Separata medios marzo 2016

8
Revive el ‘articulito’ de las zonas de despeje El Congreso empieza a reformar la ley de orden público para permitir la recta final del proceso de paz. Para ello desempolva la misma norma que permitió la zona de despeje de San Vicente del Caguán. Publicado en: Semana | Autor: Nación | Fecha: 22/2/2016 ISSN 0123-2894 Circulación nacional MARZO 2016 SEPARATA SEPARATA ESPECIAL 55 años ACORE PATRIA - UNIÓN - PROGRESO 55 años ACORE Artículos y notas de interés publicados en los medios de comunicación sobre la salida de Vicky Dávila de La Fm, el homenaje póstumo a Camilo Torres, la minería ilegal y el futuro de las Fuerzas Militares. Otros artículos de interés… Volvieron las retroexcavadoras a rematar el río San Bingo, en Cauca La resurrección de Camilo Torres y las heridas que no cierran Páginas 4 y 5 Páginas 6 y 7 Se llama Ley de Orden Público y fue aprobada por el Congreso en 1997. Es la norma que habilita los procesos de paz con las organizaciones armadas al margen de la ley. Desde entonces, todos los presidentes la han utilizado, tanto que Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos han pedido al Congreso prorrogar su vigencia. La misma ley que Santos pide reformar para poner fin al conflicto con la guerrilla de las FARC. Pasa pág. 2 "La paz es la victoria para cualquier soldado": Comandante de las FF.MM. Publicado en: El País | Autor: Ana María Saavedra | Fecha: 14/2/2016 El general Juan Pablo Rodríguez, quien desde el 2014 ejerce como comandante de las Fuerzas Militares, visitó esta semana Cali. En las instalaciones del Comando Conjunto Suroccidente se reunió con la cúpula de la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército de la región para hablar de la estrategia contra las organizaciones criminales en el 2016 y los desafíos en el inminente posconflicto, que resumió en la lucha contra el crimen organizado: la extorsión, la minería ilegal, el contrabando y el narcotráfico. En su vista, que coincidió con el operativo contra alias ‘Rigo’, señalado como uno de los jefes de la Compañía ‘Lucho Quintero’ del ELN, le envió un mensaje a esta agrupación para “responsabilizarla por la vida del cabo Jair de Jesús Villar (secuestrado el 3 de febrero) y exigirles que liberen a los secuestrados”. Pasa pág. 3 El fin del periodismo No voy a defender la publicación del video. Lo que me interesa es la manera virulenta como aplastaron a Vicky Dávila en las redes sociales. Publicado en: Semana | Autor: María Jimena Duzán | Fecha: 20/2/2016 Ser periodista en Colombia hasta hace poco era un oficio aprestigiado, así no fuera ni bien pago, ni la mejor manera de hacer amigos. Sin embargo, de un tiempo para acá, esa aureola respetable con que la sociedad nos ungió en años pasados se nos ha ido evaporando en la medida en que la opinión pública, que no es boba, se ha dado cuenta de que el periodismo que se practica hoy en Colombia es sinónimo de soberbia, de likes, de arrogancia y de genuflexión ante los poderes económicos y políticos, y que valores como la independencia y la ética son parte ya de la prehistoria. Pasa pág. 8 FOTO: ecopolitica.net

description

Revive el 'articulito? de las zonas de despeje; "La paz es la victoria para cualquier soldado": Comandante de las FF.MM.; El fin del periodismo; Comisiones Primeras de Senado y Cámara aprobaron reforma a la ley de orden público; La resurrección de Camilo Torres y la heridas que no cierran; A la deriva; Volvieron las retroexcavadoras a rematar el río San Bingo, en Cauca; La soledad de Frank Pearl en los diálogos con el ELN; Una captura inesperada

Transcript of Separata medios marzo 2016

Page 1: Separata medios marzo 2016

Revive el ‘articulito’ de las zonas de despejeEl Congreso empieza a reformar la ley de orden público para permitir la recta final del proceso de paz. Para ello desempolva la misma norma que permitió la zona de despeje de San Vicente del Caguán.

Publicado en: Semana | Autor: Nación | Fecha: 22/2/2016

ISSN 0123-2894 Circulación nacional

MARZO 2016SEPARATA

SEPA

RATA

ESP

ECIA

L55 años

ACOREPATRIA - UNIÓN - PROGRESO

55 añosACORE

Artíc

ulos

y no

tas

de in

teré

s pu

blic

ados

en

los

med

ios

de c

omun

icac

ión

sobr

e la

sal

ida

de V

icky

Dáv

ila d

e La

Fm

, el

hom

enaj

e p

óstu

mo

a Ca

milo

Torre

s, la

min

ería

ileg

al y

el fu

turo

de

las

Fuer

zas

Milit

ares

.

Otros artículos de interés…

Volvieron las retroexcavadoras a rematar el río San Bingo, en Cauca

La resurrección de Camilo Torres y las heridas que no cierran

Páginas 4 y 5

Páginas 6 y 7

Se llama Ley de Orden Público y fue aprobada por el Congreso en 1997. Es la norma que habilita los procesos de paz con las organizaciones armadas al margen de la ley. Desde entonces, todos los presidentes la han utilizado, tanto que Andrés

Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos han pedido al Congreso prorrogar su vigencia. La misma ley que Santos pide reformar para poner fin al conflicto con la guerrilla de las FARC. Pasa pág. 2

"La paz es la victoria para cualquier soldado": Comandante de las FF.MM.

Publicado en: El País | Autor: Ana María Saavedra | Fecha: 14/2/2016

El general Juan Pablo Rodríguez, quien desde el 2014 ejerce como comandante de las Fuerzas Militares, visitó esta semana Cali. En las instalaciones del Comando Conjunto Suroccidente se reunió con la cúpula de la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército de la región para hablar de la estrategia contra las organizaciones criminales en el 2016 y los desafíos en el inminente posconflicto, que resumió en la lucha contra el crimen organizado: la extorsión, la minería ilegal, el contrabando y el

narcotráfico.

En su vista, que coincidió con el operativo contra alias ‘Rigo’, señalado como uno de los jefes de la Compañía ‘Lucho Quintero’ del ELN, le envió un mensaje a esta agrupación para “responsabilizarla por la vida del cabo Jair de Jesús Villar (secuestrado el 3 de febrero) y exigirles que liberen a los secuestrados”. Pasa pág. 3

El fin del periodismoNo voy a defender la publicación del video. Lo que me interesa es la manera virulenta como aplastaron a Vicky Dávila en las redes sociales.

Publicado en: Semana | Autor: María Jimena Duzán | Fecha: 20/2/2016

Ser periodista en Colombia hasta hace poco era un oficio aprestigiado, así no fuera ni bien pago, ni la mejor manera de hacer amigos. Sin embargo, de un tiempo para acá, esa aureola respetable con que la sociedad nos ungió en años pasados se nos ha ido evaporando en la medida en que la opinión pública,

que no es boba, se ha dado cuenta de que el periodismo que se practica hoy en Colombia es sinónimo de soberbia, de likes, de arrogancia y de genuflexión ante los poderes económicos y políticos, y que valores como la independencia y la ética son parte ya de la prehistoria. Pasa pág. 8

FOTO

: ecopolitica.net

Page 2: Separata medios marzo 2016

2 SEPARATA MEDIOS/ Marzo / 2016

Revive el ‘articulito’ de las zonas de despejeEl Congreso empieza a reformar la ley de orden público para permitir la recta final del proceso de paz. Para ello desempolva la misma norma que permitió la zona de despeje de San Vicente del Caguán.

Publicado en: Semana | Autor: Nación | Fecha: 22/2/2016

Se llama Ley de Orden Público y fue aprobada por el Congreso en 1997. Es la norma que ha-bilita los procesos de paz con las organizaciones armadas al margen de la ley. Desde enton-ces, todos los presidentes la han utilizado, tanto que Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos han pedido al Congreso prorrogar su vigen-cia. La misma ley que Santos pide reformar para poner fin al conflicto con la guerrilla de las FARC.

Hace 19 años, cuando parecía que el Estado perdía la guerra contra la insurgencia, un artícu-lo de esa ley habilitó las llama-das zonas de despeje y en con-secuencia dio origen al proceso de paz del gobierno Pastrana en la zona desmilitarizada de cinco municipios alrededor de San Vicente del Caguán.

“El presidente de la República, mediante orden ex-presa y en la forma que estime pertinente, determinará la lo-calización y las modalidades de acción de la fuerza pública, sien-do fundamental para ello que no se conculquen los derechos y libertades de la comunidad, ni genere inconvenientes o con-flictos sociales”, dice en uno de los incisos del parágrafo 1º. del artículo 8 de esa ley.

Y posteriormente se lee: “el gobierno nacional podrá acor-dar, con los voceros o miem-bros representantes de las Organizaciones Armadas al margen de la ley a las cuales se les reconozca carácter políti-co, su ubicación temporal o la de sus miembros en precisas y determinadas zonas del te-rritorio nacional. En las zonas aludidas quedará suspendida la ejecución de las órdenes de

captura contra estos, hasta que el Gobierno así lo determine o declare que ha culminado dicho proceso”.

