MEDICO VETERINARIO ZOOTECNISTA RODOLFO MADRID CAMPOS
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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE SONORA
DEPARTAMENTO DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA
“EVALUACIÓN DEL IMPACTO DE LA CONDICIÓN
CORPORAL SOBRE LA TASA DE PREÑEZ EN UN
PROGRAMA DE REGULACIÓN DEL CICLO
ESTRAL E INSEMINACIÓN ARTIFICIAL EN
GANADO BOVINO HOLSTEIN-FRIESIAN”
TESIS
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE
MEDICO VETERINARIO ZOOTECNISTA
PRESENTA
RODOLFO MADRID CAMPOS
CD. OBREGÓN, SON. JULIO DE 2002
EVALUACIÓN DEL IMPACTO DE LA CONDICIÓN CORPORAL SOBRE LA
TASA DE PREÑEZ EN UN PROGRAMA DE REGULACIÓN DEL CICLO ESTRAL E INSEMINACIÓN ARTIFICIAL EN GANADO BOVINO
HOLSTEIN-FRIESIAN.
TEMA DE TESIS PARA OBTENER EL TITULO DE:
MEDICO VETERINARIO ZOOTECNISTA
PRESENTA:
RODOLFO MADRID CAMPOS
__________________________ M.C. PABLO LUNA NEVAREZ
ASESOR
Vo. Bo.
___________________________________ M.V.Z. GUADALUPE MENDEZ CASTILLO
CO-ASESOR
Vo. Bo.
___________________________________ M.V.Z. M.A. CARLOS M. AGUILAR TREJO
COORDINADOR DE LA CARRERA DE MVZ.
COMITÉ:
PRESIDENTE _________________________
SECRETARIO _________________________
VOCAL ____________________________
ii
DEDICATORIAS
Este humilde trabajo lo dedico con todo mi amor a todas aquellas personas
que estuvieron involucradas en el desarrollo de mi carrera, a aquellas personas
que creyeron en mi, que miraron y quisieron un futuro mejor para mi y a aquellas
que me recordaban en sus oraciones.
A mis padres: Sr. José Madrid Morales y Sra. Maria de Jesús Campos Rivera, los
cuales fueron para mi un ejemplo de fortaleza de humildad y sobre todo un
ejemplo de lucha de ganas de seguir adelante y de alcanzar las metas
propuestas. Te agradezco madre por ese apoyo incondicional que me
distes y me brindaste sin importarte las circunstancias, y por todo tu
inmenso amor que me brindas, le pido a Dios que te conserve y te llene de
bendiciones, y hoy que culmina este camino y que logro salir avante y ver
terminada una de mis más grandes metas comparto este triunfo contigo, por
que entre tú y yo lo conseguimos. Eternamente agradecido padres míos.
A mis hermanos: A todos ustedes hermanos que me apoyaron cuando más los
necesite les estoy agradecido eternamente, por sus consejos y sobre todo
por compartir sus vidas conmigo que Dios los bendiga y a mi conceda
devolverles tantos favores.
iii
Al Padre: José Alfredo García Palencia, por su apoyo y consejos brindados
cuando más los necesite, por su amistad y sobre todo por sus oraciones,
las cuales fueron necesarias para el termino de mis estudios, que Dios lo
bendiga y le mantenga ese carisma de servicio. Mil gracias
A mi novia: Patricia Judith Severo Gaxiola, también a ti dedico este trabajo, por
ser parte importante de mi vida y por que serás la madre de mis hijos si
Dios lo permite. Doy gracias a Dios por ponerte en mi camino por que
contigo aprendí a ver la vida de un color más vello, lo cual me motivo a
seguir siempre adelante, tus consejos, tu apoyo y sobre todo tu amor
incondicional fueron siempre un gran motivo para que yo lograra terminar
esta carrera y ver cumplido uno de mis sueños el cual comparto contigo y
con mi futura familia, que Dios te llene de bendiciones amor mío.
A Dios: Por permitirme lograr uno de mis sueños, el cual se lo debo a Él y a Él se
lo ofrezco, gracias Dios mío, sin ti no soy nada y te pido que me des
sabiduría para hacer lo mejor de mi profesión. Gracias Padre mío.
iv
AGRADECIMIENTOS
A mi Asesor: M.C. Pablo Luna Nevarez, eternamente agradecido médico por
compartir conmigo tantos conocimientos, por ser tan servicial y amable, por
ser una persona con muchos valores, por tener la capacidad de entender y
aceptar a las personas tal como son, por su gran apoyo incondicional que
me brindo talvez sin merecerlo en la realización de este trabajo y sobre todo
gracias por brindarme su amistad pura y sincera, la cual vale más que mil
trabajos de estos. Eternamente agradecido con usted y que Dios lo bendiga
y le mantenga ese espíritu de servicio.
A mi Co-Asesor: M.V.Z. Maria Guadalupe Méndez Castillo, le agradezco el haber
sido para mi como una madre en el trascurso de mi carrera, la cual me supo
brindar su apoyo, su cariño, su amistad y sus consejos, los cuales fueron
culminantes en el desenlace de mi carrera. Le agradezco el haberme
recibido y darme hospedaje en su cubículo y salón, el cual fue para mi
como un hogar, donde conviví con amigos y maestros por más de 3 años.
Espero y Dios me preste vida para poder devolver tantas bendiciones que
me mando con la gente que me rodea. Eternamente agradecido Maestra
querida.
A mis grandes Amigos: A todos mis amigos que me brindaron su cariño amistad
y apoyo, lo cual es indispensable para mantener el espíritu de superación,
agradezco a Edgar Omar “coyotito”, a Siria Osuna, Camilo Pohlenz, Liliana
v
Armendáriz, Pedro Alan, Sahary Pineda, Everardo Palma, Fernando
Solorio, Carlos Yocupicio, Consuelo Jacobo, Ubaldo Valenzuela, Heriberto
Soberanes, y a todos, los cuales son tantos que no cabrían en estas hojas
les agradezco y espero que siempre nos mantengamos unidos. P.D. el
orden no altera el aprecio. Ja Ja
A la Posta ITSON: por abrirme las puertas para el desarrollo de este trabajo de
investigación, el cual no hubiera sido posible sin su cooperación.
Todos esto agradecimientos no son más que un pequeño reflejo de
gratitudes hacia aquellas personas que me brindaron su apoyo, ayuda, amor y
cariño, a tantas personas bellas y capaces que Dios puso en mi camino para que
se cumpliera con éxito este sueño de ver terminada mi carrera de Médico
Veterinario Zootecnista, que Dios nos cuide y bendiga a todos así sea.
vi
CONTENIDO
RESUMEN ..................................................................................................
LISTA DE CUADROS .................................................................................
INTRODUCCIÓN .......................................................................................
REVISIÓN DE LITERATURA .....................................................................
1. CONDICIÓN CORPORAL ......................................................................
1.1. La Condición Corporal en Bovinos Lecheros...............................
1.2. Sistema de Registro de la Condición Corporal.............................
1.3. Efecto de la Condición Corporal en la Reproducción...................
2. NUTRICIÓN ............................................................................................
2.1. Interacción Nutrición-Reproducción .............................................
2.2. Balance Energético Negativo ........................................................
2.3. Efecto de la Nutrición sobre la Fertilidad ........................................
2.4. Nutrientes que influyen sobre el Comportamiento Reproductivo ....
2.4.1. Energía .................................................................................
2.4.2. Proteína Cruda ......................................................................
2.4.3. Minerales ...............................................................................
2.4.4. Vitaminas ...............................................................................
3. COMPORTAMIENTO REPRODUCTIVO EN GANADO LECHERO............
3.1. Tasa de Preñez.....................................................................................
3.2. Factores que afectan la tasa de preñez................................................
4. TÉCNICAS DE MANEJO REPRODUCTIVO.................................................
4.1 Sincronización de la ovulación............................................................
4.2 inseminación artificial..........................................................................
vii
4.3Diagnóstico de preñez.........................................................................
4.3.1 Palpación rectal.....................................................................
4.3.2 Ultrasonografía transrectal.....................................................
MATERIALES Y MÉTODOS ..............................................................................
RESULTADOS Y DISCUSIÓN ...........................................................................
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES .....................................................
