s
hallaban desmontando sus tenderetes
Bob As apareció de nuevo en la plazdel Duomo, con una mirada ausente como extraviada. Paró en un rincónabrió la maleta, sacó su bandera y s
bola de hierro. Sin mirar a nadie, sidecir una sola palabra, ató el cabo duna soga a la anilla de la referida bola
Con el otro extremo de la cuerda hiz
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 338/485
una especie de lazo corredizo y paséste luego por su cabeza, quedando asal lazada alrededor del poderoso cuell
del inglés. Con la mano izquierda sujeta bandera; con la derecha, asió la bol así, a pasos largos y cansinos, s
dirigió lentamente hacia el Borgo. Unopasos más allá, se paró en seco, volvia cabeza y miró por última vez a s
pesada maleta, como si quisiera decirlun adiós para siempre.Una nube de chiquillos se junt
pronto a su alrededor, ávidos de ver l
que aquel extraño sujeto iba a hacercreían que era un nuevo espectáculo deboxeador extranjero. Pero éste lo
despreció, ignorándolos por completo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 339/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 340/485
legó, paso a paso, al puente deMercatale.
El río Bisenzio corría allá abajo; su
aguas tumultuosas chocaban contra lopilares del puente; venía el río en plencrecida y se formaban así, en diverso
ugares, fuertes remolinos de un colopardo sucio. Un rumor sordacompañaba a la corriente en su pas
por el pueblo.Bob As izó, a fuerza de brazo, lpesada bola de hierro sobre lbarandilla del puente; luego, la bandera
Y finalmente, a pleno pulso, fualzándose él sobre el pretil. Pasprimero, sobre la barandilla, su vientre
después, sus muslos, hasta que con un
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 341/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 342/485
antes atara al asta de su bandera. Hinchuego el pecho, miró hacia abajo y, si
una palabra, sin un quejido, se lanz
para siempre jamás, a las turbias aguade la corriente del río.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 343/485
La «Madonna» de los patriotas
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 344/485
Lo poco que ha influido Arezzo siempren los asuntos toscanos no tiene, a mmodo de ver las cosas, justificació
alguna. Los naturales de tal ciudad, loaretinos por tanto, tienen la nariz lsuficientemente recta para n
desmerecer de los demás toscanos. Y siembargo, con todo y con eso, pareceestar confinados allí, como a trasmano
por no decir incluso que quedan ya fuerde la gracia de Dios. Por la espaldageográficamente hablando, tienen a loromañolos, de quien nuestra Señora de
Consuelo nos libre; por el lado doriente, a los enfermizos umbros dCiudad del Castillo; por delante, a lo
sieneses a quienes san Donato se lo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 345/485
leve y luego, por la parte de occidenteque es la que nos resta, a los florentinosnada menos, a los que así san Antoni
meta en un saco y quiera llevárselos amercado de Padua a venderlos combellotas.
Los cretinos tienen hoy algo más equé pensar que en ir a buscar lacosquillas a los demás toscanos; s
quedan pues en sus casas donde, dichsea de paso, tienen bastantes cosas quhacer, ya que los líos de familia, de grafamilia, nunca escasean por aquello
contornos. Si cada cabello arrancado eel seno de aquel pueblo quisierransformarse un buen día en árbol, ¡y
verían ustedes lo que eran bosque
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 346/485
upidos y densos! Pero menos mal qumientras se desmelenan así, mutua recíprocamente, no tienen tiempo par
exportar tales peculiares actividadesDe otra forma, ¿quién estaría a salvo dos humores de Arezzo?
Consecuentemente, rara vez se salede su marco para incordiar al prójimoPero cuando lo hacen, ¡sálvese el qu
pueda!, ya que los aretinos tienen la rarespecialidad de sembrar vientosquitándose luego del paso para dejaasí, galantemente, que sean los demá
quienes recojan las tempestades. Y estno es un aserto gratuito. Esto, sin ir máejos, lo saben al dedillo los francese
que, por haberse arriesgado a plantar s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 347/485
árbol de la libertad en Arezzo, emalhadado día 7 de abril de 1799estuvieron en un tris de salir de Itali
con una marca clarísima de bota en sdorso, un poquito más abajo de donde ses acaba la espalda.
El hecho, como todos los demás quuego siguieron, ha sido narrado en gra
número de opúsculos y de manuscritos
de los que se hicieron eco todos lodiarios de aquellas épocas. Figuraroambién en las proclamas, cartas
estampas e incluso caricaturas que s
hallan conservadas —por si alguiedesconfía— en la Biblioteca de lHermandad de Nuestra Señora d
Arezzo. Y todos estos documento
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 348/485
deberían ser leídos por todo bueoscano para aprender así, de antemano
a no dejarse sorprender por un posibl
recrudecimiento de los malos humorearetinos. Aprenderían así, ya de paso, ponerse a salvo cuando el barómetr
barrunte tempestades por aquellas durazonas de la Italia. En tal ánimo, en taestado de espíritu, podrían tambié
hojear las obras conservadas en eArchivo del Estado de Florencia, entras cuales figuran el Diario de Ausan
Perpignani, los testimonios de las Acta
resueltas por SAR y por el Senadflorentino durante todo el año de marrasos relatos de los inspectores de Policí
varias cartas anexas.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 349/485
Pero volvamos a nuestra historia dos franceses y aprendamos así, nosotroambién, a no plantar ninguna clase d
árboles en los huertos de los de Arezzo.Después de las vísperas, nos narr
Ludovico Albergotti en el manuscrit
número 24 de la Biblioteca de lHermandad de Santa María de Arezzosucedió que, por Domingo Pignott
fanático afrancesado, fue izado en medide la plaza mayor del pueblo el árbol da libertad, a los sones de una banda
ante los reiterados ¡vivas! de uno
cuantos muchachos —más pagados parello que los músicos— y a quieneacaudillaba el afrancesado ya referido
Tan odiada enseña consistía en u
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 350/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 351/485
o casi nada había pasado hasta tamomento. El olor de los palos llegdespués.
Los franceses habían hecho sentrada triunfal en Arezzo el díanterior, 6 de abril, pero claro está qu
al llegada no había alegrado a nadie, sdescontamos los jacobinos. «El resto da población se mostró de malísim
humor y especialmente los campesinosquienes, por ser sábado de feria, habíaacudido en gran número a la ciudad»Con este ambiente hostil ib
ranscurriendo la primera jornada. Su fise compuso a base de proclamas y dedictos que vinieron, claro, a complica
más aún las cosas.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 352/485
Mas hemos de hacer constar, antede pasar a relatar ese punto concretoque algunos aretinos, de esos qu
siempre quieren dar la razón a todo emundo, se apresuraron a fabricarsescarapelas tricolores para lucirlas e
seguida sobre sus ropas. Y esto«algunos» eran los de siempre, ¿mcomprenden ustedes?, esos que todo l
hacen, según dicen ellos, por políticapor contemporizar y por todas esazarandajas.
Mas luego resultó que lo
«invasores» sacaron a la luz un edictpor el cual todos los ciudadanos teníaque enrolarse, que quieras que no, en l
guardia nacional, realizando sus buena
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 353/485
horas de guardia. Como quiera que, aparecer, este edicto no bastaba, ssacaron otro de la manga, en el que s
decía que toda persona de alcurniestaba obligada a alistarse en talefuerzas, sin excluir de tal obligación n
an siquiera a los curas ni a los noblesAñadían luego que, el que así lquisiera, podía zafarse de cada guardi
mediante el pago de tres paulos (mediairas), lo cual no era nada baladí eaquel entonces. Con todo y con eso, eprimer día no quedó nadie exceptuad
por razón alguna, y ello suscitó, como eógico, la indignación popular. Era u
espectáculo bufo aquel de ver a lo
nobles y a los clérigos haciendo guardia
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 354/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 355/485
crueldad republicana e incluso las misupercherías del capitán Lavergnecomandante militar de la plaza. A
manera de ejemplo, se podrían citar laropelías y latrocinios de los comisario
franceses: uno de ellos, tras un viaje d
nspección, «partió para Cortona y trahaber limpiado allí todas las cajapúblicas, volvióse a Florencia con alg
más de siete mil escudos».Total, que las cosas iban de mal epeor sin que nadie, por innecesario, sdedicara a echar leña al fuego. Al me
de haber entrado los invasores, todas lagentes del pueblo enviaban ya a suniños y a sus perros a regar el árbol, s
me permiten señalarlo de tal manera. Y
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 356/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 357/485
patriotas florentinos, luceses pistoianos se habían ya sublevado. Hde decir, con dolor, que en Prato todo
callaban. Yo soy de Prato, mas dhaberme hallado allí todo hubieracontecido de muy distinta manera.
Conque tenemos que en todas esazonas o regiones estalló un primechispazo de rebelión: los jacobinos
os afrancesados, por serlo, se ganaroas primeras palizas. Y de aquí quecosa curiosa, éstas parecieron servir ddesahogo a los paisanos, quienes s
fueron tranquilizando luego poco a pocoY aquí fue donde, según las vieja
crónicas, intervino la Providencia par
hacerles ver que el invasor estaba aú
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 358/485
pisando el suelo italiano, con lo cual lobra no estaba terminada todavía.
Nos cuenta Brigidi, en el opúscul
que sobre los jacobinos y los realistase imprimió en Siena, en 1882, en lipografía de Torrini y que incluso Zob
confirma en su Historia Civil dToscana (editada en Florencia, poMolini, en 1851), que la florentin
Virgen de la Concepción, en la víCerezo, amaneció un día dispuesta hacer milagros, con lo cual pasó a haceflorecer los lirios marchitos qu
rodeaban su capilla. Tan pronto como lgente se dio cuenta, acudió en visita a lVirgen llevando ramos y más ramos d
irios marchitos. Y, efectivamente, ant
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 359/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 360/485
ustedes cómo son unos y otros!Y en la tienda de un barbero d
Siena, una Virgen Dolorosa, pintada a
óleo y tan ennegrecida que parecía habesido bañada en hollín, empezó a lanzadestellos bajo sus párpados, tal vez e
honor de Pío VI, fugitivo, y de paso poSiena. Los deslenguados ya referidoproclamaron que aquel óleo n
representaba ni tan siquiera a la Virgensino que era un viejísimo grabado dCleopatra con el áspid. Pero, es lo qudigo yo: algo tiene que calumniar l
gente cuando empiezan a producirsmilagros en su contra, ¿no?
