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    REVISTA RIBLA N 47

    JESS HISTRICO

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    Editorial

    Shigeyuki Nakanose

    Jess naci en Galilea y en esa regin pas la mayor parte de su vida. Su fama creci rpidamente porJudea y regin. Las personas pobres y marginadas se sintieron atradas por su mensaje. En torno a supredicacin, se form un grupo de discpulas y discpulos. Jess asumi el servicio de la justicia hasta elfinal. l fue eliminado a causa de su prctica. Desde sus primeros seguidores y seguidoras hasta los dasde hoy, surgen diferentes imgenes para definir quin es Jess. En este nmero de RIBLA, presentamosuna panormica general que gira alrededor de la discusin sobre el Jess de la historia e intentamoslanzar algunas perspectivas de cara a la continuacin del debate.

    Jess es venerado de diversas maneras. Jess es recordado por sus milagros y por haber tenido unamadre virgen. Investigar fuentes histricas acerca de Jess es muy difcil. La tarea de la lectura bblicalatino-americana es, en la visin de Nancy Cardoso Pereira, desacralizar las pretensiones de control deJess y de sus textos y remojar la reflexin histrica y teolgica con el roco de las relecturas a partir de larealidad sufrida del continente. El mayor milagro es percibir que el texto se hace carne en la realidad dehoy. Dios contina con nosotros!

    Los artculos de Ediberto Lpez y Pablo Richard son una ayuda para entender las diferentes fases de lainvestigacin sobre el Jess histrico. Ambos sealan la importancia de superar el cristo-centrismo yllegar a un bio-centrismo en la perspectiva del Reino de Dios. Y podemos ampliar, apuntando hacia unavisin holstica. El debate teolgico necesita estar empapado de temas relativos a la justicia, a la paz, alhambre y a la destruccin de la naturaleza.

    En Amrica Latina la bsqueda por el Jess histrico, considera los descubrimientos del Primer Mundo,pero no abdica de la opcin hermenutica por los pobres. En este sentido, el artculo de Daniel Godoy,Roma, Palestina y la Galilea del siglo I, trae algunos elementos sobre el imperio romano, a fin decomprender la realidad sociopoltica en medio de la cual naci la propuesta de Jess.

    La propuesta de Jess naci a partir del contacto con la dura realidad de la vida cotidiana de su pueblo.Su profetismo surgi como denuncia de la realidad de opresin, impuesta por el imperio romano y por lasautoridades religiosas de su tiempo. Los artculos de Nstor Mguez y Jorge Pixley evidencian que Jesstambin fue profeta. El profetismo de Jess se apoy en su prctica cotidiana y se realiz mediante susactos de curacin y exorcismo.

    Jess fue considerado el mayor milagrero de su tiempo. Para Luis Schiavo, la actividad de curar era unode los elementos esenciales en el ministerio de Jess. Los milagros siempre incomodaron y suscitaron lasms diversas opiniones e interpretaciones. La lectura de este artculo posibilitar el poder comprender lasreacciones del pueblo respecto a Jess. l fue considerado hombre divino, mago y profeta. Los gruposdominantes lo acusaron de ser un loco (Marcos 3,21) y de hacer milagros por el poder de Belceb (Mc3,22).

    En el centro de la vida y de la misin de Jess, estaba el compromiso con las personas pobres, enfermasy marginadas. El artculo de Shigeyuki Nakanose y Mara Antonia Marques presenta a Jess y a susopositores. Muestra la crtica que l hizo contra el legalismo y el nacionalismo de los fariseos y escribas,afirmando el valor de la vida, por encima de la Ley. Las crticas de Jess contra el templo y las exigenciasde impuestos abusivos, tocaron en la herida del sistema romano y judaico. La prctica de Jess pona enriesgo el prestigio de sus adversarios que tramaron su muerte.

    El artculo La pasin y la muerte de Jess de Nazaret, de Leif E. Vaage, trae algunos elementos para

    ayudar en la comprensin de la muerte de Jess de Nazaret. Lo que podemos saber con certeza es queJess muri crucificado. Intentando echar luces sobre este tema, el autor profundiza en losprocedimientos del crucificado. Este tipo de muerte era cruel y muy comn, arbitraria y annima. Uncastigo poltico y militar aplicado a los esclavos, criminales violentos y a los revoltosos contra el imperioromano. Concluye que los relatos de los evangelios son memorias de las comunidades.

    En el intento de ampliar la reflexin, Maricel Mena Lpez y Humberto Maiztegui Gonalves, en el artculode Jess y las culturas, hacen un anlisis de las tradiciones de Egipto en las narraciones de la infancia deJess (Mateo 2, 13-23). Se plantean algunas preguntas sobre el ocultamiento de las tradiciones deEgipto, en la historia de la investigacin de las narraciones sobre Jess. En la visin de la autora y delautor, es necesario reconocer que la tradicin evanglica tuvo races en frica. Lanzan el desafo derescatar las tradiciones marginales.

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    Y por fin, una reflexin acerca del Jess histrico en la pastoral. Los articulistas Luigi Schiavo y LorenzoLago, refuerzan la necesidad de aproximar el Jess de la fe y el Jess de la historia. El abordaje delJess histrico ayuda a relativizar las cristologas de las alturas, que niegan las races humildes yplurales. La pregunta por la historia, permite evitar el fundamentalismo y el escepticismo; ayuda a abrirseal dilogo y evitar una lectura desencarnada de las tradiciones cristianas y de sus fuentes.

    En este nmero estaban programados otros dos artculos: uno sobre la pedagoga de Jess y otro sobrelas relaciones de Jess con las mujeres y los nios. Habra sido una posibilidad de profundizar en lo

    cotidiano de Jess. Sin embargo, debido a varios imprevistos, estos artculos no estn listos. Lolamentamos. Pero, est en sus manos algunas miradas y perspectivas acerca del Jess histrico. Es uncomienzo. Agradecemos a los biblistas que, a pesar de tener su agenda muy apretada, aportaron con susensayos para socializar la reflexin.

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    Jesucristo latinoamericano - Tres posiblesmilagros y alguna poesa necesaria

    Nancy Cardoso Pereira

    Cmo garantizar una perspectiva histrica para alguien que es recordado por milagros y una madrevirgen? Estas dos caractersticas estn fuertemente presentes en la cultura y en la religin popular, sinnecesidad de fundamentos y presupuestos histricos. Se alimentan de los textos del Nuevo Testamentode un modo irregular e informal, permaneciendo en formas siempre actualizadas de fiestas,dramatizaciones, rituales y rezos. Acojo el poema de Fernando Pessoa/Alberto Caeiro y organizo mispreguntas en forma de milagros robados. No es as que se hace teologa en la periferia? Robandomilagros?

    Un da en que Dios se haba ido a dormirY el Espritu Santo se preparaba para volar,l (Jess) fue a la caja de los milagros y rob tres.Con el primero hizo que nadie supiera que l se haba escapado.Con el segundo se cre eternamente humano y pequeo.Con el tercero cre un Cristo eternamente en la cruzY lo dej clavado en la cruz que hay en el cieloY sirve de modelo a las otras.Despus huy hacia el solY descendi en el primer rayo que apa.Hoy, vive en mi aldea conmigo.

    Alberto Caeiro

    1. El primer milagro: Jess, escapado del cielo

    Lo que interesa es la carne, el cuerpo y sus exigencias y damnificaciones. Religin es eso: la carne y susvariaciones, sus oscilaciones de dolor y de placer, los intercambios entre los cuerpos y sus lquidosvitales, de vicio y virtudes. El corazn de Jess suspendido, en la pared; el corazn de Jess expuesto,en la mesa; el corazn de Jess, derramando sangre y agua; calendario en la casa del pueblo: cama,mesa y bao. Presente. Invoco al Cristo de todos los corcovados , monumentos de piedra y miraresperdidos en las alturas de todas las ciudades. Pregunto por las fiestas y sus regmenes de comidas, losdas santos y sus excepciones.

    Buen Jess de la Lapa. Buen Jess de los Navegantes. Buen Jess de Iguape. Seor de los Pasos. BuenJess de los Perdones. Buen Jess de la Piedra Frade Batataisdel Monte. Buen Jess de los

    Afligidos. Del Amparo. Son nombres de ciudades y de devocin, de romeras y de romeros.

    Los Buen-Jess-de-cualquier-cosa y de-cualquier-lugar y la santidad de los fiesteros y sus teatrosinterminables e inmemoriales de das fijos. La combinacin de lo antiguo y de lo nuevo, lo tradicional delcoro y lo pornogrfico del plstico en la ropa de fiesta y su Bandera. Las rutas trazadas por las romerasde las antiguas villas y los trazados de romera hecha turismo de ocasin. El Jess guerrillero, hecho CheGuevara de inequvocas barbas y el Jess de los campos de barbas empolvadas y todas las imgenes delos libertadores no liberados de este continente.

    Oxala Obocum : Nio Jess de Praga. Oxal Dacum: Sagrado Corazn de Jess. Oxal de Orumilia:Espritu Santo o Santa Luca... disfraz y pose, trance de los orixs de Africa y sus antepasados deevangelizaciones inacabadas, mal hechas y violentas. El nio Jess que es Exu, en la santera de Cuba,

    goloso de dulces y travesuras.

    La simetra temporal de la astrologa que aproxima a Aries. Pascua y Resurreccin. Barullo decarismticos catlicos y catlicos carismticos . El Jess encadenado en pentecostales, cadenas deliberacin, de salud, de prosperidad- .

    Dos fiestas cristianas recortan el calendario: navidad y pascua. El misterio del nacer y del morir. Entre lasdos fiestas principales: el carnaval!

    En el carnaval es as: el cuerpo finge que no conoce el tiempo y su paso. El ritmo, la mscara, la nochedentro del da, el permiso de lo permisivo aunque sea por la televisin, aunque sea como horizonte

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    posible. La carne que se pierde en la carne, en la parrillada con la familia en la playa, la carne de otrocuerpo ofrecido como consuelo para la finitud de mi carne; el riesgo en el rostro, el brinco del zapato,aguja que me hace erguir en la multitud; sombreros y mscaras, excrementos y gusanillos. Mentiras queel cuerpo narra, verdades de la carne que resiste a ser predestinada al flujo de los das. Cuarenta daspara dejar que pase de la carne a la vibracin del carnaval y sus rituales frenticos y repetidos, sin sentidoy con sentido, del cuerpo que finge desconocer sus lmites.

    Y llega la Pascua. Entre novsimas estrategias del comercio del chocolate y tradiciones antiguas de la

    Pasin del Seor, el cuerpo desconoce las seales. El poder endulzado y entorpecedor del chocolateinsiste en envolver los textos de la Pasin.

    En los bordes de las ciudades. En el margen imposible entre lo urbano y lo rural, pequeos grupos defieles insisten en sus marchas, mscaras, tonadas y versos. Pequeos festivales que ni son cristianos nino-cristianos: amalgamas de fiestas ibricas, tradas de lejos, estilizadas o reinventadas. Lo antiguo y lonuevo balancean el cuerpo; la rodilla raya la piedra con la promesa, las calles son pintadas con flores entapetes sinuosos, las ventanas se abren en lienzos de seda. Procesin del Seor Muerto. Las paradasteatrales y el texto bblico recortado, montado, escenificado..

