GUERRA MASS MEDIA CIA

7/26/2019 GUERRA MASS MEDIA CIA

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La guerra que se nos hace

Ral Antonio Capote.


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es inters poltico y econmico de Estados Unidos asegurarse de que

si el mundo se dirige hacia un idioma comn, este sea el ingls; de que si

el mundo se dirige hacia normas en materia de calidad, seguridad ytelecomunicaciones comunes, estas sean americanas; de que si el mundo

se est interconectando a travs de la msica, la radio y la televisin, su

programacin sea americana; y que si se estn desarrollando valores

comunes, sean valores con los que los americanos estn cmodos.

David Rothkopf

In Praise of Cultural Imperialism?


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Dedico este libro, especialmente, a la juventud cubana. Espero que ella

encuentre en sus pginas una gua para comprender la guerra que se nos

hace.


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PREMBULO

De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganmosla a pensamiento.

Jos Mart

Cuba est en guerra aunque muchos no lo ven as. Se preguntan: Dnde

estn los aviones, los misiles, los barcos, los ejrcitos? Hemos sufrido

ataques terroristas, sabotajes, guerra biolgica, intensas campaas

mediticas, una permanente y despiadada agresin econmica, pero hay

una asechanza que es mucho ms sutil, difcil de ver y que nos llega por

todas partes: hbitos, costumbres, prcticas de consumo, modas, cine,literatura, televisin, que usa nuestras emociones y sentimientos; es una

batalla axiolgica donde los mitos, los smbolos, el imaginario, juegan un

importante papel, nuestra concepcin del mundo es puesta a prueba,

cuestionada constantemente y se intenta influir sobre ella para cambiarla

radicalmente o al menos debilitar sus fortalezas fundamentales.

Y dnde estn los aviones, los submarinos, los soldados, los misiles?

Bueno, cuando terminen su tarea los smbolos, los conos, los elementos

de la guerra cultural del capitalismo o cuando fallen, entonces vendrn los

bombarderos.

Las bombas empiezan a caer cuando han fallado los smbolos.1

El trabajo para ganar la mente y los corazones del ser humano es una

operacin compleja, obra que para los revolucionarios pasa

necesariamente por la tica ms profunda. La verdad para nosotros esuna cuestin de principios; para nuestro enemigo no. Ellos mienten, timan,

manipulan, engaan. Para ellos todo vale, para nosotros el fin nunca

justificar los medios.

La faena de sembrar amor, de curar el alma del hombre de la enfermedad

de la sociedad dividida en clases, es difcil, hay que derribar barreras,

1

Luis Britto Garca. El imperio contracultural: Del rock a la postmodernidad. Editorial Arte yLiteratura, La Habana, 2005, p. 13. (Todas las notas son del autor, salvo que se indique locontrario.)


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tomar casamatas cuidadosamente construidas. No por gusto la estrategia

del enemigo por controlar el alma de los hombres se basa en lograr que la

vctima acepte al verdugo y lo desee, que la vctima aplauda las accionesde su victimario e incluso se sienta segura bajo su proteccin.

Hoy cuando alguien se acerca a hablarnos del enemigo, decimos : De

nuevo con la matraca del enemigo, y es que detrs de la convocatoria a la

batalla de las ideas, al trabajo poltico-ideolgico, se esconde muchas

veces la apata, el desconocimiento, la falta de fe, y sobre todo la rutina.

No est bien arraigada la conviccin sobre la necesidad de sembrar

ideologa, el triunfalismo de unos, la necedad de otros, la mala fe dealgunos actan como diluyente de los mejores empeos en este terreno.

Corremos el riesgo de que en unos aos, seamos un poco ms prsperos

econmicamente hablando, pero menos revolucionarios. Si la esencia de

nuestro socialismo se convirtiera en tener para ser, dejaramos de ser, as

sencillamente, esa es la cuestin.

Esta afirmacin no niega la necesidad apremiante de lograr construir unsocialismo econmicamente prspero y sustentable, si no logrsemos

avanzar en este terreno tambin estaramos condenados, pero la frmula

socialismo prspero y sustentable lleva la suma imprescindible de ms

conciencia, de construccin de la cultura socialista.

En la mente de la gente, en su visin de futuro debe estar el modo de vida

socialista como paradigma.

Este libro es fruto de la perentoria inquietud del autor por organizar ideas

que fundamentalmente a lo largo de los ltimos aos, nacieron y se

consolidaron, luego de debates, lecturas, consultas, conferencias,

desacuerdos y acuerdos con amigos, pero sobre todo gracias al

conocimiento del enemigo, de sus planes contra Cuba y de la peligrosa

guerra que en el terreno de la cultura se nos hace.

La experiencia de trabajar para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) mepermiti adentrarme en un mundo casi desconocido, el de la guerra


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cultural y la subversin poltico-ideolgica. Como organizador del proyecto

Gnesis, un plan de subversin dirigido a las universidades, a los jvenes

estudiantes, intelectuales y artistas cubanos, pude conocer los principiossobre los que descansa este tipo de enfrentamiento. Como profesor

universitario, escritor e intelectual revolucionario que cumpla una misin

secreta dentro de las filas del enemigo, me di a la tarea de desentraar

esta estrategia del imperialismo para derrotar a la Revolucin Cubana e

imponer su hegemona a nivel mundial consagrando el dominio eterno del

capitalismo.

Fueron meses de trabajo, de bsqueda, de consulta, de investigacin, de

anlisis de innumerables fuentes. Tuve que examinar una abundante

bibliografa. De provecho invaluable me resultaron los propios documentos

desclasificados del gobierno de los Estados Unidos y en especial de la

CIA.

Luego de la denuncia pblica del ao 2011 y la presentacin en la

televisin cubana de la serie Las Razones de Cuba donde se descubre la

verdadera naturaleza del trabajo realizado por un grupo de agentes de la

Seguridad del Estado, entre quienes humildemente me cuento, he tenido

la posibilidad de participar en cientos de conversatorios sobre el tema de

la subversin poltico-ideolgica, en universidades, centros de trabajo,

centros de investigacin y otros similares.

Desde entonces he dictado conferencias sobre el tema en universidades

de Cuba, Venezuela, Mxico y en encuentros con colectivos solidarios conCuba en varias ciudades de mundo.

En 2012 se public el libro Enemigoque narra mi experiencia como agente

de los rganos de la Seguridad del Estado. Desde el blog El Adversario

Cubano sostengo un debate permanente sobre la guerra cultural con

lectores de todo el mundo, en especial con jvenes cubanos y

estadounidenses.


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Todos esos encuentros y los debates que acabo de mencionar me

convencieron de la necesidad de encarar una obra como esta.

Este libro no pretende constituirse en tratado sobre la Guerra Cultural, ni

sobre la subversin ideolgica que como parte de esa guerra llevan a

cabo los Servicios Especiales estadounidenses, fundamentalmente la CIA,

contra la Revolucin Cubana y el mundo. Es apenas un modesto

acercamiento a un tema que merece estudio, que requiere la dedicacin

de nuestros profesionales, historiadores, filsofos, socilogos, maestros,

lingistas, psiclogos, diseadores, cuadros polticos, etc. Porque como

dijo Jos Mart, de pensamiento es la guerra mayor que se nos hace ytenemos que ganarla a pensamiento.

El libro consta de dos partes. En la primera procur analizar, a partir de

ideas plasmadas en artculos, tesis doctorales, libros, medios y espacios

digitales, la historia de esta clase de enfrentamiento. Su objetivo central es

brindar la mayor cantidad de informacin posible sobre el tema. La

segunda parte est dedicada por completo a Cuba, sobre todo al proyecto

Gnesis, al contratista estadounidense Alan Gross y a la ciberguerra

contra Cuba.

La batalla de ideas que se nos hace desde la ciencia, desde la cultura, no

podemos enfrentarla desde la improvisacin y la ignorancia. Ese

enfrentamiento requiere que nuestros mejores especialistas dediquen sus

conocimientos y talento a disear, a construir nuestras defensas, a

fortalecer las trincheras de ideas.

Solo desde la cultura, desde el conocimiento, podemos derrotar al

enemigo y su estrategia que busca fabricar en Cuba al hombre banal,

egosta, obsesionado con el consumo, el hombre que pasa de todo,

aturdido por los cantos de sirena y cegado por las vidrieras llenas de luces

del capitalismo; un hombre al que no le interese la Revolucin.

Se trata del hombre estpido del que habla Enrique Ubieta en su libro

Cuba: revolucin o reforma? Se estpido, claro, no se traduce


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literalmente. Significa que seas loco, irreverente, que encauces el exceso

de adrenalina, la innata rebelda juvenil en actos de desacato, de divertido

descomprometimiento o de irresponsabilidad.2

Rebelda sin sentido que no va ms all de la rebelda del cuerpo, rebelda

banalizada, desprovista de su esencia revolucionaria y transformadora, es

el hombre que se cree rebelde porque lleva el cabello azul o porque sale

desnudo un da al balcn de su casa y s, tiene el derecho de pintarse el

pelo del color que le d la gana pero eso no lo convierte en rebelde, eso

no le da sentido a su rebelda que queda limitada al acto externo y por lo

tanto nada peligroso para el sistema.

Nuestro adversarios pretenden sembrar la falta de fe en el ser humano y

sus posibilidades, exaltar el cinismo, el ego reverenciado, como dice Ayn

Rand sobre ese hombre ideal del capitalismo: Se nos ha enseado que

el ego es un sinnimo del mal y el altruismo el ideal de la virtud. Pero

mientras el creador es egosta e inteligente, el altruista es un imbcil que

no piensa, no siente, no juzga, no acta el verdadero egosta no vive

para ninguna otra persona y no le pide a nadie que viva para l. Esta es la

nica forma de fraternidad y de respeto mutuo posible entre los seres

humanos. 3

La ideloga del capitalismo define muy bien al hombre que nos quieren

vendera los cubanos, es la anttesis del ser del socialismo, es el hroe

de sus comics, pelculas y series de televisin, esas mismas que inundan

hoy nuestro consumo interno por la TV y dominan en buena y peligrosamedida el espacio de entretenimiento de la familia cubana. Insolidario,

violento, estpido. Ningn creador actu impulsado por el deseo de servir

a sus hermanos, su nico mvil fue su verdad,4asegura Ayn Rand.

2Enrique Ubieta Gmez. Cuba: revolucin o reforma? Casa Editora Abril, La Habana,2012.3

Ayn Rand. El manantial. Editorial Grito Sagrado, Buenos Aires, Argentina, 1993, pp. 145-146.4dem.