LITERATURA CITADA .......................................................................................
viii
RESUMEN
Madrid Campos Rodolfo. Evaluación del impacto de la condición
corporal sobre la tasa de preñez en un programa de regulación del ciclo
estral e inseminación artificial en ganado bovino Holstein-Friesian. Asesor:
M.C. Pablo Luna Nevarez. Co-Asesor M.V.Z. Maria Guadalupe Méndez C.
Este estudio se realizó con la finalidad de evaluar el efecto de la condición
corporal sobre la tasa de preñez en ganado bovino productor de leche, utilizando
para ello 28 vacas de la raza Holstein-Friesian, de 4 a 6 años de edad y de 2 a 4
partos, las cuales fueron distribuidas al inicio en tres grupos experimentales: grupo
1, formado por 9 vacas con una condición corporal (CC) de 2.0 a 3.0; grupo 2,
formado por 11 vacas con una CC igual a 3.5 y, grupo 3, formado por 8 vacas con
una CC de 4.0 a 4.5. En todas las vacas se llevó a cabo la sincronización estral,
así como la inseminación artificial a tiempo fijo, mientras que el diagnóstico de
preñez se realizó por medio de ultrasonografía a los 35 días posteriores a la
inseminación artificial. Los resultados obtenidos fueron los siguientes: 22.2%,
90.9% y 87.5% de preñez, para los grupos 1, 2 y 3, respectivamente, encontrando
diferencia estadística sólo entre el grupo 1 con respecto a los otros dos (P<.05);
sin embargo, no se encontró diferencia estadística entre los grupos 2 y 3 (P>.05).
ix
LISTA DE CUADROS
CUADRO PÁGINA
1 PORCENTAJES DE PREÑEZ EN BASE A LOS TRES
TRATAMIENTOS ............................................................... 39
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LISTA DE FIGURAS
FIGURA PÁGINA
1 FIGURA NUMERO 1 VACA EMACIADA .......... 7
2 FIGURA NUMERO 2 VACA FLACA .......... 8
3 FIGURA NUMERO 3 VACA MODERADA .......... 9
4 FIGURA NUMERO 4 VACA BUENA .......... 10
5 FIGURA NUMERO 5 VACA OBESA .......... 11
6 FIGURA NUMERO 6 BALANCE ENERGÉTICO
DE LAS VACAS LECHERAS AL COMIENZO DE
LA LACTANCIA ........... 20
xi
INTRODUCCIÓN
La industria lechera en los últimos años ha disminuido considerablemente,
ya que actualmente el promedio de producción de leche por día es menor a 20
litros en una lactancia de 305 días, cuando debería ser superior a los 25 litros; por
lo tanto, se ha perdido el interés por parte de los ganaderos.
Sin embargo, el déficit que actualmente existe en la producción láctea en el
estado de Sonora, esta principalmente influenciado por los problemas que se
presentan en el manejo del ganado, tal como la nutrición, la reproducción y la
sanidad, los cuales son factores que interactúan íntimamente para favorecer o no
la productividad de la explotación pecuaria.
En lo que respecta al manejo reproductivo, actualmente los establos
lecheros utilizan la inseminación artificial aunada a programas de regulación del
ciclo estral, ya sea para la sincronización del estro o para la sincronización de la
ovulación, lo cual favorece la técnica de inseminación. Sin embargo, las tasas de
preñez que se logran no son las deseadas, esto debido muy probablemente a que
el ganado no cuenta con la condición corporal (Nutrición) adecuada para
responder positivamente a un tratamiento hormonal y ovular después del mismo.
Por lo tanto, la falta de mediciones de la condición corporal del ganado que
es sometido a un programa reproductivo, no asegura que estos cuenten con las
reservas corporales necesarias para manifestar una eficiente actividad
reproductiva, ya que la condición corporal es un reflejo directo del estado
nutricional que tiene el animal y el cual está íntimamente asociado con su función
endócrina.
1
La medición de la condición corporal es una herramienta utilizada para
ajustar la alimentación y las prácticas de manejo, de manera que maximizan el
potencial para la producción de leche y disminuyen los problemas reproductivos.
Un grado de condición corporal se asigna mediante observación visual y palpación
de las regiones de la grupa y de la base de la cola. Las vacas se ordenan
usualmente en una escala que va del 1 al 5, donde 1 es la vaca más flaca y 5 es la
más gorda.
En base a lo anteriormente planteado, es de suma importancia la
realización de trabajos de investigación en los cuales se evalúe el efecto que tiene
la condición corporal sobre el comportamiento reproductivo en el ganado bovino
productor de leche que es sometido a técnicas de regulación del ciclo estral más
inseminación artificial, ya que sólo de esta forma es posible determinar de manera
precisa el impacto que tiene la medición de la condición corporal como una
herramienta de manejo que asocia el estado nutricional del ganado con su
respuesta a la aplicación de tecnologías reproductivas.
Por lo tanto, el objetivo de la presente investigación fue el de evaluar el
impacto de la condición corporal sobre la tasa de preñez en ganado bovino
productor de leche.
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REVISIÓN DE LITERATURA
1. Condición Corporal (CC).
El concepto CC fue primeramente propuesto por Lammond, en 1970. La
CC es un término vago usado para describir el contenido de grasa de un animal.
Diversos métodos han sido usados para evaluar el contenido graso de los
animales, algunos de los cuales son: medición subjetiva de la condición
asignada ya sea por aparición visual y/o palpación del animal; mediciones con
ultrasonido del espesor de la grasa dorsal en relación peso y la altura. (Wright y
Russell, 1984; citado por Muñoz, 1993).
1.1. La Condición Corporal en Bovinos Lecheros.
La CC es un método subjetivo para evaluar el contenido de energía
metabolizable almacenada en grasa y músculo del animal; dicha medición se
puede realizar por medio de inspección visual o palpación de ciertas áreas del
cuerpo, mismas que está altamente relacionadas en dicha evaluación, como son
el área de la pelvis y la base de la cola (Edmonson, et al., 1989).
La evaluación de la CC ha sido usada para cuantificar sus relaciones con
ciertos parámetros de producción, pudiendo utilizarse para el manejo de
ganado lechero y de carne con sus correspondientes escalas (Wright y Rusell,
1984; citados por Martínez, 1993).
Ciertos estudios se han realizado sobre el consumo de energía preparto y
una excesiva CC al parto, presentándose un efecto detrimental en la lactación
temprana, un bajo consumo de alimento, grandes pérdidas de peso o
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movilización de grasa (indicando que vacas con pobre CC movilizan menos
grasa al inicio de la lactación). (Ruegg et al., 1992).
Holter et al. (1990) indican que vacas consideradas con baja CC al parto,
movilizan menos grasa sin tener significancia en producción de leche,
presentando un balance energético negativo. Las vacas lecheras con gran
eficiencia en producción no exhiben cambio significativo en el aumento de CC
durante la lactancia temprana; sin embargo la CC al parto y la cantidad de
pérdida de peso posparto interactúan con el grado de cambio en la producción
de leche diaria.
La pérdida de CC está altamente relacionada con el inicio de la actividad
ovárica, siendo esto una parte por el consumo de energía y los aumentos de
peso, observándose que la pérdida del 20 al 24% del peso corporal, inhibe la
actividad ovárica, asimismo, un descenso en CC durante el período seco se
relaciona con problemas postparto (Houghton et al., 1990). Relacionado con la
CC, un aspecto importante es la falla en la actividad ovárica en el ganado, la
cual está relacionada con animales que se sitúan en los extremos de la escala
de condición (Holter et al.,1990).
Dunn y Moss (1991) indican que con un aumento en la densidad
energética de la dieta, se incrementa la tasa de ovulación, misma que fue
acompañada por un aumento en el peso y CC. Además, se han encontrado
porcentajes elevados de preñez en vaquillas que ganaron peso y estaban en
CC media al momento de la inseminación, mientras que vaquillas con pobre
CC tuvieron fallas en la ovulación, observándose un bajo porcentaje de
fertilidad.
