Silvio Gallo - Pedagogia Libertaria Principios Politico-filosoficos

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    Pedagoga libertaria: principios poltico-filosficos

    Silvio Gallo

    Universidad Metodista de Piracicaba - Brasil

    1. Introduccin

    Toda filosofa de la educacin se sita necesariamente bajo una antropologa filosfica;

    esto equivale a decir que anteriormente a cualquier intento de educacin subyace una

    imagen del ser humano. Kant ya se preguntaba qu es el ser humano para que seaeducado, sealando as la dimensin real que una antropologa asume en cualquier

    proceso pedaggico. Si la educacin es un proceso formador de personas, de seres

    humanos, necesitamos saber de antemano qu es ese ser humano al que pretendemos

    formar. Y ocurre que al pensar nuestro concepto de ser humano nos topamos con lacuestin poltica, pues tal concepto se halla estrechamente relacionado con la sociedad en

    que dicho ser humano est o estar inserto. Abrense, pues, dos posibilidades

    fundamentales para nuestro proceso educativo: o formar personas comprometidas con el

    mantenimieno de esta sociedad, o formar personas comprometidas con su transformacin.

    En la historia de la pedagoga y de la educacin podemos descubrir dos concepcionesfundamentales acerca del concepto de ser humano: la esencialista, segn la cual aquello

    que sea el hombre est definido por una esencia anterior y exterior a l, y la

    existencialista, segn la cual el humano se define a posteriori, a travs de sus actos,

    construyendo paulatinamente la esencia de lo que es ese hombre de dentro hacia afuera.A ttulo de ejemplo la primera perspectiva sigue la teora educativa que Platn describe

    en la Repblica, base de la educacin jesutica y de todo el sistema tradicional de

    enseanza; por el contrario la perspectiva existencialista se inaugura con Rousseau en suEmilio, o de la educacin constituyendo el fundamento de las teoras y prcticas

    pedaggicas que en educacin llamamos escuela nueva.

    La educacin anarquista o pedagoga libertaria inscrbese en el contexto de las teoras

    modernas de educacin. En este sentido, aunque posea una fundamentacin filosfica y

    poltica propia, sin embargo esta fundamentacin se relaciona con otras teoras yprcticas pedaggicas contemporneas. Es necesario, por ende, saber distinguirla de otras

    teoras educativas.

    2. La educacin integral

    El fundamento de la educacin libertaria es el concepto de educacin integral que, de

    acuerdo con Paul Robin, es el resultado de un largo proceso de evolucin en el quediversos educadores a lo largo del tiempo fueron aportando ideas y tejiendo

    consideraciones que, en pleno siglo XIX, ya maduradas, podran ser sistematizadas en

    una teora orgnica:

    La idea de educacin integral no ha alcanzado su completa madurez hace poco tiempo.

    Rabelais, creo yo, es el primer autor que dijo algo sobre ella; en efecto, en sus obras

    leemos que Poncrates enseaba a su alumno las ciencias naturales, la matemtica, le

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    una representacin de las relaciones sociales, siendo por ende la funcin ms importante

    de la sociedad y una de las condiciones bsicas de su mantenimiento y de la perpetuacin

    de su existencia:Toda educacin tiene como objeto producir el hombre y el ciudadano -segn una

    imagen en miniatura de la sociedad- para el desarrollo metdico de las facultades fsicas,

    intelectuales y morales de las criaturas (5). En otros trminos: la educacin es creadora decostumbres en el sujeto humano (...) La educacin es la funcin ms importante de la

    sociedad (...) A los hombres slo les resulta necesario el mandato, la infancia es necesaria

    para el aprendizaje del propio deber, para el ejercicio de la conciencia tanto del cuerpocomo del pensamiento (6).

