BI BLTOTECA

102
BI BLTOTECA DIAIGIDA POR HUGO O. BARElAGELATA , J. E. RODO tP1STOLAR10 COll dos notas prcliminares <le ] I {' ,; o D. Ii. \ n B.\ (; EL .\ T .. \ li 1 'enta E'íclIlSiïi{[ : AGENCIA GENERAL DE L1BRERiA PARIS. j. rue de Lille .:- -:. HVE;\;OS·AIIŒS. Rivadavia 15jt II

Transcript of BI BLTOTECA

Page 1: BI BLTOTECA

BI BLTOTECA

DIAIGIDA POR

HUGO O. BARElAGELATA

,J. E. RODO

tP1STOLAR10COll dos notas prcliminares <le

] I {' ,;o D. Ii. \ n B.\ (; EL .\ T ..\

li1 'enta E'íclIlSiïi{[ :

AGENCIA GENERAL DE L1BRERiA

PARIS. j. rue de Lille .:- -:.HVE;\;OS·AIIŒS. Rivadavia 15jt

II

Page 2: BI BLTOTECA

tP1STOLAR10Con dos notas preliminares de

H U GoD. B A R BAG E L A T A

Page 3: BI BLTOTECA

A Manuel BARTHOLDquien inmortalizó en la tela

la figura del Maestro.

Page 4: BI BLTOTECA

ADVERTENCIA PRELIMINARNo incurriremos en el error de escribir una

biografia más de Rodó.Nos concretaremos, pues, a dar la traducción

de una nota a la que el propio autor de ({Ariel "se refiere en varias de sus cartas y que debióser entregada a la Maison de la Presse. endonde se proporcionaban datos a los periódicosparisicnses sobre los personajcs que cn pIcnaguerra eu.ropea venían a Francia.

Crecmos inútil añadir que las cartas quc vana leerse son todas auténticas y quc sólo en lasdel señor Piquet han sido suprimidas, por 511

dueño, ~Igunas alusiones pollticas y frases quele conciernen directamente. No hemos crcldohacer lo mismo con aquellas cuyos originalesconservamos y en las que se emitc más dc unaopinión política que, quizá,. algunos hallaránfuera de lugar. En todo caso, advertimos quenuestra justificada indiscreción no ticne ningúnorigen mezquino, sino el muy sagrado de serfieles en todo a la memoria del querido maestroy amigo.

El Ef'ISTOL/1RIO que hoy damos a luz esrelativamente completo, no porque en él se re-cojan todas las cartas que mandó Rodó a suscolegas sino porque ellas, inéditas en gran par-te, lo presentan bajo distintos aspectos, a cualmás valioso y atrayente. No ha llegado aún l:thora de reproducir las afectuosas carillas fami·liar<'s que el hijo amantísimo remitió, con re-gularidad, desde Italia, a su anciana madre. Aésas, el tiempo les dará el interés que ya tienenJas del remiIlete con el que JIOY obsequiamos alos lectores de nuestra Biblioteca.

Hugo D. BARGAGELAT.o\.

Paris, 192.l.

Page 5: BI BLTOTECA

Un Huésped eminente

lJ.José Enrique Rodó nació en Montevideo

(República del Uruguay) en 1872.En edad temprana, se mostró erudito y hucn

apreciador de la literatura española y de la-rancesa.

Sin embargo, él empezó a hacerse conocer ena América Latina sólo a partir de 1895, a partir.je la fundaci.;n de la " Revista Nacional de Li-.cratura y Ciencias Sociales ", de la que fué unole sus redactores.

La publicación de su primcr libro, A riel ([goo)c.nsagró su fama. Desde entonces, su r!'nom-b-c fue creciendo cada vez más y sus otrasOJras: Liberalismo y Jacubinismo (1906), M vti-¡'.IS Je Proteo (¡90l)) Y El Mirador de Prrjspero(')1.1) lo prodamaron Maestro de uno a otroeXremo del NUGvo Continente.

i'scritor que sahe unir hl profundidad delpen.ümiento a la elegancia de un estilo hoy sinpar n su Continente, Jose Enrique Rodó cul-tiva l'la prosa que podda llamarse renalliana yque h. hecho escuela entre sus compatriotas_

La bwrra europea lo sorprendió cuando pre-paraha 'aslos proyecto!' de viajes en la Europaque él Cnoce tan bien teóricamente. V aunquer'on poc;'voc3ciiÍn por el periodismo, h:.l acep-tado ven a visitarnos como corrc:-;ponsal deguerra de na reviste de Buenos Aires.AI obrar

Page 6: BI BLTOTECA

o JV~ ~t:tl~e KVUU, - ... ,--

asi no hace más que continuar la propagandaaliadófila, que empezó valíente~te en Mon-tevideo en diatiosy revistas, lo mismo que enconferencias a las·· queïnfuodió brillo con 'suprestigio.

Ex prof~sor de W~~tUfa.de la Universidad.de MontevIdeo, ex pnmer presidente de la Aso-ciación de la Prensa de su· país y ex diputado,el Sr. Rodó es miembro de varios centros iote-·lectuales latinoamericanos. y miembro corres-pondiente de la Real ACademia Española de l~Lengua.

En una palabra, como ya atgÜien lo ha dichd··aquí, en la prensa, ". José Enrique Rcidó es unode los más magnificos espfritus, no sólo de la.América latina sino del mundo (I) ".

Maneja de muy persOnal manera la lengutespañola, a la que -. cual lo hiciera en el vers,')el malogrado poeta Rubén Darío - ha dado umflexibilidad y una elegancia desconocidas)" qœla acercan a la prosa de nuestros más fuertct.escritores.

Ho D. B,··Paris, 1916.

I!

í

/j

IFore~t, en el diario « ~ Mati'

Page 7: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO

Carta al Director de la revl.ta• LA CARCAJADA.

9

Sr. Pedro \V. Bcrmúdez Acevedo.:\migo de mi aprecio: Empezare por confesa:

a Vd. que de todas las cartas que recuerdo ha-ber recibido en mi vida, la que Vd. ha tenido I""amabilidad de dirigirme, es acaso la que me hapuesto en mayor perplejidad. Expone Vd. enella su deseo de que a la caricatura que se pro-pone dar de mí en SlI jovial e interesante CAH-C\JADA, ~iCompailC algo escrito por mí mismo 'i

que se p~!rezca lo más posible a una autobio-¡:rafí(l. Mi perplejidad empezó al Begar en sucarta a esta palabra, que Ici varias veces, res-tregándome otras tantas lo~ojos por si habíaleído mal. - t. CÓmo haría yo para satisfacer~u pedido sin limitarme a enviar a Vd. mi par-tida de nacimicnto ni recurrir al expediente deinventarme una nm'ela de e\'enturas, y cómocontestar, por otra parte, a su amabilidad, conel desaire de una absoluta negativa?

Si yo quisiera aprovechar la oportunidad pa~l'a hacer una frase, y para dec1ararme, al misrn{J1icmpo, lihre cie responsabilidad en el hecho deno encontrar en mi vida nada que merezca serohjeto de una revelación m<Ís o menos intere-~ante \1 oportuna, adoptaría la solución de pa~radiar en esta carta un dicho famoso. - El.poeta de las Orientales clecía una vez a sus crí-ticos: (( No ml' habléi.s cie lo que hubiera podidohacer, sino de lo que he hecho. » Volviendo lafrase del revc's v .acomodándola a las exig-en-cias de situación; r'o, con igual énfasis, le diría.« N o ne preg'unte 'Vd. por lo que he hecho, sino

Page 8: BI BLTOTECA

10 JOSÉ ENRJQUE ROD6

~./

por lo que hubiera podi4o hacer. » - TodOji losBouvard y todos los Pecuchet dei mundo se re-servan el derecho de pensar que ellos hubiéranpodido ser unos grandes hombres, si hubierannacido en tiempos menos difíciles y prosaicosque los que les han tocado en suerte. Cada pa·cífico burgués es libre de declararse atormen-tado por la nostalgia de Grecia, ni más ni me-nos que Enrique Heine o Alfredo de Musset,con la segura convicción de que, si hubiera vi-vido en tiempQs de Pericl~, hubiera sido unSófocles o un Fidias.

Dado, pues, que en punto a los aconteci-mientos narrables e interesantes de mi vida,sólo podria satisfacer decorosamente su curio-sidad con esa dis<¡1lpavanidosa de no tenerlos,t.odavía me quedatla el camino de referirme enmis informaciones, no a la vida de los hechos,a la vida exterior, sino a la vida íntima, y darlefiel y exact.a cuenta de mis cualidades, de misdefectos, de mis cavilaciones, de mis pareceresy mis gustos.

Pero ¿ qué quiere Vd? este género de subjeti-vismo, que me parece tolerable, y aun delicioso,en labios de los poetas, antójaseme ridículo opedantesco cuando se le da por envoltura eltejido ordinario de la prosa.

Xo me propongo negar que las confesiones,las memorias, los diarios, - todos esos génerosde literatura intima ql,1etan mal le parecen aMr. Brunetière, el antipático y discretísimocensor literario de la Re'vista de ambos mundos_ sean, seg-ún alguien ha dicho, delicado man-jar, muy gustado por los sibaritas del entendí-miento. Pero si los tengo por tal, es solo a con-

Page 9: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO I I

dición de que procedan de quienes Jle\'en dentro.o hayan realizado en su vida, algo que merezcala pena de ser sabido de los otros, y a condi-ción también de ser absolumente sinceros,ferozmente sinceros, con aquel grado de since-ridad que acaso no es legítimo ni razonable pe-dir sino al que escribe memorias, que no han dedarse a la pt:blicidad mientras el autor perte-nezca al munùo de los vivos.

No me pan~ce odioso el yo com(, a Pascal: loque me parcce odioso es el falso 'YO de las con-fesiones amañadas pensando en el efecto yaùoptando la pose más conducente al visiblefin de interesar como los Credos de ópera, he-chos para ser cantados ante el público de losteatros.

Creo, pues, en el interés de las confidenciasliterarias, cuando ellas son ing-enuas y cuandonos guían por los verÎcuetos de un espíritu cs-co¡;ido; no me parece que se pierda el tiemporcfistoleando y sutilizando, con la porfía de unAmici, en los propios pensares de pensares,cuando esto se haec con sagacidad y con gracia;pero me causa horror pensar en lo que podríallegar a ser este género de literatura personalel dia en qee se la declarara puerto franco vfuera fácilmente accesible para las tentacionesde la tontería.

¿ Cuál es, pues, el medio que me queda porensayar para complacerle?

,\un podríamos salir del paso, planteandoVd. y contestando yo uno de esos cuestiona-rios inocentes, en los que la indiscreción se ¡i-mita a averiguar del interpelado cuál es su co-lor favorito. cuál es la flor y ci manjar que más

Page 10: BI BLTOTECA

12 JOSÉ ENRIQUE RODÓ

le gustan, en qué pais -descaria habitar, quéautor es el de su predilección, etc., etc. Perocomo de todas las maneras que pueden indearsepara hablar de si mismo, ésta me parece la mástonta, renuncio a aprovechada como la soluciónde mis dudas y la reservo para cuando haya de

. llenar una página de álbum.En suma: que por esta vez se queda Vd. sin

autobiografía, ni confesión, ni prosa confiden-cial o subjetiva, ni cosa que 10 valga, ya que nohallo camino de cumplir de razonable maneralos deseos de Vd.

Otra razón, justificativa de mi excusa, se meocurre, para el caso de que me resolViera a pasarpor alto las dificultades de alguno de esos me-dios de complacerle. Y es elÍa que, aun dandopor cierto que yo no merezca figurar en la cate-goría de vulgo literario, ¿ sería éste guficientemotivo para que alguien encontrara interés en10 que yo me arrojara a decir de mí?

Piense Vd. en que abundan las gentes paraquienes nuestra afición a ocuparnos en asuntosde literatura significa sólo un pasatiempo, unentretenimiento inofensivo; una manera de lle-nar los ratos de ocio, comparable al billar, alajedrez, al juego de damas, o a la, resoluciónde charadas o logogrifos. Escribir bien es, pues,una habilidad que en concepto de muchas gen-tes doctas y serias, y aunqu( ellas no lo digan,no debe de exceder en mucho a la que cabe de-mostrar aplicándose a cualquiera de esos jue-gos. Y yo todavia no sé que, por voraces e in-saciables que sean la curiosidad y el espirituinvestigador de nuestra época, por increiblesque sean los extremos a que haya llevado esa

Page 11: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO ' 13

universal mania de la información que Pom-peyo Gener clasifica cntre las grandes neurosiscontemporáneas, ellos hayan llegado nuncahasta pedir que sean sometidos a una inten.iew,para ohtener la revelación de sus cosas íntimas,un ajedrecista distinguido, un hábil aficionadoà juegos de ingenio, o un buen jugador de ca-ramholas.

¿ No le parece a Vd., amigo mío, que contodo lo dicho se halla suficientemente justifi-cada mi excusaciÔn y que debe Vd. perdonadacon su hahitual y generosa benevolencia? Encaso necesario puede Vd. hacer uso de estacarta, presentándola como una prosaica imita-ción del 50nl'to de Violante, I'n la que se tratade los medios de escribir una autobiografía yse concluye por no adoptar ninguno.

Deseo á LA CARCAJADA la resonancia y la du-racic'lI1inextinguible del reir de los dioses; yme suscribo de Vd. afectlsimo colega y amigo.

Montevideo. Enero de 1897.José Enrique Rodó.

Cartas al Señor.don Ant1mio Rubió y lIuch

Montevideo, S de Marzo de 1898.

Sr. D. AntO Rubió y LluchBarcelona.

Muy estimado señor mío:Con verdadero placer contesto a su afectuosa

y muy benévola carta de fecha ï de Febrero.

Page 12: BI BLTOTECA

14 JOSÉ ENRIQUE RODÓ

Es para mí un honor el generoso juicio que enella' formula sobre mí primer opúsculo literario,y puede Vd. creer que agradezco y aprecio entodo lo que vale tan bondadoso estimulo.

Con el vivo deseo de que este primer cambiode cartas sea el comienzo de una estrecha amis-tad intelectual entre nosotros, me es grato en-viarle, por este mismo correo, varios artículospublicados en diversas fechas por mi, sobre te-mas literarios que pueden interesarle, haciendovotos para que ellos encuentren a Ud. tan pre-dispuesto a la benevolencia como el folleto quele envié.

Hace algún tiempo que trabajo por estrecharlos lazos de fraternidad moral e intelectual quedeben unir a los pueblos de América con Es-paña, y en esa tarea deho estímulos muy valio-sos a escritores de la significaci6n de Clarín.Rafael Altamira y Salvador Rueda, a cuyosilustres nombres agrego complacido el de Ud.

Téngame a su completa disposición en cuantopueda serie útil, y muy especialmente para lasinformaciones o datos que necesite en lo rela-tivo a letras americanas, y crea en la alta estimaliteraria y personal que le profesa su affmo.amigo.

~ontevidco, 14 de Abril de 1899.

Con gran retardo, en parte disculpable porlas atenciones que me han asediado en los últi-mos meses. contesto a su atenta esquela y leenvío mis más atentos agradecimientos por elobsequio de su galbrda cpistola, que he leidocon el m¡\s vivo placer.

A pesar de mi origen catalán, s610 medlana-

Page 13: BI BLTOTECA

EPlSTOLARIO 15

mente poseo csc yaronil idioma; pero suplicndotal deficiencia con una verdadera atenciónpuesta en la lectura, he podido apreciar susvcrsos suficientemente para que. la buena im-presión que le manifiesto no sea una simple fór-mula dc cortesía.

Gustoso aprovecho la oportunidnd para en-- viade mi. último folleto consagrado a estudiar

la personalidad literaria de nuestro amig-o Ru-bén Dado. Hago votos para que este nuevotrabajo encuentre a Ud. tan predispuesto a labencvolencia como el que ya tuvc cI gusto deremitirle.

Montevideo, Marzo 20 de 11)00.

Al cnviarle un ejemplar de mi « Ariel ", re-cién salido a luz, no quiero desaprovechar laocasión que se me ofrece de rcnovade mis sen-timientos de amistad y expresarle mis sincerosvotos por su felicidad en cI nuevo año.

El libro que le envío es, como Ud. verá,obra dc acciÓn y propag;l nda en fa vor de la in-telectualidad y del arte, en favor de toda idea-lidad gcnerosa, y en favor también, de la tra-dición latinCl y del porvcnir de nuestra raza deAmt':rica.

Ten).;o yerdadero interés en que ese libro selea, porque, si cI desem;)C¡''¡o no es enteramentemalo, creo que ~l puede hacer algún bien y su-gerir ideas y scntimientos fecundos. :\-li másvehemcntc aspiración sería que la crítica t~spa-ñola Je comentase y reconociera la buena vo-luntad en que se inspira, aunque juzgase conjusta severidad su envoltura literaria.

Page 14: BI BLTOTECA

16 JOSÉ ENRIQUE RODÓ

Montevideo, 23 de Febrero de 1902 ..

Su afectuosa tarjeta me produjo, junto a lasatisfacción que siempre tengo en recibir noti-cias suyas y ver reanudada nuestra correspon-dencia, una impresión de desagrado y enojoconmigo mismo, pues por lo que Ud. me dicevengo en conocimiento de que incurd en laomisión dc no acusar recibo a la generosa, sen-tida y elocuente carta con que Ud. me favore-ció a propósito de mi « Ariel », hace ya tiempo.

En verdad digo a Ud. que de cuantos juiciosse han formulado, ya confidencialmente, ya enpúblico, sobre mi obra~ pocos me contentarontanto como el suyo, lo cual es fácil que Ud. locomprenda, teniendo, como sin duda tienc, lacerteza de que siempre reservo para Ud. unpuesto de predilección entre las personas cuyapalabra respeto y anhelo air tratándose de co-sas mías.

El olvido está, pues,en no haber correspon-dido a esa carta, pero no ha alcanzado ni porun momento a la carta misma, cuyos conceptosviven en mi memoria y en mi gratitud.

Dcsidioso y algo desordenado en mi corres-pondencia, me pasa muchas veces creer que hecontestado ya a cartas recibidas hace tiempo,siendo así que, si bien he acordado mentalmentelo que he de contestar, no he llegado a ponerlopor escrito y enviarIa. Y entre esas cartas noescritas se cuentan muchas de las que tendrl;,:mayor interés en enviar, dejándolas por esomismo para cuando pueda dedicarles un ratode detenida atención, rato que suele no presen-tarse en muchos días.

Page 15: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 17

Ya que tengo la pluma en la mano, no quierocerrar esta carta sin manifestarle el pesar conque leo en la prensa las noticias telegráficasrecibidas de España sobre la agitación, ya san-~rienta, de los obreros de esa laboriosa y cultaBarcelona. j Quiera el cielo que todo terminepronto, sin dejar semilla de catástrofes cerca-nas, ni en lo social ni en lo político!

Con ci afecto de siempre y deseando a Ud.mucha salud y disposiciÓn de ánimo propicio alas tareas intelectuales, para que nos dé enbreve otro trahajo como su último y magistraldiscurso, se suscrihe de Ud. affmo. amigo yS. s.