¿Y qué hizo la Virgen d
Montalcino? Pues abrió y cerró los ojo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 361/485
ante la vista de numerosos testigos.Fue una suma tal de milagros po
oda Toscana que ya llegaba uno
pensar si no se habrían convertido todoaquellos terrenos en tierra de Dios, enfierno de los franceses, en purgatori
de los malos ciudadanos jacobinos y eparaíso destinado a los magníficopatriotas.
Pero el milagro nunca visto, emilagro fuera de serie, ocurriprecisamente en Arezzo y fue algo, comdigo, realmente extraordinario. Dich
así en pocas palabras, la cosa fue que lVirgen del Consuelo alquiló un día ucarruaje y se hizo pasear por toda l
ciudad. Mas como la cosa requier
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 362/485
explicaciones —lo comprendo—pasaré a dárselas a ustedes con sumgusto.
Adolfo Ramini, en su opúsculitulado El 1799 en Toscana —editad
en 1906, en la región de Reggio Emilia
en la imprenta de Stefano Calderini—nos cuenta que en la mañana del día ycitado, 6 de mayo, algo pasadas ya la
siete horas, un carruaje procedente de lvecina hacienda de Frassineto, en eValle del Pantano, entró en la ciudad poa Puerta del Espíritu Santo a tod
correr de su caballo. En el coche shallaban un hombre y una mujer que asíuna bandera italiana desplegada. Si
aminorar su marcha, cruzaron la ciuda
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 363/485
de una punta a otra, pero a tal velocidadan de prisa, tan de prisa, que no podíaratarse de humanos. Forzoso era, pues
pensar en un nuevo milagro. El cleroque algún interés tenía también en elloconfirmó la suposición del pueblo: lo
dos personajes que recorrían la ciudadhaciendo gala de patriotismo, no eraotros que la Virgen del Consuelo y e
mismísimo san Donato, patrón de loaretinos. De esta manera incitaban a suprotegidos, con claridad meridiana, barrer de aquellas pacíficas tierras a lo
franceses, por invasores, y a loacobinos por renegados y por vendidos
Éste era el mensaje de la Virge
Patriota, de la Virgen de los valientes
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 364/485
que no podía tolerar, por tanto, naquellos escarnios ni los turbiomanejos de los afrancesado
recalcitrantes. Era la Juana de Arco da región, la abanderada de los qu
estaban dispuestos a romper sus dura
cabezas sobre los tricornios de lo«franchutes»: hela aquí recorriendArezzo en un coche, junto a san Donato
quien, seguro, seguro, sentiría el pobrno poder tomar parte personal en lrefriega.
El misterioso auriga fustiga a
velocísimo caballo, ¡ohé!, ¡ohé!, y vacruzando así una y otra calle, ¡ohéohé!, levantando los ímpetus guerrero
patrióticos de los lugareños.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 365/485
El pueblo revive, abre las ventanas mira aturdido: hasta la brisa de lemplada mañana parece tener, en s
seno, los colores de la bandera de ItaliaSuena por sobre los árboles el ¡ohéohé!, del cochero y su eco más parec
ser un toque de rebato. ¡Ohé, ohé! ¡Pasa la Virgen del Consuelo! ¡Paso libre a Madonna de los Patriotas!
Por la esquina, entre una nube dpolvo, surge ya la carroza. El auriga, eel pescante, fustiga suavemente acaballo, que corta el viento, que no pis
an siquiera el suelo. Y luego, en easiento, ¡ved a san Donato cómo nomira, nos anima y nos sonríe! ¡Ved a l
Madonna de los Patriotas, vestida d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 366/485
púrpura y azul, cómo despliega lbandera, nuestra bandera, y cómo nomira con sus ojos protectores!
¡Halalí! ¡Arriba los hombres dArezzo! ¡Halalí, arriba muchachosóvenes y ancianos! ¡Halalí!
¡Halalí por la Virgen valienteHalalí por la Madonna de los italianos
«Y pronto el pueblo, ya propicio a l
revuelta, al grito de ¡Viva María! Viva Fernando!, se sublevó y desfogsu odio contra el ridículo árbol de libertad que pronto, hecho astillas, fu
pasto de las llamas».
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 367/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 368/485
Yo creo firmemente que, al menos unvez en la vida, las trompetas de Jericresuenan en el corazón de cada hombre.
Cuando era pequeño, allá en mToscana, solía despertarme por la nochesobre todo en la primavera, oyendo en e
nterior de mi mente, en lo profundo dmi ser, algo así como un clamor drompetas: un clamor que resonaba lueg
por los valles de mi querida patrichica. Aquellas noches de mi infancieran dulces, sumidas en un silenciprofundo y claro como un lago.
Mucho tiempo después, en París, más concretamente en la Sala Gaveaudos negros de América, reluciente
ambos, protestantes ambos, cantaban u
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 369/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 370/485
uñas, al final de las manos de carbónomaban el aspecto de mortecinalamitas de gas, o quizá, de fuego de sa
Telmo. Aquellas mismas llamas qudebían tener en las puntas de sus manoscuando oraban, las propias santa Teres
santa Catalina.Los dos cantores negros debía
seguir con su vista, mientras cantaba
poniendo los ojos muy en blanco, evuelo de los ángeles negros, de unoángeles de cabellos ensortijados y dabios abultados, que se alzaban, a
nflujo de las palabras de tal canciónsobre las ruinas de los abatidos murode Jericó: los negros han de ver, sin l
menor duda, los ángeles a su manera; l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 371/485
Virgen de los negros ha de serforzosamente, como la Virgen polaca dCenstocowa, ennegrecida totalmente tra
os incendios provocados por el asedide las tropas suecas.
El recuerdo de aquel spiritual m
acompañaba al presente, mientracabalgaba sobre la carretera dJerusalén al Mar Muerto.
El cielo de marzo, inquieto sobre eMonte de los Olivos y estriado dcorrientes claras como si fueran laaguas de un golfo marino, se ib
haciendo más azul cada vez, ganando entensidad por el cerco del horizonte
allí sobre las pétreas soledades de l
ierra de Lot. El país estaba bastant
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 372/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 373/485
el alba de Jerusalén, cabalgandcalmosamente por aquellas zonaarboladas que van cayendo lentament
hacia el valle del Jordán: hacía calor el viento de primavera nos traía, desdel cercano desierto, los primero
augurios de las nubes de langosta.Tras haber recorrido, durante aque
día, las colinas y los valles que a
oriente del Monte de los Olivos sprolongan hacia el de la Cuarentenacortado a pico sobre Jericó, en el quJesús hizo penitencia y donde tambié
fuera tentado por el demonio, tras habereposado algunas horas en el conventgriego de Koziba, pegado como una lap
a los flancos rocosos del monte de E
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 374/485
Kelt, me dirigí finalmente hacia Nebdonde pretenden los musulmanes que shalla el sepulcro de Moisés.
Ya era de noche; mi caballo shallaba fatigado y creí así prudente dafin a la cabalgada del día, dirigiendo
pues, nuestra marcha hacia la Hosterídel Buen Samaritano. Una vez llegadosituado ante la puerta de aquella casa
célebre en las crónicas por el gesto dmisericordia que allí tuvo lugar y quodos conocemos ampliamente, v
parado un pequeño coche For
otalmente recubierto de polvo de micaminos.
Mientras descendía de mi caballo
echaba a éste las bridas por encima de
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 375/485
cuello, vino a mi encuentro, con el airde quien conoce de antemano la llegad le está esperando a uno, un viejecill
delgado y esbelto, de cortas piernas y ecuya faz lucía una agradable sonrisa. Mdio la mano con la mayor naturalidad
con la cordialidad de un viejo amigo uego, cogiéndome del brazo, me dijo:
—Perdóneme si me presento de est
modo. Yo soy Francisco María dArouet, señor de Voltaire. —Pero… ¿el propio Voltaire? —
hube de exclamar.
—El propio Voltaire, en efecto: epatriarca de Ferney, el Voltaire dCándido, del Sottisier , de las Carta
ilosóficas y de tantas cosas más. E
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 376/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 377/485
Un árabe, entretanto, se había hechcargo de mi caballo y procedía entoncea quitarle la silla y los demás arreos.
—Para mí también es un placer —me respondió Voltaire, conduciéndomsiempre del brazo hacia la entrada de l
Hostería— esto de encontrarme en estoparajes con un hombre que no sea ni uhebreo, ni un árabe, ni un inglés.
Cuando supo que yo era italiano ypor ende, que no era un peregrino, hiza el buen anciano un verdader
derroche de frases de placer, d
maravilla y de alegría. —Tengo la plena seguridad —
continuó diciendo entonces—, que e
mucho mejor la fe que mueve montaña
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 378/485
que la fe que mueve a los hombres.Y pasando luego al terreno de la
confidencias, me contó que, tras s
experiencia de tantos y tantos años, traas desilusiones que había recibido —
sobre todo en los principios de est
siglo—, tras los desengaños que lhabía dado la moral europea, esa moramoderna de la cual él se consideraba, n
sin justicia, único responsable, habíoptado finalmente por elegir —puestque de algo tenía él que vivir— unprofesión que, con las variacione
actuales de los tiempos y de las normascasi le hacía aparecer ante los ojos depúblico con mucha más dignidad que l
que otrora le diera la suya de filósofo.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 379/485
—Gracias a mis buenas amistadeen América, gracias a que éstas me hadado la mano y me han concedido u
buen margen de crédito, he logradobtener la representación general parFrancia, para sus mandatos
protectorados, de los automóviles Ford debo hacerle constar que he llegado mponerme sobre el funcionamiento d
ales máquinas con muchísima mayopropiedad y exactitud que la de muchode mis discípulos sobre efuncionamiento de mi propio sistem
filosófico. —Nadie en París —le interrumpí—
puede presumir de haber tenido u
destino mejor que el de usted: ¿no e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 380/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 381/485
recibido previamente una excelenteducación burguesa.