    Pasin y feTavinho Moura y Fernando Brandt

    Ya suena la campana, suena en la catedralY su sonido penetra todos los portalesLa iglesia est llamando a sus fielesPara rezar a su SeorPara cantar la resurreccinY sale el pueblo por las calles a cubrirDe arena y flores las piedras del sueloEn los balcones veo las jvenes y los lienzosEn cuanto pasa la procesin

    Alabando las cosas de la feNavegar a vela, naveguEn el mar del Seor

    All yo vi la fe y la pasinAll yo vi la agona de la barca de los hombresYa suena la campana, suena en el coraznY el pueblo pone a un lado su dolorPor las calles variopintas de todo color

    Olvida su pasinPara vivir la del Seor

    De nuevo el cuerpo y sus cualidades necesarias. Ahora experimenta el lmite, la agona de la barca de loshombres. Dice la cancin que tambin por Pascua, el pueblo deja de lado su dolor, olvida su pasin, paravivir la del Seor. No sera un festival de alienacin superadas todas las argumentaciones insuficientes yestrechas, bajo el carcter unvoco de alienacin de la religin . Olvidar, colocar a un lado es experienciasobre las cualidades, nominacin de s mismo por la identificacin como el dolor del otro/otra. Lasprocesiones del Seor Muerto se ofrecen como palabras de texto en carne y hueso, exponen el dolor detoda la gente y deja espacio para cada dolor en particular. Teatro necesario. Metforas: el texto abierto amltiples interpretaciones. Los rituales de dolor estn bien delineados y son ms persistentes. El da de laresurreccin sobrevuela con dificultad la expresin ritual y termina sucumbiendo a los atractivos dechocolate.

    As el Jess escapado del cielo: mucha cosa al mismo tiempo. Para la lectura bblica latinoamericana,queda el desafo de abandonar los formatos catequticos y sus inmovilismos psquicos, reproduccionespermanentes, las firmezas tericas y las paradas arquetpicas; renunciar a la consecucin de losorgenes originarios de los textos originarios de los evangelios y abandonarse a la vertiginosa tareadialogal y polifnica del mirar antropolgico sobre la literatura y sus recepciones. Imprevisibles.Irregulares. Un Jess escapado del cielo.

    2. El segundo milagro: eternamente humano y pequeo

    Ms all de teologas sistemticas, ms all de las dogmticas y metafsicas, ms all del textoencuadrado por metodologas, el Jess latinoamericano realiza el primer milagro de Jess escapado del

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    cielo del poema de Fernando Pessoa/Alberto Caeiro: escapa de los intentos de control y se realiza comolenguaje, deshaciendo las intencionalidades de un proyecto de evangelizacin/colonizacin opresora y seva mezclando con otras figuras, otros mitos, otras posibilidades y rituales diversos.

    Ms que una teologa de la hermenutica del smbolo deca Dussel - que se agota en la identificacin dela cultura popular como forma de resistencia, el desafo de una teologa de la liberacin, contina siendoel de disolver las fronteras eclesiolgicas y cristolgicas, rechazando cualquier triunfalismo cristianolatinoamericano y re-situando la religin de Jess en la relacin. No se trata del sincretismo limpio y

    sutilmente violento de las inculturaciones, que perpetan la conversin e insercin de lo sagrado de losotros en la ordenacin tolerante de la cristiandad. Significa percibir la religin de Jess, como una religinentre otras, entender la tradicin de Jess de manera plural, descentrada, fragmentada y conflictiva.

    Quizs la pregunta por el Jess histrico tenga tambin un tanto de poesa, de desencanto con el cielo delas teologas sistemticas y el robo/apropiacin de algunos procedimientos metodolgicos de lahistoriografa, que puedan devolver el nio Jess a lo humano, no necesitar el discutir a Jess con elCristo de la Fe y ampliar y hasta incluso fisurar el simulacro sacrificial del cristianismo hegemnico.

    Pero no hay garantas metodolgicas que separen la movilidad de lo que se estudia: hablar de Jess eshablar de religin. Es posible recuperar la geografa humana y poltica. Es posible trazar aproximacionesantropolgicas y sociolgicas. Es posible tambin exponer amuletos e conos. Todo es religin! Y lahistoria que fue hecha va a ser la historia de los imaginarios y sus recepciones. Lenguaje: lo que elcristianismo dice de palabra, se hace carne. Cultura. La teologa se libera de la teologa y necesita serpoticamente re-inventada en una relacin de ruptura y de continuidad, tradicin y con-tradicin con las

    exigencias dogmticas y exegticas de turno.

    Para comprender la religin, es necesario entender el camino del lenguaje y sus materialidades de objetosy ritos. Religin es interpretacin como traduccin y performance. Hacer historia de/con la religin eshacer la historia de la interpretacin de los sistemas de interpretacin.

    Para la teologa latinoamericana la vitalidad est en la liberacin de la teologa y el desplazamiento deldiscurso sobre Jess de las manos centralizadoras de los telogos hacia la vitalidad de la investigacinhistrica y arqueolgica . En este sentido, se supera toda necesidad de re-invencin de la autoridadbblica reflejada en s mismo- sea en forma de la bsqueda dogmtica y sus coincidencias metafsicas,sea en la forma de bsqueda dogmtica y sus coincidencias metafsicas, sea en bsqueda del originaloriginario de fragmentos de fillogos y sus tests y carbonos de comprobacin. Jess est presente en lacultura latinoamericana, de un modo literal y desencontrado, para ms all de los textos, presente en lascreencias y en los festejos, en las contradicciones de los credos y sus hibridaciones.

    La tarea de la lectura bblica latinoamericana es la de desacralizar las pretensiones de control de Jess ysus textos sea dogmtico o exegtico, histrico y arqueolgico- y remojar la reflexin histrica y teolgicade la humedad de las relecturas a partir de la realidad sufrida del continente.

    Vos sos el Dios de los pobresEl Dios humano y sencilloEl Dios que suda en la calleEl Dios del rostro curtido.Por eso es que te hablo yo

    As como habla tu puebloPorque sos el Dios obreroEl Cristo trabajador.-Misa campesina, Nicaragua-

    3. El tercer milagro: Un Cristo eternamente en la cruz, fijado en la cruz que hay en el cielo y sirve demodelo a las otras.

    Brasileos y latinoamericanos hacemos constantemente la experiencia del carcter postizo, inautntico,imitado, de la vida cultural que estamos llevando. El gusto por la novedad terminolgica y doctrinaria,prevalece por encima del trabajo del conocimiento, y constituye otro ejemplo, ahora en el planoacadmico, del carcter imitativo de nuestra vida cultural.

    Convivimos con este sentimiento de inadecuacin; un desaliento nos persigue:qu constituira unpensamiento original, una investigacin autnticamente latinoamericana? Desde siempre somosconsumidores de teologas de las metrpolis: escogemos un telogo (o teloga) y reproducimosexhaustivamente lo que l afirma, su tica, su esttica, su cristologa, sus mtodosy nos sentimos ms

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    seguros as, bajo la sombra de la investigacin de las metrpolis (puede ser en ingls, francs oalemnitaliano o espaol desde que venga de Espaa!).

    Lo mximo de autonoma y libertad que desarrollamos es la de escoger el original, y lo mximo deaprobacin, lo tendremos cuando producimos copias idnticas, revelando la capacidad imitativa y lapretensin de distincin por la proximidad con el modelo.

    Hasta que la teologa de la liberacin nos invit al latinoamericano e insistimos en que era posible hacerteologa en portugus y en espaol de este lado del Atlntico. El alivio fue enorme! No fuimosautorizados a desistir de los clsicos, ni tampoco con largas citaspero abrise un espacio de creacin yconsolidacin de una teologa con los pies en el suelo de las realidades latinoamericanas. El fetichesimplista de los nacionalismos, el elogio mecnico de las tradiciones autctonas y populares y lasadaptaciones didcticas de viejos catecismos, revel siempre el peligro del populismo que llevaba alretroceso: un discurso teolgico que, habiendo sido de liberacin en momentos de libertad relativa, sevuelve reformistaproponiendo graves errores estratgicos .

    Para entender las relaciones entre los rigores del mtodo histrico-crtico y las antipatas rigurosas de lareligin, tengo el gusto de recordar el encantador texto de Alfredo Bosi en el libro Literatura e resistencia Camus en la fiesta del Buen Jess (con respecto al cuento O exlio e o reino) .

    Un ingeniero francs se fue para Iguape, a fin de coordinar las obras de la construccin de un canal y larepresa. Entre el bosque y el mar el ingeniero no tuvo cmo refugiarse en sus clculos y mapas, cuandofue cruzado por la gente del lugar y el Bom Jess de Iguape (una imagen en una caverna; la devocinexige la ida hasta la gruta y recoger un pedazo de piedra. El milagro consiste en que la roca siempre serecompone: es la piedra que brotael milagro). Conoci a un negro y se acerc a l y por su medio, vaadentrndose en el lugar: las costumbres, los aromas, las fiestas y al finla promesa. El negro,conocedor de la tcnica de las feijoadas le hace la promesa de llevar una enorme piedra desde la grutahasta su casa, en la vspera de la fiesta del Bom Jesus (que es el da de San Jorge, una mezcla con lasfiestas del candombl en la cual el negro ensea al francs a no quedar con los brazos cruzados en lafiesta del santo:Suelta los brazos, deja venir al santo!). El ingeniero no comprende la fe: el hombre quevino a la ciudad a traer los beneficios de la tcnica, comienza a ser invadido por una sensacin deperplejidad. Llega el da de la fiesta y el negro cumple su promesa. Toma la enorme piedra y comienza sucamino hasta la casa. El francs acompaa al negro en su caminata y va observando el cuerpo que securva frente al absurdo peso de la piedra y de la promesa. No entiende. Pero mira. Gravidez y gracia. Noencuentra sentido algunosin embargo encuentra sentido a todo lo que haba conocido hasta all. Elnegro es derrotado por la piedra. Fracasa en su ejercicio; es un fracaso frente a los ojos del europeo.Derrotado por la piedra el negro es llevado lejos de la procesin y el francs asume la piedra y el peso ylleva hasta el final la religin del otro y sus milagros de promesas sin razn. Alfredo Bosi seala: para el

    negro el milagro lo situaba en una verticalidad entre la piedra y la divinidad, en un movimiento desuspensin: gravidez y gracia He aqu el milagro! Para el francs el milagro consisti en el movimiento dehorizontalidad y de profunda solidaridad no con las creencias del negrosino con su dolor, con susmotivos y su performance. De cualquier manera el milagro aconteci y el francs recibi lainvitacin:sienta con la gente!Como signo de quien sinti el peso gravidez y gracia- sin necesitarcreer/describir/ /agotar los motivos.