Esa redacción estuvo vigente hasta el 2010. A finales de ese año, el Congreso aprobó la pró-rroga de la ley, pero por inicia-tiva del entonces ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, se eliminaron los párrafos men-cionados y en su lugar se dis-puso la siguiente redacción: “En ningún caso se podrán es-tablecer órdenes especiales de localización a la fuerza pública para la creación específica de zonas de ubicación o de despeje de cualquier parte del territo-rio nacional”. En ese entonces el consenso nacional giraba en torno a no repetir los errores del Caguán, por lo que se elimi-nó la mínima posibilidad de es-tablecer una zona de despeje. Por eso, un proceso de paz con la guerrilla sólo se podría ade-lantar en el exterior.

Esa disposición es la que hoy tiene en aprietos la recta final del proceso de paz, pues luego de que la guerrilla y el Gobierno aceptaron un mecanismo de verificación del cese al fuego, y ante la necesidad de que las FARC concentren a los hombres que se van a desmovilizar, el Gobierno no tiene herramientas legales para garantizar esa ubi-cación.

¿Y cómo pretende resolverlo el Gobierno? Sencillo. Eliminar la prohibición de las zonas de despeje y revivir el pará-grafo que les dio vida hace 19 años.

“De cara al estado actual de las negociaciones con las FARC, y para posibilitar instituciona-lmente las operaciones de mo-vilización a zonas de ubicación

de los frentes o columnas de los grupos de guerrilla que sus-criban un acuerdo de paz con el Gobierno, se hace necesario derogar del ordenamiento ju-rídico la prohibición mencio-nada. Esto para hacer viables y otorgar seguridad jurídica a di-chas movilizaciones y subroga-rla por otra que establezca ex-plícitamente dicha posibilidad en cabeza del primer mandata-rio”, explica el senador Roosevelt Rodríguez, del Partido de la U, uno de los dos ponentes del proyecto de ley, quien a partir de este martes tendrá que con-vencer al Senado y la Cámara de aprobar esta reforma.

La posibilidad del presidente de limitar la acción de la fuerza pública en determinadas zonas, explica el senador Rodríguez, está fundamentada en el artícu-lo 189 de la Constitución, el que señala que al presidente de la República le corresponde “diri-gir la fuerza pública y disponer de ella como comandante su-premo de las Fuerzas Armadas de la República”.

Y para efectos de que se pro-duzca la firma de un acuerdo de paz con las FARC, señala el po-nente, es necesario garantizar el traslado de los miembros de la guerrilla a las zonas de ubi-cación temporal. Por eso, expli-ca, para ello se hace necesario “revivir la norma original que estipula que el Gobierno podrá acordar con los representantes de la organización armada su ubicación temporal en precisas y determinadas zonas del terri-torio nacional”.

La ponencia, que empezará a ser discutida este martes, lo señala con claridad. Se revivirá la disposición que permitió las zonas de despeje. Quizá pre-viendo la controversia que se

podría anticipar en el debate en el Congreso, y el posible ar-gumento del uribismo de que la reforma pretende crear zonas de despeje, el Gobierno decidió incluir en el proyecto varios parágrafos en los que determin-aba los alcances de las zonas es-peciales de ubicación temporal.

“…En las zonas aludidas que-dará suspendida la ejecución de las órdenes de captura con-tra estos y los demás miembros del grupo organizado al margen de la ley, al igual que durante el transcurso del desplazamiento hacia las mismas, hasta que el Gobierno así lo determine o de-clare que ha culminado dicho proceso. Adicionalmente, si así lo acordaran las partes, a so-licitud del gobierno nacional y de manera temporal, se podrá suspender la ejecución de las órdenes de captura en contra de cualquiera de los miembros del grupo armado organizado al margen de la ley, por fuera de las zonas, para adelantar activi-dades propias del proceso de paz”, dice el proyecto.

Una sencilla interpretación de esta redacción indica que las órdenes de captura a la guerrilla se podrían suspender fuera de las zonas de ubicación, con fines exclusivos de ade-lantar actividades del proceso de paz. Hace una semana esto parecía una mera formalidad, pero seguramente encenderá un nuevo debate después de los hechos del jueves pasado en el corregimiento de Conejo, en el municipio de Fonseca, en La Guajira, donde Iván Márquez y Joaquín Gómez, jefes de las FARC, fueron sorprendidos ha-ciendo proselitismo armado.

“Las medidas que el proyecto revive, tales como la suspen-

sión de órdenes de captura, la posibilidad de dar órdenes de localización a la fuerza pública o la determinación de zonas de ubicación, no implican la sus-pensión del Estado de Derecho, la sustitución de las autori-dades en las zonas para el des-plazamiento o ubicación –dice Rodríguez–. No existe ninguna razón, ni constitucional ni le-gal, para que en las zonas de ubicación opere una normativi-dad especial, paralegal o para-constitucional. La presencia de combatientes en dichas zonas no implica una situación excep-cional de orden público, sino una natural medida para hacer un tránsito ordenado del grupo armado a la civilidad”.

El pasado viernes, tras el inci-dente provocado por la presencia de los jefes de las FARC junto a la comunidad en Conejo, el presi-dente Santos hizo varias precisio-nes y trazó unas líneas rojas que seguramente se posarán en la discusión del proyecto.

Sobre las zonas de ubicación dijo que no habrá sitios veda-dos para la fuerza pública y que por ningún motivo podrá haber población civil. “No habrá despejes”.

Este martes, cuando las comisiones primeras de Senado y Cámara empiecen el debate de la reforma a la ley de orden público, en últimas estarán sepultando la prohibición de las zonas de despeje y revivi-endo la norma que las habil-itó. Quedarían vigentes hasta diciembre del 2018.

Dirección URL: http://www.semana.com/nacion/articulo/proceso-de-paz-congreso-revive-el-articulo-que-permitio-la-zona-de-despe-je/461598

Comisiones Primeras de Senado y Cámara aprobaron reforma a la ley de orden públicoCon esta reforma se dan facul-tades al presidente Santos para crear zonas de concentración de las Farc.

La Comisiones Primeras de Senado y Cámara aprobaron la reforma a la ley de orden pú-blico y dieron aval a la creación de las zonas de concentración de las Farc en una eventual firma del acuerdo de paz de La Habana.

La aprobación de la Ley 418 o de orden público se dio tras cua-tro horas de debate y votación. Luego de esto el proyecto irá a las plenarias de ambas corpora-ciones, para la debida discusión y votación.

Sobre las zonas de ubicación de los guerrilleros de las Farc, tras un eventual acuerdo de paz, se pactó que el Gobierno “definirá la manera como fun-

cionarán las instituciones públi-cas en las zonas de ubicación para garantizar los derechos de la población”.

La iniciativa fue aprobada en la Comisión Primera de Senado por 13 votos a favor, con la au-sencia de la bancada del Centro Democrático, que se retiró del recinto, tras declararse en re-beldía con el Gobierno del pre-sidente de Juan Manuel Santos,

por la captura en la ciudad de Medellín del hermano del se-nador Alvaro Uribe: Santiago Uribe por el CTI de la Fiscalía General de la Nación.

El Ministro del Interior Juan Fernando Cristo dijo que los negociadores del Gobierno en La Habana, le entregarán a los colombianos un buen resultado de un largo proceso de nego-ciación, que superó los 3 años. "El legislativo se ocupó del estu-dio de la Ley de Orden Público de cara al país", subrayó

La iniciativa pasará la próxi-

ma semana a estudio de las ple-narias de senado y Cámara, tras la advertencia del gobierno, que la recta final del proceso de paz, no abrirá la puerta a un nuevo Caguán. "Esperamos que antes del 23 de marzo, el presidente Santos cuente con los instru-mentos jurídicos para enfren-tar y construir el proceso de la paz", sentenció.

http://www.elheraldo.co/politica/comisiones-primeras-de-senado-y-camara-aprobaron-reforma-la-ley-de-orden-publico-246138

Page 3: Separata medios marzo 2016

3Edición 557 /SEPARATA MEDIOS

“La paz es la victoria para cualquier soldado”: Comandante de las FF.MM.

Publicado en: El País | Autor: Ana María Saavedra | Fecha: 14/2/2016

El general Juan Pablo Rodríguez, quien desde el 2014 ejerce como comandante de las Fuerzas Militares, vi-sitó esta semana Cali. En las instalaciones del Comando Conjunto Suroccidente se reunió con la cúpula de la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército de la región para hablar de la estrategia contra las organizaciones crimi-nales en el 2016 y los desafíos en el inminente poscon-flicto, que resumió en la lucha contra el crimen orga-nizado: la extorsión, la minería ilegal, el contrabando y el narcotráfico.

En su vista, que coincidió con el operativo con-tra alias ‘Rigo’, señalado como uno de los jefes de la Compañía ‘Lucho Quintero’ del ELN, le envió un men-saje a esta agrupación para “responsabilizarla por la vida del cabo Jair de Jesús Villar (secuestrado el 3 de febrero) y exigirles que liberen a los secuestrados”.

También habló de las informaciones acerca de los planes del ELN de realizar un paro armado. “Las Fuerzas Militares y el Gobierno no vamos a permitir que se desarrolle un paro armado, como se supo habían empezado a circular panfletos. No nos podemos dejar intimidar”.