Ante mi aserto, Voltaire me mir
sonriendo abiertamente. —En cuanto a Moisés… —comenz
a decirme, mas su frase qued
nterrumpida por la aparición de uárabe barbudo, ataviado con un
alabia corta que dejaba sus piernas a
descubierto. Éste, con un paso lento y uarrastrar de pies, se acercó adonde nohallábamos, nos arrimó una tosca mesaplantando luego en ella unos plato
descascarillados así como un jarro dvino y algunos otros adminículos.
Era un ser de mala catadura, d
mirada torva y cuyo rostro hací
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 382/485
despertar, en todo momento, los peoreaugurios.
Nos miró de través, dio media vuelt
salió finalmente de la estancia. —Ahora comprendo —dijo Voltair
riendo— por qué la Hostería del Bue
Samaritano se llama también Khan eHatrour, que quiere decir algo así comPosada de los Salteadores.
Seguidamente pasó a relatarme quposadas de aquel tipo, sino de aquenombre, las había encontrado a cientopor toda la extensión de Siria, país est
que acababa de recorrerse a lo largo y o ancho, tratando de coloca
cumplidamente la mercancía qu
representaba.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 383/485
—Es un buen mercado esa tierra —añadía— para coches de poco preciopero la política francesa en Siria no e
ciertamente nada favorable para lbuena marcha de los negocios.
Luego, viéndome sonreír por l
bajo, concluyó: —¿Quién se habría imaginado
verdad, encontrar un día al autor d
Cándido, al volante de un Ford, sobre lruta de Damasco?De la política de los franceses e
Siria, pasó luego su discurso a trata
sobre la de los ingleses en PalestinaVoltaire no podía soportar la injusticide que fuesen los de la Gran Bretaña
precisamente, los encargados de l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 384/485
custodia de los Santos Lugares y de ladministración de una tierra tan fértil emilagros. En toda la historia d
nglaterra, afirmaba, no se encuentra nun solo milagro.
—No quiere esto decir, claro, que e
as Islas no haya alguna poca gente qumerezca poder hacerlos o que, si llegel caso, sea capaz de hacerlos; no. L
que yo digo —continuaba— es que nconozco casos de milagros entre longleses. Incluso los propios santongleses —que por cierto figuran bie
pocos de ellos en el Santoral decalendario— son demasiado gentleme
para llevar su santidad hasta el punto d
hacer milagros. Y en cuanto a mí…
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 385/485
Suspendió la frase con una sonrissocarrona.
—Está claro —le dije— que uste
no cree en los milagros, por la pura simple razón de que no sabe hacerlos.
—No he probado —me replic
Voltaire. Pero, por otro lado, no creo ea naturaleza, como Rousseau, ni en l
máquina, como Ford, hasta el punto d
cerrarme en banda negando ese arteMas un francés de nuestro tiempo npuede hacer milagros. Eso es un hecho.
Y aquí, al llegar a este punto, nuestr
conversación derivó hacia toda clase dcosas más o menos milagrosas, hacia lmagia de los antiguos egipcios y luego
a de paso, hacia la civilización d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 386/485
aquel remoto pueblo de la antigüedadHabía yo llegado a Tierra Santa tras unarga permanencia en el gran valle de
ilo. Recorrí tal zona desde una punta otra y en todas las direccionemaginables. Desde Alejandría a Assua
no quedó un rincón que no fuese visitadpor mí, en mi sed de conocer siemprcosas nuevas. Pero es éste un país que,
mis ojos, no tiene nada de misterioso nde mágico: una civilización de la quos únicos testimonios son, pura
simplemente, las tumbas, no pued
suscitar en mí más que un negraburrimiento.
Lo único que conseguía alegrarme
veces el ánimo, a tal respecto, era e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 387/485
recuerdo de las momias, a las que loantiguos egipcios, para conservarlas, larellenaban de cebollas.
También Voltaire era de mi mismparecer: ¿no había acaso él escrito, esu obra Princesa de Babilonia que lo
egipcios «si fameux par des monceaude pierres, se sont abrutis et deshonorépar leurs superstitions barbares»?[4].
El autor de Cándido no paraba dreír, bajo el pensamiento de la momia daquella reina de rostro sereno, de ojodulces, de labios delicados y sonrientes
de majestuoso aspecto, yaciendo en efondo de un sarcófago de oro con todo evientre y el estómago bien repleto d
cebollas. ¿Y qué decir de lo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 388/485
cocodrilos, de los topos, de los perrosde las serpientes y de los gatoembalsamados, que venían así a hace
compañía a los reyes y a las reinas en efondo de sus tumbas?
El vino que estábamos bebiendo er
dulce y claro; la sangre, bajo su influjose iba caldeando poquito a poco. Asícontinuamos charlando largo tiemp
sobre los egipcios, sobre sus «rimerode piedra» (puesto que las pirámidepara Voltaire no eran sino esto, simple«montones de piedras»), sobre lo
ngleses modernos, sobre su paciencifrente a la inmortalidad y sobre sibertad frente al cielo. (¿No habí
acaso escrito también Voltaire en su
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 389/485
cartas sobre los cuáqueros, que cadnglés, «comme homme libre, va au cie
par le chemin que lui plait»?)[5].Seguidamente, nuestra charla fu
derivando poco a poco hacia otroemas. Voltaire, en un cierto momento
demostró alguna curiosidad acerca das causas de mi viaje a Tierra Santa
Explicadas éstas, me preguntó luego s
me había trasladado ya a Jericó, si teníahora intención de pasar a la otra orilldel Jordán, e incluso se ofreció levarme a bordo de su destartalad
cochecillo hasta la mismísima Sodoma.Le respondí que tenía el firm
propósito de terminar mi viaje al igua
que lo había comenzado. Esto es,
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 390/485
omos de mi caballejo. Pero que, nobstante, aceptaba con mil amores scompañía. Podíamos seguir ambos l
misma ruta, si bien cada uno con supropios medios de locomoción. Asípues, saldríamos los dos hacia Jericó
hacia Sodoma, donde volveríamos reunimos.
—Debo advertirle a usted —
concluyó el viejo— que no es nadprudente pasar la noche en Sodoma: eésa una ciudad en la cual conviene andasiempre con los ojos bien abiertos.
Las autoridades inglesas dJerusalén me habían advertidpreviamente que no era prudente fiars
de los árabes que acampaban en la
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 391/485
orillas del Mar Muerto: el valle deJordán estaba aún en plena ebullición, así, el peligro de una nueva revuelt
árabe contra los hebreos no podíquedar, ni en lo más mínimo, descartada
—Siendo dos —proseguía Voltair
— podremos guardarnos las espaldas euno al otro. —Y tal frase la acompañabcon un guiño picaresco. Conqu
dejémonos de discursos, vayamos dormir y mañana será otro día.Durante toda aquella mañana, mi
sueños estuvieron poblados de resona
de trompetas y de estrépitos de muralladerrumbadas: luego recibí, en sueños, lvisita del propio Josué, un Josué bajito
delgado, que me acogía con grande
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 392/485
muestras de satisfacción y que muteaba cariñosamente como a un gra
amigo del alma. Tras un abrazo final,
siguiendo siempre con mis sueños, Josudio media vuelta, montó en un cochFord recién comprado y partió por l
polvorienta carretera diciéndome adiócon grandes aspavientos.
Al alba partí yo en mi buen caballo
horas después saldría de la posada eautor del Diccionario filosófico, más menos cómodamente instalado en sbaqueteado Ford: el próximo punto d
reunión era Jericó, según estabprevisto.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 393/485
Voltaire, cuando al fin me di
alcance, detuvo su cochecillo. —Si no me equivoco, hemos llegad
o estamos muy próximos a llegar, a
menos. No estábamos totalmente ante e
objetivo fijado, pero sí muy cerca, com
bien dijera mi extraño compañero. Unmilla más allá se divisaban ya lablancas casitas de Jericó, rodeadas poodas partes de palmeras y sicómoros.
—Quién sabe —dije— si no estaraún vivo y floreciente el sicómoro en eque se encaramara Zaqueo, el publicano
para ver pasar a Jesús.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 394/485
—Y quién sabe —me respondió ePatriarca de Ferney— si, en la ventande Rahab, la meretriz no colgará todaví
a cinta roja que la salvó de la matanza.Puse mi caballo al paso, en tanto qu
el Ford marchaba tambié
despaciosamente. Así, uno al lado deotro, completamos nuestra marcha Jericó. Íbamos hablando de ángeles y d
milagros. Era perfectamente lógico creeque, en Jericó, y durante largos siglosfueran los milagros la única moneda dcurso legal en la historia de tales zonas
En aquellas épocas, en los tiempos dJosué y de Eliseo, en que los ángelerecorrían a pie el país, cubiertos con su
cándidas vestiduras de lino, con su
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 395/485
argos cabellos sueltos sobre la espaldacon sus manos blancas como liriosrelucientes como llamas, unidas e
postura piadosa sobre el pecho. Lcierto es que yo guardo la esperanza dque estos seres alados no haya
desaparecido aún del todo por estahistóricas zonas. Quiero creer que aúpodré ver, tras un recodo del camino, u
ángel ayudando al cansado peregrino mostrando al sediento viajero la fuentque calme sus ansias. Ver un ángehablar con él, ha sido siempre mi mayo
lusión desde que era yo un simplzagalejo.
Recuerdo haber leído, alguno
meses antes de la guerra, una noticia e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 396/485
a que se relataba que un ángel se habíaparecido en la placita de un pequeñpueblo ruso para advertir a lo
ugareños que se abstuvieran de comepichones por respeto al Espíritu SantoLos pobres mujiks quedaro
maravillados ante tal aviso: que ellosupieran, ningún pobre mujik comínunca, por aquellas tierras, carne d
paloma, quizá por no faltar al respetdel que les hablara el ángel. El caso eque era muy posible que la celestiapersona estuviera mejor informada qu
os mismísimos campesinos. El rumode la aparición llegó hasta lomandamases del pueblo, quiene
hicieron oídos sordos a tal aviso
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 397/485
quienes profirieron alguna que otramenaza contra aquella especie ddetractores.
Al parecer, los grandes figurones ne hicieron caso: y de allí a alguno
meses estalló la guerra como castigo
a desobediencia y a la falta de atencióa las órdenes recibidas.