    Para Proudhon y para la filosofa poltica anarquista en general la sociedad no es

    resultado de un contrato que reduce la libertad de los individuos con su consentimiento,

    sino de un proceso constante de produccin colectiva de cultura y humanizacin. As laeducacin, que es la transmisin de la carga cultural de la humanidad, es uno de sus

    puntos centrales de existencia: sin la educacin no existe transmisin de cultura, no

    habiendo avance sino retroceso y, con ello, una desestructuracin de la sociedad rumbo a

    la barbarie.Con semejante visin de la educacin y de la sociedad emprende Proudhon un anlisis

    crtico de la educacin suministrada por el capitalismo. Es obvio que esta sociedadjerarquizada preconizar una educacin jerarquizada. La clase dominante precisar

    recibir, por medio de la educacin, los medios y los conocimientos necesarios para

    dominar todo el proceso de produccin, circulacin y consumo, pudiendo mantenerse en

    posicin de propietaria y de gerente de los medios de produccin. Las clases obreras, porotro lado, apenas deben recibir la instruccin necesaria para la realizacin de las tareas a

    las que estn destinadas. En trminos de cultura, trtase de mantener a las clases

    dominadas, en su ignorancia, en una condicin de infrahumanidad para que no tenganconciencia de su derecho a la libertad y a la igualdad. Para decirlo de otra manera, la

    educacin capitalista sostiene y refuerza el sistema de divisin social del trabajo, fuente

    de alienacin.La propuesta de una nueva educacin debe, por lo tanto, ser capaz de superar el

    fenmeno de la alienacin. Para Proudhon el camino est en la defensa intransigente del

    trabajo artesanal, proceso en el cual el artesano domina la totalidad del proceso de trabajo(7). Segn l, si tomramos el trabajo manual como un instrumento de aprendizaje

    tendramos una educacin mucho ms completa, que no dicotomizara la realidad en dos

    facetas irreales cuando se producen inarticuladamente: el racional y el fsico. Por otro

    lado, una persona que domina tanto el conocimiento terico cuanto el conocimientoprctico es una persona completa, no deficitaria en ninguno de los dos aspectos:

    El trabajo (...) resumiendo la realidad y la idea, se presenta (...) como modo universal de

    enseanza (...) De todos los sistemas de educacin el ms absurdo es el que separa lainteligencia de la actividad escindiendo al hombre en dos entidades imposibles: un

    abstraccionista y un autmata (...) Pero si la educacin fuese desde el principio

    experimental y prctica, reservando los discursos nicamente para explicar, resumir ycoordenar el trabajo; si permitiese aprender con los ojos y con las manos a quien no

    pudiese aprender con los ojos y con la memoria, en breve veramos (...) multiplicarse las

    capacidades (8).

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    Es en este contexto en el que Proudhon propondr un aprendizaje politcnico, la

    enseanza de las diversas tcnicas de produccin manual unida a la formacin cultural

    que privilegie el desarrollo de las facultades fsicas, intelectuales y morales del nio, locual constituye la base de la educacin integral (9). Pero lo que l no consigui

    vislumbrar todava fue que el sistema artesanal estaba definitivamente superado, pues la

    revolucin industrial haba instaurado ya la divisin de funciones de forma irreversible.Se haca necesaria una nueva fundamentacin para la educacin integral que no

    conllevase la defensa de un proceso sobrepasado. Ser Bakunin el que haga ms

    contempornea -en la segunda mitad del siglo XIX- la fundamentacin de esta propuestaeducativa. Sin abdicar de la necesidad de articulacin entre trabajo manual y trabajo

    intelectual como posibilidad de superacin de la alienacin, el anarquista ruso introducir

    novedad con su imagen del hombre huyendo completamente del contexto naturalista de la

    filosofa poltica liberal.Al tratar al ser humano como realidad social, Bakunin asume una perspectiva dialctica

    que sita la cuestin antropolgica ms all de la oposicin esencialismo/existencialismo

    antementada; en ese contexto, lo que es el hombre comporta tanto caractersticas a priori

    como caractersticas resultantes de elecciones y actos a posteriori, llevando a un conceptode educacin integral mucho ms complejo y completo.