Y anunció que desplegarán sus esfuerzos en Arauca, Norte de Santander, el sur de Bolívar, Cauca, Nariño y Chocó, que son los sitios donde más presencia tienen las estructuras del ELN.

General, este mes el Gobierno celebró los 15 años del Plan Colombia, ¿que fue lo más importante de ese plan para las FF.MM.?

En 1998 y especialmente en 2002, Colombia era con-siderado un estado fallido, teníamos unos grupos ar-mados muy fuertes que atacaban el Estado de Derecho, a la población, la infraestructura y a la Fuerza Pública. Mediante el fortalecimiento de las Fuerzas Militares, gracias al Plan Colombia, se inició una recuperación significativa de la seguridad.

El Plan Colombia es el único modelo que ha tenido un impacto excelente en la recuperación de la seguri-dad y en la recuperación de la economía del país. El país está muy cerca de lograr la paz, y eso es justa-mente debido a ese esfuerzo tan grande que se hizo en contra de todos los agentes generadores de violencia que más afectaban la seguridad.

Se ha dicho que si las Farc están negociando ahora, es gracias a lo que se hizo en el Plan Colombia...

Evidentemente. Si hoy las Farc están en una mesa de negociación, es gracias al esfuerzo de los soldados de la patria. En eso debemos ser agradecidos con EE. UU., que fue un socio estratégico que nos permitió lograr el objetivo de recuperar la seguridad y fortalecer el creci-miento económico del país.

Todavía quedan fenómenos de criminalidad que siguen afectando la seguridad, sobre todo el crimen organizado, y hacia ese crimen organizado vamos a en-focar todo nuestro esfuerzo para genera cada vez más seguridad.

Ahora viene Paz Colombia. ¿Qué esperan las FF.MM. de ese nuevo plan?

Es la continuación del Plan Colombia, y es muy impor-tante porque el esfuerzo militar debe ser complemen-tado por un esfuerzo de consolidación. Lo más difícil no es ganar la guerra, lo más difícil es construir la paz. En eso, yo espero que Paz Colombia permita seguir con-solidando el esfuerzo militar y construyendo una paz estable y duradera.

¿Cómo se va hacer la estrategia de esa consoli-dación?

Tenemos que seguir generando unas mejores condicio-nes de seguridad. El pueblo colombiano cada vez nos exige más seguridad. Tenemos que trabajar las Fuerzas Militares, La Policía y la Fiscalía de una forma interin-stitucional. En esta etapa se requiere una acción inte-gral, un esfuerzo estatal. Solo de esta manera se puede seguir avanzando en la construcción de una paz estable y duradera que va a tomar un tiempo, pero que necesa-riamente requiere unas mejores condiciones de seguri-dad. No podemos bajar la guardia. Tenemos que seguir siendo efectivos para que se consolide el esfuerzo.

Al dejar de ser las Farc su principal objetivo, ¿el foco de las Fuerzas Militares debería ser la lucha contra las bandas criminales, ELN y minería ilegal?

Si se firma un acuerdo con las Farc, no significa que todos los problemas de seguridad estén solucionados. Solo una parte significativa estaría solucionada, pero quedan otros agentes generadores de violencia hacia los cuales debemos orientarnos. Uno de esos escollos es el crimen organizado y hacia ellos debemos orientar el esfuerzo de las Fuerzas Militares y las otras agencias del Eçstado.

Ese crimen organizado es el que más afecta la seguri-dad de los ciudadanos. Básicamente, es la extorsión, la minería ilegal, el narcotráfico, el contrabando, el tráfico de armas, y todos esos fenómenos que generan inse-guridad.

Pero queda otro tipo de amenaza. Si el ELN no se acoge a una mesa de negociación que le ofrece el Gobierno, entonces las FF. MM. tienen que seguir com-batiéndolo. Además de eso, si existen disidencias que no quieren acogerse a la negociación de las Farc, ten-emos que hacer un esfuerzo muy grande para frenar esta amenaza.

Si se da la desmovilización de las Farc , ¿cuál sería, según los análisis de inteligencia, el porcentaje de guerrilleros que seguirían delinquiendo?

No quiero hacer aseveraciones ‘a priori’. Pero nuestros análisis indican que pueden presentarse algunas fac-ciones que no se acojan al proceso de negociación. El Gobierno ha sido muy claro diciendo que las Farc tienen que pasar de la ilegalidad a la legalidad, para lo cual deben desmovilizarse, entregar armas y reinser-tarse a la vida civil.

De llegarse a presentar esa situación con alguna fac-ción, que no se acoja a los acuerdos, nosotros seguire-mos adelante cumpliendo nuestra misión y neutrali-zando cualquier acción de cualquier grupo.Entonces, ¿antes de quitarles recursos y personal a las Fuerzas Militares en el posconflicto, deben ser más fortalecidas?

Sí. Lo más difícil no es ganar la guerra sino consoli-dar el esfuerzo militar y la paz. Por eso las Fuerzas Militares y policiales deben permanecer más fuertes que nunca. Porque todas las amenazas y reductos deben ser neutralizados para llegar a una verdadera paz, estable y duradera. Ese es un reto muy grande. Entonces, una vez las áreas ocupadas por las Farc sean abandonadas por ellos, el Estado debe garan-tizar el control territorial de esas zonas, para poder consolidar la paz.

Se ha tenido información que el ELN quiere copar zonas de las Farc.

El Estado y las Fuerzas Militares debemos ocupar to-das las áreas que dejen las Farc. Allí en esas zonas no-sotros tenemos la responsabilidad de mantener con-trol territorial y combatir a todos los agentes crimi-nales, sean los que sean.

General, los rumores de una división en el inte-rior de las Fuerzas Militares y la baja moral de las tropas han acompañado a este Gobierno en los últimos años.

En las Fuerzas Militares no hay división. Ahora más que nunca hacemos un trabajo conjunto muy impor-tante. Somos un referente regional e internacional.

Recientemente tuvimos la visita del segundo co-mandante de la Otan y quedó sorprendido de la forma en que trabajamos conjuntamente.

Todos estamos unidos para ser cada vez más efec-tivos. Tampoco es cierto que hemos bajado la guardia. Todos los días tenemos resultados de nuestras activi-dades contra los ilegales.

Seguimos trabajando con el empeño de siempre, porque la paz es viable gracias al esfuerzo de los sol-dados y los policías. La paz es la victoria para cual-quier soldado. Los que más trabajamos para la paz somos nosotros, los policías y los soldados.

El hecho de que seamos la institución con mayor credibilidad por parte de los colombianos, con un 85 % de credibilidad, indica el compromiso que tenemos con el país. Eso reconoce el esfuerzo de las Fuerzas Militares.

¿Cuál es la estrategia contra la minería ilegal de las FF. MM.?

Hemos diseñado una estrategia conjunta, coordinada por la Policía y con la participación de la Fiscalía. Hemos unido esfuerzo porque sabemos que la mi-nería es una amenaza no solo contra la seguridad sino contra el medio ambiente e incrementa las finan-zas de los grupos al margen de la ley. Creamos una brigada contra la minería ilegal, que tiene como mi-sión atender directamente las sospechas en todo el territorio y trabajamos con la Policía.

Debemos incrementar las acciones contra esta amenaza y eso ha dado buenos resultados. En todo el país se han desarrollado operaciones muy impor-tantes, en especial en el suroccidente y en el oriente del país. Vamos a arreciar las operaciones contra la minería ilegal.

¿Cuál es su radiografía de la minería ilegal en el Pacífico?

El Pacífico es una zona muy compleja geográfica-mente, es una zona selvática lo que dificulta las ope-raciones, pero contamos con la capacidad para de-sarrollar operativos en estas áreas, especialmente en Cauca.

Page 4: Separata medios marzo 2016

4 SEPARATA MEDIOS/ Marzo / 2016

La resurrección de Camilo Torres y las heridas que no cierran

Publicado en: La Silla Vacía | Autor: Jineth Prieto – Ana Karietna León | Fecha: 15/2/2016

No suele haber homenajes pblicos a un guerrillero. Pero Camilo Torres no fue un gue-rrillero como los otros. Este sacerdote es tanto un ícono para la izquierda como el re-cuerdo de la guerra para otros. Son dos formas de verlo y la pe-regrinación que arrancó desde Barrancabermeja con el fin de conmemorar su muerte hace 50 años -en pleno paro armado del Eln- muestra el desencuentro entre dos países que más tem-prano que tarde se tendrán que encontrar. La Silla los acompañó a ambos.

Las alarmas en el Carmen

La alarma se prendió entre los pobladores del Carmen de Chucurí, en Santander, hace 20 días, cuando iniciaron los ru-mores del homenaje a Camilo Torres, cura guerrillero del Eln que murió cuando tenía 37 años en medio de un combate en Patio Cemento, en ese muni-cipio.

Las versiones iban desde que se realizarían posibles mo-vilizaciones hasta la instalación de una placa en el sector donde murió en honor a su memoria. Esas noticias no cayeron para nada bien entre los pobladores y desde ese día, empezaron a correr la voz para organizar una protesta.