Yo, personalmente, siempre h
creído en la realidad y en la certeza daquellas apariciones de un ángel en upequeño pueblecito ruso. Muchas vecesncluso, he creído ver en torno mí
algún que otro ángel: he creído ver, eal o cual persona, un auténtico ánge
con sus alas replegadas. Pero luego, co
absoluta tristeza, he comprendido qu
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 398/485
me engañaba.Con todo y con eso, sigo convencid
de que los ángeles, de que sus andanza
entre nosotros, no son una cosa tan rarcomo alguien puede suponer. Mcontaron —y era éste un testimoni
digno de fe— que durante la guerra, allen el año 1917, en un hospital dLondres, un oficial inglés que result
herido en Palestina, en la batalla por lconquista de Jerusalén, precisamenterecibía cada noche la visita de uovencito de rostro pálido
verdaderamente luminoso. Edesconocido entraba por la ventana, sacercaba al lecho del herido y se echab
a su lado, sin ocupar casi espacio, si
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 399/485
producirle ni la más mínimncomodidad; al alba, salía por dond
había entrado, ligero como una pluma
silencioso como una débil brismatutina. Aquellas extraordinariaapariciones fueron tenidas por un simpl
sueño, por un puro delirio y nadie dcuantos tuvieron noticias de tal hechquisieron concederle crédito. Mas
fuerza de repetirse la visita nocturna, svieron luego forzados a reconocer nsólo que era cierto, sino, incluso, quaquel jovencito tenía en sus espalda
alguna cosa reluciente: algo que biepodía ser un par de alas replegadas. Erapues, un ángel, sin la menor sombra d
duda. Y por el modo con que caminaba
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 400/485
por la dulzura de sus movimientos, poel cuidado exquisito con que se situabal lado del herido, atento a n
producirle ni el menor roce, ni la menomolestia, acabaron por deducir loestigos que había de ser un ánge
hermafrodita. Informada de aqueextraño caso, una enfermera trató dhacer una prueba concluyente. Quedós
aquella noche en la habitación deenfermo, en compañía de algunos otroestigos. Cerraron la ventan
concienzudamente, afianzando
perfección la falleba. Un poco despuésa figura del adolescente se dibuj
netamente tras los cristales. Al ver qu
éstos estaban cerrados, tocó con su
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 401/485
relucientes manos, muy dulcemente, locristales, en una especie de repiqueteoEl oficial herido, que aún no habí
salido de la gravedad, se alzó del lechcon ademanes de sonámbulo: descendide la cama, cruzó la habitación andand
sobre las puntas de sus desnudos piescon los ojos aún cerrados, llegó hasta lventana, descorrió la falleba y regres
seguidamente a su lecho. Ya de nuevo eél, continuó su tranquilo sueño quparecía no haber interrumpido. En scara lucía una sonrisa apacible
parecida a la de los niños cuandsueñan, justamente, con los angelitos. Eángel penetró en la habitación y repiti
su operación de costumbre. Esto es, s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 402/485
echó en la cama del enfermo, a su ladocomo vigilando su sueño. Al alba partiotra vez del hospital. Durante alguno
días cesaron sus visitas. Mas pocdespués, una noche volvió el ángeEntró por la ventana, se sentó en e
echo del oficial herido y, con un mimextraordinario, comenzó a acariciarle erostro, besando además su frente
Después, con un profundo suspirodesapareció otra vez la angélica figura.A la mañana siguiente, el oficia
amaneció muerto, con una plum
plateada colocada, precisamente, sobrel corazón: la pluma era, como decimosde color plata y con reflejos azules:
apenas una enfermera trató de tocarla, s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 403/485
deshizo sin ruido pero enteramentecomo si fuera de vidrio.
Voltaire sonreía ante aquellos relato
a los que él calificaba de fantasías míaso confiaba tanto como yo en lo
ángeles y sólo estimaba a los profetas
anto por su humanidad auténtica compor su humor implacable.
—¡Aquéllos sí que eran hombres! —
concluía.Reconocía, sin embargo, que eiempo de los profetas había pasado y
del todo, por lo cual podía aceptar qu
más fácil habría de ser, hoy en día, teneun encuentro con un ángel que no couno de sus estimados y admirado
profetas.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 404/485
—Hace algunos años —pasó contarme— leí yo una historia algsimilar a esa que acaba usted d
relatarme. Pero si en la suya el ángecuidaba a un oficial inglés herido, en lmía fue todo un profeta quien resucitó
un niño muerto. Un buen día Eliseoaquel mismo Eliseo que en Bétel hizdesgarrar por dos osos a cuarenta y do
chiquillos que se burlaban de égritando: ¡Sube calvo!, ¡sube calvo!, fulamado, como le digo, por la Sunamita
a la que se le acababa de morir un hijo
Eliseo entró en la estancia donde ecadáver se hallaba tendido, cerró podentro la puerta de la habitación, s
nclinó sobre el muertecito y puso s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 405/485
boca sobre la del niño; de vez en cuantodescendía del alto lecho y daba paseopor la habitación. Volvía otra vez
abalanzarse sobre el niño, boca contrboca, hasta que así, en una de laocasiones, el infante recobró la vida.
Con lo cual quedaba demostrado quEliseo no bromeaba. Pero aquellocurrió en una época en que los ángele
entraban en las casas como Pedro por lsuya, se sentaban a la mesa acompañaban a sus moradores mientraéstos cenaban, tratándose todos com
antiguos amigos incluso. Luego loángeles les predecían el porvenir, lerevelaban algunos pequeños secretos d
Dios, avisaban a tal o cual mujer qu
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 406/485
antes de un año quedaría encinta y luegohabiendo dado ya satisfacción a todosdesaparecían de su vista, alejándose d
a casa a pie, tal y como hasta ellhabían llegado. No era raro, por tantoque los profetas, en aquellos mismo
días, hicieran también cosas sonadascomo la ya relatada, en la que jugó upapel preponderante el referido Eliseo
a cuya fuente íbamos a llegar de umomento a otro. Me refirió también quen otra ocasión, unos sepultureros sdisponían a dar tierra a un muerto en un
fosa que habían excavado justamente aado de la tumba de Eliseo. Cuand
estaban ocupados en aquello
menesteres de su oficio, vieron venir u
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 407/485
grupo de bandoleros moabitas que, eaquel remoto entonces, infestabacompletamente el país. A la vista de
peligro, nuestros enterradores salierocorre que te corre, tirando asmalamente, el cadáver al hoyo qu
habían abierto a tal efecto: el pobrmuerto cayó en la fosa como Dios quisomas hete aquí que fue a dar, justamente
en su caída, contra el esqueleto deprofeta, que había quedado algdesenterrado por las palas de losepultureros.
Establecerse el contacto entre ambocuerpos y resucitar el recién enterradodo fue uno. Conque éste, con lo
cabellos aún erizados de espanto, sali
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 408/485
de su tumba con el consiguiente asombrde los bandoleros, que se habíaacercado tratando de desvalijar a
difunto.Todas estas historias y relatos
seguían diciendo, pueden leerse po
centenares en la Biblia. De donde sdeduce que si podían ser ciertos en taleépocas, igualmente ciertos podrían se
en el día de hoy. Como conclusión mdijo que no debía desesperarme: que erforzoso que yo no volviera a París sihaber visto antes un auténtico ángel o, a
menos, un verdadero profeta.Entretanto, habíamos llegado ya
Jericó. Nos dirigimos inmediatament
hacia la Fuente de Eliseo, situada al pi
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 409/485
de un pequeño montículo sobre el cuase veía aún, por aquí y por allá, algunorestos o ruinas de los muros que Josu
derribó con el sonido de su trompeta. Auzgar por el contorno que, más o menos
marcaban tales ruinas, Jericó debi
haber sido una minúscula población, upequeño pueblecillo no mayor que lAcrópolis de Alatri, en Ciociaria, o qu
a Plaza Colonna. Así se comprendbien que al gigante Goliath no le costardemasiado trabajo tenerla toda en upuño. Observando aquellos viejos resto
de muros de barro, aquellas ruinas darcilla cocida, suponiendo las míseras pequeñas casuchas que en la antigüeda
allí se alzarían, no se hacía cuesta arrib
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 410/485
entender que el mero sonido de unrompeta causara tanta desolación y tant
ruina. Casi estoy por decir que par
deshacer aquel endeble pueblucho, eeco de una flauta hubiera bastado. Eugar tenía un aspecto triste y miserable
El único consuelo era dejar vaganuestra mirada por los alrededorescontemplando así todo aquel bíblic
escenario de las montañas del Moab, devalle del Jordán, el Monte de lCuarentena, la azul lejanía del MaMuerto y el arco inmenso y luminoso de
horizonte. Nos encontramos algo después co
un joven arqueólogo americano, de nari
afilada y de orejas despegadas de
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 411/485
cráneo, que andaba removiendo todaaquellas tradicionales ruinas. Trabajabpor cuenta y orden de una comisió
sionista de Filadelfia. El buen hombrno podía perdonar, en modo alguno, aquellos soldados turcos que, allá por e
año 1907, habían acabado de derribaren su barbarie, los pocos restos dmuros que la trompeta de Jericó n
había logrado deshacer por completo.Afortunadamente, el profesor Sellinde Viena, fue capaz de desenterraposteriormente tales ruinas, a costa d
mprobos trabajos, al finalizar el añ1909.
Nuestro hombre sentía una auténtic
admiración por la seriedad y exactitu
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 412/485
de la Biblia. —Piensen ustedes —nos decía—
que esta fuente es, justamente, aquéll
que Eliseo purificó con sal: y que estocardos, estos árboles, estas hierbasestos rosales —las célebres rosas d
Jericó— siguen siendo las mismas quveían el paso de todas aquellas bíblicageneraciones. Y la fuente que aqu
vemos sigue dando su humedad y sagua, al igual que en aquel remoto ayera toda esta muestra de vegetación qucircunda la ciudad maldita. Y
propósito de maldiciones, les diré ustedes que la Biblia es de una exactiturealmente milagrosa. Recuerden qu
cuando Josué hubo cumplido su obr
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 413/485
destructora con los sones de srompeta, mandó reunir al pueblo «y le
hizo hacer un juramento diciendo
Maldito sea aquel que trate de reedificaJericó: la fundará de nuevo sobre su hijmayor y colocará la puerta del puebl
sobre su hijo menor». Quería significacon esto que tal reconstrucción habría dcostar la muerte a sus hijos, edificand
así realmente el poblado sobre suumbas.Algún tiempo después, nos cuenta e
Libro de los Reyes, un tal Hiel, d
Bétel, «reedificó Jericó y la fundó sobrAbiram, su primogénito, y situó la puertde la muralla sobre Segub, su hijo má
pequeño». Pues bien —siguió diciend
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 414/485
el arqueólogo—: las excavacionelevadas a cabo por el profesor Salli
han demostrado, sin lugar a dudas, qu
bajo el pavimento del pueblo había uenorme número de tumbas que conteníacadáveres de niños. Este impresionant
descubrimiento ha sido finalmentpublicado en la Revista Bíblica de julide 1910.