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La CC ha sido investigada por profesores en Virginia y otras
universidades, la cual puede ser usada para implementar un adecuado
programa de alimentación, así como para detectar y prevenir el síndrome de la
vaca gorda donde estas tienen graves problemas como lo son: cetosis,
desplazamiento del abomaso, retención placentaria, fiebre de leche, reducción
en la calidad de la leche. El desarrollo de estos trastornos es debido a una
excesiva CC, de igual manera sucederían si hay baja CC en la vaca al
momento del parto y durante la lactación. Con una CC baja tendremos
disminución en la producción láctea, además afecta el pico de lactancia a lo
largo del ciclo, así como también tiene efectos en la reproducción (Jones,
1993).
Un programa de rutina de medición de CC ayuda a detectar problemas
potenciales antes de que estos sean significativos en la reducción de la
producción láctea. Las vacas que tienen una buena CC pueden no sólo
producir mayor cantidad de leche y tener un intervalo reproductivo más corto
sino también evitar que sean susceptibles a desórdenes metabólicos,
enfermedades como mastitis y problemas reproductivos. Las vacas con buena
CC siempre serán las que se comporten más sanamente mientras que las que
presenten una baja CC están sujetas a tener dificultades al parto, como el
síndrome de vaca echada, fiebre de leche y posible muerte (Keown, 1996).
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1.2. Sistema de Registro de la Condición Corporal.
Los grados de la CC son una herramienta utilizada para ajustar la
alimentación y las prácticas de manejo de manera que maximizan el potencial
para producción de leche y disminuyen los desórdenes reproductivos.
Un grado de CC se asigna visualmente observando el área de la cadera de
la vaca, principalmente en la porción delimitada por la tuberosidad coxal, la
tuberosidad isquiática y la base de la cola. La cantidad de cobertura sobre las
vértebras de la espalda se utiliza también para asignar un grado de CC. Las vacas
se ordenan usualmente en una escala que va de 1 a 5; vacas extremadamente
gordas se les asigna el grado 5 (Linn, 1991).
La universidad de Agricultura del Este de Escocia, fue la primera en aplicar
el sistema de registro para la CC (Rutter, 1988, citado por Muñoz, 1993). Es de
suma importancia tener registros de la CC de cada una de las vacas que se
encuentran en producción, cualquier persona que este a cargo del ganado puede
aprender a evaluar la misma basándose en una escala para la misma CC en
ganado lechero sólo hay que tener práctica y un poco de tiempo, tal vez un Médico
Veterinario Zootecnista, un supervisor de la ordeña o un ordeñador. Para obtener
un dato objetivo hay que hacer la revisión a todo el hato en producción (Keown,
1996).
El sistema de registro Escocés otorga diferentes grados o valores para
evaluar la CC, la cual utiliza las descripciones para definir cada valor numérico:
La escala de la CC depende de apreciar la cantidad de grasa que tiene la
vaca y que a su vez la cubre a lo largo de su cuerpo, como lo es la línea superior
del lomo, la base de la cola, incluyendo la cadera y la tuberosidades isquiáticas
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Estudios realizados en California demuestran que la condición corporal que
presenta una vaca está estrechamente asociado con la evaluación dada por las
prominencias óseas de los huesos de la cadera y las apófisis espinosas del sacro,
especialmente la depresión entre el extremo de un hueso y el otro. (Jones,1993).
El sistema de registro Escocés de CC se describe a continuación:
Figura 1.
(Vaca emaciada):
Las costillas flotantes individuales son estrictamente agudas al tacto y no
hay grasa alrededor del nacimiento de la cola. Los huesos de la cadera, la parte
naciente de la cola y las costillas son prominentemente visuales.
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FIGURA 2
(Vaca flaca):
Las costillas flotantes pueden ser definidas individualmente cuando se les
toca, pero se les siente redondeadas en vez de agudas. Hay algo de grasa que
cubre alrededor del nacimiento de la cola, los huesos de la cadera y los flancos.
Las costillas individuales no son muy obvias.
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FIGURA 3.
(Vaca moderada):
Las costillas flotantes pueden ser sentidas únicamente con una presión
firme. Las áreas de ambos lados del nacimiento de la cola ahora tienen un grado
de cubrición de grasa la cual fácilmente se puede palpar.
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FIGURA 4.
(Vaca buena):
La presencia de grasa alrededor del nacimiento de la cola se le reconoce
con una ligera “redondez”, suave al tacto. Las costillas flotantes no pueden ser
sentidas aun con una presión firme. Las capas de grasa empiezan a formarse
sobre las costillas y muslos de los animales.
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FIGURA 5.
(Vaca obesa):
Las estructuras óseas no son visibles y el animal presenta la apariencia
muy basta. El nacimiento de la cola y los huesos se cubre casi por completo de
grasa, la cual es aparente en las costillas y en los muslos. Las costillas flotantes
están completamente cubiertas por grasa, lo cual dificulta la movilidad de la vaca
(Jones 1993)
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1.3. Efecto de la CC sobre la Fertilidad.
Debido a que la magnitud del balance negativo de la energía al postparto
está correlacionado positivamente con el tiempo a la primera ovulación, la pérdida
de CC, determinada visualmente, pudiera estar relacionada con el comportamiento
reproductivo (Chalupa y Ferguson, 1988).
Recientes revisiones de literatura relacionadas con el efecto que tiene la CC
en el comportamiento reproductivo de vacas lecheras, concluyen que la
recomendación general en vacas para una CC al momento del servicio, debe ser
de 2.0. Además, señalan que la CC al parto afectaría el comportamiento
reproductivo no a través de algún efecto en la CC del primer servicio, pero sí a
través de estos efectos sobre la movilización de las reservas corporales en la
lactancia temprana. Los cambios de peso o de CC después del parto pueden
utilizarse como indicadores crudos del balance energético de los animales, y por lo
tanto se ha estudiado su relación con los intervalos entre el parto y el reinicio de la
actividad ovárica. Así, se ha encontrado que las vacas Holstein-Friesian que
tuvieron las menores pérdidas de peso durante el postparto, tuvieron menores
intervalos a la formación del primer cuerpo lúteo postparto (Zarco, 1992).
El inicio de la función ovárica postparto es controlada por el eje
hipotalámico-hipofisiario, el cual secreta la hormona liberadora de gonadotropinas
(GnRH), cuya liberación puede ser estimulada por diversas rutas, como es el
sistema de retroalimentación y a través de mediadores químicos producidos por
medio de algún estímulo (Schillo, 1992).
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Por otro lado, el bloqueo o falla en la liberación del GnRH, puede ser debido
a ciertos eventos como: la liberación de opioides péptidos, un descenso en el nivel
de insulina en sangre, una elevación en la hormona liberadora de la corticotropina
y factores metabólicos asociados a un balance energético negativo (Butles y
Smith, 1989; citados por Martínez, 1993).
El desarrollo de los ciclos postparto está supeditado a una liberación de
GnRH, el cual está directamente relacionado con el surgimiento pulsátil o basal de
las hormonas luteinizante (LH) y folículo estimulante (FSH), iniciándose así la
actividad ovárica y la esteroidogénesis (Schillo, 1992).
Existen diversos factores relacionados con un no retorno a la actividad
normal del ciclo estral en el ganado, los cuales determinan el anestro, quedando
comprendidos el anestro lactacional y el inducido por la nutrición (Williams, 1990).
El período de tiempo que tarda la vaca en la presentación del estro, primera
ovulación y concepción después del parto, ha sido relacionada con un balance
energético negativo y la tasa de movilización de las reservas durante el inicio de la
etapa de lactación. Además, los niveles bajos de glucosa sanguínea han sido
asociados con la reducción de la fertilidad del hato (Lucy et al., 1989; citados por
Martínez, 1993).
2. NUTRICIÓN.
El estado nutricional puede tener un impacto positivo o negativo sobre el
sistema reproductivo y endócrino. Cuando la nutrición es deficiente, el sistema
reproductivo es inhibido y la taza de reproducción se disminuye. Cuando es
adecuada, la nutrición no es un factor limitante con respecto al funcionamiento de
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estos sistemas, y es en estas circunstancias, cuando otros factores son los
reguladores más importantes de la endocrinología respectiva (Kinder et al., 1998).
La nutrición es un factor importante para que los animales puedan producir
crías regularmente, especialmente en ganado en pastoreo, la concepción y el
parto suelen ser necesariamente estacionales y estar relacionados con la
disponibilidad de pasto (Nolan, 1989).
