AÑO I. 2A. EPOCA. MEXICO, D. F. AGOSTO de 1952 No. 1 ... · ción de protesta, pletórica de...

84
PASTORAL PASTORAL BOLETIN de BOLETIN de San Juan de los Lagos, Jal. Junio de 2001 Nº 227 Revista Diocesana Mensual 1985 1989 Jubileo 2000 2001 Año Santo 1972 1982 1995 AÑO XVI -- TOMO VIII -- MEXICO, D. F. -- MARZO 22 DE 1968 -- NO. 186 REGISTRADA COMO ARTICULO DE SEGUNDA CLASE EN LA ADMINISTRACION DE CORREOS Nº. 19 DE MEXICO, D. F. EL DIA 4 DE FEBRERO DE 1953 REVISTA MENSUAL ILUSTRADA ORGANO OFICIAL DE LA LEGION DE CRISTO REY Y SANTA MARIA DE GUADALUPE - VETERANOS DE LA GUARDIA NACIONAL (CRISTEROS) AÑO I. 2A. EPOCA. MEXICO, D. F. AGOSTO de 1952 No. 1 Organo oficial de la Legión de Cristo Rey y Santa María de Guadalupe. Veteranos de la Guardia Nacional (Cristeros) Testimonios estimonios estimonios estimonios estimonios de la Cristiada de la Cristiada de la Cristiada de la Cristiada de la Cristiada Testimonios estimonios estimonios estimonios estimonios de la Cristiada de la Cristiada de la Cristiada de la Cristiada de la Cristiada Fuente: Revista cristera «DAVID» 2ª Epoca: Agosto 1952-Marzo 1968 C. General Don. Aureliano Acevedo Robles Parte I:

Transcript of AÑO I. 2A. EPOCA. MEXICO, D. F. AGOSTO de 1952 No. 1 ... · ción de protesta, pletórica de...

1234567890123456789012345678901212345678901234567890123412345678901234567890123456789012123456789012345678901234123456789012345678901234567890121234567890123456789012341234567890123456789012345678901212345678901234567890123412345678901234567890123456789012123456789012345678901234123456789012345678901234567890121234567890123456789012341234567890123456789012345678901212345678901234567890123412345678901234567890123456789012123456789012345678901234123456789012345678901234567890121234567890123456789012341234567890123456789012345678901212345678901234567890123412345678901234567890123456789012123456789012345678901234PASTORALPASTORALBOLETIN deBOLETIN de

San Juan de los Lagos, Jal. Junio de 2001 Nº 227

Revista Diocesana Mensual

1985

1989

Jubileo 20002001

Año Santo

1972

1982

1995

AÑO XVI -- TOMO VIII -- MEXICO, D. F. -- MARZO 22 DE 1968 -- NO. 186REGISTRADA COMO ART ICULO DE SEGUNDA CLASE EN LA ADMIN ISTRACION DE CORREOS Nº . 19 DE MEXICO, D . F . EL D IA 4 DE FEBRERO DE 1953

REVISTA MENSUAL ILUSTRADA ORGANO OFICIAL DE LA LEGION DE CRISTO REY Y SANTA MARIA DE GUADALUPE - VETERANOS DE LA GUARDIA NACIONAL (CRISTEROS)

AÑO I. 2A. EPOCA. MEXICO, D. F. AGOSTO de 1952 No. 1

Organo oficial de la Legión de Cristo Rey y Santa María deGuadalupe. Veteranos de la Guardia Nacional (Cristeros)

TTTTTestimoniosestimoniosestimoniosestimoniosestimoniosde la Cristiadade la Cristiadade la Cristiadade la Cristiadade la Cristiada

TTTTTestimoniosestimoniosestimoniosestimoniosestimoniosde la Cristiadade la Cristiadade la Cristiadade la Cristiadade la Cristiada

Fuente: Revista cristera «DAVID»2ª Epoca: Agosto 1952-Marzo 1968

C. General Don. Aureliano Acevedo Robles

Parte I:

Centro Diocesano de PastoralMorelos 34.Apartado Postal 21Tel. (3) 785-0020 Fax. (3) 785-0171Correo-E: [email protected] San Juan de los Lagos, Jal.

1234567890123456789012345678901212345678901234567890123456789012112345678901234567890123456789012123456789012345678901234567890121123456789012345678901234567890121234567890123456789012345678901211234567890123456789012345678901212345678901234567890123456789012112345678901234567890123456789012123456789012345678901234567890121

Responsable:

Presentación ....................................................................................................................................... 1

LA CRISTIADA:1.- El nombre de «Cristeros». 2.- El Movimiento cristero.

3.- Algunos datos importantes. 4.- Situación actual de la Iglesia en México ................ 2

5.- Movimiento social y armado, precursor de la defensa cristera. 6.- El atentadodinamitero. 7.- México, el primero en proclamar la Realeza de Cristo.8.- Cómo nació la Liga, su Escudo y su Lema. 9.- Plebiscito de los mártires ................ 5

10.- Antecedentes del conflicto de 1926. 11.- Inicio de la cristiada. 12.- Palabrasde Pío XI a México. 13.- Palabras de Pío XII a México. 14.- Mons. Orozcoy Jiménez y la persecución revolucionaria ........................................................................ 11

15.- Algunas normas para el sector militar «Los Altos». 16.- En Los Altos de Jalisco.17.- Organización del Movimiento Cristero en la Región de Los Altos, Jalisco........... 21

18.- Efemérides de una Alteña. 19.- General en Jefe: Enrique Gorostieta. 20.- GeneralJesús Degollado Guizar (Sucesor de Gorostieta). 21.- Armas. Cómo sePertrechaba a los Cristeros (Síntesis) ................................................................................. 25

22.- El espíritu cristero. 23.- El rosario en el campo cristero. 24.- Sangre de sacerdotes.25.- Seglares sacrificados. 26.- Veracidad de los sucesos cristeros.27.- Mujeres cristeras ............................................................................................................ 51

28.- Defensa del Santuario de Guadalupe (Guadalajara). 29.- Fin de la cristiada:Licensamiento. 30.- Licensamiento de la Guardia Nacional (1 Julio 1929).31.- Bases para el Licensamiento de la Guardia Nacional .............................................. 60

32.- Carta del Gral. Gorostieta a los Prelados sobre los «arreglos». 33.- El pueblocristiano no buscó arreglos. 34.- Indudable éxito de la epopeya cristera.35.- No fracasamos, porque peleamos por Cristo ............................................................. 67

36.- Testamento del General Jesús Degollado Guizar. 37.- Noventa y cuatro Clérigosy religiosos victimados entre 1914 y 1938. 38.- Sacerdotes, hijos de cristeros.39.- La Cristiada hoy. ............................................................................................................ 75

VARIOS:

Onomásticos de Junio ........................................................................................................................... 80

Agenda de Junio................................................................................................................ Contraportada

LA CRISTIADA

pág. 1Bol-227

PresentaciónNuestra Revista y su Nombre

deada y propuesta de viva voz por elExcmo. y Revmo. Sr. Dr. D. ManuelJ. Yerena, dignísimo Segundo Obispode Huejutla, nació, el 19 de Diciembre

de 1951, en Coyoacán, D.F., la Legión de Cris-to Rey y Santa María de Guadalupe, que cam-bió su nombre, en la Primera Convención Gene-ral, por el de historial glorioso y ya consagrado:Guardia Nacional.

Al crearse la Asociación de los supervivien-tes del heroico Movimiento Cristero, de sus cola-boradores y simpatizantes, se pretendió la conse-cución de dos fines globales; primero: continuar enforma pacífica y organizada la lucha por el Rei-nado Social de Cristo; y segundo: reivindicar laverdad del Movimiento y la memoria de los caí-dos. Y como lazo de unión entre los socios. Comoórgano de la Asociación, se acordó el estableci-miento de una revista.

Tal propósito viene realizándose, desde agostode 1952, merced a la protección manifiesta deCristo Rey y Santa María de Guadalupe, y a laayuda desinteresada de nuestros consorcios ysimpatizadores de nuestra humilde publicación.

(Página 197 Tomo II)

Al Venerable Episcopado Mexicano

Sabemos que en una de las últimas reunionesdel Venerable Episcopado Mexicano se tomó elacuerdo de que en cada Diócesis se nombrarancomisiones encargadas de reunir datos sobre lavida, obra y muerte de los católicos que fueronsacrificados durante la Persecución Religiosa,para hacer un estudio en cada caso; y, si se encuen-tra que llena los requisitos canónicos exigidos,tramitar ante la Santa Sede su proceso de Beati-ficación.

Dado que uno de los principales fines de nues-tra Agrupación y de nuestro Boletín fué eseprecisamente: recabar datos sobre nuestros héroes

y nuestros mártires; del modo más atento y respe-tuoso rogamos a los Excelentísimos y Reveren-dísimos Señores Arzobispos y Obispos se sirvantener en cuenta que estamos en la posibilidad deaportar los datos que tenemos y los que reunamos,con el deseo de colaborar con esas Comisionespara el logro de los fines propuestos.

(Página 329 Tomo II)

Presentándonos

Como muchos de nuestros lectores saben ya,con motivo de la celebración del XXV Aniversa-rio de la iniciación del Movimiento Cristero, setomó el acuerdo de formar la “Legión de CristoRey y Santa María de Guadalupe”, para agru-par en ella no sólo a quienes empuñamos las armasen aquella gesta gloriosa sino a todos los que deuna u otra manera, cooperaron con nuestro Movi-miento, así como a los hijos de los cristeros y a losjóvenes que al conocer las asañas de los que sesacrificaron por la causa de Cristo Rey enMéxico, sientan correr por sus venas el mismoideal que animó a nuestros heroicos luchadores.Nuestra Agrupación no es bélica, política nireligiosa, sino la reunión de viejos camaradas quetornan a estrecharse las manos y a convivir pararecordar el pasado y proyectarlo hacia el futuro.

Como lazo de unión y para cumplir con ese fin,vuelve a publicarse DAVID el inolvidable “Bo-letín” que en una época fuera el órgano oficial delMovimiento Cristero.

DAVID viene dispuesto a rectificar los erro-res que, de buena o mala fe, se han venido divul-gando sobre el Movimiento Cristero y sobre laspersonas que en él tomaron parte en una de las másgloriosas páginas de la historia de México.

(Páginas 1 y 2 del Tomo I)

Nota: Dios mediante ofreceremos estos «Testimonios de laCristiada» en 2 boletines. Primer Boletín: El Movi-miento Cristero. Segundo Boletín: La Cristiada en lazona donde actualmente es nuestra diócesis de San Juande los Lagos (por decanatos).

LA CRISTIADA

pág. 2 Bol-227

palabra que parecía troquelada de relámpagos: «LaIglesia está nutrida con sangre de león. No se tienederecho a renunciar a la púrpura. Estamos obligadosa mojarla hasta con nuestra sangre».

Esta es la significación máxima del MovimientoCristero: reside en la actitud espiritual, en la disposi-ción del alma, resuelta al sacrificio de todo lo visibley de la propia vida, con tal de mantener vigentes en elhombre y en la sociedad, los valores más sagrados yeternos.

(PÁGINAS 268 DEL TOMO II)

3.- Algunos datos importantes.3.- Algunos datos importantes.3.- Algunos datos importantes.3.- Algunos datos importantes.3.- Algunos datos importantes.1917: Se promulga la Constitución inspirada por

el protestantismo desde 1835 en la Asamblea deNueva Orleans.

1920: El 12 de marzo se coloca y bendice laprimera piedra de un pequeño Monumento provisio-nal en el Cubilete; se hace la primera consagraciónnacional de México a Cristo Rey, por el Excmo. Sr.Obispo de León, quien bautiza al Cubilete con elnombre de la Montaña de Cristo Rey. El Episcopa-do Nacional declaró Nacional ese monumento yordenó que se sustituyera por uno grandioso.

1921: La noche del 7 de mayo, estudiantes delColegio Civil sacaron por las calles de Morelia un«Gallo estudiantil», burlándose de las cosas de laIglesia; el 8, los socialistas, después de un mitin,celebran una manifestación y enarbolan la bandera roji-negra en las torres de la catedral de Morelia; no faltócatólico que la quitara; pero los socialistas volvieron,golpearon al sacristán y apuñalaron una imagen de laVirgen de Guadalupe. El día 12, grandiosa manifesta-ción de protesta, pletórica de católicos; empieza lagloriosa era de los mártires de Cristo Rey.

El 14 de noviembre del mismo 1921, un empleadode la secretaría particular del Sr. Presidente Obregón,acompañado de 50 soldados disfrazados de paisanos,hace estallar dinamita al pie de la Virgen de Guadalupeen el Tepeyac. El mismo Obregón llamó al PresidenteMunicipal de La Villa para exigirle que protegiera almalhechor.

El 1° de mayo de 1922 entran socialistas armadosa la casa de la ACJM en México y, entre otrosatropellos destrozan una imagen de la Virgen deGuadalupe.

El 28 de diciembre de 1922, la masonería norte-americana decretó dos cosas contra los católicos

1.- El nombre de «Cristeros»1.- El nombre de «Cristeros»1.- El nombre de «Cristeros»1.- El nombre de «Cristeros»1.- El nombre de «Cristeros»El adjetivo de CRISTEROS se aplicó, por primera

vez, a grupos de gente armada que operaban en elEstado de Michoacán, que hacían frecuentes incur-siones a Jalisco, Guanajuato y Querétaro, durante elgobierno del Lic. Sebastián Lerdo de Tejada... Laimportancia que adquirieron estos grupos no fuerelevante. Es interesante, sin embargo, situar el ori-gen del adjetivo en aquella época, en la que el grito de¡Viva Cristo Rey! aún no se pronunciaba.

En la «historia de México» (José Bravo Ugarte S.J., Páginas 360 y 363) se dice: «Todo el año 1874operaron en Michoacán y en las regiones confines deGuanajuato, Querétaro y Jalisco, numerosos gruposde los que luchaban contra el gobierno y fueronconocidos con el nombre de cristeros por llevarcomo distintivo una imagen de Cristo crucificado».

No fue sino hasta el año de 1926, cuando alrecrudecerse la persecución contra la Iglesia Católicaen México, resurgió el nombre de cristeros paraquienes se levantaron en armas en defensa de lalibertad religiosa. Los que así resolvieron defender lareligión por medio de las armas tomaron por lema ygrito de guerra «¡Viva Cristo Rey!», y a esta circuns-tancia se debió el que se les llamar cristeros.

(PÁGS. 18-19 DEL TOMO VIII)

2.- El Movimiento cristero2.- El Movimiento cristero2.- El Movimiento cristero2.- El Movimiento cristero2.- El Movimiento cristero

Pbro. Lic. Joaquín Antonio Peñalosa.... La aparente paz espiritual que parecía derramar-

se por la Patria, cedía a la tormenta desencadenadapor Calles. La única que no soporta el pueblo: lapersecución de su fe. Por vez primera, después decuatrocientos años, estaba ausente de su casa y de sutrono Jesucristo. Un puñado de valientes, al grito de¡Viva Cristo Rey! se levantaron con armas improvi-sadas y jefes de floridos años para caer, entre lasmilpas y en los arroyos, sin otra mística que defenderla vida con su muerte, cuando se precisa perder laexistencia para ganar la esencia. Eran los cristerosque se daban cita para aprender a ser mártires. Callesolvidaba una elemental lección de historia universal:que la Iglesia resucita al tercer día.

... Desde las montañas de Jalisco, su tierra colora-da, un hombre joven, Anacleto González Flores,capitán de la esperanza, aún increpa con aquella

LA CRISTIADA

pág. 3Bol-227

mexicanos: La expulsión del Excmo. Sr. DelegadoApostólico de México y que no se permitiera elMonumento Nacional a Cristo Rey.

A pesar de eso, el 11 de enero de 1923 se hizo lasolemne bendición de la primera piedra del grandiosoMonumento Nacional a Cristo Rey. Al día siguientepor la noche, recibió el Sr. Delegado la orden de salirde la República.

En 1924 Calles toma po-sesión de la Presidencia y,en febrero de 1925, es asal-tado el templo de la Socie-dad y luego el de CorpusChristi; y se ensaya una vezmás el Cisma que al fin nodió el resultado que se espe-raba por el arrepentimientoa la hora de la muerte, delpatriarca Pérez. En enero de1926, con la reglamentacióndel artículo 130, decreta lapersecución y comienza ladeportación de sacerdotesextranjeros, de religiosos yhasta de Obispos.

Acudir al Congreso o to-mar las armas, fueron loscaminos que señaló Calles alos católicos para impedir elcumplimiento de la ley: nose tomó en cuenta el Memo-rial de dos millones de cató-licos mexicanos; la palabrade Anacleto González Floresy la Pastoral del Excmo. Sr.Manriquez no se tuvieron en cuenta sino para proce-der contra ellos.

El 4 de agosto de 1926, primera balacera endefensa en Sahuayo Mich. En enero de 1927 comien-zan a operar grupos armados en Jalisco, Michoacán,Guanajuato, etc., con cierta organización. Posterior-mente, 17 estados en movimiento, 20,000 cristerosarmados y 10,000 en inferiores condiciones. Por logeneral hay de 7 a 10 combates cada día, con victoriasy derrotas, pero el resultado final es, por lo general,más favorable a los libertadotes. Llegó a decirse porla prensa que fueron 40,000 los cristeros. Siguió ladeportación de sacerdotes, los obispos calumniadosy desterrados, multitud de sacerdotes asesinados,escuelas y colegios clausurados; despojos, injusti-cias, pisoteado el honor de las familias, cofinadas a

las Colonias Penales, etc., los cristeros mal vistos,tratados con nombres denigrantes, perseguidos, muer-tos con toda clase de tormentos, burlados en su agoníao después de muertos. Murieron en la persecuciónniños, adultos y ancianos, ricos y pobres, sacerdotesy seglares, hombres y mujeres.

Los «Arreglos» del 21 de junio de 1929 ocasiona-ron suma contrariedad, des-orientación completa, mor-tal desaliento y la fatal creen-cia de que todos los sacrifi-cios y heroísmos de 3 años,habían sido enteramente in-útiles. Los antes heroicosheraldos de la realeza deCristo Rey, pasaron brusca-mente a la categoría de ban-didos; y no se les tomó encuenta sino para asesinarlostraidoramente en virtud delos mismos «Arreglos». To-das las «condiciones» fue-ron aceptadas, pero no cum-plidas. Cuando la GuardiaNacional entregó sus armas,fueron vilmente asesinadosmuchos jefes, oficiales y sol-dados. Tengo la seguridadde que después de los «Arre-glos» fue mayor el númerode muertos del ejércitocristero que durante los tresaños de lucha.

En septiembre de 1928entró Portes Gil de Presi-

dente. Manifestó a un corresponsal americano quepodía reanudarse el culto conforme a la Ley, habien-do buena voluntad por ambas partes. Mons. Ruíz yFlores aprovechó esta circunstancia para procuraruna entrevista con Calles, de forma oculta en SanJuan de Ulúa el Viernes Santo de 1928, pero nada seconsiguió; la segunda entrevista fue en Chapultepecel jueves de la Ascención del mismo año; en ellaCalles propuso lo que después prometió Portes Gil.El Excmo. Sr. Ruíz y Flores partió luego a Roma ainformar al P. Santo.

El S. Padre, fiando en la palabra del Prelado,aceptó, proponiendo 3 condiciones: que se devuel-van las propiedades de la Iglesia; que se respeten esaspropiedades; y amnistía para los soldados de la Guar-dia Nacional.

Monumento a Cristo Rey. Cubilete

LA CRISTIADA

pág. 4 Bol-227

El 5 de junio de 1929 salieron de Washington paraMéxico los Excmos. Sres. Ruíz y Flores, y DíazBarreto; al día siguiente se les unió en San Luis, M.Morrow, para tratar del asunto. La entrevista de losprelados con Portes Gil fue en el Palacio Nacional el21 de julio. Al día siguiente se publicaron las decla-raciones del Presidente Portes Gil. Antes del conve-nio, estos Excmos. Sres. arreglantes, se negaron a oír,aún a los mismos Prelados. En virtud del convenio,quedaron desterrados varios obispos.

Los «Arreglos» del 21 de junio de 1929 reanuda-ron el culto; pero empeoraron la situación y humilla-ron más a la Iglesia de Cristo.

(Proclamación de Cristo Rey, por el Sr. Cango.Dn. Pedro Rodríguez, de San Juan de los Lagos, enel 36° Aniversario del Cubilete).

(PÁGS. 95 A 99 DEL TOMO IV)

4.- Situación actual4.- Situación actual4.- Situación actual4.- Situación actual4.- Situación actualde la Iglesia en Méxicode la Iglesia en Méxicode la Iglesia en Méxicode la Iglesia en Méxicode la Iglesia en México

«Las etapas son fácilmente identificables: enfren-tamiento (1914-1925), conflicto (1926-1929), mo-dus vivendi y nuevo conflicto (1929-1934), concilia-ción de facto (1938-1988), normalización y reformaconstitucional (1988-2000). De modo que la Iglesiapasó en este siglo (se refiere al XX) del ostracismo yel desconocimiento jurídico, a la conciliación; eincluso, al reconocimiento de la sociedad y del Esta-do como uno de los actores de mayor relevancia ycategoría moral. Esto no sólo fue reconocido en 1992por las reformas constitucionales de los artículos 3, 5,24, 27 y 130, sino por eventos como los desarrolladosen torno al conflicto de Chiapas iniciado en enero de1994. Ahí desempeñó un papel importante no sólo elobispo Samuel Ruíz, sino la figura misma de laIglesia, ya que algunas de las primeras negociacionesse realizaron dentro de la Catedral de San Cristóbal».

A consideración del Dr. Manuel Ceballos Ramírez,varios eventos cambiaron las relaciones entre el Es-tado, la Iglesia y la sociedad en el último cuarto desiglo. Destacan «las cuatro visitas del Papa JuanPablo II al país. Además, la presencia del presidenteCarlos Salinas al Vaticano en 1991, y el nombra-miento de sendos representantes personales que ante-cedieron las relaciones diplomáticas», restablecidasen 1992. «En mayo del año 2000 la canonización de26 mexicanos, la mayoría fallecidos durante laCristiada fue un nuevo hito que podría marcar un

futuro, para unos conciliador, para otros nuevamenteconflictivo».

Perspectiva histórica del reconocimiento jurídicode las Iglesias

Paoli Bolio durante su participación en el Foro«Las Iglesias y el Estado de Hoy», enumeró cincoetapas que caracterizan las relaciones entre el Estadoy las Iglesias: «La primera etapa coincide con laColonia. En ella vivimos la identificación entre lospropósitos y fines de la Iglesia y el Estado. Se tratabaentonces de una Iglesia única y oficial, protegida ypromovida por el Estado; y de un Estado, justificadoy legitimado por la Iglesia».

«La segunda etapa se ubica entre la independenciay el momento en que las leyes de Reforma alcanzaronrango constitucional (1873). En esta etapa se planteay realiza la separación entre Iglesia y Estado. No setrata de una separación que se produzca de golpe, sinoque se va procesando a través de una larga cirugíasocial y fuerte enfrentamiento de diversos tipos, antesy después de la Constitución de 1857».

La tercera etapa cubre el periodo del porfiriato.«Registra en la práctica una convivencia y una tole-rancia del gobierno hacia las actividades de la Iglesia.Hay entendimiento virtual en ese tiempo político,sobre todo en el campo de la educación y del cultoexterno. No hay sin embargo, en el de la acciónelectoral de las Iglesias o de los ministros de loscultos».

Después sigue la de la Revolución (1910-1917) yde los gobiernos posrevolucionarios, en la cual crecióel anticlericalismo, avanzaron las tesis anarquistas yateas, «sobre todo entre dirigentes y grupos de bandocarrancista que llegó a ser hegemónico en el Consti-tuyente. Los cambios fundamentales que se registranen las relaciones son los siguientes: No se plantea yala separación, sino la subordinación de la Iglesia alEstado, se circunscriben las prácticas religiosas aespacios reducidos, se elimina la participación de losministros de cultos en la actividad política,prohibiéndoseles el derecho al voto, la capacidadpara ser electos, para poseer bienes inmuebles y paraejercer las libertades de reunión y expresión, asícomo la participación en actividades educativas. Seproduce nuevamente la confrontación violenta, se dala persecución religiosa y la rebelión cristera. Másadelante de esta etapa se produce también un entendi-miento práctico entre la Iglesia y el Estado».

A partir de 1991-92, período de las reformasconstitucionales a los artículos citados, comenzó la

LA CRISTIADA

pág. 5Bol-227

quinta y actual etapa, la de conciliación. «Las refor-mas representan nuevas conclusiones y nuevas basespara nuestra organización como nación. Sin duda sonperfectibles. Pero así se ha planteado la eliminaciónde un conjunto de limitaciones impuestas a las Igle-sias y a sus ministros. Replantean una separaciónadecuada a la actividad religiosa y la política partida-ria y electoral, no de toda política, reconoce que losministros de los cultos son ciudadanos. Esa era unaviolación a los derechos humanos que se encontrabaen la Constitución y en las leyes, que se ha superado».

«Se reconoce la personalidad jurídica a las Igle-sias a través de la figura legal de las asociacionesreligiosas. Se reconoce como figura jurídica a losministros de los cultos, y se admite que pueden votary desarrollar actividades educativas. Se acepta que seimparta enseñanza religiosa en las escuelas privadas.Se mantiene la separación de las Iglesias y el Estadocomo el principio histórico fundamental. La subordi-nación se definió en el nuevo artículo 130 comosujeción a la ley, lo cual parece bastante razonable. Seadmite que las Iglesias tengan los bienes necesariospara realizar su objeto social. Se suprimen las prohi-biciones de culto externo».(PÁGINAS 11-12. REVISTA ESQUILA MISIONAL

#550 MAYO 2001)

5.- Movimiento social y armado,5.- Movimiento social y armado,5.- Movimiento social y armado,5.- Movimiento social y armado,5.- Movimiento social y armado,precursor de la defensa cristeraprecursor de la defensa cristeraprecursor de la defensa cristeraprecursor de la defensa cristeraprecursor de la defensa cristera

Don Porfirio Díaz se sostenía en su trono bambo-leante, fijo sus ojos en el estado de Jalisco, y cuandosupo que ya habían empezado los primeros brotesarmados en dicho Estado, admitió recibir como re-presentante del Sr.Madero al Gral. D.Ambrosio Figueroa.

Por plática quetuve con el propioGral. pude saber queal dar principio la en-trevista, D. Porfirio semostraba indignado,pero en esos momen-tos apareció en unahabitación contigua elCapitán Porfirio Díaz(Jr.) a suplicar a supadre que pasara unmomento con la Sra.

doña Carmen Romero Rubio de Díaz, su esposa. ElGral. Figueroa esperó unos minutos y D. Porfiriovolvió de la plática con su esposa ya bastante calma-do y convino en reanudar la entrevista al día siguien-te, dejándole al Gral. Figueroa telégrafo libre paracomunicarse a donde lo necesitara para ponerse deacuerdo con sus correligionarios.

Al día siguiente se presentó de nuevo ante D.Porfirio, encontrándolo en completa calma, cosa queel Gral. atribuía a la influencia de la señora su esposay de su hijo. Llegaron a un acuerdo, tanto paraabandonar el poder como para que saliera del país,quedando como Presidente interino el Sr. D. FranciscoLeón de Barba, que fué conocido como el presidenteblanco, por su honestidad y tino al desempeñar elcargo que se le confió. Durante este tiempo, en elpartido católico trabajamos con absoluta libertad yademás, este señor vió con interés la fundación de lasCajas de Préstamos y Ahorros y hasta comenzó agestionar la fundación de un Banco que tuviera porfin refaccionar dichas Cajas, para bien de los campe-sinos de pocos recursos. Las Cajas que ya existíansiguieron funcionando regularmente y se trabajabapor establecer más.

El partido católico tomó parte muy activa en laelección de Presidente a favor de Dn. Fco. I Madero,y durante su corto gobierno, tuvimos dos ocasiones eltriunfo de Diputados locales y una de gobernador,siéndolo el Lic. Dn. José López Portillo y Rojas.

Con el triunfo de la revolución Maderista, comen-zó el pueblo a desbordarse y en Guadalajara, en plenaPlaza de Armas, surgió una tremende balacera por-que el pueblo se amotinó en contra del gobernadorCuesta Gallardo, y los desórdenes se extendieron por

LA CRISTIADA

pág. 6 Bol-227

toda la ciudad hasta que renunció el gobernador,dejando en su lugar al Sr. Lic. Dn. David GutiérrezAllende, con cargo de interino, quien supo serenar losánimos del pueblo y gobernar con relativa paz; peroquizo jugar como candidato a gobernador constitu-cional y renunció al interinato, quedando acéfalo elGobierno del Estado. El Senado nombró gobernadorinterino al Ing. Alberto Robles Gil, quien convocó aelecciones y fue entonces que el Partido Católico conuna mayoría aplastante, logró hacer triunfar a suscandidatos al Congreso.

Robles Gil dió muestras de tenerle mucho amor alpuesto y cuando el Lic. Dn. Miguel Palomar y Vizcarratomó la iniciativa para convocar a elecciones a gober-nador, encontró muchas dificultades y hasta corrió laespecie de que la masonería trataba de asesinarlo,pero un grupo de obreros de buena voluntad seofreció a cuidarlo de día y de noche...

(PÁGINAS 23 Y 24 DEL TOMO IV).

La muerte de Dn. Fco. I Madero causó al pueblomexicano profunda indignación, porque se habíacometido un crimen en la persona del Presidenteconstitucional ungido por el voto libre y espontáneode la nación entera. Al iniciarse en el norte porVenustiano Carranza la revolución de 1913, millonesde católicos prestaron su contingente contra el go-bierno usurpador, juzgando a los jefes de dichomovimiento armado, hombres demócratas, patriotasy honrados. ¡Terrible desengaño! Resultó elcarrancismo no solamente el desenfreno y la vengan-za sino la voracidad para adueñarse de los millones dela nación y el medio de que se valía la masonería ennuestro país para la extinción del catolicismo. Aún nose coronaba con el triunfo y ya presenciabamos losrobos más escandalosos de nuestros establecimien-tos de educación, de nuestras bibliotecas y aún denuestros intereses particulares. Comienzan los insul-tos cobardes a las Damas católicas y aún a las mujeressimplemente que rezan; cómo se ultrajan sacerdotes;cómo se derrumban nuestros altares y se profanannuestros templos; cómo se roban los vasos sagradosy demás objetos que sirven para el culto, y... ¡maldi-ción para los sacrilegos!, cómo ruedan por el suelo lashostias consagradas, por parte de aquellos de quienesel pueblo de México esperaba salvación. Elconstitucionalismo se condenó por sus propios he-chos, no podía gobernar legalmente a un pueblo libre,porque era un gobierno sectareo en una repúblicademocrática, era un absurdo, una aberración. Perse-guir a los católicos por el sólo hecho de serlo, y estoen nombre de la libertad y proclamando una Consti-

tución que consagra la tolerancia de cultos, es uncrimen al que ningún católico, sin renegar de su Diosy de su Religión, puede prestarse a realizar.

¡A las armas, católicos, a las armas! Este fue elgrito unánime por los bajos del Sur de Jalisco y noslanzamos a la lucha con este grito: ¡Viva Cristo Rey!.¡Viva la Patria!, ¡Viva la democracia!, ¡MueraCarranza!, ¡Mueran los Masones!

Se lanzó esta proclama: Señores Carrancistas:Persiguiendo de muerte a la Religión Católica noshan provocado. Ustedes son los únicos culpables. Susectarismo es un peligro para la Patria, atropello a lacivilización, sonrojo para el mismo grupo de liberaleshonrados. Tenemos el derecho de vivir en nuestrapatria con libertad, de existir como agrupación polí-tica y reclamar todas las garantías porque somosciudadanos; de ser católicos porque somos libres. Ysi se nos ataca, nos asiste el derecho de repeler laagresión bárbara e injusta. Han vuelto atrás 20 siglos,lanzando aquel salvaje grito: ¡Los cristianos a losleones! Nosotros no retrocederemos; contentos mo-riremos por Cristo, pero no en el circo y con las manoslevantadas al cielo como nuestros hermanos prime-ros; moriremos con la fe en el corazón y abrazados anuestros fusiles.

Compatriotas honrados: cualquiera que sea vues-tro credo, ante Dios, ante vosotros y ante el mundoentero declaramos solemnemente que la lucha hasido provocada por el sectarismo de Carranza y queluchamos por la Religión Católica Apostólica y Ro-mana y por nuestros ideales políticos que están per-fectamente expresados en dos palabras: verdaderademocracia.

(J. ENCARNACIÓN PRECIADO.PÁGINAS 115 DEL TOMO IV)

6.- El atentado dinamitero6.- El atentado dinamitero6.- El atentado dinamitero6.- El atentado dinamitero6.- El atentado dinamiteroSiendo presidente el Gral. Alvaro Obregón quien,

gracias al asesinato de Venustiano Carranza y a unasfraudulentas elecciones ocupaba el poder, la mañanadel día 14 de noviembre de 1921 se registró uno de losmás tremendos y horribles atentados ocurridos en laRepública contra el sentimiento religioso de los mexi-canos, al hacer estallar una bomba de dinamita en elaltar mayor de la Basílica, precisamente bajo el cua-dro que guarda la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Eran las 10:30 de la mañana cuando se escuchóuna tremenda detonación que hizo estremecer a laBasílica y estallar el pánico de los que allí se hallaban

LA CRISTIADA

pág. 7Bol-227

presentes. ¡La sa-grada imagen de laVirgen morena es-taba intacta! ni si-quiera el vidrio quecubre el benditoayate de Juan Die-go había sufrido elmenor daño.

La bomba hizovolar en pedazosparte del altar, can-delabros y un grancrucifijo de bronceque, torcido y rotocayó.

La noticia delatentado se exten-dió rápidamente,no sólo en la «Villa» sino por todo el DistritoFederal y una tras otra llegaban a la Basílica olea-das de gente que, a voz en grito, con lágrimas ysollozos, entonaban sin cesar los himnosGuadalupano y Nacional.

Como presuntos responsables del atentado fueronaprehendidos el novillero Margarito de la Rosa, quienfue puesto en libertad casi inmediatamente, y elobrero ferrocarrilero Luciano Pérez quien días mástarde también fue libertado, pues no se hallaronpruebas en contra de ellos. Hay quienes afirman queun taquígrafo del Gral. Obregón, de nombre JuanEsponda fue el autor de este atentado; pero la verdades que hasta ahora, a ciencia cierta se desconocequién fue el criminal.

Entre las numerosas protestas y declaracionesformuladas por diversos sectores católicos, toma-mos, por lo que tienen de proféticas, las hechas por elSr. Pbro. Dr. Benigno Esquivel, entonces Vicerectordel Seminario Conciliar de México:

«El atentado de la Virgen de Guadalupe ha heri-do hondamente los sentimientos más nobles de laNación Mexicana ¿Qué pretenden los criminales alarrojar bombas ante la Virgen de Guadalupe? Bienlo sabemos: herir a la Madre para que perezcan loshijos. Pero no lo alcanzarán jamás. La Virgen deGuadalupe vivirá en México a despecho de los hijosdesnaturalizados que la desprecian; porque no fuepor voluntad humana que vino a nuestra tierra, sinopor voluntad de Aquel que dijo desde la cruz: «Ahítienes a tu Madre». No fue el acaso el que libró de la

destrucción a lasagrada imagen,fue la mano deDios que quiereaún que Méxicocatólico conserveesa adorable pren-da...»

En todas las ca-pitales y ciudadesimportantes de laRepública se cele-braron manifesta-ciones de protestay actos de desagra-vio, pero especial-mente en Puebla yen la Ciudad deMéxico, donde

fueron aprehendidos los jóvenes acejotaemeros RafaelPortas, Jesús Gucher, Alfonso de Alba, AlfonsoStoopen y Carlos Cordero (en Puebla se ordenó laconsignación del Sr. Cura Teyssier y al Sr. GerónimoDíaz que habían organizado la manifestación «por-que durante ellas se entonaron cantos religiosos»).

(PÁGINAS 265 A 267 DEL TOMO IV)

7.- México, el primero en7.- México, el primero en7.- México, el primero en7.- México, el primero en7.- México, el primero enproclamar la Realeza de Cristoproclamar la Realeza de Cristoproclamar la Realeza de Cristoproclamar la Realeza de Cristoproclamar la Realeza de Cristo

El liberalismo, triunfante en México gracias a losEstados Unidos que le dieron fuerza para que aniqui-lara al glorioso y católico Partido Conservador, domi-nó de una manera absoluta desde el Poder durante laférrea y larga dictadura del general Díaz. Los benefi-cios materiales que entonces obtuvo el país -los que nollegaron jamás a la masa del pueblo, al peón y alobrero- no atenúan siquiera los inmensos males queaquella dictadura liberal le acarreó en todos los órde-nes, especialmente en el religioso, educativo, social,cívico y político. La lacra principal, raíz de las demás,fue el imperio del laicismo, que fue mantenido tenaz-mente por el dictador, secundado por sus seudosabios,los positivistas que se agruparon en lo quevanidosamente llamaron “Partido Científico”.