    3. El hombre como realidad social

    La filosofa poltica de tradicin burguesa trabaja con la categora de un estadio

    natural; en el caso de las desigualdades sociales es comn encontrarnos anlisis quesitan esas desigualdades como naturales (10): todos los hombres son naturalmente

    diferentes, y las diferencias en las condiciones sociales son nada ms y nada menos tan

    extensas como estas diferencias naturales. As las cosas, el xito o fracaso, el dominio ono dominio del saber, la riqueza o la miseria son simplemente el fruto del trabajo de cada

    hombre, trabajo que se procesa de acuerdo con las caractersticas y aptitudes naturales

    de ese hombre. As pues, naturalmente, la sociedad ser desigual porque los hombres sondesiguales: uno es rico porque tuvo aptitud suficiente para aprovechar las oportunidades

    que le aparecieron; otro es un miserable obrero porque sus caractersticas naturales as lo

    determinaron. La sociedad y la cultura son un simple reflejo de naturaleza.

    Bakunin se alza contra semejantes afirmaciones. Para l el hombre es una realidad social.

    Es la sociedad la que moldea a los seres humanos segn sus necesidades, a travs de la

    educacin. Y si la sociedad es desigual, los seres humanos sern todos diferentes yvivirn en la desigualdad y en la injusticia, no por un problema de aptitudes sino ms

    exactamente por una cuestin de oportunidades. No podemos cambiar la naturaleza

    humana, pero podemos cambiar aquello que el hombre hace de ella en la sociedad: si ladesigualdad es natural estamos presos de ella, pero si es social entonces podemos

    transformar la sociedad proporcionando una vida ms justa para todos sus miembros:

    Tomando la educacin en el sentido ms amplio de esta palabra, incluyendo en ella nosolamente la instruccin y las lecciones de moral sino tambin y sobre todo los ejemplos

    que proporcionan a los nios todas las personas que las rodean, el influjo de todo lo que

    ella entiende en cuanto ella ve, y no solamente la cultura de su espritu sino tambin el

    desarrollo de su cuerpo mediante la alimentacin, la higiene, el ejercicio de sus miembros

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    y de su fuerza fsica, diremos con la plena certeza de no poder ser contradichos por nadie

    que todo nio, todo adulto, todo joven y finalmente todo hombre maduro es el resultado

    del mundo que le aliment y le educ en su seno (11).Por otro lado, aunque determinadas caractersticas humanas estn configuradas

    socialmente, no deja de ser verdad que otras caractersticas del hombre son naturales. Las

    caractersticas naturales no pueden ser transformadas, sino que deben ser plenamenteconocidas a travs de la ciencia para que puedan ser dominadas; el hecho de asumir esas

    caractersticas naturales no significa sumisin ni esclavitud: huir de ellas sera abandonar

    la humanidad. Bakunin deja bastante clara la percepcin de estas caractersticas naturalesen otro texto:

    Al reaccionar sobre s mismo y sobre el medio social respecto del cual es, como acabo

    de decir, el producto inmediato, el hombre -no lo olvidemos nunca- no hace otra cosa que

    obedecer an a esas leyes naturales que le son propias y que operan en l con unaimplacable e irresistible fatalidad. Ultimo producto de la naturaleza sobre la tierra, el

    hombre contina -por as decirlo- meiante su desarrollo individual y social la obra, la

    creacin, el movimiento y la vida. Sus pensamientos y sus actos ms inteligentes y ms

    abstractos y, como tales, los ms distantes de lo que se llama comunmente naturaleza, noson ms que creaciones o manifestaciones nuevas. Frente a esta naturaleza universal el

    hombre no puede tener ninguna relacin exterior ni de esclavitud ni de lucha, porquelleva en s esta naturaleza y fuera de ella no es nada. Pero al identificar sus leyes, al

    identificarse en cierto modo con ellas, al transformarlas por un procedimiento psicolgico

    propio de su cerebro en ideas y en convicciones humanas, se emancipa del triple yugo

    que le imponen primero la naturaleza exterior, despus su propia naturaleza y, por fin, lasociedad en que se inserta.

