C A L E N D A R I O

La perfección es aburrida y frustrante. No existe. Es una barrera mental construida sobre estereotipos que limitan

y banalizan el potencial de todas las mujeres.

En Reebok creemos que ha llegado la hora de rebelarnos contra el ideal de perfección femenina que la sociedad nos impone

a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Es el momento de aceptar nuestras imperfecciones, de celebrar

lo que nos hace realmente únicas.

Empezamos por apropiarnos de uno de los grandes tópicos del ideal de belleza femenina: los calendarios de chicas de “medidas

perfectas”. Te presentamos nuestro calendario, protagonizado por mujeres fuertes, que rompen tabúes y estereotipos.

Son perfectamente imperfectas.

Mujeres con historias inspiradoras como Irene Cabello, Miriam García, Beatriz Urigoitia, Laura Chaparro, Lara Masegosa,

Cristina Gómez, Sarah Santiago, Nuria Novoa, Natalia García, Marianela Sandovares, Vikika Costa y Marta Escalante.

Ellas rompen día a día los moldes de la perfección, anteponiendo su autenticidad a los cánones dictados por la sociedad.

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I R E N E C A b E L L O SL JM V DX

“ L O q u E R E s u Lt A p E R f E C t O A u N O s , A O t R O sN O L E s I N t E R E s A . t I E N E s q u E s E R t ú m I s m A E I g N O R A R L A s E x I g E N C I A s D E L O s D E m á s “

# P E R F E C T N E V E R

I R E N E C A b E L L O

“ L A m u j E R p E R f E C t A E s L A q u E p E R s I g u E s u s m E t A s y N O s E R I N D E , L A q u E t I E N E A s p I R A C I O N E s y N O D E j A D E C R E C E R “

Irene Cabello lleva mucho tiempo desafiando estereotipos. Cuando apenas tenía 14 años empezó su interés por los deportes de contacto, aunque no inició la práctica hasta un par de años más tarde. Buscaba “aprender a pelear”, sin más. En palabras de esta andaluza ahora afincada en Barcelona, “quería sentirme más fuerte y desarrollar la habilidad de pegar y evitar que te peguen”. Empezó con el full contact -la única modalidad que ofertaba el primer gimnasio al que se acercó de adolescente- y poco a poco se ha ido enganchando a esta actividad, destacando en el MMA (Mixed Martial Arts), una disciplina de lucha que mezcla varias modalidades, como jiu jitsu, lucha libre, kick boxing, muay thai y el boxeo. “Es un deporte individual. Dependes de ti misma completamente, tanto si ganas como si pierdes. Me gusta porque me aporta fuerza, disciplina y reflejos”. Y aunque suene paradójico, continúa Irene, “también tranquilidad y una gran capacidad de autocontrol”.

Irene Cabello, “la Niña” cuando sube al octógono, ha elegido una actividad poco convencional. Pero no solo por eso rompe tabúes. También se carga otro prejuicio ligado a la lucha, a menudo asociada a lo marginal. Irene procede de una familia que hubiera preferido que fuera a la universidad y, de hecho, estudia psicología en los ratos libres que le dejan el trabajo y los entrenos.

No se puede hacer feliz a todo el mundo

Dado lo atípico de su vocación, Irene no se deja influir por estrictas ideas sobre cómo deberíamos ser: “La perfección es un concepto relativo. Lo que resulta perfecto para otros no me interesa nada. Tienes que ser tú misma e ignorar las exigencias de los demás. No puedes hacer feliz a todo el mundo”, zanja la malagueña. Así que en lugar de “perder el tiempo” tratando de complacer a quienes lanzan críticas sin saber, prefiere dejarse guiar por

el equipo de tres entrenadores. “La mujer perfecta”, resume Irene, “es la que persigue sus metas, la que tiene aspiraciones y no deja de crecer”.Irene sabe mucho de luchar por sus objetivos, incluso en las condiciones menos favorables. Tras iniciarse en los deportes de contacto, el gimnasio de Málaga enseguida se le quedó pequeño. Así que cogió la mochila, unos pocos ahorros y se mudó a Barcelona. Un periplo nada glamuroso que la llevó a un piso que ella misma calificaba de “pocilga” a la busca de los mejores entrenadores. Con tesón, fue mejorando en su técnica y, paralelamente, su situación económica.

En busca de aventuras

Aunque las ganas de aventura y de abrir camino para las mujeres en esta disciplina no acaban ahí. En 2016, de nuevo con una mochila y el dinero justo se embarcó a Estados Unidos y consiguió luchar en The Ultimate Fighter, un prestigioso programa de televisión creado para descubrir a nuevos talentos de la UFC.

Trazar metas y luchar por ellas

Si algo podemos extraer de la trayectoria de Irene Cabello es que “La Niña” es pura autenticidad, capaz de todo por cumplir sus sueños y mantener-se fiel a sí misma. Por eso considera que el movimiento #PerfectNever de Reebok “es una iniciativa genial” que va a ayudar a “abrir los ojos de muchas personas que no son felices consigo mismas. Espero ayudarles a aceptarse y quererse, a trazar nuevas metas y luchar por ellas”. Y seguro que lo consigue.

Febrero

“ L A I m p E R f E C C I ó N m E p E R m I t E m E j O R A R . m E A y u D A A C O N O C E R m E A m í m I s m A , E v O L u C I O N A R y C R E C E R C O m O p E R s O N A“

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# P E R F E C T N E V E R

“ s O y u N A p E R s O N A t R A N s pA R E N t E : I m p E R f E C t A p E R O R E A L . m O s t R á N D O m E t A L y C O m O s O y h E C O N s E g u I D O E L R E s p E t O D E L O s D E m á s “

m I R I A m g A R C í A

La historia de Miriam García no presagiaba que llegaría a convertirse en atleta amateur. En su infancia encontró en la danza clásica y el flamenco una auténtica pasión que aún la acompaña, pero una lesión de espalda le alejó de la práctica física. Hace unos 6 años, llegó la motivación y el deporte cambió su vida. Desde entonces, practica running y triatlón, que le han aportado una inesperada salida profesional, tanto como entrenadora como inspirando desde su cuenta de Instagram y el blog Doble o nada.

