GEOQUIMICA DE LA ASOCIACION OFIOLITICA DE CUBA

E. Fonsecal, F. Castillol, A. Uhanov2, M. Navarrete3 and G. Correal

1 lnstituto Geologfa y Paleontologfa, Ministerio de Indus trias Basicas, La Habana, Cuba

2Jnstituto de Geoquimica y Qufmica, Academia. de Ciencias, Moscu, URSS,

3Empresa de Geologfa. Ministerio de Industrias Basicas, Santiago de Cuba, Cuba

ABSTRACT

The ophiolites Cuba have two distinct modes of occurrence: 1) a discontinuous belt of ophiolite suites in northern Cuba, 2) isolated lenses or blocks within the metamorphic massifs in southern. Each of these occurrences have their own geochemical characteristics. Although the differences in the ultramafic components of the ophiolites are not significant, differences are apparent in the gabbroic rocks which suggests that they formed in different magma chambers. The basaltic rocks of the ophiolites exhibit a clear tholeiitic affinity.

(English abstract by Oren Draper)

INTRODUCCION

Las ofiolitas cubanas afloran en dos regiones principales; Ia primera y de major desarrollo corresponde al cintur6n septentrional entre el margen continental y el arco volcanico cretacico (Fig. 1 ), y Ia segunda en fragmentos aislados asociados a los bloques metam6rficos de Ia region meridional de Cuba - Guaniguanico, Isla de Ia Joventud, Escambray y Sierra del Convento (Fig. 1 ). En general elias se caracterizan por Ia presencia de cuatro y a veces cinco complejos bien definidos, con una distrbuci6n irregular, Ia que no esta en dependencia de su grado de erosi6n, tectonismo o de su posici6n al norte o al sur del territorio nacional. Estos complejos son tectonitas, cumulos ultramaficos y cumulos maficos, gabros isotr6picos, diabasas y basaltos con sedimentos asociados.

Larue, O.K., and Draper, G. (eds.), Transactions of the 12th Caribbean Geological Conference, St. Croix , U.S. V.I., Miami Geological Society, P.O. Box 431552, South Miami, FL 33243, U.S.A

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CARACTERISTICAS GEOLOGICAS

Tectonitas Ultramaficas

Las tectonitas (complejos inferior de las ofiolitas) se distribuyen principalmente desde Ia regi6n occidental hasta Ia regi6n central del pafs. Por el Norte afloran en Ia Sierra de Cajalbana y sus alrededores, en las provincias de La Habana como aislados bloques mezclados con las secuencias del arco volcanico, en Villa Clara el complejo aflora como un melange unto conotros complejos de las ofiolitas.

En Ia parte septentrional de Ia regi6n occidental de Cuba (Guaniguanico), las tectonitas afloran como bloques en harzburgitas intensamente tectonizadas en el contacto de Ia falla Pinar y en aislados bloques en Ia Sierra del Rosario.

En el Escambray elias aparecen de igual forma, pero con alto grado de antigoritizaci6n (Somin y Millan, 1981 ). Hacia Ia regi6n de Camaguey el dominio de este complejo va disminuyendo y empieza el predominio del complejo cumulativo. En Holgufn, las tectonitas y los cumulos aparecen muy mezclados tectonicamente, pero con una marcada supremacla del complejo inferior (And6 y otros, 1988). En Ia regi6n de Ia Sierra Nipe-Cristal, en el denominado macizo Mayar! coexisten espacialmente distribufdos los dos complejos en areas independientes, en Ia parte occidental afloran las tectionitas u limitados por una falla diagonal de direcci6n SW -NE aparecen los cumulos en Ia parte oriental (Sagua de T:inamo).

Sierra del Rosario

Sierra de Nipe-Cristal

Isla de Joventud

0 100 km

Fig. 1 Localizaci6n de roc as ophioliticas en Cuba. Complejos ophioliticas en negro; complejos metam6rficas en textura de puntos.

En Moa-Baracoa solo se han encontrado escasos afloramientos, que por las caracterfsticas estructurales se puede suponer su pertencia al complejo inferior.

En Ia Sierra del Convento afloran bloques de u ltramafi tas y gabros con alto grado de metamorfismo, to que no ha permitido, hasta el momento establecer Ia pertenencia a las tectonitas o cumulos (Teperin y Heredia, 1980).

Complejos cumulativos

El complejo cumulative segun lo expresado anterormente se distribye principalmente desde la regi6n de Camaguey hasta Baracoa. Este complejo presenta particularidades estructurales, petrol6gicas y mineral6gicas diferentes entre el cintur6n septentrional y el meridional.

En Ia regi6n de Pinar del Rfo en el contacto entre las zonas estructurales Guaniguanico y Ia Esperanza se observan escasos bloques de este complejo con mayor aflorabilidad de su parte superior (gabros, gabross olivinicos y troctolitas).

En Ia regi6n de Villa Clara los cumulos afloran como bloques at No de Ia regi6n de Mabujina , con burna ritmicidad representada por troctolitas , pironxenitas, gabroides. Las piroxenitas aparecen como diques y como capas en este complejo (Mill~n comunicai6n personal). El desarrollo y Ia ritmicidad de los cumutos es diferente en Camaguey, Holguin y Moa-Baracoa. En Ia primera es notable Ia amplia distribuci6n del complejo cumulative ultnimafico (harzburgitas, dunitas, dunitas enstatfcas) en menor grado et

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Sierra del Convento

matico (anortositas, gabros olivinicos, gabros). Las troctolitas aquf forman diques disordantes a los cumulos (Haydutov y otros, 1981).

En Holguin los cumulos ultramaficos estan representados pro lherzolitas, dunitas, harzburgitas y el mafico se inicia con Ia transici6n de peridotitas plagiocl4sicas, troctolitas, gabros olivCnicos y gabros hornblendicos, concapitas de hornblenditas, estas ultimas dan at corte caracterfsticas petrograficas diferentes al resto de los complejos cumulativos del pais.

En Moa-Baracoa los cumulos ultramaficos y maficos est~n bien desarrollados. En Ia parte inferior, se altern an las harzburgitas, ortopiroxenitas, dunitas, dunitas enstatfticas, pasando gradualmente a peridotitas plagioclbicas, troctolitas y gabros olivfnicos.

Complejos Gabricos

El complejo gabrico propiamente dicho representado por gabros masivos isotr6picos con un tipo de piroxeno (clinopiroxeno)- aparece en Cuba independientemente de Ia presencia o no de los cumulos m~ficos, en algunas oportunidades su presencia va acompanada por numerosos diques concordantes o discordantes a Ia pseudo­estratificaci6n cumulativa.