    En el prlogo de O Jess histrico, Crossan indica de cara a las dificultades de la investigacin:historiadores que afirman que la investigacin del Jess histrico es inviable y telogos que argumentanser investigacin exonerada. Si insistimos en la pregunta por la madre virgen & los milagros, tendramosque buscar algn atajo metodolgico entre lo inviable y lo exonerado. Este atajo metodolgico essealado por el mismo Crossan, el cual presenta las palabras atribuidas a Jess en los Evangelios, nicomo lista para ser leda, ni como sermn a ser predicadosino como acontecimiento, realizacin: sonuna composicin a ser tocada y un programa a ser ejecutado .

    La lectura latinoamericana quiere ser uno de estos senderos, uno de estos toques. Esta hermenutica ysu historiografa reconocen en s mismas las dificultades de los/las historiadores/as de las zonasperifricas y de las ambigedades metodolgicas marcadas por la dependencia cultural . En una realidadencharcada de religin, esta hermenutica reconoce la pertenencia social de la investigacinhistoriogrfica, desconfa de las promesas puras y milagrosas de las ciencias y sus metodologasinmaculadas y asume su compromiso con una historia militante, crtica de lo contemporneo y atravesadapor conflictos y dialctica, y por eso mismo se alimenta y dialoga con las investigaciones pero reafirma elsuelo de la realidad latinoamericana como lugar privilegiado para la historizacin e historicidad de Jess.

    Todo esto porque la lectura latinoamericana quiere mantener el texto vivo, hmedo, hablante...para msall de las cuestiones metodolgicas! En la relacin entre la gravidez de las intervenciones metodolgicasy la gracia mezclada de alienacin-resistencia, la lectura latinoamericana insiste en una espiritualidad

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    liberadora, que no pide el sacrificio del texto ni la reduccin de su complejidad, ni bendiciones o fetichesde la religin de consumopero acepta vivir esta mstica del desorden que ordena la investigacin sinmatar el texto. He aqu el milagro! El texto se hace carne en la realidad.

    Esta realidad, caldero de luchas de clase y etnias, obliga al texto a mostrar sus conflictos: el campesinadoperifrico, el imperialismo y sus abusos de poder, lo cotidiano de la pobreza (hambre, locura,enfermedad), la marginalidad y el abandono de mujeres y criaturas, a re-invencin de formas deconvivencia y de compartir.

    Y la lectura latinoamericana escoge, elige, prefieresin miedo de ser feliz! Selecciona a partir de laspreguntas de la realidad, asume el sudor del mtodo uno cualquiera!- y el sudor del/de la biblista queequilibra historia, sociologa, arqueologa, antropologa, geografa. Lejos de ser una aproximacin simplede escenarios prximos o yuxtaposicin de semejanzas, la piratera exegtica y la hermenutica de

    Amrica Latina re-inventa el escenario y el contexto del contacto cultural del texto con la realidad,asumiendo y abrindose a la pertenencia social de la investigacin y del/de la investigador/a.

    En la tensin entre gravidez (mtodo) y gracia (espiritualidad), la religin de Jess y su evangelio se hacecarne y habita sensualmente entre nosotros: eternamente humano y pequeo. He aqu el milagro! Dioscon nosotros.

    Nancy Cardoso PereiraPascua del 2004

    Corcovado: Imagen de Cristo, situado en la cspide del monte Corcovado en Ro de Janeiro (Brasil) .Lugar turstico por excelencia en Ro, dominando toda la ciudad. (N. del T.)

    http://www.ufsm.br/roth-infogravuras/cheguevara.texto.htm

    A histria de Canudos : http://www. Portfolium.com.br/antonio.htm

    www.xapana.com.br/oxala.htm

    Impresiones sobre las religiones de origen africano en Cubahttp://www.ufma.br/canais/gpmina/Textos/16.htm

    Huevos, mscaras y fuego de pascua, carnaval y Pentecostshttp://www.portodoceu.terra.com.br/filorelig/artesimbolismo-1004.asp

    Betto versus Marcelo: quien pierde es Jesucristohttp://www.oindifernanviduo.com/idiotice/idiota17.htm

    Sobre las categoras universales, http://www.iis.com.br/^mporto/bonfatti.html

    Carlos Rodrigues Brando, Os deuses do povo, So Paulo, Brasiliense, 1980, p.17.

    Carlos Rodrigues Brando, Os deuses do povo, p.16.

    Enrique Dussel, Caminos de libertao latino-americana, Vol.4, So Paulo, Paulinas, 1985, p.283.

    M. Canevacci, Sincretismos Uma explorao das hibridaes culturais, So Paulo, Studio Nobel, 1996,p.14.

    Juan Lus Segundo, Liberacin de la teologa, New Cork, Orbis Books, 1976.

    Rafael Aguirre, citado en Tefilo Cabrestero, Relevancia para Amrica Latina de la figura de Jess en losestudios de Crossan, en : http://www.sjsocial.org/relat/relat.htm , ttulo 178

    Roberto Schwartz, Nacional por subtrao, en Cultura Brasileira-tradio-contradio, Rio de Janeiro,Zahar/Funarte, 1987, p.93-94.

    http://www.ufsm.br/roth-infogravuras/cheguevara.texto.htmhttp://www.xapana.com.br/oxala.htmhttp://www.ufma.br/canais/gpmina/Textos/16.htmhttp://www.portodoceu.terra.com.br/filorelig/artesimbolismo-1004.asphttp://www.oindifernanviduo.com/idiotice/idiota17.htmhttp://www.iis.com.br/%5Emporto/bonfatti.htmlhttp://www.sjsocial.org/relat/relat.htmhttp://www.sjsocial.org/relat/relat.htmhttp://www.iis.com.br/%5Emporto/bonfatti.htmlhttp://www.oindifernanviduo.com/idiotice/idiota17.htmhttp://www.portodoceu.terra.com.br/filorelig/artesimbolismo-1004.asphttp://www.ufma.br/canais/gpmina/Textos/16.htmhttp://www.xapana.com.br/oxala.htmhttp://www.ufsm.br/roth-infogravuras/cheguevara.texto.htm
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    Enrique Dussel, Caminhos de libertao latino-americana, p.283.

    Alfredo Bosi, Literatura e resistncia, So Paulo, Companhia das Letras.

    J.D.Crossan, Jess histrico A vida de um campos judeu do Mediterrneo, Rio de Janeiro, Imago,1994, p. 26.

    J.D.Crossan, Jess histrico, p.25.

    C. F. Cardoso, H.P. Brignoli, Os mtodos da histria, Rio de Janeiro, Graal, 2002, p.63.

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    El Jess de la historia - Preliminaresmetodolgicos

    Ediberto Lpez

    AbstractThis article is a review of the historical Jesus quest from a methodological perspective. It summarizes thestate of knowledge about the historical Jesus since the Enlightment, passing through the history of sourcecriticism, form criticism, existentialist hermeneutics, the sociological quest and a summary of this approachin Latin America.

    Una de las reas en que la historiografa ha tenido ms impacto para los estudios del Nuevo Testamento,ha sido en el anlisis de los evangelios y la bsqueda del Jess histrico detrs de los relatosevanglicos. En la academia se ha dividido la bsqueda investigativa sobre Jess como un personaje entres fases: (1) la primera fase junto al desarrollo de los mtodos histrico-crticos, (2) la segunda faseliteraria, (3) la tercera fase con las herramientas de la sociologa y la antropologa.

    La primera fase: del Jess dogmtico a la deconstruccin

    La primera fase de los estudios sobre el Jess histrico, se remonta al surgimiento de la concienciahistrica que comenz con la ilustracin. La ilustracin desarroll una hermenutica de la sospecha contrala confesionalidad de las iglesias con un escepticismo visceral. Este proceso es acompaado, con unarevolucin en la teora del conocimiento en las ciencias naturales y las ciencias humanas, que cuestionala veracidad del dogma cristiano. La deconstruccin de la autoridad del dogma y las iglesias, van unidas alas luchas para crear un espacio secular y autnomo en occidente. Uno de los objetos de este ambientefue la separacin del Jess de la historia, del Jess del dogma y la tradicin. En este periodo no essuficiente lo que la tradicin y el dogma afirman de Jess. Se requiere una verificacin en las fuentesprimarias.

    Este ambiente fue acompaado por el surgimiento de la crtica historiogrfica en los estudios de losevangelios sinpticos. El desarrollo de la conciencia histrica y las teoras sobre las relaciones entre losevangelios sinpticos entre s y con el evangelio de Juan, cre las bases para una comprensin histricade los evangelios. Se abandonaban las comprensiones de la tradicin de la iglesia por nuevas

    comprensiones basadas en un anlisis literario e histrico de los materiales en los evangelios. Hubo unaserie de afirmaciones que surgen en este periodo: (1) Jess tiene que situarse histricamente en sucontexto judo en la Palestina del periodo romano, (2) cualquier elemento que las tradiciones primariaspresenten con algn carcter milagroso, se rechazan como parte del imaginario mtico del contexto judo ygrecorromano de la antigedad, (3) se requiere una teora literaria coherente que nos ayude a discernirqu proviene de las capas ms antiguas del cristianismo primitivo versus las versiones confesionalesposteriores una teora de las fuentes literarias.

    Varios asuntos sobre los estudios del Jess histrico se dirimieron en este perodo de las investigacionessobre el Jess histrico. El primer asunto que se abord fue la necesidad de que cualquier idea sobreJess de Nazaret que fuera histrica y crtica tena que relacionarse con los judasmos de la poca. Unsegundo asunto que se dirimi, a mi entender, debido al espritu del racionalismo, fue la negacin de lahistoricidad de todas las historias de milagro, como elementos culturales mticos de los cristianosoriginarios. Un tercer asunto que se comenz a dirimir fue la separacin de los materiales en losevangelios entre relatos que podan rastrear al periodo de Jess de Nazaret, de los relatos posterioresque reflejaban la teologa de las comunidades que produjeron los evangelios. Esta fase literaria fue msdetallada.

    En esta fase literaria, se deconstruy literariamente los evangelios para establecer qu tradicionesrepresentaban las capas ms antiguas, que podran representar dichos y hechos de Jess comopersonaje histrico. El reconocimiento de la relacin de dependencia entre los evangelios sinpticos y surelacin con el evangelio de Juan, la prioridad de Marcos, el descubrimiento de la fuente comn entreMateo y Lucas adicional a Marcos, y la estratificacin de los materiales de Marcos en gneros literariosapunt a un reentendimiento de las tradiciones de los evangelios sobre el Jess de la historia.

