Norberto Francisco Mollo Latinoamérica en enntre nuevos y ......a través de la encomienda, la mita...

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Laura Travaglia (Compiladora) UniR o editora Problemáticas e interpretaciones de la historia argentina y latinoamericana L L Colección Líneas del Tiempo atinoamérica entre nuevos y viejos tiempos e-bo k ISBN 978-987-688-351-1

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Page 1: Norberto Francisco Mollo Latinoamérica en enntre nuevos y ......a través de la encomienda, la mita o las reducciones religiosas. Al decir de Levaggi (2000) rápidamente se convirtieron

Toponimia indiacutegenaSur de Coacuterdoba sur de San Luis y sur de Santa Fe

Norberto Francisco Mollo

Laura Travaglia (Compiladora)

Universidad Nacionalde Riacuteo CuartoSecretariacutea Acadeacutemica

UniR o editora

UniR o editora

Problemaacuteticas e interpretaciones de la historia argentina y latinoamericana

Problemaacuteticas e interpretaciones de la historia argentina y latinoamericana

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Coleccioacuten Liacuteneas del Tiempo

atinoameacuterica entre nuevos y viejos tiempos

atinoameacuterica entre nuevos y viejos tiempos

La compilacioacuten Latinoameacuterica entre viejos y nuevos tiempos propone un recorrido temporal y espacial por un conjunto de problemaacuteticas sociales poliacuteticas y econoacutemicas del continente y de nuestro paiacutes las que actualmen-te se investigan y ensentildean en el aacutembito de la universidad puacuteblica La Historia y la Geografiacutea en diaacutelogo con la Ciencia Poliacutetica la Economiacutea y la Sociologiacutea conforman el dispositivo teoacuterico e instrumental heterogeacuteneo que articula los diferentes artiacuteculos del volumen que es el resultado de una serie de intercambios acadeacutemicos realizados en el contexto del Proyecto Universitario de Historia Argentina y Latinoamericana PUHAL de Secretariacutea de la Poliacuteticas Universitarias del Ministerio de Educacioacuten de la Nacioacuten Uno de los objetivos de dicho proyecto fue el de promover la revisioacuten de procesos histoacutericos locales regionales nacionales o latinoamericanos desde una mirada interdisciplinaria actualizando la comprensioacuten de los problemas que estos conllevan ldquoLatinoameacuterica dimensiones y perspecti-vas de abordajerdquo y ldquoTemas y problemas de la Historia Argentina Miradas desde lo localrdquo son los dos ejes que agrupan las contribuciones que confor-man esta publicacioacuten

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e-bo kISBN 978-987-688-351-1

Coleccioacuten Liacuteneas del Tiempo

Transmisioacuten de restos que fulguran y resuenan en el presente revisioacuten inacabadamente criacutetica de lo acontecido reconocimiento de temporali-dades que se superponen y tensionan nomina-cioacuten de lugares en los que afinca y late la memo-ria compendio de relatos polifaceacuteticos en los que el pasado se devela y transfigura algunas (y no pocas) liacuteneas de sentido que convoca y activa la palabra historia Atendiendo a esas inflexiones esta coleccioacuten propone textos historiograacuteficos ndashque resultan de investigaciones exhaustivas y acadeacutemicamente consolidadas- en los que lo local y regional se presenta examinado por ma-trices teoacutericas y perspectivas metodoloacutegicas que discuten y polemizan con las interpretaciones oficiales y hegemoacutenicas desde la intencioacuten de pensar nuestra identidad (nacional comunita-ria) como una disputa permanente e inagotable acerca de lo que auacuten podriacuteamos llegar a ser

2018 copy UniRiacuteo editora Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto Ruta Nacional 36 km 601 ndash (X5804) Riacuteo Cuarto ndash Argentina Tel 54 (358) 467 6309 ndash Fax 54 (358) 468 0280 editorialrecunrceduar - wwwunirioeditoracomar

Primera edicioacuten agosto de 2019ISBN 978-987-688-351-1

Latinoameacuterica entre viejos y nuevos tiempos problemaacuteticas e interpretaciones de la historia americana y argentina Laura Travaglia [et al] compilado por Laura Travaglia- 1a ed - Riacuteo Cuarto UniRiacuteo Editora 2019 Libro digital PDF - (Liacuteneas del tiempo)

Archivo Digital descarga y online ISBN 978-987-688-351-1

1 Historia Argentina 2 Ameacuterica Latina I Travaglia Laura comp CDD 980

Este obra estaacute bajo una Licencia Creative Commons Atribucioacuten 25 Argentinahttpcreativecommonsorglicensesby25ardeedes_AR

Equipo Editorial

Secretaria AcadeacutemicaAna Vogliotti

DirectorJoseacute Di Marco

EquipoJoseacute Luis AmmannMaximiliano Brito

Ana Carolina SavinoLara Oviedo

Roberto GuardiaMarcela RapettiDaniel Ferniot

Uni Tres primeras letras de ldquoUniversidadrdquo Uso popular muy nuestro la Uni Universidad del latiacuten ldquouniver-sitasrdquo (personas dedicadas al ocio del saber) se contextualiza para nosotros en nuestro anclaje territorial y en la concepcioacuten de conocimientos y saberes construidos y compartidos socialmente

El riacuteo Celeste y Naranja El agua y la arena de nuestro Riacuteo Cuarto en constante confluencia y devenir

La gota El acento y el impacto visual agua en un movimiento de vuelo libre de un ldquonosotrosrdquo Conocimiento que circula y calma la sed

Consejo Editorial

Facultad de Agronomiacutea y VeterinariaProf Laura Ugnia y Prof Mercedes Ibantildeez

Facultad de Ciencias EconoacutemicasProf Nancy Scattolini y Prof Silvia Cabrera

Facultad de Ciencias Exactas Fiacutesico-Quiacutemicas y Naturales

Prof Sandra Miskoski

Facultad de Ciencias HumanasProf Gabriel Carini

Facultad de Ingenieriacutea

Prof Marcelo Alcoba

Biblioteca Central Juan FilloyBibl Claudia Rodriacuteguez y Bibl Moacutenica Torreta

Secretariacutea AcadeacutemicaProf Ana Vogliotti y Prof Joseacute Di Marco

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Iacutendice

Proacutelogo 6

Primera Parte Temas y problemaacuteticas latinoamericanos

Pueblos indiacutegenas en latinoameacuterica una mirada histoacuterico-antropoloacutegica Graciana Peacuterez Zavala Marcela Tamagnini Alicia Lodeserto y Ernesto Olmedo 10

ldquoAmeacutericardquo entre el estigma de la dominacioacuten y el enigmadel descubrimiento Liliana Formento 44

Algunos planteos para comprender la presencia del negro en Ameacuterica Laura Travaglia 72

Resistencias rebeliones y milenarismos de los pueblos americanos durante la ocupacioacuten espantildeola las guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana Noelia Kaufman 103

La reforma de 1918 en su dimensioacuten histoacuterica Osvaldo Emilio Prieto 132

Segunda parte Temas y problemas de la Historia ArgentinaMiradas desde lo local

Agentes econoacutemicos en el modelo ISI una mirada historiograacuteficaMoacutenica Analiacute Re Moacutenica Donadoni Analiacutea EmiliozziGabriela Trucco y Elena Cagnolo 164

Las organizaciones sociales en la Argentina contemporaacutenea Aproximacioacuten desde el campo historiograacutefico y socio-poliacuteticoCelia Basconzuelo 185

La historia local entre la indiferencia el disentildeo global y la significatividad de lo diferente Mariacutea Rosa Carbonari 198

Centralizacioacuten poliacutetico-administrativa y autonomiacutea municipal durante el peronismo histoacuterico Rebeca Camantildeo Semprini 215

La migracioacuten boliviana en la ciudad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba Argentina Mariacutea Alejandra Bettera y Mariacutea Fabiana Hildmann 227

Autores 246

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Proacutelogo

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El presente volumen integra una obra surgida en el marco de la compilacioacuten denominada ldquoLatinoameacuterica entre viejos y nuevos tiemposrdquo a instancias del Proyecto Universitario de Historia Argen-tina y Latinoamericana PUHAL El mismo estaacute radicado en la pro-gramacioacuten del componente 1- Formacioacuten cuyo objetivo estaacute dirigi-do a apoyar reflexionar dimensionar problemaacuteticas en las Caacutetedras de Historia Argentina y Latinoamericanas que promuevan a traveacutes de diversos contenidos la revisioacuten de procesos histoacutericos locales re-gionales nacionales o latinoamericanos desde una mirada plural y multidisciplinaria

En este sentido se ha llevado adelante un intenso programa de reflexioacuten y debate conjuntamente con el Centro de Investigacio-nes Histoacutericas que incluyeron 1 - Ciclo de formacioacuten y extensioacuten ldquoPensar la Democracia a treinta antildeos de su recuperacioacuten iquestqueacute Democracia pensamos iquestQueacute Democracia tenemos 2 - Jornadas Bicentenario ldquoProblemaacuteticas fundacionales de la identidad lati-noamericanardquo 3 - Taller efemeacuterides 12 de octubre como memoria del poder 4 -Jornadas de Historia Regional En tales eventos se pro-fundizaron problemaacuteticas poliacuteticas sociales econoacutemicas culturales etc planteadas desde visiones teoacutericas metodoloacutegicas y poliacuteticas en gran parte divergentes las que se han traducido en una profusa bibliografiacutea histoacuterica econoacutemica y socioloacutegica Por ello el objetivo de actualizar una compresioacuten afinada de estos problemas constitu-yoacute una herramienta fundamental que no solo redundoacute en un ma-yor conocimiento de los temas sino ademaacutes dotoacute de la posibilidad de reflexionar sobre la naturaleza de los procesos histoacutericos latinoa-mericanos y argentinos -histoacutericos y actuales- desde las caacutetedras asiacute como participar activamente de las instancias acadeacutemicas abo-nando las interpretaciones del pasado y los rumbos del presente

Los autores involucrados en el presente volumen nos presen-tan dada la heterogeneidad de sus especializaciones una multiplici-dad de liacuteneas de interpretacioacuten sobre las que se estaacute trabajando en algunos casos problemas interrogantes para ser tenidas en cuenta en abordajes futuros Fundamentalmente el hilo conductor de este volumen es convertir en material de consulta y actualizacioacuten para los estudiantes de las carreras involucradas los presentes artiacuteculos

Las caacutetedras a partir de las cuales se reflexiona pertenecen al Departamento de Historia al Departamento de Geografiacutea de la Facultad de Ciencias Humanas y a la Facultad de Ciencias Econoacutemi-

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cas Respecto del Departamento de Historia participan las siguien-tes Caacutetedras 1- Historia Americana y Argentina Colonial (6696) 2- Historia Americana Crisis y Organizacioacuten (1810-1930)(6700) 3- Historia Americana Actual (6706) 4- Historia Argentina Actual 5- Historia Argentina de la Criolla a la aluvial 6- Introduccioacuten a la His-toria y a las Ciencias Sociales (6680) del Departamento de Geografiacutea 1- Geografiacutea Humana Argentina (6787) 2- Geografiacutea de Ameacuterica Latina (6791) y de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas 1- Historia Econoacutemica y Social Argentina

En torno a los ejes planteados (Temas y problemaacuteticas lati-noamericanas y Temas y problemaacuteticas argentinas) se presentan trabajos que no necesariamente se inscriben en planteamientos transversales maacutes bien docentes y alumnos han planteado temaacute-ticas particulares con el objetivo de enriquecer algunos contenidos puntuales de las respectivas caacutetedras Por tanto la heterogeneidad y diversidad temaacutetica marcan el presente volumen

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Primera Parte

Temas y problemaacuteticas latinoamericanos

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Pueblos indiacutegenas en latinoameacuterica

una mirada histoacuterico-antropoloacutegica

Graciana Peacuterez Zavala ndash Marcela Tamagnini

Alicia Lodeserto ndash Ernesto Olmedo

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A Ana Mariacutea Rocchietti

nuestra maestra

A manera de introduccioacutenEl poblamiento del continente americano es muy antiguo Actual-mente se reconoce que sus primeros habitantes llegaron hace por los menos 14000 antildeos Provenientes de la lejana Siberia ingresaron por Beringia una regioacuten que por entonces se encontraba cubierta por los hielos de los glaciares Lentamente se desplazaron hacia el sur por tierra o siguiendo la liacutenea de la costa paciacutefica poblando los maacutes variados ecosistemas Hace unos 10000 antildeos ya habiacutean llega-do a Tierra del Fuego en el extremo maacutes austral del continente

La discusioacuten sobre las caracteriacutesticas y particularidades de este proceso no estaacute saldada La arqueologiacutea documentoacute que esos hombres colonizaron los espacios maacutes remotos del continente y que se dedicaron a la caza la pesca y la recoleccioacuten conviviendo en ciertos casos con especies animales que luego se extinguieron como por ejemplo mamuts o gliptodontes seguacuten las regiones Maacutes tarde fueron cazadores de neofauna En algunas regiones como Mesoameacuterica y los Andes Centrales experimentaron con el cultivo de plantas (maiacutez papas etc) y la domesticacioacuten deanimales (cameacute-lidos) alcanzando a su vez un importante desarrollo urbaniacutestico Al momento de la llegada de los espantildeoles a Ameacuterica los mayas los aztecas y los incas contaban con un alto grado de jerarquizacioacuten social Basados en un complejo sistema de tributo que incluiacutea la re-ciprocidad y la redistribucioacuten habiacutean extendido su control sobre otros pueblos y geografiacuteas

A fines del siglo XV la conquista europea modificoacute radical-mente la fisonomiacutea de estas poblaciones La administracioacuten colo-nial incorporoacute muy tempranamente a los grupos maacutes jerarquizados a traveacutes de la encomienda la mita o las reducciones religiosas Al decir de Levaggi (2000) raacutepidamente se convirtieron en ldquoindiacutegenas sometidosrdquo o ldquosuacutebditosrdquo En el otro extremo los ldquoindiacutegenas libres o soberanosrdquo opusieron una tenaz resistencia impidiendo la ocu-pacioacuten de sus territorios por parte de los conquistadores europeos Las fronteras con los chichimecas (Meacutexico) y con los araucanos en el Biacuteo Biacuteo (Chile) fueron la expresioacuten maacutes acabada de este uacuteltimo proceso A su vez las poblaciones nativas que viviacutean en geografiacuteas

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impenetrables o escasamente productivas para los europeos (como las de la regioacuten amazoacutenica) siguieron otro derrotero adquiriendo en su transcurso cierta independencia poliacutetica y territorial

Entre las uacuteltimas deacutecadas del siglo XIX y las primeras del XX todos los grupos que se manteniacutean soberanos fueron derrotados en forma violenta y desalojados de sus tierras por las acciones lleva-das a cabo por los Estados nacionales que buscaban delimitar sus territorios Las regiones de ldquofrontera con el indiordquo fueron desarti-culadas con la consiguiente transformacioacuten de los viacutenculos intereacutet-nicos Pese a ello este sustrato histoacuterico continuacutea en la memoria y explica la pervivencia de la etnicidad como problema socio poliacutetico muchas veces ligada al prejuicio racial y a una estructura socio-eco-noacutemica desigual

A lo largo del siglo XX las sociedades indiacutegenas1 fueron es-tudiadas por diferentes disciplinas dentro de las cuales se desta-can la Antropologiacutea la Arqueologiacutea la Historia y la Etnohistoria A continuacioacuten efectuamos una breve reflexioacuten sobre el modo en que las abordaron y luego analizamos las trayectorias de algunos pueblos indiacutegenas que ilustran las nociones teoacutericas formuladas por las mismas Los ejemplos seleccionados corresponden a poblaciones indiacutegenas que hemos investigado a lo largo de varios antildeos en clave histoacuterica etnohistoacuterica antropoloacutegica y etnograacutefica

Sociedades indiacutegenas y produccioacuten cientiacuteficaTradicionalmente las sociedades indiacutegenas fueron consideradas un obstaacuteculo para la conformacioacuten de las modernas sociedades latinoa-mericanas razoacuten por la cual muy pronto se convirtieron en objeto de estudio de diferentes disciplinas Ya en el siglo XVI los espantildeoles que tomaron contacto con ellas dejaron cuidadosas observaciones sobre la forma de vida de los grupos nativos con los que entraban en contacto Dentro de los cronistas de Indias se destacaron tambieacuten

1 La denominacioacuten de ldquoindiordquo o ldquoindiacutegenardquo otorgada a todas las sociedades del ldquonuevo continenterdquo fue parte del proceso de sometimiento que unificoacute a pue-blos que se concebiacutean como diferentes y muchas veces como opuestos Despueacutes de cinco siglos y al calor de numerosas discusiones algunas organizaciones indiacutegenas resignificaron el teacutermino considerando que es el que mejor pone al descubierto sus procesos de resistencia y de lucha poliacutetica ante la dominacioacuten europea y los Esta-dos nacionales En palabras de una dirigente indiacutegena ldquoIndio fue el nombre con que nos sometieron Indios seraacute el nombre con el que nos liberaremosrdquo (Domitila Quispe Peruacute 1922 en Alboacute 2003 p 99)

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algunos misioneros que dejaron un profuso registro etnograacutefico so-bre su exotismo Hacia mediados del siglo XIX las indagaciones se volvieron maacutes sistemaacuteticas ofreciendo definiciones argumentos y marcos de anaacutelisis de gran valor explicativo Ello fue de la mano de la delimitacioacuten de los campos de estudio de las disciplinas tal como hoy las concebimos El eurocentrismo propio de la produccioacuten de estos saberes hizo que las sociedades ldquono occidentalesrdquo incluidas las indiacutegenas fueran concebidas como ldquosimplesrdquo y ldquoahistoacutericasrdquo es decir carentes de instituciones poliacuteticas (sin Estado) econoacutemicas (sin propiedad sin mercado yo predadoras) y sociales (sin leyes y religioacuten) y por tanto como sociedades estaacuteticas Mientras la eco-nomiacutea la sociologiacutea la historia y la geografiacutea se focalizaron en las ldquosociedades complejasrdquo ligadas a los procesos de industrializacioacuten impulsados por Europa la antropologiacutea se ocupoacute de caracterizar a las sociedades indiacutegenas desde una mirada de unicidad y totalidad (Cfr Wallerstein 2006)

Hacia mediados del siglo XX y a la luz de los procesos de des-colonizacioacuten asiaacutetica y africana comenzoacute a ponerse en cuestioacuten el rol colonialista de la antropologiacutea y el denominado ldquoeurocentrismo cientiacuteficordquo (Grimson etal 2011) Desde entonces fue mucho lo que se avanzoacute en el estudio de las poblaciones indiacutegenas pero su histo-ricidad sigue siendo relegada Veamos ahora cuaacuteles son las discipli-nas que maacutes se han ocupado de estas sociedades

Antropologiacutea del colonialismo al reconocimiento de los derechos culturalesDesde fines del siglo XIX y hasta la deacutecada de 1970 aproximada-mente el estudio de las sociedades indiacutegenas fue de competencia casi exclusiva de la Antropologiacutea cuyo desarrollo acompantildeaba los procesos de expansioacuten colonial Por entonces los antropoacutelogos esta-ban preocupados por la cultura de los llamados ldquopueblos primitivosrdquo procurando identificar sus caracteriacutesticas ldquooriginalesrdquo y ldquoauteacutenticasrdquo En este sentido las relaciones de contacto eran pensadas en base a riacutegidos dualismos indio aculturado vs indio puro aculturacioacuten vs resistencia cultural estructura cultural vs procesos histoacutericos (de Almeida 2010 pp 15-16)

Seguacuten Ratier y Ringuelet (1997) en el caso de la Argentina en un primer momento el intereacutes antropoloacutegico se vinculoacute a los ldquoindios

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muertosrdquo es decir los ldquouacutenicos buenos seguacuten el credo racistardquo La dis-cusioacuten sobre los oriacutegenes del hombre y la influencia de las Ciencias Naturales contribuyoacute a que los antropoacutelogos de inicios del siglo XX se focalizaran en la identificacioacuten eacutetnica de los grupos que poblaban el actual territorio argentino prestando especial atencioacuten a su fe-notipo y ubicacioacuten temporal en especial los de tiempos remotos En ese marco la arqueologiacutea aportoacute en la buacutesqueda de los rastros de los ldquoprimeros hombresrdquo del suelo americano

Ya para mediados del siglo XX la antropologiacutea en su vertien-te cultural etnograacutefica y especialmente folkloacuterica abordoacute el estu-dio de las formas de vida de las poblaciones indiacutegenas Entre otros toacutepicos prestoacute atencioacuten a la economiacutea las formas de organizacioacuten poliacutetica y social el arte la religioacuten y el lenguaje buscando la compa-racioacuten entre grupos y el registro detallado de poblaciones extintas o en camino a ello Los enfoques culturalistas no se interesaron por los cambios protagonizados por estas poblaciones siendo rebatidos posteriormente por sus abordajes ahistoacutericos Sus conceptualizacio-nes de la identidad y la cultura contribuyeron ademaacutes a cosificar a los grupos humanos (Cf Grimson 2010)

Los procesos de descolonizacioacuten post Segunda Guerra Mun-dial y las discusiones sobre el desarrollo y migraciones ldquointernasrdquo que trasformaron la fisonomiacutea regional de los paiacuteses latinoamerica-nos impactaron en los estudios antropoloacutegicos A partir de la deacutecada de 1960 se inicioacute un debate en torno a la vinculacioacuten entre etnicidad y clase social el cual recuperaba los dilemas entre poblaciones ur-banasrurales yo modernastradicionales Como corolario de estas discusiones un conjunto de antropoacutelogos firmoacute la ldquoDeclaracioacuten de Barbadosrdquo (1971) en la cual la antropologiacutea asumiacutea que habiacutea tenido un rol funcional a los procesos de dominio de las poblaciones indiacute-genas Igual responsabilidad se le asignoacute a los Estados y a la Iglesia Catoacutelica

Las investigaciones de fines del siglo XX y de inicios del XXI presentan un abanico temaacutetico difiacutecil de sintetizar destacaacutendose entre otros toacutepicos los estudios sobre las economiacuteas domeacutesticas los procesos de ciudadaniacutea la condicioacuten sanitaria y la educacioacuten in-tercultural bilinguumle Como teloacuten de fondo de todos ellos aflora la discusioacuten sobre los procesos de etnogeacutenesis y reemergencia eacutetnica en los contextos de Estados nacionales que reconocen (en los pape-les maacutes que de hecho) la diversidad identitaria de las poblaciones

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bajo su potestad La antropologiacutea contemporaacutenea tambieacuten estaacute maacutes centrada en el presente histoacuterico relacionado con la etnografiacutea en especial en espacios rurales o en aacutereas perifeacutericas de las ciudades latinoamericanas

Arqueologiacutea del coleccionismo a las restitucionesEn estrecha relacioacuten con el devenir de la antropologiacutea la arqueolo-giacutea se dedica al estudio de las culturas o pueblos del pasado a partir de sus restos materiales En los primeros tiempos su praxis se vin-culoacute con la buacutesqueda hallazgo y tenencia de materiales definidos como exoacuteticos en tanto perteneciacutean a mundos culturales o socieda-des de otros lugares u otros tiempos Al calor de su desarrollo se ori-ginaron colecciones de anticuarios y se comercializaron diferentes bienes culturales (tejidos joyas ceraacutemicas etc) de sociedades como los mayas aztecas o incas Hacia mediados del siglo XIX se conso-lidoacute la arqueologiacutea como disciplina cientiacutefica con una metodologiacutea especiacutefica (prospecciones y excavaciones sistemaacuteticas anaacutelisis de laboratorio y datacioacuten)

En el continente americano la arqueologiacutea se centroacute en anaacute-lisis de los restos materiales de las sociedades indiacutegenas A finales del siglo XIX los naturalistas (formados en Europa) tipificaron y cla-sificaron formas y estilos culturales a partir de la impronta de los diferentes objetos hallados Realizaron asiacute una variedad de caracte-rizaciones de culturas regionales asociadas a diferentes respuestas y adaptaciones al entorno natural

En la Argentina los espacios emblemaacuteticos de estas primeras investigaciones fueron el Museo de Ciencias Naturales de La Pla-ta y el Instituto Nacional de Antropologiacutea de Buenos Aires En el primero se depositaron ademaacutes de los artefactos culturales restos oacuteseos provenientes de las expediciones punitivas sobre el territo-rio pampeano patagoacutenico y chaquentildeo Por ejemplo el craacuteneo del cacique ranquel Panghitruz Gneumlr (Mariano Rosas) permanecioacute en dicho Museo hasta junio de 2001 En esta fecha fue colocado en un Mausoleo en Lebucoacute (provincia de La Pampa) bajo custodia de sus descendientes contemporaacuteneos

El caso mencionado se inscribe en un profundo debate inicia-do a finales del siglo XX en torno de los hallazgos (especialmente

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los funerarios) y su destino Asiacute mientras un gran nuacutemero de ar-queoacutelogos sostienen que los restos culturales y oacuteseos deben estar alojados en lugares ligados al entorno cientiacutefico (para potenciar su conocimiento) otros consideran que su posesioacuten y estudio debe es-tar supeditado a normativas eacuteticas y al intereacutes de las comunidades involucradas En tal sentido para los representantes indiacutegenas lo que corresponde es su restitucioacuten2

Actualmente la arqueologiacutea ha ampliado su objeto de estudio en procura de un conocimiento maacutes global de la experiencia hu-mana En ese marco busca responder a cuestiones vinculadas con la organizacioacuten y explotacioacuten del entorno alimentacioacuten creencias comunicacioacuten y el cambio social (Renfrew y Bahn 1998) Para dar respuesta a estos problemas el conocimiento arqueoloacutegico se nutre del aporte de disciplinas complementarias Sus teoriacuteas meacutetodos y teacutecnicas proveen informacioacuten cada vez maacutes precisa sobre los atri-butos de los objetos hallados en cada contexto arqueoloacutegico

Historia del devenir atemporal al reconocimiento de la historicidadEn tanto disciplina la historia ocupa un lugar privilegiado en los procesos de construccioacuten estatal Por ello en diferentes paiacuteses la-tinoamericanos (por ejemplo Meacutexico y Peruacute) se elaboroacute una ima-gen idealizada de los pobladores indiacutegenas (Quijada et al 2000) En cambio la produccioacuten historiograacutefica argentina sumamente anclada en la matriz ideoloacutegica del Estado nacional tendiacutea a omitir la etnicidad la historia y el accionar poliacutetico de las poblaciones indiacute-genas Las que habiacutean sido afectadas por el reacutegimen colonial fueron concebidas como criollas yo argentinas en tanto que los grupos sometidos a fines del siglo XIX de Pampa Patagonia y Gran Chaco primero fueron vistos como ldquosalvajesrdquo (y por tanto sin historia) y luego como extintos Ademaacutes en los casos en los que la historia se ocupoacute de los indiacutegenas lo hizo de manera tangencial poniendo maacutes bien su foco en lo acontecido del lado cristiano

En la deacutecada de 1980 comenzoacute una renovacioacuten historiograacutefica que permitioacute elaborar perspectivas alternativas relacionadas con el aacutembito de la etnohistoria y la arqueologiacutea tratando de revisar y

2 Esta uacuteltima discusioacuten es de iacutendole eacutetica Veacutease Declaracioacuten de Riacuteo Cuarto 2005 (Olmedo y Ribero 2007)

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cuestionar los antiguos estereotipos Este replanteo supuso un gran desafiacuteo desde y para el campo de la historia porque se avanzoacute en la superacioacuten de la mirada tradicional fuertemente marcada por las fronteras poliacuteticas de los Estados nacionales Las vertientes ligadas a la historia social la historia regional y los estudios de grupos sub-alternos fueron las que maacutes se acercaron al devenir de los indiacutegenas Sin embargo queda auacuten mucho camino por recorrer en el desafiacuteo por superar lo que Rauacutel Mandrini (2007) definioacute como la ldquoincomodi-dadrdquo que el problema indiacutegena produce entre los historiadores

Etnohistoria de la agrafiacutea a la autoriacuteaLa Etnohistoria es un aacuterea del saber que se constituyoacute en la perife-ria de la historia y de la antropologiacutea y que por ende se nutre de los problemas metodologiacuteas y teacutecnicas de investigadores que recorrie-ron el camino de la historia como de aquellos que se formaron en el marco de la antropologiacutea El primero en aludir a esta disciplina fue Clark Wissler en Estados Unidos quien pensaba que si bien el objeto de estudio de la Etnologiacutea eran los pueblos sin escritura no por ello debiacutea utilizar exclusivamente meacutetodos indirectos de inves-tigacioacuten Los etnoacutelogos tambieacuten podiacutean valerse de meacutetodos directos apelando a la documentacioacuten de archivo que se habiacutea generado en las diferentes etapas de contacto con las tribus indiacutegenas en espe-cial por las autoridades gubernamentales las oacuterdenes misioneras y las compantildeiacuteas comerciales

En la Argentina3 las primeras investigaciones de caraacutecter et-nohistoacuterico coinciden con el retorno a la democracia en 1983 foca-lizaacutendose tanto en poblaciones ligadas al sistema de encomiendas como a las fronteras militares con el territorio indiacutegena Sus plan-teos tienen en comuacuten la puesta en evidencia de la capacidad de ac-cioacuten poliacutetica (y de resistencia) de las sociedades indiacutegenas frente a los Estados coloniales provinciales y nacional Al mismo tiempo dan cuenta de la pervivencia de estas poblaciones siendo actual-mente la conceptualizacioacuten del genocidio indiacutegena uno de los pun-tos de mayor discusioacuten

El alcance de la etnohistoria contemporaacutenea variacutea seguacuten los autores pudiendo ser definida como una disciplina independiente

3 Un proceso historiograacutefico similar tuvo lugar en Chile

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un meacutetodo renovado de la historia o de la antropologiacutea (antropo-logiacutea histoacuterica) un enfoque particular de la antropologiacutea que re-conoce expliacutecitamente la perspectiva histoacuterica una historia de los indiacutegenas o finalmente una fusioacuten de historia y antropologiacutea (San-tamariacutea 1985)

La etnohistoria se nutre tambieacuten de los aportes de disciplinas sumamente diversas como la literatura la linguumliacutestica la geografiacutea el arte la muacutesica entre otras Finalmente las investigaciones surgi-das de la confluencia de estos campos de conocimiento estaacuten contri-buyendo a revertir la nocioacuten de agrafiacutea asignada a las poblaciones indiacutegenas Los etnohistoriadores no solo reconocen indicios de la historicidad de estos pueblos en documentos de archivos sino que tambieacuten ldquodescubrenrdquo escritos de su autoriacutea4 La memoria histoacuterica recuperada a traveacutes de entrevistas tambieacuten constituye un aporte en esta direccioacuten

Algunos conceptos claves para el estudio de sociedades indiacutegenasLos recorridos disciplinares mencionados se sustentan en una serie de conceptos que permiten abordar (de manera analiacutetica) a las so-ciedades indiacutegenas A continuacioacuten resentildeamos los maacutes significati-vos haciendo la aclaracioacuten que corresponden a una siacutentesis acotada de discusiones de deacutecadas

El grupo eacutetnico es una comunidad definida a partir de la con-fluencia de tres componentes un fenotipo determinado una len-gua propia y una historia comuacuten Este teacutermino tan caro a la antro-pologiacutea fue acuntildeado por el antropoacutelogo Fredrick Barth (1969) para dar cuenta de los viacutenculos de solidaridad e identidad de conjuntos sociales ligados por componentes comunes La adscripcioacuten es una variable central para los grupos eacutetnicos porque remite al modo en que la gente se define como tal y a la vez se diferencia de otros En consecuencia ninguacuten grupo puede ser analizado sin la presencia de otro que actuacutea como su opuesto

4 La localizacioacuten desclasificacioacuten anaacutelisis y publicacioacuten de corresponden-cia indiacutegena del aacuterea ldquoarauco-pampeana-norpatagoacutenicardquo (Bechis 1984) han enri-quecido tambieacuten los estudios sobre los procesos fronterizos argentinos y chilenos Veacutease por ejemplo Tamagnini 2011 [1994] y 2015

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El concepto sirvioacute tambieacuten para separar a la antropologiacutea de su viacuten-culo con el teacutermino raza puesto en cuestionamiento en la primera mitad del siglo XX y estrechamente ligado a un componente bio-loacutegico En cambio la nocioacuten de etnia posee una base estrictamen-te social razoacuten por la cual se encuentra asociada al teacutermino grupo Seguacuten Cardoso de Oliveira en la etnia opera ldquola lsquogramaacutetica de un lenguaje social capaz de orientar a los agentes ndashsubliminalmentendash en la situacioacuten intereacutetnicardquo (Cardoso de Oliveira 2007 pp 149-176)

Algunos autores latinoamericanos complejizaron el concep-to de grupo eacutetnico a traveacutes de su articulacioacuten con el materialismo histoacuterico Al hacer este cruce los colectivos eacutetnicos dejaron de ser pensados como ldquoesencias abstractasrdquo para ser puestos en el marco de relaciones de produccioacuten capitalista En consecuencia la proble-maacutetica de la etnicidad quedoacute atravesada por la de las clases sociales y por las relaciones entre las poblaciones ancladas en los Estados nacionales latinoamericanos Los teacuterminos contacto conflicto y friccioacuten intereacutetnica sirvieron para analizar los viacutenculos entre etnias diferentes teniendo en cuenta los procesos de subordinacioacuten y re-sistencia

A la luz de este marco interpretativo muchos antropoacutelogos revisaron la forma de categorizar a las poblaciones bajo estudio y precisar los conceptos empleados En esta liacutenea se inscribe la pro-blematizacioacuten sobre la relacioacuten etnia y nacioacuten Bartolomeacute afirma que el vocablo nacioacuten evidencia un conjunto de atributos de indu-dable relacioacuten estructural con el concepto de etnia (1985 p 10) Las etnias y las naciones seriacutean momentos poliacutetico-organizativos y no tipos diferenciados Mientras la etnia seriacutea un tipo de organizacioacuten poliacutetica la nacioacuten pretenderiacutea el cumplimiento de objetivos puacutebli-cos y especialmente seriacutea el resultado de la eleccioacuten coyuntural de uno o maacutes elementos para fundar la naturaleza de una comunidad poliacutetica

En paralelo con dicha argumentacioacuten Diacuteaz Polanco postula que la etnicidad puede ser el sustento tanto de las etnias como de las nacionalidades La etnia abarca un fenoacutemeno de identidad restrin-gido a ciertos grupos constitutivos de una clase social En cambio el fenoacutemeno nacional involucra una estructura de clases sociales en la que sus relaciones asimeacutetricas producen ciertas solidaridades que posibilitan el desarrollo de una identidad caracterizada por su naturaleza poliacutetica En consecuencia el surgimiento de un proyecto

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nacional suele ser resultado del accionar de una clase o una alianza de ellas que promueve por necesidad econoacutemica y poliacutetica la for-macioacuten de la identidad nacional y la concrecioacuten de un proyecto de autodeterminacioacuten que implica a su vez la anulacioacuten de otra nacio-nalidad (Diacuteaz Polanco 1988 pp 26-28)

Estas nociones no solo fueron pensadas para emplearse en el campo acadeacutemico sino que tambieacuten tuvieron un impacto importan-te en las poliacuteticas de los Estados latinoamericanos respecto de sus poblaciones ldquotradicionalesrdquo yo ldquodescendientesrdquo Indianismo indige-nismo pluralismo cultural multiculturalismo e interculturalidad son expresioacuten de ello

En los uacuteltimos treinta antildeos de la historia mundial el fenoacute-meno de interconexioacuten e interdependencia planetaria conocido como globalizacioacuten puso en vinculacioacuten culturas diversas y lejanas En ese sentido la preocupacioacuten acadeacutemica y poliacutetica por resolver sus relaciones sin negarlas se volvioacute central La interculturalidad es parte de ese proceso Se trata de una nocioacuten filosoacutefica y poliacutetica que en principio se nutre de la filosofiacutea habermasiana que sostiene que las relaciones de poder son dialoacutegicas y que el consenso es una resultante de la comunicacioacuten humana De esta manera la inter-culturalidad se presenta como una interaccioacuten dialoacutegica entre cul-turas basada en el reconocimiento la tolerancia y el respeto mutuo Los organismos internacionales toman este concepto para moderar la relacioacuten entre culturas en una eacutepoca de globalizacioacuten Mientras un pensador como Samuel Huntington (2001) postulaba el ldquoChoque de Civilizacionesrdquo la Organizacioacuten de las Naciones Unidades (ONU) concebiacutea la interculturalidad como relacioacuten armoacutenica En Ameacuterica Latina en cambio el concepto tomoacute un tono criacutetico para aludir a una interaccioacuten basada en la diferencia cultural pero sin descono-cer que al mismo tiempo es una relacioacuten de fuerza de poder Asiacute entonces la interculturalidad puede volverse poliacutetica de las cultu-ras antes marginadas y sin poder en el Estado (ya sea por procesos de dominacioacuten colonial o de clases) Ello convierte a la intercultura-lidad en un instrumento para otorgar poder a las culturas indiacutegenas en el continente

En el presente la mayoriacutea de los Estados latinoamericanos aceptan que la diversidad cultural es una caracteriacutestica central de sus poblaciones Inclusive desde la deacutecada de 1980 y en el marco de las reformas constitucionales postdictaduras reconocen la pre-

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existencia de las poblaciones indiacutegenas En este sentido se fue con-solidando un discurso que asume el principio intercultural como bandera de reconocimiento (en especial en el plano de la educacioacuten bilinguumle) Sin embargo las condiciones estructurales es decir los derechos territoriales no ofrecen signos de modificaciones sustan-tivas Ello tiene que ver con el hecho de que los Estados siguen pen-saacutendose como nacionales

La excepcioacuten a este proceso es Bolivia en donde el denomi-nado Estado Plurinacional reconoce la potencia poliacutetica de la etnia tornaacutendola etnicidad Asiacute mientras el Estado-Nacioacuten homogeneiza la cultura (ya sea por exclusioacuten exterminio o asimilacioacuten) el Estado Pluricultural desmitifica la uniformidad y reconoce la existencia de la nacioacuten plurieacutetnica El Estado Plurinacional advierte la relacioacuten de poder entre culturas y postula invertirla llevando a las naciones indiacutegenas a la hegemoniacutea del Estado (Garciacutea Linera 2014)

Los pueblos indiacutegenas en Ameacuterica Latina trayectoriasEn este apartado presentamos a manera de ejemplos las trayecto-rias de algunos colectivos indiacutegenas teniendo en cuenta sus derro-teros ante los Estados coloniales y nacionales

De Tiahuanaco al Estado Plurinacional boliviano5

Bolivia es en la actualidad un paiacutes mediterraacuteneo en el centro de Ameacuterica de Sur geograacuteficamente bien delimitado por la cordillera de los Andes ndashque lo atraviesa de norte a surndash la cuenca del Plata y la amazoacutenica Si bien su ubicacioacuten lo coloca como una regioacuten de ca-raacutecter semitropical su poblacioacuten se concentra fundamentalmente y desde tiempos prehispaacutenicos en la franja de montantildeas valles y mesetas altiplaacutenicas que dibuja la topografiacutea quebrada de los Andes

En el pasado fue sede de una gran civilizacioacuten de agricultores y alfareros conocida como Tiahuanaco en el sur del lago Titicaca

5 El presente apartado recupera registros de trabajo de campo histoacuterico-an-tropoloacutegicos en Bolivia realizados en los antildeos 2016 y 2017 por Alicia Lodeserto el marco del Proyecto ldquoLuchas y Luchadoresrdquo Universidad Nacional de Riacuteo CuartondashUniversidad Nacional de Rosario (dirigido por la Dra Ana Mariacutea Rocchietti) y de la tesis en curso del Doctorado en Desarrollo Territorial (Facultad de Ciencias Econoacute-micas UNRC)

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cuya influencia cultural parece haberse expandido por las regiones de los altos los valles y las costas Luego de su declive posiblemente hacia el 1200 dC el altiplano fue dominado por pueblos de habla aymara poliacuteticamente organizados en reinos independientes con jefaturas locales y regionales Sumamente guerreros y econoacutemica-mente potentes desarrollaron un complejo sistema de integracioacuten vertical de sistemas micro-ecoloacutegicos basado en la produccioacuten agriacute-cola y en un intercambio (no mercantil) ligado al parentesco y las obligaciones laborales (Klein 2015)

La expansioacuten de los Incas en la segunda mitad del siglo XV los subordinoacute convirtiendo al territorio aymara en una provincia del Imperio Inca nombrada como Collasuyo Los Incas del Peruacute modifi-caron poco la organizacioacuten social econoacutemica y poliacutetica de los reinos aymaras pero la aprovecharon para colonizar los valles usufruc-tuar su riqueza con mano de obra servil y tambieacuten para detener la amenaza de nacionalidades del oriente amazoacutenico (especialmente guaraniacutees y chiriguanos) dispuestas a ocupar el Collasuyo (Anteza-na 2014)

Los conquistadores espantildeoles llegados al altiplano sur halla-ron un territorio de enorme riqueza econoacutemica y muy densamen-te poblado En 1538 Hernando y Francisco Pizarro entraron en el altiplano sur al que llamaron Charcas o Alto Peruacute y establecieron dos centros urbanos importantes Chuquisaca (hoy Sucre) y Poto-siacute En los siguientes dos antildeos los espantildeoles ocuparon la regioacuten del Chaco hasta el riacuteo Paraguay y la de los llanos amazoacutenicos pobladas por chiquitanos y moxentildeos La colonizacioacuten espantildeola definioacute asiacute las fronteras del Alto Peruacute su configuracioacuten eacutetnica entre aymaras del altiplano quechuas de los valles y pueblos selviacutecolas de la Ama-zoniacutea Tambieacuten delineoacute su desarrollo econoacutemico basado en la indus-tria minera de la plata la integracioacuten del mercado agriacutecola indiacutegena con el espantildeol y la explotacioacuten de la mano de obra mediante la mita la encomienda y a partir de la segunda mitad del siglo XVI el pon-gaje o trabajo de servidumbre en las haciendas

La independencia del Alto Peruacute en 1825 posibilitoacute la constitu-cioacuten de la Repuacuteblica de Bolivia pero no significoacute la inmediata elimi-nacioacuten de las estructuras coloniales que perduraron hasta la Refor-ma Agraria ejecutada por el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario en 1953 Luego de la mexicana (primera mitad del siglo XX) ella concreta una de las experiencias de transformacioacuten

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de las estructuras socioeconoacutemicas maacutes importantes en Ameacuterica Latina redistribuye las tierras del antiguo latifundio de proceden-cia colonial y establece la abolicioacuten de la servidumbre indiacutegena ru-ral Mientras en las regiones del Altiplano y los Valles se redujo la hacienda en pos de la propiedad comunitaria familiar y de pequentildea empresa en el oriente amazoacutenico se dio impulso a la expansioacuten de la hacienda

En un ensayo de 2012 el socioacutelogo mexicano y especialista en desarrollo rural Armando Bartra sostiene que los campesinos latinoamericanos son campesino-indio o en sus propias palabras campesinindios Es decir para Bartra los campesinos en nuestro continente son producto del capitalismo globalizado y la resistencia a eacutel pero tambieacuten de un trasfondo histoacuterico arraigado en el some-timiento colonial y sus instituciones Asiacute comparten un lugar en la estructura socioeconoacutemica un ethos milenario definido por la comunidad agraria y una sentildea identitaria configurada por la india-nidad (Bartra 2012)

Bolivia es un caso paradigmaacutetico en este sentido puesto que tanto las comunidades rurales del altiplano como los pueblos del oriente cuya subsistencia depende de los recursos del bosque ama-zoacutenico reivindican su identidad indiacutegena en referencia a su vincu-lacioacuten con la produccioacuten y el producto de la tierra De modo que en Bolivia por lo menos cuestioacuten indiacutegena y cuestioacuten agraria son las caras de una misma moneda Por esta razoacuten tal vez en este paiacutes el campesino indiacutegena ndashaunque tambieacuten el minero indiacutegenandash ha sido siempre un sujeto insurrecto

La persistencia de la rebelioacuten campesina y obrera puede mos-trarlo Esta es tierra del cacique aymara Tupac Katari en la rebelioacuten indiacutegena contra el orden colonial en 1781 de Zaacuterate Willka liacuteder comunero en la Guerra Federal de 1898 de Juan Lechin Oquendo Secretario General de la Central Obrera Boliviana y activista fun-damental en la Revolucioacuten de 1952 asiacute como tambieacuten de la gue-rrilla Ntildeancahuazuacute comandada por el ldquoCherdquo Guevara en 1966 En el campo seraacuten fundamentales la rebelioacuten de Machaca en 1920 la de Chayanta en 1927 los motines contra las formas de trabajo en la hacienda en Cochabamba producieacutendose en 1947 el levantamien-to campesino maacutes importante del siglo XX que impulsa la Reforma Agraria de 1953

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En este marco el sindicalismo obrero y campesino es un protagonis-ta fundamental de la historia contemporaacutenea de Bolivia la Central Obrera Boliviana nucleoacute al movimiento de mineros fundamental-mente en la deacutecada del 70 del siglo XX y la Central Sindical Uacutenica de Trabajadores Campesinos de Bolivia lideroacute la movilizacioacuten cam-pesina-indiacutegena desde su fundacioacuten en 1979 hasta el presente Por su parte la corriente de pensamiento indianista a partir de las tesis de poder indio de Fausto Reinaga dio contenido filosoacutefico al movi-miento Katarista y su impulso por un gobierno indiacutegena en Bolivia Este seraacute la base poliacutetica para la eleccioacuten del primer presidente indiacute-gena Evo Morales ocurrida en 2005 (Rocchietti y Lodeserto 2017)

El boliviano es hasta ahora el uacutenico Estado que ha hecho la experiencia concreta de la plurinacionalidad al reconocer que la existencia fiacutesica y juriacutedica de las naciones indiacutegenas debe traducir-se en la conduccioacuten o direccioacuten del Estado La nueva Constitucioacuten aprobada en 2009 busca reparar lo que considera un dantildeo histoacuterico ocasionado por el Estado colonial (y el nacional que tambieacuten es co-lonizador) sobre las poblaciones indiacutegenas Establece que en Bolivia el Estado es Plurinacional y Comunitario garantizando la libre de-terminacioacuten de las naciones y pueblos indiacutegenas en el marco de la unidad del Estado Por primera vez se reconoce con status constitu-cional el derecho de las comunidades indiacutegenas a su identidad au-tonomiacutea y territorio Seguacuten Noguera Fernaacutendez (2011) la novedad juriacutedica que reviste este texto constitucional se halla en atributos que el constitucionalismo moderno del siglo XIX no reconoce tales como

bull la incorporacioacuten de los derechos sociales como derechos fundamentales (con igual jerarquiacutea y proteccioacuten juriacutedica que los civiles y poliacuteticos)

bull la definicioacuten del mecanismo de democracia participativa con la intencioacuten de superar los tradicionales de democra-cia representativa Para ello reemplaza la figura de ldquorepre-sentacioacutenrdquo por la de ldquomandatordquo y establece el ejercicio del control social de la gestioacuten puacuteblica en todos los niveles del Estado

bull la posibilidad de los pueblos indiacutegenas de elegir manda-tarios en las instituciones estatales por formas propias asamblearias de elegir autoridades

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bull la idea de crear un nuevo Estado integralmente constitui-do por una pluralidad de praacutecticas culturales

Sinteacuteticamente puede destacarse que

bull reconoce con rango constitucional a las 34 naciones indiacute-genas en el marco del Estado Es decir Bolivia es un Estado con naciones muacuteltiples todas con derechos civiles poliacuteti-cos y sociales en tanto bolivianos y con derechos particu-lares en tanto naciones indiacutegenas pre-existentes a Bolivia

bull Establece que las 34 lenguas indiacutegenas son oficiales ade-maacutes del castellano y que los funcionarios puacuteblicos deben hablar el castellano y un idioma indiacutegena

bull Decide que la educacioacuten es intercultural y bilinguumle que la justicia es plural en tanto habriacutea una justicia nacional y una justicia comunitaria

bull Define que la economiacutea es plural aceptando la existencia de la propiedad privada la estatal la cooperativa y la co-munitaria

bull Instituye que la democracia es representativa pero con-vive con la democracia comunitaria que es asamblearia reconociendo el modo de eleccioacuten de jefes poliacuteticos propio de las comunidades indiacutegenas para su postulacioacuten como diputados La forma de eleccioacuten es plurinominal y unino-minal (Lodeserto en prensa)

En Identidad Boliviana Nacioacuten mestizaje y plurinacionalidad Garciacutea Linera (2014) interpreta que el Estado Plurinacional es con-secuencia de la formacioacuten inconclusa del Estado nacioacuten en Bolivia Su independencia de la Corona espantildeola ocurre en 1825 y en 1826 promulga su primera Constitucioacuten Esta diferencia a los bolivianos (todos) de los ciudadanos (pocos) a partir de su idioma propiedad de la tierra y alfabetizacioacuten aquellos que no hablaban el castellano y no eran propietarios eran bolivianos pero no ciudadanos Esto sig-nifica que la minoriacutea duentildea de tierras y castellanizada podiacutea ejercer derechos poliacuteticos de los que quedaba excluida la mayoriacutea indiacutegena que trabajaba para las haciendas y no hablaba castellano Entonces dice el vicepresidente hay un concepto de nacioacuten boliviana que desconoce lo indio y hay un criterio etno-racial que define la perte-

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nencia o no a ella y la adscripcioacutenque desarrolla el campesinado es a la hacienda y no a la nacioacuten

Recieacuten en 1952 las clases dominantes (presionadas por enor-mes levantamientos campesino-indiacutegena y mineros) modifican esta forma de entender la nacioacuten El gobierno del Movimiento Nacio-nalista Revolucionario establece el sufragio universal al eliminar el requisito de alfabetizacioacuten y propiedad de la tierra De manera que ampliacutea la ciudadaniacutea a la mayoriacutea indiacutegena de Bolivia pero la for-macioacuten de la nacioacuten vuelve a ser incompleta porque el que otorga los derechos a campesinos-indiacutegenas es el sindicato que delinea una identidad sindical pero no precisamente nacional Este proceso in-concluso de formacioacuten de la nacioacuten estaacute en la base del surgimien-to de un Estado plurinacional que va resolviendo la relacioacuten entre nacioacuten boliviana y naciones indiacutegenas a traveacutes de la formacioacuten de una identidad compuesta que imbrica identidad nacional estatal e identidades culturales indiacutegenas pre-existentes y de la indianiza-cioacuten del Estado pues lo indio en el poder del Estado opera como la indianizacioacuten de la nacioacuten (Garciacutea Linera 2014)

Esta interpretacioacuten acentuacutea la incapacidad del Estado a lo largo de su vida independiente de homogeneizar la cultura y su-bordinar las clases situacioacuten visible en la persistencia de los levan-tamientos de los subalternos y la guerra civil Cuestioacuten que el filoacute-sofo y ex viceministro de planificacioacuten Rauacutel Prada (comunicacioacuten personal 24 de octubre de 20166) expresa sosteniendo que el Estado Plurinacional solo concreta un acuerdo entre tierras altas y tierras bajas que ha hecho posible la gobernabilidad derivado del Pacto de Unidad entre las organizaciones sociales en 2004 (Lodeserto 2016)

La cuenca del Amazonas del ldquosalvajismordquo al ldquoturismo exoacuteticordquo7

6 Entrevista realizada en 24 de octubre de 2016 en la ciudad de La Paz por Ana Mariacutea Rocchietti y Alicia Lodeserto7 En esta seccioacuten recortamos los ejemplos a la Amazoniacutea peruana regioacuten en la cual los autores de este trabajo realizaron experiencias etnograacuteficas entre 1999 y 2016 incluyendo la visita a la ciudad de Iquitos y maacutes de una decena de caseriacuteos situados en afluentes del Amazonas Las mismas se enmarcaron en el se-minario ldquoLos Andes antes de los Inkardquo Instituto Joaquiacuten V Gonzaacutelez Buenos Aires bajo la responsabilidad de Ana Mariacutea Rocchietti

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Amazoniacutea es una vasta regioacuten selvaacutetica localizada en el centro y norte de Ameacuterica del Sur La cuenca del riacuteo homoacutenimo comprende un aacuterea de biodiversidad cuantiosa con reservas de agua dulce En ella se distinguen dos grandes subregiones muy caracteriacutesticas la ldquotierra firmerdquo con recursos dispersos pero continuamente disponi-bles y la ldquollanura de inundacioacuten o varzeardquo en donde alternan la es-casez y la abundancia seguacuten suba o baje el riacuteo (Meggers 1976 p 17)

En teacuterminos geopoliacuteticos la Amazoniacutea constituye un esce-nario de control estrateacutegico en el cual tuvieron lugar numerosas praacutecticas extractivas de diferentes recursos Nueve paiacuteses suda-mericanos comparten jurisdiccioacuten poliacutetica en la regioacuten lo cual ha ocasionado tensiones y disputas entre Ecuador Peruacute Colombia por citar algunos casos

Seguacuten San Romaacuten (1994) la historia de la Amazoniacutea ndashen par-ticular la peruanandash puede dividirse en los siguientes periacuteodos 1 indiacutegena (hasta 1542) 2 misional (1543-1769) 3 de nacimiento del capitalismo (1769-1880) 4 del caucho (1881-1914) 5 de recesioacuten (1914-1943) 6 de integracioacuten a la vida nacional (1944-1970) 7 del petroacuteleo y de la coca (1971-1990) y agregamos nosotros 8 del hori-zonte neo-colonial (1991-continuacutea) recuperando la nocioacuten de hori-zonte colonial de Rocchietti (1999)

Desde tiempos precolombinos la cuenca estaacute habitada por diferentes grupos eacutetnico-linguumliacutesticos organizados a partir del pa-rentesco y la familia extensa Antes de la conquista europea sus emplazamientos eran pequentildeos en teacuterminos demograacuteficos y sus ha-bitantes llevaban un estilo de vida seminoacutemada ligado a la caza la pesca la recoleccioacuten y la horticultura de quema y roza Esta uacuteltima teacutecnica agriacutecola que auacuten pervive consiste en el corte y la quema controlada de un sector de monte primario (aproximadamente en-tre 1000 a 3000 m) el cual una vez sembrado suele denominarse ldquochacrardquo Como los suelos amazoacutenicos pierden prontamente sus nu-trientes despueacutes de dos o tres cosechas los moradores inician un nuevo desmonte (Meggers 1976 p 36)

Seguacuten los primeros cronistas y misioneros que se adentraron en la selva las diferencias sociales entre los indiacutegenas estaban de-terminadas por la edad y el sexo y no por la posesioacuten de bienes En palabras de Clastres (1987) eran sociedades igualitarias e indivisas que habiacutean disentildeado mecanismos de control social tales como la

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redistribucioacuten y la reciprocidad que evitaban la emergencia del Es-tado y por tanto la instauracioacuten de la jerarquizacioacuten social En tal sentido no es detalle menor que estas poblaciones no fueron con-troladas de manera directa por los Inca

Durante el periacuteodo colonial la presencia europea en la re-gioacuten tambieacuten fue discontinua siendo caracterizada por San Romaacuten como el momento misional El contacto intereacutetnico se inicia con los conquistadores europeos que arribaron en busca de tesoros Estas entradas de caraacutecter militar no siempre fueron exitosas ya que la mayoriacutea de los grupos nativos opusieron resistencia Las cuatro ex-pediciones maacutes reconocidas que surcaron la Amazoniacutea fueron las de Francisco de Orellana (1542) Pedro de Uacutersua (1559) Capitaacuten Pa-lacios (1636) y Pedro de Texeira (1637) Los tres primeros respondiacutean a las oacuterdenes de la Corona espantildeola y el uacuteltimo a la Corona portu-guesa

Durante los siglos XVII y XVIII los miembros de distintas oacuter-denes religiosas se adentraron en la selva con el propoacutesito de con-vertir a los ldquosalvajesrdquo en la fe cristiana a traveacutes de la fundacioacuten de pueblos de indios misiones yo reducciones A partir de estas ac-ciones varios pueblos indiacutegenas fueron trasladados a las riberas de los riacuteos y concentrados en caseriacuteos compuestos generalmente por grupos diferentes y a veces enemigos Los misioneros tambieacuten bus-caron imponer la familia de tipo nuclear y una economiacutea orienta-da al mercado sedentaria y de previsioacuten (ganaderiacutea y agricultura) Los franciscanos actuaron sobre el riacuteo Ucayali y los jesuitas sobre el Napo y sus afluentes La expulsioacuten de los uacuteltimos por parte de la Corona espantildeola en 1769 cierra este periacuteodo

El tercer periacuteodo conceptualizado como de nacimiento del ca-pitalismo (1769-1880) se vincula con el proceso de ldquonacionalizacioacuten de la Amazoniacuteardquo en razoacuten del intereacutes que comienza a tener la selva para los Estados afectados por su cuenca Asiacute Brasil Peruacute Colombia Ecuador Bolivia entre otros buscaron afirmar su soberaniacutea territo-rial en la regioacuten frente a los paiacuteses vecinos a partir de la aprobacioacuten de leyes relativas a la navegacioacuten de los riacuteos la colonizacioacuten del te-rritorio la reduccioacuten de los indiacutegenas la explotacioacuten de los recursos econoacutemicos y el enviacuteo de misioneros (Garciacutea Jordaacuten 1998)

Sin embargo fue el ciclo del caucho (1880 y 1914) el momento bisagra en la vida de la poblacioacuten amazoacutenica En este periacuteodo los

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Estados nacionales redefinieron la visioacuten de sus territorios tropica-les asignaacutendoles un rol productivo o para hablar con precisioacuten ex-tractivo al tiempo que los capitales internacionales impulsaron el ingreso de la regioacuten al mercado mundial En paralelo a las praacutecticas imperialistas en las colonias europeas en Aacutefrica y Asia la explota-cioacuten cauchera reinstaloacute la ldquocaceriacuteardquo de indiacutegenas junto a una infini-dad de formas de sumisioacuten y esclavitud Ademaacutes de las muertes se acentuaron los traslados compulsivos de poblacioacuten hacia las maacuter-genes de los riacuteos y las ldquocasas caucherasrdquo Por ejemplo la Casa Arana apostada sobre el riacuteo Putumayo (Colombia) y ligada a capitales pe-ruanos e ingleses fue denunciada por una infinidad de iliacutecitos en contra de los grupos nativos (Garciacutea Jordaacuten 1998 p 16)

En la interpretacioacuten de Rocchietti etal (2017) la estructura-cioacuten social contemporaacutenea de la regioacuten amazoacutenica se sustenta en la esclavitud la subordinacioacuten la sumisioacuten y la servidumbre Las poblaciones indiacutegenas quedaron paulatinamente subsumidas en relaciones sociales ldquopatroacuten- comunidadrdquo tanto por las casas cauche-ras como en relacioacuten a patrones individuales con capacidad para apropiarse de ldquolotesrdquo de pobladores originarios Esta es la geacutenesis de las haciendas de mediados del siglo XX

El periacuteodo que sucede al boom cauchero (de recesioacuten) se vin-cula con el abandono del intereacutes internacional en el caucho amazoacute-nico y por tanto el retiro de las empresas involucradas en la activi-dad Para la poblacioacuten indiacutegena ya ligada a un mercado de consumo de tipo capitalista ello significoacute el ldquodesempleordquo Algunos ldquoregresaron al monterdquo mientras que otros se conchabaron como braceros de las reconvertidas haciendas

Para los estados de la cuenca amazoacutenica el fin el caucho su-puso tambieacuten una reduccioacuten de los ingresos tributarios Para com-pensarlo impulsaron la extraccioacuten de maderas finas leche caspi barbasco o cube cueros pieles y petroacuteleo A su vez promovieron la explotacioacuten de las tierras con el objeto de obtener cafeacute tabaco y algodoacuten De manera paralela se desarrollaron poliacuteticas puacuteblicas tendientes a la ldquomodernizacioacutenrdquo de los nativo-campesinos El Estado peruano apeloacute a la ldquoconscripcioacuten vialrdquo que consistiacutea en el recluta-miento obligatorio de indiacutegenas para trabajos de construccioacuten y re-paracioacuten de caminos carreteras y rutas (Luna 1998 pp 75-77)

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Otro momento del proceso histoacuterico de la selva que cita San Romaacuten es el de integracioacuten a la vida nacional (1943-1970) Un elemen-to central fue la construccioacuten estatal de carreteras que vincularon la selva con los otros espacios econoacutemicos peruanos (sierra y costa) Tambieacuten se planificoacute la colonizacioacuten de la regioacuten con el afaacuten de re-unir mano de obra necesaria para las empresas extractivas o como una forma de descomprimir la complicada situacioacuten social De la mano de este proceso se incrementoacute la presencia militar se crearon escuelas y se dio asistencia teacutecnica y crediticia a los productores de otras regiones que se dirigiacutean a la selva

Para los indiacutegenas este periacuteodo se caracteriza por un lado por el pasaje de la relacioacuten directa entre el patroacuten y los nativos a una vinculacioacuten de tipo indirecto en la que tienen un rol protagoacute-nico los intermediarios comerciales tales como regatones chinga-neros y rentistas que terminan convirtieacutendose en acreedores de los poblados Por otro lado en la deacutecada de 1950 el gobierno nacional propicioacute bajo el lema ldquoasimilar a los salvajesrdquo la presencia de pre-ceptores encargados de ensentildear el alfabeto castellano y suprimir las praacutecticas medicinales tradicionales el chamanismo etc

Bajo esta poliacutetica por ejemplo el Estado peruano selloacute un acuerdo con el Instituto Linguumliacutestico de Verano (EE UU) dedicado a la investigacioacuten de lenguas nativas y la recopilacioacuten de leyendas canciones entre otros aspectos (San Romaacuten 1994) Los miembros del ILV como los maestros que fueron formados por ellos participa-ron de una experiencia escolar enmarcada en un modelo asimila-cionista y civilizatorio (Trapnell 1996 p 167) que auacuten pervive en la regioacuten En los relatos contemporaacuteneos suelen emerger expresiones tales ldquoantes andaacutebamos dispersos cuando vinieron los gringos nos unieronrdquo es decir los aglutinaron bajo la forma de caseriacuteoscomuni-dades actuales (Peacuterez Zavala 2014a)

Esto uacuteltimo significoacute la puesta en praacutectica de acciones apoya-das en la poliacutetica indigenista nacional que veiacutea en los pueblos na-tivos el fiel reflejo del atraso asumiendo que era necesaria su ldquoin-corporacioacutenrdquo al mundo occidental para el desarrollo del paiacutes Este hecho aporta un nuevo elemento para la reflexioacuten acerca de los liacute-mites entre el campo del saber y la poliacutetica esto es la contribucioacuten de la ciencia antropoloacutegica al colonialismo imperialista primero y al colonialismo de corte nacional luego

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La descripcioacuten histoacuterica de los pueblos de la selva continuacutea con el periacuteodo del petroacuteleo y de la coca San Romaacuten (1994) lo situacutea entre 1970 y 1990 aunque podriacutea extenderse hasta el presente En el Peruacute esta etapa se inicia con la Reforma Agraria impulsada por el presidente de facto Velazco Alvarado A partir de la misma y bajo un plan estatal de diagnoacutestico de las poblaciones de la sie-rra y la selva los comuneros accedieron a los tiacutetulos de las tierras que habitaban Las entregas fueron formalizadas de manera colec-tiva a comunidades que se reconocieron como nativas (indiacutegenas) o como mestizas Las primeras recibieron maacutes extensiones de monte y mejores cuotas de extraccioacuten que las segundas Sin embargo en teacuterminos generales predominaron las adscripciones de mestizos en razoacuten del descreacutedito social del indiacutegena (Olmedo y Peacuterez Zavala 2002)

Paralelamente la creciente presencia de la coca y de empre-sas madereras transformoacute a una considerable masa de nativos en ldquoasalariados eventualesrdquo y en agricultores independientes incor-poraacutendolos a la economiacutea de mercado (Riacuteos Zantildeurtu 1995 p 174) La influencia de los regatones se incrementoacute y con ello el endeu-damiento y la modificacioacuten de las ldquoproduccionesrdquo de la selva En las uacuteltimas deacutecadas la venta de artesaniacuteas y de servicios ldquotiacutepicosrdquo de las comunidades tales como fiestas tradicionales para el turismo inter-nacional revisten gran importancia en el acceso a dinero en las co-munidades (Peacuterez Zavala 2014b)

Finalmente proponemos caracterizar los uacuteltimos 30 antildeos de la historia amazoacutenica a partir de la expresioacuten horizonte neo-colonial Los trabajos de campo etnograacuteficos en la regioacuten peruana nos han permitido constatar la pervivencia del modelo extractivo ligado a la explotacioacuten de petroacuteleo gas oro maderas al que se suman im-portantes negocios internacionales tales como el narcotraacutefico y las industrias farmaceacuteuticas y de resguardo geneacutetico Asimismo las poliacuteticas de los Estados nacionales testifican la pretensioacuten ldquomoder-nizadorardquo de la poblacioacuten amazoacutenica en especial a partir de progra-mas educativos y de salud que direccionan las formas de vida de estas poblaciones La presencia de ONGs generalmente proceden-tes de paiacuteses europeos tambieacuten repercute en los procesos de asen-tamiento organizacioacuten economiacutea domeacutestica educacioacuten y salud de las comunidades nativas En algunos casos quienes impulsan estos

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procesos son organizaciones religiosas especialmente aquellas de culto evangeacutelico

La situacioacuten colonial tambieacuten se hace expliacutecita en la dispu-ta geopoliacutetica en especial por los proyectos de ldquointernacionaliza-cioacuten de la Amazoniacuteardquo (Abiacutenzano 1993 p 35) Por ejemplo el Pacto Amazoacutenico (1978) y el Plan Colombia (1999) declaran la intencioacuten de preservar a los aboriacutegenes en la cuenca aunque en los hechos ella queda subsumida a la defensa de ldquootros interesesrdquo prioritarios (Gambetta 2000) Ademaacutes estas declaraciones omiten referirse al traacutegico efecto de las acciones militares sobre los pueblos que habi-tan la selva La rebelioacuten indiacutegena ldquoBaguazordquo ocurrida en 2009 en momentos en los que Peruacute y EE UU estaban por acordar el Tratado de Libre Comercio es expresioacuten de la falta de consulta a las comuni-dades y del accionar de eacutestas para decidir sus propios destinos (Roc-chietti et al 2017)

En siacutentesis podemos decir que los pueblos indiacutegenas de Ama-zoniacutea estaacuten insertos en un proceso de ldquoconquista inacabadardquo en el que el despojo de sus medios de vida se reitera ciacuteclicamente a traveacutes de la penetracioacuten extractiva (Olmedo 2001)

Los ranqueles en la Pampa central de naciones soberanas a minoriacuteas eacutetnicas8

La llegada de los conquistadores europeos al continente americano transformoacute de manera radical la historia de los pueblos indiacutegenas que lo habitaban desde tiempos remotos Sin embargo ese proceso no reconoce una uacutenica direccioacuten ya que mientras algunos colecti-vos fueron tempranamente derrotados o asimilados otros opusie-ron una fuerte y prolongada resistencia a la ocupacioacuten de sus terri-torios Dentro de este uacuteltimo grupo se encuentran los que poblaban el sur de continente americano (denominados por las primeras fuentes como araucanos aucas pampas querandiacutees etc) En los liacute-mites del Tawantisuyu primero y del Imperio espantildeol despueacutes estos pueblos se mantuvieron hasta fines del siglo XIX como ldquosoberanosrdquo

8 Este apartado cuyo tiacutetulo se inspira en el de la tesis de Martha Bechis (1984) sintetiza buena parte de nuestras investigaciones etnohistoacutericas sobre la frontera sur de Coacuterdoba y los ranqueles durante el siglo XIX Veacutease entre otros Tamagnini 2006 Tamagnini y Peacuterez Zavala 2010 Peacuterez Zavala 2014c Peacuterez Zavala Tamagnini y Olmedo 2016

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Para demarcar esas fronteras los espantildeoles erigieron un con-junto de fuertes y fortines extendidos desde el Atlaacutentico hasta el Paciacutefico y concebidos como un lugar de guerra intermitente de avanzada sobre el territorio indiacutegena En el extremo de la Capitaniacutea de Chile se conformoacute la regioacuten de la Araucaniacutea tambieacuten conocida como ldquoLa Fronterardquo Alliacute la guerra inicial entre mapuches y espa-ntildeoles dio lugar a prolongados parlamentos durante los siglos XVII y XVIII Al mismo tiempo y de manera contraria en la vertiente occidental de la cordillera de los Andes aumentoacute la beligerancia intereacutetnica Para proteger los circuitos comerciales y ante el agota-miento del ganado cimarroacuten los Borbones procuraron articular las fortificaciones militares que atravesaban las pampas

Los ranqueles ranquilches o rancucheles eran uno de estos grupos indiacutegenas ldquono sometidosrdquo (Weber 1998) autoacutenomos o so-beranos que maloqueaban la frontera imperial Desde las uacuteltimas deacutecadas del siglo XVIII y hasta 1879 ellos habitaron en el ldquoMamil Mapuacuterdquo o ldquoPaiacutes del Monterdquo un vasto espacio del monte pampeano9 en el que predominaba el caldeacuten Si bien tuvieron que ldquoadaptarserdquo a las dificultades que suponiacutea el ambiente semiaacuterido de la pampa central su localizacioacuten geograacutefica fue estrateacutegica ya que les permitiacutea vin-cularse con otros grupos indiacutegenas y con las fronteras de Mendoza San Luis Coacuterdoba Santa Fe y Buenos Aires (Ratto 1996 p 27 Zink y Salomoacuten Tarquini 2014 p 53)

Su territorio estaba demarcado por tolderiacuteas de variado tama-ntildeo desperdigadas en el paisaje pero unidas por rastrilladas En el siglo XIX Leubucoacute y Poitagueacute fueron las moradas de caciques de renombre en tanto que en las regiones maacutes cercanas a la frontera con los ldquocristianosrdquo (riacuteo Cuarto o Quinto seguacuten las eacutepocas) estaban los ldquoindios fronterizosrdquo (en tiempos de la colonia) o los ldquoindios de la orilla o de la entradardquo (en la etapa nacional)

Las diferencias en las disposiciones de los toldos teniacutean su co-rrelato en las variaciones en las poliacuteticas intereacutetnicas e intraeacutetnicas Si repasamos las estrategias desplegadas por caciques capitanejos indios lanzas o chinas a lo largo del siglo XIX podemos apreciar la permanente tensioacuten entre impulsar acciones comunes o poliacuteti-cas disociadas Tambieacuten constituye una constante en la historia de los ranqueles el despliegue paralelo de estrategias de alianza y de

9 Actualmente corresponde al territorio de la Provincia de La Pampa en la Argentina

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guerra intereacutetnica Conocedores de las reglas de la diplomacia y la guerra sus caciques negociaron con las autoridades coloniales in-dependentistas y nacionales numerosos acuerdos de paz Sin em-bargotambieacuten se aliaron y efectuaron malones conjuntos con fac-ciones contrarias a los gobiernos de turno

Al repasar brevemente su historia en las pampas lo primero que se impone es el tratado de paz de 1796 acordado entre los caci-ques Carripilum y Trecglen o Chacaleacuten (definidos como ranqueles) y el marqueacutes de Sobremonte (Gobernador Intendente de Coacuterdoba del Tucumaacuten) Esta alianza inauguroacute un periacuteodo de relativa paz en la regioacuten del riacuteo Cuarto que se extendioacute hasta las guerras de la inde-pendencia

En la deacutecada de 1810 el despliegue del poder de los revolu-cionarios maacutes la resistencia indiacutegena afectaron las relaciones entre los indiacutegenas y cristianos producieacutendose nuevamente un pasaje de la paz a la guerra Historiograacuteficamente no existe acuerdo respec-to a cuando ocurrioacute este cambio pero siacute es visible que a lo largo de la deacutecada de 1820 los ranqueles sostuvieran una poliacutetica ambiva-lente mientras algunos maloquearon y se aliaron con fuerzas re-alistas como las de Joseacute Miguel Carrera o los hermanos Pincheira otros pactaron con los federales y los unitarios indistintamente Por entonces otro conjunto de ranqueles residiacutea en proximidades de la Punta del Sauce o La Carlota como ldquoindios mansosrdquo en tanto que el cacique Llanquelen habiacutea abandonado la Tierra Adentro y residiacutea como ldquoindio amigordquo en el Fuerte Federacioacuten (hoy Juniacuten Provincia de Buenos Aires) (Barrionuevo Imposti 1986)

Otro momento y quizaacutes el maacutes excepcional para examinar el itinerario de los ranqueles en las pampas es el que se inaugura con la llegada de Juan Manuel de Rosas a la gobernacioacuten de la provincia de Buenos Aires Durante su mandato al frente de la Confederacioacuten Rosas se atribuyoacute la facultad exclusiva de hacer tratos con los in-dios dejando a los gobernadores de las otras provincias en una posi-cioacuten debilitada Para ello apeloacute a una poliacutetica de fronteras basada en un sistema de contraprestaciones consistente en la neutralizacioacuten de los movimientos indiacutegenas mediante la aplicacioacuten simultaacutenea de campantildeas militares -como la famosa Expedicioacuten al Desierto de 1833 considerada antecesora de la de Roca de 1879- y el estableci-miento del ldquonegocio paciacuteficordquo (Ratto 2007 p 103)

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En ese marco consolidoacute relaciones de amistad con los saline-ros en particular con Calfucuraacute y otros grupos pampeanos pero se enfrentoacute fuertemente con los ranqueles que en numerosas ocasio-nes invadieron estancias fuertes y poblados Un factor que contri-buyoacute a ubicar a los ranqueles en el campo de los ldquoindios enemigosrdquo fue que estos receptaron en sus tolderiacuteas a los ldquosalvajes unitariosrdquo que se oponiacutean a Rosas y otros gobernadores federales siendo los casos maacutes conocidos el del coronel Manuel Baigorria y el de los her-manos Saaacute

La oposicioacuten entre la Confederacioacuten Argentina y la Provincia de Buenos Aires durante la deacutecada de 1850 impactoacute directamente en la poliacutetica intereacutetnica beneficiando la capacidad de accioacuten de los indiacutegenas En 1854 los caciques ranqueles y salineros acordaron un tratados de paz con Justo Joseacute de Urquiza a partir del cual se con-virtieron en aliados de la Confederacioacuten y simultaacuteneamente en enemigos de la Provincia de Buenos Aires maloqueando reiterada-mente su frontera

La derrota de la Confederacioacuten urquicista en la batalla de Pa-voacuten (1861) en manos de Buenos Aires redefinioacute los viacutenculos intereacutet-nicos En esta ocasioacuten los ranqueles se posicionaron como enemigos de la emergente Repuacuteblica Argentina combinando sus esfuerzos y acciones con las montoneras provinciales del Chacho Pentildealoza y Felipe Varela Si bien en 1865 los caciques Mariano Rosas y Manuel Baigorrita Guala firmaron sendos tratados de paz las invasiones so-bre las desguarnecidas fronteras fueron reiteradas Nuevamente las tolderiacuteas ranquelinas receptaron proacutefugos y perseguidos por el ejeacutercito tras la derrota de las montoneras de 1863 y 1867

El uacuteltimo momento de la historia independiente de los ran-queles se inicia con el corrimiento de la liacutenea militar al riacuteo Quinto (1869) despueacutes de la sancioacuten de la Ley 215 de avance de la frontera hasta el riacuteo Negro Los pasos dados en teacuterminos de la unificacioacuten del Estado argentino hicieron que este avanzara en la imposicioacuten del control sobre todos aquellos que eran reacios a su orden entre ellos las tribus de Pampa y Patagonia Durante la deacutecada de 1870 la conjuncioacuten de expediciones punitivas sobre las tolderiacuteas tratados de paz que limitaban las acciones poliacuteticas y la militarizacioacuten y re-duccioacuten de ranqueles en los fuertes y las misiones de Villa Merce-des y Sarmiento debilitaron los movimientos de los indiacutegenas que resistiacutean en las Tierra Adentro

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En 1878 y 1879 el Ejercito Argentino comandado por Julio A Roca se internoacute definitivamente en las pampas Tras ello centena-res de ranqueles fueron aprisionados siendo diversos sus destinos la zafra en Tucumaacuten y Misiones la prisioacuten y cuarentena en la Isla Martiacuten Garciacutea el alistamiento militar el trabajo en los campos re-cientemente conquistados y en las ciudades de las provincias fron-terizas como Riacuteo Cuarto y San Luis

Buena parte de los ranqueles reducidos en la frontera del riacuteo Quinto continuaron durante la deacutecada de 1880 bajo la supervisioacuten del Ejeacutercito siendo movilizados a los fuertes de avanzada del re-cientemente creado Territorio Nacional de La Pampa General Acha y Victorica significaron paradoacutejicamente el regreso al Mamuel Mapu Alliacute caciques como Linconao Cabral Santos Morales y Lu-cho Baigorrita aglutinaron a la gente dispersa a la par que gestiona-ron tierras y sueldos ante las autoridades nacionales La formacioacuten de las colonias agro-pastoril Emilio Mitre y Los Puelches en el aacuteri-do oeste pampeano fue resultado de estas negociaciones (Salomon Tarquini 2010)

Paralelamente se imponiacutea el supuesto de que ldquola pampa ha-biacutea quedado sin indiosrdquo a tal punto que en 1898 ldquoel problema indiordquo dejoacute de estar en manos del Ministerio de Guerra y Marina para que-dar a cargo del Ministerio del Interior Se pasaba asiacute de las poliacuteticas de frontera a la ldquocuestioacuten socialrdquo en razoacuten de que los indiacutegenas se habiacutean transformado en ldquoobrerosrdquo o ldquotrabajadoresrdquo (Tarquini et al 2014 pp 158-159) La integracioacuten forzada a los mercados laborales regionales y los mecanismos de asimilacioacuten a la cultural nacional en los que antropoacutelogos e historiadores estuvieron involucrados contribuyen al proceso de ldquoocultamientordquo de la etnicidad Los des-cendientes de aquellos indiacutegenas soberanos procuraron ldquoesconderrdquo sus oriacutegenes en especial en la escuela en el ejeacutercito en la iglesia y en la estancia

Sin embargo en el uacuteltimo medio siglo comenzoacute un proceso de reemergencia eacutetnica el cual se activoacute en Colonia Emilio Mitre a inicios de la deacutecada de 1970 El detonante fue el intento de desalojo de sus tierras de los hijos nietos y bisnietos de los ranqueles que en 1900 fueron alliacute radicados Lentamente se fueron formando las organizaciones ranqueles contemporaacuteneas cuya territorialidad se expresa en las Provincias de La Pampa San Luis Coacuterdoba Mendoza y Buenos Aires En aacutereas rurales pero especialmente en los barrios

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perifeacutericos de las ciudades muchas familias transformaron la nega-cioacuten del ldquoabueloa indioardquo en orgullo eacutetnico y en razoacuten de reivindi-cacioacuten poliacutetica

Despueacutes de muacuteltiples acciones los distintos pueblos indiacutegenas suje-tos al Estado argentino lograron que la Constitucioacuten nacional refor-mada en 1994 en su artiacuteculo 75 inciso 17 definiera como atribucioacuten del Congreso Nacional

Reconocer la preexistencia eacutetnica y cultural de los Pue-blos Indiacutegenas argentinos Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educacioacuten bilinguumle e inter-cultural reconocer la personeriacutea juriacutedica de sus comu-nidades y la posesioacuten y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano ninguna de ellas seraacute enajenable transmisible ni suscep-tible de gravaacutemenes o embargos Asegurar su participa-cioacuten en la gestioacuten referida a sus recursos naturales y a los demaacutes intereses que los afecten Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones (Carrasco y Briones 1996 p 26)

Han pasado maacutes de dos deacutecadas de la escritura del mencio-nado texto constitucional sin embargo los reclamos indiacutegenas auacuten esperan su concrecioacuten La Ley Nacional 26160 2006 sobre ldquoEmer-gencia en Materia de Posesioacuten y Propiedad de las Tierras que tradi-cionalmente ocupaban las Comunidades Indiacutegenas Originarias del Paiacutesrdquo sigue sin cumplirse al tiempo que el Coacutedigo Civil y Comercial de la Nacioacuten (modificado en octubre de 2014) sigue poniendo de ma-nifiesto las contradicciones en el plano juriacutedico respecto del reco-nocimiento de hecho de las peticiones de los pueblos indiacutegenas En definitiva en la Argentina las poliacuteticas interculturales continuacutean siendo un desafioacute

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ConclusionesLa produccioacuten de saberes en el aacutembito de la ciencia permite poner al descubierto los avatares de los pueblos indiacutegenas en Ameacuterica Lati-na La antropologiacutea la arqueologiacutea la etnohistoria y la historia son campos del saber cientiacutefico social que legitimaron a traveacutes del tiem-po los procesos de colonizacioacuten y dominacioacuten pero a partir de nue-vos aportes teoacutericos y metodoloacutegicos y bajo la impronta de marcos ideoloacutegicos criacuteticos luego revisaron y denunciaron

Los enfoques disciplinares de los uacuteltimos cuarenta antildeos per-miten concluir que la realidad de las comunidades y pueblos indiacute-genas muchas veces invisibilizados negados en la historia en el relato y en el presente han posibilitado reconstruir desde la cultura material los documentos y los testimonios orales su insercioacuten des-igual en el proceso capitalista contemporaacuteneo

La realidad del altiplano boliviano la Amazoniacutea peruana y la pampa argentina permite dar cuenta de las transformaciones so-ciales y territoriales sufridas por estas comunidades Se trata de tres contextos diferentes pero de procesos comunes vinculados con la dominacioacuten poliacutetica la expropiacioacuten territorial la negacioacuten cultu-ral y la mercantilizacioacuten de las condiciones de vida

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ldquoAmeacutericardquo entre el estigma de la dominacioacuten y el enigma

del descubrimiento

Liliana Formento

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A modo de introduccioacuten

A diametral diferencia pues de la actitud que adoptan todos los historia-dores que parten con una Ameacuterica a la vista ya plenamente hecha ple-

namente constituida nosotros vamos a partir de un vaciacuteo de un todaviacutea no-existe Ameacuterica (O Gorman [1958] 1995)

Si bien hoy como dice Edmundo Orsquo Gorman tenemos una Ameacuterica a la vista ya plenamente constituida bajo esa denomina-cioacuten en este trabajo trataremos de reflexionar sobre el punto me-dular que incita su recorrido como tal No partimos de ldquoun vaciacuteordquo pues bien un amplio constructo intelectual ha dado cuentas de la sustancialidad emergente con la dominacioacuten colonial Pero dado ciertas praacutecticas de reconstruccioacuten del pasado respecto a que pa-rafraseando y resituando contextualmente las reflexiones de Eric Hobsbawm ldquocuando no hay un pasado que resulte adecuado siem-pre es posible inventarloy que el que nos ocupa estaacute viciado de ello pretendemos simplemente aportar algunas reflexiones tal como re-escrituracriacutetica para ldquoreconstruir eventos preteacuteritosrdquo (Hobsbawm 2005 p 17)

Para eso contamos con numerosas investigaciones como las de George Kubler Nicolaacutes Saacutenchez Albornoz Miguel Leoacuten Portilla John Murra y con los aporte de de Karl Polanyi entre tantos que vienen modificando y renovando enfoques categoriacuteas y metodolo-giacuteas a partir del estudio de diversas fuentes y la recuperacioacuten de las voces silenciadas Las perspectivas y estudios como los de Ana Ma-riacutea Rostworowski y Franklin Pease que sacaron a luz los documen-tos ineacuteditos que reflejaban la memoria andina NathanWachtel con su enfoque etnohistoacuterico de los Incas abordando la problemaacutetica Inca a partir de las estructuras de la desestructuracioacuten y de la me-moria actual de los acontecimientos Enrique Florescano quien es-cruta el problema de la identidad mexicana a partir de las culturas preexistentes y situacutea las raiacuteces de una identidad fragmentada en la ldquoinvasioacuten destructivardquo hispana Lesley Bethel con la compilacioacuten de la Historia de Ameacuterica Latina de Cambridge donde varios auto-res con trayectoria en los estudios coloniales como Gibson y Elliot se sumaron a la ruptura con la tradicioacuten historiograacutefica pasando a

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ofrecer verdaderos aportes que abren caminos para recuperar las ldquoaristasrdquo que se hallan ausentes en la ldquohistoria del descubrimientordquo

Sus estudios nos posibilitan revisar algunos rasgos delde los horizontes contemporaacuteneos desde donde se piensa la dominacioacuten colonial espantildeola asiacute como tambien repensar las tradiciones histo-riograacuteficas fundantes de nuestra historia En estas tramas de senti-do se tejieron y destejieron categoriacuteas teoacutericas mediante los susten-tos de los horizontes con los que se interpreta y cuestiona la historia construida que para nosotros conforma el momento originario de las vejaciones occidentales sobre el continente es decir una ruptu-ra y un punto de partida un antes y un despueacutes que asedia auacuten en la actualidad la posibilidad de pensarnos

Pues bien consideramos que numerosos acontecimientos han comprometido violentamente el devenir de Ameacuterica pero nin-guno trastornoacute el sentido de los sustentos de los pueblos residentes ni fue tan concluyente en la alineacioacuten y formacioacuten de una ldquonue-va sociedadrdquo o de un ldquonuevo proyectordquo histoacuterico como la ocupacioacuten inicial Por eso la ocupacioacuten de Ameacuterica todaviacutea hoy se nos sigue presentando como un enigma y como un estigma que enmarcan el comienzo de un largo proceso histoacuterico signado por la dominacioacuten colonial Un largo proceso donde se quiebra la trayectoria histoacuteri-ca de una multiplicidad eacutetnica a partir de la imposicioacuten de estruc-turas coloniales y en cuyo teloacuten de fondo compuesto y emergente en 1492 y los sucesivos antildeos que marcan las diferentes fases de la ocupacioacuten de los distintos espacios de esta parte del mundo preten-demos insertar una serie de reflexiones consideradas como apuntes de caacutetedra entre ellas las emanadas la estigmatizacioacuten que deriva en un nuevo deber ser de las sociedades originarias y la emergen-cia de una corriente historiograacutefica europeizante que emana incer-tidumbres semaacutenticas que permanecen arraigadas en las praacutecticas docentes

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El estigma emerge con la dominacioacutenNinguna lengua es maacutes importante que otra ninguna lengua es maacutes

eficaz que otra para expresar el mundo (Del Val)

hellip Todo lo que usted quiera siacute sentildeor pero son las palabras las que cantan las que suben y bajan Me prosterno ante ellashellip Se llevaron el oro y nos

dejaron el oro Se lo llevaron todo y nos dejaron todo Nos dejaron las palabras (Neruda)

A partir del avance colombino y la apropiacioacuten de esta par-te del mundo que luego seraacute denominada Ameacuterica comienza una etapa histoacuterica signada por la dominacioacuten colonial espantildeola Fue en-tonces cuando ndashy como dice Nerudandash ldquonos dejaron la palabrasrdquo las mismas que nos permiten seguir reflexionando pese a que ndashcomo sostiene Del Valndash nos privaron de muchas otras esas que otorgaban sentido al mundo de la multiplicidad eacutetnica radicada en esta parte el mundo

Si bien las ocupaciones territoriales medidas y analizadas en tiempos de lo que seraacuten las historias nacionales mexicana peruana o boliviana ndashentre otrasndash representan breves coyunturas calcula-das en tiempos continentales las mismas y el consiguiente el des-pojo de las comunidades conforman un continuum temporal cuya responsabilidad recayoacute primero en las potencias coloniales (Espantildea Portugal Inglaterra Francia Holanda) y luego en los Estados nacio-nales De hecho es un largo proceso donde se quiebra la trayecto-ria histoacuterica de una diversidad eacutetnica que hacia fines del siglo XV acreditaba entre 60 y 90 millones de habitantes y en el transcurso de unos pocos antildeos receptaraacute el peor desplome demograacutefico de la historia accidental

Ciertamente muchos acontecimientos han comprometido la historia de Ameacuterica Latina pero ninguno trasformoacute tan fuer-temente los cimientos y andamiajes sobre los que se sosteniacutean los pueblos de esta parte del mundo como las sucesivas ocupaciones territoriales encorsetadas con la denominacioacuten ldquodescubrimientordquo ldquoconquistardquo y ldquocolonizacioacutenrdquo Desde ahiacute que la ocupacioacuten de Ameacute-rica todaviacutea hoy se nos sigue presentando como un enigma1 Un

1 Enigma seguacuten la Real Academia Espantildeola (RAE) proviene del latinae-nigma y este del griego αἴνιγμα aiacutenigma Se trata un enunciado de sentido artifi-ciosamente encubierto para que sea difiacutecil de entender o interpretar y tambien de

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enigma porque existen numerosas dificultades en lo que atantildee a la comprensioacuten interpretacioacuten y anaacutelisis de lo emergente en 1492 un enigma tambieacuten porque el conjunto de palabras que lo explicagene-ra discursos donde prima el sentido del dominador cuyas palabras impiden o encubren a otro conjunto de palabras y porque al ocultar todaviacutea sigue despertando interrogantes y debates Un enigma que desde el arribo de Coloacuten Corteacutes Pizarro Valdivia Mendoza o Ca-brera abre un estigma2 fundacional tal como marca o sentildeal impresa en el cuerpo continental Pareciera que nacimos ndashpara usar la metaacute-fora de Joseacute Martiacute- con unaldquoheridardquocual huella constitucional pero sus cicatrices provocan trastornos que auacuten signan nuestro presente

El acto fundacional inicial trajo consigo una concatenacioacuten de actos del mismo tenor y consecuentemente procesos de desestruc-turacioacuten determinantes de crisis de ruptura de las etnias que ha-bitaban este espacio Pues la ocupacioacuten cayoacute como una hecatombe que desquicioacute los basamentos sobre los que se apuntalaban al decir de Florescano (1995) sus ldquorelaciones con los dioses el cosmos y el acontecer temporalrdquo Si bien la desestructuracioacuten maacutes radicaldado la ldquomuerte de los diosesrdquo acontecioacute en el ldquoaacutembito de los espiacuteritusrdquo (Wachtel 1976) afectoacute igualmente y sin visos de retorno o mejoras el aacutembito material el escenario de la vida y al mantenerse en la larga duracioacuten hizo que la crisis fuese una ruptura radical y conti-nuada con ellos ordenes preexistentes La imposicioacuten de nuevos principios ordenadores destruyoacute el sustento y como dice el mencio-nado autor quizaacutes nada acentuoacute tanto el caos como la proscripcioacuten del sistema calendaacuterico que relacionaba la vida de los hombres con una cosmovisioacuten y cosmogeacutenesis

La crisis tuvo su manifestacioacuten maacutes cruda en la demografiacutea colonial pues aunque la discusioacuten en torno al tamantildeo de las pobla-ciones radicadas en Ameacuterica en el momento de las ocupaciones eu-ropeas y el grado de despoblacioacuten que le siguieron continuacutea vigen-

un suceso o comportamiento que no se alcanzan a comprender o que difiacutecilmente pueden entenderse o interpretarse2 Estigma seguacuten RAE viene del latiacuten stigma y este del gr στίγμα stiacutegma Refiere a marca hecha en la piel con un hierro candente lsquonota infamantersquo marca o sentildeal en el cuerpo desdoro afrenta mala fama cuerpo glanduloso colocado en la parte superior del pistilo y que recibe el polen en el acto de la fecundacioacuten de las plantas lesioacuten orgaacutenica o trastorno funcional que indica enfermedad constitucio-nal y hereditaria cada uno de los pequentildeos orificios que tiene el tegumento de los insectos araacutecnidos y mirioacutepodos por los que penetra el aire en su aparato respira-torio

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te3 el desplome demograacutefico en siacute mismo es un hecho indiscutible Tanto los estudios demograacuteficos realizados por las denominadas co-rrientes ldquoalcistardquo como los de laldquobajistardquo (con sus respectivas califica-ciones latinas de Hugh Thomas como ldquomaximalistardquo y ldquominimalis-tardquo) coinciden en el descenso aunque difieren en su magnitud dado el desacuerdo teoacuterico y metodoloacutegico entre ambas4 Por su parte los causales del desplome que articulan elementos psicoloacutegicos re-ligiosos y materiales e inmunoloacutegicos5 han sido objeto de estudios que enfatizan uno o varios aspectos En tal sentido Nicolaacutes Saacuten-chez Albornoz (1977) compiloacute una serie de tesis que fundamentan la contraccioacuten poblacional producto de los efectos del colonialismo espantildeol 1- La tesis homiciacutedica que seguacuten el autor debiera llamar-se ldquodel genocidiordquo involucra la accioacuten directa de los espantildeoles como matanzas guerras y condiciones laborales altamente explotadoras 2- El desgano vital inductor del desaacutenimo suicidios colectivos in-fanticidios abortos etc fruto del desmoronamiento de la concep-cioacuten de mundo de las etnias 3- El reacondicionamiento econoacutemico y social vinculado los fuertes desajustes ocasionados por la transfor-macioacuten negativa de la produccioacuten agropecuaria comunitaria ante la introduccioacuten y exigencias de tributos en cultivos exoacutegenos la ex-

3 El Quinto Centenario fue ocasioacuten para reeditar la poleacutemica Tocante a esto Denevan (1992) realiza un oportuno resumen del debate y de los efectos de las epidemias sobre Meacutexico 4 La corriente bajista de inicios del siglo XX estimaba una cifra inferior a los 15 millones de habitantes y fue sostenida por hispanistas como el filoacutelogo vene-zolano Aacutengel Rosenblat (1945) que calculaba una poblacioacuten total de 133 millones de habitantes y una caida durante el siglo XVI a 10 millones de habitantes o sea una baja de 33 millones o una cuarta parte de la poblacioacuten total inicial Con la proli-feracion de estudios regionales enfocados inicialmentes al estudio de la poblacioacuten mesoamericana surgioacute la corriente alcista defendida fundamentalmente por in-vestigadores de la Escuela de Berkeley (Universidad de California) como Woodrow Borah (1964) Henry F Dobbyns (1966) quienes calculan que la poblacioacuten america-na previa a la llegada de Coloacuten rondaba entre 90 a 112 millones y que disminuyoacute hacia mediados del siglo XVII a 45 millones Esto constituye para Dobyns que el 95 de la poblacioacuten total de Ameacuterica murioacute en los primeros 130 antildeos despueacutes de la llegada de Coloacuten Asimismo historiadores como Karl Theodor Sapper (1924) Paul Rivet (1924) Herbert Spinden (1928) y William M Denevan (1956) representaron una corriente intermedia o alcista moderada ya que reducen al 50 las cifras de los alcistas y sus estimaciones oscilaron entre 40 y 60 millones de personas 5 Enfoques como el de Juan Cuevas Jaramillo (1981) permitiriacutean siste-matizar causas de cuatro tipos a) Compulsiones ecoloacutegicas (reduccioacuten de habitat cambios sensibles en el entorno geograacutefico) b) Compulsiones bioacuteticas (transmisioacuten generalmente involuntaria de enfermedades para las cuales el indiacutegena no ha desarrollado resistencias orgaacutenicas) c) Compulsiones Tecnoloacutegico-culturales (cam-bios en la vivienda herramientas modernizadas que desplazan a las tradicionales creando dependencia frente al productor de bienes industriales) y d) Compulsio-nes ideoloacutegicas (frustraciones psicoloacutegicas y complejos de inferioridad resultantes del menosprecio de valores aboriacutegenes)

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pansioacuten de la ganaderiacutea y la extraccioacuten de mano de obra masculina entre otras cosas 4- las epidemias como viruela sarampioacuten gripe comunes entre la poblacioacuten europea se convirtieron en causa fun-damental del derrumbe al propagarse entre las comunidades caren-tes de un sistema inmune dotado de defensas ante la presencia de agentes patoacutegenos inexistentes en esta parte del mundo

Sin entrar en poleacutemicas teoacutericas podemos decir que la impo-sicioacuten de elementos propios de la loacutegica econoacutemica traiacuteda por los europeos (seguacuten se acuerde6 economiacutea de mercado precapitalismo acumulacioacuten primitiva del capital o economiacutea de transicioacuten hacia el capitalismo) sobre economiacuteas de subsistencia y economiacuteas con excedentes comunitarios tuvo efectos perversos que impulsarona estas uacuteltimas hacia una crisis estructural Mientras el sistema do-minante en Europa transitaraacute -durante tres siglos- hacia la consoli-dacioacuten del modo de produccioacuten capitalista combinando caracteriacutes-ticas feudales ndashnobleza clero tierra etcndash con los nuevos signos del capitalismo ndashburguesiacutea estados maximizacioacuten de ganancias acu-mulacioacuten etc ndash las estructuras socio-econoacutemicas sobre las cuales se asentaban las etnias marcharon hacia su destruccioacuten y no tendraacuten retorno ni recomposicioacuten Pues la construccioacuten del nuevo orden ba-sado explotacioacuten de hombres y recursos que emergioacuteparalela a la desestructuracioacuten tuvo como eje le reestructuracioacuten bajo principios ordenadores regidos por las caracteriacutesticas especiacuteficas que requeriacutea la dominacioacuten colonial Asiacute el asentamiento de los espantildeoles pro-vocoacute la subsuncioacuten a su loacutegica econoacutemica y para ello demandaba

1- Mano de obra india ndashy negrandash para trabajar en minas ha-ciendas plantaciones obrajes y hasta en servicio domeacutestico A tales efectos esa mano de obra debiacutea ser ldquodisciplinadardquo y para eso instru-mentaron diversos mecanismos en los que la coaccioacuten violencia persuasioacuten aculturacioacuten forzada laica y religiosa se articulan y complementan con el objetivo de imponer una nueva disposicioacuten laboral Una muacuteltiple gama de elementos y variantes objetivaron la presencia de la mano de obra forzada institucionalizada con el sistema de repartimientoencomienda7 las reducciones indias y el

6 Cfr Cardoso y Perez Brignoli (1987) Laclau (1989) Dobb (1980) Hobs-bawm (1980) Sweezy (1980) Wallerstein (1998)7 Con sus denominaciones regionales como coatequil en Mexico manda-miento en Guatemala mita en Peruacute y Bolivia tilinga en Ecuador mita (en las mi-nas) alquiler (trabajos urbanos) y concertaje (agriacutecola) en Colombia Para mayor detalle Cfr Villamariacuten (1999) Gonzalez (2005) Tandeter (1992) Gibson (1990)

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sistema esclavista sostenido con poblacioacuten trasplantada africana8 Por cierto el repartimiento de indios fue el instrumento que garan-tizoacute la sujecioacuten explotacioacuten y control de la mano de obra Pues el trabajo libre existioacute en todas las regiones y durante todo el periodo colonial pero nunca llegoacute a ser dominante ndashsostuvo su caraacutecter ex-cepcionalndash pese a los esfuerzos legales contradictorios de la Corona por extenderlo

2- Nuevas formas tributarias en trabajo especie moneda En liacuteneas generales se reemplazaron estructuras tributarias ecuaacuteni-mes y circulares por otra desequilibrada unilateral que contribuyoacute al deterioro familiar y al resquebrajamiento de los lazos de solidari-dad Sin entrar en detalles podriacuteamos decir que la Corona espantildeola impone ndashal menos hasta las modificaciones de la segunda mitad del sigloXVI (consignadas en las Leyes Nuevas de 1542 influenciadas en parte por las denuncias de Fray Bartolomeacute de las Casas y por mismo desplome demograacutefico)ndash una doble carga prestacioacuten labo-ral y monetariaespecies Las obligaciones tributarias constaron en ordenanza y mandatos reales y su recaudacioacuten involucroacute a los liacutederescomunitarios como los curacas y a funcionarios espantildeolesAl responder a una nueva estructura jeraacuterquica determinante de tasas y regiacutemenes laborales se afectaron las relaciones preexisten-tes basadas habitualmente en la reciprocidad sustentada en los la-zos de parentesco y relaciones centralizadas de redistribucioacuten9 Las prestaciones laborales impactaron sobre las comunidades dado que para cumplir con las mismas los tributarios se trasladaban con su familia abandonaban las tierras de cultivo y en consecuencia al-teraban los sustentos materiales de la comunidad Ademaacutes y para evitar las cargas muchos hombres buscaron como viacutea la huida pa-sando al desarraigo y convirtieacutendose en ldquoforasterosrdquo

4- La moneda como medio de cambio Con la ocupacioacuten se introduce la moneda en un mundo que careciacutea de ella y donde el

8 Tocante a esto seriacutea interesante analizar las posibilidades teoacutericas esgri-midas respecto al negro en Ameacuterica fundamentalmente en lo que al atantildee sistema esclavista planteado por Cardoso (1982) Cfr Williams (1944) Mellafe (1964) Tan-nenbaum (1968) Carmagnani (1976) Klein (1986)9 El asentamiento en campos de cultivo sin formar verdaderos nuacutecleos compactos impediacutea el aprovechamiento del indio como mano de obra el cobro del tributo y la labor evangelizadora Ante la composicioacuten originaria los espantildeoles im-ponen una relocalizacioacuten de las etnias cuyo cambio de lugar (abandono de los cam-pos de cultivo) significaba el desarraigo en funcioacuten de la recomposicioacuten-imposicioacuten de otros principios de organizacioacuten social Cfr Wachtel (1976) Florescano (1995) Gibson (1990)

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oro y otros metales ldquopreciososrdquo no jugaban un papel abstracto y es-peciacutefico sino maacutes bien ornamental o ldquode usordquo pues no serviacutean para medir el valor del producto Del loacutegico desconocimiento e incom-prensioacuten de esta medida deriva entre otras cosas el endeudamien-to al que se vieron compelidos10

5- Transformacioacuten del asentamiento tradicional del sentido de la tierra y de la produccioacuten La ocupacioacuten descompone el asen-tamiento tradicional comunitario produce relocalizaciones intro-duce nuevos cultivos y nuevas formas de producir Los principios organizadores preexistentes se conmovieron ante las apropiaciones de las mejores tierras mediante usurpaciones reparto del suelo en forma de mercedes reales o composiciones reales

6- Todo lo anterior se despliega dentro de una Nueva organi-zacioacuten poliacutetico-administrativa bajo formato de virreinatos gober-naciones ciudades etc que desguarnecen y desfiguran estructuras asentadas para recomponerlas dentro de unidades que nada tienen que ver con lo precedente aunque utilizan mecanismos complejos en el disentildeo de lo nuevo Entre ellos el nucleamiento de distintos grupos eacutetnicos en un espacio definido y controlado la yuxtaposi-cioacutensuperposicioacuten arquitectoacutenica como la construccioacuten de templos cristianos sobre los preexistentes las estrategias de la ldquoconquista es-piritualrdquo empleadas por el clero cristiano o en el disentildeo de ciudades con la meacutedula del poder concentrado en el centro del damero Las estrategias de ocupacioacuten-imposicioacuten de los espantildeoles perturbaron los principios precedentes que articulaban naturaleza-hombre-re-ligioacuten dando paso a una realidad social colonial heterogeacutenea jeraacuter-quica yuxtapuesta donde primaronlos principios de superioridadinferioridad asentados en un sistema socioeconoacutemico colonial que termina generando una relacioacuten estructural de dependencia

El nuevo orden y su consiguiente loacutegica econoacutemica propia de los tiempos ldquomodernosrdquo ldquoprecapitalistasrdquo o de la ldquotransicioacuten del feu-dalismo al capitalismordquoque conmociona el orden ecoloacutegico social cultural y poliacutetico preexistente se erige sobre la base de una

a- Reorientacioacuten espacial ante la emergencia de nuevas aacutereas de atraccioacuten econoacutemica (ciudades zonas mineras ingenios plantaciones etc) nuevos espacios de desarrollo concentradores de mano de obra (como las zonas mineras) nuevos centros poliacuteticos

10 Cfr Wachtel (1976)

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(como las capitales virreinales que reuacutenen los sectores privilegia-dos de la colonia) y nuevos centros religiosos se resignificaron las estructuras eacutetnicas que teniacutean articulaciones especiacuteficas Por ejem-plo con la caiacuteda de Cuzco y Tenochtitlan y su respectivo reemplazo por Lima y Meacutexico se arrasoacute con el centro del cosmos y sirvioacute para apresurar la derrota

b- Subversioacuten del ecosistema asociada a lo que Crosby (1988) denomina ldquoImperialismo Ecoloacutegicordquo donde la naturaleza y la poblacioacuten sufren ante la presencia de 1- productos trasplantados dado la implantacioacuten de flora (vintildeas olivos cantildea de azuacutecar trigo le-gumbres frutales etc) y fauna (cerdos vacas ratas etc) exoacutegena que asfixian o desplazana las autoacutectonas 2- agentes patoacutegenos que se esparcen generando epidemias 3- sobreexplotacioacuten de los recur-sos preexistentes como la extraccioacuten de madera de los bosques para la produccioacuten minera o construccioacuten de ciudades De resultas se rompe la relacioacuten armoacutenica con la naturaleza porque al situar al hombre y a la cultura fuera de ella comienza a manifestarse como martirizada y domesticada ante por ejemplo el abandono de las te-rrazas de cultivo el desecamiento de la cuenca de Meacutexico o las ex-cavaciones mineras

c- Aculturacioacuten religiosa La alianza Corona-Iglesia fue un elemento clave para dislocar las cosmovisiones y cosmogeacutenesis Su eficacia es perceptible desde el momento de la primera ocupacioacuten cuando la tradicioacuten cristiana monoteiacutesta basada en una religioacuten mi-litante y militada ndashque acepta la guerra raacutepida continua y a muerte o la guerra justa y preventivandash como instrumento de expansioacuten de la fe ndashpropia de los conflictos emanados de las cruzadas o las gue-rras contra los aacuterabesislamndash impone su dogma y su concepcioacuten Muchas etnias creiacutean en un dios civilizador11 que se presentariacutea en la tierra a completar la obra del dios creador12 Por esta visioacuten los primeros contactos fueron interpretados con gran confusioacuten como la llegada de los esperados dioses (el heacuteroe civilizador que veniacutea a completar la tarea) pero las evidencias que mostraron la humani-dad de los espantildeoles no fueron suficientes como para recomponer el quiebre y el fin de sus dioses fue percibido como cataacutestrofe coacutesmica Las comunidades arrogaron gran parte de su derrota al agotamien-

11 Cfr Eliade (1992) 12 Por ejemplo Quetzalcoatl debiacutea volver en un antildeo ce-acatl Viracocha de-biacutea volver al Peruacute y el reinado del 12 Inca marcaba el fin de un ciclo y el inicio de otro

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to del poder de sus dioses y a la fuerza del Dios cristiano entonces el dios vencedor comienza a ser temido y admirado Tras esto y la aplicacioacuten de diferentes estrategias se sumisioacuten y aculturacioacuten en la segunda mitad del siglo XVII se consolidoacute el poder del clero se-cular y regular constituyeacutendose en pilar de la colonia Pese a ello el poder colonial recepta numerosos casos de resistencias y rebelio-nes con una matriz religiosa o milenarista que impugnan el nuevo orden como el del Taqui Ongo y el culto a Tonantzin-Guadalupe o como el estado Neoinca y las rebeliones de Mixton

d- Imposicioacuten de nuevas jerarquiacuteas sociales donde la loacutegica del dominador se impuso al provocar una estigmatizacioacuten anclada a las formas de identificacioacuten Adhiriendo a los planteos de Erving Goffman (1963) podemos sentildealar que la nocioacuten socioloacutegica ldquoestig-matizacioacutenrdquo permite comprender las estrategias del dominador a efectos de introducir nuevas jerarquiacuteas sociales Puesrecurre a tres instancias 1- evidenciar las diferencias 2- valorar las diferencias en beneficio propio 3- afirmar que las diferencias son definitivas Con esto el grupo de poder es decir Corona-Iglesia-Elites desgasta la identidad eacutetnica inculcando prejuicios y confundiendo al coloniza-do Asiacute el mismo trata de salvar la distancia socioeacutetnica actuando de acuerdo a los valores del dominador Con el propoacutesitode ser tratados como humanosiguales se adapta o se acultura en tanto desmante-la su propia organizacioacuten13 De este modo emergioacute una estructura social riacutegida14 que situaba en la cuacutespide a la elite conformada por

13 Muchas investigaciones profundizaron estas cuestiones aplicando diver-sas categoriacuteas como es el caso de Fernando Ortiz (1983) con la aplicacioacuten de Trans-culturacioacuten deculturacioacuten inculturacioacuten y finalmente neocultura (mestiza)14 La rigidez social colonial proveniacutea de la concepcioacuten espantildeola en la que primaba el ldquoideal de blancurardquo y se ligaba a las estructuras econoacutemicas poliacuteticas sociales culturales religiosas e ideoloacutegicas En este punto se fundaron en los ldquoesta-tutos de limpieza de sangrerdquo aplicados primeramente por el Concejo de Toledo en 1449 contra moros y judiacuteos y acompantildeados luego por el ldquoSanto Oficio de la Inqui-sicioacutenrdquo con el fin del reconocimiento de la herejiacutea y de aquellos que la practicaban Esa rigidez llevoacute a algunos historiadores a afirmar que en la sociedad colonial se desarrollaron ldquocastasrdquo (cerradas a la movilidad social por la ldquoblancurardquo) Magnus Moumlrner (1969) plantea que esa categoriacutea era usada por las eacutelites de la colonia para sentildealar a las personas de sangre mezclada es decir los estratos que a traveacutes de mestizajes muacuteltiples no respondiacutean a la configuracioacuten inicial de las comunidades A traveacutes de estas tipificaciones las eacutelites construiacutean un orden social y elaboraban representaciones sobre el lugar que ellos y las castas debiacutean ocupar en el mismo La marcacioacuten racial no se basaba en estimaciones subjetivas de las eacutelites sino que estaban regladas por un ordenamiento legal ndashesto es los Estatutos de Limpieza de Sangrendash donde se ubicaba a cada individuo en un grupo racial La administracioacuten no utilizaba la categoriacutea casta generalmente empleaban denominaciones que ha-ciacutean referencia al tinte de la piel blancos indios negros mulatos morenos pardos y libres de todos los colores Eacutestas y otras categoriacuteas expliacutecitas o impliacutecitas de color

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los espantildeoles (funcionarios mineros comerciantes) y por debajo a los grupos preexistentes homologados bajo la categoriacutea indio y a los ldquonegrosrdquo provenientes de Aacutefrica (mediante el comercio de esclavos de ldquoraza negrardquo) y con ello a una cantidad de posiciones intermedias emanadas de la multiplicidad de situaciones de mestizaje En con-secuencia emerge un ordenamiento social jeraacuterquico basado en la desigualdad socioeacutetnica que responde a la dureza e intolerancia de las jerarquiacuteas sostenidas por la dominacioacuten colonial pues el poder determina y define las posiciones de cada grupo o sector15

e- Resemantizacioacuten y homologacioacuten de lo muacuteltiple y varia-do al todo unificador Evidentemente 1492 y las distintas ocupa-ciones de los diferentes espacios de esta parte del mundo abrieron paso a otra serie de cuestiones entre las que se encuentran 1- la estigmatizacioacuten y homologacioacuten que deriva en un nuevo deber ser de las diferentes sociedades radicadas en esta parte del mundo y asociada a lo mismo 2- la emergencia de una corriente historiograacute-fica europeizante sostenida en el tiempo e inductora de confusiones semaacutenticas que terminan arraigadas a las praacutecticas docentes La resemantizacioacuten basada en la reinterpretacioacuten de elementos y pa-labras preexistentes ndashiniciada desde imaginario de Cristoacutebal Coloacutenndash tuvo muchas derivaciones entre las que se encuentran la inclusioacuten de la multiplicidad eacutetnica preexistente bajo un rotulo unificador la reinterpretacioacuten histoacuterica basadaen elementos del pasado a efectos de efectuar una construccioacuten de las identidades en el presente y la proyeccioacuten del mismo para reconstruir el pasado en base a la ldquoreali-dadrdquo conocida o aceptada por el grupo dominante16

apareciacutean en documentos oficiales tales como ldquocodificaciones de la legislacioacuten co-lonial libros parroquiales procesos inquisitoriales casos criminales censos y en las Relaciones geograacuteficas que la Corona solicitoacute con regularidad a las autoridades coloniales a partir del siglo XVIrdquo (Boumlttcher et al 2011) Uno de los ejemplos estaacute dado por la representacioacuten en la pintura de castas del pintor Luis Barruecos quien elabora 16 tableros de castas y entre ellos representa 1- Espantildeol con india mestizo 2- Mestizo con espantildeola castizo 3- Castizo con espantildeola espantildeol 4- Espantildeol con negra mulato 5- Mulato con espantildeola cuarteroacuten 6- Cuarteroacuten y espantildeola salta atraacutes 7- Salta atraacutes con india chino 8- Chino con mulata lobo 9- Lobo con mulata giacutebaro 10- Giacutebaro con india alvarasado de Alvaradohellip(Chaves 2014) Para mayor detalle Rosenblat (1954) Loacutepez Beltraacuten (2008) y Boumlttcher et al (2011)15 Cfr Bourdieu (1994)16 Para Victorino Zecchetto (2011) la resemantizacioacuten es el proceso median-te el cual se asigna un nuevo valor de significado a una palabra preexistente Los lenguajes humanos fueron inventados para lsquosemantizar la realidadrsquo esto es para expresar los contenidos y sentidos del mundo por medio de alguna forma codifi-cada Semantizar viene del teacutermino griego σημαντικός y designa la significacioacuten de las palabras De modo maacutes amplio la semaacutentica (parte de la semioacutetica) estudia y analiza los procesos de significacioacuten de los signos textos y discursos que circulan

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Del estigma propio de la confusioacuten inicial a la categoriacutea social indios

Los viajes de Coloacuten no fueron no podiacutean ser ldquoviajes a Ameacutericardquo porque la interpretacioacuten del pasado no tiene no

puede tener como las leyes justas efectos retroactivos Afirmar lo contrario proceder de otro modo es despojar a la historia de la

luz con que ilumina su propio devenir y privar a las hazantildeas de su profundo dramatismo humano de su entrantildeable verdad perso-

nal

(Orsquo Gorman 1995-1958)

A mediados del siglo pasado Edmundo OlsquoGorman (1958) nos convocaba a pensar sobre la produccioacuten simboacutelica que llevoacute a la Invencioacuten de Ameacuterica Haciendo lo propio podemos sentildealar que la denominacioacuten continental fue acuntildeada desde ldquoel afuerardquo pues res-pondioacute al imaginarioconfusioacuten de Coloacuten quien consideroacute haber llegado a las ldquoIndiasrdquo que luego seriacutean ldquoOccidentalesrdquo y finalmente (VespuccioWaldseemuumlller mediante17) ldquoAmeacutericardquo El logos colom-bino le impidioacute reconocer a esta parte del mundo como algo dife-rente a lo esperado18y de hecho para su propoacutesito este continente insospechado tal como Terra Incognita fue un obstaacuteculo en el cum-plimiento de su propoacutesito que era llegar a Oriente19 Tanto que pese

diacroacutenica y sincroacutenicamente por la sociedad El uso de la palabra lsquoresemantizarrsquo estaacute relacionado con la anterior pero indica un proceso inverso porque busca dar realce a un sentido ya existente o a uno nuevo recuperado ya sea en forma total o parcial Resemantizar es un vocablo que se refiere a la operacioacuten semioacutetica de transformar el sentido de una realidad conocida o aceptada para renovarla o para hacer una transposicioacuten de modelo creando una entidad distinta pero con alguna conexioacuten referencial con aqueacutella de modo que esta uacuteltima asume un nuevo signi-ficado que la primera no teniacutea 17 En la Universalis Cosmographia Secundum Ptholomaei Traditionem et Ame-rici Vespuciialiorumque lustrationes (1507) y Cosmographiae Introductio de Martin Waldseemuumlller esta parte del mundo apareciacutea rodeada de agua y separada de Asia y por primera vez se la sentildealaba con nombre de Ameacuterica en honor a su ldquodescubri-dorrdquo Ameacuterico Vespucio En trabajos posteriores dejoacute de usar esa denominacioacuten re-emplazaacutendola por Terra Incognita atribuye del ldquodescubrimientordquo a Cristoacutebal Coloacuten (por mandato del rey de Castilla) y pone en duda que se trate de otro continente18 Su imaginario nutrido de los conocimiento de la epoca no le permitiron pensar la existencia de un continente sobre el que no habia referencia cientificas ni religiosas pues ni la Biblia daba cuentas de ello19 Cristoacutebal Coloacuten ademaacutes de estar nutrido de informacion como la prove-niente del mapa disentildeado por el geoacutegrafo griego del siglo I Ptolomeo manejaba los datos vertidos por Pierre drsquoAilly en Imago mundi Marco Polo en el Relato de viajes y por Juan de Mandeville en el Libro de las maravillas De ahiacute sus proyectos de locali-

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al cumulo de evidencias su construccioacuten ndashasentada en los saberes de su tiempondash se impuso a la realidad y los habitantes de ldquolas In-diasrdquo fueron ldquolos indiosrdquo Desde entonces todas las etnias residentes fueron homologadas como tales y la compleja trama de heteroge-neidades socioculturales fue resemantizada e incluida bajo ese roacute-tulo unificador Al respecto Liliana Tamagno plantea

ldquoiquestEs que poseiacutean alguacuten rasgo cultural o fiacutesico en comuacuten Buscaremos en vano El uacutenico denominador comuacuten era no ser europeos no ser blancos ser los colonizados Se justificaba dominar y ldquocivilizarrdquo a un ldquosalvajerdquo pero iquestCoacutemo se explicaba el aplastar comunidades o naciones que poseiacutean organizacioacuten poliacutetica y social lengua propia y religioacutenrdquo (Tamagno 1992 p 110)

Esa homogeneizacioacutenestigmatizacioacuten marcaba la distancia entre nosotros y los otros20 y desde el etnocentrismo21 espantildeol que valorizaba positivamente sus principios de organizacioacuten social pro-yectaba en los grupos del afuera todas las representaciones sociales consideradas negativas desde su visioacuten de mundo Precisamente la asignacioacuten de caracteriacutesticas culturales inmutables viabilizala jus-tificacioacuten de la dominacioacuten o segregacioacuten En trabajos anteriores22 hemos sentildealado que Ameacuterica y por tanto el ser indio ndashproducto de la confusioacuten inicialndash fue el resultado de una proyeccioacuten imaginaria de la sociedad instituida y de la sociedad instituyente23 en Espantildea que delineoacute una poliacutetica combativa tendiente a sofocar el lengua-je la cosmovisioacuten las costumbres y tradiciones de la multiplicidad de identidades americanas La categoriacutea indio no solo incluiacutea en un colectivo homogeacuteneo a las distintas etnias sino tambieacuten le otorgaba sentido que representaba el no ser social de la Espantildea que transitaba

zar al Gran Kan llegar a Cathay y a Cipango 20 Cfr Tzvetan Todorov (1991)21 Para Juan Cueva Jaramillo (1981) el concepto de etnocentrismo genera-do en las ciencias antropoloacutegicas es la actitud de un grupo humano que se coloca como centro alrededor del cual gira el mundo Dicho grupo posvaloriza positiva-mente sus realizaciones y particularismo cree en su superioridad y menosprecia o niega los valores de las culturas diferentes a la suya El etnocentrismo se explica en los conceptos teoacutericos que manejamos asiacute como en nuestro lenguaje cotidiano Cuando hablamos en Ameacuterica Latina del ldquoCercano Orienterdquo no pensamos que tal regioacuten geograacutefica es cercana y estaacute al Este para Europa pero para Latinoameacuterica es el lejano occidente22 Trabajamos la problemaacutetica de la identidad considerando la tensioacuten exis-tente entre el ser y el deber ser impulsado durante el proceso de dominacioacuten exte-rior-occidental Cfr Formento (1995 1996 2002)23 Cfr Castoriadis (1982)

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a la ldquomodernidadrdquo negando el derecho a ser diferente a traveacutes de la afirmacioacuten de su superioridadTras la valorizacioacutenetnoceacutentricaeu-roceacutentrica atribuiacuteana los otrosla portacioacuten de caracteriacutesticas o ras-gos culturales considerados inapropiados en su visioacuten de mundo es decir eacutesosencarnaban el ldquono serrdquo civilizado que justificaba la domi-nacioacuten por parte del ldquoserrdquo civilizado El ldquoser indiordquo ndashconstruido desde el ldquono serrdquondash estaba cargado de atributos negativos ndashque justificaban la praxis colonial y la dominacioacuten exteriorndash tales como salvaje pa-gano sacriacutelego hereje idoacutelatra cruel antropoacutefago caniacutebal indoacutemi-to etc24 De modo que si aplicamos el anaacutelisis de Goffman(1963)ese ldquono serrdquo se nos presenta como el roacutetulo portador delos atributosa erradicar indispensablepara quebrar la estigmatizacioacuten y pasar a ldquoserrdquo cristiano doacutecil abandonar el amancebamiento y la poligamia adaptarse a las exigencias laborales etc Asiacute la loacutegica del domina-dor caracterizaba al otro marcando el camino del ldquodeber serrdquo para adaptarlo a principios de organizacioacuten social extrantildeos y alienantes y de esta manera conformar un nuevo tipo social que deviene del deber ser En este sentido consideramos que el ldquoser indiordquo ndashtambien el ldquoser negrordquo ndashse define inicialmente desde el ldquodeber serrdquo pues no representa una identidad autodefinida sino una heteroidentidad (otorgada desde el afuera) Sin embargo de esta tensioacuten entre el ser y el deber ser deviene un actor capaz de definirse a siacute mismo ndashen la larga duracioacutenndash desde el proceso continuo de resistenciaopresioacuten y que lucha contra la dominacioacutenexplotacioacuten

Desde una perspectiva teoacuterica Karen Spalding sostiene que

ldquoel grupo definido como indio en los siglos XVI y XVII no era el mismo que aquel definido como indio en el siglo XX Teacuterminos tales como ldquoindiordquo ldquonegrordquo y otras palabras abs-tractas que definen a grupos de personas son conceptos sociales cuyo significado variacutea a traveacutes del tiempo Cierta palabra puede definir grupos muy distintos en tiempos distintos en la medida en que se adapta a los cambios en el caraacutecter de las relaciones socialesrdquo Spalding (1974 pp 148-149)

24 Los discursos y fuentes con los que se han construido y definido a ldquolos indiosrdquo poseen diversas influencias aunque las apreciacionoes de Coloacuten acerca de los dociles Tainos (mansos dociles) y rebeldes Caribes (canibales antropoacutefagos sal-vajes) y reflexiones posteriores como las de Voltaire parecen haber generalizado una tipologia que ha tenido una gran difusion Un interesante planteo el respecto realiza Jitrik (1992)

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Tanto es asiacute que las distintas sociedades americanas homolo-gadas como indios se hicieron eco de ello y con esa denominacioacuten inicial pretenden su emancipacioacuten y autonomiacutea (Tiahuanaco 1984)

La alteracioacuten de las memorias preexistente y la emergencia de una historia europeizanteCon el avance espantildeol se produjo un proceso de cercenamiento y manoseo de las memorias eacutetnicas Al cambiar para siempre el de-rrotero de mayas aztecas calchaquiacutees o diaguitas entre tantos su memoria del pasado sufrioacute un proceso de perversioacuten Asiacute sus cos-mogoniacuteas concepciones del tiempo y espacio y usos del pasado mito e historiase vieron comprometidos y en muchas ocasiones para hacer llevadera la derrota surgieron danzas vivificaacutendolos (por ejemplo la ldquomuerte de Atahualpardquo) y para invocar el pasado tambien escriben sobre la derrota25 De modo que el avance mili-tar fue concurrido por el aniquilamiento de la memoria histoacuterica ya que los indios fueron testigos de la destruccioacuten yprofanacioacuten de su memoria y registros del pasado26 Fue concurrido asimismo por

25 Unos antildeos despues de acontecidas las ocupaciones fueron interpretadas bajo la oacuteptica de los prodigios y profesiacuteas y asociando los cuatro elementos del uni-verso fuego agua tierra y aire Cfrlas narraciones de los informantes de Sahaguacuten el libro de Chilam Balam de Chumayel (que predice el trastorno general del mundo y el advenimiento de una nueva religioacuten) y los comentarios del Inca Garcilaso res-pecto al derrumbe andino Cfr Leon Portilla (1989 y 2003) Walchtel (1976)26 Mucho tiempo despues una diversidad de documentos o fuentes de la memoria eacutetnica fueron rescatados y publicados ofrecieacutendonos la posibilidad de co-nocer las voces silenciadas por las Historia de Indias Podemos sentildealar entre otros las fuentes aztecas y mayas ndasha partir de 152324ndash Los cantares de la conquista ele-giacuteas o cantos tristes escritos en nahuas que describen el sitio a Tenochtitlan y el fin del pueblo Mexicali la Relacioacuten anoacutenima de Tlatelolco (manuscrito 22 de la Biblio-teca Nacional de Pariacutes bajo el tiacutetulo Unos Anales Histoacutericos de la Nacioacuten Mexicana) escritos en Naacutehuatl por autores anoacutenimos de Tlatelolco relatan la caiacuteda de Meacutexico Testimonios de los informantes de Sahaguacuten redactado por estudiantes indiacutegenas de la escuela de Santa Cruz de Tlatelolco bajo la supervisioacuten de Fray Bernardino de Sahaguacuten utilizando informes de los ancianos en lengua naacutehuatl aparecen en la obra Historia General de las cosas de la Nueva Espantildea finalizada en 1555 Testimo-nios pictograacuteficos como el Coacutedice florentino correspondientes al texto naacutehuatl de los informantes de Sahaguacuten el Lienzo de Tlaxcala con los 80 cuadros sobre los alia-dos de Cortes los tlaxcaltecas por Diego Muntildeoz Camargo el Coacutedice Aubin con tex-tos e ilustraciones alusivas a la matanza del templo mayor Los testimonios del aacuterea andina como los de Guamaacuten Poma de Ayala en su Primer nueva Coroacutenica y buen gobierno redacta en castellano mezclado con quechua una criacutetica sostenida sobre el dominio colonial espantildeol el Inca Garcilaso de la Vega en su Comentarios Reales cuenta sumariamente la conquista de su tierra las costumbres ritos y ceremonias Titu Cusi Yupanqui o Diego de Castro con su Instruccioacuten del Inga don Diego de Cas-tro Titu Cusi Yupangui plantea una posicioacuten opuesta al adoctrinamiento y control sobre los aspectos sociales religiosos y administrativos que impone el gobierno del

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una nueva forma de registro seleccioacuten y explicacioacuten del pasado se-guido por la intrusioacuten de un nuevo protagonista de la accioacuten y el relato histoacuterico

Asiacute 1492 funcionoacute igualmente como acto fundacional de una co-rriente historiograacutefica europeizante sostenida en una concepcioacuten euroceacutentrica Esto significa que la ocupacioacuten espantildeola proscribioacute u otorgoacute nuevos espacios a los protagonistas de las historias de las etnias e instauroacute un discurso histoacuterico que posee una nueva for-ma de ver representar seleccionar registrar y explicar el pasado portador de un nuevo lenguaje un nuevo sentido del desarrollo histoacuterico nuevos sujetos de la accioacuten y de la narracioacuten histoacuterica27 Para Florescano el espantildeol se hizo lengua americana al convertirse en el vehiacuteculo que dio cuenta de los ldquodescubrimientos conquistas y asentamientos espantildeolesrdquo Como contraparte el espacio americano perdioacute sus connotaciones indiacutegenas cuando el espantildeol redescubrioacute y clasificoacute bajo conceptos geograacuteficos y cartograacuteficos propios Tanto que la flora y fauna fueron renombradas y hasta la geografiacutea y la toponimia propias de esta parte del mundo fueron resemantizadas aplicando nombres cristianos o con referentes peninsulares (Nueva Extremadura Coacuterdoba San Juan Teotihuacaacuten) Como dice Michel de Certau (1978) se ldquoalteroacuterdquo el cuadro de nombres propioshellip y la his-toria que a partir de entonces comienza a escribir el hombre occiden-tal se escribe con ideas occidentales y sobre el cuerpo fiacutesico de Ameacuteri-ca Esto es la protagoniza una Espantildea triunfante y sus hombres el ldquoconquistadorrdquo el fraile evangelizador y los nuevos colonos Esa his-toria se interpreta desde de las tradiciones con referente occidental que posee una carga acumulada de muacuteltiples pasados (antiguumledad pagana cristianismo primitivo herencia medieval los nuevos hori-zontes de la modernidad) Los mismos se articulan en la narracioacuten histoacuterica que se sustenta en la corriente del imperialismo espantildeol al que ampara y justifica a partir de la idea cristiana de la historia con sus vertientes apostoacutelicas mesiaacutenicas y providencialistas Al-gunos protagonistas de la historia como Coloacuten y los misioneros se concebiacutean como agentes de la Providencia Tambieacuten los historiado-res o Cronistas de Indias (como Pedro Maacutertir de Angleriacutea Gonzalo Fernaacutendez de Oviedo y Francisco Loacutepez de Goacutemara) divulgaron en sus obras la certeza de que los ldquosucesivos descubrimientos y con-

virrey Francisco de Toledo La elegiacutea de Apu Inca Atawallpaman es anoacutenima y llora la ejecucioacuten de Atahualpa27 Cfr Florescano (1987)

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quistasrdquo eran parte de un plan providencial dirigido a uniformizar ldquoa todos los pueblosrdquo bajo el manto de la cristiandad y la corona de los reyes catoacutelicos (Florecano 1987) De este modo surgieron rela-tos con una matriz militar fantaacutestica providencialista-imperialista miacutestico apocaliacuteptica y como dice Florescano (1987) muchos de ellos verdaderos tratados geograacuteficos y naturales que inventariaban las nuevas tierras y se apropiaban de la naturaleza Tal es el rol desem-pentildeados por los ldquoHistoriadores de Indiasrdquo al servicio del poder espa-ntildeol cuyos relatos tienen como finalidad revelar al mundo la gesta espantildeola al tiempo que seapropian de una misioacuten ldquohistoriograacutefica y cosmogoacutenicardquo En los mismos el ldquoser indiordquo permanece vencido pues perdioacute sus vocablos y el ldquoindiordquo adquirioacute un nuevo lugar dado la historiografiacutea de narracioacuten europeizante fundadora y portadora del ldquoenigma del descubrimientordquo

El enigma del ldquodescubrimientordquo y las praacutecticas docentesEl desembarco Colombino en las Antillas (concretamente en Gua-nahaniacuteSan Salvador) en tanto acto instituyente suministroacute ele-mentos que derivaron en confusiones yo equiacutevocos semaacutenticos e historiograacuteficosndashcomo los sentildealados maacutes arribandash ypuesto que la historiografiacuteaconstituye el insumo baacutesico de la formacioacuten docen-teterminoacute sustentandodesconciertos yerrosy perplejidades que persistieronen la praacutectica docente a la hora de analizar el conflicto y aunla misma historia de la dominacioacuten colonial espantildeola

La ldquohistoria del descubrimientordquo cual historia oficial se repro-dujo en los manuales escolares y formoacute parte de nuestro acervo cul-tural y de la conmemoracioacuten del acto escolar del 12 de octubre como ldquodiacutea de la razardquo Desde alliacute los habitantes de esta parte del mundo nos asumimos como ldquodescubiertosrdquo desconociendo negando o su-blimando el simple hecho de que este continente estaba poblado Sin embargo y pese a los ldquosilenciamientosrdquo surgieron ldquohistoriasrdquo de-tractoras a partir de la conocida como ldquoleyenda negrardquo28 y la difusioacuten

28 La Leyenda Negra se sustenta en las criacuteticas de Fray Bartolomeacute de la Ca-sas respecto al accionar espantildeol que provoca la ldquodestruccionrdquo de las ldquoIndias En tor-no a esto surgieron larguiacutesimos debates que se engarsan en el mismo Debate de Valladolid de 1550 Una de las disputas historiograacuteficas fue entre Benjamiacuten Keen y Lewis Hanke quienes debatieron revista Hispanic American Historical Review entre 1969 y 1971 El primero otorgaba veraciadad a las afirmaciones de Las Casas y Hanke sentildealaba excesivas generalizaciones del dominico justificando el esfuerzo legislativo de la Corona para proteger a los indios incluyendo castigos a los infrac-

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de las fuentes indias fundamentalmente desde mediados del siglo pasado con el desarrollo de una historiografiacutea indigenista liderada por el peruano Luis E Valcaacutercel y el mexicano Alfonso Caso y con la renovacioacuten teoacuterico-metodoloacutegica emanada de la laquovisioacuten de los vencidosraquo

El proceso conflictivo y multifaceacutetico que nos ocupa ha aco-gido y reproducido denominaciones disiacutemiles y encontradas tales como descubrimientoencubrimiento encuentro de culturascho-que cultural o conquistainvasioacuten29 Estas categorizaciones van maacutes allaacute de los hechos precisos y nos inducen a pensar tanto en los re-ferentes que le dieron origen como en la trayectoria y adaptacioacuten curricular del sentido de las mismas

Tocante a esto un momento de inflexioacuten se cristalizoacute en 1992 cuando se produjo una reedicioacuten de la poleacutemica a partir de la ldquocele-bracioacuten del quinto centenariordquo de aquello que veniacutea siendo denomi-nado Descubrimiento de Ameacuterica organizada por el estado Espantildeol la iglesia oficial y algunos Estados latinoamericanos apoyados por ciertos sectores sociales portadores del ldquoorgullordquo de la hispanidad ndashauacuten de nuestro paiacutesndash30 En ese momento surgieron nuevas voces y se reactivaron argumentos que explicitaban las bases del ldquolatino-mericanismordquo Entre ellos tomoacute fuerza la tesis que en 1937 esgrimiacutea desde Bogotaacute Germaacuten Arciniegas en su libro Ameacuterica Tierra Firme Alliacute sentildealaba que

tores 29 Cuando las mismas se aplican a las efemeacuterides nacionales tambien refle-jan dicotomiacuteas como diacutea de la razadiacutea de la desgracia diacutea de festejodiacutea de luto La conmemoracion del 12 de octubre era una efemeacuteride Argentina denominada ldquoDiacutea de la Razardquo y en 1975 la Conferencia Internacional de Pueblos Indiacutegenas reunida en la Columbia Britaacutenica fundadora del Consejo mundial de Pueblos Indios propuso el repudio a los etnocidios y genocidios que se ponga la bandera a media asta con un crespoacuten negro en expresioacuten de duelo y un rechazo absoluto por el festejo del diacutea de la raza porque este es el Diacutea de la desgracia En 2010 en Argentina por iniciativa del INADI fue modificado por ldquoDiacutea de la Diversidad Cultural Americanardquo (Decreto presidencial Ndeg 15842010) con el proposito de promover la reflexioacuten histoacuterica y el diaacutelogo intercultural acerca de los derechos de los pueblos originarios Pese a esa neo-denominacioacuten las concepciones historiograficas ya arrigadas han primado en los actos escolares Podriamos afirmar que la ldquohistoria del descubrimientordquo sigue vigente en esa fecha y que el dialogo intercultural propuesto tuvo derivaciones no contempladas en el espiacuteritu de la efemeacuteride 30 En ese momento junto a Laura Travaglia y Mariacutea Rosa Carbonari pro-pusimos desubstancializar la categoriacutea descubrimeitno a partir de la separacioacuten del prefijo des- (cubrimiento) colocando una pausa que nos permitiera reflexionar sobre la utilizacioacuten acriacutetica (consciente o inconsciente) de ese vocablo tan caro a nuestra historiografiacutea americana y por ende a nuestras praacutecticas docentes Para ello realizamos un largo trabajo con docentes de la region donde discutiamos el ma-terial didactico denominado Des-cubrimiento de Ameacuterica La multiplicidad de voces

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ldquono es posible considerar como descubridores a quienes en vez de levantar el velo del misterio que envolviacutea a las Ameacutericas se afanaron por esconder por callar por ve-lar por cubrir todo lo que pudiera ser una expresioacuten del mundo americano iquestPor queacute el conquistador iba a ser descubridor Si descubrir y conquistar son dos posiciones opuestas en el hombre Descubrir es una posicioacuten sutil desinteresada espiritual Conquistar es una funcioacuten gro-sera materialrdquo31

Lo que acontecioacute para este autor fue simplemente el oculta-miento tras la viacutea de la destruccioacuten sistemaacutetica que niega al otro para no tener que reconocer su importancia

De hecho el ocultamiento fue uno de los mecanismos utili-zados por Espantildea para no hacer visible la ldquocondicioacuten humanardquo la trayectoria cultural de estos pueblos a efectos de justificar la do-minacioacuten y construir los sustentos de la historia emergente Como dice Colombres

ldquoEra necesario negarse a ver al otro para no tener que reconocer su importancia la validez del modelo que se viene a destruir y la fragilidad de la razoacuten que se invocardquo Colombres (1989 p 10)

La misma responsabilidad en lo que atantildee al ocultamiento le cabe a la ldquoConquista espiritualrdquo que tuvo por ejemplo entre sus ejecutores a Fray Diego de Landa quien refiere en su Relacioacuten de las cosas del Yucataacuten el propio acto material de ocultar puesto que es-cribe ldquoHayaacutemosle gran nuacutemero de estos sus libros32 y porque no te-

31 Cabe hacer la selvedad que ldquoconquistarrdquo tambien posee la acepcion se-guacuten la RAE de lograr el amor de alguien cautivar su aacutenimo ganar la voluntad De modo que el doble sentido podria ser considerado a estos efectos dado las estrate-gias multiples de dominacion aplicadas por la ldquoconquista militarrdquo y la ldquoconquista espiritualrdquo 32 En 1562 en Maniacute una pequentildea ciudad de Yucataacuten se realizoacute un Auto de Fe de la Inquisicioacuten que destruyoacute varios coacutedices mayas y fue ejecutado por el obis-po franciscano Diego de Landa Los Auto de Fe eran manifestaciones puacuteblicas don-de se leiacutea ante el puacuteblico el veredicto de las sentencias dictadas contra los ldquoreosrdquo de la Inquisicioacuten espantildeola Durante ese acto se destruyeron y quemaron maacutes de 5000 iacutedolos piedras de altar vasijas y rollos con signos y jerogliacuteficos mayas considera-dos por Landa como libros supersticiosos y con falsedades del demonio El oculta-miento estuvo acompantildeado por la dispersioacuten de los manuscritos mayas aztecas u otros y muchos fueron enviados como presentes valiosos y otros se empezaron a ver como objetos lucrativos y se sustrajeron de los repositorios originales para enajenarlos

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niacutean cosa en que no hubiese supersticioacuten y falsedades del demonio se los quemamos todos lo cual a maravilla sentiacutean y les daba penardquo

De modo que podriacuteamos pensar que la viacutea directa para abrir el enigma procede del mismo ocultamiento pues genera sospechas que se mantienen en el tiempo y permanecen latentes en las vo-ces silenciadas hasta que ellas se convierten en motor que puja por abrir la otra cara del descubrimiento Asiacute esa original oposicioacuten des-cubrimiento-cubrimiento indica el sendero a otras posibilidades se-maacutenticas pues el sentido del descubrimiento fue puesto en duda el ocultamiento no se sostiene ante las voces indias que fueron poco a poco sembrando incertidumbres mientras muchos intelectuales rescataban memorias acalladas y comenzaban a indagar pensando en los vencidos En este sentido es meritorio el trabajo de Miguel Leoacuten Portilla quien en 1959 editoacute las relaciones indiacutegenas de la con-quista en su libro Visioacuten de los vencidos en 1961 Los antiguos mexi-canos a traveacutes de sus memorias y cantares y en 1964 El reverso de la conquista A la sazoacuten y con el objetivo de superar la dicotomiacutea exis-tente el mismo autor propuso reemplazar la palabra descubrimien-to por ldquoencuentro de dos mundosrdquo Sin embargo su posicioacuten terminoacute siendo cuestionada eneacutergicamente entre otros por Edmundo Oacute-Gorman quien argumenta que la misma remite al diaacutelogo al respeto por la diversidad y al intereacutes por el otro y no refiere al ldquoAplasta-miento de un mundo por otrordquo Para este autor mas tambieacuten para Varese y Fals Borda lo que acontecioacute merece la denominacioacuten de ldquodesencuentrordquo

Asiacute las cosas y ante la nueva diacuteada algunos intelectuales y docentes no dudaron en tomar partido Los menos conservadores fueron abandonando el Descubrimiento y adoptando el ldquoEncuen-tro entre dos mundosrdquo y los maacutes comprometidos se animaron a es-grimir el ldquoocultamientordquo yo el ldquodesencuentrordquo Pero en el mismo contexto comenzoacute a tomar fuerza conceptual la propuesta de las Organizaciones Indias quienes impugnandolas precedentes funda-mentaron la aplicacioacuten del teacutermino Invasioacuten yo Sucesivas Invasio-nes ya que la primera sirve de soporte a los avances sucesivos de es-pantildeoles y estados nacionales en post de la ocupacioacuten de territorios de las comunidades

Ciertamente la categoriacutea invasioacuten toma fuerza historiograacutefica en 1992 cuando Lesley Bethel compila y publica Historia de Ameacuterica Latina y la asume en su proacutelogo como referente de la coleccioacuten en la

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que participan renombrados americanistas como Nathan Wachtel Charles Gibson Jhon Elliot Magnus Moumlrner y el ya mencionado Miguel Leoacuten Portilla La conmemoracioacuten tuvo el meacuterito de hacer visible el estigma de la dominacioacuten colonial la presencia de heri-das que no sellaron debates que no se han dado asignaturas pen-dientes para el mundo intelectual y decisiones poliacuteticas que nun-ca se han tomado Tanto que de frente al nuevo milenio Nemesio Rodriacuteguez (antropoacutelogo argentino que reside en Meacutexico y dirige el Centro Antropoloacutegico de Documentacioacuten de Ameacuterica Latina) Eulo-gio Frites (abogado indiacutegena kolla que promovioacute la formacioacuten de la Asociacioacuten Indiacutegena de Argentina) y Adolfo Colombres (antropoacute-logo argentino que realizoacute trabajos promoviendo la autogestioacuten in-diacutegena) entre otros propusieron vivir el mismo como un ldquoMomen-to del Autoencuentrordquo Es decir tomar al milenio como balance y prospectiva recuperacioacuten de nuestra historia y desalienacioacuten de la misma como oportunidad para la reflexioacuten postergada asumiendo la invasioacuten (emergente el 12 de octubre como generadora de nue-vas invasiones) y el choque que lejos de enmascarar la violencia la incorpora como un elemento ineludible El choque puede derivar en el encuentro que no ocurrioacute hasta ahora pero deberaacute ocurrir (Colombres 1993)

Pese que el sendero acadeacutemico pareciacutea saldar el problema el de la ensentildeanza todaviacutea distaba mucho de asemejaacutersele El quinto centenario se vivioacute en las aulas con incertezas la mayoriacutea de los docentes no sabiacutea coacutemo llamar el internalizado ldquodescubrimientordquo y Ameacuterica Latina oscilaba entre el festejo y el dolor

El enigma semaacutentico se mostraba resuelto por la viacutea acadeacutemi-ca pero otros enigmas vinculados a eacutel todaviacutea no se habiacutean saldado y la acreditada renovacioacuten historiograacutefica no se reflejaba necesa-riamente en las praacutecticas docentes en el sentido de romper con el paradigma del descubrimiento con la formidable carga simboacutelica atesorada en el imaginario occidental desde tiempos inmemorialesTanto que todaviacutea hoy existe resistencia o aceptacioacuten pedagoacutegica generalizada para hablar de invasioacuten desestructurantechoque cul-turalencontronazodiacutea de luto iquestSeraacute acaso que asumimos como vaacutelida y propia a la Historia del descubrimiento iquestSeraacute que no logra-mos reconocer que esa historia acuntildeada desde Espantildea no es maacutes que para decirlo en palabras de Todorov (1987) ldquoel encubrimiento de su propio desconocimientordquo iquestSeraacute que la construccioacuten es tan pode-

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rosa que no nos permite reconocer como habitantes de este suelo que no fuimos descubiertos pese a que esa posicioacuten puede ser vaacutelida para la historiografiacutea espantildeola puesto que ignoraban su existen-cia iquestO seraacute que la hicimos propia asumimos el ocultamiento ndashque es simplemente autoocultamosndash por temor a que la reflexioacuten haga emerger la existencia del otro y con ello la necesidad de hacernos cargo de un pasado que se construyoacute sobre la base de la negacioacuten iquestEs acaso tan difiacutecil reconocer como dice Darcy Ribeiro (1993) que surgimos de una negacioacuten negacioacuten que indujo a la desindianiza-cioacuten de indio la desafricanizacioacuten de negro y hasta la deseuropeiza-cioacuten del europeo

Creemos que es hora entonces ndashhacieacutendonos eco de la hermeneacuteu-tica (Gadamer 1993)ndash de apelar a la conciencia pensante para que-brar con la estrechez del horizonte tradicional y generar la posibi-lidad de ampliar yo abrir nuevos horizontes buscando paradigmas que rompan con la tradicioacuten homogeneizada por la perspectiva Occidental Creemos como dice Michel Foucault en Poder y saber quelas palabras ldquose articulan en el discurso y por esa misma razoacuten es precio concebir el discurso como una serie de fragmentos dis-continuos cuya funcioacuten taacutectica no es uniforme ni establerdquo (1978 p 122) Esto es si logramos elucidar el enigma y reconocemos el estig-ma nos abriremos a la aceptacioacuten de un discurso histoacuterico en el cual nuestros tiempos americanos mixtossuperpuestos y las conflictiva dinaacutemica y metamorfoacutesica coexistencia de pluralidad de identida-des33 podraacuten reconocerse en el mismo

BibliografiacuteaAnsaldi W (2000) ldquoLa temporalidad mixta de Ameacuterica Latina una expre-

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33 Cfr Waldo Ansaldi (2000)

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Algunos planteos para comprender la presencia del negro en Ameacuterica

Laura Travaglia

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Somos hoy una construccioacuten realizada mal que nos pese a partir del en-contronazo producido en la bisagra de los siglos XV y XVI es decir de la

dominacioacuten colonial Autoacutectonos africanos europeos asiaacuteticos confluye-ron en muchiacutesimos casos de manera forzada en un formidable proceso sin parangoacuten a escala mundial de creacioacuten de macroetnias Ameacuterica La-

tina no es ldquoel crisol de razasrdquo de la literatura escolar monumental embuste ideoloacutegico que vela la existencia de diferencias y las exalta

(Ansaldi 1998)

En este artiacuteculo bosquejamos una problemaacutetica de alto impac-to como es conocido en la historia africana y americana aunque dicha problemaacutetica motivo de numerosos e importantes anaacutelisis todaviacutea posee una alta invisibilidad en los aacutembitos acadeacutemicos Se trata de la historia de una buena porcioacuten de la poblacioacuten africana incorporada en calidad de esclavos desde los principios de la colo-nizacioacuten a Ameacuterica Ese flujo ininterrumpido por siglos daraacute lugar a la tercera raiacutez de la poblacioacuten americana actual

Introducirnos en esta temaacutetica implica entonces explorar una serie de aspectos que nos permiten arrojar luz sobre la denomi-nada ldquoHistoria del Silenciordquo expresioacuten acuntildeada por Ciro Flamarioacuten Cardoso (1982 a) y que hace referencia a una visioacuten historiograacutefica asumida por los historiadores a veces involuntariamente refleja particularmente la posicioacuten de los sentildeores de esclavos colonos ad-ministradores coloniales y plantadores En esta visioacuten los esclavos ldquopermanecen mudosrdquo como si de hecho no existiesen como sujetos de la historia

De la misma manera tomando los interrogantes que levan-ta Herbert Klein en su libro El traacutefico atlaacutentico de esclavos (2011) surgen preguntas inevitables iquestPor queacute razoacuten los africanos fueron esclavizados y llevados al Nuevo Mundo iquestPor queacute motivo fueron ellos los uacutenicos en ser esclavizados y por queacute fue que las colonias americanas necesitaban este tipo de mano de obra iquestNo podriacutea aca-so Ameacuterica haberse desarrollado sin esclavos

Los espantildeoles dice Gallegos (2005) habiacutean recibido dos heren-cias por un lado la biacuteblica y judiacutea que consideraba la negrura de los negros como un castigo de Dios y por otro de la cultura griega y romana en la que habiacutea reparos ante aquellos seres que se deciacutea ha-biacutea en otros lugares del mundo concretamente en Egipto y Etiopiacutea

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En 1511 el entonces sacerdote secular don Bartolomeacute de las Casas (dominico despueacutes en 1516) llegoacute a aconsejar la esclavitud de los ne-gros para evitar la muerte a los indios No obstante ello sin dudar de que la esclavitud era en siacute legiacutetima distintos teoacutelogos y juristas se ocuparon del tema

[hellip] sobre la base de los postulados de Aristoacuteteles que con-sideraba que habiacutea siervos que lo eran por naturaleza los teoacutelogos no negaban que hubiese en efecto unos seres humanos maacutes capacitados que otros En realidad todos los hombres naciacutean naturalmente libres mdashcomo habiacutea di-cho el propio Aristoacutetelesmdash la servidumbre era contraria a la naturaleza Fue al fallar la primera intencioacuten como consecuencia del pecado le siguieron castigos conformes con la naturaleza lesionada Lo que ocurriacutea es que no es-taba nada claro que en el Aacutefrica negra se dieran esas cir-cunstancias que detallaba el coacutedigo castellano que regiacutea desde el siglo XIII No era liacutecito hacer esclavo a nadie mdashcomo algunos creiacutean hablando de los negrosmdash alegando que se les destinaba a una vida mejor que la que traiacutean siendo libres y que ademaacutes y sobre todo se les cristiani-zaba (Gallegos 2005 p 37)

De todas maneras se ocuparon de justificar la reduccioacuten a esclavitud de acuerdo a determinadas situaciones esgrimidas por teoacutelogos

[hellip] entre los negros de Aacutefrica eran raros los reyes pode-rosos el territorio estaba dividido entre muchos reyezue-los que guerreaban entre siacute desde antiguo y sin ningu-na razoacuten justa Muchos de los esclavos que compraban los europeos en aquellas costas teniacutean ese origen Otras causas de servidumbre liacutecita radicaba en que los propios negros confesaban que vendiacutean a su mujer o a sus hijos por el capricho de obtener una campanilla u otras merca-deriacuteas portuguesas (Gallegos 2005 pp 37-38)

Tomaacutes Saacutenchez jesuita siguiendo a Gallegos (2005) precisariacutea antes de 1610 que la esclavitud africana era liacutecita

Sentada la culpabilidad de los mercaderes Saacutenchez matizaba la doctrina de Molina que eximiacutea al segundo y demaacutes compradores si actuaban de buena fe afirmando que el segundo comprador mdasho sea el primero que compraba un esclavo a un mercader que lo hu-biera adquirido en Aacutefricamdash auacuten teniacutea que averiguar si aquel habiacutea

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sido capturado justamente Los que no teniacutean obligacioacuten de hacerlo eran los que adquiriesen sucesivamente a ese esclavo entre otras cosas porque les seriacutea imposible averiguarlo Pero fue el tambieacuten jesuita Alonso de Sandoval quien subrayaba la probabilidad de que los esclavos negros lo fueran liacutecitamente Los indios teniacutean por siacute la presuncioacuten de ser libres en tanto que los negros careciacutean de ella porque lo maacutes comuacuten y corriente es ser esclavos y venderse por tales Aceptar la predisposicioacuten de los negros a ser esclavos era para algunos interpretar como relato del origen de la servidumbre el capiacutetulo IX del Geacutenesis y concretamente la maldicioacuten que recayoacute sobre Canaaacuten hijo de Cam y nieto de Noeacute por haberse reiacutedo Cam de Noeacute al verlo ebrio Y de Canaaacuten descenderiacutean egipcios y negros

Ibrahima Baba Kakeacute (2001) sostiene al respecto de esta postu-ra que los historiadores revisionistas siembran conscientemente la confusioacuten en las conciencias al atribuir toda la responsabilidad de la trata de esclavos a los reyes y priacutencipes africanos que vendieron a sus hermanos por codicia dejando asiacute libres de culpa a los negre-ros europeos Pero si bien estaacute demostrado que una cierta minoriacutea deseosa de salvaguardar sus intereses hizo causa comuacuten con el in-vasor como ha ocurrido desgraciadamente en todos los paiacuteses y en todas las eacutepocas no es menos cierto que los africanos empezando por muchos de sus jefes lucharon contra los negreros europeos y aacuterabes

Citaremos la lucha desesperada en el siglo XVI contra los negreros portugueses del rey Alfonso I del Congo cuyas cartas de protesta dirigidas al rey de Portugal y al Papa se conservan en los archivos de Lisboa y del Vaticano la lucha llevada a cabo por Soundjata fundador del im-perio de Maliacute contra la institucioacuten de la esclavitud en el imperio Songhay la famosa fatwa (sentencia) de Ahmed Baba el gran sabio de Tombuctuacute en la que rechaza la idea de la maldicioacuten de Cham antepasado de los negros y condena la trata transahariana practicada por los ma-grebiacutees o tambieacuten la negativa de Chaka a abrir el paiacutes zuluacute que estaba a su cargo a los traficantes de esclavos No solamente es escandaloso sino totalmente absurdo hacer responsables a los jefes africanos y exculpar a los negreros europeos y aacuterabes (Baba Kake 2001 p 26)

Pasando a otro plano de consideraciones podemos tomar en el sentido que lo haciacutea Klein el planteo de Ciro Flamarioacuten Cardoso y Heacutector Peacuterez Brignoli en ldquoHistoria econoacutemica de Ameacuterica Latinardquo

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(1982 a) partiendo tambieacuten de un primer interrogante inevitable ya esbozado iquestQueacute razones podriacutean explicar la presencia masiva de ne-gros africanos sometidos a la esclavitud en Ameacuterica o lo que seriacutea lo mismo iquestQueacute posicionamientos encontramos respecto a la pre-sencia y problemaacutetica del negro en las Ameacutericas Joseacute A Gallegos (2005) realiza un recorrido por las principales respuestas esgrimidas por autores anglosajones y brasilentildeos al respecto

- Eric Williams en Capitalismo y esclavitud (1944) sostiene que el esclavismo negro que desarrollaron los anglosajones en Ameacuterica no fue producto de racismo sino de estricta conveniencia econoacutemi-ca que generoacute luego el racismo Pero el precio fue enorme no solo se desarrolloacute la captura y esclavitud de los negros en Aacutefrica sino que se elaboroacute un corpus legislativo y se formoacute una mentalidad social en la Ameacuterica anglosajona y en las Islas Britaacutenicas que aseguraba la supeditacioacuten definitiva y la explotacioacuten de los negros en teacuterminos muchas veces de verdadera crueldad Y si la esclavitud fue abolida no fue por humanitarismo sino porque la economiacutea esclavista ha-biacutea entrado en declive en los uacuteltimos lustros del siglo XVIII (Galle-gos 2005 p 14)

- Frank Tannenbaum en Esclavo y ciudadano El negro en las Ameacutericas (1946) concluiacutea aceptando la tesis del paternalismo ibeacuteri-co y la crueldad anglosajona Para Tannenbaum la clave no se ha-llaba en el distinto desarrollo econoacutemico tampoco en una suerte de idiosincrasia nacional distinta en el Brasil y en Angloameacuterica sino en la idea que regiacutea en cada territorio acerca de lo que era el esclavo como realidad humana moral Cosa que se apreciaba especialmen-te bien a traveacutes del prisma de la liberacioacuten de los esclavos por vo-luntad de sus duentildeos mdashla manumisioacutenmdash entre otras cosas porque la manumisioacuten implicaba una consideracioacuten precisa de lo que era un hombre libre (desde el momento en que equivaliacutea a aceptar al que era esclavo precisamente como libre) ( Gallego 2005 p 15)

- Gilberto Freyre en Los amos y los esclavos Un estudio sobre el desarrollo de la civilizacioacuten brasilentildea de 1946 afirmaba que la escla-vitud se ejercioacute en el Brasil como resultado de la tradicioacuten portugue-sa europea caracterizada por un sano paternalismo fundado en la solidez de la familia la apertura a todas las razas la predisposicioacuten mdashtambieacutenmdash al goce sexual y el relativo desintereacutes por lo econoacutemico La esclavitud habriacutea sido asiacute notablemente beneacutevola en todas las

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facetas que atantildeiacutean al trato que se daba a los esclavos (Gallego 2005 p 16)

Otros historiadores han desmenuzado mdashcorroboraacutendolas en algunos casos rechazaacutendolas en no pocosmdash las afirmaciones de Wi-lliams y en menor medida mdashpero tambieacutenmdash las de Tannenbaum sobre el Brasil1 Al respecto baste decir que no ha habido acuerdo entre una y otra proposicioacuten Gallegos cita como ejemplo las contri-buciones de Franklin Knight y Joseph Miller A Slavery and the rise of the Atlantic system (1991) diciendo

Knight subraya al maacuteximo la impronta de la esclavitud africana en el desarrollo de la economiacutea hispana cierta-mente los principios habiacutean sido tiacutemidos la esclavitud se introdujo en Ameacuterica porque habiacutea mucha tierra que cultivar y pocos hombres para llevarlo a cabo Pero con la introduccioacuten de los negros y el mantenimiento de sus descendientes como siervos se generoacute una economiacutea de intercambios con Europa y con Aacutefrica que no hubiera po-dido siquiera sontildearse de no existir la esclavitud contra el criterio de Miller que mdashen el mismo volumenmdash asegura que la trata de esclavos y la contribucioacuten de eacutestos al creci-miento econoacutemico hispano fueron elementos marginales en el comercio atlaacutentico (Gallego 2005 p 17)

Ciro Cardoso (1982 b) por su parte sostiene que ciertamente existen antecedentes medievales respecto de la esclavitud ya sea vinculado a la colonizacioacuten italiana al traacutefico transsahariano con-

1 John D Fage (1955) Kenneth M Stampp (1956) Stanley Stein (1957) Stan-ley M Elkins (1959) Charles Boxer (1962 1963) Marvin Harris (1964) David Brion Davis (1966 1975) Eugene Genovese (1967 1975) Winthrop D Jordan (1968) Phi-lip D Curtin (1969 1990) Carlo Degler (1971) Robert William Fogel y Stanley L Engerman (1974 1989-1992) Roger Anstey (1975) C Duncan Rice(1975) Seymour Drescher (1977 1987) Herbert S Klein (1978) MarkV Tushnet (1981) Joseph E Ini-kori (1982) Russell-Wood (1982) James Oakes (1982 1990) Paul E Lovejoy (1983) Patrick Manning (1990) han sido algunos de los mejores historiadores que han terciado en lo que constituye uno de los principales debates historiograacuteficos del siglo XX En este debate no obstante se ha dicho todo sobre Norteameacuterica algo sobre el Brasil y muy poco sobre la Ameacuterica hispana despueacutes de lo que dejoacute esta-blecido Tannenbaum Solo mdashentre los mejoresmdash Peter Kolchin en American slavery 1619-1877 (1993) ha escrito francamente que los datos antropomeacutetricos y demo-graacuteficos demuestran que la esclavitud norteamericana fue menos dura que la ibe-roamericana alliacute mdashal menosmdash donde se extendioacute la cantildea de azuacutecar y el arroz (Brasil y el Caribe incluida Cuba en el siglo XIX) plantaciones que requeriacutean un sistema de trabajo peor que en los espacios dominados por las de algodoacuten y tabaco como eran los de Norteameacuterica Eso ademaacutes de que aquiacute en la Ameacuterica anglosajona el absentismo de los propietarios habriacutea sido menor y maacutes directa la gestioacuten de sus propiedades que mdashincluidos los esclavosmdash les interesaba conservar enlas mejores condiciones

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trolado por los musulmanes a la esclavizacioacuten de los Guanches por los portugueses o a la justificacioacuten de los teoacutelogos medievales de los siglos Xll y Xlll quienes definieron los tiacutetulos de servidumbre o ldquolas marcas de vocacioacuten servilrdquo de los africanos que legitimaban la escla-vitud de los mismos No obstante ello no debe perderse de vista la enorme diferencia de escala que existe entre aquellas experiencias y el fenoacutemeno histoacuterico nuevo que por sus proporciones ineacuteditas constituyo la esclavitud americana

Respecto de la ocurrencia de la esclavitud Cardoso recurre a Nieboer en el sentido de que la esclavitud se origina en una situa-cioacuten en la que

[hellip] existen medios de subsistencia accesibles a todos de tal modo que cualquier hombre aunque no disponga de alguna forma de capital puede eventualmente satisfacer sus necesidades con su trabajo personal pues en el caso contrario se tornan superfluos al existir forzosamente una oferta de mano de obra de parte de los que no dis-ponen de recursos de subsistencia ya que la subsistencia depende de los recursos disponibles solo en provisioacuten limitada de modo que los desposeiacutedos de los medios de subsistencia tienen que depender de los duentildeos (Cardoso 1982 b p 39)

Y agrega a la discusioacuten los conceptos de Fernando Novais con-trapuesto a Schuartz

Si afirmamos con Fernando Novais que es a partir del traacutefico negrero que se puede entender la esclavitud afri-cana colonial y no lo contrario es decir que habriacutea sur-gido el traacutefico para alimentar el sistema esclavistahellip his-toacutericamente esto no es posible de constatarhellipla transicioacuten gradual a un traacutefico de africanos maacutes intenso como dice Schuartz se dio en funcioacuten de caracteriacutesticas dificulta-des y necesidades intriacutensecas de la economiacutea colonial del azuacutecar en evolucioacuten la cual preexistioacute ciertamente a una importacioacuten masiva de cautivos africanos lo contrario no es verdad no vemos el flujo del traacutefico generando una economiacutea colonial azucarerardquo (Cardoso 1982 b p 40)

Finalmente considera en Ameacuterica existioacute

[hellip] un reacutegimen basado en las relaciones esclavistas de produccioacuten que surgioacute donde existiacutea la posibilidad de

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producir para el mercado europeo artiacuteculos tropicales en grandes cantidades con bajos costos de produccioacuten y donde no fue posible incorporar de la fuerza de trabajo de los indios Esto uacuteltimo se funda en la loacutegica del sistema producir para el mercado que va tornaacutendose mundial y en una faceta ineacutedita en las visiones anteriores el negro esclavo como un ser humano que ha sido despojado de su humanidad La trata por su parte el traacutefico es el co-mercio de negros captura y venta existen estudios que revelan todo el proceso desde la captura en Africa hasta la venta en Ameacuterica (Cardoso 1982 b p 42)

Cardoso contrapone tambieacuten dos visiones historiograacuteficas y teoacutericas una que supone a partir de la trata el origen de los sistemas productivos basados en el esclavo como fuerza productiva baacutesica Estos argumentos hacen centro en la circulacioacuten de mercaderiacuteas como eje para definir el tipo de economiacutea que caracteriza a los tiem-pos modernos Mientras que otras visiones historiograacuteficas y teoacute-ricas realizan los estudios a partir de las relaciones de produccioacuten esto es como se organiza la produccioacuten al interior de un sistema eco-noacutemico

En esta visioacuten aparece la nocioacuten de sistema esclavista ello supone la formacioacuten de masas numerosas de cautivos a los que les es impuesto el trabajo forzado en Ameacuterica bajo condiciones de existencia extremadamente duras El sistema se alimenta de la trata pero es maacutes que ello pues supone la existencia de un tipo de produccioacuten (la maacutes ca-racteriacutestica es la plantacioacuten esclavista) con relaciones de produccioacuten especiacuteficas (tratamiento de los esclavos para preservar el orden esclavista mediante mecanismos ex-traeconoacutemicos) y con objetivos econoacutemicos precisos (por un lado el mercado mundial y por otro un sector campe-sino productor de alimentos para minimizar los gastos de manutencioacuten) (Cardoso 1982 b p 43)

Ademaacutes agrega (casi como respuesta al planteo de Gallegos) que diferentes estudios en torno a este tema han hecho posible la distincioacuten de varios sistemas esclavistas uno con sus caracteriacutesti-cas en el sur de Estados Unidos y otro en Brasil Pero la aparicioacuten de nuevos estudios superan esa postura proponiendo la unidad del sistema esto es el sistema esclavista es uno solo con la presencia de variantes regionales

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Podriacuteamos discutir sobre la denominacioacuten que puede adjudicarse a los cuatro siglos ininterrumpidos del tras-plante de negros a Ameacuterica Existen varios enfoques que sugieren distintas interpretaciones como las de Ta-nenbaum Freire y Elkins representantes de una visioacuten idealista suavizando la esclavitud en Brasil Otros como Eugene Genovese y Engerman construyendo una imagen renovada del viejo sur norteamericano al sostener que existieron mejores posibilidades de vida para los esclavos que en otros lugares de Latinoameacuterica Mientras autores como Charles Boxer Florestaacuten Fernaacutendez desmitificaron la benignidad de la esclavitud en cualquier sitio Ello da por tierra con aquellas interpretaciones que intentan ins-talar la existencia de varios sistemas esclavistas susten-tados en diferentes caracteriacutesticas En consecuencia soacutelo existioacute un sistema esclavista con modalidades diferentes (Cardoso 1982 b p 40)

Ello estaacute fundamentado en que en todas partes la loacutegica fun-cional del sistema esclavista pasariacutea por cinco caracteriacutesticas fun-damentales

1- Estructuralmente incluiacutea por lo menos dos sectores agriacute-colas uno productor de mercaderiacuteas destinadas a los mercados eu-ropeos y otro campesino productor de alimentos subordinados al primero ejercido por los esclavos en lotes de usufructo

2- Empleo extensivo de fuerzas de trabajo como asiacute tambieacuten de los recursos naturales especializacioacuten divisioacuten de la fuerza de trabajo y una relativa incorporacioacuten de tecnologiacutea es decir adapta-cioacuten de tecnologiacutea disponible

3- Mecanismos principales de reproduccioacuten de las relaciones de produccioacuten y del proceso de acumulacioacuten

a Traacutefico africano baacutesico para proveer fuerza de trabajo

b Control vigilancia represioacuten mecanismos integradores y preservacioacuten del orden esclavista

4- Rentabilidad en funcioacuten de

a Minimizacioacuten de los gastos en manutencioacuten de esclavos

b Autosuficiencia en insumos locales

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c Concentracioacuten de recursos disponibles en esclavos y me-dios de produccioacuten para cierto tipo de mercaderiacuteas

5- A nivel macroeconoacutemico la loacutegica del sistema era insepa-rable a la del capital mercantil en su conjunto el caraacutecter colonial de la economiacutea se manifestaba en el tipo de divisioacuten el trabajo entre Europa y las Ameacutericas y en la falta de control de estas sobre el mer-cado de sus propios productos de exportacioacuten (Cardoso 1982 b pp 31-32)

Otros interrogantes se levantan en torno al tema en cuestioacuten Son aquellos que nos introducen en un campo de estudios que bu-cea en la dimensioacuten socio-cultural del negro En este sentido Roger Bastide (2005) afirma que fueron despersonalizados por la ruptura violenta y traumaacutetica de las relaciones sociales en las que estaba inserto y trasplantado a otro espacio no obstante ello hubo resis-tencia frente al abuso y arbitrariedad de los esclavistas De todas maneras el negro tuvo que hacer frente a la nueva vida en Ameacuterica de distintas maneras

En estos nuevos espacios el negro debioacute forjarse una nueva personalidad sin la cual no podraacute sobrevivir La adaptacioacuten que transforma el cautivo en esclavo supone un aprendizaje linguumliacutestico religioso y del trabajo donde en todos los casos apareceraacute la dualidad mundo de los blancosmundo de los negros Se trata entonces de un proceso de adaptacioacuten tenso y contradictorio donde los dos mundos a pesar de estar ligados permanecen social y culturalmente separados antagoacutenicos e irreductible-mente enfrentados Ello esconde el caraacutecter bilateral de la relacioacuten sentildeoresclavo por un lado se presenta como una relacioacuten entre dominador y dominado pero por otro el sentildeor sabe que la transgresioacuten de esa especie de contrato que los une trae consigo el peligro de rebelioacuten es por ello que el control la violencia y el paternalismo constituyen las tres vertientes del tratamiento dispensado a los escla-vos (Cardoso 1982 b p 12)

El silencio sobre el color preserva el sentido peyorativo de li-berto y se funda en la identidad esencialmente blanca de la elite No obstante ello el negro lejos de aceptar pasivamente su rol de es-clavo dice Roger Bastide opuso fuerte resistencia De manera que puede plantearse el trasplante del negro a Ameacuterica como una His-toria jalonada de rebeliones resistencias y revoluciones

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Julio Louis (2008) comenta que no extrantildea que las rebeliones fue-ran incesantes y siempre vencidas porque todas las condiciones sociales se benefician de la esclavitud (incluso prostitutas libertos o soldados) por lo que la ideologiacutea esclavista se asienta firmemente entre ricos y pobres El aislamiento social y poliacutetico de los esclavos determina que nunca hayan confluido esclavos y libres en los mo-vimientos independentistas o que ninguno de estos movimientos planteara la abolicioacuten de la esclavitud En estos planteos de desco-noce el proceso de revolucioacuten de Haitiacute

El miedo generalizado hacia los esclavos hace que estos esteacuten solos contra todo y contra todos Ello los llevo a manifestar su re-pudio mediante la resistencia cotidiana defensa de la vida privada sabotaje robo atrasos intencionales uso sutil el sarcasmo y de la ironiacutea en relacioacuten a los blancos la supervivencia de cultos y cantos africanos aunque tambieacuten existiacutean otras formas de manifestar el descontento suicidios infanticidios envenenamiento rebeliones y fugas

En este uacuteltimo caso las comunidades fugitivas constituyeron quilombos Seguacuten Richard Price (1981)

[hellip] alcanzaron desde menudas partidas que sobrevivie-ron menos de un antildeo hasta poderosos estados que inclu-yeron miles de miembros y que sobrevivieron durante ge-neraciones o incluso siglos ndashde manera que- la existencia de tales comunidades y su permanencia actuaron como un reto heroico a la autoridad blanca y como prueba viviente de una conciencia esclava que rehusaba ser cir-cunscripta por la concepcioacuten de los blancos o manipula-da (Price 1981 p 12)

Los quilombos dice Kent (1981) fueron lo maacutes cercano a la idea de volver a crear sociedades africanas en un nuevo ambiente y en contra de las diferencias creadas Una vez formados los quilom-bos fueron considerados una amenaza para la plantacioacuten un caso paradigmaacutetico e incomparable dentro de Brasil lo constituye Pal-mares en Pernambuco En 1603 era considerado un mocambo or-dinario (mocambo deriva de mu-kambo que en Ambundu significa madriguera) y en 1612 ya teniacutea una importante reputacioacuten

La forma principal de rebelioacuten de los esclavos es la fuga individual o colectiva a la selva Los fugados se localizan

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en tres zonas a) en las Antillas y la regioacuten caribentildea los marrons (voz francesa que deriva en cimarroacuten denomi-nacioacuten dada a los animales u hombres huidos) fugitivos desdichados que prefieren la muerte al laacutetigo en medio de una selva desconocida incapaces de constituir comuni-dades organizadas ni revalidar los patrones de vida co-lectiva africanos b) en las Guayanas los boschnegers afirman comunidades selvaacuteticas que reviven la cultura y las formas sociales africanas combinadas con elementos europeos y aboriacutegenes En esos territorios las fugas se producen desde el primer tercio del siglo XVIII y la pri-mera insurreccioacuten data de 1730 Los holandeses celebran tratados de paz con ellos sin eacutexito Auacuten hoy perduran tribus (saramacca awka boni etc) de culturas de ras-gos predominantes de los fanti-ashanti (actual Ghana) e influencia de los yorubas y bantuacutes Recurren a una len-gua general (talkee-talkee) a partir de voces del holandeacutes franceacutes ingleacutes portugueacutes y dialectos africanos c) en Per-nambuco y Alagoas en las zonas agrestes ubicadas entre Recife y Maceioacute los quilombolas de Palmares auteacutentica repuacuteblica negra (1600-1695) principal pero no uacutenico quilombo Procedente del quimbundo (idioma angolano) lsquomocamborsquo designa al humilde poblado y lsquoquilomborsquo (li-teralmente lsquocampamentorsquo) a la federacioacuten de mocambos Los de Palmares mediante guerra de guerrillas derrotan maacutes de cuarenta expediciones represivas (portuguesas u holandesas) y liberan a esclavos revelando su solidari-dad (Vidart en Louis 2008 p 114)

Por tanto desde los primeros reportes de rebeliones de escla-vos seguacuten detalla Denys del Valle (2013) muchos esclavos huyeron de las haciendas y estuvieron sublevados largo tiempo y tomaron parte en la primera guerra del Bayano (1548-1558) y la segunda (1579-1582) En 1579 un grupo de ellos firmoacute un tratado de paz con los espantildeoles que reconocieron su libertad colectiva a cambio de utilizarlos para combatir el cimarronaje Era su liacuteder Bayano reco-nocido como rey un antiguo esclavo del presidente de la Audiencia de Panamaacute ladino o espantildeolizado en la lengua muy valiente que fue vendido por el conquistador Pedro de Ursuacutea

A la historia pasan los nombres de los liacutederes de revueltas contra la esclavitud Sebastiaacuten Lemba Calembo escapoacute de sus amos alrededor de 1532 y con otros de su condicioacuten se refugioacute en las mon-tantildeas unos 15 antildeos enfrentado a las autoridades coloniales hasta su captura y muerte en Santo Domingo el 17 de septiembre de 1547 Cansado del continuo maltrato de los colonizadores el esclavo Feli-

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pilIo encabeza en 1549 a los sublevados en Panamaacute capturado por el capitaacuten Francisco Carrentildeo fue descuartizado Miguel a quien sus compantildeeros proclamaron rey se levantoacute en 1555 en la Capitaniacutea de Venezuela en las minas de oro cerca de Barquisimeto y murioacute en un enfrentamiento con los espantildeoles

Guillermo Moncada ldquoguillermonrdquo negro libre luchoacute en aras de la independencia de su patria cubana y honroacute con su machete a mi-les de esclavos maltratados y vejados por el reacutegimen esclavista Fue al mismo tiempo heacuteroe de la independencia de Cuba y de la lucha contra la esclavitud Combatiente de las tres guerras independen-tistas Moncada (1841-1895) pasoacute de soldado mambiacute a mayor general del Ejeacutercito Libertador Cumplioacute su deber pese a estar gravemente enfermo comenta Denys del Valle (2013) a causa de la tisis que con-trajo confinado en un huacutemedo y oscuro calabozo del cuartel Reina Mercedes de Santiago de Cuba el cual llevoacute su nombre a partir de 1909 a peticioacuten de compantildeeros de armas ldquoA la prisioacuten entroacute Gui-llermo sano y salioacute de ella delgado caiacutedo echando sangre en cua-jos a cada tosrdquo escribioacute Martiacute en su diario de campantildea las palabras que escuchoacute de labios del hermano Narciso Moncada comandante mambiacute en territorio de Cuba Libre

Los gariacutefugas Luchadores guerreros a los que nunca les im-portoacute el poderiacuteo de sus enemigos son un pueblo que se resistioacute a la extincioacuten Esta etnia defendioacute sus tradiciones en paz como lo hicie-ron con sus vidas y territorios

En Veracruz por su parte tuvo lugar la primera rebelioacuten de esclavos durante el periodo de la Colonia espantildeola y fue encabezada por Yanga quien tras 30 antildeos de lucha logroacute la fundacioacuten del pue-blo San Lorenzo de los Negros hoy municipio de Yanga Procediacutea de la Guinea (alguna vez perteneciente al Imperio de Ghana Nyanga como tambieacuten era conocido)

Pasando por la creacioacuten de Palmares en el sur de Pernambuco (hoy estado de Alagoas) que resistioacute maacutes de noventa antildeos enfren-tando a los maacutes poderosos imperios del siglo Portugal y Holanda

En su interior los africanos cultivan cantildea de azuacutecar maiacutez mandioca papa tabaco legumbres frutales ademaacutes de usar las palmeras (de alliacute su denominacioacuten) conocidas ya por los provenientes del Golfo de Guinea con las que se alimentan (cocos y gusanos) visten y levantan viviendas

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Ademaacutes cazan y pescan criacutean gallinas y cerdos Florecen los oficios manuales en particular los de la metalurgia del hierro Su economiacutea es esencialmente autaacuterquica aunque practican trueques con poblaciones vecinas La tierra es de propiedad colectiva y probablemente hubiera inci-pientes clases sociales Los palmarinos se vinculan entre siacute por su anterior condicioacuten de clase ndashla de haber sido es-clavos- y eso mismo evidencia la heterogeneidad eacutetnica y cultural y la ausencia de certezas sobre los lugares de procedencia que muchas veces no son los del embarque en las costas occidentales El gobierno seriacutea de tipo de-mocraacutetico pues presumiblemente una asamblea popular elegiriacutea a los jefes y consejos dotaacutendose a los primeros de funciones administrativas y militares Todo el pueblo estaacute armado La familia es monogaacutemica El derecho pena con la muerte el adulterio el robo el homicidio y la de-sercioacuten La religioacuten es sincreacutetica con un sacerdocio que no constituye una casta poderosa ni influyente La len-gua es la portuguesa mezclada con dialectos africanos iquestHubo escritura En todo caso ha sido destruida por los vencedores El arte se expresa en ceraacutemica y esculturas de madera (Louis 2008 p 22)

Hasta la eclosioacuten de las inconfidencias del siglo XVIII como la encabezada por Tiradentes contra la amenaza de cobrar coerci-tivamente impuestos atrasados O la Inconfidencia Carioca (1794) movimiento opositor que constituye sociedades literarias pero es incapaz de dar pasos praacutecticos La Inconfidencia Bahiana o Conjura de los Sastres (1798) insurreccioacuten popular radical

A raiacutez del renacimiento agriacutecola de finesdel XVIII los lati-fundistas ocupan tierras de los pequentildeos labradores y de los esclavos cedidas para su manutencioacuten La multitud hambrienta saquea los almacenes el pelourinho -siacutem-bolo de la opresioacuten colonial- es quemado Las consignas masoacutenicas son libertad e igualdad Se reivindica el fin de la esclavitud la tierra para los pobres el voto para todos la repuacuteblica Papel vital cumplen la logia masoacutenica laquoLos Caballeros de la Luzraquo y la figura de Cipriano Barata meacute-dico y liacuteder carismaacutetico de los pobres al frente de un nuacute-cleo revolucionario de negros y de mulatos pobres (Louis 2008 p 23)

Sin desconocer en el largo proceso de rebeliones y revueltas la revolucioacuten en Haitique en 1794 de la mano de Toussaint Louver-ture se liberoacute a los esclavos haitianos y en 1804 el General en Jefe

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de las tropas independentistas Jean Jacques Dessalines proclamoacute la Repuacuteblica se produciacutea asiacute un hecho uacutenico en la historia la revolu-cioacuten triunfante de esclavos y la primera repuacuteblica negra

En fin todos son claros ejemplos que desmienten la idea di-fundida del esclavo sumiso las grandes rebeliones ocurriraacuten en los siglos XVIII y XIX durante el auge de la explotacioacuten Si los refugios donde viviacutean y sembraban eran localizados y destruidos ellos iban maacutes lejos a lugares apartados (cuevas montantildeas pantanos) y ha-ciacutean sus ranchos pues resultaba casi innato su sentido del derecho a la libertad

Los procesos de introduccioacuten concentracioacuten y distribucioacutenOtro punto sobre el que es necesario arrojar luz es sobre la cantidad de negros africanos ingresados al Nuevo Mundo y necesariamente aclarar que las cifras variacutean de uno a otro autor debido a las fuentes tomadas y a los criterios para reconstruir el trafico negrero por tan-to solo se pueden obtener cifras estimativas Roger Bastide (1967 p 12) presenta el Negro Year Book con las siguientes cifras

1666-1776 para las colonias inglesas francesas y espantildeolas

3000000

1680-1786 para las colonias inglesas de Ameacute-rica

2130000

1716-1756 para las otras colonias de Nuevo Mundo

3500000

1752-1762 Jamaica 70000

1759-1769 Guadalupe 40000

1776-1800 Ingleses 38000

Portugueses 10000

Holandeses 4000

Franceses 20000

Daneses 2000

El considera estas cifras incompletas ya que no menciona al siglo XIX momento en que el traacutefico fue maacutes intenso y ademaacutes se

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superponen unas con otras De todas maneras se puede ir tomando dimensioacuten del fenoacutemeno maacutes auacuten si como plantea Mellafe (1964) existiacutean cuatro complejos econoacutemico-geograacuteficos distintos para la distribucioacuten legal de los negros

[hellip] uno era la regioacuten del Caribe con varios puertos de entrada siendo los principales La Habana Santo Domin-go y San Juan La Regioacuten de Meacutexico y Centroameacuterica se abastecieron por Veracruz ampliaacutendose luego a la Bahiacutea de Campeche y a las costas de Honduras La zona Atlaacuten-tica americana quizaacutes la maacutes importante por el volumen de esclavos que recibioacute y repartioacute teniacutea por puerto a Car-tagena La cuenca del Riacuteo de la Plata se abasteciacutea por Bue-nos Aires Las aacutereas andinas del Paciacutefico en Hispanoameacute-rica tuvieron como puerta de entrada a Panamaacute que a su vez recibiacutea embarcaciones desde Cartagena y Portobelo que a su vez se constituyeron en centros de intenso con-trabando (Mellafe 1964 pp 60-62)

Ahora bien conocemos los puntos de ingreso al continente pero su origen luego de la distribucioacuten y afincamiento en los dife-rentes destinos solo es posible de conocer a partir de las supervi-vencias de los distintas pueblos desmembrados En este sentido se hace difiacutecil calcular el nuacutemero exacto de negros trasplantados a Ameacuterica primero porque la mitad moriacutea en cada embarque apro-ximadamente unos 500 en cada carabela segundo porque los que no moriacutean en el viaje no pasaban el periodo de aclimatacioacuten de ma-nera que llegaba menos de la mitad que habiacutea perdido su nombre y lugar de origen a ser subastado en cada sitio de Ameacuterica donde fuera requerido

A mediados del siglo XVll se inicia una etapa considerada como el auge de la esclavitud negra ello se relaciona con el desarro-llo de la economiacutea de plantacioacuten el ciclo del oro en Brasil incluyeacuten-dose tambieacuten el Caribe Britaacutenico Franceacutes y Holandeacutes y las colonias britaacutenicas de Ameacuterica del norte vinculados no solo al azuacutecar sino tambieacuten al tabaco antildeil cacao algodoacuten Desde 1791 hasta 1888 tie-ne lugar otra etapa en ella se incluye la Rebelioacuten de Haiti hasta la extincioacuten final de la esclavitud en Brasil marcada por procesos de abolicioacuten del traacutefico y de la propia esclavitud

En este sentido en Bahia auacuten se encuentran candombles Nagoacute (de Yoruba) Gege (de Dahomey) Angolas y Con-gos siendo el mas influyente sobre los otros en lo que hace

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teologiacutea ceremonial y fiestas fundamentales el grupo candomble Nagoacute En Haiti diversas naciones como Con-go Mayombe Congo Mandragues Mandraguese-Rug IboCaplauacute Badagriacute Maki Baacutembara Conga integradas a la cultura Fon En Ameacuterica Central se encuentran los caribes negros Yorubas en Cuba Trinidad y Noreste de Brasil (Alagoas Recife Bahia y de Porto Alegre a Pelotas En Jamaica Barbados y Santa Lucia es predominante la cultura Kromanti de la Costa de Oro En las Guayanas Francesa y Holandesa se encuentra la cultura Fanti As-hanti En Estados Unidos en Virginia se encuentran ras-gos de la cultura Fanti Ashanti y en Nueva Orleans se encuentran los dahomeyanos (Vodu) y Bantu (Bastide 196717-18)

En consecuencia las supervivencias de las culturas halladas en diferentes lugares del continente daraacuten lugar a lo que Ciro Car-doso denomina como Afroameacuterica o

[hellip] el conjunto discontinuo de regiones marcadas por la esclavitud negra por la inmigracioacuten forzada de africanos y por influjos provenientes de Africa Aunque la esclavi-tud negra no haya estado ausente en ninguna regioacuten del continente americano conviene reservar esta denomina-cioacuten solo para las partes donde ella llegoacute a ser la relacioacuten de produccioacuten dominante Esta zona estariacutea comprendi-da por Brasil Antillas Guayanas Colombia Venezuela Costa e Peruacute Litoral del Golfo de Meacutexico y Sur de Estados Unidos (Cardoso 1982 42)

Ello se debe a que la concentracioacuten de la poblacioacuten negra en Ameacuterica no fue homogeacutenea hubo regiones bien determinadas don-de la esclavitud alcanzoacute mayor intensidad por ello se propone la denominacioacuten de Afroameacuterica a la regioacuten donde la esclavitud llego a ser la relacioacuten de produccioacuten dominante

En el marco de esa relacioacuten de produccioacuten la vida de los escla-vos en tierras americanas estaba signada por el control el paterna-lismo y la violencia como mecanismos indiscutibles que serviacutean a la mantencioacuten del orden esclavista Ademaacutes estaba el Estado que legitimaba e institucionalizaba la esclavitud mediante leyes y tam-bieacuten utilizando todo el peso de sus fuerzas armadas y judiciales para restablecer el orden de manera que resultaba muy dificultoso para organizarse y actuar en contra del sistema

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Fue en la Ameacuterica negrera donde el cautivo conocioacute las condiciones maacutes deshumanizadas de su existenciaraquo Tra-baja 15 horas diarias con cinco diacuteas de descanso anuales Devuelve al amo el valor pago por eacutel en catorce meses de trabajo Se alimenta con farintildea y a veces con un pedazo de carne La senzala es infecta y promiscua La mortali-dad infantil es de 70 u 80 por ciento cifra a la que contri-buyen los abortos deliberados Los supervivientes a los 35 antildeos estaacuten acabados y a los 40 son un peso muerto por lo que son manumitidos generalmente ciegos lisia-dos viejos y deformadoraquo Un sistema de terror sofoca las rebeldiacuteas castracioacuten destruccioacuten de dientes a martilla-zos amputacioacuten de senos vaciado de ojos quemaduras El lsquopelourinhorsquo es asiacute descrito laquoCon los primeros azotes la piel se desprendiacutea del cuerpo Auacuten asiacute le era prohibi-do al castigado quejarse bajo pena de que el castigo se duplicara Terminado eacuteste se derramaba vinagre agua salada o pimienta sobre el cuerpo en carne viva y el negro era encerrado en un calabozoraquo Los lsquosentildeoresrsquo fomentan la desigualdad entre los esclavos Los de los cantildeaverales (lsquoesclavos de azada y hozrsquo) en sus tres cuartas partes son lsquobozalesrsquo (recieacuten salidos de su paiacutes) en tanto que los lsquola-dinosrsquo (conocedores del idioma y costumbres de los por-tugueses) tienen especializaciones barqueros carreteros marineros artesanos Ademaacutes los urbanos viven mejor que los rurales siendo privilegiados los domeacutesticos (mu-camas amas de leche cocineras concubinas lsquocapangasrsquo o guardaespaldas) Pero todos sufren el desprecio de crio-llos y mulatos y la reciacuteproca hostilidad entre las diferen-tes etnias (Louis 2008 p 15)

No es pues sorprendente dice Roger Bastide (2005) que halle-mos auacuten en Ameacuterica importantes restos de las civilizaciones afri-canas Pero por otra parte la esclavitud destruiacutea poco a poco estas ldquoculturas importadasrdquo del continente negro Primero en la propia generacioacuten de los bossales dispersaba a los miembros de una mis-ma familia haciacutea imposible toda continuidad en la vida de los li-najes antiguos la segunda generacioacuten continuacutea analizando Bastide (2005) la de los negros criollos podiacutean acceder a viacuteas de ascenso vertical tanto en el interior de la propia estructura esclavista (po-sibilidad de pasar del trabajo agriacutecola al servicio domeacutestico para las mujeres y para los hombres al trabajo de artesaniacutea o a ciertos pues-tos de mando) como en el interior de la estructura de la sociedad en su conjunto (la manumisioacuten y su entrada en el grupo de los negros libres)

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Hablemos pues de la existencia de culturas negras al margen de las culturas africanas o afro-americanas El peligro estaacute en confundirlas Querer hallar en todas partes rasgos de civilizaciones africanas incluso donde han desaparecido desde hace mucho O por el contrario negar la presencia africana y no querer ver maacutes que al ldquonegrordquo La esclavitud ha resquebrajado totalmente las tradiciones y costumbres africanas y ha durado dema-siado tiempo para que puedan renacer el negro ha tenido que aceptar en el momento de su emancipacioacuten las leyes del paiacutes en que viviacutea y por consiguiente nuevas formas de propiedad nuevas formas tambieacuten de ligazoacuten con la tierra (aparceriacutea arrendamiento trabajo como obrero agriacutecola) que le fueron impuestas y a las que le era im-posible sustraersehellipse pueden distinguir seguacuten las re-giones dos tipos de comunidades aquellas en las que los modelos africanos se han impuesto frente a la presioacuten del medio ambiente (sin duda estos modelos han tenido que modificarse para poder adaptarse y resultar aceptables) las llamaremos comunidades africanas Y aquellas en las que por el contrario la presioacuten del medio circundante ha sido maacutes fuerte que las escasas remanencias de la me-moria colectiva desgastada por siglos de servidumbre pero en las cuales en cambio la segregacioacuten racial no ha permitido la aceptacioacuten por los descendientes de esclavos de los modelos culturales de sus antiguos duentildeos en este caso el negro ha tenido que inventar nuevas formas de vida social que respondiesen a su aislamiento a su reacutegi-men de trabajo a sus nuevas necesidades las llamaremos comunidades negras negras porque el blanco permanece al margen pero no africanas puesto que estas comuni-dades han perdido el recuerdo de sus antiguas patrias Estos dos tipos de comunidades son tan soacutelo imaacutegenes ideales En la praacutectica lo que hay es un continuum entre estos dos tipos extremos (Bastide 2005 p 28)

Si bien las rebeliones las fugas los quilombos constituyen una modalidad de rechazo del esclavo al sistema existe otra forma de resistencia que tiene que ver lo cotidiana en la que la muacutesica y los cultos africanos mezclaacutendose con el cristianismo le permiten al esclavo ponerse encima del blanco ello actuacutea como preservador de la humanidad y la autonomiacutea subjetiva del esclavo frente a los ojos del blanco

La tradicioacuten oral y la cultura campesina caribentildea proponen todo un arsenal de maacuteximas y de consejos para engantildear vencer por el ridiacuteculo defenderse etc Para Dany Beacutebel-Gisler en el pasado in-

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acabado de la esclavitud (2001) existe un mundo de palabras en el que pawocircl a bouch a manjeacute an nou [palabras proferidas por la boca de comer palabras verdaderas seguras] no es comparable a pawocircl yo kracheacute an bouch an nou [palabras que se nos han escupido en la boca palabras postizas con trampa] Descubrir las mil y una mane-ras de caracterizar la palabra en criollo ndashuna palabra dada exclusi-va y soberanamente a los amos y negada a los esclavosndash constituye uno de los mejores medios para penetrar iacutentimamente en el univer-so cotidiano de los esclavos sentir la tensioacuten a la que hay que es-capar por medio de una inventiva renovada sin cesar Por eso esta variedad de pawocircl anba dousou [palabras clandestinas] pawocircl koko-makak [palabras garrote que golpean como un palo] pawocircl vant [pa-labras salidas del vientre esenciales] pawocircl masyeacute [palabras enmas-caradas alusivas] pawocircl a Negraveg Kongo [palabras de negros congos llegados los uacuteltimos despreciados]

Palabras obstaculizadas por el bozal de hierro que se poniacutea a los esclavos Palabras prohibidas ahogadas que para decir las cosas tuvieron que tomar caminos kosyeacute desviados Palabras envueltas en lo maacutes profundo de la naturaleza atentas al diacutea a la noche al crujido de las hojas a la corteza de los aacuterboles Palabras animistas para celebrar la fusioacuten las bodas del hombre con el universo coacutesmi-co Como este canto maravilloso de un boyero

Deacutesawa eacuteDeacutesawa oAn tout bwa pa ni vwaLalin tegravet anba[]Lategrave o seacute fregrave mwenDlo seacute seacuteseacute mwen[]Manman-ou seacute manman mwenPapa-ou seacute papa mwenLategrave o seacute fregrave mwenWouleacute Yegravey wouleacute

Desasosiego ehDesasosiego ohEn todo el bosque no hay vocesLa luna estaacute con la cabeza abajo[]La tierra oh es mi hermanoEl agua es mi hermanita[]Tu madre es mi madreTu padre es mi padreLa tierra es mi hermanoiexclSeguid ea seguid

Dany Beacutebel-Gisler (2001 p 292)

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Palabras tambieacuten astutas para esconder ocultar su pensamiento no atacar de frente al adversario Si trescientos sesenta antildeos despueacutes de la abolicioacuten de la esclavitud los nintildeos recitan cuentos y prover-bios que ellos mismos enriquecen como los griots con aconteci-mientos y personajes de su vida cotidiana o de la vida del paiacutes es porque se ha mantenido la tradicioacuten oral africana y transmitido de generacioacuten en generacioacuten y sus palabras han permanecido vivas Davwa bwa ka pouri pawocircl pa ka pouriacute [La madera se pudre las pa-labras no]

Actualmente la poblacioacuten afrolatina y afrocaribentildea llega a casi 30 por ciento del total de habitantes de la regioacuten es de ldquoalta den-sidad y poca resonanciardquo dice Ciro Cardoso (1982) Aunque suman 150 millones de personas la mayoriacutea de las cuales se concentran en Brasil Colombia y Venezuela llama la atencioacuten la tenue presencia poliacutetica de esta comunidad su poco acceso a instancias de gobierno asiacute como la falta de datos exhaustivos sobre su situacioacuten econoacutemi-ca Los estudios disponibles indican que maacutes de 90 por ciento de la poblacioacuten descendiente de los esclavos traiacutedos de Aacutefrica a Ameacuterica en la eacutepoca colonial es pobre tiene acceso solo a los empleos menos remunerados y cuenta con bajo nivel de educacioacuten Ademaacutes es su-jeto de una aguda discriminacioacuten por el color de su piel

Esta cuestioacuten tiene que ver con la abolicioacuten y la negacioacuten del teacutermino liberto ya que ello no implica una actitud valorativa del blanqueamiento sino un rechazo al estigma de la esclavitud La ideologiacutea del blanqueamiento que transitoacute la historia brasilentildea por ejemplo no se construyoacute solo sobre la tabla rasa de la socializacioacuten incompleta de los negros por la experiencia del cautiverio sino tam-bieacuten por la experiencia de lucha por la ciudadaniacutea en una sociedad cada vez maacutes jerarquizada a partir del maacutes riguroso apartheid so-cial

En Ameacuterica Latina y el Caribe el racismo se concentra sobre todo en los negros auacuten maacutes que en los indiacutegenas y eso es eviden-te en toda Ameacuterica El porcentaje de analfabetismo en Brasil es 25 veces mayor entre los negros que otros grupos raciales En Cuba donde 30 por ciento de sus 112 millones de habitantes son negros el racismo sigue vivo e incluso se intensificoacute en los uacuteltimos 10 antildeos indicoacute en 2003 un estudio realizado por la Academia de Ciencias a pedido del gobierno de Fidel Castro La revolucioacuten no ha conse-guido abatir ldquolas diferencias en el estatus social y econoacutemico de la

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poblacioacuten negra del paiacutesrdquo reconocioacute en un discurso el presidente Castro Mientras en Colombia el estatal Departamento de Planea-cioacuten Nacional consigna que 80 por ciento de los negros colombianos viven por debajo de la liacutenea de pobreza

Por tanto como palabras finales del presente artiacuteculo una vez presentadas distintas posibilidades de anaacutelisis el objetivo central fue instalar el debate en torno a los muacuteltiples aspectos que permi-tan ofrecer algunas liacuteneas de anaacutelisis que no agotan el tema Con-trariamente se abren interesantes caminos de reflexioacuten de los que no estaacuten ausentes cuestiones relacionadas a las posturas que se asumen para tratar el tema

Descentramiento abandonar puntos de vista etnocentristas liberarse de las trabas mentales que impiden conocer al otro Como se relata en una parte del artiacuteculo todaviacutea prevalece la mirada de la elite gobernante y parte de la sociedad que ensalza sus ancestros europeos desconociendo como iguales a otros contingentes huma-nos que confluyeron en estas tierras por su propia voluntad o (maacutes terrible) forzadamente Desde esta perspectiva la discriminacioacuten el abandono la desidia el racismo continuacutean haciendo foco en las personas de color marcando un hecho curioso Durante la colonia geacutenesis de estos males pareciacutea que los indios gozaban de ciertos beneficios que los negros no poseiacutean hoy se encuentran nivelados hacia abajo En este punto cabe la reflexioacuten de Ansadi (1996) con res-pecto a los sectores sociales ubicados a fin de la escala social hacien-do gala de una ironiacutea que llama a la reflexioacuten ldquofragmentados exclui-dos fameacutelicos y como si eso fuese poco violentos y corruptosrdquo

Bibliografiacutea Ansaldi W (1998) La temporalidad mixta de ameacuterica latina Una expre-

sioacuten de multiculturalismo en Silveira Gorski H C (ed) Identidades comunitarias y democracia (pp 167-183) Madrid Editorial Trotta

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Apeacutendice

Cronologiacutea Esclavitud y trata del negro en AmeacutericaJoseacute Luis Goacutemez Martiacutenez

1444

Una expedicioacuten portuguesa al mando de Lanzarote de Freitas llega a Portugal con un cargamento de 235 escla-vos Se inicia asiacute la etapa ldquomodernardquo de la comercializacioacuten (trata) de esclavos negros en la Peniacutensula Ibeacuterica y pronto en Ameacuterica No obstante recordemos que la esclavitud no era algo nuevo se trataba maacutes bien de una nueva etapa en una de las instituciones maacutes poderosas de laantiguumledad En Espantildea por ejemplo se encontraba legislada con precisioacuten a mediados del siglo XIII en Las siete partidas de Alfonso el Sabio El tiacutetulo 21 de la Parte Cuarta se titula ldquoDe los siervosrdquo cuya ley primera establece que ldquoson tres maneras de siervos La primera es de los que cativan en tiempos de guerra seyendo enemigos de la fe La segunda es de los que nascen de las siervas La tercera es quando alguno es libre e se desea venderrdquo

1473

Pronto hubo necesidad de regularizar el nuevo ldquocomerciordquo y se inicia la centralizacioacuten que luego caracterizariacutea la trata de negros ldquoEn 1473 se presenta un proyecto de ley por el cual todos los esclavos comprados en Aacutefrica debiacutean llevarse primero a Portugalrdquo En este sentido en 1486 se funda en Portugal la Casa dos Escravos cuyo fin era conceder licen-cias y asegurarse que se recaudaban los impuestos ldquoEntre 1493 y 1495 se registraron tres mil seiscientos esclavos en la Casa dos Escravos de Lisboardquo (Thomas 85)

1479 Tratado de Alcaccedilovas mediante el cual Espantildea autoriza la venta de esclavos en Espantildea El centro de la trata es Sevilla

1494

El Tratado de Tordesillas que traza la liacutenea divisoria entre Espantildea y Portugal para las exploraciones de nuevas tierras impone igualmente liacutemites que impediraacuten durante los primeros siglos de la Colonia el comercio directo de esclavos desde las costas de Aacutefrica

1502Se introducen los primeros esclavos en las islas del Caribe Primero se autoriza en La Espantildeola pero para 1530 se ha intitucionalizado ya en el resto del Caribe

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1508

En un principio los esclavos negros fueron llegando a Ameacuterica mediante licencias reales especiales semejantes a la que se incluye en la ldquoCapitulacioacuten otorgada a Diego de Nicuesa y Alonso de Ojeda para comerciar en Urabaacute y Veraguardquo En el punto cinco de dicha capitulacioacuten se sentildeala ldquoque vos aya de dar licencia y por la presente vos la doy para que podaacuteis pasar quarenta esclavos para la labor de las dichas fortalezasrdquo (Vas Mingo 157)

1510

La raacutepida despoblacioacuten de la isla Espantildeola y la necesidad de trabajar las minas inicia el raacutepido aumento de la poblacioacuten negra esclava El rey Fernando el Catoacutelico autorizo el 22 de enero de 1510 en Valladolid ldquoel transporte de cincuenta esclavos negros los mejores y los maacutes fuertes disponibles para que trabajaran en las minas de la Espantildeola [] el 14 de febrero pidioacute a la Casa de la Contratacioacuten que enviara otros doscientos esclavos a la mayor brevedad posible para que fueran vendidos en Santo Domingordquo (Thomas 91)

1516 Se inician los ingenios de azucar en La Espantildeola

1518Durante los antildeos 1518-1519 tiene lugar una fuerte epidemia de viruelas en el Caribe que diezma draacutesticamente la pobla-cioacuten aborigen y acelera el aumento de la poblacioacuten negra

1522Los esclavos negros se sublevan en el ingenio del goberna-dor Diego Coloacuten Gonzalo Fernaacutendez de Oviedo describe la sublebacioacuten y represioacuten que le sigue

1530

Se subleban los esclavos en la ciudad panamentildea de Acla Como ejemplo del aumento de la poblacioacuten negra en todo el aacuterea del Caribe podemos usar el caso de Puerto Rico que contaba con 327 blancos y 2292 esclavos

1547

Las rebeliones de esclavos negros se repiten en mayor o menor nuacutemero en toda la regioacuten del Caribe en 1532 en Venezuela en 1533 en Cuba y Panamaacute En 1547 se destaca la prolongada rebelioacuten de Sebastiaacuten Lemba en La Espantildeola en 1550 la de Juan Criollo que duroacute varios antildeos En 1579 los negros rebeldes en Portobelo (Panamaacute) llegan a firmar un tratado de paz con los colonos espantildeoles mediante el cual consiguen libertad colectiva

1600 La poblacioacuten de ascendencia precolombina praacutecticamente habiacutea desaparecido del Caribe

1619

Un barco negrero holandeacutes llega a las costas de Estados Unidos (Jamestown) y se ve forzado a cambiar su cargo de esclavos por provisiones Se inicia asiacute la entrada de la pobla-cioacuten negra a Estados Unidos pero no seraacute hasta la deacutecada de los 1680 cuando se regule la situacioacuten de los esclavos

1630Inglaterra inicia la industria del azucar en Barbados En 1692 tiene que sofocar un levantamiento general de los esclavos de la isla

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1635 Inglaterra se apodera de JamaicaSe suceden las rebeliones de los esclavos negros

1663

Maryland pasa leyes que estipulan que ldquotodos los negros importados deberaacuten ser considerados como esclavosrdquo En 1664 se estipula que los esclavos debes servir de por vida Se prohibe tambieacuten el matrimonio entre mujer blanca y hombre negro

1685 Para regular la esclavitud en el Caribe franceacutes Francia promulga elrdquoCode Noirrdquo

1713Acuerdo entre Espantildea e Inglaterra sobre ldquoEncargarse la Compantildeiacutea de Inglaterra de la introduccioacuten de esclavos Ne-gros en la Ameacuterica Espantildeola por tiempo de treinta antildeosrdquo

1734Las rebeliones en Jamaica llegaron a tal extremo que la Asamblea de Jamaica se vio en la necesidad de enviar una peticioacuten de ayuda a la metroacutepoli

1787

Thomas Clarkson funda en Londres la British Antislavery Society que luego es la base de asociaciones similares en los demaacutes paiacuteses europeos y americanos En Estados Unidos se prohibe en 1787 la esclavitud en el territorio al norte y oeste del riacuteo Ohio Para 1820 son ya doce los Estados Libres

1780-90 Deacutecada de maacutexima actividad en el comercio trans-Atlaacutenti-co de esclavos

1789

ldquoReal Ceacutedula de su Magestad concediendo libertad para el comercio de Negros con las islas de Cuba Santo Domingo Puerto Rico y Provincia de Caracas a Espantildeoles y Extran-gerosrdquo

1790

En 1790 el Virrey Francisco Gil Taboada y Lemos ordena un censo de la poblacioacuten en el recinto de Lima (Peruacute) Los resultados son una excelente ventana al porcentaje de la poblacioacuten negra e india y al creciente proceso de mestizaje

1791 Los esclavos se rebelan en Haitiacute y en 1804 declaran su independencia

1794 El 4 de febrero de 1794 la Convencioacuten Francesa vota la abolicioacuten de la esclavitud en las Antillas Francesas

1801 Toussaint Louverture ocupa Santo Domingo y proclama la libertad de los esclavos

1803 Dinamarca prohiacutebe el comercio de esclavos (primera na-cioacuten moderna en hacerlo)

1807

Inglaterra proclama el Abolition Act de la esclavitud pero no produjo resultado inmediato hasta que en 1832 se apro-boacute la Abolicioacuten de la Esclavitud con aplicacioacuten inmediata a todas las colonias inglesas

1808 Estados Unidos prohiacutebe la importacioacuten de esclavos

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1810 Miguel Hidalgo proclama un bando en Meacutexico aboliendo la Esclavitud

1811El Supremo Congreso Nacional de Chile publica un decre-to el 11 de octubre sobre la libertad de vientres Bando de libertad de vientres

1812Se sofocan las rebeliones de esclavos en Puerto Rico y Cuba los esclavistas temiacutean que se duplicaran los sucesos de Haitiacute

1813

EL Supremo Poder Executivo Provisorio de las Provincias Unidas del Riacuteo de la Plata decreta el 2 de febrero de 1813 la libertad de todos los nacidos desde el 31 de Enero de 1813 inclusive en adelante

1815

ldquoDeclaracioacuten de las Potencias para la abolicioacuten de la trata de negrosrdquo (Viena 8 de febrero de 1815) Los paiacuteses que firman son Austria Espantildea Francia Gran Bretantildea Noruega Portugal Prusia y Suecia Pero tambieacuten se afirma que esta ldquoDeclaracioacuten no debe influir en el teacutermino que cada Poten-cia participante juzgue conveniente fijar para la extincioacuten definitiva del comercio de negrosrdquo (Mesa 135)

1816

Simoacuten Boliacutevar decreta la abolicioacuten de la esclavitud vuel-ve a plantear la situacioacuten de la esclavitud en el ldquoDiscurso de Angosturardquo de 1819 y nuevamente en el Congreso de Cuacutecuta en 1821

1817

Espantildea firma con Inglaterra un tratado internacional mediante el cual se comprometiacutea a suprimir la trata y abolir la esclavitud en un plazo de tres antildeos El acuerdo sin provisiones especiacuteficas quedoacute uacutenicamente en expresioacuten di-plomaacutetica No fue hasta 1867 cuando se publicoacute un decreto condenando e imponiendo penas para el traacutefico negrero para estas fechas los esclavos en Cuba habiacutean ascendido de 199145 en 1817 a 369000 en 1867

1818

En Chile en el Proyecto de Constitucioacuten Provisoria de 1818 se reitera el decreto de 1811 sobre la libertad de vientres ldquoAr-tiacuteculo 12- Subsistiraacute en todo vigor la declaracioacuten de los vientres libres de las esclavas dada por el Congreso y gozaraacuten de ella todos los de esta clase nacidos desde su promulgacioacutenrdquo

1823

Chile La Constitucioacuten de 1823 se pronuncia contra la esclavitud ldquoArtiacuteculo 8- En Chile no hay esclavos el que pise su territorio por un diacutea natural seraacute libre El que tenga este comercio no puede habitar aquiacute maacutes de un mes ni naturalizarse jamaacutesrdquo

1835 Se firma el 28 de junio en Madrid un Tratado entre Espantildea y Gran Bretantildea para la abolicioacuten de la trata de esclavos

1838 Se decreta la abolicioacuten definitiva de los esclavos negros en el caribe britaacutenico

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1842 Ley del 12 de diciembre de 1842 Abolicioacuten de la esclavitud ldquoen todo el territorio de la Repuacuteblicardquo Oriental del Uruguay

1845 Ley del 2 de mayo de 1845 con imposicioacuten de penas a los que se dediquen a la trata de negros

1848

La Repuacuteblica Francesa decreta la abolicioacuten de los esclavos en el Caribe Franceacutes Motivado por los sucesos en las Anti-llas francesas y temeroso de que las rebeliones de esclavos se propagaran por las colonias espantildeolas Don Juan Prim Conde de Reus dicta en Puerto Rico el denominado Bando Negro del 31 de mayo de 1848 En eacutel se imponiacutean penas draacutesticas contra los negros libres o esclavos de la isla (ldquoArt 2 Todo individuo de raza africana sea libre o esclavo que hiciere armas contra los blancos justificada que sea la agresioacuten seraacute si fuese esclavo pasado por las armas y si fuese libre se le cortaraacute la mano derecha por el verdugo pero si resultase herida seraacute pasado por las armasrdquo)

1851 ldquoLey declarando abolida para siempre la esclavitud en Venezuelardquo

1853El Artiacuteculo 15 (primera parte) de la Constitucioacuten Argentina de 1853 declara la abolicioacuten de la esclavitud en el territorio argentino

1854

El 3 de diciembre se publica el Decreto de la Abolicioacuten de la Esclavitud en Peruacute El objetivo de este decreto se recoge despueacutes en el Estatuto provisorio de 1855 (26 de junio de 1855) cuyo artiacuteculo 8 apartado 2 dice ldquoNadie es esclavo en la Repuacuteblicardquo Luego la Constitucioacuten de 1856 (Promulgada el 13 de octubre de 1856) bajo el ldquoTiacutetulo IV Garantiacuteas individualesrdquo sentildeala igualmente en el Artiacuteculo 17 que ldquoNadie es esclavo en la Repuacuteblicardquo Se da maacutes eacutenfasis a la lucha contra la abolicioacuten en el Artiacuteculo 40 apartado 6 donde se dice que el ldquoEl derecho de ciudadaniacutea se pierde [hellip] Por el traacutefico de esclavos aun en el exteriorrdquo

1856 La uacuteltima llegada documentada de un barco de esclavos negros a Brasil

1863Holanda decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Surinam y en las antillas holandesas Se proclama la emancipacioacuten de los esclavos en Estados Unidos

1865

Estados Unidos proclama la abolicioacuten de la esclavitud y la hace efectiva a traveacutes de una enmienda a su constitucioacuten (Enmienda XIII) Julio Vizcarrondo hacendado puertorri-quentildeo que habiacutea dado libertad a sus esclavos crea la Socie-dad Abolicionista Espantildeola En este mismo antildeo de 1865 se funda el perioacutedico El abolicionista

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1867

Llegada del uacuteltimo barco de esclavos negros a Cuba Ley del 17 de mayo de 1867 en la que se ldquoestablecen normas para la represioacuten y castigo del trafico de negros Quedan configura-dos como delitos de trataEl armamento de buques y cualquier operacioacuten que se haga en ellos para destinarlos al traacutefico de negros asiacute como el viaje de los mismos a la costa africana cualquiera sea su banderaLa adquisicioacuten de negros fuera de la isla de Cuba Puerto Rico o adyacentes y su transporte a estas islas o cualquiera otro puntoLa introduccioacuten de ellos en las islas referidas o la presencia en sus aguas jurisdiccionales de buques con cargamento de negros bozalesrdquo (Mesa 141-142)

1868

Decreto sobre la esclavitud del 27 de diciembre de Carlos Manuel de Ceacutespedes capitaacuten general del Ejeacutercito Liberta-dor de Cuba y encargado de su gobierno provisionalLa revolucioacuten que tuvo lugar en Espantildea en septiembre de 1868 denuncia tambieacuten la esclavitud e inicia el camino para su abolicioacuten aun cuando su propuesta sea todaviacutea tiacutemida La Junta Superior Revolucionaria Considerando que la esclavitud de los negros es un ultraje a la naturaleza humana y una afrenta para la nacioacuten que uacutenica ya en el mundo civilizado la conserva ya en todo su integridad [hellip] la esclavitud es una de esas instituciones repugnantes cuya desaparicioacuten no debe hacerse esperar [hellip] La Junta Superior Revolucionaria propone al gobierno provisional como medida de urgencia y salvadora Quedan declarados libres todos los nacidos de mujer escla-va a partir del 17 de septiembre proacuteximordquo (Mesa 71)

1869

Decreto de extincioacuten de la esclavitud promulgado en Camaguumley el 26 de febrero Los independentistas cubanos publican laConstitucioacuten de Guaacuteimaro cuyo artiacuteculo 24 declara que ldquoTodos los habitantes de la Repuacuteblica son ente-ramente libresrdquo

1870

Se aprueba la llamada Ley Moret El discurso de Castelar se hizo en defensa de la enmienda que eacutel proponiacutea al artiacuteculo 21 de dicha ley Se trata del comienzo oficial de una poliacutetica espantildeola abolicionista

1873

Tras la abdicacioacuten de Amadeo de Saboya (1871-1873) al trono espantildeol se proclama la primera repuacuteblica espantildeola (1873-1874)Espantildea decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Puerto Rico

1880 Espantildea decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Cuba pero crea el sistema de transicioacuten de Patronato

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1886Una Real Orden de la Reina Regente Mariacutea Cristina su-prime el sistema de Patronato con lo que se pone fin a la esclavitud en Cuba

1888 Abolicioacuten de la esclavitud en Brasil

1893 Joseacute Martiacute publica el ensayo ldquoMi razardquo

1894

Joseacute Martiacute publica el ensayo ldquoEl plato de lentejasrdquo donde se refleja a pesar de su caraacutecter poliacutetico pro-revolucionario el verdadero legado humano de prejuicios del estado esclavis-ta

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Resistencias rebeliones y milenarismos de los pueblos

americanos durante la ocupacioacuten espantildeola

las guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana

Noelia Kaufman

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IntroduccioacutenLa multiplicidad de pueblos que habitaban estas tierras cuando Ameacuterica auacuten no era Ameacuterica presentaban un desarrollo econoacutemi-co praacutecticas culturales y estructuras sociales que diferiacutean a lo lar-go y ancho del continente El impacto social y econoacutemico a escala universal que produjo el ldquodescubrimientordquo conquista y colonizacioacuten de Ameacuterica abre el debate para sostener prolongadas discusiones en torno a la imposicioacuten de instituciones y sistemas de creencias Para legitimar este proceso la sociedad europea creoacute para siacute y para el mundo una visioacuten fuertemente cuestionada en el siglo XX ya que invisibilizaba la lucha de los pueblos americanos ante el avasa-llamiento y la desestructuracioacuten que sufriacutean en todos los aspectos antes mencionados

Los primeros contactos entre los espantildeoles y los pueblos que habitaban el continente americano estuvieron como muchos cronistas e historiadores han sentildealado cargados de diferentes im-presiones creencias y reacciones que incluyen entre otras la asi-milacioacuten de la imagen de los espantildeoles ligada a diferentes deidades americanas Esta visioacuten proyectada de los invasores se desvanecioacute raacutepidamente pero fue un factor de peso para que muchos pueblos recibieran con asombro a los supuestos visitantes El paso del embe-lesamiento a la desazoacuten no tardoacute en llegar a partir de alliacute el camino por el cual no pocos optaron fue el de resistir

Se tratoacute de resistir a la imposicioacuten de una nueva fe de resistir a los abusos a los que fueron sometidos las comunidades indiacutegenas que habitaban este continente La opresioacuten sobre las formas de or-ganizacioacuten de las diversas comunidades el ecosistema y el derrama-miento de sangre fue impuesto bajo el amparo de dos instituciones que eran totalmente desconocidas en estas tierras o mejor dicho de dos seres totalmente ajenos a ella es decir el rey y su dios cristiano

En este sentido nos preguntamos coacutemo se desarrollaron las resistencias y rebeliones indiacutegenas en los diferentes espacios donde la colonizacioacuten espantildeola se abrioacute paso considerando la multiplici-dad de factores que las impulsaron y las diferencias constitutivas de dichos movimientos cuaacuteles son sus caracteriacutesticas fundamen-tales Y queacute aportes encontramos en la historiografiacutea para abordar esta problemaacutetica poniendo foco principalmente en las resistencias araucanas y las guerras calchaquiacutees

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Los antecedentes y abordajes conocidos sobre esta temaacutetica son muchos y variados solo por mencionar los maacutes representativos encontramos desde documentos testimoniales como la Historia de las Indias de Fray Bartolomeacute de las Casas (1957) o Guamaacuten Poma de Ayala (1987) en Nueva Croacutenica y buen gobierno como tambieacuten es-critos acadeacutemico de peso de la mano de Leoacuten Portilla (1959) La Vi-sioacuten de los Vencidos relaciones indiacutegenas de la conquista o El reverso de la conquista Gonzaacutelez Obregoacuten (1907) La sublevaciones de indios en el siglo XVII Magnus Moumlrner (1976) y La rebelioacuten de Tuacutepac Ama-ruhellip Moya Pons (1978) La espantildeola en el siglo XVI 1493-1520 Powell (1977) La guerra chichimeca (1550-1600) Stern (1982) Los pueblos indiacutegenas del Peruacute y el desafiacuteo de la conquista espantildeola Pentildea Batle (1970) La rebelioacuten del Bahoruco Wachtel (1976) Los vencidos Los indios del Peruacute frente a la conquista espantildeola (1530-1570) Estas son solo algunas de las obras que tratan el tema de las resistencias a la ocupacioacuten espantildeola entre muchas otras

Considerando lo antes expuesto es que a modo de hipoacutetesis evidente podriacuteamos sentildealar que las resistencias y rebeliones de los pueblos americanos ante la ocupacioacuten espantildeola se vinculaban a un sistema de creencias y a la necesidad de reconstruirlo luego del avasallamiento y la violencia que sufrieron estas comunidades en todo aspecto tanto social cultural como econoacutemico Resistencia que se ve condicionada en el tiempo por la aceptacioacuten de estas comuni-dades a ciertos niveles de aculturacioacuten

Este trabajo no pretende hacer un estudio acabado de las resis-tencias indiacutegenas a la ocupacioacuten espantildeola como una cuestioacuten maacutes o menos persistentes considerando solo esta caracterizacioacuten sino que se intentaraacute incluir otras variables ya que el objetivo primordial es realizar un aporte a la caacutetedra de Historia Americana y Argentina Colonial del profesorado y licenciatura en Historia perteneciente a la Facultad de Ciencias Humanas de la UNRC

A partir de estos puntos se procede a realizar un recorrido por las resistencias que forjaron los pueblos que habitaban Ameacuterica durante la ocupacioacuten espantildeola a traveacutes de una metodologiacutea cualita-tiva en primera instancia se recurre al anaacutelisis documental e histo-riograacutefico sobre el tema en base a una serie de autores claacutesicos y en un segundo momento se recurre del meacutetodo comparativo

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Esta aproximacioacuten sinteacutetica y puntualizada de algunas de las resistencias y rebeliones documentadas a lo largo de los siglos XVI XVII y XVIII se situacutean en dos macro regiones la mesoamericana y la andina mientras que el estudio comparativo entre guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana se establece en el espacio del cono sur americano del sector oeste

La eleccioacuten del meacutetodo tiene como objetivo establecer dife-rencias y similitudes entre estos casos no solo para poner en evi-dencia las caracteriacutesticas de estos movimientos sino para tratar de entablar un diaacutelogo comuacuten que nos lleve a una explicacioacuten plausi-ble de conjunto sin intenciones de que sean universales indagando en las interacciones entre dichos procesos (Kocka 2002)

Reconocemos las complejidades de la comparacioacuten y adver-timos al lector que muy lejos estaacute nuestra intencioacuten de crear ldquopara-lelismos anacroacutenicosrdquo como sentildeala Castro Alfiacuten (1993) Este meacuteto-do ndashcomparativo- se presenta como una herramienta para dar una visioacuten de conjunto de coacutemo se desarrollaron las resistencias de los pueblos que habitaban el continente americano ante la avanzada hispaacutenica

La estructura de este artiacuteculo comprende un breve recorri-do sobre las resistencias y rebeliones a la colonizacioacuten espantildeola en Ameacuterica que asume esquemaacuteticamente una parcializacioacuten tempo-ral en siglos -XVI XVII y XVIII- para una mejor comprensioacuten de la diversidad de dichos movimientos Entre ellos encontramos los que surgieron de los primeros contactos en el Caribe promovidos contra la dominacioacuten y la esclavitud aquellos con fuertes connota-ciones religiosas enmarcadas en los movimientos milenaristas y las reacciones que se suscitaron desde el interior de los ya instalados sistemas de dominacioacuten econoacutemica

A partir de lo antes mencionado se realiza una caracteriza-cioacuten de los movimientos de resistencias y rebeliones indiacutegenas li-gada a los procesos econoacutemicos por los que se ven trastocados estos pueblos y las medidas con las cuales intervienen los espantildeoles para neutralizar estos intentos de defensa de la tierra y la etnia asiacute como la rebelioacuten ante el reclutamiento forzoso y la explotacioacuten sumado a la resistencia cultural permanente que se manifiesta en el sincre-tismo y la continuidad de las praacutecticas culturales por parte de estos

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pueblos analizando y comparando los casos de la resistencia arau-cana y las guerras calchaquiacutees

Resistencias en el siglo XVI en los centros y periferiasRealizar una segmentacioacuten basada en una periodizacioacuten muy es-quemaacutetica es acotar la riqueza del anaacutelisis comparativo pero es importante poder dar una imagen general sobre el tema antes de ahondar en las particularidades de las guerras calchaquiacutees y las re-sistencias araucanas se trata de una forma de enriquecer el anaacutelisis particular con una mirada sobre el contexto en general Es por ello que en este primer apartado exponemos los casos que se han rele-vado con detenimiento entre autores como Wachel (1976) Todorov (1987) Vitale (1998) Oliva de Coll (1991) Barral Goacutemez (1992) pero que pueden bien ejemplificar la situacioacuten de muchos otros pueblos que se resistieron a la ocupacioacuten de sus tierras y no estaacuten incluidos en esta aproximacioacuten

Durante el proceso de ocupacioacuten espantildeola para exponentes como Luis Vitale (1998) la resistencia indiacutegena tuvo dos fases una la de los primeros antildeos de la conquista militar caracterizada por la aguerrida defensa de la etnia y de la tierra y otra que cubre toda la colonia en la que se cruza la lucha eacutetnica con la lucha contra la explotacioacuten en las minas haciendas y plantaciones

Hablamos de resistencia entendiendo a esta como la capaci-dad para organizar el rechazo de las fuerzas invasoras durante lap-sos muy prolongados y evitar de este modo que se cercene el nivel de poder poliacutetico y el control sobre las normas sociales ello difiere de forma tajante con lo que podemos considerar como rebelioacuten ya que esta uacuteltima surge en una sociedad previamente sometida El objetivo general puede sacudir el yugo que los oprime y recuperar el poder de autogestioacuten Pero tambieacuten hay rebeliones que apuntan a reformar las condiciones de subordinacioacuten aligerando las cargas que pesan sobre la poblacioacuten pero que no pretenden recuperar la libertad total (Lorandi 1988)

Las resistencias de los tainos en la isla La Espantildeola -actual Re-puacuteblica Dominicana y Haitiacute- uno de los primeros pueblos con los que toman contacto los espantildeoles tuvieron importantes repercu-siones estaacuten relacionadas con el fin de un ciclo econoacutemico en las

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islas del Caribe (Barral Goacutemez 1992) considerando que a partir de la segunda deacutecada del siglo XVI la forma de explotar estas tierras ba-sadas en la extraccioacuten de oro aluvial se encuentra agotada y es sus-tituida por la implantacioacuten de cultivos tropicales principalmente por la cantildea de azuacutecar en consecuencia se produce una exacerbada buacutesqueda de mano de obra que desemboca en la explotacioacuten de los pueblos que habitaban estos espacios Se trata de Tainos Awarak y Caribes quienes ante tamantildeo impacto llevaran a cabo muacuteltiples resistencias la maacutes significativa fue liderada por Enriquillo iniciada en 1519-1522

Hijo del cacique Maxicatex Guarocuya o maacutes conocido como Enriquillo fue criado en un convento franciscano llevado por el pa-dre Fray Bartolomeacute de Las Casas agraviado por el trato que recibiacutea de los espantildeoles y acongojado por la situacioacuten de su pueblo escapoacute a la regioacuten alta del Boharuco consiguiendo la adhesioacuten de varios ca-ciques De esta forma se lanzoacute a la oposicioacuten armada organizando grupos de guerrilla en el resguardo de la montantildea A pie y por los desfiladeros los ataques espantildeoles se vuelven vulnerables a la de-fensa orquestada por los seguidores de Enriquillo La fama de la re-sistencia se expandioacute cada vez maacutes por lo cual los enfrentamientos persistieron alrededor de 15 antildeos (Oliva de Coll 1991)

Luego de transitar por las Antillas y el Caribe y presentaacuten-dose muacuteltiples episodios como el anteriormente descripto donde los pueblos que habitaban estas tierras adaptan la guerrilla como taacutectica de defensa y ataque ante la ocupacioacuten espantildeola esta avanza a traveacutes del amedrentamiento y matanzas indiscriminadas y cuan-do no son estas las causas de las muertes los virus y bacterias que llevaban consigo los espantildeoles se encargan de diezmar a grupos en-teros

La sed de oro prestigio y sangre no se detuvo alliacute desde las primeras islas en la que ponen pie los espantildeoles se van a erigir dos grandes arcos de conquista Uno se dirige desde Cuba hacia Meacutexico entre 1516 y 1518 recorriendo el aacuterea central de esta regioacuten entre 1519 y 1522 destruyendo la confederacioacuten azteca al mando de Her-naacuten Corteacutes expandieacutendose hacia el Norte y hacia el Sur El otro arco de conquista surge desde Panamaacute que toma la ruta del Paciacutefico para llevar a cabo la conquista del espacio andino llegando al corazoacuten del imperio Inca en 1531-1533 expedicioacuten al mando de Francisco Pizarro Desde Peruacute los conquistadores se mueven hacia el Norte y

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hacia el Sur en este movimiento es cuando Pedro de Valdivia fundoacute Santiago de Chile en 1542 pero la conquista de Chile se malogroacute en una guerra de agotamiento con los indios araucanos (Elliot 1990)

Al llegar a tierra firme se encontraron una de las sociedades maacutes complejas del continente americano se trataba de una gran confederacioacuten de tribus1 -con centro en Tenochtitlan- cuyo gru-po dominante era el azteca o mexica que manteniacutean sojuzgados a muchos otros pueblos cualidad que supo muy bien explotar Corteacutes cuando llega al corazoacuten de Meacutexico utilizando a quienes se rebelaron contra el poderiacuteo azteca dando apoyo a los extrantildeos invasores2

Moctezuma llevando adelante el gobierno de tan vasto im-perio optaraacute por dejar entrar a los ldquoaventurerosrdquo los invasores se apoderaron de todo cuanto pudieron y preso de esta decisioacuten Moc-tezuma gobernoacute con la guardia espantildeola siguiendo cada uno de sus pasos La oposicioacuten se gestoacute cuando Corteacutes que comandaba las tro-pas espantildeolas abandonoacute Tenochtitlaacuten para acudir al desembarco de Paacutenfilo de Narvaacuteez en Vera Cruz quedaacutendose al mando Pedro de Alvarado quien tomoacute como amenaza la celebracioacuten religiosa de los mexicas en el templo mayor acudioacute con sus hombres y armas para desconcentrar a la poblacioacuten o maacutes bien masacrarlos acaban-do todo en una gran matanza (Oliva de Coll 1991)

La reaccioacuten del pueblo azteca no se hizo esperar y cercaron a los invasores junto a Moctezuma estos se vieron obligados a dejar atraacutes la gran ciudad Este eacutexodo del invasor pasara a los anales como

1 ldquoVarios autores al describir la naturaleza poliacutetica de esta entidad han empleado teacuterminos como imperio reino o confederacioacuten de sentildeoriacuteos e incluso de tribus La mayoriacutea de los antiguos estados de la Meseta Central (como los de Chal-co-Amaquemeca Cuitlaacutehuac Xochimilco Coyohuacan y Culhuacan) y muchos otros en las zonas de Hidalgo Morelos Guerrero Puebla Veracruz Oaxaca Ta-basco y Chiapas reconocieron el dominio azteca Todos estaban sometidos de dife-rentes maneras a la metroacutepoli mexica No obstante incluso en los casos en que los mandatarios locales continuaban gobernando reconociacutean a Meacutexico-Tenochtitlan como la metroacutepoli central desde donde emanan las oacuterdenes y las exacciones que incluiacutean el pago de los tributos y diversos servicios personales como la protec-cioacuten de las rutas comerciales (Elliot 1990)2 ldquoLa dominacioacuten mexica sobre los otros pueblos de Meacutexico central mdashuna dominacioacuten que exigiacutea un tributo opresivo y un suministro constante de viacutectimas para el sacrificiomdash habiacutea generado un odio y un resentimiento que permitioacute a Cor-teacutes en su marcha hacia el interior presentarse ante las tribus sometidas como un libertador Esto junto con la alianza con Tlaxcala que los mexica nunca habiacutean conseguido someter le permitieron seguir una ruta hacia Tenochtitlan a traveacutes de un territorio relativamente acogedor Tambieacuten se dotoacute de un ejeacutercito de refuer-zo entre la poblacioacuten indiacutegena deseosa de vengarse contra Moctezuma y la eacutelite mexicardquo (Elliot 1990)

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ldquola noche tristerdquo ocurrida en el antildeo 1520 A partir de alliacute los mexica se organizaron en una resistencia que a pesar del cerco impuesto por los espantildeoles a su alrededor bajo el mando de Cuauhteacutemoc ele-gido sucesor de Moctezuma se niegan a capitular aunque al cabo de tres meses la ciudad asolada por la peste de la viruela hace que la resistencia mexica se debilite hasta resquebrajarse

La ocupacioacuten espantildeola suscito muacuteltiples resistencias desde el espacio maacutes septentrional hasta el sur de los actuales estados de Chile y Argentina estos dos extremos en los primeros antildeos de la ocupacioacuten como lo sentildeala Nahtan Wachtel (1976) se constituiriacutean en espacios perifeacutericos como ldquoguerras fronterizasrdquo En tal sentido esto nos provee dentro de la historiografiacutea un criterio para acer-carnos al estudio de este tema basado en la loacutegica centro-periferia En estos casos se constituyen en ldquocentrosrdquo los espacios maacutes poblados como lo seriacutean el centro del actual Meacutexico en aquel momento habi-tado por una confederacioacuten de tribus con su capital en Tenochtitlaacuten y el radicado en la regioacuten andina bajo el poder del Inca con su cen-tro en el Cuzco

Considerando el criterio de periferia en el primer arco de con-quista que se extiende hacia el norte encontramos otro escenario de resistencias para el avance espantildeol se trata de la Guerra de Mixtoacuten alejados de los nuacutecleos poblados se extendioacute por las montantildeas de Mixton Acatic Nochistlan y Cuinao y tuvo lugar entre 1541-1542 se trata de una resistencia gestada en las fronteras estimulada por hechiceros que anuncian la llegada de nuevos tiempos Estos pre-dicadores pertenecientes a ldquotribus salvajesrdquo de acuerdo a los relatos oficiales anunciaban la venida de Tlatol acompantildeado por todos los ancestros resucitados se trata de un retorno al pasado estimulando a la poblacioacuten india a rechazar la cultura invasora y promover la restauracioacuten de la tradicional profesando la violencia directa hacia los invasores (Barral Goacutemez 1992)

Las guerras chichimecas tienen continuidad luego de los en-frentamientos de Mixtoacuten se trata de otra de las disputas que ocurre en las periferias en lo que se construiraacute como la frontera minera La lucha se desarrolloacute a partir de 1550 con dos momentos culmines en 1560 y 1580 La poblacioacuten que se encontraba en estas aacutereas -zona septentrional de Zacatecas y San Martiacuten donde se alojaban las prin-cipales explotaciones mineras- se corresponde con una forma de organizacioacuten noacutemade fragmentada en tribus por ello los aztecas

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los denominaron ldquochichimecasrdquo aquellos que escaparon de su orga-nizacioacuten poliacutetica e influencia cultural e ignoraban o no practicaban la agricultura y se abocaban a la caza de ciervos liebres ratones o serpientes

Las zonas de fronteras se convirtieron en verdaderas espacios de caza de ldquoesclavosrdquo que cubriacutea las necesidades de todo Meacutexico A partir de 1570 los espantildeoles instalaron los ldquopresidiosrdquo y sus soldados se dedicaron a la caza de indios pero estos resistieron y mejoraron sus teacutecnicas de guerra tomando elementos como el caballo adap-tando su forma de lucha al uso de este animal como medio de trans-porte y como parte de la guerra aumentado su movilidad e impacto

En este mismo proceso de resistencia a la ocupacioacuten e invasioacuten europea encontramos en el segundo arco de conquista que parte de Panamaacute hacia el Peruacute la resistencia que se inicia en un aacuterea central con Manco Capac en Peruacute en el antildeo 1536 y la formacioacuten del Esta-do Neoinca en Vilcabamba que se prolonga hasta 1572 vinculado al movimiento milenarista Taqui Ongo contemporaacuteneo al primero desarrollaacutendose entre 1564-1565

Resulta confuso pero aunque sean contemporaacuteneos hay di-ferencias relevantes que sentildealar entre ambos (Taqui Ongo y el Es-tado Neoinca) El Estado Neoinca es expresioacuten de una situacioacuten de rechazo a la situacioacuten colonial que comienza cuando Manco Inca heredero del imperio inca utilizoacute la codicia de los espantildeoles para librarse de ellos y salir de Cuzco con el pretexto de buscar oro y asiacute afincarse en el valle de Yucay Aprovechando la partida de Almagro a la conquista de Chile y la estadiacutea de Pizarro en Lima reuacutene un ejeacutercito de 50000 hombres y pone sitio al Cuzco desde marzo de 1536 hasta abril de 1537 A pesar de su fracaso organiza una rebe-lioacuten general en base a las guerras de escaramuzas y teniendo como refugio la sierra

Tras los embates de Almagro Manco Inca se repliega a la mon-tantildea en la regioacuten de Vitcos en la provincia de Vilcabamba centro de resistencia inca desde 1537-1572 Esta rebelioacuten tiene como nodo el culto al Inca hijo del sol es alliacute donde encontramos presente la reivindicacioacuten de sus sistema de creencias con un feacuterreo rechazo al cristianismo

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Ante el asesinato de Manco Inca le sucedioacute Sairy Tupac su hijo me-nor de edad y aunque este se alioacute a los espantildeoles tras su muerte (1560) Titu Cusi sobreviene y restaura la poliacutetica de resistencia de Manco quien fuera su padre poliacutetica que seguiraacute tambieacuten el nue-vo sucesor Tuacutepac Amaru Se mantuvo al frente del estado neoinca pero su intervencioacuten fue breve las expediciones espantildeolas fueron favorecidas por las epidemias desbaratando la resistencia de Vilca-bamba

Entre 1560-1570 se da la crisis del mundo indiacutegena de la cual advierte Wachtel (1976) por lo que aparece un movimiento que intentoacute reafirmar o rescatar maacutes bien la cultura tradicional en los andes se trata del Taqui Ongo movimiento que surgioacute en el Peruacute central en 1560 entre el descalabro social y econoacutemico que habiacutea producido la ocupacioacuten colonial Este movimiento se separa de la resistencia de Vilcabamba porque se extendioacute maacutes allaacute de ella se define como un despertar de la religioacuten tradicional en guerra contra el cristianismo confronta ambas culturas y excluye toda acultura-cioacuten rechaza los elementos de la cultura que combate es decir la espantildeola ya sea vestimenta religioacuten o haacutebitos A diferencia del Es-tado Neoinca adoptoacute una resistencia sin llegar a la empresa beacutelica Cubiertos de un halo de confianza los seguidores de Taqui Ongo que significa retorno a la tradicioacuten esperaban un acontecimiento sobrenatural que concrete la resurreccioacuten del imperio Inca

A modo de siacutentesis de este breve recorrido podemos sentildealar algunas cuestiones relevantes como las caracteriacutesticas de las pobla-ciones que encontramos en los centros y las periferias Los centros se tratan de poblaciones maacutes amplias tambieacuten maacutes complejas a nivel poliacutetico como econoacutemico ya sea en el caso azteca o inca Mientras que en las periferias encontramos diferentes tribus fragmentadas con un estilo noacutemada lo cual permite constituir fronteras hostiles y poner coto a la ocupacioacuten espantildeola ya que anteriormente supieron poner liacutemite a los dominios de los pueblos de Ameacuterica en expansioacuten

Es destacable coacutemo los milenarismos o las profeciacuteas mesiaacuteni-cas movilizan a estos pueblos donde estaacute presente la figura de un principio unitario que ha de restaurar el orden destruido en este caso por la conquista espantildeola es una concepcioacuten ciacuteclica que en-caja perfectamente con los engranajes religiosos del mundo andi-no (como mesoamericano) sobre todo el caso del ldquoTaqui Ongordquo que anuncian el tiempo de las ldquohuacasrdquo o el retorno del Inca poniendo

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fin al predominio hispano con la venida de un tiempo nuevo (Ba-rral Goacutemez 1992)

El mesianismo aunque manifieste el rechazo a las marcas culturales de los espantildeoles tiene un caraacutecter sincreacutetico con el cris-tianismo ya que por ejemplo quien impulsa el movimiento del Ta-qui Ongo Juan Chocne es ayudado por indias que se hacen llamar Santa Mariacutea o Santa Mariacutea Magdalena una simulacioacuten que quizaacutes intenta asimilar la fuerza del dios cristiano (Wachtel 1976)

De todas las respuestas posibles que los espantildeoles organiza-ron para abatir las resistencias de los pueblos de estas tierras ningu-na fue tan poderosa como la guerra que dieron las bacterias y virus arrojados en este nuevo continente lo cierto es que la disminucioacuten de la poblacioacuten debilitoacute el margen de accioacuten y organizacioacuten de una resistencia maacutes efectiva por parte de los pueblos americanos que se vieron sorprendidos y avasallados por esta nueva realidad De todas maneras como ya hemos sentildealado las estrategias y formas de las primeras resistencias fueron muy heterogeacuteneas y responden a la diversidad de los pueblos que habitaban

El siglo XVII una bisagra que despunta el filo de las instituciones coloniales ante la diversidad eacutetnica y cultural americanaEste apartado pretende visualizar cuaacuteles son aquellas rebeliones que surgen una vez instaladas las instituciones coloniales La ocu-pacioacuten espantildeola cada vez se disemina maacutes la llegada de nuevos contingentes que pretenden hacerse con las riquezas de las tierras americanas genera maacutes tensioacuten en las zonas fronterizas donde los pueblos resisten al filo de las instituciones de dominacioacuten espantildeola

A principios del siglo XVII las llamaradas de las antiguas resis-tencias se siguen expandiendo pueblos enteros como los Acaxeacutees en la sierra de topia actual estado de Durango en Meacutexico atacaban los asentamientos hispanos asaltando e interrumpiendo los caminos intentando debilitar a sus opresores Otros pueblos como los Xixi-mes Coras y Tarahumaras ademaacutes de mulatos y negros se unieron a la rebelioacuten en Durango que concluyoacute en 1618 cuando todo indicio de conspiracioacuten fue aplastado por los espantildeoles Otra gran rebelioacuten

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fue llevada adelante por los indios Guazaparis en 1632 y una deacutecada despueacutes estalla las rebelioacuten de las ldquosiente nacionesrdquo Tobosos Cabe-zas Salineros Mamites Julimes Conchos y Colorados en el actual estado de Chihuahua siendo su principal meacutetodo el de afrentar a los espantildeoles mediante el robo y los asaltos (Barral Goacutemez 1992)

En todas las acciones estos pueblos reclamaban sobre las con-diciones de explotacioacuten a que eran sometidos en el trabajo en las mi-nas ya que las zonas fronterizas se caracterizadas por la extraccioacuten de metales preciosos pero aunque este sea un motivo aparente el fin uacuteltimo que perseguiacutean estos pueblos era la expulsioacuten de los es-pantildeoles conjuntamente con ellos se encarnaba un desprecio hacia la iglesia catoacutelica objetivado en dar muerte a religiosos e incendiar iglesias

Los alzamientos se repetiacutean intermitentemente durante toda la segunda mitad del siglo XVII en general animados por la resis-tencia a convertirse al cristianismo y aunque la actividad de las mi-siones jesuiacuteticas fue profusa en esta regioacuten los indios aparentaban una actitud sumisa para obtener de los frailes objetos metaacutelicos de valor por su novedad semillas de nuevos cultivos pero en su inti-midad conservaban haacutebitos ritos y costumbres arraigadas

Los Hopi y los Zuntildei fueron facciones que conformaron el gru-po denominado por los espantildeoles como ldquoindios Pueblordquo3 afincados en territorio que pertenecen actualmente a los estados norteame-ricanos de Arizona y Nuevo Meacutexico conviviendo con otros grupos como los Acoma Laguna Yemez Queresans Tano Tihua Tehua Tompiro y Piro (Barral Goacutemez 1992) Desarrollaron un complejo sistema de creencias organizacioacuten social y produccioacuten econoacutemica y aquiacute en esta zona la imposicioacuten espantildeola y el aplastamiento que sufrieron en todos estos aspectos termina por minar la poca o casi nula aceptacioacuten que poseiacuteaen los ldquoblancosrdquo entre estos pueblos

La rebelioacuten de los indios pueblo fue un movimiento planeado y estalla ante la fuga de un brujo llamado ldquoPopeacuterdquo que se encontraba en manos de espantildeoles acusado de hereje ante la praacutectica de cultos ancestrales Por diversos medios se gestoacute entre los indios una gran

3 Practicaban la agricultura del maiacutez y de caracteriacutesticas sedentarias esta-ban rodeados de tribus noacutemadas como los apaches mescaleros apaches chirica-huas navajos luchando entre ellos por lo que en un principio la avanzada de los espantildeoles no hizo maacutes que aplacar la belicosidad de estos uacuteltimos por lo cual los denominados indios pueblos no opusieron resistencia (Barral Goacutemez 1992)

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conflagracioacuten concertando el 11 de agosto de 1680 para atacar a los espantildeoles Fue tan fuerte y tan vivo el levantamiento que lleno de muerte todo Nuevo Meacutexico sin que quedara un solo espantildeol vivo Por supuesto la reaccioacuten de los colonizadores no se hizo esperar y en muacuteltiples expediciones doce antildeos despueacutes del primer altercado Diego de Vargas Zapata con 800 soldados a su mando sometieron a la regioacuten nuevamente bajo el yugo hispano

En el otro extremo de los dominios espantildeoles en Ameacuterica emergen a mediados del siglo XVII las sublevaciones de los guay-curuacutees en la gobernacioacuten del Paraguay comparable a las rebeliones que sucedieron en la regioacuten de Quito donde el abuso de los enco-menderos terminoacute con estallidos de violencia para el antildeo 1635 Has-ta en los confines de la selva las tensiones con los pueblos origina-rios producto de la opresioacuten que genera la nueva administracioacuten se acompantildea con la oposicioacuten a los intentos de evangelizacioacuten como el caso del cacique Andreacutes Zampati enemistado con los misioneros franciscanos por la imposicioacuten de la monogamia es por ello que atrajo a misioneros al interior de la selva con la informacioacuten falsa que alliacute se encontraban grupos pasibles de ser cristianizados El fi-nal de este cacique fue en mano de su propio grupo por parte de miembros que siacute habiacutean sido cristianizados Esto se repite en otros movimientos organizados en esta regioacuten (Oliva de Coll 1991)

Es evidente que la tensioacuten no solo se da con el ldquootrordquo en este caso el espantildeol y su cosmovisioacuten sino que se profundizan en el inte-rior de las comunidades conforme avanzan y se consolidan las ins-tituciones hispanocristianas Dentro de estos anaacutelisis se encuentra uno de los casos que retomaremos maacutes adelante con detalle se trata de un punto inflexioacuten en las denominadas guerras calchaquiacutees es-tos pueblos que habitaban el noroeste del actual estado argentino donde un espantildeol Pedro Bohoacuterquez que contrajo matrimonio con la hija de un cacique de la regioacuten presentando al virrey de Lima un plan de colonizacioacuten para esas tierras y viendo fracasar su expedi-cioacuten le propuso el mismo plan al gobernador de Tucumaacuten Alonso de Mercado de Villacorta Para cumplir con su cometido hizo correr el rumor de ser el uacuteltimo heredero de los antiguos incas del Cuzco Asiacute les pidioacute a la poblacioacuten de los valles calchaquiacutees que se convir-tieran al cristianismo todo esto llegoacute a oiacutedos del Virrey que le llamoacute con la intencioacuten de reprenderle pero este no se presentoacute y en 1568 el levantamiento de los calchaquiacutees tomoacute cuerpo Bohoacuterquez intentoacute

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negociar su entrega pero esto no terminoacute con la resistencia calcha-quiacute Las guerras se extendieron por casi seis antildeos concluyendo en 1664 cuando las tropas espantildeolas invadieron el valle y los indios fueron expulsados de sus tierras

Todas las resistencias aquiacute mencionadas que se generan en el siglo XVII son protagonizadas por los pueblos que auacuten no fueron sometidos completamente al dominio espantildeol y que se oponen en algunos casos firmemente a la imposicioacuten religiosa Pero hay faccio-nes que aceptan ldquosincreacuteticamenterdquo la religioacuten cristiana las pautas culturales y morales de los espantildeoles dado lugar al comienzo de la fragmentacioacuten de los pueblos originarios y al nacimiento de algu-nas caracterizaciones como la de ldquoindios amigosrdquo Esto es aquellos que ceden a la dominacioacuten espantildeola para quitarse el yugo de un pueblo vecino o que incluso persiguen conductas que ellos ya aban-donaron como el caso del cacique Zampati capturado por indios cristianizados Esto evidencia el filo de las instituciones coloniales que comienzan a hacer mella en el tejido social de estas sociedades ya sea que esta aculturacioacuten haya sido concebida en el marco de la resignacioacuten o la imposicioacuten

Rebeliones en el siglo XVIIIEste apartado considera recorrer algunos de los episodios represen-tativos que hacen a las rebeliones del siglo XVIII luego de doscien-tos antildeos de luchas que como hemos resaltado adoptaron diferentes estrategias los pueblos americanos sucumbieron ante el desmoro-namiento y la muerte de sus dioses las enfermedades que llega-ron desde el viejo mundo el reacomodamiento econoacutemico y social (Saacutenchez Albornoz 1979) y por supuesto ante la explotacioacuten fiacutesica a traveacutes del trabajo forzado

Como sentildeala Barral Goacutemez (1992) en este siglo se dan una se-rie de movimientos diferentes en intensidad donde el aspecto eacutet-nico se confunde con reivindicaciones sociales y poliacuteticas de todo tipo Las reformas borboacutenicas son un factor preponderante para comprender en parte las formas de resistencias ya que la adminis-tracioacuten colonial busca ajustar controles econoacutemicos y administrati-vos sobre sus dominios creando con dicho propoacutesito nuevos virrei-natos como el de Nueva Granada y el del Riacuteo de la Plata generando conflictos por el establecimiento de nuevas presiones contributivas

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A mediados del siglo XVIII las resistencias de la regioacuten del Peteacuten en la actual Guatemala fueron tenaces en ocasiones violentas en otras pasivas pero siempre en pie de guerra El ejemplo maacutes claro es el la sublevacioacuten liderada por Jacinto Uc de los Santos Canek que ter-minoacute ldquoroto vivo atenaceado quemado su cuerpo y esparcidas sus cenizasrdquo (Oliva de Coll 1991) Las resistencias al reclutamiento for-zoso se seguiacutean dando continuamente en 1730 los indios de Piacutellaro se rebelaron en la real Audiencia de Quito contra el reclutamiento para el trabajo minero y a mediados de este siglo los guaraniacutees se resistieron a ser conducidos a las misiones jesuiacuteticas llevando a cabo la ldquoguerra guaraniacuteticardquo

La administracioacuten colonial se cubrioacute de una pesada maquina-ria burocraacutetica con la esperanza de incrementar auacuten maacutes los in-gresos de la corona intensificando la divisioacuten y especificidad de los funcionarios renovando la mirada sobre las leyes Esto representoacute una amenaza sobre los grupos locales que se habiacutean empoderado a lo largo de dos siglo de ocupacioacuten como los corregidores una figura en la cual los abusos de los encomenderos teoacutericamente encontra-riacutean un liacutemite pero en disonancia con esto monopolizaron el co-mercio con los indios de los pueblos en el llamado ldquorepartimientordquo como una forma de desembarazarse de productos sobrantes produ-ciendo una serie de fuertes resistencias por parte de los indios que eran obligados a obtener productos inuacutetiles o innecesarios

Los corregidores se granjearon la enemistad de muchos secto-res de la sociedad colonial ya que para el buroacutecrata comuacuten este era un comerciante bajo otra apariencia ademaacutes la intensa confronta-cioacuten del mismo con las comunidades indiacutegenas traen consigo en-frentamientos como el liderado por Tuacutepac Amaru

La elevacioacuten del impuesto de alcabala del 4 al 6 que se apli-coacute tambieacuten en la aduanas interiores fue lo que inicioacute las primeras resistencias a estas nuevas imposiciones en Arequipa Huancave-lica y Cuzco bajo el liderazgo de Joseacute Gabriel Tuacutepac Amaru en la provincia de Tinta en 1780 en la cual se mezclaron disputas que manteniacutean en vilo el obispo de Cuzco Moscoso con el Corregidor Arriaga de la provincia de Tinta

La rebelioacuten de Tuacutepac Amaru movilizoacute masas que apuntaban al corregidor Arriaga por los abusos y desmanes y aunque fue ase-sinado en manos de dicho levantamiento su liacuteder aduciacutea que fue

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mandado a ajusticiar por pedido del rey Carlos III Tuacutepac Amaru afirmando su procedencia directa del Inca actuaba en nombre del rey espantildeol

Como sentildealamos al inicio ya no se trata de reivindicaciones eacutetnicas en las rebeliones del siglo XVIII se vuelven cada vez maacutes difusas las alianzas donde sectores empoderados hispaacutenicos apo-yaban las demandas de los indios que veiacutean en cualquier tipo de disturbio un obstaacuteculo para que la nueva reforma administrativa aplicada por los borbones no cumpliera su cometido final

Por otro lado los Curacas fueron los que cuando cayoacute estre-pitosamente el imperio Inca incrementaron su poder volvieacutendose funcionales y funcionarios del sistema colonial convirtieacutendose en pequentildeos sentildeores en su aacuterea de influencia recaudando impuestos personales de los indios consignando el registro de indios para la mita con privilegios respecto al usufructo de tierras y el uso del agua participando en el sistema de mercado espantildeol actuando como un intermediario entre el encomendero y el comerciantes y en ocasiones lo haciacutea de forma independiente suministrando mano de obra india a cambio de pagos en efectivos (Spalding 1992)

Mencionar la naturaleza del Curaca no es un dato menor para comprender al representante de las rebeliones contra el sistema es-pantildeol que tienen lugar en 1780 ya que Joseacute Gabriel Condorcanqui mejor conocido posteriormente como Tuacutepac Amaru era un curaca4 que se dedicaba a la arrieriacutea (transporte de animales y cargas) un negocio que se vio obstaculizado por las reformas borboacutenicas con el aumento de los impuestos (alcabala) sobre todo en las aduanas interiores Por supuesto otra de las inquietudes de este personaje era ser reconocido como descendiente de Tupac Amaru el uacuteltimo inca que sostuvo la resistencia en el siglo XVI en Vilcabamba para reclamar beneficios como el de exceptuar a los indios ligados a su cacicazgo de la obligacioacuten de la mita potosina

Finalmente Joseacute Gabriel fue reconocido por su comunidad como Tupac Amaru y con la miacutestica que representaba logroacute como ya advertimos antes apresar al corregidor y ajusticiarlo aunque lo

4 El curaca desempentildeaba un rol social estrateacutegico Es una figura que sobre-vive a la colonizacioacuten espantildeola ya que estos jefes de origen mestizo o indio cum-pliacutean una funcioacuten muy similar a la que teniacutean en el Imperio Inca pero su poder fue siendo cercenado cuando la administracioacuten espantildeola se consolidoacute como en este caso (Cornblit 1978)

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hiciera en nombre del rey de Espantildea y en contra del mal gobierno de Areche (Cornblit 1978) A la muerte del corregidor la noticia se difundioacute por todo el altiplano se sucedieron saqueos en los obrajes y una exclamacioacuten general en contra de la dominacioacuten espantildeola Pero esto no se constituye como una resistencia con trasfondo de reclamo eacutetnico sobre todo cuando vemos que entre algunos ayu-dantes directos de Tuacutepac Amaru se encontraba en fraile dominico Isidro Rodriacuteguez Fueron muchos los religiosos que apoyaron su mo-vilizacioacuten sobre todo cuando eacutel mismo declaroacute que sus peticiones se centildeiacutean a los maacutes puros ideales cristianos contenidos en las leyes de indias referentes al buen trato del indiacutegena con ello declaraba su acatamiento a la iglesia catoacutelica (Cornblit 1978)

Entendemos que la rebelioacuten de Tuacutepac Amaru no se trata de una resistencia indiacutegena a la dominacioacuten espantildeola sino que para esta etapa (se entiende) es una rebelioacuten contra la figura administra-tiva del corregidor ya que dos de las instituciones maacutes poderosas y que llevaron adelante la ocupacioacuten en estos territorios la iglesia y el rey estaacuten contemplados en el marco de la movilizacioacuten como de factores incuestionables

Resistencias calchaquiacutees y araucanas fronteras de la ocupacioacuten espantildeolaConsiderando esta breve revisioacuten parcial de algunos casos concre-tos que hacen a la resistencia indiacutegena en Ameacuterica ante la invasioacuten espantildeola en este apartado se exponen las caracteriacutesticas y puntos en comuacuten asiacute como diferencias en un anaacutelisis comparado de las gue-rras calchaquiacutees y las guerras araucanas La eleccioacuten de estos casos se debe a que representan fuertes resistencias a las corrientes colo-nizadoras ambas ubicadas en el cono sur del continente produci-das en una zona perifeacuterica y de frontera

Comenzaremos describiendo las caracteriacutesticas de estos pue-blos pertenecientes a las ldquoperiferiasrdquo de los grandes conglomerados culturales (Azteca-Maya-Inca) la impronta que deja la aculturacioacuten espantildeola en ellos considerando los medios de los cuales se apropian para sostener el enfrentamiento y asiacute dirimir puntos de contacto y diferencias entre ambos casos

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Los diferentes pueblos que actuaron en las guerras Calchaquiacutees son caracterizadas por Martiacutenez Sarasola (1992) como pueblos de mon-tantildea Los omaguacas se dedicaban a la agricultura con influencia de las cultura incaica del Tawantisuyo poniacutean en praacutectica la irriga-cioacuten artificial y andenes de cultivo al igual que los diaguitas grupo conformado por parcialidades de lucataos tolombones yocaviles quilmes tafis todas practicaban la agricultura y criaban llamas compartiendo una lengua comuacuten el cacaacute o cacaacuten Identificados como calchaquiacutees se encontraban en noroeste del actual territorio argentino un espacio que comprende las provincias de La Rioja y Catamarca conjuntamente con sectores occidentales de Tucumaacuten y Salta Con las existencia de dos valles el de Hualfiacuten y los llamados valles Calchaquiacutees durante los primeros tiempos coloniales la im-portancia de esta regioacuten se reduce a asegurar la ruta que une Lima y Potosiacute (Lorandi 1988)

Las Guerras Calchaquiacutees fueron protagonizadas por diaguitas y omahuacas Estos uacuteltimos al mando del cacique Viltipoco fueron los que a mediados del siglo XVI se enfrentaron con eacutexito a los pri-meros avances de los espantildeoles en esta regioacuten Aunque la funda-cioacuten de ciudades se constituyoacute en una estrategia fundamental para afianzar el control de la zona por los invasores el desalojo de las co-munidades se da paulatinamente con la fundacioacuten de nuevas ciuda-des impulsadas por los espantildeoles con ello los indios eran sometidos al sistema de encomienda Pero la resistencia no dio tregua y a los omahuaca se le suman los diaguitas al mando de Juan Calchaquiacute quien entre 1561 y 1562 expulsoacute las huestes comandadas por Juan Peacuterez de Zurita enviado desde Chile en 1557 con instrucciones pre-cisas para conquistar y colonizar

Estos sucesos sentildealan para Lorandi (1988) como principal ca-racteriacutestica regional en ese periacuteodo

hellipque los indios persisten en su voluntad de resistir con el propoacutesito de preservar su autonomiacutea y evitar cumplir con las prestaciones que se les pretende exigir a pesar de la multiplicacioacuten de unidades eacutetnicas y de la carencia de poder poliacutetico unificado y permanente o tal vez por esta misma razoacuten es que pueden accionar de tal forma (Loran-di 1988 p 103)

Avanzados los asentamientos coloniales con la fundacioacuten en 1565 de San Miguel de Tucumaacuten y Coacuterdoba en 1573 la misma fun-

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dacioacuten de Salta hacen de la conquista una realidad excepto en el valle Calchaquiacute Las fundaciones de La Rioja en 1591 Nueva Madrid en las puertas del valle de Salta en 1592 y San Salvador de Jujuy en 1593 dejaraacute sentadas las bases definitivas de la ocupacioacuten hispaacutenica en Tucumaacuten (Lorandi 1988)

El servicio personal de los indios se ejerce en funcioacuten de la institucionalidad de la encomienda Para cumplir con las mitas de trabajo a los encomenderos los indios debiacutean pasar largos meses fuera de sus hogares las mujeres fueron sometidas al trabajo textil en los obrajes sin tiempo para dedicarse a sus hijos ni a los cultivos sufriendo la mayor carga tributaria Esta situacioacuten se agrava y pone en vilo a la poblacioacuten para el antildeo 1630 cuando comienzan los gran-des levantamientos

En 1631 el entonces gobernador Felipe de Albornoz organiza la represioacuten del alzamiento en el valle Calchaquiacute derrotando algu-nas facciones Los pueblos del sur del valle logran formar una con-federacioacuten entre los pobladores de Aconquija Andalgalaacute y Hualfiacuten que dan inicio a una gran rebelioacuten liderada por Chalimin (Lorandi 1988) Los espantildeoles se enfrentan en diferentes momentos con los moradores de los valles en 1637 Chalimin es apresado y descuar-tizado por caballos Pero la rebelioacuten no termina los ataques a las haciendas y poblados continuacutean para 1643 el capitaacuten Francisco de Nieva y Castilla consigue capturar a los uacuteltimos rebeldes que fueron desnaturalizados 400 malfines y abaucanes fueron llevados a Coacuter-doba con maacutes de 150 espantildeoles muertos y un nuacutemero desconocido de indios concluyendo esta etapa hasta que doce antildeos despueacutes re-nacen las hostilidades con Pedro Bohoacuterquez a la cabeza5

5 Pedro Chamijo conocido como Pedro Bohorquez llega a Lima en el antildeo 1620 Tratando de hacerse de un espacio propio en el mundo colonial recorre las sierras proacuteximas y se casa con la hija de un mulato duentildeo de una manada de ye-guas Durante ese periacuteodo visita los pueblos y las chicheriacuteas recabando informa-cioacuten sobre tesoros escondidos y paiacuteses legendarios Otra vez en Lima se infiltra en-tre personajes cercanos al Virrey Conde de Chinchoacuten y consigue una entrevista a fin de solicitarle autorizacioacuten y recursos para buscar el Paititiacute El Virrey lo rechaza y luego es apresado pero escapa hacia Larecaja en 1636 es apresado nuevamente por el Virrey Don Juan de Lizarazu pero termina seducido por los argumentos de Chamijo sobre las posibilidades de descubrir el Paititiacute y escribe al Rey y al Consejo de Indias solicitando que se apoye sus proyectos Una vez libre Chamijo se dirige a Potosiacute y a Porco Alliacute embauca al padre Alonso Bohorquez dicieacutendole que pertene-ce a su familia De este encuentro nace el cambio de su apellido y el flamante Pedro Bohorquez ve coronados sus esfuerzos de seduccioacuten con 12 000 pesos que el cura le regala para que lleve adelante su aventura Sus incursiones contra Tarma alte-ran a las autoridades de Lima que enviaron una partida que lo apresa En castigo el Virrey lo deporta al presidio de Valdivia en Chile En Valdivia participa de la