En Ia regi6n donde el desarrollo de los cumulos es escaso, afloran abundantes cuerpos de gabroides (P. del Rfo, La Habana, Villa Clara, parte occidental del macizo Mayarf en Oriente. Es interesante notar que generalmente en estas mismas regiones, estos gabros estb cortados por

diques de diabasas de dos sistemas, el primario: pseudoparalelo y el secundario discordante al anterior. Este sistema de diques ha sido descrito por muchos aut ores (Fonseca et al, 1985: Iturralde-Vinent, 1986; And6 y otros, 1988) como el llamado complejo de diques paralelos de diabasas, pero es clara que este no representa un complejo clasico segun la literatura.

Diabasas y basaltos

Las diabasas estan presentes en todo el cintur6n ofiolftico tanto al norte como al sur, pero exceptuando a los diques descritos anteriormente, estas rocas aparecen . en general como bloques masivos, con contactos tect6nicos entre los diferentes complejos ofiollticos. El complejo superior de · tas ofiolitas, esta representado por basaltos y sedimentos pelagicos asociadas, estas rocas afloran en todo el cintur6 ofiolftico septentrional, con diferentes espesores. En los bloques meridionales estas rocas estan metamorfizadas basta anfibolitas, su origen oceanica o de arco insular es discutido por algunos aut ores MiiUn y Haydutov, comunicaci6n personal).

Los basaltos y sedimentos asociadas espacialmente a las ultramafitas y relacionados por algunos autores (Fonseca y Zelepuguin, 1981: Iturralde-lVinent y otros, 1986; And6 y Navarrete, 1988) como el cuarto complejo de dicha asociaci6n, estan caracterizados como unidades litoestratigraficas en los diferentes bloques ofioHticos del cintur6n septentrional. En Pinar del Rio, al norte de Ia Sierra del Rosario, Ia Formaci6n Encrucijada aparece como una franja alargada muy tectonizada y representada por basaltos en almohadillas con hialoclastitas, silicitas y sedimentos pelagicos, de edad Ap-T.

Esta unidad aun debe ser subdividida ya que por sus caracteristicas geoquimicas algunos niveles de lavas se acercan mb a los basaltos del arco volcanico y otros son correladonables con los de tipo ofiolftico (Fonseca, 1988).

En las formaciones de La Habana, los efusivos ofiolfticos aun no estan cartografiados, pero se han encontrado basaltos oceanicos en los bloques al6ctonos de Ia Formaci6n Chirino (Arco volcanico cretacico, ademb es importante sefialar que conjuntamente con basaltos y diabasas en contacto tect6n ico afloran boninitas, que supustamente representan Ia base del arco volcanico en esta regi6n.

En Matanzas los basaltos corresponden a Ia Formaci6n Margot, con caracterfsticas muy

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similares a Encrucijada, incluso en edad. En Villa Clara aparece Ia Formaci6n Zurrapandilla, Ia que en proporci6n contiene mas diabasas que basaltos Hatten, 1958; Zelepugin y otros, 1985). En Camaguey estos basaltos no afloran y han y han sido descritos por datos de pozos (lturralde­Vinent y otros, 1986) como "Basitas Albaiza". En Holguin Ia nueva Formaci6n Bariay representa a estos basaltos (And6 y Naverrete, 1988).

En Ia regi6n oriental, aunque estos no estan cartografiados afloran basaltos ofiolfticos en Ia parte norte del bloque Moa Biracoa (Torres y Fonseca, 1988).

GEOQUIMICA

Para realizar este estudio fueron recopiladas las mustras de los diferentes complejos en las regiones septentrional y meridional del pais.

Las muestras de ultramafitas fueron analizadas por diferentes metodos en el Instituto de Geogufmica de Ia Academia de Ciencias de Ia URSS, y las de los complejos superiores fueron analizadas en los laboratorios del area geol6gica de Cuba.

Lo mas complejo de este trabajo ha sido tratar de demostrar Ia pertenencia de las rocas ultramaficas, especialmente las dunitas y las harzburguitas a las tectonitas 0 a los cumulos, debido a Ia complejidad tect6nica con que elias afloran.

De los complejos inferiores se utilizaron dunitas, harzburgitas, lherzolitas, dunitas­enstatiticas y sus serpentinitas, asf como serpentinitas antigorfticas y crisotflicas.

En el grafico de Skinner y otros (1978) se puede observar el caracter ofiolftico de todas las rocas ultramaficas de Cuba (Fig. 2). Las mas empobrecidas en Ni, son las del Escambray, el resto presenta un comportamiento regular.

Para las rocas ultramaficas los elementos mas discriminantes son el Cr, Ni, Co por una parte y por otral el Mg y Fe. Tambien pueden servie para esta caracterizaci6n Ia suma de AI + Ti, (Fig. 3). Segun este diagrama constufdo con los valores en .ppm, se puede observar que en linea decreciente por la relaci6n Cr + Ni + Co las rocas transicionan en general desde dunitas, harzburgitas, lherzolitas y wherlitas y por ultimo en el extrema opuesto aparecen los gabros.

En Ia linea Mg + Fe y AI + Ti las dunita5 son igualmente las rocas con mayores contenidos de

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Fig. l Diagrama comparative scgun Skinner e aL (1976). donde se incluyen las rocas ultram4ficas de las tectonitas y los cumulos.

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estos elementos siguendolas las harzburgitas, lherzolitas y por ultim o las werhlitas que se separan un tanto de esta lfnea por sus contendidos promedio. AI igual que en el caso anterior los gabros ocupan el extremo de Ia lfnea.

Fla. 3 Or4fico de compartamiento promedio para los principales elementos de las ultramafitas y los gabroide~ de Cuba.

AI estudiar el comportamiento de las serpentinitas dunfticas segun las diferentes regiones podemos observar como elias (Fig. 4) en Mayarf y Holgufn· tienen un comportamiento similar y a la vez algo diferente con las de Camaguey. Los elementos que se diferencian son Ti, V, Cr, Cu y Nb. Las rocas de las dos primeras regiones pertenecen principalmente al complejo ultramafico metam6rfico y las de Camaguey son cumulativas. El comportamiento del V y el Ti, el similar, ya qye ellos se enriquecen progresivamente hacia los complejos superiores de las ofiolitas . Los contenidos promedio para otras regiones del mundo en estos elementos van desde 48 ppm en las tectonitas has 300 en los cumulos; para el Ti y el V las varaiaciones son de 25 a 40 (Coleman, 1977). Las rocas cubanas presentan contenidos promedio de Ti de 45 ppm en las tectonitas hasta 700 ppm para los cumulos y excepcionalmente suben los valores sobre 1000 ppm.