So pretexto de salvaguardar la libertad individualque en verdad no respetaba, la dictadura desarrollóuna política que tenía como norma la falsa y viejafórmula liberal: «La religión es asunto privado», y, en

El Santo Cristo del Atentado

LA CRISTIADA

pág. 8 Bol-227

consecuencia, redujo por la fuerza las manifestacio-nes religiosas y el culto sagrado de las conciencias, delos hogares y de los templos; Cristo fue arrojado de lavida política, de la vida social, de los juzgados ytribunales del Congreso y las Legislaturas Locales, dela milicia, de la magistratura, del magisterio, quedandolaicas hasta las escuelas con la irrealizable enseñanzaneutra y la familia con el llamado matrimonio civil.

Falta de sólidos cimientos, la dictadura porfirianase derrumbó casi sin residencia, al empuje, no tantode la revolución maderista como de la opinión públi-ca de la voluntad nacional, que le eran adversas ycelebraron esta revolución como una redención yelevaron a su caudillo a la Presidencia el cual defrau-dó las esperanzas que en él se tenían puestas, siendotan impopular como popular había sido. Caído Made-ro estalló la revolución carrancista, origen verdaderode lo que se llamaba en México «Revolución», la quedesde un principio se mostró ferozmente antirreligiosa,cruelmente aniclerical. El laicismo había producidosus frutos: la escuela neutra, irrealizable, había forja-do perseguidores de Cristo, de la Iglesia y los católi-cos. La Revolución ya no se contentaba con queCristo fuera arrojado de toda esfera pública, sino quepretendían aniquilarlo, echarlo de los templos, loshogares y los corazones. En esto, como en todo, laRevolución ha sido la consecuencia natural y lógicadel Liberalismo.

Pero al mismo tiempo que la Revolución aparecía,surgía el “Centro de Estudiantes Católicos Mexica-nos”, Grupo. Fundador de la Liga Nacional de Estu-diantes primero, y de la vieja y fenecida “AsociaciónCatólica de la Juventud Mexicana” después, el cualera la cristalización de la voluntad nacional de reco-nocer a Cristo como Rey de México, pero el Rey deverdad, no de burlas.

El Centro de Estudiantes logró que México fueraconsagrado a Cristo Rey el 6 de enero de 1914. Másaún, hizo que el 11 de aquel mismo mes se efectuaranmanifestaciones públicas en las ciudades de la Repú-blica, para proclamar el reinado de Cristo, lo que sellevó a cabo con gran pompa, haciéndose la procla-mación en calles y plazas. El Gran Arzobispo deMéxico que fue Mons. Mora y del Río hizo saber alGran Papa que fue S. S. Pío X, por cable: «Estudian-tes Católicos organizaron domingo 11, solemnísimohomenaje a Cristo Rey. Imploran Bendición Apostó-lica». Esta fue enviada inmediatamente.

Aquella fue la primera vez que en el mundo segritó: ¡Viva Cristo Rey!

S. S. Pío X accedió a la demanda del EpiscopadoMexicano para que la efige de Cristo ostentara elCetro y la Corona, símbolo de la realeza. Algunosaños más tarde México elevó el primer monumentomundial a Cristo Rey y tiempo después, dando cum-plimiento a las demandas que habiendo salido deMéxico se habían hecho mundiales, S. S. Pío XIinstituyó la fiesta de Cristo Rey, el memorable 11 dediciembre de 1925.

El culto a Cristo Rey nació en México, siendo unaverdadera reacción contra el laicismo y la revolución,y es ese mismo carácter el que conserva en el mundoentero la fiesta de Cristo Rey, como la expresa el Papaen la Encíclica «Quas Primas», en la que advierte,después de hacer notar que el Reino de Cristo esprincipalmente espiritual: «Erraría gravemente el quearrebatase a Cristo el poder sobre todas las cosastemporales puesto que Él ha recibido del Padre underecho absoluto sobre todas las cosas creadas, demodo que todo se somete a su arbitrio», y añade: «noreúsen, pues, los jefes de las naciones el prestarpúblico testimonio de reverencia al imperio de Cristojuntamente con sus pueblos si quieren con la integri-dad de su poder el incremento y el progreso de laPatria».

Meses antes de publicada la Encíclica «Quasprimas», el catolicismo mexicano empezó a defen-der la realeza no sólo espiritual sino también tempo-ral de Cristo, llegando esta santa empresa hastaempuñar las armas al grito de: ¡Viva Cristo Rey! queenseñó a pronunciar a todos los católicos. Así, conla sangre de sus mártires y el heroísmo de suscristeros, México ha cumplido su misión providen-cial que, en el orden mundial le ha dado Dios: La deser predicador internacional de la realeza espiritualy temporal de Cristo.

(PÁGINAS 233, 234 Y 235 DEL TOMO IV)

8.- Cómo nació la Liga,8.- Cómo nació la Liga,8.- Cómo nació la Liga,8.- Cómo nació la Liga,8.- Cómo nació la Liga,su Escudo y su Lemasu Escudo y su Lemasu Escudo y su Lemasu Escudo y su Lemasu Escudo y su Lema

La necesidad de actuar en la vida pública parareconquistar las libertades esenciales y el respeto ylas debidas garantías para las tres instituciones funda-mentales de la sociedad: La Religión, la Familia y laPropiedad, ferozmente atacadas por la revolucióncarrancista triunfante, gracias al apoyo decidido otor-gado por una enorme potencia extranjera, se hacíasentir vivamente entre los elementos católicos.

LA CRISTIADA

pág. 9Bol-227

El Sr. D. Manuel de la Peza, meritísimo católico,el Sr. Lic. D. Eduardo J. Correa, y el Lic. MiguelPalomar y Vizcarra trataban de resolver la manera deorganizar a los católicos para desplegar aquellasactividades, en conversaciones que tenían con el R. P.Bernardo Boergound, sacerdote egregio de la Com-pañía de Jesús e insigne fundador de la AsociaciónCatólica de la Juventud Mexicana, institución quehabría de escribir páginas fulgurantes de gloria en elconflicto desencadenado bajo el signo de PlutarcoElías Calles.

Fue entonces cuando el insigne jesuita, siguiendola iniciativa que para los franceses había formadootro Padre de la Compañía de Jesús, Yves de laBriere, formuló el proyecto de una Liga de DefensaReligiosa.

El proyecto obtuvo la aproba-ción del inmortal Arzobispo deMéxico Mons. José Mora y delRío, pero por diversas circuns-tancias adversas, no fue posiblerealizar la noble empresa y elproyecto fue archivado.

Fue menester esperar va-rios años, hasta que la rabiasectaria de Calles obligó alos católicos a determinarsea enfrentarse con el tirano ysus secuaces. El Sr. Dn. LuisG. Bustos, el Sr. Dn. RenéCapistrán Garza, entoncesgallardo presidente de laA.C.J.M., y el citado Lic. Pa-lomar y Vizcarra sacaron desus archivos el proyecto del P.Bergoend y determinaron in-vitar a miembros representati-vos de las organizaciones cató-licas, para crear una Liga cívicade defensa religiosa. Se obtuvoel más completo éxito: LaA.C.J.M., los Caballeros de Co-lón, las Congregaciones Maria-nas, la Unión Nacional de Padres de Familia, LaConfederación Nacional Católica del Trabajo, laVelación Nocturna, la Asociación Nacional de Da-mas Católicas acudieron al llamado, no para fomaruna especie de Confederación, sino por medio derepresentativos de tales instituciones y el 14 demarzo de 1925 se lanzó la iniciativa de la LigaNacional de la Defensa Religiosa.

En este manifiesto se expresa, entre otros concep-tos, los siguientes, que pueden estimarse como fun-damentales:

«La Liga será de carácter CIVICO...«El FIN de la Liga es detener al enemigo y recon-

quistar la libertad religiosa y las demás libertades quese derivan de ella; tiene un PROGRAMA que es sólouna síntesis de justas y debidas reivindicaciones aque tienen derecho como católicos, y que nadie enuna República democrática, puede poner en tela dejuicio.

«Se reduce a exigir:«1. Libertad plena de enseñanza;«2. Derecho común para los ciudadanos católicos;«3. Derecho común para la Iglesia;

«4. Derecho común para lostrabajadores católicos;

«En consecuencia, pide laLiga sean derogados los artí-culos de la Constitución entodas aquellas partes que seopongan:

a) A la completa liber-tad de enseñanza prima-ria, secundaria y profe-sional;

b) A los derechos delos católicos como mexi-canos, con todas las pre-rrogativas que concede laConstitución a los ciuda-danos;

c) A los derechos de laIglesia relativos al culto, asus iglesias, escuelas, obrasde caridad y sociales; deján-dolas, por tanto, la propiedady libre uso y disposición delos bienes inmuebles necesa-rios para el culto, seminarios,

alojamiento de ministros, patronatos, etc.; lo mismoque los bienes muebles destinados al ejercicio deestos mismos servicios; pudiendo ella recibir y admi-nistrar sin más autorizaciones generales, que lasrequeridas para las donaciones legales; reconociendolegalmente a sus sacerdotes los derechos civiles ypolíticos que tengan los demás ciudadanos y decla-rando que en el Congreso General, ni las Legislaturas

Emblema de la Liga Nacionalde Defensa Religiosa

LA CRISTIADA

pág. 10 Bol-227

tendrán facultad para dictar leyes sobre asuntos reli-giosos».

Pronto, con la rapidez del rayo, la Institución sedifundió por casi todos los ámbitos de la nación. Losmedios de propaganda adoptados fueron los ordina-rios: conferencias, mítines, hojas de propaganda,declaraciones de los directores o jefes de la institu-ción a la prensa diaria, etc.

Entre las hojas volantes que en aquellos días sedifundió fue una en que se explica el sentido del lemay emblema de la Liga. Lo reproduciremos a continua-ción, porque expresa, en forma vibrante, lo que enaquella época y en aquellas circunstancias, sentíaintensamente la conciencia colectiva católica mexi-cana.

Artículos infames:el «Tercero»el «Veintisiete»el «Ciento treinta»de la Constitución urdida en Querétaro.Queremos ser dueños de nuestras conciencias.Queremos ser dueños de la suerte de nuestros

hijos.Queremos ser dueños de nuestra voluntad de cris-

tianos.Queremos ser dueños de nuestros templos y de

nuestros altares.Queremos que la Iglesia Católica sea libre en

México, como lo es en todos los pueblos en que seama la libertad, como salió libre del Costado deCristo Jesús, su Divino Esposo.

(PÁGINAS 198 A 200 DEL TOMO V)

9.- Plebiscito de los mártires9.- Plebiscito de los mártires9.- Plebiscito de los mártires9.- Plebiscito de los mártires9.- Plebiscito de los mártires

(C(C(C(C(CONFLICTOONFLICTOONFLICTOONFLICTOONFLICTO RELIGIOSORELIGIOSORELIGIOSORELIGIOSORELIGIOSO 1926-1929) 1926-1929) 1926-1929) 1926-1929) 1926-1929)

Carlos Alvear Acevedo.El conflicto religioso de 1926- en plena era callis-

ta- estalló como un hecho de largas proyecciones.En realidad, estaba preparado de tiempo atrás. Lo

prepararon las conferencias carrancista de Torreóndirigidas contra el «clero católico romano». Lo pre-pararon los discursos soeces de tantos diputados delCongreso constituyente de Querétaro. Lo prepararonlos artículos 3, 5, 27 y 130 de la Constitución elabo-

rada por éste... y, por supuesto, lo preparó el trasfon-do negro del reformismo Juarista y del positivismoPorfirista, que modelaron varias generaciones dematerialistas y antireligiosos, de jacobinos ycomecuras, cuyos frutos quedaron plasmados en unalegislación persecutoria y sombría que sirvió de pre-texto para que Calles apareciese, delante de muchos,como el hombre de la «legalidad» que se concretabaa hacer llegar a la práctica las disposiciones conteni-das en el cuerpo jurídico de la nación.

Pero realmente Calles se aplicó a concretar la«Ley» (?). El torbo dictador, ese que tenía el «físicodel oficio», la fisonomía del verdugo, aplicó la «Ley»

-aunque ésta no tu-viese contenido mo-ral, aunque lesiona-se valores sagrados,aunque vertiese san-gre- pero hizo algomás... quizo destruira la Iglesia Católicadepositaria del lega-do de Cristo, por to-das las formas posi-bles. Fomentó así(¿legalmente?) unaIglesia rival, la Igle-sia cismática, con unpatriarca Pérez que

sirvió de instrumento al perseguidor. Expulsó delpaís (¿legalmente?) al Obispo de Huejutla Mons.Manriquez y Zárate y después hizo otro tanto conMons. Caroana, el Delegado apostólico.

Clausuró templos (¿legalmente?), y expulsó sa-cerdotes extranjeros; y la policía mandó a sus jauríaspara que cateasen todo establecimiento católico asífuera un convento, una escuela, o un asilo. Y después,ya desencadenado el conflicto, el régimen callista notuvo inconveniente en cometer toda clase de asesina-tos en los que ya ni siquiera se procuró un disfraz delegalismo sino que alcanzaron la dimensión pura ysimple del homicidio a cargo de matones al modo delos generales Roberto Cruz y Palomera López quesirvieron a éstos fines innobles.

Nadie debe extrañarse que ante tales atentados -que con toda intención se acostumbraba soslayar enlas laudanzas oficiales- hayan reaccionado algunoscatólicos.

La resistencia pasiva, las protestas, las peticionesrespetuosas para que se derogasen las disposiciones

LA CRISTIADA

pág. 11Bol-227

persecutorias; todo ello mereció desprecio para eldictador y para su cohorte de aduladores y de verdu-gos. Dos millones de firmas reunidas para que semodificase la Constitución, habían recibido atenciónen cualquier país verdaderamente democrático y res-petuoso del Derecho; pero en el México callista no,porque lo importante era acabar con el catolicismo,con Ley o sin Ley, por toda clase de medios, yvaliéndose con toda clase de recursos, invirtiéndoseen tal empresa cuantas energías fueran necesarias.

La guerra apareció finalmente con todas sus con-secuencias, la «Guerra Cristera», que en el centro yoccidente del país puso en jaque al gobierno, mien-tras se multiplicaban las acciones de oposición de laLiga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa yde la Asociación Católica de la Juventud Mexicana,con lo que la violencia se derramó, y volvió a habertestigos del cristianismo que ofrendaron sus vidas, yse volvió a «votar con sangre» en un «plebiscito demártires» según las palabras de uno de éstos, Anacle-to González Flores.

(PÁGINA 2 DEL TOMO VIII)

10.- Antecedentes10.- Antecedentes10.- Antecedentes10.- Antecedentes10.- Antecedentesdel conflicto de 1926del conflicto de 1926del conflicto de 1926del conflicto de 1926del conflicto de 1926

El año de 1926 fue un año agitado. Los gruposselectos de la Acción Social Católica florecían y eranuna esperanza para la patria. La A.C.J.M., con la florde la juventud, se multiplicaba dirigida por caudillosque pronto demostraron su firmeza de ideales hastallegar al martirio. Las Damas Católicas, así mismo lasencopetadas, como las empleadas y mujeres de ho-gar, medían su puño, organizando centros femeninosde toda clase donde la juventud y hasta la edadmadura, formaba su carácter y capacidad para resistirel embate de los sectarios constituidos en gobierno.

Los obreros, guiados por sociólogos de primerafila como el R. P. Bernardo Bergoend, el R. P.Alfredo Méndez Medina, Jesuitas y, en Jalisco, los P.P. Garibi Rivera y Toral Moreno, unidos a otrapléyade de luchadores que encabezaban el par de asesde dirigentes católicos Lics. Anacleto González Floresy Miguel Gómez Loza, jefes que lo mismo sabíanhablar al más exigente auditorio, que ir a vender en lacalle obras de Sociología Católica que ayudaran aformar la conciencia ciudadana.

Estas organizaciones prosperaban y su apostoladocubría dilatados horizontes; fue el Centro de Estu-

diantes Católicos el primero en sufrir la embestidaroja; los Caballeros de Colón fue otra de las atacadas.La Confederación Católica del Trabajo que agrupó acentenares de organizaciones de obreros y campesi-nos había de enfrentarse resistiendo los ataques de laC.R.O.M., organismo rojo y prácticamente del régi-men revolucionario.

En el campo de las ideas se dió también combate.Hubo aquellas famosas controversias entre la juven-tud católica y los pocos hombres instruidos que teníala Revolución, y ante su fracaso, esta última apeló alos viajes de rectificación que hizo hacer a los jóvenescatólicos al frente de combate. Su objetivo: amedren-tar a la juventud. Pero la Revolución, vistos éstosadelantos de organización católica, echó por el cami-no de la persecución descarada y cruel a todo lo queno fuera revolucionario.

Para limitarme a lo que yo vi, asentaré lo siguiente:pasada la revolución de Carranza en Valparaiso,Zac., se hizo despertar al Círculo de Obreros Católi-cos, que había suspendido sus actividades por laRevolución; tenía el Cículo un distintivo de hermosodiseño y un lema que rezaba: «Dios, Patria y trabajo».

En pocos meses el Círculo ya se hacía sentir consus conferencias dominicales, sus fiestas de teatro y sumutualista. Por estas fechas llegó a Valparaiso un talRigoberto Valdés, lejanísimo pariente mío, oriundo deVilla Guerrero, Jal., que trató de organizar al elementocampesino haciendo reuniones parecidas a las delCírculo y en las que se comenzó a buscar la forma depedir al gobierno del estado, garantías en contra delVillismo que asolaba la región. Se hicieron algunasgestiones sin resultado y la casi «sociedad» que mane-jaba Valdés comenzó a disgregarse y entonces, paraevitarlo les propuso que también podían aprovechar launión para pedir cualquier otra cosa como «tierras»,por ejemplo.

Aunque ninguno de los que se reunían con Valdéstenían tierras, tampoco les agradó la idea de pedirlas,ellos querían garantías para trabajar; pero algunos sedejaron guiar y poco tiempo después ya se decían«Agraristas» porque Rigoberto los convenció de quetenían que pedirlas al «Ejecutivo». Este era un caba-llito de batalla: «El Ejecutivo».

Gobernaba entonces a México el carrancismo; labrigada Avila perteneciente a la División del Centroque comandaba Pánfilo Natera, desertó de Carranzay se levantó en su contra en las serranías zacatecanas.Un pormenor con respecto de las elecciones en aque-llos años: nuestro Valparaiso no eligió ni mandó

LA CRISTIADA

pág. 12 Bol-227

diputados al Congreso Constituyente de 1917; pesóen esta inactividad la amenaza villista que asolabatodo; el pueblo asustado y las defensas en los fortinesy trincheras día y noche.

Por otra parte el pueblo no quería la agitaciónagraria, intuía que las tierras se podían conseguir deotra manera y prueba de ello fue que cuando elCírculo de Obreros Católicos contaba con 100 so-cios, la agraria tenía 14, y cuando el Círculo llegó a200 la agraria no salía de sus 14.

Por ese tiempo se fundó en Guadalajara la Confe-deración Católica del Trabajo, en la que estuvo repre-sentado nuestro Círculo con 5 delegados, aunquesólo 1 oficial, Dn. Manuel Luna. Se aprobó un lemapara la nueva sociedad y fue: «Justicia y Caridad»;también se acordó procurar que todos los Organis-mos obreros que se fundaran y los que había, como elnuestro, se tranformarían en Sindicatos.

Nuestro presidente no comulgaba con esas ideasmodernas, pero se puso a estudiar desde la palabra«Sindicato» hasta su funcionamiento, y en dos portres nuestro Círculo de Obreros Católicos deValparaiso se convirtió en flamante SindicatoInterprofesional «León XIII» que llegó a tener sólo 4socios menos que el más numeroso de la época (que erael de Encarnación de Díaz, Jal., que tenía 434 socios).Pero la revolución, vistos éstos adelantos en la organi-zación católica, echó por el camino de la persecución.

Cuando se hizo la paz con la rendición de losvillistas al fin del período de Carranza y viniendootros gobiernos declarados partidarios del agrarismo,éste floreció por doquier enla República. Ante esta si-tuación, el Sindicato LeónXIII consultó a Mons. de laMora, nuestro prelado, sisería conveniente meternosen el asunto de fraccionaralgunas haciendas. Ya te-níamos promesa del másgrande de los hacendadosde que el Sindicato hicierael fraccionamiento de lo quesobró al «agrarismo» en SanAgustín, Astillero, etc. Elprelado se puso contento ynos alentó cuanto pudo,pero yo personalmente vien sus ojos una tristeza muygrande:

«Dios quiera ayudarlos a conseguir la coopera-ción de los hacendados, pero me temo que no seráfácil; nosotros, los Prelados, en varias ocasiones lointentamos y no encontramos ninguna colaboraciónde los dueños de las tierras. Pero ustedes, ya tienen elofrecimiento, me alegro que sean los primeros». Yaquellos ojos zarcos se iluminaron -y tanto que regre-sé yo más iluminado todavía a Valparaíso-. Pero laRevolución no pretendía el mejoramiento del campe-sino, eso tenía sin cuidado; por ese tiempo uno de suscorifeos, siendo gobernador de Tamaulipas lo dijo:«A nosotros nos importan poco el obrero y el campe-sino, lo que nos importa es tenerlos agitados para quenos sirvan de escalón». Y no permitió ningún fraccio-namiento de tierras con el pretexto de que todo estabaya solicitado.

Mentira, quedaba más de las tres cuartas partes sinsolicitar; pero Mr. Wilson, Presidente de Norte-américa, había dispuesto el «Tasajeo sin ton ni son»,y... llegó la miseria con todas sus consecuencias atodo el país.

(PÁGINA 3 S. DEL TOMO VIII)

11.- Inicio de la cristiada11.- Inicio de la cristiada11.- Inicio de la cristiada11.- Inicio de la cristiada11.- Inicio de la cristiada31 de julio de 1926.Empezó, pues, en este día a regir el desdichado

decreto de Calles. Todo terminó para nosotros. Yo novolví más a pararme en el templo, ni siquiera junto ofrente a él.

LA CRISTIADA

pág. 13Bol-227

En nuestra casa ocultamente y sin aparato, algu-nos celebramos la Santa Misa y los policías y demásgobiernistas del pueblo, redoblaron su vigilanciasobre nosotros, como si fueramos unos criminales.¡Ingratos! así pagaron al sacerdote los muchos bene-ficios que le deben.

Como la Liga de Defensa Religiosa ya habíadado su programa de acción para este tiempo, desdeeste día, previas juntas cuando se pudo, empezódicha acción sintetizada en el BOYCOT. Esto, aquícomo en todas partes, fue un golpe duro para loscomerciantes, que pronto se vieron sin clientela nisiquiera los domingos, con gran perjuicio para suscomercios.

El Catecismo se dió en las casas de las catequistas.Las juntas de las agrupaciones católicas, ocultas porallá en alguna huerta. Las confesiones a enfermosenteramente ocultas. Como tres veces llegó el Sagra-do Viático con traje ordinario sin que se dieran cuentalos que me acompañaban, apenas los enfermos. Enfin, cosas inauditas se oirán más tarde por los quevivan.

El Sr. Cura salía a los ranchos y por allá adminis-traba. El Sagrado Depósito lo guardamos el Sr. Curay yo en nuestras casas en cajitas lo mejor adornadosque podíamos y el altar sin componer. Cubierto deramilletes de flores naturales se escondió el Rey delCielo y de la Tierra como un criminal. Lo mismoocultábamos la lámpara.

(PÁGINA 369 DEL TOMO I)

El cierre de templos.Así que Calles supo, por la Pastoral colectiva, que

los sacerdotes se retiraban de los templos y que novolverían a oficiar, ordenó que los templos se cerra-ran; se sellaran las puertas y se hiciera un inventariode todo, para entregar a algunos responsables y bajoel cuidado de las autoridades locales. Todo depen-diente de la Secretaría de Gobernación. Hízose así entodas partes donde el pueblo no se opuso.

(PÁGINA 375 DEL TOMO I)

12.- Palabras de Pío XI a12.- Palabras de Pío XI a12.- Palabras de Pío XI a12.- Palabras de Pío XI a12.- Palabras de Pío XI aMéxicoMéxicoMéxicoMéxicoMéxico

Tolerar no implica asentir.A los venerables hermanos Pascual Díaz, Arzo-

bispo de México y a los demás Arzobispos y Obisposde la República Mexicana.

Papa Pío XI

Venerables hermanos, Salud y Bendición Apostó-lica:

Cuando en esta Nación, por el arreglo tenido esjunio de 1929, titulado «Modus Vivendi», fue permi-tido reanudar públicamente el culto divino, sabíamosperfectamente los daños causados a la vida religiosadel pueblo mexicano. Las gravísimas dificultadesque se oponían a mejorar las condiciones de nuestraaflijida vejada Iglesia. Pero alimentábamos la legíti-ma esperanza de que tropezaríais con nuevos obstá-culos para alcanzar aquella verdadera paz y libertadde profesar la religión, que siendo fuente de prospe-ridad civil, era de todos deseadísima. Más al contrariohemos sabido con profunda pena, Venerables Her-manos, que actualmente os rodean nuevas dificulta-des nacidas de leyes y decretos publicados en algunosEstados de la República, realmente vejatorios para elpueblo católico. En verdad que vuestra concordia devoluntades y la estrechísima unión con la Sede Apos-tólica, emulada con empeño por el clero y pueblomexicano, para Nos de gran consuelo. Por lo tanto,así como Nos es muy grato tributar a vosotros y avuestros compatriotas el merecido elogio, que osestimule a ir adelante por ese arduo camino, asítambién tenemos por un deber nuestro ayudaroscuanto Nos es posible, en tan aflictivas circunstan-cias, confortando vuestros ánimos con nuestras pala-bras, que sabemos cuánto deseáis. Nos ofrece paraesto una ocasión aquella Ley que ordena se enarboleen los templos la bandera de la Nación Mexicana enlos días dedicados a solemnidades cívicas; demostra-

LA CRISTIADA

pág. 14 Bol-227

ción que se exige porque, al decir de las leyes, losmencionados edificios son legítima posesión de laRepública. Ahora bien, tratándose de prescripcionesy acertos de tanta gravedad, Nos parece oportunorecordar, en primer lugar, que los templos sagradosson públicos edificios de la Iglesia Católica y, porconsiguiente, las leyes y preceptos a que acudimoshan de tenerse como de todo arbitrarios, ya que estosbienes no caen bajo la potestad de los magistradosciviles. Por lo cual es ilícito cumplir con semejantedecreto sin hacer alguna observación, pues esto pare-cería significar que los Gobernantes de la Nacióntienen derecho a objetos que, por su destino y natura-leza pertenecen, sin duda alguna, a la Iglesia. Ensegundo lugar, adviértase que las festividades en quese prescribe enarbolar la bandera hay algunas querecuerdan días de luto para la Iglesia lo que paramuchos católicos hace más repugnante dicho decre-to. Por estas razones, para cumplir con nuestro oficioapostólico, se nos impone la necesidad de protestarquejándonos amargamente de tal decreto por conte-ner apreciaciones e ideas contrariasa los derechos de la Iglesia yvejatorias de las conciencias de losfieles. Pero, como además, el mismodecreto amenaza con gravísimaspenas a los que no se sometan, poreso, para precaver los inconvenien-tes que de no obedecer resultarían alclero y al pueblo, y para que de algúnmodo proveamos al remedio de laaflictiva situación de la Iglesia enesta Nación, hecha ya nuestra pro-testa contra la ley injusta, creemosconducente a aliviar esta situacióncalamitosa, haciéndoos éstas decla-raciones, por las presentes letras, lascuales vosotros ciertamente divul-garéis, o si por las actuales circuns-tancias juzgáis que esto no convienepor ahora, tendréis cuidado de quellegue la noticia da vuestros fieles loque mandamos se ejecute plenamen-te para evitar escándalos: a saber,que se puede tolerar que la banderade esa Nación se enarbole los díasmencionados en los templos católi-cos, para impedir mayores males. Ya fin de que la gracia celestial llegue de vigor avosotros y a vuestros hijos, y os infunda ánimo paraconservar incólumnes los derechos de la Iglesia, ypara promover con todas vuestras fuerzas la paz y el

muy deseado Reino de Jesucristo, impartimos en elSeñor muy afectuosamente a todos vosotros, Venera-bles Hermanos y a toda vuestra grey, la BendiciónApostólica como prenda de los divinos dones y comotestimonio de nuestra paternal benevolencia.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 12 deseptiembre del año 1931 de nuestro Pontificado eldécimo

Pío Papa XI.(PÁGINA 136 DEL TOMO I)

13.- Palabras de Pío XII13.- Palabras de Pío XII13.- Palabras de Pío XII13.- Palabras de Pío XII13.- Palabras de Pío XIIa Méxicoa Méxicoa Méxicoa Méxicoa México

¡Floreció el Milagro!Radio- Mensaje de S.S. Pío XII a México, el 12 de

octubre de 1945.«Venerables Hermanos y amados hijos que reuni-

dos en torno de la perso-na de nuestro CardenalLegado, conmemoráislos 50 años de la corona-ción canónica de la Vir-gen de Guadalupe.

Acababan apenas deabrirse al mundo, cuan-do a orillas del Lago deTexcoco floreció el mi-lagro. En la tilma delpobrecito Juan Diego,como refiere la tradición,pinceles que no eran deacá abajo, dejaban pin-tada una imagen dulcí-sima que la labor corro-siva de los siglos mara-villosamente respeta-rían.

La amable doncellitapedía una sede para des-de ella «mostrar y dartodo amor y compasión,auxilio y defensa, a to-dos los moradores de

aquella tierra y de las demás que la invocasen y en ellaconfiasen». Desde aquel momento histórico, la totalevangelización fue cosa hecha. Y lo que es más,quedaba izada la bandera y alzada la fortaleza, contra

LA CRISTIADA

pág. 15Bol-227

la que se romperían las iras de todas las tempestades;estaba firmemente asentado uno de los pilares funda-mentales de la fe de México y de toda la América,como si la cruz que tal día como hoy al través de lasondas procelosas habían llevado al continente nuevofrágiles carabelas hispánicas, hubiera sido confiada alas manos débiles de aquella jovencita, a fin de queella la paseara triunfantemente por todas aquellastierras y la plantara por doquier, para retirarse luegoa su castillo roqueño dominando a la antiguaTenochtitlan y desde allí reinar a todo el mundonuevo y velar por su fe, porque, usando las felicesexpresiones de uno de nuestros vates, sabe que talhija como Reina proclamada conserva fiel el depósitode la fe que el mundo salva.

Hoy, amadísimos congresistas americanos, nues-tro pensamiento con vuelo más veloz y certero que elde las ondas que os llevan nuestra voz, nos pone enmedio de vosotros; y una vez más nuestro espíritu sesiente confortado al admirar vuestro número innúme-ro, vuestro entusiasmo sin límites; al ver que en estemomento más de medio centenar de Arzobispos yObispos representan allí en medio de vosotros la fe detodos los pueblos de América; al recibir en la personade nuestro Legado magníficos testimonios de vuestrafilial devoción que ya nos son conocidos. Al compro-bar que el centro de todos estos fervores sigue siendoVuestra Excelsa Patrona, al ver casi con nuestrospropios ojos que continuáis aclamando a la Virgen deGuadalupe como vuestra Madre y vuestra Reina,elevamos al cielo los ojos y damos gracias al Autor deTodo Bien porque en este amor y en esta fidelidadqueremos ver la garantía de la conservación de vues-tra fe por Ella, católicos mexicanos, ya que VUES-TROS HERMANOS Y VUESTROS PADRES FUE-RON VÍCTIMAS DE PERSECUCIÓN, Y PARADEFENDERLA SE ENCARARON SIN VACILARHASTA CON LA MUERTE MISMA, AL DOBLEGRITO DE: «¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LAVIRGEN DE GUADALUPE!». HOY LAS CONDI-CIONES DE LA IGLESIA Y DE LA RELIGION ENVUESTRA PATRIA HAN MEJORADO NOTA-BLEMENTE, DEMOSTRANDO QUE NO FUE-RON INUTILES AQUELLA INVOCACION YAQUELLA FIRMEZA.

Pero a vosotros toca, a vosotros y a todos loscatólicos americanos, seguir firmes en vuestros pues-tos, conscientes de vuestros derechos, con la frentesiempre alta ante el enemigo de hoy, de siempre: losque no quieren a María, porque no quieren a Jesús; losque querrían arrinconar a Jesús, arrebatando así a

María el más preciado de sus títulos. Frente a surebelión, vuestra fidelidad que la Morenita delTepeyac, que la Emperatriz de América y Reina deMéxico, no tenga que llorar decepciones; que comolo estuvo ayer, pueda estar mañana también orgullosade sus hijos.

Estamos ciertos de que mientras Tú seas recono-cida como Reina y Madre, América y México estaránsalvos. En prenda de éstos nuestros deseos en elmomento presente recibid la Bendición Apostólicaque de todo corazón os damos».

Pius P. P. XII.(PÁGINAS 268 Y 269 DEL TOMO I)

14.- Mons. Orozco y Jiménez y14.- Mons. Orozco y Jiménez y14.- Mons. Orozco y Jiménez y14.- Mons. Orozco y Jiménez y14.- Mons. Orozco y Jiménez yla persecución revolucionariala persecución revolucionariala persecución revolucionariala persecución revolucionariala persecución revolucionaria

(MEMORANDUM DEL EXCMO. SR. FRANCISCO OROZCO

Y JIMÉNEZ, ARZOBISPO DE GUADALAJARA, MÉXICO).

Sus amigos le amaron, sus enemigos leodiaron, pero le admiraron, los buenos y aúnlos malos, arrepentidos, vieron en él la senci-llez y dulzura de un niño; los perversos yempedernidos en un mal, temblaron en supresencia, ya que no supo doblegarse ante susamenazas y persecuciones; hizo el bien siem-pre que pudo, aún a quienes le hicieron males;murió tranquilo, sin miedos ni rencores; sunombre será siempre bendito.

+ José Garibi Rivera,Arz. de Guadalajara.

I. Un poco de historia.Desde la Independencia de México para adelante,

hubo entre los Obispos antiguos, la norma de resistira los desmanes del sistema liberal, dirigido siemprepor la Masonería. Al efecto se valieron de CartasPastorales, que a la vez ilustraban al pueblo sobre eldogma atacado, sobre el libertinaje promovido porlas ideas de la Revolución Francesa y de los derechosde la Iglesia; puesto que todo iba dirigido contra laConstitución de la Iglesia misma.

Esta actitud ha venido siendo interpretada hasta lafecha por parte de los enemigos de la Iglesia comoambición de dominio y de riqueza; calumnia estam-

LA CRISTIADA

pág. 16 Bol-227

pada miles de veces hasta hoy día. No había llegadouna ocasión tan adecuada para que el públicodiscerniera, y la persecución última de México lapresentó dando a conocer hasta dónde iban las ten-dencias malévolas de unos y el deber cumplido de losotros. Magnífico resultado de la persecución.

Después del último esfuerzo de los católicos ma-nifestado en el Imperio Maximiliano, el fracaso detodos sentidos, el Episcopado tomó la actitud de lapasividad y aunque en ese período desde 1857 paula-tinamente hasta 1911 llegó la Iglesia Mexicana atener cierto desarrollo en sus obras, debido a algunatolerancia de los gobernantes, los Obispos sólo conesta pasividad pudieron contrarrestar los avances quehicieron los contrarios en esta época, quienes alverlas desplegadas se lanzaron a procurar la corrup-ción intelectual y la moral consiguiente, de la juven-tud de varias generaciones, y que ha llegado ahora aconstituir una falange formidable.

Tras el último período indicado antes, el gobiernopersonalista de Dn. Porfirio Díaz, que durante 34años (1876-1911) trajo cierto bienestar público, seresolvió finalmente en el extremo opuesto. Los cató-licos aprovecharon para constituirse en partido polí-tico, que por sus primeros pasos parecía llegaría a lacompleta victoria, como se vió en las Cámaras de laUnión y de los Estados como Jalisco y Zacatecas,donde los Congresos y Gobernadores fueron católi-cos.

Entre tanto en el Episcopado, ya aumentado, nohubo una acción común; y así mientras unos seresolvieron a orientar la conciencia de los católicossobre sus deberes en política, naturalmente manifes-tándose fuera de los mismos partidos políticos, ydesarrollar la Acción Social Católica, recomendadolo uno y lo otro por la Santa Sede, con el objeto de queasí se pudiera defender el campo católico y aúnextenderse; los otros Prelados creyeron de su deberno oponer resistencia en esta forma, y sólo circunscri-birse al ministerio eclesiástico, dejando un lugar máso menos reducido a la Acción Social Católica. Comoes natural, los contrarios correspondieron con hosti-lidad y malevolencia más marcada a la labor de losprimeros, aquilatando la actitud de ellos.