    (...) Al intentar rebelarse contra ella se rebela contra s mismo. Evidentemente es

    imposible para el humano pensar siquiera la veleidad y la necesidad de una rebelinsmejante puesto que, no existiendo fuera de la naturaleza universal y llevndola consigo,

    descubrindose en cada instante de su vida en plena identidad con ella, no puede

    considerarse ni sentirse ante ella como un esclavo. Por el contrario, es estudiando y, pordecirlo as, apropindose mediante el pensamiento las leyes naturales de esa naturaleza

    -leyes que se manifiestan igualmente en todo lo que constituye su mundo exterior y en su

    propio desarrollo individual (corporal, intelectual y moral)- como ella llega a sacudirsesucesivamente el yugo de la naturaleza exterior, el de sus propias imperfecciones

    naturales, y -como veremos ms tarde- el de una organizacin social autoritariamente

    constituda (12).

    Dentro de las caractersticas naturales del hombre no estan, mientras tanto, otrascaractersticas, como la libertad por ejemplo, que son un producto de la convivencia del

    hombre en sociedad. Siendo as, es necesario que se domine el conocimiento cientfico

    sobre las leyes naturales y sobre los mecanismos y estructuras de la sociedad, a fin de quesea posible la construccin de una nueva sociedad y de un hombre nuevo fundados en la

    libertad, en la justicia y en la igualdad. La construccin de la libertad es proceso de

    aprendizaje de naturaleza y de cultura.Pero si el hombre es tambin una realidad social, entonces es posible que una sociedad

    justa produzca hombres completos, libres y felices a travs del aprendizaje mediante

    contacto directo:

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    Para que los hombres lleguen a ser morales, esto es, hombres completos en el sentido

    ms lato del trmino, son necesarias tres cosas: una naturaleza higinica, una instruccin

    racional e integral acompaada de una educacin basada en el respeto por el trabajo, porla razn, por la igualdad y por la libertad, y un medio social en que cada individuo,

    gozando de plena libertad, sea realmente, de hecho y de derecho, igual a todos los

    dems (13).Bakunin reconoce en la educacin la funcin de formar a las personas de acuerdo con las

    necesidades sociales, lo que hoy llamamos dimensin ideolgica de la enseanza. Y es

    eso lo que l ataca en la educacin del sistema capitalista, cuyo objetivo es el deperpetuar la sociedad de explotacin: ella ensea a los burgueses a explotar no

    rebelndose contra el sistema social injusto. La escuela pasa entonces por una institucin

    perversa, por un aparato de tortura que mutila a algunos miembros para moldear al

    hombre segn sus injustos propsitos. La educacin capitalista no forma un hombrecompleto sino un ser parcial, comprometido con principios definidos a priori y exteriores

    a l; en otras palabras, la educacin capitalista se funda en la heteronoma. Pero no por

    eso deja de reconocer que la educacin tambin puede ser trabajada de otra manera

    persiguiendo un objetivo opuesto al de la educacin capitalista:Ser por ende preciso eliminar de la sociedad toda la educacin y todas las escuelas?

    No, de ninguna manera; es preciso distribuir a manos llenas la educacin en las masas ytransformar todas las instituciones eclesisticas (...) en otras tantas escuelas de

    emancipacin humana. Pero antes de nada entendmonos: las escuelas propiamente

    dichas, en una sociedad normal fundada sobre la igualdad y el respeto a la libertad

    humana, debern existir para los nios, no para los adultos; y para que se conviertan enescuelas de emancipacin y no de sumisin tendrn que (...) fundamentar toda la

    educacin de los nios y la instruccin en el desarrollo cientfico de la razn (14).