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El vanadio por otra parte varia desde 40 hasta 130 aproximadamente. Este ultimo elemento muestra un comportamiento interesante, no solo vertical en el corte ofiolftico, sino taml?ien lateral en el sentido geognifico, desde Occidente

hacia Ia parte Oriental de Cuba (Fig. 5). En este diagrama donde se unieron todas las ultramafitas, se observa un aumento de los contenidos de este elemento desde Villa Clara hacia Moa-Baracoa, especialmente en las lherzolitas, pero es interesante ver en las harzburgitas y en el promedio de todas elias, el empobrecimento del elemento en Mayari y el aumento brusco bacia Moa-Baracoa. Esto corrobora Jo planteado por Fonseca y otros (1989), donde se expresa que en Mayari existe un prodominio del complejo inferior de las ofiolitas y tambien Ia cercanfa de este bloque a su punto de origen en Ia zona del rift, caractrerizada por el quimismo de sus rocas y Ia posici6n de Ia mineralizaci6n cromitica. For otra parte las serpentinitas harzbuglticas desde Villa Clara hasta Moa-Baracoa, tienen un compor­tamiento muy similar (Fig. 6), solamente es interesante notar el mayor contenido de vanadio en estas ultimas. En la regi6 de Moa-Baracoa se ha observado algun contendido de coulsonita (magnetita vanidica) entrecrecida con las menas cromiticas (Santa Cruz y otros, 1988), lo que pudiera influenciar tambfen en el contenido de este elemento en las rocas ultramaficas de Ia regi6n.

Los valores de niobio en las harzburgitas y en las dunitas estan dados por el mayor o menor grado de serpentinizaci6n, ya que en estas rocas Ia hidrataci6n origina unenriquecimiento del elemento.

En el grafico de Ia Fig. 7 se representan las variacines de los elementos para Ia regi6n de Villa Clara, Iugar en que se obtuvo una mayor

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Fl11. 4 Gr~fico de variaci6n de las serpentinitas dunftcas de tres regiones: Holgufn y Mayarf (tectonitas), CamagUey (cumulativas).

variablilidad litol6gica. En general todas las rocas responden a un mismo patr6n incluyendo las harzburgitas, las wehrlitas y las serpentinitas antigoriticas-crisotilicas del Escambray. Los gabros se utilizaron a modo de comparaci6n, y es notable en ellos, el enriquecimiento en Ti, V, y Sr, asf como el empobrecimiento en Cr. Ni, Co, Cu y anormalmente en Rb.

Fill. 5 Diagrama de variaci6n de vanadio para las uhramafitas en las regiones central y oriental de Cuba.

100 .6 LHERZOLITAS 0 SERPENTINAS LHERZOLITICAS

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FJ~~:. 6 Gr4fico del contenido promedio de los principales elementos en las serpentmuas harzburgfticas de las regiones central y oriental de Cuba.

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Fig. 7 Gr4fico del compartamiento de las ultramafitas, de las tectonitas y los cumulos en Villa Clara. Las serpentinitas antigorfticas-crisot£licas sn del Escambray .

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Fia:. 8 Gr4fico del contenido promedio de los elementos en las ultramafitas dcsde Ia regi6n occidental basta Ia oriental. Se observa Ia marcada diferencia en Pinar del Rfo.

La disminuci6n de los elementos ferromagnesianos, como es conocido esta dado por Ia cristalizaci6n fraccionada del olivino y de las familias de Ia enstatita y del di6psido tan abundantes en estas rocas. La enstatita e s junto con el olivino el mineral fundamental de estas rocas ultramaficas, pero debido a los intensos procesos tect6nicos que elias han sufrido en gemaral, se origina Ia deshidrataci6n y por eso las rocas del Escambray (Mabujina) contienen major cantidad de talco, antigorita, tremolita-actinolita, observandose en elias un empobrecimiento marcado del Ni, en comparaci6n con rocas similares.

En el diagrama de la Fig. 8 se observa el comportamiento generalizado de todas las ultramafitas desde Pinar del Rio hasta Moa­Baracoa notandose solo una diferencia en las rocas de Pinar, especialmente en los bajos contenidos de Cr, Co y Zn, asi como los valores inversamente altos de Sc, Ba y Sr. Esto puede obedecer en el caso de los primeros elementos a que Ia composici6n del manto en esta regi6n era algo diferente a Ia del resto de Cuba, posiblemente mas cercana a las lherzolitas.

En el gnifico expuesto segun Serri, 1982, el FeQtott(FeQtot + MgO) nos

a continuaci6n (Fig. 9) Ti02 y Ia relaci6n permite discriminar los

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Fla. 9 Diagrama de Serri (1981) con las ~rcas de los cumulos mtficos y gabros isotropicos para diferentes regiones de Cuba.

gabros ofiolfticos de los gabros de los arcos volcanicos. Aquf se tomaron todos los gabroides desde los que forman parte de los niveles superiores de los cumulos hasta los gabros isotr6 que afloran en casi todo el cintur6n sseptentrional y cuya presencia como se aclar6 puede estar o no asociada con Ia aparaci6n de los cumulos. En general el desarrollo cumulativo en el territorio de

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Cuba, presenta interesantes variaciones geol6gicas desde Pinar del Rio hasta Baracoa, como se ecplic6 anteriormente.

Analizando el diagrama mencionado podemos ovservar un enriquecimiento progresivo de los contendidos de titanio desde Pinar del Rfo, Villa Clara, Holgufn hasta Mayarf. En estas regiones excepto Holguin predominan los garos masivos.

En las areas correspondientes a Camaguey y las diferentes zonas de Moa-Baracoa, donde los cumulos afloran ampliamente, existe un solapamiento en la parte inferior del diagrama, donde ·los contenidos de Ti son menores. Los cumulos de Mabujina (Escambray) ferromagnesianos, sin tomar en consideraCi6n las alteraciones que pueden ongtnar este desplazamiento se puede suponer que los gabros de Mayarf y el Escambray son los mas primitivos de todos ellos.

Del comportamiento qe los gabroides se pudede concluir que ellos se han originado a partir de diferentes camaras lgneas (criterio expuesto por Haydoutov para Camaguey) y que el magma

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' ' ' ' ' ' Fig. 10 Diagrama de Miyashiro y Shido (197!1), se observa

el comportamiento de los basaltos oceAnicos en el cinturon ofioHtico septentrional.

de cada una de elias erea empobrecido o enriquecido en algunos elementos, lo que permiti6 ihncluso en algunas regiones una amplia diferenciaci6n de los cumulos basta rocas acidas como en Holguin (And6 y Navarrete, 1988).