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Agradezco a mis amigos y destacados intelectuales cubanos Andrs

Zaldvar, Enrique Ubieta, Iroel Snchez, Manuel Henrquez Lagarde,

Jorge Wejebe Cobo, Elier Ramrez Caedo, Carlos Rodrguez Almaguer,por sus escritos, contradicciones (apenas), convergencias (muchas) y

coincidencias (las ms).

A mis compaeros de los rganos de la Seguridad del Estado, sabios en

el tema.

Me fueron de mucha utilidad los Cuadernos de la crcel de Antonio

Gramsci, El Arte de la inteligencia de Allan W. Dulles, La CIA y la Guerra

Fra Cultural de Frances Stonor Saunders, El imperio contracultural: Del

rock a la postmodernidad de Luis Britto Garca, Imperialismo del siglo XXI:

Las guerras culturales de Eliades Acosta Matos, Marx, Engels. Ideas para

el Socialismo del Siglo XXI. Una visin desde Cuba, de Armando Hart

Dvalos, Cuba: revolucin o reforma? de Enrique Ubieta, Propagandas

silenciosasde Ignacio Ramonet y Biografa del To Sam,de Rafael San

Martn, libros que recomiendo a todos leer.

Muchas gracias a Fidel Castro, Jos Mart, Carlos Marx, Antonio Gramsci,

Jos Carlos Maritegui, Ernesto Guevara. Sin ellos el futuro no sera

posible. A ellos, los imprescindibles.


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PRIMERA PARTE: La Mirada del guila Calva

No hay mapas que nos guen a donde vamos: a este nuevo mundo de

nuestra propia hechura

George H.W. Bush.

DEBATIENDO: RAZN PARA ESCRIBIR UN LIBRO

La Revolucin es un nio que persigue a una mariposa, no importa si la atrapa... en el

intento se yergue el humano y apunta al infinito.

J.C. Maritegui

Cmo ser esa sociedad futura con la que suean los revolucionarios de

todos los tiempos, profesor?, preguntaba un estudiante de Pre

Universitario. El debate pintaba lgido, como es comn en los encuentros

con muchachos de esa edad en Cuba.

Ese da haba comenzado el conversatorio con el tema del libro Enemigo,La guerra de la CIA contra la juventud Cubana y poco a poco tom otros

senderos. Los muchachos preguntaban a rfagas, inquietos, sin

cortapisas. El auditorio vibraba.

El estudiante esperaba respuesta y una decena de manos se alzaban, la

interrogante me daba la oportunidad de soar en vivo, eso les dije, vamos

a soar en vivo, vamos a visualizar ese mundo futuro sin explotadores ni

explotados, una sociedad donde el hombre establezca relaciones basadas

en el amor con sus semejantes y con el medio, con la naturaleza, donde la

principal ocupacin del ser humano como dijo Carlos Marx sea la vida

y no la produccin de los medios de vida, una sociedad verdaderamente

libre, desenajenada, donde el hombre est libre de la pobreza material y

espiritual. Donde la vida sea una aventura llena de dicha y esperanza.

Los muchachos escuchaban en silencio, cuando una chica alz de pronto

su brazo y sin esperar a que le dieran la palabra pregunt:


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Profe, si esa sociedad es tan hermosa por qu no la construimos y ya,

por qu no la hacemos, por qu hay gente que se opone a ella? aadi

otra decena depor qulanzados al hilo, apasionadamente, sin pausa. Susojos brillaban, su pecho lata acelerado, poda sentir la tensin. Por qu

hay pobres que se oponen a la revolucin? Por qu hay pobres que

votan contra Chvez en Venezuela? Por qu hay personas en Cuba que

aoran el capitalismo?

No es nada fcil, dije, debemos dar batalla en el alma de los hombres, la

dominacin vive en el alma y es all donde se necesita una verdadera

revolucin, una sanacin que cure al ser humano de lastres bien pesados,de esos mecanismos sembrados en el subconsciente durante siglos.

Es imprescindible comprender el alma de los hombres porque es all

donde se gana la batalla por la construccin de esa sociedad futura,

olvidar eso ha costado caro, el hombre no es un simple componente de

una clase social, no es un tornillo, no es una arandela.

Hay que conocer las necesidades de la condicin humana, no basta consatisfacer las necesidades materiales, no basta con eso, el hombre

trascendi la condicin de animal y se hizo lo que es hoy. La nica forma

en que podemos lograr que establezca nuevas relaciones que no se basen

en el egosmo, que sobrepasen la mera satisfaccin personal por encima

de la colectividad, no puede ser el binomio sumisin-poder, es

respetando esa individualidad, es mediante el amor.

Todos los grandes revolucionarios de la historia han predicado el amor. El

amor ha estado en el centro de sus luchas desde Cristo hasta el Che.

Fidel hizo del amor el centro de su accin revolucionaria, el

internacionalismo, esos hombres y mujeres capaces de dejar atrs familia,

comodidades, vida privada para ir a selvas, desiertos, montaas y

pantanos insalubres, en cualquier lugar del mundo, a socorrer, a salvar, a

sanar, a ensear, a entregar la vida por la libertad de otros hombres, sin

mediar otra cosa que la solidaridad, que la satisfaccin de servir a los


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dems. Eso solo se puede hacer desde una prctica revolucionaria

basada en el amor.

Deca Gramsci: El hombre es sobre todo espritu, o sea, creacin histrica

y no naturaleza. De otro modo no se explicara por qu, habiendo habido

siempre explotados y explotadores, creadores de riqueza y egostas

consumidores de ellas, no se ha realizado todava el socialismo.5

Por su parte, Jos Mart en el prlogo a los Cuentos de hoy y maanade

Rafael de Castro Palomino, escribi: Quin no ha sentido, una vez al

menos en la vida, el beso del Apstol en la frente y en la mano la espada

de batalla? Quin no se ha levantado impetuoso, y retrocedido con

desmayo, de ver cunta barrera cierra el paso a los que sin ms caudal

que una estrella en la frente y un himno en los labios, quieren lanzarse a

encender el amor y a pregonar la redencin por toda la tierra?.6

Lanzarse a encender el amor, de eso se trata, lanzarse con la estrella en

la frente y el himno de la redencin en los labios a liberar al hombre de sus

ataduras, de su prisin; a librarlo de las cadenas. Muchas barrerasencontrar quien asuma esa misin: encender el amor en el alma de los

hombres, lanzarlos al combate por la redencin de la Humanidad. Solo

quien dedica toda su vida a esa tarea, quien se entrega completo en un

acto de desprendimiento supremo de s mismo puede romperlas, con la

estrella que ilumina y mata en la frente y el yugo despedazado a los pies,

sin ms hacienda que su amor, que su fe en el ser humano.

La historia de Cuba est llena de esos hombres y mujeres, desde los

olvidados por el tiempo pero vivos habitantes primigenios, que enfrentaron

durante aos al conquistador con la conviccin de que es mejor morir que

ser esclavos, como cuenta la leyenda que juraron los caciques en la

Laguna del Tesoro, hasta los cubanos de hoy, continuadores de la

epopeya.

5Compilacin de Gerardo Ramos y Jorge Luis Acanda, Gramsci y la filosofa de la praxis.

Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1997, p. 105.6 Prlogo a "Cuentos de hoy y de maana" de Rafael de Castro Palomino. En ObrasCompletas. Tomo 5, pp. 101-108.


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El revolucionario verdadero est guiado por grandes sentimientos de

amor,les dije a mis alumnos, citando al Che. Pero la muchacha volva a la

carga con sus porqus, ahora con el apoyo de un gran crculo que larodeaba y apoyaba sus preguntas:

S, es verdad, pero no entiendo por qu la gente como ya le dije

vota en contra de medidas que le benefician, vota en contra de gobiernos

que los representan y que hacen tantas cosas buenas, basadas en esa

prdica de amor que usted bien seala.

El coro que la rodea ms que pedir exige respuesta. Trato de darla de

manera que se me entienda y que toque los corazones de los estudiantes.

Por el engao se nos ha dominado ms que por la fuerza, y por el vicio se

nos ha degradado ms bien que por la supersticin. La esclavitud es hija

de las tinieblas, el pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia

destruccin.7Eso dijo un gran hombre, un gran Latinoamericano, Simn

Bolvar.

Sobre el ser humano pesan siglos de engao, engao que con la llegada

de los medios masivos de comunicacin y las nuevas tecnologas de la

informacin y de las comunicaciones ha tomado dimensiones

verdaderamente apabullantes en un mundo de cultura intencionalmente

banalizada, donde son demonizadas hasta la insensatez revoluciones

como la cubana, proyectos como el venezolano, figuras como las de Fidel

y Chvez; donde Lenin y la Revolucin Bolchevique son sepultados bajo

montaas de lodo; donde se vende la imagen de un modelo de

capitalismo, el de los Estados Unidos, como ideal de sociedad humano.

Es una lucha difcil, es una batalla de ideas, es una guerra que est

ocurriendo en la mente de los hombres. Ese enemigo est dentro y fuera

de nosotros. Y les repet una frase de minutos antes: se trata de una lucha

para sanar el alma.

7Del discurso ante el Congreso de Angostura, el 15 de febrero de 1819.


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Volvamos a Carlos Marx: Las ideas de las clases dominantes son en cada

poca las ideas dominantes; es decir que la clase que tiene el poder

material dominante en la sociedad tiene tambin el poder ideolgicodominante. La clase que dispone de los medios de produccin materiales

dispone al mismo tiempo de los medios de produccin ideolgicos, de tal

modo que las ideas de aquellos que carecen de los medios de produccin

estn sometidas a la clase hegemnica. Las ideas dominantes no son sino

la expresin ideal de las relaciones materiales dominantes, son esas

mismas relaciones materiales bajo la forma de ideas, o sea, la expresin

de las relaciones que hacen de una clase la clase preeminente; en otras

palabras, son las ideas de su poder.8

Entendemos entonces que el principal obstculo que se opone a la

liberacin es el dominio ideolgico, que se expresa como un carcter,

como una conducta, que impide que los explotados tomen conciencia y se

conviertan en transformadores, en revolucionarios.

La razn es que solo paulatinamente, estrato por estrato, ha conseguido

la Humanidad conciencia de su valor y se ha conquistado el derecho a

vivir con independencia de los esquemas y de los derechos de minoras

que se afirmaron antes histricamente. Y esa conciencia no se ha formado

bajo el brutal estmulo de las necesidades fisiolgicas, sino por la reflexin

inteligente de algunos primero y luego de toda una clase. 9

Previo a la Revolucin Francesa se dio en Europa una profunda batalla de

ideas, previo a los alzamientos revolucionarios una nueva forma de ver elmundo se abra camino. Diderot, DAlembert, Voltaire, la Ilustracin,

sembraban la semilla que propici la Revolucin. Se fue creando un

consenso en toda Europa, se cre una internacional espiritual burguesa.