-Carta al Senor Don Carlos ReylesSr. Don Carlos Reyles,

l\!ontevidco.

l\li dist.inguido amigo:

Aunque la pequeñez de nuestro mundo lite-rario hace que las impresiones y los juicios quemanifestamos verbalmente se difundan conasombrosa facilidad, y aunque creo, por eso.que no necesita ha Gd. recibir estas líneas míaspara saber con cuánta sinceridad y cuántoaplauso le he acompañado en su reciente mere-cidísimo triunfo, yo quiero enviárselas, siquierasea para llenar una fórmula de cumplimiento ypara no dejar sepultadas en las márgenes delejemplar de La Raza de Caín con que Ud. flleha favorecido, las rápidas anotaciones en que,

2

Page 16: BI BLTOTECA

18 JOSÉ ENRIQUE RODÓ----------------------según acostumbro, apunté los comentarios ín-timos de mi lectura,

Escribo para L'd., como f.i departiésemos elluno de nuestros coloquios literarios. El púUicotendría quizâs derecho a qt:~ YCJ le hablase, conmás detenimiento y mayor precisión crítica, desu obra; pero es el caso que a mí me urgc me-nos cumplir con el público que con Ud.: de ma-nera que, defiriendo hasta la ocasión más pró-xima el compromiso que acepto para con loslectores de La Raza de Caín, me apresuro aanticipar al autor un boceto de mi' juicio, y so-bre todo, mi abrazo cordial y amistoso de enho·rabuena.

Lo primero que yo haría resaltar y señalaríaa la admiración de sus lectores, si se trataseahora de escribir ese juicio, s~ría la doble y ex-cepcion<ll calidad de obra insPirada y obra per-fecta (perfección literaria: orden, regularidad,conveniencia formal), con que se nos impone laúltima novela de l'do Para los que creen, vana-mente, que hay una oposición y discordia casiirresolubles entre la energía de la inspiracióncreadora y el arreglo y primor de la ejecuciónartística; entre la fuerza interna de una obray la justa proporción de sus apariencias, meimagino que la lectura de esta novela ha de seruna prueba abrumadora de lo falso de tal preo-cupación. El color y el dibujo lidian a una en tanadmirable csfucrzo de arte. La Raza de Caín.que es obra de inspiración y de fuerza, es, ?

la vez, un hermoso modelo de corrección y dI"faatura. De corrección en lo que la forma lite-raria tiene de más interno, de inmediato a 1:1concepción original; en el plan, en el orden, en

Page 17: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO

la armonía de las part.es; y de corrección, tam·bien, en 10 más exterior y plástico de la fQrma;en el lenguaje, en ci estilo, en la expresión.

Desde luego, hay en toda la obra una per-fecta regularidad de estructura, sabe Ud. com-poner; tiene Ud. una admirable intuición deldesenvolvimiento lôgico de un argumento, dela arquitectura de la obra novelesca; y estacualidad, que ya se dejaba percibir en su pri-mera novela, tanto más notablemente cuantoque parece ser una condición de experienciam;Í5 que de instinto, se manifiesta ahora callmagistral intensidad. Bien saba Ud. cuántosig-nifica el reconocimiento de tan preciosa con-dición literaria. Sin ese claro sentido del ol-def'y la proporciÓn, no hay novelista verdaderoHaonl, a lo sumo, cuentistas, « costumbristas »,

autores de cuadros o episodios m;\s o meno~relacionados, por una ag-reg-ación inorg-;ínica vdesproporcionada, dentro de una novela apa-rente; pero laitarán siempre al conjunto la en-tereza y la vida que sólo se dan cuando la obraes un verdadero organismo: cuando es un séranimado, sujeto, como todos, a la ley de lascorrelaciones orgánicas.

La acciÓn de su novela sigue la prog-resión;lrm(¡llio~;a, el movimiento UcÏI de la clJr~a, quees la línea C';í1fl·~i\'~, de la ag-iliùad y de la gra-cia, porque, cambiando constantemente de di·rección, cada direcciÓn nucva está indicada porla que le precede. Y no sólo sería imposiblesdíalar t';)isodi()~ inútiles en su obra, o rasg-osdeficientemente acentuados, o partes que pu-dieran suprimirse sin perjuicio de la naturali·dad o el interés, sino que hay siempre en ella una

Page 18: BI BLTOTECA

20 JOSÉ ENRIQUE RODÓ

feliz y atinada correspondencia entre la fuerzay eficacia de la inspiración y la importancia re-lativa de los episodios; de manera que el mássubido valor artístico en el desempeño corres-ponde constantemente a los pasajes más signi-ficativos e importantes de la acción.

Todo esto representa gran mérito, sin duda;pero mucho más que el acierto que Ud. ha da-.mostrado al correlacionar los elementos de sunovela, atenderia yo, en el juicio que escribiese,al valor propio de estos elementos, y muy par-ticularmente, al de los caracteres, que es dondela crítica que quiera hacer a Ud. plena justiciaha de agotar el capítulo de las aiat>anzas. Nohay' facultad artística superior a la de la in-vención de caracteres. El novelista lo es en más(I menos alto grado según la fuerza de su pode~característico; y el raro dón de crear seres ima-ginarios que vivan y perduren, como si la reali-dad de los que engendra la naturaleza unieranla inmarcesible juventud y frescura de. los dio-ses, es concedido sólo a los que pueden levan-tarse, como pájaros sobre corrales, por encimadel vulgo novelador.

Ha creado Ud., por lo menos, dos almas qu~vivirán, que resistirán muchos aletazos del tiem-.po. La crítica, que las ha nevado ya a su labora-Jorio y las ha sometido a todas las pruebas d••tanálisis, ha tenido que reconocer la presenciadel indefinible soPlo vivificador en esas doscriaturas de su fantasia. Extrañas y singularescriaturas, pero vivas y reales; y menos rarasquizá. - aun limitando la observación a nues-tro propio ambiente, - de lo que la mayorla desus lectores ha de imaginarse', 'è..?'è..\:\.~~~ "I'ù'è h

Page 19: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 21

índole misma de su obra las requeria de otraarcilla que la arcilla común y otro modelo queel modelo corriente. Observa, con acierto Bourget, que para el interés y la fu~:-za de la novelapsicológica, los caracteres medios, normales,- del punto de vista del relieve del caníctermismo, y de la moralidad, - que pueden sumi-nistrar tan abundante m,.tcria de obsçrvacióncomo cualesquiera otros tratándose de la no-vela de costumbres, valen menos que cualquiertipo de excepción, ya se entienda lo excepcio~nal en el sentido de la superioridad, ya en el delo degenerado, mórbido o abyecto. La psicolo-gía novelesca se alimentará siempre, preferente-mente, de lo raro y excepcional, en materia decaracteres humanos.

Guzmán y Cacio son almas de excepción; ~.además, es f<kil descubrir en ellos, sobre sucadcter individual,bien determinado y concreto,un significado ideal, de personificilciones o ti-pos; pero, por magia de su arte, que ha pasadode esta manera sobre la más ardua dificultad delos grandes caracteres dramáticos y novelescos,Ja 'Verdad real, eJ fondo humano, de ambos ca-racteres, no aparecen en Jo más mínimo empa-ñados por la representación típica e ideal conque resaltan a Jos ojos de quien penetra co loíntimo de su concepción. Ha esculpido Ud. es.tatuas representativas en carne palpitante.j grande hazaña de arte! Y al desenvolver antenosotros la tela obscura y rara de esas almasfingidas; al descender a los abismos de estemundo infinito que se abre en la intimidad decada conciencia, e iluminar sus honduras es-pantabIes, y descubrirnos la convulsa y dcsor-

Page 20: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODÓ

denada rotación del pensamiento que ha sidoarrebatado por monstruoso egoísmo a tbdocentro de atracción exterior, i qué fuerza y quéfineza de análisis; qué justo atrevimiento enlos grandes rasgos y qué incisiva delicadeza alherir en ciertas reconditeces; cuánta verdad ycuánta eficacia en la expresión! •

El siglo que concluye, siendo en cierta me-nera el de los grandes y heroicos esfuerzo!Sdela voluntad, el de la triunfal expansión de lasenergias interiores, es a la vez, por singularantimonla, el que legará a la historia ~ losmales humanos más abundante acopio de oh-servación en cuanto a las enervaciones y enfer-medades del carácter, que extinguen o dece¡;-caminan aquellas energías. La raza novelescaa que pertenecen sus do!; raros y desventuradosprotcrvos no es otra que la que, con m;ís o mc-nos profundas modificaciones, ha dado a laliteratura de este siglo, - como expresión deuno de los grandes tipos reales que en él se re-producen, - toda una doliente multitud de en-fermos de la voluntad, de egoístas desorbita-dos y rebeldes, almas sin equilibrio y sin fuz,llevadas por la dilatación morbosa del propioyo y por la rebelión insensata contra las leyesde la vida, a todos los tormentos del fracaso yde la desesperación. Ese tipo fundamental tienetoda la talla mensprable por el ámbito delmismo -iglooCien afio's de distancia separan alRené de Chateaubriand del Des-Esseintes deHuysmans; la mirada vulgar no alcanzad apercibir las semejanzas en¡nedio de las dife-rencias; pero restableciendo la sucesión de h(~-roes imaginarios que se tiende entre ellos, :'lI

Page 21: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 23

través de la novela y el drama contemporáneos,sería fácil manift>star daramente su parentescoespiritual, y comprobar que una herencia, acre-centada siempre, de miseria y de culpa, los vin-cula como el primero al último eslabÓn de unaviva cadena de condenado,,;.

Con acentuada fisonom.a individual, con per-sonalidad 'bien característica y ¡-ropia, .- .. p()r-r¡ue sus criaturas espirit.lales son verdadera-mente suyas, y Cd. las ha forjado con jugos deSl: alma y alientos de " .. fantasía, - Cacio vGuzmán pertencl"C<1 a esa misma multitud in-mcnsa y llorosa, que marcha al porvenir, escu-dada por la inmoltalidad dcl arte quc la haconsagrado, para llevar a la posteridad que nosjuzg-ar:i la c onfesión sincera de nuestras fla-quczas y las sombras de esta extraña alma denuestro tiempo, tan l'ont radictoria en su ("()m-rlejidad, tan irreducible, para nosotros, a todaclasificaciÓn) todo juicio.

Contribuyen dicazmente, en su obra, a laintensidad del decto, la justeza y solidez cie iaexpresiÓn. La forma en que est<Í csc~ita. -austera .v mate quizá, pero de una adaptación"una cO/J\'f:nicncia pcrfel~tas rcspecto a II) qu,· f,,:rsujc,ión a los térr:linos consagrados. ;lam;\¡ "mos el fondo. - tiene \:1 fuerza del músculo \'el ,alor de la sangre. Sil escritura - como hovsuele decirse, - revela que tiene Cel. siempreprescnte la relación de dependencia del cstiion'spccto de la idea, y 'lue la forma lill'r;l~iaserig-e para Cd .• como en ci concepto spelli'cria-1:0, por un principio de economia din;,n'ica, ,,'sin embargo, en ciertos momentos inten:-os dela acción, en los fuertes rasgos característicos

Page 22: BI BLTOTECA

JOSE ENRIQUE RODO

de un personaje, en los toques vivaces de ladescripción o el sentimiento, su manera llegaa adquirir a veces, independientemente de aquelvalor de relación, notas y vibraciones de la1>que dan a la palabra y a la frase un valor pro-pio e intrlnsico, un valor comparable con el quI:"tienen, antes d~ ser colocadas en sus joyas, la••piedras raras que centellean, dispersas, sobre)a mesa del artifice que ha de engarzadas en eloro o la plata.

La trascendencia ideal, el pensamiento Inti-mo de su obra, merecerlan ser estudiados tant(>más prolija mente cuanto que Ud. nos la pre~senta, sino con un propósito declarado y pro~saico de enseñanza, con el de ejemplo capaz dl'sugerir ideas saludables. Yo encuentro justifi~cado ese propósito. Aquellos que quiemn soste-ner que hay en el libro una tesis pesimista, unI"idea de predestinación fatal, que tiende a ponerde relieve lo inimitable "de la humillación y dsufrimiento de la raza maldita, nacida paraofrecer, con sus serviles espaldas, vivo escabe'a los llamados al triunfo de la gloria, no care-cerán de razones atendibles para justificar esainterpretación, ya que es caractedstico de casitoda tesis trascendent31 velada en forma de artela posibilidad de atraerla en más de un sentidoy resolveria a favor de más de una idea. Peroaquel mismo yalor de saludable ejemplo quelJd. supone en La Raza de Cain es ya un:-.,prueba de que, por lo menos,la i,nterpretaciónpersonal, la conciencia artística del autor, vanpor otros caminos; y el examen atento de la re-lación de los caracteres con el término de taacción conduce, en mi sentir, a un resultado

Page 23: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 25

ideal menos desconsolador y más verdadero.Atendiendo preferentemente al carácter de

Guzmán, es como aparece ese resultado, claroy distinto. Ha querido y ha conseguido Ud.enserlar que el cultivo egoísta del propio yo, nedominado por l" conciencia de nuestra subor-dinación a las leyes de la vida y de nuestra so-lidaridad con la obra de todos; la perversión dela voluntad, enervada por la ausencia de ur:objetivo real, viril y fecundo, y por la disconfor-midad cobarde con la naturaleza y el deber; e!engrandecimiento ficticio y vanidoso de la per-sonalidad propia a costa de nuestra includiblecondición de seres sociales, son los seguros an-tecedentes de la derrota sin honor, en los com-bates del mundo, Ha querido y ha conseguidoUd. f..·nseñar que cada destino individual tienesu Única posibilidad de paz y de dicha en laadecuada relación de los intentos y las aspira-ciones con la fuerza real del propio ánimo, y en'la transacción generosa de nuestra voluntadcon lo inevitable y lo fataL ?>Jos ha mostradoUd. como la estéril soberbia de los egoísmosrebeldes es un motivo de disolución que con-cluye por destruir y anular la misma voluntadque se consideraba cngrandecida y fortificadapor la virtud del aislamiento.

Así interpreto yo el sentido de su obra, y poreso creo que no va Ud. descaminado cuandoconsidera que nuestra impresión será sana ybenéfica, aunque amarga. Quizás hubiera sidobien, para que ese sentido apareciese, a los ojosde todos, claro )' patente, que hubiera Ud.opuesto al cuadro de enervación y de egolsmoque ha querido dejar severamente en pie, como

Page 24: BI BLTOTECA

I JOSÉ ENRIQUE RODÓ

una dura lección, un cuadro, un episodio, unpersonaje, una escena accidental siquiera, quesignificaran, por contraste, la apoteosis de lavida, del esfuerzo viril, de la actividad valiente.generosa y fecunda. El grupo de los Crocker,con su perfecta, y a las veces antipática, me-diocridad, no es suficiente para producir eseefecto de contraste, aunque tiene su significa-ción necesaria y oportuna dentro del conjuntode la acciÓn.Pero, aun sin eso, yo creo que quienquiera interpretar rectamente la filosofía de suobra, tendrá que hacerla en un sentido pocodiferente del que yo le atribuyo j con lo cual laoportunidad de su d~icatoria quedad\ plena-mente justificada, y el valor de enseñanza desu libro resultará tan claro a los ojos del pen-sador como su valor de ficción a los del ar .•

• tista.Pongo punto a esta c;¡rta, ya larga para lo

que es, y que Ud. sabrá lomar en su exclusivocar:ícter dt' esbozo de un estudio futuro, y leestrecho afectuosamente la mano.

José Enrique Rodó.~rontevideo, 1900.

Carta al SenorDon Francisco Garcia Calderón

Montevideo, 2 de Agosto de 1904.Señor F. García Calderón Rey.

l\'Ii estimado amigo:Algo sabrá Vd. de la guerra civil que nos

Page 25: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 27preocupa y aflige, y ésto habrá anticipado paraUd. mis excusas por mi tardanza en contes-tarle.

Yo entré a Ia vida política pensando comoUd., ('n cuanto a la necesidad o convenienciade que los hombres de pensamiento, o de afi-ciones intelectuales, entraran a romper lanzasen la arena política, tal como es en estas tierrasde América, confiando en que ~u participacioncontribuiría a sanear y perfecdonar las cos-tumba's, a templar odios y a echar los funda-mentos d:: una vida mejor. Pero m(~ voy desen-gañando de que ése sea ci camino porque de-bamos principalmente propender a influir en Iavida real de nuestras sociedades. Quizá deba·mos remontar la mirada, y preparar el terrenode una polítfca más culta, y sana, v mejor, pormedios que no sean los de la particípación mi-litante en Ias luchas políticas 'actuales, dadaslas condiciones en que están ellas planteadas.

E<; claro que nada de esto significa que yorenu:lcie al ideal de cultura armónica y de vidainle¡;ral que en " Ariel » propuse a mi manera,y que sigo creyendo fundamental y necesario.Seamos ciudadanos siempre, y demos alguna.••.uclta por el Ág-ora; pero 00 empleemos prefe-rentemente en la política la fuerza y la atenciónde nuestro espíritu, que pueden ser mucho m;)seficaces para bien de nuestros pueblos si lasconsagramos a civilizar y educar desde el libro,la cátedr:l, la prensa, ci taller artístico () indus-trial, etc. En cuanto a mí, ya he hecho prop6-sitl) de volver a mi retiro, no bien termine ml

período parlamentario, y creo que haré cosa demás fuste difundiendo ideas por medio del libro

Page 26: BI BLTOTECA

lost-ENRIQUE RODó

y del periódico; aunque estos votos de absten-ción política - 10 sé - suelen quebrantarsecuando uno menos piensa. De mi actuaciónparlamentaria me quedará la satisfacción dehaber propendido siempre al bien de mi país.Ella ma ha proporcionado, además, la ventajade ejercitarme en la oratoria, que es géneroque nunca me había halagado, y dicen que DO

lo he beç~ del todo mal.PerorrH 'Dulflndaina será la pluma. Con ella

lidiaré siemprÚEn los puntos de la pluma estámi verdadero" yo Il intelectual. iY cuánto hayque hacer en nuestra América por medio de lapluma, asi en materia literaria como en la pro-paganda de ideas morales y sociales!

Yo tengo fe en la juvented que llega. Y comoen nuestras evoluciones y rumbos literarios se-guimos dócilmente la pauta que nos imponeEuropa, - singularmente la civilizadora yprestigiosísima Francia - tengo motivo paracreer que pronto un moviQ1iento literariQ- serioy bien orientado, rico en ideas, há de producirseen nuestra América, como vengo deseándolodesde hace tiempo y predicándolo a mi mo-do; porque en Fl-ancia, muerto y enterradoel decadentisnw (que deja de su paso algu-nas cosas buenas, y mucho cintajo ridículo ypolvo y broza que se llfva el viento) las ten-dencias que alborean parecen ir en el sentid,)de la fuerza, de la vida, de It labor fecunda yviril del pensamie-nto. Este ejemplo, más quetoda prédica, es 10 que en nuestros pueblosserá oportuno y eficaz.