En tales condiciones encontró el Episcopado ladespiadada Revolución de Carranza (1914-1919); ylos Obispos en la mayor parte, reunidos en la Capital,tomamos la resolución de salir de la República, comouna protesta por los atropellos, ultrajes, vejaciones ysacrilegios que se cometían, y para prevenir con eso

los ulteriores desmanes contra la Iglesia, los cualessiempre se llevaron a cabo, y fueron elevados a lacategoría de leyes constitucionales en 1917. Se hizocreer entonces al mundo entero que no había persecu-ción religiosa en México, y pocos fueron los que secercioraron de la verdad, tanto por el silencio sectareode la prensa, como por estar en general ocupada laatención pública de la Guerra Mundial; quedó sólo enpie la calumnia inveterada contra el EpiscopadoMexicano, de que el gobierno castigaba y ponía cotoa su ambición de riquezas y dominio.

Enseguida llegó la persecución atroz y descaradade Calles (1924-1928). Asentó desde luego el princi-pio sostenido tenazmente hasta el último, que nohabía persecución religiosa y que sólo aplicaba lasleyes que el Clero rebelde se rehusaba a obedecer.Pero como llevó las cosas hasta los extremos, no lebastó el mismo silencio sectareo de la prensa sino suholgada propaganda, para impedir que la verdad seabriera paso. Si quiera así el honor secular del Epis-copado Mexicano quedó vindicado.

El Episcopado, ante la inminencia de la persecu-ción, y de acuerdo con el Delegado Apostólico Mons.Caroana, se organizó para la unificación de su actitudnombrando en 1926 un Comité Episcopal, presididopor el Ilmo. Sr. Arzobispo de México y formado porvarios Prelados.

II.- Actitud de Mons. Orozco.En cuanto a mí, diré ingenuamente que, a pesar de

mis faltas y deficiencias personales, por ningún mo-tivo he querido jamás sacrificar los intereses de laIglesia a mis conveniencias personales, y he juzgadoun deber entregarme enteramente a su servicio, sacri-ficando a este objeto mi persona, mis bienes patrimo-niales y adventicios, y mi bienestar personal.

1.- En tal virtud, cuando siendo Obispo de Chiapas(1902-1912) fui notificado por el Ilmo. Sr. Arz. deMéxico, Presidente de la Acción Social Católica, laconveniencia de fomentar, dentro de nuestra esferade acción se entiende, y según lo indicado, el PartidoCatólico, lo hice; aunque esto me trajo grandesodiosidades en aquel Estado, dominado por viciososy por la secta; odiosidades que han repercutido hastala fecha.

2.- A principios de 1914, siendo ya Arzobispo deGuadalajara, secundando la iniciativa de la Capital,se celebró en la Ciudad de Guadalajara, y ya en sutanto en las Parroquias foráneas, una pública yruidosísima manifestación a Cristo Rey, con permiso

LA CRISTIADA

pág. 17Bol-227

del tímido Gobernador del Estado, quien atemoriza-do por las amenazas de los liberales, pasada la mani-festación, se consignó antes los tribunales, acusadode rebelión. El proceso se tar-dó algunos años para acabarsede tramitar y al fin fui absueltoen él.

Persecución de Carranza.

3.- Contrariando la prohi-bición terminante de Carranzaque impedía a los Obisposentrar en México (1914-1919), me resolví entrar en1916 en México; al efectoestando yo en Roma, le mani-festé al Papa Benedicto XVmis deseos; comprendió elpeligro que en esto se llevabami vida, pero accedió a ello ycon su bendición pude entrarhasta mi Diócesis, en dondeestuve entre mil peligros des-de que mi presencia fue ad-vertida (1916-1919), y de unlugar a otro anduve desempe-ñando mi ministerio epis-copal.

Llegó día en que me toma-ron preso en la Ciudad deLagos y me llevaron misterio-samente entre soldados y mal-tratos, violando desamparosjudiciales que se interpusie-ron en mi favor, hasta el puer-to de Tampico, en donde metuvieron preso algunos días,hasta que las hábiles gestio-nes hechas en mi favor porMons. Bonzano, DelegadoApostólico en los Estado Uni-dos en aquel entonces y mástarde Cardenal, dieron por resultado que Carranzacediera ante las representaciones que hizo el MinistroJaponés en Washington, quienes tenían relacionesoficiales muy íntimas en aquel entonces con el Presi-dente de México. Así escapé de la muerte, que todosjuzgaron inminentemente o de la deportación a unislote abandonado en el Golfo de México; se resolviótodo en el destierro que se prolongó por un año en losEstados Unidos (1918-1919).

Al mismo tiempo, el gobierno del Estado de Jalis-co dió la reglamentación de las leyes inicuas de laConstitución, como más tarde lo hizo el Presidente

Calles a toda la Nación,y obligaron a los sacer-dotes a suspender el ejer-cicio de culto en los tem-plos. Los católicos hi-cieron una resistencia pa-siva y se declaró elBoycot al comercio hos-til; la situación se hizomás tirante, pero despuésde seis meses de inque-brantable resistencia,que de mil maneras, sequizo doblegar, aún conpromesas del mismo Pre-sidente Carranza, el go-bierno del Estado dero-gó absolutamente los de-cretos que habían causa-do el conflicto.

Diré de paso que yono sé, si el acendradoespíritu cristiano de misdiocesanos ha impulsa-do y sostenido mi ener-gía o yo, ayudado deDios, los he impulsadode suerte que han llega-do hasta el heroísmo.

Restauración de laDiócesis.

4.- Procuré a mi re-greso, mientras restau-raba las ComunidadesReligiosas y el Semina-rio, elevar la Acción Ca-tólica Social a su mayoraltura. Se abrieron de

nuevo escuelas y colegios, con aumento de nuevasinstituciones, floreciendo todas las organizaciones;debido en gran parte a la hábil dirección de la MesaDirectiva.

Muy notable desarrollo alcanzó la Asociación deDamas Católicas en el establecimiento de industriasfemeninas, en el ramo de institución literaria, en elCatecismo, protección de seminaristas pobres, y, ensuma, acudiendo a remedio de todas las necesidades

Excmo. Sr. Francisco Orozcoy Jiménez, Arzobispo de Guadalajara, México

LA CRISTIADA

pág. 18 Bol-227

tales como manutención de menesterosos, ya que lapobreza ha sido muy apremiante a nuestras fechas. Esmuy conocida por sus frutos la Asociación de Juven-tud Católica Mexicana (A.C.J.M.). Notablemente sedistinguió la Asociación de Obreros Católicos que enun tiempo extendió sus trabajos de reconstrucciónpor toda la República, mediante los trabajosempeñosos de los socios de Guadalajara; así se formóla Confederación Nacional del Trabajo, con su Centroen Guadalajara. Fue verdaderamente grandioso einusitado el Congreso Nacional Obrero, que allí secelebró en 1922. Seis meses se necesitaron para supreparación, y con la aprobación del Presidente Ge-neral de la Asociación Social, Ilmo. Sr. Mora y delRío, y de la mayor parte de los Obispos de la Repú-blica, interesados en el Congreso, como puede com-probarse con los documentos correspondientes, ycon conocimiento del Excmo. Sr. Delegado Apostó-lico Mons. Filippi, quien había llegado a la Repúblicaen vísperas de su celebración.

Yo mismo presidí el Congreso, y con anticipaciónpuse en conocimiento del Presidente de la República,el Gral. Obregón, y su celebración, contestando élatentamente y de acuerdo con todo. Asistieron 1200delegados obreros de toda la Nación, y varios Obis-pos, siendo magnífico el resultado del Congreso.

Los elementos radicales lo vieron con desagrado yamenazaron por obra de la prensa y hojas sueltas entérminos muy violentos. Dirigiéndome a mí tambiénsus amenazas, en vísperas de su celebración. Comolos católicos pidieron garantías a las autoridadeslocales, como lo había yo hecho con el Presidente dela República, consiguieron que los radicales nadahicieran en su contra, ya que el gobierno local tuvomanifestaciones de deferencia, como fue poner unpiquete de soldados de caballería en la puerta localdel Congreso, que me saludaba respetuosamente cuan-do pasaba y cuidaron el orden.

Además de las obras indicadas antes, y que danuna idea del desarrollo de la Acción Social Católicaen mi Diócesis, debo agregar la Cooperativa para elClero llamada “La Económica”, que se preocupabade proporcionar a los sacerdotes cuanto necesitabanpara su Iglesia y escuelas, y que comenzando por muypoco, se fue desarrollando hasta contar con un capitalde $80,000, manejando como $150,000. En la últimapersecución el gobierno la incautó y sólo entregandouna fuerte cantidad, permitió que se realizaran lasexistencias, y que se clausuraran así la institución;con esto, como se comprenderá, fracasó por comple-to la obra.

Hubo otra institución similar para el clero y fue laSociedad Mutualista “La Providencia”, que, median-te las cuotas mensuales respectivas, garantizaba unapensión mensual a los sacerdotes que quedaban inuti-lizados, lo mismo que una ayuda a la familia delsacerdote que moría. Esto tenía algunas relacionescon la anterior ya que la primera daba sus utilidadespara el sostenimiento de la segunda; y así, al fracasode la primera, sufrió la segunda notables trastornos yse procura reorganizarla.

Persecución de Calles.5.- Se acercaban los días aciagos; con motivo de la

Celebración del Congreso Eucarístico de Chicago,me resolví a salir del país para asistir en la represen-tación del Episcopado Mexicano; al regreso pudepenetrar al territorio mexicano inadvertidamente,evitando que me lo impidiera el gobierno de México,como lo hizo con varios sacerdotes.

(PÁGINAS 149 A 152 DEL TOMO VII).

La actitud del Presidente Calles era cada día másadversa a la Iglesia, hasta que en junio del 26 dio lasleyes que trajeron días amargos hasta el extremo. ElEpiscopado, o más bien el Comité Episcopal, estuvoreuniéndose con frecuencia; y yo, como miembropermanente del mismo, tuve que hacer varios viajes ala Capital. El criterio que allí se sostuvo al principio,fue de cierta condescendencia con el Gobierno; por miparte estuve por la resistencia, y al final se tomó elacuerdo unánime de suspender el culto público, si loaprobaba el Santo Padre; obtenida su augusta aproba-ción se suspendió en toda la República. Se suplían lasnecesidades del pueblo fiel con culto privado, aunquehostilizado. A la vez se llevó a cabo el Boycot, en elsentido de no comprarse con el comercio sino loindispensable, y nada a los comerciantes anticatólicos.Se atirantaron las cosas de parte del Gobierno, quecomenzó a llevar por la fuerza a los Obispos a laCapital, además de tomar otras represalias.

6.- Debo aquí advertir que las últimas veces queestuve en la ciudad de México, llegaron a mí ciertosrumores de movimientos armados, los que cada día seiban acentuando; como esos rumores me llegaronmás tarde en Guadalajara con mayor viveza, meresolví a enviar a mi Secretario a México, paramanifestar al Comité Episcopal mi absoluta incon-formidad con dicho movimiento, que nacía entre elelemento católico, y con el cual yo no estaba deacuerdo; esto debe constar en las actas respectivas, yel Ilmo. Sr. Díaz, ahora digno Arzobispo de Méxicoy entonces Secretario del Comité, podrá testificarlo.

LA CRISTIADA

pág. 19Bol-227

7.- El día 24 de octubre de 1926, se me presentó unsacerdote jesuíta, enviado de México por el Ilmo. Sr.Díaz, para notificarme de parte del Ministro de Go-bernación, que me presentara en la Capital espontá-neamente para no ser llevado a la fuerza; poco anteshabía sabido de fuente enteramente cierta que habíanllegado a Guadalajara cuatro agentes secretos de laSecretaría de Gobernación, con instrucciones reser-vadas respecto de mí. Reuní entonces una junta deconsulta, y todos los que la formaban, incluido elPadre Jesuíta que me había traído el recado de México,estuvieron de acuerdo en que no acatara esa intima-ción, ya que era un atropello, violaba las mismasleyes que pretendía hacer cumplir, y estaba encami-nada al mal de la Iglesia. La conducta posterior delGobierno con los Prelados que se presentaron enMéxico, justificó mi actitud.

La experiencia del tiempo de Carranza me hizoentender que mi negativa significaba el tener queausentarme de la ciudad episcopal, y vivir condenadopor varios años a privaciones, enfermedades y peli-gros, con el agravante sobre aquellas fechas, de quepesaban sobre mis espaldas diez años más. Tomé laresolución de hacerlo así, resignado a lo que viniera;de hecho, en tres años, por más diligencias que hizoel Presidente Calles y los suyos juntamente hicieron,nunca pudieron dar conmigo.

8.- Tres meses después me ausenté yo deGuadalajara, estalló el movimiento armado de loscatólicos contra el Gobierno. Aunque estando yo yaescondido había notificado por escrito al Presidentede la Unión Popular de Gua-dalajara, que no debía pormotivo alguno mezclar esaAsociación en un movimientoarmado, le prohibía se fuera aprestar a ello, una vez que el finde la Unión Popular no eraese, sino puramente de acciónsocial. Sin embargo, mi dispo-sición no fue acatada, porque elCentro Directivo de México diootras instrucciones; y yo lejos yescondido, no pude ejercer unainfluencia más importante.Además, yo había hecho dichanotificación, guiado únicamen-te por los rumores de que hehablado antes, pero sin conocersi en realidad se preparaba o noalgún movimiento armado.

Cuando vi personalmente los efectos del movi-miento, ya que cerca del lugar en donde me ocultabahubo grupos armados, porque habiéndose aprove-chado de la organización de la Unión Popular, queestaba extendida por toda la Diócesis, y siendo gran-de el descontento con el gobierno, los hubo por todaspartes; me resolví a abandonar el lugar de mi refugio,que hasta entonces había sido tranquilo, y me enca-miné a otro lugar más remoto de mi misma Diócesis,en donde pude permanecer en paz hasta cierto punto,porque no había allí movimiento de esa naturaleza;mi estancia en esas nuevas regiones, se prolongó porcerca de dos años.

9.- Entre tanto fue tomando incremento el movi-miento en varios Estados de la República, sobresa-liendo el de Jalisco; y en la forma de guerrillasrevistió un carácter serio y alarmante para el gobier-no, pues cuando menos el desequilibrio de sus finan-zas fue notorio y alarmante y sus quebrantos ruino-sos.

Ocasiones sin cuento tuvo el Gobierno en todotiempo para cerciorarse de las falsedades que losmismos elementos suyos lanzaban contra mí en laprensa, en el sentido de que yo no solamente apoyabasino que dirigía personalmente este movimiento; y elDaily Express de Londres, después de haber enviadoun corresponsal suyo, a pesar de que afirmó que noera eso cierto, por las averiguaciones hechas, sinembargo, declaraba que yo tenía toda la responsabi-lidad por mi sola presencia en la Diócesis, que produ-cía una inquebrantable resistencia de los beligeran-

LA CRISTIADA

pág. 20 Bol-227

tes. En unas declaraciones que yo hice en la prensanorteamericana, puse en claro la falta de lógica y dejusticia con que se me trataba; declaraciones quetranscribió la prensa de México.

Puede alegar todavía más para confirmar mi dichoy es que, interrogado el Gral. Piña, Subsecretario deGuerra de México, sobre si era efectivo que anduvie-ra yo levantado en armas como lo afirmaban losperiódicos, contesto categóricamente que el Gobier-no no tenía datos para poder afirmar aquello. Entiempos posteriores se permitió a los Secretariosrevisar en el Archivo del Ministerio de Gobernaciónlo que hubiera en mi contra, y en ese expediente nohay un sólo documento de importancia, reduciéndosetodo a recortes de periódico, en donde se consignanrumores relativos a mi persona, que al siguiente día sepublicaron y fueron contradecidos por otros nuevos,quedando así puesto en evidencia su falsedad.

No podía ser de otra suerte; pues yo jamás estuveen contacto con las facciones levantadas, ni alguno deellos supo dónde yo me encontraba. Se necesitaba,pues, absoluta falta de entendimiento y de lógica paracreer en un líder tan famoso como se quiso hacerme,no se hubiera evidenciado, ni siquiera por las huellasque hubiera dejado en tan largo y azaroso tiempo. Laverdad es que estuve amparado por el silencio bonda-doso y religioso de unos 15,000 diocesanos míos,sabedores de todo, quienes vivían dispersos en unaregión pobre y montañosa, y a quienes bendigo cons-tantemente.

Después del arreglo.10.- Después de todo, como he sabido, vinieron

los arreglos con el Gobierno. Cuando se iban ainiciar, el Excmo. Sr. Dn. Leopoldo Ruíz, Arzobispode Morelia y antiguo compañero mío de colegio, pormedio de carta circular me preguntó, como a losdemás prelados, si estaba de acuerdo en que el Papa,por su conducto, celebrara arreglos con el Gobierno,a lo que contesté en lo absoluto. Más tarde mecomunicó que la Santa Sede lo había nombradoDelegado Apostólico ad referendum, y mi contesta-ción fue en forma placentera y obsequiosa, diciendoque lo reconocía y veneraba en su alta representación.

11.- Ya estado él en la Capital de la República, enoficio particular me insinuaba la conveniencia de quefuera cuanto antes a la misma ciudad con el objetodoble, de que si pronto pudiera reanudarse el cultopúblico y que tuviera una entrevista con el Sr. Presi-dente de la República, a fin de desvanecer ciertasprevenciones en mi contra, para regresar tranquilo a

mi Diócesis. La segunda parte de esta comunicación,como era natural, me produjo honda desazón, pre-viendo entre líneas lo que así sucedió después. Tanluego como recibí dicha comunicación rompí el velode mi escondite, tomé el tren, y llegando a México sinostentación, después de visitar al Sr. Delegado, pre-senté al Ministerio de Gobernación la lista de sacer-dotes que debían ejercer en mi Diócesis, según lasinstrucciones que me comunicó el Ilmo. Sr. Ruíz, yque resultaron ser quinientos cincuenta.

12.- A los dos días, en la fiesta de San PedroApóstol, se abrió solemnemente el culto público enGuadalajara, a la vez que en la Capital. El mismo díatuve la audiencia con el Sr. Presidente Portes Gil,acompañado por indicación mía por los Ilmos. Sres.Delegado Apostólico y Arzobispo de México; tuveyo la palabra durante una hora y haciendo ver que sihasta la fecha había habido divergencias de criteriossobre la manera de obrar en las relaciones con lasautoridades civiles, de ahí en adelante, dadas lasnuevas formas de la Santa Sede, que yo, al igual quelos demás Prelados, acataba con todo respeto, espe-raba no había temores de malas inteligencias. Fuioído con excesiva serenidad o más bien frialdad departe del Presidente; y como conclusión de todo loque dije, lo único que él expresó fue, que estandoconvenido que saldría del país, debería abandonar laRepública, el día que yo quisiera; pero que no fueraa ocultarme.

LA CRISTIADA

pág. 21Bol-227

He aquí la razón de por qué me encuentro en estedestierro, que como es natural, yo califico de injustoe ilógico. Dios así lo permite: ¡Bendito sea!

Chicago, Ill., Octubre de 1929.

+ Francisco Orozco y Jiménez,

Arzobispo de Guadalajara.N. de la R.

Portes Gil, que alardeaba de hacer cumplir las leyes, destie-rra a Mons. Orozco, delito penado por esas mismas leyes. Lode siempre: la ley de embudo de la Revolución.

(PÁGS. 168 A 170 DEL TOMO VII)

15.- Algunas normas para el15.- Algunas normas para el15.- Algunas normas para el15.- Algunas normas para el15.- Algunas normas para elsector militar «Los Altos»sector militar «Los Altos»sector militar «Los Altos»sector militar «Los Altos»sector militar «Los Altos»

Entre los documentos que más dan a conocer lalabor del Gral. Gorostieta, Organizador y Jefe delMovimiento Cristero, escogimos a aquel que primeroconocimos de él, luego de su manifiesto y Plan de LosAltos, porque con éste fue que puso las bases de laorganización militar que tan buenos frutos dió y conlo cual logramos orden y moralidad en nuestras zonasde control.

Este documento dice así:a) En el citado Sector, debería Ud. proceder a la

organización de un Regimiento que llevará por nom-bre: «Regimiento de «X», y que deberá contar con elpersonal siguiente: un Coronel, un Teniente Coronel,un Mayor, un Capitán Primero Ayudante, cuatroCapitanes Primeros, cuatro Capitanes Segundos, doceTenientes, doces Subtenientes, cuatro Sargentos Pri-meros, veinticuatro Sargentos Segundos, cuarenta yocho Cabos y trescientos treinta y seis Soldados.

b) La propuesta de los jefes y oficiales que deberádesempeñar los empleos, cubrir las vacantes quehaya, la hará Ud. a esta Jefatura, para extender losnombramientos correspondientes que serán los úni-cos que se reconozcan al establecimiento de Gobier-no por las Fuerzas de la Guardia Nacional. Losnombramientos de clases los extenderá Ud. directa-mente y serán los definitivos que acrediten los dere-chos de los interesados.

c) Para todo lo que se refiere a movimientos defuerzas y en general, para todo lo que se relaciona conel servicio militar, dependerá Ud. exclusivamente deesta Jefatura y por tanto no recibirá orden alguna que

no emane de ella o que no sea legítimamente expedi-da. Cuando por razones de orden militar fuere conve-niente dejar a Ud. subaltenado a otro Jefe, se lecomunicará tal orden, precisamente por escrito yfirmada exclusivamente por el Gral. en Jefe.

d) Para la organzación de sus fuerzas, queda Ud.autorizado para recoger toda clase de pertrechos deGuerra, semovientes y víveres, así como para impo-ner los préstamos en metálico que fueran indispensa-bles, dando en todo caso los recibos correspondientesde estas requisiciones, que serán hechos válidos anuestro triunfo. Podrá Ud. delegar estas facultades en

quienes estime conveniente para el mejor servicio,debiendo entender de una manera precisa y terminan-te que esta delegación no es aplicable tratándose depréstamos en metálico, pues de ninguna manera sereconocerá un recibo que no lleve su firma y por lotanto impedirá Ud. que dentro del Sector que seencomienda se exijan préstamos no autorizados porUd. y hará Ud. saber a la población civil, que sinexcepción de ninguna clase, nadie sino Ud. estáautorizado para imponerlos. De todas estas

LA CRISTIADA

pág. 22 Bol-227

requisiciones llevará nota y dará cuenta con ella a laAutoridad Militar de quien dependa y a las Civiles,cuando lo solicite.

e) De todas las cantidades que en metálico obtengahará dos partes: Una la destinará a las atenciones desus fuerzas; la otra la conservará en calidad de depó-sito a disposición de su Jefatura y estará destinadaexclusivamente a la adquisición de cartuchos.

f) Siendo la unidad de mando y por tanto deacción, la base indispensable de toda organizaciónmilitar, velará celosamente por la autoridad que se leconfiere no sufra menoscabo en su jurisdicción y portanto reprimirá con mano de hierro, seguro de contarcon el respaldo de todas nuestras fuerzas, cualquierintento por parte de algún jefe levantado en armas, dedesobediencia, de desorden o de pretendida indepen-dencia de acción, reduciendo a la vez todas aquellaspartidas o individuos aislados, que sin autorizaciónalguna escudados con el nombre de Soldados deCristo y guiados por su instinto de rapiña y medro, sededican a cometer toda clase de abusos. Para sujetara tales individuos usará las más severas medidas,debiendo entender de una vez por todas, que todoaquel que trate de aparecer investido de autoridad yno vaya provisto de autorización legítima y legal-mente extendida por autoridades de la Guardia Na-cional, no es sino un estafador disfrazado de amigo dela causa y como tal debe castigarse.

g) Para incorporar a sus fuerzas los diversos gru-pos que se encuentran en armas en el Sector de unmando, así como para hacer la debida selección de lasmismas, deberá sujetarse a lo dispuesto en la ordencircular número cuatro de esta Jefatura, que hoy se leadjunta y que a la vez contiene las disposiciones quedeberán seguir para mantener las buenas relacionesentre los diversos sectores militares.

h) La seguridad de las tropas, ya en estación, ya enmarcha, depende de los servicios que para lograrla seestablezcan en uno u otro caso y nunca, por ausenciade ellos, podrá admitirse que sean sorprendidas nues-tras tropas. Por tanto, es un principio de nuestraorganización, cuya omisión será castigada severa-mente, que nunca bajo ningún pretexto, deben faltarlos servicios de exploración durante las marchas y lared de puestos avanzados, cuando se esté en campa-mento, acantonamiento o vivac.

i) Para el combate deberá Ud. tener como criterio,que el objeto del mismo es quebrantar la voluntad delenemigo para imponer la propia, cosa que sólo selogra cuando los éxitos son completos y se ejecuta

persecución después de la victoria; así, sólo debecombatirse, cuando la superioridad numérica, la deposición o la que proporciona una sorpresa, seamanifiesta y permita lógicamente esperar una victo-ria. Expresado en otras palabras: sólo combatirá Ud.donde a Ud. convenga y nunca donde le convenga alenemigo. No se cansará Ud. de maniobrar hastacansar al enemigo y obligarlo a presentar combate ensituación desventajosa para él.

j) El papel de un corto número de tropas puedellegar a ser brillante y hasta pasar a la historia, si se lesconduce con gran energía y al hacerlo se despliegagran actividad; esto es particularmente cierto en laguerra de guerrillas que estamos haciendo. Hacer elvacío ante las grandes columnas enemigas, tirotean-do sus vanguardias o retaguardias para obligarlo adesplegarse, con el consiguiente cansancio para él;acosar al enemigo por medio de tiroteos, sobre todoen la noche, a sus pequeños destacamentos que guar-necen pueblos o a sus columnas acampadas con elobjeto de producir el desorden y causar la fatiga; usarprofusamente de los explosivos en su contra, minan-do los caminos, puentes, desfiladeros, etc., hastavolverlo desconfiado y retardar sus movimientos;tirotear trenes en marcha, que por llevar escoltasdeben ser considerados conforme al Derecho de laGuerra como convoyes militares, produciendo conello el terror y la desconfianza y descontento en lapoblación civil, reduciendo el tráfico al mínimum; tales la Guerra de Guerrillas, que debilitando al enemigolo pondrá a merced nuestra, cuando nos convengapasar a la guerra en mayor escala.

k) Destruirá Ud. toda clase de vías de comunica-ción causando en ellas el mayor daño que le fuereposible. Procurará detener toda clase de correos in-cautándose de cuanto lleven. En el caso de entrada apoblaciones, destruirá las oficinas públicas incaután-dose de cuanto pueda sernos útil y destruirá cuandopueda servir al enemigo.

l) Para sancionar el pago de contribuciones im-puestas por nuestras autoridades civiles o los prés-tamos impuestos por Ud. usará de todo rigor, llegan-do hasta destruir la propiedad de los remisos. Conmayor rigor si cabe, procederá contra las propieda-des de los que notoriamente sean enemigos de nues-tra Causa.

m) A espías, delatores y traidores, aplicará Ud. lapena de muerte.

n) En todos los casos en que tenga duda, hará loque le dicten su espíritu y honor.

LA CRISTIADA

pág. 23Bol-227

o) Formará Ud. las listas de personal de losEscuadrones, con todas las anotaciones correspon-dientes, a fin de que pueda rendir a esta Jefatura, unEstado de fuerza, armamento, vestuario, equipo ysemovientes, que servirá para proveer a la dotaciónde sus fuerzas.

En el exacto desempeño de su misión, cuente Ud.con que siempre recibirá el apoyo de mi autoridad ynunca vacile para dirigirse a mí en solicitud de ayuda,en todo caso en que crea pueda serle útil.

Aprovecho la oportunidad para desearle éxito ensu trabajo y asegurarle que confío en que lo acomete-rá con todo entusiasmo y actividad, pues el momentopolítico que estamos pasando, hace necesarios todosnuestros mejores esfuerzos, para coronar con la vic-toria el trabajo de liberación ya realizado. Reitero aUd. las seguridades de mi consideración.

DIOS, PATRIA Y LIBERTAD.Matatlán, Jal., a 13 de abril de 1929.El Gral. en Jefe, Enrique Gorostieta, Jr.

(PÁGINAS 357 A 359 DEL TOMO I)

16.- En Los Altos de Jalisco16.- En Los Altos de Jalisco16.- En Los Altos de Jalisco16.- En Los Altos de Jalisco16.- En Los Altos de JaliscoEl 6 de enero de 1927 se hizo el levantamiento en

armas en todo el Estado de Jalisco. A las 6 de lamañana se atacaron los pueblos, en Ayo el Chicoquemamos todo el archivo del registro civil, no huboresistencia del enemigo. De Ayo salimos con rumboal cerro Gordo, la tropa se componía de 1200 hom-bres; entre toda la tropa el armamento se componía de3 rifles de 7 mm, II de 18, 10 carabinas 30-30 y lamayor parte traía escopetas de munición y morralesde piedras y palos. Toda esta tropa era encabezadapor don Irineo Gutiérrez que vivía en el rancho deBetania (Ayo el Chico). En San Ignacio Cerro Gordonos reunimos con la gente de don Espiridión Asencioque había atacado Arandas; era como otro tanto degente en las mismas condiciones de armamento. Ahíen San Ignacio (Capilla de Guadalupe) nos juntamosun poco más de 2,000 hombres.

Conversando los dos jefes de la situación de lagente y de su buena voluntad y de la mala voluntadque teníamos del gobierno por haber cerrado lostemplos católicos, que la mayor parte de esa gentehabía dejado sus familias escasas de maíz y de dineropara sostener a sus hijos. Dijeron a la gente que sefuera cada quien a su casa, que ellos avisaban cuándo.

Desde abril comenzó el rumor que tenía quereconcentrarse toda la gente de los ranchos a lospueblos y el 6 de mayo nos fuimos para Atotonilco,nos fuimos a pie comenzando a bajar la cuesta, yaíbamos cansados de andar, más bien las familiasquerían descansar tantito para seguir adelante. En undesmontito debajo de un tepeguaje las familias co-menzaban a comer unas gorditas cuando oímos untiro de rifle y nos espantamos mucho, quisimos corrercuando se cerró el sitio de gobierno en contra de todala gente. Era mucha la gente que se encontraba en esabarranca de Rincón de Molino (Atotonilco). Noso-tros al darnos cuenta que no podíamos correr, nosrecargamos a unos maguelles esperando la muerte,entonces les dije a las familias que rezáramos unCredo y un Padre Nuestro y un Ave María al SagradoCorazón de Jesús y a la Santísima Virgen de Guadalupepara que nos hicieran el milagro de defendernos. Y talcomo agarré mi distintivo de la Adoración nocturnay tan luego comenzaron a rezar, se abrió el cerco delos federales y nomás pasaron como cincuenta denosotros y se volvieron a juntar y siguió el tiroteomatando al hombre que iban mirando; allí duró eltiroteo todo el día 6 de mayo y toda la noche; al otrodía llegaron fuerzas cristeras y se retiró el gobiernodejando tantas familias solas, matando todos lospacíficos que se encontraban en la barranca; allímurieron muchos amigos y parientes míos purospacíficos. Entonces todos los que se quedaron vivosse dieron de alta con los cristeros y en tanto que nadase hicieron de armas y con el milagro de Dios porquenosotros siempre traíamos en la boca y en los corazo-nes el grito de que ¡Viva Cristo Rey! Después el añode 28 nos organizamos, el jefe máximo era el PadrePedroza y el jefe nuestro Clemente Ramírez y yo traíala bandera tricolor con el nombre de Cristo ReyVirgen de Guadalupe.

Fuimos a atacar el destacamento de la hacienda delValle (Atotonilco) se comenzó el combate como a las7 de la mañana y duró cinco horas haciéndole algobierno muchas bajas y nosotros ni una y se lerecogieron 30 rifles al gobierno, 8 caballos, y despuésno dejamos de tener tiroteos con los federales. El día8 de noviembre de 1928 salimos a una comisión con7 hombres, veníamos del lado del Maluco (Ayo elChico) y en la Puerta del Jahuey después de tres díascaminar sin dormir ni comer, como a las dos de lamañana nos estaban esperando como a unos 25metros de la Puerta. Entonces nos fijamos y estabanlos federales con la cerca de fortín todos con riflesarriba de la cerca, nosotros dimos media vuelta para

LA CRISTIADA

pág. 24 Bol-227

atrás, no podíamos hacer correr los caballos cuandonos hicieron la descarga, entonces fue cuando co-menzaron a correr los caballos; de milagro no nospegaron a ninguno y al llegar a la puerta que tantitoantes habíamos pasado, yo abrí la puerta, los federa-les me dicen «ríndete» y yo no les hice caso, metiraron muchos balazos, gracias a Dios no me pegaronentonces contesté «¡no me rindo!». Me siguieron trasde mí y de Don Isidoro, compañero mío, tirándonosmuchos balazos sin pegarnos por milagro de Dios yde la Virgen de Guadalupe. Al subir una ladera delcerro mi caballo se cansó que ya no pudo andar;estaba yo debajo de un encino y don Isidoro siguiócorriendo; él conocía muy bien el camino y yo nosabía nada, no conocía el rumbo. Llevaba la banderaen la mano, estaba pensando que cómo haría paraalcanzar a don Isidoro, no podía correr entre el monteporque me estorbaba mucho la asta de la bandera queme atoraba entre los árboles; en eso pensaba yocuando me dicen los federales: «ríndete, tal por cual»entones grité «no me rindo, viva Cristo Rey y laVirgen Santísima de Guadalupe» como si le habíandado un empujón a mi caballo salió corriendo dedebajo del encino, tirándome los federales unas des-cargas de balazos que cayeron ramas de árbol. Pormilagro de Dios corrió mi caballo recio que llegandoal Puertecito alcancé a don Isidoro; allí había un saltocomo de 8 metros de alto, pura roca, y los federalespegados conmigo, entonces los caballos de nosotrosse dejaron ir, echaron un salto desde arriba cayendoabajo nosotros montados; íbamos todavía en el vien-to cuando ya estaban los federales arriba tirándonosbalazos y no nos pasó nada, bendito sea Dios y laVirgen del Tepeyac. De dos compañeros no más auno lo colgaron en un sozupe que había en la PuertaGrande. Y seguimos hasta el fondo de la barranca delcerro de Santa Rita, allí dejamos los caballosdesensillados; las sillas las enterramos en el basurajoque hay debajo de los árboles, envolví la bandera bienenvuelta y también la enterré entre la basura y le dijea la Virgen de Guadalupe y al Sagrado Corazón deJesús que todo les encargaba y que nos favorecierana nosotros y luego nos subimos por la ladera hasta lamesa del cerro de San Gerónimo donde estuvimostodo el día sin comer ni dormir; en la tarde nosbajamos derecho a donde estaban los caballos; nomásnos sintieron que eramos nosotros y empezaron arelinchar, tenían hambre los pobres y mucha sed. Losensillamos y llegamos a las 2 de la mañana del 9 a lahacienda de la Isla. Llegamos a casa de un compadrede Isidro que nos creía muertos y nos dijo acercándo-

se: «Estoy viendo que están vivos, pero que se sabíaque estaban muertos tú y tu compañero que traía labandera». Le dio tanto gusto al compadre que hasta sepuso a llorar conociendo el gran milagro que Dios noshabía hecho. Nos escondimos yo y él ahí hasta que sealivió de una ramalazo que se había dado con unhuizache en un pie. El día 21 nos juntamos con lademás gente de don Clemente Ramírez y nos llegó elaviso que venía la federación en busca de nosotros, apoco nos dijeron no fue nada, fue borrego y como alas tres de la tarde llegó otro mensaje que sí era ciertoy estábamos listos; como a la media hora ya no eracierto e íbamos al campamento cuando llegó unchamaco corriendo y nos dijo que estaba el gobiernoen la mesa, entonces nos dijo don Clemente «vámo-nos a la Mesa, ahí los esperamos». A la cerca delJahuey los esperamos y dice: «Nomás cuentan diez yno dejen pasar ni uno». Así lo hicimos, llegó laprimera avanzada y en el primer descarga de nosotrosno quedó ni uno, entonces se cargaron todos losfederales y yo estaba atrás de la gente nuestra acaballo diciéndoles por dónde venían atacando; yotenía la bandera destendida en la mano derecha y mela cambié a la mano y comencé a tirarles con mipistola.

Lamentamos nosotros la muerte de un compañeroy un herido. Sufrió el gobierno 85 bajas queconmandaba el coronel Pacheco del general PabloRodríguez. Entonces nos echamos a andar toda lanoche hasta llegar a mi rancho donde me quedécurando al herido Justo Chávez y ya que se alivió yame quedé como jefe civil para darles noticias ypertrecho de armas y parque.