8N. Ivanov, T. Beliakova, E. Krasavina. Karl Marx, su vida y su obra,Godley Books, United,

Kingdom, 2011.9Compilacin de Gerardo Ramos y Jorge Luis Acanda, Gramsci y la filosofa de la praxis.Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1997, pp.105-106.


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Eso quiere decir que toda Revolucin ha sido precedida por un intenso

trabajo de crtica, de penetracin cultural, de permeacin de ideas.10

Lo mismo ocurre ahora: la conciencia se crea a partir de la crtica del

capitalismo, una crtica desde la cultura que forma las bases unitarias de

los desposedos, que construye consenso entre los pueblos sobre la

necesidad del cambio y que se forja en la lucha diaria. Si nuestra forma de

ver el mundo est marcada por la axiologa del capitalismo, si nuestro

principio bsico sigue siendo tener a toda costa por encima del ser, si el

egosmo es el signo que mueve nuestras vidas, si vemos la miseria como

una especie de fatalismo y la sociedad dividida en clases como algo

natural e inmutable, si no tenemos fe en el ser humano y en su capacidad

de entrega, en su altruismo, cul sera nuestra visin del mundo mejor que

soamos construir.

Tenemos que enraizar el mito revolucionario, los motivos ideales en la

psicologa popular, como incitacin a una iniciativa libre y operante, desde

abajo. Debemos ser transformadores y rebeldes, paradigmticos.

No es con los misiles, no es con ejrcitos, no es con fuerzas policiales

solamente con lo que los poderosos garantizan el dominio. Las defensas

del capital estn en el inconsciente de los individuos y son ms poderosas

que el arma ms moderna desarrollada por la complejo militar industrial.

Ellas hacen que los dominados acten en contra de sus intereses y

defiendan gobiernos que los avasallan.

Es lo que hace que personas liberadas por una revolucin desdeen el

modo de vida digno en que se mueven y aoren la esclavitud. Es difcil

liberarse del sueo narctico del consumo y del individualismo atroz.

Las primeras defensas del capitalismo las llevamos dentro, sembradas

desde la infancia, desde que damos los primeros pasos y nos sentamos a

ver la televisin, desde que nuestros padres nos leen los primeros libros.

10Compilacin de Gerardo Ramos y Jorge Luis Acanda, Gramsci y la filosofa de la praxis.Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1997, pp.106-107.


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El sistema capitalista levanta las primeras barreras en la escuela. No por

gusto Louis Bernays de quien hablaremos ms adelante con

detenimiento daba suma importancia a los textos escolares en lafabricacin del consenso.

El sistema de educacin del capitalismo est edificado para lograr ese

consenso, desde la metodologa, la didctica de las diferentes asignaturas

y los mtodos de evaluacin. Todo el sistema de enseanza y aprendizaje

est diseado para formar al hombre del capitalismo. Exalta la

competencia, la insolidaridad, el individualismo. Si no estuviramos

convencidos, podramos analizar nuestro propio sistema de evaluacin

escolar, marcado todava por esos principios, nacidos de la educacin

capitalista. Aunque en Cuba se han logrado grandes avances en ese

terreno, todava est enraizada en la mente de muchos maestros esta

forma de ver la evaluacin, que privilegia la instruccin y reproduce

antivalores.

No sera exagerado postular que el ser humano lleva dentro desde que

nace al represor capitalista ms eficaz, algo que es fortalecido por la

familia, la escuela y los medios masivos, hasta convertirse en la primera

de las casamatas a tomar, la ms difcil y compleja, porque est en

nosotros y se parece tanto a nosotros mismos que se hace difcil

reconocerla.

En otro conversatorio que sostuvimos recientemente, esta vez con un

grupo de profesores universitarios, una colega muy joven plante que aella no le agradaba la palabra socialismo. Ante la respuesta exaltada de

algunos de los presentes, ped calma y le dije a la muchacha: Yo te voy a

decir cul es el mundo en el que quiero que vivan mis hijos y nietos; si no

ests de acuerdo con alguna de las cosas que voy a enumerar, lo dices

con claridad. Le expliqu: Quiero un mundo en que todos los seres

humanos tengan igualdad de posibilidades; quiero un mundo donde

impere la justicia, la libertad; un mundo donde se proteja la naturaleza y

no se discrimine a los seres humanos por su raza, gnero, orientacin


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sexual, ni por alguna otra razn. Quiero un mundo donde la solidaridad y

no el egosmo sea el motor que mueva a los hombres y mujeres; quiero un

mundo donde conquistar el mximo de felicidad posible para todos sea elobjetivo central del trabajo; donde los hombres laboren con el placer de

creadores y no de esclavos; quiero un mundo sin hambre, sin

analfabetismo; uno en el que la ley primera sea el culto a la dignidad plena

del hombre.

La muchacha admiti estar de acuerdo con todo. Prosegu: Pues para

nosotros eso se llama socialismo, llmalo t como desees, pero as se

llama y te digo ms: los revolucionarios no solo soamos ese mundo sino

que luchamos por l, lo construimos y defendemos incluso al precio de la

vida, si es necesario. Nuestra lucha es fundamentalmente por modificar las

condiciones de produccin que hacen del trabajador un ser enajenado, un

infeliz. En otras palabras, nuestro combate, el de los comunistas, es el

combate por la felicidad humana.

Soamos un mundo sin clases sociales, donde el estado se extinga un da

por innecesario, una vez que ese mundo posible sea construido. Los

revolucionarios de todas las generaciones llamamos a ese sol del mundo

moral, material y espiritual al que llegaremos un da, si antes el capitalismo

no extermina al planeta, Comunismo. As le llamamos, Comunismo.

En la sociedad capitalista el hombre vive una ilusin de libertad, una

enajenacin que lo hace cada vez ms solitario. Es una mercanca entre

mercancas y entre mercancas pues eso es el hombre del capitalismono puede haber solidaridad, sino competencia. All todo est basado en el

egosmo, producto de la defensa de los intereses individuales.

La soledad de un hombre aplastado por la maquinaria productiva y de

comercio es el signo del capitalismo, es el ser humano enajenado

sometido a la violencia propagandstica, asediado da y noche, rodeado

de cantos de sirena, manipulado y compulsado a comprar, comprar y

comprar cosas a las que muchas veces no puede acceder, objetos que


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adems no necesita para nada. La situacin del hombre en el capitalismo

subdesarrollado depreciado totalmente su valor mercantil, es an peor.

El miedo natural del hombre a aventurarse en el mundo desconocido de la

libertad, es explotado sagazmente por el capitalismo. El hombre que

descubre su conciencia tiene ante esa manifestacin de libertad dos

opciones: renunciar a su yoa cambio de la tranquilidad del tero protector

o emprender el camino de lo desconocido y defender su derecho a crecer.

O regresa al sosiego perdido, pagando como precio su individualidad y

dispuesto a establecer relaciones basadas en el egosmo con los dems, o

se declara libre y se arriesga a cambiar el mundo y construir relacionesbasadas en el amor.

Los revolucionarios soamos, pero no vivimos en las nubes, soamos

pero construimos. As lo dijo Carlos Marx: Sea la vida y no la produccin

de los medios de vida.11Cuando el hombre haya construido una forma

racional, desenajenada de sociedad, tendr la oportunidad de comenzar lo

que es el fin de la vida: el despliegue de las fuerzas humanas que se

considera como el fin en s, el verdadero reino de la libertad.

Es decir, una sociedad donde el hombre est libre de la pobreza material y

de la pobreza espiritual. Ser revolucionarios en la Cuba de hoy es creer en

ese mundo futuro, en esa sociedad superior; es creer que lo imposible se

hace posible, cabalgando sobre el sueo, hacindolo realidad da a da,

poniendo ladrillo a ladrillo, beso a beso, sudor a sudor en ese camino a la

utopa que para los no revolucionarios es quimera, absurda ilusinirrealizable.

La Humanidad no persigue nunca quimeras insensatas ni inalcanzables;

la Humanidad corre tras de aquellos ideales cuya realizacin presiente

cercana, presiente madura y presiente posible. Con la Humanidad

acontece lo mismo que con el individuo. El individuo no anhela nunca una

cosa absolutamente imposible. Anhela siempre una cosa relativamente

11 N. Ivanov, T. Beliakova, E. Krassavina. Karl Marx, su vida y su obra Godley Books,United Kingdom, 2011.


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posible, una cosa relativamente alcanzable. Un hombre de una aldea, a

menos que se trate de un loco, no suea jams con el amor de una

princesa ni de una multimillonaria lejana y desconocida, suea en cambiocon el amor de la muchacha aldeana a quien l puede conseguir. Al nio

que sigue a la mariposa puede ocurrirle que no la aprese, que no la coja

jams; pero para que corra tras de ella es indispensable que la crea o que

la sienta relativamente a su alcance. Si la mariposa va muy lejos, si su

vuelo es muy rpido, el nio renuncia a su imposible conquista. La misma

es la actitud de la Humanidad ante el ideal. Un ideal caprichoso, una

utopa imposible, por bellos que sean, no conmueven nunca a las

muchedumbres. Las muchedumbres se emocionan y se apasionan ante

aquella teora que constituye una meta probable; ante aquella doctrina que

se basa en la posibilidad; ante aquella doctrina que no es sino la

revelacin de una nueva realidad en marcha, de una nueva realidad en

camino.12Bello texto de Maritegui.

Los revolucionarios debemos apasionar, conmover, hacer partcipes a

todos, revelar esa nueva realidad en marcha, ensear nuestra doctrina,basada en la posibilidad, en la ciencia y en el amor a la vida, a los seres

humanos, a la naturaleza. Esa doctrina de fe en el hombre, de amor

profundo, de entrega y solidaridad es el comunismo.

Solo hombres y mujeres armados de grandes dosis de amor y de

confianza en los seres humanos podrn construir ese mundo.

Hay quienes dicen: "Bueno, soy revolucionario, pero..." Se es o no se es,no hay peros, quien comulga con el capitalismo, quien alaba y celebra

ciegamente sus xitos, quien lo propone como solucin a los problemas

de la Humanidad problemas que son, la mayor parte, producto de su

existencia misma, no es revolucionario. Y no es negar las leyes de la

dialctica, porque si objetara el desarrollo estara negando lo que soy y lo

que creo.