Por eso yo veo con singular placer los co-mienzos literarios de Ud., que tanto promete

Page 27: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 29en ese sentido; y así se lo manifesté ha pocoa Mig\lcl de Unamuno, en carta donde le ha-blaba de Vd. Unamuno, en su respuesta, medice que espera su libro para hablar de él.

Yo, quizá antes de fin de año, podré dar miProteo. que haré imprimir en Europa. Mi modode producir, sobre que Ud. me pregunta, escaprichoso y desordenado en los comienzos dela obra. Empiezo por escribir fragmentos dis-persos de ella, en ci orden en que se me ocu-rren, saltando quizá de lo que será el fin a loque sed el principio, y de esto a lo que irá enci medio; y lueg-o todo lo relaciono y disci.plino. Entonces el orden y cI método recobransus fueros, y someto la variedad a la unidad.Al principio no veo c1;¡ro el plan y desenvolvi-miento de la obra. Encaro la idea de ella por lafaz que primero se me presenta, y mientrasvoy escribiendo, el plan se va hnciendo en míSon así simultáneas la concepción del plan y laejecución. Para la forma soy descontentadizo y

obstinado. Percibo muy intensamente el ritmode la prosa, y procuro obtenerlo. Escribo men-talmente casi sin cesar, aun en la calle, aun enla mesa. Mis borradores suelen ser un montónde girones de papel, de toda forma, especie ytamaño. No tengo, para excitar la fantasia, ungato a quien pasar la mano, como se cuenta deautor célebre; pero aseguro a Ud. que casi nopuedo escribir de seguida sin tener a mi a!caneeun diario, periódico, () Iihro, que de vez encuando tomo para palparIo, para cstrujarlo (yasl he echado a perder muchos inocentes volú-menes) y hasta para aspirar Sll aroma, si esimpreso nuevo, el incomparable aroma del pa-pel y la tinta.

Page 28: BI BLTOTECA

3° JOSÉ ENRIQUE ROD6

Pero basta de estas puerilidades .•De su pais recibí hace pocos dias unos cuen-

tos de Clemente Palma, verdaderamente pre-ciosos.

¿ Se produce, se escribe mucho?Espero noticias de Ud. y me complazco en

repetirme su affmo. amigo.José Enriqlle RodÓ.

Cartas al SenorDon Juan Francisco Piquet

Sr. D. Juan F. Piquet,Barcelona (?:

l\Iontevideo, 31 de Encra 1<)04-

... Leo poco. El tiempo de que puedo disro-ner lo consagro a seguir esculpiendo mi.« Pro-tea )).Tengo fe en esta que será mi obra de m:i"aliento, hasta hoy. La parte literaria está re-presentada principalmente por cuentos aplica-bles a tal () cual pasaje teórico, sin que esto seadecir que no haya también literatura en lo de-más de la ohra. Hay un cuento simbólico en elque se describe el desfile de todas las tierrasdel mundo delante del emperador Traja:1o; otro,que es un discurso de un filósofo antiguo enlas horas que preceden a su muerte; otro, queconsiste en un diálogo entre un pensador y unesclavo de Atenas; otro, que describe el viajeque hicieron seis neófitos cristianos para reu-nirs(' a su maestro; otro, cuya acción pasa e~

Page 29: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO

la Italia del Renacimiento y que pinta la locurade amor de un artista; otro, que se desarrolla

'.'en la España del siglo XVIl y en que figura uncómico ambulante y se descrihe un palacio deaquella época; otro, que relata la curiosa ma-nera como un escritor llegÓ a conceLir la ideade tina obra, viendo abanicarse a dos mujc:'es;otro, que narra la experiencia hecha por unmago de l'ersia en el alma de una doncella ro-mana; olro, en que sc refiere el sueño de unpaladh de la Edad }¡Iedia que se imagina sufrirdiversas trensformaciones, y asi por este tenoralgunos m<Ís,

:\lontevideo, 6 ~Ia.rzo 1904 .

... Cuando el tiempo y el humor no me faltan,sigo batiendo el yunque de « l'roteo )l, librovario y múltiple como su propio nombre; lihroque, bajo ciertos aspectos, recuerda o mns bi(~nrecordar;), las obras de los (( ensayistas )) in-gleses, por la mezcla de moral práctica y filoso-ffa de la vida con ci ameno divagar, las expan-siones de la imaginación y las galas dd estilo;pero todo dio animado y entendido per un ;'0-

pIa" meridional", ;11¡co, o itnliailO del Rena-cimiento; y todo unifit:ado, ;:dern:ís, l'or ,Inpensamiento fundamental que dará ur.idad or-gánica a la obra, J:¡ cual, tal como yo la con-cibo y procuro e.jecuta rl;¡, ~erá de un plan y deuna inqole enteramente nuevos en la literaturade habJ;¡ castellana, pues participará de la na-turaleza de vario;; géneros literarios distintos,v. g. la didáctica, los cuentos, la descripción,la exposición moral, y psicolÓgica, el lirismo,- sin ser precisamente nada de eso y siéndolo

Page 30: BI BLTOTECA

32

todo por encima de « Ariel )l, y otras partes enque la dialéctica y el análisis ideológico sonfinos y sutiles en la defensa de ideas y doctri-'nas que han de parecer peligrosas a más de unespíritu enmohe~ido y " encajonado ».

Montevideo, 3 de Abril 1904·iQue esfuerzos de voluntad y de perseve-

rancia tengo que hacer sobre mi mismo paratomar, en los ratos de odo, la pluma y seguirtrabajando, en este ambiente de tedio y de tris-teza! Lo que me estimula es precisamente laesperanza de poder dejar esta atmósfera. Sisupiera que habría de permanecer en el país.le aseguro a usted que no escribiria una lineay optaria por abandonarme a la corriente ge-neral, matándome intelectualmente. Pero, enfin, Cfltre desalientos y desmayes, la obra se V:l

haciendo, y « Proteo » reviste sus múltiplesformas, dentro de las cuales alternarán la filo-sofía moral con la. prosa descriptiva, el cuentocon ci apotegma, la resurrección de-tipos histó •.ricos con la anécdota significativa, los ejemplosbiogrMicos con las observaciones psicoló¡:;icas,todo ello en un estilo poético, que a veces asu-me la gravedad y el entono de clásica prosacastellana, otras la ligereza amena y elegantede la " escritura» francesa, recorriendo las in-flexiones más diversas del sentimiento y el len-guaje. Será un libro variado como un parqueinglés, o m;is bien como una selva americana;un libro en el que, a vuelta de una escena dela Grecia antigua, encontrará el lector la evo-cación de una figura épica de la Edad Media, ouna anécd()ta del Renacimiento, o una evocación

Page 31: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 33

del siglo XVIII, o una descripción de la Natu-raleza, o un análisis psicológico, todo ello rela-cionado dentro de un plan _vasto y complejo,sobre el que se cierne, como un águila sobreuna montaña, un pensamiento fundamental.

!\1ontevidco, 20 de Ahril de 1904-

« Proteo ", entre tanto avanza. Xo sin algúnsentimiento me separaf{~ de « Proteo " cuandollegue el momento de darlo a la imprenta; por-que ese libro me ha acompañado a sohrellevarcI tedio y la scciedad de est¡¡ larga temporadade poIltica, y porque (S la obra que ne escritoen plena posesión dc mi reputación literaria;sin precipitaciones ni fines inmediatos; deján-doia cuando la inspiración falla y volviéndolaa tomar cuando ella vuelve a dispensarme susfavores; escrihiéndola tanto para mí como paralos demás, y poniendo cn sus páginas el sellode mi personalidad definitivamente formada enlo intelectm¡I, sin qu~ esto sea decir que nohaya de escrihir otra cosa que se le adelante,sí puedo; porque yo concibo la vida y la pro-ducción del escritor como una perpetua victoriasohre si mismo. Pere. \lna vez escrito y publi-cado « Protco ", que, como ya sabe \lsted, seráun libro de no meno,; de 500 páginas, me to-maré lIna temporada de esparcimiento, no enel sentido de dejar de escribir, sino en el dedcdicarme por algún tiempo a producir artlcu-los y corre~pondencias. notas de viaje, revistascriticas, etc.; todo elle breve y sin orden. Asíme « dcsentumiré II después de la lar!ía disd-

3

Page 32: BI BLTOTECA

34 JOSÉ ENRIQUE ROD6

plina a que me sujeta la producción metódicay ordenada de este largo libro. Ademá«, hacetiempo que deseo colahorar en dicha forma enperiódicos americanos y espaiíolcs, que repeti-das veces me han soiicitado ('();1 ese objeto; yme proporcionaría por este medio nuevos re-cursos pecuniarios para cuando me largue poresos mundos.

En fin, depende esto de muchas circuns-tancias. Lo que sí está decidido es que" Pro-tea )) se puplicará fuera del país, no bien estéterminado. ;

Vco que lleva usted una laboriosa y aprove-chada vida de estudio y de entusiasmo intelec-tual. No esperaba menos de sus propósitos yenergías. Ese es el estudio grande y verdadero:el que se réaliz;l en la escuela del mundo, " alaire lihre ", vien'do, leyendo, observando, yadueñándose de las llaves de todo saber, queson los idiomas que hablan las gentes que pien-san en nuestros dla~s. Al lado de esa escuela,los pedantismos y formulismos universitariosno valen un comino. El hombre debe habituarsea aprender por si mismo y no a atenerse a loque le enseñen en el ambiente cerrado y tristede las aulas. Su « primer cursó II es ese queestá estudiando en España; luego vendd el2.0, que será el de Italia; y el 3.0 el de Fran-cia; y después convendrá que complete su« doctorado )) trabando conocimiento con elgenio del Norte, en Europa y en la América sa-jona, a la que, como m;ted sabe, yo no amopero si admiro.

Page 33: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 35

Esa, repito, es la verda.dera escuela de in-mortal sabiduría. Yo aspiro a completar por cimismo medio mi cultura; y mi mayor satisfac-ciÓn es poder decir que cuanto soy y valgo in-telectualmente lo deho a mi csfuerzo personal,a mi trato directo con los libros, que es necesa-rio luego completar viendo y oyendo lo que haydesparramado por cI mundo.

:\jontevideo, Septiembre de IC)04.

Le escriho mientras atruenan los aires loscohetes y bombas con que se festeja ci resta-blecimiento de la paz. i Estc es nuestro pucblo!Vivimos en una perpetua fiesta macabra, dondela I1ll!Crte y la jarana alternan)' S(' cO:lfundt:fl.Crall cO:~-'l's la paz, sin duda alguna; perocuando todavía no est;Í,~ secos los charcos desangrt¡, cuando todavía no se ha disipado lahumareda de las descargas fratríddas, cuandotodada est;-; paloitantc ci odio, y las ruinas detanta devastaciÓn están por rer~r.erse, tienealgo de sarcástico esta alegría semi-b<irhara,estos festejus que debían reprimirse, por de-coro, por pudor, porque lo digno sería recihircon lIna satisfacción tranquila y severa la no-ticia de quc c('só el desastre, y pensar seria-mente t~n ver cc\mo se han de cicatrizcr las he-ridas y pagar las enormes t rampas de b ¡.;ue-rra. j Pero no, señor! Hay necesidad de ha('{~r

ulla fiesta carnavalesca de lo que debiera sermotÏ\'O de recogimiento y meditación. Es lomismo que si una madre a quien se le hubieranmuerto dos de sus hijos cn la guerra, al saberque hablan salvado los otros dos, festejenl t:stoúltimo abriendo sus salones, descotada y pin-

Page 34: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODÓ

tada, y dando oplpara comilona, cuando aunestuvieran calientes las cenizas de los hijosmuertos.

No se puede transitar por las calles. Las ho-gueras y barrica s de alquitrán calientan y abo-chornan la atmósfera y llenan de un humo apes-toso. Los « judas » populares cuelgan grotes~camente de las boca~alIes. Los cohetes esta-llan entre los pies deI desprevenido transeunte.Las bombas revientan el tímpano con su estam-pido brutal. La chiquillada, salida de quicio,estorba el tránsito con sus desbordes, y el graz-nido ensordecedor de las pandillas de compa-dres mancha los aires con algún j viva! des-templado o alguna copla guaranga, mientrasmurgas « asesinas» pasan martirizliV1doalgunapieza de candombe. Parece que se festejara unagran ocasión de orgullo y honor para çl pals!y lo que se festeja es apenas que la vergüenzay la miseria no se hayan prolongado por mástiempo, y no hayan concluido del todo con estadesventurada" tierra!

Hay en todo esto algo de insulto para loshogares que visten luto, y para los trabajadoreshonestos arruinados por la locura nacional, ypara el país mismo desacreditado y asolado porla ig-nominia de la « revuelta » montonera.

Porque no se respeta la magestad de tantodolor inmerecido y de tanta desgracia irrepa-rable, arrojándoles al rostro la risa burda de lasírancachelas populacheras, el regueldo taber-nario de la hez de los arrabales, desatada porla calle como en noche de carnaval...

Puehlo histérico, pueblo chiflado, dond~ dIdía siguiente de despedazarse en las cuchillas

Page 35: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 37se decreta la « verbena" pública, y donde los

( teatros rebozan de gente la noche del día en quellega la noticia de la batalla más espantosa-mente sangrienta que ha manchado el sucio deki patria.

l\10ntevideo, Julio de ¡90S.Hc recibido sus últimas cartas, con los re-

cortes adjuntos: el del discurso de Galdós, muybucno; el párrafo de « Alma Española " sobre" Ariel ", y el artículo de El maleta Indulgen-cias, cuya anécdota del mostrador dcl fidelerome gusta por lo intencionada. Algunas de lascitas a que Vd. se refiere sobre aquella obramía, me son conocidas; otras no probablemen-te. No deje de enviarme lo que encuentre. Aca-bo de rec!bir un artículo de Luis l'1'lorote, pu-blicado en Madrid, donde' habla de la admira-ción que Menéndcz Pelayo siente por mi" Ariel ".

Ello es que esta obra va prolongando susecos de una manera poco común, y creo que nùqucda párrafo de ella que no haya sido citado.comentado o transcripto por alguien. Con loscomentarios que yo conozco (y he de desconocermuchos) podrían formarse veinte opúsculos deltamaño de « Ariel )l. Ahora va a reproducirse laobra como folletín de un diario de :v1éxico.

Los primeros ecos que suscite la apariciónde « Prateo " se confundirán, pues, con los queaun deja vihrantes cn el aire su hermano mayor.« Proteo )l es mi preocupación casi absorbente.Lo compongo con « delectación morosa ", sivale en esto la frase. Hay páginas en que el

Page 36: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODÓ

colorido de la descripción, la firmeza del dibujo,el cuidado de la frase, y la compenetración delconcepto y de la forma, me dejan satisfechoplenamente. El elemento; artístico de la obraestá ya hecho. El aparato de apuntes, datos ~informaciones también está completo y orde-nado. Tengo cuadernos ent<'ros (diez o doce)llenos de noticias y detalles biográficos, que hereunido, compulsado y organizado durante lar-gos meses, para obtener de ellos conclusionesrelativas a diversos puntos de mi' tesis. Estasola tarea importa la consulta de más de cc cien »

volúmenes de obras biográficas, en mi biblio-teca, en la del Ateneo, ·en la de la Universidad,cte. He querido que los datos que me sirvande « canevás » sean juntados y obtenidos pormi propio esfuerzo, comparando unas fuentescon otras, y no saqueando tres o cuatro librosdonde la tarea esté hecha, como suele hacer lafácil erudición americana. Yo reúno mis datosuno por uno y los ordeno a mi manera. Encierto modo es un bien que no haya escrito miobra estando en Europa; porque teniendo máselementos de información a mano, quizá no ha-bda parado hasta agotados o poco menos, loque me habda hecho demorar quien sabe hastacuando. Tal como está, la base de erudición demi libro me satisface, porque es el resultado demi labor e iiwestigación propia y prolija.

Pero no se limita a la información biográficael fondo de datos de que. he tenido que echarmano. Como la tesis de la obra abarca funda-mentales cuestiones psicológicas y éticas, y seroza con puntos de historia, etc., es mucho máslo que he tenido que ver; y todó lo he sustan-

Page 37: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 39

ciado, criticadütty asimilado por mi cuenta.Después de eso, la cuestión de estilo, de

ejecución. que, como Vd. sabe, es fundamentalpara mi.

.\Ii aptitud para transformar en imagen todaidea que entra en mi espíritu, me ha favorecidopara dar a la obra gran animación y amenidad.Para cada punto o particularidad de mi tt'sis,se me ha ocurrido un símbolo claro, un cuentoo una parábola, en los que he vertido todos loscolores de mi paleta, toda la luz, toda la armo-nía de mi imaginación, pintando cuadros quecreo han de vivir en la memoria de los que melean. Hago como Raimundo Lulio, el filósofo-artista, y baíio la idea en la luz de la imagina-ción y la magnetizo con el prestigio hipnóticodel estilo. Tengo la convicción de que mi obrau quedará " en la literatura americana, supe-rando acaso al éxito de « Ariel ».

Le escriho en circunstancias en que er,:toyen-teramente poseído por el espíritu de mi obra engestación, y por eso no le hablo si no de ella.

Su affmo. amigo.José Enrique Rodú.

Cartas al SenorDon Max Henriquez Urena

~fontcv¡deo, 20 de Noviembre de J 904.Sr. Max Henriquez Creña,

Santiago de Cuba.

Estimado señor y amigo:.Llega a m: su carta sobre « Ariel " y antes

Page 38: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODÓ

habla ya recibido los números <lie Ud. me en-vió de « Cuba Literaria ».

He leído su revista con vivo placer y simpa.-tia. ~Ie interesa de veras todo lo que se refiereal movimiento intelectual de esas tierras delNorte, avanzadas del esplritu latino en Amé-rica.

Tiene su - revista, además, el prcstigio )' :aanimación de cuanto lleva el sello del espíritude la juventud, cuando a ésta inspiran altos ygenerosos ideales.

Escribe Ud. en la patria de ~Iartí. Ponga Cd.su empresa bajo los auspicios de esa gran som-bra tutelar.

En cuanto a « Ariel )l, a quien se proponeUd. dar carta de naturaleza en Cuba, ¿qué he-de decide sino que tiene para ello mi beneplá·-cito? Sólo me toca en esto hacer votos porquela buena fortuna, superior sin duda a los mé-ritos del libro, que ha acompañado a éste hastaahora, no le abandone en su nuevo avatar. Ysi él no lIevare ya su dedicatória - nacida, pordecirlo asl, de sus mismas entrañas - propon-drla a Ud. que a la memoria de Marti dedicá-ramos la edición cubana de « Ariel ».

Dejo así contestada su carta. Trabaje Ud.,persevere, piense en el porvenir; quiera muchoa su América, a nuestra América, que es nues-tra grande y única patria, y escrlbamecuandotenga c¡;pacio para ello, seguro siempre de miestimación y de mi afecto.

Montevideo, 19 de Julio de 1912.

Conocedor de la buena amistad y el compa-ñerismo literario que vinculaban a Ud. con el

Page 39: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO

infortunado Jesús Castellanos, a Ud. me dirijopara expresarle la profunda pena que me causa]a desaparición de aquel noble espíritu, de aquelya ilustre escritor, de aquel óptimo compañeronuestro en la cruzada americana por nuestracultura y la dignificación espiritual de nuestracivilización.