(PÁGS. 248 S.S. DEL TOMO VIII)

17.- Organización del17.- Organización del17.- Organización del17.- Organización del17.- Organización delMovimiento Cristero en laMovimiento Cristero en laMovimiento Cristero en laMovimiento Cristero en laMovimiento Cristero en la

Región de Los Altos, JaliscoRegión de Los Altos, JaliscoRegión de Los Altos, JaliscoRegión de Los Altos, JaliscoRegión de Los Altos, JaliscoPrimer Sector: San Gaspar. Regimiento de “San

Gaspar”, a cargo del coronel Manuel Ramírez Olivas.Segundo Sector: “San Julián”. Regimiento de San

Julián, a cargo del general Miguel Hernández.Tercer Sector: Cuquío. “Regimiento de Cuquío”,

a cargo del coronel José Estévez. Este jefe se rindió,y sus mermadas fuerzas quedaron a cargo del capitánprimero Gregorio Fernández. Fueron incorporadas alRegimiento de San Gaspar, el capitán primero fuéascendido a mayor, y siguió operando en la región de

LA CRISTIADA

pág. 25Bol-227

Cuquío, reconociendo como jefe del sector al coronelRamírez Olivas.

Cuarto Sector: San Miguel el Alto. “Regimientode San Miguel”, a cargo del coronel VictorianoRamírez. Fué destituido y asumió el mando el tenien-te coronel J. Guadalupe Valdez.

Quinto Sector: Ayo. “Regimiento de Ayo”, for-mado y mandado por el general Aristeo Pedroza. Porhaber sido nombrado jefe de la Brigada de Los Altos,dejó el mando al general Lauro Rocha.

Sexto Sector: Atotonilco. Regimiento «GómezLoza», a cargo del coronel Gabino Alvarez.

Séptimo Sector: Tepatitlán. “Regimiento deTepatitlán”, a cargo del coronel Gabino Flores.

Octavo Sector: Ocotlán - La Barca. “Regimientode Ocotlán”, a cargo del coronel Rodolfo LozaMárquez.

OBSERVACIONES:El Regimiento de San Gaspar, aunque operó en la

región de Los Altos, no perteneció a la Brigada delmismo nombre, pues desde su principio quedó comi-sionado como caballería divisionaria, dependiendodirectamente del Sr. general Gorostieta.

Cuando el coronel Ramírez Olivas fué solicitadopor los elementos civiles del Estado de Aguasca-lientes, como jefe militar de dicho Estado el generalGorostieta accedió a darle esa comisión, pero elRegimiento de San Gaspar y el sector correspondien-te se adhirió a la jefatura de Aguascalientes, quedan-do él como jefe nato de dicho regimiento y como jefeinterino el teniente coronel José María Ramírez.

Esta era la situación más o menos exacta en juniode 1929.

El Regimiento de San Gaspar, era el enlace con loselementos del Estado de Zacatecas y mantuvo muchotiempo un escuadrón en tierras de ese Estado limítro-fes con Jalisco, y el escuadrón lo mandaba el capitánsegundo José Rodríguez.

(PÁGINA 120 DEL TOMO IV)

18.- Efemérides18.- Efemérides18.- Efemérides18.- Efemérides18.- Efeméridesde una alteñade una alteñade una alteñade una alteñade una alteña

Iniciamos la publicación del trabajo deuna benemérita alteña que asentó para laposterioridad los hechos notables que llega-ron a su conocimiento durante la persecucióncallista. Sabemos que hay inexactitudes, peroestando apuntado el hecho, fácil será a losmilitantes de la Guardia Nacional tomarlocomo referencia y hacer aclaraciones.

Año de 1926Octubre 28.- A las 7 p.m., entraron en esta pobla-

ción 200 federales del 74° Rgto. de Caballería aguarnecer esta plaza por haber tenido conocimientoel gobierno que pretendía levantarse en armas lospueblos de Los Altos.

Noviembre 1°.- A la 1 de la tarde salió la tropa paraSan Juan de los Lagos, por haber recibido avisotelefónico que había habido una refriega entre elpueblo y 10 soldados que habían ido a desempeñaruna comisión, habiendo muerto un soldado y un niñodel pueblo. Al llegar los soldados que habían salidode ésta, fusilaron a 10 vecinos, después de cometertoda clase de atentados con las familias, salieron paraCaballerías, donde fusilaron a dos campesinos por elsólo hecho de que pocos días antes habían organizadouna peregrinación. (Eutiquio Romo).

Enero 2.- A las 6 a.m., atacaron esta población 60rebeldes mandados por D. Miguel Hernández, de SanJulián, y Victoriano Ramírez (El Catorce). La plazaestaba defendida por el Pte. Municipal José MaríaLópez, su hijo Miguel, el Director de la EscuelaOficial, Eligio Bañuelos, y seis policías. Duró eltiroteo hasta las 5 p.m. del día siguiente; día y hora enque rompieron el sitio, resultando ligeramente heridoMiguel López.

Sin más incidente se retiraron los católicos aCieneguita.

Región de Los Altos, Jalisco

LA CRISTIADA

pág. 26 Bol-227

Enero 3.- En este día regresaron a las 6 a.m.desterrando a las señorita profesora de la escuela deniñas, Consuelo Altamirano. A las 11 a.m., de esemismo día salieron para San Julián.

Enero 4.- Llegó de San Juan de los Lagos partedel 74° Rgto.

Enero 6.- A las 12 llegó de Arandas el Gral. UbaldoGarza con el Regto. en persecución de los alzados.

Enero 9.- A las 5 de la mañana salió toda la tropapara Teocaltitán, porque un Coronel tuvo una entre-vista con El Catorce el cual le hizo creer que el ataquea esta plaza no había sido en contra del gobierno sinoúnicamente ideas personales que tenía con los López;al pasar por el Burral encontraron a Mucio Moreno,y al preguntarle a dónde iba, contestó que a Misa, porlo que se dirigieron a casa del Sr. José María Franco,en la que se ocultaba el P. D. Felipe de Jesús González,el cual logró salir antes de llegar los soldados; pero encambio trataron de fusilar a Catarino Martín, mucha-cho de 14 años quien manifestó gran valor, puesestando ya de rodillas para ser fusilado todavía negóque hubiera estado el sacerdote ahí. Más tarde, ha-biéndole perdonado la vida, se dió de alta conVictoriano Ramírez, habiendo estado en varios com-bates en uno de los cuales salió herido. Cuando sussuperiores le ordenaron que hostilizara a los pacífi-cos, se negó por parecerle injusto ese proceder, y seamnistió en Guadalajara.

Enero 16.- Llegó a San Juan de los Lagos D.Miguel Hernández pasándose el mismo día para SanJulián.

(PÁGINA 146 S. DEL TOMO IV).

Año de 1927Enero 22.- A las 11 de la mañana entró el Gral.

Tranquilino Mendoza con 211 soldados del 51° Rgto.de Caballería después de haber saqueado la pobla-ción de San Francisco de Asís, a donde llegó disgus-tado por la derrota que había tenido en Atotonilco elAlto donde combatieron tres veces 900 federales a lasórdenes de Jesús María Ferreira contra 80 católicosmandados por Toribio Valadés. Los federales tuvie-ron como 200 bajas por 6 de los católicos. Mendozapermaneció en ésta hasta el 25 que salió a las 11 de lamañana para San Julián. (Durante esos días el Sr.Cura Padilla estuvo en Nimichines con la Sra. AnaCampos Vda. de G., a donde fué a auxiliar a unenfermo).

Febrero 20.- A las 8 p.m., entraron Hernández yRamírez con 80 hombres acompañados del Padre D.Pedro González, quien al día siguiente celebró el Sto.

Sacrificio de la Misa en la Plaza; terminando este actosalieron rumbo al Sur.

Marzo 2.- (Miércoles de Ceniza) A las 7 a.m.,regresaron los mismo Jefes y de nuevo se celebró laSta. Misa en la Plaza, imponiéndose también laceniza a los fieles por el P. González. Después deimponer un préstamo de $1,000.00 salieron ese mis-mo día a las 3 p.m. para Jalostotitlán, de ahí a SanJuan de los Lagos, y después en San Francisco delRincón, a donde entraron a sangre y fuego, matandoal Diputado Aurelio Plascencia y a su hermanosSergio y 6 policías. De los católicos murió el jovenSalvador González.

Marzo 10.- A las 7 p.m. entró Ramírez con 55soldados habiendo salido al día siguiente a las 4 p.m.para Santa María de la Paz donde se unió con el P.Vega.

Marzo 15.- De Santa María se dirigieron a SanJulián donde combatieron este día de las 6 de lamañana hasta las 4 p.m., hora en que terminó elcombate con la completa derrota de 300 federales quelos habían sitiado. El 78° Rgto. de Caballería manda-do por el Gral. Espiridión Rodríguez fué el que

San Juan de los Lagos

LA CRISTIADA

pág. 27Bol-227

combatió habiendo tenido 145 bajas. Los católicosperdieron dos soldados, Rito Limón y Tomás Ramírezanciano de 70 años y un pacífico. Habiendo hecho 18prisioneros fueron fusilados; y como uno de ellosdeseara conocer a El Catorce le fué concedido, ydespués de estrecharle la mano le pidió que él por sumano lo fusilara, contestando El Catorce que lerepugnaba matar indefensos, y se negó a esta peticiónretirándose en seguida para no presenciar la ejecu-ción.

Marzo 17.- A las 7 a.m. entraron 480 católicossaliendo para Cañadas tres horas después por haberrecibido aviso que se acercaba la federación.

Marzo 19.- A las 8 a.m. entraron 600 federales decaballería y 300 de infantería a persecución de loscristianos. Al llegar al Cerro Pelón tres católicos leshicieron tiros y como huyeron no encontraron másque a Miguel López pobre pacífico que andaba en sutrabajo, y sin averiguación ninguna lo mataron ahímismo.

Marzo 25.- Este día combatieron cerca de Cuquío,muriendo como 20 católicos, entre ellos los herma-nos Martín y Antonio Franco, que estando heridoAntonio le pidió a Martín que no lo abandonara, yeste heroicamente abandonó el caballo en que sehubieran podido salvar pereciendo los dos. Ahí mu-rió Rafael González, hermano de Salvador G. muertoen San Francisco. Los católicos fueron dispersados.

(PÁGINAS 163-164. DEL TOMO IV).

Marzo 30.- A la 1 p.m., entraron 500 federales (delas Guardias Presidenciales) mandados por el Gral.Gilberto R. Limón quien en la madrugada de esemismo día había fusilado en San Julián al P. D. JulioAlvarez, Vicario de Mechoacanejo; trayendo prisio-neros al mozo y al sacristán del mismo Padre, los queaquí puso en libertad.

Abril 3.- Este día a las 6 p.m. salió para Cerro Gordodejando 50 soldados de guarnición. Al atacar a loscatólicos rebeldes en Cerro Gordo tuvieron los fede-rales como 300 bajas. Ahí fué sorprendido el Sr. Pbro.D. Hermenegildo Lara, por denuncia que hizo unmuchacho que ahí se unió a los federales. Estos,maltrechos, llegaron aquí trayendo prisionero al Pa-dre, y además trayendo muebles y ganado que habíantraído de la casa del Sr. Tomás Padilla por haberdescubierto que era Jefe de la Unión Popular. El Sr.Trinidad Padilla pretendió rescatar parte de este robopor lo que fué hecho prisionero por el Gral. EspiridiónRodríguez, y como pretendiera fusilarlo la Srita.Guadalupe, hermana del prisionero intervino supli-

cándole al Gral. le perdonara la vida, y habiendo sidoatendida fué puesto en libertad.

En seguida salió Rodríguez para Jalostotitlán endonde mediante la suma de $3,000.00 que dieron losGuerra, le perdonó la vida al Padre desterrándolo aEE. UU. El Gral. Limón se quedó en ésta.

Abril 11.- Hasta este día salió rumbo al sur, alfrente de 300 soldados.

Abril 12.- Este día en la mañana sorprendió aMiguel Navarro quien a pesar de verse solo no searredró e hizo fuego contra los federales hiriendo a unoficial y matando un caballo. Al tercer disparo se leinutilizó el arma muriendo en seguida y siendo des-pedazado su cadáver.

Abril 17.- A las 11 de la mañana regresó Limón aésta.

Abril 24.- A las 6 a.m., pasó el aeroplano arrojandohojas en las que ordenaban la reconcentración detodos los campesinos a los pueblos, al día siguientepasó de nuevo rumbo a Arandas.

Arandas

LA CRISTIADA

pág. 28 Bol-227

Mayo 1.- Tuvieron un encuentro 5 católicos con50 soldados del Reg. Guardias Presidenciales tiro-teándose hasta Los Lobos donde murieron 15 federa-les; de los católicos murió nada más EleuterioVázquez, otro quedó herido y fue curado en Arandas,otro quedó prisionero siendo traído a esta plaza ypoco después fué puesto en libertad.

Ese mismo día llegaron los federales a la casa del Sr.Luis Muñoz donde asesinaron a un nieto de dichoseñor que se llamaba Epigmenio Muñoz. En los prime-ros días del mes de mayo hubo un combate en «LaErmita» donde murió Octaviano Sánchez, anciano quese había dado de alta por vigilar dos hijos que conanterioridad se habían alistado en el ejército Liberta-dor. Su cadáver fué mutilado y colgado, permanecien-do ocho días insepulto y sin descomponerse.

Mayo 5.- A las 10 de la mañana, el Gral. Limón yotros dirigieron la palabra al pueblo injuriando alclero y a los católicos que se habían sublevado. Esemismo día salió Limón a las 5 p.m. a perseguir a losalzados, teniendo dos encuentros; uno en San PedroPiedra Gorda y otro a inmediaciones de Jalpa, siendoen ambos derrotados los federales.

Junio.- Enviados del Gobierno tuvieron conferen-cias con Miguel Hernández en Tlacuitapa y en SantaMaría de la Paz con VictorianoRamírez, ofreciéndoles fuertescantidades de dinero porque sesometieran al gobierno. No ha-biendo aceptado, Hernández sefué para EE. UU. y Ramírezsiguió la lucha.

Junio.- A mediados hicieronprisioneros cerca de San Juliánal Sr. Anselmo Padilla y dosmozos. Dicho señor se habíalevantado en armas en marzo,prestando valiosa ayuda quecontribuyó al triunfo en el com-bate del 15 del mismo mes, ocu-rrido en San Julián. Conduci-dos a Unión de San Antonio seles sujetó a tormento siendo des-pués fusilados. Murieron el 18de junio.

Julio principios.- Por estosdías salió una escolta como de80 soldados a perseguir a ElCatorce, por denuncia que hi-cieron de él. Habiéndolo encon-

trado dentro de una casa con 6 u 8 compañeros,temiendo los soldados batirse con él, regresaron porel Rincón de Chávez donde fusilaron tres campesinosque estaban en su trabajo, y a otro que le hicieron dosdescargas salió ileso por haber invocado a San Miguel.

Julio 13.- Estando todavía en ésta los soldados deLimón aprehendieron por denuncia que hizo AntonioLoza a Victoriano Martín, Jefe rebelde.

Julio 14.- A las 3 p.m., dieron libre a VictorianoMartín por haber comprobado que venía amnistiado.Pocas horas después llegó un telegrama de Amaro,ordenando fuera fusilado, no teniendo efecto dichaorden por haber estado ya libre.

Julio 17.- A las ocho p.m., entró el Gral. IgnacioLeal con el 3er. Regto. «Guardias Presidenciales»que salió al siguiente día a las 11 a.m., para México.Ese mismo día llegó Leal con un preso herido llama-do José Valdés el cual, habiendo permanecido en lacárcel y sin cicatrizar la herida, hasta diciembre delmismo año que lo llevaron para Tepatitlán. Sur delMunicipio.

(PÁGINAS 182-183. DEL TOMO IV).

Julio 19.- Salió Leal a expedicionar por el Sur delMunicipio, sorprendiendo a El Catorce, acompaña-

do de sólo 5 soldados,los cuales rompiendo elsitio hicieron de 30 a 40bajas, resultando tan sóloun herido de los católi-cos, llamado MacarioLlamas. El combate selibró en Cerro del Cama-león.

Agosto 24.- Comba-tió El Catorce en To-totlán habiendo hecho200 bajas a los agraristasque defendían dicha pla-za. Los católicos tuvie-ron una baja. Por esosmismos días los comu-nistas trataron de atraer-se los grupos de católi-cos mandando delegadosque les propusieran a susJefes cambiar de Lema,contestando El Catorceque él no pelearía sinopor su Religión.Unión de San Antonio

LA CRISTIADA

pág. 29Bol-227

Septiembre 13.- A las 12 de la noche entraron a laorilla de la población los católicos, cruzándose unoscuantos tiros y retirándose en seguida. Al día siguien-te a las 10 a.m. volvieron a atacar por el lado orientede la población, después de dos horas de tiroteo seretiraron sin haber habido ningún herido.

Septiembre 14.- Este mis-mo día a las 7 p.m. entró de SanJuan de los Lagos a dondepoco antes había cambiado sucuartel general, Leal con 125soldados a auxiliar la guarni-ción. El mismo día a las 11 dela noche el mayor José Francorecogió de la casa de José de laCruz, que era el sacristán, lasllaves del templo parroquial.

Septiembre 15.- El mismoMayor con una escolta fue aaprehender a la Sra. AdelaidaPadilla porque les había hechoropa a los católicos, como elladijera que siempre cosía a quienla ocupara, para sostener su fa-milia, sin investigar para quiéneran las costuras la dejaron enlibertad.

Septiembre 18.- Salió Leal de regreso para SanJuan de los Lagos.

Septiembre 19.- En la noche quemaron la SantaCruz que los Misioneros del Espíritu Santo habíancolocado en el atrio en Septiembre de 1921.

Septiembre 21.- A las 11 a.m. entró el Gral.Ubaldo Garza con 212 soldados del 74° Regto. Esemismo día a las 3 p.m. volvió a entrar Leal y a las 5p.m. de ese mismo día salieron los dos Generales con400 soldados, para San Julián. En esa misma fechallegó José Ma. López y ese mismo día a las 10 de lamañana entró el Mayor Franco al templo parroquialrompiendo las Pastorales y Circulares que por dispo-sición superior se habían fijado en el cancel.

Septiembre 23.- Combatieron Garza y Leal con ElCatorce muriendo como 150 federales y dos católi-cos, uno de ellos llamado Patricio Jiménez. En estemismo día después de haber estado en San José de losReynoso, las tropas de Leal y Garza donde rompieronlas puertas de la casa del Vicario y quemaron elarchivo, se dirigieron a Rincón de Chávez dondeasesinaron al campesino Macedonio Jiménez.

Septiembre 25.- A las 2 p.m. José Ma. Lópezaprehendió a Brígido González por denuncia que lehiciera José Gutiérrez apodado El Pinto, que habíasido soldado de El Catorce.

Septiembre 30.- A las 4 p.m. registraron las casasde los Sres. Dr. José Ramírez,Pascual Loszaná, José Ma. yJosé Rábago por haber ordende aprehensión en su contra,no encontrándolos, pues ya ha-bían huido. Ese mismo díaaprehendieron a Tranquilino,Martín y Atanasio Ramírez,habiendo golpeado a este últi-mo. No pudiendo probarlescomplicidad alguna los pusie-ron en libertad.

Octubre 3.- Yendo Leal deSan Julián donde había sacadode ahí la guarnición aprehen-dió cerca de Santa María de laPaz a Eulalio García, soldadode El Catorce, el cual fue mar-tirizado y fusilado el mismo díacerca de Santa María.

Octubre 9.- Llegando JoséAhumada, sirviente del Sr. José

María Rábago a la casa de dicho señor, fue aprehen-dido y después de sujetarlo a tormento para queconfesara el lugar donde se ocultaba su patrón, nohabiendo conseguido nada fue puesto en libertad esemismo día.

Octubre 10.- A las 11 a.m. fueron recogidas lasllaves del Santuario de la Purísima, por el Mayor JoséFranco.

Octubre 12.- Miércoles a las 2 de la tarde fuefusilado Brígido González en el Mesón de la DivinaProvidencia, habiendo sido antes martirizado segúnconfesión de los mismos soldados. Llamó la atenciónque durante 30 horas que estuvo el cadáver insepultono dejó de verter sudor y sangre en abundancia. Undía antes de ser fusilado salieron de ésta susaprehensores José Ma. López y José Gutiérrez.

Octubre 15.- Este día atacaron las fuerzas deNicho Hernández y Jesús Trujillo a Jalostotitlán,durante el tiroteo desde las 3 a.m. hasta las 11 a.m.hora en que se retiraron los católicos después dehaber incendiado las oficinas del correo y haberhecho 8 bajas a los federales.

Victoriano Ramírez “El Catorce”

LA CRISTIADA

pág. 30 Bol-227

Octubre 17.- Este día llegó el Gral. Leal con 200soldados procedente de Arandas. Inmediatamente sepresentó con una escolta en el Colegio de MaríaAuxiliadora, habiendo saqueado completamente di-cho Colegio y haciendo prisioneras a cinco religiosasde las que daban clases y también a la sirvienta AngelaRomán. De la misma manera quedaron prisioneras porencontrarse en dependencias del Colegio las Sras.Gorgonia Padilla de Sánchez, Librada Casillas deLozano y Refugio Lozano llegaron tropas del gobier-no; los católicos ya Vda. de González. Al mismotiempo quedó incautado el Santuario de la Purísimadonde permanecieron presos durante la mañana el Sr.J. Luz Vargas y una señora, saliendo libres ese día.También se apoderaron de la Casa soldado.

Octubre 21.- A las 4 p.m. fue roto con sin parque,tuvieron que retirarse y dispersos se salvaron mila-grosamente perdiendo un solo barra el Sagrario delSantuario y entregadas a la Parroquia las imágenes,bancas y confesionario Cural, Edificio del Diezmo,Custodias, Ornamentos, adornos del Santuario ymuebles del Curato.

(PÁGINAS 195-196. DEL TOMO IV).

Noviembre 3.- A las 6 p.m. 25 federales quehabían salido a traer hoja a Charco Grande les hicie-ron tiros a dos católicos que encontraron y los cualespudieron huir. Este mismo día el Presidente JesúsReynoso multó a varios padres de familia porque eldía primero, por ser día festivo, no habían mandadoa sus hijos a las escuelas oficiales. La multa fue de$2.50 para cada padre de familia.

Noviembre 5.- A las 8:45 se acercaron los católicoshaciendo algunos tiros, como una hora, sin ningúnresultado.

Noviembre 6.- A medio día sacaron a las cincoreligiosas y a su sirvienta para Lagos. A las 3:30 deese mismo día sacaron a las señoras que con lasreligiosas iban prisioneras. Estuvieron en Lagos has-ta el día diez, fecha en que fueron conducidas aGuadalajara, y allí al siguiente día 11 de noviembrepuestas en libertad bajo caución de $3,000.00 quedepositó el Sr. D. Pantaleón Orozco.

Noviembre 9.- A las 9:15 p.m. volvió a haber untiroteo como de una media hora sin resultado ningu-no.

Noviembre 11.- Recibió el Mayor Franco, jefe dela guarnición una carta firmada por Miguel Ramírez(jefe rebelde) pidiendo la plaza. Constestando Francoque la entregaría cuando quemara el último cartucho.

Noviembre 11.- Recibió el Mayor Franco uncombate en la Cofradía entre 30 soldados que ha-bían salido a traer hoja y 20 católicos que losesperaban. Estos combatieron con un arrojo admira-ble desalojando a los federales de sus posiciones yhaciéndoles dos bajas. Los católicos tuvieron cuatroheridos levemente; y estaban mandados por MiguelRamírez apodado «Peluche». En esta ocasión sedistinguieron por su valor Martín González yEleuterio Orozco. Los federales tenían como jefe almayor José Franco quien en precipitada fuga entróa la población seguido de sus soldados. En esamisma fecha fué aprehendido Luis Vázquez, y alsiguiente día otras seis personas por sospechosasque ayudaban a los rebeldes. No pudiendo probarlesnada y a instancias de sus familiares fueron puestasen libertad el día 14.

Noviembre 14.- Este mismo día fueron golpeadosbárbaramente, por los soldados, los Sres. CiriacoRocha y su hijo político, Carlos, tan sólo porque losencontraron en el camino.

Noviembre 20.- A las 6 a.m. los generales Leal yGarza sorprendieron en la Estancia a los católicos,entablándose desde esa hora un tiroteo que duró hastalas 11 a.m. Murieron cuatro católicos, uno de ésta,llamado Pascual Dávalos; otro, de la Hacienda deGuadalupe, llamado Elías Orozco, cuyo cadáver fuetraído y tirado en la plaza, de donde lo recogieronunos muchachos para darle sepultura en el cemente-rio; otro, de La Barca llamado Severiano, que heridoestaba oculto en la Mesa de San Juan de Dios, al serdescubierto por los federales le intimaron su rendi-ción, y al contestar con un ¡Viva Cristo Rey!, loremataron inmediatamente y sepultado ahí mismo.(Dos fueron sepultados en la Mesa de San Juan deDios; uno de Jalpa y el de La Barca). Entraron en éstalos federales trayendo prisionero a un campesino,que permaneció unos días en la cárcel. A su llegadadestinaron el Santuario de la Purísima para depositarlas armas y municiones.

Noviembre 21.- Incenció Leal el púlpito del mis-mo templo, protestando Garza por esa acción. A las9 a.m. de ese mismo día salió Leal con 300 hombrespara San Juan de los Lagos, y a las 11 los soldadosque habían salido a traer hoja asesinaron en LosMagueyes al Sr. Mariano Gutiérrez, persona honraday pacífica, el cual dejó 13 huérfanos. Ese mismo díarompieron las puertas de la casa de Francisca MartínVda. de Lozano, persiguiendo a su hijo Pascual aquien no encontraron.

LA CRISTIADA

pág. 31Bol-227

Noviembre 22.- Regresó Leal de San Juan de losLagos trayendo prisionero al Pbro. Pedro Esqueda, elque después de haber sido golpeado hasta fracturarlelos huesos, lo obligaron a caminar a pie y al llegar aTeocaltitán pretendieron quemarlo; pero fué fusila-do al pasar el río al lado Sur de dicho pueblo.

Noviembre 23.- A las 7 a.m. salió Garza con 240soldados para Atotonilco el Alto llevándose las lla-ves del Templo Parroquial. Ese mismo día fuerondesclavadas las puertas de las piezas contiguas altemplo convirtiéndolas en habitación de lassoldaderas.

(PÁGINAS 215-216. DEL TOMO IV).

Diciembre 24.- A las cinco p.m. llegaron los Grales.Leal y Octavio Galindo con el 35 Regto. de Caballeríay unos cuantos agraristas; los acompañaba José Ma.López. El número de soldados ascendía a 400.

En esta misma fecha fué fusilado por los católicosen el rancho de El Aguila, municipio de Arandas, J.Guadalupe Posos el que habiendo salido de estar encomisión con los federales fué hecho prisionero po-cos días antes. El 26 a las 7 a.m. salió Leal con el 3er.Regto. para Tepatitlán, quedando en ésta el 35 Rgto.con el Gral. Galindo. El 29 a las 9 de la noche estandoen su casa Hermenegildo Franco fué hecho prisioneropor Adalberto Macías Alcalde 1° y HermenegildoReinoso quienes al conducirlo a la cárcel lo golpea-ron duramente por creerlo en connivencia con losrebeldes; como nada le probaron, al día siguientequedó en libertad. El 31 se combatieron en La Laja,900 federales del 35 Regto. con 20 católicos loscuales sin sufrir ninguna pérdida hicieron 90 bajas alenemigo.

AÑO DE 1928.Enero 5.- Llegó de Jalostotitlán Miguel Rábago

con 80 soldados del 35 Rgto. Ese mismo día saliópara México José María López.

Enero 6.- Salió Rábago para Jalostotitlán consólo 6 soldados.

Enero 7.- Salió para San José de los Reinoso aexpedicionar por ese rumbo.

Enero 10.- A las 8 de la noche entraron los católi-cos e hicieron unos tiros en la orilla de la poblaciónretirándose en seguida.

Enero 16.- Se destinó la Notaría para escuelaoficial trabajando en ella María Mejía.

Enero 20.- Atacaron los católicos a San Juan delos Lagos haciendo algunas bajas y recogiendo armasy parque.

Enero 23.- A las 4 de la tarde y sin haberseacostumbrado antes, el centinela de la torre dió trestoques con la campana mayor y creyéndose anunciode combate hubo un pánico terrible en los que estabanfuera de sus casas. Este mismo día a las 17:30 horasde la noche siete católicos se acercaron a orillas de lapoblación, hicieron algunos tiros sin ningún resulta-do.

Enero 24.- En la tarde se probó una ametralladoraen el Curato, habiendo antes el Coronel Castellónavisado al vecindario para evitar la alarma.

Febrero 2.- A las 9:15 de la noche comenzó untiroteo en la población, siendo el ataque principal a laMesa de los Rábago donde tenían los federales lacaballería; habiendo aniquilado completamente a laescolta que la defendía se llevaron los mejores caba-llos. En el combate murió un católico apellidadoVázquez, cuyo cadáver fué colgado en la orilla Nortede la población.

Febrero 3.- En la noche hicieron prisioneros aSilvino Castillo, y Juan Gutiérrez, apodado La Payacaporque estando briagos lanzaron un Viva a CristoRey. Al siguiente día, después de azotarlos los dieronlibres.

Febrero 5.- En la tarde fué asesinado en la orillaSur de la población un soldado por los vecinos.

Febrero 9.- Fué aprehendido Alejandro Pérez por-que un hijo de él andaba con los rebeldes. Fuédesterrado dándole tres días para que abandonara lapoblación. En esta misma fecha aprehendieron a unvecino porque unos federales disfrazados se hicieronpasar por católicos para sondear su opinión. Al díasiguiente lo iban a ahorcar, pero por influencia deHermenegildo Reinoso le dieron libertad.

Febrero 6.- A las 2 de la tarde entró de El Valle D.Regino González con soldados de la defensa social.

Febrero 10.- Fué aprehendida en su casa la Sra.Valentina Dávalos, su hija Lidia Torres y su padreBruno Dávalos. El Sr. Inés Dávalos, hijo del prisio-nero no quiso abandonar a su padre anciano y prefiriósufrir la cárcel y el destierro al lado de él. La Srita.Lidia Torres hubiera podido salir libre pero tambiénprefirió acompañar en todo a su madre. Pocas horasmás tarde hicieron prisionera a la Sra. de Inés, MartinaLópez; dieron libres a las tres últimas.

El motivo de la aprehensión de esta familia fué quela noche anterior se presentaron dos federales disfra-zados, pidiéndoles socorro para los católicos levanta-dos en armas, y como no desconfiaron les dieron

LA CRISTIADA

pág. 32 Bol-227

cuanto pudieron, confesando a la vez que ya otrasveces los habían ayudado. A las 3 p.m. del mismo día,después de confiscarles todos sus bienes, fueronconducidos a Aguascalientes donde los pusieron enlibertad, prohibiéndoles que regresaran a ésta. El Sr.Bruno Dávalos murió en el destierro. En la mismafecha y a la misma hora fué aprehendida en sudomicilio la Sra. Ana Cortés de González porqueunas troperas la acusaron de expresarse mal de lossoldados. Conducida a la cárcel donde permaneciópocas horas fué puesta en libertad por gestiones quehizo su esposo, Sr. Cesáreo González. En la mismafecha, Galindo incendió las pasturas del Sur delmunicipio, y en la noche de ese mismo día tuvo unencuentro con los católicos, desfavorable para losfederales.

Febrero 12.- A la 1 p.m. entró Galindo, e inmedia-tamente el Presidente Municipal recogió la llave deltemplo parroquial que ya había sido recogida por elencargado del mismo templo, Sr. Rafael Moreno.Acto continuo se destinó para guardar en él monturasy armas.

Febrero 14.- A las 7 p.m. hubo un ligero tiroteo, elcual una vez pasado hicieron 8 prisioneros que alsiguiente día quedaron en libertad. En la misma fechafueron golpeados unos niños por acusarlos lassoldaderas de que insultaban a los soldados.

Febrero 14.- Salió de nuevo el Gral. al sur delmunicipio e incendió también algunos ranchos; por lanoche a las 7 p.m. volvió a haber un ligero tiroteo.

Marzo 9.- Aprehendieron en San Jorge a EleuterioOrozco, persona que habíase alistado en el ejércitocatólico; pero como lo encontraron trabajando y nadareveló en los interrogatorios que le hicieron; al si-guiente día lo dieron libre.

(PÁGINAS 254-255. DEL TOMO IV).

Marzo 10.- A las 2 a.m. 500 católicos, mandadospor el Padre Aristeo Pedroza atacaron a San Juan delos Lagos, durante el combate de 12 horas, aniquilan-do completamente a la guarnición que allí había,compuesta de 75 soldados del 35 Rgto. de Caballería.Después de permanecer unas cuantas horas en laplaza, se retiraron el mismo día rumbo a Lagos.

Marzo 11.- A las 7 a.m. pasó por ésta un aeropla-no, el 13 volvió a pasar y ese mismo día hubo uncombate en Palmitos muriendo como 200 federalesdel 54 Rgto., mandados por el Gral. Z. Martínez.

Marzo 14.- A las 7 a.m. pasó otro aeroplano y enla noche de ese mismo día hicieron prisioneros a

Julián Romo, Margarito González y Cecilio Hurtadoquienes habiendo estado cerca del lugar donde uncivil se disgustó con un federal, por no haber podidodeclarar quién era, se lo llevaron a la cárcel quedandoen libertad al día siguiente.

Marzo 16.- A las doce del día entraron los genera-les Galindo y Carlos Rodríguez con 260 soldados del35 y 42 Rgtos.

Marzo 17.- A las 4 p.m. entraron 108 soldados del42° Rgto. y al día siguiente salieron los dos generalespara San Juan de los Lagos.

Marzo 20.- Fue fusilado por orden de El Catorce,J. Concepción Campos porque había traído oculta-mente maíz de su hermano Rosalío y que estabadecomisado por los rebeldes.

Marzo 22.- A las 11 a.m. entraron 200 soldadosdel 43 de infantería, habiendo salido una parte elsiguiente día para San Juan de los Lagos yJalostotitlán, quedando el resto en ésta, teniendocomo jefe al Cap. 1° Luis Rodríguez Gómez.

Marzo 24.- Circuló la noticia de la muerte del Lic.Miguel Gómez Loza acaecida en El Lindero, el 21del mismo mes.

Marzo 31.- Se recibió un mensaje, participandoque podían salir los reconcentrados.

Abril 3.- La Sra. Dolores Alcalá de C., valiéndosede las troperas pudo darse cuenta del estado en que seencontraba la imagen de La Purísima, así como losobjetos que habían servido para el culto. En estamisma fecha llegó un telegrama en que de nuevoobligaban a seguir la concentración.

Abril 8.- Fijaron un decreto del Presidente Mpal.J. Jesús Reinoso permitiendo que salieran todos loshombres, pero no las mujeres; orden que nadie obe-deció.

Abril 17.- Pasó una Comisión de Señoritas con elGral. Octaviano Galindo a pedirle la devolución delos templos, consiguiendo que entregara únicamenteel templo parroquial el cual fue abierto de nuevo alculto el 20 del mismo mes.

Abril 22.- Fue aprehendido el rebelde J. Jesús Sotode Lechuguillas, al cual, para que confesara de dónderecibía el parque, fue atormentado constestando tansólo que había jurado defender a la Iglesia y que nodiría. En este día fue fusilado en el cerro del CapulínPrimitivo Vargas por Reveriano Martín.

Junio 2.- A medio día, 30 rebeldes atacaron elcampamento donde tenían la caballería en El Rodeo,

LA CRISTIADA

pág. 33Bol-227

habiendo matado a los federales que la defendían conexcepción de cuatro, llevándose toda la caballada. Enlos primeros días de junio fue aprehendido GabinoAlvarez en casa de su hermana, en Adobes, y por nocomprometer a la familia no quiso hacer fuego comodeseaba su asistente, sino quesin disparar ni un solo tiro fuehecho prisionero y por no querermilitar en las fuerzas del gobier-no como le proponían susaprehensores, fue arrestado ydespedazado y por último fusi-lado. Su cadáver fue conducidoa Atotonilco el Alto.

Junio 10.- Llegaron alTecomate fuerzas del 35 Rgto.,allí cogieron a Jenaro Ramírez ycomo lo conocieron que era elmismo que en febrero había gol-peado y que prodigiosamente seles había escapado, en esta fechay sin tomar en cuenta que era unpacífico inofensivo, después dearrastrarlo y colgarlo le dieronmuerte a puñaladas. En la mismafecha y por el mismo rumbo com-batieron 200 ó 300 católicos almando del Padre Pedroza con600 federales, habiéndoles he-cho a éstos numerosísimas ba-jas; de los católicos murieron 6 ycomo trataron de envolverlos fuepreciso retirarse sin ser perseguidos.