12 http://www.marxists.org/espanol/mariateg/oc/index.htmArchivo Jos Carlos Maritegui.Coleccin Obras Completas. Patria Roja, Per.
http://www.marxists.org/espanol/mariateg/oc/index.htmhttp://www.marxists.org/espanol/mariateg/oc/index.htmhttp://www.marxists.org/espanol/mariateg/oc/index.htm


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20

Nadie dijo que se trataba de borrn y cuenta nueva. Estamos en el camino

que escogimos y defendemos, el socialismo con su carga de pasado y su

gnesis de futuro. El socialismo como camino al reino de plena realizacinhumana, la sociedad comunista.

Creo que sera oportuno y ms que oportuno necesario, regresar a los

clsicos, a los textos originales de Marx y de Engels, no a los manuales

retricos y dogmticos del estalinismo, no a los textos tergiversados o

manipulados con fines oscuros, que nada tienen que ver con el sueo de

construir un mundo mejor. Se hace necesario estudiar el pensamiento

marxista latinoamericano, el pensamiento poltico de los grandes

humanistas y revolucionarios de nuestra Patria Grande y del mundo,

nutrirnos de las ideas ms avanzadas de hoy, de la ciencia, de la

economa, de la poltica, de la sociedad.

Para los cubanos de hoy no se puede ser revolucionario y no ser

comunista. Ese es el credo que defiendo. Si alguien me llama estalinista

se equivoca, porque nada tiene que ver con mis ideas: soy leninista,

marxista, martiano y fidelista; en fin, un revolucionario cubano, pero si me

piden que no sea necio y que acepte los aires nuevos, les advierto que

tengo un buen olfato para identificar los viejos malos olores del sistema

que haremos caer por fuerza de ley del desarrollo y por el combate

revolucionario.

Esos son los temas que generalmente tratamos en los encuentros: Cuba,

su futuro, el socialismo, las ideas, la gran batalla que se desarrolla hoy conms fuerza que nunca en la mente de los hombres. La gran pregunta,

despus de hablar tanto sobre ella, siempre es:

Profe, y qu cosa es la Guerra Cultural?


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21

DE QU HABLAMOS?

Se est gestando una revolucin. No ser como las revoluciones del pasado.

Tendr su origen en el individuo y en la cultura.

Charles Reich. (The Greening of America.)

La expresin guerra culturales con frecuencia usada en los EE.UU, sobre

todo por los servicios especiales, para definir el enfrentamiento entre la

cultura norteamericana y la del resto del mundo. Dentro del territorio

estadounidense se refiere principalmente a las diversas posiciones ticas,

morales y polticas que sostienen los conservadores y los progresistas en

temas de contenido diverso.

El frente ideolgico creado por la CIA en la Europa posterior a 1947,

defini la guerra cultural como Batalla por la conquista de las mentes

humanas.13

Segn Luis Brito Garca, mediante la cultura se impone la voluntad alenemigo y se inculcan concepciones del mundo, valores y actitudes. A la

larga el aparato poltico no puede defender victoriosamente en la guerra, o

imponer en la paz, lo que la cultura niega.14

Los enormes y bien provistos ejrcitos imperiales, cuentan hoy con

poderosas armas culturales. Con operaciones de penetracin, de

investigacin motivacional, de propaganda y de educacin, los aparatos

polticos y econmicos han asumido la tarea de operar en el cuerpo

viviente de la cultura. La operacin tiene como instrumental quirrgico un

arsenal de smbolos; como campo el planeta, como presa la conciencia

humana. Sus caones son los medios de comunicacin de masas, sus

proyectiles las ideologas.15

13 Frances Stonor Saunders, La CIA y la guerra fra cultural. Editorial Ciencias Sociales, La

Habana, 2003, p.14.14Luis Brito Garca. El imperio contracultural: del rock a la postmodernidad,p. 13.15Luis Brito Garca. El imperio contracultural: del rock a la postmodernidad,p. 14.


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22

Los grandes capitalistas saben que el control ideolgico es fundamental

para que los pueblos no se rebelen contra la explotacin de las

transnacionales, e invierten con todo en los llamados medios masivos decomunicacin e informacin, todo un tejido multifactorial que acta para

influir y manipular la opinin pblica.

En el documento de Santa Fe I, en 1982 los asesores del Imperio

reconocieron que la guerra se libra en la mente de la Humanidad16

mientras que el Documento de Santa Fe II establece claramente que la

USIA (United States Information Agency) es nuestra agencia para la

guerra cultural.17

La guerra en el terreno cultural tiene como objetivo bsico destruir los

valores y tradiciones ancestrales de los pueblos a los que el Imperialismo

quiere dominar, imponiendo los valores del libre mercado, el consumismo,

el individualismo, el egosmo, en fin, el capitalismo.

Cuando los ejrcitos imperiales desatan sus invasiones, destruyen y roban

el patrimonio histrico para borrar la memoria colectiva. Un pueblo sinhistoria es fcilmente explotado y dominado. Luego, depurado de su

cultura, impuesto el modelo de dominacin, se perpeta el saqueo.

Ejemplos sobran: Espaa contra los Incas, Aztecas y Mayas y

recientemente Iraq, donde fue saqueado y destruido el museo de Bagdad

y cientos de monumentos histricos irremplazables.

El concepto de guerra cultural tuvo su origen en Antonio Gramsci, uno de

los fundadores del Partido Comunista Italiano. Gramsci planteaba que la

burguesa ha conseguido lo que l llamaba "la hegemona ideolgica" al

controlar las instituciones culturales de la sociedad: los centros de estudio,

los medios de comunicacin de masas, los ncleos de produccin

16Comit de Santa Fe. La Nueva Poltica Norteamericana para los aos 80, en DocumentoSecreto de la Poltica de Reagan para Amrica Latina, Editorial Hucitec, Sao Pablo, 1981.17

Comit de Santa Fe. Una Estrategia para Amrica Latina en la dcada de los noventa.Tomado del ya citado Luis Britto Garca: El imperio contracultural: del rock a lapostmodernidad, p.14.


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23

artstica, es decir, los centros orientadores del pensamiento, el gusto y la

sensibilidad.

El verdadero poder de una clase dominante, deca Gramsci, se apoya en

su hegemona cultural, y si la revolucin ha de triunfar es imprescindible

primero conquistar ese liderazgo.

Hay una concepcin de vida creada por los grandes intelectuales de la

burguesa a la que hay que oponer una nueva concepcin de vida y

enraizarla en la conciencia de las clases explotadas. Se hace necesario,

plantea Gramsci, la crtica de las filosofas que dan una fundamentacin

terica al dominio burgus. El Gramsci de Los cuadernos de la crcelse

mueve especialmente en tres direcciones, la historia de los movimientos

culturales del pasado, la crtica de la filosofa de Benedetto Croce, y el

combate de las degeneraciones economicistas, mecanicistas y fatalistas

del marxismo. Direcciones, todas, que sera necesario retomar hoy,

sometiendo a crtica la filosofa burguesa actual, como hicieron en su

tiempo Marx, Lenin y Gramsci.

Todo orden constituido, piensa Gramsci, tiene sus puntos de fuerza no

solo en la violencia de la clase dominante, en la capacidad coercitiva del

aparato estatal, sino tambin en la adhesin de los gobernados a la

concepcin del mundo propia de la clase dominante. La filosofa de la

clase dominante, a travs de una serie de vulgarizaciones sucesivas, se

ha convertido en sentido comn, es decir se ha convertido en la filosofa

de las masas, las cuales aceptan la moral, las costumbres, las reglas deconducta institucionalizadas en la sociedad en que viven.18.

Gramsci se preguntaba a principios del siglo XX y nos preguntamos hoy

nosotros, un siglo despus: Cmo obtener el consenso de todas las

clases? Cmo la burguesa logr construir ese consenso entre las

clases subalternas? Cmo obtener el necesario consenso en el pueblo

para derrocar el viejo orden y construir una sociedad nueva? La respuesta

18 Todo sobre Gramsci. Cuadernos de la crcel. \www.gramsci.org.ar


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24

a estas preguntas las consideraba la clave no solo para cambiar el viejo

orden, sino para que el nuevo se lograra sostener.

Es esencial la creacin de una nueva concepcin de la vida, que sume a la

causa del socialismo a todos los grupos antagonistas del capitalismo, que

sea el socialismo el poder dirigente por su control estatal y por la direccin

moral y espiritual de la sociedad.

La nueva sociedad en formacin tiene que competir muy duramente con

el pasado. Esto se hace sentir no solo en la conciencia individual en la que

pesan los residuos de una educacin sistemticamente orientada al

aislamiento del individuo, sino tambin por el carcter mismo de este

perodo de transicin con persistencia de las relaciones mercantiles. La

mercanca es la clula econmica de la sociedad capitalista; mientras

exista, sus efectos se harn sentir en la organizacin de la produccin y,

por ende, en la conciencia.19

Para Gramsci el problema de fondo consista en la creacin de una nueva

concepcin del mundo, de la vida, de la moral, que penetre en laconciencia de los ciudadanos y limite el consenso a la forma liberal de

Estado, construyendo un nuevo consenso. Convertir la nueva concepcin

del mundo en sentido comn.

Hay que recordar que fue Vladimir Ilich Lenin quien revaloriz el frente de

la guerra cultural y quien elabor la doctrina de la hegemona: Dominio +

direccin intelectual y moral, como complemento de la dictadura del

proletariado. Que no puede ser una direccin que se impone por la fuerza,

sino que se logra por la conquista del alma de los hombres.

En el momento en que un grupo subalterno llega a ser completamente

autnomo y hegemnico suscitando un nuevo tipo de Estado, nace

concretamente la exigencia de construir un nuevo orden intelectual y

moral, es decir un nuevo tipo de sociedad y por consiguiente, la exigencia

19 Ernesto Guevara, El socialismo y el hombre en Cuba, La Habana, 1965.


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de elaborar los conceptos ms universales, las armas ideolgicas ms

refinadas y decisivas.20

El papel de los intelectuales, de los artistas en este proceso, lo

consideraban tanto Lenin como Gramsci y el Che, fundamental: el

surgimiento de una intelectualidad nueva, revolucionaria, crtica del

capitalismo, aportadora de ideas novedosas, formadora de consenso a

favor de la construccin de la nueva sociedad.