La muerte me ha arrebatado en corto tiempodos de los amigos literarios que más quería yen quienes cifraba más bellas espe~anzas para-nuestra obra: Carlos Arturo Torres y JesúsCastellanos. Ambos han muerto prematura-mente, cuando sus facu}tades prometían el me-jor y más sazonado fruto.

Sé que la ausencia eterna de Jesús Castellanosno será motivo de disolución, sino de más estre-cho acercamiento, estimulado por la inspirad/inde su memoria y de su ejemplo, para el grupointelectual que él contribuyó a organizar y di-rigir. \" es, adermis, deber de este grupo consa-grar al autor de " La Conjura Il el homenajeque Ud., en sentidas palabras, encarece, lle-vando adelante la Sociedad que fué uno de losgrandes sueños de su vida.

l'erseveremos los que quedamos. Y entreéstos tengo muy presentes, en mi recuerdo y enmi predilección, a los dos hermanos, dignosherederos de un apellido ilustre, que tan eficaz-mente contribuyen, uno t'n Cuba, otre en Méxi-co, a mantener vivo y fecundo ci entusiasmopor ]a cultura intelectual.

Le renueva las más expresivas condolencia<;.y ]e estrecha afectuosamente la mano,

José Enrique Rodó.

Page 40: BI BLTOTECA

42 JOSÉ ENRIQUE RODÓ

Cartas al SeñorDon Pedro Henriquez Ureña

Montevideo, 20 de Febrero de 1906.

Sr. D. Pedro Henriquez Urefía.Hauana.

Estimado amigo mío:

:\[uchas gracias, y muy sinceras, por su inte-re;-ante libro (I) Y por las benévolas páginasque en él están consagradas a mi « Ariel ". Nogusto de fórmulas cumplimenteras de agrade-cimiento, ni pago tributo al convencionalismode la cortesia literaria, que retribuye elogioscon elogios. Agradézcole su libro y su juicioporque revelan un espíritu levantado sobre elnivel de la mediocridad, y porque veo en Vd. unverdadero escritor, una hermosa promesa paranuestra critica americana, tan necesitada desangre nueva que la reanime. Me agradan mu-cho las cualidades de esplritu que Vd. mani-fiesta en cada una de las páginas de su aura, yque son las menos comunes, y las más oportu-lias y fecundas, con relación al carácter denuestra literatura. Me agradan la solidez yecuanimidad de su criterio, la reflexiva serie~dad que da el tono a su pensamiento, lo con-cienzudo de sus análisis y juicios, la limpidez yprecisión de su est4lo. Me encanta esa rara yfelidsima unión del entu'siasmo y la moderaciónreflexiva, que se da en Vd. como en pocos. Y

(I) El primer libro de Pedro Henríqul'z Creña. ¡';n-sayos críticos, publicado en la Habana, 1905·

Page 41: BI BLTOTECA

EPISTOI.ARIO 43

me complace reconocer, entre su espíritu y elmío, más de una íntima afinidad y más de unaestrecha simpatía de ideas.

La lectura de su libro trajo inmediatamente ami memoria un nombre que no sé si será cono-cido para Vd.; ci nombre de un joven críticoperuano, Francisco Garda Calderón, muy se-mejante a Vd. en tendencias, méritos y carac-teres de pensamiento y estilo, y en quien tam-bién veo una brillante esperanza para la criticahispano-americana. Si no cultiva Vd. relaciónintelectual con él, entáblela, y comuníquensesus impresiones, y trabajen juntos al través d.~la distancia material; porque es de la aproxi-maciÓn de espíritus tan bien dotados y orien-tados de doocle puede surgir impulso de vidapara la critica, y en general, para la literaturade la ..\mérica nueva.

Lo que le pido con todas veras es que per-severe y no desmaye; que se sobreponga a Tasingratitudes e inclemencias del ambiente; quemantenga vivo en su alma ese noble y desinte-resado amor por las letras y por toda alta idea-I¡dad, que hoy mueve su pluma; que no abdiqueen su vida de la generosa y simpática elevaciÓnde Sll juventud.

Yo seguiré su labor con vivo interés y cariño.Quiero que seamos amigos verdaderos. Escrí-bame alguna vez; crea siempre que desde lcjosle acompaño y aplaudo, y reciba, con mis votospor el triunfo de su primera obra, un amistososhahe-hand de su affmo.

Page 42: BI BLTOTECA

44 fOSÉ ENRIQUE RODÓ

Montevideo, 28 de Noviembre de r908.

Mi distinguido amigo:

Con su afectuosa carta, recibl los ejemplaresque V. me enviaba de la edición de « Ariel»impresa en Nuevo León, por iniciativa de lajuventud y bajo los auspicios del gobierno deaquel Estado (]). Grato me ha sido ver af( Ariel» en tan lucido traje y destinado a tannoble público como la juventud de México, esefuerte y próspero pedazo de nuestra gran pa-tria americana. No hay motivo para que V. meexplique en su carta por qué no se ha solicitadomi autorización (2). No era necesaria: todo loque yo escriba pertenece a ustedes.

Sé que se ha hecho otra ediciórr por la f( Es-cuela Nacional Preparatoria» de esa capital (3),y Sempere acaba de imprimir otra en Valencia.Aún piden, aún comentan ese afortunado libromío. Que se difunda, pues, por las ideas queexpresa, ya que no por otro género de valor.

(I) Los principales miembros de la Sociedad de Con-ferencias de M~xico se dirigieron al G.Gbernador del Es-tado de Nuevo León, en la República Mexicana, Gene-ral Bernardo Reyes, sugiriéndole la idea de hacer unaedición de Ariel para hacerla circular gratuitamenteentre la juventud del pals; y el General Reyes dispusohacer una elegante edición que inidó el culto de Arielen México.

(2) Los motivos eran el deseo de q\le no se retardarala publicación y la circunstancia de ser ella gratuita.

(3) Efectivamente, poco después de haber circuladola edición del General Reyes, el Dr. Porfirio Parra,director de la Escuela Preparatoria de México, dispusohacer otra, igualmente de distribución gratuita, porcuenta de la institución que él dirigia.

Page 43: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 45

Veo que la actividad intelectual de los jóve-nes se manifiesta ahí en una « Sociedad de Con-ferencias )l. Me agradaría seguir de cerca esemovimiento. Todo lo que V. haga por darmenoticias de él, se lo agradeceré mucho. ¿ Y deV. mismo, de su obra, de sus proyectos, nadame dice V.? ¿ Cuándo tendrá sucesor aquel es-cogido lihro de crítica en que saludamos la re-velación de su hermoso talento?

No recibo, desgraciadamente, la « RevistaModerna )l (4). Excuso agregar el interl's CO;1

que la recibid;]. Lo que V. escribió sobre « Li-beralismo y jacohinismo )l (5) tampoco ha llega-do a mis manos. Espero poder Ieerlo junto consu contest;¡ción a ésta.

En cuanto a « Proteo )l, está ya imprimién-dose y visitará a V. muy pronto.

!\1is saludos y afectos a esa juventud estu-diosa y entusiasta; y para V. ci m:ls cordi·.!I« shake-hand de su amigo affmo.

P. S. - Agradezca V. en mi nombre. :\ suscompañeros, la iniciutiva de reeditar « Ariel )l;

asi como a\ gobernante que tan deferentementela acogió, la distinción que ello importa.

~Iontevideo, 12 de Mayo de '910.

Contesto a su atenta de 2 de Febro I tan gratapara mí como todas las que me traen noticiassuyas. Mucho me interesa y complace cuanto

(4) La Re7)ista Modema de México, fundade por Je-sús E. V;:Jknzucla y Amado Nervo; se publicÓ de 1898a 1911.

(5) En la Revista Moderna.

Page 44: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODÓ

Ùd. me dice de la buena acogida que Proteo halogrado en México, y no necesito agregar que,entre las manifestaciones que más alto valorode esa buena acogfda, cuento muy principal-mente la atención que Ud. se propone dedi-carle (I).

i Lástima que no llegue hasta mí ningún nú-mero de la « Revista Moderna ", que tantoaprecio! Donde he visto reproducciones de Pro-teo es en el Boletín de la excelente Escuela ~a-cional Preparatoria. En cuanto al envío deejemplares a las librerías mexicanas, prontopodrá realizarse, pues se está terminando laimpresión de la segunda edición, cuyo agenteen España será Perla do Páez, de Madrid,quien tiene orden de distribuir ejemplares a laslibrerlas de México y Cuba. La primera ediciónse agotó rapidisimamente: casi al mes de po-nerse b la venta.

En los m'lmeros de la « Revista Moderna"que Ud. me envió al año pasado leí, entre otroshermosos trabajos suyos, El nacimiento deDionisos. y la impresión de mi lectura se con-cretó desde ci primer momento en este juicio:es lo más hermoso que ha salido de la plumade Ud. (a lo menos entre lo que yo conozco), yes una de las cosas más bellas de la nueva lite-ratura hispano-americana. El hondo y personalsentido del mito encarna en una noble belleza,de estirpe muy superior a la que deslumbra losojos del vulgo literario. Si Ud. e;.cribe dos ()tres cosas mns de ese género y las reúne en un

(r) La conferencia La obra de José E •••ique Rod6.dada en el Ateneo de México en 1910.

Page 45: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 47

temo, honrad su propio nomhre y merecerA dagradecimiento de cuantos aman, en América,la cultura y el arte. Pensé, desde que leí su tn¡-bajo, hacerlo reproducir aquí; y dist;-aído lueg·.>por prcocupacio;ws ajenas a las letras, olvidéaqueI propósito, que al recibir su carta he n;-cordado para ponerlo de inmediato en ejecución.Ya le enviaré la revista donde se reproduzca.

¿;";o le parece a Ud. que estamos, en .'\mé-rica, en vísperas de unél renovación dcl arn-biente literario, que se anuncia por una decli-nación muy visible de la frivolidad y la trivia-lidad decadentis!as, y por una tendencia muysimpática a la reflexiva seriedad dcl pensa-miento y' a la transparencia y firmeza de la for-ma? Yo percibo muchos anuncIOs de esto, y meregocijo; porque siempre he pensado que la li-teratura americana !Ieg-an\ a existir como r~alenergía social cuando adquiera un firme sen-tido idealista y lo exprese reivindicando y reno-vando la hermosura genial dcl idioma cuyomantenimiento futuro nos está conri:lclo.

Espero con interés su anunciada colección deartículos que editad Ollendorff (2). En estamisma bihlioteca acaha de publicar nuestroamig-o Ga reía Calden>n un t0ll10 excelente, qucUd. ya conoccd hl.

Escrthame; demE' noticias suyas y de esatrabajadora juventud, por la ~uc tanto me inte-·reso, y reciba los m;ís afcctuoscs sentimientosde su amigo que no le olvida.

José Enrique Nud,S.

(2) El libro lloras de estudio (Pads, 1910).(3) El libro Profesores de idealismo (I'arls, 1910).

Page 46: BI BLTOTECA

JOSÉ E~RIQUE RODÓ

P. S. - Si escribe g su hermano Max, agra-dézcale, en mi nombre, la hermosa página que<:onsagró, en « El Figaro» (4), a « Proteo ».

Cartas al SeñorDon Alejandro Andrade Coello

Montevideo, 5 de Diciembre de ¡gOï·Señor Don Alejandro Andrade Coello,

Quiro.

;\li distinguido amigo:

Tiempo hace que no tengo noticias de Ud.ni recibo su interesante periódico. ¿Acaso hadejado de publicarse?

Mi carta no sólo tiene el objeto de reanudarnuestra comunicación epistolar y saber de Ud.sino que quiero informarme, por su intermedio.de algo que me interesa. He oido muy elogio-sas referencias a un opúsculo publicado, no sési en Guayaquil o Quito, pOI' el Sr. GonzaloZaldumbide, a propósito de « Ariel »; pero nohe hallado medio de obtenerlo, y quisiera queUd. me indicase el modo como podrla satisfacermi deseo. El nombre de Zaldumbide me recuer-da a uno de los amigos y correligionarios delgran Montalvo, gloria de su patria de Ud.

Sobre Montalvo escribo actualmente un estu-dio, que daré a la publicidad en una revista es-pañola. El culto de su memoria preclara ¿ sigue

(ü El semanario de la Habana ..

Page 47: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 49

inspirando a la juventud del Ecuador, comofaro luminoso, en las ideas, en la acción y enel estilo? Así debo creerlo.

Entéreme Ud. del actual movimiento literarioecuatoriano; de las revistas que se publiquen yde las jóvenes inteligencias que alboreen.

Junto con h presente, me es grato enviarieun ejemplar de « Liberalismo y Jacobinismo ",que es lo último que he publicado.

~o le olvida su afectlsimo amIgo.

;"Iontevideo, 29 de Agosto de [90<).

Ha tiempo oue no s(\ nada de Ud., y aunqueignoro si su residencia sigue siendo esa ciudad(Qtlito), quiero dirigírmele a fin de reanudar,si es posible, nuestra correspondencÎa, para mitan grata.

Me llama la atención que entre los ecos queme llegan del movimiento literario hispanoame-ricano y los libros y revistas que recibo, poco,muy poco, viene a mí del Ecuador, y po'co estambién 10 que leo sobre obras que hayan apa-recido en esa república y autores nuevos que enella se hayan revelado. (.Es que en realidad hproducciÓn literaria ecuatoriana, del país deMontalvo y de Olmedo, pasa por un período deestancamiento?

Ignoro también si sigue publicándose la re-vista que Ud. con tanto acierto dirigía.

Sobre todo esto, y en general sobre las actua-les manifestaciones del pensamiento ecuatoria-no, quisiera noticias e informes que nadie mejorque Ud. puede proporcionarme. De antemanose los agradezco.

Page 48: BI BLTOTECA

so JOSÉ ENRIQUE RODÓ

N. B. - ¿ Conoce Ud. la residencia de sucompatriota Zaldumbide, que hace algunosaños dió en la Universidad de Quito una her-mosa conferencia sobre mi « Ariel,,?

#I

:\lo!1tevideo, 25 de Diciembre de 1909.

Gracias mil por su instructiva carta sobre elactual movimiennto literario ecuatoriano. La heleido con verdadero interés.

Gracias también por el nuevo libro suyo.iCuánto me place que esplritus como el de Ud.,en quien se aúnan la superioridad intelectual yla nobleza de sentimientos e ideales, se apliquena temas como los que Ud. dilucida y los estu-dien en su relación con nuestro ambiente ame-ricano!. .. Así quisiera yo ver orientada la pro-ducción de nuestros escritores, y así aliento laesperanza de verla florecer cuando, terminandotanta frívola dispersión de fuerzas como hoydeploramos, nuestra literatura se nutra de lashondas y esenciales preocupacion'es de nuestravida, y tienda a un ideal afirmativo y construc-'tivo, de energía. de acción, de fe en el porvenir,como cumple a la expresión literaria de pueblosjóvenes y fuertes. Por este camInO debemosbuscar la originalidad,

Mantenga Ud. en alto su bandera de « ElEducador )l, que lleva en su título el mejor delos programas; no consienta largos ocios a lapluma, que, en manos de Ud., es instrumentodel m,is noble trabajo, y crea que, desde lejos,le acompaña con la atención y simpatía mássinceras, su amigo de corazón.

Page 49: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 51

:\fontevideo, 21 de Enero de 1910.

Acaho de leer su hermoso opúsculo sobre losprogresos dei Ecuador. Su tesis fundamentales ya para mí muy simpática, porque, en lo quese refiere al porvenir de los pueblos hispano-americanos y a sus destinos históricos, soy deun impenitente optimismo. Pero, además, en eldesenvolvimiento de esa tesis, en la idea queUd. encadenada mente expone, noto a cada pasopuntos de contacto con mi modo de encararcuestiones esenciales. Pensamos lo mismo enmuchas cosas, y esla confraternidad de espí-ritu me complace de veras. :VIiliberalismo, comoel suyo, es, en su mils íntimo fondo, tolerancia,y tantt) se opone al fanatismo clerical como a Javiolencia jacohina. Libre de toda vinculaciónreli¡.;iosa, experimento corno Ud. alto respetopor la figura humana y suhlime del fundador dela civilización cristiana.

Sus censuras de la ejeeución de Ferrer inter-pretan, en lo esencial, mi propio sentir: he en-cabezado, en mi país, protestas por ese hechoinjustificable; sólo que, en cuanto a los méritosy condiciones personales de aquel infortunado,no me considero aún en aptitud de juzgar conpleno conocimiento. Bastan, para mi protesta,el ca dcter y la f ()rm;\ de su condenación.

Cuand() Cd. hahla de que la libertad reli-giosa es un iclcal completamente realizado enalg-unos pueblos de la América nuestra, diceverdad tan segura que yo me atrevo a afirmarque estos pueblos del Río de la Plata, en quevivo, son, en materia religiosa, los más liberali-zados del mundo: aquéllos ~A~(Y ,~E'ia:!Anr~:?J3UCA

BIBLIOliOU Ll;IS. ¡,NGliL ~

CATA1.0~3ACION

Page 50: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODÓ

mueve menos pasione~ y permanece más apar-tada de las luchas civiles y las « disputas de loshombres ».

Las conquistas de libertad religiosa que Ud.ve avanzar con justo júbilo en su noble pals,son también hechos alcanzados ha tiempo en elPlata; y esta es la hora en que se prepara, aquien Montevideo, la completa separación de laIglesia y el Estado, sin que esta reforma sus-cite protestas muy violentas del lado de 10;; in-tereses católicos, convencidos quizá de que ésano será obra de hostilidad, sino de equidad, quefavorecerá en definitiva la autonomía de supropia comunión respecto de potestades ajenas.

Muy sensatas me parecen las páginas queUd. consagra a las cuestiones internacionalesque interesan al Ecuador. El criterio de concor-dia y justicia es, en ese orden de cuestiones, ~nlos pueblos americanos, imposición de la mismanaturaleza, a la que repugnaría la criminal de-mencia de discordias sangrientas por litigios dellmites en estas tierras, en gran parte desier-tas, y en su parte poblada, pobladas por her-mançs. Hechos redentes demuestran que esecriterio prevalecerá: las convenciones realiza-das ha poco por mi pals con el Brasil y la Ar-gentina despejan cuestiones territoriales impor-tantes y fijan una norma que todos los pueblo,>americanos han de seguir, por decoro y porinstinto de conservación propia.

No terminaré sin expresarle la satisfaccióncon que veo el culto de veneración que el Ecua-dor mantiene por la memoria de Montalvo: lospueblos que honran a hombres de esa talla 'jC

honran a si mismos.

Page 51: BI BLTOTECA

EPISTOLARJO 53

Correspondiendo a su pedido - que no hizosino anticiparse a la ejecución de un propósitomío, - le envié, hace próximamente un mes,un ejemplar de mi último libro.

Montevideo, 10 de Diciembre de 1913.