La deficiencia de nutrientes antes de que el animal llegue a la pubertad, da
como resultados animales infértiles, porcentajes bajos de fertilidad, estros
silenciosos o fracaso al establecer o mantener la gestación (Spitzer, 1993).
Aunque la eficiencia reproductora puede ser influida por deficiencias
específicas, desequilibrios nutritivos o ingestión de sustancias tóxicas, la ración de
energía, tanto al largo como al corto plazo, es de gran importancia. Cuando el
consumo de energía se reduce y el balance energético se hace negativo puede
haber fallas en la reproducción debido a la influencia sobre el estro, las tasa de
ovulación, fertilidad, supervivencia embrionaria, pérdidas prenatales y peso al
nacer (Cole y Cupps, 1984). En ocasiones el diagnóstico es difícil, debido a que
los signos de la reproducción, asociados a los desequilibrios nutricionales, se
parecen a los signos relacionados con otras enfermedades.
También se debe de tener en cuenta que a la nutrición se le culpa
falsamente de los problemas reproductivos causados por organismos infecciosos
o deficientes en el manejo. Algunos de los factores necesarios para una
reproducción adecuada, son los mismos que se necesitan para el mantenimiento,
crecimiento y lactancia, incluyéndose también energía, proteínas, vitaminas y
minerales (Bearden y Fuquay, 1982).
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Cuando se da una dieta abundante en nutrientes, el animal muestra vigor,
esta respuesta se ve en especial en herbívoros cuando llega la estación de apareo
en primavera. Al realizar un examen de ovarios nos revelara la actividad folicular
incrementada, sin importar el patrón de reproducción. Esta respuesta ovárica se
hace incrementando la cantidad y la calidad del alimento varias semanas antes de
la cruza, a lo cual se le llama “dieta de impulso” (flushing) (McDonalds, 1991) .
El principal problema en el estudio de la influencia de la nutrición sobre la
reproducción es el intervalo comprendido entre que se produce el cambio
nutricional y la parición de sus efectos. Por otro lado, la respuesta del animal
puede verse complicada debido a la interacción de numerosos factores: nutrición
previa y actual, la CC, así como los niveles de producción previos y actuales
(Arthur et al., 1991).
La nutrición postparto tiene un efecto profundo en la reproducción y el
intervalo al parto. Incrementando los niveles de energía se aumentan los
porcentajes de preñes y de vacas ciclando al inicio de la estación del empadre
(Hal et al.,1991).
2.1. Interacción Nutrición-Reproducción en Ganado Lechero.
El sistema de producción utilizado en el ganado bovino productor de leche
es de tipo intensivo, caracterizado por la manipulación simultánea de eficientes
programas nutricionales, reproductivos y de manejo, etc., tendientes a aprovechar
en su máxima expresión el elevado potencial genético que presentan las vacas
para producción de leche.
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Es trascendental la importancia que reviste el manejo reproductivo,
considerando que para lograr que el establero soporte un nivel de producción
continuo, requiere que sus vacas tengan de manera forzosa una parición anual,
mecanismo indispensable para el desarrollo de la lactogénesis (Haresing y Cole
1988).
Tal situación ha provocado que se manipulen diversas técnicas
reproductivas tales como: inducción y sincronización de estros, detección del
mismo e inseminación artificial, así como el uso opcional de la monta natural,
contribuyendo así a elevar la tasa de gestación aunada a una reducción en el
intervalo postparto (Cole y Cupps, 1984).
Independientemente de la precisa aplicación de tales técnicas se han
observado numerosas fallas en el desenvolvimiento óptimo de los eventos
reproductivos, debido a que estos ocurren durante los primeros 90 días postparto,
considerado como el período más crítico en la curva lactacional de la vaca, pues
implica la presentación de numerosos cambios metabólicos y endócrinos
asociados negativamente con el desarrollo reproductivo ( Villa-Godoy, 1990).
Se han señalado como los factores que influyen en forma más dramática en
las fallas reproductivas a: condición corporal (CC) al parto, estrés al parto, estrés
lactacional, reducción crítica del consumo voluntario, presentación de desórdenes
digestivos y sus efectos sobre los mecanismos hormonales (Haresing y Cole,
1988).
Los desórdenes digestivos tales como: acidosis, cetosis e hipocalcemias
entre otros son predispuestos por los cambios bruscos en la alimentación de la
vaca preparto y postparto, dado que las dietas ofrecidas durante el período seco
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están basadas en elevados niveles de forraje, mientras que al momento del parto
se modifican radicalmente conteniendo una elevada proporción de concentrados.
El estrés es resultante del grado de dificultad del nacimiento de la cría, el
cual predispone a la retención placentaria, presentación de metritis y piometras,
mismos que retardan la involución uterina y provocan la presentación de quistes,
anormalidades asociadas directamente con un pobre desempeño reproductivo
(Kesler y Garverick, 1982; citados por Martínez, 1993).
2.2. Balance Energético Negativo.
Pocos animales experimentan alguna vez más tensión metabólica que las
vacas altas productoras al principio de la lactancia. Desde el momento del parto,
una vaca de 635 Kg de peso produciendo 45 Kg de leche con (3.5% de grasa),
altera sus requerimientos de energía en 4 veces y sus necesidades de nutrientes
ocurren al tiempo que el apetito de la vaca está rezagado muy por detrás de sus
requerimientos nutricionales. Desde el parto hasta después del pico de producción
de la leche, la vaca descansa grandemente sobre los depósitos corporales de
grasa para llenar sus necesidades de energía para la lactancia (Davis, 1993).
El estrés lactacional y el consumo voluntario se constituyen como los
factores que afectan más severamente el plano reproductivo, tomándose como
base que la lactogénesis al momento del parto implica un cambio brusco en la
necesidad y utilización de nutrientes para promover la adecuada síntesis de leche,
misma que se incrementa linealmente, alcanzando su máximo alrededor de los 50
a 60 días postparto, mientras que el comportamiento en el consumo voluntario
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difiere notablemente, éste se incrementa lentamente, llegando a su máximo
alrededor de las 10 semanas postparto (Haresing y Cole, 1988).
Lo anterior implica que la vaca haga uso de sus reservas corporales
(depósitos de grasa y proteína), para amortiguar el déficit de nutrientes necesarios
para la lactación, dado el bajo nivel de consumo de los mismos, evento que
desencadena una modificación en las rutas de metabolismo energético
sucediendo cambios como: incremento de la lipólisis y disminución de la
lipogénesis, incremento en la gluconeogénesis, aumento de la glucogenólisis,
disminución en el uso de la glucosa e incremento en el uso de lípidos como una
fuente energética (Collier et al., 1984: Martín y Ehla, 1986; Swanson, 1989; citados
por Martínez, 1993).
La tasa de la movilización de la energía corporal( la capacidad del animal
para emplear su propia grasa orgánica como energía), aumenta rápidamente del
primero al catorceavo día después del parto, el punto en el que regularmente
alcanza la cima la movilización de la energía. se ha sugerido que
aproximadamente el 66% del desplazamiento total de la energía corporal se hace
durante los primeros 28 días de la lactancia (Davis, 1993).
William et al (1989) desarrollaron una ecuación para computar la
movilización diaria de los tejidos corporales, usando las suposiciones siguientes:
1) la movilización de los tejidos termina a los 70 días postparto; 2) la máxima es a
los 14 días y 3) el 66% del desplazamiento total tiene lugar en las cuatro semanas
después del parto.
Villa-Godoy et al. (1990) señala que el efecto de lactación provoca que la
glándula mamaria actúe prioritariamente en relación con otros tejidos, tal como el
18
sistema reproductivo para la utilización de nutrientes, además de provocar una
mayor demanda de los mismos.
Collier et al. (1984) corroboran lo anterior indicando que ocurre un
incremento en el flujo sanguíneo a la glándula mamaria, un descenso en la
utilización de nutrientes por tejidos periféricos y un aumento en la utilización de
nutrientes por el tejido mamario.