En este perodo de construccin del socialismo podemos ver el hombre

nuevo que va naciendo. Su imagen no est todava acabada; no podra

estarlo nunca, ya que el proceso marcha paralelo al desarrollo de formas

econmicas nuevas. Descontando aquellos cuya falta de educacin los

hace tender al camino solitario, a la autosatisfaccin de sus ambiciones,

los hay que aun dentro de este nuevo panorama de marcha conjunta,

tienen tendencia a caminar aislados de la masa que acompaan. Lo

importante es que los hombres van adquiriendo cada da ms conciencia

de la necesidad de su incorporacin a la sociedad y, al mismo tiempo, de

su importancia como motores de la misma.21

Lenin dio gran importancia a la propaganda, fue uno de los primeros en

utilizar el cine con ese fin. Lleg a afirmar que de todas las artes, el cine

era el ms importante como medio de propaganda. El cine sovitico fue

privilegiado por su importancia en la guerra cultural, lo mismo que la

prensa plana y la radio.

Las pelculas de la Unin Sovitica se convirtieron desde el principio en

importantes armas ideolgicas. El cine devino en un medio de

comunicacin eficaz para las nuevas ideas revolucionarias.

Despus de la Revolucin de Octubre, el nuevo poder se interes por el

Sptimo Arte enseguida, ante todo como medio de agitacin y

propaganda. Segn la investigadora cubano-sovitica Zoia Barash,

20 Todo sobre Gramsci. Cuadernos de la crcel. \www.gramsci.org.ar21Ernesto Guevara, El socialismo y el hombre en Cuba. La Habana, 1965.


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Nadezhda Krupskaia, esposa de Lenin y jefa de uno de los departamentos

del Comisariado de Educacin, afirm en noviembre de 1917: El cine

debe ser importante. Es necesario irrumpir con la cmara en las masasobreras.22Y as se cumpli: agitadores y conferencistas se dirigieron a los

barrios obreros de Petrogrado e impartieron charlas sobre distintos temas

de la vida dentro y fuera del pas, sobre los escritores rusos clsicos y las

ciencias naturales. Despus de cada conferencia en la minscula pantalla

se exhiba, por ejemplo, La ondinade Pushkin, o Nido de hidalgosde Ivn

Turguenev.

Si la propaganda es la unin de una obra con las realidades sociales y

polticas, fue realmente esa la caracterstica esencial de la escuela

sovitica. Pero este vnculo no es incompatible con el gran arte... No

obstante, an los enemigos del rgimen que permiti el nacimiento de esta

escuela, tuvieron que reconocer que no haba impedido a los talentos

desarrollarse plenamente y alcanzar el arte ms completo y ms puro, sino

muy por el contrario.23

La segunda revolucin industrial, el mundo que emergi de la Primera

Guerra Mundial, el desarrollo del capitalismo estadounidense y su

lanzamiento como paradigma del xito y el bienestar, el desarrollo de las

artes, del cine, de la radio, obligaron a los revolucionarios a cambiar las

estrategias de lucha y de enfrentamiento al capitalismo.

La Segunda Guerra Mundial y el surgimiento del campo socialista,

obligaron a cambiar las estrategias del capitalismo para prevalecer. ElEstado liberal burgus construy casamatas defensivas, trincheras

ideolgicas nuevas; no bastaba con tomar el poder, este no durara un

segundo si no se conquistaban esas casamatas que previ Antonio

Gramcsi en la dcada de 1920.

22http://grandesmujeresenlahistoria.blogspot.com/2013/07/la-educacion-bolchevique-

nadezhda.html23 George Sadoul, Historia del cine mundial, p. 217, Ediciones Nueva Visin, Argentina,1972.
http://grandesmujeresenlahistoria.blogspot.com/2013/07/la-educacion-bolchevique-nadezhda.htmlhttp://grandesmujeresenlahistoria.blogspot.com/2013/07/la-educacion-bolchevique-nadezhda.htmlhttp://grandesmujeresenlahistoria.blogspot.com/2013/07/la-educacion-bolchevique-nadezhda.htmlhttp://grandesmujeresenlahistoria.blogspot.com/2013/07/la-educacion-bolchevique-nadezhda.htmlhttp://grandesmujeresenlahistoria.blogspot.com/2013/07/la-educacion-bolchevique-nadezhda.htmlhttp://grandesmujeresenlahistoria.blogspot.com/2013/07/la-educacion-bolchevique-nadezhda.html


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La profunda revolucin tecnolgica de finales del siglo XX profundiz y

complejiz el desafo en un mundo que encara, ya no solo la lucha entre

dos concepciones de la existencia, sino su propia desaparicin: laextincin del ser humano. Por lo tanto a la hora de elaborar una

concepcin del mundo nuevo, tiene que tenerse en cuenta esta vital

perspectiva. El mundo mejor del comunismo debe pasar por la

supervivencia del hombre, la barca comn comenz a hacer aguas, el

socialismo capaz de satisfacer las necesidades cada vez ms crecientes

de la poblacin, tiene que ser sustentable ahora ms que nunca. El mundo

mejor no significa tener ms sino serms.

Prosperidad y sustentabilidad, son un binomio inseparable que no significa

(nunca lo fue, aunque en los paradigmas del hombre comn la visin de

prosperidad tiene mucho que ver con el American Way of Life) que todos

los habitantes del planeta vivan como los millonarios de Manhattan. No se

trata de la promesa de aquel slogan Todos podemos tener un Buick, sino

de que todos podemos vivir dignamente, en justicia, solidaridad y amor,

cuando la realizacin personal pase por el supremo placer del servicio alos dems, cuando cada cual aporte segn su capacidad y reciba segn

su necesidad: solidarios y sanos en cuerpo y alma.

En el mundo de hoy segn James Davidson Hunter: Los grupos

enfrentados, no lo hacen por su pertenencia especfica a un tipo de

religin, etnia o agrupacin poltica, ni siquiera por ser representantes de

una misma clase social; se trata ms bien de una refinada adscripcin a

posiciones ideolgicas que no reflejan ya de manera mecnica los

orgenes clasistas de quienes las profesan.24

La praxis ha demostrado fehacientemente que la pobreza, la explotacin,

la miseria del pueblo, la represin del orden capitalista, no conducen

automticamente a crear una situacin revolucionaria.

24James Davidson Hunter, Culture Wars: The Struggle to Define America, 1991, p. 37.


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Este es un mundo complejo y sera maniqueo y muy poco serio creer que

todos los proletarios del mundo, aunque tuvieran que perder solo sus

cadenas, se levantaran como una fuerza unida, espoleados por el hambrey la necesidad. Se necesita mucho ms, en primer lugar la conciencia de

la propia existencia y del papel histrico como fuerza transformadora y

lder de todos los desposedos y aliados antagnicos del capitalismo. Es

esta la realidad del siglo XXI, mucho ms complejo por las mltiples

influencias que el individuo recibe y por su lugar dentro de esas casamatas

ideolgicas que el capitalismo supo construir despus del triunfo de la

Gran Revolucin Socialista de Octubre y que fue extendiendo y

fortaleciendo. No basta con conquistar la fortaleza llamada Estado; hay

que tomar, conquistar una a una esas casamatas.

No sera osado afirmar que, en ltima instancia, es en la observacin de

los valores que profesan los individuos, las clases sociales y los pueblos

donde se puede medir la eficacia de la propaganda poltica, de la

publicidad comercial, de la educacin, de las campaas mediticas, de la

promocin del arte y la literatura. Los valores se adquieren y se pierden endependencia no solo de las condiciones materiales reinantes, sino tambin

del esfuerzo organizado que se haga por crearlos, reforzarlos o

anularlos por eso las guerras culturales contemporneas giran a su

alrededor.25

Hoy los continuos avances de las tecnologas de la informacin y las

telecomunicaciones hacen de la mente de los hombres el campo de

batalla definitivo, la ltima posicin a conquistar.

El poder del capital tiene hoy una enorme experiencia, su dominio de la

industria cultural, de los medios de comunicacin e informacin, la derrota

fsica y simblica del socialismo del este europeo, mal llamado Socialismo

Real, les da una gran ventaja, pero ese poder tiene un enemigo temible: el

proyecto socialista cubano, un proyecto cultural validado por sus ms de

25Eliades Acosta Matos, Imperialismo del siglo XXI: Las guerras culturales, Casa EditoraAbril, 2009, p. 12.


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50 aos de existencia, y que tiene adems, por su propia autenticidad, la

virtud de alimentarse de las contraculturas que genera. Su ejemplaridad

fomenta el surgimiento de proyectos similares, autnomos, en otroslugares del mundo.

El poder de una cultura, deca Antonio Gramsci, se mide por su nivel de

asimilacin crtica y de superarse ante las nuevas realidades.

Cuba es el enemigo, Cuba libre de todo determinismo histrico, de toda

concepcin finalista de la historia, que acta con voluntad autnoma de

cambio, es una anomala que no puede ser aceptada por el orden

capitalista mundial.

Cuba antagonista del capital financiero y meditico, de la religin del

mercado impuesta al mundo como la ltima estacin de su camino, en un

mundo que pretende negar la historia, cuenta con su cultura como

primera, segunda y ltima lneas de defensa.

Cmo enfrentarnos a esa verdadera avalancha de smbolos glamorosos,

con swing,que nos llegan por todas partes, cada da, cada segundo de

nuestra existencia, sutiles, hermosos, al parecer indetenibles?

Deca el Che: El hombre del siglo XXI es el que debemos crear, aunque

todava es una aspiracin subjetiva y no sistematizada. Precisamente este

es uno de los puntos fundamentales de nuestro estudio y de nuestro

trabajo y en la medida en que logremos xitos concretos sobre una base

terica o, viceversa, extraigamos conclusiones tericas de carcter ampliosobre la base de nuestra investigacin concreta, habremos hecho un

aporte valioso al marxismo-leninismo, a la causa de la humanidad. 26

Ese hombre del siglo XXI culto, dueo absoluto de su albedro, solidario;

en una palabra, revolucionario, constructor y parte de la nueva cultura, del

nuevo modo de ver el mundo, puede enfrentar esa avalancha.

26Ernesto Guevara, El socialismo y el hombre en Cuba. La Habana, 1965.


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Solo desarrollando la cultura revolucionaria y le doy al trmino todo su

sentido podemos vencer el bombardeo simblico del capitalismo, sus

eficaces armas culturales. La incapacidad del llamado Socialismo Realpara desarrollar una cultura revolucionaria lo llev a la derrota. Desde el

momento en que dejaron de ser revolucionarios comenzaron a caer, solo

bastaba un pequeo empujn, y se los dieron.

LA AGENCIA CENTRAL DE INTELIGENCIA Y LA GUERRA CULTURAL

Ustedes deben tener confianza en nosotros,

somos personas honorables.

Richard Helms

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, las lites dominantes de los EE.UU

estimaban que "la potencia ms grande del mundo" requera unos

servicios secretos en consonancia con su futura influencia internacional.