Los complejos efusivos estan representados en Ia Fig. 10. En el estudio realizado se tomaron todas las formaciones estratigraficas, que por sus caracterCsticas geol6gicas y su comportamiento geoqufmico pertenecen a Ia asociaci6n ofiolftica. La Fm. Encrucijada de Pinar del Rio, parte baja de Chirino de La Habana, Margot de Matanzas, Zurrapandilla de Villa Clara, las de Camaguey descritas en pozos, Bariay en Holgufn, y por ultimos las que aparecen en diferentes regiones de Moa-Baracoa asociadas a las ultramafitas y que aun no se ha conclufdo su cartografia.

Se incluyeron en estos diagramas las muestras de boninitas que se encontraron en Ia regi6n de La Habana asociadas a los basaltos y diabasas ofiollticas, cuya posici6n fue mencionada anteriormente. Para todas elias es clara Ia marcada tendincia tholeitica.

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POSICION ESTRATIGRAFICA DE LOS RUDIST AS DE CAMAGUEY,CUBA

M.A. Iturralde Vinent y A. de Ia Torre y Callejas Musco Nacional de Historia Natural, La Habana, CUBA

RESUME

Los yacimientos de rudistas del territorio camagueyano se encuentran en dos paleoambientes distintos : como parte de un banco carbonatado perteneciente a Ia margen mesozoica de Ia plataforma de las Bahamas, y como intercalaciones de calizas entre y sobre una secuencia de rocas vulcan6geno-sedimentarias, propias de un antigua archipi61ago volc4nico. En el banco carbonatado hay un biostroma con Biradiolites mooretownensis de edad Campaniano a Maastrichtiano, asi como varios horizontes de calciruditas con fragmentos de radiolitidos demayor antigiiedad. La secuencia vulcan6geno­sedimentaria incluye tobas, tufitas y lavas con tres horizontes intercalados de calizas biog6nas, incluye Sabinia sp., Tepeyacia corrugata o lchthyosarcolites sp. El otro nivel contiene Durania curasavida, D. lopeztrigo, Vaccinites macgillavryi, Torreites tschoppi y Praebarrettia coralli. La ausencia de foraminfferos orbitoidales hace suponer que su edad sea Coniaciano a Santoniano. Un horizonte Mas joven incluye Barrettia molilifua , Parastroma sanchezi, Antillocarpina acutodentata, Biradiolites acuticostatus, Lapeirousia nicholasi y los foraminlferos orbitoidales Pseudorbitoides sp., Sulcoperculina sp. Es usual indentificar esta asociaci6n como del Campaniano. Discordante sobre Ia secuencia anterior se encuentra un banco de calizas biostr6micas muy potente, que contiene Biradiolites moretownensis, Titanosarcolites giganteus, Mitrocaprina tschoppi, Antillocaprina anulata, Bournonia thiadensis, Praebarrettia sparcilirata, Bournonia cancellata, Parastroma guitarti y foraminfferos del Maastrichtiano.

ABSTRACT.

Rudist assemblages in the CamagUey region, central Cuba, are found in two different paleoenvironments: I) a carbonate bank that belongs to the Bahamian mesozoic continental margin, and 2) as carbonate layer related to an island arc type volcano-sedimentary sequence. In the carbonate bank sequence there are biostromes

Larue, O.K., and Draper, G. (eels.), T,.n••ctlon• of the 12th C•rlbN•n Geologlc•l Conterenu, St. Croix , U.S. V.I., Miami Geological Society, P.O. Box 4.11552. South Miami. Fl33243. U.S.A

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of Campanian to Maastrichtien age with Biradiolites mooretownensis, and older layers of bioclastic rocks with radiolitids. The island arc vulcano-Sedimentary sequence contains three rudist limestones layers within tuffs, tuffites and flows. The older albian layer yield Sabinia sp., lchthyosarcolites sp. and Tepeyacia corrugata. The second layer of probably Santonian age is characterized by Durania curasavica, D. lopeztrigoi,

Vaccinites macgillavryi, Torreites tschoppi and Praebarrettia coralli. The third Campanian level yields Barretia monilifera, Parastroma sanchezi, Antillocaprina acutodentata, Biradiolites acuticostatus, Lapeidrousia nicholasi and foraminifers Pseudorbitoides sp. and Sulcoperculina sp. Unconformably over the volcano-sedimentary rocks a huge carbonate bank is developed with B ira d i o lites mooretowne nsis, Titanosarcolites g igante us , Mitrocaprina tschopi, Antillocaprina anulata, Bournonia Thiadensis, Praebarrettia sparcilirata, Bournonia cancellata , Parastroma guitarti and Maestrichtian foraminifera.

INTRODUCCION

Desde principios de siglo son bien conocidos los yacimientos de rudistas del territorio camagiieyano, que fueron estudiados por Sinchez Roig (1926), Palmer (1932), Chubb (1956), Torre (1960) y Chubb (1961), entre otros. Sin embargo, un problema surge de estos trabajos y es Ia falta de una buena base estratigrMica, de lo cual resulto alguna confusi6n en cuanto a Ia correlaci6n de los horizontes con rudistas.

En los ultimos aftos se han realizado levantamientos geol6gicos a distintas escalas (lturralde-Vinent, Tchounev, Cabrera y otros, 1981; Iturralde-Vinent, Thieke y otros, 1987) que han permitido perfeccionar los conocimeintos sobre Ia estratigrafia y, de este modo, sentaron las bases para Ia mejor comprensi6n de Ia posici6n relativa de los yacimientos de rudistas.

Durante estas ultimas investigaciones se colectaron nuevos ejemplares de rudistas que

fueron identificados hasta el nivel de genero por A. dela Torre, pero todo este material esta pendiente de un estudio adecuado. Los microf6siles bent6nicos acompafiates en las calizas fueron estudiados pro Consuelo Dfaz (IGP, Cuba) en secciones delgadas, pero Ia conservaci6n de los mismos en muchos casos no permiti6 definir las esepecies . Sin embargo, en las rocas deleznables asociadas a los bancos calcareos fue posible encontrar microf6siles plant6nicos que identifico Janka Vaptzarova (A.C., Bulgaria).

En este trabajo se presentan los resultados de estas investigaciones, que han permitido etablecer las posici6n estratigrafica y edad de los principales yacimientos de rudistas en el territorio camagtieyano. De ello se deriva Ia determinaci6n de Ia edad de extinci6n del magmatismo del arco vulcano-plut6nico del Cretacico. Asimismo, se adjunta un listado de localidades relevantes con rudistas, que prodrtn simplificar Ia coleccta de nuuevos ejemplares en el futuro.