Tal desequilibrio energético ha sido denominado “balance energético
negativo”, considerado como una anormalidad común, dado su elevado nivel de
incidencia (81%) en los hatos lecheros (Villa-Godoy et al., 1990). Esta condición
se presenta de manera común durante la lactación temprana variando en duración
e intensidad como resultado de una relación directa de producción de leche y
balance energético (presentando una r = -.80), alcanzando su máximo nivel de la
primera a la segunda semana postparto (Butler y Smith, 1989).
Las pérdidas de peso resultantes del balance energético negativo, se han
relacionado negativamente con el comportamiento reproductivo, por medio de la
asociación con el nivel de producción lácteo y no como un resultado directo de la
nutrición.
Conforme a esto, el balance energético negativo se considera como una
fuente potencial de infertilidad en las vacas lecheras lactantes pues parece afectar
el hipotálamo y la función ovárica (Villa-Godoy et al., 1990).
La magnitud de los efectos desfavorables de la pérdida de CC (al menos en
un punto de la escala) son severos ya que de manera significativa se incrementan
el número de días abiertos para la primera ovulación al primer estro observado y al
19
primer servicio, así como una disminución en la tasa de concepción al primer
servicio y un mayor número de servicios por concepción (Bearden, 1992)
Figura 6: Balance energético de las vacas lecheras al comienzo de la lactancia
20
Las normalidades en los procesos hormonales y fisiológicos generados por
el balance energético negativo afectan la conducta del estro en los 50 a 100 días
posparto provocando un retraso en el tiempo de ovulación y desarrollo luteal
(Berghorn et al., 1990 y Villa-Godoy et al., 1990).
Sin embargo, una vez que el balance energético negativo ha regresado a
cero, en un tiempo promedio de 10 días ocurre normalmente la ovulación y el
inicio de la primera fase luteal.
En base a lo anterior, es posible optimizar el comportamiento reproductivo,
al contrarrestar el balance energético negativo mediante la manipulación de dietas
con alta densidad energética (Ducker y Morant, 1984; Grumer y Carrol, 1988;
citados por Martínez, 1993).
2.3. Efecto de la Nutrición sobre la Fertilidad.
El estado nutricional puede tener un impacto positivo o negativo sobre el
sistema reproductivo y endócrino. Cuando la nutrición es deficiente, el sistema
reproductivo es inhibido y la taza de reproducción disminuye. Cuando la nutrición
es adecuada no es un factor limitante con respecto al funcionamiento de estos
sistemas, y es en estas circunstancias, cuando otros factores son los reguladores
más importantes de la endocrinología reproductiva (Zinder et al., 1988).
Los desequilibrios nutritivos se reflejan en la inhibición de las hormonas de
la pituitaria que participan en la reproducción, Hormona Folículo Estimulante
(FSH), Hormona Luteinizante (LH) y Prolactina. La secreción de FSH y LH está
regulada por la Hormona Liberadora de Gonadotropina (GnRH) que procede del
21
hipotálamo. La subnutrición y especialmente la hipoglucemia determina la
inhibición y reducción de la secreción de GnRH (Bondi, 1989).
La secreción de hormona liberadora de las gonadotropinas (GnRH) es
consecuencia de la despolarización de las hormonas que sintetizan esta hormona.
Hay evidencias de que las neuronas hipotalámicas que secretan GnRH se
despolarizan en forma sincronizada, liberando a la GnRH en forma de pulso
(Clarke, 1987). El centro del hipotálamo que regula esta descarga pulsátil ha sido
llamado el “generador de pulsos”. Sin embargo, existe una regulación adicional de
dicho centro por medio de factores metabólicos y endócrinos o a través de
neuronas que inciden directa o indirectamente sobre el generador de pulsos
(Kinder et al., 1988).
Un consumo inadecuado de alimento parece disminuir la frecuencia con la
que el generador de impulsos induce la secreción de GnRH por la inminencia
media hipotalámica hasta el sistema portal-hipofisiario de la vaca (Imakawa et al.,
1987) Asimismo, cuando el consumo de nutrientes es limitado, el generador de
impulsos parece ser hipersensitivo a los efectos de la retroalimentación negativa
del estradiol, el cual es producido en bajas cantidades por los ovarios de la vaca
en anestro.
Evidencias circunstanciales que indican que el estatus nutricional afecta la
liberación hipotalámica de GnRH a sido obtenidas con el uso de estrógenos para
medir la liberación de la hormona luteinizante (LH). Aún cuando en diversos
estudios el estímulo estrogénico y las dosis del mismo han sido variables, todos
los autores encontraron que los animales en un plano nutricional pobre, tuvieron
niveles de LH más bajos que aquellos animales con alta nutrición en estados
22
tempranos durante el posparto y con una restricción nutricional más dramática, se
encontró un completo fracaso en la liberación de la LH en respuesta a 1 Mg. de
estradiol-17 b (Nolan et al., 1989).
La habilidad reducida de las vacas que recibieron dietas bajas en energía,
proteína o ambas para responder al estradiol, es alterada por la nutrición. Quizás
esto sea debido a una reducción de los receptores para el estradiol, así como una
defectuosa síntesis, almacenamiento y secreción de GnRH hipotalámico. Por lo
tanto el sitio blanco del control nutricional sobre el comportamiento reproductivo en
el ganado, podría estar en el hipotálamo (Randel, 1990).
Cuando alguno de los factores metabólicos o endócrinos afectan el
hipotálamo, éste pierde su capacidad de transmitir el mensaje indicando
consumos inadecuados de nutrientes o una pobre condición corporal (CC), el
generador de pulsos se libera de los efectos negativos del estradiol producido por
el ovario. Esto resulta en un incremento de la frecuencia a la cual el generador de
pulsos aumenta la secreción de GnRH en las venas portales para ser llevados a la
adenohipófisis (Notan et al., 1989).
El incremento de la frecuencia pulsátil de GnRH, a su vez resulta en un
aumento de la secreción de LH, y probablemente, en un nivel elevado de la
producción media de gonadotropinas en la circulación. Como consecuencia, los
niveles mayores de esta alcanzan el ovario, causando un incremento en el
desarrollo folicular. Los folículos ováricos producen a su vez más estradiol, el cual
retroalimenta positivamente la hipófisis para causar un aumento en la capacidad
de respuesta de esta glándula a secreción de LH, en respuesta a un balance
energético positivo (Zinder et al., 1988). Cuando las concentraciones del estradiol
23
alcanzan un valor máximo, se induce la descarga o pico preovulatorio de LH y
FHS, como resultado de la acción sobre el generador de pulsos sobre el
hipotálamo, culminando con la ovulación. Por lo tanto, éste último es la clave que
cambia el eje del funcionamiento del eje hipófisis-gonadal al término del anestro.
Si no existe un adecuado estado nutricional o si se altera el balance del estado
metabólico, la condición de anestro persistirá y la tasa de reproducción disminuirá
(McDonald, 1991).
Las vacas lactantes subalimentadas tienen periodos extensos de inactividad
ovárica; debido a que la función ovárica está controlada por la secreción de
gonadotropinas de la pituitaria, el sitio de la influencia nutricional sobre el ovario
probablemente se halla localizado sobre el eje hipotálamo-hipófisis (Randel,
1990).
2.4. Nutrientes que influyen en el Comportamiento Reproductivo.
2.4.1. Energía.
Las grasas suplementarias se han transformado en una parte integral de la
ración del ganado lechero, especialmente durante la primera etapa de la lactancia,
cuando la vaca esta en una situación deficitaria de energía, uno de los beneficios
de adicionar grasa en la ración inicial de lactancia es el reducir la tasa y la
prolongación de la pérdida de energía corporal la cual, si es excesiva determina
una disminución del rendimiento de leche por lactancia, problemas reproductivos
(concepción retardada) y problemas metabólicos potenciales (hígado graso y
cetosis) (Davis, 1993).
24
Cuando se disminuye el consumo de energía durante el último período
preparto, trae como consecuencia una condición corporal (CC) baja al parto,
alargándose el intervalo entre parto y primer estro, y decreciendo la probabilidad
de un alto porcentaje de vacas que exhiben estro temprano en la época de
empadre (William, 1990).
Por lo tanto, la nutrición energética tiene una influencia marcada sobre la
tasa de preñez en vacas lactando, y junto con la CC al parto, interactúan con la
disponibilidad de nutrientes en la dieta influenciando el comportamiento
reproductivo postparto (Randel, 1990).