El descontento fue tal, que el 7 de febrero la Alcaldía tuvo que organizar un consejo de se-

guridad en el coliseo del muni-cipio para que se explicaran los alcances de lo que pretendían hacer los seguidores de Camilo Torres, en esa zona, que fue la cuna del Eln, y que vivió en carne propia todos los embates de la guerra.

En esa reunión intervino Hernando Hernández, uno de los facilitadores de los diálo-gos entre el Eln y el Gobierno y vocero de la conmemoración a Torres, expresidente de la Uso y candidato a la Asamblea de Santander por el Polo.

“Por qué antes de hacerle un homenaje a un guerrillero no vie-nen mejor y nos mandan ayuda psicológica y nos reparan a todas las víctimas del Eln, porque acá la herida está abierta”, dijo Guillermo Arévalo, comerciante y agricultor de la región.

La indignación de los chu-cureños radicaba, además, en que no les habían consultado lo que se planeaba hacer en sus tierras.

“HH (Hernando Hernández) creyó que porque fue a hablar allá a Patio Cemento con la dueña de la finca donde iban a poner la placa ya había cum-plido y no, acá somos más de 60 veredas y no nos dijo nada”, comentó Valdemar Abreo, re-presentante de la vereda Quinal Alto.

En efecto, durante el consejo de seguridad HH pidió disculpas

a los presidentes de juntas de acción comunal por no haberlos consultado y reconoció su error.

Luego del consejo, los ánimos se calmaron, sobre todo porque la comunidad creyó que ante las declaraciones de HH el evento se aplazaba. Sin embargo dos días después, oyeron y vieron por noticias que el homenaje era un hecho.

Desde ese momento se reto-maron los ánimos de protesta y se empezó a correr la voz por las veredas para que los campesi-nos salieran a marchar, porque tal y como le manifestaron a La Silla, para muchos de ellos una placa de un guerrillero del ELN en sus tierras es un recuerdo de la guerra que tuvieron que vivir hasta hace 15 años y una afrenta.

Para el sábado en la noche, según dos habitantes del Carmen, en el municipio había más movimiento que en un día de mercado y estaba más milita-rizado de lo que estuvo en tiem-pos de guerra.

Así las cosas, desde las seis de la mañana del domingo la comunidad empezó a reunirse en el pueblo para salir hacia El Topón, el lugar de entrada de la peregrinación camilista.

Aunque la salida de la mar-cha de los chucureños estaba planeada para las siete de la mañana, la policía restringió el paso en el municipio y solo has-ta una hora después pudieron

empezar a pasar los habitantes del Carmen, quienes se aglu-tinaron en el sector del Topón, ubicado a las afueras del pueblo y punto en el que inicia la entra-da a Patio Cemento (destino fi-nal de la movilización de Camilo Torres).

Debido al cierre de la salida del Carmen, campesinos que venían desde algunas veredas no pudieron llegar a la concen-tración e incluso muchos se devolvieron por la cuantiosa presencia de la fuerza pública, según le contó a La Silla Nelson Álvarez, concejal del Carmen por el partido Conservador y uno de los líderes de la protesta.

A las 8:30 del domingo ya había cerca de 300 personas con carteles y camisetas en las que se leía “víctimas de la gue-rrilla queremos seguir viviendo en paz” ubicadas en el Topón, punto en el que la Policía tam-bién cerró el paso.

Barranca el punto de encuen-tro de la izquierda

A dos horas y media de Carmen del Chucurí, en Barrancabermeja se aglutina-ban los seguidores de Camilo Torres.

Desde hacía seis meses, más de 20 organizaciones sociales y políticas habían empezado a preparar los detalles de la ‘Peregrinación del Amor Eficaz’, una movilización que consistía en llegar hasta Patio Cemento. El objetivo era hacer una misa e instalar una placa en con-memoración de los 50 años de la muerte del cura guerrillero.

“Existe una estigmatización muy fuerte sobre la vida de Camilo Torres. Sí es cierto que él fue guerrillero, pero él no fue solo eso, también fue un luchador social que ayudó a los más pobres, que pensó en los más necesitados y que acogió esas luchas. Nosotros venimos a reivindicar eso, porque lo que él nos enseñó fue al amor filial”, le dijo a La Silla Marilen Serna, vocera nacional del Congreso de los Pueblos, una de las or-ganizaciones más visibles que promovió la marcha.

La cita la cumplieron alrede-dor de 700 personas provenien-tes de diferentes partes del país (Bogotá, Sur del Cesar, Norte de Santander, Tolima, Sur del Bolívar y Santander), quienes el sábado empezaron a llegar a Barrancabermeja para agru-parse.

Ese día en Barrancabermeja y bajo la consigna de ‘Camilo Vive’ se realizó un foro en el Club Infantas que lideraron el senador del Polo Iván Cepeda y voceros de las organizacio-nes sociales que promovieron la peregrinación. Allá se proyectó un documental sobre la vida de Torres y al finalizar se repartió tamal, pan y gaseosa para los cientos de asistentes.

Al cerrar la noche en una tarima que fue instalada en el parque Camilo Torres, que en Barranca se conoce como ‘el descabezado’ porque la escul-tura del extinto líder guerrillero fue decapitada en dos ocasio-nes, se realizó un concierto con artistas que asistieron también para hacer la peregrinación.

Esa noche las 700 personas que llegaron a Barrancabermeja para arrancar la peregrinación el domingo a las 6 de la mañana durmieron en el estadio de béis-bol de esa ciudad, algunos a la intemperie otros en carpas.

La vía

Mientras que en el Carmen la tensión crecía y los campesinos se aproximaban al sector del Topón, que es el que divide la vía para llegar al casco urbano del municipio o a Patio Cemento, en Barrancabermeja empezaron a arrancar los 25 buses y 20 ca-rros particulares con los simpa-tizantes del cura guerrillero.

Hasta el kilómetro 23 de la vía Lizama, que es en la que está el desvío para el Carmen del Chucurí todo iba bien, la carre-tera estaba en buen estado y no hacía calor. No obstante, de ahí en adelante la caravana de ca-rros y buses empezó a sortear varios obstáculos.

Ocho árboles recién talados ocupaban casi la totalidad de las vías. Algunos grandes, otros pequeños y otros medianos, obli-garon a los buses a hacer más lento el paso, y con ello a los se-guidores de Camilo Torres a es-pecular sobre lo que pasaría si lograban llegar a Patio Cemento.

“Uno lo que ve acá es una intención directa de sabotear esta marcha que es legítima. Nosotros venimos en son de paz y si algo tenemos claro es que no vamos a pelear, hay que mi-rar qué vamos a hacer”, le dijo a La Silla Andrés Barbosa, un jo-ven de 21 años que pertenece al movimiento Acción Libertaria.

>> SIGUE CAMILO TORRES pág. 5

Page 5: Separata medios marzo 2016

5Edición 557 /SEPARATA MEDIOS

A medida de que se avanzaba en el camino la tensión crecía, y también los carteles en rechazo a la peregrinación empezaron a aparecer en el camino. “Por la dignidad del pueblo chucureño no idolatramos a los terroris-tas”, se leía en uno de ellos.

Ese tipo de manifestaciones, lejos de amedrentar a alguno de los ‘peregrinos’, como se au-todenominaron los miembros de la movilización, les daban mayores argumentos para con-tinuar con su causa e instalar la placa de la conmemoración de la muerte de Camilo Torres.

Más adelante, cuando una de esas víctimas increpó a Iván Cepeda sobre el drama que habían vivido y por sus familia-res asesinados, el senador les respondió que los paramilitares también lo habían hecho, lo que al otro lado generó rechazo.

Sin embargo, la mayoría de los que iban en la caravana no se daban ni por enterados de lo que estaba pasando. Muchos estaban tratando de reponer el sueño de la noche anterior, porque “el frío de la madrugada en Barranca fue mucho más del que pensábamos”, le dijo a la Silla Jesús Gutiérrez, otro de los peregrinos.

A paso lento, la caravana llegó a las 9:30 de la mañana al sector de ‘la pista de aterrizaje’, sitio en el que la Policía con el Esmad bloqueó la vía. Los lí-deres de la peregrinación se tuvieron que bajar a buscar la manera de continuar.

Los paras y los guerrilleros

Entre las 10 y 30 y el mediodía, en el Topón, mientras esperan a los de la marcha, la gente se cuenta historias. Historias que recuerdan el accionar del Eln, como el asesinato del alcalde Alirio Beltrán Luque en 1991, la masacre en la vereda Santo Domingo y los desplazamientos forzosos de amigos y familiares que más de uno narró y que iban acentuando la indignación, el dolor y la rabia en los rostros de los campesinos.

“Cómo puede ser posible que nosotros llevamos 16 años disfrutando de una paz lograda por la misma gente, no por el gobierno, pero ahora el mismo gobierno sí está colaborando para volverlos a traer”, comentó Carlos Rueda, un conductor de transporte escolar en el Carmen.

Cuando la chucureña que le preguntó a Iván Cepeda so-bre las víctimas del Eln llegó al paradero donde estaban los demás, enfurecida, a mostrar el video con su respuesta de que las víctimas que los paramilita-res también hicieron cosas mal, uno de los líderes de la protesta, Jaime Contreras, con megá-

fono en mano, mandó a todos a unirse frente a la carretera y a alzar los carteles.