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Don Pedro como seraacute llamado inicia un intercambio epistolar con el gobernador Alonso de Mercado y Villacorta para convencerlo de sus buenas intenciones como espantildeol y como cristiano Este con-creta un acuerdo en un paraje de la actual provincia de Catamarca llamado Pomaacuten Alliacute Bohorquez promete que arrancaraacute a los indios sus secretos sobre las minas y tambieacuten sobre los tesoros que los in-cas habiacutean ocultado antes de su partida siempre que ellos queden convencidos de que las autoridades aceptan sin reparos su condi-cioacuten de descendiente del Inca Como resultado obtiene el recono-cimiento de dos tiacutetulos por uno de ellos se le concede el derecho a disfrutar del tiacutetulo de Inca y se le permite el uso de las insignias correspondientes Por el otro se le otorga el tiacutetulo de Capitaacuten Ge-neral y Justicia Mayor con expresas instrucciones de promover la evangelizacioacuten enviar indios de mita a las ciudades y descubrir las riquezas del Valle (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

Transcurrido un antildeo sin que cambie la situacioacuten Mercado inicia el ataque armado al valle y despueacutes de un primer encuentro obtiene la rendicioacuten de Bohoacuterquez que es conducido a Lima y proce-sado Estos hechos se producen en 1659 pero solo en 1667 rueda la cabeza de este ldquoenemigordquo de la Corona (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

El final de la travesiacutea de Pedro Bohoacuterquez no termina con los enfrentamientos quizaacutes porque como cuestiona Lorandi (1988) este no sea un liacuteder representativo de todas las facciones Represen-ta maacutes bien una construccioacuten espantildeola a la cual le dieron el poder para insertarse en el valle a riesgo de que este hiciese primar sus intereses individuales maacutes allaacute de los acuerdos pactados con espa-ntildeoles o las alianzas logradas con los pueblos del valle Calchaquiacute Pero es en 1664 que el gobernador Mercado y Villacorta vence a los quilmes y yocaviles castigando a los primeros con el desarraigo de sus tierras trasladaacutendolos a Buenos Aires

El caso de la resistencia araucana incluyoacute a mapuches huilli-ches pehuenches puelches ubicados al sur del actual Chile entre

defensa del fuerte asediado por los araucanos construyendo un cantildeoacuten de madera con el que detienen el ataque Confiando en sus buenas intenciones el comandante del fuerte lo autoriza a salir para intentar una negociacioacuten con los indios circuns-tancias que aprovecha para huir Desde Mendoza se dirige a La Rioja Catamarca y Tucumaacuten En su trayecto trata de encontrar adeptos entre los espantildeolesy los in-dios convencieacutendolos de que dispone de secretiacutesima informacioacuten sobre el Paititiacute y deslumbraacutendolos con el relato de sus aventuras (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

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el rio Choapa al norte y el archipieacutelago de Chiloeacute al sur al pie de la Cordillera de los Andes Son pueblos cuya formacioacuten social cultural y econoacutemica se basaba en una incipiente praacutectica de la agricultura practicando el cultivo de la papa y el maiacutez complementada por la caza pesca y la recoleccioacuten Su patroacuten de asentamiento respondiacutea al de ldquopequentildea Aldeardquo y la vivienda ldquorucardquo era de gran tamantildeo rec-tangular y construida con madera reunidos en grupos reducidos y noacutemadesLa actividad beacutelica en estos grupos estaba muy desarrolla-da ya que habiacutean resistido a la penetracioacuten Inca ademaacutes que eran comunes los enfrentamientos intestinos y su organizacioacuten social respondiacutea a ello los jefes guerreros el conjunto de la comunidad y los cautivos (Martiacutenez Sarasola 2013)

Con la llegada de los espantildeoles se acentuaron estos rasgos la raacutepida adopcioacuten del caballo la vaca cabra y la oveja los convirtioacute al decir de Barral Goacutemez (1992) en ldquoganaderos ecuestres mitad va-queros y mitad guerrerosrdquo La irrupcioacuten de los ldquoconquistadoresrdquo con Diego de Almagro en 1536 que conformoacute la gobernacioacuten de Nue-va Toledo y de Pedro de Valdivia en 1540 en la regioacuten de Chile dio como resultado el primer gran enfrentamiento bajo el liderazgo de Caupolicaacuten Lautaro hijo del cacique Carintildeancu un antiguo criado de Valdivia que fue apresado y muerto en manos de los indios en 1553

En 1550 Valdivia logroacute instalar a las orillas del Biobiacuteo el fuer-te de La Concepcioacuten gran parte de la poblacioacuten picunche y hulliche es capturada y puesta bajo el reacutegimen de encomienda Pero los mapuches se resistieron y asesinaron al jefe invasor (Martiacutenez Sarasola 2013)

Luego de estos episodios la gobernacioacuten de Martiacuten Garciacutea Ontildeez (1592) intenta apaciguar la belicosidad de los indios arauco fundando ciudades y fuertes para reparo de las mismas Con un halo de tranquilidad puso en marcha las minas de Millapoa y Angol lo que dio lugar a la rebelioacuten de 1598 y la consecuente destruccioacuten de las llamadas ldquosiete ciudadesrdquo fundadas al sur del Biobiacuteo Esta vez el ingenio militar del cacique Pelentaru combinaba las rebeliones de huilliches en Osorno Valdivia y Villar al tiempo que atacaban a fuertes y ciudades construiacutean pucaras -empalizadas para asediar a los espantildeoles- a la vez que perfeccionaron las guerras moacuteviles ndashcon-centracioacuten de fuerzas en el ataque y dispersioacuten raacutepida ampliando los frentes- (Barral Goacutemez 1992)

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Con todo ello queda establecida una frontera y se fijoacute un escena-rio para la lucha que desangroacute a los pueblos de la regioacuten sur de los actuales territorios sur de Chile y Argentina hasta el siglo XVIII en el primer caso e inclusive fines del siglo XIX en el caso argentino (Martiacutenez Sarasola 2013)

Con este breve esbozo de las resistencias calchaquiacutees que son apagadas en 1664 y la resistencia araucana que tendraacute maacutes de un siglo de duracioacuten a partir de la derrota calchaquiacute podemos estable-cer algunos puntos de comparacioacuten en torno a ellos

1 Revisar los antecedentes e influencias del imperio inca en estos pueblos se presenta como un punto relevante en los dos casos ya que las sociedades de los valles calchaquiacutees estuvieron influenciadas por el imperio inca sobre todo en el plano productivo y religioso Por ejemplo en el valle de Calchaquiacute las aguas que bajaban como avenidas en la eacutepoca de lluvia se conduciacutean para inundar los campos y las terrazas una tras otra En otras zonas la tecnologiacutea inca hizo posible el cultivo de las tierras alejadas de los cauces fluviales gracias a la construccioacuten de canales de riego Por otro lado la hegemoniacutea inca introdujo en esta aacuterea el cul-to imperial al sol y la luna (Hidalgo 1990) Esta influencia no fue acompantildeada por el sometimiento de los habitantes de valles y quebradas con la entrada de los espantildeoles al escenario poliacutetico en 1535 probablemente porque estas parcialidades principalmente los diaguitas eran general-mente autoacutenomas y careciacutean de un foco centralizado de poder poliacutetico es decir las parcialidades podiacutean enfren-tarse entre siacute formando alianzas temporales plurieacutetnicas bajo condiciones de guerra semipermanente cuando el maacutes prestigioso de los jefes militares aliados era elegido para que mandara sobre el resto (Hidalgo 1990) Que fue lo ocurrido ante la presioacuten de las huestes hispaacutenicas en la regioacuten Pero en los casos de los atacama los humahuaca y posiblemente tambieacuten los calchaquiacutees el poder de un cu-raca principal se extendiacutea maacutes allaacute del radio de su propia comunidad incluyendo no soacutelo las colonias alejadas sino tambieacuten diferentes grupos eacutetnicos

En el caso de las diversas parcialidades que formaron parte de la resistencia Araucana trataacutendose de grupos auacuten maacutes dispersos

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estos se resistieron a la penetracioacuten del imperio inca pero solo los mapuches en los del valle de Mapocho adaptaron la tecnologiacutea inca al espacio productivo logrando extensas superficies de tierra de regadiacuteo Aun asiacute los intentos de dominacioacuten en 1447 por los incas solo exacerbaron la belicosidad de estos pueblos experiencia con la cual se enfrentariacutean a los espantildeoles (Martiacutenez Sarasola 2013) El resto de las parcialidades picunches y huilliches practicaban una agricultura extensiva de roza y quema Por esta razoacuten la agricul-tura no permitiacutea alcanzar la densidad de poblacioacuten o la estabilidad que proporcionaba la agricultura hidraacuteulica intensiva un condicio-nante que se reflejaba en la caracteriacutestica distribucioacuten dispersa que presentaban los asentamientos araucanos y sus campos de cultivos Asiacute como la dependencia a la caza y recoleccioacuten para complemen-tar esta praacutectica (Hidalgo 1990)

Esta organizacioacuten dispersa de la produccioacuten y la consiguiente organizacioacuten poliacutetica basada en el lebo una unidad que comprendiacutea sucesivamente siete u ocho cabi o divisiones menores cada una con su propio ldquosentildeorrdquo (Hidalgo 1990) Realza el caraacutecter esquivo de estos pueblos para someterse a cualquier tipo de dominacioacuten y es por este motivo que los enfrentamientos con las huestes espantildeolas se exten-dieron hasta el siglo XVIII

En ambos casos la influencia del poderiacuteo incaico es visible en aspectos culturales o productivos pero las diferencias en cuanto a la organizacioacuten poliacutetica-militar y su aislamiento respecto al poder central del Tawantisuyo establece un punto en comuacuten de los pue-blos que protagonizaron las resistencias calchaquiacutees como arauca-nas quizaacutes fue justamente ese mosaico de diferentes organizacio-nes poliacutetico-militares que les permitieron no caer a los pies de los invasores como lo sucedido en el imperio inca

2 La posicioacuten geograacutefica de estos pueblos es otro punto inte-resante de esta comparacioacuten puesto que se vuelve estra-teacutegica ambos estaacuten alejados de los centros maacutes poblados y de principal intereacutes para los espantildeoles que en la primera etapa se redujo a la extraccioacuten de metales preciosos Pero los valles donde se establecieron las parcialidades que formaron parte de las guerras calchaquiacutees estaban en el camino que uniacutea las rutas de Lima a Potosiacute por ello asegu-rar este trayecto se presentaba como el principal objetivo para los espantildeoles Asiacute como tambieacuten captar la mano de

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obra que representaban estos pueblos que se resistiacutean a la dominacioacuten y a la explotacioacuten que significaba ser tributa-rios de los espantildeoles y responder a la mita potosina

En ese sentido los araucanos representaban un obstaacuteculo for-midable para el avance de los espantildeoles pero no se estableciacutea como prioridad ya que esta apuntaba a fortalecer los dominios que repre-sentaban ganancias inmediatas Esto quizaacutes seriacutea una explicacioacuten plausible y parcial para comprender por queacute la resistencia calcha-quiacute fue combatida con real encono teniendo como resultado su des-articulacioacuten para mediados del siglo XVII mientras que la resisten-cia araucana se extiende por maacutes de un siglo

3 Continuando con la posicioacuten geograacutefica indagamos en los meacutetodos de lucha utilizados en ambas resistencias y la influencia de la tecnologiacutea europea En el primer or-den se explicita un uso taacutectico y estrateacutegico del terreno en el caso de los calchaquiacutees impidieron que las columnas de espantildeoles ingresen a los valles dejando rodar piedras desde las alturas escarpadas o lanzando flechas solo con un puntildeado de hombres mientras que en las ciudades y caminos utilizaban otras estrategias avanzaban a traveacutes de fugaces ataques sorpresivos con raacutepidas retiradas for-mas que se repiten en territorio araucano las denomina-das ldquomalocasrdquo o ldquomalonesrdquo Ambos casos materializaron su resistencia con grandes similitudes pero tambieacuten es evi-dente en ambos la descoordinacioacuten y los muacuteltiples puntos o frentes de ataque que frenaban su impacto o el eacutexito de estas empresas

Las resistencias araucanas y calchaquiacutees compartiraacuten estrate-gias y tambieacuten armas Un estudio realizado por Rubio Duraacuten (1992) sentildeala que el liacuteder de uno de los uacuteltimos levantamientos calcha-quiacutees cuando se encontraba preso en Valdivia (Chile) aprendioacute a fabricar cantildeones de madera recubiertos con cuero mientras el fuer-te se encontraba bajo amenaza de los indios araucanos Este espantildeol -Pedro Bohoacuterquez- trasladoacute estrategias de lucha utilizadas por los espantildeoles en la frontera araucana hacia la frontera que constituiacutean los valles calchaquiacutees pero estas nuevas armas fueron utilizadas por sus seguidores los calchaquiacutees contra la expansioacuten del dominio colonial

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Otro de los elementos que es de vital importancia sentildealar es que la adopcioacuten del caballo que transforma el entorno cultural de estas poblaciones en lo que algunos autores han de llamar ldquoel complejo ecuestrerdquo Esta relacioacuten hom-bre-caballo mejoraron las teacutecnicas de caza colectiva se complejizoacute la organizacioacuten social y se reunieron bandas de hasta 500 individuos se ocupa maacutes territorio la ins-titucioacuten del cacicazgo antes laxo se vuelve maacutes general Sobre todo se reorganiza la forma de hacer la guerra a partir del uso de nuevas armas ofensivas y defensivas (la armadura de cuero de caballo) (Martiacutenez Sarasola 2013 pp 183)

La aculturacioacuten en el caso de los araucanos tiene un sen-tido opuesto mientras que para la mayoriacutea de los pueblos que fueron sometidos al dominio espantildeol la aculturacioacuten significoacute la adopcioacuten de la cultura dominante y el aban-dono de las creencias y costumbres de sus antepasados produciendo una ruptura en el orden cultural Para los araucanos la aculturacioacuten es opuesta sirve como un ins-trumento para la revuelta adoptando el caballo enrique-cen sus teacutecnicas a fin de luchar contra la dominacioacuten y defender su tradicioacuten (Wachtel 1976 pp 306-307)

En el espacio araucano se advierte no solo una aculturacioacuten en el flanco militar transformando la organizacioacuten poliacutetica ya que se deja de lado la dispersioacuten habitual de estas tribus para reagrupar-se durante las operaciones militares sino tambieacuten se incorporan los elementos extranjeros en el aspecto econoacutemico con el cambio de cultivos sustituyendo el maiacutez por el trigo y la cebada de madura-cioacuten maacutes temprana para preservar las cosechas de las expediciones espantildeolas que incendiaban los cultivos para dejar sin provisiones a estos pueblos como una forma de combatir la resistencia

Estos tres puntos antes descriptos presentan la construccioacuten de dos fronteras y su permeabilidad La frontera araucana fijada en el siglo XVI generoacute numerosos intereses entre quienes la cus-todiaban comerciantes mercaderes agricultores y ganaderos que abasteciacutean la zona beneficiaacutendose de los gastos que generaban las campantildeas militares alliacute apostadas

Tanto la resistencia araucana como la calchaquiacute se cons-tituyen en zonas de fronteras -pactadas como el caso araucano al sur del Biobiacuteo o moacuteviles como el caso cal-chaquiacute a medida que los espantildeoles cercaban terreno con

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la construccioacuten de ciudades- entendiendo a las fronteras como un espacio donde los procesos de produccioacuten es-tructura institucional y social no se han integrado en la dinaacutemica colonial pero estaacuten en viacuteas de formacioacuten (Rubio Duraacuten 1997 pp 20-21)

Reflexiones finalesA medida que analizamos brevemente los registros y producciones realizados por diversos autores en cada uno de los casos encontra-mos en la primera etapa de la colonizacioacuten en el siglo XVI auacuten viva la referencia a la cultura y a las creencias de los pueblos que encar-nan en movimientos milenaristas presentes en Taqui Ongo como en la guerra Mixtoacuten pero conforme se consolidan las instituciones de dominacioacuten y avanzan los intentos de catequizacioacuten del indio las resistencias se vuelven maacutes difusas en cuanto al nivel de participa-cioacuten asiacute como a las motivaciones o los fines que persiguen Si en el siglo XVI encontramos como moacutevil relevante la oposicioacuten lisa y lla-na a la aculturacioacuten en el siglo XVIII encontramos el sincretismo y la oposicioacuten desde otro aacutengulo en el cual los pueblos se valen de los conocimientos e intereses para emprender acciones hostiles como el caso de la rebelioacuten de Tuacutepac Amaru

Es evidente que ciertos niveles de aculturacioacuten opuesta (Wa-chtel 1977) en muchos casos permiten la prolongacioacuten de la resis-tencia como en la resistencia araucana o la resistencia chichimeca en ambos extremos del espacio americano pero en otros se vuelve un factor que potencia la desarticulacioacuten de los movimientos de re-sistencias La resistencia de los pueblos americanos es explicita en los albores de la ocupacioacuten espantildeola esta es hija de la desesperacioacuten y el rechazo ante la situacioacuten colonial La rebelioacuten es un teacutermino que entendido bajo la oposicioacuten a lo ya instituido podemos aplicarlo a los movimientos que se encuentran hacia el final de la etapa co-lonial

La comparacioacuten de solo algunos elementos entre la resistencia araucana y las resistencias calchaquiacutees tienen este fuerte punto en comuacuten son resistencias en siacute ambos espacios estuvieron expuestos a la avanzada del imperio inca las parcialidades del NOA (Noroes-te Argentino) en muchas ocasiones pactaron y hasta tributaron a la dominacioacuten inca no fue el caso de las parcialidades araucanas pero siacute representaron un liacutemite a la expansioacuten de este gran imperio a finales del siglo XV Estos contactos como afirma Lorandi (1988)

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puede explicar la necesidad de preservar su autonomiacutea a la llega-da de los conquistadores espantildeoles en ambos casos es decir que las zonas perifeacutericas no solo resultaron difiacuteciles de someter al dominio espantildeol porque su poblacioacuten era dispersa erraacutetica o se basaban en firmes creencias ancestrales a las que no pretendiacutean renunciar sino que todo este conjunto de caracteriacutesticas las hicieron regiones poco asequible a sistemas de dominacioacuten anteriores a los espantildeoles como el azteca o inca

En este contexto los araucanos y calchaquiacutees permanecen autoacutenomos y equidistantes a cualquier imposicioacuten y el enfrenta-miento con los espantildeoles recrea estas situaciones de lucha que po-nen en vilo la identidad de estos mismos pueblos que defienden su espacio munido de todos los recursos a los que puedan acceder pro-pios o ajenos

Mapa Resistencias rebeliones y milenarismos (Siglos XVI-XVII-XVIII)

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La reforma de 1918 en su dimensioacuten histoacuterica

Osvaldo Emilio Prieto

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Algunos planteosEl ejercicio de profundizar en ldquohechosrdquo histoacutericos supuestamente conocidos -maacutes allaacute de las importantes investigaciones y escritos especiacuteficos- y gravitantes en nuestros diacuteas requiere de la buacutesque-da de nuevos elementos relaciones asociaciones y permanencias que muchas veces quedan subordinados en los anaacutelisis las necesa-rias relecturas de procesos -con sus complejidades- ante la supuesta centralidad de un episodio es aquiacute de caraacutecter central Este pretende ser el motivo de nuestro abordaje -acorde por otra parte a los re-querimientos de la caacutetedra Historia Americana crisis y organiza-cioacuten -1810-1930- UNRC FCH- orientado a dimensionar lo emergen-te en la ciudad de Coacuterdoba en 1918 como asiacute tambieacuten su inscripcioacuten necesaria en un proceso mayor

En principio la naturaleza de ese episodio que trascendioacute el caraacutecter de tal tuvo como premisa movilizadora central democrati-zar la universidad democratizacioacuten inexorablemente atada a la de la sociedad misma y consecuentemente al ldquodesarrollordquo del sistema poliacutetico las ambiciones se identificaban con un entorno vinculado a la necesidad de barrer con lo heredado En esa tarea el horizon-te percibido por los reformistas universitarios se asociaba a formar ciudadanos con capacidades para desarrollarse como sujetos prota-goacutenicos en la construccioacuten de una repuacuteblica y a la vez partiacutecipes del cambio social Los reformistas pretendieron erigir a la universi-dad en motor de la avizorada o necesaria transformacioacuten histoacuterica

Esquemaacuteticamente y en el marco de una perspectiva histoacute-rica cercana en el tiempo planteamos la idea de que la institucioacuten universidad ha intentado cumplir baacutesicamente un doble papel por un lado como racionalizadora de la realidad por otro tomando dis-tancia criacutetica y planteando instancias alternativas La tradicioacuten re-formista se ha inscripto preferentemente en esta uacuteltima direccioacuten (Biagini 2000b p 47) Desde los inicios ademaacutes se explicitaba en su espiacuteritu la vocacioacuten americanista Conocidos son algunos de los pasajes del Manifiesto Liminar de junio de 1918 -documento inicial de los reformistas- ldquoCoacuterdoba se redimehellip desde hoy contamos para el paiacutes una verguumlenza menos y una libertad maacuteshellipLos dolores que quedan son las libertades que faltanhellip estamos pisando sobre una revolucioacuten estamos viviendo una hora americanahelliprdquo De esta mane-ra saliacutean a la luz pretensiones sociales -cambio social- emancipato-

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rias -enfrentando poderes de la eacutepoca- y americanistas -la reforma trascendiacutea las fronteras- ademaacutes de los contenidos pedagoacutegicos y administrativos inscriptos en los objetivos primeros de la reforma Cierto revisionismo histoacuterico aunque muchas veces criacutetico del pro-ceso esgrime el tiacutetulo de ldquoLa Revolucioacuten Universitaria de 1918rdquo (Ra-mos 2013)

En base a estas premisas ldquomacrordquo se pensaba que uno de los puntos de partida era claro estaacute reformar o ldquorevolucionarrdquo la uni-versidad partiendo de la tan preciada ldquoautonomiacuteardquo no para aislarse del Estado aunque siacute se avizoraba la necesidad de una autarquiacutea administrativa pedagoacutegica y econoacutemica sino para ejercer dicha autonomiacutea maacutes allaacute de cualquier gobierno de turno o ldquodominacioacuten hegemoacutenicardquo -por caso la dominacioacuten oligaacuterquica que por la fecha se estaba resquebrajando- La autonomiacutea universitaria se fundaba en la necesidad de impedir que los vaivenes poliacuteticos se traduzcan en cambios arbitrarios o usos poliacuteticos de la institucioacuten situaciones que alteraban la vida universitaria y con ello su ldquomisioacuten histoacutericardquo El mejoramiento del mismo horizonte acadeacutemico la libertad acadeacute-mica no debiacutea ser entorpecida por los poderes ldquoextramurosrdquo todo en un contexto en el cual una educacioacuten arcaica en una eacutepoca de cambios era denunciada La autonomiacutea en materia poliacutetica docente y administrativa se dirigiacutea a diferenciar en uacuteltima instancia Esta-do de gobierno siendo la misma universidad parte del primero -con su autonomiacutea- pero no subordinada o directamente influenciada o alterada en su misma autonomiacutea por gobierno alguno

Todos estos planteos se inscribiacutean en las demandas de cambio social la gratuidad de la ensentildeanza la extensioacuten universitaria -re-lacionada al cambio social- la mancomunioacuten con sectores obreros y una insistente preacutedica de unidad latinoamericana antiimperialista Este esbozo nos sirve para presentar la razoacuten de ser de la reforma nos adelanta la perspectiva -vitalista e idealista- de un largo camino iniciado en Coacuterdoba a recorrer por nuestras universidades camino que se proyectoacute a nuevas generaciones y que encontroacute seguidores como detractores sus criacuteticos y sus mismos revisionistas Lo cierto es que maacutes allaacute de los posicionamientos de nuestras criacuteticas e in-cluso de sus sepultureros nos encontramos con que a partir de la reapertura democraacutetica de 1983 la reforma iniciada en Coacuterdoba no gozaba de buena salud pero estaba viva Obviamente maacutes allaacute de nuestra perspectiva histoacuterica hoy como ayer la universidad argen-

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tina necesita de un fuerte replanteo propio de una permanente y necesaria dinaacutemica de pensarnos y repensarnos dentro de la insti-tucioacuten

En el presente escrito aparecen criacuteticos al reformismo -maacutes allaacute de las obvias impugnaciones clericales manifiestas en el pe-rioacutedico cordobeacutes Los Principios desde los inicios del proceso- y sus modalidades como tambieacuten los criacuteticos -o auto-criacuteticos- dentro del mismo reformismo de los mismos gestores del movimiento ante hechos contradictorios ante caminos desvirtuados Muchos resal-taron la circunstancia de la misma participacioacuten de los reformistas en el golpe del treinta contra Hipoacutelito Yrigoyen -la contradiccioacuten maacutexima la Federacioacuten Universitaria Argentina se lanza a la huelga no ya contra la oligarquiacutea- otros orientaron sus criacuteticas sentildealando que nunca se llegoacute a superar el divorcio entre mundo intelectual y ldquopueblordquo meta sustancial del reformismo no faltaron las criacuteticas al excesivo idealismo ldquopequentildeo-burgueacutesrdquo o ldquoizquierdosordquo Con todo nos resulta interesante los profundos y contundentes planteos que fueron surgiendo de las propias praacutecticas reformistas por reformis-tas antildeos despueacutes del suceso Es asiacute que su principal referente Deo-doro Roca convocaba a traveacutes de la revista Flecha (1935) a varios y destacados compantildeeros reformistas (como Saul Taborda Julio V Gonzalez Gregorio Bermann Sergio Baguacute Paulino Gonzalez Alber-di Juan Filloy Dardo Cuacuteneo) a contestar una encuesta en torno a cierto balance del proceso

Ya en los treinta del siglo pasado el riesgo de perder o la re-signacioacuten de haber perdido sus principios originales era la preo-cupacioacuten o la postura concreta y fundada la necesidad de superar una ldquorevalorizacioacuten conservadorardquo de la reforma en torno a logros pedagoacutegicos o administrativos era y es en nuestros diacuteas motivo de anaacutelisis transversal1 Lapidario fue el posicionamiento de uno de sus

1 Reflexiones criacuteticas marcaron escritos como los del propio Deodoro Roca (El drama social de la Universidad Ed Universidad de Coacuterdoba 1968 Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria Ed Universitaria de Coacuterdoba 1998 Las obras y los diacuteas ed Losada BsAs 1945 Prohibido prohibir Ediciones La Bastilla BsAs 1972) de Julio V Gonzaacuteles (1945 Teoriacutea y accioacuten de la Reforma Claridad BsAs) o Gabriel del Mazo (comp La reforma Universitaria tres tomos editorial del Cen-tro de Estudiantes de Ingenieria 1941 y dos tomos 1968 La reforma universitaria y la universidad latinoamericana tres tomos Compantildeiacutea Editora y Distribuidora de Plata) todos reformista de primera liacutenea Debemos citar obras como la de Dardo Cuneo (comp de La Reforma Universitaria Biblioteca Ayacucho) y maacutes cercanas en el tiempo como las de Neacutestor Kohan (Deodoro Roca el hereje ed Biblos Bs As 1999) Roberto Ferrero (Historia criacutetica del movimiento estudiantil de Coacuterdoba Alcioacuten Edi-tora Coacuterdoba 1999) o los escritos de Hugo Biagini (como La reforma universitaria

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protagonistas Julio V Gonzalez en La Universidad Teoriacutea y accioacuten de la Reforma en donde se denuncia la destruccioacuten de las ilusiones iniciales contenidas en el Manifiesto original Desde una visioacuten re-formista criacutetica y profunda la misma reforma habiacutea perdido su po-tencial convirtieacutendose en siacutembolo del status quo (Galfione 2002 p 692)

A veces los hechos que marcan una eacutepoca de cambios o un cambio de eacutepoca son resultados de un proceso histoacuterico lento como tambieacuten acelerados en otras ocasiones o escenarios La Reforma de 1918 en tanto hecho histoacuterico ldquoemergenterdquo en la ciudad de Coacuterdoba es eso mismo un ldquoemergenterdquo de un proceso histoacuterico marcado por la ldquointerseccioacutenrdquo de este mismo suceso con otros a nivel latinoame-ricano y europeo un proceso signado por la ldquocrisisrdquo de un modelo de Estado el denominado Estado Oligaacuterquico crisis que en el caso argentino mucho tuvo que ver el mismo proceso inmigratorio y sus derivados y como en toda eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca por la circulacioacuten o movimientos de ideas que influyeron pero que tam-bieacuten emergieron o eclosionaron en Coacuterdoba en el antildeo 18 del siglo pasado

Es necesario sentildealar entonces que maacutes allaacute de profundizar en el hecho en siacute y en su autenticidad nos interesa en esta oportu-nidad abordar a la Reforma Universitaria de 1918 y al movimiento reformista con epicentro en la ciudad de Coacuterdoba dedicando un es-pacio significativo al contexto mayor en el que se produce contexto marcado por un proceso de ldquocrisis de la dominacioacuten Oligaacuterquicardquo a principios del siglo XX (proceso inserto a su vez en el movimien-to de ideas o espacios intelectuales que marcan los inicios del siglo pasado) y por acontecimientos mundiales de considerables reper-cusiones Esta perspectiva no nos impide posicionarnos a partir de esa relectura necesaria desde nuestros tiempos lo que implica tam-bieacuten repensarnos como miembros de una institucioacuten universitaria nuestro mundo de la vida nuestra historia en marcha

Los hechosLa Universidad de Coacuterdoba fundada en 1613 era la maacutes tradicio-nal y antigua de las universidades argentinas del momento (Bue-

Antecedentes y consecuentes Leviataacuten coleccioacuten ldquoEl hilo de Ariadnardquo BsAs 2000) que delinean el panorama

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nos Aires -1821- y La Plata -1890-) La misma ciudad representaba cierta estirpe tradicional colonial con renombrados personajes sociales que prestigiaban su abolengo su ldquopurezardquo aun el preclaro hijo de Coacuterdoba y terrible embrolloacuten Dalmacio Veacutelez Sarsfield debioacute probar la ldquolimpieza de sus estirperdquo para obtener las preciadas ldquoborlas de doctor en la ilustre Casa de Trejordquo (Riacuteos 1960 p 12)

En la Coacuterdoba de 1918 sobreviviacutean caracteres de la comuni-dad aldeana y orgullosa del siglo XIX una Coacuterdoba ajena a las ldquotur-bulencias cosmopolitasrdquo de Buenos Aires una sociedad exclusiva y altanera con rasgos virreinales aferrada al pasado y desconfiada de herejes y extrantildeos la Universidad era su orgullo Sin embargo algu-nos ldquoaires de cambiordquo se hicieron presentes

Los severos claustros de la Universidad de Coacuterdoba ya habiacutean visto atravesar a la generacioacuten revolucionaria del 80 Desde Coacuterdoba Juaacuterez Celman Caacutercano y sus joacuteve-nes amigos habiacutean enfrentado al espiacuteritu ultramonta-no con las ldquoideas nuevasrdquo Coacuterdoba habiacutea sido el cuartel poliacutetico general del ejeacutercito roquista en la lucha contra Buenos Aires Coacuterdoba habiacutea iniciado el movimiento de modernizacioacuten de la legislacioacuten civil y parte de su clero habiacutea respondido con la Contrarreforma que hace crisis al publicarse la Pastoral del obispo Clara y la expulsioacuten del nuncio en 1884de sus sierras habiacutea bajado el joven Lugones con sus Montantildeas de Oro en el bolsillo para ad-mirar a la Buenos Aires mercantil con sus alejandrinos deslumbrantes Pues en Coacuterdoba entre borlas y teoacutelogos viejos federales y nuevos radicales se disputan la primo-genitura espiritual de la provincia y del paiacutes la ldquogente de-centerdquo beata y formal y el paiacutes nuevo que pugnaba por incorporarse La Reforma del 18 no es una explosioacuten ines-perada es una continuacioacuten lo que ignoraraacuten siempre los ldquoreformistasrdquo posteriores (Ramos 2013 p 185)

Con todo en la ensentildeanza universitaria la impronta catoacutelica era la marca la influencia jesuita insoslayable aunque funcional al Estado provincial y nacional oligaacuterquicos a pesar de ciertas dife-rencias de base con la misma oligarquiacutea -provincial y nacional- y sus proyectos la impronta jesuita siempre con su ldquobajo perfilrdquo se haciacutea sentir La Universidad era por entonces socialmente elitista y acadeacutemicamente escolaacutestica en un contexto signado por la ebulli-cioacuten de nuevas ideas y por la influencias de hechos a nivel mundial -Revolucioacuten mexicana Revolucioacuten rusa efectos de la guerra mun-

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dial- con aires de renovacioacuten Era una institucioacuten para los hijos del poder para los futuros dirigentes de alguna manera se ldquogarantiza-bardquo la continuidad del sistema (Pigna 2017 p 12)

En esa Coacuterdoba explota una situacioacuten que trastorna ese mundo ldquoapaciblerdquo Un breve panorama nos puede ambientar o acer-carnos al clima de la ldquoCoacuterdoba reformistardquo

Desde 1918 muchas ciudades que teniacutean centros univer-sitarios conocieron trastornos ocasionados por la movili-zacioacuten estudiantil La de la ciudad argentina de Coacuterdoba fue el modelo Duentildeos de los locales universitarios y en cierto modo de las calles y plazas aledantildeas los estudian-tes ejerciacutean actos de fuerza relacionados con su aacutembito impediacutean la entrada de determinadas autoridades o de profesores a quienes rechazaban derribaban estatuas descolgaban cuadros arrojaban muebles por la ventana o levantaban trincheras en las calles adyacentes Pero todos descubriacutean en el episodio una cuota de humor y suficiente autocontrol como para temer que el arrebato llegara maacutes lejos Soacutelo ocasionalmente coincidiacutean las al-garadas estudiantiles con movimientos obreros o poliacuteti-cos Pero en la acumulacioacuten de esas experiencias haciacutean sus armas los grupos sociales y poliacuteticos que un diacutea con-curririacutean a formar grandes corrientes de opinioacuten sufi-cientemente poderosas para desafiar las estructuras de poder (Romero 1997 p 307)

Debemos situarnos en el primer gobierno de Hipoacutelito Yri-goyen (1916-1922) el primer gobierno de la Unioacuten Ciacutevica Radical primer gobierno electo por sufragio ldquouniversalrdquo despueacutes de la ley Saacuteenz Pentildea de 1912 lo cual ya nos marca un entorno significativo El origen de la Reforma Universitaria iniciada en la ciudad de Coacuter-doba recibe como data el mes de junio del antildeo 1918 si bien debemos sentildealar algunos hechos inmediatamente anteriores Nos referimos a la huelgas en las Facultad de Derecho de 1903 y de Medicina en 1905 en Buenos Aires o al Primer Congreso de Estudiantes Ame-ricanos efectuado en Montevideo 1908 Pero en lo que hace al acontecimiento mayor lo sucedido en Coacuterdoba debemos sentildealar la conmocioacuten que estalla en esta ciudad a fines de 1917 debido a un hecho puntual la supresioacuten del internado en el Hospital de Cliacutenicas dependiente de la Universidad de Coacuterdoba Las protestas continua-ron en el antildeo siguiente los estudiantes organizaron un Comiteacute pro Reforma que se reunioacute en marzo (teatro Rivera Indarte) el hecho a

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destacar es la huelga iniciada por los alumnos que fundan la Fede-racioacuten Universitaria de Coacuterdoba (FUC) al tiempo que se enviaba una delegacioacuten a Buenos Aires para entrevistarse y pedirle la interven-cioacuten al presidente Yrigoyen

En medio de este ldquoalboroto en la periferia del poderrdquo en don-de tambieacuten se enfrentan masones y liberales -sectores defensores del movimiento- con aquellos sectores clericales reaccionarios se produce la intervencioacuten del gobierno nacional La intervencioacuten a la universidad estuvo a cargo de Joseacute Nicolaacutes Matienzo quien reforma los estatutos permitiendo la eleccioacuten de autoridades para el diacutea 15 de junio En principio se trataba de una solucioacuten o al menos de una salida transitoria al problema En mayo por primera vez se votaron cargos docentes en una universidad Sin embargo los estudiantes denunciaron lo que sumaba lentildea al fuego la eleccioacuten para rector argumentaron estaba ldquomanejada por los Jesuitasrdquo o sectores con-servadores invadieron las sesiones de la asamblea violentamente y se volvioacute a la huelga luego se desconoce al rector electo Anto-nio Nores quien se impone al candidato de los estudiantes Enrique Martiacutenez Paz

La Federacioacuten Universitaria de Coacuterdoba ocupoacute la Casa de Tre-jo En un documento dado a conocer el 21 de junio se demandoacute la participacioacuten de los estudiantes en el gobierno de la universidad vincularla con los problemas de la sociedad involucrar a la juven-tud en la participacioacuten poliacutetica como antesala a la poliacutetica mayor o nacional a la vez que se demostraba vocacioacuten americana en la lucha en base a ideales vinculados al antiimperialismo o a la integracioacuten latinoamericana El documento -cuyo encabezamiento rezaba La Juventud Argentina de Coacuterdoba A los hombres libres de Sud Ameacute-rica- conocido como ldquoManifiesto Liminarrdquo fue redactado por Deo-doro Roca Los cabecillas del hecho -Roca Osvaldo Laudet Alfredo Orgaz Arturo Capdevilla Gabriel del Mazo Saul Taborda entre otros- iniciaban el largo camino reformista

Los estudiantes que tomaron la universidad fueron detenidos despueacutes de la intervencioacuten de fuerzas policiales y del ejeacutercito Final-mente llegoacute a Coacuterdoba el ministro de Justicia e Instruccioacuten Puacuteblica doctor Joseacute S Salinas la juventud le tributoacute un recibimiento triun-fal la reforma estatutaria que llevoacute a cabo el ministro de Yrigoyen fue profunda y satisfizo las aspiraciones de los estudiantes al tiem-

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po que se produce la renuncia en masa del cuerpo de profesores y autoridades de la universidad (Ramos 2013 p 190)

Ese camino iniciado se orientoacute a renovar los programas de estudio a la participacioacuten de los estudiantes en la direccioacuten de las universi-dades a implantar el co-gobierno -graduados docentes y alumnos- a la libertad de caacutetedra en fin a la autonomiacutea Pero el hecho inicial a destacar es que la reforma instoacute a la apertura de la universidad a nuevos sectores sociales esos sectores medios que aspiraban a pro-yectarse no solo en los aacutembitos acadeacutemicos o cientiacuteficos sino al pla-no de la poliacutetica nacional como lo hicieron La reforma iniciaba su camino gravitante en la transformacioacuten del paiacutes

Desde el punto de vista micro intra-universitario los ideales reformistas se erigieron en una guiacutea el trabajo permanente en tor-no a ellos con avances y retrocesos pasoacute a ser parte de la vida mis-ma de la universidad la necesidad constante de la actividad reflexi-va y criacutetica se convirtioacute en parte de esa misma vida universitaria y por supuesto las influencias del ambiente motivo de esas reflexio-nes del pensamiento criacutetico como valor aunque con sus avatares Desde los inicios se combatioacute toda forma de dogmatismo la libertad de caacutetedra -idea basada en la misma honestidad intelectual y en los progresos del conocimiento con la democratizacioacuten como eje- fue una de las banderas iniacuteciales

El movimiento universitario en los comienzos se erigioacute con-tra los grupos dominantes en la universidad consecuentemente el movimiento fue apoyado por un gobierno que en el campo poliacuteti-co a nivel nacional habiacutea enfrentado una situacioacuten similar La Re-forma pasoacute a ser una bandera del radicalismo hasta nuestros diacuteas aunque inicialmente los reformistas se mantuvieron al margen del gobierno nacional y en la praacutectica en un aacuterea perifeacuterica del poder Para algunos del mismo modo que la juventud de mayo o las ul-teriores generaciones como la del 37 (siglo XIX) lo iniciado con la reforma tiene ese potencial formador de identidades sobre la base de cierta ldquomiacutestica juvenilistardquo vinculada primeramente a una suerte de ldquodivorcio generacionalrdquo impregnado de una impronta pluralista tambieacuten inicial alejada de todo a lo que hoy denominariacuteamos pen-samiento uacutenico provenientes de ldquoneoliberalismosrdquo ldquopopulismosrdquo o tendencias ldquofascistoidesrdquo

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Cerramos este apartado citando expresiones de Hugo Biagini consideradas pertinentes en el marco de nuestro escrito

Tenemos ademaacutes quienes han preferido destacar en el credo reformista elementos miacuteticos e intuitivos con un primado de la accioacuten y la emotividad o aquellos que le asignan una impronta ligada al racionalismo y el intelec-tualismo Ideoloacutegicamente se descubren tendencias mo-rigeradas o decididamente volcadas hacia la izquierda inclinaciones vernaacuteculas americanistas y universalistas alternancias liberales y socialistas individualistas o co-lectivistas evolutivas o rupturales Tanto los posiciona-mientos maacutes conservadores como las actitudes fascis-tizantes y el pensamiento ultramontano e integrista no solo han permanecido habitualmente al margen de la Re-forma sino que han sido sus principales adversarios Maacutes allaacute de su vasto espectro filosoacutefico puede admitirse que las fluctuaciones circunstanciales experimentadas por el movimiento reformista lo hayan hecho oscilar entre el academicismo y el politicismo no obstante el tiempo transcurrido o mejor dado la frustrante experiencia re-cogida durante los uacuteltimos veinte antildeos hoy costariacutea mu-cho refrendar expresiones tan categoacutericas como las que vertieron autoridades de la talla de Darcy Ribeiro cuando llegaron a decretar el envejecimiento y la caducidad del movimiento reformista (Biagini 2000b pp 44-45)

El contexto (en torno a la dimensioacuten histoacuterica)

Movimiento de ideas y espacios intelectuales Es posible concebir a los finales del siglo XIX y principios del XX -debido a cambios poliacuteticos nacionales e internacionales a movi-miento y emergencia de ideas o pensamientos que hicieron eclosioacuten en hechos como el de la Reforma Universitaria- como una eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca Un cambio de eacutepoca nos introduce en la presencia de discontinuidades e inestabilidades en un ambiente de transformaciones cualitativas -como tambieacuten contradicciones- pro-fundas En estos teacuterminos es que hablamos de la ldquodimensioacuten histoacuteri-cardquo en la que se inscribe la Reforma del 18

Decimos que en el marco de impugnaciones al sistema vale decir en el marco de los cuestionamientos a la estructura poliacuteti-

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co-institucional a la hegemoniacutea de un sistema de ideas se produ-ce las efervescencias que nos introduce en esas discontinuidades emergentes en un cambio de eacutepoca en la cual se estaacute dejando un momento histoacuterico y nos encontramos al inicio de otro Es la misma ldquovisioacuten de mundordquo -creencias valores principios enfoques- lo que estaacute en juego visioacuten entendida como una ldquoventana conceptualrdquo a traveacutes de la cual interpretamos el mundo tanto para comprender-lo como para transformarlo -ldquolentes culturalesrdquo- Esto se constituye en la herramienta cultural maacutes potente de que dispone un grupo social una comunidad una sociedad para interpretar el pasado el presente y avizorar el futuro -ideologiacutea- Por lo dicho un cambio de eacutepoca establece una competencia entre visiones de mundo en conflicto2

Toda esta concurrencia de factores estaacute atravesada por una dinaacutemica una dialeacutectica recurrente en Ameacuterica Latina los proce-sos modernizadores y las reacciones identitarias En gran medida son contextos en los cuales emergen movimientos de ideas o visio-nes de mundo en conflicto Podriacuteamos decir que en la etapa bajo anaacutelisis estamos en esos momentos histoacutericos donde emergen re-acciones identitarias que van a mutar hacia reivindicaciones o de-mandas sociales poliacuteticas y de cambios institucionales El movi-miento de ideas maacutes allaacute de los conflictos de intereses concretos es lo que engloba procesos de estas caracteriacutesticas

Esbozamos un panorama de cambio siguiendo lineamientos del filoacutesofo e historiador de las ideas Eduardo Deveacutez Valdeacutes quien sentildeala

El pensamiento latinoamericano se constituye no solo a traveacutes de sus permanencias sino tambieacuten a traveacutes de los cambios que le aportan nuevos temas y perspecti-vashellip Los cambios en el pensamiento se dan en diversos niveles el maacutes importante desde nuestra perspectiva es aquel que se produce en las ideas propiamente tales Pero tambieacuten el cambio se da en otras dimensiones la institucionalidad en la que se enmarcan o generan las ideas (universidades sociedades redes intelectuales)hellipPara explicar por queacute se producen los cambios en deter-minadas ocasiones parece necesario combinar al menos

2 Estas apreciaciones son tomadas de Joseacute de Souza Silva 2001 iquestUna eacutepoca de cambios o un cambio de eacutepoca en la Publicacioacuten mensual del Instituto Cientiacutefico de Cultura Indiacutegena Boletiacuten ICCI RIMAY Antildeo 3 Ndeg25 abril red Int Natigweborg boletiacuten25Souzahtml

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tres elementos que deben coincidir Su coincidencia puede generar una nueva onda (identitaria o modernizadora) o producir mutaciones importantes en el interior de la onda hegemoacutenica (por ejemplo traacutensito de un identitarismo cultural a uno social) Para que se produzca este cambio deben coincidir al menos tres factores aparicioacuten de una nueva generacioacuten aparicioacuten de nuevas ideas en el aacutembito internacional explosioacuten de un suceso de gran magnitud que lo precipite (por ejemplo una guerra una revolucioacuten una crisis econoacutemica) El suceso es interpretado como incoherente con las ideas existentes En consecuencia la nueva generacioacuten aprovecha eso toma conciencia de siacute para postular un nuevo modelo-proyectohellip (Deveacutes Val-deacutes 2000 p 21)

En este contexto ubicamos nuestro objeto de estudio La Re-forma de 1918

Hablamos de ldquopensamiento latinoamericanordquo de por siacute la misma expresioacuten contiene su complejidad y sospechas Por nuestra parte podemos referirnos a conjuntos de escritos -aparentemente desconectados- a veces escuelas corrientes de ideas y posiciona-mientos autores temas y propuestas que identifican un momento una generacioacuten y que forman parte o son componentes de cierta identidad intelectual con profundas derivaciones sociales y poliacutetica que identifican entonces una eacutepoca en un espacio determinado y que diferencia a su protagonistas representantes o grupos mayores de otros mundos intelectuales y espacios3 Todos estos elementos son componentes de lo que puede denominarse no sin dificultades y acorde a ciertas periodizaciones ldquopensamiento latinoamerica-nordquo Toda esa ldquoidentidad intelectualrdquo puede plantearse a traveacutes del manejo de problemas conceptos categoriacutea propias que atraviesan diversos discursos en nuestro caso o en nuestro contexto la rei-vindicacioacuten y defensa de lo americano de lo latino de lo indiacutegena de lo propio frente a un ldquoproceso modernizador extranjerizadorrdquo la acentuacioacuten en la justicia la igualdad la liberacioacuten las manifes-taciones y discursos anti-imperialistas latinoamericanistas e inte-gracionistas la revalorizacioacuten de la juventud como base del cambio social en fin toda una ldquoondardquo si bien con antecedentes de peso que comenzoacute siendo identitaria y que termino en lo social con fuertes

3 Seguimos lineamientos derivados de los planteos de Deveacutez Valdes antes citado

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derivaciones revolucionarias o reformistas poliacuteticas e instituciona-les

Nuestro punto de referencia en el marco de lo dicho se rela-ciona con la emergencia de corrientes de pensamiento atravesados por ldquoembestidas generacionalesrdquo marcadas por una dinaacutemica en la cual las juventudes en algunos espacios europeos y maacutes generaliza-do en Ameacuterica Latina adquieren protagonismos con referentes no necesariamente juveniles como tambieacuten nuevas personalidades en ascenso Nos referimos a la Bohemia el Juvenilismo el Idealismo el Modernismo al Arielismo -expresioacuten maacutes englobante- emergentes en el pensamiento de finales del siglo XIX y principios del XX en palabras de Zavala (1977) ldquouna juventud que exigioacute la libertad en todo y como se ha detallado estuvo dispuesta a embestir frontal-mente las mentiras la inmoralidad la mala administracioacuten de la po-liacutetica la hipocresiacutea la pudibundez el clericalismo y tambieacuten a ha-cerse portavoz de las reclamaciones del obrerordquo (p 17) Es en torno a esa ldquorebeldiacutea bohemiardquo como pensamiento alternativo que se va configurando una postura generacional en una suerte de cambio de eacutepoca que impugna el ordenamiento burgueacutes y el espiacuteritu positivo a partir de un discurso contestatario

El centro de convocatoria de esos grupos e ideas pensamien-tos que impregnaron a esa generacioacuten de 1900 tanto en Latinoameacute-rica como en Europa fue Pariacutes la ldquoMeca francesardquo de la Bohemia o de los bohemios de todo el mundo4 Hay un hecho si se quiere bau-tismal de esa vanguardia juvenilista nos referimos a la carta que Emilio Zola publica en 1897 para repudiar el caso Dreyfus dirigida a los estudiantes del Barrio Latino de Pariacutes alliacute se habla del amor a la libertad del potencial de la juventud para combatir a los poderosos y las injusticias de una rebeldiacutea a favor de los humildes y los pue-blos oprimidos a la vez que se convoca a los joacutevenes a construir un mundo nuevo lineamientos fundacionales de su escrito ldquoYo acusordquo

4 En Pariacutes cabeza y corazoacuten de la mundanidad se congregaron los bohemios de muacuteltiples lenguas y nacionalidades personas marginales que invaden el boulevard Sain Michel hellip y contribuyen a forjar el espiacuteritu del nuevo siglo Muchos son artistas veinteantildeeroshellip otros tantos intelectuales y poliacuteticoshellip acudiacutean alliacute para poder expre-sarse sin mayores tapujoshellip en este marco las penurias se haciacutean sentirhellipTales pe-nurias no impidieron que se produjeran diferentes formas de organizacioacuten vecinal El barrio de Montmart fue declarado libre e independiente de FranciahellipEntre las obras maacutes sugerentes que transmiten el enfoque latinoamericano sobre la vida bohemia y el climax parisino hacia el Novecientos se hallan las impresiones de quienes tuvieron ocasioacuten de experimentar de cerca dichos fenoacutemenos singulares Un ejemplo tiacutepico lo brinda el escritor guatemalteco Enrique Goacutemez Carrillo (en Bohemia sentimental)hellip (Biagini 2000a p 33)

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De igual manera en el Modernismo de la mano de Rubeacuten Dariacuteo o en el ldquoarielismordquo representado en la figura del uruguayo Joseacute Enri-que Rodoacute se postula a la juventud como la piedra fundacional de una nueva eacutepoca la ldquomiacutestica juvenilistardquo en su maacutexima expresioacuten Esta es la toacutenica vanguardista decimos que penetra en los movi-mientos juveniles estudiantiles latinoamericanos

El Modernismo se posicionoacute frente al ldquoriacutegidordquo positivismo y en gran medida frente a ldquolo hispaacutenicordquo Si Pariacutes era la ldquocapital uni-versalrdquo Buenos Aires pasoacute a ser su expresioacuten americana o la ldquoAte-nas platenserdquo Dariacuteo integroacute el grupo Ateneo a finales de siglo habiacutea fundado junto con otros compantildeeros la Revista de Ameacuterica en la que se sistematizan las posturas modernistas El nicaraguumlense escri-biacutea en el diario La Nacioacuten perioacutedico que tambieacuten publicaba artiacutecu-los de Emilio Zola En Buenos Aires los joacutevenes (y no tanto) rebeldes rechazaban los clubes de elites para reunirse y ldquodiscutir el mundordquo en los flamantes cafeacutes portentildeos pequentildeas ldquouniversidades popula-resrdquo Uno de los siacutembolos de la eacutepoca siempre sentildealado fue el Cafeacute de los Inmortales Como vemos las derivaciones de esa Bohemia y el Modernismo fueron diversas hasta identificar cierto ldquoorientalismordquo en hombres que participaron de la bohemia francesa como el guate-malteco Goacutemez Carrillo

Todos estos planteos expresaban discursos contestatarios emergentes en torno a una bohemia esteacutetica y social expresioacuten de rebeldiacutea que prendioacute en los ideales juvenilistas -en tanto ideologiacutea que poniacutea a los joacutevenes en el centro de la tarea transformadora- posteriormente en las rebeliones universitarias De todas maneras surgieron las criacuteticas fuertes en torno a lo que se consideraba como cierto elitismo cierto atrincheramiento en la ldquotorre de marfilrdquo las tendencias a convertir a los poetas en ciertas deidades los visos de excentricidad de ldquopequentildeos burguesesrdquo por parte de la bohemia y el modernismo Algunas criacuteticas se dirigiacutean a acusar a los bohemios de intentar erigirse en una ldquoorden de elegidosrdquo en reyes rotosos cuyos harapos filtraban densos rayos de soberbia y desprecio a las ldquomedio-cridadesrdquo (Biagini 2000a p 2)

Antes de seguir delineando el espectro ideoloacutegico ldquomacrordquo en el que se inscribe la reforma del 18 debemos hacer algunas puntua-lizaciones relativas al contenido juvenil inscrito en los umbrales de la creacioacuten de la propia Unioacuten Ciacutevica Radical en Argentina En agos-to de 1889 Francisco Barroetaventildea escribe en La Nacioacuten un significa-

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tivo artiacuteculo titulado Tu quoque juventud (en tropel al eacutexito) artiacuteculo que se constituyoacute en puntal fundamental para las movilizaciones juveniles orientadas a la defensa de derechos principalmente elec-torales En eacutel se critica al uso de la juventud que realizara en esa coyuntura el Doctor Joaquiacuten Nabuco llamando a los estudiante de derecho para el apoyo al presidente Juaacuterez en los inicios de la crisis (1890) al tiempo que se incita a la juventud a elevar el espiacuteritu mo-ral y ciacutevico contra los abusos autoritarios Alrededor de Francisco Barroetaventildea se constituyoacute en ese antildeo la Unioacuten Ciacutevica de la Juven-tud pieza fundamental en la estrategia y acciones posteriores que daraacuten inicio y sustentaraacuten a la UCR

Significamos por lo sentildealado en paacuterrafos anteriores que todo este ambiente ldquoregeneracionistardquo prendioacute en un espectro ideoloacutegi-co latinoamericanista que atravesoacute la obra de diversos escritores y las bases de distintas acciones o fuertes movidas socio-poliacuteticas de principios del siglo XX nos referimos al ldquoArielismordquo El uruguayo Joseacute Enrique Rodoacute escribe Ariel en 1900 realizando una alegoriacutea de la obra de Shakespeare La Tempestad y sienta las bases de un ideario latinoamericanista antinorteamericano y democraacutetico que marca-raacute a la intelectualidad de las primeras deacutecadas del siglo XX5

Rodoacute (1871-1917) simboliza en Ariel una guiacutea a seguir en pos de una Ameacuterica Latina libre y unida a partir de basamentos vincu-lados a la razoacuten la inteligencia la juventud los objetivos de libera-cioacuten personificados en el mismo Ariel devenido para el uruguayo en una suerte de paradigma orientador paradigma que adquirioacute prestigio en el mundo intelectual -un ldquocoacutemico prestigiordquo expresoacute el historiador Jorge Abelardo Ramos al criticar al arielismo- y que ex-perimentoacute algunas bifurcaciones que marcaron la base de pensa-mientos de movimientos como los estudiantiles indigenistas anti-

5 En La tempestad Proacutespero un priacutencipe desterrado por oscuras conspira-ciones toma posesioacuten de una isla a la cual atrae a sus enemigos (con la ayuda de Ariel) haciendo uso de ldquopoderes maacutegicosrdquo escenario en donde organizaraacute su ven-ganza La posesioacuten de la isla significoacute dominio sobre antiguos habitantes dominio simbolizado en Calibaacuten (el dominado) personaje que encarna la rebeldiacutea como tambieacuten la torpeza y la barbarie en el drama Shakespiriano Proacutespero esclaviza a Calibaacuten utilizando dichos poderes Junto a Proacutespero encontramos al otro perso-naje Ariel una suerte de espiacuteritu ldquogenio incorpoacutereo del airerdquo representante de la sabiduriacutea la inteligencia el coraje en la accioacuten el buen gusto consejero y servidor de Proacutespero al cual se subordina para concretar su plan como tambieacuten para neu-tralizar la rebeldiacutea de Calibaacuten El objetivo de Ariel es lograr su liberacioacuten prometida una vez concluida su venganza la cual termina siendo una suerte de perdoacuten (la vuelta a la calmahellip despueacutes de la tempestad) incluso el perdoacuten y la liberacioacuten de Calibaacuten

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imperialistas etc El buen gusto la idea de belleza se convierten en Rodoacute en aspectos relativos a nuestra definitiva emancipacioacuten Una perspectiva esteticista de ldquolo nuestrordquo es lo que muestra como res-puesta a la invasioacuten de una ldquoesteacutetica heterogeacuteneardquo la de los ldquootrosrdquo la de Calibaacuten identificado con el utilitarismo y el materialismo an-glosajoacuten -expresioacuten esta uacuteltima obviamente no relacionada con una postura filosoacutefica- con el imperialismo yankee la ldquonordomaniacuteardquo la barbarie -vale como antecedentes posiciones como las de Rubeacuten Dariacuteo que identificaba lo ldquocanibalezcordquo con lo norteamericano- Se insinuaba a traveacutes de Ariel una suerte de reconversioacuten de la claacutesica dicotomiacutea ldquocivilizacioacuten-barbarierdquo Las criacuteticas posteriores a la obra de Rodoacute y a sus usos fue considerable -principalmente en lo relativo a sus reservas respecto a ciertas formas de democracia que deven-driacutean en tendencias igualitaristas en lo mediocre- pero lo cierto es que el escrito del uruguayo se valorizoacute se significoacute y se resignificoacute marcando una eacutepoca de cambio Ariel inicia el siglo XX

En principio fue todo un posicionamiento identitario luego se hizo maacutes social conforme avanzaba el siglo En Motivos de Proteo una obra de 1909 Rodoacute plantea la necesidad del cambio como un ideal tanto para los individuos como para los pueblos Deveacutes Valdez afirma

El primer arielismo maacutes espiritualista e individualista asiacute como fuertemente culturalista se hace maacutes social Rodoacute probablemente se ha hecho cargo de una serie de criacuteticas y se ha permeabilizado al ambiente que en el pensamien-to latinoamericano hacia 1910 se carga de ideas sociales y tiende a proyectarse socialmente (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 31)

Es asiacute que el autor citado habla de un ldquoarielismo de izquierdardquo

A partir de la segunda deacutecada del siglo se empieza a bi-furcar la herencia de Rodoacute en los arielistas de izquierda y los de derecha Es probablemente en Peruacute donde esta divisioacuten se da con maacutes nitidez en los antildeos 20 se desarro-lla la posicioacuten indigenista y aprista asiacute como el marxismo peruanizado por otra parte surge el hispanismo con-servador que se emparienta maacutes tarde con el fascismo el franquismo La corriente identitaria fue dividieacutendose en otras partes de manera similar hacia la izquierda los estudiantes reformistas de la Argentina los reformistas peruanos Julio Antonio Mella en Cuba Gustavo Nava-

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rro en Bolivia La tendencia derechista continuoacute maacutes ape-gada a la visioacuten culturalista la izquierda se fue volviendo maacutes social retrabajando la perspectiva identitaria que veniacutea desde Martiacute y Rodoacute a traveacutes de Joseacute Vasconcelos cuya obra La raza Coacutesmica es la de mayor significacioacuten continental por esos antildeos (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 98)

De la misma manera si seguimos estos planteos del ldquociacuterculo arielis-tardquo agregamos (desde la ldquoizquierda arielistardquo) la formulacioacuten de un arielismo antiimperialista manifiesto en el argentino Manuel Ugar-te por ejemplo En siacutentesis si hablamos de una eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca la obra de Rodoacute marco un hito a nivel de pensa-miento ideologiacutea y accioacuten como tambieacuten de reaccioacuten a los procesos modernizadores o a sus modalidades en curso

El contexto internacionalTodo este contexto ideoloacutegico -movimiento de ideas y proyeccio-nes- se vio potenciado por tres hechos insoslayables nos referimos a la Revolucioacuten mexicana a la Primera Guerra Mundial y a la Re-volucioacuten rusa El ambiente mundial vino a reafirmar la necesidad de cambios -junto al proceso o contexto nacional- manifiestos en los reformistas del 18 Como deciacuteamos hay factores concurrentes que pueden influir en el cambio de eacutepoca o eacutepoca de cambios la aparicioacuten de una nueva generacioacuten el movimiento de ideas a nivel nacional e internacional y la explosioacuten de sucesos nacionales regio-nales e internacionales que incentive los cambios A este espectro podemos sumar otro factor el imperialismo norteamericano

La revolucioacuten mexicana demostroacute contundentemente el res-quebrajamiento o crisis de las modalidades que adquirieron los Es-tados nacionales en su fase de consolidacioacuten a finales del siglo XIX y principios del XX en algunos espacios latinoamericanos nos re-ferimos al Estado Oligaacuterquico o a la dominacioacuten oligaacuterquica Maacutes allaacute de sus particularidades la revolucioacuten mexicana pareciacutea abrir las puertas a cambios sociales profundos Tanto en Argentina como en Meacutexico se trataba de superar esas modalidades de dominacioacuten oligaacuterquica marcada por la impronta positivista a nivel ideoloacutegico en Meacutexico ese resquebrajamiento se produjo a traveacutes de un cambio revolucionario profundo en los planos social poliacutetico y econoacutemico planos atravesados por una matriz agraria al interior una constitu-

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cioacuten social distinta a la Argentina Los revolucionarios mexicanos se oponiacutean a una ldquodictadura positivistardquo de maacutes de treinta antildeos la de Porfirio Diacuteaz en Argentina esa etapa coincidioacute con el ldquoroquis-mordquo etapa que sin llegar a una dictadura al estilo mexicano estuvo signada por los haacutebiles manejos poliacuteticos de la figura de Roca por maacutes de veinte antildeos en la poliacutetica argentina El desplazamiento de la estructura porfirista se dio a traveacutes de una revolucioacuten en argentina la ldquosuperacioacuten del roquismordquo tuvo mucho de cierta evolucioacuten ciacutevica de las sociedades urbanas del paiacutes Con todo los reformistas univer-sitarios se presentaron con una impronta maacutes revolucionaria que reformista tal como se postulaba en el Manifiesto Liminar de junio de 1918

En una leve aproximacioacuten decimos que a principios del siglo pasado Argentina se habiacutea transformado profundamente con la in-migracioacuten con la ebullicioacuten de ideas o ideologiacuteas con la presencia de sectores anarquistas radicalizados y aquellos socialistas con el incontenible crecimiento del radicalismo yrigoyenista panorama que empujaba a posicionamientos dentro de la dirigencia hegemoacute-nica en el sentido de proyectar cierta apertura del reacutegimen a los fi-nes de como se evidenciaba en los hombres maacutes lucidos del mismo de ceder algo para no perder todo Por nombrar uno de los princi-pales Joaquiacuten V Gonzaacutelez se posicionaba y actuaba en este senti-do Es en este marco que la Revolucioacuten mexicana en tanto suceso revolucionario a pesar de las diferencias en la constitucioacuten social y poliacutetica de Meacutexico y Argentina preocupoacute inmediatamente a los sectores del poder Como tambieacuten algunos medios advertiacutean a los gobernantes ante el hecho consumado de la revolucioacuten es el caso de La Prensa que el 30 de mayo de 1911 sentildealaba

Ved el sistema que cae en Meacutexico He ahiacute el ideal de go-bierno fuerte recomendado a la Rep Argentina durante treinta antildeos sistema que lucha todaviacutea para restaurar su imperio protestado constantemente por el pueblo He ahiacute los frutos finales del sistema cuya eliminacioacuten funda-mental en la poliacutetica argentina corresponde a la presiden-cia y a las generaciones de patriotas de la actualidad (en Di Tella 2004 p 129)

Maacutes allaacute de las diferencias es posible comparar cierta ldquoatmoacutes-fera intelectualrdquo que marcoacute a algunos intelectuales revolucionarios

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mexicanos y a los reformistas argentinos6 En ambos casos emerge un discurso que se oponiacutea claro estaacute a la impronta positivista mar-cada por las influencias de Comte o Spencer seguacuten las variantes ideologiacutea que ldquoponiacutea cadenas a las almas latinoamericanasrdquo En Meacute-xico uno de los precursores de la revolucioacuten Flores Magoacuten actuaba fundamentalmente desde el periodismo desde el perioacutedico Regene-racioacuten desde donde denunciaba el despotismo la necesidad de la democratizacioacuten las denuncias respecto a las postergaciones de los trabajadores mantenidos en la ignorancia los suentildeos por una hu-manidad maacutes bella maacutes sana maacutes sabia etc una toacutenica similar a la de los reformistas universitarios del 18 Por otra parte en su evolu-cioacuten intelectual y poliacutetica Flores Magoacuten termina en un socialismo radicalizado al igual que muchos de sus pares en Argentina en este sentido cabe recordar que una de las manifestaciones estudiantiles reformistas maacutes significativas fue encabezada por Alfredo Palacios precisamente en junio de 1918

La Primera Guerra Mundial tambieacuten significoacute cambios en la conciencia de varios latinoamericanos El centro del ldquomodelo civili-zatoriordquo ese ldquofoco de civilizacioacutenrdquo estaba demostrando su peor cara o simplemente no era tal La guerra se presentaba como una conse-cuencia de lo que denunciaban los mismos reformistas argentinos los desastres del imperialismo -influencias del propio Lenin- la gue-rra se visualizaba precisamente como una disputa inter-imperia-lista en el ldquoseno de la civilizacioacutenrdquo en el seno de aquellas sociedades que nuestros dirigentes habiacutean tomado como referentes El clima de ebullicioacuten intelectual era tambieacuten resultado de la guerra

Por su parte la revolucioacuten rusa deslumbroacute a los reformistas como a diversos componentes de la vida intelectual y poliacutetica lati-noamericana Para los reformistas como para la juventud en gene-ral para muchos intelectuales para el movimiento obrero para los sectores socialistas maacutes radicalizados la revolucioacuten rusa traiacutea nue-vos aires libertarios a nivel social y poliacutetico el propio Lenin se con-vertiacutea en figura catalizadora de los sucesos latinoamericanos nacio-nales y mundiales En el contexto de un arielismo -como tendencia de pensamiento englobante- que se volviacutea maacutes social que idealista o identitario los estudiantes receptaban a la revolucioacuten rusa como un corpus que le proporcionaba categoriacuteas conceptos -clase imperia-

6 Cuando hablamos de ldquopensamiento latinoamericanordquo sentildealamos las redes constituidas por autores escritos discursos ldquoaparentementerdquo desconectados por realidades particulares

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lismo liberacioacuten etc- que si bien ya se visibilizaban en los pensa-dores del ldquocirculo arielistardquo los reformistas adoptaron en el marco de la proyeccioacuten indivisible entre la misma reforma y el cambio social o la proyectada comunioacuten con el obrero

Desde ya que el marxismo como corpus teoacuterico prendioacute maacutes en espacios como el peruano con el marxismo peruanizado en Haya de La Torre o en el mismo Mariaacutetegui en torno a las corrientes in-digeniacutestas en el boliviano con Gustavo Navarro quien propuso una revolucioacuten inspirada en las formas poliacuteticas y sociales de la vida incaacuteica o en el centro americano-caribentildeo en personajes como el cubano Julio Antonio Mella Pero la tendencia englobante hacia ese latinoamericanismo la proporcionaba principalmente la figura de Rodoacute el arielismo Julio Antonio Mella antes de crear el Partido Comunista Cubano crea el Instituto Politeacutecnico Ariel Nos parece ilustrativo lo planteado por Eduardo Deveacutez Valdeacutes al respecto

El estudioso peruano Pedro Planas resentildea un conjunto de ocasiones en las que el socialismo y el arielismo se fundie-ron Sentildeala que Alfredo Palacios era un declarado arielis-ta y que cuando viajoacute a Cuzco en 1919 en la universidad donde fue nombrado catedraacutetico honorario dijo que la juventud cuzquentildea como la de toda Ameacuterica deberiacutea tener como maestro a ese insuperable apoacutestol uruguayo Joseacute Enrique Rodoacute cuyas ensentildeanzas eran un hermoso evangelio de vida y juventud Destaca igualmente que en Cuba en 1923 Julio Antonio Mella no encontroacute me-jor elogio para Haya de la Torre que considerarlo el suentildeo de Rodoacute hecho carne que en 1924 Mella publicoacute Intelec-tuales y Tartufos y alliacute reivindicoacute al trabajador y que en 1925 poco antes de fundar el Partido Comunista en Cuba Mella decide fundar el Instituto Politeacutecnico Ariel (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 192)

Los historiadores Cantoacuten Moreno y Ciria sentildealaban

Visto los aires de renovacioacuten que soplaban por el mundo con la quiebra de ideales traiacuteda por la guerra y el deslum-bramiento de la revolucioacuten rusa (todo ello deformado por la gran distancia ideoloacutegica y de ambiente a que se halla-ba nuestro medio de esas realidades) y dado el maacutes inme-diato acceso del radicalismo al gobierno a traveacutes del voto universal no es extrantildeo que algo de todo esto haya halla-do expresioacuten en el movimiento estudiantil (1980 p 79)

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Debemos remarcar un dato no menor que hace al ambiente donde actuaron los reformistas en 1918 se crea el Partido Socialista Internacional partido que se desprende del Partido Socialista por posiciones frente a la guerra y por su apoyo a la revolucioacuten rusa este partido en 1920 pasoacute a llamarse Partido Comunista Completa el espectro la significativa presencia y actividad del anarquismo y los sectores obreros sindicalizados

Entre tantos episodios como la misma conquista del poder de la Unioacuten Ciacutevica Radical por medio del sufragio despueacutes de antildeos de lu-cha ese ldquodeslumbramientordquo de la revolucioacuten rusa redundoacute en la idea de la buacutesqueda de otro perfil del estudiantado de la universidad y sus funciones necesarias en el plano social -propuesta de extensioacuten universitaria educacioacuten o auto-educacioacuten obrera bajo una impron-ta arielista constitucioacuten de un campo contra-hegemoacutenico- ademaacutes del acadeacutemico Se viviacutean tiempos trascendentales deciacutea Deoacutedoro Roca en 1920 ante la influencia de Trostki Ameacuterica Latina no podiacutea ser ajena al surgimiento del hombre nuevo (Galfiore 2002 p 694)

Pero de la misma vereda de las izquierdas maacutes radicalizadas surgiacutea tambieacuten un discurso sumamente criacutetico a los reformistas desde esos lugares sentildeala Hugo Biagini

se intentoacute minimizar la importancia de la reforma para reducirla a una simple derivacioacuten de la infraestructura econoacutemica y de la proletarizacioacuten experimentada por las capas medias de cuyo seno procediacutea la mayor parte del estudiantado universitario ingenuamente enfrentado a los privilegios dentro de la institucioacuten Los reformis-tas histoacutericos no lograban percibir que asiacute como ciertos partidos afines traduciacutean los intereses de la burguesiacutea mercantil e industrial la universidad representaba un baluarte del capitalismo del imperialismo y los ciacuterculos dominanteshellip La victoria reformista se daraacute uacutenicamente cuando el estudiante abandone la torre de marfil el mis-ticismo juvenilista su status de intelectuales burgueses para identificarse con la condicioacuten proletariahellip

Por lo tanto la reforma ldquodebiacutea ser subsumida dentro de otro fenoacutemeno histoacuterico proyeccioacuten de la revolucioacuten rusa que inaugura el ciclo antagoacutenico del colectivismo y la democracia obrerardquo como tambieacuten desde otra mirada maacutes nacional y popular que exigiacutea una vinculacioacuten maacutes estrecha entre la universidad y el ldquopaiacutes realrdquo -a contrapelo de las izquierdas radicalizadas- Arturo Jauretche ldquole re-

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clamaba a los estudiantes que dejaran de ser un producto hiacutebrido para lo cual debiacutean abandonar el narcisismo libresco y el revolucio-narismo abstractordquo (Biagini 2000b p 35)

La crisis de la dominacioacuten oligaacuterquicaDebemos sumar a todo lo dicho la crisis significativa al interior de los mismos sectores hegemoacutenicos la crisis de esa misma domina-cioacuten oligaacuterquica que definioacute al ldquoroquismordquo En relacioacuten a ello se hace necesario prestar atencioacuten a los intentos de esos mismos sectores oligaacuterquicos de salvar el sistema a las iniciativas plasmadas en pro-yectos medidas y leyes al respecto hecho a ponderar en torno a la fractura intra-oligaacuterquica en interaccioacuten con todos los factores que se han mencionado

Habiacuteamos sentildealado que el ministro de Roca en su segundo gobierno (1998-1904) Joaquiacuten V Gonzaacutelez insistioacute en esa idea de ceder algo para no perder todo En este marco se visualiza cierto ldquoreformismo conservadorrdquo plasmado en la llamada ldquoreforma poliacuteti-cardquo incentivada por Gonzaacutelez Por otra parte el ministro atribuiacutea a la educacioacuten un papel central ya no soacutelo como la formadora de ciu-dadanos sino como un campo estrateacutegico de defensa nacional ldquola instruccioacuten gratuita y obligatoria es simplemente cuestioacuten de defensa nacionalrdquo expresaba en ese contexto mayor marcado por las ldquoideas foraacuteneasrdquo la ldquoindisciplina ciacutevicardquo ldquolas pasiones demagoacutegicas y anaacuter-quicas de los partidos exaltadosrdquo7 La Ley de Conscripcioacuten Universal de 1901 instrumentada por el Ministro de Guerra Gral Ricchieri respondiacutea a esta mirada -ldquoinduciriacutea en la nueva generacioacuten ideas de ordenrdquo- ademaacutes de la creacioacuten de un registro para toda la poblacioacuten masculina adulta

Ese reformismo conservador se manifestoacute en dos instancias clave la reforma poliacutetica -maacutes que una reforma una medida electo-ral aunque sintomaacutetica de la situacioacuten- y en un intento de reforma

7 Estas expresiones y posturas son resaltadas por Torcuato Di Tella citando la Tesis doctoral de Joaquin V Gonzaacutelez en la cual se realizaba un ldquoEstudio sobre la revolucioacutenrdquo en eacutel deciacutea que ldquoel derecho a la revolucioacuten es un derecho santo de los pueblos pero uacutenicamente cuando se tratan de realizar alguna de esas grandes evoluciones sociales tan necesarias para el perfeccionamiento de la humanidadrdquo el problema sentildeala Di Tella estriba en decidir cuaacuteles eran esas evoluciones sociales necesarias porque tambieacuten los anarquistas y socialistas de orientacioacuten marxista teniacutean su definicioacuten al respecto Di Tella 2004 Historia social de la Argentina con-temporaacutenea Troquel BsAs p113

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social En el primer aspecto se implementoacute una instancia electoral a escala nacional -el paiacutes se dividiacutea en numerosos distritos electo-rales- que proponiacutea el voto secreto en circunscripciones electora-les pequentildeas para la eleccioacuten de un diputado en cada una de ellas De esta manera y en coincidencia con la estrategia de Gonzaacutelez la oposicioacuten podiacutea imponer su candidato sin alterar -pata fundamen-tal de la estrategia- las estructuras de gobierno a nivel provincial y nacional La olla a presioacuten soltaba algo de vapor antes de estallar Ilustrativas resultan las expresiones del diputado Vedia miembro informante en la sesioacuten del 15 de octubre de 1902

Estaacute en el intereacutes de las mayoriacuteas la representacioacuten de minoriacuteas en el gobierno pues las fuerzas que no hallan coacutemo ascender en proporcioacuten a las esferas dirigentes para aplicarse la labor comuacuten de una sociedad se entretienen en morder los cimientos como que han quedado abajo haciendo de la socavacioacuten su programa (Di Tella 2004 p 117)

Pero en la votacioacuten de la ley no se aceptoacute el voto secreto en medio de los interesantes debates y argumentos a favor o en con-tra (Pellegrini) en las sesiones de la caacutemara De todas maneras la iniciativa posibilitoacute el acceso a la Caacutemara de Diputados al socialista Alfredo Palacios por el distrito de La Boca (1904) En parte se pro-duciacutea cierto acercamiento entre ese reformismo conservador del roquismo y los cambios moderados pero progresivos auspiciados por el socialismo Como tambieacuten el hecho significativo a destacar es que el radicalismo o el mismo Yrigoyen a pesar de los acercamien-tos e intentos de diaacutelogos por parte del oficialismo no convalidoacute esa estrategia siguioacute con su postura abstencionista y pergentildeaba el ca-mino revolucionario

El otro hecho significativo en este marco fue el intento de ldquore-forma socialrdquo o un intento de respuesta a la agitacioacuten social como tambieacuten un complemento moderador de la Ley de Residencia que socavaba el sistema El objetivo se dirigiacutea a confeccionar una ley sobre relaciones de trabajo para ello se convocoacute a un especialista en temas laborales y sociales en general a nivel nacional de la eacutepoca Juan Bialet Masseacute Sumado a ello se formoacute una comisioacuten formada en su mayoriacutea por socialistas eminentes aunque luego algunos se desplazaron hacia otras vertientes poliacuteticas y de pensamiento Enri-que del Valle Iberlucea Joseacute Ingenieros Manuel Ugarte y Leopoldo

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Lugones El resultado fue el Informe de Bialet Masseacute con algunas recomendaciones para regular problemaacuteticas como accidentes de trabajo enfermedades duracioacuten de jornadas laborales y descanso dominical acceso a la tierra en el sector rural regulaciones espe-ciales para mujeres y nintildeos entre los toacutepicos maacutes importantes Los sectores del trabajo maacutes radicalizados como aquellos nucleados en la FORA -en su mayoriacutea anarquista- o la UGT -sindicalistas y socia-listas radicalizados- rechazaron la iniciativa por insuficiente ade-maacutes de po el hecho de que el proyecto de ley conteniacutea disposiciones para reconocer pero tambieacuten para controlar la actividad sindical y la huelga Mientras en el contexto que venimos planteando el Congreso del Partido Socialista reunido a tal efecto aproboacute por ma-yoriacutea el proyecto Finalmente en el Congreso Nacional el proyec-to de ley -demasiado ldquorevolucionariordquo- fue rechazado por diversas facciones del poder representadas Se contradeciacutea de esta manera la estrategia de Joaquiacuten V Gonzaacutelez de ceder algo para no perder todo -iquesttorpeza de la poliacutetica tradicional inscrita en la ldquodecadenterdquo dominacioacuten oligaacuterquica-

Los siacutentomas de la desestructuracioacuten del roquismo se pro-fundizaron a partir de la presidencia de Quintana principalmente cuando Figueroa Alcorta el vicepresidente asume la presidencia despueacutes del fallecimiento de Quintana Figueroa Alcorta era un an-tiguo juarista -de Jurez Celman- un federal de Coacuterdoba y un de-finido adversario de Roca dentro del Partido Autonomista Nacio-nal personaje clave en este contexto El mismo Gral Roca no pudo imponer un candidato suyo es asiacute que surge Quintana como un ldquoindependienterdquo de los sectores oligaacuterquicos Pocos meses despueacutes de asumir la presidencia estalla el levantamiento armado del ra-dicalismo (1905) apoyado por varias fuerzas provinciales e incluso por sectores del ejeacutercito Los intentos de acercamientos del gobierno con Yrigoyen habiacutean fracasado Como tambieacuten fracasoacute el levanta-miento sin embargo lo que despertoacute el mismo eran siacutentomas in-equiacutevocos

Esa revolucioacuten de 1905 teniacutea como programa la realizacioacuten plena de la constitucioacuten y como objetivo ldquosimplerdquo pero aglutinador el ejercicio del voto para los ciudadanos Conteniacutea uno de los pri-meros programas democraacuteticos a nivel nacional Destacamos que el ambiente revolucionario fue configuraacutendose precisamente en Coacuter-doba el comandante Miguel Fernaacutendez subleva al Regimiento 8deg de

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liacutenea en la provincia el 4 de febrero dirigieacutendose a sus soldados ldquoSol-dados vamos a realizar una cruzada trascendental para la argenti-nidad proacutexima a morir que es el reverso de Caseros y de Pavoacutenrdquo8 En la Junta Revolucionaria de Coacuterdoba militaba Elpidio Gonzaacutelez hombre clave para Yrigoyen Lugo funcionario de su gobierno Pero debemos reparar brevemente en la figura misma de Yrigoyen el dirigente de la revolucioacuten El reformista universitario -los refor-mistas teniacutean como una de sus guiacuteas esta revolucioacuten- Gabriel del Mazo en su obra El radicalismo Ensayos sobre su historia y doctri-na (Raigal BsAs 1951) cita iroacutenicamente ldquoiquestQuieacuten era ese tribuno mudo apoacutestol sin doctrina elocuente sin palabras que congregaba voluntades sin los medios seguacuten lo juzgaba sarcaacutesticamente un hombre del reacutegimenrdquo (en Ramos 2013 p 51) Brevemente sentildea-lamos que Yrigoyen un hombre principalmente del siglo XIX era sobrino de Leandro Alem un antiguo alsinista -autonomista- co-misario de Balvanera -distrito complejo violento y emblema de la sociedad argentina en plena transformacioacuten- diputado nacional en el 80 por el partido de Roca Partido Autonomista Nacional revo-lucionario del 90 a la vez adversario de Mitre de Juarez Celman y de Roca y amigo de Pellegrini y de Roque Saeacutenz Pentildea un hombre que devino en emblema de la ldquointransigenciardquo -sentildealamos este teacuter-mino habida cuenta que despueacutes de la muerte de Alem la UCR fue dirigida por Bernardo de Irigoyen el ala moderada del radicalismo Hipoacutelito Yrigoyen se enfrentoacute a esos sectores demandando precisa-mente cambios radicales- Yrigoyen inevitablemente y por su tra-yectoria tuvo relaciones con los sectores dirigentes tradicionales asiacute como tambieacuten grupos significativos del ejeacutercito lo apoyaron En este marco y en correspondencia con esa ldquointransigenciardquo sentildealada Yrigoyen rechaza ciertos acercamientos u ofrecimientos Jorge Ra-mos cita uno de esos escenarios el de los ldquopreparativosrdquo de la revolu-cioacuten -manifestaciones radicales y movilizaciones conmemoracioacuten de la Revolucioacuten del Parque etc-

Mientras se realizaban los preparativos el gobernador Ugarte (cita Ramos a Gabriel del Mazo) ldquoofrece las nu-merosas fuerzas policiales bien armadas de la provincias con tal de abatir a Roca Ese aporte podriacutea imponer el eacutexi-to Yrigoyen lo rechazardquo Roque Saacuteenz Pentildea tambieacuten an-tirroquista y amigo de Carlos Pellegrini distanciado eacuteste uacuteltimo del presidente (se refiere a Roca) se entrevista con

8 Veacutease Caballero Ricardo 1951 Yrigoyen La conspiracioacuten civil y militar del 4 de febrero de 1905 en Ramos JA opcit p52

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Yrigoyen en el Club del Progreso para ofrecerle el concur-so del autonomismo pellegrinista y ponerse a sus oacuterdenes El caudillo responde (cita nuevamente a Del Mazo) ldquoNo es posible reparar con los mismos factores que han conduci-do al paiacutes a la revolucioacuten necesaria Ustedes son la razoacuten de ser de nosotrosrdquo (Ramos 2013 p 55)

Para nuestro escrito es oportuno destacar que es en la provin-cia de Coacuterdoba donde el levantamiento radical halloacute mayor adhe-sioacuten tambieacuten que la provincia era el principal bastioacuten del roquismo (cada vez maacutes opositor al gobierno nacional) y tierra de Figueroa Alcorta en Coacuterdoba se dirimiacutean varias cuestiones nacionales El nuevo presidente Joseacute Figueroa Alcorta promulgoacute una ley votada a iniciativa de Pellegrini otorgando amnistiacutea a los revolucionarios El reformista universitario Gabriel del Mazo en uno de sus traba-jos cita un fragmento del discurso de Pellegrini en el Congreso discurso ilustrativo del ambiente ldquoiquestQuieacuten perdona a quieacuten iquestEs el victimario a la viacutectima o la viacutectima al victimario iquestEs el que usurpa los derechos del pueblo o es el pueblo que se levanta en su defensa iquestQuieacuten nos perdonaraacute a nosotrosrdquo (Del Mazo 1951 p 104)

El sistema poliacutetico desde la federalizacioacuten de la ciudad de Buenos Ares 1880 habiacutea funcionado en torno al Partido Autono-mista Nacional de Roca con proyecciones en el interior y con cen-tro poliacutetico en la provincia de Coacuterdoba y el Partido Autonomista de Pellegrini con centro en la ciudad de Buenos Aires Junto a estas fuerzas actuaba el adversario natural de Roca Bartolomeacute Mitre el mitrismo que obtuvo diversos nombres -Unioacuten Ciacutevica- y luego se institucionalizoacute con el nombre de Partido Republicano tambieacuten con influencias en Buenos Aires y en algunos espacios del interior como en la provincia de Corrientes Otro actor poliacutetico de fuste fue Mar-celino Ugarte el caudillo conservador que praacutecticamente dominaba la provincia de Buenos Aires De todas maneras hasta la llegada de Figueroa Alcorta a la presidencia lo que dominaba el escenario po-liacutetico del paiacutes era la ldquomaquinariardquo roquista y esto fue lo que entroacute en crisis ya sea por la misma situacioacuten social o ldquoevolucioacuten ciacutevicardquo del paiacutes -sus transformaciones- y claro estaacute por el accionar de Figueroa Alcorta A todo este espectro debemos sumar al Partido Socialista -cada vez maacutes integrado en su ala maacutes moderada a la poliacutetica na-cional- y a nuevas agrupaciones provinciales de peso como el Par-tido de la Democracia Progresista de Lisandro de La Torre fuerte

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en Santa Fe Respecto al socialismo y su dinaacutemica en este contexto Torcuato Di Tella sentildeala

La convergencia entre un liberalismo conservador pero abierto y un socialismo moderado era una pauta que se estaba imponiendo en diversos paiacuteses europeos Ahora la Argentina queriacutea emular ese proceso Implicaba claro estaacute acelerar la evolucioacuten del socialismo en sentido refor-mista lo que de todos modos estaba ocurriendo En Euro-pa la nueva corriente estaba representada por el escritor alemaacuten Eduard Bernstein En la Argentina Juan B Justo estaba claramente enrolado en esa liacutenea pero la oposi-cioacuten interna era muy fuertehellip (Di Tella 2004 p 124)

Es posible afirmar que con Figueroa Alcorta el roquismo en-cuentra su fin La fuerza de Roca dominaba el Senado e incentivoacute hechos como la no aprobacioacuten del presupuesto nacional al presi-dente Alcorta Buscaba con ello inmovilizarlo pero el presidente clausuroacute el Congreso y siguioacute con el presupuesto del antildeo anterior (1907) hecho considerado por el roquismo y el mitrismo -este uacutel-timo alejado del presidente Alcorta- como un golpe de Estado El diario de los Mitre La Nacioacuten titulaba despueacutes del hecho ldquoGolpe de Estadordquo Tambieacuten neutralizoacute Alcorta a la figura fuerte de secto-res del roquismo y del mitrismo en la provincia de Buenos Aires Marcelino Ugarte el caudillo con pretensiones presidenciales Pero el hecho fundamental para eliminar al roquismo fue la decisioacuten de Figueroa Alcorta de intervenir provincias del interior entre ellas el ldquobastioacutenrdquo Coacuterdoba

La intervencioacuten fue decretada Coacuterdoba cayoacute en manos de Figueroa Alcorta Destruiacutea asiacute el poder poliacutetico del ro-quismo en su uacuteltimo reducto Pareciacutea una venganza jua-rista pues en efecto los juaristas maacutes reputados ndashSaacuteenz Pentildea y Caacutercano- pareciacutean ser los beneficiados de la extir-pacioacuten poliacutetica del roquismo Pero no era asiacute En realidad todos iban a dejar la escena a un desconocido Hipoacutelito Yrigoyen (Ramos 2013 p 76)

El panorama hacia una nueva eleccioacuten presidencial ya demos-traba un escenario de cambios contundentes Ese antiguo ldquojuaristardquo Roque Saacuteenz Pentildea que habiacutea felicitado al presidente Alcorta por los liacutemites impuestos al roquismo era precisamente eso un adversario del roquismo del sistema hegemoacutenico del PAN un hombre central en el entramado poliacutetico del momento que habiacutea sido desplazado de

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su candidatura a presidente por el propio Roca quien lo reemplaza-ra por su anciano padre Luiacutes Saacuteenz Pentildea en 1893 Figueroa Alcorta y Roque Saacuteenz Pentildea encarnaban para Roca una clara amenaza para la reproduccioacuten del sistema una amenaza que a diferencia de la re-presentada por los sectores maacutes radicalizados surgiacutea dentro de los mismos grupos hegemoacutenicos una amenaza intra-oligaacuterquica

Por su parte el radicalismo de Yrigoyen se manteniacutea en su abstencioacuten pese a las conversaciones del caudillo radical con Fi-gueroa Alcorta El camino a la presidencia de Saacuteenz Pantildea no teniacutea serios obstaacuteculos la candidatura de Guillermo Udaondo un an-tiguo gobernador de la provincia de Buenos Aires auspiciada por una suerte de frente integrado por Roca Marcelino Ugarte y Emilio Mitre se cayoacute por su debilidad De esta manera Figueroa Alcorta y Saacuteenz Pentildea -con antecedentes en el mismo Partido Autonomista Nacional antirroquistas los dos con perfiles federales ambos- do-minaban el escenario poliacutetico nacional Pero era el radicalismo el que representaba el cambio de la mano de la inmigracioacuten de una nueva configuracioacuten en la militancia poliacutetica de los nuevos sectores sociales de parte del ejeacutercito de grupos poliacuteticos en el interior del paiacutes de gran parte de la poblacioacuten criolla influida por nuevos aires nacionales e internacionales en fin sectores que demandaban una nueva participacioacuten poliacutetica El ascenso de las nuevas clases socia-les representadas por el radicalismo era la contra-cara de la deca-dencia del roquismo

Los comicios otorgaron la victoria una faacutecil victoria a Roque Saacuteenz Pentildea quien llevoacute como vice a Victorino de la Plaza La pers-pectiva de reformar el reacutegimen para no perder todo se profundi-zaba dos modalidades se percibiacutean entonces la del roquismo que veiacutea los potenciales peligros de sobrevivencia del ldquoreacutegimenrdquo ante la agitacioacuten social y los replanteos poliacuteticos y consecuentemente la postura era seguir profundizando el mismo modelo y praacutecticas po-liacuteticas propias de ese roquismo por otro la representada por otros sectores de la oligarquiacutea la que venimos sentildealando la inspirada en la foacutermula de Joaquiacuten V Gonzaacutelez -dejada de lado por el roquismo- a la que nos hemos referido La conocida ley Saacuteenz Pentildea teniacutea en su naturaleza esa idea de ceder algo para no perder todo como tam-bieacuten confiaba en que ese era un camino para que las mismas clases sociales o fracciones de clase siguieran en el poder y principalmen-

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te en el manejo poliacutetico del Estado -que no necesariamente es lo mismo- como condicioacuten necesaria

Saacuteenz Pentildea desde su plataforma como candidato planteoacute la ley de Sufragio Secreto y Obligatorio basada en un padroacuten genui-no La ley contemplaba el sistema de ldquolista incompletardquo marco en el cual las provincias pasaban a ser nuevamente las circunscripcio-nes electorales -ya se habiacutea dejado de lado el sistema de pequentildeos distritos uninominales de Gonzaacutelez- Cada partido podiacutea presentar como candidatos a dos tercios del nuacutemero de diputados que corres-pondiera a la provincia se aseguraba que el segundo partido maacutes votado llegara a obtener su representacioacuten Pero de hecho la ley era una apuesta riesgosa Se podiacutea considerar que la agitacioacuten social las izquierdas o el mismo radicalismo teniacutean fuerzas en minoriacuteas ac-tivistas sin capacidad de alterar el manejo del Estado o los resortes del poder se suponiacutea que la mayoriacutea de la poblacioacuten era baacutesicamen-te moderada y aceptaba el liderazgo de los sectores ldquoesclarecidosrdquo y ldquoestablecidosrdquo de alliacute el voto obligatorio el peligro era la apatiacutea En condiciones en las cuales muy poca gente concurriera a votar lo maacutes probable se pensaba era que se impusieran los activistas radi-cales o socialistas9

Despueacutes del triunfo de Saacuteenz Pentildea con sospechas de fraude y con el radicalismo todaviacutea en su postura abstencionista el temor a que el mismo planeara otro intento revolucionario teniacutea sus ba-samentos Asiacute las cosas el presidente entre sus primeros actos de gobierno se entrevista con Yrigoyen anunciaacutendole -ademaacutes de ofertas de ministerios que el liacuteder radical rechaza- su proyecto de ley Una vez promulgada eacutesta se aplica en las primeras experiencias electorales En 1912 en la provincia de Santa Fe se presentaron los radicales a pesar de la negativa de Yrigoyen acorde a su abstencio-nismo -primera experiencia ldquoanti-personalistardquo- Triunfoacute el radica-lismo y se activaron las primeras alarmas El triunfo fue sobre una colacioacuten conservadora y sobre los hombres de Lisandro La Torre que se presentaron con la denominacioacuten de Libres del Sur En las elecciones para diputados realizadas ese mismo antildeo en la capital tambieacuten se impone el radicalismo y en segundo lugar se ubicoacute el so-cialismo ante un oficialismo en crisis en 1913 se realizan elecciones para senadores y triunfa en capital el socialista Enrique del Valle

9 En liacuteneas generales esta es la mirada de Torcuato Di Tella en la obra cita-da

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Iberlucea No obstante en la provincia de Buenos Aires se imponen sectores conservadores la vieja maquinaria de Marcelino Ugarte funcionoacute o como se sospechaba ya se habiacutea incursionado en la for-ma de alterar o intervenir de alguna manera en el cuarto oscuro (Di Tella 2004 p 124) Para nuestro escrito es importante lo sucedido en la Provincia de Coacuterdoba donde el oficialismo se impuso por un breve margen al radicalismo La ldquotransicioacuten del roquismo al radica-lismordquo en buena medida se cocinaba en la provincia mediterraacutenea

1914 es un antildeo clave y a la vez de fuerte contenido simboacuteli-co muere el presidente y tambieacuten muere el viejo zorro del desierto Alejandro Roca El triunfo de las presidenciales de 1916 correspon-dioacute finalmente al radicalismo que participoacute con la nueva ley Vic-torino de la Plaza debe ldquoentregar el poderrdquo La UCR logra llegar al gobierno combatiendo al sistema de dominacioacuten oligaacuterquica de la misma manera los reformistas universitarios llegan al co-gobierno de la institucioacuten la eacutepoca de cambios o el cambio de eacutepoca tomaba forma Deciacuteamos que la apuesta de Roque Saacuteenz Pentildea era riesgosa aunque se teniacutea fe fracasoacute en su objetivo principal asegurar una nueva presidencia para los sectores conservadores o liberales-con-servadores vale decir una experiencia moderadamente progresista y legitimada por el voto aunque tuvo eacutexito en otro objetivo dividir la oposicioacuten legal -radicales y socialistas- que tomoacute el camino de las urnas de la subversiva la anarquista la que el sistema aisloacute (Di Te-lla 2004 p 125) Con todo el paiacutes iniciaba un proceso de cambio lento con marchas y contramarchas pero dentro de un proceso ciacutevico e institucional que prometiacutea un paiacutes distinto al que marcoacute el devenir del siglo XX devenir -tragedia o sainete- iniciado con el golpe de Estado de 1930

Resultado de todo el contexto planteado o expresioacuten del mis-mo fue el movimiento reformista del 18 en Coacuterdoba Democratizar la universidad se condeciacutea con las presiones de la UCR a nivel de la poliacutetica nacional en este sentido desde la misma creacioacuten del par-tido Asiacute como Yrigoyen se enfrentoacute al sistema a nivel nacional los universitarios de Coacuterdoba comenzaron por enfrentarse al ambien-te universitario de la eacutepoca en la provincia mediterraacutenea y de alliacute proyectarse a nivel nacional y latinoamericano Por otra parte la misma provincia de Coacuterdoba como hemos visto fue epicentro de la crisis del roquismo provincia bastioacuten del mismo y espacio donde en gran medida se gestoacute su destruccioacuten Coacuterdoba a pesar de su estir-

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pe colonial y su universidad escolaacutestica y tradicional fue entonces protagonista en la transicioacuten del roquismo al radicalismo y ambien-te crucial en la evolucioacuten ciacutevica del paiacutes evolucioacuten que encontroacute su devenir truncado insistimos con el golpe ciacutevico militar de 1930

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Segunda parte

Temas y problemas de la Historia Argentina

Miradas desde lo local

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Agentes econoacutemicos en el modelo ISI

una mirada historiograacutefica

Moacutenica Analiacute Re - Moacutenica Donadoni

Analiacutea Emiliozzi - Gabriela Trucco - Elena Cagnolo

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IntroduccioacutenLa caacutetedra Historia Econoacutemica y Social corresponde al primer antildeo segundo cuatrimestre de ciclo baacutesico de las carreras de Contador Puacuteblico Lic en Administracioacuten y Lic en Economiacutea de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas de la UNRC Se caracteriza por la masividad de los estudiantes tanto en la modalidad presencial (450 en promedio) como a distancia (250 en promedio)

Desde el punto de vista de los contenidos la asignatura repasa los principales procesos econoacutemicos y sociales acaecidos desde el Si-glo XI hasta la actualidad vinculando los aspectos internacionales con los nacionales tomando como ejes centrales de cada proceso a los agentes econoacutemico-sociales de mayor relevancia

El desarrollo de la materia se lleva adelante a traveacutes de cla-ses teoacutericas donde se contextualiza cada proceso etapa o momento histoacuterico y se plantean las vinculaciones entre los mismos y cla-ses praacutecticas en las que los alumnos abordan alguno de los textos obligatorios de mayor dificultad para su comprensioacuten trabajando con algunas estrategias de aprendizaje desarrolladas en cursos de ingreso a la Facultad En la modalidad a distancia las actividades praacutecticas se reemplazan por actividades evaluables y consignas de discusioacuten en los foros por su parte las clases teoacutericas debieron ser resueltas a traveacutes de un material que ordena los contenidos los tex-tos obligatorios y sintetiza de manera que relacione los contenidos abordados Hasta el antildeo 2010 ese material (Manual) fue elaborado por la responsable de caacutetedra y algunas intervenciones del equipo pero a partir de ese momento se retira dicha profesora y se realizan algunas modificaciones en el enfoque dado a la materia manifes-taacutendose la necesidad de reformular algunos aspectos del viejo ma-terial

Por otra parte a lo largo de la praacutectica de ensentildeanza se identi-fican serios problemas de comprensioacuten por parte de los estudiantes asiacute como dificultades en la organizacioacuten del material obligatorio y estructuracioacuten del estudio del mismo La lectura de los textos uni-versitarios de caraacutecter obligatorio supone la identificacioacuten de las ideas principales la elaboracioacuten de conceptos y la vinculacioacuten en-tre los diferentes procesos histoacutericos asiacute como el reconocimiento de los agentes econoacutemicos relevantes y sus implicancias en cada etapa Tanto en las clases teoacutericas y praacutecticas como en las elaboraciones

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de las instancias evaluativas se advierten las dificultades para argu-mentar adecuadamente las opiniones que presentan los historiado-res mencionados en los textos y las suyas propias

Ademaacutes cuando el alumno es consultado acerca de su rendi-miento en la materia ellos consideran que el material obligatorio es muy extenso y con diferentes grados de dudas en su lectura y que les cuesta organizar y superar esta instancia de estudio

Esta problemaacutetica para abordar un periacuteodo histoacuterico en las determinadas unidades temaacuteticas del Programa de la asignatura dificulta la comprensioacuten de los ejes o temas incluidos en las mismas hizo que la Caacutetedra pensara en ayudar principalmente a quienes lo hacen a distancia pero tambieacuten a los alumnos de la modalidad presencial

La elaboracioacuten de las Guiacuteas Didaacutecticas de Acompantildeamiento (en adelante GDA) fue un recorrido que implicoacute la reflexioacuten de los integrantes de la caacutetedra Historia Econoacutemica y Social acerca de las dificultades identificadas en la comprensioacuten lectora de los estudian-tes y las posibilidades del equipo docente de acompantildearlos en ese proceso

Desde el punto de vista de los contenidos la guiacutea se articuloacute a traveacutes de un eje cronoloacutegico que comienza desde el siglo III des-pueacutes de Cristo con el Feudalismo y se extiende hasta la actualidad vinculando las etapas del capitalismo con la evolucioacuten histoacuterica de Argentina Este marco temporal fue abordado en seis unidades te-maacuteticas la primera contiene los elementos historiograacuteficos intro-ductorios referidos al desarrollo de la historia econoacutemica y social en funcioacuten a tres paradigmas del siglo XX asiacute como los conceptos y problemaacuteticas del objeto de estudio de la disciplina sus fuentes pe-riodizacioacuten y ejes principales Las cinco unidades temaacuteticas siguien-tes vinculan los fenoacutemenos ocurridos en el mundo con los hechos correspondientes al territorio de Argentina

Los objetivos que figuran al comienzo de cada tema permiten al estudiante centrar la atencioacuten en lo que es realmente importan-te situando las ideas en su contexto cronoloacutegico y geograacutefico En ese marco se hace hincapieacute en los conceptos econoacutemicos y sociales de mayor relevancia permitiendo relacionar lo aprendido a partir

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del estudio de los procesos de los hechos y de las instituciones que aparecen en el contenido

A lo largo de cada uno de los temas se intercalan lecturas que hacen referencia a diversas posiciones historiograacuteficas sobre los procesos histoacutericos maacutes relevantes asiacute como links y explicaciones adicionales que permiten aclarar los procesos abordados o contex-tualizar los autores o textos Ademaacutes a traveacutes de la lectura es po-sible encontrar otros temas de intereacutes que por las limitaciones de espacio no se han desarrollado pero que constituyen incentivos a ampliar los conocimientos sobre esta materia

Si bien no existe auacuten una sistematicidad en la evaluacioacuten de los resultados de la aplicacioacuten de dicha estrategia didaacutectica a traveacutes del desarrollo de las clases teoacutericas y praacutecticas las charlas informa-les con los estudiantes y en particular aquellos que vuelven a cur-sar la asignatura se ha podido observar que si bien al comienzo les cuesta entender coacutemo manejarse posteriormente logran mejorar la organizacioacuten de la lectura la relacioacuten entre el tema y el texto obli-gatorio que deben estudiar y reconocen la importancia de resolver las actividades que se les presentan

A pesar de ello aparecen recurrentemente dificultades para identificar los agentes econoacutemico-sociales de distinta iacutendole que pueden relacionarse en estos temas y aprehender manejar sus ca-racteriacutesticas que son propias y permiten la vinculacioacuten con otro Para abordar la etapa histoacuterica denominada como ldquoindustrializa-cioacuten sustitutiva de importacionesrdquo es preciso echar luz sobre estas relaciones

El objetivo del presente trabajo es por lo tanto analizar desde una perspectiva pedagoacutegica didaacutectica los principales agentes eco-noacutemicos del periacuteodo de Sustitucioacuten de Importaciones en Argentina haciendo hincapieacute en el rol que cada uno de esos actores desempentildeoacute en cada subperiacuteodo

El trabajo se organiza presentando en un primer apartado una siacutentesis acerca de la categoriacutea analiacutetica ldquoagentes econoacutemicosrdquo y en relacioacuten a las posiciones historiograacuteficas sobre el proceso de industrializacioacuten argentino A partir de la misma se identifican los agentes econoacutemicos y sociales maacutes relevantes del Modelo ISI y sus

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caracteriacutesticas distintivas Finalmente se esbozan algunas reflexio-nes sobre la temaacutetica abordada

La industrializacioacuten argentina y sus agentes econoacutemicos en perspectivaEn la actividad econoacutemica (produccioacuten distribucioacuten y consumo) intervienen tres tipos de agentes las familias las empresas y el Es-tado

Las economiacuteas domeacutesticas poseen un doble rol dentro de los mercados en tanto consumidoras y por otra parte son aquellas que ofrecen sus recursos para la produccioacuten tierra trabajo y capital Constituyen ese agente econoacutemico los individuos familias orga-nizaciones culturales deportivas religiosas entre otras que ldquose ca-racterizan porque en su actividad econoacutemica no se coordinan con otros sujetos con intencionalidad mercantil o empresarialrdquo (Mochoacuten y Becker 1997 p 63)

Por su parte las empresas son aquellos agentes econoacutemicos que poseen tambieacuten dos funciones baacutesicas en tanto son quienes producen los bienes y servicios y los comercializan pero para ello deben adquirir sus recursos en los mercados de factores (provistos por las economiacuteas domeacutesticas) Es en este sentido que los autores arriba mencionados establecen que ldquoen el seno de las empresas se coordina la actividad de varios sujetos (trabajadores capitalistas y empresarios) con el fin de generar la produccioacuten de un bien o servi-cio en cuyo consumo no estaacuten directamente interesadosrdquo (Mochoacuten y Becker 1997 p 63)

El rol del Estado como agente econoacutemico presenta mayor complejidad hasta principios del siglo XX este agente debiacutea encar-garse uacutenicamente de atender a la defensa y seguridad de la Nacioacuten y garantizar las condiciones para que el mercado asignara los recur-sos de manera eficiente sin embargo a partir de la Crisis del acute29 este papel fue ampliaacutendose para constituirse en un verdadero agente econoacutemico El Estado no solo establece los marcos legales que ga-rantizan el desenvolvimiento del mercado sino tambieacuten regula el comportamiento econoacutemico a partir del establecimiento de impues-tos la realizacioacuten de gastos y la redistribucioacuten de la renta constitu-yeacutendose ademaacutes en productor de bienes y servicios ndashal igual que

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las empresas- y de aquellos bienes y servicios que por razones de su condicioacuten monopoacutelica o estrateacutegica (bienes puacuteblicos) solo deben ser encarados por este agente econoacutemico

Es preciso establecer sin embargo que la principal caracteriacutes-tica de los agentes econoacutemicos tiene que ver con su interaccioacuten e interdependencia sus decisiones condicionan de manera conjunta la marcha de la actividad econoacutemica de un territorio

Teniendo en consideracioacuten la relevancia y funciones de los diferentes agentes econoacutemico-sociales resulta de intereacutes abordar de manera resumida los enfoques historiograacuteficos relacionados al periacuteodo bajo estudio en este trabajo esto es el denominado de In-dustrializacioacuten sustitutiva de Importaciones

Si bien pueden encontrarse diferentes perspectivas y nume-rosos matices al interior de las mismas los estudios sobre el proce-so de industrializacioacuten en Argentina ndashy en Latinoameacuterica- pueden ser agrupados en dos visiones alternativas que tienen su maacutexima expresioacuten en durante los antildeos acute50 y acute60 y posteriormente en la deacute-cada de los acute70 Asiacute en palabras de Barbero (1998131) ldquomientras que una visioacuten ldquooptimistardquo enfatiza los logros del crecimiento industrial previo a 1930 una interpretacioacuten ldquopesimistardquo encuentra en eacutel las raiacuteces de los liacutemites de nuestro desarrollo industrial que atribuye esencialmente a las caracteriacutesticas del sector empresariordquo

Los autores coinciden en que la publicacioacuten de la obra seminal de Dorfman (1970)1 se constituye en un referente fundamental para el anaacutelisis del proceso de industrializacioacuten argentino y que la mis-ma se ubica dentro de la interpretacioacuten ortodoxa o claacutesica de dicho proceso Esta postura se sostiene a partir de un conjunto de afirma-ciones sobre el desarrollo industrial argentino entre las que pueden mencionarse las limitaciones que la condicioacuten de economiacutea agraria exportadora del paiacutes imponiacutean al desarrollo industrial particular-mente las condiciones de vulnerabilidad que implicaba la insercioacuten externa argentina a ello se suma la ausencia de poliacuteticas a favor de la industrializacioacuten el fuerte endeudamiento y la regresiva redis-tribucioacuten de ingresos que iba en desmedro de la produccioacuten para el mercado interno

1 Historia de la industria argentina (1970) Buenos Aires Solar

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Esta visioacuten -que implica una relacioacuten negativa entre el modelo agroexportador representado por los grandes terratenientes liga-dos a los intereses extranjeros y el posterior desarrollo industrial- es asumida en los trabajos de Ferrer (1963) Di Tella y Zymelman (1967) entre los principales exponentes reflejan la influencia teoacuterica de la teoriacutea del desarrollo y del estructuralismo latinoamericano Los tra-bajos elaborados en este sentido ponen en el centro del anaacutelisis la orientacioacuten econoacutemica argentina centrada en la produccioacuten agro-pecuaria para la exportacioacuten que orientoacute los recursos en ese sen-tido y junto a la ausencia de poliacuteticas puacuteblicas que dinamizaran el sector industrial no incentivoacute dicho proceso Es en este sentido que Barbero lo sintetiza de la siguiente manera

ldquola debilidad de los empresarios industriales (mayorita-riamente inmigrantes) o la falta de un espiacuteritu de em-presa favorable a la inversioacuten en la industria debido al predominio de valores aristocraacuteticos En general todos ellos se vinculan con la hegemoniacutea poliacutetica de los gran-des terratenientes cuyos intereses son presentados como contradictorios con el desarrollo de actividades indus-triales salvo aquellas directamente vinculadas con el sector agropecuariordquo (Barbero 1998 p 135)

Respecto de la visioacuten estructuralista latinoamericana resulta de intereacutes mencionar que a fines de la deacutecada del 40 la Comisioacuten Econoacutemica para Ameacuterica Latina (CEPAL) se constituyoacute como un centro intelectual no acadeacutemico sino de policy makers (disentildeado-res de poliacuteticas) Su intereacutes se centroacute en el campo de los sistemas de economiacutea poliacutetica contextualizando su pensamiento en funcioacuten de las condiciones propias de Ameacuterica Latina En este marco desarro-lloacute un meacutetodo histoacuterico e inductivo a partir de un abstracto teoacuterico que dio nacimiento a la teoriacutea estructuralista del desarrollo perifeacuterico latinoamericano El principio normativo era el rol del Estado y coacutemo se podiacutea contribuir desde el mismo al ordenamiento del desarrollo en el espacio de la periferia (Bielschowsky 1998)

Los estudios de la CEPAL se caracterizaron por presentar dos pautas distintivas

1) Un mismo enfoque metodoloacutegico con modificaciones en el tiempo y en la ideologiacutea de la cual se desprenden 4 rasgos analiacuteticos comunes

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En relacioacuten al meacutetodo

a) Un abordaje histoacuterico-estructuralista (relacioacuten centro-peri-feria)

En relacioacuten a su contenido

b) Un anaacutelisis de la insercioacuten internacional (o condicionantes externos)

c) de los condicionantes estructurales internos

d) de las necesidades y posibilidades de accioacuten estatal

2) Existen 5 ideas fuerza de la CEPAL ldquohistoacutericamente deter-minadasrdquo

Durante el periacuteodo posterior a la posguerra

a Los antildeos 50 y el proceso de industrializacioacuten

b los antildeos 60 y las reformas encaradas para desobstruir a la misma

c durante el periacuteodo de bajo crecimiento e incertidumbre mundial

d los antildeos 70 y la homogeneizacioacuten social y diversificacioacuten pro-exportadora

e los antildeos 80 y el ajuste con crecimiento

f los antildeos 90 y la transformacioacuten productiva con equidad

El pensamiento estructuralista latinoamericano ha tenido como legado central la elaboracioacuten de una corriente de caraacutecter autoacutectono para la regioacuten A partir de ello las principales contribu-ciones de esta corriente de pensamiento se pueden sintetizar de la siguiente manera

bull La introduccioacuten del concepto de Estructura (en Ameacuteri-ca Latina) y de las relaciones dialeacutecticas Centro-Periferia como relaciones heterogeacuteneas e histoacutericas

bull Propuesta de un proceso de desarrollo latinoamericano autoacutectono poniendo el foco de atencioacuten en los condicio-

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nantes externos a partir de la necesidad de comprender queacute significaba ldquoun proceso de desarrollo endoacutegenordquo en el marco del concepto de periferia

bull Un diagnoacutestico novedoso del conjunto de problemas que son caracteriacutesticos de las economiacuteas perifeacutericas entendi-dos como condicionantes estructurales internas (especia-lizacioacuten y heterogeneidad tecnoloacutegica insuficiencia de ahorro puacuteblico y privado escasez y poca diversificacioacuten exportadora baja productividad de los demaacutes sectores de la economiacutea excedente de mano de obra etc) La pre-sencia de ldquosub-periferiasrdquo dentro de la periferia es decir la persistente y creciente heterogeneidad econoacutemica y social presente en las regiones latinoamericanas En la regioacuten conviven estructuras productivas y patrones cul-turales similares a los centros con estructuras atrasadas que utilizan tecnologiacutea obsoleta y con deficiencias educa-tivas sanitarias de vivienda entre otras

bull La introduccioacuten de los conceptos de insuficiencia dinaacutemica dependencia y de heterogeneidad estructural para pensar el tipo de camino a seguir en los paiacuteses latinoamericanos

bull La incorporacioacuten del conflicto y de la contradiccioacuten que conlleva el poder de dominacioacuten El rol que las eacutelitesgru-pos dominantes locales tienen en la definicioacuten de las poliacute-ticas de desarrollo

bull Entender el desarrollosubdesarrollo no como etapas sino como un conjunto de condiciones histoacutericas y dialeacutecti-cas La pervivencia de patrones culturales paternalistas y clientelistas reforzados por el aparato del Estado que a su vez se encuentra cooptado por los grupos dominantes

bull La visioacuten de la importancia del progreso teacutecnico en los pro-cesos de industrializacioacuten

bull La integracioacuten regional como necesaria para iniciar un pro-ceso de diversificacioacuten de las exportaciones

bull Advertir la significancia de la vulnerabilidad externa (de-pendencia financiera y tecnoloacutegica deterioro de los teacuter-minos de intercambio etc)

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bull El reconocimiento de la variedad de estilos de desarrollo

Lo apuntado puede ser reconocido como el principal legado del Pensamiento Estructuralista Latinoamericano Como aspectos centrales de muchos de los teoacutericos cepalinos ya sea Prebisch Fur-tado Pinto Sunkel Conceiccedilatildeo Tavares Medina Echavarriacutea Faletto Graciarena entre otros se encontraba la necesidad de analizar el proceso econoacutemico y social contextual e histoacuterico en Latinoameacuteri-ca en el marco de lo que los estructuralistas denominaron como ldquola periferiardquo

Para el Pensamiento Estructuralista Latinoamericano los condicionantes externos e internos se centraron en la criacutetica a la teoriacutea de las ventajas comparativas ya que seguacuten esta teoriacutea la produccioacuten de un paiacutes debe concentrarse en aquellos bienes en los cuales se obtiene una ventaja mayor En el caso de Argentina esta teoriacutea fue aplicada por la denominada Generacioacuten del 80 clase re-presentada por un grupo de poliacuteticos intelectuales y miembros de la eacutelite terrateniente quienes vieron en la disponibilidad y alta ca-lidad de sus tierras la punta de lanza para incorporar al paiacutes a la divisioacuten internacional del trabajo como proveedor exclusivo de ma-terias primas preferentemente cereales y carnes (Rapoport 2004)

Adherir a este tipo de teoriacutea significoacute centrar el foco en la produccioacuten agropecuaria exclusivamente y por lo tanto desde la perspectiva estructuralista latinoamericana permanecer en una situacioacuten desfavorable en el sistema econoacutemico mundial en des-medro de invertir en el sector industrial Se debe advertir que la opcioacuten por esta viacutea se enmarca en un proceso histoacuterico ya que en el caso de Argentina este accionar es propio de la eacutelite dominante asociada a la propiedad de la tierra y que ademaacutes concebiacutea al proce-so de desarrollo como uacutenico y unidireccional La discusioacuten cepalina se desarrolloacute en torno a que en la especializacioacuten por paiacuteses pro-movida por esta teoriacutea se descarta la necesidad de iniciar procesos de desarrollo autoacutectonos ya que el valor agregado de la produccioacuten industrial conlleva a una desigualdad de los precios de los bienes en el mercado mundial

El punto de inflexioacuten que representa el crack de la Bolsa de Wall Street en 1929 y la posterior crisis mundial obligaron a tomar otro tipo de medidas denominadas de industrializacioacuten sustituti-va (ISI) Como afirma Bielschowsky ldquopor mucho tiempo reinoacute en el

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pensamiento latinoamericano la idea absoluta de que la ldquosustitu-cioacuten de importacionesrdquo era la forma de industrializar en Ameacuterica Latina y que la ldquodinaacutemica sustitutivardquo era el modelo de crecimien-to de la regioacuten (Bielschowsky 1998 p 23) Alrededor de mediados de los antildeos setenta la escuela de Campinas en Brasil constituida por intelectuales de origen cepalino se opuso por primera vez a la equivalencia de los conceptos de ldquoindustrializacioacutenrdquo y ldquosustitucioacuten de importacionesrdquo el proceso de industrializacioacuten seriacutea portador de una loacutegica y de un dinamismo independientes de la mera sustitu-cioacuten de importaciones ya que se proyectaba debido a decisiones de acumulacioacuten de capital orientadas a la formacioacuten de una capacidad de oferta sin ldquouna demanda reprimida por restricciones a la impor-tacioacutenrdquo

Para la deacutecada de los antildeos 50 en adelante se comienzan a des-prender las contribuciones antes mencionadas y un cuerpo teoacuterico digno de ser rescatado en la actual configuracioacuten del capitalismo global

La otra perspectiva respecto al desarrollo industrial argenti-no estaacute representada por autores revisionistas entre los que pue-den mencionarse Corteacutes Conde (1985) Gallo (1970) Diacuteaz Alejandro (1970) Villanueva (1972) y Schvarzer (1996) Esta postura reconoce las implicaciones favorables que la insercioacuten internacional en base al desarrollo agropecuario del paiacutes tuvo sobre el crecimiento indus-trial posterior El modelo agroexportador generoacute un crecimiento conjunto tanto del sector agriacutecola como de actividades que pudie-ran eslabonarse con el mismo no existiendo por tanto la relacioacuten de conflicto entre la economiacutea primaria exportadora y el desarrollo industrial

En este sentido Barbero expone de manera sinteacutetica el pensa-miento de esta visioacuten revisionista sobre la industrializacioacuten argen-tina con el siguiente paacuterrafo

ldquoconfiaban maacutes en el mercado que en el Estado como me-canismo de asignacioacuten de factores y subrayaban que el periacuteodo de mayor crecimiento de la economiacutea argentina habiacutea coincidido con el de menor intervencionismo es-tatal Proponiacutean una lectura gradualista del proceso de industrializacioacuten destacando que se habiacutea iniciado ya en las uacuteltimas deacutecadas del siglo XIX y rechazaban la visioacuten

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que consideraba la crisis de 1929 como un punto de in-flexioacutenrdquo (Barbero 2016 p 34)

Sin embargo tambieacuten dentro de esta perspectiva es posible identi-ficar algunos matices tal como lo plantea Barbero los trabajos pre-sentados por Corteacutes Conde y Schvarzer poseen dos interpretacio-nes diferentes

ldquoLa de Corteacutes Conde fuertemente criacutetica hacia el modelo de sustitucioacuten de importaciones y hacia el intervencionis-mo estatal reivindica el crecimiento industrial durante el periodo agro exportador en un marco de economiacutea abierta La de Schvarzer en cambio aun reconociendo la importancia de la expansioacuten de la industria desde fines del siglo XIX ofrece una visioacuten muy criacutetica acerca de los empresarios encontrando en su actitud especuladora una de las claves para la comprensioacuten de las dificultades con las que debioacute enfrentarse el proceso industrializador (Barbero 1998 p 141)

Sin el aacutenimo de realizar una exhaustiva siacutentesis de las dos perspectivas historiograacuteficas relativas al proceso de industrializa-cioacuten argentino este pequentildeo recorrido permite tener una nocioacuten bastante acabada de las principales afirmaciones y argumentos pre-sentados asiacute como la relevancia del estudio de los principales agen-tes econoacutemicos en dichos procesos

En el siguiente apartado analizaremos el rol de los principales agentes econoacutemico-sociales durante la etapa del periacuteodo de indus-trializacioacuten sustitutiva de importaciones en Argentina

Los agentes econoacutemicos en la Industrializacioacuten por Sustitucioacuten de Importaciones (ISI)La caacutetedra de Historia Econoacutemica y Social adscribe a la siguiente periodizacioacuten de la Industrializacioacuten por Sustitucioacuten de Importacio-nes (en adelante ISI) desde el antildeo 1930 hasta el antildeo 1976 Como hito de inicio se consideran las consecuencias que en nuestro paiacutes oca-sionoacute la crisis de la Bolsa de Wall Street en 1929 y como finalizacioacuten la toma del poder por parte de la dictadura militar en marzo de 1976 y la implementacioacuten de una serie de poliacuteticas de desincentivo a la industria nacional

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Dos preguntas deben guiar a nuestro entender la compren-sioacuten de este proceso histoacuterico

bull iquestQuieacutenes han sido el Estado en el periacuteodo de la ISI

bull iquestQuieacutenes fueron y queacute rol tuvo la elite local dominante en la definicioacuten de un estilo de desarrollo

Primera etapa de industrializacioacuten laquoespontaacutenearaquo (1930-1945)La Crisis del 29 implica para la Argentina una fuerte caiacuteda de sus exportaciones y el consiguiente efecto negativo en la balanza co-mercial Ello determinoacute una modificacioacuten en el rumbo econoacutemico que -por necesidad principalmente maacutes que por decisioacuten poliacutetica expliacutecita- se centroacute en hacer frente a la importante crisis mundial que afectaba al paiacutes a partir de la sustitucioacuten de importaciones

Desde el punto de vista poliacutetico y de los grupos dominantes el periacuteodo se inicia con un Golpe de Estado que permite la recupe-racioacuten del poder poliacutetico-econoacutemico a la elite oligaacuterquica que habiacutea gobernado hasta el antildeo 1916 y que

ldquoteniacutea como principales caracteriacutesticas una cultura fuer-temente rentiacutestica (sus principales ingresos proveniacutean de la renta de la tierra) una conducta en el poder antidemo-craacutetica basada en la marginacioacuten de gran parte de la ciu-dadaniacutea la corrupcioacuten y el fraude electoral y una visioacuten del mundo dependienterdquo (Rapoport 2007 p 4)

Estos gobiernos conservadores ponen en marcha un conjunto de medidas econoacutemicas basadas en la intervencioacuten del Estado en la economiacutea ndashauacuten en oposicioacuten a su pensamiento liberal- que sirvieron para atenuar los efectos de la crisis pero tambieacuten destinadas a ldquosal-vaguardar sus propios interesesrdquo vinculados al sector agropecuario (Korol y Saacutebato 1997 p 31) El poder se concentraba en manos de los grandes estancieros los cuales promovieron la apertura comercial limitando asiacute el desempentildeo industrial de reciente formacioacuten

Puede afirmarse que el Estado pasa de una concepcioacuten liberal u oligaacuterquica a otra con nuevas caracteriacutesticas en las que va per-diendo la hegemoniacutea del sector oligaacuterquico y en un contexto en que

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la sociedad civil sufre tambieacuten un conjunto de transformaciones y se da ldquoel advenimiento de nuevos actores el empresariado indus-trial y el proletariado urbanordquo (Iriarte sf p 3) Este nuevo Estado se denomina como Estado nacional-popular o social Estado de Bienes-tar Estado Social de Derecho o Estado Keynesiano Sus principales caracteriacutesticas pueden resumirse de la siguiente manera el Estado debe velar por el bienestar social y econoacutemico de sus miembros su intervencioacuten en teacuterminos econoacutemicos se sustenta en una poliacutetica fiscal progresiva y de mitigacioacuten del desempleo asiacute como la presta-cioacuten de manera directa de un conjunto de bienes y servicios puacutebli-cos es responsable por el establecimientos de mecanismos de pacto o acuerdo social

Claus Offe plantea una visioacuten completa del asunto al afirmar que

ldquohellipel Estado de Bienestar ha sido el resultado combinado de diversos factores [hellip] El reformismo socialdemoacutecrata el socialismo cristiano elites poliacuteticas y econoacutemicas con-servadoras ilustradas y grandes sindicatos industriales fueron las fuerzas maacutes importantes que abogaron en su favor y otorgaron esquemas maacutes y maacutes amplios de segu-ro obligatorio leyes sobre proteccioacuten del trabajo salario miacutenimo expansioacuten de servicios sanitarios y educativos y alojamientos estatalmente subvencionados asiacute como el reconocimiento de los sindicatos como representantes econoacutemicos y poliacuteticos legiacutetimos del trabajo (Offe 1990 p 42)

Para Iriarte

ldquoEl estado deja de concebirse como gendarme y exclusivo protector de los derechos individuales para convertirse en garante de los derechos sociales Surge la imperiosa necesidad poliacutetica de atender las demandas de los nue-vos sectores sociales constituidos en actores en la escena poliacutetica Es un modelo que se caracteriza por la interven-cioacuten por su accioacuten en forma de prestaciones sociales di-reccioacuten econoacutemica y distribucioacuten del producto nacionalrdquo (Iriarte sf p 3)

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Segunda etapa la industrializacioacuten durante el gobierno peronista (1946-1955)Esta etapa se caracteriza en teacuterminos generales por el impulso de poliacuteticas tendientes al desarrollo industrial (llevadas adelante por el gobierno de Peroacuten) Estas poliacuteticas se asentaron sobre la base del desarrollo de la demanda del mercado interno tal como expresa Vacarezza

ldquoAl cerrarse el ciclo industrializacioacuten - produccioacuten ndash co-mercializacioacuten ndash consumo se tendriacutea un mercado dentro del paiacutes y ya no habriacutea necesidad de buscar mercados ex-ternos Aunque ciertamente dadas las condiciones eco-noacutemicas del paiacutes el problema fundamental que en uacuteltima instancia llevoacute al peronismo a optar por el mercado inter-no fue la dificultad para aumentar los salarios reales que existioacute hasta 1946rdquo (Vacarezza 2012 p 45)

Dadas las poliacuteticas que se implementaron puede sostenerse que los actores econoacutemicos relevantes del periodo los constituyen el Esta-do los empresarios y trabajadores asalariados Es en este sentido que Fair (2009 521) afirma que ldquocon la llegada al poder del peronis-mo se establecioacute una fuerte alianza entre el Estado los empresarios industriales ligados al mercado-interno y los trabajadores sindicali-zados que muy a pesar de los sectores maacutes reaccionarios represen-tados por la Sociedad Rural Argentina (SRA) los nuacutecleos maacutes anti-peronistas de la Armada los intelectuales liberales y las clases altas y una parte considerable de las clases medias argentinas cerrariacutea definitivamente el ciclo del modelo de acumulacioacuten agroexportador iniciado en 1880rdquo

Por su parte Vaccarezza sostiene que el gobierno fue ldquode tipo corporativo movimientista se buscoacute representar a todos los secto-res socialesrdquo (Vaccarezza 2012p 46) y es en este sentido que surgen tambieacuten en este contexto movimientos que seraacuten actores relevantes del periodo tales como la Confederacioacuten General del Trabajo (CGT) conformada por las organizaciones de trabajadores a nivel nacional tuvo representacioacuten directa ante el Poder Ejecutivo y a traveacutes del partido Justicialista en el Congreso Nacional una nueva federacioacuten de empresarios ligados al gobierno denominada Confederacioacuten Ge-neral Econoacutemica (CGE) que reemplazaraacute a la tradicional Unioacuten In-dustrial y los militares la Iglesia Catoacutelica y algunas asociaciones

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profesionales y estudiantiles que dieron la necesaria amplitud a la base poliacutetica de Peroacuten

Se consolida durante este periacuteodo el Estado nacional-popular o social el que basoacute su legitimacioacuten a partir de dar respuestas con-cretas a las demandas populares nuevas alianzas y la efectiva am-pliacioacuten del reacutegimen poliacutetico a partir de la maacutes amplia participacioacuten

Desde el punto de vista econoacutemico este agente tuvo un pa-pel sumamente activo en la promocioacuten del crecimiento econoacutemico a partir de la conformacioacuten de empresas estatales (Fabricaciones Militares Direccioacuten Nacional de Industria del Estado y Sociedad Mixta Sideruacutergica Argentina entre otras) el establecimiento de ins-trumentos fiscales y de promocioacuten industrial la explotacioacuten de los servicios puacuteblicos y la generacioacuten de una clase obrera consumidora y un mercado interno fuerte a partir del aumento salarial y las me-joras en el nivel de vida entre otras

Tercera etapa la industrializacioacuten laquodesarrollistaraquo (1955-1976)Inicia este periacuteodo una baja pronunciada en el precio de los produc-tos agropecuarios -base de las exportaciones argentinas- que im-pactoacute en la disponibilidad de divisas para la compra de insumos y equipos para sostener la incipiente industria de bienes de consumo iniciada en la etapa anterior Ello puso de relieve la inexistencia de una industria de bienes de capital tambieacuten llamada industria pe-sada que seraacute impulsada durante el gobierno de Arturo Frondizi y con un fuerte ingreso de inversiones extranjeras

El Estado sigue siendo un actor fundamental para el logro del crecimiento industrial particularmente en las ramas petroliacuteferas metalurgia y siderurgia pero con ciertos rasgos diferenciados res-pecto al periacuteodo anterior y respecto a los gobiernos desarrollados entre 1966 y 1976

Asiacute tal como plantea Iriarte continuacutea la intervencioacuten del Es-tado pero con una variante del Estado nacional-popular o social el Estado desarrollista

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ldquoSe distingue de la estrategia nacional popular en cuestio-nes de eacutenfasis mientras la uacuteltima consideraba al estado en funcioacuten de la distribucioacuten y la autonomiacutea nacional la desarrollista lo hizo a favor del aumento de la inversioacuten y la integracioacuten a este proceso del capital extranjero Este modelo otorgaba un rol mayor al empresariado a la ra-cionalidad del sector puacuteblico y menor para los sindicatos y la movilizacioacuten popularrdquo (Iriarte sf p 4)

Las empresas multinacionales se posicionan durante este pe-riacuteodo como actores econoacutemicos relevantes generando una modifi-cacioacuten en el proceso de sustitucioacuten el cual

ldquoen su origen fundamentalmente nacional devino trans-nacional Las ETN capitalizaron el desarrollo del mercado interno y se apoderaron de las ramas y actividades maacutes dinaacutemicas de la industria La dependencia tecnoloacutegica se acentuoacute Las decisiones fundamentales para la continua-cioacuten del proceso de industrializacioacuten dejaron de estar en manos nacionales y pasaron a depender de decisiones externas altamente centralizadas tomadas en el aacutembito de las ETN (Furtado 1976 Sunkel 1996 en Guilleacuten 2008 p 498)

Hacia 1966 en tanto se produce un cambio relevante respec-to a los gobiernos de la deacutecada anterior aunque mantuvieron su poliacutetica de intervencioacuten en la actividad econoacutemica En este sentido Castellani sostiene

ldquola principal diferencia entre las diversas gestiones se centra en la eleccioacuten del socio capitalista que debiacutea pri-vilegiar el Estado mediante sus diversas intervenciones En efecto hacia fines de la deacutecada del sesenta se produjo un giro en la orientacioacuten de la intervencioacuten estatal en be-neficio del capital nacional Dicho cambio se sosteniacutea en la idea de que era fundamental construir una ldquoburgue-siacutea nacionalrdquo que pudiera liderar junto con el Estado el proceso de desarrollo econoacutemico y restringir el accionar del capital extranjero en la estructura econoacutemica hasta lograr que se relegue a una posicioacuten subordinada con res-pecto a las restantes fracciones del capital ya que la de-cisioacuten tomada hacia fines de los antildeos cincuenta de incor-porar firmas transnacionales para resolver los problemas propios de la estrategia sustitutiva habiacutea demostrado a las claras que lejos de resolverlos los terminaba agra-vandordquo (Castellani 2008 p 2)

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Se inicia una fase ndashcon profundizacioacuten en los 70- de Estado burocraacute-tico-autoritario basado tanto en la exclusioacuten poliacutetica como econoacute-mica y en la que los gobernantes proveniacutean de las fuerzas armadas o bien corporaciones industriales que sosteniacutean que los problemas al desarrollo argentino proveniacutean de la movilizacioacuten de masas que llegaba a desbordar al Estado Este modelo de Estado consideraba sus funciones econoacutemicas como subsidiarias por lo que debiacutea res-guardarse esta institucioacuten en tanto organizador social y econoacutemico (Iriarte sf)

Algunas reflexionesEl proceso de ensentildeanza de la Historia Econoacutemica y Social desde la transmisioacuten de los contenidos propios de este campo disciplinar a los estudiantes universitarios supone siempre una seleccioacuten den-tro del universo posible de saberes asiacute como un posicionamiento epistemoloacutegico que incide tanto en el recorte realizado como en el modo en que se presentan los conocimientos

A partir del contenido curricular la asignatura se organizoacute tratando de establecer una periodizacioacuten que tenga en cuenta los procesos socioeconoacutemicos de cambios maacutes profundos e intentando vincular los aspectos del mundo con el estudio del paiacutes o regioacuten de pertenencia En esta periodizacioacuten se expusieron tres etapas en el modelo de sustitucioacuten de importaciones es una construccioacuten que se hace apoyaacutendose en la realidad histoacuterica que deacute cuenta de los cambios temporales asiacute como las relaciones espaciales que se fueron produciendo tratando de evidenciar los agentes econoacutemicos maacutes significativos tales como Estado empresarios obreros pymes y em-presas transnacionales

Las Guiacuteas Didaacutecticas de Acompantildeamiento pretenden contri-buir a explicitar las actividades generadas entre docente-alumno docente-grupo alumno-alumno con el contenido disciplinar y los textos especiacuteficos de las diversas visiones historiograacuteficas en el contexto del aula universitario Se intenta que los alumnos lleven a cabo actividades de estudio autoacutenomo un aprendizaje intencio-nal racional y criacutetico es ademaacutes considerado como capacidad de accioacuten intelectual individual El docente en funcioacuten a su experien-cia del contenido va gestionando la elaboracioacuten de estrategias de procesamiento de los contenidos En tanto los alumnos tambieacuten en

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funcioacuten a sus conocimientos previos esquemas conceptuales y pro-cesamiento de la informacioacuten van construyendo sus aprendizajes

Orientadas a contenidos particulares de la Historia Econoacutemi-ca y Social ndashen este caso Modelo de Sustitucioacuten de Importaciones en la Argentina- se realiza una seleccioacuten de los contenidos y material didaacutectico dentro del contexto universitario vigente lo que contri-buye a la construccioacuten de un relato que resulta de gran significati-vidad al momento de abordar las dimensiones historiograacuteficas res-pecto al tema de modo tal que puedan ser sometidas a una criacutetica que permitaevaluar los argumentos que los propios autores sostie-nen las fuentes a las que recurren la metodologiacutea y las estrategias para presentar sus conclusiones

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Las organizaciones sociales en la Argentina contemporaacutenea

Aproximacioacuten desde el campo historiograacutefico y socio-poliacutetico

Celia Basconzuelo

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Las organizaciones sociales registran una expansioacuten significativa en Argentina particularmente en las uacuteltimas tres deacutecadas Conforman un vasto universo de caraacutecter asociativo complejo y heterogeacuteneo capaz de merecer la atencioacuten de los estudiosos sociales Participan en el espacio puacuteblico en el marco de la sociedad civil configuraacutendo-se como una tercera esfera que para algunos autores se halla sepa-rada del Estado y el mercado (Gonzaacutelez Bombal 1995) mientras que para otros deben contemplarse necesariamente las articulaciones entre ambas (Roitter 2004)

El universo organizativo es vastiacutesimo y presenta diverso gra-do de institucionalizacioacuten origen tamantildeo intereses y estrategias de intervencioacuten (De Piero 2005) Pueden mencionarse entre ellas asociaciones vecinales centros culturales fundaciones asociacio-nes profesionales organizaciones de desocupados asociaciones ci-viles clubes etceacutetera Se trata de organizaciones de adhesioacuten volun-taria autogobernadas con participacioacuten de asociados que asumen responsabilidades y comparten aspectos valorativos No obstante se diferencian profundamente en cuanto a las finalidades que persi-guen las loacutegicas de funcionamiento y las praacutecticas sociales (Roitter 2004) La mayoriacutea presenta un nivel de institucionalidad y de reco-nocimiento juriacutedico formal otras en cambio actuacutean desde un nivel de informalidad

Ese rasgo de la heterogeneidad fundamenta la opinioacuten acerca de la dificultad para recrear una historia comuacuten y por lo tanto una tradicioacuten uniacutevoca Probablemente esta caracteriacutestica explica por queacute la dimensioacuten histoacuterica ha sido menos revisitada por los espe-cialistas y en cambio los aportes predominantes revisten alcance socioloacutegico y organizacional-econoacutemico

La percepcioacuten acerca de la existencia de un tercer sector apa-rece en los Estados Unidos en los inicios del siglo XX Con el ascen-so de la ola conservadora encabezada por Ronald Reagan y el re-planteo del rol del Estado se evidencia una ldquobuacutesqueda de mayores grados de autonomiacutea por parte de diversos actores sociales tanto en la solucioacuten de algunos de sus problemas como de participacioacuten en lo puacuteblico por fuera del Estadordquo (Roitter 2004 p 23) En Ameacuterica latina la visibilidad social de estas organizaciones en el espacio puacute-blico se hace notoria precisamenteen el contexto de aplicacioacuten de las poliacuteticas neoliberales

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Sin embargo su desarrollo y participacioacuten en el espacio puacuteblico es un fenoacutemeno de larga data En Argentina pueden ubicarse ya enel periacuteodo colonial mediante entidades que nacen siendo cobijadas por la iglesia catoacutelica luego el siglo XIX y XX aportan las propias hasta nuestros diacuteas

En razoacuten de la vastiacutesima produccioacuten existente dentro del campo de las ciencias sociales el objetivo especiacutefico de este artiacuteculo focaliza en analizar aquellas contribuciones cuyo nuacutecleo de inda-gacioacuten es subrayar la dimensioacuten histoacuterica en las organizaciones so-ciales tanto en obras especiacuteficas del campo historiograacutefico como en otras provenientes de aportes socioloacutegicos o politoloacutegicos

No escapa a este trabajo las muacuteltiples categoriacuteas operacionales que se emplean para denominarlas tanto en sentido positivo (tercer sector1 organizaciones de la sociedad civil2 organizaciones comuni-tarias3 entidades intermedias ONGs organizaciones de promocioacuten y desarrollo organizaciones civiles) como negativo (organizaciones sin fines de lucro organizaciones no gubernamentales sector no lu-crativo etc) A ellas se suman definiciones que proceden de estudios acadeacutemicos como de organismos internacionales4

En razoacuten de esta vastedad y polisemia el concepto escogido en este artiacuteculo -organizaciones sociales- es geneacuterico y a traveacutes de eacutel se pretende subrayar un aspecto de base el caraacutecter asociativista de todaspues atraviesa el conjunto del mapa organizacional maacutes allaacute de las diferencias y contradicciones capacidad organizacional o estadio de su actuacioacuten colectiva

1 Esta denominacioacuten habriacutea comenzado a circular en el aacutembito acadeacutemico desde los antildeos setenta en Estados Unidos por investigadores abocados a estudiar las organizaciones no lucrativas desde una perspectiva econoacutemica aunque seraacute utilizado de un modo maacutes sistemaacutetico hacia mediados de los noventa (Roitter 2004 p 23) 2 El teacutermino fue acuntildeado por el BID y luego adoptado por el Banco Mun-dial 3 El teacutermino remite a las organizaciones de base Veacutease un estudio de caso en Ruiz 2007 4 Es el caso del Banco Mundial que identifica tres tipos de ONGs a) organi-zaciones de base comunitarias que sirven a poblaciones especiacuteficas en aacutereas acota-das y actuacutean como beneficiarias de proyectos y servicios b) organizaciones inter-mediarias (0 de apoyo) que tienen un nivel de alcance nacional y brindan servicios a otras organizaciones y c) las intermediarias internacionales que se localizan en los paiacuteses desarrollados y pueden asistir a las del Tercer Mundo (Filmus Arroyo y Esteacutebanez 1997 p 25)

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El trabajo se halla estructurado en tres apartados En el primero se recupera una de las dimensiones contributivas de todo anaacutelisis his-toacuterico el contrapunto entre cambio y continuidad presente en estu-dios sociales de amplio reconocimiento acadeacutemico El segundo pa-raacutegrafo desarrolla el eacutenfasis que algunos estudios sociales colocan en los periacuteodos o etapas histoacutericas y las interpretaciones que ellos alientan Al final el estudio propone una metodologiacutea de anaacutelisis de caraacutecter propositivo capaz de orientar futuros abordajes que com-prendan tanto a las organizaciones sociales como a las acciones co-lectivas que estas puedan encarar

Un clivaje teoacuterico interpretativo cambio-continuidadLa mirada de Andreacutes Thompson director de programas para Ameacute-rica Latina y el Caribe de la Fundacioacuten W Kellogg (EEUU) y especia-lista en estudios sociales representa un aporte claacutesico en el campo de estudio

Se trata de una obra colectiva pionera que expresa una pre-ocupacioacuten por analizar las organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucrocomo un sector institucional diferenciado tanto del sector puacuteblico estatal y como del privado comercial (Thompson 1995 p 20)

El anclaje en la geacutenesis histoacuterica y la apelacioacuten a la categoriacutea de ldquoetapasrdquo le permite al autor validar el plano ideoloacutegico interpretado a su vez desde una lectura socioloacutegica que remite a los conceptos ldquopuacuteblicordquo y ldquoprivadordquo Asiacute en el capiacutetulo dedicado a los oriacutegenes his-toacutericos identifica los diferentes ldquoimpulsos ideoloacutegicosrdquo que dan lugar al nacimiento de ONGs y a las entidades no lucrativas En tal senti-do indica tres grandes etapas en el transcurso de las cuales refiere el rol del Estado y de la sociedad civil sentildealando las continuidades y los cambios operados en su transcursoEs decir el recurso de las ldquoetapasrdquo resulta operacional a fin de indicar el contraste de modelos

En efecto destaca la prevalencia de un ldquomodelo fundacionalrdquo anclado en la beneficencia que ocupa la primera parte del siglo XIX y donde juegan un rol importante la jerarquiacutea eclesiaacutestica asiacute como distintas congregaciones Es por ello que estas primeras asociacio-nes voluntarias como dice Thompson ldquomezclaron lo puacuteblico como

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privado lo confesional con lo civil y la provisioacuten de servicios con la explotacioacuten y el control socialrdquo (Thompson 1995 p 23)5

Un segundo modelo de filantropiacutea avanza hacia mediados del siglo XIX cuando la caridad deja de anclar exclusivamente en una vertiente cristiana para tornarse laica y privada desencadenando un proceso de secularizacioacuten que favorecioacute acciones organizativas impulsadas desde la sociedad civil Durante ese lapso tres actores son centrales Por un lado el Estado que interviene pero sin ejer-cer un control directo pues se apega al modelo liberal europeo La Sociedad de Beneficencia se convierte en la entidad emblemaacutetica Hacia fines de siglo la accioacuten estatal a nivel municipal se manifiesta a traveacutes de lo que se denomina el higienismo Por otro lado actuacutea el catolicismo social mediante el resurgimiento de entidades de accioacuten social En tercer lugar las entidades traiacutedas por los inmigrantes y dedicadas a los seguros sociales y laborales

El advenimiento del populismo a mediados de los antildeos 1940 incorpora un nuevo modelo cuando se modifica el discurso de la ayuda social de la beneficencia a la justicia social y la satisfaccioacuten de nuevos derechos

Asiacute es como pueden reconocer distintos modelos uno centra-do en acciones asistenciales y de beneficencia otro en los derechos sociales y uno maacutes contemporaacuteneo basado en principios relaciona-dos con la solidaridad la autogestioacuten de problemas comunes y la iniciativa de los interesados

Un recurso metodoloacutegico las etapas Uno de los trabajos claacutesicos sobre las iniciativas asociativas en Ar-gentina es la obra colectiva coordinada por Elba Luna y EacutelidaCecco-ni (2002) El texto integrado por cuatro extensos capiacutetulos autoriacutea de Roberto Di Steacutefano Hilda Saacutebato Luis Alberto Romero y Joseacute Luis Moreno puede interpretarse en clave histoacuterica por un lado ya que la viacutea de entrada para el anaacutelisis de las organizaciones es la periodizacioacuten histoacuterica desde la etapa colonial hasta los antildeos 90 del siglo XX distinguiendo la etapa de la Colonia independencia

5 Este periacuteodo histoacuterico donde la caridad orientoacute poliacuteticas sociales ha sido trabajado por algunos historiadores en etapas histoacutericas especiacuteficas Veacutease More-no 2000

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formacioacuten del Estado momento corporativo y caiacuteda del Estado de Bienestar Por otro lado se apela a una metodologiacutea donde se acentuacutea en el anaacutelisis la relacioacuten entre el Estado y la sociedad civil

Asiacute se establece que los oriacutegenes del movimiento asociativo en Argentina pueden remontarse a las cofradiacuteas coloniales in-fluidas por la iglesia catoacutelica junto con otras entidades tales como los clubes del ocio las primeras organizaciones de africanos y las sociedades de beneficencia del interior Una segunda etapa histoacute-rica se registra a partir de 1860 y se extiende hasta 1920 en cuyo transcurso se puso de manifiesto un fervor asociativo como resul-tado del impacto inmigratorio La tercera etapa se extiende hasta 1976 y se halla caracterizada por la madurez de la sociedad civil en cuyo transcurso se despliegan organizaciones de base asociaciones mutuales sindicales profesionales cooperativas y corporaciones empresarias asiacute como tambieacuten se advierte el avance del Estado so-bre la sociedad refirieacutendose en este caso al periacuteodo del peronismo histoacuterico

La uacuteltima etapa atraviesa la dictadura el renacer democraacutetico donde se manifiesta el resurgimiento del asociacionismo asiacute como la ampliacioacuten de derechos prolongaacutendose hasta los antildeos 1990 Una particularidad del texto es el abordaje del tema maacutes allaacute de la pro-vincia de Buenos Aires nutrieacutendose de una actualizacioacuten de inves-tigaciones y resentildeas bibliograacuteficas que permite reconocer el tema en los distintos espacios provinciales Las dimensiones de anaacutelisis privilegiadas en cada etapa son el momento histoacuterico el tipo de or-ganizacioacuten creada y las acciones emprendidas

Lo histoacuterico en enfoques socioloacutegicos y politoloacutegicosEn ambos campos los paradigmas teoacutericos empleados para estudiar las OSC son diversos Desde las liacuteneas que optan por una definicioacuten estructural operacional y aluden a un ldquotercer sectorrdquo con capacidad para distribuir excedentes y hallarse separado del aacutembito guberna-mental ademaacutes de ser independiente de libre afiliacioacuten y sostener valores filantroacutepicos (Salamon 1999) de configurar un ldquoespacio puacute-blico no estatalrdquo productor de servicios y de bienes puacuteblicos (Bres-ser-Pereira y Cunill Grau 1998)6 a otros que destacan la necesaria

6 La expresioacuten refiere al sector no gubernamental o tercer sector un espa-cio de la democracia participativa o directa en los asuntos puacuteblicos y comprende

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aproximacioacuten a la esfera poliacutetica y econoacutemica ademaacutes de la social y cultural para entender la complejidad del sector (Roitter 2004)

Los innumerables estudios de caso contemplan en lo particu-lar el perfil de las organizaciones sociales el nuevo rol que desem-pentildean a partir de las transformaciones que se han producido en la vinculacioacuten entre el Estado y sociedad civil en la deacutecada de los no-venta (Filmus Arroyo Esteacutebanez 1997) o bien optan por destacar las posibles articulaciones con el Estado en sus distintos niveles de actuacioacuten (Garciacutea Delgado y De Piero 2002) Las dimensiones del sector no lucrativo recogen estudios de caso comparativos que abar-can toda Europa otros paiacuteses desarrollados y Latinoameacuterica (Sala-mon et al 1999)

Otros estudios de caso procuran destacar que la trayectoria histoacuterica de las organizaciones comunitarias resulta clave al mo-mento de evaluar el grado de consolidacioacuten Entonces el cuadro de su impacto en el espacio puacuteblico y la propia evolucioacuten depende de la historicidad alcanzada En palabras de la socioacuteloga Violeta Ruiz

() las organizaciones sin historia se manifiestan deacutebiles en su capacidad de demanda e interpretacioacuten de las ne-cesidades de las poblaciones a las que representan tienen muy baja capacidad de movilizacioacuten y carecen de medios para constituir asociaciones relevantes desarrollan pro-cesos y solidaridad mecaacutenica que les impide trascender los viacutenculos basados en lo semejante tienen ademaacutes poca capacidad para reconocer la potencialidad de establecer mecanismos democraacuteticos de funcionamiento En cam-bio aquellas organizaciones que recogen experiencias es-tructuradas y por lo tanto cuenta con una acumulacioacuten suficiente de capital simboacutelico y social que les permiten pasar del nivel micro al macro incluyendo capacidad de planificacioacuten y gestioacuten de mediano y largo plazo entre lo puacuteblico y lo comunitario inclusive el grado de autonomiacutea mostrariacutea una gran complejidad para mantener contac-tos e inclusive participar de gestiones asociadas desde lo local (Ruiz 2007 p 131)

Las organizaciones sociales estudiadas en clave histoacuterica re-miten a otra de las coordenadas el territorio Se reconstruye su his-toria a partir de las nuevas vertientes que entienden el lugar como espacio de vida y espacio vivido poniendo de relieve la participa-

aquellas organizaciones o formas de control puacuteblicas volcadas al intereacutes general

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cioacuten de dichas entidades en las poliacuteticas puacuteblicas desde y en sus te-rritorios (Jungemann 2008)

Los ldquoprocesos histoacutericosrdquo son una categoriacutea referida por estu-dios socioloacutegicos para advertir tal como lo afirman Garciacutea Delgado y De Piero las interacciones

() la consideracioacuten de los procesos histoacutericos aporta una mejor comprensioacuten de las organizaciones en la medida en que nos permite escapar de visiones reduccionistas res-pecto de la realidad social y acceder a las diversas inte-racciones sociales que se producen entre todos los agentes e instituciones (Garciacutea Delgado y De Piero 2002 p 12)

Ambos autores identifican modelos de acumulacioacuten (agroex-portador 1880-1930 etapa de sustitucioacuten de importaciones con par-ticipacioacuten ampliada 1940-1975 neoliberal excluyente 1976) y en el contexto de cada uno ubican formas organizacionales formales e informales

La periodizacioacuten histoacuterica se transforma en un recurso no solo para establecer una siacutentesis cronoloacutegica y sentildealar las caracte-riacutesticas sino tambieacuten para establecer una tipologiacutea de dichas orga-nizaciones y asociarlas al grado de desarrollo de las esferas puacuteblica y privada (Campetella y Gonzaacutelez Bombal 2000 p 23)

En el mismo sentido la matriz histoacuterica explicariacutea algunos ti-pos especiales de OSC particularmente aquellas que resultaron de los procesos aluviales (asociaciones de colectividades mutuales) asiacute como de modificaciones y ampliaciones del espacio urbano hacia la periferia (sociedades de fomento) y de las alternativas histoacutericas ofrecidas por el mundo del trabajo (sindicatos) (Gonzaacutelez Bombal 1995)

La periodizacioacuten histoacuterica contribuye para que se reconozcan ldquomodelos de organizacioacuten socialrdquo en relacioacuten con los cuales puede reconstruirse la conformacioacuten de esas entidades organizativas ca-racterizadas por una metamorfosis permanente (De Piero 2005)

Por otra parte los periacuteodos pueden contribuir a interpretar las orientaciones generales que asumioacute la sociedad civil y el Estado una clave que favorece explicar la geacutenesis reaparicioacuten o permanen-cia de las organizaciones sociales Periacuteodos donde la sociedad civil

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se muestra con escaso poder y autonomiacutease argumenta como uno de los paradigmas que explica la centralidad del Estado en materia de encauzar lo puacuteblico a traveacutes de organizaciones (Gonzaacutelez Bombal 1995) El pasado mostrariacutea precisamente ldquola carencia de una distin-cioacuten entre lo social y lo estatal una colonizacioacuten por el Estado junto con una extrema labilidad de la esfera de lo privado un intenso sen-tido colectivo que asumioacute a veces la forma corporativa [] y la falta de una autonomiacutea del mercadordquo (Gonzaacutelez Bombal 1995 pp 68-69)

Este aspecto que sobresale al considerar los marcos histoacutericos pondriacutea de manifiesto una particularidad de la adopcioacuten del libera-lismo en la Argentina ya que el Estado no habriacutea desarrollado un rol restringido sino por el contrario fuertemente presente por mo-mentos en aacutembitos de la sociedad civil asiacute como tampoco habriacutean sido demasiado fuertes los lazos econoacutemicos

La mirada histoacuterica se emplea para resaltar la centralidad de la poliacutetica en la constitucioacuten de los actores sociales y la debilidad de la idea de individuo Se busca asiacute explicar el modo en que la so-ciedad se organizoacute para vincularse con el Estado del mismo modo los rasgos que eacuteste asumioacute y asimismo el modo de ejercer las de-mandas sociales La coyuntura histoacuterica conocida como ldquohistoria recienterdquo es apelada para mostrar momentos claves en que habriacutea comenzado a invertirse aquel paradigma de subordinacioacuten de la so-ciedad por otro que expresariacutea una manera maacutes o menos autoacutenoma de afirmacioacuten Se sentildealan asiacute antildeos como el de 1983 referenciados como puntos de inflexioacuten en la tendencia histoacuterica y a la vez punto de partida de procesos que trajeron como innovacioacuten cambios en orden a los procedimientos de relacioacuten entre el mundo asociativo y el Estado La dimensioacuten histoacuterica se ocupa tambieacuten de analizar las ideas prevalecientes en torno de la participacioacuten y la representa-cioacuten poliacutetica y las tensiones histoacutericas que atravesaron esas defini-ciones (Gonzaacutelez Bombal 1995 p 09)

A modo de conclusioacuten Desde un punto de vista cualitativo el recorrido de algunas pro-ducciones emblemaacuteticas sobre las organizaciones sociales permite advertir la importancia de la perspectiva histoacuterica para su estudio

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La autonomiacutea frente al Estado y el mercado si puede discutirse seguacuten las posturas consultadas queda claro que de acuerdo con el anaacutelisis histoacuterico hubo interacciones momentos de mayor conduccioacuten por parte estatal otros que fueron de despegue para las organizaciones Hubo momentos en que lo puacuteblico sobrepasoacute lo privado el Estado influyoacute sobre la sociedad civil y por ende sobre las organizaciones sociales En otros el Estado fue cediendo su participacioacuten y control mientras la sociedad civil a traveacutes de organizaciones de libre acce-so y permanencia acentuoacute su participacioacuten propositiva Un tejido asociativo cada vez maacutes denso fue consolidaacutendose por siacute mismo y no solo porque el Estado se desplazaba de aacutereas otrora controladas

No constituye un hecho menor que frente a las caracteriacutesti-cas del reacutegimen poliacutetico imperante a lo largo del siglo XIX marcado fundamentalmente por el conflicto y en el siglo XX por las reitera-das y ciacuteclicas crisis de la democracia lo colectivo haya encontrado canales institucionales para ejercitar derechos y expresar reivindi-caciones en la dimensioacuten puacuteblica

Desde un punto de vista metodoloacutegico cabe preguntarse iquestde queacute clivajes se ha nutrido esa estimacioacuten del pasado que se halla presente en varios abordajes algunos de los cuales se han resentildeado en este artiacuteculo El anclaje en la geacutenesis histoacuterica permite validar rupturas y continuidades el diaacutelogo entre los puacuteblico y lo privado La dimensioacuten histoacuterica es preguntarse por el ldquocontextordquo la socioloacute-gica es referir a partir de ese contexto los ldquomodelosrdquo

Finalmente como historiadores y estudiosos de las organi-zaciones sociales iquestqueacute aspectos novedosos podriacuteamos considerar para el abordaje de las mismas desde el campo de la historia social En primer lugar abordar el tema desde esta confluencia de saberes cientiacuteficos supone un acercamiento teoacuterico y metodoloacutegico concre-to entre la historia y la teoriacutea social Esto es poner de relieve una vez maacutes las potencialidades del abordaje interdisciplinar para un tema que en su propia dinaacutemica amerita la confluencia de miradas y por queacute no seguir alentando como lo proponiacutea Peter Burke (2005) un giro teoacuterico de los historiadores sociales y la posibilidad de en-contrar nuevas formas de combinar la historia y la teoriacutea social En ese sentido mediante un enfoque propio de la ciencia histoacuterica po-driacutean abordarse las organizaciones sociales teniendo en cuenta los dos ejes explicativos del conocimiento histoacuterico tiempo y espacio

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que dariacutean contenido a un modelo explicativo centrado en las tradi-ciones y a traveacutes de ellas captar cambios y continuidades

Para ello los estudios sobre las organizacioacutenes sociales po-driacutean trazar en su agenda de investigacioacuten los siguientes vectores capaces de conducir hacia una cartografiacutea socio histoacuterica que sobre la base de la investigacioacuten empiacuterica tienda a concentrarse en la di-mensioacuten organizacional o bien en el problema de la accioacuten En el primer caso podriacutean ponderarse como unidades de anaacutelisis

a Una periodizacioacuten de las organizacioacutenes sociales que deacute cuenta de su existencia institucional en el lugar mi-croterritorial y de su trayectoria Debe tratarse de orga-nizaciones estructuradas con cierto grado de formalidad de independencia respecto del Estado y de permanencia en el tiempo de manera que puedan ser ubicarlas en una liacutenea de tiempo igual o mayor a una deacutecada

b Una referencia al vector poliacutetico contextual de anaacutelisis particularmente la dimensioacuten del tipo de proyecto poliacuteti-co subyacente en dicha periodizacioacuten (democraacutetico semi democraacutetico autoritario) en las escalas micro y macro te-rritorial y la dinaacutemica tanto de participacioacuten ciudadana que dicho reacutegimen alentoacute (modalidad electoral y no elec-toral) como de la representacioacuten (poliacutetica y social)

c Una referencia al vector social de anaacutelisis que deacute cuenta del actor movilizado y su pertenencia al sector o clase so-cial que lo identifica asiacute como del patroacuten de articulacioacuten con otras organizacioacutenes en la escala micro y macro te-rritorial que permita dar cuenta tanto de la propia asocia-tividad como de la densidad de la red asociativa

d Un listado de los repertorios de accioacuten desarrollados du-rante el periacuteodo dando cuenta de posibles articulaciones urbano-rurales de dichas acciones

El aporte que permitiriacutea anticipar este trabajo es de sentido prospectivo Nos interesa avanzar en la construccioacuten de nuevos en-foques desde la esfera acadeacutemica donde la propuesta interdiscipli-nar permita avanzar en abordajes complementarios y no solamen-te centrados en la organizacioacuten y su dinaacutemica sino tambieacuten en el contexto que hizo posible su nacimiento desarrollo y repertorio de

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accioacuten Tan importante como comprender el plano organizacional e identitario lo es tambieacuten rescatar las posibilidades analiacuteticas de la idea de tradiciones para una mejor comprensioacuten de los cambios y continuidades de ese actor social contemporaacuteneo sobre todo cuan-do esas tradiciones atraviesan lo puacuteblico Esta articulacioacuten teoacuterica parece estar ausente en muchos estudios abocados al tercer sector Entonces la loacutegica de la historicidad vendriacutea a explicar probable-mente tambieacuten la redireccionalidad de las opciones en el repertorio la eleccioacuten de estrategias de articulacioacuten La propia loacutegica organiza-cional o las definiciones identitarias no lo explicariacutean todo Pero en todo caso es una hipoacutetesis a comprobar lo cual demanda estudios de casoos y mayor nuacutemero de trabajos empiacutericos

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La historia local entre la indiferencia el disentildeo

global y la significatividad de lo diferente

Mariacutea Rosa Carbonari

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La historia ha formado parte de un relato que ha buscado legitimar las acciones de los grupos hegemoacutenicos que en distintos periacuteodos que construyeron el poder poliacutetico pero tambieacuten para escarbar foacuter-mulas pasadas soterradas que se presentan como alternativas en la disputa por el dominio del presente y se exhiben como un desafiacuteo para construir futuros diferentes al que en esa instancia ejerce el dominio

Se propone aquiacute exponer brevemente un recorrido histo-riograacutefico que parte de la preocupacioacuten de construir un discurso homogeneizador en la civilizacioacuten occidental haciendo posterior-mente referencia al XIX creando una identidad ficticia territorial para inventar la nacioacuten marginando y simplificando los diferentes espacios que ese Estado constituiacutea Posteriormente se hace referen-cia a la incorporacioacuten de mediados del siglo XX de la Historia a la ra-zoacuten cientiacutefica que permitiera comprender los procesos macros pos-tulando modelos explicativos en los que las regiones y localidades se constituiacutea en estudios que posibilitaran confirmar premisas teoacute-ricas de postulados aprioriacutesticos Finalmente se hace referencia a la crisis del paradigma explicativo y su repercusioacuten en la macro-histo-ria y los macro-relatos lo que contribuyoacute a postular historias maacutes territorializadas es decir maacutes espaciales Al final se hace referencia a lo local y regional registro de una experiencia de coacutemo se ha veni-do trabajando dentro de este preocupacioacuten de una historia regional que posibilite complejizar y complementar la historia nacional

El control por el conocimiento del pasado contribuye tanto para legitimar las acciones de los grupos hegemoacutenicos como para escarbar foacutermulas pasadas soterradas que se presentan como alter-nativas en la disputa por el dominio del presente y se exhiben como un desafiacuteo para construir futuros diferentes al que en esa instan-cia ejerce el dominio En el ejercicio de preguntar iquestpara queacute sirve la historia y iquestcuaacutel es su funcioacuten se pretende encontrar sentido a la praacutectica profesional que se ejerce en un espacio determinado y su lugar en el macro-relato

Por ello si bien como sostiene Fontana la historia ha tenido siempre una funcioacuten social generalmente la de legitimar el orden establecido (Fontana 1982 p 15) tambieacuten la historia fue adquirien-do la funcioacuten de desenmascarar esas posturas legitimantes

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En el caso de la Historia se remonta a su matriz fundacional Surgida como relato desde la antiguumledad y soporte ideoloacutegico en los fundamentos del mundo moderno quedariacutea marginalizada como conocimiento cientiacutefico aunque acompantildeaba con un postulado identitario colonizador la legitimacioacuten de la Modernidad Con ello tambieacuten se afianzoacute una Historia en territorios que constituyeron los Estados decimonoacutenicos haciendo un relato ficticio a una unidad espacial inventada que se sustentaba en un vaiveacuten entre el roman-ticismo el historicismo y el positivismo de la eacutepoca es decir entre postulados romaacutenticos y fundamentos cientiacuteficos

Asimismo desde mediados del siglo XX el avance cientiacutefico teacutecnico y los argumentos que postulan intervenciones y planifica-ciones del futuro abandonaron el anclaje con el pasado o lo mini-mizaron puesto que la perspectiva estaba sustentada en el cambio de paradigma y no en la continuidad de la tradicioacuten de narraciones historizantes Asiacute para los postulados cientiacuteficos del siglo XX la historia se transformoacute un meacutetodo de abordaje propuesto en los ma-nuales de Metodologiacutea de las Ciencias Sociales y los historiadores se preocuparon en construir modelos macroprocesuales en donde incluir la narrativa del tiempo corto a decir de Braudel (1958)

Para entones reducida asiacute al bauacutel de antiguallas reserva para legitimacioacuten de alguacuten que otro informe de diagnoacutestico o una introduccioacuten a las grandes problemaacuteticas del presente las regiones quedaron al margen de la explicacioacuten histoacuterica o formando parte de casos a confirmar seguacuten modelo explicativo

Colonizacioacuten y orden del discurso homogeneizadorEl discurso histoacuterico surgioacute a la par de la construccioacuten de una expli-cacioacuten que pretendioacute dar orden sentido de pertenencia e identidad a la sociedad de la que formaba parte Los escritos histoacutericos de an-tiguos (griegos romanos y cristianos) modernos presentaron un re-lato unitario homogeacuteneo y abarcador si bien surgiacutean de un espacio determinado que iba expandiendo sus fronteras A medida que se expandiacutea el dominio sobre el espacio que se ldquocolonizabardquo la historia se universalizaba en los paraacutemetros del colonizador Ese recorrido tambieacuten fue acompantildeado de momentos de crisis de legitimacioacuten y recambios historiograacuteficos Eran crisis de transicioacuten en que se pos-tulaban las criacuteticas de las foacutermulas anteriores de entender el mun-

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do proponiendo renovaciones y ldquorenacimientosrdquo desacralizando lo viejo y reinventando una nueva formula histoacuterica Asiacute criticando el mundo miacutetico surgiacutea la Historia como averiguacioacuten de la verdad a partir de testimonios oculares humanos -no de los dioses- y se comenzaba a indagar sobre las acciones de los hombres Eran los hombres de gobierno que construiacutean imperios y que se legitimaban frente al mundo baacuterbaro inventando un proceso identitario con un antepasado comuacuten De alliacute la Historia a la que accediacutean un peque-ntildeo extracto social se compactoacute como ldquomadre y maestra de la vidardquo para servir al buen gobernante La crisis de los imperios llevariacutea a una nueva deslegitimacioacuten dando surgimiento a una historia cris-tiana que se consolidaba en negacioacuten y rechazo de los ldquopaganosrdquo e ldquoinfielesrdquo que no abrazaban el dogma catoacutelico y los fundamentos de la moral cristiana La modernidad se armoacute como reaccioacuten a la espe-culacioacuten metafiacutesica y al dogmatismo La ciencia quedoacute al servicio de los Estados Modernos y la Historia se construyoacute en funcioacuten de dar identidad nacional y de crear los soportes para el buen ciudadano aunque lejos de fundamentos de objetividad y neutralidad que so-licitaba la ciencia (Carbonari 2008 Cardoso 2005 Fontana 2001)

La ciencia sin embargo rescatoacute las preocupaciones de He-roacutedoto por el relato verdadero y de Tuciacutedides por la buacutesqueda de las verdades permanentes Y con ellos se habiacutean inaugurado ldquodos formas de hacer historia historia narrativa versus historia expli-cativardquo (Saacutenchez Marcos 1993 p 36) A ello se sumoacute el pragmatismo romano en que la historia es el campo de ldquoadiestramiento de la poliacute-ticardquose constituyoacute en el legado que asumieron los Estados Modernos en la formacioacuten del ciudadano

La crisis del Imperio Romano el traacutensito de la unidad romana a una pluralidad medieval implicoacute para la Europa Occidental una nueva visioacuten de mundo que postulaba una temporalidad trascen-dente fundamento de la teologiacutea dando lugar a la filosofiacutea de la his-toriaque coloca a los hombres como sostiene Bloch entre ldquola Caiacuteda y el Juicio Finalrdquo (Bloch [1949]1978 p 9)

De esta manera la buacutesqueda de la verdad el pragmatismo ideoloacutegico y el sentido teoloacutegico fueron las marcas significativas de la antiguumledad y el medioevo La modernidad en buacutesqueda de reim-primir la visioacuten humana rechazoacute la explicacioacuten aprioriacutestica y desde el siglo XVI en la Europa Occidental los humanistas convocaron el pasado para criticar su presente El siglo XVIII implicoacute la construc-

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cioacuten de una nueva razoacuten unitaria en Occidente sobre todo el mun-do conocido e involucroacute un nuevo reordenamiento del saber que se colonizoacute al mundo como el conocimiento universal En la mirada hacia el futuro en la buacutesqueda del progreso el pasado dejoacute de tener relevancia explicativa dado que se debiacutean legitimar los cambios

En el siglo XIX el surgimiento de nuevas aacutereas de conocimien-to de lo social disputariacutea con la historia la explicacioacuten de la realidad social De esta manera la Sociologiacutea la Antropologiacutea las Ciencias Poliacuteticas y la Economiacutea expusieron las leyes que regiacutean a la socie-dad Teoriacuteas evolucionistas y positivistas impregnaban el enten-dimiento histoacuterico y reconstruiacutean la temporalidad en funcioacuten del progreso La historia para algunos teoacutericos y cientiacuteficos no entrariacutea en el estatus cientiacutefico de las Ciencias Sociales Mientras que otros la situariacutean en la Ciencia de lo Particular Mas allaacute de las disputas por la cientificidad el fundamento colonizador y de dominio acompantildeoacute a la intelectualidad que nucleaban en las academias del Estado (Car-doso 1982)

El siglo XIX la legitimacioacuten de los Estados Modernos la construccioacuten de la identidad nacional Asiacute en el siglo XIX la construccioacuten de la Historia en la pretensioacuten de conocimiento cientiacutefico junto a la legitimidad de los Estados Mo-dernos cabalgariacutea entre una preocupacioacuten de buacutesqueda de la ver-dad la ldquoinvencioacuten de la nacioacutenrdquo de cada uno de los Estados la legiti-midad cientiacutefica y la narracioacuten de los hechos singulares del pasado La resolucioacuten estariacutea dada en el marco del Historicismo corriente que daba fundamento de las construcciones histoacutericas de los Esta-dos

En Argentina como en otros estados nacionales a la Historia se le asignoacute la funcioacuten de formar la identidad nacional y europei-zante Asiacute de construyoacute una historia homogeacutenea unitaria en los caacutenones occidentales Esos acontecimientos que definiacutean la poliacute-tica nacional producidos por quienes lograron dominar el territo-rio constituido en la nacioacuten se transformaban en el conocimiento legiacutetimo fortalecido por ser la historia oficial que colonizaba a los ciudadanos desde la escuela primera continuando en la formacioacuten secundaria Ello constituiacutea la formacioacuten la una identidad unitaria

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patriarcal y monocultural englobadora y simplificadora de las dife-rencias regionales y sociales

En ese proceso de ldquoinventarrdquo la nacioacuten los espacios del inte-rior quedaban vaciacuteos de historias para contar Aunque tuvieran un pasado no se articulaba con la pretensioacuten de nacionalidad homo-geacutenea que el Estado buscaba consolidar Las diferencias interiores y sus historias como las lenguas indiacutegenas fueron prohibidas y las regiones y el folklore quedaban como reductos anticuarios frente a la historia patria Las culturas diferentes del interior fueron sepul-tadas negadas como expresioacuten para incorporar los valores de urba-nidad y civilizacioacuten occidental que acompantildeaba al modelo nacional con una historia poliacutetica civilizada de los acontecimientos relevan-tes en la construccioacuten del Estado Nacioacuten dando origen a la visioacuten portentildeo-ceacutentrica

Asiacute en la cultura escolar y acadeacutemica de la Historia se fue ge-nerando una empatiacutea por lo nacional poliacutetico-urbano en Argenti-na inculcando valores de identificacioacuten positiva con lo distante y anhelante de conocer empiacutericamente el mundo civilizado Eran los fundamentos de la colonizacioacuten liberal

Ese conocimiento poliacutetico-urbano de la historia nacional el reproducido en los manuales y por la Coleccioacuten de la Academia Na-cional de la Historia cargado de datos lejanos al cotidiano de los es-pacios regionales que se habita fue acompantildeado con cierta desvalo-rizacioacuten extrantildeeza y desconocimiento por los espacios del interior por los propios espacios que muchos habitan

El desconocimiento fue acompantildeado por el desintereacutes pues la sensacioacuten de extrantildeeza sobre el entorno lleva tambieacuten una pers-pectiva negativa e indiferente del propio lugar que desde el centro poliacutetico-urbano se lo presenta como ldquoatrasadordquo tradicional con au-sencias y carencias incitando al cambio y al abandono de las pautas culturales entendidas como no civilizadas

Mientras maacutes los habitantes se incorporaran al sistema edu-cativo y se les inculcaran el haacutebitus del conocimiento autorizado desde el Consejo Nacional de Educacioacuten y la Academia Nacional de la Historia maacutes se distanciaban de las historias de sus entornos comenzando a ignorar las historias de los lugares por no ser un co-nocimiento relevante o como rezaba una de las definiciones de la

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historia aprehendida no eran hechos ldquosignificativos para la historia nacionalrdquo (Carbonari 2010) Solo los anticuarios y los ldquoparroquia-nosrdquo los nostaacutelgicos quedaban como vigiacutea de una historia minuacutes-cula en relacioacuten con la historia de la ldquomadre patriardquo deslegitimada desde la historia oficial y cargadas de subjetividad Por cierto no cientiacutefica dado que no registraba ni ldquoacontecimientos relevantesrdquo ni podiacutea establecer leyes ni estaba en manos de profesionales

Siglo XX historia y razoacuten cientiacutefica entender los procesos macrosLa crisis de paradigma positivista e historicista que acompantildeoacute a es-tos modelos implicoacute avances por una historia cientiacutefica Y asiacute lo en-tendiacutea Bloch cuando sostuvo vieja bajo la forma embrionaria del relato [sin embargo] muy joven como empresa razonada de anaacuteli-sisrdquo (Bloch 1978 p 16) Es una perspectiva que abandonaba los con-tornos poliacuteticos y urbanos para dar cuenta de los procesos macro econoacutemico-sociales La corriente de Annales articulada al funcio-nal- estructuralismo y los enfoques marxistas llevaron a situar la poliacutetica en el tiempo corto y a postular por el estudio de los sistemas globales tanto para entender la sociedad desde una perspectiva es-tructuralista es decir en la ldquolarga duracioacutenrdquo como para comprender las leyes de la sociedad en sus distintos modos de produccioacuten Los historiadores buscaron comprender y hacer comprender la macro economiacutea y poliacutetica en el tiempo

El paradigma cientiacutefico a partir de la construccioacuten de modelos abstractos de explicacioacuten orientariacutea las investigaciones y Ameacuterica Latina se incorporaba a esos debates Al decir de Wallestein (2001) la teoriacutea de la modernizacioacuten que acompantildeoacute al optimismo cientiacutefico de mediados del siglo XX se fundaba en que existiacutea un camino mo-dernizante comuacuten para todas las nacionespueblosaacutereas aunque estas se encontraran en etapas diferentes de ese camino En teacutermi-nos de poliacuteticas de Estado ello se traduciacutea en una preocupacioacuten a escala mundial por el ldquodesarrollordquo Vocablo definido como proceso por el cual un paiacutes avanzaba por el camino universal de la moder-nizacioacuten Desde el punto de vista organizacional la preocupacioacuten por la modernizacioacuten desarrollo tendioacute a agrupar a las muacuteltiples ciencias sociales en proyectos comunes (Wallerstein 2001 p 45) El crecimiento econoacutemico necesario para la expansioacuten del capitalismo

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y la historia como ciencia se sumaba a las preocupaciones cientiacutefi-cas de la eacutepoca

En siacutentesis los modelos explicativos fueron el paraacutemetro prin-cipal del estructuralismo Su propuesta consistiacutea en conocer coacutemo funcionaba la estructura econoacutemica y social de una sociedad en un periacuteodo de tiempo Sobre esas estructuras operaban generalmente recortes de determinados periacuteodos En los trabajos se sosteniacutea la premisa de que el relevamiento de varios casos particulares posi-bilitariacutea en una segunda instancia -a traveacutes de la yuxtaposicioacuten de dichos casos- identificar semejanzas y diferencias

Esa perspectiva supuso que el estudio de espacios menores dentro de contextos globales debiacutea necesariamente procurar una relacioacuten entre el espacio y el tiempo Se pretendiacutea por lo tanto una simbiosis entre un espacio macro y micro y una vinculacioacuten entre los eventos histoacutericos del lugar con la ldquolarga duracioacutenrdquo Por otra par-te a medida que el abordaje histoacuterico iba focalizaacutendose en espacios maacutes reducidos estos iban adquiriendo mayor significacioacuten expli-cativa para el entendimiento histoacuterico Si por un lado se estudiaba la estructura poblacional en un determinado periacuteodo por otro se buscaba identificar las relaciones econoacutemicas de ese espacio en un contexto y circuito econoacutemico maacutes amplio

La crisis del paradigma explicativo y su repercusioacuten en la macro-historia Hacia fines del siglo XX el mundo acadeacutemico de los historiadores al igual que otros cientistas sociales se vio afectado por una crisis res-pecto a los modelos cientiacuteficos construidos y su representatividad ldquoTiempos de incertidumbrerdquo y ldquocrisis epistemoloacutegicardquo a decir de Ro-ger Chartier (1996) pareciacutean sentildealar ldquola desaparicioacuten de los modelos de comprensioacuten de los principios de inteligibilidadrdquo aceptados por la mayoriacutea de los historiadores que por entonces se apoyaban en el paradigma estructuralista y en la cuantificacioacuten Esa crisis conminoacute a los historiadores a revisar sus postulados y a generar nuevas mi-radas Se anunciaron ldquoretornosrdquo se denunciaron rupturas respecto de la tradicioacuten cientiacutefica se cuestionaron los nuevos abordajes pero tambieacuten se plantearon necesidades en torno a la ampliacioacuten de los focos de estudio Con ese marco en la historiografiacutea contemporaacute-

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nea se fue introduciendo junto a las coordenadas estructurales y universales sus opuestos Nos referimos a las dicotomiacuteas generalparticular Macromicro Estructurasujeto Poderresistencia Glo-balregional-local Normascasos Centrosmaacutergenes entre otros (Carbonari 2005)

Dentro de este complejo cambio de los procesos macrohistoacute-ricos a los universos microhistoacutericos de la historia de los grupos establecidos y centrales a la historia de las minoriacuteas y de pequentildeos grupos marginales los historiadores de espacios regionales obtie-nen un reconocimiento acadeacutemico y profesional antes minimizado

Tambieacuten en el Materialismo Histoacuterico se fueron dando algu-nos cambios que teniacutean que ver no solo con cuestiones teoacutericas sino tambieacuten poliacuteticas y sociales de fines de los antildeos 60 La referencia maacutes significativa fue criacutetica al estructuralismo que acompantildeaba los debates europeos del marxismo post-estalinista

A partir de entonces el foco central de la historiografiacutea ya no estaraacute sobre el dominio del Estado ni las estructuras impersonales o los procesos econoacutemicos sociales sino en ldquolas experiencias existen-ciales de personas concretas e individuosrdquo (Iggers 1998 p 18) En ese sentido si el objeto de la historia a mediados del siglo XX se habiacutea desplazado de lo poliacutetico a lo econoacutemico implicando todo un cam-bio de abordaje metodoloacutegico el nuevo recambio de fines del siglo XX hacia lo antropoloacutegico hacia las experiencias y el mundo de la vida implicaraacute nuevas estrategias de investigacioacuten

En esa revisioacuten asiacute como nuevas religaciones muchos de los postulados de una Historia Cientiacutefica Econoacutemica y Social dariacutean paso a una historia cultural Una Historia Cultural que iriacutea acompa-ntildeando un proceso de descentramiento del eurocentrismo o parro-quismo como lo denomina Wallestein (2001) Este nuevo planteo implicaba tambieacuten no solo revisar el eurocetrismo sino tambieacuten la pretensioacuten de universalidad tratado de incorporar tambieacuten las ldquovi-siones del otro culturalrdquo o para decirlo en teacuterminos desde el lugar desde donde se expresa el discurso

En ese proceso de descentramiento de lo colonizado habriacutea un abanico de alternativas la recomposicioacuten de una historia con-flictiva de Ameacuterica en la tensioacuten entre el discurso dominante desde las croacutenicas de espantildeoles y las distintas formas de resistencia con

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la continuidad del discurso liberal decimonoacutenico en conexioacuten con la construccioacuten del mundo capitalista en el siglo XIX y las acomo-daciones a la cultura Pero tambieacuten reconocer una Ameacuterica hetero-geacutenea en que en cada interior contiene una historicidad que le es propia y que conocerla posibilita entender la compleja historia en que vivimos y los distintos contextos en que se participa

Por eso revisar las historias nacionales en los marcos de la historia americana pero con la mirada en el espacio que se habita es un ejercicio en que se precisa distintos horizontes de compren-sioacuten y distintas variables que participan lo particular local la espa-cialidad lo nacional la macro-economiacutea y las formas culturales de dominio

Lo local y regional registro de una experienciaDesde hace algunos antildeos la historia local ha comenzado a tener cierto intereacutes profesional quizaacutes por la recurrencia a los anaacutelisis ldquomicrordquo dentro de las ciencias sociales Ello parte del convencimien-to de que en espacios maacutes acotados y definidos es posible un cono-cimiento maacutes claro y preciso de los procesos sociales Tambieacuten las preocupaciones por el desarrollo local que buscan reconocer iden-tidades locales frente a un claro orientacioacuten del mundo globalizado han penetrado en las distintas localidades que buscan encontrar que tienen de distinto y de particular

Las historias locales tienen un antecedente en los llamados ldquohistoriadores locales no profesionalesrdquo que mantienen una historia memorialiacutestica Maacutes interesados en la recuperacioacuten del pasado de la localidad como memoria del lugar que en los postulados cientiacuteficos que se impusieron en el siglo XX En esas construcciones histoacutericas sigue dominando las estrategias maacutes tradicionales de un relato faacutec-tico y reivindicativo del ldquocolor localrdquo aunque permitieron registros significativos del pasado que de otro modo se hubieran perdido

Los Estados Nacionales se constituyeron en articuladores entre perspectivas macro de la economiacutea mundo y el dominio por los distintos espacios del interior sin tomar registro de la espaciali-dad y especificidad de ese espacio Por ello hay una necesidad de revisar los postulados de recuperar historias territorializadas es decir localizadas temporo-espacialmente en diaacutelogo continuo con

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las orientaciones de la poliacutetica macro Construir historias locales entroncadas con disentildeos globales de las relaciones en que la rela-cioacuten dominacioacuten dependencia en la constante reestructuracioacuten del orden global En ello se trata de avanzar considerando que no hay historia fuera del espacio asiacute como no hay espacio que sea a-histoacute-rico Asiacute a diferencia de la historia nacional que se presenta como una historia construida acabada simplificadora y homogeacutenea la historia local y regional se aprende investigando y relacionando las distintas escalas de anaacutelisis y fundiendo la historia con la geografiacutea de los distintos espacios Es una manera de conocer y comprender las muacuteltiples formas del espacio colonizado

Asiacute en el estudio de la Historia Regional la Geografiacutea y la Historia se articulan entonces para entender las relaciones que en-tre espacio y tiempo se producen en una regioacuten en particular y sus viacutenculos con los procesos macros temporo-espaciales Pero iquestcoacutemo establecer un recorte temporal y espacial significativo entre los acontecimientos locales y mundiales iquestQueacute diferencia un espacio determinado de otros

En base a estas preocupaciones se canalizoacute la inquietud a tra-veacutes de un programa de accioacuten de transmisioacuten de contenidos rela-tivos a la historia de una regioacuten la regioacuten de Riacuteo Cuarto pertene-ciente a la provincia de Coacuterdoba Argentina La propuesta de trabajo partioacute de la necesidad de socializar investigaciones sobre el pasado histoacuterico de la regioacuten e indagar estrategias de abordaje en Ciencias Sociales Ello en funcioacuten de que Historia Regional adquiera sentido

Esta propuesta asimismo partioacute de distintas experiencias de nivel docencia extensioacuten e investigacioacuten que se vienen realizando en otros aacutembitos educativos en que se presentan resultados de es-tudios como formas de articulacioacuten e interaccioacuten entre esas investi-gaciones y posibles propuestas didaacutecticas

Si por un lado la intencioacuten es socializar los estudios realiza-dos por otro se pretende a brindar estrategias de construccioacuten de informacioacuten sobre historia local y regional considerando que la misma debe ser comprendida dentro de una perspectiva macro De alliacute que se planteoacute como etapa inicial la necesidad de aprender para luego comprender nuestra historia local y regional en el marco de la historia nacioacuten y global lo que posibilitara ensentildear mejor la historia del espacio conocido

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A modo de siacutentesis explicativaEl reconocimiento del espacio natural con sus cursos de agua y las formas de apropiacioacuten de recursos de forma diferenciada por los pueblos originarios de la sierra y del llano permitioacute explicar el por-queacute de la imposibilidad del avance espantildeol sobre la regioacuten maacutes allaacute del riacuteo Cuarto y de las cuentas de aguas proacuteximas que se consti-tuyoacute en confiacuten del Imperio Espantildeol en Ameacuterica desde el siglo XVI y paso de conexioacuten entre Buenos Aires y Chile Sobre la poblacioacuten sedentaria de la sierra el conquistador impuso su dominio a pesar de ciertas resistencias de la poblacioacuten india los repartos de tierra a traveacutes de mercedes y de indios a traveacutes de encomienda Sobre la poblacioacuten del llano imposible de establecer su mando se iniciaba una larga vida fronteriza

Asiacute siendo una regioacuten con ambientes geoformoloacutegicamente diferenciados (sierra y llano) por el accionar del conquistador en el transcurso del siglo XVI y XVII se transformoacute en una jurisdiccioacuten administrativa eclesiaacutestica denominada ldquocuratordquo Ello para su mejor control de un espacio rural en que la mayor concentracioacuten de po-blacioacuten estaba en la sierra cascos o puestos de estancias en la que se construiacutean capillas u oratorias Asimismo bajo su produccioacuten gana-dera diversificada se vinculaba la regioacuten a la economiacutea del espacio peruano en el periacuteodo colonial

Quedaba constituida la regioacuten del Riacuteo Cuarto dentro del or-denamiento territorial espantildeol siendo el confiacuten austral de la Go-bernacioacuten del Tucumaacuten del Virreinato del Peruacute Posteriormente el Reformismo Borboacutenico y la reterritorializacioacuten del espacio por buacutesqueda de un mejor domino de la regioacuten implicaron una distri-bucioacuten diferente de espacio y la constitucioacuten de nuevas conexiones Surgiacutea la preocupacioacuten por el dominio de un espacio geopoliacutetico por parte de la Corona Espantildeola

La primera representacioacuten del espacio regional surge con la constitucioacuten de la Frontera Sud de Hispanoameacuterica y la regioacuten asu-me una doble funcioacuten ser frontera y camino Frontera interior al sur de la jurisdiccioacuten de Coacuterdoba del Tucumaacuten dentro del Virreina-to del Riacuteo de la Plata y cruce de caminos de Buenos Aires a Mendoza y Reino de Chile Asiacute se ldquoacordona una fronterardquo con la ereccioacuten de fuertes y fortines Y en ese espacio proacuteximo al curso del riacuteo por estar en ldquoel traacutensito precisordquo se fundan dos Villas a fines del siglo

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XVIII Ello con la finalidad de constituir poblacioacuten formal y atraer a la civilizacioacuten cristiana los moradores de la campantildea

Los propietarios espantildeoles establecieron unidades producti-vas dedicadas a la explotacioacuten ganadera en articulacioacuten con la eco-nomiacutea potosina formando parte del espacio peruano pero tambieacuten subsistioacute una economiacutea familiar campesina de poblacioacuten india y mestizada fundamentalmente en la zona de la sierra

La crisis del orden colonial y el proceso de independencia implicaron una desarticulacioacuten de las economiacuteas regionales y los descendientes de espantildeoles propietarios de la regioacuten se fueron aco-modando a la nueva coyuntura poliacutetica y econoacutemica mientras con-tinuaba la misma marca fronteriza en la que se estableciacutean conti-nuos intercambios con la nacioacuten india no dominada del otro lado de la frontera Eran tiempos de transicioacuten al capitalismo liberal en que el comercio dominaba sobre la produccioacuten

Con la conformacioacuten del Estado Nacional a fines del XIX la frontera ldquointeriorrdquo desaparece pero deja huellas en la historia pos-terior y su localizacioacuten espacial como ldquonudo de conexionesrdquo se man-tiene en el tiempo En esa coyuntura el corrimiento fronterizo y la incorporacioacuten de las denominadas ldquotierras nuevasrdquo permitiacutean cons-truir otra historia a la regioacuten incorporaacutendose a traveacutes de la apropia-cioacuten de tierras del llano a la economiacutea del capitalismo agrario De villa fronteriza se constituiacutea en ciudad el paso del ferrocarril (1873-1875) daba la otra impronta a la regioacuten y la produccioacuten de ganaderiacutea vacuna imponiacutea el ritmo a la ciudad pampeana Y alliacute en el espacio fronterizo se constituiacutean algunos resortes significativos en la cons-titucioacuten del poder nacional Y la ciudad nueva abandonoacute parte de su historia de pasado colonial

La crisis del capitalismo liberal afectaba a la regioacuten sur de Coacuterdoba tanto al medio rural como al urbano ya articulada a la economiacutea mundo Los proyectos industriales sin embargo no ten-driacutean eco en la regioacuten por su impronta de ser ciudad comercial de-pendiente del campo Y por mantener aquel registro inicial de estar en el ldquotraacutensito precisordquo que la lleva a constituir actualmente uno de los nudos de comunicacioacuten maacutes significativos del interior

En ese espacio nos situamos (nacido el antildeo d C) en la locali-dad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba Argentina Ameacuterica En ese esquema

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de tiempo-espacio se incorpora la historia del lugar Como el do-cumento de identidad cada acontecimiento expresado en docu-mento contiene estas coordenadas lugar y fecha Estos pueden ser meramente datos aislados sin sentido o hechos que adquieren sig-nificado cuando los vinculamos a otros La conexioacuten entre los mis-mos nos permite explicar y saber explicar el estar en el mundo De esa conexioacuten de esos viacutenculos que se redescubren se comienza a conocer y comprender el espacio regional

La historia de la localidad de Riacuteo Cuarto y de la regioacuten sur de la jurisdiccioacuten de Coacuterdoba -como otros espacios locales y regionales del interior que no se transformaron en centros neuraacutelgicos de po-der- estaacute plasmada de acontecimientos muchos con su particulari-dad propia otros formando parte de procesos de estructuracioacuten que la condicionan

Preocupados los constructores del Estado Nacional en dar identidad nacional occidental relegoacute a las historias del interior cargada de viacutenculos y sentidos con la historia macro pero tambieacuten cargada de viacutenculo y sentido en este espacio

Por otra parte el entendimiento de la dialeacutectica entre pasado y presente permite no solo situarse en el mundo sino fundamen-talmente construir futuro desde este segmento de tierra

Reflexiones y perspectivasLa incorporacioacuten histoacuterica del proceso local y regional y la buacutesque-da de conectores entre futuro y pasado no implica hacer una his-toria diferente ni una historia insular sino sumar nuevos aportes para comprender mejor el proceso global La aneacutecdota local la nota de color pueden ser solo eso una aneacutecdota pero tambieacuten consti-tuirse en una viacutea de entrada para comprender la sociedad en que se vive En dicha propuesta se pretende restablecer viacutenculos entre el pasado y el tiempo en que se vive o dicho de otra manera restable-cer el diaacutelogo entre los vivos y los muertos

En historia de la regioacuten del Riacuteo Cuarto para algunos habitan-tes del espacio regional de la sierra el conocimiento del pasado ofre-ce la posibilidad de reconocer en la historia estrategias de accioacuten que auacuten persisten Es la urdimbre anterior a la articulacioacuten de la re-

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gioacuten como otras tantas regiones al proceso capitalista mundializa-do y a la imposicioacuten de un conocimiento supuestamente universal que desvalorizoacute el interior e implicoacute desconocimiento y desintereacutes por el mismo

Para los habitantes del llano de las distintas localidades del sur de Coacuterdoba es conocer que no habiacutea un territorio vaciacuteo antes de la denominada ldquoconquista del desiertordquo sino dos formas diferentes de interactuar con el espacio geograacutefico Es reconocer como la pri-vatizacioacuten de las tierras estuvo vinculado al corrimiento fronterizo y a la incorporacioacuten del las tierras al capitalismo bajo el modelo de la economiacutea agro-exportadora Para los habitantes de la ciudad (en este caso de Riacuteo Cuarto) es revelar como se fueron valorizando una historia a postulada bajo los signos del progreso exterior que desva-lorizoacute su historia anterior Poco se conoce su trayectoria colonial y poco interesa

Para los habitantes de las pequentildeas localidades de la pampa huacutemeda surgidas bajo el modelo exportador al compaacutes del ferro-carril y de la inmigracioacuten de fines del siglo XIX es reconocer que la historia de expansioacuten fronteriza fue acompantildeada con la ocupacioacuten de tierras denominadas ldquonuevardquo dentro de la economiacutea de mercado al igual que en otros espacios de Ameacuterica Pero que esas tierras te-niacutean una historia anterior que fue desarticulada en funcioacuten de un nuevo modelo econoacutemico en que el espacio fue adquiriendo valor de mercado para la produccioacuten de la economiacutea capitalista

En Argentina las nuevas propuestas de ensentildeanza sobre planteos de reconocimientos de diferencias culturales y de hete-rogeneidades regionales son un buen indicio para avanzar en una historia regional significativa Pero ello demanda un tiempo consi-derable puesto que construir una historia regional en sus distintos periacuteodos requiere maacutes que contenidos es recomponer la historia desde el lugar que se ensentildea investigando y complejizando las His-toria Nacional construida Ese es el desafiacuteo

Asiacute viejas preguntas como iquestQueacute es Historia y iquestpara queacute sir-ve incorporan nuevas respuestas conocer y comprender Ameacuterica desde el espacio que se habita pues la apropiacioacuten del espacio de una sociedad extrantildea a los habitantes originarios dejaron una impronta una cicatriz un espacio colonizado y continuamente recolonizado desde el exterior Marca fundamental sobre la que se construye y

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reconstruye la historia de cada lugar en relacioacuten con el mundo glo-balizado y los centros de definicioacuten de poder Asiacute la incorporacioacuten de la espacialidad regional y las representaciones espaciales permi-te estar atentos a las diversidades y a las significatividades

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Centralizacioacuten poliacutetico-administrativa y

autonomiacutea municipal durante el peronismo histoacuterico

Rebeca Camantildeo Semprini

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IntroduccioacutenLos ldquoantildeos peronistasrdquo se caracterizaron ndashentre otros relevantes as-pectos como la democratizacioacuten del bienestar la intervencioacuten esta-tal en la economiacutea la polarizacioacuten de la sociedad y la conflictividad poliacuteticandash por un fortalecimiento del aparato estatal la concentra-cioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad y el desarrollo centra-lizado de instituciones formales e informales (Torre 2002) Esta nueva concepcioacuten del Estado se ubicaba dentro de las respuestas ensayadas para enfrentar la situacioacuten abierta por la segunda pos-guerra y se tradujo en una nueva ingenieriacutea institucional que aun-que se consolidoacute a partir de 1949 hundioacute sus raiacuteces en el gobierno militar surgido del golpe de Estado de 1943

En un juego de escalas que busca combinar el plano nacional con el provincial y local nuestra mirada de estos procesos estaraacute enfocada en la experiencia cordobesa y particularmente en la rio-cuartense Partimos de la idea de que para consolidar su poder en la provincia el peronismo recurrioacute al reforzamiento del Estado pro-vincial en desmedro del municipal y a la concentracioacuten en el prime-ro de las funciones poliacutetico-administrativas antes desarrolladas por este uacuteltimo (Camantildeo Semprini 2014)

Para comprender esta aseveracioacuten debemos tener en cuen-ta que las elecciones celebradas en febrero de 1946 que llevaron a Juan D Peroacuten a la presidencia de la Nacioacuten y a Argentino Auchter a la gobernacioacuten de Coacuterdoba no incluyeron al aacutembito municipal por lo que puede hablarse de una continuidad con respecto al proceso de centralizacioacuten iniciado con el golpe de Estado de 1943 Enton-ces los intendentes y Concejos Deliberantes habiacutean sido declara-dos cesantes y sus funciones fueron asumidas por los comisionados municipales y la Oficina de Municipalidades respectivamente Con la reapertura democraacutetica y el triunfo del peronismo se abrieron las expectativas de un pronto llamado a comicios municipales pero estos no llegaron sino hasta 1951 y estuvieron lejos de significar el retorno al autonomismo que habiacutea caracterizado al reacutegimen muni-cipal cordobeacutes De estos procesos nos ocupamos en los siguientes apartados

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La intervencioacuten a las municipalidades y el proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativoAunque atendiendo a lo establecido por la Constitucioacuten provincial y la Ley Orgaacutenica de Municipalidades el Supremo Tribunal de Justicia de Coacuterdoba se habiacutea expedido a favor de la realizacioacuten de comicios en las municipalidades del aacutembito provincial el flamante goberna-dor Auchter declaroacute subsistente su intervencioacuten Esto generoacute el re-chazo no solo de la oposicioacuten sino tambieacuten de sectores minoritarios del peronismo e impulsoacute a los apoderados de los partidos poliacuteticos ndashen particular de la UCRndash a reclamar frente a las Juntas Electora-les Pese a que estas fallaron en reiteradas oportunidades a su favor dando curso a las peticiones y dirigieacutendose al Ministerio de Gobier-no y a los comisionados municipales para solicitar los padrones y recursos necesarios para afrontar las tareas previas a las elecciones y su propia realizacioacuten estas iniciativas se vieron malogradas por el Ejecutivo provincial que invariablemente desautorizaba la libera-cioacuten de los fondos necesarios

La ldquocuestioacuten municipalrdquo fue uno de los toacutepicos que maacutes contro-versias generoacute dentro de la Legislatura cordobesa durante el primer antildeo de gobierno peronista Mientras en la Caacutemara de Diputados el oficialismo malogroacute un proyecto del bloque radical de convocatoria a elecciones municipales el Senado ndashdonde el peronismo era mino-riacuteandash eliminoacute del presupuesto para 1947 a la Oficina de Municipali-dades e incluyoacute una partida para las Juntas Electorales con el fin de que pudieran organizarse los comicios Sin embargo el gobernador Auchter decidioacute rehabilitar la dependencia bajo el roacutetulo de Direc-cioacuten General de Municipalidades Conservaba los mismos fines y disposiciones que su antecesora pero ademaacutes estableciacutea que seriacutean las municipalidades las que sostendriacutean su presupuesto a partir de la elevacioacuten de una partida proporcional a su poblacioacuten Ademaacutes el territorio provincial fue dividido en zonas a las que se les asignoacute un contador inspector a los fines de controlar maacutes estrictamente las finanzas de las comunas

Lejos de constituir un caso aislado estas medidas se enmar-caban en un proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa en el aacutembito nacional caracterizado por la concentracioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad que encontroacute su reacuteplica en el interior de la provincia (Tcach y Philp 2010) Por ello los sectores oposito-

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res caracterizaron al gobierno de Auchter como una continuidad ndashe incluso una profundizacioacutenndash de la Intervencioacuten Federal que habiacutea regido la provincia entre 1943 y 1946 Estas criacuteticas ndashque resultaban validadas por un accionar gubernamental anaacutelogo al de un delega-do del Poder Ejecutivo nacionalndash tuvieron mayor asidero cuando a fines de junio de 1947 la provincia fue intervenida como conse-cuencia tanto de las desavenencias al interior del peronismo cordo-beacutes como de la pugna entre los poderes Ejecutivo y Legislativo

Meses maacutes tarde el nuevo gobierno creoacute la Inspeccioacuten General de Municipalidades en reemplazo de la Direccioacuten En un intento por subsanar la falta de agilidad administrativa que ndashse argumentabandash habiacutea caracterizado a la precedente la nueva dependencia fue di-vidida en tres secciones Inspeccioacuten (encargada de las inspecciones contables y teacutecnicas a las municipalidades debiacutea elevar informes al Ministerio de Gobierno) Finanzas (teniacutea a su cargo la evaluacioacuten de presupuestos caacutelculo de recursos empreacutestitos para obras puacuteblicas ordenanzas impositivas etc) y Entradas y Salidas (responsable de la recepcioacuten movimiento y salida de toda actuacioacuten relacionada con los asuntos de los municipios)

Como puede observarse el proceso de centralizacioacuten no sola-mente continuaba sino que se profundizaba al tiempo que se com-plejizaba la trama institucional derivada de eacuteste La contracara de dicho proceso era el silencio sostenido por los interventores frente a los reclamos de los opositores Un ejemplo de ello fue el discurso de fin de antildeo de BargasVelmonte en el que estuvo ausente cualquier referencia al retorno a la normalidad institucional Paradoacutejicamen-te al hablar de las elecciones para diputados nacionales a celebrar-se en marzo de 1948 afirmoacute que para Coacuterdoba significariacutean ldquouna nueva etapa en el constante perfeccionamiento de sus derechos ciacutevicosrdquo1 Tambieacuten la oposicioacuten le asignaba una importancia funda-mental a esta instancia electoral en parte porque vinculaba el maacutes pronto o tardiacuteo retorno a la autonomiacutea provincial (y municipal) con los resultados que obtuviera el oficialismo

Sin embargo pese al rotundo triunfo del peronismo ndashque ob-tuvo 163908 votos frente a 117186 del radicalismo y exiguos 18950 de los demoacutecratas 3143 de los comunistas y 2051 de los socialis-tasndash las disputas a su interior auacuten no estaban resueltas por lo que

1 El Pueblo 06121947

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aunque antes de fin de antildeo habriacutea elecciones para gobernador en el aacutembito municipal seguiacutea postergaacutendose el retorno a la normali-dad institucional La evidencia maacutes cabal de esto fue su completa ausencia en la plataforma electoral del brigadier San Martiacuten candi-dato a gobernador por el peronismo Este ldquosilencio sugestivordquo como lo calificoacute la prensa opositora del interior provincial la llevaba a sospechar que se pensaba mantener el reacutegimen de intervencioacuten a las comunas2 Conjetura que se vio confirmada luego del triunfo pe-ronista y la llegada de San Martiacuten a la gobernacioacuten para quien la convocatoria a elecciones comunales era una cuestioacuten que no teniacutea ldquomayor urgenciardquo3 dado que el reacutegimen municipal debiacutea adaptarse a la nueva Constitucioacuten en ciernes

Esta decisioacuten no resultaba casual sino que formaba parte del ya referido proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa Pese a que en su primer mensaje ante la Legislatura provincial el gober-nador habiacutea manifestado que en su gestioacuten seriacutean ldquocelosos defen-sores de la autonomiacutea provincial en funcioacuten de los intereses gene-rales de la nacioacutenrdquo4 durante su mandato se implementoacute la praacutectica del ldquoprimer lunesrdquo seguacuten la cual cada mes los gobernadores de las distintas provincias viajaban a Buenos Aires para participar en re-uniones con el presidente Peroacuten Aunque el gobernador manifestoacute que a ellas no iban a pedir oacuterdenes sino a coordinar acciones estos encuentros evidenciaban la concentracioacuten geograacutefica de la autori-dad en un centro poliacutetico y en un liacuteder

La reforma constitucional de 1949 ndashcon su correlato en la car-ta magna provincialndash significoacute una aceleracioacuten de dicho proceso Conjuntamente con la Ley de Ministerios implementada en 1950 constituiacutean un intento por parte del oficialismo de llevar a cabo la revolucioacuten peronista en Coacuterdoba para lo que se postulaba necesa-ria la ldquounidad ideoloacutegica entre el gobierno nacional y el gobierno provincialrdquo (Philp 1998 p 144) Con estas reformas que implicaban un proceso de construccioacuten institucional el reacutegimen municipal cordobeacutes se vio fuertemente afectado se eliminoacute la disposicioacuten que proclamaba la independencia de las municipalidades fue suprimi-da la posibilidad de acordar los derechos de iniciativa refereacutendum y

2 El Pueblo 301119483 El Pueblo 091219494 El Pueblo 04051949

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destitucioacuten de los funcionarios electivos5 se excluyoacute la eleccioacuten del Tribunal de Cuentas y sus funciones fueron delegadas en el Consejo Provincial de Municipalidades cuyos miembros seriacutean nombrados por el gobernador con acuerdo del Senado Las localidades ademaacutes fueron divididas en distintas categoriacuteas de acuerdo con su pobla-cioacuten Solo habriacutea municipalidad en las que superaran los diez mil habitantes el resto estariacutea a cargo de comisiones municipales En la capital provincial el intendente seriacutea nombrado por el Poder Eje-cutivo con acuerdo del Senado y la Caacutemara de Diputados actuariacutea como Concejo Deliberante

Cuando esta nueva normativa fue puesta en vigencia volvie-ron a renacer las expectativas de un pronto llamado a elecciones pero el gobierno provincial adujo que previamente era necesario realizar una adecuacioacuten de la Ley Orgaacutenica de Municipalidades a la flamante Constitucioacuten reforma que se postergoacute en sucesivas oportunidades Recieacuten en 1951 en forma acelerada y en evidente relacioacuten con las elecciones nacionales y provinciales a realizarse en noviembre se emprendioacute la sancioacuten de una nueva normativa en la que se impuso la mayoriacutea absoluta con que contaba el peronismo A la divisioacuten entre municipalidades y comisiones municipales se sumoacute una distincioacuten dentro de estas uacuteltimas entre las de primera y segunda categoriacutea seguacuten superaran o no los mil quinientos ha-bitantes solo las que lo hicieran tendriacutean un Concejo Deliberativo y uacutenicamente las municipalidades elegiriacutean sus poderes Ejecutivo y Legislativo las demaacutes estariacutean gobernadas por un comisionado municipal A diferencia de lo que ocurriacutea con la legislacioacuten anterior no habriacutea sistema proporcional en la eleccioacuten de los concejales solo tendriacutean representacioacuten la mayoriacutea (ocho) y la primera minoriacutea (cuatro)

Como consecuencia de esta normativa el llamado a eleccio-nes municipales en noviembre estuvo lejos de significar un retorno a la normalidad institucional Solo nueve ciudades en la provincia eligieron intendente y Concejo Deliberante Se impuso el peronis-mo siendo la uacutenica excepcioacuten Bell Ville donde triunfoacute el candidato radical Hugo Leonelli Su gestioacuten no obstante se vio truncada poco despueacutes de asumir Luego de sendos pedidos elevados por el pero-

5 Estos derechos habiacutean sido otorgados en 1939 por decreto reglamentario Nordm 1038 de la Ley 3419 durante la gobernacioacuten de Amadeo Sabattini

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nismo y la CGT locales a raiacutez de una serie de despidos de empleados puacuteblicos la municipalidad fue intervenida en julio de 1952

Los liacutemites de la autonomiacutea el llamado a elecciones y la persistencia de la intervencioacutenA partir de 1949 se vio profundizado y consolidado el proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa (Tcach y Philp 2010) y como contracara la autonomiacutea municipal (y provincial) se vio fuertemen-te restringida La sancioacuten de la Ley Orgaacutenica Municipal en 1951 y la consecuente creacioacuten del Consejo de Municipalidades no fueron sino el corolario de este devenir al que el Estado municipal intentoacute vanamente resistir

Sucesor de la Direccioacuten Provincial de Municipalidades dicho Consejo teniacutea a su cargo el contralor de las municipalidades y comi-siones municipales entre otras funciones le correspondiacutea aprobar los presupuestos de estas uacuteltimas inspeccionar en cualquier mo-mento su ejecucioacuten como tambieacuten los de las municipalidades y visar toda orden de pago cualquiera fuera su monto Asimismo la nueva legislacioacuten estableciacutea que en los primeros diez diacuteas de cada mes los jefes de cada administracioacuten municipal debiacutean remitir al Consejo un balance de los ingresos y egresos y antes del quince de abril de cada antildeo un balance general del ejercicio cerrado concretando los sobrantes producidos y las deudas contraiacutedas o pendientes Final-mente todas las contaduriacuteas y tesoreriacuteas municipales quedaban bajo el contralor del Consejo pudiendo los funcionarios inspectores realizar arqueos y revisar los libros de contabilidad6

Poco despueacutes de asumidas las nuevas autoridades en junio de 1952 se introdujeron modificaciones en la recientemente sanciona-da Ley Orgaacutenica de Municipalidades Entre los cambios incluidos se destacabael otorgamiento de la facultad al Departamento Ejecutivo para reforzar durante el receso del Concejo Deliberativo los dife-rentes incisos del presupuesto comunal mediante transferencias sin alterar el monto global del mismo asiacute como la disposicioacuten de que el Consejo Provincial de Municipalidades debiacutea inspeccionar anual-mente la marcha administrativa de cada municipio la inversioacuten

6 Legislatura de la Provincia de Coacuterdoba Ley Orgaacutenica Municipal Tiacutetulo XI Arts 223 225 228 232 241 y 242 Consultar tambieacuten Ortiz 1997 p 102

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y percepcioacuten de sus rentas y cuidar su patrimonio7 Como puede verse si la primera reforma acentuaba las atribuciones del Ejecu-tivo municipal sobre el Legislativo la segunda implicaba un nuevo avance del Estado provincial sobre el municipal

Estas atribuciones no fueron resentidas uacutenicamente por los sectores opositores que vieron en ellas el golpe de gracia a la au-tonomiacutea municipal sino que tambieacuten generaron rispideces entre el Estado municipal y el provincial Especialmente notoria fue esta situacioacuten frente al pedido recibido por la Intendencia de crear el cargo de ldquoControloreador del Consejo Provincial de Municipalida-desrdquo[sic] el cual seriacutea nombrado por el Departamento Ejecutivo a propuesta del citado organismo provincial Paradoacutejicamente aun-que dependeriacutea total y directamente de eacuteste ndashque por otra parte se-riacutea quien fijara y reglamentara sus funcionesndash la partida para cubrir los gastos ocasionados por el nuevo cargo debiacutea provenir del erario municipal para lo cual se imponiacutea una rectificacioacuten del presupuesto vigente8

Como una muestra de resistencia del Estado municipal frente a este nuevo avance de la provincia inmediatamente de recibido el proyecto de ordenanza correspondiente la Comisioacuten de Presupues-to y Hacienda del Concejo Deliberativo elevoacute una nota al presiden-te del Consejo Provincial de Municipalidades en la que se negaba a realizar los reajustes presupuestarios solicitados por considerar que se trataba de un empleado provincial ldquoen comisioacutenrdquo y no de uno mu-nicipal Sin embargo la respuesta obtenida fue que los gastos ocasio-nados debiacutean ser sostenidos por las reparticiones controladas Fue sancionada en consecuencia la ordenanza correspondiente aun-que por considerar que el sueldo inicialmente propuesto de ocho-cientos pesos mensuales no solo resultaba ldquoelevado y oneroso para los intereses de esta Municipalidadrdquo sino que ademaacutes lo colocariacutea en una situacioacuten de privilegio con respecto al resto de los empleados municipales cuyo sueldo baacutesico era de quinientos cincuenta pesos se lo redujo a este monto9

Situaciones como esta que vulneraban la autonomiacutea mu-nicipal fueron denunciadas permanentemente por los sectores opositores Con respecto a la faz poliacutetica de este avance del Estado

7 AHMRC Departamento Ejecutivo 19528 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 499 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 49

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provincial sobre el municipal recordemos que la nueva normativa suprimioacute los derechos de iniciativa refereacutendum y destitucioacuten de los funcionarios electivos otorgados desde 1939 y establecioacute una dis-tincioacuten entre las ciudades que tendriacutean municipalidades y aquellas a las que les correspondiacutea ser regidas por comisiones municipales punto que se constituyoacute en epicentro de las criacuteticas de la oposicioacuten Tambieacuten resultoacute fuertemente reprobada la maniobra practicada de manera recurrente por el gobierno provincial de intervenir aque-llas municipalidades y comisiones municipales en las que habiacutea triunfado la oposicioacuten Como vimos el caso precursor en este sen-tido fue el de la municipalidad de Bell Ville Vaticinando que este seriacutea solo el primero de otros procesos de calibre similar en 1952 la oposicioacuten advertiacutea

ldquoDebe tenerse en cuenta que si el peronismo perdioacute la mayoriacutea en algunos municipios Bell Ville es el uacutenico en que triunfoacute un intendente lsquocontrerarsquo Lo ocurrido quiere decir que en las pocas municipalidades donde la mayo-riacutea de HCD [es] de lsquola otra veredarsquo a la lsquoprimera de cam-biorsquo se produciraacute algo parecido como tambieacuten habriacutea de producirse [hellip] en las que siendo mayoriacutea el oficialismo se llegase a producir alguna desinteligencia entre el citado cuerpo y el DErdquo10

Efectivamente esta praacutectica se repetiriacutea en muacuteltiples puntos de la geografiacutea provincial y persistiriacutea sin solucioacuten de continuidad tras las siguientes elecciones celebradas en 1954 en las que la oposi-cioacuten ganoacute en un nuacutemero mayor de localidades Resulta importante remarcar que fue en este contexto que el radicalismo riocuartense-hizo suya la causa de la defensa de la autonomiacutea municipal incor-poraacutendola a su plataforma electoral en tanto ldquoexpresioacuten auteacutentica de libertad y democraciardquo11 Por el contrario esta preocupacioacuten es-tuvo ausente en el discurso y accionar peronista

Concomitantemente al proceso de centralizacioacuten que avanza-ba sobre las autonomiacuteas municipales se dio otro de fortalecimiento del Poder Ejecutivo sobre el Legislativo En el aacutembito municipal se emprendioacute una reestructuracioacuten del organigrama bajo la premisa de que era necesario mejorar las tareas administrativas A partir de entonces la municipalidad contariacutea con diez departamentos y

10 El Pueblo 18 de julio de 195211 El Pueblo 26 de marzo de 1954

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direcciones (Ejecutivo Contaduriacutea General Tesoreriacutea Direccioacuten General de Rentas Registro Civil Escuelas Municipales Asesoriacutea Letrada Obras Puacuteblicas Inspeccioacuten General y Direccioacuten General de Sanidad) subdivididas a su vez en secciones Dependiente del De-partamento Ejecutivo en 1952 se creoacute la Subsecretariacutea de Cultura cuyo emplazamiento implicaba el traspaso de funciones hasta en-tonces correspondientes a las comisiones internas del Concejo Deli-berante a manos del primero

Como resistencia a esta subordinacioacuten la comisioacuten encargada de su estudio agregoacute dos artiacuteculos al proyecto original que estable-ciacutean por un lado que toda iniciativa del Departamento Ejecutivo por intermedio de la citada Subsecretariacutea debiacutea ser presentada al Concejo Deliberativo para su aprobacioacuten y por el otro la obligacioacuten de elevarle anualmente una memoria sobre la accioacuten cultural de-sarrollada y un estado de rendicioacuten de cuentas sobre lo recaudado y gastado durante el antildeo12 De esta manera el cuerpo ldquoejerce[riacutea] la accioacuten de contralor correspondienterdquo pues entendiacutea que ldquono de[biacutea] delegar en absoluto funciones y obligaciones que le competenrdquo13 Intentando evitar la subordinacioacuten al Legislativo derivada de di-chos artiacuteculos el Departamento Ejecutivo los vetoacute argumentando que tal rendicioacuten se haciacutea efectiva por conducto de los oacuterganos de la contaduriacutea de la municipalidad Como respuesta los representantes peronistas y radicales coincidieron dentro del Concejo en insistir en su posicionamiento e introducir nuevas modificaciones que limita-ban el accionar de la Subcomisioacuten en lo referido a la administracioacuten de ciertos bienes facultaacutendola uacutenicamente para que ejerza su con-tralor14

Podemos observar entonces que oficialismo y oposicioacuten ac-tuaron conjuntamente dentro del Legislativo cuando el Ejecutivo buscaba afectar su aacuterea de influencia Esto veniacutea a contrariar los deseos del gobernador Lucini quien desdentildeando el rol que les cabiacutea a los legislativos habiacutea manifestado ldquolos intendentes son los electos y nadie maacutes Los concejales deben colaborar con eacutel o quedarse en su casardquo15 Probablemente fueran consideraciones de este tipo las que impulsaron al intendente peronista Natalio Castagno a buscar un

12 AHMRC Libro de Actas del Concejo Deliberante de Riacuteo Cuarto Folio 45213 El Pueblo 16 de agosto de 195314 El Pueblo 6 de diciembre de 195315 El Pueblo 8 de junio de 1952

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mayor consenso con los concejales de su partido a traveacutes de reunio-nes programadas para los segundos y uacuteltimos jueves de cada mes en su despacho en las que se pretendiacutea intercambiar impresiones y unir los respectivos esfuerzos16 y al Consejo Superior del Partido Peronista a otorgar cierta autonomiacutea en 1954 al candidato a la In-tendencia Amadeo Dapena para designar a quienes lo acompantildea-riacutean en la boleta como candidatos a concejales

ConclusionesDentro de las estrategias implementadas para consolidar su poder en la provincia el peronismo impulsoacute un reforzamiento del Estado provincial en menoscabo del municipal Este proceso tuvo al me-nos dos dimensiones la construccioacuten de una nueva infraestructura institucional y una reforma de la legislacioacuten vigente hasta el golpe de Estado de 1943 La primera antecedioacute y atravesoacute a la segunda que vino a legitimarla con el velo de la legalidad a partir de 1943

El primer mojoacuten en el proceso de construccioacuten institucional fue dado con la creacioacuten de la Oficina de Municipalidades en 1943 luego del desplazamiento de los Concejo Deliberante de toda la pro-vincia Su reemplazo por la Direccioacuten General de Municipalidades durante el gobierno de Auchter no hizo sino confirmar el mote de continuador de la intervencioacuten con que los sectores opositores ca-lificaban la gestioacuten Situacioacuten que luego se prolongoacute cuando la pro-vincia efectivamente fue intervenida y se creoacute la Inspeccioacuten Ge-neral de Municipalidades como organismo centralizador con una mayor complejidad organizacional que sus antecesoras

Con la reforma constitucional de 1949 se daba inicio al segun-do proceso en el que la nueva arquitectura institucional era res-paldada por la legalidad La nueva Carta Magna provincial anuloacute la posibilidad de acordar los derechos de iniciativa refereacutendum y destitucioacuten de los funcionarios electivos al tiempo que dividioacute a las localidades en distintas categoriacuteas seguacuten su poblacioacuten otorgaacutendoles derechos diferenciales

Consecuentemente las elecciones municipales de 1951 dista-ron de significar un retorno a la normalidad institucional No solo porque uacutenicamente nueve ciudades tuvieron el privilegio de elegir

16 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 48

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intendente y Concejo Deliberante sino tambieacuten porque el uacutenico triunfo del radicalismo vio frustrada su gestioacuten por la intervencioacuten del municipio apenas asumidas las nuevas autoridades ndashsituacioacuten que en los antildeos venideros se extendioacute a otras experiencias simila-resndash y porque a partir de entonces puede observarse un avance del Poder Ejecutivo municipal sobre el Legislativo

Los procesos hasta aquiacute descriptos entendemos pueden comprenderse en el marco de uno maacutes general de concentracioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad y de centralizacioacuten poliacuteti-co-administrativa como consecuencia del cual no solamente se vio consolidado el peronismo en el poder sino tambieacuten fortalecido el Estado nacional y en menor medida provincial en desmedro del municipal

BilbiografiacuteaCamantildeo Semprini R (2014) Peronismo y poder municipal De los oriacutegenes

al gobierno en Riacuteo Cuarto (Coacuterdoba 1943-1955) Rosario Prohistoria

Ortiz E (1997) La reforma peronista de la Constitucioacuten de Coacuterdoba de 1949 Coacuterdoba Centro de Investigaciones Juriacutedicas y Sociales de la Uni-versidad Nacional de Coacuterdoba

Philp M (1998) En nombre de Coacuterdoba Sabattinistas y peronistas estrate-gias poliacuteticas en la construccioacuten del Estado Coacuterdoba Ferreyra

Tcach C y Philp M (2010) ldquoEstado y Partido Peronista en Coacuterdoba una interpretacioacutenrdquo en Tcach C (comp) Coacuterdoba bicentenaria Claves de su historia contemporaacutenea Coacuterdoba UNC

Torre J C (2002) ldquoIntroduccioacuten a los antildeos peronistasrdquo en Suriano J (Coord) Nueva Historia Argentina Tomo 8 Los antildeos peronistas (1943-1955) Buenos Aires Sudamericana

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La migracioacuten boliviana en la ciudad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba

Argentina

Mariacutea Alejandra Bettera

Mariacutea Fabiana Hildmann

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IntroduccioacutenLos movimientos migratorios han existido a lo largo de la historia en distintos espacios geograacuteficos y se han producido por diversos motivos (econoacutemicos poliacuteticos sociales religiosos) Desde la segun-da mitad del siglo XIX y hasta mediados del XX en muchos casos se produjeron debido a poliacuteticas de Estado receptivas aunque en las uacuteltimas deacutecadas del siglo XX y primeras del XIX estos se han tornado en una situacioacuten conflictiva especialmente para los paiacuteses receptores

En un mundo globalizado donde los objetos y mercanciacuteas cir-culan cada vez maacutes libremente es difiacutecil de entender coacutemo el movi-miento de personas encuentra cada vez maacutes obstaacuteculos para inser-tarse en su nuevo lugar de destino Este tema ha generado debates en las distintas sociedades con actores a favor y otros en contra transformaacutendose en una cuestioacuten de gobierno y en muchos casos de caraacutecter intergubernamental

Esta problemaacutetica muestra la importancia que adquieren las poliacuteticas de poblacioacuten especialmente la poliacutetica migratoria formu-ladas por los Estados ante los procesos de transformacioacuten (Maacutermo-ra 1998 1990)

Cuando los movimientos migratorios ocurren dentro de una subregioacuten como los que se producen entre los paiacuteses que configu-ran espacios de integracioacuten en Ameacuterica Latina como el Mercosur pueden contribuir a dinamizar los procesos de integracioacuten regional al fortalecer los viacutenculos econoacutemicos laborales y culturales entre las sociedades involucradas

Asiacute se puede mencionar a la Argentina como estado miembro del Mercosur que se destaca por ser considerado histoacutericamente un paiacutes receptor de migrantes de origen europeo hasta mediados del siglo XX y de latinoamericanos desde entonces hasta la actualidad tal es el caso de chilenos y uruguayos en la deacutecada de los ochenta y de bolivianos y paraguayos principalmente en los antildeos noventa

Ante la numerosa presencia de extranjeros la poblacioacuten mi-grante comenzoacute a ser visualizada como un problema por parte de la sociedad de los paiacuteses receptores por temor a ser desplazados de su lugar de trabajo que se deterioren los servicios de salud y educa-

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cioacuten que aumente la delincuencia o simplemente porque se trata de gente de una etnia color o religioacuten diferente

Teniendo en cuenta la importancia de esta problemaacutetica es necesario analizar queacute factores influyen en los distintos grupos mi-grantes al tomar la decisioacuten de dirigirse hacia la Argentina conocer la calidad de vida de los mismos y cuaacuteles son las poliacuteticas puacuteblicas migratorias que permiten fomentar la inclusioacuten social de estas co-munidades no solo como fuerza laboral sino tambieacuten como sujetos con los mismos derechos ciudadanos dentro del territorio argenti-no

Figura 1 Localizacioacuten del aacuterea de estudio

A partir de esta situacioacuten y observando el gran flujo de in-migrantes bolivianos hacia la provincia de Coacuterdoba y en particular hacia la ciudad de Riacuteo Cuarto la finalidad del presente trabajo es indagar acerca de la calidad de vida de estos migrantes que se fue-ron instalando en el sector denominado Barrio las Quintas fuera del ejido urbano especiacuteficamente en lo que se denomina ldquocinturoacuten

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verde de la ciudadrdquo ubicado al Noroeste de la ciudad separado de la zona urbana por la ruta A-005 Ver figura N ordm 1

En cuanto a la metodologiacutea empleada consistioacute baacutesicamen-te en una actividad de base empiacuterica con desarrollo en el plano de la investigacioacuten de campo aplicando como teacutecnica la observacioacuten participante y entrevistas sistematizada a los distintos miembros de la comunidad Tambieacuten se tuvo en cuenta la importancia del in-formante clave lo cual se combina con estudios y anaacutelisis teoacutericos para obtener la informacioacuten necesaria que permitioacute tener un pa-norama maacutes cabal de la realidad de los inmigrantes bolivianos que residen en ese sector del periurbano de la ciudad de Riacuteo cuarto

La Poliacutetica MigratoriaLa migracioacuten en general puede estar relacionada a estiacutemulos de la poliacutetica estatal como la ocupacioacuten del territorio la reduccioacuten de la presioacuten sobre la tierra o la mejora de las condiciones de vida pero tambieacuten puede ser una respuesta social espontaacutenea de adaptacioacuten a cambios poliacuteticos socioeconoacutemicos y ambientales de su lugar de origen

Al realizar una resentildea histoacuterica del proceso de migracioacuten en Argentina se observa que desde la sancioacuten de la Constitucioacuten Na-cional hasta la actualidad se han aplicado diferentes poliacuteticas mi-gratorias que se fueron modificando de acuerdo a las situaciones coyunturales por las que ha atravesado el paiacutes

Asiacute en 1981 entra en vigencia la ley Nordm 22439 Ley Videla pro-mulgada en los uacuteltimos antildeos de la dictadura militar la cual respon-diacutea directamente a la situacioacuten poliacutetica y social por la cual estaba pasando el paiacutes encuadrada en las normas de la llamada ldquoDoctrina de Seguridad Nacionalrdquo por lo que la misma se caracterizoacute por ser taxativa y de alto control de la poblacioacuten migratoria como factible centro de conflicto

A partir de 1983 los distintos gobiernos democraacuteticos que se fueron sucediendo aprobaron una serie de amnistiacuteas inmigratorias firmaron acuerdos bilaterales sobre migraciones con Bolivia y Peruacute para ayudar a los indocumentados de estos paiacuteses ya radicados en

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Argentina a permanecer en el territorio y que pudieran acceder a la legalidad de su situacioacuten

A esta serie de normativas que se fueron generando en el paiacutes con el fin de ordenar la poliacutetica migratoria nacional no se descono-cioacute la aprobacioacuten por las Naciones Unidas en 1990 de la Convencioacuten sobre Proteccioacuten de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y de sus familiares para impedir y eliminar la explotacioacuten de los mismos que pone fin al traacutensito clandestino y a situaciones de irre-gularidad debida a la falta de documentacioacuten

Desde el inicio del antildeo 2003 el Estado Nacional generoacute im-portantes cambios en la poliacutetica migratoria A saber se implementoacute el Programa Nacional de Normalizacioacuten Documentaria Migratoria-maacutes conocido como Patria Grande mediante el cual se tratoacute de re-gularizar la situacioacuten de la poblacioacuten migrante de los Estados inte-grantes del Mercosur y asiacute un gran nuacutemero de personas extranjeras pudieron obtener la residencia legal en Argentina especialmente los que se encontraban en situacioacuten de vulnerabilidad y margina-lidad

Por uacuteltimo llegando a la actualidad en esta acotada siacutentesis sobre la poliacutetica migratoria argentina de las uacuteltimas deacutecadas en di-ciembre del 2003 fue sancionada la nueva Ley de Migraciones (Ley Nordm 25871) que fuera promulgada en enero de 2004

La nueva ley muestra grandes cambios con respecto a la Ley Videla siendo uno de los maacutes significativos el reconocimiento de la migracioacuten como un derecho humano ldquoesencial e inalienable de la personardquo expliacutecito en el Artiacuteculo 4

A traveacutes de la promulgacioacuten de esta ley el Estado intenta cumplir con aquellos compromisos internacionales de los cuales Argentina forma parte en relacioacuten a los derechos humanos inte-gridad y movilidad de los migrantes como asiacute tambieacuten reconocer la importancia de la migracioacuten a escala regional en Latinoameacuterica con especial eacutenfasis en la cooperacioacuten mutua en el marco del Mercosur

Esto fue un importante avance en la poliacutetica migratoria ar-gentina contribuyendo a generar un cambio en la concepcioacuten o mirada a la figura del migrante en nuestro paiacutes abordando esto desde los derechos humanos la importancia de la unioacuten familiar la igualdad y la integracioacuten del extranjero a la sociedad argentina En

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definitiva la ley apunta al rol que debe cumplir el Estado como fa-cilitador en el proceso de integracioacuten del extranjero y no solo como ldquocontrolador y reguladorrdquo como lo explicitaba la Ley Videla

A medida que fue pasando el tiempo la Ley 25871 se fue mo-dificando y complementando con diferentes decretos y disposi-ciones sugeridas desde la Direccioacuten Nacional de Migraciones tales como la Disposicioacuten 2079 (28104) que actuoacute como sostiene Pacec-ca como una especie de admistia puesto que evitoacute la expulsioacuten de los extranjeros ilegales pero no fue efectivo para la regularizacioacuten de la residencia en el paiacutes Tambieacuten se puede citar el Decreto 836 (772004) como ejemplo el cual emitioacute la emergencia administra-tiva de la Direccioacuten Nacional de Migraciones por casi un semestre y la Disposicioacuten 53253 (13122005) que efectuacuteo el Programa Nacio-nal de Normalizacioacuten Documentaria Migratoria para extranjeros nativos de los Estados parte del MERCOSuR y sus Estados asociados tambieacuten conocido como ldquoPatria Grande (Courtis y Pacecca 2007)

En cierto sentido el programa instrumentoacute el criterio de na-cionalidad establecido en la nueva ley migratoria Se tratoacute de una medida generosa en su alcance abarcando a inmigrantes de Bolivia Brasil Chile Colombia Ecuador Paraguay Peruacute Uruguay y Repuacute-blica Bolivariana de Venezuela y seguacuten las autoridades se exten-deriacutea en el tiempo y comprenderiacutea aunque con procedimientos no similares tanto a quienes residiacutean en el paiacutes a la fecha de inicio del programa como a quienes hubieren llegado o llegasen con posterio-ridad a ella

El ldquoPatria Granderdquo flexibilizoacute tambieacuten en alguna medida los requisitos para iniciar el traacutemite migratorio

Por uacuteltimo cabe sentildealar que a principios de 2007 Argentina ratificoacute la Convencioacuten internacional sobre la proteccioacuten de los de-rechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares Si bien se trata de una ratificacioacuten demorada (probablemente en vir-tud de que la nueva Ley de Migraciones que ampliacutea los estaacutendares de proteccioacuten establecidos en la Convencioacuten) la medida resultoacute ser altamente significativa en tanto fue adoptada por un paiacutes ldquorecep-torrdquo y constituye un importante respaldo a la legitimidad del ins-trumento en la regioacuten

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A partir del corriente antildeo (2017) nuevamente la Ley de Migracio-nes sufrioacute cambios a traveacutes del Decreto 702017 que tiene como ob-jetivo central reducir los tiempos para precisar la expulsioacuten del paiacutes de los extranjeros que presenten antecedentes penales Esto surge a raiacutez del incremento de delitos especialmente aquellos vinculados a la narco criminalidad Frente a este contexto el Gobierno argu-menta estar ante ldquouna situacioacuten criacutetica que amerita la adopcioacuten de medidas urgentesrdquo Especiacuteficamente el Decreto estipula una regula-cioacuten de condiciones maacutes estrictas respecto de las causas que pueden impedir el ingreso yo permanencia de extranjeros en Argentina cuando estos esteacuten sujetos a condenas penales yo cuenten con an-tecedentes relacionados a diferentes causas

Uno de los impedimentos para el ingreso y permanencia de extranjeros en el territorio nacional que establece el inciso C del ar-tiacuteculo 29 de la ley actual es ldquohaber sido condenado o estar cumplien-do condena en la Argentina o en el exterior o tener antecedentes por traacutefico de armas de personas de estupefacientes o por lavado de dinero o inversiones en actividades iliacutecitas o delito que merezca para la legislacioacuten argentina pena privativa de la libertad de tres antildeos o maacutesrdquo (Decreto 702017)

Por otra parte tambieacuten se deja en claro que se impediraacute el in-greso al paiacutes a toda persona que omita informacioacuten en relacioacuten a tener antecedentes penales en su paiacutes de procedencia aunque no tenga condena efectiva y se modificoacute el tiempo de reingreso a la Ar-gentina (antes era de cinco antildeos ahora se incrementoacute a ocho antildeos para delitos dolosos y de cinco para los delitos culposos)

En siacutentesis el nuevo decreto que fue confeccionado en forma conjunta entre los Ministerios de Justicia y de Seguridad la Secre-tariacutea de Derechos Humanos la Direccioacuten de Migraciones y Canci-lleriacutea con aportes de distintas fuerzas poliacuteticas apunta a la restric-cioacuten de ingreso y permanencia en el paiacutes de aquellos extranjeros que presentan una situacioacuten irregular con la justicia y atiende a problemaacuteticas criacuteticas de la realidad del paiacutes

A nivel local La Carta Orgaacutenica Municipal de la ciudad de Riacuteo Cuarto reformada en el mes de marzo de 1996 no hace ninguacuten tratamiento especiacutefico referente a los deberes y derechos de la po-blacioacuten migrante que pudiera tener intenciones de radicarse en la ciudad Si bien no se hace una referencia especiacutefica sobre el tema

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existen algunos artiacuteculos donde se da por entendido que cualquier persona sin importar su nacionalidad tiene el derecho a formar parte de la sociedad de Riacuteo Cuarto utilizar los servicios que presta ser reconocidos legalmente sin perjuicio para la poblacioacuten nativa y sin ser sometida o marginada por ciertos sectores de la sociedad

Tambieacuten existe la Defensoriacutea del Pueblo dependiente del Gobierno Municipal la cual lleva un registro con informacioacuten ac-tualizada sobre la movilidad de la poblacioacuten que llega a la ciudad desde otras provincias yo paiacuteses con el objetivo de asesorarlos en sus derechos y disminuir asiacute su situacioacuten de vulnerabilidad social y ayudar a una mejor integracioacuten de los inmigrantes con los habitan-tes del lugar

Estas acciones llevadas a cabo desde el municipio contribuyen a disentildear y gestionar poliacuteticas migratorias de desarrollo local ade-cuadas a los permanentes cambios que se producen en el proceso de globalizacioacuten del cual la ciudad de Riacuteo Cuarto no queda exenta

La migracioacuten boliviana en Riacuteo CuartoAl igual que en diferentes partes del mundo los latinoamericanos deciden dejar su paiacutes de origen y emprender un proceso migratorio de caraacutecter internacional por variadas razones En general se tien-de a atribuir un peso central a las razones laborales o econoacutemicas sin embargo este no es el uacutenico motivo ya que los individuos emi-gran tambieacuten para reunificarse con su familia o para estudiar

Asiacute a partir de la deacutecada de 1970 hasta la actualidad la com-posicioacuten de la migracioacuten externa hacia nuestro paiacutes pasa a ser casi exclusivamente de paiacuteses limiacutetrofes y de Latinoameacuterica como Boli-via Paraguay Uruguay y Peruacute recibiendo recientemente tambieacuten a muchos ciudadanos venezolanos que salen de su paiacutes escapando de la realidad socioeconoacutemica difiacutecil por la que estaacuten atravesando A pesar de los vaivenes de la economiacutea argentina este tipo de mi-gracioacuten continuoacute insertaacutendose muchos de ellos en el mercado la-boral especialmente en algunas industrias (textil) la construccioacuten como asiacute tambieacuten en puestos de trabajo no cubiertos por la pobla-cioacuten nativa

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En el caso particular de la poblacioacuten boliviana que arriba a la ciudad de Riacuteo Cuarto llega como consecuencia de la crisis de las economiacuteas regionales del noroeste argentino (Salta y Jujuy) princi-pal destino de estas comunidades Con el tiempo estas comunidades comenzaron a dirigirse a ciudades como Buenos Aires y Mendoza para finalmente en la actualidad establecerse en ciudades inter-medias tal es el caso de Riacuteo Cuarto Esto se debe seguacuten lo manifes-tado por mucho de ellos a que optaron por estas ciudades porque ofrecen mejores alternativas de vida en comparacioacuten a los grandes centros urbanos donde en muchos casos son sometidos a trabajos esclavizantes e inhumanos con sueldos muy bajos

Es asiacute como desde hace varias deacutecadas familias provenientes de ciertos departamentos de Bolivia se han establecido en metroacutepo-lis y aglomeraciones de tamantildeo intermedio especialmente en las aacutereas periurbanas constituyendo una importante fuerza de trabajo en la actividad de produccioacuten hortiacutecola en la produccioacuten de los hor-nos de ladrillo y en la construccioacuten

Especiacuteficamente en la ciudad de Riacuteo Cuarto (Coacuterdoba) gran parte de las familias bolivianas se han ido asentando en el cinturoacuten hortiacutecola de la ciudad contando en la actualidad con maacutes de 100 explotaciones de las cuales en el 80 se observa mano de obra bo-liviana estando un 20 a cargo de productores provenientes de la localidad de San Lorenzo (Tarija) ya sea como arrendatarios o pro-pietarios de la tierra (Benencia y Geymonat 2003)

Esto produjo un fuerte impacto en el sector ya que no solo transformoacute el paisaje sino que tambieacuten cambioacute la organizacioacuten de la actividad productiva en un sector del periurbano de Riacuteo Cuarto puesto que hasta ese momento la actividad hortiacutecola se realizaba con mano de obra asalariada para luego implementarse nuevas modalidades de contrato de trabajo a traveacutes del sistema de medie-riacutea Tambieacuten se produjeron cambios en relacioacuten a la tenencia de la tierra y a la produccioacuten y aplicacioacuten de nuevas praacutecticas agriacutecolas como por ejemplo la introduccioacuten del sistema de invernaacuteculo es decir la praacutectica de cultivo bajo cubierta (para evitar ser afectados por fenoacutemenos climaacuteticos como el granizo y las heladas) lo que per-mitioacute aumentar la produccioacuten del cinturoacuten hortiacutecola

La comunidad boliviana como se evidencia en la zona de Riacuteo Cuarto se caracteriza por utilizar distintas estrategias para asen-

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tarse en estas aacutereas de produccioacuten y lograr la movilidad social que tanto anhelan Una de ellas es tratar de crear condiciones de equi-librio eacutetnico para poder imponer reglas de juego propias que les fa-ciliten desarrollar la actividad sin grandes inconvenientes (acceso a la tierra mercado de trabajo produccioacuten y comercializacioacuten) para lo cual apelan al establecimiento de fuertes redes sociales

A traveacutes de dichas redes los migrantes ya establecidos pasan a ser los informantes de sus compatriotas que tienen el deseo de mi-grar y asiacute al poner en praacutectica las relaciones personales que actuacutean como canales de transmisioacuten de dicha informacioacuten determinan quieacuten tomaraacute el trabajo

La organizacioacuten del trabajo que impuso la comunidad bolivia-na en el ldquocinturoacuten verderdquo de la ciudad trajo aparejado un aumento en la productividad y reactivoacute la actividad de la produccioacuten hortiacute-cola de Riacuteo Cuarto

Pero esta nueva forma de organizacioacuten no fue exclusiva de Riacuteo Cuarto sino que tambieacuten se fue reproduciendo en distintas aacutereas hortiacutecolas del paiacutes Tal como lo expresa Benencia las transfor-maciones se produjeron en ciudades como Buenos Aires Mar del Plata Bahiacutea Blanca Coacuterdoba Villa Mariacutea Riacuteo Cuarto Mendoza y zonas de Tucumaacuten Salta Jujuy Alto Valle del Riacuteo Negro y Neuqueacuten y Chubut aunque no se generaron en forma similar ni al mismo tiempo (Grimson y Jelin 2006)

Figura 2 Produccioacuten Hortiacutecola Cinturoacuten verde de la ciudad de Rio Cuarto 2017

Ademaacutes de la produccioacuten hortiacutecola los primeros integrantes de esta comunidad boliviana que se asentaron en la zona del pe-

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riurbano tambieacuten se dedicaron a la produccioacuten de ladrillos Algu-nos de ellos con el tiempo se capitalizaron y en la actualidad diri-gen los mayores fabricantes de ladrillos de la ciudad a tal punto que la produccioacuten no solo se comercializa en Riacuteo Cuarto sino tambieacuten en otras provincias como son La Pampa Buenos Aires y Santa Fe

Figura 3 Produccioacuten de ladrillos Periurbano de Riacuteo Cuarto 2017

La comunidad boliviana en el periurbano de Riacuteo Cuarto su calidad de vidaTratar de definir o expresar la Calidad de Vida de las personas es una tarea sumamente compleja puesto que la misma no implica uacutenica-mente la disponibilidad de bienes materiales sino que considera en general el estar a gusto estar rodeado de un ambiente limpio tener acceso a la cultura a la educacioacuten a la salud y a servicios y a las necesidades espirituales Es decir que implica ademaacutes una serie de Necesidades Baacutesicas No Materiales que son difiacuteciles de cuantificar Por ello la calidad de vida debe ser considerada desde una perspec-tiva maacutes humana tomando como punto de partida a las personas

Seguacuten Goacutemez Orea (2006) la calidad de vida variacutea con el tiem-po puesto que depende de las aspiraciones y problemas de la pobla-cioacuten pero estariacutea determinada por las condiciones de vida y trabajo el nivel de renta y la calidad ambiental daacutendoles a cada uno de estos elementos una importancia diferente seguacuten el individuo el espacio y el tiempo

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Hoy las Necesidades Baacutesicas permiten delimitar en cierta forma la situacioacuten de pobreza e identificar a la poblacioacuten que estaacute significativamente privada de los bienes recursos u oportunidades que posibilitan su subsistencia y desarrollo en condiciones miacutenimas acordes con la dignidad humana con un grado razonable de objeti-vidad

Hablar de Calidad de Vida es hablar de ldquouna medida de logro respecto de un nivel establecido como lsquooacuteptimorsquo teniendo en cuenta dimensiones socioeconoacutemicas y ambientales dependientes de la es-cala de valores prevaleciente en la sociedad y que variacutean en funcioacuten de las expectativas de progreso histoacutericordquo (Velaacutezquez 2008)

Cuando se habla del grado de bienestar de las personas se estaacute haciendo referencia a un concepto que puede comprender diversos niveles anaacutelisis y multiplicidad de variables es decir que la calidad de vida es un concepto poliseacutemico

A partir de este marco conceptual sobre calidad de vida se efectuoacute el anaacutelisis correspondiente sobre el grado de bienestar de la comunidad boliviana que reside en el periurbano haciendo hinca-pieacute en aquellas variables que se consideraron esenciales tales como educacioacuten salud vivienda acceso a los servicios (agua gas cloacas electricidad y transporte) empleo y la calidad ambiental

Del estudio correspondiente se pudo establecer que la calidad de vida de los habitantes de la comunidad boliviana es heterogeacutenea y desigual

Figura 4 a) Centro Educativo Bernardino Rivadavia- b) IPEM N ordm 29 ldquoFelipe Galiziardquo 2017

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Desde el punto de vista de la educacioacuten en el aacuterea se encuentran dos establecimientos educativos puacuteblicos uno de nivel inicial y pri-mario (Centro Educativo Bernardino Rivadavia) y uno secundario (IPEM N ordm 29 ldquoFelipe Galiziardquo)

Estos establecimientos reciben un gran nuacutemero de alumnos que proceden del aacuterea periurbana siendo en su mayoriacutea nintildeos y joacutevenes pertenecientes a la comunidad boliviana asentada en la zona aunque la falta de documentacioacuten necesaria (familias que to-daviacutea se encuentran indocumentadas) en muchas oportunidades dificulta el ingresos de los mismos al sistema educativo Ante esta situacioacuten las autoridades de los centros educativos han gestionado el traslado de una dependencia del Registro Civil a la escuela para facilitar el traacutemite de legalizacioacuten de residencia de los extranjeros Asimismo desde la Defensoriacutea del Pueblo tambieacuten se trabaja sobre esta problemaacutetica que no solo dificulta la insercioacuten de la comunidad en la educacioacuten sino que se transforma en un serio inconveniente a la hora de buscar empleo y para acceder al sistema de salud local

Se pudo comprobar que si bien es un nuacutemero importante de nintildeos y joacutevenes los que asisten a clase diariamente los docentes manifiestan (en las entrevistas efectuadas) que los mismos suelen tener dificultades a la hora de presentar las tareas y actividades que se les solicita realizar en la casa Esto se debe a que muchos de ellos al llegar a sus hogares trabajan ayudando a sus padres en la produc-cioacuten hortiacutecola o fabricacioacuten de ladrillos (en la mayoriacutea de los casos) no solo para incrementar el ingreso familiar sino tambieacuten porque forma parte de su cultura donde el varoacuten desde pequentildeo se forma en el trabajo y las nintildeas aprenden las tareas de la casa

A traveacutes de las encuestas realizadas a distintas familias boli-vianas se pudo advertir que muchos de estos inmigrantes (en edad adulta) poseen un bajo nivel de alfabetizacioacuten por eso consideran importante la posibilidad de que sus hijos puedan insertarse en los distintos niveles del sistema educativo primario secundario y tam-bieacuten universitario Estos uacuteltimos concurren a la Universidad Nacio-nal de Riacuteo Cuarto donde se ha evidenciado en los uacuteltimos antildeos un aumento en la matriacutecula de alumnos pertenecientes a esta colecti-vidad al igual que en las instituciones educativas del barrio

Por uacuteltimo es importante destacar que los diferentes centros educativos del aacuterea han ido adaptaacutendose a esta nueva realidad so-

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cial y cultural y para ello han ideado nuevas formas de articular compartir y vivenciar las distintas representaciones culturales que confluyen en los establecimientos Por ejemplo a traveacutes de proyec-tos celebraciones de fechas patrias reuniones y trabajo en conjun-to se trata de compartir culturas e integrar a los grupos familiares de la colectividad boliviana a la comunidad en general

Con respecto a la variable de salud se observa que se debe-riacutea fomentar maacutes la educacioacuten en este campo haciendo hincapieacute en el aacuterea preventiva puesto que como lo expresara en los medios de comunicacioacuten el doctor Gabriel Abrile (ex secretario de salud de la Municipalidad de Riacuteo Cuarto) muchas de las familias bolivianas viven en situacioacuten de precariedad desde el punto de vista de la vi-vienda ya que existen condiciones de hacinamiento y esto favore-ce la proliferacioacuten de enfermedades

La mayoriacutea de las familias bolivianas no acuden al dispensa-rio Ndeg 5 ubicado entre las calles 11 de Noviembre y Tejerina del ba-rrio Villa Daacutelcar que ofrece servicios como cliacutenica meacutedica pedia-triacutea ginecologiacutea odontologiacutea asistente social orientacioacuten familiar y enfermeriacutea Esto estaacute en relacioacuten directa en muchos casos por la falta de conectividad del sector con las aacutereas de la ciudad donde se encuentran los centros de atencioacuten a la salud primaria y al Hospital Regional o cliacutenicas privadas Es por ello que concurren al Dispensa-rio Santa Clara perteneciente a los Frailes Franciscanos puesto que se encuentra a una distancia considerable de su aacuterea de residencia Este dispensario no solo cumple con la funcioacuten relacionada a la sa-lud (atencioacuten primaria) sino que tambieacuten es utilizado para activida-des de socializacioacuten entre los integrantes de la comunidad

Por supuesto ante situaciones de salud maacutes complejas son de-rivados al Hospital San Antonio de Padua servicio de jurisdiccioacuten provincial donde incluso le otorgan medicamentos en forma gra-tuita

Con respecto a la vivienda la mayoriacutea de las familias son nu-merosas y deben enfrentarse al hacinamiento ya que habitan en viviendas precarias de poca altura y de reducidas dimensiones y en muchos casos con falta de acceso a los servicios baacutesicos en red Esta realidad no abarca a todas las viviendas de la colectividad ob-servaacutendose maacutes esta situacioacuten en los que residen en los predios de los hornos de ladrillo y en las huertas especialmente aquellas fa-

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milias que han llegado a la ciudad en los uacuteltimos antildeos tal como se observa en la Figura 5

Figura 5 Viviendas 2017

Otra de las variables analizadas fue el del acceso a los servicios baacutesicos Se observoacute que todas las viviendas del aacuterea carecen de agua de red sistema de saneamiento y gas natural aunque la mayoriacutea cuenta con el servicio de electricidad Tampoco poseen sistema de recoleccioacuten de residuos soacutelidos urbanos y en relacioacuten al transporte urbano de pasajeros se observa una falta de conectividad puesto que la uacutenica liacutenea de transporte urbano con la que cuenta esta zona tiene un recorrido que no incluye todo el sector poblado y a su vez con escasas frecuencias por lo que la mayoriacutea de las familias deben realizar largos recorridos a pie para acceder al servicio

En relacioacuten al empleo la poblacioacuten desarrolla sus actividades en un mercado de trabajo signado por la flexibilizacioacuten de la pro-duccioacuten y precarizacioacuten laboral en el contexto de la globalizacioacuten y transnacionalizacioacuten de la mano de obra

Los datos censales y estudios realizados por diversos inves-tigadores dan cuenta de la importancia del aporte de la mano de obra procedente de Bolivia en la ciudad Riacuteo Cuarto y la condicioacuten de vulnerabilidad puesta de manifiesto en servicio domeacutestico la fabricacioacuten de ladrillos y el comercio informal realizando labores caracterizadas por la informalidad y transitoriedad de los contratos laborales o ldquoarreglosrdquo por la escasa calificacioacuten profesional requeri-da por la precariedad de las condiciones laborales y por ser trabajos ldquoduros y sacrificadosrdquo

Especiacuteficamente en relacioacuten con la produccioacuten hortiacutecola la colectividad bolivianaes protagonista en la construccioacuten de los nuevos territorios hortiacutecolas asiacute como levantar mercados de distri-

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bucioacuten mayorista propios compitiendo a la par de los mercados de distribucioacuten tradicionales Estos inmigrantes han venido a solucio-nar un problema de escasez de mano de obra que padecioacute siempre la horticultura en fresco en la Argentina en general y en Riacuteo Cuarto en particular y han incidido fuertemente en un aumento de la ofer-ta de productos para el consumo de la poblacioacuten

Las primeras familias que llegaron a esta ciudad cuando se instalaron comenzaron a trabajar con el sistema de medieriacutea con el tiempo se transformaron en arrendatarios e inclusive un nuacutemero menor se han convertido en propietarios de la explotacioacuten hortiacute-cola Los que han podido adquirir tierras poseen explotaciones que variacutean en su tamantildeo de 5 a 30 hectaacutereas Pero no todas las familias han logrado ascender socialmente la mayoriacutea de ellas no poseen acceso a los bienes y servicios baacutesicos trabajan durante largas jor-nadas para obtener un escaso ingreso y alejadas de su paiacutes de ori-gen hacen grandes esfuerzos para criar a sus hijos (Maldonado et al 2013)

Las actividades laborales a las que se dedican tienen mucho que ver con la carga cultural que traen de su paiacutes de origen Los huerteros que llegaron a la ciudad de Riacuteo Cuarto provienen del sur de Bolivia donde la principal forma de vida es la produccioacuten de vegetales los del norte del paiacutes trabajan fundamentalmente en los hornos de ladrillo donde se registran condiciones maacutes duras

Con respecto a la calidad ambiental seguacuten los relevamientos efectuados se detectaron una serie de problemaacuteticas relacionadas a los diferentes usos del suelo que se superponen en este sector del peri-urbano de la ciudad Asiacute se observoacute contaminacioacuten producida por la actividad de los hornos de ladrillos (atmosfeacuterica visual y de-gradacioacuten del suelo) degradacioacuten y erosioacuten por extraccioacuten de aacuteridos y la proliferacioacuten de roedores y alimantildeas por la falta de desmaleza-do en baldiacuteos y presencia de microbsadurales especiacuteficamente en las aacutereas de extraccioacuten de tierra para la produccioacuten de ladrillos (ver Figura 6)

Por uacuteltimo algunas de las viviendas del aacuterea se encuentran muy cercanas al cauce del riacuteo Cuarto generaacutendose asiacute una mayor vulnerabilidad al peligro de inundacioacuten poniendo a la poblacioacuten en situacioacuten de riesgo en forma constante

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Figura 6 Calidad ambiental 2017

1 Consideraciones FinalesEn las uacuteltimas deacutecadas la llegada de poblacioacuten migrante provenien-te desde Bolivia se ha convertido en un fenoacutemeno notorio en los distintos espacios donde se establece tal es el caso de la ciudad de Riacuteo Cuarto Esta poblacioacuten ha ido aumentando paulatinamente a traveacutes del tiempo no solo por su crecimiento vegetativo sino tam-bieacuten porque la inmigracioacuten sigue fluyendo en forma permanente

Seguacuten el estudio realizado se puede sentildealar que la mayoriacutea de las familias bolivianas que residen en el sector periurbano de la ciudad de Riacuteo Cuarto presentan una particular forma de trabajo que se relacionan con las actividades econoacutemicas que llevaban a cabo en su lugar de origen produccioacuten hortiacutecola y trabajo en hornos de ladrillos

Las primeras familias que llegaron a la ciudad (deacutecada del 80) han capitalizado y ya son propietarios de explotaciones agropecua-rias (entre 5 y 30 has) destinadas a la produccioacuten hortiacutecola Estas

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son por lo general numerosas con fuertes redes sociales entre sus coterraacuteneos y con un gran sentido de pertenencia y de identidad comunitaria cultural colectiva aunque muchas de ellas viven toda-viacutea en situacioacuten de pobreza puesto que no logran satisfacer algunas necesidades baacutesicas habitan viviendas precarias y en condiciones de hacinamiento carecen de agua potable servicio de electricidad gas natural cloacas y en un ambiente con distintas problemaacuteticas que aumenta su vulnerabilidad social

Por uacuteltimo se puede apreciar que a traveacutes de los antildeos la co-munidad ha comenzado a insertarse en la sociedad por medio de la incorporacioacuten de los nintildeos y joacutevenes a los diferentes niveles de escolaridad aunque se denota todaviacutea una escasa inclusioacuten en la sociedad riocuartense en general

Si bien el gobierno local en los uacuteltimos antildeos ha comenzado a disentildear poliacuteticas de inclusioacuten social en concordancia a las poliacuteticas poblacionales y migratorias provinciales y nacionales estas todaviacutea no visibilizan una mejora en la calidad de vida de la poblacioacuten boli-viana en la ciudad por ello se considera que es necesario profundi-zar y fortalecer las poliacuteticas puacuteblicas existentes y formular nuevas poliacuteticas que atiendan tanto a la inclusioacuten de la poblacioacuten como a la planificacioacuten y gestioacuten territorial

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Busso Gustavo (2007) Migracioacuten y desarrollo territorial Enfoques discipli-narios problemas teoacutericos e implicancias de poliacuteticas en el estudio de sus interrelaciones Fac de Cs Econoacutemicas UNRC

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Autores

Amor Luis Licenciado En Economiacutea Contador Puacuteblico Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Metodologiacutea de las Ciencias FCE UNRC

Basconzuelo Celia Cristina Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Partidos Poliacuteticos (UNC) Doctora en Historia (UNCu) Investigadora del CONICET Profeso-ra Asociada del Departamento de Historia y del Departamento de Ciencias Juriacutedicas Poliacuteticas y Sociales Facultad de Ciencias Huma-nas de la UNRC Directora del Centro de Estudios y Gestioacuten en Re-des Acadeacutemicas (CEGRA-UNRC)

Bettera Mariacutea Alejandra Profesora en Geografiacutea (UNRC)Licenciada en Geografiacutea (UNRC) Especialista Docente de Nivel Su-perior en Educacioacuten y TIC (Direccioacuten de Educacioacuten Superior) Espe-cialista en Planificacioacuten y Gestioacuten de Poliacuteticas y Programas Sociales (UNRC) Profesora Asociada con dedicacioacuten exclusiva del Departa-

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mento de Geografiacutea (UNRC) Profesora Integrante del Centro de Es-tudios y Gestioacuten en Redes Acadeacutemicas (CEGRA-UNRC)

Camantildeo Semprini Rebeca Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Partidos Poliacuteticos (UNC) Doctora en Historia (UNC) Becaria posdoctoral del CONICET Ads-cripta en Historia Argentina Actual Departamento de Historia Fa-cultad de Ciencias Humanas de la UNRC Docente del Aacuterea de His-toria Poliacutetica Contemporaacutenea del Centro de Estudios Avanzados Facultad de Ciencias Sociales de la UNC

Carbonari Mariacutea Rosa Profesora en Historia (UNRC) Espe-cialista en Estudios del Brasil Contemporaacuteneo (Universidad Federal de Santa Mariacutea Rio Grande do Sul Brasil) Magister en Educacioacuten (Universidad Federal de Santa Mariacutea Rio Grande do Sul Brasil) Doctora en Historia (Universidad Federal Fluminense Riacuteo de Janei-ro Brasil) Profesora Asociada del Departamento de Historia Facul-tad de Ciencias Humanas de la UNRC Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Cagnolo Mariacutea Elena Profesora de Historia Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Donadoni Moacutenica Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territo-rial Profesora Adjunta Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Emiliozzi Analiacutea Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territo-rial Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Formento Liliana Isabel Profesora en Historia (UNRC) Ma-giacutester en Estudios Latinoamericanos (UNRC) Doctora en Estudios Sociales Agrarios Profesora Adjunta del Departamento de Historia y del Departamento de Lengua y Literatura (UNRC) Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Hildmann Mariacutea Fabiana Profesora en Geografiacutea (UNRC)Licenciada en Geografiacutea (UNRC) Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territorial (UNRC) Profesora Integrante del Centro de Estudios y Gestioacuten en Redes Acadeacutemicas-CEGRA-Facultad de Ciencias Huma-

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nas (UNRC) Profesora Asociada Efectiva con dedicacioacuten exclusiva del Departamento de Geografiacutea (UNRC)

Kaufman Noelia Profesora en Historia (UNRC) Becaria del Consejo Interuniversitario Nacional (EVC-CIN) Secretaria Adjunta del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) Adscripta a la Caacutetedra Historia Americana y Argentina Colonial del Departamen-to de Historia (UNRC)

Lodeserto Alicia Profesora y Licenciada en Historia Magiacutes-ter en Estudios Latinoamericanos Orientacioacuten Integracioacuten Latinoa-mericana Doctoranda en Desarrollo Territorial (UNRC) Docente ndash investigadora en la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto (Profesora Adjunta caacutetedra de concurso Historia del Mundo Actual)

Olmedo Ernesto Profesor y Licenciado en Historia Magiacutes-ter en Desarrollo Territorial (UNRC) Doctorando en Historia (UNC) Docente ndash investigador en la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto

Peacuterez Zavala Graciana Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Antropologiacutea (UNRC) Docente del Departamento de Historia Facultad de Ciencias de la UNRC y del Instituto Acadeacutemico yPedagoacutegico de Ciencias Sociales de la UNVM Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Prieto Osvaldo Profesor en Historia (UNRC) Magiacutester en Es-tudios Latinoamericanos (UNRC) Profesor Adjunto Exclusivo del Departamento de Historia y Ciencias Poliacuteticas (UNRC) Investigador del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) ydel IIESTE (UNRC)

Re Moacutenica Profesora en Historia (UNRC) Magiacutester en Desa-rrollo Territorial (UNRC) Doctora en Desarrollo Territorial (UNRC) Profesora Titular de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas de la UNRC