Una prolongada restricción energética en la dieta induce el anestro en
vacas sexualmente maduras.
El periodo postparto, es una fase de balance energético negativo debido a
las demandas metabólicas para cubrir los requerimientos de la lactancia. Por lo
tanto, si la vaca se encuentra en una CC pobre al momento del parto, se vuelve
difícil suministrar la energía suficiente para compensar los requerimientos
energéticos durante el periodo postparto (Zinder et al., 1988).
La subnutrición, especialmente la hipoglucemia, determina la reducción o la
inhibición de la secreción de GnRH. El exceso de energía también puede limitar la
fertilidad.
Algunos reportes señalan que alimentando a los animales con dietas que
contengan bajas cantidades de energía al parto, se prolonga el anestro postparto
a 60 días (Perry et al., 1990, citado por Stumpf et al., 1992).
25
En general los niveles más altos de energía adelantan la presentación de
ciclos estrales y favorece una más rápida recuperación para el cruzamiento
posterior al parto.
Al proporcionar un suplemento con alto porcentaje de carbohidratos de fácil
utilización (simples), no previene la baja en el peso corporal, cuando no se provee
la cantidad necesaria de proteínas (Ortigues et al., 1988, citado por Hoaglund et
al., 1992).
2.4.2. Proteína cruda
Sasser et al. (1988) fueron los primeros en demostrar los efectos de la
restricción proteica cuando la energía es adecuada y señalaron que una
prolongada restricción proteica en la dieta, resultó en una pobre digestión de
nutrientes o una participación de los nutrientes corporales, y por lo tanto, en
deficiencia energética secundaria.
La deficiencia proteica de la dieta no solamente redujo la presentación de
estros, sino que también retardó el celo y redujo la tasa de preñez en aquellas
vacas que presentaron calor. Esto pudo haber sido debido a 1) producción de
óvulos anormales, 2) un medio ambiente uterino menos favorable, 3) respuesta
insuficiente de los ovarios a la gonadotropinas y/o 4) secreción gonadotropina
reducida (Sasser et al., 1988).
En cuanto a la proteína es más importante el grado de degradabilidad
ruminal que el porcentaje en si, Ferguson (1996) demostró que a igualdad de PB
en la dieta ( 16% sobre MS) a medida que la degradabilidad aumentaba del 55-
60% al 67-70% se reduce la tasa de concepción en un 12-17%.
26
Datos obtenidos en vacas productoras de carne lactando y vaquillas que
recibieron un inadecuado consumo proteico con varios niveles de energía durante
la gestación, tuvieron tasa de preñez más bajas en comparación con aquellas
vacas que recibieron cantidades adecuadas de proteína; lo mismo sucedió al
restringirla durante el postparto. Por lo tanto, parece ser que las tasas de preñez
en vacas lactando y vaquillas pueden ser afectadas por el consumo proteico, tanto
antes como después del parto (Randel, 1990).
La fuente de proteínas en los alimentos aumentan la degradación ruminal,
incrementando los niveles de nitrógeno amoniacal ruminal, el cual es utilizado por
los microorganismos ruminales, para sintetizar proteína microbial de alta calidad,
la cual es utilizada en el tracto digestivo posterior (Leers et al., 1994).
Otros autores sugieren que la anterior síntesis está limitada por la
disponibilidad de energía, de nitrógeno y del movimiento ruminal (Hoaglund et al.,
1992).
Al alimentar ganado de carne con una dieta baja en proteína cruda antes
del parto se redujo el contenido de gonadotropinas en la hipófisis (Leers et al.,
1994).
2.4.3. Minerales.
Los requerimientos de los minerales aumentan en la mayoría de los
animales por unidad de peso corporal, en la gestación, en la lactancia y durante el
crecimiento.
Se ha visto que la deficiencia de Fósforo se asocia con mayor frecuencia
con la infertilidad. Las dietas pobres en energía y proteína son también deficientes
en fósforo (Church, 1993). Se ha informado que se obtienen menos becerros en
27
áreas pobres en este mineral. En regiones de Sudáfrica con este mismo problema,
la suplementación de harina de hueso como fuente de fósforo produjo una mejoría
de 29% en la producción (80 vs. 50%)
Parece ser que una baja de becerros en vacas deficientes en fósforo se
debe a patrones irregulares del estro y períodos de anestro, deprimiendo el apetito
lo cual puede contribuir al anestro y al retraso a la pubertad.
También se ha demostrado que tros minerales están relacionados con la
fertilidad, aunque no siempre han sido aclaradas estas reacciones (Church, 1993).
2.4.4. Vitaminas.
Las necesidades de vitaminas de los rumiantes son cubiertas
frecuentemente mediante una combinación de síntesis en rumen y tejidos y el
contenido de los alimentos naturales. Los concentrados comerciales suelen
contener suplementos de vitaminas. Así, la infertilidad ocasionada por deficiencia
vitamínica es muy escasa en zonas donde se aplican prácticas de explotación
intensiva. Tan sólo las vitaminas liposolubles necesitan ser suplementadas en los
rumiantes y son, por consiguiente, las únicas candidatas a originar problemas de
deficiencia (Church, 1993).
Vitamina A. Una definición de ésta, puede originar retraso en la presentación de
la pubertad, aunque la mayoría de sus efectos adversos se descubren
posteriormente durante la gestación y parto, ésta puede almacenarse en el
hígado, por lo tanto, habrá una reserva corporal para evitar problemas durante un
pequeño período, durante el cual la dieta es deficiente.
Vitamina D. Es interesante en la reproducción debido a su papel en la absorción y
retención de calcio y fósforo. Los principales efectos de la deficiencia de localizan
28
en el desarrollo anormal del sistema esquelético en le feto. Reduce la fertilidad al
retrasar la pubertad y suprimir los signos de celo.
Vitamina E. La suplementación de vitamina E y Selenio reducen la incidencia de
metritis y quistes ováricos.
La mayor parte de las otras vitaminas son sintetizadas por el animal o se
encuentran en cantidades adecuadas en las materias alimenticias. La vitamina
B12 no se encuentra en ninguna fuente vegetal; por lo que los rumiantes tienen
que sintetizarla (Arthur et al ., 1991).
3. COMPORTAMIENTO REPRODUCTIVO EN GANADO LECHERO
3.1 Tasa de preñez
La tasa de preñez por ciclo en un grupo de vacas es el resultado de la
eficiencia/precisión de la detección de calores y el nivel subsecuente de la pérdida
embrionaria. Obviamente las vacas sólo pueden quedar gestantes sí han sido
vistas en calor y han sido inseminadas en el momento adecuado (Grant, 2001).
Formalmente, el término de tasa de preñez mide la velocidad en la cual
vacas abiertas elegibles quedarán gestantes. La velocidad o la tasa se refiere
generalmente a las cuentas por unidad de tiempo, por ende una definición
epidemiológica será el promedio del número de vacas que quedarán por ciclo
estral (Steve, 2001).
Tradicionalmente se a usado el término “tasa de concepción” para explicar
el número de vacas que el veterinario diagnostica como gestantes en la revisión
del hato (35 a 45 días posteriores al servicio). De hecho este es un subestimado
de la tasa de concepción real, lo que el veterinario esta determinando es la tasa
29
de determinación de gestación en el día de la palpación. Muchas vacas que
conciben y pierden el embrión dentro de las primeras 4 semanas de la gestación
se determina que no están gestantes. Pero esto no significa que no concibieron
en la última inseminación (Grant, 2001).
3.2 Factores que afectan la tasa de preñez
3.2.1 Reconocimiento materno de la gestación
Para que el embrión pueda tener un desarrollo progresivo, de alguna
manera deberá mandar una señal de su presencia y así evitar que el útero libere
prostaglandinas. Progesterona significa ”progestación” y esta hormona deberá
mantenerse a un nivel elevado para que la embriogénesis continué. La serie crítica
de eventos que aseguran el mantenimiento de una gestación temprana se conoce
como “reconocimiento materno de la gestación”. Si la fertilización ocurre pero si el
embrión no tiene éxito en mandar una señal lo suficientemente fuerte, entonces la
vaca retornará a estro como si la concepción nunca hubiera ocurrido (Grant,
2001).