    La realizacin de una educacin con esas caractersticas no parece sin embargo inmediatani siquiera un poco tranquila, y Bakunin es consciente de las dificultades que habrn de

    ser arrostradas. Por un lado, con toda certeza, la reaccin de la sociedad capitalista frente

    a tal proyecto pedaggico sera radical, pues tratara por todos los medios deautodefenderse no permitiendo que tal sistema educativo pudiese formar personas

    conscientes y crticas, libres y justas, incorruptibles por la sociedad de explotacin

    ponindola en jaque; por otro lado, por el efecto malfico que esta sociedad ejercerasobre las propias personas surgidas de las escuelas que trabajasen con esa perspectiva

    crtica y libertaria (15). Y como la educacin manual apenas si tiene lugar en la

    institucin escolar y tampoco en la sociedad como un todo, una escuela revolucionaria no

    lograra alcanzar plenamente sus objetivos en una sociedad reaccionaria. Aqu reaparecela dialctica social de Bakunin: ni una nueva educacin construye por s sola la nueva

    sociedad, ni cabe la nueva sociedad sin un hombre nuevo para cuya formacin resulta de

    extrema importancia una nueva escuela. Mientras tanto, fundar una escuela nueva en elinterior de la sociedad vieja sin preocuparse de organizar un trabajo revolucionario para

    transformar paulatinamente las estructuras sociales sera condenar a esta escuela al

    fracaso. Bakunin escribe:Si en el medio existente se consiguiera fundar escuelas que proporcionasen a los

    alumnos una instruccin y una educacin tan perfectas como fuera posible hoy imaginar

    conseguiran ellas crear hombres justos, libres y morales? No, porque al salir de la

    escuela se encontraran en una sociedad dirigida por principios absolutamente contrarios

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    a esa educacin y a esa instruccin y, como la sociedad es siempre ms fuerte que los

    individuos, no tardara en dominarlos, esto es, en desmoralizarlos. Pero adems la propia

    funcin de tales escuelas es imposible en el actual medio social. Porque la vida socialabarca todo, invade las escuelas, las vidas de las familias y de todos los individuos que de

    ella forman parte (16).

    A travs de estas afirmaciones procura Bakunin mostrar que, a pesar de tener unaparticipacin en el proceso revolucionario, la escuela no hace por s sola la revolucin. La

    sociedad no es mecnica. Si existe explotacin porque no hay conciencia no basta que

    poco a poco eduquemos y concienticemos a las personas para que la sociedad setransforme. Los caminos sociales resultan ms complejos y oscuros; lejos de ser un

    camino simple y previsible, la sociedad es -como ya apuntara Proudhon- un frgil y tenue

    equilibrio entre una multiplicidad de fuerzas, y el medio social humano se halla mucho

    ms prximo a lo imprevisible. La educacin revolucionaria y los trabajosrevolucionarios de base, lo mismo que la organizacin, deben ser articulados, procesados

    simultneamente, para que se puedan albergar esperanzas de conseguir dar poco a poco

    algunos pasos en el sentido de la revolucin social que destruir las bases de la antigua

    sociedad.

    4. La autogestin pedaggica

    El concepto de hombre que fundamenta y permeabiliza la idea libertaria de la educacin

    desemboca necesariamente en una posicin sociopoltica, como ya vimos. Para

    mantenerse fieles a esa perspectiva sociopoltica de transformacin la pedagogaanarquista elige como principio poltico la autogestin. Tal principio se encuentra

    ntimamente relacionado con el concepto de autonoma (17): trtase de construir una

    comunidad (fbrica, escuela, sociedad) en donde la gerencia sea responsabilidad nica yexclusiva de los individuos que la componen; en otras palabras, la autogestin consiste en

    la constitucin de una sociedad sin Estado, o por lo menos de una sociedad en la cual el

    Estado no se encuentre orgnicamente separado de ella como una instancia poltico-administrativa heternoma (18).

    El principio de la autogestin puede ser aplicado a los ms diversos mbitos: a laadministracin de una empresa o de una colectividad rural, a una cooperativa de bienes

    y/o servicios, a un sindicato, a una asociacin comunitaria de barrio, etc. Entre las

    muchas instituciones que pueden pasar por la experiencia de la autogestin est la

    escuela, y precisamente en su mbito se han desarrollado las experiencias ms abarcantes.

