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NOTICIERO TRIMESTRAL AÑO IV - MARZO 2010 - N° 1 SOMMARIO : STORIA: Le tre Basiliche p. 1 ARTE: Ritratti (medaglioni) dei Papi p. 3 ATTUALITA’: Nuova Pinacoteca ed Area Espositiva p. 3 LITURGIA: Nuovi orari delle Celebrazioni p. 5 La imponente Basílica surgida sobre la vía Ostiense en Roma custodia los restos mortales de San Pablo y transmite la memoria del Príncipe de los apóstoles y Mártir de Cristo. Según una antiquísima tradición el apóstol fue decapitado fuera de la ciudad, en una loca- lidad sobre la vía Laurentina denominada ad acquas salvias, hoy conocida como le tre fontane (las tres fuentes). Su cuerpo fue sepultado in praedio Lucinae, o sea en un área sepulcral al lado de la vía Ostiense. Sobre el lugar de la sepultura surge una aedicula o cella memoriae. Terminado el periodo de las persecu- ciones, fue erigida sobre el lugar la primera Basílica. En el antiguo edificio a diferencia de aquel actual, el ingreso se abría sobre la vía Ostiense. En los Actos de S. Silvestre se hace referencia de conspicuas donacio- nes hechas por el emperador Constantino en beneficio de la Basílica y del culto que en ella se habría desarro- llado. El Papa Silvestre la consagró el 18 de noviem- bre del año 324. La primera Basílica debía tener di- mensiones modestas tanto así de inducir a los empera- dores Valentiniano II, Teodosio y Arcadio a proyectar un nuevo edificio que fue iniciado entre los años 384 y 386. La fábrica de la segunda Basílica fue confia- da al arquitecto Ciríades. El nuevo edificio se debía amplia- mente extender más de la parte de la llanura que de aquella de la colina vecina. La Basílica fue consagrada por el Papa Siricio en el año 390 pero fue completada y decorada en los años que siguieron durante el pontificado de Honorio. Resultó una obra grandiosa que hasta el año 1500 tuvo la prerrogativa de la igle- sia más grande de la cristiandad. El edificio era a cinco naves con ochenta columnas subdivididas en cuatro filas, se accedía atravesando un vasto cuadripórtico con una fuente en la parte central, poseía cinco portales, tenía el techo dorado, el arco triunfal, el ábside, una larga serie de ventanas aligeraba los grandes muros perimetrales, espléndidos frescos ilustraban al pueblo relatos del antiguo y nuevo testamento. Los primeros trabajos de restauración se hicieron ne- cesarios ya a mitad del siglo V, bajo León I (440-461), como consecuencia de calamidades naturales. Al Papa León se debe el inicio de la primera serie de medallones con los retratos pa- pales. De ahí en adelante se llevó a cabo una sucesión de inter- venciones de restauración y de embellecimiento, ya que los pontífices estuvieron siempre ligados al culto del Apóstol de LA HISTORIA DE LA BASILICA DE SAN PABLO EXTRAMUROS LA PRIMERA IGLESIA, LA SEGUNDA Y LA TERCERA BASILICA

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NOTICIERO TRIMESTRAL AÑO IV - MARZO 2010 - N° 1

SOMMARIO :

STORIA: Le tre Basiliche p. 1

ARTE: Ritratti (medaglioni) dei Papi p. 3

ATTUALITA’: Nuova Pinacoteca ed Area Espositiva p. 3

LITURGIA: Nuovi orari delle Celebrazioni p. 5

La imponente Basílica surgida sobre la vía Ostiense

en Roma custodia los restos mortales de San Pablo y

transmite la memoria del Príncipe de los apóstoles y

Mártir de Cristo. Según una antiquísima tradición el

apóstol fue decapitado fuera de la ciudad, en una loca-

lidad sobre la vía Laurentina denominada ad acquas

salvias, hoy conocida como le tre fontane (las tres

fuentes). Su cuerpo fue sepultado in praedio Lucinae,

o sea en un área sepulcral al lado de la vía Ostiense.

Sobre el lugar de la sepultura surge una aedicula o

cella memoriae. Terminado el periodo de las persecu-

ciones, fue erigida sobre el lugar la primera Basílica.