3.2.2 Causas de pérdida embrionaria
3.2.2.1 Defectos embrionarios
El huevo y el esperma son células especializadas que pasan por un
proceso único de división celular a partir del cual la cantidad de material genético
en cada célula es la mitad. Un tipo de defecto ocurre cuando hay un número
inadecuado de copias hechas por un cromosoma en particular. Ocasionalmente
hay un error y una célula recibe ambas copias de un cromosoma en particular,
mientras que otra célula no recibe ninguna. El embrión puede recibir un número
30
anormal de cromosoma de cualquiera de estas células. Otra posibilidad más de un
esperma fertilice a un óvulo. Errores que surgen al momento de la fertilización
aparecen como la principal causa de anormalidades cromosómicas en el ganado.
Estas anormalidades pueden estar presentes hasta en un 13 % de los embriones
en 7 días. La pérdida subsecuente de embriones defectuosos significa que la
incidencia para el día 12 es de menos de 2 %. Por ende, los defectos
cromosómicos pueden explicar la primera pérdida embrionaria significativa que
ocurre entre los días 10 y 13. se piensa que las pérdidas debidas a la expresión de
genes recesivos letales, o debido a defectos que surgen de mutaciones
espontáneas son menores. Puede haber una mayor incidencia de anormalidades
cromosómicas en embriones de vacas repetidoras (Grant, 2001).
3.2.2.2 Anormalidades maternas
El prospecto de un ambiente uterino hostil que sea incompatible con el
mantenimiento de la gestación se ha enfocado principalmente en la posibilidad de
una deficiencia en la producción de progesterona por el cuerpo luteo. La
progesterona estimula el endometrio para que se secreten sustancias que apoyen
el crecimiento del embrión. Sin embargo, la suplementación rutinaria de
progesterona no ha probado ser una respuesta. Puede ser efectiva en esa
subpoblación de vacas, relativamente, poca fertilidad. El pensamiento actual es
que en las vacas normales es poco probable que halla un problema con la
secreción de progesterona del cuerpo lúteo, y por ende, no parece ser un factor
importante en la pérdida embrionaria. Sin embargo, hay evidencia que sugiere
que la insuficiencia lútea puede ser un factor en las vacas repetidoras.
31
3.2.2.3 pérdidas embrionarias tardías
La investigación estima las tasas de muerte embrionaria tardía (días 27 al
42) promedio un 10 12%. Por ende si las vacas se diagnostican como gestantes a
los 28 días utilizando tecnología de ultrasonido transrectal es probable tener
abiertas 1 en 10 al volver a revisar dos semanas después. Estas pérdidas no son
causadas por el procedimiento del examen, de todos modos las pérdidas ocurren
el hato sólo que no se detectan.
4. TÉCNICAS DE MANEJO REPRODUCTIVO EN GANADO LECHERO
4.1 Sincronización de la ovulación
Una inyección de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) a vacas
tomadas al azar en diferentes etapas de su ciclo estral ocasiona la liberación
inicial de hormona luteinizante provocando ovulación o luteinización en los
folículos más grandes. Como consecuencia, una nueva onda folicular es iniciada
en todas las vacas a los 2 ó 3 días de la administración de GnRH. Las células
luteales que se forman después de la administración de GnRH son susceptibles a
la PG ocasionando luteólisis 6 ó 7 días después (Twagiramungu et al., 1995).
El método de GnRH – PG aumenta las tasas de sincronización de estros en
el ganado de carne y ganado lechero. Una desventaja de este método es que
aproximadamente del 5 al 15% de las vacas son detectadas en estro e
inseminadas durante el período de sincronización (Kojima et al., 2000; citado por
Patterson et al., 2000).
Este protocolo de sincronización involucra darle a las vacas una aplicación
de GnRH en el día 0 (día que se hace la primera aplicación), seguida de una
32
aplicación de prostaglandina al día 7. Después de la aplicación de la
prostaglandina, se espera que las vacas entren en calor en un rango de 48 a 72
horas después. A la vaca se le retira el becerro después del calor o el parto.
OvSynch ha sido validado recientemente con resultados significativos para
la sincronización de la ovulación y el tiempo fijo de IA en vacas en lactación El
tiempo de ovulación con OvSynch ocurre entre 24 y 32 horas después de la
segunda aplicación de GnRH y son sincronizadas del 87 al 100% de las vacas en
lactación. Las tasas de preñez en vacas que fueron inseminadas a tiempo fijo
siguiendo el método OvSynch, fueron de 32 a 45% comparado con el método
control (Pursley et al., 1995).
4.2 Inseminación artificial
La IA es una de las prácticas de manejo más valiosas para la
explotación del ganado y data desde 1870, cuando se realizaron los primeros
experimentos por un biólogo italiano llamado Lázaro Spallanzani, para luego
difundirse hacia Europa y los Estados Unidos; es este último se desarrollo
rápidamente alrededor de 1930. En México, hasta hace pocos años se empezó a
jmplementar en pequeña escala utilizando principalmente semen importado de
Estados Unidos (Gómez, 1995).
Por medio de este procedimiento se hace un uso eficaz de la generosa
dotación de espermatozoides disponibles en una macho, de manera que se
incrementa considerablemente el progreso genético y se mejora en muchas
ocasiones la eficiencia de la reproducción.
33
La IA puede proveer aparte del control de las enfermedades venéreas, otras
ventajas como la conservación se semen por congelamiento, el cual escapa a las
limitaciones de tiempo y distancia, puesto que puede estar en cualquier lugar y en
cualquier momento (Gómez, 1995).
4.3 Diagnóstico de preñez
4.3.1 Palpación rectal
Se han desarrollado varios métodos para saber si la vaca está gestante,
uno de ellos es la técnica de la palpación “tacto” y consiste en sentir el tracto
reproductor de la vaca a través de las paredes del recto. Esto se hace con la
finalidad de determinar si el tracto reproductor está vacío o tiene en desarrollo un
embrión o feto. Es posible detectar la preñez por este método, desde los 45 días
de gestación, aunque es más confiable hasta los 45 días (Luna, 2001).
4.3.2 Ultrasonografía transrectal
Normalmente, la principal demanda para el uso de la ultrasonografía
en la investigación en reproducción animal, es en el estudio de la foliculogénesis.
Clínicamente (Pierson, 1993)sin embargo, además de amplio uso para la
aspiración transvaginal de ovocitos, esta tecnología ha tenido una creciente
demanda para el diagnóstico y monitores de varios aspectos de la preñez.
Además, la visualización a tiempo real del activo feto bovino, es de sumo interés
tanto para el veterinario como para el productor (Kastelic, 1991).
Las ventajas de la ultrasonografía transrectal para diagnosticar la preñez,
en comparación con la palpación rectal, incluyen las siguientes: 1) si la vaca no
34
está preñada, el escáner proporciona mucha información referente al estatus del
ovario y las condiciones del útero, 2) la viabilidad del embrión y el feto puede ser
medida, 3) los cuates o gemelos son más fácilmente detectados, 4) el sexo fetal
puede ser determinado, 5) la edad fetal puede ser más precisamente determinada,
y 6) se puede dar seguimiento a la viabilidad embrionaria, para detectar pérdidas
embrionarias (Ginther, 1998).
35
MATERIALES Y MÉTODOS
Localización del sitio experimental.
La presente investigación se llevó a cabo en el establo lechero de la posta-
I.T.SON., el cual se encuentra ubicado en el block 204 del valle del Yaqui en el
municipio de Cajeme Sonora. Sus coordenadas son 27° 20′ 40” de latitud Norte,
110°13′ 04” longitud Oeste; con una altitud de 35 metros sobre el nivel del mar, la
temperatura promedio anual máxima es de 33.68°C y la mínima de 17.41°C y su
precipitación pluvial es de 520.1 mm (S.A.G.A.R., 1993).
Metodología.
Para la realización del presente estudio, se utilizaron 28 vacas de la raza
Holstein Friesian, de 4 a 6 años de edad, de 2 a 4 partos, con buena condición
corporal, un mínimo de 45 días posparto y con actividad ovárica demostrada
mediante la ultrasonográfica de las estructuras presentes en el ovario (folículos y
cuerpos lúteos) antes de iniciar el experimento.