Junio 15.- (Viernes del Sagrado Corazón) fue unacomisión de señoritas con el Gral. Galindo a pedir elSantuario y demás edificios de la Iglesia que estabanconvertidos en cuartel habiendo accedido a lo quepedían.

Junio 17.- Inesperadamente se encontraron enSan Julián 700 federales con 150 católicos, habién-dose tiroteado un poco, tuvieron qué retirarse, ycomo fueron perseguidos volvieron a combatir enCruz de Oros. Los católicos estaban mandados por elPadre Pedroza y no tuvieron bajas, de los federalesmurieron tres.

(PÁGINAS 270-271. DEL TOMO IV)

Junio 18.- Salió Galindo con todo el Regimientopara Arandas, quedando aquí 60 soldados del 49 deInfantería mandados por el Capitán 1° Luis RodríguezG. Para sustituir a Galindo mandaron al Gral. Miguel

Z. Martínez, quien estableció su cuartel general enUnión de San Antonio. Al salir Galindo de éstallevaba presa, a pie y descalza a una señora que sellamaba María de los Angeles Muñoz por el hecho deque el hijo de esta señora se había dado de alta con los

católicos. Al llegar a la Capillade Guadalupe le dieron liber-tad.

Junio 20.- Murieron com-batiendo en Las Huertas, Mu-nicipio de Atotonilco el Altolos Jefes Católicos JesúsTrujillo y Alejo González.

Junio 24.- Se encontraronlos federales de Z. Martínezcon unos cuantos católicos enTeocaltitán y cuando se hicie-ron algunos tiros no hubo nin-guna baja.

Junio 25.- Salieron Herme-negildo Reinoso, Rosalío Cam-pos y Benito Jiménez a saludara Z. Martínez que se encontra-ba en La Ciénega, regresandoese mismo día acompañado deuna escolta la cual después depermanecer unas dos horas enesta, salió rumbo al sur delmunicipio. En esta misma fe-cha llegaron de San Juliánunos soldados del 35 Rgto. de

Caballería los que traían preso a Benjamín Ramírez elhijo de la señora que Galindo llevara presa el día quesalió para Arandas. El señor Pablo Moreno interpusosu influencia para que le perdonaran la vida al prisio-nero y habiéndolo sacado de esta población a las 9:30de la noche en el camino lo dejaron en libertad, enseguida se fue de nuevo con los católicos.

Junio 27.- Al venir de la Estación Santa María,Salvador Martín y un individuo apodado El Camote,los tomaron prisioneros los rebeldes, conduciéndo-los a Teocaltiche con el Jefe José María Ramírez.

(PÁGINA 299DEL TOMO IV),

Julio 2.- Llegó el relevo siendo del mismo 49 deinfantería a las órdenes del Capitán 2° Camilo GarcíaRamírez. Al siguiente día salió el Capitán Rodríguezpara San Juan de los Lagos, dejando la orden quefuera entregado el Santuario con todos los objetos delculto que allí se encontraban. A su paso por

Atotonilco el Alto

LA CRISTIADA

pág. 34 Bol-227

Teocaltitlán ahorcó a un pobre pacífico que estaba ensu trabajo.

Julio 8.- A las 4 p.m. el Cap. Coria que ocupaba elSantuario se salió de él con todo el equipo del Regto.que tenía guardado allí. Las llaves las dejó al directorde la escuela Oficial Luis Mejía el cual sacó variosobjetos para su uso y como se negara a entregar lallave el día 9 pasaron las señoritas con el CapitánGarcía a hacerle ver la orden que existía de que fueraentregado el templo, contestando que al día siguientelo entregaría; y al presentarse la comisión a la horaseñalada les fue dicho que el Capitán había salido,por lo que en vista de la informalidadse desistió a recoger la llave.

Julio 28.- A las 6 p.m. entró del surZ. Martínez con 110 soldados del 52Regto. Al siguiente día a las 8 p.m.,salieron para Jalostotitlán, y en lanoche a las 9 dos católicos se acerca-ron a la orilla de la población habien-do hecho unos tiros se retiraron ense-guida.

Agosto 7.- Salieron Jesús Reynoso,Presidente Municipal, el Cap. GarcíaRamírez y varios soldados para SanJosé de los Reynoso, mas allá encon-traron que un rebelde que había man-dado Miguel Hernández al desempe-ño de una comisión, después de herirloen un ojo lo cogieron prisionero y locondujeron a San José, después demartirizarlo fue fusilado dentro de lacasa del Vicario. Junto con él matarona un pacífico. En ese mismo día sor-prendieron a inmediaciones de SanJosé a Cesáreo Reynoso y PelagioGómez, habiéndole hecho una descarga fue herido degravedad Gómez y como le suplicaron a su compañe-ro que no lo dejara en medio del fuego de su enemigo,lo subió en su caballo, y batiéndose solo logró llevar-se al herido hasta la Estancia donde murió esa noche.

Agosto 12.- Llegó el Padre Pedroza con 400hombres a San José de los Reynoso, ahí incendió lacasa de Narcisa Muñoz, madre del Presidente Muni-cipal de ese lugar y la de Pablo Márquez, policíatambién de aquí. Consiguió prisionero a TranquilinoRamírez dejándolo libre mediante la suma de $100.00después se dirigieron a la mesa de San Juan de Diosdonde permanecieron todo el día retirándose por lanoche. En esa misma fecha apareció en Amador el

cadáver de un rebelde con una puñalada sin sabersepor quién fué asesinado.

Agosto 14.- A las 7 p.m., entraron procedentes deSan Juan de los Lagos, 1001 soldados; salieron al díasiguiente a las 8 a.m., para reunirse con el Gral. JuanDomínguez que venía de Ayo el Chico con 500federales que sin tocar la población pasó para CerroGordo.

Agosto 16.- A las 10 a.m. entró de Unión de SanAntonio, Z. Martínez con 180 soldados. Pocas horasdespués salieron a reunirse con Domínguez el cual enla misma fecha combatió con 1600 soldados contra

400 católicos, habiendo tenido elGobierno como 200 bajas por 7católicos. A las 7 p.m. dieron unrepique para anunciar que ha-bían aniquilado a los católicos,siendo enteramente falsa la noti-cia.

Agosto 17.- A las 11 p.m.aprehendieron en su casa al Sr.Catarino Rábago porque se leacusaba de tener un mauser. Nosiendo exacto tuvo sin embargoque dar $500.00 porque se ledejara en libertad lo que consi-guió al siguiente día a las 3 p.m.En este mismo día ahorcóDomínguez 10 pacíficos en Ado-bes, y a los que llevaron de guíalos obligaron a tirar rosarios yescapularios, uno de ellos fueLeonides Rocha.

Agosto 20.- Entraron 25soldados del cuarenta y nuevede infantería a reforzar la guar-

nición.Agosto 25.- A las 8:15 de la noche 11 católicos

mandados por Santos Melano hicieron varios tirosdurante una hora. A las 9:30 sabiendo por una mujerque estaban todos reunidos y briagos, los sitiaron enel potrero donde estaban, y haciéndoles una descargamataron a Francisco García cuyo cadáver fue coloca-do en la Plaza permaneció allí hasta el día siguiente,hirieron a otro y les mataron dos caballos. Al batirseen retirada ellos mataron a un Cabo. Al día siguientelos federales situaron todas las casas contiguas allugar donde habían estado los católicos, y comoencontraron sangre fuera de la casa del Sr. AncelmoRuíz lo tomaron prisionero y conducido a la torre del

General Miguel HernándezJefe del Regimiento San Julián

LA CRISTIADA

pág. 35Bol-227

templo lo colgaron dos veces hasta hacerlo perder elconocimiento, para que confesara si tenía ocultoalgún herido. Como nada pudiera declarar lo dejaronlibre a las 7 p.m. también fué aprehendido Gpe.Gutiérrez (El Chato) porque encontraron casquillosfuera de su casa; pero por influencias del Sr. LuisHernández fue puesto en libertad ese mismo día.

En la primera quincena de agosto llegó el Gral.Pablo Rodríguez a La Tinaja informando quien era elcatequista Cecilio Gómez, como nadie los denuncia-ría comenzó a colgar a varios pacíficos, visto lo cualpor Gómez él mismo se entregó confesando que sededicaba a estudiar el Catecismo y que sabía dondeestaba un sacerdote pero que jamás revelaría el lugardonde estaba y que por lo mismo era inútil queatormentaran a otros, y que a él podían hacerle lo quequisieran. Viendo que le iban a quitar la vida pidióunos momentos para orar, lo que hizo de rodillas y encruz. Terminada su oración fué ahorcado. Durante suagonía el Gral. obligó a los hijos de la víctima queestaban presenciando el martirio, que le sirvierancomida a él.

Septiembre 4.- Los federales encontraron a doscatólicos que estaban almorzando en San Julián.Uno pudo esperar, pero el otro fué muerto y colgado.

Septiembre 14.- Pasó Domínguez con 800 solda-dos por el Sur del municipio con destino a Guanajua-to a donde iba nombrado Jefe de Operaciones.

Septiembre 17.- Amanecieron en las esquinas dela plaza y en los fortines unas hojas firmadas por ElCatorce, invitando a los federales a rendirse ofrecién-doles toda clase de garantías si lo hacían.

Septiembre 23.- Entraron a las 7 a.m. y proceden-tes de la Unión de San Antonio 150 soldados del 54°Rgto. Este mismo día ahorcó Jesús Jiménez, jeferebelde, en la Corona, a Narciso Gallardo por haberleencontrado una carta del presidente municipal quellevaba para el jefe de la guarnición de San Julián.

Septiembre 24.- A las 8 a.m. Entró el Gral. PabloRodríguez con 250 soldados trayendo prisioneros alPadre D. Nicolás Martí y al joven Salvador González,habiendo dejado en libertad a éste inmediatamentepor haber presentado su salvoconducto. El Padre porno tener salvoconducto fué entregado al Cap. Garcíajefe de la plaza. Ese mismo día a las 2 p.m. entraronen Arandas 100 soldados del 11° Rgto. de caballería,una hora después salieron para San Juan de losLagos junto con los de Rodríguez habiendo dejado enésta unos soldados de infantería a reforzar la guarni-ción.

En este mes hubo un combate en La Cueva,municipio de San Juan de los Lagos, aniquiladocompletamente a 60 soldados del 49° Rgto. de infan-tería. En este mismo mes (el día 13) en el Cerro de LaLlave hicieron huir una escolta de 54 soldados pasan-do por aquí dispersos los federales. En esta mismafecha para el Cerro de la Carnicería cuatro católicosrebeldes combatieron con 300 federales habiéndoleshecho 4 bajas y retirándose ellos ilesos. El 26 deseptiembre dieron libre al Padre Martí mediante unaresponsiva firmada por los Sres. Felipe Franco, RafaelMoreno y Juan González Alcalá. A las 3 p.m. salió dela prisión entregado ese mismo día el Sr. FelipeFranco 2 vaquillas que pidió el Cap. García comorescate del preso.

Octubre 5.- Fué ahorcado en Tepatitlán por sol-dados del 42° de Caballería el Sr. Pbro. D. TranquilinoUbiarco. Se dice que un soldado que se negó a darmuerte al Sr. Cura fué fusilado ante él.

Octubre 14.- Llegó Z. Martínez con 200 soldadosdel 42° Rgto. Llegó a las 4 p.m. quedándose en laorilla oriente de la población. Al siguiente día a las 5a.m. salió para Jalostotitlán.

(PÁGINAS 238-239. DEL TOMO IV).

Octubre 19.- A la una de la mañana Z. Martínezcon 500 soldados atacó en La Vaquería al PadrePedroza que se encontraba dormido con sus solda-dos; le hicieron 14 muertos y tres prisioneros. Alllegar refuerzo a los católicos huyeron los federales.Se dirigió a La Ciénega y de allí a San José de losReinoso después al Monteoso.

Octubre 21.- A las 6 p.m. hubo un ligero tiroteocontra 25 católicos, y al siguiente día se volvieron atirotear en las primeras horas de la mañana, retirándo-se los católicos que tuvieron dos o tres heridos.

Los federales continuaron su marcha para SanJulián en donde encontraron siete católicos queemprendieron la fuga; pero como a uno se le cayerael caballo lo cogieron prisionero, Doroteo Muñozno sin antes haber hecho algunas bajas. Fué ahorca-do en el Monteoso dando unas muestras de valor queadmiró a sus mismos enemigos. Cuando El Catorcedescolgó el cadáver para darle sepultura en SanJulián, lo encontró con los dedos pulgares e índicede las dos manos en forma de Cruz. Al morir lanzóvivas a Cristo Rey. El día 10, los vecinos deNecaspileya dieron muerte a un soldado de los del3er. Rgto. por quitarle a una Srta. que se habíaraptado.

LA CRISTIADA

pág. 36 Bol-227

Octubre 21.- Estando de Jefe de la Plaza. por habersalido del Capitán García y encontrándose mariguanoiba a ahorcar a 3 pacíficos en el Atrio, y cuando yatenían la soga al cuello se presentaron HermenegildoReinoso y Nestor García y quitándolos por la fuerzalos dieron libres.

Octubre 23.- A las 11 a.m. regresó el Gral. Macías,saliendo el mismo día a las 3 p.m. para El Valle.

Octubre 24.- Ampliaron de nuevo el plazo para laconcentración fijando el primero de enero definitiva-mente.

Octubre 28.- (Fiesta de Cristo Rey) A las 8 de lamañana llegó Cleotilde Franco acompañado de sólosu asistente hasta las orillas de la población, y comoen esa hora salía el Capitán García con su asistentepor el puente les hizo unos tiros obligándole a entraren la población de donde sacó 30 soldados y empren-dió la persecución de los rebeldes. Estos huyeronhasta los magueyes donde estaban otros 8 compañe-ros y allí esperaron al enemigo al cual rechazaron;pero entre tanto habían salido por el lado norte 30federales que ocultos se habían posesionado de unacerca y al llegar ahí los católicos mataron al subtenientey de los católicos murieron 3, uno llamado FranciscoCervantes y otro Jesús Flores. Tuvieron además 2heridos. Y viendo Franco que Valadés su Mayor lohabía engañado y no le impartía ninguna ayuda comolo había prometido al mandarle que llamara la aten-ción de los federales afuera de la población, y por otraparte se le acabó el parque después de 3 horas y mediade combate, se retiró al Tigre.

Los cadáveres de los católicos fueron atados de lospies y arrastrados, uno hasta el centro y otro hasta elrío de donde lo recogió y lo cubrió el señor GregorioRomán y sus operarios; depositados los cadáveres enla Plaza, la señorita María Ramírez los pidió alCapitán García para darles sepultura; no siendo aten-dida por García ella desafió el peligro y secundadapor varias personas los levantó y dió sepultura en elcementerio a las 5 p.m. del mismo día. A las 12 de lanoche de ese mismo día llegó Z. Martínez con 215soldados saliendo a las 4 a.m. para San Julián.

Noviembre 9.- A las 3 p.m. entraron 260 soldadosdel 35 Regto. de Caballería mandados por el GeneralPascual Cornejo; al siguiente día a las 5 p.m. salieronpara Jalostotitlán dejando en esta una escolta concaballada.

Noviembre 14.- Sorprendiendo Z. Martínez en ElPotrerillo a 30 católicos, mandados por CleotildeFranco, los cuales se batieron en retirada durante 3

horas, y en un trayecto de 4 leguas, tuvieron dosheridos, uno levemente, y el otro al ser herido en lamano derecha le destrozaron el mauser, y compren-diendo que ya no podían hacer uso de la pistola queera la única arma que le quedaba, la despedazó conuna piedra para que no sirviera a sus enemigos. Al serhecho prisionero le suplicó al Gral. que lo fusilaraluego para no causar impresión en la población peroéste se negó a lo que le pedía y entró a ésta con elprisionero a las 3 p.m. al frente de 200 soldados queeran los que había combatido. Al llegar entregó alprisionero el Capitán 2° Camilo García para que lofusilara; pero antes trató García de hacer algunaspreguntas; pero el preso tratándolo con absolutodesprecio le contestó que sus compañeros habíansido tan bondadosos con él que no haría ningunarevelación que comprometiera a nadie, que por Dioshabía luchado y por Dios iba a morir. Al preguntarlepor burla qué lugar le agradaba para morir le contestóque donde gustara lo mismo que el género de muerteque le quisieran dar. Fue fusilado ese mismo día 14 denoviembre a las 4:45 p.m. frente al costado Orientedel Atrio. Poco antes de la descarga, viendo lossoldados el valor y la serenidad que demostraba,suplicaron ellos mismos que le perdonara la vida,contestando García que debía morir en bien de laPatria. Momentos después de la ejecución se presen-tó la señorita María Ramírez acompañada de AngelaRomán con el Gral. Z. Martínez a pedir el cadáverpara sepultarlo, recibiendo por contestación los másgroseros insultos por lo cual permaneció el cadávertirado hasta el día siguiente.

Otro día, como había salido el Gral. para Jalosto-titlán a las 12 de la noche fue el señor Ladislao Lópeza las 6 a.m. con García a suplicarle le permitiera llevarel cadáver al cementerio, y habiendo conseguido elpermiso dicho señor, acompañado de otras personaslo sepultaron en el panteón. Este valiente se llamabaJesús Ascencio.

Noviembre 26.- Federales disfrazados de arrierosmataron cerca de Jalostotitlán a Luis González,habiéndoles hecho 4 bajas.

Noviembre 27.- Entraron Z. Martínez y el Cor.Cornejo con los Regtos. 54 y 35 respectivamente,saliendo al día siguiente en la madrugada, Z. paraJalostotitlán, y Cornejo el 29 para Atotonilco elAlto, llevándose la escolta que días antes había deja-do aquí.

Diciembre 7.- Sorprendieron 40 federales a losrebeldes en Capulines, habiéndolos tiroteado un buenrato sin resultado ninguno porque lograron escapar.

LA CRISTIADA

pág. 37Bol-227

Diciembre 16.- A la 1 p.m. entraron 11 soldadosdel 54 a recoger las llaves de los mesones porquevenían a establecer de nue-vo como cuartel general aésta, habiendo entrado Z.Martínez a las 5 p.m. contodo el Regto. y equipo.Ese mismo día a las 7 p.m.salió el Capitán García conla Infantería para San Juande los Lagos.

Diciembre 18.- A la 1p.m. llegó de San Juan delos Lagos y de paso paraSan Julián el Capitán 1°Luis Rodríguez con 100soldados del 49. Traían 7prisioneros que había co-gido al norte de San Juande los Lagos vestidos dearrieros, uno venía heri-do, con las 2 piernas frac-turadas e inmediatamentelo fusilaron en la Plaza deToros, siendo sepultadoenseguida por los mismosoldados que lo conduje-ron al cementerio. Antesde llegar a esta en Teocal-titán tuvieron un encuen-tro con los católicos losque les hicieron varias bajas, al siguiente día conti-nuaron su marcha para San Julián.

Diciembre 20.- A la 1 p.m. llegaron 100 soldadosdel 54. El 21 a la 1:30 p.m. salió Z. Martínez con 200soldados para San José de los Reinoso, sorprendien-do en Paso de Jesús a Cleotilde Franco y a GaudencioGómez, su asistente. Franco había podido salvarsepero viendo que su asistente, muchacho de unos 13años había perdido su caballo regresó a su lado yjuntos combatieron con un valor admirable hacién-doles como 18 bajas a los federales, al fin sucumbie-ron, y cuando Cleotilde Franco se encontraba en losúltimos momentos, Hermenegildo Reinoso que acom-pañaba al Gral. cometió el salvajísimo de insultarlo yacabarlo de matar. Los cadáveres fueron arrastradosy en la noche recogidos y sepultados en San José porCesáreo Reinoso, uno de sus compañeros. Pocashoras antes de morir Cleotilde había hecho prisioneroa Fructuoso Márquez por creerlo enemigo y mandar-lo a El Catorce.

En esa misma fecha tropas del Gral. PabloRodríguez mataron en La Escondida a Claro Vela,

Caballerango de El Catorce pordenuncia de un traidor.

Diciembre 22.- Z. Martínezahorcó en El Cuaje al Sr. AvelinoPadilla, denunciado por el mismotraidor de que en sus propiedadestenía caballos de los católicos. Enesa misma fecha Rodríguez sor-prendió a El Catorce que se en-contraba acompañado tan sólo delprisionero Márquez, como huye-ron les hicieron varias descargas,muriendo Fructuoso.

(PÁGINAS 327-328. DELTOMO IV).

AÑO DE 1929:Enero 3 de 1929.- Cerca de

San Gaspar combatió Z. Martínezal frente de 600 soldados conVictoriano el Tuerto que estabacon sólo tres soldados, sinarredrarse por el número del ene-migo se batieron con gran valorhaciéndoles numerosas bajas en-tre ellos varios oficiales. Llegan-do refuerzo a los católicos, seretiró Z. Martínez a San Gaspardonde entró furioso e incendió

parte del pueblo y destruyó las imágenes del templo.Enero 4.- A las 4 p.m., entró una escolta de 54°

Regto. con cuatro hombres y una mujer prisioneros,que habían cogido en La Estanzuela.

San Julián

Detalle de las marcas de bala en la torreque hoy en día aún permanecen

LA CRISTIADA

pág. 38 Bol-227

Enero 16.- Entraron 300 soldados del 54° saliendoal siguiente día para El Valle, el 18 regresaron pasán-dose sin detenerse para San Julián.

Enero 19.- Llegaron a la casa de las Sritas. Padillaen Cerritos, saqueándola e incendiando las imágenesque tenían.

Enero 29.- Dieron unas señoritas un drama asisti-do a dicha fiesta el Jefe de la Guarnición, Cap.Medina Vallarta la suspendió por parecerle fanáticay pretendió hacer bailar a las señoritas que tomaronparte; contentándose con aprehender al señor JoséCornejo como organizador de las fiestas, habiéndoloamenazado con ahorcarlo, lo dejó en libertad me-diante una multa de $5.00.

Enero 27.- A las 6 p.m. hicieron prisioneros a 15paisanos porque usaban frazada, cosa que pocos díasantes habían prohibido. Los obligaron a que hicieranservicio de ronda por 15 noches; pero lograron conseguirsu libertad pagando una multa de $2.00 por persona.

Febrero 1°.- Regreso de Z. Martínez con 300soldados de 54°.

Febrero 3.- Aprehendieron a Fortino Amaya por-que el motor de la luz a su cargo no pudo funcionar ycreyendo que era de acuerdo con los rebeldes parafacilitarles la entrada, lo amenazaron con darle muer-te tan luego como se oyera un disparo. Su sobrinoAngel González se ofreció a pasar la noche en el lugarde Anaya por lo que fue puesto en libertad.

Febrero 4.- Golpearon y multaron a los cantinerosClicerio Padilla y Guadalupe Gutiérrez porque creíanque les habían vendido vino a los soldados, cosa queestaba prohibida.

Febrero 6.- Salió el Gral. con el Regto. para SanJuan de los Lagos y al salir dió libre a la señora y asu esposo que estaban presos, y a otro de los presosllamado Bibiano se lo llevó porque para conseguir sulibertad denunció el lugar en donde estaba el Sr. CuraDn. Miguel Alcalá, y él mismo llevó a los soldados aaprehenderlo, no consiguiéndolo por no haberlo en-contrado; pero sí consiguieron a una religiosa la cualfué conducida a la Estación Santa María sin sabersedespués de ella.

(PÁGINAS 357-258. DEL TOMO IV).

Febrero 7.- A las 10 de la noche atacó Blas Virgena la población durando el tiroteo media hora sinningún resultado. Al día siguiente a las 9 de la nochevolvieron a atacar y se dijo que había muerto unteniente del 54º. El tiroteo duró una hora.

Febrero 14.- En la noche entró el Jefe de Operacio-nes Gral. Andrés Figueroa con los Regimientos 9, 38,42 y 72 habiendo permanecido en ésta hasta el 16,fecha en que salió de aquí a las 6 p.m.

Febrero 17.- Aprehendieron a Pedro Becerra por-que tenía un hijo levantado en armas. Al día siguientesalió de la cárcel pero desterrado en unión de sufamilia, dándoles 24 horas para que abandonaran lapoblación, igual orden le fue dada al Sr. Celso Romopor tener un familiar en la revolución. También aDarío Jiménez y María Guadalupe Gutiérrez los quetuvieron que salir acompañados de sus familias. Elmismo día, en la noche, federales disfrazados, pidie-ron en las casas de la orilla socorro para los rebeldes,negándose a dar las personas a quienes se los pidierontemiendo ser víctimas de un engaño.

Febrero 20.- En la noche volvió a haber un ligerotiroteo sin resultados.

Febrero 27.- A las 4 p.m., entró Z. Martínez concinco pistoleros, los que venían a pie, descalzos yamarrados. A su paso a Mirandilla fusiló a dosindividuos y habiendo aprehendido a Blas Virgen lodejó libre porque le encontró armas y además loengañó que en su casa tenía el salvoconducto con locual probaba que era pacífico.

Marzo 2.- Salió Z. Martínez a la 1 p.m. para SanJuan de los Lagos a cambiar a esa ciudad el cuartelgeneral.

Marzo 3.- A las 11 a.m. entró de San Juan de losLagos una escolta con un preso que sorprendieroncortando el alambre del teléfono. A las 2 p.m. regre-saron al lugar de su procedencia llevándose al presodel que se mofaban vilmente, el cual demostró granpaciencia. Con la escolta salió Salvador Martín el quesegún dicho de un soldado asesinó en el caminopersonalmente al prisionero.

Marzo 4.- Se rumoró la defección de Manzo yEscobar.

Marzo 5.- A las 10 a.m. Llegó parte del 54º Rgto.con orden de recoger la guarnición de aquí. Esamisma noche a las 8 llegó el Cap. García Ramírez conel destacamento de San Julián.

Marzo 6.- A las 11 a.m. Llegó la tropa de Jalosto-titlán y una hora después salieron para Tepatitlán.Ese mismo día a las 5 p.m., entraron cinco católicosde los de José María Ramírez, saliendo tres horasdespués. A las 9 de la noche entró Jesús Jiménez con25 hombres sacando de su casa a señoras y señoritaspara imponerles fuertes préstamos, amenazando con

LA CRISTIADA

pág. 39Bol-227

incendiar casas y comercios, levantando a deshorafamilias para sacar por la fuerza armas, caballos ymonturas. A las 12 salió para La Corona.

Marzo 7.- A las 9 a.m. Llegó Victoriano Ramírez(El Catorce) con siete soldados siendo aclamado portodo el pueblo. Ese mismo día a las 3 p.m. llegó MarioG. Valdés con 60 soldados el cual desde su llegada seentregó a la embriaguez no evitando que sus soldadosentraran en las casas a sacar lo que querían hastapequeñitas cantidades de dinero. Como El Catorcereprochara esa conducta ordenó Valdés que desarma-ran a los soldados que lo acompañaban, y como ElCatorce se negara a entregar sus armas lo invitaron acenar a la casa de la Sra. Mercedes J. Vda. de Jiménezdonde se cree le iban a preparar un veneno; pero comoél sospechó algo rehusó tomar lo que le ofrecíansaliéndose inmediatamente. Como Valdés lo siguió,el asistente de El Catorce se interpuso e hizo fuegosin conseguir su objeto; pero en ese mismo momentoJesús Jiménez que acompañaba a Valdés hizo fuegosobre el asistente llamado Primo Ramírez dejándolomuerto en el acto. Y como El Catorce se les escaparaofreció Valdés $500.00 al que se lo entregara vivo omuerto, y ordenó que se hiciera fuego sin reparar enel numeroso grupo de familias que habían salido averlo. Del Mesón de San Pedro sacaron a D. DomingoVázquez, soldado de El Catorce, ya desarmado paraen él saciar su venganza; le dieron 17 tiros y trituraronlos dos cadáveres con los cascos de sus caballos. Enseguida ordenaron que tocara la música y que si no lohacía sabrían lo que eran los cristeros. (Palabras deCecilio Cruz asistente de Valdés).

Marzo 8.- A las 7 a.m. Entró de nuevo HeribertoNavarrete acompañado de unos cuarenta soldados yordenó de nuevo pedir préstamos tratando de organi-zar bailes, pasando las horas en billares. A las 5 p.m.salieron todos por Arandas. Esa misma noche salióEl Catorce de la casa donde había estado oculto paraSan Julián a presentarse con el Padre Miguel PérezAldape y con D. Miguel Hernández a pedir garantías.Desde su escondite procuró ayudar a las madres de lasvíctimas para el entierro de los cadáveres de sus hijos,aun cuando la caridad de las señoras Ana Campos yCuca Lozano se habían anticipado a hacerlo.

Marzo 9.- A las 10 a.m. Llegó José María Ariascon diez soldados para vigilar a El Catorce mandadopor Valdés.

Marzo 10.- A las 11 a.m., llegó de Jalostotitlán D.José María Ramírez acompañado de 100 soldados,los cuales se portaron correctamente. A las 7 p.m. de

ese mismo día llegó un auto cuyo chofer trajo unacarta para Ramírez llamándolo urgentemente porqueTeocaltiche estaba sitiado por Victoriano «El Tuer-to» por lo que tuvo que salir una hora después.

Marzo 1.- A las 2 p.m., entraron Agustín Sánchezllamado Gobernador de Jalisco y Heriberto Navarretecon cinco soldados. Exigieron al comercio un présta-mo de $2,000.00 y como no pudieron completaramenazó con saquear el comercio (Navarrete) insul-tando a la sociedad porque simpatizaba con El Cator-ce y anunciando que hostilizaría al pueblo. A las 5p.m. de ese mismo día llegó un mozo con una carta deD. Miguel Hernández avisando que al siguiente díacon 200 hombres y suplicando por caridad se lespreparara alimentos. Esto hizo cambiar la actitud deNavarrete quien por la noche dirigió la palabra alpueblo y dando disculpas mil. También Sánchez sedirigió con frases correctas al pueblo.

Marzo 14.- A las 8 p.m. salieron Sánchez yNavarrete acompañados de 17 soldados para Tepati-tlán habiendo dejado aquí a José María Arias con dossoldados con el pretexto de que estaba enfermo; peroen realidad como espía para vigilar al El Catorce. Enesa misma fecha a las 2 p.m. en medio de las aclama-ciones del pueblo que en masa salió a recibirlo llegóD. Miguel Hernández acompañado de los jefes P.Pérez Aldape, Toribio Valdés López y El Catorceque ya se había incorporado y al cual le habíanofrecido garantías.

Marzo 15.- A las 10 a.m. salieron para la Capillade Guadalupe. Como El Catorce se quedara hastaque saliera la columna, Arias quiso asesinarlo por laespalda; pero como lo vieron varios paisanos desistióy poco después desapareció de aquí yéndose a Tepa-titlán sin duda a dar aviso de que El Catorce se dirigíaa ese lugar.

Marzo 16.- Como a las 2 p.m. llegó D. MiguelHernández a Tepatitlán ordenándole los Padres Vegay Pedroza que desarmara y acuartelara a sus soldados.Una vez desarmado El Catorce lo hicieron prisioneroy estando amarrado en la Presidencia Municipal loasesinaron a puñaladas sus mismos compañeros enlas primeras horas del día 17.

Marzo 18.- A las 8 a.m., pasaron dos dispersos delos de D. Miguel Hernández que dieron la noticia dela muerte de El Catorce.

Marzo 22.- A las 7 pasaron en auto de San Juliánvarias personas que se dirigían a Tepatitlán a recogerlos datos de ese asesinato. Ese mismo día pasaron

LA CRISTIADA

pág. 40 Bol-227

otros dos dispersos y al siguiente otros cinco, loscuales venían profundamente consternados y disgus-tados por la muerte de El Catorce.

Marzo 25.- A las 9 a.m. llegaron 10 soldados de losde D. José Ma. Ramírez saliendo en la noche paraJalostotitlán.

Marzo 26.- Pasaron de regreso las personas quehabían hecho investigaciones confirmando en todo,lo que se había dicho de la vileza y traición que habíancometido con El Catorce. También dijeron que ha-bían sido rechazados los católicos en el Puente deGuadalajara.

Marzo 28.- (Jueves Santo) Llegó VictorianoRamírez «El Chivero» acompañado de otro diciendoque en Poncitlán también los habían derrotado. Des-pués de permanecer tres horas en ésta salió para SanJosé de los Reynoso a las 11 a.m. Ese mismo día a las2 p.m. pasaron otros dos dispersos.

Marzo 29.- Siguieron llegando más entre ellosJesús Jiménez, quien siguió imponiendo préstamos.

Marzo 31.- A las 6 a.m. dirigió la palabra al pueblodesde los balcones de la Casa Municipal paravindicarse de lo que habían hecho con El Catorce,resultado que no hizo otra cosa sino poner de mani-fiesto el odio que abrigaban contra él y la envidia quefué el móvil que impulsó a todos los que fraguaron sumuerte. Ese mismo día a las 9 a.m. llegó de Jalosto-titlán en auto Heriberto Navarrete, y una hora des-pués llegó Valdés de la Capilla de Guadalupe mon-tando el caballo y con la frazada de El Catorce. A la1 p.m. de ese mismo día llegaron 50 soldados de D.José María Ramírez.

Abril 1°.- A las 7 a.m. salieron todos para SanJulián. A las 10 a.m. llegó en auto Enrique Gorostietapasándose para San Julián. A las 2 p.m. de ese mismodía llegó de Tepatitlán con 200 hombres el Padre D.J. Reyes Vega dirigiéndose al pueblo en pocas pala-bras invitándolo para que en la noche fueran parahablarle de nuevo, lo que hizo para insultar a lasociedad por cobardes. Al siguiente a la 1 de la tardesalieron para San Julián.

Abril 3.- A la 1 p.m. llegó un auto de San Juliáncon Enrique Zermeño y otros dos revolucionariospasándose para Tepatitlán en seguida y llevándose aJesús Delgado de aquí.

Abril 6.- En la noche llegaron ocho rebeldes y el7 llegaron otros dispersos de los de Valdés por habersido derrotados en Las Talas. A las 4 p.m. llegaron 10rebeldes de Jalostotitlán con una carga de parque y

a las 7 de la noche de ese mismo día entró Valdés con50 hombres.

Abril 8.- Nombraron Presidente Municipal a JoséAlcalá; pero en seguida llegó el «Chivero» a avisarlesque habían llegado a San Juan de los Lagos agraristas,por lo que a las 11 a.m. salieron para Tepatitlánquedándose el «Chivero» con 15 hombres.

(PÁGINAS 368 Y SIGUIENTES DEL TOMO IV).

Abril 11.- A las 11 llegaron 26 soldados de los deD. José Ma. Ramírez poco antes había pasado unavión explorando. El mismo día a la 1 p.m. llegó JuanMontes llamado Gobernador de Jalisco acompañadode Enrique Zermeño y otros cuatro a las 7 p.m. delmismo día salieron para San José de los Reynoso.

Abril 12.- A las 2 p.m. entró en El Valle el Gral.Olivares con 800 agraristas, traía un prisionero lla-mado Lázaro Gutiérrez, de Mirandilla, que habíacogido al salir de El Valle a donde había ido acomprar medicinas para un enfermo, y aun cuandoera pacífico huyó al ver tropa del gobierno, motivopor el cual fue aprehendido. Al entrar los agraristasencontraron en la plaza a dos rebeldes, los que al huirfueron perseguidos hasta El Pochote. Allí se pudie-ron ocultar; pero en cambio aprehendieron a JoséAlcalá y conducido a ésta fué puesto en libertadmediante las influencias del Capitán RomualdoCázares, el cual cuando había estado aquí el 35° Rgto.lo había conocido como caballerango de dicho cuer-po. Ese mismo día aprehendieron por sospechas a dosarrieros y al Chino Vera, habiéndolo golpeado, a esteúltimo poco después lo dejaron libre. Ese mismo díaaprehendieron a Heriberto González «El Pirulete»,muchacho que compraba parque para los rebeldes,después de amenazarlo con fusilarlo fué puesto enlibertad a las 7 de la noche por influencia de Cázares.

Abril 13.- Este día y el siguiente se dedicaron acatear todas las casas de la orilla del pueblo.

Abril 14.- Pasó un avión y a las 6 llegaron de SanJulián tres camiones con federales saliendo al si-guiente día a las 5 a.m. para El Valle. Este mismo díasalió una escolta para San José y trajo nueve prisio-neros acusados de darles alimento a los rebeldes,entre los presos venían los señores Concepción Padilla,Francisco Márquez y Pedro Loza, al llegar en éstaquedaron en libertad lo mismo que Gutiérrez, el deMirandilla. Desde esta fecha hasta el 24 no dejaronde pasar diariamente uno o dos aeroplanos.

