Boletín Informativo

Marzo-Abril

Nº10-2020ISSN 2452-5073

Boletín Informativo ANCNº10-2020Marzo-AbrilChile

Presidente ANC: David Cortés Equipo BoletínDirector: Nicolás CortésEditores: Gabriel Matthey, Jorge Springinsfeld

Colaboradores/as: Felipe Alarcón, Daniel Miran-da, Jose Manuel Piña, Richard Castillo, Car-los Valenzuela, Graciela Muñoz, Felipe Pin-to-d’Aguiar, Rene Romo, Nicolás Kliwadenko www.anc-chile.cl

ASOCIACIÓNNACIONAL DE CHILECOMPOSITORES/AS

ÍndicePreludio

Galería de fotos Visita de compositores internacionales

El GAMUS, Grupo Archivo de Música, cumplió 10 años de vida

Nuevos socios: José Manuel Piña Daniel Miranda Felipe Alarcón

Contexto “Conciertos en línea” Declaración pública de la directiva ANC y comentarios de René Romo y Nicolás Kliwadenko

Páginas en construcción “Patagonia” para timbal y orquesta de cuerdas, por Felipe Alarcón Ciclo de conferencias desde el hogar : una mirada al interior de la composición, por Carlos Valenzuela Ramos

Apuntes musicales “Coronavirus y música”, por Felipe Pinto-d’Aguiar

De mi autoría “Límbica”, por Graciela Muñoz

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anc.boletin.informativo@gmail.comwww.anc-chile.cl

Preludio

Esperando que se encuentren todas y todos muy bien y res-guardados en lo posible, les compartimos la décima versión del Boletín Informativo de la Asociación Nacional de Compo-sitores.

Queremos comenzar esta publicación dando una cordial bien-venida a nuestros tres nuevos socios: José Manuel Piña, Daniel Miranda y Felipe Alarcón. Creemos con seguridad, que serán un valioso aporte para nuestra Asociación y esperamos que se sientan a gusto en ella. Podrán encontrar sus reseñas bio-gráficas en el presente Boletín.

Abriendo estas páginas podrán descubrir un registro fotográ-fico sobre algunas visitas de renombrados compositores in-ternacionales a nuestro país a mediados del siglo pasado. Posterior de esta galería y a propósito del décimo aniversario del Grupo Archivo de Música (GAMUS), hallarán un texto sobre la historia y la labor de dicho grupo, el cual cuenta con representantes de nuestra Asociación trabajando por preser-var y difundir el patrimonio musical chileno.

El tema para esta ocasión en la sección “Contexto” es un fenómeno musical que nos ha acompañado bastante esta cua-rentena: “Conciertos en línea”. Encontrarán las opiniones al respecto de nuestros socios René Romo, Nicolás Kliwadenko y de la Directiva ANC. En la sección “Páginas en construcción” contamos con el aporte del recién incorporado Felipe Alarcón y su texto titulado “Patagonia, para timbal y orquesta de cuer-das”, reseña sobre su obra homónima finalista de la tercera versión del Concurso de Composición Marga-marga. También en la misma sección, Carlos Valenzuela Ramos, director de la Compañía de Música Contemporánea, nos invita al “Ciclo de conferencias desde el hogar”, actividad en la que distintos compositores nacionales compartirán sus reflexiones vía on-li-ne sobre temas relacionados con la composición musical.

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En “Apuntes musicales”, contamos con un aporte de Felipe Pinto-d’Aguiar con su texto titulado “Coronavirus y música”, una interesante reflexión sobre la relación entre las artes y las ciencias. Y cerrando este Boletín, presentamos una nueva sección llamada “De mi autoría”, espacio en el que queremos promover textos de una índole más libre, que pueden ir des-de expresiones más cercanas a lo poético/artístico o hasta aquellas de un contenido más técnico, dependiendo de lo que el/la autor/a desee comunicar. Para inaugurar esta sección contamos con un texto que lleva por título “Límbica”, aporte de Graciela Muñoz Farida.

Agradecemos a todos quienes han colaborado para hacer esta versión del Boletín posible y como siempre, dejamos abierta la invitación para que sigan enviando sus aportes de manera que este proyecto pueda seguir creciendo.

Nicolás Cortés AhumadaDirector Boletín Informativo

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Huellas

Rodrigo Torres (1988) Memorial de la Asociación Nacional de Compositores 1936-1986

En diciembre de 1939 el nuevo presidente de la SIMC, Edwin Evans, recibió favorablemente una nueva solici-tud y atendidas las formalidades de rigor, se aceptó el ingreso de la ANC como filial chilena de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea, con sede en Londres.