Débole la expresión de mis sentidos agrade-cimientos por las bellas y afectuosas páginascon que me ha honrado su generosa amistaden el opúsculo que lleva mi nombre. La demomen agradecérselas no reconoce otra causa que mideseo de hacerlo con más detenimiento del qucsuelo poner en mi correspondencia habitual;porque en la agitada vida que por aquí lleva-mos me sucede - y acaso le pase a Ud. lomismo; - que las cartas que con más interésme propongo escribir son las que más retardo,en espera siempre de una tregua que me per-mita escribirlas con el reposo que quisiera.

Por dcsdicha, esa hora de serenidad siguesiéndome esquiva, y ya que el año se va y quedebo remediar de algún modo los atrasos de micorrespondencia, acepte Ud., que tan benévoloes conmigo, estas pocas palabras de agradeci-miento, siquiera por la sinceridad en que estáninspiradas. Ha reunido Ud., en mi obsequio,todas sus prendas de escritor y todas sus bon-dades de amigo: si las primeras confirman elalto aprecio en que tuve siempre su pluma, lassegundas vienen a hacer aún más estrecha ycordial una amistad fundada en la comunidadde las ideas y las simpatías del carácter.

Los ejemplares que Ud. me envió de su opús-culo fueron convenientemente distribuidos, \'

Page 52: BI BLTOTECA

54 JOfÉ ENRIQUE RODÓ

por cada uno de ellos recogí una impresiÓn que,sumada a la mia propia, contribuyó a que mesintiese aún más obligado para con Ud.

Dentro de pocos días, he de manclarIe « hi}Mirador de Próspero )l, que acaba de salir dela "imprenta y en el que incluyo, como Ud.verá, un largo estudio sobre nuestro gran 1\lon-talvo. Es de las cosas que con más amor y es-mero he escrito en mi vida.

Suelo recibir libros y periódicos del Ecuadorentre ellos la « Revista de la Sociedad Jurídico-Literaria )l, que me interesa mucho y me pareceexcelente.

Montevideo, 20 de Noviembre de 1914.

Pláceme acusar recibo de sus dos muy gratasde S y 21 de Julio. N'o recibí la de Febrero, aque Ud. hace referencia, pero sí la copia de ellaque ahora me acompaña Ud. Gracias por lasimpatia y el afecto que me confirma, con mo-tiv0 de mi último libro, en tan sentidos y elo-cuentes términos. Cada vez que un ecuatorianome escribe reconociendo la semejanza de laimagen que me propuse trazar de Montalvo,siéntome confortado en mi convicción <le la pro-funda unidad espiritual hispanoamericana,puesto que, á pesar de comunicamos tan poco,nos comprendemos e identificamos tan fácil-mente juzgando a nuestros hombres y nuestrascosas.

Las « Nociones de Literatura General )l meinteresan muchísimo. Cabalmente, una de misideas más arraigadas es la de la necesidad deremover los procedimientos de la enseñanza

Page 53: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO S5

retórica y literaria, empezando por la sustitu-ción de los textos compuestos al modo pseudoclásico. Algo sobre el particular inclui, comoCd. sabe, en el « Mirador de Próspero ". Susnociones me produjeron, pues, viva satisfac-ción, celebrando, no sólo la oportunidad dcl in-tento, sino también el desempeño juicioso y ati-nado. Espero que su libro tenga la sanción quemerece, en la enseñanza oficial, y creo muy po-sible que, una vez adoptado como texto en supatria, salve las fronteras de ella y se impongaen otras partes de América, donde la necesidada que Ud. ha querido atender no ha sido satis-fecha. Ese texto suyo es obra de criterio propioy amplio, que en nada se parece a las vulgares« rapsodias " que Ud. se propone, muy opor-tunamente proscribir.

Al joven discípulo de Ud. que quiere consa-grar a mi ohra las primicias de su pluma, salú-dclo Ud. afectuosamente en mi nombre y agra-dézcale su interés. De las dos publicaciones aque Ud. se refiere no conservo ejempl<\res, perouna de ellas: el estudio sohre Darío, - quetanta aceptación e influencia critica alcanzó, -está reproducido como prólogo en la edición de« Prosas Profanas» hecha por Bouret, de quele remito un ejemplar.

En cuanto al otro opúsculo: « La vida nueva ",no tiene gran importancia y poco se perderá enomitirlo .

Queda de Ud. amigo affmo ..•.José Enrique Rodó.

Page 54: BI BLTOTECA

56 JOSÉ ENRIQUE RODó

Carta a la poetisa uruguayaMaria Eugenia Vaz· Ferreira

Su incomparable página es un acto de gene-rosidad y al mismo tiempo de crueldad. Decrueldad, porque lo será siempre expresar elelogio de una tentativa de arte en forma tal quelo elogiado palidezca y se borre de la atencióndel que lee, apenas suficiente para percibir yadmirar la belleza del elogio mismo.

En este sentido le debeda rencor, pero sé quedebo perdonada porque no se me oculta que,aunque ustl.'d quisi-era escribir pálidamente, nole seria posible; su pluma se rebelaría y triun-faría sobre su voluntad.

Ha tomado usted una frase trivial de mi li-bro - la de « la carne de los dioses» - y habordado sobre ella tan magnífico comentarioque la pobre frase mía, avergonzada y confusa,pide volver a la obscuridad de que usted la hasacado despiadadamentc para que sirva de sos-tén a tan abrumadora carga de belleza ... y entodo caso, si la frase en s\ tiene efectivamentealguna belleza, esa ha sido creada por ustedque la ha descubierto, - y descrubir es crear.

Digo que la ha descubierto porque ni en mimemoria duraba la más mínima huella de eserasgo aban~ado de mi pluma, ni sé que nadiehaya deteni~ en él mi atención. Usted ha re-dimido a esa pobre frase! Us~d la ha salvadode la sombra! Es, pues, suya.

La gratitud es, a veces, incómoda; lo es, porejemplo, cuando obliga a contener la expresión

Page 55: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 57

:\lontevideo, Setiembre Ia de Ig09.Sr D. Carlos Arturo Torres)

Liverpool.

smcera de la admiración por una página dearte.

Quisiera escribir el libro que mereciese la pá-gina que usted ha escrito. Pero me basta conla satisfacción de haber escrito el libro que sinola ha merecido, la ha inspirado.

Con la admiración de siempre.

José Enrique Rodó.Montevideo, Ig09.

Carta al SenorDon Carlos Arturo Torres

••Muy distinguido amigo:

Pensé acompañar a mi último libro, .'Ifolivosde Prolco, cuando lo envié a Ud., de una cartamía. Pero me ocurre con mi correspondenciaalgo que parece contradictorio, aunque tiene suexplicación; y es que las cartas que con másinteri's anhelo escribir son las que más retardo,cuando suelo escribirlas. El deseo de hacerlacon toda extensión y reposo explica que las dejeindefinidamente para un mañana que suele nollegar ... Pero la lectura, que he terminado, desu Idola Fori, me acicatea para cumplir, siquie-ra sea en breves líneas, un improrrogable deberintelectual.

Cruz<Íronsc nuestros libros, Idola Fori y Mo-ti'vos de Proteo, en el camino, y nos llevaron

Page 56: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODÓ

al uno ~ al otro nuevo testimonio de la afinidadde nuestras ideas, de la « simpa~!a " intelectualque nos une. Idola Fori y la parte de Proteodonde se habla de la e~lución del pensamiento,vibran al unísono ..

Por la noble austeridad de su pensar y elsentimiento amplio y generoso y la, severa ele-gancia del estilo, Idola Fori es obra que honraa la inteligencia americana. Cuando entre eltumulto de libros vanos y triviales que salen delas prensas de América, aparece uno de estaentidad y de esta calidad, de esta dignidad, deesta distinción, se experimenta un gran con-suelo y se recobra la fe en los destinos intelec-tuales y sociales de nuestras democracias.

Por la selección de su espíritu y la índole desus ideas, usted es de los escritpres que mere-cerían tener en América « cura de almas )l. Sulibro es una lección que harla t.'f1ormebien enla c;ítedra de instrucción cívica y"moral. Pocaslecturas tao oportunas y provechosas para lajuventud en estos pueblos;'y en g~neral, no hayespíritu sincero y rcllexivo que no tenga allímucho que aprovechar.

j Si pudiéramos dar impulso, con nuestroejemplo, en América, a un movimiento de ideasy de producción literaria, que se encaminase aun fin de educación social, de formación de laconciencia colectiva de estas sociedades, sobrefundamentos de paz, de amor; de tolerancia yde cultura!. ...

Será para mí un placer y un honor prologarla segunda edición de un libro tan excelente ynoble como [doZa Fori. Yo hago aquí propa-ganda por él, recomendándolo como exquisito

Page 57: BI BLTOTECA

EPlSTOLARIO 59

manjar espíritual a mis amigos, de los cualeshe oído ya muy altos elogios para el autor ypara la obra.

En estos días, salgo para Río de Janeiro comomiembro de una Delegación diplomática que elGobierno de mi país envia al Brasil con motivodel tratado de limites que está ya acord¡¡do. Ami regreso - que será antes de un mes - meocupar(: en escribir un estudio largo (algo asícomo el que escribí para Rubén Dado), sobresu libro y se lo enviaré sin demora.

Excuso d~cirle que no es esta la carta exten-sa y cuidada que pienso escribirle; es ésta sólouna expresiÓn muy insuficiente de la alta con-sideraciÓn intelectual y personal que le consa-gro al eminente colega colombiano, a quienotra vez, con motivo de Estudios Ingle,es yOhra Poética. tuve ocasion de llamar "poeta ypensador, alto y noble espíritu ».

Su afectlsimo amigo y admirador,José Enrique Rode;.

Tarjeta al Senor Don Alfonso Reyes

José Enrique Rodó, diputado por Montevi-deo, saluda afectuosamente a su joven amigoAlfonso Rey~s, y en contestación a su amablecarta, se complace en manifestarle que esperacon el mayor interés el libro que le anuncia, yque tendrá el mayor gusto en darle respecto aél la opinión que le pide; aprovechando la opor-tunidad para scgurarle el vivo afecto que leinspira la brillante juventud intelectual mexi-

Page 58: BI BLTOTECA

60 JOSÉ ENRIQUE RODÓ

cana, y para retribuir los atentos saludos delseñor General Reyes. Montevideo, 15 de Di-ciembre de 1909. (Cerrito I02a).

Carta al Señor Don Ram6n V. Catalt!

Montevideo, 10 de Enero de 191 I.

Sefior Director de « El Fígaro ".Habana.

Estimado señor y amigo:

Mucho agradezco a Ud. el atento -envio delos números de Il La Discusión )l donde apa-rece publicada l~ conferencia de Jesús Caste-llanos sobre mi « Proteo ».

En el escritor un tanto emancipado de la va- -nidad de los primeros años, la eficacia de loque se escribe sobre sus obras, para intere-

_sarle e impresionarle grata mente si el juicioes favorable, depende, en primer término, delgrado de comprensión de la obra, que el juiciomanifiesta. Tanto como se desdeña la alabanzatrivial, o torcidamente fundada, se aprecia yagradece el aplauso que revela penet~aciónhonda y sincera del esplritu de la obra.

Esta es, desde luego, poderosa razón paraque el trabajo de Castellanos obligue mi recono-cimiento. A otros toca decidir si hay justicia oexceso de benevolencia, en su critica; pero esatribución mia reconocer que la obra, tal comoyo me la propuse, está sentida y penetrada ínti-mamente: sin duda porque ha sido examinada

Page 59: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 61

con esa disposición de simpatia que es, en su-ma, el más eficaz instrumento de comprensiónque pueda aplicarse a los hechos y los dichoshumanos.

Claro es que, además de ser el valor del juiciorelativo a la condición de comprender, 10 estambién a la autoridad o la calidad del espíritude quien 10 formula. De este punto de vista, loque yo piellso de Jesús Castellanos no he dedecido ahora: porque no b ésta la ocasiónoportuna, y porque lo dije ya, cuando cayó enmis manos una preciosa colección de cuentossuyos - la intitulada cc De Tierra adentro» -y me bastó COllsu lectura diputar al autor cornouno de los n"lrradores de más fina sensibilidady más hermoso estilo entre cuantos cultivan,en América, la pintura de la naturaleza y lascostumbres propias de cada una de estastierras.

Acrecienta mi satisfacción el hecho de quesea mi obra la que haya dado el tema para laprimera conferencia de la Sociedad fundada co':1el oojeto de mantener la actividad de aquel me-dio de comunicación de las ideas.

El pensamiento generador de esa institución,que yo quisiera ver imitada en todas aquellaspartes de .\mcrica donde no existe alguna aná-loga (como existe en México), me parece, hoymás que nunca, oportunísimo; y sobre elloquiero decir algo en esta carta.

El momento actual ofrece UP aspecto intere-sante, en la vida intelectual de estos pueblos:algo nuevo se prepara y anuncia en lo que serefiere a la producción literaria y sus vincula-ciones con la sociedad.

Page 60: BI BLTOTECA

62 JOSÉ ENRIQliE RODÓ

El movimiento modernista americano, que,en Ja relación de arte, fué en suma oportuno yfecundo, adoleció de pobreza de ideas, de in-significante interés por la realidad social, porlos problemas de la acción y por las graves yhondas preocupaciones de la"conciencia indivi-dual.

La independencia del arte literario respectode fines ulteriores a la realización de belleza.es dogma en que todos comulganos; pero noes inconciliable con él la afirmación de que ellel frecuente contacto con el fondo de ideas eintereses superiores que constituyen la viva ac-tualidad de una época, hay, para el arte y laliteratur;:¡, una fuente de vitalidad que no pue-den desdeñar sin empobrecerse y perder en ca-Jar humano.

Pues bien; esa verdad tiende a recobrar suimperio. O mucho me equi\"()co o llegamos enAmérica a tiempos en que la actividad literariaha de manifestar clara y enérgica conciencia desu función social.

Bastaría citar alguno de los libros más inte-res;¡ntes y valiosos que han saJido de prensasamericanas, desde hace tres o cuatro [!ños, paradar la razón de esa esperanza; y no sólo podríaseñalarse en ellos el cadcter de trascendenciasocial que asume la obra literaria. sino tambiénla afinidad de las tcndencias en que se concretaese carácter.

Segúr¡ los indicios a que me refiero, hay, porle menos, dos tendencias fundamentales queperecen destinadas il prevalecer en la orienta-ción de la nueva literatura hispanoamericana.

Es la una la vigorosa reanimación del senti-

Page 61: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO

miento de la raza, o si se prefiere, del abolengohistórico, como medio de mantener el carácterconsecuente de la personalidad colectiva, altravés de todas las modificaciones impuetas porla adaptación al espíritu de los tiempos y porinfluencias extrañas, que son inevitables, peroque deben someterse a la energía asimiladoradel cadcter propio.

La otra consiste en la c,eciente manifesta-ción del sentido idealista de la vida; en lareacción contra el concepto puramente materialy utilitario de ]a civilización y la cultura j en ciinterés devuelto a las cuestiones de orden ('spi-ritual, que es, universalmente, uno de los signosdel espíritu nuevo que ha sucedido al auge delpositivismo.

Amhas notas forman acorde en el superiordesig-nio de contribuir a la determinación delalma latinoamericana, tal como la quieren elrecto entendimiento de la historia y la dara vi-sión del porvenir donde est;í la plenitud denuestro sér y de l1lwstros destinos.

En esa ohra está llamada a colaborar eficaz-mente la lC Socieùad de Conferencias» de Cuba,cuyo objeto y propósitos expone su dig-no ini-ciador en elocuentes p<Íginas del trahajo que hadado ocasión a esta carta mía.

resús Castellanos manifiesta ahora una fazde su personalidad c¡ue ha de clarle no menoshonra que su prcclara labor de arti~ta: la fazdel intelectual que, participando de las energiasdel hombre de acdón, las emplea en la propiaesfera de la intclectualidad desinteresada, paraabrir campo a las actividades de este ordcn enel medio social y dotarias de un organismo ade-

Page 62: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODÓ

cuado a su desenvolvimiento.Si la « Sociedad de Conferencias " arraiga.

-despertando en cuantos tienen « cura de almas Il

el sentimiento del d~ber de robustecerIa, y silográ crear en cierta parte del público el hábitode una atención que sobreviva al fácil interésde la novedad, el grupo de sus fundadorespodrá enorgulleserse de haber tributado al por-venir de su patria un bien tan alto como los que-quepa procurar para ella en el terreno de la edu-cación política o del engrandecimiento material.

La rep~blica que soñaba Martí era libertad,era 9rosperidad, era paz; pero era también ln- -teligencia, cultura e idealismo.

Concluyo esta carta con la evocación de tangloriosa memoria; y agradeciendo a Ud. nue-vamente su fineza, me suscribo su affmo.amigo,

José Enrique Rodó .

. ~Carta al Senor

Don Federico GarcIa Godoy

Montevideo, Enero (?) de '912.

Sr. On. F. García GodoyLa Vega. Santo Domingo.

Mi distinguido amigo:

Su nuevo libro, Alma Dominicana; llegó "mí junto con las vagas noticias que tenemos<le las turbulcncias políticas dc que ha sido tea-tro la patria de Ud. El telégrafo, puesto al ser-

Page 63: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 65

vicio de la prensa, suele no ser consecuente ensus informaciones, ni las. ajusta siempre al in-terés que por su tema y procedencia merezcan;de suerte que nada sé de las ulterioridades dela conspiración que costó la vida al Presidentede la República. Pero, como quiera que se hayanresucito estas violencias, vayan en primer tér-millo mis votos por la paz y el buen orden insti-tucional de ese noble pedazo de tierra ameri.cana.

Por cierto que tales ecos de discordia, hartosemejantes a los que de otras partes de nuestraAn1((rica nos vienen uno y otro día, sirvieroncomo de fondo (¡t¡e diese mayo.- re~:¡Jte y pres-tig-io de interés a la lectura de las atinadas con-sideraciones Call que prologa lJ'd. su libro. Des-plieg-a l:d. a los \ ientos todo Ull programa lite-rario, en ci que, como idea fundamental, apa-rece la idea de nacionalidad, entendida de altamanera, y en ci que se difunde su convic-cinnde la nel'C~;idad de orientar el movimiento hispa-noamericano en un sentido concordante con loscaracteres y oportunidades del movimiento so-cial y polÍlico de ('stos pueblos, de modo que laobra del escritor concurra, corno una fucrza po-sitiva, al gohierno de las ideas y las pasiones.¡\ïnguna aspiración más generosa ni más justa.Yo he participado siempre de ella; yo he pen-sado siempre que, aunque la soberana indepen-dencia del arte y el valor substancial de la crea-ci{)n de belleza son dogmas inmutables de lare1ig-i6n artística, nada se opone a que el artistaque, ade:l1;¡s, es ciudadano, es pensador, esílUl:ihre. infunda en su arte el espíritu de vidaIlue fluye de las realidades del pensamiento .Y

5

Page 64: BI BLTOTECA

66 JOSÉ ENRIQUE ROD6------------ ----------de la acción, no para que su arte haga de es-clavo de otros fines, Qi obre comp instrumentO'de ellos, sino para que viva con elios en autonó-mica hermandad, y con voluntaria y señorilcontribución se asocie a la obra humana de laverdad, del bien. Aun consideradas estas cosasde un punto de vista puramente estético, nadiepodrá negar que el arte se priva.ría de ciertaespecie de belleza si renunciara a las inspira~dones y virtualidades que puede recoger en elcampo de la agitación civil y de la controverciade ideas; como se privaría la propaganda idealo dvica, de un medio insubstituible para lograrciertos efectos, si nunca el arte trajese en suauxilio el maravilloso poder y la única eficaciacon que llega a lo hondo de los corazones y losenlaza en comunión de simpatía.