    En el siglo 19, Karl August Hesse se dio cuenta de la tensin entre los evangelios sinpticos y elevangelio de Juan. Hesse trat de explicar esta tensin y disimilaridad alegando que Jess tuvo dos

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    estadios en su mesianismo, un estadio popular (sinpticos) y un estadio superior que slo se revela enJuan. Obviamente, esta explicacin no se sostuvo en las ciencias bblicas. Pero se aclar la naturalezadel problema literario, teolgico e histrico entre el evangelio de Juan y los evangelios sinpticos. Lasolucin que se le dio al problema ha sido descartada posteriormente, pero plante el problema. Juan y latradicin sinptica muestran tantas inconsistencias mutuas que la mejor explicacin es que ha habido unproceso de interpretacin de las tradiciones acerca de Jess que han llegado a nosotros desde distintaspticas, Juan, por un lado, y a los evangelios sinpticos, por el otro. En ese contexto se le dio prioridad alJess sinptico como una fuente ms cercana al Jess de la historia y se entendi que el Jess juanino

    era una interpretacin teolgica secundaria de la comunidad juanina.

    El evangelio de Juan se convirti en un lugar fecundo para la discusin sobre la historia del cristianismoprimitivo. Christian H. Weisse aleg que las diferencias entre Juan y Marcos eran enormes. En Marcos,Jess no habla esencialmente de su persona, pero el Jess juanino articula un discurso queconstantemente tiene un peso cristolgico. Alegaba Weisse que Juan haba puesto la teologa delevangelista en la boca de Jess. En este mismo espritu de los tiempos en el siglo 19, Bruno Bauer sealque el evangelio de Juan no era otra cosa que una obra de arte.

    Otro elemento que ha colaborado con el desarrollo del anlisis historiogrfico de los cristianos originarios,fue la teora literaria de la prioridad de Marcos en el siglo 19. Christian H. Weisse present la teora deque Marcos era el evangelio ms primitivo. Seal los siguientes argumentos a favor de esta teora: (1)Marcos es ms sencillo que los evangelios de Lucas y Mateo; (2) Mateo y Lucas tienen un plan comnslo cuando siguen a Marcos, pero cuando se apartan de ste, no siguen un orden comn; (3) losacuerdos entre Mateo y Lucas son con Marcos, (4) en aquellas partes que Mateo y Lucas tienen

    materiales que no estn en Marcos, el acuerdo slo es en lxico, pero no en orden. Lo que no seimaginaba Weisse, era que esto iba a minar la posicin tradicional sobre el autor de Mateo, pues si Mateonecesit una fuente como Marcos, fue slo porque no eran un testigo ocular de su narrativa. Por lo tanto,Mateo tena que ser una obra annima, posiblemente del judeocristianismo a finales del primer siglo. Entrminos de una historia, tendramos con esta teora una complicacin mayor de la historia de loscristianismos originarios. Las tradiciones ms antiguas representaran a (1) Jess, sus discpulos y loshechos alrededor de la vida de Jess, (2) enseguida estaran las tradiciones pospascuales, (3) luegovendra la etapa en que estas tradiciones pasaran a nuevos discpulos de los discpulos y, finalmente (4)llegaramos a Marcos. Marcos, comparado paralelamente con Mateo y Lucas, nos dara un vistazo de losprocesos a travs de los cuales las tradiciones crecieron y fueron enmendadas en virtud de las nuevassituaciones sociales y pastorales de las comunidades de Mateo y Lucas. Claro, que este proceso decomparacin para ver a cada autor como un intrprete de las tradiciones recibidas, tendra que esperar alos trabajos de la historia de la tradicin que discutiremos ms adelante.

    El reconocimiento de que Mateo y Lucas comparten una serie de materiales que no se encuentran enMarcos pero que tienen un orden distinto en Mateo y Lucas, dio origen a la teora de la fuente Q . Q es elnombre que los especialistas bblicos le dieron a los materiales comunes entre Mateo y Lucas que noestn en Marcos. Los materiales comunes entre Mateo y Lucas son tan similares y a su vez estnorganizados de manera tan diversa por cada uno de estos evangelios, que una de las explicaciones quese les ha dado es que Mateo y Lucas, independientemente uno del otro, utilizaron una fuente comn,esencialmente de dichos de Jess.

    En trminos de que Q sea un documento y no varias fuentes, tenemos varias razones para creer quetenemos una tradicin escrita de un grupo entre los cristianismos originarios. Primeramente, una vez queuno le quita a Mateo su estructuracin secundaria de los materiales, uno nota que los materiales comunesentre Mateo y Lucas siguen un orden comn. Esto significa que ambos, Mateo y Lucas, posiblementetenan un documento comn que Mateo esencialmente organiz dentro de la estructura dediscurso/narrativa de su evangelio . Lucas, por su parte, estructur la tradicin de Q alrededor de lanarrativa de Marcos y de sus propios materiales, los cuales intercal con los materiales de Q usando unviaje de Galilea a Jerusaln como recurso literario para intercalar los dichos de Jess encontrados en Q yen su fuente propia.

    La aceptacin de Q como una de las fuentes de Mateo y Lucas nos llev a la teora de las dos fuentes.Algunos especialistas piensan que Q es el documento hipottico ms antiguo del cristianismo que nos daun legado de las enseanzas de Jess. Q se escribi en griego. Gerd Theissen alega que por lo menos elcontexto socio-histrico de la narrativa de las tentaciones de Jess es correlativo a la crisis con Calgula,a principio de la dcada de los 40 d.C. Si este es el caso, Q representa las tradiciones acerca de Jess ala misma vez que se est dando el ministerio de San Pablo. Esto implica que Q sera el documento sobrelas tradiciones de Jess ms antiguo, si Theissen tuviera razn, seran tradiciones de Jess en griego adiez aos de la resurreccin. Pero una mirada a Q nos muestra una historia ms compleja. Parece que Qconoce la destruccin de Jerusaln en el ao 70. En ese caso, tendramos un documento paralelo aMarcos pero con una tradicin alrededor de dichos de Jess y sus intrpretes entre los cristianos

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    originario. La hiptesis sobre Q significa que los evangelios de Mateo y Lucas tienen un piso detradiciones adicionales a Marcos, que es Q.

    En trminos de la historia de las tradiciones, Q implica que parte de la tradicin evanglica tiene un pisoadicional. Esto significa que podemos separar hipotticamente los relatos de Q y situarlos histrica ysociolgicamente. La tradicin tiene un nuevo nivel de significado y un nuevo contexto vital, el de Q y sucomunidad.

    Julius Wellhausen (1844-1918) fue otro pionero del desarrollo de la historiografa bblica. Aleg que lastradiciones de los evangelios consistan en pequeas unidades e historias que fueron unidas unas a otraspor editores que redactaron los evangelios. A su vez plante que estas unidades primitivas interactuabancon materiales secundarios. Por lo tanto, se podan separar las capas de distintas tradiciones en losevangelios.

    Wilhelm Wrede (1859-1906) le dio mayor contenido a la posibilidad de separar las distintas capas detradiciones en los evangelios sinpticos, especialmente en lo que ya se entenda como el evangelio msantiguo, Marcos. En 1901, Wrede escribi un libro titulado, El secreto mesinico en el evangelio deMarcos. En este l ibro, Wrede cuestion la intencin histrica del evangelio de Marcos, alegando que elsecreto mesinico es un recurso teolgico literario para explicar a Jess como el mesas judo en lacomunidad de Marcos, a pesar del silencio sobre la identidad mesinica de Jess en los relatosprepascuales. Este silencio se explica con el secreto mesinico. En Marcos, Jess mismo prohibi larevelacin de su identidad hasta luego de la resurreccin. Wrede cuestion el orden cronolgico delevangelio de Marcos, alegando que ste une sus escenas con simples despus, y, entonces, e

    inmediatamente. Marcos posea una serie de historias de Jess que l edit en un orden creadoartificial y teolgicamente. Esto implica que podamos deconstruir el evangelio ms antiguo y separar lastradiciones previas a Marcos del evangelio final. Esta separacin en capas literarias a su vez, implicaraun nuevo contexto vital para las tradiciones que Marcos recibi de los cristianos previos a l. Todo estocomplicaba los estudios sobre Jess de Nazaret. Era obvio que no podamos encontrar a Jess deNazaret en los textos de los evangelios claramente. Haba que hacer una estratificacin literaria queinclua dos fuentes: Marcos y Q previos a la versin de Mateo y Lucas. Pero Jess no era evidente enMarcos y en Q, porque estos representaban interpretaciones teolgicas de sus comunidades sobre lapersona de Jess que requeran un trabajo de estratificacin literaria, que finalmente nos permitira tenerun vistazo sobre los dichos y hechos de Jess como personaje de la historia. Obviamente, quedaba claroque una biografa sobre Jess de Nazaret era imposible.

    La segunda fase sobre Jess de Nazaret: la crtica de las formas y la hermenutica

    Una segunda fase sobre la investigacin, para poder separar literariamente los materiales de losevangelios, para llegar al nivel ms antiguo y cercano a Jess se llev a cabo durante el siglo 20. Lostrabajos iniciales surgieron de una nueva metodologa que se clarific en ese siglo: la historia de lasformas. Martin Dibelius y Rudolf Bultmann enriquecieron la posibilidad al catalogar las percopas engneros literarios especficos. Estos gneros literarios nos permitan separar el relato bsico en laspercopas, del crecimiento que haban recibido a travs del tiempo y que eran secundarias o redundantesal gnero literario. Los gneros literarios fueron identificados con distintos contextos sociolgicos, lo quenos permiti comprender estos relatos identificados por su gnero, en un trasfondo histrico-social. Dentrode este proceso, Rudolf Bultmann propuso un primer criterio para discernir las tradiciones evanglicas ensu nivel ms antiguo, el criterio de disimilaridad. Bultmann desarroll el criterio de la disimilaridad comouna de las maneras para establecer la probabilidad histrica de que un dicho de la tradicin fuera deJess. Este criterio consista en afirmar que podamos estar seguros de que un dicho proviene de Jess,si el mismo era disimilar, tanto al judasmo contemporneo a Jess como a la fe de la iglesia primitiva. Atravs de este mtodo literario e histrico, llegbamos a un ncleo certero de dichos de Jess, cuando

    podamos evidenciar que una tradicin adscrita a Jess, difera tanto de los cristianismos primitivos comode los judasmos contemporneos a Jess. El valor de este procedimiento, consista en darnos criteriospara poder separar los dichos de Jess de Nazaret, de los dichos que se le adjudican en la tradicinsinptica.

    Joachim Jeremias dedic gran parte de su vida a la investigacin del estrato jesustico de la tradicin. Ensu libro Las Parbolas de Jess, alega que stas han sufrido una evolucin literaria debido a los usos deque fueron objeto por la iglesia primitiva, as que si queramos ir al estrato ms antiguo posible, haba quequitarle los estadios literario (capas) secundarios a las mismas. Alegaba Jeremias, que las capassecundarias a las tradiciones de Jess eran las siguientes: (1) La traduccin de las parbolas al griego,(2) modificaciones culturales; uso del equivalente judo en el mundo griego, (3) adornos literarios, (4)influencia del Antiguo Testamento y de materiales populares, (5) el cambio de auditorio del nivel ms

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    antiguo al nivel de los evangelistas, (6) el uso de las parbolas para la parnesis de la iglesia, (7) lainfluencia de la situacin de la iglesia, como por ejemplo, la demora de la parusa, la agenda de la iglesiamisionera y las normas de direccin de la comunidad (8) la alegorizacin de tradiciones de Jess que yano se entendan y que requirieron una clave hermenutica, (9) el marco redaccional en que losevangelistas editaron los materiales que haban recibido de la tradicin. Una vez los lectores quitabantodas estas tendencias literarias en los materiales, tendramos materiales muy cercanos a la misma vozde Jess (ipssima verba Jesu). Claro, esto ltimo era una falacia literaria, pero se haba presentado uninstrumento literario para separar los materiales y llegar a un ncleo de dichos del Jess de la historia.

