GRADO EN INGENIERÍA DEL MEDIO NATURAL...

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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA DE MONTES, FORESTAL Y DEL MEDIO NATURAL GRADO EN INGENIERÍA DEL MEDIO NATURAL APROXIMACIÓN A LA BIODIVERSIDAD FUNCIONAL Y ESPECÍFICA EN EL HAYEDO DE MONTEJO (MADRID) EDUARDO BALLESTEROS SÁNCHEZ Septiembre 2018

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  • UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID

    ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA DE MONTES, FORESTAL

    Y DEL MEDIO NATURAL

    GRADO EN INGENIERÍA DEL MEDIO NATURAL

    APROXIMACIÓN A LA BIODIVERSIDAD FUNCIONAL Y ESPECÍFICA

    EN EL HAYEDO DE MONTEJO (MADRID)

    EDUARDO BALLESTEROS SÁNCHEZ

    Septiembre 2018

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    UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID

    ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA DE MONTES, FORESTAL

    Y DEL MEDIO NATURAL

    GRADO EN INGENIERÍA DEL MEDIO NATURAL

    APROXIMACIÓN A LA BIODIVERSIDAD FUNCIONAL Y ESPECÍFICA

    EN EL HAYEDO DE MONTEJO (MADRID)

    Autor: Eduardo Ballesteros Sánchez

    Director: Juan Ignacio García Viñas

    Codirectora: María José Aroca Fernández

    Madrid, septiembre 2018.

    ©UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID, 2018. Todos los derechos reservados.

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    HOJA DE CALIFICACIÓN DEL TRABAJO DE FIN DE GRADO

    TÍTULO

    APROXIMACIÓN A LA BIODIVERSIDAD FUNCIONAL Y ESPECÍFICA EN EL HAYEDO DE

    MONTEJO (MADRID)

    AUTOR

    EDUARDO BALLESTEROS SÁNCHEZ

    GRADO EN

    INGENIERÍA DEL MEDIO NATURAL

    MIEMBROS DEL TRIBUNAL

    Presidente/a: _________________________________________________________________

    Vocal: _______________________________________________________________________

    Secretario/a: _________________________________________________________________

    Reunido el Tribunal de calificación con fecha _______________________________. Acuerda

    otorgar la CALIFICACÓN GLOBAL de _________________________________________ _____

    □ Indicar, en su caso, si se propone la concesión de la mención Matrícula de Honor

    PRESIDENTE SECRETARIO VOCAL

    Fdo.

    Fdo.

    Fdo.

    Informe explicativo de la calificación:

    _____________________________________________________________________________

    _____________________________________________________________________________

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    Título: Aproximación a la biodiversidad funcional y específica en El Hayedo de Montejo

    Autor: Eduardo Ballesteros Sánchez

    Director: Juan Ignacio García Viñas

    Codirectora: María José Aroca Fernández

    Departamento: Sistemas y Recursos Naturales

    RESUMEN

    Medir la biodiversidad a través de métodos como la riqueza y el índice de Shannon no permite

    hacer un diagnóstico completo de la dinámica ecosistémica de un lugar, en este caso El Hayedo

    de Montejo de la Sierra (Madrid), especialmente si se quiere relacionar con las funciones del

    ecosistema. Por este motivo se pretende realizar un estudio de las plantas del estrato inferior

    (por su sensibilidad a cambios dinámicos) analizando la biodiversidad funcional mediante los

    llamados grupos funcionales además de la biodiversidad específica.

    Los objetivos de este estudio son: la evaluación de la biodiversidad específica y funcional a

    nivel de agrupación vegetal y de monte; el ensayo de la elección variables y valores para la

    determinación e interpretación de los grupos funcionales; y la exploración de las relaciones

    entre la biodiversidad y los procesos de cambio a escala de monte y de rodal.

    La toma de datos se realizó en el verano de 2015 mediante un inventario de presencia-

    abundancia con parcelas circulares (se muestrearon 101 parcelas). La biodiversidad específica

    se analizó mediante la riqueza y el índice de Shannon. Para el análisis de la biodiversidad

    funcional se eligieron 7 rasgos para caracterizar la flora encontrada (tipo de dispersión, peso

    de la semilla, tipo biológico de Raunkiaer, abundancia de semillas, altura, luz y nutrientes). Con

    estos datos se realizó un análisis de conglomerados con el que se obtuvieron tres grupos

    funcionales. Después se recalculó la abundancia según al grupo que pertenecían las especies.

    Por otra parte se eligieron 9 factores de cambio (variables de espesura y edafológicas) para

    caracterizar las parcelas muestreadas.

    Los resultados de la biodiversidad específica reflejaron, a nivel de riqueza, que el melojar

    monoespecífico (Quercus pyrenaica) fue la agrupación con más especies (226), mientras que el

    hayedo oligoespecífico (Fagus sylvatica) y el matorral tuvieron un 50% menos. El índice de

    Shannon mostró diferencias menos acusadas, de media los valores se encontraban entre 3,71

    (hayedo monoespecífico) y 4,83 (melojar monoespecífico). A nivel de monte el valor de la

    riqueza ponderada es de 156, el índice de Shannon de 4,23 y las especies más abundantes

    fueron Melica uniflora, Bromus sterilis, Deschampsia flexuosa y Asphodelus albus. La

    biodiversidad funcional mostró que en todas las agrupaciones vegetales hay presencia de los

    tres grupos y en ellas el grupo 1 (signo de comunidad madura) era el más abundante excepto

    en el matorral que fue el grupo 3 (signo de especies colonizadoras). Además, estos grupos, de

    forma gradual, estaban correlacionados negativamente con algunos factores de cambio de

    espesura. La biodiversidad específica se relacionó principalmente con el factor relacionado con

    la luz (FCC y LAI) y también el área basimétrica.

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    ABSTRACT

    To measure the biodiversity through richness index or Shannon index not allow to diagnose

    deeply the dynamic evolution of a concrete place, in this study was El Hayedo de Montejo de la

    Sierra (Madrid), if the issue is primarily to connect the biodiversity with the ecosystem

    functions. By this reason, the intention is to realize a study about the lower stratum plants

    (because they are more sensitive to dynamic changes) in order to analyse the functional

    biodiversity by the use of functional groups and also to analyse the specific biodiversity.

    The aims of this study are: to evaluate the specific and functional biodiversity at the scale of

    vegetation groups and the whole forest; the selection essay of variables and values to

    determine and interpret the functional groups; and the exploration of relations between

    biodiversity and change process.

    The data collection was realized in summer of 2015 by a presence-abundance inventory using

    circular plots (101 plots were sampled). The specific biodiversity was analysed by the richness

    and Shannon index. Seven traits to characterize the flora were chosen to execute the

    functional biodiversity analysis (dispersion type, seed mass, height, light, Raunkiaer life form,

    seed abundance and nutrients). Using this data-base, a cluster analysis was realized and as a

    result three functional groups were obtained. Then, the functional abundance was

    recalculated. On the other hand, nine change factors were chosen (tree density and soil

    variables) to characterize the sampled plots.

    The specific biodiversity results showed in the richness index that the pure Pyrenean oak forest

    (Quercus pyrenaica) was the richest vegetation group (226 sp.), while the mixed beech forest

    (Fagus sylvatica) and the scrubland obtained a 50% lower value. The Shannon index showed

    shallow differences, values from 3.71 (pure beech forest) to 4.83 (pure Pyrenean oak forest)

    were found. At the whole forest scale, the weighted richness index value was 156 sp., the

    weighted Shannon index value was 4.23 and the most abundant species were Melica uniflora,

    Bromus sterilis, Deschampsia flexuosa y Asphodelus albus. The functional biodiversity analysis

    indicated that all vegetation groups had representation of the three functional groups.

    Moreover, the functional group 1 (species group which indicate a more mature forest) was the

    most abundant in every group vegetation except in the scrubland where the group 3

    (colonization species group) was the most abundant. Also these three groups were gradually

    and negatively correlated with some tree density change factors. The specific biodiversity was

    mainly correlated with light (FCC and LAI) and also with basal area.

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    “La naturaleza instruye al mundo,

    pero los hombres prefieren delirar

    con sutileza para no llegar a nada,

    en lugar de seguirla paso a paso

    para conocer lo que son.”

    Louis Cattiaux

    Con mi especial agradecimiento al equipo de botánica,

    especialmente aquellos que más frecuentan el laboratorio.

    Sin su ayuda este proyecto no hubiera sido posible.

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    Índice de contenidos

    1. Introducción........................................................................................................................ 13

    1.1 Los hayedos meridionales en la Península Ibérica .......................................................... 13

    1.2 Planteamiento del problema ......................................................................................... 14

    2. Objetivos............................................................................................................................. 16

    3. Lugar de estudio ................................................................................................................. 17

    3.1 Situación e historia ........................................................................................................ 17

    3.2 Fisiografía ...................................................................................................................... 18

    3.3 Clima ............................................................................................................................. 18

    3.4 Litología y edafología..................................................................................................... 19

    3.5 Flora y vegetación ......................................................................................................... 19

    4. Material y métodos ............................................................................................................ 27

    4.1 Introducción al proceso metodológico ........................................................................... 27

    4.2 Toma de datos .............................................................................................................. 28

    4.3 Caracterización de las especies mediante atributos funcionales.................................... 29

    4.4 Caracterización de las parcelas estudiadas .................................................................... 30

    5. Resultados y discusión ........................................................................................................ 32

    5.1 Parcelas muestreadas .................................................................................................... 32

    5.2 Biodiversidad específica ................................................................................................ 33

    5.3 Caracterización de grupos funcionales resultantes ........................................................ 35

    5.4 Abundancia de grupos funcionales ................................................................................ 39

    5.5 Relación entre la biodiversidad y los factores de cambio ............................................... 41

    5.5.1 Relación entre la biodiversidad específica y los factores de cambio ............................ 41

    5.5.2 Relación entre la biodiversidad funcional y los factores de cambio ............................. 43

    6. Conclusiones ....................................................................................................................... 45

    7. Bibliografía .......................................................................................................................... 47

    ANEJO I. Rodales que componen el monte de El Chaparral. ..................................................... 51

    ANEJO II. Detalles complementarios en la toma de datos. ....................................................... 52

    ANEJO III. Fuente de los datos de los atributos ........................................................................ 55

    ANEJO IV. Tabla de atributos ................................................................................................... 57

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    ANEJO V. Tabla de caracterización de parcelas muestreadas y correlación entre factores de

    cambio. ................................................................................................................................... 67

    ANEJO VI. Tablas sobre las especies más abundantes en ......................................................... 73

    ANEJO VII. Listados de taxones reunidos por grupos funcionales ............................................. 77

    ANEJO VIII. Informe técnico. ................................................................................................... 81

    ANEJO IX. Póster ..................................................................................................................... 84

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    1. Introducción

    1.1 Los hayedos meridionales en la Península Ibérica

    Los hayedos (Fagus sylvatica) de forma general se ven limitados en Europa por la sequía estival

    mediterránea. Sólo en determinados enclaves donde el microclima permita un nivel más

    elevado de humedad el haya pude haber persistido de forma relíctica. En este sentido el

    hayedo más meridional a nivel mundial se encuentra en la vertiente sur del monte Etna (Sicilia,

    Italia) (Hernández-Bermejo, 1978).