En el antiguo edificio a diferencia de aquel actual, el

ingreso se abría sobre la vía Ostiense. En los Actos de

S. Silvestre se hace referencia de conspicuas donacio-

nes hechas por el emperador Constantino en beneficio

de la Basílica y del culto que en ella se habría desarro-

llado. El Papa Silvestre la consagró el 18 de noviem-

bre del año 324. La primera Basílica debía tener di-

mensiones modestas tanto así de inducir a los empera-

dores Valentiniano II, Teodosio y Arcadio a proyectar

un nuevo edificio que fue iniciado entre los años 384

y 386. La fábrica de la segunda Basílica fue confia-

da al arquitecto Ciríades. El nuevo edificio se debía amplia-

mente extender más de la parte de la llanura que de aquella de

la colina vecina. La Basílica fue consagrada por el Papa Siricio

en el año 390 pero fue completada y decorada en los años que

siguieron durante el pontificado de Honorio. Resultó una obra

grandiosa que hasta el año 1500 tuvo la prerrogativa de la igle-

sia más grande de la cristiandad. El edificio era a cinco naves

con ochenta columnas subdivididas en cuatro filas, se accedía

atravesando un vasto cuadripórtico con una fuente en la parte

central, poseía cinco portales, tenía el techo dorado, el arco

triunfal, el ábside, una larga serie de ventanas aligeraba los

grandes muros perimetrales, espléndidos frescos ilustraban al

pueblo relatos del antiguo y nuevo testamento.

Los primeros trabajos de restauración se hicieron ne-

cesarios ya a mitad del siglo V, bajo León I (440-461), como

consecuencia de calamidades naturales. Al Papa León se debe

el inicio de la primera serie de medallones con los retratos pa-

pales. De ahí en adelante se llevó a cabo una sucesión de inter-

venciones de restauración y de embellecimiento, ya que los

pontífices estuvieron siempre ligados al culto del Apóstol de

LA HISTORIA DE LA BASILICA DE

SAN PABLO EXTRAMUROS

LA PRIMERA IGLESIA,

LA SEGUNDA Y LA TERCERA BASILICA

Pagina 2 Boletín de la Basílica Papal de San Pablo Extramuros

los Gentiles y de la Basílica que recordaba su memoria. Diver-

sos trabajos en la zona presbiteral fueron seguidos al tiempo de

Gregorio Magno (590-604) que donó terrenos para el manteni-

miento de “luces” en la iglesia del Apóstol que había ilumina-

do el mundo con su doctrina.

Los trabajos reiniciaron al finalizar del siglo VIII, al

tiempo de Adriano I (772-795), con la restauración de las na-

ves laterales y del atrio donde se rehizo la pavimentación. El

Papa embelleció también la Basílica con preciosas decoracio-

nes litúrgicas, seguido en esto por su sucesor León III (795-

816). Este hizo además reparar el techo, colocar un pavimento

en mármol y restaurar la bóveda absidal.

Para proteger la Basílica de las correrías de los piratas,

en el año 846, Juan (Giovanni) VIII (872-882) la circundó de

sólidos muros. De la pequeña ciudadela, llamada Giovannipoli en honor del Pontífice, no se conocen las dimensiones,

pero debió ser muy bien fortificada para poder resistir los repetidos asaltos del emperador Enrique IV en los años

1083-1084.

En el curso del siglo XI la Basílica se enriqueció de dos importantes obras: el campanario, erigido junto a la

pequeña nave norte junto a la fachada, y el portal bronceo del ingreso principal, donado en el año 1070 por Pantaleón

de Amalfi y forjado en Constantinopla. En tanto Hildelbrando de Sovana, luego convertido en Papa con el nombre de

Gregorio VII (1073-1085), en calidad de Abad de S. Pablo había reformado el monasterio y restaurado la iglesia. En el

curso del Doscientos y en el primer cuarto del siglo sucesivo, la Basílica vivió el momento de máximo esplendor: fue-

ron realizados el candelabro pascual obra de Nicola d’Angelo y Pietro Vassalletto, la decoración musiva del catino

absidal bajo Honorio III (1216-1227), fue erigido el admirable claustro (1208-1235), Pietro Cavallini siguió el ciclo

pictórico de la nave central que se destruyó durante el incendio del ochocientos. Arnolfo de Cambio realizó el precioso

ciborio que domina el altar de la Confesión. Por ultimo la fachada fue decorada con un mosaico (1325).