De la inseguridad al reto

Miriam es una atleta atípica. Durante mucho tiempo tuvo esa relación amor-odio que la mayoría mantiene con la actividad física. Mientras trabajaba en una auditoría, intentaba ir al gimnasio de turno un par de veces por semana. “No le veía ningún sentido a practicar actividades que requirieran un gran esfuerzo físico”.

Todo cambió cuando empezó a correr, eso sí, esta vez en buena compañía: “No me gustaba correr pero me apunté a una carrera solidaria con mi hermana. El ambiente que se respiraba ese día entre los participantes, la idea de apoyar una buena causa, la satisfacción que sentí al finalizar pero, sobre todo, el compañerismo entre corredores, lo cambió todo”. Desde entonces, ha sustituido la oficina y el papeleo por las zapatillas y el aire libre: “Ahora el deporte es parte fundamental de lo que soy, mi fuente de motivación y mi profesión. Me lancé a esta aventura con muchas inseguridades y mucho miedo. Hoy no podría estar más satisfecha de haber tomado esta decisión”.

Esta experiencia diferente le da a Miriam una perspectiva única sobre lo que se espera de una atleta... y no parece fácil contentar a todo el mundo. Por su trayectoria, Miriam se enfrenta a prejuicios completamente opuestos. Por un lado, quizá haya personas que opinen que “entreno demasiado”: “Que mi cuerpo no responde al ideal femenino, que practico demasiado

ejercicio físico, o demasiado intenso, y juzgan mi salud y mi nivel sin conocerme”. Al otro lado del espectro, los deportistas más curtidos la consideran a veces “una novata”.

Bloquear las críticas

Miriam siente que se la compara constantemente con otras figuras que suman años de experiencia y estudio en este área. “Ese es el otro gran prejuicio al que me enfrento. Yo admiro y respeto a mis compañeros más veteranos pero, ¿quién dice que no puedo alcanzar las mismas metas que ellos con una trayectoria distinta? La experiencia y los conocimientos se pueden aprender. La actitud, en cambio, es algo que se tiene o no se tiene”. ¿La solución? Obviar las críticas y concentrarse en la práctica: “El deporte te regala un valor fundamental: creer en ti. Eso te ayuda a marcarte retos y pelear hasta alcanzar el objetivo”.

La perfección es algo obsoleto

Esa actitud saludable también le sirve para ignorar esa vocecilla interior que nos exige que seamos perfectas. “La idea de perfección transmite una mentalidad cerrada y obsoleta. El perfeccionismo hace que nos marquemos unas expectativas demasiado altas, poco o nada reales”. De hecho, Miriam ve la imperfección como un estímulo, un reto: “A mí me motiva más saber que lo que quiero conseguir no va a ser fácil. Eso me hace sentir fuerte y valiente, me ayuda a conocerme a mí misma. En definitiva, me ayuda a evolucionar y a crecer como persona”. Esos valores representan el espíritu #PerfectNever: “Me encanta la propuesta. Este movimiento nos invita a ser nosotras mismas, a tratar de mejorar pero siempre disfrutando del proceso y sintiéndonos orgullosas de nuestros logros”.

Marzo

“A u N q u E L A b á s C u L A R E f L E j E E L m I s m O N ú m E R O , N u E s t R O C u E R p O y N u E s t R A m E N t E E v O L u C I O N A N C O N E L E j E R C I C I O “

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# P E R F E C T N E V E R

“ t O D A s L A s m u j E R E s s O m O s E s p E C I A L E s y ú N I C A s .N O N E C E s I t A m O s t E N E R E L C u E R p O D E u N A m O D E L O ”

b E A t R I Z u R I g O I t I A

Beatriz Urigoitia cuenta que necesitó la ayuda de una entrenadora personal para empezar a correr porque es muy perezosa. Nadie lo diría. Esta ingeniera industrial vasca afincada en Madrid, amante de su trabajo, además de correr y entrenar cuatro días a la semana es una viajera incansable que se ha recorrido medio mundo.

Bea se enganchó al deporte hace apenas dos años. Con el objetivo de perder peso y quitarse la holgazanería de encima, contó con la ayuda de una entrenadora para empezar a correr. Poco después, ya se había olvidado del peso, de hecho, pesa lo mismo que antes, y de la pereza: “Me encanta el running, el boxeo, el pádel y el entrenamiento de fuerza. Ahora practico cuatro veces por semana porque me lo pide el cuerpo”. Además, comparte esta afición con su pareja. “El deporte me ha enseñado muchas cosas: la capacidad de superarme, de marcarme objetivos y de atreverme con cosas con las que antes no era capaz, como apuntarme a natación con 31 años o montar en bici después de una década sin tocarla. Son valores que acabas extrapolando en la vida normal: la disciplina, la fuerza de voluntad, el espíritu de equipo”.

Lo más importante: el sentido del humor

En los últimos meses, Bea ha visto cómo se han multiplicado sus seguidores en Instagram desde que ha empezado a parodiar la imagen impostada que algunas celebrities y blogueras famosas muestran en las redes sociales. Se retrata tratando de imitar posturas y situaciones del todo inverosímiles, que ella etiqueta con mucha ironía como #todomuynormal: “A no ser que tengas una genética fabulosa o te dediques profesionalmente a tu imagen,

es imposible parecerse a ellas. Esas mujeres no son las que abarrotan las playas en verano, ni las que ves por la calle de camino al trabajo”.

Tanto desde Instagram como desde su blog “Algo pasa con Uri”, comparte consejos para llevar una alimentación saludable y una vida activa, para chicas que como ella “quieren su cuerpo y lo respetan, sean más o menos guapas”. Para Bea, “la mujer perfecta es divertida y con sentido del humor. Inteligente, honesta, tiene principios y es fiel a ellos. No creo que debamos aspirar a la perfección, ni esconder nuestros defectos. Sí que podemos tratar de mejorar, esforzarnos y pelear por ello. Pero siempre que esté a nuestro alcance, aceptando en ocasiones lo que nos ha dado la genética”.

