CICLO DE CONCIERTOS DE SOLISTASFUNDACIÓN BBVA 2009-2010PLURALENSEMBLE

22 de febrero de 2010

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TE VIOLÍNFrancesco D’Orazio

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A Michele Dall’Ongaro (1957) La musica di E. Z.

Kaija Saariaho (1952)Nocturne

Salvatore Sciarrino (1947)6 CapricciI. Capriccio n.º 1 VivaceII. Capriccio n.º 4 Volubile

Ivan Fedele (1955)Viaggiatori della notteI. Con impetoII. IntensamenteIII. Elettrico!

Luis de Pablo (1930)Tres piezas académicasI. RelatoII. ScherzinoIII. Estudio

Johann Sebastian Bach (1685-1750) Ciaccona dalla Partita in re minore BWV 1004

Luciano Berio (1925-2003) Sequenza VIII

DIRECTOR ARTÍSTICOFabián Panisello

COORDINACIÓN ARTÍSTICA Y PRODUCCIÓNMara Mendialdua

EL VIOLÍN SOLO EN NUESTROS DÍAS, BAJO EL ALA DEL GRAN BACH

El compositor Michele Dall’Ongaro (Roma, 1957) se formó con maestros italianos tan reputados como Evange-lista o Clementi, a la vez que recibía enseñanza de dirección orquestal del maestro Ferrara. La producción musical de Dall’Ongaro ofrece gran variedad de propuestas sonoras y formales, inclu-yendo algún planteamiento tan peculiar como el de su obra Green Piece, para dos conjuntos sincronizados, que se es-trenó en el Conservatorio Benedetto Marcello de Venecia el pasado 2 de octubre, en conexión directa con Manchester, donde actuaban músicos ingleses simultánea y sincronizada-mente con los italianos. Michele Dall’Ongaro lleva a cabo importantes labores para la difusión de la música en el seno de instituciones como Spettro Sonoro, Nuova Consonanza, Bienal de Venecia, el centro Tempo Reale, la Aca-demia Filarmónica Romana o los pro-gramas musicales de la RAI.

La musica di E.Z. es una pieza que data de 1999 y que encierra una referencia al mundo imaginario y misterioso del escritor estadounidense Howard Phillips Lovecraft. La estrenó en Roma el violinista Marco Rogliano, el 15 de julio del mismo año.

Kaija Saariaho (Helsinki, 1952) es-tudió música en la academia Jean Sibelius de su ciudad natal, contando con Paavo Heininen como principal maestro. Prosiguió su formación en

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des obras sinfónicas y música teatral y, en algunas de sus composiciones, le gusta recrear músicas del pasado: Ge-sualdo, Scarlatti, Bach, Mozart..., así como jugar con las citas musicales. Sciarrino dirigió durante dos tempora-das el Teatro Comunale de Bolonia y ha ejercido la enseñanza en conservato-rios de Milán, Florencia y Perugia, así como en numerosas clases magistrales y cursos internacionales.

En una etapa en la que se interesó mucho por explorar las posibilidades técnicas y expresivas de los instrumen-tos de arco, Sciarrino compuso sus 6 Caprichos para violín solo en 1976, poco después de haber escrito 3 Nocturnos brillantes para viola sola. Los Caprichos tuvieron como destinatario a un gran virtuoso: Salvatore Accardo, y él los estrenó en Siena, en el XXXIII Curso de la Accademia Chigiana, el 27 de agos-to de 1976. Los Caprichos de Sciarrino, enteramente escritos en armónicos, son un portento de invención musical, de exigencia violinística y de investi-gación sonora: el histórico virtuosismo paganiniano adquiere, en esta obra, un ropaje radicalmente nuevo.

Ivan Fedele (Lecce, 1953) es un com-positor italiano de amplia proyección internacional, especialmente en su país y en Francia –el Ministerio de Cultura francés le nombró en el año 2000 Caballero de la Orden de las Letras y de las Artes–. El pianista Bruno Canino y el compositor Franco Donatoni, en Milán y en Roma respectivamente, fueron sus principales maestros. Ivan Fedele presta una especial atención a la enseñanza, da clases regularmente

Friburgo (Alemania), donde trabajó con los maestros Brian Ferneyhough y Klaus Huber, y posteriormente en París, donde entró en el ámbito del Institut de Recherche et Coordination Acous-tique/Musique (IRCAM) y consolidó su conocimiento de las posibilidades de la electroacústica. Saariaho reside en París desde 1982 y es una de las voces más importantes y prestigiadas de la composición europea actual.