Recién constituida, la filial chilena tuvo un forzoso pa-réntesis a raíz de los desastrosos acontecimientos bélicos que asolaron a Europa. Las comunicaciones con el viejo mundo quedaron interrumpidas por largo tiempo.

Galería de fotos

Igor Stravinsky (al centro) junto al directo-rio de la Asociación Nacional de Compo-sitores-Chile, agosto 1960. De izquierda a derecha: León Schidlowsky, Eduardo Ma-turana, Juan Amenábar, Carlos Riesco y Domingo Santa Cruz.

Registro fotográfico: Rodrigo Torres (1988) Memorial de la

Asociación Nacional de Compositores 1936-1986.

Visita de compositores internacionales

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Igor Stravinsky (de espal-das), de izquierda a de-recha: Alfonso Leng, Julio Perceval, Domingo Santa Cruz, Eduardo Maturana, Alfonso Letelier, Jorge Urru-tia Blondel.

Aaron Copland con motivo de su visita a Chile. Club de la Unión, octubre 1963.

Recepción de los compositores chilenos a Heitor Villa-Lobos, 26 de octubre 1944.

Homenaje al compositor pe-ruano Carlos Sánchez Mála-ga 1949.

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Küin (2014)

Felix Cárdenas (Chile, 1972)

Intérpretes: Pierre Yves Artaud (Francia), flauta; Alejandro Lavan-deros (Chile), flauta; Orquesta Andina; Felix Cárdenas, director

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Selección realizada por Richard Castillo

El GAMUS

El GAMUS nació el año 2009, a partir de la iniciativa de un gru-po de personas vinculadas al Archivo de Música de la Biblioteca

Grupo Archivo de Música, cumplió 10 años de vida

Nacional, cofundado y coordinado por Gabriel Matthey Correa, quien participa en representación de la Asociación Nacional de Composito-res-Chile, ANC.

Esta agrupación se constituyó como un equipo voluntario, que hasta hoy trabaja en forma regular y sistemática en pro de la música chilena. Su principal objetivo es contribuir a la gestión de contenidos y redes de apoyo, al servicio del Archivo de Música. El GAMUS colabora en una serie de acciones, tales como la donación de partituras y documentos de compositores/as, charlas, conciertos, entrevistas, talleres, mesas re-dondas, exhibición de videos o películas documentales y presentación de libros, todo relacionado con nuestra vida musical. Estas actividades se realizan preferentemente en la sala del mismo Archivo, aunque en ciertas ocasiones también se hacen en la Sala Alonso de Ercilla, o en la Sala América de la Biblioteca Nacional. El trabajo se planifica anualmente y se hace un seguimiento a través de reuniones mensuales, en las cuales se revisan los diferentes aspectos que requiere la gestión y producción de cada actividad.

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En sus primeros años de vida, cuando el Jefe del Archivo de Música era Mauricio Castro, participaron activamente Fernanda Ortega (pianista y mu-sicóloga, cofundadora del GAMUS), Guadalupe Becker (licenciada en letras hispánicas y musicóloga) y Álvaro Gallegos (periodista especialista en músi-ca), entre otras personas. En la segunda etapa, a partir del año 2012, la Jefa del Archivo pasó a ser Cecilia Astudillo, con quien el GAMUS ha coordinado sus trabajos hasta la fecha.

Si bien originalmente el Archivo centraba sus actividades en la música de tradición escrita, poco a poco su campo de acción se fue ampliando hacia diferentes géneros musicales, lo cual significó ampliar la conformación del GAMUS. En respuesta a ello, hasta el año pasado, dentro de sus principales participantes se puede mencionar a: Nicolás Cortés y Gabriel Matthey (Aso-ciación Nacional de Compositores, ANC), Jorge Mahú (Sociedad Chilena del Derecho de Autor, SCD), Soledad Minio (música folclórica), Dominique Thomann (Teatro Municipal de Santiago), Cecilia Reyes (Centro de Exten-sión Artística y Cultural, U. de Chile), Marisol García (periodista, editora de música popular.cl), Italia Neira (Industria Musical Independiente, IMI-Chile), Nicolás Araya (Grupo de Estudios Interdisciplinarios de Registros Históricos, EIRH) y Francisco Miranda (Archivos digitales, Departamento de Sonología de la Facultad de Artes, Universidad de Chile). Además, en los últimos años se incorporó una serie de jóvenes independientes, de diferentes profesiones, que realizaron su práctica profesional y/o pasantía en el Archivo de Músi-ca. En su momento también participaron David Cortés (ANC-Chile), Pamela Olmedo (Asociación Latinoamericana de Profesores de Piano, ALAPP) y Ger-mán Torres (IMI-Chile).