Las circunstancias históricas tienen en esto,como en todo, considerable parte. Epocas ypueblos hay en que la función social de la obraartlstica ;:e impone con mayor imperio y en··cuentra más adecuado campo en las condicionesde la realidad. Entre esos pueblos y esas épocasincluyo yo a las naciones hispanoamericanas delpresente tiempo. Su gran tarea es la de formary desenvolver su personalidad colectiva, el almahispanoamericana, el genio propio que imprimasello enérg-ico y distinto a su sociabilidad y a sucultura. Para esta obra, un arte hondamente in-teresado en la realidad social, una literaturaque acompañe, desde su 'alta esfera, el movi-miento de la vida y de la acción, pueden ser lasmás eficaces energías.

Expresa Ud., 'con elocuente vehemencia. lainextinguible virtualidad de un sentimiento na-

Page 65: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 67

cional arraigado cn la tradición y en la concien-cia de un pueblo, para resistir a las amenazasde absorción a que dé aparentes facilidades ladebilidad material; y en la exaltación constantede ese sentimiento por los medios propios delarte, QUC evoca a llueva vida el legendario sérdel pasado y perpetúa el culto dc los héroes.señala Ud., con acierto, un podcrosísimo estí-mulo de ;¡quella salvadora fuerza interior.

Por razones de situación geográfica, en la pa-tria de Ud. adquiere doble oportunidad ese pro-pósito, es más urgente e includible la ohligaciónmoral de ponerlo en ohra; pero el legítimo al-cance de él ab;lrca toda la América que hahlaen la lengua dd Descubridor, toda la Américanuestra. represl'ntnda y querida como una mag-na patria indi\'isiblc, en la que es necesarioavivar la conciencia de su propia unidad y cientendimicnto y el amor de las tradicioncs his-tóricas donde esa unidad radica. Todo ello estáent.'·rg'icamente sentido por Ud.

y al cumplimiento de tan noble programallc\"a LTd. ya consagrados vigorosos esfuer:mscon su "labor de crítico y propagandista, que ta~merecido relic\"e ha dado a su personalidad, yque complementan, al mismo fin, trahajos deotro R(\nero. como ci interesante cuadro hi~;tó-rico que ha tenido Ud. la benevolencia de en-"iarme )' por el quc reconozco, una vez más,cu:intas son hs semejanzas que mantiene entreestos pueblos hispanoamericanos la identidadde su arig-en, la pertinaz c indomeñablc identí~dad de su orig-en, a pesar de la distancia mate-rial y la dificultad de relaciones que apartan,por ejemplo, a los de ese Norte tropical de los

Page 66: BI BLTOTECA

6R JOSÉ ENRIQUE RODÓ

de esta zona templada del Sur. Los caracteresmás tlpicos se reproducen, sin esencial diferen-cia, en una y otra parte.

Qué encuentre Ud. en el alma de su pueblojusta correspondencia a sus gel)erosos propósi-tos; y créame siempre su affmo. amigo,

]o¡é Enrique RodÓ.

Carta al Senor Don Enrique PérezMontevideo, 2 de Abril de 1912•

Sr. D. Enrique Pérez,Londres.

Mi distinguido amigo:Cap el mayor agrado daré a Gd. mi opinión

sobre la idea del Congreso de est\.!diantes ame-ricanos y españoles, que propone Ud. en su in-teresante artículo de « Hispania »,

Debo recordar, en primer término, que alprecedente, citado por Cd., de los Congresosde Estudiantes de la Gran C'olombia, reunidosen Bog-otá, Caracas y Quito, puede ag-regarseeJ.precedente de otros Congresos análogos, perode más amplio carácter internacional, y por lotanto, más prÓximos al que se proyecta en suartículo. :\Ie refiero a los Congregos Internacio-nales de Estudiantes americanos, que, por inicia-tiva de la juventud universitaria del e rugua),vienen reuniéndose desde Ig08, en que se rea-lizó ci primero en Montevideo. El punto de reu-nión del segundo fué Buenos Aires en 1910, y eltercero ha de reunirse en Lima, en Julio delcorriente año. La convocatoria para estos Con-gresos se extiende a todas las naciones latino-

Page 67: BI BLTOTECA

El'ISTOLARIO

americanas, inclusiv~ el Brasil, y si hasta ahorano han tomado partf(~ipación en ellos los estu-diantes de la~ repúblicas colombianas y de lasdel Norte, dehe atribuirse únicamente a la difi-cultad material de las distancias.

Como testigo presencial deI primero de esosCongresos, puedo dar fe del ambiente de ani-mación y de entusiasmo en que se desenvolvió,presentando a los ojos de los que aplaudíamoslas generosas expansiones de aquella juventud,como una anticipada imag-en de esa patria lati-noamericana, con que sofiamos, para ci porve-nir, los que creemo.'; \"lue las fronteras interna-cionales no han de prevalecer eternamente sobrela natural e histórica unidad de estos pueblo,;.

ena (( Oficina Internacional de EstudiantesAmericanos ", que tiene su asiento en Monte-video, sirve ùe centro a la organización de losCongresos y cuida de estimular y mantenerconstante relación entre las asociaciones de es-tudiantes de las distintas universidades de Amé-rica. Lo muy reciente de su fundación hace quela actividad de esa Oficina no haya logrado aúntodo el alcance y eficacia que tendrá, sin duda,en breve tiempo.

:\1c ha p:uecido oportuno recordar este prece·dente, no sólo para uniria al de los CongresosColombianos, que Ud. menciona en su artículo"sino tamhién por las facilidades que puede acasoofrecer, para la realización de la idea que Ud.propone, la existencia de un Centro internacio-nal, organizado y activo, de estudiantes ameri-canos.

Complementar estos Congresos con uno aunmás amplio y comprensivo; reunir, en ci hogar

Page 68: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODÓ

no olvidado de la raza, a ¡>s representantes dela juventud de estas nuevas « Hispanias » y dela materna e histórica, es, sin duda, una her-mosa e inspirada idea, por la que merece Ud.vivos plácemes y decidida adhesión.

Por mi parte, no soló he mirado con interésy simpatia los Congresos de Estudiantes ame-ricanos, sino que ellos me parecen el medio másconducente y eficaz de cuantos puedan arbitrasepara el Intimo acercamiento de estos. pueblos,en una esfera superior a los amaños de la poll-tica internacional.

Me 10 parecen, desde luego, porque sólo elesplritu de la juventud es capaz de comunicar aestos movimientos de aproximación el desinte-rés, la energía, el entusiasmo, que los sostengaa las altura~ de idealidad que ellos han menester¡lara ser grandes y fecundos.

y me lo parecen, además, porque la juventudes porvenir, y ésta de la unidad de los pue-blos hispanoamericanos ha de encarnarse comoobra positiva, pero como obra de porvenir, enque los frutos mejores no se esperen sino alargo plazo de la siembra.

Pongamos, pues, en manos de la juventud labandera de nuestra magna patria ideal.

Demás está decir que la eficiencia de estosCongresos no ha de graduarse por el resultadoconcreto de sus deliberaciones: por lo que prác-ticamente propongan y resuelvan, sino por elhecho de la comunicación cordial, franca, ex-pansiva, entre los que han de ver, en el futuro,una parte del pensamiento y de la voluntadde los pueblos a cuya unidad espiritual aspira-mos. Tender, de pueblo a pueblo, afectos y

Page 69: BI BLTOTECA

E;PISTOLARIO 71

amistades que perduren, con el encanto de lasmemorias de la juventud, y se mantengan porla relación epistolar, por el intercambio de li-bros, de ideas, de emociones: tal es lo esencialde estos Congresos, y lo demás secundario.

As!, cuando menos directamente se propon-gan ser útiles (se lo decía yo hace poco a unjoven estudiante de Lima); cuantas más fuer-zas parezcan disipar en fiestas, en alegría, enentusiasmo, en animación y compañerimo juve-nil, tanto más seguramente tenderán a su obje-to: como sucede con la utilidad sublime delarte, que, sin proponerse ningún fin de moral oùe enseñanza, sino por la sola virtud de su bel-dad, ejerce una influencia dignificadora y civi-lizadora tan eficazmente útil como la de cual-quiera otra de las actividades humanas.

Xo son las ideas, son los sentimientos, losque gobiernan al mundo. Y en los Congresosde la juvencud habrá una fuerza que no suelehaber en los Congresos de los sabios, dondela ciencia consagra sus fórmulas, ni ell los Con-gresos políticos, donde la habilidad diplomáticaconcierta sus planes: llna fuerza de sentimiento.

Creo, pues, que la idea propuesta por Vd.sed acogida, en América y España, con uná-nimes simpatías, y que ningún obstáculo puedeoponetse a su realización; tanto m<lscuanto queal prestigio que ella lleva en sí misma se uneel que le comunica la representación intelectualdel proponente.

Disculpe Cd. el desaliño de esta carta escritaal correr de la pluma entre multitud de queha-ceres y cuidados; y créame su affmo. amigo,

José Enrique Rodó.

Page 70: BI BLTOTECA

72 JOSÉ ENRIQeE RODÓ

Carta al Senor Don R. VillavicencioMontevideo, 31 de Julio de 19[3.

Señ(>r Director de la Academia de la Historiade Vellczuela, dOll R. Villuë'icencio.

Seílor Director:

He tenido la honra de recibir la atenta notaen que se me participa que he sido designadoMiembro Correspondiente de la Ilustre Corpo-raciÓn que usted dignamente preside, y juntocon tan grata comunicación he recibido tambiénci diploma que me acredita en tal carácter.

Agradezco y aprecio en su alto valer la dis-tinción con que se me favorece y que, por encimade lo que tiene de personal y honroso para mí,manifiesta el muy laudable propósito de est.a-blecer rcl<iciones de orden intelectual que con-firmen y est.rechen la natural fraternidad deestas dos repúblicas hispano-americanas: rela-ciones en ningún terreno más oportunas que enel del cultivo de la historia, destinado a ponerprogresivamente de relieve cuán íntimos e in-qucbrant<ibles son los lazos que vinculan, dentrode una magna patria espiritual, a los pueblosde nuestra América.

A~eguro a esa benemérita Corporación midecidida voluntad de contribuir, en la medida demis fuerzas, al logro de tan alto propósito, pro-pendiendo, en primer término, a fomentar ypopularizar cI conocimiento reciproco de lastradiciones y las glorias de Venezuela y delUruguay: del pueblo que dió a la América denuest l'a raza su más gloriQsapersonificación en

Page 71: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 73

la figura exceJsa de Bolívar, y del que dió, conArtigas, a Ja democracia del Sur, su represen-tación más ené"gica, original y espontánea.

Reitero a la Institución que usted dirige laexpresiÓn de mis sentidos agradecimientos, yaprovecho la oportunidad que se me ofrece depresentar a usted las seguridades de mi mayoraprecio y consideraciÓn.

José Enrique RodÓ,

Cartas al Senor Don José Gálvez

Montevideo, 23 de Marzo de 1914.

Sr. Don ]os<'~Gáh'ez,Lima.

~Ii distinguido amigo:

Debo a Ud. la expresión de mis más sentidosagradecimientos por el hermosísimo artículoque ha consagrado Ud. en « La Crónica » a« El "Iirador de Próspero ». La benevolenci:;¡afectuosa del comentarista, no impide que sumirada penetre sagazmente en lo hondo del li-bro examinado, y ésto es lo que méls debe agra-decer un autor y lo que de todo corazón le agra-dezco.

Xo he olvidado, ciertamente, a aquel brillantegrupo juvenil que ci Perú envió aJ Congreso deEstudiantes, y que deje>aquí recuerdos tan gra-tos, confirmando Ja impresión que teníamosformada del valor intelectual de la juventud deLima. Y aún vibran en mi memoria los ecos del

banquete, tan llenos de entusiasmos generosos,

Page 72: BI BLTOTECA

74 JOSÉ ENRIQl'E RODÓ

en que Ud. conquistó merecidlsima ovación consus magnificos versos.

No deje Ud. de enviarme cuanto poduzca, enla segurídadde que lo recibiré con el mayor in~terés, y acepte nuevamente los agradecimientosy los afectos de su amigo,

José Enrique Rodó.

r\fontevideo. 4 de Mayo de 1916.

Mi distinguido amigo:Junto con su afectuosa carta, recibí el ejem-

plar que Ud. me dedica de su interesantísimatesis (1). Ya sabe Ud. con cuánto aprecio y pre~dilecciÓn recibo todo lo que me trae recuerdos deese grupo intelectuál de la juventud peruana, acuyo brillo y renombre tá'1to ha contribuido Ud.con su obra de poeta.

Nuevas facultades suyas (nuevas, a lo menospara mí), aparecen en el noble trabajo con queha coronado Ud. su carrera universitaria. Eltema elegido por Ud. es óportunísimo. Ningúnotro se impone con tan fundamental interés, enel orden literario, a la atención de las genera-ciones que representan el futuro. Pienso, en loesencial de ese tema, como Ud. y me complacever tan vigorosament'e mantenidas y tan el0-

cuentemente expuestas ideas que también sonlas mías. Siempre he considerado una preocu-pación sin fundamento la supuesta incompatibi-lidad entre la aptitud del poeta y la del critico.

(I) La tesis a que se rl.'fiE're Rodó es « Posibilidad deuna gt'nuina I¡[t'ratura nacional II.

Page 73: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO ï5

La lectura de este estudio suyo me confirma ental manera de pensar. '

El propósito de que Ud. me habla de estable-cer o reanudar comunicación intelectual con lagente joven de este rincón de la patria ameri-cana, merece todas mis simpatías, y para con-tribuir a él he indicado ya a algunos de nues-tros escritores « nuevos» que envíen a L'd. suslibros y se pongan en relación con L'd.

Renovándole las seguridades de mi sinceroafecto personal y literario y de mi interés porel desenvolvimiento de su obra, quedo su ver-dadero amigo,

José Enrique Rodó.

!:arta al SeñorDon Juan Ignacio Gálvez

Señor don Juan Ignacio Gálvez.Montevideo (?)

Distinguido amigo:Desde que tuve conocimiento del plan conce-

bido por usted, con el propósito de contribuiral acercamiento moral e intelectual de nuestrospueblos, le consagré mi decidida adhesión. A-hora que he oído de sus labios una exposiciónmás amplia, y prolija de aquel plan, siento con-firmada y rcalizada mi impresión primera, ycreo que la simple proposición dc la idea nosimpone a todos el deber de acompañarla y detendcr a su realización.

El intercambio de libros y periódicos entre

Page 74: BI BLTOTECA

JOSE E1'l~IQUERODó

nuestras repúblicas escaso e irregular, como es,constituye, sin embargo, el único lazo de uniónque no Qa dejado perderse del todo la concienciade su unidad espiritual, la comunicación litera-ria ha evitado la completa disolución. de esaunidad y ha puesto algún llmite al vergonzosodesconocimiento mutuo que todavía deploramos.Pero usted piensa - y piensa bien - que, sinperjuicio de estimular y regularizar aquel mediode comunicación es necesario complementariocon las visitas personales, con el hábito de losviajes de uno a otro pueblo, con los hombre,>representativos; y esta parte del programa queusted nos ha expuesto constituye en mi sentir.10más interesante y eficaz que hay en él.

Siempre he creldo en la necesidad de esa ma-nera de conocimiento directo, y por eso, pri,n-cipalmente, he aplaudido con entusiasmo inicia-tivas como las de los congresos internacionalesde estudiantes, que primero en l\Jontevideo,luego en Buenos Aires y en Lima, han dado lu-gar a la comunicación cordial, franca" expan-siva, entre los que serán, en cI futuro, una partedel pensamiento y de la voluntad de los pueblosa cuya firme unidad espiritual aspiramos.

La idea de usted, refiriéndose a los hombres,que tienen la representación del presente, no esoportuna ni de menos fecunda trascendencia.

El aspecto económico de su plan no admiteotra solución positiva que la que usted ha arbi-trado: la subvención de los gobiernos. Y en nin-gún caso esta subvención se justificaria mejorni se impondría a la consideración de aquellospor motivos de más elevado y patriótico interés.

Creo pues, en el buen éxito de su iniciativa,

Page 75: BI BLTOTECA

EPISTOLAR lO 77

teniendo en cuenta, sobre todo, el generoso en-tusiasmo con que usted le propag-a y el prc:.;tÎ-gio que contribuyen a infundiria los mereci-mientos de usted.

Considéreme siempre su afectísimo amigoo.

José Enrique Rod(í.

:\Iontevidco, Junio de 1914.

Carta al SeñorDon Rafael H. Elizalde

:\lontevideo, lO de Diciembre de 19 J 4.Sr. D. Rafael H. Elizalde,

Quito.

:vli distinguido amigo:

II na carta de mi compatriota ci señor BlancoSienra, :\linistro del Uruguay en ci Ecuador,me trae gratas referencias de usted, renovandola impresión de halago y gratitud que me pro-dujeron las hermosas y sentidas páginas con queusted me honró después de recihir « El :'\!:radorde Próspero )l. Y junto con impresión tan llenade agrado, experimento también el remordi-miento de no haber contestado aún a esa pruebade benevolencia y simpatía de que le soy deu-dor.

La explicaciÓn de esta omisiÓn mía radica enel mismo aprecio que me merece Sll elocuentecarta. ;\unque parezca contradictorio, no haycomunicaciones que más demore yo en contes-tar que aquellas que singularmente distingo,

Page 76: BI BLTOTECA

78 JOSÉ ENRIQUE RODó

porque deseo corresponder a ellas con la exten-sión y detenimiento a que se opone, casi siem-pre, el premioso despacho de mi corresponden-cia diaria, entre las urgencias de la labor y delcombate. A bien que, en este caso, me amparala bondad de usted y a ella me acojo como a lamejor disculpa.

Su palabra fué la primera que, viniendo deun ecuatoriano, me trajo la impresión de mi es-tudio de Montalvo, impresión doblemente auto-rizada por el valimento intelectual de usted vpor su calidad de compatriota del insigne escri-tor. Por eso, me produjo satisfacción intensaque usted reconociera la semejanza de la ima-gen que aspiré a trazar y la propiedad de losrasgos con que procuré dar la sensación del am-biente. A muchos de mis amigos di a conocerla carta de usted, como quien se complace enmostrar un titulo que le honra.

Ha sido singularmente afortunado aquel estu-dio mio y me ha valido muchas y considerables·manifestaciones de aprecio, pero ninguna ha al-canzado a desvanecer el recuerdo gratlsimo deesa primera impresión que vino de usted. Re-ciba usted por ella, aunque tarde, mis más sin-ceros agradecimientos.