Su Nocturno violinístico fue compuesto en 1994 y es un homenaje a la memoria de su admirado Witold Lutoslawski, el maestro polaco que había fallecido el 7 de febrero de ese año. Por entonces, Kaija Saariaho estaba trabajando en un concierto para violín y orquesta que Gidon Kremer estrenaría en los Proms del año siguiente, y al recibir la noticia del fallecimiento de Lutoslawski, rea-lizó rápidamente este Nocturno apro-vechando esbozos destinados a aquel concierto que se tituló Graal Théâtre. El Nocturno que vamos a escuchar fue estrenado por John Storgards en Helsinki, el 16 de febrero de 1994.

Entre los compositores actuales más admirados y respetados figura, sin duda, el italiano Salvatore Sciarrino (Palermo, 1947), un compositor nato que se manifestó precozmente como tal y que tuvo una formación básica-mente autodidacta. Pasó después por las clases de Franco Evangelisti en la academia Santa Cecilia de Roma, don-de tomó contacto con la electroacústi-ca. Stockhausen fue uno de sus refe-rentes. El catálogo del maestro siciliano es excepcionalmente amplio y variado, incluye desde piezas a solo hasta gran-

en Milán y en Estrasburgo y ofrece cur-sos especiales en los más prestigiosos centros europeos y estadounidenses.

De su amplísima producción musical vamos a escuchar hoy tres piezas para violín solo que Ivan Fedele compuso en 1983 y que fueron estrenadas en la villa toscana de Certaldo, el 20 de septiembre de 1985, por la violinista Cinzia Barbagelata. Se titulan Viajeros de la noche debido a que fueron com-puestas durante un viaje nocturno, y sus respectivos títulos –Con ímpetu, Intensamente y ¡Eléctrico!– represen-tan otros tantos estados de ánimo que se pretenden reflejar en la partitura. La composición exige una extraordinaria riqueza de recursos técnicos: formas de ataque, trémolos, glissandi, sonidos armónicos, escritura polifónica..., todo al servicio de ideas expresivas.

Nuestra música está representada aquí por otro tríptico violinístico, en este caso de Luis de Pablo (Bilbao, 1930), acaso el compositor español actual más vinculado a Italia por lazos profesiona-les y personales. Si su figura es bien conocida por cualquier filarmónico, en este momento se proyecta con especial fuerza en conciertos, homenajes y pu-blicaciones con motivo del octogésimo aniversario del maestro.

Oiremos sus Tres piezas académicas que datan de 2001. En aquel año cum-plió sus ochenta Ramón González de Amezúa, a la sazón director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y, con tal motivo, la Sección de Música de la Academia organizó un concierto en el que intervinieron

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activamente los músicos miembros de tal institución. Es el caso de Luis de Pablo y Agustín León Ara, autor y primer intérprete, respectivamente, de estas Tres piezas académicas –Relato, Scherzino y Estudio– que se ejecutan sin solución de continuidad. Tras su estreno el 27 de octubre de 2001, las Tres piezas académicas fueron revisa-das por Luis de Pablo y ofrecidas al violinista Irvine Arditti, quien estrenó esta «versión definitiva» de la obra en privado, en su casa de Londres y en el día de su cincuenta cumpleaños. El es-treno público se produjo en Madrid el 17 de octubre de 2005, a cargo del pro-pio Arditti, en el concierto inaugural del auditorio del edificio de Jean Nouvel que vino a ampliar el Museo Reina Sofía.

Ha sido una gran idea colocar este for-midable desfile de músicas para violín bajo el ala de la más célebre y trascen-dente composición para violín solo de la historia: nos referimos, obviamente, a la Chacona con la que culmina la Partita en re menor, BWV 1004 de Johann Sebastian Bach (Eisenach, Turingia, 1685 - Leipzig, 1750). Las tres Sonatas y las tres Partitas para violín solo de Bach se fechan hacia 1720, en el eje de la estancia de Bach en la ciudad de Cöthen (Alemania), seis años en los que brotó muy buena parte de la música instrumental del maestro, lo que equivale a decir que es música cimera del Barroco. Esta inaudita Ciaconna, con la que Bach dejó meridianamente claras las posibilidades polifónicas del violín, es una soberbia construcción variacional de más de doscientos cin-cuenta compases rigurosamente equili-

brados –con punto culminante hacia el centro, donde estalla el acorde mayor de la tonalidad principal– y que cons-tituye uno de los principales monumen-tos –si no el principal– jamás erigidos a un instrumento de arco.