Abril 15.- Salió Olivares para San Julián. Al díasiguiente a las 3 a.m. llegaron tres autos con el

LA CRISTIADA

pág. 41Bol-227

pagador, y a las 9 a.m. llegaron de El Valle 200agraristas y en seguida pasó un avión por el oriente dela población.

Abril 17.- Llegó el general Díaz con el 10° regi-miento y tres camiones con infantería. Estos regresa-ron inmediatamente para San Julián llevándose alpagador. A la 1 p.m. de ese mismo día salió Díaz paraEl Valle con 1,800 agraristas dejando aquí una escol-ta de 100 hombres al mando del coronel LeandroAlfaro C.

Abril 18.- A las 10 a.m. llegaron de San Juan delos Lagos 200 agraristas. Este día se inició en Tepa-titlán un combate.

Abril 19.- Murió en este lugar el Padre Vega(combatiendo).

Abril 20.- Llegó de San Julián el general Saturni-no Cedillo con 200 federales y agraristas, recogiendoparte de la tropa que aquí estaba, salió el mismo díaa las 3 para El Valle. Este día Hermenegildo Reynosoy Salvador Martín aprehendieron y golpearon brutal-mente a Susano Ortega porque había asustado a unasseñoritas que vestían a la moda, después de obligarloa hacer el aseo de la plaza quedó libre ese mismo día.

Abril 21.- A las 10 de la noche llegaron trescamiones con heridos, de Tepatitlán, pasándose doshoras después para San Pedrito dejando un cadáver,el cual fué sepultado al día siguiente a las 2 p.m. en elcementerio.

Abril 22.- A la 1 a.m. llegaron dos camiones conlos cadáveres de un general y un coronel, pasándose

en seguida para San Pedro, los custodiaban regularnúmero de federales de infantería.

Abril 23.- Fué aprehendido Jesús Delgado en elcerro de La Llave por el teniente coronel SantiagoCasillas, conducido a El Valle y después a ésta,donde habiendo dicho que se ocultaba nada más porser cantor de la parroquia, lo dejaron libre; sabido locual por Salvador Martín fué a decirle a Alfaro queJesús había sido secretario del Padre Vega, estomotivó que fuera reconducido a la cárcel donde se lesujetó a tormento hasta que confesó que era soldadode Cristo Rey, por lo cual fué sacado por el mayorJacinto Villarreal para La Llave y de ahí desterrado aSan Luis Potosí.

Abril 25.- Hubo un combate en Pajaritos entre losagraristas y el jefe católico Felipe Aceves, habiendotenido éstos un herido leve y de los agraristas murióel teniente coronel Santiago C., y un herido, el cualfué conducido a ésta en hombros de pacíficos, loscuales al llegar a ésta y en recompensa de susservicios quedaron presos, no saliendo hasta elsiguiente día mediante una multa de cien pesos y lasgestiones que hizo en favor de ellos el Sr. FranciscoGonzález.

Abril 30.- A las 7 a.m. entraron los generales Díazy Olivares con 70 soldados agraristas pasándose doshoras después para Lagos.

Mayo 1° de 1929.- Cerca de San Julián se desco-nocieron los agraristas de Olivares con los de laguarnición de allí, trabándose un combate del que

LA CRISTIADA

pág. 42 Bol-227

resultaron varios muertos. Ese mismo día pasó paraSan Julián un avión.

Mayo 6.- Salió para San Juan de los Lagos unaescolta conduciendo al pagador.

Mayo 7.- Cerca de San José de los Reynoso huboun tiroteo en que murió un sobrino del general Cedillo,y al Padre Pérez Aldape le mataron el caballo, visto locual por Cesáreo Reynoso le cedió el suyo al Padrepara que se salvara y él siguió peleando a pie hastarechazar al enemigo.

Mayo 8.- Desde este día hasta el 21 estuvo pasan-do un aeroplano sin dejar de hacerlo un solo día.

Mayo 9.- Salió Néstor Galván, policía, con unaescolta para San José de los Reynoso, a traer hoja,regresando ese mismo día.

Mayo 10.- A las 5 a.m. salió un camión conagraristas para San Julián, como encontraron cerra-do un potrero en El Tepozán, pretendieron ahorcar aDaniel Moreno como encargado de dicho rancho,habiendo probado que él no había cerrado, lo dejaronlibre. El mismo día 10 estando en San José de losReynoso 200 agraristas, «El Chivero» acompañadode otros dos les hizo unos tiros, y como lo siguieron,al llegar al Refugio les hizo dos bajas, por lo quedejaron de perseguirlo.

Mayo 15.- Atacaron los rebeldes a Tepatitlán,motivo por el cual pasaron por ésta 4 camiones confederales procedentes de Lagos. Como el tiroteohabía sido ligero regresaron al lugar de su proceden-cia el 17° Regimiento.

Mayo 16.- A las 5 a.m., el Chivero, MartínGonzález y otros dos hicieron unos tiros de la orillaOriente de la población, siendo contestados por lapolicía. Ese mismo día a la 1 p.m., se trabó uncombate en San Juanico entre los rebeldes de Valdésy una partida de agraristas, teniendo éstos variasbajas. De los de Valdés quedó herido Jesús Jiménezy otros tres más, uno de los cuales murió al siguientedía. Ese mismo día se fué espontáneamente con unmayor de los agraristas, Juana Padilla media herma-na del Chivero.

Mayo 19.- A la 1 p.m. entró la tropa que habíacombatido en San Juanico, saliendo al siguiente díaa la 1 p.m. para San José de los Reynoso, donde ainstancias de la hermana del Chivero saquearon algu-nas casas; siendo una donde guardaba la ropa supropio hermano, y pretendiendo se raptaran algunasseñoritas denunciadas por ella misma; pero como

opusieron una resistencia firme, los agraristas lasrespetaron.

Mayo 22.- A las 11 a.m. entraron de San Juan delos Lagos 100 agraristas.

Mayo 24.- A las 8:30 de la noche dos rebeldeshicieron unos tiros, saliendo una escolta a perseguir-los se retiraron.

Mayo 26.- A las 11 de la noche asaltaron la casa delSr. Andrés Camarillo con objeto de aprehender a suhijo Bonifacio, porque éste había propagado la noti-cia de que era el representante y comisionado de losrebeldes para recoger fondos en ésta (falso, por cierto)habiendo logrado huir, su padre fué golpeado.

(PÁGINAS 382-383. DEL TOMO IV).

Mayo 27.- Unos agraristas a las 11 de la nocheasaltaron la casa de la Sra. Senorina Muñoz preten-diendo raptarse a sus hijas, habiendo ella pedidoauxilio le fue impartido por el Presidente MunicipalHermenegildo Reynoso.

Mayo 28.- Al perseguir los agraristas a una partidade alzados en Mirandilla dieron muerte a BenitoGonzález que estaba en su trabajo. Este se habíalevantado en armas; pero cuando su padre vió quecomenzaron a robar y a cometer depredaciones leprohibió a su hijo que continuara, por lo que se dió asu trabajo en el campo; prestándoles, sin embargo laayuda que le era posible a los alzados, al morir lanzóvivas a Cristo Rey.

Mayo 30.- Entraron de Tepatitlán varios agraristasdispersos.

Junio 1° de 1929.- Salieron 100 agraristas paraTepatitlán.

Junio 4.- Entraron de La Llave con un pacíficopreso y lazado.

Junio 6.- A la 1 p.m. llegó el Cap. Santana con 8presos de Jalostotitlán entre ellos venían los herma-nos Máximo y Catarino Hermosillo. A las 4 delmismo día llegaron sus familias a gestionar su liber-tad. Ese mismo día circuló la noticia de la muerte deEnrique Gorostieta acaecida el 2 del mismo mes enLa Hacienda de El Valle.

Junio 7.- Hubo un tiroteo en Maravillas entre 100agraristas que habían salido de ésta dirigidos porBenito Jiménez y Salvador Martín, cinco rebeldesmandados por Salvador Camarena sin resultado nin-guno. Ese mismo día en la Mesa del Puertecito 8rebeldes hicieron correr a los agraristas que habíansalido a recoger hoja.

LA CRISTIADA

pág. 43Bol-227

Junio 8.- Los agraristas que llevaban Benito ySalvador Martín golpearon y arrastraron a un rebeldeen Cruz de Orozco dejándolo moribundo.

Junio 13.- En la noche dieron libertad a los presosde Jalostotitlán mediante una multa de 100 pesos.

Junio 14.- A las 11 a.m. entraron 80 federales del74 Rgto. de Caballería. Por la tarde llegaron Benito ySalvador Martín con los 100 agraristas. Ese mismodía salió Néstor Galván con agraristas para La Llave.

Junio 14.- Cerca de San Julián los federalesdel Coronel Quiñones sorprendieron a cuatrorebeldes; habiendo huido tres, fue hecho prisio-nero Juan Torres el cual mientras seguía persi-guiendo a los que huían él amarrado era condu-cido por el asistente de Quiñones; pero lograndodesatarse las ligaduras de los brazos, de unapedrada derribó del caballo a su conductor ydándole muerte se fue en el mismo caballo lle-vándose además las armas.

Junio 15.- Dieron libertad a los últimos presos deJalostotitlán.

Junio 16.- A la 1 de la mañana salió para Colimael Coronel Alfaro C. con todos los agraristas. Esemismo día llegaron de Jalostotitlán 200 federales del74 Rgto. pasándose luego para Arandas.

Junio 17.- Salió una escolta al Oriente del Muni-cipio a perseguir a los rebeldes.

Junio 18.- Salió otra escolta para Jalostotitlánquedándose en ésta únicamente 8 soldados.

Junio 20.- Pasó de Norte a Sur un avión.Junio 22.- Llegó el Coronel del 74 con un rebelde

preso; el Dr. Luis Bellina médico de la tropa que seopuso a que se le diera alimento, por la noche SalvadorMartín y Néstor Galván penetraron a la prisión y ledieron tormento. Esa misma tarde se recibió un tele-grama de San Juan de los Lagos, avisando que estabaarreglada la cuestión religiosa.

Junio 23.- Salió el Coronel para San Julián y elmismo día a las 10 a.m. llegó de Aguascalientes el Sr.J. Jesús Hernández con una extra de El Universalconfirmando la noticia del arreglo.

Junio 25.- A las 12 regresó el Coronel quienordenó que se diera un repique para avisar oficial-mente que el conflicto había terminado. Repique quepor el entusiasmo del pueblo duró 7 horas.

Junio 26.- Salió el Coronel para Lagos llevándoseel preso.

Julio 3.- A las 11 a.m. se recibió un mensaje de laSría. de Gobernación ordenando al Presidente Muni-cipal entregara los templos al Sacerdote que designa-ra la Sagrada Mitra.

Julio 5.- Salvador Martín y Miguel HernándezGutiérrez salieron a Charco Grande y como los vieraun rebelde les hizo unos tiros poniéndolos en fuga.

Julio 8.- A las 6 p.m. llegó de Guadalajara la Srita.Evarista Romo con una carta del Sr. Vicario GeneralCanónigo D. Manuel Alvarado ordenando al PárrocoD. Fermín Padilla que recibiera los templos. Estedigno Párroco, exponiendo su vida, no abandonó niun momento a los fieles a su cargo, permaneciendooculto y con heroísmo admirable en unión del Sr.Pbro. D. Higinio Gutiérrez no dejaron de administrarlos Sacramentos, especialmente a los moribundospor quienes no vacilaban en exponer su vida.

Julio 10.- Se recibió un telegrama avisando larendición de D. Miguel Hernández.

Julio 12.- A las 12 del día se firmó el acta de laentrega de los templos.

Julio 13.- A las 6 p.m. se recibió un telegrama dela Sgda. Mitra de Guadalajara autorizando al Sr. CuraPadilla para bendecir los templos y reanudar el culto.

Julio 14.- A las 6 a.m. se bendijo el Santuario deLa Purísima, en seguida se celebró la primera Misapor el Sr. Cura D. Fermín Padilla, y a las 9 la segundapor el Padre D. Higinio Gutiérrez. El mismo día a las2 p.m. cerca de Santa María de la Paz, el Chiveromató a Jesús Jiménez, y en la noche a las 11, SalvadorMartín mató en ésta a Benito Jiménez.

Julio 20.- Llegó a rendirse el Chivero acompañadode su asistente, saliendo luego de haber arreglado surendición para regresar al día siguiente con otrosocho soldados.

Julio 25.- A las 6 a.m. se bendijo el templo parro-quial por el Sr. Cura D. Fermín Padilla. Acto continuosalió el Santísimo en procesión desde el Santuarioformando valla desde la puerta de un templo hasta elotro las personas que habían apadrinado el acto de labendición, teniendo velas encendidas y arrojandoflores y perfumes al paso del Santísimo. En seguidacelebró la Santa Misa el propio Sr. Cura acompañán-dolo como Diácono el Sr. Pbro. D. Felipe de JesúsGonzález que acababa de llegar, y como Subdiáconoel Sr. Pbro. D. Higinio Gutiérrez.

(PÁGINAS 25 A 27 DEL TOMO V)

LA CRISTIADA

pág. 44 Bol-227

19.- 19.- 19.- 19.- 19.- GENERAL EN JEFE:GENERAL EN JEFE:GENERAL EN JEFE:GENERAL EN JEFE:GENERAL EN JEFE:ENRIQUE GOROSTIETAENRIQUE GOROSTIETAENRIQUE GOROSTIETAENRIQUE GOROSTIETAENRIQUE GOROSTIETA

Al oír este nombre, todo mexicano genuino debe-ría escuchar en su alma clarinadas de lucha, sentiramor intenso a los más nobles ideales, vivos anhelosde libertad santa, nobilísima satisfacción de ser hijosde México.

Sin embargo, no es así.Es que un negro y espesovelo de vituperable ingrati-tud, de criminal olvido, se hahecho caer sobre la memoriadel Generalísimo de losCristeros y sobre la SantaEpopeya.

No ha sido nada extraño,por tanto, que un escritorneoleonés, conterráneo delHéroe, Francisco Naranjo,haya publicado en septiem-bre de 1936, un artículo queintituló: «¿Quién era EnriqueGorostieta?»

«Personaje un tanto mis-terioso -contesta- para lasnuevas generaciones lo es,sin duda, el General EnriqueGorostieta, jefe de la sedi-ción cristera, oriundo deMonterrey; hijo de brillantejurisconsulto. Después de ha-ber cursado los estudios pre-paratorios, ingresó en elColegio Militar de Chapultepec; por los años de 1910y 1911, salió a filas y cuando sobrevino el cuartelazode Huerta, en 1913, ya era oficial de graduación.Ascendió a General; al triunfo del constitucionalismose desterró a los Estados Unidos y Cuba, regresandoa México alrededor de 1919, dedicándose a negociosquímicos. Su aspecto era jovialísimo, un gran gim-nasta y un gallardo jinete, valiente hasta la temeridady cariñoso con sus allegados y amigos. Quienes loconocimos guardamos un gratísimo recuerdo de susimpatiquísima persona, que en forma sorprendentee ilógica, abrazó la causa cristera, sin ser precisamen-te lo que se llama un «mocho», ni menos un fanático.

El que estas líneas escribe, cree que la determina-ción tomada por Gorostieta de luchar a favor de los

cristeros, más se debió a circunstancias precarias, quea otra cualquier cosa. Enrique Gorostieta, luchandocontra lo imposible, llegó a operar en extensas zonasde los Estados de Jalisco, Colima, Michoacán yGuanajuato, y ya concluido y solucionado el proble-ma religioso, las fuerzas de Cedillo le dieron alcancey lo mataron el 2 de junio de 1929.

Termina el articulista:«El 19 de junio se dio por

terminada la lamentable, portodos conceptos, rebelión cris-tera, anunciando el Gobiernoque precidía el licenciado donEmilio Portes Gil, que el cleromexicano había aceptado some-terse sin modificación alguna, alas leyes constitucionales delpaís. Así terminó una de las másestériles rebeliones de México».

Mal, muy mal informadohallábase el amigo del Genera-lísimo, a quien he citado, por-que es una prueba de la dolorosaignorancia en que se ha sumer-gido al pueblo mexicano sobreacontecimientos de enorme tras-cendencia para su destino.

Cierto: Gorostieta por su for-mación, por sus relaciones, poruna serie considerable de cir-cunstancias, era liberal, pero te-nía clara inteligencia. No, nofueron circunstancias precariaslas que lanzaron a Gorostieta ala brega, hasta llegar a ser el

Generalísimo de las Huestes Cristeras, sino el ardien-te amor a la patria, el amor y el respeto a los santosprincipios de la conciencia: era en realidad, un cris-tiano cabal.

Simpatizó desde el principio con la Epopeya Cris-tera y como estratega y técnico militar de primerorden, proporcionó valiosos consejos al Comité deGuerra de la Liga Nacional Defensora de la LibertadReligiosa.

Subyugado por los humildes cristeros, cuya feinmensa en Dios y cuyo heroísmo en defensa de laIglesia y de la Patria, colocaron a México en lascumbres de la Cristiandad, el General se «encristerió»,amó virilmente a sus soldados y sus soldados leamaron a él.

General Enrique Gorostieta

LA CRISTIADA

pág. 45Bol-227

«Un día se le acercó un ayudante: «General, aquelmuchacho quiere hablarle; que ha de ser con ustedpersonalmente».

«Y se fue hacia él. Era el tipo de nuestros ranche-ros del Bajío, joven como de unos 23 años, alto,apuesto, limpio en su persona y su atuendo. Despuésde unos minutos de conversación, vimos que elGeneral le ponía el brazo en ademán afectuoso sobrela espalda y caminaron así algunos metros hasta queel joven se despidió y partió. Gorostieta le contemplóunos instantes y volvió a nosotros.

«¿Saben ustedes a qué ha venido ese hombre? Arogarme que le admitiese con nosotros. Le preguntési tenía arma, porque no tenemos rifle disponible yme respondió: -Perdóneme, General, pero como ganomuy poco, y tengo familia, ni sé cuanto juntar paracomprarme un arma; por eso me animé a suplicarleque me reciba así.

-¿Qué familia tienes? -Mi mujer, cuatro hijos yuna madre anciana... -Y si tú te vienes con nosotros,¿qué hacen ellos? -La Providencia es muy grande yno les ha de faltar mientras yo le ande sirviendo,General. Ellas mismas me lo dicen. -Mira, si tuvieraun arma, te la daría; pero yo creo que tu puesto porahora está al lado de tu familia. Allí sirves tambiéna la causa. Vete tranquilo. -Está bien, General. Yaque no se puede, recíbame aunque sea esto: es lo quehe podido reunir desde hace cuatro meses que de-seaba alistarme. Y sacando tres monedas de cin-cuenta centavos me las dio. Las tomé, las metí en mibolsa y le dije: -Ya te las he recibido y te lo agradez-co. Dios te bendiga, pero ahora, tú vas a hacer lo quevoy a decirte: estas monedas se las darás de mi parteal que tú quieras más de tus hijos varones... -Estosson nuestros hombres, a cada paso me salen gentesasí...

Y otro día contaba: «Salíamos de San Julián,donde reunimos un buen número de los nuestros, yya fuera del pueblo... oí una voz chillona que grita-ba: General, mi General, y vino una vieja que arras-trándose, se me acercó. ¡Ay, General, qué diera yopor irme con ustedes!, aunque fuera para echarleslas tortillitas; pero, ya ve, estoy que no puedo nimoverme y casi ciega. ¡Cuánto quisiera yo ayudar-les! Tome, General, tome aunque sea esta ayudita,no tengo más: soy limosnera...» Y me dio estas dosmoneditas de diez centavos. Le dices a mi mujer queme mande hacer un anillo de otro fino y me lasguarde muy bien, porque he de dárselas a nuestrohijo mayor cuando tenga edad para entender esto.

¿Creen Uds. que esta causa puede dejar de ganar? Sise pierde será porque no sepamos defenderla; perono, no se puede perder».

No puedo resistir a citar los párrafos de otra cartaque Gorostieta dirigió a uno de sus amigos, confir-mando la verdad de lo que en el transcrito informeexpresa:

«... Le debo decir que he logrado incrustrarme enel alma del pueblo, de modo firmísimo. Creo, sintemor de equivocarme, que soy popular en las regio-nes que he visitado. La visita que he hecho a diversospueblos de segunda o tercer orden, tanto aquí comoen Michoacán, lo prueban de manera concluyente.Yo he visitado esos pueblos, después de que hicieronsu entrada en ellos nuestros soldados, casi siempreencabezados por Jefes regionales muy populares, esdecir, el entusiasmo primo pasado, y en todas parteshe sido recibido en tal forma, que aseguro a Ud. sinmetáfora, que en algunos he llegado al triunfo, a laovación, y, por ejemplo, en el caso de Jalostotitlán,créamelo, a la apoteosis. He salido de allí, los ojoshúmedos de emoción, el corazón confortado por elprecio a mi esfuerzo, y la voluntad decidida a seguirluchando, si es preciso toda mi vida, hasta conseguirverdadera libertad para estos pobres corazones, gran-des y puros, que se entregan besándome las manossólo porque he sido justo y humano con ellos, sóloporque por vez primera se han encontrado con unsoldadote que no los abusa ni ultraja. Estoy conmo-vido. Si Ud. además reflexiona sobre mi dureza alhacer que toda esta gente cumpla con el deber, medará la razón al conmoverme».

Sabíase que se intentaban pactos de dos Preladosen nombre de la Sta. Sede, con los perseguidores. Fuecuando el Generalísimo dirigió una comunicación alComité Directivo de la Liga, el 16 de mayo del citadoaño fatídico de 1929, en que después de afirmar contoda verdad, que de «la actitud asumida sin género deduda por más de cuatro millones de mexicanos», era«producto de la Guardia Nacional, que cuenta ahoracon más de 20,000 hombres armados, y con otrostantos que sin armas pueden seguramente ser consi-derados en derecho como beligerantes», escribió:

«La Guardia Nacional es el pueblo mismo; es lainstitución que en el pasado y en el presente de lalucha, se ha hecho solidaria de la ofensa inferida alpueblo mexicano, en un tiempo indefenso, por mexi-canos traidores; la Guardia Nacional velará tambiénel futuro por los intereses de ese mismo pueblo, dedonde ha nacido.

LA CRISTIADA

pág. 46 Bol-227

Pero aún hay más: nuestra fuerza está constitui-da por un pequeño ejército, pobre en armas, riquí-simo en virtudes militares, que lucha cada día conmás éxito por libertarse de una jauría rabiosa que loesclavizaba; por un pueblo entero que está decidi-do a conquistar todas las libertades, y que tienepuestos sus ojos, no en la promesa banal que puedahacerse al Episcopado, sino en la obligada transac-ción a que tiene que someterse el grupo que ahoranos tiraniza.

Ni quien pretendiese entonces, a pesar de todo,rendirse. «En tres años de brega, se habían formadoen Los Altos -escribió uno de los oficiales delGeneralísimo- pies veteranos de guerrilleros acos-tumbrados ya a todos los sistemas de ataque de loscallistas. No había riesgo de que los Amaros oAlmazán, los Cárdenas o Figueroa doblegaran aque-lla resistencia: nuestros soldados no miraban hacia elNorte con la menguada esperanza de volar allá alprimer tropiezo e ir a terminar una aventura políticacon un destierro ominoso.

«La muerte de Gorostieta acaeció el 2 de junio de1929, diecinueve días antes de los arreglos. El, consu acompañamiento, muy corto, había pernoctado lanoche anterior, en la Hda. de La Yerbabuena, ydispuso que se trasladaran a la Hda. de «El Valle».Los callistas salieron de la Hda. de Portezuelo,situada al otro lado del cerro, y pasaron éste por unavertiente que va a dar precisamente al casco de laHda. de «El Valle», y estaban bien ajenos a queGorostieta y los suyos estuviesen allí, a tal grado,que cuando éstos comenzaron a hacer resistencia,advertían a los que atacaban que suspendieran elfuego, porque ellos eran amigos: creían que estabanen la finca unos agraristas. Pero al darse cuenta deque quienes allí se encontraban eran cristeros, separapetaron en una cerca de piedras que queda allado de la plazuela, frente al casco de la Hacienda.Gorostieta, estimando que no le quedaba más recur-so que morir combatiendo o escapar, enmedio de lasbalas de los enemigos, montó en su caballo y pasófrente a la cerca: el enemigo abatió luego su cabal-gadura. Regresó el Gral. a la casa de la finca; allí seproporcionó nueva montura, subió a ella, tomó elcrucifijo que siempre traía en el pecho (según habráseadvertido en las fotografías que circulan del Caudi-llo), y mirándole con fervor dirijióle algunas pala-bras, le besó, y picando al animal, salió de nuevo: elenemigo abatió a éste, y Gorostieta cayó atravesadopor una bala que le perforó el vientre. Se acercó a élun soldado y le dio el golpe de gracia dándole un

balazo cerca de un ojo. No hubo emboscada... Luegoque los callistas tomaron presos a los compañeros deGorostieta, el Jefe que los dirigía, preguntó a éstossi efectivamente, era Gorostieta el muerto. Un ca-llista se atrevió a brincar sobre el cadáver, yRodríguez en el acto le pegó un bofetón, advirtién-dole que el cadáver que allí estaba era de un hombrevaliente y de mérito como militar. Rodríguez habíasido condiscípulo de Gorostieta, pero no lo recono-ció luego, porque el rostro de éste estaba lleno desangre y tierra».

Sus restos descansan amparados por una bellísimaimagen de Cristo Crucificado, y sobre su tumba seinscribió la palabra sagrada de combate: «¡Viva Cris-to Rey!»

«A la memoria del General de División EnriqueGorostieta y Velarde. Su esposa e hijos. Nació enMonterrey, N. L., el 8 de diciembre de 1890. Dios lollamó a su seno el 2 de junio de 1929. Fue cristiano,patriota, militar y caballero. Tuvo un ideal en su viday por él supo morir: Dios, Patria y Libertad».

(PÁGINAS 233 A 240 DEL TOMO II)

20.- 20.- 20.- 20.- 20.- GENERAL JESÚSGENERAL JESÚSGENERAL JESÚSGENERAL JESÚSGENERAL JESÚSDEGOLLADO GUIZARDEGOLLADO GUIZARDEGOLLADO GUIZARDEGOLLADO GUIZARDEGOLLADO GUIZAR

(Sucesor de Gorostieta)La Liga nombra inmediatamente nuevo JefeLa muerte del meritísimo General en Jefe de la

Guardia Nacional don Enrique Gorostieta, ha dejado,no sólo en el Comité Directivo de la Liga y en losmiembros de ésta, sino aún en muchos de nuestrosadversarios, un sentimiento de honda pena por taninmensa pérdida. Aunque conformes con la voluntaddivina cuyos inescrutables designios somos incapa-ces de comprender, nuestra flaca naturaleza paga sutributo al dolor.

Aplaudimos que la heroica Brigada de Los Altosque tan de cerca tuvo al gran soldado, lleve a susepulcro el ardiente homenaje del amor y la gratitud,y perpetúe la memoria del ilustre General llevando yasu glorioso nombre.

Aunque la autoridad en ésta procuró ocultar lahora del entierro del nuevo mártir, poniendo trabas alas gestiones de su familia, el entierro estuvo bastanteconcurrido. Nuestra tricolor bandera se extendía so-bre el ataúd y llevaba escrito en claros caracteresnuestro glorioso grito de guerra: «Viva Cristo Rey».

LA CRISTIADA

pág. 47Bol-227

Durante el trayecto, la gente marchaba rezando envoz alta el Rosario y cantando himnos religiosos, y enel momento solemne de depositar el cadáver en sufosa, con vibrante entusiasmo todos cantaron el him-no nacional.

Sentimos mucho que algunos de nuestros solda-dos cayeran prisioneros y confiamos en Dios que, losrecursos que hemos movido para salvaros, nos densatisfactorios resultados.

El mismo día que la prensa de ésta,dió la noticia de la muerte del Gene-ral, el Comité Directivo nombró alseñor General Degollado, con elcarácter de provisional, Generalen Jefe de la Guardia Nacional ycon propio le remitió su nombra-miento.

Las relevantes cualidades queadornan al señor General Degolla-do, le fueron reconocidas por elGeneral Gorostieta quien le nom-bró Segundo Jefe de la GuardiaNacional; creemos que el Jefe, Ofi-ciales y soldados de la Brigada«Enrique Gorostieta» conocen yestiman de igual manera al señorGeneral Degollado y por ello, esta-mos seguros de que le prestarándebida obediencia y respeto y hoy,más que nunca, unidos por el ideal queperseguimos, darán muestras de su exce-lente disciplina y de una unión a toda prueba, comola mejor demostración de que son verdaderos solda-dos de Cristo.

Soy de usted afectísimo amigo y ato. s.s. -México,D. F., a 12 de junio de 1929.

Dios y mi derecho.- Rafael Ceniceros y Villareal.-Presidente.

Al señor General Don Aristeo Pedroza. Los Altos,Jal.

Liga Nacional Defensora de la Libertad Reli-giosa

Comité Directivo.- Oficina Central.Este Comité, inmediatamente después de la honda

conmoción sufrida por la dolorosísima prueba queDios nos ha enviado con la muerte del Sr. GeneralDon Enrique Gorostieta, quiso cumplir con el deberde nombrar, proveyendo así a urgentísima necesidad,al nuevo Jefe de la Guardia Nacional.

Por acuerdo unánime de este Comité, dicho nom-bramiento se extendió, desde luego, en favor delseñor General de División, Don Jesús DegolladoGuízar.

Las relevantes cualidades de que Dios NuestroSeñor ha querido adornar al Sr. General Degollado,son ampliamente conocidas y estimadas por Ud. y portodos los miembros de la Guardia Nacional, por lo

que estamos seguros de que le prestaránla debida obediencia y respeto y hoy

más que nunca, unidos por el idealque perseguimos, darán muestrasde una excelente disciplina y deuna unión a toda prueba, como lamejor muestra de ser verdaderossoldados de Cristo.

Remitimos a Ud. adjunta, lacopia del nombramiento que he-mos extendido en favor del Sr.General Degollado.

Sírvase Ud. hacer del conoci-miento de las corporaciones quedependen del Comité Especialque Ud. dignamente preside, loantes expuesto, sugiriéndoles alos jefes con mando de fuerzasque hagan manifestaciones porescrito, de su adhesión y respeto

al nuevo y digno Jefe de la Guar-dia Nacional.Dios Nuestro Señor guarde a Ud.

muchos años.- México, D. F. a 6 de junio de 1929.-Dios y mi derecho. José Tello. Secretario Rúbrica.

(PÁGINAS 91-92. DEL TOMO VI)

21.- 21.- 21.- 21.- 21.- ARMAS.ARMAS.ARMAS.ARMAS.ARMAS.CÓMO SE PERTRECHABACÓMO SE PERTRECHABACÓMO SE PERTRECHABACÓMO SE PERTRECHABACÓMO SE PERTRECHABA

A LOS CRISTEROSA LOS CRISTEROSA LOS CRISTEROSA LOS CRISTEROSA LOS CRISTEROS (Síntesis)Compra de armas y parque en Estados Unidos.-

Su paso de contrabando a territorio patrio.- Sutraslado y distribución a los cristeros.- Riesgo,penalidades y sacrificios sufridos.

(Tomado de las Memorias del Ing. Efrén QuesadaIbarra, Cap. de Edo. Mayor).

Arreciaba la embestida de Calles en contra de loscatólicos de México y al parejo que en las ciudades ypueblos, se encarcelaba, escupía, escarnecía y robaba

General JesúsDegollado Guizar

LA CRISTIADA

pág. 48 Bol-227

al ciudadano pacífico, con el pretexto de una des-obediencia hacia leyes espúreas que aún ahora sub-sisten, «no les queda otro camino que el de lasarmas... y estoy preparado...», resistencia que sehabía convertido en una gesta de cíclopes: de un ladoel poder, el dinero, los recursos de la masonería y dela anti-patria en poderosa coalición; del otro lado elpueblo unido y único, el pueblo de México que lanzóa la lucha su cuerpo desnudo, su cuerpo inerme degladiador romano que repitiera, ahora aquí en tierrasde Anáhuac, la tragedia del circo en donde ya seescuchaba el grito infamante de «los cristianos a losleones».

No había modo pues de medir las fuerzas de lasarmas, que no digamos en abundancia, en derroche,usaban los sicarios del tirano, y las pocas y muy malparqueadas que los católicos ya habían arrebatado, desus mismas manos, a los verdugos.

En la calle de Pedro Moreno de la ciudad deGuadalajara, por el centro y cercana a la Universidad,tenía la familia Espinosa sus católicos, todo estocomo ensayo de los que pasa, hogar típico de gente delos Altos, venida a la ciudad. Conservaba, comotodos los alteños de abolengo cristiano, la especial ymuy virtuosa costumbre del apostolado seglar y de lapráctica de la caridad de que convierte a aquel bastiónde Jalisco en semillero de caracteres rectos, aptospara la vida activa y para el trabajo honrado.

En la puerta de la casa se cruzaban maestras deescuelas parroquiales, estudiantes de inconfundibleaspecto seminaril, otros de mirada alborotada y librodebajo del brazo... que en Jalisco tuvo preliminaresde barbarie asesinando al Padre Galván, cerrandotemplos y asaltando familias por cuya casa se oculta-ban los sacerdotes.

El interior de esta casa era el lugar de cita de losdirigentes cristeros, que no obstante las pesquizas dela policía reservada en la capital tapatía, disimulabansus actividades entre el continuo ir y venir de lanumerosa clientela de un taller de costura, actividadnormal de un miembro de la familia.

En esta ocasión José Gutiérrez, jefe cristero desdelos primeros intentos de resistencia y yo, cruzamos lapuerta y a saltos por la escalera nos metimos a travésdel cancel de hierro de las antiguas casas deGuadalajara, hasta el último rincón, a cubierto deindiscreciones.

Se trataba de organizar, con la cautela y responsa-bilidad debidas, el transporte de cartuchos en canti-dad de sesenta mil piezas, desde la frontera en Nuevo

Laredo hasta Jalisco, y destinarlas a las fuerzas arma-das de los católicos que los necesitan imperiosamentepara continuar la lucha tan desigual con los sardos deCalles. Quedó convenido que saliera yo rumbo a lafrontera ya dicha y que conjuntamente LeopoldoVidrio y algún otro u otros que a nuestro juicio fueranresponsables, emprendiéramos la aventura.

La primera dificultad y sin duda la de mayormagnitud era la imposibilidad de usar el ferrocarrilpara el transporte del parque -entonces no se cono-cían las carreteras- ni en esa ni en menores cantida-des, habida cuenta de que los esbirros de Calleshabían extremado, la represión del traslado de ele-mentos bélicos para los católicos, hecha desde elprincipio de la lucha en cantidades mínimas usandoel ferrocarril, como el mismo médico Gutiérrez lohabía practicado con éxito en velices, en carga localbien disimulada pero de tremenda dificultad según seve, por la clase de elementos que las balas eran paralos cruzados.

Y justamente el llamado que se me hacía paraasumir la responsabilidad de la empresa entraba enconsideración por mi práctica en la conducción deautomóviles.

Se acordó utilizar automóviles en condicionestales, que no significara el menor riesgo de ser descu-bierta la carga y hacer el viaje aprovechando latemporada de secas que permitiera algún movimientopor veredas rudimentarias, que no llegaban ni abrechas transitables, realizando un larguísimo reco-rrido.

Cabe señalar que los envíos de parque a los levan-tados en armas hasta entonces sólo significaban pe-queñas remesas que eran insuficientes para sostenerla lucha de guerrillas, táctica obligada por la escasezde elementos, principalmente parque, y se fincaba eneste cargamento una acción militar de envergaduraque esperaban ansiosos los Jefes de nuestros cruza-dos, y consecuentemente tenían los ojos puestos enesta operación de parqueamiento extraordinario em-prendida por el Comité de Jalisco y que después sellamó Control Militar de Occidente, según la organi-zación dada a la defensa cristera. Fué evidentementeuna de las mayores cantidades de pertrechos quetuvieron en la lucha nuestros abnegados soldados.

Hay que considerar que la mayoría de las armasque traían los soldados de nuestra bandera, habíansido arrebatadas de las manos de los «federales» yagraristas en cuanta acción se empeñaron y pudieronsostener, muchas veces combatiendo hasta con pie-

LA CRISTIADA

pág. 49Bol-227

dras y con arma blanca, tal era la carencia de pertre-chos.

(PÁGINAS 281 Y SIGUIENTES DEL TOMO IV).

Hubimos de recorrer toda la ciudad y ademásentrevistar a los representantes de los jefes en armas,casi todos, damas de las Brigadas Femeninas de SantaJuana de Arco, organismo apenas iniciado y en elcurso de la lucha, heroico y eficaz brazo derecho delmovimiento. Y precisamente en busca de una de lasseñoritas que por entonces llevaba el peso de todo elintrincado sistema de enlaces, correos, entrevistas ycarreras.