    En la Península Ibérica los hayedos se sitúan sobre todo en la cornisa cántabro-pirenaica y

    además forman el límite occidental europeo en la Sierra de Caurel (Galicia). Al alejarse del

    tercio norte hacia el sur peninsular, los hayedos tienen mayor importancia forestal al tratarse

    de zonas relícticas o marginales testigos de un pasado muy distinto al actual. Estas zonas

    carecen de la influencia oceánica por lo que su supervivencia se debe a la posición orográfica

    en la que se encuentran (valles abrigados, vertientes norte, nieblas abundantes…). Uno de

    estos hayedos marginales es El Hayedo de Montejo de la Sierra, localizado en la Sierra de

    Ayllón (Madrid) y sobre el que versa el presente estudio. Este hayedo, por sus coordenadas, es

    el segundo más meridional de la Península, solamente superado por el hayedo de Beceite

    (Tarragona) (Hernández-Bermejo, 1978).

    La tabla 1 muestra una relación de la riqueza de algunos hayedos relícticos peninsulares en la

    que destaca El Hayedo de Montejo como el que más densidad de taxones presenta.

    Tabla 1. Riqueza y densidad de taxones en diferentes hayedos marginales. El número de taxones de El Hayerdo de

    Montejo ha sido actualizado a través del inventario que se realiza para este estudio, en el resto de hayedos los

    valores han sido extraídos de la base de datos del proyecto ANTHOS. Adaptado de Herrero y García Viñas. (2017).

    Riqueza florística y densidad de taxones en hayedos

    Paraje Taxones Superficie

    (km2)

    Densidad de taxones

    (taxones/ km2)

    Hayedo de Montejo 379 1,25 303,2

    Tejera Negra 365 16,4 22

    Riofrío de Riaza 342 19,4 17,6

    Els Ports (P. de Tortosa-Beceite) 1300 350,0 3,71

    Además de ser conocido por su riqueza, El Hayedo de Montejo destaca como un espacio

    forestal protegido dedicado a la conservación en el cual se prohibieron los usos tradicionales y

    los tratamientos en la gestión casi inexistentes.

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    1.2 Planteamiento del problema

    La gestión de los montes requiere de la preservación de la biodiversidad no solo por razones

    ecológicas, sino también debido al compromiso de España al suscribir en 1993 el Convenio de

    Naciones Unidas sobre la Biodiversidad.

    Conocer el valor de la biodiversidad vegetal en un paraje es deseable por su interés como uno

    de los factores de diagnóstico del estado de un sistema. Aunque es un concepto complejo de

    medir con exactitud y de interpretar su trascendencia en la dinámica vegetal. Una de las

    dificultades que presenta es no solo la variabilidad espacial sino también la variabilidad

    temporal. Para la medición de la diversidad biológica existe una gran variedad de índices, pero

    habitualmente se determina a través de la estimación de la riqueza específica o el índice de

    Shannon-Wiener (Magurran, 1989). No obstante, considerar esta biodiversidad tomando como

    elemento de base la presencia-abundancia de taxones no suele permitir hacer un diagnóstico

    completo del significado de dicho valor, sobre todo si se quiere relacionar las funciones del

    ecosistema (Bengtsson, 1998). Esta dificultad interpretativa aumenta cuando el foco de la

    biodiversidad se dirige hacia las especies acompañantes de los estratos inferiores, muchas de

    ellas de vida breve, que son susceptibles de cambios y pulsaciones poblacionales según las

    condiciones anuales. A pesar de ello, la diversidad de plantas en el estrato inferior es un

    elemento eficaz para valorar los métodos de gestión forestal (Kern et al. 2006; Eycott et al.,

    2006) ya que este estrato juega un papel básico en la función de los ecosistemas forestales y es

    sensible a cambios dinámicos y ambientales (Standovár & Kenderes 2003; Campetella et al.

    2004; Seidling 2005). Es por esto que es necesario explorar nuevos enfoques de análisis que

    faciliten la interpretación.

    Uno de los posibles enfoques consiste en la consideración de las plantas mediante su función

    en el sistema (sus caracteres funcionales) mostrando así aspectos más interesantes por su

    significación. Si además el análisis se puede hacer con diferentes escalas espaciales y/o se

    tiene en cuenta la variable temporal los resultados suscitan más interés.

    Profundizando en este sentido, se abre la posibilidad analizar biodiversidad desde el punto de

    vista de la funcionalidad, pero sin dejar de lado el factor presencia-abundancia. Esto es, el

    análisis de la biodiversidad tomando como elemento base grupos de plantas que tengan

    patrones comunes en el funcionamiento del sistema o grupos funcionales (GGFF) o

    emergentes en el sentido de Hérault et al. (2005) o Garnier y Navas (2011). Y, ciertamente, la

    “biodiversidad funcional” (Violle et al., 2007) puede ser igual o, incluso, más importante que la

    biodiversidad específica, aunque, sin embargo, suele ser más compleja de medir y representar.

    El uso de atributos o caracteres funcionales como herramienta de análisis de la vegetación es

    una técnica cada vez más usada en el ámbito de la ecología funcional, aunque con mayor

    frecuencia en agricultura que en selvicultura (Garnier y Navas, 2012). La mayor ventaja que

    tiene este método es el análisis de relaciones entre las especies y su entorno de forma global,

    de ahí la necesidad de formar grupos de especies de características homogéneas en el

    ecosistema, esto es, los llamados grupos funcionales.

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    De forma general, un atributo, rasgo, o marcador funcional, se define como cualquier

    característica, ya sea morfológica, anatómica, fisiológica, reproductiva, fenológica o

    bioquímica, que sea medible (de forma estandarizada) a nivel individual en la planta (Violle et

    al., 2007). De forma más específica, un atributo es el valor en un momento dado para una

    determinada planta de un rasgo concreto. De esta forma se usa el valor medio de los atributos

    de un conjunto de individuos de una misma especie para un rasgo determinado (Garnier y

    Navas, 2012). Este hecho posee cierta relevancia en términos geobotánicos puesto que

    algunos rasgos pueden variar según la región en la que se estudien. Un rasgo que ejemplifica

    de esta variabilidad espacial de valores es la forma de vida.

    Existen, según Hérault et al. (2005), tres aspectos principales a tener en cuenta en la elección

    de rasgos: persistencia, establecimiento y dispersión. Además, Granier (2011) propone tres

    atributos esenciales para comenzar con la seleccionar los rasgos, estos son: el uso de recursos,

    la altura de la planta y el tamaño de la semilla.

    Los grupos funcionales obtenidos tienen, teóricamente, la característica de ser entidades

    independientes entre ellos. Los taxones que componen un grupo comparten un rango de

    atributos que les diferencian de los otros de forma significativa. Así, los grupos funcionales

    pueden representar diferentes gradientes ecológicos (Garnier, 2011).

    Los cambios en la composición y abundancia de especies pueden ser explicados con mayor

    detalle si se incorpora como factor la funcionalidad de las especies, o grupos de especies, en el

    análisis ecosistémico. De este modo, por ejemplo, un cambio en la composición florística

    puede no ser significativo si las funciones en el ecosistema permanecen constantes. O al

    contrario, la desaparición de unas pocas especies puede dar lugar a la pérdida de ciertas

    funciones.

    Por todo ello se considera que un ensayo analítico sobre biodiversidad funcional puede

    resultar provechoso para entender la dinámica de un ecosistema concreto, particularmente en

    masas singulares y de elevada riqueza, como sucede en El Hayedo de Montejo, en las que se

    ha producido un cambio en la gestión cuyo efecto sobre su dinámica tiene particular interés.

    EL presente estudio se lleva a cabo como parte del proyecto BOSSANOVA (BOSques SANOs y

    VAriados: gestión sostenible en sistemas forestales de la Comunidad de Madrid en el contexto

    del cambio global, ref. S2013/MAE-2760) financiado por la Comunidad de Madrid y

    desarrollado por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el Instituto Nacional de

    Investigaciones Agrarias (INIA). Más información sobre el proyecto BOSSANOVA puede

    encontrarse en http://bosques-sanos.es/

    http://bosques-sanos.es/

  • 16

    2. Objetivos

    El objetivo general del presente estudio es analizar la biodiversidad vegetal de un sistema

    sometido a reserva de tratamiento y su relación con la dinámica que ha seguido el monte.