En términos concretos, como parte de las acciones del GAMUS, en el ámbito de la tradición escrita se ha gestionado la donación de partituras y docu-mentos de destacados/as compositores/as chilenos/as, tales como Miguel Aguilar (Concepción); Leni Alexander, Miguel Letelier, Sylvia y Gastón Sou-blette, Ariel Vicuña y Cirilo Vila (Santiago); y Hernán Ramírez (Viña del Mar), entre otros. En relación a la música popular y/o folclórica, se han gestionado donaciones del Grupo Congreso, Valentín Trujillo, Calatambo Albarracín y Eduardo Peralta, por dar algunos ejemplos.

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Dentro de esta dinámica, el GAMUS constantemente está generando nuevas iniciativas, en pro de fortalecer y cumplir con su misión. Por este motivo, en el contexto de su décimo aniversario creó el “Reconocimiento al mérito”, galardón que se entrega a quienes hayan realizado un aporte significativo a la música chilena, a condición de que nunca antes hayan sido reconocidos públicamente. Las personas favorecidas en su primera versión fueron: Nancy Sattler (Secretaria de la Revista Musical Chilena, Santiago) y Francisco Duar-te (Director de la Escuela de Música de Putaendo).

En resumen, el GAMUS está constituido por un equipo voluntario de perso-nas, todas inspiradas en su vocación pública y compromiso con el patrimonio musical chileno, en pro de apoyar y contribuir al fortalecimiento y desarrollo del Archivo de Música de la Biblioteca Nacional. Dentro de sus primeros 10 años de vida, 2009-2019, esta agrupación siempre ha trabajado con un espíritu constructivo, en forma abierta y participativa, siendo la música chilena su principal protagonista. La idea es proteger, actualizar y proyectar nuestro patrimonio musical hacia la sociedad, tanto a nivel nacional como internacional.

Grupo Archivo de Música

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Faroles (2018)

José Manuel Piña (Chile, 1990)

Intérpretes: Ensamble Colectivo Azul; Ange Quilaqueo, flauta; Ro-drigo Araya, clarinete; José Manuel Hernández, violín; Tatiana Mejías, violonchelo; Martín Morales, piano; Carolina Matus, so-prano; Pedro Alarcón, bajo

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Selección realizada por Richard Castillo

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Nuevos socios

Damos la bienvenida a los compositores José Manuel Piña, Da-niel Miranda y Felipe Alarcón que ingresan a nuestra Asocia-ción. Tres nuevas miradas que contribuirán a engrosar el patrimo-nio musical que la Asociación Nacional de Compositores-Chile (ANC) preserva y difunde.

Esperamos en el corto plazo, que las compositoras y los compo-sitores nacionales que aún no forman parte de esta institución, perciban la intensa labor realizada por la actual directiva, ade-más del entusiasmo y esfuerzo que le dedican nuestros asocia-dos a la búsqueda de un ambiente musical unificado y con una estructura mejor articulada.

David CortésPresidente de la ANC

José Manuel Piña (1990)Socio efectivo

Licenciado en Arte con mención en Composición Musical y can-didato a Magíster por la Univer-sidad de Chile. Realizó sus estu-dios de composición bajo la guía de Andrés Maupoint y Jorge Pepi en la Universidad de Chile, y los de piano con Ana Lefever, Miguel Ángel Jiménez y María Iris Radri-gán en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Su catálogo comprende obras tanto para orquesta sinfónica como para grupos de cámara e instrumentos solistas, algunas de las cuáles se estrenaron en el Festival de Música Contemporá-nea de la Universidad de Chile, el Festival Azul de Nueva Músi-ca, el Encuentro Internacional de Compositores organizado por la

PUC y la temporada de concier-tos de la Orquesta Sinfónica de La Serena.

Asistió además a clases magistra-les con Phillipe Leroux (Francia), Bernard Cavanna (Francia), Luis Naon (Argentina), Marco Stro-ppa (Italia), entre otros.

“Considero que los composito-res debemos estar organizados para defender nuestros intere-ses y tener una mayor capaci-dad de interlocución con el Es-tado y con otros protagonistas del mundo artístico. Es, de todo punto de vista, conveniente, contar con un espacio de con-versación y de intercambio de ideas entre las personas que ejercemos el oficio de la com-posición.”

José Manuel PiñaPrincipales obras:

Eclosión (2011) para piano

Haiku (2014) para coro mixto

Caleidoscopio (2015) para cuarteto de flautas

Faroles (2018) para voz sopra-no, voz bajo, flauta, clarinete, violín, cello y piano

Un laberinto de cerros (2019) para vientos y vibráfono

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Daniel Miranda (1978)Socio efectivo

Profesor de música, Licenciado en Educación Musical, Magíster en Gestión y Liderazgo Educa-cional, es Académico del Depar-tamento de Música de la Univer-sidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, además cursó estudios de composición en la U. de Chile y estudios doctorales en la Universidad de Alcalá de He-nares. En la UMCE, además de su labor como docente, asume la dirección del Departamento de Música en el año 2018; Fue el creador y director de la orquesta del Liceo Experimental Artístico de Quinta Normal y es el Direc-tor de la Orquesta de Cámara de la UMCE.