    Algunos de estos elementos secundarios han sido cuestionados por los acadmicos subsiguientes, talescomo el famoso problema del retraso de la parusa. Pero esencialmente, Jeremias lo que nos dio fue unalista de elementos secundarios, en las tradiciones evanglicas que podamos separar de stas, paraquedarnos con un ncleo de las tradiciones ms antiguas y as poder acercarnos a los dichos de Jess.Para Jeremias, una vez se eliminan estos desarrollos literarios secundarios, posiblemente se ha llegado alestadio ms antiguo de dichas tradiciones .

    Norman Perrin, discpulo de Rudolf Bultmann y de Joachim Jeremias, aadi un criterio adicional paradeterminar los dichos del Jess histrico: el criterio de coherencia. Este criterio plantea que tenemosrazn para creer que una tradicin o un dicho procede del Jess histrico si es coherente con los dichosque ya hemos establecido, a travs del mtodo de disimilaridad. No quieren decir estos investigadoresque tengamos los dichos exactos de Jess, el ipsisima verba Jesu, sino la estructura bsica de los dichosde Jess. Aunque este es un proceso empobrecedor de las tradiciones del Nuevo Testamento, por otrolado pone sobre bases slidas las tradiciones acerca de Jess como un personaje de la historia.

    Recientemente, Breech ha planteado un mtodo adicional para determinar la antigedad de una tradicindel Jess: el criterio de los dichos embarazosos de Jess (Breech 22-64). Este mtodo es unasofisticacin del mtodo de la disimilaridad de Bultmann. Consiste en plantear que un dicho representa lasenseanzas de Jess si es problemtico para los cristianismos originarios legar esta tradicin, pero queno ha quedado ms recurso que legarla porque es un dicho de Jess que muchos cristianos originariosconocan. Ejemplos de dichos problemticos tenemos en el llamamiento al discipulado contra las reglasde honor en cuanto a la familia (Lc 14.1 y par.). El dicho de dejar a los muertos enterrar a los muertos y elde odiar a padre y madre son disimilares y embarazosos para el cristianismo primitivo y a los judasmoscontemporneos. Es coherente con las tradiciones de discipulado proftico en la Biblia hebrea y los

    judasmos y a su vez, es muy embarazoso para el cristianismo primitivo. Lo mismo podemos decir de lastradiciones del bautismo de Jess. Todas las tradiciones de entre los cristianismos originarios nos legaronesta tradicin sobre el bautismo a regaadientes. Una mirada a los evangelios nos muestra la grandificultad con esta tradicin. Mateo pone a Juan el Bautista a oponerse a bautizar a Jess y slo porinsistencia de Jess lo bautiza (Mt 3). Lucas nos narra el bautismo de Jess despus de narrar elencarcelamiento de Juan el Bautista (Lc 3,20.21), lo que parece insinuar que Juan no bautiz a Jess.Juan alude a Juan el Bautista. Lo pone a dar un discurso sobre quin es l Juan - y quin es Jess, peronunca nos narra el bautismo mismo. Estos relatos muestran que el bautismo de Jess fue muyproblemtico para los cristianos primitivos. Nos lo legaron porque no les qued otro remedio.

    John Dominic Crossan nos ha dado el ltimo criterio literario para dirimir si un material es tan antiguocomo para representar un dicho relacionado con Jess de Nazaret: el criterio de mltiple atestacin. AlegaCrossan que el criterio ms confiable para comprender las tradiciones de Jess es el criterio de mltipleatestacin. Este criterio parte de la premisa que cualquier dicho de Jess que est reflejadoindependientemente por las fuentes primarias independientes, a saber, Q, el Evangelio de Toms , yMarcos tiene gran posibilidad estadstica de ser un dicho autntico de Jess de Nazaret. Si un dicho otradicin aparece en estas tres fuentes independientes, Crossan alega que entonces tendr mayorposibilidad de ser un dicho del nivel ms antiguo sobre Jess.

    Toda esta fase sobre la desestabilizacin de los textos y distintos mtodos literarios en bsqueda deconocer al Jess de la historia, llev a la academia a encontrarse con un Jess que le era extrao. Jessera un hombre de un mundo distinto. De buenas a primeras, sus dichos no eran los de nuestro horizontehistrico. Era un extrao histrico, cultural y antropolgico. Esto llev a la academia a tratar de interpretara Jess desde una ptica hermenutica. Bultmann utiliz el modelo de la demitologizacin y lahermenutica existencialista para releer a Jess de Nazaret. Para Bultmann Jess era una persona conuna cultura mtica y apocalptica. Esto haca que fuera imposible explicarlo a nuestro tiempo, porque yanosotros percibimos el cosmos, la historia y la naturaleza desde otra perspectiva. Por lo tanto, Bultmannutiliz otro mecanismo para comprender a Jess para nuestro tiempo, el existencialismo. El llamamientoal arrepentimiento y la fe que Jess haba lanzado era un llamado a una existencia autntica. Los lectoresnotan cuan profundamente individualista era esta relectura de Jess.

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    Este esquema del llamado a la autenticidad, domin la academia en los trabajos de Bultmann, la nuevahermenutica, la interpretacin de las parbolas de Jeremias y an los primeros trabajos sobre lasparbolas de Crossan (1973).

    Tercera fase: el anlisis socio-antropolgico

    La tercera fase del estudio de Jess como personaje de la historia comenz con un libro de G. S.Brandon, 1976, Jess y los celotes. Brandon alegaba que las tradiciones de Jess haba que situarlas enel contexto sociolgico, ideolgico y poltico de la Palestina del primer siglo en su relacin con el imperioromano para comprenderlas. Como todos los pioneros, Brandon present una imagen polarizada deJess de Nazaret que explicaba su muerte como un subversivo poltico a manos de Roma, con un grupode discpulos entre los que se encontraban otros personajes de la insurreccin juda contra Roma. El granacierto de Brandon no fueron sus conclusiones, sino su metodologa sociocrtica. Brandon abord losmateriales desde una perspectiva sociolgica, poltica y cultural. Esto abri un mundo nuevo a lainvestigacin sobre Jess de Nazaret, el mundo de la exgesis sociolgica, antropolgica y postcolonial. .

    Posterior a Brandon, ha habido una proliferacin de investigaciones sociolgicas, polticas, culturales eideolgicas para comprender a Jess de Nazaret. Los estudios ms recientes alrededor del Jesshistrico lo que han hecho es tratar de reconstruir el contexto econmico (Oakmann), poltico (Horsley),cultural/religioso (Vermez), agrario y de lucha de clases (Crossan), y cultural (Malina) para interpretar lascapas ms antiguas de las tradiciones sinpticas. Estos estudios sociolgicos y antropolgicos, nos hanabierto nuevas ventanas para localizar histrica y sociolgicamente las tradiciones de Jess y comprenderstas en su contexto social. De esta manera, no slo hemos podido deconstruir los textos en bsqueda de

    los intertextos que componen parte del texto, sino que hemos podido localizar histrica y socialmenteestos niveles previos de la tradicin y especficamente los dichos de Jess en su contexto social eideolgico.

    Richard Horsley ha publicado varias obras relacionadas al tema del Jess histrico. En su obra Jesus andthe Spiral of Violence - Popular Jewish Resistance in Roman Palestine, subraya que un elementofundamental en la Palestina del primer siglo, fue la guerra entre los judos contra el coloniaje romano, y lalucha de clases entre los grupos utpicos contra la elite juda del periodo. Horsley alega que lastradiciones de Jess deben situarse en este contexto para ser comprendidas. Es este el contextosociolgico que explica la violencia de las autoridades romanas contra los dichos y hechos de Jess deNazaret.

    Un trabajo de capital importancia es el de John Dominic Crossan, The Historical Jess - The Life of aMediterranean Jewish Peasant. El primer puntazo de esta obra consiste en el acercamiento metodolgicoa la pregunta sobre el Jess de la historia. Seala Crossan que el criterio ms seguro para saber que

    tradiciones provienen de Jess es el de mltiple atestacin. Con esto quiere decir que cualquier dicho quevenga de ms de una fuente independiente tendr mayor posibilidad de ser un dicho de Jess deNazaret. A mayor cantidad de testigos independientes, mayor verosimilitud. Crossan seala como lasfuentes primarias a Marcos, Q, el Evangelio de Toms, y el Evangelio de Pedro. Independientemente decmo uno acepte el peso de estas ltimas obras (Evangelio de Toms y Evangelio de Pedro) el puntoest hecho. Una tradicin que se repita en Marcos, Q, Evangelio de Pedro, materiales de las fuentesnicas de Lucas, materiales de las fuentes nicas de Mateo tienen una amplitud geogrfica y de testigosindependientes que le amerita peso para ser considerada como un potencial dicho de Jess.

    Otro acierto de esta obra es el acercamiento desde la perspectiva del conflicto social, para entender losdichos de Jess. La lucha de clases entre el campesinado agrario y las clases de la lite citadina ysacerdotal como el foco del conflicto entre Jess y sus contemporneos es una clave medular paracomprender los dichos y hechos de Jess, que culminaron con la ejecucin de ste ltimo a manos de laelite nativa y sus aliados imperiales. Crossan seala que los movimientos profticos de Jess y Juan elbautista hay que localizarlos en su situacin social. Galilea estaba gobernada por Herodes Antipas. En el

    perodo de Antipas, ste construy dos ciudades captales en Galilea (Sforis y Tiberiades) que fueronsufragadas por la explotacin del campesinado galileo. Este es el contexto socio-econmico en el que hayque situar el ministerio y ejecucin de Juan y de Jess.

    En una ptica similar se debe situar el trabajo de Douglass Oakmann, Jesus and the economic quiestionsof his day. Para Oakmann, Palestina era una sociedad bajo un triple sistema tributario que haba reducidoal campesinado a la subsistencia. El campesinado sostena a la lite nativa, a la lite sacerdotal y a lalite extranjera imperial. Es este el contexto en que hay que leer las tradiciones de Jess sobre elendeudamiento, el perdn de las deudas, las parbolas agrarias, y los dichos sobre la opcin preferencialde Dios por los empobrecidos. Es este el contexto de las historias de milagros, con personas marginadaspor el sistema econmico.