MAFlll DE LOS TERRENOS

FLORIDA

CAMAGUEY

VEIITIENT ES

·-~ o•.

GENERALIDADES

En el territorio bajo consideraci6n (Fig. 1 ), se encuentran elementos do dos terrenos y varias secuencias tectonoestratigrtficas (lturralde­Vinent, en prensa), que tienen sus propias asociaciones de rudistas. La porci6n septentrional est!\ ocupada por el terreno "Estrecho de la Florida" donde las secuencias del Cretacico estan representadas poe los ambientes propios de un margen continental pasivo, cuyo talud estaba inclindado bacia el sur. La configuraci6n del relieve submarino durante el Crettcico superior se muestra en Ia Fig. 2. Observe Ia existencia de un promontorio o rampa marginal (secuencia de remedios ) donde se desarollaron los rudistas. Los sedimentos propios de aquella rampa marginal son calizas (a veces dolomitizadas) que afloran en la Sierra de Cubitas y contienen rudistas del Maastrichtiano.

El resto del territorio camagiieyano esta

~.HONDO

GUAIMARO

Fig.l Mapa de las localidades mencionadas en el texto y los terrenos a que porresponden (A)

60

NOTOCUU

AltCHIPIELAGO voi.CMK:o

XX RUDISTAS

e.. AMMONITES

LAS IAHAMAS

Fi&. l. Modelo de los ambientes de formaci6n de los depositos de rudistas camagiieyanos

ocupado por el terreno "Zaza", que yace

parcial mente al6ctono sobre el anterior (Fig. 1 ). Durante el Cretacico (Albiano-Campaniano) este

constituyo un fondo oceanico y archipielago de

islas vold.nicas, donde se recononocen tres niveles de callizas con rudistas intercalados entre las rocas

efusivas y vulcan6geno-sedimentarias. Cuando el archipielago volcanico se desactiv6, sobre sus restos se desarrollo una plataforma de aguas poco profundas, donde progres6 un nuevo nivel de rudistas en el Maastrichtiano. En Ia Fig. 2 se

muestra una reconstrucci6n general de los

ambientes del archipielago voldnico.

Ademh de los lechos conrudistas

mencionados, hay muchas secuencias del

Maastrichtiano al Eoceno Medio yue contienen fragmentos de estos moluscos, los cuales no se han estud iado.

RUDISTAS DE LA SIERRA DE CUBITAS.

En estas elevaciones (Fig.1) aflora una potente secuencia de carbonatos de aguas poco

profundas, que abarcan del Albiano a1

Maastrichtiano (secuencia de Remedios). Entre

estas rocas se encuentran los ambientes de talud, laguna retroarrecifal y de bancos biostr6micos

(Dfaz Otero e Iturralde-Vinent, 1981 ). A pesar de que se han realizado trabajos detallados en Ia

regi6n, no se encontraron verdaderos arrecifes, lo

que permite afirmar que durante el Cretacico

representaba una rampa marginal con desarroloo de bancos biostromicos en su periferia. Un

dep6sito de barrera con rudista debi6 existir durante el Cenomaniano, ya que en las rocas de

dicha edad aparecen detritos de rudistas en facies de talud, en Ia Formaci6n Vilat6. Sin embargo, solo se han podido edentificar come radiolitidos. Mas arriba en el corte, en su secci6n superior, son calizas biogenas con Biradiolites mooretownesis

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(=? B. lumbricoides), masivas, que alcanzan 140 m de espesor. Junto con este rudista, muy abundante, se encuentran foraminlferos tipicos del

Maastrichtiano al Campaniano tardi6 (Tablas 1 y

2). En Ia literatura geologica estas calizas con

Biradiolites se han relaci6nado a Ia Formaci6n Remedios (Bermudez, 1950; Meyerhoff y Hatten,

1974) o al Grupo Remedios, unidad "A" (D!az Otero e Iturralde-Vinent, 1981 ). Segt1n Furrazola­Bermudez y Diaz Otero (1984) las calizas del

Coniaciano al Maastrichtiano se deben denominar Formaci6n Purio. No obstante, el autor consideral que al menos en Sierra de Cubitas Ia secci6n del

Maastrichtiano es litol6gica y faunalmente muy caracterfstica y debe darsele el rango de

formaci6n . En Ia Tabla 3 se relacionan las

localidades donde afloran las calizas con Biradiolites.

RUDISTAS DE LA SIERRA DE CAMAJAN

En estas alturas (Fig. 1 ) se desarrolla una secuencia de rocas de aguas profundas del

Tithoniano al Turoniano, y sobre elias , discordantes, calciruditas y calcarenitas del Maastrichtiano. Esta es Ia Formaci6n Camajan

(MacGillavry, 1937; Iturralde-Vinent, Tchounev, Cabrera y otros, 1981) que contiene fragmentos de radiolitidos y foraminfferos (Tablas 1 y 2). Parece corresponder a un ambiente de "brecha de talud".

Hasta el presente no se han encontrado los lechos

con rudistas in situ, ne en Camagiley, ne en las

destintas localidades donde aflora esta secuencia en Cuba.

OTRAS LOCALIDADES CON RUDISTAS

El el resto del territorio camagiieyano, esencialmente al sur de las localidades descritas, se encuentran numerosos yacimientos de rudistas,

'l'abla 1

Rudistas de Camaguey . Los rudistas de la formaci6n Piragua se~alados con el signo "0" pertenecen a la localidad Lorna Yucatan . 1 ) Remedios; 2)Jimaguayu; 3) DurAn; 4) Piragua 5) Guaimaro.

Biradiolites mooretownesis

Titaoosarcolites giganteus Mitrocaprina tscboppi Aotillocaprina anulata Bournonia tbiadensis Bm1rnonia cancellata rarastroma gyitarti Praebarrettia sparcilirata Barrettia monilifera Biradiiolites acusticostatys Aotillocaprina acysticostatys Lapeirousia nicholasi Parastroma sanchezi Dyrania curasayica Dyrania lopeztrigoi vaccinites macgillayryi rraebarrettia coralli Torreites teschoppi Tepeyacia corrugata Sabinia sp. Ichthvpsarcolites sp .

entre los lfmites del terreno Zaza (Fig. 1). Las investigaciones estratignificas efectuadas durante los ultimos anos permiten establecer con bastante exactitud Ia posici6n relativa de las calizas con rudistas, que en el pasado se habian hecho corresponder con di versas unidades litoestratigdficas aparentemente inconexas.