Dentro de su actividad acadé-mica expuso en diversos semi-

narios, congresos y encuentros de la especialidad musical y pedagógica, tales como los En-cuentros Didáctica de la Música de la U. Mayor (del I al VI), el Congreso de la ISME Internacio-nal de 2012, entre otros. Publicó artículos para el Instituto de Chile y la revista ATEMUS de la U. de Chile. Grabó y estrenó obras en diversos escenarios de nuestro país.

“Debemos aunar fuerzas para impactar en las políticas pú-blicas (culturales y educativas) que releven el rol del arte mu-sical como ámbito disciplinario fundamental y transversal en la formación humana en todos sus niveles..”

Daniel Miranda

Principales obras:

Misa Brevis (2001) para coro mixto

Egloga (2014) para soprano,clarinete, violin, cello y piano

Estados (2015) para guitarra yorquesta de cuerdas

Ecos de memoria (2015) para piano

El ciclo de las cosas (2016) para piano y orquesta de cuer-das

Felipe Alarcón (1990)Socio efectivo

Licenciado en Arte, Tecnología y Gestión Musical, Intérprete en Guitarra Eléctrica de la Universi-dad de Valparaíso, culminó sus estudios de Postítulo en Compo-sición en la Universidad de Chile en el año 2015 e inicia sus es-tudios de Magíster en la misma casa de estudios el 2016, donde estudia con Eduardo Cáceres, Antonio Carvallo, Jorge Pepi y Jorge Martínez.

Sus obras son interpretadas por importantes agrupaciones como: la OSNCH, la Orquesta Mar-ga-Marga, E-MEX ensemble (Ale-mania), Orquesta del Conserva-torio de Reims (Francia), Planeta Minimal, Quarto Ensamble. Ga-nador del Primer Concurso de Composición de la Orquesta

Marga-Marga (2014) y de la convocatoria de obras sinfónicas del XVII Festival Internacional de Música Contemporánea de la Universidad de Chile, entre otros.

El año 2018 es nominado al Pre-mio Pulsar 2018 y desde el año 2015 al 2019 formó parte de la Orquesta Marga-Marga, como copista y compositor en residen-cia.

“Me interesa formar parte de esta Asociación, una de las mas tradicionales de Latinoa-mérica, donde creo puedo aportar no solo como creador, sino también como gestor y eje-cutor de ideas.”

Felipe Alarcón

Principales obras:

Tres formas sobre una nube (2016) para orquesta sinfónica

DestruKtion (2015) para seis guitarras eléctricas y bajo eléc-trico

Lamentos fueguinos (2014) para orquesta de cuerdas

Patagonia (2017) para orques-ta de cuerdas y percusión

Algunas figuras electro-espec-trales (2016) para cuarteto de guitarras eléctricas, ensable de percusión, piano y orquesta de cuerdas

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de eco y desaliento (2018)

Francisco Concha Goldschmidt (Chile, 1981)

Intérpretes: FUKIO Saxophonquartett; Joaquín Sáez, Sopransa-xophon; Xavier Larsson, Altsaxophon; José Manuel Bañuls, Tenor-saxophon; Xabier Casal, Baritonsaxophon

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Selección realizada por Richard Castillo

Contexto

Declaración Pública

La actual contingencia sanitaria generada por el Coronavirus 2019, nos obligó a replantearnos —y con ello modificar distintos aspectos de nuestro diario vivir— en la forma que nos relacionamos, en cómo trabajamos y en buscar la manera de implementar actividades que en lo cotidiano, se desarrollaban presencialmente.

El llamado de las autoridades sobre el distanciamiento social es ca-tegórico, para ello los médicos se encuentran perfeccionado sus pro-tocolos de atención e implementado las videoconsultas, en el caso de las horas médicas que lo permitan. Las otras áreas en las que nos desenvolvemos también están ideando y concretando propues-tas para evitar el cese de actividades, no siendo una excepción las artes y las culturas de nuestro país. Trabajadores del ambiente cultu-ral comenzaron a masificar las clases online, a fortalecer la difusión de su trabajo por medio de las plataformas de youtube, instagram, soundcloud y facebook, entre otras, además de realizar teletrabajo en aquellos casos que sus empleadores o a quiénes prestan servicios profesionales, tuvieron el coraje de asumir nuestra labor como una actividad esencial.