La nueva popularidad de Bea tiene algunas pegas. “Recibo muchísimas críticas. Al parecer no puedo tener este cuerpo haciendo tanto deporte... La verdad es que intento ignorarlas, a no ser que sean constructivas, porque me he equivocado en algún ejercicio o he metido la pata con algún comentario. Pero no acepto las destructivas ni las faltas de respeto”.

Una iniciativa brutal Ante la propuesta de formar parte de la iniciativa #PerfectNever se muestra eufórica: “Es un movimiento brutal que puede reflejar que las mujeres somos especiales y únicas, sin necesidad de tener el cuerpo de una modelo”. Con humildad, Bea explica cómo siente que ya está ayudando desde su blog y su perfil de Instagram a muchas chicas. “Es lo que me transmiten los comentarios que recibo. Igual que yo, no son profesionales del deporte, por eso pueden identificarse con mi evolución. Les animo a ser positivas y descubrir todo lo que aporta el deporte. Aunque la báscula refleje el mismo número, nuestro cuerpo y nuestra mente evolucionan con el ejercicio”.

Abril

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# P E R F E C T N E V E R

L A u R A C h A pA R R O

“ N O m E R E C E L A p E N A t R A t A R D E A L C A N Z A R L A p E R f E C C I ó N . m O s t R A R C ó m O R E A L m E N t E s O m O s , E N C A m b I O , N O s A y u D A A t O D A s “

Dos pasiones guían la vida de Laura Chaparro. Esta valenciana de 25 años es nutricionista de formación y está especializada en nutrición deportiva. Así que por un lado cuida su cuerpo -y el de los demás- diseñando dietas y degustando platos tan sanos como deliciosos. Y, casi tan importante, practica mucho deporte. Solo hay que echar un vistazo a su cuenta de Instagram donde alterna fotos de recetas saludables y muy apetecibles con imágenes de sus workouts, que no son pocos: “Creo que soy tan activa que todas mis aficiones tienen que ver con la actividad física”. Su tiempo libre lo reparte entre los entrenamientos de triatlón, que intercala con sesiones de BodyPump o BodyCombat en el gym. ¿Sus hobbies más tranquilos? El senderismo y el baile. Lo dicho, Laura no para.

Y empezó muy joven: “A los 6 años me inicié en la gimnasia rítmica, luego pasé al balonmano, que practiqué hasta los 21 años”. Tras esto, descubrió el reto que supone completar un triatlón y se enganchó: “Veo que avanzo, alcanzo mis retos, me fatigo menos”.

A pesar de su carácter “hiperactivo”, Laura afirma que con el deporte ha aprendido a tener constancia y paciencia: “Me ha enseñado a creer en mi trabajo, en que si me esfuerzo, tarde o temprano, llega la recompensa. También he aprendido a ser más disciplinada con mis tareas y mis horarios. Y, por supuesto, a trabajar en equipo y a respetar siempre a los demás”.

Ante todo, respeto y solidaridad entre nosotras

Pese a la camaradería y el respeto, Laura conoce las críticas vinculadas al físico que, por desgracia, son tan frecuentes en todas las mujeres: “Soy

una persona sensible y no puedo evitar que determinados comentarios me afecten”. Eso sí, con el tiempo ha aprendido a lidiar con las opiniones no solicitadas e incluso a darles la vuelta: “Conforme he ido creciendo, he tratado de gestionarlas de la mejor manera posible y sacar algo constructivo, si lo hay”.

Tiene claro que la solución no pasa por esconder nuestros pequeños defectos, al contrario: “Mostrarnos realmente cómo somos ayuda a nor-malizar las imperfecciones. Y eso es algo que nos va bien a todas. El ideal de perfección crea una visión injusta de la realidad. No existe y nunca lo vamos a alcanzar”, zanja con convicción. Al fin y al cabo, para Laura “la mujer perfecta es aquella que lucha por lo que quiere, que va a por todas sin importarle nada. Fuerte, segura de sí misma, que no se deja influenciar por el qué dirán”.

Entre todas, mejor Ante la llamada de Reebok para participar en este calendario, Laura Chaparro “no podría estar más contenta”, sobre todo porque cree en los objetivos del movimiento #PerfectNever. “Es una muestra de gran compromiso que una marca importante apueste por aportar realismo y sensatez a este mundo. Me siento orgullosa de formar parte de esta iniciativa, colaborar en trasmitir la idea de que la mujer es fuerte y luchadora, a pesar de las circunstancias que cada una tengamos en nuestra vida”. Y para superar complejos, esta apasionada de la actividad física apuesta por la solidaridad femenina: “No hay que ser egoístas. Las mujeres debemos apoyarnos las unas a las otras. Potenciar lo bueno de la otra persona, ofrecer ayuda, pero también dejarnos ayudar cuando lo necesitamos”. Un buen consejo, sin duda.

Mayo

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L A R A m A s E g O s A SL JM V DX

# P E R F E C T N E V E R

L A R A m A s E g O s A

“ L A p E R f E C C I ó N N O p u E D E s E R u N A m E t A . E L O b j E t I v O D E b E s E R E s t A R A g u s t O C O N u N A m I s m A y q u E R E R s E m u C h O “

Quizá el nombre de Lara Masegosa no te suene demasiado. Pero si practicas CrossFit, es posible que la sigas en Instagram con su nombre “de guerra”: @lara_crossfit. Y es que esta barcelonesa ha hecho de esta modalidad de entreno su pasión, transmitiendo su entusiasmo y motivación dentro y fuera del box. Coach de CrossFit Lynx, en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), muestra en redes sociales no solo sus entrenamientos diarios, sino también cómo entrena a personas de todas las edades y condiciones físicas, disfrutando de su compañía y sus logros como si fueran propios.

Devota atleta de CrossFit, llegó al deporte huyendo de las críticas y la baja autoestima. “Sufrí el rechazo de mis compañeros de colegio, eso me provocó mucha inseguridad y una distorsión de mi imagen personal. Elegí el taekwondo a los 9 y lo practiqué durante 15 años. Crecí con su disciplina, esfuerzo y sacrificio. Y gané la batalla contra mí misma y los erróneos juicios ajenos”.