La columna estratigrMica generalizada del Creticico del irea en cuesti6n se mustra en Ia Fig. 3, donde se reconocen tres secciones separadas por discordancias y conglomerados basales. La secci6n inferior (Formaciones Guafmaro y Cam u fi ro).., propia del arco volcinico, esti incompleta, pues no aflora su base. Contiene un horizonte de calizas con rudistas que incluye I.epeyacia corrugata , lchthyosarcolites sp. y Sabinia sp.del Albiano. Son calizas grises, recristalizadas, en forma de lentes, con espesor de una decena de metros que, enumero de dos o tres, se intercalan con tobas, y todo el conjunto yace entre lavas, xenolavas y xenotobas andesitobisliticas y basilticas. A las calizas con Tepeyacia se asocian tobas con Ticinella sp., Hedbergella, sp. y otros microf6siles propios del Albiano al Cenomaniano.

La secci6n media (Formaci6n Piragua) propia del arco volcinico maduro, contiene dos niveles con rudistas, as{ como un horizonte con

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Formaciones 1 2 3 4 5

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+ + +

ammonites. Las calizas conrudistas forman lentes de espesor variable entre unos metros y 20 a 50 m, de color gris oscuro, masivas o con capas medias a gruesas, pero pueden estar ausentes. El nivel mis comun se caracteriza por lla presencia muy estable de Barrettia monilifera junto a los foraminfferos P se udorbitoides sp. indtm. y Sulcoperculina sp. indtm., entre otros. Segun los criterios mis modernos, esta asociacin es del Campaniano (Tabla 1 ). Sus localidades se relacionan en Ia Tabla 3.

Otro nivel de calizas con rudistas apareci6 en Loma Yucatin, donde se encuentra un potente espesor de calizas gris oscuro, que se intercalan con tufitas y tobas, pero que afloran como un klippen al6ctono, sobre las ofiolitas. Contienen Durania curasavica y otros rudistas (Tabla 1 ), pero carecen de foraminfferos orbitoidales. Chubb (1961) las data del Coniaciano o Santoniano. La litologia de Ia secuencia presente en Lorna Yucatan es commparable con la de la Formaci6n Piragua.

En general, la Formaci6n Piragua, que contine las calizas conrudisttls, esti constituida pro una secuencia de tobas y tufitas con sills, lavas y otros cuerpos de andesitas, ·bas altos y riolitas . Cuando faltan las calizas con rudistas, la secuencia tobacea puede sustituirse lateralmente por tufitas de color crema y carmelita claro, calcireas, bien

Tabla 2.

Foraminiferos asociados a los rudistas en Camaguey. !)Remedios, 2)Jimaguayu, 3)DurAn, 4)Piragua, S)Guaimaro, 6)Camajan.

Formaciones

1 2 3 4 5 6 ------------------------------------------------------------Vaughanina sp. Vaughanioa cubensis vaughanioa guatemalensis Orbitoides apicullata Orbitoides browoi Orbitoides media Orbitocyclina sp. Pseudorbitoides spp. Pseudorbitoides of ~- Barkeri Orbitolina sp. Torreina torrei Sulcoperculina sp. Sulcoperculina .Qiaz.i. Sulcoperculina dickerson! Sulcoperculina globosa Chubbioa cardenasensis

Siderolites skoirensis Siderolites yanbelleni Raphydionina sp. Stomatorbina binkhorsti Rosita contusa Rosita fornicata Globotruncanita conica Globotruocaoita stuart! Globotruocanella petaloidea Globotruncana sp. Globotruncana m Globotruncaoa gagoebini Globotruncana intermedia Globotruncana rossetta Globotruncaoa striata Glqbotruncana subcircumnodifer Globotruncana tricarinata Globotruncana ventricosa Bugoglobigerina macroceohala Rugoglobigerina ~ Bugoglobigerina pystulosa Rugoglobigerina scotti Psyedogyembelina costylata Heterohelix pulchra Heterohelix globulosa Heterohelix pync tylata Globigerinelloides sp. Globigerinelloides escherj Pseudotextularia elegans Hedbe rge 11 a sp. Ticinetta sp.

estratificadas, que contienen ammonites del Santoniano (;, Paratexanites sp. indet. y ;, Texasia dentatocarinata, segun A. C. Ricardi, de La plata, Argentina). En estos casos falta el conglomerado basal y parece que la sedimentaci6n ocurri6 enaguas profundas, pues los ammnonites estlin acoompanados pro radiolarios (vea las Figs. 2 y 3).

De aquf se deduce que las base de Ia

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Formaci6n Piragua, y de sa secci6n media, corresponde con una transgresi6n que tuvo Iugar sobre un relieve ondulado. En algunas localidades hay rocas del Santoniano de ambientes de aguas someras (con rudistas) y de aguas profundas (con radiolarios y ammonites); en tanto que en otras localidades aparece un conglomerado basal y directamente sobre el, las casizas con Barrettia m on i lifer a de aguas poco profundas, del Campaniano.

TablA 3e tocAlidadcs do rudi~tas do cam~gacy.