—¿Y los ángeles? —pregunté yo—¿Se siguen encontrando aún por estoparajes?
—Según la época —respondióme e
arqueólogo. Los ingleses le dan una cazdespiadada. Incluso creo que en loúltimos tiempos los han traído por l
calle de la amargura. Así, pues, son má
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 415/485
raros cada vez. Mas con todo y con esoes posible aún hallar algunos si se lesabe buscar, ¿me comprende?
Mientras charlábamos así, habíamodo dando la vuelta al contorno de
pueblo. Ahora nos hallábamos de nuev
unto a la Fuente de Eliseo. —Les aconsejo —siguió diciendo e
oven americano tras haberse despedid
de nosotros y habernos deseado un bue feliz viaje— que no pasen ustedes lnoche en Sodoma; no es prudentePodrían ustedes encontrarse…
Pero aquí, el ruido del motor deFord, al ser puesto en marcha, apagotalmente sus palabras.
Me alcé yo sobre la silla de m
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 416/485
caballo, dispuesto también a proseguia ruta. Mas antes de hacerlo, pude ve
aún cómo el arqueólogo echaba a corre
desaladamente hacia una banda ddesarrapados chiquillos que veníaugando a los soldados. Eran todo
pequeños hebreos polacos de la colonisionista de Jericó. A la cabeza denfantil ejército marchaba un zagal, flac
patilargo, con un palo en la diestra, manera de espada, y que se afanabademás en arrancar fieros sonidos a unrompeta de hojalata. En cuatro zancada
el arqueólogo llegó junto a él y, con upapirotazo malhumorado, arrancó dcuajo al chico su infantil trompeta
irándola luego, con rabia, al fondo de l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 417/485
histórica fuente de Eliseo. —Me parece una precaución mu
usta —comentó Voltaire. Nadie sabe e
daño que puede causarse aún tocando lrompeta por estos parajes.
Hoy en día ya no hay necesidad dmilagros para cruzar, de un lado al otro
el río Jordán. —No logro entender —dijo Voltairal llegar a la mitad del puente— cómen toda la Biblia no se halla ni la má
eve traza, ni la menor alusión, al másimple y sencillo puentecillo de maderaEl Dios de Moisés prefería recurri
cada día a los milagros en vez de a lo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 418/485
ngenieros. Para cruzar el Mar Rojo, para el primer paso del Jordán, estclaro que era forzoso recurrir a
milagro: había que pasar a la otra orilloda una multitud apiñada, acompañad
además de innumerables carros. Per
para el profeta Elias o para su discípulEliseo hubiera bastado, creo yo, unsimple pasarela. De donde se deduc
que los milagros no debían salidemasiado caros en aquellos días.Yo no era del parecer de nuestr
autor de Cándido. En un país com
aquél, es mucho más fácil comprendeun milagro que la construcción de upuente. Pero digo yo que, si así se l
hubiera propuesto habría hecho tambié
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 419/485
el milagro de construir el puente en unfracción de segundo, sin mayor esfuerzni trabajo. Y además, ¿quién no
aseguraba que si tuviéramos el valor dntentar atravesar a pie el río Jordán, n
veríamos, asombrados, cómo tambié
as aguas se iban retirando a nuestrpaso, como lo hicieron ante el avancdel profeta Elías y de Eliseo?
—Si usted quiere —me propusVoltaire— podemos intentarlo.Pero estábamos llegando ya justo
a otra orilla, con lo cual acordamo
dejar el intento para nuestro regreso. —No quiero desanimarle a usted —
opinaba el patriarca de Ferney—, per
empiezo a pensar que tiene una excesiv
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 420/485
confianza en los milagros. Claro qudado que es usted italiano se comprendmás la cosa. Ustedes, los italianos
creen demasiado fácilmente en lohechos milagrosos, como viene demostrarlo totalmente la propia histori
de vuestras acciones y de vuestraandanzas. Gracias a Dios, nosotros, lofranceses, somos más prudentes, má
apegados a lo concreto. Y aunquestamos habituados ya, a lo largo de losiglos, a ser traicionados por los demássolemos —quizá por ello— ceñirno
siempre a la razón y no a la fantasía.Al llegar a este punto quedó e
silencio: volvióse a medias sobre e
asiento y dirigió la mirada hacia u
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 421/485
ado, hacia el cercano Mar Muerto, qubajo las luces del sol parecía unenorme turquesa.
—¿Se sentiría usted ofendido si ldijese que todos los italianos vienen ser algo así como el capitán del Ma
Muerto?Unos kilómetros antes de llegar a
puente que atraviesa el Jordán, no
habíamos detenido en la Hostería dSpiriotikês, un griego de ojos negros quhacía algún negocio allí con locaminantes de aquellas rutas. Y en s
hostería trabamos conocimiento con upersonaje de impresionante figuragrande, inmenso, lleno por todas parte
de una descomunal barba y que, e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 422/485
aquellos instantes, tomaba su cafranquilamente.
Era aquél el famoso capitán del Ma
Muerto, el Cristóbal Colón devaporcillo que hace servicio regulaentre la desembocadura del Jordán y l
orilla de Kerak, en la que un castillconstruido por los cruzados norecuerda las hazañas de Renaud d
Chátillon.Sentado a su misma mesa, sin osanterrumpirle en su charla, el propi
Spiriotikês le oía atentamente cuand
nosotros hicimos irrupción en snegocio. Trabamos luego conversaciócon tan curiosos personajes. El grieg
nos había aconsejado no seguir adelant
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 423/485
en nuestra caminata. Era máconveniente para nosotros, afirmabapasar ya la noche en su hostería. A s
uicio, algunas nubecillas sobre lomontes del Moab anunciaban uauténtico temporal.
—O agua, o fuego, o cenizas… ¡persiempre llueve algo sobre Sodoma!
El capitán, con un puñetazo sobre l
mesa, clamó con voz airada: —¡No lloverá, señores, no lloveráMas si lloviera, tampoco importa! N
es necesario que asustes a estos señores
Spiriotikés. Si hay temporal ¡que lhaya! Conmigo pueden cruzar tranquiloa la otra orilla. No en balde llev
cuarenta años cruzando estas procelosa
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 424/485
aguas sin haber tenido nunca el menocontratiempo. Por algo soindiscutiblemente!, el mejor marino d
odo el Mar Muerto. —Tanto más que, si no me equivoco
debe ser usted el único marino de tod
el Mar Muerto, ¿no es cierto? —preguntó socarronamente Voltaire.
—¡El único y el mejor! —respondi
amoscado el capitán. ¡Si todo el mundse ahogase bajo las aguas, yo aúnavegaría! Luego, con voz más bajaprosiguió diciendo—: Desde luego, n
he de negarlo, es un milagro que vienen mi ayuda: piensen ustedes, señoresque en cuarenta años de navegación e
este mar, ¡ni una sola vez me he ido a
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 425/485
fondo!Ahora, en nuestro diálogo, ya solo
os dos, Voltaire parangonaba a lo
talianos con el capitán del Mar Muerto —¿Y por qué he de ofenderme? —l
repuse. El buen capitán del Mar Muert
enía todo el aire de una persona dbien.
—Sin la menor duda, amigo mío, si
a menor duda —aclaró el autor dSottisier —, pero de un hombre de bieque cree demasiado en los milagros. Sfe es tan ciega y su conciencia está ta
ranquila, que da más importancia a lavirtudes milagrosas de su nave, a lacondiciones milagrosas de su propi
carácter, que a la pura y simpl
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 426/485
composición de las aguas sobre las qunavega. El hecho de que su vaporcillno pueda irse a pique no hay por qu
atribuirlo a ningún milagro, sinlanamente a la extraordinaria densida
de tales aguas. El análisis que realizó e
profesor Lortet reveló la presencia dal cantidad de cloruro y de bromuro d
magnesio en ellas que ningún organism
vivo podría permanecer ni cincminutos en tal elemento. Piense usteque en cada setenta partes de agua shallan, muy a gusto, treinta de sodio, d
calcio, de magnesio, de potasio, dbromuro de magnesio y de sulfato dcalcio. Pruebe usted a meter en tal ma
un niño de pocos meses y verá lo qu
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 427/485
ocurre: que por más que usted quiera nogrará echarle al fondo. Es un mar ést
sobre el cual todo flota: un mar en el qu
un naufragio es absolutamentmposible. El capitán del Mar Muerto
por más que se esforzase, no podrí
amás irse a pique: su buque está asasegurado de antemano contrnaufragios. Por tanto, es éste, sin dud
alguna, el único marino que no puedhablar de que no ha naufragado «pomilagro». El milagro aquí sería, y elles curioso, que naufragase algún día.
—Pues no entiendo entonces —repliqué— en qué nos parecemos lotalianos a tan curioso tipo…
Pero en tales momentos se levant
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 428/485
un gran viento: una nube negra, espesa densa, se nos vino encima a gravelocidad. Instantes después, un
descomunal bandada de langostas caysobre la zona en que nos hallábamosAquellos terribles devoradores s
pegaban al terreno como lapas y todrastro de vegetación desaparecía, compor ensalmo, minutos después. S
agarraban también a nuestro pelo, nuestra ropa, a nuestra carne, habíamos de hacer verdaderos esfuerzopara sacudirlos a manotazos. Me faltab
a el aliento. Mi caballo estaba tambiérecubierto de aquellas infectas langosta yo debía ocuparme de limpiarle de l
plaga al igual que hacía conmigo mismo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 429/485
Piqué espuelas en tanto que Voltairpisaba el acelerador a fondo. Delante dnosotros durante millas y millas, toda l
ierra estaba recubierta de aquella costranimal que asolaba cuanto hallaba a spaso.