Y, para terminar el concierto, otro maestro de nuestro tiempo. El compo-sitor italiano Luciano Berio (Oneglia, 1925 - Roma, 2003) no solo fue cabeza importante del movimiento vanguardis-ta de los años cincuenta y sesenta, sino que ha dejado un catálogo de obras que constituye uno de los capítulos funda-mentales de la música de la segunda mitad del siglo xx. Entre tantísimas obras, la serie de catorce Secuencias para instrumentos a solo –incluida la voz humana– es muy representativa de su producción y ha resultado extraordi-nariamente fértil. Berio dedicó al vio-lín la octava Secuencia. Fue en el año 1975 e inicialmente la obra se ofreció al violinista Endre Granat en memoria de su esposa recién fallecida. Granat estrenó la pieza aquel año en Estados Unidos, pero la partitura fue revisada y publicada en 1976 con dedicatoria a Carlo Chiarappa, quien definitivamen-te la dio a conocer en el seno de los V Encuentros Internacionales de Arte Contemporáneo celebrados en La Ro-chelle (Francia) a primeros de julio de 1977.

La Secuencia VIII se convirtió inmedia-tamente en la pieza de referencia del repertorio para violín solo del siglo xx, acaso con mayor fuerza que la Sonata que Bartók había compuesto para el jo-ven Menuhin. El maestro Berio hizo un formidable ejercicio de asimilación de

las principales aportaciones históricas al instrumento, especialmente la Chacona de Bach y los Caprichos de Paganini. Y, sobre ello, innovó. «Componer la Sequenza VIII para violín solo fue para mí como pagar una deuda personal al violín, que yo considero como el instru-mento más sutil y complejo que existe. [...] La Sequenza VIII está construida al-rededor de dos notas (la-si) que, como en una chacona, constituyen la brújula para el recorrido bastante diferenciado de la pieza. De este modo, inevitable-mente, la Sequenza VIII se convierte en un homenaje a esa cima musical y téc-nica que es la Chacona de la Partita en re menor de Johann Sebastian Bach», manifestó Berio en 1979.

José Luis García del Busto

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BLE Pluralensemble es un conjunto instru-

mental especializado en música de los siglos xx y xxi, nacido con la vocación de difundir la música contemporánea, es-pecialmente la creada en España. Bus-cando siempre la más alta calidad in-terpretativa, desarrolla anualmente una temporada estable de conciertos y giras, alternando el más exigente repertorio de solista con obras de conjunto.

A lo largo de sus trece años de vida, ha desarrollado sus temporadas de con-ciertos en el Auditorio Nacional de Mú-sica, el auditorio del Museo Thyssen-Bornemisza y el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y ha intervenido con gran éxito de crítica y público en festivales y auditorios como Musica (Estrasburgo),

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A Tempo (Caracas), Présences (París), Ars Musica (Bruselas), Manca (Niza), Spaziomusica (Cagliari), Aspekte (Salz-burgo), IFCP Mannes (Nueva York), Konzerthaus (Berlín), Festival de Músi-ca de Alicante, Quincena Donostiarra, o el Auditorio 400 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid. Para este año tiene además prevista su participación en la WDR de Colo-nia, el Festival Nous Sons del Auditori de Barcelona y el Festival de Otoño de Varsovia.

Ha realizado grabaciones de música de autores como David del Puerto, César Camarero, Peter Sculthorpe o Fabián Panisello, y tiene prevista la aparición de tres discos monográficos sobre la

obra de cámara de Ravel, Ligeti y José Manuel López López.

Colabora habitualmente con otros ensembles internacionales como el Ensemble Orchestral Contemporain, así como con solistas como Dimitri Vassilakis, Pilar Jurado, Marco Blaauw, Miquel Bernat o Ananda Sukarlan, y directores como Zsolt Nagy, Daniel Kawka o Jean Paul Dessy.

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IO Francesco D’Orazio nació en Bari, en el sur de Italia. Comenzó a estudiar violín y viola con su padre y, después de graduarse, continuó su formación como alumno de Carlo Chiarappa, Cristiano Rossi y Denes Zsigmondy en el Mozarteum de Salzburgo, así como de Yair Kless en la Academia Rubin de Tel Aviv. Se doctoró en Arte con una te-sis de Historia de la Música, sobre el compositor Virgilio Mortari.