LOc:P.lidad J!OjA coordcna<l."ls x-Y rucntc biuli~Jr!riea Farr:mc:i6n

F235a 4779-Ill' 436eG-2Ci2•0 llcrrnes, J· (1945) GU!illllll'O F235c 4779-III 436, 5-261 • 9 ttcma!l, ]. (1945) GuAi~lll'O n:l22 4778-IV 433,7-259,9 Hermes, J• (1945) GuAimaro C1D-409 4779-III 435,2-263,1 IturrAlda-Vincnt, n. y otl"'s (1981) GuMrr.aro V228 4779-IV 433,7~209,50 Vermunt (1937) riragucl H670 4679-I 420,7-285,2 HacGillavry (1947) T'iragua H716b, e 4679-IV 3!>3,35-294,3 HacGillavry (1937) l"iri\crua L262 468D-UI 399,~299,0 HacGillavry (193'7) "il'i\!1'Ji\ L697 460~III 395,7-314,6 1-:aCC:illC\vry (1937) !'iragua L634 468~III 395,7-314,6 Hac3illavry (1937) 1'iragua L702 458~III 369,8-305,5 Hac:Oillavry (1937) Piragua 1.735 458D-ti 3~2.3~310,31 l'ac3illavry (1937) J'iragua H826 4679-IV 380,35-206,80 Hac:GillAvry (1937) Pil'AgUA V461 468D-III 381,3-290,8 t-lacGillAvry ( 193 7) !'irn!JUA V499 4779-I!I 436,5-276,5 Hac:Gillavry (1937) l'iragua V523 4679-t 413,1-287,6 HacGillAvry (1937) l"iraguA S/ll 4679-I 419,7-286,5 Chubb (1961) J"iragua S/N 4779-IV 422,5-286,5 Chubb (1961) l'iragua S/tr 458D-I:tl 371,5-305,5 Chubb {1961) J'iragua r;jn 458D-I% 363,5-310.5 Chubb (1961) "iragua S/P 4679-II 405,5-262,0 Chubb (1961) !'il'llgl&a C8-tS23 4G78-I 424,2-254,50 IturrAlde-Vinont, J.t. y otros (1981) T>iragua '1'1425 4481-I 733,8-225,56 van 'Te!lsen ( 1 943 ) r.urAn V69 4481-I 732,02-226,14 van uessen ( 1943 ) D\.Q'An Cl-967 4481-II 734,20.224,75 I~alde-Vinent, M. y ot~os Ct 981 > nurAn Cl-960 +481-rt 737,3D-216,30 Iturraldo-Vincnt, M. y otros (t !)81 ) l'Ur~n C3-1216P 4600.IV 827,3~06,300 IturrAldo-Vincnt, Me y otros (1981) ~cmedios C3-1220G 4681-t:r 83 6, 50.21 3. 50 Iturrnlde-Vincnt, l-1. y Otl'OS (1981) R!!r.!Odios L684 .. 679-III 403,15-266,45 HacGillavry (1 937) Jimc'l(1Uay6 M873 4579-I 378,2-209,8 Hac:Gillavry (1937) Jimaguay6 H874 4579-I 377.+-289,5 H<ICQillAvry (1937) Jimaguayd V469 4579-I 373,3-292,8 MacGillllvry (1937) Jir.IAl7UAy6 n95 458D-IV 776,5-201,5 Van ~7essen (1943) ]ima:Juay6 H230, R689 4G78-I 426,5-256,5 Tlc:rmes (1945) ]b:laguay6 U694 4678-I 424,85-256,10 Hac:GillAvry (1937) Jim~ 11697 4579-I 374,9-292,9 uac:GillAvry (1937) JiJ:Il\auAyd nG99 4579-I 375,5-293,75 ttac:;i llavry ( 1 93 7 ) Jir.ta!JUA"fla rt42t 4678-I 414.~46,15 J!Ol'T.lOS (1945) Jlmaguay6 11283 4778-IV 444,3-250,15 trcrrnos ( 1 945) Jimaauayd Jf2S:; 4778-IV 443. 5-246, 5 ncrmos (1945) ]imaguayd S/11 4579-I 367,0.286,0 Chubb (19G1 ) ]imaguayd C3-693A 4580.% 198,1-790,7 Iturralcle-Vinont, f.f. y otl"'s (1981) !ir.laauay6 Cl-1303 4579-t 359, 1-2:>4, 75 Iturrnldo-Vincnt, :~ y otros (1981) Jimaguayd m-~37 457~1 375,90..292,30 tturrC\lde-Vincnt, ?!. y otros {1981) Jiii' .. ,!JUay6 Cl-734 45tl0.I 70ll,40..1B9,25 Iturraldo-Vinent, ~~ • . y otros (1981) JimA:;uayd ct-877 457!.>-I 292,5-373,5 IturrAldo-Vincnt, M. y otros (1981) ]ir.!a!Juayd C8-U89 4678-r 427,G-24G,4 Iturraldc-Vinent, ''• y otros (1981 ) Ji::!C\JUAy6 Cl-1512 467!>-II 371,15-263,30 Iturraldo-Vincnt, K. y otros (1 9C1 ) ]irr.i\:yuayd cto-620 4770-IV 439,15-247,15 Iturraldo-Vinent, Me y otros {1981) Jir.tii:JUftyd C?-661 4778-tv 447,0.246,10 Iturr<'\ldo-Vincnt, "· y otros (1981 ) Jir..C'I!fUAyd CB-1609 4678-I 409,85-257,95 Iturraldc-Vincnt, K. y otros (1981) Ji,.,l\!JUAyd C1•966!J 4579-I 375,0..292,95 Iturraldo-Vincnt, n. y otros (1 981 ) Jir.a!JUayd Cl-t:-76 457~II 378,G-267,26 Iturraldo-\'incnt, !'. y otros (1981 ) JiMI\:JU11y6

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En los trabajos de los holandeses (MacGillavray, 1937;Wessen, 1943;Hermes, 1945) y demas estudiosos de los rudistas de Camagiiey, las calizas mencionadas se in.cluyeron indistintamente en la formaci6n Tobas, o en Ia formaci6n Habana.

Despues se caracterizaron como lentes calcareos en las formaciones Guiimaro y Vidot principalmente (Iturralde· Vinent, Tchounov, Cabrera y otros, 1981). Sin embargo, las in ves ti gaci ones detalladas realizadas posteriormente (lturralde· Vinent, Thieke y otros, 1987), permitieron precisar Ia estratigraffa de las rocas vulcan6geno·sedimentarias. De esto result6 que: 1) se elev6 al ran go de Formaci6n a los miembros Piragua y Camuujiro de Ia formaci6n Vidot; 2) se estableci6 que el miembro Majasa de Ia Formaci6n Guiimaro es sin6nimo de la Formaci6n Camujiro; y 3) que las formaciones Camujiro y Guaimaro tienen relaciones laterales muy estrechas.

La secci6n superior (Formaciones Jimaguayu y Durin)(Fig. 3) carece de rocas efusivas o piroclistias, y se origin6 despu6s de cesada la actividad magmitica, sobre Ia superficie erosionada del arco vulcano·plut6nico extinto. Corresponde con una transgression relativamente rapida que se estabiliz6 como una plataforma carbonatada en el Maastrichtiano tardi6. En el potente banco de calizas se desarrollaron ambientes de barreras con abundantes rudistas, bajos de calizas bioclisticas y calcarenitas ricas en foraminiferos orbitoidales, ambientes de brecha de talud con fragmentos de rudistas, y paquetes de margas con abundantes microf6siles y rudistas, de ambiente lagunar. Este nivel corresponde a las calizas con Titanosarcolites giganteus (Tablas 1, 2 y 3).

Dentro de las secci6n superior, los conglomerados, areniscas y margas arenosas corresponden a Ia Formaci6n Duran del Campaniano Mas tardi6 (?) al Maastrichtiano; en tanto que las calizas, carciduritas y margas pertencecen a Ia Formaci6n Jimaguayu del Maastrichtiano (lturralde· Vinent, Tchonov, Cabrera y otros, 1981 ). En Ia literatura previa estas rocas se denominaron Formaci6n Habana, o "upper Habana".

EL PROBLEMA DE LAS FAUNAS MEZCLADAS

En Ia localidad de Arroyo Hondo, al este de ciudad Camagiiey, Sanchez Roig (1926) reporta Barrettia monilifera, Titanosaricolites giganteus, Praebarrettia sparcilirata, Antillocaprina aff. occidentalis, Lapeirousia nichilasi, Biradiolites aff.