El deporte, un estilo de vida

El descubrimiento del CrossFit le devolvió la pasión y las ganas de entrenar: “Se convirtió en mi modo de vida, en lo que me hacía sentir única, especial. El lugar donde podía marcarme objetivos a corto plazo y conseguirlos”. Hoy en día es su modo de vida, algo más que una profesión: “Sigue llenando mis fines de semana y poniéndome los pelos de punta con las sensaciones que se viven en el box”. Pero sobre todo, valora que “hace que entre en contacto con personas maravillosas... ¡Podría escribir un libro sobre lo bien que me hace sentir el deporte!”.

Ese entusiasmo contagioso ha animado a muchas personas a probar esta disciplina o, simplemente, a ser más activas y perseguir ese bienestar físico y mental, “más allá de lo que muestra el espejo”. Con el bienestar personal y el “sentido de comunidad” que aporta el CrossFit, Lara tiene

claro que “la perfección nunca debe ser una meta”, ni en el deporte ni en ningún otro ámbito de la vida, porque al fin y al cabo “no existe”. Nuestro objetivo, mucho más alcanzable y saludable debe ser “sentirnos felices con nosotras mismas”.

La felicidad puede alcanzarse

Para Lara, “la mujer perfecta es una mujer que se siente capaz de todo y sonríe en cualquier circunstancia. Es una mujer feliz, activa, que se cuida por dentro y por fuera”. De hecho, no se identifica con los ideales físicos que marca la sociedad: “Me gusta cuidarme, pero como me dedico al deporte, salgo cada día con ropa deportiva y zapatillas. Y la verdad, no siento la necesidad de llevar tacones y minifalda para sentirme guapa”. Por su experiencia, “lo importante es conocer a la gente tal y como es, que te den la oportunidad de ser tú misma y ganarte a las personas por lo que eres realmente, por lo que aportas”.

Disfrutar de las imperfecciones

Precisamente porque siente que se da demasiada importancia a las apa-riencias, aplaude la iniciativa #PerfectNever, a la que se ha sumado con su habitual entusiasmo: “Me apasiona su propósito y llega en un momento clave. Las redes sociales se han convertido en un escaparate. Veo cómo toda una generación de chicas se pasa el día buscando el momento, la luz y el look perfecto, para subir una foto sin contenido que les dé cuántos más likes mejor”, apunta con espíritu crítico. “Ojalá #PerfectNever sirva para que dejen de esforzarse en estar perfectas de cara a la galería y disfruten más siendo ellas mismas, con todas sus imperfecciones”.

Junio

“ C u í D A t E pA R A s E N t I R t E f u E R t E , á g I L y D I s f R u t A R D E L A v I D A . N O pA R A pA R E C E R t E A O t R A p E R s O N A y D E j A R D E s E R t ú m I s m A” 17

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# P E R F E C T N E V E R

C R I s t I N A g ó m E Z

“ L A s m E j O R E s C O s A s E N L A v I D A s E C O N s I g u E N C O N E s f u E R Z O . N O s E p u E D E h A C E R t R A m pA s . N O h A y A t A j O s ”

Cristina Gómez rompe moldes, no solo por su musculado cuerpo que contrasta con su melena verde azulada y sus coletas, sino también por la sinceridad y honestidad con la que habla de su trayectoria vital. Nadie diría que esta barcelonesa, entrenadora personal y coach en CrossFit Gala, ha pasado momentos bajos, lidiando con una depresión que venció gracias al “esfuerzo y la perseverancia”, el descubrimiento del entrenamiento funcional y de un entrenador que creyó en ella y acabó siendo su marido.

Ni trampas ni atajos

Aunque tenga final feliz y suene a cuento de hadas, Cristina es una mujer fuerte y peleona alejada, física y mentalmente, de las lánguidas princesas que los protagonizan. “Ahora mismo lo que más practico es CrossFit y me peleo con la halterofilia. Pero me gusta mucho nadar y me encantan las carreras de obstáculos como la Reebok Spartan Race, que ya he corrido en tres ocasiones”. El deporte la ha acompañado desde pequeña, aunque lo abandonó durante lo que ella califica como un “periodo difícil, con depresión incluida, en el que apenas entrenaba, no tenía energía y cogí mucho peso”. El descubrimiento del entrenamiento funcional y los entrenamientos con cargas de peso le ayudó a “cambiar mi físico y mejorar mi autoestima”, todo a la vez.

De eso hace 5 años, y desde entonces no ha dejado de entrenar ni de buscar la mejora en todos los sentidos. “Mi afición, si se puede llamar así, es la formación continua. Siempre que puedo, asisto a cursos y talleres para mejorar en mi labor como entrenadora”. Y es que Cristina tiene claro que “las mejores cosas en la vida solo se consiguen con esfuerzo. No se puede hacer trampas. No hay atajos”.

Hasta que descubrió el CrossFit y conoció a su equipo, “una gente maravillosa que me entiende y me anima”, su determinación para “mover hierro y peso”, su espíritu competitivo y su casi inagotable capacidad de esfuerzo

fueron recibidos con no pocas críticas, “incluso de mis compañeros de profesión”. Una mujer fuerte sigue provocando rechazo en determinados ámbitos. “Solo escucho las críticas si son constructivas. Entonces proceso la información para sacar algo positivo”.

Un entorno amable

Los altibajos físicos y emocionales de su trayectoria, han forjado un ideal de perfección que poco tiene que ver con “la imagen idealizada y poco realista, frustrante que marca la sociedad en cada época. Siempre son cánones inalcanzables que han llevado a generaciones enteras de mujeres a sentirse frustradas pese a hacer cosas imposibles por alcanzarlo, desde los corsés de otras épocas a las dietas extremas o confiar en productos milagro de dudosa fiabilidad”.