A inicios del Cuatrocientos Bonifacio IX (1389-1404), de quien se conserva una estatua en el claustro, consta-

tando las condiciones de gran ruina en la que se encontraba la iglesia estableció que la entera recaudación de las ofertas

del año jubilar fuese empleada para la reparación de la Basílica. Gregorio XIII para el jubileo del año 1575 hizo seguir

decoraciones pictóricas en la zona presbiteral y cir-

cundar con una balaustrada la tumba del Apóstol.

«Visité San Pablo el día después del incendio. Tuve

una impresión de severa belleza, triste como la mú-

sica de Mozart. Estaban aun vivos los vestigios dolo-

rosos y terribles de la desgracia; la iglesia estaba

aun llena de negros travesaños humeantes, semi

carbonizados; los fustes de las columnas partidos en

toda su longitud amenazaban cada instante con

caer. Los romanos, consternados, habían ido en ma-

sa a contemplar el templo incendiado. Era uno de

los más grandiosos espectáculos que haya jamás

visto» (Stendhal, Paseos Romanos). Debemos al

escritor francés la eficaz descripción de aquello que

acaeció en la noche entre el 15 y el 16 de julio de

1823 cuando en pocas horas un desastroso incendio

redujo la milenaria Basílica a un cúmulo de ruinas.

Algo se salvó: el baldaquín arnolfiano sobre la tumba de S. Pablo, el ábside, el arco triunfal, el candelabro y el claustro

cosmatesco. Tocó a León XII la ardua tarea de iniciar la reconstrucción de la tercera Basílica paulina. Gregorio XVI

subido al solio pontificio en 1831 demostró de inmediato un gran interés por la reconstrucción de la Basílica visitando

repetidamente la fábrica ostiense. En 1833 el arquitecto modenés Luigi Poletti (1792-1869), sustituyó a Pasquale Belli

en la dirección de los trabajos. En 1840 el Papa pudo consagrar el altar de la Confesión. El transepto aislado del resto

servía de aula basilical. A las dos precedentes capillas del Sacramento y del Crucifijo que se abrían sobre el transepto,

fueron agregadas otras dos, aquellas de San Esteban y de San Benito. Mientras tanto había sido emprendida la cons-

trucción del campanario (terminado en el año 1860). Los trabajos continuaron bajo el pontificado de Pío IX que el 10

de diciembre de 1854 consagró la nueva y actual Basílica. .

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“LOS RETRATOS DE LOS PAPAS”

S. EVARISTO (99-108 aprox. ) S. ALEJANDRO I (108-119 aprox.)

Medallones ubicados, a cerca 12 metros de altura, en la pared este del Transepto, quinto y sexto a la derecha para quien mira hacia el ábside.

La Basílica Papal de San Pablo Extramuros es cofre de tesoros de arte y de arquitectura de gran valor. En el Boletín de este mes continuamos a ilustrar “Los retratos de los Papas”. La célebre serie de los grandes “tondi” o “medallones”, iniciada por el Papa León I Magno (440-461) y retomada por Pío IX, prosigue hasta el día de hoy y es única en el mundo. .

S. EVARISTO (99S. EVARISTO (99S. EVARISTO (99S. EVARISTO (99----108 aprox.)108 aprox.)108 aprox.)108 aprox.) Es posible, como hace pensar su nombre, que fuese de origen greco. Las fuentes es-

tán en desacuerdo también sobre fecha y duración de su pontificado. Casi todas las

noticias que poseemos sobre él son legendarias, como aquella que lo quiere nacido en

Belén de padre judío, o aquella de su martirio. Asimismo sobre su papel en Roma

sabemos poquísimo, no obstante la leyenda le atribuya la división de la comunidad

romana en parroquias confiadas a presbíteros. También las cartas y las decretales atri-

buidas a él no le pertenecen. Fiesta, 27 de octubre.

S. ALEJANDRO I (108S. ALEJANDRO I (108S. ALEJANDRO I (108S. ALEJANDRO I (108----119 aprox.)119 aprox.)119 aprox.)119 aprox.) También de este pontífice sabemos muy poco. Era romano, y la tradición le atribuye

anacrónicamente modificaciones al canon de la misa y la costumbre de bendecir las

casas con agua y sal. La noticia que haya padecido el martirio sobre la vía Nomentana

deriva de una confusión con un mártir de nombre Alejandro, cuya tumba ha sido des-

cubierta en 1855 justamente en la vía Nomentana. Fiesta, 3 de mayo.