“Que vengan, que aquí los esperamos. Que lleguen hasta acá”, decía casi gritando un campesino de la vereda de San Juan del Bosco.

A esa hora, entre los se-guidores de Camilo Torres la tensión también crecía. Mientras esperaban a que la policía los dejara pasar, la ver-sión sobre que las fuerzas para-militares estaban detrás del blo-queo de campesinos empezaron a crecer. De hecho, el senador Iván Cepeda hizo señalamientos directos.

“Aquí hay una historia que no es ajena a la conciencia del país, ésta es una región que ha tenido una presencia paramilitar muy fuerte y eso no es ningún mis-terio. Hemos escuchado que hay presiones sobre el campesina-do”, dijo Cepeda.

Por su parte, la represen-tante Ángela Robledo le habló a La Silla de un video que esta-ban solicitando sobre el consejo de seguridad del 7 de febrero, en el que tenían información de que un concejal del Carmen del Chucurí, y líder de la marcha de los habitantes del municipio, Nelson Álvarez, había dicho que era miembro de las autodefen-sas campesinas.

Robledo aseguró que con esa información promovería un debate en el Congreso junto a Cepeda para presentarla como prueba de que el “paramilita-rismo está vivo en esta zona”.

Hoy en Bluradio, el senador Cepeda dijo que el video ya es-taba en sus manos. Cuando La Silla lo contactó para pedirle una copia, aseguró que se lo en-tregará a esa emisora.

Este medio le pidió su versión a Álvarez sobre las acusaciones de Cepeda: “a mi papá el ELN lo mató y me lo entregó picado en una bolsa, y seis años después los paramilitares me amena-zaron, es una ironía que ahora digan que yo soy paramilitar”.

La fallida comisión de diálogo

Tras una hora sin lograr avances de ningún tipo, la peregrinación cambió la estrategia.

Los ánimos ya habían cam-biado porque el Esmad era el que había bloqueado la vía, y según los acuerdos a los que había llegado en Bogotá la comisión de la marcha a favor de Camilo Torres el acompaña-miento de la Policía era el único que iban a tener.

El senador Iván Cepeda le pidió a la Policía que buscara la manera de que una comisión de parte y parte se encontrara en el punto medio de la vía que los

dividía para tratar de llegar a un acuerdo.

“Dígales que envíen dos o tres personas, nosotros hace-mos lo mismo”, le dijo Cepeda a uno de los altos mandos de la Policía que estaba al frente de la situación.

La decisión fue aplaudida por la delegación de los de iz-quierda, que empezó a agrupar arreglos de claveles blancos con el fin de entregárselos a quienes se oponían a la peregri-nación como ofrenda de paz. El acto también lo hicieron con el Esmad, a cuyos miembros les entregaron algunas flores.

No obstante, en la orilla de los habitantes del Carmen del Chucurí, los ánimos estaban caldeados y la negativa, una vez se conoció el mensaje, fue ro-tunda.

Aunque, Jaime Contreras, director del Partido de La U en ese municipio, se ofreció para ser uno de los mediadores, los demás chucureños le negaron esa posibilidad.

Al medio día, cuando en la orilla de los camilistas se supo que no iba a ver diálogo, Iván Cepeda y el senador Alberto Castilla, también del Polo, les dijeron a los peregrinos que no avanzarían más por decisiones de la Fuerza Pública. El acto religioso debía tener lugar allí, a poco más de 40 minutos, de Patio Cemento.

“Aquí no pueden decir que si no continuamos fue porque nos acobardamos, fuimos respon-sables de no seguir adelante porque no queremos poner en riesgo la vida de nadie. La vio-lencia genera violencia, y eso es algo que no podíamos permitir”, le dijo a La Silla Gustavo Pérez, sacerdote y amigo de infancia de Camilo Torres.

A las 3 de la tarde cuando el acto religioso terminó, la gente se dispersó para recibir el san-cocho del almuerzo. Después los buses regresaron a sus lugares de origen.

Al otro lado, cuando los chu-cureños recibieron la noticia no la creyeron y se la atribuyeron a anuncios de la Policía para dis-persarlos.

Aunque los seguidores de Camilo Torres empezaron a re-tornar a sus casas pasadas las tres de la tarde, los habitantes del municipio solo despejaron la vía hasta las seis cuando estu-vieron seguros de que todos los demás se habían ido.

Ninguno de los dos grupos se encontró. En el medio quedó el país que viene tras la firma del Acuerdo de Paz.

Dirección URL: http://lasillavacia.com/node/53045?

<< VIENE CAMILO TORRES pág. 4

A la derivaPor: El colombiano |Autor: Rafael Nieto Loaiza | Fecha: 21 de febrero de 2016

Contrario a lo que dice Santos, el problema no es de comuni-cación. Al contrario. El grueso de los medios nacionales, con la excepción de RCN, son abierta y decididamente gobiernistas, por convicción o por merme-lada. No, la cuestión es la reali-dad, una que no da razón para el optimismo.

Y no me refiero al fenó-meno de El Niño, ni a la venta de Isagén en “subasta” de un único postor, ni al incendio en la hidroeléctrica de Guatapé que, por su importancia en el sistema nacional, podría traer un racionamiento si para abril no ha llovido; ni al zika y la in-capacidad del sistema de salud aun cuando hay antecedentes, de apenas ayer, como el chikun-gunya; ni a las muertes de infan-tes por desnutrición en el Chocó y La Guajira; ni a los sobrecos-tos en la Refinería de Cartagena; ni al dólar en las nubes; ni a la inflación desbordada que ron-da el 7 % y ya se comió todo el aumento salarial; ni al déficit fiscal o el campanazo de alerta que trae la revisión a “negativa” de la perspectiva de Standard & Poors de la calificación crediti-cia de Colombia; ni a la caída del 24 % en el 2015 de la inversión extranjera directa; ni al déficit de cuenta corriente más alto del Continente y que ronda los 19 mil millones de dólares; ni al desplome brutal de las ex-portaciones; ni al crecimiento vertiginoso de los narcoculti-vos bajo la mirada cómplice del Gobierno; ni a que aunque bajan los homicidios, las demás activi-dades criminales están dispara-das; ni a que no hay Defensor del Pueblo, por un escándalo se-xual, ni a que por otro debió re-nunciar el director de la Policía, ni a que la Policía toda parece estar en crisis; ni a que cuando el 29 de marzo el Fiscal se vaya no podrá elegirse otro porque en la Corte Suprema de Justicia no superan las pugnas internas para designar los magistrados que son indispensables; ni a la caída brutal de la confianza ciu-dadana en las instituciones que muestran las encuestas.

Me refiero a que en medio de todo eso Santos está desapare-cido, no ejerce liderazgo ni guía, ni propone soluciones, ni piensa en nada distinto al proceso de La Habana y ahí, para rematar, tampoco lo hace bien porque,

para tragedia de todos, está tan cansado y las Farc lo tienen tan medido, que ni es creíble ni tiene capacidad ninguna para presionar.

Y por eso cuando “advierte” que “ya se agotó el tiempo para terminar las negociaciones y la fecha del 23 de marzo está a menos de cinco semanas [y] hay que tomar ya las decisiones que faltan” los de las Farc se mueren de risa y los demás nos preocu-pamos.

A estas alturas Santos no tiene nada para mostrar sino La Habana y por eso es incapaz de pararse de la mesa. Toda su apuesta está ahí y semejante error lo hace débil y vulnerable. Como consecuencia, negocia mal y pierde casi siempre. Su actitud claudicante no es por simpatías con las Farc, creo yo, aunque ahora juegue a traicio-nar al establecimiento que lo parió.

En fin, por eso el plazo no será cumplido. No hay manera alguna de que se firme en marzo el acuerdo definitivo sin que el Gobierno ceda, de nuevo, a las pretensiones de las Farc. Hay un abismo entre las 7 zonas de con-centración que ofrece Santos y las 75 que piden las Farc. Y entre el engendro de plebiscito que pretende el Presidente y la constituyente corporativista que quiere la guerrilla. Más lo que falta...

Y mientras tanto, las Farc hacen proselitismo en Conejo, municipio de Fonseca, Guajira, armados hasta los dientes, con un alcalde sorprendido e im-potente al que el Gobierno ni siquiera le avisa de la llegada de la guerrilla, y con unas fuer-zas militares que, por orden presidencial, miraban para otro lado. Ah, y con viaje pagado, en avión y helicóptero privados, por el presupuesto nacional. Los tiempos de austeridad, ya lo sabemos, son para todos me-nos para la Casa de Nariño, que gasta sin reparo en almendras y cortinas y aviones para pasear en Washington. No lo son tam-poco para las Farc, claro, ni para los que se lucran del proceso en Cuba. A los demás nos caerá, más pronto que tarde, la losa de una reforma tributaria brutal..

http://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/a-la-deriva-YF3632032

Page 6: Separata medios marzo 2016

6 SEPARATA MEDIOS/ Marzo / 2016

Volvieron las retroexcavadoras a rematar el río San Bingo, en Cauca

Desde septiembre del año pasado le advirtieron al Estado de la catástrofe ambiental que se venía.