Finalmente logramos rebasar la zonde la invasión. Hicimos un alto acabamos de quitarnos las última
angostas que aún quedaban adheridas nuestras personas, a nuestro caballo y nuestro coche.
Cuando estábamos entregados
estas tareas de limpieza y de seguridavimos llegar en nuestra dirección a domuchachotes, vestidos a la usanza de lo
árabes, pero que, al llegar a nuestr
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 430/485
altura, nos saludaron en un correctnglés.
—Buenos días, señores —le
respondió Voltaire, preguntándoleuego, ya de paso, si Sodoma quedab
muy lejos de aquel lugar.
—Sodoma está allí, precisamente —respondió uno de ellos, alzando sbrazo, con ademán solemne
ndicándonos hacia una colina que salzaba cosa de media milla más lejos. Yefectivamente, al pie de tal pequeñmontículo se veían algunas casuchas
algunas tiendas y algunas ruinas questimoniaban la existencia, en época
remotas, de una pequeña ciudad.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 431/485
Los dos desconocidos naparentaban tener más de treinta años
eran dos ejemplares fuertes, musculoso bien formados. Tenían, sin embargo
unas manos extraordinariamente blanca
unos rostros de expresión infantil. Sucabellos, totalmente rubios, partidos edos bandas sobre la frente, me trajeron a memoria las cabelleras de los ángele
pintados por Benozzo Gozzoli. —Si van ustedes en aquell
dirección —nos dijo el otr
desconocido—, podremos hacer estparte del camino juntos.
—Suban ustedes entonces —le
nvitó Voltaire. No es demasiado grand
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 432/485
el coche, pero iremos mejor quandando. En todo caso, esto es lo únicque yo puedo ofrecerles.
—Y ya es bastante —respondió unde los muchachos. Estas gentilezas saprecian mucho en las broncas zonas e
que nos hallamos.Una vez instalados, y mientra
cabalgaba yo al costado del auto
preguntaron a Voltaire si no habíamoencontrado en nuestro camino a longenieros del Comisariado Inglés d
Jerusalén. Pasaron a explicarnos qu
pertenecían ambos a la Policía dCarreteras y que habían recibido ordenras los dolorosos y sensible
acontecimientos de días pasados, d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 433/485
acercarse hasta Sodoma para tratar dmantener la calma en aquellos difícileugares.
Se extrañaban francamente, según sdesprendía de sus palabras, dencontrarse de pronto con dos europeo
que viajaban solos y desarmados y queal parecer, no habían sufrido ni el menocontratiempo hasta el presente.
Ante nuestras preguntas, y antnuestra ignorancia, nos relataron lodolorosos hechos a los que acababan dreferirse. La tarde anterior, en la propi
Sodoma, un arqueólogo americanolegado de Boston al único objeto d
desenterrar las ruinas de la casa de Lot
había sido agredido por un tropel d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 434/485
árabes de los que acampaban por locontornos: ante los bastonazos de loenfurecidos seguidores del Profeta, e
pobre americano había logrado salir covida tan sólo por obra y gracia de umilagro. Un milagro tan indudable com
el que otrora salvara la vida demismísimo Lot.
—¡Pues espero entonces tener un
suerte mejor o al menos igual que la deamericano que ha logrado así, eresumen, salvar su pelleja! —dijVoltaire entonces. Y deseo también qu
mi buena estrella me guarde ya, de pasoa espalda de los sodomitas.
Y tras esto se puso a canturrear,
media voz, con una maliciosa sonrisa, s
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 435/485
verso en memoria de Lot:
Loth but
et devint tendreet puis il futson gendre.
—Ustedes, los ingleses —añadiras la tonada—, no están nada fuertes e
Historia Antigua. De hecho, s
gnorancia en cuestiones sacras es taclásica y tan grande como la del propiRousseau.
—Le daría a usted la razón —lrespondió aquel de los dodesconocidos que tenía más aire dautoridad— si es que nosotros fuésemo
ngleses. Mas como quiera que somos d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 436/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 437/485
como hiciera aquel otro ángel coJacob.
—No estamos aquí para agredir a l
gente —repuso el ángel—, sino parprotegerla.
Y levantándose sus ropas árabes no
mostró el uniforme inglés, color tabacoque vestían ambos bajo sus ampliahopalandas. Luego, ya animado, no
relató su historia y la de sacompañante, que venía a ser, más menos, la historia de todos los ángelede Palestina.
Tras la derrota de los turcos, longleses asentaron sus reales en tod
aquel país; y a últimos de 1918 s
dieron de lleno a la tarea de recluta
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 438/485
soldados entre las gentes del lugar: ququieras que no, enrolaron en sus filas os árabes, a los griegos, a los hebreos
hasta a los mismísimos ángeles, un pocpor las buenas —muy poco— y umucho bajo la amenaza de utilizar l
fuerza en caso contrario. Y así, loángeles que habían logrado pasar lguerra, las persecuciones religiosas, l
carestía de la vida e incluso la peste, sencontraron ante el dilema de afrontauna nueva batalla o aguantar las órdenede los nuevos amos. Tan sólo alguno
pocos tuvieron la suerte de ganar lafronteras de Siria huyendo así de lquema. Consecuentemente, unos ángele
fueron reclutados para la Policía d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 439/485
Carreteras, otros para las bases de laescuadrillas aéreas afincadas eJerusalén. Pero todos, unos y otros
habían tenido que sufrir la afrenta de vecómo aquellos bárbaros invasores lecortaban sus alas para impedir así qu
huyesen volando. Nuestros dos ángeles no había
enido más remedio que endosarse e
uniforme inglés, que aceptar uestipendio y que ponerse a prestaservicio encuadrados en el de Policía dCarreteras de Su Majestad Británica.
—Reconozco que es un verdaderpecado privarles a ustedes de sugrandes alas plateadas —opinó Voltaire
En París se hubieran hecho las cosas d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 440/485
un modo muy diferente. —Si al menos —clamaba uno d
nuestros acompañantes— nos hubiera
dejado un poquito de alas. ¡Tan sólo lnecesario para alzarnos siquiera cuatrpalmos sobre el suelo!…
—Pero los ingleses no puedeconsentir —observé yo— que lohombres de los pueblos por ello
sometidos tengan ningún recurso, pobanal que sea, con el que consolarse da policía británica.
—Por eso no presumen tampoco d
ser filántropos —comentó sonriendo uángel. Y sin embargo, tan sólo lfilantropía es capaz de conservar lo
mperios.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 441/485
Habíamos llegado, mientras tanto, apie de la colina. Algunos árabes shallaban tendidos a las puertas de su
iendas, bajo la sombra de las lonasUnos perros, escuálidos y famélicosrataban de encontrar, inútilmente, alg
que llevarse a sus hambrientas bocasMás lejos, en dirección al Mar Muertopodían verse unos restos, medi
calcinados ya, de antiguos muros. —Éstas son las ruinas de Sodoma —nos explicó el ángel. Y aquellas de máallá, las de Gomorra. La colina que s
alza frente a nosotros, y a la que loárabes dan el nombre de Gebel Usdum Monte de la Sal, no es sino la propi
estatua de la mujer de Lot.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 442/485
—Si no tuviera miedo dconvertirme yo también en sal —opinentonces el autor de Cándido — darí
media vuelta antes de que se haga dnoche. Francamente, no me parece nadaconsejable la idea de pernoctar e
estos lugares. —¿Y quién teme que le vaya a hace
mal, estando en mi compañía? —le dij
el ángel. Me llamo Artajerjes, y en evalle del Jordán me conocen hasta lapiedras. Todo el mundo sabe, por endeque conmigo no se juega. Luego
volviendo la cabeza hacia mí, añadió—o muy lejos de aquí hay una antigu
orre medio en ruinas, en la que lo
urcos, durante la guerra, tenía
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 443/485
emplazado un puesto de vigilancia. Allal menos, estaremos cobijados. ¿Temeustedes acaso que los moderno
habitantes de Sodoma sigan teniendo lanefastas costumbres de supredecesores?
—Pues no lo sé, francamente —opinó Voltaire. Mas en todo caso, nhabrá nadie capaz de hacerme dormi
separado del muro. —Si desconfían de dormir eSodoma —nos propuso Artajerjes—podemos ir a pasar la noche e
Gomorra, que tan sólo está a una millde aquí.
—Prefiero realmente pasar la noch
entre los sodomitas —dijo Voltaire si
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 444/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 445/485
voces eran dulces y suaves, la melodíranquila y apacible. Cantaban en unengua desconocida, armoniosa como e
susurro de un ala. Traté yo, con la ayudde Artajerjes, de verter a nuestra lengua extraña canción. Tan sólo pud
ograrlo en muy pequeña parte, puestque aquel idioma parecía tener matices dulzuras desconocidas por los hombres
Mas en resumen venía a decir algo así:El ángel Anadiomene,con la boca dulce aún de sueño,
partió al encuentro del alba azul.Sus alas apenas le sostenían aún.
Artajerjes cantaba con los ojo
vueltos hacia el cielo. El otro, agachad
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 446/485
a cabeza, lo hacía en voz muy bajacomo si sus labios tan sólo dibujasen lapalabras:
Mueve casto las caderasel ángel hermafrodita,la mirada adormecida,cándida su expresión,las manos puras y blancas.
Desde fuera nos llegó un rumor. Ermi caballo que, atado a una estaca en lanmediaciones del Ford, piafab
nervioso e inquieto.
Un viento cálido y pesado soplabdesde el mar: era el viento densocaluroso y sofocante del Mar Muerto.
—Si los ingleses fueran capaces d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 447/485
entender el lenguaje de los ángeles —seguía opinando Voltaire—, estoconvencido de que podríamos dormi
entonces a pierna suelta, con los ojobien cerrados, por toda Palestina.