Nuevamente en busca de Elodia por rumbos biendistintos de los anteriores pero con el valioso auxiliodel cochecito «wippet» propiedad de los cristeros yamparado con placas oficiales, que le daba derechono sólo a cruzar calles y caminos a buena velocidadsino, y en ello le iba la adquisición con dinero de losalzados, a pasarse los registros minuciosos de las«garitas» de la ciudad, puestos policíacos situados enlugares estratégicos, bien cargado de pertrechos yelementos para la guerra.

La Srita. Elodia nos puso sobre la pista de Vidrioa quien debía encontrar en tal y cual hotel de Saltilloy por toda presentación decir: «NELO», además deque su seudónimo era Rafael Galván. Regristró minombre y se establecieron los enlaces para cualquieremergencia y en tan dilatado recorrido. Además medió la cifra de cartuchos, en dónde estaban en esemomento, puestos vulnerables del envío, que habíaintroducido de contrabando en la frontera, adquirién-dolo de una ma-fia especializadaen esos menes-teres, a la que Vi-drio había ase-gurado que setrataba de unembarque co-mercial, en pre-visión de los du-rísimos castigosde los gringos atodo el que lle-vara auxilio bé-lico de aquelpaís a nuestros,para ellos odia-dos, cristeros.

(PÁGINAS 309 A 311 DEL TOMO IV).

De súbito y cortando a filo cualquier duda se hizopresente en el estruendo de la máquina, el tren paraLaredo, al que súbitamente salté asiendo mi pequeñoequipaje que luego acomodé en el asiento del clásicocoche.

Los coches de caballos se acercan a la estación delFerrocarril a recoger viajeros, en uno de ellos laemprendimos hacia el Hotel que se me habían indica-do en Guadalajara para el encuentro con Vidrio,quien no estaba allí alojado, pero dejó aviso quellegaría en breve, por lo que nada tuve que temer ytranquilamente hospedado me entregué a reponer lasfuerzas gastadas en la agotadora jornada. Llegó efec-tivamente el compañero en la madrugada y se fué a micuarto que sin más presentación la emprendió aempellones para despertarme, con lo que alarmado,inquirí justamente con la frase «NELO», la identidaddel intruso. Tiritando de frío y de nervios con lamañana invernal nos fuimos a un café, lugar el menos

propicio parahablar, peroal que me lle-vaba Vidriocon perento-rias órdenes,siguiéndoloyo maquinal-mente comosi fuera al pa-redón.

El estadodel contra-bando bélicome fué des-crito en estos

términos: una cantidad aproximada a los veinte milcartuchos y algunas pocas armas automáticas para los

LA CRISTIADA

pág. 50 Bol-227

Jefes, que bien las necesitaban, estaban en Monterreyal parecer en lugar seguro. Se habían obtenido me-diante viajes de Vidrio a Laredo y aún a San AntonioTexas, en donde el entusiasmo y la entereza de unPrelado que hiciera famosa su Diócesis que aúnahora, como galardón inapreciable gobierna otroPrelado de auténtico linaje cristero, Monseñor Yerena,había obrado milagros para conseguir, custodiar yentregar aquella inapreciable ayuda a nuestros alza-dos en armas.

Otros cuarenta mil cartuchos estaban aún en Laredoy era urgente sustraerlos a las pesquizas yanquis, a lavez que a los sabuesos de Calles; estaban enteradosde que pasarían de un momento a otro al lado mexi-cano.

Se inició ese mismo día el largo camino paraconcentrar, recibir, cargar, esconder, pagar, conduciry -así fuera ya- entregar a los cristeros aquel valiosocargamento. ¡Qué bueno que fué así!

Para el traslado de los cartuchos, según lo esboza-do en Guadalajara, se haría uso de automóviles, de losmás fuertes, pero no precisamente nuevos. Se lesllenaría el chasis, desde el asiento delantero haciaatrás con una caja de lámina resistente, se les despo-jaría de los rellenos para los respaldos de los asientosy en todos esos lugares se acomodarían cajas decartuchos y algunas en cada coche.

La primera era recibir los cuarenta mil cartuchosen Laredo Texas, pasarlos al lado mexicano y con-tinuar a Monterrey, en donde se cargarían los otrosveinte mil para recorrer la segunda jornadaMonterrey-Saltillo. Las precauciones tomadas fue-ron las siguientes. Los dos coches harían el viajeentre Monterrey y Saltillo, lo más difícil a mi modode ver por estar erizado de peligros el camino con lavigilancia del ejército y policía callista, separados,pero con un punto de reunión en cada ciudad. Losdos coches fueron adquiridos uno en Saltillo y otroen Monterrey.

(PÁGINAS 323 A 326 DEL TOMO IV).

Nadie vió nada. Esta lucha no fué comparadacon las épicas jornadas de Aníbal, ni Esparta niNapoleón. Esta lucha fué la respuesta de los hom-bres viriles, por encima de la tempestad desatadapor el malo y sus secuaces los contemporizadores,y esta lucha fué ganada y ahí está el dedo de Diosordenando a las tormentas aquietarse para empren-der, ahora ustedes descendientes de mártires, elcamino del bien.

El compañero salió preciso el día en que atravesa-ríamos el puente internacional de Laredo con el cochecargado de parque, habiéndolo recibido allí mismo,de los contrabandistas, y continuar nosotros a travésdel otro Laredo hasta Monterrey. Los neumáticos delcarro amenazaban estallar, tal era el peso del carga-mento que según me dijo Vidrio, fué colocado rapi-dísimo en el lado norteamericano, pagado y empren-dida la huída, que no otra cosa era la aventura de esedía, corriendo él con la cuenta de torear a ambos,contrabandistas y agentes norteamericanos hasta re-cibir yo, como queda dicho, el automóvil. Faltaba lagasolina para el camino, ningún camino había enton-ces, tratándose de una vereda polvosa que fué acorda-do, desde antes, recorrer al amparo de la noche, y asíhabía de hacerse: ¡hasta Jalisco!!, quedando a des-cansar en el día y en pleno monte aunque no ocultoscomo era de desearse, por la nula vegetación norteña,compuesta de chaparrales, lechuguilla, gobernadora,guayule y todo plagado de víboras. Para obtenerla deLaredo fue preciso adquirir acémilas contratadas yquedarme a esperar el combustible y al compañero,en los matorrales de alrededor, habiéndome instruídoVidrio que las polvaderas, vistas a lo lejos, corres-pondían a destacamentos de soldados callistas yhabía que retirarse cuanto antes con todo y cochehasta lugar aparte del supuesto camino de ellos.¡Interprétese la zozobra de todo un día, sin alimentosni bebida por haberse encargado el compañero deproveer, en vista de la útil renuncia para permanecerdentro de las calles de Laredo, entonces polvosas, contodo y coche, zozobra que crecía con el tiempo y elotear la distancia en busca del consabido signo: unacruz dibujada a lo largo y ancho del cuerpo con unlienzo blanco ó pañuelo de identificación.

El hambre y la sed de todo el día no me dejaban vercon optimismo los acontecimientos, además de queentrando la noche no me quedaba ni el auxilio o elconsuelo de estar mirando a lo lejos en acecho delcompañero cuya tardanza, más que el hambre, mecausaba angustia, asociando ideas con ciertos indi-cios que según me dijo Vidrio brevemente, hacíancreer que había sido delatado del lado norteamerica-no, el camino usual para que en el México se tuvieraaviso poniendo en movimiento a los genízaros que talvez anduvieran en seguimiento nuestro. La duda es elestado del espíritu por excelencia atormentador. Yaparejada con el desconocimiento del rumbo pordonde pudiera venir el peligro, como era el caso, fuédeterminante del miedo.

(PÁGINAS 335 Y SIGUIENTES DEL TOMO IV)

LA CRISTIADA

pág. 51Bol-227

22.- 22.- 22.- 22.- 22.- EL ESPÍRITU CRISTEROEL ESPÍRITU CRISTEROEL ESPÍRITU CRISTEROEL ESPÍRITU CRISTEROEL ESPÍRITU CRISTEROEstudio de nuestros Estatutos generalesEl inciso a) del artículo primero dice a la letra:

«Conservar, fomentar y dar a conocer en todo elmundo y de modo especial en México, el espíritucristero».

Y ¿cuál es ese espíritu cristero?I. ConservarConservar una cosa es mantenerla en el estado en

que se encontró cuando comenzó a ser, o cuandollegó a su máximo desarrollo. Lo contrario serádisminuir o aumentar, desmejorar o mejorar; pero noconservar.

No habrá que gastar mucha tinta para que nuestrosLegionarios-Cristeros se den cuenta de la necesidadde conservar el EspírituCristero, con sólo queentren en el recinto de supropia conciencia, y me-diten esta verdad: ¿Porqué fuimos a la lucha?

Fuimos a la lucha por-que la tiranía de un sólohombre había llegado alculmen. No se trataba deuna tiranía pasajera, sinode una tiranía que abarca-ba todos los planos, todoslos campos, todas las per-sonas, de todas las clasessociales; una tiranía queno sólo segaba la vida delcuerpo, sino que realizabael degüello del espíritu.

En este tiempo el tira-no en turno lo declaró muchas veces y a los cuatrovientos: «Yo no hago más que aplicar la ley».

«Pero esa ley era precisamente para barrer denuestro suelo el nombre de Cristo. ¡Esa era la consig-na de la ley!... Estábamos bajo el martillo de unatiranía que lo machacaba todo: familia y sociedad,escuela y hogar, cuerpo y alma, vida temporal y vidaeterna...

Por eso, oh cristero, como hombre de fe, comohombre de honor, levantaste el brazo para combatir...

¿No fué esa la causa, legionario-cristero, que tehizo ir a la lucha?

No podemos, ni debemos, ni queremos hablar dela cesación de aquella bendita lucha. Esos aconteci-mientos, (los de 1929), no fueron de los cristeros.Esos acontecimientos los permitió y los preparó elmismo Cristo Rey, para sus fines altísimos, que yaconoceremos en el último día.

El hecho histórico escueto fué así. Como nocesó la acción desastrosa de la ley que era lacausa, tampoco cesó el efecto que era espíritucristero. Porque puesta la causa se tiene que se-guir el efecto.

Por eso los Estatutos Generales pusieron en pri-mer término la palabra «conservar».

II. Fometar.No sólo no se quitó ni una tilde de la ley

persecutoria, sino que comenzó a aplicarse con ma-yor rigor, con mayor cinismo, con mayor ventaja,

puesto que ya no había que temer a la resistencia. Lallaga, como lo hemos dicho repetidas veces, se solapó;y la cangrena siguió invadiendo todo el organismosocial, sin aflorar a la superficie de manera ostentosa,pero sí más dañina.

Esto quiere decir que la causa se aumentó, y por lomismo, debió aumentarse el efecto. Por eso el legis-lador al redactar los Estatutos Generales escribió enseguida el verbo «fomentar».

Sí, el Espíritu Cristero, que domeñó a Calles, y quehizo bambolearse al régimen tiránico, debía no sólo«conservarse» sino «fomentarse».

LA CRISTIADA

pág. 52 Bol-227

III. ... dar a conocer en todo el mundo...Ciertamente. La tiranía clásica que Calles desen-

cadenó en 1926 en nuestra Patria, y que tendría queservir de modelo de las tiranías que después hemospresenciado en la culta Europa, y en Asia populosa;tuvo un sello especial de crueldad, la mordaza. Noquería el verdugo escuchar los lamentos ni las airadasprotestas de su víctima; y a esto se le llamó la«conjuración del silencio».

Pero hay una ley ineludible, y es que la verdad seabre paso; y en 1944, apareció un libro titulado: LasNaciones Extranjeras y la Persecución Religiosa, enel cual el Sr. D. Antonio López Ortega, nos pone demanifiesto el incremento que había tomado en Euro-pa, no sólo el conocimiento sino además la vivasimpatía, por los mexicanos que gemían bajo «lasangrienta persecución religiosa que se desencadenóen México».

IV. ... y de modo especial en México...Parece increíble que en México donde se desenca-

denó la furiosa persecución, no sea conocida; pero esla verdad.

Todos pueden comprobarlo.Basta con preguntar a personas católicas, que

pasen de 40 años de edad: ¿qué supieron de la guerracristera?

Las que vivieron en las zonas controladas por elmovimiento, darán mil detalles; pero las que vivieronen las zonas dominadas por la tiranía, poco o nadasabrán. La prensa estaba amordazada, y el tiranohacía circular las noticias que a él le convenían.

Por otra parte, será un bien muy grande que loscatólicos de edad avanzada se penetren del espíritucristero; pero de cualquier modo, ellos pronto se vana presentar ante Cristo Rey, y allí verán lo que les faltóver aquí. ¿pero nuestros hijos?...

¿Y los hijos de nuestros hijos?...(PÁGINAS 355-356 DEL TOMO III).

Vale la pena que los Cristeros meditemos un pocosobre estas interrogaciones.

Desde luego nadie podrá echarnos en cara quepretendemos introducir innovaciones entre los Le-gionarios, porque pretendamos resucitar entre ellosesa costumbre que es tan antigua como el mundo.

Ahora bien; piensen los Cristeros en esto: ¿Estarábien que sus hijos traten de imitarlos en esa actitudque tomaron en la epopeya gloriosa?

Cuando los Cristeros se lanzaron a la lucha endefensa de su Dios, en defensa de su Patria, y endefensa de su Libertad, sin procurarlo ellos, ni pen-sarlo, se convirtieron en un espectáculo digno de losángeles y de los hombres; todas las miradas se volvie-ron hacia ellos con admiración profunda; insignescatólicos de todo el mundo prodigaron encomios yalabanzas a los cristeros mexicanos; y lo que es másy mejor, lo primera y más grande autoridad en elmundo, el Romano Pontífice, el inmortal Pío XI, tuvopor ellos especial predilección.

Siendo esto así, ¿qué cosa más natural puedeencontrarse como el que los hijos de un Cristero,pretendan imitar a su padre en una empresa digna ynoble sobre toda ponderación?

Es cierto que a la terminación del conflicto, por lasespeciales circunstancias que entonces prevalecie-ron, esa gesta gloriosa quedó como sepultada, conmiras -tal vez- a que desapareciera de los anales de laHistoria. Pero los acontecimientos de esos tres añosépicos, fueron de tal magnitud, que a los 25 añosapareció la invicta Guardia Nacional contando susdolores y alegrías, sus derrotas y sus triunfos y susideales incumplidos.

Claro está que esa conservación y ese fomento nose refiere a los que actuaron el año de 1926-29,porque todos ellos, en el mejor de los casos, cifran yaen los 60 años, y la helada tumba los reclama comocosa propia; luego esa conservación y ese fomento serefieren a las generaciones que siguen, donde elprimer lugar lo ocupan sus propios hijos.

Instamos de nuevo a nuestros Cristeros, que en-trando al recinto de su propia conciencia se pregun-ten: ¿Por qué fueron a la lucha?

Fueron a la lucha para obligar al Estado a borrar lasleyes que ahogan a la Iglesia de Cristo, destruyen loscimientos de la Patria Mexicana, y violan las liberta-des esenciales de la persona humana.

¿Se quitaron esas leyes?¡No!El tirano usando de artimañas, dijo descarada-

mente a sus víctimas:-Les voy a aflojar un poco las cadenas; pero ya no

chillen.Y así lo hizo. Y de las leyes persecutorias no se

quitó ni una tilde.Eso enseña a tus hijos cristeros, porque esa es la

verdad. Esa es la realidad cruda y asfixiante.

LA CRISTIADA

pág. 53Bol-227

Los límites que tengo fijados para cada artículo deDAVID, no me permiten extenderme más; pero sialgún lector tiene alguna aclaración que pedir, escri-ba al autor de este artículo y se le responderá.

Abril 21 de 1958.(PÁGINAS 366-367 DEL TOMO III)

23.- 23.- 23.- 23.- 23.- EL ROSARIOEL ROSARIOEL ROSARIOEL ROSARIOEL ROSARIOEN EL CAMPO CRISTEROEN EL CAMPO CRISTEROEN EL CAMPO CRISTEROEN EL CAMPO CRISTEROEN EL CAMPO CRISTERO

En todas las relaciones publicadas y por publicar,se encuentra la frase de reglamento: «Después derezar el Rosario el campamento quedó en silencio...»

Cuando por aquel capricho sufrimos una sorpresaen la Hda. de Corrales, Zac., decía yo a los muchachosdel Reg. “Valparaíso”, que perdieron allí sus montu-ras: Udes. fracasaron porque no rezaron el Rosario;pero todos reclamaron asegurando que sí lo habíanhecho. Ah, -les decía- entonces a eso se debe que apesar de la sorpresa total no tuvieron ninguna baja, nisiquiera un herido.

Encabezando su escuadrón, el Mayor TrinoCastañón y los sentimientos entre Tula y Garo(Gertrudis Cárdenas y Margarito), que siendo los doscompetentes para «hacer coro», le tocaba al primeroque estaba al alcance de la voz del Mayor Pasillas,con el consiguiente descontento del perdidoso.

(PÁGINAS 41-42. DEL TOMO II)

24.- 24.- 24.- 24.- 24.- SANGRESANGRESANGRESANGRESANGREDE SACERDOTESDE SACERDOTESDE SACERDOTESDE SACERDOTESDE SACERDOTES

La ley del 2 de junio de 1926 fué la clarinadavibrante que hizo surgir al noble y abnegado pueblode Jalisco en la lucha católico-social defendiendo losintereses y derechos de Cristo y de su Iglesia.

El presidente Calles resolvió el problema con estadisyuntiva puesta a los Sres. Obispos que en repre-sentación del Comité Episcopal lo entrevistaron enagosto de 1926 «Señores: resumiendo lo que es, dijo:ya no hay más que dos caminos: o la RepresentaciónNacional o las armas; en ambos estamos prepara-dos».

«Qué lucha tan desigual’, dice un cronista de esagloriosa epopeya cristera, «El nuevo pueblo de Dios,se lanza casi inerme al campo de lucha y en repetidoscombates se vio a muchos hombres humildes ponerse

de rodillas en cruz ofreciendo sus pechos generososa las balas asesinas y portando sólo en la mano elrosario de la Virgen. En Aguascalientes militaba unbatallón de honderos que con piedras del arroyoazotaban a los nuevos filisteos; en otros lugaresrecogíanse las armas de los tiempos pasados, de todostamaños y de todos calibres y con cuchillos y palosdefendían los nuevos israelitas la inmunidad de susantuario y sus santas libertades».

Victorias estupendas fueron obtenidas por cristia-nos o católicos de la Arquidiócesis de Guadalajara enMesón de los Sauces, Arandas, en donde los jefeslibertadores Luis Anaya, Francisco Loza y VictorianoRamírez «El Catorce» ponen en desordenada fuga alos soldados callistas mandados por Waldo G. Garza;en San Julián: «Las huestes cristianas estaban ya parasucumbir, el campo estaba sembrado de cadáveres ycuando los gritos ebrios de los tiranos burlaban a loshijos de Dios: «Ola, cristeros miserables, que vengavuestro Cristo a salvaros de las balas de vuestrosenemigos» llegaron nuevos refuerzos a los católicosque empujan bizarramente en la lucha, haciendo quelos renegados, entre salvajes alaridos, se dispersaranpor doquiera.

Pero mientras nuestros hermanos se debatían enuna horrible y desigual lucha en los pueblos y en lacapital de la Arquidiócesis eran cegadas las vidas delos sacerdotes indefensos y de católicos heroicos queno tenían otro crimen que el de confesar a Cristodelante de los hombres.

La mujer de la Arquidiócesis de Guadalajara no-ble, valiente y digna formó escuadrones de aguerridasdefensoras de la fe y primero decretado el boycot ydespués yendo al campo de la lucha.

Al recibir los soldados callistas los primeros reve-ses, se enfurece el perseguidor y ordena el martirio delos sacerdotes y de los seglares en quienes hayafundadas sospechas de que favorecían la causa de lalibertad; no se establece distinción de edades y alpatíbulo, lo mismo va el niño que el anciano, el nobleque el plebeyo.

El 1º de Abril de 1927, una jauría de esbirrosconducidos por el inspector de policía AnastasioJarero rodea la manzana donde vivía la familia Vargas,en la calle de Mezquitán, de Guadalajara, a dondehabía llegado el generoso apóstol de la Acción Cató-lica en Jalisco, Lic. Anacleto González Flores, des-pués de haber estado en la región de Los Altosalentando con sus vibrantes palabras a las huestesesforzadas de la verdad. Anacleto concibió la idea de

LA CRISTIADA

pág. 54 Bol-227

defender la causa mediante las armas y, aunque alprincipio se le juzgó un soñador, su verbo candente yde irresistible elocuencia despertó del letargo a mu-chos espíritus nobles que se aprestaron a luchar porCristo en las épicas contiendas registradas en el lapsode 1926 a 1929.

Del martirio del Lic. González Flores se tratará ensu lugar, ya que en virtud de la nobleza de la sangresacerdotal derramada a torrentes en la sublime epo-peya, representada en escencia, en los campos de lanoble Arquidiócesis de Guadalajara, se impone em-pezar por los sacerdotes sacrificados en la luctuosolapso que se historia:

Pantera1° Sr. Pbro. José Jenaro Sánchez.Abre el Martirologio tapatío el Sr. Pbro. D. José

Jenaro Sánchez nacido en la Hacienda de SantaEduviges, del Municipio de Zapopan, en Enero de1886. Fué aprehendido en enero de 1927, en laVicaría de Tamazulita, de la Parroquia de Tecolotlán;acto continuo sus victimarios lo sujetaron a untratamiento soez haciéndole caminar a pie rumbo aTecolotlán, mas antes de llegar a este lugar, lecolgaron de un árbol no muy crecido, cayendo elmártir al suelo antes de morir; con la misma soga learrastraron a cabeza de silla hasta Tecolotlán dondese le fusiló bárbaramente y, si el sacerdote no murióen el trayecto del lugar en que cayó del árbol alpueblo fué porque al ir arrastrando sujeto del cuellose tomó con suprema angustia con ambas manos delinstrumento del suplicio para que el lazo no apretarala garganta...

La inconsolable madre del mártir estuvo presentea la hora del tormento y cuando tomó en sus brazos elcuerpo acribillado de su hijo, la infeliz mujer estabaloca...!

2° Sr. Pbro. Sabás Reyes.El Padre D. José Sabás Reyes nacido en la Parro-

quia de Cocula el 5 de diciembre de 1883 ocupa elsegundo lugar en la Galería de los SacerdotesMartirizados en la Arquidiócesis de Guadalajara.

Hijo del Seminario tapatío se ordenó en Tamaulipasel 25 de diciembre de 1911; después de algunos añosde ejercer el ministerio sacerdotal en aquel apartadoobispado volvió a Guadalajara, estando destinado enTototlán, Jal., cuando acaeció su bendita muerte.

El Martes Santo de 1927 entraron a Tototlán lashordas sanguinarias del tirano y, por una vil denunciacapturaron al Padre Reyes con el fin de indagar el

escondite del Sr. Cura de ese lugar, D. FranciscoVizcarra, a quien buscaban con saña infernal parasacrificarlo.

«-¿Dónde está el cura Vizcarra», -preguntan almártir aquellos infelices.

«-No lo sé».Con furia satánica se lanzan contra el indefenso

sacerdote y después de escupirlo y pisotearlo lollevan al atrio del templo parroquial y le atan a una delas columnas, de manera que sus pies apenas tocabanel pavimento.

En esta postura comienzan los ergúmenos a herirlecon filosas dagas; pero el mártir con una celestialplacidez vé correr su generosa sangre por el suelo yempieza a rogar a Cristo por sus enemigos...

«-¿Dónde está el cura Vizcarra?»- vuelven a inte-rrogar los sayones blandiendo en la diestra el armaensangrentada.

«-¡No lo sé! y aunque lo supiera jamás lo diría sime queréis matar, gustoso moriré por Cristo quemurió por todos los infelices pescadores inclusivepor vosotros».

Tres días y tres noches duró el mártir atado aaquella columna, tres días y tres noches sin comer nimojar sus labios marchitos por el sol y el aire resis-tiendo la sed que provocan las heridas.

Vencidos los tiranos con la ejemplar resistencia deaquel denodado soldado de Cristo, le desgarran apuñaladas; desollándole los pies los empapan degasolina y les prenden fuego, luego contra las cuer-das, cayendo el cuerpo del mártir sobre el charco desu propia sangre.

Enfurecidos los demonios lo golpean con másfuria obligándole a caminar así de sangrado y cosidoa puñaladas al cementerio donde lo fusilaron. Sucuerpo sucumbe; mas su alma gloriosa vuela al cie-lo... el 14 de abril de 1927, ¡Jueves Santo!

3º Sr. Cura D. Román Adame.Este esforzado mártir, nació en la ciudad de

Teocaltiche, Estado de Jalisco, el 23 de febrero de1859. Ingresó al Seminario de Guadalajara el 18 deoctubre de 1879; recibiendo el Presbiterado el 30 deoctubre de 1890 de manos del Ilmo. Sr. Arzobispo Dr.D. Pedro Loza y Pardavé.

Siendo Párroco de Nochistlán se suspendió elculto en toda la República en fuerza de la represiva«Ley Calles»; el Sr. Adame no abandonó a sus feli-greses, encontrándose el 19 de abril de 1927 en el

LA CRISTIADA

pág. 55Bol-227

rancho «Veladores» de la Parroquia de Mezticacán.A la media noche de este día fué capturado por unapartida de federales. El perseguidor coronel JaimeQuiñones, bígamo contumaz, se encontraba en unbaile en Nochistlán, y cuando el sátrapa se encontra-ba ebrio, un sujeto llamado Cristóbal N., llegó a esode las 12 de la noche solicitando ver a Quiñones aquien denunció el lugar en que se encontraba el Sr.Cura Adame; el servidor callista ordenó que unaescolta saliera a esa hora rumbo a «Veladores» acapturar al sacerdote; éste se encontraba dormido ysin darle tiempo para vestirse se le conduce a piedescalzo, primero a Mezticacán yde allí a Yahualica donde se lefusiló al 21 de Abril del supra-dicho año de 1927.

El sátrapa Quiñones al saberque el mártir iba rumbo aYahualica se trasladó violenta-mente a este lugar e hizo llevar asu presencia al ultrajado sacerdo-te exigiéndole $5,000.00 por sulibertad; el dinero se reunió congrandes sacrificios y bajo la pro-mesa que la víctima que teníaalgunos ahorros le volvería re-cobrada su libertad; el coronel ca-llista mandó por estos ahorros queascendieron a un poco más que lacantidad exigida en Yahualica y,faltando a su palabra de «honor»empeñada, de dejar libre al Sr.Cura Adame, una vez en posesióndel dinero, canallescamente faltóa ella y ordenó el fusilamiento dela víctima en el cementerio de lapoblación el 21 de abril de 1927.

(PÁGINAS 363 A 366 DEL TOMO IV).

4º Sr. Cura Br. D. Cristóbal Magallanes.Nació el día 30 de julio de 1869 en Totatiche, Jal.,

de donde era párroco al ser fusilado, en Colotlán, el25 de mayo de 1927.

El 21 de este mes dirigiéndose al rancho de SantaRita de Casia de la jurisdicción de su parroquia, acelebrar la festividad de la Santa Patrona (22 demayo) fué aprehendido casualmente por tropas delgeneral callista Juan Goñi, al dar la vuelta a la faldade un monte: Le marcó el alto y habiendo sidoregistrado se le encontraron los ornamentos que lle-vaba en una maletita para celebrar al día siguiente;

notándose la acción providencial que a la misma horaque él era capturado, otra patrulla de sardos delmismo regimiento de Goñi aprehendía al Padre D.Agustín Caloca, vicario cooperador del Sr. CuraMagallanes y que salió por órdenes de éste a ocultarsea otro lugar más seguro que Totatiche.

Momentos después eran reunidas las víctimaspara regresarlas al pueblo y encerradas en el cuartel.El día 24 se les condujo ligados de los brazos, comoviles criminales al pueblo de Momax, de la parroquiade Tlaltenango, del Obispado de Zacatecas; y al díasiguiente a Colotlán, parroquia del mismo Obispado;

pero población del Estado deJalisco, donde se les fusiló des-pués que el perseguidor Goñi lonotificó por la vía telegráfica algobernador de Jalisco MargaritoRamírez, quien felicitó al ver-dugo por su actitud y comporta-miento, en todo de acuerdo conlas instrucciones recibidas delCentro.

5º Pbro. D. Agustín Caloca.Originario del Teúl y orde-

nado por Mons. Orozco, fué fu-silado en compañía del Sr. CuraBr. D. Cristóbal Magallanes,como ya se dijo, el 25 de mayode 1927, después de habérselesquerido obligar a sujetarse a la«ley Calles» del 2 de junio de1926. Tanto el Padre Calocacomo el ameritado Sr. Maga-llanes rehusaron, con gesto ga-llardo, el tiránico ofrecimiento

del verdugo Goñi que, reconociendo la inocencia desus víctimas las sacrificó inhumanamente en el hos-pital de Colotlán, convertido en cuartel.

El Padre Caloca nació en el rancho de «La Presa»de la Parroquia de «El Teúl», Zac., el 5 de mayo de1898, y recibió las sagradas órdenes del presbiteradoel día 5 de agosto de 1923.

6º Pbro. D. José Isabel Flores.Este mártir vió la primera luz en el Teúl, Zac., el 28

de noviembre de 1896, y el mismo día en que cumpliólos 30 años de edad.

El Padre Flores fué degollado en la cárcel deZapotlanejo, el 21 de junio de 1927, festividad delangélico San Luis Gonzaga, de quien el mártir eraagradecido devoto.

Sr. Cura D. Cristóbal Magallanes.

LA CRISTIADA

pág. 56 Bol-227

Un judas ex seminarista que sabía que el sacerdotesaldría la noche anterior del lugar donde se ocultabaen Matatlán, de donde el Padre era Vicario, lo traicio-nó ante el presidente municipal de Zapotlanejo,Rosario Orozco.

Este ordenó que una patrulla de gente armada sesituara en el camino por donde tenía que pasar forzo-samente el sacerdote; al llegar a ese punto el mártir,se avalanzan los sicarios y desmontándolo del caba-llo en que iba, lo conducen a pie al pueblo lugar demartirio.

Con el Padre murieron dos jóvenes de la A.C.J.M.,que le acompañaban. La familia de estos jóvenes fuédespués ultrajada por los victimarios, no respetandoni las venerables canas del anciano jefe de aquellamorada patriarcal.

7º Sr. Cura D. José María Robles.El 25 de junio de 1927, festividad del Sacratísimo

Corazón de Jesús, sufrió el martirio el angelical Sr.Cura D. JOSE MARIA ROBLES, párroco deTecolotlán, Jal. y fundador de la Congregación Reli-giosa «Víctimas del Corazón Eucarístico».

D. Mariano Alcocer, J. D., publicó en Los Angeles,California, el 9 de mayo de 1929 este conmovedorrelato del martirio del Sr. Cura Robles:

(Habla de las Víctimas del Corazón Eucarístico)Fué el nombre de un grupo de almas enamoradas deJesús Sacramentado, fundado por el Padre Roblesuna víctima preciosa de su amor hacia la DivinaEucaristía ya que el motivo por el que fué sacrificadofué celebrar la Santa Misa en una cueva...

En los alrededores de Tecolotlán, en plena perse-cución, celebrada diariamente el Santo Sacrificio y, aaquella cueva concurría un gran número de sus feli-greses. Sucedió que un espía de nuestros enemigosdescubrió la cueva transformada en templo, y el 25 dejunio de 1927 un pelotón de soldados del tirano fué enbusca del P. Robles, cuya aprehensión se verificó conlujo de fuerza y escándalo. ¿Qué crimen le imputa-ban? Uno muy grave, según el criterio del enemigo:la celebración de la Santa Misa.

«Por fin, el 25 de junio de 1927, el P. Robles,rodeado de fuerzas como si fuera un criminal ferozcapaz de fugarse, fué conducido a un punto llamadoQuila en donde se le ahorcó. La fosa estaba yapreparada y el sacerdote la bendijo. Luego se volvióhacia Tecolotlán, hacia el caserío que como unamancha blanca se veía en la lejanía y bendijo aaquellas almas de cuya dirección estaba encargado.

Después tomó la soga con que iba a ser ahorcado, labesó y preparándose a bien morir, con la inmensaserenidad del sacerdote de Cristo Rey, se colocó alcuello aquella soga. Momentos después nuestro ene-migo contaba entre sus víctimas una más... otrosacerdote, otro confesor de la fe».

(El Sr. Cura Robles nació en Mascota el 3 de mayode 1888 y se ordenó el 22 de mayo de 1913).

Los victimarios no satisfechos con haber arranca-do aquella preciosa vida del jardín de la Iglesia secebó en los familiares de su víctima...

8º Sr. Cura D. Rodrigo Aguilar Alemán.Ahorcado el 30 de octubre de 1927, festividad de

Cristo Rey, en la población de Ejutla, Edo. de Jalisco.El Sr. Cura Aguilar era párroco de Unión de Tula;

pero en fuerza de la cruel persecución religiosa se fuéa refugiar a Ejutla, donde hasta entonces se respirabaun ambiente de mayor tranquilidad.

El sacrílego general Juan de Dios Izaguirre, sabe-dor que en Ejutla existía un convento de AdoratricesPerpetuas y que en él se ocultaban varios sacerdotes,hizo irrupción en el pueblo de referencia el 30 deoctubre, con el objeto satánico de sacrificar a lossacerdotes en la festividad de Cristo Rey, tan odiadode los soldados callistas.

El Sr. Cura de Ejutla y su Vicario Cooperadoralcanzaron a escapar juntamente con el Sr. CuraAguilar al saberse en el convento la llegada violentade Izaguirre, con «su máquina infernal» (el 37º bata-llón que se movía de un lugar a otro con una rapidezdiabólica); mas el mártir volvió al convento y alpretender salir de nuevo se le marcó el alto en lapuerta de salida y se le condujo a la presencia delperseguidor que lo condenó a muerte.

Por la noche, después que los callistas saquearonel convento llevándose los vasos sagrados y unacustodia valiosa, condujeron al Padre Aguilar a laplaza de armas de Ejutla donde se le ahorcó de unmango frondoso.

El pueblo, que huyó por miedo a la soldadescaebria de sangre y de vino, a los cerros que circundana la población, vió a eso de la media noche a la horaque apaciblemente durmió el mártir el sueño eteno,un globo de luz que ascendió al cielo y, a una vozgritó: «El Padre ha muerto y su alma sube al cielo...»

El Sr. Cura Aguilar, un exquisito poeta, nació enSayula el 13 de marzo de 1875, y recibió el presbiteradoel 4 de enero de 1903.

(PÁGINAS 380-381 DEL TOMO IV).

LA CRISTIADA

pág. 57Bol-227

9° Sr. Pbro. Tranquilino Ubiarco.El Padre D. Tranquilino Ubiarco, Vicario Ecónomo

de Tepatitlán, Jal.El Padre Ubiarco era un celoso apóstol y no tuvo

otro delito ante los ojos de la tiranía que el cumpli-miento de sus deberes sacerdotales en el lapso másborrascoso que tuvo la Iglesia de Guadalajara; cuan-do el Ministro de Guerra Gral. Joaquín Amaro ordenóque se fusilara a los sacerdotes que se encontraran enlos lugares donde militaban los «Cristeros».

El Padre que ejercía en una de las plazas másvisitadas por los soldados de la libertad; en el centroestratégico de las operaciones militares de la célebreregión de «Los Altos».

La noche del 5 de octubre de 1928, es solicitado elsacerdote para administrar el sacramento del matri-monio en una casa, frente a la plaza principal de lapoblación; por más preocauciones que tomó parallegar a aquel domicilio, el Secretario del Ayunta-miento que se encontraba sentado en una de lasbancas de la plaza reconoció al Padre a quien creía enGuadalajara, ya que en efecto días antes había salidopara esta capital. Empero el mal funcionario no diopaso alguno para perjudicar al sacerdote; se limitó aseguir vigilando.

Después de algunos momentos observó que lafamilia introducía unos jarrones con flores frescas yque el movimiento en aquella casa era inusitada a esahora, 11 de la noche. El traidor se encaminó al cuartely habló con el coronel Lacarra, quien dispuso que elmencionado Secretario y el Presidente Municipalhagan una visita de inspección acompañados de unapatrulla de callistas. Llegan y dan tiempo para que elsacerdote se oculte en la carbonera de la casa, dondeprobablemente se hubiera salvado si la imprudenciade una mujer no hubiera intervenido, haciendo quecon la falda extendida cubría a una persona, cuandolos sicarios cansados de buscar por todos los rinconesse salían echando, o mejor dicho vomitando pestes yculebras.

La actitud de esa mujer hizo que los tiranos entra-ran de nuevo a la carbonera y buscando con máscuidado dieran con el Padre que se ocultaba entre lacostalera del carbón.