Ahora bien, en el caso particular de la música, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio anunció que dentro de un paquete de medidas, fomentará las convocatorias para que se realicen pre-sentaciones de manera digital o remota, siendo este punto una buena

Conciertos en línea

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propuesta, pero recomendamos considerar algunos detalles para su implementación:

1- Se aconseja a las autoridades del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio subir el porcentaje exigido a sus cuerpos esta-bles en relación a la programación de música chilena, proponiendo un número cercano a 40. Con ello se ampliarán los espacio para la difusión de nuestro quehacer, instancias que faltan para suplir el alto número de compositores vigentes.

2- Se debe poner especial énfasis en que las actividades no presen-ciales cumplan con un porcentaje de música chilena efectiva, seña-lando con ello que se considere la duración de las obras programa-das y no solo el listado de ellas. Si se fija un 40 por ciento de música chilena, que el cálculo no arroje el resultado de 4 obras de 10, sino más bien cerca de 24 minutos de música de un eventual concierto de 60 minutos.

3- En relación a los cuerpos estables o que reciben financiamiento estatal, es necesario que dentro del porcentaje exigido, se trabaje en una cuota equilibrada entre obras nacionales de referencia, composi-ciones del siglo XXI y estrenos absolutos. En la programación actual, se observa poca variedad en ese sentido.

4- Entendiendo la imposibilidad de que las orquesta, ensambles y agrupación en general se reúnan, se requiere trabajar en una pro-puesta que fomente el estreno de obras de compositores y composito-ras nacionales. En ello nuestra Asociación debe colaborar.

5- Crear espacios en la programación de canales y radios naciona-les para incluir la correcta difusión de la música chilena de tradición escrita (música clásica). Este punto se configura como reacción a los distintos comunicados de los centros de estudiantes de la educación escolar y universitaria, que revelan la inequidad en el acceso a inter-net de nuestra población. Subentendiendo con ello, que no se puede asumir que bastaría con instaurar actividades online o vía remota

Todo el actual contexto nos ha forzado a interactuar y cubrir diver-sos aspectos de nuestra vida de una manera distinta, nueva para algunos pero bastante poco nueva ya en la actualidad. Con el ex-tendido uso de las redes sociales pareciera que lo digital se impone también como una forma de vivir, de relacionarnos, y fuera de los

juicios de valor que uno pueda hacer al respecto, es algo que no se puede ob-viar.

En este momento muchos músicos se ven en la obligación de integrarse a este mundo digital, pero no, un like no reemplaza un aplauso, un streaming no reemplaza un concierto, al igual que en el pasado con la masificación de las grabaciones, estas nuevas plataformas nos permiten compartir, en un formato diferente, la música. La sensación física de oír un concierto presencialmente, la gente y sus aplausos, no pueden puede ser reemplazada ni por una grabación,

para garantizar el acceso, ya que no todos y todas podrán acceder a la transmisión vía streaming.

6- Los protocolos que garantizan la correcta visibilización de los de-rechos de autor de nuestros compositores se deben acentuar. Se ha detectado en distintas plataformas de difusión, que no se incluye el nombre del compositor o de la compositora y esto va en desmedro de nuestra labor.

A pesar de que los conciertos online no son algo nuevo, en un futuro se podrá analizar el impacto que tendrán en este particular escena-rio. Por el momento, es importante que el formato elegido baraje todas las aristas que garanticen el acceso, que emule la calidad de un concierto presencial tanto en aspectos técnicos como en su progra-mación y que difunda la música chilena como eje central.

Directiva ANC

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Hemos visto como la pandemia resulta un escenario ideal para la agudización en el uso de formas de interacción humana basadas en internet, muchas veces forzando a que estas no solo sean una alternativa, si no que de pleno reemplacen a las “convencionales”. Es muy probable que varias de estas prácticas trasciendan hacia

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ni por un video en vivo, ni por un streaming, pero hasta que no podamos volver a los auditorios esta es la opción que se va a erigir para complacer nuestra ne-cesidad de compartir desde la música.

René Romo

una situación de normalidad.

Frente a un panorama que pareciera nos pide reaccionar de alguna manera, la pregunta, creo, es más bien sobre apocalípticos e integrados (Eco): los músicos habituados a adaptarse a las exigencias técnicas del “estándar” que puedan surgir en el camino, lo seguirán haciendo. Algunos se integrarán con optimismo a los formatos “live” respondiendo comentarios en vivo y otros tipos de interac-ción virtual. Los que siempre fueron críticos también de las situaciones conven-cionales de concierto, tendrán más material aún para reflexionar sobre nuestra posición como alternativas a la producción de entretenimiento, etc… Sea como sea, lo que sí debiésemos, es incluir atención en donde pueda ganar la preca-rización bajo escusa, y donde la producción cultural termine convirtiéndola en estética.