Los Estados Unidos, se auguraba con acierto en los crculos del poder,

saldran de su intervencin en la guerra como la gran potencia

hegemnica del planeta.

Los Estados Unidos poseen el 50 % de la riqueza del mundo, pero solo el

6 % de su poblacin... En tales condiciones, es imposible evitar que la

gente nos envidie. Nuestra autntica tarea consiste en mantener esta

posicin de disparidad sin detrimento de nuestra seguridad nacional. Para

lograrlo, tendremos que desprendernos de sentimentalismos y tonteras.Hemos de dejarnos de objetivos vagos y poco realistas como los derechos

humanos, la mejora de los niveles de vida y la democratizacin . Pronto

llegar el da en que tendremos que funcionar con conceptos directos de

poder. Cuantas menos bobadas idealistas dificulten nuestra tarea, mejor

nos ir..."27

27 George Kennan, El ms influyente asesor del Presidente Truman. Tomado dehttp://historiadelacia.blogspot.com/
http://historiadelacia.blogspot.com/http://historiadelacia.blogspot.com/http://historiadelacia.blogspot.com/


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Con el Plan Marshall se poda extorsionar a aquellos pases que no se

sometieran al dictado de los intereses norteamericanos. Pero con un

servicio de inteligencia adecuado se podan comprar conciencias, eliminardisidentes y, en el ltimo extremo, con un ejrcito apropiado a los nuevos

tiempos, si el "enemigo " resista, utilizar la fuerza bruta.

Para lograrlo era preciso crear un sistema de inteligencia que no fuera tan

solo una mera base informativa para la toma de decisiones sobre poltica

exterior. Haba que ir ms lejos. Se requera un instrumento para "hacer "

poltica exterior.

G. Petty, un idelogo estadounidense del expansionismo, deca que su

pas requera de un servicio de inteligencia excepcionalmente extenso

"para asumir el liderazgo mundial en todos los continentes y en todos los

sistemas sociales, en todas las razas, religiones, en cualesquiera

condiciones sociales, econmicas y polticas."28 La CIA se convirti, en

1947, en ese instrumento.

En el periodo final de la Segunda Guerra Mundial, altos funcionarios de laAdministracin estadounidense le encargaron a la Office of Strategic

Services (OSS) la misin de localizar a los agentes nazis que quedaban

dispersos tras las lneas enemigas despus de la retirada del ejrcito

alemn. La directriz de la misin consisti en enrolar a los antiguos

miembros de la GESTAPO29 y las SS30 en sus servicios de inteligencia

para su utilizacin futura.

28G. Petty. Tomado dehttp://historiadelacia.blogspot.com/ 29Contraccin de Geheime Staatspolizei: Polica Secreta del Estado. Fue la polica secretaoficial de laAlemania nazi,dirigida desde 1936 porReinhard Heydrich hasta su muerte enel atentado dePraga en 1942. Totalmente subordinada a lasSS, fue administrada por laReichssicherheitshauptamt (RSHA) (Oficina Central de Seguridad del Reich) y consideradacomo una organizacin dual delSicherheitsdienst (SD) (Servicio de seguridad) y tambinuna Suboficina de laSicherheitspolizei (SIPO) (Polica de seguridad). Establecida pordecreto el26 de abril de1933 y disuelta el7 de mayo de1945.30Comenzaron como unidad de proteccin y choque de la direccin delPartido Nazi,hasta

convertirse en una fuerza de combate de 950.000 soldados aproximadamente. EnlosJuicios de Nuremberg las SS fueron condenadas debido a su participacin enatrocidades y crmenes de guerra.
http://historiadelacia.blogspot.com/http://historiadelacia.blogspot.com/http://historiadelacia.blogspot.com/http://es.wikipedia.org/wiki/Alemania_nazihttp://es.wikipedia.org/wiki/Reinhard_Heydrichhttp://es.wikipedia.org/wiki/Pragahttp://es.wikipedia.org/wiki/Schutzstaffelhttp://es.wikipedia.org/wiki/Reichssicherheitshauptamthttp://es.wikipedia.org/wiki/Sicherheitsdiensthttp://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Sicherheitspolizei&action=edit&redlink=1http://es.wikipedia.org/wiki/26_de_abrilhttp://es.wikipedia.org/wiki/1933http://es.wikipedia.org/wiki/7_de_mayohttp://es.wikipedia.org/wiki/1945http://es.wikipedia.org/wiki/NSDAPhttp://es.wikipedia.org/wiki/Juicios_de_N%C3%BAremberghttp://es.wikipedia.org/wiki/Juicios_de_N%C3%BAremberghttp://es.wikipedia.org/wiki/NSDAPhttp://es.wikipedia.org/wiki/1945http://es.wikipedia.org/wiki/7_de_mayohttp://es.wikipedia.org/wiki/1933http://es.wikipedia.org/wiki/26_de_abrilhttp://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Sicherheitspolizei&action=edit&redlink=1http://es.wikipedia.org/wiki/Sicherheitsdiensthttp://es.wikipedia.org/wiki/Reichssicherheitshauptamthttp://es.wikipedia.org/wiki/Schutzstaffelhttp://es.wikipedia.org/wiki/Pragahttp://es.wikipedia.org/wiki/Reinhard_Heydrichhttp://es.wikipedia.org/wiki/Alemania_nazihttp://historiadelacia.blogspot.com/


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Miembros de los grupos fascistas que colaboraron con los alemanes en

Hungra, Bulgaria, Ucrania, Lituania y Rusia, responsables de la represin

de los grupos de resistencia al invasor germano, culpables de asesinatos,torturas, persecucin, arribaron igualmente a las costas norteamericanas

con la proteccin oficial del gobierno de los EE.UU.

Los jefes de la OSS William Donovan, James Angleton y Allan W. Dulles,

con la colaboracin de la Santa Sede, organizaron la evacuacin de cerca

de 10.000 nazis con destino a Amrica Latina y los Estados Unidos.31

El 22 de mayo de 1945, el ex general nazi Reinhard Gehlen jefe de la red

de espionaje alemn en la Unin Sovitica (Fremde Heere Ost), o sea el

ms alto oficial del espionaje nazi de Hitler y sus principales ayudantes se

rindieron al Cuerpo de Contrainteligencia estadounidense (CIC).

A principios de marzo de 1945, el general Gehlen haba registrado en

microfilms la informacin existente en la seccin de inteligencia militar del

Estado Mayor General del ejrcito alemn. Guard las pelculas en

recipientes impermeables que enterr en los Alpes austriacos. Una vezrendido a los estadounidenses, ofreci a estos su equipo de inteligencia,

su dispositivo de espionaje, y sus valiossimas pelculas.

En 1945, cuando se produce la rendicin incondicional de Alemania,

derrotada fundamentalmente por el Ejrcito Sovitico, se encarg al ex

general nazi la organizacin de la operacin denominada "Stay-Behind"

("Permanecer detrs") con agentes que haban pertenecido o colaborado

con los servicios de inteligencia de los pases del Eje.

El general Reinhard Gehler, "reclutado" por los americanos es trasladado

luego a Fort Bragg en los Estados Unidos y se le encomendaron tareas

de organizacin, la ms importante de las cuales fue su colaboracin en la

creacin de un nuevo servicio secreto que estuviera a la altura de los

nuevos tiempos y de las ambiciones norteamericanas.

31Proyecto "Paperclip.


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Con esta experimentada fuerza, a la que se sumaron colaboradores nazis

llegados de los territorios ocupados durante la guerra por Alemania en

Europa del Este, el gobierno norteamericano intent cimentar losrequerimientos "tcnicos" vitales para impedir cualquier desvaro

izquierdista en la Europa de la posguerra. Pero faltaba an lo ms

importante: la articulacin de un frente ideolgico que les permitiera el

control de las mentes y las voluntades.

Para la creacin del necesario frente ideolgico para dominar el mundo,

Allen W. Dulles, director de la CIA desde 1953 y hasta 1961, concibi la

cultura como escenario de guerra psicolgica a largo plazo en el destruidoViejo Continente de post guerra y dirigi la operacin Okopera.32

Estandarizar y divulgar en toda Europa la cultura y el modo de vida

norteamericanos y demoler la simpata por el ideal socialista fueron las

primeras tareas de la CIA. Construir consenso sobre las ventajas del

sueo americano en Europa y derrotar en el terreno de las ideas al

socialismo iba a ser la prioridad de los servicios especiales

estadounidenses.

Tenemos que lograr, deca Angleton, que la mayora de los jvenes de

Europa del Este sueen con las cocinas americanas, los carros, los

rascacielos, los enlatados, la msica pop, Mickey Mouse, las medias de

nylon, los cigarrillos, las lavadoras, los supermarkets, la cocacola, el

whisky, las chaquetas de cuero y los cosmticos.

El Congreso por la Libertad de la Cultura (CLC)33 fue el instrumento

central de la operacin ideolgica de la Agencia Central de Inteligencia.

Fue constituido como una organizacin asentada en Pars con apoyo de

los servicios de inteligencia francs y britnico.

32Operacin secreta de guerra cultural creada y ejecutada por la CIA a partir de 1953 enEuropa, cuyo objetivo era consolidar un frente ideolgico favorable a los intereses

norteamericanos.33Se recomienda la lectura del libro de Frances Stonor Saunders, La CIA y la guerra fracultural. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2003.


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Durante los momento culminantes de la Guerra Fra, el Gobierno de los

Estados Unidos invirti enormes recursos en un programa secreto de

propaganda cultural en Europa occidental. Un rasgo fundamental de eseprograma era que no se supiese de su existencia. Fue llevado a cabo con

gran secreto por la organizacin de espionaje de los Estados Unidos, la

Agencia Central de Inteligencia. El acto central de esta campaa

encubierta fue el Congreso por la Libertad Cultural, organizado por el

agente de la CIA Michael Josselson, entre 1950 y 1967. Sus logros fueron

considerables. 34

El CLC tuvo oficinas en 35 pases, cont con personal contratado de forma

permanente, dirigi su propio servicio de noticias, organiz eventos

internacionales y conferencias de alto nivel donde participaron

intelectuales de gran prestigio.

La posibilidad del xito opac cualquier otra consideracin. La vanidad que

todo creador lleva en s fue sabiamente explotada por los expertos de la

CIA. Las mentes ms brillantes del Viejo Mundo se pusieron al servicio de

Estados Unidos. La cruzada cultural fue financiada principalmente con

partidas secretas del Plan Marshall; el dinero corri a raudales.