Trabajar para ser una misma

Para Cristina se trata de cuidarse: “¡Pues claro! Pero para sentirse fuerte, ágil y disfrutar de la vida. No para dejar de ser ella misma y parecerse a otra persona”. El deporte, como ella cuenta con sencillez, la ha llevado a aceptarse mejor y a disfrutar más: “Soy una mujer fuerte en todos los sentidos: el back squat de 100 kilos me sirvió para subir a mi madre en brazos hasta un cuarto piso cuando se rompió el pie. El CrossFit me da energía para bailar con mi hija después de varios workouts”.

Esa personalidad desbordante la impulsó a querer participar en #PerfectNever “Me parece estupendo cualquier movimiento que ayude a las mujeres a darse cuenta de lo maravillosas que son. Esta iniciativa tiene muchísima fuerza. Tenemos que querernos a nosotras mismas, con nuestras virtudes e imperfecciones. Es lo que deseo para mi hija y para todas las mujeres”.

Julio

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“ N O t I E N E s E N t I D O t E N E R C O m O m E t A L A p E R f E C C I ó N . E s A g O t A D O R . p R E f I E R O m E D I R m E C O N m I g O m I s m A”

Si echas un vistazo al Instagram de Sarah Santiago pensarás que se apunta a todas las actividades deportivas. Si luego visitas su blog Fitness to Shine lo acabarás confirmando: no hay deporte que no le atraiga. Running, CrossFit, yoga, paddle surf y cualquier modalidad deportiva interesante o que esté de moda y sobre la que nos pueda informar. Esta canaria, ha conseguido convertir su pasión por el deporte en una profesión. Sarah es periodista y se ha especializado en temas de wellness y actividad física. “También doy rienda suelta a esa pasión en mi blog. Me gusta, desde el periodismo, ayudar a otras personas a cuidarse. Es una de mis mayores recompensas”, nos cuenta.

Sarah entrena cinco días a la semana “alternando running, ejercicios funcionales de alta intensidad y yoga. Aunque, dependiendo de la época, también me da por otros deportes”. La periodista canaria ha pasado por muchas fases en las que buscaba diferentes razones por las que entrenar: “Hago deporte desde que tengo memoria. Antes no me planteaba la razón por la que iba a nadar cada día. Con el tiempo, he visto que, por ejemplo, salir a correr me ayudaba a vencer el estrés, o que ir al gimnasio era bueno para mi forma física. Hoy en día, la actividad física forma parte de mí, es algo tan vital para mí como respirar”. Y es que los beneficios los siente a muchos niveles. Para empezar, ha forjado su disciplina, algo que aplica en su trabajo. También la ha ayudado a “sentirme bien en mi propia piel, cosa que se refleja en mi vida personal, sin duda”.

Ese sentimiento no ha evitado las críticas, que llegan en ocasiones a los comentarios de su blog: “Al parecer, estéticamente no doy el perfil de ‘chica fitness’. Si es una crítica argumentada, siempre contesto. Aunque tengo la suerte de que no me afecten, ¡hay que quererse por encima de todo!”. Por esa razón nunca se ha planteado aspirar a la perfección o a esa ‘chica fitness’ ideal de la que hablan los críticos. “Debe ser agotador. Prefiero medirme conmigo misma, irme a la cama orgullosa con el entrenamiento

del día que he hecho y que me acerca a mi próximo reto, de haber cuidado mi cuerpo como se merece... Mi meta es disfrutar a diario de algo tan grande como poner los pies en el suelo y moverme”.

Perseguir la perfección es agotador

Sarah cree que cada vez hay más mujeres que se cuestionan si la perfección merece nuestro tiempo y esfuerzo: “Somos más conscientes de que hemos estado mucho tiempo pendientes de cómo deberíamos ser y no cómo somos o cómo queremos ser. Para mí, la mujer perfecta es la que se muestra tal y como es, sin miedo a qué pensarán los demás”, y nos reta a todas a seguir este principio: “En el momento en que las mujeres empecemos a exponernos sin filtros, habremos ganado todas”.

Un debate sano y necesario

A Sarah, la iniciativa #PerfectNever de Reebok le parece “una genialidad. Hacía falta un movimiento que sirviera de altavoz a un tema que genera controversia, que empezara un sano debate al respecto. Es un diálogo”, continúa la periodista, “en el que todos estamos implicados. También los hombres”.

Y, para finalizar, nos deja con un consejo: “A cualquier mujer que se sienta frustrada por no verse como desea, le diría que se tome un minuto, se mire al espejo y piense en todo lo que sí es y sí puede hacer. Mi deseo es que dejemos de enumerar lo que nos falta y nos centremos en lo que tenemos aquí y ahora. Empecemos a creer en eso y lo demás vendrá solo”.

Agosto

“ ¿ L A s p I E R N A s m u s C u L A D A s N O s O N f E m E N I N A s ? p R E f I E R O C E N t R A R m E E N L O q u E s O N C A pA C E s D E h A C E R : C O R R E R , pA t I N A R , s u b I R m O N t A ñ A s “

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N u R I A N O v O A SL JM V DX

# P E R F E C T N E V E R

N u R I A N O v O A

“ L A m u j E R p E R f E C t A s E v A L O R A p O R L O q u E E s C A pA Z D E h A C E R E N C u A L q u I E R á R E A D E s u v I D A . y N O p O R s u A s p E C t O f í s I C O ”

Nuria Novoa descubrió que la vida podía ir sobre ruedas cuando, a los 7 años, se calzó sus primeros patines. Tras practicar patinaje artístico durante varios años, con la adolescencia llegó el deseo de practicar un deporte de equipo y descubrió el hockey sobre patines. Más de 10 años después, su trabajo como enfermera de urgencias no le ha impedido entrenar y llegar muy lejos en este deporte: “Juego en la máxima división nacional femenina -Ok Liga- y en las filas del Hockey Club Liceo en A Coruña, un club grande con mucha historia”.

Aunque parece que con esos logros no se puede exprimir más el tiempo, Nuria no se detiene ahí: “Combino mis entrenamientos con el CrossFit y en verano, cuando termina la liga de hockey, aprovecho para participar en alguna competición nacional de CrossFit por equipos”. ¿Quién dijo que no había tiempo para todo? Además de cuidar de los pacientes en el hospital, mantiene en forma a los clientes del box CrossFit L61, en Narón, donde es coach. “Me encanta mi trabajo, siempre me ha gustado el trato cercano con la gente y poder ayudar a mejorar la salud de los demás”, objetivos que consigue en ambos trabajos.