Tamagnini Marcela Profesora Adjunta Dpto de Historia Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto Doctora en Historia por la Universidad Nacional de Coacuterdo-ba Magister en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Na-cional de Riacuteo Cuarto Licenciada en Historia y Profesora en Historia

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por la misma universidad Certificacioacuten posdoctoral de la Universi-dad Nacional de Rosario

Travaglia Laura Marisa Profesora en Historia (UNRC) Ma-giacutester en Estudios Latinoamericanos (UNRC) Doctora en Estudios Sociales Agrarios Docente del Aacuterea de Historia Americana del De-partamento de Historia y del Departamento de Lengua y Literatura Coordinadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) e investigadora del IIESTE (UNRC)

Trucco Gabriela Magister en Procesos educativos mediados por tecnologiacuteas Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Metodologiacutea de las Ciencias FCE UNRC

Toponimia indiacutegenaSur de Coacuterdoba sur de San Luis y sur de Santa Fe

Norberto Francisco Mollo

Laura Travaglia (Compiladora)

Universidad Nacionalde Riacuteo CuartoSecretariacutea Acadeacutemica

UniR o editora

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Problemaacuteticas e interpretaciones de la historia argentina y latinoamericana

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Coleccioacuten Liacuteneas del Tiempo

atinoameacuterica entre nuevos y viejos tiempos

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La compilacioacuten Latinoameacuterica entre viejos y nuevos tiempos propone un recorrido temporal y espacial por un conjunto de problemaacuteticas sociales poliacuteticas y econoacutemicas del continente y de nuestro paiacutes las que actualmen-te se investigan y ensentildean en el aacutembito de la universidad puacuteblica La Historia y la Geografiacutea en diaacutelogo con la Ciencia Poliacutetica la Economiacutea y la Sociologiacutea conforman el dispositivo teoacuterico e instrumental heterogeacuteneo que articula los diferentes artiacuteculos del volumen que es el resultado de una serie de intercambios acadeacutemicos realizados en el contexto del Proyecto Universitario de Historia Argentina y Latinoamericana PUHAL de Secretariacutea de la Poliacuteticas Universitarias del Ministerio de Educacioacuten de la Nacioacuten Uno de los objetivos de dicho proyecto fue el de promover la revisioacuten de procesos histoacutericos locales regionales nacionales o latinoamericanos desde una mirada interdisciplinaria actualizando la comprensioacuten de los problemas que estos conllevan ldquoLatinoameacuterica dimensiones y perspecti-vas de abordajerdquo y ldquoTemas y problemas de la Historia Argentina Miradas desde lo localrdquo son los dos ejes que agrupan las contribuciones que confor-man esta publicacioacuten

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e-bo kISBN 978-987-688-351-1

Page 2: Norberto Francisco Mollo Latinoamérica en enntre nuevos y ......a través de la encomienda, la mita o las reducciones religiosas. Al decir de Levaggi (2000) rápidamente se convirtieron

Coleccioacuten Liacuteneas del Tiempo

Transmisioacuten de restos que fulguran y resuenan en el presente revisioacuten inacabadamente criacutetica de lo acontecido reconocimiento de temporali-dades que se superponen y tensionan nomina-cioacuten de lugares en los que afinca y late la memo-ria compendio de relatos polifaceacuteticos en los que el pasado se devela y transfigura algunas (y no pocas) liacuteneas de sentido que convoca y activa la palabra historia Atendiendo a esas inflexiones esta coleccioacuten propone textos historiograacuteficos ndashque resultan de investigaciones exhaustivas y acadeacutemicamente consolidadas- en los que lo local y regional se presenta examinado por ma-trices teoacutericas y perspectivas metodoloacutegicas que discuten y polemizan con las interpretaciones oficiales y hegemoacutenicas desde la intencioacuten de pensar nuestra identidad (nacional comunita-ria) como una disputa permanente e inagotable acerca de lo que auacuten podriacuteamos llegar a ser

2018 copy UniRiacuteo editora Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto Ruta Nacional 36 km 601 ndash (X5804) Riacuteo Cuarto ndash Argentina Tel 54 (358) 467 6309 ndash Fax 54 (358) 468 0280 editorialrecunrceduar - wwwunirioeditoracomar

Primera edicioacuten agosto de 2019ISBN 978-987-688-351-1

Latinoameacuterica entre viejos y nuevos tiempos problemaacuteticas e interpretaciones de la historia americana y argentina Laura Travaglia [et al] compilado por Laura Travaglia- 1a ed - Riacuteo Cuarto UniRiacuteo Editora 2019 Libro digital PDF - (Liacuteneas del tiempo)

Archivo Digital descarga y online ISBN 978-987-688-351-1

1 Historia Argentina 2 Ameacuterica Latina I Travaglia Laura comp CDD 980

Este obra estaacute bajo una Licencia Creative Commons Atribucioacuten 25 Argentinahttpcreativecommonsorglicensesby25ardeedes_AR

Equipo Editorial

Secretaria AcadeacutemicaAna Vogliotti

DirectorJoseacute Di Marco

EquipoJoseacute Luis AmmannMaximiliano Brito

Ana Carolina SavinoLara Oviedo

Roberto GuardiaMarcela RapettiDaniel Ferniot

Uni Tres primeras letras de ldquoUniversidadrdquo Uso popular muy nuestro la Uni Universidad del latiacuten ldquouniver-sitasrdquo (personas dedicadas al ocio del saber) se contextualiza para nosotros en nuestro anclaje territorial y en la concepcioacuten de conocimientos y saberes construidos y compartidos socialmente

El riacuteo Celeste y Naranja El agua y la arena de nuestro Riacuteo Cuarto en constante confluencia y devenir

La gota El acento y el impacto visual agua en un movimiento de vuelo libre de un ldquonosotrosrdquo Conocimiento que circula y calma la sed

Consejo Editorial

Facultad de Agronomiacutea y VeterinariaProf Laura Ugnia y Prof Mercedes Ibantildeez

Facultad de Ciencias EconoacutemicasProf Nancy Scattolini y Prof Silvia Cabrera

Facultad de Ciencias Exactas Fiacutesico-Quiacutemicas y Naturales

Prof Sandra Miskoski

Facultad de Ciencias HumanasProf Gabriel Carini

Facultad de Ingenieriacutea

Prof Marcelo Alcoba

Biblioteca Central Juan FilloyBibl Claudia Rodriacuteguez y Bibl Moacutenica Torreta

Secretariacutea AcadeacutemicaProf Ana Vogliotti y Prof Joseacute Di Marco

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Iacutendice

Proacutelogo 6

Primera Parte Temas y problemaacuteticas latinoamericanos

Pueblos indiacutegenas en latinoameacuterica una mirada histoacuterico-antropoloacutegica Graciana Peacuterez Zavala Marcela Tamagnini Alicia Lodeserto y Ernesto Olmedo 10

ldquoAmeacutericardquo entre el estigma de la dominacioacuten y el enigmadel descubrimiento Liliana Formento 44

Algunos planteos para comprender la presencia del negro en Ameacuterica Laura Travaglia 72

Resistencias rebeliones y milenarismos de los pueblos americanos durante la ocupacioacuten espantildeola las guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana Noelia Kaufman 103

La reforma de 1918 en su dimensioacuten histoacuterica Osvaldo Emilio Prieto 132

Segunda parte Temas y problemas de la Historia ArgentinaMiradas desde lo local

Agentes econoacutemicos en el modelo ISI una mirada historiograacuteficaMoacutenica Analiacute Re Moacutenica Donadoni Analiacutea EmiliozziGabriela Trucco y Elena Cagnolo 164

Las organizaciones sociales en la Argentina contemporaacutenea Aproximacioacuten desde el campo historiograacutefico y socio-poliacuteticoCelia Basconzuelo 185

La historia local entre la indiferencia el disentildeo global y la significatividad de lo diferente Mariacutea Rosa Carbonari 198

Centralizacioacuten poliacutetico-administrativa y autonomiacutea municipal durante el peronismo histoacuterico Rebeca Camantildeo Semprini 215

La migracioacuten boliviana en la ciudad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba Argentina Mariacutea Alejandra Bettera y Mariacutea Fabiana Hildmann 227

Autores 246

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Proacutelogo

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El presente volumen integra una obra surgida en el marco de la compilacioacuten denominada ldquoLatinoameacuterica entre viejos y nuevos tiemposrdquo a instancias del Proyecto Universitario de Historia Argen-tina y Latinoamericana PUHAL El mismo estaacute radicado en la pro-gramacioacuten del componente 1- Formacioacuten cuyo objetivo estaacute dirigi-do a apoyar reflexionar dimensionar problemaacuteticas en las Caacutetedras de Historia Argentina y Latinoamericanas que promuevan a traveacutes de diversos contenidos la revisioacuten de procesos histoacutericos locales re-gionales nacionales o latinoamericanos desde una mirada plural y multidisciplinaria

En este sentido se ha llevado adelante un intenso programa de reflexioacuten y debate conjuntamente con el Centro de Investigacio-nes Histoacutericas que incluyeron 1 - Ciclo de formacioacuten y extensioacuten ldquoPensar la Democracia a treinta antildeos de su recuperacioacuten iquestqueacute Democracia pensamos iquestQueacute Democracia tenemos 2 - Jornadas Bicentenario ldquoProblemaacuteticas fundacionales de la identidad lati-noamericanardquo 3 - Taller efemeacuterides 12 de octubre como memoria del poder 4 -Jornadas de Historia Regional En tales eventos se pro-fundizaron problemaacuteticas poliacuteticas sociales econoacutemicas culturales etc planteadas desde visiones teoacutericas metodoloacutegicas y poliacuteticas en gran parte divergentes las que se han traducido en una profusa bibliografiacutea histoacuterica econoacutemica y socioloacutegica Por ello el objetivo de actualizar una compresioacuten afinada de estos problemas constitu-yoacute una herramienta fundamental que no solo redundoacute en un ma-yor conocimiento de los temas sino ademaacutes dotoacute de la posibilidad de reflexionar sobre la naturaleza de los procesos histoacutericos latinoa-mericanos y argentinos -histoacutericos y actuales- desde las caacutetedras asiacute como participar activamente de las instancias acadeacutemicas abo-nando las interpretaciones del pasado y los rumbos del presente

Los autores involucrados en el presente volumen nos presen-tan dada la heterogeneidad de sus especializaciones una multiplici-dad de liacuteneas de interpretacioacuten sobre las que se estaacute trabajando en algunos casos problemas interrogantes para ser tenidas en cuenta en abordajes futuros Fundamentalmente el hilo conductor de este volumen es convertir en material de consulta y actualizacioacuten para los estudiantes de las carreras involucradas los presentes artiacuteculos

Las caacutetedras a partir de las cuales se reflexiona pertenecen al Departamento de Historia al Departamento de Geografiacutea de la Facultad de Ciencias Humanas y a la Facultad de Ciencias Econoacutemi-

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cas Respecto del Departamento de Historia participan las siguien-tes Caacutetedras 1- Historia Americana y Argentina Colonial (6696) 2- Historia Americana Crisis y Organizacioacuten (1810-1930)(6700) 3- Historia Americana Actual (6706) 4- Historia Argentina Actual 5- Historia Argentina de la Criolla a la aluvial 6- Introduccioacuten a la His-toria y a las Ciencias Sociales (6680) del Departamento de Geografiacutea 1- Geografiacutea Humana Argentina (6787) 2- Geografiacutea de Ameacuterica Latina (6791) y de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas 1- Historia Econoacutemica y Social Argentina

En torno a los ejes planteados (Temas y problemaacuteticas lati-noamericanas y Temas y problemaacuteticas argentinas) se presentan trabajos que no necesariamente se inscriben en planteamientos transversales maacutes bien docentes y alumnos han planteado temaacute-ticas particulares con el objetivo de enriquecer algunos contenidos puntuales de las respectivas caacutetedras Por tanto la heterogeneidad y diversidad temaacutetica marcan el presente volumen

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Primera Parte

Temas y problemaacuteticas latinoamericanos

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Pueblos indiacutegenas en latinoameacuterica

una mirada histoacuterico-antropoloacutegica

Graciana Peacuterez Zavala ndash Marcela Tamagnini

Alicia Lodeserto ndash Ernesto Olmedo

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A Ana Mariacutea Rocchietti

nuestra maestra

A manera de introduccioacutenEl poblamiento del continente americano es muy antiguo Actual-mente se reconoce que sus primeros habitantes llegaron hace por los menos 14000 antildeos Provenientes de la lejana Siberia ingresaron por Beringia una regioacuten que por entonces se encontraba cubierta por los hielos de los glaciares Lentamente se desplazaron hacia el sur por tierra o siguiendo la liacutenea de la costa paciacutefica poblando los maacutes variados ecosistemas Hace unos 10000 antildeos ya habiacutean llega-do a Tierra del Fuego en el extremo maacutes austral del continente

La discusioacuten sobre las caracteriacutesticas y particularidades de este proceso no estaacute saldada La arqueologiacutea documentoacute que esos hombres colonizaron los espacios maacutes remotos del continente y que se dedicaron a la caza la pesca y la recoleccioacuten conviviendo en ciertos casos con especies animales que luego se extinguieron como por ejemplo mamuts o gliptodontes seguacuten las regiones Maacutes tarde fueron cazadores de neofauna En algunas regiones como Mesoameacuterica y los Andes Centrales experimentaron con el cultivo de plantas (maiacutez papas etc) y la domesticacioacuten deanimales (cameacute-lidos) alcanzando a su vez un importante desarrollo urbaniacutestico Al momento de la llegada de los espantildeoles a Ameacuterica los mayas los aztecas y los incas contaban con un alto grado de jerarquizacioacuten social Basados en un complejo sistema de tributo que incluiacutea la re-ciprocidad y la redistribucioacuten habiacutean extendido su control sobre otros pueblos y geografiacuteas

A fines del siglo XV la conquista europea modificoacute radical-mente la fisonomiacutea de estas poblaciones La administracioacuten colo-nial incorporoacute muy tempranamente a los grupos maacutes jerarquizados a traveacutes de la encomienda la mita o las reducciones religiosas Al decir de Levaggi (2000) raacutepidamente se convirtieron en ldquoindiacutegenas sometidosrdquo o ldquosuacutebditosrdquo En el otro extremo los ldquoindiacutegenas libres o soberanosrdquo opusieron una tenaz resistencia impidiendo la ocu-pacioacuten de sus territorios por parte de los conquistadores europeos Las fronteras con los chichimecas (Meacutexico) y con los araucanos en el Biacuteo Biacuteo (Chile) fueron la expresioacuten maacutes acabada de este uacuteltimo proceso A su vez las poblaciones nativas que viviacutean en geografiacuteas

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impenetrables o escasamente productivas para los europeos (como las de la regioacuten amazoacutenica) siguieron otro derrotero adquiriendo en su transcurso cierta independencia poliacutetica y territorial

Entre las uacuteltimas deacutecadas del siglo XIX y las primeras del XX todos los grupos que se manteniacutean soberanos fueron derrotados en forma violenta y desalojados de sus tierras por las acciones lleva-das a cabo por los Estados nacionales que buscaban delimitar sus territorios Las regiones de ldquofrontera con el indiordquo fueron desarti-culadas con la consiguiente transformacioacuten de los viacutenculos intereacutet-nicos Pese a ello este sustrato histoacuterico continuacutea en la memoria y explica la pervivencia de la etnicidad como problema socio poliacutetico muchas veces ligada al prejuicio racial y a una estructura socio-eco-noacutemica desigual

A lo largo del siglo XX las sociedades indiacutegenas1 fueron es-tudiadas por diferentes disciplinas dentro de las cuales se desta-can la Antropologiacutea la Arqueologiacutea la Historia y la Etnohistoria A continuacioacuten efectuamos una breve reflexioacuten sobre el modo en que las abordaron y luego analizamos las trayectorias de algunos pueblos indiacutegenas que ilustran las nociones teoacutericas formuladas por las mismas Los ejemplos seleccionados corresponden a poblaciones indiacutegenas que hemos investigado a lo largo de varios antildeos en clave histoacuterica etnohistoacuterica antropoloacutegica y etnograacutefica

Sociedades indiacutegenas y produccioacuten cientiacuteficaTradicionalmente las sociedades indiacutegenas fueron consideradas un obstaacuteculo para la conformacioacuten de las modernas sociedades latinoa-mericanas razoacuten por la cual muy pronto se convirtieron en objeto de estudio de diferentes disciplinas Ya en el siglo XVI los espantildeoles que tomaron contacto con ellas dejaron cuidadosas observaciones sobre la forma de vida de los grupos nativos con los que entraban en contacto Dentro de los cronistas de Indias se destacaron tambieacuten

1 La denominacioacuten de ldquoindiordquo o ldquoindiacutegenardquo otorgada a todas las sociedades del ldquonuevo continenterdquo fue parte del proceso de sometimiento que unificoacute a pue-blos que se concebiacutean como diferentes y muchas veces como opuestos Despueacutes de cinco siglos y al calor de numerosas discusiones algunas organizaciones indiacutegenas resignificaron el teacutermino considerando que es el que mejor pone al descubierto sus procesos de resistencia y de lucha poliacutetica ante la dominacioacuten europea y los Esta-dos nacionales En palabras de una dirigente indiacutegena ldquoIndio fue el nombre con que nos sometieron Indios seraacute el nombre con el que nos liberaremosrdquo (Domitila Quispe Peruacute 1922 en Alboacute 2003 p 99)

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algunos misioneros que dejaron un profuso registro etnograacutefico so-bre su exotismo Hacia mediados del siglo XIX las indagaciones se volvieron maacutes sistemaacuteticas ofreciendo definiciones argumentos y marcos de anaacutelisis de gran valor explicativo Ello fue de la mano de la delimitacioacuten de los campos de estudio de las disciplinas tal como hoy las concebimos El eurocentrismo propio de la produccioacuten de estos saberes hizo que las sociedades ldquono occidentalesrdquo incluidas las indiacutegenas fueran concebidas como ldquosimplesrdquo y ldquoahistoacutericasrdquo es decir carentes de instituciones poliacuteticas (sin Estado) econoacutemicas (sin propiedad sin mercado yo predadoras) y sociales (sin leyes y religioacuten) y por tanto como sociedades estaacuteticas Mientras la eco-nomiacutea la sociologiacutea la historia y la geografiacutea se focalizaron en las ldquosociedades complejasrdquo ligadas a los procesos de industrializacioacuten impulsados por Europa la antropologiacutea se ocupoacute de caracterizar a las sociedades indiacutegenas desde una mirada de unicidad y totalidad (Cfr Wallerstein 2006)

Hacia mediados del siglo XX y a la luz de los procesos de des-colonizacioacuten asiaacutetica y africana comenzoacute a ponerse en cuestioacuten el rol colonialista de la antropologiacutea y el denominado ldquoeurocentrismo cientiacuteficordquo (Grimson etal 2011) Desde entonces fue mucho lo que se avanzoacute en el estudio de las poblaciones indiacutegenas pero su histo-ricidad sigue siendo relegada Veamos ahora cuaacuteles son las discipli-nas que maacutes se han ocupado de estas sociedades

Antropologiacutea del colonialismo al reconocimiento de los derechos culturalesDesde fines del siglo XIX y hasta la deacutecada de 1970 aproximada-mente el estudio de las sociedades indiacutegenas fue de competencia casi exclusiva de la Antropologiacutea cuyo desarrollo acompantildeaba los procesos de expansioacuten colonial Por entonces los antropoacutelogos esta-ban preocupados por la cultura de los llamados ldquopueblos primitivosrdquo procurando identificar sus caracteriacutesticas ldquooriginalesrdquo y ldquoauteacutenticasrdquo En este sentido las relaciones de contacto eran pensadas en base a riacutegidos dualismos indio aculturado vs indio puro aculturacioacuten vs resistencia cultural estructura cultural vs procesos histoacutericos (de Almeida 2010 pp 15-16)

Seguacuten Ratier y Ringuelet (1997) en el caso de la Argentina en un primer momento el intereacutes antropoloacutegico se vinculoacute a los ldquoindios

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muertosrdquo es decir los ldquouacutenicos buenos seguacuten el credo racistardquo La dis-cusioacuten sobre los oriacutegenes del hombre y la influencia de las Ciencias Naturales contribuyoacute a que los antropoacutelogos de inicios del siglo XX se focalizaran en la identificacioacuten eacutetnica de los grupos que poblaban el actual territorio argentino prestando especial atencioacuten a su fe-notipo y ubicacioacuten temporal en especial los de tiempos remotos En ese marco la arqueologiacutea aportoacute en la buacutesqueda de los rastros de los ldquoprimeros hombresrdquo del suelo americano

Ya para mediados del siglo XX la antropologiacutea en su vertien-te cultural etnograacutefica y especialmente folkloacuterica abordoacute el estu-dio de las formas de vida de las poblaciones indiacutegenas Entre otros toacutepicos prestoacute atencioacuten a la economiacutea las formas de organizacioacuten poliacutetica y social el arte la religioacuten y el lenguaje buscando la compa-racioacuten entre grupos y el registro detallado de poblaciones extintas o en camino a ello Los enfoques culturalistas no se interesaron por los cambios protagonizados por estas poblaciones siendo rebatidos posteriormente por sus abordajes ahistoacutericos Sus conceptualizacio-nes de la identidad y la cultura contribuyeron ademaacutes a cosificar a los grupos humanos (Cf Grimson 2010)

Los procesos de descolonizacioacuten post Segunda Guerra Mun-dial y las discusiones sobre el desarrollo y migraciones ldquointernasrdquo que trasformaron la fisonomiacutea regional de los paiacuteses latinoamerica-nos impactaron en los estudios antropoloacutegicos A partir de la deacutecada de 1960 se inicioacute un debate en torno a la vinculacioacuten entre etnicidad y clase social el cual recuperaba los dilemas entre poblaciones ur-banasrurales yo modernastradicionales Como corolario de estas discusiones un conjunto de antropoacutelogos firmoacute la ldquoDeclaracioacuten de Barbadosrdquo (1971) en la cual la antropologiacutea asumiacutea que habiacutea tenido un rol funcional a los procesos de dominio de las poblaciones indiacute-genas Igual responsabilidad se le asignoacute a los Estados y a la Iglesia Catoacutelica

Las investigaciones de fines del siglo XX y de inicios del XXI presentan un abanico temaacutetico difiacutecil de sintetizar destacaacutendose entre otros toacutepicos los estudios sobre las economiacuteas domeacutesticas los procesos de ciudadaniacutea la condicioacuten sanitaria y la educacioacuten in-tercultural bilinguumle Como teloacuten de fondo de todos ellos aflora la discusioacuten sobre los procesos de etnogeacutenesis y reemergencia eacutetnica en los contextos de Estados nacionales que reconocen (en los pape-les maacutes que de hecho) la diversidad identitaria de las poblaciones

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bajo su potestad La antropologiacutea contemporaacutenea tambieacuten estaacute maacutes centrada en el presente histoacuterico relacionado con la etnografiacutea en especial en espacios rurales o en aacutereas perifeacutericas de las ciudades latinoamericanas

Arqueologiacutea del coleccionismo a las restitucionesEn estrecha relacioacuten con el devenir de la antropologiacutea la arqueolo-giacutea se dedica al estudio de las culturas o pueblos del pasado a partir de sus restos materiales En los primeros tiempos su praxis se vin-culoacute con la buacutesqueda hallazgo y tenencia de materiales definidos como exoacuteticos en tanto perteneciacutean a mundos culturales o socieda-des de otros lugares u otros tiempos Al calor de su desarrollo se ori-ginaron colecciones de anticuarios y se comercializaron diferentes bienes culturales (tejidos joyas ceraacutemicas etc) de sociedades como los mayas aztecas o incas Hacia mediados del siglo XIX se conso-lidoacute la arqueologiacutea como disciplina cientiacutefica con una metodologiacutea especiacutefica (prospecciones y excavaciones sistemaacuteticas anaacutelisis de laboratorio y datacioacuten)

En el continente americano la arqueologiacutea se centroacute en anaacute-lisis de los restos materiales de las sociedades indiacutegenas A finales del siglo XIX los naturalistas (formados en Europa) tipificaron y cla-sificaron formas y estilos culturales a partir de la impronta de los diferentes objetos hallados Realizaron asiacute una variedad de caracte-rizaciones de culturas regionales asociadas a diferentes respuestas y adaptaciones al entorno natural

En la Argentina los espacios emblemaacuteticos de estas primeras investigaciones fueron el Museo de Ciencias Naturales de La Pla-ta y el Instituto Nacional de Antropologiacutea de Buenos Aires En el primero se depositaron ademaacutes de los artefactos culturales restos oacuteseos provenientes de las expediciones punitivas sobre el territo-rio pampeano patagoacutenico y chaquentildeo Por ejemplo el craacuteneo del cacique ranquel Panghitruz Gneumlr (Mariano Rosas) permanecioacute en dicho Museo hasta junio de 2001 En esta fecha fue colocado en un Mausoleo en Lebucoacute (provincia de La Pampa) bajo custodia de sus descendientes contemporaacuteneos

El caso mencionado se inscribe en un profundo debate inicia-do a finales del siglo XX en torno de los hallazgos (especialmente

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los funerarios) y su destino Asiacute mientras un gran nuacutemero de ar-queoacutelogos sostienen que los restos culturales y oacuteseos deben estar alojados en lugares ligados al entorno cientiacutefico (para potenciar su conocimiento) otros consideran que su posesioacuten y estudio debe es-tar supeditado a normativas eacuteticas y al intereacutes de las comunidades involucradas En tal sentido para los representantes indiacutegenas lo que corresponde es su restitucioacuten2

Actualmente la arqueologiacutea ha ampliado su objeto de estudio en procura de un conocimiento maacutes global de la experiencia hu-mana En ese marco busca responder a cuestiones vinculadas con la organizacioacuten y explotacioacuten del entorno alimentacioacuten creencias comunicacioacuten y el cambio social (Renfrew y Bahn 1998) Para dar respuesta a estos problemas el conocimiento arqueoloacutegico se nutre del aporte de disciplinas complementarias Sus teoriacuteas meacutetodos y teacutecnicas proveen informacioacuten cada vez maacutes precisa sobre los atri-butos de los objetos hallados en cada contexto arqueoloacutegico

Historia del devenir atemporal al reconocimiento de la historicidadEn tanto disciplina la historia ocupa un lugar privilegiado en los procesos de construccioacuten estatal Por ello en diferentes paiacuteses la-tinoamericanos (por ejemplo Meacutexico y Peruacute) se elaboroacute una ima-gen idealizada de los pobladores indiacutegenas (Quijada et al 2000) En cambio la produccioacuten historiograacutefica argentina sumamente anclada en la matriz ideoloacutegica del Estado nacional tendiacutea a omitir la etnicidad la historia y el accionar poliacutetico de las poblaciones indiacute-genas Las que habiacutean sido afectadas por el reacutegimen colonial fueron concebidas como criollas yo argentinas en tanto que los grupos sometidos a fines del siglo XIX de Pampa Patagonia y Gran Chaco primero fueron vistos como ldquosalvajesrdquo (y por tanto sin historia) y luego como extintos Ademaacutes en los casos en los que la historia se ocupoacute de los indiacutegenas lo hizo de manera tangencial poniendo maacutes bien su foco en lo acontecido del lado cristiano

En la deacutecada de 1980 comenzoacute una renovacioacuten historiograacutefica que permitioacute elaborar perspectivas alternativas relacionadas con el aacutembito de la etnohistoria y la arqueologiacutea tratando de revisar y

2 Esta uacuteltima discusioacuten es de iacutendole eacutetica Veacutease Declaracioacuten de Riacuteo Cuarto 2005 (Olmedo y Ribero 2007)

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cuestionar los antiguos estereotipos Este replanteo supuso un gran desafiacuteo desde y para el campo de la historia porque se avanzoacute en la superacioacuten de la mirada tradicional fuertemente marcada por las fronteras poliacuteticas de los Estados nacionales Las vertientes ligadas a la historia social la historia regional y los estudios de grupos sub-alternos fueron las que maacutes se acercaron al devenir de los indiacutegenas Sin embargo queda auacuten mucho camino por recorrer en el desafiacuteo por superar lo que Rauacutel Mandrini (2007) definioacute como la ldquoincomodi-dadrdquo que el problema indiacutegena produce entre los historiadores

Etnohistoria de la agrafiacutea a la autoriacuteaLa Etnohistoria es un aacuterea del saber que se constituyoacute en la perife-ria de la historia y de la antropologiacutea y que por ende se nutre de los problemas metodologiacuteas y teacutecnicas de investigadores que recorrie-ron el camino de la historia como de aquellos que se formaron en el marco de la antropologiacutea El primero en aludir a esta disciplina fue Clark Wissler en Estados Unidos quien pensaba que si bien el objeto de estudio de la Etnologiacutea eran los pueblos sin escritura no por ello debiacutea utilizar exclusivamente meacutetodos indirectos de inves-tigacioacuten Los etnoacutelogos tambieacuten podiacutean valerse de meacutetodos directos apelando a la documentacioacuten de archivo que se habiacutea generado en las diferentes etapas de contacto con las tribus indiacutegenas en espe-cial por las autoridades gubernamentales las oacuterdenes misioneras y las compantildeiacuteas comerciales

En la Argentina3 las primeras investigaciones de caraacutecter et-nohistoacuterico coinciden con el retorno a la democracia en 1983 foca-lizaacutendose tanto en poblaciones ligadas al sistema de encomiendas como a las fronteras militares con el territorio indiacutegena Sus plan-teos tienen en comuacuten la puesta en evidencia de la capacidad de ac-cioacuten poliacutetica (y de resistencia) de las sociedades indiacutegenas frente a los Estados coloniales provinciales y nacional Al mismo tiempo dan cuenta de la pervivencia de estas poblaciones siendo actual-mente la conceptualizacioacuten del genocidio indiacutegena uno de los pun-tos de mayor discusioacuten

El alcance de la etnohistoria contemporaacutenea variacutea seguacuten los autores pudiendo ser definida como una disciplina independiente

3 Un proceso historiograacutefico similar tuvo lugar en Chile

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un meacutetodo renovado de la historia o de la antropologiacutea (antropo-logiacutea histoacuterica) un enfoque particular de la antropologiacutea que re-conoce expliacutecitamente la perspectiva histoacuterica una historia de los indiacutegenas o finalmente una fusioacuten de historia y antropologiacutea (San-tamariacutea 1985)

La etnohistoria se nutre tambieacuten de los aportes de disciplinas sumamente diversas como la literatura la linguumliacutestica la geografiacutea el arte la muacutesica entre otras Finalmente las investigaciones surgi-das de la confluencia de estos campos de conocimiento estaacuten contri-buyendo a revertir la nocioacuten de agrafiacutea asignada a las poblaciones indiacutegenas Los etnohistoriadores no solo reconocen indicios de la historicidad de estos pueblos en documentos de archivos sino que tambieacuten ldquodescubrenrdquo escritos de su autoriacutea4 La memoria histoacuterica recuperada a traveacutes de entrevistas tambieacuten constituye un aporte en esta direccioacuten

Algunos conceptos claves para el estudio de sociedades indiacutegenasLos recorridos disciplinares mencionados se sustentan en una serie de conceptos que permiten abordar (de manera analiacutetica) a las so-ciedades indiacutegenas A continuacioacuten resentildeamos los maacutes significati-vos haciendo la aclaracioacuten que corresponden a una siacutentesis acotada de discusiones de deacutecadas

El grupo eacutetnico es una comunidad definida a partir de la con-fluencia de tres componentes un fenotipo determinado una len-gua propia y una historia comuacuten Este teacutermino tan caro a la antro-pologiacutea fue acuntildeado por el antropoacutelogo Fredrick Barth (1969) para dar cuenta de los viacutenculos de solidaridad e identidad de conjuntos sociales ligados por componentes comunes La adscripcioacuten es una variable central para los grupos eacutetnicos porque remite al modo en que la gente se define como tal y a la vez se diferencia de otros En consecuencia ninguacuten grupo puede ser analizado sin la presencia de otro que actuacutea como su opuesto

4 La localizacioacuten desclasificacioacuten anaacutelisis y publicacioacuten de corresponden-cia indiacutegena del aacuterea ldquoarauco-pampeana-norpatagoacutenicardquo (Bechis 1984) han enri-quecido tambieacuten los estudios sobre los procesos fronterizos argentinos y chilenos Veacutease por ejemplo Tamagnini 2011 [1994] y 2015

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El concepto sirvioacute tambieacuten para separar a la antropologiacutea de su viacuten-culo con el teacutermino raza puesto en cuestionamiento en la primera mitad del siglo XX y estrechamente ligado a un componente bio-loacutegico En cambio la nocioacuten de etnia posee una base estrictamen-te social razoacuten por la cual se encuentra asociada al teacutermino grupo Seguacuten Cardoso de Oliveira en la etnia opera ldquola lsquogramaacutetica de un lenguaje social capaz de orientar a los agentes ndashsubliminalmentendash en la situacioacuten intereacutetnicardquo (Cardoso de Oliveira 2007 pp 149-176)

Algunos autores latinoamericanos complejizaron el concep-to de grupo eacutetnico a traveacutes de su articulacioacuten con el materialismo histoacuterico Al hacer este cruce los colectivos eacutetnicos dejaron de ser pensados como ldquoesencias abstractasrdquo para ser puestos en el marco de relaciones de produccioacuten capitalista En consecuencia la proble-maacutetica de la etnicidad quedoacute atravesada por la de las clases sociales y por las relaciones entre las poblaciones ancladas en los Estados nacionales latinoamericanos Los teacuterminos contacto conflicto y friccioacuten intereacutetnica sirvieron para analizar los viacutenculos entre etnias diferentes teniendo en cuenta los procesos de subordinacioacuten y re-sistencia

A la luz de este marco interpretativo muchos antropoacutelogos revisaron la forma de categorizar a las poblaciones bajo estudio y precisar los conceptos empleados En esta liacutenea se inscribe la pro-blematizacioacuten sobre la relacioacuten etnia y nacioacuten Bartolomeacute afirma que el vocablo nacioacuten evidencia un conjunto de atributos de indu-dable relacioacuten estructural con el concepto de etnia (1985 p 10) Las etnias y las naciones seriacutean momentos poliacutetico-organizativos y no tipos diferenciados Mientras la etnia seriacutea un tipo de organizacioacuten poliacutetica la nacioacuten pretenderiacutea el cumplimiento de objetivos puacutebli-cos y especialmente seriacutea el resultado de la eleccioacuten coyuntural de uno o maacutes elementos para fundar la naturaleza de una comunidad poliacutetica

En paralelo con dicha argumentacioacuten Diacuteaz Polanco postula que la etnicidad puede ser el sustento tanto de las etnias como de las nacionalidades La etnia abarca un fenoacutemeno de identidad restrin-gido a ciertos grupos constitutivos de una clase social En cambio el fenoacutemeno nacional involucra una estructura de clases sociales en la que sus relaciones asimeacutetricas producen ciertas solidaridades que posibilitan el desarrollo de una identidad caracterizada por su naturaleza poliacutetica En consecuencia el surgimiento de un proyecto

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nacional suele ser resultado del accionar de una clase o una alianza de ellas que promueve por necesidad econoacutemica y poliacutetica la for-macioacuten de la identidad nacional y la concrecioacuten de un proyecto de autodeterminacioacuten que implica a su vez la anulacioacuten de otra nacio-nalidad (Diacuteaz Polanco 1988 pp 26-28)

Estas nociones no solo fueron pensadas para emplearse en el campo acadeacutemico sino que tambieacuten tuvieron un impacto importan-te en las poliacuteticas de los Estados latinoamericanos respecto de sus poblaciones ldquotradicionalesrdquo yo ldquodescendientesrdquo Indianismo indige-nismo pluralismo cultural multiculturalismo e interculturalidad son expresioacuten de ello

En los uacuteltimos treinta antildeos de la historia mundial el fenoacute-meno de interconexioacuten e interdependencia planetaria conocido como globalizacioacuten puso en vinculacioacuten culturas diversas y lejanas En ese sentido la preocupacioacuten acadeacutemica y poliacutetica por resolver sus relaciones sin negarlas se volvioacute central La interculturalidad es parte de ese proceso Se trata de una nocioacuten filosoacutefica y poliacutetica que en principio se nutre de la filosofiacutea habermasiana que sostiene que las relaciones de poder son dialoacutegicas y que el consenso es una resultante de la comunicacioacuten humana De esta manera la inter-culturalidad se presenta como una interaccioacuten dialoacutegica entre cul-turas basada en el reconocimiento la tolerancia y el respeto mutuo Los organismos internacionales toman este concepto para moderar la relacioacuten entre culturas en una eacutepoca de globalizacioacuten Mientras un pensador como Samuel Huntington (2001) postulaba el ldquoChoque de Civilizacionesrdquo la Organizacioacuten de las Naciones Unidades (ONU) concebiacutea la interculturalidad como relacioacuten armoacutenica En Ameacuterica Latina en cambio el concepto tomoacute un tono criacutetico para aludir a una interaccioacuten basada en la diferencia cultural pero sin descono-cer que al mismo tiempo es una relacioacuten de fuerza de poder Asiacute entonces la interculturalidad puede volverse poliacutetica de las cultu-ras antes marginadas y sin poder en el Estado (ya sea por procesos de dominacioacuten colonial o de clases) Ello convierte a la intercultura-lidad en un instrumento para otorgar poder a las culturas indiacutegenas en el continente

En el presente la mayoriacutea de los Estados latinoamericanos aceptan que la diversidad cultural es una caracteriacutestica central de sus poblaciones Inclusive desde la deacutecada de 1980 y en el marco de las reformas constitucionales postdictaduras reconocen la pre-

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existencia de las poblaciones indiacutegenas En este sentido se fue con-solidando un discurso que asume el principio intercultural como bandera de reconocimiento (en especial en el plano de la educacioacuten bilinguumle) Sin embargo las condiciones estructurales es decir los derechos territoriales no ofrecen signos de modificaciones sustan-tivas Ello tiene que ver con el hecho de que los Estados siguen pen-saacutendose como nacionales

La excepcioacuten a este proceso es Bolivia en donde el denomi-nado Estado Plurinacional reconoce la potencia poliacutetica de la etnia tornaacutendola etnicidad Asiacute mientras el Estado-Nacioacuten homogeneiza la cultura (ya sea por exclusioacuten exterminio o asimilacioacuten) el Estado Pluricultural desmitifica la uniformidad y reconoce la existencia de la nacioacuten plurieacutetnica El Estado Plurinacional advierte la relacioacuten de poder entre culturas y postula invertirla llevando a las naciones indiacutegenas a la hegemoniacutea del Estado (Garciacutea Linera 2014)

Los pueblos indiacutegenas en Ameacuterica Latina trayectoriasEn este apartado presentamos a manera de ejemplos las trayecto-rias de algunos colectivos indiacutegenas teniendo en cuenta sus derro-teros ante los Estados coloniales y nacionales

De Tiahuanaco al Estado Plurinacional boliviano5

Bolivia es en la actualidad un paiacutes mediterraacuteneo en el centro de Ameacuterica de Sur geograacuteficamente bien delimitado por la cordillera de los Andes ndashque lo atraviesa de norte a surndash la cuenca del Plata y la amazoacutenica Si bien su ubicacioacuten lo coloca como una regioacuten de ca-raacutecter semitropical su poblacioacuten se concentra fundamentalmente y desde tiempos prehispaacutenicos en la franja de montantildeas valles y mesetas altiplaacutenicas que dibuja la topografiacutea quebrada de los Andes

En el pasado fue sede de una gran civilizacioacuten de agricultores y alfareros conocida como Tiahuanaco en el sur del lago Titicaca

5 El presente apartado recupera registros de trabajo de campo histoacuterico-an-tropoloacutegicos en Bolivia realizados en los antildeos 2016 y 2017 por Alicia Lodeserto el marco del Proyecto ldquoLuchas y Luchadoresrdquo Universidad Nacional de Riacuteo CuartondashUniversidad Nacional de Rosario (dirigido por la Dra Ana Mariacutea Rocchietti) y de la tesis en curso del Doctorado en Desarrollo Territorial (Facultad de Ciencias Econoacute-micas UNRC)

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cuya influencia cultural parece haberse expandido por las regiones de los altos los valles y las costas Luego de su declive posiblemente hacia el 1200 dC el altiplano fue dominado por pueblos de habla aymara poliacuteticamente organizados en reinos independientes con jefaturas locales y regionales Sumamente guerreros y econoacutemica-mente potentes desarrollaron un complejo sistema de integracioacuten vertical de sistemas micro-ecoloacutegicos basado en la produccioacuten agriacute-cola y en un intercambio (no mercantil) ligado al parentesco y las obligaciones laborales (Klein 2015)

La expansioacuten de los Incas en la segunda mitad del siglo XV los subordinoacute convirtiendo al territorio aymara en una provincia del Imperio Inca nombrada como Collasuyo Los Incas del Peruacute modifi-caron poco la organizacioacuten social econoacutemica y poliacutetica de los reinos aymaras pero la aprovecharon para colonizar los valles usufruc-tuar su riqueza con mano de obra servil y tambieacuten para detener la amenaza de nacionalidades del oriente amazoacutenico (especialmente guaraniacutees y chiriguanos) dispuestas a ocupar el Collasuyo (Anteza-na 2014)

Los conquistadores espantildeoles llegados al altiplano sur halla-ron un territorio de enorme riqueza econoacutemica y muy densamen-te poblado En 1538 Hernando y Francisco Pizarro entraron en el altiplano sur al que llamaron Charcas o Alto Peruacute y establecieron dos centros urbanos importantes Chuquisaca (hoy Sucre) y Poto-siacute En los siguientes dos antildeos los espantildeoles ocuparon la regioacuten del Chaco hasta el riacuteo Paraguay y la de los llanos amazoacutenicos pobladas por chiquitanos y moxentildeos La colonizacioacuten espantildeola definioacute asiacute las fronteras del Alto Peruacute su configuracioacuten eacutetnica entre aymaras del altiplano quechuas de los valles y pueblos selviacutecolas de la Ama-zoniacutea Tambieacuten delineoacute su desarrollo econoacutemico basado en la indus-tria minera de la plata la integracioacuten del mercado agriacutecola indiacutegena con el espantildeol y la explotacioacuten de la mano de obra mediante la mita la encomienda y a partir de la segunda mitad del siglo XVI el pon-gaje o trabajo de servidumbre en las haciendas

La independencia del Alto Peruacute en 1825 posibilitoacute la constitu-cioacuten de la Repuacuteblica de Bolivia pero no significoacute la inmediata elimi-nacioacuten de las estructuras coloniales que perduraron hasta la Refor-ma Agraria ejecutada por el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario en 1953 Luego de la mexicana (primera mitad del siglo XX) ella concreta una de las experiencias de transformacioacuten

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de las estructuras socioeconoacutemicas maacutes importantes en Ameacuterica Latina redistribuye las tierras del antiguo latifundio de proceden-cia colonial y establece la abolicioacuten de la servidumbre indiacutegena ru-ral Mientras en las regiones del Altiplano y los Valles se redujo la hacienda en pos de la propiedad comunitaria familiar y de pequentildea empresa en el oriente amazoacutenico se dio impulso a la expansioacuten de la hacienda

En un ensayo de 2012 el socioacutelogo mexicano y especialista en desarrollo rural Armando Bartra sostiene que los campesinos latinoamericanos son campesino-indio o en sus propias palabras campesinindios Es decir para Bartra los campesinos en nuestro continente son producto del capitalismo globalizado y la resistencia a eacutel pero tambieacuten de un trasfondo histoacuterico arraigado en el some-timiento colonial y sus instituciones Asiacute comparten un lugar en la estructura socioeconoacutemica un ethos milenario definido por la comunidad agraria y una sentildea identitaria configurada por la india-nidad (Bartra 2012)

Bolivia es un caso paradigmaacutetico en este sentido puesto que tanto las comunidades rurales del altiplano como los pueblos del oriente cuya subsistencia depende de los recursos del bosque ama-zoacutenico reivindican su identidad indiacutegena en referencia a su vincu-lacioacuten con la produccioacuten y el producto de la tierra De modo que en Bolivia por lo menos cuestioacuten indiacutegena y cuestioacuten agraria son las caras de una misma moneda Por esta razoacuten tal vez en este paiacutes el campesino indiacutegena ndashaunque tambieacuten el minero indiacutegenandash ha sido siempre un sujeto insurrecto

La persistencia de la rebelioacuten campesina y obrera puede mos-trarlo Esta es tierra del cacique aymara Tupac Katari en la rebelioacuten indiacutegena contra el orden colonial en 1781 de Zaacuterate Willka liacuteder comunero en la Guerra Federal de 1898 de Juan Lechin Oquendo Secretario General de la Central Obrera Boliviana y activista fun-damental en la Revolucioacuten de 1952 asiacute como tambieacuten de la gue-rrilla Ntildeancahuazuacute comandada por el ldquoCherdquo Guevara en 1966 En el campo seraacuten fundamentales la rebelioacuten de Machaca en 1920 la de Chayanta en 1927 los motines contra las formas de trabajo en la hacienda en Cochabamba producieacutendose en 1947 el levantamien-to campesino maacutes importante del siglo XX que impulsa la Reforma Agraria de 1953

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En este marco el sindicalismo obrero y campesino es un protagonis-ta fundamental de la historia contemporaacutenea de Bolivia la Central Obrera Boliviana nucleoacute al movimiento de mineros fundamental-mente en la deacutecada del 70 del siglo XX y la Central Sindical Uacutenica de Trabajadores Campesinos de Bolivia lideroacute la movilizacioacuten cam-pesina-indiacutegena desde su fundacioacuten en 1979 hasta el presente Por su parte la corriente de pensamiento indianista a partir de las tesis de poder indio de Fausto Reinaga dio contenido filosoacutefico al movi-miento Katarista y su impulso por un gobierno indiacutegena en Bolivia Este seraacute la base poliacutetica para la eleccioacuten del primer presidente indiacute-gena Evo Morales ocurrida en 2005 (Rocchietti y Lodeserto 2017)

El boliviano es hasta ahora el uacutenico Estado que ha hecho la experiencia concreta de la plurinacionalidad al reconocer que la existencia fiacutesica y juriacutedica de las naciones indiacutegenas debe traducir-se en la conduccioacuten o direccioacuten del Estado La nueva Constitucioacuten aprobada en 2009 busca reparar lo que considera un dantildeo histoacuterico ocasionado por el Estado colonial (y el nacional que tambieacuten es co-lonizador) sobre las poblaciones indiacutegenas Establece que en Bolivia el Estado es Plurinacional y Comunitario garantizando la libre de-terminacioacuten de las naciones y pueblos indiacutegenas en el marco de la unidad del Estado Por primera vez se reconoce con status constitu-cional el derecho de las comunidades indiacutegenas a su identidad au-tonomiacutea y territorio Seguacuten Noguera Fernaacutendez (2011) la novedad juriacutedica que reviste este texto constitucional se halla en atributos que el constitucionalismo moderno del siglo XIX no reconoce tales como

bull la incorporacioacuten de los derechos sociales como derechos fundamentales (con igual jerarquiacutea y proteccioacuten juriacutedica que los civiles y poliacuteticos)

bull la definicioacuten del mecanismo de democracia participativa con la intencioacuten de superar los tradicionales de democra-cia representativa Para ello reemplaza la figura de ldquorepre-sentacioacutenrdquo por la de ldquomandatordquo y establece el ejercicio del control social de la gestioacuten puacuteblica en todos los niveles del Estado

bull la posibilidad de los pueblos indiacutegenas de elegir manda-tarios en las instituciones estatales por formas propias asamblearias de elegir autoridades

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bull la idea de crear un nuevo Estado integralmente constitui-do por una pluralidad de praacutecticas culturales

Sinteacuteticamente puede destacarse que

bull reconoce con rango constitucional a las 34 naciones indiacute-genas en el marco del Estado Es decir Bolivia es un Estado con naciones muacuteltiples todas con derechos civiles poliacuteti-cos y sociales en tanto bolivianos y con derechos particu-lares en tanto naciones indiacutegenas pre-existentes a Bolivia

bull Establece que las 34 lenguas indiacutegenas son oficiales ade-maacutes del castellano y que los funcionarios puacuteblicos deben hablar el castellano y un idioma indiacutegena

bull Decide que la educacioacuten es intercultural y bilinguumle que la justicia es plural en tanto habriacutea una justicia nacional y una justicia comunitaria

bull Define que la economiacutea es plural aceptando la existencia de la propiedad privada la estatal la cooperativa y la co-munitaria

bull Instituye que la democracia es representativa pero con-vive con la democracia comunitaria que es asamblearia reconociendo el modo de eleccioacuten de jefes poliacuteticos propio de las comunidades indiacutegenas para su postulacioacuten como diputados La forma de eleccioacuten es plurinominal y unino-minal (Lodeserto en prensa)

En Identidad Boliviana Nacioacuten mestizaje y plurinacionalidad Garciacutea Linera (2014) interpreta que el Estado Plurinacional es con-secuencia de la formacioacuten inconclusa del Estado nacioacuten en Bolivia Su independencia de la Corona espantildeola ocurre en 1825 y en 1826 promulga su primera Constitucioacuten Esta diferencia a los bolivianos (todos) de los ciudadanos (pocos) a partir de su idioma propiedad de la tierra y alfabetizacioacuten aquellos que no hablaban el castellano y no eran propietarios eran bolivianos pero no ciudadanos Esto sig-nifica que la minoriacutea duentildea de tierras y castellanizada podiacutea ejercer derechos poliacuteticos de los que quedaba excluida la mayoriacutea indiacutegena que trabajaba para las haciendas y no hablaba castellano Entonces dice el vicepresidente hay un concepto de nacioacuten boliviana que desconoce lo indio y hay un criterio etno-racial que define la perte-

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nencia o no a ella y la adscripcioacutenque desarrolla el campesinado es a la hacienda y no a la nacioacuten

Recieacuten en 1952 las clases dominantes (presionadas por enor-mes levantamientos campesino-indiacutegena y mineros) modifican esta forma de entender la nacioacuten El gobierno del Movimiento Nacio-nalista Revolucionario establece el sufragio universal al eliminar el requisito de alfabetizacioacuten y propiedad de la tierra De manera que ampliacutea la ciudadaniacutea a la mayoriacutea indiacutegena de Bolivia pero la for-macioacuten de la nacioacuten vuelve a ser incompleta porque el que otorga los derechos a campesinos-indiacutegenas es el sindicato que delinea una identidad sindical pero no precisamente nacional Este proceso in-concluso de formacioacuten de la nacioacuten estaacute en la base del surgimien-to de un Estado plurinacional que va resolviendo la relacioacuten entre nacioacuten boliviana y naciones indiacutegenas a traveacutes de la formacioacuten de una identidad compuesta que imbrica identidad nacional estatal e identidades culturales indiacutegenas pre-existentes y de la indianiza-cioacuten del Estado pues lo indio en el poder del Estado opera como la indianizacioacuten de la nacioacuten (Garciacutea Linera 2014)

Esta interpretacioacuten acentuacutea la incapacidad del Estado a lo largo de su vida independiente de homogeneizar la cultura y su-bordinar las clases situacioacuten visible en la persistencia de los levan-tamientos de los subalternos y la guerra civil Cuestioacuten que el filoacute-sofo y ex viceministro de planificacioacuten Rauacutel Prada (comunicacioacuten personal 24 de octubre de 20166) expresa sosteniendo que el Estado Plurinacional solo concreta un acuerdo entre tierras altas y tierras bajas que ha hecho posible la gobernabilidad derivado del Pacto de Unidad entre las organizaciones sociales en 2004 (Lodeserto 2016)

La cuenca del Amazonas del ldquosalvajismordquo al ldquoturismo exoacuteticordquo7

6 Entrevista realizada en 24 de octubre de 2016 en la ciudad de La Paz por Ana Mariacutea Rocchietti y Alicia Lodeserto7 En esta seccioacuten recortamos los ejemplos a la Amazoniacutea peruana regioacuten en la cual los autores de este trabajo realizaron experiencias etnograacuteficas entre 1999 y 2016 incluyendo la visita a la ciudad de Iquitos y maacutes de una decena de caseriacuteos situados en afluentes del Amazonas Las mismas se enmarcaron en el se-minario ldquoLos Andes antes de los Inkardquo Instituto Joaquiacuten V Gonzaacutelez Buenos Aires bajo la responsabilidad de Ana Mariacutea Rocchietti

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Amazoniacutea es una vasta regioacuten selvaacutetica localizada en el centro y norte de Ameacuterica del Sur La cuenca del riacuteo homoacutenimo comprende un aacuterea de biodiversidad cuantiosa con reservas de agua dulce En ella se distinguen dos grandes subregiones muy caracteriacutesticas la ldquotierra firmerdquo con recursos dispersos pero continuamente disponi-bles y la ldquollanura de inundacioacuten o varzeardquo en donde alternan la es-casez y la abundancia seguacuten suba o baje el riacuteo (Meggers 1976 p 17)

En teacuterminos geopoliacuteticos la Amazoniacutea constituye un esce-nario de control estrateacutegico en el cual tuvieron lugar numerosas praacutecticas extractivas de diferentes recursos Nueve paiacuteses suda-mericanos comparten jurisdiccioacuten poliacutetica en la regioacuten lo cual ha ocasionado tensiones y disputas entre Ecuador Peruacute Colombia por citar algunos casos

Seguacuten San Romaacuten (1994) la historia de la Amazoniacutea ndashen par-ticular la peruanandash puede dividirse en los siguientes periacuteodos 1 indiacutegena (hasta 1542) 2 misional (1543-1769) 3 de nacimiento del capitalismo (1769-1880) 4 del caucho (1881-1914) 5 de recesioacuten (1914-1943) 6 de integracioacuten a la vida nacional (1944-1970) 7 del petroacuteleo y de la coca (1971-1990) y agregamos nosotros 8 del hori-zonte neo-colonial (1991-continuacutea) recuperando la nocioacuten de hori-zonte colonial de Rocchietti (1999)

Desde tiempos precolombinos la cuenca estaacute habitada por diferentes grupos eacutetnico-linguumliacutesticos organizados a partir del pa-rentesco y la familia extensa Antes de la conquista europea sus emplazamientos eran pequentildeos en teacuterminos demograacuteficos y sus ha-bitantes llevaban un estilo de vida seminoacutemada ligado a la caza la pesca la recoleccioacuten y la horticultura de quema y roza Esta uacuteltima teacutecnica agriacutecola que auacuten pervive consiste en el corte y la quema controlada de un sector de monte primario (aproximadamente en-tre 1000 a 3000 m) el cual una vez sembrado suele denominarse ldquochacrardquo Como los suelos amazoacutenicos pierden prontamente sus nu-trientes despueacutes de dos o tres cosechas los moradores inician un nuevo desmonte (Meggers 1976 p 36)

Seguacuten los primeros cronistas y misioneros que se adentraron en la selva las diferencias sociales entre los indiacutegenas estaban de-terminadas por la edad y el sexo y no por la posesioacuten de bienes En palabras de Clastres (1987) eran sociedades igualitarias e indivisas que habiacutean disentildeado mecanismos de control social tales como la

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redistribucioacuten y la reciprocidad que evitaban la emergencia del Es-tado y por tanto la instauracioacuten de la jerarquizacioacuten social En tal sentido no es detalle menor que estas poblaciones no fueron con-troladas de manera directa por los Inca

Durante el periacuteodo colonial la presencia europea en la re-gioacuten tambieacuten fue discontinua siendo caracterizada por San Romaacuten como el momento misional El contacto intereacutetnico se inicia con los conquistadores europeos que arribaron en busca de tesoros Estas entradas de caraacutecter militar no siempre fueron exitosas ya que la mayoriacutea de los grupos nativos opusieron resistencia Las cuatro ex-pediciones maacutes reconocidas que surcaron la Amazoniacutea fueron las de Francisco de Orellana (1542) Pedro de Uacutersua (1559) Capitaacuten Pa-lacios (1636) y Pedro de Texeira (1637) Los tres primeros respondiacutean a las oacuterdenes de la Corona espantildeola y el uacuteltimo a la Corona portu-guesa

Durante los siglos XVII y XVIII los miembros de distintas oacuter-denes religiosas se adentraron en la selva con el propoacutesito de con-vertir a los ldquosalvajesrdquo en la fe cristiana a traveacutes de la fundacioacuten de pueblos de indios misiones yo reducciones A partir de estas ac-ciones varios pueblos indiacutegenas fueron trasladados a las riberas de los riacuteos y concentrados en caseriacuteos compuestos generalmente por grupos diferentes y a veces enemigos Los misioneros tambieacuten bus-caron imponer la familia de tipo nuclear y una economiacutea orienta-da al mercado sedentaria y de previsioacuten (ganaderiacutea y agricultura) Los franciscanos actuaron sobre el riacuteo Ucayali y los jesuitas sobre el Napo y sus afluentes La expulsioacuten de los uacuteltimos por parte de la Corona espantildeola en 1769 cierra este periacuteodo

El tercer periacuteodo conceptualizado como de nacimiento del ca-pitalismo (1769-1880) se vincula con el proceso de ldquonacionalizacioacuten de la Amazoniacuteardquo en razoacuten del intereacutes que comienza a tener la selva para los Estados afectados por su cuenca Asiacute Brasil Peruacute Colombia Ecuador Bolivia entre otros buscaron afirmar su soberaniacutea territo-rial en la regioacuten frente a los paiacuteses vecinos a partir de la aprobacioacuten de leyes relativas a la navegacioacuten de los riacuteos la colonizacioacuten del te-rritorio la reduccioacuten de los indiacutegenas la explotacioacuten de los recursos econoacutemicos y el enviacuteo de misioneros (Garciacutea Jordaacuten 1998)

Sin embargo fue el ciclo del caucho (1880 y 1914) el momento bisagra en la vida de la poblacioacuten amazoacutenica En este periacuteodo los

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Estados nacionales redefinieron la visioacuten de sus territorios tropica-les asignaacutendoles un rol productivo o para hablar con precisioacuten ex-tractivo al tiempo que los capitales internacionales impulsaron el ingreso de la regioacuten al mercado mundial En paralelo a las praacutecticas imperialistas en las colonias europeas en Aacutefrica y Asia la explota-cioacuten cauchera reinstaloacute la ldquocaceriacuteardquo de indiacutegenas junto a una infini-dad de formas de sumisioacuten y esclavitud Ademaacutes de las muertes se acentuaron los traslados compulsivos de poblacioacuten hacia las maacuter-genes de los riacuteos y las ldquocasas caucherasrdquo Por ejemplo la Casa Arana apostada sobre el riacuteo Putumayo (Colombia) y ligada a capitales pe-ruanos e ingleses fue denunciada por una infinidad de iliacutecitos en contra de los grupos nativos (Garciacutea Jordaacuten 1998 p 16)

En la interpretacioacuten de Rocchietti etal (2017) la estructura-cioacuten social contemporaacutenea de la regioacuten amazoacutenica se sustenta en la esclavitud la subordinacioacuten la sumisioacuten y la servidumbre Las poblaciones indiacutegenas quedaron paulatinamente subsumidas en relaciones sociales ldquopatroacuten- comunidadrdquo tanto por las casas cauche-ras como en relacioacuten a patrones individuales con capacidad para apropiarse de ldquolotesrdquo de pobladores originarios Esta es la geacutenesis de las haciendas de mediados del siglo XX

El periacuteodo que sucede al boom cauchero (de recesioacuten) se vin-cula con el abandono del intereacutes internacional en el caucho amazoacute-nico y por tanto el retiro de las empresas involucradas en la activi-dad Para la poblacioacuten indiacutegena ya ligada a un mercado de consumo de tipo capitalista ello significoacute el ldquodesempleordquo Algunos ldquoregresaron al monterdquo mientras que otros se conchabaron como braceros de las reconvertidas haciendas

Para los estados de la cuenca amazoacutenica el fin el caucho su-puso tambieacuten una reduccioacuten de los ingresos tributarios Para com-pensarlo impulsaron la extraccioacuten de maderas finas leche caspi barbasco o cube cueros pieles y petroacuteleo A su vez promovieron la explotacioacuten de las tierras con el objeto de obtener cafeacute tabaco y algodoacuten De manera paralela se desarrollaron poliacuteticas puacuteblicas tendientes a la ldquomodernizacioacutenrdquo de los nativo-campesinos El Estado peruano apeloacute a la ldquoconscripcioacuten vialrdquo que consistiacutea en el recluta-miento obligatorio de indiacutegenas para trabajos de construccioacuten y re-paracioacuten de caminos carreteras y rutas (Luna 1998 pp 75-77)

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Otro momento del proceso histoacuterico de la selva que cita San Romaacuten es el de integracioacuten a la vida nacional (1943-1970) Un elemen-to central fue la construccioacuten estatal de carreteras que vincularon la selva con los otros espacios econoacutemicos peruanos (sierra y costa) Tambieacuten se planificoacute la colonizacioacuten de la regioacuten con el afaacuten de re-unir mano de obra necesaria para las empresas extractivas o como una forma de descomprimir la complicada situacioacuten social De la mano de este proceso se incrementoacute la presencia militar se crearon escuelas y se dio asistencia teacutecnica y crediticia a los productores de otras regiones que se dirigiacutean a la selva

Para los indiacutegenas este periacuteodo se caracteriza por un lado por el pasaje de la relacioacuten directa entre el patroacuten y los nativos a una vinculacioacuten de tipo indirecto en la que tienen un rol protagoacute-nico los intermediarios comerciales tales como regatones chinga-neros y rentistas que terminan convirtieacutendose en acreedores de los poblados Por otro lado en la deacutecada de 1950 el gobierno nacional propicioacute bajo el lema ldquoasimilar a los salvajesrdquo la presencia de pre-ceptores encargados de ensentildear el alfabeto castellano y suprimir las praacutecticas medicinales tradicionales el chamanismo etc

Bajo esta poliacutetica por ejemplo el Estado peruano selloacute un acuerdo con el Instituto Linguumliacutestico de Verano (EE UU) dedicado a la investigacioacuten de lenguas nativas y la recopilacioacuten de leyendas canciones entre otros aspectos (San Romaacuten 1994) Los miembros del ILV como los maestros que fueron formados por ellos participa-ron de una experiencia escolar enmarcada en un modelo asimila-cionista y civilizatorio (Trapnell 1996 p 167) que auacuten pervive en la regioacuten En los relatos contemporaacuteneos suelen emerger expresiones tales ldquoantes andaacutebamos dispersos cuando vinieron los gringos nos unieronrdquo es decir los aglutinaron bajo la forma de caseriacuteoscomuni-dades actuales (Peacuterez Zavala 2014a)

Esto uacuteltimo significoacute la puesta en praacutectica de acciones apoya-das en la poliacutetica indigenista nacional que veiacutea en los pueblos na-tivos el fiel reflejo del atraso asumiendo que era necesaria su ldquoin-corporacioacutenrdquo al mundo occidental para el desarrollo del paiacutes Este hecho aporta un nuevo elemento para la reflexioacuten acerca de los liacute-mites entre el campo del saber y la poliacutetica esto es la contribucioacuten de la ciencia antropoloacutegica al colonialismo imperialista primero y al colonialismo de corte nacional luego

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La descripcioacuten histoacuterica de los pueblos de la selva continuacutea con el periacuteodo del petroacuteleo y de la coca San Romaacuten (1994) lo situacutea entre 1970 y 1990 aunque podriacutea extenderse hasta el presente En el Peruacute esta etapa se inicia con la Reforma Agraria impulsada por el presidente de facto Velazco Alvarado A partir de la misma y bajo un plan estatal de diagnoacutestico de las poblaciones de la sie-rra y la selva los comuneros accedieron a los tiacutetulos de las tierras que habitaban Las entregas fueron formalizadas de manera colec-tiva a comunidades que se reconocieron como nativas (indiacutegenas) o como mestizas Las primeras recibieron maacutes extensiones de monte y mejores cuotas de extraccioacuten que las segundas Sin embargo en teacuterminos generales predominaron las adscripciones de mestizos en razoacuten del descreacutedito social del indiacutegena (Olmedo y Peacuterez Zavala 2002)

Paralelamente la creciente presencia de la coca y de empre-sas madereras transformoacute a una considerable masa de nativos en ldquoasalariados eventualesrdquo y en agricultores independientes incor-poraacutendolos a la economiacutea de mercado (Riacuteos Zantildeurtu 1995 p 174) La influencia de los regatones se incrementoacute y con ello el endeu-damiento y la modificacioacuten de las ldquoproduccionesrdquo de la selva En las uacuteltimas deacutecadas la venta de artesaniacuteas y de servicios ldquotiacutepicosrdquo de las comunidades tales como fiestas tradicionales para el turismo inter-nacional revisten gran importancia en el acceso a dinero en las co-munidades (Peacuterez Zavala 2014b)

Finalmente proponemos caracterizar los uacuteltimos 30 antildeos de la historia amazoacutenica a partir de la expresioacuten horizonte neo-colonial Los trabajos de campo etnograacuteficos en la regioacuten peruana nos han permitido constatar la pervivencia del modelo extractivo ligado a la explotacioacuten de petroacuteleo gas oro maderas al que se suman im-portantes negocios internacionales tales como el narcotraacutefico y las industrias farmaceacuteuticas y de resguardo geneacutetico Asimismo las poliacuteticas de los Estados nacionales testifican la pretensioacuten ldquomoder-nizadorardquo de la poblacioacuten amazoacutenica en especial a partir de progra-mas educativos y de salud que direccionan las formas de vida de estas poblaciones La presencia de ONGs generalmente proceden-tes de paiacuteses europeos tambieacuten repercute en los procesos de asen-tamiento organizacioacuten economiacutea domeacutestica educacioacuten y salud de las comunidades nativas En algunos casos quienes impulsan estos

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procesos son organizaciones religiosas especialmente aquellas de culto evangeacutelico

La situacioacuten colonial tambieacuten se hace expliacutecita en la dispu-ta geopoliacutetica en especial por los proyectos de ldquointernacionaliza-cioacuten de la Amazoniacuteardquo (Abiacutenzano 1993 p 35) Por ejemplo el Pacto Amazoacutenico (1978) y el Plan Colombia (1999) declaran la intencioacuten de preservar a los aboriacutegenes en la cuenca aunque en los hechos ella queda subsumida a la defensa de ldquootros interesesrdquo prioritarios (Gambetta 2000) Ademaacutes estas declaraciones omiten referirse al traacutegico efecto de las acciones militares sobre los pueblos que habi-tan la selva La rebelioacuten indiacutegena ldquoBaguazordquo ocurrida en 2009 en momentos en los que Peruacute y EE UU estaban por acordar el Tratado de Libre Comercio es expresioacuten de la falta de consulta a las comuni-dades y del accionar de eacutestas para decidir sus propios destinos (Roc-chietti et al 2017)

En siacutentesis podemos decir que los pueblos indiacutegenas de Ama-zoniacutea estaacuten insertos en un proceso de ldquoconquista inacabadardquo en el que el despojo de sus medios de vida se reitera ciacuteclicamente a traveacutes de la penetracioacuten extractiva (Olmedo 2001)

Los ranqueles en la Pampa central de naciones soberanas a minoriacuteas eacutetnicas8

La llegada de los conquistadores europeos al continente americano transformoacute de manera radical la historia de los pueblos indiacutegenas que lo habitaban desde tiempos remotos Sin embargo ese proceso no reconoce una uacutenica direccioacuten ya que mientras algunos colecti-vos fueron tempranamente derrotados o asimilados otros opusie-ron una fuerte y prolongada resistencia a la ocupacioacuten de sus terri-torios Dentro de este uacuteltimo grupo se encuentran los que poblaban el sur de continente americano (denominados por las primeras fuentes como araucanos aucas pampas querandiacutees etc) En los liacute-mites del Tawantisuyu primero y del Imperio espantildeol despueacutes estos pueblos se mantuvieron hasta fines del siglo XIX como ldquosoberanosrdquo

8 Este apartado cuyo tiacutetulo se inspira en el de la tesis de Martha Bechis (1984) sintetiza buena parte de nuestras investigaciones etnohistoacutericas sobre la frontera sur de Coacuterdoba y los ranqueles durante el siglo XIX Veacutease entre otros Tamagnini 2006 Tamagnini y Peacuterez Zavala 2010 Peacuterez Zavala 2014c Peacuterez Zavala Tamagnini y Olmedo 2016

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Para demarcar esas fronteras los espantildeoles erigieron un con-junto de fuertes y fortines extendidos desde el Atlaacutentico hasta el Paciacutefico y concebidos como un lugar de guerra intermitente de avanzada sobre el territorio indiacutegena En el extremo de la Capitaniacutea de Chile se conformoacute la regioacuten de la Araucaniacutea tambieacuten conocida como ldquoLa Fronterardquo Alliacute la guerra inicial entre mapuches y espa-ntildeoles dio lugar a prolongados parlamentos durante los siglos XVII y XVIII Al mismo tiempo y de manera contraria en la vertiente occidental de la cordillera de los Andes aumentoacute la beligerancia intereacutetnica Para proteger los circuitos comerciales y ante el agota-miento del ganado cimarroacuten los Borbones procuraron articular las fortificaciones militares que atravesaban las pampas

Los ranqueles ranquilches o rancucheles eran uno de estos grupos indiacutegenas ldquono sometidosrdquo (Weber 1998) autoacutenomos o so-beranos que maloqueaban la frontera imperial Desde las uacuteltimas deacutecadas del siglo XVIII y hasta 1879 ellos habitaron en el ldquoMamil Mapuacuterdquo o ldquoPaiacutes del Monterdquo un vasto espacio del monte pampeano9 en el que predominaba el caldeacuten Si bien tuvieron que ldquoadaptarserdquo a las dificultades que suponiacutea el ambiente semiaacuterido de la pampa central su localizacioacuten geograacutefica fue estrateacutegica ya que les permitiacutea vin-cularse con otros grupos indiacutegenas y con las fronteras de Mendoza San Luis Coacuterdoba Santa Fe y Buenos Aires (Ratto 1996 p 27 Zink y Salomoacuten Tarquini 2014 p 53)

Su territorio estaba demarcado por tolderiacuteas de variado tama-ntildeo desperdigadas en el paisaje pero unidas por rastrilladas En el siglo XIX Leubucoacute y Poitagueacute fueron las moradas de caciques de renombre en tanto que en las regiones maacutes cercanas a la frontera con los ldquocristianosrdquo (riacuteo Cuarto o Quinto seguacuten las eacutepocas) estaban los ldquoindios fronterizosrdquo (en tiempos de la colonia) o los ldquoindios de la orilla o de la entradardquo (en la etapa nacional)

Las diferencias en las disposiciones de los toldos teniacutean su co-rrelato en las variaciones en las poliacuteticas intereacutetnicas e intraeacutetnicas Si repasamos las estrategias desplegadas por caciques capitanejos indios lanzas o chinas a lo largo del siglo XIX podemos apreciar la permanente tensioacuten entre impulsar acciones comunes o poliacuteti-cas disociadas Tambieacuten constituye una constante en la historia de los ranqueles el despliegue paralelo de estrategias de alianza y de

9 Actualmente corresponde al territorio de la Provincia de La Pampa en la Argentina

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guerra intereacutetnica Conocedores de las reglas de la diplomacia y la guerra sus caciques negociaron con las autoridades coloniales in-dependentistas y nacionales numerosos acuerdos de paz Sin em-bargotambieacuten se aliaron y efectuaron malones conjuntos con fac-ciones contrarias a los gobiernos de turno

Al repasar brevemente su historia en las pampas lo primero que se impone es el tratado de paz de 1796 acordado entre los caci-ques Carripilum y Trecglen o Chacaleacuten (definidos como ranqueles) y el marqueacutes de Sobremonte (Gobernador Intendente de Coacuterdoba del Tucumaacuten) Esta alianza inauguroacute un periacuteodo de relativa paz en la regioacuten del riacuteo Cuarto que se extendioacute hasta las guerras de la inde-pendencia

En la deacutecada de 1810 el despliegue del poder de los revolu-cionarios maacutes la resistencia indiacutegena afectaron las relaciones entre los indiacutegenas y cristianos producieacutendose nuevamente un pasaje de la paz a la guerra Historiograacuteficamente no existe acuerdo respec-to a cuando ocurrioacute este cambio pero siacute es visible que a lo largo de la deacutecada de 1820 los ranqueles sostuvieran una poliacutetica ambiva-lente mientras algunos maloquearon y se aliaron con fuerzas re-alistas como las de Joseacute Miguel Carrera o los hermanos Pincheira otros pactaron con los federales y los unitarios indistintamente Por entonces otro conjunto de ranqueles residiacutea en proximidades de la Punta del Sauce o La Carlota como ldquoindios mansosrdquo en tanto que el cacique Llanquelen habiacutea abandonado la Tierra Adentro y residiacutea como ldquoindio amigordquo en el Fuerte Federacioacuten (hoy Juniacuten Provincia de Buenos Aires) (Barrionuevo Imposti 1986)

Otro momento y quizaacutes el maacutes excepcional para examinar el itinerario de los ranqueles en las pampas es el que se inaugura con la llegada de Juan Manuel de Rosas a la gobernacioacuten de la provincia de Buenos Aires Durante su mandato al frente de la Confederacioacuten Rosas se atribuyoacute la facultad exclusiva de hacer tratos con los in-dios dejando a los gobernadores de las otras provincias en una posi-cioacuten debilitada Para ello apeloacute a una poliacutetica de fronteras basada en un sistema de contraprestaciones consistente en la neutralizacioacuten de los movimientos indiacutegenas mediante la aplicacioacuten simultaacutenea de campantildeas militares -como la famosa Expedicioacuten al Desierto de 1833 considerada antecesora de la de Roca de 1879- y el estableci-miento del ldquonegocio paciacuteficordquo (Ratto 2007 p 103)

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En ese marco consolidoacute relaciones de amistad con los saline-ros en particular con Calfucuraacute y otros grupos pampeanos pero se enfrentoacute fuertemente con los ranqueles que en numerosas ocasio-nes invadieron estancias fuertes y poblados Un factor que contri-buyoacute a ubicar a los ranqueles en el campo de los ldquoindios enemigosrdquo fue que estos receptaron en sus tolderiacuteas a los ldquosalvajes unitariosrdquo que se oponiacutean a Rosas y otros gobernadores federales siendo los casos maacutes conocidos el del coronel Manuel Baigorria y el de los her-manos Saaacute

La oposicioacuten entre la Confederacioacuten Argentina y la Provincia de Buenos Aires durante la deacutecada de 1850 impactoacute directamente en la poliacutetica intereacutetnica beneficiando la capacidad de accioacuten de los indiacutegenas En 1854 los caciques ranqueles y salineros acordaron un tratados de paz con Justo Joseacute de Urquiza a partir del cual se con-virtieron en aliados de la Confederacioacuten y simultaacuteneamente en enemigos de la Provincia de Buenos Aires maloqueando reiterada-mente su frontera

La derrota de la Confederacioacuten urquicista en la batalla de Pa-voacuten (1861) en manos de Buenos Aires redefinioacute los viacutenculos intereacutet-nicos En esta ocasioacuten los ranqueles se posicionaron como enemigos de la emergente Repuacuteblica Argentina combinando sus esfuerzos y acciones con las montoneras provinciales del Chacho Pentildealoza y Felipe Varela Si bien en 1865 los caciques Mariano Rosas y Manuel Baigorrita Guala firmaron sendos tratados de paz las invasiones so-bre las desguarnecidas fronteras fueron reiteradas Nuevamente las tolderiacuteas ranquelinas receptaron proacutefugos y perseguidos por el ejeacutercito tras la derrota de las montoneras de 1863 y 1867

El uacuteltimo momento de la historia independiente de los ran-queles se inicia con el corrimiento de la liacutenea militar al riacuteo Quinto (1869) despueacutes de la sancioacuten de la Ley 215 de avance de la frontera hasta el riacuteo Negro Los pasos dados en teacuterminos de la unificacioacuten del Estado argentino hicieron que este avanzara en la imposicioacuten del control sobre todos aquellos que eran reacios a su orden entre ellos las tribus de Pampa y Patagonia Durante la deacutecada de 1870 la conjuncioacuten de expediciones punitivas sobre las tolderiacuteas tratados de paz que limitaban las acciones poliacuteticas y la militarizacioacuten y re-duccioacuten de ranqueles en los fuertes y las misiones de Villa Merce-des y Sarmiento debilitaron los movimientos de los indiacutegenas que resistiacutean en las Tierra Adentro

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En 1878 y 1879 el Ejercito Argentino comandado por Julio A Roca se internoacute definitivamente en las pampas Tras ello centena-res de ranqueles fueron aprisionados siendo diversos sus destinos la zafra en Tucumaacuten y Misiones la prisioacuten y cuarentena en la Isla Martiacuten Garciacutea el alistamiento militar el trabajo en los campos re-cientemente conquistados y en las ciudades de las provincias fron-terizas como Riacuteo Cuarto y San Luis

Buena parte de los ranqueles reducidos en la frontera del riacuteo Quinto continuaron durante la deacutecada de 1880 bajo la supervisioacuten del Ejeacutercito siendo movilizados a los fuertes de avanzada del re-cientemente creado Territorio Nacional de La Pampa General Acha y Victorica significaron paradoacutejicamente el regreso al Mamuel Mapu Alliacute caciques como Linconao Cabral Santos Morales y Lu-cho Baigorrita aglutinaron a la gente dispersa a la par que gestiona-ron tierras y sueldos ante las autoridades nacionales La formacioacuten de las colonias agro-pastoril Emilio Mitre y Los Puelches en el aacuteri-do oeste pampeano fue resultado de estas negociaciones (Salomon Tarquini 2010)

Paralelamente se imponiacutea el supuesto de que ldquola pampa ha-biacutea quedado sin indiosrdquo a tal punto que en 1898 ldquoel problema indiordquo dejoacute de estar en manos del Ministerio de Guerra y Marina para que-dar a cargo del Ministerio del Interior Se pasaba asiacute de las poliacuteticas de frontera a la ldquocuestioacuten socialrdquo en razoacuten de que los indiacutegenas se habiacutean transformado en ldquoobrerosrdquo o ldquotrabajadoresrdquo (Tarquini et al 2014 pp 158-159) La integracioacuten forzada a los mercados laborales regionales y los mecanismos de asimilacioacuten a la cultural nacional en los que antropoacutelogos e historiadores estuvieron involucrados contribuyen al proceso de ldquoocultamientordquo de la etnicidad Los des-cendientes de aquellos indiacutegenas soberanos procuraron ldquoesconderrdquo sus oriacutegenes en especial en la escuela en el ejeacutercito en la iglesia y en la estancia

Sin embargo en el uacuteltimo medio siglo comenzoacute un proceso de reemergencia eacutetnica el cual se activoacute en Colonia Emilio Mitre a inicios de la deacutecada de 1970 El detonante fue el intento de desalojo de sus tierras de los hijos nietos y bisnietos de los ranqueles que en 1900 fueron alliacute radicados Lentamente se fueron formando las organizaciones ranqueles contemporaacuteneas cuya territorialidad se expresa en las Provincias de La Pampa San Luis Coacuterdoba Mendoza y Buenos Aires En aacutereas rurales pero especialmente en los barrios

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perifeacutericos de las ciudades muchas familias transformaron la nega-cioacuten del ldquoabueloa indioardquo en orgullo eacutetnico y en razoacuten de reivindi-cacioacuten poliacutetica

Despueacutes de muacuteltiples acciones los distintos pueblos indiacutegenas suje-tos al Estado argentino lograron que la Constitucioacuten nacional refor-mada en 1994 en su artiacuteculo 75 inciso 17 definiera como atribucioacuten del Congreso Nacional

Reconocer la preexistencia eacutetnica y cultural de los Pue-blos Indiacutegenas argentinos Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educacioacuten bilinguumle e inter-cultural reconocer la personeriacutea juriacutedica de sus comu-nidades y la posesioacuten y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano ninguna de ellas seraacute enajenable transmisible ni suscep-tible de gravaacutemenes o embargos Asegurar su participa-cioacuten en la gestioacuten referida a sus recursos naturales y a los demaacutes intereses que los afecten Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones (Carrasco y Briones 1996 p 26)

Han pasado maacutes de dos deacutecadas de la escritura del mencio-nado texto constitucional sin embargo los reclamos indiacutegenas auacuten esperan su concrecioacuten La Ley Nacional 26160 2006 sobre ldquoEmer-gencia en Materia de Posesioacuten y Propiedad de las Tierras que tradi-cionalmente ocupaban las Comunidades Indiacutegenas Originarias del Paiacutesrdquo sigue sin cumplirse al tiempo que el Coacutedigo Civil y Comercial de la Nacioacuten (modificado en octubre de 2014) sigue poniendo de ma-nifiesto las contradicciones en el plano juriacutedico respecto del reco-nocimiento de hecho de las peticiones de los pueblos indiacutegenas En definitiva en la Argentina las poliacuteticas interculturales continuacutean siendo un desafioacute

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ConclusionesLa produccioacuten de saberes en el aacutembito de la ciencia permite poner al descubierto los avatares de los pueblos indiacutegenas en Ameacuterica Lati-na La antropologiacutea la arqueologiacutea la etnohistoria y la historia son campos del saber cientiacutefico social que legitimaron a traveacutes del tiem-po los procesos de colonizacioacuten y dominacioacuten pero a partir de nue-vos aportes teoacutericos y metodoloacutegicos y bajo la impronta de marcos ideoloacutegicos criacuteticos luego revisaron y denunciaron

Los enfoques disciplinares de los uacuteltimos cuarenta antildeos per-miten concluir que la realidad de las comunidades y pueblos indiacute-genas muchas veces invisibilizados negados en la historia en el relato y en el presente han posibilitado reconstruir desde la cultura material los documentos y los testimonios orales su insercioacuten des-igual en el proceso capitalista contemporaacuteneo

La realidad del altiplano boliviano la Amazoniacutea peruana y la pampa argentina permite dar cuenta de las transformaciones so-ciales y territoriales sufridas por estas comunidades Se trata de tres contextos diferentes pero de procesos comunes vinculados con la dominacioacuten poliacutetica la expropiacioacuten territorial la negacioacuten cultu-ral y la mercantilizacioacuten de las condiciones de vida

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ldquoAmeacutericardquo entre el estigma de la dominacioacuten y el enigma

del descubrimiento

Liliana Formento

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A modo de introduccioacuten

A diametral diferencia pues de la actitud que adoptan todos los historia-dores que parten con una Ameacuterica a la vista ya plenamente hecha ple-

namente constituida nosotros vamos a partir de un vaciacuteo de un todaviacutea no-existe Ameacuterica (O Gorman [1958] 1995)

Si bien hoy como dice Edmundo Orsquo Gorman tenemos una Ameacuterica a la vista ya plenamente constituida bajo esa denomina-cioacuten en este trabajo trataremos de reflexionar sobre el punto me-dular que incita su recorrido como tal No partimos de ldquoun vaciacuteordquo pues bien un amplio constructo intelectual ha dado cuentas de la sustancialidad emergente con la dominacioacuten colonial Pero dado ciertas praacutecticas de reconstruccioacuten del pasado respecto a que pa-rafraseando y resituando contextualmente las reflexiones de Eric Hobsbawm ldquocuando no hay un pasado que resulte adecuado siem-pre es posible inventarloy que el que nos ocupa estaacute viciado de ello pretendemos simplemente aportar algunas reflexiones tal como re-escrituracriacutetica para ldquoreconstruir eventos preteacuteritosrdquo (Hobsbawm 2005 p 17)

Para eso contamos con numerosas investigaciones como las de George Kubler Nicolaacutes Saacutenchez Albornoz Miguel Leoacuten Portilla John Murra y con los aporte de de Karl Polanyi entre tantos que vienen modificando y renovando enfoques categoriacuteas y metodolo-giacuteas a partir del estudio de diversas fuentes y la recuperacioacuten de las voces silenciadas Las perspectivas y estudios como los de Ana Ma-riacutea Rostworowski y Franklin Pease que sacaron a luz los documen-tos ineacuteditos que reflejaban la memoria andina NathanWachtel con su enfoque etnohistoacuterico de los Incas abordando la problemaacutetica Inca a partir de las estructuras de la desestructuracioacuten y de la me-moria actual de los acontecimientos Enrique Florescano quien es-cruta el problema de la identidad mexicana a partir de las culturas preexistentes y situacutea las raiacuteces de una identidad fragmentada en la ldquoinvasioacuten destructivardquo hispana Lesley Bethel con la compilacioacuten de la Historia de Ameacuterica Latina de Cambridge donde varios auto-res con trayectoria en los estudios coloniales como Gibson y Elliot se sumaron a la ruptura con la tradicioacuten historiograacutefica pasando a

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ofrecer verdaderos aportes que abren caminos para recuperar las ldquoaristasrdquo que se hallan ausentes en la ldquohistoria del descubrimientordquo

Sus estudios nos posibilitan revisar algunos rasgos delde los horizontes contemporaacuteneos desde donde se piensa la dominacioacuten colonial espantildeola asiacute como tambien repensar las tradiciones histo-riograacuteficas fundantes de nuestra historia En estas tramas de senti-do se tejieron y destejieron categoriacuteas teoacutericas mediante los susten-tos de los horizontes con los que se interpreta y cuestiona la historia construida que para nosotros conforma el momento originario de las vejaciones occidentales sobre el continente es decir una ruptu-ra y un punto de partida un antes y un despueacutes que asedia auacuten en la actualidad la posibilidad de pensarnos

Pues bien consideramos que numerosos acontecimientos han comprometido violentamente el devenir de Ameacuterica pero nin-guno trastornoacute el sentido de los sustentos de los pueblos residentes ni fue tan concluyente en la alineacioacuten y formacioacuten de una ldquonue-va sociedadrdquo o de un ldquonuevo proyectordquo histoacuterico como la ocupacioacuten inicial Por eso la ocupacioacuten de Ameacuterica todaviacutea hoy se nos sigue presentando como un enigma y como un estigma que enmarcan el comienzo de un largo proceso histoacuterico signado por la dominacioacuten colonial Un largo proceso donde se quiebra la trayectoria histoacuteri-ca de una multiplicidad eacutetnica a partir de la imposicioacuten de estruc-turas coloniales y en cuyo teloacuten de fondo compuesto y emergente en 1492 y los sucesivos antildeos que marcan las diferentes fases de la ocupacioacuten de los distintos espacios de esta parte del mundo preten-demos insertar una serie de reflexiones consideradas como apuntes de caacutetedra entre ellas las emanadas la estigmatizacioacuten que deriva en un nuevo deber ser de las sociedades originarias y la emergen-cia de una corriente historiograacutefica europeizante que emana incer-tidumbres semaacutenticas que permanecen arraigadas en las praacutecticas docentes

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El estigma emerge con la dominacioacutenNinguna lengua es maacutes importante que otra ninguna lengua es maacutes

eficaz que otra para expresar el mundo (Del Val)

hellip Todo lo que usted quiera siacute sentildeor pero son las palabras las que cantan las que suben y bajan Me prosterno ante ellashellip Se llevaron el oro y nos

dejaron el oro Se lo llevaron todo y nos dejaron todo Nos dejaron las palabras (Neruda)

A partir del avance colombino y la apropiacioacuten de esta par-te del mundo que luego seraacute denominada Ameacuterica comienza una etapa histoacuterica signada por la dominacioacuten colonial espantildeola Fue en-tonces cuando ndashy como dice Nerudandash ldquonos dejaron la palabrasrdquo las mismas que nos permiten seguir reflexionando pese a que ndashcomo sostiene Del Valndash nos privaron de muchas otras esas que otorgaban sentido al mundo de la multiplicidad eacutetnica radicada en esta parte el mundo

Si bien las ocupaciones territoriales medidas y analizadas en tiempos de lo que seraacuten las historias nacionales mexicana peruana o boliviana ndashentre otrasndash representan breves coyunturas calcula-das en tiempos continentales las mismas y el consiguiente el des-pojo de las comunidades conforman un continuum temporal cuya responsabilidad recayoacute primero en las potencias coloniales (Espantildea Portugal Inglaterra Francia Holanda) y luego en los Estados nacio-nales De hecho es un largo proceso donde se quiebra la trayecto-ria histoacuterica de una diversidad eacutetnica que hacia fines del siglo XV acreditaba entre 60 y 90 millones de habitantes y en el transcurso de unos pocos antildeos receptaraacute el peor desplome demograacutefico de la historia accidental

Ciertamente muchos acontecimientos han comprometido la historia de Ameacuterica Latina pero ninguno trasformoacute tan fuer-temente los cimientos y andamiajes sobre los que se sosteniacutean los pueblos de esta parte del mundo como las sucesivas ocupaciones territoriales encorsetadas con la denominacioacuten ldquodescubrimientordquo ldquoconquistardquo y ldquocolonizacioacutenrdquo Desde ahiacute que la ocupacioacuten de Ameacute-rica todaviacutea hoy se nos sigue presentando como un enigma1 Un

1 Enigma seguacuten la Real Academia Espantildeola (RAE) proviene del latinae-nigma y este del griego αἴνιγμα aiacutenigma Se trata un enunciado de sentido artifi-ciosamente encubierto para que sea difiacutecil de entender o interpretar y tambien de

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enigma porque existen numerosas dificultades en lo que atantildee a la comprensioacuten interpretacioacuten y anaacutelisis de lo emergente en 1492 un enigma tambieacuten porque el conjunto de palabras que lo explicagene-ra discursos donde prima el sentido del dominador cuyas palabras impiden o encubren a otro conjunto de palabras y porque al ocultar todaviacutea sigue despertando interrogantes y debates Un enigma que desde el arribo de Coloacuten Corteacutes Pizarro Valdivia Mendoza o Ca-brera abre un estigma2 fundacional tal como marca o sentildeal impresa en el cuerpo continental Pareciera que nacimos ndashpara usar la metaacute-fora de Joseacute Martiacute- con unaldquoheridardquocual huella constitucional pero sus cicatrices provocan trastornos que auacuten signan nuestro presente

El acto fundacional inicial trajo consigo una concatenacioacuten de actos del mismo tenor y consecuentemente procesos de desestruc-turacioacuten determinantes de crisis de ruptura de las etnias que ha-bitaban este espacio Pues la ocupacioacuten cayoacute como una hecatombe que desquicioacute los basamentos sobre los que se apuntalaban al decir de Florescano (1995) sus ldquorelaciones con los dioses el cosmos y el acontecer temporalrdquo Si bien la desestructuracioacuten maacutes radicaldado la ldquomuerte de los diosesrdquo acontecioacute en el ldquoaacutembito de los espiacuteritusrdquo (Wachtel 1976) afectoacute igualmente y sin visos de retorno o mejoras el aacutembito material el escenario de la vida y al mantenerse en la larga duracioacuten hizo que la crisis fuese una ruptura radical y conti-nuada con ellos ordenes preexistentes La imposicioacuten de nuevos principios ordenadores destruyoacute el sustento y como dice el mencio-nado autor quizaacutes nada acentuoacute tanto el caos como la proscripcioacuten del sistema calendaacuterico que relacionaba la vida de los hombres con una cosmovisioacuten y cosmogeacutenesis

La crisis tuvo su manifestacioacuten maacutes cruda en la demografiacutea colonial pues aunque la discusioacuten en torno al tamantildeo de las pobla-ciones radicadas en Ameacuterica en el momento de las ocupaciones eu-ropeas y el grado de despoblacioacuten que le siguieron continuacutea vigen-

un suceso o comportamiento que no se alcanzan a comprender o que difiacutecilmente pueden entenderse o interpretarse2 Estigma seguacuten RAE viene del latiacuten stigma y este del gr στίγμα stiacutegma Refiere a marca hecha en la piel con un hierro candente lsquonota infamantersquo marca o sentildeal en el cuerpo desdoro afrenta mala fama cuerpo glanduloso colocado en la parte superior del pistilo y que recibe el polen en el acto de la fecundacioacuten de las plantas lesioacuten orgaacutenica o trastorno funcional que indica enfermedad constitucio-nal y hereditaria cada uno de los pequentildeos orificios que tiene el tegumento de los insectos araacutecnidos y mirioacutepodos por los que penetra el aire en su aparato respira-torio

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te3 el desplome demograacutefico en siacute mismo es un hecho indiscutible Tanto los estudios demograacuteficos realizados por las denominadas co-rrientes ldquoalcistardquo como los de laldquobajistardquo (con sus respectivas califica-ciones latinas de Hugh Thomas como ldquomaximalistardquo y ldquominimalis-tardquo) coinciden en el descenso aunque difieren en su magnitud dado el desacuerdo teoacuterico y metodoloacutegico entre ambas4 Por su parte los causales del desplome que articulan elementos psicoloacutegicos re-ligiosos y materiales e inmunoloacutegicos5 han sido objeto de estudios que enfatizan uno o varios aspectos En tal sentido Nicolaacutes Saacuten-chez Albornoz (1977) compiloacute una serie de tesis que fundamentan la contraccioacuten poblacional producto de los efectos del colonialismo espantildeol 1- La tesis homiciacutedica que seguacuten el autor debiera llamar-se ldquodel genocidiordquo involucra la accioacuten directa de los espantildeoles como matanzas guerras y condiciones laborales altamente explotadoras 2- El desgano vital inductor del desaacutenimo suicidios colectivos in-fanticidios abortos etc fruto del desmoronamiento de la concep-cioacuten de mundo de las etnias 3- El reacondicionamiento econoacutemico y social vinculado los fuertes desajustes ocasionados por la transfor-macioacuten negativa de la produccioacuten agropecuaria comunitaria ante la introduccioacuten y exigencias de tributos en cultivos exoacutegenos la ex-

3 El Quinto Centenario fue ocasioacuten para reeditar la poleacutemica Tocante a esto Denevan (1992) realiza un oportuno resumen del debate y de los efectos de las epidemias sobre Meacutexico 4 La corriente bajista de inicios del siglo XX estimaba una cifra inferior a los 15 millones de habitantes y fue sostenida por hispanistas como el filoacutelogo vene-zolano Aacutengel Rosenblat (1945) que calculaba una poblacioacuten total de 133 millones de habitantes y una caida durante el siglo XVI a 10 millones de habitantes o sea una baja de 33 millones o una cuarta parte de la poblacioacuten total inicial Con la proli-feracion de estudios regionales enfocados inicialmentes al estudio de la poblacioacuten mesoamericana surgioacute la corriente alcista defendida fundamentalmente por in-vestigadores de la Escuela de Berkeley (Universidad de California) como Woodrow Borah (1964) Henry F Dobbyns (1966) quienes calculan que la poblacioacuten america-na previa a la llegada de Coloacuten rondaba entre 90 a 112 millones y que disminuyoacute hacia mediados del siglo XVII a 45 millones Esto constituye para Dobyns que el 95 de la poblacioacuten total de Ameacuterica murioacute en los primeros 130 antildeos despueacutes de la llegada de Coloacuten Asimismo historiadores como Karl Theodor Sapper (1924) Paul Rivet (1924) Herbert Spinden (1928) y William M Denevan (1956) representaron una corriente intermedia o alcista moderada ya que reducen al 50 las cifras de los alcistas y sus estimaciones oscilaron entre 40 y 60 millones de personas 5 Enfoques como el de Juan Cuevas Jaramillo (1981) permitiriacutean siste-matizar causas de cuatro tipos a) Compulsiones ecoloacutegicas (reduccioacuten de habitat cambios sensibles en el entorno geograacutefico) b) Compulsiones bioacuteticas (transmisioacuten generalmente involuntaria de enfermedades para las cuales el indiacutegena no ha desarrollado resistencias orgaacutenicas) c) Compulsiones Tecnoloacutegico-culturales (cam-bios en la vivienda herramientas modernizadas que desplazan a las tradicionales creando dependencia frente al productor de bienes industriales) y d) Compulsio-nes ideoloacutegicas (frustraciones psicoloacutegicas y complejos de inferioridad resultantes del menosprecio de valores aboriacutegenes)

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pansioacuten de la ganaderiacutea y la extraccioacuten de mano de obra masculina entre otras cosas 4- las epidemias como viruela sarampioacuten gripe comunes entre la poblacioacuten europea se convirtieron en causa fun-damental del derrumbe al propagarse entre las comunidades caren-tes de un sistema inmune dotado de defensas ante la presencia de agentes patoacutegenos inexistentes en esta parte del mundo

Sin entrar en poleacutemicas teoacutericas podemos decir que la impo-sicioacuten de elementos propios de la loacutegica econoacutemica traiacuteda por los europeos (seguacuten se acuerde6 economiacutea de mercado precapitalismo acumulacioacuten primitiva del capital o economiacutea de transicioacuten hacia el capitalismo) sobre economiacuteas de subsistencia y economiacuteas con excedentes comunitarios tuvo efectos perversos que impulsarona estas uacuteltimas hacia una crisis estructural Mientras el sistema do-minante en Europa transitaraacute -durante tres siglos- hacia la consoli-dacioacuten del modo de produccioacuten capitalista combinando caracteriacutes-ticas feudales ndashnobleza clero tierra etcndash con los nuevos signos del capitalismo ndashburguesiacutea estados maximizacioacuten de ganancias acu-mulacioacuten etc ndash las estructuras socio-econoacutemicas sobre las cuales se asentaban las etnias marcharon hacia su destruccioacuten y no tendraacuten retorno ni recomposicioacuten Pues la construccioacuten del nuevo orden ba-sado explotacioacuten de hombres y recursos que emergioacuteparalela a la desestructuracioacuten tuvo como eje le reestructuracioacuten bajo principios ordenadores regidos por las caracteriacutesticas especiacuteficas que requeriacutea la dominacioacuten colonial Asiacute el asentamiento de los espantildeoles pro-vocoacute la subsuncioacuten a su loacutegica econoacutemica y para ello demandaba

1- Mano de obra india ndashy negrandash para trabajar en minas ha-ciendas plantaciones obrajes y hasta en servicio domeacutestico A tales efectos esa mano de obra debiacutea ser ldquodisciplinadardquo y para eso instru-mentaron diversos mecanismos en los que la coaccioacuten violencia persuasioacuten aculturacioacuten forzada laica y religiosa se articulan y complementan con el objetivo de imponer una nueva disposicioacuten laboral Una muacuteltiple gama de elementos y variantes objetivaron la presencia de la mano de obra forzada institucionalizada con el sistema de repartimientoencomienda7 las reducciones indias y el

6 Cfr Cardoso y Perez Brignoli (1987) Laclau (1989) Dobb (1980) Hobs-bawm (1980) Sweezy (1980) Wallerstein (1998)7 Con sus denominaciones regionales como coatequil en Mexico manda-miento en Guatemala mita en Peruacute y Bolivia tilinga en Ecuador mita (en las mi-nas) alquiler (trabajos urbanos) y concertaje (agriacutecola) en Colombia Para mayor detalle Cfr Villamariacuten (1999) Gonzalez (2005) Tandeter (1992) Gibson (1990)

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sistema esclavista sostenido con poblacioacuten trasplantada africana8 Por cierto el repartimiento de indios fue el instrumento que garan-tizoacute la sujecioacuten explotacioacuten y control de la mano de obra Pues el trabajo libre existioacute en todas las regiones y durante todo el periodo colonial pero nunca llegoacute a ser dominante ndashsostuvo su caraacutecter ex-cepcionalndash pese a los esfuerzos legales contradictorios de la Corona por extenderlo

2- Nuevas formas tributarias en trabajo especie moneda En liacuteneas generales se reemplazaron estructuras tributarias ecuaacuteni-mes y circulares por otra desequilibrada unilateral que contribuyoacute al deterioro familiar y al resquebrajamiento de los lazos de solidari-dad Sin entrar en detalles podriacuteamos decir que la Corona espantildeola impone ndashal menos hasta las modificaciones de la segunda mitad del sigloXVI (consignadas en las Leyes Nuevas de 1542 influenciadas en parte por las denuncias de Fray Bartolomeacute de las Casas y por mismo desplome demograacutefico)ndash una doble carga prestacioacuten labo-ral y monetariaespecies Las obligaciones tributarias constaron en ordenanza y mandatos reales y su recaudacioacuten involucroacute a los liacutederescomunitarios como los curacas y a funcionarios espantildeolesAl responder a una nueva estructura jeraacuterquica determinante de tasas y regiacutemenes laborales se afectaron las relaciones preexisten-tes basadas habitualmente en la reciprocidad sustentada en los la-zos de parentesco y relaciones centralizadas de redistribucioacuten9 Las prestaciones laborales impactaron sobre las comunidades dado que para cumplir con las mismas los tributarios se trasladaban con su familia abandonaban las tierras de cultivo y en consecuencia al-teraban los sustentos materiales de la comunidad Ademaacutes y para evitar las cargas muchos hombres buscaron como viacutea la huida pa-sando al desarraigo y convirtieacutendose en ldquoforasterosrdquo

4- La moneda como medio de cambio Con la ocupacioacuten se introduce la moneda en un mundo que careciacutea de ella y donde el

8 Tocante a esto seriacutea interesante analizar las posibilidades teoacutericas esgri-midas respecto al negro en Ameacuterica fundamentalmente en lo que al atantildee sistema esclavista planteado por Cardoso (1982) Cfr Williams (1944) Mellafe (1964) Tan-nenbaum (1968) Carmagnani (1976) Klein (1986)9 El asentamiento en campos de cultivo sin formar verdaderos nuacutecleos compactos impediacutea el aprovechamiento del indio como mano de obra el cobro del tributo y la labor evangelizadora Ante la composicioacuten originaria los espantildeoles im-ponen una relocalizacioacuten de las etnias cuyo cambio de lugar (abandono de los cam-pos de cultivo) significaba el desarraigo en funcioacuten de la recomposicioacuten-imposicioacuten de otros principios de organizacioacuten social Cfr Wachtel (1976) Florescano (1995) Gibson (1990)

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oro y otros metales ldquopreciososrdquo no jugaban un papel abstracto y es-peciacutefico sino maacutes bien ornamental o ldquode usordquo pues no serviacutean para medir el valor del producto Del loacutegico desconocimiento e incom-prensioacuten de esta medida deriva entre otras cosas el endeudamien-to al que se vieron compelidos10

5- Transformacioacuten del asentamiento tradicional del sentido de la tierra y de la produccioacuten La ocupacioacuten descompone el asen-tamiento tradicional comunitario produce relocalizaciones intro-duce nuevos cultivos y nuevas formas de producir Los principios organizadores preexistentes se conmovieron ante las apropiaciones de las mejores tierras mediante usurpaciones reparto del suelo en forma de mercedes reales o composiciones reales

6- Todo lo anterior se despliega dentro de una Nueva organi-zacioacuten poliacutetico-administrativa bajo formato de virreinatos gober-naciones ciudades etc que desguarnecen y desfiguran estructuras asentadas para recomponerlas dentro de unidades que nada tienen que ver con lo precedente aunque utilizan mecanismos complejos en el disentildeo de lo nuevo Entre ellos el nucleamiento de distintos grupos eacutetnicos en un espacio definido y controlado la yuxtaposi-cioacutensuperposicioacuten arquitectoacutenica como la construccioacuten de templos cristianos sobre los preexistentes las estrategias de la ldquoconquista es-piritualrdquo empleadas por el clero cristiano o en el disentildeo de ciudades con la meacutedula del poder concentrado en el centro del damero Las estrategias de ocupacioacuten-imposicioacuten de los espantildeoles perturbaron los principios precedentes que articulaban naturaleza-hombre-re-ligioacuten dando paso a una realidad social colonial heterogeacutenea jeraacuter-quica yuxtapuesta donde primaronlos principios de superioridadinferioridad asentados en un sistema socioeconoacutemico colonial que termina generando una relacioacuten estructural de dependencia

El nuevo orden y su consiguiente loacutegica econoacutemica propia de los tiempos ldquomodernosrdquo ldquoprecapitalistasrdquo o de la ldquotransicioacuten del feu-dalismo al capitalismordquoque conmociona el orden ecoloacutegico social cultural y poliacutetico preexistente se erige sobre la base de una

a- Reorientacioacuten espacial ante la emergencia de nuevas aacutereas de atraccioacuten econoacutemica (ciudades zonas mineras ingenios plantaciones etc) nuevos espacios de desarrollo concentradores de mano de obra (como las zonas mineras) nuevos centros poliacuteticos

10 Cfr Wachtel (1976)

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(como las capitales virreinales que reuacutenen los sectores privilegia-dos de la colonia) y nuevos centros religiosos se resignificaron las estructuras eacutetnicas que teniacutean articulaciones especiacuteficas Por ejem-plo con la caiacuteda de Cuzco y Tenochtitlan y su respectivo reemplazo por Lima y Meacutexico se arrasoacute con el centro del cosmos y sirvioacute para apresurar la derrota

b- Subversioacuten del ecosistema asociada a lo que Crosby (1988) denomina ldquoImperialismo Ecoloacutegicordquo donde la naturaleza y la poblacioacuten sufren ante la presencia de 1- productos trasplantados dado la implantacioacuten de flora (vintildeas olivos cantildea de azuacutecar trigo le-gumbres frutales etc) y fauna (cerdos vacas ratas etc) exoacutegena que asfixian o desplazana las autoacutectonas 2- agentes patoacutegenos que se esparcen generando epidemias 3- sobreexplotacioacuten de los recur-sos preexistentes como la extraccioacuten de madera de los bosques para la produccioacuten minera o construccioacuten de ciudades De resultas se rompe la relacioacuten armoacutenica con la naturaleza porque al situar al hombre y a la cultura fuera de ella comienza a manifestarse como martirizada y domesticada ante por ejemplo el abandono de las te-rrazas de cultivo el desecamiento de la cuenca de Meacutexico o las ex-cavaciones mineras

c- Aculturacioacuten religiosa La alianza Corona-Iglesia fue un elemento clave para dislocar las cosmovisiones y cosmogeacutenesis Su eficacia es perceptible desde el momento de la primera ocupacioacuten cuando la tradicioacuten cristiana monoteiacutesta basada en una religioacuten mi-litante y militada ndashque acepta la guerra raacutepida continua y a muerte o la guerra justa y preventivandash como instrumento de expansioacuten de la fe ndashpropia de los conflictos emanados de las cruzadas o las gue-rras contra los aacuterabesislamndash impone su dogma y su concepcioacuten Muchas etnias creiacutean en un dios civilizador11 que se presentariacutea en la tierra a completar la obra del dios creador12 Por esta visioacuten los primeros contactos fueron interpretados con gran confusioacuten como la llegada de los esperados dioses (el heacuteroe civilizador que veniacutea a completar la tarea) pero las evidencias que mostraron la humani-dad de los espantildeoles no fueron suficientes como para recomponer el quiebre y el fin de sus dioses fue percibido como cataacutestrofe coacutesmica Las comunidades arrogaron gran parte de su derrota al agotamien-

11 Cfr Eliade (1992) 12 Por ejemplo Quetzalcoatl debiacutea volver en un antildeo ce-acatl Viracocha de-biacutea volver al Peruacute y el reinado del 12 Inca marcaba el fin de un ciclo y el inicio de otro

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to del poder de sus dioses y a la fuerza del Dios cristiano entonces el dios vencedor comienza a ser temido y admirado Tras esto y la aplicacioacuten de diferentes estrategias se sumisioacuten y aculturacioacuten en la segunda mitad del siglo XVII se consolidoacute el poder del clero se-cular y regular constituyeacutendose en pilar de la colonia Pese a ello el poder colonial recepta numerosos casos de resistencias y rebelio-nes con una matriz religiosa o milenarista que impugnan el nuevo orden como el del Taqui Ongo y el culto a Tonantzin-Guadalupe o como el estado Neoinca y las rebeliones de Mixton

d- Imposicioacuten de nuevas jerarquiacuteas sociales donde la loacutegica del dominador se impuso al provocar una estigmatizacioacuten anclada a las formas de identificacioacuten Adhiriendo a los planteos de Erving Goffman (1963) podemos sentildealar que la nocioacuten socioloacutegica ldquoestig-matizacioacutenrdquo permite comprender las estrategias del dominador a efectos de introducir nuevas jerarquiacuteas sociales Puesrecurre a tres instancias 1- evidenciar las diferencias 2- valorar las diferencias en beneficio propio 3- afirmar que las diferencias son definitivas Con esto el grupo de poder es decir Corona-Iglesia-Elites desgasta la identidad eacutetnica inculcando prejuicios y confundiendo al coloniza-do Asiacute el mismo trata de salvar la distancia socioeacutetnica actuando de acuerdo a los valores del dominador Con el propoacutesitode ser tratados como humanosiguales se adapta o se acultura en tanto desmante-la su propia organizacioacuten13 De este modo emergioacute una estructura social riacutegida14 que situaba en la cuacutespide a la elite conformada por

13 Muchas investigaciones profundizaron estas cuestiones aplicando diver-sas categoriacuteas como es el caso de Fernando Ortiz (1983) con la aplicacioacuten de Trans-culturacioacuten deculturacioacuten inculturacioacuten y finalmente neocultura (mestiza)14 La rigidez social colonial proveniacutea de la concepcioacuten espantildeola en la que primaba el ldquoideal de blancurardquo y se ligaba a las estructuras econoacutemicas poliacuteticas sociales culturales religiosas e ideoloacutegicas En este punto se fundaron en los ldquoesta-tutos de limpieza de sangrerdquo aplicados primeramente por el Concejo de Toledo en 1449 contra moros y judiacuteos y acompantildeados luego por el ldquoSanto Oficio de la Inqui-sicioacutenrdquo con el fin del reconocimiento de la herejiacutea y de aquellos que la practicaban Esa rigidez llevoacute a algunos historiadores a afirmar que en la sociedad colonial se desarrollaron ldquocastasrdquo (cerradas a la movilidad social por la ldquoblancurardquo) Magnus Moumlrner (1969) plantea que esa categoriacutea era usada por las eacutelites de la colonia para sentildealar a las personas de sangre mezclada es decir los estratos que a traveacutes de mestizajes muacuteltiples no respondiacutean a la configuracioacuten inicial de las comunidades A traveacutes de estas tipificaciones las eacutelites construiacutean un orden social y elaboraban representaciones sobre el lugar que ellos y las castas debiacutean ocupar en el mismo La marcacioacuten racial no se basaba en estimaciones subjetivas de las eacutelites sino que estaban regladas por un ordenamiento legal ndashesto es los Estatutos de Limpieza de Sangrendash donde se ubicaba a cada individuo en un grupo racial La administracioacuten no utilizaba la categoriacutea casta generalmente empleaban denominaciones que ha-ciacutean referencia al tinte de la piel blancos indios negros mulatos morenos pardos y libres de todos los colores Eacutestas y otras categoriacuteas expliacutecitas o impliacutecitas de color

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los espantildeoles (funcionarios mineros comerciantes) y por debajo a los grupos preexistentes homologados bajo la categoriacutea indio y a los ldquonegrosrdquo provenientes de Aacutefrica (mediante el comercio de esclavos de ldquoraza negrardquo) y con ello a una cantidad de posiciones intermedias emanadas de la multiplicidad de situaciones de mestizaje En con-secuencia emerge un ordenamiento social jeraacuterquico basado en la desigualdad socioeacutetnica que responde a la dureza e intolerancia de las jerarquiacuteas sostenidas por la dominacioacuten colonial pues el poder determina y define las posiciones de cada grupo o sector15

e- Resemantizacioacuten y homologacioacuten de lo muacuteltiple y varia-do al todo unificador Evidentemente 1492 y las distintas ocupa-ciones de los diferentes espacios de esta parte del mundo abrieron paso a otra serie de cuestiones entre las que se encuentran 1- la estigmatizacioacuten y homologacioacuten que deriva en un nuevo deber ser de las diferentes sociedades radicadas en esta parte del mundo y asociada a lo mismo 2- la emergencia de una corriente historiograacute-fica europeizante sostenida en el tiempo e inductora de confusiones semaacutenticas que terminan arraigadas a las praacutecticas docentes La resemantizacioacuten basada en la reinterpretacioacuten de elementos y pa-labras preexistentes ndashiniciada desde imaginario de Cristoacutebal Coloacutenndash tuvo muchas derivaciones entre las que se encuentran la inclusioacuten de la multiplicidad eacutetnica preexistente bajo un rotulo unificador la reinterpretacioacuten histoacuterica basadaen elementos del pasado a efectos de efectuar una construccioacuten de las identidades en el presente y la proyeccioacuten del mismo para reconstruir el pasado en base a la ldquoreali-dadrdquo conocida o aceptada por el grupo dominante16

apareciacutean en documentos oficiales tales como ldquocodificaciones de la legislacioacuten co-lonial libros parroquiales procesos inquisitoriales casos criminales censos y en las Relaciones geograacuteficas que la Corona solicitoacute con regularidad a las autoridades coloniales a partir del siglo XVIrdquo (Boumlttcher et al 2011) Uno de los ejemplos estaacute dado por la representacioacuten en la pintura de castas del pintor Luis Barruecos quien elabora 16 tableros de castas y entre ellos representa 1- Espantildeol con india mestizo 2- Mestizo con espantildeola castizo 3- Castizo con espantildeola espantildeol 4- Espantildeol con negra mulato 5- Mulato con espantildeola cuarteroacuten 6- Cuarteroacuten y espantildeola salta atraacutes 7- Salta atraacutes con india chino 8- Chino con mulata lobo 9- Lobo con mulata giacutebaro 10- Giacutebaro con india alvarasado de Alvaradohellip(Chaves 2014) Para mayor detalle Rosenblat (1954) Loacutepez Beltraacuten (2008) y Boumlttcher et al (2011)15 Cfr Bourdieu (1994)16 Para Victorino Zecchetto (2011) la resemantizacioacuten es el proceso median-te el cual se asigna un nuevo valor de significado a una palabra preexistente Los lenguajes humanos fueron inventados para lsquosemantizar la realidadrsquo esto es para expresar los contenidos y sentidos del mundo por medio de alguna forma codifi-cada Semantizar viene del teacutermino griego σημαντικός y designa la significacioacuten de las palabras De modo maacutes amplio la semaacutentica (parte de la semioacutetica) estudia y analiza los procesos de significacioacuten de los signos textos y discursos que circulan

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Del estigma propio de la confusioacuten inicial a la categoriacutea social indios

Los viajes de Coloacuten no fueron no podiacutean ser ldquoviajes a Ameacutericardquo porque la interpretacioacuten del pasado no tiene no

puede tener como las leyes justas efectos retroactivos Afirmar lo contrario proceder de otro modo es despojar a la historia de la

luz con que ilumina su propio devenir y privar a las hazantildeas de su profundo dramatismo humano de su entrantildeable verdad perso-

nal

(Orsquo Gorman 1995-1958)

A mediados del siglo pasado Edmundo OlsquoGorman (1958) nos convocaba a pensar sobre la produccioacuten simboacutelica que llevoacute a la Invencioacuten de Ameacuterica Haciendo lo propio podemos sentildealar que la denominacioacuten continental fue acuntildeada desde ldquoel afuerardquo pues res-pondioacute al imaginarioconfusioacuten de Coloacuten quien consideroacute haber llegado a las ldquoIndiasrdquo que luego seriacutean ldquoOccidentalesrdquo y finalmente (VespuccioWaldseemuumlller mediante17) ldquoAmeacutericardquo El logos colom-bino le impidioacute reconocer a esta parte del mundo como algo dife-rente a lo esperado18y de hecho para su propoacutesito este continente insospechado tal como Terra Incognita fue un obstaacuteculo en el cum-plimiento de su propoacutesito que era llegar a Oriente19 Tanto que pese

diacroacutenica y sincroacutenicamente por la sociedad El uso de la palabra lsquoresemantizarrsquo estaacute relacionado con la anterior pero indica un proceso inverso porque busca dar realce a un sentido ya existente o a uno nuevo recuperado ya sea en forma total o parcial Resemantizar es un vocablo que se refiere a la operacioacuten semioacutetica de transformar el sentido de una realidad conocida o aceptada para renovarla o para hacer una transposicioacuten de modelo creando una entidad distinta pero con alguna conexioacuten referencial con aqueacutella de modo que esta uacuteltima asume un nuevo signi-ficado que la primera no teniacutea 17 En la Universalis Cosmographia Secundum Ptholomaei Traditionem et Ame-rici Vespuciialiorumque lustrationes (1507) y Cosmographiae Introductio de Martin Waldseemuumlller esta parte del mundo apareciacutea rodeada de agua y separada de Asia y por primera vez se la sentildealaba con nombre de Ameacuterica en honor a su ldquodescubri-dorrdquo Ameacuterico Vespucio En trabajos posteriores dejoacute de usar esa denominacioacuten re-emplazaacutendola por Terra Incognita atribuye del ldquodescubrimientordquo a Cristoacutebal Coloacuten (por mandato del rey de Castilla) y pone en duda que se trate de otro continente18 Su imaginario nutrido de los conocimiento de la epoca no le permitiron pensar la existencia de un continente sobre el que no habia referencia cientificas ni religiosas pues ni la Biblia daba cuentas de ello19 Cristoacutebal Coloacuten ademaacutes de estar nutrido de informacion como la prove-niente del mapa disentildeado por el geoacutegrafo griego del siglo I Ptolomeo manejaba los datos vertidos por Pierre drsquoAilly en Imago mundi Marco Polo en el Relato de viajes y por Juan de Mandeville en el Libro de las maravillas De ahiacute sus proyectos de locali-

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al cumulo de evidencias su construccioacuten ndashasentada en los saberes de su tiempondash se impuso a la realidad y los habitantes de ldquolas In-diasrdquo fueron ldquolos indiosrdquo Desde entonces todas las etnias residentes fueron homologadas como tales y la compleja trama de heteroge-neidades socioculturales fue resemantizada e incluida bajo ese roacute-tulo unificador Al respecto Liliana Tamagno plantea

ldquoiquestEs que poseiacutean alguacuten rasgo cultural o fiacutesico en comuacuten Buscaremos en vano El uacutenico denominador comuacuten era no ser europeos no ser blancos ser los colonizados Se justificaba dominar y ldquocivilizarrdquo a un ldquosalvajerdquo pero iquestCoacutemo se explicaba el aplastar comunidades o naciones que poseiacutean organizacioacuten poliacutetica y social lengua propia y religioacutenrdquo (Tamagno 1992 p 110)

Esa homogeneizacioacutenestigmatizacioacuten marcaba la distancia entre nosotros y los otros20 y desde el etnocentrismo21 espantildeol que valorizaba positivamente sus principios de organizacioacuten social pro-yectaba en los grupos del afuera todas las representaciones sociales consideradas negativas desde su visioacuten de mundo Precisamente la asignacioacuten de caracteriacutesticas culturales inmutables viabilizala jus-tificacioacuten de la dominacioacuten o segregacioacuten En trabajos anteriores22 hemos sentildealado que Ameacuterica y por tanto el ser indio ndashproducto de la confusioacuten inicialndash fue el resultado de una proyeccioacuten imaginaria de la sociedad instituida y de la sociedad instituyente23 en Espantildea que delineoacute una poliacutetica combativa tendiente a sofocar el lengua-je la cosmovisioacuten las costumbres y tradiciones de la multiplicidad de identidades americanas La categoriacutea indio no solo incluiacutea en un colectivo homogeacuteneo a las distintas etnias sino tambieacuten le otorgaba sentido que representaba el no ser social de la Espantildea que transitaba

zar al Gran Kan llegar a Cathay y a Cipango 20 Cfr Tzvetan Todorov (1991)21 Para Juan Cueva Jaramillo (1981) el concepto de etnocentrismo genera-do en las ciencias antropoloacutegicas es la actitud de un grupo humano que se coloca como centro alrededor del cual gira el mundo Dicho grupo posvaloriza positiva-mente sus realizaciones y particularismo cree en su superioridad y menosprecia o niega los valores de las culturas diferentes a la suya El etnocentrismo se explica en los conceptos teoacutericos que manejamos asiacute como en nuestro lenguaje cotidiano Cuando hablamos en Ameacuterica Latina del ldquoCercano Orienterdquo no pensamos que tal regioacuten geograacutefica es cercana y estaacute al Este para Europa pero para Latinoameacuterica es el lejano occidente22 Trabajamos la problemaacutetica de la identidad considerando la tensioacuten exis-tente entre el ser y el deber ser impulsado durante el proceso de dominacioacuten exte-rior-occidental Cfr Formento (1995 1996 2002)23 Cfr Castoriadis (1982)

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a la ldquomodernidadrdquo negando el derecho a ser diferente a traveacutes de la afirmacioacuten de su superioridadTras la valorizacioacutenetnoceacutentricaeu-roceacutentrica atribuiacuteana los otrosla portacioacuten de caracteriacutesticas o ras-gos culturales considerados inapropiados en su visioacuten de mundo es decir eacutesosencarnaban el ldquono serrdquo civilizado que justificaba la domi-nacioacuten por parte del ldquoserrdquo civilizado El ldquoser indiordquo ndashconstruido desde el ldquono serrdquondash estaba cargado de atributos negativos ndashque justificaban la praxis colonial y la dominacioacuten exteriorndash tales como salvaje pa-gano sacriacutelego hereje idoacutelatra cruel antropoacutefago caniacutebal indoacutemi-to etc24 De modo que si aplicamos el anaacutelisis de Goffman(1963)ese ldquono serrdquo se nos presenta como el roacutetulo portador delos atributosa erradicar indispensablepara quebrar la estigmatizacioacuten y pasar a ldquoserrdquo cristiano doacutecil abandonar el amancebamiento y la poligamia adaptarse a las exigencias laborales etc Asiacute la loacutegica del domina-dor caracterizaba al otro marcando el camino del ldquodeber serrdquo para adaptarlo a principios de organizacioacuten social extrantildeos y alienantes y de esta manera conformar un nuevo tipo social que deviene del deber ser En este sentido consideramos que el ldquoser indiordquo ndashtambien el ldquoser negrordquo ndashse define inicialmente desde el ldquodeber serrdquo pues no representa una identidad autodefinida sino una heteroidentidad (otorgada desde el afuera) Sin embargo de esta tensioacuten entre el ser y el deber ser deviene un actor capaz de definirse a siacute mismo ndashen la larga duracioacutenndash desde el proceso continuo de resistenciaopresioacuten y que lucha contra la dominacioacutenexplotacioacuten

Desde una perspectiva teoacuterica Karen Spalding sostiene que

ldquoel grupo definido como indio en los siglos XVI y XVII no era el mismo que aquel definido como indio en el siglo XX Teacuterminos tales como ldquoindiordquo ldquonegrordquo y otras palabras abs-tractas que definen a grupos de personas son conceptos sociales cuyo significado variacutea a traveacutes del tiempo Cierta palabra puede definir grupos muy distintos en tiempos distintos en la medida en que se adapta a los cambios en el caraacutecter de las relaciones socialesrdquo Spalding (1974 pp 148-149)

24 Los discursos y fuentes con los que se han construido y definido a ldquolos indiosrdquo poseen diversas influencias aunque las apreciacionoes de Coloacuten acerca de los dociles Tainos (mansos dociles) y rebeldes Caribes (canibales antropoacutefagos sal-vajes) y reflexiones posteriores como las de Voltaire parecen haber generalizado una tipologia que ha tenido una gran difusion Un interesante planteo el respecto realiza Jitrik (1992)

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Tanto es asiacute que las distintas sociedades americanas homolo-gadas como indios se hicieron eco de ello y con esa denominacioacuten inicial pretenden su emancipacioacuten y autonomiacutea (Tiahuanaco 1984)

La alteracioacuten de las memorias preexistente y la emergencia de una historia europeizanteCon el avance espantildeol se produjo un proceso de cercenamiento y manoseo de las memorias eacutetnicas Al cambiar para siempre el de-rrotero de mayas aztecas calchaquiacutees o diaguitas entre tantos su memoria del pasado sufrioacute un proceso de perversioacuten Asiacute sus cos-mogoniacuteas concepciones del tiempo y espacio y usos del pasado mito e historiase vieron comprometidos y en muchas ocasiones para hacer llevadera la derrota surgieron danzas vivificaacutendolos (por ejemplo la ldquomuerte de Atahualpardquo) y para invocar el pasado tambien escriben sobre la derrota25 De modo que el avance mili-tar fue concurrido por el aniquilamiento de la memoria histoacuterica ya que los indios fueron testigos de la destruccioacuten yprofanacioacuten de su memoria y registros del pasado26 Fue concurrido asimismo por

25 Unos antildeos despues de acontecidas las ocupaciones fueron interpretadas bajo la oacuteptica de los prodigios y profesiacuteas y asociando los cuatro elementos del uni-verso fuego agua tierra y aire Cfrlas narraciones de los informantes de Sahaguacuten el libro de Chilam Balam de Chumayel (que predice el trastorno general del mundo y el advenimiento de una nueva religioacuten) y los comentarios del Inca Garcilaso res-pecto al derrumbe andino Cfr Leon Portilla (1989 y 2003) Walchtel (1976)26 Mucho tiempo despues una diversidad de documentos o fuentes de la memoria eacutetnica fueron rescatados y publicados ofrecieacutendonos la posibilidad de co-nocer las voces silenciadas por las Historia de Indias Podemos sentildealar entre otros las fuentes aztecas y mayas ndasha partir de 152324ndash Los cantares de la conquista ele-giacuteas o cantos tristes escritos en nahuas que describen el sitio a Tenochtitlan y el fin del pueblo Mexicali la Relacioacuten anoacutenima de Tlatelolco (manuscrito 22 de la Biblio-teca Nacional de Pariacutes bajo el tiacutetulo Unos Anales Histoacutericos de la Nacioacuten Mexicana) escritos en Naacutehuatl por autores anoacutenimos de Tlatelolco relatan la caiacuteda de Meacutexico Testimonios de los informantes de Sahaguacuten redactado por estudiantes indiacutegenas de la escuela de Santa Cruz de Tlatelolco bajo la supervisioacuten de Fray Bernardino de Sahaguacuten utilizando informes de los ancianos en lengua naacutehuatl aparecen en la obra Historia General de las cosas de la Nueva Espantildea finalizada en 1555 Testimo-nios pictograacuteficos como el Coacutedice florentino correspondientes al texto naacutehuatl de los informantes de Sahaguacuten el Lienzo de Tlaxcala con los 80 cuadros sobre los alia-dos de Cortes los tlaxcaltecas por Diego Muntildeoz Camargo el Coacutedice Aubin con tex-tos e ilustraciones alusivas a la matanza del templo mayor Los testimonios del aacuterea andina como los de Guamaacuten Poma de Ayala en su Primer nueva Coroacutenica y buen gobierno redacta en castellano mezclado con quechua una criacutetica sostenida sobre el dominio colonial espantildeol el Inca Garcilaso de la Vega en su Comentarios Reales cuenta sumariamente la conquista de su tierra las costumbres ritos y ceremonias Titu Cusi Yupanqui o Diego de Castro con su Instruccioacuten del Inga don Diego de Cas-tro Titu Cusi Yupangui plantea una posicioacuten opuesta al adoctrinamiento y control sobre los aspectos sociales religiosos y administrativos que impone el gobierno del

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una nueva forma de registro seleccioacuten y explicacioacuten del pasado se-guido por la intrusioacuten de un nuevo protagonista de la accioacuten y el relato histoacuterico

Asiacute 1492 funcionoacute igualmente como acto fundacional de una co-rriente historiograacutefica europeizante sostenida en una concepcioacuten euroceacutentrica Esto significa que la ocupacioacuten espantildeola proscribioacute u otorgoacute nuevos espacios a los protagonistas de las historias de las etnias e instauroacute un discurso histoacuterico que posee una nueva for-ma de ver representar seleccionar registrar y explicar el pasado portador de un nuevo lenguaje un nuevo sentido del desarrollo histoacuterico nuevos sujetos de la accioacuten y de la narracioacuten histoacuterica27 Para Florescano el espantildeol se hizo lengua americana al convertirse en el vehiacuteculo que dio cuenta de los ldquodescubrimientos conquistas y asentamientos espantildeolesrdquo Como contraparte el espacio americano perdioacute sus connotaciones indiacutegenas cuando el espantildeol redescubrioacute y clasificoacute bajo conceptos geograacuteficos y cartograacuteficos propios Tanto que la flora y fauna fueron renombradas y hasta la geografiacutea y la toponimia propias de esta parte del mundo fueron resemantizadas aplicando nombres cristianos o con referentes peninsulares (Nueva Extremadura Coacuterdoba San Juan Teotihuacaacuten) Como dice Michel de Certau (1978) se ldquoalteroacuterdquo el cuadro de nombres propioshellip y la his-toria que a partir de entonces comienza a escribir el hombre occiden-tal se escribe con ideas occidentales y sobre el cuerpo fiacutesico de Ameacuteri-ca Esto es la protagoniza una Espantildea triunfante y sus hombres el ldquoconquistadorrdquo el fraile evangelizador y los nuevos colonos Esa his-toria se interpreta desde de las tradiciones con referente occidental que posee una carga acumulada de muacuteltiples pasados (antiguumledad pagana cristianismo primitivo herencia medieval los nuevos hori-zontes de la modernidad) Los mismos se articulan en la narracioacuten histoacuterica que se sustenta en la corriente del imperialismo espantildeol al que ampara y justifica a partir de la idea cristiana de la historia con sus vertientes apostoacutelicas mesiaacutenicas y providencialistas Al-gunos protagonistas de la historia como Coloacuten y los misioneros se concebiacutean como agentes de la Providencia Tambieacuten los historiado-res o Cronistas de Indias (como Pedro Maacutertir de Angleriacutea Gonzalo Fernaacutendez de Oviedo y Francisco Loacutepez de Goacutemara) divulgaron en sus obras la certeza de que los ldquosucesivos descubrimientos y con-

virrey Francisco de Toledo La elegiacutea de Apu Inca Atawallpaman es anoacutenima y llora la ejecucioacuten de Atahualpa27 Cfr Florescano (1987)

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quistasrdquo eran parte de un plan providencial dirigido a uniformizar ldquoa todos los pueblosrdquo bajo el manto de la cristiandad y la corona de los reyes catoacutelicos (Florecano 1987) De este modo surgieron rela-tos con una matriz militar fantaacutestica providencialista-imperialista miacutestico apocaliacuteptica y como dice Florescano (1987) muchos de ellos verdaderos tratados geograacuteficos y naturales que inventariaban las nuevas tierras y se apropiaban de la naturaleza Tal es el rol desem-pentildeados por los ldquoHistoriadores de Indiasrdquo al servicio del poder espa-ntildeol cuyos relatos tienen como finalidad revelar al mundo la gesta espantildeola al tiempo que seapropian de una misioacuten ldquohistoriograacutefica y cosmogoacutenicardquo En los mismos el ldquoser indiordquo permanece vencido pues perdioacute sus vocablos y el ldquoindiordquo adquirioacute un nuevo lugar dado la historiografiacutea de narracioacuten europeizante fundadora y portadora del ldquoenigma del descubrimientordquo

El enigma del ldquodescubrimientordquo y las praacutecticas docentesEl desembarco Colombino en las Antillas (concretamente en Gua-nahaniacuteSan Salvador) en tanto acto instituyente suministroacute ele-mentos que derivaron en confusiones yo equiacutevocos semaacutenticos e historiograacuteficosndashcomo los sentildealados maacutes arribandash ypuesto que la historiografiacuteaconstituye el insumo baacutesico de la formacioacuten docen-teterminoacute sustentandodesconciertos yerrosy perplejidades que persistieronen la praacutectica docente a la hora de analizar el conflicto y aunla misma historia de la dominacioacuten colonial espantildeola

La ldquohistoria del descubrimientordquo cual historia oficial se repro-dujo en los manuales escolares y formoacute parte de nuestro acervo cul-tural y de la conmemoracioacuten del acto escolar del 12 de octubre como ldquodiacutea de la razardquo Desde alliacute los habitantes de esta parte del mundo nos asumimos como ldquodescubiertosrdquo desconociendo negando o su-blimando el simple hecho de que este continente estaba poblado Sin embargo y pese a los ldquosilenciamientosrdquo surgieron ldquohistoriasrdquo de-tractoras a partir de la conocida como ldquoleyenda negrardquo28 y la difusioacuten

28 La Leyenda Negra se sustenta en las criacuteticas de Fray Bartolomeacute de la Ca-sas respecto al accionar espantildeol que provoca la ldquodestruccionrdquo de las ldquoIndias En tor-no a esto surgieron larguiacutesimos debates que se engarsan en el mismo Debate de Valladolid de 1550 Una de las disputas historiograacuteficas fue entre Benjamiacuten Keen y Lewis Hanke quienes debatieron revista Hispanic American Historical Review entre 1969 y 1971 El primero otorgaba veraciadad a las afirmaciones de Las Casas y Hanke sentildealaba excesivas generalizaciones del dominico justificando el esfuerzo legislativo de la Corona para proteger a los indios incluyendo castigos a los infrac-

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de las fuentes indias fundamentalmente desde mediados del siglo pasado con el desarrollo de una historiografiacutea indigenista liderada por el peruano Luis E Valcaacutercel y el mexicano Alfonso Caso y con la renovacioacuten teoacuterico-metodoloacutegica emanada de la laquovisioacuten de los vencidosraquo

El proceso conflictivo y multifaceacutetico que nos ocupa ha aco-gido y reproducido denominaciones disiacutemiles y encontradas tales como descubrimientoencubrimiento encuentro de culturascho-que cultural o conquistainvasioacuten29 Estas categorizaciones van maacutes allaacute de los hechos precisos y nos inducen a pensar tanto en los re-ferentes que le dieron origen como en la trayectoria y adaptacioacuten curricular del sentido de las mismas

Tocante a esto un momento de inflexioacuten se cristalizoacute en 1992 cuando se produjo una reedicioacuten de la poleacutemica a partir de la ldquocele-bracioacuten del quinto centenariordquo de aquello que veniacutea siendo denomi-nado Descubrimiento de Ameacuterica organizada por el estado Espantildeol la iglesia oficial y algunos Estados latinoamericanos apoyados por ciertos sectores sociales portadores del ldquoorgullordquo de la hispanidad ndashauacuten de nuestro paiacutesndash30 En ese momento surgieron nuevas voces y se reactivaron argumentos que explicitaban las bases del ldquolatino-mericanismordquo Entre ellos tomoacute fuerza la tesis que en 1937 esgrimiacutea desde Bogotaacute Germaacuten Arciniegas en su libro Ameacuterica Tierra Firme Alliacute sentildealaba que

tores 29 Cuando las mismas se aplican a las efemeacuterides nacionales tambien refle-jan dicotomiacuteas como diacutea de la razadiacutea de la desgracia diacutea de festejodiacutea de luto La conmemoracion del 12 de octubre era una efemeacuteride Argentina denominada ldquoDiacutea de la Razardquo y en 1975 la Conferencia Internacional de Pueblos Indiacutegenas reunida en la Columbia Britaacutenica fundadora del Consejo mundial de Pueblos Indios propuso el repudio a los etnocidios y genocidios que se ponga la bandera a media asta con un crespoacuten negro en expresioacuten de duelo y un rechazo absoluto por el festejo del diacutea de la raza porque este es el Diacutea de la desgracia En 2010 en Argentina por iniciativa del INADI fue modificado por ldquoDiacutea de la Diversidad Cultural Americanardquo (Decreto presidencial Ndeg 15842010) con el proposito de promover la reflexioacuten histoacuterica y el diaacutelogo intercultural acerca de los derechos de los pueblos originarios Pese a esa neo-denominacioacuten las concepciones historiograficas ya arrigadas han primado en los actos escolares Podriamos afirmar que la ldquohistoria del descubrimientordquo sigue vigente en esa fecha y que el dialogo intercultural propuesto tuvo derivaciones no contempladas en el espiacuteritu de la efemeacuteride 30 En ese momento junto a Laura Travaglia y Mariacutea Rosa Carbonari pro-pusimos desubstancializar la categoriacutea descubrimeitno a partir de la separacioacuten del prefijo des- (cubrimiento) colocando una pausa que nos permitiera reflexionar sobre la utilizacioacuten acriacutetica (consciente o inconsciente) de ese vocablo tan caro a nuestra historiografiacutea americana y por ende a nuestras praacutecticas docentes Para ello realizamos un largo trabajo con docentes de la region donde discutiamos el ma-terial didactico denominado Des-cubrimiento de Ameacuterica La multiplicidad de voces

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ldquono es posible considerar como descubridores a quienes en vez de levantar el velo del misterio que envolviacutea a las Ameacutericas se afanaron por esconder por callar por ve-lar por cubrir todo lo que pudiera ser una expresioacuten del mundo americano iquestPor queacute el conquistador iba a ser descubridor Si descubrir y conquistar son dos posiciones opuestas en el hombre Descubrir es una posicioacuten sutil desinteresada espiritual Conquistar es una funcioacuten gro-sera materialrdquo31

Lo que acontecioacute para este autor fue simplemente el oculta-miento tras la viacutea de la destruccioacuten sistemaacutetica que niega al otro para no tener que reconocer su importancia

De hecho el ocultamiento fue uno de los mecanismos utili-zados por Espantildea para no hacer visible la ldquocondicioacuten humanardquo la trayectoria cultural de estos pueblos a efectos de justificar la do-minacioacuten y construir los sustentos de la historia emergente Como dice Colombres

ldquoEra necesario negarse a ver al otro para no tener que reconocer su importancia la validez del modelo que se viene a destruir y la fragilidad de la razoacuten que se invocardquo Colombres (1989 p 10)

La misma responsabilidad en lo que atantildee al ocultamiento le cabe a la ldquoConquista espiritualrdquo que tuvo por ejemplo entre sus ejecutores a Fray Diego de Landa quien refiere en su Relacioacuten de las cosas del Yucataacuten el propio acto material de ocultar puesto que es-cribe ldquoHayaacutemosle gran nuacutemero de estos sus libros32 y porque no te-

31 Cabe hacer la selvedad que ldquoconquistarrdquo tambien posee la acepcion se-guacuten la RAE de lograr el amor de alguien cautivar su aacutenimo ganar la voluntad De modo que el doble sentido podria ser considerado a estos efectos dado las estrate-gias multiples de dominacion aplicadas por la ldquoconquista militarrdquo y la ldquoconquista espiritualrdquo 32 En 1562 en Maniacute una pequentildea ciudad de Yucataacuten se realizoacute un Auto de Fe de la Inquisicioacuten que destruyoacute varios coacutedices mayas y fue ejecutado por el obis-po franciscano Diego de Landa Los Auto de Fe eran manifestaciones puacuteblicas don-de se leiacutea ante el puacuteblico el veredicto de las sentencias dictadas contra los ldquoreosrdquo de la Inquisicioacuten espantildeola Durante ese acto se destruyeron y quemaron maacutes de 5000 iacutedolos piedras de altar vasijas y rollos con signos y jerogliacuteficos mayas considera-dos por Landa como libros supersticiosos y con falsedades del demonio El oculta-miento estuvo acompantildeado por la dispersioacuten de los manuscritos mayas aztecas u otros y muchos fueron enviados como presentes valiosos y otros se empezaron a ver como objetos lucrativos y se sustrajeron de los repositorios originales para enajenarlos

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niacutean cosa en que no hubiese supersticioacuten y falsedades del demonio se los quemamos todos lo cual a maravilla sentiacutean y les daba penardquo

De modo que podriacuteamos pensar que la viacutea directa para abrir el enigma procede del mismo ocultamiento pues genera sospechas que se mantienen en el tiempo y permanecen latentes en las vo-ces silenciadas hasta que ellas se convierten en motor que puja por abrir la otra cara del descubrimiento Asiacute esa original oposicioacuten des-cubrimiento-cubrimiento indica el sendero a otras posibilidades se-maacutenticas pues el sentido del descubrimiento fue puesto en duda el ocultamiento no se sostiene ante las voces indias que fueron poco a poco sembrando incertidumbres mientras muchos intelectuales rescataban memorias acalladas y comenzaban a indagar pensando en los vencidos En este sentido es meritorio el trabajo de Miguel Leoacuten Portilla quien en 1959 editoacute las relaciones indiacutegenas de la con-quista en su libro Visioacuten de los vencidos en 1961 Los antiguos mexi-canos a traveacutes de sus memorias y cantares y en 1964 El reverso de la conquista A la sazoacuten y con el objetivo de superar la dicotomiacutea exis-tente el mismo autor propuso reemplazar la palabra descubrimien-to por ldquoencuentro de dos mundosrdquo Sin embargo su posicioacuten terminoacute siendo cuestionada eneacutergicamente entre otros por Edmundo Oacute-Gorman quien argumenta que la misma remite al diaacutelogo al respeto por la diversidad y al intereacutes por el otro y no refiere al ldquoAplasta-miento de un mundo por otrordquo Para este autor mas tambieacuten para Varese y Fals Borda lo que acontecioacute merece la denominacioacuten de ldquodesencuentrordquo

Asiacute las cosas y ante la nueva diacuteada algunos intelectuales y docentes no dudaron en tomar partido Los menos conservadores fueron abandonando el Descubrimiento y adoptando el ldquoEncuen-tro entre dos mundosrdquo y los maacutes comprometidos se animaron a es-grimir el ldquoocultamientordquo yo el ldquodesencuentrordquo Pero en el mismo contexto comenzoacute a tomar fuerza conceptual la propuesta de las Organizaciones Indias quienes impugnandolas precedentes funda-mentaron la aplicacioacuten del teacutermino Invasioacuten yo Sucesivas Invasio-nes ya que la primera sirve de soporte a los avances sucesivos de es-pantildeoles y estados nacionales en post de la ocupacioacuten de territorios de las comunidades

Ciertamente la categoriacutea invasioacuten toma fuerza historiograacutefica en 1992 cuando Lesley Bethel compila y publica Historia de Ameacuterica Latina y la asume en su proacutelogo como referente de la coleccioacuten en la

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que participan renombrados americanistas como Nathan Wachtel Charles Gibson Jhon Elliot Magnus Moumlrner y el ya mencionado Miguel Leoacuten Portilla La conmemoracioacuten tuvo el meacuterito de hacer visible el estigma de la dominacioacuten colonial la presencia de heri-das que no sellaron debates que no se han dado asignaturas pen-dientes para el mundo intelectual y decisiones poliacuteticas que nun-ca se han tomado Tanto que de frente al nuevo milenio Nemesio Rodriacuteguez (antropoacutelogo argentino que reside en Meacutexico y dirige el Centro Antropoloacutegico de Documentacioacuten de Ameacuterica Latina) Eulo-gio Frites (abogado indiacutegena kolla que promovioacute la formacioacuten de la Asociacioacuten Indiacutegena de Argentina) y Adolfo Colombres (antropoacute-logo argentino que realizoacute trabajos promoviendo la autogestioacuten in-diacutegena) entre otros propusieron vivir el mismo como un ldquoMomen-to del Autoencuentrordquo Es decir tomar al milenio como balance y prospectiva recuperacioacuten de nuestra historia y desalienacioacuten de la misma como oportunidad para la reflexioacuten postergada asumiendo la invasioacuten (emergente el 12 de octubre como generadora de nue-vas invasiones) y el choque que lejos de enmascarar la violencia la incorpora como un elemento ineludible El choque puede derivar en el encuentro que no ocurrioacute hasta ahora pero deberaacute ocurrir (Colombres 1993)

Pese que el sendero acadeacutemico pareciacutea saldar el problema el de la ensentildeanza todaviacutea distaba mucho de asemejaacutersele El quinto centenario se vivioacute en las aulas con incertezas la mayoriacutea de los docentes no sabiacutea coacutemo llamar el internalizado ldquodescubrimientordquo y Ameacuterica Latina oscilaba entre el festejo y el dolor

El enigma semaacutentico se mostraba resuelto por la viacutea acadeacutemi-ca pero otros enigmas vinculados a eacutel todaviacutea no se habiacutean saldado y la acreditada renovacioacuten historiograacutefica no se reflejaba necesa-riamente en las praacutecticas docentes en el sentido de romper con el paradigma del descubrimiento con la formidable carga simboacutelica atesorada en el imaginario occidental desde tiempos inmemorialesTanto que todaviacutea hoy existe resistencia o aceptacioacuten pedagoacutegica generalizada para hablar de invasioacuten desestructurantechoque cul-turalencontronazodiacutea de luto iquestSeraacute acaso que asumimos como vaacutelida y propia a la Historia del descubrimiento iquestSeraacute que no logra-mos reconocer que esa historia acuntildeada desde Espantildea no es maacutes que para decirlo en palabras de Todorov (1987) ldquoel encubrimiento de su propio desconocimientordquo iquestSeraacute que la construccioacuten es tan pode-

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rosa que no nos permite reconocer como habitantes de este suelo que no fuimos descubiertos pese a que esa posicioacuten puede ser vaacutelida para la historiografiacutea espantildeola puesto que ignoraban su existen-cia iquestO seraacute que la hicimos propia asumimos el ocultamiento ndashque es simplemente autoocultamosndash por temor a que la reflexioacuten haga emerger la existencia del otro y con ello la necesidad de hacernos cargo de un pasado que se construyoacute sobre la base de la negacioacuten iquestEs acaso tan difiacutecil reconocer como dice Darcy Ribeiro (1993) que surgimos de una negacioacuten negacioacuten que indujo a la desindianiza-cioacuten de indio la desafricanizacioacuten de negro y hasta la deseuropeiza-cioacuten del europeo

Creemos que es hora entonces ndashhacieacutendonos eco de la hermeneacuteu-tica (Gadamer 1993)ndash de apelar a la conciencia pensante para que-brar con la estrechez del horizonte tradicional y generar la posibi-lidad de ampliar yo abrir nuevos horizontes buscando paradigmas que rompan con la tradicioacuten homogeneizada por la perspectiva Occidental Creemos como dice Michel Foucault en Poder y saber quelas palabras ldquose articulan en el discurso y por esa misma razoacuten es precio concebir el discurso como una serie de fragmentos dis-continuos cuya funcioacuten taacutectica no es uniforme ni establerdquo (1978 p 122) Esto es si logramos elucidar el enigma y reconocemos el estig-ma nos abriremos a la aceptacioacuten de un discurso histoacuterico en el cual nuestros tiempos americanos mixtossuperpuestos y las conflictiva dinaacutemica y metamorfoacutesica coexistencia de pluralidad de identida-des33 podraacuten reconocerse en el mismo

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Algunos planteos para comprender la presencia del negro en Ameacuterica

Laura Travaglia

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Somos hoy una construccioacuten realizada mal que nos pese a partir del en-contronazo producido en la bisagra de los siglos XV y XVI es decir de la

dominacioacuten colonial Autoacutectonos africanos europeos asiaacuteticos confluye-ron en muchiacutesimos casos de manera forzada en un formidable proceso sin parangoacuten a escala mundial de creacioacuten de macroetnias Ameacuterica La-

tina no es ldquoel crisol de razasrdquo de la literatura escolar monumental embuste ideoloacutegico que vela la existencia de diferencias y las exalta

(Ansaldi 1998)

En este artiacuteculo bosquejamos una problemaacutetica de alto impac-to como es conocido en la historia africana y americana aunque dicha problemaacutetica motivo de numerosos e importantes anaacutelisis todaviacutea posee una alta invisibilidad en los aacutembitos acadeacutemicos Se trata de la historia de una buena porcioacuten de la poblacioacuten africana incorporada en calidad de esclavos desde los principios de la colo-nizacioacuten a Ameacuterica Ese flujo ininterrumpido por siglos daraacute lugar a la tercera raiacutez de la poblacioacuten americana actual

Introducirnos en esta temaacutetica implica entonces explorar una serie de aspectos que nos permiten arrojar luz sobre la denomi-nada ldquoHistoria del Silenciordquo expresioacuten acuntildeada por Ciro Flamarioacuten Cardoso (1982 a) y que hace referencia a una visioacuten historiograacutefica asumida por los historiadores a veces involuntariamente refleja particularmente la posicioacuten de los sentildeores de esclavos colonos ad-ministradores coloniales y plantadores En esta visioacuten los esclavos ldquopermanecen mudosrdquo como si de hecho no existiesen como sujetos de la historia

De la misma manera tomando los interrogantes que levan-ta Herbert Klein en su libro El traacutefico atlaacutentico de esclavos (2011) surgen preguntas inevitables iquestPor queacute razoacuten los africanos fueron esclavizados y llevados al Nuevo Mundo iquestPor queacute motivo fueron ellos los uacutenicos en ser esclavizados y por queacute fue que las colonias americanas necesitaban este tipo de mano de obra iquestNo podriacutea aca-so Ameacuterica haberse desarrollado sin esclavos

Los espantildeoles dice Gallegos (2005) habiacutean recibido dos heren-cias por un lado la biacuteblica y judiacutea que consideraba la negrura de los negros como un castigo de Dios y por otro de la cultura griega y romana en la que habiacutea reparos ante aquellos seres que se deciacutea ha-biacutea en otros lugares del mundo concretamente en Egipto y Etiopiacutea

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En 1511 el entonces sacerdote secular don Bartolomeacute de las Casas (dominico despueacutes en 1516) llegoacute a aconsejar la esclavitud de los ne-gros para evitar la muerte a los indios No obstante ello sin dudar de que la esclavitud era en siacute legiacutetima distintos teoacutelogos y juristas se ocuparon del tema

[hellip] sobre la base de los postulados de Aristoacuteteles que con-sideraba que habiacutea siervos que lo eran por naturaleza los teoacutelogos no negaban que hubiese en efecto unos seres humanos maacutes capacitados que otros En realidad todos los hombres naciacutean naturalmente libres mdashcomo habiacutea di-cho el propio Aristoacutetelesmdash la servidumbre era contraria a la naturaleza Fue al fallar la primera intencioacuten como consecuencia del pecado le siguieron castigos conformes con la naturaleza lesionada Lo que ocurriacutea es que no es-taba nada claro que en el Aacutefrica negra se dieran esas cir-cunstancias que detallaba el coacutedigo castellano que regiacutea desde el siglo XIII No era liacutecito hacer esclavo a nadie mdashcomo algunos creiacutean hablando de los negrosmdash alegando que se les destinaba a una vida mejor que la que traiacutean siendo libres y que ademaacutes y sobre todo se les cristiani-zaba (Gallegos 2005 p 37)

De todas maneras se ocuparon de justificar la reduccioacuten a esclavitud de acuerdo a determinadas situaciones esgrimidas por teoacutelogos

[hellip] entre los negros de Aacutefrica eran raros los reyes pode-rosos el territorio estaba dividido entre muchos reyezue-los que guerreaban entre siacute desde antiguo y sin ningu-na razoacuten justa Muchos de los esclavos que compraban los europeos en aquellas costas teniacutean ese origen Otras causas de servidumbre liacutecita radicaba en que los propios negros confesaban que vendiacutean a su mujer o a sus hijos por el capricho de obtener una campanilla u otras merca-deriacuteas portuguesas (Gallegos 2005 pp 37-38)

Tomaacutes Saacutenchez jesuita siguiendo a Gallegos (2005) precisariacutea antes de 1610 que la esclavitud africana era liacutecita

Sentada la culpabilidad de los mercaderes Saacutenchez matizaba la doctrina de Molina que eximiacutea al segundo y demaacutes compradores si actuaban de buena fe afirmando que el segundo comprador mdasho sea el primero que compraba un esclavo a un mercader que lo hu-biera adquirido en Aacutefricamdash auacuten teniacutea que averiguar si aquel habiacutea

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sido capturado justamente Los que no teniacutean obligacioacuten de hacerlo eran los que adquiriesen sucesivamente a ese esclavo entre otras cosas porque les seriacutea imposible averiguarlo Pero fue el tambieacuten jesuita Alonso de Sandoval quien subrayaba la probabilidad de que los esclavos negros lo fueran liacutecitamente Los indios teniacutean por siacute la presuncioacuten de ser libres en tanto que los negros careciacutean de ella porque lo maacutes comuacuten y corriente es ser esclavos y venderse por tales Aceptar la predisposicioacuten de los negros a ser esclavos era para algunos interpretar como relato del origen de la servidumbre el capiacutetulo IX del Geacutenesis y concretamente la maldicioacuten que recayoacute sobre Canaaacuten hijo de Cam y nieto de Noeacute por haberse reiacutedo Cam de Noeacute al verlo ebrio Y de Canaaacuten descenderiacutean egipcios y negros

Ibrahima Baba Kakeacute (2001) sostiene al respecto de esta postu-ra que los historiadores revisionistas siembran conscientemente la confusioacuten en las conciencias al atribuir toda la responsabilidad de la trata de esclavos a los reyes y priacutencipes africanos que vendieron a sus hermanos por codicia dejando asiacute libres de culpa a los negre-ros europeos Pero si bien estaacute demostrado que una cierta minoriacutea deseosa de salvaguardar sus intereses hizo causa comuacuten con el in-vasor como ha ocurrido desgraciadamente en todos los paiacuteses y en todas las eacutepocas no es menos cierto que los africanos empezando por muchos de sus jefes lucharon contra los negreros europeos y aacuterabes

Citaremos la lucha desesperada en el siglo XVI contra los negreros portugueses del rey Alfonso I del Congo cuyas cartas de protesta dirigidas al rey de Portugal y al Papa se conservan en los archivos de Lisboa y del Vaticano la lucha llevada a cabo por Soundjata fundador del im-perio de Maliacute contra la institucioacuten de la esclavitud en el imperio Songhay la famosa fatwa (sentencia) de Ahmed Baba el gran sabio de Tombuctuacute en la que rechaza la idea de la maldicioacuten de Cham antepasado de los negros y condena la trata transahariana practicada por los ma-grebiacutees o tambieacuten la negativa de Chaka a abrir el paiacutes zuluacute que estaba a su cargo a los traficantes de esclavos No solamente es escandaloso sino totalmente absurdo hacer responsables a los jefes africanos y exculpar a los negreros europeos y aacuterabes (Baba Kake 2001 p 26)

Pasando a otro plano de consideraciones podemos tomar en el sentido que lo haciacutea Klein el planteo de Ciro Flamarioacuten Cardoso y Heacutector Peacuterez Brignoli en ldquoHistoria econoacutemica de Ameacuterica Latinardquo

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(1982 a) partiendo tambieacuten de un primer interrogante inevitable ya esbozado iquestQueacute razones podriacutean explicar la presencia masiva de ne-gros africanos sometidos a la esclavitud en Ameacuterica o lo que seriacutea lo mismo iquestQueacute posicionamientos encontramos respecto a la pre-sencia y problemaacutetica del negro en las Ameacutericas Joseacute A Gallegos (2005) realiza un recorrido por las principales respuestas esgrimidas por autores anglosajones y brasilentildeos al respecto

- Eric Williams en Capitalismo y esclavitud (1944) sostiene que el esclavismo negro que desarrollaron los anglosajones en Ameacuterica no fue producto de racismo sino de estricta conveniencia econoacutemi-ca que generoacute luego el racismo Pero el precio fue enorme no solo se desarrolloacute la captura y esclavitud de los negros en Aacutefrica sino que se elaboroacute un corpus legislativo y se formoacute una mentalidad social en la Ameacuterica anglosajona y en las Islas Britaacutenicas que aseguraba la supeditacioacuten definitiva y la explotacioacuten de los negros en teacuterminos muchas veces de verdadera crueldad Y si la esclavitud fue abolida no fue por humanitarismo sino porque la economiacutea esclavista ha-biacutea entrado en declive en los uacuteltimos lustros del siglo XVIII (Galle-gos 2005 p 14)

- Frank Tannenbaum en Esclavo y ciudadano El negro en las Ameacutericas (1946) concluiacutea aceptando la tesis del paternalismo ibeacuteri-co y la crueldad anglosajona Para Tannenbaum la clave no se ha-llaba en el distinto desarrollo econoacutemico tampoco en una suerte de idiosincrasia nacional distinta en el Brasil y en Angloameacuterica sino en la idea que regiacutea en cada territorio acerca de lo que era el esclavo como realidad humana moral Cosa que se apreciaba especialmen-te bien a traveacutes del prisma de la liberacioacuten de los esclavos por vo-luntad de sus duentildeos mdashla manumisioacutenmdash entre otras cosas porque la manumisioacuten implicaba una consideracioacuten precisa de lo que era un hombre libre (desde el momento en que equivaliacutea a aceptar al que era esclavo precisamente como libre) ( Gallego 2005 p 15)

- Gilberto Freyre en Los amos y los esclavos Un estudio sobre el desarrollo de la civilizacioacuten brasilentildea de 1946 afirmaba que la escla-vitud se ejercioacute en el Brasil como resultado de la tradicioacuten portugue-sa europea caracterizada por un sano paternalismo fundado en la solidez de la familia la apertura a todas las razas la predisposicioacuten mdashtambieacutenmdash al goce sexual y el relativo desintereacutes por lo econoacutemico La esclavitud habriacutea sido asiacute notablemente beneacutevola en todas las

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facetas que atantildeiacutean al trato que se daba a los esclavos (Gallego 2005 p 16)

Otros historiadores han desmenuzado mdashcorroboraacutendolas en algunos casos rechazaacutendolas en no pocosmdash las afirmaciones de Wi-lliams y en menor medida mdashpero tambieacutenmdash las de Tannenbaum sobre el Brasil1 Al respecto baste decir que no ha habido acuerdo entre una y otra proposicioacuten Gallegos cita como ejemplo las contri-buciones de Franklin Knight y Joseph Miller A Slavery and the rise of the Atlantic system (1991) diciendo

Knight subraya al maacuteximo la impronta de la esclavitud africana en el desarrollo de la economiacutea hispana cierta-mente los principios habiacutean sido tiacutemidos la esclavitud se introdujo en Ameacuterica porque habiacutea mucha tierra que cultivar y pocos hombres para llevarlo a cabo Pero con la introduccioacuten de los negros y el mantenimiento de sus descendientes como siervos se generoacute una economiacutea de intercambios con Europa y con Aacutefrica que no hubiera po-dido siquiera sontildearse de no existir la esclavitud contra el criterio de Miller que mdashen el mismo volumenmdash asegura que la trata de esclavos y la contribucioacuten de eacutestos al creci-miento econoacutemico hispano fueron elementos marginales en el comercio atlaacutentico (Gallego 2005 p 17)

Ciro Cardoso (1982 b) por su parte sostiene que ciertamente existen antecedentes medievales respecto de la esclavitud ya sea vinculado a la colonizacioacuten italiana al traacutefico transsahariano con-

1 John D Fage (1955) Kenneth M Stampp (1956) Stanley Stein (1957) Stan-ley M Elkins (1959) Charles Boxer (1962 1963) Marvin Harris (1964) David Brion Davis (1966 1975) Eugene Genovese (1967 1975) Winthrop D Jordan (1968) Phi-lip D Curtin (1969 1990) Carlo Degler (1971) Robert William Fogel y Stanley L Engerman (1974 1989-1992) Roger Anstey (1975) C Duncan Rice(1975) Seymour Drescher (1977 1987) Herbert S Klein (1978) MarkV Tushnet (1981) Joseph E Ini-kori (1982) Russell-Wood (1982) James Oakes (1982 1990) Paul E Lovejoy (1983) Patrick Manning (1990) han sido algunos de los mejores historiadores que han terciado en lo que constituye uno de los principales debates historiograacuteficos del siglo XX En este debate no obstante se ha dicho todo sobre Norteameacuterica algo sobre el Brasil y muy poco sobre la Ameacuterica hispana despueacutes de lo que dejoacute esta-blecido Tannenbaum Solo mdashentre los mejoresmdash Peter Kolchin en American slavery 1619-1877 (1993) ha escrito francamente que los datos antropomeacutetricos y demo-graacuteficos demuestran que la esclavitud norteamericana fue menos dura que la ibe-roamericana alliacute mdashal menosmdash donde se extendioacute la cantildea de azuacutecar y el arroz (Brasil y el Caribe incluida Cuba en el siglo XIX) plantaciones que requeriacutean un sistema de trabajo peor que en los espacios dominados por las de algodoacuten y tabaco como eran los de Norteameacuterica Eso ademaacutes de que aquiacute en la Ameacuterica anglosajona el absentismo de los propietarios habriacutea sido menor y maacutes directa la gestioacuten de sus propiedades que mdashincluidos los esclavosmdash les interesaba conservar enlas mejores condiciones

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trolado por los musulmanes a la esclavizacioacuten de los Guanches por los portugueses o a la justificacioacuten de los teoacutelogos medievales de los siglos Xll y Xlll quienes definieron los tiacutetulos de servidumbre o ldquolas marcas de vocacioacuten servilrdquo de los africanos que legitimaban la escla-vitud de los mismos No obstante ello no debe perderse de vista la enorme diferencia de escala que existe entre aquellas experiencias y el fenoacutemeno histoacuterico nuevo que por sus proporciones ineacuteditas constituyo la esclavitud americana

Respecto de la ocurrencia de la esclavitud Cardoso recurre a Nieboer en el sentido de que la esclavitud se origina en una situa-cioacuten en la que

[hellip] existen medios de subsistencia accesibles a todos de tal modo que cualquier hombre aunque no disponga de alguna forma de capital puede eventualmente satisfacer sus necesidades con su trabajo personal pues en el caso contrario se tornan superfluos al existir forzosamente una oferta de mano de obra de parte de los que no dis-ponen de recursos de subsistencia ya que la subsistencia depende de los recursos disponibles solo en provisioacuten limitada de modo que los desposeiacutedos de los medios de subsistencia tienen que depender de los duentildeos (Cardoso 1982 b p 39)

Y agrega a la discusioacuten los conceptos de Fernando Novais con-trapuesto a Schuartz

Si afirmamos con Fernando Novais que es a partir del traacutefico negrero que se puede entender la esclavitud afri-cana colonial y no lo contrario es decir que habriacutea sur-gido el traacutefico para alimentar el sistema esclavistahellip his-toacutericamente esto no es posible de constatarhellipla transicioacuten gradual a un traacutefico de africanos maacutes intenso como dice Schuartz se dio en funcioacuten de caracteriacutesticas dificulta-des y necesidades intriacutensecas de la economiacutea colonial del azuacutecar en evolucioacuten la cual preexistioacute ciertamente a una importacioacuten masiva de cautivos africanos lo contrario no es verdad no vemos el flujo del traacutefico generando una economiacutea colonial azucarerardquo (Cardoso 1982 b p 40)

Finalmente considera en Ameacuterica existioacute

[hellip] un reacutegimen basado en las relaciones esclavistas de produccioacuten que surgioacute donde existiacutea la posibilidad de

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producir para el mercado europeo artiacuteculos tropicales en grandes cantidades con bajos costos de produccioacuten y donde no fue posible incorporar de la fuerza de trabajo de los indios Esto uacuteltimo se funda en la loacutegica del sistema producir para el mercado que va tornaacutendose mundial y en una faceta ineacutedita en las visiones anteriores el negro esclavo como un ser humano que ha sido despojado de su humanidad La trata por su parte el traacutefico es el co-mercio de negros captura y venta existen estudios que revelan todo el proceso desde la captura en Africa hasta la venta en Ameacuterica (Cardoso 1982 b p 42)

Cardoso contrapone tambieacuten dos visiones historiograacuteficas y teoacutericas una que supone a partir de la trata el origen de los sistemas productivos basados en el esclavo como fuerza productiva baacutesica Estos argumentos hacen centro en la circulacioacuten de mercaderiacuteas como eje para definir el tipo de economiacutea que caracteriza a los tiem-pos modernos Mientras que otras visiones historiograacuteficas y teoacute-ricas realizan los estudios a partir de las relaciones de produccioacuten esto es como se organiza la produccioacuten al interior de un sistema eco-noacutemico

En esta visioacuten aparece la nocioacuten de sistema esclavista ello supone la formacioacuten de masas numerosas de cautivos a los que les es impuesto el trabajo forzado en Ameacuterica bajo condiciones de existencia extremadamente duras El sistema se alimenta de la trata pero es maacutes que ello pues supone la existencia de un tipo de produccioacuten (la maacutes ca-racteriacutestica es la plantacioacuten esclavista) con relaciones de produccioacuten especiacuteficas (tratamiento de los esclavos para preservar el orden esclavista mediante mecanismos ex-traeconoacutemicos) y con objetivos econoacutemicos precisos (por un lado el mercado mundial y por otro un sector campe-sino productor de alimentos para minimizar los gastos de manutencioacuten) (Cardoso 1982 b p 43)

Ademaacutes agrega (casi como respuesta al planteo de Gallegos) que diferentes estudios en torno a este tema han hecho posible la distincioacuten de varios sistemas esclavistas uno con sus caracteriacutesti-cas en el sur de Estados Unidos y otro en Brasil Pero la aparicioacuten de nuevos estudios superan esa postura proponiendo la unidad del sistema esto es el sistema esclavista es uno solo con la presencia de variantes regionales

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Podriacuteamos discutir sobre la denominacioacuten que puede adjudicarse a los cuatro siglos ininterrumpidos del tras-plante de negros a Ameacuterica Existen varios enfoques que sugieren distintas interpretaciones como las de Ta-nenbaum Freire y Elkins representantes de una visioacuten idealista suavizando la esclavitud en Brasil Otros como Eugene Genovese y Engerman construyendo una imagen renovada del viejo sur norteamericano al sostener que existieron mejores posibilidades de vida para los esclavos que en otros lugares de Latinoameacuterica Mientras autores como Charles Boxer Florestaacuten Fernaacutendez desmitificaron la benignidad de la esclavitud en cualquier sitio Ello da por tierra con aquellas interpretaciones que intentan ins-talar la existencia de varios sistemas esclavistas susten-tados en diferentes caracteriacutesticas En consecuencia soacutelo existioacute un sistema esclavista con modalidades diferentes (Cardoso 1982 b p 40)

Ello estaacute fundamentado en que en todas partes la loacutegica fun-cional del sistema esclavista pasariacutea por cinco caracteriacutesticas fun-damentales

1- Estructuralmente incluiacutea por lo menos dos sectores agriacute-colas uno productor de mercaderiacuteas destinadas a los mercados eu-ropeos y otro campesino productor de alimentos subordinados al primero ejercido por los esclavos en lotes de usufructo

2- Empleo extensivo de fuerzas de trabajo como asiacute tambieacuten de los recursos naturales especializacioacuten divisioacuten de la fuerza de trabajo y una relativa incorporacioacuten de tecnologiacutea es decir adapta-cioacuten de tecnologiacutea disponible

3- Mecanismos principales de reproduccioacuten de las relaciones de produccioacuten y del proceso de acumulacioacuten

a Traacutefico africano baacutesico para proveer fuerza de trabajo

b Control vigilancia represioacuten mecanismos integradores y preservacioacuten del orden esclavista

4- Rentabilidad en funcioacuten de

a Minimizacioacuten de los gastos en manutencioacuten de esclavos

b Autosuficiencia en insumos locales

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c Concentracioacuten de recursos disponibles en esclavos y me-dios de produccioacuten para cierto tipo de mercaderiacuteas

5- A nivel macroeconoacutemico la loacutegica del sistema era insepa-rable a la del capital mercantil en su conjunto el caraacutecter colonial de la economiacutea se manifestaba en el tipo de divisioacuten el trabajo entre Europa y las Ameacutericas y en la falta de control de estas sobre el mer-cado de sus propios productos de exportacioacuten (Cardoso 1982 b pp 31-32)

Otros interrogantes se levantan en torno al tema en cuestioacuten Son aquellos que nos introducen en un campo de estudios que bu-cea en la dimensioacuten socio-cultural del negro En este sentido Roger Bastide (2005) afirma que fueron despersonalizados por la ruptura violenta y traumaacutetica de las relaciones sociales en las que estaba inserto y trasplantado a otro espacio no obstante ello hubo resis-tencia frente al abuso y arbitrariedad de los esclavistas De todas maneras el negro tuvo que hacer frente a la nueva vida en Ameacuterica de distintas maneras

En estos nuevos espacios el negro debioacute forjarse una nueva personalidad sin la cual no podraacute sobrevivir La adaptacioacuten que transforma el cautivo en esclavo supone un aprendizaje linguumliacutestico religioso y del trabajo donde en todos los casos apareceraacute la dualidad mundo de los blancosmundo de los negros Se trata entonces de un proceso de adaptacioacuten tenso y contradictorio donde los dos mundos a pesar de estar ligados permanecen social y culturalmente separados antagoacutenicos e irreductible-mente enfrentados Ello esconde el caraacutecter bilateral de la relacioacuten sentildeoresclavo por un lado se presenta como una relacioacuten entre dominador y dominado pero por otro el sentildeor sabe que la transgresioacuten de esa especie de contrato que los une trae consigo el peligro de rebelioacuten es por ello que el control la violencia y el paternalismo constituyen las tres vertientes del tratamiento dispensado a los escla-vos (Cardoso 1982 b p 12)

El silencio sobre el color preserva el sentido peyorativo de li-berto y se funda en la identidad esencialmente blanca de la elite No obstante ello el negro lejos de aceptar pasivamente su rol de es-clavo dice Roger Bastide opuso fuerte resistencia De manera que puede plantearse el trasplante del negro a Ameacuterica como una His-toria jalonada de rebeliones resistencias y revoluciones

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Julio Louis (2008) comenta que no extrantildea que las rebeliones fue-ran incesantes y siempre vencidas porque todas las condiciones sociales se benefician de la esclavitud (incluso prostitutas libertos o soldados) por lo que la ideologiacutea esclavista se asienta firmemente entre ricos y pobres El aislamiento social y poliacutetico de los esclavos determina que nunca hayan confluido esclavos y libres en los mo-vimientos independentistas o que ninguno de estos movimientos planteara la abolicioacuten de la esclavitud En estos planteos de desco-noce el proceso de revolucioacuten de Haitiacute

El miedo generalizado hacia los esclavos hace que estos esteacuten solos contra todo y contra todos Ello los llevo a manifestar su re-pudio mediante la resistencia cotidiana defensa de la vida privada sabotaje robo atrasos intencionales uso sutil el sarcasmo y de la ironiacutea en relacioacuten a los blancos la supervivencia de cultos y cantos africanos aunque tambieacuten existiacutean otras formas de manifestar el descontento suicidios infanticidios envenenamiento rebeliones y fugas

En este uacuteltimo caso las comunidades fugitivas constituyeron quilombos Seguacuten Richard Price (1981)

[hellip] alcanzaron desde menudas partidas que sobrevivie-ron menos de un antildeo hasta poderosos estados que inclu-yeron miles de miembros y que sobrevivieron durante ge-neraciones o incluso siglos ndashde manera que- la existencia de tales comunidades y su permanencia actuaron como un reto heroico a la autoridad blanca y como prueba viviente de una conciencia esclava que rehusaba ser cir-cunscripta por la concepcioacuten de los blancos o manipula-da (Price 1981 p 12)

Los quilombos dice Kent (1981) fueron lo maacutes cercano a la idea de volver a crear sociedades africanas en un nuevo ambiente y en contra de las diferencias creadas Una vez formados los quilom-bos fueron considerados una amenaza para la plantacioacuten un caso paradigmaacutetico e incomparable dentro de Brasil lo constituye Pal-mares en Pernambuco En 1603 era considerado un mocambo or-dinario (mocambo deriva de mu-kambo que en Ambundu significa madriguera) y en 1612 ya teniacutea una importante reputacioacuten

La forma principal de rebelioacuten de los esclavos es la fuga individual o colectiva a la selva Los fugados se localizan

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en tres zonas a) en las Antillas y la regioacuten caribentildea los marrons (voz francesa que deriva en cimarroacuten denomi-nacioacuten dada a los animales u hombres huidos) fugitivos desdichados que prefieren la muerte al laacutetigo en medio de una selva desconocida incapaces de constituir comuni-dades organizadas ni revalidar los patrones de vida co-lectiva africanos b) en las Guayanas los boschnegers afirman comunidades selvaacuteticas que reviven la cultura y las formas sociales africanas combinadas con elementos europeos y aboriacutegenes En esos territorios las fugas se producen desde el primer tercio del siglo XVIII y la pri-mera insurreccioacuten data de 1730 Los holandeses celebran tratados de paz con ellos sin eacutexito Auacuten hoy perduran tribus (saramacca awka boni etc) de culturas de ras-gos predominantes de los fanti-ashanti (actual Ghana) e influencia de los yorubas y bantuacutes Recurren a una len-gua general (talkee-talkee) a partir de voces del holandeacutes franceacutes ingleacutes portugueacutes y dialectos africanos c) en Per-nambuco y Alagoas en las zonas agrestes ubicadas entre Recife y Maceioacute los quilombolas de Palmares auteacutentica repuacuteblica negra (1600-1695) principal pero no uacutenico quilombo Procedente del quimbundo (idioma angolano) lsquomocamborsquo designa al humilde poblado y lsquoquilomborsquo (li-teralmente lsquocampamentorsquo) a la federacioacuten de mocambos Los de Palmares mediante guerra de guerrillas derrotan maacutes de cuarenta expediciones represivas (portuguesas u holandesas) y liberan a esclavos revelando su solidari-dad (Vidart en Louis 2008 p 114)

Por tanto desde los primeros reportes de rebeliones de escla-vos seguacuten detalla Denys del Valle (2013) muchos esclavos huyeron de las haciendas y estuvieron sublevados largo tiempo y tomaron parte en la primera guerra del Bayano (1548-1558) y la segunda (1579-1582) En 1579 un grupo de ellos firmoacute un tratado de paz con los espantildeoles que reconocieron su libertad colectiva a cambio de utilizarlos para combatir el cimarronaje Era su liacuteder Bayano reco-nocido como rey un antiguo esclavo del presidente de la Audiencia de Panamaacute ladino o espantildeolizado en la lengua muy valiente que fue vendido por el conquistador Pedro de Ursuacutea

A la historia pasan los nombres de los liacutederes de revueltas contra la esclavitud Sebastiaacuten Lemba Calembo escapoacute de sus amos alrededor de 1532 y con otros de su condicioacuten se refugioacute en las mon-tantildeas unos 15 antildeos enfrentado a las autoridades coloniales hasta su captura y muerte en Santo Domingo el 17 de septiembre de 1547 Cansado del continuo maltrato de los colonizadores el esclavo Feli-

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pilIo encabeza en 1549 a los sublevados en Panamaacute capturado por el capitaacuten Francisco Carrentildeo fue descuartizado Miguel a quien sus compantildeeros proclamaron rey se levantoacute en 1555 en la Capitaniacutea de Venezuela en las minas de oro cerca de Barquisimeto y murioacute en un enfrentamiento con los espantildeoles

Guillermo Moncada ldquoguillermonrdquo negro libre luchoacute en aras de la independencia de su patria cubana y honroacute con su machete a mi-les de esclavos maltratados y vejados por el reacutegimen esclavista Fue al mismo tiempo heacuteroe de la independencia de Cuba y de la lucha contra la esclavitud Combatiente de las tres guerras independen-tistas Moncada (1841-1895) pasoacute de soldado mambiacute a mayor general del Ejeacutercito Libertador Cumplioacute su deber pese a estar gravemente enfermo comenta Denys del Valle (2013) a causa de la tisis que con-trajo confinado en un huacutemedo y oscuro calabozo del cuartel Reina Mercedes de Santiago de Cuba el cual llevoacute su nombre a partir de 1909 a peticioacuten de compantildeeros de armas ldquoA la prisioacuten entroacute Gui-llermo sano y salioacute de ella delgado caiacutedo echando sangre en cua-jos a cada tosrdquo escribioacute Martiacute en su diario de campantildea las palabras que escuchoacute de labios del hermano Narciso Moncada comandante mambiacute en territorio de Cuba Libre

Los gariacutefugas Luchadores guerreros a los que nunca les im-portoacute el poderiacuteo de sus enemigos son un pueblo que se resistioacute a la extincioacuten Esta etnia defendioacute sus tradiciones en paz como lo hicie-ron con sus vidas y territorios

En Veracruz por su parte tuvo lugar la primera rebelioacuten de esclavos durante el periodo de la Colonia espantildeola y fue encabezada por Yanga quien tras 30 antildeos de lucha logroacute la fundacioacuten del pue-blo San Lorenzo de los Negros hoy municipio de Yanga Procediacutea de la Guinea (alguna vez perteneciente al Imperio de Ghana Nyanga como tambieacuten era conocido)

Pasando por la creacioacuten de Palmares en el sur de Pernambuco (hoy estado de Alagoas) que resistioacute maacutes de noventa antildeos enfren-tando a los maacutes poderosos imperios del siglo Portugal y Holanda

En su interior los africanos cultivan cantildea de azuacutecar maiacutez mandioca papa tabaco legumbres frutales ademaacutes de usar las palmeras (de alliacute su denominacioacuten) conocidas ya por los provenientes del Golfo de Guinea con las que se alimentan (cocos y gusanos) visten y levantan viviendas

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Ademaacutes cazan y pescan criacutean gallinas y cerdos Florecen los oficios manuales en particular los de la metalurgia del hierro Su economiacutea es esencialmente autaacuterquica aunque practican trueques con poblaciones vecinas La tierra es de propiedad colectiva y probablemente hubiera inci-pientes clases sociales Los palmarinos se vinculan entre siacute por su anterior condicioacuten de clase ndashla de haber sido es-clavos- y eso mismo evidencia la heterogeneidad eacutetnica y cultural y la ausencia de certezas sobre los lugares de procedencia que muchas veces no son los del embarque en las costas occidentales El gobierno seriacutea de tipo de-mocraacutetico pues presumiblemente una asamblea popular elegiriacutea a los jefes y consejos dotaacutendose a los primeros de funciones administrativas y militares Todo el pueblo estaacute armado La familia es monogaacutemica El derecho pena con la muerte el adulterio el robo el homicidio y la de-sercioacuten La religioacuten es sincreacutetica con un sacerdocio que no constituye una casta poderosa ni influyente La len-gua es la portuguesa mezclada con dialectos africanos iquestHubo escritura En todo caso ha sido destruida por los vencedores El arte se expresa en ceraacutemica y esculturas de madera (Louis 2008 p 22)

Hasta la eclosioacuten de las inconfidencias del siglo XVIII como la encabezada por Tiradentes contra la amenaza de cobrar coerci-tivamente impuestos atrasados O la Inconfidencia Carioca (1794) movimiento opositor que constituye sociedades literarias pero es incapaz de dar pasos praacutecticos La Inconfidencia Bahiana o Conjura de los Sastres (1798) insurreccioacuten popular radical

A raiacutez del renacimiento agriacutecola de finesdel XVIII los lati-fundistas ocupan tierras de los pequentildeos labradores y de los esclavos cedidas para su manutencioacuten La multitud hambrienta saquea los almacenes el pelourinho -siacutem-bolo de la opresioacuten colonial- es quemado Las consignas masoacutenicas son libertad e igualdad Se reivindica el fin de la esclavitud la tierra para los pobres el voto para todos la repuacuteblica Papel vital cumplen la logia masoacutenica laquoLos Caballeros de la Luzraquo y la figura de Cipriano Barata meacute-dico y liacuteder carismaacutetico de los pobres al frente de un nuacute-cleo revolucionario de negros y de mulatos pobres (Louis 2008 p 23)

Sin desconocer en el largo proceso de rebeliones y revueltas la revolucioacuten en Haitique en 1794 de la mano de Toussaint Louver-ture se liberoacute a los esclavos haitianos y en 1804 el General en Jefe

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de las tropas independentistas Jean Jacques Dessalines proclamoacute la Repuacuteblica se produciacutea asiacute un hecho uacutenico en la historia la revolu-cioacuten triunfante de esclavos y la primera repuacuteblica negra

En fin todos son claros ejemplos que desmienten la idea di-fundida del esclavo sumiso las grandes rebeliones ocurriraacuten en los siglos XVIII y XIX durante el auge de la explotacioacuten Si los refugios donde viviacutean y sembraban eran localizados y destruidos ellos iban maacutes lejos a lugares apartados (cuevas montantildeas pantanos) y ha-ciacutean sus ranchos pues resultaba casi innato su sentido del derecho a la libertad

Los procesos de introduccioacuten concentracioacuten y distribucioacutenOtro punto sobre el que es necesario arrojar luz es sobre la cantidad de negros africanos ingresados al Nuevo Mundo y necesariamente aclarar que las cifras variacutean de uno a otro autor debido a las fuentes tomadas y a los criterios para reconstruir el trafico negrero por tan-to solo se pueden obtener cifras estimativas Roger Bastide (1967 p 12) presenta el Negro Year Book con las siguientes cifras

1666-1776 para las colonias inglesas francesas y espantildeolas

3000000

1680-1786 para las colonias inglesas de Ameacute-rica

2130000

1716-1756 para las otras colonias de Nuevo Mundo

3500000

1752-1762 Jamaica 70000

1759-1769 Guadalupe 40000

1776-1800 Ingleses 38000

Portugueses 10000

Holandeses 4000

Franceses 20000

Daneses 2000

El considera estas cifras incompletas ya que no menciona al siglo XIX momento en que el traacutefico fue maacutes intenso y ademaacutes se

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superponen unas con otras De todas maneras se puede ir tomando dimensioacuten del fenoacutemeno maacutes auacuten si como plantea Mellafe (1964) existiacutean cuatro complejos econoacutemico-geograacuteficos distintos para la distribucioacuten legal de los negros

[hellip] uno era la regioacuten del Caribe con varios puertos de entrada siendo los principales La Habana Santo Domin-go y San Juan La Regioacuten de Meacutexico y Centroameacuterica se abastecieron por Veracruz ampliaacutendose luego a la Bahiacutea de Campeche y a las costas de Honduras La zona Atlaacuten-tica americana quizaacutes la maacutes importante por el volumen de esclavos que recibioacute y repartioacute teniacutea por puerto a Car-tagena La cuenca del Riacuteo de la Plata se abasteciacutea por Bue-nos Aires Las aacutereas andinas del Paciacutefico en Hispanoameacute-rica tuvieron como puerta de entrada a Panamaacute que a su vez recibiacutea embarcaciones desde Cartagena y Portobelo que a su vez se constituyeron en centros de intenso con-trabando (Mellafe 1964 pp 60-62)

Ahora bien conocemos los puntos de ingreso al continente pero su origen luego de la distribucioacuten y afincamiento en los dife-rentes destinos solo es posible de conocer a partir de las supervi-vencias de los distintas pueblos desmembrados En este sentido se hace difiacutecil calcular el nuacutemero exacto de negros trasplantados a Ameacuterica primero porque la mitad moriacutea en cada embarque apro-ximadamente unos 500 en cada carabela segundo porque los que no moriacutean en el viaje no pasaban el periodo de aclimatacioacuten de ma-nera que llegaba menos de la mitad que habiacutea perdido su nombre y lugar de origen a ser subastado en cada sitio de Ameacuterica donde fuera requerido

A mediados del siglo XVll se inicia una etapa considerada como el auge de la esclavitud negra ello se relaciona con el desarro-llo de la economiacutea de plantacioacuten el ciclo del oro en Brasil incluyeacuten-dose tambieacuten el Caribe Britaacutenico Franceacutes y Holandeacutes y las colonias britaacutenicas de Ameacuterica del norte vinculados no solo al azuacutecar sino tambieacuten al tabaco antildeil cacao algodoacuten Desde 1791 hasta 1888 tie-ne lugar otra etapa en ella se incluye la Rebelioacuten de Haiti hasta la extincioacuten final de la esclavitud en Brasil marcada por procesos de abolicioacuten del traacutefico y de la propia esclavitud

En este sentido en Bahia auacuten se encuentran candombles Nagoacute (de Yoruba) Gege (de Dahomey) Angolas y Con-gos siendo el mas influyente sobre los otros en lo que hace

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teologiacutea ceremonial y fiestas fundamentales el grupo candomble Nagoacute En Haiti diversas naciones como Con-go Mayombe Congo Mandragues Mandraguese-Rug IboCaplauacute Badagriacute Maki Baacutembara Conga integradas a la cultura Fon En Ameacuterica Central se encuentran los caribes negros Yorubas en Cuba Trinidad y Noreste de Brasil (Alagoas Recife Bahia y de Porto Alegre a Pelotas En Jamaica Barbados y Santa Lucia es predominante la cultura Kromanti de la Costa de Oro En las Guayanas Francesa y Holandesa se encuentra la cultura Fanti As-hanti En Estados Unidos en Virginia se encuentran ras-gos de la cultura Fanti Ashanti y en Nueva Orleans se encuentran los dahomeyanos (Vodu) y Bantu (Bastide 196717-18)

En consecuencia las supervivencias de las culturas halladas en diferentes lugares del continente daraacuten lugar a lo que Ciro Car-doso denomina como Afroameacuterica o

[hellip] el conjunto discontinuo de regiones marcadas por la esclavitud negra por la inmigracioacuten forzada de africanos y por influjos provenientes de Africa Aunque la esclavi-tud negra no haya estado ausente en ninguna regioacuten del continente americano conviene reservar esta denomina-cioacuten solo para las partes donde ella llegoacute a ser la relacioacuten de produccioacuten dominante Esta zona estariacutea comprendi-da por Brasil Antillas Guayanas Colombia Venezuela Costa e Peruacute Litoral del Golfo de Meacutexico y Sur de Estados Unidos (Cardoso 1982 42)

Ello se debe a que la concentracioacuten de la poblacioacuten negra en Ameacuterica no fue homogeacutenea hubo regiones bien determinadas don-de la esclavitud alcanzoacute mayor intensidad por ello se propone la denominacioacuten de Afroameacuterica a la regioacuten donde la esclavitud llego a ser la relacioacuten de produccioacuten dominante

En el marco de esa relacioacuten de produccioacuten la vida de los escla-vos en tierras americanas estaba signada por el control el paterna-lismo y la violencia como mecanismos indiscutibles que serviacutean a la mantencioacuten del orden esclavista Ademaacutes estaba el Estado que legitimaba e institucionalizaba la esclavitud mediante leyes y tam-bieacuten utilizando todo el peso de sus fuerzas armadas y judiciales para restablecer el orden de manera que resultaba muy dificultoso para organizarse y actuar en contra del sistema

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Fue en la Ameacuterica negrera donde el cautivo conocioacute las condiciones maacutes deshumanizadas de su existenciaraquo Tra-baja 15 horas diarias con cinco diacuteas de descanso anuales Devuelve al amo el valor pago por eacutel en catorce meses de trabajo Se alimenta con farintildea y a veces con un pedazo de carne La senzala es infecta y promiscua La mortali-dad infantil es de 70 u 80 por ciento cifra a la que contri-buyen los abortos deliberados Los supervivientes a los 35 antildeos estaacuten acabados y a los 40 son un peso muerto por lo que son manumitidos generalmente ciegos lisia-dos viejos y deformadoraquo Un sistema de terror sofoca las rebeldiacuteas castracioacuten destruccioacuten de dientes a martilla-zos amputacioacuten de senos vaciado de ojos quemaduras El lsquopelourinhorsquo es asiacute descrito laquoCon los primeros azotes la piel se desprendiacutea del cuerpo Auacuten asiacute le era prohibi-do al castigado quejarse bajo pena de que el castigo se duplicara Terminado eacuteste se derramaba vinagre agua salada o pimienta sobre el cuerpo en carne viva y el negro era encerrado en un calabozoraquo Los lsquosentildeoresrsquo fomentan la desigualdad entre los esclavos Los de los cantildeaverales (lsquoesclavos de azada y hozrsquo) en sus tres cuartas partes son lsquobozalesrsquo (recieacuten salidos de su paiacutes) en tanto que los lsquola-dinosrsquo (conocedores del idioma y costumbres de los por-tugueses) tienen especializaciones barqueros carreteros marineros artesanos Ademaacutes los urbanos viven mejor que los rurales siendo privilegiados los domeacutesticos (mu-camas amas de leche cocineras concubinas lsquocapangasrsquo o guardaespaldas) Pero todos sufren el desprecio de crio-llos y mulatos y la reciacuteproca hostilidad entre las diferen-tes etnias (Louis 2008 p 15)

No es pues sorprendente dice Roger Bastide (2005) que halle-mos auacuten en Ameacuterica importantes restos de las civilizaciones afri-canas Pero por otra parte la esclavitud destruiacutea poco a poco estas ldquoculturas importadasrdquo del continente negro Primero en la propia generacioacuten de los bossales dispersaba a los miembros de una mis-ma familia haciacutea imposible toda continuidad en la vida de los li-najes antiguos la segunda generacioacuten continuacutea analizando Bastide (2005) la de los negros criollos podiacutean acceder a viacuteas de ascenso vertical tanto en el interior de la propia estructura esclavista (po-sibilidad de pasar del trabajo agriacutecola al servicio domeacutestico para las mujeres y para los hombres al trabajo de artesaniacutea o a ciertos pues-tos de mando) como en el interior de la estructura de la sociedad en su conjunto (la manumisioacuten y su entrada en el grupo de los negros libres)

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Hablemos pues de la existencia de culturas negras al margen de las culturas africanas o afro-americanas El peligro estaacute en confundirlas Querer hallar en todas partes rasgos de civilizaciones africanas incluso donde han desaparecido desde hace mucho O por el contrario negar la presencia africana y no querer ver maacutes que al ldquonegrordquo La esclavitud ha resquebrajado totalmente las tradiciones y costumbres africanas y ha durado dema-siado tiempo para que puedan renacer el negro ha tenido que aceptar en el momento de su emancipacioacuten las leyes del paiacutes en que viviacutea y por consiguiente nuevas formas de propiedad nuevas formas tambieacuten de ligazoacuten con la tierra (aparceriacutea arrendamiento trabajo como obrero agriacutecola) que le fueron impuestas y a las que le era im-posible sustraersehellipse pueden distinguir seguacuten las re-giones dos tipos de comunidades aquellas en las que los modelos africanos se han impuesto frente a la presioacuten del medio ambiente (sin duda estos modelos han tenido que modificarse para poder adaptarse y resultar aceptables) las llamaremos comunidades africanas Y aquellas en las que por el contrario la presioacuten del medio circundante ha sido maacutes fuerte que las escasas remanencias de la me-moria colectiva desgastada por siglos de servidumbre pero en las cuales en cambio la segregacioacuten racial no ha permitido la aceptacioacuten por los descendientes de esclavos de los modelos culturales de sus antiguos duentildeos en este caso el negro ha tenido que inventar nuevas formas de vida social que respondiesen a su aislamiento a su reacutegi-men de trabajo a sus nuevas necesidades las llamaremos comunidades negras negras porque el blanco permanece al margen pero no africanas puesto que estas comuni-dades han perdido el recuerdo de sus antiguas patrias Estos dos tipos de comunidades son tan soacutelo imaacutegenes ideales En la praacutectica lo que hay es un continuum entre estos dos tipos extremos (Bastide 2005 p 28)

Si bien las rebeliones las fugas los quilombos constituyen una modalidad de rechazo del esclavo al sistema existe otra forma de resistencia que tiene que ver lo cotidiana en la que la muacutesica y los cultos africanos mezclaacutendose con el cristianismo le permiten al esclavo ponerse encima del blanco ello actuacutea como preservador de la humanidad y la autonomiacutea subjetiva del esclavo frente a los ojos del blanco

La tradicioacuten oral y la cultura campesina caribentildea proponen todo un arsenal de maacuteximas y de consejos para engantildear vencer por el ridiacuteculo defenderse etc Para Dany Beacutebel-Gisler en el pasado in-

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acabado de la esclavitud (2001) existe un mundo de palabras en el que pawocircl a bouch a manjeacute an nou [palabras proferidas por la boca de comer palabras verdaderas seguras] no es comparable a pawocircl yo kracheacute an bouch an nou [palabras que se nos han escupido en la boca palabras postizas con trampa] Descubrir las mil y una mane-ras de caracterizar la palabra en criollo ndashuna palabra dada exclusi-va y soberanamente a los amos y negada a los esclavosndash constituye uno de los mejores medios para penetrar iacutentimamente en el univer-so cotidiano de los esclavos sentir la tensioacuten a la que hay que es-capar por medio de una inventiva renovada sin cesar Por eso esta variedad de pawocircl anba dousou [palabras clandestinas] pawocircl koko-makak [palabras garrote que golpean como un palo] pawocircl vant [pa-labras salidas del vientre esenciales] pawocircl masyeacute [palabras enmas-caradas alusivas] pawocircl a Negraveg Kongo [palabras de negros congos llegados los uacuteltimos despreciados]

Palabras obstaculizadas por el bozal de hierro que se poniacutea a los esclavos Palabras prohibidas ahogadas que para decir las cosas tuvieron que tomar caminos kosyeacute desviados Palabras envueltas en lo maacutes profundo de la naturaleza atentas al diacutea a la noche al crujido de las hojas a la corteza de los aacuterboles Palabras animistas para celebrar la fusioacuten las bodas del hombre con el universo coacutesmi-co Como este canto maravilloso de un boyero

Deacutesawa eacuteDeacutesawa oAn tout bwa pa ni vwaLalin tegravet anba[]Lategrave o seacute fregrave mwenDlo seacute seacuteseacute mwen[]Manman-ou seacute manman mwenPapa-ou seacute papa mwenLategrave o seacute fregrave mwenWouleacute Yegravey wouleacute

Desasosiego ehDesasosiego ohEn todo el bosque no hay vocesLa luna estaacute con la cabeza abajo[]La tierra oh es mi hermanoEl agua es mi hermanita[]Tu madre es mi madreTu padre es mi padreLa tierra es mi hermanoiexclSeguid ea seguid

Dany Beacutebel-Gisler (2001 p 292)

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Palabras tambieacuten astutas para esconder ocultar su pensamiento no atacar de frente al adversario Si trescientos sesenta antildeos despueacutes de la abolicioacuten de la esclavitud los nintildeos recitan cuentos y prover-bios que ellos mismos enriquecen como los griots con aconteci-mientos y personajes de su vida cotidiana o de la vida del paiacutes es porque se ha mantenido la tradicioacuten oral africana y transmitido de generacioacuten en generacioacuten y sus palabras han permanecido vivas Davwa bwa ka pouri pawocircl pa ka pouriacute [La madera se pudre las pa-labras no]

Actualmente la poblacioacuten afrolatina y afrocaribentildea llega a casi 30 por ciento del total de habitantes de la regioacuten es de ldquoalta den-sidad y poca resonanciardquo dice Ciro Cardoso (1982) Aunque suman 150 millones de personas la mayoriacutea de las cuales se concentran en Brasil Colombia y Venezuela llama la atencioacuten la tenue presencia poliacutetica de esta comunidad su poco acceso a instancias de gobierno asiacute como la falta de datos exhaustivos sobre su situacioacuten econoacutemi-ca Los estudios disponibles indican que maacutes de 90 por ciento de la poblacioacuten descendiente de los esclavos traiacutedos de Aacutefrica a Ameacuterica en la eacutepoca colonial es pobre tiene acceso solo a los empleos menos remunerados y cuenta con bajo nivel de educacioacuten Ademaacutes es su-jeto de una aguda discriminacioacuten por el color de su piel

Esta cuestioacuten tiene que ver con la abolicioacuten y la negacioacuten del teacutermino liberto ya que ello no implica una actitud valorativa del blanqueamiento sino un rechazo al estigma de la esclavitud La ideologiacutea del blanqueamiento que transitoacute la historia brasilentildea por ejemplo no se construyoacute solo sobre la tabla rasa de la socializacioacuten incompleta de los negros por la experiencia del cautiverio sino tam-bieacuten por la experiencia de lucha por la ciudadaniacutea en una sociedad cada vez maacutes jerarquizada a partir del maacutes riguroso apartheid so-cial

En Ameacuterica Latina y el Caribe el racismo se concentra sobre todo en los negros auacuten maacutes que en los indiacutegenas y eso es eviden-te en toda Ameacuterica El porcentaje de analfabetismo en Brasil es 25 veces mayor entre los negros que otros grupos raciales En Cuba donde 30 por ciento de sus 112 millones de habitantes son negros el racismo sigue vivo e incluso se intensificoacute en los uacuteltimos 10 antildeos indicoacute en 2003 un estudio realizado por la Academia de Ciencias a pedido del gobierno de Fidel Castro La revolucioacuten no ha conse-guido abatir ldquolas diferencias en el estatus social y econoacutemico de la

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poblacioacuten negra del paiacutesrdquo reconocioacute en un discurso el presidente Castro Mientras en Colombia el estatal Departamento de Planea-cioacuten Nacional consigna que 80 por ciento de los negros colombianos viven por debajo de la liacutenea de pobreza

Por tanto como palabras finales del presente artiacuteculo una vez presentadas distintas posibilidades de anaacutelisis el objetivo central fue instalar el debate en torno a los muacuteltiples aspectos que permi-tan ofrecer algunas liacuteneas de anaacutelisis que no agotan el tema Con-trariamente se abren interesantes caminos de reflexioacuten de los que no estaacuten ausentes cuestiones relacionadas a las posturas que se asumen para tratar el tema

Descentramiento abandonar puntos de vista etnocentristas liberarse de las trabas mentales que impiden conocer al otro Como se relata en una parte del artiacuteculo todaviacutea prevalece la mirada de la elite gobernante y parte de la sociedad que ensalza sus ancestros europeos desconociendo como iguales a otros contingentes huma-nos que confluyeron en estas tierras por su propia voluntad o (maacutes terrible) forzadamente Desde esta perspectiva la discriminacioacuten el abandono la desidia el racismo continuacutean haciendo foco en las personas de color marcando un hecho curioso Durante la colonia geacutenesis de estos males pareciacutea que los indios gozaban de ciertos beneficios que los negros no poseiacutean hoy se encuentran nivelados hacia abajo En este punto cabe la reflexioacuten de Ansadi (1996) con res-pecto a los sectores sociales ubicados a fin de la escala social hacien-do gala de una ironiacutea que llama a la reflexioacuten ldquofragmentados exclui-dos fameacutelicos y como si eso fuese poco violentos y corruptosrdquo

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Apeacutendice

Cronologiacutea Esclavitud y trata del negro en AmeacutericaJoseacute Luis Goacutemez Martiacutenez

1444

Una expedicioacuten portuguesa al mando de Lanzarote de Freitas llega a Portugal con un cargamento de 235 escla-vos Se inicia asiacute la etapa ldquomodernardquo de la comercializacioacuten (trata) de esclavos negros en la Peniacutensula Ibeacuterica y pronto en Ameacuterica No obstante recordemos que la esclavitud no era algo nuevo se trataba maacutes bien de una nueva etapa en una de las instituciones maacutes poderosas de laantiguumledad En Espantildea por ejemplo se encontraba legislada con precisioacuten a mediados del siglo XIII en Las siete partidas de Alfonso el Sabio El tiacutetulo 21 de la Parte Cuarta se titula ldquoDe los siervosrdquo cuya ley primera establece que ldquoson tres maneras de siervos La primera es de los que cativan en tiempos de guerra seyendo enemigos de la fe La segunda es de los que nascen de las siervas La tercera es quando alguno es libre e se desea venderrdquo

1473

Pronto hubo necesidad de regularizar el nuevo ldquocomerciordquo y se inicia la centralizacioacuten que luego caracterizariacutea la trata de negros ldquoEn 1473 se presenta un proyecto de ley por el cual todos los esclavos comprados en Aacutefrica debiacutean llevarse primero a Portugalrdquo En este sentido en 1486 se funda en Portugal la Casa dos Escravos cuyo fin era conceder licen-cias y asegurarse que se recaudaban los impuestos ldquoEntre 1493 y 1495 se registraron tres mil seiscientos esclavos en la Casa dos Escravos de Lisboardquo (Thomas 85)

1479 Tratado de Alcaccedilovas mediante el cual Espantildea autoriza la venta de esclavos en Espantildea El centro de la trata es Sevilla

1494

El Tratado de Tordesillas que traza la liacutenea divisoria entre Espantildea y Portugal para las exploraciones de nuevas tierras impone igualmente liacutemites que impediraacuten durante los primeros siglos de la Colonia el comercio directo de esclavos desde las costas de Aacutefrica

1502Se introducen los primeros esclavos en las islas del Caribe Primero se autoriza en La Espantildeola pero para 1530 se ha intitucionalizado ya en el resto del Caribe

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1508

En un principio los esclavos negros fueron llegando a Ameacuterica mediante licencias reales especiales semejantes a la que se incluye en la ldquoCapitulacioacuten otorgada a Diego de Nicuesa y Alonso de Ojeda para comerciar en Urabaacute y Veraguardquo En el punto cinco de dicha capitulacioacuten se sentildeala ldquoque vos aya de dar licencia y por la presente vos la doy para que podaacuteis pasar quarenta esclavos para la labor de las dichas fortalezasrdquo (Vas Mingo 157)

1510

La raacutepida despoblacioacuten de la isla Espantildeola y la necesidad de trabajar las minas inicia el raacutepido aumento de la poblacioacuten negra esclava El rey Fernando el Catoacutelico autorizo el 22 de enero de 1510 en Valladolid ldquoel transporte de cincuenta esclavos negros los mejores y los maacutes fuertes disponibles para que trabajaran en las minas de la Espantildeola [] el 14 de febrero pidioacute a la Casa de la Contratacioacuten que enviara otros doscientos esclavos a la mayor brevedad posible para que fueran vendidos en Santo Domingordquo (Thomas 91)

1516 Se inician los ingenios de azucar en La Espantildeola

1518Durante los antildeos 1518-1519 tiene lugar una fuerte epidemia de viruelas en el Caribe que diezma draacutesticamente la pobla-cioacuten aborigen y acelera el aumento de la poblacioacuten negra

1522Los esclavos negros se sublevan en el ingenio del goberna-dor Diego Coloacuten Gonzalo Fernaacutendez de Oviedo describe la sublebacioacuten y represioacuten que le sigue

1530

Se subleban los esclavos en la ciudad panamentildea de Acla Como ejemplo del aumento de la poblacioacuten negra en todo el aacuterea del Caribe podemos usar el caso de Puerto Rico que contaba con 327 blancos y 2292 esclavos

1547

Las rebeliones de esclavos negros se repiten en mayor o menor nuacutemero en toda la regioacuten del Caribe en 1532 en Venezuela en 1533 en Cuba y Panamaacute En 1547 se destaca la prolongada rebelioacuten de Sebastiaacuten Lemba en La Espantildeola en 1550 la de Juan Criollo que duroacute varios antildeos En 1579 los negros rebeldes en Portobelo (Panamaacute) llegan a firmar un tratado de paz con los colonos espantildeoles mediante el cual consiguen libertad colectiva

1600 La poblacioacuten de ascendencia precolombina praacutecticamente habiacutea desaparecido del Caribe

1619

Un barco negrero holandeacutes llega a las costas de Estados Unidos (Jamestown) y se ve forzado a cambiar su cargo de esclavos por provisiones Se inicia asiacute la entrada de la pobla-cioacuten negra a Estados Unidos pero no seraacute hasta la deacutecada de los 1680 cuando se regule la situacioacuten de los esclavos

1630Inglaterra inicia la industria del azucar en Barbados En 1692 tiene que sofocar un levantamiento general de los esclavos de la isla

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1635 Inglaterra se apodera de JamaicaSe suceden las rebeliones de los esclavos negros

1663

Maryland pasa leyes que estipulan que ldquotodos los negros importados deberaacuten ser considerados como esclavosrdquo En 1664 se estipula que los esclavos debes servir de por vida Se prohibe tambieacuten el matrimonio entre mujer blanca y hombre negro

1685 Para regular la esclavitud en el Caribe franceacutes Francia promulga elrdquoCode Noirrdquo

1713Acuerdo entre Espantildea e Inglaterra sobre ldquoEncargarse la Compantildeiacutea de Inglaterra de la introduccioacuten de esclavos Ne-gros en la Ameacuterica Espantildeola por tiempo de treinta antildeosrdquo

1734Las rebeliones en Jamaica llegaron a tal extremo que la Asamblea de Jamaica se vio en la necesidad de enviar una peticioacuten de ayuda a la metroacutepoli

1787

Thomas Clarkson funda en Londres la British Antislavery Society que luego es la base de asociaciones similares en los demaacutes paiacuteses europeos y americanos En Estados Unidos se prohibe en 1787 la esclavitud en el territorio al norte y oeste del riacuteo Ohio Para 1820 son ya doce los Estados Libres

1780-90 Deacutecada de maacutexima actividad en el comercio trans-Atlaacutenti-co de esclavos

1789

ldquoReal Ceacutedula de su Magestad concediendo libertad para el comercio de Negros con las islas de Cuba Santo Domingo Puerto Rico y Provincia de Caracas a Espantildeoles y Extran-gerosrdquo

1790

En 1790 el Virrey Francisco Gil Taboada y Lemos ordena un censo de la poblacioacuten en el recinto de Lima (Peruacute) Los resultados son una excelente ventana al porcentaje de la poblacioacuten negra e india y al creciente proceso de mestizaje

1791 Los esclavos se rebelan en Haitiacute y en 1804 declaran su independencia

1794 El 4 de febrero de 1794 la Convencioacuten Francesa vota la abolicioacuten de la esclavitud en las Antillas Francesas

1801 Toussaint Louverture ocupa Santo Domingo y proclama la libertad de los esclavos

1803 Dinamarca prohiacutebe el comercio de esclavos (primera na-cioacuten moderna en hacerlo)

1807

Inglaterra proclama el Abolition Act de la esclavitud pero no produjo resultado inmediato hasta que en 1832 se apro-boacute la Abolicioacuten de la Esclavitud con aplicacioacuten inmediata a todas las colonias inglesas

1808 Estados Unidos prohiacutebe la importacioacuten de esclavos

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1810 Miguel Hidalgo proclama un bando en Meacutexico aboliendo la Esclavitud

1811El Supremo Congreso Nacional de Chile publica un decre-to el 11 de octubre sobre la libertad de vientres Bando de libertad de vientres

1812Se sofocan las rebeliones de esclavos en Puerto Rico y Cuba los esclavistas temiacutean que se duplicaran los sucesos de Haitiacute

1813

EL Supremo Poder Executivo Provisorio de las Provincias Unidas del Riacuteo de la Plata decreta el 2 de febrero de 1813 la libertad de todos los nacidos desde el 31 de Enero de 1813 inclusive en adelante

1815

ldquoDeclaracioacuten de las Potencias para la abolicioacuten de la trata de negrosrdquo (Viena 8 de febrero de 1815) Los paiacuteses que firman son Austria Espantildea Francia Gran Bretantildea Noruega Portugal Prusia y Suecia Pero tambieacuten se afirma que esta ldquoDeclaracioacuten no debe influir en el teacutermino que cada Poten-cia participante juzgue conveniente fijar para la extincioacuten definitiva del comercio de negrosrdquo (Mesa 135)

1816

Simoacuten Boliacutevar decreta la abolicioacuten de la esclavitud vuel-ve a plantear la situacioacuten de la esclavitud en el ldquoDiscurso de Angosturardquo de 1819 y nuevamente en el Congreso de Cuacutecuta en 1821

1817

Espantildea firma con Inglaterra un tratado internacional mediante el cual se comprometiacutea a suprimir la trata y abolir la esclavitud en un plazo de tres antildeos El acuerdo sin provisiones especiacuteficas quedoacute uacutenicamente en expresioacuten di-plomaacutetica No fue hasta 1867 cuando se publicoacute un decreto condenando e imponiendo penas para el traacutefico negrero para estas fechas los esclavos en Cuba habiacutean ascendido de 199145 en 1817 a 369000 en 1867

1818

En Chile en el Proyecto de Constitucioacuten Provisoria de 1818 se reitera el decreto de 1811 sobre la libertad de vientres ldquoAr-tiacuteculo 12- Subsistiraacute en todo vigor la declaracioacuten de los vientres libres de las esclavas dada por el Congreso y gozaraacuten de ella todos los de esta clase nacidos desde su promulgacioacutenrdquo

1823

Chile La Constitucioacuten de 1823 se pronuncia contra la esclavitud ldquoArtiacuteculo 8- En Chile no hay esclavos el que pise su territorio por un diacutea natural seraacute libre El que tenga este comercio no puede habitar aquiacute maacutes de un mes ni naturalizarse jamaacutesrdquo

1835 Se firma el 28 de junio en Madrid un Tratado entre Espantildea y Gran Bretantildea para la abolicioacuten de la trata de esclavos

1838 Se decreta la abolicioacuten definitiva de los esclavos negros en el caribe britaacutenico

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1842 Ley del 12 de diciembre de 1842 Abolicioacuten de la esclavitud ldquoen todo el territorio de la Repuacuteblicardquo Oriental del Uruguay

1845 Ley del 2 de mayo de 1845 con imposicioacuten de penas a los que se dediquen a la trata de negros

1848

La Repuacuteblica Francesa decreta la abolicioacuten de los esclavos en el Caribe Franceacutes Motivado por los sucesos en las Anti-llas francesas y temeroso de que las rebeliones de esclavos se propagaran por las colonias espantildeolas Don Juan Prim Conde de Reus dicta en Puerto Rico el denominado Bando Negro del 31 de mayo de 1848 En eacutel se imponiacutean penas draacutesticas contra los negros libres o esclavos de la isla (ldquoArt 2 Todo individuo de raza africana sea libre o esclavo que hiciere armas contra los blancos justificada que sea la agresioacuten seraacute si fuese esclavo pasado por las armas y si fuese libre se le cortaraacute la mano derecha por el verdugo pero si resultase herida seraacute pasado por las armasrdquo)

1851 ldquoLey declarando abolida para siempre la esclavitud en Venezuelardquo

1853El Artiacuteculo 15 (primera parte) de la Constitucioacuten Argentina de 1853 declara la abolicioacuten de la esclavitud en el territorio argentino

1854

El 3 de diciembre se publica el Decreto de la Abolicioacuten de la Esclavitud en Peruacute El objetivo de este decreto se recoge despueacutes en el Estatuto provisorio de 1855 (26 de junio de 1855) cuyo artiacuteculo 8 apartado 2 dice ldquoNadie es esclavo en la Repuacuteblicardquo Luego la Constitucioacuten de 1856 (Promulgada el 13 de octubre de 1856) bajo el ldquoTiacutetulo IV Garantiacuteas individualesrdquo sentildeala igualmente en el Artiacuteculo 17 que ldquoNadie es esclavo en la Repuacuteblicardquo Se da maacutes eacutenfasis a la lucha contra la abolicioacuten en el Artiacuteculo 40 apartado 6 donde se dice que el ldquoEl derecho de ciudadaniacutea se pierde [hellip] Por el traacutefico de esclavos aun en el exteriorrdquo

1856 La uacuteltima llegada documentada de un barco de esclavos negros a Brasil

1863Holanda decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Surinam y en las antillas holandesas Se proclama la emancipacioacuten de los esclavos en Estados Unidos

1865

Estados Unidos proclama la abolicioacuten de la esclavitud y la hace efectiva a traveacutes de una enmienda a su constitucioacuten (Enmienda XIII) Julio Vizcarrondo hacendado puertorri-quentildeo que habiacutea dado libertad a sus esclavos crea la Socie-dad Abolicionista Espantildeola En este mismo antildeo de 1865 se funda el perioacutedico El abolicionista

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1867

Llegada del uacuteltimo barco de esclavos negros a Cuba Ley del 17 de mayo de 1867 en la que se ldquoestablecen normas para la represioacuten y castigo del trafico de negros Quedan configura-dos como delitos de trataEl armamento de buques y cualquier operacioacuten que se haga en ellos para destinarlos al traacutefico de negros asiacute como el viaje de los mismos a la costa africana cualquiera sea su banderaLa adquisicioacuten de negros fuera de la isla de Cuba Puerto Rico o adyacentes y su transporte a estas islas o cualquiera otro puntoLa introduccioacuten de ellos en las islas referidas o la presencia en sus aguas jurisdiccionales de buques con cargamento de negros bozalesrdquo (Mesa 141-142)

1868

Decreto sobre la esclavitud del 27 de diciembre de Carlos Manuel de Ceacutespedes capitaacuten general del Ejeacutercito Liberta-dor de Cuba y encargado de su gobierno provisionalLa revolucioacuten que tuvo lugar en Espantildea en septiembre de 1868 denuncia tambieacuten la esclavitud e inicia el camino para su abolicioacuten aun cuando su propuesta sea todaviacutea tiacutemida La Junta Superior Revolucionaria Considerando que la esclavitud de los negros es un ultraje a la naturaleza humana y una afrenta para la nacioacuten que uacutenica ya en el mundo civilizado la conserva ya en todo su integridad [hellip] la esclavitud es una de esas instituciones repugnantes cuya desaparicioacuten no debe hacerse esperar [hellip] La Junta Superior Revolucionaria propone al gobierno provisional como medida de urgencia y salvadora Quedan declarados libres todos los nacidos de mujer escla-va a partir del 17 de septiembre proacuteximordquo (Mesa 71)

1869

Decreto de extincioacuten de la esclavitud promulgado en Camaguumley el 26 de febrero Los independentistas cubanos publican laConstitucioacuten de Guaacuteimaro cuyo artiacuteculo 24 declara que ldquoTodos los habitantes de la Repuacuteblica son ente-ramente libresrdquo

1870

Se aprueba la llamada Ley Moret El discurso de Castelar se hizo en defensa de la enmienda que eacutel proponiacutea al artiacuteculo 21 de dicha ley Se trata del comienzo oficial de una poliacutetica espantildeola abolicionista

1873

Tras la abdicacioacuten de Amadeo de Saboya (1871-1873) al trono espantildeol se proclama la primera repuacuteblica espantildeola (1873-1874)Espantildea decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Puerto Rico

1880 Espantildea decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Cuba pero crea el sistema de transicioacuten de Patronato

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1886Una Real Orden de la Reina Regente Mariacutea Cristina su-prime el sistema de Patronato con lo que se pone fin a la esclavitud en Cuba

1888 Abolicioacuten de la esclavitud en Brasil

1893 Joseacute Martiacute publica el ensayo ldquoMi razardquo

1894

Joseacute Martiacute publica el ensayo ldquoEl plato de lentejasrdquo donde se refleja a pesar de su caraacutecter poliacutetico pro-revolucionario el verdadero legado humano de prejuicios del estado esclavis-ta

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Resistencias rebeliones y milenarismos de los pueblos

americanos durante la ocupacioacuten espantildeola

las guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana

Noelia Kaufman

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IntroduccioacutenLa multiplicidad de pueblos que habitaban estas tierras cuando Ameacuterica auacuten no era Ameacuterica presentaban un desarrollo econoacutemi-co praacutecticas culturales y estructuras sociales que diferiacutean a lo lar-go y ancho del continente El impacto social y econoacutemico a escala universal que produjo el ldquodescubrimientordquo conquista y colonizacioacuten de Ameacuterica abre el debate para sostener prolongadas discusiones en torno a la imposicioacuten de instituciones y sistemas de creencias Para legitimar este proceso la sociedad europea creoacute para siacute y para el mundo una visioacuten fuertemente cuestionada en el siglo XX ya que invisibilizaba la lucha de los pueblos americanos ante el avasa-llamiento y la desestructuracioacuten que sufriacutean en todos los aspectos antes mencionados

Los primeros contactos entre los espantildeoles y los pueblos que habitaban el continente americano estuvieron como muchos cronistas e historiadores han sentildealado cargados de diferentes im-presiones creencias y reacciones que incluyen entre otras la asi-milacioacuten de la imagen de los espantildeoles ligada a diferentes deidades americanas Esta visioacuten proyectada de los invasores se desvanecioacute raacutepidamente pero fue un factor de peso para que muchos pueblos recibieran con asombro a los supuestos visitantes El paso del embe-lesamiento a la desazoacuten no tardoacute en llegar a partir de alliacute el camino por el cual no pocos optaron fue el de resistir

Se tratoacute de resistir a la imposicioacuten de una nueva fe de resistir a los abusos a los que fueron sometidos las comunidades indiacutegenas que habitaban este continente La opresioacuten sobre las formas de or-ganizacioacuten de las diversas comunidades el ecosistema y el derrama-miento de sangre fue impuesto bajo el amparo de dos instituciones que eran totalmente desconocidas en estas tierras o mejor dicho de dos seres totalmente ajenos a ella es decir el rey y su dios cristiano

En este sentido nos preguntamos coacutemo se desarrollaron las resistencias y rebeliones indiacutegenas en los diferentes espacios donde la colonizacioacuten espantildeola se abrioacute paso considerando la multiplici-dad de factores que las impulsaron y las diferencias constitutivas de dichos movimientos cuaacuteles son sus caracteriacutesticas fundamen-tales Y queacute aportes encontramos en la historiografiacutea para abordar esta problemaacutetica poniendo foco principalmente en las resistencias araucanas y las guerras calchaquiacutees

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Los antecedentes y abordajes conocidos sobre esta temaacutetica son muchos y variados solo por mencionar los maacutes representativos encontramos desde documentos testimoniales como la Historia de las Indias de Fray Bartolomeacute de las Casas (1957) o Guamaacuten Poma de Ayala (1987) en Nueva Croacutenica y buen gobierno como tambieacuten es-critos acadeacutemico de peso de la mano de Leoacuten Portilla (1959) La Vi-sioacuten de los Vencidos relaciones indiacutegenas de la conquista o El reverso de la conquista Gonzaacutelez Obregoacuten (1907) La sublevaciones de indios en el siglo XVII Magnus Moumlrner (1976) y La rebelioacuten de Tuacutepac Ama-ruhellip Moya Pons (1978) La espantildeola en el siglo XVI 1493-1520 Powell (1977) La guerra chichimeca (1550-1600) Stern (1982) Los pueblos indiacutegenas del Peruacute y el desafiacuteo de la conquista espantildeola Pentildea Batle (1970) La rebelioacuten del Bahoruco Wachtel (1976) Los vencidos Los indios del Peruacute frente a la conquista espantildeola (1530-1570) Estas son solo algunas de las obras que tratan el tema de las resistencias a la ocupacioacuten espantildeola entre muchas otras

Considerando lo antes expuesto es que a modo de hipoacutetesis evidente podriacuteamos sentildealar que las resistencias y rebeliones de los pueblos americanos ante la ocupacioacuten espantildeola se vinculaban a un sistema de creencias y a la necesidad de reconstruirlo luego del avasallamiento y la violencia que sufrieron estas comunidades en todo aspecto tanto social cultural como econoacutemico Resistencia que se ve condicionada en el tiempo por la aceptacioacuten de estas comuni-dades a ciertos niveles de aculturacioacuten

Este trabajo no pretende hacer un estudio acabado de las resis-tencias indiacutegenas a la ocupacioacuten espantildeola como una cuestioacuten maacutes o menos persistentes considerando solo esta caracterizacioacuten sino que se intentaraacute incluir otras variables ya que el objetivo primordial es realizar un aporte a la caacutetedra de Historia Americana y Argentina Colonial del profesorado y licenciatura en Historia perteneciente a la Facultad de Ciencias Humanas de la UNRC

A partir de estos puntos se procede a realizar un recorrido por las resistencias que forjaron los pueblos que habitaban Ameacuterica durante la ocupacioacuten espantildeola a traveacutes de una metodologiacutea cualita-tiva en primera instancia se recurre al anaacutelisis documental e histo-riograacutefico sobre el tema en base a una serie de autores claacutesicos y en un segundo momento se recurre del meacutetodo comparativo

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Esta aproximacioacuten sinteacutetica y puntualizada de algunas de las resistencias y rebeliones documentadas a lo largo de los siglos XVI XVII y XVIII se situacutean en dos macro regiones la mesoamericana y la andina mientras que el estudio comparativo entre guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana se establece en el espacio del cono sur americano del sector oeste

La eleccioacuten del meacutetodo tiene como objetivo establecer dife-rencias y similitudes entre estos casos no solo para poner en evi-dencia las caracteriacutesticas de estos movimientos sino para tratar de entablar un diaacutelogo comuacuten que nos lleve a una explicacioacuten plausi-ble de conjunto sin intenciones de que sean universales indagando en las interacciones entre dichos procesos (Kocka 2002)

Reconocemos las complejidades de la comparacioacuten y adver-timos al lector que muy lejos estaacute nuestra intencioacuten de crear ldquopara-lelismos anacroacutenicosrdquo como sentildeala Castro Alfiacuten (1993) Este meacuteto-do ndashcomparativo- se presenta como una herramienta para dar una visioacuten de conjunto de coacutemo se desarrollaron las resistencias de los pueblos que habitaban el continente americano ante la avanzada hispaacutenica

La estructura de este artiacuteculo comprende un breve recorri-do sobre las resistencias y rebeliones a la colonizacioacuten espantildeola en Ameacuterica que asume esquemaacuteticamente una parcializacioacuten tempo-ral en siglos -XVI XVII y XVIII- para una mejor comprensioacuten de la diversidad de dichos movimientos Entre ellos encontramos los que surgieron de los primeros contactos en el Caribe promovidos contra la dominacioacuten y la esclavitud aquellos con fuertes connota-ciones religiosas enmarcadas en los movimientos milenaristas y las reacciones que se suscitaron desde el interior de los ya instalados sistemas de dominacioacuten econoacutemica

A partir de lo antes mencionado se realiza una caracteriza-cioacuten de los movimientos de resistencias y rebeliones indiacutegenas li-gada a los procesos econoacutemicos por los que se ven trastocados estos pueblos y las medidas con las cuales intervienen los espantildeoles para neutralizar estos intentos de defensa de la tierra y la etnia asiacute como la rebelioacuten ante el reclutamiento forzoso y la explotacioacuten sumado a la resistencia cultural permanente que se manifiesta en el sincre-tismo y la continuidad de las praacutecticas culturales por parte de estos

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pueblos analizando y comparando los casos de la resistencia arau-cana y las guerras calchaquiacutees

Resistencias en el siglo XVI en los centros y periferiasRealizar una segmentacioacuten basada en una periodizacioacuten muy es-quemaacutetica es acotar la riqueza del anaacutelisis comparativo pero es importante poder dar una imagen general sobre el tema antes de ahondar en las particularidades de las guerras calchaquiacutees y las re-sistencias araucanas se trata de una forma de enriquecer el anaacutelisis particular con una mirada sobre el contexto en general Es por ello que en este primer apartado exponemos los casos que se han rele-vado con detenimiento entre autores como Wachel (1976) Todorov (1987) Vitale (1998) Oliva de Coll (1991) Barral Goacutemez (1992) pero que pueden bien ejemplificar la situacioacuten de muchos otros pueblos que se resistieron a la ocupacioacuten de sus tierras y no estaacuten incluidos en esta aproximacioacuten

Durante el proceso de ocupacioacuten espantildeola para exponentes como Luis Vitale (1998) la resistencia indiacutegena tuvo dos fases una la de los primeros antildeos de la conquista militar caracterizada por la aguerrida defensa de la etnia y de la tierra y otra que cubre toda la colonia en la que se cruza la lucha eacutetnica con la lucha contra la explotacioacuten en las minas haciendas y plantaciones

Hablamos de resistencia entendiendo a esta como la capaci-dad para organizar el rechazo de las fuerzas invasoras durante lap-sos muy prolongados y evitar de este modo que se cercene el nivel de poder poliacutetico y el control sobre las normas sociales ello difiere de forma tajante con lo que podemos considerar como rebelioacuten ya que esta uacuteltima surge en una sociedad previamente sometida El objetivo general puede sacudir el yugo que los oprime y recuperar el poder de autogestioacuten Pero tambieacuten hay rebeliones que apuntan a reformar las condiciones de subordinacioacuten aligerando las cargas que pesan sobre la poblacioacuten pero que no pretenden recuperar la libertad total (Lorandi 1988)

Las resistencias de los tainos en la isla La Espantildeola -actual Re-puacuteblica Dominicana y Haitiacute- uno de los primeros pueblos con los que toman contacto los espantildeoles tuvieron importantes repercu-siones estaacuten relacionadas con el fin de un ciclo econoacutemico en las

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islas del Caribe (Barral Goacutemez 1992) considerando que a partir de la segunda deacutecada del siglo XVI la forma de explotar estas tierras ba-sadas en la extraccioacuten de oro aluvial se encuentra agotada y es sus-tituida por la implantacioacuten de cultivos tropicales principalmente por la cantildea de azuacutecar en consecuencia se produce una exacerbada buacutesqueda de mano de obra que desemboca en la explotacioacuten de los pueblos que habitaban estos espacios Se trata de Tainos Awarak y Caribes quienes ante tamantildeo impacto llevaran a cabo muacuteltiples resistencias la maacutes significativa fue liderada por Enriquillo iniciada en 1519-1522

Hijo del cacique Maxicatex Guarocuya o maacutes conocido como Enriquillo fue criado en un convento franciscano llevado por el pa-dre Fray Bartolomeacute de Las Casas agraviado por el trato que recibiacutea de los espantildeoles y acongojado por la situacioacuten de su pueblo escapoacute a la regioacuten alta del Boharuco consiguiendo la adhesioacuten de varios ca-ciques De esta forma se lanzoacute a la oposicioacuten armada organizando grupos de guerrilla en el resguardo de la montantildea A pie y por los desfiladeros los ataques espantildeoles se vuelven vulnerables a la de-fensa orquestada por los seguidores de Enriquillo La fama de la re-sistencia se expandioacute cada vez maacutes por lo cual los enfrentamientos persistieron alrededor de 15 antildeos (Oliva de Coll 1991)

Luego de transitar por las Antillas y el Caribe y presentaacuten-dose muacuteltiples episodios como el anteriormente descripto donde los pueblos que habitaban estas tierras adaptan la guerrilla como taacutectica de defensa y ataque ante la ocupacioacuten espantildeola esta avanza a traveacutes del amedrentamiento y matanzas indiscriminadas y cuan-do no son estas las causas de las muertes los virus y bacterias que llevaban consigo los espantildeoles se encargan de diezmar a grupos en-teros

La sed de oro prestigio y sangre no se detuvo alliacute desde las primeras islas en la que ponen pie los espantildeoles se van a erigir dos grandes arcos de conquista Uno se dirige desde Cuba hacia Meacutexico entre 1516 y 1518 recorriendo el aacuterea central de esta regioacuten entre 1519 y 1522 destruyendo la confederacioacuten azteca al mando de Her-naacuten Corteacutes expandieacutendose hacia el Norte y hacia el Sur El otro arco de conquista surge desde Panamaacute que toma la ruta del Paciacutefico para llevar a cabo la conquista del espacio andino llegando al corazoacuten del imperio Inca en 1531-1533 expedicioacuten al mando de Francisco Pizarro Desde Peruacute los conquistadores se mueven hacia el Norte y

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hacia el Sur en este movimiento es cuando Pedro de Valdivia fundoacute Santiago de Chile en 1542 pero la conquista de Chile se malogroacute en una guerra de agotamiento con los indios araucanos (Elliot 1990)

Al llegar a tierra firme se encontraron una de las sociedades maacutes complejas del continente americano se trataba de una gran confederacioacuten de tribus1 -con centro en Tenochtitlan- cuyo gru-po dominante era el azteca o mexica que manteniacutean sojuzgados a muchos otros pueblos cualidad que supo muy bien explotar Corteacutes cuando llega al corazoacuten de Meacutexico utilizando a quienes se rebelaron contra el poderiacuteo azteca dando apoyo a los extrantildeos invasores2

Moctezuma llevando adelante el gobierno de tan vasto im-perio optaraacute por dejar entrar a los ldquoaventurerosrdquo los invasores se apoderaron de todo cuanto pudieron y preso de esta decisioacuten Moc-tezuma gobernoacute con la guardia espantildeola siguiendo cada uno de sus pasos La oposicioacuten se gestoacute cuando Corteacutes que comandaba las tro-pas espantildeolas abandonoacute Tenochtitlaacuten para acudir al desembarco de Paacutenfilo de Narvaacuteez en Vera Cruz quedaacutendose al mando Pedro de Alvarado quien tomoacute como amenaza la celebracioacuten religiosa de los mexicas en el templo mayor acudioacute con sus hombres y armas para desconcentrar a la poblacioacuten o maacutes bien masacrarlos acaban-do todo en una gran matanza (Oliva de Coll 1991)

La reaccioacuten del pueblo azteca no se hizo esperar y cercaron a los invasores junto a Moctezuma estos se vieron obligados a dejar atraacutes la gran ciudad Este eacutexodo del invasor pasara a los anales como

1 ldquoVarios autores al describir la naturaleza poliacutetica de esta entidad han empleado teacuterminos como imperio reino o confederacioacuten de sentildeoriacuteos e incluso de tribus La mayoriacutea de los antiguos estados de la Meseta Central (como los de Chal-co-Amaquemeca Cuitlaacutehuac Xochimilco Coyohuacan y Culhuacan) y muchos otros en las zonas de Hidalgo Morelos Guerrero Puebla Veracruz Oaxaca Ta-basco y Chiapas reconocieron el dominio azteca Todos estaban sometidos de dife-rentes maneras a la metroacutepoli mexica No obstante incluso en los casos en que los mandatarios locales continuaban gobernando reconociacutean a Meacutexico-Tenochtitlan como la metroacutepoli central desde donde emanan las oacuterdenes y las exacciones que incluiacutean el pago de los tributos y diversos servicios personales como la protec-cioacuten de las rutas comerciales (Elliot 1990)2 ldquoLa dominacioacuten mexica sobre los otros pueblos de Meacutexico central mdashuna dominacioacuten que exigiacutea un tributo opresivo y un suministro constante de viacutectimas para el sacrificiomdash habiacutea generado un odio y un resentimiento que permitioacute a Cor-teacutes en su marcha hacia el interior presentarse ante las tribus sometidas como un libertador Esto junto con la alianza con Tlaxcala que los mexica nunca habiacutean conseguido someter le permitieron seguir una ruta hacia Tenochtitlan a traveacutes de un territorio relativamente acogedor Tambieacuten se dotoacute de un ejeacutercito de refuer-zo entre la poblacioacuten indiacutegena deseosa de vengarse contra Moctezuma y la eacutelite mexicardquo (Elliot 1990)

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ldquola noche tristerdquo ocurrida en el antildeo 1520 A partir de alliacute los mexica se organizaron en una resistencia que a pesar del cerco impuesto por los espantildeoles a su alrededor bajo el mando de Cuauhteacutemoc ele-gido sucesor de Moctezuma se niegan a capitular aunque al cabo de tres meses la ciudad asolada por la peste de la viruela hace que la resistencia mexica se debilite hasta resquebrajarse

La ocupacioacuten espantildeola suscito muacuteltiples resistencias desde el espacio maacutes septentrional hasta el sur de los actuales estados de Chile y Argentina estos dos extremos en los primeros antildeos de la ocupacioacuten como lo sentildeala Nahtan Wachtel (1976) se constituiriacutean en espacios perifeacutericos como ldquoguerras fronterizasrdquo En tal sentido esto nos provee dentro de la historiografiacutea un criterio para acer-carnos al estudio de este tema basado en la loacutegica centro-periferia En estos casos se constituyen en ldquocentrosrdquo los espacios maacutes poblados como lo seriacutean el centro del actual Meacutexico en aquel momento habi-tado por una confederacioacuten de tribus con su capital en Tenochtitlaacuten y el radicado en la regioacuten andina bajo el poder del Inca con su cen-tro en el Cuzco

Considerando el criterio de periferia en el primer arco de con-quista que se extiende hacia el norte encontramos otro escenario de resistencias para el avance espantildeol se trata de la Guerra de Mixtoacuten alejados de los nuacutecleos poblados se extendioacute por las montantildeas de Mixton Acatic Nochistlan y Cuinao y tuvo lugar entre 1541-1542 se trata de una resistencia gestada en las fronteras estimulada por hechiceros que anuncian la llegada de nuevos tiempos Estos pre-dicadores pertenecientes a ldquotribus salvajesrdquo de acuerdo a los relatos oficiales anunciaban la venida de Tlatol acompantildeado por todos los ancestros resucitados se trata de un retorno al pasado estimulando a la poblacioacuten india a rechazar la cultura invasora y promover la restauracioacuten de la tradicional profesando la violencia directa hacia los invasores (Barral Goacutemez 1992)

Las guerras chichimecas tienen continuidad luego de los en-frentamientos de Mixtoacuten se trata de otra de las disputas que ocurre en las periferias en lo que se construiraacute como la frontera minera La lucha se desarrolloacute a partir de 1550 con dos momentos culmines en 1560 y 1580 La poblacioacuten que se encontraba en estas aacutereas -zona septentrional de Zacatecas y San Martiacuten donde se alojaban las prin-cipales explotaciones mineras- se corresponde con una forma de organizacioacuten noacutemade fragmentada en tribus por ello los aztecas

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los denominaron ldquochichimecasrdquo aquellos que escaparon de su orga-nizacioacuten poliacutetica e influencia cultural e ignoraban o no practicaban la agricultura y se abocaban a la caza de ciervos liebres ratones o serpientes

Las zonas de fronteras se convirtieron en verdaderas espacios de caza de ldquoesclavosrdquo que cubriacutea las necesidades de todo Meacutexico A partir de 1570 los espantildeoles instalaron los ldquopresidiosrdquo y sus soldados se dedicaron a la caza de indios pero estos resistieron y mejoraron sus teacutecnicas de guerra tomando elementos como el caballo adap-tando su forma de lucha al uso de este animal como medio de trans-porte y como parte de la guerra aumentado su movilidad e impacto

En este mismo proceso de resistencia a la ocupacioacuten e invasioacuten europea encontramos en el segundo arco de conquista que parte de Panamaacute hacia el Peruacute la resistencia que se inicia en un aacuterea central con Manco Capac en Peruacute en el antildeo 1536 y la formacioacuten del Esta-do Neoinca en Vilcabamba que se prolonga hasta 1572 vinculado al movimiento milenarista Taqui Ongo contemporaacuteneo al primero desarrollaacutendose entre 1564-1565

Resulta confuso pero aunque sean contemporaacuteneos hay di-ferencias relevantes que sentildealar entre ambos (Taqui Ongo y el Es-tado Neoinca) El Estado Neoinca es expresioacuten de una situacioacuten de rechazo a la situacioacuten colonial que comienza cuando Manco Inca heredero del imperio inca utilizoacute la codicia de los espantildeoles para librarse de ellos y salir de Cuzco con el pretexto de buscar oro y asiacute afincarse en el valle de Yucay Aprovechando la partida de Almagro a la conquista de Chile y la estadiacutea de Pizarro en Lima reuacutene un ejeacutercito de 50000 hombres y pone sitio al Cuzco desde marzo de 1536 hasta abril de 1537 A pesar de su fracaso organiza una rebe-lioacuten general en base a las guerras de escaramuzas y teniendo como refugio la sierra

Tras los embates de Almagro Manco Inca se repliega a la mon-tantildea en la regioacuten de Vitcos en la provincia de Vilcabamba centro de resistencia inca desde 1537-1572 Esta rebelioacuten tiene como nodo el culto al Inca hijo del sol es alliacute donde encontramos presente la reivindicacioacuten de sus sistema de creencias con un feacuterreo rechazo al cristianismo

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Ante el asesinato de Manco Inca le sucedioacute Sairy Tupac su hijo me-nor de edad y aunque este se alioacute a los espantildeoles tras su muerte (1560) Titu Cusi sobreviene y restaura la poliacutetica de resistencia de Manco quien fuera su padre poliacutetica que seguiraacute tambieacuten el nue-vo sucesor Tuacutepac Amaru Se mantuvo al frente del estado neoinca pero su intervencioacuten fue breve las expediciones espantildeolas fueron favorecidas por las epidemias desbaratando la resistencia de Vilca-bamba

Entre 1560-1570 se da la crisis del mundo indiacutegena de la cual advierte Wachtel (1976) por lo que aparece un movimiento que intentoacute reafirmar o rescatar maacutes bien la cultura tradicional en los andes se trata del Taqui Ongo movimiento que surgioacute en el Peruacute central en 1560 entre el descalabro social y econoacutemico que habiacutea producido la ocupacioacuten colonial Este movimiento se separa de la resistencia de Vilcabamba porque se extendioacute maacutes allaacute de ella se define como un despertar de la religioacuten tradicional en guerra contra el cristianismo confronta ambas culturas y excluye toda acultura-cioacuten rechaza los elementos de la cultura que combate es decir la espantildeola ya sea vestimenta religioacuten o haacutebitos A diferencia del Es-tado Neoinca adoptoacute una resistencia sin llegar a la empresa beacutelica Cubiertos de un halo de confianza los seguidores de Taqui Ongo que significa retorno a la tradicioacuten esperaban un acontecimiento sobrenatural que concrete la resurreccioacuten del imperio Inca

A modo de siacutentesis de este breve recorrido podemos sentildealar algunas cuestiones relevantes como las caracteriacutesticas de las pobla-ciones que encontramos en los centros y las periferias Los centros se tratan de poblaciones maacutes amplias tambieacuten maacutes complejas a nivel poliacutetico como econoacutemico ya sea en el caso azteca o inca Mientras que en las periferias encontramos diferentes tribus fragmentadas con un estilo noacutemada lo cual permite constituir fronteras hostiles y poner coto a la ocupacioacuten espantildeola ya que anteriormente supieron poner liacutemite a los dominios de los pueblos de Ameacuterica en expansioacuten

Es destacable coacutemo los milenarismos o las profeciacuteas mesiaacuteni-cas movilizan a estos pueblos donde estaacute presente la figura de un principio unitario que ha de restaurar el orden destruido en este caso por la conquista espantildeola es una concepcioacuten ciacuteclica que en-caja perfectamente con los engranajes religiosos del mundo andi-no (como mesoamericano) sobre todo el caso del ldquoTaqui Ongordquo que anuncian el tiempo de las ldquohuacasrdquo o el retorno del Inca poniendo

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fin al predominio hispano con la venida de un tiempo nuevo (Ba-rral Goacutemez 1992)

El mesianismo aunque manifieste el rechazo a las marcas culturales de los espantildeoles tiene un caraacutecter sincreacutetico con el cris-tianismo ya que por ejemplo quien impulsa el movimiento del Ta-qui Ongo Juan Chocne es ayudado por indias que se hacen llamar Santa Mariacutea o Santa Mariacutea Magdalena una simulacioacuten que quizaacutes intenta asimilar la fuerza del dios cristiano (Wachtel 1976)

De todas las respuestas posibles que los espantildeoles organiza-ron para abatir las resistencias de los pueblos de estas tierras ningu-na fue tan poderosa como la guerra que dieron las bacterias y virus arrojados en este nuevo continente lo cierto es que la disminucioacuten de la poblacioacuten debilitoacute el margen de accioacuten y organizacioacuten de una resistencia maacutes efectiva por parte de los pueblos americanos que se vieron sorprendidos y avasallados por esta nueva realidad De todas maneras como ya hemos sentildealado las estrategias y formas de las primeras resistencias fueron muy heterogeacuteneas y responden a la diversidad de los pueblos que habitaban

El siglo XVII una bisagra que despunta el filo de las instituciones coloniales ante la diversidad eacutetnica y cultural americanaEste apartado pretende visualizar cuaacuteles son aquellas rebeliones que surgen una vez instaladas las instituciones coloniales La ocu-pacioacuten espantildeola cada vez se disemina maacutes la llegada de nuevos contingentes que pretenden hacerse con las riquezas de las tierras americanas genera maacutes tensioacuten en las zonas fronterizas donde los pueblos resisten al filo de las instituciones de dominacioacuten espantildeola

A principios del siglo XVII las llamaradas de las antiguas resis-tencias se siguen expandiendo pueblos enteros como los Acaxeacutees en la sierra de topia actual estado de Durango en Meacutexico atacaban los asentamientos hispanos asaltando e interrumpiendo los caminos intentando debilitar a sus opresores Otros pueblos como los Xixi-mes Coras y Tarahumaras ademaacutes de mulatos y negros se unieron a la rebelioacuten en Durango que concluyoacute en 1618 cuando todo indicio de conspiracioacuten fue aplastado por los espantildeoles Otra gran rebelioacuten

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fue llevada adelante por los indios Guazaparis en 1632 y una deacutecada despueacutes estalla las rebelioacuten de las ldquosiente nacionesrdquo Tobosos Cabe-zas Salineros Mamites Julimes Conchos y Colorados en el actual estado de Chihuahua siendo su principal meacutetodo el de afrentar a los espantildeoles mediante el robo y los asaltos (Barral Goacutemez 1992)

En todas las acciones estos pueblos reclamaban sobre las con-diciones de explotacioacuten a que eran sometidos en el trabajo en las mi-nas ya que las zonas fronterizas se caracterizadas por la extraccioacuten de metales preciosos pero aunque este sea un motivo aparente el fin uacuteltimo que perseguiacutean estos pueblos era la expulsioacuten de los es-pantildeoles conjuntamente con ellos se encarnaba un desprecio hacia la iglesia catoacutelica objetivado en dar muerte a religiosos e incendiar iglesias

Los alzamientos se repetiacutean intermitentemente durante toda la segunda mitad del siglo XVII en general animados por la resis-tencia a convertirse al cristianismo y aunque la actividad de las mi-siones jesuiacuteticas fue profusa en esta regioacuten los indios aparentaban una actitud sumisa para obtener de los frailes objetos metaacutelicos de valor por su novedad semillas de nuevos cultivos pero en su inti-midad conservaban haacutebitos ritos y costumbres arraigadas

Los Hopi y los Zuntildei fueron facciones que conformaron el gru-po denominado por los espantildeoles como ldquoindios Pueblordquo3 afincados en territorio que pertenecen actualmente a los estados norteame-ricanos de Arizona y Nuevo Meacutexico conviviendo con otros grupos como los Acoma Laguna Yemez Queresans Tano Tihua Tehua Tompiro y Piro (Barral Goacutemez 1992) Desarrollaron un complejo sistema de creencias organizacioacuten social y produccioacuten econoacutemica y aquiacute en esta zona la imposicioacuten espantildeola y el aplastamiento que sufrieron en todos estos aspectos termina por minar la poca o casi nula aceptacioacuten que poseiacuteaen los ldquoblancosrdquo entre estos pueblos

La rebelioacuten de los indios pueblo fue un movimiento planeado y estalla ante la fuga de un brujo llamado ldquoPopeacuterdquo que se encontraba en manos de espantildeoles acusado de hereje ante la praacutectica de cultos ancestrales Por diversos medios se gestoacute entre los indios una gran

3 Practicaban la agricultura del maiacutez y de caracteriacutesticas sedentarias esta-ban rodeados de tribus noacutemadas como los apaches mescaleros apaches chirica-huas navajos luchando entre ellos por lo que en un principio la avanzada de los espantildeoles no hizo maacutes que aplacar la belicosidad de estos uacuteltimos por lo cual los denominados indios pueblos no opusieron resistencia (Barral Goacutemez 1992)

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conflagracioacuten concertando el 11 de agosto de 1680 para atacar a los espantildeoles Fue tan fuerte y tan vivo el levantamiento que lleno de muerte todo Nuevo Meacutexico sin que quedara un solo espantildeol vivo Por supuesto la reaccioacuten de los colonizadores no se hizo esperar y en muacuteltiples expediciones doce antildeos despueacutes del primer altercado Diego de Vargas Zapata con 800 soldados a su mando sometieron a la regioacuten nuevamente bajo el yugo hispano

En el otro extremo de los dominios espantildeoles en Ameacuterica emergen a mediados del siglo XVII las sublevaciones de los guay-curuacutees en la gobernacioacuten del Paraguay comparable a las rebeliones que sucedieron en la regioacuten de Quito donde el abuso de los enco-menderos terminoacute con estallidos de violencia para el antildeo 1635 Has-ta en los confines de la selva las tensiones con los pueblos origina-rios producto de la opresioacuten que genera la nueva administracioacuten se acompantildea con la oposicioacuten a los intentos de evangelizacioacuten como el caso del cacique Andreacutes Zampati enemistado con los misioneros franciscanos por la imposicioacuten de la monogamia es por ello que atrajo a misioneros al interior de la selva con la informacioacuten falsa que alliacute se encontraban grupos pasibles de ser cristianizados El fi-nal de este cacique fue en mano de su propio grupo por parte de miembros que siacute habiacutean sido cristianizados Esto se repite en otros movimientos organizados en esta regioacuten (Oliva de Coll 1991)

Es evidente que la tensioacuten no solo se da con el ldquootrordquo en este caso el espantildeol y su cosmovisioacuten sino que se profundizan en el inte-rior de las comunidades conforme avanzan y se consolidan las ins-tituciones hispanocristianas Dentro de estos anaacutelisis se encuentra uno de los casos que retomaremos maacutes adelante con detalle se trata de un punto inflexioacuten en las denominadas guerras calchaquiacutees es-tos pueblos que habitaban el noroeste del actual estado argentino donde un espantildeol Pedro Bohoacuterquez que contrajo matrimonio con la hija de un cacique de la regioacuten presentando al virrey de Lima un plan de colonizacioacuten para esas tierras y viendo fracasar su expedi-cioacuten le propuso el mismo plan al gobernador de Tucumaacuten Alonso de Mercado de Villacorta Para cumplir con su cometido hizo correr el rumor de ser el uacuteltimo heredero de los antiguos incas del Cuzco Asiacute les pidioacute a la poblacioacuten de los valles calchaquiacutees que se convir-tieran al cristianismo todo esto llegoacute a oiacutedos del Virrey que le llamoacute con la intencioacuten de reprenderle pero este no se presentoacute y en 1568 el levantamiento de los calchaquiacutees tomoacute cuerpo Bohoacuterquez intentoacute

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negociar su entrega pero esto no terminoacute con la resistencia calcha-quiacute Las guerras se extendieron por casi seis antildeos concluyendo en 1664 cuando las tropas espantildeolas invadieron el valle y los indios fueron expulsados de sus tierras

Todas las resistencias aquiacute mencionadas que se generan en el siglo XVII son protagonizadas por los pueblos que auacuten no fueron sometidos completamente al dominio espantildeol y que se oponen en algunos casos firmemente a la imposicioacuten religiosa Pero hay faccio-nes que aceptan ldquosincreacuteticamenterdquo la religioacuten cristiana las pautas culturales y morales de los espantildeoles dado lugar al comienzo de la fragmentacioacuten de los pueblos originarios y al nacimiento de algu-nas caracterizaciones como la de ldquoindios amigosrdquo Esto es aquellos que ceden a la dominacioacuten espantildeola para quitarse el yugo de un pueblo vecino o que incluso persiguen conductas que ellos ya aban-donaron como el caso del cacique Zampati capturado por indios cristianizados Esto evidencia el filo de las instituciones coloniales que comienzan a hacer mella en el tejido social de estas sociedades ya sea que esta aculturacioacuten haya sido concebida en el marco de la resignacioacuten o la imposicioacuten

Rebeliones en el siglo XVIIIEste apartado considera recorrer algunos de los episodios represen-tativos que hacen a las rebeliones del siglo XVIII luego de doscien-tos antildeos de luchas que como hemos resaltado adoptaron diferentes estrategias los pueblos americanos sucumbieron ante el desmoro-namiento y la muerte de sus dioses las enfermedades que llega-ron desde el viejo mundo el reacomodamiento econoacutemico y social (Saacutenchez Albornoz 1979) y por supuesto ante la explotacioacuten fiacutesica a traveacutes del trabajo forzado

Como sentildeala Barral Goacutemez (1992) en este siglo se dan una se-rie de movimientos diferentes en intensidad donde el aspecto eacutet-nico se confunde con reivindicaciones sociales y poliacuteticas de todo tipo Las reformas borboacutenicas son un factor preponderante para comprender en parte las formas de resistencias ya que la adminis-tracioacuten colonial busca ajustar controles econoacutemicos y administrati-vos sobre sus dominios creando con dicho propoacutesito nuevos virrei-natos como el de Nueva Granada y el del Riacuteo de la Plata generando conflictos por el establecimiento de nuevas presiones contributivas

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A mediados del siglo XVIII las resistencias de la regioacuten del Peteacuten en la actual Guatemala fueron tenaces en ocasiones violentas en otras pasivas pero siempre en pie de guerra El ejemplo maacutes claro es el la sublevacioacuten liderada por Jacinto Uc de los Santos Canek que ter-minoacute ldquoroto vivo atenaceado quemado su cuerpo y esparcidas sus cenizasrdquo (Oliva de Coll 1991) Las resistencias al reclutamiento for-zoso se seguiacutean dando continuamente en 1730 los indios de Piacutellaro se rebelaron en la real Audiencia de Quito contra el reclutamiento para el trabajo minero y a mediados de este siglo los guaraniacutees se resistieron a ser conducidos a las misiones jesuiacuteticas llevando a cabo la ldquoguerra guaraniacuteticardquo

La administracioacuten colonial se cubrioacute de una pesada maquina-ria burocraacutetica con la esperanza de incrementar auacuten maacutes los in-gresos de la corona intensificando la divisioacuten y especificidad de los funcionarios renovando la mirada sobre las leyes Esto representoacute una amenaza sobre los grupos locales que se habiacutean empoderado a lo largo de dos siglo de ocupacioacuten como los corregidores una figura en la cual los abusos de los encomenderos teoacutericamente encontra-riacutean un liacutemite pero en disonancia con esto monopolizaron el co-mercio con los indios de los pueblos en el llamado ldquorepartimientordquo como una forma de desembarazarse de productos sobrantes produ-ciendo una serie de fuertes resistencias por parte de los indios que eran obligados a obtener productos inuacutetiles o innecesarios

Los corregidores se granjearon la enemistad de muchos secto-res de la sociedad colonial ya que para el buroacutecrata comuacuten este era un comerciante bajo otra apariencia ademaacutes la intensa confronta-cioacuten del mismo con las comunidades indiacutegenas traen consigo en-frentamientos como el liderado por Tuacutepac Amaru

La elevacioacuten del impuesto de alcabala del 4 al 6 que se apli-coacute tambieacuten en la aduanas interiores fue lo que inicioacute las primeras resistencias a estas nuevas imposiciones en Arequipa Huancave-lica y Cuzco bajo el liderazgo de Joseacute Gabriel Tuacutepac Amaru en la provincia de Tinta en 1780 en la cual se mezclaron disputas que manteniacutean en vilo el obispo de Cuzco Moscoso con el Corregidor Arriaga de la provincia de Tinta

La rebelioacuten de Tuacutepac Amaru movilizoacute masas que apuntaban al corregidor Arriaga por los abusos y desmanes y aunque fue ase-sinado en manos de dicho levantamiento su liacuteder aduciacutea que fue

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mandado a ajusticiar por pedido del rey Carlos III Tuacutepac Amaru afirmando su procedencia directa del Inca actuaba en nombre del rey espantildeol

Como sentildealamos al inicio ya no se trata de reivindicaciones eacutetnicas en las rebeliones del siglo XVIII se vuelven cada vez maacutes difusas las alianzas donde sectores empoderados hispaacutenicos apo-yaban las demandas de los indios que veiacutean en cualquier tipo de disturbio un obstaacuteculo para que la nueva reforma administrativa aplicada por los borbones no cumpliera su cometido final

Por otro lado los Curacas fueron los que cuando cayoacute estre-pitosamente el imperio Inca incrementaron su poder volvieacutendose funcionales y funcionarios del sistema colonial convirtieacutendose en pequentildeos sentildeores en su aacuterea de influencia recaudando impuestos personales de los indios consignando el registro de indios para la mita con privilegios respecto al usufructo de tierras y el uso del agua participando en el sistema de mercado espantildeol actuando como un intermediario entre el encomendero y el comerciantes y en ocasiones lo haciacutea de forma independiente suministrando mano de obra india a cambio de pagos en efectivos (Spalding 1992)

Mencionar la naturaleza del Curaca no es un dato menor para comprender al representante de las rebeliones contra el sistema es-pantildeol que tienen lugar en 1780 ya que Joseacute Gabriel Condorcanqui mejor conocido posteriormente como Tuacutepac Amaru era un curaca4 que se dedicaba a la arrieriacutea (transporte de animales y cargas) un negocio que se vio obstaculizado por las reformas borboacutenicas con el aumento de los impuestos (alcabala) sobre todo en las aduanas interiores Por supuesto otra de las inquietudes de este personaje era ser reconocido como descendiente de Tupac Amaru el uacuteltimo inca que sostuvo la resistencia en el siglo XVI en Vilcabamba para reclamar beneficios como el de exceptuar a los indios ligados a su cacicazgo de la obligacioacuten de la mita potosina

Finalmente Joseacute Gabriel fue reconocido por su comunidad como Tupac Amaru y con la miacutestica que representaba logroacute como ya advertimos antes apresar al corregidor y ajusticiarlo aunque lo

4 El curaca desempentildeaba un rol social estrateacutegico Es una figura que sobre-vive a la colonizacioacuten espantildeola ya que estos jefes de origen mestizo o indio cum-pliacutean una funcioacuten muy similar a la que teniacutean en el Imperio Inca pero su poder fue siendo cercenado cuando la administracioacuten espantildeola se consolidoacute como en este caso (Cornblit 1978)

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hiciera en nombre del rey de Espantildea y en contra del mal gobierno de Areche (Cornblit 1978) A la muerte del corregidor la noticia se difundioacute por todo el altiplano se sucedieron saqueos en los obrajes y una exclamacioacuten general en contra de la dominacioacuten espantildeola Pero esto no se constituye como una resistencia con trasfondo de reclamo eacutetnico sobre todo cuando vemos que entre algunos ayu-dantes directos de Tuacutepac Amaru se encontraba en fraile dominico Isidro Rodriacuteguez Fueron muchos los religiosos que apoyaron su mo-vilizacioacuten sobre todo cuando eacutel mismo declaroacute que sus peticiones se centildeiacutean a los maacutes puros ideales cristianos contenidos en las leyes de indias referentes al buen trato del indiacutegena con ello declaraba su acatamiento a la iglesia catoacutelica (Cornblit 1978)

Entendemos que la rebelioacuten de Tuacutepac Amaru no se trata de una resistencia indiacutegena a la dominacioacuten espantildeola sino que para esta etapa (se entiende) es una rebelioacuten contra la figura administra-tiva del corregidor ya que dos de las instituciones maacutes poderosas y que llevaron adelante la ocupacioacuten en estos territorios la iglesia y el rey estaacuten contemplados en el marco de la movilizacioacuten como de factores incuestionables

Resistencias calchaquiacutees y araucanas fronteras de la ocupacioacuten espantildeolaConsiderando esta breve revisioacuten parcial de algunos casos concre-tos que hacen a la resistencia indiacutegena en Ameacuterica ante la invasioacuten espantildeola en este apartado se exponen las caracteriacutesticas y puntos en comuacuten asiacute como diferencias en un anaacutelisis comparado de las gue-rras calchaquiacutees y las guerras araucanas La eleccioacuten de estos casos se debe a que representan fuertes resistencias a las corrientes colo-nizadoras ambas ubicadas en el cono sur del continente produci-das en una zona perifeacuterica y de frontera

Comenzaremos describiendo las caracteriacutesticas de estos pue-blos pertenecientes a las ldquoperiferiasrdquo de los grandes conglomerados culturales (Azteca-Maya-Inca) la impronta que deja la aculturacioacuten espantildeola en ellos considerando los medios de los cuales se apropian para sostener el enfrentamiento y asiacute dirimir puntos de contacto y diferencias entre ambos casos

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Los diferentes pueblos que actuaron en las guerras Calchaquiacutees son caracterizadas por Martiacutenez Sarasola (1992) como pueblos de mon-tantildea Los omaguacas se dedicaban a la agricultura con influencia de las cultura incaica del Tawantisuyo poniacutean en praacutectica la irriga-cioacuten artificial y andenes de cultivo al igual que los diaguitas grupo conformado por parcialidades de lucataos tolombones yocaviles quilmes tafis todas practicaban la agricultura y criaban llamas compartiendo una lengua comuacuten el cacaacute o cacaacuten Identificados como calchaquiacutees se encontraban en noroeste del actual territorio argentino un espacio que comprende las provincias de La Rioja y Catamarca conjuntamente con sectores occidentales de Tucumaacuten y Salta Con las existencia de dos valles el de Hualfiacuten y los llamados valles Calchaquiacutees durante los primeros tiempos coloniales la im-portancia de esta regioacuten se reduce a asegurar la ruta que une Lima y Potosiacute (Lorandi 1988)

Las Guerras Calchaquiacutees fueron protagonizadas por diaguitas y omahuacas Estos uacuteltimos al mando del cacique Viltipoco fueron los que a mediados del siglo XVI se enfrentaron con eacutexito a los pri-meros avances de los espantildeoles en esta regioacuten Aunque la funda-cioacuten de ciudades se constituyoacute en una estrategia fundamental para afianzar el control de la zona por los invasores el desalojo de las co-munidades se da paulatinamente con la fundacioacuten de nuevas ciuda-des impulsadas por los espantildeoles con ello los indios eran sometidos al sistema de encomienda Pero la resistencia no dio tregua y a los omahuaca se le suman los diaguitas al mando de Juan Calchaquiacute quien entre 1561 y 1562 expulsoacute las huestes comandadas por Juan Peacuterez de Zurita enviado desde Chile en 1557 con instrucciones pre-cisas para conquistar y colonizar

Estos sucesos sentildealan para Lorandi (1988) como principal ca-racteriacutestica regional en ese periacuteodo

hellipque los indios persisten en su voluntad de resistir con el propoacutesito de preservar su autonomiacutea y evitar cumplir con las prestaciones que se les pretende exigir a pesar de la multiplicacioacuten de unidades eacutetnicas y de la carencia de poder poliacutetico unificado y permanente o tal vez por esta misma razoacuten es que pueden accionar de tal forma (Loran-di 1988 p 103)

Avanzados los asentamientos coloniales con la fundacioacuten en 1565 de San Miguel de Tucumaacuten y Coacuterdoba en 1573 la misma fun-

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dacioacuten de Salta hacen de la conquista una realidad excepto en el valle Calchaquiacute Las fundaciones de La Rioja en 1591 Nueva Madrid en las puertas del valle de Salta en 1592 y San Salvador de Jujuy en 1593 dejaraacute sentadas las bases definitivas de la ocupacioacuten hispaacutenica en Tucumaacuten (Lorandi 1988)

El servicio personal de los indios se ejerce en funcioacuten de la institucionalidad de la encomienda Para cumplir con las mitas de trabajo a los encomenderos los indios debiacutean pasar largos meses fuera de sus hogares las mujeres fueron sometidas al trabajo textil en los obrajes sin tiempo para dedicarse a sus hijos ni a los cultivos sufriendo la mayor carga tributaria Esta situacioacuten se agrava y pone en vilo a la poblacioacuten para el antildeo 1630 cuando comienzan los gran-des levantamientos

En 1631 el entonces gobernador Felipe de Albornoz organiza la represioacuten del alzamiento en el valle Calchaquiacute derrotando algu-nas facciones Los pueblos del sur del valle logran formar una con-federacioacuten entre los pobladores de Aconquija Andalgalaacute y Hualfiacuten que dan inicio a una gran rebelioacuten liderada por Chalimin (Lorandi 1988) Los espantildeoles se enfrentan en diferentes momentos con los moradores de los valles en 1637 Chalimin es apresado y descuar-tizado por caballos Pero la rebelioacuten no termina los ataques a las haciendas y poblados continuacutean para 1643 el capitaacuten Francisco de Nieva y Castilla consigue capturar a los uacuteltimos rebeldes que fueron desnaturalizados 400 malfines y abaucanes fueron llevados a Coacuter-doba con maacutes de 150 espantildeoles muertos y un nuacutemero desconocido de indios concluyendo esta etapa hasta que doce antildeos despueacutes re-nacen las hostilidades con Pedro Bohoacuterquez a la cabeza5

5 Pedro Chamijo conocido como Pedro Bohorquez llega a Lima en el antildeo 1620 Tratando de hacerse de un espacio propio en el mundo colonial recorre las sierras proacuteximas y se casa con la hija de un mulato duentildeo de una manada de ye-guas Durante ese periacuteodo visita los pueblos y las chicheriacuteas recabando informa-cioacuten sobre tesoros escondidos y paiacuteses legendarios Otra vez en Lima se infiltra en-tre personajes cercanos al Virrey Conde de Chinchoacuten y consigue una entrevista a fin de solicitarle autorizacioacuten y recursos para buscar el Paititiacute El Virrey lo rechaza y luego es apresado pero escapa hacia Larecaja en 1636 es apresado nuevamente por el Virrey Don Juan de Lizarazu pero termina seducido por los argumentos de Chamijo sobre las posibilidades de descubrir el Paititiacute y escribe al Rey y al Consejo de Indias solicitando que se apoye sus proyectos Una vez libre Chamijo se dirige a Potosiacute y a Porco Alliacute embauca al padre Alonso Bohorquez dicieacutendole que pertene-ce a su familia De este encuentro nace el cambio de su apellido y el flamante Pedro Bohorquez ve coronados sus esfuerzos de seduccioacuten con 12 000 pesos que el cura le regala para que lleve adelante su aventura Sus incursiones contra Tarma alte-ran a las autoridades de Lima que enviaron una partida que lo apresa En castigo el Virrey lo deporta al presidio de Valdivia en Chile En Valdivia participa de la