Los mejores museos de los Estados Unidos y Europa, las grandes

editoriales, las orquestas sinfnicas de occidente, revistas, estudios de

cine y televisin, emisoras de radio se pusieron en funcin de la cruzada.

La CIA funcionaba como un gran ministerio de cultura, con toda la

industria cultural de occidente a su servicio.

La CIA embauc y utiliz a la intelectualidad europea y latinoamericana

durante ms de dos dcadas. Algunos con total conocimiento de causa,

otros atrados por las enormes posibilidades que proporcionaba el CLC;

unos por alineacin ideolgica y muchos confundidos por la retrica

libertaria de sus patrocinadores y voceros.

34

Frances Stonor Saunders, La CIA y la guerra fra cultural. editorial Ciencias Sociales, LaHabana, 2003, p.13.


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35

En el festival Berliner Festwochen, convocado en 1964 por el alcalde de

Berln, Willy Brand, el CLC financi la participacin de Gnther Grass,

Jorge Luis Borges, Langston Hughes, Roger Caillois, Wole Soyinka,Cleant Brooks, Robie Macauley, Robert Penn, Warren James Merrill, John

Thompson, Ted Hughes, Herbert Read, Peter Russel, Stephen Spender,

Pierre Emmanuel, Derek Walcott y muchos ms, entre ellos Keith Botsford,

encargado de la CIA-CLC para Amrica Latina.

Se hicieron versiones cinematogrficas de los libros de George Orwell y se

reprodujeron Regreso de la URSS: el cero y el infinito , de Andr Gide y El

libro blanco de la revolucin hngara, de Melvin Lasky, entre muchosotros.

La CIA aplic el principio de influir de forma directa, principalmente en los

sectores de la cultura norteamericana para implicarlos en sus proyectos y

eventos de propaganda anti-comunista, estimulando la desilusin por la

poltica cultural en el campo socialista, explotando al mximo sus errores y

desviaciones. Con ese fin fundaron o promovieron redes de instituciones

pantallas para sus operaciones, apoyaron congresos internacionales,

crearon premios y concursos literarios y sufragaron la carrera o compraron

a periodistas, medios e intelectuales, aunque algunos de ellos no eran

conscientes de que estaban siendo utilizados.

A diferencia del espionaje en que el actor es consciente de para quin

trabaja, en la guerra cultural un intelectual, un artista, puede llegar a

reflejar en sus obras opiniones de impacto social favorables a interesespolticos, sin saber que es objetivo de formas de influencias diferentes.

Sobre el artista se trabaja en sus valores y debilidades; se estudian sus

caractersticas psicolgicas para poder manipularlo adecuadamente con

determinado fin.

Tal estrategia fue perfeccionndose con el tiempo a travs de equipos

multidisciplinarios que abarcan todas las manifestaciones artsticas: el


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cine, la msica, las artes plsticas, la danza, la literatura, el teatro, etc. Ello

se extiende en el tiempo ms all de la existencia del CLC.

Cuando a la CIA le convena para su trabajo la obra de determinado autor

o artista consciente o inconscientemente a su servicio, todo el gran

aparato creado por ellos para la cruzada cultural se pona en accin. Si se

trataba de un libro, este era publicado en una gran editorial y

promocionado inmediatamente a gran escala. Para otros artistas, o para

gente que anduviera detrs del xito la seal estaba clara: imitar al

triunfador era la clave del xito, y la estrategia, en efecto, se dirigi con

fuerza hacia dentro de la URSS y el Campo Socialista en general. Un

ejemplo evidente fue el Premio Nobel de Literatura concedido a Aleksandr

Isayevich Solzhenitsyn, pues ms all del mrito literario, fue la crtica al

sistema y otros factores extraliterarios lo que llam la atencin de

Occidente y de la CIA y motiv la intencionada promocin del autor.

Escribir como Solzhenitsyn se convirti en una va segura para el xito. El

mecanismo funcionaba tambin en sentido contrario: a los no correctos a

los crticos intransigentes del capitalismo, les esperaba el silencio.

Se crearon organizaciones y proyectos como Atom for Peace, People to

People y el Good Neighbours Project,creado en 1960.

Una de las primeras series de televisin creadas con un objetivo directo de

guerra cultural en Europa fue Music in the Twenties, la que, segn la CIA,

deba ser eptome del sueo americano para disminuir los sentimientos

anti norteamericanos en las dcadas de 1960 y 1970 en el ViejoContinente.

La serie Dallas, en la dcada de 1980, es otro buen ejemplo. En el artculo

How Dallaswon de Cold War publicado por Nick Gillespie y Matt Welch

de Razn Magazine, los autores afirman: Esta caricatura de la libre

empresa y del estilo de vida de los ejecutivos norteamericanos demostr

ser irresistible no fue una serie televisiva ms, sino una fuerza cultural

que cambiaba una atmsfera, que ayudaba a definir la dcada de 1980, de


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ambiciones, en la que el capitalismo, a pesar de sus fallas morales,

pareca ser un sistema con swing.35

El programa tuvo su premier el 2 de abril de 1978 como una miniserie en

la cadena CBS. Los productores inicialmente no tenan planes de

expansin, sin embargo, debido a su popularidad, el show se convirti

posteriormente en una serie regular que dur 14 temporadas, del 23 de

septiembre de 1978 al 3 de mayo de 1991. En realidad los cinco primeros

episodios (originalmente vistos como una miniserie) se consideran ahora

como la primera temporada, por lo que toda la serie ha llegado al nmero

de catorce.

La popularidad de la miniserie inicial en pases como Polonia, la RDA y

Checoslovaquia, tuvo mucho que ver con el aumento del presupuesto a

los realizadores. La CIA canaliz millones de dlares para financiar

Dallas. Cuantiosos recursos se emplearon para garantizar la visibilidad de

la serie en los pases socialistas de Europa del Este.

La guerra cultural no deja espacios sin cubrir: durante la inauguracin enMosc de laAmerican National Exhibitionel 24 de julio de 1959, presidida

por Nikita Jruchov y Richard Nixon, se produjo un debate sobre las

supuestas bondades del capitalismo y su alegada superioridad. El llamado

Kitchen-debate tuvo lugar en medio de una cocina de una casa

prefabricada construida expresamente para la ocasin por All State

Properties, para mostrar a los soviticos la casa que todo norteamericano

puede tener. El diseo correspondi a los famosos arquitectosdiseadores de las House of Future,Alison y Peter Smithson,los muebles

y dems objetos fueron aportados por Macys y los electrodomsticos por

General Electric. Dentro de la cocina ideal una modelo rubia, esbelta,

sonriente, trajinaba diligente ante la vista de los observadores,

manipulando con destreza todo el equipamiento electrnico de ltima

generacin. El efecto de esta puesta en escena fue devastador.

35Nick Gillespie y Matt Welch. How Dallaswon de Cold War. Razn Magazine,No 12, 2006.


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La Radio jug un importante papel en la contienda cultural contra el

socialismo este-europeo. Radio Libertad trasmita desde la playa de Pals,

en Girona, Catalua, hacia la Unin Sovitica y dems pases del camposocialista, gracias a ondas radiofnicas de una gran potencia y con un

alcance inmenso, gracias a 6 transmisores de onda corta de 250KW cada

uno. Utilizaban la amplitud modulada, concretamente la onda corta. La

primera emisin tuvo lugar el 23 de marzo de 1959, con el nombre

deRadio Liberation del American Committee for the Liberation of the

Peoples of Russia (Comit Norteamericano para la Liberacin de los

Pueblos de Rusia). Durante muchos aos y hasta su cierre fue la emisora

ms potente del mundo.

En un principio, la emisora se llamaba AMCOMLIB, despus fue Radio

Liberty, para ms tarde llamarse Radio Liberty/Radio Free Europe (Radio

libertad/Radio Europa libre). Finalmente en 1995 se llam IBB/VOA,

International Broadcasting Bureau/ Voice of America (Oficina internacional

de radiodifusin / Voz de Amrica).36

Emisoras similares estaban repartidas por todo el mundo. En Portugal

haba dos, en Alemania tres, as como otras en Grecia, Marruecos, y

muchas ms. Todas eran de onda corta y dirigan las emisiones hacia la

URSS. Ninguna ostentaba la potencia de la primera, pero tenan similares

objetivos.

Sobre Radio Liberty/Radio Free Europe, Lech Walesa declar que el papel

de estas emisoras fue similar al que juega el sol con relacin a la tierra.

Con sus transmisiones, Radio Free Europe contribuy de manera

significativa a la cada del rgimen comunista en Checoslovaquia en 1989.

Despus de la revolucin, traslad su sede a Praga. Actualmente se

dedica a transmitir especialmente a los pases rabes, amenazados por el

terrorismo. Alison y Peter Smithson37, asever la periodista checa

36

http://www.radioliberty.org/introcast.html37http://www.radio.cz/es/rubrica/notas/radio-europa-libre-nos-comunicaba-con-el-mundo-civilizado
http://www.radioliberty.org/introcast.htmlhttp://www.radioliberty.org/introcast.htmlhttp://www.radioliberty.org/introcast.htmlhttp://www.radio.cz/es/rubrica/notas/radio-europa-libre-nos-comunicaba-con-el-mundo-civilizadohttp://www.radio.cz/es/rubrica/notas/radio-europa-libre-nos-comunicaba-con-el-mundo-civilizadohttp://www.radio.cz/es/rubrica/notas/radio-europa-libre-nos-comunicaba-con-el-mundo-civilizadohttp://www.radio.cz/es/rubrica/notas/radio-europa-libre-nos-comunicaba-con-el-mundo-civilizadohttp://www.radio.cz/es/rubrica/notas/radio-europa-libre-nos-comunicaba-con-el-mundo-civilizadohttp://www.radio.cz/es/rubrica/notas/radio-europa-libre-nos-comunicaba-con-el-mundo-civilizadohttp://www.radioliberty.org/introcast.html


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Kateina Oratorov durante el 60 aniversario de esa emisora, en un

programa especial de Radio Praga, el 6 de mayo de 2011.

Es interesante constatar que desde 1948, la ley de Intercambio Educativo

y de Informacin de Estados Unidos, tambin conocida como la ley Smith-

Mundt por sus dos proponentes, ha incluido disposiciones que prohben

que los americanos sepan lo que el gobierno est haciendo en nombre de

la diplomacia pblica. La ley Smith-Mundt tuvo que ver, entre otras cosas,

con la Voz de Amrica, Radio Libertad y Radio Europa Libre.