    Específicamente se presentan los siguientes objetivos particulares:

    a) Evaluar la biodiversidad específica a escala de monte y de rodal.

    b) Ensayar la elección de variables y valores para la determinación e interpretación de

    los grupos funcionales.

    c) Evaluar la biodiversidad funcional a escala de monte y de rodal.

    d) Explorar las relaciones entre la biodiversidad y los procesos de cambio a escala de

    monte y de rodal.

    El objeto de este estudio se enmarca dentro del Hito 2 “Estimación de los cambios en la

    biodiversidad genética, estructural, específica y funcional del Hayedo de Montejo” del proyecto

    BOSSANOVA mencionado en el apartado anterior.

  • 17

    3. Lugar de estudio

    3.1 Situación e historia

    El área en el que se lleva a cabo este estudio pertenece al Monte nº 89 de Utilidad Pública de

    la Comunidad de Madrid de nombre “El Chaparral y La Solana”, que comprende una superficie

    de 250,3 ha (Montes de Utilidad Pública de la Comunidad de Madrid, 2007) y está situado en el

    municipio de Montejo de la Sierra (Figuras 1 y 2) dentro de la Sierra del Rincón, extremo

    noreste de la Comunidad de Madrid, en plena sierra de Guadarrama lindando con la provincia

    de Guadalajara mediante el río Jarama como nexo. Concretamente, el estudio se desarrolla en

    El Chaparral que cuenta con una escasa cabida de 125,4 ha (Vélez, 2016), muy inferior a la de

    otros hayedos marginales de la Península Ibérica (Tabla 1). Este lugar es más conocido como

    “El Hayedo de Montejo de la Sierra”,” El Hayedo de Montejo” o, a veces, simplemente como

    “El Hayedo”.

    Figura 1. Localización de la Sierra del Rincón y el

    municipio de Montejo de la Sierra. Tomado de

    (González, 2017).

    Figura 2. Monte nº 89 de “El Chaparral y La Solana”.

    La Solana marcada en amarillo y El Chaparral en rojo.

    Desde inicios del pasado siglo este lugar ha llamado la atención de científicos debido a la

    presencia de hayas en sus límites meridionales, su carácter reducido y relicto, y, además, su

    cercanía a la capital. La necesidad de entender este hayedo en un entorno mediterráneo ha

    prodigado proyectos de diversa índole llegando a ser uno de los más estudiados; hasta 2009 se

    han llevado a cabo, entre artículos, tesis y proyectos de fin de carrera, un total de 62 estudios

    (Gil et al., 2010).

    Las primeras referencias al Monte de El Chaparral se encuentran en el Libro de la Montería de

    Alfonso X el Sabio del siglo XIV. Más tarde es en 1640 cuando el monte se torna en vecinal y se

    adehesa, dejando una baja densidad del arbolado. Suceso que permitiría su supervivencia

    hasta hoy como así lo atestiguan algunas hayas centenarias que todavía se conservan. Aunque

    más usado para pastos y ramoneo del ganado, también se ha extraído madera periódicamente

    para leña y esporádicamente para vigas, e, incluso, algunas zonas de solana se han llegado a

  • 18

    cultivar. No fue hasta 1961 cuando se empieza a gestionar oficialmente el monte con la veda

    del paso de ganado, las sacas de madera o la repoblación de algunas hectáreas. Ya en 1988 se

    regula la entrada de visitantes y existe una visión clara de conservación y difusión del

    patrimonio natural. Una visión ampliada de la evolución histórica de este monte puede

    encontrarse en Gil et al., (1999 y 2010).

    Desde el siglo XX a la actualidad el hayedo ha tenido con diversas figuras de protección

    (González, 2017), y cada vez de mayor envergadura:

    1859. Clasificación General de los Montes Públicos “Huerta del Chaparral”.

    1901. Declaración de M.U.P. “El Chaparral y La Solana”.

    1974. “Sitio Natural de Interés Nacional de El Hayedo de Montejo de la Sierra”.

    2005. “Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón”.

    2014. Zona Especial de Conservación “Cuenca del río Lozoya y Sierra Norte”.

    2017. Sitio Natural Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO “Hayedos primarios de

    los Cárpatos y otras regiones de Europa”.

    3.2 Fisiografía

    El Monte de “El Chaparral” está situado en la ladera noreste del “Cerro de Recuenco”, entre

    los 1.240 y 1.560 m, y presenta una orientación predominante este-noreste. Sin embargo, los

    tres arroyos que lo atraviesan hasta llegar al Jarama (Entablao, Hueco y Paso Malo) provocan,

    en detalle, una mayor diversidad de exposiciones combinando umbrías y solanas. La pendiente

    media oscila en torno al 40%, si bien se pueden encontrar tanto zonas casi llanas como zonas

    más escarpadas en las que se llega al 70% (Gil et al., 1999).

    3.3 Clima

    El clima de la región se corresponde con el mediterráneo continental. La serie de datos

    meteorológicos recogidos durante el período 1994-2016 en la estación meteorológica ubicada

    dentro del propio hayedo por encima del dosel de copas, se resume a continuación en el

    climodiagrama de Walter y Lieth de la figura 3. La zona de estudio presenta una precipitación

    media anual de 873 mm y una temperatura media anual de 9,7 °C, con un período de sequía

    estival de dos meses (julio y agosto) y un período de helada probable de siete meses

    (noviembre a marzo). Cabe destacar así mismo el estudio realizado por González (2017), a

    partir de los datos de esta misma estación, sobre los cambios significativos acaecidos en el

    régimen de lluvias y temperatura durante las últimas dos décadas. Estos cambios fueron

    observados al comparar el comportamiento climático medio de los períodos 1994-2004 y

    2005-2016). De esta comparación dedujo la existencia de los siguientes cambios entre ambas

    décadas: ascenso en la temperatura media de 0,2 °C; descenso de la precipitación anual en un

    26%, sobre todo en verano; la consecuente intensificación de la sequía estival; y descenso en

  • 19

    el Índice de Humedad de Thornthwaite de un tipo climático hiper-húmedo o húmedo a

    uno subhúmedo o seco. De permanecer esta tendencia de cambio climático, las

    poblaciones de haya y melojo podrían tener problemas en un futuro a medio-largo plazo.

    Figura 3. Climodiagrama de Walter Leith correspondiente a la estación meteorológica ubicadad en El Hayedo de

    Montejo en el intervalo 1994-2017. (Cedido por González Gordaliza, G.)

    3.4 Litología y edafología

    Los suelos se asientan sobre una litología silícea predominantemente de esquistos que

    favorecen la formación de suelos de texturas francas y franco arenosas con buena capacidad

    de infiltración de agua. Los dos tipos principales de suelo encontrados en El Hayedo son

    cambisoles y rankers de pendiente. Los primeros se encuentran bajo hayas y robles albares;

    son suelos zonales y más evolucionados con horizontes A, B y C bien marcados y profundos.

    Los segundos pertenecen a zonas de matorral y brezal; son suelos intrazonales ligados a las

    altas pendientes, poco profundos y evolucionados con perfil A/C y ausencia de horizonte B (Gil

    et al., 2010).

    3.5 Flora y vegetación

    El Hayedo de Montejo está considerado uno de los lugares de mayor Biodiversidad de la

    Comunidad de Madrid (Gil et al., 2010). Si bien, hasta la fecha, solo se dispone de un estudio

    florístico que ya tiene más de treinta años.

    Los primeros registros florísticos en El Hayedo proceden de Cutanda (1861). La siguiente

    aproximación es realizada por Ruíz de la Torre, aunque a nivel provincial, en 1982. Casi

    coetáneamente, en 1983, Hernández-Bermejo et al. realizan el primer catálogo florístico

    específico para El Hayedo de Montejo. En este catálogo se muestran citados un total de 458

    taxones aunque los autores sólo verifican la existencia de 417 de ellos en El Chaparral. Desde

  • 20

    el año 2015 (32 años más tarde), miembros del grupo ECOGESFOR de la Universidad

    Politécnica de Madrid, están realizando una revisión del anterior catálogo (el segundo

    catálogo florístico) como parte de las tareas emprendidas en el mencionado proyecto

    BOSSANOVA. Los datos provisionales de este nuevo catálogo reflejan la existencia de hasta

    525 taxones. En la tabla 2 se muestran los cambios cuantitativos más significativos entre

    ambos catálogos.

    Tabla 2. Cambios más significativos en la flora de El Chaparral a través de los catálogos florísticos de 1984 y 2015.

    Los datos del catálogo de 2015 aún son provisionales.

    CATÁLOGO

    1984 CATÁLOGO

    2015

    Taxones encontrados 458 525

    Tipo biológico

    Tax. herbáceos 382 441

    Tax. leñosos (no arb.) 58 64

    Tax. arbóreos 18 20

    Familias

    Asteraceae 42 53

    Poaceae 28 56

    Caryophyllaceae 28 29

    Fabaceae 27 49

    Lamiaceae 27 28

    Scrophulariaceae 26 20

    Rosaceae 26 33

    Géneros

    Carex 9 15

    Ranunculus 8 12

    Viola 8 9

    Veronica 8 8

    Vicia 7 11

    Trifolium 6 15

    Además de la alta riqueza y diversidad de taxones, se encuentran en El Hayedo un total de 19

    taxones protegidos en la Comunidad de Madrid (Herrero y García-Viñas, 2017). Entre ellos la

    categoría de protección es variada: “Peligro de extinción” (una especie), “De interés especial”

    (10), “Sensible a la alteración del hábitat” (3) y “Vulnerable” (5) (Tabla 3). Otro tipo de figura

    de protección que poseen algunos de los árboles es la de “Árbol singular”. Existen actualmente

    13 árboles catalogados con esta figura, lo cual supone el 8% del total en la Comunidad de

    Madrid. Entre ellos hay 8 hayas, 2 robles albares, 2 tejos y 1 pino silvestre (González, 2017).

  • 21

    Tabla 3. Taxones protegidos en El Hayedo de Montejo. Tomado de Herrero y García-Viñas (2017).