    La aplicacin del principio autogestionario a la pedagoga entraa dos niveles especficos

    del proceso de enseanza-aprendizaje: primero, la autoorganizacin de los estudios porparte del grupo, que implica al conjunto de los alumnos junto con el profesor o

    profesores; en un nivel primario incluye a toda la comunidad escolar (empleados,

    secretarios, directores, etc); en un nivel secundario, adems de la formalizacin de losestudios, la autogestin pedaggica conlleva un segundo nivel de accin, aunque general

    y menos explcito, que es el del aprendizaje sociopoltico que se realiza

    concomitantemente con la enseanza formal propiamente dicha.

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    Al ser antiautoritaria por definicin, la educacin anarquista tuvo siempre su foco central

    en la autogestin pedaggica, implcita o explcitamente. Sin embargo no fue el

    anarquismo el que asumi la tendencia autogestionaria en la educacin, pues ella cabe enmltiples interpretaciones polticas, desde el anarquismo ms radical hasta el liberalismo

    del laissez-faire ms reaccionario. De este modo muchas tendencias pedaggicas

    acabaron por asumir prcticas total o parcialmente vinculadas al principio de autogestin,sea de forma consciente, sea en la sutil inocencia -o ignorancia- que todo lo permite. En

    consecuencia la autogestin se halla presente desde Cempuis hasta Summerhill, desde el

    racionalismo pedaggico de Ferrer i Guardia hasta el escolanovismo ms liberal, desdela pedagoga institucional hasta las tcnicas de Freinet.

    Georges Lapassade define la autogestin pedaggica como la forma actual de educacin

    negativa (19) iniciada con Rousseau, por ser un sistema de educacin en el cual eleducador renuncia a su autoridad de transmisor de mensajes interactuando con los

    alumnos a travs de los medios de enseanza permitiendo que ellos escojan los

    programas y los mtodos de aprendizaje. Divide luego la aplicacin de la autogestin a la

    pedagoga en tres grandes tendencias:

    Una primera, que l denomina autoritaria en la medida en que el profesor propone algrupo de alumnos algunas tcnicas de autogestin y que, segn l, es iniciada por el

    pedagogo sovitico A. Makarenko.

    Una segunda, a la que l denomina tendencia Freinet que tendra en la creacin de nuevos

    mtodos y tcnicas pedaggicas su caracterstica central. En esta tendencia, cercana a laindividualizacin de la enseanza y a la autoformacin, se encontraran tambin

    englobadas las experiencias norteamericanas de self-government en la educacin puestas

    en juego por Plano Dalton y las propuestas de una Pedagoga Institucional, a las cuales seadhiere el propio Lapassade.

    La tercera tendencia sera la libertaria y englobara las experiencias pedaggicas

    anarquistas, caracterizadas segn l por un proceso en el cual los profesores dejan en lasmanos de los alumnos cualesquiera orientaciones en el sentido de instituir un grupo de

    aprendizaje y se limitan a ser consultores de este grupo.

    La clasificacin de Lapassade es sin duda bastante operativa aunque presenta, comocualquier clasificacin, problemas tcnicos tales como, en el caso presente, la

    caracterizacin que hace de la tendencia libertaria. Sobre la aplicacin del prncipio de

    autogestin en la pedagoga libertaria podemos distinguir dos perspectivas:

    Una, a la que llamara tendencia no-directiva, que asume los principios metodolgicosrousseaunianos de educacin, aunque con crticas a su perspectiva socio-poltica. Estara

    representada por la pedagoga antiautoritaria que tuvo en Max Stirner su terico ms

    radical y que anim diversas experiencias de escuelas libertarias. Desde el punto de vistametodolgico y psicolgico se encontrara muy prxima a la tendencia escolanovista y

    tambin a la Pedagoga Institucional, aunque ms interesada en una perspectiva de

    educacin sociopoltica de los hijos del proletariado.La segunda, que podra ser denominada de tendencia mainstream, asume a Rousseau

    negativamente alzndose como una crtica radical de su filosofa educativa. Dicha

    corriente estara sustentada tericamente en Proudhon y en Bakunin, presentando como

    ejemplos prcticos las experiencias de Robin, Faure y Ferrer i Guardia.