Con los mejores votos por la paz y prosperi-dad de su hermosa patria y por la felicidad deusted, le envia un cordial apretón de manos sucompatiiota americano y amigo afectlsimo.

José Enrique Rodó.

Page 77: BI BLTOTECA

EPISTOLARlO

Carta al SeñorDon Federico Henriquez y Carvajal

79

:\fontevideo, 27 de Febrero de 1916.Sr. D. Federico Henríquez y Carvajal,

Santo Domingo.

:\'fi siempre recordado amigo:

Grata impresión me produjo su apreciadacarta del 2£i de Diciembre, junto con la cual re-cibí los ejemplares de su opúsculo de actualidadque Cd. dedica al Ateneo, al Dr. Abel J. Pérez,al Dr. Pérez Petit y a este su amigo que no leolvida (1).

La lectura de la interesantísima disertaciónme confirma en la identidad de nuestros puntosde vista en muchas cuestiones fundamentales, yesta semejanza espiritual es para mí satisfac-ción y honra, a la vez que me confirma tambiénen la idea de que existe un carácter que imprimeunidad ideal al pensamiento latino-americano ynos mantiene en estrecha cOlllunidad il pesar delas distancias materiales.

Puesto que es Ud. tan benévolo lector de loque sale de mi pluma, enviole mi último artí-culo publicndo, que se refiere a « La literaturaposterior a la guerra )l.

iCuán grato seda para mí escribir a Ud. amenudo, y mantener un cambio de ideas parael que nunca faltaría tema interesante! Por des-dicha, cada vez se me hace más difícil atender

(1) El opúsculo ~e intitula El derecho público ¡nterna-cional y la guerra (Santo Domingo, 1<)15).

Page 78: BI BLTOTECA

80 ' JOSÉ ENRIQUE RODÓ

con la debida regularidad mi correspondencialiteraria, que crece a medida que crecen aten-ciones y cuidados, menos agradables sin duda,pero que se imponen con la fuerza de la necesi-dad. No tenga Ud., pues, en cuenta lo largo demis silencios, y sea tan bondadoso como paraseguir favoreciéndome con cuanto Ud. escribay dándome alguna vez noticias suyas.

Reitérole mis agradecimientos y mis pláce-mes por su elocuente y bien inspirado opúsculo,cuyo mejor elogio consistirá en decir que esdigno del talento y de la representación ameri-cana del autor. Y con mis votos por la prospe-ridad de la noble patria de ustedes, y por la deUd. mismo, cn este nuevo año, quedo comosiempre su affmo. amigo,

José Enrique Nodú.

Carta al SeñorDon Juan Antonio Zubillaga

Montevideo, 9 de Julio de 1916.Sr. D. J. A. Zubillaga.

Querido Zuhillaga;Le escriho en medio del enorme cúmulo de

pequeñas preocupaciones y quehaceres que im-ponc la proximidad de un viaje largo. Yle em-barco el 14 para Europa. Le supongo cnteradode los antecedentes: voy como colaborador de« Caras y Caretas )l, según lo convenido perso-nalmente con ci Dr. Alvarez, que estuvo a prin-

Page 79: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 81

cipios de mes en ésta. Mi compromiso es escri-bir tres correspondencias al mes, que se me re-tribuyen con 650 nacionales, o sea 250 orouruguayo. Dentro de breves días estaré, pues,lejos de la patria y de Batlle ....

Su carta me produce una impresión contra-dictoria: por una parte, de alegría al ver queUd. realiza su proyecto, en condiciones que creoaseguradn la vitalidad de la nueva revista y supropia situaciÓn personal, hasta que llegue laoportunidad dç otras empresas. Por otra parte,figúrese Ud. el sentimiento que me ocasionad- tratándose de una revista suya - encon-trarme frente a su pedid() de colaboración. conun artículo de mi contrato con Alvarez, -- osea con la empresa de cc Caras y Caretas ", _que dice así:

" ~o aceptará Vd. colaboración en ningunaotra re7.'ista, periódico ni diario del Río de laPlata. "

è Cómo faltar a obligación tan terminante ya los breves días de haber sido contraída?

Quisiera escribirlc largamente, pero le repitoque estoy abrumado por infinidad de esos pe-'quefíos quehaceres, que, aislados, no son nada,y que reunidos forman una :-r.ontaña. De Europale escribiré enviándole mi dirección.

Entre tanto, reciba mis votos por el éxito dela " Revista" (I) Y un t'strecho abrazo de suamigo affmo.

(I) Tratábase de una import ante revista rloplatens".(lue debió fundar y dirigir el 'srrilor uruguayo don Juan."ntonio Zubillaga.

6

Page 80: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODÓ

Cartas al SeñorDon Hugo D. Barbagelata

Montevideo, 2 de Julio de 19<>9.

Sr. D. Hugo D. Barbagelata.

Mi estimado amigo:

Hace ya días le envié un ejemplar de mí nuevolibro, asl como los opúsculos ~ue a éste handedicado Amadeo Almada y el Dr. Silv:ln Fer-nández. Ahora recibo su carta y me es gratocontestaria agradeciendo sus amables felicita-tiones. El éxito ha sido grande en verdad, nosólo. del punto de vista literario sino tambiéncomo éxito de librería, pues se ha dado cI caso,peregrino en nuestro país, de que en menos dedos meses (ci libro apareció a mediados deAbril) se haya agotado una edición de dos milejemplares. NIe preocupo de hacer otra edición,que probablemente se publicará en Paris o Ma-drid.

Junto con ésta le envío un ejemplar para Pe-dro César Dominici, cuyo domicilio he olvidado.En la casa Ollendorf[ han de saberIo. Puedeser que dicho amigo haya regresado a Caracas,después de la caída de Cipriano Castro. En estecaso, le agradecerí~ue al mismo volumen em-paquetado le agregase la dirección de: " Cara·cas-Venezuela» y 10 enviase al correo.

Me interesan y satisfacen mucho las noticiasque me da de Ud. y de sus estudios. El temaelegido para su tesis me parece excelente y de

Page 81: BI BLTOTECA

EPISTOLAR10

una oportunidad patri,¡tica iu;uç¡erable (I). '\ ()deje de hacer llegar a mis rlláno;; todo lo qut'publique.

En la primera sesión que celebre el " Circulode la Prensa )), que tengo el hon<Jr de presidir.propo"ndré su designación como corr-:sponsal.En cuanto a los documentos sobr(; "¡clchor Pa-chaco, de antemano le agradu.eo su intcrl's: yasabe Ud. que aquella perso";lid::\d es objetopara mi de singular veneracié:'i.

A Francisco García Calder/,n le enVIe milibm certificado a Londres - l.',g',ciÓn del Perú- pucs me dijeron que habr", Ç'3sado n I ngb-1crn; como secretario.

En caso .le residir en Pa";~, .jig-ale que loreclame a dicha legación. Si [;0 hl:. escrito a tunpredi]u:IO amigo, es sirnplcmultt 'Jorguc ,'n es-tos últimos tiempos he tenid() c,.•..;i nhandonadami correspondencia literaria .Y ,oc· he escrito anadie. I'ero n:,'jhí las obras ':íl;'~,'J mt· envió ylas Li con ri interés y \ri admin,.iÔn que en mídesj1ierl;!n "icmprc las produccioJlcs de tan pri-vileg-iaclo esp¡ritu. En breve be de cscribirle.

Mucho me aleg-ra su noticia d" que dentro deUfl año y medio vendrá Pd " nuestra tierra,que milcho y muy bueno debe .;:;paar de l.' d. vdel fruto de sus estudios.

Escr'l¡arne y créamr ..;i";ll.pl'~çu ",.ffmo. ['miga

:\10ntevideo, '2 de Septiembre de I qo<).,Obr;:¡n en mi poder sus dos atentas cartas de

igual fecha, recibida la una di"cctamentc y la

(I) La tesis, para 1;1 fe Escuel df f :i"nci;IS PlI: il il';l, H.1., Paris, se intitula: F,o"ti",es.

Page 82: BI BLTOTECA

JOSÉ &'íRIQUE. RODÓ

otra por intermedio de la casa Berro-Serrano.Los proyectos de que Vd. me habla me han

interesado mu::;ho.Constituyen un hermoso pro-grama de trabajo donde desplegar las privile-giadas dotes que a Vd. adornan y el entusia~mode su juventud, ese entusiasmo que es necesa-rio aprovechar y hacer fecundo antes de queceda al embate del tiempo. Me parece que larecopilación de tratados, leyes y disposicionesde índole diplomática, a que Vd. se refiere, esidea más brevemente realizable que la otra,también de importancia indiscutible; y por tantocreo que se impone empezar por la primera, sinpor eso dejar de allegar los elementos necesa-rios para la segunda, que, como empresa demás aliento, debe ocuparle el tiempo que ledejen libre sus trabajos del aula, pero sin apre-surar su realización, que, siende lenta, podráser un hermoso tributo que Vd. rinda a su palsal conocer sus lucidos estudios (I):

La recopilación de leyes y manual de prácti-cas diplomáticas es, en cambio, tarea que con-sidero relativamente liviana y que no entorpe-cería la prosecución de sus estudios. La utilidadde ese libro seda grande, y como obra de interésespecialmente nacional constituiría quizás unprecedente más estimado que -(;ualquier otropara facilitarle a Vd. el camino que merece enla carrera a que ha dedicado su bella inteligen-cia. Sólo el título del libro creo que deberla mo-dificarse, pues la « diplomacia uruguaya » es,

(I) J. E. Rodó se refiere n dos libros que pt se,;orBarbage1ata tuvo intpnci6n de publicar: un "Resumande Historien diplomática americana" y un "Manual dddiplomático uruguayo".

Page 83: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO

desgraciadamente, cosa tan problemática y enciernes todavIa, que acaso no pareciera bienaludir a ella en la car<hula de un libro. Fácilseria encontrar otro título, en el que se signifi-case que se trataba de una recopilación de do-cumentos e instrucciones para uso de los agen-tes diplomáticos de la república del Uruguay.

~'o me extraña que la idea haya sido recibid'lcon desvío y excepticismo: ése es ci recibimientoinevitable a que está condenada toda idea cn elesplritu de nuestros compatriotas, amargados,como Ud. dice bien, por tanta desilución y tantacruel experiencia. Pero si la juventud no hu-biese de reaccionar contra esto ¿ podrlamos es-perar y tener alguna fe en el porvenir?

Hace Ud. perfectamente en felicitarse de queuna resolución oportuna le haya llevado a for-mar su espíritu, a la edad mejor para ello, enese centro de la civilazación bumana. Si yo tu-viera poder, facilitada, por todos los medios, losviajes de instrucción de nuestros compatriotasjóvenes y aventajados.

Una vez publicado ci manual, seria el casode activar la realización del otro proyecto, quees magnífico y que, maduramente preparado,puede ser, no sólo de interés nacional, sino demás vasta difusión y aleancc; y para ello podríaUd. aprovechar su vuelta al pals y demoraralgún tiempo en Rio Janeiro, donde están losmejores archivos diplomáticos de América, muyespecialmente en 10 que interesa a nuestra pa-tria, y donde, además, se encuentran los maes-tros más preclaros de la diplomacia americanaen ciencia y experiencia, cuyo trato seria paraUd. de indudable utilidad.

Page 84: BI BLTOTECA

H6 JUSÉ KNRIQUE RODÓ------------.-----------En cuanto li la edición de mi libro, le agra-

dezco su buena voluntad para llevar adelante elasunto. Cuando vuelva Ud. a Paris, ya habrárecihido Ollendorff carta mía COll los términos.generales de nuestra proposición. Hemos pre-ferido a OIlendorff porque nos agrada muchoel primor tipográfico de sus ediciones; y si enláminas g-clh~r3Icsconvini"éramos con él no ha-bría ventaja UI demorar la idea, pues el libroentá enteramente agotado y se le pide con in-sistencia. Pero es claro que si las condicionesde OlIcndorff no nós satisficieran quedaría Ud~ampliamente autorizado para dirigir sus gestio-nes en otro semido; cosa que, para tantear elterreno, puedf. Ud. hacer desde ahora si le pa-rece oportuno, ·,l. fin de no retardar la relizaciÔnddinitiv<i de la idea.

\Ionteddeo, 3 de Diciembre de 1909.

Tuve el gusto l.~ recihir su atenta carta, enque me entera de las gestiones realizadas porCd. para la ntle\a edición de « Proteo ».Muchole ag-radezco su buena. voluntad en este asunto,lamentando que el trabajo que élIe ha impuestole haya ocupado un tiempo que quizá n.ecesita.,eUd. para sus estudios y atenciones de otro or-den. De todos modos, creo ••ue va no será ne-cesario il1comod"rIe más; pues en vista de lascondiciones leoninas de los editare:> europeos,he resucito p<>cerla edición por cuenta de uneditor nacional. aunque imprimiéndola en Éu-ropa.

Celebraré tener nuevas noticias de sus e<;tu-dios y de su actividad literaria.

Page 85: BI BLTOTECA

EI'ISTOLARlO 81

Los amigos Berro y Regules van a editar enestas dias un tomito con tres de las parábola ••de « Proteo ", ilustradas por José Luis Zorrilladl' San Martín, quien ha hecho con ese objetomuy hermosas interpretaciones artísticas. Bern)y Regules me han manifestado que desean dedi-carle a Ud. ese libro, en agradecimiento a loatento y servicial que ha sido Ud. con ellos; yyo les he dicho que, por mi parte, no tengo in-conveniente alguno, sino por el contrario placer,en que el nombrc de tan buen amigo figure alfrente de las « Tres paráholas ".

¿ Conoce lTd. al estudiante boliviano Argue-das, autor de « Pueblo enfermo ,,? Deseadasaher si llegó a sus manos una carta mía sobreesa excelente obra. Me interesa la labor inte-lectual' de Arguedas, por lo reflexiva y hienorientada. Espíritus así necesitamos en la ju-ventud americana, harto fecunda en poetiUasdecade'ltes y en vanos imitadores de imitadores.

l\lontevideo, 29 de Enero de Igloo

Dos cartas suyas tengo que contestar. El pen-samiento a que st' refiere la primera, es decir:la propaganda por el pais mediante Le Tempsde esa ciudad, me parece muy bien y concuerdacon ideas que siempre he profesado en C\lantna la r.onveniencia nacional de una prapag-and:1seria, inteligente y autorizada, por el órganode que se Vrlrga, para atraer la atención de láEuropa, en la medida posible, hacia estas tie-rras. Soy elemento dispuesto a hacer lo qUt·

pueda en el sentido de ohtener la conformidadoficial; pero, por desgracia, estamos en la

Page 86: BI BLTOTECA

88 JOSÉ ENR1QUE RODÓ

0poTtunidad peaT paTa mover este asunto.Nuestro amigo Bachini estaba hasta hace pocosdías completamente absorbido por la cuestióninternacional, ya felizmente terminada con laintervención de Saenz Peña; de manera que no,eTa posible hablarle de otra cosa. y cuando.esta solución llega, sobreviene en el acto la re-vuelta que ha conmovido estos dias la paz pú-blica, y Bachini sale inmediatamente para el li-toral, de donde creo que regresará de hoy amañana. Parece indudable que en los primerosdías de febrero partirá dicho amigo para Eu-ropa, a tratar de restablecer su salud algo {jUt'-

brantada; a menos que sucesos inesperados se10impidan. Pero consideroque la paz está resta-blecida casi por completo, y todo no ha pasadode una chirinada insensata y temeraria. Si Ba-chini se embarca en estos días, seni difícil,como Ud. comprende, que pueda ocuparse endicho asunto; y es gran lástima, porque estoyseguro de que, con su criterio liberal y amplio,hubiese encontrado muy plausible la iden. Apesar de su ausencia, yo trataré por otros me.dios de interesar en ello la atención del go-bierno.

El ejemplar certificado de « Proteo " quemandé Arguedas iba con la dirección:47, Av. Reille, dirección a la que puede recla-marlo, así como mi carta sobre su libra cc Puebloenfermo ", también certUicada.

¿ No ha sabido Cd. nada de Pedro César Do-minici?

De Garda Calderón he tenido la satisfacciónde recibir carta hace poco. Espero con el mayorinterés su anunciado libro, que editará ta ~<;;.l> ¡

Ollendorff, según creo.

Page 87: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO

No Sl~si tendrá, oportunidad de verse con ellibrero Serrano, que me escribe diciéndome quesale de España para París. Lleva el propósitode imprimir ahl una edición de lujo, de « Ariel ",y le he recomendado mucho que cuide de asegu-rar una corrección perfecta por medio de unbuen corrector en idioma castellano. Si Ud. lové, recuerdelc esa especial indicación mia.

:\1ontevideo, 1S de Enero de 1911.

Recibí su tarjeta postal con los saludos deR. Blanco Fomuona (a quien trasmitirá Ud.afectuosos recuerdos si le llega a ver) y la cartade 7 de Diciembre.

Desgraciadamente es cierto que la situacióninterna de nuestro país sigue siendo crítica porla amenaza de la guerra civil, desvarío mil ve-ces deplorable, c'hntra el que no sé si resultadneficaces los consejos de la razón y el patriotismo.

La guerra civil no es nunca solución; y aun-que dpba reconocerse la parte que a cada unocorresponde en las responsabilidades de estagrave crisis, ninguna responsabilidad mayor ymás abrumadora que la de ensangrentar el paísy deprimir su crédito, sin ningún resultado aus-picioso para su desenvolvimiento político y suformación moral.

¿ Quién sabe si a la generación a que Ud. per-tenece esuí reservada la honra histórica de ce-rntr dcfiniti,'amente el período de las contien-das fratricidas y fundar para siempre el régi-men de la libertad en el orden? Lo digo porquede las ge~craciones que actualmente militan nopuede esperarse mucho tan gloriosa reacci6n,

Page 88: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODó

dados los recrudecimientos de pasión y de odic>de que están dando ejetpplo ....

:\1ontevideo, 12 de Marzo de '9' l.

Recibí su atenta del '4 de Febrero. Me feli-cito, ante todo, del animoso estado de espírituen que le veo según los términos de su carta.

Ha llegado la ocasión de que le cumpla mipromesa, y no pasarán muchos días sin quepresente a la cámara de que formo parte unproyecto relativo al asunto. Me decido por estemedio debido a que la gestión directa ante el:Ylinisterio de Instrucción Pública me sería difí-cil, por haber recaído ese ministerio en personaque no es de mi amistad. Luego de sancionadala ley, espero que, como autor de ella, se tcndráCil cuenta mi opinión para la. provisión delpuesto ([).

:\le agrada mucho la idea de la fundación deJf ulldial y le aug-uro todo un éxito. He de apro-vechar la primera oportunidad para responderal pedido de colaboración que, por intermediode Ud., se me dirige.

Satisfaciendo su deseo, hice publicar en LaRa:;ún el suelto que verá ·Ud. en el número quele envío.

También le envío, en paquete certificado, unejemplar de « Motivos de Proteo ", para quepueda Ud. cumplir con el amigo suyo a que Ud.se reficre, o con alguna otra persona, sin que

(Il Trntáb".", dd em'fo de una persona encar~ada deordpnar y df~ h:lcf'r copiar ('n los archivos ('spañolps losdocunlento!!l rf>la(jvo~ a la historia del U ru~uay.