    Especie Categoría de protección

    Aconitum napellus Vulnerable

    Amelanchier ovalis Vulnerable

    Betula alba De interés especial

    Corylus avellana De interés especial

    Fagus sylvatica De interés especial

    Ilex aquifolium Sensible a la alteración del hábitat

    Lilium martagon Sensible a la alteración del hábitat

    Malus sylvestris De interés especial

    Narcissus pseudonarcissus subsp. portensis Peligro de extinción

    Neottia nidus-avis Vulnerable

    Paris quadrifolia Vulnerable

    Prunus avium De interés especial

    Quercus petraea De interés especial

    Sambucus nigra De interés especial

    Scrophularia alpestris De interés especial

    Sorbus aria De interés especial

    Sorbus aucuparia De interés especial

    Stachys alpina Vulnerable

    Taxus baccata Sensible a la alteración del hábitat

    Por otra parte, la alta riqueza florística de El Chaparral también permite encontrar un alto

    grado de endemismos ibéricos. Según el catálogo de Hernandez Bermejo et al. (1983) existen

    hasta 25 endemismos (Tabla 4).

    Tabla 4. Taxones endémicos de la Península Ibérica citados por Hernández Bermejo et al. (1980) en el Hayedo de

    Montejo. Tomado de Herrero y García-Viñas (2017).

    Endemismos ibéricos en el Hayedo de Montejo

    Ranunculus gregarius Thlaspi stenopterum Galium broterianum

    Dianthus toletanus Angelica major Carduus carpetanus

    Herniaria latifolia Thymus bracteatus Festuca tricophylla

    Armeria caespitosa Thymus mastichina Hyacinthoides hispanica

    Armeria alliacea Antirrhinum graniticum Merendera pyrenaica

    Viola cornuta Anthirrhinum meonanthum Narcissus triandrus pallidulus

    Vicia pyrenaica Linaria elegans Crocus carpetanus

    Adenocarpus hispanicus Linaria nivea

    Lupinus hispanicus Linaria saxatilis

  • 22

    Desde el punto de vista de la vegetación El Hayedo de Montejo es un monte que presenta en

    la actualidad siete agrupaciones vegetales (AAVV). Tres son arbóreas: el hayedo de Fagus

    sylvatica, el melojar de Quercus pyrenaica y el robledal de Quercus petraea. Otras dos son

    matorrales: el enebral rastrero mixto y el espinar caducifolio mixto. Por último, también se

    reconocen dos tipos de herbazales hidrófilos: el pastizal de trampal y el herbazal de margen de

    arroyo.

    Considerando mayor resolución temática respecto de las especies del dosel arbóreo se

    diferencian 12 rodales que se han empleado como base para los tres Inventarios Forestales

    realizados hasta la fecha: 1994, 2005 y 2015 (Vélez, 2016) y cuyos nombres y localización

    espacial se muestran en la figura 4 y cuya composición detallada se aporta en el Anejo I.

    Figura 4. Rodales numerados de El Hayedo de Montejo según las agrupaciones vegetales y malla de centros de

    parcela. Dentro de la agrupación vegetal de “matorral” puede diferenciarse el matorral compuesto por enebral

    reastrero mixto (rodal nº 12) del compuesto por espinar caducifolio mixto (rodal nº 10). Adaptado de Vélez (2016).

    Mientras el monte fue usado por el ganado, los huecos del monte eran abundantes y

    mantenidos para pasto. Una vez disminuye la presión ganadera, el sotobosque arbustivo y

    herbáceo aparece alrededor de los individuos aislados junto con la regeneración arbórea. El

    regenerado del melojo y serbal requiere menor calidad de estación, por lo que colonizan

    espacios aún no propicios para especies más umbrófilas. La descomposición de la hojarasca del

    melojo, más rápida que la del haya (Gil et al., 1999), mejora la estación y la sombra generada

    por esta especie facilita la expansión del haya y también del acebo. Sin embargo, esta masa

    mixta (haya-melojo) no es estable en el tiempo dado que la sombra generada por el haya al

    final acabará ahogando al regenerado de melojo. Además existe otro motivo que da cierta

    ventaja al haya frente al melojo, su palatabilidad. Los herbívoros presentes prefieren los brotes

    tiernos y regenerado del melojo frente al haya (Pallarés, 2018). Estos dos motivos pueden

    acabar desembocando en un predominio monoespecífico del haya. Este hecho ya se empieza a

  • 23

    producir levemente según los resultados del índice de Cambio de Especies efectuado por Vélez

    (2016) entre los años 2005 y 2015 (II y III Inventario Forestal respectivamente).

    El mencionado aumento de la FCC sólo es una consecuencia más de la competencia por luz y

    otros recursos que derivan del aumento de la densidad del monte en las últimas décadas. Tal

    aumento de la competencia, y la acentuación de la aridez en los últimos años, queda reflejado

    por el descenso generalizado en el crecimiento anual de las tres especies principales (Figura 5).

    Figura 5. Evolución del crecimiento diametral anual del haya, roble y melojo en El Hayedo. Tomado de Vélez (2016).

    Vélez (2016) estimó en 120.470 el número de pies en El Hayedo; además, analizó los cambios

    producidos entre los inventarios efectuados en 2005 y 2015 extrayendo una serie de

    resultados: 1) En primer lugar, como se muestra en el gráfico (Figura 6), en 2015 se observa un

    decaimiento leve de la densidad, especialmente notable en la clase diamétrica 5-10 cm (Figura

    7). Esto responde a una saturación de la masa tras haberse expandido libremente por la mayor

    parte de las oquedades existentes desde la prohibición de acceso al ganado en 1961. 2) En

    segundo lugar,se detecta un incremento del 8,7% del área basimétrica producido en el 74% de

    las parcelas pese al descenso de la densidad. En las parcelas restantes el área basimétrica

    descendió. 3) En tercer lugar, se encuentra que este descenso de la densidad no ha sido

    homogéneo entre las cuatro especies principales, sino que ha sido más acusado para melojos y

    acebos, con una caída de un 9%, después para el roble, con un descenso del 2%, y, sin

    embargo, un incremento para el haya de un 7%.

  • 24

    Figura 6. Evolución de la densidad y el área basimétrica en los tres inventarios realizados en El Hayedo. Tomado de

    Vélez (2016).

    Figura 7. Densidad de las cuatro especies princioales por clases diamétricas del inventario de 2015. Adaptado de

    Vélez (2016).

    Se consideran como hayedo monoespecífico los rodales 2 y 4 (Figura 4) que suponen casi el

    24% de la superficie total. Su cortejo leñoso se compone de melojos principalmente y, en

    menor medida, robles, acebos, majuelos, serbales, cerezos, avellanos, abedules y perales. El

    hayedo, tal y como se ha visto, se encuentra actualmente en expansión sobre las zonas de

    melojar, pero, en sí mismo, en un estado próximo a la saturación (o incluso saturado en

    algunas zonas) (Vélez, 2016). El efecto incipiente de esta saturación queda visible en la figura 7

    al observar el descenso de la densidad en las primeras clases diamétricas. Aun así, si se

    compara con las demás especies principales (Figura 7) se muestra una clara diferencia en las

    primeras clases diamétricas, esto es, un regenerado muy exuberante aunque poco duradero

    por la fuerte competencia que el haya misma se produce.

  • 25

    Figura 8. Evolución de la densidad del haya en El Hayedo en los tres inventarios realizados. Adaptado de Vélez

    (2016).

    Como melojar monoespecífico figuran los rodales 1, 3 y 5 (Figura 4) que representan

    aproximadamente el 23% de la superficie total. En dos de los rodales el origen de la mayor

    parte de los melojos son viejas cepas poco vigorosas. El cortejo leñoso es más escaso que en el

    caso anterior y se pueden encontrar principalmente robles, majuelos y sauces, y, con menor

    representación, manzanos, mostajos, cerezos, acebos, enebros y hayas. El estado actual del

    melojar indica que no ha sufrido cambios notables desde 2005 salvo el evidente descenso en la

    primera clase de edad (Figura 9). Este cambio puede ser motivado por el desplazamiento que

    sufre en algunas zonas por el haya y el efecto de la herbivoría sobre el regenerado (Pallarés,

    2018)

  • 26

    Figura 9. Evolución de la densidad del melojo en El Hayedo en los tres inventarios realizados. Adaptado de Vélez

    (2016).

    En resumen, la dinámica que ha tenido el monte en los últimos años ha sido intensa y extensa

    a partir de que disminuyera la presión ganadera en 1961 (Gil et al., 2010). De los procesos de

    cambio en desarrollo destaca entre otros, y para todos los rodales de talla arbórea, el aumento

    de la espesura en términos de área basimétrica junto con una reducción de la densidad de pies

    debida principalmente al progresivo aumento de la competencia, la paulatina muerte de los

    pies más viejos de hayas y robles que crean la apertura de huecos en el dosel arbóreo (Vélez,

    2016). Otros factores que han podido influir son la diferencia de patrones de regeneración,

    una disminución importante del melojo seguido del roble, cambios en los patrones de

    descomposición de la hojarasca, etc. Por otra parte, los rodales de matorral también han

    evolucionado aumentado la espesura de los estratos no arbóreos.

  • 27

    4. Material y métodos

    4.1 Introducción al proceso metodológico

    El diagrama de flujo del proceso metodológico para el desarrollo del presente estudio se

    muestra a continuación en la figura 10. Dicho proceso comenzó con la toma de datos de

    campo para la que se elaboró una metodología propia que permitiera la obtención de una

    muestra de datos de presencia y abundancia de especies en el estrato inferior de El Hayedo de

    Montejo paralelamente a la toma de datos para la elaboración de la primera revisión de su

    catálogo florístico. Una vez muestreadas las parcelas, se llevó a cabo en gabinete la

    identificación de las especies desconocidas y se obtuvo una tabla de presencia-abundancia

    para cada parcela además del listado de la flora encontrada. El paso siguiente fue la elección

    de una serie de rasgos funcionales para caracterizar posteriormente los taxones recogidos.