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    Lo que diferencia las dos perspectivas de aplicacin de la autogestin pedaggica en el

    contexto libertario es que la primera toma a la autogestin como un medio, mientras que

    la segunda la toma como un fin; en otras palabras, en la tendencia no-directiva laautogestin est tomada como metodologa de enseanza, mientras que en la tendencia

    mainstream est asumida como el objetivo de la accin pedaggica. O dicho de otro

    modo todava: se educa por la libertad o para la libertad. De nuevo el fundamento es laoposicin entre Rousseau y Bakunin: si asumimos la libertad como una caracterstica

    natural, el nio debe ser educado sin directividad; si por contra tomamos la libertad como

    una caracterstica social, tal y como deseaba Bakunin, entonces el nio necesita sereducado, dirigido en la direccin de la construccin y conquista de la libertad.

    Me parece que la segunda posicin es ms coherente con los principios anarquistas,

    principalmente porque estamos hablando del ejercicio de una pedagoga libertaria en el

    contexto de una sociedad capitalista, lo que significa afirmar la autogestin en un medioheterogestionario (20). Crear escuelas en que los nios vivan en la ms absoluta libertad

    constituye una gran trapacera, porque no es esa precisamente ni mucho menos la

    situacin que ellos encontrarn en el medio social; por el contrario, van a encontrarse

    inmersos en un medio en que o son sometidos o someten, en donde la libertad resulta porende imposible. Polticamente, asumir una postura no-directiva en la educacin significa

    dejar que la sociedad se encargue de la formacin sociopoltica de los individuos. Eso loperciba ya el propio Rousseau, y de ah su opcin por aislar a Emilio de la sociedad,

    apartndole de los efectos corruptores de la misma. Pensaba el filsofo ginebrino que,

    solamente tras tener la personalidad formada, el individuo podra introducirse en la

    convivencia social sirviendo de influencia positiva para la sociedad corrompida. Hoysabemos sin embargo que el individuo nunca deja de ser susceptible de las influencias

    sociales, sobre todo habida cuenta del poder de penetracin que los medios de masa

    poseen actualmente.La perspectiva no-directiva heredada de Rousseau y sistematizada por los escolanovistas,

    desde Dewey hasta Freinet, desde Claparde hasta Rogers, sirve en definitiva a los

    intereses polticos del capitalismo que alimenta individuos adaptados al laissez-faireabsoluto que habr de procurar el desarrollo individual sin preocuparse del desarrollo

    colectivo ni del social. En la mejor de las hiptesis, una escuela basada en tal principio

    formar individuos ajenos a la cuestin sociopoltica, presas fciles de los poderososmedios de masa capitalistas.

    La propuesta libertaria de una educacin integral fundada en el principio de autogestin

    no puede, por tanto, ser confundida con las propuestas escolanovistas que le son

    contemporneas. Si existen convergencias entre ellas, hay sin embargo una divergenciafundamental, a saber, la postura sociopoltica resultante de la idea de ser humano que la

    sustenta. Asumir al hombre como un ser complejo, integral, con derecho a la igualdad y a

    la libertad, lleva necesariamente a una confrontacin poltica con la sociedad capitalista,que funciona a travs de la alienacin. Una educacin anarquista slo puede luchar contra

    esa alienacin tratando de formar al ser humano completo al mismo tiempo que se

    confronta con el capitalismo buscando estrategias polticas de transformacin social.De este modo abandona la inmovilidad de un pasado de tradiciones para abrirse al futuro

    como un nuevo horizonte de posibilidades (21).