Nuria cuenta que la motivación es importante a la hora de combinar todas las actividades. “Cuando empecé con el deporte buscaba divertirme, simplemente. Con el tiempo he descubierto mi potencial, que me motiva a entrenar cada día, tratar de mejorar, ser más fuerte, superar nuevos retos... Quiero ver hasta dónde puedo llegar”.

Las piernas bonitas no llegan tan lejos

Nuria parece todo determinación. Sin embargo, en algún momento, las críticas ajenas casi la hacen abandonar su espléndida carrera en el hockey. “Pensé en dejar de patinar para conseguir que mis piernas fueran más

delgadas, menos musculosas, para que se afinaran y encajaran en el ideal femenino y, de paso, en las tallas de la ropa. Comentarios del tipo ‘tener músculos no es femenino’, ‘no lleves pantalones ajustados’ y despropósitos por el estilo llegaron a hacerme sentir muy insegura con mi cuerpo”. Afortunadamente, tomó la decisión correcta: ignorar los comentarios y seguir entrenando. “Si no, hoy no estaría donde estoy, jugando en una liga profesional. Pero siento que constantemente tengo que dar explicaciones sobre mi apariencia, sobre el camino que he elegido y que hace que tenga estos músculos”.

Musculosa, orgullosa y feliz

Frente a las críticas sobre cómo son sus piernas, ella se centra en todo lo que pueden hacer: “¡Las adoro! Pueden patinar, correr por la montaña, subir escaleras, resistir horas y horas por los pasillos del hospital…”. Por eso, cuando le preguntamos sobre su ideal de perfección, Nuria propone ir más allá de las apariencias y concentrarse en todo lo que nos permite hacer nuestro cuerpo, independientemente de su aspecto y volumen. “Tenemos que cultivar nuestro cuerpo porque es el único que vamos a tener en nuestra vida, es nuestro templo. Le debemos sacar tiempo para ejercitarlo y cuidarlo”, para que nos permita hacer todo lo que nos proponemos en la vida, “no porque queramos cambiarlo o no encaje en lo que exige la sociedad”.

Esta enfermera gallega está entusiasmada con poder formar parte de la iniciativa #PerfectNever. “Me encanta el mensaje que transmite: todas somos distintas y únicas. Además, mostrar públicamente que hay mujeres con cuerpos muy diferentes que se sienten orgullosas y felices de ello, puede ayudar a tomar conciencia a todas aquellas otras mujeres que se sienten frustradas por no encajar en el ‘molde’ de perfección, de que su cuerpo es tan valioso como cualquier otro”.

Septiembre

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N A t A L I A g A R C í A SL JM V DX

# P E R F E C T N E V E R

N A t A L I A g A R C í A

“ L A g I m N A s I A m E h A E N s E ñ A D O A N O R E N D I R m E , A t R A b A j A R p O R s u p E R A R m E D í A A D í A . s O N v A L O R E s q u E m E A C O m pA ñ A N s I E m p R E “

Se podría decir que a Natalia el deporte le corre por las venas. Y es que su abuela materna, procedente de la desaparecida Unión Soviética, compitió en gimnasia acrobática, una afición que también heredó la madre de Natalia, que practicó gimnasia rítmica. A los 5 años descubrió la pasión familiar de la mano de su madre -“vimos juntas el mundial de gimnasia rítmica por televisión”- y sintió la llamada de esta estética modalidad deportiva.

Una pasión innataA esa edad ingresó en el Club Muntanyenc de Sant Cugat y sustituyó los juguetes propios de su edad por los elementos de gimnasia rítmica: las mazas, la pelota, las cintas, el aro. “Ya desde pequeña se convirtió en mi vida. Me aportaba muchísima felicidad. Avanzaba rápido físicamente y eso me motivaba para seguir aprendiendo”. La pasión y motivación le abrió las puertas del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona) a los 9 años. Ese es su hogar desde entonces, donde vive y entrena 7 horas diarias junto al resto de integrantes de la selección española, codo con codo con su admirada Almudena Cid. Con los años, se ha convertido en una de nuestras gimnastas más prometedoras. Está viviendo su sueño y quiere exprimirlo al máximo: “Quiero alcanzar lo más alto a lo que puedo llegar en este deporte. Veo que tengo posibilidades y no quiero dejarlo escapar”.

Selectiva con las críticas

Como gimnasta de élite, la presión tanto por la ejecución de sus ejercicios como por su estado físico es mayúscula. Natalia se muestra humilde ante las críticas, aunque solo acepta aquellas que pueden ayudarla a mejorar: “Recibo muchísimas, incluso de mí misma. Siempre trato de analizar de

quién proceden. Si es constructiva, la escucho e intento aplicarla si me sirve para perfeccionar mi técnica”. Aunque hay otras menos “expertas”: “La gimnasia rítmica se realiza ante mucho público. La gente opina y, la verdad, es completamente libre de hacerlo. Yo trato siempre de dar el máximo en cada ejercicio, y si no lo consigo... Creo que es mejor concentrarme en las correcciones de mi equipo técnico”.

Mejor única que perfecta

Quizá por ese entorno cargado de presión, Natalia es muy consciente de que no todo depende del trabajo físico, igual de importante es atender el aspecto mental: “Una mujer perfecta es aquella que además de cuidarse físicamente, cuida su mente. La que se conoce a sí misma y sabe que tiene algo diferente y lo potencia, que es única y bella por fuera y por dentro, que es lo más importante”. Y es que algunos de los valores de Natalia García sobre el tapiz son precisamente su capacidad expresiva y su creatividad. Además de esforzarse por la calidad técnica de sus ejercicios, se preocupa de aportar un sello único, lo que ella llama “un carisma, un estilo propio”. Esa voluntad expresiva, unida a su humildad y simpatía, le ha granjeado la admiración de miles de aficionados a la gimnasia que la siguen y apoyan tanto en las competiciones como a través de las redes sociales.