    Después, con esa tabla de taxones-atributos se determinaron estadísticamente los grupos

    funcionales para reconstruir la tabla de presencia-abundancia usando la clasificación de

    grupos. Por otro lado se elaboró una tabla con la caracterización de las distintas parcelas a

    partir de variables de caracterización de las condiciones de masa y de suelo. De estas dos

    últimas tablas se extrajeron finalmente una serie de conclusiones.

    Figura 10. Diagrama de flujo del proceso metodológico. Marcado con un recuadro grueso las principales fuentes de

    datos y en negrita los principales objetivos. AV: Agrupación Vegetal. AB: Área Basimétrica. N: densidad (Npies/ha).

    GGFF: Grupos Funcionales.

  • 28

    4.2 Toma de datos

    Para la toma de datos se usaron los centros de parcela georreferenciados utilizados en los

    inventarios forestales de 2005 (Arcas, 2006) y 2015 (Vélez, 2016). Estos puntos componían los

    vértices de una malla cuadrada de 100 metros de lado. Esto es, un punto por hectárea, por lo

    que se obtuvieron un total de 125 centros de parcela. Cada punto de muestreo se consideró

    representativo de la hectárea en la que se ubicaba.

    La parcela circular ideada para los muestreos (Figura 11 superior) constaba de seis radios de 10

    metros separados 60° en los que el primer radio corresponde al norte (0°). En cada radio se

    tomaron datos de presencia de especies cada metro en los tres estratos verticales: herbáceo

    (3.5 m). Además de estos datos, se anotaron las

    especies que aparecían fuera de radio. Otros detalles complementarios de la ejecución de las

    parcelas y de la toma de datos puede verse en el Anejo II.

    Figura 11. Esquema de la parcela para la toma de datos (arriba) y representación de la toma de datos en campo con

    esquema superpuesto (abajo).

  • 29

    Este procedimiento permite obtener una estimación de la abundancia con un error menor de 5

    % según ensayos previos realizados con datos de la Red de Parcelas de Red Europea de

    Seguimiento Intensivo y Continuo de Ecosistemas Forestales (Soriano et al. 2005). La

    identificación de las especies se ha realizado de acuerdo con los criterios de Flora Ibérica del

    Real Jardín Botánico de Madrid (www.floraiberica.es/) y partiendo del conocimiento obtenido

    en la revisión del catálogo de especies de Hernández Bermejo et al. (1983). Todo este conjunto

    de toma de datos se ejecutó entre mediados mayo y principios de julio de 2015.

    4.3 Caracterización de las especies mediante atributos funcionales

    Partiendo de las consideraciones de Hérault et al. (2005) y Garnier y Navas (2012), en el

    presente estudio se seleccionaron ocho rasgos principales con el objetivo de definir grupos

    funcionales dentro de las especies vegetales inventariadas:

    1. Tipo de dispersión. Informa sobre qué agente es el responsable de la

    dispersión de las semillas.

    2. Peso de la semilla. Se refiere al valor medio de la masa unitaria de las semillas

    en mg.

    3. Luz. Indica la luz media de la estación en la que suele instalarse la planta según

    el indicador de Ellenberg.

    4. Tipo biológico de Raunkiaer. Informa sobre el carácter de la planta en cuanto

    a supervivencia en la estación más desfavorable.

    5. Abundancia de semillas. Indica la producción anual media aproximada de

    semillas por planta.

    6. Altura. Se refiere al valor medio de la altura de la planta en su estado de

    madurez.

    7. Nutrientes. Indica el grado de nutrientes medio de la estación según el

    indicador de Ellenberg.

    Las fuentes atributos fueron variadas debido al gran número de taxones (379). De entre ellas

    apenas unas pocas son de ámbito ibérico, mientras que las demás son francesas o inglesas

    principalmente. Esto hace relación al problema citado anteriormente sobre el origen

    geográfico de los atributos, y, para intentar solventarlo se han adaptado algunos valores a lo

    observado en El Hayedo. Estas son todas las fuentes consultadas:

    Tela Botánica (recurso en línea: https://www.tela-botanica.org/ )

    TRY database (recurso en línea: https://www.try-db.org/ )

    Flora Ibérica (Castroviejo, 1986-2012)

    Flora del Pirineo Aragonés (Villar et al., 1997-2001)

    Flora de Andalucía (Valdés et al., 1987)

    http://www.floraiberica.es/https://www.tela-botanica.org/https://www.try-db.org/

  • 30

    Flore Forestiere Française (Rameau et al., 1989 y 1993)

    Dispersal Diaspore Database (recurso en línea: http://www.seed-dispersal.info/ )

    Mediciones empíricas de laboratorio

    Consulta a expertos/ empirismo

    En algunos casos, debido a esta heterogeneidad de fuentes, fue necesario estandarizar rangos

    de valores para un mismo rasgo. En otras ocasiones se buscaron atributos con rangos ya

    estándares, como son los indicadores de Ellenberg, para evitar conversiones.

    En el Anejo III se muestra una tabla con la procedencia detallada de cada rasgo, así como los

    datos faltantes, el tipo de valor (continuo o categórico) y el rango de valores empleado. A

    continuación, en el Anejo IV, se muestra el listado completo de los taxones y sus

    correspondientes atributos.

    La reunión de los distintos atributos en los llamados grupos funcionales se lleva a cabo según

    el trabajo de Hérault et al. (2005). En primer lugar se calcula la distancia estadística a través del

    coeficiente de (dis)similitud de Grover (1971), también llamada “distancia de Grower”, el cual

    permite la ausencia de valores y la mezcla de datos continuos y categóricos (a diferencia de la

    distancia Euclidea que sólo permite la entrada de variables continuas). Después se elige un

    algoritmo para realizar el análisis de conglomerados o “cluster”, en este caso se opta por el

    algoritmo PAM (Partitioning around medoids) según Wicked Good Data-r (2016). Por último se

    elige el número de clusters de acuerdo al ancho de silueta (silhouette width) más elevado (-1,

    1), esto es, un sistema interno que mide la consistencia de las agrupaciones (Wicked Good

    Data – r, 2016). Todo ello usando el programa estadístico R.

    4.4 Caracterización de las parcelas estudiadas

    La información de partida del presente estudio se completó con la caracterización básica de las

    condiciones de masa y de la materia orgánica edáfica del horizonte superficial en las parcelas

    de estudio. Dicha caracterización se llevó a cabo a partir de los datos disponibles en los dos

    últimos inventarios de la masa arbolada del hayedo (Vélez, 2016) así como en algunos de los

    trabajos anteriores en el caso de los datos edáficos (Proyecto BOSSANOVA). Dado que las

    condiciones del medio modulan la biodiversidad (específica y funcional) en el tiempo, objeto

    de esta caracterización fue posibilitar una primera aproximación a la interpretación de los

    grupos funcionales presentes en las parcelas así como de las variaciones de riqueza y

    biodiversidad observadas en las distintas agrupaciones vegetales analizadas.

    Las variables elegidas en primer término fueron:

    1. Densidad de especies arbóreas en 2015 (nº pies /ha).

    2. Área basimétrica de especies arbóreas en 2015 (m2/ha).

    3. Diferencia de densidad de especies arbóreas entre los inventarios de 2005 y 2015 (nº

    pies /ha).

    4. Diferencia de área basimétrica de especies arbóreas entre los inventarios de 2005 y

    2015 (m2/ha).

    http://www.seed-dispersal.info/

  • 31

    5. Especie arbórea dominante.

    6. Fracción de cabida cubierta 2015 (FCC) (%).

    7. Índice de área foliar 2015 (LAI) (m2/m2).

    8. Contenido del suelo en materia orgánica (%).

    9. Contenido del suelo en nitrógeno (%).

    10. Contenido del suelo en carbono orgánico (%).

    11. Contenido del suelo en carbono total (%).

    La fuente de los datos pertenecen por una parte a los dos últimos inventarios (diferencia de

    área basimétrica y de densidad, especie arbórea dominante), por otra parte datos cedidos por

    el grupo de investigación Genética, Fisiología e Historia Forestal (MO, N, C org. y C t.) y por

    último a los cedidos por el INIA en colaboración con el proyecto BOSSANOVA (FCC y LAI).

    Para determinar si las variables elegidas tienen algún grado de asociación lineal entre ellas se

    realizó un análisis de correlación bivariada usando el coeficiente de Spearman (Ferrán, 1996)

    mediante el programa estadístico SPSS. Tras este análisis se observó que las variables “C org” y

    “MO” estaban relacionadas linealmente dado que una es producto de la otra. Por ello se

    eliminó la variable “C org”. También las variables “FCC” y “LAI” poseían una alta correlación

    (67%), por lo tanto, se eliminó la variable “LAI”.

    Tras el análisis de correlación las variables que permanecen han sido cinco relativas a la

    espesura y tres relativas al análisis químico del suelo. En el Anejo V (Tabla 1) se muestra la

    tabla completa de la caracterización por parcelas, así como la tabla de correlación entre las

    diferentes variables (Tabla 2).

    Con estas nueve variables finales se pretende llegar a una aproximación en la explicación de

    las distintas abundancias de los grupos funcionales en cada agrupación vegetal (AV) y en el

    conjunto del monte a través de la misma herramienta estadística, el análisis de correlación

    bivariada.

  • 32

    5. Resultados y discusión

    5.1 Parcelas muestreadas

    De las 125 parcelas iniciales se muestrearon 101, es decir, un 80 %. Esto se debe a la escasez

    de tiempo para completar todas las parcelas en apenas un verano. Con el fin de realizar un

    muestreo lo más representativo posible de las agrupaciones vegetales existentes se realizó un

    sorteo de las parcelas restantes a muestrear. En términos de superficie se muestreó el 2.51 %

    del monte, unas 3.14 ha. La tabla 5 ilustra las parcelas que han sido muestreadas y el tipo de

    rodal al que pertenecen.