Nicolás Kliwadenko

¡Volveremos a las montañas! (1968)

Gabriel Brnčić (Chile, 1942)

Intérpretes: Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Ve-nezuela; Alfredo Rugeles, director

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Selección realizada por Richard Castillo

Páginas en construcción

“Patagonia” para timbal y orquesta de cuerdasFelipe Alarcón

Ciclo de conferencias desde el hogar: una mirada al interior de la composiciónCarlos Valenzuela Ramos

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“Patagonia” para timbal y orquesta de cuerdas

za que transita por distintos campos de un imaginario sonoro fiel a esta experiencia, con pretensiones poé-ticas, pero principalmente sonoras. En ella intento rememorar imáge-nes que describen un espacio con características particulares: por una parte, una Patagonia calma y vasta, de la cual emana una gran tranqui-lidad y, por otra, la crudeza de una tierra infértil y fría, escenario de una historia cruda y violenta.

Felipe AlarcónSocio de la ANC

Segundo lugar en el 3er Concur-so de Composición de la Orques-ta Marga-Marga. Convocatoria 2017.-

Como directo antecedente a “Pa-tagonia”, deseo recordar que en 2015 fue estrenada por la Orques-ta Marga-Marga, mi obra “Lamen-tos Fueguinos: Del hombre blanco al indio Selk’nam”, para Orquesta de Cuerdas, que fuera ganadora del primer Concurso de Composición organizado por dicha agrupación musical. Esta pieza es la materiali-zación de un trabajo de investiga-ción realizado el año 2015 sobre los cantos de Lola Kiepja, también llamada “la última selk’nam”. La in-vestigación fue realizada en lo me-dular, a partir de fuentes bibliográfi-cas y fonográficas y se nutrió de dos vertientes: la sonoridad Selk’nam, si es que es posible hablar de la exis-tencia de una sonoridad selk’nam, y la historia, a todas luces cruel, que esconde la Patagonia Chileno-Ar-gentina.

En enero de 2017 visité por algunos días la ciudad de Puerto Natales, y junto con descubrir algunos de sus hitos turísticos, mi ocupación prin-cipal fue la observación. Compuse “Patagonia”, para Timbal y Orques-ta de Cuerdas, en septiembre de ese mismo año. Se trata de una pie-

Ciclo de conferencias desde el hogar: una mirada al interior de la composición

Carlos Valenzuela RamosDirector Ensamble

“Compañía de Música Contemporánea”Facultad de Artes

Universidad de Chile

Organiza:

“Compañía de Música Contemporánea”

Departamento de MúsicaFacultad de Artes, Universidad de Chile

La “Compañía de Música Contemporánea” perteneciente al Departamento de Mú-sica de la Facultad de Artes, Universidad de Chile, tiene el agrado de invitar al “Ciclo de Conferencias desde el Hogar, una mirada al interior de la composición”.

Dichas conferencias, transmitidas desde Chile y el extranjero, tendrán la partici-pación de diversos compositores e integrantes de nuestra actualidad musical, los que cada lunes hablarán de sus creaciones, análisis y/o reflexiones en torno a la creación nacional e internacional.

Las conferencias son abiertas a todo público, y se transmitirán vía Zoom, plata-forma a la que se podrá acceder mediante un link que publicaremos diez minutos antes de cada transmisión en nuestras redes sociales (Facebook e Instagram).

Los horarios variarán según el país de emisión de cada conferencia y se publicarán debidamente.

Además, los días viernes a partir del 1º de Mayo, subiremos un video semanal con grabaciones de obras contemporáneas para instrumento solo, que nuestros intérpretes grabarán desde sus casas.

Los dejamos cordialmente invitados y esperamos contar con tu presencia.

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Salmo escatológico (2018)

Andrés González (Chile, 1977)

Intérpretes: Ensamble f(r)actura y Ensamble SKAMConstanza García, aerófonos latinoamericanos; Nikola Lutz, saxo; barítono; Andrés González, charango; Thilo Rück, guitarra eléctrica; Nicolás Moreno, percusión; César Bernal, contrabajo; Remmy Canedo, electrónica; Enrique Schadenberg, dirección.