La voluntad de ser ella misma la acompaña también fuera del tapiz. “Intento ser yo misma siempre. Me paso 7 horas al día entrenando y me da igual si voy en chándal o sin maquillaje. Mi entrenamiento es lo primero”. Esa es una de las razones por las que Natalia se ha sumado al movimiento #PerfectNever: “Nos ayudará a quitarle importancia a las imperfecciones y a mostrarnos tal y como somos, a evitar los estereotipos que nos limitan”.

Octubre

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# P E R F E C T N E V E R

m A R I A N E L A s A N D O v A R E s

“ p E R f E C C I ó N E s m I R A R t E A L E s p E j O y q u E R E R t E . v E R u N A m u j E R C O N O b j E t I v O s y g A N A s D E h A C E R C O s A s ”

Argentina afincada en Barcelona desde hace más de una década, Marianela cuenta que su perfil de Instagram y su inspirador blog quieren ser algo así como un diario de su práctica deportiva, o como ella la llama su “deportito”. El diminutivo viene porque “ser mamá no permite tanto tiempo libre, aunque siempre que lo encuentro lo dedico a cuidarme”. Bueno, por eso y porque no es momento de entrenamientos muy duros, ya que Marianela está embarazada de siete meses. Pronto su hijo de 9 años tendrá un hermano.

Esa feliz circunstancia no impide que esta logopeda de formación practique deporte con tanta constancia como moderación: “Actualmente hago deporte 5 veces a la semana, incluso 6. Pero todo más moderado: nadar, caminatas intensas, también tengo una tabla para la sala de musculación que la llevo a rajatabla”.

Para Marianela, la actividad física tiene poco que ver con el aspecto que tiene y mucho con lo que pasa en su cabeza. “En la práctica deportiva busco siempre conectar conmigo misma. Es el único momento en el que puedo desconectar de todo lo demás y puedo dedicarme a pensar, a reflexionar sobre cosas que quiero hacer, sobre cuestiones personales, sobre objetivos vitales”. Ese tiempo tiene una propina de bienestar físico: “además me da endorfinas que hacen que me sienta mejor y me ayuda a mantenerme en forma”. ¿Qué más se puede pedir?

Compartir experiencias y dar ejemplo

A Marianela le gusta pensar que, además de proporcionarle esa merecida pausa, el deporte también sirve como ejemplo para que su hijo, en el futuro, valore la importancia de llevar una vida sana y mantenerse activo. Y parece que se está convirtiendo en toda una referencia también fuera de su casa:

“Mis amigas, compañeros de trabajo, las madres del cole, e incluso los vecinos me piden consejos para tener más fuerza de voluntad. Hasta tengo un grupo de whatsapp donde la gente me pregunta sobre temas de alimentación y actividad física... ¡Ni que fuera una gurú!”, explica divertida.

Pese a haberse convertido en un modelo a seguir en su entorno, Marianela ha recibido críticas precisamente por “hacer demasiado”: “Me dicen que si salgo a caminar mucho, que si practico demasiado deporte... No hago mucho caso a este tipo de comentarios”.

Como para Marianela son más importantes los beneficios mentales del deporte que los que tienen un impacto sobre la apariencia física, no se siente oprimida por un ideal de perfección: “Las mujeres tenemos que aceptar nuestras imperfecciones y amarlas. Si no buscas la perfección, puedes centrarte en objetivos más reales. Eso es lo que yo encontré en el deporte: empuje y firmeza en todos los aspectos”. De hecho, su punto de vista no podría ser más amplio: “Para mí, perfección es mirarte al espejo, encontrarte y quererte. Mirar tu pasado y amarlo. Mirarte y ver una mujer con objetivos, con ganas de hacer cosas... Esa es la mujer perfecta”.

Identificación instantánea con #PerfectNever

“Me vi reflejada al instante en el movimiento”, nos cuenta Marianela, que cree que formando parte de #PerfectNever podría representar a las madres que “por ser mamás, no dejamos de ser activas” e invitarlas a encontrar momentos para cuidarse y mantenerse en forma. Por último, nos ofrece un consejo: “Tenemos que concentrarnos en propósitos más reales que la perfección, como el bienestar, la plenitud o la buena energía”.

Noviembre

“ N u E s t R A s I m p E R f E C C I O N E s , j u N t O C O N N u E s t R A sC u A L I D A D E s , N O s D E f I N E N . N O t I E N E s E N t I D O E s C O N D E R u N A pA R t E D E L O q u E s O y “

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v I K I K A C O s t A SL JM V DX

# P E R F E C T N E V E R

v I K I K A C O s t A

“ N O m E p R E O C u pA g u s t A R A t O D O E L m u N D O , m E L L E v A R í A D E m A s I A D O E s f u E R Z O . p R E f I E R O D E D I C A R L O A E N t R E N A R y m E j O R A R C A D A D í A“

¿Quién teme a la sala de pesas? ¿Y al deporte de competición siendo apenas una niña? ¿Y a comerse una deliciosa pizza sin remordimientos? Pocas mujeres son capaces de responder un “yo no” rotundo a esas preguntas. Eso sí, solo entre ellas hay una que, además, se ha propuesto inspirar y ayudar a mejorar los hábitos de salud de miles de personas cada día. Foto a foto. Plato a plato. Entrenamiento a entrenamiento.

Ella es Vikika Costa, referente del fitness en redes sociales, atleta tenaz y disciplinada que se niega en redondo a limitar su vida con ideas precon-cebidas sobre qué disciplinas y entrenamientos son aptos para mujeres -todos, si le preguntáis a ella-.

Deportista desde que tenía apenas 3 años, fue subcampeona de vóley en la adolescencia y, a los 15 años, descubrió su auténtica pasión: el fitness. Se adentró en un gimnasio -necesitó una autorización firmada por su padre- empezó a levantar pesas y ya no hubo vuelta atrás.

Ellas también levantan pesas

Primer tabú que vuela por los aires con Vikika Costa: “las chicas no levantan pesas”. Afortunadamente, con ejemplos como el suyo, ese prejuicio está cambiando: “Cada vez hay más mujeres que se atreven a entrar en la zona de peso libre, ¡y hacen bien!”.