NUEVA PINACOTECANUEVA PINACOTECANUEVA PINACOTECANUEVA PINACOTECA

Y AREA EXPOSITIVAY AREA EXPOSITIVAY AREA EXPOSITIVAY AREA EXPOSITIVA

La restauración de la Pinacoteca ha dotado a la Basílica de espacios expositivos modernos, funcionales según una instalación que ha puesto a disposición de los visitantes

obras de grandísimo nivel histórico, artístico, arqueológico y espiritual. El proyecto de valorización museal en el área del claustro cosmatesco y de la pina-

coteca ha contemplado la revisión de los ingresos y los recorridos de visita, con la

finalidad de dar el máximo relieve a un complejo de bienes arquitectónicos y artís-

ticos de excepcional importancia.

La rica colección de obras de arte, la belleza y la importancia histórico-artística de

la arquitectura que constituye la sede de la Pinacoteca restaurada y de los espacios

de los que hace parte, han sido fuente de inspiración para idear soluciones arqui-

tectónicas finalizadas a valorizar este importante patrimonio.

La estructura arquitectónica, ya elegante e imponente por sí, con los arcos esbel-

tos y las bóvedas de claustral con pechina, no ha necesitado ulteriores signos

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distintivos siendo el perfecto contenedor arquitectónico para valorizar las pinturas de Antoniazzo Romano y de

otros autores de varias épocas, los bordados de los paramentos, el resplandor de la platería.

La presencia sobre la pared del fondo de la gran tela con la asunción de la Virgen, alta cerca seis metros, que Fi-

lippo Agrícola ejecutó por comisión de Gregorio XVI, y cuyo movimiento de ese lugar era impensable, determi-

naba un vínculo importante al implanto compositivo del conjunto; más aun, la perspectiva escenográfica de este

importante foro ha sugerido la idea de “ábside”, elemento a interpretarse de manera estilizada.

Nació por tanto una escenografía esquemática, en la cual dos grandes vitrinas en cristal, verdaderas pequeñas

“estancias” de cerca tres metros de altura a planta triangular, enmarcan la gran tela y crean dos bastidores de invi-

tación hacia la salida del recorrido de visita de la pinacoteca, convirtiéndose en apoyo para las dos pinturas de An-

toniazzo Romano, colocadas sobre una estructura lignaria decorada a hoja de oro integrada en el cristal. Hacia la

salida, las dos vitrinas constituyen un “escenario” para un condicionamiento contextualizado; en el caso de esta

primera instalación, en una de las dos grandes vitrinas, un mobiliario de paramentos completo de rara belleza y en

perfecto estado de conservación, de la escuela de Italia central de entre los siglos XVI y XVII, es presentado en

vertical, sobre estructuras transparentes de soporte especialmente diseñadas y completado por pantuflas bordadas.

El panel-telón de fondo tratado a hoja de oro constituye un soporte para el báculo pastoral en plata, mientras una

mitra elegantemente decorada con bordados y piedras duras, colocada sobre un soporte a altura natural, completa

la composición.

A través de la pared vidriada de la vitrina, se puede admirar la Anunciación pintada sobre las portezuelas externas del tríptico de Antoniazzo. En la vitrina simétrica, un altar estilizado en plexiglás apoyado a la pared en hoja de

oro, sostiene la decoración litúrgica; esta está compuesta por antiguos vasos sacros en plata, del velo de cáliz y de

la bolsa para el corporal perteneciente al ajuar de paramento dispuesto en la vitrina simétrica y de un misal de

pergamino del siglo XI, mientras una cruz procesional, también en plata, enmarca la escenografía.