    NOTAS

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    (1): Robin, P: La educacin integral. In Garca Moriyn, F: (Ed):

    Educaao Libertria. Artes Medicas, Porto Alegre, 1989, p. 88(2): Ibidem

    (3): Ferrer i Guardia, F: La Escuela Moderna. Pstuma explicacin y alcance de la

    enseanza racionalista. EdicionesSolidaridad, Madrid, 1912, p. 27

    (4): Ibi, pp. 60-61 (5): Podemos observar ya aqu los orgenes del concepto de educacin

    integral. Los subrayados son mos.(6): Proudhon, P. J: A Nova Sociedade. Rs, Porto, s/f.

    (7): Cfr. Arvon, H: El anarquismo en el siglo XX. Ed. Taurus, Madrid, 1979, pp. 163 ss

    (8): Proudhon, P. J: A Nova Sociedade. Rs, Porto, s/f, p. 307

    (9): Para ms detalles, cfr. Gallo, S: Educaao anarquista: Por uma pedagogia do risco.Unicamp, 1990 (Tesis de maestra).

    (10) La mentalidad poltica liberal, desde Hobbes hasta Rousseau, se basa sobre la nocin

    de estadio de naturaleza, un estadio anterior a la propia constitucin de la sociedad y del

    Estado en el cual los hombres vivan libres. Para Hobbes los hombres son naturalmentemalos; para Rousseau son naturalmente buenos. La necesidad de seguridad, de propiedad,

    etc, les lleva por medio de un pacto social a constituir el Estado en cuanto institucinpoltica de la sociedad. Una visin completa y profunda de estas teoras denominadas

    iusnaturalistas puede verse en Bobbio/Bovero: Sociedade e Estado na Filosofia Politica

    Moderna. Brasiliense, Sao Paulo, 1987 (2 ed).

    (11): Bakunin, M: La libertad. Ed. Jucar, Gijn, 1977(12): Bakunin, M: Op. cit. pp. 74-75

    (13): Bakunin, M: O Socialismo Libertario. Global, Sao Paulo, 1979, p. 50

    (14): Bakunin, M: Dios y el Estado, 1979, pp. 74-75, nota.(15): Sobre los problemas y lmites de una educacin autogestionaria en una sociedad

    heterogestionaria, cfr. Daz, C: Escritos de pedagoga poltica. Ed. Marfil, Alcoy, 1977;

    Daz, C: Manifiesto libertario de la enseanza. Ed. La Piqueta, Madrid, 1978;Daz/Garca: Ensayo de pedagoga poltica. Ed. Zero, Madrid, 1975; Gallo, S: Autoridade

    e a Construao da Liberdade: O paradigma anarquista em educaao. Tese de Doutorado,

    Unicamp, 1993; asimismo las obras de J. Martn Luengo (en el colectivo Paideia).(16): Bakunin, M: O Socialismo Libertrio. Global, Sao Paulo, 1979, p. 50

    (17) El filsofo Cornelius Castoriadis nos ofrece una buena definicin de autonoma:

    Autonoma, autos-nomos (darse a s mismo las leyes). Precisin casi innecesaria como

    contraposicin a heteronoma. Surgimiento de un eidos nuevo en la historia del ser: untipo de ser que se da a s mismo, reflexivamente, sus leyes (As Encruzilhadas do

    Labirinto, 3: O mundo fragmentado. Paz e Terra, Rio do Janeiro, 1992, p. 140

    (18): Sobre el concepto de autogestin, cfr. Arvon, H: L'Autogestion. PUF, Paris, 1985(2 ed).

    (19): Lapassade, G: L'Autogestion Pdagogique. Gauthier-Villars, Paris, 1971, p. 6. Los

    subrayados son mos.(20): Sobre los problemas de una pedagoga autogestionaria en un medio

    heterogestionario, cfr. las obras de C. Daz: Manifiesto Libertario de la Enseanza;

    Escritos de Pedagoga Poltica; Ensayo de Pedagoga Utpica.

    (21): Cfr. Daz/Garca: Ensayo de pedagoga utpica. Ed. Zero, Madrid, 1975, p. 25

  • 8/7/2019 Silvio Gallo - Pedagogia Libertaria Principios Politico-filosoficos

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