—Y no sólo en Palestina— añad
o. El gran defecto de los ingleses en smperio es el mismo en que cayeron lo
romanos en el suyo: no haber sido nunc
capaces de entender el clamor de loángeles. —Inglaterra —dijo Artajerjes por s
parte— ha caído, efectivamente, en e
mismo error que tanto se ha achacado os emperadores de la vieja Roma. N
basta con empadronarse en Palestina
ombligo de la tierra y de los cielos, par
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 448/485
poder ya dominar al mundo entero: haantes que entender y que asimilar eenguaje de los ángeles para poder así,
sólo así, llegar a saber las necesidadehumanas, a conocer sus secretos y dominar, por amor, los pueblos. Rom
no llegó jamás a comprendernos, ni entender tan siquiera nuestros máelementales conceptos; luchaba e
cambio contra los ángeles, trataba poodos los medios de atarnos al yugo dsu propia política, reduciéndonos aestado de esclavos y empleándonos e
os más bajos menesteres. Aquel Judaque traicionó a Jesucristo era un ángeembrutecido, degradado por l
esclavitud y por la baja servidumbre
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 449/485
Judas era, en Roma, lo que holamaríamos un elemento agitador de
«Inteligente Service». Y todo aquell
acabó atrayendo la desgracia a loromanos, al igual que todo estacarreará la desgracia a los ingleses.
—¡Pobre consuelo es ése! —concluyó el compañero de Artajerjes.
—Tú, Lucía, es inútil que hables d
consuelos: tienes un carácter demasiadfiero. Para ti no habría ya más consuelque devolverte las alas y ver todLondres roída por los ratones.
—Entonces, vuestro compañero —quiso saber Voltaire—, ¿es un ángefemenino, puesto que se llama Lucía?
—Para nosotros —hubo de aclara
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 450/485
Artajerjes— los nombres no cuentan. Mcompañero tiene un nombre femenino, ecierto, pero, sin embargo, es todo u
ángel. —La cuestión no es tan sencill
como la presenta mi compañero —terci
Lucía. Todos los ángeles somohermafroditas, pero debemos esconderpor pudor, nuestra condición femenina
Los pintores, por ello, nos hapresentado siempre como ángeles desexo masculino. Solamente hay unglesia, en Roma, por más señas, en l
que, en uno de sus frescos, aparecdibujado un ángel femenino.
—Pues no comprendo a qué vien
ese pudor ni por qué tienen ustedes qu
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 451/485
ocultar tal condición —opinaba antesto Voltaire. El mismo Napoleón, segúdicen ahora algunos historiadores, er
ambién hermafrodita. —No me cuesta nada pensar —l
respondió Lucía con una sonrisa irónic
— en un Napoleón macho en Austerlitz en un Napoleón hembra en Waterloo.
—Pues Napoleón bien creía en lo
ángeles —metí yo también baza. —Realmente, en los ángeles no —me refutó Artajerjes—, sino más bien eel Papa. Stendhal recuerda qu
apoleón, en pleno Consejo de Estado durante una discusión relativa aVaticano, exclamó airadamente: «Si e
Papa me dice que anoche se le apareci
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 452/485
el Arcángel Gabriel y le dijo tal y cuacosa, yo tengo obligación de creerlo».
—Me gustaría saber —pregunt
socarronamente Voltaire— si longleses, en su trato con ustedes, en su
propósitos, les consideran como ángele
de un sexo o del otro. —Es imposible adivinar la
ntenciones de la política británica —
hubo de reconocer Artajerjes. Nosotromismos, las más de las veces, nogramos entender ni una palabra. Mao cierto es que los ingleses tratan, e
odo momento, de utilizar al máximcuantos instrumentos tienen en su manoadaptándolos de la mejor manera a
propio terreno en que éstos operan
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 453/485
Tomemos, por ejemplo, nuestro mismcaso. ¿A qué nos han traído a SodomaA restablecer el orden público, que est
bastante alterado por acá en los actualemomentos. Pues bien, según la propiBiblia, dos ángeles fueron también, e
aquel ayer, enviados a Sodoma parrestablecer la moral y el orden públicoY el fuego y el azufre que el Señor hiz
lover sobre este pueblo pecador, no va ser nada comparado con el que les hprometido el comisario británico dJerusalén a los lugareños si sigue
cometiendo tropelías.Yo quise luego saber: —¿Cuál es la diferencia entre lo
vicios y los delitos de los antiguo
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 454/485
sodomitas y los de los modernos? —Los antiguos ciudadanos d
Sodoma —me informó Voltaire— n
hacían, ante todo, cuestión de política de raza: si bien tenían esa malcostumbre de atacar a sus enemigos po
a espalda, nadie puede afirmar que tafeo sistema tuviera ni la menonaturaleza política. Es verdad, claro
que odiaban a los extranjeros; no eposible mantener la tesis de quadorasen a Lot, puesto que Lot no ersodomita. Quiero decir con esto que n
era un ciudadano de Sodoma: era uextranjero, hijo del hermano dAbraham, y había venido a establecers
en esta ciudad tan sólo algunos año
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 455/485
antes. Pero es que además tenía él la fecostumbre de haber adoptado aires dgran patrono, y de presumir a toda
horas de hombre virtuoso. Pero lauténtica razón de la ruina de Sodomfue el nefasto vicio y no el odio contr
a condición extranjera de Lot: unrazón, pues, de naturaleza moral y no dnaturaleza política.
—No quiero llevarle la contraria —erció Lucía— mas ¿no cree usted quLot debió ser algo así como un «inglésde su tiempo? Es bien cierto, señores
que la historia se repite. —Esperemos que no —exclamé yo
o me agradaría encontrarme ho
mezclado en la repetición de aquell
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 456/485
noche famosa. —Yo pienso —me dijo Voltair
riendo— que podemos dormi
ranquilos. La historia no suele concedeel «bis» como los teatros.
—Mas sin embargo —nos hizo ve
Artajerjes— las cosas se vadesarrollando hasta ahora en una formmuy similar a como nos lo relata l
Biblia. También entonces fueroenviados dos ángeles a Sodoma parrestablecer el orden público.
—La Biblia —añadió Lucía— no
cuenta que aquella noche, mientras quos dos gendarmes, digo, los do
ángeles, se disponían a irse a dormir, lo
hombres de la ciudad rodearon la cas
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 457/485
de Lot, llamando a éste a grandes vocesótese que la multitud se componía d
viejos y de jóvenes, pero de hombre
sólo. Las mujeres no querían saber nadde aquel embrollo. «¿Dónde están —gritaban los sodomitas—, dónde está
os dos hombres que has acogido en tcasa? ¡Que salgan! ¡MuéstranoslosQueremos verlos!». No sé qué hubier
sido de los dos pobres gendarmes casde no haber contado con su condición dángeles y caso de no haber venido en sayuda, bien providencialmente, l
milagrosa lluvia de fuego y de azufre… —Esperemos —comentó Voltaire—
que esta noche los árabes de Sodom
nos dejen dormir en paz. Y más que e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 458/485
a protección de ustedes confío yo eesta esperanza, dado que, según ustedemismos me cuentan, tan sólo un milagr
podría salvarnos si llegara el caso. Pootro lado, les estimo ya a ustededemasiado para creerles capaces d
hacer todavía milagros… —Pues es ya un milagro, y bie
cierto, el simple hecho de que se haya
encontrado con nosotros —respondiólsecamente Artajerjes. Y aunque el cielno se hallase dispuesto a realizar homilagros en favor de ustedes, aunque n
quisiera enviarnos otra lluvia de fuegcomo remedio desesperado, no han demer por eso. Estén seguros de qu
nosotros dos seremos bastantes.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 459/485
Y al decir esto, abrió el ángel shopalanda y golpeó significativamente epesado revólver de reglamento qu
pendía del cinturón de su uniforme.
Y en aquel preciso momento, un graclamor se alzó en torno a la torreVoltaire, pálido como un difunto, casi n
pudo pronunciar: —¿Qué pasa? ¿Qué ocurre?Luego, cogiéndome fuertemente de
brazo, me indicó:
—¡Mire a Lucía y a Artajerjes!Los dos ángeles, en efecto, se había
puesto en pie y parecían dispuestos
salir: miraban ambos hacia lo alto, má
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 460/485
bien estáticos, y con sus manos como eactitud de orar. Parecían estaescuchando voces o músicas celestiales
Mientras tanto, fuera, arreciaban lochillidos y los amenazadores gritos.
—¡Como estemos esperando a qu
es lleguen a éstos órdenes del Paraísoestamos perdidos! —farfullaba Voltaireempezando ya a descomponerse por e
miedo. No pude contenerme y le respondriendo:
—Perdidos, no. No perderemo
nada, amigo mío, como no sea el honor. —¿Y le parece poco? —se m
encrespó el filósofo. ¿Le parece aú
poco? Acabar a manos de los sodomitas
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 461/485
a mi edad! ¡Qué diría Rousseau! ¡Qudiría Algarotti!… ¡Todo París se reiría costa mía!
—¡Calma, calma! No hay por quomarlo todo tan a lo trágico. Verá uste
—le aseguré— como nuestros ángele
custodios nos sacan con bien de ésta. —¿Pero va usted a fiarse de es
pareja de traidores? ¿Va usted, acaso,
confiar en los ángeles? —se encolerizel autor de Cándido. ¿Pero no ve ustedacaso, que serían ellos los primeros eatacarnos a traición en cuanto s
presente la ocasión propicia? ¿Ncomprende, infeliz, que hemos sidraicionados?
—Espere y lo veremos —l
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 462/485
respondí tranquilo. Pero le aseguro queen mi opinión, son dos perfectocaballeros.
—¡Ya nos habrían salvado si fueraan caballeros como usted pretende!
—También Lot, señor mío, fu
salvado en el último momento. Ndesespere, que un milagro puede hacersen un instante.
En el ínterin, Artajerjes y Lucíhabían salido de la torre. Se oían allfuera sus voces, altas, enérgicas y coono de mando.
Ante el discurso de los ángeles loárabes callaron luego. Tan sólo oíamoa una tos ronca y cavernosa qu
resonaba pegada al muro. Una tos qu
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 463/485
parecía el golpeteo espaciado de alguieque estuviera queriendo horadar un murcon sordos golpes de piqueta. Un perr
adraba furioso, a lo lejos, haciGomorra.
Las palabras de los ángeles fuero
ambién disminuyendo de tono. Sólpercibimos, finalmente, una especie dbisbiseo recortándose en el silencio.
—Tengo miedo —me confesVoltaire— de que se estén poniendodos de acuerdo.