Page 89: BI BLTOTECA

EPISTOLAIUO 91

para ello tenga que desprenderse dcl ejemplarque para Ud. le remití de la primera edición.

Pocos dIas después de recibir Ud. esta carta,estad probahlemente, en Pads nuestro distin-g-uido compatriota el doctor Salterain, amigomIo que tamhién lo es de sus hermanos de LId.,Y creo que de l.: d. mismo. i\1e agradada querasast' a saludado y me trasmitiera noticias d~!;¡ salud de '-an distinguido amigo, algo que-hranl:H'la cuando partió de aquI.

~1is cariñosos s:1ludos a García Calderón, aquien escribiré en hreve_

Vlantevideo, 14 de Enero de lC)17·

He recibido sús dos cartas, así tamhi('n comolos originales de su próximo libro, que !nt' CII-

tl-ew-) Anínal, su hermano. Grata tarea sed¡nra mí prologarle la obra, no sólo en cumpli-micnto de mi promes;], sino, además, porqueel tema realz<? el interés que siempre consagro:1 lo que Ud. cscribt:. Tenemos que americani!;ara Artigas, y algo se ha hecho ya en tal sentido.Hace pocos días leí con viva satisfaciÔn, en .\« Figaro 11 de La Habana, la st'mblanza deZorrilla de S'Ill Martlll por nuestro amigo

_Blanco-Fombona, y alii encontn\ sobre ¡\ rtig-as,?alabras que ¡¡graded en el alma. Blanco-Fom-bona, que ;.-a :;;¡ente a Artig-as, lo sentidl ta ntom¡ís cu;\nto m¡ís 100estudie y profundice, porqueel género de g-randcza, Iibérrima y orig-ínul, denuestro gran caudillo tiene que ser natur"l-mente simpática al temperamento de aquel ilus-tre amigo nuestro, tan lleno de fuerza personalen lo que piensa y escribe.

Page 90: BI BLTOTECA

JosÈ ENRIQUE RODÓ

Prometo escribirle el prólogo dentro de bre-ves días. No sé si será extenso; quizá no; quizálo haga breve para enviarle de inmediato, por-que estoy dé periodista en actividad, supliendo-en la dirección de « Diario del Plata I) la tem-pararia ausencia de de Bachini. El periodismo- Ud. lo sabe - no es mi vocación, pero en élhe tenido que ampararme para vivir, sobre tododesde que he dejado de ser diputado. La polí-tica es la más precaria de las ocupaciones paralos que tenemos altivez e independencia de ca-rácter. j Cuán bien ha hecho Ud. en mantenerselejos de ella!

Me agradó muchísimo que Ud. entrase a par-ticipar de la dirección de la « Revista de Amé-rica ». De García Calderón no tengo noticiashace tiempo, pero la culpa es exclusivamentemía, que le debo carta no sé desde cuándo. Sa-lúdclo Ud. en mi nombre, así como a Blanco-Fomboria. En cuanto a la colaboración que Ud.me solicita, se la enviaré probablemente con elprologo: trataré de escoger algo de los « Nue.vos Motivos de Proteo I).

Supongo que « El Mirador de Próspero >l es-tará ya en su poder. Am, entre cosas que le son.conocidas, encontrará Ud. otras nuevas, cornoel estudio de « Montalvo ", en el que he puestotanto esmero y amor como en pocos escritosmíos. Quisiera escribir algunos otros estudiosde ese género sobre personalidades americanas.por ejemplo: el gran Marti.

Conozco la traducción del fragmento def( Ariel » a que Ud. se refiere, JI pienso comaUd. que está muy bien hecha.

Page 91: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 93

Milán, '4 de Noviembre de 1916.Recibí su carta, y juntamente con ella, los

apuntes biográficos escritos por Ud., a solicitudde una revista de ésa. Esos apuntes están bien,y en el tono oportuno. l'Idole que, en los demáo;datos que le soliciten a mi respecto, se limite -como en ésos - a lo atingente a mi vida inte-lectual y literaria (con alguna indicación, siacaso, sobre mi actuación política), prescin-diendo de intimidades y circunstancias persona-les, que no serían -- en este caso - de oportu-nidad ..

Aún no pucdo precisar la fccha de mi viaje a('sa (París), aunque 10 deseo para pronto.

MiJ;ín, 24 de Noviemhre de 1916.Recibí su alenta del 16, última suya que me

llegará por algún ticmpo, pues de aqui a hrevesdías estare en ci mcdiodía dc Italia donde pasaréuna temporada buscando un clima más suave.que el de estas ciudades del Norte.

:\.olellegó cstos días una carta de nuestro mi-nistro en París, Blanco, interesándose por lafccha de mi arribo a ésa.

:\'0 le devuelvo los apuntes biogrMicos queCd. me envió, porque se trata de una copia queUd. no neccsitará. Como me parece haberle di-cho en mi anterior, ésos mismos apuntes pue-dC;1 sen'irle de pauta para los demás informe"que le soliciten sobre mi pcrsona, a los cfcctosde mi prescntación a ese público, teniendo encuenta la indicación que, si no recuerdo mal, lehacía, es decir: que dichos informcs deben refe-rirse a mi obra intelectual y mi actuación pú-

Page 92: BI BLTOTECA

94 JOS~: ENRIQUE RODÓ

blica, con exclusión de todo lo que teng<\ un ca-rácter puramente personal o íntimo, que, en esemedio y en esas ~ircunstancias, carecería porcompleto de oportunidad.

No hay necesidad de que me conteste a lapresente, pues su contestación me llegaría congran retardo. No recibiré correspondencia hastami vuelta del Sur.

Deseando estrecharle en breve la mano, merepito su afmo. amigo,

José Enrique Rodó.

Una oarta políticaSeflOres de la Comisió'n Colorada A nticolegia-

lista del departamento de Cerro Largo:

En la imposibilidad de concurrir personal-mente a la asamblea política para la que se meha hecho el honor de invitarme, quiero que al-gun<ls palabras mias lleven a nuestros correli-gionarios reunidos la expresión de mi agrade-cimiento y <.le la profunda simpatIa con queacompaño la organización anticolegialista de-partamental a que esa asamblea responde.

Los que desenvolvemos nuestras acti"idades.cívicas en Montevideo, sentimos, más que nun-ca, reter -pIada nuestra energl;¡ para la propa-ganda de las ideas y confortada nuestra fe enlos destinos políticos de la RepÚblica, cuandode los más apartados confines de ella nos llegael ceo de agrupaciones ciudadanas, que se or-ganizan, se difunden y prosiguen resueltamente

Page 93: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 95

sus tareas, ~uperando los obstáculos que repre-senta en todo tiempo - y más en el presente -la disposición hostil de los que tienen en susmanos la fuerza y el poder.

'\' es qll(~ la campaña no es sólo - como sincontradicción se le reconoce - fuente inex-hausta de la riqueza nacional y horizonte in-menso abierto al trabajo dignificador. Ella estambién núcleo de sanas energias morales, deincontarninadas tradiciones dvicas, - tantomás nobles cuanto más desinteresadas, porquesabido es que si en la hora de la necesidad o dela prueha es la campaña la primera a quien seimpone el sacrificio, en la hora dd triunfo y dela holgura es la última en recibir la recom-pensa.

La extraordinaria gravedad de la crisis polí-tica que est;\ planteada en el pals, just ¡fica Iaextensión, también extraordinaria, de estas ag-i-raciones del civismo.

El prop()sito de resistencia que l~s determinaes el ¡mis alto que haya podido aunar jamás elpatriótico esfuerzo de todos los ciudadanos vde todas las colectividades de opinión.

La conciencia n:\cioT1al, que sab(~ que Sll granproblema político no es de fórmulas constitu-cionales, siu), ante todo, de espíritu de gobier-no y de respeto a la soberania, sabe también quesi la reform:: de la ConstituciÓn puede contribuir(~T1 (-icrta medid:l a la solución de aquel proble-ma, no será por ci camino de temcrarias aven-1uras, cicn vcces desautorizadas cn la experien-cia universal.

La 1 ~adición histórica de la República, la tra-dición histórica del partido Colorado, rechazan

Page 94: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRIQUE RODÓ

la suposición de que el régimen de la presiden-cia individual haya de rematar fatalmente endespótico personalismo y manifiestan que cuan-do ese régimen ha estado unido a la voluntaddel bien y a la aptitud para el gobierno - sInlas cuales tonas las instituciones son f rustrá-neas, - no ha dado lugar a que se dude de suesencial virtualidad.

La presidencia individual del general Riverainició, con tendencias liberales y civilizadoras.la organización de la República, concediendoancho campo a la acción.autonórnica de la insti-tución ministerial, personificada en hombres dela talla de don Santiago Vázquez y don LucasObeso

La presidencia individual de don JoaquínSuárez, prolongándose por nueve afias en lamás augustiosa y tremenda de las situacionespor que pueda atravesar un pueblo, mantuvo suautoridad sobre los encontrados impulsos de lasfracciones que se disputaban el predominio;concilió el acatamiento y el respeto de todos;aseguró ci goce de la libertad civil y política,dentro de los muros de una plaza sitiada, e hizoposibles los que aquel mismo gran ciudadanollamó una vez cc los milagros y los prodigios "de la Defensa.

La presidencia individual de don TomásGo-mensoro, después de restablecer la paz y la con-cordia de los orientales, con un espíritu de fra-ternidad que hizo para sil!mpre de ese 'hombrt'modesto una figura nacional, di6 el alto ejem-plo de un presidente en ejercicio que asiste a laderrota de Sll propia candidatura, manteniendo~,parte del escenario de la lucha política los me-

Page 95: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 97

dios y las influencias del poder.La presidencia individual del Dr. don José

E. Ellauri, aunque malograda por abominableatropello, alcanzó a demostrar que era capaz deBevar a su realización más alta el orden admi-nistrativo, la corrección electoral, la moderació:tde los procedimientos y la cultura de las for-mas.

La presidencia individual del Dr. don JulioHerrera y Obes, recibiendo la herencia de lassatrapías militares, reivindicó la capacidad denuestro pueblo para el gobierno civil; consolidóla paz; orientó sabiamente la reacción contradesastrosa crisis económica, y mostró cómo, sinmengua de la autoridad presidencial, puede lla-marse a colaborar en el gobierno a los hombresméís prestigiosos, más representativos y máscapaces de la República.

No es cierto, pues, que todo haya sido fra-caso, incapacidad, abuso de poder, extravIo derumbos, en las presidencias que se han succ-dido en el pals dentro del régimen de la Consti-tución actual. Cuando ha habido elevadas ten-dencias de gobierno, y cuando se ha gobernadocon la voluntad sincera de contener la propiaautoridad en sus justos y debidos límites, lainstitución de la presidencia ha sido capaz deobra de bien y ha respondido a sus fines consti-tucionales, aunque con las imperfecciones y lasdeficiencias imputables, no a una institución de-terminada, sino al ambiente y a la educación deun pueblo que se inicia en la práctica deI gobic/,-no propio.

El exceso de autoridad personal es, induda-blemente, el peligro a que tiende por naturaleza

7

Page 96: BI BLTOTECA

JOSÉ ENRlgu~R01>Ó

el Poder Ejecutivo; pero ese peligro apareceriafácil de evitar, sin necesidad de quitar a la pre-sidencia la condición esencial de su individuali-dad, si se levantara el concepto de la autonomíaministerial, si se pensara en extender la inter-vención del parlamento en el desempeño de lasfunciones ejecutivas, y muy particularmente, sise asegurara la independencia del parlamentomismo, y por lo tanto la realidad de su exis-tencia y su poder, eliminando la abrumadorapresión de los gobiernos en el acto fundamentalde la soberania.

Se invoca del lado del colegialismo, comoprincipal fundamento de la innovación, la enor-midad de la suma de gobierno y de ascendientepolítico que las presidencias individuales acu-mulan en manos de un sólo hombre; y sin em-bargo, es en el campo en que asl se pretendereaccionar contra el autoritarismo presidencialdonde ha nacido o r~apàrecido la doctrina quesostiene - .bajo presidencias tipicamente « in-dividuales )l, - la legitimidad de la « influenciamoral )l que un presidente dotado de esos des-medidos recursos de dominio y de sugestiónpuede ejercer para inclinar en favor propio losresultados del sufragio.

Completado por la doctrina de la cc influenciamoral ) que le es congénita, ese Ejecutivo cole-giado que se renovará en sólo \uno de sus miem-bros, por elecciones anuales, dará a la acumula-ción del poder público en manos del Ejecutivoun carácter mucho más intolerable que el que hatenido hasta ahora, porque a la extensión actuaide atribuciones legales y de resultados de hecho,añadirá garantIas de continuidad y permanen-

Page 97: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO 99

cia que no caben fácilmente en la sucesión delos gobiernos individuales.

Una voluntad personal salida del núcleo deuna oligarquía puede reaccionar en determinadomomento, reivindicar la plenitud de su autori-dad, formar vinculaciones nuevas, dar oído alos clamores de la opinión; pero el círculo férreoconstituído por nueve individualidades, que seescogerían entre lo más neto, significativo y pro-bado del régimen que prevalece en el país, esincomparablemente más dificil que resulte infielal espíritu oligárquico. La solidaridad de grupo,la vigilancia de los unos sobre los otros, el equi-librio de las aspiraciones personales y la renova-ción paulatina bajo el patrocinio electoral de lamayoría que permanece en sus puestos, deter-minarán una fuerza de conservación bastantepara ahogar en germen, cualquiera veleidad ex-céntrica de alguno de los oligarcas.

La innovación colcgialista parecería, pues,de incontrastable eficacia como medio de ase-gurar en el pals el predominio indefinido de unamisma polftica y de unos mismos hombres, sino fuera que a la posibilidad de esos triunfossempiternos se oponen fuerzas superiores a losmás hábiles cálculos humanos.

Es inconcebible como el suefio del poder aperpetuidad, que ha torturado el espíritu de to-das las oligarquias, se reproduce en todo tiempoeon extraña impenitencia, a pesar de los desen-gaños de la historia y de las conclusiones dela más sencilla reflexión.

Podrá, una vez más, una oligarquía que de-dina abrazarse desesperadamente a ese suef'lo.

Page 98: BI BLTOTECA

Iao JOSÉ ENRIQUE RODÓ

Todo será inútil. Llegará la hora de ~u fatalcaducidad. Cualesquiera que sean los mediof>que se ensayasen para impedirlo, serán, en de-finitiva, absolutamente vanos, lo mismo cuandose funden en la represión por la fuerza brutal,que cuando se valgan, como en este caso, decombinaciones artificiosas, de expedientes lega-les, de instituciones de nueva iflvención.

Este convencimiento absoluto debe alentar algeneroso esfuerzo de los ciudadanos del partidocolorado que hoy se organizan en los cuatroámbitos de la República para luchar por la inte-gridad de nuestro régimen constitucional y porla reivindicación de la libertad polltica.

La palabra de orden que nos trasmitamos nopuede ser sino perseverar; perseverar a, todacosta: permanecer firmes al pie de nuestra ban-dera de principios, firmes en la resistencia y enla propaganda, aunque el régimen que comba-timos haya de prolongarse más allá de toda ló-gica presunción y de todo antecedente cono-cido; firmes e inquebrantables en rechazar lasargucias y los ejemplos que convidan a transi-gir con lo que se considera un mal y a partici-par en lo que se tiene por funesto, invocandofalaces esperanzas de evolución y de reacción,que hasta ahora no reconocen el más inconsis-tente fundamento en el testimonio de la reali-dad.

Por la demás, los que para continuar denuestra parte necesiten saber si la hora deltriunfo está cercana, harán bien en satisfacersus impaciencias y retirarnos su concurso. Que-den sólo aquellos que no miden la extensióndel tiempo que se pasa lejos de los halagos del

Page 99: BI BLTOTECA

EPISTOLARIO lor

éxito y el encumbramiento, cuando se lleva enel alma la fuerza de una convicción.

A los colorados anticolegialistas del departa-mento de Cerro Largo, a los honorables ciuda-danos que presiden su organización; a los ele-mentos cívicos de esa importante zona de la Re-pública que, en el seno de otras agrupacionespartidarias, comparten en estas circunstanciasnuestros propósitos, envIo mi adhesión entu-siasta, mis felicitaciones y mis saludos.

José Enrique Rodó.

l\·1ontevideo, 28 de Febrero de '9,6.

fi" '-. i ..-':__:::;~:(Â6,&d01LC .•..l',,) NS;, ARANGO,

CATJUj)f~cAC10N

Page 100: BI BLTOTECA

102 J0s,ÉENRIQUE RODÓ

r-d

d..4.•••••.•••.• c.d"~ _ .•••.•• ~;;:--~.

L'tt>_/"'"'9-ë-. ..•. ~ ~ 7"'-" .• /6''''''''.¿ ~'Ic-~~-r-

;l-' ~;'"~-?f'

-k...Jl> ·_7_Jv{.j!¡I ç..' G. h (~;o..,.r

""""~ r..- ft i-- ~_ ¡....n ;n'...,A- 1_•..~, A.. ?...c, r--"£ /--. ~ ~~h: .;t:'~- ,/.•...~ •...•, ~ ~hlcv),

d -.(...t..~, k ~-~ e.ri &ov-

J-h. ,- /"- k- ~~-_A:- -4- ~./...4''''' ~ &

Facsimile de una de las últimas cartas del autor de ARIEL,que acompañaba otro de sus últimos escritos cuya traducciónsirvió de pr610go al tomo segundo del «Album de photogra-vures de I'Armée française. "

Page 101: BI BLTOTECA

~PISTOLARIO

,.INDICE

103

Página¡

A,dvertencia preliminar. 5Un huésped eminente. 7¿ Mi autobiografía? . yCartas al Sr. don Antonio Rubió y Lluch. 13Carta' al Sr. don Carlos Reyles 17Carta al Sr. don Francisco García Calderon 26Cartas al SI'. don Juan Francisco Piquet 30

Cartas al Sr. don Max Henríquez Ureña 39Cartas al Sr. don Pedro Henríquez Urefia 42

Cartas al Sr. don Alejandro Andrade Cocllo 48Carta a la Sta :vIaría Eugenia Vaz FClTcira 56Carta al Sr. don Carlos Arturo Torres 57Tarjeta al Sr. don Alfonso R~yes 59Carta al Sr. don Ramón A. Catalá óoCarta al Sr. don Federico Garda Godoy 64Carta al ,Sr. don Enrique Pérez . 68Carta al Sr. don Ramón Villavicencio 72

Cartas al Sr. don José Gálvez 73Carta al Sr. don Juan Ignacio Gálvez 75Carta al Sr. don Rafael H. Elizalde 77Carta al Sr. don Federico Henríqut'z y Carvajal 79Carta al Sr. don Juan Antonio Zubil1aga 80Cartas al Sr. don Hugo D. Barbagelata ~2

Una carta política . 94

Page 102: BI BLTOTECA

IMPRENTA y ENCUADERNACiÓN

VERTONGENESCRITORIO: 50, Calle St-Lazare, PARIS.

USINA: LI': PERREUX (Seine)