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Don Pedro como seraacute llamado inicia un intercambio epistolar con el gobernador Alonso de Mercado y Villacorta para convencerlo de sus buenas intenciones como espantildeol y como cristiano Este con-creta un acuerdo en un paraje de la actual provincia de Catamarca llamado Pomaacuten Alliacute Bohorquez promete que arrancaraacute a los indios sus secretos sobre las minas y tambieacuten sobre los tesoros que los in-cas habiacutean ocultado antes de su partida siempre que ellos queden convencidos de que las autoridades aceptan sin reparos su condi-cioacuten de descendiente del Inca Como resultado obtiene el recono-cimiento de dos tiacutetulos por uno de ellos se le concede el derecho a disfrutar del tiacutetulo de Inca y se le permite el uso de las insignias correspondientes Por el otro se le otorga el tiacutetulo de Capitaacuten Ge-neral y Justicia Mayor con expresas instrucciones de promover la evangelizacioacuten enviar indios de mita a las ciudades y descubrir las riquezas del Valle (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

Transcurrido un antildeo sin que cambie la situacioacuten Mercado inicia el ataque armado al valle y despueacutes de un primer encuentro obtiene la rendicioacuten de Bohoacuterquez que es conducido a Lima y proce-sado Estos hechos se producen en 1659 pero solo en 1667 rueda la cabeza de este ldquoenemigordquo de la Corona (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

El final de la travesiacutea de Pedro Bohoacuterquez no termina con los enfrentamientos quizaacutes porque como cuestiona Lorandi (1988) este no sea un liacuteder representativo de todas las facciones Represen-ta maacutes bien una construccioacuten espantildeola a la cual le dieron el poder para insertarse en el valle a riesgo de que este hiciese primar sus intereses individuales maacutes allaacute de los acuerdos pactados con espa-ntildeoles o las alianzas logradas con los pueblos del valle Calchaquiacute Pero es en 1664 que el gobernador Mercado y Villacorta vence a los quilmes y yocaviles castigando a los primeros con el desarraigo de sus tierras trasladaacutendolos a Buenos Aires

El caso de la resistencia araucana incluyoacute a mapuches huilli-ches pehuenches puelches ubicados al sur del actual Chile entre

defensa del fuerte asediado por los araucanos construyendo un cantildeoacuten de madera con el que detienen el ataque Confiando en sus buenas intenciones el comandante del fuerte lo autoriza a salir para intentar una negociacioacuten con los indios circuns-tancias que aprovecha para huir Desde Mendoza se dirige a La Rioja Catamarca y Tucumaacuten En su trayecto trata de encontrar adeptos entre los espantildeolesy los in-dios convencieacutendolos de que dispone de secretiacutesima informacioacuten sobre el Paititiacute y deslumbraacutendolos con el relato de sus aventuras (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

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el rio Choapa al norte y el archipieacutelago de Chiloeacute al sur al pie de la Cordillera de los Andes Son pueblos cuya formacioacuten social cultural y econoacutemica se basaba en una incipiente praacutectica de la agricultura practicando el cultivo de la papa y el maiacutez complementada por la caza pesca y la recoleccioacuten Su patroacuten de asentamiento respondiacutea al de ldquopequentildea Aldeardquo y la vivienda ldquorucardquo era de gran tamantildeo rec-tangular y construida con madera reunidos en grupos reducidos y noacutemadesLa actividad beacutelica en estos grupos estaba muy desarrolla-da ya que habiacutean resistido a la penetracioacuten Inca ademaacutes que eran comunes los enfrentamientos intestinos y su organizacioacuten social respondiacutea a ello los jefes guerreros el conjunto de la comunidad y los cautivos (Martiacutenez Sarasola 2013)

Con la llegada de los espantildeoles se acentuaron estos rasgos la raacutepida adopcioacuten del caballo la vaca cabra y la oveja los convirtioacute al decir de Barral Goacutemez (1992) en ldquoganaderos ecuestres mitad va-queros y mitad guerrerosrdquo La irrupcioacuten de los ldquoconquistadoresrdquo con Diego de Almagro en 1536 que conformoacute la gobernacioacuten de Nue-va Toledo y de Pedro de Valdivia en 1540 en la regioacuten de Chile dio como resultado el primer gran enfrentamiento bajo el liderazgo de Caupolicaacuten Lautaro hijo del cacique Carintildeancu un antiguo criado de Valdivia que fue apresado y muerto en manos de los indios en 1553

En 1550 Valdivia logroacute instalar a las orillas del Biobiacuteo el fuer-te de La Concepcioacuten gran parte de la poblacioacuten picunche y hulliche es capturada y puesta bajo el reacutegimen de encomienda Pero los mapuches se resistieron y asesinaron al jefe invasor (Martiacutenez Sarasola 2013)

Luego de estos episodios la gobernacioacuten de Martiacuten Garciacutea Ontildeez (1592) intenta apaciguar la belicosidad de los indios arauco fundando ciudades y fuertes para reparo de las mismas Con un halo de tranquilidad puso en marcha las minas de Millapoa y Angol lo que dio lugar a la rebelioacuten de 1598 y la consecuente destruccioacuten de las llamadas ldquosiete ciudadesrdquo fundadas al sur del Biobiacuteo Esta vez el ingenio militar del cacique Pelentaru combinaba las rebeliones de huilliches en Osorno Valdivia y Villar al tiempo que atacaban a fuertes y ciudades construiacutean pucaras -empalizadas para asediar a los espantildeoles- a la vez que perfeccionaron las guerras moacuteviles ndashcon-centracioacuten de fuerzas en el ataque y dispersioacuten raacutepida ampliando los frentes- (Barral Goacutemez 1992)

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Con todo ello queda establecida una frontera y se fijoacute un escena-rio para la lucha que desangroacute a los pueblos de la regioacuten sur de los actuales territorios sur de Chile y Argentina hasta el siglo XVIII en el primer caso e inclusive fines del siglo XIX en el caso argentino (Martiacutenez Sarasola 2013)

Con este breve esbozo de las resistencias calchaquiacutees que son apagadas en 1664 y la resistencia araucana que tendraacute maacutes de un siglo de duracioacuten a partir de la derrota calchaquiacute podemos estable-cer algunos puntos de comparacioacuten en torno a ellos

1 Revisar los antecedentes e influencias del imperio inca en estos pueblos se presenta como un punto relevante en los dos casos ya que las sociedades de los valles calchaquiacutees estuvieron influenciadas por el imperio inca sobre todo en el plano productivo y religioso Por ejemplo en el valle de Calchaquiacute las aguas que bajaban como avenidas en la eacutepoca de lluvia se conduciacutean para inundar los campos y las terrazas una tras otra En otras zonas la tecnologiacutea inca hizo posible el cultivo de las tierras alejadas de los cauces fluviales gracias a la construccioacuten de canales de riego Por otro lado la hegemoniacutea inca introdujo en esta aacuterea el cul-to imperial al sol y la luna (Hidalgo 1990) Esta influencia no fue acompantildeada por el sometimiento de los habitantes de valles y quebradas con la entrada de los espantildeoles al escenario poliacutetico en 1535 probablemente porque estas parcialidades principalmente los diaguitas eran general-mente autoacutenomas y careciacutean de un foco centralizado de poder poliacutetico es decir las parcialidades podiacutean enfren-tarse entre siacute formando alianzas temporales plurieacutetnicas bajo condiciones de guerra semipermanente cuando el maacutes prestigioso de los jefes militares aliados era elegido para que mandara sobre el resto (Hidalgo 1990) Que fue lo ocurrido ante la presioacuten de las huestes hispaacutenicas en la regioacuten Pero en los casos de los atacama los humahuaca y posiblemente tambieacuten los calchaquiacutees el poder de un cu-raca principal se extendiacutea maacutes allaacute del radio de su propia comunidad incluyendo no soacutelo las colonias alejadas sino tambieacuten diferentes grupos eacutetnicos

En el caso de las diversas parcialidades que formaron parte de la resistencia Araucana trataacutendose de grupos auacuten maacutes dispersos

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estos se resistieron a la penetracioacuten del imperio inca pero solo los mapuches en los del valle de Mapocho adaptaron la tecnologiacutea inca al espacio productivo logrando extensas superficies de tierra de regadiacuteo Aun asiacute los intentos de dominacioacuten en 1447 por los incas solo exacerbaron la belicosidad de estos pueblos experiencia con la cual se enfrentariacutean a los espantildeoles (Martiacutenez Sarasola 2013) El resto de las parcialidades picunches y huilliches practicaban una agricultura extensiva de roza y quema Por esta razoacuten la agricul-tura no permitiacutea alcanzar la densidad de poblacioacuten o la estabilidad que proporcionaba la agricultura hidraacuteulica intensiva un condicio-nante que se reflejaba en la caracteriacutestica distribucioacuten dispersa que presentaban los asentamientos araucanos y sus campos de cultivos Asiacute como la dependencia a la caza y recoleccioacuten para complemen-tar esta praacutectica (Hidalgo 1990)

Esta organizacioacuten dispersa de la produccioacuten y la consiguiente organizacioacuten poliacutetica basada en el lebo una unidad que comprendiacutea sucesivamente siete u ocho cabi o divisiones menores cada una con su propio ldquosentildeorrdquo (Hidalgo 1990) Realza el caraacutecter esquivo de estos pueblos para someterse a cualquier tipo de dominacioacuten y es por este motivo que los enfrentamientos con las huestes espantildeolas se exten-dieron hasta el siglo XVIII

En ambos casos la influencia del poderiacuteo incaico es visible en aspectos culturales o productivos pero las diferencias en cuanto a la organizacioacuten poliacutetica-militar y su aislamiento respecto al poder central del Tawantisuyo establece un punto en comuacuten de los pue-blos que protagonizaron las resistencias calchaquiacutees como arauca-nas quizaacutes fue justamente ese mosaico de diferentes organizacio-nes poliacutetico-militares que les permitieron no caer a los pies de los invasores como lo sucedido en el imperio inca

2 La posicioacuten geograacutefica de estos pueblos es otro punto inte-resante de esta comparacioacuten puesto que se vuelve estra-teacutegica ambos estaacuten alejados de los centros maacutes poblados y de principal intereacutes para los espantildeoles que en la primera etapa se redujo a la extraccioacuten de metales preciosos Pero los valles donde se establecieron las parcialidades que formaron parte de las guerras calchaquiacutees estaban en el camino que uniacutea las rutas de Lima a Potosiacute por ello asegu-rar este trayecto se presentaba como el principal objetivo para los espantildeoles Asiacute como tambieacuten captar la mano de

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obra que representaban estos pueblos que se resistiacutean a la dominacioacuten y a la explotacioacuten que significaba ser tributa-rios de los espantildeoles y responder a la mita potosina

En ese sentido los araucanos representaban un obstaacuteculo for-midable para el avance de los espantildeoles pero no se estableciacutea como prioridad ya que esta apuntaba a fortalecer los dominios que repre-sentaban ganancias inmediatas Esto quizaacutes seriacutea una explicacioacuten plausible y parcial para comprender por queacute la resistencia calcha-quiacute fue combatida con real encono teniendo como resultado su des-articulacioacuten para mediados del siglo XVII mientras que la resisten-cia araucana se extiende por maacutes de un siglo

3 Continuando con la posicioacuten geograacutefica indagamos en los meacutetodos de lucha utilizados en ambas resistencias y la influencia de la tecnologiacutea europea En el primer or-den se explicita un uso taacutectico y estrateacutegico del terreno en el caso de los calchaquiacutees impidieron que las columnas de espantildeoles ingresen a los valles dejando rodar piedras desde las alturas escarpadas o lanzando flechas solo con un puntildeado de hombres mientras que en las ciudades y caminos utilizaban otras estrategias avanzaban a traveacutes de fugaces ataques sorpresivos con raacutepidas retiradas for-mas que se repiten en territorio araucano las denomina-das ldquomalocasrdquo o ldquomalonesrdquo Ambos casos materializaron su resistencia con grandes similitudes pero tambieacuten es evi-dente en ambos la descoordinacioacuten y los muacuteltiples puntos o frentes de ataque que frenaban su impacto o el eacutexito de estas empresas

Las resistencias araucanas y calchaquiacutees compartiraacuten estrate-gias y tambieacuten armas Un estudio realizado por Rubio Duraacuten (1992) sentildeala que el liacuteder de uno de los uacuteltimos levantamientos calcha-quiacutees cuando se encontraba preso en Valdivia (Chile) aprendioacute a fabricar cantildeones de madera recubiertos con cuero mientras el fuer-te se encontraba bajo amenaza de los indios araucanos Este espantildeol -Pedro Bohoacuterquez- trasladoacute estrategias de lucha utilizadas por los espantildeoles en la frontera araucana hacia la frontera que constituiacutean los valles calchaquiacutees pero estas nuevas armas fueron utilizadas por sus seguidores los calchaquiacutees contra la expansioacuten del dominio colonial

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Otro de los elementos que es de vital importancia sentildealar es que la adopcioacuten del caballo que transforma el entorno cultural de estas poblaciones en lo que algunos autores han de llamar ldquoel complejo ecuestrerdquo Esta relacioacuten hom-bre-caballo mejoraron las teacutecnicas de caza colectiva se complejizoacute la organizacioacuten social y se reunieron bandas de hasta 500 individuos se ocupa maacutes territorio la ins-titucioacuten del cacicazgo antes laxo se vuelve maacutes general Sobre todo se reorganiza la forma de hacer la guerra a partir del uso de nuevas armas ofensivas y defensivas (la armadura de cuero de caballo) (Martiacutenez Sarasola 2013 pp 183)

La aculturacioacuten en el caso de los araucanos tiene un sen-tido opuesto mientras que para la mayoriacutea de los pueblos que fueron sometidos al dominio espantildeol la aculturacioacuten significoacute la adopcioacuten de la cultura dominante y el aban-dono de las creencias y costumbres de sus antepasados produciendo una ruptura en el orden cultural Para los araucanos la aculturacioacuten es opuesta sirve como un ins-trumento para la revuelta adoptando el caballo enrique-cen sus teacutecnicas a fin de luchar contra la dominacioacuten y defender su tradicioacuten (Wachtel 1976 pp 306-307)

En el espacio araucano se advierte no solo una aculturacioacuten en el flanco militar transformando la organizacioacuten poliacutetica ya que se deja de lado la dispersioacuten habitual de estas tribus para reagrupar-se durante las operaciones militares sino tambieacuten se incorporan los elementos extranjeros en el aspecto econoacutemico con el cambio de cultivos sustituyendo el maiacutez por el trigo y la cebada de madura-cioacuten maacutes temprana para preservar las cosechas de las expediciones espantildeolas que incendiaban los cultivos para dejar sin provisiones a estos pueblos como una forma de combatir la resistencia

Estos tres puntos antes descriptos presentan la construccioacuten de dos fronteras y su permeabilidad La frontera araucana fijada en el siglo XVI generoacute numerosos intereses entre quienes la cus-todiaban comerciantes mercaderes agricultores y ganaderos que abasteciacutean la zona beneficiaacutendose de los gastos que generaban las campantildeas militares alliacute apostadas

Tanto la resistencia araucana como la calchaquiacute se cons-tituyen en zonas de fronteras -pactadas como el caso araucano al sur del Biobiacuteo o moacuteviles como el caso cal-chaquiacute a medida que los espantildeoles cercaban terreno con

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la construccioacuten de ciudades- entendiendo a las fronteras como un espacio donde los procesos de produccioacuten es-tructura institucional y social no se han integrado en la dinaacutemica colonial pero estaacuten en viacuteas de formacioacuten (Rubio Duraacuten 1997 pp 20-21)

Reflexiones finalesA medida que analizamos brevemente los registros y producciones realizados por diversos autores en cada uno de los casos encontra-mos en la primera etapa de la colonizacioacuten en el siglo XVI auacuten viva la referencia a la cultura y a las creencias de los pueblos que encar-nan en movimientos milenaristas presentes en Taqui Ongo como en la guerra Mixtoacuten pero conforme se consolidan las instituciones de dominacioacuten y avanzan los intentos de catequizacioacuten del indio las resistencias se vuelven maacutes difusas en cuanto al nivel de participa-cioacuten asiacute como a las motivaciones o los fines que persiguen Si en el siglo XVI encontramos como moacutevil relevante la oposicioacuten lisa y lla-na a la aculturacioacuten en el siglo XVIII encontramos el sincretismo y la oposicioacuten desde otro aacutengulo en el cual los pueblos se valen de los conocimientos e intereses para emprender acciones hostiles como el caso de la rebelioacuten de Tuacutepac Amaru

Es evidente que ciertos niveles de aculturacioacuten opuesta (Wa-chtel 1977) en muchos casos permiten la prolongacioacuten de la resis-tencia como en la resistencia araucana o la resistencia chichimeca en ambos extremos del espacio americano pero en otros se vuelve un factor que potencia la desarticulacioacuten de los movimientos de re-sistencias La resistencia de los pueblos americanos es explicita en los albores de la ocupacioacuten espantildeola esta es hija de la desesperacioacuten y el rechazo ante la situacioacuten colonial La rebelioacuten es un teacutermino que entendido bajo la oposicioacuten a lo ya instituido podemos aplicarlo a los movimientos que se encuentran hacia el final de la etapa co-lonial

La comparacioacuten de solo algunos elementos entre la resistencia araucana y las resistencias calchaquiacutees tienen este fuerte punto en comuacuten son resistencias en siacute ambos espacios estuvieron expuestos a la avanzada del imperio inca las parcialidades del NOA (Noroes-te Argentino) en muchas ocasiones pactaron y hasta tributaron a la dominacioacuten inca no fue el caso de las parcialidades araucanas pero siacute representaron un liacutemite a la expansioacuten de este gran imperio a finales del siglo XV Estos contactos como afirma Lorandi (1988)

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puede explicar la necesidad de preservar su autonomiacutea a la llega-da de los conquistadores espantildeoles en ambos casos es decir que las zonas perifeacutericas no solo resultaron difiacuteciles de someter al dominio espantildeol porque su poblacioacuten era dispersa erraacutetica o se basaban en firmes creencias ancestrales a las que no pretendiacutean renunciar sino que todo este conjunto de caracteriacutesticas las hicieron regiones poco asequible a sistemas de dominacioacuten anteriores a los espantildeoles como el azteca o inca

En este contexto los araucanos y calchaquiacutees permanecen autoacutenomos y equidistantes a cualquier imposicioacuten y el enfrenta-miento con los espantildeoles recrea estas situaciones de lucha que po-nen en vilo la identidad de estos mismos pueblos que defienden su espacio munido de todos los recursos a los que puedan acceder pro-pios o ajenos

Mapa Resistencias rebeliones y milenarismos (Siglos XVI-XVII-XVIII)

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La reforma de 1918 en su dimensioacuten histoacuterica

Osvaldo Emilio Prieto

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Algunos planteosEl ejercicio de profundizar en ldquohechosrdquo histoacutericos supuestamente conocidos -maacutes allaacute de las importantes investigaciones y escritos especiacuteficos- y gravitantes en nuestros diacuteas requiere de la buacutesque-da de nuevos elementos relaciones asociaciones y permanencias que muchas veces quedan subordinados en los anaacutelisis las necesa-rias relecturas de procesos -con sus complejidades- ante la supuesta centralidad de un episodio es aquiacute de caraacutecter central Este pretende ser el motivo de nuestro abordaje -acorde por otra parte a los re-querimientos de la caacutetedra Historia Americana crisis y organiza-cioacuten -1810-1930- UNRC FCH- orientado a dimensionar lo emergen-te en la ciudad de Coacuterdoba en 1918 como asiacute tambieacuten su inscripcioacuten necesaria en un proceso mayor

En principio la naturaleza de ese episodio que trascendioacute el caraacutecter de tal tuvo como premisa movilizadora central democrati-zar la universidad democratizacioacuten inexorablemente atada a la de la sociedad misma y consecuentemente al ldquodesarrollordquo del sistema poliacutetico las ambiciones se identificaban con un entorno vinculado a la necesidad de barrer con lo heredado En esa tarea el horizon-te percibido por los reformistas universitarios se asociaba a formar ciudadanos con capacidades para desarrollarse como sujetos prota-goacutenicos en la construccioacuten de una repuacuteblica y a la vez partiacutecipes del cambio social Los reformistas pretendieron erigir a la universi-dad en motor de la avizorada o necesaria transformacioacuten histoacuterica

Esquemaacuteticamente y en el marco de una perspectiva histoacute-rica cercana en el tiempo planteamos la idea de que la institucioacuten universidad ha intentado cumplir baacutesicamente un doble papel por un lado como racionalizadora de la realidad por otro tomando dis-tancia criacutetica y planteando instancias alternativas La tradicioacuten re-formista se ha inscripto preferentemente en esta uacuteltima direccioacuten (Biagini 2000b p 47) Desde los inicios ademaacutes se explicitaba en su espiacuteritu la vocacioacuten americanista Conocidos son algunos de los pasajes del Manifiesto Liminar de junio de 1918 -documento inicial de los reformistas- ldquoCoacuterdoba se redimehellip desde hoy contamos para el paiacutes una verguumlenza menos y una libertad maacuteshellipLos dolores que quedan son las libertades que faltanhellip estamos pisando sobre una revolucioacuten estamos viviendo una hora americanahelliprdquo De esta mane-ra saliacutean a la luz pretensiones sociales -cambio social- emancipato-

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rias -enfrentando poderes de la eacutepoca- y americanistas -la reforma trascendiacutea las fronteras- ademaacutes de los contenidos pedagoacutegicos y administrativos inscriptos en los objetivos primeros de la reforma Cierto revisionismo histoacuterico aunque muchas veces criacutetico del pro-ceso esgrime el tiacutetulo de ldquoLa Revolucioacuten Universitaria de 1918rdquo (Ra-mos 2013)

En base a estas premisas ldquomacrordquo se pensaba que uno de los puntos de partida era claro estaacute reformar o ldquorevolucionarrdquo la uni-versidad partiendo de la tan preciada ldquoautonomiacuteardquo no para aislarse del Estado aunque siacute se avizoraba la necesidad de una autarquiacutea administrativa pedagoacutegica y econoacutemica sino para ejercer dicha autonomiacutea maacutes allaacute de cualquier gobierno de turno o ldquodominacioacuten hegemoacutenicardquo -por caso la dominacioacuten oligaacuterquica que por la fecha se estaba resquebrajando- La autonomiacutea universitaria se fundaba en la necesidad de impedir que los vaivenes poliacuteticos se traduzcan en cambios arbitrarios o usos poliacuteticos de la institucioacuten situaciones que alteraban la vida universitaria y con ello su ldquomisioacuten histoacutericardquo El mejoramiento del mismo horizonte acadeacutemico la libertad acadeacute-mica no debiacutea ser entorpecida por los poderes ldquoextramurosrdquo todo en un contexto en el cual una educacioacuten arcaica en una eacutepoca de cambios era denunciada La autonomiacutea en materia poliacutetica docente y administrativa se dirigiacutea a diferenciar en uacuteltima instancia Esta-do de gobierno siendo la misma universidad parte del primero -con su autonomiacutea- pero no subordinada o directamente influenciada o alterada en su misma autonomiacutea por gobierno alguno

Todos estos planteos se inscribiacutean en las demandas de cambio social la gratuidad de la ensentildeanza la extensioacuten universitaria -re-lacionada al cambio social- la mancomunioacuten con sectores obreros y una insistente preacutedica de unidad latinoamericana antiimperialista Este esbozo nos sirve para presentar la razoacuten de ser de la reforma nos adelanta la perspectiva -vitalista e idealista- de un largo camino iniciado en Coacuterdoba a recorrer por nuestras universidades camino que se proyectoacute a nuevas generaciones y que encontroacute seguidores como detractores sus criacuteticos y sus mismos revisionistas Lo cierto es que maacutes allaacute de los posicionamientos de nuestras criacuteticas e in-cluso de sus sepultureros nos encontramos con que a partir de la reapertura democraacutetica de 1983 la reforma iniciada en Coacuterdoba no gozaba de buena salud pero estaba viva Obviamente maacutes allaacute de nuestra perspectiva histoacuterica hoy como ayer la universidad argen-

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tina necesita de un fuerte replanteo propio de una permanente y necesaria dinaacutemica de pensarnos y repensarnos dentro de la insti-tucioacuten

En el presente escrito aparecen criacuteticos al reformismo -maacutes allaacute de las obvias impugnaciones clericales manifiestas en el pe-rioacutedico cordobeacutes Los Principios desde los inicios del proceso- y sus modalidades como tambieacuten los criacuteticos -o auto-criacuteticos- dentro del mismo reformismo de los mismos gestores del movimiento ante hechos contradictorios ante caminos desvirtuados Muchos resal-taron la circunstancia de la misma participacioacuten de los reformistas en el golpe del treinta contra Hipoacutelito Yrigoyen -la contradiccioacuten maacutexima la Federacioacuten Universitaria Argentina se lanza a la huelga no ya contra la oligarquiacutea- otros orientaron sus criacuteticas sentildealando que nunca se llegoacute a superar el divorcio entre mundo intelectual y ldquopueblordquo meta sustancial del reformismo no faltaron las criacuteticas al excesivo idealismo ldquopequentildeo-burgueacutesrdquo o ldquoizquierdosordquo Con todo nos resulta interesante los profundos y contundentes planteos que fueron surgiendo de las propias praacutecticas reformistas por reformis-tas antildeos despueacutes del suceso Es asiacute que su principal referente Deo-doro Roca convocaba a traveacutes de la revista Flecha (1935) a varios y destacados compantildeeros reformistas (como Saul Taborda Julio V Gonzalez Gregorio Bermann Sergio Baguacute Paulino Gonzalez Alber-di Juan Filloy Dardo Cuacuteneo) a contestar una encuesta en torno a cierto balance del proceso

Ya en los treinta del siglo pasado el riesgo de perder o la re-signacioacuten de haber perdido sus principios originales era la preo-cupacioacuten o la postura concreta y fundada la necesidad de superar una ldquorevalorizacioacuten conservadorardquo de la reforma en torno a logros pedagoacutegicos o administrativos era y es en nuestros diacuteas motivo de anaacutelisis transversal1 Lapidario fue el posicionamiento de uno de sus

1 Reflexiones criacuteticas marcaron escritos como los del propio Deodoro Roca (El drama social de la Universidad Ed Universidad de Coacuterdoba 1968 Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria Ed Universitaria de Coacuterdoba 1998 Las obras y los diacuteas ed Losada BsAs 1945 Prohibido prohibir Ediciones La Bastilla BsAs 1972) de Julio V Gonzaacuteles (1945 Teoriacutea y accioacuten de la Reforma Claridad BsAs) o Gabriel del Mazo (comp La reforma Universitaria tres tomos editorial del Cen-tro de Estudiantes de Ingenieria 1941 y dos tomos 1968 La reforma universitaria y la universidad latinoamericana tres tomos Compantildeiacutea Editora y Distribuidora de Plata) todos reformista de primera liacutenea Debemos citar obras como la de Dardo Cuneo (comp de La Reforma Universitaria Biblioteca Ayacucho) y maacutes cercanas en el tiempo como las de Neacutestor Kohan (Deodoro Roca el hereje ed Biblos Bs As 1999) Roberto Ferrero (Historia criacutetica del movimiento estudiantil de Coacuterdoba Alcioacuten Edi-tora Coacuterdoba 1999) o los escritos de Hugo Biagini (como La reforma universitaria

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protagonistas Julio V Gonzalez en La Universidad Teoriacutea y accioacuten de la Reforma en donde se denuncia la destruccioacuten de las ilusiones iniciales contenidas en el Manifiesto original Desde una visioacuten re-formista criacutetica y profunda la misma reforma habiacutea perdido su po-tencial convirtieacutendose en siacutembolo del status quo (Galfione 2002 p 692)

A veces los hechos que marcan una eacutepoca de cambios o un cambio de eacutepoca son resultados de un proceso histoacuterico lento como tambieacuten acelerados en otras ocasiones o escenarios La Reforma de 1918 en tanto hecho histoacuterico ldquoemergenterdquo en la ciudad de Coacuterdoba es eso mismo un ldquoemergenterdquo de un proceso histoacuterico marcado por la ldquointerseccioacutenrdquo de este mismo suceso con otros a nivel latinoame-ricano y europeo un proceso signado por la ldquocrisisrdquo de un modelo de Estado el denominado Estado Oligaacuterquico crisis que en el caso argentino mucho tuvo que ver el mismo proceso inmigratorio y sus derivados y como en toda eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca por la circulacioacuten o movimientos de ideas que influyeron pero que tam-bieacuten emergieron o eclosionaron en Coacuterdoba en el antildeo 18 del siglo pasado

Es necesario sentildealar entonces que maacutes allaacute de profundizar en el hecho en siacute y en su autenticidad nos interesa en esta oportu-nidad abordar a la Reforma Universitaria de 1918 y al movimiento reformista con epicentro en la ciudad de Coacuterdoba dedicando un es-pacio significativo al contexto mayor en el que se produce contexto marcado por un proceso de ldquocrisis de la dominacioacuten Oligaacuterquicardquo a principios del siglo XX (proceso inserto a su vez en el movimien-to de ideas o espacios intelectuales que marcan los inicios del siglo pasado) y por acontecimientos mundiales de considerables reper-cusiones Esta perspectiva no nos impide posicionarnos a partir de esa relectura necesaria desde nuestros tiempos lo que implica tam-bieacuten repensarnos como miembros de una institucioacuten universitaria nuestro mundo de la vida nuestra historia en marcha

Los hechosLa Universidad de Coacuterdoba fundada en 1613 era la maacutes tradicio-nal y antigua de las universidades argentinas del momento (Bue-

Antecedentes y consecuentes Leviataacuten coleccioacuten ldquoEl hilo de Ariadnardquo BsAs 2000) que delinean el panorama

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nos Aires -1821- y La Plata -1890-) La misma ciudad representaba cierta estirpe tradicional colonial con renombrados personajes sociales que prestigiaban su abolengo su ldquopurezardquo aun el preclaro hijo de Coacuterdoba y terrible embrolloacuten Dalmacio Veacutelez Sarsfield debioacute probar la ldquolimpieza de sus estirperdquo para obtener las preciadas ldquoborlas de doctor en la ilustre Casa de Trejordquo (Riacuteos 1960 p 12)

En la Coacuterdoba de 1918 sobreviviacutean caracteres de la comuni-dad aldeana y orgullosa del siglo XIX una Coacuterdoba ajena a las ldquotur-bulencias cosmopolitasrdquo de Buenos Aires una sociedad exclusiva y altanera con rasgos virreinales aferrada al pasado y desconfiada de herejes y extrantildeos la Universidad era su orgullo Sin embargo algu-nos ldquoaires de cambiordquo se hicieron presentes

Los severos claustros de la Universidad de Coacuterdoba ya habiacutean visto atravesar a la generacioacuten revolucionaria del 80 Desde Coacuterdoba Juaacuterez Celman Caacutercano y sus joacuteve-nes amigos habiacutean enfrentado al espiacuteritu ultramonta-no con las ldquoideas nuevasrdquo Coacuterdoba habiacutea sido el cuartel poliacutetico general del ejeacutercito roquista en la lucha contra Buenos Aires Coacuterdoba habiacutea iniciado el movimiento de modernizacioacuten de la legislacioacuten civil y parte de su clero habiacutea respondido con la Contrarreforma que hace crisis al publicarse la Pastoral del obispo Clara y la expulsioacuten del nuncio en 1884de sus sierras habiacutea bajado el joven Lugones con sus Montantildeas de Oro en el bolsillo para ad-mirar a la Buenos Aires mercantil con sus alejandrinos deslumbrantes Pues en Coacuterdoba entre borlas y teoacutelogos viejos federales y nuevos radicales se disputan la primo-genitura espiritual de la provincia y del paiacutes la ldquogente de-centerdquo beata y formal y el paiacutes nuevo que pugnaba por incorporarse La Reforma del 18 no es una explosioacuten ines-perada es una continuacioacuten lo que ignoraraacuten siempre los ldquoreformistasrdquo posteriores (Ramos 2013 p 185)

Con todo en la ensentildeanza universitaria la impronta catoacutelica era la marca la influencia jesuita insoslayable aunque funcional al Estado provincial y nacional oligaacuterquicos a pesar de ciertas dife-rencias de base con la misma oligarquiacutea -provincial y nacional- y sus proyectos la impronta jesuita siempre con su ldquobajo perfilrdquo se haciacutea sentir La Universidad era por entonces socialmente elitista y acadeacutemicamente escolaacutestica en un contexto signado por la ebulli-cioacuten de nuevas ideas y por la influencias de hechos a nivel mundial -Revolucioacuten mexicana Revolucioacuten rusa efectos de la guerra mun-

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dial- con aires de renovacioacuten Era una institucioacuten para los hijos del poder para los futuros dirigentes de alguna manera se ldquogarantiza-bardquo la continuidad del sistema (Pigna 2017 p 12)

En esa Coacuterdoba explota una situacioacuten que trastorna ese mundo ldquoapaciblerdquo Un breve panorama nos puede ambientar o acer-carnos al clima de la ldquoCoacuterdoba reformistardquo

Desde 1918 muchas ciudades que teniacutean centros univer-sitarios conocieron trastornos ocasionados por la movili-zacioacuten estudiantil La de la ciudad argentina de Coacuterdoba fue el modelo Duentildeos de los locales universitarios y en cierto modo de las calles y plazas aledantildeas los estudian-tes ejerciacutean actos de fuerza relacionados con su aacutembito impediacutean la entrada de determinadas autoridades o de profesores a quienes rechazaban derribaban estatuas descolgaban cuadros arrojaban muebles por la ventana o levantaban trincheras en las calles adyacentes Pero todos descubriacutean en el episodio una cuota de humor y suficiente autocontrol como para temer que el arrebato llegara maacutes lejos Soacutelo ocasionalmente coincidiacutean las al-garadas estudiantiles con movimientos obreros o poliacuteti-cos Pero en la acumulacioacuten de esas experiencias haciacutean sus armas los grupos sociales y poliacuteticos que un diacutea con-curririacutean a formar grandes corrientes de opinioacuten sufi-cientemente poderosas para desafiar las estructuras de poder (Romero 1997 p 307)

Debemos situarnos en el primer gobierno de Hipoacutelito Yri-goyen (1916-1922) el primer gobierno de la Unioacuten Ciacutevica Radical primer gobierno electo por sufragio ldquouniversalrdquo despueacutes de la ley Saacuteenz Pentildea de 1912 lo cual ya nos marca un entorno significativo El origen de la Reforma Universitaria iniciada en la ciudad de Coacuter-doba recibe como data el mes de junio del antildeo 1918 si bien debemos sentildealar algunos hechos inmediatamente anteriores Nos referimos a la huelgas en las Facultad de Derecho de 1903 y de Medicina en 1905 en Buenos Aires o al Primer Congreso de Estudiantes Ame-ricanos efectuado en Montevideo 1908 Pero en lo que hace al acontecimiento mayor lo sucedido en Coacuterdoba debemos sentildealar la conmocioacuten que estalla en esta ciudad a fines de 1917 debido a un hecho puntual la supresioacuten del internado en el Hospital de Cliacutenicas dependiente de la Universidad de Coacuterdoba Las protestas continua-ron en el antildeo siguiente los estudiantes organizaron un Comiteacute pro Reforma que se reunioacute en marzo (teatro Rivera Indarte) el hecho a

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destacar es la huelga iniciada por los alumnos que fundan la Fede-racioacuten Universitaria de Coacuterdoba (FUC) al tiempo que se enviaba una delegacioacuten a Buenos Aires para entrevistarse y pedirle la interven-cioacuten al presidente Yrigoyen

En medio de este ldquoalboroto en la periferia del poderrdquo en don-de tambieacuten se enfrentan masones y liberales -sectores defensores del movimiento- con aquellos sectores clericales reaccionarios se produce la intervencioacuten del gobierno nacional La intervencioacuten a la universidad estuvo a cargo de Joseacute Nicolaacutes Matienzo quien reforma los estatutos permitiendo la eleccioacuten de autoridades para el diacutea 15 de junio En principio se trataba de una solucioacuten o al menos de una salida transitoria al problema En mayo por primera vez se votaron cargos docentes en una universidad Sin embargo los estudiantes denunciaron lo que sumaba lentildea al fuego la eleccioacuten para rector argumentaron estaba ldquomanejada por los Jesuitasrdquo o sectores con-servadores invadieron las sesiones de la asamblea violentamente y se volvioacute a la huelga luego se desconoce al rector electo Anto-nio Nores quien se impone al candidato de los estudiantes Enrique Martiacutenez Paz

La Federacioacuten Universitaria de Coacuterdoba ocupoacute la Casa de Tre-jo En un documento dado a conocer el 21 de junio se demandoacute la participacioacuten de los estudiantes en el gobierno de la universidad vincularla con los problemas de la sociedad involucrar a la juven-tud en la participacioacuten poliacutetica como antesala a la poliacutetica mayor o nacional a la vez que se demostraba vocacioacuten americana en la lucha en base a ideales vinculados al antiimperialismo o a la integracioacuten latinoamericana El documento -cuyo encabezamiento rezaba La Juventud Argentina de Coacuterdoba A los hombres libres de Sud Ameacute-rica- conocido como ldquoManifiesto Liminarrdquo fue redactado por Deo-doro Roca Los cabecillas del hecho -Roca Osvaldo Laudet Alfredo Orgaz Arturo Capdevilla Gabriel del Mazo Saul Taborda entre otros- iniciaban el largo camino reformista

Los estudiantes que tomaron la universidad fueron detenidos despueacutes de la intervencioacuten de fuerzas policiales y del ejeacutercito Final-mente llegoacute a Coacuterdoba el ministro de Justicia e Instruccioacuten Puacuteblica doctor Joseacute S Salinas la juventud le tributoacute un recibimiento triun-fal la reforma estatutaria que llevoacute a cabo el ministro de Yrigoyen fue profunda y satisfizo las aspiraciones de los estudiantes al tiem-

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po que se produce la renuncia en masa del cuerpo de profesores y autoridades de la universidad (Ramos 2013 p 190)

Ese camino iniciado se orientoacute a renovar los programas de estudio a la participacioacuten de los estudiantes en la direccioacuten de las universi-dades a implantar el co-gobierno -graduados docentes y alumnos- a la libertad de caacutetedra en fin a la autonomiacutea Pero el hecho inicial a destacar es que la reforma instoacute a la apertura de la universidad a nuevos sectores sociales esos sectores medios que aspiraban a pro-yectarse no solo en los aacutembitos acadeacutemicos o cientiacuteficos sino al pla-no de la poliacutetica nacional como lo hicieron La reforma iniciaba su camino gravitante en la transformacioacuten del paiacutes

Desde el punto de vista micro intra-universitario los ideales reformistas se erigieron en una guiacutea el trabajo permanente en tor-no a ellos con avances y retrocesos pasoacute a ser parte de la vida mis-ma de la universidad la necesidad constante de la actividad reflexi-va y criacutetica se convirtioacute en parte de esa misma vida universitaria y por supuesto las influencias del ambiente motivo de esas reflexio-nes del pensamiento criacutetico como valor aunque con sus avatares Desde los inicios se combatioacute toda forma de dogmatismo la libertad de caacutetedra -idea basada en la misma honestidad intelectual y en los progresos del conocimiento con la democratizacioacuten como eje- fue una de las banderas iniacuteciales

El movimiento universitario en los comienzos se erigioacute con-tra los grupos dominantes en la universidad consecuentemente el movimiento fue apoyado por un gobierno que en el campo poliacuteti-co a nivel nacional habiacutea enfrentado una situacioacuten similar La Re-forma pasoacute a ser una bandera del radicalismo hasta nuestros diacuteas aunque inicialmente los reformistas se mantuvieron al margen del gobierno nacional y en la praacutectica en un aacuterea perifeacuterica del poder Para algunos del mismo modo que la juventud de mayo o las ul-teriores generaciones como la del 37 (siglo XIX) lo iniciado con la reforma tiene ese potencial formador de identidades sobre la base de cierta ldquomiacutestica juvenilistardquo vinculada primeramente a una suerte de ldquodivorcio generacionalrdquo impregnado de una impronta pluralista tambieacuten inicial alejada de todo a lo que hoy denominariacuteamos pen-samiento uacutenico provenientes de ldquoneoliberalismosrdquo ldquopopulismosrdquo o tendencias ldquofascistoidesrdquo

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Cerramos este apartado citando expresiones de Hugo Biagini consideradas pertinentes en el marco de nuestro escrito

Tenemos ademaacutes quienes han preferido destacar en el credo reformista elementos miacuteticos e intuitivos con un primado de la accioacuten y la emotividad o aquellos que le asignan una impronta ligada al racionalismo y el intelec-tualismo Ideoloacutegicamente se descubren tendencias mo-rigeradas o decididamente volcadas hacia la izquierda inclinaciones vernaacuteculas americanistas y universalistas alternancias liberales y socialistas individualistas o co-lectivistas evolutivas o rupturales Tanto los posiciona-mientos maacutes conservadores como las actitudes fascis-tizantes y el pensamiento ultramontano e integrista no solo han permanecido habitualmente al margen de la Re-forma sino que han sido sus principales adversarios Maacutes allaacute de su vasto espectro filosoacutefico puede admitirse que las fluctuaciones circunstanciales experimentadas por el movimiento reformista lo hayan hecho oscilar entre el academicismo y el politicismo no obstante el tiempo transcurrido o mejor dado la frustrante experiencia re-cogida durante los uacuteltimos veinte antildeos hoy costariacutea mu-cho refrendar expresiones tan categoacutericas como las que vertieron autoridades de la talla de Darcy Ribeiro cuando llegaron a decretar el envejecimiento y la caducidad del movimiento reformista (Biagini 2000b pp 44-45)

El contexto (en torno a la dimensioacuten histoacuterica)

Movimiento de ideas y espacios intelectuales Es posible concebir a los finales del siglo XIX y principios del XX -debido a cambios poliacuteticos nacionales e internacionales a movi-miento y emergencia de ideas o pensamientos que hicieron eclosioacuten en hechos como el de la Reforma Universitaria- como una eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca Un cambio de eacutepoca nos introduce en la presencia de discontinuidades e inestabilidades en un ambiente de transformaciones cualitativas -como tambieacuten contradicciones- pro-fundas En estos teacuterminos es que hablamos de la ldquodimensioacuten histoacuteri-cardquo en la que se inscribe la Reforma del 18

Decimos que en el marco de impugnaciones al sistema vale decir en el marco de los cuestionamientos a la estructura poliacuteti-

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co-institucional a la hegemoniacutea de un sistema de ideas se produ-ce las efervescencias que nos introduce en esas discontinuidades emergentes en un cambio de eacutepoca en la cual se estaacute dejando un momento histoacuterico y nos encontramos al inicio de otro Es la misma ldquovisioacuten de mundordquo -creencias valores principios enfoques- lo que estaacute en juego visioacuten entendida como una ldquoventana conceptualrdquo a traveacutes de la cual interpretamos el mundo tanto para comprender-lo como para transformarlo -ldquolentes culturalesrdquo- Esto se constituye en la herramienta cultural maacutes potente de que dispone un grupo social una comunidad una sociedad para interpretar el pasado el presente y avizorar el futuro -ideologiacutea- Por lo dicho un cambio de eacutepoca establece una competencia entre visiones de mundo en conflicto2

Toda esta concurrencia de factores estaacute atravesada por una dinaacutemica una dialeacutectica recurrente en Ameacuterica Latina los proce-sos modernizadores y las reacciones identitarias En gran medida son contextos en los cuales emergen movimientos de ideas o visio-nes de mundo en conflicto Podriacuteamos decir que en la etapa bajo anaacutelisis estamos en esos momentos histoacutericos donde emergen re-acciones identitarias que van a mutar hacia reivindicaciones o de-mandas sociales poliacuteticas y de cambios institucionales El movi-miento de ideas maacutes allaacute de los conflictos de intereses concretos es lo que engloba procesos de estas caracteriacutesticas

Esbozamos un panorama de cambio siguiendo lineamientos del filoacutesofo e historiador de las ideas Eduardo Deveacutez Valdeacutes quien sentildeala

El pensamiento latinoamericano se constituye no solo a traveacutes de sus permanencias sino tambieacuten a traveacutes de los cambios que le aportan nuevos temas y perspecti-vashellip Los cambios en el pensamiento se dan en diversos niveles el maacutes importante desde nuestra perspectiva es aquel que se produce en las ideas propiamente tales Pero tambieacuten el cambio se da en otras dimensiones la institucionalidad en la que se enmarcan o generan las ideas (universidades sociedades redes intelectuales)hellipPara explicar por queacute se producen los cambios en deter-minadas ocasiones parece necesario combinar al menos

2 Estas apreciaciones son tomadas de Joseacute de Souza Silva 2001 iquestUna eacutepoca de cambios o un cambio de eacutepoca en la Publicacioacuten mensual del Instituto Cientiacutefico de Cultura Indiacutegena Boletiacuten ICCI RIMAY Antildeo 3 Ndeg25 abril red Int Natigweborg boletiacuten25Souzahtml

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tres elementos que deben coincidir Su coincidencia puede generar una nueva onda (identitaria o modernizadora) o producir mutaciones importantes en el interior de la onda hegemoacutenica (por ejemplo traacutensito de un identitarismo cultural a uno social) Para que se produzca este cambio deben coincidir al menos tres factores aparicioacuten de una nueva generacioacuten aparicioacuten de nuevas ideas en el aacutembito internacional explosioacuten de un suceso de gran magnitud que lo precipite (por ejemplo una guerra una revolucioacuten una crisis econoacutemica) El suceso es interpretado como incoherente con las ideas existentes En consecuencia la nueva generacioacuten aprovecha eso toma conciencia de siacute para postular un nuevo modelo-proyectohellip (Deveacutes Val-deacutes 2000 p 21)

En este contexto ubicamos nuestro objeto de estudio La Re-forma de 1918

Hablamos de ldquopensamiento latinoamericanordquo de por siacute la misma expresioacuten contiene su complejidad y sospechas Por nuestra parte podemos referirnos a conjuntos de escritos -aparentemente desconectados- a veces escuelas corrientes de ideas y posiciona-mientos autores temas y propuestas que identifican un momento una generacioacuten y que forman parte o son componentes de cierta identidad intelectual con profundas derivaciones sociales y poliacutetica que identifican entonces una eacutepoca en un espacio determinado y que diferencia a su protagonistas representantes o grupos mayores de otros mundos intelectuales y espacios3 Todos estos elementos son componentes de lo que puede denominarse no sin dificultades y acorde a ciertas periodizaciones ldquopensamiento latinoamerica-nordquo Toda esa ldquoidentidad intelectualrdquo puede plantearse a traveacutes del manejo de problemas conceptos categoriacutea propias que atraviesan diversos discursos en nuestro caso o en nuestro contexto la rei-vindicacioacuten y defensa de lo americano de lo latino de lo indiacutegena de lo propio frente a un ldquoproceso modernizador extranjerizadorrdquo la acentuacioacuten en la justicia la igualdad la liberacioacuten las manifes-taciones y discursos anti-imperialistas latinoamericanistas e inte-gracionistas la revalorizacioacuten de la juventud como base del cambio social en fin toda una ldquoondardquo si bien con antecedentes de peso que comenzoacute siendo identitaria y que termino en lo social con fuertes

3 Seguimos lineamientos derivados de los planteos de Deveacutez Valdes antes citado

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derivaciones revolucionarias o reformistas poliacuteticas e instituciona-les

Nuestro punto de referencia en el marco de lo dicho se rela-ciona con la emergencia de corrientes de pensamiento atravesados por ldquoembestidas generacionalesrdquo marcadas por una dinaacutemica en la cual las juventudes en algunos espacios europeos y maacutes generaliza-do en Ameacuterica Latina adquieren protagonismos con referentes no necesariamente juveniles como tambieacuten nuevas personalidades en ascenso Nos referimos a la Bohemia el Juvenilismo el Idealismo el Modernismo al Arielismo -expresioacuten maacutes englobante- emergentes en el pensamiento de finales del siglo XIX y principios del XX en palabras de Zavala (1977) ldquouna juventud que exigioacute la libertad en todo y como se ha detallado estuvo dispuesta a embestir frontal-mente las mentiras la inmoralidad la mala administracioacuten de la po-liacutetica la hipocresiacutea la pudibundez el clericalismo y tambieacuten a ha-cerse portavoz de las reclamaciones del obrerordquo (p 17) Es en torno a esa ldquorebeldiacutea bohemiardquo como pensamiento alternativo que se va configurando una postura generacional en una suerte de cambio de eacutepoca que impugna el ordenamiento burgueacutes y el espiacuteritu positivo a partir de un discurso contestatario

El centro de convocatoria de esos grupos e ideas pensamien-tos que impregnaron a esa generacioacuten de 1900 tanto en Latinoameacute-rica como en Europa fue Pariacutes la ldquoMeca francesardquo de la Bohemia o de los bohemios de todo el mundo4 Hay un hecho si se quiere bau-tismal de esa vanguardia juvenilista nos referimos a la carta que Emilio Zola publica en 1897 para repudiar el caso Dreyfus dirigida a los estudiantes del Barrio Latino de Pariacutes alliacute se habla del amor a la libertad del potencial de la juventud para combatir a los poderosos y las injusticias de una rebeldiacutea a favor de los humildes y los pue-blos oprimidos a la vez que se convoca a los joacutevenes a construir un mundo nuevo lineamientos fundacionales de su escrito ldquoYo acusordquo

4 En Pariacutes cabeza y corazoacuten de la mundanidad se congregaron los bohemios de muacuteltiples lenguas y nacionalidades personas marginales que invaden el boulevard Sain Michel hellip y contribuyen a forjar el espiacuteritu del nuevo siglo Muchos son artistas veinteantildeeroshellip otros tantos intelectuales y poliacuteticoshellip acudiacutean alliacute para poder expre-sarse sin mayores tapujoshellip en este marco las penurias se haciacutean sentirhellipTales pe-nurias no impidieron que se produjeran diferentes formas de organizacioacuten vecinal El barrio de Montmart fue declarado libre e independiente de FranciahellipEntre las obras maacutes sugerentes que transmiten el enfoque latinoamericano sobre la vida bohemia y el climax parisino hacia el Novecientos se hallan las impresiones de quienes tuvieron ocasioacuten de experimentar de cerca dichos fenoacutemenos singulares Un ejemplo tiacutepico lo brinda el escritor guatemalteco Enrique Goacutemez Carrillo (en Bohemia sentimental)hellip (Biagini 2000a p 33)

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De igual manera en el Modernismo de la mano de Rubeacuten Dariacuteo o en el ldquoarielismordquo representado en la figura del uruguayo Joseacute Enri-que Rodoacute se postula a la juventud como la piedra fundacional de una nueva eacutepoca la ldquomiacutestica juvenilistardquo en su maacutexima expresioacuten Esta es la toacutenica vanguardista decimos que penetra en los movi-mientos juveniles estudiantiles latinoamericanos

El Modernismo se posicionoacute frente al ldquoriacutegidordquo positivismo y en gran medida frente a ldquolo hispaacutenicordquo Si Pariacutes era la ldquocapital uni-versalrdquo Buenos Aires pasoacute a ser su expresioacuten americana o la ldquoAte-nas platenserdquo Dariacuteo integroacute el grupo Ateneo a finales de siglo habiacutea fundado junto con otros compantildeeros la Revista de Ameacuterica en la que se sistematizan las posturas modernistas El nicaraguumlense escri-biacutea en el diario La Nacioacuten perioacutedico que tambieacuten publicaba artiacutecu-los de Emilio Zola En Buenos Aires los joacutevenes (y no tanto) rebeldes rechazaban los clubes de elites para reunirse y ldquodiscutir el mundordquo en los flamantes cafeacutes portentildeos pequentildeas ldquouniversidades popula-resrdquo Uno de los siacutembolos de la eacutepoca siempre sentildealado fue el Cafeacute de los Inmortales Como vemos las derivaciones de esa Bohemia y el Modernismo fueron diversas hasta identificar cierto ldquoorientalismordquo en hombres que participaron de la bohemia francesa como el guate-malteco Goacutemez Carrillo

Todos estos planteos expresaban discursos contestatarios emergentes en torno a una bohemia esteacutetica y social expresioacuten de rebeldiacutea que prendioacute en los ideales juvenilistas -en tanto ideologiacutea que poniacutea a los joacutevenes en el centro de la tarea transformadora- posteriormente en las rebeliones universitarias De todas maneras surgieron las criacuteticas fuertes en torno a lo que se consideraba como cierto elitismo cierto atrincheramiento en la ldquotorre de marfilrdquo las tendencias a convertir a los poetas en ciertas deidades los visos de excentricidad de ldquopequentildeos burguesesrdquo por parte de la bohemia y el modernismo Algunas criacuteticas se dirigiacutean a acusar a los bohemios de intentar erigirse en una ldquoorden de elegidosrdquo en reyes rotosos cuyos harapos filtraban densos rayos de soberbia y desprecio a las ldquomedio-cridadesrdquo (Biagini 2000a p 2)

Antes de seguir delineando el espectro ideoloacutegico ldquomacrordquo en el que se inscribe la reforma del 18 debemos hacer algunas puntua-lizaciones relativas al contenido juvenil inscrito en los umbrales de la creacioacuten de la propia Unioacuten Ciacutevica Radical en Argentina En agos-to de 1889 Francisco Barroetaventildea escribe en La Nacioacuten un significa-

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tivo artiacuteculo titulado Tu quoque juventud (en tropel al eacutexito) artiacuteculo que se constituyoacute en puntal fundamental para las movilizaciones juveniles orientadas a la defensa de derechos principalmente elec-torales En eacutel se critica al uso de la juventud que realizara en esa coyuntura el Doctor Joaquiacuten Nabuco llamando a los estudiante de derecho para el apoyo al presidente Juaacuterez en los inicios de la crisis (1890) al tiempo que se incita a la juventud a elevar el espiacuteritu mo-ral y ciacutevico contra los abusos autoritarios Alrededor de Francisco Barroetaventildea se constituyoacute en ese antildeo la Unioacuten Ciacutevica de la Juven-tud pieza fundamental en la estrategia y acciones posteriores que daraacuten inicio y sustentaraacuten a la UCR

Significamos por lo sentildealado en paacuterrafos anteriores que todo este ambiente ldquoregeneracionistardquo prendioacute en un espectro ideoloacutegi-co latinoamericanista que atravesoacute la obra de diversos escritores y las bases de distintas acciones o fuertes movidas socio-poliacuteticas de principios del siglo XX nos referimos al ldquoArielismordquo El uruguayo Joseacute Enrique Rodoacute escribe Ariel en 1900 realizando una alegoriacutea de la obra de Shakespeare La Tempestad y sienta las bases de un ideario latinoamericanista antinorteamericano y democraacutetico que marca-raacute a la intelectualidad de las primeras deacutecadas del siglo XX5

Rodoacute (1871-1917) simboliza en Ariel una guiacutea a seguir en pos de una Ameacuterica Latina libre y unida a partir de basamentos vincu-lados a la razoacuten la inteligencia la juventud los objetivos de libera-cioacuten personificados en el mismo Ariel devenido para el uruguayo en una suerte de paradigma orientador paradigma que adquirioacute prestigio en el mundo intelectual -un ldquocoacutemico prestigiordquo expresoacute el historiador Jorge Abelardo Ramos al criticar al arielismo- y que ex-perimentoacute algunas bifurcaciones que marcaron la base de pensa-mientos de movimientos como los estudiantiles indigenistas anti-

5 En La tempestad Proacutespero un priacutencipe desterrado por oscuras conspira-ciones toma posesioacuten de una isla a la cual atrae a sus enemigos (con la ayuda de Ariel) haciendo uso de ldquopoderes maacutegicosrdquo escenario en donde organizaraacute su ven-ganza La posesioacuten de la isla significoacute dominio sobre antiguos habitantes dominio simbolizado en Calibaacuten (el dominado) personaje que encarna la rebeldiacutea como tambieacuten la torpeza y la barbarie en el drama Shakespiriano Proacutespero esclaviza a Calibaacuten utilizando dichos poderes Junto a Proacutespero encontramos al otro perso-naje Ariel una suerte de espiacuteritu ldquogenio incorpoacutereo del airerdquo representante de la sabiduriacutea la inteligencia el coraje en la accioacuten el buen gusto consejero y servidor de Proacutespero al cual se subordina para concretar su plan como tambieacuten para neu-tralizar la rebeldiacutea de Calibaacuten El objetivo de Ariel es lograr su liberacioacuten prometida una vez concluida su venganza la cual termina siendo una suerte de perdoacuten (la vuelta a la calmahellip despueacutes de la tempestad) incluso el perdoacuten y la liberacioacuten de Calibaacuten

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imperialistas etc El buen gusto la idea de belleza se convierten en Rodoacute en aspectos relativos a nuestra definitiva emancipacioacuten Una perspectiva esteticista de ldquolo nuestrordquo es lo que muestra como res-puesta a la invasioacuten de una ldquoesteacutetica heterogeacuteneardquo la de los ldquootrosrdquo la de Calibaacuten identificado con el utilitarismo y el materialismo an-glosajoacuten -expresioacuten esta uacuteltima obviamente no relacionada con una postura filosoacutefica- con el imperialismo yankee la ldquonordomaniacuteardquo la barbarie -vale como antecedentes posiciones como las de Rubeacuten Dariacuteo que identificaba lo ldquocanibalezcordquo con lo norteamericano- Se insinuaba a traveacutes de Ariel una suerte de reconversioacuten de la claacutesica dicotomiacutea ldquocivilizacioacuten-barbarierdquo Las criacuteticas posteriores a la obra de Rodoacute y a sus usos fue considerable -principalmente en lo relativo a sus reservas respecto a ciertas formas de democracia que deven-driacutean en tendencias igualitaristas en lo mediocre- pero lo cierto es que el escrito del uruguayo se valorizoacute se significoacute y se resignificoacute marcando una eacutepoca de cambio Ariel inicia el siglo XX

En principio fue todo un posicionamiento identitario luego se hizo maacutes social conforme avanzaba el siglo En Motivos de Proteo una obra de 1909 Rodoacute plantea la necesidad del cambio como un ideal tanto para los individuos como para los pueblos Deveacutes Valdez afirma

El primer arielismo maacutes espiritualista e individualista asiacute como fuertemente culturalista se hace maacutes social Rodoacute probablemente se ha hecho cargo de una serie de criacuteticas y se ha permeabilizado al ambiente que en el pensamien-to latinoamericano hacia 1910 se carga de ideas sociales y tiende a proyectarse socialmente (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 31)

Es asiacute que el autor citado habla de un ldquoarielismo de izquierdardquo

A partir de la segunda deacutecada del siglo se empieza a bi-furcar la herencia de Rodoacute en los arielistas de izquierda y los de derecha Es probablemente en Peruacute donde esta divisioacuten se da con maacutes nitidez en los antildeos 20 se desarro-lla la posicioacuten indigenista y aprista asiacute como el marxismo peruanizado por otra parte surge el hispanismo con-servador que se emparienta maacutes tarde con el fascismo el franquismo La corriente identitaria fue dividieacutendose en otras partes de manera similar hacia la izquierda los estudiantes reformistas de la Argentina los reformistas peruanos Julio Antonio Mella en Cuba Gustavo Nava-

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rro en Bolivia La tendencia derechista continuoacute maacutes ape-gada a la visioacuten culturalista la izquierda se fue volviendo maacutes social retrabajando la perspectiva identitaria que veniacutea desde Martiacute y Rodoacute a traveacutes de Joseacute Vasconcelos cuya obra La raza Coacutesmica es la de mayor significacioacuten continental por esos antildeos (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 98)

De la misma manera si seguimos estos planteos del ldquociacuterculo arielis-tardquo agregamos (desde la ldquoizquierda arielistardquo) la formulacioacuten de un arielismo antiimperialista manifiesto en el argentino Manuel Ugar-te por ejemplo En siacutentesis si hablamos de una eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca la obra de Rodoacute marco un hito a nivel de pensa-miento ideologiacutea y accioacuten como tambieacuten de reaccioacuten a los procesos modernizadores o a sus modalidades en curso

El contexto internacionalTodo este contexto ideoloacutegico -movimiento de ideas y proyeccio-nes- se vio potenciado por tres hechos insoslayables nos referimos a la Revolucioacuten mexicana a la Primera Guerra Mundial y a la Re-volucioacuten rusa El ambiente mundial vino a reafirmar la necesidad de cambios -junto al proceso o contexto nacional- manifiestos en los reformistas del 18 Como deciacuteamos hay factores concurrentes que pueden influir en el cambio de eacutepoca o eacutepoca de cambios la aparicioacuten de una nueva generacioacuten el movimiento de ideas a nivel nacional e internacional y la explosioacuten de sucesos nacionales regio-nales e internacionales que incentive los cambios A este espectro podemos sumar otro factor el imperialismo norteamericano

La revolucioacuten mexicana demostroacute contundentemente el res-quebrajamiento o crisis de las modalidades que adquirieron los Es-tados nacionales en su fase de consolidacioacuten a finales del siglo XIX y principios del XX en algunos espacios latinoamericanos nos re-ferimos al Estado Oligaacuterquico o a la dominacioacuten oligaacuterquica Maacutes allaacute de sus particularidades la revolucioacuten mexicana pareciacutea abrir las puertas a cambios sociales profundos Tanto en Argentina como en Meacutexico se trataba de superar esas modalidades de dominacioacuten oligaacuterquica marcada por la impronta positivista a nivel ideoloacutegico en Meacutexico ese resquebrajamiento se produjo a traveacutes de un cambio revolucionario profundo en los planos social poliacutetico y econoacutemico planos atravesados por una matriz agraria al interior una constitu-

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cioacuten social distinta a la Argentina Los revolucionarios mexicanos se oponiacutean a una ldquodictadura positivistardquo de maacutes de treinta antildeos la de Porfirio Diacuteaz en Argentina esa etapa coincidioacute con el ldquoroquis-mordquo etapa que sin llegar a una dictadura al estilo mexicano estuvo signada por los haacutebiles manejos poliacuteticos de la figura de Roca por maacutes de veinte antildeos en la poliacutetica argentina El desplazamiento de la estructura porfirista se dio a traveacutes de una revolucioacuten en argentina la ldquosuperacioacuten del roquismordquo tuvo mucho de cierta evolucioacuten ciacutevica de las sociedades urbanas del paiacutes Con todo los reformistas univer-sitarios se presentaron con una impronta maacutes revolucionaria que reformista tal como se postulaba en el Manifiesto Liminar de junio de 1918

En una leve aproximacioacuten decimos que a principios del siglo pasado Argentina se habiacutea transformado profundamente con la in-migracioacuten con la ebullicioacuten de ideas o ideologiacuteas con la presencia de sectores anarquistas radicalizados y aquellos socialistas con el incontenible crecimiento del radicalismo yrigoyenista panorama que empujaba a posicionamientos dentro de la dirigencia hegemoacute-nica en el sentido de proyectar cierta apertura del reacutegimen a los fi-nes de como se evidenciaba en los hombres maacutes lucidos del mismo de ceder algo para no perder todo Por nombrar uno de los princi-pales Joaquiacuten V Gonzaacutelez se posicionaba y actuaba en este senti-do Es en este marco que la Revolucioacuten mexicana en tanto suceso revolucionario a pesar de las diferencias en la constitucioacuten social y poliacutetica de Meacutexico y Argentina preocupoacute inmediatamente a los sectores del poder Como tambieacuten algunos medios advertiacutean a los gobernantes ante el hecho consumado de la revolucioacuten es el caso de La Prensa que el 30 de mayo de 1911 sentildealaba

Ved el sistema que cae en Meacutexico He ahiacute el ideal de go-bierno fuerte recomendado a la Rep Argentina durante treinta antildeos sistema que lucha todaviacutea para restaurar su imperio protestado constantemente por el pueblo He ahiacute los frutos finales del sistema cuya eliminacioacuten funda-mental en la poliacutetica argentina corresponde a la presiden-cia y a las generaciones de patriotas de la actualidad (en Di Tella 2004 p 129)

Maacutes allaacute de las diferencias es posible comparar cierta ldquoatmoacutes-fera intelectualrdquo que marcoacute a algunos intelectuales revolucionarios

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mexicanos y a los reformistas argentinos6 En ambos casos emerge un discurso que se oponiacutea claro estaacute a la impronta positivista mar-cada por las influencias de Comte o Spencer seguacuten las variantes ideologiacutea que ldquoponiacutea cadenas a las almas latinoamericanasrdquo En Meacute-xico uno de los precursores de la revolucioacuten Flores Magoacuten actuaba fundamentalmente desde el periodismo desde el perioacutedico Regene-racioacuten desde donde denunciaba el despotismo la necesidad de la democratizacioacuten las denuncias respecto a las postergaciones de los trabajadores mantenidos en la ignorancia los suentildeos por una hu-manidad maacutes bella maacutes sana maacutes sabia etc una toacutenica similar a la de los reformistas universitarios del 18 Por otra parte en su evolu-cioacuten intelectual y poliacutetica Flores Magoacuten termina en un socialismo radicalizado al igual que muchos de sus pares en Argentina en este sentido cabe recordar que una de las manifestaciones estudiantiles reformistas maacutes significativas fue encabezada por Alfredo Palacios precisamente en junio de 1918

La Primera Guerra Mundial tambieacuten significoacute cambios en la conciencia de varios latinoamericanos El centro del ldquomodelo civili-zatoriordquo ese ldquofoco de civilizacioacutenrdquo estaba demostrando su peor cara o simplemente no era tal La guerra se presentaba como una conse-cuencia de lo que denunciaban los mismos reformistas argentinos los desastres del imperialismo -influencias del propio Lenin- la gue-rra se visualizaba precisamente como una disputa inter-imperia-lista en el ldquoseno de la civilizacioacutenrdquo en el seno de aquellas sociedades que nuestros dirigentes habiacutean tomado como referentes El clima de ebullicioacuten intelectual era tambieacuten resultado de la guerra

Por su parte la revolucioacuten rusa deslumbroacute a los reformistas como a diversos componentes de la vida intelectual y poliacutetica lati-noamericana Para los reformistas como para la juventud en gene-ral para muchos intelectuales para el movimiento obrero para los sectores socialistas maacutes radicalizados la revolucioacuten rusa traiacutea nue-vos aires libertarios a nivel social y poliacutetico el propio Lenin se con-vertiacutea en figura catalizadora de los sucesos latinoamericanos nacio-nales y mundiales En el contexto de un arielismo -como tendencia de pensamiento englobante- que se volviacutea maacutes social que idealista o identitario los estudiantes receptaban a la revolucioacuten rusa como un corpus que le proporcionaba categoriacuteas conceptos -clase imperia-

6 Cuando hablamos de ldquopensamiento latinoamericanordquo sentildealamos las redes constituidas por autores escritos discursos ldquoaparentementerdquo desconectados por realidades particulares

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lismo liberacioacuten etc- que si bien ya se visibilizaban en los pensa-dores del ldquocirculo arielistardquo los reformistas adoptaron en el marco de la proyeccioacuten indivisible entre la misma reforma y el cambio social o la proyectada comunioacuten con el obrero

Desde ya que el marxismo como corpus teoacuterico prendioacute maacutes en espacios como el peruano con el marxismo peruanizado en Haya de La Torre o en el mismo Mariaacutetegui en torno a las corrientes in-digeniacutestas en el boliviano con Gustavo Navarro quien propuso una revolucioacuten inspirada en las formas poliacuteticas y sociales de la vida incaacuteica o en el centro americano-caribentildeo en personajes como el cubano Julio Antonio Mella Pero la tendencia englobante hacia ese latinoamericanismo la proporcionaba principalmente la figura de Rodoacute el arielismo Julio Antonio Mella antes de crear el Partido Comunista Cubano crea el Instituto Politeacutecnico Ariel Nos parece ilustrativo lo planteado por Eduardo Deveacutez Valdeacutes al respecto

El estudioso peruano Pedro Planas resentildea un conjunto de ocasiones en las que el socialismo y el arielismo se fundie-ron Sentildeala que Alfredo Palacios era un declarado arielis-ta y que cuando viajoacute a Cuzco en 1919 en la universidad donde fue nombrado catedraacutetico honorario dijo que la juventud cuzquentildea como la de toda Ameacuterica deberiacutea tener como maestro a ese insuperable apoacutestol uruguayo Joseacute Enrique Rodoacute cuyas ensentildeanzas eran un hermoso evangelio de vida y juventud Destaca igualmente que en Cuba en 1923 Julio Antonio Mella no encontroacute me-jor elogio para Haya de la Torre que considerarlo el suentildeo de Rodoacute hecho carne que en 1924 Mella publicoacute Intelec-tuales y Tartufos y alliacute reivindicoacute al trabajador y que en 1925 poco antes de fundar el Partido Comunista en Cuba Mella decide fundar el Instituto Politeacutecnico Ariel (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 192)

Los historiadores Cantoacuten Moreno y Ciria sentildealaban

Visto los aires de renovacioacuten que soplaban por el mundo con la quiebra de ideales traiacuteda por la guerra y el deslum-bramiento de la revolucioacuten rusa (todo ello deformado por la gran distancia ideoloacutegica y de ambiente a que se halla-ba nuestro medio de esas realidades) y dado el maacutes inme-diato acceso del radicalismo al gobierno a traveacutes del voto universal no es extrantildeo que algo de todo esto haya halla-do expresioacuten en el movimiento estudiantil (1980 p 79)

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Debemos remarcar un dato no menor que hace al ambiente donde actuaron los reformistas en 1918 se crea el Partido Socialista Internacional partido que se desprende del Partido Socialista por posiciones frente a la guerra y por su apoyo a la revolucioacuten rusa este partido en 1920 pasoacute a llamarse Partido Comunista Completa el espectro la significativa presencia y actividad del anarquismo y los sectores obreros sindicalizados

Entre tantos episodios como la misma conquista del poder de la Unioacuten Ciacutevica Radical por medio del sufragio despueacutes de antildeos de lu-cha ese ldquodeslumbramientordquo de la revolucioacuten rusa redundoacute en la idea de la buacutesqueda de otro perfil del estudiantado de la universidad y sus funciones necesarias en el plano social -propuesta de extensioacuten universitaria educacioacuten o auto-educacioacuten obrera bajo una impron-ta arielista constitucioacuten de un campo contra-hegemoacutenico- ademaacutes del acadeacutemico Se viviacutean tiempos trascendentales deciacutea Deoacutedoro Roca en 1920 ante la influencia de Trostki Ameacuterica Latina no podiacutea ser ajena al surgimiento del hombre nuevo (Galfiore 2002 p 694)

Pero de la misma vereda de las izquierdas maacutes radicalizadas surgiacutea tambieacuten un discurso sumamente criacutetico a los reformistas desde esos lugares sentildeala Hugo Biagini

se intentoacute minimizar la importancia de la reforma para reducirla a una simple derivacioacuten de la infraestructura econoacutemica y de la proletarizacioacuten experimentada por las capas medias de cuyo seno procediacutea la mayor parte del estudiantado universitario ingenuamente enfrentado a los privilegios dentro de la institucioacuten Los reformis-tas histoacutericos no lograban percibir que asiacute como ciertos partidos afines traduciacutean los intereses de la burguesiacutea mercantil e industrial la universidad representaba un baluarte del capitalismo del imperialismo y los ciacuterculos dominanteshellip La victoria reformista se daraacute uacutenicamente cuando el estudiante abandone la torre de marfil el mis-ticismo juvenilista su status de intelectuales burgueses para identificarse con la condicioacuten proletariahellip

Por lo tanto la reforma ldquodebiacutea ser subsumida dentro de otro fenoacutemeno histoacuterico proyeccioacuten de la revolucioacuten rusa que inaugura el ciclo antagoacutenico del colectivismo y la democracia obrerardquo como tambieacuten desde otra mirada maacutes nacional y popular que exigiacutea una vinculacioacuten maacutes estrecha entre la universidad y el ldquopaiacutes realrdquo -a contrapelo de las izquierdas radicalizadas- Arturo Jauretche ldquole re-

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clamaba a los estudiantes que dejaran de ser un producto hiacutebrido para lo cual debiacutean abandonar el narcisismo libresco y el revolucio-narismo abstractordquo (Biagini 2000b p 35)

La crisis de la dominacioacuten oligaacuterquicaDebemos sumar a todo lo dicho la crisis significativa al interior de los mismos sectores hegemoacutenicos la crisis de esa misma domina-cioacuten oligaacuterquica que definioacute al ldquoroquismordquo En relacioacuten a ello se hace necesario prestar atencioacuten a los intentos de esos mismos sectores oligaacuterquicos de salvar el sistema a las iniciativas plasmadas en pro-yectos medidas y leyes al respecto hecho a ponderar en torno a la fractura intra-oligaacuterquica en interaccioacuten con todos los factores que se han mencionado

Habiacuteamos sentildealado que el ministro de Roca en su segundo gobierno (1998-1904) Joaquiacuten V Gonzaacutelez insistioacute en esa idea de ceder algo para no perder todo En este marco se visualiza cierto ldquoreformismo conservadorrdquo plasmado en la llamada ldquoreforma poliacuteti-cardquo incentivada por Gonzaacutelez Por otra parte el ministro atribuiacutea a la educacioacuten un papel central ya no soacutelo como la formadora de ciu-dadanos sino como un campo estrateacutegico de defensa nacional ldquola instruccioacuten gratuita y obligatoria es simplemente cuestioacuten de defensa nacionalrdquo expresaba en ese contexto mayor marcado por las ldquoideas foraacuteneasrdquo la ldquoindisciplina ciacutevicardquo ldquolas pasiones demagoacutegicas y anaacuter-quicas de los partidos exaltadosrdquo7 La Ley de Conscripcioacuten Universal de 1901 instrumentada por el Ministro de Guerra Gral Ricchieri respondiacutea a esta mirada -ldquoinduciriacutea en la nueva generacioacuten ideas de ordenrdquo- ademaacutes de la creacioacuten de un registro para toda la poblacioacuten masculina adulta

Ese reformismo conservador se manifestoacute en dos instancias clave la reforma poliacutetica -maacutes que una reforma una medida electo-ral aunque sintomaacutetica de la situacioacuten- y en un intento de reforma

7 Estas expresiones y posturas son resaltadas por Torcuato Di Tella citando la Tesis doctoral de Joaquin V Gonzaacutelez en la cual se realizaba un ldquoEstudio sobre la revolucioacutenrdquo en eacutel deciacutea que ldquoel derecho a la revolucioacuten es un derecho santo de los pueblos pero uacutenicamente cuando se tratan de realizar alguna de esas grandes evoluciones sociales tan necesarias para el perfeccionamiento de la humanidadrdquo el problema sentildeala Di Tella estriba en decidir cuaacuteles eran esas evoluciones sociales necesarias porque tambieacuten los anarquistas y socialistas de orientacioacuten marxista teniacutean su definicioacuten al respecto Di Tella 2004 Historia social de la Argentina con-temporaacutenea Troquel BsAs p113

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social En el primer aspecto se implementoacute una instancia electoral a escala nacional -el paiacutes se dividiacutea en numerosos distritos electo-rales- que proponiacutea el voto secreto en circunscripciones electora-les pequentildeas para la eleccioacuten de un diputado en cada una de ellas De esta manera y en coincidencia con la estrategia de Gonzaacutelez la oposicioacuten podiacutea imponer su candidato sin alterar -pata fundamen-tal de la estrategia- las estructuras de gobierno a nivel provincial y nacional La olla a presioacuten soltaba algo de vapor antes de estallar Ilustrativas resultan las expresiones del diputado Vedia miembro informante en la sesioacuten del 15 de octubre de 1902

Estaacute en el intereacutes de las mayoriacuteas la representacioacuten de minoriacuteas en el gobierno pues las fuerzas que no hallan coacutemo ascender en proporcioacuten a las esferas dirigentes para aplicarse la labor comuacuten de una sociedad se entretienen en morder los cimientos como que han quedado abajo haciendo de la socavacioacuten su programa (Di Tella 2004 p 117)

Pero en la votacioacuten de la ley no se aceptoacute el voto secreto en medio de los interesantes debates y argumentos a favor o en con-tra (Pellegrini) en las sesiones de la caacutemara De todas maneras la iniciativa posibilitoacute el acceso a la Caacutemara de Diputados al socialista Alfredo Palacios por el distrito de La Boca (1904) En parte se pro-duciacutea cierto acercamiento entre ese reformismo conservador del roquismo y los cambios moderados pero progresivos auspiciados por el socialismo Como tambieacuten el hecho significativo a destacar es que el radicalismo o el mismo Yrigoyen a pesar de los acercamien-tos e intentos de diaacutelogos por parte del oficialismo no convalidoacute esa estrategia siguioacute con su postura abstencionista y pergentildeaba el ca-mino revolucionario

El otro hecho significativo en este marco fue el intento de ldquore-forma socialrdquo o un intento de respuesta a la agitacioacuten social como tambieacuten un complemento moderador de la Ley de Residencia que socavaba el sistema El objetivo se dirigiacutea a confeccionar una ley sobre relaciones de trabajo para ello se convocoacute a un especialista en temas laborales y sociales en general a nivel nacional de la eacutepoca Juan Bialet Masseacute Sumado a ello se formoacute una comisioacuten formada en su mayoriacutea por socialistas eminentes aunque luego algunos se desplazaron hacia otras vertientes poliacuteticas y de pensamiento Enri-que del Valle Iberlucea Joseacute Ingenieros Manuel Ugarte y Leopoldo

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Lugones El resultado fue el Informe de Bialet Masseacute con algunas recomendaciones para regular problemaacuteticas como accidentes de trabajo enfermedades duracioacuten de jornadas laborales y descanso dominical acceso a la tierra en el sector rural regulaciones espe-ciales para mujeres y nintildeos entre los toacutepicos maacutes importantes Los sectores del trabajo maacutes radicalizados como aquellos nucleados en la FORA -en su mayoriacutea anarquista- o la UGT -sindicalistas y socia-listas radicalizados- rechazaron la iniciativa por insuficiente ade-maacutes de po el hecho de que el proyecto de ley conteniacutea disposiciones para reconocer pero tambieacuten para controlar la actividad sindical y la huelga Mientras en el contexto que venimos planteando el Congreso del Partido Socialista reunido a tal efecto aproboacute por ma-yoriacutea el proyecto Finalmente en el Congreso Nacional el proyec-to de ley -demasiado ldquorevolucionariordquo- fue rechazado por diversas facciones del poder representadas Se contradeciacutea de esta manera la estrategia de Joaquiacuten V Gonzaacutelez de ceder algo para no perder todo -iquesttorpeza de la poliacutetica tradicional inscrita en la ldquodecadenterdquo dominacioacuten oligaacuterquica-

Los siacutentomas de la desestructuracioacuten del roquismo se pro-fundizaron a partir de la presidencia de Quintana principalmente cuando Figueroa Alcorta el vicepresidente asume la presidencia despueacutes del fallecimiento de Quintana Figueroa Alcorta era un an-tiguo juarista -de Jurez Celman- un federal de Coacuterdoba y un de-finido adversario de Roca dentro del Partido Autonomista Nacio-nal personaje clave en este contexto El mismo Gral Roca no pudo imponer un candidato suyo es asiacute que surge Quintana como un ldquoindependienterdquo de los sectores oligaacuterquicos Pocos meses despueacutes de asumir la presidencia estalla el levantamiento armado del ra-dicalismo (1905) apoyado por varias fuerzas provinciales e incluso por sectores del ejeacutercito Los intentos de acercamientos del gobierno con Yrigoyen habiacutean fracasado Como tambieacuten fracasoacute el levanta-miento sin embargo lo que despertoacute el mismo eran siacutentomas in-equiacutevocos

Esa revolucioacuten de 1905 teniacutea como programa la realizacioacuten plena de la constitucioacuten y como objetivo ldquosimplerdquo pero aglutinador el ejercicio del voto para los ciudadanos Conteniacutea uno de los pri-meros programas democraacuteticos a nivel nacional Destacamos que el ambiente revolucionario fue configuraacutendose precisamente en Coacuter-doba el comandante Miguel Fernaacutendez subleva al Regimiento 8deg de

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liacutenea en la provincia el 4 de febrero dirigieacutendose a sus soldados ldquoSol-dados vamos a realizar una cruzada trascendental para la argenti-nidad proacutexima a morir que es el reverso de Caseros y de Pavoacutenrdquo8 En la Junta Revolucionaria de Coacuterdoba militaba Elpidio Gonzaacutelez hombre clave para Yrigoyen Lugo funcionario de su gobierno Pero debemos reparar brevemente en la figura misma de Yrigoyen el dirigente de la revolucioacuten El reformista universitario -los refor-mistas teniacutean como una de sus guiacuteas esta revolucioacuten- Gabriel del Mazo en su obra El radicalismo Ensayos sobre su historia y doctri-na (Raigal BsAs 1951) cita iroacutenicamente ldquoiquestQuieacuten era ese tribuno mudo apoacutestol sin doctrina elocuente sin palabras que congregaba voluntades sin los medios seguacuten lo juzgaba sarcaacutesticamente un hombre del reacutegimenrdquo (en Ramos 2013 p 51) Brevemente sentildea-lamos que Yrigoyen un hombre principalmente del siglo XIX era sobrino de Leandro Alem un antiguo alsinista -autonomista- co-misario de Balvanera -distrito complejo violento y emblema de la sociedad argentina en plena transformacioacuten- diputado nacional en el 80 por el partido de Roca Partido Autonomista Nacional revo-lucionario del 90 a la vez adversario de Mitre de Juarez Celman y de Roca y amigo de Pellegrini y de Roque Saeacutenz Pentildea un hombre que devino en emblema de la ldquointransigenciardquo -sentildealamos este teacuter-mino habida cuenta que despueacutes de la muerte de Alem la UCR fue dirigida por Bernardo de Irigoyen el ala moderada del radicalismo Hipoacutelito Yrigoyen se enfrentoacute a esos sectores demandando precisa-mente cambios radicales- Yrigoyen inevitablemente y por su tra-yectoria tuvo relaciones con los sectores dirigentes tradicionales asiacute como tambieacuten grupos significativos del ejeacutercito lo apoyaron En este marco y en correspondencia con esa ldquointransigenciardquo sentildealada Yrigoyen rechaza ciertos acercamientos u ofrecimientos Jorge Ra-mos cita uno de esos escenarios el de los ldquopreparativosrdquo de la revolu-cioacuten -manifestaciones radicales y movilizaciones conmemoracioacuten de la Revolucioacuten del Parque etc-

Mientras se realizaban los preparativos el gobernador Ugarte (cita Ramos a Gabriel del Mazo) ldquoofrece las nu-merosas fuerzas policiales bien armadas de la provincias con tal de abatir a Roca Ese aporte podriacutea imponer el eacutexi-to Yrigoyen lo rechazardquo Roque Saacuteenz Pentildea tambieacuten an-tirroquista y amigo de Carlos Pellegrini distanciado eacuteste uacuteltimo del presidente (se refiere a Roca) se entrevista con

8 Veacutease Caballero Ricardo 1951 Yrigoyen La conspiracioacuten civil y militar del 4 de febrero de 1905 en Ramos JA opcit p52

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Yrigoyen en el Club del Progreso para ofrecerle el concur-so del autonomismo pellegrinista y ponerse a sus oacuterdenes El caudillo responde (cita nuevamente a Del Mazo) ldquoNo es posible reparar con los mismos factores que han conduci-do al paiacutes a la revolucioacuten necesaria Ustedes son la razoacuten de ser de nosotrosrdquo (Ramos 2013 p 55)

Para nuestro escrito es oportuno destacar que es en la provin-cia de Coacuterdoba donde el levantamiento radical halloacute mayor adhe-sioacuten tambieacuten que la provincia era el principal bastioacuten del roquismo (cada vez maacutes opositor al gobierno nacional) y tierra de Figueroa Alcorta en Coacuterdoba se dirimiacutean varias cuestiones nacionales El nuevo presidente Joseacute Figueroa Alcorta promulgoacute una ley votada a iniciativa de Pellegrini otorgando amnistiacutea a los revolucionarios El reformista universitario Gabriel del Mazo en uno de sus traba-jos cita un fragmento del discurso de Pellegrini en el Congreso discurso ilustrativo del ambiente ldquoiquestQuieacuten perdona a quieacuten iquestEs el victimario a la viacutectima o la viacutectima al victimario iquestEs el que usurpa los derechos del pueblo o es el pueblo que se levanta en su defensa iquestQuieacuten nos perdonaraacute a nosotrosrdquo (Del Mazo 1951 p 104)

El sistema poliacutetico desde la federalizacioacuten de la ciudad de Buenos Ares 1880 habiacutea funcionado en torno al Partido Autono-mista Nacional de Roca con proyecciones en el interior y con cen-tro poliacutetico en la provincia de Coacuterdoba y el Partido Autonomista de Pellegrini con centro en la ciudad de Buenos Aires Junto a estas fuerzas actuaba el adversario natural de Roca Bartolomeacute Mitre el mitrismo que obtuvo diversos nombres -Unioacuten Ciacutevica- y luego se institucionalizoacute con el nombre de Partido Republicano tambieacuten con influencias en Buenos Aires y en algunos espacios del interior como en la provincia de Corrientes Otro actor poliacutetico de fuste fue Mar-celino Ugarte el caudillo conservador que praacutecticamente dominaba la provincia de Buenos Aires De todas maneras hasta la llegada de Figueroa Alcorta a la presidencia lo que dominaba el escenario po-liacutetico del paiacutes era la ldquomaquinariardquo roquista y esto fue lo que entroacute en crisis ya sea por la misma situacioacuten social o ldquoevolucioacuten ciacutevicardquo del paiacutes -sus transformaciones- y claro estaacute por el accionar de Figueroa Alcorta A todo este espectro debemos sumar al Partido Socialista -cada vez maacutes integrado en su ala maacutes moderada a la poliacutetica na-cional- y a nuevas agrupaciones provinciales de peso como el Par-tido de la Democracia Progresista de Lisandro de La Torre fuerte

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en Santa Fe Respecto al socialismo y su dinaacutemica en este contexto Torcuato Di Tella sentildeala

La convergencia entre un liberalismo conservador pero abierto y un socialismo moderado era una pauta que se estaba imponiendo en diversos paiacuteses europeos Ahora la Argentina queriacutea emular ese proceso Implicaba claro estaacute acelerar la evolucioacuten del socialismo en sentido refor-mista lo que de todos modos estaba ocurriendo En Euro-pa la nueva corriente estaba representada por el escritor alemaacuten Eduard Bernstein En la Argentina Juan B Justo estaba claramente enrolado en esa liacutenea pero la oposi-cioacuten interna era muy fuertehellip (Di Tella 2004 p 124)

Es posible afirmar que con Figueroa Alcorta el roquismo en-cuentra su fin La fuerza de Roca dominaba el Senado e incentivoacute hechos como la no aprobacioacuten del presupuesto nacional al presi-dente Alcorta Buscaba con ello inmovilizarlo pero el presidente clausuroacute el Congreso y siguioacute con el presupuesto del antildeo anterior (1907) hecho considerado por el roquismo y el mitrismo -este uacutel-timo alejado del presidente Alcorta- como un golpe de Estado El diario de los Mitre La Nacioacuten titulaba despueacutes del hecho ldquoGolpe de Estadordquo Tambieacuten neutralizoacute Alcorta a la figura fuerte de secto-res del roquismo y del mitrismo en la provincia de Buenos Aires Marcelino Ugarte el caudillo con pretensiones presidenciales Pero el hecho fundamental para eliminar al roquismo fue la decisioacuten de Figueroa Alcorta de intervenir provincias del interior entre ellas el ldquobastioacutenrdquo Coacuterdoba

La intervencioacuten fue decretada Coacuterdoba cayoacute en manos de Figueroa Alcorta Destruiacutea asiacute el poder poliacutetico del ro-quismo en su uacuteltimo reducto Pareciacutea una venganza jua-rista pues en efecto los juaristas maacutes reputados ndashSaacuteenz Pentildea y Caacutercano- pareciacutean ser los beneficiados de la extir-pacioacuten poliacutetica del roquismo Pero no era asiacute En realidad todos iban a dejar la escena a un desconocido Hipoacutelito Yrigoyen (Ramos 2013 p 76)

El panorama hacia una nueva eleccioacuten presidencial ya demos-traba un escenario de cambios contundentes Ese antiguo ldquojuaristardquo Roque Saacuteenz Pentildea que habiacutea felicitado al presidente Alcorta por los liacutemites impuestos al roquismo era precisamente eso un adversario del roquismo del sistema hegemoacutenico del PAN un hombre central en el entramado poliacutetico del momento que habiacutea sido desplazado de

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su candidatura a presidente por el propio Roca quien lo reemplaza-ra por su anciano padre Luiacutes Saacuteenz Pentildea en 1893 Figueroa Alcorta y Roque Saacuteenz Pentildea encarnaban para Roca una clara amenaza para la reproduccioacuten del sistema una amenaza que a diferencia de la re-presentada por los sectores maacutes radicalizados surgiacutea dentro de los mismos grupos hegemoacutenicos una amenaza intra-oligaacuterquica

Por su parte el radicalismo de Yrigoyen se manteniacutea en su abstencioacuten pese a las conversaciones del caudillo radical con Fi-gueroa Alcorta El camino a la presidencia de Saacuteenz Pantildea no teniacutea serios obstaacuteculos la candidatura de Guillermo Udaondo un an-tiguo gobernador de la provincia de Buenos Aires auspiciada por una suerte de frente integrado por Roca Marcelino Ugarte y Emilio Mitre se cayoacute por su debilidad De esta manera Figueroa Alcorta y Saacuteenz Pentildea -con antecedentes en el mismo Partido Autonomista Nacional antirroquistas los dos con perfiles federales ambos- do-minaban el escenario poliacutetico nacional Pero era el radicalismo el que representaba el cambio de la mano de la inmigracioacuten de una nueva configuracioacuten en la militancia poliacutetica de los nuevos sectores sociales de parte del ejeacutercito de grupos poliacuteticos en el interior del paiacutes de gran parte de la poblacioacuten criolla influida por nuevos aires nacionales e internacionales en fin sectores que demandaban una nueva participacioacuten poliacutetica El ascenso de las nuevas clases socia-les representadas por el radicalismo era la contra-cara de la deca-dencia del roquismo

Los comicios otorgaron la victoria una faacutecil victoria a Roque Saacuteenz Pentildea quien llevoacute como vice a Victorino de la Plaza La pers-pectiva de reformar el reacutegimen para no perder todo se profundi-zaba dos modalidades se percibiacutean entonces la del roquismo que veiacutea los potenciales peligros de sobrevivencia del ldquoreacutegimenrdquo ante la agitacioacuten social y los replanteos poliacuteticos y consecuentemente la postura era seguir profundizando el mismo modelo y praacutecticas po-liacuteticas propias de ese roquismo por otro la representada por otros sectores de la oligarquiacutea la que venimos sentildealando la inspirada en la foacutermula de Joaquiacuten V Gonzaacutelez -dejada de lado por el roquismo- a la que nos hemos referido La conocida ley Saacuteenz Pentildea teniacutea en su naturaleza esa idea de ceder algo para no perder todo como tam-bieacuten confiaba en que ese era un camino para que las mismas clases sociales o fracciones de clase siguieran en el poder y principalmen-

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te en el manejo poliacutetico del Estado -que no necesariamente es lo mismo- como condicioacuten necesaria

Saacuteenz Pentildea desde su plataforma como candidato planteoacute la ley de Sufragio Secreto y Obligatorio basada en un padroacuten genui-no La ley contemplaba el sistema de ldquolista incompletardquo marco en el cual las provincias pasaban a ser nuevamente las circunscripcio-nes electorales -ya se habiacutea dejado de lado el sistema de pequentildeos distritos uninominales de Gonzaacutelez- Cada partido podiacutea presentar como candidatos a dos tercios del nuacutemero de diputados que corres-pondiera a la provincia se aseguraba que el segundo partido maacutes votado llegara a obtener su representacioacuten Pero de hecho la ley era una apuesta riesgosa Se podiacutea considerar que la agitacioacuten social las izquierdas o el mismo radicalismo teniacutean fuerzas en minoriacuteas ac-tivistas sin capacidad de alterar el manejo del Estado o los resortes del poder se suponiacutea que la mayoriacutea de la poblacioacuten era baacutesicamen-te moderada y aceptaba el liderazgo de los sectores ldquoesclarecidosrdquo y ldquoestablecidosrdquo de alliacute el voto obligatorio el peligro era la apatiacutea En condiciones en las cuales muy poca gente concurriera a votar lo maacutes probable se pensaba era que se impusieran los activistas radi-cales o socialistas9

Despueacutes del triunfo de Saacuteenz Pentildea con sospechas de fraude y con el radicalismo todaviacutea en su postura abstencionista el temor a que el mismo planeara otro intento revolucionario teniacutea sus ba-samentos Asiacute las cosas el presidente entre sus primeros actos de gobierno se entrevista con Yrigoyen anunciaacutendole -ademaacutes de ofertas de ministerios que el liacuteder radical rechaza- su proyecto de ley Una vez promulgada eacutesta se aplica en las primeras experiencias electorales En 1912 en la provincia de Santa Fe se presentaron los radicales a pesar de la negativa de Yrigoyen acorde a su abstencio-nismo -primera experiencia ldquoanti-personalistardquo- Triunfoacute el radica-lismo y se activaron las primeras alarmas El triunfo fue sobre una colacioacuten conservadora y sobre los hombres de Lisandro La Torre que se presentaron con la denominacioacuten de Libres del Sur En las elecciones para diputados realizadas ese mismo antildeo en la capital tambieacuten se impone el radicalismo y en segundo lugar se ubicoacute el so-cialismo ante un oficialismo en crisis en 1913 se realizan elecciones para senadores y triunfa en capital el socialista Enrique del Valle

9 En liacuteneas generales esta es la mirada de Torcuato Di Tella en la obra cita-da

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Iberlucea No obstante en la provincia de Buenos Aires se imponen sectores conservadores la vieja maquinaria de Marcelino Ugarte funcionoacute o como se sospechaba ya se habiacutea incursionado en la for-ma de alterar o intervenir de alguna manera en el cuarto oscuro (Di Tella 2004 p 124) Para nuestro escrito es importante lo sucedido en la Provincia de Coacuterdoba donde el oficialismo se impuso por un breve margen al radicalismo La ldquotransicioacuten del roquismo al radica-lismordquo en buena medida se cocinaba en la provincia mediterraacutenea

1914 es un antildeo clave y a la vez de fuerte contenido simboacuteli-co muere el presidente y tambieacuten muere el viejo zorro del desierto Alejandro Roca El triunfo de las presidenciales de 1916 correspon-dioacute finalmente al radicalismo que participoacute con la nueva ley Vic-torino de la Plaza debe ldquoentregar el poderrdquo La UCR logra llegar al gobierno combatiendo al sistema de dominacioacuten oligaacuterquica de la misma manera los reformistas universitarios llegan al co-gobierno de la institucioacuten la eacutepoca de cambios o el cambio de eacutepoca tomaba forma Deciacuteamos que la apuesta de Roque Saacuteenz Pentildea era riesgosa aunque se teniacutea fe fracasoacute en su objetivo principal asegurar una nueva presidencia para los sectores conservadores o liberales-con-servadores vale decir una experiencia moderadamente progresista y legitimada por el voto aunque tuvo eacutexito en otro objetivo dividir la oposicioacuten legal -radicales y socialistas- que tomoacute el camino de las urnas de la subversiva la anarquista la que el sistema aisloacute (Di Te-lla 2004 p 125) Con todo el paiacutes iniciaba un proceso de cambio lento con marchas y contramarchas pero dentro de un proceso ciacutevico e institucional que prometiacutea un paiacutes distinto al que marcoacute el devenir del siglo XX devenir -tragedia o sainete- iniciado con el golpe de Estado de 1930

Resultado de todo el contexto planteado o expresioacuten del mis-mo fue el movimiento reformista del 18 en Coacuterdoba Democratizar la universidad se condeciacutea con las presiones de la UCR a nivel de la poliacutetica nacional en este sentido desde la misma creacioacuten del par-tido Asiacute como Yrigoyen se enfrentoacute al sistema a nivel nacional los universitarios de Coacuterdoba comenzaron por enfrentarse al ambien-te universitario de la eacutepoca en la provincia mediterraacutenea y de alliacute proyectarse a nivel nacional y latinoamericano Por otra parte la misma provincia de Coacuterdoba como hemos visto fue epicentro de la crisis del roquismo provincia bastioacuten del mismo y espacio donde en gran medida se gestoacute su destruccioacuten Coacuterdoba a pesar de su estir-

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pe colonial y su universidad escolaacutestica y tradicional fue entonces protagonista en la transicioacuten del roquismo al radicalismo y ambien-te crucial en la evolucioacuten ciacutevica del paiacutes evolucioacuten que encontroacute su devenir truncado insistimos con el golpe ciacutevico militar de 1930

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Segunda parte

Temas y problemas de la Historia Argentina

Miradas desde lo local

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Agentes econoacutemicos en el modelo ISI

una mirada historiograacutefica

Moacutenica Analiacute Re - Moacutenica Donadoni

Analiacutea Emiliozzi - Gabriela Trucco - Elena Cagnolo

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IntroduccioacutenLa caacutetedra Historia Econoacutemica y Social corresponde al primer antildeo segundo cuatrimestre de ciclo baacutesico de las carreras de Contador Puacuteblico Lic en Administracioacuten y Lic en Economiacutea de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas de la UNRC Se caracteriza por la masividad de los estudiantes tanto en la modalidad presencial (450 en promedio) como a distancia (250 en promedio)

Desde el punto de vista de los contenidos la asignatura repasa los principales procesos econoacutemicos y sociales acaecidos desde el Si-glo XI hasta la actualidad vinculando los aspectos internacionales con los nacionales tomando como ejes centrales de cada proceso a los agentes econoacutemico-sociales de mayor relevancia

El desarrollo de la materia se lleva adelante a traveacutes de cla-ses teoacutericas donde se contextualiza cada proceso etapa o momento histoacuterico y se plantean las vinculaciones entre los mismos y cla-ses praacutecticas en las que los alumnos abordan alguno de los textos obligatorios de mayor dificultad para su comprensioacuten trabajando con algunas estrategias de aprendizaje desarrolladas en cursos de ingreso a la Facultad En la modalidad a distancia las actividades praacutecticas se reemplazan por actividades evaluables y consignas de discusioacuten en los foros por su parte las clases teoacutericas debieron ser resueltas a traveacutes de un material que ordena los contenidos los tex-tos obligatorios y sintetiza de manera que relacione los contenidos abordados Hasta el antildeo 2010 ese material (Manual) fue elaborado por la responsable de caacutetedra y algunas intervenciones del equipo pero a partir de ese momento se retira dicha profesora y se realizan algunas modificaciones en el enfoque dado a la materia manifes-taacutendose la necesidad de reformular algunos aspectos del viejo ma-terial

Por otra parte a lo largo de la praacutectica de ensentildeanza se identi-fican serios problemas de comprensioacuten por parte de los estudiantes asiacute como dificultades en la organizacioacuten del material obligatorio y estructuracioacuten del estudio del mismo La lectura de los textos uni-versitarios de caraacutecter obligatorio supone la identificacioacuten de las ideas principales la elaboracioacuten de conceptos y la vinculacioacuten en-tre los diferentes procesos histoacutericos asiacute como el reconocimiento de los agentes econoacutemicos relevantes y sus implicancias en cada etapa Tanto en las clases teoacutericas y praacutecticas como en las elaboraciones

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de las instancias evaluativas se advierten las dificultades para argu-mentar adecuadamente las opiniones que presentan los historiado-res mencionados en los textos y las suyas propias

Ademaacutes cuando el alumno es consultado acerca de su rendi-miento en la materia ellos consideran que el material obligatorio es muy extenso y con diferentes grados de dudas en su lectura y que les cuesta organizar y superar esta instancia de estudio

Esta problemaacutetica para abordar un periacuteodo histoacuterico en las determinadas unidades temaacuteticas del Programa de la asignatura dificulta la comprensioacuten de los ejes o temas incluidos en las mismas hizo que la Caacutetedra pensara en ayudar principalmente a quienes lo hacen a distancia pero tambieacuten a los alumnos de la modalidad presencial

La elaboracioacuten de las Guiacuteas Didaacutecticas de Acompantildeamiento (en adelante GDA) fue un recorrido que implicoacute la reflexioacuten de los integrantes de la caacutetedra Historia Econoacutemica y Social acerca de las dificultades identificadas en la comprensioacuten lectora de los estudian-tes y las posibilidades del equipo docente de acompantildearlos en ese proceso

Desde el punto de vista de los contenidos la guiacutea se articuloacute a traveacutes de un eje cronoloacutegico que comienza desde el siglo III des-pueacutes de Cristo con el Feudalismo y se extiende hasta la actualidad vinculando las etapas del capitalismo con la evolucioacuten histoacuterica de Argentina Este marco temporal fue abordado en seis unidades te-maacuteticas la primera contiene los elementos historiograacuteficos intro-ductorios referidos al desarrollo de la historia econoacutemica y social en funcioacuten a tres paradigmas del siglo XX asiacute como los conceptos y problemaacuteticas del objeto de estudio de la disciplina sus fuentes pe-riodizacioacuten y ejes principales Las cinco unidades temaacuteticas siguien-tes vinculan los fenoacutemenos ocurridos en el mundo con los hechos correspondientes al territorio de Argentina

Los objetivos que figuran al comienzo de cada tema permiten al estudiante centrar la atencioacuten en lo que es realmente importan-te situando las ideas en su contexto cronoloacutegico y geograacutefico En ese marco se hace hincapieacute en los conceptos econoacutemicos y sociales de mayor relevancia permitiendo relacionar lo aprendido a partir

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del estudio de los procesos de los hechos y de las instituciones que aparecen en el contenido

A lo largo de cada uno de los temas se intercalan lecturas que hacen referencia a diversas posiciones historiograacuteficas sobre los procesos histoacutericos maacutes relevantes asiacute como links y explicaciones adicionales que permiten aclarar los procesos abordados o contex-tualizar los autores o textos Ademaacutes a traveacutes de la lectura es po-sible encontrar otros temas de intereacutes que por las limitaciones de espacio no se han desarrollado pero que constituyen incentivos a ampliar los conocimientos sobre esta materia

Si bien no existe auacuten una sistematicidad en la evaluacioacuten de los resultados de la aplicacioacuten de dicha estrategia didaacutectica a traveacutes del desarrollo de las clases teoacutericas y praacutecticas las charlas informa-les con los estudiantes y en particular aquellos que vuelven a cur-sar la asignatura se ha podido observar que si bien al comienzo les cuesta entender coacutemo manejarse posteriormente logran mejorar la organizacioacuten de la lectura la relacioacuten entre el tema y el texto obli-gatorio que deben estudiar y reconocen la importancia de resolver las actividades que se les presentan

A pesar de ello aparecen recurrentemente dificultades para identificar los agentes econoacutemico-sociales de distinta iacutendole que pueden relacionarse en estos temas y aprehender manejar sus ca-racteriacutesticas que son propias y permiten la vinculacioacuten con otro Para abordar la etapa histoacuterica denominada como ldquoindustrializa-cioacuten sustitutiva de importacionesrdquo es preciso echar luz sobre estas relaciones

El objetivo del presente trabajo es por lo tanto analizar desde una perspectiva pedagoacutegica didaacutectica los principales agentes eco-noacutemicos del periacuteodo de Sustitucioacuten de Importaciones en Argentina haciendo hincapieacute en el rol que cada uno de esos actores desempentildeoacute en cada subperiacuteodo

El trabajo se organiza presentando en un primer apartado una siacutentesis acerca de la categoriacutea analiacutetica ldquoagentes econoacutemicosrdquo y en relacioacuten a las posiciones historiograacuteficas sobre el proceso de industrializacioacuten argentino A partir de la misma se identifican los agentes econoacutemicos y sociales maacutes relevantes del Modelo ISI y sus

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caracteriacutesticas distintivas Finalmente se esbozan algunas reflexio-nes sobre la temaacutetica abordada

La industrializacioacuten argentina y sus agentes econoacutemicos en perspectivaEn la actividad econoacutemica (produccioacuten distribucioacuten y consumo) intervienen tres tipos de agentes las familias las empresas y el Es-tado

Las economiacuteas domeacutesticas poseen un doble rol dentro de los mercados en tanto consumidoras y por otra parte son aquellas que ofrecen sus recursos para la produccioacuten tierra trabajo y capital Constituyen ese agente econoacutemico los individuos familias orga-nizaciones culturales deportivas religiosas entre otras que ldquose ca-racterizan porque en su actividad econoacutemica no se coordinan con otros sujetos con intencionalidad mercantil o empresarialrdquo (Mochoacuten y Becker 1997 p 63)

Por su parte las empresas son aquellos agentes econoacutemicos que poseen tambieacuten dos funciones baacutesicas en tanto son quienes producen los bienes y servicios y los comercializan pero para ello deben adquirir sus recursos en los mercados de factores (provistos por las economiacuteas domeacutesticas) Es en este sentido que los autores arriba mencionados establecen que ldquoen el seno de las empresas se coordina la actividad de varios sujetos (trabajadores capitalistas y empresarios) con el fin de generar la produccioacuten de un bien o servi-cio en cuyo consumo no estaacuten directamente interesadosrdquo (Mochoacuten y Becker 1997 p 63)

El rol del Estado como agente econoacutemico presenta mayor complejidad hasta principios del siglo XX este agente debiacutea encar-garse uacutenicamente de atender a la defensa y seguridad de la Nacioacuten y garantizar las condiciones para que el mercado asignara los recur-sos de manera eficiente sin embargo a partir de la Crisis del acute29 este papel fue ampliaacutendose para constituirse en un verdadero agente econoacutemico El Estado no solo establece los marcos legales que ga-rantizan el desenvolvimiento del mercado sino tambieacuten regula el comportamiento econoacutemico a partir del establecimiento de impues-tos la realizacioacuten de gastos y la redistribucioacuten de la renta constitu-yeacutendose ademaacutes en productor de bienes y servicios ndashal igual que

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las empresas- y de aquellos bienes y servicios que por razones de su condicioacuten monopoacutelica o estrateacutegica (bienes puacuteblicos) solo deben ser encarados por este agente econoacutemico

Es preciso establecer sin embargo que la principal caracteriacutes-tica de los agentes econoacutemicos tiene que ver con su interaccioacuten e interdependencia sus decisiones condicionan de manera conjunta la marcha de la actividad econoacutemica de un territorio

Teniendo en consideracioacuten la relevancia y funciones de los diferentes agentes econoacutemico-sociales resulta de intereacutes abordar de manera resumida los enfoques historiograacuteficos relacionados al periacuteodo bajo estudio en este trabajo esto es el denominado de In-dustrializacioacuten sustitutiva de Importaciones

Si bien pueden encontrarse diferentes perspectivas y nume-rosos matices al interior de las mismas los estudios sobre el proce-so de industrializacioacuten en Argentina ndashy en Latinoameacuterica- pueden ser agrupados en dos visiones alternativas que tienen su maacutexima expresioacuten en durante los antildeos acute50 y acute60 y posteriormente en la deacute-cada de los acute70 Asiacute en palabras de Barbero (1998131) ldquomientras que una visioacuten ldquooptimistardquo enfatiza los logros del crecimiento industrial previo a 1930 una interpretacioacuten ldquopesimistardquo encuentra en eacutel las raiacuteces de los liacutemites de nuestro desarrollo industrial que atribuye esencialmente a las caracteriacutesticas del sector empresariordquo

Los autores coinciden en que la publicacioacuten de la obra seminal de Dorfman (1970)1 se constituye en un referente fundamental para el anaacutelisis del proceso de industrializacioacuten argentino y que la mis-ma se ubica dentro de la interpretacioacuten ortodoxa o claacutesica de dicho proceso Esta postura se sostiene a partir de un conjunto de afirma-ciones sobre el desarrollo industrial argentino entre las que pueden mencionarse las limitaciones que la condicioacuten de economiacutea agraria exportadora del paiacutes imponiacutean al desarrollo industrial particular-mente las condiciones de vulnerabilidad que implicaba la insercioacuten externa argentina a ello se suma la ausencia de poliacuteticas a favor de la industrializacioacuten el fuerte endeudamiento y la regresiva redis-tribucioacuten de ingresos que iba en desmedro de la produccioacuten para el mercado interno

1 Historia de la industria argentina (1970) Buenos Aires Solar

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Esta visioacuten -que implica una relacioacuten negativa entre el modelo agroexportador representado por los grandes terratenientes liga-dos a los intereses extranjeros y el posterior desarrollo industrial- es asumida en los trabajos de Ferrer (1963) Di Tella y Zymelman (1967) entre los principales exponentes reflejan la influencia teoacuterica de la teoriacutea del desarrollo y del estructuralismo latinoamericano Los tra-bajos elaborados en este sentido ponen en el centro del anaacutelisis la orientacioacuten econoacutemica argentina centrada en la produccioacuten agro-pecuaria para la exportacioacuten que orientoacute los recursos en ese sen-tido y junto a la ausencia de poliacuteticas puacuteblicas que dinamizaran el sector industrial no incentivoacute dicho proceso Es en este sentido que Barbero lo sintetiza de la siguiente manera

ldquola debilidad de los empresarios industriales (mayorita-riamente inmigrantes) o la falta de un espiacuteritu de em-presa favorable a la inversioacuten en la industria debido al predominio de valores aristocraacuteticos En general todos ellos se vinculan con la hegemoniacutea poliacutetica de los gran-des terratenientes cuyos intereses son presentados como contradictorios con el desarrollo de actividades indus-triales salvo aquellas directamente vinculadas con el sector agropecuariordquo (Barbero 1998 p 135)

Respecto de la visioacuten estructuralista latinoamericana resulta de intereacutes mencionar que a fines de la deacutecada del 40 la Comisioacuten Econoacutemica para Ameacuterica Latina (CEPAL) se constituyoacute como un centro intelectual no acadeacutemico sino de policy makers (disentildeado-res de poliacuteticas) Su intereacutes se centroacute en el campo de los sistemas de economiacutea poliacutetica contextualizando su pensamiento en funcioacuten de las condiciones propias de Ameacuterica Latina En este marco desarro-lloacute un meacutetodo histoacuterico e inductivo a partir de un abstracto teoacuterico que dio nacimiento a la teoriacutea estructuralista del desarrollo perifeacuterico latinoamericano El principio normativo era el rol del Estado y coacutemo se podiacutea contribuir desde el mismo al ordenamiento del desarrollo en el espacio de la periferia (Bielschowsky 1998)

Los estudios de la CEPAL se caracterizaron por presentar dos pautas distintivas

1) Un mismo enfoque metodoloacutegico con modificaciones en el tiempo y en la ideologiacutea de la cual se desprenden 4 rasgos analiacuteticos comunes

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En relacioacuten al meacutetodo

a) Un abordaje histoacuterico-estructuralista (relacioacuten centro-peri-feria)

En relacioacuten a su contenido

b) Un anaacutelisis de la insercioacuten internacional (o condicionantes externos)

c) de los condicionantes estructurales internos

d) de las necesidades y posibilidades de accioacuten estatal

2) Existen 5 ideas fuerza de la CEPAL ldquohistoacutericamente deter-minadasrdquo

Durante el periacuteodo posterior a la posguerra

a Los antildeos 50 y el proceso de industrializacioacuten

b los antildeos 60 y las reformas encaradas para desobstruir a la misma

c durante el periacuteodo de bajo crecimiento e incertidumbre mundial

d los antildeos 70 y la homogeneizacioacuten social y diversificacioacuten pro-exportadora

e los antildeos 80 y el ajuste con crecimiento

f los antildeos 90 y la transformacioacuten productiva con equidad

El pensamiento estructuralista latinoamericano ha tenido como legado central la elaboracioacuten de una corriente de caraacutecter autoacutectono para la regioacuten A partir de ello las principales contribu-ciones de esta corriente de pensamiento se pueden sintetizar de la siguiente manera

bull La introduccioacuten del concepto de Estructura (en Ameacuteri-ca Latina) y de las relaciones dialeacutecticas Centro-Periferia como relaciones heterogeacuteneas e histoacutericas

bull Propuesta de un proceso de desarrollo latinoamericano autoacutectono poniendo el foco de atencioacuten en los condicio-

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nantes externos a partir de la necesidad de comprender queacute significaba ldquoun proceso de desarrollo endoacutegenordquo en el marco del concepto de periferia

bull Un diagnoacutestico novedoso del conjunto de problemas que son caracteriacutesticos de las economiacuteas perifeacutericas entendi-dos como condicionantes estructurales internas (especia-lizacioacuten y heterogeneidad tecnoloacutegica insuficiencia de ahorro puacuteblico y privado escasez y poca diversificacioacuten exportadora baja productividad de los demaacutes sectores de la economiacutea excedente de mano de obra etc) La pre-sencia de ldquosub-periferiasrdquo dentro de la periferia es decir la persistente y creciente heterogeneidad econoacutemica y social presente en las regiones latinoamericanas En la regioacuten conviven estructuras productivas y patrones cul-turales similares a los centros con estructuras atrasadas que utilizan tecnologiacutea obsoleta y con deficiencias educa-tivas sanitarias de vivienda entre otras

bull La introduccioacuten de los conceptos de insuficiencia dinaacutemica dependencia y de heterogeneidad estructural para pensar el tipo de camino a seguir en los paiacuteses latinoamericanos

bull La incorporacioacuten del conflicto y de la contradiccioacuten que conlleva el poder de dominacioacuten El rol que las eacutelitesgru-pos dominantes locales tienen en la definicioacuten de las poliacute-ticas de desarrollo

bull Entender el desarrollosubdesarrollo no como etapas sino como un conjunto de condiciones histoacutericas y dialeacutecti-cas La pervivencia de patrones culturales paternalistas y clientelistas reforzados por el aparato del Estado que a su vez se encuentra cooptado por los grupos dominantes

bull La visioacuten de la importancia del progreso teacutecnico en los pro-cesos de industrializacioacuten

bull La integracioacuten regional como necesaria para iniciar un pro-ceso de diversificacioacuten de las exportaciones

bull Advertir la significancia de la vulnerabilidad externa (de-pendencia financiera y tecnoloacutegica deterioro de los teacuter-minos de intercambio etc)

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bull El reconocimiento de la variedad de estilos de desarrollo

Lo apuntado puede ser reconocido como el principal legado del Pensamiento Estructuralista Latinoamericano Como aspectos centrales de muchos de los teoacutericos cepalinos ya sea Prebisch Fur-tado Pinto Sunkel Conceiccedilatildeo Tavares Medina Echavarriacutea Faletto Graciarena entre otros se encontraba la necesidad de analizar el proceso econoacutemico y social contextual e histoacuterico en Latinoameacuteri-ca en el marco de lo que los estructuralistas denominaron como ldquola periferiardquo

Para el Pensamiento Estructuralista Latinoamericano los condicionantes externos e internos se centraron en la criacutetica a la teoriacutea de las ventajas comparativas ya que seguacuten esta teoriacutea la produccioacuten de un paiacutes debe concentrarse en aquellos bienes en los cuales se obtiene una ventaja mayor En el caso de Argentina esta teoriacutea fue aplicada por la denominada Generacioacuten del 80 clase re-presentada por un grupo de poliacuteticos intelectuales y miembros de la eacutelite terrateniente quienes vieron en la disponibilidad y alta ca-lidad de sus tierras la punta de lanza para incorporar al paiacutes a la divisioacuten internacional del trabajo como proveedor exclusivo de ma-terias primas preferentemente cereales y carnes (Rapoport 2004)

Adherir a este tipo de teoriacutea significoacute centrar el foco en la produccioacuten agropecuaria exclusivamente y por lo tanto desde la perspectiva estructuralista latinoamericana permanecer en una situacioacuten desfavorable en el sistema econoacutemico mundial en des-medro de invertir en el sector industrial Se debe advertir que la opcioacuten por esta viacutea se enmarca en un proceso histoacuterico ya que en el caso de Argentina este accionar es propio de la eacutelite dominante asociada a la propiedad de la tierra y que ademaacutes concebiacutea al proce-so de desarrollo como uacutenico y unidireccional La discusioacuten cepalina se desarrolloacute en torno a que en la especializacioacuten por paiacuteses pro-movida por esta teoriacutea se descarta la necesidad de iniciar procesos de desarrollo autoacutectonos ya que el valor agregado de la produccioacuten industrial conlleva a una desigualdad de los precios de los bienes en el mercado mundial

El punto de inflexioacuten que representa el crack de la Bolsa de Wall Street en 1929 y la posterior crisis mundial obligaron a tomar otro tipo de medidas denominadas de industrializacioacuten sustituti-va (ISI) Como afirma Bielschowsky ldquopor mucho tiempo reinoacute en el

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pensamiento latinoamericano la idea absoluta de que la ldquosustitu-cioacuten de importacionesrdquo era la forma de industrializar en Ameacuterica Latina y que la ldquodinaacutemica sustitutivardquo era el modelo de crecimien-to de la regioacuten (Bielschowsky 1998 p 23) Alrededor de mediados de los antildeos setenta la escuela de Campinas en Brasil constituida por intelectuales de origen cepalino se opuso por primera vez a la equivalencia de los conceptos de ldquoindustrializacioacutenrdquo y ldquosustitucioacuten de importacionesrdquo el proceso de industrializacioacuten seriacutea portador de una loacutegica y de un dinamismo independientes de la mera sustitu-cioacuten de importaciones ya que se proyectaba debido a decisiones de acumulacioacuten de capital orientadas a la formacioacuten de una capacidad de oferta sin ldquouna demanda reprimida por restricciones a la impor-tacioacutenrdquo

Para la deacutecada de los antildeos 50 en adelante se comienzan a des-prender las contribuciones antes mencionadas y un cuerpo teoacuterico digno de ser rescatado en la actual configuracioacuten del capitalismo global

La otra perspectiva respecto al desarrollo industrial argenti-no estaacute representada por autores revisionistas entre los que pue-den mencionarse Corteacutes Conde (1985) Gallo (1970) Diacuteaz Alejandro (1970) Villanueva (1972) y Schvarzer (1996) Esta postura reconoce las implicaciones favorables que la insercioacuten internacional en base al desarrollo agropecuario del paiacutes tuvo sobre el crecimiento indus-trial posterior El modelo agroexportador generoacute un crecimiento conjunto tanto del sector agriacutecola como de actividades que pudie-ran eslabonarse con el mismo no existiendo por tanto la relacioacuten de conflicto entre la economiacutea primaria exportadora y el desarrollo industrial

En este sentido Barbero expone de manera sinteacutetica el pensa-miento de esta visioacuten revisionista sobre la industrializacioacuten argen-tina con el siguiente paacuterrafo

ldquoconfiaban maacutes en el mercado que en el Estado como me-canismo de asignacioacuten de factores y subrayaban que el periacuteodo de mayor crecimiento de la economiacutea argentina habiacutea coincidido con el de menor intervencionismo es-tatal Proponiacutean una lectura gradualista del proceso de industrializacioacuten destacando que se habiacutea iniciado ya en las uacuteltimas deacutecadas del siglo XIX y rechazaban la visioacuten

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que consideraba la crisis de 1929 como un punto de in-flexioacutenrdquo (Barbero 2016 p 34)

Sin embargo tambieacuten dentro de esta perspectiva es posible identi-ficar algunos matices tal como lo plantea Barbero los trabajos pre-sentados por Corteacutes Conde y Schvarzer poseen dos interpretacio-nes diferentes

ldquoLa de Corteacutes Conde fuertemente criacutetica hacia el modelo de sustitucioacuten de importaciones y hacia el intervencionis-mo estatal reivindica el crecimiento industrial durante el periodo agro exportador en un marco de economiacutea abierta La de Schvarzer en cambio aun reconociendo la importancia de la expansioacuten de la industria desde fines del siglo XIX ofrece una visioacuten muy criacutetica acerca de los empresarios encontrando en su actitud especuladora una de las claves para la comprensioacuten de las dificultades con las que debioacute enfrentarse el proceso industrializador (Barbero 1998 p 141)

Sin el aacutenimo de realizar una exhaustiva siacutentesis de las dos perspectivas historiograacuteficas relativas al proceso de industrializa-cioacuten argentino este pequentildeo recorrido permite tener una nocioacuten bastante acabada de las principales afirmaciones y argumentos pre-sentados asiacute como la relevancia del estudio de los principales agen-tes econoacutemicos en dichos procesos

En el siguiente apartado analizaremos el rol de los principales agentes econoacutemico-sociales durante la etapa del periacuteodo de indus-trializacioacuten sustitutiva de importaciones en Argentina

Los agentes econoacutemicos en la Industrializacioacuten por Sustitucioacuten de Importaciones (ISI)La caacutetedra de Historia Econoacutemica y Social adscribe a la siguiente periodizacioacuten de la Industrializacioacuten por Sustitucioacuten de Importacio-nes (en adelante ISI) desde el antildeo 1930 hasta el antildeo 1976 Como hito de inicio se consideran las consecuencias que en nuestro paiacutes oca-sionoacute la crisis de la Bolsa de Wall Street en 1929 y como finalizacioacuten la toma del poder por parte de la dictadura militar en marzo de 1976 y la implementacioacuten de una serie de poliacuteticas de desincentivo a la industria nacional

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Dos preguntas deben guiar a nuestro entender la compren-sioacuten de este proceso histoacuterico

bull iquestQuieacutenes han sido el Estado en el periacuteodo de la ISI

bull iquestQuieacutenes fueron y queacute rol tuvo la elite local dominante en la definicioacuten de un estilo de desarrollo

Primera etapa de industrializacioacuten laquoespontaacutenearaquo (1930-1945)La Crisis del 29 implica para la Argentina una fuerte caiacuteda de sus exportaciones y el consiguiente efecto negativo en la balanza co-mercial Ello determinoacute una modificacioacuten en el rumbo econoacutemico que -por necesidad principalmente maacutes que por decisioacuten poliacutetica expliacutecita- se centroacute en hacer frente a la importante crisis mundial que afectaba al paiacutes a partir de la sustitucioacuten de importaciones

Desde el punto de vista poliacutetico y de los grupos dominantes el periacuteodo se inicia con un Golpe de Estado que permite la recupe-racioacuten del poder poliacutetico-econoacutemico a la elite oligaacuterquica que habiacutea gobernado hasta el antildeo 1916 y que

ldquoteniacutea como principales caracteriacutesticas una cultura fuer-temente rentiacutestica (sus principales ingresos proveniacutean de la renta de la tierra) una conducta en el poder antidemo-craacutetica basada en la marginacioacuten de gran parte de la ciu-dadaniacutea la corrupcioacuten y el fraude electoral y una visioacuten del mundo dependienterdquo (Rapoport 2007 p 4)

Estos gobiernos conservadores ponen en marcha un conjunto de medidas econoacutemicas basadas en la intervencioacuten del Estado en la economiacutea ndashauacuten en oposicioacuten a su pensamiento liberal- que sirvieron para atenuar los efectos de la crisis pero tambieacuten destinadas a ldquosal-vaguardar sus propios interesesrdquo vinculados al sector agropecuario (Korol y Saacutebato 1997 p 31) El poder se concentraba en manos de los grandes estancieros los cuales promovieron la apertura comercial limitando asiacute el desempentildeo industrial de reciente formacioacuten

Puede afirmarse que el Estado pasa de una concepcioacuten liberal u oligaacuterquica a otra con nuevas caracteriacutesticas en las que va per-diendo la hegemoniacutea del sector oligaacuterquico y en un contexto en que

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la sociedad civil sufre tambieacuten un conjunto de transformaciones y se da ldquoel advenimiento de nuevos actores el empresariado indus-trial y el proletariado urbanordquo (Iriarte sf p 3) Este nuevo Estado se denomina como Estado nacional-popular o social Estado de Bienes-tar Estado Social de Derecho o Estado Keynesiano Sus principales caracteriacutesticas pueden resumirse de la siguiente manera el Estado debe velar por el bienestar social y econoacutemico de sus miembros su intervencioacuten en teacuterminos econoacutemicos se sustenta en una poliacutetica fiscal progresiva y de mitigacioacuten del desempleo asiacute como la presta-cioacuten de manera directa de un conjunto de bienes y servicios puacutebli-cos es responsable por el establecimientos de mecanismos de pacto o acuerdo social

Claus Offe plantea una visioacuten completa del asunto al afirmar que

ldquohellipel Estado de Bienestar ha sido el resultado combinado de diversos factores [hellip] El reformismo socialdemoacutecrata el socialismo cristiano elites poliacuteticas y econoacutemicas con-servadoras ilustradas y grandes sindicatos industriales fueron las fuerzas maacutes importantes que abogaron en su favor y otorgaron esquemas maacutes y maacutes amplios de segu-ro obligatorio leyes sobre proteccioacuten del trabajo salario miacutenimo expansioacuten de servicios sanitarios y educativos y alojamientos estatalmente subvencionados asiacute como el reconocimiento de los sindicatos como representantes econoacutemicos y poliacuteticos legiacutetimos del trabajo (Offe 1990 p 42)

Para Iriarte

ldquoEl estado deja de concebirse como gendarme y exclusivo protector de los derechos individuales para convertirse en garante de los derechos sociales Surge la imperiosa necesidad poliacutetica de atender las demandas de los nue-vos sectores sociales constituidos en actores en la escena poliacutetica Es un modelo que se caracteriza por la interven-cioacuten por su accioacuten en forma de prestaciones sociales di-reccioacuten econoacutemica y distribucioacuten del producto nacionalrdquo (Iriarte sf p 3)

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Segunda etapa la industrializacioacuten durante el gobierno peronista (1946-1955)Esta etapa se caracteriza en teacuterminos generales por el impulso de poliacuteticas tendientes al desarrollo industrial (llevadas adelante por el gobierno de Peroacuten) Estas poliacuteticas se asentaron sobre la base del desarrollo de la demanda del mercado interno tal como expresa Vacarezza

ldquoAl cerrarse el ciclo industrializacioacuten - produccioacuten ndash co-mercializacioacuten ndash consumo se tendriacutea un mercado dentro del paiacutes y ya no habriacutea necesidad de buscar mercados ex-ternos Aunque ciertamente dadas las condiciones eco-noacutemicas del paiacutes el problema fundamental que en uacuteltima instancia llevoacute al peronismo a optar por el mercado inter-no fue la dificultad para aumentar los salarios reales que existioacute hasta 1946rdquo (Vacarezza 2012 p 45)

Dadas las poliacuteticas que se implementaron puede sostenerse que los actores econoacutemicos relevantes del periodo los constituyen el Esta-do los empresarios y trabajadores asalariados Es en este sentido que Fair (2009 521) afirma que ldquocon la llegada al poder del peronis-mo se establecioacute una fuerte alianza entre el Estado los empresarios industriales ligados al mercado-interno y los trabajadores sindicali-zados que muy a pesar de los sectores maacutes reaccionarios represen-tados por la Sociedad Rural Argentina (SRA) los nuacutecleos maacutes anti-peronistas de la Armada los intelectuales liberales y las clases altas y una parte considerable de las clases medias argentinas cerrariacutea definitivamente el ciclo del modelo de acumulacioacuten agroexportador iniciado en 1880rdquo

Por su parte Vaccarezza sostiene que el gobierno fue ldquode tipo corporativo movimientista se buscoacute representar a todos los secto-res socialesrdquo (Vaccarezza 2012p 46) y es en este sentido que surgen tambieacuten en este contexto movimientos que seraacuten actores relevantes del periodo tales como la Confederacioacuten General del Trabajo (CGT) conformada por las organizaciones de trabajadores a nivel nacional tuvo representacioacuten directa ante el Poder Ejecutivo y a traveacutes del partido Justicialista en el Congreso Nacional una nueva federacioacuten de empresarios ligados al gobierno denominada Confederacioacuten Ge-neral Econoacutemica (CGE) que reemplazaraacute a la tradicional Unioacuten In-dustrial y los militares la Iglesia Catoacutelica y algunas asociaciones

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profesionales y estudiantiles que dieron la necesaria amplitud a la base poliacutetica de Peroacuten

Se consolida durante este periacuteodo el Estado nacional-popular o social el que basoacute su legitimacioacuten a partir de dar respuestas con-cretas a las demandas populares nuevas alianzas y la efectiva am-pliacioacuten del reacutegimen poliacutetico a partir de la maacutes amplia participacioacuten

Desde el punto de vista econoacutemico este agente tuvo un pa-pel sumamente activo en la promocioacuten del crecimiento econoacutemico a partir de la conformacioacuten de empresas estatales (Fabricaciones Militares Direccioacuten Nacional de Industria del Estado y Sociedad Mixta Sideruacutergica Argentina entre otras) el establecimiento de ins-trumentos fiscales y de promocioacuten industrial la explotacioacuten de los servicios puacuteblicos y la generacioacuten de una clase obrera consumidora y un mercado interno fuerte a partir del aumento salarial y las me-joras en el nivel de vida entre otras

Tercera etapa la industrializacioacuten laquodesarrollistaraquo (1955-1976)Inicia este periacuteodo una baja pronunciada en el precio de los produc-tos agropecuarios -base de las exportaciones argentinas- que im-pactoacute en la disponibilidad de divisas para la compra de insumos y equipos para sostener la incipiente industria de bienes de consumo iniciada en la etapa anterior Ello puso de relieve la inexistencia de una industria de bienes de capital tambieacuten llamada industria pe-sada que seraacute impulsada durante el gobierno de Arturo Frondizi y con un fuerte ingreso de inversiones extranjeras

El Estado sigue siendo un actor fundamental para el logro del crecimiento industrial particularmente en las ramas petroliacuteferas metalurgia y siderurgia pero con ciertos rasgos diferenciados res-pecto al periacuteodo anterior y respecto a los gobiernos desarrollados entre 1966 y 1976

Asiacute tal como plantea Iriarte continuacutea la intervencioacuten del Es-tado pero con una variante del Estado nacional-popular o social el Estado desarrollista

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ldquoSe distingue de la estrategia nacional popular en cuestio-nes de eacutenfasis mientras la uacuteltima consideraba al estado en funcioacuten de la distribucioacuten y la autonomiacutea nacional la desarrollista lo hizo a favor del aumento de la inversioacuten y la integracioacuten a este proceso del capital extranjero Este modelo otorgaba un rol mayor al empresariado a la ra-cionalidad del sector puacuteblico y menor para los sindicatos y la movilizacioacuten popularrdquo (Iriarte sf p 4)

Las empresas multinacionales se posicionan durante este pe-riacuteodo como actores econoacutemicos relevantes generando una modifi-cacioacuten en el proceso de sustitucioacuten el cual

ldquoen su origen fundamentalmente nacional devino trans-nacional Las ETN capitalizaron el desarrollo del mercado interno y se apoderaron de las ramas y actividades maacutes dinaacutemicas de la industria La dependencia tecnoloacutegica se acentuoacute Las decisiones fundamentales para la continua-cioacuten del proceso de industrializacioacuten dejaron de estar en manos nacionales y pasaron a depender de decisiones externas altamente centralizadas tomadas en el aacutembito de las ETN (Furtado 1976 Sunkel 1996 en Guilleacuten 2008 p 498)

Hacia 1966 en tanto se produce un cambio relevante respec-to a los gobiernos de la deacutecada anterior aunque mantuvieron su poliacutetica de intervencioacuten en la actividad econoacutemica En este sentido Castellani sostiene

ldquola principal diferencia entre las diversas gestiones se centra en la eleccioacuten del socio capitalista que debiacutea pri-vilegiar el Estado mediante sus diversas intervenciones En efecto hacia fines de la deacutecada del sesenta se produjo un giro en la orientacioacuten de la intervencioacuten estatal en be-neficio del capital nacional Dicho cambio se sosteniacutea en la idea de que era fundamental construir una ldquoburgue-siacutea nacionalrdquo que pudiera liderar junto con el Estado el proceso de desarrollo econoacutemico y restringir el accionar del capital extranjero en la estructura econoacutemica hasta lograr que se relegue a una posicioacuten subordinada con res-pecto a las restantes fracciones del capital ya que la de-cisioacuten tomada hacia fines de los antildeos cincuenta de incor-porar firmas transnacionales para resolver los problemas propios de la estrategia sustitutiva habiacutea demostrado a las claras que lejos de resolverlos los terminaba agra-vandordquo (Castellani 2008 p 2)

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Se inicia una fase ndashcon profundizacioacuten en los 70- de Estado burocraacute-tico-autoritario basado tanto en la exclusioacuten poliacutetica como econoacute-mica y en la que los gobernantes proveniacutean de las fuerzas armadas o bien corporaciones industriales que sosteniacutean que los problemas al desarrollo argentino proveniacutean de la movilizacioacuten de masas que llegaba a desbordar al Estado Este modelo de Estado consideraba sus funciones econoacutemicas como subsidiarias por lo que debiacutea res-guardarse esta institucioacuten en tanto organizador social y econoacutemico (Iriarte sf)

Algunas reflexionesEl proceso de ensentildeanza de la Historia Econoacutemica y Social desde la transmisioacuten de los contenidos propios de este campo disciplinar a los estudiantes universitarios supone siempre una seleccioacuten den-tro del universo posible de saberes asiacute como un posicionamiento epistemoloacutegico que incide tanto en el recorte realizado como en el modo en que se presentan los conocimientos

A partir del contenido curricular la asignatura se organizoacute tratando de establecer una periodizacioacuten que tenga en cuenta los procesos socioeconoacutemicos de cambios maacutes profundos e intentando vincular los aspectos del mundo con el estudio del paiacutes o regioacuten de pertenencia En esta periodizacioacuten se expusieron tres etapas en el modelo de sustitucioacuten de importaciones es una construccioacuten que se hace apoyaacutendose en la realidad histoacuterica que deacute cuenta de los cambios temporales asiacute como las relaciones espaciales que se fueron produciendo tratando de evidenciar los agentes econoacutemicos maacutes significativos tales como Estado empresarios obreros pymes y em-presas transnacionales

Las Guiacuteas Didaacutecticas de Acompantildeamiento pretenden contri-buir a explicitar las actividades generadas entre docente-alumno docente-grupo alumno-alumno con el contenido disciplinar y los textos especiacuteficos de las diversas visiones historiograacuteficas en el contexto del aula universitario Se intenta que los alumnos lleven a cabo actividades de estudio autoacutenomo un aprendizaje intencio-nal racional y criacutetico es ademaacutes considerado como capacidad de accioacuten intelectual individual El docente en funcioacuten a su experien-cia del contenido va gestionando la elaboracioacuten de estrategias de procesamiento de los contenidos En tanto los alumnos tambieacuten en

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funcioacuten a sus conocimientos previos esquemas conceptuales y pro-cesamiento de la informacioacuten van construyendo sus aprendizajes

Orientadas a contenidos particulares de la Historia Econoacutemi-ca y Social ndashen este caso Modelo de Sustitucioacuten de Importaciones en la Argentina- se realiza una seleccioacuten de los contenidos y material didaacutectico dentro del contexto universitario vigente lo que contri-buye a la construccioacuten de un relato que resulta de gran significati-vidad al momento de abordar las dimensiones historiograacuteficas res-pecto al tema de modo tal que puedan ser sometidas a una criacutetica que permitaevaluar los argumentos que los propios autores sostie-nen las fuentes a las que recurren la metodologiacutea y las estrategias para presentar sus conclusiones

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Las organizaciones sociales en la Argentina contemporaacutenea

Aproximacioacuten desde el campo historiograacutefico y socio-poliacutetico

Celia Basconzuelo

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Las organizaciones sociales registran una expansioacuten significativa en Argentina particularmente en las uacuteltimas tres deacutecadas Conforman un vasto universo de caraacutecter asociativo complejo y heterogeacuteneo capaz de merecer la atencioacuten de los estudiosos sociales Participan en el espacio puacuteblico en el marco de la sociedad civil configuraacutendo-se como una tercera esfera que para algunos autores se halla sepa-rada del Estado y el mercado (Gonzaacutelez Bombal 1995) mientras que para otros deben contemplarse necesariamente las articulaciones entre ambas (Roitter 2004)

El universo organizativo es vastiacutesimo y presenta diverso gra-do de institucionalizacioacuten origen tamantildeo intereses y estrategias de intervencioacuten (De Piero 2005) Pueden mencionarse entre ellas asociaciones vecinales centros culturales fundaciones asociacio-nes profesionales organizaciones de desocupados asociaciones ci-viles clubes etceacutetera Se trata de organizaciones de adhesioacuten volun-taria autogobernadas con participacioacuten de asociados que asumen responsabilidades y comparten aspectos valorativos No obstante se diferencian profundamente en cuanto a las finalidades que persi-guen las loacutegicas de funcionamiento y las praacutecticas sociales (Roitter 2004) La mayoriacutea presenta un nivel de institucionalidad y de reco-nocimiento juriacutedico formal otras en cambio actuacutean desde un nivel de informalidad

Ese rasgo de la heterogeneidad fundamenta la opinioacuten acerca de la dificultad para recrear una historia comuacuten y por lo tanto una tradicioacuten uniacutevoca Probablemente esta caracteriacutestica explica por queacute la dimensioacuten histoacuterica ha sido menos revisitada por los espe-cialistas y en cambio los aportes predominantes revisten alcance socioloacutegico y organizacional-econoacutemico

La percepcioacuten acerca de la existencia de un tercer sector apa-rece en los Estados Unidos en los inicios del siglo XX Con el ascen-so de la ola conservadora encabezada por Ronald Reagan y el re-planteo del rol del Estado se evidencia una ldquobuacutesqueda de mayores grados de autonomiacutea por parte de diversos actores sociales tanto en la solucioacuten de algunos de sus problemas como de participacioacuten en lo puacuteblico por fuera del Estadordquo (Roitter 2004 p 23) En Ameacuterica latina la visibilidad social de estas organizaciones en el espacio puacute-blico se hace notoria precisamenteen el contexto de aplicacioacuten de las poliacuteticas neoliberales

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Sin embargo su desarrollo y participacioacuten en el espacio puacuteblico es un fenoacutemeno de larga data En Argentina pueden ubicarse ya enel periacuteodo colonial mediante entidades que nacen siendo cobijadas por la iglesia catoacutelica luego el siglo XIX y XX aportan las propias hasta nuestros diacuteas

En razoacuten de la vastiacutesima produccioacuten existente dentro del campo de las ciencias sociales el objetivo especiacutefico de este artiacuteculo focaliza en analizar aquellas contribuciones cuyo nuacutecleo de inda-gacioacuten es subrayar la dimensioacuten histoacuterica en las organizaciones so-ciales tanto en obras especiacuteficas del campo historiograacutefico como en otras provenientes de aportes socioloacutegicos o politoloacutegicos

No escapa a este trabajo las muacuteltiples categoriacuteas operacionales que se emplean para denominarlas tanto en sentido positivo (tercer sector1 organizaciones de la sociedad civil2 organizaciones comuni-tarias3 entidades intermedias ONGs organizaciones de promocioacuten y desarrollo organizaciones civiles) como negativo (organizaciones sin fines de lucro organizaciones no gubernamentales sector no lu-crativo etc) A ellas se suman definiciones que proceden de estudios acadeacutemicos como de organismos internacionales4

En razoacuten de esta vastedad y polisemia el concepto escogido en este artiacuteculo -organizaciones sociales- es geneacuterico y a traveacutes de eacutel se pretende subrayar un aspecto de base el caraacutecter asociativista de todaspues atraviesa el conjunto del mapa organizacional maacutes allaacute de las diferencias y contradicciones capacidad organizacional o estadio de su actuacioacuten colectiva

1 Esta denominacioacuten habriacutea comenzado a circular en el aacutembito acadeacutemico desde los antildeos setenta en Estados Unidos por investigadores abocados a estudiar las organizaciones no lucrativas desde una perspectiva econoacutemica aunque seraacute utilizado de un modo maacutes sistemaacutetico hacia mediados de los noventa (Roitter 2004 p 23) 2 El teacutermino fue acuntildeado por el BID y luego adoptado por el Banco Mun-dial 3 El teacutermino remite a las organizaciones de base Veacutease un estudio de caso en Ruiz 2007 4 Es el caso del Banco Mundial que identifica tres tipos de ONGs a) organi-zaciones de base comunitarias que sirven a poblaciones especiacuteficas en aacutereas acota-das y actuacutean como beneficiarias de proyectos y servicios b) organizaciones inter-mediarias (0 de apoyo) que tienen un nivel de alcance nacional y brindan servicios a otras organizaciones y c) las intermediarias internacionales que se localizan en los paiacuteses desarrollados y pueden asistir a las del Tercer Mundo (Filmus Arroyo y Esteacutebanez 1997 p 25)

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El trabajo se halla estructurado en tres apartados En el primero se recupera una de las dimensiones contributivas de todo anaacutelisis his-toacuterico el contrapunto entre cambio y continuidad presente en estu-dios sociales de amplio reconocimiento acadeacutemico El segundo pa-raacutegrafo desarrolla el eacutenfasis que algunos estudios sociales colocan en los periacuteodos o etapas histoacutericas y las interpretaciones que ellos alientan Al final el estudio propone una metodologiacutea de anaacutelisis de caraacutecter propositivo capaz de orientar futuros abordajes que com-prendan tanto a las organizaciones sociales como a las acciones co-lectivas que estas puedan encarar

Un clivaje teoacuterico interpretativo cambio-continuidadLa mirada de Andreacutes Thompson director de programas para Ameacute-rica Latina y el Caribe de la Fundacioacuten W Kellogg (EEUU) y especia-lista en estudios sociales representa un aporte claacutesico en el campo de estudio

Se trata de una obra colectiva pionera que expresa una pre-ocupacioacuten por analizar las organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucrocomo un sector institucional diferenciado tanto del sector puacuteblico estatal y como del privado comercial (Thompson 1995 p 20)

El anclaje en la geacutenesis histoacuterica y la apelacioacuten a la categoriacutea de ldquoetapasrdquo le permite al autor validar el plano ideoloacutegico interpretado a su vez desde una lectura socioloacutegica que remite a los conceptos ldquopuacuteblicordquo y ldquoprivadordquo Asiacute en el capiacutetulo dedicado a los oriacutegenes his-toacutericos identifica los diferentes ldquoimpulsos ideoloacutegicosrdquo que dan lugar al nacimiento de ONGs y a las entidades no lucrativas En tal senti-do indica tres grandes etapas en el transcurso de las cuales refiere el rol del Estado y de la sociedad civil sentildealando las continuidades y los cambios operados en su transcursoEs decir el recurso de las ldquoetapasrdquo resulta operacional a fin de indicar el contraste de modelos

En efecto destaca la prevalencia de un ldquomodelo fundacionalrdquo anclado en la beneficencia que ocupa la primera parte del siglo XIX y donde juegan un rol importante la jerarquiacutea eclesiaacutestica asiacute como distintas congregaciones Es por ello que estas primeras asociacio-nes voluntarias como dice Thompson ldquomezclaron lo puacuteblico como

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privado lo confesional con lo civil y la provisioacuten de servicios con la explotacioacuten y el control socialrdquo (Thompson 1995 p 23)5

Un segundo modelo de filantropiacutea avanza hacia mediados del siglo XIX cuando la caridad deja de anclar exclusivamente en una vertiente cristiana para tornarse laica y privada desencadenando un proceso de secularizacioacuten que favorecioacute acciones organizativas impulsadas desde la sociedad civil Durante ese lapso tres actores son centrales Por un lado el Estado que interviene pero sin ejer-cer un control directo pues se apega al modelo liberal europeo La Sociedad de Beneficencia se convierte en la entidad emblemaacutetica Hacia fines de siglo la accioacuten estatal a nivel municipal se manifiesta a traveacutes de lo que se denomina el higienismo Por otro lado actuacutea el catolicismo social mediante el resurgimiento de entidades de accioacuten social En tercer lugar las entidades traiacutedas por los inmigrantes y dedicadas a los seguros sociales y laborales

El advenimiento del populismo a mediados de los antildeos 1940 incorpora un nuevo modelo cuando se modifica el discurso de la ayuda social de la beneficencia a la justicia social y la satisfaccioacuten de nuevos derechos

Asiacute es como pueden reconocer distintos modelos uno centra-do en acciones asistenciales y de beneficencia otro en los derechos sociales y uno maacutes contemporaacuteneo basado en principios relaciona-dos con la solidaridad la autogestioacuten de problemas comunes y la iniciativa de los interesados

Un recurso metodoloacutegico las etapas Uno de los trabajos claacutesicos sobre las iniciativas asociativas en Ar-gentina es la obra colectiva coordinada por Elba Luna y EacutelidaCecco-ni (2002) El texto integrado por cuatro extensos capiacutetulos autoriacutea de Roberto Di Steacutefano Hilda Saacutebato Luis Alberto Romero y Joseacute Luis Moreno puede interpretarse en clave histoacuterica por un lado ya que la viacutea de entrada para el anaacutelisis de las organizaciones es la periodizacioacuten histoacuterica desde la etapa colonial hasta los antildeos 90 del siglo XX distinguiendo la etapa de la Colonia independencia

5 Este periacuteodo histoacuterico donde la caridad orientoacute poliacuteticas sociales ha sido trabajado por algunos historiadores en etapas histoacutericas especiacuteficas Veacutease More-no 2000

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formacioacuten del Estado momento corporativo y caiacuteda del Estado de Bienestar Por otro lado se apela a una metodologiacutea donde se acentuacutea en el anaacutelisis la relacioacuten entre el Estado y la sociedad civil

Asiacute se establece que los oriacutegenes del movimiento asociativo en Argentina pueden remontarse a las cofradiacuteas coloniales in-fluidas por la iglesia catoacutelica junto con otras entidades tales como los clubes del ocio las primeras organizaciones de africanos y las sociedades de beneficencia del interior Una segunda etapa histoacute-rica se registra a partir de 1860 y se extiende hasta 1920 en cuyo transcurso se puso de manifiesto un fervor asociativo como resul-tado del impacto inmigratorio La tercera etapa se extiende hasta 1976 y se halla caracterizada por la madurez de la sociedad civil en cuyo transcurso se despliegan organizaciones de base asociaciones mutuales sindicales profesionales cooperativas y corporaciones empresarias asiacute como tambieacuten se advierte el avance del Estado so-bre la sociedad refirieacutendose en este caso al periacuteodo del peronismo histoacuterico

La uacuteltima etapa atraviesa la dictadura el renacer democraacutetico donde se manifiesta el resurgimiento del asociacionismo asiacute como la ampliacioacuten de derechos prolongaacutendose hasta los antildeos 1990 Una particularidad del texto es el abordaje del tema maacutes allaacute de la pro-vincia de Buenos Aires nutrieacutendose de una actualizacioacuten de inves-tigaciones y resentildeas bibliograacuteficas que permite reconocer el tema en los distintos espacios provinciales Las dimensiones de anaacutelisis privilegiadas en cada etapa son el momento histoacuterico el tipo de or-ganizacioacuten creada y las acciones emprendidas

Lo histoacuterico en enfoques socioloacutegicos y politoloacutegicosEn ambos campos los paradigmas teoacutericos empleados para estudiar las OSC son diversos Desde las liacuteneas que optan por una definicioacuten estructural operacional y aluden a un ldquotercer sectorrdquo con capacidad para distribuir excedentes y hallarse separado del aacutembito guberna-mental ademaacutes de ser independiente de libre afiliacioacuten y sostener valores filantroacutepicos (Salamon 1999) de configurar un ldquoespacio puacute-blico no estatalrdquo productor de servicios y de bienes puacuteblicos (Bres-ser-Pereira y Cunill Grau 1998)6 a otros que destacan la necesaria

6 La expresioacuten refiere al sector no gubernamental o tercer sector un espa-cio de la democracia participativa o directa en los asuntos puacuteblicos y comprende

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aproximacioacuten a la esfera poliacutetica y econoacutemica ademaacutes de la social y cultural para entender la complejidad del sector (Roitter 2004)

Los innumerables estudios de caso contemplan en lo particu-lar el perfil de las organizaciones sociales el nuevo rol que desem-pentildean a partir de las transformaciones que se han producido en la vinculacioacuten entre el Estado y sociedad civil en la deacutecada de los no-venta (Filmus Arroyo Esteacutebanez 1997) o bien optan por destacar las posibles articulaciones con el Estado en sus distintos niveles de actuacioacuten (Garciacutea Delgado y De Piero 2002) Las dimensiones del sector no lucrativo recogen estudios de caso comparativos que abar-can toda Europa otros paiacuteses desarrollados y Latinoameacuterica (Sala-mon et al 1999)

Otros estudios de caso procuran destacar que la trayectoria histoacuterica de las organizaciones comunitarias resulta clave al mo-mento de evaluar el grado de consolidacioacuten Entonces el cuadro de su impacto en el espacio puacuteblico y la propia evolucioacuten depende de la historicidad alcanzada En palabras de la socioacuteloga Violeta Ruiz

() las organizaciones sin historia se manifiestan deacutebiles en su capacidad de demanda e interpretacioacuten de las ne-cesidades de las poblaciones a las que representan tienen muy baja capacidad de movilizacioacuten y carecen de medios para constituir asociaciones relevantes desarrollan pro-cesos y solidaridad mecaacutenica que les impide trascender los viacutenculos basados en lo semejante tienen ademaacutes poca capacidad para reconocer la potencialidad de establecer mecanismos democraacuteticos de funcionamiento En cam-bio aquellas organizaciones que recogen experiencias es-tructuradas y por lo tanto cuenta con una acumulacioacuten suficiente de capital simboacutelico y social que les permiten pasar del nivel micro al macro incluyendo capacidad de planificacioacuten y gestioacuten de mediano y largo plazo entre lo puacuteblico y lo comunitario inclusive el grado de autonomiacutea mostrariacutea una gran complejidad para mantener contac-tos e inclusive participar de gestiones asociadas desde lo local (Ruiz 2007 p 131)

Las organizaciones sociales estudiadas en clave histoacuterica re-miten a otra de las coordenadas el territorio Se reconstruye su his-toria a partir de las nuevas vertientes que entienden el lugar como espacio de vida y espacio vivido poniendo de relieve la participa-

aquellas organizaciones o formas de control puacuteblicas volcadas al intereacutes general

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cioacuten de dichas entidades en las poliacuteticas puacuteblicas desde y en sus te-rritorios (Jungemann 2008)

Los ldquoprocesos histoacutericosrdquo son una categoriacutea referida por estu-dios socioloacutegicos para advertir tal como lo afirman Garciacutea Delgado y De Piero las interacciones

() la consideracioacuten de los procesos histoacutericos aporta una mejor comprensioacuten de las organizaciones en la medida en que nos permite escapar de visiones reduccionistas res-pecto de la realidad social y acceder a las diversas inte-racciones sociales que se producen entre todos los agentes e instituciones (Garciacutea Delgado y De Piero 2002 p 12)

Ambos autores identifican modelos de acumulacioacuten (agroex-portador 1880-1930 etapa de sustitucioacuten de importaciones con par-ticipacioacuten ampliada 1940-1975 neoliberal excluyente 1976) y en el contexto de cada uno ubican formas organizacionales formales e informales

La periodizacioacuten histoacuterica se transforma en un recurso no solo para establecer una siacutentesis cronoloacutegica y sentildealar las caracte-riacutesticas sino tambieacuten para establecer una tipologiacutea de dichas orga-nizaciones y asociarlas al grado de desarrollo de las esferas puacuteblica y privada (Campetella y Gonzaacutelez Bombal 2000 p 23)

En el mismo sentido la matriz histoacuterica explicariacutea algunos ti-pos especiales de OSC particularmente aquellas que resultaron de los procesos aluviales (asociaciones de colectividades mutuales) asiacute como de modificaciones y ampliaciones del espacio urbano hacia la periferia (sociedades de fomento) y de las alternativas histoacutericas ofrecidas por el mundo del trabajo (sindicatos) (Gonzaacutelez Bombal 1995)

La periodizacioacuten histoacuterica contribuye para que se reconozcan ldquomodelos de organizacioacuten socialrdquo en relacioacuten con los cuales puede reconstruirse la conformacioacuten de esas entidades organizativas ca-racterizadas por una metamorfosis permanente (De Piero 2005)

Por otra parte los periacuteodos pueden contribuir a interpretar las orientaciones generales que asumioacute la sociedad civil y el Estado una clave que favorece explicar la geacutenesis reaparicioacuten o permanen-cia de las organizaciones sociales Periacuteodos donde la sociedad civil

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se muestra con escaso poder y autonomiacutease argumenta como uno de los paradigmas que explica la centralidad del Estado en materia de encauzar lo puacuteblico a traveacutes de organizaciones (Gonzaacutelez Bombal 1995) El pasado mostrariacutea precisamente ldquola carencia de una distin-cioacuten entre lo social y lo estatal una colonizacioacuten por el Estado junto con una extrema labilidad de la esfera de lo privado un intenso sen-tido colectivo que asumioacute a veces la forma corporativa [] y la falta de una autonomiacutea del mercadordquo (Gonzaacutelez Bombal 1995 pp 68-69)

Este aspecto que sobresale al considerar los marcos histoacutericos pondriacutea de manifiesto una particularidad de la adopcioacuten del libera-lismo en la Argentina ya que el Estado no habriacutea desarrollado un rol restringido sino por el contrario fuertemente presente por mo-mentos en aacutembitos de la sociedad civil asiacute como tampoco habriacutean sido demasiado fuertes los lazos econoacutemicos

La mirada histoacuterica se emplea para resaltar la centralidad de la poliacutetica en la constitucioacuten de los actores sociales y la debilidad de la idea de individuo Se busca asiacute explicar el modo en que la so-ciedad se organizoacute para vincularse con el Estado del mismo modo los rasgos que eacuteste asumioacute y asimismo el modo de ejercer las de-mandas sociales La coyuntura histoacuterica conocida como ldquohistoria recienterdquo es apelada para mostrar momentos claves en que habriacutea comenzado a invertirse aquel paradigma de subordinacioacuten de la so-ciedad por otro que expresariacutea una manera maacutes o menos autoacutenoma de afirmacioacuten Se sentildealan asiacute antildeos como el de 1983 referenciados como puntos de inflexioacuten en la tendencia histoacuterica y a la vez punto de partida de procesos que trajeron como innovacioacuten cambios en orden a los procedimientos de relacioacuten entre el mundo asociativo y el Estado La dimensioacuten histoacuterica se ocupa tambieacuten de analizar las ideas prevalecientes en torno de la participacioacuten y la representa-cioacuten poliacutetica y las tensiones histoacutericas que atravesaron esas defini-ciones (Gonzaacutelez Bombal 1995 p 09)

A modo de conclusioacuten Desde un punto de vista cualitativo el recorrido de algunas pro-ducciones emblemaacuteticas sobre las organizaciones sociales permite advertir la importancia de la perspectiva histoacuterica para su estudio

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La autonomiacutea frente al Estado y el mercado si puede discutirse seguacuten las posturas consultadas queda claro que de acuerdo con el anaacutelisis histoacuterico hubo interacciones momentos de mayor conduccioacuten por parte estatal otros que fueron de despegue para las organizaciones Hubo momentos en que lo puacuteblico sobrepasoacute lo privado el Estado influyoacute sobre la sociedad civil y por ende sobre las organizaciones sociales En otros el Estado fue cediendo su participacioacuten y control mientras la sociedad civil a traveacutes de organizaciones de libre acce-so y permanencia acentuoacute su participacioacuten propositiva Un tejido asociativo cada vez maacutes denso fue consolidaacutendose por siacute mismo y no solo porque el Estado se desplazaba de aacutereas otrora controladas

No constituye un hecho menor que frente a las caracteriacutesti-cas del reacutegimen poliacutetico imperante a lo largo del siglo XIX marcado fundamentalmente por el conflicto y en el siglo XX por las reitera-das y ciacuteclicas crisis de la democracia lo colectivo haya encontrado canales institucionales para ejercitar derechos y expresar reivindi-caciones en la dimensioacuten puacuteblica

Desde un punto de vista metodoloacutegico cabe preguntarse iquestde queacute clivajes se ha nutrido esa estimacioacuten del pasado que se halla presente en varios abordajes algunos de los cuales se han resentildeado en este artiacuteculo El anclaje en la geacutenesis histoacuterica permite validar rupturas y continuidades el diaacutelogo entre los puacuteblico y lo privado La dimensioacuten histoacuterica es preguntarse por el ldquocontextordquo la socioloacute-gica es referir a partir de ese contexto los ldquomodelosrdquo

Finalmente como historiadores y estudiosos de las organi-zaciones sociales iquestqueacute aspectos novedosos podriacuteamos considerar para el abordaje de las mismas desde el campo de la historia social En primer lugar abordar el tema desde esta confluencia de saberes cientiacuteficos supone un acercamiento teoacuterico y metodoloacutegico concre-to entre la historia y la teoriacutea social Esto es poner de relieve una vez maacutes las potencialidades del abordaje interdisciplinar para un tema que en su propia dinaacutemica amerita la confluencia de miradas y por queacute no seguir alentando como lo proponiacutea Peter Burke (2005) un giro teoacuterico de los historiadores sociales y la posibilidad de en-contrar nuevas formas de combinar la historia y la teoriacutea social En ese sentido mediante un enfoque propio de la ciencia histoacuterica po-driacutean abordarse las organizaciones sociales teniendo en cuenta los dos ejes explicativos del conocimiento histoacuterico tiempo y espacio

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que dariacutean contenido a un modelo explicativo centrado en las tradi-ciones y a traveacutes de ellas captar cambios y continuidades

Para ello los estudios sobre las organizacioacutenes sociales po-driacutean trazar en su agenda de investigacioacuten los siguientes vectores capaces de conducir hacia una cartografiacutea socio histoacuterica que sobre la base de la investigacioacuten empiacuterica tienda a concentrarse en la di-mensioacuten organizacional o bien en el problema de la accioacuten En el primer caso podriacutean ponderarse como unidades de anaacutelisis

a Una periodizacioacuten de las organizacioacutenes sociales que deacute cuenta de su existencia institucional en el lugar mi-croterritorial y de su trayectoria Debe tratarse de orga-nizaciones estructuradas con cierto grado de formalidad de independencia respecto del Estado y de permanencia en el tiempo de manera que puedan ser ubicarlas en una liacutenea de tiempo igual o mayor a una deacutecada

b Una referencia al vector poliacutetico contextual de anaacutelisis particularmente la dimensioacuten del tipo de proyecto poliacuteti-co subyacente en dicha periodizacioacuten (democraacutetico semi democraacutetico autoritario) en las escalas micro y macro te-rritorial y la dinaacutemica tanto de participacioacuten ciudadana que dicho reacutegimen alentoacute (modalidad electoral y no elec-toral) como de la representacioacuten (poliacutetica y social)

c Una referencia al vector social de anaacutelisis que deacute cuenta del actor movilizado y su pertenencia al sector o clase so-cial que lo identifica asiacute como del patroacuten de articulacioacuten con otras organizacioacutenes en la escala micro y macro te-rritorial que permita dar cuenta tanto de la propia asocia-tividad como de la densidad de la red asociativa

d Un listado de los repertorios de accioacuten desarrollados du-rante el periacuteodo dando cuenta de posibles articulaciones urbano-rurales de dichas acciones

El aporte que permitiriacutea anticipar este trabajo es de sentido prospectivo Nos interesa avanzar en la construccioacuten de nuevos en-foques desde la esfera acadeacutemica donde la propuesta interdiscipli-nar permita avanzar en abordajes complementarios y no solamen-te centrados en la organizacioacuten y su dinaacutemica sino tambieacuten en el contexto que hizo posible su nacimiento desarrollo y repertorio de

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accioacuten Tan importante como comprender el plano organizacional e identitario lo es tambieacuten rescatar las posibilidades analiacuteticas de la idea de tradiciones para una mejor comprensioacuten de los cambios y continuidades de ese actor social contemporaacuteneo sobre todo cuan-do esas tradiciones atraviesan lo puacuteblico Esta articulacioacuten teoacuterica parece estar ausente en muchos estudios abocados al tercer sector Entonces la loacutegica de la historicidad vendriacutea a explicar probable-mente tambieacuten la redireccionalidad de las opciones en el repertorio la eleccioacuten de estrategias de articulacioacuten La propia loacutegica organiza-cional o las definiciones identitarias no lo explicariacutean todo Pero en todo caso es una hipoacutetesis a comprobar lo cual demanda estudios de casoos y mayor nuacutemero de trabajos empiacutericos

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La historia local entre la indiferencia el disentildeo

global y la significatividad de lo diferente

Mariacutea Rosa Carbonari

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La historia ha formado parte de un relato que ha buscado legitimar las acciones de los grupos hegemoacutenicos que en distintos periacuteodos que construyeron el poder poliacutetico pero tambieacuten para escarbar foacuter-mulas pasadas soterradas que se presentan como alternativas en la disputa por el dominio del presente y se exhiben como un desafiacuteo para construir futuros diferentes al que en esa instancia ejerce el dominio

Se propone aquiacute exponer brevemente un recorrido histo-riograacutefico que parte de la preocupacioacuten de construir un discurso homogeneizador en la civilizacioacuten occidental haciendo posterior-mente referencia al XIX creando una identidad ficticia territorial para inventar la nacioacuten marginando y simplificando los diferentes espacios que ese Estado constituiacutea Posteriormente se hace referen-cia a la incorporacioacuten de mediados del siglo XX de la Historia a la ra-zoacuten cientiacutefica que permitiera comprender los procesos macros pos-tulando modelos explicativos en los que las regiones y localidades se constituiacutea en estudios que posibilitaran confirmar premisas teoacute-ricas de postulados aprioriacutesticos Finalmente se hace referencia a la crisis del paradigma explicativo y su repercusioacuten en la macro-histo-ria y los macro-relatos lo que contribuyoacute a postular historias maacutes territorializadas es decir maacutes espaciales Al final se hace referencia a lo local y regional registro de una experiencia de coacutemo se ha veni-do trabajando dentro de este preocupacioacuten de una historia regional que posibilite complejizar y complementar la historia nacional

El control por el conocimiento del pasado contribuye tanto para legitimar las acciones de los grupos hegemoacutenicos como para escarbar foacutermulas pasadas soterradas que se presentan como alter-nativas en la disputa por el dominio del presente y se exhiben como un desafiacuteo para construir futuros diferentes al que en esa instan-cia ejerce el dominio En el ejercicio de preguntar iquestpara queacute sirve la historia y iquestcuaacutel es su funcioacuten se pretende encontrar sentido a la praacutectica profesional que se ejerce en un espacio determinado y su lugar en el macro-relato

Por ello si bien como sostiene Fontana la historia ha tenido siempre una funcioacuten social generalmente la de legitimar el orden establecido (Fontana 1982 p 15) tambieacuten la historia fue adquirien-do la funcioacuten de desenmascarar esas posturas legitimantes

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En el caso de la Historia se remonta a su matriz fundacional Surgida como relato desde la antiguumledad y soporte ideoloacutegico en los fundamentos del mundo moderno quedariacutea marginalizada como conocimiento cientiacutefico aunque acompantildeaba con un postulado identitario colonizador la legitimacioacuten de la Modernidad Con ello tambieacuten se afianzoacute una Historia en territorios que constituyeron los Estados decimonoacutenicos haciendo un relato ficticio a una unidad espacial inventada que se sustentaba en un vaiveacuten entre el roman-ticismo el historicismo y el positivismo de la eacutepoca es decir entre postulados romaacutenticos y fundamentos cientiacuteficos

Asimismo desde mediados del siglo XX el avance cientiacutefico teacutecnico y los argumentos que postulan intervenciones y planifica-ciones del futuro abandonaron el anclaje con el pasado o lo mini-mizaron puesto que la perspectiva estaba sustentada en el cambio de paradigma y no en la continuidad de la tradicioacuten de narraciones historizantes Asiacute para los postulados cientiacuteficos del siglo XX la historia se transformoacute un meacutetodo de abordaje propuesto en los ma-nuales de Metodologiacutea de las Ciencias Sociales y los historiadores se preocuparon en construir modelos macroprocesuales en donde incluir la narrativa del tiempo corto a decir de Braudel (1958)

Para entones reducida asiacute al bauacutel de antiguallas reserva para legitimacioacuten de alguacuten que otro informe de diagnoacutestico o una introduccioacuten a las grandes problemaacuteticas del presente las regiones quedaron al margen de la explicacioacuten histoacuterica o formando parte de casos a confirmar seguacuten modelo explicativo

Colonizacioacuten y orden del discurso homogeneizadorEl discurso histoacuterico surgioacute a la par de la construccioacuten de una expli-cacioacuten que pretendioacute dar orden sentido de pertenencia e identidad a la sociedad de la que formaba parte Los escritos histoacutericos de an-tiguos (griegos romanos y cristianos) modernos presentaron un re-lato unitario homogeacuteneo y abarcador si bien surgiacutean de un espacio determinado que iba expandiendo sus fronteras A medida que se expandiacutea el dominio sobre el espacio que se ldquocolonizabardquo la historia se universalizaba en los paraacutemetros del colonizador Ese recorrido tambieacuten fue acompantildeado de momentos de crisis de legitimacioacuten y recambios historiograacuteficos Eran crisis de transicioacuten en que se pos-tulaban las criacuteticas de las foacutermulas anteriores de entender el mun-

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do proponiendo renovaciones y ldquorenacimientosrdquo desacralizando lo viejo y reinventando una nueva formula histoacuterica Asiacute criticando el mundo miacutetico surgiacutea la Historia como averiguacioacuten de la verdad a partir de testimonios oculares humanos -no de los dioses- y se comenzaba a indagar sobre las acciones de los hombres Eran los hombres de gobierno que construiacutean imperios y que se legitimaban frente al mundo baacuterbaro inventando un proceso identitario con un antepasado comuacuten De alliacute la Historia a la que accediacutean un peque-ntildeo extracto social se compactoacute como ldquomadre y maestra de la vidardquo para servir al buen gobernante La crisis de los imperios llevariacutea a una nueva deslegitimacioacuten dando surgimiento a una historia cris-tiana que se consolidaba en negacioacuten y rechazo de los ldquopaganosrdquo e ldquoinfielesrdquo que no abrazaban el dogma catoacutelico y los fundamentos de la moral cristiana La modernidad se armoacute como reaccioacuten a la espe-culacioacuten metafiacutesica y al dogmatismo La ciencia quedoacute al servicio de los Estados Modernos y la Historia se construyoacute en funcioacuten de dar identidad nacional y de crear los soportes para el buen ciudadano aunque lejos de fundamentos de objetividad y neutralidad que so-licitaba la ciencia (Carbonari 2008 Cardoso 2005 Fontana 2001)

La ciencia sin embargo rescatoacute las preocupaciones de He-roacutedoto por el relato verdadero y de Tuciacutedides por la buacutesqueda de las verdades permanentes Y con ellos se habiacutean inaugurado ldquodos formas de hacer historia historia narrativa versus historia expli-cativardquo (Saacutenchez Marcos 1993 p 36) A ello se sumoacute el pragmatismo romano en que la historia es el campo de ldquoadiestramiento de la poliacute-ticardquose constituyoacute en el legado que asumieron los Estados Modernos en la formacioacuten del ciudadano

La crisis del Imperio Romano el traacutensito de la unidad romana a una pluralidad medieval implicoacute para la Europa Occidental una nueva visioacuten de mundo que postulaba una temporalidad trascen-dente fundamento de la teologiacutea dando lugar a la filosofiacutea de la his-toriaque coloca a los hombres como sostiene Bloch entre ldquola Caiacuteda y el Juicio Finalrdquo (Bloch [1949]1978 p 9)

De esta manera la buacutesqueda de la verdad el pragmatismo ideoloacutegico y el sentido teoloacutegico fueron las marcas significativas de la antiguumledad y el medioevo La modernidad en buacutesqueda de reim-primir la visioacuten humana rechazoacute la explicacioacuten aprioriacutestica y desde el siglo XVI en la Europa Occidental los humanistas convocaron el pasado para criticar su presente El siglo XVIII implicoacute la construc-

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cioacuten de una nueva razoacuten unitaria en Occidente sobre todo el mun-do conocido e involucroacute un nuevo reordenamiento del saber que se colonizoacute al mundo como el conocimiento universal En la mirada hacia el futuro en la buacutesqueda del progreso el pasado dejoacute de tener relevancia explicativa dado que se debiacutean legitimar los cambios

En el siglo XIX el surgimiento de nuevas aacutereas de conocimien-to de lo social disputariacutea con la historia la explicacioacuten de la realidad social De esta manera la Sociologiacutea la Antropologiacutea las Ciencias Poliacuteticas y la Economiacutea expusieron las leyes que regiacutean a la socie-dad Teoriacuteas evolucionistas y positivistas impregnaban el enten-dimiento histoacuterico y reconstruiacutean la temporalidad en funcioacuten del progreso La historia para algunos teoacutericos y cientiacuteficos no entrariacutea en el estatus cientiacutefico de las Ciencias Sociales Mientras que otros la situariacutean en la Ciencia de lo Particular Mas allaacute de las disputas por la cientificidad el fundamento colonizador y de dominio acompantildeoacute a la intelectualidad que nucleaban en las academias del Estado (Car-doso 1982)

El siglo XIX la legitimacioacuten de los Estados Modernos la construccioacuten de la identidad nacional Asiacute en el siglo XIX la construccioacuten de la Historia en la pretensioacuten de conocimiento cientiacutefico junto a la legitimidad de los Estados Mo-dernos cabalgariacutea entre una preocupacioacuten de buacutesqueda de la ver-dad la ldquoinvencioacuten de la nacioacutenrdquo de cada uno de los Estados la legiti-midad cientiacutefica y la narracioacuten de los hechos singulares del pasado La resolucioacuten estariacutea dada en el marco del Historicismo corriente que daba fundamento de las construcciones histoacutericas de los Esta-dos

En Argentina como en otros estados nacionales a la Historia se le asignoacute la funcioacuten de formar la identidad nacional y europei-zante Asiacute de construyoacute una historia homogeacutenea unitaria en los caacutenones occidentales Esos acontecimientos que definiacutean la poliacute-tica nacional producidos por quienes lograron dominar el territo-rio constituido en la nacioacuten se transformaban en el conocimiento legiacutetimo fortalecido por ser la historia oficial que colonizaba a los ciudadanos desde la escuela primera continuando en la formacioacuten secundaria Ello constituiacutea la formacioacuten la una identidad unitaria

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patriarcal y monocultural englobadora y simplificadora de las dife-rencias regionales y sociales

En ese proceso de ldquoinventarrdquo la nacioacuten los espacios del inte-rior quedaban vaciacuteos de historias para contar Aunque tuvieran un pasado no se articulaba con la pretensioacuten de nacionalidad homo-geacutenea que el Estado buscaba consolidar Las diferencias interiores y sus historias como las lenguas indiacutegenas fueron prohibidas y las regiones y el folklore quedaban como reductos anticuarios frente a la historia patria Las culturas diferentes del interior fueron sepul-tadas negadas como expresioacuten para incorporar los valores de urba-nidad y civilizacioacuten occidental que acompantildeaba al modelo nacional con una historia poliacutetica civilizada de los acontecimientos relevan-tes en la construccioacuten del Estado Nacioacuten dando origen a la visioacuten portentildeo-ceacutentrica

Asiacute en la cultura escolar y acadeacutemica de la Historia se fue ge-nerando una empatiacutea por lo nacional poliacutetico-urbano en Argenti-na inculcando valores de identificacioacuten positiva con lo distante y anhelante de conocer empiacutericamente el mundo civilizado Eran los fundamentos de la colonizacioacuten liberal

Ese conocimiento poliacutetico-urbano de la historia nacional el reproducido en los manuales y por la Coleccioacuten de la Academia Na-cional de la Historia cargado de datos lejanos al cotidiano de los es-pacios regionales que se habita fue acompantildeado con cierta desvalo-rizacioacuten extrantildeeza y desconocimiento por los espacios del interior por los propios espacios que muchos habitan

El desconocimiento fue acompantildeado por el desintereacutes pues la sensacioacuten de extrantildeeza sobre el entorno lleva tambieacuten una pers-pectiva negativa e indiferente del propio lugar que desde el centro poliacutetico-urbano se lo presenta como ldquoatrasadordquo tradicional con au-sencias y carencias incitando al cambio y al abandono de las pautas culturales entendidas como no civilizadas

Mientras maacutes los habitantes se incorporaran al sistema edu-cativo y se les inculcaran el haacutebitus del conocimiento autorizado desde el Consejo Nacional de Educacioacuten y la Academia Nacional de la Historia maacutes se distanciaban de las historias de sus entornos comenzando a ignorar las historias de los lugares por no ser un co-nocimiento relevante o como rezaba una de las definiciones de la

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historia aprehendida no eran hechos ldquosignificativos para la historia nacionalrdquo (Carbonari 2010) Solo los anticuarios y los ldquoparroquia-nosrdquo los nostaacutelgicos quedaban como vigiacutea de una historia minuacutes-cula en relacioacuten con la historia de la ldquomadre patriardquo deslegitimada desde la historia oficial y cargadas de subjetividad Por cierto no cientiacutefica dado que no registraba ni ldquoacontecimientos relevantesrdquo ni podiacutea establecer leyes ni estaba en manos de profesionales

Siglo XX historia y razoacuten cientiacutefica entender los procesos macrosLa crisis de paradigma positivista e historicista que acompantildeoacute a es-tos modelos implicoacute avances por una historia cientiacutefica Y asiacute lo en-tendiacutea Bloch cuando sostuvo vieja bajo la forma embrionaria del relato [sin embargo] muy joven como empresa razonada de anaacuteli-sisrdquo (Bloch 1978 p 16) Es una perspectiva que abandonaba los con-tornos poliacuteticos y urbanos para dar cuenta de los procesos macro econoacutemico-sociales La corriente de Annales articulada al funcio-nal- estructuralismo y los enfoques marxistas llevaron a situar la poliacutetica en el tiempo corto y a postular por el estudio de los sistemas globales tanto para entender la sociedad desde una perspectiva es-tructuralista es decir en la ldquolarga duracioacutenrdquo como para comprender las leyes de la sociedad en sus distintos modos de produccioacuten Los historiadores buscaron comprender y hacer comprender la macro economiacutea y poliacutetica en el tiempo

El paradigma cientiacutefico a partir de la construccioacuten de modelos abstractos de explicacioacuten orientariacutea las investigaciones y Ameacuterica Latina se incorporaba a esos debates Al decir de Wallestein (2001) la teoriacutea de la modernizacioacuten que acompantildeoacute al optimismo cientiacutefico de mediados del siglo XX se fundaba en que existiacutea un camino mo-dernizante comuacuten para todas las nacionespueblosaacutereas aunque estas se encontraran en etapas diferentes de ese camino En teacutermi-nos de poliacuteticas de Estado ello se traduciacutea en una preocupacioacuten a escala mundial por el ldquodesarrollordquo Vocablo definido como proceso por el cual un paiacutes avanzaba por el camino universal de la moder-nizacioacuten Desde el punto de vista organizacional la preocupacioacuten por la modernizacioacuten desarrollo tendioacute a agrupar a las muacuteltiples ciencias sociales en proyectos comunes (Wallerstein 2001 p 45) El crecimiento econoacutemico necesario para la expansioacuten del capitalismo

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y la historia como ciencia se sumaba a las preocupaciones cientiacutefi-cas de la eacutepoca

En siacutentesis los modelos explicativos fueron el paraacutemetro prin-cipal del estructuralismo Su propuesta consistiacutea en conocer coacutemo funcionaba la estructura econoacutemica y social de una sociedad en un periacuteodo de tiempo Sobre esas estructuras operaban generalmente recortes de determinados periacuteodos En los trabajos se sosteniacutea la premisa de que el relevamiento de varios casos particulares posi-bilitariacutea en una segunda instancia -a traveacutes de la yuxtaposicioacuten de dichos casos- identificar semejanzas y diferencias

Esa perspectiva supuso que el estudio de espacios menores dentro de contextos globales debiacutea necesariamente procurar una relacioacuten entre el espacio y el tiempo Se pretendiacutea por lo tanto una simbiosis entre un espacio macro y micro y una vinculacioacuten entre los eventos histoacutericos del lugar con la ldquolarga duracioacutenrdquo Por otra par-te a medida que el abordaje histoacuterico iba focalizaacutendose en espacios maacutes reducidos estos iban adquiriendo mayor significacioacuten expli-cativa para el entendimiento histoacuterico Si por un lado se estudiaba la estructura poblacional en un determinado periacuteodo por otro se buscaba identificar las relaciones econoacutemicas de ese espacio en un contexto y circuito econoacutemico maacutes amplio

La crisis del paradigma explicativo y su repercusioacuten en la macro-historia Hacia fines del siglo XX el mundo acadeacutemico de los historiadores al igual que otros cientistas sociales se vio afectado por una crisis res-pecto a los modelos cientiacuteficos construidos y su representatividad ldquoTiempos de incertidumbrerdquo y ldquocrisis epistemoloacutegicardquo a decir de Ro-ger Chartier (1996) pareciacutean sentildealar ldquola desaparicioacuten de los modelos de comprensioacuten de los principios de inteligibilidadrdquo aceptados por la mayoriacutea de los historiadores que por entonces se apoyaban en el paradigma estructuralista y en la cuantificacioacuten Esa crisis conminoacute a los historiadores a revisar sus postulados y a generar nuevas mi-radas Se anunciaron ldquoretornosrdquo se denunciaron rupturas respecto de la tradicioacuten cientiacutefica se cuestionaron los nuevos abordajes pero tambieacuten se plantearon necesidades en torno a la ampliacioacuten de los focos de estudio Con ese marco en la historiografiacutea contemporaacute-

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nea se fue introduciendo junto a las coordenadas estructurales y universales sus opuestos Nos referimos a las dicotomiacuteas generalparticular Macromicro Estructurasujeto Poderresistencia Glo-balregional-local Normascasos Centrosmaacutergenes entre otros (Carbonari 2005)

Dentro de este complejo cambio de los procesos macrohistoacute-ricos a los universos microhistoacutericos de la historia de los grupos establecidos y centrales a la historia de las minoriacuteas y de pequentildeos grupos marginales los historiadores de espacios regionales obtie-nen un reconocimiento acadeacutemico y profesional antes minimizado

Tambieacuten en el Materialismo Histoacuterico se fueron dando algu-nos cambios que teniacutean que ver no solo con cuestiones teoacutericas sino tambieacuten poliacuteticas y sociales de fines de los antildeos 60 La referencia maacutes significativa fue criacutetica al estructuralismo que acompantildeaba los debates europeos del marxismo post-estalinista

A partir de entonces el foco central de la historiografiacutea ya no estaraacute sobre el dominio del Estado ni las estructuras impersonales o los procesos econoacutemicos sociales sino en ldquolas experiencias existen-ciales de personas concretas e individuosrdquo (Iggers 1998 p 18) En ese sentido si el objeto de la historia a mediados del siglo XX se habiacutea desplazado de lo poliacutetico a lo econoacutemico implicando todo un cam-bio de abordaje metodoloacutegico el nuevo recambio de fines del siglo XX hacia lo antropoloacutegico hacia las experiencias y el mundo de la vida implicaraacute nuevas estrategias de investigacioacuten

En esa revisioacuten asiacute como nuevas religaciones muchos de los postulados de una Historia Cientiacutefica Econoacutemica y Social dariacutean paso a una historia cultural Una Historia Cultural que iriacutea acompa-ntildeando un proceso de descentramiento del eurocentrismo o parro-quismo como lo denomina Wallestein (2001) Este nuevo planteo implicaba tambieacuten no solo revisar el eurocetrismo sino tambieacuten la pretensioacuten de universalidad tratado de incorporar tambieacuten las ldquovi-siones del otro culturalrdquo o para decirlo en teacuterminos desde el lugar desde donde se expresa el discurso

En ese proceso de descentramiento de lo colonizado habriacutea un abanico de alternativas la recomposicioacuten de una historia con-flictiva de Ameacuterica en la tensioacuten entre el discurso dominante desde las croacutenicas de espantildeoles y las distintas formas de resistencia con

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la continuidad del discurso liberal decimonoacutenico en conexioacuten con la construccioacuten del mundo capitalista en el siglo XIX y las acomo-daciones a la cultura Pero tambieacuten reconocer una Ameacuterica hetero-geacutenea en que en cada interior contiene una historicidad que le es propia y que conocerla posibilita entender la compleja historia en que vivimos y los distintos contextos en que se participa

Por eso revisar las historias nacionales en los marcos de la historia americana pero con la mirada en el espacio que se habita es un ejercicio en que se precisa distintos horizontes de compren-sioacuten y distintas variables que participan lo particular local la espa-cialidad lo nacional la macro-economiacutea y las formas culturales de dominio

Lo local y regional registro de una experienciaDesde hace algunos antildeos la historia local ha comenzado a tener cierto intereacutes profesional quizaacutes por la recurrencia a los anaacutelisis ldquomicrordquo dentro de las ciencias sociales Ello parte del convencimien-to de que en espacios maacutes acotados y definidos es posible un cono-cimiento maacutes claro y preciso de los procesos sociales Tambieacuten las preocupaciones por el desarrollo local que buscan reconocer iden-tidades locales frente a un claro orientacioacuten del mundo globalizado han penetrado en las distintas localidades que buscan encontrar que tienen de distinto y de particular

Las historias locales tienen un antecedente en los llamados ldquohistoriadores locales no profesionalesrdquo que mantienen una historia memorialiacutestica Maacutes interesados en la recuperacioacuten del pasado de la localidad como memoria del lugar que en los postulados cientiacuteficos que se impusieron en el siglo XX En esas construcciones histoacutericas sigue dominando las estrategias maacutes tradicionales de un relato faacutec-tico y reivindicativo del ldquocolor localrdquo aunque permitieron registros significativos del pasado que de otro modo se hubieran perdido

Los Estados Nacionales se constituyeron en articuladores entre perspectivas macro de la economiacutea mundo y el dominio por los distintos espacios del interior sin tomar registro de la espaciali-dad y especificidad de ese espacio Por ello hay una necesidad de revisar los postulados de recuperar historias territorializadas es decir localizadas temporo-espacialmente en diaacutelogo continuo con

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las orientaciones de la poliacutetica macro Construir historias locales entroncadas con disentildeos globales de las relaciones en que la rela-cioacuten dominacioacuten dependencia en la constante reestructuracioacuten del orden global En ello se trata de avanzar considerando que no hay historia fuera del espacio asiacute como no hay espacio que sea a-histoacute-rico Asiacute a diferencia de la historia nacional que se presenta como una historia construida acabada simplificadora y homogeacutenea la historia local y regional se aprende investigando y relacionando las distintas escalas de anaacutelisis y fundiendo la historia con la geografiacutea de los distintos espacios Es una manera de conocer y comprender las muacuteltiples formas del espacio colonizado

Asiacute en el estudio de la Historia Regional la Geografiacutea y la Historia se articulan entonces para entender las relaciones que en-tre espacio y tiempo se producen en una regioacuten en particular y sus viacutenculos con los procesos macros temporo-espaciales Pero iquestcoacutemo establecer un recorte temporal y espacial significativo entre los acontecimientos locales y mundiales iquestQueacute diferencia un espacio determinado de otros

En base a estas preocupaciones se canalizoacute la inquietud a tra-veacutes de un programa de accioacuten de transmisioacuten de contenidos rela-tivos a la historia de una regioacuten la regioacuten de Riacuteo Cuarto pertene-ciente a la provincia de Coacuterdoba Argentina La propuesta de trabajo partioacute de la necesidad de socializar investigaciones sobre el pasado histoacuterico de la regioacuten e indagar estrategias de abordaje en Ciencias Sociales Ello en funcioacuten de que Historia Regional adquiera sentido

Esta propuesta asimismo partioacute de distintas experiencias de nivel docencia extensioacuten e investigacioacuten que se vienen realizando en otros aacutembitos educativos en que se presentan resultados de es-tudios como formas de articulacioacuten e interaccioacuten entre esas investi-gaciones y posibles propuestas didaacutecticas

Si por un lado la intencioacuten es socializar los estudios realiza-dos por otro se pretende a brindar estrategias de construccioacuten de informacioacuten sobre historia local y regional considerando que la misma debe ser comprendida dentro de una perspectiva macro De alliacute que se planteoacute como etapa inicial la necesidad de aprender para luego comprender nuestra historia local y regional en el marco de la historia nacioacuten y global lo que posibilitara ensentildear mejor la historia del espacio conocido

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A modo de siacutentesis explicativaEl reconocimiento del espacio natural con sus cursos de agua y las formas de apropiacioacuten de recursos de forma diferenciada por los pueblos originarios de la sierra y del llano permitioacute explicar el por-queacute de la imposibilidad del avance espantildeol sobre la regioacuten maacutes allaacute del riacuteo Cuarto y de las cuentas de aguas proacuteximas que se consti-tuyoacute en confiacuten del Imperio Espantildeol en Ameacuterica desde el siglo XVI y paso de conexioacuten entre Buenos Aires y Chile Sobre la poblacioacuten sedentaria de la sierra el conquistador impuso su dominio a pesar de ciertas resistencias de la poblacioacuten india los repartos de tierra a traveacutes de mercedes y de indios a traveacutes de encomienda Sobre la poblacioacuten del llano imposible de establecer su mando se iniciaba una larga vida fronteriza

Asiacute siendo una regioacuten con ambientes geoformoloacutegicamente diferenciados (sierra y llano) por el accionar del conquistador en el transcurso del siglo XVI y XVII se transformoacute en una jurisdiccioacuten administrativa eclesiaacutestica denominada ldquocuratordquo Ello para su mejor control de un espacio rural en que la mayor concentracioacuten de po-blacioacuten estaba en la sierra cascos o puestos de estancias en la que se construiacutean capillas u oratorias Asimismo bajo su produccioacuten gana-dera diversificada se vinculaba la regioacuten a la economiacutea del espacio peruano en el periacuteodo colonial

Quedaba constituida la regioacuten del Riacuteo Cuarto dentro del or-denamiento territorial espantildeol siendo el confiacuten austral de la Go-bernacioacuten del Tucumaacuten del Virreinato del Peruacute Posteriormente el Reformismo Borboacutenico y la reterritorializacioacuten del espacio por buacutesqueda de un mejor domino de la regioacuten implicaron una distri-bucioacuten diferente de espacio y la constitucioacuten de nuevas conexiones Surgiacutea la preocupacioacuten por el dominio de un espacio geopoliacutetico por parte de la Corona Espantildeola

La primera representacioacuten del espacio regional surge con la constitucioacuten de la Frontera Sud de Hispanoameacuterica y la regioacuten asu-me una doble funcioacuten ser frontera y camino Frontera interior al sur de la jurisdiccioacuten de Coacuterdoba del Tucumaacuten dentro del Virreina-to del Riacuteo de la Plata y cruce de caminos de Buenos Aires a Mendoza y Reino de Chile Asiacute se ldquoacordona una fronterardquo con la ereccioacuten de fuertes y fortines Y en ese espacio proacuteximo al curso del riacuteo por estar en ldquoel traacutensito precisordquo se fundan dos Villas a fines del siglo

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XVIII Ello con la finalidad de constituir poblacioacuten formal y atraer a la civilizacioacuten cristiana los moradores de la campantildea

Los propietarios espantildeoles establecieron unidades producti-vas dedicadas a la explotacioacuten ganadera en articulacioacuten con la eco-nomiacutea potosina formando parte del espacio peruano pero tambieacuten subsistioacute una economiacutea familiar campesina de poblacioacuten india y mestizada fundamentalmente en la zona de la sierra

La crisis del orden colonial y el proceso de independencia implicaron una desarticulacioacuten de las economiacuteas regionales y los descendientes de espantildeoles propietarios de la regioacuten se fueron aco-modando a la nueva coyuntura poliacutetica y econoacutemica mientras con-tinuaba la misma marca fronteriza en la que se estableciacutean conti-nuos intercambios con la nacioacuten india no dominada del otro lado de la frontera Eran tiempos de transicioacuten al capitalismo liberal en que el comercio dominaba sobre la produccioacuten

Con la conformacioacuten del Estado Nacional a fines del XIX la frontera ldquointeriorrdquo desaparece pero deja huellas en la historia pos-terior y su localizacioacuten espacial como ldquonudo de conexionesrdquo se man-tiene en el tiempo En esa coyuntura el corrimiento fronterizo y la incorporacioacuten de las denominadas ldquotierras nuevasrdquo permitiacutean cons-truir otra historia a la regioacuten incorporaacutendose a traveacutes de la apropia-cioacuten de tierras del llano a la economiacutea del capitalismo agrario De villa fronteriza se constituiacutea en ciudad el paso del ferrocarril (1873-1875) daba la otra impronta a la regioacuten y la produccioacuten de ganaderiacutea vacuna imponiacutea el ritmo a la ciudad pampeana Y alliacute en el espacio fronterizo se constituiacutean algunos resortes significativos en la cons-titucioacuten del poder nacional Y la ciudad nueva abandonoacute parte de su historia de pasado colonial

La crisis del capitalismo liberal afectaba a la regioacuten sur de Coacuterdoba tanto al medio rural como al urbano ya articulada a la economiacutea mundo Los proyectos industriales sin embargo no ten-driacutean eco en la regioacuten por su impronta de ser ciudad comercial de-pendiente del campo Y por mantener aquel registro inicial de estar en el ldquotraacutensito precisordquo que la lleva a constituir actualmente uno de los nudos de comunicacioacuten maacutes significativos del interior

En ese espacio nos situamos (nacido el antildeo d C) en la locali-dad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba Argentina Ameacuterica En ese esquema

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de tiempo-espacio se incorpora la historia del lugar Como el do-cumento de identidad cada acontecimiento expresado en docu-mento contiene estas coordenadas lugar y fecha Estos pueden ser meramente datos aislados sin sentido o hechos que adquieren sig-nificado cuando los vinculamos a otros La conexioacuten entre los mis-mos nos permite explicar y saber explicar el estar en el mundo De esa conexioacuten de esos viacutenculos que se redescubren se comienza a conocer y comprender el espacio regional

La historia de la localidad de Riacuteo Cuarto y de la regioacuten sur de la jurisdiccioacuten de Coacuterdoba -como otros espacios locales y regionales del interior que no se transformaron en centros neuraacutelgicos de po-der- estaacute plasmada de acontecimientos muchos con su particulari-dad propia otros formando parte de procesos de estructuracioacuten que la condicionan

Preocupados los constructores del Estado Nacional en dar identidad nacional occidental relegoacute a las historias del interior cargada de viacutenculos y sentidos con la historia macro pero tambieacuten cargada de viacutenculo y sentido en este espacio

Por otra parte el entendimiento de la dialeacutectica entre pasado y presente permite no solo situarse en el mundo sino fundamen-talmente construir futuro desde este segmento de tierra

Reflexiones y perspectivasLa incorporacioacuten histoacuterica del proceso local y regional y la buacutesque-da de conectores entre futuro y pasado no implica hacer una his-toria diferente ni una historia insular sino sumar nuevos aportes para comprender mejor el proceso global La aneacutecdota local la nota de color pueden ser solo eso una aneacutecdota pero tambieacuten consti-tuirse en una viacutea de entrada para comprender la sociedad en que se vive En dicha propuesta se pretende restablecer viacutenculos entre el pasado y el tiempo en que se vive o dicho de otra manera restable-cer el diaacutelogo entre los vivos y los muertos

En historia de la regioacuten del Riacuteo Cuarto para algunos habitan-tes del espacio regional de la sierra el conocimiento del pasado ofre-ce la posibilidad de reconocer en la historia estrategias de accioacuten que auacuten persisten Es la urdimbre anterior a la articulacioacuten de la re-

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gioacuten como otras tantas regiones al proceso capitalista mundializa-do y a la imposicioacuten de un conocimiento supuestamente universal que desvalorizoacute el interior e implicoacute desconocimiento y desintereacutes por el mismo

Para los habitantes del llano de las distintas localidades del sur de Coacuterdoba es conocer que no habiacutea un territorio vaciacuteo antes de la denominada ldquoconquista del desiertordquo sino dos formas diferentes de interactuar con el espacio geograacutefico Es reconocer como la pri-vatizacioacuten de las tierras estuvo vinculado al corrimiento fronterizo y a la incorporacioacuten del las tierras al capitalismo bajo el modelo de la economiacutea agro-exportadora Para los habitantes de la ciudad (en este caso de Riacuteo Cuarto) es revelar como se fueron valorizando una historia a postulada bajo los signos del progreso exterior que desva-lorizoacute su historia anterior Poco se conoce su trayectoria colonial y poco interesa

Para los habitantes de las pequentildeas localidades de la pampa huacutemeda surgidas bajo el modelo exportador al compaacutes del ferro-carril y de la inmigracioacuten de fines del siglo XIX es reconocer que la historia de expansioacuten fronteriza fue acompantildeada con la ocupacioacuten de tierras denominadas ldquonuevardquo dentro de la economiacutea de mercado al igual que en otros espacios de Ameacuterica Pero que esas tierras te-niacutean una historia anterior que fue desarticulada en funcioacuten de un nuevo modelo econoacutemico en que el espacio fue adquiriendo valor de mercado para la produccioacuten de la economiacutea capitalista

En Argentina las nuevas propuestas de ensentildeanza sobre planteos de reconocimientos de diferencias culturales y de hete-rogeneidades regionales son un buen indicio para avanzar en una historia regional significativa Pero ello demanda un tiempo consi-derable puesto que construir una historia regional en sus distintos periacuteodos requiere maacutes que contenidos es recomponer la historia desde el lugar que se ensentildea investigando y complejizando las His-toria Nacional construida Ese es el desafiacuteo

Asiacute viejas preguntas como iquestQueacute es Historia y iquestpara queacute sir-ve incorporan nuevas respuestas conocer y comprender Ameacuterica desde el espacio que se habita pues la apropiacioacuten del espacio de una sociedad extrantildea a los habitantes originarios dejaron una impronta una cicatriz un espacio colonizado y continuamente recolonizado desde el exterior Marca fundamental sobre la que se construye y

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reconstruye la historia de cada lugar en relacioacuten con el mundo glo-balizado y los centros de definicioacuten de poder Asiacute la incorporacioacuten de la espacialidad regional y las representaciones espaciales permi-te estar atentos a las diversidades y a las significatividades

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Centralizacioacuten poliacutetico-administrativa y

autonomiacutea municipal durante el peronismo histoacuterico

Rebeca Camantildeo Semprini

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IntroduccioacutenLos ldquoantildeos peronistasrdquo se caracterizaron ndashentre otros relevantes as-pectos como la democratizacioacuten del bienestar la intervencioacuten esta-tal en la economiacutea la polarizacioacuten de la sociedad y la conflictividad poliacuteticandash por un fortalecimiento del aparato estatal la concentra-cioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad y el desarrollo centra-lizado de instituciones formales e informales (Torre 2002) Esta nueva concepcioacuten del Estado se ubicaba dentro de las respuestas ensayadas para enfrentar la situacioacuten abierta por la segunda pos-guerra y se tradujo en una nueva ingenieriacutea institucional que aun-que se consolidoacute a partir de 1949 hundioacute sus raiacuteces en el gobierno militar surgido del golpe de Estado de 1943

En un juego de escalas que busca combinar el plano nacional con el provincial y local nuestra mirada de estos procesos estaraacute enfocada en la experiencia cordobesa y particularmente en la rio-cuartense Partimos de la idea de que para consolidar su poder en la provincia el peronismo recurrioacute al reforzamiento del Estado pro-vincial en desmedro del municipal y a la concentracioacuten en el prime-ro de las funciones poliacutetico-administrativas antes desarrolladas por este uacuteltimo (Camantildeo Semprini 2014)

Para comprender esta aseveracioacuten debemos tener en cuen-ta que las elecciones celebradas en febrero de 1946 que llevaron a Juan D Peroacuten a la presidencia de la Nacioacuten y a Argentino Auchter a la gobernacioacuten de Coacuterdoba no incluyeron al aacutembito municipal por lo que puede hablarse de una continuidad con respecto al proceso de centralizacioacuten iniciado con el golpe de Estado de 1943 Enton-ces los intendentes y Concejos Deliberantes habiacutean sido declara-dos cesantes y sus funciones fueron asumidas por los comisionados municipales y la Oficina de Municipalidades respectivamente Con la reapertura democraacutetica y el triunfo del peronismo se abrieron las expectativas de un pronto llamado a comicios municipales pero estos no llegaron sino hasta 1951 y estuvieron lejos de significar el retorno al autonomismo que habiacutea caracterizado al reacutegimen muni-cipal cordobeacutes De estos procesos nos ocupamos en los siguientes apartados

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La intervencioacuten a las municipalidades y el proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativoAunque atendiendo a lo establecido por la Constitucioacuten provincial y la Ley Orgaacutenica de Municipalidades el Supremo Tribunal de Justicia de Coacuterdoba se habiacutea expedido a favor de la realizacioacuten de comicios en las municipalidades del aacutembito provincial el flamante goberna-dor Auchter declaroacute subsistente su intervencioacuten Esto generoacute el re-chazo no solo de la oposicioacuten sino tambieacuten de sectores minoritarios del peronismo e impulsoacute a los apoderados de los partidos poliacuteticos ndashen particular de la UCRndash a reclamar frente a las Juntas Electora-les Pese a que estas fallaron en reiteradas oportunidades a su favor dando curso a las peticiones y dirigieacutendose al Ministerio de Gobier-no y a los comisionados municipales para solicitar los padrones y recursos necesarios para afrontar las tareas previas a las elecciones y su propia realizacioacuten estas iniciativas se vieron malogradas por el Ejecutivo provincial que invariablemente desautorizaba la libera-cioacuten de los fondos necesarios

La ldquocuestioacuten municipalrdquo fue uno de los toacutepicos que maacutes contro-versias generoacute dentro de la Legislatura cordobesa durante el primer antildeo de gobierno peronista Mientras en la Caacutemara de Diputados el oficialismo malogroacute un proyecto del bloque radical de convocatoria a elecciones municipales el Senado ndashdonde el peronismo era mino-riacuteandash eliminoacute del presupuesto para 1947 a la Oficina de Municipali-dades e incluyoacute una partida para las Juntas Electorales con el fin de que pudieran organizarse los comicios Sin embargo el gobernador Auchter decidioacute rehabilitar la dependencia bajo el roacutetulo de Direc-cioacuten General de Municipalidades Conservaba los mismos fines y disposiciones que su antecesora pero ademaacutes estableciacutea que seriacutean las municipalidades las que sostendriacutean su presupuesto a partir de la elevacioacuten de una partida proporcional a su poblacioacuten Ademaacutes el territorio provincial fue dividido en zonas a las que se les asignoacute un contador inspector a los fines de controlar maacutes estrictamente las finanzas de las comunas

Lejos de constituir un caso aislado estas medidas se enmar-caban en un proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa en el aacutembito nacional caracterizado por la concentracioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad que encontroacute su reacuteplica en el interior de la provincia (Tcach y Philp 2010) Por ello los sectores oposito-

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res caracterizaron al gobierno de Auchter como una continuidad ndashe incluso una profundizacioacutenndash de la Intervencioacuten Federal que habiacutea regido la provincia entre 1943 y 1946 Estas criacuteticas ndashque resultaban validadas por un accionar gubernamental anaacutelogo al de un delega-do del Poder Ejecutivo nacionalndash tuvieron mayor asidero cuando a fines de junio de 1947 la provincia fue intervenida como conse-cuencia tanto de las desavenencias al interior del peronismo cordo-beacutes como de la pugna entre los poderes Ejecutivo y Legislativo

Meses maacutes tarde el nuevo gobierno creoacute la Inspeccioacuten General de Municipalidades en reemplazo de la Direccioacuten En un intento por subsanar la falta de agilidad administrativa que ndashse argumentabandash habiacutea caracterizado a la precedente la nueva dependencia fue di-vidida en tres secciones Inspeccioacuten (encargada de las inspecciones contables y teacutecnicas a las municipalidades debiacutea elevar informes al Ministerio de Gobierno) Finanzas (teniacutea a su cargo la evaluacioacuten de presupuestos caacutelculo de recursos empreacutestitos para obras puacuteblicas ordenanzas impositivas etc) y Entradas y Salidas (responsable de la recepcioacuten movimiento y salida de toda actuacioacuten relacionada con los asuntos de los municipios)

Como puede observarse el proceso de centralizacioacuten no sola-mente continuaba sino que se profundizaba al tiempo que se com-plejizaba la trama institucional derivada de eacuteste La contracara de dicho proceso era el silencio sostenido por los interventores frente a los reclamos de los opositores Un ejemplo de ello fue el discurso de fin de antildeo de BargasVelmonte en el que estuvo ausente cualquier referencia al retorno a la normalidad institucional Paradoacutejicamen-te al hablar de las elecciones para diputados nacionales a celebrar-se en marzo de 1948 afirmoacute que para Coacuterdoba significariacutean ldquouna nueva etapa en el constante perfeccionamiento de sus derechos ciacutevicosrdquo1 Tambieacuten la oposicioacuten le asignaba una importancia funda-mental a esta instancia electoral en parte porque vinculaba el maacutes pronto o tardiacuteo retorno a la autonomiacutea provincial (y municipal) con los resultados que obtuviera el oficialismo

Sin embargo pese al rotundo triunfo del peronismo ndashque ob-tuvo 163908 votos frente a 117186 del radicalismo y exiguos 18950 de los demoacutecratas 3143 de los comunistas y 2051 de los socialis-tasndash las disputas a su interior auacuten no estaban resueltas por lo que

1 El Pueblo 06121947

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aunque antes de fin de antildeo habriacutea elecciones para gobernador en el aacutembito municipal seguiacutea postergaacutendose el retorno a la normali-dad institucional La evidencia maacutes cabal de esto fue su completa ausencia en la plataforma electoral del brigadier San Martiacuten candi-dato a gobernador por el peronismo Este ldquosilencio sugestivordquo como lo calificoacute la prensa opositora del interior provincial la llevaba a sospechar que se pensaba mantener el reacutegimen de intervencioacuten a las comunas2 Conjetura que se vio confirmada luego del triunfo pe-ronista y la llegada de San Martiacuten a la gobernacioacuten para quien la convocatoria a elecciones comunales era una cuestioacuten que no teniacutea ldquomayor urgenciardquo3 dado que el reacutegimen municipal debiacutea adaptarse a la nueva Constitucioacuten en ciernes

Esta decisioacuten no resultaba casual sino que formaba parte del ya referido proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa Pese a que en su primer mensaje ante la Legislatura provincial el gober-nador habiacutea manifestado que en su gestioacuten seriacutean ldquocelosos defen-sores de la autonomiacutea provincial en funcioacuten de los intereses gene-rales de la nacioacutenrdquo4 durante su mandato se implementoacute la praacutectica del ldquoprimer lunesrdquo seguacuten la cual cada mes los gobernadores de las distintas provincias viajaban a Buenos Aires para participar en re-uniones con el presidente Peroacuten Aunque el gobernador manifestoacute que a ellas no iban a pedir oacuterdenes sino a coordinar acciones estos encuentros evidenciaban la concentracioacuten geograacutefica de la autori-dad en un centro poliacutetico y en un liacuteder

La reforma constitucional de 1949 ndashcon su correlato en la car-ta magna provincialndash significoacute una aceleracioacuten de dicho proceso Conjuntamente con la Ley de Ministerios implementada en 1950 constituiacutean un intento por parte del oficialismo de llevar a cabo la revolucioacuten peronista en Coacuterdoba para lo que se postulaba necesa-ria la ldquounidad ideoloacutegica entre el gobierno nacional y el gobierno provincialrdquo (Philp 1998 p 144) Con estas reformas que implicaban un proceso de construccioacuten institucional el reacutegimen municipal cordobeacutes se vio fuertemente afectado se eliminoacute la disposicioacuten que proclamaba la independencia de las municipalidades fue suprimi-da la posibilidad de acordar los derechos de iniciativa refereacutendum y

2 El Pueblo 301119483 El Pueblo 091219494 El Pueblo 04051949

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destitucioacuten de los funcionarios electivos5 se excluyoacute la eleccioacuten del Tribunal de Cuentas y sus funciones fueron delegadas en el Consejo Provincial de Municipalidades cuyos miembros seriacutean nombrados por el gobernador con acuerdo del Senado Las localidades ademaacutes fueron divididas en distintas categoriacuteas de acuerdo con su pobla-cioacuten Solo habriacutea municipalidad en las que superaran los diez mil habitantes el resto estariacutea a cargo de comisiones municipales En la capital provincial el intendente seriacutea nombrado por el Poder Eje-cutivo con acuerdo del Senado y la Caacutemara de Diputados actuariacutea como Concejo Deliberante

Cuando esta nueva normativa fue puesta en vigencia volvie-ron a renacer las expectativas de un pronto llamado a elecciones pero el gobierno provincial adujo que previamente era necesario realizar una adecuacioacuten de la Ley Orgaacutenica de Municipalidades a la flamante Constitucioacuten reforma que se postergoacute en sucesivas oportunidades Recieacuten en 1951 en forma acelerada y en evidente relacioacuten con las elecciones nacionales y provinciales a realizarse en noviembre se emprendioacute la sancioacuten de una nueva normativa en la que se impuso la mayoriacutea absoluta con que contaba el peronismo A la divisioacuten entre municipalidades y comisiones municipales se sumoacute una distincioacuten dentro de estas uacuteltimas entre las de primera y segunda categoriacutea seguacuten superaran o no los mil quinientos ha-bitantes solo las que lo hicieran tendriacutean un Concejo Deliberativo y uacutenicamente las municipalidades elegiriacutean sus poderes Ejecutivo y Legislativo las demaacutes estariacutean gobernadas por un comisionado municipal A diferencia de lo que ocurriacutea con la legislacioacuten anterior no habriacutea sistema proporcional en la eleccioacuten de los concejales solo tendriacutean representacioacuten la mayoriacutea (ocho) y la primera minoriacutea (cuatro)

Como consecuencia de esta normativa el llamado a eleccio-nes municipales en noviembre estuvo lejos de significar un retorno a la normalidad institucional Solo nueve ciudades en la provincia eligieron intendente y Concejo Deliberante Se impuso el peronis-mo siendo la uacutenica excepcioacuten Bell Ville donde triunfoacute el candidato radical Hugo Leonelli Su gestioacuten no obstante se vio truncada poco despueacutes de asumir Luego de sendos pedidos elevados por el pero-

5 Estos derechos habiacutean sido otorgados en 1939 por decreto reglamentario Nordm 1038 de la Ley 3419 durante la gobernacioacuten de Amadeo Sabattini

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nismo y la CGT locales a raiacutez de una serie de despidos de empleados puacuteblicos la municipalidad fue intervenida en julio de 1952

Los liacutemites de la autonomiacutea el llamado a elecciones y la persistencia de la intervencioacutenA partir de 1949 se vio profundizado y consolidado el proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa (Tcach y Philp 2010) y como contracara la autonomiacutea municipal (y provincial) se vio fuertemen-te restringida La sancioacuten de la Ley Orgaacutenica Municipal en 1951 y la consecuente creacioacuten del Consejo de Municipalidades no fueron sino el corolario de este devenir al que el Estado municipal intentoacute vanamente resistir

Sucesor de la Direccioacuten Provincial de Municipalidades dicho Consejo teniacutea a su cargo el contralor de las municipalidades y comi-siones municipales entre otras funciones le correspondiacutea aprobar los presupuestos de estas uacuteltimas inspeccionar en cualquier mo-mento su ejecucioacuten como tambieacuten los de las municipalidades y visar toda orden de pago cualquiera fuera su monto Asimismo la nueva legislacioacuten estableciacutea que en los primeros diez diacuteas de cada mes los jefes de cada administracioacuten municipal debiacutean remitir al Consejo un balance de los ingresos y egresos y antes del quince de abril de cada antildeo un balance general del ejercicio cerrado concretando los sobrantes producidos y las deudas contraiacutedas o pendientes Final-mente todas las contaduriacuteas y tesoreriacuteas municipales quedaban bajo el contralor del Consejo pudiendo los funcionarios inspectores realizar arqueos y revisar los libros de contabilidad6

Poco despueacutes de asumidas las nuevas autoridades en junio de 1952 se introdujeron modificaciones en la recientemente sanciona-da Ley Orgaacutenica de Municipalidades Entre los cambios incluidos se destacabael otorgamiento de la facultad al Departamento Ejecutivo para reforzar durante el receso del Concejo Deliberativo los dife-rentes incisos del presupuesto comunal mediante transferencias sin alterar el monto global del mismo asiacute como la disposicioacuten de que el Consejo Provincial de Municipalidades debiacutea inspeccionar anual-mente la marcha administrativa de cada municipio la inversioacuten

6 Legislatura de la Provincia de Coacuterdoba Ley Orgaacutenica Municipal Tiacutetulo XI Arts 223 225 228 232 241 y 242 Consultar tambieacuten Ortiz 1997 p 102

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y percepcioacuten de sus rentas y cuidar su patrimonio7 Como puede verse si la primera reforma acentuaba las atribuciones del Ejecu-tivo municipal sobre el Legislativo la segunda implicaba un nuevo avance del Estado provincial sobre el municipal

Estas atribuciones no fueron resentidas uacutenicamente por los sectores opositores que vieron en ellas el golpe de gracia a la au-tonomiacutea municipal sino que tambieacuten generaron rispideces entre el Estado municipal y el provincial Especialmente notoria fue esta situacioacuten frente al pedido recibido por la Intendencia de crear el cargo de ldquoControloreador del Consejo Provincial de Municipalida-desrdquo[sic] el cual seriacutea nombrado por el Departamento Ejecutivo a propuesta del citado organismo provincial Paradoacutejicamente aun-que dependeriacutea total y directamente de eacuteste ndashque por otra parte se-riacutea quien fijara y reglamentara sus funcionesndash la partida para cubrir los gastos ocasionados por el nuevo cargo debiacutea provenir del erario municipal para lo cual se imponiacutea una rectificacioacuten del presupuesto vigente8

Como una muestra de resistencia del Estado municipal frente a este nuevo avance de la provincia inmediatamente de recibido el proyecto de ordenanza correspondiente la Comisioacuten de Presupues-to y Hacienda del Concejo Deliberativo elevoacute una nota al presiden-te del Consejo Provincial de Municipalidades en la que se negaba a realizar los reajustes presupuestarios solicitados por considerar que se trataba de un empleado provincial ldquoen comisioacutenrdquo y no de uno mu-nicipal Sin embargo la respuesta obtenida fue que los gastos ocasio-nados debiacutean ser sostenidos por las reparticiones controladas Fue sancionada en consecuencia la ordenanza correspondiente aun-que por considerar que el sueldo inicialmente propuesto de ocho-cientos pesos mensuales no solo resultaba ldquoelevado y oneroso para los intereses de esta Municipalidadrdquo sino que ademaacutes lo colocariacutea en una situacioacuten de privilegio con respecto al resto de los empleados municipales cuyo sueldo baacutesico era de quinientos cincuenta pesos se lo redujo a este monto9

Situaciones como esta que vulneraban la autonomiacutea mu-nicipal fueron denunciadas permanentemente por los sectores opositores Con respecto a la faz poliacutetica de este avance del Estado

7 AHMRC Departamento Ejecutivo 19528 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 499 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 49

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provincial sobre el municipal recordemos que la nueva normativa suprimioacute los derechos de iniciativa refereacutendum y destitucioacuten de los funcionarios electivos otorgados desde 1939 y establecioacute una dis-tincioacuten entre las ciudades que tendriacutean municipalidades y aquellas a las que les correspondiacutea ser regidas por comisiones municipales punto que se constituyoacute en epicentro de las criacuteticas de la oposicioacuten Tambieacuten resultoacute fuertemente reprobada la maniobra practicada de manera recurrente por el gobierno provincial de intervenir aque-llas municipalidades y comisiones municipales en las que habiacutea triunfado la oposicioacuten Como vimos el caso precursor en este sen-tido fue el de la municipalidad de Bell Ville Vaticinando que este seriacutea solo el primero de otros procesos de calibre similar en 1952 la oposicioacuten advertiacutea

ldquoDebe tenerse en cuenta que si el peronismo perdioacute la mayoriacutea en algunos municipios Bell Ville es el uacutenico en que triunfoacute un intendente lsquocontrerarsquo Lo ocurrido quiere decir que en las pocas municipalidades donde la mayo-riacutea de HCD [es] de lsquola otra veredarsquo a la lsquoprimera de cam-biorsquo se produciraacute algo parecido como tambieacuten habriacutea de producirse [hellip] en las que siendo mayoriacutea el oficialismo se llegase a producir alguna desinteligencia entre el citado cuerpo y el DErdquo10

Efectivamente esta praacutectica se repetiriacutea en muacuteltiples puntos de la geografiacutea provincial y persistiriacutea sin solucioacuten de continuidad tras las siguientes elecciones celebradas en 1954 en las que la oposi-cioacuten ganoacute en un nuacutemero mayor de localidades Resulta importante remarcar que fue en este contexto que el radicalismo riocuartense-hizo suya la causa de la defensa de la autonomiacutea municipal incor-poraacutendola a su plataforma electoral en tanto ldquoexpresioacuten auteacutentica de libertad y democraciardquo11 Por el contrario esta preocupacioacuten es-tuvo ausente en el discurso y accionar peronista

Concomitantemente al proceso de centralizacioacuten que avanza-ba sobre las autonomiacuteas municipales se dio otro de fortalecimiento del Poder Ejecutivo sobre el Legislativo En el aacutembito municipal se emprendioacute una reestructuracioacuten del organigrama bajo la premisa de que era necesario mejorar las tareas administrativas A partir de entonces la municipalidad contariacutea con diez departamentos y

10 El Pueblo 18 de julio de 195211 El Pueblo 26 de marzo de 1954

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direcciones (Ejecutivo Contaduriacutea General Tesoreriacutea Direccioacuten General de Rentas Registro Civil Escuelas Municipales Asesoriacutea Letrada Obras Puacuteblicas Inspeccioacuten General y Direccioacuten General de Sanidad) subdivididas a su vez en secciones Dependiente del De-partamento Ejecutivo en 1952 se creoacute la Subsecretariacutea de Cultura cuyo emplazamiento implicaba el traspaso de funciones hasta en-tonces correspondientes a las comisiones internas del Concejo Deli-berante a manos del primero

Como resistencia a esta subordinacioacuten la comisioacuten encargada de su estudio agregoacute dos artiacuteculos al proyecto original que estable-ciacutean por un lado que toda iniciativa del Departamento Ejecutivo por intermedio de la citada Subsecretariacutea debiacutea ser presentada al Concejo Deliberativo para su aprobacioacuten y por el otro la obligacioacuten de elevarle anualmente una memoria sobre la accioacuten cultural de-sarrollada y un estado de rendicioacuten de cuentas sobre lo recaudado y gastado durante el antildeo12 De esta manera el cuerpo ldquoejerce[riacutea] la accioacuten de contralor correspondienterdquo pues entendiacutea que ldquono de[biacutea] delegar en absoluto funciones y obligaciones que le competenrdquo13 Intentando evitar la subordinacioacuten al Legislativo derivada de di-chos artiacuteculos el Departamento Ejecutivo los vetoacute argumentando que tal rendicioacuten se haciacutea efectiva por conducto de los oacuterganos de la contaduriacutea de la municipalidad Como respuesta los representantes peronistas y radicales coincidieron dentro del Concejo en insistir en su posicionamiento e introducir nuevas modificaciones que limita-ban el accionar de la Subcomisioacuten en lo referido a la administracioacuten de ciertos bienes facultaacutendola uacutenicamente para que ejerza su con-tralor14

Podemos observar entonces que oficialismo y oposicioacuten ac-tuaron conjuntamente dentro del Legislativo cuando el Ejecutivo buscaba afectar su aacuterea de influencia Esto veniacutea a contrariar los deseos del gobernador Lucini quien desdentildeando el rol que les cabiacutea a los legislativos habiacutea manifestado ldquolos intendentes son los electos y nadie maacutes Los concejales deben colaborar con eacutel o quedarse en su casardquo15 Probablemente fueran consideraciones de este tipo las que impulsaron al intendente peronista Natalio Castagno a buscar un

12 AHMRC Libro de Actas del Concejo Deliberante de Riacuteo Cuarto Folio 45213 El Pueblo 16 de agosto de 195314 El Pueblo 6 de diciembre de 195315 El Pueblo 8 de junio de 1952

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mayor consenso con los concejales de su partido a traveacutes de reunio-nes programadas para los segundos y uacuteltimos jueves de cada mes en su despacho en las que se pretendiacutea intercambiar impresiones y unir los respectivos esfuerzos16 y al Consejo Superior del Partido Peronista a otorgar cierta autonomiacutea en 1954 al candidato a la In-tendencia Amadeo Dapena para designar a quienes lo acompantildea-riacutean en la boleta como candidatos a concejales

ConclusionesDentro de las estrategias implementadas para consolidar su poder en la provincia el peronismo impulsoacute un reforzamiento del Estado provincial en menoscabo del municipal Este proceso tuvo al me-nos dos dimensiones la construccioacuten de una nueva infraestructura institucional y una reforma de la legislacioacuten vigente hasta el golpe de Estado de 1943 La primera antecedioacute y atravesoacute a la segunda que vino a legitimarla con el velo de la legalidad a partir de 1943

El primer mojoacuten en el proceso de construccioacuten institucional fue dado con la creacioacuten de la Oficina de Municipalidades en 1943 luego del desplazamiento de los Concejo Deliberante de toda la pro-vincia Su reemplazo por la Direccioacuten General de Municipalidades durante el gobierno de Auchter no hizo sino confirmar el mote de continuador de la intervencioacuten con que los sectores opositores ca-lificaban la gestioacuten Situacioacuten que luego se prolongoacute cuando la pro-vincia efectivamente fue intervenida y se creoacute la Inspeccioacuten Ge-neral de Municipalidades como organismo centralizador con una mayor complejidad organizacional que sus antecesoras

Con la reforma constitucional de 1949 se daba inicio al segun-do proceso en el que la nueva arquitectura institucional era res-paldada por la legalidad La nueva Carta Magna provincial anuloacute la posibilidad de acordar los derechos de iniciativa refereacutendum y destitucioacuten de los funcionarios electivos al tiempo que dividioacute a las localidades en distintas categoriacuteas seguacuten su poblacioacuten otorgaacutendoles derechos diferenciales

Consecuentemente las elecciones municipales de 1951 dista-ron de significar un retorno a la normalidad institucional No solo porque uacutenicamente nueve ciudades tuvieron el privilegio de elegir

16 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 48

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intendente y Concejo Deliberante sino tambieacuten porque el uacutenico triunfo del radicalismo vio frustrada su gestioacuten por la intervencioacuten del municipio apenas asumidas las nuevas autoridades ndashsituacioacuten que en los antildeos venideros se extendioacute a otras experiencias simila-resndash y porque a partir de entonces puede observarse un avance del Poder Ejecutivo municipal sobre el Legislativo

Los procesos hasta aquiacute descriptos entendemos pueden comprenderse en el marco de uno maacutes general de concentracioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad y de centralizacioacuten poliacuteti-co-administrativa como consecuencia del cual no solamente se vio consolidado el peronismo en el poder sino tambieacuten fortalecido el Estado nacional y en menor medida provincial en desmedro del municipal

BilbiografiacuteaCamantildeo Semprini R (2014) Peronismo y poder municipal De los oriacutegenes

al gobierno en Riacuteo Cuarto (Coacuterdoba 1943-1955) Rosario Prohistoria

Ortiz E (1997) La reforma peronista de la Constitucioacuten de Coacuterdoba de 1949 Coacuterdoba Centro de Investigaciones Juriacutedicas y Sociales de la Uni-versidad Nacional de Coacuterdoba

Philp M (1998) En nombre de Coacuterdoba Sabattinistas y peronistas estrate-gias poliacuteticas en la construccioacuten del Estado Coacuterdoba Ferreyra

Tcach C y Philp M (2010) ldquoEstado y Partido Peronista en Coacuterdoba una interpretacioacutenrdquo en Tcach C (comp) Coacuterdoba bicentenaria Claves de su historia contemporaacutenea Coacuterdoba UNC

Torre J C (2002) ldquoIntroduccioacuten a los antildeos peronistasrdquo en Suriano J (Coord) Nueva Historia Argentina Tomo 8 Los antildeos peronistas (1943-1955) Buenos Aires Sudamericana

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La migracioacuten boliviana en la ciudad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba

Argentina

Mariacutea Alejandra Bettera

Mariacutea Fabiana Hildmann

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IntroduccioacutenLos movimientos migratorios han existido a lo largo de la historia en distintos espacios geograacuteficos y se han producido por diversos motivos (econoacutemicos poliacuteticos sociales religiosos) Desde la segun-da mitad del siglo XIX y hasta mediados del XX en muchos casos se produjeron debido a poliacuteticas de Estado receptivas aunque en las uacuteltimas deacutecadas del siglo XX y primeras del XIX estos se han tornado en una situacioacuten conflictiva especialmente para los paiacuteses receptores

En un mundo globalizado donde los objetos y mercanciacuteas cir-culan cada vez maacutes libremente es difiacutecil de entender coacutemo el movi-miento de personas encuentra cada vez maacutes obstaacuteculos para inser-tarse en su nuevo lugar de destino Este tema ha generado debates en las distintas sociedades con actores a favor y otros en contra transformaacutendose en una cuestioacuten de gobierno y en muchos casos de caraacutecter intergubernamental

Esta problemaacutetica muestra la importancia que adquieren las poliacuteticas de poblacioacuten especialmente la poliacutetica migratoria formu-ladas por los Estados ante los procesos de transformacioacuten (Maacutermo-ra 1998 1990)

Cuando los movimientos migratorios ocurren dentro de una subregioacuten como los que se producen entre los paiacuteses que configu-ran espacios de integracioacuten en Ameacuterica Latina como el Mercosur pueden contribuir a dinamizar los procesos de integracioacuten regional al fortalecer los viacutenculos econoacutemicos laborales y culturales entre las sociedades involucradas

Asiacute se puede mencionar a la Argentina como estado miembro del Mercosur que se destaca por ser considerado histoacutericamente un paiacutes receptor de migrantes de origen europeo hasta mediados del siglo XX y de latinoamericanos desde entonces hasta la actualidad tal es el caso de chilenos y uruguayos en la deacutecada de los ochenta y de bolivianos y paraguayos principalmente en los antildeos noventa

Ante la numerosa presencia de extranjeros la poblacioacuten mi-grante comenzoacute a ser visualizada como un problema por parte de la sociedad de los paiacuteses receptores por temor a ser desplazados de su lugar de trabajo que se deterioren los servicios de salud y educa-

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cioacuten que aumente la delincuencia o simplemente porque se trata de gente de una etnia color o religioacuten diferente

Teniendo en cuenta la importancia de esta problemaacutetica es necesario analizar queacute factores influyen en los distintos grupos mi-grantes al tomar la decisioacuten de dirigirse hacia la Argentina conocer la calidad de vida de los mismos y cuaacuteles son las poliacuteticas puacuteblicas migratorias que permiten fomentar la inclusioacuten social de estas co-munidades no solo como fuerza laboral sino tambieacuten como sujetos con los mismos derechos ciudadanos dentro del territorio argenti-no

Figura 1 Localizacioacuten del aacuterea de estudio

A partir de esta situacioacuten y observando el gran flujo de in-migrantes bolivianos hacia la provincia de Coacuterdoba y en particular hacia la ciudad de Riacuteo Cuarto la finalidad del presente trabajo es indagar acerca de la calidad de vida de estos migrantes que se fue-ron instalando en el sector denominado Barrio las Quintas fuera del ejido urbano especiacuteficamente en lo que se denomina ldquocinturoacuten

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verde de la ciudadrdquo ubicado al Noroeste de la ciudad separado de la zona urbana por la ruta A-005 Ver figura N ordm 1

En cuanto a la metodologiacutea empleada consistioacute baacutesicamen-te en una actividad de base empiacuterica con desarrollo en el plano de la investigacioacuten de campo aplicando como teacutecnica la observacioacuten participante y entrevistas sistematizada a los distintos miembros de la comunidad Tambieacuten se tuvo en cuenta la importancia del in-formante clave lo cual se combina con estudios y anaacutelisis teoacutericos para obtener la informacioacuten necesaria que permitioacute tener un pa-norama maacutes cabal de la realidad de los inmigrantes bolivianos que residen en ese sector del periurbano de la ciudad de Riacuteo cuarto

La Poliacutetica MigratoriaLa migracioacuten en general puede estar relacionada a estiacutemulos de la poliacutetica estatal como la ocupacioacuten del territorio la reduccioacuten de la presioacuten sobre la tierra o la mejora de las condiciones de vida pero tambieacuten puede ser una respuesta social espontaacutenea de adaptacioacuten a cambios poliacuteticos socioeconoacutemicos y ambientales de su lugar de origen

Al realizar una resentildea histoacuterica del proceso de migracioacuten en Argentina se observa que desde la sancioacuten de la Constitucioacuten Na-cional hasta la actualidad se han aplicado diferentes poliacuteticas mi-gratorias que se fueron modificando de acuerdo a las situaciones coyunturales por las que ha atravesado el paiacutes

Asiacute en 1981 entra en vigencia la ley Nordm 22439 Ley Videla pro-mulgada en los uacuteltimos antildeos de la dictadura militar la cual respon-diacutea directamente a la situacioacuten poliacutetica y social por la cual estaba pasando el paiacutes encuadrada en las normas de la llamada ldquoDoctrina de Seguridad Nacionalrdquo por lo que la misma se caracterizoacute por ser taxativa y de alto control de la poblacioacuten migratoria como factible centro de conflicto

A partir de 1983 los distintos gobiernos democraacuteticos que se fueron sucediendo aprobaron una serie de amnistiacuteas inmigratorias firmaron acuerdos bilaterales sobre migraciones con Bolivia y Peruacute para ayudar a los indocumentados de estos paiacuteses ya radicados en

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Argentina a permanecer en el territorio y que pudieran acceder a la legalidad de su situacioacuten

A esta serie de normativas que se fueron generando en el paiacutes con el fin de ordenar la poliacutetica migratoria nacional no se descono-cioacute la aprobacioacuten por las Naciones Unidas en 1990 de la Convencioacuten sobre Proteccioacuten de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y de sus familiares para impedir y eliminar la explotacioacuten de los mismos que pone fin al traacutensito clandestino y a situaciones de irre-gularidad debida a la falta de documentacioacuten

Desde el inicio del antildeo 2003 el Estado Nacional generoacute im-portantes cambios en la poliacutetica migratoria A saber se implementoacute el Programa Nacional de Normalizacioacuten Documentaria Migratoria-maacutes conocido como Patria Grande mediante el cual se tratoacute de re-gularizar la situacioacuten de la poblacioacuten migrante de los Estados inte-grantes del Mercosur y asiacute un gran nuacutemero de personas extranjeras pudieron obtener la residencia legal en Argentina especialmente los que se encontraban en situacioacuten de vulnerabilidad y margina-lidad

Por uacuteltimo llegando a la actualidad en esta acotada siacutentesis sobre la poliacutetica migratoria argentina de las uacuteltimas deacutecadas en di-ciembre del 2003 fue sancionada la nueva Ley de Migraciones (Ley Nordm 25871) que fuera promulgada en enero de 2004

La nueva ley muestra grandes cambios con respecto a la Ley Videla siendo uno de los maacutes significativos el reconocimiento de la migracioacuten como un derecho humano ldquoesencial e inalienable de la personardquo expliacutecito en el Artiacuteculo 4

A traveacutes de la promulgacioacuten de esta ley el Estado intenta cumplir con aquellos compromisos internacionales de los cuales Argentina forma parte en relacioacuten a los derechos humanos inte-gridad y movilidad de los migrantes como asiacute tambieacuten reconocer la importancia de la migracioacuten a escala regional en Latinoameacuterica con especial eacutenfasis en la cooperacioacuten mutua en el marco del Mercosur

Esto fue un importante avance en la poliacutetica migratoria ar-gentina contribuyendo a generar un cambio en la concepcioacuten o mirada a la figura del migrante en nuestro paiacutes abordando esto desde los derechos humanos la importancia de la unioacuten familiar la igualdad y la integracioacuten del extranjero a la sociedad argentina En

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definitiva la ley apunta al rol que debe cumplir el Estado como fa-cilitador en el proceso de integracioacuten del extranjero y no solo como ldquocontrolador y reguladorrdquo como lo explicitaba la Ley Videla

A medida que fue pasando el tiempo la Ley 25871 se fue mo-dificando y complementando con diferentes decretos y disposi-ciones sugeridas desde la Direccioacuten Nacional de Migraciones tales como la Disposicioacuten 2079 (28104) que actuoacute como sostiene Pacec-ca como una especie de admistia puesto que evitoacute la expulsioacuten de los extranjeros ilegales pero no fue efectivo para la regularizacioacuten de la residencia en el paiacutes Tambieacuten se puede citar el Decreto 836 (772004) como ejemplo el cual emitioacute la emergencia administra-tiva de la Direccioacuten Nacional de Migraciones por casi un semestre y la Disposicioacuten 53253 (13122005) que efectuacuteo el Programa Nacio-nal de Normalizacioacuten Documentaria Migratoria para extranjeros nativos de los Estados parte del MERCOSuR y sus Estados asociados tambieacuten conocido como ldquoPatria Grande (Courtis y Pacecca 2007)

En cierto sentido el programa instrumentoacute el criterio de na-cionalidad establecido en la nueva ley migratoria Se tratoacute de una medida generosa en su alcance abarcando a inmigrantes de Bolivia Brasil Chile Colombia Ecuador Paraguay Peruacute Uruguay y Repuacute-blica Bolivariana de Venezuela y seguacuten las autoridades se exten-deriacutea en el tiempo y comprenderiacutea aunque con procedimientos no similares tanto a quienes residiacutean en el paiacutes a la fecha de inicio del programa como a quienes hubieren llegado o llegasen con posterio-ridad a ella

El ldquoPatria Granderdquo flexibilizoacute tambieacuten en alguna medida los requisitos para iniciar el traacutemite migratorio

Por uacuteltimo cabe sentildealar que a principios de 2007 Argentina ratificoacute la Convencioacuten internacional sobre la proteccioacuten de los de-rechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares Si bien se trata de una ratificacioacuten demorada (probablemente en vir-tud de que la nueva Ley de Migraciones que ampliacutea los estaacutendares de proteccioacuten establecidos en la Convencioacuten) la medida resultoacute ser altamente significativa en tanto fue adoptada por un paiacutes ldquorecep-torrdquo y constituye un importante respaldo a la legitimidad del ins-trumento en la regioacuten

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A partir del corriente antildeo (2017) nuevamente la Ley de Migracio-nes sufrioacute cambios a traveacutes del Decreto 702017 que tiene como ob-jetivo central reducir los tiempos para precisar la expulsioacuten del paiacutes de los extranjeros que presenten antecedentes penales Esto surge a raiacutez del incremento de delitos especialmente aquellos vinculados a la narco criminalidad Frente a este contexto el Gobierno argu-menta estar ante ldquouna situacioacuten criacutetica que amerita la adopcioacuten de medidas urgentesrdquo Especiacuteficamente el Decreto estipula una regula-cioacuten de condiciones maacutes estrictas respecto de las causas que pueden impedir el ingreso yo permanencia de extranjeros en Argentina cuando estos esteacuten sujetos a condenas penales yo cuenten con an-tecedentes relacionados a diferentes causas

Uno de los impedimentos para el ingreso y permanencia de extranjeros en el territorio nacional que establece el inciso C del ar-tiacuteculo 29 de la ley actual es ldquohaber sido condenado o estar cumplien-do condena en la Argentina o en el exterior o tener antecedentes por traacutefico de armas de personas de estupefacientes o por lavado de dinero o inversiones en actividades iliacutecitas o delito que merezca para la legislacioacuten argentina pena privativa de la libertad de tres antildeos o maacutesrdquo (Decreto 702017)

Por otra parte tambieacuten se deja en claro que se impediraacute el in-greso al paiacutes a toda persona que omita informacioacuten en relacioacuten a tener antecedentes penales en su paiacutes de procedencia aunque no tenga condena efectiva y se modificoacute el tiempo de reingreso a la Ar-gentina (antes era de cinco antildeos ahora se incrementoacute a ocho antildeos para delitos dolosos y de cinco para los delitos culposos)

En siacutentesis el nuevo decreto que fue confeccionado en forma conjunta entre los Ministerios de Justicia y de Seguridad la Secre-tariacutea de Derechos Humanos la Direccioacuten de Migraciones y Canci-lleriacutea con aportes de distintas fuerzas poliacuteticas apunta a la restric-cioacuten de ingreso y permanencia en el paiacutes de aquellos extranjeros que presentan una situacioacuten irregular con la justicia y atiende a problemaacuteticas criacuteticas de la realidad del paiacutes

A nivel local La Carta Orgaacutenica Municipal de la ciudad de Riacuteo Cuarto reformada en el mes de marzo de 1996 no hace ninguacuten tratamiento especiacutefico referente a los deberes y derechos de la po-blacioacuten migrante que pudiera tener intenciones de radicarse en la ciudad Si bien no se hace una referencia especiacutefica sobre el tema

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existen algunos artiacuteculos donde se da por entendido que cualquier persona sin importar su nacionalidad tiene el derecho a formar parte de la sociedad de Riacuteo Cuarto utilizar los servicios que presta ser reconocidos legalmente sin perjuicio para la poblacioacuten nativa y sin ser sometida o marginada por ciertos sectores de la sociedad

Tambieacuten existe la Defensoriacutea del Pueblo dependiente del Gobierno Municipal la cual lleva un registro con informacioacuten ac-tualizada sobre la movilidad de la poblacioacuten que llega a la ciudad desde otras provincias yo paiacuteses con el objetivo de asesorarlos en sus derechos y disminuir asiacute su situacioacuten de vulnerabilidad social y ayudar a una mejor integracioacuten de los inmigrantes con los habitan-tes del lugar

Estas acciones llevadas a cabo desde el municipio contribuyen a disentildear y gestionar poliacuteticas migratorias de desarrollo local ade-cuadas a los permanentes cambios que se producen en el proceso de globalizacioacuten del cual la ciudad de Riacuteo Cuarto no queda exenta

La migracioacuten boliviana en Riacuteo CuartoAl igual que en diferentes partes del mundo los latinoamericanos deciden dejar su paiacutes de origen y emprender un proceso migratorio de caraacutecter internacional por variadas razones En general se tien-de a atribuir un peso central a las razones laborales o econoacutemicas sin embargo este no es el uacutenico motivo ya que los individuos emi-gran tambieacuten para reunificarse con su familia o para estudiar

Asiacute a partir de la deacutecada de 1970 hasta la actualidad la com-posicioacuten de la migracioacuten externa hacia nuestro paiacutes pasa a ser casi exclusivamente de paiacuteses limiacutetrofes y de Latinoameacuterica como Boli-via Paraguay Uruguay y Peruacute recibiendo recientemente tambieacuten a muchos ciudadanos venezolanos que salen de su paiacutes escapando de la realidad socioeconoacutemica difiacutecil por la que estaacuten atravesando A pesar de los vaivenes de la economiacutea argentina este tipo de mi-gracioacuten continuoacute insertaacutendose muchos de ellos en el mercado la-boral especialmente en algunas industrias (textil) la construccioacuten como asiacute tambieacuten en puestos de trabajo no cubiertos por la pobla-cioacuten nativa

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En el caso particular de la poblacioacuten boliviana que arriba a la ciudad de Riacuteo Cuarto llega como consecuencia de la crisis de las economiacuteas regionales del noroeste argentino (Salta y Jujuy) princi-pal destino de estas comunidades Con el tiempo estas comunidades comenzaron a dirigirse a ciudades como Buenos Aires y Mendoza para finalmente en la actualidad establecerse en ciudades inter-medias tal es el caso de Riacuteo Cuarto Esto se debe seguacuten lo manifes-tado por mucho de ellos a que optaron por estas ciudades porque ofrecen mejores alternativas de vida en comparacioacuten a los grandes centros urbanos donde en muchos casos son sometidos a trabajos esclavizantes e inhumanos con sueldos muy bajos

Es asiacute como desde hace varias deacutecadas familias provenientes de ciertos departamentos de Bolivia se han establecido en metroacutepo-lis y aglomeraciones de tamantildeo intermedio especialmente en las aacutereas periurbanas constituyendo una importante fuerza de trabajo en la actividad de produccioacuten hortiacutecola en la produccioacuten de los hor-nos de ladrillo y en la construccioacuten

Especiacuteficamente en la ciudad de Riacuteo Cuarto (Coacuterdoba) gran parte de las familias bolivianas se han ido asentando en el cinturoacuten hortiacutecola de la ciudad contando en la actualidad con maacutes de 100 explotaciones de las cuales en el 80 se observa mano de obra bo-liviana estando un 20 a cargo de productores provenientes de la localidad de San Lorenzo (Tarija) ya sea como arrendatarios o pro-pietarios de la tierra (Benencia y Geymonat 2003)

Esto produjo un fuerte impacto en el sector ya que no solo transformoacute el paisaje sino que tambieacuten cambioacute la organizacioacuten de la actividad productiva en un sector del periurbano de Riacuteo Cuarto puesto que hasta ese momento la actividad hortiacutecola se realizaba con mano de obra asalariada para luego implementarse nuevas modalidades de contrato de trabajo a traveacutes del sistema de medie-riacutea Tambieacuten se produjeron cambios en relacioacuten a la tenencia de la tierra y a la produccioacuten y aplicacioacuten de nuevas praacutecticas agriacutecolas como por ejemplo la introduccioacuten del sistema de invernaacuteculo es decir la praacutectica de cultivo bajo cubierta (para evitar ser afectados por fenoacutemenos climaacuteticos como el granizo y las heladas) lo que per-mitioacute aumentar la produccioacuten del cinturoacuten hortiacutecola

La comunidad boliviana como se evidencia en la zona de Riacuteo Cuarto se caracteriza por utilizar distintas estrategias para asen-

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tarse en estas aacutereas de produccioacuten y lograr la movilidad social que tanto anhelan Una de ellas es tratar de crear condiciones de equi-librio eacutetnico para poder imponer reglas de juego propias que les fa-ciliten desarrollar la actividad sin grandes inconvenientes (acceso a la tierra mercado de trabajo produccioacuten y comercializacioacuten) para lo cual apelan al establecimiento de fuertes redes sociales

A traveacutes de dichas redes los migrantes ya establecidos pasan a ser los informantes de sus compatriotas que tienen el deseo de mi-grar y asiacute al poner en praacutectica las relaciones personales que actuacutean como canales de transmisioacuten de dicha informacioacuten determinan quieacuten tomaraacute el trabajo

La organizacioacuten del trabajo que impuso la comunidad bolivia-na en el ldquocinturoacuten verderdquo de la ciudad trajo aparejado un aumento en la productividad y reactivoacute la actividad de la produccioacuten hortiacute-cola de Riacuteo Cuarto

Pero esta nueva forma de organizacioacuten no fue exclusiva de Riacuteo Cuarto sino que tambieacuten se fue reproduciendo en distintas aacutereas hortiacutecolas del paiacutes Tal como lo expresa Benencia las transfor-maciones se produjeron en ciudades como Buenos Aires Mar del Plata Bahiacutea Blanca Coacuterdoba Villa Mariacutea Riacuteo Cuarto Mendoza y zonas de Tucumaacuten Salta Jujuy Alto Valle del Riacuteo Negro y Neuqueacuten y Chubut aunque no se generaron en forma similar ni al mismo tiempo (Grimson y Jelin 2006)

Figura 2 Produccioacuten Hortiacutecola Cinturoacuten verde de la ciudad de Rio Cuarto 2017

Ademaacutes de la produccioacuten hortiacutecola los primeros integrantes de esta comunidad boliviana que se asentaron en la zona del pe-

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riurbano tambieacuten se dedicaron a la produccioacuten de ladrillos Algu-nos de ellos con el tiempo se capitalizaron y en la actualidad diri-gen los mayores fabricantes de ladrillos de la ciudad a tal punto que la produccioacuten no solo se comercializa en Riacuteo Cuarto sino tambieacuten en otras provincias como son La Pampa Buenos Aires y Santa Fe

Figura 3 Produccioacuten de ladrillos Periurbano de Riacuteo Cuarto 2017

La comunidad boliviana en el periurbano de Riacuteo Cuarto su calidad de vidaTratar de definir o expresar la Calidad de Vida de las personas es una tarea sumamente compleja puesto que la misma no implica uacutenica-mente la disponibilidad de bienes materiales sino que considera en general el estar a gusto estar rodeado de un ambiente limpio tener acceso a la cultura a la educacioacuten a la salud y a servicios y a las necesidades espirituales Es decir que implica ademaacutes una serie de Necesidades Baacutesicas No Materiales que son difiacuteciles de cuantificar Por ello la calidad de vida debe ser considerada desde una perspec-tiva maacutes humana tomando como punto de partida a las personas

Seguacuten Goacutemez Orea (2006) la calidad de vida variacutea con el tiem-po puesto que depende de las aspiraciones y problemas de la pobla-cioacuten pero estariacutea determinada por las condiciones de vida y trabajo el nivel de renta y la calidad ambiental daacutendoles a cada uno de estos elementos una importancia diferente seguacuten el individuo el espacio y el tiempo

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Hoy las Necesidades Baacutesicas permiten delimitar en cierta forma la situacioacuten de pobreza e identificar a la poblacioacuten que estaacute significativamente privada de los bienes recursos u oportunidades que posibilitan su subsistencia y desarrollo en condiciones miacutenimas acordes con la dignidad humana con un grado razonable de objeti-vidad

Hablar de Calidad de Vida es hablar de ldquouna medida de logro respecto de un nivel establecido como lsquooacuteptimorsquo teniendo en cuenta dimensiones socioeconoacutemicas y ambientales dependientes de la es-cala de valores prevaleciente en la sociedad y que variacutean en funcioacuten de las expectativas de progreso histoacutericordquo (Velaacutezquez 2008)

Cuando se habla del grado de bienestar de las personas se estaacute haciendo referencia a un concepto que puede comprender diversos niveles anaacutelisis y multiplicidad de variables es decir que la calidad de vida es un concepto poliseacutemico

A partir de este marco conceptual sobre calidad de vida se efectuoacute el anaacutelisis correspondiente sobre el grado de bienestar de la comunidad boliviana que reside en el periurbano haciendo hinca-pieacute en aquellas variables que se consideraron esenciales tales como educacioacuten salud vivienda acceso a los servicios (agua gas cloacas electricidad y transporte) empleo y la calidad ambiental

Del estudio correspondiente se pudo establecer que la calidad de vida de los habitantes de la comunidad boliviana es heterogeacutenea y desigual

Figura 4 a) Centro Educativo Bernardino Rivadavia- b) IPEM N ordm 29 ldquoFelipe Galiziardquo 2017

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Desde el punto de vista de la educacioacuten en el aacuterea se encuentran dos establecimientos educativos puacuteblicos uno de nivel inicial y pri-mario (Centro Educativo Bernardino Rivadavia) y uno secundario (IPEM N ordm 29 ldquoFelipe Galiziardquo)

Estos establecimientos reciben un gran nuacutemero de alumnos que proceden del aacuterea periurbana siendo en su mayoriacutea nintildeos y joacutevenes pertenecientes a la comunidad boliviana asentada en la zona aunque la falta de documentacioacuten necesaria (familias que to-daviacutea se encuentran indocumentadas) en muchas oportunidades dificulta el ingresos de los mismos al sistema educativo Ante esta situacioacuten las autoridades de los centros educativos han gestionado el traslado de una dependencia del Registro Civil a la escuela para facilitar el traacutemite de legalizacioacuten de residencia de los extranjeros Asimismo desde la Defensoriacutea del Pueblo tambieacuten se trabaja sobre esta problemaacutetica que no solo dificulta la insercioacuten de la comunidad en la educacioacuten sino que se transforma en un serio inconveniente a la hora de buscar empleo y para acceder al sistema de salud local

Se pudo comprobar que si bien es un nuacutemero importante de nintildeos y joacutevenes los que asisten a clase diariamente los docentes manifiestan (en las entrevistas efectuadas) que los mismos suelen tener dificultades a la hora de presentar las tareas y actividades que se les solicita realizar en la casa Esto se debe a que muchos de ellos al llegar a sus hogares trabajan ayudando a sus padres en la produc-cioacuten hortiacutecola o fabricacioacuten de ladrillos (en la mayoriacutea de los casos) no solo para incrementar el ingreso familiar sino tambieacuten porque forma parte de su cultura donde el varoacuten desde pequentildeo se forma en el trabajo y las nintildeas aprenden las tareas de la casa

A traveacutes de las encuestas realizadas a distintas familias boli-vianas se pudo advertir que muchos de estos inmigrantes (en edad adulta) poseen un bajo nivel de alfabetizacioacuten por eso consideran importante la posibilidad de que sus hijos puedan insertarse en los distintos niveles del sistema educativo primario secundario y tam-bieacuten universitario Estos uacuteltimos concurren a la Universidad Nacio-nal de Riacuteo Cuarto donde se ha evidenciado en los uacuteltimos antildeos un aumento en la matriacutecula de alumnos pertenecientes a esta colecti-vidad al igual que en las instituciones educativas del barrio

Por uacuteltimo es importante destacar que los diferentes centros educativos del aacuterea han ido adaptaacutendose a esta nueva realidad so-

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cial y cultural y para ello han ideado nuevas formas de articular compartir y vivenciar las distintas representaciones culturales que confluyen en los establecimientos Por ejemplo a traveacutes de proyec-tos celebraciones de fechas patrias reuniones y trabajo en conjun-to se trata de compartir culturas e integrar a los grupos familiares de la colectividad boliviana a la comunidad en general

Con respecto a la variable de salud se observa que se debe-riacutea fomentar maacutes la educacioacuten en este campo haciendo hincapieacute en el aacuterea preventiva puesto que como lo expresara en los medios de comunicacioacuten el doctor Gabriel Abrile (ex secretario de salud de la Municipalidad de Riacuteo Cuarto) muchas de las familias bolivianas viven en situacioacuten de precariedad desde el punto de vista de la vi-vienda ya que existen condiciones de hacinamiento y esto favore-ce la proliferacioacuten de enfermedades

La mayoriacutea de las familias bolivianas no acuden al dispensa-rio Ndeg 5 ubicado entre las calles 11 de Noviembre y Tejerina del ba-rrio Villa Daacutelcar que ofrece servicios como cliacutenica meacutedica pedia-triacutea ginecologiacutea odontologiacutea asistente social orientacioacuten familiar y enfermeriacutea Esto estaacute en relacioacuten directa en muchos casos por la falta de conectividad del sector con las aacutereas de la ciudad donde se encuentran los centros de atencioacuten a la salud primaria y al Hospital Regional o cliacutenicas privadas Es por ello que concurren al Dispensa-rio Santa Clara perteneciente a los Frailes Franciscanos puesto que se encuentra a una distancia considerable de su aacuterea de residencia Este dispensario no solo cumple con la funcioacuten relacionada a la sa-lud (atencioacuten primaria) sino que tambieacuten es utilizado para activida-des de socializacioacuten entre los integrantes de la comunidad

Por supuesto ante situaciones de salud maacutes complejas son de-rivados al Hospital San Antonio de Padua servicio de jurisdiccioacuten provincial donde incluso le otorgan medicamentos en forma gra-tuita

Con respecto a la vivienda la mayoriacutea de las familias son nu-merosas y deben enfrentarse al hacinamiento ya que habitan en viviendas precarias de poca altura y de reducidas dimensiones y en muchos casos con falta de acceso a los servicios baacutesicos en red Esta realidad no abarca a todas las viviendas de la colectividad ob-servaacutendose maacutes esta situacioacuten en los que residen en los predios de los hornos de ladrillo y en las huertas especialmente aquellas fa-

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milias que han llegado a la ciudad en los uacuteltimos antildeos tal como se observa en la Figura 5

Figura 5 Viviendas 2017

Otra de las variables analizadas fue el del acceso a los servicios baacutesicos Se observoacute que todas las viviendas del aacuterea carecen de agua de red sistema de saneamiento y gas natural aunque la mayoriacutea cuenta con el servicio de electricidad Tampoco poseen sistema de recoleccioacuten de residuos soacutelidos urbanos y en relacioacuten al transporte urbano de pasajeros se observa una falta de conectividad puesto que la uacutenica liacutenea de transporte urbano con la que cuenta esta zona tiene un recorrido que no incluye todo el sector poblado y a su vez con escasas frecuencias por lo que la mayoriacutea de las familias deben realizar largos recorridos a pie para acceder al servicio

En relacioacuten al empleo la poblacioacuten desarrolla sus actividades en un mercado de trabajo signado por la flexibilizacioacuten de la pro-duccioacuten y precarizacioacuten laboral en el contexto de la globalizacioacuten y transnacionalizacioacuten de la mano de obra

Los datos censales y estudios realizados por diversos inves-tigadores dan cuenta de la importancia del aporte de la mano de obra procedente de Bolivia en la ciudad Riacuteo Cuarto y la condicioacuten de vulnerabilidad puesta de manifiesto en servicio domeacutestico la fabricacioacuten de ladrillos y el comercio informal realizando labores caracterizadas por la informalidad y transitoriedad de los contratos laborales o ldquoarreglosrdquo por la escasa calificacioacuten profesional requeri-da por la precariedad de las condiciones laborales y por ser trabajos ldquoduros y sacrificadosrdquo

Especiacuteficamente en relacioacuten con la produccioacuten hortiacutecola la colectividad bolivianaes protagonista en la construccioacuten de los nuevos territorios hortiacutecolas asiacute como levantar mercados de distri-

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bucioacuten mayorista propios compitiendo a la par de los mercados de distribucioacuten tradicionales Estos inmigrantes han venido a solucio-nar un problema de escasez de mano de obra que padecioacute siempre la horticultura en fresco en la Argentina en general y en Riacuteo Cuarto en particular y han incidido fuertemente en un aumento de la ofer-ta de productos para el consumo de la poblacioacuten

Las primeras familias que llegaron a esta ciudad cuando se instalaron comenzaron a trabajar con el sistema de medieriacutea con el tiempo se transformaron en arrendatarios e inclusive un nuacutemero menor se han convertido en propietarios de la explotacioacuten hortiacute-cola Los que han podido adquirir tierras poseen explotaciones que variacutean en su tamantildeo de 5 a 30 hectaacutereas Pero no todas las familias han logrado ascender socialmente la mayoriacutea de ellas no poseen acceso a los bienes y servicios baacutesicos trabajan durante largas jor-nadas para obtener un escaso ingreso y alejadas de su paiacutes de ori-gen hacen grandes esfuerzos para criar a sus hijos (Maldonado et al 2013)

Las actividades laborales a las que se dedican tienen mucho que ver con la carga cultural que traen de su paiacutes de origen Los huerteros que llegaron a la ciudad de Riacuteo Cuarto provienen del sur de Bolivia donde la principal forma de vida es la produccioacuten de vegetales los del norte del paiacutes trabajan fundamentalmente en los hornos de ladrillo donde se registran condiciones maacutes duras

Con respecto a la calidad ambiental seguacuten los relevamientos efectuados se detectaron una serie de problemaacuteticas relacionadas a los diferentes usos del suelo que se superponen en este sector del peri-urbano de la ciudad Asiacute se observoacute contaminacioacuten producida por la actividad de los hornos de ladrillos (atmosfeacuterica visual y de-gradacioacuten del suelo) degradacioacuten y erosioacuten por extraccioacuten de aacuteridos y la proliferacioacuten de roedores y alimantildeas por la falta de desmaleza-do en baldiacuteos y presencia de microbsadurales especiacuteficamente en las aacutereas de extraccioacuten de tierra para la produccioacuten de ladrillos (ver Figura 6)

Por uacuteltimo algunas de las viviendas del aacuterea se encuentran muy cercanas al cauce del riacuteo Cuarto generaacutendose asiacute una mayor vulnerabilidad al peligro de inundacioacuten poniendo a la poblacioacuten en situacioacuten de riesgo en forma constante

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Figura 6 Calidad ambiental 2017

1 Consideraciones FinalesEn las uacuteltimas deacutecadas la llegada de poblacioacuten migrante provenien-te desde Bolivia se ha convertido en un fenoacutemeno notorio en los distintos espacios donde se establece tal es el caso de la ciudad de Riacuteo Cuarto Esta poblacioacuten ha ido aumentando paulatinamente a traveacutes del tiempo no solo por su crecimiento vegetativo sino tam-bieacuten porque la inmigracioacuten sigue fluyendo en forma permanente

Seguacuten el estudio realizado se puede sentildealar que la mayoriacutea de las familias bolivianas que residen en el sector periurbano de la ciudad de Riacuteo Cuarto presentan una particular forma de trabajo que se relacionan con las actividades econoacutemicas que llevaban a cabo en su lugar de origen produccioacuten hortiacutecola y trabajo en hornos de ladrillos

Las primeras familias que llegaron a la ciudad (deacutecada del 80) han capitalizado y ya son propietarios de explotaciones agropecua-rias (entre 5 y 30 has) destinadas a la produccioacuten hortiacutecola Estas

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son por lo general numerosas con fuertes redes sociales entre sus coterraacuteneos y con un gran sentido de pertenencia y de identidad comunitaria cultural colectiva aunque muchas de ellas viven toda-viacutea en situacioacuten de pobreza puesto que no logran satisfacer algunas necesidades baacutesicas habitan viviendas precarias y en condiciones de hacinamiento carecen de agua potable servicio de electricidad gas natural cloacas y en un ambiente con distintas problemaacuteticas que aumenta su vulnerabilidad social

Por uacuteltimo se puede apreciar que a traveacutes de los antildeos la co-munidad ha comenzado a insertarse en la sociedad por medio de la incorporacioacuten de los nintildeos y joacutevenes a los diferentes niveles de escolaridad aunque se denota todaviacutea una escasa inclusioacuten en la sociedad riocuartense en general

Si bien el gobierno local en los uacuteltimos antildeos ha comenzado a disentildear poliacuteticas de inclusioacuten social en concordancia a las poliacuteticas poblacionales y migratorias provinciales y nacionales estas todaviacutea no visibilizan una mejora en la calidad de vida de la poblacioacuten boli-viana en la ciudad por ello se considera que es necesario profundi-zar y fortalecer las poliacuteticas puacuteblicas existentes y formular nuevas poliacuteticas que atiendan tanto a la inclusioacuten de la poblacioacuten como a la planificacioacuten y gestioacuten territorial

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Busso Gustavo (2007) Migracioacuten y desarrollo territorial Enfoques discipli-narios problemas teoacutericos e implicancias de poliacuteticas en el estudio de sus interrelaciones Fac de Cs Econoacutemicas UNRC

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Autores

Amor Luis Licenciado En Economiacutea Contador Puacuteblico Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Metodologiacutea de las Ciencias FCE UNRC

Basconzuelo Celia Cristina Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Partidos Poliacuteticos (UNC) Doctora en Historia (UNCu) Investigadora del CONICET Profeso-ra Asociada del Departamento de Historia y del Departamento de Ciencias Juriacutedicas Poliacuteticas y Sociales Facultad de Ciencias Huma-nas de la UNRC Directora del Centro de Estudios y Gestioacuten en Re-des Acadeacutemicas (CEGRA-UNRC)

Bettera Mariacutea Alejandra Profesora en Geografiacutea (UNRC)Licenciada en Geografiacutea (UNRC) Especialista Docente de Nivel Su-perior en Educacioacuten y TIC (Direccioacuten de Educacioacuten Superior) Espe-cialista en Planificacioacuten y Gestioacuten de Poliacuteticas y Programas Sociales (UNRC) Profesora Asociada con dedicacioacuten exclusiva del Departa-

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mento de Geografiacutea (UNRC) Profesora Integrante del Centro de Es-tudios y Gestioacuten en Redes Acadeacutemicas (CEGRA-UNRC)

Camantildeo Semprini Rebeca Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Partidos Poliacuteticos (UNC) Doctora en Historia (UNC) Becaria posdoctoral del CONICET Ads-cripta en Historia Argentina Actual Departamento de Historia Fa-cultad de Ciencias Humanas de la UNRC Docente del Aacuterea de His-toria Poliacutetica Contemporaacutenea del Centro de Estudios Avanzados Facultad de Ciencias Sociales de la UNC

Carbonari Mariacutea Rosa Profesora en Historia (UNRC) Espe-cialista en Estudios del Brasil Contemporaacuteneo (Universidad Federal de Santa Mariacutea Rio Grande do Sul Brasil) Magister en Educacioacuten (Universidad Federal de Santa Mariacutea Rio Grande do Sul Brasil) Doctora en Historia (Universidad Federal Fluminense Riacuteo de Janei-ro Brasil) Profesora Asociada del Departamento de Historia Facul-tad de Ciencias Humanas de la UNRC Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Cagnolo Mariacutea Elena Profesora de Historia Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Donadoni Moacutenica Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territo-rial Profesora Adjunta Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Emiliozzi Analiacutea Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territo-rial Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Formento Liliana Isabel Profesora en Historia (UNRC) Ma-giacutester en Estudios Latinoamericanos (UNRC) Doctora en Estudios Sociales Agrarios Profesora Adjunta del Departamento de Historia y del Departamento de Lengua y Literatura (UNRC) Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Hildmann Mariacutea Fabiana Profesora en Geografiacutea (UNRC)Licenciada en Geografiacutea (UNRC) Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territorial (UNRC) Profesora Integrante del Centro de Estudios y Gestioacuten en Redes Acadeacutemicas-CEGRA-Facultad de Ciencias Huma-

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nas (UNRC) Profesora Asociada Efectiva con dedicacioacuten exclusiva del Departamento de Geografiacutea (UNRC)

Kaufman Noelia Profesora en Historia (UNRC) Becaria del Consejo Interuniversitario Nacional (EVC-CIN) Secretaria Adjunta del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) Adscripta a la Caacutetedra Historia Americana y Argentina Colonial del Departamen-to de Historia (UNRC)

Lodeserto Alicia Profesora y Licenciada en Historia Magiacutes-ter en Estudios Latinoamericanos Orientacioacuten Integracioacuten Latinoa-mericana Doctoranda en Desarrollo Territorial (UNRC) Docente ndash investigadora en la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto (Profesora Adjunta caacutetedra de concurso Historia del Mundo Actual)

Olmedo Ernesto Profesor y Licenciado en Historia Magiacutes-ter en Desarrollo Territorial (UNRC) Doctorando en Historia (UNC) Docente ndash investigador en la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto

Peacuterez Zavala Graciana Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Antropologiacutea (UNRC) Docente del Departamento de Historia Facultad de Ciencias de la UNRC y del Instituto Acadeacutemico yPedagoacutegico de Ciencias Sociales de la UNVM Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Prieto Osvaldo Profesor en Historia (UNRC) Magiacutester en Es-tudios Latinoamericanos (UNRC) Profesor Adjunto Exclusivo del Departamento de Historia y Ciencias Poliacuteticas (UNRC) Investigador del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) ydel IIESTE (UNRC)

Re Moacutenica Profesora en Historia (UNRC) Magiacutester en Desa-rrollo Territorial (UNRC) Doctora en Desarrollo Territorial (UNRC) Profesora Titular de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas de la UNRC