Publicado en: El Tiempo | Autor: Salud Hernández Mora | Fecha: 12/2/2016

Mercaderes (Sur del Cauca). Bastaron tres semanas para que olvidaran el ope-rativo militar y policial que acabó con cinco retroexcavadoras. Este miércoles conté dieciocho en el mismo sitio, un salto enorme respecto al día anterior, cuando solo había cinco buldóceres. A medida que propietarios y operarios van sintiéndose seguros, las sacan de sus escondites entre la maleza de los al-rededores y las conducen al cauce seco del agonizante San Bingo. Abren nuevos cráteres con una rapidez aterradora. Cada 24 horas agigantan un desastre que parece irreversible.

“Gracias a Dios se salvaron unas máquinas. A los barequeros nos tocó de-fenderlas porque es lo que nos está ayu-dando”, indica un agricultor de la región, convertido en minero. Sentado en lo alto de un montículo de arena aguarda pa-ciente, junto a cuatro miembros de su fa-milia, el momento propicio para buscar oro con sus bateas en uno de tantos agu-jeros profundos. No quiere fotos ni dar su nombre. “Sembrábamos maíz aquí cerca, pero es perder el tiempo y peor con esta sequía que acabó las cosechas. El oro se ha convertido en la cuchara de la zona. Aquí la gente anda de cabestro; lo que dé, todo el mundo se mete”.

Repudia la intervención de las auto-ridades, cree que el Gobierno no com-prende el alcance de su pobreza en me-dio de la sequía ni las posibilidades que ofrece la minería de oro a los desampara-dos. “Nos atacan a cambio de nada, nos mandan helicópteros pero ni una sola al-ternativa”, se queja. “Y vendrá el verano de junio, que se junta con El Niño”.

En una buena jornada, asegura, cada uno de los suyos puede sacar un gramo de oro por el que le pagan 80.000 pesos. Si dan con un golpe de suerte, el número de ceros aumenta. En ninguna de las ac-tividades rurales que conoce soñaría con cantidades similares.

Para realizar su tarea sin interferen-cias, cuentan no solo con la protección del frente ‘Manuel Vázquez Castaño’ del Eln, máxima autoridad en la mina y re-sponsable de imponer las normas y el orden, sino con la indiferencia, cuando no la complicidad, de policías, dirigentes locales y funcionarios de entidades esta-tales.

En Mercaderes, el municipio del sur del Cauca donde se encuentra esa parte del río, en septiembre del 2015 advirtie-ron al Ministro de Defensa y otras instan-cias estatales de la catástrofe ambiental que se gestaba. Pero solo a mediados de enero del 2016 aterrizó el CTI, la Policía y el Ejército en San Bingo para combatir la minería que lo está matando, pero fue insuficiente. Solo pudieron incinerar las cinco retroexcavadoras mencionadas

porque hombres, mujeres y niños se les echaron encima y no permitieron que culminara la misión. Además, el mayor destrozo ya estaba hecho.

Además de la fotografía aérea que mandó la primera señal de alarma, basta observar en el terreno las consecuencias de lo sucedido para comprender la mag-nitud de desastre. Desde el momento en que la camioneta entra al cauce de lo que fue un río caudaloso y hasta el poblado de cambuches que los mineros fueron agrandando, son más de tres kilómetros de un paisaje devastado. Enormes hoyos de unos veinte metros de profundidad por doquier, montañas de arena y pie-dras, ni un solo pájaro a la vista, seque-dad y aguas mortecinas que descienden de la cordillera siguiendo un rumbo que cada día modifican las retroexcavadoras.

Desde el martes corre un poco de agua porque quitaron el tapón que pu-sieron en la parte alta del San Bingo para estrangularlo, y también fluye alguna del San Jorge, que se une a mitad del re-corrido.

“El San Bingo era un río encañonado, con mucha agua. En octubre del 2014 se produjo una avalancha que mató a cua-tro personas y tumbó puentes. Eso ben-efició a los mineros porque bajó el oro”, explica un lugareño. Para llegar al río, se puede ir por una trocha estrecha que sale de Mercaderes. Son unos 45 minu-tos por una meseta entre dos cordilleras, un accidente geográfico de extraordi-naria belleza.

Distintos testimonios de mineros, transportistas y comerciantes indican que en los meses de más intensa ac-tividad, llegaron a operar hasta setenta retroexcavadoras y la cantidad de bus-cadores de oro oscilaba entre los dos mil quinientos y los tres mil. En cada hueco que excavaba una máquina, se apelotonaban decenas de bareque-ros. “Y para todos había, la mina no ex-cluye a nadie, aquí encuentra gente del Huila, Atlántico, Buenaventura, Chocó, Antioquia, Marmato”, afirma una mucha-cha valluna que se dedicó a buscar oro al quedarse desempleada.

“Uno se pregunta, ¿por dónde es que meten las máquinas si son tantas y no se pueden esconder cuando circulan por la carretera?”, comenta irónico el dueño de una tienda de cuatro palos y techum-bre de plástico. La respuesta me la die-ron con posterioridad fuentes oficiales y habitantes de la zona, bajo condición de anonimato: alguna que otra pasa por Mercaderes, si bien el nuevo comandan-te de la estación incautó una este año, un puñado las metieron por Florencia y la mayor parte entró por Bolívar, municipio con mejores accesos al río, fortín del ELN y de tradición coquera.

“Su alcalde fue el único de la región que no asistió a un encuentro de diez municipios donde se acordó no permitir el paso de maquinaria en defensa del agua y se hicieron propuestas para res-paldar la agricultura. El de Bolívar tam-poco ha protestado por las retros”, seña-la un funcionario que prefiere no dar la cara. Las recientes amenazas que recibió el regidor de Mercaderes por cuestionar la actividad minera, aconsejó a más de uno mantener cerrada la boca, al menos públicamente.

No solo arrasaron con una fuente hídrica vital. También, cuentan los lugareños, hubo muertos que nadie ha osado denunciar ante la Fiscalía y la Policía. “Hay quince tirados al río, unos picados, y a otro se lo estaban comiendo los gallinazos”, señala un hombre. Un co-merciante indica a media voz y sin ofre-cer más detalles, que la guerrilla mató a una mujer de otro departamento que solo pretendía trabajar y la enterraron en una loma. “Es que hay mucho oro, demasiado. En un entable (un equipo) pueden sacar una arroba de oro por se-mana, que son 25 libras. A 80.000 pesos el gramo, calcule. Mucha plata”, exclama.

En el momento de mayor apogeo, que algunos sitúan en el segundo semestre del 2015, el poblado polvoriento, atesta-do de cambuches, donde se asentó la mayoría de mineros llegados de distin-tos puntos del país, organizaban peleas de gallos con apuestas millonarias y con-ciertos de cantantes populares recono-cidos.

“Se vendían 300 canastas de cerveza al día, whisky fino, prostitutas las que quiera”, rememora un minero. “Por el operativo de enero muchos se han ido, ahora la mina está muy caliente, es peli-groso venir”.

Pese a la tensión y zozobra que se respira, aún siguen apareciendo compra-dores de oro y se hacen transacciones, puesto que son pocas las personas que se aventuran a vender sus pepitas fuera. “En los mejores tiempos, el ELN recibía tres mil millones mensuales en vacunas”, me había dicho un oficial de policía, el mismo dato que repiten los que están fa-miliarizados con el negocio.

Le pregunté a un comandante ‘eleno’ en la mina, al que apodan el ‘Mono’, ve-terano en la región. Al igual que su es-colta, algunos con la cara tapada, vestía de civil e iba armado de fusil. “Es una mentira difundida por los medios y el Ejército. Estamos aquí para acabar con la minería que daña la naturaleza”, dijo. Sin embargo, no solo custodian la explo-tación desde su inicio y dieron luz verde para la entrada de maquinaria, sino que el día anterior, al advertir mi presencia, me quitaron la tarjeta de la cámara para no registrar los estragos que continúan causando las retroexcavadoras (las fotos son del celular).

Si bien los mineros nativos de la región cifran sus esperanzas en que los aguaceros del próximo invierno, una vez desaparezca El Niño, devolverán la vida al San Bingo, tributario del Patía, exper-tos de la CAR del Cauca consideran que no será posible. El perjuicio causado en poco más de un año de explotación salvaje, sin apenas tregua, requerirá grandes inversiones y muchos años para reponerlo. Además, pone en riesgo a las veredas de sus orillas porque perdió su lecho y sus fronteras y en las primeras lluvias puede arrasarlas.

“Se solicitaron recursos al Ministerio de Minas para recuperar zonas afectadas pero respondieron que no hay recursos”,

>> SIGUE VOLVIERON pág. 7

Foto: eltiempo.com

Page 7: Separata medios marzo 2016

7Edición 557 /SEPARATA MEDIOS

cuenta una fuente de la CAR de Cauca. “En el 2015 llegó una denuncia por el San Bingo. Enviamos en octubre delegados y antes de llegar al río los agredieron, los amenazaron y les dañaron la camio-neta. Nos recomendaron no incursionar porque, además, hay fuerte presencia de un grupo armado. La Fiscalía es la que está llevando a cabo las investigaciones y en los operativos el Ejército es cordón de seguridad y son la Policía y la Fiscalía los que destruyen máquinas”.