Los animales fueron distribuidos en tres grupos experimentales, donde el
grupo 1 estuvo formado por 9 vacas de CC entre 2.0 y 3.0; el grupo 2 constó de 11
vacas con una CC igual a 3.5; mientras que el grupo 3 estuvo formado por 8 vacas
con una CC entre 4.0 y 4.5.
La CC fue evaluada utilizando el sistema de registro Escocés, que otorga
diferentes grados del 1 al 5, donde el 1 indica la vaca con menor CC (flaca) y 5 se
asigna a la vaca con mayor CC (obesa).
36
Todas las vacas fueron sometidas al proceso de sincronización del ciclo
estral, utilizando para ello la aplicación de 100 μg de Hormona Liberadora de
Gonadotropinas (GnRH) el día 0 y el día 9, más la administración de 25 mg de
Prostaglandina F2-Alfa (PGF2α) el día 7, aplicando ambas hormonas por vía
intramuscular (IM).
Se realizó la inseminación artificial a tiempo fijo en los tres grupos, usando
la técnica recto-cervical, en un rango de 16 a 20 horas posteriores a la segunda
aplicación de GnRH.
El diagnóstico de preñez se realizó por medio de ultrasonografía a los 35
días posteriores a la inseminación artificial, utilizando para ello un equipo de
ultrasonografía Sonovet 600, con transductor transrectal de 7.5 MHz.
Variable a Analizar.
La variable analizada fue el porcentaje de preñez obtenido en cada uno de
los grupos experimentales conformados en la presente investigación.
Análisis Estadístico de la Información.
Para analizar la variable antes mencionada, se utilizó la prueba de “Ji-
Cuadrada”, para determinar si existía diferencia estadística significativa (P<.05)
entre los tratamientos utilizados.
Para el procesamiento de la información, se utilizó el procedimiento PROC
FREC del paquete estadístico SAS (Versión 6.12 para Windows).
37
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la presente investigación, se obtuvieron los siguientes porcentajes de
preñez: 22.2%, 90.9% y 87.6%, para los grupos 1, 2 y 3, respectivamente,
encontrando diferencia estadística (P<.05) entre el grupo 1 con respecto a los
otros dos, mientras que entre los grupos 2 y 3 no se observó diferencia estadística
(P>.05), tal y como se observa en el cuadro 1.
Los resultados encontrados muestran como los animales con una CC de
3.5 o más, obtuvieron una tasa de preñez muy buena (superior al 85%), mientras
que las vacas con una CC de 3.0 o menor, manifestaron un comportamiento
reproductivo muy deficiente. Esto se atribuye a que las vacas con una CC de 3.0 o
menos, no contaban con las suficientes reservas corporales, lo cual impide que se
desencadenen de manera adecuada los mecanismos endocrinos requeridos para
la activación del eje hipotálamo-hipófisis-gonadal, que conducen a la liberación de
un óvulo viable dentro de un aparato reproductor en condiciones de mantener una
gestación; sin embargo, dichos mecanismos sí se desarrollan de manera
adecuada dentro de una hembra con buena CC, tal y como sucedió en las vacas
de este experimento que mostraron una CC igual o superior a 3.5 (escala del 1 al
5).
Moreira et al. (2000) compararon la tasa de preñez en ganado bovino
productor de leche usando el protocolo OvSynch con inseminación a tiempo fijo,
para lo cual dividieron las vacas en dos grupos: 1) grupo de baja condición, con
vas con CC menor a 2.5 y, 2) grupo control, con vacas en CC igual o mayor a
38
Cuadro 1. Porcentajes de preñez en base a los tres tratamientos.
Tratamiento N Porcentajes de Gestación
n %
1 9 2 22.2a
2 11 10 90.9b
3 8 7 87.5b
a,b Literales diferentes indican que existe diferencia estadística (P<.05).
39
2.5.; todas las vacas fueron tratadas con GnRH el día 0 y con PGF2α siete días
después, mientras que 48 horas más tarde las vacas recibieron una segunda
inyección de GnRH y fueron inseminadas 16 horas después. La tasas de preñez
obtenidas fueron de 18.1 % y 33.8%, para los grupos de vaca CC y control,
respectivamente, encontrando diferencia estadística (P<.02).
En otro estudio similar, Klindworth et al. (2001) evaluaron el método para la
sincronización de la ovulación OvSynch en ganado lechero del norte de Alemania,
para lo cual utilizaron un total de 362 vacas que fueron inyectadas con GnRH,
seguida por una inyección de PGF2α siete días más tarde, y otra inyección de
GnRH dos días después de la PGF2α. Las vacas fueron inseminadas a las 24
horas posteriores a la última aplicación hormonal. Se encontró una gran influencia
de la condición corporal sobre el éxito del programa OvSynch, ya que las vacas
con una CC de 3.0 mostraron un porcentaje de preñez significativamente mayor
(P<.05) al de las vacas con una CC menor a 3.0.
En otro estudio, resultados similares fueron encontrados por Rivera
(1997), quien reporta porcentajes de preñez de 71.4%, 73.6%, 77.0%, 85.1% y
100%, para animales con CC de 2.0, 2.5, 3.0, 3.5 y 4.0, respectivamente, en un
programa de sincronización estral más inseminación artificial, atribuyendo lo
anterior a que las vacas con mayor CC, cuentan con mayor cantidad de reservas
corporales que aseguran un adecuado comportamiento reproductivo postparto.
Gillund et al. (2001) estudiando la relación entre la CC y el comportamiento
reproductivo en Ganado lechero Noruego, encontraron que la pérdida de condición
corporal durante el periodo postparto, se asoció con una reducción en la
probabilidad de concepción a primer servicio, un prolongado intervalo del parto a
40
la concepción y un incremento en el número de inseminaciones por concepción,
por lo cual concluyen que el registro de la CC es un método útil para monitorear la
relación entre el manejo nutricional y la reproducción.
Markusfeld et al. (1997) evaluaron el efecto de la condición corporal sobre
el comportamiento productivo en 2162 vacas Holstein, y encontraron que las
vacas que perdieron CC durante el periodo seco, tuvieron mayor incidencia de
retención placentaria y metritis, sufrieron más de ovarios inactivos y con más
frecuencia permanecieron abiertas después de 150 días postparto, en
comparación con las que no perdieron CC. Asimismo, a reducción de 6 días
abiertos en vacas primíparas se observó por cada unidad adicional de CC al parto.
Domecq et al. (1997) investigaron la relación entre los cambios en la CC
durante el período seco y lactancia temprana, sobre la concepción a primer
servicio postparto, encontrando que una reducción en la CC durante los primeros
meses de lactancia, se asoció con una reducción en la probabilidad de concepción
a primer servicio, por lo que aseguran que la CC durante el período seco y los 30
primeros días de lactancia, representa una importante herramienta para identificar
las vacas en riesgo de fracasar en concebir después de la inseminación artificial.
41
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
En base al análisis y discusión de los resultados obtenidos, se concluye que
la condición corporal (CC) representa una importante herramienta de manejo que
permite detectar deficiencias nutricionales que repercuten negativamente sobre el
comportamiento reproductivo del ganado bovino productor de leche.
La CC es reflejo directo del estado nutricional del animal, sin embargo,
representa un lenguaje práctico que permite asociar la nutrición y la reproducción,
ya que mediante la medición de la CC, es posible detectar aquellos animales que
debido a algún desbalance nutricional presentan una condición física
desfavorable, lo cual seguramente impedirá que dentro de la vaca se desarrolle de
manera adecuada los mecanismos fisiológicos que estimulan la conducta estral de
la hembra, así como los cambios requeridos dentro del aparato reproductor para el
desarrollo y mantenimiento de la gestación.
Lo anterior indica que antes de aplicar técnicas reproductivas en el ganado
bovino, tales como la sincronización de estros y/o la inseminación artificial, es
necesario asegurarse de que las vacas cuenten con una CC mínima de 3.5, para
garantizar con ello la obtención de una eficiente tasa de concepción.
Por el contrario, las vacas con una CC de 3.0 o menos, deben ser sometidas a
un adecuado manejo nutricional que les permita mejorar rápidamente su CC,
antes de iniciar cualquier programa reproductivo con ellas.
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