Tamagnini Marcela Profesora Adjunta Dpto de Historia Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto Doctora en Historia por la Universidad Nacional de Coacuterdo-ba Magister en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Na-cional de Riacuteo Cuarto Licenciada en Historia y Profesora en Historia

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por la misma universidad Certificacioacuten posdoctoral de la Universi-dad Nacional de Rosario

Travaglia Laura Marisa Profesora en Historia (UNRC) Ma-giacutester en Estudios Latinoamericanos (UNRC) Doctora en Estudios Sociales Agrarios Docente del Aacuterea de Historia Americana del De-partamento de Historia y del Departamento de Lengua y Literatura Coordinadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) e investigadora del IIESTE (UNRC)

Trucco Gabriela Magister en Procesos educativos mediados por tecnologiacuteas Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Metodologiacutea de las Ciencias FCE UNRC

Toponimia indiacutegenaSur de Coacuterdoba sur de San Luis y sur de Santa Fe

Norberto Francisco Mollo

Laura Travaglia (Compiladora)

Universidad Nacionalde Riacuteo CuartoSecretariacutea Acadeacutemica

UniR o editora

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Problemaacuteticas e interpretaciones de la historia argentina y latinoamericana

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atinoameacuterica entre nuevos y viejos tiempos

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La compilacioacuten Latinoameacuterica entre viejos y nuevos tiempos propone un recorrido temporal y espacial por un conjunto de problemaacuteticas sociales poliacuteticas y econoacutemicas del continente y de nuestro paiacutes las que actualmen-te se investigan y ensentildean en el aacutembito de la universidad puacuteblica La Historia y la Geografiacutea en diaacutelogo con la Ciencia Poliacutetica la Economiacutea y la Sociologiacutea conforman el dispositivo teoacuterico e instrumental heterogeacuteneo que articula los diferentes artiacuteculos del volumen que es el resultado de una serie de intercambios acadeacutemicos realizados en el contexto del Proyecto Universitario de Historia Argentina y Latinoamericana PUHAL de Secretariacutea de la Poliacuteticas Universitarias del Ministerio de Educacioacuten de la Nacioacuten Uno de los objetivos de dicho proyecto fue el de promover la revisioacuten de procesos histoacutericos locales regionales nacionales o latinoamericanos desde una mirada interdisciplinaria actualizando la comprensioacuten de los problemas que estos conllevan ldquoLatinoameacuterica dimensiones y perspecti-vas de abordajerdquo y ldquoTemas y problemas de la Historia Argentina Miradas desde lo localrdquo son los dos ejes que agrupan las contribuciones que confor-man esta publicacioacuten

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e-bo kISBN 978-987-688-351-1

Page 3: Norberto Francisco Mollo Latinoamérica en enntre nuevos y ......a través de la encomienda, la mita o las reducciones religiosas. Al decir de Levaggi (2000) rápidamente se convirtieron

2018 copy UniRiacuteo editora Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto Ruta Nacional 36 km 601 ndash (X5804) Riacuteo Cuarto ndash Argentina Tel 54 (358) 467 6309 ndash Fax 54 (358) 468 0280 editorialrecunrceduar - wwwunirioeditoracomar

Primera edicioacuten agosto de 2019ISBN 978-987-688-351-1

Latinoameacuterica entre viejos y nuevos tiempos problemaacuteticas e interpretaciones de la historia americana y argentina Laura Travaglia [et al] compilado por Laura Travaglia- 1a ed - Riacuteo Cuarto UniRiacuteo Editora 2019 Libro digital PDF - (Liacuteneas del tiempo)

Archivo Digital descarga y online ISBN 978-987-688-351-1

1 Historia Argentina 2 Ameacuterica Latina I Travaglia Laura comp CDD 980

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Equipo Editorial

Secretaria AcadeacutemicaAna Vogliotti

DirectorJoseacute Di Marco

EquipoJoseacute Luis AmmannMaximiliano Brito

Ana Carolina SavinoLara Oviedo

Roberto GuardiaMarcela RapettiDaniel Ferniot

Uni Tres primeras letras de ldquoUniversidadrdquo Uso popular muy nuestro la Uni Universidad del latiacuten ldquouniver-sitasrdquo (personas dedicadas al ocio del saber) se contextualiza para nosotros en nuestro anclaje territorial y en la concepcioacuten de conocimientos y saberes construidos y compartidos socialmente

El riacuteo Celeste y Naranja El agua y la arena de nuestro Riacuteo Cuarto en constante confluencia y devenir

La gota El acento y el impacto visual agua en un movimiento de vuelo libre de un ldquonosotrosrdquo Conocimiento que circula y calma la sed

Consejo Editorial

Facultad de Agronomiacutea y VeterinariaProf Laura Ugnia y Prof Mercedes Ibantildeez

Facultad de Ciencias EconoacutemicasProf Nancy Scattolini y Prof Silvia Cabrera

Facultad de Ciencias Exactas Fiacutesico-Quiacutemicas y Naturales

Prof Sandra Miskoski

Facultad de Ciencias HumanasProf Gabriel Carini

Facultad de Ingenieriacutea

Prof Marcelo Alcoba

Biblioteca Central Juan FilloyBibl Claudia Rodriacuteguez y Bibl Moacutenica Torreta

Secretariacutea AcadeacutemicaProf Ana Vogliotti y Prof Joseacute Di Marco

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Iacutendice

Proacutelogo 6

Primera Parte Temas y problemaacuteticas latinoamericanos

Pueblos indiacutegenas en latinoameacuterica una mirada histoacuterico-antropoloacutegica Graciana Peacuterez Zavala Marcela Tamagnini Alicia Lodeserto y Ernesto Olmedo 10

ldquoAmeacutericardquo entre el estigma de la dominacioacuten y el enigmadel descubrimiento Liliana Formento 44

Algunos planteos para comprender la presencia del negro en Ameacuterica Laura Travaglia 72

Resistencias rebeliones y milenarismos de los pueblos americanos durante la ocupacioacuten espantildeola las guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana Noelia Kaufman 103

La reforma de 1918 en su dimensioacuten histoacuterica Osvaldo Emilio Prieto 132

Segunda parte Temas y problemas de la Historia ArgentinaMiradas desde lo local

Agentes econoacutemicos en el modelo ISI una mirada historiograacuteficaMoacutenica Analiacute Re Moacutenica Donadoni Analiacutea EmiliozziGabriela Trucco y Elena Cagnolo 164

Las organizaciones sociales en la Argentina contemporaacutenea Aproximacioacuten desde el campo historiograacutefico y socio-poliacuteticoCelia Basconzuelo 185

La historia local entre la indiferencia el disentildeo global y la significatividad de lo diferente Mariacutea Rosa Carbonari 198

Centralizacioacuten poliacutetico-administrativa y autonomiacutea municipal durante el peronismo histoacuterico Rebeca Camantildeo Semprini 215

La migracioacuten boliviana en la ciudad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba Argentina Mariacutea Alejandra Bettera y Mariacutea Fabiana Hildmann 227

Autores 246

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Proacutelogo

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El presente volumen integra una obra surgida en el marco de la compilacioacuten denominada ldquoLatinoameacuterica entre viejos y nuevos tiemposrdquo a instancias del Proyecto Universitario de Historia Argen-tina y Latinoamericana PUHAL El mismo estaacute radicado en la pro-gramacioacuten del componente 1- Formacioacuten cuyo objetivo estaacute dirigi-do a apoyar reflexionar dimensionar problemaacuteticas en las Caacutetedras de Historia Argentina y Latinoamericanas que promuevan a traveacutes de diversos contenidos la revisioacuten de procesos histoacutericos locales re-gionales nacionales o latinoamericanos desde una mirada plural y multidisciplinaria

En este sentido se ha llevado adelante un intenso programa de reflexioacuten y debate conjuntamente con el Centro de Investigacio-nes Histoacutericas que incluyeron 1 - Ciclo de formacioacuten y extensioacuten ldquoPensar la Democracia a treinta antildeos de su recuperacioacuten iquestqueacute Democracia pensamos iquestQueacute Democracia tenemos 2 - Jornadas Bicentenario ldquoProblemaacuteticas fundacionales de la identidad lati-noamericanardquo 3 - Taller efemeacuterides 12 de octubre como memoria del poder 4 -Jornadas de Historia Regional En tales eventos se pro-fundizaron problemaacuteticas poliacuteticas sociales econoacutemicas culturales etc planteadas desde visiones teoacutericas metodoloacutegicas y poliacuteticas en gran parte divergentes las que se han traducido en una profusa bibliografiacutea histoacuterica econoacutemica y socioloacutegica Por ello el objetivo de actualizar una compresioacuten afinada de estos problemas constitu-yoacute una herramienta fundamental que no solo redundoacute en un ma-yor conocimiento de los temas sino ademaacutes dotoacute de la posibilidad de reflexionar sobre la naturaleza de los procesos histoacutericos latinoa-mericanos y argentinos -histoacutericos y actuales- desde las caacutetedras asiacute como participar activamente de las instancias acadeacutemicas abo-nando las interpretaciones del pasado y los rumbos del presente

Los autores involucrados en el presente volumen nos presen-tan dada la heterogeneidad de sus especializaciones una multiplici-dad de liacuteneas de interpretacioacuten sobre las que se estaacute trabajando en algunos casos problemas interrogantes para ser tenidas en cuenta en abordajes futuros Fundamentalmente el hilo conductor de este volumen es convertir en material de consulta y actualizacioacuten para los estudiantes de las carreras involucradas los presentes artiacuteculos

Las caacutetedras a partir de las cuales se reflexiona pertenecen al Departamento de Historia al Departamento de Geografiacutea de la Facultad de Ciencias Humanas y a la Facultad de Ciencias Econoacutemi-

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cas Respecto del Departamento de Historia participan las siguien-tes Caacutetedras 1- Historia Americana y Argentina Colonial (6696) 2- Historia Americana Crisis y Organizacioacuten (1810-1930)(6700) 3- Historia Americana Actual (6706) 4- Historia Argentina Actual 5- Historia Argentina de la Criolla a la aluvial 6- Introduccioacuten a la His-toria y a las Ciencias Sociales (6680) del Departamento de Geografiacutea 1- Geografiacutea Humana Argentina (6787) 2- Geografiacutea de Ameacuterica Latina (6791) y de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas 1- Historia Econoacutemica y Social Argentina

En torno a los ejes planteados (Temas y problemaacuteticas lati-noamericanas y Temas y problemaacuteticas argentinas) se presentan trabajos que no necesariamente se inscriben en planteamientos transversales maacutes bien docentes y alumnos han planteado temaacute-ticas particulares con el objetivo de enriquecer algunos contenidos puntuales de las respectivas caacutetedras Por tanto la heterogeneidad y diversidad temaacutetica marcan el presente volumen

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Primera Parte

Temas y problemaacuteticas latinoamericanos

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Pueblos indiacutegenas en latinoameacuterica

una mirada histoacuterico-antropoloacutegica

Graciana Peacuterez Zavala ndash Marcela Tamagnini

Alicia Lodeserto ndash Ernesto Olmedo

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A Ana Mariacutea Rocchietti

nuestra maestra

A manera de introduccioacutenEl poblamiento del continente americano es muy antiguo Actual-mente se reconoce que sus primeros habitantes llegaron hace por los menos 14000 antildeos Provenientes de la lejana Siberia ingresaron por Beringia una regioacuten que por entonces se encontraba cubierta por los hielos de los glaciares Lentamente se desplazaron hacia el sur por tierra o siguiendo la liacutenea de la costa paciacutefica poblando los maacutes variados ecosistemas Hace unos 10000 antildeos ya habiacutean llega-do a Tierra del Fuego en el extremo maacutes austral del continente

La discusioacuten sobre las caracteriacutesticas y particularidades de este proceso no estaacute saldada La arqueologiacutea documentoacute que esos hombres colonizaron los espacios maacutes remotos del continente y que se dedicaron a la caza la pesca y la recoleccioacuten conviviendo en ciertos casos con especies animales que luego se extinguieron como por ejemplo mamuts o gliptodontes seguacuten las regiones Maacutes tarde fueron cazadores de neofauna En algunas regiones como Mesoameacuterica y los Andes Centrales experimentaron con el cultivo de plantas (maiacutez papas etc) y la domesticacioacuten deanimales (cameacute-lidos) alcanzando a su vez un importante desarrollo urbaniacutestico Al momento de la llegada de los espantildeoles a Ameacuterica los mayas los aztecas y los incas contaban con un alto grado de jerarquizacioacuten social Basados en un complejo sistema de tributo que incluiacutea la re-ciprocidad y la redistribucioacuten habiacutean extendido su control sobre otros pueblos y geografiacuteas

A fines del siglo XV la conquista europea modificoacute radical-mente la fisonomiacutea de estas poblaciones La administracioacuten colo-nial incorporoacute muy tempranamente a los grupos maacutes jerarquizados a traveacutes de la encomienda la mita o las reducciones religiosas Al decir de Levaggi (2000) raacutepidamente se convirtieron en ldquoindiacutegenas sometidosrdquo o ldquosuacutebditosrdquo En el otro extremo los ldquoindiacutegenas libres o soberanosrdquo opusieron una tenaz resistencia impidiendo la ocu-pacioacuten de sus territorios por parte de los conquistadores europeos Las fronteras con los chichimecas (Meacutexico) y con los araucanos en el Biacuteo Biacuteo (Chile) fueron la expresioacuten maacutes acabada de este uacuteltimo proceso A su vez las poblaciones nativas que viviacutean en geografiacuteas

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impenetrables o escasamente productivas para los europeos (como las de la regioacuten amazoacutenica) siguieron otro derrotero adquiriendo en su transcurso cierta independencia poliacutetica y territorial

Entre las uacuteltimas deacutecadas del siglo XIX y las primeras del XX todos los grupos que se manteniacutean soberanos fueron derrotados en forma violenta y desalojados de sus tierras por las acciones lleva-das a cabo por los Estados nacionales que buscaban delimitar sus territorios Las regiones de ldquofrontera con el indiordquo fueron desarti-culadas con la consiguiente transformacioacuten de los viacutenculos intereacutet-nicos Pese a ello este sustrato histoacuterico continuacutea en la memoria y explica la pervivencia de la etnicidad como problema socio poliacutetico muchas veces ligada al prejuicio racial y a una estructura socio-eco-noacutemica desigual

A lo largo del siglo XX las sociedades indiacutegenas1 fueron es-tudiadas por diferentes disciplinas dentro de las cuales se desta-can la Antropologiacutea la Arqueologiacutea la Historia y la Etnohistoria A continuacioacuten efectuamos una breve reflexioacuten sobre el modo en que las abordaron y luego analizamos las trayectorias de algunos pueblos indiacutegenas que ilustran las nociones teoacutericas formuladas por las mismas Los ejemplos seleccionados corresponden a poblaciones indiacutegenas que hemos investigado a lo largo de varios antildeos en clave histoacuterica etnohistoacuterica antropoloacutegica y etnograacutefica

Sociedades indiacutegenas y produccioacuten cientiacuteficaTradicionalmente las sociedades indiacutegenas fueron consideradas un obstaacuteculo para la conformacioacuten de las modernas sociedades latinoa-mericanas razoacuten por la cual muy pronto se convirtieron en objeto de estudio de diferentes disciplinas Ya en el siglo XVI los espantildeoles que tomaron contacto con ellas dejaron cuidadosas observaciones sobre la forma de vida de los grupos nativos con los que entraban en contacto Dentro de los cronistas de Indias se destacaron tambieacuten

1 La denominacioacuten de ldquoindiordquo o ldquoindiacutegenardquo otorgada a todas las sociedades del ldquonuevo continenterdquo fue parte del proceso de sometimiento que unificoacute a pue-blos que se concebiacutean como diferentes y muchas veces como opuestos Despueacutes de cinco siglos y al calor de numerosas discusiones algunas organizaciones indiacutegenas resignificaron el teacutermino considerando que es el que mejor pone al descubierto sus procesos de resistencia y de lucha poliacutetica ante la dominacioacuten europea y los Esta-dos nacionales En palabras de una dirigente indiacutegena ldquoIndio fue el nombre con que nos sometieron Indios seraacute el nombre con el que nos liberaremosrdquo (Domitila Quispe Peruacute 1922 en Alboacute 2003 p 99)

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algunos misioneros que dejaron un profuso registro etnograacutefico so-bre su exotismo Hacia mediados del siglo XIX las indagaciones se volvieron maacutes sistemaacuteticas ofreciendo definiciones argumentos y marcos de anaacutelisis de gran valor explicativo Ello fue de la mano de la delimitacioacuten de los campos de estudio de las disciplinas tal como hoy las concebimos El eurocentrismo propio de la produccioacuten de estos saberes hizo que las sociedades ldquono occidentalesrdquo incluidas las indiacutegenas fueran concebidas como ldquosimplesrdquo y ldquoahistoacutericasrdquo es decir carentes de instituciones poliacuteticas (sin Estado) econoacutemicas (sin propiedad sin mercado yo predadoras) y sociales (sin leyes y religioacuten) y por tanto como sociedades estaacuteticas Mientras la eco-nomiacutea la sociologiacutea la historia y la geografiacutea se focalizaron en las ldquosociedades complejasrdquo ligadas a los procesos de industrializacioacuten impulsados por Europa la antropologiacutea se ocupoacute de caracterizar a las sociedades indiacutegenas desde una mirada de unicidad y totalidad (Cfr Wallerstein 2006)

Hacia mediados del siglo XX y a la luz de los procesos de des-colonizacioacuten asiaacutetica y africana comenzoacute a ponerse en cuestioacuten el rol colonialista de la antropologiacutea y el denominado ldquoeurocentrismo cientiacuteficordquo (Grimson etal 2011) Desde entonces fue mucho lo que se avanzoacute en el estudio de las poblaciones indiacutegenas pero su histo-ricidad sigue siendo relegada Veamos ahora cuaacuteles son las discipli-nas que maacutes se han ocupado de estas sociedades

Antropologiacutea del colonialismo al reconocimiento de los derechos culturalesDesde fines del siglo XIX y hasta la deacutecada de 1970 aproximada-mente el estudio de las sociedades indiacutegenas fue de competencia casi exclusiva de la Antropologiacutea cuyo desarrollo acompantildeaba los procesos de expansioacuten colonial Por entonces los antropoacutelogos esta-ban preocupados por la cultura de los llamados ldquopueblos primitivosrdquo procurando identificar sus caracteriacutesticas ldquooriginalesrdquo y ldquoauteacutenticasrdquo En este sentido las relaciones de contacto eran pensadas en base a riacutegidos dualismos indio aculturado vs indio puro aculturacioacuten vs resistencia cultural estructura cultural vs procesos histoacutericos (de Almeida 2010 pp 15-16)

Seguacuten Ratier y Ringuelet (1997) en el caso de la Argentina en un primer momento el intereacutes antropoloacutegico se vinculoacute a los ldquoindios

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muertosrdquo es decir los ldquouacutenicos buenos seguacuten el credo racistardquo La dis-cusioacuten sobre los oriacutegenes del hombre y la influencia de las Ciencias Naturales contribuyoacute a que los antropoacutelogos de inicios del siglo XX se focalizaran en la identificacioacuten eacutetnica de los grupos que poblaban el actual territorio argentino prestando especial atencioacuten a su fe-notipo y ubicacioacuten temporal en especial los de tiempos remotos En ese marco la arqueologiacutea aportoacute en la buacutesqueda de los rastros de los ldquoprimeros hombresrdquo del suelo americano

Ya para mediados del siglo XX la antropologiacutea en su vertien-te cultural etnograacutefica y especialmente folkloacuterica abordoacute el estu-dio de las formas de vida de las poblaciones indiacutegenas Entre otros toacutepicos prestoacute atencioacuten a la economiacutea las formas de organizacioacuten poliacutetica y social el arte la religioacuten y el lenguaje buscando la compa-racioacuten entre grupos y el registro detallado de poblaciones extintas o en camino a ello Los enfoques culturalistas no se interesaron por los cambios protagonizados por estas poblaciones siendo rebatidos posteriormente por sus abordajes ahistoacutericos Sus conceptualizacio-nes de la identidad y la cultura contribuyeron ademaacutes a cosificar a los grupos humanos (Cf Grimson 2010)

Los procesos de descolonizacioacuten post Segunda Guerra Mun-dial y las discusiones sobre el desarrollo y migraciones ldquointernasrdquo que trasformaron la fisonomiacutea regional de los paiacuteses latinoamerica-nos impactaron en los estudios antropoloacutegicos A partir de la deacutecada de 1960 se inicioacute un debate en torno a la vinculacioacuten entre etnicidad y clase social el cual recuperaba los dilemas entre poblaciones ur-banasrurales yo modernastradicionales Como corolario de estas discusiones un conjunto de antropoacutelogos firmoacute la ldquoDeclaracioacuten de Barbadosrdquo (1971) en la cual la antropologiacutea asumiacutea que habiacutea tenido un rol funcional a los procesos de dominio de las poblaciones indiacute-genas Igual responsabilidad se le asignoacute a los Estados y a la Iglesia Catoacutelica

Las investigaciones de fines del siglo XX y de inicios del XXI presentan un abanico temaacutetico difiacutecil de sintetizar destacaacutendose entre otros toacutepicos los estudios sobre las economiacuteas domeacutesticas los procesos de ciudadaniacutea la condicioacuten sanitaria y la educacioacuten in-tercultural bilinguumle Como teloacuten de fondo de todos ellos aflora la discusioacuten sobre los procesos de etnogeacutenesis y reemergencia eacutetnica en los contextos de Estados nacionales que reconocen (en los pape-les maacutes que de hecho) la diversidad identitaria de las poblaciones

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bajo su potestad La antropologiacutea contemporaacutenea tambieacuten estaacute maacutes centrada en el presente histoacuterico relacionado con la etnografiacutea en especial en espacios rurales o en aacutereas perifeacutericas de las ciudades latinoamericanas

Arqueologiacutea del coleccionismo a las restitucionesEn estrecha relacioacuten con el devenir de la antropologiacutea la arqueolo-giacutea se dedica al estudio de las culturas o pueblos del pasado a partir de sus restos materiales En los primeros tiempos su praxis se vin-culoacute con la buacutesqueda hallazgo y tenencia de materiales definidos como exoacuteticos en tanto perteneciacutean a mundos culturales o socieda-des de otros lugares u otros tiempos Al calor de su desarrollo se ori-ginaron colecciones de anticuarios y se comercializaron diferentes bienes culturales (tejidos joyas ceraacutemicas etc) de sociedades como los mayas aztecas o incas Hacia mediados del siglo XIX se conso-lidoacute la arqueologiacutea como disciplina cientiacutefica con una metodologiacutea especiacutefica (prospecciones y excavaciones sistemaacuteticas anaacutelisis de laboratorio y datacioacuten)

En el continente americano la arqueologiacutea se centroacute en anaacute-lisis de los restos materiales de las sociedades indiacutegenas A finales del siglo XIX los naturalistas (formados en Europa) tipificaron y cla-sificaron formas y estilos culturales a partir de la impronta de los diferentes objetos hallados Realizaron asiacute una variedad de caracte-rizaciones de culturas regionales asociadas a diferentes respuestas y adaptaciones al entorno natural

En la Argentina los espacios emblemaacuteticos de estas primeras investigaciones fueron el Museo de Ciencias Naturales de La Pla-ta y el Instituto Nacional de Antropologiacutea de Buenos Aires En el primero se depositaron ademaacutes de los artefactos culturales restos oacuteseos provenientes de las expediciones punitivas sobre el territo-rio pampeano patagoacutenico y chaquentildeo Por ejemplo el craacuteneo del cacique ranquel Panghitruz Gneumlr (Mariano Rosas) permanecioacute en dicho Museo hasta junio de 2001 En esta fecha fue colocado en un Mausoleo en Lebucoacute (provincia de La Pampa) bajo custodia de sus descendientes contemporaacuteneos

El caso mencionado se inscribe en un profundo debate inicia-do a finales del siglo XX en torno de los hallazgos (especialmente

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los funerarios) y su destino Asiacute mientras un gran nuacutemero de ar-queoacutelogos sostienen que los restos culturales y oacuteseos deben estar alojados en lugares ligados al entorno cientiacutefico (para potenciar su conocimiento) otros consideran que su posesioacuten y estudio debe es-tar supeditado a normativas eacuteticas y al intereacutes de las comunidades involucradas En tal sentido para los representantes indiacutegenas lo que corresponde es su restitucioacuten2

Actualmente la arqueologiacutea ha ampliado su objeto de estudio en procura de un conocimiento maacutes global de la experiencia hu-mana En ese marco busca responder a cuestiones vinculadas con la organizacioacuten y explotacioacuten del entorno alimentacioacuten creencias comunicacioacuten y el cambio social (Renfrew y Bahn 1998) Para dar respuesta a estos problemas el conocimiento arqueoloacutegico se nutre del aporte de disciplinas complementarias Sus teoriacuteas meacutetodos y teacutecnicas proveen informacioacuten cada vez maacutes precisa sobre los atri-butos de los objetos hallados en cada contexto arqueoloacutegico

Historia del devenir atemporal al reconocimiento de la historicidadEn tanto disciplina la historia ocupa un lugar privilegiado en los procesos de construccioacuten estatal Por ello en diferentes paiacuteses la-tinoamericanos (por ejemplo Meacutexico y Peruacute) se elaboroacute una ima-gen idealizada de los pobladores indiacutegenas (Quijada et al 2000) En cambio la produccioacuten historiograacutefica argentina sumamente anclada en la matriz ideoloacutegica del Estado nacional tendiacutea a omitir la etnicidad la historia y el accionar poliacutetico de las poblaciones indiacute-genas Las que habiacutean sido afectadas por el reacutegimen colonial fueron concebidas como criollas yo argentinas en tanto que los grupos sometidos a fines del siglo XIX de Pampa Patagonia y Gran Chaco primero fueron vistos como ldquosalvajesrdquo (y por tanto sin historia) y luego como extintos Ademaacutes en los casos en los que la historia se ocupoacute de los indiacutegenas lo hizo de manera tangencial poniendo maacutes bien su foco en lo acontecido del lado cristiano

En la deacutecada de 1980 comenzoacute una renovacioacuten historiograacutefica que permitioacute elaborar perspectivas alternativas relacionadas con el aacutembito de la etnohistoria y la arqueologiacutea tratando de revisar y

2 Esta uacuteltima discusioacuten es de iacutendole eacutetica Veacutease Declaracioacuten de Riacuteo Cuarto 2005 (Olmedo y Ribero 2007)

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cuestionar los antiguos estereotipos Este replanteo supuso un gran desafiacuteo desde y para el campo de la historia porque se avanzoacute en la superacioacuten de la mirada tradicional fuertemente marcada por las fronteras poliacuteticas de los Estados nacionales Las vertientes ligadas a la historia social la historia regional y los estudios de grupos sub-alternos fueron las que maacutes se acercaron al devenir de los indiacutegenas Sin embargo queda auacuten mucho camino por recorrer en el desafiacuteo por superar lo que Rauacutel Mandrini (2007) definioacute como la ldquoincomodi-dadrdquo que el problema indiacutegena produce entre los historiadores

Etnohistoria de la agrafiacutea a la autoriacuteaLa Etnohistoria es un aacuterea del saber que se constituyoacute en la perife-ria de la historia y de la antropologiacutea y que por ende se nutre de los problemas metodologiacuteas y teacutecnicas de investigadores que recorrie-ron el camino de la historia como de aquellos que se formaron en el marco de la antropologiacutea El primero en aludir a esta disciplina fue Clark Wissler en Estados Unidos quien pensaba que si bien el objeto de estudio de la Etnologiacutea eran los pueblos sin escritura no por ello debiacutea utilizar exclusivamente meacutetodos indirectos de inves-tigacioacuten Los etnoacutelogos tambieacuten podiacutean valerse de meacutetodos directos apelando a la documentacioacuten de archivo que se habiacutea generado en las diferentes etapas de contacto con las tribus indiacutegenas en espe-cial por las autoridades gubernamentales las oacuterdenes misioneras y las compantildeiacuteas comerciales

En la Argentina3 las primeras investigaciones de caraacutecter et-nohistoacuterico coinciden con el retorno a la democracia en 1983 foca-lizaacutendose tanto en poblaciones ligadas al sistema de encomiendas como a las fronteras militares con el territorio indiacutegena Sus plan-teos tienen en comuacuten la puesta en evidencia de la capacidad de ac-cioacuten poliacutetica (y de resistencia) de las sociedades indiacutegenas frente a los Estados coloniales provinciales y nacional Al mismo tiempo dan cuenta de la pervivencia de estas poblaciones siendo actual-mente la conceptualizacioacuten del genocidio indiacutegena uno de los pun-tos de mayor discusioacuten

El alcance de la etnohistoria contemporaacutenea variacutea seguacuten los autores pudiendo ser definida como una disciplina independiente

3 Un proceso historiograacutefico similar tuvo lugar en Chile

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un meacutetodo renovado de la historia o de la antropologiacutea (antropo-logiacutea histoacuterica) un enfoque particular de la antropologiacutea que re-conoce expliacutecitamente la perspectiva histoacuterica una historia de los indiacutegenas o finalmente una fusioacuten de historia y antropologiacutea (San-tamariacutea 1985)

La etnohistoria se nutre tambieacuten de los aportes de disciplinas sumamente diversas como la literatura la linguumliacutestica la geografiacutea el arte la muacutesica entre otras Finalmente las investigaciones surgi-das de la confluencia de estos campos de conocimiento estaacuten contri-buyendo a revertir la nocioacuten de agrafiacutea asignada a las poblaciones indiacutegenas Los etnohistoriadores no solo reconocen indicios de la historicidad de estos pueblos en documentos de archivos sino que tambieacuten ldquodescubrenrdquo escritos de su autoriacutea4 La memoria histoacuterica recuperada a traveacutes de entrevistas tambieacuten constituye un aporte en esta direccioacuten

Algunos conceptos claves para el estudio de sociedades indiacutegenasLos recorridos disciplinares mencionados se sustentan en una serie de conceptos que permiten abordar (de manera analiacutetica) a las so-ciedades indiacutegenas A continuacioacuten resentildeamos los maacutes significati-vos haciendo la aclaracioacuten que corresponden a una siacutentesis acotada de discusiones de deacutecadas

El grupo eacutetnico es una comunidad definida a partir de la con-fluencia de tres componentes un fenotipo determinado una len-gua propia y una historia comuacuten Este teacutermino tan caro a la antro-pologiacutea fue acuntildeado por el antropoacutelogo Fredrick Barth (1969) para dar cuenta de los viacutenculos de solidaridad e identidad de conjuntos sociales ligados por componentes comunes La adscripcioacuten es una variable central para los grupos eacutetnicos porque remite al modo en que la gente se define como tal y a la vez se diferencia de otros En consecuencia ninguacuten grupo puede ser analizado sin la presencia de otro que actuacutea como su opuesto

4 La localizacioacuten desclasificacioacuten anaacutelisis y publicacioacuten de corresponden-cia indiacutegena del aacuterea ldquoarauco-pampeana-norpatagoacutenicardquo (Bechis 1984) han enri-quecido tambieacuten los estudios sobre los procesos fronterizos argentinos y chilenos Veacutease por ejemplo Tamagnini 2011 [1994] y 2015

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El concepto sirvioacute tambieacuten para separar a la antropologiacutea de su viacuten-culo con el teacutermino raza puesto en cuestionamiento en la primera mitad del siglo XX y estrechamente ligado a un componente bio-loacutegico En cambio la nocioacuten de etnia posee una base estrictamen-te social razoacuten por la cual se encuentra asociada al teacutermino grupo Seguacuten Cardoso de Oliveira en la etnia opera ldquola lsquogramaacutetica de un lenguaje social capaz de orientar a los agentes ndashsubliminalmentendash en la situacioacuten intereacutetnicardquo (Cardoso de Oliveira 2007 pp 149-176)

Algunos autores latinoamericanos complejizaron el concep-to de grupo eacutetnico a traveacutes de su articulacioacuten con el materialismo histoacuterico Al hacer este cruce los colectivos eacutetnicos dejaron de ser pensados como ldquoesencias abstractasrdquo para ser puestos en el marco de relaciones de produccioacuten capitalista En consecuencia la proble-maacutetica de la etnicidad quedoacute atravesada por la de las clases sociales y por las relaciones entre las poblaciones ancladas en los Estados nacionales latinoamericanos Los teacuterminos contacto conflicto y friccioacuten intereacutetnica sirvieron para analizar los viacutenculos entre etnias diferentes teniendo en cuenta los procesos de subordinacioacuten y re-sistencia

A la luz de este marco interpretativo muchos antropoacutelogos revisaron la forma de categorizar a las poblaciones bajo estudio y precisar los conceptos empleados En esta liacutenea se inscribe la pro-blematizacioacuten sobre la relacioacuten etnia y nacioacuten Bartolomeacute afirma que el vocablo nacioacuten evidencia un conjunto de atributos de indu-dable relacioacuten estructural con el concepto de etnia (1985 p 10) Las etnias y las naciones seriacutean momentos poliacutetico-organizativos y no tipos diferenciados Mientras la etnia seriacutea un tipo de organizacioacuten poliacutetica la nacioacuten pretenderiacutea el cumplimiento de objetivos puacutebli-cos y especialmente seriacutea el resultado de la eleccioacuten coyuntural de uno o maacutes elementos para fundar la naturaleza de una comunidad poliacutetica

En paralelo con dicha argumentacioacuten Diacuteaz Polanco postula que la etnicidad puede ser el sustento tanto de las etnias como de las nacionalidades La etnia abarca un fenoacutemeno de identidad restrin-gido a ciertos grupos constitutivos de una clase social En cambio el fenoacutemeno nacional involucra una estructura de clases sociales en la que sus relaciones asimeacutetricas producen ciertas solidaridades que posibilitan el desarrollo de una identidad caracterizada por su naturaleza poliacutetica En consecuencia el surgimiento de un proyecto

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nacional suele ser resultado del accionar de una clase o una alianza de ellas que promueve por necesidad econoacutemica y poliacutetica la for-macioacuten de la identidad nacional y la concrecioacuten de un proyecto de autodeterminacioacuten que implica a su vez la anulacioacuten de otra nacio-nalidad (Diacuteaz Polanco 1988 pp 26-28)

Estas nociones no solo fueron pensadas para emplearse en el campo acadeacutemico sino que tambieacuten tuvieron un impacto importan-te en las poliacuteticas de los Estados latinoamericanos respecto de sus poblaciones ldquotradicionalesrdquo yo ldquodescendientesrdquo Indianismo indige-nismo pluralismo cultural multiculturalismo e interculturalidad son expresioacuten de ello

En los uacuteltimos treinta antildeos de la historia mundial el fenoacute-meno de interconexioacuten e interdependencia planetaria conocido como globalizacioacuten puso en vinculacioacuten culturas diversas y lejanas En ese sentido la preocupacioacuten acadeacutemica y poliacutetica por resolver sus relaciones sin negarlas se volvioacute central La interculturalidad es parte de ese proceso Se trata de una nocioacuten filosoacutefica y poliacutetica que en principio se nutre de la filosofiacutea habermasiana que sostiene que las relaciones de poder son dialoacutegicas y que el consenso es una resultante de la comunicacioacuten humana De esta manera la inter-culturalidad se presenta como una interaccioacuten dialoacutegica entre cul-turas basada en el reconocimiento la tolerancia y el respeto mutuo Los organismos internacionales toman este concepto para moderar la relacioacuten entre culturas en una eacutepoca de globalizacioacuten Mientras un pensador como Samuel Huntington (2001) postulaba el ldquoChoque de Civilizacionesrdquo la Organizacioacuten de las Naciones Unidades (ONU) concebiacutea la interculturalidad como relacioacuten armoacutenica En Ameacuterica Latina en cambio el concepto tomoacute un tono criacutetico para aludir a una interaccioacuten basada en la diferencia cultural pero sin descono-cer que al mismo tiempo es una relacioacuten de fuerza de poder Asiacute entonces la interculturalidad puede volverse poliacutetica de las cultu-ras antes marginadas y sin poder en el Estado (ya sea por procesos de dominacioacuten colonial o de clases) Ello convierte a la intercultura-lidad en un instrumento para otorgar poder a las culturas indiacutegenas en el continente

En el presente la mayoriacutea de los Estados latinoamericanos aceptan que la diversidad cultural es una caracteriacutestica central de sus poblaciones Inclusive desde la deacutecada de 1980 y en el marco de las reformas constitucionales postdictaduras reconocen la pre-

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existencia de las poblaciones indiacutegenas En este sentido se fue con-solidando un discurso que asume el principio intercultural como bandera de reconocimiento (en especial en el plano de la educacioacuten bilinguumle) Sin embargo las condiciones estructurales es decir los derechos territoriales no ofrecen signos de modificaciones sustan-tivas Ello tiene que ver con el hecho de que los Estados siguen pen-saacutendose como nacionales

La excepcioacuten a este proceso es Bolivia en donde el denomi-nado Estado Plurinacional reconoce la potencia poliacutetica de la etnia tornaacutendola etnicidad Asiacute mientras el Estado-Nacioacuten homogeneiza la cultura (ya sea por exclusioacuten exterminio o asimilacioacuten) el Estado Pluricultural desmitifica la uniformidad y reconoce la existencia de la nacioacuten plurieacutetnica El Estado Plurinacional advierte la relacioacuten de poder entre culturas y postula invertirla llevando a las naciones indiacutegenas a la hegemoniacutea del Estado (Garciacutea Linera 2014)

Los pueblos indiacutegenas en Ameacuterica Latina trayectoriasEn este apartado presentamos a manera de ejemplos las trayecto-rias de algunos colectivos indiacutegenas teniendo en cuenta sus derro-teros ante los Estados coloniales y nacionales

De Tiahuanaco al Estado Plurinacional boliviano5

Bolivia es en la actualidad un paiacutes mediterraacuteneo en el centro de Ameacuterica de Sur geograacuteficamente bien delimitado por la cordillera de los Andes ndashque lo atraviesa de norte a surndash la cuenca del Plata y la amazoacutenica Si bien su ubicacioacuten lo coloca como una regioacuten de ca-raacutecter semitropical su poblacioacuten se concentra fundamentalmente y desde tiempos prehispaacutenicos en la franja de montantildeas valles y mesetas altiplaacutenicas que dibuja la topografiacutea quebrada de los Andes

En el pasado fue sede de una gran civilizacioacuten de agricultores y alfareros conocida como Tiahuanaco en el sur del lago Titicaca

5 El presente apartado recupera registros de trabajo de campo histoacuterico-an-tropoloacutegicos en Bolivia realizados en los antildeos 2016 y 2017 por Alicia Lodeserto el marco del Proyecto ldquoLuchas y Luchadoresrdquo Universidad Nacional de Riacuteo CuartondashUniversidad Nacional de Rosario (dirigido por la Dra Ana Mariacutea Rocchietti) y de la tesis en curso del Doctorado en Desarrollo Territorial (Facultad de Ciencias Econoacute-micas UNRC)

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cuya influencia cultural parece haberse expandido por las regiones de los altos los valles y las costas Luego de su declive posiblemente hacia el 1200 dC el altiplano fue dominado por pueblos de habla aymara poliacuteticamente organizados en reinos independientes con jefaturas locales y regionales Sumamente guerreros y econoacutemica-mente potentes desarrollaron un complejo sistema de integracioacuten vertical de sistemas micro-ecoloacutegicos basado en la produccioacuten agriacute-cola y en un intercambio (no mercantil) ligado al parentesco y las obligaciones laborales (Klein 2015)

La expansioacuten de los Incas en la segunda mitad del siglo XV los subordinoacute convirtiendo al territorio aymara en una provincia del Imperio Inca nombrada como Collasuyo Los Incas del Peruacute modifi-caron poco la organizacioacuten social econoacutemica y poliacutetica de los reinos aymaras pero la aprovecharon para colonizar los valles usufruc-tuar su riqueza con mano de obra servil y tambieacuten para detener la amenaza de nacionalidades del oriente amazoacutenico (especialmente guaraniacutees y chiriguanos) dispuestas a ocupar el Collasuyo (Anteza-na 2014)

Los conquistadores espantildeoles llegados al altiplano sur halla-ron un territorio de enorme riqueza econoacutemica y muy densamen-te poblado En 1538 Hernando y Francisco Pizarro entraron en el altiplano sur al que llamaron Charcas o Alto Peruacute y establecieron dos centros urbanos importantes Chuquisaca (hoy Sucre) y Poto-siacute En los siguientes dos antildeos los espantildeoles ocuparon la regioacuten del Chaco hasta el riacuteo Paraguay y la de los llanos amazoacutenicos pobladas por chiquitanos y moxentildeos La colonizacioacuten espantildeola definioacute asiacute las fronteras del Alto Peruacute su configuracioacuten eacutetnica entre aymaras del altiplano quechuas de los valles y pueblos selviacutecolas de la Ama-zoniacutea Tambieacuten delineoacute su desarrollo econoacutemico basado en la indus-tria minera de la plata la integracioacuten del mercado agriacutecola indiacutegena con el espantildeol y la explotacioacuten de la mano de obra mediante la mita la encomienda y a partir de la segunda mitad del siglo XVI el pon-gaje o trabajo de servidumbre en las haciendas

La independencia del Alto Peruacute en 1825 posibilitoacute la constitu-cioacuten de la Repuacuteblica de Bolivia pero no significoacute la inmediata elimi-nacioacuten de las estructuras coloniales que perduraron hasta la Refor-ma Agraria ejecutada por el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario en 1953 Luego de la mexicana (primera mitad del siglo XX) ella concreta una de las experiencias de transformacioacuten

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de las estructuras socioeconoacutemicas maacutes importantes en Ameacuterica Latina redistribuye las tierras del antiguo latifundio de proceden-cia colonial y establece la abolicioacuten de la servidumbre indiacutegena ru-ral Mientras en las regiones del Altiplano y los Valles se redujo la hacienda en pos de la propiedad comunitaria familiar y de pequentildea empresa en el oriente amazoacutenico se dio impulso a la expansioacuten de la hacienda

En un ensayo de 2012 el socioacutelogo mexicano y especialista en desarrollo rural Armando Bartra sostiene que los campesinos latinoamericanos son campesino-indio o en sus propias palabras campesinindios Es decir para Bartra los campesinos en nuestro continente son producto del capitalismo globalizado y la resistencia a eacutel pero tambieacuten de un trasfondo histoacuterico arraigado en el some-timiento colonial y sus instituciones Asiacute comparten un lugar en la estructura socioeconoacutemica un ethos milenario definido por la comunidad agraria y una sentildea identitaria configurada por la india-nidad (Bartra 2012)

Bolivia es un caso paradigmaacutetico en este sentido puesto que tanto las comunidades rurales del altiplano como los pueblos del oriente cuya subsistencia depende de los recursos del bosque ama-zoacutenico reivindican su identidad indiacutegena en referencia a su vincu-lacioacuten con la produccioacuten y el producto de la tierra De modo que en Bolivia por lo menos cuestioacuten indiacutegena y cuestioacuten agraria son las caras de una misma moneda Por esta razoacuten tal vez en este paiacutes el campesino indiacutegena ndashaunque tambieacuten el minero indiacutegenandash ha sido siempre un sujeto insurrecto

La persistencia de la rebelioacuten campesina y obrera puede mos-trarlo Esta es tierra del cacique aymara Tupac Katari en la rebelioacuten indiacutegena contra el orden colonial en 1781 de Zaacuterate Willka liacuteder comunero en la Guerra Federal de 1898 de Juan Lechin Oquendo Secretario General de la Central Obrera Boliviana y activista fun-damental en la Revolucioacuten de 1952 asiacute como tambieacuten de la gue-rrilla Ntildeancahuazuacute comandada por el ldquoCherdquo Guevara en 1966 En el campo seraacuten fundamentales la rebelioacuten de Machaca en 1920 la de Chayanta en 1927 los motines contra las formas de trabajo en la hacienda en Cochabamba producieacutendose en 1947 el levantamien-to campesino maacutes importante del siglo XX que impulsa la Reforma Agraria de 1953

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En este marco el sindicalismo obrero y campesino es un protagonis-ta fundamental de la historia contemporaacutenea de Bolivia la Central Obrera Boliviana nucleoacute al movimiento de mineros fundamental-mente en la deacutecada del 70 del siglo XX y la Central Sindical Uacutenica de Trabajadores Campesinos de Bolivia lideroacute la movilizacioacuten cam-pesina-indiacutegena desde su fundacioacuten en 1979 hasta el presente Por su parte la corriente de pensamiento indianista a partir de las tesis de poder indio de Fausto Reinaga dio contenido filosoacutefico al movi-miento Katarista y su impulso por un gobierno indiacutegena en Bolivia Este seraacute la base poliacutetica para la eleccioacuten del primer presidente indiacute-gena Evo Morales ocurrida en 2005 (Rocchietti y Lodeserto 2017)

El boliviano es hasta ahora el uacutenico Estado que ha hecho la experiencia concreta de la plurinacionalidad al reconocer que la existencia fiacutesica y juriacutedica de las naciones indiacutegenas debe traducir-se en la conduccioacuten o direccioacuten del Estado La nueva Constitucioacuten aprobada en 2009 busca reparar lo que considera un dantildeo histoacuterico ocasionado por el Estado colonial (y el nacional que tambieacuten es co-lonizador) sobre las poblaciones indiacutegenas Establece que en Bolivia el Estado es Plurinacional y Comunitario garantizando la libre de-terminacioacuten de las naciones y pueblos indiacutegenas en el marco de la unidad del Estado Por primera vez se reconoce con status constitu-cional el derecho de las comunidades indiacutegenas a su identidad au-tonomiacutea y territorio Seguacuten Noguera Fernaacutendez (2011) la novedad juriacutedica que reviste este texto constitucional se halla en atributos que el constitucionalismo moderno del siglo XIX no reconoce tales como

bull la incorporacioacuten de los derechos sociales como derechos fundamentales (con igual jerarquiacutea y proteccioacuten juriacutedica que los civiles y poliacuteticos)

bull la definicioacuten del mecanismo de democracia participativa con la intencioacuten de superar los tradicionales de democra-cia representativa Para ello reemplaza la figura de ldquorepre-sentacioacutenrdquo por la de ldquomandatordquo y establece el ejercicio del control social de la gestioacuten puacuteblica en todos los niveles del Estado

bull la posibilidad de los pueblos indiacutegenas de elegir manda-tarios en las instituciones estatales por formas propias asamblearias de elegir autoridades

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bull la idea de crear un nuevo Estado integralmente constitui-do por una pluralidad de praacutecticas culturales

Sinteacuteticamente puede destacarse que

bull reconoce con rango constitucional a las 34 naciones indiacute-genas en el marco del Estado Es decir Bolivia es un Estado con naciones muacuteltiples todas con derechos civiles poliacuteti-cos y sociales en tanto bolivianos y con derechos particu-lares en tanto naciones indiacutegenas pre-existentes a Bolivia

bull Establece que las 34 lenguas indiacutegenas son oficiales ade-maacutes del castellano y que los funcionarios puacuteblicos deben hablar el castellano y un idioma indiacutegena

bull Decide que la educacioacuten es intercultural y bilinguumle que la justicia es plural en tanto habriacutea una justicia nacional y una justicia comunitaria

bull Define que la economiacutea es plural aceptando la existencia de la propiedad privada la estatal la cooperativa y la co-munitaria

bull Instituye que la democracia es representativa pero con-vive con la democracia comunitaria que es asamblearia reconociendo el modo de eleccioacuten de jefes poliacuteticos propio de las comunidades indiacutegenas para su postulacioacuten como diputados La forma de eleccioacuten es plurinominal y unino-minal (Lodeserto en prensa)

En Identidad Boliviana Nacioacuten mestizaje y plurinacionalidad Garciacutea Linera (2014) interpreta que el Estado Plurinacional es con-secuencia de la formacioacuten inconclusa del Estado nacioacuten en Bolivia Su independencia de la Corona espantildeola ocurre en 1825 y en 1826 promulga su primera Constitucioacuten Esta diferencia a los bolivianos (todos) de los ciudadanos (pocos) a partir de su idioma propiedad de la tierra y alfabetizacioacuten aquellos que no hablaban el castellano y no eran propietarios eran bolivianos pero no ciudadanos Esto sig-nifica que la minoriacutea duentildea de tierras y castellanizada podiacutea ejercer derechos poliacuteticos de los que quedaba excluida la mayoriacutea indiacutegena que trabajaba para las haciendas y no hablaba castellano Entonces dice el vicepresidente hay un concepto de nacioacuten boliviana que desconoce lo indio y hay un criterio etno-racial que define la perte-

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nencia o no a ella y la adscripcioacutenque desarrolla el campesinado es a la hacienda y no a la nacioacuten

Recieacuten en 1952 las clases dominantes (presionadas por enor-mes levantamientos campesino-indiacutegena y mineros) modifican esta forma de entender la nacioacuten El gobierno del Movimiento Nacio-nalista Revolucionario establece el sufragio universal al eliminar el requisito de alfabetizacioacuten y propiedad de la tierra De manera que ampliacutea la ciudadaniacutea a la mayoriacutea indiacutegena de Bolivia pero la for-macioacuten de la nacioacuten vuelve a ser incompleta porque el que otorga los derechos a campesinos-indiacutegenas es el sindicato que delinea una identidad sindical pero no precisamente nacional Este proceso in-concluso de formacioacuten de la nacioacuten estaacute en la base del surgimien-to de un Estado plurinacional que va resolviendo la relacioacuten entre nacioacuten boliviana y naciones indiacutegenas a traveacutes de la formacioacuten de una identidad compuesta que imbrica identidad nacional estatal e identidades culturales indiacutegenas pre-existentes y de la indianiza-cioacuten del Estado pues lo indio en el poder del Estado opera como la indianizacioacuten de la nacioacuten (Garciacutea Linera 2014)

Esta interpretacioacuten acentuacutea la incapacidad del Estado a lo largo de su vida independiente de homogeneizar la cultura y su-bordinar las clases situacioacuten visible en la persistencia de los levan-tamientos de los subalternos y la guerra civil Cuestioacuten que el filoacute-sofo y ex viceministro de planificacioacuten Rauacutel Prada (comunicacioacuten personal 24 de octubre de 20166) expresa sosteniendo que el Estado Plurinacional solo concreta un acuerdo entre tierras altas y tierras bajas que ha hecho posible la gobernabilidad derivado del Pacto de Unidad entre las organizaciones sociales en 2004 (Lodeserto 2016)

La cuenca del Amazonas del ldquosalvajismordquo al ldquoturismo exoacuteticordquo7

6 Entrevista realizada en 24 de octubre de 2016 en la ciudad de La Paz por Ana Mariacutea Rocchietti y Alicia Lodeserto7 En esta seccioacuten recortamos los ejemplos a la Amazoniacutea peruana regioacuten en la cual los autores de este trabajo realizaron experiencias etnograacuteficas entre 1999 y 2016 incluyendo la visita a la ciudad de Iquitos y maacutes de una decena de caseriacuteos situados en afluentes del Amazonas Las mismas se enmarcaron en el se-minario ldquoLos Andes antes de los Inkardquo Instituto Joaquiacuten V Gonzaacutelez Buenos Aires bajo la responsabilidad de Ana Mariacutea Rocchietti

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Amazoniacutea es una vasta regioacuten selvaacutetica localizada en el centro y norte de Ameacuterica del Sur La cuenca del riacuteo homoacutenimo comprende un aacuterea de biodiversidad cuantiosa con reservas de agua dulce En ella se distinguen dos grandes subregiones muy caracteriacutesticas la ldquotierra firmerdquo con recursos dispersos pero continuamente disponi-bles y la ldquollanura de inundacioacuten o varzeardquo en donde alternan la es-casez y la abundancia seguacuten suba o baje el riacuteo (Meggers 1976 p 17)

En teacuterminos geopoliacuteticos la Amazoniacutea constituye un esce-nario de control estrateacutegico en el cual tuvieron lugar numerosas praacutecticas extractivas de diferentes recursos Nueve paiacuteses suda-mericanos comparten jurisdiccioacuten poliacutetica en la regioacuten lo cual ha ocasionado tensiones y disputas entre Ecuador Peruacute Colombia por citar algunos casos

Seguacuten San Romaacuten (1994) la historia de la Amazoniacutea ndashen par-ticular la peruanandash puede dividirse en los siguientes periacuteodos 1 indiacutegena (hasta 1542) 2 misional (1543-1769) 3 de nacimiento del capitalismo (1769-1880) 4 del caucho (1881-1914) 5 de recesioacuten (1914-1943) 6 de integracioacuten a la vida nacional (1944-1970) 7 del petroacuteleo y de la coca (1971-1990) y agregamos nosotros 8 del hori-zonte neo-colonial (1991-continuacutea) recuperando la nocioacuten de hori-zonte colonial de Rocchietti (1999)

Desde tiempos precolombinos la cuenca estaacute habitada por diferentes grupos eacutetnico-linguumliacutesticos organizados a partir del pa-rentesco y la familia extensa Antes de la conquista europea sus emplazamientos eran pequentildeos en teacuterminos demograacuteficos y sus ha-bitantes llevaban un estilo de vida seminoacutemada ligado a la caza la pesca la recoleccioacuten y la horticultura de quema y roza Esta uacuteltima teacutecnica agriacutecola que auacuten pervive consiste en el corte y la quema controlada de un sector de monte primario (aproximadamente en-tre 1000 a 3000 m) el cual una vez sembrado suele denominarse ldquochacrardquo Como los suelos amazoacutenicos pierden prontamente sus nu-trientes despueacutes de dos o tres cosechas los moradores inician un nuevo desmonte (Meggers 1976 p 36)

Seguacuten los primeros cronistas y misioneros que se adentraron en la selva las diferencias sociales entre los indiacutegenas estaban de-terminadas por la edad y el sexo y no por la posesioacuten de bienes En palabras de Clastres (1987) eran sociedades igualitarias e indivisas que habiacutean disentildeado mecanismos de control social tales como la

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redistribucioacuten y la reciprocidad que evitaban la emergencia del Es-tado y por tanto la instauracioacuten de la jerarquizacioacuten social En tal sentido no es detalle menor que estas poblaciones no fueron con-troladas de manera directa por los Inca

Durante el periacuteodo colonial la presencia europea en la re-gioacuten tambieacuten fue discontinua siendo caracterizada por San Romaacuten como el momento misional El contacto intereacutetnico se inicia con los conquistadores europeos que arribaron en busca de tesoros Estas entradas de caraacutecter militar no siempre fueron exitosas ya que la mayoriacutea de los grupos nativos opusieron resistencia Las cuatro ex-pediciones maacutes reconocidas que surcaron la Amazoniacutea fueron las de Francisco de Orellana (1542) Pedro de Uacutersua (1559) Capitaacuten Pa-lacios (1636) y Pedro de Texeira (1637) Los tres primeros respondiacutean a las oacuterdenes de la Corona espantildeola y el uacuteltimo a la Corona portu-guesa

Durante los siglos XVII y XVIII los miembros de distintas oacuter-denes religiosas se adentraron en la selva con el propoacutesito de con-vertir a los ldquosalvajesrdquo en la fe cristiana a traveacutes de la fundacioacuten de pueblos de indios misiones yo reducciones A partir de estas ac-ciones varios pueblos indiacutegenas fueron trasladados a las riberas de los riacuteos y concentrados en caseriacuteos compuestos generalmente por grupos diferentes y a veces enemigos Los misioneros tambieacuten bus-caron imponer la familia de tipo nuclear y una economiacutea orienta-da al mercado sedentaria y de previsioacuten (ganaderiacutea y agricultura) Los franciscanos actuaron sobre el riacuteo Ucayali y los jesuitas sobre el Napo y sus afluentes La expulsioacuten de los uacuteltimos por parte de la Corona espantildeola en 1769 cierra este periacuteodo

El tercer periacuteodo conceptualizado como de nacimiento del ca-pitalismo (1769-1880) se vincula con el proceso de ldquonacionalizacioacuten de la Amazoniacuteardquo en razoacuten del intereacutes que comienza a tener la selva para los Estados afectados por su cuenca Asiacute Brasil Peruacute Colombia Ecuador Bolivia entre otros buscaron afirmar su soberaniacutea territo-rial en la regioacuten frente a los paiacuteses vecinos a partir de la aprobacioacuten de leyes relativas a la navegacioacuten de los riacuteos la colonizacioacuten del te-rritorio la reduccioacuten de los indiacutegenas la explotacioacuten de los recursos econoacutemicos y el enviacuteo de misioneros (Garciacutea Jordaacuten 1998)

Sin embargo fue el ciclo del caucho (1880 y 1914) el momento bisagra en la vida de la poblacioacuten amazoacutenica En este periacuteodo los

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Estados nacionales redefinieron la visioacuten de sus territorios tropica-les asignaacutendoles un rol productivo o para hablar con precisioacuten ex-tractivo al tiempo que los capitales internacionales impulsaron el ingreso de la regioacuten al mercado mundial En paralelo a las praacutecticas imperialistas en las colonias europeas en Aacutefrica y Asia la explota-cioacuten cauchera reinstaloacute la ldquocaceriacuteardquo de indiacutegenas junto a una infini-dad de formas de sumisioacuten y esclavitud Ademaacutes de las muertes se acentuaron los traslados compulsivos de poblacioacuten hacia las maacuter-genes de los riacuteos y las ldquocasas caucherasrdquo Por ejemplo la Casa Arana apostada sobre el riacuteo Putumayo (Colombia) y ligada a capitales pe-ruanos e ingleses fue denunciada por una infinidad de iliacutecitos en contra de los grupos nativos (Garciacutea Jordaacuten 1998 p 16)

En la interpretacioacuten de Rocchietti etal (2017) la estructura-cioacuten social contemporaacutenea de la regioacuten amazoacutenica se sustenta en la esclavitud la subordinacioacuten la sumisioacuten y la servidumbre Las poblaciones indiacutegenas quedaron paulatinamente subsumidas en relaciones sociales ldquopatroacuten- comunidadrdquo tanto por las casas cauche-ras como en relacioacuten a patrones individuales con capacidad para apropiarse de ldquolotesrdquo de pobladores originarios Esta es la geacutenesis de las haciendas de mediados del siglo XX

El periacuteodo que sucede al boom cauchero (de recesioacuten) se vin-cula con el abandono del intereacutes internacional en el caucho amazoacute-nico y por tanto el retiro de las empresas involucradas en la activi-dad Para la poblacioacuten indiacutegena ya ligada a un mercado de consumo de tipo capitalista ello significoacute el ldquodesempleordquo Algunos ldquoregresaron al monterdquo mientras que otros se conchabaron como braceros de las reconvertidas haciendas

Para los estados de la cuenca amazoacutenica el fin el caucho su-puso tambieacuten una reduccioacuten de los ingresos tributarios Para com-pensarlo impulsaron la extraccioacuten de maderas finas leche caspi barbasco o cube cueros pieles y petroacuteleo A su vez promovieron la explotacioacuten de las tierras con el objeto de obtener cafeacute tabaco y algodoacuten De manera paralela se desarrollaron poliacuteticas puacuteblicas tendientes a la ldquomodernizacioacutenrdquo de los nativo-campesinos El Estado peruano apeloacute a la ldquoconscripcioacuten vialrdquo que consistiacutea en el recluta-miento obligatorio de indiacutegenas para trabajos de construccioacuten y re-paracioacuten de caminos carreteras y rutas (Luna 1998 pp 75-77)

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Otro momento del proceso histoacuterico de la selva que cita San Romaacuten es el de integracioacuten a la vida nacional (1943-1970) Un elemen-to central fue la construccioacuten estatal de carreteras que vincularon la selva con los otros espacios econoacutemicos peruanos (sierra y costa) Tambieacuten se planificoacute la colonizacioacuten de la regioacuten con el afaacuten de re-unir mano de obra necesaria para las empresas extractivas o como una forma de descomprimir la complicada situacioacuten social De la mano de este proceso se incrementoacute la presencia militar se crearon escuelas y se dio asistencia teacutecnica y crediticia a los productores de otras regiones que se dirigiacutean a la selva

Para los indiacutegenas este periacuteodo se caracteriza por un lado por el pasaje de la relacioacuten directa entre el patroacuten y los nativos a una vinculacioacuten de tipo indirecto en la que tienen un rol protagoacute-nico los intermediarios comerciales tales como regatones chinga-neros y rentistas que terminan convirtieacutendose en acreedores de los poblados Por otro lado en la deacutecada de 1950 el gobierno nacional propicioacute bajo el lema ldquoasimilar a los salvajesrdquo la presencia de pre-ceptores encargados de ensentildear el alfabeto castellano y suprimir las praacutecticas medicinales tradicionales el chamanismo etc

Bajo esta poliacutetica por ejemplo el Estado peruano selloacute un acuerdo con el Instituto Linguumliacutestico de Verano (EE UU) dedicado a la investigacioacuten de lenguas nativas y la recopilacioacuten de leyendas canciones entre otros aspectos (San Romaacuten 1994) Los miembros del ILV como los maestros que fueron formados por ellos participa-ron de una experiencia escolar enmarcada en un modelo asimila-cionista y civilizatorio (Trapnell 1996 p 167) que auacuten pervive en la regioacuten En los relatos contemporaacuteneos suelen emerger expresiones tales ldquoantes andaacutebamos dispersos cuando vinieron los gringos nos unieronrdquo es decir los aglutinaron bajo la forma de caseriacuteoscomuni-dades actuales (Peacuterez Zavala 2014a)

Esto uacuteltimo significoacute la puesta en praacutectica de acciones apoya-das en la poliacutetica indigenista nacional que veiacutea en los pueblos na-tivos el fiel reflejo del atraso asumiendo que era necesaria su ldquoin-corporacioacutenrdquo al mundo occidental para el desarrollo del paiacutes Este hecho aporta un nuevo elemento para la reflexioacuten acerca de los liacute-mites entre el campo del saber y la poliacutetica esto es la contribucioacuten de la ciencia antropoloacutegica al colonialismo imperialista primero y al colonialismo de corte nacional luego

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La descripcioacuten histoacuterica de los pueblos de la selva continuacutea con el periacuteodo del petroacuteleo y de la coca San Romaacuten (1994) lo situacutea entre 1970 y 1990 aunque podriacutea extenderse hasta el presente En el Peruacute esta etapa se inicia con la Reforma Agraria impulsada por el presidente de facto Velazco Alvarado A partir de la misma y bajo un plan estatal de diagnoacutestico de las poblaciones de la sie-rra y la selva los comuneros accedieron a los tiacutetulos de las tierras que habitaban Las entregas fueron formalizadas de manera colec-tiva a comunidades que se reconocieron como nativas (indiacutegenas) o como mestizas Las primeras recibieron maacutes extensiones de monte y mejores cuotas de extraccioacuten que las segundas Sin embargo en teacuterminos generales predominaron las adscripciones de mestizos en razoacuten del descreacutedito social del indiacutegena (Olmedo y Peacuterez Zavala 2002)

Paralelamente la creciente presencia de la coca y de empre-sas madereras transformoacute a una considerable masa de nativos en ldquoasalariados eventualesrdquo y en agricultores independientes incor-poraacutendolos a la economiacutea de mercado (Riacuteos Zantildeurtu 1995 p 174) La influencia de los regatones se incrementoacute y con ello el endeu-damiento y la modificacioacuten de las ldquoproduccionesrdquo de la selva En las uacuteltimas deacutecadas la venta de artesaniacuteas y de servicios ldquotiacutepicosrdquo de las comunidades tales como fiestas tradicionales para el turismo inter-nacional revisten gran importancia en el acceso a dinero en las co-munidades (Peacuterez Zavala 2014b)

Finalmente proponemos caracterizar los uacuteltimos 30 antildeos de la historia amazoacutenica a partir de la expresioacuten horizonte neo-colonial Los trabajos de campo etnograacuteficos en la regioacuten peruana nos han permitido constatar la pervivencia del modelo extractivo ligado a la explotacioacuten de petroacuteleo gas oro maderas al que se suman im-portantes negocios internacionales tales como el narcotraacutefico y las industrias farmaceacuteuticas y de resguardo geneacutetico Asimismo las poliacuteticas de los Estados nacionales testifican la pretensioacuten ldquomoder-nizadorardquo de la poblacioacuten amazoacutenica en especial a partir de progra-mas educativos y de salud que direccionan las formas de vida de estas poblaciones La presencia de ONGs generalmente proceden-tes de paiacuteses europeos tambieacuten repercute en los procesos de asen-tamiento organizacioacuten economiacutea domeacutestica educacioacuten y salud de las comunidades nativas En algunos casos quienes impulsan estos

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procesos son organizaciones religiosas especialmente aquellas de culto evangeacutelico

La situacioacuten colonial tambieacuten se hace expliacutecita en la dispu-ta geopoliacutetica en especial por los proyectos de ldquointernacionaliza-cioacuten de la Amazoniacuteardquo (Abiacutenzano 1993 p 35) Por ejemplo el Pacto Amazoacutenico (1978) y el Plan Colombia (1999) declaran la intencioacuten de preservar a los aboriacutegenes en la cuenca aunque en los hechos ella queda subsumida a la defensa de ldquootros interesesrdquo prioritarios (Gambetta 2000) Ademaacutes estas declaraciones omiten referirse al traacutegico efecto de las acciones militares sobre los pueblos que habi-tan la selva La rebelioacuten indiacutegena ldquoBaguazordquo ocurrida en 2009 en momentos en los que Peruacute y EE UU estaban por acordar el Tratado de Libre Comercio es expresioacuten de la falta de consulta a las comuni-dades y del accionar de eacutestas para decidir sus propios destinos (Roc-chietti et al 2017)

En siacutentesis podemos decir que los pueblos indiacutegenas de Ama-zoniacutea estaacuten insertos en un proceso de ldquoconquista inacabadardquo en el que el despojo de sus medios de vida se reitera ciacuteclicamente a traveacutes de la penetracioacuten extractiva (Olmedo 2001)

Los ranqueles en la Pampa central de naciones soberanas a minoriacuteas eacutetnicas8

La llegada de los conquistadores europeos al continente americano transformoacute de manera radical la historia de los pueblos indiacutegenas que lo habitaban desde tiempos remotos Sin embargo ese proceso no reconoce una uacutenica direccioacuten ya que mientras algunos colecti-vos fueron tempranamente derrotados o asimilados otros opusie-ron una fuerte y prolongada resistencia a la ocupacioacuten de sus terri-torios Dentro de este uacuteltimo grupo se encuentran los que poblaban el sur de continente americano (denominados por las primeras fuentes como araucanos aucas pampas querandiacutees etc) En los liacute-mites del Tawantisuyu primero y del Imperio espantildeol despueacutes estos pueblos se mantuvieron hasta fines del siglo XIX como ldquosoberanosrdquo

8 Este apartado cuyo tiacutetulo se inspira en el de la tesis de Martha Bechis (1984) sintetiza buena parte de nuestras investigaciones etnohistoacutericas sobre la frontera sur de Coacuterdoba y los ranqueles durante el siglo XIX Veacutease entre otros Tamagnini 2006 Tamagnini y Peacuterez Zavala 2010 Peacuterez Zavala 2014c Peacuterez Zavala Tamagnini y Olmedo 2016

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Para demarcar esas fronteras los espantildeoles erigieron un con-junto de fuertes y fortines extendidos desde el Atlaacutentico hasta el Paciacutefico y concebidos como un lugar de guerra intermitente de avanzada sobre el territorio indiacutegena En el extremo de la Capitaniacutea de Chile se conformoacute la regioacuten de la Araucaniacutea tambieacuten conocida como ldquoLa Fronterardquo Alliacute la guerra inicial entre mapuches y espa-ntildeoles dio lugar a prolongados parlamentos durante los siglos XVII y XVIII Al mismo tiempo y de manera contraria en la vertiente occidental de la cordillera de los Andes aumentoacute la beligerancia intereacutetnica Para proteger los circuitos comerciales y ante el agota-miento del ganado cimarroacuten los Borbones procuraron articular las fortificaciones militares que atravesaban las pampas

Los ranqueles ranquilches o rancucheles eran uno de estos grupos indiacutegenas ldquono sometidosrdquo (Weber 1998) autoacutenomos o so-beranos que maloqueaban la frontera imperial Desde las uacuteltimas deacutecadas del siglo XVIII y hasta 1879 ellos habitaron en el ldquoMamil Mapuacuterdquo o ldquoPaiacutes del Monterdquo un vasto espacio del monte pampeano9 en el que predominaba el caldeacuten Si bien tuvieron que ldquoadaptarserdquo a las dificultades que suponiacutea el ambiente semiaacuterido de la pampa central su localizacioacuten geograacutefica fue estrateacutegica ya que les permitiacutea vin-cularse con otros grupos indiacutegenas y con las fronteras de Mendoza San Luis Coacuterdoba Santa Fe y Buenos Aires (Ratto 1996 p 27 Zink y Salomoacuten Tarquini 2014 p 53)

Su territorio estaba demarcado por tolderiacuteas de variado tama-ntildeo desperdigadas en el paisaje pero unidas por rastrilladas En el siglo XIX Leubucoacute y Poitagueacute fueron las moradas de caciques de renombre en tanto que en las regiones maacutes cercanas a la frontera con los ldquocristianosrdquo (riacuteo Cuarto o Quinto seguacuten las eacutepocas) estaban los ldquoindios fronterizosrdquo (en tiempos de la colonia) o los ldquoindios de la orilla o de la entradardquo (en la etapa nacional)

Las diferencias en las disposiciones de los toldos teniacutean su co-rrelato en las variaciones en las poliacuteticas intereacutetnicas e intraeacutetnicas Si repasamos las estrategias desplegadas por caciques capitanejos indios lanzas o chinas a lo largo del siglo XIX podemos apreciar la permanente tensioacuten entre impulsar acciones comunes o poliacuteti-cas disociadas Tambieacuten constituye una constante en la historia de los ranqueles el despliegue paralelo de estrategias de alianza y de

9 Actualmente corresponde al territorio de la Provincia de La Pampa en la Argentina

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guerra intereacutetnica Conocedores de las reglas de la diplomacia y la guerra sus caciques negociaron con las autoridades coloniales in-dependentistas y nacionales numerosos acuerdos de paz Sin em-bargotambieacuten se aliaron y efectuaron malones conjuntos con fac-ciones contrarias a los gobiernos de turno

Al repasar brevemente su historia en las pampas lo primero que se impone es el tratado de paz de 1796 acordado entre los caci-ques Carripilum y Trecglen o Chacaleacuten (definidos como ranqueles) y el marqueacutes de Sobremonte (Gobernador Intendente de Coacuterdoba del Tucumaacuten) Esta alianza inauguroacute un periacuteodo de relativa paz en la regioacuten del riacuteo Cuarto que se extendioacute hasta las guerras de la inde-pendencia

En la deacutecada de 1810 el despliegue del poder de los revolu-cionarios maacutes la resistencia indiacutegena afectaron las relaciones entre los indiacutegenas y cristianos producieacutendose nuevamente un pasaje de la paz a la guerra Historiograacuteficamente no existe acuerdo respec-to a cuando ocurrioacute este cambio pero siacute es visible que a lo largo de la deacutecada de 1820 los ranqueles sostuvieran una poliacutetica ambiva-lente mientras algunos maloquearon y se aliaron con fuerzas re-alistas como las de Joseacute Miguel Carrera o los hermanos Pincheira otros pactaron con los federales y los unitarios indistintamente Por entonces otro conjunto de ranqueles residiacutea en proximidades de la Punta del Sauce o La Carlota como ldquoindios mansosrdquo en tanto que el cacique Llanquelen habiacutea abandonado la Tierra Adentro y residiacutea como ldquoindio amigordquo en el Fuerte Federacioacuten (hoy Juniacuten Provincia de Buenos Aires) (Barrionuevo Imposti 1986)

Otro momento y quizaacutes el maacutes excepcional para examinar el itinerario de los ranqueles en las pampas es el que se inaugura con la llegada de Juan Manuel de Rosas a la gobernacioacuten de la provincia de Buenos Aires Durante su mandato al frente de la Confederacioacuten Rosas se atribuyoacute la facultad exclusiva de hacer tratos con los in-dios dejando a los gobernadores de las otras provincias en una posi-cioacuten debilitada Para ello apeloacute a una poliacutetica de fronteras basada en un sistema de contraprestaciones consistente en la neutralizacioacuten de los movimientos indiacutegenas mediante la aplicacioacuten simultaacutenea de campantildeas militares -como la famosa Expedicioacuten al Desierto de 1833 considerada antecesora de la de Roca de 1879- y el estableci-miento del ldquonegocio paciacuteficordquo (Ratto 2007 p 103)

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En ese marco consolidoacute relaciones de amistad con los saline-ros en particular con Calfucuraacute y otros grupos pampeanos pero se enfrentoacute fuertemente con los ranqueles que en numerosas ocasio-nes invadieron estancias fuertes y poblados Un factor que contri-buyoacute a ubicar a los ranqueles en el campo de los ldquoindios enemigosrdquo fue que estos receptaron en sus tolderiacuteas a los ldquosalvajes unitariosrdquo que se oponiacutean a Rosas y otros gobernadores federales siendo los casos maacutes conocidos el del coronel Manuel Baigorria y el de los her-manos Saaacute

La oposicioacuten entre la Confederacioacuten Argentina y la Provincia de Buenos Aires durante la deacutecada de 1850 impactoacute directamente en la poliacutetica intereacutetnica beneficiando la capacidad de accioacuten de los indiacutegenas En 1854 los caciques ranqueles y salineros acordaron un tratados de paz con Justo Joseacute de Urquiza a partir del cual se con-virtieron en aliados de la Confederacioacuten y simultaacuteneamente en enemigos de la Provincia de Buenos Aires maloqueando reiterada-mente su frontera

La derrota de la Confederacioacuten urquicista en la batalla de Pa-voacuten (1861) en manos de Buenos Aires redefinioacute los viacutenculos intereacutet-nicos En esta ocasioacuten los ranqueles se posicionaron como enemigos de la emergente Repuacuteblica Argentina combinando sus esfuerzos y acciones con las montoneras provinciales del Chacho Pentildealoza y Felipe Varela Si bien en 1865 los caciques Mariano Rosas y Manuel Baigorrita Guala firmaron sendos tratados de paz las invasiones so-bre las desguarnecidas fronteras fueron reiteradas Nuevamente las tolderiacuteas ranquelinas receptaron proacutefugos y perseguidos por el ejeacutercito tras la derrota de las montoneras de 1863 y 1867

El uacuteltimo momento de la historia independiente de los ran-queles se inicia con el corrimiento de la liacutenea militar al riacuteo Quinto (1869) despueacutes de la sancioacuten de la Ley 215 de avance de la frontera hasta el riacuteo Negro Los pasos dados en teacuterminos de la unificacioacuten del Estado argentino hicieron que este avanzara en la imposicioacuten del control sobre todos aquellos que eran reacios a su orden entre ellos las tribus de Pampa y Patagonia Durante la deacutecada de 1870 la conjuncioacuten de expediciones punitivas sobre las tolderiacuteas tratados de paz que limitaban las acciones poliacuteticas y la militarizacioacuten y re-duccioacuten de ranqueles en los fuertes y las misiones de Villa Merce-des y Sarmiento debilitaron los movimientos de los indiacutegenas que resistiacutean en las Tierra Adentro

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En 1878 y 1879 el Ejercito Argentino comandado por Julio A Roca se internoacute definitivamente en las pampas Tras ello centena-res de ranqueles fueron aprisionados siendo diversos sus destinos la zafra en Tucumaacuten y Misiones la prisioacuten y cuarentena en la Isla Martiacuten Garciacutea el alistamiento militar el trabajo en los campos re-cientemente conquistados y en las ciudades de las provincias fron-terizas como Riacuteo Cuarto y San Luis

Buena parte de los ranqueles reducidos en la frontera del riacuteo Quinto continuaron durante la deacutecada de 1880 bajo la supervisioacuten del Ejeacutercito siendo movilizados a los fuertes de avanzada del re-cientemente creado Territorio Nacional de La Pampa General Acha y Victorica significaron paradoacutejicamente el regreso al Mamuel Mapu Alliacute caciques como Linconao Cabral Santos Morales y Lu-cho Baigorrita aglutinaron a la gente dispersa a la par que gestiona-ron tierras y sueldos ante las autoridades nacionales La formacioacuten de las colonias agro-pastoril Emilio Mitre y Los Puelches en el aacuteri-do oeste pampeano fue resultado de estas negociaciones (Salomon Tarquini 2010)

Paralelamente se imponiacutea el supuesto de que ldquola pampa ha-biacutea quedado sin indiosrdquo a tal punto que en 1898 ldquoel problema indiordquo dejoacute de estar en manos del Ministerio de Guerra y Marina para que-dar a cargo del Ministerio del Interior Se pasaba asiacute de las poliacuteticas de frontera a la ldquocuestioacuten socialrdquo en razoacuten de que los indiacutegenas se habiacutean transformado en ldquoobrerosrdquo o ldquotrabajadoresrdquo (Tarquini et al 2014 pp 158-159) La integracioacuten forzada a los mercados laborales regionales y los mecanismos de asimilacioacuten a la cultural nacional en los que antropoacutelogos e historiadores estuvieron involucrados contribuyen al proceso de ldquoocultamientordquo de la etnicidad Los des-cendientes de aquellos indiacutegenas soberanos procuraron ldquoesconderrdquo sus oriacutegenes en especial en la escuela en el ejeacutercito en la iglesia y en la estancia

Sin embargo en el uacuteltimo medio siglo comenzoacute un proceso de reemergencia eacutetnica el cual se activoacute en Colonia Emilio Mitre a inicios de la deacutecada de 1970 El detonante fue el intento de desalojo de sus tierras de los hijos nietos y bisnietos de los ranqueles que en 1900 fueron alliacute radicados Lentamente se fueron formando las organizaciones ranqueles contemporaacuteneas cuya territorialidad se expresa en las Provincias de La Pampa San Luis Coacuterdoba Mendoza y Buenos Aires En aacutereas rurales pero especialmente en los barrios

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perifeacutericos de las ciudades muchas familias transformaron la nega-cioacuten del ldquoabueloa indioardquo en orgullo eacutetnico y en razoacuten de reivindi-cacioacuten poliacutetica

Despueacutes de muacuteltiples acciones los distintos pueblos indiacutegenas suje-tos al Estado argentino lograron que la Constitucioacuten nacional refor-mada en 1994 en su artiacuteculo 75 inciso 17 definiera como atribucioacuten del Congreso Nacional

Reconocer la preexistencia eacutetnica y cultural de los Pue-blos Indiacutegenas argentinos Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educacioacuten bilinguumle e inter-cultural reconocer la personeriacutea juriacutedica de sus comu-nidades y la posesioacuten y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano ninguna de ellas seraacute enajenable transmisible ni suscep-tible de gravaacutemenes o embargos Asegurar su participa-cioacuten en la gestioacuten referida a sus recursos naturales y a los demaacutes intereses que los afecten Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones (Carrasco y Briones 1996 p 26)

Han pasado maacutes de dos deacutecadas de la escritura del mencio-nado texto constitucional sin embargo los reclamos indiacutegenas auacuten esperan su concrecioacuten La Ley Nacional 26160 2006 sobre ldquoEmer-gencia en Materia de Posesioacuten y Propiedad de las Tierras que tradi-cionalmente ocupaban las Comunidades Indiacutegenas Originarias del Paiacutesrdquo sigue sin cumplirse al tiempo que el Coacutedigo Civil y Comercial de la Nacioacuten (modificado en octubre de 2014) sigue poniendo de ma-nifiesto las contradicciones en el plano juriacutedico respecto del reco-nocimiento de hecho de las peticiones de los pueblos indiacutegenas En definitiva en la Argentina las poliacuteticas interculturales continuacutean siendo un desafioacute

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ConclusionesLa produccioacuten de saberes en el aacutembito de la ciencia permite poner al descubierto los avatares de los pueblos indiacutegenas en Ameacuterica Lati-na La antropologiacutea la arqueologiacutea la etnohistoria y la historia son campos del saber cientiacutefico social que legitimaron a traveacutes del tiem-po los procesos de colonizacioacuten y dominacioacuten pero a partir de nue-vos aportes teoacutericos y metodoloacutegicos y bajo la impronta de marcos ideoloacutegicos criacuteticos luego revisaron y denunciaron

Los enfoques disciplinares de los uacuteltimos cuarenta antildeos per-miten concluir que la realidad de las comunidades y pueblos indiacute-genas muchas veces invisibilizados negados en la historia en el relato y en el presente han posibilitado reconstruir desde la cultura material los documentos y los testimonios orales su insercioacuten des-igual en el proceso capitalista contemporaacuteneo

La realidad del altiplano boliviano la Amazoniacutea peruana y la pampa argentina permite dar cuenta de las transformaciones so-ciales y territoriales sufridas por estas comunidades Se trata de tres contextos diferentes pero de procesos comunes vinculados con la dominacioacuten poliacutetica la expropiacioacuten territorial la negacioacuten cultu-ral y la mercantilizacioacuten de las condiciones de vida

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ldquoAmeacutericardquo entre el estigma de la dominacioacuten y el enigma

del descubrimiento

Liliana Formento

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A modo de introduccioacuten

A diametral diferencia pues de la actitud que adoptan todos los historia-dores que parten con una Ameacuterica a la vista ya plenamente hecha ple-

namente constituida nosotros vamos a partir de un vaciacuteo de un todaviacutea no-existe Ameacuterica (O Gorman [1958] 1995)

Si bien hoy como dice Edmundo Orsquo Gorman tenemos una Ameacuterica a la vista ya plenamente constituida bajo esa denomina-cioacuten en este trabajo trataremos de reflexionar sobre el punto me-dular que incita su recorrido como tal No partimos de ldquoun vaciacuteordquo pues bien un amplio constructo intelectual ha dado cuentas de la sustancialidad emergente con la dominacioacuten colonial Pero dado ciertas praacutecticas de reconstruccioacuten del pasado respecto a que pa-rafraseando y resituando contextualmente las reflexiones de Eric Hobsbawm ldquocuando no hay un pasado que resulte adecuado siem-pre es posible inventarloy que el que nos ocupa estaacute viciado de ello pretendemos simplemente aportar algunas reflexiones tal como re-escrituracriacutetica para ldquoreconstruir eventos preteacuteritosrdquo (Hobsbawm 2005 p 17)

Para eso contamos con numerosas investigaciones como las de George Kubler Nicolaacutes Saacutenchez Albornoz Miguel Leoacuten Portilla John Murra y con los aporte de de Karl Polanyi entre tantos que vienen modificando y renovando enfoques categoriacuteas y metodolo-giacuteas a partir del estudio de diversas fuentes y la recuperacioacuten de las voces silenciadas Las perspectivas y estudios como los de Ana Ma-riacutea Rostworowski y Franklin Pease que sacaron a luz los documen-tos ineacuteditos que reflejaban la memoria andina NathanWachtel con su enfoque etnohistoacuterico de los Incas abordando la problemaacutetica Inca a partir de las estructuras de la desestructuracioacuten y de la me-moria actual de los acontecimientos Enrique Florescano quien es-cruta el problema de la identidad mexicana a partir de las culturas preexistentes y situacutea las raiacuteces de una identidad fragmentada en la ldquoinvasioacuten destructivardquo hispana Lesley Bethel con la compilacioacuten de la Historia de Ameacuterica Latina de Cambridge donde varios auto-res con trayectoria en los estudios coloniales como Gibson y Elliot se sumaron a la ruptura con la tradicioacuten historiograacutefica pasando a

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ofrecer verdaderos aportes que abren caminos para recuperar las ldquoaristasrdquo que se hallan ausentes en la ldquohistoria del descubrimientordquo

Sus estudios nos posibilitan revisar algunos rasgos delde los horizontes contemporaacuteneos desde donde se piensa la dominacioacuten colonial espantildeola asiacute como tambien repensar las tradiciones histo-riograacuteficas fundantes de nuestra historia En estas tramas de senti-do se tejieron y destejieron categoriacuteas teoacutericas mediante los susten-tos de los horizontes con los que se interpreta y cuestiona la historia construida que para nosotros conforma el momento originario de las vejaciones occidentales sobre el continente es decir una ruptu-ra y un punto de partida un antes y un despueacutes que asedia auacuten en la actualidad la posibilidad de pensarnos

Pues bien consideramos que numerosos acontecimientos han comprometido violentamente el devenir de Ameacuterica pero nin-guno trastornoacute el sentido de los sustentos de los pueblos residentes ni fue tan concluyente en la alineacioacuten y formacioacuten de una ldquonue-va sociedadrdquo o de un ldquonuevo proyectordquo histoacuterico como la ocupacioacuten inicial Por eso la ocupacioacuten de Ameacuterica todaviacutea hoy se nos sigue presentando como un enigma y como un estigma que enmarcan el comienzo de un largo proceso histoacuterico signado por la dominacioacuten colonial Un largo proceso donde se quiebra la trayectoria histoacuteri-ca de una multiplicidad eacutetnica a partir de la imposicioacuten de estruc-turas coloniales y en cuyo teloacuten de fondo compuesto y emergente en 1492 y los sucesivos antildeos que marcan las diferentes fases de la ocupacioacuten de los distintos espacios de esta parte del mundo preten-demos insertar una serie de reflexiones consideradas como apuntes de caacutetedra entre ellas las emanadas la estigmatizacioacuten que deriva en un nuevo deber ser de las sociedades originarias y la emergen-cia de una corriente historiograacutefica europeizante que emana incer-tidumbres semaacutenticas que permanecen arraigadas en las praacutecticas docentes

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El estigma emerge con la dominacioacutenNinguna lengua es maacutes importante que otra ninguna lengua es maacutes

eficaz que otra para expresar el mundo (Del Val)

hellip Todo lo que usted quiera siacute sentildeor pero son las palabras las que cantan las que suben y bajan Me prosterno ante ellashellip Se llevaron el oro y nos

dejaron el oro Se lo llevaron todo y nos dejaron todo Nos dejaron las palabras (Neruda)

A partir del avance colombino y la apropiacioacuten de esta par-te del mundo que luego seraacute denominada Ameacuterica comienza una etapa histoacuterica signada por la dominacioacuten colonial espantildeola Fue en-tonces cuando ndashy como dice Nerudandash ldquonos dejaron la palabrasrdquo las mismas que nos permiten seguir reflexionando pese a que ndashcomo sostiene Del Valndash nos privaron de muchas otras esas que otorgaban sentido al mundo de la multiplicidad eacutetnica radicada en esta parte el mundo

Si bien las ocupaciones territoriales medidas y analizadas en tiempos de lo que seraacuten las historias nacionales mexicana peruana o boliviana ndashentre otrasndash representan breves coyunturas calcula-das en tiempos continentales las mismas y el consiguiente el des-pojo de las comunidades conforman un continuum temporal cuya responsabilidad recayoacute primero en las potencias coloniales (Espantildea Portugal Inglaterra Francia Holanda) y luego en los Estados nacio-nales De hecho es un largo proceso donde se quiebra la trayecto-ria histoacuterica de una diversidad eacutetnica que hacia fines del siglo XV acreditaba entre 60 y 90 millones de habitantes y en el transcurso de unos pocos antildeos receptaraacute el peor desplome demograacutefico de la historia accidental

Ciertamente muchos acontecimientos han comprometido la historia de Ameacuterica Latina pero ninguno trasformoacute tan fuer-temente los cimientos y andamiajes sobre los que se sosteniacutean los pueblos de esta parte del mundo como las sucesivas ocupaciones territoriales encorsetadas con la denominacioacuten ldquodescubrimientordquo ldquoconquistardquo y ldquocolonizacioacutenrdquo Desde ahiacute que la ocupacioacuten de Ameacute-rica todaviacutea hoy se nos sigue presentando como un enigma1 Un

1 Enigma seguacuten la Real Academia Espantildeola (RAE) proviene del latinae-nigma y este del griego αἴνιγμα aiacutenigma Se trata un enunciado de sentido artifi-ciosamente encubierto para que sea difiacutecil de entender o interpretar y tambien de

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enigma porque existen numerosas dificultades en lo que atantildee a la comprensioacuten interpretacioacuten y anaacutelisis de lo emergente en 1492 un enigma tambieacuten porque el conjunto de palabras que lo explicagene-ra discursos donde prima el sentido del dominador cuyas palabras impiden o encubren a otro conjunto de palabras y porque al ocultar todaviacutea sigue despertando interrogantes y debates Un enigma que desde el arribo de Coloacuten Corteacutes Pizarro Valdivia Mendoza o Ca-brera abre un estigma2 fundacional tal como marca o sentildeal impresa en el cuerpo continental Pareciera que nacimos ndashpara usar la metaacute-fora de Joseacute Martiacute- con unaldquoheridardquocual huella constitucional pero sus cicatrices provocan trastornos que auacuten signan nuestro presente

El acto fundacional inicial trajo consigo una concatenacioacuten de actos del mismo tenor y consecuentemente procesos de desestruc-turacioacuten determinantes de crisis de ruptura de las etnias que ha-bitaban este espacio Pues la ocupacioacuten cayoacute como una hecatombe que desquicioacute los basamentos sobre los que se apuntalaban al decir de Florescano (1995) sus ldquorelaciones con los dioses el cosmos y el acontecer temporalrdquo Si bien la desestructuracioacuten maacutes radicaldado la ldquomuerte de los diosesrdquo acontecioacute en el ldquoaacutembito de los espiacuteritusrdquo (Wachtel 1976) afectoacute igualmente y sin visos de retorno o mejoras el aacutembito material el escenario de la vida y al mantenerse en la larga duracioacuten hizo que la crisis fuese una ruptura radical y conti-nuada con ellos ordenes preexistentes La imposicioacuten de nuevos principios ordenadores destruyoacute el sustento y como dice el mencio-nado autor quizaacutes nada acentuoacute tanto el caos como la proscripcioacuten del sistema calendaacuterico que relacionaba la vida de los hombres con una cosmovisioacuten y cosmogeacutenesis

La crisis tuvo su manifestacioacuten maacutes cruda en la demografiacutea colonial pues aunque la discusioacuten en torno al tamantildeo de las pobla-ciones radicadas en Ameacuterica en el momento de las ocupaciones eu-ropeas y el grado de despoblacioacuten que le siguieron continuacutea vigen-

un suceso o comportamiento que no se alcanzan a comprender o que difiacutecilmente pueden entenderse o interpretarse2 Estigma seguacuten RAE viene del latiacuten stigma y este del gr στίγμα stiacutegma Refiere a marca hecha en la piel con un hierro candente lsquonota infamantersquo marca o sentildeal en el cuerpo desdoro afrenta mala fama cuerpo glanduloso colocado en la parte superior del pistilo y que recibe el polen en el acto de la fecundacioacuten de las plantas lesioacuten orgaacutenica o trastorno funcional que indica enfermedad constitucio-nal y hereditaria cada uno de los pequentildeos orificios que tiene el tegumento de los insectos araacutecnidos y mirioacutepodos por los que penetra el aire en su aparato respira-torio

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te3 el desplome demograacutefico en siacute mismo es un hecho indiscutible Tanto los estudios demograacuteficos realizados por las denominadas co-rrientes ldquoalcistardquo como los de laldquobajistardquo (con sus respectivas califica-ciones latinas de Hugh Thomas como ldquomaximalistardquo y ldquominimalis-tardquo) coinciden en el descenso aunque difieren en su magnitud dado el desacuerdo teoacuterico y metodoloacutegico entre ambas4 Por su parte los causales del desplome que articulan elementos psicoloacutegicos re-ligiosos y materiales e inmunoloacutegicos5 han sido objeto de estudios que enfatizan uno o varios aspectos En tal sentido Nicolaacutes Saacuten-chez Albornoz (1977) compiloacute una serie de tesis que fundamentan la contraccioacuten poblacional producto de los efectos del colonialismo espantildeol 1- La tesis homiciacutedica que seguacuten el autor debiera llamar-se ldquodel genocidiordquo involucra la accioacuten directa de los espantildeoles como matanzas guerras y condiciones laborales altamente explotadoras 2- El desgano vital inductor del desaacutenimo suicidios colectivos in-fanticidios abortos etc fruto del desmoronamiento de la concep-cioacuten de mundo de las etnias 3- El reacondicionamiento econoacutemico y social vinculado los fuertes desajustes ocasionados por la transfor-macioacuten negativa de la produccioacuten agropecuaria comunitaria ante la introduccioacuten y exigencias de tributos en cultivos exoacutegenos la ex-

3 El Quinto Centenario fue ocasioacuten para reeditar la poleacutemica Tocante a esto Denevan (1992) realiza un oportuno resumen del debate y de los efectos de las epidemias sobre Meacutexico 4 La corriente bajista de inicios del siglo XX estimaba una cifra inferior a los 15 millones de habitantes y fue sostenida por hispanistas como el filoacutelogo vene-zolano Aacutengel Rosenblat (1945) que calculaba una poblacioacuten total de 133 millones de habitantes y una caida durante el siglo XVI a 10 millones de habitantes o sea una baja de 33 millones o una cuarta parte de la poblacioacuten total inicial Con la proli-feracion de estudios regionales enfocados inicialmentes al estudio de la poblacioacuten mesoamericana surgioacute la corriente alcista defendida fundamentalmente por in-vestigadores de la Escuela de Berkeley (Universidad de California) como Woodrow Borah (1964) Henry F Dobbyns (1966) quienes calculan que la poblacioacuten america-na previa a la llegada de Coloacuten rondaba entre 90 a 112 millones y que disminuyoacute hacia mediados del siglo XVII a 45 millones Esto constituye para Dobyns que el 95 de la poblacioacuten total de Ameacuterica murioacute en los primeros 130 antildeos despueacutes de la llegada de Coloacuten Asimismo historiadores como Karl Theodor Sapper (1924) Paul Rivet (1924) Herbert Spinden (1928) y William M Denevan (1956) representaron una corriente intermedia o alcista moderada ya que reducen al 50 las cifras de los alcistas y sus estimaciones oscilaron entre 40 y 60 millones de personas 5 Enfoques como el de Juan Cuevas Jaramillo (1981) permitiriacutean siste-matizar causas de cuatro tipos a) Compulsiones ecoloacutegicas (reduccioacuten de habitat cambios sensibles en el entorno geograacutefico) b) Compulsiones bioacuteticas (transmisioacuten generalmente involuntaria de enfermedades para las cuales el indiacutegena no ha desarrollado resistencias orgaacutenicas) c) Compulsiones Tecnoloacutegico-culturales (cam-bios en la vivienda herramientas modernizadas que desplazan a las tradicionales creando dependencia frente al productor de bienes industriales) y d) Compulsio-nes ideoloacutegicas (frustraciones psicoloacutegicas y complejos de inferioridad resultantes del menosprecio de valores aboriacutegenes)

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pansioacuten de la ganaderiacutea y la extraccioacuten de mano de obra masculina entre otras cosas 4- las epidemias como viruela sarampioacuten gripe comunes entre la poblacioacuten europea se convirtieron en causa fun-damental del derrumbe al propagarse entre las comunidades caren-tes de un sistema inmune dotado de defensas ante la presencia de agentes patoacutegenos inexistentes en esta parte del mundo

Sin entrar en poleacutemicas teoacutericas podemos decir que la impo-sicioacuten de elementos propios de la loacutegica econoacutemica traiacuteda por los europeos (seguacuten se acuerde6 economiacutea de mercado precapitalismo acumulacioacuten primitiva del capital o economiacutea de transicioacuten hacia el capitalismo) sobre economiacuteas de subsistencia y economiacuteas con excedentes comunitarios tuvo efectos perversos que impulsarona estas uacuteltimas hacia una crisis estructural Mientras el sistema do-minante en Europa transitaraacute -durante tres siglos- hacia la consoli-dacioacuten del modo de produccioacuten capitalista combinando caracteriacutes-ticas feudales ndashnobleza clero tierra etcndash con los nuevos signos del capitalismo ndashburguesiacutea estados maximizacioacuten de ganancias acu-mulacioacuten etc ndash las estructuras socio-econoacutemicas sobre las cuales se asentaban las etnias marcharon hacia su destruccioacuten y no tendraacuten retorno ni recomposicioacuten Pues la construccioacuten del nuevo orden ba-sado explotacioacuten de hombres y recursos que emergioacuteparalela a la desestructuracioacuten tuvo como eje le reestructuracioacuten bajo principios ordenadores regidos por las caracteriacutesticas especiacuteficas que requeriacutea la dominacioacuten colonial Asiacute el asentamiento de los espantildeoles pro-vocoacute la subsuncioacuten a su loacutegica econoacutemica y para ello demandaba

1- Mano de obra india ndashy negrandash para trabajar en minas ha-ciendas plantaciones obrajes y hasta en servicio domeacutestico A tales efectos esa mano de obra debiacutea ser ldquodisciplinadardquo y para eso instru-mentaron diversos mecanismos en los que la coaccioacuten violencia persuasioacuten aculturacioacuten forzada laica y religiosa se articulan y complementan con el objetivo de imponer una nueva disposicioacuten laboral Una muacuteltiple gama de elementos y variantes objetivaron la presencia de la mano de obra forzada institucionalizada con el sistema de repartimientoencomienda7 las reducciones indias y el

6 Cfr Cardoso y Perez Brignoli (1987) Laclau (1989) Dobb (1980) Hobs-bawm (1980) Sweezy (1980) Wallerstein (1998)7 Con sus denominaciones regionales como coatequil en Mexico manda-miento en Guatemala mita en Peruacute y Bolivia tilinga en Ecuador mita (en las mi-nas) alquiler (trabajos urbanos) y concertaje (agriacutecola) en Colombia Para mayor detalle Cfr Villamariacuten (1999) Gonzalez (2005) Tandeter (1992) Gibson (1990)

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sistema esclavista sostenido con poblacioacuten trasplantada africana8 Por cierto el repartimiento de indios fue el instrumento que garan-tizoacute la sujecioacuten explotacioacuten y control de la mano de obra Pues el trabajo libre existioacute en todas las regiones y durante todo el periodo colonial pero nunca llegoacute a ser dominante ndashsostuvo su caraacutecter ex-cepcionalndash pese a los esfuerzos legales contradictorios de la Corona por extenderlo

2- Nuevas formas tributarias en trabajo especie moneda En liacuteneas generales se reemplazaron estructuras tributarias ecuaacuteni-mes y circulares por otra desequilibrada unilateral que contribuyoacute al deterioro familiar y al resquebrajamiento de los lazos de solidari-dad Sin entrar en detalles podriacuteamos decir que la Corona espantildeola impone ndashal menos hasta las modificaciones de la segunda mitad del sigloXVI (consignadas en las Leyes Nuevas de 1542 influenciadas en parte por las denuncias de Fray Bartolomeacute de las Casas y por mismo desplome demograacutefico)ndash una doble carga prestacioacuten labo-ral y monetariaespecies Las obligaciones tributarias constaron en ordenanza y mandatos reales y su recaudacioacuten involucroacute a los liacutederescomunitarios como los curacas y a funcionarios espantildeolesAl responder a una nueva estructura jeraacuterquica determinante de tasas y regiacutemenes laborales se afectaron las relaciones preexisten-tes basadas habitualmente en la reciprocidad sustentada en los la-zos de parentesco y relaciones centralizadas de redistribucioacuten9 Las prestaciones laborales impactaron sobre las comunidades dado que para cumplir con las mismas los tributarios se trasladaban con su familia abandonaban las tierras de cultivo y en consecuencia al-teraban los sustentos materiales de la comunidad Ademaacutes y para evitar las cargas muchos hombres buscaron como viacutea la huida pa-sando al desarraigo y convirtieacutendose en ldquoforasterosrdquo

4- La moneda como medio de cambio Con la ocupacioacuten se introduce la moneda en un mundo que careciacutea de ella y donde el

8 Tocante a esto seriacutea interesante analizar las posibilidades teoacutericas esgri-midas respecto al negro en Ameacuterica fundamentalmente en lo que al atantildee sistema esclavista planteado por Cardoso (1982) Cfr Williams (1944) Mellafe (1964) Tan-nenbaum (1968) Carmagnani (1976) Klein (1986)9 El asentamiento en campos de cultivo sin formar verdaderos nuacutecleos compactos impediacutea el aprovechamiento del indio como mano de obra el cobro del tributo y la labor evangelizadora Ante la composicioacuten originaria los espantildeoles im-ponen una relocalizacioacuten de las etnias cuyo cambio de lugar (abandono de los cam-pos de cultivo) significaba el desarraigo en funcioacuten de la recomposicioacuten-imposicioacuten de otros principios de organizacioacuten social Cfr Wachtel (1976) Florescano (1995) Gibson (1990)

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oro y otros metales ldquopreciososrdquo no jugaban un papel abstracto y es-peciacutefico sino maacutes bien ornamental o ldquode usordquo pues no serviacutean para medir el valor del producto Del loacutegico desconocimiento e incom-prensioacuten de esta medida deriva entre otras cosas el endeudamien-to al que se vieron compelidos10

5- Transformacioacuten del asentamiento tradicional del sentido de la tierra y de la produccioacuten La ocupacioacuten descompone el asen-tamiento tradicional comunitario produce relocalizaciones intro-duce nuevos cultivos y nuevas formas de producir Los principios organizadores preexistentes se conmovieron ante las apropiaciones de las mejores tierras mediante usurpaciones reparto del suelo en forma de mercedes reales o composiciones reales

6- Todo lo anterior se despliega dentro de una Nueva organi-zacioacuten poliacutetico-administrativa bajo formato de virreinatos gober-naciones ciudades etc que desguarnecen y desfiguran estructuras asentadas para recomponerlas dentro de unidades que nada tienen que ver con lo precedente aunque utilizan mecanismos complejos en el disentildeo de lo nuevo Entre ellos el nucleamiento de distintos grupos eacutetnicos en un espacio definido y controlado la yuxtaposi-cioacutensuperposicioacuten arquitectoacutenica como la construccioacuten de templos cristianos sobre los preexistentes las estrategias de la ldquoconquista es-piritualrdquo empleadas por el clero cristiano o en el disentildeo de ciudades con la meacutedula del poder concentrado en el centro del damero Las estrategias de ocupacioacuten-imposicioacuten de los espantildeoles perturbaron los principios precedentes que articulaban naturaleza-hombre-re-ligioacuten dando paso a una realidad social colonial heterogeacutenea jeraacuter-quica yuxtapuesta donde primaronlos principios de superioridadinferioridad asentados en un sistema socioeconoacutemico colonial que termina generando una relacioacuten estructural de dependencia

El nuevo orden y su consiguiente loacutegica econoacutemica propia de los tiempos ldquomodernosrdquo ldquoprecapitalistasrdquo o de la ldquotransicioacuten del feu-dalismo al capitalismordquoque conmociona el orden ecoloacutegico social cultural y poliacutetico preexistente se erige sobre la base de una

a- Reorientacioacuten espacial ante la emergencia de nuevas aacutereas de atraccioacuten econoacutemica (ciudades zonas mineras ingenios plantaciones etc) nuevos espacios de desarrollo concentradores de mano de obra (como las zonas mineras) nuevos centros poliacuteticos

10 Cfr Wachtel (1976)

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(como las capitales virreinales que reuacutenen los sectores privilegia-dos de la colonia) y nuevos centros religiosos se resignificaron las estructuras eacutetnicas que teniacutean articulaciones especiacuteficas Por ejem-plo con la caiacuteda de Cuzco y Tenochtitlan y su respectivo reemplazo por Lima y Meacutexico se arrasoacute con el centro del cosmos y sirvioacute para apresurar la derrota

b- Subversioacuten del ecosistema asociada a lo que Crosby (1988) denomina ldquoImperialismo Ecoloacutegicordquo donde la naturaleza y la poblacioacuten sufren ante la presencia de 1- productos trasplantados dado la implantacioacuten de flora (vintildeas olivos cantildea de azuacutecar trigo le-gumbres frutales etc) y fauna (cerdos vacas ratas etc) exoacutegena que asfixian o desplazana las autoacutectonas 2- agentes patoacutegenos que se esparcen generando epidemias 3- sobreexplotacioacuten de los recur-sos preexistentes como la extraccioacuten de madera de los bosques para la produccioacuten minera o construccioacuten de ciudades De resultas se rompe la relacioacuten armoacutenica con la naturaleza porque al situar al hombre y a la cultura fuera de ella comienza a manifestarse como martirizada y domesticada ante por ejemplo el abandono de las te-rrazas de cultivo el desecamiento de la cuenca de Meacutexico o las ex-cavaciones mineras

c- Aculturacioacuten religiosa La alianza Corona-Iglesia fue un elemento clave para dislocar las cosmovisiones y cosmogeacutenesis Su eficacia es perceptible desde el momento de la primera ocupacioacuten cuando la tradicioacuten cristiana monoteiacutesta basada en una religioacuten mi-litante y militada ndashque acepta la guerra raacutepida continua y a muerte o la guerra justa y preventivandash como instrumento de expansioacuten de la fe ndashpropia de los conflictos emanados de las cruzadas o las gue-rras contra los aacuterabesislamndash impone su dogma y su concepcioacuten Muchas etnias creiacutean en un dios civilizador11 que se presentariacutea en la tierra a completar la obra del dios creador12 Por esta visioacuten los primeros contactos fueron interpretados con gran confusioacuten como la llegada de los esperados dioses (el heacuteroe civilizador que veniacutea a completar la tarea) pero las evidencias que mostraron la humani-dad de los espantildeoles no fueron suficientes como para recomponer el quiebre y el fin de sus dioses fue percibido como cataacutestrofe coacutesmica Las comunidades arrogaron gran parte de su derrota al agotamien-

11 Cfr Eliade (1992) 12 Por ejemplo Quetzalcoatl debiacutea volver en un antildeo ce-acatl Viracocha de-biacutea volver al Peruacute y el reinado del 12 Inca marcaba el fin de un ciclo y el inicio de otro

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to del poder de sus dioses y a la fuerza del Dios cristiano entonces el dios vencedor comienza a ser temido y admirado Tras esto y la aplicacioacuten de diferentes estrategias se sumisioacuten y aculturacioacuten en la segunda mitad del siglo XVII se consolidoacute el poder del clero se-cular y regular constituyeacutendose en pilar de la colonia Pese a ello el poder colonial recepta numerosos casos de resistencias y rebelio-nes con una matriz religiosa o milenarista que impugnan el nuevo orden como el del Taqui Ongo y el culto a Tonantzin-Guadalupe o como el estado Neoinca y las rebeliones de Mixton

d- Imposicioacuten de nuevas jerarquiacuteas sociales donde la loacutegica del dominador se impuso al provocar una estigmatizacioacuten anclada a las formas de identificacioacuten Adhiriendo a los planteos de Erving Goffman (1963) podemos sentildealar que la nocioacuten socioloacutegica ldquoestig-matizacioacutenrdquo permite comprender las estrategias del dominador a efectos de introducir nuevas jerarquiacuteas sociales Puesrecurre a tres instancias 1- evidenciar las diferencias 2- valorar las diferencias en beneficio propio 3- afirmar que las diferencias son definitivas Con esto el grupo de poder es decir Corona-Iglesia-Elites desgasta la identidad eacutetnica inculcando prejuicios y confundiendo al coloniza-do Asiacute el mismo trata de salvar la distancia socioeacutetnica actuando de acuerdo a los valores del dominador Con el propoacutesitode ser tratados como humanosiguales se adapta o se acultura en tanto desmante-la su propia organizacioacuten13 De este modo emergioacute una estructura social riacutegida14 que situaba en la cuacutespide a la elite conformada por

13 Muchas investigaciones profundizaron estas cuestiones aplicando diver-sas categoriacuteas como es el caso de Fernando Ortiz (1983) con la aplicacioacuten de Trans-culturacioacuten deculturacioacuten inculturacioacuten y finalmente neocultura (mestiza)14 La rigidez social colonial proveniacutea de la concepcioacuten espantildeola en la que primaba el ldquoideal de blancurardquo y se ligaba a las estructuras econoacutemicas poliacuteticas sociales culturales religiosas e ideoloacutegicas En este punto se fundaron en los ldquoesta-tutos de limpieza de sangrerdquo aplicados primeramente por el Concejo de Toledo en 1449 contra moros y judiacuteos y acompantildeados luego por el ldquoSanto Oficio de la Inqui-sicioacutenrdquo con el fin del reconocimiento de la herejiacutea y de aquellos que la practicaban Esa rigidez llevoacute a algunos historiadores a afirmar que en la sociedad colonial se desarrollaron ldquocastasrdquo (cerradas a la movilidad social por la ldquoblancurardquo) Magnus Moumlrner (1969) plantea que esa categoriacutea era usada por las eacutelites de la colonia para sentildealar a las personas de sangre mezclada es decir los estratos que a traveacutes de mestizajes muacuteltiples no respondiacutean a la configuracioacuten inicial de las comunidades A traveacutes de estas tipificaciones las eacutelites construiacutean un orden social y elaboraban representaciones sobre el lugar que ellos y las castas debiacutean ocupar en el mismo La marcacioacuten racial no se basaba en estimaciones subjetivas de las eacutelites sino que estaban regladas por un ordenamiento legal ndashesto es los Estatutos de Limpieza de Sangrendash donde se ubicaba a cada individuo en un grupo racial La administracioacuten no utilizaba la categoriacutea casta generalmente empleaban denominaciones que ha-ciacutean referencia al tinte de la piel blancos indios negros mulatos morenos pardos y libres de todos los colores Eacutestas y otras categoriacuteas expliacutecitas o impliacutecitas de color

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los espantildeoles (funcionarios mineros comerciantes) y por debajo a los grupos preexistentes homologados bajo la categoriacutea indio y a los ldquonegrosrdquo provenientes de Aacutefrica (mediante el comercio de esclavos de ldquoraza negrardquo) y con ello a una cantidad de posiciones intermedias emanadas de la multiplicidad de situaciones de mestizaje En con-secuencia emerge un ordenamiento social jeraacuterquico basado en la desigualdad socioeacutetnica que responde a la dureza e intolerancia de las jerarquiacuteas sostenidas por la dominacioacuten colonial pues el poder determina y define las posiciones de cada grupo o sector15

e- Resemantizacioacuten y homologacioacuten de lo muacuteltiple y varia-do al todo unificador Evidentemente 1492 y las distintas ocupa-ciones de los diferentes espacios de esta parte del mundo abrieron paso a otra serie de cuestiones entre las que se encuentran 1- la estigmatizacioacuten y homologacioacuten que deriva en un nuevo deber ser de las diferentes sociedades radicadas en esta parte del mundo y asociada a lo mismo 2- la emergencia de una corriente historiograacute-fica europeizante sostenida en el tiempo e inductora de confusiones semaacutenticas que terminan arraigadas a las praacutecticas docentes La resemantizacioacuten basada en la reinterpretacioacuten de elementos y pa-labras preexistentes ndashiniciada desde imaginario de Cristoacutebal Coloacutenndash tuvo muchas derivaciones entre las que se encuentran la inclusioacuten de la multiplicidad eacutetnica preexistente bajo un rotulo unificador la reinterpretacioacuten histoacuterica basadaen elementos del pasado a efectos de efectuar una construccioacuten de las identidades en el presente y la proyeccioacuten del mismo para reconstruir el pasado en base a la ldquoreali-dadrdquo conocida o aceptada por el grupo dominante16

apareciacutean en documentos oficiales tales como ldquocodificaciones de la legislacioacuten co-lonial libros parroquiales procesos inquisitoriales casos criminales censos y en las Relaciones geograacuteficas que la Corona solicitoacute con regularidad a las autoridades coloniales a partir del siglo XVIrdquo (Boumlttcher et al 2011) Uno de los ejemplos estaacute dado por la representacioacuten en la pintura de castas del pintor Luis Barruecos quien elabora 16 tableros de castas y entre ellos representa 1- Espantildeol con india mestizo 2- Mestizo con espantildeola castizo 3- Castizo con espantildeola espantildeol 4- Espantildeol con negra mulato 5- Mulato con espantildeola cuarteroacuten 6- Cuarteroacuten y espantildeola salta atraacutes 7- Salta atraacutes con india chino 8- Chino con mulata lobo 9- Lobo con mulata giacutebaro 10- Giacutebaro con india alvarasado de Alvaradohellip(Chaves 2014) Para mayor detalle Rosenblat (1954) Loacutepez Beltraacuten (2008) y Boumlttcher et al (2011)15 Cfr Bourdieu (1994)16 Para Victorino Zecchetto (2011) la resemantizacioacuten es el proceso median-te el cual se asigna un nuevo valor de significado a una palabra preexistente Los lenguajes humanos fueron inventados para lsquosemantizar la realidadrsquo esto es para expresar los contenidos y sentidos del mundo por medio de alguna forma codifi-cada Semantizar viene del teacutermino griego σημαντικός y designa la significacioacuten de las palabras De modo maacutes amplio la semaacutentica (parte de la semioacutetica) estudia y analiza los procesos de significacioacuten de los signos textos y discursos que circulan

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Del estigma propio de la confusioacuten inicial a la categoriacutea social indios

Los viajes de Coloacuten no fueron no podiacutean ser ldquoviajes a Ameacutericardquo porque la interpretacioacuten del pasado no tiene no

puede tener como las leyes justas efectos retroactivos Afirmar lo contrario proceder de otro modo es despojar a la historia de la

luz con que ilumina su propio devenir y privar a las hazantildeas de su profundo dramatismo humano de su entrantildeable verdad perso-

nal

(Orsquo Gorman 1995-1958)

A mediados del siglo pasado Edmundo OlsquoGorman (1958) nos convocaba a pensar sobre la produccioacuten simboacutelica que llevoacute a la Invencioacuten de Ameacuterica Haciendo lo propio podemos sentildealar que la denominacioacuten continental fue acuntildeada desde ldquoel afuerardquo pues res-pondioacute al imaginarioconfusioacuten de Coloacuten quien consideroacute haber llegado a las ldquoIndiasrdquo que luego seriacutean ldquoOccidentalesrdquo y finalmente (VespuccioWaldseemuumlller mediante17) ldquoAmeacutericardquo El logos colom-bino le impidioacute reconocer a esta parte del mundo como algo dife-rente a lo esperado18y de hecho para su propoacutesito este continente insospechado tal como Terra Incognita fue un obstaacuteculo en el cum-plimiento de su propoacutesito que era llegar a Oriente19 Tanto que pese

diacroacutenica y sincroacutenicamente por la sociedad El uso de la palabra lsquoresemantizarrsquo estaacute relacionado con la anterior pero indica un proceso inverso porque busca dar realce a un sentido ya existente o a uno nuevo recuperado ya sea en forma total o parcial Resemantizar es un vocablo que se refiere a la operacioacuten semioacutetica de transformar el sentido de una realidad conocida o aceptada para renovarla o para hacer una transposicioacuten de modelo creando una entidad distinta pero con alguna conexioacuten referencial con aqueacutella de modo que esta uacuteltima asume un nuevo signi-ficado que la primera no teniacutea 17 En la Universalis Cosmographia Secundum Ptholomaei Traditionem et Ame-rici Vespuciialiorumque lustrationes (1507) y Cosmographiae Introductio de Martin Waldseemuumlller esta parte del mundo apareciacutea rodeada de agua y separada de Asia y por primera vez se la sentildealaba con nombre de Ameacuterica en honor a su ldquodescubri-dorrdquo Ameacuterico Vespucio En trabajos posteriores dejoacute de usar esa denominacioacuten re-emplazaacutendola por Terra Incognita atribuye del ldquodescubrimientordquo a Cristoacutebal Coloacuten (por mandato del rey de Castilla) y pone en duda que se trate de otro continente18 Su imaginario nutrido de los conocimiento de la epoca no le permitiron pensar la existencia de un continente sobre el que no habia referencia cientificas ni religiosas pues ni la Biblia daba cuentas de ello19 Cristoacutebal Coloacuten ademaacutes de estar nutrido de informacion como la prove-niente del mapa disentildeado por el geoacutegrafo griego del siglo I Ptolomeo manejaba los datos vertidos por Pierre drsquoAilly en Imago mundi Marco Polo en el Relato de viajes y por Juan de Mandeville en el Libro de las maravillas De ahiacute sus proyectos de locali-

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al cumulo de evidencias su construccioacuten ndashasentada en los saberes de su tiempondash se impuso a la realidad y los habitantes de ldquolas In-diasrdquo fueron ldquolos indiosrdquo Desde entonces todas las etnias residentes fueron homologadas como tales y la compleja trama de heteroge-neidades socioculturales fue resemantizada e incluida bajo ese roacute-tulo unificador Al respecto Liliana Tamagno plantea

ldquoiquestEs que poseiacutean alguacuten rasgo cultural o fiacutesico en comuacuten Buscaremos en vano El uacutenico denominador comuacuten era no ser europeos no ser blancos ser los colonizados Se justificaba dominar y ldquocivilizarrdquo a un ldquosalvajerdquo pero iquestCoacutemo se explicaba el aplastar comunidades o naciones que poseiacutean organizacioacuten poliacutetica y social lengua propia y religioacutenrdquo (Tamagno 1992 p 110)

Esa homogeneizacioacutenestigmatizacioacuten marcaba la distancia entre nosotros y los otros20 y desde el etnocentrismo21 espantildeol que valorizaba positivamente sus principios de organizacioacuten social pro-yectaba en los grupos del afuera todas las representaciones sociales consideradas negativas desde su visioacuten de mundo Precisamente la asignacioacuten de caracteriacutesticas culturales inmutables viabilizala jus-tificacioacuten de la dominacioacuten o segregacioacuten En trabajos anteriores22 hemos sentildealado que Ameacuterica y por tanto el ser indio ndashproducto de la confusioacuten inicialndash fue el resultado de una proyeccioacuten imaginaria de la sociedad instituida y de la sociedad instituyente23 en Espantildea que delineoacute una poliacutetica combativa tendiente a sofocar el lengua-je la cosmovisioacuten las costumbres y tradiciones de la multiplicidad de identidades americanas La categoriacutea indio no solo incluiacutea en un colectivo homogeacuteneo a las distintas etnias sino tambieacuten le otorgaba sentido que representaba el no ser social de la Espantildea que transitaba

zar al Gran Kan llegar a Cathay y a Cipango 20 Cfr Tzvetan Todorov (1991)21 Para Juan Cueva Jaramillo (1981) el concepto de etnocentrismo genera-do en las ciencias antropoloacutegicas es la actitud de un grupo humano que se coloca como centro alrededor del cual gira el mundo Dicho grupo posvaloriza positiva-mente sus realizaciones y particularismo cree en su superioridad y menosprecia o niega los valores de las culturas diferentes a la suya El etnocentrismo se explica en los conceptos teoacutericos que manejamos asiacute como en nuestro lenguaje cotidiano Cuando hablamos en Ameacuterica Latina del ldquoCercano Orienterdquo no pensamos que tal regioacuten geograacutefica es cercana y estaacute al Este para Europa pero para Latinoameacuterica es el lejano occidente22 Trabajamos la problemaacutetica de la identidad considerando la tensioacuten exis-tente entre el ser y el deber ser impulsado durante el proceso de dominacioacuten exte-rior-occidental Cfr Formento (1995 1996 2002)23 Cfr Castoriadis (1982)

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a la ldquomodernidadrdquo negando el derecho a ser diferente a traveacutes de la afirmacioacuten de su superioridadTras la valorizacioacutenetnoceacutentricaeu-roceacutentrica atribuiacuteana los otrosla portacioacuten de caracteriacutesticas o ras-gos culturales considerados inapropiados en su visioacuten de mundo es decir eacutesosencarnaban el ldquono serrdquo civilizado que justificaba la domi-nacioacuten por parte del ldquoserrdquo civilizado El ldquoser indiordquo ndashconstruido desde el ldquono serrdquondash estaba cargado de atributos negativos ndashque justificaban la praxis colonial y la dominacioacuten exteriorndash tales como salvaje pa-gano sacriacutelego hereje idoacutelatra cruel antropoacutefago caniacutebal indoacutemi-to etc24 De modo que si aplicamos el anaacutelisis de Goffman(1963)ese ldquono serrdquo se nos presenta como el roacutetulo portador delos atributosa erradicar indispensablepara quebrar la estigmatizacioacuten y pasar a ldquoserrdquo cristiano doacutecil abandonar el amancebamiento y la poligamia adaptarse a las exigencias laborales etc Asiacute la loacutegica del domina-dor caracterizaba al otro marcando el camino del ldquodeber serrdquo para adaptarlo a principios de organizacioacuten social extrantildeos y alienantes y de esta manera conformar un nuevo tipo social que deviene del deber ser En este sentido consideramos que el ldquoser indiordquo ndashtambien el ldquoser negrordquo ndashse define inicialmente desde el ldquodeber serrdquo pues no representa una identidad autodefinida sino una heteroidentidad (otorgada desde el afuera) Sin embargo de esta tensioacuten entre el ser y el deber ser deviene un actor capaz de definirse a siacute mismo ndashen la larga duracioacutenndash desde el proceso continuo de resistenciaopresioacuten y que lucha contra la dominacioacutenexplotacioacuten

Desde una perspectiva teoacuterica Karen Spalding sostiene que

ldquoel grupo definido como indio en los siglos XVI y XVII no era el mismo que aquel definido como indio en el siglo XX Teacuterminos tales como ldquoindiordquo ldquonegrordquo y otras palabras abs-tractas que definen a grupos de personas son conceptos sociales cuyo significado variacutea a traveacutes del tiempo Cierta palabra puede definir grupos muy distintos en tiempos distintos en la medida en que se adapta a los cambios en el caraacutecter de las relaciones socialesrdquo Spalding (1974 pp 148-149)

24 Los discursos y fuentes con los que se han construido y definido a ldquolos indiosrdquo poseen diversas influencias aunque las apreciacionoes de Coloacuten acerca de los dociles Tainos (mansos dociles) y rebeldes Caribes (canibales antropoacutefagos sal-vajes) y reflexiones posteriores como las de Voltaire parecen haber generalizado una tipologia que ha tenido una gran difusion Un interesante planteo el respecto realiza Jitrik (1992)

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Tanto es asiacute que las distintas sociedades americanas homolo-gadas como indios se hicieron eco de ello y con esa denominacioacuten inicial pretenden su emancipacioacuten y autonomiacutea (Tiahuanaco 1984)

La alteracioacuten de las memorias preexistente y la emergencia de una historia europeizanteCon el avance espantildeol se produjo un proceso de cercenamiento y manoseo de las memorias eacutetnicas Al cambiar para siempre el de-rrotero de mayas aztecas calchaquiacutees o diaguitas entre tantos su memoria del pasado sufrioacute un proceso de perversioacuten Asiacute sus cos-mogoniacuteas concepciones del tiempo y espacio y usos del pasado mito e historiase vieron comprometidos y en muchas ocasiones para hacer llevadera la derrota surgieron danzas vivificaacutendolos (por ejemplo la ldquomuerte de Atahualpardquo) y para invocar el pasado tambien escriben sobre la derrota25 De modo que el avance mili-tar fue concurrido por el aniquilamiento de la memoria histoacuterica ya que los indios fueron testigos de la destruccioacuten yprofanacioacuten de su memoria y registros del pasado26 Fue concurrido asimismo por

25 Unos antildeos despues de acontecidas las ocupaciones fueron interpretadas bajo la oacuteptica de los prodigios y profesiacuteas y asociando los cuatro elementos del uni-verso fuego agua tierra y aire Cfrlas narraciones de los informantes de Sahaguacuten el libro de Chilam Balam de Chumayel (que predice el trastorno general del mundo y el advenimiento de una nueva religioacuten) y los comentarios del Inca Garcilaso res-pecto al derrumbe andino Cfr Leon Portilla (1989 y 2003) Walchtel (1976)26 Mucho tiempo despues una diversidad de documentos o fuentes de la memoria eacutetnica fueron rescatados y publicados ofrecieacutendonos la posibilidad de co-nocer las voces silenciadas por las Historia de Indias Podemos sentildealar entre otros las fuentes aztecas y mayas ndasha partir de 152324ndash Los cantares de la conquista ele-giacuteas o cantos tristes escritos en nahuas que describen el sitio a Tenochtitlan y el fin del pueblo Mexicali la Relacioacuten anoacutenima de Tlatelolco (manuscrito 22 de la Biblio-teca Nacional de Pariacutes bajo el tiacutetulo Unos Anales Histoacutericos de la Nacioacuten Mexicana) escritos en Naacutehuatl por autores anoacutenimos de Tlatelolco relatan la caiacuteda de Meacutexico Testimonios de los informantes de Sahaguacuten redactado por estudiantes indiacutegenas de la escuela de Santa Cruz de Tlatelolco bajo la supervisioacuten de Fray Bernardino de Sahaguacuten utilizando informes de los ancianos en lengua naacutehuatl aparecen en la obra Historia General de las cosas de la Nueva Espantildea finalizada en 1555 Testimo-nios pictograacuteficos como el Coacutedice florentino correspondientes al texto naacutehuatl de los informantes de Sahaguacuten el Lienzo de Tlaxcala con los 80 cuadros sobre los alia-dos de Cortes los tlaxcaltecas por Diego Muntildeoz Camargo el Coacutedice Aubin con tex-tos e ilustraciones alusivas a la matanza del templo mayor Los testimonios del aacuterea andina como los de Guamaacuten Poma de Ayala en su Primer nueva Coroacutenica y buen gobierno redacta en castellano mezclado con quechua una criacutetica sostenida sobre el dominio colonial espantildeol el Inca Garcilaso de la Vega en su Comentarios Reales cuenta sumariamente la conquista de su tierra las costumbres ritos y ceremonias Titu Cusi Yupanqui o Diego de Castro con su Instruccioacuten del Inga don Diego de Cas-tro Titu Cusi Yupangui plantea una posicioacuten opuesta al adoctrinamiento y control sobre los aspectos sociales religiosos y administrativos que impone el gobierno del

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una nueva forma de registro seleccioacuten y explicacioacuten del pasado se-guido por la intrusioacuten de un nuevo protagonista de la accioacuten y el relato histoacuterico

Asiacute 1492 funcionoacute igualmente como acto fundacional de una co-rriente historiograacutefica europeizante sostenida en una concepcioacuten euroceacutentrica Esto significa que la ocupacioacuten espantildeola proscribioacute u otorgoacute nuevos espacios a los protagonistas de las historias de las etnias e instauroacute un discurso histoacuterico que posee una nueva for-ma de ver representar seleccionar registrar y explicar el pasado portador de un nuevo lenguaje un nuevo sentido del desarrollo histoacuterico nuevos sujetos de la accioacuten y de la narracioacuten histoacuterica27 Para Florescano el espantildeol se hizo lengua americana al convertirse en el vehiacuteculo que dio cuenta de los ldquodescubrimientos conquistas y asentamientos espantildeolesrdquo Como contraparte el espacio americano perdioacute sus connotaciones indiacutegenas cuando el espantildeol redescubrioacute y clasificoacute bajo conceptos geograacuteficos y cartograacuteficos propios Tanto que la flora y fauna fueron renombradas y hasta la geografiacutea y la toponimia propias de esta parte del mundo fueron resemantizadas aplicando nombres cristianos o con referentes peninsulares (Nueva Extremadura Coacuterdoba San Juan Teotihuacaacuten) Como dice Michel de Certau (1978) se ldquoalteroacuterdquo el cuadro de nombres propioshellip y la his-toria que a partir de entonces comienza a escribir el hombre occiden-tal se escribe con ideas occidentales y sobre el cuerpo fiacutesico de Ameacuteri-ca Esto es la protagoniza una Espantildea triunfante y sus hombres el ldquoconquistadorrdquo el fraile evangelizador y los nuevos colonos Esa his-toria se interpreta desde de las tradiciones con referente occidental que posee una carga acumulada de muacuteltiples pasados (antiguumledad pagana cristianismo primitivo herencia medieval los nuevos hori-zontes de la modernidad) Los mismos se articulan en la narracioacuten histoacuterica que se sustenta en la corriente del imperialismo espantildeol al que ampara y justifica a partir de la idea cristiana de la historia con sus vertientes apostoacutelicas mesiaacutenicas y providencialistas Al-gunos protagonistas de la historia como Coloacuten y los misioneros se concebiacutean como agentes de la Providencia Tambieacuten los historiado-res o Cronistas de Indias (como Pedro Maacutertir de Angleriacutea Gonzalo Fernaacutendez de Oviedo y Francisco Loacutepez de Goacutemara) divulgaron en sus obras la certeza de que los ldquosucesivos descubrimientos y con-

virrey Francisco de Toledo La elegiacutea de Apu Inca Atawallpaman es anoacutenima y llora la ejecucioacuten de Atahualpa27 Cfr Florescano (1987)

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quistasrdquo eran parte de un plan providencial dirigido a uniformizar ldquoa todos los pueblosrdquo bajo el manto de la cristiandad y la corona de los reyes catoacutelicos (Florecano 1987) De este modo surgieron rela-tos con una matriz militar fantaacutestica providencialista-imperialista miacutestico apocaliacuteptica y como dice Florescano (1987) muchos de ellos verdaderos tratados geograacuteficos y naturales que inventariaban las nuevas tierras y se apropiaban de la naturaleza Tal es el rol desem-pentildeados por los ldquoHistoriadores de Indiasrdquo al servicio del poder espa-ntildeol cuyos relatos tienen como finalidad revelar al mundo la gesta espantildeola al tiempo que seapropian de una misioacuten ldquohistoriograacutefica y cosmogoacutenicardquo En los mismos el ldquoser indiordquo permanece vencido pues perdioacute sus vocablos y el ldquoindiordquo adquirioacute un nuevo lugar dado la historiografiacutea de narracioacuten europeizante fundadora y portadora del ldquoenigma del descubrimientordquo

El enigma del ldquodescubrimientordquo y las praacutecticas docentesEl desembarco Colombino en las Antillas (concretamente en Gua-nahaniacuteSan Salvador) en tanto acto instituyente suministroacute ele-mentos que derivaron en confusiones yo equiacutevocos semaacutenticos e historiograacuteficosndashcomo los sentildealados maacutes arribandash ypuesto que la historiografiacuteaconstituye el insumo baacutesico de la formacioacuten docen-teterminoacute sustentandodesconciertos yerrosy perplejidades que persistieronen la praacutectica docente a la hora de analizar el conflicto y aunla misma historia de la dominacioacuten colonial espantildeola

La ldquohistoria del descubrimientordquo cual historia oficial se repro-dujo en los manuales escolares y formoacute parte de nuestro acervo cul-tural y de la conmemoracioacuten del acto escolar del 12 de octubre como ldquodiacutea de la razardquo Desde alliacute los habitantes de esta parte del mundo nos asumimos como ldquodescubiertosrdquo desconociendo negando o su-blimando el simple hecho de que este continente estaba poblado Sin embargo y pese a los ldquosilenciamientosrdquo surgieron ldquohistoriasrdquo de-tractoras a partir de la conocida como ldquoleyenda negrardquo28 y la difusioacuten

28 La Leyenda Negra se sustenta en las criacuteticas de Fray Bartolomeacute de la Ca-sas respecto al accionar espantildeol que provoca la ldquodestruccionrdquo de las ldquoIndias En tor-no a esto surgieron larguiacutesimos debates que se engarsan en el mismo Debate de Valladolid de 1550 Una de las disputas historiograacuteficas fue entre Benjamiacuten Keen y Lewis Hanke quienes debatieron revista Hispanic American Historical Review entre 1969 y 1971 El primero otorgaba veraciadad a las afirmaciones de Las Casas y Hanke sentildealaba excesivas generalizaciones del dominico justificando el esfuerzo legislativo de la Corona para proteger a los indios incluyendo castigos a los infrac-

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de las fuentes indias fundamentalmente desde mediados del siglo pasado con el desarrollo de una historiografiacutea indigenista liderada por el peruano Luis E Valcaacutercel y el mexicano Alfonso Caso y con la renovacioacuten teoacuterico-metodoloacutegica emanada de la laquovisioacuten de los vencidosraquo

El proceso conflictivo y multifaceacutetico que nos ocupa ha aco-gido y reproducido denominaciones disiacutemiles y encontradas tales como descubrimientoencubrimiento encuentro de culturascho-que cultural o conquistainvasioacuten29 Estas categorizaciones van maacutes allaacute de los hechos precisos y nos inducen a pensar tanto en los re-ferentes que le dieron origen como en la trayectoria y adaptacioacuten curricular del sentido de las mismas

Tocante a esto un momento de inflexioacuten se cristalizoacute en 1992 cuando se produjo una reedicioacuten de la poleacutemica a partir de la ldquocele-bracioacuten del quinto centenariordquo de aquello que veniacutea siendo denomi-nado Descubrimiento de Ameacuterica organizada por el estado Espantildeol la iglesia oficial y algunos Estados latinoamericanos apoyados por ciertos sectores sociales portadores del ldquoorgullordquo de la hispanidad ndashauacuten de nuestro paiacutesndash30 En ese momento surgieron nuevas voces y se reactivaron argumentos que explicitaban las bases del ldquolatino-mericanismordquo Entre ellos tomoacute fuerza la tesis que en 1937 esgrimiacutea desde Bogotaacute Germaacuten Arciniegas en su libro Ameacuterica Tierra Firme Alliacute sentildealaba que

tores 29 Cuando las mismas se aplican a las efemeacuterides nacionales tambien refle-jan dicotomiacuteas como diacutea de la razadiacutea de la desgracia diacutea de festejodiacutea de luto La conmemoracion del 12 de octubre era una efemeacuteride Argentina denominada ldquoDiacutea de la Razardquo y en 1975 la Conferencia Internacional de Pueblos Indiacutegenas reunida en la Columbia Britaacutenica fundadora del Consejo mundial de Pueblos Indios propuso el repudio a los etnocidios y genocidios que se ponga la bandera a media asta con un crespoacuten negro en expresioacuten de duelo y un rechazo absoluto por el festejo del diacutea de la raza porque este es el Diacutea de la desgracia En 2010 en Argentina por iniciativa del INADI fue modificado por ldquoDiacutea de la Diversidad Cultural Americanardquo (Decreto presidencial Ndeg 15842010) con el proposito de promover la reflexioacuten histoacuterica y el diaacutelogo intercultural acerca de los derechos de los pueblos originarios Pese a esa neo-denominacioacuten las concepciones historiograficas ya arrigadas han primado en los actos escolares Podriamos afirmar que la ldquohistoria del descubrimientordquo sigue vigente en esa fecha y que el dialogo intercultural propuesto tuvo derivaciones no contempladas en el espiacuteritu de la efemeacuteride 30 En ese momento junto a Laura Travaglia y Mariacutea Rosa Carbonari pro-pusimos desubstancializar la categoriacutea descubrimeitno a partir de la separacioacuten del prefijo des- (cubrimiento) colocando una pausa que nos permitiera reflexionar sobre la utilizacioacuten acriacutetica (consciente o inconsciente) de ese vocablo tan caro a nuestra historiografiacutea americana y por ende a nuestras praacutecticas docentes Para ello realizamos un largo trabajo con docentes de la region donde discutiamos el ma-terial didactico denominado Des-cubrimiento de Ameacuterica La multiplicidad de voces

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ldquono es posible considerar como descubridores a quienes en vez de levantar el velo del misterio que envolviacutea a las Ameacutericas se afanaron por esconder por callar por ve-lar por cubrir todo lo que pudiera ser una expresioacuten del mundo americano iquestPor queacute el conquistador iba a ser descubridor Si descubrir y conquistar son dos posiciones opuestas en el hombre Descubrir es una posicioacuten sutil desinteresada espiritual Conquistar es una funcioacuten gro-sera materialrdquo31

Lo que acontecioacute para este autor fue simplemente el oculta-miento tras la viacutea de la destruccioacuten sistemaacutetica que niega al otro para no tener que reconocer su importancia

De hecho el ocultamiento fue uno de los mecanismos utili-zados por Espantildea para no hacer visible la ldquocondicioacuten humanardquo la trayectoria cultural de estos pueblos a efectos de justificar la do-minacioacuten y construir los sustentos de la historia emergente Como dice Colombres

ldquoEra necesario negarse a ver al otro para no tener que reconocer su importancia la validez del modelo que se viene a destruir y la fragilidad de la razoacuten que se invocardquo Colombres (1989 p 10)

La misma responsabilidad en lo que atantildee al ocultamiento le cabe a la ldquoConquista espiritualrdquo que tuvo por ejemplo entre sus ejecutores a Fray Diego de Landa quien refiere en su Relacioacuten de las cosas del Yucataacuten el propio acto material de ocultar puesto que es-cribe ldquoHayaacutemosle gran nuacutemero de estos sus libros32 y porque no te-

31 Cabe hacer la selvedad que ldquoconquistarrdquo tambien posee la acepcion se-guacuten la RAE de lograr el amor de alguien cautivar su aacutenimo ganar la voluntad De modo que el doble sentido podria ser considerado a estos efectos dado las estrate-gias multiples de dominacion aplicadas por la ldquoconquista militarrdquo y la ldquoconquista espiritualrdquo 32 En 1562 en Maniacute una pequentildea ciudad de Yucataacuten se realizoacute un Auto de Fe de la Inquisicioacuten que destruyoacute varios coacutedices mayas y fue ejecutado por el obis-po franciscano Diego de Landa Los Auto de Fe eran manifestaciones puacuteblicas don-de se leiacutea ante el puacuteblico el veredicto de las sentencias dictadas contra los ldquoreosrdquo de la Inquisicioacuten espantildeola Durante ese acto se destruyeron y quemaron maacutes de 5000 iacutedolos piedras de altar vasijas y rollos con signos y jerogliacuteficos mayas considera-dos por Landa como libros supersticiosos y con falsedades del demonio El oculta-miento estuvo acompantildeado por la dispersioacuten de los manuscritos mayas aztecas u otros y muchos fueron enviados como presentes valiosos y otros se empezaron a ver como objetos lucrativos y se sustrajeron de los repositorios originales para enajenarlos

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niacutean cosa en que no hubiese supersticioacuten y falsedades del demonio se los quemamos todos lo cual a maravilla sentiacutean y les daba penardquo

De modo que podriacuteamos pensar que la viacutea directa para abrir el enigma procede del mismo ocultamiento pues genera sospechas que se mantienen en el tiempo y permanecen latentes en las vo-ces silenciadas hasta que ellas se convierten en motor que puja por abrir la otra cara del descubrimiento Asiacute esa original oposicioacuten des-cubrimiento-cubrimiento indica el sendero a otras posibilidades se-maacutenticas pues el sentido del descubrimiento fue puesto en duda el ocultamiento no se sostiene ante las voces indias que fueron poco a poco sembrando incertidumbres mientras muchos intelectuales rescataban memorias acalladas y comenzaban a indagar pensando en los vencidos En este sentido es meritorio el trabajo de Miguel Leoacuten Portilla quien en 1959 editoacute las relaciones indiacutegenas de la con-quista en su libro Visioacuten de los vencidos en 1961 Los antiguos mexi-canos a traveacutes de sus memorias y cantares y en 1964 El reverso de la conquista A la sazoacuten y con el objetivo de superar la dicotomiacutea exis-tente el mismo autor propuso reemplazar la palabra descubrimien-to por ldquoencuentro de dos mundosrdquo Sin embargo su posicioacuten terminoacute siendo cuestionada eneacutergicamente entre otros por Edmundo Oacute-Gorman quien argumenta que la misma remite al diaacutelogo al respeto por la diversidad y al intereacutes por el otro y no refiere al ldquoAplasta-miento de un mundo por otrordquo Para este autor mas tambieacuten para Varese y Fals Borda lo que acontecioacute merece la denominacioacuten de ldquodesencuentrordquo

Asiacute las cosas y ante la nueva diacuteada algunos intelectuales y docentes no dudaron en tomar partido Los menos conservadores fueron abandonando el Descubrimiento y adoptando el ldquoEncuen-tro entre dos mundosrdquo y los maacutes comprometidos se animaron a es-grimir el ldquoocultamientordquo yo el ldquodesencuentrordquo Pero en el mismo contexto comenzoacute a tomar fuerza conceptual la propuesta de las Organizaciones Indias quienes impugnandolas precedentes funda-mentaron la aplicacioacuten del teacutermino Invasioacuten yo Sucesivas Invasio-nes ya que la primera sirve de soporte a los avances sucesivos de es-pantildeoles y estados nacionales en post de la ocupacioacuten de territorios de las comunidades

Ciertamente la categoriacutea invasioacuten toma fuerza historiograacutefica en 1992 cuando Lesley Bethel compila y publica Historia de Ameacuterica Latina y la asume en su proacutelogo como referente de la coleccioacuten en la

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que participan renombrados americanistas como Nathan Wachtel Charles Gibson Jhon Elliot Magnus Moumlrner y el ya mencionado Miguel Leoacuten Portilla La conmemoracioacuten tuvo el meacuterito de hacer visible el estigma de la dominacioacuten colonial la presencia de heri-das que no sellaron debates que no se han dado asignaturas pen-dientes para el mundo intelectual y decisiones poliacuteticas que nun-ca se han tomado Tanto que de frente al nuevo milenio Nemesio Rodriacuteguez (antropoacutelogo argentino que reside en Meacutexico y dirige el Centro Antropoloacutegico de Documentacioacuten de Ameacuterica Latina) Eulo-gio Frites (abogado indiacutegena kolla que promovioacute la formacioacuten de la Asociacioacuten Indiacutegena de Argentina) y Adolfo Colombres (antropoacute-logo argentino que realizoacute trabajos promoviendo la autogestioacuten in-diacutegena) entre otros propusieron vivir el mismo como un ldquoMomen-to del Autoencuentrordquo Es decir tomar al milenio como balance y prospectiva recuperacioacuten de nuestra historia y desalienacioacuten de la misma como oportunidad para la reflexioacuten postergada asumiendo la invasioacuten (emergente el 12 de octubre como generadora de nue-vas invasiones) y el choque que lejos de enmascarar la violencia la incorpora como un elemento ineludible El choque puede derivar en el encuentro que no ocurrioacute hasta ahora pero deberaacute ocurrir (Colombres 1993)

Pese que el sendero acadeacutemico pareciacutea saldar el problema el de la ensentildeanza todaviacutea distaba mucho de asemejaacutersele El quinto centenario se vivioacute en las aulas con incertezas la mayoriacutea de los docentes no sabiacutea coacutemo llamar el internalizado ldquodescubrimientordquo y Ameacuterica Latina oscilaba entre el festejo y el dolor

El enigma semaacutentico se mostraba resuelto por la viacutea acadeacutemi-ca pero otros enigmas vinculados a eacutel todaviacutea no se habiacutean saldado y la acreditada renovacioacuten historiograacutefica no se reflejaba necesa-riamente en las praacutecticas docentes en el sentido de romper con el paradigma del descubrimiento con la formidable carga simboacutelica atesorada en el imaginario occidental desde tiempos inmemorialesTanto que todaviacutea hoy existe resistencia o aceptacioacuten pedagoacutegica generalizada para hablar de invasioacuten desestructurantechoque cul-turalencontronazodiacutea de luto iquestSeraacute acaso que asumimos como vaacutelida y propia a la Historia del descubrimiento iquestSeraacute que no logra-mos reconocer que esa historia acuntildeada desde Espantildea no es maacutes que para decirlo en palabras de Todorov (1987) ldquoel encubrimiento de su propio desconocimientordquo iquestSeraacute que la construccioacuten es tan pode-

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rosa que no nos permite reconocer como habitantes de este suelo que no fuimos descubiertos pese a que esa posicioacuten puede ser vaacutelida para la historiografiacutea espantildeola puesto que ignoraban su existen-cia iquestO seraacute que la hicimos propia asumimos el ocultamiento ndashque es simplemente autoocultamosndash por temor a que la reflexioacuten haga emerger la existencia del otro y con ello la necesidad de hacernos cargo de un pasado que se construyoacute sobre la base de la negacioacuten iquestEs acaso tan difiacutecil reconocer como dice Darcy Ribeiro (1993) que surgimos de una negacioacuten negacioacuten que indujo a la desindianiza-cioacuten de indio la desafricanizacioacuten de negro y hasta la deseuropeiza-cioacuten del europeo

Creemos que es hora entonces ndashhacieacutendonos eco de la hermeneacuteu-tica (Gadamer 1993)ndash de apelar a la conciencia pensante para que-brar con la estrechez del horizonte tradicional y generar la posibi-lidad de ampliar yo abrir nuevos horizontes buscando paradigmas que rompan con la tradicioacuten homogeneizada por la perspectiva Occidental Creemos como dice Michel Foucault en Poder y saber quelas palabras ldquose articulan en el discurso y por esa misma razoacuten es precio concebir el discurso como una serie de fragmentos dis-continuos cuya funcioacuten taacutectica no es uniforme ni establerdquo (1978 p 122) Esto es si logramos elucidar el enigma y reconocemos el estig-ma nos abriremos a la aceptacioacuten de un discurso histoacuterico en el cual nuestros tiempos americanos mixtossuperpuestos y las conflictiva dinaacutemica y metamorfoacutesica coexistencia de pluralidad de identida-des33 podraacuten reconocerse en el mismo

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Algunos planteos para comprender la presencia del negro en Ameacuterica

Laura Travaglia

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Somos hoy una construccioacuten realizada mal que nos pese a partir del en-contronazo producido en la bisagra de los siglos XV y XVI es decir de la

dominacioacuten colonial Autoacutectonos africanos europeos asiaacuteticos confluye-ron en muchiacutesimos casos de manera forzada en un formidable proceso sin parangoacuten a escala mundial de creacioacuten de macroetnias Ameacuterica La-

tina no es ldquoel crisol de razasrdquo de la literatura escolar monumental embuste ideoloacutegico que vela la existencia de diferencias y las exalta

(Ansaldi 1998)

En este artiacuteculo bosquejamos una problemaacutetica de alto impac-to como es conocido en la historia africana y americana aunque dicha problemaacutetica motivo de numerosos e importantes anaacutelisis todaviacutea posee una alta invisibilidad en los aacutembitos acadeacutemicos Se trata de la historia de una buena porcioacuten de la poblacioacuten africana incorporada en calidad de esclavos desde los principios de la colo-nizacioacuten a Ameacuterica Ese flujo ininterrumpido por siglos daraacute lugar a la tercera raiacutez de la poblacioacuten americana actual

Introducirnos en esta temaacutetica implica entonces explorar una serie de aspectos que nos permiten arrojar luz sobre la denomi-nada ldquoHistoria del Silenciordquo expresioacuten acuntildeada por Ciro Flamarioacuten Cardoso (1982 a) y que hace referencia a una visioacuten historiograacutefica asumida por los historiadores a veces involuntariamente refleja particularmente la posicioacuten de los sentildeores de esclavos colonos ad-ministradores coloniales y plantadores En esta visioacuten los esclavos ldquopermanecen mudosrdquo como si de hecho no existiesen como sujetos de la historia

De la misma manera tomando los interrogantes que levan-ta Herbert Klein en su libro El traacutefico atlaacutentico de esclavos (2011) surgen preguntas inevitables iquestPor queacute razoacuten los africanos fueron esclavizados y llevados al Nuevo Mundo iquestPor queacute motivo fueron ellos los uacutenicos en ser esclavizados y por queacute fue que las colonias americanas necesitaban este tipo de mano de obra iquestNo podriacutea aca-so Ameacuterica haberse desarrollado sin esclavos

Los espantildeoles dice Gallegos (2005) habiacutean recibido dos heren-cias por un lado la biacuteblica y judiacutea que consideraba la negrura de los negros como un castigo de Dios y por otro de la cultura griega y romana en la que habiacutea reparos ante aquellos seres que se deciacutea ha-biacutea en otros lugares del mundo concretamente en Egipto y Etiopiacutea

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En 1511 el entonces sacerdote secular don Bartolomeacute de las Casas (dominico despueacutes en 1516) llegoacute a aconsejar la esclavitud de los ne-gros para evitar la muerte a los indios No obstante ello sin dudar de que la esclavitud era en siacute legiacutetima distintos teoacutelogos y juristas se ocuparon del tema

[hellip] sobre la base de los postulados de Aristoacuteteles que con-sideraba que habiacutea siervos que lo eran por naturaleza los teoacutelogos no negaban que hubiese en efecto unos seres humanos maacutes capacitados que otros En realidad todos los hombres naciacutean naturalmente libres mdashcomo habiacutea di-cho el propio Aristoacutetelesmdash la servidumbre era contraria a la naturaleza Fue al fallar la primera intencioacuten como consecuencia del pecado le siguieron castigos conformes con la naturaleza lesionada Lo que ocurriacutea es que no es-taba nada claro que en el Aacutefrica negra se dieran esas cir-cunstancias que detallaba el coacutedigo castellano que regiacutea desde el siglo XIII No era liacutecito hacer esclavo a nadie mdashcomo algunos creiacutean hablando de los negrosmdash alegando que se les destinaba a una vida mejor que la que traiacutean siendo libres y que ademaacutes y sobre todo se les cristiani-zaba (Gallegos 2005 p 37)

De todas maneras se ocuparon de justificar la reduccioacuten a esclavitud de acuerdo a determinadas situaciones esgrimidas por teoacutelogos

[hellip] entre los negros de Aacutefrica eran raros los reyes pode-rosos el territorio estaba dividido entre muchos reyezue-los que guerreaban entre siacute desde antiguo y sin ningu-na razoacuten justa Muchos de los esclavos que compraban los europeos en aquellas costas teniacutean ese origen Otras causas de servidumbre liacutecita radicaba en que los propios negros confesaban que vendiacutean a su mujer o a sus hijos por el capricho de obtener una campanilla u otras merca-deriacuteas portuguesas (Gallegos 2005 pp 37-38)

Tomaacutes Saacutenchez jesuita siguiendo a Gallegos (2005) precisariacutea antes de 1610 que la esclavitud africana era liacutecita

Sentada la culpabilidad de los mercaderes Saacutenchez matizaba la doctrina de Molina que eximiacutea al segundo y demaacutes compradores si actuaban de buena fe afirmando que el segundo comprador mdasho sea el primero que compraba un esclavo a un mercader que lo hu-biera adquirido en Aacutefricamdash auacuten teniacutea que averiguar si aquel habiacutea

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sido capturado justamente Los que no teniacutean obligacioacuten de hacerlo eran los que adquiriesen sucesivamente a ese esclavo entre otras cosas porque les seriacutea imposible averiguarlo Pero fue el tambieacuten jesuita Alonso de Sandoval quien subrayaba la probabilidad de que los esclavos negros lo fueran liacutecitamente Los indios teniacutean por siacute la presuncioacuten de ser libres en tanto que los negros careciacutean de ella porque lo maacutes comuacuten y corriente es ser esclavos y venderse por tales Aceptar la predisposicioacuten de los negros a ser esclavos era para algunos interpretar como relato del origen de la servidumbre el capiacutetulo IX del Geacutenesis y concretamente la maldicioacuten que recayoacute sobre Canaaacuten hijo de Cam y nieto de Noeacute por haberse reiacutedo Cam de Noeacute al verlo ebrio Y de Canaaacuten descenderiacutean egipcios y negros

Ibrahima Baba Kakeacute (2001) sostiene al respecto de esta postu-ra que los historiadores revisionistas siembran conscientemente la confusioacuten en las conciencias al atribuir toda la responsabilidad de la trata de esclavos a los reyes y priacutencipes africanos que vendieron a sus hermanos por codicia dejando asiacute libres de culpa a los negre-ros europeos Pero si bien estaacute demostrado que una cierta minoriacutea deseosa de salvaguardar sus intereses hizo causa comuacuten con el in-vasor como ha ocurrido desgraciadamente en todos los paiacuteses y en todas las eacutepocas no es menos cierto que los africanos empezando por muchos de sus jefes lucharon contra los negreros europeos y aacuterabes

Citaremos la lucha desesperada en el siglo XVI contra los negreros portugueses del rey Alfonso I del Congo cuyas cartas de protesta dirigidas al rey de Portugal y al Papa se conservan en los archivos de Lisboa y del Vaticano la lucha llevada a cabo por Soundjata fundador del im-perio de Maliacute contra la institucioacuten de la esclavitud en el imperio Songhay la famosa fatwa (sentencia) de Ahmed Baba el gran sabio de Tombuctuacute en la que rechaza la idea de la maldicioacuten de Cham antepasado de los negros y condena la trata transahariana practicada por los ma-grebiacutees o tambieacuten la negativa de Chaka a abrir el paiacutes zuluacute que estaba a su cargo a los traficantes de esclavos No solamente es escandaloso sino totalmente absurdo hacer responsables a los jefes africanos y exculpar a los negreros europeos y aacuterabes (Baba Kake 2001 p 26)

Pasando a otro plano de consideraciones podemos tomar en el sentido que lo haciacutea Klein el planteo de Ciro Flamarioacuten Cardoso y Heacutector Peacuterez Brignoli en ldquoHistoria econoacutemica de Ameacuterica Latinardquo

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(1982 a) partiendo tambieacuten de un primer interrogante inevitable ya esbozado iquestQueacute razones podriacutean explicar la presencia masiva de ne-gros africanos sometidos a la esclavitud en Ameacuterica o lo que seriacutea lo mismo iquestQueacute posicionamientos encontramos respecto a la pre-sencia y problemaacutetica del negro en las Ameacutericas Joseacute A Gallegos (2005) realiza un recorrido por las principales respuestas esgrimidas por autores anglosajones y brasilentildeos al respecto

- Eric Williams en Capitalismo y esclavitud (1944) sostiene que el esclavismo negro que desarrollaron los anglosajones en Ameacuterica no fue producto de racismo sino de estricta conveniencia econoacutemi-ca que generoacute luego el racismo Pero el precio fue enorme no solo se desarrolloacute la captura y esclavitud de los negros en Aacutefrica sino que se elaboroacute un corpus legislativo y se formoacute una mentalidad social en la Ameacuterica anglosajona y en las Islas Britaacutenicas que aseguraba la supeditacioacuten definitiva y la explotacioacuten de los negros en teacuterminos muchas veces de verdadera crueldad Y si la esclavitud fue abolida no fue por humanitarismo sino porque la economiacutea esclavista ha-biacutea entrado en declive en los uacuteltimos lustros del siglo XVIII (Galle-gos 2005 p 14)

- Frank Tannenbaum en Esclavo y ciudadano El negro en las Ameacutericas (1946) concluiacutea aceptando la tesis del paternalismo ibeacuteri-co y la crueldad anglosajona Para Tannenbaum la clave no se ha-llaba en el distinto desarrollo econoacutemico tampoco en una suerte de idiosincrasia nacional distinta en el Brasil y en Angloameacuterica sino en la idea que regiacutea en cada territorio acerca de lo que era el esclavo como realidad humana moral Cosa que se apreciaba especialmen-te bien a traveacutes del prisma de la liberacioacuten de los esclavos por vo-luntad de sus duentildeos mdashla manumisioacutenmdash entre otras cosas porque la manumisioacuten implicaba una consideracioacuten precisa de lo que era un hombre libre (desde el momento en que equivaliacutea a aceptar al que era esclavo precisamente como libre) ( Gallego 2005 p 15)

- Gilberto Freyre en Los amos y los esclavos Un estudio sobre el desarrollo de la civilizacioacuten brasilentildea de 1946 afirmaba que la escla-vitud se ejercioacute en el Brasil como resultado de la tradicioacuten portugue-sa europea caracterizada por un sano paternalismo fundado en la solidez de la familia la apertura a todas las razas la predisposicioacuten mdashtambieacutenmdash al goce sexual y el relativo desintereacutes por lo econoacutemico La esclavitud habriacutea sido asiacute notablemente beneacutevola en todas las

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facetas que atantildeiacutean al trato que se daba a los esclavos (Gallego 2005 p 16)

Otros historiadores han desmenuzado mdashcorroboraacutendolas en algunos casos rechazaacutendolas en no pocosmdash las afirmaciones de Wi-lliams y en menor medida mdashpero tambieacutenmdash las de Tannenbaum sobre el Brasil1 Al respecto baste decir que no ha habido acuerdo entre una y otra proposicioacuten Gallegos cita como ejemplo las contri-buciones de Franklin Knight y Joseph Miller A Slavery and the rise of the Atlantic system (1991) diciendo

Knight subraya al maacuteximo la impronta de la esclavitud africana en el desarrollo de la economiacutea hispana cierta-mente los principios habiacutean sido tiacutemidos la esclavitud se introdujo en Ameacuterica porque habiacutea mucha tierra que cultivar y pocos hombres para llevarlo a cabo Pero con la introduccioacuten de los negros y el mantenimiento de sus descendientes como siervos se generoacute una economiacutea de intercambios con Europa y con Aacutefrica que no hubiera po-dido siquiera sontildearse de no existir la esclavitud contra el criterio de Miller que mdashen el mismo volumenmdash asegura que la trata de esclavos y la contribucioacuten de eacutestos al creci-miento econoacutemico hispano fueron elementos marginales en el comercio atlaacutentico (Gallego 2005 p 17)

Ciro Cardoso (1982 b) por su parte sostiene que ciertamente existen antecedentes medievales respecto de la esclavitud ya sea vinculado a la colonizacioacuten italiana al traacutefico transsahariano con-

1 John D Fage (1955) Kenneth M Stampp (1956) Stanley Stein (1957) Stan-ley M Elkins (1959) Charles Boxer (1962 1963) Marvin Harris (1964) David Brion Davis (1966 1975) Eugene Genovese (1967 1975) Winthrop D Jordan (1968) Phi-lip D Curtin (1969 1990) Carlo Degler (1971) Robert William Fogel y Stanley L Engerman (1974 1989-1992) Roger Anstey (1975) C Duncan Rice(1975) Seymour Drescher (1977 1987) Herbert S Klein (1978) MarkV Tushnet (1981) Joseph E Ini-kori (1982) Russell-Wood (1982) James Oakes (1982 1990) Paul E Lovejoy (1983) Patrick Manning (1990) han sido algunos de los mejores historiadores que han terciado en lo que constituye uno de los principales debates historiograacuteficos del siglo XX En este debate no obstante se ha dicho todo sobre Norteameacuterica algo sobre el Brasil y muy poco sobre la Ameacuterica hispana despueacutes de lo que dejoacute esta-blecido Tannenbaum Solo mdashentre los mejoresmdash Peter Kolchin en American slavery 1619-1877 (1993) ha escrito francamente que los datos antropomeacutetricos y demo-graacuteficos demuestran que la esclavitud norteamericana fue menos dura que la ibe-roamericana alliacute mdashal menosmdash donde se extendioacute la cantildea de azuacutecar y el arroz (Brasil y el Caribe incluida Cuba en el siglo XIX) plantaciones que requeriacutean un sistema de trabajo peor que en los espacios dominados por las de algodoacuten y tabaco como eran los de Norteameacuterica Eso ademaacutes de que aquiacute en la Ameacuterica anglosajona el absentismo de los propietarios habriacutea sido menor y maacutes directa la gestioacuten de sus propiedades que mdashincluidos los esclavosmdash les interesaba conservar enlas mejores condiciones

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trolado por los musulmanes a la esclavizacioacuten de los Guanches por los portugueses o a la justificacioacuten de los teoacutelogos medievales de los siglos Xll y Xlll quienes definieron los tiacutetulos de servidumbre o ldquolas marcas de vocacioacuten servilrdquo de los africanos que legitimaban la escla-vitud de los mismos No obstante ello no debe perderse de vista la enorme diferencia de escala que existe entre aquellas experiencias y el fenoacutemeno histoacuterico nuevo que por sus proporciones ineacuteditas constituyo la esclavitud americana

Respecto de la ocurrencia de la esclavitud Cardoso recurre a Nieboer en el sentido de que la esclavitud se origina en una situa-cioacuten en la que

[hellip] existen medios de subsistencia accesibles a todos de tal modo que cualquier hombre aunque no disponga de alguna forma de capital puede eventualmente satisfacer sus necesidades con su trabajo personal pues en el caso contrario se tornan superfluos al existir forzosamente una oferta de mano de obra de parte de los que no dis-ponen de recursos de subsistencia ya que la subsistencia depende de los recursos disponibles solo en provisioacuten limitada de modo que los desposeiacutedos de los medios de subsistencia tienen que depender de los duentildeos (Cardoso 1982 b p 39)

Y agrega a la discusioacuten los conceptos de Fernando Novais con-trapuesto a Schuartz

Si afirmamos con Fernando Novais que es a partir del traacutefico negrero que se puede entender la esclavitud afri-cana colonial y no lo contrario es decir que habriacutea sur-gido el traacutefico para alimentar el sistema esclavistahellip his-toacutericamente esto no es posible de constatarhellipla transicioacuten gradual a un traacutefico de africanos maacutes intenso como dice Schuartz se dio en funcioacuten de caracteriacutesticas dificulta-des y necesidades intriacutensecas de la economiacutea colonial del azuacutecar en evolucioacuten la cual preexistioacute ciertamente a una importacioacuten masiva de cautivos africanos lo contrario no es verdad no vemos el flujo del traacutefico generando una economiacutea colonial azucarerardquo (Cardoso 1982 b p 40)

Finalmente considera en Ameacuterica existioacute

[hellip] un reacutegimen basado en las relaciones esclavistas de produccioacuten que surgioacute donde existiacutea la posibilidad de

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producir para el mercado europeo artiacuteculos tropicales en grandes cantidades con bajos costos de produccioacuten y donde no fue posible incorporar de la fuerza de trabajo de los indios Esto uacuteltimo se funda en la loacutegica del sistema producir para el mercado que va tornaacutendose mundial y en una faceta ineacutedita en las visiones anteriores el negro esclavo como un ser humano que ha sido despojado de su humanidad La trata por su parte el traacutefico es el co-mercio de negros captura y venta existen estudios que revelan todo el proceso desde la captura en Africa hasta la venta en Ameacuterica (Cardoso 1982 b p 42)

Cardoso contrapone tambieacuten dos visiones historiograacuteficas y teoacutericas una que supone a partir de la trata el origen de los sistemas productivos basados en el esclavo como fuerza productiva baacutesica Estos argumentos hacen centro en la circulacioacuten de mercaderiacuteas como eje para definir el tipo de economiacutea que caracteriza a los tiem-pos modernos Mientras que otras visiones historiograacuteficas y teoacute-ricas realizan los estudios a partir de las relaciones de produccioacuten esto es como se organiza la produccioacuten al interior de un sistema eco-noacutemico

En esta visioacuten aparece la nocioacuten de sistema esclavista ello supone la formacioacuten de masas numerosas de cautivos a los que les es impuesto el trabajo forzado en Ameacuterica bajo condiciones de existencia extremadamente duras El sistema se alimenta de la trata pero es maacutes que ello pues supone la existencia de un tipo de produccioacuten (la maacutes ca-racteriacutestica es la plantacioacuten esclavista) con relaciones de produccioacuten especiacuteficas (tratamiento de los esclavos para preservar el orden esclavista mediante mecanismos ex-traeconoacutemicos) y con objetivos econoacutemicos precisos (por un lado el mercado mundial y por otro un sector campe-sino productor de alimentos para minimizar los gastos de manutencioacuten) (Cardoso 1982 b p 43)

Ademaacutes agrega (casi como respuesta al planteo de Gallegos) que diferentes estudios en torno a este tema han hecho posible la distincioacuten de varios sistemas esclavistas uno con sus caracteriacutesti-cas en el sur de Estados Unidos y otro en Brasil Pero la aparicioacuten de nuevos estudios superan esa postura proponiendo la unidad del sistema esto es el sistema esclavista es uno solo con la presencia de variantes regionales

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Podriacuteamos discutir sobre la denominacioacuten que puede adjudicarse a los cuatro siglos ininterrumpidos del tras-plante de negros a Ameacuterica Existen varios enfoques que sugieren distintas interpretaciones como las de Ta-nenbaum Freire y Elkins representantes de una visioacuten idealista suavizando la esclavitud en Brasil Otros como Eugene Genovese y Engerman construyendo una imagen renovada del viejo sur norteamericano al sostener que existieron mejores posibilidades de vida para los esclavos que en otros lugares de Latinoameacuterica Mientras autores como Charles Boxer Florestaacuten Fernaacutendez desmitificaron la benignidad de la esclavitud en cualquier sitio Ello da por tierra con aquellas interpretaciones que intentan ins-talar la existencia de varios sistemas esclavistas susten-tados en diferentes caracteriacutesticas En consecuencia soacutelo existioacute un sistema esclavista con modalidades diferentes (Cardoso 1982 b p 40)

Ello estaacute fundamentado en que en todas partes la loacutegica fun-cional del sistema esclavista pasariacutea por cinco caracteriacutesticas fun-damentales

1- Estructuralmente incluiacutea por lo menos dos sectores agriacute-colas uno productor de mercaderiacuteas destinadas a los mercados eu-ropeos y otro campesino productor de alimentos subordinados al primero ejercido por los esclavos en lotes de usufructo

2- Empleo extensivo de fuerzas de trabajo como asiacute tambieacuten de los recursos naturales especializacioacuten divisioacuten de la fuerza de trabajo y una relativa incorporacioacuten de tecnologiacutea es decir adapta-cioacuten de tecnologiacutea disponible

3- Mecanismos principales de reproduccioacuten de las relaciones de produccioacuten y del proceso de acumulacioacuten

a Traacutefico africano baacutesico para proveer fuerza de trabajo

b Control vigilancia represioacuten mecanismos integradores y preservacioacuten del orden esclavista

4- Rentabilidad en funcioacuten de

a Minimizacioacuten de los gastos en manutencioacuten de esclavos

b Autosuficiencia en insumos locales

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c Concentracioacuten de recursos disponibles en esclavos y me-dios de produccioacuten para cierto tipo de mercaderiacuteas

5- A nivel macroeconoacutemico la loacutegica del sistema era insepa-rable a la del capital mercantil en su conjunto el caraacutecter colonial de la economiacutea se manifestaba en el tipo de divisioacuten el trabajo entre Europa y las Ameacutericas y en la falta de control de estas sobre el mer-cado de sus propios productos de exportacioacuten (Cardoso 1982 b pp 31-32)

Otros interrogantes se levantan en torno al tema en cuestioacuten Son aquellos que nos introducen en un campo de estudios que bu-cea en la dimensioacuten socio-cultural del negro En este sentido Roger Bastide (2005) afirma que fueron despersonalizados por la ruptura violenta y traumaacutetica de las relaciones sociales en las que estaba inserto y trasplantado a otro espacio no obstante ello hubo resis-tencia frente al abuso y arbitrariedad de los esclavistas De todas maneras el negro tuvo que hacer frente a la nueva vida en Ameacuterica de distintas maneras

En estos nuevos espacios el negro debioacute forjarse una nueva personalidad sin la cual no podraacute sobrevivir La adaptacioacuten que transforma el cautivo en esclavo supone un aprendizaje linguumliacutestico religioso y del trabajo donde en todos los casos apareceraacute la dualidad mundo de los blancosmundo de los negros Se trata entonces de un proceso de adaptacioacuten tenso y contradictorio donde los dos mundos a pesar de estar ligados permanecen social y culturalmente separados antagoacutenicos e irreductible-mente enfrentados Ello esconde el caraacutecter bilateral de la relacioacuten sentildeoresclavo por un lado se presenta como una relacioacuten entre dominador y dominado pero por otro el sentildeor sabe que la transgresioacuten de esa especie de contrato que los une trae consigo el peligro de rebelioacuten es por ello que el control la violencia y el paternalismo constituyen las tres vertientes del tratamiento dispensado a los escla-vos (Cardoso 1982 b p 12)

El silencio sobre el color preserva el sentido peyorativo de li-berto y se funda en la identidad esencialmente blanca de la elite No obstante ello el negro lejos de aceptar pasivamente su rol de es-clavo dice Roger Bastide opuso fuerte resistencia De manera que puede plantearse el trasplante del negro a Ameacuterica como una His-toria jalonada de rebeliones resistencias y revoluciones

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Julio Louis (2008) comenta que no extrantildea que las rebeliones fue-ran incesantes y siempre vencidas porque todas las condiciones sociales se benefician de la esclavitud (incluso prostitutas libertos o soldados) por lo que la ideologiacutea esclavista se asienta firmemente entre ricos y pobres El aislamiento social y poliacutetico de los esclavos determina que nunca hayan confluido esclavos y libres en los mo-vimientos independentistas o que ninguno de estos movimientos planteara la abolicioacuten de la esclavitud En estos planteos de desco-noce el proceso de revolucioacuten de Haitiacute

El miedo generalizado hacia los esclavos hace que estos esteacuten solos contra todo y contra todos Ello los llevo a manifestar su re-pudio mediante la resistencia cotidiana defensa de la vida privada sabotaje robo atrasos intencionales uso sutil el sarcasmo y de la ironiacutea en relacioacuten a los blancos la supervivencia de cultos y cantos africanos aunque tambieacuten existiacutean otras formas de manifestar el descontento suicidios infanticidios envenenamiento rebeliones y fugas

En este uacuteltimo caso las comunidades fugitivas constituyeron quilombos Seguacuten Richard Price (1981)

[hellip] alcanzaron desde menudas partidas que sobrevivie-ron menos de un antildeo hasta poderosos estados que inclu-yeron miles de miembros y que sobrevivieron durante ge-neraciones o incluso siglos ndashde manera que- la existencia de tales comunidades y su permanencia actuaron como un reto heroico a la autoridad blanca y como prueba viviente de una conciencia esclava que rehusaba ser cir-cunscripta por la concepcioacuten de los blancos o manipula-da (Price 1981 p 12)

Los quilombos dice Kent (1981) fueron lo maacutes cercano a la idea de volver a crear sociedades africanas en un nuevo ambiente y en contra de las diferencias creadas Una vez formados los quilom-bos fueron considerados una amenaza para la plantacioacuten un caso paradigmaacutetico e incomparable dentro de Brasil lo constituye Pal-mares en Pernambuco En 1603 era considerado un mocambo or-dinario (mocambo deriva de mu-kambo que en Ambundu significa madriguera) y en 1612 ya teniacutea una importante reputacioacuten

La forma principal de rebelioacuten de los esclavos es la fuga individual o colectiva a la selva Los fugados se localizan

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en tres zonas a) en las Antillas y la regioacuten caribentildea los marrons (voz francesa que deriva en cimarroacuten denomi-nacioacuten dada a los animales u hombres huidos) fugitivos desdichados que prefieren la muerte al laacutetigo en medio de una selva desconocida incapaces de constituir comuni-dades organizadas ni revalidar los patrones de vida co-lectiva africanos b) en las Guayanas los boschnegers afirman comunidades selvaacuteticas que reviven la cultura y las formas sociales africanas combinadas con elementos europeos y aboriacutegenes En esos territorios las fugas se producen desde el primer tercio del siglo XVIII y la pri-mera insurreccioacuten data de 1730 Los holandeses celebran tratados de paz con ellos sin eacutexito Auacuten hoy perduran tribus (saramacca awka boni etc) de culturas de ras-gos predominantes de los fanti-ashanti (actual Ghana) e influencia de los yorubas y bantuacutes Recurren a una len-gua general (talkee-talkee) a partir de voces del holandeacutes franceacutes ingleacutes portugueacutes y dialectos africanos c) en Per-nambuco y Alagoas en las zonas agrestes ubicadas entre Recife y Maceioacute los quilombolas de Palmares auteacutentica repuacuteblica negra (1600-1695) principal pero no uacutenico quilombo Procedente del quimbundo (idioma angolano) lsquomocamborsquo designa al humilde poblado y lsquoquilomborsquo (li-teralmente lsquocampamentorsquo) a la federacioacuten de mocambos Los de Palmares mediante guerra de guerrillas derrotan maacutes de cuarenta expediciones represivas (portuguesas u holandesas) y liberan a esclavos revelando su solidari-dad (Vidart en Louis 2008 p 114)

Por tanto desde los primeros reportes de rebeliones de escla-vos seguacuten detalla Denys del Valle (2013) muchos esclavos huyeron de las haciendas y estuvieron sublevados largo tiempo y tomaron parte en la primera guerra del Bayano (1548-1558) y la segunda (1579-1582) En 1579 un grupo de ellos firmoacute un tratado de paz con los espantildeoles que reconocieron su libertad colectiva a cambio de utilizarlos para combatir el cimarronaje Era su liacuteder Bayano reco-nocido como rey un antiguo esclavo del presidente de la Audiencia de Panamaacute ladino o espantildeolizado en la lengua muy valiente que fue vendido por el conquistador Pedro de Ursuacutea

A la historia pasan los nombres de los liacutederes de revueltas contra la esclavitud Sebastiaacuten Lemba Calembo escapoacute de sus amos alrededor de 1532 y con otros de su condicioacuten se refugioacute en las mon-tantildeas unos 15 antildeos enfrentado a las autoridades coloniales hasta su captura y muerte en Santo Domingo el 17 de septiembre de 1547 Cansado del continuo maltrato de los colonizadores el esclavo Feli-

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pilIo encabeza en 1549 a los sublevados en Panamaacute capturado por el capitaacuten Francisco Carrentildeo fue descuartizado Miguel a quien sus compantildeeros proclamaron rey se levantoacute en 1555 en la Capitaniacutea de Venezuela en las minas de oro cerca de Barquisimeto y murioacute en un enfrentamiento con los espantildeoles

Guillermo Moncada ldquoguillermonrdquo negro libre luchoacute en aras de la independencia de su patria cubana y honroacute con su machete a mi-les de esclavos maltratados y vejados por el reacutegimen esclavista Fue al mismo tiempo heacuteroe de la independencia de Cuba y de la lucha contra la esclavitud Combatiente de las tres guerras independen-tistas Moncada (1841-1895) pasoacute de soldado mambiacute a mayor general del Ejeacutercito Libertador Cumplioacute su deber pese a estar gravemente enfermo comenta Denys del Valle (2013) a causa de la tisis que con-trajo confinado en un huacutemedo y oscuro calabozo del cuartel Reina Mercedes de Santiago de Cuba el cual llevoacute su nombre a partir de 1909 a peticioacuten de compantildeeros de armas ldquoA la prisioacuten entroacute Gui-llermo sano y salioacute de ella delgado caiacutedo echando sangre en cua-jos a cada tosrdquo escribioacute Martiacute en su diario de campantildea las palabras que escuchoacute de labios del hermano Narciso Moncada comandante mambiacute en territorio de Cuba Libre

Los gariacutefugas Luchadores guerreros a los que nunca les im-portoacute el poderiacuteo de sus enemigos son un pueblo que se resistioacute a la extincioacuten Esta etnia defendioacute sus tradiciones en paz como lo hicie-ron con sus vidas y territorios

En Veracruz por su parte tuvo lugar la primera rebelioacuten de esclavos durante el periodo de la Colonia espantildeola y fue encabezada por Yanga quien tras 30 antildeos de lucha logroacute la fundacioacuten del pue-blo San Lorenzo de los Negros hoy municipio de Yanga Procediacutea de la Guinea (alguna vez perteneciente al Imperio de Ghana Nyanga como tambieacuten era conocido)

Pasando por la creacioacuten de Palmares en el sur de Pernambuco (hoy estado de Alagoas) que resistioacute maacutes de noventa antildeos enfren-tando a los maacutes poderosos imperios del siglo Portugal y Holanda

En su interior los africanos cultivan cantildea de azuacutecar maiacutez mandioca papa tabaco legumbres frutales ademaacutes de usar las palmeras (de alliacute su denominacioacuten) conocidas ya por los provenientes del Golfo de Guinea con las que se alimentan (cocos y gusanos) visten y levantan viviendas

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Ademaacutes cazan y pescan criacutean gallinas y cerdos Florecen los oficios manuales en particular los de la metalurgia del hierro Su economiacutea es esencialmente autaacuterquica aunque practican trueques con poblaciones vecinas La tierra es de propiedad colectiva y probablemente hubiera inci-pientes clases sociales Los palmarinos se vinculan entre siacute por su anterior condicioacuten de clase ndashla de haber sido es-clavos- y eso mismo evidencia la heterogeneidad eacutetnica y cultural y la ausencia de certezas sobre los lugares de procedencia que muchas veces no son los del embarque en las costas occidentales El gobierno seriacutea de tipo de-mocraacutetico pues presumiblemente una asamblea popular elegiriacutea a los jefes y consejos dotaacutendose a los primeros de funciones administrativas y militares Todo el pueblo estaacute armado La familia es monogaacutemica El derecho pena con la muerte el adulterio el robo el homicidio y la de-sercioacuten La religioacuten es sincreacutetica con un sacerdocio que no constituye una casta poderosa ni influyente La len-gua es la portuguesa mezclada con dialectos africanos iquestHubo escritura En todo caso ha sido destruida por los vencedores El arte se expresa en ceraacutemica y esculturas de madera (Louis 2008 p 22)

Hasta la eclosioacuten de las inconfidencias del siglo XVIII como la encabezada por Tiradentes contra la amenaza de cobrar coerci-tivamente impuestos atrasados O la Inconfidencia Carioca (1794) movimiento opositor que constituye sociedades literarias pero es incapaz de dar pasos praacutecticos La Inconfidencia Bahiana o Conjura de los Sastres (1798) insurreccioacuten popular radical

A raiacutez del renacimiento agriacutecola de finesdel XVIII los lati-fundistas ocupan tierras de los pequentildeos labradores y de los esclavos cedidas para su manutencioacuten La multitud hambrienta saquea los almacenes el pelourinho -siacutem-bolo de la opresioacuten colonial- es quemado Las consignas masoacutenicas son libertad e igualdad Se reivindica el fin de la esclavitud la tierra para los pobres el voto para todos la repuacuteblica Papel vital cumplen la logia masoacutenica laquoLos Caballeros de la Luzraquo y la figura de Cipriano Barata meacute-dico y liacuteder carismaacutetico de los pobres al frente de un nuacute-cleo revolucionario de negros y de mulatos pobres (Louis 2008 p 23)

Sin desconocer en el largo proceso de rebeliones y revueltas la revolucioacuten en Haitique en 1794 de la mano de Toussaint Louver-ture se liberoacute a los esclavos haitianos y en 1804 el General en Jefe

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de las tropas independentistas Jean Jacques Dessalines proclamoacute la Repuacuteblica se produciacutea asiacute un hecho uacutenico en la historia la revolu-cioacuten triunfante de esclavos y la primera repuacuteblica negra

En fin todos son claros ejemplos que desmienten la idea di-fundida del esclavo sumiso las grandes rebeliones ocurriraacuten en los siglos XVIII y XIX durante el auge de la explotacioacuten Si los refugios donde viviacutean y sembraban eran localizados y destruidos ellos iban maacutes lejos a lugares apartados (cuevas montantildeas pantanos) y ha-ciacutean sus ranchos pues resultaba casi innato su sentido del derecho a la libertad

Los procesos de introduccioacuten concentracioacuten y distribucioacutenOtro punto sobre el que es necesario arrojar luz es sobre la cantidad de negros africanos ingresados al Nuevo Mundo y necesariamente aclarar que las cifras variacutean de uno a otro autor debido a las fuentes tomadas y a los criterios para reconstruir el trafico negrero por tan-to solo se pueden obtener cifras estimativas Roger Bastide (1967 p 12) presenta el Negro Year Book con las siguientes cifras

1666-1776 para las colonias inglesas francesas y espantildeolas

3000000

1680-1786 para las colonias inglesas de Ameacute-rica

2130000

1716-1756 para las otras colonias de Nuevo Mundo

3500000

1752-1762 Jamaica 70000

1759-1769 Guadalupe 40000

1776-1800 Ingleses 38000

Portugueses 10000

Holandeses 4000

Franceses 20000

Daneses 2000

El considera estas cifras incompletas ya que no menciona al siglo XIX momento en que el traacutefico fue maacutes intenso y ademaacutes se

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superponen unas con otras De todas maneras se puede ir tomando dimensioacuten del fenoacutemeno maacutes auacuten si como plantea Mellafe (1964) existiacutean cuatro complejos econoacutemico-geograacuteficos distintos para la distribucioacuten legal de los negros

[hellip] uno era la regioacuten del Caribe con varios puertos de entrada siendo los principales La Habana Santo Domin-go y San Juan La Regioacuten de Meacutexico y Centroameacuterica se abastecieron por Veracruz ampliaacutendose luego a la Bahiacutea de Campeche y a las costas de Honduras La zona Atlaacuten-tica americana quizaacutes la maacutes importante por el volumen de esclavos que recibioacute y repartioacute teniacutea por puerto a Car-tagena La cuenca del Riacuteo de la Plata se abasteciacutea por Bue-nos Aires Las aacutereas andinas del Paciacutefico en Hispanoameacute-rica tuvieron como puerta de entrada a Panamaacute que a su vez recibiacutea embarcaciones desde Cartagena y Portobelo que a su vez se constituyeron en centros de intenso con-trabando (Mellafe 1964 pp 60-62)

Ahora bien conocemos los puntos de ingreso al continente pero su origen luego de la distribucioacuten y afincamiento en los dife-rentes destinos solo es posible de conocer a partir de las supervi-vencias de los distintas pueblos desmembrados En este sentido se hace difiacutecil calcular el nuacutemero exacto de negros trasplantados a Ameacuterica primero porque la mitad moriacutea en cada embarque apro-ximadamente unos 500 en cada carabela segundo porque los que no moriacutean en el viaje no pasaban el periodo de aclimatacioacuten de ma-nera que llegaba menos de la mitad que habiacutea perdido su nombre y lugar de origen a ser subastado en cada sitio de Ameacuterica donde fuera requerido

A mediados del siglo XVll se inicia una etapa considerada como el auge de la esclavitud negra ello se relaciona con el desarro-llo de la economiacutea de plantacioacuten el ciclo del oro en Brasil incluyeacuten-dose tambieacuten el Caribe Britaacutenico Franceacutes y Holandeacutes y las colonias britaacutenicas de Ameacuterica del norte vinculados no solo al azuacutecar sino tambieacuten al tabaco antildeil cacao algodoacuten Desde 1791 hasta 1888 tie-ne lugar otra etapa en ella se incluye la Rebelioacuten de Haiti hasta la extincioacuten final de la esclavitud en Brasil marcada por procesos de abolicioacuten del traacutefico y de la propia esclavitud

En este sentido en Bahia auacuten se encuentran candombles Nagoacute (de Yoruba) Gege (de Dahomey) Angolas y Con-gos siendo el mas influyente sobre los otros en lo que hace

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teologiacutea ceremonial y fiestas fundamentales el grupo candomble Nagoacute En Haiti diversas naciones como Con-go Mayombe Congo Mandragues Mandraguese-Rug IboCaplauacute Badagriacute Maki Baacutembara Conga integradas a la cultura Fon En Ameacuterica Central se encuentran los caribes negros Yorubas en Cuba Trinidad y Noreste de Brasil (Alagoas Recife Bahia y de Porto Alegre a Pelotas En Jamaica Barbados y Santa Lucia es predominante la cultura Kromanti de la Costa de Oro En las Guayanas Francesa y Holandesa se encuentra la cultura Fanti As-hanti En Estados Unidos en Virginia se encuentran ras-gos de la cultura Fanti Ashanti y en Nueva Orleans se encuentran los dahomeyanos (Vodu) y Bantu (Bastide 196717-18)

En consecuencia las supervivencias de las culturas halladas en diferentes lugares del continente daraacuten lugar a lo que Ciro Car-doso denomina como Afroameacuterica o

[hellip] el conjunto discontinuo de regiones marcadas por la esclavitud negra por la inmigracioacuten forzada de africanos y por influjos provenientes de Africa Aunque la esclavi-tud negra no haya estado ausente en ninguna regioacuten del continente americano conviene reservar esta denomina-cioacuten solo para las partes donde ella llegoacute a ser la relacioacuten de produccioacuten dominante Esta zona estariacutea comprendi-da por Brasil Antillas Guayanas Colombia Venezuela Costa e Peruacute Litoral del Golfo de Meacutexico y Sur de Estados Unidos (Cardoso 1982 42)

Ello se debe a que la concentracioacuten de la poblacioacuten negra en Ameacuterica no fue homogeacutenea hubo regiones bien determinadas don-de la esclavitud alcanzoacute mayor intensidad por ello se propone la denominacioacuten de Afroameacuterica a la regioacuten donde la esclavitud llego a ser la relacioacuten de produccioacuten dominante

En el marco de esa relacioacuten de produccioacuten la vida de los escla-vos en tierras americanas estaba signada por el control el paterna-lismo y la violencia como mecanismos indiscutibles que serviacutean a la mantencioacuten del orden esclavista Ademaacutes estaba el Estado que legitimaba e institucionalizaba la esclavitud mediante leyes y tam-bieacuten utilizando todo el peso de sus fuerzas armadas y judiciales para restablecer el orden de manera que resultaba muy dificultoso para organizarse y actuar en contra del sistema

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Fue en la Ameacuterica negrera donde el cautivo conocioacute las condiciones maacutes deshumanizadas de su existenciaraquo Tra-baja 15 horas diarias con cinco diacuteas de descanso anuales Devuelve al amo el valor pago por eacutel en catorce meses de trabajo Se alimenta con farintildea y a veces con un pedazo de carne La senzala es infecta y promiscua La mortali-dad infantil es de 70 u 80 por ciento cifra a la que contri-buyen los abortos deliberados Los supervivientes a los 35 antildeos estaacuten acabados y a los 40 son un peso muerto por lo que son manumitidos generalmente ciegos lisia-dos viejos y deformadoraquo Un sistema de terror sofoca las rebeldiacuteas castracioacuten destruccioacuten de dientes a martilla-zos amputacioacuten de senos vaciado de ojos quemaduras El lsquopelourinhorsquo es asiacute descrito laquoCon los primeros azotes la piel se desprendiacutea del cuerpo Auacuten asiacute le era prohibi-do al castigado quejarse bajo pena de que el castigo se duplicara Terminado eacuteste se derramaba vinagre agua salada o pimienta sobre el cuerpo en carne viva y el negro era encerrado en un calabozoraquo Los lsquosentildeoresrsquo fomentan la desigualdad entre los esclavos Los de los cantildeaverales (lsquoesclavos de azada y hozrsquo) en sus tres cuartas partes son lsquobozalesrsquo (recieacuten salidos de su paiacutes) en tanto que los lsquola-dinosrsquo (conocedores del idioma y costumbres de los por-tugueses) tienen especializaciones barqueros carreteros marineros artesanos Ademaacutes los urbanos viven mejor que los rurales siendo privilegiados los domeacutesticos (mu-camas amas de leche cocineras concubinas lsquocapangasrsquo o guardaespaldas) Pero todos sufren el desprecio de crio-llos y mulatos y la reciacuteproca hostilidad entre las diferen-tes etnias (Louis 2008 p 15)

No es pues sorprendente dice Roger Bastide (2005) que halle-mos auacuten en Ameacuterica importantes restos de las civilizaciones afri-canas Pero por otra parte la esclavitud destruiacutea poco a poco estas ldquoculturas importadasrdquo del continente negro Primero en la propia generacioacuten de los bossales dispersaba a los miembros de una mis-ma familia haciacutea imposible toda continuidad en la vida de los li-najes antiguos la segunda generacioacuten continuacutea analizando Bastide (2005) la de los negros criollos podiacutean acceder a viacuteas de ascenso vertical tanto en el interior de la propia estructura esclavista (po-sibilidad de pasar del trabajo agriacutecola al servicio domeacutestico para las mujeres y para los hombres al trabajo de artesaniacutea o a ciertos pues-tos de mando) como en el interior de la estructura de la sociedad en su conjunto (la manumisioacuten y su entrada en el grupo de los negros libres)

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Hablemos pues de la existencia de culturas negras al margen de las culturas africanas o afro-americanas El peligro estaacute en confundirlas Querer hallar en todas partes rasgos de civilizaciones africanas incluso donde han desaparecido desde hace mucho O por el contrario negar la presencia africana y no querer ver maacutes que al ldquonegrordquo La esclavitud ha resquebrajado totalmente las tradiciones y costumbres africanas y ha durado dema-siado tiempo para que puedan renacer el negro ha tenido que aceptar en el momento de su emancipacioacuten las leyes del paiacutes en que viviacutea y por consiguiente nuevas formas de propiedad nuevas formas tambieacuten de ligazoacuten con la tierra (aparceriacutea arrendamiento trabajo como obrero agriacutecola) que le fueron impuestas y a las que le era im-posible sustraersehellipse pueden distinguir seguacuten las re-giones dos tipos de comunidades aquellas en las que los modelos africanos se han impuesto frente a la presioacuten del medio ambiente (sin duda estos modelos han tenido que modificarse para poder adaptarse y resultar aceptables) las llamaremos comunidades africanas Y aquellas en las que por el contrario la presioacuten del medio circundante ha sido maacutes fuerte que las escasas remanencias de la me-moria colectiva desgastada por siglos de servidumbre pero en las cuales en cambio la segregacioacuten racial no ha permitido la aceptacioacuten por los descendientes de esclavos de los modelos culturales de sus antiguos duentildeos en este caso el negro ha tenido que inventar nuevas formas de vida social que respondiesen a su aislamiento a su reacutegi-men de trabajo a sus nuevas necesidades las llamaremos comunidades negras negras porque el blanco permanece al margen pero no africanas puesto que estas comuni-dades han perdido el recuerdo de sus antiguas patrias Estos dos tipos de comunidades son tan soacutelo imaacutegenes ideales En la praacutectica lo que hay es un continuum entre estos dos tipos extremos (Bastide 2005 p 28)

Si bien las rebeliones las fugas los quilombos constituyen una modalidad de rechazo del esclavo al sistema existe otra forma de resistencia que tiene que ver lo cotidiana en la que la muacutesica y los cultos africanos mezclaacutendose con el cristianismo le permiten al esclavo ponerse encima del blanco ello actuacutea como preservador de la humanidad y la autonomiacutea subjetiva del esclavo frente a los ojos del blanco

La tradicioacuten oral y la cultura campesina caribentildea proponen todo un arsenal de maacuteximas y de consejos para engantildear vencer por el ridiacuteculo defenderse etc Para Dany Beacutebel-Gisler en el pasado in-

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acabado de la esclavitud (2001) existe un mundo de palabras en el que pawocircl a bouch a manjeacute an nou [palabras proferidas por la boca de comer palabras verdaderas seguras] no es comparable a pawocircl yo kracheacute an bouch an nou [palabras que se nos han escupido en la boca palabras postizas con trampa] Descubrir las mil y una mane-ras de caracterizar la palabra en criollo ndashuna palabra dada exclusi-va y soberanamente a los amos y negada a los esclavosndash constituye uno de los mejores medios para penetrar iacutentimamente en el univer-so cotidiano de los esclavos sentir la tensioacuten a la que hay que es-capar por medio de una inventiva renovada sin cesar Por eso esta variedad de pawocircl anba dousou [palabras clandestinas] pawocircl koko-makak [palabras garrote que golpean como un palo] pawocircl vant [pa-labras salidas del vientre esenciales] pawocircl masyeacute [palabras enmas-caradas alusivas] pawocircl a Negraveg Kongo [palabras de negros congos llegados los uacuteltimos despreciados]

Palabras obstaculizadas por el bozal de hierro que se poniacutea a los esclavos Palabras prohibidas ahogadas que para decir las cosas tuvieron que tomar caminos kosyeacute desviados Palabras envueltas en lo maacutes profundo de la naturaleza atentas al diacutea a la noche al crujido de las hojas a la corteza de los aacuterboles Palabras animistas para celebrar la fusioacuten las bodas del hombre con el universo coacutesmi-co Como este canto maravilloso de un boyero

Deacutesawa eacuteDeacutesawa oAn tout bwa pa ni vwaLalin tegravet anba[]Lategrave o seacute fregrave mwenDlo seacute seacuteseacute mwen[]Manman-ou seacute manman mwenPapa-ou seacute papa mwenLategrave o seacute fregrave mwenWouleacute Yegravey wouleacute

Desasosiego ehDesasosiego ohEn todo el bosque no hay vocesLa luna estaacute con la cabeza abajo[]La tierra oh es mi hermanoEl agua es mi hermanita[]Tu madre es mi madreTu padre es mi padreLa tierra es mi hermanoiexclSeguid ea seguid

Dany Beacutebel-Gisler (2001 p 292)

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Palabras tambieacuten astutas para esconder ocultar su pensamiento no atacar de frente al adversario Si trescientos sesenta antildeos despueacutes de la abolicioacuten de la esclavitud los nintildeos recitan cuentos y prover-bios que ellos mismos enriquecen como los griots con aconteci-mientos y personajes de su vida cotidiana o de la vida del paiacutes es porque se ha mantenido la tradicioacuten oral africana y transmitido de generacioacuten en generacioacuten y sus palabras han permanecido vivas Davwa bwa ka pouri pawocircl pa ka pouriacute [La madera se pudre las pa-labras no]

Actualmente la poblacioacuten afrolatina y afrocaribentildea llega a casi 30 por ciento del total de habitantes de la regioacuten es de ldquoalta den-sidad y poca resonanciardquo dice Ciro Cardoso (1982) Aunque suman 150 millones de personas la mayoriacutea de las cuales se concentran en Brasil Colombia y Venezuela llama la atencioacuten la tenue presencia poliacutetica de esta comunidad su poco acceso a instancias de gobierno asiacute como la falta de datos exhaustivos sobre su situacioacuten econoacutemi-ca Los estudios disponibles indican que maacutes de 90 por ciento de la poblacioacuten descendiente de los esclavos traiacutedos de Aacutefrica a Ameacuterica en la eacutepoca colonial es pobre tiene acceso solo a los empleos menos remunerados y cuenta con bajo nivel de educacioacuten Ademaacutes es su-jeto de una aguda discriminacioacuten por el color de su piel

Esta cuestioacuten tiene que ver con la abolicioacuten y la negacioacuten del teacutermino liberto ya que ello no implica una actitud valorativa del blanqueamiento sino un rechazo al estigma de la esclavitud La ideologiacutea del blanqueamiento que transitoacute la historia brasilentildea por ejemplo no se construyoacute solo sobre la tabla rasa de la socializacioacuten incompleta de los negros por la experiencia del cautiverio sino tam-bieacuten por la experiencia de lucha por la ciudadaniacutea en una sociedad cada vez maacutes jerarquizada a partir del maacutes riguroso apartheid so-cial

En Ameacuterica Latina y el Caribe el racismo se concentra sobre todo en los negros auacuten maacutes que en los indiacutegenas y eso es eviden-te en toda Ameacuterica El porcentaje de analfabetismo en Brasil es 25 veces mayor entre los negros que otros grupos raciales En Cuba donde 30 por ciento de sus 112 millones de habitantes son negros el racismo sigue vivo e incluso se intensificoacute en los uacuteltimos 10 antildeos indicoacute en 2003 un estudio realizado por la Academia de Ciencias a pedido del gobierno de Fidel Castro La revolucioacuten no ha conse-guido abatir ldquolas diferencias en el estatus social y econoacutemico de la

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poblacioacuten negra del paiacutesrdquo reconocioacute en un discurso el presidente Castro Mientras en Colombia el estatal Departamento de Planea-cioacuten Nacional consigna que 80 por ciento de los negros colombianos viven por debajo de la liacutenea de pobreza

Por tanto como palabras finales del presente artiacuteculo una vez presentadas distintas posibilidades de anaacutelisis el objetivo central fue instalar el debate en torno a los muacuteltiples aspectos que permi-tan ofrecer algunas liacuteneas de anaacutelisis que no agotan el tema Con-trariamente se abren interesantes caminos de reflexioacuten de los que no estaacuten ausentes cuestiones relacionadas a las posturas que se asumen para tratar el tema

Descentramiento abandonar puntos de vista etnocentristas liberarse de las trabas mentales que impiden conocer al otro Como se relata en una parte del artiacuteculo todaviacutea prevalece la mirada de la elite gobernante y parte de la sociedad que ensalza sus ancestros europeos desconociendo como iguales a otros contingentes huma-nos que confluyeron en estas tierras por su propia voluntad o (maacutes terrible) forzadamente Desde esta perspectiva la discriminacioacuten el abandono la desidia el racismo continuacutean haciendo foco en las personas de color marcando un hecho curioso Durante la colonia geacutenesis de estos males pareciacutea que los indios gozaban de ciertos beneficios que los negros no poseiacutean hoy se encuentran nivelados hacia abajo En este punto cabe la reflexioacuten de Ansadi (1996) con res-pecto a los sectores sociales ubicados a fin de la escala social hacien-do gala de una ironiacutea que llama a la reflexioacuten ldquofragmentados exclui-dos fameacutelicos y como si eso fuese poco violentos y corruptosrdquo

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Apeacutendice

Cronologiacutea Esclavitud y trata del negro en AmeacutericaJoseacute Luis Goacutemez Martiacutenez

1444

Una expedicioacuten portuguesa al mando de Lanzarote de Freitas llega a Portugal con un cargamento de 235 escla-vos Se inicia asiacute la etapa ldquomodernardquo de la comercializacioacuten (trata) de esclavos negros en la Peniacutensula Ibeacuterica y pronto en Ameacuterica No obstante recordemos que la esclavitud no era algo nuevo se trataba maacutes bien de una nueva etapa en una de las instituciones maacutes poderosas de laantiguumledad En Espantildea por ejemplo se encontraba legislada con precisioacuten a mediados del siglo XIII en Las siete partidas de Alfonso el Sabio El tiacutetulo 21 de la Parte Cuarta se titula ldquoDe los siervosrdquo cuya ley primera establece que ldquoson tres maneras de siervos La primera es de los que cativan en tiempos de guerra seyendo enemigos de la fe La segunda es de los que nascen de las siervas La tercera es quando alguno es libre e se desea venderrdquo

1473

Pronto hubo necesidad de regularizar el nuevo ldquocomerciordquo y se inicia la centralizacioacuten que luego caracterizariacutea la trata de negros ldquoEn 1473 se presenta un proyecto de ley por el cual todos los esclavos comprados en Aacutefrica debiacutean llevarse primero a Portugalrdquo En este sentido en 1486 se funda en Portugal la Casa dos Escravos cuyo fin era conceder licen-cias y asegurarse que se recaudaban los impuestos ldquoEntre 1493 y 1495 se registraron tres mil seiscientos esclavos en la Casa dos Escravos de Lisboardquo (Thomas 85)

1479 Tratado de Alcaccedilovas mediante el cual Espantildea autoriza la venta de esclavos en Espantildea El centro de la trata es Sevilla

1494

El Tratado de Tordesillas que traza la liacutenea divisoria entre Espantildea y Portugal para las exploraciones de nuevas tierras impone igualmente liacutemites que impediraacuten durante los primeros siglos de la Colonia el comercio directo de esclavos desde las costas de Aacutefrica

1502Se introducen los primeros esclavos en las islas del Caribe Primero se autoriza en La Espantildeola pero para 1530 se ha intitucionalizado ya en el resto del Caribe

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1508

En un principio los esclavos negros fueron llegando a Ameacuterica mediante licencias reales especiales semejantes a la que se incluye en la ldquoCapitulacioacuten otorgada a Diego de Nicuesa y Alonso de Ojeda para comerciar en Urabaacute y Veraguardquo En el punto cinco de dicha capitulacioacuten se sentildeala ldquoque vos aya de dar licencia y por la presente vos la doy para que podaacuteis pasar quarenta esclavos para la labor de las dichas fortalezasrdquo (Vas Mingo 157)

1510

La raacutepida despoblacioacuten de la isla Espantildeola y la necesidad de trabajar las minas inicia el raacutepido aumento de la poblacioacuten negra esclava El rey Fernando el Catoacutelico autorizo el 22 de enero de 1510 en Valladolid ldquoel transporte de cincuenta esclavos negros los mejores y los maacutes fuertes disponibles para que trabajaran en las minas de la Espantildeola [] el 14 de febrero pidioacute a la Casa de la Contratacioacuten que enviara otros doscientos esclavos a la mayor brevedad posible para que fueran vendidos en Santo Domingordquo (Thomas 91)

1516 Se inician los ingenios de azucar en La Espantildeola

1518Durante los antildeos 1518-1519 tiene lugar una fuerte epidemia de viruelas en el Caribe que diezma draacutesticamente la pobla-cioacuten aborigen y acelera el aumento de la poblacioacuten negra

1522Los esclavos negros se sublevan en el ingenio del goberna-dor Diego Coloacuten Gonzalo Fernaacutendez de Oviedo describe la sublebacioacuten y represioacuten que le sigue

1530

Se subleban los esclavos en la ciudad panamentildea de Acla Como ejemplo del aumento de la poblacioacuten negra en todo el aacuterea del Caribe podemos usar el caso de Puerto Rico que contaba con 327 blancos y 2292 esclavos

1547

Las rebeliones de esclavos negros se repiten en mayor o menor nuacutemero en toda la regioacuten del Caribe en 1532 en Venezuela en 1533 en Cuba y Panamaacute En 1547 se destaca la prolongada rebelioacuten de Sebastiaacuten Lemba en La Espantildeola en 1550 la de Juan Criollo que duroacute varios antildeos En 1579 los negros rebeldes en Portobelo (Panamaacute) llegan a firmar un tratado de paz con los colonos espantildeoles mediante el cual consiguen libertad colectiva

1600 La poblacioacuten de ascendencia precolombina praacutecticamente habiacutea desaparecido del Caribe

1619

Un barco negrero holandeacutes llega a las costas de Estados Unidos (Jamestown) y se ve forzado a cambiar su cargo de esclavos por provisiones Se inicia asiacute la entrada de la pobla-cioacuten negra a Estados Unidos pero no seraacute hasta la deacutecada de los 1680 cuando se regule la situacioacuten de los esclavos

1630Inglaterra inicia la industria del azucar en Barbados En 1692 tiene que sofocar un levantamiento general de los esclavos de la isla

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1635 Inglaterra se apodera de JamaicaSe suceden las rebeliones de los esclavos negros

1663

Maryland pasa leyes que estipulan que ldquotodos los negros importados deberaacuten ser considerados como esclavosrdquo En 1664 se estipula que los esclavos debes servir de por vida Se prohibe tambieacuten el matrimonio entre mujer blanca y hombre negro

1685 Para regular la esclavitud en el Caribe franceacutes Francia promulga elrdquoCode Noirrdquo

1713Acuerdo entre Espantildea e Inglaterra sobre ldquoEncargarse la Compantildeiacutea de Inglaterra de la introduccioacuten de esclavos Ne-gros en la Ameacuterica Espantildeola por tiempo de treinta antildeosrdquo

1734Las rebeliones en Jamaica llegaron a tal extremo que la Asamblea de Jamaica se vio en la necesidad de enviar una peticioacuten de ayuda a la metroacutepoli

1787

Thomas Clarkson funda en Londres la British Antislavery Society que luego es la base de asociaciones similares en los demaacutes paiacuteses europeos y americanos En Estados Unidos se prohibe en 1787 la esclavitud en el territorio al norte y oeste del riacuteo Ohio Para 1820 son ya doce los Estados Libres

1780-90 Deacutecada de maacutexima actividad en el comercio trans-Atlaacutenti-co de esclavos

1789

ldquoReal Ceacutedula de su Magestad concediendo libertad para el comercio de Negros con las islas de Cuba Santo Domingo Puerto Rico y Provincia de Caracas a Espantildeoles y Extran-gerosrdquo

1790

En 1790 el Virrey Francisco Gil Taboada y Lemos ordena un censo de la poblacioacuten en el recinto de Lima (Peruacute) Los resultados son una excelente ventana al porcentaje de la poblacioacuten negra e india y al creciente proceso de mestizaje

1791 Los esclavos se rebelan en Haitiacute y en 1804 declaran su independencia

1794 El 4 de febrero de 1794 la Convencioacuten Francesa vota la abolicioacuten de la esclavitud en las Antillas Francesas

1801 Toussaint Louverture ocupa Santo Domingo y proclama la libertad de los esclavos

1803 Dinamarca prohiacutebe el comercio de esclavos (primera na-cioacuten moderna en hacerlo)

1807

Inglaterra proclama el Abolition Act de la esclavitud pero no produjo resultado inmediato hasta que en 1832 se apro-boacute la Abolicioacuten de la Esclavitud con aplicacioacuten inmediata a todas las colonias inglesas

1808 Estados Unidos prohiacutebe la importacioacuten de esclavos

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1810 Miguel Hidalgo proclama un bando en Meacutexico aboliendo la Esclavitud

1811El Supremo Congreso Nacional de Chile publica un decre-to el 11 de octubre sobre la libertad de vientres Bando de libertad de vientres

1812Se sofocan las rebeliones de esclavos en Puerto Rico y Cuba los esclavistas temiacutean que se duplicaran los sucesos de Haitiacute

1813

EL Supremo Poder Executivo Provisorio de las Provincias Unidas del Riacuteo de la Plata decreta el 2 de febrero de 1813 la libertad de todos los nacidos desde el 31 de Enero de 1813 inclusive en adelante

1815

ldquoDeclaracioacuten de las Potencias para la abolicioacuten de la trata de negrosrdquo (Viena 8 de febrero de 1815) Los paiacuteses que firman son Austria Espantildea Francia Gran Bretantildea Noruega Portugal Prusia y Suecia Pero tambieacuten se afirma que esta ldquoDeclaracioacuten no debe influir en el teacutermino que cada Poten-cia participante juzgue conveniente fijar para la extincioacuten definitiva del comercio de negrosrdquo (Mesa 135)

1816

Simoacuten Boliacutevar decreta la abolicioacuten de la esclavitud vuel-ve a plantear la situacioacuten de la esclavitud en el ldquoDiscurso de Angosturardquo de 1819 y nuevamente en el Congreso de Cuacutecuta en 1821

1817

Espantildea firma con Inglaterra un tratado internacional mediante el cual se comprometiacutea a suprimir la trata y abolir la esclavitud en un plazo de tres antildeos El acuerdo sin provisiones especiacuteficas quedoacute uacutenicamente en expresioacuten di-plomaacutetica No fue hasta 1867 cuando se publicoacute un decreto condenando e imponiendo penas para el traacutefico negrero para estas fechas los esclavos en Cuba habiacutean ascendido de 199145 en 1817 a 369000 en 1867

1818

En Chile en el Proyecto de Constitucioacuten Provisoria de 1818 se reitera el decreto de 1811 sobre la libertad de vientres ldquoAr-tiacuteculo 12- Subsistiraacute en todo vigor la declaracioacuten de los vientres libres de las esclavas dada por el Congreso y gozaraacuten de ella todos los de esta clase nacidos desde su promulgacioacutenrdquo

1823

Chile La Constitucioacuten de 1823 se pronuncia contra la esclavitud ldquoArtiacuteculo 8- En Chile no hay esclavos el que pise su territorio por un diacutea natural seraacute libre El que tenga este comercio no puede habitar aquiacute maacutes de un mes ni naturalizarse jamaacutesrdquo

1835 Se firma el 28 de junio en Madrid un Tratado entre Espantildea y Gran Bretantildea para la abolicioacuten de la trata de esclavos

1838 Se decreta la abolicioacuten definitiva de los esclavos negros en el caribe britaacutenico

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1842 Ley del 12 de diciembre de 1842 Abolicioacuten de la esclavitud ldquoen todo el territorio de la Repuacuteblicardquo Oriental del Uruguay

1845 Ley del 2 de mayo de 1845 con imposicioacuten de penas a los que se dediquen a la trata de negros

1848

La Repuacuteblica Francesa decreta la abolicioacuten de los esclavos en el Caribe Franceacutes Motivado por los sucesos en las Anti-llas francesas y temeroso de que las rebeliones de esclavos se propagaran por las colonias espantildeolas Don Juan Prim Conde de Reus dicta en Puerto Rico el denominado Bando Negro del 31 de mayo de 1848 En eacutel se imponiacutean penas draacutesticas contra los negros libres o esclavos de la isla (ldquoArt 2 Todo individuo de raza africana sea libre o esclavo que hiciere armas contra los blancos justificada que sea la agresioacuten seraacute si fuese esclavo pasado por las armas y si fuese libre se le cortaraacute la mano derecha por el verdugo pero si resultase herida seraacute pasado por las armasrdquo)

1851 ldquoLey declarando abolida para siempre la esclavitud en Venezuelardquo

1853El Artiacuteculo 15 (primera parte) de la Constitucioacuten Argentina de 1853 declara la abolicioacuten de la esclavitud en el territorio argentino

1854

El 3 de diciembre se publica el Decreto de la Abolicioacuten de la Esclavitud en Peruacute El objetivo de este decreto se recoge despueacutes en el Estatuto provisorio de 1855 (26 de junio de 1855) cuyo artiacuteculo 8 apartado 2 dice ldquoNadie es esclavo en la Repuacuteblicardquo Luego la Constitucioacuten de 1856 (Promulgada el 13 de octubre de 1856) bajo el ldquoTiacutetulo IV Garantiacuteas individualesrdquo sentildeala igualmente en el Artiacuteculo 17 que ldquoNadie es esclavo en la Repuacuteblicardquo Se da maacutes eacutenfasis a la lucha contra la abolicioacuten en el Artiacuteculo 40 apartado 6 donde se dice que el ldquoEl derecho de ciudadaniacutea se pierde [hellip] Por el traacutefico de esclavos aun en el exteriorrdquo

1856 La uacuteltima llegada documentada de un barco de esclavos negros a Brasil

1863Holanda decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Surinam y en las antillas holandesas Se proclama la emancipacioacuten de los esclavos en Estados Unidos

1865

Estados Unidos proclama la abolicioacuten de la esclavitud y la hace efectiva a traveacutes de una enmienda a su constitucioacuten (Enmienda XIII) Julio Vizcarrondo hacendado puertorri-quentildeo que habiacutea dado libertad a sus esclavos crea la Socie-dad Abolicionista Espantildeola En este mismo antildeo de 1865 se funda el perioacutedico El abolicionista

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1867

Llegada del uacuteltimo barco de esclavos negros a Cuba Ley del 17 de mayo de 1867 en la que se ldquoestablecen normas para la represioacuten y castigo del trafico de negros Quedan configura-dos como delitos de trataEl armamento de buques y cualquier operacioacuten que se haga en ellos para destinarlos al traacutefico de negros asiacute como el viaje de los mismos a la costa africana cualquiera sea su banderaLa adquisicioacuten de negros fuera de la isla de Cuba Puerto Rico o adyacentes y su transporte a estas islas o cualquiera otro puntoLa introduccioacuten de ellos en las islas referidas o la presencia en sus aguas jurisdiccionales de buques con cargamento de negros bozalesrdquo (Mesa 141-142)

1868

Decreto sobre la esclavitud del 27 de diciembre de Carlos Manuel de Ceacutespedes capitaacuten general del Ejeacutercito Liberta-dor de Cuba y encargado de su gobierno provisionalLa revolucioacuten que tuvo lugar en Espantildea en septiembre de 1868 denuncia tambieacuten la esclavitud e inicia el camino para su abolicioacuten aun cuando su propuesta sea todaviacutea tiacutemida La Junta Superior Revolucionaria Considerando que la esclavitud de los negros es un ultraje a la naturaleza humana y una afrenta para la nacioacuten que uacutenica ya en el mundo civilizado la conserva ya en todo su integridad [hellip] la esclavitud es una de esas instituciones repugnantes cuya desaparicioacuten no debe hacerse esperar [hellip] La Junta Superior Revolucionaria propone al gobierno provisional como medida de urgencia y salvadora Quedan declarados libres todos los nacidos de mujer escla-va a partir del 17 de septiembre proacuteximordquo (Mesa 71)

1869

Decreto de extincioacuten de la esclavitud promulgado en Camaguumley el 26 de febrero Los independentistas cubanos publican laConstitucioacuten de Guaacuteimaro cuyo artiacuteculo 24 declara que ldquoTodos los habitantes de la Repuacuteblica son ente-ramente libresrdquo

1870

Se aprueba la llamada Ley Moret El discurso de Castelar se hizo en defensa de la enmienda que eacutel proponiacutea al artiacuteculo 21 de dicha ley Se trata del comienzo oficial de una poliacutetica espantildeola abolicionista

1873

Tras la abdicacioacuten de Amadeo de Saboya (1871-1873) al trono espantildeol se proclama la primera repuacuteblica espantildeola (1873-1874)Espantildea decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Puerto Rico

1880 Espantildea decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Cuba pero crea el sistema de transicioacuten de Patronato

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1886Una Real Orden de la Reina Regente Mariacutea Cristina su-prime el sistema de Patronato con lo que se pone fin a la esclavitud en Cuba

1888 Abolicioacuten de la esclavitud en Brasil

1893 Joseacute Martiacute publica el ensayo ldquoMi razardquo

1894

Joseacute Martiacute publica el ensayo ldquoEl plato de lentejasrdquo donde se refleja a pesar de su caraacutecter poliacutetico pro-revolucionario el verdadero legado humano de prejuicios del estado esclavis-ta

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Resistencias rebeliones y milenarismos de los pueblos

americanos durante la ocupacioacuten espantildeola

las guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana

Noelia Kaufman

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IntroduccioacutenLa multiplicidad de pueblos que habitaban estas tierras cuando Ameacuterica auacuten no era Ameacuterica presentaban un desarrollo econoacutemi-co praacutecticas culturales y estructuras sociales que diferiacutean a lo lar-go y ancho del continente El impacto social y econoacutemico a escala universal que produjo el ldquodescubrimientordquo conquista y colonizacioacuten de Ameacuterica abre el debate para sostener prolongadas discusiones en torno a la imposicioacuten de instituciones y sistemas de creencias Para legitimar este proceso la sociedad europea creoacute para siacute y para el mundo una visioacuten fuertemente cuestionada en el siglo XX ya que invisibilizaba la lucha de los pueblos americanos ante el avasa-llamiento y la desestructuracioacuten que sufriacutean en todos los aspectos antes mencionados

Los primeros contactos entre los espantildeoles y los pueblos que habitaban el continente americano estuvieron como muchos cronistas e historiadores han sentildealado cargados de diferentes im-presiones creencias y reacciones que incluyen entre otras la asi-milacioacuten de la imagen de los espantildeoles ligada a diferentes deidades americanas Esta visioacuten proyectada de los invasores se desvanecioacute raacutepidamente pero fue un factor de peso para que muchos pueblos recibieran con asombro a los supuestos visitantes El paso del embe-lesamiento a la desazoacuten no tardoacute en llegar a partir de alliacute el camino por el cual no pocos optaron fue el de resistir

Se tratoacute de resistir a la imposicioacuten de una nueva fe de resistir a los abusos a los que fueron sometidos las comunidades indiacutegenas que habitaban este continente La opresioacuten sobre las formas de or-ganizacioacuten de las diversas comunidades el ecosistema y el derrama-miento de sangre fue impuesto bajo el amparo de dos instituciones que eran totalmente desconocidas en estas tierras o mejor dicho de dos seres totalmente ajenos a ella es decir el rey y su dios cristiano

En este sentido nos preguntamos coacutemo se desarrollaron las resistencias y rebeliones indiacutegenas en los diferentes espacios donde la colonizacioacuten espantildeola se abrioacute paso considerando la multiplici-dad de factores que las impulsaron y las diferencias constitutivas de dichos movimientos cuaacuteles son sus caracteriacutesticas fundamen-tales Y queacute aportes encontramos en la historiografiacutea para abordar esta problemaacutetica poniendo foco principalmente en las resistencias araucanas y las guerras calchaquiacutees

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Los antecedentes y abordajes conocidos sobre esta temaacutetica son muchos y variados solo por mencionar los maacutes representativos encontramos desde documentos testimoniales como la Historia de las Indias de Fray Bartolomeacute de las Casas (1957) o Guamaacuten Poma de Ayala (1987) en Nueva Croacutenica y buen gobierno como tambieacuten es-critos acadeacutemico de peso de la mano de Leoacuten Portilla (1959) La Vi-sioacuten de los Vencidos relaciones indiacutegenas de la conquista o El reverso de la conquista Gonzaacutelez Obregoacuten (1907) La sublevaciones de indios en el siglo XVII Magnus Moumlrner (1976) y La rebelioacuten de Tuacutepac Ama-ruhellip Moya Pons (1978) La espantildeola en el siglo XVI 1493-1520 Powell (1977) La guerra chichimeca (1550-1600) Stern (1982) Los pueblos indiacutegenas del Peruacute y el desafiacuteo de la conquista espantildeola Pentildea Batle (1970) La rebelioacuten del Bahoruco Wachtel (1976) Los vencidos Los indios del Peruacute frente a la conquista espantildeola (1530-1570) Estas son solo algunas de las obras que tratan el tema de las resistencias a la ocupacioacuten espantildeola entre muchas otras

Considerando lo antes expuesto es que a modo de hipoacutetesis evidente podriacuteamos sentildealar que las resistencias y rebeliones de los pueblos americanos ante la ocupacioacuten espantildeola se vinculaban a un sistema de creencias y a la necesidad de reconstruirlo luego del avasallamiento y la violencia que sufrieron estas comunidades en todo aspecto tanto social cultural como econoacutemico Resistencia que se ve condicionada en el tiempo por la aceptacioacuten de estas comuni-dades a ciertos niveles de aculturacioacuten

Este trabajo no pretende hacer un estudio acabado de las resis-tencias indiacutegenas a la ocupacioacuten espantildeola como una cuestioacuten maacutes o menos persistentes considerando solo esta caracterizacioacuten sino que se intentaraacute incluir otras variables ya que el objetivo primordial es realizar un aporte a la caacutetedra de Historia Americana y Argentina Colonial del profesorado y licenciatura en Historia perteneciente a la Facultad de Ciencias Humanas de la UNRC

A partir de estos puntos se procede a realizar un recorrido por las resistencias que forjaron los pueblos que habitaban Ameacuterica durante la ocupacioacuten espantildeola a traveacutes de una metodologiacutea cualita-tiva en primera instancia se recurre al anaacutelisis documental e histo-riograacutefico sobre el tema en base a una serie de autores claacutesicos y en un segundo momento se recurre del meacutetodo comparativo

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Esta aproximacioacuten sinteacutetica y puntualizada de algunas de las resistencias y rebeliones documentadas a lo largo de los siglos XVI XVII y XVIII se situacutean en dos macro regiones la mesoamericana y la andina mientras que el estudio comparativo entre guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana se establece en el espacio del cono sur americano del sector oeste

La eleccioacuten del meacutetodo tiene como objetivo establecer dife-rencias y similitudes entre estos casos no solo para poner en evi-dencia las caracteriacutesticas de estos movimientos sino para tratar de entablar un diaacutelogo comuacuten que nos lleve a una explicacioacuten plausi-ble de conjunto sin intenciones de que sean universales indagando en las interacciones entre dichos procesos (Kocka 2002)

Reconocemos las complejidades de la comparacioacuten y adver-timos al lector que muy lejos estaacute nuestra intencioacuten de crear ldquopara-lelismos anacroacutenicosrdquo como sentildeala Castro Alfiacuten (1993) Este meacuteto-do ndashcomparativo- se presenta como una herramienta para dar una visioacuten de conjunto de coacutemo se desarrollaron las resistencias de los pueblos que habitaban el continente americano ante la avanzada hispaacutenica

La estructura de este artiacuteculo comprende un breve recorri-do sobre las resistencias y rebeliones a la colonizacioacuten espantildeola en Ameacuterica que asume esquemaacuteticamente una parcializacioacuten tempo-ral en siglos -XVI XVII y XVIII- para una mejor comprensioacuten de la diversidad de dichos movimientos Entre ellos encontramos los que surgieron de los primeros contactos en el Caribe promovidos contra la dominacioacuten y la esclavitud aquellos con fuertes connota-ciones religiosas enmarcadas en los movimientos milenaristas y las reacciones que se suscitaron desde el interior de los ya instalados sistemas de dominacioacuten econoacutemica

A partir de lo antes mencionado se realiza una caracteriza-cioacuten de los movimientos de resistencias y rebeliones indiacutegenas li-gada a los procesos econoacutemicos por los que se ven trastocados estos pueblos y las medidas con las cuales intervienen los espantildeoles para neutralizar estos intentos de defensa de la tierra y la etnia asiacute como la rebelioacuten ante el reclutamiento forzoso y la explotacioacuten sumado a la resistencia cultural permanente que se manifiesta en el sincre-tismo y la continuidad de las praacutecticas culturales por parte de estos

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pueblos analizando y comparando los casos de la resistencia arau-cana y las guerras calchaquiacutees

Resistencias en el siglo XVI en los centros y periferiasRealizar una segmentacioacuten basada en una periodizacioacuten muy es-quemaacutetica es acotar la riqueza del anaacutelisis comparativo pero es importante poder dar una imagen general sobre el tema antes de ahondar en las particularidades de las guerras calchaquiacutees y las re-sistencias araucanas se trata de una forma de enriquecer el anaacutelisis particular con una mirada sobre el contexto en general Es por ello que en este primer apartado exponemos los casos que se han rele-vado con detenimiento entre autores como Wachel (1976) Todorov (1987) Vitale (1998) Oliva de Coll (1991) Barral Goacutemez (1992) pero que pueden bien ejemplificar la situacioacuten de muchos otros pueblos que se resistieron a la ocupacioacuten de sus tierras y no estaacuten incluidos en esta aproximacioacuten

Durante el proceso de ocupacioacuten espantildeola para exponentes como Luis Vitale (1998) la resistencia indiacutegena tuvo dos fases una la de los primeros antildeos de la conquista militar caracterizada por la aguerrida defensa de la etnia y de la tierra y otra que cubre toda la colonia en la que se cruza la lucha eacutetnica con la lucha contra la explotacioacuten en las minas haciendas y plantaciones

Hablamos de resistencia entendiendo a esta como la capaci-dad para organizar el rechazo de las fuerzas invasoras durante lap-sos muy prolongados y evitar de este modo que se cercene el nivel de poder poliacutetico y el control sobre las normas sociales ello difiere de forma tajante con lo que podemos considerar como rebelioacuten ya que esta uacuteltima surge en una sociedad previamente sometida El objetivo general puede sacudir el yugo que los oprime y recuperar el poder de autogestioacuten Pero tambieacuten hay rebeliones que apuntan a reformar las condiciones de subordinacioacuten aligerando las cargas que pesan sobre la poblacioacuten pero que no pretenden recuperar la libertad total (Lorandi 1988)

Las resistencias de los tainos en la isla La Espantildeola -actual Re-puacuteblica Dominicana y Haitiacute- uno de los primeros pueblos con los que toman contacto los espantildeoles tuvieron importantes repercu-siones estaacuten relacionadas con el fin de un ciclo econoacutemico en las

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islas del Caribe (Barral Goacutemez 1992) considerando que a partir de la segunda deacutecada del siglo XVI la forma de explotar estas tierras ba-sadas en la extraccioacuten de oro aluvial se encuentra agotada y es sus-tituida por la implantacioacuten de cultivos tropicales principalmente por la cantildea de azuacutecar en consecuencia se produce una exacerbada buacutesqueda de mano de obra que desemboca en la explotacioacuten de los pueblos que habitaban estos espacios Se trata de Tainos Awarak y Caribes quienes ante tamantildeo impacto llevaran a cabo muacuteltiples resistencias la maacutes significativa fue liderada por Enriquillo iniciada en 1519-1522

Hijo del cacique Maxicatex Guarocuya o maacutes conocido como Enriquillo fue criado en un convento franciscano llevado por el pa-dre Fray Bartolomeacute de Las Casas agraviado por el trato que recibiacutea de los espantildeoles y acongojado por la situacioacuten de su pueblo escapoacute a la regioacuten alta del Boharuco consiguiendo la adhesioacuten de varios ca-ciques De esta forma se lanzoacute a la oposicioacuten armada organizando grupos de guerrilla en el resguardo de la montantildea A pie y por los desfiladeros los ataques espantildeoles se vuelven vulnerables a la de-fensa orquestada por los seguidores de Enriquillo La fama de la re-sistencia se expandioacute cada vez maacutes por lo cual los enfrentamientos persistieron alrededor de 15 antildeos (Oliva de Coll 1991)

Luego de transitar por las Antillas y el Caribe y presentaacuten-dose muacuteltiples episodios como el anteriormente descripto donde los pueblos que habitaban estas tierras adaptan la guerrilla como taacutectica de defensa y ataque ante la ocupacioacuten espantildeola esta avanza a traveacutes del amedrentamiento y matanzas indiscriminadas y cuan-do no son estas las causas de las muertes los virus y bacterias que llevaban consigo los espantildeoles se encargan de diezmar a grupos en-teros

La sed de oro prestigio y sangre no se detuvo alliacute desde las primeras islas en la que ponen pie los espantildeoles se van a erigir dos grandes arcos de conquista Uno se dirige desde Cuba hacia Meacutexico entre 1516 y 1518 recorriendo el aacuterea central de esta regioacuten entre 1519 y 1522 destruyendo la confederacioacuten azteca al mando de Her-naacuten Corteacutes expandieacutendose hacia el Norte y hacia el Sur El otro arco de conquista surge desde Panamaacute que toma la ruta del Paciacutefico para llevar a cabo la conquista del espacio andino llegando al corazoacuten del imperio Inca en 1531-1533 expedicioacuten al mando de Francisco Pizarro Desde Peruacute los conquistadores se mueven hacia el Norte y

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hacia el Sur en este movimiento es cuando Pedro de Valdivia fundoacute Santiago de Chile en 1542 pero la conquista de Chile se malogroacute en una guerra de agotamiento con los indios araucanos (Elliot 1990)

Al llegar a tierra firme se encontraron una de las sociedades maacutes complejas del continente americano se trataba de una gran confederacioacuten de tribus1 -con centro en Tenochtitlan- cuyo gru-po dominante era el azteca o mexica que manteniacutean sojuzgados a muchos otros pueblos cualidad que supo muy bien explotar Corteacutes cuando llega al corazoacuten de Meacutexico utilizando a quienes se rebelaron contra el poderiacuteo azteca dando apoyo a los extrantildeos invasores2

Moctezuma llevando adelante el gobierno de tan vasto im-perio optaraacute por dejar entrar a los ldquoaventurerosrdquo los invasores se apoderaron de todo cuanto pudieron y preso de esta decisioacuten Moc-tezuma gobernoacute con la guardia espantildeola siguiendo cada uno de sus pasos La oposicioacuten se gestoacute cuando Corteacutes que comandaba las tro-pas espantildeolas abandonoacute Tenochtitlaacuten para acudir al desembarco de Paacutenfilo de Narvaacuteez en Vera Cruz quedaacutendose al mando Pedro de Alvarado quien tomoacute como amenaza la celebracioacuten religiosa de los mexicas en el templo mayor acudioacute con sus hombres y armas para desconcentrar a la poblacioacuten o maacutes bien masacrarlos acaban-do todo en una gran matanza (Oliva de Coll 1991)

La reaccioacuten del pueblo azteca no se hizo esperar y cercaron a los invasores junto a Moctezuma estos se vieron obligados a dejar atraacutes la gran ciudad Este eacutexodo del invasor pasara a los anales como

1 ldquoVarios autores al describir la naturaleza poliacutetica de esta entidad han empleado teacuterminos como imperio reino o confederacioacuten de sentildeoriacuteos e incluso de tribus La mayoriacutea de los antiguos estados de la Meseta Central (como los de Chal-co-Amaquemeca Cuitlaacutehuac Xochimilco Coyohuacan y Culhuacan) y muchos otros en las zonas de Hidalgo Morelos Guerrero Puebla Veracruz Oaxaca Ta-basco y Chiapas reconocieron el dominio azteca Todos estaban sometidos de dife-rentes maneras a la metroacutepoli mexica No obstante incluso en los casos en que los mandatarios locales continuaban gobernando reconociacutean a Meacutexico-Tenochtitlan como la metroacutepoli central desde donde emanan las oacuterdenes y las exacciones que incluiacutean el pago de los tributos y diversos servicios personales como la protec-cioacuten de las rutas comerciales (Elliot 1990)2 ldquoLa dominacioacuten mexica sobre los otros pueblos de Meacutexico central mdashuna dominacioacuten que exigiacutea un tributo opresivo y un suministro constante de viacutectimas para el sacrificiomdash habiacutea generado un odio y un resentimiento que permitioacute a Cor-teacutes en su marcha hacia el interior presentarse ante las tribus sometidas como un libertador Esto junto con la alianza con Tlaxcala que los mexica nunca habiacutean conseguido someter le permitieron seguir una ruta hacia Tenochtitlan a traveacutes de un territorio relativamente acogedor Tambieacuten se dotoacute de un ejeacutercito de refuer-zo entre la poblacioacuten indiacutegena deseosa de vengarse contra Moctezuma y la eacutelite mexicardquo (Elliot 1990)

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ldquola noche tristerdquo ocurrida en el antildeo 1520 A partir de alliacute los mexica se organizaron en una resistencia que a pesar del cerco impuesto por los espantildeoles a su alrededor bajo el mando de Cuauhteacutemoc ele-gido sucesor de Moctezuma se niegan a capitular aunque al cabo de tres meses la ciudad asolada por la peste de la viruela hace que la resistencia mexica se debilite hasta resquebrajarse

La ocupacioacuten espantildeola suscito muacuteltiples resistencias desde el espacio maacutes septentrional hasta el sur de los actuales estados de Chile y Argentina estos dos extremos en los primeros antildeos de la ocupacioacuten como lo sentildeala Nahtan Wachtel (1976) se constituiriacutean en espacios perifeacutericos como ldquoguerras fronterizasrdquo En tal sentido esto nos provee dentro de la historiografiacutea un criterio para acer-carnos al estudio de este tema basado en la loacutegica centro-periferia En estos casos se constituyen en ldquocentrosrdquo los espacios maacutes poblados como lo seriacutean el centro del actual Meacutexico en aquel momento habi-tado por una confederacioacuten de tribus con su capital en Tenochtitlaacuten y el radicado en la regioacuten andina bajo el poder del Inca con su cen-tro en el Cuzco

Considerando el criterio de periferia en el primer arco de con-quista que se extiende hacia el norte encontramos otro escenario de resistencias para el avance espantildeol se trata de la Guerra de Mixtoacuten alejados de los nuacutecleos poblados se extendioacute por las montantildeas de Mixton Acatic Nochistlan y Cuinao y tuvo lugar entre 1541-1542 se trata de una resistencia gestada en las fronteras estimulada por hechiceros que anuncian la llegada de nuevos tiempos Estos pre-dicadores pertenecientes a ldquotribus salvajesrdquo de acuerdo a los relatos oficiales anunciaban la venida de Tlatol acompantildeado por todos los ancestros resucitados se trata de un retorno al pasado estimulando a la poblacioacuten india a rechazar la cultura invasora y promover la restauracioacuten de la tradicional profesando la violencia directa hacia los invasores (Barral Goacutemez 1992)

Las guerras chichimecas tienen continuidad luego de los en-frentamientos de Mixtoacuten se trata de otra de las disputas que ocurre en las periferias en lo que se construiraacute como la frontera minera La lucha se desarrolloacute a partir de 1550 con dos momentos culmines en 1560 y 1580 La poblacioacuten que se encontraba en estas aacutereas -zona septentrional de Zacatecas y San Martiacuten donde se alojaban las prin-cipales explotaciones mineras- se corresponde con una forma de organizacioacuten noacutemade fragmentada en tribus por ello los aztecas

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los denominaron ldquochichimecasrdquo aquellos que escaparon de su orga-nizacioacuten poliacutetica e influencia cultural e ignoraban o no practicaban la agricultura y se abocaban a la caza de ciervos liebres ratones o serpientes

Las zonas de fronteras se convirtieron en verdaderas espacios de caza de ldquoesclavosrdquo que cubriacutea las necesidades de todo Meacutexico A partir de 1570 los espantildeoles instalaron los ldquopresidiosrdquo y sus soldados se dedicaron a la caza de indios pero estos resistieron y mejoraron sus teacutecnicas de guerra tomando elementos como el caballo adap-tando su forma de lucha al uso de este animal como medio de trans-porte y como parte de la guerra aumentado su movilidad e impacto

En este mismo proceso de resistencia a la ocupacioacuten e invasioacuten europea encontramos en el segundo arco de conquista que parte de Panamaacute hacia el Peruacute la resistencia que se inicia en un aacuterea central con Manco Capac en Peruacute en el antildeo 1536 y la formacioacuten del Esta-do Neoinca en Vilcabamba que se prolonga hasta 1572 vinculado al movimiento milenarista Taqui Ongo contemporaacuteneo al primero desarrollaacutendose entre 1564-1565

Resulta confuso pero aunque sean contemporaacuteneos hay di-ferencias relevantes que sentildealar entre ambos (Taqui Ongo y el Es-tado Neoinca) El Estado Neoinca es expresioacuten de una situacioacuten de rechazo a la situacioacuten colonial que comienza cuando Manco Inca heredero del imperio inca utilizoacute la codicia de los espantildeoles para librarse de ellos y salir de Cuzco con el pretexto de buscar oro y asiacute afincarse en el valle de Yucay Aprovechando la partida de Almagro a la conquista de Chile y la estadiacutea de Pizarro en Lima reuacutene un ejeacutercito de 50000 hombres y pone sitio al Cuzco desde marzo de 1536 hasta abril de 1537 A pesar de su fracaso organiza una rebe-lioacuten general en base a las guerras de escaramuzas y teniendo como refugio la sierra

Tras los embates de Almagro Manco Inca se repliega a la mon-tantildea en la regioacuten de Vitcos en la provincia de Vilcabamba centro de resistencia inca desde 1537-1572 Esta rebelioacuten tiene como nodo el culto al Inca hijo del sol es alliacute donde encontramos presente la reivindicacioacuten de sus sistema de creencias con un feacuterreo rechazo al cristianismo

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Ante el asesinato de Manco Inca le sucedioacute Sairy Tupac su hijo me-nor de edad y aunque este se alioacute a los espantildeoles tras su muerte (1560) Titu Cusi sobreviene y restaura la poliacutetica de resistencia de Manco quien fuera su padre poliacutetica que seguiraacute tambieacuten el nue-vo sucesor Tuacutepac Amaru Se mantuvo al frente del estado neoinca pero su intervencioacuten fue breve las expediciones espantildeolas fueron favorecidas por las epidemias desbaratando la resistencia de Vilca-bamba

Entre 1560-1570 se da la crisis del mundo indiacutegena de la cual advierte Wachtel (1976) por lo que aparece un movimiento que intentoacute reafirmar o rescatar maacutes bien la cultura tradicional en los andes se trata del Taqui Ongo movimiento que surgioacute en el Peruacute central en 1560 entre el descalabro social y econoacutemico que habiacutea producido la ocupacioacuten colonial Este movimiento se separa de la resistencia de Vilcabamba porque se extendioacute maacutes allaacute de ella se define como un despertar de la religioacuten tradicional en guerra contra el cristianismo confronta ambas culturas y excluye toda acultura-cioacuten rechaza los elementos de la cultura que combate es decir la espantildeola ya sea vestimenta religioacuten o haacutebitos A diferencia del Es-tado Neoinca adoptoacute una resistencia sin llegar a la empresa beacutelica Cubiertos de un halo de confianza los seguidores de Taqui Ongo que significa retorno a la tradicioacuten esperaban un acontecimiento sobrenatural que concrete la resurreccioacuten del imperio Inca

A modo de siacutentesis de este breve recorrido podemos sentildealar algunas cuestiones relevantes como las caracteriacutesticas de las pobla-ciones que encontramos en los centros y las periferias Los centros se tratan de poblaciones maacutes amplias tambieacuten maacutes complejas a nivel poliacutetico como econoacutemico ya sea en el caso azteca o inca Mientras que en las periferias encontramos diferentes tribus fragmentadas con un estilo noacutemada lo cual permite constituir fronteras hostiles y poner coto a la ocupacioacuten espantildeola ya que anteriormente supieron poner liacutemite a los dominios de los pueblos de Ameacuterica en expansioacuten

Es destacable coacutemo los milenarismos o las profeciacuteas mesiaacuteni-cas movilizan a estos pueblos donde estaacute presente la figura de un principio unitario que ha de restaurar el orden destruido en este caso por la conquista espantildeola es una concepcioacuten ciacuteclica que en-caja perfectamente con los engranajes religiosos del mundo andi-no (como mesoamericano) sobre todo el caso del ldquoTaqui Ongordquo que anuncian el tiempo de las ldquohuacasrdquo o el retorno del Inca poniendo

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fin al predominio hispano con la venida de un tiempo nuevo (Ba-rral Goacutemez 1992)

El mesianismo aunque manifieste el rechazo a las marcas culturales de los espantildeoles tiene un caraacutecter sincreacutetico con el cris-tianismo ya que por ejemplo quien impulsa el movimiento del Ta-qui Ongo Juan Chocne es ayudado por indias que se hacen llamar Santa Mariacutea o Santa Mariacutea Magdalena una simulacioacuten que quizaacutes intenta asimilar la fuerza del dios cristiano (Wachtel 1976)

De todas las respuestas posibles que los espantildeoles organiza-ron para abatir las resistencias de los pueblos de estas tierras ningu-na fue tan poderosa como la guerra que dieron las bacterias y virus arrojados en este nuevo continente lo cierto es que la disminucioacuten de la poblacioacuten debilitoacute el margen de accioacuten y organizacioacuten de una resistencia maacutes efectiva por parte de los pueblos americanos que se vieron sorprendidos y avasallados por esta nueva realidad De todas maneras como ya hemos sentildealado las estrategias y formas de las primeras resistencias fueron muy heterogeacuteneas y responden a la diversidad de los pueblos que habitaban

El siglo XVII una bisagra que despunta el filo de las instituciones coloniales ante la diversidad eacutetnica y cultural americanaEste apartado pretende visualizar cuaacuteles son aquellas rebeliones que surgen una vez instaladas las instituciones coloniales La ocu-pacioacuten espantildeola cada vez se disemina maacutes la llegada de nuevos contingentes que pretenden hacerse con las riquezas de las tierras americanas genera maacutes tensioacuten en las zonas fronterizas donde los pueblos resisten al filo de las instituciones de dominacioacuten espantildeola

A principios del siglo XVII las llamaradas de las antiguas resis-tencias se siguen expandiendo pueblos enteros como los Acaxeacutees en la sierra de topia actual estado de Durango en Meacutexico atacaban los asentamientos hispanos asaltando e interrumpiendo los caminos intentando debilitar a sus opresores Otros pueblos como los Xixi-mes Coras y Tarahumaras ademaacutes de mulatos y negros se unieron a la rebelioacuten en Durango que concluyoacute en 1618 cuando todo indicio de conspiracioacuten fue aplastado por los espantildeoles Otra gran rebelioacuten

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fue llevada adelante por los indios Guazaparis en 1632 y una deacutecada despueacutes estalla las rebelioacuten de las ldquosiente nacionesrdquo Tobosos Cabe-zas Salineros Mamites Julimes Conchos y Colorados en el actual estado de Chihuahua siendo su principal meacutetodo el de afrentar a los espantildeoles mediante el robo y los asaltos (Barral Goacutemez 1992)

En todas las acciones estos pueblos reclamaban sobre las con-diciones de explotacioacuten a que eran sometidos en el trabajo en las mi-nas ya que las zonas fronterizas se caracterizadas por la extraccioacuten de metales preciosos pero aunque este sea un motivo aparente el fin uacuteltimo que perseguiacutean estos pueblos era la expulsioacuten de los es-pantildeoles conjuntamente con ellos se encarnaba un desprecio hacia la iglesia catoacutelica objetivado en dar muerte a religiosos e incendiar iglesias

Los alzamientos se repetiacutean intermitentemente durante toda la segunda mitad del siglo XVII en general animados por la resis-tencia a convertirse al cristianismo y aunque la actividad de las mi-siones jesuiacuteticas fue profusa en esta regioacuten los indios aparentaban una actitud sumisa para obtener de los frailes objetos metaacutelicos de valor por su novedad semillas de nuevos cultivos pero en su inti-midad conservaban haacutebitos ritos y costumbres arraigadas

Los Hopi y los Zuntildei fueron facciones que conformaron el gru-po denominado por los espantildeoles como ldquoindios Pueblordquo3 afincados en territorio que pertenecen actualmente a los estados norteame-ricanos de Arizona y Nuevo Meacutexico conviviendo con otros grupos como los Acoma Laguna Yemez Queresans Tano Tihua Tehua Tompiro y Piro (Barral Goacutemez 1992) Desarrollaron un complejo sistema de creencias organizacioacuten social y produccioacuten econoacutemica y aquiacute en esta zona la imposicioacuten espantildeola y el aplastamiento que sufrieron en todos estos aspectos termina por minar la poca o casi nula aceptacioacuten que poseiacuteaen los ldquoblancosrdquo entre estos pueblos

La rebelioacuten de los indios pueblo fue un movimiento planeado y estalla ante la fuga de un brujo llamado ldquoPopeacuterdquo que se encontraba en manos de espantildeoles acusado de hereje ante la praacutectica de cultos ancestrales Por diversos medios se gestoacute entre los indios una gran

3 Practicaban la agricultura del maiacutez y de caracteriacutesticas sedentarias esta-ban rodeados de tribus noacutemadas como los apaches mescaleros apaches chirica-huas navajos luchando entre ellos por lo que en un principio la avanzada de los espantildeoles no hizo maacutes que aplacar la belicosidad de estos uacuteltimos por lo cual los denominados indios pueblos no opusieron resistencia (Barral Goacutemez 1992)

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conflagracioacuten concertando el 11 de agosto de 1680 para atacar a los espantildeoles Fue tan fuerte y tan vivo el levantamiento que lleno de muerte todo Nuevo Meacutexico sin que quedara un solo espantildeol vivo Por supuesto la reaccioacuten de los colonizadores no se hizo esperar y en muacuteltiples expediciones doce antildeos despueacutes del primer altercado Diego de Vargas Zapata con 800 soldados a su mando sometieron a la regioacuten nuevamente bajo el yugo hispano

En el otro extremo de los dominios espantildeoles en Ameacuterica emergen a mediados del siglo XVII las sublevaciones de los guay-curuacutees en la gobernacioacuten del Paraguay comparable a las rebeliones que sucedieron en la regioacuten de Quito donde el abuso de los enco-menderos terminoacute con estallidos de violencia para el antildeo 1635 Has-ta en los confines de la selva las tensiones con los pueblos origina-rios producto de la opresioacuten que genera la nueva administracioacuten se acompantildea con la oposicioacuten a los intentos de evangelizacioacuten como el caso del cacique Andreacutes Zampati enemistado con los misioneros franciscanos por la imposicioacuten de la monogamia es por ello que atrajo a misioneros al interior de la selva con la informacioacuten falsa que alliacute se encontraban grupos pasibles de ser cristianizados El fi-nal de este cacique fue en mano de su propio grupo por parte de miembros que siacute habiacutean sido cristianizados Esto se repite en otros movimientos organizados en esta regioacuten (Oliva de Coll 1991)

Es evidente que la tensioacuten no solo se da con el ldquootrordquo en este caso el espantildeol y su cosmovisioacuten sino que se profundizan en el inte-rior de las comunidades conforme avanzan y se consolidan las ins-tituciones hispanocristianas Dentro de estos anaacutelisis se encuentra uno de los casos que retomaremos maacutes adelante con detalle se trata de un punto inflexioacuten en las denominadas guerras calchaquiacutees es-tos pueblos que habitaban el noroeste del actual estado argentino donde un espantildeol Pedro Bohoacuterquez que contrajo matrimonio con la hija de un cacique de la regioacuten presentando al virrey de Lima un plan de colonizacioacuten para esas tierras y viendo fracasar su expedi-cioacuten le propuso el mismo plan al gobernador de Tucumaacuten Alonso de Mercado de Villacorta Para cumplir con su cometido hizo correr el rumor de ser el uacuteltimo heredero de los antiguos incas del Cuzco Asiacute les pidioacute a la poblacioacuten de los valles calchaquiacutees que se convir-tieran al cristianismo todo esto llegoacute a oiacutedos del Virrey que le llamoacute con la intencioacuten de reprenderle pero este no se presentoacute y en 1568 el levantamiento de los calchaquiacutees tomoacute cuerpo Bohoacuterquez intentoacute

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negociar su entrega pero esto no terminoacute con la resistencia calcha-quiacute Las guerras se extendieron por casi seis antildeos concluyendo en 1664 cuando las tropas espantildeolas invadieron el valle y los indios fueron expulsados de sus tierras

Todas las resistencias aquiacute mencionadas que se generan en el siglo XVII son protagonizadas por los pueblos que auacuten no fueron sometidos completamente al dominio espantildeol y que se oponen en algunos casos firmemente a la imposicioacuten religiosa Pero hay faccio-nes que aceptan ldquosincreacuteticamenterdquo la religioacuten cristiana las pautas culturales y morales de los espantildeoles dado lugar al comienzo de la fragmentacioacuten de los pueblos originarios y al nacimiento de algu-nas caracterizaciones como la de ldquoindios amigosrdquo Esto es aquellos que ceden a la dominacioacuten espantildeola para quitarse el yugo de un pueblo vecino o que incluso persiguen conductas que ellos ya aban-donaron como el caso del cacique Zampati capturado por indios cristianizados Esto evidencia el filo de las instituciones coloniales que comienzan a hacer mella en el tejido social de estas sociedades ya sea que esta aculturacioacuten haya sido concebida en el marco de la resignacioacuten o la imposicioacuten

Rebeliones en el siglo XVIIIEste apartado considera recorrer algunos de los episodios represen-tativos que hacen a las rebeliones del siglo XVIII luego de doscien-tos antildeos de luchas que como hemos resaltado adoptaron diferentes estrategias los pueblos americanos sucumbieron ante el desmoro-namiento y la muerte de sus dioses las enfermedades que llega-ron desde el viejo mundo el reacomodamiento econoacutemico y social (Saacutenchez Albornoz 1979) y por supuesto ante la explotacioacuten fiacutesica a traveacutes del trabajo forzado

Como sentildeala Barral Goacutemez (1992) en este siglo se dan una se-rie de movimientos diferentes en intensidad donde el aspecto eacutet-nico se confunde con reivindicaciones sociales y poliacuteticas de todo tipo Las reformas borboacutenicas son un factor preponderante para comprender en parte las formas de resistencias ya que la adminis-tracioacuten colonial busca ajustar controles econoacutemicos y administrati-vos sobre sus dominios creando con dicho propoacutesito nuevos virrei-natos como el de Nueva Granada y el del Riacuteo de la Plata generando conflictos por el establecimiento de nuevas presiones contributivas

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A mediados del siglo XVIII las resistencias de la regioacuten del Peteacuten en la actual Guatemala fueron tenaces en ocasiones violentas en otras pasivas pero siempre en pie de guerra El ejemplo maacutes claro es el la sublevacioacuten liderada por Jacinto Uc de los Santos Canek que ter-minoacute ldquoroto vivo atenaceado quemado su cuerpo y esparcidas sus cenizasrdquo (Oliva de Coll 1991) Las resistencias al reclutamiento for-zoso se seguiacutean dando continuamente en 1730 los indios de Piacutellaro se rebelaron en la real Audiencia de Quito contra el reclutamiento para el trabajo minero y a mediados de este siglo los guaraniacutees se resistieron a ser conducidos a las misiones jesuiacuteticas llevando a cabo la ldquoguerra guaraniacuteticardquo

La administracioacuten colonial se cubrioacute de una pesada maquina-ria burocraacutetica con la esperanza de incrementar auacuten maacutes los in-gresos de la corona intensificando la divisioacuten y especificidad de los funcionarios renovando la mirada sobre las leyes Esto representoacute una amenaza sobre los grupos locales que se habiacutean empoderado a lo largo de dos siglo de ocupacioacuten como los corregidores una figura en la cual los abusos de los encomenderos teoacutericamente encontra-riacutean un liacutemite pero en disonancia con esto monopolizaron el co-mercio con los indios de los pueblos en el llamado ldquorepartimientordquo como una forma de desembarazarse de productos sobrantes produ-ciendo una serie de fuertes resistencias por parte de los indios que eran obligados a obtener productos inuacutetiles o innecesarios

Los corregidores se granjearon la enemistad de muchos secto-res de la sociedad colonial ya que para el buroacutecrata comuacuten este era un comerciante bajo otra apariencia ademaacutes la intensa confronta-cioacuten del mismo con las comunidades indiacutegenas traen consigo en-frentamientos como el liderado por Tuacutepac Amaru

La elevacioacuten del impuesto de alcabala del 4 al 6 que se apli-coacute tambieacuten en la aduanas interiores fue lo que inicioacute las primeras resistencias a estas nuevas imposiciones en Arequipa Huancave-lica y Cuzco bajo el liderazgo de Joseacute Gabriel Tuacutepac Amaru en la provincia de Tinta en 1780 en la cual se mezclaron disputas que manteniacutean en vilo el obispo de Cuzco Moscoso con el Corregidor Arriaga de la provincia de Tinta

La rebelioacuten de Tuacutepac Amaru movilizoacute masas que apuntaban al corregidor Arriaga por los abusos y desmanes y aunque fue ase-sinado en manos de dicho levantamiento su liacuteder aduciacutea que fue

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mandado a ajusticiar por pedido del rey Carlos III Tuacutepac Amaru afirmando su procedencia directa del Inca actuaba en nombre del rey espantildeol

Como sentildealamos al inicio ya no se trata de reivindicaciones eacutetnicas en las rebeliones del siglo XVIII se vuelven cada vez maacutes difusas las alianzas donde sectores empoderados hispaacutenicos apo-yaban las demandas de los indios que veiacutean en cualquier tipo de disturbio un obstaacuteculo para que la nueva reforma administrativa aplicada por los borbones no cumpliera su cometido final

Por otro lado los Curacas fueron los que cuando cayoacute estre-pitosamente el imperio Inca incrementaron su poder volvieacutendose funcionales y funcionarios del sistema colonial convirtieacutendose en pequentildeos sentildeores en su aacuterea de influencia recaudando impuestos personales de los indios consignando el registro de indios para la mita con privilegios respecto al usufructo de tierras y el uso del agua participando en el sistema de mercado espantildeol actuando como un intermediario entre el encomendero y el comerciantes y en ocasiones lo haciacutea de forma independiente suministrando mano de obra india a cambio de pagos en efectivos (Spalding 1992)

Mencionar la naturaleza del Curaca no es un dato menor para comprender al representante de las rebeliones contra el sistema es-pantildeol que tienen lugar en 1780 ya que Joseacute Gabriel Condorcanqui mejor conocido posteriormente como Tuacutepac Amaru era un curaca4 que se dedicaba a la arrieriacutea (transporte de animales y cargas) un negocio que se vio obstaculizado por las reformas borboacutenicas con el aumento de los impuestos (alcabala) sobre todo en las aduanas interiores Por supuesto otra de las inquietudes de este personaje era ser reconocido como descendiente de Tupac Amaru el uacuteltimo inca que sostuvo la resistencia en el siglo XVI en Vilcabamba para reclamar beneficios como el de exceptuar a los indios ligados a su cacicazgo de la obligacioacuten de la mita potosina

Finalmente Joseacute Gabriel fue reconocido por su comunidad como Tupac Amaru y con la miacutestica que representaba logroacute como ya advertimos antes apresar al corregidor y ajusticiarlo aunque lo

4 El curaca desempentildeaba un rol social estrateacutegico Es una figura que sobre-vive a la colonizacioacuten espantildeola ya que estos jefes de origen mestizo o indio cum-pliacutean una funcioacuten muy similar a la que teniacutean en el Imperio Inca pero su poder fue siendo cercenado cuando la administracioacuten espantildeola se consolidoacute como en este caso (Cornblit 1978)

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hiciera en nombre del rey de Espantildea y en contra del mal gobierno de Areche (Cornblit 1978) A la muerte del corregidor la noticia se difundioacute por todo el altiplano se sucedieron saqueos en los obrajes y una exclamacioacuten general en contra de la dominacioacuten espantildeola Pero esto no se constituye como una resistencia con trasfondo de reclamo eacutetnico sobre todo cuando vemos que entre algunos ayu-dantes directos de Tuacutepac Amaru se encontraba en fraile dominico Isidro Rodriacuteguez Fueron muchos los religiosos que apoyaron su mo-vilizacioacuten sobre todo cuando eacutel mismo declaroacute que sus peticiones se centildeiacutean a los maacutes puros ideales cristianos contenidos en las leyes de indias referentes al buen trato del indiacutegena con ello declaraba su acatamiento a la iglesia catoacutelica (Cornblit 1978)

Entendemos que la rebelioacuten de Tuacutepac Amaru no se trata de una resistencia indiacutegena a la dominacioacuten espantildeola sino que para esta etapa (se entiende) es una rebelioacuten contra la figura administra-tiva del corregidor ya que dos de las instituciones maacutes poderosas y que llevaron adelante la ocupacioacuten en estos territorios la iglesia y el rey estaacuten contemplados en el marco de la movilizacioacuten como de factores incuestionables

Resistencias calchaquiacutees y araucanas fronteras de la ocupacioacuten espantildeolaConsiderando esta breve revisioacuten parcial de algunos casos concre-tos que hacen a la resistencia indiacutegena en Ameacuterica ante la invasioacuten espantildeola en este apartado se exponen las caracteriacutesticas y puntos en comuacuten asiacute como diferencias en un anaacutelisis comparado de las gue-rras calchaquiacutees y las guerras araucanas La eleccioacuten de estos casos se debe a que representan fuertes resistencias a las corrientes colo-nizadoras ambas ubicadas en el cono sur del continente produci-das en una zona perifeacuterica y de frontera

Comenzaremos describiendo las caracteriacutesticas de estos pue-blos pertenecientes a las ldquoperiferiasrdquo de los grandes conglomerados culturales (Azteca-Maya-Inca) la impronta que deja la aculturacioacuten espantildeola en ellos considerando los medios de los cuales se apropian para sostener el enfrentamiento y asiacute dirimir puntos de contacto y diferencias entre ambos casos

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Los diferentes pueblos que actuaron en las guerras Calchaquiacutees son caracterizadas por Martiacutenez Sarasola (1992) como pueblos de mon-tantildea Los omaguacas se dedicaban a la agricultura con influencia de las cultura incaica del Tawantisuyo poniacutean en praacutectica la irriga-cioacuten artificial y andenes de cultivo al igual que los diaguitas grupo conformado por parcialidades de lucataos tolombones yocaviles quilmes tafis todas practicaban la agricultura y criaban llamas compartiendo una lengua comuacuten el cacaacute o cacaacuten Identificados como calchaquiacutees se encontraban en noroeste del actual territorio argentino un espacio que comprende las provincias de La Rioja y Catamarca conjuntamente con sectores occidentales de Tucumaacuten y Salta Con las existencia de dos valles el de Hualfiacuten y los llamados valles Calchaquiacutees durante los primeros tiempos coloniales la im-portancia de esta regioacuten se reduce a asegurar la ruta que une Lima y Potosiacute (Lorandi 1988)

Las Guerras Calchaquiacutees fueron protagonizadas por diaguitas y omahuacas Estos uacuteltimos al mando del cacique Viltipoco fueron los que a mediados del siglo XVI se enfrentaron con eacutexito a los pri-meros avances de los espantildeoles en esta regioacuten Aunque la funda-cioacuten de ciudades se constituyoacute en una estrategia fundamental para afianzar el control de la zona por los invasores el desalojo de las co-munidades se da paulatinamente con la fundacioacuten de nuevas ciuda-des impulsadas por los espantildeoles con ello los indios eran sometidos al sistema de encomienda Pero la resistencia no dio tregua y a los omahuaca se le suman los diaguitas al mando de Juan Calchaquiacute quien entre 1561 y 1562 expulsoacute las huestes comandadas por Juan Peacuterez de Zurita enviado desde Chile en 1557 con instrucciones pre-cisas para conquistar y colonizar

Estos sucesos sentildealan para Lorandi (1988) como principal ca-racteriacutestica regional en ese periacuteodo

hellipque los indios persisten en su voluntad de resistir con el propoacutesito de preservar su autonomiacutea y evitar cumplir con las prestaciones que se les pretende exigir a pesar de la multiplicacioacuten de unidades eacutetnicas y de la carencia de poder poliacutetico unificado y permanente o tal vez por esta misma razoacuten es que pueden accionar de tal forma (Loran-di 1988 p 103)

Avanzados los asentamientos coloniales con la fundacioacuten en 1565 de San Miguel de Tucumaacuten y Coacuterdoba en 1573 la misma fun-

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dacioacuten de Salta hacen de la conquista una realidad excepto en el valle Calchaquiacute Las fundaciones de La Rioja en 1591 Nueva Madrid en las puertas del valle de Salta en 1592 y San Salvador de Jujuy en 1593 dejaraacute sentadas las bases definitivas de la ocupacioacuten hispaacutenica en Tucumaacuten (Lorandi 1988)

El servicio personal de los indios se ejerce en funcioacuten de la institucionalidad de la encomienda Para cumplir con las mitas de trabajo a los encomenderos los indios debiacutean pasar largos meses fuera de sus hogares las mujeres fueron sometidas al trabajo textil en los obrajes sin tiempo para dedicarse a sus hijos ni a los cultivos sufriendo la mayor carga tributaria Esta situacioacuten se agrava y pone en vilo a la poblacioacuten para el antildeo 1630 cuando comienzan los gran-des levantamientos

En 1631 el entonces gobernador Felipe de Albornoz organiza la represioacuten del alzamiento en el valle Calchaquiacute derrotando algu-nas facciones Los pueblos del sur del valle logran formar una con-federacioacuten entre los pobladores de Aconquija Andalgalaacute y Hualfiacuten que dan inicio a una gran rebelioacuten liderada por Chalimin (Lorandi 1988) Los espantildeoles se enfrentan en diferentes momentos con los moradores de los valles en 1637 Chalimin es apresado y descuar-tizado por caballos Pero la rebelioacuten no termina los ataques a las haciendas y poblados continuacutean para 1643 el capitaacuten Francisco de Nieva y Castilla consigue capturar a los uacuteltimos rebeldes que fueron desnaturalizados 400 malfines y abaucanes fueron llevados a Coacuter-doba con maacutes de 150 espantildeoles muertos y un nuacutemero desconocido de indios concluyendo esta etapa hasta que doce antildeos despueacutes re-nacen las hostilidades con Pedro Bohoacuterquez a la cabeza5

5 Pedro Chamijo conocido como Pedro Bohorquez llega a Lima en el antildeo 1620 Tratando de hacerse de un espacio propio en el mundo colonial recorre las sierras proacuteximas y se casa con la hija de un mulato duentildeo de una manada de ye-guas Durante ese periacuteodo visita los pueblos y las chicheriacuteas recabando informa-cioacuten sobre tesoros escondidos y paiacuteses legendarios Otra vez en Lima se infiltra en-tre personajes cercanos al Virrey Conde de Chinchoacuten y consigue una entrevista a fin de solicitarle autorizacioacuten y recursos para buscar el Paititiacute El Virrey lo rechaza y luego es apresado pero escapa hacia Larecaja en 1636 es apresado nuevamente por el Virrey Don Juan de Lizarazu pero termina seducido por los argumentos de Chamijo sobre las posibilidades de descubrir el Paititiacute y escribe al Rey y al Consejo de Indias solicitando que se apoye sus proyectos Una vez libre Chamijo se dirige a Potosiacute y a Porco Alliacute embauca al padre Alonso Bohorquez dicieacutendole que pertene-ce a su familia De este encuentro nace el cambio de su apellido y el flamante Pedro Bohorquez ve coronados sus esfuerzos de seduccioacuten con 12 000 pesos que el cura le regala para que lleve adelante su aventura Sus incursiones contra Tarma alte-ran a las autoridades de Lima que enviaron una partida que lo apresa En castigo el Virrey lo deporta al presidio de Valdivia en Chile En Valdivia participa de la

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Don Pedro como seraacute llamado inicia un intercambio epistolar con el gobernador Alonso de Mercado y Villacorta para convencerlo de sus buenas intenciones como espantildeol y como cristiano Este con-creta un acuerdo en un paraje de la actual provincia de Catamarca llamado Pomaacuten Alliacute Bohorquez promete que arrancaraacute a los indios sus secretos sobre las minas y tambieacuten sobre los tesoros que los in-cas habiacutean ocultado antes de su partida siempre que ellos queden convencidos de que las autoridades aceptan sin reparos su condi-cioacuten de descendiente del Inca Como resultado obtiene el recono-cimiento de dos tiacutetulos por uno de ellos se le concede el derecho a disfrutar del tiacutetulo de Inca y se le permite el uso de las insignias correspondientes Por el otro se le otorga el tiacutetulo de Capitaacuten Ge-neral y Justicia Mayor con expresas instrucciones de promover la evangelizacioacuten enviar indios de mita a las ciudades y descubrir las riquezas del Valle (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