En aquel crítico instante entró Lucía
os árabes del lugar nos habían tomadpor dos hebreos y amenazaban concendiar la torre si no abandonábamo
Sodoma antes del alba. En todo e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 464/485
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 465/485
Lucía, con tono tétrico, aclaró: —Y los autores de tal desaguisad
han sido, precisamente, las misma
urbas que ahora nos rodean.Voltaire protestó airado: —No es que le tomaran por u
hebreo. ¡Es que era un hebreo de purcepa y comisionado, por ende, por ucomité sionista americano! Per
nosotros… ¿qué tenemos que venosotros? ¿Somos, acaso, hebreos? No¿Somos, acaso, ingleses? No. ¡Pueentonces!… Y en todo caso, en rigor d
usticia, habrían de ser los propioudíos —y no los árabes— quieneuvieran algún interés en darme a mí d
bastonazos a cuenta de las calumnias, d
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 466/485
as malignidades y de los improperioque he vertido yo siempre en todos miibros contra el pueblo de Israel.
—Pero no esperará usted, amigo mí—le cortó riendo el ángel— que estooscos árabes hayan leído sus obras
¿verdad?Al llegar a este punto entró en e
recinto Artajerjes, con un semblant
francamente preocupado. —No hay nada que hacer —confesa media voz. Estos bárbaros no quiereentender nuestras razones: si antes de
alba no han salido del pueblo los domalditos hebreos —y esto lo dicen poustedes, señores—, los sodomita
obrarán por su cuenta, sin respetar ya n
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 467/485
an siquiera nuestra propia condición dángeles. Yo les aconsejo, pues, qupartan de aquí sin perder ni un sol
nstante. Somos muy pocos —continudiciendo Artajerjes— para intentahacer frente a varios centenares d
árabes enfurecidos y fanáticos. Ello, nobstante, si ustedes prefieren quedarscuenten conmigo para defenderlos.
—Y conmigo —añadió Lucía—hasta la muerte. —Lo cual significa un largo rato —
ronizó Voltaire— si es verdad, com
dicen, que son ustedes inmortales. —¡Psché!… Desde que los inglese
se han mezclado en Palestina y ha
empezado a mangonear en todo, yo cre
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 468/485
—confesó Lucía con aire triste— qunuestra inmortalidad se ha quedadreducida a algo muy transitorio…
—¡Basta ya de inútiles discusiones—les cortó en seco Artajerjes. Nenemos ni el menor tiempo que perder
Hay que decidir lo que sea, una cosaotra, antes de que los árabes sarrepientan de la palabra dada y no
caigan encima por sorpresa. —Marchémonos, pues —propusVoltaire con aire ya de moribundo—, así les parta un rayo a todos!
Abrazamos a los dos ángeles a guisde despedida. Lucía me estrechfuertemente entre sus brazos nervudos
Sentí en mi mejilla la humedad de su
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 469/485
ágrimas. Artajerjes parecía tambiéemocionado.
La noche era oscura como boca d
obo. No se veía nada, absolutamentnada, a dos pasos de distancia. Tan sólun apagado rumor de voces nos rodeab
por doquier. Por la parte del Monte da Sal el rumor ganaba en intensidad. A
parecer, en aquella colina estaba l
principal concentración de fuerza. Yrecordé entonces, no sé por qué, que tamonte no era, en realidad, sino la estatude sal de la mujer de Lot. Era e
estimonio del castigo a sdesobediencia por haber vuelto atrás erostro.
Llegamos al fin, pasito a paso, hast
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 470/485
donde se hallaban mi caballo y el Forde Voltaire. El animal estabfrancamente nervioso y piafaba inquieto
queriendo romper las trabas paralejarse de allí al momento.
Monté sobre la silla; Voltaire pus
su automóvil en marcha. Y al ir ya partir, se nos acercó Artajerjegritándonos una última y conminatori
advertencia. —¡Pase lo que pase, oigan lo quoigan, vean lo que vean, no se vuelvahacia atrás! ¡No vuelvan nunca haci
atrás, ocurra lo que ocurra!El sonido del motor cortó la
palabras del ángel. Hizo Voltaire u
gesto de adiós con la mano, pisó e
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 471/485
acelerador y su Ford comenzó la huidaClavé mis talones en los flancos de mcaballo y le obligué a seguir, venciend
su nerviosismo, la lucecilla roja de lrasera del vehículo.
El Ford aceleró la marcha y yo hub
de poner mi caballo al galope para nperder así, al menos, la noción decamino seguido por Voltaire.
Súbitamente, una gran llamaresplandeciente, pareció caer del cielsobre el Monte de la Sal. Un fuertresplandor iluminó los contornos. U
clamor de voces asustadas pareció salidel fondo de las tinieblas. Otras llamasotros fuegos, se encendieron aquí y allá
cercando el horizonte. Gracias a ello
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 472/485
bamos ganando en visibilidad. Mascon todo, era una luz espectral, pálida vivísima, que sobrecogía el ánimo
uevas llamas y nuevos clamores spercibían ya por todas partes.
Mi caballo, tan asustado como yo
no necesitaba mi estímulo para tragarsas millas.
Al tomar una curva del camino pud
ver, asombrado, que el coche se hallabdetenido, en medio de la carreterarodeado por un grupo de árabegesticulantes.
—¡Le han cogido las turbas! —pensé.
Mas en esto vi a Voltaire que
saliendo de un salto de su Ford, poní
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 473/485
pie en la carretera y comenzaba a correhacia mí, retrocediendo por el caminoseguido de una multitud de sodomita
aullantes.Frené mi caballo y me hice fuerte e
a silla, agarrándome al arzón, dispuest
así a coger al vuelo al fugitivo y a izarla mi lado tan pronto como llegara a maltura.
Mientras le esperaba, recordé, siproponérmelo, los consejos del ángel: —¡No vuelvan hacia atrás! Pase l
que pase, ¡no vuelvan nunca hacia atrás
Voltaire, al parecer, había olvidadobajo la acción del miedo, tales órdeneo consejos.
El hombre venía corriendo desalad
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 474/485
a mi encuentro. La multitud perseguidore ganaba ya terreno. Cuando de prontonexplicablemente, Voltaire comenzó
disminuir su marcha: dio dos o trerompicones, volvió a ganar e
equilibrio, pero sus movimientos fuero
haciéndose lentos, cada vez más lentoscomo al ralenti.
Un espantoso grito de «¡Socorro
Socorro!» salió de su garganta. Luegoen postura aún de correr, pareció quedasúbitamente clavado en tierra. Un piapoyado en el suelo, la rodilla todaví
algo doblada hacia delante. La otrpierna atrás, levantada en el aire. Lobrazos, junto al pecho, en ademán d
carrera.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 475/485
Con la boca aún abierta, como si aúsiguiera lanzando un inaudibl«¡Socorro!», con los ojos muertos en e
pálido rostro, quedó allí Voltairequieto, mudo y clavado, inmóvil comuna estatua.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 476/485
CURZIO MALAPARTE (PratToscana], Italia, 1898 - Roma, Italia
1957). Curzio Malaparte (nacido KurErich Suckert) hijo de madre lombarda
padre alemán fue un diplomáticoperiodista y escritor italiano. Se educen el Collegio Cicognini y en l
Universidad de La Sapienza, en Roma
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 477/485
En 1918 comenzó su carrera dperiodista.
Tras combatir en la Primera GuerrMundial y obtener numerosos honoresMalaparte estuvo ligado a BenitMussolini, llegando a ejercer unconsiderable influencia en el PartidFascista Nacional. Sin embargo, sespíritu rebelde lo llevó a alejarse de
dirigente italiano, publicando numerosaobras contra éste y la política italiana da época en general. En Técnica de
colpo di Stato (Técnica del golpe d stado, 1931) Malaparte atacaba Hitler y Mussolini, lo que le llevó a seexpulsado del Partido Nacional Fascist
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 478/485
enviado al exilio interno desde 1933 1938 en la isla de Lipari. El régimen dMussolini arrestó a Malaparte de nuev
en 1938, 1939, 1941 y 1943.
En 1941 fue enviado a cubrir la guerren Rusia como corresponsal para eCorriere della Sera. Los artículos quenvió desde el frente ucraniano, fuerorecopilados en 1943 y publicados baj
el título Il Volga nasce in Europa (EVolga nace en Europa). Estexperiencia le serviría de base para su
dos libros más famosos, Kaputt (1944 La pelle (La piel , 1949).
Tras la Segunda Guerra Mundial su
deales políticos tendieron cada vez má
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 479/485
hacia la izquierda, colaborandactivamente con el Partido Comunisttaliano e interesándose por e
comunismo maoísta de China. Habiendvisitado China en 1949 su viaje fususpendido debido a su enfermedad. I
n Russia e in Cina (Yo en Rusia y eChina), su diario de loacontecimientos, fue publicad
póstumamente en 1958. El último librde Malaparte, Maledetti toscan
(Malditos toscanos), aparecido en 195es un declarado ataque a la cultur
burguesa.
Malaparte murió de cáncer en 1957.
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 480/485
Notas
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 481/485
1] En francés en el original. Pued
raducirse por «señorita bien educada»N. del T.) <<
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 482/485
2] Procede explicar un poco l
configuración de tales zonas para unmayor claridad en lo que vamorelatando. En la parte norte de la cost
Este de Italia, sobre el Adriático, y antede llegar al Golfo de Venecia, se halla lvilla de Comacchio. Queda ésta situadentre las desembocaduras de los río
Reno y Panaro (de sur a norte) y algantes, por tanto, de las Bocas del río PoComacchio se asienta sobre una estrech
faja de tierra, carcomida en toda sextensión por canales, canalillos pequeñas lagunas o marismas. Tras estestrecha faja de terreno se abre la gra
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 483/485
aguna de Comacchio, o albufera, hacia que la villa queda orientada
Comacchio bordea así por el este con e
Adriático, por el oeste por la enormaguna y por todas partes con la red d
canales y charcos ya referidos. ( N. de
T.) <<
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 484/485
3] Se trata de un juego de palabras
ambaccia es un diminutivodespectivo, de piernas. Recuerden lque se ha dicho sobre la extraordinari
delgadez de los miembros inferiores deatleta de nuestro cuento. ( N. del T.) <<
8/18/2019 Sodoma y Gomorra - Curzio Malaparte
http://slidepdf.com/reader/full/sodoma-y-gomorra-curzio-malaparte 485/485
4] «Tan famosos por sus montones d
piedras, quedaron embrutecidos deshonrados por sus bárbarasupersticiones». ( N. del T.) <<