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Selección realizada por Richard Castillo

Apuntes musicales

“Coronavirus y música”

Repensando la música: exploraciones entre ensayos y errores

La noticia de música creada a partir de la estructura proteica del coronavi-rus1 inundó con pompa hace unos días las redes sociales virtuales, desper-tando cierto interés dentro del ámbito académico y generando algunas apre-ciaciones, entre otras, por parte de académicos de la PUC y la Universidad de Chile.2

Existe una antigua relación entre arte y ciencia. En un momento, fue el Qua-drivium que agrupaba a disciplinas vinculadas a los números, el tiempo y el espacio: la geometría, la aritmética, la astronomía y la música. La progresiva especialización, ha hecho que la fuerza de estas interrelaciones se diluya, aunque la historia abunda en ejemplos de personas de ciencia que a la vez han sido artistas como Pitágoras, Da Vinci, Goethe, LaMarr, etc. Casos más recientes, incluyen el trabajo de observación geológica realizado por Jon Larsen, músico de jazz3 y de investigación en astrofísica por Brian May, guitarrista de Queen4 . Sin embargo, proliferan también los ejemplos de re-laciones forzadas y resultados dudosos. Esto toma especial relevancia desde que varias disciplinas artísticas se han incorporado a la academia, como es el caso de la música.

El matemático Leon Harkleroad explora, en su libro The Math Behind the Music5 vínculos entre música y matemáticas y nos llama la atención, denun-ciando con lúcidos ejemplos, recurrentes clichés donde pretendidamente se

1 https://www.sciencemag.org/news/2020/04/scientists-have-turned-structure-coronavirus-music?utm_campaign=news_weekly_2020-04-03&et_ri-d=34815740&et_cid=3272271&fbclid=IwAR3FG9lN5JU5MPGU1a1pAbzc2XZMpVTd73LS5ku8T6ZjhJ5ddE5DWIcUWZ8#

2 https://www.lun.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=2020-04-08&PaginaId=9&bodyid=0&fbclid=IwAR36RKphhpy8no41BPJ97FwfKhx61zVxT2CT_zztJth_Le4eDFokvetsZg4

3 https://www.nytimes.com/2017/03/10/science/space-dust-on-earth.html

4 http://www.openculture.com/2019/07/queen-guitarist-brian-may-is-also-an-astrophysicist-read-his-phd-thesis-online.html

5 The math behind the music: Buch. (2006). Cambridge: Cambridge Univ. Press.

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aplican conceptos matemáticos como, por ejemplo, la sucesión de Fibonacci y otros caballos de batalla, a la creación musical. Su crítica se centra tanto en que las argüidas relaciones son frecuentemente empleadas de manera su-perficial y antojadiza, como en que los resultados estéticos obtenidos, suelen ser irrelevantes o no medibles. Se podría agregar que en ocaciones, obras de calidad emergen, a pesar de estos componentes insertados; es decir, su éxito se debe a otras causas no declaradas.

Hay, desde luego, cruces interdisciplinarios muy legítimos y valiosos y el es-píritu de este texto, es invitar a destacarlos, separando la paja del trigo. El Colisionador de Hadrones, posee programas que promueven el diálogo entre ciencia y artes6. El Atacama Large Millimeter Array (ALMA), creó la plata-forma Alma Sounds, una instancia interesante con un enfoque más cercano a la música popular7. Dentro de las artes hay también, ejemplos de cruces disciplinares con excelentes resultados como el órgano de mar en Zadar, del arquitecto Nikola Bašić 8.

Por el contrario, la mencionada música creada a partir del coronavirus, es pretenciosa, sin mencionar lo insensible de la propuesta en este momento, tratándose no más que de un montaje facilista que utiliza datos de forma caprichosa, sin un criterio o búsqueda de una expresión artística. Cuesta encontrar una explicación para el uso de la escala de sol menor, los ritmos es-tables, la instrumentación convencional: un conjunto de normas culturales que difícilmente tengan alguna relación con el virus. Si es que existe una relación fundamental entre la sucesión de notas y la estructura del SARS-COV-2, esta es irrelevante porque el resultado sonoro es exiguo y al final del día, lo mismo da si esa secuencia es generada por la distribución de estrellas en la vía láctea, los patrones de olas en el océano, o las fluctuaciones de la tasa de interés. Sin una intención artística, los datos, son solo datos.

En el paradigma tecnocientífico, es fácil que el arte adquiera un rol accesorio, de ornamento y que por ende, muchas veces haya quienes intenten vestirse con las ropas de la ciencia para conseguir algo, porque la ciencia o mejor dicho, el lenguaje de la ciencia, vende. Incluso dentro de la misma ciencia, hay tensiones. Parte de la sociedad, específicamente, parte del poder, clama por una ciencia utilitaria, aplicable, capitalizable, en desmedro de la ciencia básica, más parecida al arte y preocupada de preguntas fundamentales, más que de respuestas inmediatas. Al mismo tiempo, algunas instituciones de in-vestigación o educación, se adornan con actividades culturales o agrupa-ciones que realmente no forman parte integral de su quehacer. A alguien le escuché decir una vez, con una mezcla de ironía y desdén autocrítico, que se había dedicado por un tiempo a «estafar a Conicyt con proyectos de arte