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    Marcus Borg ha escrito una serie de libros sobre Jess, bajo la clave de una lectura cultural-religiosa paracomprender los dichos y hechos de Jess. Esencialmente los dichos y obras de Jess se enmarcan en unconflicto cultural alrededor del sistema de pureza del templo legitimado por los fariseos, esenios,saduceos, que excluan a la mayor parte del pueblo con este sistema de pureza. Para Borg, Jess es unopositor de este sistema de pureza. Este conflicto cultural finaliz con la conspiracin y ejecucin deJess, como un desviado social y religioso por parte de estos grupos de pureza, que usaron un cargo deinsurreccin para eliminar a Jess a manos de los romanos.

    Hay varios trabajos sobre las parbolas importantes en esta perspectiva sociopoltica. Un trabajo bienimportante para Latinoamrica es el de Frederick Herzog, The Parables as Subversive Speech. Estetrabajo usa los mtodos histrico-crticos y las teoras de Paulo Freire sobre la problematizacin de lasociedad a travs de la pedagoga del oprimido para hacer una relectura de las parbolas. Siguiendo aCrossan, Herzog seala que el gnero literario parbola tiene una funcin social de desestabilizar lasociedad, contrario a un mito, que intenta establecer la sociedad. De ah pasa a la historia de la pasin,como el resultado de las historias subversivas de Jess y como lugar que explica el sentido subversivo delos dichos y hechos de Jess de Nazaret. . Luego entra en algunos ejemplos de parbolas que muestranel carcter subversivo de stas.

    John Paul Meier ha escrito tres volmenes publicados en ingls y tambin en espaol sobre el Jesshistrico. Es un trabajo de descripcin histrica y una exgesis detallada de cada pasaje en la tripletradicin de Marcos, Q y el Evangelio de Toms para discernir el dicho de Jess de cara a su trasfondohistrico. Es un trabajo con gran detalle exegtico y literario pero con poco filo sociolgico e ideolgico.Esto no significa que sea un trabajo secundario. Es un trabajo medular que se convertir en un clsico

    sobre el Jess histrico.

    Gerd Theissen ha escrito varios libros sobre Jess de Nazaret. Podemos mencionar en la dcada de lossetenta, una serie de ensayos sobre titulados La sociologa del cristianismo primitivo. Luego en la dcadade los ochenta public una novelita con ensayos intercalados, titulada, A la sombra del Galileo.Recientemente ha publicado su obra ms extensa sobre el Jess de la historia. Nos referimos al trabajoreciente de Gerd Theissen y Annette Merz, El Jess histrico. Es un trabajo acadmico de excelencia ydetallado sobre el tema. Theissen hace una aportacin al refinamiento de los mtodos para determinarqu dichos son autnticos de Jess de Nazaret. Aade un criterio adicional para discernir un dicho oevento histrico en relacin con Jess de Nazaret. Le llama a su mtodo el criterio de plausibilidad. Estecriterio se desarrolla contra el criterio de disimilaridad. Consiste en plantear que una tradicin tieneposibilidades de ser del Jess histrico si encaja dentro de los judasmos de la poca de Jess. Losdichos de Jess tienen que ser viables en su contexto histrico-social. Luego de esto, Theissen entra enuna descripcin social del contexto de los dichos de Jess de Nazaret. El problema de Theissen es unametodologa sociolgica primaria que utiliza, el funcionalismo. Para Theissen la funcin ideolgica de lacultura es facilitar la homestasis social. Los dichos de Jess funcionaron para crear homestasis social.Un ejemplo de esto lo encontramos en su discusin de las parbolas y el reino de Dios. Seala Theissenque En suma: el reino de Dios se manifiesta como la nueva comunidad de Israel, fruto de la justicia y labondad de Dios, que integra a los grupos marginados y debe practicar una nueva conductainterhumana mediante la imitatio dei(1999: 384). Otro ejemplo de este tipo de lectura lo encontramos enel anlisis sobre los dichos sobre el amor a los enemigos: o caracterstico de la tradicin jesutica, resideen exigir que esa imitacin de Dios en la generosidad y la no violencia sea practicada por aquellos quese sienten impotentes, perseguidos y humillados (1999: 437). En resumen, Theissen convierte a Jessen un tipo de reformador social mal comprendido quin fue vctima de esta mala interpretacin por partede sus contemporneos.

    El Jess histrico en Latinoamrica

    En las ltimas dcadas se han producido varios trabajos sobre el Jess histrico en Latinoamrica. Elprimer trabajo desde la perspectiva de la teologa de la liberacin fue el de Hugo Echegaray, La prcticade Jess, publicado en 1980. El trabajo de Echegaray era una lectura desde la perspectiva de lasociologa del conflicto y el materialismo histrico. De ah que Echegaray entrara en una discusin sobrelos modos de produccin en la Palestina del primer siglo y sobre la importancia del concepto de clasesocial para comprender el proyecto de Jess. Echegaray hace una descripcin de la estratificacin declases de los personajes mencionados en el Nuevo Testamento, la extraccin de clases de Jess y losdichos de Jess sobre los empobrecidos y contra la elite religiosa y econmica de su tiempo. Echegaraysita las sectas judas mencionadas por Josefo y el NT en sus clases sociales y con sus proyectosideolgicos. Propone un paradigma para comprender el proyecto de Jess en varios niveles: (1)econmico (produccin y distribucin de bienes), (2) poltico (administracin de los poderes sociales) y (3)ticos (valores ticos-sociales). Seala que la prctica de Jess aborda el sector econmico desde una

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    perspectiva de dones que se reparten en comunin con los empobrecidos, con un sueo de que haya unasuperabundancia donde nadie tenga necesidad. El nivel poltico corre bajo los paradigmas del servicio y laigualdad. El nivel tico-social corre bajo paradigmas de libertad de la opresin, amor fraternal en el Reinode Dios. En ltima instancia, este era un modelo de vida. Todo esto es un modelo alternativo al delimperio donde el sistema econmico busca la acumulacin y los privilegios de la elite que se determinan atravs de una distribucin asimtrica de la produccin, creando escasez. En el nivel poltico, el imperiobuscaba dominio, divisin en clases sociales, violencia y poder. En trminos tico sociales, el imperiorepresentada un paradigma de terror paralizante, egosmo, y legitimacin imperial. Este era el sistema de

    muerte. El trabajo de Echegaray ha sido un trabajo pionero en Latinoamrica que ha mostrado como lateologa de la liberacin nos ha dado unas intuiciones de gran valor para hacer una relectura sobre elJess de la historia.

    El ms importante trabajo en Latinoamrica sobre Jess de Nazaret es el de Juan Luis Segundo, Elhombre de hoy ante Jess de Nazareth, vol.1 y 2. Algunos elementos valiosos de este trabajo son: (1)Segundo no cae en la trampa del Jess celota o proto-celota comn a Brandon, (2) Segundo aborda aJess dentro de un marco de oposicin proftica frente a las autoridades religiosas y polticas del

    judasmo de su tiempo, (3) Segundo observa que los empobrecidos son los sujetos incondicionales de losdichos sobre el reino. El Reino es para los empobrecidos, con esto Segundo localiza los dichos de Jessen una clave de clase social dentro de una sociedad agraria de la antigedad, (4) el reino es un proyectode reivindicacin social, poltica y econmica a favor de los empobrecidos en esta historia, (5) los dichos yparbolas de Jess hay que situarlos como denuncias contra los poderes que estn y anuncios profticosa favor de todos los marginados que son invitados a participar del reinado de Dios. Los dichos de Jessson un tipo de mecanismo de concienciacin de los mecanismos de opresin en la sociedad.

    En este ensayo he repasado los puntos medulares sobre la discusin sobre el Jess de la historia, desdelos comienzos de la ilustracin y hasta nuestros das. He incluido la discusin entre los Latinoamericanosms significativos a la misma. Jess de Nazaret sigue siendo una fuente de discusin y fascinacin en laacademia y en la vida cotidiana de las comunidades de fe. La bsqueda de lo que dijo Jess y la mejormanera de interpretar los dichos de Jess es una pasin para los que nos acercamos a Jess intentandoser sus discpulos en este otro lado del horizonte. Hoy como ayer, volvemos a escuchar las palabras deJess y en muchos casos, la nica respuesta es nuestra entrega incondicional a aquel maestro galileoque hoy sigue por las aldeas, caminos y ciudades de nuestro mundo interpelndonos.

    Bibliografa

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    Ediberto Lpez, Ph. D.

    Puerto Rico

    Un buen resumen de toda esta investigacin desde la ilustracin hasta principios del siglo 20 seencuentra en la obra de Albert Schweizer, 1906, The quest for the historical Jesus, traduccin al ingls porW. Montgomery, Nueva Cork: Macmillan Publishing Company. Estoy siguiendo esta obra en esta seccin

    de este artculo.

    Hoy da los investigadores no son tan severos con el evangelio juanino (vea a R. Brown, The Gospel ofJohn, p. 373-378, Nueva York: Doubleday, 1966). Pero est claro para los especialistas que tanto en Juancomo en los evangelistas sinpticos ha habido una serie de interpretaciones teolgicas debido a loscontextos sociales de cada evangelista y a las tradiciones ms antiguas acerca de Jess. Hoy daestamos de acuerdo en que cada evangelista nos ha legado una perspectiva de su entendimientoteolgico sobre Jess y el cristianismo primitivo. Esta perspectiva ha sido una reelaboracin de lastradiciones ms antiguas del cristianismo primitivo en cada evangelio.

    En una publicacin reciente (Eriberto Lpez, 2003, Para que comprendiesen las Escrituras - Introduccina los mtodos exegticos. San Juan: SEPR/FPRE, p. 148-150) he presentado una lista de los materialescomunes entre Mateo y Lucas que componen a Q. Jorge Pixley y Leif Vaage en RIBLA, vol. 22, 1996, p.151-161 han producido un texto traducido de la fuente hipottica llamada Q. La proliferacin de estudiossobre Q es enorme.

    Betz plantea que Mateo y Lucas tenan dos versiones de Q a las que le llama Qmt y Qlc. Esto es posible.No obstante, a m me parece que las diferencias entre el uso de Q por Mateo y Lucas se pueden explicarcomo las redacciones que cada uno de estos evangelistas le aadieron a Q.

    Recientemente, un erudito judo de Europa, Geza Vermes, 2003, Jesus the Jew A Historian s Readingof the Gospel, ha planteado que con este criterio hay que tener cuidado, porque debe estar claro que undicho de Jess debe ser coherente con el contexto histrico social del judasmo contemporneo a Jess.Puede haber disimilaridad en el sentido de que sea un dicho conflictivo, pero debe caber en el contextocultural-religioso de los judasmos del periodo de Jess.

    Vea Joachim Jeremias, 1966, Las parbolas de Jess, p. 1-142 (Madrid: Cristiandad).

    Vea traduccin al espaol y notas del Evangelio de Tomspor Manuel Alcal.

    Este trabajo ha sido publicado en espaol, Jess de Nazaret, la vida de un campesino judo, Crtica:Barcelona, 1999.