Y es que Vikika no comulga en absoluto con los dictados de la sociedad, especialmente en cuanto al físico se refiere: “Lo que la sociedad intenta transmitirnos como perfección no es más que Photoshop y maquillaje. Es imposible parecerse a las modelos de las portadas de las revistas porque ni siquiera ellas son así en realidad. Creo que deberíamos establecer unos cánones distintos, basados en términos reales y valores diferentes. Además, las imperfecciones forman parte de lo que somos. ¿Por qué esconder quién eres? Cuando te aceptas a ti mismo, aprendes a quererte... Y ya no necesitas esconder nada”.

Tras estudiar Administración de empresas, y con la ayuda de su socio Juan Jesús Esteban, se ha propuesto ayudar a miles de seguidoras a ponerse en forma en positivo, sin prisa pero sin pausa, introduciendo pequeños cambios cada día que acaban por crear nuevos hábitos. Esto lo consigue ya sea desde el blog de recetas FitFoodMarket o sus canales de Instagram y Youtube, donde podemos ver sus sesiones diarias, grabadas en el gimnasio, sin trampas ni filtros: “Queremos animar a todo el mundo a descubrir una mejor versión de ellos mismos y conseguirla gracias a una alimentación saludable y al ejercicio físico”.

Una mejor versión de nosotros mismos

Ese yo mejorado que no lo define ni la báscula ni la talla, ni el maquillaje ni el color de pelo. “Para mí, una mujer perfecta es una mujer segura de sí misma, capaz de aceptar sus errores, aprender de ellos y utilizarlos para ser mejor cada día. En definitiva, una mujer que lleve las riendas de su vida”.

¡La perfección es una pérdida de tiempo!

No es de extrañar que forme parte del movimiento #PerfectNever de Reebok: “Con tan solo dos palabras, #PerfectNever expresa tantísimas cosas: es un movimiento que puede acabar con nuestros miedos, fomentar que nos queramos un poco más, promover el respeto y la aceptación de una misma... completamente al margen de modelos inalcanzables. Me parecen valores fundamentales para crecer como mujer y como persona”.

Al fin y al cabo, la perfección es un concepto esquivo, sujeto a infinitas interpretaciones, una cárcel mental que debemos esquivar para concen-trarnos en lo realmente importante: “Preocuparme por alcanzarla, me llevaría demasiado tiempo y energía. Prefiero dedicar ese esfuerzo a entrenar y mejorar”.

Diciembre

“ N A D I E E s p E R f E C t O . A s p I R A R A s E R ú N I C A s t I E N E m á s s E N t I D O q u E b u s C A R L A p E R f E C C I ó N ”

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# P E R F E C T N E V E R

m A R t A E s C A L A N t E

“ L A s C R í t I C A s D u E L E N p E R O h A y q u E A p R E N D E R A I g N O R A R L A s y A C E p t A R N O s t A L y C O m O s O m O s ”

A través de su blog Hola Cuore y de su cuenta de Instagram, Marta Escalante trata de inspirar y motivar a sus seguidoras en dos áreas que le han apasio-nado desde niña. Por un lado, la moda -se autodenomina una fashion lover- y por otro, el deporte. Durante su infancia practicó gimnasia rítmica, que pasó a compaginar con el esquí alpino, del que llegó a ser monitora de alto rendimiento. “Son deportes totalmente opuestos, por eso me encantaban. Con ambos perseguía los mismos objetivos: diversión y constancia”.

Responsabilidad de todos

Aunque ahora cuenta con miles de seguidoras que la admiran y respetan, Marta Escalante no es ajena a las críticas por su físico. “¡Buf! Las he recibido desde niña. ¡Me han dicho de todo! Y dolía mucho, sobre todo cuando era pequeña y no tenía confianza en mí misma ni podía protegerme de ellas”.

Tanto es así, que se siente muy sensibilizada con la cuestión del bullying y la autoestima en la infancia, no en vano, ha ejercido de profesora de educación física en varias escuelas durante más de una década. “El problema ha ido a más con el tiempo. A través de las redes sociales los niños están expuestos a más información, a imágenes con unos cánones de belleza muy limitados. Como sociedad, debemos trabajar juntos en fomentar el respeto”.

Marta reconoce que ha recorrido un largo camino para convivir con las críticas: “La verdad es que duelen. Aunque cada vez me resulta más fácil ignorar a las personas que no tienen tacto y pueden herir a los demás. También he aprendido a aceptarme tal y como soy”.

Está claro que no se amedrenta ante las dificultades. De hecho, ha participado en cuatro ediciones de la carrera de obstáculos más dura del mundo, la Reebok Spartan Race, la última en el Campeonato Mundial celebrado en Lake Tahoe (California, Estados Unidos).

Un ejercicio titánico de superación

Nada menos que 25 km de carrera sobre terreno accidentado y enfangado con más de 30 obstáculos que incluyen escalar muros resbaladizos, trepar cuerdas, cargar con pesados sacos o arrastrarse bajo alambradas, para acabar saltando sobre las llamas en la línea de meta. “Superar esta prueba me demostró que todos los sueños y metas que te propongas pueden conseguirse, con mucho esfuerzo y el apoyo de la gente que te quiere”. Y es que para enfrentarse a la Reebok Spartan Race, Marta se sometió a 6 meses de intenso entrenamiento: “Cada kilómetro superado fue una victoria, un gran trabajo y una gran alegría para llegar hasta el final”.

¡Viva la imperfección! Marta dice estar viviendo un sueño, “algo que no hubiera imaginado jamás”. Si “las mujeres imperfectas” como ella, lo consiguen... ¿quién necesita la perfección? De hecho, es una idea que no le interesa y que, según esta barcelonesa, va a la baja. “Cada vez aceptamos mejor las imperfecciones, nos atraen más las historias reales. Por eso #PerfectNever es una idea increíble” que, como ella, “intenta ayudar a las mujeres a encontrar la motivación... ¡Viva las mujeres imperfectas que ayudan a crear un mundo perfecto!”.