6 https://arts.cern/

7 https://www.almaobservatory.org/en/videos/alma-sounds/

8 http://www.sonicwonders.org/sea-organ-zadar-croatia/

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disfrazados de ciencia». Ese patrón se repite y rinde. El mismo Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en su valiosa tarea de fomentar y administrar la producción artística, ordena, estandariza y cuantifica, dejan-do —a veces— poco margen para el misterio de las culturas, las artes y el patrimonio. No quisiera confundir. Amo la ciencia; sigo sus avances y soy un aficionado a la lectura y visionado de material de divulgación científica y a alguno que otro libro más serio de nivel introductorio. Nunca me gustó la frase «pastelero a tus pasteles» y siendo un entusiasta de la cultura del «y» en lugar del «o» (donde se puede ser matemático y poeta, pastelero y ornitólo-go, profesor y fotógrafo...), cultivo también un oficio, respetando tanto el del científico, como el del artista. Pienso que hay que valorarlos en su diferencia. Del mismo modo que leer un libro preliminar sobre el modelo estándar no me convierte en científico, mis amigos de ciencia, no se autodenominan músicos por tocar algunos acordes en la guitarra. La clave, a mi parecer, es aprender a interactuar, dialogar y colaborar para generar proyectos que se enriquez-can mutuamente y trasciendan sus campos de conocimiento parcelado.

Deberíamos sospechar del dataísmo en el arte, ya que la operación de extraer datos científicos (o de cualquier otra índole) y enchufarlos a la génesis de una obra, no garantiza nada y tampoco debería otorgarle estatus a los trabajos resultantes. La sonificación9 , a veces una herramienta útil para complementar instrumentos de visualización a la hora de analizar información científica, tiene sin duda potencial para la creación, pero su uso debe estar guiado por una curaduría con sensibilidad artística. Esta crítica nada tiene que ver con un espíritu anti-intelectual, pero sí es una advertencia contra el academicismo. La creación artística dentro de la academia debería co-existir con la ciencia, dialogar con ella, complementarse y mantener su independencia y propia valoración, sin rendirse a modos y códigos que le son ajenos. De esta ma-nera, podemos apreciar la belleza y el valor de ambos mundos y el de sus encuentros.

Felipe Pinto-d’AguiarAcadémico

Universidad Austral de ChileSocio de la ANC

9 https://www.youtube.com/watch?v=Ocq3NeudsVk

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Ocaso (2017)

Rocío Reyes (Chile, 1983)

Intérprete: Rocío Reyes, piano

00:00 /02:49

Selección realizada por Richard Castillo

De mi autoría“Límbica”1, por Graciela Muñoz

En el transcurso del desuso, del desuso de las cosas dichas, de las cosas amadas, de los hábitos empíricos, de los placeres más salvajes, en realidad lo que hay es solo esoDesuso del placer, de una palabra, de un sonido, un amor, un montón de maneras y maniobras, en definitiva, un pulso interminable e indeterminable de momentos sucesivos. Pero allí en donde una resistencia a perecer en la mas impertérrita sucesión de palabras, sonidos, placeres, maneras y maniobras que parecen perderse en el pasado, hace su lugar, aparece, resucita más bien, el impulso, la potencia de un registro de voluptuosidades límbicas.

Hay hábitos salvajes en desusoManeras y maniobras, en definitiva, de los hábitos límbicos. Y una contradicción habitual, origen y destino de las piedras que señalan.

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1- La imagen y el texto corresponden a “Límbica”, un ciclo de piezas de lectura indeterminada.

“Límbica” busca ser el aliciente de una lectura indeterminada, entendiéndose por ello una lectu-ra, musical o no, de carácter es-pontáneo, en ello inquiere la ima-gen y el texto así presentados. La imagen surge en una explora-ción personal en el paisaje, voy escribiendo restos de escrituras musicales sobre elementos que allí encuentro, tales como pie-dras o basura, esos signos desa-parecen luego con el agua, con la tierra o con el sol pues utilizo pinturas vegetales. El objetivo es hacer objetos de lectura abiertos y desprovistos de una elocuencia musical que pudiese administrar un modo de abordarlos, interpre-tarlos o comprenderlos, ese es su horizonte, robustecer con fan-tasías la inmediatez del sentido. Límbica se entreteje así con una imagen y un texto que escribo mientras hago el intento de ha-blar de la improvisación.

Graciela Muñoz FaridaCompositora

Doctora (c) en Filosofía,c/m en Estética y Teoría del Arte

Universidad de Chile

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www.anc-chile.cl

ASOCIACIÓNNACIONAL DE CHILECOMPOSITORES/AS