    Tabla 5. Distribución de las parcelas muestreadas según la agrupación vegetal a la que pertenecen.

    Agrupación

    vegetal

    Parcelas

    muestreadas y %

    respecto al total

    Superficie

    muestreada (ha) Parcelas

    Hayedo

    monoespecífico 27 (84%) 0.85

    8, 9, 10, 13, 14, 15, 21, 22, 30, 33, 41, 42, 49, 50, 51,

    52, 53, 54, 61, 62, 64, 65, 75, 76, 77, 87 y 98.

    Hayedo

    oligoespecífico 6 (75%) 0.19 81, 92, 93, 94, 114 y 115.

    Matorral 12 (80%) 0.38 73, 85, 89, 95, 96, 100, 105, 106, 107, 113, 116 y

    117.

    Melojar

    monoespecífico 22 (79%) 0.69

    1, 2, 3, 4, 6, 7, 11, 16, 17, 18, 23, 24, 26, 27, 28, 29,

    35, 37, 38, 39, 43 y 55.

    Melojar

    oligoespecífico 13 (81%) 0.41 20, 31, 32, 34, 44, 45, 56, 59, 60, 70, 71, 72 y 83.

    Robledal

    oligoespecífico 21 (80%) 0.66

    47, 57, 58, 67, 68, 69, 74, 78, 79, 90, 91, 108, 119,

    120, 121, 122, 123, 124 y 125.

    TOTAL 101 (81%) 3.17

    Para verificar que el muestreo por parcelas es representativo de la flora de El Hayedo se

    comparó con el número de taxones obtenidos en el catálogo florístico realizado

    paralelamente. El resultado confirma que el 72 % de los taxones del catálogo están recogidos

    en el inventario, por lo tanto, se puede decir que es in inventario representativo de El Hayedo.

    El número de taxones recogidos en el inventario fue de 379, 146 menos que en el catálogo.

  • 33

    5.2 Biodiversidad específica

    En primer lugar hay que remarcar que los resultados de abundancias expuestos en este

    estudio solamente se refieren al estrato inferior o herbáceo (altura entre 0 y 0.5m).

    En un primer tratamiento estadístico de los datos se realizó la riqueza y el índice de Shannon

    en cada parcela. Los resultados, agrupados según el tipo de rodal (Tabla 6), muestran que,

    según la riqueza, los dos tipos de melojar son las agrupaciones más variadas en especies,

    mientras que los dos tipos de hayedo y el matorral son los más pobres. Tanto en la tabla 6

    como en la figura 12 se aprecia que el hayedo presenta aproximadamente la mitad de especies

    que el melojar. Por otra parte es destacable que, dentro del hayedo y del melojar, las

    agrupaciones monoespecíficas son sensiblemente más ricas que las oligoespecíficas.

    Tabla 6. Índice de Shannon y riqueza en las parcelas muestreadas según la agrupación vegetal.

    Agrupación vegetal Riqueza Shannon

    Promedio Máx. Mín.

    Hayedo monoespecífico 124 3,71 4,88 1,58

    Hayedo oligoespecífico 114 3,93 4,44 2,32

    Matorral 113 3,90 4,33 2,92

    Melojar monoespecífico 226 4,83 5,57 3,82

    Melojar oligoespecífico 193 4,74 5,97 4,03

    Robledal oligoespecífico 136 4,17 4,85 3,42

    Media total ponderada 156 4,22 5,97 1,58

    Los valores obtenidos de riqueza pueden considerarse bastante altos tanto para el melojar

    como para el hayedo si se compara con otros hayedos relícticos (Tabla 1). Suponiendo que el

    valor dado para la riqueza de esos hayedos sólo correspondiera a la agrupación del hayedo, El

    Hayedo de Montejo sería, con una riqueza entre 114 y 124, el que más biodiversidad tendría

    por unidad de superficie.

    Si además de la riqueza se contempla la abundancia se obtiene el índice de Shannon. Según los

    resultados de este índice se observa que, incluso en el hayedo monoespecífico, el valor es muy

    elevado si los comparamos con otros hayedos ibéricos no marginales, como por ejemplo los

    navarros, de los que se han publicado cifras entre 0,2 y 3,1 para este índice (Remón et al.,

    2001). Los valores más altos se sitúan en los dos tipos de melojar con valores próximos a 5 e

    incluso algunas parcelas llegan a un valor 6. Por otra parte destacan algunos valores

    extremadamente mínimos de riqueza o índice de Shannon en algunas parcelas de hayedo en

    las que el haya apenas deja lugar a otras especies. El diagrama de la figura 13 ilustra

    sintéticamente lo comentado sobre este índice y en la tabla 1 del anejo V se encuentran todos

    los valores de este índice.

    Para calcular la riqueza y el índice de Shannon en el conjunto del monte se realizó la media

    ponderada respecto de la superficie relativa de cada tipo de rodal. El resultado fue de un valor

    de 156 y 4.23 para riqueza e índice de Shannon respectivamente. Además, a modo de

    confrontación, se realizó una segunda media ponderada respecto a la cantidad parcelas

  • 34

    muestreadas en cada tipo de rodal. Para esta segunda media el valor fue prácticamente

    idéntico (156 y 4.22) a la media ponderada con la superficie.

    Figura 12.Diagrama de cajas de la riqueza específica en las distintas agrupaciones vegetales. La numeración que se

    aprecia en los valores extremos corresponde al número de parcela.

    Figura 13.Diagrama de cajas del índice de Shannon en las distintas agrupaciones vegetales. La numeración que se

    aprecia en los valores extremos corresponde al número de parcela.

  • 35

    Otro punto importante que este estudio puede aportar es la determinación de las especies del

    estrato inferior más abundantes en cada agrupación vegetal y en el conjunto del monte. Los

    resultados obtenidos del cálculo muestran que en los dos tipos de hayedo las primeras tres

    especies más representativas son coincidentes. Por orden son: Melica uniflora, Pteridium

    aquilinum y Poa nemoralis. Destaca el helecho al ser la única especie en el hayedo

    monoespecífico que apareció en todas las parcelas, aunque es el ligeramente más abundante

    en el hayedo monoespecífico. En los dos tipos de melojar las dos especies más frecuentes son

    Melica uniflora y Bromus sterilis. Ambas especies con una abundancia muy superior al hayedo,

    de hecho, Melica uniflora, presenta en el melojar monoespecífico su mayor frecuencia media

    por parcela (9.23). En el robledal oligoespecífico las especies más abundantes son Melica

    uniflora, Poa nemoralis y Brachypodium sylvaticum. En el matorral destaca en primera posición

    Deschampsia flexuosa con la media de individuos por parcela más alta (10.25) de entre todas

    las especies del monte. En segundo lugar Pteridium aquilinum también con una media alta

    (8.00) y en tercero Bromus sterilis.

    En el conjunto del monte destaca en primer lugar Melica uniflora, seguido de Bromus sterilis y

    Deschampsia flexuosa y en cuarto lugar se sitúa el gamón (Asphodelus albus). En el Anejo VI

    pueden consultarse los listados de las primeras 20 especies ordenadas decrecientemente

    según su abundancia además de los valores máximos y mínimos registrados por parcela de las

    distintas agrupaciones y del conjunto del monte.

    5.3 Caracterización de grupos funcionales resultantes

    Tras efectuar el agrupamiento estadístico, o cluster, con los 379 taxones y los 7 rasgos,

    resultaron una serie de agrupaciones. Entre ellas destacó el conjunto de 3 grupos (Figura 14)

    por su más elevada correlación respecto a las demás, aunque con baja consistencia según el

    ancho de silueta. Fue este cluster de 3 grupos el que se utilizó para el estudio de los grupos

    funcionales. La figura 15 muestra visualmente la agrupación de los taxones, y en ella se

    muestran los tres grupos relativamente bien diferenciados entre sí a execpción de pequeñas

    incrusiones entre grupos.

    Figura 14. Gráfico comparativo sobre los conjuntos de agrupaciones. Destaca el conjunto de 3 grupos con mayor

    correlación. Programa estadístico R.

  • 36

    Figura 15. Gráfico del cluster de 3 grupos. Programa estadístico R.

    El rasgo que parece tener la clave de la clasificación de los taxones en tres grupos es la

    abundancia de semillas por planta. Este atributo comparado entre cada grupo y la media total

    se diferencia de una manera bastante clara. El hecho de que se hayan formado tres grupos y

    no cinco se explica porque en ese rasgo los valores extremos son muy escasos (Tabla 7). Los

    segundos rasgos con mayor relación son la forma de vida de Raunkiaer y la dispersión. Entre

    ellos se observa alguna relación lógica, por ejemplo, el grupo 3 es el que tiene mayor número

    de semillas y posee dispersión anemócora, así como el grupo 1 es el que tiene menor número

    de semillas y su dispersión es predominantemente barócora. Sin embargo los demás rasgos no

    presentan una relación tan directa como la abundancia de semillas, ello se ve en la

    comparación con la columna media total. Especialmente queda patente esta no relación en el

    rasgo de nutrientes, en el que los valores de cada grupo coinciden prácticamente con la media

    total. En el Anejo IV se muestra el listado completo de la relación entre cada grupo funcional

    (GF) y taxones.

  • 37

    Tabla 7. Datos resultantes para caracterización de los tres grupos funcionales. En negrita se han remarcado aquellos

    valores que se alejan de la media total y definen las peculiaridades de cada grupo funcional.

    Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3

    Media total

    Nº taxones 110 154 113

    126

    Altura media, min.-máx. (m) 0.4

    (0.04 - 6) 0.7

    (0.05 - 33) 1.90

    (0.06 - 23)

    0.99 (0.04 - 33)

    Masa media semilla (mg) 4,7 21,9 65,7

    30,0

    Abundancia de semillas por

    planta

    10000 5% 1% 15%

    7%

    Forma de vida de Raunkiaer

    bienal 0% 1% 1%

    1%

    caméfito 3% 5% 2%

    3%

    criptófito 1% 1% 4%

    2%

    geófito 8% 5% 0%

    4%

    hemicriptófito 47% 58% 61%

    55%

    lianoide 0% 1% 0%

    1%

    macrofanerófito 0% 1% 3%

    1%

    mesofanerófito 1% 0% 4%

    2%

    microfanerófito 0% 3% 6%

    3%

    nanofanerófito 1% 3% 8%

    4%

    terófito 40% 22% 11%

    24%

    Luz (Ellenberg)

    1 (-) 0% 0% 0%

    0%

    2 1% 1% 0%

    1%

    3 2% 1% 2%

    1%

    4 7% 9% 3%

    6%

    5 15% 14% 12%

    14%

    6 22% 17% 14%

    17%

    7 27% 26% 46%

    32%

    8 20% 26% 22%

    23%

    9 (+) 6% 7% 2%

    5%

    Nutrientes (Ellenberg)

    1 (-) 8% 6% 3%

    5%

    2 11% 15% 14%

    13%

    3 15% 14% 13%

    14%

    4 15% 12% 16%

    14%

    5 15% 16% 25%

    19%

    6 18% 23% 18%

    20%

    7 12% 9% 10%

    10%

    8 5% 5% 1%

    4%

    9 (+) 1% 1% 1%

    1%

    Dispersión

    anemócora 11% 22% 35%

    23%

    autócora 6% 0 6%

    6%

    barócora 45% 32% 12%

    30%

    diszoócora 0% 1% 4%

    1%

    endozoócora 6% 8% 14%

    9%

    epizoócora 26% 26% 23%

    25%

    hidrócora 1% 1% 1%

    1%

    mirmecócora 6% 5% 5%

    5%

  • 38

    De forma resumida se podrían describir los tres grupos:

    GF 1. Terófitos y hemicriptófitos con producción de semilla baja (10-100), principalmente

    barócoros y con un requerimiento medio-alto de luz.

    GF 2. Hemicriptófitos y terófitos con producción de semilla media (100-1000) y con un

    requerimiento medio-alto de luz. En este grupo, el resto de rasgos se asemejan

    demasiado a la media total como para definir al grupo de forma concisa. Es el

    grupo más parecido a la media de los tres.

    GF 3. Hemicriptófitos con producción de semilla alta (1000-10000), principalmente

    anemócoros y con un requerimiento alto de luz.

    Se puede interpretar que el GF 1 pertenecen, de media, a las especies que tienen un gado más

    alto de madurez o estabilidad en relación a su entorno al tener pocas semillas y dispersarlas en

    un radio cercano al ser barócoras. En el otro extremo estaría el GF 3 en el que las especies más

    colonizadoras las cuales tienen un alto número de semillas que dispersan en un área mayor

    gracias al viento y a los animales. Además este grupo soportaría un grado menor de sombra

    que el primero. El GF 2 se encontraría en un punto intermedio entre las dos situaciones ya

    citadas.

    Una idea de los taxones más representativos que conforman los grupos funcionales puede

    formarse al observar la tabla 8. En esta tabla, por ejemplo, destaca la presencia de Erica

    arborea en el grupo 1, siendo más propia del 3. Este hecho da a conocer que tanto los datos de

    origen como el cluster todavía permiten mejoras para lograr resultados más finos y

    significativos.

    Tabla 8. Taxones más representativos de cada grupo funcional.

    GF 1 GF 2 GF 3

    Melica uniflora Asphodelus albus Pteridium aquilinum

    Bromus sterilis Hedera helix Deschampsia flexuosa

    Poa nemoralis Stellaria media Arenaria montana

    Brachypodium sylvaticum Geranium robertianum Avenula sulcata

    Festuca sp. Lonicera periclymenum Dactylis glomerata

    Erica arborea Sanicula europaea Teucrium scorodonia

    Cynosurus elegans Mycelis muralis Quercus pyrenaica

    Festuca trichophylla Poa pratensis Cruciata glabra

    Lapsana communis Juniperus communis hemisphaerica Luzula nivea

    Agrostis sp. Viola sp. Prunus avium

    De acuerdo con la flora encontrada en las parcelas la figura 16 muestra que hay una

    distribución medianamente equilibrada (aunque la mayor parte de los taxones, el 41%,

    pertenecen al grupo funcional 2). Ello se puede deber a que este grupo es el más generalista

    de los tres.

  • 39

    Figura 16. Gráfico del reparto proporcional de grupos funcionales en El Hayedo según la riqueza taxonómica.

    5.4 Abundancia de grupos funcionales

    A través de los datos obtenidos del muestreo de presencia abundancia mediante parcelas

    circulares y la asignación de grupos funcionales se ha podido conocer la abundancia tanto de

    estos grupos funcionales como la de los taxones en el conjunto del monte y en sus distintas

    agrupaciones vegetales.

    Figura 17. Gráfico de la abundancia de grupos funcionales en El Hayedo. La abundancia ha sido ponderada con la

    superficie relativa de cada tipo de rodal.

    Al analizar la abundancia de grupos en el conjunto del monte (realizada como la media

    ponderada con la superficie de cada tipo de rodal) se observa que el GF 1 es el que más

    proporción ocupa (Figura 17). Esto contrasta a primera vista con el hecho de que el grupo 2 es

    GF 1 29%

    GF 2 41%

    GF 3 30%

    Proporción de grupos funcionales (GF) según riqueza taxonómica

    GF1 42%

    GF2 31%

    GF3 26%

    Sin GF 1%

    Abundancia de grupos funcionales en El Hayedo

  • 40

    el que más taxones agrupa (Figura 16). Sin embargo, esto prueba que, de forma general, no

    por haber más diversidad se cumplen más funciones en el monte.

    En el diagrama de la figura 18 se observa la abundancia de cada grupo funcional en las

    distintas agrupaciones. Existen observan algunos patrones y diferencias. Se aprecia que en

    todas las agrupaciones se cumple el patrón en el que GF 1 > GF 2 > GF 3. Solamente el

    matorral forma la excepción, siendo el GF 3 el que predomina sobre el GF 1 y GF 2. Además del

    patrón predominante, se pueden ver diferencias de abundancia de grupos funcionales en una

    misma agrupación vegetal. Así como la diferencia en los dos tipos de hayedos es pequeña, en

    los dos tipos de melojar es más notable (sobre todo en el melojar monoespecífico), mientras,

    el robledal y el matorral se situarían en una posición intermedia entre hayedos y melojares.

    A nivel de conjunto y de AV, la mayor abundancia del GF 1 (especies propias de medios

    maduros) frente al GF 3 (especies colonizadoras de espacios sometidos a perturbaciones) tiene

    sentido ya que tras unos treinta años de la supresión de los aprovechamientos (si bien con un

    moderado acotado al ganado) es síntoma de que el medio está madurando. Si bien, sucede lo

    contrario en el matorral donde predominan las especies más colonizadoras.

    Figura 18. Abundancia de grupos funcionales por agrupaciones vegetales en El Hayedo. La numeración que se

    aprecia en los valores extremos corresponde al número de parcela.

  • 41

    Con el fin de observar qué grupos funcionales estaban menos representados en cada AV se

    realizó un índice de Shannon para los tres grupos funcionales. El resultado se observa en la

    figura inferior, donde, de media, todas las agrupaciones existe representatividad de los tres

    grupos. Únicamente en el hayedo monoespecífico existen tres parcelas en las que un grupo

    funcional es faltante.

    Figura 19. Índice de Shannon de grupos funcionales por agrupaciones vegetales en El Hayedo. La numeración que se

    aprecia en los valores extremos corresponde al número de parcela.

    5.5 Relación entre la biodiversidad y los factores de cambio

    5.5.1 Relación entre la biodiversidad específica y los factores de cambio

    En la búsqueda de una explicación al porqué de la elevada biodiversidad específica del melojar

    frente al hayedo se han elegido tres variables que pueden dar algunas razones.

    La principal razón puede ser que la luz que llega al suelo sea distinta en cada agrupación. Pese

    a que hayedo y melojar tengan una fracción de cabida cubierta similar (Tabla 9), aunque

    ligeramente más baja en el melojar, posen un índice de área foliar distinto (superior en el

    hayedo). Esto se debe a que la hoja del rebollo es muy lobulada, por lo que deja pasar mayor

    cantidad de luz al estrato inferior.

  • 42

    Tabla 9. Tabla de biodiversidad específica y factores de cambio por agrupaciones vegetales.

    Agrupación vegetal Riqueza Shannon especif.

    FCC LAI

    Hayedo monoespecífico 124 3,71 0,96 4,91

    Hayedo oligoespecífico 114 3,93 0,98 5,01

    Matorral 113 3,90 0,43 1,76

    Melojar monoespecífico 226 4,83 0,84 3,53

    Melojar oligoespecífico 193 4,74 0,90 4,31

    Robledal oligoespecífico 136 4,17 0,94 4,63

    Una segunda razón puede deberse a la heterogeneidad de valores que pueda tener una

    variable estructural como es el área basimétrica. Como se aprecia en la figura 20, el melojar

    tiene una variabilidad más alta que permite una mayor variedad de especies bajo su copa,

    desde unas más nemorales hasta otras más heliófilas. En el fondo parece que vuelve a ser la

    cantidad de luz el factor más determinante en la biodiversidad.

    Figura 20. Área basimétrica por agrupaciones vegetales en El Hayedo. La numeración que se aprecia en los valores

    extremos corresponde al número de parcela.

    Una tercera razón, aunque seguramente más secundaria, podría estar ligada con el ratio de

    descomposición de la hojarasca. Siendo este ratio más lento en el hayedo (Gil et al., 1999)

    ayuda a que la acumulación de hojarasca en determinadas zonas tenga un alto espesor,

    limitando así la biodiversidad.