En la guerra contra Cuba la radio tambin ha desempeado un papel de

primer orden. Desde el triunfo revolucionario de 1959, Radio Swan, la Voz

de las Amricas, Radio y Televisin Mart dedicaron y dedican cientos de

horas de trasmisin hacia la Isla.

En la batalla simblica entre los dos sistemas que caracteriz las dcadas

de 1960, 1970 y 1980, una visin idealizada de la vida cultural en el

capitalismo fue marcando el imaginario de muchos, especialmente de los

jvenes.

La inercia, el inmovilismo, la mediocridad, la incultura, la falta de

informacin, el centralismo excesivo y autoritario, la falta de creatividad, la

incomunicacin con las masas y sobre todo con los anhelos de las nuevas

generaciones, fueron lastrando las respuestas culturales del socialismo de

Europa del Este ante estos retos y preparando las condiciones para su

derrota.

La guerra cultural contra Amrica Latina es tan antigua como la obsesin

por dominarla. La frontera del Imperio situada primero en las 13 Colonias,

se traslad luego al Oeste norteamericano, Mxico, y finalmente y como

dijeran sus ms exaltados expansionistas, a la Patagonia al sur y Alaska al

norte.

La tecnologa ha borrado las distancias hoy sabemos ms de

Honduras, Nicaragua, Mozambique o Paquistn que sobre Kansas en la
http://www.radio.cz/es/quien-es-quien/katerina-oratorovahttp://www.radio.cz/es/quien-es-quien/katerina-oratorovahttp://www.radio.cz/es/quien-es-quien/katerina-oratorova


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poca de la colonizacin. El Tercer Mundo se ha convertido en algo as

como el Lejano Oeste.38

La tierra al sur del Ro Bravo, nuestra Patria Grande, ha sido objeto de

todo tipo de acciones de penetracin cultural a travs de la prensa, la

televisin, el cine, la radio, el arte. En un capitulo posterior nos referiremos

a la manera en que, en el caso de Cuba, se instrument en 1897 una

campaa organizada de guerra cultural para facilitar la intervencin,

ocupacin y anexin de la Isla a los Estados Unidos. Pero regresemos

ahora o Okoperay el CLC para Amrica Latina.

La revista Cuadernos fue lanzada en Pars en 1953 para penetrar el

mundo intelectual de Amrica Latina. Su primer director fue Julin Gorkin,

dramaturgo y novelista hispano. Despus que Cuba populariz la revista

Casa de las Amricas, Cuadernosse transform, en la dcada de 1960,

en Mundo Nuevo, bajo la conduccin del uruguayo Emir Rodrguez

Monegal.39

La Asociacin Cubana del Congreso fue fundada en el mes de agosto de1955, bajo el impulso decisivo de dos intelectuales pertenecientes a la

cpula del Congreso que haban arribado a La Habana semanas antes: el

espaol Julin Gorkin y el peruano Luis Alberto Snchez. El primero haba

sido dirigente del Partido Obrero de Unificacin Marxista (POUM) durante

la Guerra Civil Espaola y tras su salida al exilio emprendi una intensa

campaa contra el movimiento comunista. El segundo perteneca al APRA

y haba sido Rector de la Universidad de San Marcos, de Lima. Ladireccin de la Asociacin qued integrada del siguiente modo: Jos

Manuel Cortina, Presidente; Jorge Maach, Primer Vice-Presidente; Pastor

del Ro, Segundo Vice-Presidente.

38Tomado de Ral Antonio Capote, Enemigo, Editorial Jos Mart, La Habana, 2012, p. 91.39 Emir Rodrguez Monegal. Docente, crtico literario, articulista y ensayista uruguayo.Creador de la expresin generacin del 45, alusiva al movimiento literario integrado por

los escritores uruguayos de su generacin. Se desempe como profesor de literatura en elInstituto de Profesores Artigas de Montevideo y, desde 1969, imparti clases de literaturalatinoamericana en la Universidad de Yale, Estados Unidos.


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La mayor parte de las operaciones clandestinas de la CIA en Amrica

Latina durante los aos sesenta, estuvieron dirigidas contra la Revolucin

cubana y contra Fidel Castro. No ms Cubas era una poltica concretapara la CIA que, con este objetivo, posea varias revistas de calidad que

haca circular. Reiteremos que las ms importantes eran Cuadernos

(editada por Julian Gorkin y ms tarde por Germn Areiniegas), y su

sucesora Mundo Nuevo(editada por el literato uruguayo Rodrguez

Monegal y diseada para promover el tema del Fidelismo sin Fidel).

La Agencia Central de Inteligencia cre una divisin en Nueva York

llamada Foreign Publications Inc.(Publicaciones extranjeras

Incorporadas.) para subsidiar varias publicaciones anticubanas, muchas

de las cuales procedan de Miami. Tambin se utiliz la Agencia de

Informacin de los Estados Unidos (USIA) con este fin.

En Argentina, por ejemplo, mientras la USIA produca abiertamente

pelculas para satisfacer a aquellos grupos interesados en las diversas

facetas de la vida en los Estados Unidos, los agentes clandestinos de la

CIA tergiversaban los reportajes que sobre los sucesos internacionales

eran exhibidos en teatros locales, operacin que intentaba, segn un

agente de la CIA, imponer en los hemisferios la ptica norteamericana

sobre Castro. Los argentinos no crean que Castro constituyera una

amenaza, as que comenzamos con las pelculas y creamos ese estado de

opinin.40

Ya no existe el CLC, pero la CIA no ha abandonado su misin. En 1996lanz en Madrid la revista Encuentro, dirigida por el escritor cubano Jess

Daz, con financiamiento de la Fundacin Ford y del Fondo Nacional para

la Democracia. En 2002 se crea en Puerto Rico la Editorial Plaza Mayor

bajo la direccin de Patricia Gutirrez-Menoyo, patrocinada por la National

Endowment for Democracy (NED).

40Frances Stonor Saundershttp://www.lajiribilla.cu/2003/n092_02/092_19.html
http://www.lajiribilla.cu/2003/n092_02/092_19.htmlhttp://www.lajiribilla.cu/2003/n092_02/092_19.htmlhttp://www.lajiribilla.cu/2003/n092_02/092_19.htmlhttp://www.lajiribilla.cu/2003/n092_02/092_19.html


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Plaza Mayor se propona publicar libros de autores cubanos, en un

proyecto apoltico, cultural que llevaba el nombre de Coleccin Cultura

Cubana. En 2004 se creaba en La Habana la Agencia Literaria Online(ALO) para representar a escritores de la Isla, promover su obra en el

exterior y otras gestiones afines. ALO sera patrocinada por la Fundacin

Panamericana para el Desarrollo (FUPAD).

HOLLYWOOD, LA GRAN FBRICA DE SUEOS Y ELAMERICAN WAY

OF LIFE.

Ranitas bebs, algn da sern Uds. ranas grandes que se vendern muy caras en el

mercado. Voy a preparar un alimento especial para apresurar su desarrollo.

Pato Donald, en Disneylandia

El cine norteamericano en pleno proceso de expansin y desarrollo

llegaba a Europa despus de la Primera Guerra Mundial. Eran los Felices

Aos Veinte que corresponden al periodo de prosperidad econmica que

tuvo Estados Unidos desde 1922 hasta 1929.

Al finalizar la guerra, la economa de Europa qued afectada seriamente.

Los efectos de los tratados de paz tuvieron su repercusin en el marco

demogrfico europeo. Alemania se vio seriamente perjudicada a causa de

la prdida de Alsacia y Lorena, territorios con grandes industrias mineras

y, adems, por la prdida de sus colonias.

Austria y Hungra vieron restringido su mercado interior debido a la

reduccin a una cuarta parte de su territorio de pre-guerra. A esto se le

suma la prdida de la hegemona econmica mundial de Inglaterra, un

pas favorecido por la Primera Revolucin Industrial y por el colonialismo.

Al acabar la guerra, Inglaterra tena deudas de guerra con EE.UU., al igual

que muchos pases europeos, lo que lgicamente favoreci la economa

de EE.UU. al ser receptor de estas deudas. As este pas se convirti en la

principal nacin proveedora mundial, ante la gran demanda que tenaEuropa de productos que no estaba en condiciones de fabricar.


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Durante la Primera Guerra Mundial Estados Unidos prest a los aliados

10,000 millones de dlares. Las ganancias de las empresas

norteamericanas fueron enormes, de 1916 a 1921 fueron de 38,000millones de dlares.

El pas del norte se vio con un exceso de demanda, Europa necesitaba

mucha cantidad de productos, lo que hizo que la economa y los ingresos

norteamericanos crecieran vertiginosamente.

La expansin de EE.UU. se bas en una profunda transformacin

productiva dominada por la innovacin tcnica. Fue en esta poca donde

se populariz el uso del telfono, el automvil y los electrodomsticos.

Estos aparatos eran demasiado caros, y fue entonces cuando se aplic

por primera vez la venta a plazos. Esto cre una oleada consumista, ya

que la gente poda comprar los productos sin necesidad de tener el

efectivo en un primer momento. El aumento del consumo y la

popularizacin de la venta a plazos, hizo que se comprara al extremo de

que los consumidores terminaban endeudados41. Tambin fue objeto de

popularidad la difusin de la radio como medio de comunicacin masivo.

La radio era un dispositivo econmico y al alcance de toda la poblacin.

Una espectacular avalancha de acontecimientos electricidad,

automviles, aeroplanos, tranvas, tractores, radiotelegrafa, telfonos,

fotografa, el ice-cream soda, la victrola, el cine, las revistas, la eugenesia,

los subterrneoscambiaban el rostro de la agitada comunidad.42

La reactivacin iniciada en Estados Unidos (1922) fue algo ms tarda en

Europa (1924). El fenmeno abri las puertas a una etapa expansiva de la

economa mundial que propici un clima de euforia y ciega confianza en el

sistema capitalista. Los Estados Unidos se convirtieron en la locomotora

41Recomiendo leer la novela de Elsa Triolet, Rosas a Crdito. Editorial de Arte y Literatura,La Habana, 1976. Elsa Triolet, Mosc, 12 de septiembre de 1896 - Saint-Arnoult-en-Yvelines, 12 de septiembre de 1970, cuyo nombre real era Elza Yrievna Kagn, estadestacada escritora supo vislumbrar la esencia del problema de la sociedad de consumo

aun cuando este no haba alcanzado los tristes ribetes que actualmente lo caracterizan.42Rafael San Martn. Biografa del To Sam. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2006,tomo II, p.42.


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de la economa mundial. El modelo de vida americano fue exportado por

todo el mundo.

El American Way of Life rpidamente sedujo a los europeos,

fundamentado en el

GUERRA MASS MEDIA CIA

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