65

cancellatus y Bouronia sp. Esta es una de las pocas localidades conocidas donde se encuentran juntos representatantes de dos niveles estratigraficos, pero al inspeccionarla, se comprob6 que allf yacen las calizas blancas y margas de Ia Formaci6n Jimaguayu (con Titanosarcolites) discordantes sobre las tobas y calizas grises de Ia Formmaci6n Peragua (con Barrettia). Es evidente que se trata de una mezcla de ejemplares durante Ia colecta.

El mismo problema lo presenta Ia localidad Ingenio Grande, de Sanchez Roig ( 1926), don de se mencionan Biradiolites mooretownensis, Titanosarco/ites giganteus e I chthyosarco/ites sp., evidentemente mezclados durante Ia colecta.

En Ia regi6n que colinda al este con el territorio estudiado, De la Torre y otros (1978) describen el "membro Cayojo" donde coexisten Praebarrettia sparcilirata, Plagioptychus tschoppi, Titanosarculites sp. y Barrettia multilirata . Este afloramiento fue visitado y se comprob6 que coincide con Ia Formaci6n Jimaguayu, del Maastrichtiano. Dicho sea de paso, Ia otra loocalidad descrita por De Ia Torre y otros (1978), en Ia cantera Las Parras, con Barrettia monilifera, es un excelente representante de Ia Formaci6n iragua, del Campaniano. Si Barrettia multilirata no esta redepositada en el "miembro Cayojo", ello demuestra que se extiende al Maastrichtiano, lo cual no se aviene al caso de B. monilifera, al menos en Camagiiey.

LA BIOESTRATIGRAFIA DE LOS RUDISTAS

Las investigaciones realizadas condirman las opiniones de Chubb (1961) sobre la existencia de cuatro niveles superpuestos de rudistas en Cuba, que en Camagiiey son:

• fauna con Titanosarcolites giganteus;. 2 · fauna con Barrettia monilifera ; 3 - fauna con Durania curasavica; 4 · fauna con Tepeyacia corrugata;

AI definir las faunas"segun las especies, se elimina el rango de ambigiiedad delas denominaciones propurstas pro (Chubb 1956), 1961) y De Ia Torre (1960), y se refleja el caso real en el territorio estudiado.

En las localidades camagtiayanas estas "faunas" son relativemente faciles de caracterizar y son excelente auxiliar durante los trabajos de campo. Sin embargo, es necesario referirse al problema de su dataci6n.

La fauna con Tepeyacia corrugata se asignaba al Cenomaniano- Turoniano en trabajos

anteriores (Chubb, 1956; 1961 ), De Ia Torre (1960). Ahora bien, E. Kauffman, C. Johnson y N. Sohl (1989, comunicaci6n personal) Ia datan dell Albiano Mediano. Los datos compilados en CamagUey no permiten tomar partido at respecto.

La fauna con Durania curasavica se reporta del Campaniano (MacGillavry, 1937; De Ia Torre, 1960) y del Santoniano o Coniaciano (Chubb, 1961 ; De Ia Torre y otros, 1978). Los datos existentes no permiten aportar nada nuevo al repecto, ya que estas ccalizas afloran desvinculadas de las restantes .

La fauna con Barrettia monilifera es del Maastrichtiano segun De Ia Torre ( 1960) y De Ia Torre y otros (1978), probablemente coeval con Ia de T. giganteus. Segun Ia opini6n de Chubb (1961 ) su edad es Campaniano, pero E. Kauffman, C. Johnson y N. Soh I (1989, comunicaci6n personal)

HIATO

extienden el rango de B . monilifera del Campaniano superior at Maastrichtiano inferior. El hallasgo en Camagiley de Pseudorbitoides sp. indtm., Sulcoperculina sp. indtm. en estas calizas, apunta mas al Campaniano. Ademas, en Ia Formaci6n piragua, que contiene a estas calizas, se han encontrado f6siles del Coniaciano o Santoniano (D . curasavica) y del Santoniano (ammonites), a un nivet estratigrafico ligeramente por debajo de las calizas con B .monilifera. Sobre estas ultimas calizas hay unos 1000 m de espesor de tobas, tufitas y rocas sedimentarias, las que han sufrido los siguientes eventos posteriores: 1) intrusi6n del plut6n granitoide; 2) dislocaci6n y erosi6n basta el nivel del Pluton; 3) sobre Ia superficie discordante as{ generada se depositaron las formaciones Duran y Iimaguayu, del Campaniano Tardi6 (?) al Maastrichtiano. En cosequencia, es muy poco proobable que las caizas con Barrettia monilifera de Ia Formaci6n Piragua puedan extenderse al

SIERRA DE CAMAJAN

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Fig. 3 Columnas estratigraficas de las secuencias con rudistas de CamagUey. Los numeros corresponden a : 1) calizas con T. giganteous 2) calizas con radilolitidos 3) calizas con B. mooretownensis 4) calizas con B. monilifera 5) tufitas con ammonites santonianos 6) calizas con D. curasavica 7) calciruditas con radiolitidos 8) calizas con T. corrugata

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Maastrichtiano, y es razonable adoptar una edad Campaniano, al menos para el territorio bajo consideraci6n.

La fauna con Titanosarcolites no es objeto de discusi6n en cuanto a su edad maestrichtiana (MacGillavry, 1937; Chubb, 1956, 1961; De Ia Torre, 1960 y otros). Lo mmismo se puede afirmar de las calizas con B ira d i o I it e s mooretownesis de Ia Sierra de Cubitas, que a Jo sumo se pudieran extender al Campaniano tardi6 -Maastrichtiano.

Es importante notar que Ia edad de la discordancia entre las formacioanes Piragua, Dur4n y Jimaguayt1 marca Ia extinci6n del mmagmatismo del arco volcanico y de los movimientos tect6nicos que lo dislocaron. Si el hiato esta situado dentro del Campaniano, a dicha epoca corresponden esos eventos geol6gicos (Iturralde-Vinent, Tchounev, Cabrera y otros, 1981 ).

AG RADECIMIENTO

Los autores desean reconocer las valiosas sugerencias de C. Johnson (U.S.A.), S. Blanco y G. Fernandez (ClOP, Cuba) y G. Furrazola (I.G.P., Cuba) que permitieron mejorar el manuscrito original, asi como a C. Diaz (Cuba), Y. Voptzarova (Bulgaria) y A. Ricardi (Argentian) por sus determinaciones faunales.

REFERENCIAS

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