Transcurrido un antildeo sin que cambie la situacioacuten Mercado inicia el ataque armado al valle y despueacutes de un primer encuentro obtiene la rendicioacuten de Bohoacuterquez que es conducido a Lima y proce-sado Estos hechos se producen en 1659 pero solo en 1667 rueda la cabeza de este ldquoenemigordquo de la Corona (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

El final de la travesiacutea de Pedro Bohoacuterquez no termina con los enfrentamientos quizaacutes porque como cuestiona Lorandi (1988) este no sea un liacuteder representativo de todas las facciones Represen-ta maacutes bien una construccioacuten espantildeola a la cual le dieron el poder para insertarse en el valle a riesgo de que este hiciese primar sus intereses individuales maacutes allaacute de los acuerdos pactados con espa-ntildeoles o las alianzas logradas con los pueblos del valle Calchaquiacute Pero es en 1664 que el gobernador Mercado y Villacorta vence a los quilmes y yocaviles castigando a los primeros con el desarraigo de sus tierras trasladaacutendolos a Buenos Aires

El caso de la resistencia araucana incluyoacute a mapuches huilli-ches pehuenches puelches ubicados al sur del actual Chile entre

defensa del fuerte asediado por los araucanos construyendo un cantildeoacuten de madera con el que detienen el ataque Confiando en sus buenas intenciones el comandante del fuerte lo autoriza a salir para intentar una negociacioacuten con los indios circuns-tancias que aprovecha para huir Desde Mendoza se dirige a La Rioja Catamarca y Tucumaacuten En su trayecto trata de encontrar adeptos entre los espantildeolesy los in-dios convencieacutendolos de que dispone de secretiacutesima informacioacuten sobre el Paititiacute y deslumbraacutendolos con el relato de sus aventuras (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

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el rio Choapa al norte y el archipieacutelago de Chiloeacute al sur al pie de la Cordillera de los Andes Son pueblos cuya formacioacuten social cultural y econoacutemica se basaba en una incipiente praacutectica de la agricultura practicando el cultivo de la papa y el maiacutez complementada por la caza pesca y la recoleccioacuten Su patroacuten de asentamiento respondiacutea al de ldquopequentildea Aldeardquo y la vivienda ldquorucardquo era de gran tamantildeo rec-tangular y construida con madera reunidos en grupos reducidos y noacutemadesLa actividad beacutelica en estos grupos estaba muy desarrolla-da ya que habiacutean resistido a la penetracioacuten Inca ademaacutes que eran comunes los enfrentamientos intestinos y su organizacioacuten social respondiacutea a ello los jefes guerreros el conjunto de la comunidad y los cautivos (Martiacutenez Sarasola 2013)

Con la llegada de los espantildeoles se acentuaron estos rasgos la raacutepida adopcioacuten del caballo la vaca cabra y la oveja los convirtioacute al decir de Barral Goacutemez (1992) en ldquoganaderos ecuestres mitad va-queros y mitad guerrerosrdquo La irrupcioacuten de los ldquoconquistadoresrdquo con Diego de Almagro en 1536 que conformoacute la gobernacioacuten de Nue-va Toledo y de Pedro de Valdivia en 1540 en la regioacuten de Chile dio como resultado el primer gran enfrentamiento bajo el liderazgo de Caupolicaacuten Lautaro hijo del cacique Carintildeancu un antiguo criado de Valdivia que fue apresado y muerto en manos de los indios en 1553

En 1550 Valdivia logroacute instalar a las orillas del Biobiacuteo el fuer-te de La Concepcioacuten gran parte de la poblacioacuten picunche y hulliche es capturada y puesta bajo el reacutegimen de encomienda Pero los mapuches se resistieron y asesinaron al jefe invasor (Martiacutenez Sarasola 2013)

Luego de estos episodios la gobernacioacuten de Martiacuten Garciacutea Ontildeez (1592) intenta apaciguar la belicosidad de los indios arauco fundando ciudades y fuertes para reparo de las mismas Con un halo de tranquilidad puso en marcha las minas de Millapoa y Angol lo que dio lugar a la rebelioacuten de 1598 y la consecuente destruccioacuten de las llamadas ldquosiete ciudadesrdquo fundadas al sur del Biobiacuteo Esta vez el ingenio militar del cacique Pelentaru combinaba las rebeliones de huilliches en Osorno Valdivia y Villar al tiempo que atacaban a fuertes y ciudades construiacutean pucaras -empalizadas para asediar a los espantildeoles- a la vez que perfeccionaron las guerras moacuteviles ndashcon-centracioacuten de fuerzas en el ataque y dispersioacuten raacutepida ampliando los frentes- (Barral Goacutemez 1992)

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Con todo ello queda establecida una frontera y se fijoacute un escena-rio para la lucha que desangroacute a los pueblos de la regioacuten sur de los actuales territorios sur de Chile y Argentina hasta el siglo XVIII en el primer caso e inclusive fines del siglo XIX en el caso argentino (Martiacutenez Sarasola 2013)

Con este breve esbozo de las resistencias calchaquiacutees que son apagadas en 1664 y la resistencia araucana que tendraacute maacutes de un siglo de duracioacuten a partir de la derrota calchaquiacute podemos estable-cer algunos puntos de comparacioacuten en torno a ellos

1 Revisar los antecedentes e influencias del imperio inca en estos pueblos se presenta como un punto relevante en los dos casos ya que las sociedades de los valles calchaquiacutees estuvieron influenciadas por el imperio inca sobre todo en el plano productivo y religioso Por ejemplo en el valle de Calchaquiacute las aguas que bajaban como avenidas en la eacutepoca de lluvia se conduciacutean para inundar los campos y las terrazas una tras otra En otras zonas la tecnologiacutea inca hizo posible el cultivo de las tierras alejadas de los cauces fluviales gracias a la construccioacuten de canales de riego Por otro lado la hegemoniacutea inca introdujo en esta aacuterea el cul-to imperial al sol y la luna (Hidalgo 1990) Esta influencia no fue acompantildeada por el sometimiento de los habitantes de valles y quebradas con la entrada de los espantildeoles al escenario poliacutetico en 1535 probablemente porque estas parcialidades principalmente los diaguitas eran general-mente autoacutenomas y careciacutean de un foco centralizado de poder poliacutetico es decir las parcialidades podiacutean enfren-tarse entre siacute formando alianzas temporales plurieacutetnicas bajo condiciones de guerra semipermanente cuando el maacutes prestigioso de los jefes militares aliados era elegido para que mandara sobre el resto (Hidalgo 1990) Que fue lo ocurrido ante la presioacuten de las huestes hispaacutenicas en la regioacuten Pero en los casos de los atacama los humahuaca y posiblemente tambieacuten los calchaquiacutees el poder de un cu-raca principal se extendiacutea maacutes allaacute del radio de su propia comunidad incluyendo no soacutelo las colonias alejadas sino tambieacuten diferentes grupos eacutetnicos

En el caso de las diversas parcialidades que formaron parte de la resistencia Araucana trataacutendose de grupos auacuten maacutes dispersos

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estos se resistieron a la penetracioacuten del imperio inca pero solo los mapuches en los del valle de Mapocho adaptaron la tecnologiacutea inca al espacio productivo logrando extensas superficies de tierra de regadiacuteo Aun asiacute los intentos de dominacioacuten en 1447 por los incas solo exacerbaron la belicosidad de estos pueblos experiencia con la cual se enfrentariacutean a los espantildeoles (Martiacutenez Sarasola 2013) El resto de las parcialidades picunches y huilliches practicaban una agricultura extensiva de roza y quema Por esta razoacuten la agricul-tura no permitiacutea alcanzar la densidad de poblacioacuten o la estabilidad que proporcionaba la agricultura hidraacuteulica intensiva un condicio-nante que se reflejaba en la caracteriacutestica distribucioacuten dispersa que presentaban los asentamientos araucanos y sus campos de cultivos Asiacute como la dependencia a la caza y recoleccioacuten para complemen-tar esta praacutectica (Hidalgo 1990)

Esta organizacioacuten dispersa de la produccioacuten y la consiguiente organizacioacuten poliacutetica basada en el lebo una unidad que comprendiacutea sucesivamente siete u ocho cabi o divisiones menores cada una con su propio ldquosentildeorrdquo (Hidalgo 1990) Realza el caraacutecter esquivo de estos pueblos para someterse a cualquier tipo de dominacioacuten y es por este motivo que los enfrentamientos con las huestes espantildeolas se exten-dieron hasta el siglo XVIII

En ambos casos la influencia del poderiacuteo incaico es visible en aspectos culturales o productivos pero las diferencias en cuanto a la organizacioacuten poliacutetica-militar y su aislamiento respecto al poder central del Tawantisuyo establece un punto en comuacuten de los pue-blos que protagonizaron las resistencias calchaquiacutees como arauca-nas quizaacutes fue justamente ese mosaico de diferentes organizacio-nes poliacutetico-militares que les permitieron no caer a los pies de los invasores como lo sucedido en el imperio inca

2 La posicioacuten geograacutefica de estos pueblos es otro punto inte-resante de esta comparacioacuten puesto que se vuelve estra-teacutegica ambos estaacuten alejados de los centros maacutes poblados y de principal intereacutes para los espantildeoles que en la primera etapa se redujo a la extraccioacuten de metales preciosos Pero los valles donde se establecieron las parcialidades que formaron parte de las guerras calchaquiacutees estaban en el camino que uniacutea las rutas de Lima a Potosiacute por ello asegu-rar este trayecto se presentaba como el principal objetivo para los espantildeoles Asiacute como tambieacuten captar la mano de

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obra que representaban estos pueblos que se resistiacutean a la dominacioacuten y a la explotacioacuten que significaba ser tributa-rios de los espantildeoles y responder a la mita potosina

En ese sentido los araucanos representaban un obstaacuteculo for-midable para el avance de los espantildeoles pero no se estableciacutea como prioridad ya que esta apuntaba a fortalecer los dominios que repre-sentaban ganancias inmediatas Esto quizaacutes seriacutea una explicacioacuten plausible y parcial para comprender por queacute la resistencia calcha-quiacute fue combatida con real encono teniendo como resultado su des-articulacioacuten para mediados del siglo XVII mientras que la resisten-cia araucana se extiende por maacutes de un siglo

3 Continuando con la posicioacuten geograacutefica indagamos en los meacutetodos de lucha utilizados en ambas resistencias y la influencia de la tecnologiacutea europea En el primer or-den se explicita un uso taacutectico y estrateacutegico del terreno en el caso de los calchaquiacutees impidieron que las columnas de espantildeoles ingresen a los valles dejando rodar piedras desde las alturas escarpadas o lanzando flechas solo con un puntildeado de hombres mientras que en las ciudades y caminos utilizaban otras estrategias avanzaban a traveacutes de fugaces ataques sorpresivos con raacutepidas retiradas for-mas que se repiten en territorio araucano las denomina-das ldquomalocasrdquo o ldquomalonesrdquo Ambos casos materializaron su resistencia con grandes similitudes pero tambieacuten es evi-dente en ambos la descoordinacioacuten y los muacuteltiples puntos o frentes de ataque que frenaban su impacto o el eacutexito de estas empresas

Las resistencias araucanas y calchaquiacutees compartiraacuten estrate-gias y tambieacuten armas Un estudio realizado por Rubio Duraacuten (1992) sentildeala que el liacuteder de uno de los uacuteltimos levantamientos calcha-quiacutees cuando se encontraba preso en Valdivia (Chile) aprendioacute a fabricar cantildeones de madera recubiertos con cuero mientras el fuer-te se encontraba bajo amenaza de los indios araucanos Este espantildeol -Pedro Bohoacuterquez- trasladoacute estrategias de lucha utilizadas por los espantildeoles en la frontera araucana hacia la frontera que constituiacutean los valles calchaquiacutees pero estas nuevas armas fueron utilizadas por sus seguidores los calchaquiacutees contra la expansioacuten del dominio colonial

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Otro de los elementos que es de vital importancia sentildealar es que la adopcioacuten del caballo que transforma el entorno cultural de estas poblaciones en lo que algunos autores han de llamar ldquoel complejo ecuestrerdquo Esta relacioacuten hom-bre-caballo mejoraron las teacutecnicas de caza colectiva se complejizoacute la organizacioacuten social y se reunieron bandas de hasta 500 individuos se ocupa maacutes territorio la ins-titucioacuten del cacicazgo antes laxo se vuelve maacutes general Sobre todo se reorganiza la forma de hacer la guerra a partir del uso de nuevas armas ofensivas y defensivas (la armadura de cuero de caballo) (Martiacutenez Sarasola 2013 pp 183)

La aculturacioacuten en el caso de los araucanos tiene un sen-tido opuesto mientras que para la mayoriacutea de los pueblos que fueron sometidos al dominio espantildeol la aculturacioacuten significoacute la adopcioacuten de la cultura dominante y el aban-dono de las creencias y costumbres de sus antepasados produciendo una ruptura en el orden cultural Para los araucanos la aculturacioacuten es opuesta sirve como un ins-trumento para la revuelta adoptando el caballo enrique-cen sus teacutecnicas a fin de luchar contra la dominacioacuten y defender su tradicioacuten (Wachtel 1976 pp 306-307)

En el espacio araucano se advierte no solo una aculturacioacuten en el flanco militar transformando la organizacioacuten poliacutetica ya que se deja de lado la dispersioacuten habitual de estas tribus para reagrupar-se durante las operaciones militares sino tambieacuten se incorporan los elementos extranjeros en el aspecto econoacutemico con el cambio de cultivos sustituyendo el maiacutez por el trigo y la cebada de madura-cioacuten maacutes temprana para preservar las cosechas de las expediciones espantildeolas que incendiaban los cultivos para dejar sin provisiones a estos pueblos como una forma de combatir la resistencia

Estos tres puntos antes descriptos presentan la construccioacuten de dos fronteras y su permeabilidad La frontera araucana fijada en el siglo XVI generoacute numerosos intereses entre quienes la cus-todiaban comerciantes mercaderes agricultores y ganaderos que abasteciacutean la zona beneficiaacutendose de los gastos que generaban las campantildeas militares alliacute apostadas

Tanto la resistencia araucana como la calchaquiacute se cons-tituyen en zonas de fronteras -pactadas como el caso araucano al sur del Biobiacuteo o moacuteviles como el caso cal-chaquiacute a medida que los espantildeoles cercaban terreno con

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la construccioacuten de ciudades- entendiendo a las fronteras como un espacio donde los procesos de produccioacuten es-tructura institucional y social no se han integrado en la dinaacutemica colonial pero estaacuten en viacuteas de formacioacuten (Rubio Duraacuten 1997 pp 20-21)

Reflexiones finalesA medida que analizamos brevemente los registros y producciones realizados por diversos autores en cada uno de los casos encontra-mos en la primera etapa de la colonizacioacuten en el siglo XVI auacuten viva la referencia a la cultura y a las creencias de los pueblos que encar-nan en movimientos milenaristas presentes en Taqui Ongo como en la guerra Mixtoacuten pero conforme se consolidan las instituciones de dominacioacuten y avanzan los intentos de catequizacioacuten del indio las resistencias se vuelven maacutes difusas en cuanto al nivel de participa-cioacuten asiacute como a las motivaciones o los fines que persiguen Si en el siglo XVI encontramos como moacutevil relevante la oposicioacuten lisa y lla-na a la aculturacioacuten en el siglo XVIII encontramos el sincretismo y la oposicioacuten desde otro aacutengulo en el cual los pueblos se valen de los conocimientos e intereses para emprender acciones hostiles como el caso de la rebelioacuten de Tuacutepac Amaru

Es evidente que ciertos niveles de aculturacioacuten opuesta (Wa-chtel 1977) en muchos casos permiten la prolongacioacuten de la resis-tencia como en la resistencia araucana o la resistencia chichimeca en ambos extremos del espacio americano pero en otros se vuelve un factor que potencia la desarticulacioacuten de los movimientos de re-sistencias La resistencia de los pueblos americanos es explicita en los albores de la ocupacioacuten espantildeola esta es hija de la desesperacioacuten y el rechazo ante la situacioacuten colonial La rebelioacuten es un teacutermino que entendido bajo la oposicioacuten a lo ya instituido podemos aplicarlo a los movimientos que se encuentran hacia el final de la etapa co-lonial

La comparacioacuten de solo algunos elementos entre la resistencia araucana y las resistencias calchaquiacutees tienen este fuerte punto en comuacuten son resistencias en siacute ambos espacios estuvieron expuestos a la avanzada del imperio inca las parcialidades del NOA (Noroes-te Argentino) en muchas ocasiones pactaron y hasta tributaron a la dominacioacuten inca no fue el caso de las parcialidades araucanas pero siacute representaron un liacutemite a la expansioacuten de este gran imperio a finales del siglo XV Estos contactos como afirma Lorandi (1988)

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puede explicar la necesidad de preservar su autonomiacutea a la llega-da de los conquistadores espantildeoles en ambos casos es decir que las zonas perifeacutericas no solo resultaron difiacuteciles de someter al dominio espantildeol porque su poblacioacuten era dispersa erraacutetica o se basaban en firmes creencias ancestrales a las que no pretendiacutean renunciar sino que todo este conjunto de caracteriacutesticas las hicieron regiones poco asequible a sistemas de dominacioacuten anteriores a los espantildeoles como el azteca o inca

En este contexto los araucanos y calchaquiacutees permanecen autoacutenomos y equidistantes a cualquier imposicioacuten y el enfrenta-miento con los espantildeoles recrea estas situaciones de lucha que po-nen en vilo la identidad de estos mismos pueblos que defienden su espacio munido de todos los recursos a los que puedan acceder pro-pios o ajenos

Mapa Resistencias rebeliones y milenarismos (Siglos XVI-XVII-XVIII)

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La reforma de 1918 en su dimensioacuten histoacuterica

Osvaldo Emilio Prieto

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Algunos planteosEl ejercicio de profundizar en ldquohechosrdquo histoacutericos supuestamente conocidos -maacutes allaacute de las importantes investigaciones y escritos especiacuteficos- y gravitantes en nuestros diacuteas requiere de la buacutesque-da de nuevos elementos relaciones asociaciones y permanencias que muchas veces quedan subordinados en los anaacutelisis las necesa-rias relecturas de procesos -con sus complejidades- ante la supuesta centralidad de un episodio es aquiacute de caraacutecter central Este pretende ser el motivo de nuestro abordaje -acorde por otra parte a los re-querimientos de la caacutetedra Historia Americana crisis y organiza-cioacuten -1810-1930- UNRC FCH- orientado a dimensionar lo emergen-te en la ciudad de Coacuterdoba en 1918 como asiacute tambieacuten su inscripcioacuten necesaria en un proceso mayor

En principio la naturaleza de ese episodio que trascendioacute el caraacutecter de tal tuvo como premisa movilizadora central democrati-zar la universidad democratizacioacuten inexorablemente atada a la de la sociedad misma y consecuentemente al ldquodesarrollordquo del sistema poliacutetico las ambiciones se identificaban con un entorno vinculado a la necesidad de barrer con lo heredado En esa tarea el horizon-te percibido por los reformistas universitarios se asociaba a formar ciudadanos con capacidades para desarrollarse como sujetos prota-goacutenicos en la construccioacuten de una repuacuteblica y a la vez partiacutecipes del cambio social Los reformistas pretendieron erigir a la universi-dad en motor de la avizorada o necesaria transformacioacuten histoacuterica

Esquemaacuteticamente y en el marco de una perspectiva histoacute-rica cercana en el tiempo planteamos la idea de que la institucioacuten universidad ha intentado cumplir baacutesicamente un doble papel por un lado como racionalizadora de la realidad por otro tomando dis-tancia criacutetica y planteando instancias alternativas La tradicioacuten re-formista se ha inscripto preferentemente en esta uacuteltima direccioacuten (Biagini 2000b p 47) Desde los inicios ademaacutes se explicitaba en su espiacuteritu la vocacioacuten americanista Conocidos son algunos de los pasajes del Manifiesto Liminar de junio de 1918 -documento inicial de los reformistas- ldquoCoacuterdoba se redimehellip desde hoy contamos para el paiacutes una verguumlenza menos y una libertad maacuteshellipLos dolores que quedan son las libertades que faltanhellip estamos pisando sobre una revolucioacuten estamos viviendo una hora americanahelliprdquo De esta mane-ra saliacutean a la luz pretensiones sociales -cambio social- emancipato-

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rias -enfrentando poderes de la eacutepoca- y americanistas -la reforma trascendiacutea las fronteras- ademaacutes de los contenidos pedagoacutegicos y administrativos inscriptos en los objetivos primeros de la reforma Cierto revisionismo histoacuterico aunque muchas veces criacutetico del pro-ceso esgrime el tiacutetulo de ldquoLa Revolucioacuten Universitaria de 1918rdquo (Ra-mos 2013)

En base a estas premisas ldquomacrordquo se pensaba que uno de los puntos de partida era claro estaacute reformar o ldquorevolucionarrdquo la uni-versidad partiendo de la tan preciada ldquoautonomiacuteardquo no para aislarse del Estado aunque siacute se avizoraba la necesidad de una autarquiacutea administrativa pedagoacutegica y econoacutemica sino para ejercer dicha autonomiacutea maacutes allaacute de cualquier gobierno de turno o ldquodominacioacuten hegemoacutenicardquo -por caso la dominacioacuten oligaacuterquica que por la fecha se estaba resquebrajando- La autonomiacutea universitaria se fundaba en la necesidad de impedir que los vaivenes poliacuteticos se traduzcan en cambios arbitrarios o usos poliacuteticos de la institucioacuten situaciones que alteraban la vida universitaria y con ello su ldquomisioacuten histoacutericardquo El mejoramiento del mismo horizonte acadeacutemico la libertad acadeacute-mica no debiacutea ser entorpecida por los poderes ldquoextramurosrdquo todo en un contexto en el cual una educacioacuten arcaica en una eacutepoca de cambios era denunciada La autonomiacutea en materia poliacutetica docente y administrativa se dirigiacutea a diferenciar en uacuteltima instancia Esta-do de gobierno siendo la misma universidad parte del primero -con su autonomiacutea- pero no subordinada o directamente influenciada o alterada en su misma autonomiacutea por gobierno alguno

Todos estos planteos se inscribiacutean en las demandas de cambio social la gratuidad de la ensentildeanza la extensioacuten universitaria -re-lacionada al cambio social- la mancomunioacuten con sectores obreros y una insistente preacutedica de unidad latinoamericana antiimperialista Este esbozo nos sirve para presentar la razoacuten de ser de la reforma nos adelanta la perspectiva -vitalista e idealista- de un largo camino iniciado en Coacuterdoba a recorrer por nuestras universidades camino que se proyectoacute a nuevas generaciones y que encontroacute seguidores como detractores sus criacuteticos y sus mismos revisionistas Lo cierto es que maacutes allaacute de los posicionamientos de nuestras criacuteticas e in-cluso de sus sepultureros nos encontramos con que a partir de la reapertura democraacutetica de 1983 la reforma iniciada en Coacuterdoba no gozaba de buena salud pero estaba viva Obviamente maacutes allaacute de nuestra perspectiva histoacuterica hoy como ayer la universidad argen-

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tina necesita de un fuerte replanteo propio de una permanente y necesaria dinaacutemica de pensarnos y repensarnos dentro de la insti-tucioacuten

En el presente escrito aparecen criacuteticos al reformismo -maacutes allaacute de las obvias impugnaciones clericales manifiestas en el pe-rioacutedico cordobeacutes Los Principios desde los inicios del proceso- y sus modalidades como tambieacuten los criacuteticos -o auto-criacuteticos- dentro del mismo reformismo de los mismos gestores del movimiento ante hechos contradictorios ante caminos desvirtuados Muchos resal-taron la circunstancia de la misma participacioacuten de los reformistas en el golpe del treinta contra Hipoacutelito Yrigoyen -la contradiccioacuten maacutexima la Federacioacuten Universitaria Argentina se lanza a la huelga no ya contra la oligarquiacutea- otros orientaron sus criacuteticas sentildealando que nunca se llegoacute a superar el divorcio entre mundo intelectual y ldquopueblordquo meta sustancial del reformismo no faltaron las criacuteticas al excesivo idealismo ldquopequentildeo-burgueacutesrdquo o ldquoizquierdosordquo Con todo nos resulta interesante los profundos y contundentes planteos que fueron surgiendo de las propias praacutecticas reformistas por reformis-tas antildeos despueacutes del suceso Es asiacute que su principal referente Deo-doro Roca convocaba a traveacutes de la revista Flecha (1935) a varios y destacados compantildeeros reformistas (como Saul Taborda Julio V Gonzalez Gregorio Bermann Sergio Baguacute Paulino Gonzalez Alber-di Juan Filloy Dardo Cuacuteneo) a contestar una encuesta en torno a cierto balance del proceso

Ya en los treinta del siglo pasado el riesgo de perder o la re-signacioacuten de haber perdido sus principios originales era la preo-cupacioacuten o la postura concreta y fundada la necesidad de superar una ldquorevalorizacioacuten conservadorardquo de la reforma en torno a logros pedagoacutegicos o administrativos era y es en nuestros diacuteas motivo de anaacutelisis transversal1 Lapidario fue el posicionamiento de uno de sus

1 Reflexiones criacuteticas marcaron escritos como los del propio Deodoro Roca (El drama social de la Universidad Ed Universidad de Coacuterdoba 1968 Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria Ed Universitaria de Coacuterdoba 1998 Las obras y los diacuteas ed Losada BsAs 1945 Prohibido prohibir Ediciones La Bastilla BsAs 1972) de Julio V Gonzaacuteles (1945 Teoriacutea y accioacuten de la Reforma Claridad BsAs) o Gabriel del Mazo (comp La reforma Universitaria tres tomos editorial del Cen-tro de Estudiantes de Ingenieria 1941 y dos tomos 1968 La reforma universitaria y la universidad latinoamericana tres tomos Compantildeiacutea Editora y Distribuidora de Plata) todos reformista de primera liacutenea Debemos citar obras como la de Dardo Cuneo (comp de La Reforma Universitaria Biblioteca Ayacucho) y maacutes cercanas en el tiempo como las de Neacutestor Kohan (Deodoro Roca el hereje ed Biblos Bs As 1999) Roberto Ferrero (Historia criacutetica del movimiento estudiantil de Coacuterdoba Alcioacuten Edi-tora Coacuterdoba 1999) o los escritos de Hugo Biagini (como La reforma universitaria

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protagonistas Julio V Gonzalez en La Universidad Teoriacutea y accioacuten de la Reforma en donde se denuncia la destruccioacuten de las ilusiones iniciales contenidas en el Manifiesto original Desde una visioacuten re-formista criacutetica y profunda la misma reforma habiacutea perdido su po-tencial convirtieacutendose en siacutembolo del status quo (Galfione 2002 p 692)

A veces los hechos que marcan una eacutepoca de cambios o un cambio de eacutepoca son resultados de un proceso histoacuterico lento como tambieacuten acelerados en otras ocasiones o escenarios La Reforma de 1918 en tanto hecho histoacuterico ldquoemergenterdquo en la ciudad de Coacuterdoba es eso mismo un ldquoemergenterdquo de un proceso histoacuterico marcado por la ldquointerseccioacutenrdquo de este mismo suceso con otros a nivel latinoame-ricano y europeo un proceso signado por la ldquocrisisrdquo de un modelo de Estado el denominado Estado Oligaacuterquico crisis que en el caso argentino mucho tuvo que ver el mismo proceso inmigratorio y sus derivados y como en toda eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca por la circulacioacuten o movimientos de ideas que influyeron pero que tam-bieacuten emergieron o eclosionaron en Coacuterdoba en el antildeo 18 del siglo pasado

Es necesario sentildealar entonces que maacutes allaacute de profundizar en el hecho en siacute y en su autenticidad nos interesa en esta oportu-nidad abordar a la Reforma Universitaria de 1918 y al movimiento reformista con epicentro en la ciudad de Coacuterdoba dedicando un es-pacio significativo al contexto mayor en el que se produce contexto marcado por un proceso de ldquocrisis de la dominacioacuten Oligaacuterquicardquo a principios del siglo XX (proceso inserto a su vez en el movimien-to de ideas o espacios intelectuales que marcan los inicios del siglo pasado) y por acontecimientos mundiales de considerables reper-cusiones Esta perspectiva no nos impide posicionarnos a partir de esa relectura necesaria desde nuestros tiempos lo que implica tam-bieacuten repensarnos como miembros de una institucioacuten universitaria nuestro mundo de la vida nuestra historia en marcha

Los hechosLa Universidad de Coacuterdoba fundada en 1613 era la maacutes tradicio-nal y antigua de las universidades argentinas del momento (Bue-

Antecedentes y consecuentes Leviataacuten coleccioacuten ldquoEl hilo de Ariadnardquo BsAs 2000) que delinean el panorama

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nos Aires -1821- y La Plata -1890-) La misma ciudad representaba cierta estirpe tradicional colonial con renombrados personajes sociales que prestigiaban su abolengo su ldquopurezardquo aun el preclaro hijo de Coacuterdoba y terrible embrolloacuten Dalmacio Veacutelez Sarsfield debioacute probar la ldquolimpieza de sus estirperdquo para obtener las preciadas ldquoborlas de doctor en la ilustre Casa de Trejordquo (Riacuteos 1960 p 12)

En la Coacuterdoba de 1918 sobreviviacutean caracteres de la comuni-dad aldeana y orgullosa del siglo XIX una Coacuterdoba ajena a las ldquotur-bulencias cosmopolitasrdquo de Buenos Aires una sociedad exclusiva y altanera con rasgos virreinales aferrada al pasado y desconfiada de herejes y extrantildeos la Universidad era su orgullo Sin embargo algu-nos ldquoaires de cambiordquo se hicieron presentes

Los severos claustros de la Universidad de Coacuterdoba ya habiacutean visto atravesar a la generacioacuten revolucionaria del 80 Desde Coacuterdoba Juaacuterez Celman Caacutercano y sus joacuteve-nes amigos habiacutean enfrentado al espiacuteritu ultramonta-no con las ldquoideas nuevasrdquo Coacuterdoba habiacutea sido el cuartel poliacutetico general del ejeacutercito roquista en la lucha contra Buenos Aires Coacuterdoba habiacutea iniciado el movimiento de modernizacioacuten de la legislacioacuten civil y parte de su clero habiacutea respondido con la Contrarreforma que hace crisis al publicarse la Pastoral del obispo Clara y la expulsioacuten del nuncio en 1884de sus sierras habiacutea bajado el joven Lugones con sus Montantildeas de Oro en el bolsillo para ad-mirar a la Buenos Aires mercantil con sus alejandrinos deslumbrantes Pues en Coacuterdoba entre borlas y teoacutelogos viejos federales y nuevos radicales se disputan la primo-genitura espiritual de la provincia y del paiacutes la ldquogente de-centerdquo beata y formal y el paiacutes nuevo que pugnaba por incorporarse La Reforma del 18 no es una explosioacuten ines-perada es una continuacioacuten lo que ignoraraacuten siempre los ldquoreformistasrdquo posteriores (Ramos 2013 p 185)

Con todo en la ensentildeanza universitaria la impronta catoacutelica era la marca la influencia jesuita insoslayable aunque funcional al Estado provincial y nacional oligaacuterquicos a pesar de ciertas dife-rencias de base con la misma oligarquiacutea -provincial y nacional- y sus proyectos la impronta jesuita siempre con su ldquobajo perfilrdquo se haciacutea sentir La Universidad era por entonces socialmente elitista y acadeacutemicamente escolaacutestica en un contexto signado por la ebulli-cioacuten de nuevas ideas y por la influencias de hechos a nivel mundial -Revolucioacuten mexicana Revolucioacuten rusa efectos de la guerra mun-

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dial- con aires de renovacioacuten Era una institucioacuten para los hijos del poder para los futuros dirigentes de alguna manera se ldquogarantiza-bardquo la continuidad del sistema (Pigna 2017 p 12)

En esa Coacuterdoba explota una situacioacuten que trastorna ese mundo ldquoapaciblerdquo Un breve panorama nos puede ambientar o acer-carnos al clima de la ldquoCoacuterdoba reformistardquo

Desde 1918 muchas ciudades que teniacutean centros univer-sitarios conocieron trastornos ocasionados por la movili-zacioacuten estudiantil La de la ciudad argentina de Coacuterdoba fue el modelo Duentildeos de los locales universitarios y en cierto modo de las calles y plazas aledantildeas los estudian-tes ejerciacutean actos de fuerza relacionados con su aacutembito impediacutean la entrada de determinadas autoridades o de profesores a quienes rechazaban derribaban estatuas descolgaban cuadros arrojaban muebles por la ventana o levantaban trincheras en las calles adyacentes Pero todos descubriacutean en el episodio una cuota de humor y suficiente autocontrol como para temer que el arrebato llegara maacutes lejos Soacutelo ocasionalmente coincidiacutean las al-garadas estudiantiles con movimientos obreros o poliacuteti-cos Pero en la acumulacioacuten de esas experiencias haciacutean sus armas los grupos sociales y poliacuteticos que un diacutea con-curririacutean a formar grandes corrientes de opinioacuten sufi-cientemente poderosas para desafiar las estructuras de poder (Romero 1997 p 307)

Debemos situarnos en el primer gobierno de Hipoacutelito Yri-goyen (1916-1922) el primer gobierno de la Unioacuten Ciacutevica Radical primer gobierno electo por sufragio ldquouniversalrdquo despueacutes de la ley Saacuteenz Pentildea de 1912 lo cual ya nos marca un entorno significativo El origen de la Reforma Universitaria iniciada en la ciudad de Coacuter-doba recibe como data el mes de junio del antildeo 1918 si bien debemos sentildealar algunos hechos inmediatamente anteriores Nos referimos a la huelgas en las Facultad de Derecho de 1903 y de Medicina en 1905 en Buenos Aires o al Primer Congreso de Estudiantes Ame-ricanos efectuado en Montevideo 1908 Pero en lo que hace al acontecimiento mayor lo sucedido en Coacuterdoba debemos sentildealar la conmocioacuten que estalla en esta ciudad a fines de 1917 debido a un hecho puntual la supresioacuten del internado en el Hospital de Cliacutenicas dependiente de la Universidad de Coacuterdoba Las protestas continua-ron en el antildeo siguiente los estudiantes organizaron un Comiteacute pro Reforma que se reunioacute en marzo (teatro Rivera Indarte) el hecho a

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destacar es la huelga iniciada por los alumnos que fundan la Fede-racioacuten Universitaria de Coacuterdoba (FUC) al tiempo que se enviaba una delegacioacuten a Buenos Aires para entrevistarse y pedirle la interven-cioacuten al presidente Yrigoyen

En medio de este ldquoalboroto en la periferia del poderrdquo en don-de tambieacuten se enfrentan masones y liberales -sectores defensores del movimiento- con aquellos sectores clericales reaccionarios se produce la intervencioacuten del gobierno nacional La intervencioacuten a la universidad estuvo a cargo de Joseacute Nicolaacutes Matienzo quien reforma los estatutos permitiendo la eleccioacuten de autoridades para el diacutea 15 de junio En principio se trataba de una solucioacuten o al menos de una salida transitoria al problema En mayo por primera vez se votaron cargos docentes en una universidad Sin embargo los estudiantes denunciaron lo que sumaba lentildea al fuego la eleccioacuten para rector argumentaron estaba ldquomanejada por los Jesuitasrdquo o sectores con-servadores invadieron las sesiones de la asamblea violentamente y se volvioacute a la huelga luego se desconoce al rector electo Anto-nio Nores quien se impone al candidato de los estudiantes Enrique Martiacutenez Paz

La Federacioacuten Universitaria de Coacuterdoba ocupoacute la Casa de Tre-jo En un documento dado a conocer el 21 de junio se demandoacute la participacioacuten de los estudiantes en el gobierno de la universidad vincularla con los problemas de la sociedad involucrar a la juven-tud en la participacioacuten poliacutetica como antesala a la poliacutetica mayor o nacional a la vez que se demostraba vocacioacuten americana en la lucha en base a ideales vinculados al antiimperialismo o a la integracioacuten latinoamericana El documento -cuyo encabezamiento rezaba La Juventud Argentina de Coacuterdoba A los hombres libres de Sud Ameacute-rica- conocido como ldquoManifiesto Liminarrdquo fue redactado por Deo-doro Roca Los cabecillas del hecho -Roca Osvaldo Laudet Alfredo Orgaz Arturo Capdevilla Gabriel del Mazo Saul Taborda entre otros- iniciaban el largo camino reformista

Los estudiantes que tomaron la universidad fueron detenidos despueacutes de la intervencioacuten de fuerzas policiales y del ejeacutercito Final-mente llegoacute a Coacuterdoba el ministro de Justicia e Instruccioacuten Puacuteblica doctor Joseacute S Salinas la juventud le tributoacute un recibimiento triun-fal la reforma estatutaria que llevoacute a cabo el ministro de Yrigoyen fue profunda y satisfizo las aspiraciones de los estudiantes al tiem-

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po que se produce la renuncia en masa del cuerpo de profesores y autoridades de la universidad (Ramos 2013 p 190)

Ese camino iniciado se orientoacute a renovar los programas de estudio a la participacioacuten de los estudiantes en la direccioacuten de las universi-dades a implantar el co-gobierno -graduados docentes y alumnos- a la libertad de caacutetedra en fin a la autonomiacutea Pero el hecho inicial a destacar es que la reforma instoacute a la apertura de la universidad a nuevos sectores sociales esos sectores medios que aspiraban a pro-yectarse no solo en los aacutembitos acadeacutemicos o cientiacuteficos sino al pla-no de la poliacutetica nacional como lo hicieron La reforma iniciaba su camino gravitante en la transformacioacuten del paiacutes

Desde el punto de vista micro intra-universitario los ideales reformistas se erigieron en una guiacutea el trabajo permanente en tor-no a ellos con avances y retrocesos pasoacute a ser parte de la vida mis-ma de la universidad la necesidad constante de la actividad reflexi-va y criacutetica se convirtioacute en parte de esa misma vida universitaria y por supuesto las influencias del ambiente motivo de esas reflexio-nes del pensamiento criacutetico como valor aunque con sus avatares Desde los inicios se combatioacute toda forma de dogmatismo la libertad de caacutetedra -idea basada en la misma honestidad intelectual y en los progresos del conocimiento con la democratizacioacuten como eje- fue una de las banderas iniacuteciales

El movimiento universitario en los comienzos se erigioacute con-tra los grupos dominantes en la universidad consecuentemente el movimiento fue apoyado por un gobierno que en el campo poliacuteti-co a nivel nacional habiacutea enfrentado una situacioacuten similar La Re-forma pasoacute a ser una bandera del radicalismo hasta nuestros diacuteas aunque inicialmente los reformistas se mantuvieron al margen del gobierno nacional y en la praacutectica en un aacuterea perifeacuterica del poder Para algunos del mismo modo que la juventud de mayo o las ul-teriores generaciones como la del 37 (siglo XIX) lo iniciado con la reforma tiene ese potencial formador de identidades sobre la base de cierta ldquomiacutestica juvenilistardquo vinculada primeramente a una suerte de ldquodivorcio generacionalrdquo impregnado de una impronta pluralista tambieacuten inicial alejada de todo a lo que hoy denominariacuteamos pen-samiento uacutenico provenientes de ldquoneoliberalismosrdquo ldquopopulismosrdquo o tendencias ldquofascistoidesrdquo

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Cerramos este apartado citando expresiones de Hugo Biagini consideradas pertinentes en el marco de nuestro escrito

Tenemos ademaacutes quienes han preferido destacar en el credo reformista elementos miacuteticos e intuitivos con un primado de la accioacuten y la emotividad o aquellos que le asignan una impronta ligada al racionalismo y el intelec-tualismo Ideoloacutegicamente se descubren tendencias mo-rigeradas o decididamente volcadas hacia la izquierda inclinaciones vernaacuteculas americanistas y universalistas alternancias liberales y socialistas individualistas o co-lectivistas evolutivas o rupturales Tanto los posiciona-mientos maacutes conservadores como las actitudes fascis-tizantes y el pensamiento ultramontano e integrista no solo han permanecido habitualmente al margen de la Re-forma sino que han sido sus principales adversarios Maacutes allaacute de su vasto espectro filosoacutefico puede admitirse que las fluctuaciones circunstanciales experimentadas por el movimiento reformista lo hayan hecho oscilar entre el academicismo y el politicismo no obstante el tiempo transcurrido o mejor dado la frustrante experiencia re-cogida durante los uacuteltimos veinte antildeos hoy costariacutea mu-cho refrendar expresiones tan categoacutericas como las que vertieron autoridades de la talla de Darcy Ribeiro cuando llegaron a decretar el envejecimiento y la caducidad del movimiento reformista (Biagini 2000b pp 44-45)

El contexto (en torno a la dimensioacuten histoacuterica)

Movimiento de ideas y espacios intelectuales Es posible concebir a los finales del siglo XIX y principios del XX -debido a cambios poliacuteticos nacionales e internacionales a movi-miento y emergencia de ideas o pensamientos que hicieron eclosioacuten en hechos como el de la Reforma Universitaria- como una eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca Un cambio de eacutepoca nos introduce en la presencia de discontinuidades e inestabilidades en un ambiente de transformaciones cualitativas -como tambieacuten contradicciones- pro-fundas En estos teacuterminos es que hablamos de la ldquodimensioacuten histoacuteri-cardquo en la que se inscribe la Reforma del 18

Decimos que en el marco de impugnaciones al sistema vale decir en el marco de los cuestionamientos a la estructura poliacuteti-

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co-institucional a la hegemoniacutea de un sistema de ideas se produ-ce las efervescencias que nos introduce en esas discontinuidades emergentes en un cambio de eacutepoca en la cual se estaacute dejando un momento histoacuterico y nos encontramos al inicio de otro Es la misma ldquovisioacuten de mundordquo -creencias valores principios enfoques- lo que estaacute en juego visioacuten entendida como una ldquoventana conceptualrdquo a traveacutes de la cual interpretamos el mundo tanto para comprender-lo como para transformarlo -ldquolentes culturalesrdquo- Esto se constituye en la herramienta cultural maacutes potente de que dispone un grupo social una comunidad una sociedad para interpretar el pasado el presente y avizorar el futuro -ideologiacutea- Por lo dicho un cambio de eacutepoca establece una competencia entre visiones de mundo en conflicto2

Toda esta concurrencia de factores estaacute atravesada por una dinaacutemica una dialeacutectica recurrente en Ameacuterica Latina los proce-sos modernizadores y las reacciones identitarias En gran medida son contextos en los cuales emergen movimientos de ideas o visio-nes de mundo en conflicto Podriacuteamos decir que en la etapa bajo anaacutelisis estamos en esos momentos histoacutericos donde emergen re-acciones identitarias que van a mutar hacia reivindicaciones o de-mandas sociales poliacuteticas y de cambios institucionales El movi-miento de ideas maacutes allaacute de los conflictos de intereses concretos es lo que engloba procesos de estas caracteriacutesticas

Esbozamos un panorama de cambio siguiendo lineamientos del filoacutesofo e historiador de las ideas Eduardo Deveacutez Valdeacutes quien sentildeala

El pensamiento latinoamericano se constituye no solo a traveacutes de sus permanencias sino tambieacuten a traveacutes de los cambios que le aportan nuevos temas y perspecti-vashellip Los cambios en el pensamiento se dan en diversos niveles el maacutes importante desde nuestra perspectiva es aquel que se produce en las ideas propiamente tales Pero tambieacuten el cambio se da en otras dimensiones la institucionalidad en la que se enmarcan o generan las ideas (universidades sociedades redes intelectuales)hellipPara explicar por queacute se producen los cambios en deter-minadas ocasiones parece necesario combinar al menos

2 Estas apreciaciones son tomadas de Joseacute de Souza Silva 2001 iquestUna eacutepoca de cambios o un cambio de eacutepoca en la Publicacioacuten mensual del Instituto Cientiacutefico de Cultura Indiacutegena Boletiacuten ICCI RIMAY Antildeo 3 Ndeg25 abril red Int Natigweborg boletiacuten25Souzahtml

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tres elementos que deben coincidir Su coincidencia puede generar una nueva onda (identitaria o modernizadora) o producir mutaciones importantes en el interior de la onda hegemoacutenica (por ejemplo traacutensito de un identitarismo cultural a uno social) Para que se produzca este cambio deben coincidir al menos tres factores aparicioacuten de una nueva generacioacuten aparicioacuten de nuevas ideas en el aacutembito internacional explosioacuten de un suceso de gran magnitud que lo precipite (por ejemplo una guerra una revolucioacuten una crisis econoacutemica) El suceso es interpretado como incoherente con las ideas existentes En consecuencia la nueva generacioacuten aprovecha eso toma conciencia de siacute para postular un nuevo modelo-proyectohellip (Deveacutes Val-deacutes 2000 p 21)

En este contexto ubicamos nuestro objeto de estudio La Re-forma de 1918

Hablamos de ldquopensamiento latinoamericanordquo de por siacute la misma expresioacuten contiene su complejidad y sospechas Por nuestra parte podemos referirnos a conjuntos de escritos -aparentemente desconectados- a veces escuelas corrientes de ideas y posiciona-mientos autores temas y propuestas que identifican un momento una generacioacuten y que forman parte o son componentes de cierta identidad intelectual con profundas derivaciones sociales y poliacutetica que identifican entonces una eacutepoca en un espacio determinado y que diferencia a su protagonistas representantes o grupos mayores de otros mundos intelectuales y espacios3 Todos estos elementos son componentes de lo que puede denominarse no sin dificultades y acorde a ciertas periodizaciones ldquopensamiento latinoamerica-nordquo Toda esa ldquoidentidad intelectualrdquo puede plantearse a traveacutes del manejo de problemas conceptos categoriacutea propias que atraviesan diversos discursos en nuestro caso o en nuestro contexto la rei-vindicacioacuten y defensa de lo americano de lo latino de lo indiacutegena de lo propio frente a un ldquoproceso modernizador extranjerizadorrdquo la acentuacioacuten en la justicia la igualdad la liberacioacuten las manifes-taciones y discursos anti-imperialistas latinoamericanistas e inte-gracionistas la revalorizacioacuten de la juventud como base del cambio social en fin toda una ldquoondardquo si bien con antecedentes de peso que comenzoacute siendo identitaria y que termino en lo social con fuertes

3 Seguimos lineamientos derivados de los planteos de Deveacutez Valdes antes citado

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derivaciones revolucionarias o reformistas poliacuteticas e instituciona-les

Nuestro punto de referencia en el marco de lo dicho se rela-ciona con la emergencia de corrientes de pensamiento atravesados por ldquoembestidas generacionalesrdquo marcadas por una dinaacutemica en la cual las juventudes en algunos espacios europeos y maacutes generaliza-do en Ameacuterica Latina adquieren protagonismos con referentes no necesariamente juveniles como tambieacuten nuevas personalidades en ascenso Nos referimos a la Bohemia el Juvenilismo el Idealismo el Modernismo al Arielismo -expresioacuten maacutes englobante- emergentes en el pensamiento de finales del siglo XIX y principios del XX en palabras de Zavala (1977) ldquouna juventud que exigioacute la libertad en todo y como se ha detallado estuvo dispuesta a embestir frontal-mente las mentiras la inmoralidad la mala administracioacuten de la po-liacutetica la hipocresiacutea la pudibundez el clericalismo y tambieacuten a ha-cerse portavoz de las reclamaciones del obrerordquo (p 17) Es en torno a esa ldquorebeldiacutea bohemiardquo como pensamiento alternativo que se va configurando una postura generacional en una suerte de cambio de eacutepoca que impugna el ordenamiento burgueacutes y el espiacuteritu positivo a partir de un discurso contestatario

El centro de convocatoria de esos grupos e ideas pensamien-tos que impregnaron a esa generacioacuten de 1900 tanto en Latinoameacute-rica como en Europa fue Pariacutes la ldquoMeca francesardquo de la Bohemia o de los bohemios de todo el mundo4 Hay un hecho si se quiere bau-tismal de esa vanguardia juvenilista nos referimos a la carta que Emilio Zola publica en 1897 para repudiar el caso Dreyfus dirigida a los estudiantes del Barrio Latino de Pariacutes alliacute se habla del amor a la libertad del potencial de la juventud para combatir a los poderosos y las injusticias de una rebeldiacutea a favor de los humildes y los pue-blos oprimidos a la vez que se convoca a los joacutevenes a construir un mundo nuevo lineamientos fundacionales de su escrito ldquoYo acusordquo

4 En Pariacutes cabeza y corazoacuten de la mundanidad se congregaron los bohemios de muacuteltiples lenguas y nacionalidades personas marginales que invaden el boulevard Sain Michel hellip y contribuyen a forjar el espiacuteritu del nuevo siglo Muchos son artistas veinteantildeeroshellip otros tantos intelectuales y poliacuteticoshellip acudiacutean alliacute para poder expre-sarse sin mayores tapujoshellip en este marco las penurias se haciacutean sentirhellipTales pe-nurias no impidieron que se produjeran diferentes formas de organizacioacuten vecinal El barrio de Montmart fue declarado libre e independiente de FranciahellipEntre las obras maacutes sugerentes que transmiten el enfoque latinoamericano sobre la vida bohemia y el climax parisino hacia el Novecientos se hallan las impresiones de quienes tuvieron ocasioacuten de experimentar de cerca dichos fenoacutemenos singulares Un ejemplo tiacutepico lo brinda el escritor guatemalteco Enrique Goacutemez Carrillo (en Bohemia sentimental)hellip (Biagini 2000a p 33)

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De igual manera en el Modernismo de la mano de Rubeacuten Dariacuteo o en el ldquoarielismordquo representado en la figura del uruguayo Joseacute Enri-que Rodoacute se postula a la juventud como la piedra fundacional de una nueva eacutepoca la ldquomiacutestica juvenilistardquo en su maacutexima expresioacuten Esta es la toacutenica vanguardista decimos que penetra en los movi-mientos juveniles estudiantiles latinoamericanos

El Modernismo se posicionoacute frente al ldquoriacutegidordquo positivismo y en gran medida frente a ldquolo hispaacutenicordquo Si Pariacutes era la ldquocapital uni-versalrdquo Buenos Aires pasoacute a ser su expresioacuten americana o la ldquoAte-nas platenserdquo Dariacuteo integroacute el grupo Ateneo a finales de siglo habiacutea fundado junto con otros compantildeeros la Revista de Ameacuterica en la que se sistematizan las posturas modernistas El nicaraguumlense escri-biacutea en el diario La Nacioacuten perioacutedico que tambieacuten publicaba artiacutecu-los de Emilio Zola En Buenos Aires los joacutevenes (y no tanto) rebeldes rechazaban los clubes de elites para reunirse y ldquodiscutir el mundordquo en los flamantes cafeacutes portentildeos pequentildeas ldquouniversidades popula-resrdquo Uno de los siacutembolos de la eacutepoca siempre sentildealado fue el Cafeacute de los Inmortales Como vemos las derivaciones de esa Bohemia y el Modernismo fueron diversas hasta identificar cierto ldquoorientalismordquo en hombres que participaron de la bohemia francesa como el guate-malteco Goacutemez Carrillo

Todos estos planteos expresaban discursos contestatarios emergentes en torno a una bohemia esteacutetica y social expresioacuten de rebeldiacutea que prendioacute en los ideales juvenilistas -en tanto ideologiacutea que poniacutea a los joacutevenes en el centro de la tarea transformadora- posteriormente en las rebeliones universitarias De todas maneras surgieron las criacuteticas fuertes en torno a lo que se consideraba como cierto elitismo cierto atrincheramiento en la ldquotorre de marfilrdquo las tendencias a convertir a los poetas en ciertas deidades los visos de excentricidad de ldquopequentildeos burguesesrdquo por parte de la bohemia y el modernismo Algunas criacuteticas se dirigiacutean a acusar a los bohemios de intentar erigirse en una ldquoorden de elegidosrdquo en reyes rotosos cuyos harapos filtraban densos rayos de soberbia y desprecio a las ldquomedio-cridadesrdquo (Biagini 2000a p 2)

Antes de seguir delineando el espectro ideoloacutegico ldquomacrordquo en el que se inscribe la reforma del 18 debemos hacer algunas puntua-lizaciones relativas al contenido juvenil inscrito en los umbrales de la creacioacuten de la propia Unioacuten Ciacutevica Radical en Argentina En agos-to de 1889 Francisco Barroetaventildea escribe en La Nacioacuten un significa-

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tivo artiacuteculo titulado Tu quoque juventud (en tropel al eacutexito) artiacuteculo que se constituyoacute en puntal fundamental para las movilizaciones juveniles orientadas a la defensa de derechos principalmente elec-torales En eacutel se critica al uso de la juventud que realizara en esa coyuntura el Doctor Joaquiacuten Nabuco llamando a los estudiante de derecho para el apoyo al presidente Juaacuterez en los inicios de la crisis (1890) al tiempo que se incita a la juventud a elevar el espiacuteritu mo-ral y ciacutevico contra los abusos autoritarios Alrededor de Francisco Barroetaventildea se constituyoacute en ese antildeo la Unioacuten Ciacutevica de la Juven-tud pieza fundamental en la estrategia y acciones posteriores que daraacuten inicio y sustentaraacuten a la UCR

Significamos por lo sentildealado en paacuterrafos anteriores que todo este ambiente ldquoregeneracionistardquo prendioacute en un espectro ideoloacutegi-co latinoamericanista que atravesoacute la obra de diversos escritores y las bases de distintas acciones o fuertes movidas socio-poliacuteticas de principios del siglo XX nos referimos al ldquoArielismordquo El uruguayo Joseacute Enrique Rodoacute escribe Ariel en 1900 realizando una alegoriacutea de la obra de Shakespeare La Tempestad y sienta las bases de un ideario latinoamericanista antinorteamericano y democraacutetico que marca-raacute a la intelectualidad de las primeras deacutecadas del siglo XX5

Rodoacute (1871-1917) simboliza en Ariel una guiacutea a seguir en pos de una Ameacuterica Latina libre y unida a partir de basamentos vincu-lados a la razoacuten la inteligencia la juventud los objetivos de libera-cioacuten personificados en el mismo Ariel devenido para el uruguayo en una suerte de paradigma orientador paradigma que adquirioacute prestigio en el mundo intelectual -un ldquocoacutemico prestigiordquo expresoacute el historiador Jorge Abelardo Ramos al criticar al arielismo- y que ex-perimentoacute algunas bifurcaciones que marcaron la base de pensa-mientos de movimientos como los estudiantiles indigenistas anti-

5 En La tempestad Proacutespero un priacutencipe desterrado por oscuras conspira-ciones toma posesioacuten de una isla a la cual atrae a sus enemigos (con la ayuda de Ariel) haciendo uso de ldquopoderes maacutegicosrdquo escenario en donde organizaraacute su ven-ganza La posesioacuten de la isla significoacute dominio sobre antiguos habitantes dominio simbolizado en Calibaacuten (el dominado) personaje que encarna la rebeldiacutea como tambieacuten la torpeza y la barbarie en el drama Shakespiriano Proacutespero esclaviza a Calibaacuten utilizando dichos poderes Junto a Proacutespero encontramos al otro perso-naje Ariel una suerte de espiacuteritu ldquogenio incorpoacutereo del airerdquo representante de la sabiduriacutea la inteligencia el coraje en la accioacuten el buen gusto consejero y servidor de Proacutespero al cual se subordina para concretar su plan como tambieacuten para neu-tralizar la rebeldiacutea de Calibaacuten El objetivo de Ariel es lograr su liberacioacuten prometida una vez concluida su venganza la cual termina siendo una suerte de perdoacuten (la vuelta a la calmahellip despueacutes de la tempestad) incluso el perdoacuten y la liberacioacuten de Calibaacuten

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imperialistas etc El buen gusto la idea de belleza se convierten en Rodoacute en aspectos relativos a nuestra definitiva emancipacioacuten Una perspectiva esteticista de ldquolo nuestrordquo es lo que muestra como res-puesta a la invasioacuten de una ldquoesteacutetica heterogeacuteneardquo la de los ldquootrosrdquo la de Calibaacuten identificado con el utilitarismo y el materialismo an-glosajoacuten -expresioacuten esta uacuteltima obviamente no relacionada con una postura filosoacutefica- con el imperialismo yankee la ldquonordomaniacuteardquo la barbarie -vale como antecedentes posiciones como las de Rubeacuten Dariacuteo que identificaba lo ldquocanibalezcordquo con lo norteamericano- Se insinuaba a traveacutes de Ariel una suerte de reconversioacuten de la claacutesica dicotomiacutea ldquocivilizacioacuten-barbarierdquo Las criacuteticas posteriores a la obra de Rodoacute y a sus usos fue considerable -principalmente en lo relativo a sus reservas respecto a ciertas formas de democracia que deven-driacutean en tendencias igualitaristas en lo mediocre- pero lo cierto es que el escrito del uruguayo se valorizoacute se significoacute y se resignificoacute marcando una eacutepoca de cambio Ariel inicia el siglo XX

En principio fue todo un posicionamiento identitario luego se hizo maacutes social conforme avanzaba el siglo En Motivos de Proteo una obra de 1909 Rodoacute plantea la necesidad del cambio como un ideal tanto para los individuos como para los pueblos Deveacutes Valdez afirma

El primer arielismo maacutes espiritualista e individualista asiacute como fuertemente culturalista se hace maacutes social Rodoacute probablemente se ha hecho cargo de una serie de criacuteticas y se ha permeabilizado al ambiente que en el pensamien-to latinoamericano hacia 1910 se carga de ideas sociales y tiende a proyectarse socialmente (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 31)

Es asiacute que el autor citado habla de un ldquoarielismo de izquierdardquo

A partir de la segunda deacutecada del siglo se empieza a bi-furcar la herencia de Rodoacute en los arielistas de izquierda y los de derecha Es probablemente en Peruacute donde esta divisioacuten se da con maacutes nitidez en los antildeos 20 se desarro-lla la posicioacuten indigenista y aprista asiacute como el marxismo peruanizado por otra parte surge el hispanismo con-servador que se emparienta maacutes tarde con el fascismo el franquismo La corriente identitaria fue dividieacutendose en otras partes de manera similar hacia la izquierda los estudiantes reformistas de la Argentina los reformistas peruanos Julio Antonio Mella en Cuba Gustavo Nava-

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rro en Bolivia La tendencia derechista continuoacute maacutes ape-gada a la visioacuten culturalista la izquierda se fue volviendo maacutes social retrabajando la perspectiva identitaria que veniacutea desde Martiacute y Rodoacute a traveacutes de Joseacute Vasconcelos cuya obra La raza Coacutesmica es la de mayor significacioacuten continental por esos antildeos (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 98)

De la misma manera si seguimos estos planteos del ldquociacuterculo arielis-tardquo agregamos (desde la ldquoizquierda arielistardquo) la formulacioacuten de un arielismo antiimperialista manifiesto en el argentino Manuel Ugar-te por ejemplo En siacutentesis si hablamos de una eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca la obra de Rodoacute marco un hito a nivel de pensa-miento ideologiacutea y accioacuten como tambieacuten de reaccioacuten a los procesos modernizadores o a sus modalidades en curso

El contexto internacionalTodo este contexto ideoloacutegico -movimiento de ideas y proyeccio-nes- se vio potenciado por tres hechos insoslayables nos referimos a la Revolucioacuten mexicana a la Primera Guerra Mundial y a la Re-volucioacuten rusa El ambiente mundial vino a reafirmar la necesidad de cambios -junto al proceso o contexto nacional- manifiestos en los reformistas del 18 Como deciacuteamos hay factores concurrentes que pueden influir en el cambio de eacutepoca o eacutepoca de cambios la aparicioacuten de una nueva generacioacuten el movimiento de ideas a nivel nacional e internacional y la explosioacuten de sucesos nacionales regio-nales e internacionales que incentive los cambios A este espectro podemos sumar otro factor el imperialismo norteamericano

La revolucioacuten mexicana demostroacute contundentemente el res-quebrajamiento o crisis de las modalidades que adquirieron los Es-tados nacionales en su fase de consolidacioacuten a finales del siglo XIX y principios del XX en algunos espacios latinoamericanos nos re-ferimos al Estado Oligaacuterquico o a la dominacioacuten oligaacuterquica Maacutes allaacute de sus particularidades la revolucioacuten mexicana pareciacutea abrir las puertas a cambios sociales profundos Tanto en Argentina como en Meacutexico se trataba de superar esas modalidades de dominacioacuten oligaacuterquica marcada por la impronta positivista a nivel ideoloacutegico en Meacutexico ese resquebrajamiento se produjo a traveacutes de un cambio revolucionario profundo en los planos social poliacutetico y econoacutemico planos atravesados por una matriz agraria al interior una constitu-

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cioacuten social distinta a la Argentina Los revolucionarios mexicanos se oponiacutean a una ldquodictadura positivistardquo de maacutes de treinta antildeos la de Porfirio Diacuteaz en Argentina esa etapa coincidioacute con el ldquoroquis-mordquo etapa que sin llegar a una dictadura al estilo mexicano estuvo signada por los haacutebiles manejos poliacuteticos de la figura de Roca por maacutes de veinte antildeos en la poliacutetica argentina El desplazamiento de la estructura porfirista se dio a traveacutes de una revolucioacuten en argentina la ldquosuperacioacuten del roquismordquo tuvo mucho de cierta evolucioacuten ciacutevica de las sociedades urbanas del paiacutes Con todo los reformistas univer-sitarios se presentaron con una impronta maacutes revolucionaria que reformista tal como se postulaba en el Manifiesto Liminar de junio de 1918

En una leve aproximacioacuten decimos que a principios del siglo pasado Argentina se habiacutea transformado profundamente con la in-migracioacuten con la ebullicioacuten de ideas o ideologiacuteas con la presencia de sectores anarquistas radicalizados y aquellos socialistas con el incontenible crecimiento del radicalismo yrigoyenista panorama que empujaba a posicionamientos dentro de la dirigencia hegemoacute-nica en el sentido de proyectar cierta apertura del reacutegimen a los fi-nes de como se evidenciaba en los hombres maacutes lucidos del mismo de ceder algo para no perder todo Por nombrar uno de los princi-pales Joaquiacuten V Gonzaacutelez se posicionaba y actuaba en este senti-do Es en este marco que la Revolucioacuten mexicana en tanto suceso revolucionario a pesar de las diferencias en la constitucioacuten social y poliacutetica de Meacutexico y Argentina preocupoacute inmediatamente a los sectores del poder Como tambieacuten algunos medios advertiacutean a los gobernantes ante el hecho consumado de la revolucioacuten es el caso de La Prensa que el 30 de mayo de 1911 sentildealaba

Ved el sistema que cae en Meacutexico He ahiacute el ideal de go-bierno fuerte recomendado a la Rep Argentina durante treinta antildeos sistema que lucha todaviacutea para restaurar su imperio protestado constantemente por el pueblo He ahiacute los frutos finales del sistema cuya eliminacioacuten funda-mental en la poliacutetica argentina corresponde a la presiden-cia y a las generaciones de patriotas de la actualidad (en Di Tella 2004 p 129)

Maacutes allaacute de las diferencias es posible comparar cierta ldquoatmoacutes-fera intelectualrdquo que marcoacute a algunos intelectuales revolucionarios

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mexicanos y a los reformistas argentinos6 En ambos casos emerge un discurso que se oponiacutea claro estaacute a la impronta positivista mar-cada por las influencias de Comte o Spencer seguacuten las variantes ideologiacutea que ldquoponiacutea cadenas a las almas latinoamericanasrdquo En Meacute-xico uno de los precursores de la revolucioacuten Flores Magoacuten actuaba fundamentalmente desde el periodismo desde el perioacutedico Regene-racioacuten desde donde denunciaba el despotismo la necesidad de la democratizacioacuten las denuncias respecto a las postergaciones de los trabajadores mantenidos en la ignorancia los suentildeos por una hu-manidad maacutes bella maacutes sana maacutes sabia etc una toacutenica similar a la de los reformistas universitarios del 18 Por otra parte en su evolu-cioacuten intelectual y poliacutetica Flores Magoacuten termina en un socialismo radicalizado al igual que muchos de sus pares en Argentina en este sentido cabe recordar que una de las manifestaciones estudiantiles reformistas maacutes significativas fue encabezada por Alfredo Palacios precisamente en junio de 1918

La Primera Guerra Mundial tambieacuten significoacute cambios en la conciencia de varios latinoamericanos El centro del ldquomodelo civili-zatoriordquo ese ldquofoco de civilizacioacutenrdquo estaba demostrando su peor cara o simplemente no era tal La guerra se presentaba como una conse-cuencia de lo que denunciaban los mismos reformistas argentinos los desastres del imperialismo -influencias del propio Lenin- la gue-rra se visualizaba precisamente como una disputa inter-imperia-lista en el ldquoseno de la civilizacioacutenrdquo en el seno de aquellas sociedades que nuestros dirigentes habiacutean tomado como referentes El clima de ebullicioacuten intelectual era tambieacuten resultado de la guerra

Por su parte la revolucioacuten rusa deslumbroacute a los reformistas como a diversos componentes de la vida intelectual y poliacutetica lati-noamericana Para los reformistas como para la juventud en gene-ral para muchos intelectuales para el movimiento obrero para los sectores socialistas maacutes radicalizados la revolucioacuten rusa traiacutea nue-vos aires libertarios a nivel social y poliacutetico el propio Lenin se con-vertiacutea en figura catalizadora de los sucesos latinoamericanos nacio-nales y mundiales En el contexto de un arielismo -como tendencia de pensamiento englobante- que se volviacutea maacutes social que idealista o identitario los estudiantes receptaban a la revolucioacuten rusa como un corpus que le proporcionaba categoriacuteas conceptos -clase imperia-

6 Cuando hablamos de ldquopensamiento latinoamericanordquo sentildealamos las redes constituidas por autores escritos discursos ldquoaparentementerdquo desconectados por realidades particulares

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lismo liberacioacuten etc- que si bien ya se visibilizaban en los pensa-dores del ldquocirculo arielistardquo los reformistas adoptaron en el marco de la proyeccioacuten indivisible entre la misma reforma y el cambio social o la proyectada comunioacuten con el obrero

Desde ya que el marxismo como corpus teoacuterico prendioacute maacutes en espacios como el peruano con el marxismo peruanizado en Haya de La Torre o en el mismo Mariaacutetegui en torno a las corrientes in-digeniacutestas en el boliviano con Gustavo Navarro quien propuso una revolucioacuten inspirada en las formas poliacuteticas y sociales de la vida incaacuteica o en el centro americano-caribentildeo en personajes como el cubano Julio Antonio Mella Pero la tendencia englobante hacia ese latinoamericanismo la proporcionaba principalmente la figura de Rodoacute el arielismo Julio Antonio Mella antes de crear el Partido Comunista Cubano crea el Instituto Politeacutecnico Ariel Nos parece ilustrativo lo planteado por Eduardo Deveacutez Valdeacutes al respecto

El estudioso peruano Pedro Planas resentildea un conjunto de ocasiones en las que el socialismo y el arielismo se fundie-ron Sentildeala que Alfredo Palacios era un declarado arielis-ta y que cuando viajoacute a Cuzco en 1919 en la universidad donde fue nombrado catedraacutetico honorario dijo que la juventud cuzquentildea como la de toda Ameacuterica deberiacutea tener como maestro a ese insuperable apoacutestol uruguayo Joseacute Enrique Rodoacute cuyas ensentildeanzas eran un hermoso evangelio de vida y juventud Destaca igualmente que en Cuba en 1923 Julio Antonio Mella no encontroacute me-jor elogio para Haya de la Torre que considerarlo el suentildeo de Rodoacute hecho carne que en 1924 Mella publicoacute Intelec-tuales y Tartufos y alliacute reivindicoacute al trabajador y que en 1925 poco antes de fundar el Partido Comunista en Cuba Mella decide fundar el Instituto Politeacutecnico Ariel (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 192)

Los historiadores Cantoacuten Moreno y Ciria sentildealaban

Visto los aires de renovacioacuten que soplaban por el mundo con la quiebra de ideales traiacuteda por la guerra y el deslum-bramiento de la revolucioacuten rusa (todo ello deformado por la gran distancia ideoloacutegica y de ambiente a que se halla-ba nuestro medio de esas realidades) y dado el maacutes inme-diato acceso del radicalismo al gobierno a traveacutes del voto universal no es extrantildeo que algo de todo esto haya halla-do expresioacuten en el movimiento estudiantil (1980 p 79)

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Debemos remarcar un dato no menor que hace al ambiente donde actuaron los reformistas en 1918 se crea el Partido Socialista Internacional partido que se desprende del Partido Socialista por posiciones frente a la guerra y por su apoyo a la revolucioacuten rusa este partido en 1920 pasoacute a llamarse Partido Comunista Completa el espectro la significativa presencia y actividad del anarquismo y los sectores obreros sindicalizados

Entre tantos episodios como la misma conquista del poder de la Unioacuten Ciacutevica Radical por medio del sufragio despueacutes de antildeos de lu-cha ese ldquodeslumbramientordquo de la revolucioacuten rusa redundoacute en la idea de la buacutesqueda de otro perfil del estudiantado de la universidad y sus funciones necesarias en el plano social -propuesta de extensioacuten universitaria educacioacuten o auto-educacioacuten obrera bajo una impron-ta arielista constitucioacuten de un campo contra-hegemoacutenico- ademaacutes del acadeacutemico Se viviacutean tiempos trascendentales deciacutea Deoacutedoro Roca en 1920 ante la influencia de Trostki Ameacuterica Latina no podiacutea ser ajena al surgimiento del hombre nuevo (Galfiore 2002 p 694)

Pero de la misma vereda de las izquierdas maacutes radicalizadas surgiacutea tambieacuten un discurso sumamente criacutetico a los reformistas desde esos lugares sentildeala Hugo Biagini

se intentoacute minimizar la importancia de la reforma para reducirla a una simple derivacioacuten de la infraestructura econoacutemica y de la proletarizacioacuten experimentada por las capas medias de cuyo seno procediacutea la mayor parte del estudiantado universitario ingenuamente enfrentado a los privilegios dentro de la institucioacuten Los reformis-tas histoacutericos no lograban percibir que asiacute como ciertos partidos afines traduciacutean los intereses de la burguesiacutea mercantil e industrial la universidad representaba un baluarte del capitalismo del imperialismo y los ciacuterculos dominanteshellip La victoria reformista se daraacute uacutenicamente cuando el estudiante abandone la torre de marfil el mis-ticismo juvenilista su status de intelectuales burgueses para identificarse con la condicioacuten proletariahellip

Por lo tanto la reforma ldquodebiacutea ser subsumida dentro de otro fenoacutemeno histoacuterico proyeccioacuten de la revolucioacuten rusa que inaugura el ciclo antagoacutenico del colectivismo y la democracia obrerardquo como tambieacuten desde otra mirada maacutes nacional y popular que exigiacutea una vinculacioacuten maacutes estrecha entre la universidad y el ldquopaiacutes realrdquo -a contrapelo de las izquierdas radicalizadas- Arturo Jauretche ldquole re-

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clamaba a los estudiantes que dejaran de ser un producto hiacutebrido para lo cual debiacutean abandonar el narcisismo libresco y el revolucio-narismo abstractordquo (Biagini 2000b p 35)

La crisis de la dominacioacuten oligaacuterquicaDebemos sumar a todo lo dicho la crisis significativa al interior de los mismos sectores hegemoacutenicos la crisis de esa misma domina-cioacuten oligaacuterquica que definioacute al ldquoroquismordquo En relacioacuten a ello se hace necesario prestar atencioacuten a los intentos de esos mismos sectores oligaacuterquicos de salvar el sistema a las iniciativas plasmadas en pro-yectos medidas y leyes al respecto hecho a ponderar en torno a la fractura intra-oligaacuterquica en interaccioacuten con todos los factores que se han mencionado

Habiacuteamos sentildealado que el ministro de Roca en su segundo gobierno (1998-1904) Joaquiacuten V Gonzaacutelez insistioacute en esa idea de ceder algo para no perder todo En este marco se visualiza cierto ldquoreformismo conservadorrdquo plasmado en la llamada ldquoreforma poliacuteti-cardquo incentivada por Gonzaacutelez Por otra parte el ministro atribuiacutea a la educacioacuten un papel central ya no soacutelo como la formadora de ciu-dadanos sino como un campo estrateacutegico de defensa nacional ldquola instruccioacuten gratuita y obligatoria es simplemente cuestioacuten de defensa nacionalrdquo expresaba en ese contexto mayor marcado por las ldquoideas foraacuteneasrdquo la ldquoindisciplina ciacutevicardquo ldquolas pasiones demagoacutegicas y anaacuter-quicas de los partidos exaltadosrdquo7 La Ley de Conscripcioacuten Universal de 1901 instrumentada por el Ministro de Guerra Gral Ricchieri respondiacutea a esta mirada -ldquoinduciriacutea en la nueva generacioacuten ideas de ordenrdquo- ademaacutes de la creacioacuten de un registro para toda la poblacioacuten masculina adulta

Ese reformismo conservador se manifestoacute en dos instancias clave la reforma poliacutetica -maacutes que una reforma una medida electo-ral aunque sintomaacutetica de la situacioacuten- y en un intento de reforma

7 Estas expresiones y posturas son resaltadas por Torcuato Di Tella citando la Tesis doctoral de Joaquin V Gonzaacutelez en la cual se realizaba un ldquoEstudio sobre la revolucioacutenrdquo en eacutel deciacutea que ldquoel derecho a la revolucioacuten es un derecho santo de los pueblos pero uacutenicamente cuando se tratan de realizar alguna de esas grandes evoluciones sociales tan necesarias para el perfeccionamiento de la humanidadrdquo el problema sentildeala Di Tella estriba en decidir cuaacuteles eran esas evoluciones sociales necesarias porque tambieacuten los anarquistas y socialistas de orientacioacuten marxista teniacutean su definicioacuten al respecto Di Tella 2004 Historia social de la Argentina con-temporaacutenea Troquel BsAs p113

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social En el primer aspecto se implementoacute una instancia electoral a escala nacional -el paiacutes se dividiacutea en numerosos distritos electo-rales- que proponiacutea el voto secreto en circunscripciones electora-les pequentildeas para la eleccioacuten de un diputado en cada una de ellas De esta manera y en coincidencia con la estrategia de Gonzaacutelez la oposicioacuten podiacutea imponer su candidato sin alterar -pata fundamen-tal de la estrategia- las estructuras de gobierno a nivel provincial y nacional La olla a presioacuten soltaba algo de vapor antes de estallar Ilustrativas resultan las expresiones del diputado Vedia miembro informante en la sesioacuten del 15 de octubre de 1902

Estaacute en el intereacutes de las mayoriacuteas la representacioacuten de minoriacuteas en el gobierno pues las fuerzas que no hallan coacutemo ascender en proporcioacuten a las esferas dirigentes para aplicarse la labor comuacuten de una sociedad se entretienen en morder los cimientos como que han quedado abajo haciendo de la socavacioacuten su programa (Di Tella 2004 p 117)

Pero en la votacioacuten de la ley no se aceptoacute el voto secreto en medio de los interesantes debates y argumentos a favor o en con-tra (Pellegrini) en las sesiones de la caacutemara De todas maneras la iniciativa posibilitoacute el acceso a la Caacutemara de Diputados al socialista Alfredo Palacios por el distrito de La Boca (1904) En parte se pro-duciacutea cierto acercamiento entre ese reformismo conservador del roquismo y los cambios moderados pero progresivos auspiciados por el socialismo Como tambieacuten el hecho significativo a destacar es que el radicalismo o el mismo Yrigoyen a pesar de los acercamien-tos e intentos de diaacutelogos por parte del oficialismo no convalidoacute esa estrategia siguioacute con su postura abstencionista y pergentildeaba el ca-mino revolucionario

El otro hecho significativo en este marco fue el intento de ldquore-forma socialrdquo o un intento de respuesta a la agitacioacuten social como tambieacuten un complemento moderador de la Ley de Residencia que socavaba el sistema El objetivo se dirigiacutea a confeccionar una ley sobre relaciones de trabajo para ello se convocoacute a un especialista en temas laborales y sociales en general a nivel nacional de la eacutepoca Juan Bialet Masseacute Sumado a ello se formoacute una comisioacuten formada en su mayoriacutea por socialistas eminentes aunque luego algunos se desplazaron hacia otras vertientes poliacuteticas y de pensamiento Enri-que del Valle Iberlucea Joseacute Ingenieros Manuel Ugarte y Leopoldo

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Lugones El resultado fue el Informe de Bialet Masseacute con algunas recomendaciones para regular problemaacuteticas como accidentes de trabajo enfermedades duracioacuten de jornadas laborales y descanso dominical acceso a la tierra en el sector rural regulaciones espe-ciales para mujeres y nintildeos entre los toacutepicos maacutes importantes Los sectores del trabajo maacutes radicalizados como aquellos nucleados en la FORA -en su mayoriacutea anarquista- o la UGT -sindicalistas y socia-listas radicalizados- rechazaron la iniciativa por insuficiente ade-maacutes de po el hecho de que el proyecto de ley conteniacutea disposiciones para reconocer pero tambieacuten para controlar la actividad sindical y la huelga Mientras en el contexto que venimos planteando el Congreso del Partido Socialista reunido a tal efecto aproboacute por ma-yoriacutea el proyecto Finalmente en el Congreso Nacional el proyec-to de ley -demasiado ldquorevolucionariordquo- fue rechazado por diversas facciones del poder representadas Se contradeciacutea de esta manera la estrategia de Joaquiacuten V Gonzaacutelez de ceder algo para no perder todo -iquesttorpeza de la poliacutetica tradicional inscrita en la ldquodecadenterdquo dominacioacuten oligaacuterquica-

Los siacutentomas de la desestructuracioacuten del roquismo se pro-fundizaron a partir de la presidencia de Quintana principalmente cuando Figueroa Alcorta el vicepresidente asume la presidencia despueacutes del fallecimiento de Quintana Figueroa Alcorta era un an-tiguo juarista -de Jurez Celman- un federal de Coacuterdoba y un de-finido adversario de Roca dentro del Partido Autonomista Nacio-nal personaje clave en este contexto El mismo Gral Roca no pudo imponer un candidato suyo es asiacute que surge Quintana como un ldquoindependienterdquo de los sectores oligaacuterquicos Pocos meses despueacutes de asumir la presidencia estalla el levantamiento armado del ra-dicalismo (1905) apoyado por varias fuerzas provinciales e incluso por sectores del ejeacutercito Los intentos de acercamientos del gobierno con Yrigoyen habiacutean fracasado Como tambieacuten fracasoacute el levanta-miento sin embargo lo que despertoacute el mismo eran siacutentomas in-equiacutevocos

Esa revolucioacuten de 1905 teniacutea como programa la realizacioacuten plena de la constitucioacuten y como objetivo ldquosimplerdquo pero aglutinador el ejercicio del voto para los ciudadanos Conteniacutea uno de los pri-meros programas democraacuteticos a nivel nacional Destacamos que el ambiente revolucionario fue configuraacutendose precisamente en Coacuter-doba el comandante Miguel Fernaacutendez subleva al Regimiento 8deg de

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liacutenea en la provincia el 4 de febrero dirigieacutendose a sus soldados ldquoSol-dados vamos a realizar una cruzada trascendental para la argenti-nidad proacutexima a morir que es el reverso de Caseros y de Pavoacutenrdquo8 En la Junta Revolucionaria de Coacuterdoba militaba Elpidio Gonzaacutelez hombre clave para Yrigoyen Lugo funcionario de su gobierno Pero debemos reparar brevemente en la figura misma de Yrigoyen el dirigente de la revolucioacuten El reformista universitario -los refor-mistas teniacutean como una de sus guiacuteas esta revolucioacuten- Gabriel del Mazo en su obra El radicalismo Ensayos sobre su historia y doctri-na (Raigal BsAs 1951) cita iroacutenicamente ldquoiquestQuieacuten era ese tribuno mudo apoacutestol sin doctrina elocuente sin palabras que congregaba voluntades sin los medios seguacuten lo juzgaba sarcaacutesticamente un hombre del reacutegimenrdquo (en Ramos 2013 p 51) Brevemente sentildea-lamos que Yrigoyen un hombre principalmente del siglo XIX era sobrino de Leandro Alem un antiguo alsinista -autonomista- co-misario de Balvanera -distrito complejo violento y emblema de la sociedad argentina en plena transformacioacuten- diputado nacional en el 80 por el partido de Roca Partido Autonomista Nacional revo-lucionario del 90 a la vez adversario de Mitre de Juarez Celman y de Roca y amigo de Pellegrini y de Roque Saeacutenz Pentildea un hombre que devino en emblema de la ldquointransigenciardquo -sentildealamos este teacuter-mino habida cuenta que despueacutes de la muerte de Alem la UCR fue dirigida por Bernardo de Irigoyen el ala moderada del radicalismo Hipoacutelito Yrigoyen se enfrentoacute a esos sectores demandando precisa-mente cambios radicales- Yrigoyen inevitablemente y por su tra-yectoria tuvo relaciones con los sectores dirigentes tradicionales asiacute como tambieacuten grupos significativos del ejeacutercito lo apoyaron En este marco y en correspondencia con esa ldquointransigenciardquo sentildealada Yrigoyen rechaza ciertos acercamientos u ofrecimientos Jorge Ra-mos cita uno de esos escenarios el de los ldquopreparativosrdquo de la revolu-cioacuten -manifestaciones radicales y movilizaciones conmemoracioacuten de la Revolucioacuten del Parque etc-

Mientras se realizaban los preparativos el gobernador Ugarte (cita Ramos a Gabriel del Mazo) ldquoofrece las nu-merosas fuerzas policiales bien armadas de la provincias con tal de abatir a Roca Ese aporte podriacutea imponer el eacutexi-to Yrigoyen lo rechazardquo Roque Saacuteenz Pentildea tambieacuten an-tirroquista y amigo de Carlos Pellegrini distanciado eacuteste uacuteltimo del presidente (se refiere a Roca) se entrevista con

8 Veacutease Caballero Ricardo 1951 Yrigoyen La conspiracioacuten civil y militar del 4 de febrero de 1905 en Ramos JA opcit p52

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Yrigoyen en el Club del Progreso para ofrecerle el concur-so del autonomismo pellegrinista y ponerse a sus oacuterdenes El caudillo responde (cita nuevamente a Del Mazo) ldquoNo es posible reparar con los mismos factores que han conduci-do al paiacutes a la revolucioacuten necesaria Ustedes son la razoacuten de ser de nosotrosrdquo (Ramos 2013 p 55)

Para nuestro escrito es oportuno destacar que es en la provin-cia de Coacuterdoba donde el levantamiento radical halloacute mayor adhe-sioacuten tambieacuten que la provincia era el principal bastioacuten del roquismo (cada vez maacutes opositor al gobierno nacional) y tierra de Figueroa Alcorta en Coacuterdoba se dirimiacutean varias cuestiones nacionales El nuevo presidente Joseacute Figueroa Alcorta promulgoacute una ley votada a iniciativa de Pellegrini otorgando amnistiacutea a los revolucionarios El reformista universitario Gabriel del Mazo en uno de sus traba-jos cita un fragmento del discurso de Pellegrini en el Congreso discurso ilustrativo del ambiente ldquoiquestQuieacuten perdona a quieacuten iquestEs el victimario a la viacutectima o la viacutectima al victimario iquestEs el que usurpa los derechos del pueblo o es el pueblo que se levanta en su defensa iquestQuieacuten nos perdonaraacute a nosotrosrdquo (Del Mazo 1951 p 104)

El sistema poliacutetico desde la federalizacioacuten de la ciudad de Buenos Ares 1880 habiacutea funcionado en torno al Partido Autono-mista Nacional de Roca con proyecciones en el interior y con cen-tro poliacutetico en la provincia de Coacuterdoba y el Partido Autonomista de Pellegrini con centro en la ciudad de Buenos Aires Junto a estas fuerzas actuaba el adversario natural de Roca Bartolomeacute Mitre el mitrismo que obtuvo diversos nombres -Unioacuten Ciacutevica- y luego se institucionalizoacute con el nombre de Partido Republicano tambieacuten con influencias en Buenos Aires y en algunos espacios del interior como en la provincia de Corrientes Otro actor poliacutetico de fuste fue Mar-celino Ugarte el caudillo conservador que praacutecticamente dominaba la provincia de Buenos Aires De todas maneras hasta la llegada de Figueroa Alcorta a la presidencia lo que dominaba el escenario po-liacutetico del paiacutes era la ldquomaquinariardquo roquista y esto fue lo que entroacute en crisis ya sea por la misma situacioacuten social o ldquoevolucioacuten ciacutevicardquo del paiacutes -sus transformaciones- y claro estaacute por el accionar de Figueroa Alcorta A todo este espectro debemos sumar al Partido Socialista -cada vez maacutes integrado en su ala maacutes moderada a la poliacutetica na-cional- y a nuevas agrupaciones provinciales de peso como el Par-tido de la Democracia Progresista de Lisandro de La Torre fuerte

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en Santa Fe Respecto al socialismo y su dinaacutemica en este contexto Torcuato Di Tella sentildeala

La convergencia entre un liberalismo conservador pero abierto y un socialismo moderado era una pauta que se estaba imponiendo en diversos paiacuteses europeos Ahora la Argentina queriacutea emular ese proceso Implicaba claro estaacute acelerar la evolucioacuten del socialismo en sentido refor-mista lo que de todos modos estaba ocurriendo En Euro-pa la nueva corriente estaba representada por el escritor alemaacuten Eduard Bernstein En la Argentina Juan B Justo estaba claramente enrolado en esa liacutenea pero la oposi-cioacuten interna era muy fuertehellip (Di Tella 2004 p 124)

Es posible afirmar que con Figueroa Alcorta el roquismo en-cuentra su fin La fuerza de Roca dominaba el Senado e incentivoacute hechos como la no aprobacioacuten del presupuesto nacional al presi-dente Alcorta Buscaba con ello inmovilizarlo pero el presidente clausuroacute el Congreso y siguioacute con el presupuesto del antildeo anterior (1907) hecho considerado por el roquismo y el mitrismo -este uacutel-timo alejado del presidente Alcorta- como un golpe de Estado El diario de los Mitre La Nacioacuten titulaba despueacutes del hecho ldquoGolpe de Estadordquo Tambieacuten neutralizoacute Alcorta a la figura fuerte de secto-res del roquismo y del mitrismo en la provincia de Buenos Aires Marcelino Ugarte el caudillo con pretensiones presidenciales Pero el hecho fundamental para eliminar al roquismo fue la decisioacuten de Figueroa Alcorta de intervenir provincias del interior entre ellas el ldquobastioacutenrdquo Coacuterdoba

La intervencioacuten fue decretada Coacuterdoba cayoacute en manos de Figueroa Alcorta Destruiacutea asiacute el poder poliacutetico del ro-quismo en su uacuteltimo reducto Pareciacutea una venganza jua-rista pues en efecto los juaristas maacutes reputados ndashSaacuteenz Pentildea y Caacutercano- pareciacutean ser los beneficiados de la extir-pacioacuten poliacutetica del roquismo Pero no era asiacute En realidad todos iban a dejar la escena a un desconocido Hipoacutelito Yrigoyen (Ramos 2013 p 76)

El panorama hacia una nueva eleccioacuten presidencial ya demos-traba un escenario de cambios contundentes Ese antiguo ldquojuaristardquo Roque Saacuteenz Pentildea que habiacutea felicitado al presidente Alcorta por los liacutemites impuestos al roquismo era precisamente eso un adversario del roquismo del sistema hegemoacutenico del PAN un hombre central en el entramado poliacutetico del momento que habiacutea sido desplazado de

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su candidatura a presidente por el propio Roca quien lo reemplaza-ra por su anciano padre Luiacutes Saacuteenz Pentildea en 1893 Figueroa Alcorta y Roque Saacuteenz Pentildea encarnaban para Roca una clara amenaza para la reproduccioacuten del sistema una amenaza que a diferencia de la re-presentada por los sectores maacutes radicalizados surgiacutea dentro de los mismos grupos hegemoacutenicos una amenaza intra-oligaacuterquica

Por su parte el radicalismo de Yrigoyen se manteniacutea en su abstencioacuten pese a las conversaciones del caudillo radical con Fi-gueroa Alcorta El camino a la presidencia de Saacuteenz Pantildea no teniacutea serios obstaacuteculos la candidatura de Guillermo Udaondo un an-tiguo gobernador de la provincia de Buenos Aires auspiciada por una suerte de frente integrado por Roca Marcelino Ugarte y Emilio Mitre se cayoacute por su debilidad De esta manera Figueroa Alcorta y Saacuteenz Pentildea -con antecedentes en el mismo Partido Autonomista Nacional antirroquistas los dos con perfiles federales ambos- do-minaban el escenario poliacutetico nacional Pero era el radicalismo el que representaba el cambio de la mano de la inmigracioacuten de una nueva configuracioacuten en la militancia poliacutetica de los nuevos sectores sociales de parte del ejeacutercito de grupos poliacuteticos en el interior del paiacutes de gran parte de la poblacioacuten criolla influida por nuevos aires nacionales e internacionales en fin sectores que demandaban una nueva participacioacuten poliacutetica El ascenso de las nuevas clases socia-les representadas por el radicalismo era la contra-cara de la deca-dencia del roquismo

Los comicios otorgaron la victoria una faacutecil victoria a Roque Saacuteenz Pentildea quien llevoacute como vice a Victorino de la Plaza La pers-pectiva de reformar el reacutegimen para no perder todo se profundi-zaba dos modalidades se percibiacutean entonces la del roquismo que veiacutea los potenciales peligros de sobrevivencia del ldquoreacutegimenrdquo ante la agitacioacuten social y los replanteos poliacuteticos y consecuentemente la postura era seguir profundizando el mismo modelo y praacutecticas po-liacuteticas propias de ese roquismo por otro la representada por otros sectores de la oligarquiacutea la que venimos sentildealando la inspirada en la foacutermula de Joaquiacuten V Gonzaacutelez -dejada de lado por el roquismo- a la que nos hemos referido La conocida ley Saacuteenz Pentildea teniacutea en su naturaleza esa idea de ceder algo para no perder todo como tam-bieacuten confiaba en que ese era un camino para que las mismas clases sociales o fracciones de clase siguieran en el poder y principalmen-

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te en el manejo poliacutetico del Estado -que no necesariamente es lo mismo- como condicioacuten necesaria

Saacuteenz Pentildea desde su plataforma como candidato planteoacute la ley de Sufragio Secreto y Obligatorio basada en un padroacuten genui-no La ley contemplaba el sistema de ldquolista incompletardquo marco en el cual las provincias pasaban a ser nuevamente las circunscripcio-nes electorales -ya se habiacutea dejado de lado el sistema de pequentildeos distritos uninominales de Gonzaacutelez- Cada partido podiacutea presentar como candidatos a dos tercios del nuacutemero de diputados que corres-pondiera a la provincia se aseguraba que el segundo partido maacutes votado llegara a obtener su representacioacuten Pero de hecho la ley era una apuesta riesgosa Se podiacutea considerar que la agitacioacuten social las izquierdas o el mismo radicalismo teniacutean fuerzas en minoriacuteas ac-tivistas sin capacidad de alterar el manejo del Estado o los resortes del poder se suponiacutea que la mayoriacutea de la poblacioacuten era baacutesicamen-te moderada y aceptaba el liderazgo de los sectores ldquoesclarecidosrdquo y ldquoestablecidosrdquo de alliacute el voto obligatorio el peligro era la apatiacutea En condiciones en las cuales muy poca gente concurriera a votar lo maacutes probable se pensaba era que se impusieran los activistas radi-cales o socialistas9

Despueacutes del triunfo de Saacuteenz Pentildea con sospechas de fraude y con el radicalismo todaviacutea en su postura abstencionista el temor a que el mismo planeara otro intento revolucionario teniacutea sus ba-samentos Asiacute las cosas el presidente entre sus primeros actos de gobierno se entrevista con Yrigoyen anunciaacutendole -ademaacutes de ofertas de ministerios que el liacuteder radical rechaza- su proyecto de ley Una vez promulgada eacutesta se aplica en las primeras experiencias electorales En 1912 en la provincia de Santa Fe se presentaron los radicales a pesar de la negativa de Yrigoyen acorde a su abstencio-nismo -primera experiencia ldquoanti-personalistardquo- Triunfoacute el radica-lismo y se activaron las primeras alarmas El triunfo fue sobre una colacioacuten conservadora y sobre los hombres de Lisandro La Torre que se presentaron con la denominacioacuten de Libres del Sur En las elecciones para diputados realizadas ese mismo antildeo en la capital tambieacuten se impone el radicalismo y en segundo lugar se ubicoacute el so-cialismo ante un oficialismo en crisis en 1913 se realizan elecciones para senadores y triunfa en capital el socialista Enrique del Valle

9 En liacuteneas generales esta es la mirada de Torcuato Di Tella en la obra cita-da

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Iberlucea No obstante en la provincia de Buenos Aires se imponen sectores conservadores la vieja maquinaria de Marcelino Ugarte funcionoacute o como se sospechaba ya se habiacutea incursionado en la for-ma de alterar o intervenir de alguna manera en el cuarto oscuro (Di Tella 2004 p 124) Para nuestro escrito es importante lo sucedido en la Provincia de Coacuterdoba donde el oficialismo se impuso por un breve margen al radicalismo La ldquotransicioacuten del roquismo al radica-lismordquo en buena medida se cocinaba en la provincia mediterraacutenea

1914 es un antildeo clave y a la vez de fuerte contenido simboacuteli-co muere el presidente y tambieacuten muere el viejo zorro del desierto Alejandro Roca El triunfo de las presidenciales de 1916 correspon-dioacute finalmente al radicalismo que participoacute con la nueva ley Vic-torino de la Plaza debe ldquoentregar el poderrdquo La UCR logra llegar al gobierno combatiendo al sistema de dominacioacuten oligaacuterquica de la misma manera los reformistas universitarios llegan al co-gobierno de la institucioacuten la eacutepoca de cambios o el cambio de eacutepoca tomaba forma Deciacuteamos que la apuesta de Roque Saacuteenz Pentildea era riesgosa aunque se teniacutea fe fracasoacute en su objetivo principal asegurar una nueva presidencia para los sectores conservadores o liberales-con-servadores vale decir una experiencia moderadamente progresista y legitimada por el voto aunque tuvo eacutexito en otro objetivo dividir la oposicioacuten legal -radicales y socialistas- que tomoacute el camino de las urnas de la subversiva la anarquista la que el sistema aisloacute (Di Te-lla 2004 p 125) Con todo el paiacutes iniciaba un proceso de cambio lento con marchas y contramarchas pero dentro de un proceso ciacutevico e institucional que prometiacutea un paiacutes distinto al que marcoacute el devenir del siglo XX devenir -tragedia o sainete- iniciado con el golpe de Estado de 1930

Resultado de todo el contexto planteado o expresioacuten del mis-mo fue el movimiento reformista del 18 en Coacuterdoba Democratizar la universidad se condeciacutea con las presiones de la UCR a nivel de la poliacutetica nacional en este sentido desde la misma creacioacuten del par-tido Asiacute como Yrigoyen se enfrentoacute al sistema a nivel nacional los universitarios de Coacuterdoba comenzaron por enfrentarse al ambien-te universitario de la eacutepoca en la provincia mediterraacutenea y de alliacute proyectarse a nivel nacional y latinoamericano Por otra parte la misma provincia de Coacuterdoba como hemos visto fue epicentro de la crisis del roquismo provincia bastioacuten del mismo y espacio donde en gran medida se gestoacute su destruccioacuten Coacuterdoba a pesar de su estir-

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pe colonial y su universidad escolaacutestica y tradicional fue entonces protagonista en la transicioacuten del roquismo al radicalismo y ambien-te crucial en la evolucioacuten ciacutevica del paiacutes evolucioacuten que encontroacute su devenir truncado insistimos con el golpe ciacutevico militar de 1930

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Segunda parte

Temas y problemas de la Historia Argentina

Miradas desde lo local

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Agentes econoacutemicos en el modelo ISI

una mirada historiograacutefica

Moacutenica Analiacute Re - Moacutenica Donadoni

Analiacutea Emiliozzi - Gabriela Trucco - Elena Cagnolo

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IntroduccioacutenLa caacutetedra Historia Econoacutemica y Social corresponde al primer antildeo segundo cuatrimestre de ciclo baacutesico de las carreras de Contador Puacuteblico Lic en Administracioacuten y Lic en Economiacutea de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas de la UNRC Se caracteriza por la masividad de los estudiantes tanto en la modalidad presencial (450 en promedio) como a distancia (250 en promedio)

Desde el punto de vista de los contenidos la asignatura repasa los principales procesos econoacutemicos y sociales acaecidos desde el Si-glo XI hasta la actualidad vinculando los aspectos internacionales con los nacionales tomando como ejes centrales de cada proceso a los agentes econoacutemico-sociales de mayor relevancia

El desarrollo de la materia se lleva adelante a traveacutes de cla-ses teoacutericas donde se contextualiza cada proceso etapa o momento histoacuterico y se plantean las vinculaciones entre los mismos y cla-ses praacutecticas en las que los alumnos abordan alguno de los textos obligatorios de mayor dificultad para su comprensioacuten trabajando con algunas estrategias de aprendizaje desarrolladas en cursos de ingreso a la Facultad En la modalidad a distancia las actividades praacutecticas se reemplazan por actividades evaluables y consignas de discusioacuten en los foros por su parte las clases teoacutericas debieron ser resueltas a traveacutes de un material que ordena los contenidos los tex-tos obligatorios y sintetiza de manera que relacione los contenidos abordados Hasta el antildeo 2010 ese material (Manual) fue elaborado por la responsable de caacutetedra y algunas intervenciones del equipo pero a partir de ese momento se retira dicha profesora y se realizan algunas modificaciones en el enfoque dado a la materia manifes-taacutendose la necesidad de reformular algunos aspectos del viejo ma-terial

Por otra parte a lo largo de la praacutectica de ensentildeanza se identi-fican serios problemas de comprensioacuten por parte de los estudiantes asiacute como dificultades en la organizacioacuten del material obligatorio y estructuracioacuten del estudio del mismo La lectura de los textos uni-versitarios de caraacutecter obligatorio supone la identificacioacuten de las ideas principales la elaboracioacuten de conceptos y la vinculacioacuten en-tre los diferentes procesos histoacutericos asiacute como el reconocimiento de los agentes econoacutemicos relevantes y sus implicancias en cada etapa Tanto en las clases teoacutericas y praacutecticas como en las elaboraciones

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de las instancias evaluativas se advierten las dificultades para argu-mentar adecuadamente las opiniones que presentan los historiado-res mencionados en los textos y las suyas propias

Ademaacutes cuando el alumno es consultado acerca de su rendi-miento en la materia ellos consideran que el material obligatorio es muy extenso y con diferentes grados de dudas en su lectura y que les cuesta organizar y superar esta instancia de estudio

Esta problemaacutetica para abordar un periacuteodo histoacuterico en las determinadas unidades temaacuteticas del Programa de la asignatura dificulta la comprensioacuten de los ejes o temas incluidos en las mismas hizo que la Caacutetedra pensara en ayudar principalmente a quienes lo hacen a distancia pero tambieacuten a los alumnos de la modalidad presencial

La elaboracioacuten de las Guiacuteas Didaacutecticas de Acompantildeamiento (en adelante GDA) fue un recorrido que implicoacute la reflexioacuten de los integrantes de la caacutetedra Historia Econoacutemica y Social acerca de las dificultades identificadas en la comprensioacuten lectora de los estudian-tes y las posibilidades del equipo docente de acompantildearlos en ese proceso

Desde el punto de vista de los contenidos la guiacutea se articuloacute a traveacutes de un eje cronoloacutegico que comienza desde el siglo III des-pueacutes de Cristo con el Feudalismo y se extiende hasta la actualidad vinculando las etapas del capitalismo con la evolucioacuten histoacuterica de Argentina Este marco temporal fue abordado en seis unidades te-maacuteticas la primera contiene los elementos historiograacuteficos intro-ductorios referidos al desarrollo de la historia econoacutemica y social en funcioacuten a tres paradigmas del siglo XX asiacute como los conceptos y problemaacuteticas del objeto de estudio de la disciplina sus fuentes pe-riodizacioacuten y ejes principales Las cinco unidades temaacuteticas siguien-tes vinculan los fenoacutemenos ocurridos en el mundo con los hechos correspondientes al territorio de Argentina

Los objetivos que figuran al comienzo de cada tema permiten al estudiante centrar la atencioacuten en lo que es realmente importan-te situando las ideas en su contexto cronoloacutegico y geograacutefico En ese marco se hace hincapieacute en los conceptos econoacutemicos y sociales de mayor relevancia permitiendo relacionar lo aprendido a partir

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del estudio de los procesos de los hechos y de las instituciones que aparecen en el contenido

A lo largo de cada uno de los temas se intercalan lecturas que hacen referencia a diversas posiciones historiograacuteficas sobre los procesos histoacutericos maacutes relevantes asiacute como links y explicaciones adicionales que permiten aclarar los procesos abordados o contex-tualizar los autores o textos Ademaacutes a traveacutes de la lectura es po-sible encontrar otros temas de intereacutes que por las limitaciones de espacio no se han desarrollado pero que constituyen incentivos a ampliar los conocimientos sobre esta materia

Si bien no existe auacuten una sistematicidad en la evaluacioacuten de los resultados de la aplicacioacuten de dicha estrategia didaacutectica a traveacutes del desarrollo de las clases teoacutericas y praacutecticas las charlas informa-les con los estudiantes y en particular aquellos que vuelven a cur-sar la asignatura se ha podido observar que si bien al comienzo les cuesta entender coacutemo manejarse posteriormente logran mejorar la organizacioacuten de la lectura la relacioacuten entre el tema y el texto obli-gatorio que deben estudiar y reconocen la importancia de resolver las actividades que se les presentan

A pesar de ello aparecen recurrentemente dificultades para identificar los agentes econoacutemico-sociales de distinta iacutendole que pueden relacionarse en estos temas y aprehender manejar sus ca-racteriacutesticas que son propias y permiten la vinculacioacuten con otro Para abordar la etapa histoacuterica denominada como ldquoindustrializa-cioacuten sustitutiva de importacionesrdquo es preciso echar luz sobre estas relaciones

El objetivo del presente trabajo es por lo tanto analizar desde una perspectiva pedagoacutegica didaacutectica los principales agentes eco-noacutemicos del periacuteodo de Sustitucioacuten de Importaciones en Argentina haciendo hincapieacute en el rol que cada uno de esos actores desempentildeoacute en cada subperiacuteodo

El trabajo se organiza presentando en un primer apartado una siacutentesis acerca de la categoriacutea analiacutetica ldquoagentes econoacutemicosrdquo y en relacioacuten a las posiciones historiograacuteficas sobre el proceso de industrializacioacuten argentino A partir de la misma se identifican los agentes econoacutemicos y sociales maacutes relevantes del Modelo ISI y sus

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caracteriacutesticas distintivas Finalmente se esbozan algunas reflexio-nes sobre la temaacutetica abordada

La industrializacioacuten argentina y sus agentes econoacutemicos en perspectivaEn la actividad econoacutemica (produccioacuten distribucioacuten y consumo) intervienen tres tipos de agentes las familias las empresas y el Es-tado

Las economiacuteas domeacutesticas poseen un doble rol dentro de los mercados en tanto consumidoras y por otra parte son aquellas que ofrecen sus recursos para la produccioacuten tierra trabajo y capital Constituyen ese agente econoacutemico los individuos familias orga-nizaciones culturales deportivas religiosas entre otras que ldquose ca-racterizan porque en su actividad econoacutemica no se coordinan con otros sujetos con intencionalidad mercantil o empresarialrdquo (Mochoacuten y Becker 1997 p 63)

Por su parte las empresas son aquellos agentes econoacutemicos que poseen tambieacuten dos funciones baacutesicas en tanto son quienes producen los bienes y servicios y los comercializan pero para ello deben adquirir sus recursos en los mercados de factores (provistos por las economiacuteas domeacutesticas) Es en este sentido que los autores arriba mencionados establecen que ldquoen el seno de las empresas se coordina la actividad de varios sujetos (trabajadores capitalistas y empresarios) con el fin de generar la produccioacuten de un bien o servi-cio en cuyo consumo no estaacuten directamente interesadosrdquo (Mochoacuten y Becker 1997 p 63)

El rol del Estado como agente econoacutemico presenta mayor complejidad hasta principios del siglo XX este agente debiacutea encar-garse uacutenicamente de atender a la defensa y seguridad de la Nacioacuten y garantizar las condiciones para que el mercado asignara los recur-sos de manera eficiente sin embargo a partir de la Crisis del acute29 este papel fue ampliaacutendose para constituirse en un verdadero agente econoacutemico El Estado no solo establece los marcos legales que ga-rantizan el desenvolvimiento del mercado sino tambieacuten regula el comportamiento econoacutemico a partir del establecimiento de impues-tos la realizacioacuten de gastos y la redistribucioacuten de la renta constitu-yeacutendose ademaacutes en productor de bienes y servicios ndashal igual que

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las empresas- y de aquellos bienes y servicios que por razones de su condicioacuten monopoacutelica o estrateacutegica (bienes puacuteblicos) solo deben ser encarados por este agente econoacutemico

Es preciso establecer sin embargo que la principal caracteriacutes-tica de los agentes econoacutemicos tiene que ver con su interaccioacuten e interdependencia sus decisiones condicionan de manera conjunta la marcha de la actividad econoacutemica de un territorio

Teniendo en consideracioacuten la relevancia y funciones de los diferentes agentes econoacutemico-sociales resulta de intereacutes abordar de manera resumida los enfoques historiograacuteficos relacionados al periacuteodo bajo estudio en este trabajo esto es el denominado de In-dustrializacioacuten sustitutiva de Importaciones

Si bien pueden encontrarse diferentes perspectivas y nume-rosos matices al interior de las mismas los estudios sobre el proce-so de industrializacioacuten en Argentina ndashy en Latinoameacuterica- pueden ser agrupados en dos visiones alternativas que tienen su maacutexima expresioacuten en durante los antildeos acute50 y acute60 y posteriormente en la deacute-cada de los acute70 Asiacute en palabras de Barbero (1998131) ldquomientras que una visioacuten ldquooptimistardquo enfatiza los logros del crecimiento industrial previo a 1930 una interpretacioacuten ldquopesimistardquo encuentra en eacutel las raiacuteces de los liacutemites de nuestro desarrollo industrial que atribuye esencialmente a las caracteriacutesticas del sector empresariordquo

Los autores coinciden en que la publicacioacuten de la obra seminal de Dorfman (1970)1 se constituye en un referente fundamental para el anaacutelisis del proceso de industrializacioacuten argentino y que la mis-ma se ubica dentro de la interpretacioacuten ortodoxa o claacutesica de dicho proceso Esta postura se sostiene a partir de un conjunto de afirma-ciones sobre el desarrollo industrial argentino entre las que pueden mencionarse las limitaciones que la condicioacuten de economiacutea agraria exportadora del paiacutes imponiacutean al desarrollo industrial particular-mente las condiciones de vulnerabilidad que implicaba la insercioacuten externa argentina a ello se suma la ausencia de poliacuteticas a favor de la industrializacioacuten el fuerte endeudamiento y la regresiva redis-tribucioacuten de ingresos que iba en desmedro de la produccioacuten para el mercado interno

1 Historia de la industria argentina (1970) Buenos Aires Solar

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Esta visioacuten -que implica una relacioacuten negativa entre el modelo agroexportador representado por los grandes terratenientes liga-dos a los intereses extranjeros y el posterior desarrollo industrial- es asumida en los trabajos de Ferrer (1963) Di Tella y Zymelman (1967) entre los principales exponentes reflejan la influencia teoacuterica de la teoriacutea del desarrollo y del estructuralismo latinoamericano Los tra-bajos elaborados en este sentido ponen en el centro del anaacutelisis la orientacioacuten econoacutemica argentina centrada en la produccioacuten agro-pecuaria para la exportacioacuten que orientoacute los recursos en ese sen-tido y junto a la ausencia de poliacuteticas puacuteblicas que dinamizaran el sector industrial no incentivoacute dicho proceso Es en este sentido que Barbero lo sintetiza de la siguiente manera

ldquola debilidad de los empresarios industriales (mayorita-riamente inmigrantes) o la falta de un espiacuteritu de em-presa favorable a la inversioacuten en la industria debido al predominio de valores aristocraacuteticos En general todos ellos se vinculan con la hegemoniacutea poliacutetica de los gran-des terratenientes cuyos intereses son presentados como contradictorios con el desarrollo de actividades indus-triales salvo aquellas directamente vinculadas con el sector agropecuariordquo (Barbero 1998 p 135)

Respecto de la visioacuten estructuralista latinoamericana resulta de intereacutes mencionar que a fines de la deacutecada del 40 la Comisioacuten Econoacutemica para Ameacuterica Latina (CEPAL) se constituyoacute como un centro intelectual no acadeacutemico sino de policy makers (disentildeado-res de poliacuteticas) Su intereacutes se centroacute en el campo de los sistemas de economiacutea poliacutetica contextualizando su pensamiento en funcioacuten de las condiciones propias de Ameacuterica Latina En este marco desarro-lloacute un meacutetodo histoacuterico e inductivo a partir de un abstracto teoacuterico que dio nacimiento a la teoriacutea estructuralista del desarrollo perifeacuterico latinoamericano El principio normativo era el rol del Estado y coacutemo se podiacutea contribuir desde el mismo al ordenamiento del desarrollo en el espacio de la periferia (Bielschowsky 1998)

Los estudios de la CEPAL se caracterizaron por presentar dos pautas distintivas

1) Un mismo enfoque metodoloacutegico con modificaciones en el tiempo y en la ideologiacutea de la cual se desprenden 4 rasgos analiacuteticos comunes

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En relacioacuten al meacutetodo

a) Un abordaje histoacuterico-estructuralista (relacioacuten centro-peri-feria)

En relacioacuten a su contenido

b) Un anaacutelisis de la insercioacuten internacional (o condicionantes externos)

c) de los condicionantes estructurales internos

d) de las necesidades y posibilidades de accioacuten estatal

2) Existen 5 ideas fuerza de la CEPAL ldquohistoacutericamente deter-minadasrdquo

Durante el periacuteodo posterior a la posguerra

a Los antildeos 50 y el proceso de industrializacioacuten

b los antildeos 60 y las reformas encaradas para desobstruir a la misma

c durante el periacuteodo de bajo crecimiento e incertidumbre mundial

d los antildeos 70 y la homogeneizacioacuten social y diversificacioacuten pro-exportadora

e los antildeos 80 y el ajuste con crecimiento

f los antildeos 90 y la transformacioacuten productiva con equidad

El pensamiento estructuralista latinoamericano ha tenido como legado central la elaboracioacuten de una corriente de caraacutecter autoacutectono para la regioacuten A partir de ello las principales contribu-ciones de esta corriente de pensamiento se pueden sintetizar de la siguiente manera

bull La introduccioacuten del concepto de Estructura (en Ameacuteri-ca Latina) y de las relaciones dialeacutecticas Centro-Periferia como relaciones heterogeacuteneas e histoacutericas

bull Propuesta de un proceso de desarrollo latinoamericano autoacutectono poniendo el foco de atencioacuten en los condicio-

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nantes externos a partir de la necesidad de comprender queacute significaba ldquoun proceso de desarrollo endoacutegenordquo en el marco del concepto de periferia

bull Un diagnoacutestico novedoso del conjunto de problemas que son caracteriacutesticos de las economiacuteas perifeacutericas entendi-dos como condicionantes estructurales internas (especia-lizacioacuten y heterogeneidad tecnoloacutegica insuficiencia de ahorro puacuteblico y privado escasez y poca diversificacioacuten exportadora baja productividad de los demaacutes sectores de la economiacutea excedente de mano de obra etc) La pre-sencia de ldquosub-periferiasrdquo dentro de la periferia es decir la persistente y creciente heterogeneidad econoacutemica y social presente en las regiones latinoamericanas En la regioacuten conviven estructuras productivas y patrones cul-turales similares a los centros con estructuras atrasadas que utilizan tecnologiacutea obsoleta y con deficiencias educa-tivas sanitarias de vivienda entre otras

bull La introduccioacuten de los conceptos de insuficiencia dinaacutemica dependencia y de heterogeneidad estructural para pensar el tipo de camino a seguir en los paiacuteses latinoamericanos

bull La incorporacioacuten del conflicto y de la contradiccioacuten que conlleva el poder de dominacioacuten El rol que las eacutelitesgru-pos dominantes locales tienen en la definicioacuten de las poliacute-ticas de desarrollo

bull Entender el desarrollosubdesarrollo no como etapas sino como un conjunto de condiciones histoacutericas y dialeacutecti-cas La pervivencia de patrones culturales paternalistas y clientelistas reforzados por el aparato del Estado que a su vez se encuentra cooptado por los grupos dominantes

bull La visioacuten de la importancia del progreso teacutecnico en los pro-cesos de industrializacioacuten

bull La integracioacuten regional como necesaria para iniciar un pro-ceso de diversificacioacuten de las exportaciones

bull Advertir la significancia de la vulnerabilidad externa (de-pendencia financiera y tecnoloacutegica deterioro de los teacuter-minos de intercambio etc)

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bull El reconocimiento de la variedad de estilos de desarrollo

Lo apuntado puede ser reconocido como el principal legado del Pensamiento Estructuralista Latinoamericano Como aspectos centrales de muchos de los teoacutericos cepalinos ya sea Prebisch Fur-tado Pinto Sunkel Conceiccedilatildeo Tavares Medina Echavarriacutea Faletto Graciarena entre otros se encontraba la necesidad de analizar el proceso econoacutemico y social contextual e histoacuterico en Latinoameacuteri-ca en el marco de lo que los estructuralistas denominaron como ldquola periferiardquo

Para el Pensamiento Estructuralista Latinoamericano los condicionantes externos e internos se centraron en la criacutetica a la teoriacutea de las ventajas comparativas ya que seguacuten esta teoriacutea la produccioacuten de un paiacutes debe concentrarse en aquellos bienes en los cuales se obtiene una ventaja mayor En el caso de Argentina esta teoriacutea fue aplicada por la denominada Generacioacuten del 80 clase re-presentada por un grupo de poliacuteticos intelectuales y miembros de la eacutelite terrateniente quienes vieron en la disponibilidad y alta ca-lidad de sus tierras la punta de lanza para incorporar al paiacutes a la divisioacuten internacional del trabajo como proveedor exclusivo de ma-terias primas preferentemente cereales y carnes (Rapoport 2004)

Adherir a este tipo de teoriacutea significoacute centrar el foco en la produccioacuten agropecuaria exclusivamente y por lo tanto desde la perspectiva estructuralista latinoamericana permanecer en una situacioacuten desfavorable en el sistema econoacutemico mundial en des-medro de invertir en el sector industrial Se debe advertir que la opcioacuten por esta viacutea se enmarca en un proceso histoacuterico ya que en el caso de Argentina este accionar es propio de la eacutelite dominante asociada a la propiedad de la tierra y que ademaacutes concebiacutea al proce-so de desarrollo como uacutenico y unidireccional La discusioacuten cepalina se desarrolloacute en torno a que en la especializacioacuten por paiacuteses pro-movida por esta teoriacutea se descarta la necesidad de iniciar procesos de desarrollo autoacutectonos ya que el valor agregado de la produccioacuten industrial conlleva a una desigualdad de los precios de los bienes en el mercado mundial

El punto de inflexioacuten que representa el crack de la Bolsa de Wall Street en 1929 y la posterior crisis mundial obligaron a tomar otro tipo de medidas denominadas de industrializacioacuten sustituti-va (ISI) Como afirma Bielschowsky ldquopor mucho tiempo reinoacute en el

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pensamiento latinoamericano la idea absoluta de que la ldquosustitu-cioacuten de importacionesrdquo era la forma de industrializar en Ameacuterica Latina y que la ldquodinaacutemica sustitutivardquo era el modelo de crecimien-to de la regioacuten (Bielschowsky 1998 p 23) Alrededor de mediados de los antildeos setenta la escuela de Campinas en Brasil constituida por intelectuales de origen cepalino se opuso por primera vez a la equivalencia de los conceptos de ldquoindustrializacioacutenrdquo y ldquosustitucioacuten de importacionesrdquo el proceso de industrializacioacuten seriacutea portador de una loacutegica y de un dinamismo independientes de la mera sustitu-cioacuten de importaciones ya que se proyectaba debido a decisiones de acumulacioacuten de capital orientadas a la formacioacuten de una capacidad de oferta sin ldquouna demanda reprimida por restricciones a la impor-tacioacutenrdquo

Para la deacutecada de los antildeos 50 en adelante se comienzan a des-prender las contribuciones antes mencionadas y un cuerpo teoacuterico digno de ser rescatado en la actual configuracioacuten del capitalismo global

La otra perspectiva respecto al desarrollo industrial argenti-no estaacute representada por autores revisionistas entre los que pue-den mencionarse Corteacutes Conde (1985) Gallo (1970) Diacuteaz Alejandro (1970) Villanueva (1972) y Schvarzer (1996) Esta postura reconoce las implicaciones favorables que la insercioacuten internacional en base al desarrollo agropecuario del paiacutes tuvo sobre el crecimiento indus-trial posterior El modelo agroexportador generoacute un crecimiento conjunto tanto del sector agriacutecola como de actividades que pudie-ran eslabonarse con el mismo no existiendo por tanto la relacioacuten de conflicto entre la economiacutea primaria exportadora y el desarrollo industrial

En este sentido Barbero expone de manera sinteacutetica el pensa-miento de esta visioacuten revisionista sobre la industrializacioacuten argen-tina con el siguiente paacuterrafo

ldquoconfiaban maacutes en el mercado que en el Estado como me-canismo de asignacioacuten de factores y subrayaban que el periacuteodo de mayor crecimiento de la economiacutea argentina habiacutea coincidido con el de menor intervencionismo es-tatal Proponiacutean una lectura gradualista del proceso de industrializacioacuten destacando que se habiacutea iniciado ya en las uacuteltimas deacutecadas del siglo XIX y rechazaban la visioacuten

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que consideraba la crisis de 1929 como un punto de in-flexioacutenrdquo (Barbero 2016 p 34)

Sin embargo tambieacuten dentro de esta perspectiva es posible identi-ficar algunos matices tal como lo plantea Barbero los trabajos pre-sentados por Corteacutes Conde y Schvarzer poseen dos interpretacio-nes diferentes

ldquoLa de Corteacutes Conde fuertemente criacutetica hacia el modelo de sustitucioacuten de importaciones y hacia el intervencionis-mo estatal reivindica el crecimiento industrial durante el periodo agro exportador en un marco de economiacutea abierta La de Schvarzer en cambio aun reconociendo la importancia de la expansioacuten de la industria desde fines del siglo XIX ofrece una visioacuten muy criacutetica acerca de los empresarios encontrando en su actitud especuladora una de las claves para la comprensioacuten de las dificultades con las que debioacute enfrentarse el proceso industrializador (Barbero 1998 p 141)

Sin el aacutenimo de realizar una exhaustiva siacutentesis de las dos perspectivas historiograacuteficas relativas al proceso de industrializa-cioacuten argentino este pequentildeo recorrido permite tener una nocioacuten bastante acabada de las principales afirmaciones y argumentos pre-sentados asiacute como la relevancia del estudio de los principales agen-tes econoacutemicos en dichos procesos

En el siguiente apartado analizaremos el rol de los principales agentes econoacutemico-sociales durante la etapa del periacuteodo de indus-trializacioacuten sustitutiva de importaciones en Argentina

Los agentes econoacutemicos en la Industrializacioacuten por Sustitucioacuten de Importaciones (ISI)La caacutetedra de Historia Econoacutemica y Social adscribe a la siguiente periodizacioacuten de la Industrializacioacuten por Sustitucioacuten de Importacio-nes (en adelante ISI) desde el antildeo 1930 hasta el antildeo 1976 Como hito de inicio se consideran las consecuencias que en nuestro paiacutes oca-sionoacute la crisis de la Bolsa de Wall Street en 1929 y como finalizacioacuten la toma del poder por parte de la dictadura militar en marzo de 1976 y la implementacioacuten de una serie de poliacuteticas de desincentivo a la industria nacional

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Dos preguntas deben guiar a nuestro entender la compren-sioacuten de este proceso histoacuterico

bull iquestQuieacutenes han sido el Estado en el periacuteodo de la ISI

bull iquestQuieacutenes fueron y queacute rol tuvo la elite local dominante en la definicioacuten de un estilo de desarrollo

Primera etapa de industrializacioacuten laquoespontaacutenearaquo (1930-1945)La Crisis del 29 implica para la Argentina una fuerte caiacuteda de sus exportaciones y el consiguiente efecto negativo en la balanza co-mercial Ello determinoacute una modificacioacuten en el rumbo econoacutemico que -por necesidad principalmente maacutes que por decisioacuten poliacutetica expliacutecita- se centroacute en hacer frente a la importante crisis mundial que afectaba al paiacutes a partir de la sustitucioacuten de importaciones

Desde el punto de vista poliacutetico y de los grupos dominantes el periacuteodo se inicia con un Golpe de Estado que permite la recupe-racioacuten del poder poliacutetico-econoacutemico a la elite oligaacuterquica que habiacutea gobernado hasta el antildeo 1916 y que

ldquoteniacutea como principales caracteriacutesticas una cultura fuer-temente rentiacutestica (sus principales ingresos proveniacutean de la renta de la tierra) una conducta en el poder antidemo-craacutetica basada en la marginacioacuten de gran parte de la ciu-dadaniacutea la corrupcioacuten y el fraude electoral y una visioacuten del mundo dependienterdquo (Rapoport 2007 p 4)

Estos gobiernos conservadores ponen en marcha un conjunto de medidas econoacutemicas basadas en la intervencioacuten del Estado en la economiacutea ndashauacuten en oposicioacuten a su pensamiento liberal- que sirvieron para atenuar los efectos de la crisis pero tambieacuten destinadas a ldquosal-vaguardar sus propios interesesrdquo vinculados al sector agropecuario (Korol y Saacutebato 1997 p 31) El poder se concentraba en manos de los grandes estancieros los cuales promovieron la apertura comercial limitando asiacute el desempentildeo industrial de reciente formacioacuten

Puede afirmarse que el Estado pasa de una concepcioacuten liberal u oligaacuterquica a otra con nuevas caracteriacutesticas en las que va per-diendo la hegemoniacutea del sector oligaacuterquico y en un contexto en que

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la sociedad civil sufre tambieacuten un conjunto de transformaciones y se da ldquoel advenimiento de nuevos actores el empresariado indus-trial y el proletariado urbanordquo (Iriarte sf p 3) Este nuevo Estado se denomina como Estado nacional-popular o social Estado de Bienes-tar Estado Social de Derecho o Estado Keynesiano Sus principales caracteriacutesticas pueden resumirse de la siguiente manera el Estado debe velar por el bienestar social y econoacutemico de sus miembros su intervencioacuten en teacuterminos econoacutemicos se sustenta en una poliacutetica fiscal progresiva y de mitigacioacuten del desempleo asiacute como la presta-cioacuten de manera directa de un conjunto de bienes y servicios puacutebli-cos es responsable por el establecimientos de mecanismos de pacto o acuerdo social

Claus Offe plantea una visioacuten completa del asunto al afirmar que

ldquohellipel Estado de Bienestar ha sido el resultado combinado de diversos factores [hellip] El reformismo socialdemoacutecrata el socialismo cristiano elites poliacuteticas y econoacutemicas con-servadoras ilustradas y grandes sindicatos industriales fueron las fuerzas maacutes importantes que abogaron en su favor y otorgaron esquemas maacutes y maacutes amplios de segu-ro obligatorio leyes sobre proteccioacuten del trabajo salario miacutenimo expansioacuten de servicios sanitarios y educativos y alojamientos estatalmente subvencionados asiacute como el reconocimiento de los sindicatos como representantes econoacutemicos y poliacuteticos legiacutetimos del trabajo (Offe 1990 p 42)

Para Iriarte

ldquoEl estado deja de concebirse como gendarme y exclusivo protector de los derechos individuales para convertirse en garante de los derechos sociales Surge la imperiosa necesidad poliacutetica de atender las demandas de los nue-vos sectores sociales constituidos en actores en la escena poliacutetica Es un modelo que se caracteriza por la interven-cioacuten por su accioacuten en forma de prestaciones sociales di-reccioacuten econoacutemica y distribucioacuten del producto nacionalrdquo (Iriarte sf p 3)

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Segunda etapa la industrializacioacuten durante el gobierno peronista (1946-1955)Esta etapa se caracteriza en teacuterminos generales por el impulso de poliacuteticas tendientes al desarrollo industrial (llevadas adelante por el gobierno de Peroacuten) Estas poliacuteticas se asentaron sobre la base del desarrollo de la demanda del mercado interno tal como expresa Vacarezza

ldquoAl cerrarse el ciclo industrializacioacuten - produccioacuten ndash co-mercializacioacuten ndash consumo se tendriacutea un mercado dentro del paiacutes y ya no habriacutea necesidad de buscar mercados ex-ternos Aunque ciertamente dadas las condiciones eco-noacutemicas del paiacutes el problema fundamental que en uacuteltima instancia llevoacute al peronismo a optar por el mercado inter-no fue la dificultad para aumentar los salarios reales que existioacute hasta 1946rdquo (Vacarezza 2012 p 45)

Dadas las poliacuteticas que se implementaron puede sostenerse que los actores econoacutemicos relevantes del periodo los constituyen el Esta-do los empresarios y trabajadores asalariados Es en este sentido que Fair (2009 521) afirma que ldquocon la llegada al poder del peronis-mo se establecioacute una fuerte alianza entre el Estado los empresarios industriales ligados al mercado-interno y los trabajadores sindicali-zados que muy a pesar de los sectores maacutes reaccionarios represen-tados por la Sociedad Rural Argentina (SRA) los nuacutecleos maacutes anti-peronistas de la Armada los intelectuales liberales y las clases altas y una parte considerable de las clases medias argentinas cerrariacutea definitivamente el ciclo del modelo de acumulacioacuten agroexportador iniciado en 1880rdquo

Por su parte Vaccarezza sostiene que el gobierno fue ldquode tipo corporativo movimientista se buscoacute representar a todos los secto-res socialesrdquo (Vaccarezza 2012p 46) y es en este sentido que surgen tambieacuten en este contexto movimientos que seraacuten actores relevantes del periodo tales como la Confederacioacuten General del Trabajo (CGT) conformada por las organizaciones de trabajadores a nivel nacional tuvo representacioacuten directa ante el Poder Ejecutivo y a traveacutes del partido Justicialista en el Congreso Nacional una nueva federacioacuten de empresarios ligados al gobierno denominada Confederacioacuten Ge-neral Econoacutemica (CGE) que reemplazaraacute a la tradicional Unioacuten In-dustrial y los militares la Iglesia Catoacutelica y algunas asociaciones

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profesionales y estudiantiles que dieron la necesaria amplitud a la base poliacutetica de Peroacuten

Se consolida durante este periacuteodo el Estado nacional-popular o social el que basoacute su legitimacioacuten a partir de dar respuestas con-cretas a las demandas populares nuevas alianzas y la efectiva am-pliacioacuten del reacutegimen poliacutetico a partir de la maacutes amplia participacioacuten

Desde el punto de vista econoacutemico este agente tuvo un pa-pel sumamente activo en la promocioacuten del crecimiento econoacutemico a partir de la conformacioacuten de empresas estatales (Fabricaciones Militares Direccioacuten Nacional de Industria del Estado y Sociedad Mixta Sideruacutergica Argentina entre otras) el establecimiento de ins-trumentos fiscales y de promocioacuten industrial la explotacioacuten de los servicios puacuteblicos y la generacioacuten de una clase obrera consumidora y un mercado interno fuerte a partir del aumento salarial y las me-joras en el nivel de vida entre otras

Tercera etapa la industrializacioacuten laquodesarrollistaraquo (1955-1976)Inicia este periacuteodo una baja pronunciada en el precio de los produc-tos agropecuarios -base de las exportaciones argentinas- que im-pactoacute en la disponibilidad de divisas para la compra de insumos y equipos para sostener la incipiente industria de bienes de consumo iniciada en la etapa anterior Ello puso de relieve la inexistencia de una industria de bienes de capital tambieacuten llamada industria pe-sada que seraacute impulsada durante el gobierno de Arturo Frondizi y con un fuerte ingreso de inversiones extranjeras

El Estado sigue siendo un actor fundamental para el logro del crecimiento industrial particularmente en las ramas petroliacuteferas metalurgia y siderurgia pero con ciertos rasgos diferenciados res-pecto al periacuteodo anterior y respecto a los gobiernos desarrollados entre 1966 y 1976

Asiacute tal como plantea Iriarte continuacutea la intervencioacuten del Es-tado pero con una variante del Estado nacional-popular o social el Estado desarrollista

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ldquoSe distingue de la estrategia nacional popular en cuestio-nes de eacutenfasis mientras la uacuteltima consideraba al estado en funcioacuten de la distribucioacuten y la autonomiacutea nacional la desarrollista lo hizo a favor del aumento de la inversioacuten y la integracioacuten a este proceso del capital extranjero Este modelo otorgaba un rol mayor al empresariado a la ra-cionalidad del sector puacuteblico y menor para los sindicatos y la movilizacioacuten popularrdquo (Iriarte sf p 4)

Las empresas multinacionales se posicionan durante este pe-riacuteodo como actores econoacutemicos relevantes generando una modifi-cacioacuten en el proceso de sustitucioacuten el cual

ldquoen su origen fundamentalmente nacional devino trans-nacional Las ETN capitalizaron el desarrollo del mercado interno y se apoderaron de las ramas y actividades maacutes dinaacutemicas de la industria La dependencia tecnoloacutegica se acentuoacute Las decisiones fundamentales para la continua-cioacuten del proceso de industrializacioacuten dejaron de estar en manos nacionales y pasaron a depender de decisiones externas altamente centralizadas tomadas en el aacutembito de las ETN (Furtado 1976 Sunkel 1996 en Guilleacuten 2008 p 498)

Hacia 1966 en tanto se produce un cambio relevante respec-to a los gobiernos de la deacutecada anterior aunque mantuvieron su poliacutetica de intervencioacuten en la actividad econoacutemica En este sentido Castellani sostiene

ldquola principal diferencia entre las diversas gestiones se centra en la eleccioacuten del socio capitalista que debiacutea pri-vilegiar el Estado mediante sus diversas intervenciones En efecto hacia fines de la deacutecada del sesenta se produjo un giro en la orientacioacuten de la intervencioacuten estatal en be-neficio del capital nacional Dicho cambio se sosteniacutea en la idea de que era fundamental construir una ldquoburgue-siacutea nacionalrdquo que pudiera liderar junto con el Estado el proceso de desarrollo econoacutemico y restringir el accionar del capital extranjero en la estructura econoacutemica hasta lograr que se relegue a una posicioacuten subordinada con res-pecto a las restantes fracciones del capital ya que la de-cisioacuten tomada hacia fines de los antildeos cincuenta de incor-porar firmas transnacionales para resolver los problemas propios de la estrategia sustitutiva habiacutea demostrado a las claras que lejos de resolverlos los terminaba agra-vandordquo (Castellani 2008 p 2)

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Se inicia una fase ndashcon profundizacioacuten en los 70- de Estado burocraacute-tico-autoritario basado tanto en la exclusioacuten poliacutetica como econoacute-mica y en la que los gobernantes proveniacutean de las fuerzas armadas o bien corporaciones industriales que sosteniacutean que los problemas al desarrollo argentino proveniacutean de la movilizacioacuten de masas que llegaba a desbordar al Estado Este modelo de Estado consideraba sus funciones econoacutemicas como subsidiarias por lo que debiacutea res-guardarse esta institucioacuten en tanto organizador social y econoacutemico (Iriarte sf)

Algunas reflexionesEl proceso de ensentildeanza de la Historia Econoacutemica y Social desde la transmisioacuten de los contenidos propios de este campo disciplinar a los estudiantes universitarios supone siempre una seleccioacuten den-tro del universo posible de saberes asiacute como un posicionamiento epistemoloacutegico que incide tanto en el recorte realizado como en el modo en que se presentan los conocimientos

A partir del contenido curricular la asignatura se organizoacute tratando de establecer una periodizacioacuten que tenga en cuenta los procesos socioeconoacutemicos de cambios maacutes profundos e intentando vincular los aspectos del mundo con el estudio del paiacutes o regioacuten de pertenencia En esta periodizacioacuten se expusieron tres etapas en el modelo de sustitucioacuten de importaciones es una construccioacuten que se hace apoyaacutendose en la realidad histoacuterica que deacute cuenta de los cambios temporales asiacute como las relaciones espaciales que se fueron produciendo tratando de evidenciar los agentes econoacutemicos maacutes significativos tales como Estado empresarios obreros pymes y em-presas transnacionales

Las Guiacuteas Didaacutecticas de Acompantildeamiento pretenden contri-buir a explicitar las actividades generadas entre docente-alumno docente-grupo alumno-alumno con el contenido disciplinar y los textos especiacuteficos de las diversas visiones historiograacuteficas en el contexto del aula universitario Se intenta que los alumnos lleven a cabo actividades de estudio autoacutenomo un aprendizaje intencio-nal racional y criacutetico es ademaacutes considerado como capacidad de accioacuten intelectual individual El docente en funcioacuten a su experien-cia del contenido va gestionando la elaboracioacuten de estrategias de procesamiento de los contenidos En tanto los alumnos tambieacuten en

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funcioacuten a sus conocimientos previos esquemas conceptuales y pro-cesamiento de la informacioacuten van construyendo sus aprendizajes

Orientadas a contenidos particulares de la Historia Econoacutemi-ca y Social ndashen este caso Modelo de Sustitucioacuten de Importaciones en la Argentina- se realiza una seleccioacuten de los contenidos y material didaacutectico dentro del contexto universitario vigente lo que contri-buye a la construccioacuten de un relato que resulta de gran significati-vidad al momento de abordar las dimensiones historiograacuteficas res-pecto al tema de modo tal que puedan ser sometidas a una criacutetica que permitaevaluar los argumentos que los propios autores sostie-nen las fuentes a las que recurren la metodologiacutea y las estrategias para presentar sus conclusiones

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Las organizaciones sociales en la Argentina contemporaacutenea

Aproximacioacuten desde el campo historiograacutefico y socio-poliacutetico

Celia Basconzuelo

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Las organizaciones sociales registran una expansioacuten significativa en Argentina particularmente en las uacuteltimas tres deacutecadas Conforman un vasto universo de caraacutecter asociativo complejo y heterogeacuteneo capaz de merecer la atencioacuten de los estudiosos sociales Participan en el espacio puacuteblico en el marco de la sociedad civil configuraacutendo-se como una tercera esfera que para algunos autores se halla sepa-rada del Estado y el mercado (Gonzaacutelez Bombal 1995) mientras que para otros deben contemplarse necesariamente las articulaciones entre ambas (Roitter 2004)

El universo organizativo es vastiacutesimo y presenta diverso gra-do de institucionalizacioacuten origen tamantildeo intereses y estrategias de intervencioacuten (De Piero 2005) Pueden mencionarse entre ellas asociaciones vecinales centros culturales fundaciones asociacio-nes profesionales organizaciones de desocupados asociaciones ci-viles clubes etceacutetera Se trata de organizaciones de adhesioacuten volun-taria autogobernadas con participacioacuten de asociados que asumen responsabilidades y comparten aspectos valorativos No obstante se diferencian profundamente en cuanto a las finalidades que persi-guen las loacutegicas de funcionamiento y las praacutecticas sociales (Roitter 2004) La mayoriacutea presenta un nivel de institucionalidad y de reco-nocimiento juriacutedico formal otras en cambio actuacutean desde un nivel de informalidad

Ese rasgo de la heterogeneidad fundamenta la opinioacuten acerca de la dificultad para recrear una historia comuacuten y por lo tanto una tradicioacuten uniacutevoca Probablemente esta caracteriacutestica explica por queacute la dimensioacuten histoacuterica ha sido menos revisitada por los espe-cialistas y en cambio los aportes predominantes revisten alcance socioloacutegico y organizacional-econoacutemico

La percepcioacuten acerca de la existencia de un tercer sector apa-rece en los Estados Unidos en los inicios del siglo XX Con el ascen-so de la ola conservadora encabezada por Ronald Reagan y el re-planteo del rol del Estado se evidencia una ldquobuacutesqueda de mayores grados de autonomiacutea por parte de diversos actores sociales tanto en la solucioacuten de algunos de sus problemas como de participacioacuten en lo puacuteblico por fuera del Estadordquo (Roitter 2004 p 23) En Ameacuterica latina la visibilidad social de estas organizaciones en el espacio puacute-blico se hace notoria precisamenteen el contexto de aplicacioacuten de las poliacuteticas neoliberales

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Sin embargo su desarrollo y participacioacuten en el espacio puacuteblico es un fenoacutemeno de larga data En Argentina pueden ubicarse ya enel periacuteodo colonial mediante entidades que nacen siendo cobijadas por la iglesia catoacutelica luego el siglo XIX y XX aportan las propias hasta nuestros diacuteas

En razoacuten de la vastiacutesima produccioacuten existente dentro del campo de las ciencias sociales el objetivo especiacutefico de este artiacuteculo focaliza en analizar aquellas contribuciones cuyo nuacutecleo de inda-gacioacuten es subrayar la dimensioacuten histoacuterica en las organizaciones so-ciales tanto en obras especiacuteficas del campo historiograacutefico como en otras provenientes de aportes socioloacutegicos o politoloacutegicos

No escapa a este trabajo las muacuteltiples categoriacuteas operacionales que se emplean para denominarlas tanto en sentido positivo (tercer sector1 organizaciones de la sociedad civil2 organizaciones comuni-tarias3 entidades intermedias ONGs organizaciones de promocioacuten y desarrollo organizaciones civiles) como negativo (organizaciones sin fines de lucro organizaciones no gubernamentales sector no lu-crativo etc) A ellas se suman definiciones que proceden de estudios acadeacutemicos como de organismos internacionales4

En razoacuten de esta vastedad y polisemia el concepto escogido en este artiacuteculo -organizaciones sociales- es geneacuterico y a traveacutes de eacutel se pretende subrayar un aspecto de base el caraacutecter asociativista de todaspues atraviesa el conjunto del mapa organizacional maacutes allaacute de las diferencias y contradicciones capacidad organizacional o estadio de su actuacioacuten colectiva

1 Esta denominacioacuten habriacutea comenzado a circular en el aacutembito acadeacutemico desde los antildeos setenta en Estados Unidos por investigadores abocados a estudiar las organizaciones no lucrativas desde una perspectiva econoacutemica aunque seraacute utilizado de un modo maacutes sistemaacutetico hacia mediados de los noventa (Roitter 2004 p 23) 2 El teacutermino fue acuntildeado por el BID y luego adoptado por el Banco Mun-dial 3 El teacutermino remite a las organizaciones de base Veacutease un estudio de caso en Ruiz 2007 4 Es el caso del Banco Mundial que identifica tres tipos de ONGs a) organi-zaciones de base comunitarias que sirven a poblaciones especiacuteficas en aacutereas acota-das y actuacutean como beneficiarias de proyectos y servicios b) organizaciones inter-mediarias (0 de apoyo) que tienen un nivel de alcance nacional y brindan servicios a otras organizaciones y c) las intermediarias internacionales que se localizan en los paiacuteses desarrollados y pueden asistir a las del Tercer Mundo (Filmus Arroyo y Esteacutebanez 1997 p 25)

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El trabajo se halla estructurado en tres apartados En el primero se recupera una de las dimensiones contributivas de todo anaacutelisis his-toacuterico el contrapunto entre cambio y continuidad presente en estu-dios sociales de amplio reconocimiento acadeacutemico El segundo pa-raacutegrafo desarrolla el eacutenfasis que algunos estudios sociales colocan en los periacuteodos o etapas histoacutericas y las interpretaciones que ellos alientan Al final el estudio propone una metodologiacutea de anaacutelisis de caraacutecter propositivo capaz de orientar futuros abordajes que com-prendan tanto a las organizaciones sociales como a las acciones co-lectivas que estas puedan encarar

Un clivaje teoacuterico interpretativo cambio-continuidadLa mirada de Andreacutes Thompson director de programas para Ameacute-rica Latina y el Caribe de la Fundacioacuten W Kellogg (EEUU) y especia-lista en estudios sociales representa un aporte claacutesico en el campo de estudio

Se trata de una obra colectiva pionera que expresa una pre-ocupacioacuten por analizar las organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucrocomo un sector institucional diferenciado tanto del sector puacuteblico estatal y como del privado comercial (Thompson 1995 p 20)

El anclaje en la geacutenesis histoacuterica y la apelacioacuten a la categoriacutea de ldquoetapasrdquo le permite al autor validar el plano ideoloacutegico interpretado a su vez desde una lectura socioloacutegica que remite a los conceptos ldquopuacuteblicordquo y ldquoprivadordquo Asiacute en el capiacutetulo dedicado a los oriacutegenes his-toacutericos identifica los diferentes ldquoimpulsos ideoloacutegicosrdquo que dan lugar al nacimiento de ONGs y a las entidades no lucrativas En tal senti-do indica tres grandes etapas en el transcurso de las cuales refiere el rol del Estado y de la sociedad civil sentildealando las continuidades y los cambios operados en su transcursoEs decir el recurso de las ldquoetapasrdquo resulta operacional a fin de indicar el contraste de modelos

En efecto destaca la prevalencia de un ldquomodelo fundacionalrdquo anclado en la beneficencia que ocupa la primera parte del siglo XIX y donde juegan un rol importante la jerarquiacutea eclesiaacutestica asiacute como distintas congregaciones Es por ello que estas primeras asociacio-nes voluntarias como dice Thompson ldquomezclaron lo puacuteblico como

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privado lo confesional con lo civil y la provisioacuten de servicios con la explotacioacuten y el control socialrdquo (Thompson 1995 p 23)5

Un segundo modelo de filantropiacutea avanza hacia mediados del siglo XIX cuando la caridad deja de anclar exclusivamente en una vertiente cristiana para tornarse laica y privada desencadenando un proceso de secularizacioacuten que favorecioacute acciones organizativas impulsadas desde la sociedad civil Durante ese lapso tres actores son centrales Por un lado el Estado que interviene pero sin ejer-cer un control directo pues se apega al modelo liberal europeo La Sociedad de Beneficencia se convierte en la entidad emblemaacutetica Hacia fines de siglo la accioacuten estatal a nivel municipal se manifiesta a traveacutes de lo que se denomina el higienismo Por otro lado actuacutea el catolicismo social mediante el resurgimiento de entidades de accioacuten social En tercer lugar las entidades traiacutedas por los inmigrantes y dedicadas a los seguros sociales y laborales

El advenimiento del populismo a mediados de los antildeos 1940 incorpora un nuevo modelo cuando se modifica el discurso de la ayuda social de la beneficencia a la justicia social y la satisfaccioacuten de nuevos derechos

Asiacute es como pueden reconocer distintos modelos uno centra-do en acciones asistenciales y de beneficencia otro en los derechos sociales y uno maacutes contemporaacuteneo basado en principios relaciona-dos con la solidaridad la autogestioacuten de problemas comunes y la iniciativa de los interesados

Un recurso metodoloacutegico las etapas Uno de los trabajos claacutesicos sobre las iniciativas asociativas en Ar-gentina es la obra colectiva coordinada por Elba Luna y EacutelidaCecco-ni (2002) El texto integrado por cuatro extensos capiacutetulos autoriacutea de Roberto Di Steacutefano Hilda Saacutebato Luis Alberto Romero y Joseacute Luis Moreno puede interpretarse en clave histoacuterica por un lado ya que la viacutea de entrada para el anaacutelisis de las organizaciones es la periodizacioacuten histoacuterica desde la etapa colonial hasta los antildeos 90 del siglo XX distinguiendo la etapa de la Colonia independencia

5 Este periacuteodo histoacuterico donde la caridad orientoacute poliacuteticas sociales ha sido trabajado por algunos historiadores en etapas histoacutericas especiacuteficas Veacutease More-no 2000

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formacioacuten del Estado momento corporativo y caiacuteda del Estado de Bienestar Por otro lado se apela a una metodologiacutea donde se acentuacutea en el anaacutelisis la relacioacuten entre el Estado y la sociedad civil

Asiacute se establece que los oriacutegenes del movimiento asociativo en Argentina pueden remontarse a las cofradiacuteas coloniales in-fluidas por la iglesia catoacutelica junto con otras entidades tales como los clubes del ocio las primeras organizaciones de africanos y las sociedades de beneficencia del interior Una segunda etapa histoacute-rica se registra a partir de 1860 y se extiende hasta 1920 en cuyo transcurso se puso de manifiesto un fervor asociativo como resul-tado del impacto inmigratorio La tercera etapa se extiende hasta 1976 y se halla caracterizada por la madurez de la sociedad civil en cuyo transcurso se despliegan organizaciones de base asociaciones mutuales sindicales profesionales cooperativas y corporaciones empresarias asiacute como tambieacuten se advierte el avance del Estado so-bre la sociedad refirieacutendose en este caso al periacuteodo del peronismo histoacuterico

La uacuteltima etapa atraviesa la dictadura el renacer democraacutetico donde se manifiesta el resurgimiento del asociacionismo asiacute como la ampliacioacuten de derechos prolongaacutendose hasta los antildeos 1990 Una particularidad del texto es el abordaje del tema maacutes allaacute de la pro-vincia de Buenos Aires nutrieacutendose de una actualizacioacuten de inves-tigaciones y resentildeas bibliograacuteficas que permite reconocer el tema en los distintos espacios provinciales Las dimensiones de anaacutelisis privilegiadas en cada etapa son el momento histoacuterico el tipo de or-ganizacioacuten creada y las acciones emprendidas

Lo histoacuterico en enfoques socioloacutegicos y politoloacutegicosEn ambos campos los paradigmas teoacutericos empleados para estudiar las OSC son diversos Desde las liacuteneas que optan por una definicioacuten estructural operacional y aluden a un ldquotercer sectorrdquo con capacidad para distribuir excedentes y hallarse separado del aacutembito guberna-mental ademaacutes de ser independiente de libre afiliacioacuten y sostener valores filantroacutepicos (Salamon 1999) de configurar un ldquoespacio puacute-blico no estatalrdquo productor de servicios y de bienes puacuteblicos (Bres-ser-Pereira y Cunill Grau 1998)6 a otros que destacan la necesaria

6 La expresioacuten refiere al sector no gubernamental o tercer sector un espa-cio de la democracia participativa o directa en los asuntos puacuteblicos y comprende

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aproximacioacuten a la esfera poliacutetica y econoacutemica ademaacutes de la social y cultural para entender la complejidad del sector (Roitter 2004)

Los innumerables estudios de caso contemplan en lo particu-lar el perfil de las organizaciones sociales el nuevo rol que desem-pentildean a partir de las transformaciones que se han producido en la vinculacioacuten entre el Estado y sociedad civil en la deacutecada de los no-venta (Filmus Arroyo Esteacutebanez 1997) o bien optan por destacar las posibles articulaciones con el Estado en sus distintos niveles de actuacioacuten (Garciacutea Delgado y De Piero 2002) Las dimensiones del sector no lucrativo recogen estudios de caso comparativos que abar-can toda Europa otros paiacuteses desarrollados y Latinoameacuterica (Sala-mon et al 1999)

Otros estudios de caso procuran destacar que la trayectoria histoacuterica de las organizaciones comunitarias resulta clave al mo-mento de evaluar el grado de consolidacioacuten Entonces el cuadro de su impacto en el espacio puacuteblico y la propia evolucioacuten depende de la historicidad alcanzada En palabras de la socioacuteloga Violeta Ruiz

() las organizaciones sin historia se manifiestan deacutebiles en su capacidad de demanda e interpretacioacuten de las ne-cesidades de las poblaciones a las que representan tienen muy baja capacidad de movilizacioacuten y carecen de medios para constituir asociaciones relevantes desarrollan pro-cesos y solidaridad mecaacutenica que les impide trascender los viacutenculos basados en lo semejante tienen ademaacutes poca capacidad para reconocer la potencialidad de establecer mecanismos democraacuteticos de funcionamiento En cam-bio aquellas organizaciones que recogen experiencias es-tructuradas y por lo tanto cuenta con una acumulacioacuten suficiente de capital simboacutelico y social que les permiten pasar del nivel micro al macro incluyendo capacidad de planificacioacuten y gestioacuten de mediano y largo plazo entre lo puacuteblico y lo comunitario inclusive el grado de autonomiacutea mostrariacutea una gran complejidad para mantener contac-tos e inclusive participar de gestiones asociadas desde lo local (Ruiz 2007 p 131)

Las organizaciones sociales estudiadas en clave histoacuterica re-miten a otra de las coordenadas el territorio Se reconstruye su his-toria a partir de las nuevas vertientes que entienden el lugar como espacio de vida y espacio vivido poniendo de relieve la participa-

aquellas organizaciones o formas de control puacuteblicas volcadas al intereacutes general

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cioacuten de dichas entidades en las poliacuteticas puacuteblicas desde y en sus te-rritorios (Jungemann 2008)

Los ldquoprocesos histoacutericosrdquo son una categoriacutea referida por estu-dios socioloacutegicos para advertir tal como lo afirman Garciacutea Delgado y De Piero las interacciones

() la consideracioacuten de los procesos histoacutericos aporta una mejor comprensioacuten de las organizaciones en la medida en que nos permite escapar de visiones reduccionistas res-pecto de la realidad social y acceder a las diversas inte-racciones sociales que se producen entre todos los agentes e instituciones (Garciacutea Delgado y De Piero 2002 p 12)

Ambos autores identifican modelos de acumulacioacuten (agroex-portador 1880-1930 etapa de sustitucioacuten de importaciones con par-ticipacioacuten ampliada 1940-1975 neoliberal excluyente 1976) y en el contexto de cada uno ubican formas organizacionales formales e informales

La periodizacioacuten histoacuterica se transforma en un recurso no solo para establecer una siacutentesis cronoloacutegica y sentildealar las caracte-riacutesticas sino tambieacuten para establecer una tipologiacutea de dichas orga-nizaciones y asociarlas al grado de desarrollo de las esferas puacuteblica y privada (Campetella y Gonzaacutelez Bombal 2000 p 23)

En el mismo sentido la matriz histoacuterica explicariacutea algunos ti-pos especiales de OSC particularmente aquellas que resultaron de los procesos aluviales (asociaciones de colectividades mutuales) asiacute como de modificaciones y ampliaciones del espacio urbano hacia la periferia (sociedades de fomento) y de las alternativas histoacutericas ofrecidas por el mundo del trabajo (sindicatos) (Gonzaacutelez Bombal 1995)

La periodizacioacuten histoacuterica contribuye para que se reconozcan ldquomodelos de organizacioacuten socialrdquo en relacioacuten con los cuales puede reconstruirse la conformacioacuten de esas entidades organizativas ca-racterizadas por una metamorfosis permanente (De Piero 2005)

Por otra parte los periacuteodos pueden contribuir a interpretar las orientaciones generales que asumioacute la sociedad civil y el Estado una clave que favorece explicar la geacutenesis reaparicioacuten o permanen-cia de las organizaciones sociales Periacuteodos donde la sociedad civil

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se muestra con escaso poder y autonomiacutease argumenta como uno de los paradigmas que explica la centralidad del Estado en materia de encauzar lo puacuteblico a traveacutes de organizaciones (Gonzaacutelez Bombal 1995) El pasado mostrariacutea precisamente ldquola carencia de una distin-cioacuten entre lo social y lo estatal una colonizacioacuten por el Estado junto con una extrema labilidad de la esfera de lo privado un intenso sen-tido colectivo que asumioacute a veces la forma corporativa [] y la falta de una autonomiacutea del mercadordquo (Gonzaacutelez Bombal 1995 pp 68-69)

Este aspecto que sobresale al considerar los marcos histoacutericos pondriacutea de manifiesto una particularidad de la adopcioacuten del libera-lismo en la Argentina ya que el Estado no habriacutea desarrollado un rol restringido sino por el contrario fuertemente presente por mo-mentos en aacutembitos de la sociedad civil asiacute como tampoco habriacutean sido demasiado fuertes los lazos econoacutemicos

La mirada histoacuterica se emplea para resaltar la centralidad de la poliacutetica en la constitucioacuten de los actores sociales y la debilidad de la idea de individuo Se busca asiacute explicar el modo en que la so-ciedad se organizoacute para vincularse con el Estado del mismo modo los rasgos que eacuteste asumioacute y asimismo el modo de ejercer las de-mandas sociales La coyuntura histoacuterica conocida como ldquohistoria recienterdquo es apelada para mostrar momentos claves en que habriacutea comenzado a invertirse aquel paradigma de subordinacioacuten de la so-ciedad por otro que expresariacutea una manera maacutes o menos autoacutenoma de afirmacioacuten Se sentildealan asiacute antildeos como el de 1983 referenciados como puntos de inflexioacuten en la tendencia histoacuterica y a la vez punto de partida de procesos que trajeron como innovacioacuten cambios en orden a los procedimientos de relacioacuten entre el mundo asociativo y el Estado La dimensioacuten histoacuterica se ocupa tambieacuten de analizar las ideas prevalecientes en torno de la participacioacuten y la representa-cioacuten poliacutetica y las tensiones histoacutericas que atravesaron esas defini-ciones (Gonzaacutelez Bombal 1995 p 09)

A modo de conclusioacuten Desde un punto de vista cualitativo el recorrido de algunas pro-ducciones emblemaacuteticas sobre las organizaciones sociales permite advertir la importancia de la perspectiva histoacuterica para su estudio

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La autonomiacutea frente al Estado y el mercado si puede discutirse seguacuten las posturas consultadas queda claro que de acuerdo con el anaacutelisis histoacuterico hubo interacciones momentos de mayor conduccioacuten por parte estatal otros que fueron de despegue para las organizaciones Hubo momentos en que lo puacuteblico sobrepasoacute lo privado el Estado influyoacute sobre la sociedad civil y por ende sobre las organizaciones sociales En otros el Estado fue cediendo su participacioacuten y control mientras la sociedad civil a traveacutes de organizaciones de libre acce-so y permanencia acentuoacute su participacioacuten propositiva Un tejido asociativo cada vez maacutes denso fue consolidaacutendose por siacute mismo y no solo porque el Estado se desplazaba de aacutereas otrora controladas

No constituye un hecho menor que frente a las caracteriacutesti-cas del reacutegimen poliacutetico imperante a lo largo del siglo XIX marcado fundamentalmente por el conflicto y en el siglo XX por las reitera-das y ciacuteclicas crisis de la democracia lo colectivo haya encontrado canales institucionales para ejercitar derechos y expresar reivindi-caciones en la dimensioacuten puacuteblica

Desde un punto de vista metodoloacutegico cabe preguntarse iquestde queacute clivajes se ha nutrido esa estimacioacuten del pasado que se halla presente en varios abordajes algunos de los cuales se han resentildeado en este artiacuteculo El anclaje en la geacutenesis histoacuterica permite validar rupturas y continuidades el diaacutelogo entre los puacuteblico y lo privado La dimensioacuten histoacuterica es preguntarse por el ldquocontextordquo la socioloacute-gica es referir a partir de ese contexto los ldquomodelosrdquo

Finalmente como historiadores y estudiosos de las organi-zaciones sociales iquestqueacute aspectos novedosos podriacuteamos considerar para el abordaje de las mismas desde el campo de la historia social En primer lugar abordar el tema desde esta confluencia de saberes cientiacuteficos supone un acercamiento teoacuterico y metodoloacutegico concre-to entre la historia y la teoriacutea social Esto es poner de relieve una vez maacutes las potencialidades del abordaje interdisciplinar para un tema que en su propia dinaacutemica amerita la confluencia de miradas y por queacute no seguir alentando como lo proponiacutea Peter Burke (2005) un giro teoacuterico de los historiadores sociales y la posibilidad de en-contrar nuevas formas de combinar la historia y la teoriacutea social En ese sentido mediante un enfoque propio de la ciencia histoacuterica po-driacutean abordarse las organizaciones sociales teniendo en cuenta los dos ejes explicativos del conocimiento histoacuterico tiempo y espacio

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que dariacutean contenido a un modelo explicativo centrado en las tradi-ciones y a traveacutes de ellas captar cambios y continuidades

Para ello los estudios sobre las organizacioacutenes sociales po-driacutean trazar en su agenda de investigacioacuten los siguientes vectores capaces de conducir hacia una cartografiacutea socio histoacuterica que sobre la base de la investigacioacuten empiacuterica tienda a concentrarse en la di-mensioacuten organizacional o bien en el problema de la accioacuten En el primer caso podriacutean ponderarse como unidades de anaacutelisis

a Una periodizacioacuten de las organizacioacutenes sociales que deacute cuenta de su existencia institucional en el lugar mi-croterritorial y de su trayectoria Debe tratarse de orga-nizaciones estructuradas con cierto grado de formalidad de independencia respecto del Estado y de permanencia en el tiempo de manera que puedan ser ubicarlas en una liacutenea de tiempo igual o mayor a una deacutecada

b Una referencia al vector poliacutetico contextual de anaacutelisis particularmente la dimensioacuten del tipo de proyecto poliacuteti-co subyacente en dicha periodizacioacuten (democraacutetico semi democraacutetico autoritario) en las escalas micro y macro te-rritorial y la dinaacutemica tanto de participacioacuten ciudadana que dicho reacutegimen alentoacute (modalidad electoral y no elec-toral) como de la representacioacuten (poliacutetica y social)

c Una referencia al vector social de anaacutelisis que deacute cuenta del actor movilizado y su pertenencia al sector o clase so-cial que lo identifica asiacute como del patroacuten de articulacioacuten con otras organizacioacutenes en la escala micro y macro te-rritorial que permita dar cuenta tanto de la propia asocia-tividad como de la densidad de la red asociativa

d Un listado de los repertorios de accioacuten desarrollados du-rante el periacuteodo dando cuenta de posibles articulaciones urbano-rurales de dichas acciones

El aporte que permitiriacutea anticipar este trabajo es de sentido prospectivo Nos interesa avanzar en la construccioacuten de nuevos en-foques desde la esfera acadeacutemica donde la propuesta interdiscipli-nar permita avanzar en abordajes complementarios y no solamen-te centrados en la organizacioacuten y su dinaacutemica sino tambieacuten en el contexto que hizo posible su nacimiento desarrollo y repertorio de

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accioacuten Tan importante como comprender el plano organizacional e identitario lo es tambieacuten rescatar las posibilidades analiacuteticas de la idea de tradiciones para una mejor comprensioacuten de los cambios y continuidades de ese actor social contemporaacuteneo sobre todo cuan-do esas tradiciones atraviesan lo puacuteblico Esta articulacioacuten teoacuterica parece estar ausente en muchos estudios abocados al tercer sector Entonces la loacutegica de la historicidad vendriacutea a explicar probable-mente tambieacuten la redireccionalidad de las opciones en el repertorio la eleccioacuten de estrategias de articulacioacuten La propia loacutegica organiza-cional o las definiciones identitarias no lo explicariacutean todo Pero en todo caso es una hipoacutetesis a comprobar lo cual demanda estudios de casoos y mayor nuacutemero de trabajos empiacutericos

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La historia local entre la indiferencia el disentildeo

global y la significatividad de lo diferente

Mariacutea Rosa Carbonari

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La historia ha formado parte de un relato que ha buscado legitimar las acciones de los grupos hegemoacutenicos que en distintos periacuteodos que construyeron el poder poliacutetico pero tambieacuten para escarbar foacuter-mulas pasadas soterradas que se presentan como alternativas en la disputa por el dominio del presente y se exhiben como un desafiacuteo para construir futuros diferentes al que en esa instancia ejerce el dominio

Se propone aquiacute exponer brevemente un recorrido histo-riograacutefico que parte de la preocupacioacuten de construir un discurso homogeneizador en la civilizacioacuten occidental haciendo posterior-mente referencia al XIX creando una identidad ficticia territorial para inventar la nacioacuten marginando y simplificando los diferentes espacios que ese Estado constituiacutea Posteriormente se hace referen-cia a la incorporacioacuten de mediados del siglo XX de la Historia a la ra-zoacuten cientiacutefica que permitiera comprender los procesos macros pos-tulando modelos explicativos en los que las regiones y localidades se constituiacutea en estudios que posibilitaran confirmar premisas teoacute-ricas de postulados aprioriacutesticos Finalmente se hace referencia a la crisis del paradigma explicativo y su repercusioacuten en la macro-histo-ria y los macro-relatos lo que contribuyoacute a postular historias maacutes territorializadas es decir maacutes espaciales Al final se hace referencia a lo local y regional registro de una experiencia de coacutemo se ha veni-do trabajando dentro de este preocupacioacuten de una historia regional que posibilite complejizar y complementar la historia nacional

El control por el conocimiento del pasado contribuye tanto para legitimar las acciones de los grupos hegemoacutenicos como para escarbar foacutermulas pasadas soterradas que se presentan como alter-nativas en la disputa por el dominio del presente y se exhiben como un desafiacuteo para construir futuros diferentes al que en esa instan-cia ejerce el dominio En el ejercicio de preguntar iquestpara queacute sirve la historia y iquestcuaacutel es su funcioacuten se pretende encontrar sentido a la praacutectica profesional que se ejerce en un espacio determinado y su lugar en el macro-relato

Por ello si bien como sostiene Fontana la historia ha tenido siempre una funcioacuten social generalmente la de legitimar el orden establecido (Fontana 1982 p 15) tambieacuten la historia fue adquirien-do la funcioacuten de desenmascarar esas posturas legitimantes

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En el caso de la Historia se remonta a su matriz fundacional Surgida como relato desde la antiguumledad y soporte ideoloacutegico en los fundamentos del mundo moderno quedariacutea marginalizada como conocimiento cientiacutefico aunque acompantildeaba con un postulado identitario colonizador la legitimacioacuten de la Modernidad Con ello tambieacuten se afianzoacute una Historia en territorios que constituyeron los Estados decimonoacutenicos haciendo un relato ficticio a una unidad espacial inventada que se sustentaba en un vaiveacuten entre el roman-ticismo el historicismo y el positivismo de la eacutepoca es decir entre postulados romaacutenticos y fundamentos cientiacuteficos

Asimismo desde mediados del siglo XX el avance cientiacutefico teacutecnico y los argumentos que postulan intervenciones y planifica-ciones del futuro abandonaron el anclaje con el pasado o lo mini-mizaron puesto que la perspectiva estaba sustentada en el cambio de paradigma y no en la continuidad de la tradicioacuten de narraciones historizantes Asiacute para los postulados cientiacuteficos del siglo XX la historia se transformoacute un meacutetodo de abordaje propuesto en los ma-nuales de Metodologiacutea de las Ciencias Sociales y los historiadores se preocuparon en construir modelos macroprocesuales en donde incluir la narrativa del tiempo corto a decir de Braudel (1958)

Para entones reducida asiacute al bauacutel de antiguallas reserva para legitimacioacuten de alguacuten que otro informe de diagnoacutestico o una introduccioacuten a las grandes problemaacuteticas del presente las regiones quedaron al margen de la explicacioacuten histoacuterica o formando parte de casos a confirmar seguacuten modelo explicativo

Colonizacioacuten y orden del discurso homogeneizadorEl discurso histoacuterico surgioacute a la par de la construccioacuten de una expli-cacioacuten que pretendioacute dar orden sentido de pertenencia e identidad a la sociedad de la que formaba parte Los escritos histoacutericos de an-tiguos (griegos romanos y cristianos) modernos presentaron un re-lato unitario homogeacuteneo y abarcador si bien surgiacutean de un espacio determinado que iba expandiendo sus fronteras A medida que se expandiacutea el dominio sobre el espacio que se ldquocolonizabardquo la historia se universalizaba en los paraacutemetros del colonizador Ese recorrido tambieacuten fue acompantildeado de momentos de crisis de legitimacioacuten y recambios historiograacuteficos Eran crisis de transicioacuten en que se pos-tulaban las criacuteticas de las foacutermulas anteriores de entender el mun-

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do proponiendo renovaciones y ldquorenacimientosrdquo desacralizando lo viejo y reinventando una nueva formula histoacuterica Asiacute criticando el mundo miacutetico surgiacutea la Historia como averiguacioacuten de la verdad a partir de testimonios oculares humanos -no de los dioses- y se comenzaba a indagar sobre las acciones de los hombres Eran los hombres de gobierno que construiacutean imperios y que se legitimaban frente al mundo baacuterbaro inventando un proceso identitario con un antepasado comuacuten De alliacute la Historia a la que accediacutean un peque-ntildeo extracto social se compactoacute como ldquomadre y maestra de la vidardquo para servir al buen gobernante La crisis de los imperios llevariacutea a una nueva deslegitimacioacuten dando surgimiento a una historia cris-tiana que se consolidaba en negacioacuten y rechazo de los ldquopaganosrdquo e ldquoinfielesrdquo que no abrazaban el dogma catoacutelico y los fundamentos de la moral cristiana La modernidad se armoacute como reaccioacuten a la espe-culacioacuten metafiacutesica y al dogmatismo La ciencia quedoacute al servicio de los Estados Modernos y la Historia se construyoacute en funcioacuten de dar identidad nacional y de crear los soportes para el buen ciudadano aunque lejos de fundamentos de objetividad y neutralidad que so-licitaba la ciencia (Carbonari 2008 Cardoso 2005 Fontana 2001)

La ciencia sin embargo rescatoacute las preocupaciones de He-roacutedoto por el relato verdadero y de Tuciacutedides por la buacutesqueda de las verdades permanentes Y con ellos se habiacutean inaugurado ldquodos formas de hacer historia historia narrativa versus historia expli-cativardquo (Saacutenchez Marcos 1993 p 36) A ello se sumoacute el pragmatismo romano en que la historia es el campo de ldquoadiestramiento de la poliacute-ticardquose constituyoacute en el legado que asumieron los Estados Modernos en la formacioacuten del ciudadano

La crisis del Imperio Romano el traacutensito de la unidad romana a una pluralidad medieval implicoacute para la Europa Occidental una nueva visioacuten de mundo que postulaba una temporalidad trascen-dente fundamento de la teologiacutea dando lugar a la filosofiacutea de la his-toriaque coloca a los hombres como sostiene Bloch entre ldquola Caiacuteda y el Juicio Finalrdquo (Bloch [1949]1978 p 9)

De esta manera la buacutesqueda de la verdad el pragmatismo ideoloacutegico y el sentido teoloacutegico fueron las marcas significativas de la antiguumledad y el medioevo La modernidad en buacutesqueda de reim-primir la visioacuten humana rechazoacute la explicacioacuten aprioriacutestica y desde el siglo XVI en la Europa Occidental los humanistas convocaron el pasado para criticar su presente El siglo XVIII implicoacute la construc-

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cioacuten de una nueva razoacuten unitaria en Occidente sobre todo el mun-do conocido e involucroacute un nuevo reordenamiento del saber que se colonizoacute al mundo como el conocimiento universal En la mirada hacia el futuro en la buacutesqueda del progreso el pasado dejoacute de tener relevancia explicativa dado que se debiacutean legitimar los cambios

En el siglo XIX el surgimiento de nuevas aacutereas de conocimien-to de lo social disputariacutea con la historia la explicacioacuten de la realidad social De esta manera la Sociologiacutea la Antropologiacutea las Ciencias Poliacuteticas y la Economiacutea expusieron las leyes que regiacutean a la socie-dad Teoriacuteas evolucionistas y positivistas impregnaban el enten-dimiento histoacuterico y reconstruiacutean la temporalidad en funcioacuten del progreso La historia para algunos teoacutericos y cientiacuteficos no entrariacutea en el estatus cientiacutefico de las Ciencias Sociales Mientras que otros la situariacutean en la Ciencia de lo Particular Mas allaacute de las disputas por la cientificidad el fundamento colonizador y de dominio acompantildeoacute a la intelectualidad que nucleaban en las academias del Estado (Car-doso 1982)

El siglo XIX la legitimacioacuten de los Estados Modernos la construccioacuten de la identidad nacional Asiacute en el siglo XIX la construccioacuten de la Historia en la pretensioacuten de conocimiento cientiacutefico junto a la legitimidad de los Estados Mo-dernos cabalgariacutea entre una preocupacioacuten de buacutesqueda de la ver-dad la ldquoinvencioacuten de la nacioacutenrdquo de cada uno de los Estados la legiti-midad cientiacutefica y la narracioacuten de los hechos singulares del pasado La resolucioacuten estariacutea dada en el marco del Historicismo corriente que daba fundamento de las construcciones histoacutericas de los Esta-dos

En Argentina como en otros estados nacionales a la Historia se le asignoacute la funcioacuten de formar la identidad nacional y europei-zante Asiacute de construyoacute una historia homogeacutenea unitaria en los caacutenones occidentales Esos acontecimientos que definiacutean la poliacute-tica nacional producidos por quienes lograron dominar el territo-rio constituido en la nacioacuten se transformaban en el conocimiento legiacutetimo fortalecido por ser la historia oficial que colonizaba a los ciudadanos desde la escuela primera continuando en la formacioacuten secundaria Ello constituiacutea la formacioacuten la una identidad unitaria

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patriarcal y monocultural englobadora y simplificadora de las dife-rencias regionales y sociales

En ese proceso de ldquoinventarrdquo la nacioacuten los espacios del inte-rior quedaban vaciacuteos de historias para contar Aunque tuvieran un pasado no se articulaba con la pretensioacuten de nacionalidad homo-geacutenea que el Estado buscaba consolidar Las diferencias interiores y sus historias como las lenguas indiacutegenas fueron prohibidas y las regiones y el folklore quedaban como reductos anticuarios frente a la historia patria Las culturas diferentes del interior fueron sepul-tadas negadas como expresioacuten para incorporar los valores de urba-nidad y civilizacioacuten occidental que acompantildeaba al modelo nacional con una historia poliacutetica civilizada de los acontecimientos relevan-tes en la construccioacuten del Estado Nacioacuten dando origen a la visioacuten portentildeo-ceacutentrica

Asiacute en la cultura escolar y acadeacutemica de la Historia se fue ge-nerando una empatiacutea por lo nacional poliacutetico-urbano en Argenti-na inculcando valores de identificacioacuten positiva con lo distante y anhelante de conocer empiacutericamente el mundo civilizado Eran los fundamentos de la colonizacioacuten liberal

Ese conocimiento poliacutetico-urbano de la historia nacional el reproducido en los manuales y por la Coleccioacuten de la Academia Na-cional de la Historia cargado de datos lejanos al cotidiano de los es-pacios regionales que se habita fue acompantildeado con cierta desvalo-rizacioacuten extrantildeeza y desconocimiento por los espacios del interior por los propios espacios que muchos habitan

El desconocimiento fue acompantildeado por el desintereacutes pues la sensacioacuten de extrantildeeza sobre el entorno lleva tambieacuten una pers-pectiva negativa e indiferente del propio lugar que desde el centro poliacutetico-urbano se lo presenta como ldquoatrasadordquo tradicional con au-sencias y carencias incitando al cambio y al abandono de las pautas culturales entendidas como no civilizadas

Mientras maacutes los habitantes se incorporaran al sistema edu-cativo y se les inculcaran el haacutebitus del conocimiento autorizado desde el Consejo Nacional de Educacioacuten y la Academia Nacional de la Historia maacutes se distanciaban de las historias de sus entornos comenzando a ignorar las historias de los lugares por no ser un co-nocimiento relevante o como rezaba una de las definiciones de la

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historia aprehendida no eran hechos ldquosignificativos para la historia nacionalrdquo (Carbonari 2010) Solo los anticuarios y los ldquoparroquia-nosrdquo los nostaacutelgicos quedaban como vigiacutea de una historia minuacutes-cula en relacioacuten con la historia de la ldquomadre patriardquo deslegitimada desde la historia oficial y cargadas de subjetividad Por cierto no cientiacutefica dado que no registraba ni ldquoacontecimientos relevantesrdquo ni podiacutea establecer leyes ni estaba en manos de profesionales

Siglo XX historia y razoacuten cientiacutefica entender los procesos macrosLa crisis de paradigma positivista e historicista que acompantildeoacute a es-tos modelos implicoacute avances por una historia cientiacutefica Y asiacute lo en-tendiacutea Bloch cuando sostuvo vieja bajo la forma embrionaria del relato [sin embargo] muy joven como empresa razonada de anaacuteli-sisrdquo (Bloch 1978 p 16) Es una perspectiva que abandonaba los con-tornos poliacuteticos y urbanos para dar cuenta de los procesos macro econoacutemico-sociales La corriente de Annales articulada al funcio-nal- estructuralismo y los enfoques marxistas llevaron a situar la poliacutetica en el tiempo corto y a postular por el estudio de los sistemas globales tanto para entender la sociedad desde una perspectiva es-tructuralista es decir en la ldquolarga duracioacutenrdquo como para comprender las leyes de la sociedad en sus distintos modos de produccioacuten Los historiadores buscaron comprender y hacer comprender la macro economiacutea y poliacutetica en el tiempo

El paradigma cientiacutefico a partir de la construccioacuten de modelos abstractos de explicacioacuten orientariacutea las investigaciones y Ameacuterica Latina se incorporaba a esos debates Al decir de Wallestein (2001) la teoriacutea de la modernizacioacuten que acompantildeoacute al optimismo cientiacutefico de mediados del siglo XX se fundaba en que existiacutea un camino mo-dernizante comuacuten para todas las nacionespueblosaacutereas aunque estas se encontraran en etapas diferentes de ese camino En teacutermi-nos de poliacuteticas de Estado ello se traduciacutea en una preocupacioacuten a escala mundial por el ldquodesarrollordquo Vocablo definido como proceso por el cual un paiacutes avanzaba por el camino universal de la moder-nizacioacuten Desde el punto de vista organizacional la preocupacioacuten por la modernizacioacuten desarrollo tendioacute a agrupar a las muacuteltiples ciencias sociales en proyectos comunes (Wallerstein 2001 p 45) El crecimiento econoacutemico necesario para la expansioacuten del capitalismo

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y la historia como ciencia se sumaba a las preocupaciones cientiacutefi-cas de la eacutepoca

En siacutentesis los modelos explicativos fueron el paraacutemetro prin-cipal del estructuralismo Su propuesta consistiacutea en conocer coacutemo funcionaba la estructura econoacutemica y social de una sociedad en un periacuteodo de tiempo Sobre esas estructuras operaban generalmente recortes de determinados periacuteodos En los trabajos se sosteniacutea la premisa de que el relevamiento de varios casos particulares posi-bilitariacutea en una segunda instancia -a traveacutes de la yuxtaposicioacuten de dichos casos- identificar semejanzas y diferencias

Esa perspectiva supuso que el estudio de espacios menores dentro de contextos globales debiacutea necesariamente procurar una relacioacuten entre el espacio y el tiempo Se pretendiacutea por lo tanto una simbiosis entre un espacio macro y micro y una vinculacioacuten entre los eventos histoacutericos del lugar con la ldquolarga duracioacutenrdquo Por otra par-te a medida que el abordaje histoacuterico iba focalizaacutendose en espacios maacutes reducidos estos iban adquiriendo mayor significacioacuten expli-cativa para el entendimiento histoacuterico Si por un lado se estudiaba la estructura poblacional en un determinado periacuteodo por otro se buscaba identificar las relaciones econoacutemicas de ese espacio en un contexto y circuito econoacutemico maacutes amplio

La crisis del paradigma explicativo y su repercusioacuten en la macro-historia Hacia fines del siglo XX el mundo acadeacutemico de los historiadores al igual que otros cientistas sociales se vio afectado por una crisis res-pecto a los modelos cientiacuteficos construidos y su representatividad ldquoTiempos de incertidumbrerdquo y ldquocrisis epistemoloacutegicardquo a decir de Ro-ger Chartier (1996) pareciacutean sentildealar ldquola desaparicioacuten de los modelos de comprensioacuten de los principios de inteligibilidadrdquo aceptados por la mayoriacutea de los historiadores que por entonces se apoyaban en el paradigma estructuralista y en la cuantificacioacuten Esa crisis conminoacute a los historiadores a revisar sus postulados y a generar nuevas mi-radas Se anunciaron ldquoretornosrdquo se denunciaron rupturas respecto de la tradicioacuten cientiacutefica se cuestionaron los nuevos abordajes pero tambieacuten se plantearon necesidades en torno a la ampliacioacuten de los focos de estudio Con ese marco en la historiografiacutea contemporaacute-

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nea se fue introduciendo junto a las coordenadas estructurales y universales sus opuestos Nos referimos a las dicotomiacuteas generalparticular Macromicro Estructurasujeto Poderresistencia Glo-balregional-local Normascasos Centrosmaacutergenes entre otros (Carbonari 2005)

Dentro de este complejo cambio de los procesos macrohistoacute-ricos a los universos microhistoacutericos de la historia de los grupos establecidos y centrales a la historia de las minoriacuteas y de pequentildeos grupos marginales los historiadores de espacios regionales obtie-nen un reconocimiento acadeacutemico y profesional antes minimizado

Tambieacuten en el Materialismo Histoacuterico se fueron dando algu-nos cambios que teniacutean que ver no solo con cuestiones teoacutericas sino tambieacuten poliacuteticas y sociales de fines de los antildeos 60 La referencia maacutes significativa fue criacutetica al estructuralismo que acompantildeaba los debates europeos del marxismo post-estalinista

A partir de entonces el foco central de la historiografiacutea ya no estaraacute sobre el dominio del Estado ni las estructuras impersonales o los procesos econoacutemicos sociales sino en ldquolas experiencias existen-ciales de personas concretas e individuosrdquo (Iggers 1998 p 18) En ese sentido si el objeto de la historia a mediados del siglo XX se habiacutea desplazado de lo poliacutetico a lo econoacutemico implicando todo un cam-bio de abordaje metodoloacutegico el nuevo recambio de fines del siglo XX hacia lo antropoloacutegico hacia las experiencias y el mundo de la vida implicaraacute nuevas estrategias de investigacioacuten

En esa revisioacuten asiacute como nuevas religaciones muchos de los postulados de una Historia Cientiacutefica Econoacutemica y Social dariacutean paso a una historia cultural Una Historia Cultural que iriacutea acompa-ntildeando un proceso de descentramiento del eurocentrismo o parro-quismo como lo denomina Wallestein (2001) Este nuevo planteo implicaba tambieacuten no solo revisar el eurocetrismo sino tambieacuten la pretensioacuten de universalidad tratado de incorporar tambieacuten las ldquovi-siones del otro culturalrdquo o para decirlo en teacuterminos desde el lugar desde donde se expresa el discurso

En ese proceso de descentramiento de lo colonizado habriacutea un abanico de alternativas la recomposicioacuten de una historia con-flictiva de Ameacuterica en la tensioacuten entre el discurso dominante desde las croacutenicas de espantildeoles y las distintas formas de resistencia con

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la continuidad del discurso liberal decimonoacutenico en conexioacuten con la construccioacuten del mundo capitalista en el siglo XIX y las acomo-daciones a la cultura Pero tambieacuten reconocer una Ameacuterica hetero-geacutenea en que en cada interior contiene una historicidad que le es propia y que conocerla posibilita entender la compleja historia en que vivimos y los distintos contextos en que se participa

Por eso revisar las historias nacionales en los marcos de la historia americana pero con la mirada en el espacio que se habita es un ejercicio en que se precisa distintos horizontes de compren-sioacuten y distintas variables que participan lo particular local la espa-cialidad lo nacional la macro-economiacutea y las formas culturales de dominio

Lo local y regional registro de una experienciaDesde hace algunos antildeos la historia local ha comenzado a tener cierto intereacutes profesional quizaacutes por la recurrencia a los anaacutelisis ldquomicrordquo dentro de las ciencias sociales Ello parte del convencimien-to de que en espacios maacutes acotados y definidos es posible un cono-cimiento maacutes claro y preciso de los procesos sociales Tambieacuten las preocupaciones por el desarrollo local que buscan reconocer iden-tidades locales frente a un claro orientacioacuten del mundo globalizado han penetrado en las distintas localidades que buscan encontrar que tienen de distinto y de particular

Las historias locales tienen un antecedente en los llamados ldquohistoriadores locales no profesionalesrdquo que mantienen una historia memorialiacutestica Maacutes interesados en la recuperacioacuten del pasado de la localidad como memoria del lugar que en los postulados cientiacuteficos que se impusieron en el siglo XX En esas construcciones histoacutericas sigue dominando las estrategias maacutes tradicionales de un relato faacutec-tico y reivindicativo del ldquocolor localrdquo aunque permitieron registros significativos del pasado que de otro modo se hubieran perdido

Los Estados Nacionales se constituyeron en articuladores entre perspectivas macro de la economiacutea mundo y el dominio por los distintos espacios del interior sin tomar registro de la espaciali-dad y especificidad de ese espacio Por ello hay una necesidad de revisar los postulados de recuperar historias territorializadas es decir localizadas temporo-espacialmente en diaacutelogo continuo con

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las orientaciones de la poliacutetica macro Construir historias locales entroncadas con disentildeos globales de las relaciones en que la rela-cioacuten dominacioacuten dependencia en la constante reestructuracioacuten del orden global En ello se trata de avanzar considerando que no hay historia fuera del espacio asiacute como no hay espacio que sea a-histoacute-rico Asiacute a diferencia de la historia nacional que se presenta como una historia construida acabada simplificadora y homogeacutenea la historia local y regional se aprende investigando y relacionando las distintas escalas de anaacutelisis y fundiendo la historia con la geografiacutea de los distintos espacios Es una manera de conocer y comprender las muacuteltiples formas del espacio colonizado

Asiacute en el estudio de la Historia Regional la Geografiacutea y la Historia se articulan entonces para entender las relaciones que en-tre espacio y tiempo se producen en una regioacuten en particular y sus viacutenculos con los procesos macros temporo-espaciales Pero iquestcoacutemo establecer un recorte temporal y espacial significativo entre los acontecimientos locales y mundiales iquestQueacute diferencia un espacio determinado de otros

En base a estas preocupaciones se canalizoacute la inquietud a tra-veacutes de un programa de accioacuten de transmisioacuten de contenidos rela-tivos a la historia de una regioacuten la regioacuten de Riacuteo Cuarto pertene-ciente a la provincia de Coacuterdoba Argentina La propuesta de trabajo partioacute de la necesidad de socializar investigaciones sobre el pasado histoacuterico de la regioacuten e indagar estrategias de abordaje en Ciencias Sociales Ello en funcioacuten de que Historia Regional adquiera sentido

Esta propuesta asimismo partioacute de distintas experiencias de nivel docencia extensioacuten e investigacioacuten que se vienen realizando en otros aacutembitos educativos en que se presentan resultados de es-tudios como formas de articulacioacuten e interaccioacuten entre esas investi-gaciones y posibles propuestas didaacutecticas

Si por un lado la intencioacuten es socializar los estudios realiza-dos por otro se pretende a brindar estrategias de construccioacuten de informacioacuten sobre historia local y regional considerando que la misma debe ser comprendida dentro de una perspectiva macro De alliacute que se planteoacute como etapa inicial la necesidad de aprender para luego comprender nuestra historia local y regional en el marco de la historia nacioacuten y global lo que posibilitara ensentildear mejor la historia del espacio conocido

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A modo de siacutentesis explicativaEl reconocimiento del espacio natural con sus cursos de agua y las formas de apropiacioacuten de recursos de forma diferenciada por los pueblos originarios de la sierra y del llano permitioacute explicar el por-queacute de la imposibilidad del avance espantildeol sobre la regioacuten maacutes allaacute del riacuteo Cuarto y de las cuentas de aguas proacuteximas que se consti-tuyoacute en confiacuten del Imperio Espantildeol en Ameacuterica desde el siglo XVI y paso de conexioacuten entre Buenos Aires y Chile Sobre la poblacioacuten sedentaria de la sierra el conquistador impuso su dominio a pesar de ciertas resistencias de la poblacioacuten india los repartos de tierra a traveacutes de mercedes y de indios a traveacutes de encomienda Sobre la poblacioacuten del llano imposible de establecer su mando se iniciaba una larga vida fronteriza

Asiacute siendo una regioacuten con ambientes geoformoloacutegicamente diferenciados (sierra y llano) por el accionar del conquistador en el transcurso del siglo XVI y XVII se transformoacute en una jurisdiccioacuten administrativa eclesiaacutestica denominada ldquocuratordquo Ello para su mejor control de un espacio rural en que la mayor concentracioacuten de po-blacioacuten estaba en la sierra cascos o puestos de estancias en la que se construiacutean capillas u oratorias Asimismo bajo su produccioacuten gana-dera diversificada se vinculaba la regioacuten a la economiacutea del espacio peruano en el periacuteodo colonial

Quedaba constituida la regioacuten del Riacuteo Cuarto dentro del or-denamiento territorial espantildeol siendo el confiacuten austral de la Go-bernacioacuten del Tucumaacuten del Virreinato del Peruacute Posteriormente el Reformismo Borboacutenico y la reterritorializacioacuten del espacio por buacutesqueda de un mejor domino de la regioacuten implicaron una distri-bucioacuten diferente de espacio y la constitucioacuten de nuevas conexiones Surgiacutea la preocupacioacuten por el dominio de un espacio geopoliacutetico por parte de la Corona Espantildeola

La primera representacioacuten del espacio regional surge con la constitucioacuten de la Frontera Sud de Hispanoameacuterica y la regioacuten asu-me una doble funcioacuten ser frontera y camino Frontera interior al sur de la jurisdiccioacuten de Coacuterdoba del Tucumaacuten dentro del Virreina-to del Riacuteo de la Plata y cruce de caminos de Buenos Aires a Mendoza y Reino de Chile Asiacute se ldquoacordona una fronterardquo con la ereccioacuten de fuertes y fortines Y en ese espacio proacuteximo al curso del riacuteo por estar en ldquoel traacutensito precisordquo se fundan dos Villas a fines del siglo

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XVIII Ello con la finalidad de constituir poblacioacuten formal y atraer a la civilizacioacuten cristiana los moradores de la campantildea

Los propietarios espantildeoles establecieron unidades producti-vas dedicadas a la explotacioacuten ganadera en articulacioacuten con la eco-nomiacutea potosina formando parte del espacio peruano pero tambieacuten subsistioacute una economiacutea familiar campesina de poblacioacuten india y mestizada fundamentalmente en la zona de la sierra

La crisis del orden colonial y el proceso de independencia implicaron una desarticulacioacuten de las economiacuteas regionales y los descendientes de espantildeoles propietarios de la regioacuten se fueron aco-modando a la nueva coyuntura poliacutetica y econoacutemica mientras con-tinuaba la misma marca fronteriza en la que se estableciacutean conti-nuos intercambios con la nacioacuten india no dominada del otro lado de la frontera Eran tiempos de transicioacuten al capitalismo liberal en que el comercio dominaba sobre la produccioacuten

Con la conformacioacuten del Estado Nacional a fines del XIX la frontera ldquointeriorrdquo desaparece pero deja huellas en la historia pos-terior y su localizacioacuten espacial como ldquonudo de conexionesrdquo se man-tiene en el tiempo En esa coyuntura el corrimiento fronterizo y la incorporacioacuten de las denominadas ldquotierras nuevasrdquo permitiacutean cons-truir otra historia a la regioacuten incorporaacutendose a traveacutes de la apropia-cioacuten de tierras del llano a la economiacutea del capitalismo agrario De villa fronteriza se constituiacutea en ciudad el paso del ferrocarril (1873-1875) daba la otra impronta a la regioacuten y la produccioacuten de ganaderiacutea vacuna imponiacutea el ritmo a la ciudad pampeana Y alliacute en el espacio fronterizo se constituiacutean algunos resortes significativos en la cons-titucioacuten del poder nacional Y la ciudad nueva abandonoacute parte de su historia de pasado colonial

La crisis del capitalismo liberal afectaba a la regioacuten sur de Coacuterdoba tanto al medio rural como al urbano ya articulada a la economiacutea mundo Los proyectos industriales sin embargo no ten-driacutean eco en la regioacuten por su impronta de ser ciudad comercial de-pendiente del campo Y por mantener aquel registro inicial de estar en el ldquotraacutensito precisordquo que la lleva a constituir actualmente uno de los nudos de comunicacioacuten maacutes significativos del interior

En ese espacio nos situamos (nacido el antildeo d C) en la locali-dad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba Argentina Ameacuterica En ese esquema

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de tiempo-espacio se incorpora la historia del lugar Como el do-cumento de identidad cada acontecimiento expresado en docu-mento contiene estas coordenadas lugar y fecha Estos pueden ser meramente datos aislados sin sentido o hechos que adquieren sig-nificado cuando los vinculamos a otros La conexioacuten entre los mis-mos nos permite explicar y saber explicar el estar en el mundo De esa conexioacuten de esos viacutenculos que se redescubren se comienza a conocer y comprender el espacio regional

La historia de la localidad de Riacuteo Cuarto y de la regioacuten sur de la jurisdiccioacuten de Coacuterdoba -como otros espacios locales y regionales del interior que no se transformaron en centros neuraacutelgicos de po-der- estaacute plasmada de acontecimientos muchos con su particulari-dad propia otros formando parte de procesos de estructuracioacuten que la condicionan

Preocupados los constructores del Estado Nacional en dar identidad nacional occidental relegoacute a las historias del interior cargada de viacutenculos y sentidos con la historia macro pero tambieacuten cargada de viacutenculo y sentido en este espacio

Por otra parte el entendimiento de la dialeacutectica entre pasado y presente permite no solo situarse en el mundo sino fundamen-talmente construir futuro desde este segmento de tierra

Reflexiones y perspectivasLa incorporacioacuten histoacuterica del proceso local y regional y la buacutesque-da de conectores entre futuro y pasado no implica hacer una his-toria diferente ni una historia insular sino sumar nuevos aportes para comprender mejor el proceso global La aneacutecdota local la nota de color pueden ser solo eso una aneacutecdota pero tambieacuten consti-tuirse en una viacutea de entrada para comprender la sociedad en que se vive En dicha propuesta se pretende restablecer viacutenculos entre el pasado y el tiempo en que se vive o dicho de otra manera restable-cer el diaacutelogo entre los vivos y los muertos

En historia de la regioacuten del Riacuteo Cuarto para algunos habitan-tes del espacio regional de la sierra el conocimiento del pasado ofre-ce la posibilidad de reconocer en la historia estrategias de accioacuten que auacuten persisten Es la urdimbre anterior a la articulacioacuten de la re-

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gioacuten como otras tantas regiones al proceso capitalista mundializa-do y a la imposicioacuten de un conocimiento supuestamente universal que desvalorizoacute el interior e implicoacute desconocimiento y desintereacutes por el mismo

Para los habitantes del llano de las distintas localidades del sur de Coacuterdoba es conocer que no habiacutea un territorio vaciacuteo antes de la denominada ldquoconquista del desiertordquo sino dos formas diferentes de interactuar con el espacio geograacutefico Es reconocer como la pri-vatizacioacuten de las tierras estuvo vinculado al corrimiento fronterizo y a la incorporacioacuten del las tierras al capitalismo bajo el modelo de la economiacutea agro-exportadora Para los habitantes de la ciudad (en este caso de Riacuteo Cuarto) es revelar como se fueron valorizando una historia a postulada bajo los signos del progreso exterior que desva-lorizoacute su historia anterior Poco se conoce su trayectoria colonial y poco interesa

Para los habitantes de las pequentildeas localidades de la pampa huacutemeda surgidas bajo el modelo exportador al compaacutes del ferro-carril y de la inmigracioacuten de fines del siglo XIX es reconocer que la historia de expansioacuten fronteriza fue acompantildeada con la ocupacioacuten de tierras denominadas ldquonuevardquo dentro de la economiacutea de mercado al igual que en otros espacios de Ameacuterica Pero que esas tierras te-niacutean una historia anterior que fue desarticulada en funcioacuten de un nuevo modelo econoacutemico en que el espacio fue adquiriendo valor de mercado para la produccioacuten de la economiacutea capitalista

En Argentina las nuevas propuestas de ensentildeanza sobre planteos de reconocimientos de diferencias culturales y de hete-rogeneidades regionales son un buen indicio para avanzar en una historia regional significativa Pero ello demanda un tiempo consi-derable puesto que construir una historia regional en sus distintos periacuteodos requiere maacutes que contenidos es recomponer la historia desde el lugar que se ensentildea investigando y complejizando las His-toria Nacional construida Ese es el desafiacuteo

Asiacute viejas preguntas como iquestQueacute es Historia y iquestpara queacute sir-ve incorporan nuevas respuestas conocer y comprender Ameacuterica desde el espacio que se habita pues la apropiacioacuten del espacio de una sociedad extrantildea a los habitantes originarios dejaron una impronta una cicatriz un espacio colonizado y continuamente recolonizado desde el exterior Marca fundamental sobre la que se construye y

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reconstruye la historia de cada lugar en relacioacuten con el mundo glo-balizado y los centros de definicioacuten de poder Asiacute la incorporacioacuten de la espacialidad regional y las representaciones espaciales permi-te estar atentos a las diversidades y a las significatividades

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Centralizacioacuten poliacutetico-administrativa y

autonomiacutea municipal durante el peronismo histoacuterico

Rebeca Camantildeo Semprini

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IntroduccioacutenLos ldquoantildeos peronistasrdquo se caracterizaron ndashentre otros relevantes as-pectos como la democratizacioacuten del bienestar la intervencioacuten esta-tal en la economiacutea la polarizacioacuten de la sociedad y la conflictividad poliacuteticandash por un fortalecimiento del aparato estatal la concentra-cioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad y el desarrollo centra-lizado de instituciones formales e informales (Torre 2002) Esta nueva concepcioacuten del Estado se ubicaba dentro de las respuestas ensayadas para enfrentar la situacioacuten abierta por la segunda pos-guerra y se tradujo en una nueva ingenieriacutea institucional que aun-que se consolidoacute a partir de 1949 hundioacute sus raiacuteces en el gobierno militar surgido del golpe de Estado de 1943

En un juego de escalas que busca combinar el plano nacional con el provincial y local nuestra mirada de estos procesos estaraacute enfocada en la experiencia cordobesa y particularmente en la rio-cuartense Partimos de la idea de que para consolidar su poder en la provincia el peronismo recurrioacute al reforzamiento del Estado pro-vincial en desmedro del municipal y a la concentracioacuten en el prime-ro de las funciones poliacutetico-administrativas antes desarrolladas por este uacuteltimo (Camantildeo Semprini 2014)

Para comprender esta aseveracioacuten debemos tener en cuen-ta que las elecciones celebradas en febrero de 1946 que llevaron a Juan D Peroacuten a la presidencia de la Nacioacuten y a Argentino Auchter a la gobernacioacuten de Coacuterdoba no incluyeron al aacutembito municipal por lo que puede hablarse de una continuidad con respecto al proceso de centralizacioacuten iniciado con el golpe de Estado de 1943 Enton-ces los intendentes y Concejos Deliberantes habiacutean sido declara-dos cesantes y sus funciones fueron asumidas por los comisionados municipales y la Oficina de Municipalidades respectivamente Con la reapertura democraacutetica y el triunfo del peronismo se abrieron las expectativas de un pronto llamado a comicios municipales pero estos no llegaron sino hasta 1951 y estuvieron lejos de significar el retorno al autonomismo que habiacutea caracterizado al reacutegimen muni-cipal cordobeacutes De estos procesos nos ocupamos en los siguientes apartados

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La intervencioacuten a las municipalidades y el proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativoAunque atendiendo a lo establecido por la Constitucioacuten provincial y la Ley Orgaacutenica de Municipalidades el Supremo Tribunal de Justicia de Coacuterdoba se habiacutea expedido a favor de la realizacioacuten de comicios en las municipalidades del aacutembito provincial el flamante goberna-dor Auchter declaroacute subsistente su intervencioacuten Esto generoacute el re-chazo no solo de la oposicioacuten sino tambieacuten de sectores minoritarios del peronismo e impulsoacute a los apoderados de los partidos poliacuteticos ndashen particular de la UCRndash a reclamar frente a las Juntas Electora-les Pese a que estas fallaron en reiteradas oportunidades a su favor dando curso a las peticiones y dirigieacutendose al Ministerio de Gobier-no y a los comisionados municipales para solicitar los padrones y recursos necesarios para afrontar las tareas previas a las elecciones y su propia realizacioacuten estas iniciativas se vieron malogradas por el Ejecutivo provincial que invariablemente desautorizaba la libera-cioacuten de los fondos necesarios

La ldquocuestioacuten municipalrdquo fue uno de los toacutepicos que maacutes contro-versias generoacute dentro de la Legislatura cordobesa durante el primer antildeo de gobierno peronista Mientras en la Caacutemara de Diputados el oficialismo malogroacute un proyecto del bloque radical de convocatoria a elecciones municipales el Senado ndashdonde el peronismo era mino-riacuteandash eliminoacute del presupuesto para 1947 a la Oficina de Municipali-dades e incluyoacute una partida para las Juntas Electorales con el fin de que pudieran organizarse los comicios Sin embargo el gobernador Auchter decidioacute rehabilitar la dependencia bajo el roacutetulo de Direc-cioacuten General de Municipalidades Conservaba los mismos fines y disposiciones que su antecesora pero ademaacutes estableciacutea que seriacutean las municipalidades las que sostendriacutean su presupuesto a partir de la elevacioacuten de una partida proporcional a su poblacioacuten Ademaacutes el territorio provincial fue dividido en zonas a las que se les asignoacute un contador inspector a los fines de controlar maacutes estrictamente las finanzas de las comunas

Lejos de constituir un caso aislado estas medidas se enmar-caban en un proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa en el aacutembito nacional caracterizado por la concentracioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad que encontroacute su reacuteplica en el interior de la provincia (Tcach y Philp 2010) Por ello los sectores oposito-

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res caracterizaron al gobierno de Auchter como una continuidad ndashe incluso una profundizacioacutenndash de la Intervencioacuten Federal que habiacutea regido la provincia entre 1943 y 1946 Estas criacuteticas ndashque resultaban validadas por un accionar gubernamental anaacutelogo al de un delega-do del Poder Ejecutivo nacionalndash tuvieron mayor asidero cuando a fines de junio de 1947 la provincia fue intervenida como conse-cuencia tanto de las desavenencias al interior del peronismo cordo-beacutes como de la pugna entre los poderes Ejecutivo y Legislativo

Meses maacutes tarde el nuevo gobierno creoacute la Inspeccioacuten General de Municipalidades en reemplazo de la Direccioacuten En un intento por subsanar la falta de agilidad administrativa que ndashse argumentabandash habiacutea caracterizado a la precedente la nueva dependencia fue di-vidida en tres secciones Inspeccioacuten (encargada de las inspecciones contables y teacutecnicas a las municipalidades debiacutea elevar informes al Ministerio de Gobierno) Finanzas (teniacutea a su cargo la evaluacioacuten de presupuestos caacutelculo de recursos empreacutestitos para obras puacuteblicas ordenanzas impositivas etc) y Entradas y Salidas (responsable de la recepcioacuten movimiento y salida de toda actuacioacuten relacionada con los asuntos de los municipios)

Como puede observarse el proceso de centralizacioacuten no sola-mente continuaba sino que se profundizaba al tiempo que se com-plejizaba la trama institucional derivada de eacuteste La contracara de dicho proceso era el silencio sostenido por los interventores frente a los reclamos de los opositores Un ejemplo de ello fue el discurso de fin de antildeo de BargasVelmonte en el que estuvo ausente cualquier referencia al retorno a la normalidad institucional Paradoacutejicamen-te al hablar de las elecciones para diputados nacionales a celebrar-se en marzo de 1948 afirmoacute que para Coacuterdoba significariacutean ldquouna nueva etapa en el constante perfeccionamiento de sus derechos ciacutevicosrdquo1 Tambieacuten la oposicioacuten le asignaba una importancia funda-mental a esta instancia electoral en parte porque vinculaba el maacutes pronto o tardiacuteo retorno a la autonomiacutea provincial (y municipal) con los resultados que obtuviera el oficialismo

Sin embargo pese al rotundo triunfo del peronismo ndashque ob-tuvo 163908 votos frente a 117186 del radicalismo y exiguos 18950 de los demoacutecratas 3143 de los comunistas y 2051 de los socialis-tasndash las disputas a su interior auacuten no estaban resueltas por lo que

1 El Pueblo 06121947

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aunque antes de fin de antildeo habriacutea elecciones para gobernador en el aacutembito municipal seguiacutea postergaacutendose el retorno a la normali-dad institucional La evidencia maacutes cabal de esto fue su completa ausencia en la plataforma electoral del brigadier San Martiacuten candi-dato a gobernador por el peronismo Este ldquosilencio sugestivordquo como lo calificoacute la prensa opositora del interior provincial la llevaba a sospechar que se pensaba mantener el reacutegimen de intervencioacuten a las comunas2 Conjetura que se vio confirmada luego del triunfo pe-ronista y la llegada de San Martiacuten a la gobernacioacuten para quien la convocatoria a elecciones comunales era una cuestioacuten que no teniacutea ldquomayor urgenciardquo3 dado que el reacutegimen municipal debiacutea adaptarse a la nueva Constitucioacuten en ciernes

Esta decisioacuten no resultaba casual sino que formaba parte del ya referido proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa Pese a que en su primer mensaje ante la Legislatura provincial el gober-nador habiacutea manifestado que en su gestioacuten seriacutean ldquocelosos defen-sores de la autonomiacutea provincial en funcioacuten de los intereses gene-rales de la nacioacutenrdquo4 durante su mandato se implementoacute la praacutectica del ldquoprimer lunesrdquo seguacuten la cual cada mes los gobernadores de las distintas provincias viajaban a Buenos Aires para participar en re-uniones con el presidente Peroacuten Aunque el gobernador manifestoacute que a ellas no iban a pedir oacuterdenes sino a coordinar acciones estos encuentros evidenciaban la concentracioacuten geograacutefica de la autori-dad en un centro poliacutetico y en un liacuteder

La reforma constitucional de 1949 ndashcon su correlato en la car-ta magna provincialndash significoacute una aceleracioacuten de dicho proceso Conjuntamente con la Ley de Ministerios implementada en 1950 constituiacutean un intento por parte del oficialismo de llevar a cabo la revolucioacuten peronista en Coacuterdoba para lo que se postulaba necesa-ria la ldquounidad ideoloacutegica entre el gobierno nacional y el gobierno provincialrdquo (Philp 1998 p 144) Con estas reformas que implicaban un proceso de construccioacuten institucional el reacutegimen municipal cordobeacutes se vio fuertemente afectado se eliminoacute la disposicioacuten que proclamaba la independencia de las municipalidades fue suprimi-da la posibilidad de acordar los derechos de iniciativa refereacutendum y

2 El Pueblo 301119483 El Pueblo 091219494 El Pueblo 04051949

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destitucioacuten de los funcionarios electivos5 se excluyoacute la eleccioacuten del Tribunal de Cuentas y sus funciones fueron delegadas en el Consejo Provincial de Municipalidades cuyos miembros seriacutean nombrados por el gobernador con acuerdo del Senado Las localidades ademaacutes fueron divididas en distintas categoriacuteas de acuerdo con su pobla-cioacuten Solo habriacutea municipalidad en las que superaran los diez mil habitantes el resto estariacutea a cargo de comisiones municipales En la capital provincial el intendente seriacutea nombrado por el Poder Eje-cutivo con acuerdo del Senado y la Caacutemara de Diputados actuariacutea como Concejo Deliberante

Cuando esta nueva normativa fue puesta en vigencia volvie-ron a renacer las expectativas de un pronto llamado a elecciones pero el gobierno provincial adujo que previamente era necesario realizar una adecuacioacuten de la Ley Orgaacutenica de Municipalidades a la flamante Constitucioacuten reforma que se postergoacute en sucesivas oportunidades Recieacuten en 1951 en forma acelerada y en evidente relacioacuten con las elecciones nacionales y provinciales a realizarse en noviembre se emprendioacute la sancioacuten de una nueva normativa en la que se impuso la mayoriacutea absoluta con que contaba el peronismo A la divisioacuten entre municipalidades y comisiones municipales se sumoacute una distincioacuten dentro de estas uacuteltimas entre las de primera y segunda categoriacutea seguacuten superaran o no los mil quinientos ha-bitantes solo las que lo hicieran tendriacutean un Concejo Deliberativo y uacutenicamente las municipalidades elegiriacutean sus poderes Ejecutivo y Legislativo las demaacutes estariacutean gobernadas por un comisionado municipal A diferencia de lo que ocurriacutea con la legislacioacuten anterior no habriacutea sistema proporcional en la eleccioacuten de los concejales solo tendriacutean representacioacuten la mayoriacutea (ocho) y la primera minoriacutea (cuatro)

Como consecuencia de esta normativa el llamado a eleccio-nes municipales en noviembre estuvo lejos de significar un retorno a la normalidad institucional Solo nueve ciudades en la provincia eligieron intendente y Concejo Deliberante Se impuso el peronis-mo siendo la uacutenica excepcioacuten Bell Ville donde triunfoacute el candidato radical Hugo Leonelli Su gestioacuten no obstante se vio truncada poco despueacutes de asumir Luego de sendos pedidos elevados por el pero-

5 Estos derechos habiacutean sido otorgados en 1939 por decreto reglamentario Nordm 1038 de la Ley 3419 durante la gobernacioacuten de Amadeo Sabattini

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nismo y la CGT locales a raiacutez de una serie de despidos de empleados puacuteblicos la municipalidad fue intervenida en julio de 1952

Los liacutemites de la autonomiacutea el llamado a elecciones y la persistencia de la intervencioacutenA partir de 1949 se vio profundizado y consolidado el proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa (Tcach y Philp 2010) y como contracara la autonomiacutea municipal (y provincial) se vio fuertemen-te restringida La sancioacuten de la Ley Orgaacutenica Municipal en 1951 y la consecuente creacioacuten del Consejo de Municipalidades no fueron sino el corolario de este devenir al que el Estado municipal intentoacute vanamente resistir

Sucesor de la Direccioacuten Provincial de Municipalidades dicho Consejo teniacutea a su cargo el contralor de las municipalidades y comi-siones municipales entre otras funciones le correspondiacutea aprobar los presupuestos de estas uacuteltimas inspeccionar en cualquier mo-mento su ejecucioacuten como tambieacuten los de las municipalidades y visar toda orden de pago cualquiera fuera su monto Asimismo la nueva legislacioacuten estableciacutea que en los primeros diez diacuteas de cada mes los jefes de cada administracioacuten municipal debiacutean remitir al Consejo un balance de los ingresos y egresos y antes del quince de abril de cada antildeo un balance general del ejercicio cerrado concretando los sobrantes producidos y las deudas contraiacutedas o pendientes Final-mente todas las contaduriacuteas y tesoreriacuteas municipales quedaban bajo el contralor del Consejo pudiendo los funcionarios inspectores realizar arqueos y revisar los libros de contabilidad6

Poco despueacutes de asumidas las nuevas autoridades en junio de 1952 se introdujeron modificaciones en la recientemente sanciona-da Ley Orgaacutenica de Municipalidades Entre los cambios incluidos se destacabael otorgamiento de la facultad al Departamento Ejecutivo para reforzar durante el receso del Concejo Deliberativo los dife-rentes incisos del presupuesto comunal mediante transferencias sin alterar el monto global del mismo asiacute como la disposicioacuten de que el Consejo Provincial de Municipalidades debiacutea inspeccionar anual-mente la marcha administrativa de cada municipio la inversioacuten

6 Legislatura de la Provincia de Coacuterdoba Ley Orgaacutenica Municipal Tiacutetulo XI Arts 223 225 228 232 241 y 242 Consultar tambieacuten Ortiz 1997 p 102

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y percepcioacuten de sus rentas y cuidar su patrimonio7 Como puede verse si la primera reforma acentuaba las atribuciones del Ejecu-tivo municipal sobre el Legislativo la segunda implicaba un nuevo avance del Estado provincial sobre el municipal

Estas atribuciones no fueron resentidas uacutenicamente por los sectores opositores que vieron en ellas el golpe de gracia a la au-tonomiacutea municipal sino que tambieacuten generaron rispideces entre el Estado municipal y el provincial Especialmente notoria fue esta situacioacuten frente al pedido recibido por la Intendencia de crear el cargo de ldquoControloreador del Consejo Provincial de Municipalida-desrdquo[sic] el cual seriacutea nombrado por el Departamento Ejecutivo a propuesta del citado organismo provincial Paradoacutejicamente aun-que dependeriacutea total y directamente de eacuteste ndashque por otra parte se-riacutea quien fijara y reglamentara sus funcionesndash la partida para cubrir los gastos ocasionados por el nuevo cargo debiacutea provenir del erario municipal para lo cual se imponiacutea una rectificacioacuten del presupuesto vigente8

Como una muestra de resistencia del Estado municipal frente a este nuevo avance de la provincia inmediatamente de recibido el proyecto de ordenanza correspondiente la Comisioacuten de Presupues-to y Hacienda del Concejo Deliberativo elevoacute una nota al presiden-te del Consejo Provincial de Municipalidades en la que se negaba a realizar los reajustes presupuestarios solicitados por considerar que se trataba de un empleado provincial ldquoen comisioacutenrdquo y no de uno mu-nicipal Sin embargo la respuesta obtenida fue que los gastos ocasio-nados debiacutean ser sostenidos por las reparticiones controladas Fue sancionada en consecuencia la ordenanza correspondiente aun-que por considerar que el sueldo inicialmente propuesto de ocho-cientos pesos mensuales no solo resultaba ldquoelevado y oneroso para los intereses de esta Municipalidadrdquo sino que ademaacutes lo colocariacutea en una situacioacuten de privilegio con respecto al resto de los empleados municipales cuyo sueldo baacutesico era de quinientos cincuenta pesos se lo redujo a este monto9

Situaciones como esta que vulneraban la autonomiacutea mu-nicipal fueron denunciadas permanentemente por los sectores opositores Con respecto a la faz poliacutetica de este avance del Estado

7 AHMRC Departamento Ejecutivo 19528 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 499 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 49

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provincial sobre el municipal recordemos que la nueva normativa suprimioacute los derechos de iniciativa refereacutendum y destitucioacuten de los funcionarios electivos otorgados desde 1939 y establecioacute una dis-tincioacuten entre las ciudades que tendriacutean municipalidades y aquellas a las que les correspondiacutea ser regidas por comisiones municipales punto que se constituyoacute en epicentro de las criacuteticas de la oposicioacuten Tambieacuten resultoacute fuertemente reprobada la maniobra practicada de manera recurrente por el gobierno provincial de intervenir aque-llas municipalidades y comisiones municipales en las que habiacutea triunfado la oposicioacuten Como vimos el caso precursor en este sen-tido fue el de la municipalidad de Bell Ville Vaticinando que este seriacutea solo el primero de otros procesos de calibre similar en 1952 la oposicioacuten advertiacutea

ldquoDebe tenerse en cuenta que si el peronismo perdioacute la mayoriacutea en algunos municipios Bell Ville es el uacutenico en que triunfoacute un intendente lsquocontrerarsquo Lo ocurrido quiere decir que en las pocas municipalidades donde la mayo-riacutea de HCD [es] de lsquola otra veredarsquo a la lsquoprimera de cam-biorsquo se produciraacute algo parecido como tambieacuten habriacutea de producirse [hellip] en las que siendo mayoriacutea el oficialismo se llegase a producir alguna desinteligencia entre el citado cuerpo y el DErdquo10

Efectivamente esta praacutectica se repetiriacutea en muacuteltiples puntos de la geografiacutea provincial y persistiriacutea sin solucioacuten de continuidad tras las siguientes elecciones celebradas en 1954 en las que la oposi-cioacuten ganoacute en un nuacutemero mayor de localidades Resulta importante remarcar que fue en este contexto que el radicalismo riocuartense-hizo suya la causa de la defensa de la autonomiacutea municipal incor-poraacutendola a su plataforma electoral en tanto ldquoexpresioacuten auteacutentica de libertad y democraciardquo11 Por el contrario esta preocupacioacuten es-tuvo ausente en el discurso y accionar peronista

Concomitantemente al proceso de centralizacioacuten que avanza-ba sobre las autonomiacuteas municipales se dio otro de fortalecimiento del Poder Ejecutivo sobre el Legislativo En el aacutembito municipal se emprendioacute una reestructuracioacuten del organigrama bajo la premisa de que era necesario mejorar las tareas administrativas A partir de entonces la municipalidad contariacutea con diez departamentos y

10 El Pueblo 18 de julio de 195211 El Pueblo 26 de marzo de 1954

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direcciones (Ejecutivo Contaduriacutea General Tesoreriacutea Direccioacuten General de Rentas Registro Civil Escuelas Municipales Asesoriacutea Letrada Obras Puacuteblicas Inspeccioacuten General y Direccioacuten General de Sanidad) subdivididas a su vez en secciones Dependiente del De-partamento Ejecutivo en 1952 se creoacute la Subsecretariacutea de Cultura cuyo emplazamiento implicaba el traspaso de funciones hasta en-tonces correspondientes a las comisiones internas del Concejo Deli-berante a manos del primero

Como resistencia a esta subordinacioacuten la comisioacuten encargada de su estudio agregoacute dos artiacuteculos al proyecto original que estable-ciacutean por un lado que toda iniciativa del Departamento Ejecutivo por intermedio de la citada Subsecretariacutea debiacutea ser presentada al Concejo Deliberativo para su aprobacioacuten y por el otro la obligacioacuten de elevarle anualmente una memoria sobre la accioacuten cultural de-sarrollada y un estado de rendicioacuten de cuentas sobre lo recaudado y gastado durante el antildeo12 De esta manera el cuerpo ldquoejerce[riacutea] la accioacuten de contralor correspondienterdquo pues entendiacutea que ldquono de[biacutea] delegar en absoluto funciones y obligaciones que le competenrdquo13 Intentando evitar la subordinacioacuten al Legislativo derivada de di-chos artiacuteculos el Departamento Ejecutivo los vetoacute argumentando que tal rendicioacuten se haciacutea efectiva por conducto de los oacuterganos de la contaduriacutea de la municipalidad Como respuesta los representantes peronistas y radicales coincidieron dentro del Concejo en insistir en su posicionamiento e introducir nuevas modificaciones que limita-ban el accionar de la Subcomisioacuten en lo referido a la administracioacuten de ciertos bienes facultaacutendola uacutenicamente para que ejerza su con-tralor14

Podemos observar entonces que oficialismo y oposicioacuten ac-tuaron conjuntamente dentro del Legislativo cuando el Ejecutivo buscaba afectar su aacuterea de influencia Esto veniacutea a contrariar los deseos del gobernador Lucini quien desdentildeando el rol que les cabiacutea a los legislativos habiacutea manifestado ldquolos intendentes son los electos y nadie maacutes Los concejales deben colaborar con eacutel o quedarse en su casardquo15 Probablemente fueran consideraciones de este tipo las que impulsaron al intendente peronista Natalio Castagno a buscar un

12 AHMRC Libro de Actas del Concejo Deliberante de Riacuteo Cuarto Folio 45213 El Pueblo 16 de agosto de 195314 El Pueblo 6 de diciembre de 195315 El Pueblo 8 de junio de 1952

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mayor consenso con los concejales de su partido a traveacutes de reunio-nes programadas para los segundos y uacuteltimos jueves de cada mes en su despacho en las que se pretendiacutea intercambiar impresiones y unir los respectivos esfuerzos16 y al Consejo Superior del Partido Peronista a otorgar cierta autonomiacutea en 1954 al candidato a la In-tendencia Amadeo Dapena para designar a quienes lo acompantildea-riacutean en la boleta como candidatos a concejales

ConclusionesDentro de las estrategias implementadas para consolidar su poder en la provincia el peronismo impulsoacute un reforzamiento del Estado provincial en menoscabo del municipal Este proceso tuvo al me-nos dos dimensiones la construccioacuten de una nueva infraestructura institucional y una reforma de la legislacioacuten vigente hasta el golpe de Estado de 1943 La primera antecedioacute y atravesoacute a la segunda que vino a legitimarla con el velo de la legalidad a partir de 1943

El primer mojoacuten en el proceso de construccioacuten institucional fue dado con la creacioacuten de la Oficina de Municipalidades en 1943 luego del desplazamiento de los Concejo Deliberante de toda la pro-vincia Su reemplazo por la Direccioacuten General de Municipalidades durante el gobierno de Auchter no hizo sino confirmar el mote de continuador de la intervencioacuten con que los sectores opositores ca-lificaban la gestioacuten Situacioacuten que luego se prolongoacute cuando la pro-vincia efectivamente fue intervenida y se creoacute la Inspeccioacuten Ge-neral de Municipalidades como organismo centralizador con una mayor complejidad organizacional que sus antecesoras

Con la reforma constitucional de 1949 se daba inicio al segun-do proceso en el que la nueva arquitectura institucional era res-paldada por la legalidad La nueva Carta Magna provincial anuloacute la posibilidad de acordar los derechos de iniciativa refereacutendum y destitucioacuten de los funcionarios electivos al tiempo que dividioacute a las localidades en distintas categoriacuteas seguacuten su poblacioacuten otorgaacutendoles derechos diferenciales

Consecuentemente las elecciones municipales de 1951 dista-ron de significar un retorno a la normalidad institucional No solo porque uacutenicamente nueve ciudades tuvieron el privilegio de elegir

16 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 48

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intendente y Concejo Deliberante sino tambieacuten porque el uacutenico triunfo del radicalismo vio frustrada su gestioacuten por la intervencioacuten del municipio apenas asumidas las nuevas autoridades ndashsituacioacuten que en los antildeos venideros se extendioacute a otras experiencias simila-resndash y porque a partir de entonces puede observarse un avance del Poder Ejecutivo municipal sobre el Legislativo

Los procesos hasta aquiacute descriptos entendemos pueden comprenderse en el marco de uno maacutes general de concentracioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad y de centralizacioacuten poliacuteti-co-administrativa como consecuencia del cual no solamente se vio consolidado el peronismo en el poder sino tambieacuten fortalecido el Estado nacional y en menor medida provincial en desmedro del municipal

BilbiografiacuteaCamantildeo Semprini R (2014) Peronismo y poder municipal De los oriacutegenes

al gobierno en Riacuteo Cuarto (Coacuterdoba 1943-1955) Rosario Prohistoria

Ortiz E (1997) La reforma peronista de la Constitucioacuten de Coacuterdoba de 1949 Coacuterdoba Centro de Investigaciones Juriacutedicas y Sociales de la Uni-versidad Nacional de Coacuterdoba

Philp M (1998) En nombre de Coacuterdoba Sabattinistas y peronistas estrate-gias poliacuteticas en la construccioacuten del Estado Coacuterdoba Ferreyra

Tcach C y Philp M (2010) ldquoEstado y Partido Peronista en Coacuterdoba una interpretacioacutenrdquo en Tcach C (comp) Coacuterdoba bicentenaria Claves de su historia contemporaacutenea Coacuterdoba UNC

Torre J C (2002) ldquoIntroduccioacuten a los antildeos peronistasrdquo en Suriano J (Coord) Nueva Historia Argentina Tomo 8 Los antildeos peronistas (1943-1955) Buenos Aires Sudamericana

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La migracioacuten boliviana en la ciudad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba

Argentina

Mariacutea Alejandra Bettera

Mariacutea Fabiana Hildmann

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IntroduccioacutenLos movimientos migratorios han existido a lo largo de la historia en distintos espacios geograacuteficos y se han producido por diversos motivos (econoacutemicos poliacuteticos sociales religiosos) Desde la segun-da mitad del siglo XIX y hasta mediados del XX en muchos casos se produjeron debido a poliacuteticas de Estado receptivas aunque en las uacuteltimas deacutecadas del siglo XX y primeras del XIX estos se han tornado en una situacioacuten conflictiva especialmente para los paiacuteses receptores

En un mundo globalizado donde los objetos y mercanciacuteas cir-culan cada vez maacutes libremente es difiacutecil de entender coacutemo el movi-miento de personas encuentra cada vez maacutes obstaacuteculos para inser-tarse en su nuevo lugar de destino Este tema ha generado debates en las distintas sociedades con actores a favor y otros en contra transformaacutendose en una cuestioacuten de gobierno y en muchos casos de caraacutecter intergubernamental

Esta problemaacutetica muestra la importancia que adquieren las poliacuteticas de poblacioacuten especialmente la poliacutetica migratoria formu-ladas por los Estados ante los procesos de transformacioacuten (Maacutermo-ra 1998 1990)

Cuando los movimientos migratorios ocurren dentro de una subregioacuten como los que se producen entre los paiacuteses que configu-ran espacios de integracioacuten en Ameacuterica Latina como el Mercosur pueden contribuir a dinamizar los procesos de integracioacuten regional al fortalecer los viacutenculos econoacutemicos laborales y culturales entre las sociedades involucradas

Asiacute se puede mencionar a la Argentina como estado miembro del Mercosur que se destaca por ser considerado histoacutericamente un paiacutes receptor de migrantes de origen europeo hasta mediados del siglo XX y de latinoamericanos desde entonces hasta la actualidad tal es el caso de chilenos y uruguayos en la deacutecada de los ochenta y de bolivianos y paraguayos principalmente en los antildeos noventa

Ante la numerosa presencia de extranjeros la poblacioacuten mi-grante comenzoacute a ser visualizada como un problema por parte de la sociedad de los paiacuteses receptores por temor a ser desplazados de su lugar de trabajo que se deterioren los servicios de salud y educa-

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cioacuten que aumente la delincuencia o simplemente porque se trata de gente de una etnia color o religioacuten diferente

Teniendo en cuenta la importancia de esta problemaacutetica es necesario analizar queacute factores influyen en los distintos grupos mi-grantes al tomar la decisioacuten de dirigirse hacia la Argentina conocer la calidad de vida de los mismos y cuaacuteles son las poliacuteticas puacuteblicas migratorias que permiten fomentar la inclusioacuten social de estas co-munidades no solo como fuerza laboral sino tambieacuten como sujetos con los mismos derechos ciudadanos dentro del territorio argenti-no

Figura 1 Localizacioacuten del aacuterea de estudio

A partir de esta situacioacuten y observando el gran flujo de in-migrantes bolivianos hacia la provincia de Coacuterdoba y en particular hacia la ciudad de Riacuteo Cuarto la finalidad del presente trabajo es indagar acerca de la calidad de vida de estos migrantes que se fue-ron instalando en el sector denominado Barrio las Quintas fuera del ejido urbano especiacuteficamente en lo que se denomina ldquocinturoacuten

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verde de la ciudadrdquo ubicado al Noroeste de la ciudad separado de la zona urbana por la ruta A-005 Ver figura N ordm 1

En cuanto a la metodologiacutea empleada consistioacute baacutesicamen-te en una actividad de base empiacuterica con desarrollo en el plano de la investigacioacuten de campo aplicando como teacutecnica la observacioacuten participante y entrevistas sistematizada a los distintos miembros de la comunidad Tambieacuten se tuvo en cuenta la importancia del in-formante clave lo cual se combina con estudios y anaacutelisis teoacutericos para obtener la informacioacuten necesaria que permitioacute tener un pa-norama maacutes cabal de la realidad de los inmigrantes bolivianos que residen en ese sector del periurbano de la ciudad de Riacuteo cuarto

La Poliacutetica MigratoriaLa migracioacuten en general puede estar relacionada a estiacutemulos de la poliacutetica estatal como la ocupacioacuten del territorio la reduccioacuten de la presioacuten sobre la tierra o la mejora de las condiciones de vida pero tambieacuten puede ser una respuesta social espontaacutenea de adaptacioacuten a cambios poliacuteticos socioeconoacutemicos y ambientales de su lugar de origen

Al realizar una resentildea histoacuterica del proceso de migracioacuten en Argentina se observa que desde la sancioacuten de la Constitucioacuten Na-cional hasta la actualidad se han aplicado diferentes poliacuteticas mi-gratorias que se fueron modificando de acuerdo a las situaciones coyunturales por las que ha atravesado el paiacutes

Asiacute en 1981 entra en vigencia la ley Nordm 22439 Ley Videla pro-mulgada en los uacuteltimos antildeos de la dictadura militar la cual respon-diacutea directamente a la situacioacuten poliacutetica y social por la cual estaba pasando el paiacutes encuadrada en las normas de la llamada ldquoDoctrina de Seguridad Nacionalrdquo por lo que la misma se caracterizoacute por ser taxativa y de alto control de la poblacioacuten migratoria como factible centro de conflicto

A partir de 1983 los distintos gobiernos democraacuteticos que se fueron sucediendo aprobaron una serie de amnistiacuteas inmigratorias firmaron acuerdos bilaterales sobre migraciones con Bolivia y Peruacute para ayudar a los indocumentados de estos paiacuteses ya radicados en

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Argentina a permanecer en el territorio y que pudieran acceder a la legalidad de su situacioacuten

A esta serie de normativas que se fueron generando en el paiacutes con el fin de ordenar la poliacutetica migratoria nacional no se descono-cioacute la aprobacioacuten por las Naciones Unidas en 1990 de la Convencioacuten sobre Proteccioacuten de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y de sus familiares para impedir y eliminar la explotacioacuten de los mismos que pone fin al traacutensito clandestino y a situaciones de irre-gularidad debida a la falta de documentacioacuten

Desde el inicio del antildeo 2003 el Estado Nacional generoacute im-portantes cambios en la poliacutetica migratoria A saber se implementoacute el Programa Nacional de Normalizacioacuten Documentaria Migratoria-maacutes conocido como Patria Grande mediante el cual se tratoacute de re-gularizar la situacioacuten de la poblacioacuten migrante de los Estados inte-grantes del Mercosur y asiacute un gran nuacutemero de personas extranjeras pudieron obtener la residencia legal en Argentina especialmente los que se encontraban en situacioacuten de vulnerabilidad y margina-lidad

Por uacuteltimo llegando a la actualidad en esta acotada siacutentesis sobre la poliacutetica migratoria argentina de las uacuteltimas deacutecadas en di-ciembre del 2003 fue sancionada la nueva Ley de Migraciones (Ley Nordm 25871) que fuera promulgada en enero de 2004

La nueva ley muestra grandes cambios con respecto a la Ley Videla siendo uno de los maacutes significativos el reconocimiento de la migracioacuten como un derecho humano ldquoesencial e inalienable de la personardquo expliacutecito en el Artiacuteculo 4

A traveacutes de la promulgacioacuten de esta ley el Estado intenta cumplir con aquellos compromisos internacionales de los cuales Argentina forma parte en relacioacuten a los derechos humanos inte-gridad y movilidad de los migrantes como asiacute tambieacuten reconocer la importancia de la migracioacuten a escala regional en Latinoameacuterica con especial eacutenfasis en la cooperacioacuten mutua en el marco del Mercosur

Esto fue un importante avance en la poliacutetica migratoria ar-gentina contribuyendo a generar un cambio en la concepcioacuten o mirada a la figura del migrante en nuestro paiacutes abordando esto desde los derechos humanos la importancia de la unioacuten familiar la igualdad y la integracioacuten del extranjero a la sociedad argentina En

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definitiva la ley apunta al rol que debe cumplir el Estado como fa-cilitador en el proceso de integracioacuten del extranjero y no solo como ldquocontrolador y reguladorrdquo como lo explicitaba la Ley Videla

A medida que fue pasando el tiempo la Ley 25871 se fue mo-dificando y complementando con diferentes decretos y disposi-ciones sugeridas desde la Direccioacuten Nacional de Migraciones tales como la Disposicioacuten 2079 (28104) que actuoacute como sostiene Pacec-ca como una especie de admistia puesto que evitoacute la expulsioacuten de los extranjeros ilegales pero no fue efectivo para la regularizacioacuten de la residencia en el paiacutes Tambieacuten se puede citar el Decreto 836 (772004) como ejemplo el cual emitioacute la emergencia administra-tiva de la Direccioacuten Nacional de Migraciones por casi un semestre y la Disposicioacuten 53253 (13122005) que efectuacuteo el Programa Nacio-nal de Normalizacioacuten Documentaria Migratoria para extranjeros nativos de los Estados parte del MERCOSuR y sus Estados asociados tambieacuten conocido como ldquoPatria Grande (Courtis y Pacecca 2007)

En cierto sentido el programa instrumentoacute el criterio de na-cionalidad establecido en la nueva ley migratoria Se tratoacute de una medida generosa en su alcance abarcando a inmigrantes de Bolivia Brasil Chile Colombia Ecuador Paraguay Peruacute Uruguay y Repuacute-blica Bolivariana de Venezuela y seguacuten las autoridades se exten-deriacutea en el tiempo y comprenderiacutea aunque con procedimientos no similares tanto a quienes residiacutean en el paiacutes a la fecha de inicio del programa como a quienes hubieren llegado o llegasen con posterio-ridad a ella

El ldquoPatria Granderdquo flexibilizoacute tambieacuten en alguna medida los requisitos para iniciar el traacutemite migratorio

Por uacuteltimo cabe sentildealar que a principios de 2007 Argentina ratificoacute la Convencioacuten internacional sobre la proteccioacuten de los de-rechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares Si bien se trata de una ratificacioacuten demorada (probablemente en vir-tud de que la nueva Ley de Migraciones que ampliacutea los estaacutendares de proteccioacuten establecidos en la Convencioacuten) la medida resultoacute ser altamente significativa en tanto fue adoptada por un paiacutes ldquorecep-torrdquo y constituye un importante respaldo a la legitimidad del ins-trumento en la regioacuten

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A partir del corriente antildeo (2017) nuevamente la Ley de Migracio-nes sufrioacute cambios a traveacutes del Decreto 702017 que tiene como ob-jetivo central reducir los tiempos para precisar la expulsioacuten del paiacutes de los extranjeros que presenten antecedentes penales Esto surge a raiacutez del incremento de delitos especialmente aquellos vinculados a la narco criminalidad Frente a este contexto el Gobierno argu-menta estar ante ldquouna situacioacuten criacutetica que amerita la adopcioacuten de medidas urgentesrdquo Especiacuteficamente el Decreto estipula una regula-cioacuten de condiciones maacutes estrictas respecto de las causas que pueden impedir el ingreso yo permanencia de extranjeros en Argentina cuando estos esteacuten sujetos a condenas penales yo cuenten con an-tecedentes relacionados a diferentes causas

Uno de los impedimentos para el ingreso y permanencia de extranjeros en el territorio nacional que establece el inciso C del ar-tiacuteculo 29 de la ley actual es ldquohaber sido condenado o estar cumplien-do condena en la Argentina o en el exterior o tener antecedentes por traacutefico de armas de personas de estupefacientes o por lavado de dinero o inversiones en actividades iliacutecitas o delito que merezca para la legislacioacuten argentina pena privativa de la libertad de tres antildeos o maacutesrdquo (Decreto 702017)

Por otra parte tambieacuten se deja en claro que se impediraacute el in-greso al paiacutes a toda persona que omita informacioacuten en relacioacuten a tener antecedentes penales en su paiacutes de procedencia aunque no tenga condena efectiva y se modificoacute el tiempo de reingreso a la Ar-gentina (antes era de cinco antildeos ahora se incrementoacute a ocho antildeos para delitos dolosos y de cinco para los delitos culposos)

En siacutentesis el nuevo decreto que fue confeccionado en forma conjunta entre los Ministerios de Justicia y de Seguridad la Secre-tariacutea de Derechos Humanos la Direccioacuten de Migraciones y Canci-lleriacutea con aportes de distintas fuerzas poliacuteticas apunta a la restric-cioacuten de ingreso y permanencia en el paiacutes de aquellos extranjeros que presentan una situacioacuten irregular con la justicia y atiende a problemaacuteticas criacuteticas de la realidad del paiacutes

A nivel local La Carta Orgaacutenica Municipal de la ciudad de Riacuteo Cuarto reformada en el mes de marzo de 1996 no hace ninguacuten tratamiento especiacutefico referente a los deberes y derechos de la po-blacioacuten migrante que pudiera tener intenciones de radicarse en la ciudad Si bien no se hace una referencia especiacutefica sobre el tema

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existen algunos artiacuteculos donde se da por entendido que cualquier persona sin importar su nacionalidad tiene el derecho a formar parte de la sociedad de Riacuteo Cuarto utilizar los servicios que presta ser reconocidos legalmente sin perjuicio para la poblacioacuten nativa y sin ser sometida o marginada por ciertos sectores de la sociedad

Tambieacuten existe la Defensoriacutea del Pueblo dependiente del Gobierno Municipal la cual lleva un registro con informacioacuten ac-tualizada sobre la movilidad de la poblacioacuten que llega a la ciudad desde otras provincias yo paiacuteses con el objetivo de asesorarlos en sus derechos y disminuir asiacute su situacioacuten de vulnerabilidad social y ayudar a una mejor integracioacuten de los inmigrantes con los habitan-tes del lugar

Estas acciones llevadas a cabo desde el municipio contribuyen a disentildear y gestionar poliacuteticas migratorias de desarrollo local ade-cuadas a los permanentes cambios que se producen en el proceso de globalizacioacuten del cual la ciudad de Riacuteo Cuarto no queda exenta

La migracioacuten boliviana en Riacuteo CuartoAl igual que en diferentes partes del mundo los latinoamericanos deciden dejar su paiacutes de origen y emprender un proceso migratorio de caraacutecter internacional por variadas razones En general se tien-de a atribuir un peso central a las razones laborales o econoacutemicas sin embargo este no es el uacutenico motivo ya que los individuos emi-gran tambieacuten para reunificarse con su familia o para estudiar

Asiacute a partir de la deacutecada de 1970 hasta la actualidad la com-posicioacuten de la migracioacuten externa hacia nuestro paiacutes pasa a ser casi exclusivamente de paiacuteses limiacutetrofes y de Latinoameacuterica como Boli-via Paraguay Uruguay y Peruacute recibiendo recientemente tambieacuten a muchos ciudadanos venezolanos que salen de su paiacutes escapando de la realidad socioeconoacutemica difiacutecil por la que estaacuten atravesando A pesar de los vaivenes de la economiacutea argentina este tipo de mi-gracioacuten continuoacute insertaacutendose muchos de ellos en el mercado la-boral especialmente en algunas industrias (textil) la construccioacuten como asiacute tambieacuten en puestos de trabajo no cubiertos por la pobla-cioacuten nativa

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En el caso particular de la poblacioacuten boliviana que arriba a la ciudad de Riacuteo Cuarto llega como consecuencia de la crisis de las economiacuteas regionales del noroeste argentino (Salta y Jujuy) princi-pal destino de estas comunidades Con el tiempo estas comunidades comenzaron a dirigirse a ciudades como Buenos Aires y Mendoza para finalmente en la actualidad establecerse en ciudades inter-medias tal es el caso de Riacuteo Cuarto Esto se debe seguacuten lo manifes-tado por mucho de ellos a que optaron por estas ciudades porque ofrecen mejores alternativas de vida en comparacioacuten a los grandes centros urbanos donde en muchos casos son sometidos a trabajos esclavizantes e inhumanos con sueldos muy bajos

Es asiacute como desde hace varias deacutecadas familias provenientes de ciertos departamentos de Bolivia se han establecido en metroacutepo-lis y aglomeraciones de tamantildeo intermedio especialmente en las aacutereas periurbanas constituyendo una importante fuerza de trabajo en la actividad de produccioacuten hortiacutecola en la produccioacuten de los hor-nos de ladrillo y en la construccioacuten

Especiacuteficamente en la ciudad de Riacuteo Cuarto (Coacuterdoba) gran parte de las familias bolivianas se han ido asentando en el cinturoacuten hortiacutecola de la ciudad contando en la actualidad con maacutes de 100 explotaciones de las cuales en el 80 se observa mano de obra bo-liviana estando un 20 a cargo de productores provenientes de la localidad de San Lorenzo (Tarija) ya sea como arrendatarios o pro-pietarios de la tierra (Benencia y Geymonat 2003)

Esto produjo un fuerte impacto en el sector ya que no solo transformoacute el paisaje sino que tambieacuten cambioacute la organizacioacuten de la actividad productiva en un sector del periurbano de Riacuteo Cuarto puesto que hasta ese momento la actividad hortiacutecola se realizaba con mano de obra asalariada para luego implementarse nuevas modalidades de contrato de trabajo a traveacutes del sistema de medie-riacutea Tambieacuten se produjeron cambios en relacioacuten a la tenencia de la tierra y a la produccioacuten y aplicacioacuten de nuevas praacutecticas agriacutecolas como por ejemplo la introduccioacuten del sistema de invernaacuteculo es decir la praacutectica de cultivo bajo cubierta (para evitar ser afectados por fenoacutemenos climaacuteticos como el granizo y las heladas) lo que per-mitioacute aumentar la produccioacuten del cinturoacuten hortiacutecola

La comunidad boliviana como se evidencia en la zona de Riacuteo Cuarto se caracteriza por utilizar distintas estrategias para asen-

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tarse en estas aacutereas de produccioacuten y lograr la movilidad social que tanto anhelan Una de ellas es tratar de crear condiciones de equi-librio eacutetnico para poder imponer reglas de juego propias que les fa-ciliten desarrollar la actividad sin grandes inconvenientes (acceso a la tierra mercado de trabajo produccioacuten y comercializacioacuten) para lo cual apelan al establecimiento de fuertes redes sociales

A traveacutes de dichas redes los migrantes ya establecidos pasan a ser los informantes de sus compatriotas que tienen el deseo de mi-grar y asiacute al poner en praacutectica las relaciones personales que actuacutean como canales de transmisioacuten de dicha informacioacuten determinan quieacuten tomaraacute el trabajo

La organizacioacuten del trabajo que impuso la comunidad bolivia-na en el ldquocinturoacuten verderdquo de la ciudad trajo aparejado un aumento en la productividad y reactivoacute la actividad de la produccioacuten hortiacute-cola de Riacuteo Cuarto

Pero esta nueva forma de organizacioacuten no fue exclusiva de Riacuteo Cuarto sino que tambieacuten se fue reproduciendo en distintas aacutereas hortiacutecolas del paiacutes Tal como lo expresa Benencia las transfor-maciones se produjeron en ciudades como Buenos Aires Mar del Plata Bahiacutea Blanca Coacuterdoba Villa Mariacutea Riacuteo Cuarto Mendoza y zonas de Tucumaacuten Salta Jujuy Alto Valle del Riacuteo Negro y Neuqueacuten y Chubut aunque no se generaron en forma similar ni al mismo tiempo (Grimson y Jelin 2006)

Figura 2 Produccioacuten Hortiacutecola Cinturoacuten verde de la ciudad de Rio Cuarto 2017

Ademaacutes de la produccioacuten hortiacutecola los primeros integrantes de esta comunidad boliviana que se asentaron en la zona del pe-

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riurbano tambieacuten se dedicaron a la produccioacuten de ladrillos Algu-nos de ellos con el tiempo se capitalizaron y en la actualidad diri-gen los mayores fabricantes de ladrillos de la ciudad a tal punto que la produccioacuten no solo se comercializa en Riacuteo Cuarto sino tambieacuten en otras provincias como son La Pampa Buenos Aires y Santa Fe

Figura 3 Produccioacuten de ladrillos Periurbano de Riacuteo Cuarto 2017

La comunidad boliviana en el periurbano de Riacuteo Cuarto su calidad de vidaTratar de definir o expresar la Calidad de Vida de las personas es una tarea sumamente compleja puesto que la misma no implica uacutenica-mente la disponibilidad de bienes materiales sino que considera en general el estar a gusto estar rodeado de un ambiente limpio tener acceso a la cultura a la educacioacuten a la salud y a servicios y a las necesidades espirituales Es decir que implica ademaacutes una serie de Necesidades Baacutesicas No Materiales que son difiacuteciles de cuantificar Por ello la calidad de vida debe ser considerada desde una perspec-tiva maacutes humana tomando como punto de partida a las personas

Seguacuten Goacutemez Orea (2006) la calidad de vida variacutea con el tiem-po puesto que depende de las aspiraciones y problemas de la pobla-cioacuten pero estariacutea determinada por las condiciones de vida y trabajo el nivel de renta y la calidad ambiental daacutendoles a cada uno de estos elementos una importancia diferente seguacuten el individuo el espacio y el tiempo

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Hoy las Necesidades Baacutesicas permiten delimitar en cierta forma la situacioacuten de pobreza e identificar a la poblacioacuten que estaacute significativamente privada de los bienes recursos u oportunidades que posibilitan su subsistencia y desarrollo en condiciones miacutenimas acordes con la dignidad humana con un grado razonable de objeti-vidad

Hablar de Calidad de Vida es hablar de ldquouna medida de logro respecto de un nivel establecido como lsquooacuteptimorsquo teniendo en cuenta dimensiones socioeconoacutemicas y ambientales dependientes de la es-cala de valores prevaleciente en la sociedad y que variacutean en funcioacuten de las expectativas de progreso histoacutericordquo (Velaacutezquez 2008)

Cuando se habla del grado de bienestar de las personas se estaacute haciendo referencia a un concepto que puede comprender diversos niveles anaacutelisis y multiplicidad de variables es decir que la calidad de vida es un concepto poliseacutemico

A partir de este marco conceptual sobre calidad de vida se efectuoacute el anaacutelisis correspondiente sobre el grado de bienestar de la comunidad boliviana que reside en el periurbano haciendo hinca-pieacute en aquellas variables que se consideraron esenciales tales como educacioacuten salud vivienda acceso a los servicios (agua gas cloacas electricidad y transporte) empleo y la calidad ambiental

Del estudio correspondiente se pudo establecer que la calidad de vida de los habitantes de la comunidad boliviana es heterogeacutenea y desigual

Figura 4 a) Centro Educativo Bernardino Rivadavia- b) IPEM N ordm 29 ldquoFelipe Galiziardquo 2017

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Desde el punto de vista de la educacioacuten en el aacuterea se encuentran dos establecimientos educativos puacuteblicos uno de nivel inicial y pri-mario (Centro Educativo Bernardino Rivadavia) y uno secundario (IPEM N ordm 29 ldquoFelipe Galiziardquo)

Estos establecimientos reciben un gran nuacutemero de alumnos que proceden del aacuterea periurbana siendo en su mayoriacutea nintildeos y joacutevenes pertenecientes a la comunidad boliviana asentada en la zona aunque la falta de documentacioacuten necesaria (familias que to-daviacutea se encuentran indocumentadas) en muchas oportunidades dificulta el ingresos de los mismos al sistema educativo Ante esta situacioacuten las autoridades de los centros educativos han gestionado el traslado de una dependencia del Registro Civil a la escuela para facilitar el traacutemite de legalizacioacuten de residencia de los extranjeros Asimismo desde la Defensoriacutea del Pueblo tambieacuten se trabaja sobre esta problemaacutetica que no solo dificulta la insercioacuten de la comunidad en la educacioacuten sino que se transforma en un serio inconveniente a la hora de buscar empleo y para acceder al sistema de salud local

Se pudo comprobar que si bien es un nuacutemero importante de nintildeos y joacutevenes los que asisten a clase diariamente los docentes manifiestan (en las entrevistas efectuadas) que los mismos suelen tener dificultades a la hora de presentar las tareas y actividades que se les solicita realizar en la casa Esto se debe a que muchos de ellos al llegar a sus hogares trabajan ayudando a sus padres en la produc-cioacuten hortiacutecola o fabricacioacuten de ladrillos (en la mayoriacutea de los casos) no solo para incrementar el ingreso familiar sino tambieacuten porque forma parte de su cultura donde el varoacuten desde pequentildeo se forma en el trabajo y las nintildeas aprenden las tareas de la casa

A traveacutes de las encuestas realizadas a distintas familias boli-vianas se pudo advertir que muchos de estos inmigrantes (en edad adulta) poseen un bajo nivel de alfabetizacioacuten por eso consideran importante la posibilidad de que sus hijos puedan insertarse en los distintos niveles del sistema educativo primario secundario y tam-bieacuten universitario Estos uacuteltimos concurren a la Universidad Nacio-nal de Riacuteo Cuarto donde se ha evidenciado en los uacuteltimos antildeos un aumento en la matriacutecula de alumnos pertenecientes a esta colecti-vidad al igual que en las instituciones educativas del barrio

Por uacuteltimo es importante destacar que los diferentes centros educativos del aacuterea han ido adaptaacutendose a esta nueva realidad so-

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cial y cultural y para ello han ideado nuevas formas de articular compartir y vivenciar las distintas representaciones culturales que confluyen en los establecimientos Por ejemplo a traveacutes de proyec-tos celebraciones de fechas patrias reuniones y trabajo en conjun-to se trata de compartir culturas e integrar a los grupos familiares de la colectividad boliviana a la comunidad en general

Con respecto a la variable de salud se observa que se debe-riacutea fomentar maacutes la educacioacuten en este campo haciendo hincapieacute en el aacuterea preventiva puesto que como lo expresara en los medios de comunicacioacuten el doctor Gabriel Abrile (ex secretario de salud de la Municipalidad de Riacuteo Cuarto) muchas de las familias bolivianas viven en situacioacuten de precariedad desde el punto de vista de la vi-vienda ya que existen condiciones de hacinamiento y esto favore-ce la proliferacioacuten de enfermedades

La mayoriacutea de las familias bolivianas no acuden al dispensa-rio Ndeg 5 ubicado entre las calles 11 de Noviembre y Tejerina del ba-rrio Villa Daacutelcar que ofrece servicios como cliacutenica meacutedica pedia-triacutea ginecologiacutea odontologiacutea asistente social orientacioacuten familiar y enfermeriacutea Esto estaacute en relacioacuten directa en muchos casos por la falta de conectividad del sector con las aacutereas de la ciudad donde se encuentran los centros de atencioacuten a la salud primaria y al Hospital Regional o cliacutenicas privadas Es por ello que concurren al Dispensa-rio Santa Clara perteneciente a los Frailes Franciscanos puesto que se encuentra a una distancia considerable de su aacuterea de residencia Este dispensario no solo cumple con la funcioacuten relacionada a la sa-lud (atencioacuten primaria) sino que tambieacuten es utilizado para activida-des de socializacioacuten entre los integrantes de la comunidad

Por supuesto ante situaciones de salud maacutes complejas son de-rivados al Hospital San Antonio de Padua servicio de jurisdiccioacuten provincial donde incluso le otorgan medicamentos en forma gra-tuita

Con respecto a la vivienda la mayoriacutea de las familias son nu-merosas y deben enfrentarse al hacinamiento ya que habitan en viviendas precarias de poca altura y de reducidas dimensiones y en muchos casos con falta de acceso a los servicios baacutesicos en red Esta realidad no abarca a todas las viviendas de la colectividad ob-servaacutendose maacutes esta situacioacuten en los que residen en los predios de los hornos de ladrillo y en las huertas especialmente aquellas fa-

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milias que han llegado a la ciudad en los uacuteltimos antildeos tal como se observa en la Figura 5

Figura 5 Viviendas 2017

Otra de las variables analizadas fue el del acceso a los servicios baacutesicos Se observoacute que todas las viviendas del aacuterea carecen de agua de red sistema de saneamiento y gas natural aunque la mayoriacutea cuenta con el servicio de electricidad Tampoco poseen sistema de recoleccioacuten de residuos soacutelidos urbanos y en relacioacuten al transporte urbano de pasajeros se observa una falta de conectividad puesto que la uacutenica liacutenea de transporte urbano con la que cuenta esta zona tiene un recorrido que no incluye todo el sector poblado y a su vez con escasas frecuencias por lo que la mayoriacutea de las familias deben realizar largos recorridos a pie para acceder al servicio

En relacioacuten al empleo la poblacioacuten desarrolla sus actividades en un mercado de trabajo signado por la flexibilizacioacuten de la pro-duccioacuten y precarizacioacuten laboral en el contexto de la globalizacioacuten y transnacionalizacioacuten de la mano de obra

Los datos censales y estudios realizados por diversos inves-tigadores dan cuenta de la importancia del aporte de la mano de obra procedente de Bolivia en la ciudad Riacuteo Cuarto y la condicioacuten de vulnerabilidad puesta de manifiesto en servicio domeacutestico la fabricacioacuten de ladrillos y el comercio informal realizando labores caracterizadas por la informalidad y transitoriedad de los contratos laborales o ldquoarreglosrdquo por la escasa calificacioacuten profesional requeri-da por la precariedad de las condiciones laborales y por ser trabajos ldquoduros y sacrificadosrdquo

Especiacuteficamente en relacioacuten con la produccioacuten hortiacutecola la colectividad bolivianaes protagonista en la construccioacuten de los nuevos territorios hortiacutecolas asiacute como levantar mercados de distri-

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bucioacuten mayorista propios compitiendo a la par de los mercados de distribucioacuten tradicionales Estos inmigrantes han venido a solucio-nar un problema de escasez de mano de obra que padecioacute siempre la horticultura en fresco en la Argentina en general y en Riacuteo Cuarto en particular y han incidido fuertemente en un aumento de la ofer-ta de productos para el consumo de la poblacioacuten

Las primeras familias que llegaron a esta ciudad cuando se instalaron comenzaron a trabajar con el sistema de medieriacutea con el tiempo se transformaron en arrendatarios e inclusive un nuacutemero menor se han convertido en propietarios de la explotacioacuten hortiacute-cola Los que han podido adquirir tierras poseen explotaciones que variacutean en su tamantildeo de 5 a 30 hectaacutereas Pero no todas las familias han logrado ascender socialmente la mayoriacutea de ellas no poseen acceso a los bienes y servicios baacutesicos trabajan durante largas jor-nadas para obtener un escaso ingreso y alejadas de su paiacutes de ori-gen hacen grandes esfuerzos para criar a sus hijos (Maldonado et al 2013)

Las actividades laborales a las que se dedican tienen mucho que ver con la carga cultural que traen de su paiacutes de origen Los huerteros que llegaron a la ciudad de Riacuteo Cuarto provienen del sur de Bolivia donde la principal forma de vida es la produccioacuten de vegetales los del norte del paiacutes trabajan fundamentalmente en los hornos de ladrillo donde se registran condiciones maacutes duras

Con respecto a la calidad ambiental seguacuten los relevamientos efectuados se detectaron una serie de problemaacuteticas relacionadas a los diferentes usos del suelo que se superponen en este sector del peri-urbano de la ciudad Asiacute se observoacute contaminacioacuten producida por la actividad de los hornos de ladrillos (atmosfeacuterica visual y de-gradacioacuten del suelo) degradacioacuten y erosioacuten por extraccioacuten de aacuteridos y la proliferacioacuten de roedores y alimantildeas por la falta de desmaleza-do en baldiacuteos y presencia de microbsadurales especiacuteficamente en las aacutereas de extraccioacuten de tierra para la produccioacuten de ladrillos (ver Figura 6)

Por uacuteltimo algunas de las viviendas del aacuterea se encuentran muy cercanas al cauce del riacuteo Cuarto generaacutendose asiacute una mayor vulnerabilidad al peligro de inundacioacuten poniendo a la poblacioacuten en situacioacuten de riesgo en forma constante

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Figura 6 Calidad ambiental 2017

1 Consideraciones FinalesEn las uacuteltimas deacutecadas la llegada de poblacioacuten migrante provenien-te desde Bolivia se ha convertido en un fenoacutemeno notorio en los distintos espacios donde se establece tal es el caso de la ciudad de Riacuteo Cuarto Esta poblacioacuten ha ido aumentando paulatinamente a traveacutes del tiempo no solo por su crecimiento vegetativo sino tam-bieacuten porque la inmigracioacuten sigue fluyendo en forma permanente

Seguacuten el estudio realizado se puede sentildealar que la mayoriacutea de las familias bolivianas que residen en el sector periurbano de la ciudad de Riacuteo Cuarto presentan una particular forma de trabajo que se relacionan con las actividades econoacutemicas que llevaban a cabo en su lugar de origen produccioacuten hortiacutecola y trabajo en hornos de ladrillos

Las primeras familias que llegaron a la ciudad (deacutecada del 80) han capitalizado y ya son propietarios de explotaciones agropecua-rias (entre 5 y 30 has) destinadas a la produccioacuten hortiacutecola Estas

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son por lo general numerosas con fuertes redes sociales entre sus coterraacuteneos y con un gran sentido de pertenencia y de identidad comunitaria cultural colectiva aunque muchas de ellas viven toda-viacutea en situacioacuten de pobreza puesto que no logran satisfacer algunas necesidades baacutesicas habitan viviendas precarias y en condiciones de hacinamiento carecen de agua potable servicio de electricidad gas natural cloacas y en un ambiente con distintas problemaacuteticas que aumenta su vulnerabilidad social

Por uacuteltimo se puede apreciar que a traveacutes de los antildeos la co-munidad ha comenzado a insertarse en la sociedad por medio de la incorporacioacuten de los nintildeos y joacutevenes a los diferentes niveles de escolaridad aunque se denota todaviacutea una escasa inclusioacuten en la sociedad riocuartense en general

Si bien el gobierno local en los uacuteltimos antildeos ha comenzado a disentildear poliacuteticas de inclusioacuten social en concordancia a las poliacuteticas poblacionales y migratorias provinciales y nacionales estas todaviacutea no visibilizan una mejora en la calidad de vida de la poblacioacuten boli-viana en la ciudad por ello se considera que es necesario profundi-zar y fortalecer las poliacuteticas puacuteblicas existentes y formular nuevas poliacuteticas que atiendan tanto a la inclusioacuten de la poblacioacuten como a la planificacioacuten y gestioacuten territorial

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Busso Gustavo (2007) Migracioacuten y desarrollo territorial Enfoques discipli-narios problemas teoacutericos e implicancias de poliacuteticas en el estudio de sus interrelaciones Fac de Cs Econoacutemicas UNRC

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Autores

Amor Luis Licenciado En Economiacutea Contador Puacuteblico Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Metodologiacutea de las Ciencias FCE UNRC

Basconzuelo Celia Cristina Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Partidos Poliacuteticos (UNC) Doctora en Historia (UNCu) Investigadora del CONICET Profeso-ra Asociada del Departamento de Historia y del Departamento de Ciencias Juriacutedicas Poliacuteticas y Sociales Facultad de Ciencias Huma-nas de la UNRC Directora del Centro de Estudios y Gestioacuten en Re-des Acadeacutemicas (CEGRA-UNRC)

Bettera Mariacutea Alejandra Profesora en Geografiacutea (UNRC)Licenciada en Geografiacutea (UNRC) Especialista Docente de Nivel Su-perior en Educacioacuten y TIC (Direccioacuten de Educacioacuten Superior) Espe-cialista en Planificacioacuten y Gestioacuten de Poliacuteticas y Programas Sociales (UNRC) Profesora Asociada con dedicacioacuten exclusiva del Departa-

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mento de Geografiacutea (UNRC) Profesora Integrante del Centro de Es-tudios y Gestioacuten en Redes Acadeacutemicas (CEGRA-UNRC)

Camantildeo Semprini Rebeca Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Partidos Poliacuteticos (UNC) Doctora en Historia (UNC) Becaria posdoctoral del CONICET Ads-cripta en Historia Argentina Actual Departamento de Historia Fa-cultad de Ciencias Humanas de la UNRC Docente del Aacuterea de His-toria Poliacutetica Contemporaacutenea del Centro de Estudios Avanzados Facultad de Ciencias Sociales de la UNC

Carbonari Mariacutea Rosa Profesora en Historia (UNRC) Espe-cialista en Estudios del Brasil Contemporaacuteneo (Universidad Federal de Santa Mariacutea Rio Grande do Sul Brasil) Magister en Educacioacuten (Universidad Federal de Santa Mariacutea Rio Grande do Sul Brasil) Doctora en Historia (Universidad Federal Fluminense Riacuteo de Janei-ro Brasil) Profesora Asociada del Departamento de Historia Facul-tad de Ciencias Humanas de la UNRC Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Cagnolo Mariacutea Elena Profesora de Historia Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Donadoni Moacutenica Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territo-rial Profesora Adjunta Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Emiliozzi Analiacutea Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territo-rial Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Formento Liliana Isabel Profesora en Historia (UNRC) Ma-giacutester en Estudios Latinoamericanos (UNRC) Doctora en Estudios Sociales Agrarios Profesora Adjunta del Departamento de Historia y del Departamento de Lengua y Literatura (UNRC) Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Hildmann Mariacutea Fabiana Profesora en Geografiacutea (UNRC)Licenciada en Geografiacutea (UNRC) Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territorial (UNRC) Profesora Integrante del Centro de Estudios y Gestioacuten en Redes Acadeacutemicas-CEGRA-Facultad de Ciencias Huma-

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nas (UNRC) Profesora Asociada Efectiva con dedicacioacuten exclusiva del Departamento de Geografiacutea (UNRC)

Kaufman Noelia Profesora en Historia (UNRC) Becaria del Consejo Interuniversitario Nacional (EVC-CIN) Secretaria Adjunta del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) Adscripta a la Caacutetedra Historia Americana y Argentina Colonial del Departamen-to de Historia (UNRC)

Lodeserto Alicia Profesora y Licenciada en Historia Magiacutes-ter en Estudios Latinoamericanos Orientacioacuten Integracioacuten Latinoa-mericana Doctoranda en Desarrollo Territorial (UNRC) Docente ndash investigadora en la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto (Profesora Adjunta caacutetedra de concurso Historia del Mundo Actual)

Olmedo Ernesto Profesor y Licenciado en Historia Magiacutes-ter en Desarrollo Territorial (UNRC) Doctorando en Historia (UNC) Docente ndash investigador en la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto

Peacuterez Zavala Graciana Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Antropologiacutea (UNRC) Docente del Departamento de Historia Facultad de Ciencias de la UNRC y del Instituto Acadeacutemico yPedagoacutegico de Ciencias Sociales de la UNVM Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Prieto Osvaldo Profesor en Historia (UNRC) Magiacutester en Es-tudios Latinoamericanos (UNRC) Profesor Adjunto Exclusivo del Departamento de Historia y Ciencias Poliacuteticas (UNRC) Investigador del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) ydel IIESTE (UNRC)

Re Moacutenica Profesora en Historia (UNRC) Magiacutester en Desa-rrollo Territorial (UNRC) Doctora en Desarrollo Territorial (UNRC) Profesora Titular de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas de la UNRC

Tamagnini Marcela Profesora Adjunta Dpto de Historia Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto Doctora en Historia por la Universidad Nacional de Coacuterdo-ba Magister en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Na-cional de Riacuteo Cuarto Licenciada en Historia y Profesora en Historia

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por la misma universidad Certificacioacuten posdoctoral de la Universi-dad Nacional de Rosario

Travaglia Laura Marisa Profesora en Historia (UNRC) Ma-giacutester en Estudios Latinoamericanos (UNRC) Doctora en Estudios Sociales Agrarios Docente del Aacuterea de Historia Americana del De-partamento de Historia y del Departamento de Lengua y Literatura Coordinadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) e investigadora del IIESTE (UNRC)

Trucco Gabriela Magister en Procesos educativos mediados por tecnologiacuteas Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Metodologiacutea de las Ciencias FCE UNRC

Toponimia indiacutegenaSur de Coacuterdoba sur de San Luis y sur de Santa Fe

Norberto Francisco Mollo

Laura Travaglia (Compiladora)

Universidad Nacionalde Riacuteo CuartoSecretariacutea Acadeacutemica

UniR o editora

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Problemaacuteticas e interpretaciones de la historia argentina y latinoamericana

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atinoameacuterica entre nuevos y viejos tiempos