En el organismo ambiental recono-cen las limitaciones institucionales para hacer frente a una problemática que crece a ojos vista y que supera su ámbito

de actuación, máxime en un departa-mento con fuerte presencia de Farc, Eln y ‘bacrim’.

Pese al ataque a la naturaleza de la minería con retroexcavadoras, a la inquietante agonía del San Bingo, en Mercaderes y otros municipios aledaños no se atrevieron a elevar una voz potente y adoptar medidas drásticas por miedo a que los asesinen, por la pasividad atávi-ca y la complicidad de muchos paisanos. Pero ahora, cuando la amenaza se cierne sobre su principal fuente hídrica, des-pertaron del letargo.

Si las máquinas suben al cerro La Campana, a la cabecera del Hato Viejo,

como los mineros tienen planeado, no habrá cómo alimentar el recién estrena-do acueducto que abastece a Mercaderes y proporciona agua a otras locali-dades. Este mes aparecieron extraños ofreciendo millonadas por predios rura-les y hay compañías multinacionales con títulos en mano y los ojos puestos en la misma área.

Por eso movilizaron veredas y gentes de los cascos urbanos para hacer un paro por tres días, desde hoy sábado. Lo que será difícil es que aparezcan líderes para encabezar la protesta. “No podemos po-ner al frente a una sola persona porque la matan”, me dice un vecino. No saben aún si la protesta irá a mayores y cortarán la

<< VIENE VOLVIERON pág.6

La soledad de Frank Pearl en los diálogos con el ELNCon un Comisionado como Sergio Jaramillo interesado solo en el proceso con las Farc y un

Presidente desesperado con el ELN, el negociador pedalea solo

Pubicado en: Las dos orillas | Por: Gustavo Rugeles | Fecha: febrero de 2016

A mediados del 2013 el comandante del ELN Nicolás Rodríguez Bautista hizo llegar una comunicación dirigida a la Presidencia de la República y al Comisionado de Paz en la que mostraba la disposición de su organización para arrancar una mesa de negociación. La misiva se engavetó. Pasó un año antes de que el negociador Frank Pearl recibiera instrucciones presidenciales de iniciar la fase exploratoria de los diálogos con esa guerrilla.

Sin palabras, la señal estaba clara: la prioridad para el gobierno y el comisio-nado Sergio Jaramillo, era la negociación con las Farc en Cuba y cualquier avance con el ELN llegaría por añadidura.

Nada ha alterado esta decisión que ha contaminado el comportamiento guber-namental, con excepción del de Frank Pearl. Este le ha apostado al diálogo con ambas guerrillas, en paralelo, sin prio-rizaciones, desde que Álvaro Uribe lo designó Comisionado de Paz en el 2009 en remplazo de Luis Carlos Restrepo.

Pearl se había proyectado como un financiero en el sector privado hasta que en el 2006, cuando se desempe-ñaba como presidente de Valorem Bavaria, el Presidente Uribe lo invitó a crear la Consejería Presidencial para la Reintegración con el propósito de bus-carle una salida a los cientos de desmo-vilizados de las AUC, producto de la ne-

gociación de paz. De allí pasó a formar parte de la avanzada de paz de Uribe que se manejó con gran discreción y de la que solo concluido ese gobierno comen-zó a conocerse. Mantuvo la interlocución con el vallecaucano Henry Acosta quien mantenía secretamente y autorizado por el gobierno contactos en la cordillera occidental con Pablo Catatumbo para avanzar con las Farc, y con Juan Carlos Cuellar, guerrillero del ELN detenido en la cárcel Bellavista de Medellín para bus-car caminos con esa guerrilla.

Frank Pearl se desempeñaba como Comisionado de Paz cuando Juan Manuel Santos fue elegido Presidente en agosto del 2010, pero el nuevo man-datario sorpresivamente lo designó Ministro de Medio Ambiente. Desde allí empezó los primeros contactos auto-rizados por Santos con las Farc, mientras Henry Acosta hacía lo propio con el jefe máximo Alfonso Cano a través de Pablo Catatumbo. La primera reunión de la que se tiene noticia de funcionarios pú-blicos del gobierno Santos con las Farc fue en la frontera con Venezuela y estu-vieron presentes Frank Pearl, Alejandro Eder –quien lo había reemplazado en la Consejería para la Reintegración– y Jaime Avendaño, un funcionario de la misma. Sin el cargo de Comisionado que Santos mantuvo vacante, Pearl fue tejiendo durante dos años la relación

con las Farc que le abrió la puerta a las negociaciones que el Presidente le pre-sentó al país el 26 de agosto del 2012 cuando la delegación tomaba camino de Oslo, Noruega, donde se dio la insta-lación del proceso con la intervención de Humberto de la Calle y el beligerante discurso de Iván Márquez.

Fue ese mismo día, cuando Pearl se enteró que él no sería el Comisionado para el proceso de paz con las Farc. El escogido se llamaba Sergio Jaramillo. El nuevo Comisionado había estado le-jos de la estrategia de paz del gobierno pero cerca de Juan Manuel Santos en el Palacio Nariño como asesor de seguri-dad nacional.

Jaramillo había trabajado antes con Santos como viceministro de defensa y derechos humanos. Llegó al Ministerio con Martha Lucia Ramírez a comienzos del gobierno Uribe, con un rol impor-tante en la formulación del documento de la política de Seguridad Democrática, pero se retiró con ella cuando fue reem-plazada por el empresario antioqueño Jorge Alberto Uribe. Pasó entonces a di-rigir la Fundación Ideas para la Paz, una organización creada por empresarios desde los diálogos del Caguán, donde permaneció entre el 2004 y 2006. Fue una pausa en el sector público pero un paso importante para empaparse en el tema ya no de la guerra sino de la cons-

Panamericana para que Bogotá los es-cuche o se limitarán a pedir soluciones de manera pacífica, aunque desconfían de las instituciones.

La afluencia no será masiva, pero si no hacen ruido, lo tienen claro, la nación volverá a olvidarlos y la minería de oro destruirá sus ríos. “Esperamos ayuda nacional ahora que es una catástrofe am-biental que puede adquirir proporciones bíblicas”, advierte una funcionaria de la alcaldía de Mercaderes. “Esta región tiene paisajes únicos y no pueden dejar acabarlos”.Dirección URL: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/ciencia/mineria-en-departa-mento-del-cauca/16508658

trucción de paz y con este acumulado lle-ga al ministerio de Santos. Allí compartió con el general Óscar Naranjo y el general Rafael Colón con quienes se reencon-traría, luego, en las negociaciones con las Farc.

La crisis de los falsos positivos llevó a Jaramillo a retirarse voluntariamente del cargo pero sin salir del círculo de in-fluencia de Santos. Fue nombrado cabe-za del Plan Nacional de Consolidación, un programa piloto financiado por la cooperación internacional para asegurar la presencia del Estado en zonas libera-das de guerrillas y paramilitares.

Con la discreción de su talante, Frank Pearl guardó silencio y se acomodó al nuevo rol que lo limitaba a formar parte del equipo de negociadores plenipo-tenciarios junto a Jorge Enrique Mora, Óscar Naranjo y Humberto de la Calle a la cabeza; el Comisionado Sergio Jaramillo tendría la batuta institucional.

Los primeros acercamientos con el ELN se dieron en el Ecuador donde asis-tieron por parte de la guerrilla el segun-do de la cúpula, Antonio García, y por el gobierno el general retirado Eduardo Herrera Verbel y Jaime Avendaño. Ecuador, Brasil y Noruega serían los garantes para la eventual negociación. Hasta entonces las reuniones de Pearl para avanzar con el ELN habían sido secretas pero intensas al tiempo que participaba en la Mesa de La Habana.

Los constantes viajes y la distancia del día a día aliviaban la tensión evidente para todos entre Pearl y Jaramillo. Santos esperaba resultados prontos a pesar de la lentitud que había tenido el acerca-miento y la construcción de confianza con las Farc. No se conocen detalles con-cretos de los avances ciertos de Pearl con el ELN pero tanto para la opinión pública como para el gobierno el proceso pare-ciera no despegar. Un ritmo lento que llevó al desespero al Presidente, quien explotó delante del concejo de ministros y los participantes de la Cumbre de paz en la Casa del Márquez de Valdehoyos, en Cartagena, a comienzos del año. Cuando Santos pasó revista al estado de las con-versaciones con el ELN la perspectiva de Frank Pearl no coincidió con la del Presidente, reacción que generó un roce que ha dejado cicatriz en la relación del responsable de los diálogos con el ELN y el Presidente. .Pero Pearl sigue tejiendo las esquivas relaciones con la guerrilla del ELN en un oficio que ha resultado ingrato pero cuya persistencia si la voluntad del Presidente se mantiene, puede por fin permitir ins-talar la mesa de diálogo. Eso sí, en un lugar distinto a Venezuela. http://www.las2orillas.co/la-soledad-de-frank-pearl-en-los-dialogos-con-el-eln/

Page 8: Separata medios marzo 2016

8 SEPARATA MEDIOS/ Marzo / 2016

El fin del periodismoNo voy a defender la publicación del video. Lo que me interesa es la manera virulenta como aplastaron a Vicky Dávila en las redes sociales.