  • 43

    5.5.2 Relación entre la biodiversidad funcional y los factores de cambio

    Con el objetivo de intentar explicar el comportamiento de El Hayedo a través de los grupos

    funcionales se usaron los nueve factores de cambio mencionados anteriormente para

    establecer algún tipo de relación. Para visualizar estas relaciones se realizó una serie de

    análisis de correlación bivariada usando el coeficiente de Spearman. Tales relaciones se

    muestran en la tabla 10.

    Tabla 10. Tabla de correlaciones entre grupos funcionales y factores de cambio.

    N 2015 AB 2015

    N_dif 15_05

    AB_dif 15_05

    FCC MO N C_t

    GF1 abund

    Coeficiente de correlación

    -,311(**) -,280(**) -0,021 -,238(*) -,330(**) 0,085 ,207(*) 0,135

    Sig. (bilateral) 0,002 0,005 0,835 0,017 0,001 0,401 0,039 0,181

    N 101 101 101 101 100 100 100 100

    GF2 abund

    Coeficiente de correlación

    -,364(**) -0,124 0,119 -,199(*) -,365(**) -0,051 0,093 -0,010

    Sig. (bilateral) 0,000 0,215 0,236 0,047 0,000 0,614 0,358 0,925

    N 101 101 101 101 100 100 100 100

    GF3 abund

    Coeficiente de correlación

    -,490(**) -,473(**) -0,023 -,296(**) -,527(**) 0,143 ,222(*) 0,164

    Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,819 0,003 0,000 0,155 0,026 0,102

    N 101 101 101 101 100 100 100 100

    **. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

    *. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).

    De forma general los factores que más se correlacionan de forma significativa con los GGFF

    son: la densidad de pies (N), el área basimétrica (AB), la diferencia de área basimétrica

    (AB_dif), la fracción de cabida cubierta (FCC) y nitrógeno (N).

    De forma más específica el GF 1 tiene una relación negativa muy estrecha con los factores de

    FCC, N, AB y AB_dif. Aunque la correlación en estos factores es elevada en los tres grupos, en

    el GF 1 el grado es menor. Ello puede estar motivado por las características ligeramente más

    nemorales del GF 1, por lo que el aumento de la espesura afecta a este grupo en menor

    medida que al resto. El GF 3 es el grupo que presenta una relación negativa más intensa para

    las mismas variables que el GF 1. Este hecho puede deberse a que este grupo es el más

    heliófilo (como ya se ha visto es el que predomina en el matorral) y disminuye de forma más

    evidente con el aumento de la espesura. Por último, el GF 2 tiene unas correlaciones

    intermedias entre los grupos ya descritos en las variables de N y FCC. Sin embargo, el factor AB

    no es significativo para este grupo. En cambio, sí lo es la variable AB_dif aunque de modo muy

    leve respecto a los otros grupos. El GF 2 al ser un grupo más generalista puede algunas

    variables no tenga efectos importantes dado que se puede adaptar a un rango más amplio de

    condiciones. El nitrógeno puede ser analizado de forma separada al resto. Este factor

    solamente se relaciona positivamente, aunque débilmente, con el GF 1 y 3. La interpretación

    de este suceso puede verse desde el punto de vista del GF 2, ya que al tratarse de un grupo

  • 44

    más generalista no precisa de una abundancia especial de nitrógeno. En cambio los grupos 1 y

    3 puede que estén más ligados con el pasado silvopastoral del monte.

    La relación entre factores y abundancias de cada GF en las distintas agrupaciones, pese a que

    se ha intentado estadísticamente de diversas maneras, ha resultado extremadamente

    compleja de interpretar. La razón principal puede residir en el bajo número de parcelas de

    cada AV para que las correlaciones tengan sentido y en la relativamente baja definición de los

    grupos funcionales.

    Por otra parte, una mejor interpretación hubiera sido posible si la elección de estas variables

    hubiera sido más acertada o se dispusiera de una mayor amplitud de variables. Por ejemplo,

    no solo en términos dendrométricos, de espesura o edafológicos, sino otros como herbivoría,

    humedad edáfica o tasa del índice de Cambio de Especies por parcela.

    Ante la posibilidad, a largo plazo, de la expansión del hayedo, a causa de la falta de luz y

    depredación por herbivoría del regenerado de Quercus pyrenaica y petraea, se prevé una

    disminución en la biodiversidad específica en general y en particular de las especies más

    ligadas al melojar y robledal. Esta pérdida de riqueza puede atenuarse si la entrada del ganado

    pudiera restringirse de manera más controlada. Sin embargo, desde el punto de vista funcional

    no se perdería diversidad de funciones. Esto puede verse en la figura 19 donde el índice de

    Shannon es muy similar para todas las AAVV. La expansión del hayedo sí ocasionaría un

    descenso en la abundancia de los GGFF, especialmente en el grupo 3 por ser más heliófilo y

    con menor incidencia en el 1. Es más, la apertura de huecos por hayas viejas o vendavales

    siempre fomentará la intrusión, aunque temporal, de los grupos 2 y 3, por lo que su

    representación está asegurada.

    Por otra parte, la alta biodiversidad del hayedo indica que no es todavía un ecosistema muy

    evolucionado, porque en los hayedos más evolucionados la biodiversidad es mucho menor en

    plantas generalistas (GF 2) y, en cambio, las plantas especialistas (GF 1) tienden a aumentar

    (Bartha et al., 2008). Este hecho puede deberse a que aun habiéndose reducido enormemente

    la entrada de ganado, aún existe. Ello fomenta la aparición de nitrófilas y la distribución de

    especies a través de sus deyecciones. Además, como ha mostrado Dupouey et al. (2002) en

    ámbitos similares, el sistema conserva cierta inercia de su pasado como dehesa en cuanto a la

    composición del suelo y de especies. Seguramente harán falta más años para que los efectos

    se diluyan.

  • 45

    6. Conclusiones

    Con el presente estudio se ha mejorado el conocimiento botánico en El Hayedo de Montejo,

    en lo relativo al estrato herbáceo, desde que Hernández-Bermejo y colaboradores publicaran

    el primer catálogo florístico casi 35 años atrás.

    Los análisis obtenidos de la biodiversidad específica muestran que El Hayedo de Montejo posé

    una muy elevada diversidad comparada con otros hayedos a escala de monte y de rodal. De

    media, el melojar es la agrupación con mayor riqueza, mientras que el matorral y el hayedo

    son un 50% menos rico que el melojar y el robledal se encontraría en una posición intermedia.

    Teniendo en cuenta solamente la riqueza del hayedo (entre 114 y 124), se comprueba que es

    muy superior a otros hayedos marginales teniendo presente la reducida superficie que ocupa.

    Las diferencias en el índice de Shannon son menos acusadas, oscilando sus valores entre 3,71 y

    4,83. El melojar (en sus dos variantes) presenta un índice más alto, le sigue el robledal y

    después, al mismo nivel, el hayedo oligoespecífico y el matorral y por último el hayedo

    monoespecífico. Aunque por bajo que pueda considerarse este índice en el hayedo, los valores

    son superiores a las máximas encontradas en otros hayedos ibéricos no marginales como los

    navarros. En el conjunto del monte la riqueza tiene un valor de 156 y el índice de Shannon es

    de 4,23 Destacan Melica uniflora, Bromus sterilis, Deschampsia flexuosa y Asphodelus albus

    como las especies más abundantes en el conjunto del monte.

    Las variables escogidas para la determinación de los grupos funcionales (rasgos) ha sido

    aceptable puesto que ha permitido identificar tres grupos funcionales e interpretarlos en

    cierta medida. Sin embargo, la mejora en este aspecto es razonable al considerar que la

    consistencia del cluster fue baja y la clasificación de las especies en los grupos no fue lo fina

    que se hubiera esperado. El origen del problema puede ser la correlación entre los rasgos

    elegidos y/o lo ajustado que ese atributo estuviera al lugar de estudio. No obstante, esta

    elección de rasgos es limitada por la falta de valores en las bases de datos para las especies

    encontradas en el inventario.

    Los análisis realizados de la biodiversidad funcional muestran que existen tres grupos

    funcionales siendo la abundancia de semilla el rasgo que más define a los grupos. De los tres

    grupos el 1 sería el más relacionado con una comunidad madura y estable, el grupo 3 tendría

    un carácter más colonizador de espacios sometidos a perturbación y el grupo 2 sería una fase

    intermedia entre los otros dos. En el conjunto del monte como en cada agrupación, el grupo 1

    es el más abundante seguido del 2 y del 3. La excepción la forma el matorral donde el grupo 3

    es predominante por tener un carácter más colonizador. El hecho de que el GF 1 sea el más

    abundante indica que el monte está todavía en proceso de maduración.

    Se ha observado que existen relaciones entre los factores de cambio en El Hayedo y la

    biodiversidad específica y funcional. La diferencia de riqueza e índice de Shannon entre hayedo

    y melojar se debe a la relación entre FCC y LAI. Es decir, a igualdad de cobertura (FCC) la forma

    más lobulada de la hoja del melojo (menor LAI) permite que atraviese más luz. También puede

    influir la mayor diversidad de área basimétrica en el melojar que provoca una mayor variedad

    de oportunidades para distintas especies y la menor acumulación de hojarasca sin

  • 46

    descomponer. Por otra parte, la existencia de un gradiente negativo del grupo 1 al 3 (siendo

    más intenso en el 3) relacionado con el aumento de espesura. Esto sugiere que de mantenerse

    la tendencia expansiva del hayedo en los últimos diez años, parece que a largo plazo habrá un

    descenso en la biodiversidad específica, pero no así en la funcional en términos cualitativos. En

    términos cuantitativos descenderán los tres grupos aunque de manera más marcada el grupo

    3 seguido del 2. También se ha observado que el grupo 1 y 3 tienen una relación con el

    nitrógeno, causa de ello puede ser la huella del pasado silvopastoral que todavía perdura.

  • 47

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