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La compilacioacuten Latinoameacuterica entre viejos y nuevos tiempos propone un recorrido temporal y espacial por un conjunto de problemaacuteticas sociales poliacuteticas y econoacutemicas del continente y de nuestro paiacutes las que actualmen-te se investigan y ensentildean en el aacutembito de la universidad puacuteblica La Historia y la Geografiacutea en diaacutelogo con la Ciencia Poliacutetica la Economiacutea y la Sociologiacutea conforman el dispositivo teoacuterico e instrumental heterogeacuteneo que articula los diferentes artiacuteculos del volumen que es el resultado de una serie de intercambios acadeacutemicos realizados en el contexto del Proyecto Universitario de Historia Argentina y Latinoamericana PUHAL de Secretariacutea de la Poliacuteticas Universitarias del Ministerio de Educacioacuten de la Nacioacuten Uno de los objetivos de dicho proyecto fue el de promover la revisioacuten de procesos histoacutericos locales regionales nacionales o latinoamericanos desde una mirada interdisciplinaria actualizando la comprensioacuten de los problemas que estos conllevan ldquoLatinoameacuterica dimensiones y perspecti-vas de abordajerdquo y ldquoTemas y problemas de la Historia Argentina Miradas desde lo localrdquo son los dos ejes que agrupan las contribuciones que confor-man esta publicacioacuten

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e-bo kISBN 978-987-688-351-1

Page 4: Norberto Francisco Mollo Latinoamérica en enntre nuevos y ......a través de la encomienda, la mita o las reducciones religiosas. Al decir de Levaggi (2000) rápidamente se convirtieron

Equipo Editorial

Secretaria AcadeacutemicaAna Vogliotti

DirectorJoseacute Di Marco

EquipoJoseacute Luis AmmannMaximiliano Brito

Ana Carolina SavinoLara Oviedo

Roberto GuardiaMarcela RapettiDaniel Ferniot

Uni Tres primeras letras de ldquoUniversidadrdquo Uso popular muy nuestro la Uni Universidad del latiacuten ldquouniver-sitasrdquo (personas dedicadas al ocio del saber) se contextualiza para nosotros en nuestro anclaje territorial y en la concepcioacuten de conocimientos y saberes construidos y compartidos socialmente

El riacuteo Celeste y Naranja El agua y la arena de nuestro Riacuteo Cuarto en constante confluencia y devenir

La gota El acento y el impacto visual agua en un movimiento de vuelo libre de un ldquonosotrosrdquo Conocimiento que circula y calma la sed

Consejo Editorial

Facultad de Agronomiacutea y VeterinariaProf Laura Ugnia y Prof Mercedes Ibantildeez

Facultad de Ciencias EconoacutemicasProf Nancy Scattolini y Prof Silvia Cabrera

Facultad de Ciencias Exactas Fiacutesico-Quiacutemicas y Naturales

Prof Sandra Miskoski

Facultad de Ciencias HumanasProf Gabriel Carini

Facultad de Ingenieriacutea

Prof Marcelo Alcoba

Biblioteca Central Juan FilloyBibl Claudia Rodriacuteguez y Bibl Moacutenica Torreta

Secretariacutea AcadeacutemicaProf Ana Vogliotti y Prof Joseacute Di Marco

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Iacutendice

Proacutelogo 6

Primera Parte Temas y problemaacuteticas latinoamericanos

Pueblos indiacutegenas en latinoameacuterica una mirada histoacuterico-antropoloacutegica Graciana Peacuterez Zavala Marcela Tamagnini Alicia Lodeserto y Ernesto Olmedo 10

ldquoAmeacutericardquo entre el estigma de la dominacioacuten y el enigmadel descubrimiento Liliana Formento 44

Algunos planteos para comprender la presencia del negro en Ameacuterica Laura Travaglia 72

Resistencias rebeliones y milenarismos de los pueblos americanos durante la ocupacioacuten espantildeola las guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana Noelia Kaufman 103

La reforma de 1918 en su dimensioacuten histoacuterica Osvaldo Emilio Prieto 132

Segunda parte Temas y problemas de la Historia ArgentinaMiradas desde lo local

Agentes econoacutemicos en el modelo ISI una mirada historiograacuteficaMoacutenica Analiacute Re Moacutenica Donadoni Analiacutea EmiliozziGabriela Trucco y Elena Cagnolo 164

Las organizaciones sociales en la Argentina contemporaacutenea Aproximacioacuten desde el campo historiograacutefico y socio-poliacuteticoCelia Basconzuelo 185

La historia local entre la indiferencia el disentildeo global y la significatividad de lo diferente Mariacutea Rosa Carbonari 198

Centralizacioacuten poliacutetico-administrativa y autonomiacutea municipal durante el peronismo histoacuterico Rebeca Camantildeo Semprini 215

La migracioacuten boliviana en la ciudad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba Argentina Mariacutea Alejandra Bettera y Mariacutea Fabiana Hildmann 227

Autores 246

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Proacutelogo

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El presente volumen integra una obra surgida en el marco de la compilacioacuten denominada ldquoLatinoameacuterica entre viejos y nuevos tiemposrdquo a instancias del Proyecto Universitario de Historia Argen-tina y Latinoamericana PUHAL El mismo estaacute radicado en la pro-gramacioacuten del componente 1- Formacioacuten cuyo objetivo estaacute dirigi-do a apoyar reflexionar dimensionar problemaacuteticas en las Caacutetedras de Historia Argentina y Latinoamericanas que promuevan a traveacutes de diversos contenidos la revisioacuten de procesos histoacutericos locales re-gionales nacionales o latinoamericanos desde una mirada plural y multidisciplinaria

En este sentido se ha llevado adelante un intenso programa de reflexioacuten y debate conjuntamente con el Centro de Investigacio-nes Histoacutericas que incluyeron 1 - Ciclo de formacioacuten y extensioacuten ldquoPensar la Democracia a treinta antildeos de su recuperacioacuten iquestqueacute Democracia pensamos iquestQueacute Democracia tenemos 2 - Jornadas Bicentenario ldquoProblemaacuteticas fundacionales de la identidad lati-noamericanardquo 3 - Taller efemeacuterides 12 de octubre como memoria del poder 4 -Jornadas de Historia Regional En tales eventos se pro-fundizaron problemaacuteticas poliacuteticas sociales econoacutemicas culturales etc planteadas desde visiones teoacutericas metodoloacutegicas y poliacuteticas en gran parte divergentes las que se han traducido en una profusa bibliografiacutea histoacuterica econoacutemica y socioloacutegica Por ello el objetivo de actualizar una compresioacuten afinada de estos problemas constitu-yoacute una herramienta fundamental que no solo redundoacute en un ma-yor conocimiento de los temas sino ademaacutes dotoacute de la posibilidad de reflexionar sobre la naturaleza de los procesos histoacutericos latinoa-mericanos y argentinos -histoacutericos y actuales- desde las caacutetedras asiacute como participar activamente de las instancias acadeacutemicas abo-nando las interpretaciones del pasado y los rumbos del presente

Los autores involucrados en el presente volumen nos presen-tan dada la heterogeneidad de sus especializaciones una multiplici-dad de liacuteneas de interpretacioacuten sobre las que se estaacute trabajando en algunos casos problemas interrogantes para ser tenidas en cuenta en abordajes futuros Fundamentalmente el hilo conductor de este volumen es convertir en material de consulta y actualizacioacuten para los estudiantes de las carreras involucradas los presentes artiacuteculos

Las caacutetedras a partir de las cuales se reflexiona pertenecen al Departamento de Historia al Departamento de Geografiacutea de la Facultad de Ciencias Humanas y a la Facultad de Ciencias Econoacutemi-

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cas Respecto del Departamento de Historia participan las siguien-tes Caacutetedras 1- Historia Americana y Argentina Colonial (6696) 2- Historia Americana Crisis y Organizacioacuten (1810-1930)(6700) 3- Historia Americana Actual (6706) 4- Historia Argentina Actual 5- Historia Argentina de la Criolla a la aluvial 6- Introduccioacuten a la His-toria y a las Ciencias Sociales (6680) del Departamento de Geografiacutea 1- Geografiacutea Humana Argentina (6787) 2- Geografiacutea de Ameacuterica Latina (6791) y de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas 1- Historia Econoacutemica y Social Argentina

En torno a los ejes planteados (Temas y problemaacuteticas lati-noamericanas y Temas y problemaacuteticas argentinas) se presentan trabajos que no necesariamente se inscriben en planteamientos transversales maacutes bien docentes y alumnos han planteado temaacute-ticas particulares con el objetivo de enriquecer algunos contenidos puntuales de las respectivas caacutetedras Por tanto la heterogeneidad y diversidad temaacutetica marcan el presente volumen

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Primera Parte

Temas y problemaacuteticas latinoamericanos

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Pueblos indiacutegenas en latinoameacuterica

una mirada histoacuterico-antropoloacutegica

Graciana Peacuterez Zavala ndash Marcela Tamagnini

Alicia Lodeserto ndash Ernesto Olmedo

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A Ana Mariacutea Rocchietti

nuestra maestra

A manera de introduccioacutenEl poblamiento del continente americano es muy antiguo Actual-mente se reconoce que sus primeros habitantes llegaron hace por los menos 14000 antildeos Provenientes de la lejana Siberia ingresaron por Beringia una regioacuten que por entonces se encontraba cubierta por los hielos de los glaciares Lentamente se desplazaron hacia el sur por tierra o siguiendo la liacutenea de la costa paciacutefica poblando los maacutes variados ecosistemas Hace unos 10000 antildeos ya habiacutean llega-do a Tierra del Fuego en el extremo maacutes austral del continente

La discusioacuten sobre las caracteriacutesticas y particularidades de este proceso no estaacute saldada La arqueologiacutea documentoacute que esos hombres colonizaron los espacios maacutes remotos del continente y que se dedicaron a la caza la pesca y la recoleccioacuten conviviendo en ciertos casos con especies animales que luego se extinguieron como por ejemplo mamuts o gliptodontes seguacuten las regiones Maacutes tarde fueron cazadores de neofauna En algunas regiones como Mesoameacuterica y los Andes Centrales experimentaron con el cultivo de plantas (maiacutez papas etc) y la domesticacioacuten deanimales (cameacute-lidos) alcanzando a su vez un importante desarrollo urbaniacutestico Al momento de la llegada de los espantildeoles a Ameacuterica los mayas los aztecas y los incas contaban con un alto grado de jerarquizacioacuten social Basados en un complejo sistema de tributo que incluiacutea la re-ciprocidad y la redistribucioacuten habiacutean extendido su control sobre otros pueblos y geografiacuteas

A fines del siglo XV la conquista europea modificoacute radical-mente la fisonomiacutea de estas poblaciones La administracioacuten colo-nial incorporoacute muy tempranamente a los grupos maacutes jerarquizados a traveacutes de la encomienda la mita o las reducciones religiosas Al decir de Levaggi (2000) raacutepidamente se convirtieron en ldquoindiacutegenas sometidosrdquo o ldquosuacutebditosrdquo En el otro extremo los ldquoindiacutegenas libres o soberanosrdquo opusieron una tenaz resistencia impidiendo la ocu-pacioacuten de sus territorios por parte de los conquistadores europeos Las fronteras con los chichimecas (Meacutexico) y con los araucanos en el Biacuteo Biacuteo (Chile) fueron la expresioacuten maacutes acabada de este uacuteltimo proceso A su vez las poblaciones nativas que viviacutean en geografiacuteas

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impenetrables o escasamente productivas para los europeos (como las de la regioacuten amazoacutenica) siguieron otro derrotero adquiriendo en su transcurso cierta independencia poliacutetica y territorial

Entre las uacuteltimas deacutecadas del siglo XIX y las primeras del XX todos los grupos que se manteniacutean soberanos fueron derrotados en forma violenta y desalojados de sus tierras por las acciones lleva-das a cabo por los Estados nacionales que buscaban delimitar sus territorios Las regiones de ldquofrontera con el indiordquo fueron desarti-culadas con la consiguiente transformacioacuten de los viacutenculos intereacutet-nicos Pese a ello este sustrato histoacuterico continuacutea en la memoria y explica la pervivencia de la etnicidad como problema socio poliacutetico muchas veces ligada al prejuicio racial y a una estructura socio-eco-noacutemica desigual

A lo largo del siglo XX las sociedades indiacutegenas1 fueron es-tudiadas por diferentes disciplinas dentro de las cuales se desta-can la Antropologiacutea la Arqueologiacutea la Historia y la Etnohistoria A continuacioacuten efectuamos una breve reflexioacuten sobre el modo en que las abordaron y luego analizamos las trayectorias de algunos pueblos indiacutegenas que ilustran las nociones teoacutericas formuladas por las mismas Los ejemplos seleccionados corresponden a poblaciones indiacutegenas que hemos investigado a lo largo de varios antildeos en clave histoacuterica etnohistoacuterica antropoloacutegica y etnograacutefica

Sociedades indiacutegenas y produccioacuten cientiacuteficaTradicionalmente las sociedades indiacutegenas fueron consideradas un obstaacuteculo para la conformacioacuten de las modernas sociedades latinoa-mericanas razoacuten por la cual muy pronto se convirtieron en objeto de estudio de diferentes disciplinas Ya en el siglo XVI los espantildeoles que tomaron contacto con ellas dejaron cuidadosas observaciones sobre la forma de vida de los grupos nativos con los que entraban en contacto Dentro de los cronistas de Indias se destacaron tambieacuten

1 La denominacioacuten de ldquoindiordquo o ldquoindiacutegenardquo otorgada a todas las sociedades del ldquonuevo continenterdquo fue parte del proceso de sometimiento que unificoacute a pue-blos que se concebiacutean como diferentes y muchas veces como opuestos Despueacutes de cinco siglos y al calor de numerosas discusiones algunas organizaciones indiacutegenas resignificaron el teacutermino considerando que es el que mejor pone al descubierto sus procesos de resistencia y de lucha poliacutetica ante la dominacioacuten europea y los Esta-dos nacionales En palabras de una dirigente indiacutegena ldquoIndio fue el nombre con que nos sometieron Indios seraacute el nombre con el que nos liberaremosrdquo (Domitila Quispe Peruacute 1922 en Alboacute 2003 p 99)

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algunos misioneros que dejaron un profuso registro etnograacutefico so-bre su exotismo Hacia mediados del siglo XIX las indagaciones se volvieron maacutes sistemaacuteticas ofreciendo definiciones argumentos y marcos de anaacutelisis de gran valor explicativo Ello fue de la mano de la delimitacioacuten de los campos de estudio de las disciplinas tal como hoy las concebimos El eurocentrismo propio de la produccioacuten de estos saberes hizo que las sociedades ldquono occidentalesrdquo incluidas las indiacutegenas fueran concebidas como ldquosimplesrdquo y ldquoahistoacutericasrdquo es decir carentes de instituciones poliacuteticas (sin Estado) econoacutemicas (sin propiedad sin mercado yo predadoras) y sociales (sin leyes y religioacuten) y por tanto como sociedades estaacuteticas Mientras la eco-nomiacutea la sociologiacutea la historia y la geografiacutea se focalizaron en las ldquosociedades complejasrdquo ligadas a los procesos de industrializacioacuten impulsados por Europa la antropologiacutea se ocupoacute de caracterizar a las sociedades indiacutegenas desde una mirada de unicidad y totalidad (Cfr Wallerstein 2006)

Hacia mediados del siglo XX y a la luz de los procesos de des-colonizacioacuten asiaacutetica y africana comenzoacute a ponerse en cuestioacuten el rol colonialista de la antropologiacutea y el denominado ldquoeurocentrismo cientiacuteficordquo (Grimson etal 2011) Desde entonces fue mucho lo que se avanzoacute en el estudio de las poblaciones indiacutegenas pero su histo-ricidad sigue siendo relegada Veamos ahora cuaacuteles son las discipli-nas que maacutes se han ocupado de estas sociedades

Antropologiacutea del colonialismo al reconocimiento de los derechos culturalesDesde fines del siglo XIX y hasta la deacutecada de 1970 aproximada-mente el estudio de las sociedades indiacutegenas fue de competencia casi exclusiva de la Antropologiacutea cuyo desarrollo acompantildeaba los procesos de expansioacuten colonial Por entonces los antropoacutelogos esta-ban preocupados por la cultura de los llamados ldquopueblos primitivosrdquo procurando identificar sus caracteriacutesticas ldquooriginalesrdquo y ldquoauteacutenticasrdquo En este sentido las relaciones de contacto eran pensadas en base a riacutegidos dualismos indio aculturado vs indio puro aculturacioacuten vs resistencia cultural estructura cultural vs procesos histoacutericos (de Almeida 2010 pp 15-16)

Seguacuten Ratier y Ringuelet (1997) en el caso de la Argentina en un primer momento el intereacutes antropoloacutegico se vinculoacute a los ldquoindios

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muertosrdquo es decir los ldquouacutenicos buenos seguacuten el credo racistardquo La dis-cusioacuten sobre los oriacutegenes del hombre y la influencia de las Ciencias Naturales contribuyoacute a que los antropoacutelogos de inicios del siglo XX se focalizaran en la identificacioacuten eacutetnica de los grupos que poblaban el actual territorio argentino prestando especial atencioacuten a su fe-notipo y ubicacioacuten temporal en especial los de tiempos remotos En ese marco la arqueologiacutea aportoacute en la buacutesqueda de los rastros de los ldquoprimeros hombresrdquo del suelo americano

Ya para mediados del siglo XX la antropologiacutea en su vertien-te cultural etnograacutefica y especialmente folkloacuterica abordoacute el estu-dio de las formas de vida de las poblaciones indiacutegenas Entre otros toacutepicos prestoacute atencioacuten a la economiacutea las formas de organizacioacuten poliacutetica y social el arte la religioacuten y el lenguaje buscando la compa-racioacuten entre grupos y el registro detallado de poblaciones extintas o en camino a ello Los enfoques culturalistas no se interesaron por los cambios protagonizados por estas poblaciones siendo rebatidos posteriormente por sus abordajes ahistoacutericos Sus conceptualizacio-nes de la identidad y la cultura contribuyeron ademaacutes a cosificar a los grupos humanos (Cf Grimson 2010)

Los procesos de descolonizacioacuten post Segunda Guerra Mun-dial y las discusiones sobre el desarrollo y migraciones ldquointernasrdquo que trasformaron la fisonomiacutea regional de los paiacuteses latinoamerica-nos impactaron en los estudios antropoloacutegicos A partir de la deacutecada de 1960 se inicioacute un debate en torno a la vinculacioacuten entre etnicidad y clase social el cual recuperaba los dilemas entre poblaciones ur-banasrurales yo modernastradicionales Como corolario de estas discusiones un conjunto de antropoacutelogos firmoacute la ldquoDeclaracioacuten de Barbadosrdquo (1971) en la cual la antropologiacutea asumiacutea que habiacutea tenido un rol funcional a los procesos de dominio de las poblaciones indiacute-genas Igual responsabilidad se le asignoacute a los Estados y a la Iglesia Catoacutelica

Las investigaciones de fines del siglo XX y de inicios del XXI presentan un abanico temaacutetico difiacutecil de sintetizar destacaacutendose entre otros toacutepicos los estudios sobre las economiacuteas domeacutesticas los procesos de ciudadaniacutea la condicioacuten sanitaria y la educacioacuten in-tercultural bilinguumle Como teloacuten de fondo de todos ellos aflora la discusioacuten sobre los procesos de etnogeacutenesis y reemergencia eacutetnica en los contextos de Estados nacionales que reconocen (en los pape-les maacutes que de hecho) la diversidad identitaria de las poblaciones

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bajo su potestad La antropologiacutea contemporaacutenea tambieacuten estaacute maacutes centrada en el presente histoacuterico relacionado con la etnografiacutea en especial en espacios rurales o en aacutereas perifeacutericas de las ciudades latinoamericanas

Arqueologiacutea del coleccionismo a las restitucionesEn estrecha relacioacuten con el devenir de la antropologiacutea la arqueolo-giacutea se dedica al estudio de las culturas o pueblos del pasado a partir de sus restos materiales En los primeros tiempos su praxis se vin-culoacute con la buacutesqueda hallazgo y tenencia de materiales definidos como exoacuteticos en tanto perteneciacutean a mundos culturales o socieda-des de otros lugares u otros tiempos Al calor de su desarrollo se ori-ginaron colecciones de anticuarios y se comercializaron diferentes bienes culturales (tejidos joyas ceraacutemicas etc) de sociedades como los mayas aztecas o incas Hacia mediados del siglo XIX se conso-lidoacute la arqueologiacutea como disciplina cientiacutefica con una metodologiacutea especiacutefica (prospecciones y excavaciones sistemaacuteticas anaacutelisis de laboratorio y datacioacuten)

En el continente americano la arqueologiacutea se centroacute en anaacute-lisis de los restos materiales de las sociedades indiacutegenas A finales del siglo XIX los naturalistas (formados en Europa) tipificaron y cla-sificaron formas y estilos culturales a partir de la impronta de los diferentes objetos hallados Realizaron asiacute una variedad de caracte-rizaciones de culturas regionales asociadas a diferentes respuestas y adaptaciones al entorno natural

En la Argentina los espacios emblemaacuteticos de estas primeras investigaciones fueron el Museo de Ciencias Naturales de La Pla-ta y el Instituto Nacional de Antropologiacutea de Buenos Aires En el primero se depositaron ademaacutes de los artefactos culturales restos oacuteseos provenientes de las expediciones punitivas sobre el territo-rio pampeano patagoacutenico y chaquentildeo Por ejemplo el craacuteneo del cacique ranquel Panghitruz Gneumlr (Mariano Rosas) permanecioacute en dicho Museo hasta junio de 2001 En esta fecha fue colocado en un Mausoleo en Lebucoacute (provincia de La Pampa) bajo custodia de sus descendientes contemporaacuteneos

El caso mencionado se inscribe en un profundo debate inicia-do a finales del siglo XX en torno de los hallazgos (especialmente

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los funerarios) y su destino Asiacute mientras un gran nuacutemero de ar-queoacutelogos sostienen que los restos culturales y oacuteseos deben estar alojados en lugares ligados al entorno cientiacutefico (para potenciar su conocimiento) otros consideran que su posesioacuten y estudio debe es-tar supeditado a normativas eacuteticas y al intereacutes de las comunidades involucradas En tal sentido para los representantes indiacutegenas lo que corresponde es su restitucioacuten2

Actualmente la arqueologiacutea ha ampliado su objeto de estudio en procura de un conocimiento maacutes global de la experiencia hu-mana En ese marco busca responder a cuestiones vinculadas con la organizacioacuten y explotacioacuten del entorno alimentacioacuten creencias comunicacioacuten y el cambio social (Renfrew y Bahn 1998) Para dar respuesta a estos problemas el conocimiento arqueoloacutegico se nutre del aporte de disciplinas complementarias Sus teoriacuteas meacutetodos y teacutecnicas proveen informacioacuten cada vez maacutes precisa sobre los atri-butos de los objetos hallados en cada contexto arqueoloacutegico

Historia del devenir atemporal al reconocimiento de la historicidadEn tanto disciplina la historia ocupa un lugar privilegiado en los procesos de construccioacuten estatal Por ello en diferentes paiacuteses la-tinoamericanos (por ejemplo Meacutexico y Peruacute) se elaboroacute una ima-gen idealizada de los pobladores indiacutegenas (Quijada et al 2000) En cambio la produccioacuten historiograacutefica argentina sumamente anclada en la matriz ideoloacutegica del Estado nacional tendiacutea a omitir la etnicidad la historia y el accionar poliacutetico de las poblaciones indiacute-genas Las que habiacutean sido afectadas por el reacutegimen colonial fueron concebidas como criollas yo argentinas en tanto que los grupos sometidos a fines del siglo XIX de Pampa Patagonia y Gran Chaco primero fueron vistos como ldquosalvajesrdquo (y por tanto sin historia) y luego como extintos Ademaacutes en los casos en los que la historia se ocupoacute de los indiacutegenas lo hizo de manera tangencial poniendo maacutes bien su foco en lo acontecido del lado cristiano

En la deacutecada de 1980 comenzoacute una renovacioacuten historiograacutefica que permitioacute elaborar perspectivas alternativas relacionadas con el aacutembito de la etnohistoria y la arqueologiacutea tratando de revisar y

2 Esta uacuteltima discusioacuten es de iacutendole eacutetica Veacutease Declaracioacuten de Riacuteo Cuarto 2005 (Olmedo y Ribero 2007)

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cuestionar los antiguos estereotipos Este replanteo supuso un gran desafiacuteo desde y para el campo de la historia porque se avanzoacute en la superacioacuten de la mirada tradicional fuertemente marcada por las fronteras poliacuteticas de los Estados nacionales Las vertientes ligadas a la historia social la historia regional y los estudios de grupos sub-alternos fueron las que maacutes se acercaron al devenir de los indiacutegenas Sin embargo queda auacuten mucho camino por recorrer en el desafiacuteo por superar lo que Rauacutel Mandrini (2007) definioacute como la ldquoincomodi-dadrdquo que el problema indiacutegena produce entre los historiadores

Etnohistoria de la agrafiacutea a la autoriacuteaLa Etnohistoria es un aacuterea del saber que se constituyoacute en la perife-ria de la historia y de la antropologiacutea y que por ende se nutre de los problemas metodologiacuteas y teacutecnicas de investigadores que recorrie-ron el camino de la historia como de aquellos que se formaron en el marco de la antropologiacutea El primero en aludir a esta disciplina fue Clark Wissler en Estados Unidos quien pensaba que si bien el objeto de estudio de la Etnologiacutea eran los pueblos sin escritura no por ello debiacutea utilizar exclusivamente meacutetodos indirectos de inves-tigacioacuten Los etnoacutelogos tambieacuten podiacutean valerse de meacutetodos directos apelando a la documentacioacuten de archivo que se habiacutea generado en las diferentes etapas de contacto con las tribus indiacutegenas en espe-cial por las autoridades gubernamentales las oacuterdenes misioneras y las compantildeiacuteas comerciales

En la Argentina3 las primeras investigaciones de caraacutecter et-nohistoacuterico coinciden con el retorno a la democracia en 1983 foca-lizaacutendose tanto en poblaciones ligadas al sistema de encomiendas como a las fronteras militares con el territorio indiacutegena Sus plan-teos tienen en comuacuten la puesta en evidencia de la capacidad de ac-cioacuten poliacutetica (y de resistencia) de las sociedades indiacutegenas frente a los Estados coloniales provinciales y nacional Al mismo tiempo dan cuenta de la pervivencia de estas poblaciones siendo actual-mente la conceptualizacioacuten del genocidio indiacutegena uno de los pun-tos de mayor discusioacuten

El alcance de la etnohistoria contemporaacutenea variacutea seguacuten los autores pudiendo ser definida como una disciplina independiente

3 Un proceso historiograacutefico similar tuvo lugar en Chile

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un meacutetodo renovado de la historia o de la antropologiacutea (antropo-logiacutea histoacuterica) un enfoque particular de la antropologiacutea que re-conoce expliacutecitamente la perspectiva histoacuterica una historia de los indiacutegenas o finalmente una fusioacuten de historia y antropologiacutea (San-tamariacutea 1985)

La etnohistoria se nutre tambieacuten de los aportes de disciplinas sumamente diversas como la literatura la linguumliacutestica la geografiacutea el arte la muacutesica entre otras Finalmente las investigaciones surgi-das de la confluencia de estos campos de conocimiento estaacuten contri-buyendo a revertir la nocioacuten de agrafiacutea asignada a las poblaciones indiacutegenas Los etnohistoriadores no solo reconocen indicios de la historicidad de estos pueblos en documentos de archivos sino que tambieacuten ldquodescubrenrdquo escritos de su autoriacutea4 La memoria histoacuterica recuperada a traveacutes de entrevistas tambieacuten constituye un aporte en esta direccioacuten

Algunos conceptos claves para el estudio de sociedades indiacutegenasLos recorridos disciplinares mencionados se sustentan en una serie de conceptos que permiten abordar (de manera analiacutetica) a las so-ciedades indiacutegenas A continuacioacuten resentildeamos los maacutes significati-vos haciendo la aclaracioacuten que corresponden a una siacutentesis acotada de discusiones de deacutecadas

El grupo eacutetnico es una comunidad definida a partir de la con-fluencia de tres componentes un fenotipo determinado una len-gua propia y una historia comuacuten Este teacutermino tan caro a la antro-pologiacutea fue acuntildeado por el antropoacutelogo Fredrick Barth (1969) para dar cuenta de los viacutenculos de solidaridad e identidad de conjuntos sociales ligados por componentes comunes La adscripcioacuten es una variable central para los grupos eacutetnicos porque remite al modo en que la gente se define como tal y a la vez se diferencia de otros En consecuencia ninguacuten grupo puede ser analizado sin la presencia de otro que actuacutea como su opuesto

4 La localizacioacuten desclasificacioacuten anaacutelisis y publicacioacuten de corresponden-cia indiacutegena del aacuterea ldquoarauco-pampeana-norpatagoacutenicardquo (Bechis 1984) han enri-quecido tambieacuten los estudios sobre los procesos fronterizos argentinos y chilenos Veacutease por ejemplo Tamagnini 2011 [1994] y 2015

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El concepto sirvioacute tambieacuten para separar a la antropologiacutea de su viacuten-culo con el teacutermino raza puesto en cuestionamiento en la primera mitad del siglo XX y estrechamente ligado a un componente bio-loacutegico En cambio la nocioacuten de etnia posee una base estrictamen-te social razoacuten por la cual se encuentra asociada al teacutermino grupo Seguacuten Cardoso de Oliveira en la etnia opera ldquola lsquogramaacutetica de un lenguaje social capaz de orientar a los agentes ndashsubliminalmentendash en la situacioacuten intereacutetnicardquo (Cardoso de Oliveira 2007 pp 149-176)

Algunos autores latinoamericanos complejizaron el concep-to de grupo eacutetnico a traveacutes de su articulacioacuten con el materialismo histoacuterico Al hacer este cruce los colectivos eacutetnicos dejaron de ser pensados como ldquoesencias abstractasrdquo para ser puestos en el marco de relaciones de produccioacuten capitalista En consecuencia la proble-maacutetica de la etnicidad quedoacute atravesada por la de las clases sociales y por las relaciones entre las poblaciones ancladas en los Estados nacionales latinoamericanos Los teacuterminos contacto conflicto y friccioacuten intereacutetnica sirvieron para analizar los viacutenculos entre etnias diferentes teniendo en cuenta los procesos de subordinacioacuten y re-sistencia

A la luz de este marco interpretativo muchos antropoacutelogos revisaron la forma de categorizar a las poblaciones bajo estudio y precisar los conceptos empleados En esta liacutenea se inscribe la pro-blematizacioacuten sobre la relacioacuten etnia y nacioacuten Bartolomeacute afirma que el vocablo nacioacuten evidencia un conjunto de atributos de indu-dable relacioacuten estructural con el concepto de etnia (1985 p 10) Las etnias y las naciones seriacutean momentos poliacutetico-organizativos y no tipos diferenciados Mientras la etnia seriacutea un tipo de organizacioacuten poliacutetica la nacioacuten pretenderiacutea el cumplimiento de objetivos puacutebli-cos y especialmente seriacutea el resultado de la eleccioacuten coyuntural de uno o maacutes elementos para fundar la naturaleza de una comunidad poliacutetica

En paralelo con dicha argumentacioacuten Diacuteaz Polanco postula que la etnicidad puede ser el sustento tanto de las etnias como de las nacionalidades La etnia abarca un fenoacutemeno de identidad restrin-gido a ciertos grupos constitutivos de una clase social En cambio el fenoacutemeno nacional involucra una estructura de clases sociales en la que sus relaciones asimeacutetricas producen ciertas solidaridades que posibilitan el desarrollo de una identidad caracterizada por su naturaleza poliacutetica En consecuencia el surgimiento de un proyecto

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nacional suele ser resultado del accionar de una clase o una alianza de ellas que promueve por necesidad econoacutemica y poliacutetica la for-macioacuten de la identidad nacional y la concrecioacuten de un proyecto de autodeterminacioacuten que implica a su vez la anulacioacuten de otra nacio-nalidad (Diacuteaz Polanco 1988 pp 26-28)

Estas nociones no solo fueron pensadas para emplearse en el campo acadeacutemico sino que tambieacuten tuvieron un impacto importan-te en las poliacuteticas de los Estados latinoamericanos respecto de sus poblaciones ldquotradicionalesrdquo yo ldquodescendientesrdquo Indianismo indige-nismo pluralismo cultural multiculturalismo e interculturalidad son expresioacuten de ello

En los uacuteltimos treinta antildeos de la historia mundial el fenoacute-meno de interconexioacuten e interdependencia planetaria conocido como globalizacioacuten puso en vinculacioacuten culturas diversas y lejanas En ese sentido la preocupacioacuten acadeacutemica y poliacutetica por resolver sus relaciones sin negarlas se volvioacute central La interculturalidad es parte de ese proceso Se trata de una nocioacuten filosoacutefica y poliacutetica que en principio se nutre de la filosofiacutea habermasiana que sostiene que las relaciones de poder son dialoacutegicas y que el consenso es una resultante de la comunicacioacuten humana De esta manera la inter-culturalidad se presenta como una interaccioacuten dialoacutegica entre cul-turas basada en el reconocimiento la tolerancia y el respeto mutuo Los organismos internacionales toman este concepto para moderar la relacioacuten entre culturas en una eacutepoca de globalizacioacuten Mientras un pensador como Samuel Huntington (2001) postulaba el ldquoChoque de Civilizacionesrdquo la Organizacioacuten de las Naciones Unidades (ONU) concebiacutea la interculturalidad como relacioacuten armoacutenica En Ameacuterica Latina en cambio el concepto tomoacute un tono criacutetico para aludir a una interaccioacuten basada en la diferencia cultural pero sin descono-cer que al mismo tiempo es una relacioacuten de fuerza de poder Asiacute entonces la interculturalidad puede volverse poliacutetica de las cultu-ras antes marginadas y sin poder en el Estado (ya sea por procesos de dominacioacuten colonial o de clases) Ello convierte a la intercultura-lidad en un instrumento para otorgar poder a las culturas indiacutegenas en el continente

En el presente la mayoriacutea de los Estados latinoamericanos aceptan que la diversidad cultural es una caracteriacutestica central de sus poblaciones Inclusive desde la deacutecada de 1980 y en el marco de las reformas constitucionales postdictaduras reconocen la pre-

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existencia de las poblaciones indiacutegenas En este sentido se fue con-solidando un discurso que asume el principio intercultural como bandera de reconocimiento (en especial en el plano de la educacioacuten bilinguumle) Sin embargo las condiciones estructurales es decir los derechos territoriales no ofrecen signos de modificaciones sustan-tivas Ello tiene que ver con el hecho de que los Estados siguen pen-saacutendose como nacionales

La excepcioacuten a este proceso es Bolivia en donde el denomi-nado Estado Plurinacional reconoce la potencia poliacutetica de la etnia tornaacutendola etnicidad Asiacute mientras el Estado-Nacioacuten homogeneiza la cultura (ya sea por exclusioacuten exterminio o asimilacioacuten) el Estado Pluricultural desmitifica la uniformidad y reconoce la existencia de la nacioacuten plurieacutetnica El Estado Plurinacional advierte la relacioacuten de poder entre culturas y postula invertirla llevando a las naciones indiacutegenas a la hegemoniacutea del Estado (Garciacutea Linera 2014)

Los pueblos indiacutegenas en Ameacuterica Latina trayectoriasEn este apartado presentamos a manera de ejemplos las trayecto-rias de algunos colectivos indiacutegenas teniendo en cuenta sus derro-teros ante los Estados coloniales y nacionales

De Tiahuanaco al Estado Plurinacional boliviano5

Bolivia es en la actualidad un paiacutes mediterraacuteneo en el centro de Ameacuterica de Sur geograacuteficamente bien delimitado por la cordillera de los Andes ndashque lo atraviesa de norte a surndash la cuenca del Plata y la amazoacutenica Si bien su ubicacioacuten lo coloca como una regioacuten de ca-raacutecter semitropical su poblacioacuten se concentra fundamentalmente y desde tiempos prehispaacutenicos en la franja de montantildeas valles y mesetas altiplaacutenicas que dibuja la topografiacutea quebrada de los Andes

En el pasado fue sede de una gran civilizacioacuten de agricultores y alfareros conocida como Tiahuanaco en el sur del lago Titicaca

5 El presente apartado recupera registros de trabajo de campo histoacuterico-an-tropoloacutegicos en Bolivia realizados en los antildeos 2016 y 2017 por Alicia Lodeserto el marco del Proyecto ldquoLuchas y Luchadoresrdquo Universidad Nacional de Riacuteo CuartondashUniversidad Nacional de Rosario (dirigido por la Dra Ana Mariacutea Rocchietti) y de la tesis en curso del Doctorado en Desarrollo Territorial (Facultad de Ciencias Econoacute-micas UNRC)

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cuya influencia cultural parece haberse expandido por las regiones de los altos los valles y las costas Luego de su declive posiblemente hacia el 1200 dC el altiplano fue dominado por pueblos de habla aymara poliacuteticamente organizados en reinos independientes con jefaturas locales y regionales Sumamente guerreros y econoacutemica-mente potentes desarrollaron un complejo sistema de integracioacuten vertical de sistemas micro-ecoloacutegicos basado en la produccioacuten agriacute-cola y en un intercambio (no mercantil) ligado al parentesco y las obligaciones laborales (Klein 2015)

La expansioacuten de los Incas en la segunda mitad del siglo XV los subordinoacute convirtiendo al territorio aymara en una provincia del Imperio Inca nombrada como Collasuyo Los Incas del Peruacute modifi-caron poco la organizacioacuten social econoacutemica y poliacutetica de los reinos aymaras pero la aprovecharon para colonizar los valles usufruc-tuar su riqueza con mano de obra servil y tambieacuten para detener la amenaza de nacionalidades del oriente amazoacutenico (especialmente guaraniacutees y chiriguanos) dispuestas a ocupar el Collasuyo (Anteza-na 2014)

Los conquistadores espantildeoles llegados al altiplano sur halla-ron un territorio de enorme riqueza econoacutemica y muy densamen-te poblado En 1538 Hernando y Francisco Pizarro entraron en el altiplano sur al que llamaron Charcas o Alto Peruacute y establecieron dos centros urbanos importantes Chuquisaca (hoy Sucre) y Poto-siacute En los siguientes dos antildeos los espantildeoles ocuparon la regioacuten del Chaco hasta el riacuteo Paraguay y la de los llanos amazoacutenicos pobladas por chiquitanos y moxentildeos La colonizacioacuten espantildeola definioacute asiacute las fronteras del Alto Peruacute su configuracioacuten eacutetnica entre aymaras del altiplano quechuas de los valles y pueblos selviacutecolas de la Ama-zoniacutea Tambieacuten delineoacute su desarrollo econoacutemico basado en la indus-tria minera de la plata la integracioacuten del mercado agriacutecola indiacutegena con el espantildeol y la explotacioacuten de la mano de obra mediante la mita la encomienda y a partir de la segunda mitad del siglo XVI el pon-gaje o trabajo de servidumbre en las haciendas

La independencia del Alto Peruacute en 1825 posibilitoacute la constitu-cioacuten de la Repuacuteblica de Bolivia pero no significoacute la inmediata elimi-nacioacuten de las estructuras coloniales que perduraron hasta la Refor-ma Agraria ejecutada por el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario en 1953 Luego de la mexicana (primera mitad del siglo XX) ella concreta una de las experiencias de transformacioacuten

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de las estructuras socioeconoacutemicas maacutes importantes en Ameacuterica Latina redistribuye las tierras del antiguo latifundio de proceden-cia colonial y establece la abolicioacuten de la servidumbre indiacutegena ru-ral Mientras en las regiones del Altiplano y los Valles se redujo la hacienda en pos de la propiedad comunitaria familiar y de pequentildea empresa en el oriente amazoacutenico se dio impulso a la expansioacuten de la hacienda

En un ensayo de 2012 el socioacutelogo mexicano y especialista en desarrollo rural Armando Bartra sostiene que los campesinos latinoamericanos son campesino-indio o en sus propias palabras campesinindios Es decir para Bartra los campesinos en nuestro continente son producto del capitalismo globalizado y la resistencia a eacutel pero tambieacuten de un trasfondo histoacuterico arraigado en el some-timiento colonial y sus instituciones Asiacute comparten un lugar en la estructura socioeconoacutemica un ethos milenario definido por la comunidad agraria y una sentildea identitaria configurada por la india-nidad (Bartra 2012)

Bolivia es un caso paradigmaacutetico en este sentido puesto que tanto las comunidades rurales del altiplano como los pueblos del oriente cuya subsistencia depende de los recursos del bosque ama-zoacutenico reivindican su identidad indiacutegena en referencia a su vincu-lacioacuten con la produccioacuten y el producto de la tierra De modo que en Bolivia por lo menos cuestioacuten indiacutegena y cuestioacuten agraria son las caras de una misma moneda Por esta razoacuten tal vez en este paiacutes el campesino indiacutegena ndashaunque tambieacuten el minero indiacutegenandash ha sido siempre un sujeto insurrecto

La persistencia de la rebelioacuten campesina y obrera puede mos-trarlo Esta es tierra del cacique aymara Tupac Katari en la rebelioacuten indiacutegena contra el orden colonial en 1781 de Zaacuterate Willka liacuteder comunero en la Guerra Federal de 1898 de Juan Lechin Oquendo Secretario General de la Central Obrera Boliviana y activista fun-damental en la Revolucioacuten de 1952 asiacute como tambieacuten de la gue-rrilla Ntildeancahuazuacute comandada por el ldquoCherdquo Guevara en 1966 En el campo seraacuten fundamentales la rebelioacuten de Machaca en 1920 la de Chayanta en 1927 los motines contra las formas de trabajo en la hacienda en Cochabamba producieacutendose en 1947 el levantamien-to campesino maacutes importante del siglo XX que impulsa la Reforma Agraria de 1953

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En este marco el sindicalismo obrero y campesino es un protagonis-ta fundamental de la historia contemporaacutenea de Bolivia la Central Obrera Boliviana nucleoacute al movimiento de mineros fundamental-mente en la deacutecada del 70 del siglo XX y la Central Sindical Uacutenica de Trabajadores Campesinos de Bolivia lideroacute la movilizacioacuten cam-pesina-indiacutegena desde su fundacioacuten en 1979 hasta el presente Por su parte la corriente de pensamiento indianista a partir de las tesis de poder indio de Fausto Reinaga dio contenido filosoacutefico al movi-miento Katarista y su impulso por un gobierno indiacutegena en Bolivia Este seraacute la base poliacutetica para la eleccioacuten del primer presidente indiacute-gena Evo Morales ocurrida en 2005 (Rocchietti y Lodeserto 2017)

El boliviano es hasta ahora el uacutenico Estado que ha hecho la experiencia concreta de la plurinacionalidad al reconocer que la existencia fiacutesica y juriacutedica de las naciones indiacutegenas debe traducir-se en la conduccioacuten o direccioacuten del Estado La nueva Constitucioacuten aprobada en 2009 busca reparar lo que considera un dantildeo histoacuterico ocasionado por el Estado colonial (y el nacional que tambieacuten es co-lonizador) sobre las poblaciones indiacutegenas Establece que en Bolivia el Estado es Plurinacional y Comunitario garantizando la libre de-terminacioacuten de las naciones y pueblos indiacutegenas en el marco de la unidad del Estado Por primera vez se reconoce con status constitu-cional el derecho de las comunidades indiacutegenas a su identidad au-tonomiacutea y territorio Seguacuten Noguera Fernaacutendez (2011) la novedad juriacutedica que reviste este texto constitucional se halla en atributos que el constitucionalismo moderno del siglo XIX no reconoce tales como

bull la incorporacioacuten de los derechos sociales como derechos fundamentales (con igual jerarquiacutea y proteccioacuten juriacutedica que los civiles y poliacuteticos)

bull la definicioacuten del mecanismo de democracia participativa con la intencioacuten de superar los tradicionales de democra-cia representativa Para ello reemplaza la figura de ldquorepre-sentacioacutenrdquo por la de ldquomandatordquo y establece el ejercicio del control social de la gestioacuten puacuteblica en todos los niveles del Estado

bull la posibilidad de los pueblos indiacutegenas de elegir manda-tarios en las instituciones estatales por formas propias asamblearias de elegir autoridades

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bull la idea de crear un nuevo Estado integralmente constitui-do por una pluralidad de praacutecticas culturales

Sinteacuteticamente puede destacarse que

bull reconoce con rango constitucional a las 34 naciones indiacute-genas en el marco del Estado Es decir Bolivia es un Estado con naciones muacuteltiples todas con derechos civiles poliacuteti-cos y sociales en tanto bolivianos y con derechos particu-lares en tanto naciones indiacutegenas pre-existentes a Bolivia

bull Establece que las 34 lenguas indiacutegenas son oficiales ade-maacutes del castellano y que los funcionarios puacuteblicos deben hablar el castellano y un idioma indiacutegena

bull Decide que la educacioacuten es intercultural y bilinguumle que la justicia es plural en tanto habriacutea una justicia nacional y una justicia comunitaria

bull Define que la economiacutea es plural aceptando la existencia de la propiedad privada la estatal la cooperativa y la co-munitaria

bull Instituye que la democracia es representativa pero con-vive con la democracia comunitaria que es asamblearia reconociendo el modo de eleccioacuten de jefes poliacuteticos propio de las comunidades indiacutegenas para su postulacioacuten como diputados La forma de eleccioacuten es plurinominal y unino-minal (Lodeserto en prensa)

En Identidad Boliviana Nacioacuten mestizaje y plurinacionalidad Garciacutea Linera (2014) interpreta que el Estado Plurinacional es con-secuencia de la formacioacuten inconclusa del Estado nacioacuten en Bolivia Su independencia de la Corona espantildeola ocurre en 1825 y en 1826 promulga su primera Constitucioacuten Esta diferencia a los bolivianos (todos) de los ciudadanos (pocos) a partir de su idioma propiedad de la tierra y alfabetizacioacuten aquellos que no hablaban el castellano y no eran propietarios eran bolivianos pero no ciudadanos Esto sig-nifica que la minoriacutea duentildea de tierras y castellanizada podiacutea ejercer derechos poliacuteticos de los que quedaba excluida la mayoriacutea indiacutegena que trabajaba para las haciendas y no hablaba castellano Entonces dice el vicepresidente hay un concepto de nacioacuten boliviana que desconoce lo indio y hay un criterio etno-racial que define la perte-

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nencia o no a ella y la adscripcioacutenque desarrolla el campesinado es a la hacienda y no a la nacioacuten

Recieacuten en 1952 las clases dominantes (presionadas por enor-mes levantamientos campesino-indiacutegena y mineros) modifican esta forma de entender la nacioacuten El gobierno del Movimiento Nacio-nalista Revolucionario establece el sufragio universal al eliminar el requisito de alfabetizacioacuten y propiedad de la tierra De manera que ampliacutea la ciudadaniacutea a la mayoriacutea indiacutegena de Bolivia pero la for-macioacuten de la nacioacuten vuelve a ser incompleta porque el que otorga los derechos a campesinos-indiacutegenas es el sindicato que delinea una identidad sindical pero no precisamente nacional Este proceso in-concluso de formacioacuten de la nacioacuten estaacute en la base del surgimien-to de un Estado plurinacional que va resolviendo la relacioacuten entre nacioacuten boliviana y naciones indiacutegenas a traveacutes de la formacioacuten de una identidad compuesta que imbrica identidad nacional estatal e identidades culturales indiacutegenas pre-existentes y de la indianiza-cioacuten del Estado pues lo indio en el poder del Estado opera como la indianizacioacuten de la nacioacuten (Garciacutea Linera 2014)

Esta interpretacioacuten acentuacutea la incapacidad del Estado a lo largo de su vida independiente de homogeneizar la cultura y su-bordinar las clases situacioacuten visible en la persistencia de los levan-tamientos de los subalternos y la guerra civil Cuestioacuten que el filoacute-sofo y ex viceministro de planificacioacuten Rauacutel Prada (comunicacioacuten personal 24 de octubre de 20166) expresa sosteniendo que el Estado Plurinacional solo concreta un acuerdo entre tierras altas y tierras bajas que ha hecho posible la gobernabilidad derivado del Pacto de Unidad entre las organizaciones sociales en 2004 (Lodeserto 2016)

La cuenca del Amazonas del ldquosalvajismordquo al ldquoturismo exoacuteticordquo7

6 Entrevista realizada en 24 de octubre de 2016 en la ciudad de La Paz por Ana Mariacutea Rocchietti y Alicia Lodeserto7 En esta seccioacuten recortamos los ejemplos a la Amazoniacutea peruana regioacuten en la cual los autores de este trabajo realizaron experiencias etnograacuteficas entre 1999 y 2016 incluyendo la visita a la ciudad de Iquitos y maacutes de una decena de caseriacuteos situados en afluentes del Amazonas Las mismas se enmarcaron en el se-minario ldquoLos Andes antes de los Inkardquo Instituto Joaquiacuten V Gonzaacutelez Buenos Aires bajo la responsabilidad de Ana Mariacutea Rocchietti

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Amazoniacutea es una vasta regioacuten selvaacutetica localizada en el centro y norte de Ameacuterica del Sur La cuenca del riacuteo homoacutenimo comprende un aacuterea de biodiversidad cuantiosa con reservas de agua dulce En ella se distinguen dos grandes subregiones muy caracteriacutesticas la ldquotierra firmerdquo con recursos dispersos pero continuamente disponi-bles y la ldquollanura de inundacioacuten o varzeardquo en donde alternan la es-casez y la abundancia seguacuten suba o baje el riacuteo (Meggers 1976 p 17)

En teacuterminos geopoliacuteticos la Amazoniacutea constituye un esce-nario de control estrateacutegico en el cual tuvieron lugar numerosas praacutecticas extractivas de diferentes recursos Nueve paiacuteses suda-mericanos comparten jurisdiccioacuten poliacutetica en la regioacuten lo cual ha ocasionado tensiones y disputas entre Ecuador Peruacute Colombia por citar algunos casos

Seguacuten San Romaacuten (1994) la historia de la Amazoniacutea ndashen par-ticular la peruanandash puede dividirse en los siguientes periacuteodos 1 indiacutegena (hasta 1542) 2 misional (1543-1769) 3 de nacimiento del capitalismo (1769-1880) 4 del caucho (1881-1914) 5 de recesioacuten (1914-1943) 6 de integracioacuten a la vida nacional (1944-1970) 7 del petroacuteleo y de la coca (1971-1990) y agregamos nosotros 8 del hori-zonte neo-colonial (1991-continuacutea) recuperando la nocioacuten de hori-zonte colonial de Rocchietti (1999)

Desde tiempos precolombinos la cuenca estaacute habitada por diferentes grupos eacutetnico-linguumliacutesticos organizados a partir del pa-rentesco y la familia extensa Antes de la conquista europea sus emplazamientos eran pequentildeos en teacuterminos demograacuteficos y sus ha-bitantes llevaban un estilo de vida seminoacutemada ligado a la caza la pesca la recoleccioacuten y la horticultura de quema y roza Esta uacuteltima teacutecnica agriacutecola que auacuten pervive consiste en el corte y la quema controlada de un sector de monte primario (aproximadamente en-tre 1000 a 3000 m) el cual una vez sembrado suele denominarse ldquochacrardquo Como los suelos amazoacutenicos pierden prontamente sus nu-trientes despueacutes de dos o tres cosechas los moradores inician un nuevo desmonte (Meggers 1976 p 36)

Seguacuten los primeros cronistas y misioneros que se adentraron en la selva las diferencias sociales entre los indiacutegenas estaban de-terminadas por la edad y el sexo y no por la posesioacuten de bienes En palabras de Clastres (1987) eran sociedades igualitarias e indivisas que habiacutean disentildeado mecanismos de control social tales como la

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redistribucioacuten y la reciprocidad que evitaban la emergencia del Es-tado y por tanto la instauracioacuten de la jerarquizacioacuten social En tal sentido no es detalle menor que estas poblaciones no fueron con-troladas de manera directa por los Inca

Durante el periacuteodo colonial la presencia europea en la re-gioacuten tambieacuten fue discontinua siendo caracterizada por San Romaacuten como el momento misional El contacto intereacutetnico se inicia con los conquistadores europeos que arribaron en busca de tesoros Estas entradas de caraacutecter militar no siempre fueron exitosas ya que la mayoriacutea de los grupos nativos opusieron resistencia Las cuatro ex-pediciones maacutes reconocidas que surcaron la Amazoniacutea fueron las de Francisco de Orellana (1542) Pedro de Uacutersua (1559) Capitaacuten Pa-lacios (1636) y Pedro de Texeira (1637) Los tres primeros respondiacutean a las oacuterdenes de la Corona espantildeola y el uacuteltimo a la Corona portu-guesa

Durante los siglos XVII y XVIII los miembros de distintas oacuter-denes religiosas se adentraron en la selva con el propoacutesito de con-vertir a los ldquosalvajesrdquo en la fe cristiana a traveacutes de la fundacioacuten de pueblos de indios misiones yo reducciones A partir de estas ac-ciones varios pueblos indiacutegenas fueron trasladados a las riberas de los riacuteos y concentrados en caseriacuteos compuestos generalmente por grupos diferentes y a veces enemigos Los misioneros tambieacuten bus-caron imponer la familia de tipo nuclear y una economiacutea orienta-da al mercado sedentaria y de previsioacuten (ganaderiacutea y agricultura) Los franciscanos actuaron sobre el riacuteo Ucayali y los jesuitas sobre el Napo y sus afluentes La expulsioacuten de los uacuteltimos por parte de la Corona espantildeola en 1769 cierra este periacuteodo

El tercer periacuteodo conceptualizado como de nacimiento del ca-pitalismo (1769-1880) se vincula con el proceso de ldquonacionalizacioacuten de la Amazoniacuteardquo en razoacuten del intereacutes que comienza a tener la selva para los Estados afectados por su cuenca Asiacute Brasil Peruacute Colombia Ecuador Bolivia entre otros buscaron afirmar su soberaniacutea territo-rial en la regioacuten frente a los paiacuteses vecinos a partir de la aprobacioacuten de leyes relativas a la navegacioacuten de los riacuteos la colonizacioacuten del te-rritorio la reduccioacuten de los indiacutegenas la explotacioacuten de los recursos econoacutemicos y el enviacuteo de misioneros (Garciacutea Jordaacuten 1998)

Sin embargo fue el ciclo del caucho (1880 y 1914) el momento bisagra en la vida de la poblacioacuten amazoacutenica En este periacuteodo los

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Estados nacionales redefinieron la visioacuten de sus territorios tropica-les asignaacutendoles un rol productivo o para hablar con precisioacuten ex-tractivo al tiempo que los capitales internacionales impulsaron el ingreso de la regioacuten al mercado mundial En paralelo a las praacutecticas imperialistas en las colonias europeas en Aacutefrica y Asia la explota-cioacuten cauchera reinstaloacute la ldquocaceriacuteardquo de indiacutegenas junto a una infini-dad de formas de sumisioacuten y esclavitud Ademaacutes de las muertes se acentuaron los traslados compulsivos de poblacioacuten hacia las maacuter-genes de los riacuteos y las ldquocasas caucherasrdquo Por ejemplo la Casa Arana apostada sobre el riacuteo Putumayo (Colombia) y ligada a capitales pe-ruanos e ingleses fue denunciada por una infinidad de iliacutecitos en contra de los grupos nativos (Garciacutea Jordaacuten 1998 p 16)

En la interpretacioacuten de Rocchietti etal (2017) la estructura-cioacuten social contemporaacutenea de la regioacuten amazoacutenica se sustenta en la esclavitud la subordinacioacuten la sumisioacuten y la servidumbre Las poblaciones indiacutegenas quedaron paulatinamente subsumidas en relaciones sociales ldquopatroacuten- comunidadrdquo tanto por las casas cauche-ras como en relacioacuten a patrones individuales con capacidad para apropiarse de ldquolotesrdquo de pobladores originarios Esta es la geacutenesis de las haciendas de mediados del siglo XX

El periacuteodo que sucede al boom cauchero (de recesioacuten) se vin-cula con el abandono del intereacutes internacional en el caucho amazoacute-nico y por tanto el retiro de las empresas involucradas en la activi-dad Para la poblacioacuten indiacutegena ya ligada a un mercado de consumo de tipo capitalista ello significoacute el ldquodesempleordquo Algunos ldquoregresaron al monterdquo mientras que otros se conchabaron como braceros de las reconvertidas haciendas

Para los estados de la cuenca amazoacutenica el fin el caucho su-puso tambieacuten una reduccioacuten de los ingresos tributarios Para com-pensarlo impulsaron la extraccioacuten de maderas finas leche caspi barbasco o cube cueros pieles y petroacuteleo A su vez promovieron la explotacioacuten de las tierras con el objeto de obtener cafeacute tabaco y algodoacuten De manera paralela se desarrollaron poliacuteticas puacuteblicas tendientes a la ldquomodernizacioacutenrdquo de los nativo-campesinos El Estado peruano apeloacute a la ldquoconscripcioacuten vialrdquo que consistiacutea en el recluta-miento obligatorio de indiacutegenas para trabajos de construccioacuten y re-paracioacuten de caminos carreteras y rutas (Luna 1998 pp 75-77)

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Otro momento del proceso histoacuterico de la selva que cita San Romaacuten es el de integracioacuten a la vida nacional (1943-1970) Un elemen-to central fue la construccioacuten estatal de carreteras que vincularon la selva con los otros espacios econoacutemicos peruanos (sierra y costa) Tambieacuten se planificoacute la colonizacioacuten de la regioacuten con el afaacuten de re-unir mano de obra necesaria para las empresas extractivas o como una forma de descomprimir la complicada situacioacuten social De la mano de este proceso se incrementoacute la presencia militar se crearon escuelas y se dio asistencia teacutecnica y crediticia a los productores de otras regiones que se dirigiacutean a la selva

Para los indiacutegenas este periacuteodo se caracteriza por un lado por el pasaje de la relacioacuten directa entre el patroacuten y los nativos a una vinculacioacuten de tipo indirecto en la que tienen un rol protagoacute-nico los intermediarios comerciales tales como regatones chinga-neros y rentistas que terminan convirtieacutendose en acreedores de los poblados Por otro lado en la deacutecada de 1950 el gobierno nacional propicioacute bajo el lema ldquoasimilar a los salvajesrdquo la presencia de pre-ceptores encargados de ensentildear el alfabeto castellano y suprimir las praacutecticas medicinales tradicionales el chamanismo etc

Bajo esta poliacutetica por ejemplo el Estado peruano selloacute un acuerdo con el Instituto Linguumliacutestico de Verano (EE UU) dedicado a la investigacioacuten de lenguas nativas y la recopilacioacuten de leyendas canciones entre otros aspectos (San Romaacuten 1994) Los miembros del ILV como los maestros que fueron formados por ellos participa-ron de una experiencia escolar enmarcada en un modelo asimila-cionista y civilizatorio (Trapnell 1996 p 167) que auacuten pervive en la regioacuten En los relatos contemporaacuteneos suelen emerger expresiones tales ldquoantes andaacutebamos dispersos cuando vinieron los gringos nos unieronrdquo es decir los aglutinaron bajo la forma de caseriacuteoscomuni-dades actuales (Peacuterez Zavala 2014a)

Esto uacuteltimo significoacute la puesta en praacutectica de acciones apoya-das en la poliacutetica indigenista nacional que veiacutea en los pueblos na-tivos el fiel reflejo del atraso asumiendo que era necesaria su ldquoin-corporacioacutenrdquo al mundo occidental para el desarrollo del paiacutes Este hecho aporta un nuevo elemento para la reflexioacuten acerca de los liacute-mites entre el campo del saber y la poliacutetica esto es la contribucioacuten de la ciencia antropoloacutegica al colonialismo imperialista primero y al colonialismo de corte nacional luego

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La descripcioacuten histoacuterica de los pueblos de la selva continuacutea con el periacuteodo del petroacuteleo y de la coca San Romaacuten (1994) lo situacutea entre 1970 y 1990 aunque podriacutea extenderse hasta el presente En el Peruacute esta etapa se inicia con la Reforma Agraria impulsada por el presidente de facto Velazco Alvarado A partir de la misma y bajo un plan estatal de diagnoacutestico de las poblaciones de la sie-rra y la selva los comuneros accedieron a los tiacutetulos de las tierras que habitaban Las entregas fueron formalizadas de manera colec-tiva a comunidades que se reconocieron como nativas (indiacutegenas) o como mestizas Las primeras recibieron maacutes extensiones de monte y mejores cuotas de extraccioacuten que las segundas Sin embargo en teacuterminos generales predominaron las adscripciones de mestizos en razoacuten del descreacutedito social del indiacutegena (Olmedo y Peacuterez Zavala 2002)

Paralelamente la creciente presencia de la coca y de empre-sas madereras transformoacute a una considerable masa de nativos en ldquoasalariados eventualesrdquo y en agricultores independientes incor-poraacutendolos a la economiacutea de mercado (Riacuteos Zantildeurtu 1995 p 174) La influencia de los regatones se incrementoacute y con ello el endeu-damiento y la modificacioacuten de las ldquoproduccionesrdquo de la selva En las uacuteltimas deacutecadas la venta de artesaniacuteas y de servicios ldquotiacutepicosrdquo de las comunidades tales como fiestas tradicionales para el turismo inter-nacional revisten gran importancia en el acceso a dinero en las co-munidades (Peacuterez Zavala 2014b)

Finalmente proponemos caracterizar los uacuteltimos 30 antildeos de la historia amazoacutenica a partir de la expresioacuten horizonte neo-colonial Los trabajos de campo etnograacuteficos en la regioacuten peruana nos han permitido constatar la pervivencia del modelo extractivo ligado a la explotacioacuten de petroacuteleo gas oro maderas al que se suman im-portantes negocios internacionales tales como el narcotraacutefico y las industrias farmaceacuteuticas y de resguardo geneacutetico Asimismo las poliacuteticas de los Estados nacionales testifican la pretensioacuten ldquomoder-nizadorardquo de la poblacioacuten amazoacutenica en especial a partir de progra-mas educativos y de salud que direccionan las formas de vida de estas poblaciones La presencia de ONGs generalmente proceden-tes de paiacuteses europeos tambieacuten repercute en los procesos de asen-tamiento organizacioacuten economiacutea domeacutestica educacioacuten y salud de las comunidades nativas En algunos casos quienes impulsan estos

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procesos son organizaciones religiosas especialmente aquellas de culto evangeacutelico

La situacioacuten colonial tambieacuten se hace expliacutecita en la dispu-ta geopoliacutetica en especial por los proyectos de ldquointernacionaliza-cioacuten de la Amazoniacuteardquo (Abiacutenzano 1993 p 35) Por ejemplo el Pacto Amazoacutenico (1978) y el Plan Colombia (1999) declaran la intencioacuten de preservar a los aboriacutegenes en la cuenca aunque en los hechos ella queda subsumida a la defensa de ldquootros interesesrdquo prioritarios (Gambetta 2000) Ademaacutes estas declaraciones omiten referirse al traacutegico efecto de las acciones militares sobre los pueblos que habi-tan la selva La rebelioacuten indiacutegena ldquoBaguazordquo ocurrida en 2009 en momentos en los que Peruacute y EE UU estaban por acordar el Tratado de Libre Comercio es expresioacuten de la falta de consulta a las comuni-dades y del accionar de eacutestas para decidir sus propios destinos (Roc-chietti et al 2017)

En siacutentesis podemos decir que los pueblos indiacutegenas de Ama-zoniacutea estaacuten insertos en un proceso de ldquoconquista inacabadardquo en el que el despojo de sus medios de vida se reitera ciacuteclicamente a traveacutes de la penetracioacuten extractiva (Olmedo 2001)

Los ranqueles en la Pampa central de naciones soberanas a minoriacuteas eacutetnicas8

La llegada de los conquistadores europeos al continente americano transformoacute de manera radical la historia de los pueblos indiacutegenas que lo habitaban desde tiempos remotos Sin embargo ese proceso no reconoce una uacutenica direccioacuten ya que mientras algunos colecti-vos fueron tempranamente derrotados o asimilados otros opusie-ron una fuerte y prolongada resistencia a la ocupacioacuten de sus terri-torios Dentro de este uacuteltimo grupo se encuentran los que poblaban el sur de continente americano (denominados por las primeras fuentes como araucanos aucas pampas querandiacutees etc) En los liacute-mites del Tawantisuyu primero y del Imperio espantildeol despueacutes estos pueblos se mantuvieron hasta fines del siglo XIX como ldquosoberanosrdquo

8 Este apartado cuyo tiacutetulo se inspira en el de la tesis de Martha Bechis (1984) sintetiza buena parte de nuestras investigaciones etnohistoacutericas sobre la frontera sur de Coacuterdoba y los ranqueles durante el siglo XIX Veacutease entre otros Tamagnini 2006 Tamagnini y Peacuterez Zavala 2010 Peacuterez Zavala 2014c Peacuterez Zavala Tamagnini y Olmedo 2016

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Para demarcar esas fronteras los espantildeoles erigieron un con-junto de fuertes y fortines extendidos desde el Atlaacutentico hasta el Paciacutefico y concebidos como un lugar de guerra intermitente de avanzada sobre el territorio indiacutegena En el extremo de la Capitaniacutea de Chile se conformoacute la regioacuten de la Araucaniacutea tambieacuten conocida como ldquoLa Fronterardquo Alliacute la guerra inicial entre mapuches y espa-ntildeoles dio lugar a prolongados parlamentos durante los siglos XVII y XVIII Al mismo tiempo y de manera contraria en la vertiente occidental de la cordillera de los Andes aumentoacute la beligerancia intereacutetnica Para proteger los circuitos comerciales y ante el agota-miento del ganado cimarroacuten los Borbones procuraron articular las fortificaciones militares que atravesaban las pampas

Los ranqueles ranquilches o rancucheles eran uno de estos grupos indiacutegenas ldquono sometidosrdquo (Weber 1998) autoacutenomos o so-beranos que maloqueaban la frontera imperial Desde las uacuteltimas deacutecadas del siglo XVIII y hasta 1879 ellos habitaron en el ldquoMamil Mapuacuterdquo o ldquoPaiacutes del Monterdquo un vasto espacio del monte pampeano9 en el que predominaba el caldeacuten Si bien tuvieron que ldquoadaptarserdquo a las dificultades que suponiacutea el ambiente semiaacuterido de la pampa central su localizacioacuten geograacutefica fue estrateacutegica ya que les permitiacutea vin-cularse con otros grupos indiacutegenas y con las fronteras de Mendoza San Luis Coacuterdoba Santa Fe y Buenos Aires (Ratto 1996 p 27 Zink y Salomoacuten Tarquini 2014 p 53)

Su territorio estaba demarcado por tolderiacuteas de variado tama-ntildeo desperdigadas en el paisaje pero unidas por rastrilladas En el siglo XIX Leubucoacute y Poitagueacute fueron las moradas de caciques de renombre en tanto que en las regiones maacutes cercanas a la frontera con los ldquocristianosrdquo (riacuteo Cuarto o Quinto seguacuten las eacutepocas) estaban los ldquoindios fronterizosrdquo (en tiempos de la colonia) o los ldquoindios de la orilla o de la entradardquo (en la etapa nacional)

Las diferencias en las disposiciones de los toldos teniacutean su co-rrelato en las variaciones en las poliacuteticas intereacutetnicas e intraeacutetnicas Si repasamos las estrategias desplegadas por caciques capitanejos indios lanzas o chinas a lo largo del siglo XIX podemos apreciar la permanente tensioacuten entre impulsar acciones comunes o poliacuteti-cas disociadas Tambieacuten constituye una constante en la historia de los ranqueles el despliegue paralelo de estrategias de alianza y de

9 Actualmente corresponde al territorio de la Provincia de La Pampa en la Argentina

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guerra intereacutetnica Conocedores de las reglas de la diplomacia y la guerra sus caciques negociaron con las autoridades coloniales in-dependentistas y nacionales numerosos acuerdos de paz Sin em-bargotambieacuten se aliaron y efectuaron malones conjuntos con fac-ciones contrarias a los gobiernos de turno

Al repasar brevemente su historia en las pampas lo primero que se impone es el tratado de paz de 1796 acordado entre los caci-ques Carripilum y Trecglen o Chacaleacuten (definidos como ranqueles) y el marqueacutes de Sobremonte (Gobernador Intendente de Coacuterdoba del Tucumaacuten) Esta alianza inauguroacute un periacuteodo de relativa paz en la regioacuten del riacuteo Cuarto que se extendioacute hasta las guerras de la inde-pendencia

En la deacutecada de 1810 el despliegue del poder de los revolu-cionarios maacutes la resistencia indiacutegena afectaron las relaciones entre los indiacutegenas y cristianos producieacutendose nuevamente un pasaje de la paz a la guerra Historiograacuteficamente no existe acuerdo respec-to a cuando ocurrioacute este cambio pero siacute es visible que a lo largo de la deacutecada de 1820 los ranqueles sostuvieran una poliacutetica ambiva-lente mientras algunos maloquearon y se aliaron con fuerzas re-alistas como las de Joseacute Miguel Carrera o los hermanos Pincheira otros pactaron con los federales y los unitarios indistintamente Por entonces otro conjunto de ranqueles residiacutea en proximidades de la Punta del Sauce o La Carlota como ldquoindios mansosrdquo en tanto que el cacique Llanquelen habiacutea abandonado la Tierra Adentro y residiacutea como ldquoindio amigordquo en el Fuerte Federacioacuten (hoy Juniacuten Provincia de Buenos Aires) (Barrionuevo Imposti 1986)

Otro momento y quizaacutes el maacutes excepcional para examinar el itinerario de los ranqueles en las pampas es el que se inaugura con la llegada de Juan Manuel de Rosas a la gobernacioacuten de la provincia de Buenos Aires Durante su mandato al frente de la Confederacioacuten Rosas se atribuyoacute la facultad exclusiva de hacer tratos con los in-dios dejando a los gobernadores de las otras provincias en una posi-cioacuten debilitada Para ello apeloacute a una poliacutetica de fronteras basada en un sistema de contraprestaciones consistente en la neutralizacioacuten de los movimientos indiacutegenas mediante la aplicacioacuten simultaacutenea de campantildeas militares -como la famosa Expedicioacuten al Desierto de 1833 considerada antecesora de la de Roca de 1879- y el estableci-miento del ldquonegocio paciacuteficordquo (Ratto 2007 p 103)

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En ese marco consolidoacute relaciones de amistad con los saline-ros en particular con Calfucuraacute y otros grupos pampeanos pero se enfrentoacute fuertemente con los ranqueles que en numerosas ocasio-nes invadieron estancias fuertes y poblados Un factor que contri-buyoacute a ubicar a los ranqueles en el campo de los ldquoindios enemigosrdquo fue que estos receptaron en sus tolderiacuteas a los ldquosalvajes unitariosrdquo que se oponiacutean a Rosas y otros gobernadores federales siendo los casos maacutes conocidos el del coronel Manuel Baigorria y el de los her-manos Saaacute

La oposicioacuten entre la Confederacioacuten Argentina y la Provincia de Buenos Aires durante la deacutecada de 1850 impactoacute directamente en la poliacutetica intereacutetnica beneficiando la capacidad de accioacuten de los indiacutegenas En 1854 los caciques ranqueles y salineros acordaron un tratados de paz con Justo Joseacute de Urquiza a partir del cual se con-virtieron en aliados de la Confederacioacuten y simultaacuteneamente en enemigos de la Provincia de Buenos Aires maloqueando reiterada-mente su frontera

La derrota de la Confederacioacuten urquicista en la batalla de Pa-voacuten (1861) en manos de Buenos Aires redefinioacute los viacutenculos intereacutet-nicos En esta ocasioacuten los ranqueles se posicionaron como enemigos de la emergente Repuacuteblica Argentina combinando sus esfuerzos y acciones con las montoneras provinciales del Chacho Pentildealoza y Felipe Varela Si bien en 1865 los caciques Mariano Rosas y Manuel Baigorrita Guala firmaron sendos tratados de paz las invasiones so-bre las desguarnecidas fronteras fueron reiteradas Nuevamente las tolderiacuteas ranquelinas receptaron proacutefugos y perseguidos por el ejeacutercito tras la derrota de las montoneras de 1863 y 1867

El uacuteltimo momento de la historia independiente de los ran-queles se inicia con el corrimiento de la liacutenea militar al riacuteo Quinto (1869) despueacutes de la sancioacuten de la Ley 215 de avance de la frontera hasta el riacuteo Negro Los pasos dados en teacuterminos de la unificacioacuten del Estado argentino hicieron que este avanzara en la imposicioacuten del control sobre todos aquellos que eran reacios a su orden entre ellos las tribus de Pampa y Patagonia Durante la deacutecada de 1870 la conjuncioacuten de expediciones punitivas sobre las tolderiacuteas tratados de paz que limitaban las acciones poliacuteticas y la militarizacioacuten y re-duccioacuten de ranqueles en los fuertes y las misiones de Villa Merce-des y Sarmiento debilitaron los movimientos de los indiacutegenas que resistiacutean en las Tierra Adentro

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En 1878 y 1879 el Ejercito Argentino comandado por Julio A Roca se internoacute definitivamente en las pampas Tras ello centena-res de ranqueles fueron aprisionados siendo diversos sus destinos la zafra en Tucumaacuten y Misiones la prisioacuten y cuarentena en la Isla Martiacuten Garciacutea el alistamiento militar el trabajo en los campos re-cientemente conquistados y en las ciudades de las provincias fron-terizas como Riacuteo Cuarto y San Luis

Buena parte de los ranqueles reducidos en la frontera del riacuteo Quinto continuaron durante la deacutecada de 1880 bajo la supervisioacuten del Ejeacutercito siendo movilizados a los fuertes de avanzada del re-cientemente creado Territorio Nacional de La Pampa General Acha y Victorica significaron paradoacutejicamente el regreso al Mamuel Mapu Alliacute caciques como Linconao Cabral Santos Morales y Lu-cho Baigorrita aglutinaron a la gente dispersa a la par que gestiona-ron tierras y sueldos ante las autoridades nacionales La formacioacuten de las colonias agro-pastoril Emilio Mitre y Los Puelches en el aacuteri-do oeste pampeano fue resultado de estas negociaciones (Salomon Tarquini 2010)

Paralelamente se imponiacutea el supuesto de que ldquola pampa ha-biacutea quedado sin indiosrdquo a tal punto que en 1898 ldquoel problema indiordquo dejoacute de estar en manos del Ministerio de Guerra y Marina para que-dar a cargo del Ministerio del Interior Se pasaba asiacute de las poliacuteticas de frontera a la ldquocuestioacuten socialrdquo en razoacuten de que los indiacutegenas se habiacutean transformado en ldquoobrerosrdquo o ldquotrabajadoresrdquo (Tarquini et al 2014 pp 158-159) La integracioacuten forzada a los mercados laborales regionales y los mecanismos de asimilacioacuten a la cultural nacional en los que antropoacutelogos e historiadores estuvieron involucrados contribuyen al proceso de ldquoocultamientordquo de la etnicidad Los des-cendientes de aquellos indiacutegenas soberanos procuraron ldquoesconderrdquo sus oriacutegenes en especial en la escuela en el ejeacutercito en la iglesia y en la estancia

Sin embargo en el uacuteltimo medio siglo comenzoacute un proceso de reemergencia eacutetnica el cual se activoacute en Colonia Emilio Mitre a inicios de la deacutecada de 1970 El detonante fue el intento de desalojo de sus tierras de los hijos nietos y bisnietos de los ranqueles que en 1900 fueron alliacute radicados Lentamente se fueron formando las organizaciones ranqueles contemporaacuteneas cuya territorialidad se expresa en las Provincias de La Pampa San Luis Coacuterdoba Mendoza y Buenos Aires En aacutereas rurales pero especialmente en los barrios

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perifeacutericos de las ciudades muchas familias transformaron la nega-cioacuten del ldquoabueloa indioardquo en orgullo eacutetnico y en razoacuten de reivindi-cacioacuten poliacutetica

Despueacutes de muacuteltiples acciones los distintos pueblos indiacutegenas suje-tos al Estado argentino lograron que la Constitucioacuten nacional refor-mada en 1994 en su artiacuteculo 75 inciso 17 definiera como atribucioacuten del Congreso Nacional

Reconocer la preexistencia eacutetnica y cultural de los Pue-blos Indiacutegenas argentinos Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educacioacuten bilinguumle e inter-cultural reconocer la personeriacutea juriacutedica de sus comu-nidades y la posesioacuten y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano ninguna de ellas seraacute enajenable transmisible ni suscep-tible de gravaacutemenes o embargos Asegurar su participa-cioacuten en la gestioacuten referida a sus recursos naturales y a los demaacutes intereses que los afecten Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones (Carrasco y Briones 1996 p 26)

Han pasado maacutes de dos deacutecadas de la escritura del mencio-nado texto constitucional sin embargo los reclamos indiacutegenas auacuten esperan su concrecioacuten La Ley Nacional 26160 2006 sobre ldquoEmer-gencia en Materia de Posesioacuten y Propiedad de las Tierras que tradi-cionalmente ocupaban las Comunidades Indiacutegenas Originarias del Paiacutesrdquo sigue sin cumplirse al tiempo que el Coacutedigo Civil y Comercial de la Nacioacuten (modificado en octubre de 2014) sigue poniendo de ma-nifiesto las contradicciones en el plano juriacutedico respecto del reco-nocimiento de hecho de las peticiones de los pueblos indiacutegenas En definitiva en la Argentina las poliacuteticas interculturales continuacutean siendo un desafioacute

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ConclusionesLa produccioacuten de saberes en el aacutembito de la ciencia permite poner al descubierto los avatares de los pueblos indiacutegenas en Ameacuterica Lati-na La antropologiacutea la arqueologiacutea la etnohistoria y la historia son campos del saber cientiacutefico social que legitimaron a traveacutes del tiem-po los procesos de colonizacioacuten y dominacioacuten pero a partir de nue-vos aportes teoacutericos y metodoloacutegicos y bajo la impronta de marcos ideoloacutegicos criacuteticos luego revisaron y denunciaron

Los enfoques disciplinares de los uacuteltimos cuarenta antildeos per-miten concluir que la realidad de las comunidades y pueblos indiacute-genas muchas veces invisibilizados negados en la historia en el relato y en el presente han posibilitado reconstruir desde la cultura material los documentos y los testimonios orales su insercioacuten des-igual en el proceso capitalista contemporaacuteneo

La realidad del altiplano boliviano la Amazoniacutea peruana y la pampa argentina permite dar cuenta de las transformaciones so-ciales y territoriales sufridas por estas comunidades Se trata de tres contextos diferentes pero de procesos comunes vinculados con la dominacioacuten poliacutetica la expropiacioacuten territorial la negacioacuten cultu-ral y la mercantilizacioacuten de las condiciones de vida

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ldquoAmeacutericardquo entre el estigma de la dominacioacuten y el enigma

del descubrimiento

Liliana Formento

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A modo de introduccioacuten

A diametral diferencia pues de la actitud que adoptan todos los historia-dores que parten con una Ameacuterica a la vista ya plenamente hecha ple-

namente constituida nosotros vamos a partir de un vaciacuteo de un todaviacutea no-existe Ameacuterica (O Gorman [1958] 1995)

Si bien hoy como dice Edmundo Orsquo Gorman tenemos una Ameacuterica a la vista ya plenamente constituida bajo esa denomina-cioacuten en este trabajo trataremos de reflexionar sobre el punto me-dular que incita su recorrido como tal No partimos de ldquoun vaciacuteordquo pues bien un amplio constructo intelectual ha dado cuentas de la sustancialidad emergente con la dominacioacuten colonial Pero dado ciertas praacutecticas de reconstruccioacuten del pasado respecto a que pa-rafraseando y resituando contextualmente las reflexiones de Eric Hobsbawm ldquocuando no hay un pasado que resulte adecuado siem-pre es posible inventarloy que el que nos ocupa estaacute viciado de ello pretendemos simplemente aportar algunas reflexiones tal como re-escrituracriacutetica para ldquoreconstruir eventos preteacuteritosrdquo (Hobsbawm 2005 p 17)

Para eso contamos con numerosas investigaciones como las de George Kubler Nicolaacutes Saacutenchez Albornoz Miguel Leoacuten Portilla John Murra y con los aporte de de Karl Polanyi entre tantos que vienen modificando y renovando enfoques categoriacuteas y metodolo-giacuteas a partir del estudio de diversas fuentes y la recuperacioacuten de las voces silenciadas Las perspectivas y estudios como los de Ana Ma-riacutea Rostworowski y Franklin Pease que sacaron a luz los documen-tos ineacuteditos que reflejaban la memoria andina NathanWachtel con su enfoque etnohistoacuterico de los Incas abordando la problemaacutetica Inca a partir de las estructuras de la desestructuracioacuten y de la me-moria actual de los acontecimientos Enrique Florescano quien es-cruta el problema de la identidad mexicana a partir de las culturas preexistentes y situacutea las raiacuteces de una identidad fragmentada en la ldquoinvasioacuten destructivardquo hispana Lesley Bethel con la compilacioacuten de la Historia de Ameacuterica Latina de Cambridge donde varios auto-res con trayectoria en los estudios coloniales como Gibson y Elliot se sumaron a la ruptura con la tradicioacuten historiograacutefica pasando a

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ofrecer verdaderos aportes que abren caminos para recuperar las ldquoaristasrdquo que se hallan ausentes en la ldquohistoria del descubrimientordquo

Sus estudios nos posibilitan revisar algunos rasgos delde los horizontes contemporaacuteneos desde donde se piensa la dominacioacuten colonial espantildeola asiacute como tambien repensar las tradiciones histo-riograacuteficas fundantes de nuestra historia En estas tramas de senti-do se tejieron y destejieron categoriacuteas teoacutericas mediante los susten-tos de los horizontes con los que se interpreta y cuestiona la historia construida que para nosotros conforma el momento originario de las vejaciones occidentales sobre el continente es decir una ruptu-ra y un punto de partida un antes y un despueacutes que asedia auacuten en la actualidad la posibilidad de pensarnos

Pues bien consideramos que numerosos acontecimientos han comprometido violentamente el devenir de Ameacuterica pero nin-guno trastornoacute el sentido de los sustentos de los pueblos residentes ni fue tan concluyente en la alineacioacuten y formacioacuten de una ldquonue-va sociedadrdquo o de un ldquonuevo proyectordquo histoacuterico como la ocupacioacuten inicial Por eso la ocupacioacuten de Ameacuterica todaviacutea hoy se nos sigue presentando como un enigma y como un estigma que enmarcan el comienzo de un largo proceso histoacuterico signado por la dominacioacuten colonial Un largo proceso donde se quiebra la trayectoria histoacuteri-ca de una multiplicidad eacutetnica a partir de la imposicioacuten de estruc-turas coloniales y en cuyo teloacuten de fondo compuesto y emergente en 1492 y los sucesivos antildeos que marcan las diferentes fases de la ocupacioacuten de los distintos espacios de esta parte del mundo preten-demos insertar una serie de reflexiones consideradas como apuntes de caacutetedra entre ellas las emanadas la estigmatizacioacuten que deriva en un nuevo deber ser de las sociedades originarias y la emergen-cia de una corriente historiograacutefica europeizante que emana incer-tidumbres semaacutenticas que permanecen arraigadas en las praacutecticas docentes

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El estigma emerge con la dominacioacutenNinguna lengua es maacutes importante que otra ninguna lengua es maacutes

eficaz que otra para expresar el mundo (Del Val)

hellip Todo lo que usted quiera siacute sentildeor pero son las palabras las que cantan las que suben y bajan Me prosterno ante ellashellip Se llevaron el oro y nos

dejaron el oro Se lo llevaron todo y nos dejaron todo Nos dejaron las palabras (Neruda)

A partir del avance colombino y la apropiacioacuten de esta par-te del mundo que luego seraacute denominada Ameacuterica comienza una etapa histoacuterica signada por la dominacioacuten colonial espantildeola Fue en-tonces cuando ndashy como dice Nerudandash ldquonos dejaron la palabrasrdquo las mismas que nos permiten seguir reflexionando pese a que ndashcomo sostiene Del Valndash nos privaron de muchas otras esas que otorgaban sentido al mundo de la multiplicidad eacutetnica radicada en esta parte el mundo

Si bien las ocupaciones territoriales medidas y analizadas en tiempos de lo que seraacuten las historias nacionales mexicana peruana o boliviana ndashentre otrasndash representan breves coyunturas calcula-das en tiempos continentales las mismas y el consiguiente el des-pojo de las comunidades conforman un continuum temporal cuya responsabilidad recayoacute primero en las potencias coloniales (Espantildea Portugal Inglaterra Francia Holanda) y luego en los Estados nacio-nales De hecho es un largo proceso donde se quiebra la trayecto-ria histoacuterica de una diversidad eacutetnica que hacia fines del siglo XV acreditaba entre 60 y 90 millones de habitantes y en el transcurso de unos pocos antildeos receptaraacute el peor desplome demograacutefico de la historia accidental

Ciertamente muchos acontecimientos han comprometido la historia de Ameacuterica Latina pero ninguno trasformoacute tan fuer-temente los cimientos y andamiajes sobre los que se sosteniacutean los pueblos de esta parte del mundo como las sucesivas ocupaciones territoriales encorsetadas con la denominacioacuten ldquodescubrimientordquo ldquoconquistardquo y ldquocolonizacioacutenrdquo Desde ahiacute que la ocupacioacuten de Ameacute-rica todaviacutea hoy se nos sigue presentando como un enigma1 Un

1 Enigma seguacuten la Real Academia Espantildeola (RAE) proviene del latinae-nigma y este del griego αἴνιγμα aiacutenigma Se trata un enunciado de sentido artifi-ciosamente encubierto para que sea difiacutecil de entender o interpretar y tambien de

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enigma porque existen numerosas dificultades en lo que atantildee a la comprensioacuten interpretacioacuten y anaacutelisis de lo emergente en 1492 un enigma tambieacuten porque el conjunto de palabras que lo explicagene-ra discursos donde prima el sentido del dominador cuyas palabras impiden o encubren a otro conjunto de palabras y porque al ocultar todaviacutea sigue despertando interrogantes y debates Un enigma que desde el arribo de Coloacuten Corteacutes Pizarro Valdivia Mendoza o Ca-brera abre un estigma2 fundacional tal como marca o sentildeal impresa en el cuerpo continental Pareciera que nacimos ndashpara usar la metaacute-fora de Joseacute Martiacute- con unaldquoheridardquocual huella constitucional pero sus cicatrices provocan trastornos que auacuten signan nuestro presente

El acto fundacional inicial trajo consigo una concatenacioacuten de actos del mismo tenor y consecuentemente procesos de desestruc-turacioacuten determinantes de crisis de ruptura de las etnias que ha-bitaban este espacio Pues la ocupacioacuten cayoacute como una hecatombe que desquicioacute los basamentos sobre los que se apuntalaban al decir de Florescano (1995) sus ldquorelaciones con los dioses el cosmos y el acontecer temporalrdquo Si bien la desestructuracioacuten maacutes radicaldado la ldquomuerte de los diosesrdquo acontecioacute en el ldquoaacutembito de los espiacuteritusrdquo (Wachtel 1976) afectoacute igualmente y sin visos de retorno o mejoras el aacutembito material el escenario de la vida y al mantenerse en la larga duracioacuten hizo que la crisis fuese una ruptura radical y conti-nuada con ellos ordenes preexistentes La imposicioacuten de nuevos principios ordenadores destruyoacute el sustento y como dice el mencio-nado autor quizaacutes nada acentuoacute tanto el caos como la proscripcioacuten del sistema calendaacuterico que relacionaba la vida de los hombres con una cosmovisioacuten y cosmogeacutenesis

La crisis tuvo su manifestacioacuten maacutes cruda en la demografiacutea colonial pues aunque la discusioacuten en torno al tamantildeo de las pobla-ciones radicadas en Ameacuterica en el momento de las ocupaciones eu-ropeas y el grado de despoblacioacuten que le siguieron continuacutea vigen-

un suceso o comportamiento que no se alcanzan a comprender o que difiacutecilmente pueden entenderse o interpretarse2 Estigma seguacuten RAE viene del latiacuten stigma y este del gr στίγμα stiacutegma Refiere a marca hecha en la piel con un hierro candente lsquonota infamantersquo marca o sentildeal en el cuerpo desdoro afrenta mala fama cuerpo glanduloso colocado en la parte superior del pistilo y que recibe el polen en el acto de la fecundacioacuten de las plantas lesioacuten orgaacutenica o trastorno funcional que indica enfermedad constitucio-nal y hereditaria cada uno de los pequentildeos orificios que tiene el tegumento de los insectos araacutecnidos y mirioacutepodos por los que penetra el aire en su aparato respira-torio

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te3 el desplome demograacutefico en siacute mismo es un hecho indiscutible Tanto los estudios demograacuteficos realizados por las denominadas co-rrientes ldquoalcistardquo como los de laldquobajistardquo (con sus respectivas califica-ciones latinas de Hugh Thomas como ldquomaximalistardquo y ldquominimalis-tardquo) coinciden en el descenso aunque difieren en su magnitud dado el desacuerdo teoacuterico y metodoloacutegico entre ambas4 Por su parte los causales del desplome que articulan elementos psicoloacutegicos re-ligiosos y materiales e inmunoloacutegicos5 han sido objeto de estudios que enfatizan uno o varios aspectos En tal sentido Nicolaacutes Saacuten-chez Albornoz (1977) compiloacute una serie de tesis que fundamentan la contraccioacuten poblacional producto de los efectos del colonialismo espantildeol 1- La tesis homiciacutedica que seguacuten el autor debiera llamar-se ldquodel genocidiordquo involucra la accioacuten directa de los espantildeoles como matanzas guerras y condiciones laborales altamente explotadoras 2- El desgano vital inductor del desaacutenimo suicidios colectivos in-fanticidios abortos etc fruto del desmoronamiento de la concep-cioacuten de mundo de las etnias 3- El reacondicionamiento econoacutemico y social vinculado los fuertes desajustes ocasionados por la transfor-macioacuten negativa de la produccioacuten agropecuaria comunitaria ante la introduccioacuten y exigencias de tributos en cultivos exoacutegenos la ex-

3 El Quinto Centenario fue ocasioacuten para reeditar la poleacutemica Tocante a esto Denevan (1992) realiza un oportuno resumen del debate y de los efectos de las epidemias sobre Meacutexico 4 La corriente bajista de inicios del siglo XX estimaba una cifra inferior a los 15 millones de habitantes y fue sostenida por hispanistas como el filoacutelogo vene-zolano Aacutengel Rosenblat (1945) que calculaba una poblacioacuten total de 133 millones de habitantes y una caida durante el siglo XVI a 10 millones de habitantes o sea una baja de 33 millones o una cuarta parte de la poblacioacuten total inicial Con la proli-feracion de estudios regionales enfocados inicialmentes al estudio de la poblacioacuten mesoamericana surgioacute la corriente alcista defendida fundamentalmente por in-vestigadores de la Escuela de Berkeley (Universidad de California) como Woodrow Borah (1964) Henry F Dobbyns (1966) quienes calculan que la poblacioacuten america-na previa a la llegada de Coloacuten rondaba entre 90 a 112 millones y que disminuyoacute hacia mediados del siglo XVII a 45 millones Esto constituye para Dobyns que el 95 de la poblacioacuten total de Ameacuterica murioacute en los primeros 130 antildeos despueacutes de la llegada de Coloacuten Asimismo historiadores como Karl Theodor Sapper (1924) Paul Rivet (1924) Herbert Spinden (1928) y William M Denevan (1956) representaron una corriente intermedia o alcista moderada ya que reducen al 50 las cifras de los alcistas y sus estimaciones oscilaron entre 40 y 60 millones de personas 5 Enfoques como el de Juan Cuevas Jaramillo (1981) permitiriacutean siste-matizar causas de cuatro tipos a) Compulsiones ecoloacutegicas (reduccioacuten de habitat cambios sensibles en el entorno geograacutefico) b) Compulsiones bioacuteticas (transmisioacuten generalmente involuntaria de enfermedades para las cuales el indiacutegena no ha desarrollado resistencias orgaacutenicas) c) Compulsiones Tecnoloacutegico-culturales (cam-bios en la vivienda herramientas modernizadas que desplazan a las tradicionales creando dependencia frente al productor de bienes industriales) y d) Compulsio-nes ideoloacutegicas (frustraciones psicoloacutegicas y complejos de inferioridad resultantes del menosprecio de valores aboriacutegenes)

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pansioacuten de la ganaderiacutea y la extraccioacuten de mano de obra masculina entre otras cosas 4- las epidemias como viruela sarampioacuten gripe comunes entre la poblacioacuten europea se convirtieron en causa fun-damental del derrumbe al propagarse entre las comunidades caren-tes de un sistema inmune dotado de defensas ante la presencia de agentes patoacutegenos inexistentes en esta parte del mundo

Sin entrar en poleacutemicas teoacutericas podemos decir que la impo-sicioacuten de elementos propios de la loacutegica econoacutemica traiacuteda por los europeos (seguacuten se acuerde6 economiacutea de mercado precapitalismo acumulacioacuten primitiva del capital o economiacutea de transicioacuten hacia el capitalismo) sobre economiacuteas de subsistencia y economiacuteas con excedentes comunitarios tuvo efectos perversos que impulsarona estas uacuteltimas hacia una crisis estructural Mientras el sistema do-minante en Europa transitaraacute -durante tres siglos- hacia la consoli-dacioacuten del modo de produccioacuten capitalista combinando caracteriacutes-ticas feudales ndashnobleza clero tierra etcndash con los nuevos signos del capitalismo ndashburguesiacutea estados maximizacioacuten de ganancias acu-mulacioacuten etc ndash las estructuras socio-econoacutemicas sobre las cuales se asentaban las etnias marcharon hacia su destruccioacuten y no tendraacuten retorno ni recomposicioacuten Pues la construccioacuten del nuevo orden ba-sado explotacioacuten de hombres y recursos que emergioacuteparalela a la desestructuracioacuten tuvo como eje le reestructuracioacuten bajo principios ordenadores regidos por las caracteriacutesticas especiacuteficas que requeriacutea la dominacioacuten colonial Asiacute el asentamiento de los espantildeoles pro-vocoacute la subsuncioacuten a su loacutegica econoacutemica y para ello demandaba

1- Mano de obra india ndashy negrandash para trabajar en minas ha-ciendas plantaciones obrajes y hasta en servicio domeacutestico A tales efectos esa mano de obra debiacutea ser ldquodisciplinadardquo y para eso instru-mentaron diversos mecanismos en los que la coaccioacuten violencia persuasioacuten aculturacioacuten forzada laica y religiosa se articulan y complementan con el objetivo de imponer una nueva disposicioacuten laboral Una muacuteltiple gama de elementos y variantes objetivaron la presencia de la mano de obra forzada institucionalizada con el sistema de repartimientoencomienda7 las reducciones indias y el

6 Cfr Cardoso y Perez Brignoli (1987) Laclau (1989) Dobb (1980) Hobs-bawm (1980) Sweezy (1980) Wallerstein (1998)7 Con sus denominaciones regionales como coatequil en Mexico manda-miento en Guatemala mita en Peruacute y Bolivia tilinga en Ecuador mita (en las mi-nas) alquiler (trabajos urbanos) y concertaje (agriacutecola) en Colombia Para mayor detalle Cfr Villamariacuten (1999) Gonzalez (2005) Tandeter (1992) Gibson (1990)

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sistema esclavista sostenido con poblacioacuten trasplantada africana8 Por cierto el repartimiento de indios fue el instrumento que garan-tizoacute la sujecioacuten explotacioacuten y control de la mano de obra Pues el trabajo libre existioacute en todas las regiones y durante todo el periodo colonial pero nunca llegoacute a ser dominante ndashsostuvo su caraacutecter ex-cepcionalndash pese a los esfuerzos legales contradictorios de la Corona por extenderlo

2- Nuevas formas tributarias en trabajo especie moneda En liacuteneas generales se reemplazaron estructuras tributarias ecuaacuteni-mes y circulares por otra desequilibrada unilateral que contribuyoacute al deterioro familiar y al resquebrajamiento de los lazos de solidari-dad Sin entrar en detalles podriacuteamos decir que la Corona espantildeola impone ndashal menos hasta las modificaciones de la segunda mitad del sigloXVI (consignadas en las Leyes Nuevas de 1542 influenciadas en parte por las denuncias de Fray Bartolomeacute de las Casas y por mismo desplome demograacutefico)ndash una doble carga prestacioacuten labo-ral y monetariaespecies Las obligaciones tributarias constaron en ordenanza y mandatos reales y su recaudacioacuten involucroacute a los liacutederescomunitarios como los curacas y a funcionarios espantildeolesAl responder a una nueva estructura jeraacuterquica determinante de tasas y regiacutemenes laborales se afectaron las relaciones preexisten-tes basadas habitualmente en la reciprocidad sustentada en los la-zos de parentesco y relaciones centralizadas de redistribucioacuten9 Las prestaciones laborales impactaron sobre las comunidades dado que para cumplir con las mismas los tributarios se trasladaban con su familia abandonaban las tierras de cultivo y en consecuencia al-teraban los sustentos materiales de la comunidad Ademaacutes y para evitar las cargas muchos hombres buscaron como viacutea la huida pa-sando al desarraigo y convirtieacutendose en ldquoforasterosrdquo

4- La moneda como medio de cambio Con la ocupacioacuten se introduce la moneda en un mundo que careciacutea de ella y donde el

8 Tocante a esto seriacutea interesante analizar las posibilidades teoacutericas esgri-midas respecto al negro en Ameacuterica fundamentalmente en lo que al atantildee sistema esclavista planteado por Cardoso (1982) Cfr Williams (1944) Mellafe (1964) Tan-nenbaum (1968) Carmagnani (1976) Klein (1986)9 El asentamiento en campos de cultivo sin formar verdaderos nuacutecleos compactos impediacutea el aprovechamiento del indio como mano de obra el cobro del tributo y la labor evangelizadora Ante la composicioacuten originaria los espantildeoles im-ponen una relocalizacioacuten de las etnias cuyo cambio de lugar (abandono de los cam-pos de cultivo) significaba el desarraigo en funcioacuten de la recomposicioacuten-imposicioacuten de otros principios de organizacioacuten social Cfr Wachtel (1976) Florescano (1995) Gibson (1990)

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oro y otros metales ldquopreciososrdquo no jugaban un papel abstracto y es-peciacutefico sino maacutes bien ornamental o ldquode usordquo pues no serviacutean para medir el valor del producto Del loacutegico desconocimiento e incom-prensioacuten de esta medida deriva entre otras cosas el endeudamien-to al que se vieron compelidos10

5- Transformacioacuten del asentamiento tradicional del sentido de la tierra y de la produccioacuten La ocupacioacuten descompone el asen-tamiento tradicional comunitario produce relocalizaciones intro-duce nuevos cultivos y nuevas formas de producir Los principios organizadores preexistentes se conmovieron ante las apropiaciones de las mejores tierras mediante usurpaciones reparto del suelo en forma de mercedes reales o composiciones reales

6- Todo lo anterior se despliega dentro de una Nueva organi-zacioacuten poliacutetico-administrativa bajo formato de virreinatos gober-naciones ciudades etc que desguarnecen y desfiguran estructuras asentadas para recomponerlas dentro de unidades que nada tienen que ver con lo precedente aunque utilizan mecanismos complejos en el disentildeo de lo nuevo Entre ellos el nucleamiento de distintos grupos eacutetnicos en un espacio definido y controlado la yuxtaposi-cioacutensuperposicioacuten arquitectoacutenica como la construccioacuten de templos cristianos sobre los preexistentes las estrategias de la ldquoconquista es-piritualrdquo empleadas por el clero cristiano o en el disentildeo de ciudades con la meacutedula del poder concentrado en el centro del damero Las estrategias de ocupacioacuten-imposicioacuten de los espantildeoles perturbaron los principios precedentes que articulaban naturaleza-hombre-re-ligioacuten dando paso a una realidad social colonial heterogeacutenea jeraacuter-quica yuxtapuesta donde primaronlos principios de superioridadinferioridad asentados en un sistema socioeconoacutemico colonial que termina generando una relacioacuten estructural de dependencia

El nuevo orden y su consiguiente loacutegica econoacutemica propia de los tiempos ldquomodernosrdquo ldquoprecapitalistasrdquo o de la ldquotransicioacuten del feu-dalismo al capitalismordquoque conmociona el orden ecoloacutegico social cultural y poliacutetico preexistente se erige sobre la base de una

a- Reorientacioacuten espacial ante la emergencia de nuevas aacutereas de atraccioacuten econoacutemica (ciudades zonas mineras ingenios plantaciones etc) nuevos espacios de desarrollo concentradores de mano de obra (como las zonas mineras) nuevos centros poliacuteticos

10 Cfr Wachtel (1976)

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(como las capitales virreinales que reuacutenen los sectores privilegia-dos de la colonia) y nuevos centros religiosos se resignificaron las estructuras eacutetnicas que teniacutean articulaciones especiacuteficas Por ejem-plo con la caiacuteda de Cuzco y Tenochtitlan y su respectivo reemplazo por Lima y Meacutexico se arrasoacute con el centro del cosmos y sirvioacute para apresurar la derrota

b- Subversioacuten del ecosistema asociada a lo que Crosby (1988) denomina ldquoImperialismo Ecoloacutegicordquo donde la naturaleza y la poblacioacuten sufren ante la presencia de 1- productos trasplantados dado la implantacioacuten de flora (vintildeas olivos cantildea de azuacutecar trigo le-gumbres frutales etc) y fauna (cerdos vacas ratas etc) exoacutegena que asfixian o desplazana las autoacutectonas 2- agentes patoacutegenos que se esparcen generando epidemias 3- sobreexplotacioacuten de los recur-sos preexistentes como la extraccioacuten de madera de los bosques para la produccioacuten minera o construccioacuten de ciudades De resultas se rompe la relacioacuten armoacutenica con la naturaleza porque al situar al hombre y a la cultura fuera de ella comienza a manifestarse como martirizada y domesticada ante por ejemplo el abandono de las te-rrazas de cultivo el desecamiento de la cuenca de Meacutexico o las ex-cavaciones mineras

c- Aculturacioacuten religiosa La alianza Corona-Iglesia fue un elemento clave para dislocar las cosmovisiones y cosmogeacutenesis Su eficacia es perceptible desde el momento de la primera ocupacioacuten cuando la tradicioacuten cristiana monoteiacutesta basada en una religioacuten mi-litante y militada ndashque acepta la guerra raacutepida continua y a muerte o la guerra justa y preventivandash como instrumento de expansioacuten de la fe ndashpropia de los conflictos emanados de las cruzadas o las gue-rras contra los aacuterabesislamndash impone su dogma y su concepcioacuten Muchas etnias creiacutean en un dios civilizador11 que se presentariacutea en la tierra a completar la obra del dios creador12 Por esta visioacuten los primeros contactos fueron interpretados con gran confusioacuten como la llegada de los esperados dioses (el heacuteroe civilizador que veniacutea a completar la tarea) pero las evidencias que mostraron la humani-dad de los espantildeoles no fueron suficientes como para recomponer el quiebre y el fin de sus dioses fue percibido como cataacutestrofe coacutesmica Las comunidades arrogaron gran parte de su derrota al agotamien-

11 Cfr Eliade (1992) 12 Por ejemplo Quetzalcoatl debiacutea volver en un antildeo ce-acatl Viracocha de-biacutea volver al Peruacute y el reinado del 12 Inca marcaba el fin de un ciclo y el inicio de otro

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to del poder de sus dioses y a la fuerza del Dios cristiano entonces el dios vencedor comienza a ser temido y admirado Tras esto y la aplicacioacuten de diferentes estrategias se sumisioacuten y aculturacioacuten en la segunda mitad del siglo XVII se consolidoacute el poder del clero se-cular y regular constituyeacutendose en pilar de la colonia Pese a ello el poder colonial recepta numerosos casos de resistencias y rebelio-nes con una matriz religiosa o milenarista que impugnan el nuevo orden como el del Taqui Ongo y el culto a Tonantzin-Guadalupe o como el estado Neoinca y las rebeliones de Mixton

d- Imposicioacuten de nuevas jerarquiacuteas sociales donde la loacutegica del dominador se impuso al provocar una estigmatizacioacuten anclada a las formas de identificacioacuten Adhiriendo a los planteos de Erving Goffman (1963) podemos sentildealar que la nocioacuten socioloacutegica ldquoestig-matizacioacutenrdquo permite comprender las estrategias del dominador a efectos de introducir nuevas jerarquiacuteas sociales Puesrecurre a tres instancias 1- evidenciar las diferencias 2- valorar las diferencias en beneficio propio 3- afirmar que las diferencias son definitivas Con esto el grupo de poder es decir Corona-Iglesia-Elites desgasta la identidad eacutetnica inculcando prejuicios y confundiendo al coloniza-do Asiacute el mismo trata de salvar la distancia socioeacutetnica actuando de acuerdo a los valores del dominador Con el propoacutesitode ser tratados como humanosiguales se adapta o se acultura en tanto desmante-la su propia organizacioacuten13 De este modo emergioacute una estructura social riacutegida14 que situaba en la cuacutespide a la elite conformada por

13 Muchas investigaciones profundizaron estas cuestiones aplicando diver-sas categoriacuteas como es el caso de Fernando Ortiz (1983) con la aplicacioacuten de Trans-culturacioacuten deculturacioacuten inculturacioacuten y finalmente neocultura (mestiza)14 La rigidez social colonial proveniacutea de la concepcioacuten espantildeola en la que primaba el ldquoideal de blancurardquo y se ligaba a las estructuras econoacutemicas poliacuteticas sociales culturales religiosas e ideoloacutegicas En este punto se fundaron en los ldquoesta-tutos de limpieza de sangrerdquo aplicados primeramente por el Concejo de Toledo en 1449 contra moros y judiacuteos y acompantildeados luego por el ldquoSanto Oficio de la Inqui-sicioacutenrdquo con el fin del reconocimiento de la herejiacutea y de aquellos que la practicaban Esa rigidez llevoacute a algunos historiadores a afirmar que en la sociedad colonial se desarrollaron ldquocastasrdquo (cerradas a la movilidad social por la ldquoblancurardquo) Magnus Moumlrner (1969) plantea que esa categoriacutea era usada por las eacutelites de la colonia para sentildealar a las personas de sangre mezclada es decir los estratos que a traveacutes de mestizajes muacuteltiples no respondiacutean a la configuracioacuten inicial de las comunidades A traveacutes de estas tipificaciones las eacutelites construiacutean un orden social y elaboraban representaciones sobre el lugar que ellos y las castas debiacutean ocupar en el mismo La marcacioacuten racial no se basaba en estimaciones subjetivas de las eacutelites sino que estaban regladas por un ordenamiento legal ndashesto es los Estatutos de Limpieza de Sangrendash donde se ubicaba a cada individuo en un grupo racial La administracioacuten no utilizaba la categoriacutea casta generalmente empleaban denominaciones que ha-ciacutean referencia al tinte de la piel blancos indios negros mulatos morenos pardos y libres de todos los colores Eacutestas y otras categoriacuteas expliacutecitas o impliacutecitas de color

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los espantildeoles (funcionarios mineros comerciantes) y por debajo a los grupos preexistentes homologados bajo la categoriacutea indio y a los ldquonegrosrdquo provenientes de Aacutefrica (mediante el comercio de esclavos de ldquoraza negrardquo) y con ello a una cantidad de posiciones intermedias emanadas de la multiplicidad de situaciones de mestizaje En con-secuencia emerge un ordenamiento social jeraacuterquico basado en la desigualdad socioeacutetnica que responde a la dureza e intolerancia de las jerarquiacuteas sostenidas por la dominacioacuten colonial pues el poder determina y define las posiciones de cada grupo o sector15

e- Resemantizacioacuten y homologacioacuten de lo muacuteltiple y varia-do al todo unificador Evidentemente 1492 y las distintas ocupa-ciones de los diferentes espacios de esta parte del mundo abrieron paso a otra serie de cuestiones entre las que se encuentran 1- la estigmatizacioacuten y homologacioacuten que deriva en un nuevo deber ser de las diferentes sociedades radicadas en esta parte del mundo y asociada a lo mismo 2- la emergencia de una corriente historiograacute-fica europeizante sostenida en el tiempo e inductora de confusiones semaacutenticas que terminan arraigadas a las praacutecticas docentes La resemantizacioacuten basada en la reinterpretacioacuten de elementos y pa-labras preexistentes ndashiniciada desde imaginario de Cristoacutebal Coloacutenndash tuvo muchas derivaciones entre las que se encuentran la inclusioacuten de la multiplicidad eacutetnica preexistente bajo un rotulo unificador la reinterpretacioacuten histoacuterica basadaen elementos del pasado a efectos de efectuar una construccioacuten de las identidades en el presente y la proyeccioacuten del mismo para reconstruir el pasado en base a la ldquoreali-dadrdquo conocida o aceptada por el grupo dominante16

apareciacutean en documentos oficiales tales como ldquocodificaciones de la legislacioacuten co-lonial libros parroquiales procesos inquisitoriales casos criminales censos y en las Relaciones geograacuteficas que la Corona solicitoacute con regularidad a las autoridades coloniales a partir del siglo XVIrdquo (Boumlttcher et al 2011) Uno de los ejemplos estaacute dado por la representacioacuten en la pintura de castas del pintor Luis Barruecos quien elabora 16 tableros de castas y entre ellos representa 1- Espantildeol con india mestizo 2- Mestizo con espantildeola castizo 3- Castizo con espantildeola espantildeol 4- Espantildeol con negra mulato 5- Mulato con espantildeola cuarteroacuten 6- Cuarteroacuten y espantildeola salta atraacutes 7- Salta atraacutes con india chino 8- Chino con mulata lobo 9- Lobo con mulata giacutebaro 10- Giacutebaro con india alvarasado de Alvaradohellip(Chaves 2014) Para mayor detalle Rosenblat (1954) Loacutepez Beltraacuten (2008) y Boumlttcher et al (2011)15 Cfr Bourdieu (1994)16 Para Victorino Zecchetto (2011) la resemantizacioacuten es el proceso median-te el cual se asigna un nuevo valor de significado a una palabra preexistente Los lenguajes humanos fueron inventados para lsquosemantizar la realidadrsquo esto es para expresar los contenidos y sentidos del mundo por medio de alguna forma codifi-cada Semantizar viene del teacutermino griego σημαντικός y designa la significacioacuten de las palabras De modo maacutes amplio la semaacutentica (parte de la semioacutetica) estudia y analiza los procesos de significacioacuten de los signos textos y discursos que circulan

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Del estigma propio de la confusioacuten inicial a la categoriacutea social indios

Los viajes de Coloacuten no fueron no podiacutean ser ldquoviajes a Ameacutericardquo porque la interpretacioacuten del pasado no tiene no

puede tener como las leyes justas efectos retroactivos Afirmar lo contrario proceder de otro modo es despojar a la historia de la

luz con que ilumina su propio devenir y privar a las hazantildeas de su profundo dramatismo humano de su entrantildeable verdad perso-

nal

(Orsquo Gorman 1995-1958)

A mediados del siglo pasado Edmundo OlsquoGorman (1958) nos convocaba a pensar sobre la produccioacuten simboacutelica que llevoacute a la Invencioacuten de Ameacuterica Haciendo lo propio podemos sentildealar que la denominacioacuten continental fue acuntildeada desde ldquoel afuerardquo pues res-pondioacute al imaginarioconfusioacuten de Coloacuten quien consideroacute haber llegado a las ldquoIndiasrdquo que luego seriacutean ldquoOccidentalesrdquo y finalmente (VespuccioWaldseemuumlller mediante17) ldquoAmeacutericardquo El logos colom-bino le impidioacute reconocer a esta parte del mundo como algo dife-rente a lo esperado18y de hecho para su propoacutesito este continente insospechado tal como Terra Incognita fue un obstaacuteculo en el cum-plimiento de su propoacutesito que era llegar a Oriente19 Tanto que pese

diacroacutenica y sincroacutenicamente por la sociedad El uso de la palabra lsquoresemantizarrsquo estaacute relacionado con la anterior pero indica un proceso inverso porque busca dar realce a un sentido ya existente o a uno nuevo recuperado ya sea en forma total o parcial Resemantizar es un vocablo que se refiere a la operacioacuten semioacutetica de transformar el sentido de una realidad conocida o aceptada para renovarla o para hacer una transposicioacuten de modelo creando una entidad distinta pero con alguna conexioacuten referencial con aqueacutella de modo que esta uacuteltima asume un nuevo signi-ficado que la primera no teniacutea 17 En la Universalis Cosmographia Secundum Ptholomaei Traditionem et Ame-rici Vespuciialiorumque lustrationes (1507) y Cosmographiae Introductio de Martin Waldseemuumlller esta parte del mundo apareciacutea rodeada de agua y separada de Asia y por primera vez se la sentildealaba con nombre de Ameacuterica en honor a su ldquodescubri-dorrdquo Ameacuterico Vespucio En trabajos posteriores dejoacute de usar esa denominacioacuten re-emplazaacutendola por Terra Incognita atribuye del ldquodescubrimientordquo a Cristoacutebal Coloacuten (por mandato del rey de Castilla) y pone en duda que se trate de otro continente18 Su imaginario nutrido de los conocimiento de la epoca no le permitiron pensar la existencia de un continente sobre el que no habia referencia cientificas ni religiosas pues ni la Biblia daba cuentas de ello19 Cristoacutebal Coloacuten ademaacutes de estar nutrido de informacion como la prove-niente del mapa disentildeado por el geoacutegrafo griego del siglo I Ptolomeo manejaba los datos vertidos por Pierre drsquoAilly en Imago mundi Marco Polo en el Relato de viajes y por Juan de Mandeville en el Libro de las maravillas De ahiacute sus proyectos de locali-

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al cumulo de evidencias su construccioacuten ndashasentada en los saberes de su tiempondash se impuso a la realidad y los habitantes de ldquolas In-diasrdquo fueron ldquolos indiosrdquo Desde entonces todas las etnias residentes fueron homologadas como tales y la compleja trama de heteroge-neidades socioculturales fue resemantizada e incluida bajo ese roacute-tulo unificador Al respecto Liliana Tamagno plantea

ldquoiquestEs que poseiacutean alguacuten rasgo cultural o fiacutesico en comuacuten Buscaremos en vano El uacutenico denominador comuacuten era no ser europeos no ser blancos ser los colonizados Se justificaba dominar y ldquocivilizarrdquo a un ldquosalvajerdquo pero iquestCoacutemo se explicaba el aplastar comunidades o naciones que poseiacutean organizacioacuten poliacutetica y social lengua propia y religioacutenrdquo (Tamagno 1992 p 110)

Esa homogeneizacioacutenestigmatizacioacuten marcaba la distancia entre nosotros y los otros20 y desde el etnocentrismo21 espantildeol que valorizaba positivamente sus principios de organizacioacuten social pro-yectaba en los grupos del afuera todas las representaciones sociales consideradas negativas desde su visioacuten de mundo Precisamente la asignacioacuten de caracteriacutesticas culturales inmutables viabilizala jus-tificacioacuten de la dominacioacuten o segregacioacuten En trabajos anteriores22 hemos sentildealado que Ameacuterica y por tanto el ser indio ndashproducto de la confusioacuten inicialndash fue el resultado de una proyeccioacuten imaginaria de la sociedad instituida y de la sociedad instituyente23 en Espantildea que delineoacute una poliacutetica combativa tendiente a sofocar el lengua-je la cosmovisioacuten las costumbres y tradiciones de la multiplicidad de identidades americanas La categoriacutea indio no solo incluiacutea en un colectivo homogeacuteneo a las distintas etnias sino tambieacuten le otorgaba sentido que representaba el no ser social de la Espantildea que transitaba

zar al Gran Kan llegar a Cathay y a Cipango 20 Cfr Tzvetan Todorov (1991)21 Para Juan Cueva Jaramillo (1981) el concepto de etnocentrismo genera-do en las ciencias antropoloacutegicas es la actitud de un grupo humano que se coloca como centro alrededor del cual gira el mundo Dicho grupo posvaloriza positiva-mente sus realizaciones y particularismo cree en su superioridad y menosprecia o niega los valores de las culturas diferentes a la suya El etnocentrismo se explica en los conceptos teoacutericos que manejamos asiacute como en nuestro lenguaje cotidiano Cuando hablamos en Ameacuterica Latina del ldquoCercano Orienterdquo no pensamos que tal regioacuten geograacutefica es cercana y estaacute al Este para Europa pero para Latinoameacuterica es el lejano occidente22 Trabajamos la problemaacutetica de la identidad considerando la tensioacuten exis-tente entre el ser y el deber ser impulsado durante el proceso de dominacioacuten exte-rior-occidental Cfr Formento (1995 1996 2002)23 Cfr Castoriadis (1982)

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a la ldquomodernidadrdquo negando el derecho a ser diferente a traveacutes de la afirmacioacuten de su superioridadTras la valorizacioacutenetnoceacutentricaeu-roceacutentrica atribuiacuteana los otrosla portacioacuten de caracteriacutesticas o ras-gos culturales considerados inapropiados en su visioacuten de mundo es decir eacutesosencarnaban el ldquono serrdquo civilizado que justificaba la domi-nacioacuten por parte del ldquoserrdquo civilizado El ldquoser indiordquo ndashconstruido desde el ldquono serrdquondash estaba cargado de atributos negativos ndashque justificaban la praxis colonial y la dominacioacuten exteriorndash tales como salvaje pa-gano sacriacutelego hereje idoacutelatra cruel antropoacutefago caniacutebal indoacutemi-to etc24 De modo que si aplicamos el anaacutelisis de Goffman(1963)ese ldquono serrdquo se nos presenta como el roacutetulo portador delos atributosa erradicar indispensablepara quebrar la estigmatizacioacuten y pasar a ldquoserrdquo cristiano doacutecil abandonar el amancebamiento y la poligamia adaptarse a las exigencias laborales etc Asiacute la loacutegica del domina-dor caracterizaba al otro marcando el camino del ldquodeber serrdquo para adaptarlo a principios de organizacioacuten social extrantildeos y alienantes y de esta manera conformar un nuevo tipo social que deviene del deber ser En este sentido consideramos que el ldquoser indiordquo ndashtambien el ldquoser negrordquo ndashse define inicialmente desde el ldquodeber serrdquo pues no representa una identidad autodefinida sino una heteroidentidad (otorgada desde el afuera) Sin embargo de esta tensioacuten entre el ser y el deber ser deviene un actor capaz de definirse a siacute mismo ndashen la larga duracioacutenndash desde el proceso continuo de resistenciaopresioacuten y que lucha contra la dominacioacutenexplotacioacuten

Desde una perspectiva teoacuterica Karen Spalding sostiene que

ldquoel grupo definido como indio en los siglos XVI y XVII no era el mismo que aquel definido como indio en el siglo XX Teacuterminos tales como ldquoindiordquo ldquonegrordquo y otras palabras abs-tractas que definen a grupos de personas son conceptos sociales cuyo significado variacutea a traveacutes del tiempo Cierta palabra puede definir grupos muy distintos en tiempos distintos en la medida en que se adapta a los cambios en el caraacutecter de las relaciones socialesrdquo Spalding (1974 pp 148-149)

24 Los discursos y fuentes con los que se han construido y definido a ldquolos indiosrdquo poseen diversas influencias aunque las apreciacionoes de Coloacuten acerca de los dociles Tainos (mansos dociles) y rebeldes Caribes (canibales antropoacutefagos sal-vajes) y reflexiones posteriores como las de Voltaire parecen haber generalizado una tipologia que ha tenido una gran difusion Un interesante planteo el respecto realiza Jitrik (1992)

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Tanto es asiacute que las distintas sociedades americanas homolo-gadas como indios se hicieron eco de ello y con esa denominacioacuten inicial pretenden su emancipacioacuten y autonomiacutea (Tiahuanaco 1984)

La alteracioacuten de las memorias preexistente y la emergencia de una historia europeizanteCon el avance espantildeol se produjo un proceso de cercenamiento y manoseo de las memorias eacutetnicas Al cambiar para siempre el de-rrotero de mayas aztecas calchaquiacutees o diaguitas entre tantos su memoria del pasado sufrioacute un proceso de perversioacuten Asiacute sus cos-mogoniacuteas concepciones del tiempo y espacio y usos del pasado mito e historiase vieron comprometidos y en muchas ocasiones para hacer llevadera la derrota surgieron danzas vivificaacutendolos (por ejemplo la ldquomuerte de Atahualpardquo) y para invocar el pasado tambien escriben sobre la derrota25 De modo que el avance mili-tar fue concurrido por el aniquilamiento de la memoria histoacuterica ya que los indios fueron testigos de la destruccioacuten yprofanacioacuten de su memoria y registros del pasado26 Fue concurrido asimismo por

25 Unos antildeos despues de acontecidas las ocupaciones fueron interpretadas bajo la oacuteptica de los prodigios y profesiacuteas y asociando los cuatro elementos del uni-verso fuego agua tierra y aire Cfrlas narraciones de los informantes de Sahaguacuten el libro de Chilam Balam de Chumayel (que predice el trastorno general del mundo y el advenimiento de una nueva religioacuten) y los comentarios del Inca Garcilaso res-pecto al derrumbe andino Cfr Leon Portilla (1989 y 2003) Walchtel (1976)26 Mucho tiempo despues una diversidad de documentos o fuentes de la memoria eacutetnica fueron rescatados y publicados ofrecieacutendonos la posibilidad de co-nocer las voces silenciadas por las Historia de Indias Podemos sentildealar entre otros las fuentes aztecas y mayas ndasha partir de 152324ndash Los cantares de la conquista ele-giacuteas o cantos tristes escritos en nahuas que describen el sitio a Tenochtitlan y el fin del pueblo Mexicali la Relacioacuten anoacutenima de Tlatelolco (manuscrito 22 de la Biblio-teca Nacional de Pariacutes bajo el tiacutetulo Unos Anales Histoacutericos de la Nacioacuten Mexicana) escritos en Naacutehuatl por autores anoacutenimos de Tlatelolco relatan la caiacuteda de Meacutexico Testimonios de los informantes de Sahaguacuten redactado por estudiantes indiacutegenas de la escuela de Santa Cruz de Tlatelolco bajo la supervisioacuten de Fray Bernardino de Sahaguacuten utilizando informes de los ancianos en lengua naacutehuatl aparecen en la obra Historia General de las cosas de la Nueva Espantildea finalizada en 1555 Testimo-nios pictograacuteficos como el Coacutedice florentino correspondientes al texto naacutehuatl de los informantes de Sahaguacuten el Lienzo de Tlaxcala con los 80 cuadros sobre los alia-dos de Cortes los tlaxcaltecas por Diego Muntildeoz Camargo el Coacutedice Aubin con tex-tos e ilustraciones alusivas a la matanza del templo mayor Los testimonios del aacuterea andina como los de Guamaacuten Poma de Ayala en su Primer nueva Coroacutenica y buen gobierno redacta en castellano mezclado con quechua una criacutetica sostenida sobre el dominio colonial espantildeol el Inca Garcilaso de la Vega en su Comentarios Reales cuenta sumariamente la conquista de su tierra las costumbres ritos y ceremonias Titu Cusi Yupanqui o Diego de Castro con su Instruccioacuten del Inga don Diego de Cas-tro Titu Cusi Yupangui plantea una posicioacuten opuesta al adoctrinamiento y control sobre los aspectos sociales religiosos y administrativos que impone el gobierno del

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una nueva forma de registro seleccioacuten y explicacioacuten del pasado se-guido por la intrusioacuten de un nuevo protagonista de la accioacuten y el relato histoacuterico

Asiacute 1492 funcionoacute igualmente como acto fundacional de una co-rriente historiograacutefica europeizante sostenida en una concepcioacuten euroceacutentrica Esto significa que la ocupacioacuten espantildeola proscribioacute u otorgoacute nuevos espacios a los protagonistas de las historias de las etnias e instauroacute un discurso histoacuterico que posee una nueva for-ma de ver representar seleccionar registrar y explicar el pasado portador de un nuevo lenguaje un nuevo sentido del desarrollo histoacuterico nuevos sujetos de la accioacuten y de la narracioacuten histoacuterica27 Para Florescano el espantildeol se hizo lengua americana al convertirse en el vehiacuteculo que dio cuenta de los ldquodescubrimientos conquistas y asentamientos espantildeolesrdquo Como contraparte el espacio americano perdioacute sus connotaciones indiacutegenas cuando el espantildeol redescubrioacute y clasificoacute bajo conceptos geograacuteficos y cartograacuteficos propios Tanto que la flora y fauna fueron renombradas y hasta la geografiacutea y la toponimia propias de esta parte del mundo fueron resemantizadas aplicando nombres cristianos o con referentes peninsulares (Nueva Extremadura Coacuterdoba San Juan Teotihuacaacuten) Como dice Michel de Certau (1978) se ldquoalteroacuterdquo el cuadro de nombres propioshellip y la his-toria que a partir de entonces comienza a escribir el hombre occiden-tal se escribe con ideas occidentales y sobre el cuerpo fiacutesico de Ameacuteri-ca Esto es la protagoniza una Espantildea triunfante y sus hombres el ldquoconquistadorrdquo el fraile evangelizador y los nuevos colonos Esa his-toria se interpreta desde de las tradiciones con referente occidental que posee una carga acumulada de muacuteltiples pasados (antiguumledad pagana cristianismo primitivo herencia medieval los nuevos hori-zontes de la modernidad) Los mismos se articulan en la narracioacuten histoacuterica que se sustenta en la corriente del imperialismo espantildeol al que ampara y justifica a partir de la idea cristiana de la historia con sus vertientes apostoacutelicas mesiaacutenicas y providencialistas Al-gunos protagonistas de la historia como Coloacuten y los misioneros se concebiacutean como agentes de la Providencia Tambieacuten los historiado-res o Cronistas de Indias (como Pedro Maacutertir de Angleriacutea Gonzalo Fernaacutendez de Oviedo y Francisco Loacutepez de Goacutemara) divulgaron en sus obras la certeza de que los ldquosucesivos descubrimientos y con-

virrey Francisco de Toledo La elegiacutea de Apu Inca Atawallpaman es anoacutenima y llora la ejecucioacuten de Atahualpa27 Cfr Florescano (1987)

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quistasrdquo eran parte de un plan providencial dirigido a uniformizar ldquoa todos los pueblosrdquo bajo el manto de la cristiandad y la corona de los reyes catoacutelicos (Florecano 1987) De este modo surgieron rela-tos con una matriz militar fantaacutestica providencialista-imperialista miacutestico apocaliacuteptica y como dice Florescano (1987) muchos de ellos verdaderos tratados geograacuteficos y naturales que inventariaban las nuevas tierras y se apropiaban de la naturaleza Tal es el rol desem-pentildeados por los ldquoHistoriadores de Indiasrdquo al servicio del poder espa-ntildeol cuyos relatos tienen como finalidad revelar al mundo la gesta espantildeola al tiempo que seapropian de una misioacuten ldquohistoriograacutefica y cosmogoacutenicardquo En los mismos el ldquoser indiordquo permanece vencido pues perdioacute sus vocablos y el ldquoindiordquo adquirioacute un nuevo lugar dado la historiografiacutea de narracioacuten europeizante fundadora y portadora del ldquoenigma del descubrimientordquo

El enigma del ldquodescubrimientordquo y las praacutecticas docentesEl desembarco Colombino en las Antillas (concretamente en Gua-nahaniacuteSan Salvador) en tanto acto instituyente suministroacute ele-mentos que derivaron en confusiones yo equiacutevocos semaacutenticos e historiograacuteficosndashcomo los sentildealados maacutes arribandash ypuesto que la historiografiacuteaconstituye el insumo baacutesico de la formacioacuten docen-teterminoacute sustentandodesconciertos yerrosy perplejidades que persistieronen la praacutectica docente a la hora de analizar el conflicto y aunla misma historia de la dominacioacuten colonial espantildeola

La ldquohistoria del descubrimientordquo cual historia oficial se repro-dujo en los manuales escolares y formoacute parte de nuestro acervo cul-tural y de la conmemoracioacuten del acto escolar del 12 de octubre como ldquodiacutea de la razardquo Desde alliacute los habitantes de esta parte del mundo nos asumimos como ldquodescubiertosrdquo desconociendo negando o su-blimando el simple hecho de que este continente estaba poblado Sin embargo y pese a los ldquosilenciamientosrdquo surgieron ldquohistoriasrdquo de-tractoras a partir de la conocida como ldquoleyenda negrardquo28 y la difusioacuten

28 La Leyenda Negra se sustenta en las criacuteticas de Fray Bartolomeacute de la Ca-sas respecto al accionar espantildeol que provoca la ldquodestruccionrdquo de las ldquoIndias En tor-no a esto surgieron larguiacutesimos debates que se engarsan en el mismo Debate de Valladolid de 1550 Una de las disputas historiograacuteficas fue entre Benjamiacuten Keen y Lewis Hanke quienes debatieron revista Hispanic American Historical Review entre 1969 y 1971 El primero otorgaba veraciadad a las afirmaciones de Las Casas y Hanke sentildealaba excesivas generalizaciones del dominico justificando el esfuerzo legislativo de la Corona para proteger a los indios incluyendo castigos a los infrac-

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de las fuentes indias fundamentalmente desde mediados del siglo pasado con el desarrollo de una historiografiacutea indigenista liderada por el peruano Luis E Valcaacutercel y el mexicano Alfonso Caso y con la renovacioacuten teoacuterico-metodoloacutegica emanada de la laquovisioacuten de los vencidosraquo

El proceso conflictivo y multifaceacutetico que nos ocupa ha aco-gido y reproducido denominaciones disiacutemiles y encontradas tales como descubrimientoencubrimiento encuentro de culturascho-que cultural o conquistainvasioacuten29 Estas categorizaciones van maacutes allaacute de los hechos precisos y nos inducen a pensar tanto en los re-ferentes que le dieron origen como en la trayectoria y adaptacioacuten curricular del sentido de las mismas

Tocante a esto un momento de inflexioacuten se cristalizoacute en 1992 cuando se produjo una reedicioacuten de la poleacutemica a partir de la ldquocele-bracioacuten del quinto centenariordquo de aquello que veniacutea siendo denomi-nado Descubrimiento de Ameacuterica organizada por el estado Espantildeol la iglesia oficial y algunos Estados latinoamericanos apoyados por ciertos sectores sociales portadores del ldquoorgullordquo de la hispanidad ndashauacuten de nuestro paiacutesndash30 En ese momento surgieron nuevas voces y se reactivaron argumentos que explicitaban las bases del ldquolatino-mericanismordquo Entre ellos tomoacute fuerza la tesis que en 1937 esgrimiacutea desde Bogotaacute Germaacuten Arciniegas en su libro Ameacuterica Tierra Firme Alliacute sentildealaba que

tores 29 Cuando las mismas se aplican a las efemeacuterides nacionales tambien refle-jan dicotomiacuteas como diacutea de la razadiacutea de la desgracia diacutea de festejodiacutea de luto La conmemoracion del 12 de octubre era una efemeacuteride Argentina denominada ldquoDiacutea de la Razardquo y en 1975 la Conferencia Internacional de Pueblos Indiacutegenas reunida en la Columbia Britaacutenica fundadora del Consejo mundial de Pueblos Indios propuso el repudio a los etnocidios y genocidios que se ponga la bandera a media asta con un crespoacuten negro en expresioacuten de duelo y un rechazo absoluto por el festejo del diacutea de la raza porque este es el Diacutea de la desgracia En 2010 en Argentina por iniciativa del INADI fue modificado por ldquoDiacutea de la Diversidad Cultural Americanardquo (Decreto presidencial Ndeg 15842010) con el proposito de promover la reflexioacuten histoacuterica y el diaacutelogo intercultural acerca de los derechos de los pueblos originarios Pese a esa neo-denominacioacuten las concepciones historiograficas ya arrigadas han primado en los actos escolares Podriamos afirmar que la ldquohistoria del descubrimientordquo sigue vigente en esa fecha y que el dialogo intercultural propuesto tuvo derivaciones no contempladas en el espiacuteritu de la efemeacuteride 30 En ese momento junto a Laura Travaglia y Mariacutea Rosa Carbonari pro-pusimos desubstancializar la categoriacutea descubrimeitno a partir de la separacioacuten del prefijo des- (cubrimiento) colocando una pausa que nos permitiera reflexionar sobre la utilizacioacuten acriacutetica (consciente o inconsciente) de ese vocablo tan caro a nuestra historiografiacutea americana y por ende a nuestras praacutecticas docentes Para ello realizamos un largo trabajo con docentes de la region donde discutiamos el ma-terial didactico denominado Des-cubrimiento de Ameacuterica La multiplicidad de voces

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ldquono es posible considerar como descubridores a quienes en vez de levantar el velo del misterio que envolviacutea a las Ameacutericas se afanaron por esconder por callar por ve-lar por cubrir todo lo que pudiera ser una expresioacuten del mundo americano iquestPor queacute el conquistador iba a ser descubridor Si descubrir y conquistar son dos posiciones opuestas en el hombre Descubrir es una posicioacuten sutil desinteresada espiritual Conquistar es una funcioacuten gro-sera materialrdquo31

Lo que acontecioacute para este autor fue simplemente el oculta-miento tras la viacutea de la destruccioacuten sistemaacutetica que niega al otro para no tener que reconocer su importancia

De hecho el ocultamiento fue uno de los mecanismos utili-zados por Espantildea para no hacer visible la ldquocondicioacuten humanardquo la trayectoria cultural de estos pueblos a efectos de justificar la do-minacioacuten y construir los sustentos de la historia emergente Como dice Colombres

ldquoEra necesario negarse a ver al otro para no tener que reconocer su importancia la validez del modelo que se viene a destruir y la fragilidad de la razoacuten que se invocardquo Colombres (1989 p 10)

La misma responsabilidad en lo que atantildee al ocultamiento le cabe a la ldquoConquista espiritualrdquo que tuvo por ejemplo entre sus ejecutores a Fray Diego de Landa quien refiere en su Relacioacuten de las cosas del Yucataacuten el propio acto material de ocultar puesto que es-cribe ldquoHayaacutemosle gran nuacutemero de estos sus libros32 y porque no te-

31 Cabe hacer la selvedad que ldquoconquistarrdquo tambien posee la acepcion se-guacuten la RAE de lograr el amor de alguien cautivar su aacutenimo ganar la voluntad De modo que el doble sentido podria ser considerado a estos efectos dado las estrate-gias multiples de dominacion aplicadas por la ldquoconquista militarrdquo y la ldquoconquista espiritualrdquo 32 En 1562 en Maniacute una pequentildea ciudad de Yucataacuten se realizoacute un Auto de Fe de la Inquisicioacuten que destruyoacute varios coacutedices mayas y fue ejecutado por el obis-po franciscano Diego de Landa Los Auto de Fe eran manifestaciones puacuteblicas don-de se leiacutea ante el puacuteblico el veredicto de las sentencias dictadas contra los ldquoreosrdquo de la Inquisicioacuten espantildeola Durante ese acto se destruyeron y quemaron maacutes de 5000 iacutedolos piedras de altar vasijas y rollos con signos y jerogliacuteficos mayas considera-dos por Landa como libros supersticiosos y con falsedades del demonio El oculta-miento estuvo acompantildeado por la dispersioacuten de los manuscritos mayas aztecas u otros y muchos fueron enviados como presentes valiosos y otros se empezaron a ver como objetos lucrativos y se sustrajeron de los repositorios originales para enajenarlos

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niacutean cosa en que no hubiese supersticioacuten y falsedades del demonio se los quemamos todos lo cual a maravilla sentiacutean y les daba penardquo

De modo que podriacuteamos pensar que la viacutea directa para abrir el enigma procede del mismo ocultamiento pues genera sospechas que se mantienen en el tiempo y permanecen latentes en las vo-ces silenciadas hasta que ellas se convierten en motor que puja por abrir la otra cara del descubrimiento Asiacute esa original oposicioacuten des-cubrimiento-cubrimiento indica el sendero a otras posibilidades se-maacutenticas pues el sentido del descubrimiento fue puesto en duda el ocultamiento no se sostiene ante las voces indias que fueron poco a poco sembrando incertidumbres mientras muchos intelectuales rescataban memorias acalladas y comenzaban a indagar pensando en los vencidos En este sentido es meritorio el trabajo de Miguel Leoacuten Portilla quien en 1959 editoacute las relaciones indiacutegenas de la con-quista en su libro Visioacuten de los vencidos en 1961 Los antiguos mexi-canos a traveacutes de sus memorias y cantares y en 1964 El reverso de la conquista A la sazoacuten y con el objetivo de superar la dicotomiacutea exis-tente el mismo autor propuso reemplazar la palabra descubrimien-to por ldquoencuentro de dos mundosrdquo Sin embargo su posicioacuten terminoacute siendo cuestionada eneacutergicamente entre otros por Edmundo Oacute-Gorman quien argumenta que la misma remite al diaacutelogo al respeto por la diversidad y al intereacutes por el otro y no refiere al ldquoAplasta-miento de un mundo por otrordquo Para este autor mas tambieacuten para Varese y Fals Borda lo que acontecioacute merece la denominacioacuten de ldquodesencuentrordquo

Asiacute las cosas y ante la nueva diacuteada algunos intelectuales y docentes no dudaron en tomar partido Los menos conservadores fueron abandonando el Descubrimiento y adoptando el ldquoEncuen-tro entre dos mundosrdquo y los maacutes comprometidos se animaron a es-grimir el ldquoocultamientordquo yo el ldquodesencuentrordquo Pero en el mismo contexto comenzoacute a tomar fuerza conceptual la propuesta de las Organizaciones Indias quienes impugnandolas precedentes funda-mentaron la aplicacioacuten del teacutermino Invasioacuten yo Sucesivas Invasio-nes ya que la primera sirve de soporte a los avances sucesivos de es-pantildeoles y estados nacionales en post de la ocupacioacuten de territorios de las comunidades

Ciertamente la categoriacutea invasioacuten toma fuerza historiograacutefica en 1992 cuando Lesley Bethel compila y publica Historia de Ameacuterica Latina y la asume en su proacutelogo como referente de la coleccioacuten en la

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que participan renombrados americanistas como Nathan Wachtel Charles Gibson Jhon Elliot Magnus Moumlrner y el ya mencionado Miguel Leoacuten Portilla La conmemoracioacuten tuvo el meacuterito de hacer visible el estigma de la dominacioacuten colonial la presencia de heri-das que no sellaron debates que no se han dado asignaturas pen-dientes para el mundo intelectual y decisiones poliacuteticas que nun-ca se han tomado Tanto que de frente al nuevo milenio Nemesio Rodriacuteguez (antropoacutelogo argentino que reside en Meacutexico y dirige el Centro Antropoloacutegico de Documentacioacuten de Ameacuterica Latina) Eulo-gio Frites (abogado indiacutegena kolla que promovioacute la formacioacuten de la Asociacioacuten Indiacutegena de Argentina) y Adolfo Colombres (antropoacute-logo argentino que realizoacute trabajos promoviendo la autogestioacuten in-diacutegena) entre otros propusieron vivir el mismo como un ldquoMomen-to del Autoencuentrordquo Es decir tomar al milenio como balance y prospectiva recuperacioacuten de nuestra historia y desalienacioacuten de la misma como oportunidad para la reflexioacuten postergada asumiendo la invasioacuten (emergente el 12 de octubre como generadora de nue-vas invasiones) y el choque que lejos de enmascarar la violencia la incorpora como un elemento ineludible El choque puede derivar en el encuentro que no ocurrioacute hasta ahora pero deberaacute ocurrir (Colombres 1993)

Pese que el sendero acadeacutemico pareciacutea saldar el problema el de la ensentildeanza todaviacutea distaba mucho de asemejaacutersele El quinto centenario se vivioacute en las aulas con incertezas la mayoriacutea de los docentes no sabiacutea coacutemo llamar el internalizado ldquodescubrimientordquo y Ameacuterica Latina oscilaba entre el festejo y el dolor

El enigma semaacutentico se mostraba resuelto por la viacutea acadeacutemi-ca pero otros enigmas vinculados a eacutel todaviacutea no se habiacutean saldado y la acreditada renovacioacuten historiograacutefica no se reflejaba necesa-riamente en las praacutecticas docentes en el sentido de romper con el paradigma del descubrimiento con la formidable carga simboacutelica atesorada en el imaginario occidental desde tiempos inmemorialesTanto que todaviacutea hoy existe resistencia o aceptacioacuten pedagoacutegica generalizada para hablar de invasioacuten desestructurantechoque cul-turalencontronazodiacutea de luto iquestSeraacute acaso que asumimos como vaacutelida y propia a la Historia del descubrimiento iquestSeraacute que no logra-mos reconocer que esa historia acuntildeada desde Espantildea no es maacutes que para decirlo en palabras de Todorov (1987) ldquoel encubrimiento de su propio desconocimientordquo iquestSeraacute que la construccioacuten es tan pode-

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rosa que no nos permite reconocer como habitantes de este suelo que no fuimos descubiertos pese a que esa posicioacuten puede ser vaacutelida para la historiografiacutea espantildeola puesto que ignoraban su existen-cia iquestO seraacute que la hicimos propia asumimos el ocultamiento ndashque es simplemente autoocultamosndash por temor a que la reflexioacuten haga emerger la existencia del otro y con ello la necesidad de hacernos cargo de un pasado que se construyoacute sobre la base de la negacioacuten iquestEs acaso tan difiacutecil reconocer como dice Darcy Ribeiro (1993) que surgimos de una negacioacuten negacioacuten que indujo a la desindianiza-cioacuten de indio la desafricanizacioacuten de negro y hasta la deseuropeiza-cioacuten del europeo

Creemos que es hora entonces ndashhacieacutendonos eco de la hermeneacuteu-tica (Gadamer 1993)ndash de apelar a la conciencia pensante para que-brar con la estrechez del horizonte tradicional y generar la posibi-lidad de ampliar yo abrir nuevos horizontes buscando paradigmas que rompan con la tradicioacuten homogeneizada por la perspectiva Occidental Creemos como dice Michel Foucault en Poder y saber quelas palabras ldquose articulan en el discurso y por esa misma razoacuten es precio concebir el discurso como una serie de fragmentos dis-continuos cuya funcioacuten taacutectica no es uniforme ni establerdquo (1978 p 122) Esto es si logramos elucidar el enigma y reconocemos el estig-ma nos abriremos a la aceptacioacuten de un discurso histoacuterico en el cual nuestros tiempos americanos mixtossuperpuestos y las conflictiva dinaacutemica y metamorfoacutesica coexistencia de pluralidad de identida-des33 podraacuten reconocerse en el mismo

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Algunos planteos para comprender la presencia del negro en Ameacuterica

Laura Travaglia

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Somos hoy una construccioacuten realizada mal que nos pese a partir del en-contronazo producido en la bisagra de los siglos XV y XVI es decir de la

dominacioacuten colonial Autoacutectonos africanos europeos asiaacuteticos confluye-ron en muchiacutesimos casos de manera forzada en un formidable proceso sin parangoacuten a escala mundial de creacioacuten de macroetnias Ameacuterica La-

tina no es ldquoel crisol de razasrdquo de la literatura escolar monumental embuste ideoloacutegico que vela la existencia de diferencias y las exalta

(Ansaldi 1998)

En este artiacuteculo bosquejamos una problemaacutetica de alto impac-to como es conocido en la historia africana y americana aunque dicha problemaacutetica motivo de numerosos e importantes anaacutelisis todaviacutea posee una alta invisibilidad en los aacutembitos acadeacutemicos Se trata de la historia de una buena porcioacuten de la poblacioacuten africana incorporada en calidad de esclavos desde los principios de la colo-nizacioacuten a Ameacuterica Ese flujo ininterrumpido por siglos daraacute lugar a la tercera raiacutez de la poblacioacuten americana actual

Introducirnos en esta temaacutetica implica entonces explorar una serie de aspectos que nos permiten arrojar luz sobre la denomi-nada ldquoHistoria del Silenciordquo expresioacuten acuntildeada por Ciro Flamarioacuten Cardoso (1982 a) y que hace referencia a una visioacuten historiograacutefica asumida por los historiadores a veces involuntariamente refleja particularmente la posicioacuten de los sentildeores de esclavos colonos ad-ministradores coloniales y plantadores En esta visioacuten los esclavos ldquopermanecen mudosrdquo como si de hecho no existiesen como sujetos de la historia

De la misma manera tomando los interrogantes que levan-ta Herbert Klein en su libro El traacutefico atlaacutentico de esclavos (2011) surgen preguntas inevitables iquestPor queacute razoacuten los africanos fueron esclavizados y llevados al Nuevo Mundo iquestPor queacute motivo fueron ellos los uacutenicos en ser esclavizados y por queacute fue que las colonias americanas necesitaban este tipo de mano de obra iquestNo podriacutea aca-so Ameacuterica haberse desarrollado sin esclavos

Los espantildeoles dice Gallegos (2005) habiacutean recibido dos heren-cias por un lado la biacuteblica y judiacutea que consideraba la negrura de los negros como un castigo de Dios y por otro de la cultura griega y romana en la que habiacutea reparos ante aquellos seres que se deciacutea ha-biacutea en otros lugares del mundo concretamente en Egipto y Etiopiacutea

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En 1511 el entonces sacerdote secular don Bartolomeacute de las Casas (dominico despueacutes en 1516) llegoacute a aconsejar la esclavitud de los ne-gros para evitar la muerte a los indios No obstante ello sin dudar de que la esclavitud era en siacute legiacutetima distintos teoacutelogos y juristas se ocuparon del tema

[hellip] sobre la base de los postulados de Aristoacuteteles que con-sideraba que habiacutea siervos que lo eran por naturaleza los teoacutelogos no negaban que hubiese en efecto unos seres humanos maacutes capacitados que otros En realidad todos los hombres naciacutean naturalmente libres mdashcomo habiacutea di-cho el propio Aristoacutetelesmdash la servidumbre era contraria a la naturaleza Fue al fallar la primera intencioacuten como consecuencia del pecado le siguieron castigos conformes con la naturaleza lesionada Lo que ocurriacutea es que no es-taba nada claro que en el Aacutefrica negra se dieran esas cir-cunstancias que detallaba el coacutedigo castellano que regiacutea desde el siglo XIII No era liacutecito hacer esclavo a nadie mdashcomo algunos creiacutean hablando de los negrosmdash alegando que se les destinaba a una vida mejor que la que traiacutean siendo libres y que ademaacutes y sobre todo se les cristiani-zaba (Gallegos 2005 p 37)

De todas maneras se ocuparon de justificar la reduccioacuten a esclavitud de acuerdo a determinadas situaciones esgrimidas por teoacutelogos

[hellip] entre los negros de Aacutefrica eran raros los reyes pode-rosos el territorio estaba dividido entre muchos reyezue-los que guerreaban entre siacute desde antiguo y sin ningu-na razoacuten justa Muchos de los esclavos que compraban los europeos en aquellas costas teniacutean ese origen Otras causas de servidumbre liacutecita radicaba en que los propios negros confesaban que vendiacutean a su mujer o a sus hijos por el capricho de obtener una campanilla u otras merca-deriacuteas portuguesas (Gallegos 2005 pp 37-38)

Tomaacutes Saacutenchez jesuita siguiendo a Gallegos (2005) precisariacutea antes de 1610 que la esclavitud africana era liacutecita

Sentada la culpabilidad de los mercaderes Saacutenchez matizaba la doctrina de Molina que eximiacutea al segundo y demaacutes compradores si actuaban de buena fe afirmando que el segundo comprador mdasho sea el primero que compraba un esclavo a un mercader que lo hu-biera adquirido en Aacutefricamdash auacuten teniacutea que averiguar si aquel habiacutea

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sido capturado justamente Los que no teniacutean obligacioacuten de hacerlo eran los que adquiriesen sucesivamente a ese esclavo entre otras cosas porque les seriacutea imposible averiguarlo Pero fue el tambieacuten jesuita Alonso de Sandoval quien subrayaba la probabilidad de que los esclavos negros lo fueran liacutecitamente Los indios teniacutean por siacute la presuncioacuten de ser libres en tanto que los negros careciacutean de ella porque lo maacutes comuacuten y corriente es ser esclavos y venderse por tales Aceptar la predisposicioacuten de los negros a ser esclavos era para algunos interpretar como relato del origen de la servidumbre el capiacutetulo IX del Geacutenesis y concretamente la maldicioacuten que recayoacute sobre Canaaacuten hijo de Cam y nieto de Noeacute por haberse reiacutedo Cam de Noeacute al verlo ebrio Y de Canaaacuten descenderiacutean egipcios y negros

Ibrahima Baba Kakeacute (2001) sostiene al respecto de esta postu-ra que los historiadores revisionistas siembran conscientemente la confusioacuten en las conciencias al atribuir toda la responsabilidad de la trata de esclavos a los reyes y priacutencipes africanos que vendieron a sus hermanos por codicia dejando asiacute libres de culpa a los negre-ros europeos Pero si bien estaacute demostrado que una cierta minoriacutea deseosa de salvaguardar sus intereses hizo causa comuacuten con el in-vasor como ha ocurrido desgraciadamente en todos los paiacuteses y en todas las eacutepocas no es menos cierto que los africanos empezando por muchos de sus jefes lucharon contra los negreros europeos y aacuterabes

Citaremos la lucha desesperada en el siglo XVI contra los negreros portugueses del rey Alfonso I del Congo cuyas cartas de protesta dirigidas al rey de Portugal y al Papa se conservan en los archivos de Lisboa y del Vaticano la lucha llevada a cabo por Soundjata fundador del im-perio de Maliacute contra la institucioacuten de la esclavitud en el imperio Songhay la famosa fatwa (sentencia) de Ahmed Baba el gran sabio de Tombuctuacute en la que rechaza la idea de la maldicioacuten de Cham antepasado de los negros y condena la trata transahariana practicada por los ma-grebiacutees o tambieacuten la negativa de Chaka a abrir el paiacutes zuluacute que estaba a su cargo a los traficantes de esclavos No solamente es escandaloso sino totalmente absurdo hacer responsables a los jefes africanos y exculpar a los negreros europeos y aacuterabes (Baba Kake 2001 p 26)

Pasando a otro plano de consideraciones podemos tomar en el sentido que lo haciacutea Klein el planteo de Ciro Flamarioacuten Cardoso y Heacutector Peacuterez Brignoli en ldquoHistoria econoacutemica de Ameacuterica Latinardquo

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(1982 a) partiendo tambieacuten de un primer interrogante inevitable ya esbozado iquestQueacute razones podriacutean explicar la presencia masiva de ne-gros africanos sometidos a la esclavitud en Ameacuterica o lo que seriacutea lo mismo iquestQueacute posicionamientos encontramos respecto a la pre-sencia y problemaacutetica del negro en las Ameacutericas Joseacute A Gallegos (2005) realiza un recorrido por las principales respuestas esgrimidas por autores anglosajones y brasilentildeos al respecto

- Eric Williams en Capitalismo y esclavitud (1944) sostiene que el esclavismo negro que desarrollaron los anglosajones en Ameacuterica no fue producto de racismo sino de estricta conveniencia econoacutemi-ca que generoacute luego el racismo Pero el precio fue enorme no solo se desarrolloacute la captura y esclavitud de los negros en Aacutefrica sino que se elaboroacute un corpus legislativo y se formoacute una mentalidad social en la Ameacuterica anglosajona y en las Islas Britaacutenicas que aseguraba la supeditacioacuten definitiva y la explotacioacuten de los negros en teacuterminos muchas veces de verdadera crueldad Y si la esclavitud fue abolida no fue por humanitarismo sino porque la economiacutea esclavista ha-biacutea entrado en declive en los uacuteltimos lustros del siglo XVIII (Galle-gos 2005 p 14)

- Frank Tannenbaum en Esclavo y ciudadano El negro en las Ameacutericas (1946) concluiacutea aceptando la tesis del paternalismo ibeacuteri-co y la crueldad anglosajona Para Tannenbaum la clave no se ha-llaba en el distinto desarrollo econoacutemico tampoco en una suerte de idiosincrasia nacional distinta en el Brasil y en Angloameacuterica sino en la idea que regiacutea en cada territorio acerca de lo que era el esclavo como realidad humana moral Cosa que se apreciaba especialmen-te bien a traveacutes del prisma de la liberacioacuten de los esclavos por vo-luntad de sus duentildeos mdashla manumisioacutenmdash entre otras cosas porque la manumisioacuten implicaba una consideracioacuten precisa de lo que era un hombre libre (desde el momento en que equivaliacutea a aceptar al que era esclavo precisamente como libre) ( Gallego 2005 p 15)

- Gilberto Freyre en Los amos y los esclavos Un estudio sobre el desarrollo de la civilizacioacuten brasilentildea de 1946 afirmaba que la escla-vitud se ejercioacute en el Brasil como resultado de la tradicioacuten portugue-sa europea caracterizada por un sano paternalismo fundado en la solidez de la familia la apertura a todas las razas la predisposicioacuten mdashtambieacutenmdash al goce sexual y el relativo desintereacutes por lo econoacutemico La esclavitud habriacutea sido asiacute notablemente beneacutevola en todas las

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facetas que atantildeiacutean al trato que se daba a los esclavos (Gallego 2005 p 16)

Otros historiadores han desmenuzado mdashcorroboraacutendolas en algunos casos rechazaacutendolas en no pocosmdash las afirmaciones de Wi-lliams y en menor medida mdashpero tambieacutenmdash las de Tannenbaum sobre el Brasil1 Al respecto baste decir que no ha habido acuerdo entre una y otra proposicioacuten Gallegos cita como ejemplo las contri-buciones de Franklin Knight y Joseph Miller A Slavery and the rise of the Atlantic system (1991) diciendo

Knight subraya al maacuteximo la impronta de la esclavitud africana en el desarrollo de la economiacutea hispana cierta-mente los principios habiacutean sido tiacutemidos la esclavitud se introdujo en Ameacuterica porque habiacutea mucha tierra que cultivar y pocos hombres para llevarlo a cabo Pero con la introduccioacuten de los negros y el mantenimiento de sus descendientes como siervos se generoacute una economiacutea de intercambios con Europa y con Aacutefrica que no hubiera po-dido siquiera sontildearse de no existir la esclavitud contra el criterio de Miller que mdashen el mismo volumenmdash asegura que la trata de esclavos y la contribucioacuten de eacutestos al creci-miento econoacutemico hispano fueron elementos marginales en el comercio atlaacutentico (Gallego 2005 p 17)

Ciro Cardoso (1982 b) por su parte sostiene que ciertamente existen antecedentes medievales respecto de la esclavitud ya sea vinculado a la colonizacioacuten italiana al traacutefico transsahariano con-

1 John D Fage (1955) Kenneth M Stampp (1956) Stanley Stein (1957) Stan-ley M Elkins (1959) Charles Boxer (1962 1963) Marvin Harris (1964) David Brion Davis (1966 1975) Eugene Genovese (1967 1975) Winthrop D Jordan (1968) Phi-lip D Curtin (1969 1990) Carlo Degler (1971) Robert William Fogel y Stanley L Engerman (1974 1989-1992) Roger Anstey (1975) C Duncan Rice(1975) Seymour Drescher (1977 1987) Herbert S Klein (1978) MarkV Tushnet (1981) Joseph E Ini-kori (1982) Russell-Wood (1982) James Oakes (1982 1990) Paul E Lovejoy (1983) Patrick Manning (1990) han sido algunos de los mejores historiadores que han terciado en lo que constituye uno de los principales debates historiograacuteficos del siglo XX En este debate no obstante se ha dicho todo sobre Norteameacuterica algo sobre el Brasil y muy poco sobre la Ameacuterica hispana despueacutes de lo que dejoacute esta-blecido Tannenbaum Solo mdashentre los mejoresmdash Peter Kolchin en American slavery 1619-1877 (1993) ha escrito francamente que los datos antropomeacutetricos y demo-graacuteficos demuestran que la esclavitud norteamericana fue menos dura que la ibe-roamericana alliacute mdashal menosmdash donde se extendioacute la cantildea de azuacutecar y el arroz (Brasil y el Caribe incluida Cuba en el siglo XIX) plantaciones que requeriacutean un sistema de trabajo peor que en los espacios dominados por las de algodoacuten y tabaco como eran los de Norteameacuterica Eso ademaacutes de que aquiacute en la Ameacuterica anglosajona el absentismo de los propietarios habriacutea sido menor y maacutes directa la gestioacuten de sus propiedades que mdashincluidos los esclavosmdash les interesaba conservar enlas mejores condiciones

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trolado por los musulmanes a la esclavizacioacuten de los Guanches por los portugueses o a la justificacioacuten de los teoacutelogos medievales de los siglos Xll y Xlll quienes definieron los tiacutetulos de servidumbre o ldquolas marcas de vocacioacuten servilrdquo de los africanos que legitimaban la escla-vitud de los mismos No obstante ello no debe perderse de vista la enorme diferencia de escala que existe entre aquellas experiencias y el fenoacutemeno histoacuterico nuevo que por sus proporciones ineacuteditas constituyo la esclavitud americana

Respecto de la ocurrencia de la esclavitud Cardoso recurre a Nieboer en el sentido de que la esclavitud se origina en una situa-cioacuten en la que

[hellip] existen medios de subsistencia accesibles a todos de tal modo que cualquier hombre aunque no disponga de alguna forma de capital puede eventualmente satisfacer sus necesidades con su trabajo personal pues en el caso contrario se tornan superfluos al existir forzosamente una oferta de mano de obra de parte de los que no dis-ponen de recursos de subsistencia ya que la subsistencia depende de los recursos disponibles solo en provisioacuten limitada de modo que los desposeiacutedos de los medios de subsistencia tienen que depender de los duentildeos (Cardoso 1982 b p 39)

Y agrega a la discusioacuten los conceptos de Fernando Novais con-trapuesto a Schuartz

Si afirmamos con Fernando Novais que es a partir del traacutefico negrero que se puede entender la esclavitud afri-cana colonial y no lo contrario es decir que habriacutea sur-gido el traacutefico para alimentar el sistema esclavistahellip his-toacutericamente esto no es posible de constatarhellipla transicioacuten gradual a un traacutefico de africanos maacutes intenso como dice Schuartz se dio en funcioacuten de caracteriacutesticas dificulta-des y necesidades intriacutensecas de la economiacutea colonial del azuacutecar en evolucioacuten la cual preexistioacute ciertamente a una importacioacuten masiva de cautivos africanos lo contrario no es verdad no vemos el flujo del traacutefico generando una economiacutea colonial azucarerardquo (Cardoso 1982 b p 40)

Finalmente considera en Ameacuterica existioacute

[hellip] un reacutegimen basado en las relaciones esclavistas de produccioacuten que surgioacute donde existiacutea la posibilidad de

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producir para el mercado europeo artiacuteculos tropicales en grandes cantidades con bajos costos de produccioacuten y donde no fue posible incorporar de la fuerza de trabajo de los indios Esto uacuteltimo se funda en la loacutegica del sistema producir para el mercado que va tornaacutendose mundial y en una faceta ineacutedita en las visiones anteriores el negro esclavo como un ser humano que ha sido despojado de su humanidad La trata por su parte el traacutefico es el co-mercio de negros captura y venta existen estudios que revelan todo el proceso desde la captura en Africa hasta la venta en Ameacuterica (Cardoso 1982 b p 42)

Cardoso contrapone tambieacuten dos visiones historiograacuteficas y teoacutericas una que supone a partir de la trata el origen de los sistemas productivos basados en el esclavo como fuerza productiva baacutesica Estos argumentos hacen centro en la circulacioacuten de mercaderiacuteas como eje para definir el tipo de economiacutea que caracteriza a los tiem-pos modernos Mientras que otras visiones historiograacuteficas y teoacute-ricas realizan los estudios a partir de las relaciones de produccioacuten esto es como se organiza la produccioacuten al interior de un sistema eco-noacutemico

En esta visioacuten aparece la nocioacuten de sistema esclavista ello supone la formacioacuten de masas numerosas de cautivos a los que les es impuesto el trabajo forzado en Ameacuterica bajo condiciones de existencia extremadamente duras El sistema se alimenta de la trata pero es maacutes que ello pues supone la existencia de un tipo de produccioacuten (la maacutes ca-racteriacutestica es la plantacioacuten esclavista) con relaciones de produccioacuten especiacuteficas (tratamiento de los esclavos para preservar el orden esclavista mediante mecanismos ex-traeconoacutemicos) y con objetivos econoacutemicos precisos (por un lado el mercado mundial y por otro un sector campe-sino productor de alimentos para minimizar los gastos de manutencioacuten) (Cardoso 1982 b p 43)

Ademaacutes agrega (casi como respuesta al planteo de Gallegos) que diferentes estudios en torno a este tema han hecho posible la distincioacuten de varios sistemas esclavistas uno con sus caracteriacutesti-cas en el sur de Estados Unidos y otro en Brasil Pero la aparicioacuten de nuevos estudios superan esa postura proponiendo la unidad del sistema esto es el sistema esclavista es uno solo con la presencia de variantes regionales

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Podriacuteamos discutir sobre la denominacioacuten que puede adjudicarse a los cuatro siglos ininterrumpidos del tras-plante de negros a Ameacuterica Existen varios enfoques que sugieren distintas interpretaciones como las de Ta-nenbaum Freire y Elkins representantes de una visioacuten idealista suavizando la esclavitud en Brasil Otros como Eugene Genovese y Engerman construyendo una imagen renovada del viejo sur norteamericano al sostener que existieron mejores posibilidades de vida para los esclavos que en otros lugares de Latinoameacuterica Mientras autores como Charles Boxer Florestaacuten Fernaacutendez desmitificaron la benignidad de la esclavitud en cualquier sitio Ello da por tierra con aquellas interpretaciones que intentan ins-talar la existencia de varios sistemas esclavistas susten-tados en diferentes caracteriacutesticas En consecuencia soacutelo existioacute un sistema esclavista con modalidades diferentes (Cardoso 1982 b p 40)

Ello estaacute fundamentado en que en todas partes la loacutegica fun-cional del sistema esclavista pasariacutea por cinco caracteriacutesticas fun-damentales

1- Estructuralmente incluiacutea por lo menos dos sectores agriacute-colas uno productor de mercaderiacuteas destinadas a los mercados eu-ropeos y otro campesino productor de alimentos subordinados al primero ejercido por los esclavos en lotes de usufructo

2- Empleo extensivo de fuerzas de trabajo como asiacute tambieacuten de los recursos naturales especializacioacuten divisioacuten de la fuerza de trabajo y una relativa incorporacioacuten de tecnologiacutea es decir adapta-cioacuten de tecnologiacutea disponible

3- Mecanismos principales de reproduccioacuten de las relaciones de produccioacuten y del proceso de acumulacioacuten

a Traacutefico africano baacutesico para proveer fuerza de trabajo

b Control vigilancia represioacuten mecanismos integradores y preservacioacuten del orden esclavista

4- Rentabilidad en funcioacuten de

a Minimizacioacuten de los gastos en manutencioacuten de esclavos

b Autosuficiencia en insumos locales

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c Concentracioacuten de recursos disponibles en esclavos y me-dios de produccioacuten para cierto tipo de mercaderiacuteas

5- A nivel macroeconoacutemico la loacutegica del sistema era insepa-rable a la del capital mercantil en su conjunto el caraacutecter colonial de la economiacutea se manifestaba en el tipo de divisioacuten el trabajo entre Europa y las Ameacutericas y en la falta de control de estas sobre el mer-cado de sus propios productos de exportacioacuten (Cardoso 1982 b pp 31-32)

Otros interrogantes se levantan en torno al tema en cuestioacuten Son aquellos que nos introducen en un campo de estudios que bu-cea en la dimensioacuten socio-cultural del negro En este sentido Roger Bastide (2005) afirma que fueron despersonalizados por la ruptura violenta y traumaacutetica de las relaciones sociales en las que estaba inserto y trasplantado a otro espacio no obstante ello hubo resis-tencia frente al abuso y arbitrariedad de los esclavistas De todas maneras el negro tuvo que hacer frente a la nueva vida en Ameacuterica de distintas maneras

En estos nuevos espacios el negro debioacute forjarse una nueva personalidad sin la cual no podraacute sobrevivir La adaptacioacuten que transforma el cautivo en esclavo supone un aprendizaje linguumliacutestico religioso y del trabajo donde en todos los casos apareceraacute la dualidad mundo de los blancosmundo de los negros Se trata entonces de un proceso de adaptacioacuten tenso y contradictorio donde los dos mundos a pesar de estar ligados permanecen social y culturalmente separados antagoacutenicos e irreductible-mente enfrentados Ello esconde el caraacutecter bilateral de la relacioacuten sentildeoresclavo por un lado se presenta como una relacioacuten entre dominador y dominado pero por otro el sentildeor sabe que la transgresioacuten de esa especie de contrato que los une trae consigo el peligro de rebelioacuten es por ello que el control la violencia y el paternalismo constituyen las tres vertientes del tratamiento dispensado a los escla-vos (Cardoso 1982 b p 12)

El silencio sobre el color preserva el sentido peyorativo de li-berto y se funda en la identidad esencialmente blanca de la elite No obstante ello el negro lejos de aceptar pasivamente su rol de es-clavo dice Roger Bastide opuso fuerte resistencia De manera que puede plantearse el trasplante del negro a Ameacuterica como una His-toria jalonada de rebeliones resistencias y revoluciones

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Julio Louis (2008) comenta que no extrantildea que las rebeliones fue-ran incesantes y siempre vencidas porque todas las condiciones sociales se benefician de la esclavitud (incluso prostitutas libertos o soldados) por lo que la ideologiacutea esclavista se asienta firmemente entre ricos y pobres El aislamiento social y poliacutetico de los esclavos determina que nunca hayan confluido esclavos y libres en los mo-vimientos independentistas o que ninguno de estos movimientos planteara la abolicioacuten de la esclavitud En estos planteos de desco-noce el proceso de revolucioacuten de Haitiacute

El miedo generalizado hacia los esclavos hace que estos esteacuten solos contra todo y contra todos Ello los llevo a manifestar su re-pudio mediante la resistencia cotidiana defensa de la vida privada sabotaje robo atrasos intencionales uso sutil el sarcasmo y de la ironiacutea en relacioacuten a los blancos la supervivencia de cultos y cantos africanos aunque tambieacuten existiacutean otras formas de manifestar el descontento suicidios infanticidios envenenamiento rebeliones y fugas

En este uacuteltimo caso las comunidades fugitivas constituyeron quilombos Seguacuten Richard Price (1981)

[hellip] alcanzaron desde menudas partidas que sobrevivie-ron menos de un antildeo hasta poderosos estados que inclu-yeron miles de miembros y que sobrevivieron durante ge-neraciones o incluso siglos ndashde manera que- la existencia de tales comunidades y su permanencia actuaron como un reto heroico a la autoridad blanca y como prueba viviente de una conciencia esclava que rehusaba ser cir-cunscripta por la concepcioacuten de los blancos o manipula-da (Price 1981 p 12)

Los quilombos dice Kent (1981) fueron lo maacutes cercano a la idea de volver a crear sociedades africanas en un nuevo ambiente y en contra de las diferencias creadas Una vez formados los quilom-bos fueron considerados una amenaza para la plantacioacuten un caso paradigmaacutetico e incomparable dentro de Brasil lo constituye Pal-mares en Pernambuco En 1603 era considerado un mocambo or-dinario (mocambo deriva de mu-kambo que en Ambundu significa madriguera) y en 1612 ya teniacutea una importante reputacioacuten

La forma principal de rebelioacuten de los esclavos es la fuga individual o colectiva a la selva Los fugados se localizan

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en tres zonas a) en las Antillas y la regioacuten caribentildea los marrons (voz francesa que deriva en cimarroacuten denomi-nacioacuten dada a los animales u hombres huidos) fugitivos desdichados que prefieren la muerte al laacutetigo en medio de una selva desconocida incapaces de constituir comuni-dades organizadas ni revalidar los patrones de vida co-lectiva africanos b) en las Guayanas los boschnegers afirman comunidades selvaacuteticas que reviven la cultura y las formas sociales africanas combinadas con elementos europeos y aboriacutegenes En esos territorios las fugas se producen desde el primer tercio del siglo XVIII y la pri-mera insurreccioacuten data de 1730 Los holandeses celebran tratados de paz con ellos sin eacutexito Auacuten hoy perduran tribus (saramacca awka boni etc) de culturas de ras-gos predominantes de los fanti-ashanti (actual Ghana) e influencia de los yorubas y bantuacutes Recurren a una len-gua general (talkee-talkee) a partir de voces del holandeacutes franceacutes ingleacutes portugueacutes y dialectos africanos c) en Per-nambuco y Alagoas en las zonas agrestes ubicadas entre Recife y Maceioacute los quilombolas de Palmares auteacutentica repuacuteblica negra (1600-1695) principal pero no uacutenico quilombo Procedente del quimbundo (idioma angolano) lsquomocamborsquo designa al humilde poblado y lsquoquilomborsquo (li-teralmente lsquocampamentorsquo) a la federacioacuten de mocambos Los de Palmares mediante guerra de guerrillas derrotan maacutes de cuarenta expediciones represivas (portuguesas u holandesas) y liberan a esclavos revelando su solidari-dad (Vidart en Louis 2008 p 114)

Por tanto desde los primeros reportes de rebeliones de escla-vos seguacuten detalla Denys del Valle (2013) muchos esclavos huyeron de las haciendas y estuvieron sublevados largo tiempo y tomaron parte en la primera guerra del Bayano (1548-1558) y la segunda (1579-1582) En 1579 un grupo de ellos firmoacute un tratado de paz con los espantildeoles que reconocieron su libertad colectiva a cambio de utilizarlos para combatir el cimarronaje Era su liacuteder Bayano reco-nocido como rey un antiguo esclavo del presidente de la Audiencia de Panamaacute ladino o espantildeolizado en la lengua muy valiente que fue vendido por el conquistador Pedro de Ursuacutea

A la historia pasan los nombres de los liacutederes de revueltas contra la esclavitud Sebastiaacuten Lemba Calembo escapoacute de sus amos alrededor de 1532 y con otros de su condicioacuten se refugioacute en las mon-tantildeas unos 15 antildeos enfrentado a las autoridades coloniales hasta su captura y muerte en Santo Domingo el 17 de septiembre de 1547 Cansado del continuo maltrato de los colonizadores el esclavo Feli-

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pilIo encabeza en 1549 a los sublevados en Panamaacute capturado por el capitaacuten Francisco Carrentildeo fue descuartizado Miguel a quien sus compantildeeros proclamaron rey se levantoacute en 1555 en la Capitaniacutea de Venezuela en las minas de oro cerca de Barquisimeto y murioacute en un enfrentamiento con los espantildeoles

Guillermo Moncada ldquoguillermonrdquo negro libre luchoacute en aras de la independencia de su patria cubana y honroacute con su machete a mi-les de esclavos maltratados y vejados por el reacutegimen esclavista Fue al mismo tiempo heacuteroe de la independencia de Cuba y de la lucha contra la esclavitud Combatiente de las tres guerras independen-tistas Moncada (1841-1895) pasoacute de soldado mambiacute a mayor general del Ejeacutercito Libertador Cumplioacute su deber pese a estar gravemente enfermo comenta Denys del Valle (2013) a causa de la tisis que con-trajo confinado en un huacutemedo y oscuro calabozo del cuartel Reina Mercedes de Santiago de Cuba el cual llevoacute su nombre a partir de 1909 a peticioacuten de compantildeeros de armas ldquoA la prisioacuten entroacute Gui-llermo sano y salioacute de ella delgado caiacutedo echando sangre en cua-jos a cada tosrdquo escribioacute Martiacute en su diario de campantildea las palabras que escuchoacute de labios del hermano Narciso Moncada comandante mambiacute en territorio de Cuba Libre

Los gariacutefugas Luchadores guerreros a los que nunca les im-portoacute el poderiacuteo de sus enemigos son un pueblo que se resistioacute a la extincioacuten Esta etnia defendioacute sus tradiciones en paz como lo hicie-ron con sus vidas y territorios

En Veracruz por su parte tuvo lugar la primera rebelioacuten de esclavos durante el periodo de la Colonia espantildeola y fue encabezada por Yanga quien tras 30 antildeos de lucha logroacute la fundacioacuten del pue-blo San Lorenzo de los Negros hoy municipio de Yanga Procediacutea de la Guinea (alguna vez perteneciente al Imperio de Ghana Nyanga como tambieacuten era conocido)

Pasando por la creacioacuten de Palmares en el sur de Pernambuco (hoy estado de Alagoas) que resistioacute maacutes de noventa antildeos enfren-tando a los maacutes poderosos imperios del siglo Portugal y Holanda

En su interior los africanos cultivan cantildea de azuacutecar maiacutez mandioca papa tabaco legumbres frutales ademaacutes de usar las palmeras (de alliacute su denominacioacuten) conocidas ya por los provenientes del Golfo de Guinea con las que se alimentan (cocos y gusanos) visten y levantan viviendas

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Ademaacutes cazan y pescan criacutean gallinas y cerdos Florecen los oficios manuales en particular los de la metalurgia del hierro Su economiacutea es esencialmente autaacuterquica aunque practican trueques con poblaciones vecinas La tierra es de propiedad colectiva y probablemente hubiera inci-pientes clases sociales Los palmarinos se vinculan entre siacute por su anterior condicioacuten de clase ndashla de haber sido es-clavos- y eso mismo evidencia la heterogeneidad eacutetnica y cultural y la ausencia de certezas sobre los lugares de procedencia que muchas veces no son los del embarque en las costas occidentales El gobierno seriacutea de tipo de-mocraacutetico pues presumiblemente una asamblea popular elegiriacutea a los jefes y consejos dotaacutendose a los primeros de funciones administrativas y militares Todo el pueblo estaacute armado La familia es monogaacutemica El derecho pena con la muerte el adulterio el robo el homicidio y la de-sercioacuten La religioacuten es sincreacutetica con un sacerdocio que no constituye una casta poderosa ni influyente La len-gua es la portuguesa mezclada con dialectos africanos iquestHubo escritura En todo caso ha sido destruida por los vencedores El arte se expresa en ceraacutemica y esculturas de madera (Louis 2008 p 22)

Hasta la eclosioacuten de las inconfidencias del siglo XVIII como la encabezada por Tiradentes contra la amenaza de cobrar coerci-tivamente impuestos atrasados O la Inconfidencia Carioca (1794) movimiento opositor que constituye sociedades literarias pero es incapaz de dar pasos praacutecticos La Inconfidencia Bahiana o Conjura de los Sastres (1798) insurreccioacuten popular radical

A raiacutez del renacimiento agriacutecola de finesdel XVIII los lati-fundistas ocupan tierras de los pequentildeos labradores y de los esclavos cedidas para su manutencioacuten La multitud hambrienta saquea los almacenes el pelourinho -siacutem-bolo de la opresioacuten colonial- es quemado Las consignas masoacutenicas son libertad e igualdad Se reivindica el fin de la esclavitud la tierra para los pobres el voto para todos la repuacuteblica Papel vital cumplen la logia masoacutenica laquoLos Caballeros de la Luzraquo y la figura de Cipriano Barata meacute-dico y liacuteder carismaacutetico de los pobres al frente de un nuacute-cleo revolucionario de negros y de mulatos pobres (Louis 2008 p 23)

Sin desconocer en el largo proceso de rebeliones y revueltas la revolucioacuten en Haitique en 1794 de la mano de Toussaint Louver-ture se liberoacute a los esclavos haitianos y en 1804 el General en Jefe

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de las tropas independentistas Jean Jacques Dessalines proclamoacute la Repuacuteblica se produciacutea asiacute un hecho uacutenico en la historia la revolu-cioacuten triunfante de esclavos y la primera repuacuteblica negra

En fin todos son claros ejemplos que desmienten la idea di-fundida del esclavo sumiso las grandes rebeliones ocurriraacuten en los siglos XVIII y XIX durante el auge de la explotacioacuten Si los refugios donde viviacutean y sembraban eran localizados y destruidos ellos iban maacutes lejos a lugares apartados (cuevas montantildeas pantanos) y ha-ciacutean sus ranchos pues resultaba casi innato su sentido del derecho a la libertad

Los procesos de introduccioacuten concentracioacuten y distribucioacutenOtro punto sobre el que es necesario arrojar luz es sobre la cantidad de negros africanos ingresados al Nuevo Mundo y necesariamente aclarar que las cifras variacutean de uno a otro autor debido a las fuentes tomadas y a los criterios para reconstruir el trafico negrero por tan-to solo se pueden obtener cifras estimativas Roger Bastide (1967 p 12) presenta el Negro Year Book con las siguientes cifras

1666-1776 para las colonias inglesas francesas y espantildeolas

3000000

1680-1786 para las colonias inglesas de Ameacute-rica

2130000

1716-1756 para las otras colonias de Nuevo Mundo

3500000

1752-1762 Jamaica 70000

1759-1769 Guadalupe 40000

1776-1800 Ingleses 38000

Portugueses 10000

Holandeses 4000

Franceses 20000

Daneses 2000

El considera estas cifras incompletas ya que no menciona al siglo XIX momento en que el traacutefico fue maacutes intenso y ademaacutes se

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superponen unas con otras De todas maneras se puede ir tomando dimensioacuten del fenoacutemeno maacutes auacuten si como plantea Mellafe (1964) existiacutean cuatro complejos econoacutemico-geograacuteficos distintos para la distribucioacuten legal de los negros

[hellip] uno era la regioacuten del Caribe con varios puertos de entrada siendo los principales La Habana Santo Domin-go y San Juan La Regioacuten de Meacutexico y Centroameacuterica se abastecieron por Veracruz ampliaacutendose luego a la Bahiacutea de Campeche y a las costas de Honduras La zona Atlaacuten-tica americana quizaacutes la maacutes importante por el volumen de esclavos que recibioacute y repartioacute teniacutea por puerto a Car-tagena La cuenca del Riacuteo de la Plata se abasteciacutea por Bue-nos Aires Las aacutereas andinas del Paciacutefico en Hispanoameacute-rica tuvieron como puerta de entrada a Panamaacute que a su vez recibiacutea embarcaciones desde Cartagena y Portobelo que a su vez se constituyeron en centros de intenso con-trabando (Mellafe 1964 pp 60-62)

Ahora bien conocemos los puntos de ingreso al continente pero su origen luego de la distribucioacuten y afincamiento en los dife-rentes destinos solo es posible de conocer a partir de las supervi-vencias de los distintas pueblos desmembrados En este sentido se hace difiacutecil calcular el nuacutemero exacto de negros trasplantados a Ameacuterica primero porque la mitad moriacutea en cada embarque apro-ximadamente unos 500 en cada carabela segundo porque los que no moriacutean en el viaje no pasaban el periodo de aclimatacioacuten de ma-nera que llegaba menos de la mitad que habiacutea perdido su nombre y lugar de origen a ser subastado en cada sitio de Ameacuterica donde fuera requerido

A mediados del siglo XVll se inicia una etapa considerada como el auge de la esclavitud negra ello se relaciona con el desarro-llo de la economiacutea de plantacioacuten el ciclo del oro en Brasil incluyeacuten-dose tambieacuten el Caribe Britaacutenico Franceacutes y Holandeacutes y las colonias britaacutenicas de Ameacuterica del norte vinculados no solo al azuacutecar sino tambieacuten al tabaco antildeil cacao algodoacuten Desde 1791 hasta 1888 tie-ne lugar otra etapa en ella se incluye la Rebelioacuten de Haiti hasta la extincioacuten final de la esclavitud en Brasil marcada por procesos de abolicioacuten del traacutefico y de la propia esclavitud

En este sentido en Bahia auacuten se encuentran candombles Nagoacute (de Yoruba) Gege (de Dahomey) Angolas y Con-gos siendo el mas influyente sobre los otros en lo que hace

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teologiacutea ceremonial y fiestas fundamentales el grupo candomble Nagoacute En Haiti diversas naciones como Con-go Mayombe Congo Mandragues Mandraguese-Rug IboCaplauacute Badagriacute Maki Baacutembara Conga integradas a la cultura Fon En Ameacuterica Central se encuentran los caribes negros Yorubas en Cuba Trinidad y Noreste de Brasil (Alagoas Recife Bahia y de Porto Alegre a Pelotas En Jamaica Barbados y Santa Lucia es predominante la cultura Kromanti de la Costa de Oro En las Guayanas Francesa y Holandesa se encuentra la cultura Fanti As-hanti En Estados Unidos en Virginia se encuentran ras-gos de la cultura Fanti Ashanti y en Nueva Orleans se encuentran los dahomeyanos (Vodu) y Bantu (Bastide 196717-18)

En consecuencia las supervivencias de las culturas halladas en diferentes lugares del continente daraacuten lugar a lo que Ciro Car-doso denomina como Afroameacuterica o

[hellip] el conjunto discontinuo de regiones marcadas por la esclavitud negra por la inmigracioacuten forzada de africanos y por influjos provenientes de Africa Aunque la esclavi-tud negra no haya estado ausente en ninguna regioacuten del continente americano conviene reservar esta denomina-cioacuten solo para las partes donde ella llegoacute a ser la relacioacuten de produccioacuten dominante Esta zona estariacutea comprendi-da por Brasil Antillas Guayanas Colombia Venezuela Costa e Peruacute Litoral del Golfo de Meacutexico y Sur de Estados Unidos (Cardoso 1982 42)

Ello se debe a que la concentracioacuten de la poblacioacuten negra en Ameacuterica no fue homogeacutenea hubo regiones bien determinadas don-de la esclavitud alcanzoacute mayor intensidad por ello se propone la denominacioacuten de Afroameacuterica a la regioacuten donde la esclavitud llego a ser la relacioacuten de produccioacuten dominante

En el marco de esa relacioacuten de produccioacuten la vida de los escla-vos en tierras americanas estaba signada por el control el paterna-lismo y la violencia como mecanismos indiscutibles que serviacutean a la mantencioacuten del orden esclavista Ademaacutes estaba el Estado que legitimaba e institucionalizaba la esclavitud mediante leyes y tam-bieacuten utilizando todo el peso de sus fuerzas armadas y judiciales para restablecer el orden de manera que resultaba muy dificultoso para organizarse y actuar en contra del sistema

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Fue en la Ameacuterica negrera donde el cautivo conocioacute las condiciones maacutes deshumanizadas de su existenciaraquo Tra-baja 15 horas diarias con cinco diacuteas de descanso anuales Devuelve al amo el valor pago por eacutel en catorce meses de trabajo Se alimenta con farintildea y a veces con un pedazo de carne La senzala es infecta y promiscua La mortali-dad infantil es de 70 u 80 por ciento cifra a la que contri-buyen los abortos deliberados Los supervivientes a los 35 antildeos estaacuten acabados y a los 40 son un peso muerto por lo que son manumitidos generalmente ciegos lisia-dos viejos y deformadoraquo Un sistema de terror sofoca las rebeldiacuteas castracioacuten destruccioacuten de dientes a martilla-zos amputacioacuten de senos vaciado de ojos quemaduras El lsquopelourinhorsquo es asiacute descrito laquoCon los primeros azotes la piel se desprendiacutea del cuerpo Auacuten asiacute le era prohibi-do al castigado quejarse bajo pena de que el castigo se duplicara Terminado eacuteste se derramaba vinagre agua salada o pimienta sobre el cuerpo en carne viva y el negro era encerrado en un calabozoraquo Los lsquosentildeoresrsquo fomentan la desigualdad entre los esclavos Los de los cantildeaverales (lsquoesclavos de azada y hozrsquo) en sus tres cuartas partes son lsquobozalesrsquo (recieacuten salidos de su paiacutes) en tanto que los lsquola-dinosrsquo (conocedores del idioma y costumbres de los por-tugueses) tienen especializaciones barqueros carreteros marineros artesanos Ademaacutes los urbanos viven mejor que los rurales siendo privilegiados los domeacutesticos (mu-camas amas de leche cocineras concubinas lsquocapangasrsquo o guardaespaldas) Pero todos sufren el desprecio de crio-llos y mulatos y la reciacuteproca hostilidad entre las diferen-tes etnias (Louis 2008 p 15)

No es pues sorprendente dice Roger Bastide (2005) que halle-mos auacuten en Ameacuterica importantes restos de las civilizaciones afri-canas Pero por otra parte la esclavitud destruiacutea poco a poco estas ldquoculturas importadasrdquo del continente negro Primero en la propia generacioacuten de los bossales dispersaba a los miembros de una mis-ma familia haciacutea imposible toda continuidad en la vida de los li-najes antiguos la segunda generacioacuten continuacutea analizando Bastide (2005) la de los negros criollos podiacutean acceder a viacuteas de ascenso vertical tanto en el interior de la propia estructura esclavista (po-sibilidad de pasar del trabajo agriacutecola al servicio domeacutestico para las mujeres y para los hombres al trabajo de artesaniacutea o a ciertos pues-tos de mando) como en el interior de la estructura de la sociedad en su conjunto (la manumisioacuten y su entrada en el grupo de los negros libres)

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Hablemos pues de la existencia de culturas negras al margen de las culturas africanas o afro-americanas El peligro estaacute en confundirlas Querer hallar en todas partes rasgos de civilizaciones africanas incluso donde han desaparecido desde hace mucho O por el contrario negar la presencia africana y no querer ver maacutes que al ldquonegrordquo La esclavitud ha resquebrajado totalmente las tradiciones y costumbres africanas y ha durado dema-siado tiempo para que puedan renacer el negro ha tenido que aceptar en el momento de su emancipacioacuten las leyes del paiacutes en que viviacutea y por consiguiente nuevas formas de propiedad nuevas formas tambieacuten de ligazoacuten con la tierra (aparceriacutea arrendamiento trabajo como obrero agriacutecola) que le fueron impuestas y a las que le era im-posible sustraersehellipse pueden distinguir seguacuten las re-giones dos tipos de comunidades aquellas en las que los modelos africanos se han impuesto frente a la presioacuten del medio ambiente (sin duda estos modelos han tenido que modificarse para poder adaptarse y resultar aceptables) las llamaremos comunidades africanas Y aquellas en las que por el contrario la presioacuten del medio circundante ha sido maacutes fuerte que las escasas remanencias de la me-moria colectiva desgastada por siglos de servidumbre pero en las cuales en cambio la segregacioacuten racial no ha permitido la aceptacioacuten por los descendientes de esclavos de los modelos culturales de sus antiguos duentildeos en este caso el negro ha tenido que inventar nuevas formas de vida social que respondiesen a su aislamiento a su reacutegi-men de trabajo a sus nuevas necesidades las llamaremos comunidades negras negras porque el blanco permanece al margen pero no africanas puesto que estas comuni-dades han perdido el recuerdo de sus antiguas patrias Estos dos tipos de comunidades son tan soacutelo imaacutegenes ideales En la praacutectica lo que hay es un continuum entre estos dos tipos extremos (Bastide 2005 p 28)

Si bien las rebeliones las fugas los quilombos constituyen una modalidad de rechazo del esclavo al sistema existe otra forma de resistencia que tiene que ver lo cotidiana en la que la muacutesica y los cultos africanos mezclaacutendose con el cristianismo le permiten al esclavo ponerse encima del blanco ello actuacutea como preservador de la humanidad y la autonomiacutea subjetiva del esclavo frente a los ojos del blanco

La tradicioacuten oral y la cultura campesina caribentildea proponen todo un arsenal de maacuteximas y de consejos para engantildear vencer por el ridiacuteculo defenderse etc Para Dany Beacutebel-Gisler en el pasado in-

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acabado de la esclavitud (2001) existe un mundo de palabras en el que pawocircl a bouch a manjeacute an nou [palabras proferidas por la boca de comer palabras verdaderas seguras] no es comparable a pawocircl yo kracheacute an bouch an nou [palabras que se nos han escupido en la boca palabras postizas con trampa] Descubrir las mil y una mane-ras de caracterizar la palabra en criollo ndashuna palabra dada exclusi-va y soberanamente a los amos y negada a los esclavosndash constituye uno de los mejores medios para penetrar iacutentimamente en el univer-so cotidiano de los esclavos sentir la tensioacuten a la que hay que es-capar por medio de una inventiva renovada sin cesar Por eso esta variedad de pawocircl anba dousou [palabras clandestinas] pawocircl koko-makak [palabras garrote que golpean como un palo] pawocircl vant [pa-labras salidas del vientre esenciales] pawocircl masyeacute [palabras enmas-caradas alusivas] pawocircl a Negraveg Kongo [palabras de negros congos llegados los uacuteltimos despreciados]

Palabras obstaculizadas por el bozal de hierro que se poniacutea a los esclavos Palabras prohibidas ahogadas que para decir las cosas tuvieron que tomar caminos kosyeacute desviados Palabras envueltas en lo maacutes profundo de la naturaleza atentas al diacutea a la noche al crujido de las hojas a la corteza de los aacuterboles Palabras animistas para celebrar la fusioacuten las bodas del hombre con el universo coacutesmi-co Como este canto maravilloso de un boyero

Deacutesawa eacuteDeacutesawa oAn tout bwa pa ni vwaLalin tegravet anba[]Lategrave o seacute fregrave mwenDlo seacute seacuteseacute mwen[]Manman-ou seacute manman mwenPapa-ou seacute papa mwenLategrave o seacute fregrave mwenWouleacute Yegravey wouleacute

Desasosiego ehDesasosiego ohEn todo el bosque no hay vocesLa luna estaacute con la cabeza abajo[]La tierra oh es mi hermanoEl agua es mi hermanita[]Tu madre es mi madreTu padre es mi padreLa tierra es mi hermanoiexclSeguid ea seguid

Dany Beacutebel-Gisler (2001 p 292)

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Palabras tambieacuten astutas para esconder ocultar su pensamiento no atacar de frente al adversario Si trescientos sesenta antildeos despueacutes de la abolicioacuten de la esclavitud los nintildeos recitan cuentos y prover-bios que ellos mismos enriquecen como los griots con aconteci-mientos y personajes de su vida cotidiana o de la vida del paiacutes es porque se ha mantenido la tradicioacuten oral africana y transmitido de generacioacuten en generacioacuten y sus palabras han permanecido vivas Davwa bwa ka pouri pawocircl pa ka pouriacute [La madera se pudre las pa-labras no]

Actualmente la poblacioacuten afrolatina y afrocaribentildea llega a casi 30 por ciento del total de habitantes de la regioacuten es de ldquoalta den-sidad y poca resonanciardquo dice Ciro Cardoso (1982) Aunque suman 150 millones de personas la mayoriacutea de las cuales se concentran en Brasil Colombia y Venezuela llama la atencioacuten la tenue presencia poliacutetica de esta comunidad su poco acceso a instancias de gobierno asiacute como la falta de datos exhaustivos sobre su situacioacuten econoacutemi-ca Los estudios disponibles indican que maacutes de 90 por ciento de la poblacioacuten descendiente de los esclavos traiacutedos de Aacutefrica a Ameacuterica en la eacutepoca colonial es pobre tiene acceso solo a los empleos menos remunerados y cuenta con bajo nivel de educacioacuten Ademaacutes es su-jeto de una aguda discriminacioacuten por el color de su piel

Esta cuestioacuten tiene que ver con la abolicioacuten y la negacioacuten del teacutermino liberto ya que ello no implica una actitud valorativa del blanqueamiento sino un rechazo al estigma de la esclavitud La ideologiacutea del blanqueamiento que transitoacute la historia brasilentildea por ejemplo no se construyoacute solo sobre la tabla rasa de la socializacioacuten incompleta de los negros por la experiencia del cautiverio sino tam-bieacuten por la experiencia de lucha por la ciudadaniacutea en una sociedad cada vez maacutes jerarquizada a partir del maacutes riguroso apartheid so-cial

En Ameacuterica Latina y el Caribe el racismo se concentra sobre todo en los negros auacuten maacutes que en los indiacutegenas y eso es eviden-te en toda Ameacuterica El porcentaje de analfabetismo en Brasil es 25 veces mayor entre los negros que otros grupos raciales En Cuba donde 30 por ciento de sus 112 millones de habitantes son negros el racismo sigue vivo e incluso se intensificoacute en los uacuteltimos 10 antildeos indicoacute en 2003 un estudio realizado por la Academia de Ciencias a pedido del gobierno de Fidel Castro La revolucioacuten no ha conse-guido abatir ldquolas diferencias en el estatus social y econoacutemico de la

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poblacioacuten negra del paiacutesrdquo reconocioacute en un discurso el presidente Castro Mientras en Colombia el estatal Departamento de Planea-cioacuten Nacional consigna que 80 por ciento de los negros colombianos viven por debajo de la liacutenea de pobreza

Por tanto como palabras finales del presente artiacuteculo una vez presentadas distintas posibilidades de anaacutelisis el objetivo central fue instalar el debate en torno a los muacuteltiples aspectos que permi-tan ofrecer algunas liacuteneas de anaacutelisis que no agotan el tema Con-trariamente se abren interesantes caminos de reflexioacuten de los que no estaacuten ausentes cuestiones relacionadas a las posturas que se asumen para tratar el tema

Descentramiento abandonar puntos de vista etnocentristas liberarse de las trabas mentales que impiden conocer al otro Como se relata en una parte del artiacuteculo todaviacutea prevalece la mirada de la elite gobernante y parte de la sociedad que ensalza sus ancestros europeos desconociendo como iguales a otros contingentes huma-nos que confluyeron en estas tierras por su propia voluntad o (maacutes terrible) forzadamente Desde esta perspectiva la discriminacioacuten el abandono la desidia el racismo continuacutean haciendo foco en las personas de color marcando un hecho curioso Durante la colonia geacutenesis de estos males pareciacutea que los indios gozaban de ciertos beneficios que los negros no poseiacutean hoy se encuentran nivelados hacia abajo En este punto cabe la reflexioacuten de Ansadi (1996) con res-pecto a los sectores sociales ubicados a fin de la escala social hacien-do gala de una ironiacutea que llama a la reflexioacuten ldquofragmentados exclui-dos fameacutelicos y como si eso fuese poco violentos y corruptosrdquo

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1958

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Apeacutendice

Cronologiacutea Esclavitud y trata del negro en AmeacutericaJoseacute Luis Goacutemez Martiacutenez

1444

Una expedicioacuten portuguesa al mando de Lanzarote de Freitas llega a Portugal con un cargamento de 235 escla-vos Se inicia asiacute la etapa ldquomodernardquo de la comercializacioacuten (trata) de esclavos negros en la Peniacutensula Ibeacuterica y pronto en Ameacuterica No obstante recordemos que la esclavitud no era algo nuevo se trataba maacutes bien de una nueva etapa en una de las instituciones maacutes poderosas de laantiguumledad En Espantildea por ejemplo se encontraba legislada con precisioacuten a mediados del siglo XIII en Las siete partidas de Alfonso el Sabio El tiacutetulo 21 de la Parte Cuarta se titula ldquoDe los siervosrdquo cuya ley primera establece que ldquoson tres maneras de siervos La primera es de los que cativan en tiempos de guerra seyendo enemigos de la fe La segunda es de los que nascen de las siervas La tercera es quando alguno es libre e se desea venderrdquo

1473

Pronto hubo necesidad de regularizar el nuevo ldquocomerciordquo y se inicia la centralizacioacuten que luego caracterizariacutea la trata de negros ldquoEn 1473 se presenta un proyecto de ley por el cual todos los esclavos comprados en Aacutefrica debiacutean llevarse primero a Portugalrdquo En este sentido en 1486 se funda en Portugal la Casa dos Escravos cuyo fin era conceder licen-cias y asegurarse que se recaudaban los impuestos ldquoEntre 1493 y 1495 se registraron tres mil seiscientos esclavos en la Casa dos Escravos de Lisboardquo (Thomas 85)

1479 Tratado de Alcaccedilovas mediante el cual Espantildea autoriza la venta de esclavos en Espantildea El centro de la trata es Sevilla

1494

El Tratado de Tordesillas que traza la liacutenea divisoria entre Espantildea y Portugal para las exploraciones de nuevas tierras impone igualmente liacutemites que impediraacuten durante los primeros siglos de la Colonia el comercio directo de esclavos desde las costas de Aacutefrica

1502Se introducen los primeros esclavos en las islas del Caribe Primero se autoriza en La Espantildeola pero para 1530 se ha intitucionalizado ya en el resto del Caribe

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1508

En un principio los esclavos negros fueron llegando a Ameacuterica mediante licencias reales especiales semejantes a la que se incluye en la ldquoCapitulacioacuten otorgada a Diego de Nicuesa y Alonso de Ojeda para comerciar en Urabaacute y Veraguardquo En el punto cinco de dicha capitulacioacuten se sentildeala ldquoque vos aya de dar licencia y por la presente vos la doy para que podaacuteis pasar quarenta esclavos para la labor de las dichas fortalezasrdquo (Vas Mingo 157)

1510

La raacutepida despoblacioacuten de la isla Espantildeola y la necesidad de trabajar las minas inicia el raacutepido aumento de la poblacioacuten negra esclava El rey Fernando el Catoacutelico autorizo el 22 de enero de 1510 en Valladolid ldquoel transporte de cincuenta esclavos negros los mejores y los maacutes fuertes disponibles para que trabajaran en las minas de la Espantildeola [] el 14 de febrero pidioacute a la Casa de la Contratacioacuten que enviara otros doscientos esclavos a la mayor brevedad posible para que fueran vendidos en Santo Domingordquo (Thomas 91)

1516 Se inician los ingenios de azucar en La Espantildeola

1518Durante los antildeos 1518-1519 tiene lugar una fuerte epidemia de viruelas en el Caribe que diezma draacutesticamente la pobla-cioacuten aborigen y acelera el aumento de la poblacioacuten negra

1522Los esclavos negros se sublevan en el ingenio del goberna-dor Diego Coloacuten Gonzalo Fernaacutendez de Oviedo describe la sublebacioacuten y represioacuten que le sigue

1530

Se subleban los esclavos en la ciudad panamentildea de Acla Como ejemplo del aumento de la poblacioacuten negra en todo el aacuterea del Caribe podemos usar el caso de Puerto Rico que contaba con 327 blancos y 2292 esclavos

1547

Las rebeliones de esclavos negros se repiten en mayor o menor nuacutemero en toda la regioacuten del Caribe en 1532 en Venezuela en 1533 en Cuba y Panamaacute En 1547 se destaca la prolongada rebelioacuten de Sebastiaacuten Lemba en La Espantildeola en 1550 la de Juan Criollo que duroacute varios antildeos En 1579 los negros rebeldes en Portobelo (Panamaacute) llegan a firmar un tratado de paz con los colonos espantildeoles mediante el cual consiguen libertad colectiva

1600 La poblacioacuten de ascendencia precolombina praacutecticamente habiacutea desaparecido del Caribe

1619

Un barco negrero holandeacutes llega a las costas de Estados Unidos (Jamestown) y se ve forzado a cambiar su cargo de esclavos por provisiones Se inicia asiacute la entrada de la pobla-cioacuten negra a Estados Unidos pero no seraacute hasta la deacutecada de los 1680 cuando se regule la situacioacuten de los esclavos

1630Inglaterra inicia la industria del azucar en Barbados En 1692 tiene que sofocar un levantamiento general de los esclavos de la isla

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1635 Inglaterra se apodera de JamaicaSe suceden las rebeliones de los esclavos negros

1663

Maryland pasa leyes que estipulan que ldquotodos los negros importados deberaacuten ser considerados como esclavosrdquo En 1664 se estipula que los esclavos debes servir de por vida Se prohibe tambieacuten el matrimonio entre mujer blanca y hombre negro

1685 Para regular la esclavitud en el Caribe franceacutes Francia promulga elrdquoCode Noirrdquo

1713Acuerdo entre Espantildea e Inglaterra sobre ldquoEncargarse la Compantildeiacutea de Inglaterra de la introduccioacuten de esclavos Ne-gros en la Ameacuterica Espantildeola por tiempo de treinta antildeosrdquo

1734Las rebeliones en Jamaica llegaron a tal extremo que la Asamblea de Jamaica se vio en la necesidad de enviar una peticioacuten de ayuda a la metroacutepoli

1787

Thomas Clarkson funda en Londres la British Antislavery Society que luego es la base de asociaciones similares en los demaacutes paiacuteses europeos y americanos En Estados Unidos se prohibe en 1787 la esclavitud en el territorio al norte y oeste del riacuteo Ohio Para 1820 son ya doce los Estados Libres

1780-90 Deacutecada de maacutexima actividad en el comercio trans-Atlaacutenti-co de esclavos

1789

ldquoReal Ceacutedula de su Magestad concediendo libertad para el comercio de Negros con las islas de Cuba Santo Domingo Puerto Rico y Provincia de Caracas a Espantildeoles y Extran-gerosrdquo

1790

En 1790 el Virrey Francisco Gil Taboada y Lemos ordena un censo de la poblacioacuten en el recinto de Lima (Peruacute) Los resultados son una excelente ventana al porcentaje de la poblacioacuten negra e india y al creciente proceso de mestizaje

1791 Los esclavos se rebelan en Haitiacute y en 1804 declaran su independencia

1794 El 4 de febrero de 1794 la Convencioacuten Francesa vota la abolicioacuten de la esclavitud en las Antillas Francesas

1801 Toussaint Louverture ocupa Santo Domingo y proclama la libertad de los esclavos

1803 Dinamarca prohiacutebe el comercio de esclavos (primera na-cioacuten moderna en hacerlo)

1807

Inglaterra proclama el Abolition Act de la esclavitud pero no produjo resultado inmediato hasta que en 1832 se apro-boacute la Abolicioacuten de la Esclavitud con aplicacioacuten inmediata a todas las colonias inglesas

1808 Estados Unidos prohiacutebe la importacioacuten de esclavos

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1810 Miguel Hidalgo proclama un bando en Meacutexico aboliendo la Esclavitud

1811El Supremo Congreso Nacional de Chile publica un decre-to el 11 de octubre sobre la libertad de vientres Bando de libertad de vientres

1812Se sofocan las rebeliones de esclavos en Puerto Rico y Cuba los esclavistas temiacutean que se duplicaran los sucesos de Haitiacute

1813

EL Supremo Poder Executivo Provisorio de las Provincias Unidas del Riacuteo de la Plata decreta el 2 de febrero de 1813 la libertad de todos los nacidos desde el 31 de Enero de 1813 inclusive en adelante

1815

ldquoDeclaracioacuten de las Potencias para la abolicioacuten de la trata de negrosrdquo (Viena 8 de febrero de 1815) Los paiacuteses que firman son Austria Espantildea Francia Gran Bretantildea Noruega Portugal Prusia y Suecia Pero tambieacuten se afirma que esta ldquoDeclaracioacuten no debe influir en el teacutermino que cada Poten-cia participante juzgue conveniente fijar para la extincioacuten definitiva del comercio de negrosrdquo (Mesa 135)

1816

Simoacuten Boliacutevar decreta la abolicioacuten de la esclavitud vuel-ve a plantear la situacioacuten de la esclavitud en el ldquoDiscurso de Angosturardquo de 1819 y nuevamente en el Congreso de Cuacutecuta en 1821

1817

Espantildea firma con Inglaterra un tratado internacional mediante el cual se comprometiacutea a suprimir la trata y abolir la esclavitud en un plazo de tres antildeos El acuerdo sin provisiones especiacuteficas quedoacute uacutenicamente en expresioacuten di-plomaacutetica No fue hasta 1867 cuando se publicoacute un decreto condenando e imponiendo penas para el traacutefico negrero para estas fechas los esclavos en Cuba habiacutean ascendido de 199145 en 1817 a 369000 en 1867

1818

En Chile en el Proyecto de Constitucioacuten Provisoria de 1818 se reitera el decreto de 1811 sobre la libertad de vientres ldquoAr-tiacuteculo 12- Subsistiraacute en todo vigor la declaracioacuten de los vientres libres de las esclavas dada por el Congreso y gozaraacuten de ella todos los de esta clase nacidos desde su promulgacioacutenrdquo

1823

Chile La Constitucioacuten de 1823 se pronuncia contra la esclavitud ldquoArtiacuteculo 8- En Chile no hay esclavos el que pise su territorio por un diacutea natural seraacute libre El que tenga este comercio no puede habitar aquiacute maacutes de un mes ni naturalizarse jamaacutesrdquo

1835 Se firma el 28 de junio en Madrid un Tratado entre Espantildea y Gran Bretantildea para la abolicioacuten de la trata de esclavos

1838 Se decreta la abolicioacuten definitiva de los esclavos negros en el caribe britaacutenico

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1842 Ley del 12 de diciembre de 1842 Abolicioacuten de la esclavitud ldquoen todo el territorio de la Repuacuteblicardquo Oriental del Uruguay

1845 Ley del 2 de mayo de 1845 con imposicioacuten de penas a los que se dediquen a la trata de negros

1848

La Repuacuteblica Francesa decreta la abolicioacuten de los esclavos en el Caribe Franceacutes Motivado por los sucesos en las Anti-llas francesas y temeroso de que las rebeliones de esclavos se propagaran por las colonias espantildeolas Don Juan Prim Conde de Reus dicta en Puerto Rico el denominado Bando Negro del 31 de mayo de 1848 En eacutel se imponiacutean penas draacutesticas contra los negros libres o esclavos de la isla (ldquoArt 2 Todo individuo de raza africana sea libre o esclavo que hiciere armas contra los blancos justificada que sea la agresioacuten seraacute si fuese esclavo pasado por las armas y si fuese libre se le cortaraacute la mano derecha por el verdugo pero si resultase herida seraacute pasado por las armasrdquo)

1851 ldquoLey declarando abolida para siempre la esclavitud en Venezuelardquo

1853El Artiacuteculo 15 (primera parte) de la Constitucioacuten Argentina de 1853 declara la abolicioacuten de la esclavitud en el territorio argentino

1854

El 3 de diciembre se publica el Decreto de la Abolicioacuten de la Esclavitud en Peruacute El objetivo de este decreto se recoge despueacutes en el Estatuto provisorio de 1855 (26 de junio de 1855) cuyo artiacuteculo 8 apartado 2 dice ldquoNadie es esclavo en la Repuacuteblicardquo Luego la Constitucioacuten de 1856 (Promulgada el 13 de octubre de 1856) bajo el ldquoTiacutetulo IV Garantiacuteas individualesrdquo sentildeala igualmente en el Artiacuteculo 17 que ldquoNadie es esclavo en la Repuacuteblicardquo Se da maacutes eacutenfasis a la lucha contra la abolicioacuten en el Artiacuteculo 40 apartado 6 donde se dice que el ldquoEl derecho de ciudadaniacutea se pierde [hellip] Por el traacutefico de esclavos aun en el exteriorrdquo

1856 La uacuteltima llegada documentada de un barco de esclavos negros a Brasil

1863Holanda decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Surinam y en las antillas holandesas Se proclama la emancipacioacuten de los esclavos en Estados Unidos

1865

Estados Unidos proclama la abolicioacuten de la esclavitud y la hace efectiva a traveacutes de una enmienda a su constitucioacuten (Enmienda XIII) Julio Vizcarrondo hacendado puertorri-quentildeo que habiacutea dado libertad a sus esclavos crea la Socie-dad Abolicionista Espantildeola En este mismo antildeo de 1865 se funda el perioacutedico El abolicionista

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1867

Llegada del uacuteltimo barco de esclavos negros a Cuba Ley del 17 de mayo de 1867 en la que se ldquoestablecen normas para la represioacuten y castigo del trafico de negros Quedan configura-dos como delitos de trataEl armamento de buques y cualquier operacioacuten que se haga en ellos para destinarlos al traacutefico de negros asiacute como el viaje de los mismos a la costa africana cualquiera sea su banderaLa adquisicioacuten de negros fuera de la isla de Cuba Puerto Rico o adyacentes y su transporte a estas islas o cualquiera otro puntoLa introduccioacuten de ellos en las islas referidas o la presencia en sus aguas jurisdiccionales de buques con cargamento de negros bozalesrdquo (Mesa 141-142)

1868

Decreto sobre la esclavitud del 27 de diciembre de Carlos Manuel de Ceacutespedes capitaacuten general del Ejeacutercito Liberta-dor de Cuba y encargado de su gobierno provisionalLa revolucioacuten que tuvo lugar en Espantildea en septiembre de 1868 denuncia tambieacuten la esclavitud e inicia el camino para su abolicioacuten aun cuando su propuesta sea todaviacutea tiacutemida La Junta Superior Revolucionaria Considerando que la esclavitud de los negros es un ultraje a la naturaleza humana y una afrenta para la nacioacuten que uacutenica ya en el mundo civilizado la conserva ya en todo su integridad [hellip] la esclavitud es una de esas instituciones repugnantes cuya desaparicioacuten no debe hacerse esperar [hellip] La Junta Superior Revolucionaria propone al gobierno provisional como medida de urgencia y salvadora Quedan declarados libres todos los nacidos de mujer escla-va a partir del 17 de septiembre proacuteximordquo (Mesa 71)

1869

Decreto de extincioacuten de la esclavitud promulgado en Camaguumley el 26 de febrero Los independentistas cubanos publican laConstitucioacuten de Guaacuteimaro cuyo artiacuteculo 24 declara que ldquoTodos los habitantes de la Repuacuteblica son ente-ramente libresrdquo

1870

Se aprueba la llamada Ley Moret El discurso de Castelar se hizo en defensa de la enmienda que eacutel proponiacutea al artiacuteculo 21 de dicha ley Se trata del comienzo oficial de una poliacutetica espantildeola abolicionista

1873

Tras la abdicacioacuten de Amadeo de Saboya (1871-1873) al trono espantildeol se proclama la primera repuacuteblica espantildeola (1873-1874)Espantildea decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Puerto Rico

1880 Espantildea decreta la abolicioacuten de la esclavitud en Cuba pero crea el sistema de transicioacuten de Patronato

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1886Una Real Orden de la Reina Regente Mariacutea Cristina su-prime el sistema de Patronato con lo que se pone fin a la esclavitud en Cuba

1888 Abolicioacuten de la esclavitud en Brasil

1893 Joseacute Martiacute publica el ensayo ldquoMi razardquo

1894

Joseacute Martiacute publica el ensayo ldquoEl plato de lentejasrdquo donde se refleja a pesar de su caraacutecter poliacutetico pro-revolucionario el verdadero legado humano de prejuicios del estado esclavis-ta

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Resistencias rebeliones y milenarismos de los pueblos

americanos durante la ocupacioacuten espantildeola

las guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana

Noelia Kaufman

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IntroduccioacutenLa multiplicidad de pueblos que habitaban estas tierras cuando Ameacuterica auacuten no era Ameacuterica presentaban un desarrollo econoacutemi-co praacutecticas culturales y estructuras sociales que diferiacutean a lo lar-go y ancho del continente El impacto social y econoacutemico a escala universal que produjo el ldquodescubrimientordquo conquista y colonizacioacuten de Ameacuterica abre el debate para sostener prolongadas discusiones en torno a la imposicioacuten de instituciones y sistemas de creencias Para legitimar este proceso la sociedad europea creoacute para siacute y para el mundo una visioacuten fuertemente cuestionada en el siglo XX ya que invisibilizaba la lucha de los pueblos americanos ante el avasa-llamiento y la desestructuracioacuten que sufriacutean en todos los aspectos antes mencionados

Los primeros contactos entre los espantildeoles y los pueblos que habitaban el continente americano estuvieron como muchos cronistas e historiadores han sentildealado cargados de diferentes im-presiones creencias y reacciones que incluyen entre otras la asi-milacioacuten de la imagen de los espantildeoles ligada a diferentes deidades americanas Esta visioacuten proyectada de los invasores se desvanecioacute raacutepidamente pero fue un factor de peso para que muchos pueblos recibieran con asombro a los supuestos visitantes El paso del embe-lesamiento a la desazoacuten no tardoacute en llegar a partir de alliacute el camino por el cual no pocos optaron fue el de resistir

Se tratoacute de resistir a la imposicioacuten de una nueva fe de resistir a los abusos a los que fueron sometidos las comunidades indiacutegenas que habitaban este continente La opresioacuten sobre las formas de or-ganizacioacuten de las diversas comunidades el ecosistema y el derrama-miento de sangre fue impuesto bajo el amparo de dos instituciones que eran totalmente desconocidas en estas tierras o mejor dicho de dos seres totalmente ajenos a ella es decir el rey y su dios cristiano

En este sentido nos preguntamos coacutemo se desarrollaron las resistencias y rebeliones indiacutegenas en los diferentes espacios donde la colonizacioacuten espantildeola se abrioacute paso considerando la multiplici-dad de factores que las impulsaron y las diferencias constitutivas de dichos movimientos cuaacuteles son sus caracteriacutesticas fundamen-tales Y queacute aportes encontramos en la historiografiacutea para abordar esta problemaacutetica poniendo foco principalmente en las resistencias araucanas y las guerras calchaquiacutees

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Los antecedentes y abordajes conocidos sobre esta temaacutetica son muchos y variados solo por mencionar los maacutes representativos encontramos desde documentos testimoniales como la Historia de las Indias de Fray Bartolomeacute de las Casas (1957) o Guamaacuten Poma de Ayala (1987) en Nueva Croacutenica y buen gobierno como tambieacuten es-critos acadeacutemico de peso de la mano de Leoacuten Portilla (1959) La Vi-sioacuten de los Vencidos relaciones indiacutegenas de la conquista o El reverso de la conquista Gonzaacutelez Obregoacuten (1907) La sublevaciones de indios en el siglo XVII Magnus Moumlrner (1976) y La rebelioacuten de Tuacutepac Ama-ruhellip Moya Pons (1978) La espantildeola en el siglo XVI 1493-1520 Powell (1977) La guerra chichimeca (1550-1600) Stern (1982) Los pueblos indiacutegenas del Peruacute y el desafiacuteo de la conquista espantildeola Pentildea Batle (1970) La rebelioacuten del Bahoruco Wachtel (1976) Los vencidos Los indios del Peruacute frente a la conquista espantildeola (1530-1570) Estas son solo algunas de las obras que tratan el tema de las resistencias a la ocupacioacuten espantildeola entre muchas otras

Considerando lo antes expuesto es que a modo de hipoacutetesis evidente podriacuteamos sentildealar que las resistencias y rebeliones de los pueblos americanos ante la ocupacioacuten espantildeola se vinculaban a un sistema de creencias y a la necesidad de reconstruirlo luego del avasallamiento y la violencia que sufrieron estas comunidades en todo aspecto tanto social cultural como econoacutemico Resistencia que se ve condicionada en el tiempo por la aceptacioacuten de estas comuni-dades a ciertos niveles de aculturacioacuten

Este trabajo no pretende hacer un estudio acabado de las resis-tencias indiacutegenas a la ocupacioacuten espantildeola como una cuestioacuten maacutes o menos persistentes considerando solo esta caracterizacioacuten sino que se intentaraacute incluir otras variables ya que el objetivo primordial es realizar un aporte a la caacutetedra de Historia Americana y Argentina Colonial del profesorado y licenciatura en Historia perteneciente a la Facultad de Ciencias Humanas de la UNRC

A partir de estos puntos se procede a realizar un recorrido por las resistencias que forjaron los pueblos que habitaban Ameacuterica durante la ocupacioacuten espantildeola a traveacutes de una metodologiacutea cualita-tiva en primera instancia se recurre al anaacutelisis documental e histo-riograacutefico sobre el tema en base a una serie de autores claacutesicos y en un segundo momento se recurre del meacutetodo comparativo

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Esta aproximacioacuten sinteacutetica y puntualizada de algunas de las resistencias y rebeliones documentadas a lo largo de los siglos XVI XVII y XVIII se situacutean en dos macro regiones la mesoamericana y la andina mientras que el estudio comparativo entre guerras calchaquiacutees y la resistencia araucana se establece en el espacio del cono sur americano del sector oeste

La eleccioacuten del meacutetodo tiene como objetivo establecer dife-rencias y similitudes entre estos casos no solo para poner en evi-dencia las caracteriacutesticas de estos movimientos sino para tratar de entablar un diaacutelogo comuacuten que nos lleve a una explicacioacuten plausi-ble de conjunto sin intenciones de que sean universales indagando en las interacciones entre dichos procesos (Kocka 2002)

Reconocemos las complejidades de la comparacioacuten y adver-timos al lector que muy lejos estaacute nuestra intencioacuten de crear ldquopara-lelismos anacroacutenicosrdquo como sentildeala Castro Alfiacuten (1993) Este meacuteto-do ndashcomparativo- se presenta como una herramienta para dar una visioacuten de conjunto de coacutemo se desarrollaron las resistencias de los pueblos que habitaban el continente americano ante la avanzada hispaacutenica

La estructura de este artiacuteculo comprende un breve recorri-do sobre las resistencias y rebeliones a la colonizacioacuten espantildeola en Ameacuterica que asume esquemaacuteticamente una parcializacioacuten tempo-ral en siglos -XVI XVII y XVIII- para una mejor comprensioacuten de la diversidad de dichos movimientos Entre ellos encontramos los que surgieron de los primeros contactos en el Caribe promovidos contra la dominacioacuten y la esclavitud aquellos con fuertes connota-ciones religiosas enmarcadas en los movimientos milenaristas y las reacciones que se suscitaron desde el interior de los ya instalados sistemas de dominacioacuten econoacutemica

A partir de lo antes mencionado se realiza una caracteriza-cioacuten de los movimientos de resistencias y rebeliones indiacutegenas li-gada a los procesos econoacutemicos por los que se ven trastocados estos pueblos y las medidas con las cuales intervienen los espantildeoles para neutralizar estos intentos de defensa de la tierra y la etnia asiacute como la rebelioacuten ante el reclutamiento forzoso y la explotacioacuten sumado a la resistencia cultural permanente que se manifiesta en el sincre-tismo y la continuidad de las praacutecticas culturales por parte de estos

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pueblos analizando y comparando los casos de la resistencia arau-cana y las guerras calchaquiacutees

Resistencias en el siglo XVI en los centros y periferiasRealizar una segmentacioacuten basada en una periodizacioacuten muy es-quemaacutetica es acotar la riqueza del anaacutelisis comparativo pero es importante poder dar una imagen general sobre el tema antes de ahondar en las particularidades de las guerras calchaquiacutees y las re-sistencias araucanas se trata de una forma de enriquecer el anaacutelisis particular con una mirada sobre el contexto en general Es por ello que en este primer apartado exponemos los casos que se han rele-vado con detenimiento entre autores como Wachel (1976) Todorov (1987) Vitale (1998) Oliva de Coll (1991) Barral Goacutemez (1992) pero que pueden bien ejemplificar la situacioacuten de muchos otros pueblos que se resistieron a la ocupacioacuten de sus tierras y no estaacuten incluidos en esta aproximacioacuten

Durante el proceso de ocupacioacuten espantildeola para exponentes como Luis Vitale (1998) la resistencia indiacutegena tuvo dos fases una la de los primeros antildeos de la conquista militar caracterizada por la aguerrida defensa de la etnia y de la tierra y otra que cubre toda la colonia en la que se cruza la lucha eacutetnica con la lucha contra la explotacioacuten en las minas haciendas y plantaciones

Hablamos de resistencia entendiendo a esta como la capaci-dad para organizar el rechazo de las fuerzas invasoras durante lap-sos muy prolongados y evitar de este modo que se cercene el nivel de poder poliacutetico y el control sobre las normas sociales ello difiere de forma tajante con lo que podemos considerar como rebelioacuten ya que esta uacuteltima surge en una sociedad previamente sometida El objetivo general puede sacudir el yugo que los oprime y recuperar el poder de autogestioacuten Pero tambieacuten hay rebeliones que apuntan a reformar las condiciones de subordinacioacuten aligerando las cargas que pesan sobre la poblacioacuten pero que no pretenden recuperar la libertad total (Lorandi 1988)

Las resistencias de los tainos en la isla La Espantildeola -actual Re-puacuteblica Dominicana y Haitiacute- uno de los primeros pueblos con los que toman contacto los espantildeoles tuvieron importantes repercu-siones estaacuten relacionadas con el fin de un ciclo econoacutemico en las

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islas del Caribe (Barral Goacutemez 1992) considerando que a partir de la segunda deacutecada del siglo XVI la forma de explotar estas tierras ba-sadas en la extraccioacuten de oro aluvial se encuentra agotada y es sus-tituida por la implantacioacuten de cultivos tropicales principalmente por la cantildea de azuacutecar en consecuencia se produce una exacerbada buacutesqueda de mano de obra que desemboca en la explotacioacuten de los pueblos que habitaban estos espacios Se trata de Tainos Awarak y Caribes quienes ante tamantildeo impacto llevaran a cabo muacuteltiples resistencias la maacutes significativa fue liderada por Enriquillo iniciada en 1519-1522

Hijo del cacique Maxicatex Guarocuya o maacutes conocido como Enriquillo fue criado en un convento franciscano llevado por el pa-dre Fray Bartolomeacute de Las Casas agraviado por el trato que recibiacutea de los espantildeoles y acongojado por la situacioacuten de su pueblo escapoacute a la regioacuten alta del Boharuco consiguiendo la adhesioacuten de varios ca-ciques De esta forma se lanzoacute a la oposicioacuten armada organizando grupos de guerrilla en el resguardo de la montantildea A pie y por los desfiladeros los ataques espantildeoles se vuelven vulnerables a la de-fensa orquestada por los seguidores de Enriquillo La fama de la re-sistencia se expandioacute cada vez maacutes por lo cual los enfrentamientos persistieron alrededor de 15 antildeos (Oliva de Coll 1991)

Luego de transitar por las Antillas y el Caribe y presentaacuten-dose muacuteltiples episodios como el anteriormente descripto donde los pueblos que habitaban estas tierras adaptan la guerrilla como taacutectica de defensa y ataque ante la ocupacioacuten espantildeola esta avanza a traveacutes del amedrentamiento y matanzas indiscriminadas y cuan-do no son estas las causas de las muertes los virus y bacterias que llevaban consigo los espantildeoles se encargan de diezmar a grupos en-teros

La sed de oro prestigio y sangre no se detuvo alliacute desde las primeras islas en la que ponen pie los espantildeoles se van a erigir dos grandes arcos de conquista Uno se dirige desde Cuba hacia Meacutexico entre 1516 y 1518 recorriendo el aacuterea central de esta regioacuten entre 1519 y 1522 destruyendo la confederacioacuten azteca al mando de Her-naacuten Corteacutes expandieacutendose hacia el Norte y hacia el Sur El otro arco de conquista surge desde Panamaacute que toma la ruta del Paciacutefico para llevar a cabo la conquista del espacio andino llegando al corazoacuten del imperio Inca en 1531-1533 expedicioacuten al mando de Francisco Pizarro Desde Peruacute los conquistadores se mueven hacia el Norte y

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hacia el Sur en este movimiento es cuando Pedro de Valdivia fundoacute Santiago de Chile en 1542 pero la conquista de Chile se malogroacute en una guerra de agotamiento con los indios araucanos (Elliot 1990)

Al llegar a tierra firme se encontraron una de las sociedades maacutes complejas del continente americano se trataba de una gran confederacioacuten de tribus1 -con centro en Tenochtitlan- cuyo gru-po dominante era el azteca o mexica que manteniacutean sojuzgados a muchos otros pueblos cualidad que supo muy bien explotar Corteacutes cuando llega al corazoacuten de Meacutexico utilizando a quienes se rebelaron contra el poderiacuteo azteca dando apoyo a los extrantildeos invasores2

Moctezuma llevando adelante el gobierno de tan vasto im-perio optaraacute por dejar entrar a los ldquoaventurerosrdquo los invasores se apoderaron de todo cuanto pudieron y preso de esta decisioacuten Moc-tezuma gobernoacute con la guardia espantildeola siguiendo cada uno de sus pasos La oposicioacuten se gestoacute cuando Corteacutes que comandaba las tro-pas espantildeolas abandonoacute Tenochtitlaacuten para acudir al desembarco de Paacutenfilo de Narvaacuteez en Vera Cruz quedaacutendose al mando Pedro de Alvarado quien tomoacute como amenaza la celebracioacuten religiosa de los mexicas en el templo mayor acudioacute con sus hombres y armas para desconcentrar a la poblacioacuten o maacutes bien masacrarlos acaban-do todo en una gran matanza (Oliva de Coll 1991)

La reaccioacuten del pueblo azteca no se hizo esperar y cercaron a los invasores junto a Moctezuma estos se vieron obligados a dejar atraacutes la gran ciudad Este eacutexodo del invasor pasara a los anales como

1 ldquoVarios autores al describir la naturaleza poliacutetica de esta entidad han empleado teacuterminos como imperio reino o confederacioacuten de sentildeoriacuteos e incluso de tribus La mayoriacutea de los antiguos estados de la Meseta Central (como los de Chal-co-Amaquemeca Cuitlaacutehuac Xochimilco Coyohuacan y Culhuacan) y muchos otros en las zonas de Hidalgo Morelos Guerrero Puebla Veracruz Oaxaca Ta-basco y Chiapas reconocieron el dominio azteca Todos estaban sometidos de dife-rentes maneras a la metroacutepoli mexica No obstante incluso en los casos en que los mandatarios locales continuaban gobernando reconociacutean a Meacutexico-Tenochtitlan como la metroacutepoli central desde donde emanan las oacuterdenes y las exacciones que incluiacutean el pago de los tributos y diversos servicios personales como la protec-cioacuten de las rutas comerciales (Elliot 1990)2 ldquoLa dominacioacuten mexica sobre los otros pueblos de Meacutexico central mdashuna dominacioacuten que exigiacutea un tributo opresivo y un suministro constante de viacutectimas para el sacrificiomdash habiacutea generado un odio y un resentimiento que permitioacute a Cor-teacutes en su marcha hacia el interior presentarse ante las tribus sometidas como un libertador Esto junto con la alianza con Tlaxcala que los mexica nunca habiacutean conseguido someter le permitieron seguir una ruta hacia Tenochtitlan a traveacutes de un territorio relativamente acogedor Tambieacuten se dotoacute de un ejeacutercito de refuer-zo entre la poblacioacuten indiacutegena deseosa de vengarse contra Moctezuma y la eacutelite mexicardquo (Elliot 1990)

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ldquola noche tristerdquo ocurrida en el antildeo 1520 A partir de alliacute los mexica se organizaron en una resistencia que a pesar del cerco impuesto por los espantildeoles a su alrededor bajo el mando de Cuauhteacutemoc ele-gido sucesor de Moctezuma se niegan a capitular aunque al cabo de tres meses la ciudad asolada por la peste de la viruela hace que la resistencia mexica se debilite hasta resquebrajarse

La ocupacioacuten espantildeola suscito muacuteltiples resistencias desde el espacio maacutes septentrional hasta el sur de los actuales estados de Chile y Argentina estos dos extremos en los primeros antildeos de la ocupacioacuten como lo sentildeala Nahtan Wachtel (1976) se constituiriacutean en espacios perifeacutericos como ldquoguerras fronterizasrdquo En tal sentido esto nos provee dentro de la historiografiacutea un criterio para acer-carnos al estudio de este tema basado en la loacutegica centro-periferia En estos casos se constituyen en ldquocentrosrdquo los espacios maacutes poblados como lo seriacutean el centro del actual Meacutexico en aquel momento habi-tado por una confederacioacuten de tribus con su capital en Tenochtitlaacuten y el radicado en la regioacuten andina bajo el poder del Inca con su cen-tro en el Cuzco

Considerando el criterio de periferia en el primer arco de con-quista que se extiende hacia el norte encontramos otro escenario de resistencias para el avance espantildeol se trata de la Guerra de Mixtoacuten alejados de los nuacutecleos poblados se extendioacute por las montantildeas de Mixton Acatic Nochistlan y Cuinao y tuvo lugar entre 1541-1542 se trata de una resistencia gestada en las fronteras estimulada por hechiceros que anuncian la llegada de nuevos tiempos Estos pre-dicadores pertenecientes a ldquotribus salvajesrdquo de acuerdo a los relatos oficiales anunciaban la venida de Tlatol acompantildeado por todos los ancestros resucitados se trata de un retorno al pasado estimulando a la poblacioacuten india a rechazar la cultura invasora y promover la restauracioacuten de la tradicional profesando la violencia directa hacia los invasores (Barral Goacutemez 1992)

Las guerras chichimecas tienen continuidad luego de los en-frentamientos de Mixtoacuten se trata de otra de las disputas que ocurre en las periferias en lo que se construiraacute como la frontera minera La lucha se desarrolloacute a partir de 1550 con dos momentos culmines en 1560 y 1580 La poblacioacuten que se encontraba en estas aacutereas -zona septentrional de Zacatecas y San Martiacuten donde se alojaban las prin-cipales explotaciones mineras- se corresponde con una forma de organizacioacuten noacutemade fragmentada en tribus por ello los aztecas

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los denominaron ldquochichimecasrdquo aquellos que escaparon de su orga-nizacioacuten poliacutetica e influencia cultural e ignoraban o no practicaban la agricultura y se abocaban a la caza de ciervos liebres ratones o serpientes

Las zonas de fronteras se convirtieron en verdaderas espacios de caza de ldquoesclavosrdquo que cubriacutea las necesidades de todo Meacutexico A partir de 1570 los espantildeoles instalaron los ldquopresidiosrdquo y sus soldados se dedicaron a la caza de indios pero estos resistieron y mejoraron sus teacutecnicas de guerra tomando elementos como el caballo adap-tando su forma de lucha al uso de este animal como medio de trans-porte y como parte de la guerra aumentado su movilidad e impacto

En este mismo proceso de resistencia a la ocupacioacuten e invasioacuten europea encontramos en el segundo arco de conquista que parte de Panamaacute hacia el Peruacute la resistencia que se inicia en un aacuterea central con Manco Capac en Peruacute en el antildeo 1536 y la formacioacuten del Esta-do Neoinca en Vilcabamba que se prolonga hasta 1572 vinculado al movimiento milenarista Taqui Ongo contemporaacuteneo al primero desarrollaacutendose entre 1564-1565

Resulta confuso pero aunque sean contemporaacuteneos hay di-ferencias relevantes que sentildealar entre ambos (Taqui Ongo y el Es-tado Neoinca) El Estado Neoinca es expresioacuten de una situacioacuten de rechazo a la situacioacuten colonial que comienza cuando Manco Inca heredero del imperio inca utilizoacute la codicia de los espantildeoles para librarse de ellos y salir de Cuzco con el pretexto de buscar oro y asiacute afincarse en el valle de Yucay Aprovechando la partida de Almagro a la conquista de Chile y la estadiacutea de Pizarro en Lima reuacutene un ejeacutercito de 50000 hombres y pone sitio al Cuzco desde marzo de 1536 hasta abril de 1537 A pesar de su fracaso organiza una rebe-lioacuten general en base a las guerras de escaramuzas y teniendo como refugio la sierra

Tras los embates de Almagro Manco Inca se repliega a la mon-tantildea en la regioacuten de Vitcos en la provincia de Vilcabamba centro de resistencia inca desde 1537-1572 Esta rebelioacuten tiene como nodo el culto al Inca hijo del sol es alliacute donde encontramos presente la reivindicacioacuten de sus sistema de creencias con un feacuterreo rechazo al cristianismo

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Ante el asesinato de Manco Inca le sucedioacute Sairy Tupac su hijo me-nor de edad y aunque este se alioacute a los espantildeoles tras su muerte (1560) Titu Cusi sobreviene y restaura la poliacutetica de resistencia de Manco quien fuera su padre poliacutetica que seguiraacute tambieacuten el nue-vo sucesor Tuacutepac Amaru Se mantuvo al frente del estado neoinca pero su intervencioacuten fue breve las expediciones espantildeolas fueron favorecidas por las epidemias desbaratando la resistencia de Vilca-bamba

Entre 1560-1570 se da la crisis del mundo indiacutegena de la cual advierte Wachtel (1976) por lo que aparece un movimiento que intentoacute reafirmar o rescatar maacutes bien la cultura tradicional en los andes se trata del Taqui Ongo movimiento que surgioacute en el Peruacute central en 1560 entre el descalabro social y econoacutemico que habiacutea producido la ocupacioacuten colonial Este movimiento se separa de la resistencia de Vilcabamba porque se extendioacute maacutes allaacute de ella se define como un despertar de la religioacuten tradicional en guerra contra el cristianismo confronta ambas culturas y excluye toda acultura-cioacuten rechaza los elementos de la cultura que combate es decir la espantildeola ya sea vestimenta religioacuten o haacutebitos A diferencia del Es-tado Neoinca adoptoacute una resistencia sin llegar a la empresa beacutelica Cubiertos de un halo de confianza los seguidores de Taqui Ongo que significa retorno a la tradicioacuten esperaban un acontecimiento sobrenatural que concrete la resurreccioacuten del imperio Inca

A modo de siacutentesis de este breve recorrido podemos sentildealar algunas cuestiones relevantes como las caracteriacutesticas de las pobla-ciones que encontramos en los centros y las periferias Los centros se tratan de poblaciones maacutes amplias tambieacuten maacutes complejas a nivel poliacutetico como econoacutemico ya sea en el caso azteca o inca Mientras que en las periferias encontramos diferentes tribus fragmentadas con un estilo noacutemada lo cual permite constituir fronteras hostiles y poner coto a la ocupacioacuten espantildeola ya que anteriormente supieron poner liacutemite a los dominios de los pueblos de Ameacuterica en expansioacuten

Es destacable coacutemo los milenarismos o las profeciacuteas mesiaacuteni-cas movilizan a estos pueblos donde estaacute presente la figura de un principio unitario que ha de restaurar el orden destruido en este caso por la conquista espantildeola es una concepcioacuten ciacuteclica que en-caja perfectamente con los engranajes religiosos del mundo andi-no (como mesoamericano) sobre todo el caso del ldquoTaqui Ongordquo que anuncian el tiempo de las ldquohuacasrdquo o el retorno del Inca poniendo

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fin al predominio hispano con la venida de un tiempo nuevo (Ba-rral Goacutemez 1992)

El mesianismo aunque manifieste el rechazo a las marcas culturales de los espantildeoles tiene un caraacutecter sincreacutetico con el cris-tianismo ya que por ejemplo quien impulsa el movimiento del Ta-qui Ongo Juan Chocne es ayudado por indias que se hacen llamar Santa Mariacutea o Santa Mariacutea Magdalena una simulacioacuten que quizaacutes intenta asimilar la fuerza del dios cristiano (Wachtel 1976)

De todas las respuestas posibles que los espantildeoles organiza-ron para abatir las resistencias de los pueblos de estas tierras ningu-na fue tan poderosa como la guerra que dieron las bacterias y virus arrojados en este nuevo continente lo cierto es que la disminucioacuten de la poblacioacuten debilitoacute el margen de accioacuten y organizacioacuten de una resistencia maacutes efectiva por parte de los pueblos americanos que se vieron sorprendidos y avasallados por esta nueva realidad De todas maneras como ya hemos sentildealado las estrategias y formas de las primeras resistencias fueron muy heterogeacuteneas y responden a la diversidad de los pueblos que habitaban

El siglo XVII una bisagra que despunta el filo de las instituciones coloniales ante la diversidad eacutetnica y cultural americanaEste apartado pretende visualizar cuaacuteles son aquellas rebeliones que surgen una vez instaladas las instituciones coloniales La ocu-pacioacuten espantildeola cada vez se disemina maacutes la llegada de nuevos contingentes que pretenden hacerse con las riquezas de las tierras americanas genera maacutes tensioacuten en las zonas fronterizas donde los pueblos resisten al filo de las instituciones de dominacioacuten espantildeola

A principios del siglo XVII las llamaradas de las antiguas resis-tencias se siguen expandiendo pueblos enteros como los Acaxeacutees en la sierra de topia actual estado de Durango en Meacutexico atacaban los asentamientos hispanos asaltando e interrumpiendo los caminos intentando debilitar a sus opresores Otros pueblos como los Xixi-mes Coras y Tarahumaras ademaacutes de mulatos y negros se unieron a la rebelioacuten en Durango que concluyoacute en 1618 cuando todo indicio de conspiracioacuten fue aplastado por los espantildeoles Otra gran rebelioacuten

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fue llevada adelante por los indios Guazaparis en 1632 y una deacutecada despueacutes estalla las rebelioacuten de las ldquosiente nacionesrdquo Tobosos Cabe-zas Salineros Mamites Julimes Conchos y Colorados en el actual estado de Chihuahua siendo su principal meacutetodo el de afrentar a los espantildeoles mediante el robo y los asaltos (Barral Goacutemez 1992)

En todas las acciones estos pueblos reclamaban sobre las con-diciones de explotacioacuten a que eran sometidos en el trabajo en las mi-nas ya que las zonas fronterizas se caracterizadas por la extraccioacuten de metales preciosos pero aunque este sea un motivo aparente el fin uacuteltimo que perseguiacutean estos pueblos era la expulsioacuten de los es-pantildeoles conjuntamente con ellos se encarnaba un desprecio hacia la iglesia catoacutelica objetivado en dar muerte a religiosos e incendiar iglesias

Los alzamientos se repetiacutean intermitentemente durante toda la segunda mitad del siglo XVII en general animados por la resis-tencia a convertirse al cristianismo y aunque la actividad de las mi-siones jesuiacuteticas fue profusa en esta regioacuten los indios aparentaban una actitud sumisa para obtener de los frailes objetos metaacutelicos de valor por su novedad semillas de nuevos cultivos pero en su inti-midad conservaban haacutebitos ritos y costumbres arraigadas

Los Hopi y los Zuntildei fueron facciones que conformaron el gru-po denominado por los espantildeoles como ldquoindios Pueblordquo3 afincados en territorio que pertenecen actualmente a los estados norteame-ricanos de Arizona y Nuevo Meacutexico conviviendo con otros grupos como los Acoma Laguna Yemez Queresans Tano Tihua Tehua Tompiro y Piro (Barral Goacutemez 1992) Desarrollaron un complejo sistema de creencias organizacioacuten social y produccioacuten econoacutemica y aquiacute en esta zona la imposicioacuten espantildeola y el aplastamiento que sufrieron en todos estos aspectos termina por minar la poca o casi nula aceptacioacuten que poseiacuteaen los ldquoblancosrdquo entre estos pueblos

La rebelioacuten de los indios pueblo fue un movimiento planeado y estalla ante la fuga de un brujo llamado ldquoPopeacuterdquo que se encontraba en manos de espantildeoles acusado de hereje ante la praacutectica de cultos ancestrales Por diversos medios se gestoacute entre los indios una gran

3 Practicaban la agricultura del maiacutez y de caracteriacutesticas sedentarias esta-ban rodeados de tribus noacutemadas como los apaches mescaleros apaches chirica-huas navajos luchando entre ellos por lo que en un principio la avanzada de los espantildeoles no hizo maacutes que aplacar la belicosidad de estos uacuteltimos por lo cual los denominados indios pueblos no opusieron resistencia (Barral Goacutemez 1992)

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conflagracioacuten concertando el 11 de agosto de 1680 para atacar a los espantildeoles Fue tan fuerte y tan vivo el levantamiento que lleno de muerte todo Nuevo Meacutexico sin que quedara un solo espantildeol vivo Por supuesto la reaccioacuten de los colonizadores no se hizo esperar y en muacuteltiples expediciones doce antildeos despueacutes del primer altercado Diego de Vargas Zapata con 800 soldados a su mando sometieron a la regioacuten nuevamente bajo el yugo hispano

En el otro extremo de los dominios espantildeoles en Ameacuterica emergen a mediados del siglo XVII las sublevaciones de los guay-curuacutees en la gobernacioacuten del Paraguay comparable a las rebeliones que sucedieron en la regioacuten de Quito donde el abuso de los enco-menderos terminoacute con estallidos de violencia para el antildeo 1635 Has-ta en los confines de la selva las tensiones con los pueblos origina-rios producto de la opresioacuten que genera la nueva administracioacuten se acompantildea con la oposicioacuten a los intentos de evangelizacioacuten como el caso del cacique Andreacutes Zampati enemistado con los misioneros franciscanos por la imposicioacuten de la monogamia es por ello que atrajo a misioneros al interior de la selva con la informacioacuten falsa que alliacute se encontraban grupos pasibles de ser cristianizados El fi-nal de este cacique fue en mano de su propio grupo por parte de miembros que siacute habiacutean sido cristianizados Esto se repite en otros movimientos organizados en esta regioacuten (Oliva de Coll 1991)

Es evidente que la tensioacuten no solo se da con el ldquootrordquo en este caso el espantildeol y su cosmovisioacuten sino que se profundizan en el inte-rior de las comunidades conforme avanzan y se consolidan las ins-tituciones hispanocristianas Dentro de estos anaacutelisis se encuentra uno de los casos que retomaremos maacutes adelante con detalle se trata de un punto inflexioacuten en las denominadas guerras calchaquiacutees es-tos pueblos que habitaban el noroeste del actual estado argentino donde un espantildeol Pedro Bohoacuterquez que contrajo matrimonio con la hija de un cacique de la regioacuten presentando al virrey de Lima un plan de colonizacioacuten para esas tierras y viendo fracasar su expedi-cioacuten le propuso el mismo plan al gobernador de Tucumaacuten Alonso de Mercado de Villacorta Para cumplir con su cometido hizo correr el rumor de ser el uacuteltimo heredero de los antiguos incas del Cuzco Asiacute les pidioacute a la poblacioacuten de los valles calchaquiacutees que se convir-tieran al cristianismo todo esto llegoacute a oiacutedos del Virrey que le llamoacute con la intencioacuten de reprenderle pero este no se presentoacute y en 1568 el levantamiento de los calchaquiacutees tomoacute cuerpo Bohoacuterquez intentoacute

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negociar su entrega pero esto no terminoacute con la resistencia calcha-quiacute Las guerras se extendieron por casi seis antildeos concluyendo en 1664 cuando las tropas espantildeolas invadieron el valle y los indios fueron expulsados de sus tierras

Todas las resistencias aquiacute mencionadas que se generan en el siglo XVII son protagonizadas por los pueblos que auacuten no fueron sometidos completamente al dominio espantildeol y que se oponen en algunos casos firmemente a la imposicioacuten religiosa Pero hay faccio-nes que aceptan ldquosincreacuteticamenterdquo la religioacuten cristiana las pautas culturales y morales de los espantildeoles dado lugar al comienzo de la fragmentacioacuten de los pueblos originarios y al nacimiento de algu-nas caracterizaciones como la de ldquoindios amigosrdquo Esto es aquellos que ceden a la dominacioacuten espantildeola para quitarse el yugo de un pueblo vecino o que incluso persiguen conductas que ellos ya aban-donaron como el caso del cacique Zampati capturado por indios cristianizados Esto evidencia el filo de las instituciones coloniales que comienzan a hacer mella en el tejido social de estas sociedades ya sea que esta aculturacioacuten haya sido concebida en el marco de la resignacioacuten o la imposicioacuten

Rebeliones en el siglo XVIIIEste apartado considera recorrer algunos de los episodios represen-tativos que hacen a las rebeliones del siglo XVIII luego de doscien-tos antildeos de luchas que como hemos resaltado adoptaron diferentes estrategias los pueblos americanos sucumbieron ante el desmoro-namiento y la muerte de sus dioses las enfermedades que llega-ron desde el viejo mundo el reacomodamiento econoacutemico y social (Saacutenchez Albornoz 1979) y por supuesto ante la explotacioacuten fiacutesica a traveacutes del trabajo forzado

Como sentildeala Barral Goacutemez (1992) en este siglo se dan una se-rie de movimientos diferentes en intensidad donde el aspecto eacutet-nico se confunde con reivindicaciones sociales y poliacuteticas de todo tipo Las reformas borboacutenicas son un factor preponderante para comprender en parte las formas de resistencias ya que la adminis-tracioacuten colonial busca ajustar controles econoacutemicos y administrati-vos sobre sus dominios creando con dicho propoacutesito nuevos virrei-natos como el de Nueva Granada y el del Riacuteo de la Plata generando conflictos por el establecimiento de nuevas presiones contributivas

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A mediados del siglo XVIII las resistencias de la regioacuten del Peteacuten en la actual Guatemala fueron tenaces en ocasiones violentas en otras pasivas pero siempre en pie de guerra El ejemplo maacutes claro es el la sublevacioacuten liderada por Jacinto Uc de los Santos Canek que ter-minoacute ldquoroto vivo atenaceado quemado su cuerpo y esparcidas sus cenizasrdquo (Oliva de Coll 1991) Las resistencias al reclutamiento for-zoso se seguiacutean dando continuamente en 1730 los indios de Piacutellaro se rebelaron en la real Audiencia de Quito contra el reclutamiento para el trabajo minero y a mediados de este siglo los guaraniacutees se resistieron a ser conducidos a las misiones jesuiacuteticas llevando a cabo la ldquoguerra guaraniacuteticardquo

La administracioacuten colonial se cubrioacute de una pesada maquina-ria burocraacutetica con la esperanza de incrementar auacuten maacutes los in-gresos de la corona intensificando la divisioacuten y especificidad de los funcionarios renovando la mirada sobre las leyes Esto representoacute una amenaza sobre los grupos locales que se habiacutean empoderado a lo largo de dos siglo de ocupacioacuten como los corregidores una figura en la cual los abusos de los encomenderos teoacutericamente encontra-riacutean un liacutemite pero en disonancia con esto monopolizaron el co-mercio con los indios de los pueblos en el llamado ldquorepartimientordquo como una forma de desembarazarse de productos sobrantes produ-ciendo una serie de fuertes resistencias por parte de los indios que eran obligados a obtener productos inuacutetiles o innecesarios

Los corregidores se granjearon la enemistad de muchos secto-res de la sociedad colonial ya que para el buroacutecrata comuacuten este era un comerciante bajo otra apariencia ademaacutes la intensa confronta-cioacuten del mismo con las comunidades indiacutegenas traen consigo en-frentamientos como el liderado por Tuacutepac Amaru

La elevacioacuten del impuesto de alcabala del 4 al 6 que se apli-coacute tambieacuten en la aduanas interiores fue lo que inicioacute las primeras resistencias a estas nuevas imposiciones en Arequipa Huancave-lica y Cuzco bajo el liderazgo de Joseacute Gabriel Tuacutepac Amaru en la provincia de Tinta en 1780 en la cual se mezclaron disputas que manteniacutean en vilo el obispo de Cuzco Moscoso con el Corregidor Arriaga de la provincia de Tinta

La rebelioacuten de Tuacutepac Amaru movilizoacute masas que apuntaban al corregidor Arriaga por los abusos y desmanes y aunque fue ase-sinado en manos de dicho levantamiento su liacuteder aduciacutea que fue

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mandado a ajusticiar por pedido del rey Carlos III Tuacutepac Amaru afirmando su procedencia directa del Inca actuaba en nombre del rey espantildeol

Como sentildealamos al inicio ya no se trata de reivindicaciones eacutetnicas en las rebeliones del siglo XVIII se vuelven cada vez maacutes difusas las alianzas donde sectores empoderados hispaacutenicos apo-yaban las demandas de los indios que veiacutean en cualquier tipo de disturbio un obstaacuteculo para que la nueva reforma administrativa aplicada por los borbones no cumpliera su cometido final

Por otro lado los Curacas fueron los que cuando cayoacute estre-pitosamente el imperio Inca incrementaron su poder volvieacutendose funcionales y funcionarios del sistema colonial convirtieacutendose en pequentildeos sentildeores en su aacuterea de influencia recaudando impuestos personales de los indios consignando el registro de indios para la mita con privilegios respecto al usufructo de tierras y el uso del agua participando en el sistema de mercado espantildeol actuando como un intermediario entre el encomendero y el comerciantes y en ocasiones lo haciacutea de forma independiente suministrando mano de obra india a cambio de pagos en efectivos (Spalding 1992)

Mencionar la naturaleza del Curaca no es un dato menor para comprender al representante de las rebeliones contra el sistema es-pantildeol que tienen lugar en 1780 ya que Joseacute Gabriel Condorcanqui mejor conocido posteriormente como Tuacutepac Amaru era un curaca4 que se dedicaba a la arrieriacutea (transporte de animales y cargas) un negocio que se vio obstaculizado por las reformas borboacutenicas con el aumento de los impuestos (alcabala) sobre todo en las aduanas interiores Por supuesto otra de las inquietudes de este personaje era ser reconocido como descendiente de Tupac Amaru el uacuteltimo inca que sostuvo la resistencia en el siglo XVI en Vilcabamba para reclamar beneficios como el de exceptuar a los indios ligados a su cacicazgo de la obligacioacuten de la mita potosina

Finalmente Joseacute Gabriel fue reconocido por su comunidad como Tupac Amaru y con la miacutestica que representaba logroacute como ya advertimos antes apresar al corregidor y ajusticiarlo aunque lo

4 El curaca desempentildeaba un rol social estrateacutegico Es una figura que sobre-vive a la colonizacioacuten espantildeola ya que estos jefes de origen mestizo o indio cum-pliacutean una funcioacuten muy similar a la que teniacutean en el Imperio Inca pero su poder fue siendo cercenado cuando la administracioacuten espantildeola se consolidoacute como en este caso (Cornblit 1978)

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hiciera en nombre del rey de Espantildea y en contra del mal gobierno de Areche (Cornblit 1978) A la muerte del corregidor la noticia se difundioacute por todo el altiplano se sucedieron saqueos en los obrajes y una exclamacioacuten general en contra de la dominacioacuten espantildeola Pero esto no se constituye como una resistencia con trasfondo de reclamo eacutetnico sobre todo cuando vemos que entre algunos ayu-dantes directos de Tuacutepac Amaru se encontraba en fraile dominico Isidro Rodriacuteguez Fueron muchos los religiosos que apoyaron su mo-vilizacioacuten sobre todo cuando eacutel mismo declaroacute que sus peticiones se centildeiacutean a los maacutes puros ideales cristianos contenidos en las leyes de indias referentes al buen trato del indiacutegena con ello declaraba su acatamiento a la iglesia catoacutelica (Cornblit 1978)

Entendemos que la rebelioacuten de Tuacutepac Amaru no se trata de una resistencia indiacutegena a la dominacioacuten espantildeola sino que para esta etapa (se entiende) es una rebelioacuten contra la figura administra-tiva del corregidor ya que dos de las instituciones maacutes poderosas y que llevaron adelante la ocupacioacuten en estos territorios la iglesia y el rey estaacuten contemplados en el marco de la movilizacioacuten como de factores incuestionables

Resistencias calchaquiacutees y araucanas fronteras de la ocupacioacuten espantildeolaConsiderando esta breve revisioacuten parcial de algunos casos concre-tos que hacen a la resistencia indiacutegena en Ameacuterica ante la invasioacuten espantildeola en este apartado se exponen las caracteriacutesticas y puntos en comuacuten asiacute como diferencias en un anaacutelisis comparado de las gue-rras calchaquiacutees y las guerras araucanas La eleccioacuten de estos casos se debe a que representan fuertes resistencias a las corrientes colo-nizadoras ambas ubicadas en el cono sur del continente produci-das en una zona perifeacuterica y de frontera

Comenzaremos describiendo las caracteriacutesticas de estos pue-blos pertenecientes a las ldquoperiferiasrdquo de los grandes conglomerados culturales (Azteca-Maya-Inca) la impronta que deja la aculturacioacuten espantildeola en ellos considerando los medios de los cuales se apropian para sostener el enfrentamiento y asiacute dirimir puntos de contacto y diferencias entre ambos casos

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Los diferentes pueblos que actuaron en las guerras Calchaquiacutees son caracterizadas por Martiacutenez Sarasola (1992) como pueblos de mon-tantildea Los omaguacas se dedicaban a la agricultura con influencia de las cultura incaica del Tawantisuyo poniacutean en praacutectica la irriga-cioacuten artificial y andenes de cultivo al igual que los diaguitas grupo conformado por parcialidades de lucataos tolombones yocaviles quilmes tafis todas practicaban la agricultura y criaban llamas compartiendo una lengua comuacuten el cacaacute o cacaacuten Identificados como calchaquiacutees se encontraban en noroeste del actual territorio argentino un espacio que comprende las provincias de La Rioja y Catamarca conjuntamente con sectores occidentales de Tucumaacuten y Salta Con las existencia de dos valles el de Hualfiacuten y los llamados valles Calchaquiacutees durante los primeros tiempos coloniales la im-portancia de esta regioacuten se reduce a asegurar la ruta que une Lima y Potosiacute (Lorandi 1988)

Las Guerras Calchaquiacutees fueron protagonizadas por diaguitas y omahuacas Estos uacuteltimos al mando del cacique Viltipoco fueron los que a mediados del siglo XVI se enfrentaron con eacutexito a los pri-meros avances de los espantildeoles en esta regioacuten Aunque la funda-cioacuten de ciudades se constituyoacute en una estrategia fundamental para afianzar el control de la zona por los invasores el desalojo de las co-munidades se da paulatinamente con la fundacioacuten de nuevas ciuda-des impulsadas por los espantildeoles con ello los indios eran sometidos al sistema de encomienda Pero la resistencia no dio tregua y a los omahuaca se le suman los diaguitas al mando de Juan Calchaquiacute quien entre 1561 y 1562 expulsoacute las huestes comandadas por Juan Peacuterez de Zurita enviado desde Chile en 1557 con instrucciones pre-cisas para conquistar y colonizar

Estos sucesos sentildealan para Lorandi (1988) como principal ca-racteriacutestica regional en ese periacuteodo

hellipque los indios persisten en su voluntad de resistir con el propoacutesito de preservar su autonomiacutea y evitar cumplir con las prestaciones que se les pretende exigir a pesar de la multiplicacioacuten de unidades eacutetnicas y de la carencia de poder poliacutetico unificado y permanente o tal vez por esta misma razoacuten es que pueden accionar de tal forma (Loran-di 1988 p 103)

Avanzados los asentamientos coloniales con la fundacioacuten en 1565 de San Miguel de Tucumaacuten y Coacuterdoba en 1573 la misma fun-

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dacioacuten de Salta hacen de la conquista una realidad excepto en el valle Calchaquiacute Las fundaciones de La Rioja en 1591 Nueva Madrid en las puertas del valle de Salta en 1592 y San Salvador de Jujuy en 1593 dejaraacute sentadas las bases definitivas de la ocupacioacuten hispaacutenica en Tucumaacuten (Lorandi 1988)

El servicio personal de los indios se ejerce en funcioacuten de la institucionalidad de la encomienda Para cumplir con las mitas de trabajo a los encomenderos los indios debiacutean pasar largos meses fuera de sus hogares las mujeres fueron sometidas al trabajo textil en los obrajes sin tiempo para dedicarse a sus hijos ni a los cultivos sufriendo la mayor carga tributaria Esta situacioacuten se agrava y pone en vilo a la poblacioacuten para el antildeo 1630 cuando comienzan los gran-des levantamientos

En 1631 el entonces gobernador Felipe de Albornoz organiza la represioacuten del alzamiento en el valle Calchaquiacute derrotando algu-nas facciones Los pueblos del sur del valle logran formar una con-federacioacuten entre los pobladores de Aconquija Andalgalaacute y Hualfiacuten que dan inicio a una gran rebelioacuten liderada por Chalimin (Lorandi 1988) Los espantildeoles se enfrentan en diferentes momentos con los moradores de los valles en 1637 Chalimin es apresado y descuar-tizado por caballos Pero la rebelioacuten no termina los ataques a las haciendas y poblados continuacutean para 1643 el capitaacuten Francisco de Nieva y Castilla consigue capturar a los uacuteltimos rebeldes que fueron desnaturalizados 400 malfines y abaucanes fueron llevados a Coacuter-doba con maacutes de 150 espantildeoles muertos y un nuacutemero desconocido de indios concluyendo esta etapa hasta que doce antildeos despueacutes re-nacen las hostilidades con Pedro Bohoacuterquez a la cabeza5

5 Pedro Chamijo conocido como Pedro Bohorquez llega a Lima en el antildeo 1620 Tratando de hacerse de un espacio propio en el mundo colonial recorre las sierras proacuteximas y se casa con la hija de un mulato duentildeo de una manada de ye-guas Durante ese periacuteodo visita los pueblos y las chicheriacuteas recabando informa-cioacuten sobre tesoros escondidos y paiacuteses legendarios Otra vez en Lima se infiltra en-tre personajes cercanos al Virrey Conde de Chinchoacuten y consigue una entrevista a fin de solicitarle autorizacioacuten y recursos para buscar el Paititiacute El Virrey lo rechaza y luego es apresado pero escapa hacia Larecaja en 1636 es apresado nuevamente por el Virrey Don Juan de Lizarazu pero termina seducido por los argumentos de Chamijo sobre las posibilidades de descubrir el Paititiacute y escribe al Rey y al Consejo de Indias solicitando que se apoye sus proyectos Una vez libre Chamijo se dirige a Potosiacute y a Porco Alliacute embauca al padre Alonso Bohorquez dicieacutendole que pertene-ce a su familia De este encuentro nace el cambio de su apellido y el flamante Pedro Bohorquez ve coronados sus esfuerzos de seduccioacuten con 12 000 pesos que el cura le regala para que lleve adelante su aventura Sus incursiones contra Tarma alte-ran a las autoridades de Lima que enviaron una partida que lo apresa En castigo el Virrey lo deporta al presidio de Valdivia en Chile En Valdivia participa de la

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Don Pedro como seraacute llamado inicia un intercambio epistolar con el gobernador Alonso de Mercado y Villacorta para convencerlo de sus buenas intenciones como espantildeol y como cristiano Este con-creta un acuerdo en un paraje de la actual provincia de Catamarca llamado Pomaacuten Alliacute Bohorquez promete que arrancaraacute a los indios sus secretos sobre las minas y tambieacuten sobre los tesoros que los in-cas habiacutean ocultado antes de su partida siempre que ellos queden convencidos de que las autoridades aceptan sin reparos su condi-cioacuten de descendiente del Inca Como resultado obtiene el recono-cimiento de dos tiacutetulos por uno de ellos se le concede el derecho a disfrutar del tiacutetulo de Inca y se le permite el uso de las insignias correspondientes Por el otro se le otorga el tiacutetulo de Capitaacuten Ge-neral y Justicia Mayor con expresas instrucciones de promover la evangelizacioacuten enviar indios de mita a las ciudades y descubrir las riquezas del Valle (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

Transcurrido un antildeo sin que cambie la situacioacuten Mercado inicia el ataque armado al valle y despueacutes de un primer encuentro obtiene la rendicioacuten de Bohoacuterquez que es conducido a Lima y proce-sado Estos hechos se producen en 1659 pero solo en 1667 rueda la cabeza de este ldquoenemigordquo de la Corona (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

El final de la travesiacutea de Pedro Bohoacuterquez no termina con los enfrentamientos quizaacutes porque como cuestiona Lorandi (1988) este no sea un liacuteder representativo de todas las facciones Represen-ta maacutes bien una construccioacuten espantildeola a la cual le dieron el poder para insertarse en el valle a riesgo de que este hiciese primar sus intereses individuales maacutes allaacute de los acuerdos pactados con espa-ntildeoles o las alianzas logradas con los pueblos del valle Calchaquiacute Pero es en 1664 que el gobernador Mercado y Villacorta vence a los quilmes y yocaviles castigando a los primeros con el desarraigo de sus tierras trasladaacutendolos a Buenos Aires

El caso de la resistencia araucana incluyoacute a mapuches huilli-ches pehuenches puelches ubicados al sur del actual Chile entre

defensa del fuerte asediado por los araucanos construyendo un cantildeoacuten de madera con el que detienen el ataque Confiando en sus buenas intenciones el comandante del fuerte lo autoriza a salir para intentar una negociacioacuten con los indios circuns-tancias que aprovecha para huir Desde Mendoza se dirige a La Rioja Catamarca y Tucumaacuten En su trayecto trata de encontrar adeptos entre los espantildeolesy los in-dios convencieacutendolos de que dispone de secretiacutesima informacioacuten sobre el Paititiacute y deslumbraacutendolos con el relato de sus aventuras (Vargas Ugarte 1954 Glave 1990)