Publicado en: Semana | Autor: María Jimena Duzán | Fecha: 20/2/2016

Ser periodista en Colombia hasta hace poco era un oficio aprestigiado, así no fuera ni bien pago, ni la mejor manera de hacer amigos. Sin embargo, de un tiempo para acá, esa aure-ola respetable con que la socie-dad nos ungió en años pasados se nos ha ido evaporando en la medida en que la opinión públi-ca, que no es boba, se ha dado cuenta de que el periodismo que se practica hoy en Colombia es sinónimo de soberbia, de likes, de arrogancia y de genuflexión ante los poderes económicos y políticos, y que valores como la independencia y la ética son parte ya de la prehistoria.

Ese repudio y hastío frente al papel que desempeñan los pe-riodistas y los medios lo venía notando en las conferencias sobre periodismo a las que me invitan con alguna frecuencia, y en las que las críticas a los medios sobrepasaban incluso las críticas a la corrupción en los partidos políticos y en las instituciones gubernamentales. Me sorprendió también ver esa misma reacción en las víctimas de Bojayá que estuvieron en la ceremonia de reconciliación con las Farc. Para ellas, los me-dios son un enemigo tan temido como las Farc o los paramilita-res. Luego de esa amarga expe-riencia tuve la impresión de que los medios teníamos que refle-xionar seriamente sobre nuestro papel y sobre el periodismo que estábamos haciendo. Algo debíamos estar haciendo muy mal para que una comunidad como la de Bojayá hubiera pro-hibido la entrada de periodistas el día de la ceremonia de recon-ciliación por considerarnos un agente perturbador.

Sin embargo, fue con el lin-chamiento que se dio en las re-des sociales contra Vicky Dávila,

por haber sacado en La F.M. de RCN un video en el que se veía al exviceministro del Interior y a un policía en una conver-sación sexualmente explícita, que este malestar llegó a su ce-nit. Ese día en que se publicó el video, una señora me enrostró a mí la publicación, y me dijo que estaba hastiada porque los periodistas se creían dioses y jueces. No le pude decir nada, porque tenía razón. Por la noche, un taxi al que me subí me insultó cuando supo que era periodista. Tampoco pude decir algo en favor de los colegas. No voy a defender la publicación del video de marras -no lo ha-bría publicado por considerarlo innecesario para la investiga-ción que estaba adelantando la periodista en torno a una red de prostitución que habría existido al interior de la Policía-, porque lo que me interesa para esta dis-cusión es la manera virulenta como aplastaron a Vicky Dávila en las redes. La indignación fue tan tenaz que era evidente cómo a Vicky no solo le enrostraron su error, sino todos los excesos que los periodistas y los medios hemos cometido.

Yo atendería este clamor, así sea exagerado e injusto con la propia Vicky Dávila, quien por un error de criterio periodístico no merece ser lapidada en las redes. Y lo atendería porque hay en esa reacción un mensaje que la sociedad nos está mandando y que no deberíamos hacer a un lado con la soberbia que siem-pre nos caracteriza.

Hace rato el periodismo en Colombia perdió su dignidad porque se comenzó a ejercer con los mismos estándares éticos con que se hace política en el país. Hay periodistas corruptos que han convertido el periodismo en un negocio; trafican con la infor-

mación y se aprovechan de su condición de periodistas para ac-ceder a lugares con el propósito de engordar sus bolsillos, mover procesos o conseguir dádivas. Periodistas que además son in-tocables porque la Fiscalía ni los emplaza ni los investiga, como bien lo resaltó hace poco en una columna en El País de Cali, Gustavo Gómez. Hay columnistas que no declaran sus conflictos de intereses pero sí tienen el coraje de exigírselos a los políticos y a los ministros que denuncian. Y hay periodistas que se meten a tocar temas en los que sus novios o sus maridos son protagonistas sin decirle a la audiencia cuáles son sus relaciones con el poder, argumentando que se trata de su vida privada. Hay periodistas que trapean con los ministros, con los alcaldes, con los superinten-dentes con una soberbia propia de quien se cree de una casta su-perior. Y también hay periodistas que investigan no para descubrir la verdad de los escándalos sino para tumbar a funcionarios, a ministros o a presidentes y nu-trir de esa forma su egoteca y su rating.

El periodismo es una herra-mienta fundamental para garan-tizar la libertad de expresión y es vital en una democracia. Ojalá que los periodistas aprendamos la lección de lo que sucedió con Vicky Dávila y volvamos a los fundamentos del periodismo. Todavía estamos a tiempo de enderezar el caminado y lo que menos necesitamos es que sea el presidente Santos quien nos dé clases de periodismo. Ahora, si persistimos en seguir acabando con el oficio terminaremos por finiquitarlo.

Dirección URL: http://www.sema-na.com/opinion/articulo/maria-jimena-duzan-el-fin-del-periodis-mo/461264

Una captura inesperadaA Santiago Uribe no lo detuvieron 'por estar cogiendo café' -como dijo su hermano cuando se refirió a las víctimas de los 'falsos positivos'-, sino por acusaciones muy serias.

Publicado en: El Tiempo | Autor: Vladdo | Fecha: 1/3/2016

Es muy diciente el hecho de que Juan Manuel Santos le haya pedido al Procurador “acompa-ñar el proceso contra Santiago Uribe para rodearlo de todas las garantías constitucionales y legales”. Es más, si a dicha so-licitud se suma el llamado que Santos le hizo a la Fiscalía de “abrir las puertas a una vee-duría internacional como ob-servadores del mismo proceso” queda la sensación de que no es poca la preocupación que está sintiendo el mandatario, tras la medida ordenada por el fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia.

Dados los arrebatos con los que a veces nos sorprende el Fiscal General en su afán de mo-jar prensa, de mandar mensajes cifrados o de congraciarse con el Gobierno, no son de extra-ñar las suspicacias que puede desencadenar una noticia como esta, que sorprendió al mundo político y puso patas arriba al Centro Democrático.

Sin embargo, en este caso concreto no se puede hablar de improvisación ni de una carta que Montealegre sacó de la manga para mortificar al ex-presidente. Para nadie es un se-creto que Santiago Uribe ha es-tado asociado a varios asuntos penales, por los cuales las auto-ridades judiciales, en distintas instancias, lo han tenido en la mira desde hace muchos años.

Tampoco puede inferirse –como lo hacen los adeptos del expresidente– que esta or-den de la Fiscalía se dio para for-zar a Uribe a sumarse al proceso de paz, pues una disposición como esta lograría el efecto con-trario, ya que si hasta ahora ha estado reacio a apoyar las conv-ersaciones de La Habana, con su hermano tras las rejas lo esper-able es que radicalice aún más su postura.

No nos equivoquemos: aquí hay un largo expediente que no se arma de la noche a la mañana con el único propósito de con-spirar contra los integrantes del Centro Democrático o de secun-dar una persecución ordenada desde la Casa de Nariño para acallar a la oposición que ellos representan. Si bajo circunstan-cias normales tener privado de la libertad a un hermano de

Uribe sería una papa caliente para cualquier gobierno, en la coyuntura actual del país y de Juan Manuel Santos es un ver-dadero dolor de cabeza.

Con las noticias poco alen-tadoras sobre la economía, la posibilidad de un apagón a la vuelta de la esquina, la frac-tura de la Unidad Nacional y la incertidumbre sobre la fecha de la firma de los acuerdos de La Habana, la orden de captura contra el menor de los Uribe Vélez se convierte en nuba-rrón que oscurece aún más el ya opaco panorama que rodea al Gobierno.

Por eso suena absurdo creer que este inesperado arresto hace parte de una componenda de la Presidencia con la Fiscalía para apretar al senador Uribe y es más ridículo aún que, como reacción al mismo, su bancada –esa misma que tanto vocifera contra la impunidad– se haya declarado en “rebeldía”, adu-ciendo persecución política. A Santiago Uribe no lo detuvieron “por estar cogiendo café” –como dijo su hermano cuando se re-firió a las víctimas de los ‘falsos positivos’– sino por acusaciones muy serias, que los tribunales y los jueces tendrán que valorar.

Para completar, todo este lío se presenta pocas semanas antes de que Montealegre con-cluya su período y sin que el Presidente haya mandado aún a la Corte Suprema de Justicia la terna para elegir a su sucesor, lo cual puede dejar una vez más en interinidad a la Fiscalía.

Más allá de pedir veedurías internacionales y acompaña-mientos para darle transpa-rencia a determinado litigio, el Presidente tiene que hacer la tarea y presentar cuanto an-tes sus candidatos para Fiscal General, tal y como lo propuso este martes un editorial de este diario.

Es esta la oportunidad de empezar a solucionar de raíz el caos judicial del país y darles algo de tranquilidad a los co-lombianos, que cada vez confían menos en la justicia.

Dirección URL: http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/una-captu-ra-inesperada/16524926

Foto

: for

mat

o7.c

om