Ha actuado en Europa, América del Norte y del Sur, México, China y Ja-pón. Ha grabado para los sellos Decca (obras para violín de Luciano Berio y la integral de Sonatas para violín y pia-no de Felix Mendelssohn), Hyperion (Conciertos para violín de Christian

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Lidarti), Opus 111/Naïve, Stradivarius (obras completas para violín y piano de Alfred Schnittke y la integral de Sonatas para violín y clave de Johann Sebastian Bach) y Amadeus (Concier-tos para violín de Michael Nyman y Michael Daugherty, Tríos de Joseph Haydn, y Sonatas para violín y continuo de Georg Friedrich Haendel). Próxima-mente se editará, para Stradivarius, un CD con obras para violín y orquesta de Ivan Fedele (En Arché, Concierto para violín, Orizzonte di Elettra y Mosaique), con la Orchestra Sinfonica Nazionale della RAI de Turín.

Francesco D’Orazio ha ofrecido concier-tos en importantes salas de concierto y festivales, como la Accademia Nazio-

nale di Santa Cecilia de Roma, Cadogan Hall de Londres, Unione Musicale y Auditorium del Lingotto de Turín, Sala Verdi de Milán, Ente Lirico de Cagliari, Ferrara Musica, Accademia Musicale Chigiana de Siena, Universidad de Nue-va York, Teatro Coliseo de Buenos Aires, Cambridge Society for Early Music de Boston, South Bank Center de Londres, Teatro Municipal de Santiago, Centre de la Musique Baroque de Versalles, Compagnia per la Musica de Roma, Pa-lacio Real El Pardo de Madrid, British Columbia University de Vancouver, Tea-tro Politeama de Palermo, Frick Collec-tion de Nueva York, Festival Cervantino de México, Breckenridge de Colorado, Lufthansa Festival of Baroque Music de Londres, Estambul, MITO Settembre

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IO Musica, Montpellier, Potsdam, Rávena, Urbino, Salzburgo, Estrasburgo, Stresa y Tanglewood.

Su amplio repertorio incluye desde la música antigua, como violinista del conjunto de instrumentos originales L’Astrée de Turín, hasta las obras clási-cas, románticas y contemporáneas. Ha estrenado obras para violín y orquesta de numerosos compositores modernos, como Ivan Fedele (Mosaique), Michele Dall’Ongaro, Gilberto Bosco, Raffaele Bellafronte, Marco Betta, Nicola Campogrande, Fabián Panisello y Flavio Emilio Scogna, así como música de cá-mara. Durante muchos años, colaboró con Luciano Berio, cuyo Divertimento para trío de cuerdas estrenó en el Festi-

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val de Estrasburgo, interpretando asi-mismo Sequenza VIII en los Festivales de Salzburgo y Tanglewood, y Corale para violín y orquesta en la Cité de la Musique de París y en el Auditorio Na-cional de Música de Madrid, bajo la di-rección del compositor. En octubre de 2007, interpretó el estreno del Segundo concierto para violín y la suite The Libertine de Michael Nyman, con la Or-chestra de la Accademia Nationale di Santa Cecilia, en el concierto inaugural del Festival Bienal 51 de Venecia.

Por último, ha colaborado como solis-ta con la Orquesta Filarmónica de la UNAM de México, Shangai Philharmo-nic, NRO de Denver, Nagoya Philharmo-nic, l’Orchestra Filarmonica de Turín,

Saarlandischer Rundfunk, Tismishoara Philharmonic, l’Orchestra Sinfonica de Sicilia, l’Orchestra Sinfonica Nazionale de Turín, Accademia Bizantina, Mani-toba Chamber Orchestra, Academia Montis Regalis y la Orquesta de Cáma-ra Reina Sofía de Madrid, bajo la direc-ción de Boris Brott, Luciano Berio, Karl Martin, Daniel Kawka, Zuohang Chen, Aaron Jay Kernis, Ottavio Dantone, Ar-turo Tamayo y Hansjorg Schellenberger.

Francesco D’Orazio toca un violín Guar-neri, Comte de Cabriac, Cremona 1711.

Fundación BBVA · Palacio del Marqués de Salamanca · Madrid