    El presente autor ha presentado una disertacin doctoral en 1992 sobre los dichos y hechos de Jess deNazaret desde una perspectiva de la estratificacin social en una sociedad agraria. Esencialmente hefijado los dichos de Jess ante un contexto de clases tal como Gerard Lenski presenta para sociedadesagrarias pre-capitalistas. Vea Eriberto Lpez, 1992, The Earliest Traditions about Jesus and SocialStratification, tesis para el doctorado sin publicar bajo la direccin de Norman K. Gottwald en DrewUniversity.

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    Jess taumaturgo - Elementos interpretativos

    Luigi Schiavo

    ResumenJess fue considerado el mayor milagrero de su tiempo. Este estudio trata las tipologas, algunoselementos contextuales, y las interpretaciones actuales ms significativas de los milagros atribuidos porlos evangelios a Jess.

    AbstractJesus was considered the most important miracle-worker of his ages. This work points out the Typologies,some elements of the context, and the most significant contemporary interpretations of the miraclesattributed by the Gospels to Jesus.

    1. Introduccin

    Eres t aquel que ha de venir, o debemos esperar a otro? Esta es la pregunta de Juan Bautista aJess. Para la Fuente Q que trae este relato, Jess no respondi haciendo uso de palabras, sino deseales: en aquel mismo instante, Jess cur a muchos de dolencias, de enfermedades, de espritus

    malignos y restituy la vista a muchos ciegos (Lc 7,18-23 // Mt 11,2-15). Respuesta extraa a nuestrosojos, pero iluminadora para Juan y los judos del siglo I d.C. que reconocen en l, al Mesas esperado. Laactividad taumatrgica no es un elemento marginal; al contrario, se trata de uno de los elementosesenciales del ministerio de Jess, a travs de los cuales, l se revela como hijo de Dios y Mesas.

    Los milagros incomodan hoy como ayer: seales del poder de Dios o de posesin diablica? Hechoshistricos extraordinarios o interpretaciones simblicas de la comunidad? Realmente, fueron realizadospor Jess o aumentados posteriormente?

    El presente estudio, lejos de tener la pretensin de llegar a respuestas exhaustivas, quiere ofrecer clavesde lectura y comprensin de la actividad taumatrgica de Jess, con la esperanza de que encontremosluces que iluminen y expliquen el significado del elemento extraordinario y mgico de la religin, tan demoda en los das de hoy.

    2. Tipologa de los milagros de Jess

    2.1. Milagros de curaciones

    Existen 14 milagros de curaciones relatadas en los evangelios, adems de varios sumarios.

    La mayora de los relatos se encuentran en Marcos: la suegra de Pedro (Mc 1,29-31//Mt 8,14-15//Lc 4,38-39), el leproso (Mc 1,40-45// Mt 8,1-4//Lc 5,12-26); el paraltico (Mc 2,1-12//Mt 9,1-8//Lc 5,17-26), elhombre de la mano atrofiada (Mc 3,1-6//Mt 12,9-14//Lc 6,6-11), la mujer con hemorragia (Mc 5,25-34//Mt9,20-22//Lc 8,43-48, el sordomudo (Mc 7,31-36), el ciego de Betsaida (Mc 8,22-26), el ciego Bartimeo (Mc10,46-52//Lc 18,35-43).

    La fuente Q, coleccin de los dichos de Jess, slo relata la curacin del siervo del centurin (Mt 7,1-10//Lc 4,46-54).

    Lucas trae tres relatos tpicos de su fuente (L): la mujer encorvada (Lc 13,10-17), los diez leprosos (Lc17,11-19), y el hidrpico (Lc 14,1-6).

    Llama la atencin Juan, el cual, a partir de su propia fuente de los signos, presenta dos curaciones deJess: el paraltico en la piscina (Jn 5,1-9) y el ciego de nacimiento (Jn 9).

    Por fin, la propia fuente de Mateo (M), se hace presente con el relato de la curacin de los dos ciegos (Mt9,27-31).

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    El judasmo tardo es caracterizado por la visin apocalptica del mundo. Las influencias zoroastristas,egipcias, griegas, como la situacin de nulidad de los judos frente a la grandeza de los imperios quedominaban el escenario internacional, el miedo a ser tragados por culturas globales y desaparecer comoidentidad especfica, estimularon una nueva sntesis teolgica, que tiene sus races en la visin profticade la historia. Para los apocalpticos, el cielo se torna como referencia ltima, y lo que acontece en latierra es entendido como el reflejo de la historia celestial. Se hace necesario subir a los cielos, a travsdel sueo, de la visin o del viaje mstico, para obtener la revelacin que permita interpretar el sentido dela vida, del sufrimiento, de la muerte, de la opresin. La teologa apocalptica afirma, por un lado, el poder

    absoluto de Dios sobre la historia y, por otro, su fidelidad al pueblo. Para ella, el mundo terreno estdominado por el mal y por sus agentes, los demonios, pero se trata de un poder limitado y presto aterminar. Anuncia el combate definitivo y la restauracin del reinado de Dios a travs de la estructurasimblico-literaria de la batalla escatolgica entre el Mesas con sus ngeles, y el diablo con susdemonios. Se crea que la actuacin de los demonios se haba vuelto ms intensa en este tiempo,considerado el ltimo. La actividad taumatrgica de Jess, sus milagros y exorcismos tienen que serledos dentro de este contexto apocalptico de conflicto final con el Diablo (Schiavo-Silva, 2000:83-84).

    3.2. Contexto escatolgico

    La conciencia de estar viviendo los ltimos tiempos, dio origen a varios movimientos radicales enPalestina, entre los dos perodos.

    1. Taumaturgos judaicos: estos son un fenmeno tpico de este perodo histrico y tenaconnotaciones escatolgicas. Se hicieron famosos sobre todo dos taumaturgos activos, como

    Jess, en Galilea: Honi del siglo I, d.C., el cual, segn el testimonio de Flavio Josefo erarecordado por hacer llover dibujando crculos (Ant. 14,22-24), y Hanina ben Dosa, nacido en lasproximidades de Sforis, en el siglo I, d.C., al cual se le atribuan varios milagros de curaciones yexorcismo, a veces realizados de lejos, con la fuerza de su oracin, y milagros de multiplicacinde panes, y de inmunidad frente a la mordida de serpientes (Schiavo-Silva, 2000: 80). Losorprendente es que a estos taumaturgos carismticos sea atribuida, por la tradicin rabnica, lacondicin de hijos frente a Dios: Hanina ben Dosa es llamado por Dios de hijo mo, en cuantoa Honi se dice que l era realmente hijo propio de Dios. Adems de eso, en la literaturarabnica, slo dos veces Dios aparece llamado con el apellido abb: en boca de Honi y de susobrino, tambin mago de la lluvia (Theissen, 1999: 380).

    2. La comunidad monstica de los esenios, de origen sacerdotal, es otro grupo radical de esteperodo. Al decir de Plnio el Viejo, en el ao 79 d.C., ella creca y se renovaba por causa de lacontnua llegada de un gran nmero de los que estaban cansados por las vicisitudes de lasuerte (Historia naturalis5,73). Los esenios se consideraban el verdadero resto de Israel, losque a travs de la vida comunitaria, de la rgida observancia de la Ley y de las normas cultuales,practicaban la justicia divina, a la espera del profeta escatolgico y de varias figuras mesinicaspara la realizacin de la salvacin y de la purificacin del templo de Jerusaln.

    3. Todas las varias figuras de profetas escatolgicos anteriores a la guerra anunciaban la prximaintervencin de Dios. Son recordados como profetas de la seal, porque anunciaban larealizacin de grandes prodigios divinos. Fueron perseguidos y reprimidos con extrema violenciapor las autoridades, que vean en ellos un peligro para la estabilidad social. Mas, contribuyeronnotablemente al crecimiento de la esperanza escatolgica.

    Recordamos, primeramente, Juan Bautista, cuya predicacin, alrededor del ao 30 d.C., en los mrgenesdel ro Jordn, buscaba rescatar la identidad judaica frente a los peligros globalizantes del helenismo,proponiendo un judasmo renovado. Su crtica a la familia de Herodes le cost la vida.

    Cerca del ao 36 d.C., surgi un profeta samaritano, prometiendo reencontrar en el monte Garizn los

    vasos del templo escondidos all por Moiss. Fue brutalmente degollado con sus secuaces, hecho quecaus la deposicin de Poncio Pilatos (Ant. 18,85-87).

    Luego, despus, (44-46 d.C.), un tal Teudas, pronostic la divisin de las aguas del Jordn, repitiendo elmilagro del tiempo de la toma de la tierra por Josu (Js 3). Su movimiento tambin acab en un bao desangre (Ant. 20,97-99; Hch 5,36).

    Al mismo tiempo, un profeta egipciollev a una multitud al monte de los Olivos, prometiendo que, a suorden, los muros de Jerusaln caeran, como en la toma de Jeric (Ant. 20,169-172; Guerra judaica2,261-263; Hch 21,38).

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    Otros profetas convocaron al pueblo al desierto, prometiendo signos y seales (Ant. 20,167; Guerrajudaica, 2,258-260) y la redencin del mal (Ant. 20,188).

    Finalmente, en la proximidad de la guerra (62-64?), el campesino Jess, hijo de Ananas, fue a anunciarel juicio de Jerusaln, del templo, del pueblo. Como loco, andaba por las calles de la ciudad, proclamandosus Ayes, hasta morir durante el cerco (Guerra judaica6,300-309).

    Jess tena algo en comn con estos profetas: la promesa de una gran seal como la destruccin yreconstruccin milagrosa del templo (Mc 14,57-58); sin embargo, en cuanto que todos ellos quedaron sloen anuncio, Jess proclam que en su persona, predicacin y seales,el tiempo nuevo, ya lleg!

    1. El movimiento zelota se refera a las ideas y prcticas de Judas el Galileo (6 d.C.). Proclamaba lasoberana exclusiva de Dios, frente al dominio romano; y afirmaba que las personas deberancolaborar activamente en la instauracin del reino de Dios. Tales ideas encontraron fuerteaceptacin despus del ao 44, cuando, despus de la muerte de Agripa I, tambin Galilea pasa la directa administracin romana. Y, sobre todo en la proximidad de la gran guerra, dio elsoporte ideolgico y militar al movimiento social que lider la oposicin armada contra Roma.

    3.2. Contexto mesinico

    La expectativa mesinica se hizo ms intensa en la primera mitad del siglo I, d.C. El Mesas es el agenteescatolgico de la salvacin, y en su accin se manifestaba la intervencin definitiva de Dios, en pro de supueblo. Haba varios tipos de mesas esperados.

    1. El Mesas davdico es descrito como un rey-guerrero, teniendo como referencia la figura del reyDavid, cuya funcin fue, sobre todo, militar y poltica. Se encarna en el sper-ngel Miguel, jefede las huestes angelicales divinas, el defensor por excelencia del pueblo (Dn 12,1). En la batallaescatolgica, l enfrenta y derrota su enemigo histrico, Satans (Ap 12,7). Muchos en laPalestina del siglo I, esperaban su vuelta: de manera especial el movimiento zelota, presto atomar las armas y seguirlo. Tambin Jess fue considerado este Mesas-guerrero, cuando,despus de la multiplicacin de los panes, quisieron coronarlo Rey (Jn 6,15), o cuando fueanunciado con hosanas en la entrada triunfal en Jerusaln (Mc 11,9-10). La pretensin real serla justificacin para su muerte en la cruz (Mc 15,26). Sus rasgos tpicos fueron elaborados porMateo a partir de la figura de David, en el evangelio de la infancia (Mt 1-2).