Al ingreso de la Pinacoteca, el visitante es acogido por una perspectiva constituida por dos vitrinas a torre, comple-

tamente en cristal, que se recortan sobre el fondo de la gran tela enmarcada por una maciza cornisa dorada, que

ocupa totalmente la pared cimbrada frontal, figurante El Infante del Apocalipsis de Joseph Severin. La primera vitrina contiene un documento fundamental para la Abadía de San Pablo: el Privilegio de Honorio

III, datado el 15 de mayo de 1218, original, en pergamino en el cual Honorio III, confirma el monasterio de San

Pablo; la segunda vitrina enmarca la gran y preciosa cruz de procesión de la escuela de Nicola de Guardiagrele,

perfecta copia del original, seguida en el siglo XIX.

Las dos paredes largas de la gran galería (lados este y oeste), constituidas cada una por cinco arcadas cimbradas

concluidas por un penacho, son puestas en evidencia por la luz difusa proveniente de la parte trasera de los pane-

les que cubren la entera superficie.

La arcada central acoge hasta la altura de cerca tres metros una gran vitrina de cristal, en la que está expuesta una

copia del Icono de la Anunciación donado por el Santo Padre para la Abadía de San Pablo, expuesta en su custo-

dia en terciopelo escarlata y enmarcada por dos imponentes candelabros en bronce.

Una vidriera simétrica y análoga a aquella del Icono de la Anunciación contiene, sobre un panel vertical ligera-mente inclinado decorado a hoja de oro para hacer resaltar la seda de raso rojo y los bordados y la franja en oro,

la Pluvial y la Estola con cordón, que se puede datar al final del siglo XIX, vestidos durante las pontificales, en las

solemnidades del martirio del Apóstol Pablo y en el domingo de Ramos.

El centro de la Galería está ocupado por dos antiguas vitrinas y el gran mueble de sacristía a cajones, histórico

contenedor de paramentos sacros; los tres muebles han sido restaurados y adecuados (en manera reversible) a las

nuevas exigencias expositivas. La primera vitrina acoge documentos en pergamino y códigos de gran valor históri-

co-documental y artístico, ligados al Privilegio de Honorio III y una preciosa copia de la obra más valiosa del ar-

chivo de la Abadía de San Pablo: la Biblia Carolingia. Los documentos son ilustrados y comentados por películas

a través de monitores contenidos en las mismas vitrinas.

En la segunda vitrina están expuestas monedas, que cubren un arco temporal del 217 al 215 a.C. hasta el final del

año 1800, encontradas en proximidad de la Tumba de San Pablo.

El gran mueble a cajones para paramentos es tal vez la vitrina más escenográfica de la galería; restaurado en todas

sus partes, expone, extendidos así como se conservarían originariamente en el mismo mueble, pero en dos

“cajones” abiertos, completamente en cristal, sostenidos por macizos bloques de plexiglás transparente, un ajuar

de paramentos constituido de una casulla con estola y manípulo, una dalmática con estola y manípulo de color

rojo, en seda de raso, bordado y franja en oro, de finales del siglo XIX, componentes de un único ajuar de para-

mentos.

NUEVOS HORARIOS DE LAS CELEBRACIONES LITURGICAS

En beneficio de todos los interesados, a continuación viene expuesto el nuevo horario de todas las celebracio-nes litúrgicas cotidianamente realizadas en la Basílica Papal de San Pablo Extramuros

HORARIO DE LAS CELEBRACIONES MONASTICAS

06,35 Laudes (Abside) y S. Misa (06,50) 18,00 Vísperas

HORARIO DE LOS DIAS LABORABLES

06,50 S. Misa conventual cantada 08,00 S. Misa 09,00 S. Misa 10,30 S. Misa de los Peregrinos 17,00 S. Misa HORARIO DE LOS DIAS FESTIVOS

18,00 Sábado - S. Misa prefestiva 07,00 Laudes del domingo (Capilla de S. Lorenzo) S. Misa (Capilla del SS. Sacramento o Abside) 08,00 S. Misa 09,00 S. Misa 10,30 S. Misa conventual cantada 12,00 S. Misa 17,00 Vísperas solemnes (Con la bendición eucarística) 18,00 S. Misa

BASILICA PAPAL DE SAN PABLO EXTRAMUROS

Piazzale San Paolo, 1 - 00146 ROMA

Teléfono: 06 698 80800 Telefax: 06 698 80803

E-mail: [email protected] [email protected]

Sitio Web: www.basilicasanpaolo.org

La Basílica está abierta todos los días de las 06,45 a las 18,30. La Administración está abierta de lunes a sábado, de las 8,00 a las 14,00

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