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el rio Choapa al norte y el archipieacutelago de Chiloeacute al sur al pie de la Cordillera de los Andes Son pueblos cuya formacioacuten social cultural y econoacutemica se basaba en una incipiente praacutectica de la agricultura practicando el cultivo de la papa y el maiacutez complementada por la caza pesca y la recoleccioacuten Su patroacuten de asentamiento respondiacutea al de ldquopequentildea Aldeardquo y la vivienda ldquorucardquo era de gran tamantildeo rec-tangular y construida con madera reunidos en grupos reducidos y noacutemadesLa actividad beacutelica en estos grupos estaba muy desarrolla-da ya que habiacutean resistido a la penetracioacuten Inca ademaacutes que eran comunes los enfrentamientos intestinos y su organizacioacuten social respondiacutea a ello los jefes guerreros el conjunto de la comunidad y los cautivos (Martiacutenez Sarasola 2013)

Con la llegada de los espantildeoles se acentuaron estos rasgos la raacutepida adopcioacuten del caballo la vaca cabra y la oveja los convirtioacute al decir de Barral Goacutemez (1992) en ldquoganaderos ecuestres mitad va-queros y mitad guerrerosrdquo La irrupcioacuten de los ldquoconquistadoresrdquo con Diego de Almagro en 1536 que conformoacute la gobernacioacuten de Nue-va Toledo y de Pedro de Valdivia en 1540 en la regioacuten de Chile dio como resultado el primer gran enfrentamiento bajo el liderazgo de Caupolicaacuten Lautaro hijo del cacique Carintildeancu un antiguo criado de Valdivia que fue apresado y muerto en manos de los indios en 1553

En 1550 Valdivia logroacute instalar a las orillas del Biobiacuteo el fuer-te de La Concepcioacuten gran parte de la poblacioacuten picunche y hulliche es capturada y puesta bajo el reacutegimen de encomienda Pero los mapuches se resistieron y asesinaron al jefe invasor (Martiacutenez Sarasola 2013)

Luego de estos episodios la gobernacioacuten de Martiacuten Garciacutea Ontildeez (1592) intenta apaciguar la belicosidad de los indios arauco fundando ciudades y fuertes para reparo de las mismas Con un halo de tranquilidad puso en marcha las minas de Millapoa y Angol lo que dio lugar a la rebelioacuten de 1598 y la consecuente destruccioacuten de las llamadas ldquosiete ciudadesrdquo fundadas al sur del Biobiacuteo Esta vez el ingenio militar del cacique Pelentaru combinaba las rebeliones de huilliches en Osorno Valdivia y Villar al tiempo que atacaban a fuertes y ciudades construiacutean pucaras -empalizadas para asediar a los espantildeoles- a la vez que perfeccionaron las guerras moacuteviles ndashcon-centracioacuten de fuerzas en el ataque y dispersioacuten raacutepida ampliando los frentes- (Barral Goacutemez 1992)

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Con todo ello queda establecida una frontera y se fijoacute un escena-rio para la lucha que desangroacute a los pueblos de la regioacuten sur de los actuales territorios sur de Chile y Argentina hasta el siglo XVIII en el primer caso e inclusive fines del siglo XIX en el caso argentino (Martiacutenez Sarasola 2013)

Con este breve esbozo de las resistencias calchaquiacutees que son apagadas en 1664 y la resistencia araucana que tendraacute maacutes de un siglo de duracioacuten a partir de la derrota calchaquiacute podemos estable-cer algunos puntos de comparacioacuten en torno a ellos

1 Revisar los antecedentes e influencias del imperio inca en estos pueblos se presenta como un punto relevante en los dos casos ya que las sociedades de los valles calchaquiacutees estuvieron influenciadas por el imperio inca sobre todo en el plano productivo y religioso Por ejemplo en el valle de Calchaquiacute las aguas que bajaban como avenidas en la eacutepoca de lluvia se conduciacutean para inundar los campos y las terrazas una tras otra En otras zonas la tecnologiacutea inca hizo posible el cultivo de las tierras alejadas de los cauces fluviales gracias a la construccioacuten de canales de riego Por otro lado la hegemoniacutea inca introdujo en esta aacuterea el cul-to imperial al sol y la luna (Hidalgo 1990) Esta influencia no fue acompantildeada por el sometimiento de los habitantes de valles y quebradas con la entrada de los espantildeoles al escenario poliacutetico en 1535 probablemente porque estas parcialidades principalmente los diaguitas eran general-mente autoacutenomas y careciacutean de un foco centralizado de poder poliacutetico es decir las parcialidades podiacutean enfren-tarse entre siacute formando alianzas temporales plurieacutetnicas bajo condiciones de guerra semipermanente cuando el maacutes prestigioso de los jefes militares aliados era elegido para que mandara sobre el resto (Hidalgo 1990) Que fue lo ocurrido ante la presioacuten de las huestes hispaacutenicas en la regioacuten Pero en los casos de los atacama los humahuaca y posiblemente tambieacuten los calchaquiacutees el poder de un cu-raca principal se extendiacutea maacutes allaacute del radio de su propia comunidad incluyendo no soacutelo las colonias alejadas sino tambieacuten diferentes grupos eacutetnicos

En el caso de las diversas parcialidades que formaron parte de la resistencia Araucana trataacutendose de grupos auacuten maacutes dispersos

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estos se resistieron a la penetracioacuten del imperio inca pero solo los mapuches en los del valle de Mapocho adaptaron la tecnologiacutea inca al espacio productivo logrando extensas superficies de tierra de regadiacuteo Aun asiacute los intentos de dominacioacuten en 1447 por los incas solo exacerbaron la belicosidad de estos pueblos experiencia con la cual se enfrentariacutean a los espantildeoles (Martiacutenez Sarasola 2013) El resto de las parcialidades picunches y huilliches practicaban una agricultura extensiva de roza y quema Por esta razoacuten la agricul-tura no permitiacutea alcanzar la densidad de poblacioacuten o la estabilidad que proporcionaba la agricultura hidraacuteulica intensiva un condicio-nante que se reflejaba en la caracteriacutestica distribucioacuten dispersa que presentaban los asentamientos araucanos y sus campos de cultivos Asiacute como la dependencia a la caza y recoleccioacuten para complemen-tar esta praacutectica (Hidalgo 1990)

Esta organizacioacuten dispersa de la produccioacuten y la consiguiente organizacioacuten poliacutetica basada en el lebo una unidad que comprendiacutea sucesivamente siete u ocho cabi o divisiones menores cada una con su propio ldquosentildeorrdquo (Hidalgo 1990) Realza el caraacutecter esquivo de estos pueblos para someterse a cualquier tipo de dominacioacuten y es por este motivo que los enfrentamientos con las huestes espantildeolas se exten-dieron hasta el siglo XVIII

En ambos casos la influencia del poderiacuteo incaico es visible en aspectos culturales o productivos pero las diferencias en cuanto a la organizacioacuten poliacutetica-militar y su aislamiento respecto al poder central del Tawantisuyo establece un punto en comuacuten de los pue-blos que protagonizaron las resistencias calchaquiacutees como arauca-nas quizaacutes fue justamente ese mosaico de diferentes organizacio-nes poliacutetico-militares que les permitieron no caer a los pies de los invasores como lo sucedido en el imperio inca

2 La posicioacuten geograacutefica de estos pueblos es otro punto inte-resante de esta comparacioacuten puesto que se vuelve estra-teacutegica ambos estaacuten alejados de los centros maacutes poblados y de principal intereacutes para los espantildeoles que en la primera etapa se redujo a la extraccioacuten de metales preciosos Pero los valles donde se establecieron las parcialidades que formaron parte de las guerras calchaquiacutees estaban en el camino que uniacutea las rutas de Lima a Potosiacute por ello asegu-rar este trayecto se presentaba como el principal objetivo para los espantildeoles Asiacute como tambieacuten captar la mano de

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obra que representaban estos pueblos que se resistiacutean a la dominacioacuten y a la explotacioacuten que significaba ser tributa-rios de los espantildeoles y responder a la mita potosina

En ese sentido los araucanos representaban un obstaacuteculo for-midable para el avance de los espantildeoles pero no se estableciacutea como prioridad ya que esta apuntaba a fortalecer los dominios que repre-sentaban ganancias inmediatas Esto quizaacutes seriacutea una explicacioacuten plausible y parcial para comprender por queacute la resistencia calcha-quiacute fue combatida con real encono teniendo como resultado su des-articulacioacuten para mediados del siglo XVII mientras que la resisten-cia araucana se extiende por maacutes de un siglo

3 Continuando con la posicioacuten geograacutefica indagamos en los meacutetodos de lucha utilizados en ambas resistencias y la influencia de la tecnologiacutea europea En el primer or-den se explicita un uso taacutectico y estrateacutegico del terreno en el caso de los calchaquiacutees impidieron que las columnas de espantildeoles ingresen a los valles dejando rodar piedras desde las alturas escarpadas o lanzando flechas solo con un puntildeado de hombres mientras que en las ciudades y caminos utilizaban otras estrategias avanzaban a traveacutes de fugaces ataques sorpresivos con raacutepidas retiradas for-mas que se repiten en territorio araucano las denomina-das ldquomalocasrdquo o ldquomalonesrdquo Ambos casos materializaron su resistencia con grandes similitudes pero tambieacuten es evi-dente en ambos la descoordinacioacuten y los muacuteltiples puntos o frentes de ataque que frenaban su impacto o el eacutexito de estas empresas

Las resistencias araucanas y calchaquiacutees compartiraacuten estrate-gias y tambieacuten armas Un estudio realizado por Rubio Duraacuten (1992) sentildeala que el liacuteder de uno de los uacuteltimos levantamientos calcha-quiacutees cuando se encontraba preso en Valdivia (Chile) aprendioacute a fabricar cantildeones de madera recubiertos con cuero mientras el fuer-te se encontraba bajo amenaza de los indios araucanos Este espantildeol -Pedro Bohoacuterquez- trasladoacute estrategias de lucha utilizadas por los espantildeoles en la frontera araucana hacia la frontera que constituiacutean los valles calchaquiacutees pero estas nuevas armas fueron utilizadas por sus seguidores los calchaquiacutees contra la expansioacuten del dominio colonial

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Otro de los elementos que es de vital importancia sentildealar es que la adopcioacuten del caballo que transforma el entorno cultural de estas poblaciones en lo que algunos autores han de llamar ldquoel complejo ecuestrerdquo Esta relacioacuten hom-bre-caballo mejoraron las teacutecnicas de caza colectiva se complejizoacute la organizacioacuten social y se reunieron bandas de hasta 500 individuos se ocupa maacutes territorio la ins-titucioacuten del cacicazgo antes laxo se vuelve maacutes general Sobre todo se reorganiza la forma de hacer la guerra a partir del uso de nuevas armas ofensivas y defensivas (la armadura de cuero de caballo) (Martiacutenez Sarasola 2013 pp 183)

La aculturacioacuten en el caso de los araucanos tiene un sen-tido opuesto mientras que para la mayoriacutea de los pueblos que fueron sometidos al dominio espantildeol la aculturacioacuten significoacute la adopcioacuten de la cultura dominante y el aban-dono de las creencias y costumbres de sus antepasados produciendo una ruptura en el orden cultural Para los araucanos la aculturacioacuten es opuesta sirve como un ins-trumento para la revuelta adoptando el caballo enrique-cen sus teacutecnicas a fin de luchar contra la dominacioacuten y defender su tradicioacuten (Wachtel 1976 pp 306-307)

En el espacio araucano se advierte no solo una aculturacioacuten en el flanco militar transformando la organizacioacuten poliacutetica ya que se deja de lado la dispersioacuten habitual de estas tribus para reagrupar-se durante las operaciones militares sino tambieacuten se incorporan los elementos extranjeros en el aspecto econoacutemico con el cambio de cultivos sustituyendo el maiacutez por el trigo y la cebada de madura-cioacuten maacutes temprana para preservar las cosechas de las expediciones espantildeolas que incendiaban los cultivos para dejar sin provisiones a estos pueblos como una forma de combatir la resistencia

Estos tres puntos antes descriptos presentan la construccioacuten de dos fronteras y su permeabilidad La frontera araucana fijada en el siglo XVI generoacute numerosos intereses entre quienes la cus-todiaban comerciantes mercaderes agricultores y ganaderos que abasteciacutean la zona beneficiaacutendose de los gastos que generaban las campantildeas militares alliacute apostadas

Tanto la resistencia araucana como la calchaquiacute se cons-tituyen en zonas de fronteras -pactadas como el caso araucano al sur del Biobiacuteo o moacuteviles como el caso cal-chaquiacute a medida que los espantildeoles cercaban terreno con

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la construccioacuten de ciudades- entendiendo a las fronteras como un espacio donde los procesos de produccioacuten es-tructura institucional y social no se han integrado en la dinaacutemica colonial pero estaacuten en viacuteas de formacioacuten (Rubio Duraacuten 1997 pp 20-21)

Reflexiones finalesA medida que analizamos brevemente los registros y producciones realizados por diversos autores en cada uno de los casos encontra-mos en la primera etapa de la colonizacioacuten en el siglo XVI auacuten viva la referencia a la cultura y a las creencias de los pueblos que encar-nan en movimientos milenaristas presentes en Taqui Ongo como en la guerra Mixtoacuten pero conforme se consolidan las instituciones de dominacioacuten y avanzan los intentos de catequizacioacuten del indio las resistencias se vuelven maacutes difusas en cuanto al nivel de participa-cioacuten asiacute como a las motivaciones o los fines que persiguen Si en el siglo XVI encontramos como moacutevil relevante la oposicioacuten lisa y lla-na a la aculturacioacuten en el siglo XVIII encontramos el sincretismo y la oposicioacuten desde otro aacutengulo en el cual los pueblos se valen de los conocimientos e intereses para emprender acciones hostiles como el caso de la rebelioacuten de Tuacutepac Amaru

Es evidente que ciertos niveles de aculturacioacuten opuesta (Wa-chtel 1977) en muchos casos permiten la prolongacioacuten de la resis-tencia como en la resistencia araucana o la resistencia chichimeca en ambos extremos del espacio americano pero en otros se vuelve un factor que potencia la desarticulacioacuten de los movimientos de re-sistencias La resistencia de los pueblos americanos es explicita en los albores de la ocupacioacuten espantildeola esta es hija de la desesperacioacuten y el rechazo ante la situacioacuten colonial La rebelioacuten es un teacutermino que entendido bajo la oposicioacuten a lo ya instituido podemos aplicarlo a los movimientos que se encuentran hacia el final de la etapa co-lonial

La comparacioacuten de solo algunos elementos entre la resistencia araucana y las resistencias calchaquiacutees tienen este fuerte punto en comuacuten son resistencias en siacute ambos espacios estuvieron expuestos a la avanzada del imperio inca las parcialidades del NOA (Noroes-te Argentino) en muchas ocasiones pactaron y hasta tributaron a la dominacioacuten inca no fue el caso de las parcialidades araucanas pero siacute representaron un liacutemite a la expansioacuten de este gran imperio a finales del siglo XV Estos contactos como afirma Lorandi (1988)

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puede explicar la necesidad de preservar su autonomiacutea a la llega-da de los conquistadores espantildeoles en ambos casos es decir que las zonas perifeacutericas no solo resultaron difiacuteciles de someter al dominio espantildeol porque su poblacioacuten era dispersa erraacutetica o se basaban en firmes creencias ancestrales a las que no pretendiacutean renunciar sino que todo este conjunto de caracteriacutesticas las hicieron regiones poco asequible a sistemas de dominacioacuten anteriores a los espantildeoles como el azteca o inca

En este contexto los araucanos y calchaquiacutees permanecen autoacutenomos y equidistantes a cualquier imposicioacuten y el enfrenta-miento con los espantildeoles recrea estas situaciones de lucha que po-nen en vilo la identidad de estos mismos pueblos que defienden su espacio munido de todos los recursos a los que puedan acceder pro-pios o ajenos

Mapa Resistencias rebeliones y milenarismos (Siglos XVI-XVII-XVIII)

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La reforma de 1918 en su dimensioacuten histoacuterica

Osvaldo Emilio Prieto

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Algunos planteosEl ejercicio de profundizar en ldquohechosrdquo histoacutericos supuestamente conocidos -maacutes allaacute de las importantes investigaciones y escritos especiacuteficos- y gravitantes en nuestros diacuteas requiere de la buacutesque-da de nuevos elementos relaciones asociaciones y permanencias que muchas veces quedan subordinados en los anaacutelisis las necesa-rias relecturas de procesos -con sus complejidades- ante la supuesta centralidad de un episodio es aquiacute de caraacutecter central Este pretende ser el motivo de nuestro abordaje -acorde por otra parte a los re-querimientos de la caacutetedra Historia Americana crisis y organiza-cioacuten -1810-1930- UNRC FCH- orientado a dimensionar lo emergen-te en la ciudad de Coacuterdoba en 1918 como asiacute tambieacuten su inscripcioacuten necesaria en un proceso mayor

En principio la naturaleza de ese episodio que trascendioacute el caraacutecter de tal tuvo como premisa movilizadora central democrati-zar la universidad democratizacioacuten inexorablemente atada a la de la sociedad misma y consecuentemente al ldquodesarrollordquo del sistema poliacutetico las ambiciones se identificaban con un entorno vinculado a la necesidad de barrer con lo heredado En esa tarea el horizon-te percibido por los reformistas universitarios se asociaba a formar ciudadanos con capacidades para desarrollarse como sujetos prota-goacutenicos en la construccioacuten de una repuacuteblica y a la vez partiacutecipes del cambio social Los reformistas pretendieron erigir a la universi-dad en motor de la avizorada o necesaria transformacioacuten histoacuterica

Esquemaacuteticamente y en el marco de una perspectiva histoacute-rica cercana en el tiempo planteamos la idea de que la institucioacuten universidad ha intentado cumplir baacutesicamente un doble papel por un lado como racionalizadora de la realidad por otro tomando dis-tancia criacutetica y planteando instancias alternativas La tradicioacuten re-formista se ha inscripto preferentemente en esta uacuteltima direccioacuten (Biagini 2000b p 47) Desde los inicios ademaacutes se explicitaba en su espiacuteritu la vocacioacuten americanista Conocidos son algunos de los pasajes del Manifiesto Liminar de junio de 1918 -documento inicial de los reformistas- ldquoCoacuterdoba se redimehellip desde hoy contamos para el paiacutes una verguumlenza menos y una libertad maacuteshellipLos dolores que quedan son las libertades que faltanhellip estamos pisando sobre una revolucioacuten estamos viviendo una hora americanahelliprdquo De esta mane-ra saliacutean a la luz pretensiones sociales -cambio social- emancipato-

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rias -enfrentando poderes de la eacutepoca- y americanistas -la reforma trascendiacutea las fronteras- ademaacutes de los contenidos pedagoacutegicos y administrativos inscriptos en los objetivos primeros de la reforma Cierto revisionismo histoacuterico aunque muchas veces criacutetico del pro-ceso esgrime el tiacutetulo de ldquoLa Revolucioacuten Universitaria de 1918rdquo (Ra-mos 2013)

En base a estas premisas ldquomacrordquo se pensaba que uno de los puntos de partida era claro estaacute reformar o ldquorevolucionarrdquo la uni-versidad partiendo de la tan preciada ldquoautonomiacuteardquo no para aislarse del Estado aunque siacute se avizoraba la necesidad de una autarquiacutea administrativa pedagoacutegica y econoacutemica sino para ejercer dicha autonomiacutea maacutes allaacute de cualquier gobierno de turno o ldquodominacioacuten hegemoacutenicardquo -por caso la dominacioacuten oligaacuterquica que por la fecha se estaba resquebrajando- La autonomiacutea universitaria se fundaba en la necesidad de impedir que los vaivenes poliacuteticos se traduzcan en cambios arbitrarios o usos poliacuteticos de la institucioacuten situaciones que alteraban la vida universitaria y con ello su ldquomisioacuten histoacutericardquo El mejoramiento del mismo horizonte acadeacutemico la libertad acadeacute-mica no debiacutea ser entorpecida por los poderes ldquoextramurosrdquo todo en un contexto en el cual una educacioacuten arcaica en una eacutepoca de cambios era denunciada La autonomiacutea en materia poliacutetica docente y administrativa se dirigiacutea a diferenciar en uacuteltima instancia Esta-do de gobierno siendo la misma universidad parte del primero -con su autonomiacutea- pero no subordinada o directamente influenciada o alterada en su misma autonomiacutea por gobierno alguno

Todos estos planteos se inscribiacutean en las demandas de cambio social la gratuidad de la ensentildeanza la extensioacuten universitaria -re-lacionada al cambio social- la mancomunioacuten con sectores obreros y una insistente preacutedica de unidad latinoamericana antiimperialista Este esbozo nos sirve para presentar la razoacuten de ser de la reforma nos adelanta la perspectiva -vitalista e idealista- de un largo camino iniciado en Coacuterdoba a recorrer por nuestras universidades camino que se proyectoacute a nuevas generaciones y que encontroacute seguidores como detractores sus criacuteticos y sus mismos revisionistas Lo cierto es que maacutes allaacute de los posicionamientos de nuestras criacuteticas e in-cluso de sus sepultureros nos encontramos con que a partir de la reapertura democraacutetica de 1983 la reforma iniciada en Coacuterdoba no gozaba de buena salud pero estaba viva Obviamente maacutes allaacute de nuestra perspectiva histoacuterica hoy como ayer la universidad argen-

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tina necesita de un fuerte replanteo propio de una permanente y necesaria dinaacutemica de pensarnos y repensarnos dentro de la insti-tucioacuten

En el presente escrito aparecen criacuteticos al reformismo -maacutes allaacute de las obvias impugnaciones clericales manifiestas en el pe-rioacutedico cordobeacutes Los Principios desde los inicios del proceso- y sus modalidades como tambieacuten los criacuteticos -o auto-criacuteticos- dentro del mismo reformismo de los mismos gestores del movimiento ante hechos contradictorios ante caminos desvirtuados Muchos resal-taron la circunstancia de la misma participacioacuten de los reformistas en el golpe del treinta contra Hipoacutelito Yrigoyen -la contradiccioacuten maacutexima la Federacioacuten Universitaria Argentina se lanza a la huelga no ya contra la oligarquiacutea- otros orientaron sus criacuteticas sentildealando que nunca se llegoacute a superar el divorcio entre mundo intelectual y ldquopueblordquo meta sustancial del reformismo no faltaron las criacuteticas al excesivo idealismo ldquopequentildeo-burgueacutesrdquo o ldquoizquierdosordquo Con todo nos resulta interesante los profundos y contundentes planteos que fueron surgiendo de las propias praacutecticas reformistas por reformis-tas antildeos despueacutes del suceso Es asiacute que su principal referente Deo-doro Roca convocaba a traveacutes de la revista Flecha (1935) a varios y destacados compantildeeros reformistas (como Saul Taborda Julio V Gonzalez Gregorio Bermann Sergio Baguacute Paulino Gonzalez Alber-di Juan Filloy Dardo Cuacuteneo) a contestar una encuesta en torno a cierto balance del proceso

Ya en los treinta del siglo pasado el riesgo de perder o la re-signacioacuten de haber perdido sus principios originales era la preo-cupacioacuten o la postura concreta y fundada la necesidad de superar una ldquorevalorizacioacuten conservadorardquo de la reforma en torno a logros pedagoacutegicos o administrativos era y es en nuestros diacuteas motivo de anaacutelisis transversal1 Lapidario fue el posicionamiento de uno de sus

1 Reflexiones criacuteticas marcaron escritos como los del propio Deodoro Roca (El drama social de la Universidad Ed Universidad de Coacuterdoba 1968 Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria Ed Universitaria de Coacuterdoba 1998 Las obras y los diacuteas ed Losada BsAs 1945 Prohibido prohibir Ediciones La Bastilla BsAs 1972) de Julio V Gonzaacuteles (1945 Teoriacutea y accioacuten de la Reforma Claridad BsAs) o Gabriel del Mazo (comp La reforma Universitaria tres tomos editorial del Cen-tro de Estudiantes de Ingenieria 1941 y dos tomos 1968 La reforma universitaria y la universidad latinoamericana tres tomos Compantildeiacutea Editora y Distribuidora de Plata) todos reformista de primera liacutenea Debemos citar obras como la de Dardo Cuneo (comp de La Reforma Universitaria Biblioteca Ayacucho) y maacutes cercanas en el tiempo como las de Neacutestor Kohan (Deodoro Roca el hereje ed Biblos Bs As 1999) Roberto Ferrero (Historia criacutetica del movimiento estudiantil de Coacuterdoba Alcioacuten Edi-tora Coacuterdoba 1999) o los escritos de Hugo Biagini (como La reforma universitaria

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protagonistas Julio V Gonzalez en La Universidad Teoriacutea y accioacuten de la Reforma en donde se denuncia la destruccioacuten de las ilusiones iniciales contenidas en el Manifiesto original Desde una visioacuten re-formista criacutetica y profunda la misma reforma habiacutea perdido su po-tencial convirtieacutendose en siacutembolo del status quo (Galfione 2002 p 692)

A veces los hechos que marcan una eacutepoca de cambios o un cambio de eacutepoca son resultados de un proceso histoacuterico lento como tambieacuten acelerados en otras ocasiones o escenarios La Reforma de 1918 en tanto hecho histoacuterico ldquoemergenterdquo en la ciudad de Coacuterdoba es eso mismo un ldquoemergenterdquo de un proceso histoacuterico marcado por la ldquointerseccioacutenrdquo de este mismo suceso con otros a nivel latinoame-ricano y europeo un proceso signado por la ldquocrisisrdquo de un modelo de Estado el denominado Estado Oligaacuterquico crisis que en el caso argentino mucho tuvo que ver el mismo proceso inmigratorio y sus derivados y como en toda eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca por la circulacioacuten o movimientos de ideas que influyeron pero que tam-bieacuten emergieron o eclosionaron en Coacuterdoba en el antildeo 18 del siglo pasado

Es necesario sentildealar entonces que maacutes allaacute de profundizar en el hecho en siacute y en su autenticidad nos interesa en esta oportu-nidad abordar a la Reforma Universitaria de 1918 y al movimiento reformista con epicentro en la ciudad de Coacuterdoba dedicando un es-pacio significativo al contexto mayor en el que se produce contexto marcado por un proceso de ldquocrisis de la dominacioacuten Oligaacuterquicardquo a principios del siglo XX (proceso inserto a su vez en el movimien-to de ideas o espacios intelectuales que marcan los inicios del siglo pasado) y por acontecimientos mundiales de considerables reper-cusiones Esta perspectiva no nos impide posicionarnos a partir de esa relectura necesaria desde nuestros tiempos lo que implica tam-bieacuten repensarnos como miembros de una institucioacuten universitaria nuestro mundo de la vida nuestra historia en marcha

Los hechosLa Universidad de Coacuterdoba fundada en 1613 era la maacutes tradicio-nal y antigua de las universidades argentinas del momento (Bue-

Antecedentes y consecuentes Leviataacuten coleccioacuten ldquoEl hilo de Ariadnardquo BsAs 2000) que delinean el panorama

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nos Aires -1821- y La Plata -1890-) La misma ciudad representaba cierta estirpe tradicional colonial con renombrados personajes sociales que prestigiaban su abolengo su ldquopurezardquo aun el preclaro hijo de Coacuterdoba y terrible embrolloacuten Dalmacio Veacutelez Sarsfield debioacute probar la ldquolimpieza de sus estirperdquo para obtener las preciadas ldquoborlas de doctor en la ilustre Casa de Trejordquo (Riacuteos 1960 p 12)

En la Coacuterdoba de 1918 sobreviviacutean caracteres de la comuni-dad aldeana y orgullosa del siglo XIX una Coacuterdoba ajena a las ldquotur-bulencias cosmopolitasrdquo de Buenos Aires una sociedad exclusiva y altanera con rasgos virreinales aferrada al pasado y desconfiada de herejes y extrantildeos la Universidad era su orgullo Sin embargo algu-nos ldquoaires de cambiordquo se hicieron presentes

Los severos claustros de la Universidad de Coacuterdoba ya habiacutean visto atravesar a la generacioacuten revolucionaria del 80 Desde Coacuterdoba Juaacuterez Celman Caacutercano y sus joacuteve-nes amigos habiacutean enfrentado al espiacuteritu ultramonta-no con las ldquoideas nuevasrdquo Coacuterdoba habiacutea sido el cuartel poliacutetico general del ejeacutercito roquista en la lucha contra Buenos Aires Coacuterdoba habiacutea iniciado el movimiento de modernizacioacuten de la legislacioacuten civil y parte de su clero habiacutea respondido con la Contrarreforma que hace crisis al publicarse la Pastoral del obispo Clara y la expulsioacuten del nuncio en 1884de sus sierras habiacutea bajado el joven Lugones con sus Montantildeas de Oro en el bolsillo para ad-mirar a la Buenos Aires mercantil con sus alejandrinos deslumbrantes Pues en Coacuterdoba entre borlas y teoacutelogos viejos federales y nuevos radicales se disputan la primo-genitura espiritual de la provincia y del paiacutes la ldquogente de-centerdquo beata y formal y el paiacutes nuevo que pugnaba por incorporarse La Reforma del 18 no es una explosioacuten ines-perada es una continuacioacuten lo que ignoraraacuten siempre los ldquoreformistasrdquo posteriores (Ramos 2013 p 185)

Con todo en la ensentildeanza universitaria la impronta catoacutelica era la marca la influencia jesuita insoslayable aunque funcional al Estado provincial y nacional oligaacuterquicos a pesar de ciertas dife-rencias de base con la misma oligarquiacutea -provincial y nacional- y sus proyectos la impronta jesuita siempre con su ldquobajo perfilrdquo se haciacutea sentir La Universidad era por entonces socialmente elitista y acadeacutemicamente escolaacutestica en un contexto signado por la ebulli-cioacuten de nuevas ideas y por la influencias de hechos a nivel mundial -Revolucioacuten mexicana Revolucioacuten rusa efectos de la guerra mun-

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dial- con aires de renovacioacuten Era una institucioacuten para los hijos del poder para los futuros dirigentes de alguna manera se ldquogarantiza-bardquo la continuidad del sistema (Pigna 2017 p 12)

En esa Coacuterdoba explota una situacioacuten que trastorna ese mundo ldquoapaciblerdquo Un breve panorama nos puede ambientar o acer-carnos al clima de la ldquoCoacuterdoba reformistardquo

Desde 1918 muchas ciudades que teniacutean centros univer-sitarios conocieron trastornos ocasionados por la movili-zacioacuten estudiantil La de la ciudad argentina de Coacuterdoba fue el modelo Duentildeos de los locales universitarios y en cierto modo de las calles y plazas aledantildeas los estudian-tes ejerciacutean actos de fuerza relacionados con su aacutembito impediacutean la entrada de determinadas autoridades o de profesores a quienes rechazaban derribaban estatuas descolgaban cuadros arrojaban muebles por la ventana o levantaban trincheras en las calles adyacentes Pero todos descubriacutean en el episodio una cuota de humor y suficiente autocontrol como para temer que el arrebato llegara maacutes lejos Soacutelo ocasionalmente coincidiacutean las al-garadas estudiantiles con movimientos obreros o poliacuteti-cos Pero en la acumulacioacuten de esas experiencias haciacutean sus armas los grupos sociales y poliacuteticos que un diacutea con-curririacutean a formar grandes corrientes de opinioacuten sufi-cientemente poderosas para desafiar las estructuras de poder (Romero 1997 p 307)

Debemos situarnos en el primer gobierno de Hipoacutelito Yri-goyen (1916-1922) el primer gobierno de la Unioacuten Ciacutevica Radical primer gobierno electo por sufragio ldquouniversalrdquo despueacutes de la ley Saacuteenz Pentildea de 1912 lo cual ya nos marca un entorno significativo El origen de la Reforma Universitaria iniciada en la ciudad de Coacuter-doba recibe como data el mes de junio del antildeo 1918 si bien debemos sentildealar algunos hechos inmediatamente anteriores Nos referimos a la huelgas en las Facultad de Derecho de 1903 y de Medicina en 1905 en Buenos Aires o al Primer Congreso de Estudiantes Ame-ricanos efectuado en Montevideo 1908 Pero en lo que hace al acontecimiento mayor lo sucedido en Coacuterdoba debemos sentildealar la conmocioacuten que estalla en esta ciudad a fines de 1917 debido a un hecho puntual la supresioacuten del internado en el Hospital de Cliacutenicas dependiente de la Universidad de Coacuterdoba Las protestas continua-ron en el antildeo siguiente los estudiantes organizaron un Comiteacute pro Reforma que se reunioacute en marzo (teatro Rivera Indarte) el hecho a

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destacar es la huelga iniciada por los alumnos que fundan la Fede-racioacuten Universitaria de Coacuterdoba (FUC) al tiempo que se enviaba una delegacioacuten a Buenos Aires para entrevistarse y pedirle la interven-cioacuten al presidente Yrigoyen

En medio de este ldquoalboroto en la periferia del poderrdquo en don-de tambieacuten se enfrentan masones y liberales -sectores defensores del movimiento- con aquellos sectores clericales reaccionarios se produce la intervencioacuten del gobierno nacional La intervencioacuten a la universidad estuvo a cargo de Joseacute Nicolaacutes Matienzo quien reforma los estatutos permitiendo la eleccioacuten de autoridades para el diacutea 15 de junio En principio se trataba de una solucioacuten o al menos de una salida transitoria al problema En mayo por primera vez se votaron cargos docentes en una universidad Sin embargo los estudiantes denunciaron lo que sumaba lentildea al fuego la eleccioacuten para rector argumentaron estaba ldquomanejada por los Jesuitasrdquo o sectores con-servadores invadieron las sesiones de la asamblea violentamente y se volvioacute a la huelga luego se desconoce al rector electo Anto-nio Nores quien se impone al candidato de los estudiantes Enrique Martiacutenez Paz

La Federacioacuten Universitaria de Coacuterdoba ocupoacute la Casa de Tre-jo En un documento dado a conocer el 21 de junio se demandoacute la participacioacuten de los estudiantes en el gobierno de la universidad vincularla con los problemas de la sociedad involucrar a la juven-tud en la participacioacuten poliacutetica como antesala a la poliacutetica mayor o nacional a la vez que se demostraba vocacioacuten americana en la lucha en base a ideales vinculados al antiimperialismo o a la integracioacuten latinoamericana El documento -cuyo encabezamiento rezaba La Juventud Argentina de Coacuterdoba A los hombres libres de Sud Ameacute-rica- conocido como ldquoManifiesto Liminarrdquo fue redactado por Deo-doro Roca Los cabecillas del hecho -Roca Osvaldo Laudet Alfredo Orgaz Arturo Capdevilla Gabriel del Mazo Saul Taborda entre otros- iniciaban el largo camino reformista

Los estudiantes que tomaron la universidad fueron detenidos despueacutes de la intervencioacuten de fuerzas policiales y del ejeacutercito Final-mente llegoacute a Coacuterdoba el ministro de Justicia e Instruccioacuten Puacuteblica doctor Joseacute S Salinas la juventud le tributoacute un recibimiento triun-fal la reforma estatutaria que llevoacute a cabo el ministro de Yrigoyen fue profunda y satisfizo las aspiraciones de los estudiantes al tiem-

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po que se produce la renuncia en masa del cuerpo de profesores y autoridades de la universidad (Ramos 2013 p 190)

Ese camino iniciado se orientoacute a renovar los programas de estudio a la participacioacuten de los estudiantes en la direccioacuten de las universi-dades a implantar el co-gobierno -graduados docentes y alumnos- a la libertad de caacutetedra en fin a la autonomiacutea Pero el hecho inicial a destacar es que la reforma instoacute a la apertura de la universidad a nuevos sectores sociales esos sectores medios que aspiraban a pro-yectarse no solo en los aacutembitos acadeacutemicos o cientiacuteficos sino al pla-no de la poliacutetica nacional como lo hicieron La reforma iniciaba su camino gravitante en la transformacioacuten del paiacutes

Desde el punto de vista micro intra-universitario los ideales reformistas se erigieron en una guiacutea el trabajo permanente en tor-no a ellos con avances y retrocesos pasoacute a ser parte de la vida mis-ma de la universidad la necesidad constante de la actividad reflexi-va y criacutetica se convirtioacute en parte de esa misma vida universitaria y por supuesto las influencias del ambiente motivo de esas reflexio-nes del pensamiento criacutetico como valor aunque con sus avatares Desde los inicios se combatioacute toda forma de dogmatismo la libertad de caacutetedra -idea basada en la misma honestidad intelectual y en los progresos del conocimiento con la democratizacioacuten como eje- fue una de las banderas iniacuteciales

El movimiento universitario en los comienzos se erigioacute con-tra los grupos dominantes en la universidad consecuentemente el movimiento fue apoyado por un gobierno que en el campo poliacuteti-co a nivel nacional habiacutea enfrentado una situacioacuten similar La Re-forma pasoacute a ser una bandera del radicalismo hasta nuestros diacuteas aunque inicialmente los reformistas se mantuvieron al margen del gobierno nacional y en la praacutectica en un aacuterea perifeacuterica del poder Para algunos del mismo modo que la juventud de mayo o las ul-teriores generaciones como la del 37 (siglo XIX) lo iniciado con la reforma tiene ese potencial formador de identidades sobre la base de cierta ldquomiacutestica juvenilistardquo vinculada primeramente a una suerte de ldquodivorcio generacionalrdquo impregnado de una impronta pluralista tambieacuten inicial alejada de todo a lo que hoy denominariacuteamos pen-samiento uacutenico provenientes de ldquoneoliberalismosrdquo ldquopopulismosrdquo o tendencias ldquofascistoidesrdquo

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Cerramos este apartado citando expresiones de Hugo Biagini consideradas pertinentes en el marco de nuestro escrito

Tenemos ademaacutes quienes han preferido destacar en el credo reformista elementos miacuteticos e intuitivos con un primado de la accioacuten y la emotividad o aquellos que le asignan una impronta ligada al racionalismo y el intelec-tualismo Ideoloacutegicamente se descubren tendencias mo-rigeradas o decididamente volcadas hacia la izquierda inclinaciones vernaacuteculas americanistas y universalistas alternancias liberales y socialistas individualistas o co-lectivistas evolutivas o rupturales Tanto los posiciona-mientos maacutes conservadores como las actitudes fascis-tizantes y el pensamiento ultramontano e integrista no solo han permanecido habitualmente al margen de la Re-forma sino que han sido sus principales adversarios Maacutes allaacute de su vasto espectro filosoacutefico puede admitirse que las fluctuaciones circunstanciales experimentadas por el movimiento reformista lo hayan hecho oscilar entre el academicismo y el politicismo no obstante el tiempo transcurrido o mejor dado la frustrante experiencia re-cogida durante los uacuteltimos veinte antildeos hoy costariacutea mu-cho refrendar expresiones tan categoacutericas como las que vertieron autoridades de la talla de Darcy Ribeiro cuando llegaron a decretar el envejecimiento y la caducidad del movimiento reformista (Biagini 2000b pp 44-45)

El contexto (en torno a la dimensioacuten histoacuterica)

Movimiento de ideas y espacios intelectuales Es posible concebir a los finales del siglo XIX y principios del XX -debido a cambios poliacuteticos nacionales e internacionales a movi-miento y emergencia de ideas o pensamientos que hicieron eclosioacuten en hechos como el de la Reforma Universitaria- como una eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca Un cambio de eacutepoca nos introduce en la presencia de discontinuidades e inestabilidades en un ambiente de transformaciones cualitativas -como tambieacuten contradicciones- pro-fundas En estos teacuterminos es que hablamos de la ldquodimensioacuten histoacuteri-cardquo en la que se inscribe la Reforma del 18

Decimos que en el marco de impugnaciones al sistema vale decir en el marco de los cuestionamientos a la estructura poliacuteti-

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co-institucional a la hegemoniacutea de un sistema de ideas se produ-ce las efervescencias que nos introduce en esas discontinuidades emergentes en un cambio de eacutepoca en la cual se estaacute dejando un momento histoacuterico y nos encontramos al inicio de otro Es la misma ldquovisioacuten de mundordquo -creencias valores principios enfoques- lo que estaacute en juego visioacuten entendida como una ldquoventana conceptualrdquo a traveacutes de la cual interpretamos el mundo tanto para comprender-lo como para transformarlo -ldquolentes culturalesrdquo- Esto se constituye en la herramienta cultural maacutes potente de que dispone un grupo social una comunidad una sociedad para interpretar el pasado el presente y avizorar el futuro -ideologiacutea- Por lo dicho un cambio de eacutepoca establece una competencia entre visiones de mundo en conflicto2

Toda esta concurrencia de factores estaacute atravesada por una dinaacutemica una dialeacutectica recurrente en Ameacuterica Latina los proce-sos modernizadores y las reacciones identitarias En gran medida son contextos en los cuales emergen movimientos de ideas o visio-nes de mundo en conflicto Podriacuteamos decir que en la etapa bajo anaacutelisis estamos en esos momentos histoacutericos donde emergen re-acciones identitarias que van a mutar hacia reivindicaciones o de-mandas sociales poliacuteticas y de cambios institucionales El movi-miento de ideas maacutes allaacute de los conflictos de intereses concretos es lo que engloba procesos de estas caracteriacutesticas

Esbozamos un panorama de cambio siguiendo lineamientos del filoacutesofo e historiador de las ideas Eduardo Deveacutez Valdeacutes quien sentildeala

El pensamiento latinoamericano se constituye no solo a traveacutes de sus permanencias sino tambieacuten a traveacutes de los cambios que le aportan nuevos temas y perspecti-vashellip Los cambios en el pensamiento se dan en diversos niveles el maacutes importante desde nuestra perspectiva es aquel que se produce en las ideas propiamente tales Pero tambieacuten el cambio se da en otras dimensiones la institucionalidad en la que se enmarcan o generan las ideas (universidades sociedades redes intelectuales)hellipPara explicar por queacute se producen los cambios en deter-minadas ocasiones parece necesario combinar al menos

2 Estas apreciaciones son tomadas de Joseacute de Souza Silva 2001 iquestUna eacutepoca de cambios o un cambio de eacutepoca en la Publicacioacuten mensual del Instituto Cientiacutefico de Cultura Indiacutegena Boletiacuten ICCI RIMAY Antildeo 3 Ndeg25 abril red Int Natigweborg boletiacuten25Souzahtml

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tres elementos que deben coincidir Su coincidencia puede generar una nueva onda (identitaria o modernizadora) o producir mutaciones importantes en el interior de la onda hegemoacutenica (por ejemplo traacutensito de un identitarismo cultural a uno social) Para que se produzca este cambio deben coincidir al menos tres factores aparicioacuten de una nueva generacioacuten aparicioacuten de nuevas ideas en el aacutembito internacional explosioacuten de un suceso de gran magnitud que lo precipite (por ejemplo una guerra una revolucioacuten una crisis econoacutemica) El suceso es interpretado como incoherente con las ideas existentes En consecuencia la nueva generacioacuten aprovecha eso toma conciencia de siacute para postular un nuevo modelo-proyectohellip (Deveacutes Val-deacutes 2000 p 21)

En este contexto ubicamos nuestro objeto de estudio La Re-forma de 1918

Hablamos de ldquopensamiento latinoamericanordquo de por siacute la misma expresioacuten contiene su complejidad y sospechas Por nuestra parte podemos referirnos a conjuntos de escritos -aparentemente desconectados- a veces escuelas corrientes de ideas y posiciona-mientos autores temas y propuestas que identifican un momento una generacioacuten y que forman parte o son componentes de cierta identidad intelectual con profundas derivaciones sociales y poliacutetica que identifican entonces una eacutepoca en un espacio determinado y que diferencia a su protagonistas representantes o grupos mayores de otros mundos intelectuales y espacios3 Todos estos elementos son componentes de lo que puede denominarse no sin dificultades y acorde a ciertas periodizaciones ldquopensamiento latinoamerica-nordquo Toda esa ldquoidentidad intelectualrdquo puede plantearse a traveacutes del manejo de problemas conceptos categoriacutea propias que atraviesan diversos discursos en nuestro caso o en nuestro contexto la rei-vindicacioacuten y defensa de lo americano de lo latino de lo indiacutegena de lo propio frente a un ldquoproceso modernizador extranjerizadorrdquo la acentuacioacuten en la justicia la igualdad la liberacioacuten las manifes-taciones y discursos anti-imperialistas latinoamericanistas e inte-gracionistas la revalorizacioacuten de la juventud como base del cambio social en fin toda una ldquoondardquo si bien con antecedentes de peso que comenzoacute siendo identitaria y que termino en lo social con fuertes

3 Seguimos lineamientos derivados de los planteos de Deveacutez Valdes antes citado

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derivaciones revolucionarias o reformistas poliacuteticas e instituciona-les

Nuestro punto de referencia en el marco de lo dicho se rela-ciona con la emergencia de corrientes de pensamiento atravesados por ldquoembestidas generacionalesrdquo marcadas por una dinaacutemica en la cual las juventudes en algunos espacios europeos y maacutes generaliza-do en Ameacuterica Latina adquieren protagonismos con referentes no necesariamente juveniles como tambieacuten nuevas personalidades en ascenso Nos referimos a la Bohemia el Juvenilismo el Idealismo el Modernismo al Arielismo -expresioacuten maacutes englobante- emergentes en el pensamiento de finales del siglo XIX y principios del XX en palabras de Zavala (1977) ldquouna juventud que exigioacute la libertad en todo y como se ha detallado estuvo dispuesta a embestir frontal-mente las mentiras la inmoralidad la mala administracioacuten de la po-liacutetica la hipocresiacutea la pudibundez el clericalismo y tambieacuten a ha-cerse portavoz de las reclamaciones del obrerordquo (p 17) Es en torno a esa ldquorebeldiacutea bohemiardquo como pensamiento alternativo que se va configurando una postura generacional en una suerte de cambio de eacutepoca que impugna el ordenamiento burgueacutes y el espiacuteritu positivo a partir de un discurso contestatario

El centro de convocatoria de esos grupos e ideas pensamien-tos que impregnaron a esa generacioacuten de 1900 tanto en Latinoameacute-rica como en Europa fue Pariacutes la ldquoMeca francesardquo de la Bohemia o de los bohemios de todo el mundo4 Hay un hecho si se quiere bau-tismal de esa vanguardia juvenilista nos referimos a la carta que Emilio Zola publica en 1897 para repudiar el caso Dreyfus dirigida a los estudiantes del Barrio Latino de Pariacutes alliacute se habla del amor a la libertad del potencial de la juventud para combatir a los poderosos y las injusticias de una rebeldiacutea a favor de los humildes y los pue-blos oprimidos a la vez que se convoca a los joacutevenes a construir un mundo nuevo lineamientos fundacionales de su escrito ldquoYo acusordquo

4 En Pariacutes cabeza y corazoacuten de la mundanidad se congregaron los bohemios de muacuteltiples lenguas y nacionalidades personas marginales que invaden el boulevard Sain Michel hellip y contribuyen a forjar el espiacuteritu del nuevo siglo Muchos son artistas veinteantildeeroshellip otros tantos intelectuales y poliacuteticoshellip acudiacutean alliacute para poder expre-sarse sin mayores tapujoshellip en este marco las penurias se haciacutean sentirhellipTales pe-nurias no impidieron que se produjeran diferentes formas de organizacioacuten vecinal El barrio de Montmart fue declarado libre e independiente de FranciahellipEntre las obras maacutes sugerentes que transmiten el enfoque latinoamericano sobre la vida bohemia y el climax parisino hacia el Novecientos se hallan las impresiones de quienes tuvieron ocasioacuten de experimentar de cerca dichos fenoacutemenos singulares Un ejemplo tiacutepico lo brinda el escritor guatemalteco Enrique Goacutemez Carrillo (en Bohemia sentimental)hellip (Biagini 2000a p 33)

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De igual manera en el Modernismo de la mano de Rubeacuten Dariacuteo o en el ldquoarielismordquo representado en la figura del uruguayo Joseacute Enri-que Rodoacute se postula a la juventud como la piedra fundacional de una nueva eacutepoca la ldquomiacutestica juvenilistardquo en su maacutexima expresioacuten Esta es la toacutenica vanguardista decimos que penetra en los movi-mientos juveniles estudiantiles latinoamericanos

El Modernismo se posicionoacute frente al ldquoriacutegidordquo positivismo y en gran medida frente a ldquolo hispaacutenicordquo Si Pariacutes era la ldquocapital uni-versalrdquo Buenos Aires pasoacute a ser su expresioacuten americana o la ldquoAte-nas platenserdquo Dariacuteo integroacute el grupo Ateneo a finales de siglo habiacutea fundado junto con otros compantildeeros la Revista de Ameacuterica en la que se sistematizan las posturas modernistas El nicaraguumlense escri-biacutea en el diario La Nacioacuten perioacutedico que tambieacuten publicaba artiacutecu-los de Emilio Zola En Buenos Aires los joacutevenes (y no tanto) rebeldes rechazaban los clubes de elites para reunirse y ldquodiscutir el mundordquo en los flamantes cafeacutes portentildeos pequentildeas ldquouniversidades popula-resrdquo Uno de los siacutembolos de la eacutepoca siempre sentildealado fue el Cafeacute de los Inmortales Como vemos las derivaciones de esa Bohemia y el Modernismo fueron diversas hasta identificar cierto ldquoorientalismordquo en hombres que participaron de la bohemia francesa como el guate-malteco Goacutemez Carrillo

Todos estos planteos expresaban discursos contestatarios emergentes en torno a una bohemia esteacutetica y social expresioacuten de rebeldiacutea que prendioacute en los ideales juvenilistas -en tanto ideologiacutea que poniacutea a los joacutevenes en el centro de la tarea transformadora- posteriormente en las rebeliones universitarias De todas maneras surgieron las criacuteticas fuertes en torno a lo que se consideraba como cierto elitismo cierto atrincheramiento en la ldquotorre de marfilrdquo las tendencias a convertir a los poetas en ciertas deidades los visos de excentricidad de ldquopequentildeos burguesesrdquo por parte de la bohemia y el modernismo Algunas criacuteticas se dirigiacutean a acusar a los bohemios de intentar erigirse en una ldquoorden de elegidosrdquo en reyes rotosos cuyos harapos filtraban densos rayos de soberbia y desprecio a las ldquomedio-cridadesrdquo (Biagini 2000a p 2)

Antes de seguir delineando el espectro ideoloacutegico ldquomacrordquo en el que se inscribe la reforma del 18 debemos hacer algunas puntua-lizaciones relativas al contenido juvenil inscrito en los umbrales de la creacioacuten de la propia Unioacuten Ciacutevica Radical en Argentina En agos-to de 1889 Francisco Barroetaventildea escribe en La Nacioacuten un significa-

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tivo artiacuteculo titulado Tu quoque juventud (en tropel al eacutexito) artiacuteculo que se constituyoacute en puntal fundamental para las movilizaciones juveniles orientadas a la defensa de derechos principalmente elec-torales En eacutel se critica al uso de la juventud que realizara en esa coyuntura el Doctor Joaquiacuten Nabuco llamando a los estudiante de derecho para el apoyo al presidente Juaacuterez en los inicios de la crisis (1890) al tiempo que se incita a la juventud a elevar el espiacuteritu mo-ral y ciacutevico contra los abusos autoritarios Alrededor de Francisco Barroetaventildea se constituyoacute en ese antildeo la Unioacuten Ciacutevica de la Juven-tud pieza fundamental en la estrategia y acciones posteriores que daraacuten inicio y sustentaraacuten a la UCR

Significamos por lo sentildealado en paacuterrafos anteriores que todo este ambiente ldquoregeneracionistardquo prendioacute en un espectro ideoloacutegi-co latinoamericanista que atravesoacute la obra de diversos escritores y las bases de distintas acciones o fuertes movidas socio-poliacuteticas de principios del siglo XX nos referimos al ldquoArielismordquo El uruguayo Joseacute Enrique Rodoacute escribe Ariel en 1900 realizando una alegoriacutea de la obra de Shakespeare La Tempestad y sienta las bases de un ideario latinoamericanista antinorteamericano y democraacutetico que marca-raacute a la intelectualidad de las primeras deacutecadas del siglo XX5

Rodoacute (1871-1917) simboliza en Ariel una guiacutea a seguir en pos de una Ameacuterica Latina libre y unida a partir de basamentos vincu-lados a la razoacuten la inteligencia la juventud los objetivos de libera-cioacuten personificados en el mismo Ariel devenido para el uruguayo en una suerte de paradigma orientador paradigma que adquirioacute prestigio en el mundo intelectual -un ldquocoacutemico prestigiordquo expresoacute el historiador Jorge Abelardo Ramos al criticar al arielismo- y que ex-perimentoacute algunas bifurcaciones que marcaron la base de pensa-mientos de movimientos como los estudiantiles indigenistas anti-

5 En La tempestad Proacutespero un priacutencipe desterrado por oscuras conspira-ciones toma posesioacuten de una isla a la cual atrae a sus enemigos (con la ayuda de Ariel) haciendo uso de ldquopoderes maacutegicosrdquo escenario en donde organizaraacute su ven-ganza La posesioacuten de la isla significoacute dominio sobre antiguos habitantes dominio simbolizado en Calibaacuten (el dominado) personaje que encarna la rebeldiacutea como tambieacuten la torpeza y la barbarie en el drama Shakespiriano Proacutespero esclaviza a Calibaacuten utilizando dichos poderes Junto a Proacutespero encontramos al otro perso-naje Ariel una suerte de espiacuteritu ldquogenio incorpoacutereo del airerdquo representante de la sabiduriacutea la inteligencia el coraje en la accioacuten el buen gusto consejero y servidor de Proacutespero al cual se subordina para concretar su plan como tambieacuten para neu-tralizar la rebeldiacutea de Calibaacuten El objetivo de Ariel es lograr su liberacioacuten prometida una vez concluida su venganza la cual termina siendo una suerte de perdoacuten (la vuelta a la calmahellip despueacutes de la tempestad) incluso el perdoacuten y la liberacioacuten de Calibaacuten

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imperialistas etc El buen gusto la idea de belleza se convierten en Rodoacute en aspectos relativos a nuestra definitiva emancipacioacuten Una perspectiva esteticista de ldquolo nuestrordquo es lo que muestra como res-puesta a la invasioacuten de una ldquoesteacutetica heterogeacuteneardquo la de los ldquootrosrdquo la de Calibaacuten identificado con el utilitarismo y el materialismo an-glosajoacuten -expresioacuten esta uacuteltima obviamente no relacionada con una postura filosoacutefica- con el imperialismo yankee la ldquonordomaniacuteardquo la barbarie -vale como antecedentes posiciones como las de Rubeacuten Dariacuteo que identificaba lo ldquocanibalezcordquo con lo norteamericano- Se insinuaba a traveacutes de Ariel una suerte de reconversioacuten de la claacutesica dicotomiacutea ldquocivilizacioacuten-barbarierdquo Las criacuteticas posteriores a la obra de Rodoacute y a sus usos fue considerable -principalmente en lo relativo a sus reservas respecto a ciertas formas de democracia que deven-driacutean en tendencias igualitaristas en lo mediocre- pero lo cierto es que el escrito del uruguayo se valorizoacute se significoacute y se resignificoacute marcando una eacutepoca de cambio Ariel inicia el siglo XX

En principio fue todo un posicionamiento identitario luego se hizo maacutes social conforme avanzaba el siglo En Motivos de Proteo una obra de 1909 Rodoacute plantea la necesidad del cambio como un ideal tanto para los individuos como para los pueblos Deveacutes Valdez afirma

El primer arielismo maacutes espiritualista e individualista asiacute como fuertemente culturalista se hace maacutes social Rodoacute probablemente se ha hecho cargo de una serie de criacuteticas y se ha permeabilizado al ambiente que en el pensamien-to latinoamericano hacia 1910 se carga de ideas sociales y tiende a proyectarse socialmente (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 31)

Es asiacute que el autor citado habla de un ldquoarielismo de izquierdardquo

A partir de la segunda deacutecada del siglo se empieza a bi-furcar la herencia de Rodoacute en los arielistas de izquierda y los de derecha Es probablemente en Peruacute donde esta divisioacuten se da con maacutes nitidez en los antildeos 20 se desarro-lla la posicioacuten indigenista y aprista asiacute como el marxismo peruanizado por otra parte surge el hispanismo con-servador que se emparienta maacutes tarde con el fascismo el franquismo La corriente identitaria fue dividieacutendose en otras partes de manera similar hacia la izquierda los estudiantes reformistas de la Argentina los reformistas peruanos Julio Antonio Mella en Cuba Gustavo Nava-

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rro en Bolivia La tendencia derechista continuoacute maacutes ape-gada a la visioacuten culturalista la izquierda se fue volviendo maacutes social retrabajando la perspectiva identitaria que veniacutea desde Martiacute y Rodoacute a traveacutes de Joseacute Vasconcelos cuya obra La raza Coacutesmica es la de mayor significacioacuten continental por esos antildeos (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 98)

De la misma manera si seguimos estos planteos del ldquociacuterculo arielis-tardquo agregamos (desde la ldquoizquierda arielistardquo) la formulacioacuten de un arielismo antiimperialista manifiesto en el argentino Manuel Ugar-te por ejemplo En siacutentesis si hablamos de una eacutepoca de cambios o cambio de eacutepoca la obra de Rodoacute marco un hito a nivel de pensa-miento ideologiacutea y accioacuten como tambieacuten de reaccioacuten a los procesos modernizadores o a sus modalidades en curso

El contexto internacionalTodo este contexto ideoloacutegico -movimiento de ideas y proyeccio-nes- se vio potenciado por tres hechos insoslayables nos referimos a la Revolucioacuten mexicana a la Primera Guerra Mundial y a la Re-volucioacuten rusa El ambiente mundial vino a reafirmar la necesidad de cambios -junto al proceso o contexto nacional- manifiestos en los reformistas del 18 Como deciacuteamos hay factores concurrentes que pueden influir en el cambio de eacutepoca o eacutepoca de cambios la aparicioacuten de una nueva generacioacuten el movimiento de ideas a nivel nacional e internacional y la explosioacuten de sucesos nacionales regio-nales e internacionales que incentive los cambios A este espectro podemos sumar otro factor el imperialismo norteamericano

La revolucioacuten mexicana demostroacute contundentemente el res-quebrajamiento o crisis de las modalidades que adquirieron los Es-tados nacionales en su fase de consolidacioacuten a finales del siglo XIX y principios del XX en algunos espacios latinoamericanos nos re-ferimos al Estado Oligaacuterquico o a la dominacioacuten oligaacuterquica Maacutes allaacute de sus particularidades la revolucioacuten mexicana pareciacutea abrir las puertas a cambios sociales profundos Tanto en Argentina como en Meacutexico se trataba de superar esas modalidades de dominacioacuten oligaacuterquica marcada por la impronta positivista a nivel ideoloacutegico en Meacutexico ese resquebrajamiento se produjo a traveacutes de un cambio revolucionario profundo en los planos social poliacutetico y econoacutemico planos atravesados por una matriz agraria al interior una constitu-

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cioacuten social distinta a la Argentina Los revolucionarios mexicanos se oponiacutean a una ldquodictadura positivistardquo de maacutes de treinta antildeos la de Porfirio Diacuteaz en Argentina esa etapa coincidioacute con el ldquoroquis-mordquo etapa que sin llegar a una dictadura al estilo mexicano estuvo signada por los haacutebiles manejos poliacuteticos de la figura de Roca por maacutes de veinte antildeos en la poliacutetica argentina El desplazamiento de la estructura porfirista se dio a traveacutes de una revolucioacuten en argentina la ldquosuperacioacuten del roquismordquo tuvo mucho de cierta evolucioacuten ciacutevica de las sociedades urbanas del paiacutes Con todo los reformistas univer-sitarios se presentaron con una impronta maacutes revolucionaria que reformista tal como se postulaba en el Manifiesto Liminar de junio de 1918

En una leve aproximacioacuten decimos que a principios del siglo pasado Argentina se habiacutea transformado profundamente con la in-migracioacuten con la ebullicioacuten de ideas o ideologiacuteas con la presencia de sectores anarquistas radicalizados y aquellos socialistas con el incontenible crecimiento del radicalismo yrigoyenista panorama que empujaba a posicionamientos dentro de la dirigencia hegemoacute-nica en el sentido de proyectar cierta apertura del reacutegimen a los fi-nes de como se evidenciaba en los hombres maacutes lucidos del mismo de ceder algo para no perder todo Por nombrar uno de los princi-pales Joaquiacuten V Gonzaacutelez se posicionaba y actuaba en este senti-do Es en este marco que la Revolucioacuten mexicana en tanto suceso revolucionario a pesar de las diferencias en la constitucioacuten social y poliacutetica de Meacutexico y Argentina preocupoacute inmediatamente a los sectores del poder Como tambieacuten algunos medios advertiacutean a los gobernantes ante el hecho consumado de la revolucioacuten es el caso de La Prensa que el 30 de mayo de 1911 sentildealaba

Ved el sistema que cae en Meacutexico He ahiacute el ideal de go-bierno fuerte recomendado a la Rep Argentina durante treinta antildeos sistema que lucha todaviacutea para restaurar su imperio protestado constantemente por el pueblo He ahiacute los frutos finales del sistema cuya eliminacioacuten funda-mental en la poliacutetica argentina corresponde a la presiden-cia y a las generaciones de patriotas de la actualidad (en Di Tella 2004 p 129)

Maacutes allaacute de las diferencias es posible comparar cierta ldquoatmoacutes-fera intelectualrdquo que marcoacute a algunos intelectuales revolucionarios

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mexicanos y a los reformistas argentinos6 En ambos casos emerge un discurso que se oponiacutea claro estaacute a la impronta positivista mar-cada por las influencias de Comte o Spencer seguacuten las variantes ideologiacutea que ldquoponiacutea cadenas a las almas latinoamericanasrdquo En Meacute-xico uno de los precursores de la revolucioacuten Flores Magoacuten actuaba fundamentalmente desde el periodismo desde el perioacutedico Regene-racioacuten desde donde denunciaba el despotismo la necesidad de la democratizacioacuten las denuncias respecto a las postergaciones de los trabajadores mantenidos en la ignorancia los suentildeos por una hu-manidad maacutes bella maacutes sana maacutes sabia etc una toacutenica similar a la de los reformistas universitarios del 18 Por otra parte en su evolu-cioacuten intelectual y poliacutetica Flores Magoacuten termina en un socialismo radicalizado al igual que muchos de sus pares en Argentina en este sentido cabe recordar que una de las manifestaciones estudiantiles reformistas maacutes significativas fue encabezada por Alfredo Palacios precisamente en junio de 1918

La Primera Guerra Mundial tambieacuten significoacute cambios en la conciencia de varios latinoamericanos El centro del ldquomodelo civili-zatoriordquo ese ldquofoco de civilizacioacutenrdquo estaba demostrando su peor cara o simplemente no era tal La guerra se presentaba como una conse-cuencia de lo que denunciaban los mismos reformistas argentinos los desastres del imperialismo -influencias del propio Lenin- la gue-rra se visualizaba precisamente como una disputa inter-imperia-lista en el ldquoseno de la civilizacioacutenrdquo en el seno de aquellas sociedades que nuestros dirigentes habiacutean tomado como referentes El clima de ebullicioacuten intelectual era tambieacuten resultado de la guerra

Por su parte la revolucioacuten rusa deslumbroacute a los reformistas como a diversos componentes de la vida intelectual y poliacutetica lati-noamericana Para los reformistas como para la juventud en gene-ral para muchos intelectuales para el movimiento obrero para los sectores socialistas maacutes radicalizados la revolucioacuten rusa traiacutea nue-vos aires libertarios a nivel social y poliacutetico el propio Lenin se con-vertiacutea en figura catalizadora de los sucesos latinoamericanos nacio-nales y mundiales En el contexto de un arielismo -como tendencia de pensamiento englobante- que se volviacutea maacutes social que idealista o identitario los estudiantes receptaban a la revolucioacuten rusa como un corpus que le proporcionaba categoriacuteas conceptos -clase imperia-

6 Cuando hablamos de ldquopensamiento latinoamericanordquo sentildealamos las redes constituidas por autores escritos discursos ldquoaparentementerdquo desconectados por realidades particulares

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lismo liberacioacuten etc- que si bien ya se visibilizaban en los pensa-dores del ldquocirculo arielistardquo los reformistas adoptaron en el marco de la proyeccioacuten indivisible entre la misma reforma y el cambio social o la proyectada comunioacuten con el obrero

Desde ya que el marxismo como corpus teoacuterico prendioacute maacutes en espacios como el peruano con el marxismo peruanizado en Haya de La Torre o en el mismo Mariaacutetegui en torno a las corrientes in-digeniacutestas en el boliviano con Gustavo Navarro quien propuso una revolucioacuten inspirada en las formas poliacuteticas y sociales de la vida incaacuteica o en el centro americano-caribentildeo en personajes como el cubano Julio Antonio Mella Pero la tendencia englobante hacia ese latinoamericanismo la proporcionaba principalmente la figura de Rodoacute el arielismo Julio Antonio Mella antes de crear el Partido Comunista Cubano crea el Instituto Politeacutecnico Ariel Nos parece ilustrativo lo planteado por Eduardo Deveacutez Valdeacutes al respecto

El estudioso peruano Pedro Planas resentildea un conjunto de ocasiones en las que el socialismo y el arielismo se fundie-ron Sentildeala que Alfredo Palacios era un declarado arielis-ta y que cuando viajoacute a Cuzco en 1919 en la universidad donde fue nombrado catedraacutetico honorario dijo que la juventud cuzquentildea como la de toda Ameacuterica deberiacutea tener como maestro a ese insuperable apoacutestol uruguayo Joseacute Enrique Rodoacute cuyas ensentildeanzas eran un hermoso evangelio de vida y juventud Destaca igualmente que en Cuba en 1923 Julio Antonio Mella no encontroacute me-jor elogio para Haya de la Torre que considerarlo el suentildeo de Rodoacute hecho carne que en 1924 Mella publicoacute Intelec-tuales y Tartufos y alliacute reivindicoacute al trabajador y que en 1925 poco antes de fundar el Partido Comunista en Cuba Mella decide fundar el Instituto Politeacutecnico Ariel (Deveacutes Valdeacutes 2000 p 192)

Los historiadores Cantoacuten Moreno y Ciria sentildealaban

Visto los aires de renovacioacuten que soplaban por el mundo con la quiebra de ideales traiacuteda por la guerra y el deslum-bramiento de la revolucioacuten rusa (todo ello deformado por la gran distancia ideoloacutegica y de ambiente a que se halla-ba nuestro medio de esas realidades) y dado el maacutes inme-diato acceso del radicalismo al gobierno a traveacutes del voto universal no es extrantildeo que algo de todo esto haya halla-do expresioacuten en el movimiento estudiantil (1980 p 79)

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Debemos remarcar un dato no menor que hace al ambiente donde actuaron los reformistas en 1918 se crea el Partido Socialista Internacional partido que se desprende del Partido Socialista por posiciones frente a la guerra y por su apoyo a la revolucioacuten rusa este partido en 1920 pasoacute a llamarse Partido Comunista Completa el espectro la significativa presencia y actividad del anarquismo y los sectores obreros sindicalizados

Entre tantos episodios como la misma conquista del poder de la Unioacuten Ciacutevica Radical por medio del sufragio despueacutes de antildeos de lu-cha ese ldquodeslumbramientordquo de la revolucioacuten rusa redundoacute en la idea de la buacutesqueda de otro perfil del estudiantado de la universidad y sus funciones necesarias en el plano social -propuesta de extensioacuten universitaria educacioacuten o auto-educacioacuten obrera bajo una impron-ta arielista constitucioacuten de un campo contra-hegemoacutenico- ademaacutes del acadeacutemico Se viviacutean tiempos trascendentales deciacutea Deoacutedoro Roca en 1920 ante la influencia de Trostki Ameacuterica Latina no podiacutea ser ajena al surgimiento del hombre nuevo (Galfiore 2002 p 694)

Pero de la misma vereda de las izquierdas maacutes radicalizadas surgiacutea tambieacuten un discurso sumamente criacutetico a los reformistas desde esos lugares sentildeala Hugo Biagini

se intentoacute minimizar la importancia de la reforma para reducirla a una simple derivacioacuten de la infraestructura econoacutemica y de la proletarizacioacuten experimentada por las capas medias de cuyo seno procediacutea la mayor parte del estudiantado universitario ingenuamente enfrentado a los privilegios dentro de la institucioacuten Los reformis-tas histoacutericos no lograban percibir que asiacute como ciertos partidos afines traduciacutean los intereses de la burguesiacutea mercantil e industrial la universidad representaba un baluarte del capitalismo del imperialismo y los ciacuterculos dominanteshellip La victoria reformista se daraacute uacutenicamente cuando el estudiante abandone la torre de marfil el mis-ticismo juvenilista su status de intelectuales burgueses para identificarse con la condicioacuten proletariahellip

Por lo tanto la reforma ldquodebiacutea ser subsumida dentro de otro fenoacutemeno histoacuterico proyeccioacuten de la revolucioacuten rusa que inaugura el ciclo antagoacutenico del colectivismo y la democracia obrerardquo como tambieacuten desde otra mirada maacutes nacional y popular que exigiacutea una vinculacioacuten maacutes estrecha entre la universidad y el ldquopaiacutes realrdquo -a contrapelo de las izquierdas radicalizadas- Arturo Jauretche ldquole re-

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clamaba a los estudiantes que dejaran de ser un producto hiacutebrido para lo cual debiacutean abandonar el narcisismo libresco y el revolucio-narismo abstractordquo (Biagini 2000b p 35)

La crisis de la dominacioacuten oligaacuterquicaDebemos sumar a todo lo dicho la crisis significativa al interior de los mismos sectores hegemoacutenicos la crisis de esa misma domina-cioacuten oligaacuterquica que definioacute al ldquoroquismordquo En relacioacuten a ello se hace necesario prestar atencioacuten a los intentos de esos mismos sectores oligaacuterquicos de salvar el sistema a las iniciativas plasmadas en pro-yectos medidas y leyes al respecto hecho a ponderar en torno a la fractura intra-oligaacuterquica en interaccioacuten con todos los factores que se han mencionado

Habiacuteamos sentildealado que el ministro de Roca en su segundo gobierno (1998-1904) Joaquiacuten V Gonzaacutelez insistioacute en esa idea de ceder algo para no perder todo En este marco se visualiza cierto ldquoreformismo conservadorrdquo plasmado en la llamada ldquoreforma poliacuteti-cardquo incentivada por Gonzaacutelez Por otra parte el ministro atribuiacutea a la educacioacuten un papel central ya no soacutelo como la formadora de ciu-dadanos sino como un campo estrateacutegico de defensa nacional ldquola instruccioacuten gratuita y obligatoria es simplemente cuestioacuten de defensa nacionalrdquo expresaba en ese contexto mayor marcado por las ldquoideas foraacuteneasrdquo la ldquoindisciplina ciacutevicardquo ldquolas pasiones demagoacutegicas y anaacuter-quicas de los partidos exaltadosrdquo7 La Ley de Conscripcioacuten Universal de 1901 instrumentada por el Ministro de Guerra Gral Ricchieri respondiacutea a esta mirada -ldquoinduciriacutea en la nueva generacioacuten ideas de ordenrdquo- ademaacutes de la creacioacuten de un registro para toda la poblacioacuten masculina adulta

Ese reformismo conservador se manifestoacute en dos instancias clave la reforma poliacutetica -maacutes que una reforma una medida electo-ral aunque sintomaacutetica de la situacioacuten- y en un intento de reforma

7 Estas expresiones y posturas son resaltadas por Torcuato Di Tella citando la Tesis doctoral de Joaquin V Gonzaacutelez en la cual se realizaba un ldquoEstudio sobre la revolucioacutenrdquo en eacutel deciacutea que ldquoel derecho a la revolucioacuten es un derecho santo de los pueblos pero uacutenicamente cuando se tratan de realizar alguna de esas grandes evoluciones sociales tan necesarias para el perfeccionamiento de la humanidadrdquo el problema sentildeala Di Tella estriba en decidir cuaacuteles eran esas evoluciones sociales necesarias porque tambieacuten los anarquistas y socialistas de orientacioacuten marxista teniacutean su definicioacuten al respecto Di Tella 2004 Historia social de la Argentina con-temporaacutenea Troquel BsAs p113

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social En el primer aspecto se implementoacute una instancia electoral a escala nacional -el paiacutes se dividiacutea en numerosos distritos electo-rales- que proponiacutea el voto secreto en circunscripciones electora-les pequentildeas para la eleccioacuten de un diputado en cada una de ellas De esta manera y en coincidencia con la estrategia de Gonzaacutelez la oposicioacuten podiacutea imponer su candidato sin alterar -pata fundamen-tal de la estrategia- las estructuras de gobierno a nivel provincial y nacional La olla a presioacuten soltaba algo de vapor antes de estallar Ilustrativas resultan las expresiones del diputado Vedia miembro informante en la sesioacuten del 15 de octubre de 1902

Estaacute en el intereacutes de las mayoriacuteas la representacioacuten de minoriacuteas en el gobierno pues las fuerzas que no hallan coacutemo ascender en proporcioacuten a las esferas dirigentes para aplicarse la labor comuacuten de una sociedad se entretienen en morder los cimientos como que han quedado abajo haciendo de la socavacioacuten su programa (Di Tella 2004 p 117)

Pero en la votacioacuten de la ley no se aceptoacute el voto secreto en medio de los interesantes debates y argumentos a favor o en con-tra (Pellegrini) en las sesiones de la caacutemara De todas maneras la iniciativa posibilitoacute el acceso a la Caacutemara de Diputados al socialista Alfredo Palacios por el distrito de La Boca (1904) En parte se pro-duciacutea cierto acercamiento entre ese reformismo conservador del roquismo y los cambios moderados pero progresivos auspiciados por el socialismo Como tambieacuten el hecho significativo a destacar es que el radicalismo o el mismo Yrigoyen a pesar de los acercamien-tos e intentos de diaacutelogos por parte del oficialismo no convalidoacute esa estrategia siguioacute con su postura abstencionista y pergentildeaba el ca-mino revolucionario

El otro hecho significativo en este marco fue el intento de ldquore-forma socialrdquo o un intento de respuesta a la agitacioacuten social como tambieacuten un complemento moderador de la Ley de Residencia que socavaba el sistema El objetivo se dirigiacutea a confeccionar una ley sobre relaciones de trabajo para ello se convocoacute a un especialista en temas laborales y sociales en general a nivel nacional de la eacutepoca Juan Bialet Masseacute Sumado a ello se formoacute una comisioacuten formada en su mayoriacutea por socialistas eminentes aunque luego algunos se desplazaron hacia otras vertientes poliacuteticas y de pensamiento Enri-que del Valle Iberlucea Joseacute Ingenieros Manuel Ugarte y Leopoldo

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Lugones El resultado fue el Informe de Bialet Masseacute con algunas recomendaciones para regular problemaacuteticas como accidentes de trabajo enfermedades duracioacuten de jornadas laborales y descanso dominical acceso a la tierra en el sector rural regulaciones espe-ciales para mujeres y nintildeos entre los toacutepicos maacutes importantes Los sectores del trabajo maacutes radicalizados como aquellos nucleados en la FORA -en su mayoriacutea anarquista- o la UGT -sindicalistas y socia-listas radicalizados- rechazaron la iniciativa por insuficiente ade-maacutes de po el hecho de que el proyecto de ley conteniacutea disposiciones para reconocer pero tambieacuten para controlar la actividad sindical y la huelga Mientras en el contexto que venimos planteando el Congreso del Partido Socialista reunido a tal efecto aproboacute por ma-yoriacutea el proyecto Finalmente en el Congreso Nacional el proyec-to de ley -demasiado ldquorevolucionariordquo- fue rechazado por diversas facciones del poder representadas Se contradeciacutea de esta manera la estrategia de Joaquiacuten V Gonzaacutelez de ceder algo para no perder todo -iquesttorpeza de la poliacutetica tradicional inscrita en la ldquodecadenterdquo dominacioacuten oligaacuterquica-

Los siacutentomas de la desestructuracioacuten del roquismo se pro-fundizaron a partir de la presidencia de Quintana principalmente cuando Figueroa Alcorta el vicepresidente asume la presidencia despueacutes del fallecimiento de Quintana Figueroa Alcorta era un an-tiguo juarista -de Jurez Celman- un federal de Coacuterdoba y un de-finido adversario de Roca dentro del Partido Autonomista Nacio-nal personaje clave en este contexto El mismo Gral Roca no pudo imponer un candidato suyo es asiacute que surge Quintana como un ldquoindependienterdquo de los sectores oligaacuterquicos Pocos meses despueacutes de asumir la presidencia estalla el levantamiento armado del ra-dicalismo (1905) apoyado por varias fuerzas provinciales e incluso por sectores del ejeacutercito Los intentos de acercamientos del gobierno con Yrigoyen habiacutean fracasado Como tambieacuten fracasoacute el levanta-miento sin embargo lo que despertoacute el mismo eran siacutentomas in-equiacutevocos

Esa revolucioacuten de 1905 teniacutea como programa la realizacioacuten plena de la constitucioacuten y como objetivo ldquosimplerdquo pero aglutinador el ejercicio del voto para los ciudadanos Conteniacutea uno de los pri-meros programas democraacuteticos a nivel nacional Destacamos que el ambiente revolucionario fue configuraacutendose precisamente en Coacuter-doba el comandante Miguel Fernaacutendez subleva al Regimiento 8deg de

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liacutenea en la provincia el 4 de febrero dirigieacutendose a sus soldados ldquoSol-dados vamos a realizar una cruzada trascendental para la argenti-nidad proacutexima a morir que es el reverso de Caseros y de Pavoacutenrdquo8 En la Junta Revolucionaria de Coacuterdoba militaba Elpidio Gonzaacutelez hombre clave para Yrigoyen Lugo funcionario de su gobierno Pero debemos reparar brevemente en la figura misma de Yrigoyen el dirigente de la revolucioacuten El reformista universitario -los refor-mistas teniacutean como una de sus guiacuteas esta revolucioacuten- Gabriel del Mazo en su obra El radicalismo Ensayos sobre su historia y doctri-na (Raigal BsAs 1951) cita iroacutenicamente ldquoiquestQuieacuten era ese tribuno mudo apoacutestol sin doctrina elocuente sin palabras que congregaba voluntades sin los medios seguacuten lo juzgaba sarcaacutesticamente un hombre del reacutegimenrdquo (en Ramos 2013 p 51) Brevemente sentildea-lamos que Yrigoyen un hombre principalmente del siglo XIX era sobrino de Leandro Alem un antiguo alsinista -autonomista- co-misario de Balvanera -distrito complejo violento y emblema de la sociedad argentina en plena transformacioacuten- diputado nacional en el 80 por el partido de Roca Partido Autonomista Nacional revo-lucionario del 90 a la vez adversario de Mitre de Juarez Celman y de Roca y amigo de Pellegrini y de Roque Saeacutenz Pentildea un hombre que devino en emblema de la ldquointransigenciardquo -sentildealamos este teacuter-mino habida cuenta que despueacutes de la muerte de Alem la UCR fue dirigida por Bernardo de Irigoyen el ala moderada del radicalismo Hipoacutelito Yrigoyen se enfrentoacute a esos sectores demandando precisa-mente cambios radicales- Yrigoyen inevitablemente y por su tra-yectoria tuvo relaciones con los sectores dirigentes tradicionales asiacute como tambieacuten grupos significativos del ejeacutercito lo apoyaron En este marco y en correspondencia con esa ldquointransigenciardquo sentildealada Yrigoyen rechaza ciertos acercamientos u ofrecimientos Jorge Ra-mos cita uno de esos escenarios el de los ldquopreparativosrdquo de la revolu-cioacuten -manifestaciones radicales y movilizaciones conmemoracioacuten de la Revolucioacuten del Parque etc-

Mientras se realizaban los preparativos el gobernador Ugarte (cita Ramos a Gabriel del Mazo) ldquoofrece las nu-merosas fuerzas policiales bien armadas de la provincias con tal de abatir a Roca Ese aporte podriacutea imponer el eacutexi-to Yrigoyen lo rechazardquo Roque Saacuteenz Pentildea tambieacuten an-tirroquista y amigo de Carlos Pellegrini distanciado eacuteste uacuteltimo del presidente (se refiere a Roca) se entrevista con

8 Veacutease Caballero Ricardo 1951 Yrigoyen La conspiracioacuten civil y militar del 4 de febrero de 1905 en Ramos JA opcit p52

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Yrigoyen en el Club del Progreso para ofrecerle el concur-so del autonomismo pellegrinista y ponerse a sus oacuterdenes El caudillo responde (cita nuevamente a Del Mazo) ldquoNo es posible reparar con los mismos factores que han conduci-do al paiacutes a la revolucioacuten necesaria Ustedes son la razoacuten de ser de nosotrosrdquo (Ramos 2013 p 55)

Para nuestro escrito es oportuno destacar que es en la provin-cia de Coacuterdoba donde el levantamiento radical halloacute mayor adhe-sioacuten tambieacuten que la provincia era el principal bastioacuten del roquismo (cada vez maacutes opositor al gobierno nacional) y tierra de Figueroa Alcorta en Coacuterdoba se dirimiacutean varias cuestiones nacionales El nuevo presidente Joseacute Figueroa Alcorta promulgoacute una ley votada a iniciativa de Pellegrini otorgando amnistiacutea a los revolucionarios El reformista universitario Gabriel del Mazo en uno de sus traba-jos cita un fragmento del discurso de Pellegrini en el Congreso discurso ilustrativo del ambiente ldquoiquestQuieacuten perdona a quieacuten iquestEs el victimario a la viacutectima o la viacutectima al victimario iquestEs el que usurpa los derechos del pueblo o es el pueblo que se levanta en su defensa iquestQuieacuten nos perdonaraacute a nosotrosrdquo (Del Mazo 1951 p 104)

El sistema poliacutetico desde la federalizacioacuten de la ciudad de Buenos Ares 1880 habiacutea funcionado en torno al Partido Autono-mista Nacional de Roca con proyecciones en el interior y con cen-tro poliacutetico en la provincia de Coacuterdoba y el Partido Autonomista de Pellegrini con centro en la ciudad de Buenos Aires Junto a estas fuerzas actuaba el adversario natural de Roca Bartolomeacute Mitre el mitrismo que obtuvo diversos nombres -Unioacuten Ciacutevica- y luego se institucionalizoacute con el nombre de Partido Republicano tambieacuten con influencias en Buenos Aires y en algunos espacios del interior como en la provincia de Corrientes Otro actor poliacutetico de fuste fue Mar-celino Ugarte el caudillo conservador que praacutecticamente dominaba la provincia de Buenos Aires De todas maneras hasta la llegada de Figueroa Alcorta a la presidencia lo que dominaba el escenario po-liacutetico del paiacutes era la ldquomaquinariardquo roquista y esto fue lo que entroacute en crisis ya sea por la misma situacioacuten social o ldquoevolucioacuten ciacutevicardquo del paiacutes -sus transformaciones- y claro estaacute por el accionar de Figueroa Alcorta A todo este espectro debemos sumar al Partido Socialista -cada vez maacutes integrado en su ala maacutes moderada a la poliacutetica na-cional- y a nuevas agrupaciones provinciales de peso como el Par-tido de la Democracia Progresista de Lisandro de La Torre fuerte

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en Santa Fe Respecto al socialismo y su dinaacutemica en este contexto Torcuato Di Tella sentildeala

La convergencia entre un liberalismo conservador pero abierto y un socialismo moderado era una pauta que se estaba imponiendo en diversos paiacuteses europeos Ahora la Argentina queriacutea emular ese proceso Implicaba claro estaacute acelerar la evolucioacuten del socialismo en sentido refor-mista lo que de todos modos estaba ocurriendo En Euro-pa la nueva corriente estaba representada por el escritor alemaacuten Eduard Bernstein En la Argentina Juan B Justo estaba claramente enrolado en esa liacutenea pero la oposi-cioacuten interna era muy fuertehellip (Di Tella 2004 p 124)

Es posible afirmar que con Figueroa Alcorta el roquismo en-cuentra su fin La fuerza de Roca dominaba el Senado e incentivoacute hechos como la no aprobacioacuten del presupuesto nacional al presi-dente Alcorta Buscaba con ello inmovilizarlo pero el presidente clausuroacute el Congreso y siguioacute con el presupuesto del antildeo anterior (1907) hecho considerado por el roquismo y el mitrismo -este uacutel-timo alejado del presidente Alcorta- como un golpe de Estado El diario de los Mitre La Nacioacuten titulaba despueacutes del hecho ldquoGolpe de Estadordquo Tambieacuten neutralizoacute Alcorta a la figura fuerte de secto-res del roquismo y del mitrismo en la provincia de Buenos Aires Marcelino Ugarte el caudillo con pretensiones presidenciales Pero el hecho fundamental para eliminar al roquismo fue la decisioacuten de Figueroa Alcorta de intervenir provincias del interior entre ellas el ldquobastioacutenrdquo Coacuterdoba

La intervencioacuten fue decretada Coacuterdoba cayoacute en manos de Figueroa Alcorta Destruiacutea asiacute el poder poliacutetico del ro-quismo en su uacuteltimo reducto Pareciacutea una venganza jua-rista pues en efecto los juaristas maacutes reputados ndashSaacuteenz Pentildea y Caacutercano- pareciacutean ser los beneficiados de la extir-pacioacuten poliacutetica del roquismo Pero no era asiacute En realidad todos iban a dejar la escena a un desconocido Hipoacutelito Yrigoyen (Ramos 2013 p 76)

El panorama hacia una nueva eleccioacuten presidencial ya demos-traba un escenario de cambios contundentes Ese antiguo ldquojuaristardquo Roque Saacuteenz Pentildea que habiacutea felicitado al presidente Alcorta por los liacutemites impuestos al roquismo era precisamente eso un adversario del roquismo del sistema hegemoacutenico del PAN un hombre central en el entramado poliacutetico del momento que habiacutea sido desplazado de

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su candidatura a presidente por el propio Roca quien lo reemplaza-ra por su anciano padre Luiacutes Saacuteenz Pentildea en 1893 Figueroa Alcorta y Roque Saacuteenz Pentildea encarnaban para Roca una clara amenaza para la reproduccioacuten del sistema una amenaza que a diferencia de la re-presentada por los sectores maacutes radicalizados surgiacutea dentro de los mismos grupos hegemoacutenicos una amenaza intra-oligaacuterquica

Por su parte el radicalismo de Yrigoyen se manteniacutea en su abstencioacuten pese a las conversaciones del caudillo radical con Fi-gueroa Alcorta El camino a la presidencia de Saacuteenz Pantildea no teniacutea serios obstaacuteculos la candidatura de Guillermo Udaondo un an-tiguo gobernador de la provincia de Buenos Aires auspiciada por una suerte de frente integrado por Roca Marcelino Ugarte y Emilio Mitre se cayoacute por su debilidad De esta manera Figueroa Alcorta y Saacuteenz Pentildea -con antecedentes en el mismo Partido Autonomista Nacional antirroquistas los dos con perfiles federales ambos- do-minaban el escenario poliacutetico nacional Pero era el radicalismo el que representaba el cambio de la mano de la inmigracioacuten de una nueva configuracioacuten en la militancia poliacutetica de los nuevos sectores sociales de parte del ejeacutercito de grupos poliacuteticos en el interior del paiacutes de gran parte de la poblacioacuten criolla influida por nuevos aires nacionales e internacionales en fin sectores que demandaban una nueva participacioacuten poliacutetica El ascenso de las nuevas clases socia-les representadas por el radicalismo era la contra-cara de la deca-dencia del roquismo

Los comicios otorgaron la victoria una faacutecil victoria a Roque Saacuteenz Pentildea quien llevoacute como vice a Victorino de la Plaza La pers-pectiva de reformar el reacutegimen para no perder todo se profundi-zaba dos modalidades se percibiacutean entonces la del roquismo que veiacutea los potenciales peligros de sobrevivencia del ldquoreacutegimenrdquo ante la agitacioacuten social y los replanteos poliacuteticos y consecuentemente la postura era seguir profundizando el mismo modelo y praacutecticas po-liacuteticas propias de ese roquismo por otro la representada por otros sectores de la oligarquiacutea la que venimos sentildealando la inspirada en la foacutermula de Joaquiacuten V Gonzaacutelez -dejada de lado por el roquismo- a la que nos hemos referido La conocida ley Saacuteenz Pentildea teniacutea en su naturaleza esa idea de ceder algo para no perder todo como tam-bieacuten confiaba en que ese era un camino para que las mismas clases sociales o fracciones de clase siguieran en el poder y principalmen-

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te en el manejo poliacutetico del Estado -que no necesariamente es lo mismo- como condicioacuten necesaria

Saacuteenz Pentildea desde su plataforma como candidato planteoacute la ley de Sufragio Secreto y Obligatorio basada en un padroacuten genui-no La ley contemplaba el sistema de ldquolista incompletardquo marco en el cual las provincias pasaban a ser nuevamente las circunscripcio-nes electorales -ya se habiacutea dejado de lado el sistema de pequentildeos distritos uninominales de Gonzaacutelez- Cada partido podiacutea presentar como candidatos a dos tercios del nuacutemero de diputados que corres-pondiera a la provincia se aseguraba que el segundo partido maacutes votado llegara a obtener su representacioacuten Pero de hecho la ley era una apuesta riesgosa Se podiacutea considerar que la agitacioacuten social las izquierdas o el mismo radicalismo teniacutean fuerzas en minoriacuteas ac-tivistas sin capacidad de alterar el manejo del Estado o los resortes del poder se suponiacutea que la mayoriacutea de la poblacioacuten era baacutesicamen-te moderada y aceptaba el liderazgo de los sectores ldquoesclarecidosrdquo y ldquoestablecidosrdquo de alliacute el voto obligatorio el peligro era la apatiacutea En condiciones en las cuales muy poca gente concurriera a votar lo maacutes probable se pensaba era que se impusieran los activistas radi-cales o socialistas9

Despueacutes del triunfo de Saacuteenz Pentildea con sospechas de fraude y con el radicalismo todaviacutea en su postura abstencionista el temor a que el mismo planeara otro intento revolucionario teniacutea sus ba-samentos Asiacute las cosas el presidente entre sus primeros actos de gobierno se entrevista con Yrigoyen anunciaacutendole -ademaacutes de ofertas de ministerios que el liacuteder radical rechaza- su proyecto de ley Una vez promulgada eacutesta se aplica en las primeras experiencias electorales En 1912 en la provincia de Santa Fe se presentaron los radicales a pesar de la negativa de Yrigoyen acorde a su abstencio-nismo -primera experiencia ldquoanti-personalistardquo- Triunfoacute el radica-lismo y se activaron las primeras alarmas El triunfo fue sobre una colacioacuten conservadora y sobre los hombres de Lisandro La Torre que se presentaron con la denominacioacuten de Libres del Sur En las elecciones para diputados realizadas ese mismo antildeo en la capital tambieacuten se impone el radicalismo y en segundo lugar se ubicoacute el so-cialismo ante un oficialismo en crisis en 1913 se realizan elecciones para senadores y triunfa en capital el socialista Enrique del Valle

9 En liacuteneas generales esta es la mirada de Torcuato Di Tella en la obra cita-da

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Iberlucea No obstante en la provincia de Buenos Aires se imponen sectores conservadores la vieja maquinaria de Marcelino Ugarte funcionoacute o como se sospechaba ya se habiacutea incursionado en la for-ma de alterar o intervenir de alguna manera en el cuarto oscuro (Di Tella 2004 p 124) Para nuestro escrito es importante lo sucedido en la Provincia de Coacuterdoba donde el oficialismo se impuso por un breve margen al radicalismo La ldquotransicioacuten del roquismo al radica-lismordquo en buena medida se cocinaba en la provincia mediterraacutenea

1914 es un antildeo clave y a la vez de fuerte contenido simboacuteli-co muere el presidente y tambieacuten muere el viejo zorro del desierto Alejandro Roca El triunfo de las presidenciales de 1916 correspon-dioacute finalmente al radicalismo que participoacute con la nueva ley Vic-torino de la Plaza debe ldquoentregar el poderrdquo La UCR logra llegar al gobierno combatiendo al sistema de dominacioacuten oligaacuterquica de la misma manera los reformistas universitarios llegan al co-gobierno de la institucioacuten la eacutepoca de cambios o el cambio de eacutepoca tomaba forma Deciacuteamos que la apuesta de Roque Saacuteenz Pentildea era riesgosa aunque se teniacutea fe fracasoacute en su objetivo principal asegurar una nueva presidencia para los sectores conservadores o liberales-con-servadores vale decir una experiencia moderadamente progresista y legitimada por el voto aunque tuvo eacutexito en otro objetivo dividir la oposicioacuten legal -radicales y socialistas- que tomoacute el camino de las urnas de la subversiva la anarquista la que el sistema aisloacute (Di Te-lla 2004 p 125) Con todo el paiacutes iniciaba un proceso de cambio lento con marchas y contramarchas pero dentro de un proceso ciacutevico e institucional que prometiacutea un paiacutes distinto al que marcoacute el devenir del siglo XX devenir -tragedia o sainete- iniciado con el golpe de Estado de 1930

Resultado de todo el contexto planteado o expresioacuten del mis-mo fue el movimiento reformista del 18 en Coacuterdoba Democratizar la universidad se condeciacutea con las presiones de la UCR a nivel de la poliacutetica nacional en este sentido desde la misma creacioacuten del par-tido Asiacute como Yrigoyen se enfrentoacute al sistema a nivel nacional los universitarios de Coacuterdoba comenzaron por enfrentarse al ambien-te universitario de la eacutepoca en la provincia mediterraacutenea y de alliacute proyectarse a nivel nacional y latinoamericano Por otra parte la misma provincia de Coacuterdoba como hemos visto fue epicentro de la crisis del roquismo provincia bastioacuten del mismo y espacio donde en gran medida se gestoacute su destruccioacuten Coacuterdoba a pesar de su estir-

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pe colonial y su universidad escolaacutestica y tradicional fue entonces protagonista en la transicioacuten del roquismo al radicalismo y ambien-te crucial en la evolucioacuten ciacutevica del paiacutes evolucioacuten que encontroacute su devenir truncado insistimos con el golpe ciacutevico militar de 1930

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Segunda parte

Temas y problemas de la Historia Argentina

Miradas desde lo local

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Agentes econoacutemicos en el modelo ISI

una mirada historiograacutefica

Moacutenica Analiacute Re - Moacutenica Donadoni

Analiacutea Emiliozzi - Gabriela Trucco - Elena Cagnolo

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IntroduccioacutenLa caacutetedra Historia Econoacutemica y Social corresponde al primer antildeo segundo cuatrimestre de ciclo baacutesico de las carreras de Contador Puacuteblico Lic en Administracioacuten y Lic en Economiacutea de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas de la UNRC Se caracteriza por la masividad de los estudiantes tanto en la modalidad presencial (450 en promedio) como a distancia (250 en promedio)

Desde el punto de vista de los contenidos la asignatura repasa los principales procesos econoacutemicos y sociales acaecidos desde el Si-glo XI hasta la actualidad vinculando los aspectos internacionales con los nacionales tomando como ejes centrales de cada proceso a los agentes econoacutemico-sociales de mayor relevancia

El desarrollo de la materia se lleva adelante a traveacutes de cla-ses teoacutericas donde se contextualiza cada proceso etapa o momento histoacuterico y se plantean las vinculaciones entre los mismos y cla-ses praacutecticas en las que los alumnos abordan alguno de los textos obligatorios de mayor dificultad para su comprensioacuten trabajando con algunas estrategias de aprendizaje desarrolladas en cursos de ingreso a la Facultad En la modalidad a distancia las actividades praacutecticas se reemplazan por actividades evaluables y consignas de discusioacuten en los foros por su parte las clases teoacutericas debieron ser resueltas a traveacutes de un material que ordena los contenidos los tex-tos obligatorios y sintetiza de manera que relacione los contenidos abordados Hasta el antildeo 2010 ese material (Manual) fue elaborado por la responsable de caacutetedra y algunas intervenciones del equipo pero a partir de ese momento se retira dicha profesora y se realizan algunas modificaciones en el enfoque dado a la materia manifes-taacutendose la necesidad de reformular algunos aspectos del viejo ma-terial

Por otra parte a lo largo de la praacutectica de ensentildeanza se identi-fican serios problemas de comprensioacuten por parte de los estudiantes asiacute como dificultades en la organizacioacuten del material obligatorio y estructuracioacuten del estudio del mismo La lectura de los textos uni-versitarios de caraacutecter obligatorio supone la identificacioacuten de las ideas principales la elaboracioacuten de conceptos y la vinculacioacuten en-tre los diferentes procesos histoacutericos asiacute como el reconocimiento de los agentes econoacutemicos relevantes y sus implicancias en cada etapa Tanto en las clases teoacutericas y praacutecticas como en las elaboraciones

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de las instancias evaluativas se advierten las dificultades para argu-mentar adecuadamente las opiniones que presentan los historiado-res mencionados en los textos y las suyas propias

Ademaacutes cuando el alumno es consultado acerca de su rendi-miento en la materia ellos consideran que el material obligatorio es muy extenso y con diferentes grados de dudas en su lectura y que les cuesta organizar y superar esta instancia de estudio

Esta problemaacutetica para abordar un periacuteodo histoacuterico en las determinadas unidades temaacuteticas del Programa de la asignatura dificulta la comprensioacuten de los ejes o temas incluidos en las mismas hizo que la Caacutetedra pensara en ayudar principalmente a quienes lo hacen a distancia pero tambieacuten a los alumnos de la modalidad presencial

La elaboracioacuten de las Guiacuteas Didaacutecticas de Acompantildeamiento (en adelante GDA) fue un recorrido que implicoacute la reflexioacuten de los integrantes de la caacutetedra Historia Econoacutemica y Social acerca de las dificultades identificadas en la comprensioacuten lectora de los estudian-tes y las posibilidades del equipo docente de acompantildearlos en ese proceso

Desde el punto de vista de los contenidos la guiacutea se articuloacute a traveacutes de un eje cronoloacutegico que comienza desde el siglo III des-pueacutes de Cristo con el Feudalismo y se extiende hasta la actualidad vinculando las etapas del capitalismo con la evolucioacuten histoacuterica de Argentina Este marco temporal fue abordado en seis unidades te-maacuteticas la primera contiene los elementos historiograacuteficos intro-ductorios referidos al desarrollo de la historia econoacutemica y social en funcioacuten a tres paradigmas del siglo XX asiacute como los conceptos y problemaacuteticas del objeto de estudio de la disciplina sus fuentes pe-riodizacioacuten y ejes principales Las cinco unidades temaacuteticas siguien-tes vinculan los fenoacutemenos ocurridos en el mundo con los hechos correspondientes al territorio de Argentina

Los objetivos que figuran al comienzo de cada tema permiten al estudiante centrar la atencioacuten en lo que es realmente importan-te situando las ideas en su contexto cronoloacutegico y geograacutefico En ese marco se hace hincapieacute en los conceptos econoacutemicos y sociales de mayor relevancia permitiendo relacionar lo aprendido a partir

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del estudio de los procesos de los hechos y de las instituciones que aparecen en el contenido

A lo largo de cada uno de los temas se intercalan lecturas que hacen referencia a diversas posiciones historiograacuteficas sobre los procesos histoacutericos maacutes relevantes asiacute como links y explicaciones adicionales que permiten aclarar los procesos abordados o contex-tualizar los autores o textos Ademaacutes a traveacutes de la lectura es po-sible encontrar otros temas de intereacutes que por las limitaciones de espacio no se han desarrollado pero que constituyen incentivos a ampliar los conocimientos sobre esta materia

Si bien no existe auacuten una sistematicidad en la evaluacioacuten de los resultados de la aplicacioacuten de dicha estrategia didaacutectica a traveacutes del desarrollo de las clases teoacutericas y praacutecticas las charlas informa-les con los estudiantes y en particular aquellos que vuelven a cur-sar la asignatura se ha podido observar que si bien al comienzo les cuesta entender coacutemo manejarse posteriormente logran mejorar la organizacioacuten de la lectura la relacioacuten entre el tema y el texto obli-gatorio que deben estudiar y reconocen la importancia de resolver las actividades que se les presentan

A pesar de ello aparecen recurrentemente dificultades para identificar los agentes econoacutemico-sociales de distinta iacutendole que pueden relacionarse en estos temas y aprehender manejar sus ca-racteriacutesticas que son propias y permiten la vinculacioacuten con otro Para abordar la etapa histoacuterica denominada como ldquoindustrializa-cioacuten sustitutiva de importacionesrdquo es preciso echar luz sobre estas relaciones

El objetivo del presente trabajo es por lo tanto analizar desde una perspectiva pedagoacutegica didaacutectica los principales agentes eco-noacutemicos del periacuteodo de Sustitucioacuten de Importaciones en Argentina haciendo hincapieacute en el rol que cada uno de esos actores desempentildeoacute en cada subperiacuteodo

El trabajo se organiza presentando en un primer apartado una siacutentesis acerca de la categoriacutea analiacutetica ldquoagentes econoacutemicosrdquo y en relacioacuten a las posiciones historiograacuteficas sobre el proceso de industrializacioacuten argentino A partir de la misma se identifican los agentes econoacutemicos y sociales maacutes relevantes del Modelo ISI y sus

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caracteriacutesticas distintivas Finalmente se esbozan algunas reflexio-nes sobre la temaacutetica abordada

La industrializacioacuten argentina y sus agentes econoacutemicos en perspectivaEn la actividad econoacutemica (produccioacuten distribucioacuten y consumo) intervienen tres tipos de agentes las familias las empresas y el Es-tado

Las economiacuteas domeacutesticas poseen un doble rol dentro de los mercados en tanto consumidoras y por otra parte son aquellas que ofrecen sus recursos para la produccioacuten tierra trabajo y capital Constituyen ese agente econoacutemico los individuos familias orga-nizaciones culturales deportivas religiosas entre otras que ldquose ca-racterizan porque en su actividad econoacutemica no se coordinan con otros sujetos con intencionalidad mercantil o empresarialrdquo (Mochoacuten y Becker 1997 p 63)

Por su parte las empresas son aquellos agentes econoacutemicos que poseen tambieacuten dos funciones baacutesicas en tanto son quienes producen los bienes y servicios y los comercializan pero para ello deben adquirir sus recursos en los mercados de factores (provistos por las economiacuteas domeacutesticas) Es en este sentido que los autores arriba mencionados establecen que ldquoen el seno de las empresas se coordina la actividad de varios sujetos (trabajadores capitalistas y empresarios) con el fin de generar la produccioacuten de un bien o servi-cio en cuyo consumo no estaacuten directamente interesadosrdquo (Mochoacuten y Becker 1997 p 63)

El rol del Estado como agente econoacutemico presenta mayor complejidad hasta principios del siglo XX este agente debiacutea encar-garse uacutenicamente de atender a la defensa y seguridad de la Nacioacuten y garantizar las condiciones para que el mercado asignara los recur-sos de manera eficiente sin embargo a partir de la Crisis del acute29 este papel fue ampliaacutendose para constituirse en un verdadero agente econoacutemico El Estado no solo establece los marcos legales que ga-rantizan el desenvolvimiento del mercado sino tambieacuten regula el comportamiento econoacutemico a partir del establecimiento de impues-tos la realizacioacuten de gastos y la redistribucioacuten de la renta constitu-yeacutendose ademaacutes en productor de bienes y servicios ndashal igual que

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las empresas- y de aquellos bienes y servicios que por razones de su condicioacuten monopoacutelica o estrateacutegica (bienes puacuteblicos) solo deben ser encarados por este agente econoacutemico

Es preciso establecer sin embargo que la principal caracteriacutes-tica de los agentes econoacutemicos tiene que ver con su interaccioacuten e interdependencia sus decisiones condicionan de manera conjunta la marcha de la actividad econoacutemica de un territorio

Teniendo en consideracioacuten la relevancia y funciones de los diferentes agentes econoacutemico-sociales resulta de intereacutes abordar de manera resumida los enfoques historiograacuteficos relacionados al periacuteodo bajo estudio en este trabajo esto es el denominado de In-dustrializacioacuten sustitutiva de Importaciones

Si bien pueden encontrarse diferentes perspectivas y nume-rosos matices al interior de las mismas los estudios sobre el proce-so de industrializacioacuten en Argentina ndashy en Latinoameacuterica- pueden ser agrupados en dos visiones alternativas que tienen su maacutexima expresioacuten en durante los antildeos acute50 y acute60 y posteriormente en la deacute-cada de los acute70 Asiacute en palabras de Barbero (1998131) ldquomientras que una visioacuten ldquooptimistardquo enfatiza los logros del crecimiento industrial previo a 1930 una interpretacioacuten ldquopesimistardquo encuentra en eacutel las raiacuteces de los liacutemites de nuestro desarrollo industrial que atribuye esencialmente a las caracteriacutesticas del sector empresariordquo

Los autores coinciden en que la publicacioacuten de la obra seminal de Dorfman (1970)1 se constituye en un referente fundamental para el anaacutelisis del proceso de industrializacioacuten argentino y que la mis-ma se ubica dentro de la interpretacioacuten ortodoxa o claacutesica de dicho proceso Esta postura se sostiene a partir de un conjunto de afirma-ciones sobre el desarrollo industrial argentino entre las que pueden mencionarse las limitaciones que la condicioacuten de economiacutea agraria exportadora del paiacutes imponiacutean al desarrollo industrial particular-mente las condiciones de vulnerabilidad que implicaba la insercioacuten externa argentina a ello se suma la ausencia de poliacuteticas a favor de la industrializacioacuten el fuerte endeudamiento y la regresiva redis-tribucioacuten de ingresos que iba en desmedro de la produccioacuten para el mercado interno

1 Historia de la industria argentina (1970) Buenos Aires Solar

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Esta visioacuten -que implica una relacioacuten negativa entre el modelo agroexportador representado por los grandes terratenientes liga-dos a los intereses extranjeros y el posterior desarrollo industrial- es asumida en los trabajos de Ferrer (1963) Di Tella y Zymelman (1967) entre los principales exponentes reflejan la influencia teoacuterica de la teoriacutea del desarrollo y del estructuralismo latinoamericano Los tra-bajos elaborados en este sentido ponen en el centro del anaacutelisis la orientacioacuten econoacutemica argentina centrada en la produccioacuten agro-pecuaria para la exportacioacuten que orientoacute los recursos en ese sen-tido y junto a la ausencia de poliacuteticas puacuteblicas que dinamizaran el sector industrial no incentivoacute dicho proceso Es en este sentido que Barbero lo sintetiza de la siguiente manera

ldquola debilidad de los empresarios industriales (mayorita-riamente inmigrantes) o la falta de un espiacuteritu de em-presa favorable a la inversioacuten en la industria debido al predominio de valores aristocraacuteticos En general todos ellos se vinculan con la hegemoniacutea poliacutetica de los gran-des terratenientes cuyos intereses son presentados como contradictorios con el desarrollo de actividades indus-triales salvo aquellas directamente vinculadas con el sector agropecuariordquo (Barbero 1998 p 135)

Respecto de la visioacuten estructuralista latinoamericana resulta de intereacutes mencionar que a fines de la deacutecada del 40 la Comisioacuten Econoacutemica para Ameacuterica Latina (CEPAL) se constituyoacute como un centro intelectual no acadeacutemico sino de policy makers (disentildeado-res de poliacuteticas) Su intereacutes se centroacute en el campo de los sistemas de economiacutea poliacutetica contextualizando su pensamiento en funcioacuten de las condiciones propias de Ameacuterica Latina En este marco desarro-lloacute un meacutetodo histoacuterico e inductivo a partir de un abstracto teoacuterico que dio nacimiento a la teoriacutea estructuralista del desarrollo perifeacuterico latinoamericano El principio normativo era el rol del Estado y coacutemo se podiacutea contribuir desde el mismo al ordenamiento del desarrollo en el espacio de la periferia (Bielschowsky 1998)

Los estudios de la CEPAL se caracterizaron por presentar dos pautas distintivas

1) Un mismo enfoque metodoloacutegico con modificaciones en el tiempo y en la ideologiacutea de la cual se desprenden 4 rasgos analiacuteticos comunes

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En relacioacuten al meacutetodo

a) Un abordaje histoacuterico-estructuralista (relacioacuten centro-peri-feria)

En relacioacuten a su contenido

b) Un anaacutelisis de la insercioacuten internacional (o condicionantes externos)

c) de los condicionantes estructurales internos

d) de las necesidades y posibilidades de accioacuten estatal

2) Existen 5 ideas fuerza de la CEPAL ldquohistoacutericamente deter-minadasrdquo

Durante el periacuteodo posterior a la posguerra

a Los antildeos 50 y el proceso de industrializacioacuten

b los antildeos 60 y las reformas encaradas para desobstruir a la misma

c durante el periacuteodo de bajo crecimiento e incertidumbre mundial

d los antildeos 70 y la homogeneizacioacuten social y diversificacioacuten pro-exportadora

e los antildeos 80 y el ajuste con crecimiento

f los antildeos 90 y la transformacioacuten productiva con equidad

El pensamiento estructuralista latinoamericano ha tenido como legado central la elaboracioacuten de una corriente de caraacutecter autoacutectono para la regioacuten A partir de ello las principales contribu-ciones de esta corriente de pensamiento se pueden sintetizar de la siguiente manera

bull La introduccioacuten del concepto de Estructura (en Ameacuteri-ca Latina) y de las relaciones dialeacutecticas Centro-Periferia como relaciones heterogeacuteneas e histoacutericas

bull Propuesta de un proceso de desarrollo latinoamericano autoacutectono poniendo el foco de atencioacuten en los condicio-

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nantes externos a partir de la necesidad de comprender queacute significaba ldquoun proceso de desarrollo endoacutegenordquo en el marco del concepto de periferia

bull Un diagnoacutestico novedoso del conjunto de problemas que son caracteriacutesticos de las economiacuteas perifeacutericas entendi-dos como condicionantes estructurales internas (especia-lizacioacuten y heterogeneidad tecnoloacutegica insuficiencia de ahorro puacuteblico y privado escasez y poca diversificacioacuten exportadora baja productividad de los demaacutes sectores de la economiacutea excedente de mano de obra etc) La pre-sencia de ldquosub-periferiasrdquo dentro de la periferia es decir la persistente y creciente heterogeneidad econoacutemica y social presente en las regiones latinoamericanas En la regioacuten conviven estructuras productivas y patrones cul-turales similares a los centros con estructuras atrasadas que utilizan tecnologiacutea obsoleta y con deficiencias educa-tivas sanitarias de vivienda entre otras

bull La introduccioacuten de los conceptos de insuficiencia dinaacutemica dependencia y de heterogeneidad estructural para pensar el tipo de camino a seguir en los paiacuteses latinoamericanos

bull La incorporacioacuten del conflicto y de la contradiccioacuten que conlleva el poder de dominacioacuten El rol que las eacutelitesgru-pos dominantes locales tienen en la definicioacuten de las poliacute-ticas de desarrollo

bull Entender el desarrollosubdesarrollo no como etapas sino como un conjunto de condiciones histoacutericas y dialeacutecti-cas La pervivencia de patrones culturales paternalistas y clientelistas reforzados por el aparato del Estado que a su vez se encuentra cooptado por los grupos dominantes

bull La visioacuten de la importancia del progreso teacutecnico en los pro-cesos de industrializacioacuten

bull La integracioacuten regional como necesaria para iniciar un pro-ceso de diversificacioacuten de las exportaciones

bull Advertir la significancia de la vulnerabilidad externa (de-pendencia financiera y tecnoloacutegica deterioro de los teacuter-minos de intercambio etc)

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bull El reconocimiento de la variedad de estilos de desarrollo

Lo apuntado puede ser reconocido como el principal legado del Pensamiento Estructuralista Latinoamericano Como aspectos centrales de muchos de los teoacutericos cepalinos ya sea Prebisch Fur-tado Pinto Sunkel Conceiccedilatildeo Tavares Medina Echavarriacutea Faletto Graciarena entre otros se encontraba la necesidad de analizar el proceso econoacutemico y social contextual e histoacuterico en Latinoameacuteri-ca en el marco de lo que los estructuralistas denominaron como ldquola periferiardquo

Para el Pensamiento Estructuralista Latinoamericano los condicionantes externos e internos se centraron en la criacutetica a la teoriacutea de las ventajas comparativas ya que seguacuten esta teoriacutea la produccioacuten de un paiacutes debe concentrarse en aquellos bienes en los cuales se obtiene una ventaja mayor En el caso de Argentina esta teoriacutea fue aplicada por la denominada Generacioacuten del 80 clase re-presentada por un grupo de poliacuteticos intelectuales y miembros de la eacutelite terrateniente quienes vieron en la disponibilidad y alta ca-lidad de sus tierras la punta de lanza para incorporar al paiacutes a la divisioacuten internacional del trabajo como proveedor exclusivo de ma-terias primas preferentemente cereales y carnes (Rapoport 2004)

Adherir a este tipo de teoriacutea significoacute centrar el foco en la produccioacuten agropecuaria exclusivamente y por lo tanto desde la perspectiva estructuralista latinoamericana permanecer en una situacioacuten desfavorable en el sistema econoacutemico mundial en des-medro de invertir en el sector industrial Se debe advertir que la opcioacuten por esta viacutea se enmarca en un proceso histoacuterico ya que en el caso de Argentina este accionar es propio de la eacutelite dominante asociada a la propiedad de la tierra y que ademaacutes concebiacutea al proce-so de desarrollo como uacutenico y unidireccional La discusioacuten cepalina se desarrolloacute en torno a que en la especializacioacuten por paiacuteses pro-movida por esta teoriacutea se descarta la necesidad de iniciar procesos de desarrollo autoacutectonos ya que el valor agregado de la produccioacuten industrial conlleva a una desigualdad de los precios de los bienes en el mercado mundial

El punto de inflexioacuten que representa el crack de la Bolsa de Wall Street en 1929 y la posterior crisis mundial obligaron a tomar otro tipo de medidas denominadas de industrializacioacuten sustituti-va (ISI) Como afirma Bielschowsky ldquopor mucho tiempo reinoacute en el

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pensamiento latinoamericano la idea absoluta de que la ldquosustitu-cioacuten de importacionesrdquo era la forma de industrializar en Ameacuterica Latina y que la ldquodinaacutemica sustitutivardquo era el modelo de crecimien-to de la regioacuten (Bielschowsky 1998 p 23) Alrededor de mediados de los antildeos setenta la escuela de Campinas en Brasil constituida por intelectuales de origen cepalino se opuso por primera vez a la equivalencia de los conceptos de ldquoindustrializacioacutenrdquo y ldquosustitucioacuten de importacionesrdquo el proceso de industrializacioacuten seriacutea portador de una loacutegica y de un dinamismo independientes de la mera sustitu-cioacuten de importaciones ya que se proyectaba debido a decisiones de acumulacioacuten de capital orientadas a la formacioacuten de una capacidad de oferta sin ldquouna demanda reprimida por restricciones a la impor-tacioacutenrdquo

Para la deacutecada de los antildeos 50 en adelante se comienzan a des-prender las contribuciones antes mencionadas y un cuerpo teoacuterico digno de ser rescatado en la actual configuracioacuten del capitalismo global

La otra perspectiva respecto al desarrollo industrial argenti-no estaacute representada por autores revisionistas entre los que pue-den mencionarse Corteacutes Conde (1985) Gallo (1970) Diacuteaz Alejandro (1970) Villanueva (1972) y Schvarzer (1996) Esta postura reconoce las implicaciones favorables que la insercioacuten internacional en base al desarrollo agropecuario del paiacutes tuvo sobre el crecimiento indus-trial posterior El modelo agroexportador generoacute un crecimiento conjunto tanto del sector agriacutecola como de actividades que pudie-ran eslabonarse con el mismo no existiendo por tanto la relacioacuten de conflicto entre la economiacutea primaria exportadora y el desarrollo industrial

En este sentido Barbero expone de manera sinteacutetica el pensa-miento de esta visioacuten revisionista sobre la industrializacioacuten argen-tina con el siguiente paacuterrafo

ldquoconfiaban maacutes en el mercado que en el Estado como me-canismo de asignacioacuten de factores y subrayaban que el periacuteodo de mayor crecimiento de la economiacutea argentina habiacutea coincidido con el de menor intervencionismo es-tatal Proponiacutean una lectura gradualista del proceso de industrializacioacuten destacando que se habiacutea iniciado ya en las uacuteltimas deacutecadas del siglo XIX y rechazaban la visioacuten

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que consideraba la crisis de 1929 como un punto de in-flexioacutenrdquo (Barbero 2016 p 34)

Sin embargo tambieacuten dentro de esta perspectiva es posible identi-ficar algunos matices tal como lo plantea Barbero los trabajos pre-sentados por Corteacutes Conde y Schvarzer poseen dos interpretacio-nes diferentes

ldquoLa de Corteacutes Conde fuertemente criacutetica hacia el modelo de sustitucioacuten de importaciones y hacia el intervencionis-mo estatal reivindica el crecimiento industrial durante el periodo agro exportador en un marco de economiacutea abierta La de Schvarzer en cambio aun reconociendo la importancia de la expansioacuten de la industria desde fines del siglo XIX ofrece una visioacuten muy criacutetica acerca de los empresarios encontrando en su actitud especuladora una de las claves para la comprensioacuten de las dificultades con las que debioacute enfrentarse el proceso industrializador (Barbero 1998 p 141)

Sin el aacutenimo de realizar una exhaustiva siacutentesis de las dos perspectivas historiograacuteficas relativas al proceso de industrializa-cioacuten argentino este pequentildeo recorrido permite tener una nocioacuten bastante acabada de las principales afirmaciones y argumentos pre-sentados asiacute como la relevancia del estudio de los principales agen-tes econoacutemicos en dichos procesos

En el siguiente apartado analizaremos el rol de los principales agentes econoacutemico-sociales durante la etapa del periacuteodo de indus-trializacioacuten sustitutiva de importaciones en Argentina

Los agentes econoacutemicos en la Industrializacioacuten por Sustitucioacuten de Importaciones (ISI)La caacutetedra de Historia Econoacutemica y Social adscribe a la siguiente periodizacioacuten de la Industrializacioacuten por Sustitucioacuten de Importacio-nes (en adelante ISI) desde el antildeo 1930 hasta el antildeo 1976 Como hito de inicio se consideran las consecuencias que en nuestro paiacutes oca-sionoacute la crisis de la Bolsa de Wall Street en 1929 y como finalizacioacuten la toma del poder por parte de la dictadura militar en marzo de 1976 y la implementacioacuten de una serie de poliacuteticas de desincentivo a la industria nacional

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Dos preguntas deben guiar a nuestro entender la compren-sioacuten de este proceso histoacuterico

bull iquestQuieacutenes han sido el Estado en el periacuteodo de la ISI

bull iquestQuieacutenes fueron y queacute rol tuvo la elite local dominante en la definicioacuten de un estilo de desarrollo

Primera etapa de industrializacioacuten laquoespontaacutenearaquo (1930-1945)La Crisis del 29 implica para la Argentina una fuerte caiacuteda de sus exportaciones y el consiguiente efecto negativo en la balanza co-mercial Ello determinoacute una modificacioacuten en el rumbo econoacutemico que -por necesidad principalmente maacutes que por decisioacuten poliacutetica expliacutecita- se centroacute en hacer frente a la importante crisis mundial que afectaba al paiacutes a partir de la sustitucioacuten de importaciones

Desde el punto de vista poliacutetico y de los grupos dominantes el periacuteodo se inicia con un Golpe de Estado que permite la recupe-racioacuten del poder poliacutetico-econoacutemico a la elite oligaacuterquica que habiacutea gobernado hasta el antildeo 1916 y que

ldquoteniacutea como principales caracteriacutesticas una cultura fuer-temente rentiacutestica (sus principales ingresos proveniacutean de la renta de la tierra) una conducta en el poder antidemo-craacutetica basada en la marginacioacuten de gran parte de la ciu-dadaniacutea la corrupcioacuten y el fraude electoral y una visioacuten del mundo dependienterdquo (Rapoport 2007 p 4)

Estos gobiernos conservadores ponen en marcha un conjunto de medidas econoacutemicas basadas en la intervencioacuten del Estado en la economiacutea ndashauacuten en oposicioacuten a su pensamiento liberal- que sirvieron para atenuar los efectos de la crisis pero tambieacuten destinadas a ldquosal-vaguardar sus propios interesesrdquo vinculados al sector agropecuario (Korol y Saacutebato 1997 p 31) El poder se concentraba en manos de los grandes estancieros los cuales promovieron la apertura comercial limitando asiacute el desempentildeo industrial de reciente formacioacuten

Puede afirmarse que el Estado pasa de una concepcioacuten liberal u oligaacuterquica a otra con nuevas caracteriacutesticas en las que va per-diendo la hegemoniacutea del sector oligaacuterquico y en un contexto en que

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la sociedad civil sufre tambieacuten un conjunto de transformaciones y se da ldquoel advenimiento de nuevos actores el empresariado indus-trial y el proletariado urbanordquo (Iriarte sf p 3) Este nuevo Estado se denomina como Estado nacional-popular o social Estado de Bienes-tar Estado Social de Derecho o Estado Keynesiano Sus principales caracteriacutesticas pueden resumirse de la siguiente manera el Estado debe velar por el bienestar social y econoacutemico de sus miembros su intervencioacuten en teacuterminos econoacutemicos se sustenta en una poliacutetica fiscal progresiva y de mitigacioacuten del desempleo asiacute como la presta-cioacuten de manera directa de un conjunto de bienes y servicios puacutebli-cos es responsable por el establecimientos de mecanismos de pacto o acuerdo social

Claus Offe plantea una visioacuten completa del asunto al afirmar que

ldquohellipel Estado de Bienestar ha sido el resultado combinado de diversos factores [hellip] El reformismo socialdemoacutecrata el socialismo cristiano elites poliacuteticas y econoacutemicas con-servadoras ilustradas y grandes sindicatos industriales fueron las fuerzas maacutes importantes que abogaron en su favor y otorgaron esquemas maacutes y maacutes amplios de segu-ro obligatorio leyes sobre proteccioacuten del trabajo salario miacutenimo expansioacuten de servicios sanitarios y educativos y alojamientos estatalmente subvencionados asiacute como el reconocimiento de los sindicatos como representantes econoacutemicos y poliacuteticos legiacutetimos del trabajo (Offe 1990 p 42)

Para Iriarte

ldquoEl estado deja de concebirse como gendarme y exclusivo protector de los derechos individuales para convertirse en garante de los derechos sociales Surge la imperiosa necesidad poliacutetica de atender las demandas de los nue-vos sectores sociales constituidos en actores en la escena poliacutetica Es un modelo que se caracteriza por la interven-cioacuten por su accioacuten en forma de prestaciones sociales di-reccioacuten econoacutemica y distribucioacuten del producto nacionalrdquo (Iriarte sf p 3)

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Segunda etapa la industrializacioacuten durante el gobierno peronista (1946-1955)Esta etapa se caracteriza en teacuterminos generales por el impulso de poliacuteticas tendientes al desarrollo industrial (llevadas adelante por el gobierno de Peroacuten) Estas poliacuteticas se asentaron sobre la base del desarrollo de la demanda del mercado interno tal como expresa Vacarezza

ldquoAl cerrarse el ciclo industrializacioacuten - produccioacuten ndash co-mercializacioacuten ndash consumo se tendriacutea un mercado dentro del paiacutes y ya no habriacutea necesidad de buscar mercados ex-ternos Aunque ciertamente dadas las condiciones eco-noacutemicas del paiacutes el problema fundamental que en uacuteltima instancia llevoacute al peronismo a optar por el mercado inter-no fue la dificultad para aumentar los salarios reales que existioacute hasta 1946rdquo (Vacarezza 2012 p 45)

Dadas las poliacuteticas que se implementaron puede sostenerse que los actores econoacutemicos relevantes del periodo los constituyen el Esta-do los empresarios y trabajadores asalariados Es en este sentido que Fair (2009 521) afirma que ldquocon la llegada al poder del peronis-mo se establecioacute una fuerte alianza entre el Estado los empresarios industriales ligados al mercado-interno y los trabajadores sindicali-zados que muy a pesar de los sectores maacutes reaccionarios represen-tados por la Sociedad Rural Argentina (SRA) los nuacutecleos maacutes anti-peronistas de la Armada los intelectuales liberales y las clases altas y una parte considerable de las clases medias argentinas cerrariacutea definitivamente el ciclo del modelo de acumulacioacuten agroexportador iniciado en 1880rdquo

Por su parte Vaccarezza sostiene que el gobierno fue ldquode tipo corporativo movimientista se buscoacute representar a todos los secto-res socialesrdquo (Vaccarezza 2012p 46) y es en este sentido que surgen tambieacuten en este contexto movimientos que seraacuten actores relevantes del periodo tales como la Confederacioacuten General del Trabajo (CGT) conformada por las organizaciones de trabajadores a nivel nacional tuvo representacioacuten directa ante el Poder Ejecutivo y a traveacutes del partido Justicialista en el Congreso Nacional una nueva federacioacuten de empresarios ligados al gobierno denominada Confederacioacuten Ge-neral Econoacutemica (CGE) que reemplazaraacute a la tradicional Unioacuten In-dustrial y los militares la Iglesia Catoacutelica y algunas asociaciones

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profesionales y estudiantiles que dieron la necesaria amplitud a la base poliacutetica de Peroacuten

Se consolida durante este periacuteodo el Estado nacional-popular o social el que basoacute su legitimacioacuten a partir de dar respuestas con-cretas a las demandas populares nuevas alianzas y la efectiva am-pliacioacuten del reacutegimen poliacutetico a partir de la maacutes amplia participacioacuten

Desde el punto de vista econoacutemico este agente tuvo un pa-pel sumamente activo en la promocioacuten del crecimiento econoacutemico a partir de la conformacioacuten de empresas estatales (Fabricaciones Militares Direccioacuten Nacional de Industria del Estado y Sociedad Mixta Sideruacutergica Argentina entre otras) el establecimiento de ins-trumentos fiscales y de promocioacuten industrial la explotacioacuten de los servicios puacuteblicos y la generacioacuten de una clase obrera consumidora y un mercado interno fuerte a partir del aumento salarial y las me-joras en el nivel de vida entre otras

Tercera etapa la industrializacioacuten laquodesarrollistaraquo (1955-1976)Inicia este periacuteodo una baja pronunciada en el precio de los produc-tos agropecuarios -base de las exportaciones argentinas- que im-pactoacute en la disponibilidad de divisas para la compra de insumos y equipos para sostener la incipiente industria de bienes de consumo iniciada en la etapa anterior Ello puso de relieve la inexistencia de una industria de bienes de capital tambieacuten llamada industria pe-sada que seraacute impulsada durante el gobierno de Arturo Frondizi y con un fuerte ingreso de inversiones extranjeras

El Estado sigue siendo un actor fundamental para el logro del crecimiento industrial particularmente en las ramas petroliacuteferas metalurgia y siderurgia pero con ciertos rasgos diferenciados res-pecto al periacuteodo anterior y respecto a los gobiernos desarrollados entre 1966 y 1976

Asiacute tal como plantea Iriarte continuacutea la intervencioacuten del Es-tado pero con una variante del Estado nacional-popular o social el Estado desarrollista

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ldquoSe distingue de la estrategia nacional popular en cuestio-nes de eacutenfasis mientras la uacuteltima consideraba al estado en funcioacuten de la distribucioacuten y la autonomiacutea nacional la desarrollista lo hizo a favor del aumento de la inversioacuten y la integracioacuten a este proceso del capital extranjero Este modelo otorgaba un rol mayor al empresariado a la ra-cionalidad del sector puacuteblico y menor para los sindicatos y la movilizacioacuten popularrdquo (Iriarte sf p 4)

Las empresas multinacionales se posicionan durante este pe-riacuteodo como actores econoacutemicos relevantes generando una modifi-cacioacuten en el proceso de sustitucioacuten el cual

ldquoen su origen fundamentalmente nacional devino trans-nacional Las ETN capitalizaron el desarrollo del mercado interno y se apoderaron de las ramas y actividades maacutes dinaacutemicas de la industria La dependencia tecnoloacutegica se acentuoacute Las decisiones fundamentales para la continua-cioacuten del proceso de industrializacioacuten dejaron de estar en manos nacionales y pasaron a depender de decisiones externas altamente centralizadas tomadas en el aacutembito de las ETN (Furtado 1976 Sunkel 1996 en Guilleacuten 2008 p 498)

Hacia 1966 en tanto se produce un cambio relevante respec-to a los gobiernos de la deacutecada anterior aunque mantuvieron su poliacutetica de intervencioacuten en la actividad econoacutemica En este sentido Castellani sostiene

ldquola principal diferencia entre las diversas gestiones se centra en la eleccioacuten del socio capitalista que debiacutea pri-vilegiar el Estado mediante sus diversas intervenciones En efecto hacia fines de la deacutecada del sesenta se produjo un giro en la orientacioacuten de la intervencioacuten estatal en be-neficio del capital nacional Dicho cambio se sosteniacutea en la idea de que era fundamental construir una ldquoburgue-siacutea nacionalrdquo que pudiera liderar junto con el Estado el proceso de desarrollo econoacutemico y restringir el accionar del capital extranjero en la estructura econoacutemica hasta lograr que se relegue a una posicioacuten subordinada con res-pecto a las restantes fracciones del capital ya que la de-cisioacuten tomada hacia fines de los antildeos cincuenta de incor-porar firmas transnacionales para resolver los problemas propios de la estrategia sustitutiva habiacutea demostrado a las claras que lejos de resolverlos los terminaba agra-vandordquo (Castellani 2008 p 2)

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Se inicia una fase ndashcon profundizacioacuten en los 70- de Estado burocraacute-tico-autoritario basado tanto en la exclusioacuten poliacutetica como econoacute-mica y en la que los gobernantes proveniacutean de las fuerzas armadas o bien corporaciones industriales que sosteniacutean que los problemas al desarrollo argentino proveniacutean de la movilizacioacuten de masas que llegaba a desbordar al Estado Este modelo de Estado consideraba sus funciones econoacutemicas como subsidiarias por lo que debiacutea res-guardarse esta institucioacuten en tanto organizador social y econoacutemico (Iriarte sf)

Algunas reflexionesEl proceso de ensentildeanza de la Historia Econoacutemica y Social desde la transmisioacuten de los contenidos propios de este campo disciplinar a los estudiantes universitarios supone siempre una seleccioacuten den-tro del universo posible de saberes asiacute como un posicionamiento epistemoloacutegico que incide tanto en el recorte realizado como en el modo en que se presentan los conocimientos

A partir del contenido curricular la asignatura se organizoacute tratando de establecer una periodizacioacuten que tenga en cuenta los procesos socioeconoacutemicos de cambios maacutes profundos e intentando vincular los aspectos del mundo con el estudio del paiacutes o regioacuten de pertenencia En esta periodizacioacuten se expusieron tres etapas en el modelo de sustitucioacuten de importaciones es una construccioacuten que se hace apoyaacutendose en la realidad histoacuterica que deacute cuenta de los cambios temporales asiacute como las relaciones espaciales que se fueron produciendo tratando de evidenciar los agentes econoacutemicos maacutes significativos tales como Estado empresarios obreros pymes y em-presas transnacionales

Las Guiacuteas Didaacutecticas de Acompantildeamiento pretenden contri-buir a explicitar las actividades generadas entre docente-alumno docente-grupo alumno-alumno con el contenido disciplinar y los textos especiacuteficos de las diversas visiones historiograacuteficas en el contexto del aula universitario Se intenta que los alumnos lleven a cabo actividades de estudio autoacutenomo un aprendizaje intencio-nal racional y criacutetico es ademaacutes considerado como capacidad de accioacuten intelectual individual El docente en funcioacuten a su experien-cia del contenido va gestionando la elaboracioacuten de estrategias de procesamiento de los contenidos En tanto los alumnos tambieacuten en

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funcioacuten a sus conocimientos previos esquemas conceptuales y pro-cesamiento de la informacioacuten van construyendo sus aprendizajes

Orientadas a contenidos particulares de la Historia Econoacutemi-ca y Social ndashen este caso Modelo de Sustitucioacuten de Importaciones en la Argentina- se realiza una seleccioacuten de los contenidos y material didaacutectico dentro del contexto universitario vigente lo que contri-buye a la construccioacuten de un relato que resulta de gran significati-vidad al momento de abordar las dimensiones historiograacuteficas res-pecto al tema de modo tal que puedan ser sometidas a una criacutetica que permitaevaluar los argumentos que los propios autores sostie-nen las fuentes a las que recurren la metodologiacutea y las estrategias para presentar sus conclusiones

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Las organizaciones sociales en la Argentina contemporaacutenea

Aproximacioacuten desde el campo historiograacutefico y socio-poliacutetico

Celia Basconzuelo

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Las organizaciones sociales registran una expansioacuten significativa en Argentina particularmente en las uacuteltimas tres deacutecadas Conforman un vasto universo de caraacutecter asociativo complejo y heterogeacuteneo capaz de merecer la atencioacuten de los estudiosos sociales Participan en el espacio puacuteblico en el marco de la sociedad civil configuraacutendo-se como una tercera esfera que para algunos autores se halla sepa-rada del Estado y el mercado (Gonzaacutelez Bombal 1995) mientras que para otros deben contemplarse necesariamente las articulaciones entre ambas (Roitter 2004)

El universo organizativo es vastiacutesimo y presenta diverso gra-do de institucionalizacioacuten origen tamantildeo intereses y estrategias de intervencioacuten (De Piero 2005) Pueden mencionarse entre ellas asociaciones vecinales centros culturales fundaciones asociacio-nes profesionales organizaciones de desocupados asociaciones ci-viles clubes etceacutetera Se trata de organizaciones de adhesioacuten volun-taria autogobernadas con participacioacuten de asociados que asumen responsabilidades y comparten aspectos valorativos No obstante se diferencian profundamente en cuanto a las finalidades que persi-guen las loacutegicas de funcionamiento y las praacutecticas sociales (Roitter 2004) La mayoriacutea presenta un nivel de institucionalidad y de reco-nocimiento juriacutedico formal otras en cambio actuacutean desde un nivel de informalidad

Ese rasgo de la heterogeneidad fundamenta la opinioacuten acerca de la dificultad para recrear una historia comuacuten y por lo tanto una tradicioacuten uniacutevoca Probablemente esta caracteriacutestica explica por queacute la dimensioacuten histoacuterica ha sido menos revisitada por los espe-cialistas y en cambio los aportes predominantes revisten alcance socioloacutegico y organizacional-econoacutemico

La percepcioacuten acerca de la existencia de un tercer sector apa-rece en los Estados Unidos en los inicios del siglo XX Con el ascen-so de la ola conservadora encabezada por Ronald Reagan y el re-planteo del rol del Estado se evidencia una ldquobuacutesqueda de mayores grados de autonomiacutea por parte de diversos actores sociales tanto en la solucioacuten de algunos de sus problemas como de participacioacuten en lo puacuteblico por fuera del Estadordquo (Roitter 2004 p 23) En Ameacuterica latina la visibilidad social de estas organizaciones en el espacio puacute-blico se hace notoria precisamenteen el contexto de aplicacioacuten de las poliacuteticas neoliberales

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Sin embargo su desarrollo y participacioacuten en el espacio puacuteblico es un fenoacutemeno de larga data En Argentina pueden ubicarse ya enel periacuteodo colonial mediante entidades que nacen siendo cobijadas por la iglesia catoacutelica luego el siglo XIX y XX aportan las propias hasta nuestros diacuteas

En razoacuten de la vastiacutesima produccioacuten existente dentro del campo de las ciencias sociales el objetivo especiacutefico de este artiacuteculo focaliza en analizar aquellas contribuciones cuyo nuacutecleo de inda-gacioacuten es subrayar la dimensioacuten histoacuterica en las organizaciones so-ciales tanto en obras especiacuteficas del campo historiograacutefico como en otras provenientes de aportes socioloacutegicos o politoloacutegicos

No escapa a este trabajo las muacuteltiples categoriacuteas operacionales que se emplean para denominarlas tanto en sentido positivo (tercer sector1 organizaciones de la sociedad civil2 organizaciones comuni-tarias3 entidades intermedias ONGs organizaciones de promocioacuten y desarrollo organizaciones civiles) como negativo (organizaciones sin fines de lucro organizaciones no gubernamentales sector no lu-crativo etc) A ellas se suman definiciones que proceden de estudios acadeacutemicos como de organismos internacionales4

En razoacuten de esta vastedad y polisemia el concepto escogido en este artiacuteculo -organizaciones sociales- es geneacuterico y a traveacutes de eacutel se pretende subrayar un aspecto de base el caraacutecter asociativista de todaspues atraviesa el conjunto del mapa organizacional maacutes allaacute de las diferencias y contradicciones capacidad organizacional o estadio de su actuacioacuten colectiva

1 Esta denominacioacuten habriacutea comenzado a circular en el aacutembito acadeacutemico desde los antildeos setenta en Estados Unidos por investigadores abocados a estudiar las organizaciones no lucrativas desde una perspectiva econoacutemica aunque seraacute utilizado de un modo maacutes sistemaacutetico hacia mediados de los noventa (Roitter 2004 p 23) 2 El teacutermino fue acuntildeado por el BID y luego adoptado por el Banco Mun-dial 3 El teacutermino remite a las organizaciones de base Veacutease un estudio de caso en Ruiz 2007 4 Es el caso del Banco Mundial que identifica tres tipos de ONGs a) organi-zaciones de base comunitarias que sirven a poblaciones especiacuteficas en aacutereas acota-das y actuacutean como beneficiarias de proyectos y servicios b) organizaciones inter-mediarias (0 de apoyo) que tienen un nivel de alcance nacional y brindan servicios a otras organizaciones y c) las intermediarias internacionales que se localizan en los paiacuteses desarrollados y pueden asistir a las del Tercer Mundo (Filmus Arroyo y Esteacutebanez 1997 p 25)

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El trabajo se halla estructurado en tres apartados En el primero se recupera una de las dimensiones contributivas de todo anaacutelisis his-toacuterico el contrapunto entre cambio y continuidad presente en estu-dios sociales de amplio reconocimiento acadeacutemico El segundo pa-raacutegrafo desarrolla el eacutenfasis que algunos estudios sociales colocan en los periacuteodos o etapas histoacutericas y las interpretaciones que ellos alientan Al final el estudio propone una metodologiacutea de anaacutelisis de caraacutecter propositivo capaz de orientar futuros abordajes que com-prendan tanto a las organizaciones sociales como a las acciones co-lectivas que estas puedan encarar

Un clivaje teoacuterico interpretativo cambio-continuidadLa mirada de Andreacutes Thompson director de programas para Ameacute-rica Latina y el Caribe de la Fundacioacuten W Kellogg (EEUU) y especia-lista en estudios sociales representa un aporte claacutesico en el campo de estudio

Se trata de una obra colectiva pionera que expresa una pre-ocupacioacuten por analizar las organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucrocomo un sector institucional diferenciado tanto del sector puacuteblico estatal y como del privado comercial (Thompson 1995 p 20)

El anclaje en la geacutenesis histoacuterica y la apelacioacuten a la categoriacutea de ldquoetapasrdquo le permite al autor validar el plano ideoloacutegico interpretado a su vez desde una lectura socioloacutegica que remite a los conceptos ldquopuacuteblicordquo y ldquoprivadordquo Asiacute en el capiacutetulo dedicado a los oriacutegenes his-toacutericos identifica los diferentes ldquoimpulsos ideoloacutegicosrdquo que dan lugar al nacimiento de ONGs y a las entidades no lucrativas En tal senti-do indica tres grandes etapas en el transcurso de las cuales refiere el rol del Estado y de la sociedad civil sentildealando las continuidades y los cambios operados en su transcursoEs decir el recurso de las ldquoetapasrdquo resulta operacional a fin de indicar el contraste de modelos

En efecto destaca la prevalencia de un ldquomodelo fundacionalrdquo anclado en la beneficencia que ocupa la primera parte del siglo XIX y donde juegan un rol importante la jerarquiacutea eclesiaacutestica asiacute como distintas congregaciones Es por ello que estas primeras asociacio-nes voluntarias como dice Thompson ldquomezclaron lo puacuteblico como

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privado lo confesional con lo civil y la provisioacuten de servicios con la explotacioacuten y el control socialrdquo (Thompson 1995 p 23)5

Un segundo modelo de filantropiacutea avanza hacia mediados del siglo XIX cuando la caridad deja de anclar exclusivamente en una vertiente cristiana para tornarse laica y privada desencadenando un proceso de secularizacioacuten que favorecioacute acciones organizativas impulsadas desde la sociedad civil Durante ese lapso tres actores son centrales Por un lado el Estado que interviene pero sin ejer-cer un control directo pues se apega al modelo liberal europeo La Sociedad de Beneficencia se convierte en la entidad emblemaacutetica Hacia fines de siglo la accioacuten estatal a nivel municipal se manifiesta a traveacutes de lo que se denomina el higienismo Por otro lado actuacutea el catolicismo social mediante el resurgimiento de entidades de accioacuten social En tercer lugar las entidades traiacutedas por los inmigrantes y dedicadas a los seguros sociales y laborales

El advenimiento del populismo a mediados de los antildeos 1940 incorpora un nuevo modelo cuando se modifica el discurso de la ayuda social de la beneficencia a la justicia social y la satisfaccioacuten de nuevos derechos

Asiacute es como pueden reconocer distintos modelos uno centra-do en acciones asistenciales y de beneficencia otro en los derechos sociales y uno maacutes contemporaacuteneo basado en principios relaciona-dos con la solidaridad la autogestioacuten de problemas comunes y la iniciativa de los interesados

Un recurso metodoloacutegico las etapas Uno de los trabajos claacutesicos sobre las iniciativas asociativas en Ar-gentina es la obra colectiva coordinada por Elba Luna y EacutelidaCecco-ni (2002) El texto integrado por cuatro extensos capiacutetulos autoriacutea de Roberto Di Steacutefano Hilda Saacutebato Luis Alberto Romero y Joseacute Luis Moreno puede interpretarse en clave histoacuterica por un lado ya que la viacutea de entrada para el anaacutelisis de las organizaciones es la periodizacioacuten histoacuterica desde la etapa colonial hasta los antildeos 90 del siglo XX distinguiendo la etapa de la Colonia independencia

5 Este periacuteodo histoacuterico donde la caridad orientoacute poliacuteticas sociales ha sido trabajado por algunos historiadores en etapas histoacutericas especiacuteficas Veacutease More-no 2000

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formacioacuten del Estado momento corporativo y caiacuteda del Estado de Bienestar Por otro lado se apela a una metodologiacutea donde se acentuacutea en el anaacutelisis la relacioacuten entre el Estado y la sociedad civil

Asiacute se establece que los oriacutegenes del movimiento asociativo en Argentina pueden remontarse a las cofradiacuteas coloniales in-fluidas por la iglesia catoacutelica junto con otras entidades tales como los clubes del ocio las primeras organizaciones de africanos y las sociedades de beneficencia del interior Una segunda etapa histoacute-rica se registra a partir de 1860 y se extiende hasta 1920 en cuyo transcurso se puso de manifiesto un fervor asociativo como resul-tado del impacto inmigratorio La tercera etapa se extiende hasta 1976 y se halla caracterizada por la madurez de la sociedad civil en cuyo transcurso se despliegan organizaciones de base asociaciones mutuales sindicales profesionales cooperativas y corporaciones empresarias asiacute como tambieacuten se advierte el avance del Estado so-bre la sociedad refirieacutendose en este caso al periacuteodo del peronismo histoacuterico

La uacuteltima etapa atraviesa la dictadura el renacer democraacutetico donde se manifiesta el resurgimiento del asociacionismo asiacute como la ampliacioacuten de derechos prolongaacutendose hasta los antildeos 1990 Una particularidad del texto es el abordaje del tema maacutes allaacute de la pro-vincia de Buenos Aires nutrieacutendose de una actualizacioacuten de inves-tigaciones y resentildeas bibliograacuteficas que permite reconocer el tema en los distintos espacios provinciales Las dimensiones de anaacutelisis privilegiadas en cada etapa son el momento histoacuterico el tipo de or-ganizacioacuten creada y las acciones emprendidas

Lo histoacuterico en enfoques socioloacutegicos y politoloacutegicosEn ambos campos los paradigmas teoacutericos empleados para estudiar las OSC son diversos Desde las liacuteneas que optan por una definicioacuten estructural operacional y aluden a un ldquotercer sectorrdquo con capacidad para distribuir excedentes y hallarse separado del aacutembito guberna-mental ademaacutes de ser independiente de libre afiliacioacuten y sostener valores filantroacutepicos (Salamon 1999) de configurar un ldquoespacio puacute-blico no estatalrdquo productor de servicios y de bienes puacuteblicos (Bres-ser-Pereira y Cunill Grau 1998)6 a otros que destacan la necesaria

6 La expresioacuten refiere al sector no gubernamental o tercer sector un espa-cio de la democracia participativa o directa en los asuntos puacuteblicos y comprende

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aproximacioacuten a la esfera poliacutetica y econoacutemica ademaacutes de la social y cultural para entender la complejidad del sector (Roitter 2004)

Los innumerables estudios de caso contemplan en lo particu-lar el perfil de las organizaciones sociales el nuevo rol que desem-pentildean a partir de las transformaciones que se han producido en la vinculacioacuten entre el Estado y sociedad civil en la deacutecada de los no-venta (Filmus Arroyo Esteacutebanez 1997) o bien optan por destacar las posibles articulaciones con el Estado en sus distintos niveles de actuacioacuten (Garciacutea Delgado y De Piero 2002) Las dimensiones del sector no lucrativo recogen estudios de caso comparativos que abar-can toda Europa otros paiacuteses desarrollados y Latinoameacuterica (Sala-mon et al 1999)

Otros estudios de caso procuran destacar que la trayectoria histoacuterica de las organizaciones comunitarias resulta clave al mo-mento de evaluar el grado de consolidacioacuten Entonces el cuadro de su impacto en el espacio puacuteblico y la propia evolucioacuten depende de la historicidad alcanzada En palabras de la socioacuteloga Violeta Ruiz

() las organizaciones sin historia se manifiestan deacutebiles en su capacidad de demanda e interpretacioacuten de las ne-cesidades de las poblaciones a las que representan tienen muy baja capacidad de movilizacioacuten y carecen de medios para constituir asociaciones relevantes desarrollan pro-cesos y solidaridad mecaacutenica que les impide trascender los viacutenculos basados en lo semejante tienen ademaacutes poca capacidad para reconocer la potencialidad de establecer mecanismos democraacuteticos de funcionamiento En cam-bio aquellas organizaciones que recogen experiencias es-tructuradas y por lo tanto cuenta con una acumulacioacuten suficiente de capital simboacutelico y social que les permiten pasar del nivel micro al macro incluyendo capacidad de planificacioacuten y gestioacuten de mediano y largo plazo entre lo puacuteblico y lo comunitario inclusive el grado de autonomiacutea mostrariacutea una gran complejidad para mantener contac-tos e inclusive participar de gestiones asociadas desde lo local (Ruiz 2007 p 131)

Las organizaciones sociales estudiadas en clave histoacuterica re-miten a otra de las coordenadas el territorio Se reconstruye su his-toria a partir de las nuevas vertientes que entienden el lugar como espacio de vida y espacio vivido poniendo de relieve la participa-

aquellas organizaciones o formas de control puacuteblicas volcadas al intereacutes general

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cioacuten de dichas entidades en las poliacuteticas puacuteblicas desde y en sus te-rritorios (Jungemann 2008)

Los ldquoprocesos histoacutericosrdquo son una categoriacutea referida por estu-dios socioloacutegicos para advertir tal como lo afirman Garciacutea Delgado y De Piero las interacciones

() la consideracioacuten de los procesos histoacutericos aporta una mejor comprensioacuten de las organizaciones en la medida en que nos permite escapar de visiones reduccionistas res-pecto de la realidad social y acceder a las diversas inte-racciones sociales que se producen entre todos los agentes e instituciones (Garciacutea Delgado y De Piero 2002 p 12)

Ambos autores identifican modelos de acumulacioacuten (agroex-portador 1880-1930 etapa de sustitucioacuten de importaciones con par-ticipacioacuten ampliada 1940-1975 neoliberal excluyente 1976) y en el contexto de cada uno ubican formas organizacionales formales e informales

La periodizacioacuten histoacuterica se transforma en un recurso no solo para establecer una siacutentesis cronoloacutegica y sentildealar las caracte-riacutesticas sino tambieacuten para establecer una tipologiacutea de dichas orga-nizaciones y asociarlas al grado de desarrollo de las esferas puacuteblica y privada (Campetella y Gonzaacutelez Bombal 2000 p 23)

En el mismo sentido la matriz histoacuterica explicariacutea algunos ti-pos especiales de OSC particularmente aquellas que resultaron de los procesos aluviales (asociaciones de colectividades mutuales) asiacute como de modificaciones y ampliaciones del espacio urbano hacia la periferia (sociedades de fomento) y de las alternativas histoacutericas ofrecidas por el mundo del trabajo (sindicatos) (Gonzaacutelez Bombal 1995)

La periodizacioacuten histoacuterica contribuye para que se reconozcan ldquomodelos de organizacioacuten socialrdquo en relacioacuten con los cuales puede reconstruirse la conformacioacuten de esas entidades organizativas ca-racterizadas por una metamorfosis permanente (De Piero 2005)

Por otra parte los periacuteodos pueden contribuir a interpretar las orientaciones generales que asumioacute la sociedad civil y el Estado una clave que favorece explicar la geacutenesis reaparicioacuten o permanen-cia de las organizaciones sociales Periacuteodos donde la sociedad civil

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se muestra con escaso poder y autonomiacutease argumenta como uno de los paradigmas que explica la centralidad del Estado en materia de encauzar lo puacuteblico a traveacutes de organizaciones (Gonzaacutelez Bombal 1995) El pasado mostrariacutea precisamente ldquola carencia de una distin-cioacuten entre lo social y lo estatal una colonizacioacuten por el Estado junto con una extrema labilidad de la esfera de lo privado un intenso sen-tido colectivo que asumioacute a veces la forma corporativa [] y la falta de una autonomiacutea del mercadordquo (Gonzaacutelez Bombal 1995 pp 68-69)

Este aspecto que sobresale al considerar los marcos histoacutericos pondriacutea de manifiesto una particularidad de la adopcioacuten del libera-lismo en la Argentina ya que el Estado no habriacutea desarrollado un rol restringido sino por el contrario fuertemente presente por mo-mentos en aacutembitos de la sociedad civil asiacute como tampoco habriacutean sido demasiado fuertes los lazos econoacutemicos

La mirada histoacuterica se emplea para resaltar la centralidad de la poliacutetica en la constitucioacuten de los actores sociales y la debilidad de la idea de individuo Se busca asiacute explicar el modo en que la so-ciedad se organizoacute para vincularse con el Estado del mismo modo los rasgos que eacuteste asumioacute y asimismo el modo de ejercer las de-mandas sociales La coyuntura histoacuterica conocida como ldquohistoria recienterdquo es apelada para mostrar momentos claves en que habriacutea comenzado a invertirse aquel paradigma de subordinacioacuten de la so-ciedad por otro que expresariacutea una manera maacutes o menos autoacutenoma de afirmacioacuten Se sentildealan asiacute antildeos como el de 1983 referenciados como puntos de inflexioacuten en la tendencia histoacuterica y a la vez punto de partida de procesos que trajeron como innovacioacuten cambios en orden a los procedimientos de relacioacuten entre el mundo asociativo y el Estado La dimensioacuten histoacuterica se ocupa tambieacuten de analizar las ideas prevalecientes en torno de la participacioacuten y la representa-cioacuten poliacutetica y las tensiones histoacutericas que atravesaron esas defini-ciones (Gonzaacutelez Bombal 1995 p 09)

A modo de conclusioacuten Desde un punto de vista cualitativo el recorrido de algunas pro-ducciones emblemaacuteticas sobre las organizaciones sociales permite advertir la importancia de la perspectiva histoacuterica para su estudio

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La autonomiacutea frente al Estado y el mercado si puede discutirse seguacuten las posturas consultadas queda claro que de acuerdo con el anaacutelisis histoacuterico hubo interacciones momentos de mayor conduccioacuten por parte estatal otros que fueron de despegue para las organizaciones Hubo momentos en que lo puacuteblico sobrepasoacute lo privado el Estado influyoacute sobre la sociedad civil y por ende sobre las organizaciones sociales En otros el Estado fue cediendo su participacioacuten y control mientras la sociedad civil a traveacutes de organizaciones de libre acce-so y permanencia acentuoacute su participacioacuten propositiva Un tejido asociativo cada vez maacutes denso fue consolidaacutendose por siacute mismo y no solo porque el Estado se desplazaba de aacutereas otrora controladas

No constituye un hecho menor que frente a las caracteriacutesti-cas del reacutegimen poliacutetico imperante a lo largo del siglo XIX marcado fundamentalmente por el conflicto y en el siglo XX por las reitera-das y ciacuteclicas crisis de la democracia lo colectivo haya encontrado canales institucionales para ejercitar derechos y expresar reivindi-caciones en la dimensioacuten puacuteblica

Desde un punto de vista metodoloacutegico cabe preguntarse iquestde queacute clivajes se ha nutrido esa estimacioacuten del pasado que se halla presente en varios abordajes algunos de los cuales se han resentildeado en este artiacuteculo El anclaje en la geacutenesis histoacuterica permite validar rupturas y continuidades el diaacutelogo entre los puacuteblico y lo privado La dimensioacuten histoacuterica es preguntarse por el ldquocontextordquo la socioloacute-gica es referir a partir de ese contexto los ldquomodelosrdquo

Finalmente como historiadores y estudiosos de las organi-zaciones sociales iquestqueacute aspectos novedosos podriacuteamos considerar para el abordaje de las mismas desde el campo de la historia social En primer lugar abordar el tema desde esta confluencia de saberes cientiacuteficos supone un acercamiento teoacuterico y metodoloacutegico concre-to entre la historia y la teoriacutea social Esto es poner de relieve una vez maacutes las potencialidades del abordaje interdisciplinar para un tema que en su propia dinaacutemica amerita la confluencia de miradas y por queacute no seguir alentando como lo proponiacutea Peter Burke (2005) un giro teoacuterico de los historiadores sociales y la posibilidad de en-contrar nuevas formas de combinar la historia y la teoriacutea social En ese sentido mediante un enfoque propio de la ciencia histoacuterica po-driacutean abordarse las organizaciones sociales teniendo en cuenta los dos ejes explicativos del conocimiento histoacuterico tiempo y espacio

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que dariacutean contenido a un modelo explicativo centrado en las tradi-ciones y a traveacutes de ellas captar cambios y continuidades

Para ello los estudios sobre las organizacioacutenes sociales po-driacutean trazar en su agenda de investigacioacuten los siguientes vectores capaces de conducir hacia una cartografiacutea socio histoacuterica que sobre la base de la investigacioacuten empiacuterica tienda a concentrarse en la di-mensioacuten organizacional o bien en el problema de la accioacuten En el primer caso podriacutean ponderarse como unidades de anaacutelisis

a Una periodizacioacuten de las organizacioacutenes sociales que deacute cuenta de su existencia institucional en el lugar mi-croterritorial y de su trayectoria Debe tratarse de orga-nizaciones estructuradas con cierto grado de formalidad de independencia respecto del Estado y de permanencia en el tiempo de manera que puedan ser ubicarlas en una liacutenea de tiempo igual o mayor a una deacutecada

b Una referencia al vector poliacutetico contextual de anaacutelisis particularmente la dimensioacuten del tipo de proyecto poliacuteti-co subyacente en dicha periodizacioacuten (democraacutetico semi democraacutetico autoritario) en las escalas micro y macro te-rritorial y la dinaacutemica tanto de participacioacuten ciudadana que dicho reacutegimen alentoacute (modalidad electoral y no elec-toral) como de la representacioacuten (poliacutetica y social)

c Una referencia al vector social de anaacutelisis que deacute cuenta del actor movilizado y su pertenencia al sector o clase so-cial que lo identifica asiacute como del patroacuten de articulacioacuten con otras organizacioacutenes en la escala micro y macro te-rritorial que permita dar cuenta tanto de la propia asocia-tividad como de la densidad de la red asociativa

d Un listado de los repertorios de accioacuten desarrollados du-rante el periacuteodo dando cuenta de posibles articulaciones urbano-rurales de dichas acciones

El aporte que permitiriacutea anticipar este trabajo es de sentido prospectivo Nos interesa avanzar en la construccioacuten de nuevos en-foques desde la esfera acadeacutemica donde la propuesta interdiscipli-nar permita avanzar en abordajes complementarios y no solamen-te centrados en la organizacioacuten y su dinaacutemica sino tambieacuten en el contexto que hizo posible su nacimiento desarrollo y repertorio de

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accioacuten Tan importante como comprender el plano organizacional e identitario lo es tambieacuten rescatar las posibilidades analiacuteticas de la idea de tradiciones para una mejor comprensioacuten de los cambios y continuidades de ese actor social contemporaacuteneo sobre todo cuan-do esas tradiciones atraviesan lo puacuteblico Esta articulacioacuten teoacuterica parece estar ausente en muchos estudios abocados al tercer sector Entonces la loacutegica de la historicidad vendriacutea a explicar probable-mente tambieacuten la redireccionalidad de las opciones en el repertorio la eleccioacuten de estrategias de articulacioacuten La propia loacutegica organiza-cional o las definiciones identitarias no lo explicariacutean todo Pero en todo caso es una hipoacutetesis a comprobar lo cual demanda estudios de casoos y mayor nuacutemero de trabajos empiacutericos

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La historia local entre la indiferencia el disentildeo

global y la significatividad de lo diferente

Mariacutea Rosa Carbonari

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La historia ha formado parte de un relato que ha buscado legitimar las acciones de los grupos hegemoacutenicos que en distintos periacuteodos que construyeron el poder poliacutetico pero tambieacuten para escarbar foacuter-mulas pasadas soterradas que se presentan como alternativas en la disputa por el dominio del presente y se exhiben como un desafiacuteo para construir futuros diferentes al que en esa instancia ejerce el dominio

Se propone aquiacute exponer brevemente un recorrido histo-riograacutefico que parte de la preocupacioacuten de construir un discurso homogeneizador en la civilizacioacuten occidental haciendo posterior-mente referencia al XIX creando una identidad ficticia territorial para inventar la nacioacuten marginando y simplificando los diferentes espacios que ese Estado constituiacutea Posteriormente se hace referen-cia a la incorporacioacuten de mediados del siglo XX de la Historia a la ra-zoacuten cientiacutefica que permitiera comprender los procesos macros pos-tulando modelos explicativos en los que las regiones y localidades se constituiacutea en estudios que posibilitaran confirmar premisas teoacute-ricas de postulados aprioriacutesticos Finalmente se hace referencia a la crisis del paradigma explicativo y su repercusioacuten en la macro-histo-ria y los macro-relatos lo que contribuyoacute a postular historias maacutes territorializadas es decir maacutes espaciales Al final se hace referencia a lo local y regional registro de una experiencia de coacutemo se ha veni-do trabajando dentro de este preocupacioacuten de una historia regional que posibilite complejizar y complementar la historia nacional

El control por el conocimiento del pasado contribuye tanto para legitimar las acciones de los grupos hegemoacutenicos como para escarbar foacutermulas pasadas soterradas que se presentan como alter-nativas en la disputa por el dominio del presente y se exhiben como un desafiacuteo para construir futuros diferentes al que en esa instan-cia ejerce el dominio En el ejercicio de preguntar iquestpara queacute sirve la historia y iquestcuaacutel es su funcioacuten se pretende encontrar sentido a la praacutectica profesional que se ejerce en un espacio determinado y su lugar en el macro-relato

Por ello si bien como sostiene Fontana la historia ha tenido siempre una funcioacuten social generalmente la de legitimar el orden establecido (Fontana 1982 p 15) tambieacuten la historia fue adquirien-do la funcioacuten de desenmascarar esas posturas legitimantes

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En el caso de la Historia se remonta a su matriz fundacional Surgida como relato desde la antiguumledad y soporte ideoloacutegico en los fundamentos del mundo moderno quedariacutea marginalizada como conocimiento cientiacutefico aunque acompantildeaba con un postulado identitario colonizador la legitimacioacuten de la Modernidad Con ello tambieacuten se afianzoacute una Historia en territorios que constituyeron los Estados decimonoacutenicos haciendo un relato ficticio a una unidad espacial inventada que se sustentaba en un vaiveacuten entre el roman-ticismo el historicismo y el positivismo de la eacutepoca es decir entre postulados romaacutenticos y fundamentos cientiacuteficos

Asimismo desde mediados del siglo XX el avance cientiacutefico teacutecnico y los argumentos que postulan intervenciones y planifica-ciones del futuro abandonaron el anclaje con el pasado o lo mini-mizaron puesto que la perspectiva estaba sustentada en el cambio de paradigma y no en la continuidad de la tradicioacuten de narraciones historizantes Asiacute para los postulados cientiacuteficos del siglo XX la historia se transformoacute un meacutetodo de abordaje propuesto en los ma-nuales de Metodologiacutea de las Ciencias Sociales y los historiadores se preocuparon en construir modelos macroprocesuales en donde incluir la narrativa del tiempo corto a decir de Braudel (1958)

Para entones reducida asiacute al bauacutel de antiguallas reserva para legitimacioacuten de alguacuten que otro informe de diagnoacutestico o una introduccioacuten a las grandes problemaacuteticas del presente las regiones quedaron al margen de la explicacioacuten histoacuterica o formando parte de casos a confirmar seguacuten modelo explicativo

Colonizacioacuten y orden del discurso homogeneizadorEl discurso histoacuterico surgioacute a la par de la construccioacuten de una expli-cacioacuten que pretendioacute dar orden sentido de pertenencia e identidad a la sociedad de la que formaba parte Los escritos histoacutericos de an-tiguos (griegos romanos y cristianos) modernos presentaron un re-lato unitario homogeacuteneo y abarcador si bien surgiacutean de un espacio determinado que iba expandiendo sus fronteras A medida que se expandiacutea el dominio sobre el espacio que se ldquocolonizabardquo la historia se universalizaba en los paraacutemetros del colonizador Ese recorrido tambieacuten fue acompantildeado de momentos de crisis de legitimacioacuten y recambios historiograacuteficos Eran crisis de transicioacuten en que se pos-tulaban las criacuteticas de las foacutermulas anteriores de entender el mun-

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do proponiendo renovaciones y ldquorenacimientosrdquo desacralizando lo viejo y reinventando una nueva formula histoacuterica Asiacute criticando el mundo miacutetico surgiacutea la Historia como averiguacioacuten de la verdad a partir de testimonios oculares humanos -no de los dioses- y se comenzaba a indagar sobre las acciones de los hombres Eran los hombres de gobierno que construiacutean imperios y que se legitimaban frente al mundo baacuterbaro inventando un proceso identitario con un antepasado comuacuten De alliacute la Historia a la que accediacutean un peque-ntildeo extracto social se compactoacute como ldquomadre y maestra de la vidardquo para servir al buen gobernante La crisis de los imperios llevariacutea a una nueva deslegitimacioacuten dando surgimiento a una historia cris-tiana que se consolidaba en negacioacuten y rechazo de los ldquopaganosrdquo e ldquoinfielesrdquo que no abrazaban el dogma catoacutelico y los fundamentos de la moral cristiana La modernidad se armoacute como reaccioacuten a la espe-culacioacuten metafiacutesica y al dogmatismo La ciencia quedoacute al servicio de los Estados Modernos y la Historia se construyoacute en funcioacuten de dar identidad nacional y de crear los soportes para el buen ciudadano aunque lejos de fundamentos de objetividad y neutralidad que so-licitaba la ciencia (Carbonari 2008 Cardoso 2005 Fontana 2001)

La ciencia sin embargo rescatoacute las preocupaciones de He-roacutedoto por el relato verdadero y de Tuciacutedides por la buacutesqueda de las verdades permanentes Y con ellos se habiacutean inaugurado ldquodos formas de hacer historia historia narrativa versus historia expli-cativardquo (Saacutenchez Marcos 1993 p 36) A ello se sumoacute el pragmatismo romano en que la historia es el campo de ldquoadiestramiento de la poliacute-ticardquose constituyoacute en el legado que asumieron los Estados Modernos en la formacioacuten del ciudadano

La crisis del Imperio Romano el traacutensito de la unidad romana a una pluralidad medieval implicoacute para la Europa Occidental una nueva visioacuten de mundo que postulaba una temporalidad trascen-dente fundamento de la teologiacutea dando lugar a la filosofiacutea de la his-toriaque coloca a los hombres como sostiene Bloch entre ldquola Caiacuteda y el Juicio Finalrdquo (Bloch [1949]1978 p 9)

De esta manera la buacutesqueda de la verdad el pragmatismo ideoloacutegico y el sentido teoloacutegico fueron las marcas significativas de la antiguumledad y el medioevo La modernidad en buacutesqueda de reim-primir la visioacuten humana rechazoacute la explicacioacuten aprioriacutestica y desde el siglo XVI en la Europa Occidental los humanistas convocaron el pasado para criticar su presente El siglo XVIII implicoacute la construc-

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cioacuten de una nueva razoacuten unitaria en Occidente sobre todo el mun-do conocido e involucroacute un nuevo reordenamiento del saber que se colonizoacute al mundo como el conocimiento universal En la mirada hacia el futuro en la buacutesqueda del progreso el pasado dejoacute de tener relevancia explicativa dado que se debiacutean legitimar los cambios

En el siglo XIX el surgimiento de nuevas aacutereas de conocimien-to de lo social disputariacutea con la historia la explicacioacuten de la realidad social De esta manera la Sociologiacutea la Antropologiacutea las Ciencias Poliacuteticas y la Economiacutea expusieron las leyes que regiacutean a la socie-dad Teoriacuteas evolucionistas y positivistas impregnaban el enten-dimiento histoacuterico y reconstruiacutean la temporalidad en funcioacuten del progreso La historia para algunos teoacutericos y cientiacuteficos no entrariacutea en el estatus cientiacutefico de las Ciencias Sociales Mientras que otros la situariacutean en la Ciencia de lo Particular Mas allaacute de las disputas por la cientificidad el fundamento colonizador y de dominio acompantildeoacute a la intelectualidad que nucleaban en las academias del Estado (Car-doso 1982)

El siglo XIX la legitimacioacuten de los Estados Modernos la construccioacuten de la identidad nacional Asiacute en el siglo XIX la construccioacuten de la Historia en la pretensioacuten de conocimiento cientiacutefico junto a la legitimidad de los Estados Mo-dernos cabalgariacutea entre una preocupacioacuten de buacutesqueda de la ver-dad la ldquoinvencioacuten de la nacioacutenrdquo de cada uno de los Estados la legiti-midad cientiacutefica y la narracioacuten de los hechos singulares del pasado La resolucioacuten estariacutea dada en el marco del Historicismo corriente que daba fundamento de las construcciones histoacutericas de los Esta-dos

En Argentina como en otros estados nacionales a la Historia se le asignoacute la funcioacuten de formar la identidad nacional y europei-zante Asiacute de construyoacute una historia homogeacutenea unitaria en los caacutenones occidentales Esos acontecimientos que definiacutean la poliacute-tica nacional producidos por quienes lograron dominar el territo-rio constituido en la nacioacuten se transformaban en el conocimiento legiacutetimo fortalecido por ser la historia oficial que colonizaba a los ciudadanos desde la escuela primera continuando en la formacioacuten secundaria Ello constituiacutea la formacioacuten la una identidad unitaria

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patriarcal y monocultural englobadora y simplificadora de las dife-rencias regionales y sociales

En ese proceso de ldquoinventarrdquo la nacioacuten los espacios del inte-rior quedaban vaciacuteos de historias para contar Aunque tuvieran un pasado no se articulaba con la pretensioacuten de nacionalidad homo-geacutenea que el Estado buscaba consolidar Las diferencias interiores y sus historias como las lenguas indiacutegenas fueron prohibidas y las regiones y el folklore quedaban como reductos anticuarios frente a la historia patria Las culturas diferentes del interior fueron sepul-tadas negadas como expresioacuten para incorporar los valores de urba-nidad y civilizacioacuten occidental que acompantildeaba al modelo nacional con una historia poliacutetica civilizada de los acontecimientos relevan-tes en la construccioacuten del Estado Nacioacuten dando origen a la visioacuten portentildeo-ceacutentrica

Asiacute en la cultura escolar y acadeacutemica de la Historia se fue ge-nerando una empatiacutea por lo nacional poliacutetico-urbano en Argenti-na inculcando valores de identificacioacuten positiva con lo distante y anhelante de conocer empiacutericamente el mundo civilizado Eran los fundamentos de la colonizacioacuten liberal

Ese conocimiento poliacutetico-urbano de la historia nacional el reproducido en los manuales y por la Coleccioacuten de la Academia Na-cional de la Historia cargado de datos lejanos al cotidiano de los es-pacios regionales que se habita fue acompantildeado con cierta desvalo-rizacioacuten extrantildeeza y desconocimiento por los espacios del interior por los propios espacios que muchos habitan

El desconocimiento fue acompantildeado por el desintereacutes pues la sensacioacuten de extrantildeeza sobre el entorno lleva tambieacuten una pers-pectiva negativa e indiferente del propio lugar que desde el centro poliacutetico-urbano se lo presenta como ldquoatrasadordquo tradicional con au-sencias y carencias incitando al cambio y al abandono de las pautas culturales entendidas como no civilizadas

Mientras maacutes los habitantes se incorporaran al sistema edu-cativo y se les inculcaran el haacutebitus del conocimiento autorizado desde el Consejo Nacional de Educacioacuten y la Academia Nacional de la Historia maacutes se distanciaban de las historias de sus entornos comenzando a ignorar las historias de los lugares por no ser un co-nocimiento relevante o como rezaba una de las definiciones de la

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historia aprehendida no eran hechos ldquosignificativos para la historia nacionalrdquo (Carbonari 2010) Solo los anticuarios y los ldquoparroquia-nosrdquo los nostaacutelgicos quedaban como vigiacutea de una historia minuacutes-cula en relacioacuten con la historia de la ldquomadre patriardquo deslegitimada desde la historia oficial y cargadas de subjetividad Por cierto no cientiacutefica dado que no registraba ni ldquoacontecimientos relevantesrdquo ni podiacutea establecer leyes ni estaba en manos de profesionales

Siglo XX historia y razoacuten cientiacutefica entender los procesos macrosLa crisis de paradigma positivista e historicista que acompantildeoacute a es-tos modelos implicoacute avances por una historia cientiacutefica Y asiacute lo en-tendiacutea Bloch cuando sostuvo vieja bajo la forma embrionaria del relato [sin embargo] muy joven como empresa razonada de anaacuteli-sisrdquo (Bloch 1978 p 16) Es una perspectiva que abandonaba los con-tornos poliacuteticos y urbanos para dar cuenta de los procesos macro econoacutemico-sociales La corriente de Annales articulada al funcio-nal- estructuralismo y los enfoques marxistas llevaron a situar la poliacutetica en el tiempo corto y a postular por el estudio de los sistemas globales tanto para entender la sociedad desde una perspectiva es-tructuralista es decir en la ldquolarga duracioacutenrdquo como para comprender las leyes de la sociedad en sus distintos modos de produccioacuten Los historiadores buscaron comprender y hacer comprender la macro economiacutea y poliacutetica en el tiempo

El paradigma cientiacutefico a partir de la construccioacuten de modelos abstractos de explicacioacuten orientariacutea las investigaciones y Ameacuterica Latina se incorporaba a esos debates Al decir de Wallestein (2001) la teoriacutea de la modernizacioacuten que acompantildeoacute al optimismo cientiacutefico de mediados del siglo XX se fundaba en que existiacutea un camino mo-dernizante comuacuten para todas las nacionespueblosaacutereas aunque estas se encontraran en etapas diferentes de ese camino En teacutermi-nos de poliacuteticas de Estado ello se traduciacutea en una preocupacioacuten a escala mundial por el ldquodesarrollordquo Vocablo definido como proceso por el cual un paiacutes avanzaba por el camino universal de la moder-nizacioacuten Desde el punto de vista organizacional la preocupacioacuten por la modernizacioacuten desarrollo tendioacute a agrupar a las muacuteltiples ciencias sociales en proyectos comunes (Wallerstein 2001 p 45) El crecimiento econoacutemico necesario para la expansioacuten del capitalismo

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y la historia como ciencia se sumaba a las preocupaciones cientiacutefi-cas de la eacutepoca

En siacutentesis los modelos explicativos fueron el paraacutemetro prin-cipal del estructuralismo Su propuesta consistiacutea en conocer coacutemo funcionaba la estructura econoacutemica y social de una sociedad en un periacuteodo de tiempo Sobre esas estructuras operaban generalmente recortes de determinados periacuteodos En los trabajos se sosteniacutea la premisa de que el relevamiento de varios casos particulares posi-bilitariacutea en una segunda instancia -a traveacutes de la yuxtaposicioacuten de dichos casos- identificar semejanzas y diferencias

Esa perspectiva supuso que el estudio de espacios menores dentro de contextos globales debiacutea necesariamente procurar una relacioacuten entre el espacio y el tiempo Se pretendiacutea por lo tanto una simbiosis entre un espacio macro y micro y una vinculacioacuten entre los eventos histoacutericos del lugar con la ldquolarga duracioacutenrdquo Por otra par-te a medida que el abordaje histoacuterico iba focalizaacutendose en espacios maacutes reducidos estos iban adquiriendo mayor significacioacuten expli-cativa para el entendimiento histoacuterico Si por un lado se estudiaba la estructura poblacional en un determinado periacuteodo por otro se buscaba identificar las relaciones econoacutemicas de ese espacio en un contexto y circuito econoacutemico maacutes amplio

La crisis del paradigma explicativo y su repercusioacuten en la macro-historia Hacia fines del siglo XX el mundo acadeacutemico de los historiadores al igual que otros cientistas sociales se vio afectado por una crisis res-pecto a los modelos cientiacuteficos construidos y su representatividad ldquoTiempos de incertidumbrerdquo y ldquocrisis epistemoloacutegicardquo a decir de Ro-ger Chartier (1996) pareciacutean sentildealar ldquola desaparicioacuten de los modelos de comprensioacuten de los principios de inteligibilidadrdquo aceptados por la mayoriacutea de los historiadores que por entonces se apoyaban en el paradigma estructuralista y en la cuantificacioacuten Esa crisis conminoacute a los historiadores a revisar sus postulados y a generar nuevas mi-radas Se anunciaron ldquoretornosrdquo se denunciaron rupturas respecto de la tradicioacuten cientiacutefica se cuestionaron los nuevos abordajes pero tambieacuten se plantearon necesidades en torno a la ampliacioacuten de los focos de estudio Con ese marco en la historiografiacutea contemporaacute-

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nea se fue introduciendo junto a las coordenadas estructurales y universales sus opuestos Nos referimos a las dicotomiacuteas generalparticular Macromicro Estructurasujeto Poderresistencia Glo-balregional-local Normascasos Centrosmaacutergenes entre otros (Carbonari 2005)

Dentro de este complejo cambio de los procesos macrohistoacute-ricos a los universos microhistoacutericos de la historia de los grupos establecidos y centrales a la historia de las minoriacuteas y de pequentildeos grupos marginales los historiadores de espacios regionales obtie-nen un reconocimiento acadeacutemico y profesional antes minimizado

Tambieacuten en el Materialismo Histoacuterico se fueron dando algu-nos cambios que teniacutean que ver no solo con cuestiones teoacutericas sino tambieacuten poliacuteticas y sociales de fines de los antildeos 60 La referencia maacutes significativa fue criacutetica al estructuralismo que acompantildeaba los debates europeos del marxismo post-estalinista

A partir de entonces el foco central de la historiografiacutea ya no estaraacute sobre el dominio del Estado ni las estructuras impersonales o los procesos econoacutemicos sociales sino en ldquolas experiencias existen-ciales de personas concretas e individuosrdquo (Iggers 1998 p 18) En ese sentido si el objeto de la historia a mediados del siglo XX se habiacutea desplazado de lo poliacutetico a lo econoacutemico implicando todo un cam-bio de abordaje metodoloacutegico el nuevo recambio de fines del siglo XX hacia lo antropoloacutegico hacia las experiencias y el mundo de la vida implicaraacute nuevas estrategias de investigacioacuten

En esa revisioacuten asiacute como nuevas religaciones muchos de los postulados de una Historia Cientiacutefica Econoacutemica y Social dariacutean paso a una historia cultural Una Historia Cultural que iriacutea acompa-ntildeando un proceso de descentramiento del eurocentrismo o parro-quismo como lo denomina Wallestein (2001) Este nuevo planteo implicaba tambieacuten no solo revisar el eurocetrismo sino tambieacuten la pretensioacuten de universalidad tratado de incorporar tambieacuten las ldquovi-siones del otro culturalrdquo o para decirlo en teacuterminos desde el lugar desde donde se expresa el discurso

En ese proceso de descentramiento de lo colonizado habriacutea un abanico de alternativas la recomposicioacuten de una historia con-flictiva de Ameacuterica en la tensioacuten entre el discurso dominante desde las croacutenicas de espantildeoles y las distintas formas de resistencia con

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la continuidad del discurso liberal decimonoacutenico en conexioacuten con la construccioacuten del mundo capitalista en el siglo XIX y las acomo-daciones a la cultura Pero tambieacuten reconocer una Ameacuterica hetero-geacutenea en que en cada interior contiene una historicidad que le es propia y que conocerla posibilita entender la compleja historia en que vivimos y los distintos contextos en que se participa

Por eso revisar las historias nacionales en los marcos de la historia americana pero con la mirada en el espacio que se habita es un ejercicio en que se precisa distintos horizontes de compren-sioacuten y distintas variables que participan lo particular local la espa-cialidad lo nacional la macro-economiacutea y las formas culturales de dominio

Lo local y regional registro de una experienciaDesde hace algunos antildeos la historia local ha comenzado a tener cierto intereacutes profesional quizaacutes por la recurrencia a los anaacutelisis ldquomicrordquo dentro de las ciencias sociales Ello parte del convencimien-to de que en espacios maacutes acotados y definidos es posible un cono-cimiento maacutes claro y preciso de los procesos sociales Tambieacuten las preocupaciones por el desarrollo local que buscan reconocer iden-tidades locales frente a un claro orientacioacuten del mundo globalizado han penetrado en las distintas localidades que buscan encontrar que tienen de distinto y de particular

Las historias locales tienen un antecedente en los llamados ldquohistoriadores locales no profesionalesrdquo que mantienen una historia memorialiacutestica Maacutes interesados en la recuperacioacuten del pasado de la localidad como memoria del lugar que en los postulados cientiacuteficos que se impusieron en el siglo XX En esas construcciones histoacutericas sigue dominando las estrategias maacutes tradicionales de un relato faacutec-tico y reivindicativo del ldquocolor localrdquo aunque permitieron registros significativos del pasado que de otro modo se hubieran perdido

Los Estados Nacionales se constituyeron en articuladores entre perspectivas macro de la economiacutea mundo y el dominio por los distintos espacios del interior sin tomar registro de la espaciali-dad y especificidad de ese espacio Por ello hay una necesidad de revisar los postulados de recuperar historias territorializadas es decir localizadas temporo-espacialmente en diaacutelogo continuo con

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las orientaciones de la poliacutetica macro Construir historias locales entroncadas con disentildeos globales de las relaciones en que la rela-cioacuten dominacioacuten dependencia en la constante reestructuracioacuten del orden global En ello se trata de avanzar considerando que no hay historia fuera del espacio asiacute como no hay espacio que sea a-histoacute-rico Asiacute a diferencia de la historia nacional que se presenta como una historia construida acabada simplificadora y homogeacutenea la historia local y regional se aprende investigando y relacionando las distintas escalas de anaacutelisis y fundiendo la historia con la geografiacutea de los distintos espacios Es una manera de conocer y comprender las muacuteltiples formas del espacio colonizado

Asiacute en el estudio de la Historia Regional la Geografiacutea y la Historia se articulan entonces para entender las relaciones que en-tre espacio y tiempo se producen en una regioacuten en particular y sus viacutenculos con los procesos macros temporo-espaciales Pero iquestcoacutemo establecer un recorte temporal y espacial significativo entre los acontecimientos locales y mundiales iquestQueacute diferencia un espacio determinado de otros

En base a estas preocupaciones se canalizoacute la inquietud a tra-veacutes de un programa de accioacuten de transmisioacuten de contenidos rela-tivos a la historia de una regioacuten la regioacuten de Riacuteo Cuarto pertene-ciente a la provincia de Coacuterdoba Argentina La propuesta de trabajo partioacute de la necesidad de socializar investigaciones sobre el pasado histoacuterico de la regioacuten e indagar estrategias de abordaje en Ciencias Sociales Ello en funcioacuten de que Historia Regional adquiera sentido

Esta propuesta asimismo partioacute de distintas experiencias de nivel docencia extensioacuten e investigacioacuten que se vienen realizando en otros aacutembitos educativos en que se presentan resultados de es-tudios como formas de articulacioacuten e interaccioacuten entre esas investi-gaciones y posibles propuestas didaacutecticas

Si por un lado la intencioacuten es socializar los estudios realiza-dos por otro se pretende a brindar estrategias de construccioacuten de informacioacuten sobre historia local y regional considerando que la misma debe ser comprendida dentro de una perspectiva macro De alliacute que se planteoacute como etapa inicial la necesidad de aprender para luego comprender nuestra historia local y regional en el marco de la historia nacioacuten y global lo que posibilitara ensentildear mejor la historia del espacio conocido

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A modo de siacutentesis explicativaEl reconocimiento del espacio natural con sus cursos de agua y las formas de apropiacioacuten de recursos de forma diferenciada por los pueblos originarios de la sierra y del llano permitioacute explicar el por-queacute de la imposibilidad del avance espantildeol sobre la regioacuten maacutes allaacute del riacuteo Cuarto y de las cuentas de aguas proacuteximas que se consti-tuyoacute en confiacuten del Imperio Espantildeol en Ameacuterica desde el siglo XVI y paso de conexioacuten entre Buenos Aires y Chile Sobre la poblacioacuten sedentaria de la sierra el conquistador impuso su dominio a pesar de ciertas resistencias de la poblacioacuten india los repartos de tierra a traveacutes de mercedes y de indios a traveacutes de encomienda Sobre la poblacioacuten del llano imposible de establecer su mando se iniciaba una larga vida fronteriza

Asiacute siendo una regioacuten con ambientes geoformoloacutegicamente diferenciados (sierra y llano) por el accionar del conquistador en el transcurso del siglo XVI y XVII se transformoacute en una jurisdiccioacuten administrativa eclesiaacutestica denominada ldquocuratordquo Ello para su mejor control de un espacio rural en que la mayor concentracioacuten de po-blacioacuten estaba en la sierra cascos o puestos de estancias en la que se construiacutean capillas u oratorias Asimismo bajo su produccioacuten gana-dera diversificada se vinculaba la regioacuten a la economiacutea del espacio peruano en el periacuteodo colonial

Quedaba constituida la regioacuten del Riacuteo Cuarto dentro del or-denamiento territorial espantildeol siendo el confiacuten austral de la Go-bernacioacuten del Tucumaacuten del Virreinato del Peruacute Posteriormente el Reformismo Borboacutenico y la reterritorializacioacuten del espacio por buacutesqueda de un mejor domino de la regioacuten implicaron una distri-bucioacuten diferente de espacio y la constitucioacuten de nuevas conexiones Surgiacutea la preocupacioacuten por el dominio de un espacio geopoliacutetico por parte de la Corona Espantildeola

La primera representacioacuten del espacio regional surge con la constitucioacuten de la Frontera Sud de Hispanoameacuterica y la regioacuten asu-me una doble funcioacuten ser frontera y camino Frontera interior al sur de la jurisdiccioacuten de Coacuterdoba del Tucumaacuten dentro del Virreina-to del Riacuteo de la Plata y cruce de caminos de Buenos Aires a Mendoza y Reino de Chile Asiacute se ldquoacordona una fronterardquo con la ereccioacuten de fuertes y fortines Y en ese espacio proacuteximo al curso del riacuteo por estar en ldquoel traacutensito precisordquo se fundan dos Villas a fines del siglo

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XVIII Ello con la finalidad de constituir poblacioacuten formal y atraer a la civilizacioacuten cristiana los moradores de la campantildea

Los propietarios espantildeoles establecieron unidades producti-vas dedicadas a la explotacioacuten ganadera en articulacioacuten con la eco-nomiacutea potosina formando parte del espacio peruano pero tambieacuten subsistioacute una economiacutea familiar campesina de poblacioacuten india y mestizada fundamentalmente en la zona de la sierra

La crisis del orden colonial y el proceso de independencia implicaron una desarticulacioacuten de las economiacuteas regionales y los descendientes de espantildeoles propietarios de la regioacuten se fueron aco-modando a la nueva coyuntura poliacutetica y econoacutemica mientras con-tinuaba la misma marca fronteriza en la que se estableciacutean conti-nuos intercambios con la nacioacuten india no dominada del otro lado de la frontera Eran tiempos de transicioacuten al capitalismo liberal en que el comercio dominaba sobre la produccioacuten

Con la conformacioacuten del Estado Nacional a fines del XIX la frontera ldquointeriorrdquo desaparece pero deja huellas en la historia pos-terior y su localizacioacuten espacial como ldquonudo de conexionesrdquo se man-tiene en el tiempo En esa coyuntura el corrimiento fronterizo y la incorporacioacuten de las denominadas ldquotierras nuevasrdquo permitiacutean cons-truir otra historia a la regioacuten incorporaacutendose a traveacutes de la apropia-cioacuten de tierras del llano a la economiacutea del capitalismo agrario De villa fronteriza se constituiacutea en ciudad el paso del ferrocarril (1873-1875) daba la otra impronta a la regioacuten y la produccioacuten de ganaderiacutea vacuna imponiacutea el ritmo a la ciudad pampeana Y alliacute en el espacio fronterizo se constituiacutean algunos resortes significativos en la cons-titucioacuten del poder nacional Y la ciudad nueva abandonoacute parte de su historia de pasado colonial

La crisis del capitalismo liberal afectaba a la regioacuten sur de Coacuterdoba tanto al medio rural como al urbano ya articulada a la economiacutea mundo Los proyectos industriales sin embargo no ten-driacutean eco en la regioacuten por su impronta de ser ciudad comercial de-pendiente del campo Y por mantener aquel registro inicial de estar en el ldquotraacutensito precisordquo que la lleva a constituir actualmente uno de los nudos de comunicacioacuten maacutes significativos del interior

En ese espacio nos situamos (nacido el antildeo d C) en la locali-dad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba Argentina Ameacuterica En ese esquema

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de tiempo-espacio se incorpora la historia del lugar Como el do-cumento de identidad cada acontecimiento expresado en docu-mento contiene estas coordenadas lugar y fecha Estos pueden ser meramente datos aislados sin sentido o hechos que adquieren sig-nificado cuando los vinculamos a otros La conexioacuten entre los mis-mos nos permite explicar y saber explicar el estar en el mundo De esa conexioacuten de esos viacutenculos que se redescubren se comienza a conocer y comprender el espacio regional

La historia de la localidad de Riacuteo Cuarto y de la regioacuten sur de la jurisdiccioacuten de Coacuterdoba -como otros espacios locales y regionales del interior que no se transformaron en centros neuraacutelgicos de po-der- estaacute plasmada de acontecimientos muchos con su particulari-dad propia otros formando parte de procesos de estructuracioacuten que la condicionan

Preocupados los constructores del Estado Nacional en dar identidad nacional occidental relegoacute a las historias del interior cargada de viacutenculos y sentidos con la historia macro pero tambieacuten cargada de viacutenculo y sentido en este espacio

Por otra parte el entendimiento de la dialeacutectica entre pasado y presente permite no solo situarse en el mundo sino fundamen-talmente construir futuro desde este segmento de tierra

Reflexiones y perspectivasLa incorporacioacuten histoacuterica del proceso local y regional y la buacutesque-da de conectores entre futuro y pasado no implica hacer una his-toria diferente ni una historia insular sino sumar nuevos aportes para comprender mejor el proceso global La aneacutecdota local la nota de color pueden ser solo eso una aneacutecdota pero tambieacuten consti-tuirse en una viacutea de entrada para comprender la sociedad en que se vive En dicha propuesta se pretende restablecer viacutenculos entre el pasado y el tiempo en que se vive o dicho de otra manera restable-cer el diaacutelogo entre los vivos y los muertos

En historia de la regioacuten del Riacuteo Cuarto para algunos habitan-tes del espacio regional de la sierra el conocimiento del pasado ofre-ce la posibilidad de reconocer en la historia estrategias de accioacuten que auacuten persisten Es la urdimbre anterior a la articulacioacuten de la re-

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gioacuten como otras tantas regiones al proceso capitalista mundializa-do y a la imposicioacuten de un conocimiento supuestamente universal que desvalorizoacute el interior e implicoacute desconocimiento y desintereacutes por el mismo

Para los habitantes del llano de las distintas localidades del sur de Coacuterdoba es conocer que no habiacutea un territorio vaciacuteo antes de la denominada ldquoconquista del desiertordquo sino dos formas diferentes de interactuar con el espacio geograacutefico Es reconocer como la pri-vatizacioacuten de las tierras estuvo vinculado al corrimiento fronterizo y a la incorporacioacuten del las tierras al capitalismo bajo el modelo de la economiacutea agro-exportadora Para los habitantes de la ciudad (en este caso de Riacuteo Cuarto) es revelar como se fueron valorizando una historia a postulada bajo los signos del progreso exterior que desva-lorizoacute su historia anterior Poco se conoce su trayectoria colonial y poco interesa

Para los habitantes de las pequentildeas localidades de la pampa huacutemeda surgidas bajo el modelo exportador al compaacutes del ferro-carril y de la inmigracioacuten de fines del siglo XIX es reconocer que la historia de expansioacuten fronteriza fue acompantildeada con la ocupacioacuten de tierras denominadas ldquonuevardquo dentro de la economiacutea de mercado al igual que en otros espacios de Ameacuterica Pero que esas tierras te-niacutean una historia anterior que fue desarticulada en funcioacuten de un nuevo modelo econoacutemico en que el espacio fue adquiriendo valor de mercado para la produccioacuten de la economiacutea capitalista

En Argentina las nuevas propuestas de ensentildeanza sobre planteos de reconocimientos de diferencias culturales y de hete-rogeneidades regionales son un buen indicio para avanzar en una historia regional significativa Pero ello demanda un tiempo consi-derable puesto que construir una historia regional en sus distintos periacuteodos requiere maacutes que contenidos es recomponer la historia desde el lugar que se ensentildea investigando y complejizando las His-toria Nacional construida Ese es el desafiacuteo

Asiacute viejas preguntas como iquestQueacute es Historia y iquestpara queacute sir-ve incorporan nuevas respuestas conocer y comprender Ameacuterica desde el espacio que se habita pues la apropiacioacuten del espacio de una sociedad extrantildea a los habitantes originarios dejaron una impronta una cicatriz un espacio colonizado y continuamente recolonizado desde el exterior Marca fundamental sobre la que se construye y

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reconstruye la historia de cada lugar en relacioacuten con el mundo glo-balizado y los centros de definicioacuten de poder Asiacute la incorporacioacuten de la espacialidad regional y las representaciones espaciales permi-te estar atentos a las diversidades y a las significatividades

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Centralizacioacuten poliacutetico-administrativa y

autonomiacutea municipal durante el peronismo histoacuterico

Rebeca Camantildeo Semprini

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IntroduccioacutenLos ldquoantildeos peronistasrdquo se caracterizaron ndashentre otros relevantes as-pectos como la democratizacioacuten del bienestar la intervencioacuten esta-tal en la economiacutea la polarizacioacuten de la sociedad y la conflictividad poliacuteticandash por un fortalecimiento del aparato estatal la concentra-cioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad y el desarrollo centra-lizado de instituciones formales e informales (Torre 2002) Esta nueva concepcioacuten del Estado se ubicaba dentro de las respuestas ensayadas para enfrentar la situacioacuten abierta por la segunda pos-guerra y se tradujo en una nueva ingenieriacutea institucional que aun-que se consolidoacute a partir de 1949 hundioacute sus raiacuteces en el gobierno militar surgido del golpe de Estado de 1943

En un juego de escalas que busca combinar el plano nacional con el provincial y local nuestra mirada de estos procesos estaraacute enfocada en la experiencia cordobesa y particularmente en la rio-cuartense Partimos de la idea de que para consolidar su poder en la provincia el peronismo recurrioacute al reforzamiento del Estado pro-vincial en desmedro del municipal y a la concentracioacuten en el prime-ro de las funciones poliacutetico-administrativas antes desarrolladas por este uacuteltimo (Camantildeo Semprini 2014)

Para comprender esta aseveracioacuten debemos tener en cuen-ta que las elecciones celebradas en febrero de 1946 que llevaron a Juan D Peroacuten a la presidencia de la Nacioacuten y a Argentino Auchter a la gobernacioacuten de Coacuterdoba no incluyeron al aacutembito municipal por lo que puede hablarse de una continuidad con respecto al proceso de centralizacioacuten iniciado con el golpe de Estado de 1943 Enton-ces los intendentes y Concejos Deliberantes habiacutean sido declara-dos cesantes y sus funciones fueron asumidas por los comisionados municipales y la Oficina de Municipalidades respectivamente Con la reapertura democraacutetica y el triunfo del peronismo se abrieron las expectativas de un pronto llamado a comicios municipales pero estos no llegaron sino hasta 1951 y estuvieron lejos de significar el retorno al autonomismo que habiacutea caracterizado al reacutegimen muni-cipal cordobeacutes De estos procesos nos ocupamos en los siguientes apartados

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La intervencioacuten a las municipalidades y el proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativoAunque atendiendo a lo establecido por la Constitucioacuten provincial y la Ley Orgaacutenica de Municipalidades el Supremo Tribunal de Justicia de Coacuterdoba se habiacutea expedido a favor de la realizacioacuten de comicios en las municipalidades del aacutembito provincial el flamante goberna-dor Auchter declaroacute subsistente su intervencioacuten Esto generoacute el re-chazo no solo de la oposicioacuten sino tambieacuten de sectores minoritarios del peronismo e impulsoacute a los apoderados de los partidos poliacuteticos ndashen particular de la UCRndash a reclamar frente a las Juntas Electora-les Pese a que estas fallaron en reiteradas oportunidades a su favor dando curso a las peticiones y dirigieacutendose al Ministerio de Gobier-no y a los comisionados municipales para solicitar los padrones y recursos necesarios para afrontar las tareas previas a las elecciones y su propia realizacioacuten estas iniciativas se vieron malogradas por el Ejecutivo provincial que invariablemente desautorizaba la libera-cioacuten de los fondos necesarios

La ldquocuestioacuten municipalrdquo fue uno de los toacutepicos que maacutes contro-versias generoacute dentro de la Legislatura cordobesa durante el primer antildeo de gobierno peronista Mientras en la Caacutemara de Diputados el oficialismo malogroacute un proyecto del bloque radical de convocatoria a elecciones municipales el Senado ndashdonde el peronismo era mino-riacuteandash eliminoacute del presupuesto para 1947 a la Oficina de Municipali-dades e incluyoacute una partida para las Juntas Electorales con el fin de que pudieran organizarse los comicios Sin embargo el gobernador Auchter decidioacute rehabilitar la dependencia bajo el roacutetulo de Direc-cioacuten General de Municipalidades Conservaba los mismos fines y disposiciones que su antecesora pero ademaacutes estableciacutea que seriacutean las municipalidades las que sostendriacutean su presupuesto a partir de la elevacioacuten de una partida proporcional a su poblacioacuten Ademaacutes el territorio provincial fue dividido en zonas a las que se les asignoacute un contador inspector a los fines de controlar maacutes estrictamente las finanzas de las comunas

Lejos de constituir un caso aislado estas medidas se enmar-caban en un proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa en el aacutembito nacional caracterizado por la concentracioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad que encontroacute su reacuteplica en el interior de la provincia (Tcach y Philp 2010) Por ello los sectores oposito-

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res caracterizaron al gobierno de Auchter como una continuidad ndashe incluso una profundizacioacutenndash de la Intervencioacuten Federal que habiacutea regido la provincia entre 1943 y 1946 Estas criacuteticas ndashque resultaban validadas por un accionar gubernamental anaacutelogo al de un delega-do del Poder Ejecutivo nacionalndash tuvieron mayor asidero cuando a fines de junio de 1947 la provincia fue intervenida como conse-cuencia tanto de las desavenencias al interior del peronismo cordo-beacutes como de la pugna entre los poderes Ejecutivo y Legislativo

Meses maacutes tarde el nuevo gobierno creoacute la Inspeccioacuten General de Municipalidades en reemplazo de la Direccioacuten En un intento por subsanar la falta de agilidad administrativa que ndashse argumentabandash habiacutea caracterizado a la precedente la nueva dependencia fue di-vidida en tres secciones Inspeccioacuten (encargada de las inspecciones contables y teacutecnicas a las municipalidades debiacutea elevar informes al Ministerio de Gobierno) Finanzas (teniacutea a su cargo la evaluacioacuten de presupuestos caacutelculo de recursos empreacutestitos para obras puacuteblicas ordenanzas impositivas etc) y Entradas y Salidas (responsable de la recepcioacuten movimiento y salida de toda actuacioacuten relacionada con los asuntos de los municipios)

Como puede observarse el proceso de centralizacioacuten no sola-mente continuaba sino que se profundizaba al tiempo que se com-plejizaba la trama institucional derivada de eacuteste La contracara de dicho proceso era el silencio sostenido por los interventores frente a los reclamos de los opositores Un ejemplo de ello fue el discurso de fin de antildeo de BargasVelmonte en el que estuvo ausente cualquier referencia al retorno a la normalidad institucional Paradoacutejicamen-te al hablar de las elecciones para diputados nacionales a celebrar-se en marzo de 1948 afirmoacute que para Coacuterdoba significariacutean ldquouna nueva etapa en el constante perfeccionamiento de sus derechos ciacutevicosrdquo1 Tambieacuten la oposicioacuten le asignaba una importancia funda-mental a esta instancia electoral en parte porque vinculaba el maacutes pronto o tardiacuteo retorno a la autonomiacutea provincial (y municipal) con los resultados que obtuviera el oficialismo

Sin embargo pese al rotundo triunfo del peronismo ndashque ob-tuvo 163908 votos frente a 117186 del radicalismo y exiguos 18950 de los demoacutecratas 3143 de los comunistas y 2051 de los socialis-tasndash las disputas a su interior auacuten no estaban resueltas por lo que

1 El Pueblo 06121947

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aunque antes de fin de antildeo habriacutea elecciones para gobernador en el aacutembito municipal seguiacutea postergaacutendose el retorno a la normali-dad institucional La evidencia maacutes cabal de esto fue su completa ausencia en la plataforma electoral del brigadier San Martiacuten candi-dato a gobernador por el peronismo Este ldquosilencio sugestivordquo como lo calificoacute la prensa opositora del interior provincial la llevaba a sospechar que se pensaba mantener el reacutegimen de intervencioacuten a las comunas2 Conjetura que se vio confirmada luego del triunfo pe-ronista y la llegada de San Martiacuten a la gobernacioacuten para quien la convocatoria a elecciones comunales era una cuestioacuten que no teniacutea ldquomayor urgenciardquo3 dado que el reacutegimen municipal debiacutea adaptarse a la nueva Constitucioacuten en ciernes

Esta decisioacuten no resultaba casual sino que formaba parte del ya referido proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa Pese a que en su primer mensaje ante la Legislatura provincial el gober-nador habiacutea manifestado que en su gestioacuten seriacutean ldquocelosos defen-sores de la autonomiacutea provincial en funcioacuten de los intereses gene-rales de la nacioacutenrdquo4 durante su mandato se implementoacute la praacutectica del ldquoprimer lunesrdquo seguacuten la cual cada mes los gobernadores de las distintas provincias viajaban a Buenos Aires para participar en re-uniones con el presidente Peroacuten Aunque el gobernador manifestoacute que a ellas no iban a pedir oacuterdenes sino a coordinar acciones estos encuentros evidenciaban la concentracioacuten geograacutefica de la autori-dad en un centro poliacutetico y en un liacuteder

La reforma constitucional de 1949 ndashcon su correlato en la car-ta magna provincialndash significoacute una aceleracioacuten de dicho proceso Conjuntamente con la Ley de Ministerios implementada en 1950 constituiacutean un intento por parte del oficialismo de llevar a cabo la revolucioacuten peronista en Coacuterdoba para lo que se postulaba necesa-ria la ldquounidad ideoloacutegica entre el gobierno nacional y el gobierno provincialrdquo (Philp 1998 p 144) Con estas reformas que implicaban un proceso de construccioacuten institucional el reacutegimen municipal cordobeacutes se vio fuertemente afectado se eliminoacute la disposicioacuten que proclamaba la independencia de las municipalidades fue suprimi-da la posibilidad de acordar los derechos de iniciativa refereacutendum y

2 El Pueblo 301119483 El Pueblo 091219494 El Pueblo 04051949

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destitucioacuten de los funcionarios electivos5 se excluyoacute la eleccioacuten del Tribunal de Cuentas y sus funciones fueron delegadas en el Consejo Provincial de Municipalidades cuyos miembros seriacutean nombrados por el gobernador con acuerdo del Senado Las localidades ademaacutes fueron divididas en distintas categoriacuteas de acuerdo con su pobla-cioacuten Solo habriacutea municipalidad en las que superaran los diez mil habitantes el resto estariacutea a cargo de comisiones municipales En la capital provincial el intendente seriacutea nombrado por el Poder Eje-cutivo con acuerdo del Senado y la Caacutemara de Diputados actuariacutea como Concejo Deliberante

Cuando esta nueva normativa fue puesta en vigencia volvie-ron a renacer las expectativas de un pronto llamado a elecciones pero el gobierno provincial adujo que previamente era necesario realizar una adecuacioacuten de la Ley Orgaacutenica de Municipalidades a la flamante Constitucioacuten reforma que se postergoacute en sucesivas oportunidades Recieacuten en 1951 en forma acelerada y en evidente relacioacuten con las elecciones nacionales y provinciales a realizarse en noviembre se emprendioacute la sancioacuten de una nueva normativa en la que se impuso la mayoriacutea absoluta con que contaba el peronismo A la divisioacuten entre municipalidades y comisiones municipales se sumoacute una distincioacuten dentro de estas uacuteltimas entre las de primera y segunda categoriacutea seguacuten superaran o no los mil quinientos ha-bitantes solo las que lo hicieran tendriacutean un Concejo Deliberativo y uacutenicamente las municipalidades elegiriacutean sus poderes Ejecutivo y Legislativo las demaacutes estariacutean gobernadas por un comisionado municipal A diferencia de lo que ocurriacutea con la legislacioacuten anterior no habriacutea sistema proporcional en la eleccioacuten de los concejales solo tendriacutean representacioacuten la mayoriacutea (ocho) y la primera minoriacutea (cuatro)

Como consecuencia de esta normativa el llamado a eleccio-nes municipales en noviembre estuvo lejos de significar un retorno a la normalidad institucional Solo nueve ciudades en la provincia eligieron intendente y Concejo Deliberante Se impuso el peronis-mo siendo la uacutenica excepcioacuten Bell Ville donde triunfoacute el candidato radical Hugo Leonelli Su gestioacuten no obstante se vio truncada poco despueacutes de asumir Luego de sendos pedidos elevados por el pero-

5 Estos derechos habiacutean sido otorgados en 1939 por decreto reglamentario Nordm 1038 de la Ley 3419 durante la gobernacioacuten de Amadeo Sabattini

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nismo y la CGT locales a raiacutez de una serie de despidos de empleados puacuteblicos la municipalidad fue intervenida en julio de 1952

Los liacutemites de la autonomiacutea el llamado a elecciones y la persistencia de la intervencioacutenA partir de 1949 se vio profundizado y consolidado el proceso de centralizacioacuten poliacutetico-administrativa (Tcach y Philp 2010) y como contracara la autonomiacutea municipal (y provincial) se vio fuertemen-te restringida La sancioacuten de la Ley Orgaacutenica Municipal en 1951 y la consecuente creacioacuten del Consejo de Municipalidades no fueron sino el corolario de este devenir al que el Estado municipal intentoacute vanamente resistir

Sucesor de la Direccioacuten Provincial de Municipalidades dicho Consejo teniacutea a su cargo el contralor de las municipalidades y comi-siones municipales entre otras funciones le correspondiacutea aprobar los presupuestos de estas uacuteltimas inspeccionar en cualquier mo-mento su ejecucioacuten como tambieacuten los de las municipalidades y visar toda orden de pago cualquiera fuera su monto Asimismo la nueva legislacioacuten estableciacutea que en los primeros diez diacuteas de cada mes los jefes de cada administracioacuten municipal debiacutean remitir al Consejo un balance de los ingresos y egresos y antes del quince de abril de cada antildeo un balance general del ejercicio cerrado concretando los sobrantes producidos y las deudas contraiacutedas o pendientes Final-mente todas las contaduriacuteas y tesoreriacuteas municipales quedaban bajo el contralor del Consejo pudiendo los funcionarios inspectores realizar arqueos y revisar los libros de contabilidad6

Poco despueacutes de asumidas las nuevas autoridades en junio de 1952 se introdujeron modificaciones en la recientemente sanciona-da Ley Orgaacutenica de Municipalidades Entre los cambios incluidos se destacabael otorgamiento de la facultad al Departamento Ejecutivo para reforzar durante el receso del Concejo Deliberativo los dife-rentes incisos del presupuesto comunal mediante transferencias sin alterar el monto global del mismo asiacute como la disposicioacuten de que el Consejo Provincial de Municipalidades debiacutea inspeccionar anual-mente la marcha administrativa de cada municipio la inversioacuten

6 Legislatura de la Provincia de Coacuterdoba Ley Orgaacutenica Municipal Tiacutetulo XI Arts 223 225 228 232 241 y 242 Consultar tambieacuten Ortiz 1997 p 102

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y percepcioacuten de sus rentas y cuidar su patrimonio7 Como puede verse si la primera reforma acentuaba las atribuciones del Ejecu-tivo municipal sobre el Legislativo la segunda implicaba un nuevo avance del Estado provincial sobre el municipal

Estas atribuciones no fueron resentidas uacutenicamente por los sectores opositores que vieron en ellas el golpe de gracia a la au-tonomiacutea municipal sino que tambieacuten generaron rispideces entre el Estado municipal y el provincial Especialmente notoria fue esta situacioacuten frente al pedido recibido por la Intendencia de crear el cargo de ldquoControloreador del Consejo Provincial de Municipalida-desrdquo[sic] el cual seriacutea nombrado por el Departamento Ejecutivo a propuesta del citado organismo provincial Paradoacutejicamente aun-que dependeriacutea total y directamente de eacuteste ndashque por otra parte se-riacutea quien fijara y reglamentara sus funcionesndash la partida para cubrir los gastos ocasionados por el nuevo cargo debiacutea provenir del erario municipal para lo cual se imponiacutea una rectificacioacuten del presupuesto vigente8

Como una muestra de resistencia del Estado municipal frente a este nuevo avance de la provincia inmediatamente de recibido el proyecto de ordenanza correspondiente la Comisioacuten de Presupues-to y Hacienda del Concejo Deliberativo elevoacute una nota al presiden-te del Consejo Provincial de Municipalidades en la que se negaba a realizar los reajustes presupuestarios solicitados por considerar que se trataba de un empleado provincial ldquoen comisioacutenrdquo y no de uno mu-nicipal Sin embargo la respuesta obtenida fue que los gastos ocasio-nados debiacutean ser sostenidos por las reparticiones controladas Fue sancionada en consecuencia la ordenanza correspondiente aun-que por considerar que el sueldo inicialmente propuesto de ocho-cientos pesos mensuales no solo resultaba ldquoelevado y oneroso para los intereses de esta Municipalidadrdquo sino que ademaacutes lo colocariacutea en una situacioacuten de privilegio con respecto al resto de los empleados municipales cuyo sueldo baacutesico era de quinientos cincuenta pesos se lo redujo a este monto9

Situaciones como esta que vulneraban la autonomiacutea mu-nicipal fueron denunciadas permanentemente por los sectores opositores Con respecto a la faz poliacutetica de este avance del Estado

7 AHMRC Departamento Ejecutivo 19528 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 499 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 49

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provincial sobre el municipal recordemos que la nueva normativa suprimioacute los derechos de iniciativa refereacutendum y destitucioacuten de los funcionarios electivos otorgados desde 1939 y establecioacute una dis-tincioacuten entre las ciudades que tendriacutean municipalidades y aquellas a las que les correspondiacutea ser regidas por comisiones municipales punto que se constituyoacute en epicentro de las criacuteticas de la oposicioacuten Tambieacuten resultoacute fuertemente reprobada la maniobra practicada de manera recurrente por el gobierno provincial de intervenir aque-llas municipalidades y comisiones municipales en las que habiacutea triunfado la oposicioacuten Como vimos el caso precursor en este sen-tido fue el de la municipalidad de Bell Ville Vaticinando que este seriacutea solo el primero de otros procesos de calibre similar en 1952 la oposicioacuten advertiacutea

ldquoDebe tenerse en cuenta que si el peronismo perdioacute la mayoriacutea en algunos municipios Bell Ville es el uacutenico en que triunfoacute un intendente lsquocontrerarsquo Lo ocurrido quiere decir que en las pocas municipalidades donde la mayo-riacutea de HCD [es] de lsquola otra veredarsquo a la lsquoprimera de cam-biorsquo se produciraacute algo parecido como tambieacuten habriacutea de producirse [hellip] en las que siendo mayoriacutea el oficialismo se llegase a producir alguna desinteligencia entre el citado cuerpo y el DErdquo10

Efectivamente esta praacutectica se repetiriacutea en muacuteltiples puntos de la geografiacutea provincial y persistiriacutea sin solucioacuten de continuidad tras las siguientes elecciones celebradas en 1954 en las que la oposi-cioacuten ganoacute en un nuacutemero mayor de localidades Resulta importante remarcar que fue en este contexto que el radicalismo riocuartense-hizo suya la causa de la defensa de la autonomiacutea municipal incor-poraacutendola a su plataforma electoral en tanto ldquoexpresioacuten auteacutentica de libertad y democraciardquo11 Por el contrario esta preocupacioacuten es-tuvo ausente en el discurso y accionar peronista

Concomitantemente al proceso de centralizacioacuten que avanza-ba sobre las autonomiacuteas municipales se dio otro de fortalecimiento del Poder Ejecutivo sobre el Legislativo En el aacutembito municipal se emprendioacute una reestructuracioacuten del organigrama bajo la premisa de que era necesario mejorar las tareas administrativas A partir de entonces la municipalidad contariacutea con diez departamentos y

10 El Pueblo 18 de julio de 195211 El Pueblo 26 de marzo de 1954

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direcciones (Ejecutivo Contaduriacutea General Tesoreriacutea Direccioacuten General de Rentas Registro Civil Escuelas Municipales Asesoriacutea Letrada Obras Puacuteblicas Inspeccioacuten General y Direccioacuten General de Sanidad) subdivididas a su vez en secciones Dependiente del De-partamento Ejecutivo en 1952 se creoacute la Subsecretariacutea de Cultura cuyo emplazamiento implicaba el traspaso de funciones hasta en-tonces correspondientes a las comisiones internas del Concejo Deli-berante a manos del primero

Como resistencia a esta subordinacioacuten la comisioacuten encargada de su estudio agregoacute dos artiacuteculos al proyecto original que estable-ciacutean por un lado que toda iniciativa del Departamento Ejecutivo por intermedio de la citada Subsecretariacutea debiacutea ser presentada al Concejo Deliberativo para su aprobacioacuten y por el otro la obligacioacuten de elevarle anualmente una memoria sobre la accioacuten cultural de-sarrollada y un estado de rendicioacuten de cuentas sobre lo recaudado y gastado durante el antildeo12 De esta manera el cuerpo ldquoejerce[riacutea] la accioacuten de contralor correspondienterdquo pues entendiacutea que ldquono de[biacutea] delegar en absoluto funciones y obligaciones que le competenrdquo13 Intentando evitar la subordinacioacuten al Legislativo derivada de di-chos artiacuteculos el Departamento Ejecutivo los vetoacute argumentando que tal rendicioacuten se haciacutea efectiva por conducto de los oacuterganos de la contaduriacutea de la municipalidad Como respuesta los representantes peronistas y radicales coincidieron dentro del Concejo en insistir en su posicionamiento e introducir nuevas modificaciones que limita-ban el accionar de la Subcomisioacuten en lo referido a la administracioacuten de ciertos bienes facultaacutendola uacutenicamente para que ejerza su con-tralor14

Podemos observar entonces que oficialismo y oposicioacuten ac-tuaron conjuntamente dentro del Legislativo cuando el Ejecutivo buscaba afectar su aacuterea de influencia Esto veniacutea a contrariar los deseos del gobernador Lucini quien desdentildeando el rol que les cabiacutea a los legislativos habiacutea manifestado ldquolos intendentes son los electos y nadie maacutes Los concejales deben colaborar con eacutel o quedarse en su casardquo15 Probablemente fueran consideraciones de este tipo las que impulsaron al intendente peronista Natalio Castagno a buscar un

12 AHMRC Libro de Actas del Concejo Deliberante de Riacuteo Cuarto Folio 45213 El Pueblo 16 de agosto de 195314 El Pueblo 6 de diciembre de 195315 El Pueblo 8 de junio de 1952

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mayor consenso con los concejales de su partido a traveacutes de reunio-nes programadas para los segundos y uacuteltimos jueves de cada mes en su despacho en las que se pretendiacutea intercambiar impresiones y unir los respectivos esfuerzos16 y al Consejo Superior del Partido Peronista a otorgar cierta autonomiacutea en 1954 al candidato a la In-tendencia Amadeo Dapena para designar a quienes lo acompantildea-riacutean en la boleta como candidatos a concejales

ConclusionesDentro de las estrategias implementadas para consolidar su poder en la provincia el peronismo impulsoacute un reforzamiento del Estado provincial en menoscabo del municipal Este proceso tuvo al me-nos dos dimensiones la construccioacuten de una nueva infraestructura institucional y una reforma de la legislacioacuten vigente hasta el golpe de Estado de 1943 La primera antecedioacute y atravesoacute a la segunda que vino a legitimarla con el velo de la legalidad a partir de 1943

El primer mojoacuten en el proceso de construccioacuten institucional fue dado con la creacioacuten de la Oficina de Municipalidades en 1943 luego del desplazamiento de los Concejo Deliberante de toda la pro-vincia Su reemplazo por la Direccioacuten General de Municipalidades durante el gobierno de Auchter no hizo sino confirmar el mote de continuador de la intervencioacuten con que los sectores opositores ca-lificaban la gestioacuten Situacioacuten que luego se prolongoacute cuando la pro-vincia efectivamente fue intervenida y se creoacute la Inspeccioacuten Ge-neral de Municipalidades como organismo centralizador con una mayor complejidad organizacional que sus antecesoras

Con la reforma constitucional de 1949 se daba inicio al segun-do proceso en el que la nueva arquitectura institucional era res-paldada por la legalidad La nueva Carta Magna provincial anuloacute la posibilidad de acordar los derechos de iniciativa refereacutendum y destitucioacuten de los funcionarios electivos al tiempo que dividioacute a las localidades en distintas categoriacuteas seguacuten su poblacioacuten otorgaacutendoles derechos diferenciales

Consecuentemente las elecciones municipales de 1951 dista-ron de significar un retorno a la normalidad institucional No solo porque uacutenicamente nueve ciudades tuvieron el privilegio de elegir

16 AHMRC Concejo Deliberante Antildeo 1953 Expediente 48

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intendente y Concejo Deliberante sino tambieacuten porque el uacutenico triunfo del radicalismo vio frustrada su gestioacuten por la intervencioacuten del municipio apenas asumidas las nuevas autoridades ndashsituacioacuten que en los antildeos venideros se extendioacute a otras experiencias simila-resndash y porque a partir de entonces puede observarse un avance del Poder Ejecutivo municipal sobre el Legislativo

Los procesos hasta aquiacute descriptos entendemos pueden comprenderse en el marco de uno maacutes general de concentracioacuten geograacutefica y funcional de la autoridad y de centralizacioacuten poliacuteti-co-administrativa como consecuencia del cual no solamente se vio consolidado el peronismo en el poder sino tambieacuten fortalecido el Estado nacional y en menor medida provincial en desmedro del municipal

BilbiografiacuteaCamantildeo Semprini R (2014) Peronismo y poder municipal De los oriacutegenes

al gobierno en Riacuteo Cuarto (Coacuterdoba 1943-1955) Rosario Prohistoria

Ortiz E (1997) La reforma peronista de la Constitucioacuten de Coacuterdoba de 1949 Coacuterdoba Centro de Investigaciones Juriacutedicas y Sociales de la Uni-versidad Nacional de Coacuterdoba

Philp M (1998) En nombre de Coacuterdoba Sabattinistas y peronistas estrate-gias poliacuteticas en la construccioacuten del Estado Coacuterdoba Ferreyra

Tcach C y Philp M (2010) ldquoEstado y Partido Peronista en Coacuterdoba una interpretacioacutenrdquo en Tcach C (comp) Coacuterdoba bicentenaria Claves de su historia contemporaacutenea Coacuterdoba UNC

Torre J C (2002) ldquoIntroduccioacuten a los antildeos peronistasrdquo en Suriano J (Coord) Nueva Historia Argentina Tomo 8 Los antildeos peronistas (1943-1955) Buenos Aires Sudamericana

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La migracioacuten boliviana en la ciudad de Riacuteo Cuarto Coacuterdoba

Argentina

Mariacutea Alejandra Bettera

Mariacutea Fabiana Hildmann

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IntroduccioacutenLos movimientos migratorios han existido a lo largo de la historia en distintos espacios geograacuteficos y se han producido por diversos motivos (econoacutemicos poliacuteticos sociales religiosos) Desde la segun-da mitad del siglo XIX y hasta mediados del XX en muchos casos se produjeron debido a poliacuteticas de Estado receptivas aunque en las uacuteltimas deacutecadas del siglo XX y primeras del XIX estos se han tornado en una situacioacuten conflictiva especialmente para los paiacuteses receptores

En un mundo globalizado donde los objetos y mercanciacuteas cir-culan cada vez maacutes libremente es difiacutecil de entender coacutemo el movi-miento de personas encuentra cada vez maacutes obstaacuteculos para inser-tarse en su nuevo lugar de destino Este tema ha generado debates en las distintas sociedades con actores a favor y otros en contra transformaacutendose en una cuestioacuten de gobierno y en muchos casos de caraacutecter intergubernamental

Esta problemaacutetica muestra la importancia que adquieren las poliacuteticas de poblacioacuten especialmente la poliacutetica migratoria formu-ladas por los Estados ante los procesos de transformacioacuten (Maacutermo-ra 1998 1990)

Cuando los movimientos migratorios ocurren dentro de una subregioacuten como los que se producen entre los paiacuteses que configu-ran espacios de integracioacuten en Ameacuterica Latina como el Mercosur pueden contribuir a dinamizar los procesos de integracioacuten regional al fortalecer los viacutenculos econoacutemicos laborales y culturales entre las sociedades involucradas

Asiacute se puede mencionar a la Argentina como estado miembro del Mercosur que se destaca por ser considerado histoacutericamente un paiacutes receptor de migrantes de origen europeo hasta mediados del siglo XX y de latinoamericanos desde entonces hasta la actualidad tal es el caso de chilenos y uruguayos en la deacutecada de los ochenta y de bolivianos y paraguayos principalmente en los antildeos noventa

Ante la numerosa presencia de extranjeros la poblacioacuten mi-grante comenzoacute a ser visualizada como un problema por parte de la sociedad de los paiacuteses receptores por temor a ser desplazados de su lugar de trabajo que se deterioren los servicios de salud y educa-

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cioacuten que aumente la delincuencia o simplemente porque se trata de gente de una etnia color o religioacuten diferente

Teniendo en cuenta la importancia de esta problemaacutetica es necesario analizar queacute factores influyen en los distintos grupos mi-grantes al tomar la decisioacuten de dirigirse hacia la Argentina conocer la calidad de vida de los mismos y cuaacuteles son las poliacuteticas puacuteblicas migratorias que permiten fomentar la inclusioacuten social de estas co-munidades no solo como fuerza laboral sino tambieacuten como sujetos con los mismos derechos ciudadanos dentro del territorio argenti-no

Figura 1 Localizacioacuten del aacuterea de estudio

A partir de esta situacioacuten y observando el gran flujo de in-migrantes bolivianos hacia la provincia de Coacuterdoba y en particular hacia la ciudad de Riacuteo Cuarto la finalidad del presente trabajo es indagar acerca de la calidad de vida de estos migrantes que se fue-ron instalando en el sector denominado Barrio las Quintas fuera del ejido urbano especiacuteficamente en lo que se denomina ldquocinturoacuten

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verde de la ciudadrdquo ubicado al Noroeste de la ciudad separado de la zona urbana por la ruta A-005 Ver figura N ordm 1

En cuanto a la metodologiacutea empleada consistioacute baacutesicamen-te en una actividad de base empiacuterica con desarrollo en el plano de la investigacioacuten de campo aplicando como teacutecnica la observacioacuten participante y entrevistas sistematizada a los distintos miembros de la comunidad Tambieacuten se tuvo en cuenta la importancia del in-formante clave lo cual se combina con estudios y anaacutelisis teoacutericos para obtener la informacioacuten necesaria que permitioacute tener un pa-norama maacutes cabal de la realidad de los inmigrantes bolivianos que residen en ese sector del periurbano de la ciudad de Riacuteo cuarto

La Poliacutetica MigratoriaLa migracioacuten en general puede estar relacionada a estiacutemulos de la poliacutetica estatal como la ocupacioacuten del territorio la reduccioacuten de la presioacuten sobre la tierra o la mejora de las condiciones de vida pero tambieacuten puede ser una respuesta social espontaacutenea de adaptacioacuten a cambios poliacuteticos socioeconoacutemicos y ambientales de su lugar de origen

Al realizar una resentildea histoacuterica del proceso de migracioacuten en Argentina se observa que desde la sancioacuten de la Constitucioacuten Na-cional hasta la actualidad se han aplicado diferentes poliacuteticas mi-gratorias que se fueron modificando de acuerdo a las situaciones coyunturales por las que ha atravesado el paiacutes

Asiacute en 1981 entra en vigencia la ley Nordm 22439 Ley Videla pro-mulgada en los uacuteltimos antildeos de la dictadura militar la cual respon-diacutea directamente a la situacioacuten poliacutetica y social por la cual estaba pasando el paiacutes encuadrada en las normas de la llamada ldquoDoctrina de Seguridad Nacionalrdquo por lo que la misma se caracterizoacute por ser taxativa y de alto control de la poblacioacuten migratoria como factible centro de conflicto

A partir de 1983 los distintos gobiernos democraacuteticos que se fueron sucediendo aprobaron una serie de amnistiacuteas inmigratorias firmaron acuerdos bilaterales sobre migraciones con Bolivia y Peruacute para ayudar a los indocumentados de estos paiacuteses ya radicados en

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Argentina a permanecer en el territorio y que pudieran acceder a la legalidad de su situacioacuten

A esta serie de normativas que se fueron generando en el paiacutes con el fin de ordenar la poliacutetica migratoria nacional no se descono-cioacute la aprobacioacuten por las Naciones Unidas en 1990 de la Convencioacuten sobre Proteccioacuten de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y de sus familiares para impedir y eliminar la explotacioacuten de los mismos que pone fin al traacutensito clandestino y a situaciones de irre-gularidad debida a la falta de documentacioacuten

Desde el inicio del antildeo 2003 el Estado Nacional generoacute im-portantes cambios en la poliacutetica migratoria A saber se implementoacute el Programa Nacional de Normalizacioacuten Documentaria Migratoria-maacutes conocido como Patria Grande mediante el cual se tratoacute de re-gularizar la situacioacuten de la poblacioacuten migrante de los Estados inte-grantes del Mercosur y asiacute un gran nuacutemero de personas extranjeras pudieron obtener la residencia legal en Argentina especialmente los que se encontraban en situacioacuten de vulnerabilidad y margina-lidad

Por uacuteltimo llegando a la actualidad en esta acotada siacutentesis sobre la poliacutetica migratoria argentina de las uacuteltimas deacutecadas en di-ciembre del 2003 fue sancionada la nueva Ley de Migraciones (Ley Nordm 25871) que fuera promulgada en enero de 2004

La nueva ley muestra grandes cambios con respecto a la Ley Videla siendo uno de los maacutes significativos el reconocimiento de la migracioacuten como un derecho humano ldquoesencial e inalienable de la personardquo expliacutecito en el Artiacuteculo 4

A traveacutes de la promulgacioacuten de esta ley el Estado intenta cumplir con aquellos compromisos internacionales de los cuales Argentina forma parte en relacioacuten a los derechos humanos inte-gridad y movilidad de los migrantes como asiacute tambieacuten reconocer la importancia de la migracioacuten a escala regional en Latinoameacuterica con especial eacutenfasis en la cooperacioacuten mutua en el marco del Mercosur

Esto fue un importante avance en la poliacutetica migratoria ar-gentina contribuyendo a generar un cambio en la concepcioacuten o mirada a la figura del migrante en nuestro paiacutes abordando esto desde los derechos humanos la importancia de la unioacuten familiar la igualdad y la integracioacuten del extranjero a la sociedad argentina En

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definitiva la ley apunta al rol que debe cumplir el Estado como fa-cilitador en el proceso de integracioacuten del extranjero y no solo como ldquocontrolador y reguladorrdquo como lo explicitaba la Ley Videla

A medida que fue pasando el tiempo la Ley 25871 se fue mo-dificando y complementando con diferentes decretos y disposi-ciones sugeridas desde la Direccioacuten Nacional de Migraciones tales como la Disposicioacuten 2079 (28104) que actuoacute como sostiene Pacec-ca como una especie de admistia puesto que evitoacute la expulsioacuten de los extranjeros ilegales pero no fue efectivo para la regularizacioacuten de la residencia en el paiacutes Tambieacuten se puede citar el Decreto 836 (772004) como ejemplo el cual emitioacute la emergencia administra-tiva de la Direccioacuten Nacional de Migraciones por casi un semestre y la Disposicioacuten 53253 (13122005) que efectuacuteo el Programa Nacio-nal de Normalizacioacuten Documentaria Migratoria para extranjeros nativos de los Estados parte del MERCOSuR y sus Estados asociados tambieacuten conocido como ldquoPatria Grande (Courtis y Pacecca 2007)

En cierto sentido el programa instrumentoacute el criterio de na-cionalidad establecido en la nueva ley migratoria Se tratoacute de una medida generosa en su alcance abarcando a inmigrantes de Bolivia Brasil Chile Colombia Ecuador Paraguay Peruacute Uruguay y Repuacute-blica Bolivariana de Venezuela y seguacuten las autoridades se exten-deriacutea en el tiempo y comprenderiacutea aunque con procedimientos no similares tanto a quienes residiacutean en el paiacutes a la fecha de inicio del programa como a quienes hubieren llegado o llegasen con posterio-ridad a ella

El ldquoPatria Granderdquo flexibilizoacute tambieacuten en alguna medida los requisitos para iniciar el traacutemite migratorio

Por uacuteltimo cabe sentildealar que a principios de 2007 Argentina ratificoacute la Convencioacuten internacional sobre la proteccioacuten de los de-rechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares Si bien se trata de una ratificacioacuten demorada (probablemente en vir-tud de que la nueva Ley de Migraciones que ampliacutea los estaacutendares de proteccioacuten establecidos en la Convencioacuten) la medida resultoacute ser altamente significativa en tanto fue adoptada por un paiacutes ldquorecep-torrdquo y constituye un importante respaldo a la legitimidad del ins-trumento en la regioacuten

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A partir del corriente antildeo (2017) nuevamente la Ley de Migracio-nes sufrioacute cambios a traveacutes del Decreto 702017 que tiene como ob-jetivo central reducir los tiempos para precisar la expulsioacuten del paiacutes de los extranjeros que presenten antecedentes penales Esto surge a raiacutez del incremento de delitos especialmente aquellos vinculados a la narco criminalidad Frente a este contexto el Gobierno argu-menta estar ante ldquouna situacioacuten criacutetica que amerita la adopcioacuten de medidas urgentesrdquo Especiacuteficamente el Decreto estipula una regula-cioacuten de condiciones maacutes estrictas respecto de las causas que pueden impedir el ingreso yo permanencia de extranjeros en Argentina cuando estos esteacuten sujetos a condenas penales yo cuenten con an-tecedentes relacionados a diferentes causas

Uno de los impedimentos para el ingreso y permanencia de extranjeros en el territorio nacional que establece el inciso C del ar-tiacuteculo 29 de la ley actual es ldquohaber sido condenado o estar cumplien-do condena en la Argentina o en el exterior o tener antecedentes por traacutefico de armas de personas de estupefacientes o por lavado de dinero o inversiones en actividades iliacutecitas o delito que merezca para la legislacioacuten argentina pena privativa de la libertad de tres antildeos o maacutesrdquo (Decreto 702017)

Por otra parte tambieacuten se deja en claro que se impediraacute el in-greso al paiacutes a toda persona que omita informacioacuten en relacioacuten a tener antecedentes penales en su paiacutes de procedencia aunque no tenga condena efectiva y se modificoacute el tiempo de reingreso a la Ar-gentina (antes era de cinco antildeos ahora se incrementoacute a ocho antildeos para delitos dolosos y de cinco para los delitos culposos)

En siacutentesis el nuevo decreto que fue confeccionado en forma conjunta entre los Ministerios de Justicia y de Seguridad la Secre-tariacutea de Derechos Humanos la Direccioacuten de Migraciones y Canci-lleriacutea con aportes de distintas fuerzas poliacuteticas apunta a la restric-cioacuten de ingreso y permanencia en el paiacutes de aquellos extranjeros que presentan una situacioacuten irregular con la justicia y atiende a problemaacuteticas criacuteticas de la realidad del paiacutes

A nivel local La Carta Orgaacutenica Municipal de la ciudad de Riacuteo Cuarto reformada en el mes de marzo de 1996 no hace ninguacuten tratamiento especiacutefico referente a los deberes y derechos de la po-blacioacuten migrante que pudiera tener intenciones de radicarse en la ciudad Si bien no se hace una referencia especiacutefica sobre el tema

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existen algunos artiacuteculos donde se da por entendido que cualquier persona sin importar su nacionalidad tiene el derecho a formar parte de la sociedad de Riacuteo Cuarto utilizar los servicios que presta ser reconocidos legalmente sin perjuicio para la poblacioacuten nativa y sin ser sometida o marginada por ciertos sectores de la sociedad

Tambieacuten existe la Defensoriacutea del Pueblo dependiente del Gobierno Municipal la cual lleva un registro con informacioacuten ac-tualizada sobre la movilidad de la poblacioacuten que llega a la ciudad desde otras provincias yo paiacuteses con el objetivo de asesorarlos en sus derechos y disminuir asiacute su situacioacuten de vulnerabilidad social y ayudar a una mejor integracioacuten de los inmigrantes con los habitan-tes del lugar

Estas acciones llevadas a cabo desde el municipio contribuyen a disentildear y gestionar poliacuteticas migratorias de desarrollo local ade-cuadas a los permanentes cambios que se producen en el proceso de globalizacioacuten del cual la ciudad de Riacuteo Cuarto no queda exenta

La migracioacuten boliviana en Riacuteo CuartoAl igual que en diferentes partes del mundo los latinoamericanos deciden dejar su paiacutes de origen y emprender un proceso migratorio de caraacutecter internacional por variadas razones En general se tien-de a atribuir un peso central a las razones laborales o econoacutemicas sin embargo este no es el uacutenico motivo ya que los individuos emi-gran tambieacuten para reunificarse con su familia o para estudiar

Asiacute a partir de la deacutecada de 1970 hasta la actualidad la com-posicioacuten de la migracioacuten externa hacia nuestro paiacutes pasa a ser casi exclusivamente de paiacuteses limiacutetrofes y de Latinoameacuterica como Boli-via Paraguay Uruguay y Peruacute recibiendo recientemente tambieacuten a muchos ciudadanos venezolanos que salen de su paiacutes escapando de la realidad socioeconoacutemica difiacutecil por la que estaacuten atravesando A pesar de los vaivenes de la economiacutea argentina este tipo de mi-gracioacuten continuoacute insertaacutendose muchos de ellos en el mercado la-boral especialmente en algunas industrias (textil) la construccioacuten como asiacute tambieacuten en puestos de trabajo no cubiertos por la pobla-cioacuten nativa

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En el caso particular de la poblacioacuten boliviana que arriba a la ciudad de Riacuteo Cuarto llega como consecuencia de la crisis de las economiacuteas regionales del noroeste argentino (Salta y Jujuy) princi-pal destino de estas comunidades Con el tiempo estas comunidades comenzaron a dirigirse a ciudades como Buenos Aires y Mendoza para finalmente en la actualidad establecerse en ciudades inter-medias tal es el caso de Riacuteo Cuarto Esto se debe seguacuten lo manifes-tado por mucho de ellos a que optaron por estas ciudades porque ofrecen mejores alternativas de vida en comparacioacuten a los grandes centros urbanos donde en muchos casos son sometidos a trabajos esclavizantes e inhumanos con sueldos muy bajos

Es asiacute como desde hace varias deacutecadas familias provenientes de ciertos departamentos de Bolivia se han establecido en metroacutepo-lis y aglomeraciones de tamantildeo intermedio especialmente en las aacutereas periurbanas constituyendo una importante fuerza de trabajo en la actividad de produccioacuten hortiacutecola en la produccioacuten de los hor-nos de ladrillo y en la construccioacuten

Especiacuteficamente en la ciudad de Riacuteo Cuarto (Coacuterdoba) gran parte de las familias bolivianas se han ido asentando en el cinturoacuten hortiacutecola de la ciudad contando en la actualidad con maacutes de 100 explotaciones de las cuales en el 80 se observa mano de obra bo-liviana estando un 20 a cargo de productores provenientes de la localidad de San Lorenzo (Tarija) ya sea como arrendatarios o pro-pietarios de la tierra (Benencia y Geymonat 2003)

Esto produjo un fuerte impacto en el sector ya que no solo transformoacute el paisaje sino que tambieacuten cambioacute la organizacioacuten de la actividad productiva en un sector del periurbano de Riacuteo Cuarto puesto que hasta ese momento la actividad hortiacutecola se realizaba con mano de obra asalariada para luego implementarse nuevas modalidades de contrato de trabajo a traveacutes del sistema de medie-riacutea Tambieacuten se produjeron cambios en relacioacuten a la tenencia de la tierra y a la produccioacuten y aplicacioacuten de nuevas praacutecticas agriacutecolas como por ejemplo la introduccioacuten del sistema de invernaacuteculo es decir la praacutectica de cultivo bajo cubierta (para evitar ser afectados por fenoacutemenos climaacuteticos como el granizo y las heladas) lo que per-mitioacute aumentar la produccioacuten del cinturoacuten hortiacutecola

La comunidad boliviana como se evidencia en la zona de Riacuteo Cuarto se caracteriza por utilizar distintas estrategias para asen-

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tarse en estas aacutereas de produccioacuten y lograr la movilidad social que tanto anhelan Una de ellas es tratar de crear condiciones de equi-librio eacutetnico para poder imponer reglas de juego propias que les fa-ciliten desarrollar la actividad sin grandes inconvenientes (acceso a la tierra mercado de trabajo produccioacuten y comercializacioacuten) para lo cual apelan al establecimiento de fuertes redes sociales

A traveacutes de dichas redes los migrantes ya establecidos pasan a ser los informantes de sus compatriotas que tienen el deseo de mi-grar y asiacute al poner en praacutectica las relaciones personales que actuacutean como canales de transmisioacuten de dicha informacioacuten determinan quieacuten tomaraacute el trabajo

La organizacioacuten del trabajo que impuso la comunidad bolivia-na en el ldquocinturoacuten verderdquo de la ciudad trajo aparejado un aumento en la productividad y reactivoacute la actividad de la produccioacuten hortiacute-cola de Riacuteo Cuarto

Pero esta nueva forma de organizacioacuten no fue exclusiva de Riacuteo Cuarto sino que tambieacuten se fue reproduciendo en distintas aacutereas hortiacutecolas del paiacutes Tal como lo expresa Benencia las transfor-maciones se produjeron en ciudades como Buenos Aires Mar del Plata Bahiacutea Blanca Coacuterdoba Villa Mariacutea Riacuteo Cuarto Mendoza y zonas de Tucumaacuten Salta Jujuy Alto Valle del Riacuteo Negro y Neuqueacuten y Chubut aunque no se generaron en forma similar ni al mismo tiempo (Grimson y Jelin 2006)

Figura 2 Produccioacuten Hortiacutecola Cinturoacuten verde de la ciudad de Rio Cuarto 2017

Ademaacutes de la produccioacuten hortiacutecola los primeros integrantes de esta comunidad boliviana que se asentaron en la zona del pe-

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riurbano tambieacuten se dedicaron a la produccioacuten de ladrillos Algu-nos de ellos con el tiempo se capitalizaron y en la actualidad diri-gen los mayores fabricantes de ladrillos de la ciudad a tal punto que la produccioacuten no solo se comercializa en Riacuteo Cuarto sino tambieacuten en otras provincias como son La Pampa Buenos Aires y Santa Fe

Figura 3 Produccioacuten de ladrillos Periurbano de Riacuteo Cuarto 2017

La comunidad boliviana en el periurbano de Riacuteo Cuarto su calidad de vidaTratar de definir o expresar la Calidad de Vida de las personas es una tarea sumamente compleja puesto que la misma no implica uacutenica-mente la disponibilidad de bienes materiales sino que considera en general el estar a gusto estar rodeado de un ambiente limpio tener acceso a la cultura a la educacioacuten a la salud y a servicios y a las necesidades espirituales Es decir que implica ademaacutes una serie de Necesidades Baacutesicas No Materiales que son difiacuteciles de cuantificar Por ello la calidad de vida debe ser considerada desde una perspec-tiva maacutes humana tomando como punto de partida a las personas

Seguacuten Goacutemez Orea (2006) la calidad de vida variacutea con el tiem-po puesto que depende de las aspiraciones y problemas de la pobla-cioacuten pero estariacutea determinada por las condiciones de vida y trabajo el nivel de renta y la calidad ambiental daacutendoles a cada uno de estos elementos una importancia diferente seguacuten el individuo el espacio y el tiempo

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Hoy las Necesidades Baacutesicas permiten delimitar en cierta forma la situacioacuten de pobreza e identificar a la poblacioacuten que estaacute significativamente privada de los bienes recursos u oportunidades que posibilitan su subsistencia y desarrollo en condiciones miacutenimas acordes con la dignidad humana con un grado razonable de objeti-vidad

Hablar de Calidad de Vida es hablar de ldquouna medida de logro respecto de un nivel establecido como lsquooacuteptimorsquo teniendo en cuenta dimensiones socioeconoacutemicas y ambientales dependientes de la es-cala de valores prevaleciente en la sociedad y que variacutean en funcioacuten de las expectativas de progreso histoacutericordquo (Velaacutezquez 2008)

Cuando se habla del grado de bienestar de las personas se estaacute haciendo referencia a un concepto que puede comprender diversos niveles anaacutelisis y multiplicidad de variables es decir que la calidad de vida es un concepto poliseacutemico

A partir de este marco conceptual sobre calidad de vida se efectuoacute el anaacutelisis correspondiente sobre el grado de bienestar de la comunidad boliviana que reside en el periurbano haciendo hinca-pieacute en aquellas variables que se consideraron esenciales tales como educacioacuten salud vivienda acceso a los servicios (agua gas cloacas electricidad y transporte) empleo y la calidad ambiental

Del estudio correspondiente se pudo establecer que la calidad de vida de los habitantes de la comunidad boliviana es heterogeacutenea y desigual

Figura 4 a) Centro Educativo Bernardino Rivadavia- b) IPEM N ordm 29 ldquoFelipe Galiziardquo 2017

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Desde el punto de vista de la educacioacuten en el aacuterea se encuentran dos establecimientos educativos puacuteblicos uno de nivel inicial y pri-mario (Centro Educativo Bernardino Rivadavia) y uno secundario (IPEM N ordm 29 ldquoFelipe Galiziardquo)

Estos establecimientos reciben un gran nuacutemero de alumnos que proceden del aacuterea periurbana siendo en su mayoriacutea nintildeos y joacutevenes pertenecientes a la comunidad boliviana asentada en la zona aunque la falta de documentacioacuten necesaria (familias que to-daviacutea se encuentran indocumentadas) en muchas oportunidades dificulta el ingresos de los mismos al sistema educativo Ante esta situacioacuten las autoridades de los centros educativos han gestionado el traslado de una dependencia del Registro Civil a la escuela para facilitar el traacutemite de legalizacioacuten de residencia de los extranjeros Asimismo desde la Defensoriacutea del Pueblo tambieacuten se trabaja sobre esta problemaacutetica que no solo dificulta la insercioacuten de la comunidad en la educacioacuten sino que se transforma en un serio inconveniente a la hora de buscar empleo y para acceder al sistema de salud local

Se pudo comprobar que si bien es un nuacutemero importante de nintildeos y joacutevenes los que asisten a clase diariamente los docentes manifiestan (en las entrevistas efectuadas) que los mismos suelen tener dificultades a la hora de presentar las tareas y actividades que se les solicita realizar en la casa Esto se debe a que muchos de ellos al llegar a sus hogares trabajan ayudando a sus padres en la produc-cioacuten hortiacutecola o fabricacioacuten de ladrillos (en la mayoriacutea de los casos) no solo para incrementar el ingreso familiar sino tambieacuten porque forma parte de su cultura donde el varoacuten desde pequentildeo se forma en el trabajo y las nintildeas aprenden las tareas de la casa

A traveacutes de las encuestas realizadas a distintas familias boli-vianas se pudo advertir que muchos de estos inmigrantes (en edad adulta) poseen un bajo nivel de alfabetizacioacuten por eso consideran importante la posibilidad de que sus hijos puedan insertarse en los distintos niveles del sistema educativo primario secundario y tam-bieacuten universitario Estos uacuteltimos concurren a la Universidad Nacio-nal de Riacuteo Cuarto donde se ha evidenciado en los uacuteltimos antildeos un aumento en la matriacutecula de alumnos pertenecientes a esta colecti-vidad al igual que en las instituciones educativas del barrio

Por uacuteltimo es importante destacar que los diferentes centros educativos del aacuterea han ido adaptaacutendose a esta nueva realidad so-

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cial y cultural y para ello han ideado nuevas formas de articular compartir y vivenciar las distintas representaciones culturales que confluyen en los establecimientos Por ejemplo a traveacutes de proyec-tos celebraciones de fechas patrias reuniones y trabajo en conjun-to se trata de compartir culturas e integrar a los grupos familiares de la colectividad boliviana a la comunidad en general

Con respecto a la variable de salud se observa que se debe-riacutea fomentar maacutes la educacioacuten en este campo haciendo hincapieacute en el aacuterea preventiva puesto que como lo expresara en los medios de comunicacioacuten el doctor Gabriel Abrile (ex secretario de salud de la Municipalidad de Riacuteo Cuarto) muchas de las familias bolivianas viven en situacioacuten de precariedad desde el punto de vista de la vi-vienda ya que existen condiciones de hacinamiento y esto favore-ce la proliferacioacuten de enfermedades

La mayoriacutea de las familias bolivianas no acuden al dispensa-rio Ndeg 5 ubicado entre las calles 11 de Noviembre y Tejerina del ba-rrio Villa Daacutelcar que ofrece servicios como cliacutenica meacutedica pedia-triacutea ginecologiacutea odontologiacutea asistente social orientacioacuten familiar y enfermeriacutea Esto estaacute en relacioacuten directa en muchos casos por la falta de conectividad del sector con las aacutereas de la ciudad donde se encuentran los centros de atencioacuten a la salud primaria y al Hospital Regional o cliacutenicas privadas Es por ello que concurren al Dispensa-rio Santa Clara perteneciente a los Frailes Franciscanos puesto que se encuentra a una distancia considerable de su aacuterea de residencia Este dispensario no solo cumple con la funcioacuten relacionada a la sa-lud (atencioacuten primaria) sino que tambieacuten es utilizado para activida-des de socializacioacuten entre los integrantes de la comunidad

Por supuesto ante situaciones de salud maacutes complejas son de-rivados al Hospital San Antonio de Padua servicio de jurisdiccioacuten provincial donde incluso le otorgan medicamentos en forma gra-tuita

Con respecto a la vivienda la mayoriacutea de las familias son nu-merosas y deben enfrentarse al hacinamiento ya que habitan en viviendas precarias de poca altura y de reducidas dimensiones y en muchos casos con falta de acceso a los servicios baacutesicos en red Esta realidad no abarca a todas las viviendas de la colectividad ob-servaacutendose maacutes esta situacioacuten en los que residen en los predios de los hornos de ladrillo y en las huertas especialmente aquellas fa-

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milias que han llegado a la ciudad en los uacuteltimos antildeos tal como se observa en la Figura 5

Figura 5 Viviendas 2017

Otra de las variables analizadas fue el del acceso a los servicios baacutesicos Se observoacute que todas las viviendas del aacuterea carecen de agua de red sistema de saneamiento y gas natural aunque la mayoriacutea cuenta con el servicio de electricidad Tampoco poseen sistema de recoleccioacuten de residuos soacutelidos urbanos y en relacioacuten al transporte urbano de pasajeros se observa una falta de conectividad puesto que la uacutenica liacutenea de transporte urbano con la que cuenta esta zona tiene un recorrido que no incluye todo el sector poblado y a su vez con escasas frecuencias por lo que la mayoriacutea de las familias deben realizar largos recorridos a pie para acceder al servicio

En relacioacuten al empleo la poblacioacuten desarrolla sus actividades en un mercado de trabajo signado por la flexibilizacioacuten de la pro-duccioacuten y precarizacioacuten laboral en el contexto de la globalizacioacuten y transnacionalizacioacuten de la mano de obra

Los datos censales y estudios realizados por diversos inves-tigadores dan cuenta de la importancia del aporte de la mano de obra procedente de Bolivia en la ciudad Riacuteo Cuarto y la condicioacuten de vulnerabilidad puesta de manifiesto en servicio domeacutestico la fabricacioacuten de ladrillos y el comercio informal realizando labores caracterizadas por la informalidad y transitoriedad de los contratos laborales o ldquoarreglosrdquo por la escasa calificacioacuten profesional requeri-da por la precariedad de las condiciones laborales y por ser trabajos ldquoduros y sacrificadosrdquo

Especiacuteficamente en relacioacuten con la produccioacuten hortiacutecola la colectividad bolivianaes protagonista en la construccioacuten de los nuevos territorios hortiacutecolas asiacute como levantar mercados de distri-

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bucioacuten mayorista propios compitiendo a la par de los mercados de distribucioacuten tradicionales Estos inmigrantes han venido a solucio-nar un problema de escasez de mano de obra que padecioacute siempre la horticultura en fresco en la Argentina en general y en Riacuteo Cuarto en particular y han incidido fuertemente en un aumento de la ofer-ta de productos para el consumo de la poblacioacuten

Las primeras familias que llegaron a esta ciudad cuando se instalaron comenzaron a trabajar con el sistema de medieriacutea con el tiempo se transformaron en arrendatarios e inclusive un nuacutemero menor se han convertido en propietarios de la explotacioacuten hortiacute-cola Los que han podido adquirir tierras poseen explotaciones que variacutean en su tamantildeo de 5 a 30 hectaacutereas Pero no todas las familias han logrado ascender socialmente la mayoriacutea de ellas no poseen acceso a los bienes y servicios baacutesicos trabajan durante largas jor-nadas para obtener un escaso ingreso y alejadas de su paiacutes de ori-gen hacen grandes esfuerzos para criar a sus hijos (Maldonado et al 2013)

Las actividades laborales a las que se dedican tienen mucho que ver con la carga cultural que traen de su paiacutes de origen Los huerteros que llegaron a la ciudad de Riacuteo Cuarto provienen del sur de Bolivia donde la principal forma de vida es la produccioacuten de vegetales los del norte del paiacutes trabajan fundamentalmente en los hornos de ladrillo donde se registran condiciones maacutes duras

Con respecto a la calidad ambiental seguacuten los relevamientos efectuados se detectaron una serie de problemaacuteticas relacionadas a los diferentes usos del suelo que se superponen en este sector del peri-urbano de la ciudad Asiacute se observoacute contaminacioacuten producida por la actividad de los hornos de ladrillos (atmosfeacuterica visual y de-gradacioacuten del suelo) degradacioacuten y erosioacuten por extraccioacuten de aacuteridos y la proliferacioacuten de roedores y alimantildeas por la falta de desmaleza-do en baldiacuteos y presencia de microbsadurales especiacuteficamente en las aacutereas de extraccioacuten de tierra para la produccioacuten de ladrillos (ver Figura 6)

Por uacuteltimo algunas de las viviendas del aacuterea se encuentran muy cercanas al cauce del riacuteo Cuarto generaacutendose asiacute una mayor vulnerabilidad al peligro de inundacioacuten poniendo a la poblacioacuten en situacioacuten de riesgo en forma constante

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Figura 6 Calidad ambiental 2017

1 Consideraciones FinalesEn las uacuteltimas deacutecadas la llegada de poblacioacuten migrante provenien-te desde Bolivia se ha convertido en un fenoacutemeno notorio en los distintos espacios donde se establece tal es el caso de la ciudad de Riacuteo Cuarto Esta poblacioacuten ha ido aumentando paulatinamente a traveacutes del tiempo no solo por su crecimiento vegetativo sino tam-bieacuten porque la inmigracioacuten sigue fluyendo en forma permanente

Seguacuten el estudio realizado se puede sentildealar que la mayoriacutea de las familias bolivianas que residen en el sector periurbano de la ciudad de Riacuteo Cuarto presentan una particular forma de trabajo que se relacionan con las actividades econoacutemicas que llevaban a cabo en su lugar de origen produccioacuten hortiacutecola y trabajo en hornos de ladrillos

Las primeras familias que llegaron a la ciudad (deacutecada del 80) han capitalizado y ya son propietarios de explotaciones agropecua-rias (entre 5 y 30 has) destinadas a la produccioacuten hortiacutecola Estas

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son por lo general numerosas con fuertes redes sociales entre sus coterraacuteneos y con un gran sentido de pertenencia y de identidad comunitaria cultural colectiva aunque muchas de ellas viven toda-viacutea en situacioacuten de pobreza puesto que no logran satisfacer algunas necesidades baacutesicas habitan viviendas precarias y en condiciones de hacinamiento carecen de agua potable servicio de electricidad gas natural cloacas y en un ambiente con distintas problemaacuteticas que aumenta su vulnerabilidad social

Por uacuteltimo se puede apreciar que a traveacutes de los antildeos la co-munidad ha comenzado a insertarse en la sociedad por medio de la incorporacioacuten de los nintildeos y joacutevenes a los diferentes niveles de escolaridad aunque se denota todaviacutea una escasa inclusioacuten en la sociedad riocuartense en general

Si bien el gobierno local en los uacuteltimos antildeos ha comenzado a disentildear poliacuteticas de inclusioacuten social en concordancia a las poliacuteticas poblacionales y migratorias provinciales y nacionales estas todaviacutea no visibilizan una mejora en la calidad de vida de la poblacioacuten boli-viana en la ciudad por ello se considera que es necesario profundi-zar y fortalecer las poliacuteticas puacuteblicas existentes y formular nuevas poliacuteticas que atiendan tanto a la inclusioacuten de la poblacioacuten como a la planificacioacuten y gestioacuten territorial

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Busso Gustavo (2007) Migracioacuten y desarrollo territorial Enfoques discipli-narios problemas teoacutericos e implicancias de poliacuteticas en el estudio de sus interrelaciones Fac de Cs Econoacutemicas UNRC

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Autores

Amor Luis Licenciado En Economiacutea Contador Puacuteblico Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Metodologiacutea de las Ciencias FCE UNRC

Basconzuelo Celia Cristina Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Partidos Poliacuteticos (UNC) Doctora en Historia (UNCu) Investigadora del CONICET Profeso-ra Asociada del Departamento de Historia y del Departamento de Ciencias Juriacutedicas Poliacuteticas y Sociales Facultad de Ciencias Huma-nas de la UNRC Directora del Centro de Estudios y Gestioacuten en Re-des Acadeacutemicas (CEGRA-UNRC)

Bettera Mariacutea Alejandra Profesora en Geografiacutea (UNRC)Licenciada en Geografiacutea (UNRC) Especialista Docente de Nivel Su-perior en Educacioacuten y TIC (Direccioacuten de Educacioacuten Superior) Espe-cialista en Planificacioacuten y Gestioacuten de Poliacuteticas y Programas Sociales (UNRC) Profesora Asociada con dedicacioacuten exclusiva del Departa-

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mento de Geografiacutea (UNRC) Profesora Integrante del Centro de Es-tudios y Gestioacuten en Redes Acadeacutemicas (CEGRA-UNRC)

Camantildeo Semprini Rebeca Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Partidos Poliacuteticos (UNC) Doctora en Historia (UNC) Becaria posdoctoral del CONICET Ads-cripta en Historia Argentina Actual Departamento de Historia Fa-cultad de Ciencias Humanas de la UNRC Docente del Aacuterea de His-toria Poliacutetica Contemporaacutenea del Centro de Estudios Avanzados Facultad de Ciencias Sociales de la UNC

Carbonari Mariacutea Rosa Profesora en Historia (UNRC) Espe-cialista en Estudios del Brasil Contemporaacuteneo (Universidad Federal de Santa Mariacutea Rio Grande do Sul Brasil) Magister en Educacioacuten (Universidad Federal de Santa Mariacutea Rio Grande do Sul Brasil) Doctora en Historia (Universidad Federal Fluminense Riacuteo de Janei-ro Brasil) Profesora Asociada del Departamento de Historia Facul-tad de Ciencias Humanas de la UNRC Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Cagnolo Mariacutea Elena Profesora de Historia Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Donadoni Moacutenica Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territo-rial Profesora Adjunta Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Emiliozzi Analiacutea Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territo-rial Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Historia Econoacutemica y Social FCE UNRC

Formento Liliana Isabel Profesora en Historia (UNRC) Ma-giacutester en Estudios Latinoamericanos (UNRC) Doctora en Estudios Sociales Agrarios Profesora Adjunta del Departamento de Historia y del Departamento de Lengua y Literatura (UNRC) Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Hildmann Mariacutea Fabiana Profesora en Geografiacutea (UNRC)Licenciada en Geografiacutea (UNRC) Magister en Desarrollo y Gestioacuten Territorial (UNRC) Profesora Integrante del Centro de Estudios y Gestioacuten en Redes Acadeacutemicas-CEGRA-Facultad de Ciencias Huma-

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nas (UNRC) Profesora Asociada Efectiva con dedicacioacuten exclusiva del Departamento de Geografiacutea (UNRC)

Kaufman Noelia Profesora en Historia (UNRC) Becaria del Consejo Interuniversitario Nacional (EVC-CIN) Secretaria Adjunta del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) Adscripta a la Caacutetedra Historia Americana y Argentina Colonial del Departamen-to de Historia (UNRC)

Lodeserto Alicia Profesora y Licenciada en Historia Magiacutes-ter en Estudios Latinoamericanos Orientacioacuten Integracioacuten Latinoa-mericana Doctoranda en Desarrollo Territorial (UNRC) Docente ndash investigadora en la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto (Profesora Adjunta caacutetedra de concurso Historia del Mundo Actual)

Olmedo Ernesto Profesor y Licenciado en Historia Magiacutes-ter en Desarrollo Territorial (UNRC) Doctorando en Historia (UNC) Docente ndash investigador en la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto

Peacuterez Zavala Graciana Profesora en Historia (UNRC) Li-cenciada en Historia (UNRC) Magiacutester en Antropologiacutea (UNRC) Docente del Departamento de Historia Facultad de Ciencias de la UNRC y del Instituto Acadeacutemico yPedagoacutegico de Ciencias Sociales de la UNVM Investigadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) y del IIESTE (UNRC)

Prieto Osvaldo Profesor en Historia (UNRC) Magiacutester en Es-tudios Latinoamericanos (UNRC) Profesor Adjunto Exclusivo del Departamento de Historia y Ciencias Poliacuteticas (UNRC) Investigador del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) ydel IIESTE (UNRC)

Re Moacutenica Profesora en Historia (UNRC) Magiacutester en Desa-rrollo Territorial (UNRC) Doctora en Desarrollo Territorial (UNRC) Profesora Titular de la Facultad de Ciencias Econoacutemicas de la UNRC

Tamagnini Marcela Profesora Adjunta Dpto de Historia Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto Doctora en Historia por la Universidad Nacional de Coacuterdo-ba Magister en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Na-cional de Riacuteo Cuarto Licenciada en Historia y Profesora en Historia

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por la misma universidad Certificacioacuten posdoctoral de la Universi-dad Nacional de Rosario

Travaglia Laura Marisa Profesora en Historia (UNRC) Ma-giacutester en Estudios Latinoamericanos (UNRC) Doctora en Estudios Sociales Agrarios Docente del Aacuterea de Historia Americana del De-partamento de Historia y del Departamento de Lengua y Literatura Coordinadora del Centro de Investigaciones Histoacutericas (CIH-UNRC) e investigadora del IIESTE (UNRC)

Trucco Gabriela Magister en Procesos educativos mediados por tecnologiacuteas Jefe de Trabajos Praacutecticos Caacutetedra Metodologiacutea de las Ciencias FCE UNRC

Toponimia indiacutegenaSur de Coacuterdoba sur de San Luis y sur de Santa Fe

Norberto Francisco Mollo

Laura Travaglia (Compiladora)

Universidad Nacionalde Riacuteo CuartoSecretariacutea Acadeacutemica

UniR o editora

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Problemaacuteticas e interpretaciones de la historia argentina y latinoamericana

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atinoameacuterica entre nuevos y viejos tiempos

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La compilacioacuten Latinoameacuterica entre viejos y nuevos tiempos propone un recorrido temporal y espacial por un conjunto de problemaacuteticas sociales poliacuteticas y econoacutemicas del continente y de nuestro paiacutes las que actualmen-te se investigan y ensentildean en el aacutembito de la universidad puacuteblica La Historia y la Geografiacutea en diaacutelogo con la Ciencia Poliacutetica la Economiacutea y la Sociologiacutea conforman el dispositivo teoacuterico e instrumental heterogeacuteneo que articula los diferentes artiacuteculos del volumen que es el resultado de una serie de intercambios acadeacutemicos realizados en el contexto del Proyecto Universitario de Historia Argentina y Latinoamericana PUHAL de Secretariacutea de la Poliacuteticas Universitarias del Ministerio de Educacioacuten de la Nacioacuten Uno de los objetivos de dicho proyecto fue el de promover la revisioacuten de procesos histoacutericos locales regionales nacionales o latinoamericanos desde una mirada interdisciplinaria actualizando la comprensioacuten de los problemas que estos conllevan ldquoLatinoameacuterica dimensiones y perspecti-vas de abordajerdquo y ldquoTemas y problemas de la Historia Argentina Miradas desde lo localrdquo son los dos ejes que agrupan las contribuciones que confor-man esta publicacioacuten

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e-bo kISBN 978-987-688-351-1

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