    1. El Mesas sacerdotal es tpico sobretodo en Qumran, donde se esperaba la venida del sacerdotemesinico para realizar la purificacin de la impiedad y la restauracin del templo escatolgico.El Maestro de la Justicia, probablemente un sacerdote sadoquita, considerado el fundador de lacomunidad esenia (Documento de Damasco I), es descrito con rasgos escatolgico-mesinicos.Pero la figura que ms resalta es la de Melqusedec, celebrado como salvador en 11QMelch 13.En el 10 jubileo, lo escatolgico, realizar la expiacin y la liberacin de los elegidos del yugo dela esclavitud, enfrentar y derrotar a Belial y ser proclamado rey de justicia. Si el Mesasdavdico, estaba relacionado sobretodo a la liberacin poltica, el Mesas sacerdotal tendr lafuncin de hacer prevalecer la justicia sobre la impiedad, y purificar el templo restableciendo alos legtimos sacerdotes. Su condenacin implcita es para las facciones judaicas que se dejaroncorromper, abandonando la fidelidad a la Ley.

    1. El Mesas proftico tiene como su tipo a Moiss y la profeca de Dt 18,15, que afirma la llegada

    de un profeta como Moiss, en los ltimos tiempos. Se crea que Elas fuese este profeta, enbase a la profeca de Mal 3,2-3. Pero, la ms famosa figura de profeta escatolgico es la del Hijodel Hombredel libro de Daniel. Se trata de una figura escatolgica entronizada en el cielo, cuyafuncin era la de realizar el juicio y la destruccin de los malos en el juicio final. Se encuentratambin en el Libro de las Similitudes de Enoc (1 Enoc 46) y en el 4 Esdrs 13, ambos del siglo I,d.C. El Hijo del Hombre parece haber sido el nico ttulo aplicado por Jess a s mismo, en lafuente Q (Lc 7,34; 9,58; 11,30) Los primeros cristianos interpretaron la figura histrica de JuanBautista, como la encarnacin del profeta escatolgico.

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    1. En el contexto histrico del tiempo de Jess, varias personas histricas fueron aclamadas comorey y/o Mesas. Despus de la muerte de Herodes el Grande, hubo un gran levantamientopopular y varios, en el relato de Josefo, fueron aclamados como Mesas: Simn, ex-esclavo deHerodes, que coloc sobre sucabeza la corona real.(Ant. 17,273), Atronges, un pastor que seproclam el nuevo David, sustentado por un puado de hermanos (Ant. 17, 278-280), Judas, hijode Ezequas. (Ant. 17,272). En las inmediaciones de la gran guerra (68-70 d.C.), apareci SimnBar Giora, que fue llevado a Roma, como rey esclavizado de los judos, y all ajusticiado ( Guerra

    judaica4,510.575). En medio de estas figuras, Jess de Nazaret tambin fue aclamado rey por el

    pueblo, llegando a recibir en sus hombros la prpura real (Mc 15,17 y //).

    4. Propuestas interpretativas

    Decir quin fue histricamente Jess, es prcticamente imposible. La bsqueda por el Jess histrico,que marc la investigacin bblica en los siglos XIX y XX, ayud a llegar ms cerca del hombre Jess deNazaret, contribuyendo bastante en la reconstruccin del contexto histrico, cultural y religioso del cual lfue expresin. Del propio Jess, sin embargo, no tenemos nada, a no ser el testimonio de quien loconoci. Las imgenes de l son expresin de las opiniones y de las creencias de sus seguidores, loscuales, cada uno a partir de su fe y de su contexto histrico, pasaron a testimoniar en l como unapersona divina.

    Presentamos, a continuacin, una panormica rpida de las interpretaciones ms significativas, que, a lolargo de los siglos, fueron dadas a Jess.

    4.1. Jess, hombre divino

    El hombre divinoes un modelo construido en base de un tipo ideal, de hombre considerado divino, en elcual actan energas maravillosas que se manifiestan o en las curaciones, o en orculos y formas depremonicin (Theissen, 1999: 377). El ejemplo ms significativo de hombre divino y taumaturgo famosofue Apolonio de Tiana, filsofo neo-pitagrico itinerante del siglo I, cuyos actos llegaron hasta nosotros enla biografa de comienzos del siglo III, escrita por Filostrato. Apolonio habra realizado varios milagros,entre ellos de resurreccin, de curacin, de exorcismo y acciones prodigiosas incluyendo elementosnaturales. La importancia de la curacin era grande en el mundo greco-romano, donde salvaciny saludrepresentaban la misma realidad. Los dos trminos tienen idntico origen, en las palabras griegas soteriay latina salus, que condensaban en s, la idea de progreso. Los obstculos para la realizacin de la propiaexistencia eran considerados alienadores, llevando a la derrota psicolgica y moral. Se trataba deverdaderas tragedias que colocaban a la persona frente a su propio lmite. Por eso, la salud y la curacineran alcanzadas en una bsqueda desesperada, por medio de remedios, prcticas alternativas, magia,romeras a santuarios, etc. El dios griego Asclepio, el dios de la curacin, era considerado el salvador porexcelencia. En su templo de Epidauro, curaba a los fieles que acudan a l. Interesante era su mtodo decuracin: los sacerdotes se preocupaban para que los visitantes que iban al santuario pasasen la nocheen el recinto del templo, en una gran sala (incubacin), con la promesa de que el dios los visitara,personalmente, en una manifestacin, o en sueos, o todava a travs de sus intermediarios, serpientessagradas y perros, venidos del bosque que rodeaba el templo (Kee, 1993: 116). De la misma manera,tambin la diosa egipcia Isis, apareca por la noche en el sueo de sus seguidores, que a ella seacercaban a fin de obtener bendicin, curacin y vida eterna, ms all del tmulo. En el mundo greco-romano, se hicieron famosos otros taumaturgos: Empdocles, el cual habra resucitado a una mujer, losDiscuros, celebrados en el XXXIII Himno Homrico, como salvadores de los elementos naturales, y elemperador Vespasiano, autor de varios milagros que demostraban el favor de los dioses para con l(Barbaglio, 2003: 231).

    Los operadores de milagros (miracle-workers) eran considerados verdaderos hombres divinos. El trmino

    theis anerexalta el origen divino del poder operando en ellos. Por causa de las semejanzas, estadesignacin fue aplicada tambin a Jess, justificado en el hecho de que Galilea habra tenido una fuerteinfluencia cultural helenstica. Segn este pensamiento, los evangelistas habran construido la imagen deJess como Theis aneren los moldes de los taumaturgos greco-romanos. Confrontado con ellos, Jesssera el mayor de todos, por haber realizado el mayor nmero de milagros: hay, ms o menos, 200referencias a curaciones relacionadas con Jess en los evangelios, en tanto que Moiss tendra 124,

    Apolonio de Tiana 107 y Eliseo 38 (Smith, 1978: 108). As, para enfatizar el origen divino de su poder,muchos de los milagros podran haber sido aumentados posteriormente por los redactores cristianos,segn la opinin de estudiosos, como Crossan (1989: 347). Hoy esta propuesta no encuentra msmuchos seguidores, por la ausencia de la frmula theis aneren los documentos antiguos y porque laactividad taumatrgica de Jess se diferenciaba de los hombres divinos helensticos en varios elementos:l actuaba en lugares pblicos, no en templos; no cobraba dinero; rechazaba la publicidad y minimizaba

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    sus prodigios (Mc 5,39); buscaba a los enfermos y los aproximaba a s, dialogando con ellos (Mc 5,36; Lc18,41); exige la fe (Jn 4,48); privilegia sobretodo a los pobres (Is 61).

    4.2. Jess mago

    Para el estudioso Morton Smith (1978), Jess es un mago. El concepto de magia est relacionado ahechos extraordinarios realizados a partir de una cierta metodologa especfica. El mago manipulabadeterminadas fuerzas divinas por medio de frmulas estereotipadas y gestos particulares, forzando lodivino a actuar, a cambio de una retribucin econmica. La magia de Jess se justificara, para M.Smithen su propio mtodo de curacin, y en la manipulacin de los enfermos. l habra tenido la autoconcienciade un mago, adems de haber ejecutado prcticas y ritos mgicos. El autor sustenta tambin la de quelos evangelios habran limpiado las tradiciones arcaicas de los artificios mgicos originarios, usados porJess. En la misma lnea, Crossan afirma que la religin y la magia, milagro religioso y efecto mgico sonla misma cosa: lo que cambia es la actividad oficial, aprobada y aceptada y las actividades no aprobadaso no aceptadas. El factor discriminante sera, por lo tanto, solamente poltico. Y concluye: Elas y Eliseo,Honi y Hanina eran magos y as era tambin Jess de Nazaret (Crossan, 1994: 305-306). Con lasdebidas diferencias, Jess sera un taumaturgo carismtico, dotado de poder restaurador, obtenido de loalto, por l mismo. En eso, l sera un mago. Una tal propuesta no convence, en la opinin de Theissen,porque Jess exige la fe a la hora de la curacin, porque sus milagros tienen un carcter escatolgico deirrupcin del reino de Dios, y porque l se caracteriza ms como profeta de los ltimos tiempos que comomago (1999: 378).

    4.3. Como Elas y Eliseo

    En el mundo judaico, era muy viva la memoria de la intervencin divina en favor de su pueblo, que sehaba manifestado por signos grandiosos como las plagas de Egipto, la apertura de las aguas en el MarRojo y los milagros de la marcha por el desierto hasta la conquista de la tierra. Los mayores realizadoresde signos, operados con la fuerza de Dios, fueron, en el Antiguo Testamento, Elas y Eliseo, profetas delnorte (1Rs 17 -2Rs 6). Jess realiza algunos milagros que son relatados en los ciclos de Elas y Eliseo:multiplica los panes, resucita a los muertos, cura a los enfermos. Tales semejanzas llevan a pensar en unmidrash:como Elas y Eliseo, Jess es profeta y taumaturgo, acta en el norte, como ellos (1Rs 18)enfrenta a la religiosidad oficial, afirmando que slo Dios puede curar y, con sus curaciones, afirma que elpoder de Dios obra tambin fuera del templo y de las manos de los sacerdotes. A ejemplo de los dosprofetas, su accin no se limit a purificar la religin, sino que fue realmente poltica (1Rs 21; 2Rs 9): susmilagros significan el repudio de la religin oficial del templo, por la cual, por la ley de la retribucin, laenfermedad estaba estrictamente ligada al pecado. Tal teora es confirmada por Theissen, cuando afirmaque en el movimiento de Jess, las curaciones milagrosas ocupan el mismo lugar que en el movimientode r