Le sacan a culatazos y conducido ante el coronelLacarra le sentencia a muerte: a la horca.

El Padre oye su sentencia sin inmutarse y cuandocamina al suplicio a las orillas de la casa donde seocultaban su anciana madre y su débil hermana: El

mártir tose y la hermana reconoce la tos de su herma-no, y sin decir nada a la viejecita que les diera el ser,sale y distingue entre la oscuridad de la noche algrupo de los que llevaban al Padre al cadalzo.

La pobre joven corre para alcanzarle y, de rodillassuplica, llora, e implora piedad para el único sosténde la viejecita que no conoce aún el paradero de suhijo; mas los sayones inexorables la rechazan variasveces; pero ella corre detrás hasta que logra ver conojos espantados que su inocente hermano inclinaapaciblemente la cabeza colgado de un árbol, como elmás refinado de los feroces criminales...

El mártir era originario de Zapotlán el Grande:nació el 8 de julio de 1899 y se ordenó el 5 de agostode 1923.

Además fueron sacrificados por los sicarios deltirano en la Arquidiócesis de Guadalajara los sacer-dotes siguientes domiciliados en otras Diócesis Pa-dre D. Julio Alvarez, de Aguascalientes, en elpueblo de San Julián.

(PÁGINAS 28-29 DEL TOMO V)

25.- 25.- 25.- 25.- 25.- SEGLARESSEGLARESSEGLARESSEGLARESSEGLARESSACRIFICADOSSACRIFICADOSSACRIFICADOSSACRIFICADOSSACRIFICADOS

En este compendio de una de las gloriosas páginasde la Iglesia de Guadalajara, es imposible presentar laGalería completa de estos abnegados hijos de Diossellando con su sangre la fe de Jesucristo: colocare-mos aquí los más distinguidos: Tales fueron lossacrificados encarnizadamente el primero de abril de1927 y es a saber el Lic. D. Anacleto GonzálezFlores y los jóvenes Luis Padilla y los hermanosRamón y Jorge Vargas González.

El relato de la muerte de estos mártires supera atodo encomio; las palabras del Lic. González Floresapagadas en sus fecundos labios corren como unacorriente de eléctricos remordimientos sobre la con-ciencia del tirano Jesús Ferreira Jefe de las Operacio-nes Militares en Jalisco.

Cuando el mártir al oír los lamentos de sus compa-ñeros, en su suplicio de refinada crueldad, exclama:«Si a mí buscáis, dejad ir a éstos»; un sicario le hundeun puñal por la espalda, la sangre sale a borbotones nosólo por la herida sino también por la boca; lo cuelgande los dedos pulgares y comienzan a darle puñaladasen los pies, al par que le preguntan: Dinos, fanáticomiserable, donde se ocultan Orozco y Jiménez?

- «No lo sé»...!

LA CRISTIADA

pág. 58 Bol-227

- «Dinos ¿Quiénes son los Jefes de la liga de laDefensa Religiosa?

El mártir calla; pero el chasquido del puñal teñidoen su sangre sigue destrozándole los pies...

Por fin el héroe grita antes de morir: «Dios noMuere» ¡Viva Cristo Rey!

(PÁGINA 29 DEL TOMO V)

26.- 26.- 26.- 26.- 26.- VERACIDAD DE LOSVERACIDAD DE LOSVERACIDAD DE LOSVERACIDAD DE LOSVERACIDAD DE LOSSUCESOS CRISTEROSSUCESOS CRISTEROSSUCESOS CRISTEROSSUCESOS CRISTEROSSUCESOS CRISTEROS

Como sucesos que se relatan en el pequeño perió-dico «DAVID», referentes a la lucha armada queCalles desatara contra los católicos de México casison increibles, creemos conveniente dar a conocerlos nombres de personas honorabilísimas que viveny presenciaron los acontecimientos que pasaron y seestán publicando; acontecimientos que a nuestrofavor o a nuestra contra deben de ser verídicos porquepertenecen a la Historia.

Los nombres que a continuación damos a conocerpertenecen a virtuosísimos sacerdotes que en loscampos de batalla, sin portar arma alguna, alentarona nuestros soldados, e impartieron los auxilios deNuestra Santa Iglesia a amigos y enemigos.Sr. Cango. Dn. Pedro R. Rodríguez. Con domicilio en

San Juan de los Lagos, Jal.Sr. Cango. Dn. Enrique Ochoa. Con domicilio en

Colima, Col.Sr. Cango. Dn. Emeterio Cobarrubias. Con domicilio

en Colima, Col.Sr. Cura Dn. Raymundo Pérez. Con domicilio en

Nochistlán, Zac. (después, Cango. en San Juan)Sr. Cura Dn. Leopoldo Gálvez, con domicilio en

Guadalajara, Jal.Sr. Cura Dn. Lorenzo Plasencia, con domicilio en

Guadalajara, Jal.Sr. Cura J. Aguilar, con domicilio en Guadalajara,

Jal.Sr. Cura Dn. José María Martínez con domicilio en

Tacámbaro, Mich.Pbro. Miguel Anguiano Márquez con domicilio en

Colima, Col.Sr. Cura Dn. Federico González con domicilio en San

José de Gracia, Michoacán.Pbro. Dn. Enrique Morfín Carranza, con domicilio en

Cotija, Mich.

Pbro. Dn. Heriberto Navarrete. J. S. con domicilio enla Ciudad de México.

Sr. Cura Dn. M. Sánchez Ahumada con domicilio enMorelia, Mich.

Sr. Cura Dn. Jesús Ramírez Martínez, con domicilioen Chiquilistlán, Jal.

Pbro. Dn. Santiago Puente. Ciudad de México, D.F.Además de las personas mencionadas, queda el

testimonio de los habitantes de las poblaciones en lasque tuvieron desarrollo los acontecimientos.

Sahuayo Mich. donde el 4 de agosto de 1926 seinició la defensa de Cristo y su Iglesia.

Cotija, Mich. Coalcomán, Mich. Tepalcatepec, Mich.Chavinda, Mich. Santa Inés, Mich. Tarecuato, Mich.Tocumbo, Mich. Tingüindín, Mich. Peribán, Mich.

Pertenecientes a Jalisco:Tapalpa, Juchitlán, San José de los Guajes, San

Clemente, Tecolotlán, Tenamaxtlán, Unión de Tula,Cocula, Ameca, Autlán, Ayutla, Cuautla, el Chante,Sasn Gabriel, Ejutla, Chiquilistlán, Tonaya, El Gru-llo, Atenguillo, Sollatlán, Tepatitlán, Lagos deMoreno, San Julián, Capilla de Guadalupe,Arandas, San Juan de los lagos, Jalostotitlán,Teocaltiche, Nochistlán, Villa de purificación,Zapotitlán y muchísimas más.

Estado de Colima. Todo el Estado.Nayarit, todo el Oriente del Estado que colinda

con Jalisco y Zacatecas.Todos los que puedan hacerlo están obligados a

ampliar estas informaciones para que se consulte y seconozca la verdad.

México de Cristo Rey y Santa María de Guadalupe,Enero de 1953.

Jesús Degollado Guízar.Soldado de Cristo Rey.

(PÁGINA 112 DEL TOMO I)

27.- 27.- 27.- 27.- 27.- MUJERES CRISTERASMUJERES CRISTERASMUJERES CRISTERASMUJERES CRISTERASMUJERES CRISTERAS¿Y qué hicieron las mujeres en la lucha cristera?;

gracias a «El David» lo supimos. Las mujeres siemprese presentan donde hace falta algo y se organizan paraconseguirlo.

Actualmente las vemos trabajando por: la regula-rización de la tenencia de la tierra. Introducir el aguao la luz a las colonias. Abrir el camino o pavimentar

LA CRISTIADA

pág. 59Bol-227

las calles. Formar co-mités para construir laiglesia o la escuela.Venden lo que sea en lapuerta de su casa. Ven-den a domicilio StanHome, Amway o Marykay. Hacen rondas parallevar a niños al cole-gio. Son porristas en elfutbol de sus hijos. En-cabezan movimientossociales. Organizan laasociación del condo-minio. Trabajan paracompletar el presu-puesto familiar. Mili-tan en los partidos po-líticos. Ocupan cargos públicos. En sus ratos librestambién procrean y forman a sus hijos en todossentidos y cuidan y apapachan a los esposos.

La lucha Cristera no sería la excepción para lasmujeres, era algo que tocaba su fibra más sensible.Defendiendo su religión y su fe con una entrega sinlímites. Cuando se lee: «Los Cristeros del Volcán deColima», contagia el entusiasmo de las jóvenes queayudaban en la elaboración y distribución de losexplosivos y cartuchos.

Cuando conocemos por «El David» los relatos dela participación de las mujeres se percibe la decisiónde dar la vida, sin esperar nada personal a cambio,como no fuera el reivindicar el reinado de Cristo, yestaban dispuestas a dar la vida por conseguirlo.

De «El David» se podría escribir una gran historiasobre lo que hicieron las mujeres en la lucha Cristera,empezando por María Buenaventura, ella fue la espo-sa de Don Aurelio, lo siguió y apoyó en todo momen-to. Su primera hija nació y murió en ese tiempo debatalla. Con su comprensión, con su silencio, con suimpulso, logró que Don Aurelio en ningún momentoflaqueara; al contrario, siempre lo estimulaba a más ymayores acciones, él sabía que su esposa atendía a sufamilia y que lo secundaba en todo.

Las mujeres en la lucha cristera fueron: Espías.Encargadas de logística. Propagandistas. Comunica-doras. Sembraban para alimentar (planeación a largoplazo). Elaboraban alimentos: «gordas», frijoles, pan,tinas de leche. Preparaban explosivos. Enseñaban alos varones el arte del sabotaje. Se quedaban solas enlos pueblos cuidando a los hijos y despistando a losfederales. Acompañaban a sus maridos en la lucha,

llevando a sus hijospariéndolos en me-dio de las batallas.Repartían cartuchoscon genialidad. Es-condían a los sacer-dotes, a los Criste-ros y a las armas ensus casa. Curaban ycuidaban a los heri-dos en los camposde batalla y a los quellegaban a sus hoga-res. Conseguían di-nero y armas. Orga-nizaban culto clan-destino en casas par-ticulares. Empuja-

ban a los hombres de su familia a la lucha: «Si no vausted, voy yo»... les decían a sus esposos cuando losveían temerosos.

Conseguir y distribuir el parque fue de lo mejorque hicieron las mujeres cristeras. El General CristóbalRodríguez decía: «Las sirenas de las brigadas con-vencían a autoridades y hasta a militares y les dabanmejor parque que a la misma tropa. Lo conseguíangracias a obreros, autoridades católicas y del mismoejército». Con el mayor secreto las muchachas lleva-ban el parque en chalecos que contenían «el triple delo que un militar en campaña llevaba». Toñita Castillofue una de estas eficaces proveedoras de parque al surde Jalisco.

Don Luis Flores organizó a muchachas para quecompraran cartuchos a los soldados. Carmen Macíasfue a San Francisco en 1929 y recaudó siete mildólares para parque. Finalmente canceló el pedidocuando se dieron «los arreglos».

Muchas mujeres tuvieron éxito en sus tareas, peromuchas también sufrieron presión, ultrajes y la muer-te. «El David» recogió hechos de mujeres ejemplares;recordemos algunos de ellos:

Celia Gómez fundó las Brigadas «Juana de Arco»,que inició con 17 mujeres y llegaron a ser 17 mil de1927 a 1928. Estas brigadas eran una mezcla dereligión y nacionalismo; destacaron en ellas Catalinade la Peña de Xochimilco y Amparo Mireles deZapopan, Jalisco.

María del Carmen Robles de Huejuquilla resistiólas presiones del General Vargas para que denunciaraCristeros y fue fusilada en San Miguel el Alto.

LA CRISTIADA

pág. 60 Bol-227

María Ramírez, de SanMiguel el Alto, pidió permi-so al Capitán García parasepultar a dos cristeros, cu-yos cuerpos habían sidoarrastrados hasta la plaza. Seles negó el permiso, peroMaría llamó a varias perso-nas para que les ayudaran yles dio sepultura, desobede-ciendo la orden del capitán.

Amparo Montes, «laCoronela», organizó el alza-miento de Manuel Trías y lohizo mejor que los genera-les.

Miguel Gómez Lara, go-bernador civil cristero de Ja-lisco, insistía en que las mu-jeres combatieran; decía queeran muy eficaces.

Las esposas de los gene-rales que combatían a losCristeros, como la del Gene-ral Amaro, cuidaban a los huérfanos de los cristeros.Protegían el culto clandestino y trataban de remediarde alguna manera el daño que sus esposos causaban.

La hazaña de Doña Petra es digna de relatarse.Doña Petra fue comisionada para llevar informacióna un destacamento; debía hacerlo sola y ya muyentrada la noche; debía además recorrer una conside-rable distancia. Durante todo el camino vio su sendailuminada por «la luna» y veía «su sombra» reflejadaen el sendero. Al llegar a su destino cayó en la cuentade que no había luna ya que no era tiempo de queapareciera en el firmamento y que, por lo tanto, lasombra que se proyectaba no era la suya. Doña Petraquedó convencida de que la sombra que le hizocompañía fue enviada de lo alto. Sucesos como estos,de los que sólo la fe puede dar fe, se repitieronfrecuentemente.

No se debe borrar la lucha cristera de la historia deMéxico. Es necesario contarla y documentarla. Nopodemos tener un presente vivo con un pasado muer-to. Es indispensable para valorar lo que ahora somos,recordar lo que fuimos, tener presentes a nuestrosantepasados; conmemorar nuestras fechas; conocerlas fotos de quienes lucharon por dejarnos un paísmejor.

(PÁGINAS 312 A 314 DEL TOMO VIII)

28.- 28.- 28.- 28.- 28.- DEFENSADEFENSADEFENSADEFENSADEFENSADEL SANTUARIODEL SANTUARIODEL SANTUARIODEL SANTUARIODEL SANTUARIODE GUADALUPEDE GUADALUPEDE GUADALUPEDE GUADALUPEDE GUADALUPE(GUADALAJARA)(GUADALAJARA)(GUADALAJARA)(GUADALAJARA)(GUADALAJARA)

Prontas consecuencias de la LeyCalles fueron los sucesos en elSantuario de Guadalupe.

A la testarudez de Plutarco E.Calles y después de haber sidodecretada la suspensión de cultospor el Episcopado Nacional, elpueblo respondió espontáneamen-te congregándose en sus templos ya los alrededores para defenderlosde cualquier intento de profana-ción o saqueo por parte de lasautoridades arbitrarias o de los ele-mentos civiles anticatólicos quesiempre se han aprovechado «ríorevuelto».

Se ausentó Dios del Sagrario eldía 1º de agosto en todos los tem-

plos de la República. En Guadalajara, en el Santuariode Ntra. Sra. de Guadalupe, como al obscurecer deese primer día de tristeza y desolación la chiquilleríaiba y venía en pelotones entusiasmada y exigiendo atodo transeunte repetir el grito de, VIVA CRISTOREY que ellos iniciaban. Pasó a esas horas un auto-móvil frente al Santuario, ocupado por dos personas:el chofer y un personaje que ocupaba el asiento deatrás. El pelotón de chiquillos se mueve como enjam-bre e intercepta el paso del coche, queriendo obligara sus ocupantes a que repitieran su grito, pero estos senegaron y el chofer aceleró el motor para abrirse paso,con lo cual la muchachada protestaba golpeando conpalos y piedras al automóvil. El personaje vestido decivil, era un general callista que se dirigía al HospitalMilitar que aún se encuentra al costado oriente delSantuario, y al llegar a la esquina, sintiéndose ofen-dido por el tratamiento que daban a su vehículo,ordenó el chofer hacer alto, bajó del coche y disparósu pistola, no se sabe si con intención de hacer blancoo solamente de amedrentar, el hecho fue que esosdisparos del soldadón, contestaron algunos hombresque se apostaban tras los troncos de los árboles en eljardín. Ante esa actitud, el general reconoció el peli-gro y apresuradamente abordó su automóvil parallegar al Hospital. No hubo víctimas en este cortoincidente. Desde el Hospital, el militar se comunicó

San Miguel el Alto

LA CRISTIADA

pág. 61Bol-227

telefónicamente con la Jefatura de Operaciones segu-ramente pidiendo fuerza federal. En el templo, lacampana mayor tocaba arrebato y muy pronto eljardín y las calles cercanas se vieron pletóricas degente que acudía al llamado. Gran cantidad de gentese encerró en el templo y en el atrio, cerrándose elcancel central como medida estratégica de defensa.No cesaba la afluencia de hombres, mujeres y niñosque se congregaban en el jardín y calles adyacentes.Media hora más tarde se presentó una camioneta dela Secretaría de Guerra llevando 25 soldados al man-do de un oficial, quien distribuyó a 20 de ellos en eljardín y con 5 se atrevió a querer entrar al templo porel cancel que da la puerta principal y cuando seacercaba resuelto, intempensivamente brotó de entreel gentío que invadía el gentío que invadía la calle,una muchacha del pueblo acercándose al oficial conun puñal en la mano, se lo undió por la espalda. Lasangre brotaba a raudales bañando el vestido y lacabellera de la atrevida Juana de Arco. Ante talsorpresa, los soldados no dieron providencia de auxi-liar a su jefe que caía muerto en el pavimento y todoel gentío veía con admiración la serenidad con que lavaliente muchacha recogía la pistola y la espada delmoribundo y corría a entregarlas a los hombres quehabía por dentro del cancel diciéndoles: «Tenganesto para que se defiendan».

Con este ejemplo de arrojo y valor que una mujerles ponía, los que cuidaban la barda del atrio conmi-naron a los 5 soldados a retirarse antes de que seabriera fuego en su contra y los «juanes» prefirieronabandonar el punto para irse a reunir con sus compa-ñeros del jardín, y ya en grupo mayor, rompieron elfuego contra la multitud. Muy pocos eran los civilesque habían ido armados pero contestaron el fuegoabierto por los «sardos». Gran cantidad de mujeres yhombres sin armas entraron al templo, la sacristía y elcurato, defendiéndose de las balas y los que ibanarmados se organizaron para presentar una defensaformal desde el atrio, la torre y las asoteas del templo.Surgió luego un jefe, el compañero de armas LauroRocha, (Q. E. P. D. D. G.), destacándose por su valory espíritu de organización; todos acataron sus órde-nes.

No tardaron los federales en recibir un refuerzo de200 hombres que llegaban por la calle de Juan Alvarez,pero antes de identificarse, los que se encontraban enel jardín recibieron con descargas cerradas a los quellegaban, en medio de un torrencial aguacero, creyen-do que se trataba de gente pacífica de la Capilla deJesús que venía a reforzar a los que defendían el

Santuario. Después de haberse causado numerosasbajas entre sí, lograron identificarse y entonces llenosde rabia, enderezaron el fuego contra los defensores,pero tras una larga hora de intenso tiroteo no vieronlos callistas manera de acercarse siquiera al atrio.Lauro ordenó suspender el fuego para no quemar losúltimos cartuchos que les quedaban y permanecer a laespectativa. Los federales pusieron sitio al Santuarioy también dejaron de disparar. Así pasó toda esanoche, escuchándose dentro del templo cánticos di-versos, dominando el siguiente: «Tropas de Maríasigan la bandera...»

A pesar del sitio, muchos hombres sin armaspudieron escapar protegidos por la obscuridad, puesa media noche tuvieron los federales la feliz idea deapagar la luz.

A las 6 a.m. se presentó al lugar de los hechos elGral. Juan B. Izaguirre pidiendo rendición incondi-cional a los defensores y una voz joven y bibrante seescuchó desde el atrio: «No admitimos rendiciónincondicional» Izaguirre aceptó entrar en pláticas yacordaron en dejar en libertad a todas las mujeres yniños menores de 15 años, abriéndose la puertacentral del templo para que estos salieran. Los sardostraían la consigna de localizar a la valiente muchachaque había dado muerte al oficial, pero un grupo demujeres tuvo el buen cuidado de crubrirla muy bieny así pudo escapar, quedando los sardos con un palmode narices.

Cerca de 300 hombres quedaron formalmentepresos y entregaron las armas malas y sin parque; lasbuenas quedaron bien guardadas en la caja del órganoy algún tiempo después yo fui de los comisionadospara sacarlas y llevarlas a los campos cristeros.

Tres días después, gracias a la amistad que elVicario de la Parroquia del Santuario cultivaba con elDiputado Castillo, que en esos días, por el milagro dela Virgen de Guadalupe, fungía como gobernadorprovisional, la mayoría de los presos fue puesta enlibertad, quedando solamente Lauro y sus ayudantesque tardaron 9 días en salir.

El propio Diputado Castillo visitaba diariamentela Penitenciaría de Escobedo y con sus propios ojospudo ver a un anciano de sus prisioneros que tenía enel pecho una perforación de bala sin orificio de salida.Se temió por una infección grave y se le quiso remitiral Hospital, pero el anciano se opuso alegando que nosentía ninguna molestia y cicatrizó la herida porprimera intención. Las señas que el Diputado dió alanciano, coincidieron en todo con uno que diaria-

LA CRISTIADA

pág. 62 Bol-227

mente, en los últimos días de culto, se presentaban alSantuario a orar con mucha devoción, mostrándoleun puñal a la Madre de Guadalupe. Fue el únicoherido en la refriega por parte de los defensores porparte de los defensores en el atrio y dentro del templo.Afuera, por las calles, hubo 5 muertos y 7 heridosleves por parte del pueblo. Los federales tuvieron 38muertos y 47 heridos.

¡Muy satisfecho debería de estar Calles al conocerel trágico resultado de su anticlericalismo intransi-gente, el mismo día en que entró en vigor la fatídicaLey con la cual pretendía sujetar al clero a su mandatosin reconocerle autoridad ni jerarquías y a los católi-cos privarnos de nuestros más sagrados derechos y denuestras libertades!

Este solo acontecimiento le debería haber bastadoal tirano para recapacitar, rectificando sus errores, ypodía haberse evitado el subsi-guiente derramamiento de san-gre.

¿Y porqué la parte contrariano cedía?

- Se dirá -. La parte contraria,o sea el clero y los católicos,cedían hasta donde era prudentey posible ceder; un paso más eneste sentido significaba capitulary entregarse al yugo de la esclavi-tud y cargar sobre sus hombrosvoluntariamente con el fardo in-famante de la tiranía. -Nonposumus- dijeron los Obispos.No seremos esclavos, fué el gritode los católicos por toda la exten-sión territorial.

José Gutiérrez.Con mi aprobación: J. Degollado G.

(PÁGINAS 291-292 DEL TOMO I)

29.- 29.- 29.- 29.- 29.- FIN DE LA CRISTIADA:FIN DE LA CRISTIADA:FIN DE LA CRISTIADA:FIN DE LA CRISTIADA:FIN DE LA CRISTIADA:LICENSAMIENTOLICENSAMIENTOLICENSAMIENTOLICENSAMIENTOLICENSAMIENTO

El callismo exigió rendición incondicional parahumillar a quien no pudo vencer

El Capitán Arroyo después de atender a mi caballose acercó a mi lado y comenzó a preguntarme decómo iban los asuntos todos, dando lugar al siguientediálogo que procuraré más o menos literal:

- No compadre, debemos pensar ya en que nues-tros esfuerzos fueron en balde; los Prelados el añopasado quisieron hacer arreglos y es posible que enesta vez los consumaran, mejor dicho, las noticiasque llegan me hacen suponer que el glorioso Nonposumus fue ya quebrantado. Dios quiera que mispresentimientos sean vanos, pero yo siento que ya notenemos en nuestras manos la bandera que tantohemos amado. El empeño agresivo del callista paraque nos rindamos quiere decir que en otras partes yaterminó la lucha; de otra manera no tendrían aquítantas fuerzas ni estarían tan seguros de sí mismos.

- No, señor, yo no creo que los Prelados hicieransemejante cosa; no es posible que después del valorque demostraron al principio, salgan ahora «con unay un pedazo». Si así fuera no estaría yo para obedecery seguiría en la lucha a pesar de todo. ¿Quién puede

medir los males que traerán estos arreglos? ¿Quégarantías tendrá la sociedad y cuáles nosotros paradejar las cosas así como así?

- Pues yo no quisiera creerlo, pero lo estoy viendoy temo que nuestros presentimientos sean algo másreal de lo que nos imaginamos.

Se oye un silbido allá en las alturas del peñasco, a200 metros sobre nuestras cabezas, el capitán sale aencontrar al que viene y que puede ser el que traiga lafatal noticia.

El teniente Albino Muñoz llegó con un gran paque-te de cartas. Era el teniente Muñoz un acejotaemero devalor e intrepidez además de conocer del terreno, poreso lo enviaron del Regimiento en la delicada misión

LA CRISTIADA

pág. 63Bol-227

ya que los correos ordinarios estaban desorganizadospor los grandes rodeos necesarios para no caer enmanos del enemigo que ya dominaba toda la zona.

Una carta trata de la existencia de un hacendadopara que se rindan los cristeros ya que, decía, las cosasya están perfectamente arregladas. Otra más sobre elmismo asunto porque la fiebre de rendición ha cun-dido entre los tibios e insisten en ponernos en paz.Una mera casualidad hace que el último sobre abiertotraiga la fatal noticia de los arreglos. La DelegaciónRegional de la Liga en Zacatecas, daba cuenta de lossucesos más notables y de la orden girada por laSuprema Autoridad.

Con onda desilusión. Capitán, aquí está la ordenque tanto nos espantaba aún sin haber llegado. Elcapitán se quedó inmóvil y mudo, como atacado porun rayo... Después de largos minutos vinieron lasexpresiones dolorosas, los comentarios y los proyec-tos para no obedecer la orden fatal. Sí, seguiremos pornuestra cuenta; no podemos fiar nuestra libertad a loscallistas, no, ni por un momento...

Era el 15 de agosto de 1929. La última jornadapara llegar a la Hda. de San José de Sauceda, lugarconvenido para entregar al callismo aquellas armasarrebatadas con tanto valor al enemigo y sostenidascon tantos sacrificios.

Pasó una media hora en saludos y admiración porparte de los callistas que seguramente nos creíanseres distintos a los humanos; sobre todo les admira-ba que les tratáramos con una franqueza tal querayaba en osadía. Claro, no habíamos sido vencidossino que, actuábamos obedeciendo una orden denuestros superiores obtenida por los callistas pormalas artes.

Mandé a un sargento que ordenara demostrar. Elsargento ordenó con voz grave: Preparen para echarpie a tierra. Y el movimiento fue ejecutado con talprecisión que me admiró y más a los militares quemanifestaron su asombro con nuestro adelanto.

Lo que siguió era de cajón: desensillar, entregarcaballos y armas, recibir salvo-conductos, etc.

No es mi pluma capaz de celebrar la herosidad deesos hombres; mesurados en el hablar, justos en elobrar, leones en el combate y corderos ante el sagra-rio. Los vi, los traté y los acompañé en la gloriosajornada; pero no soy capaz de cantar su epopeyasingular.

Admiro, sí, su digno comportamiento en el acto deentregar sus armas. Con todo orden al mando de sus

oficiales, se colocan en correcta formación; se les danórdenes de echar pie a tierra y lo hacen con presición;entregan uno a uno las mohosas y chirriantes carabi-nas que habían empuñado en los baluartes de laabrupta serranía; llevan sus caballos al lugar indica-do, dejan en hielera ordenada sus monturas y sepresentan a recibir el salvo-conducto, que por todarecompensa van a llevar sus casas.

Muchos de ellos, mejor dicho todos, no habíanalmorzado; pero nadie se queja; tan acostumbradosestán a estas privaciones. Nadie pide un centavosiquiera para llevar algo a sus familias; para qué, si noson asalariados. Ni un centavo costó al gobierno eldesarme de esos valientes, cuando la rendición deotros ha costado al erario nacional millones de pesos.

Se les da la orden de retirarse y más parecíaaquello un grupo de escolares que salen a vacaciones,que un regimiento que entrega sus armas a los queayer eran sus perseguidores.

Ah! y cuantos de ellos llevan cicatrices en sucuerpo; cuántos de ellos van a hallar sus hogaresconvertidos en escombros! Todos van a encontrar asus familias sin sustento! Cuántos de ellos dejaron enlos campos de batalla sus padres, sus hermanos, susparientes, o sus más queridos amigos!

No nos sentimos derrotados, porque nuestro glo-rioso: ¡Viva Cristo Rey! con que hicimos retemblarnuestras montañas, se repite con entusiasmo en todala extensión de la Patria. Lo que hacemos es obede-cer, se nos ha dicho que es necesario que cese lacontienda armada y por nuestra cuenta no se disparaun tiro.

Pero nunca se olvide la pequeñita lección que contres años de lucha has hecho aprender al mundoentero: ¡Viva Cristo Rey!

Que todos tus amores se cifren en las tres másgrandes cosas que posees: tu Dios, tu Patria y tuLibertad.

(PÁGINAS 11 A 16 DEL TOMO II)

30.- LICENSAMIENTO30.- LICENSAMIENTO30.- LICENSAMIENTO30.- LICENSAMIENTO30.- LICENSAMIENTODE LA GUARDIA NACIONALDE LA GUARDIA NACIONALDE LA GUARDIA NACIONALDE LA GUARDIA NACIONALDE LA GUARDIA NACIONAL

(1 JULIO 1929)

¡Viva Cristo Rey!República mexianaGuardia Nacional

LA CRISTIADA

pág. 64 Bol-227

Gral. en Jefe C...Muy estimado compañero en la lucha:Después de algunas gestiones se arregló con el C.

Presidente de la República Don Emilio Portes Gil, elLicenciamiento de las Fuerzas de la Guardia Nacio-nal, bajo las condiciones adjutas. Por tanto, ordeno aUd. se presente con las fuerzas a su digno cargo anteel C. Jefe de Operaciones respectivo.

El Sr. Delegado que irá de esta Superioridad allevar a Ud. la presente; al presentarse a Ud. ya habráentrevistado al C. Jefe de Operaciones y conseguidoque señale un municipio donde podrá Ud. reunir susfuerzas para poderlas presentar.

Hago de su conocimiento que estos acuerdos sehicieron por coducto del Sr. Luis Beltrán con el Sr.Presidente de la República y que la H. Liga NacionalDefensora de la Libertad Religiosa está de acuerdocon ellos.

Reitero a Ud. las seguridades de mi consideracióny aprecio.

DIOS, PATRIA Y LIBERTAD.Campamento, Julio 1º 1929.El Jefe de la Guardia Nacional.Jesús Degollado G., (Rúbrica).

31.- BASES PARA EL31.- BASES PARA EL31.- BASES PARA EL31.- BASES PARA EL31.- BASES PARA ELLICENCIAMIENTO DE LALICENCIAMIENTO DE LALICENCIAMIENTO DE LALICENCIAMIENTO DE LALICENCIAMIENTO DE LA

GUARDIA NACIONALGUARDIA NACIONALGUARDIA NACIONALGUARDIA NACIONALGUARDIA NACIONAL1- Garantías plenas de vida e interés para que puedan

regresar a sus hogares todos los Generales, Jefes,Oficiales y soldados de la Guardia Nacional.

2- Garantías plenas de vidas e intereses para losciviles que en cualesquiera forma hayan ayudadoal movimiento de la defensa de la Libertad Reli-giosa.

3- Libertad absoluta de todos los presos por causa dela cuestión religiosa, ya sean civiles o miembrosde la Guardia Nacional.

4- Sobreseimiento de los juicios incoados contracatólicos, con motivo de la cuestión religiosa.

5- Repartición de los desterrados con el mismo mo-tivo.

6- Entrega de $25.00 por rifle a los soldados yGuardia Nacional que entreguen su arma deján-doles sus caballos a los que lo necesiten.

7- A los Jefes y Oficiales se les permitirá la portaciónde sus pistolas, con la licencia respectiva deportación de armas y salvo-conductos y un auxi-lio en metálico a juicio de los CC. Jefes deOperaciones.

8- Que el licenciamiento de las tropas de la GuardiaNacional sea ante los C. Jefe de Operaciones.

9- Que se den facilidades para que puedan desarro-llarse los trabajos de licenciamiento.

(PÁGINA 301 DEL TOMO V)

32.- CARTA DEL GRAL.32.- CARTA DEL GRAL.32.- CARTA DEL GRAL.32.- CARTA DEL GRAL.32.- CARTA DEL GRAL.GOROSTIETA A LOS PRELADOSGOROSTIETA A LOS PRELADOSGOROSTIETA A LOS PRELADOSGOROSTIETA A LOS PRELADOSGOROSTIETA A LOS PRELADOS

SOBRE LOS «ARREGLOS»SOBRE LOS «ARREGLOS»SOBRE LOS «ARREGLOS»SOBRE LOS «ARREGLOS»SOBRE LOS «ARREGLOS»Publicamos a continuación la bellísima y sentida

carta que dirigiera el General de División D. EnriqueGorostieta Jr., Jefe Supremo de la Guardia Nacio-nal, a personas de su confianza para que éstashicieran llegar al conocimiento del Episcopado, supensamiento con relación a los «Arreglos» de juniode 1929. Esta carta fue escrita por el GeneralGorostieta días antes de su muerte.

Desde que comenzó nuestra lucha, no ha dejado deocuparse periódicamente la prensa nacional y aun laextranjera, de posibles arreglos entre el llamado Go-bierno y algún miembro señalado del EpiscopadoMexicano, para terminar el problema religioso. Siem-pre que tal noticia ha aparecido, han sentido los hom-bres en lucha que un escalofrío de muerte los invade,peor mil veces que todos los peligros que se handecidido a arrostrar, peor, mucho peor que todas lasamarguras que han debido apurar. Cada vez que laprensa nos dice de un Obispo posible parlamentariocon el callismo, sentimos como una bofetada en plenorostro, tanto más dolorosa cuanto que viene de quienpodíamos esperar un consuelo, una palabra de alientoen nuestra lucha; aliento y consuelo que con una solahonorabilísima excepción de nadie hemos recibido.

Estas noticias que de manera tan irregular ha dadola prensa y las que nunca han sido desmentidas demanera oficial por nuestros Obispos, siempre hansido de fatales consecuencias para nosotros; los quedirigimos en el campo siempre hemos podido notarque a raíz de una de ellas se suspende el crecimientode nuestra organización, y para volver a obtenerlohemos debido hacer grandes esfuerzos. Siempre hansido esas noticias como duchazos de agua helada anuestro cálido entusiasmo.

LA CRISTIADA

pág. 65Bol-227

Vuelve la prensa a esparcir el rumor de posiblespláticas entre el actual Presidente y el Sr. ArzobispoRuiz y Flores, pláticas que tienden a solucionar elconflicto religioso y rumor que toma cuerpo con lasambiguas, hipócritas y torpes declaraciones de PortesGil hechas en Puebla el día cinco del presente.

No sé lo que haya de cierto en el asunto, pero comola Guardia Nacional es institución interesada en él,quiero que de una vez por todas y por el dignoconducto de Udes., exponer la manera de sentir de losque luchamos en el campo a fin de que llegue aconocimiento del Episcopado Mexicano, y a fin deque también sean ustedes servidos en tomar las pro-videncias que sean necesarias para que llegandohasta Roma, obtengamos de nuestro Santo Vicario unremedio a nuestros males, remedio que no es otro queel de obtener el nombramiento de un Nuncio o el deun Primado, que venga a poner fin al caos existente yque unifique la labor político social de nuestrosObispos, Príncipes independientes.

Creemos los que luchamos en el campo, que losObispos al entrar en pláticas con el bando la actitudasumida sin género de duda por más de cuatro millo-nes de mexicanos, y de cuya actitud es producto laGuardia Nacional, que cuenta por ahora con más deveinte mil hombres armados y con otros tantos quesin armas pueden seguramente ser considerados enderecho como beligerantes.

Creemos también, que el Gobierno al tratar conellos lo hace en la creencia de que su voz es capaz determinar esta contienda; de hacer que la GuardiaNacional, que la constituye una seria amenaza para suseguridad, entregue las armas que tiene, armas arre-batadas al mismo gobierno. Prueba de esto es quenunca quiso oírlos con antelación a nuestro movi-miento. Prueba de ello es el desprecio con que recibióel memorial de los Prelados y más tarde el calzado pormillones de firmas de católicos.

Ahora bien, si los Obispos al presentarse a tratarcon el gobierno aprueban la actitud de la GuardiaNacional, si están de acuerdo en que era ya la únicadigna que nos dejaba el déspota, tendrán que consul-tar nuestro modo de pensar y atender nuestras exigen-cias; nada tenemos que decir en este caso, por talcamino, en labor conjunta y con la ayuda de Dios,algún bien hemos de lograr para nuestra Patria, y losmismos señores Obispos se convencerán al fin de elpoco común desinterés, tal vez único en la Historia deMéxico y que ha constituído la médula de nuestraorganización y de nuestra existencia.

Si los Obispos al tratar con el gobierno desapruebannuestra actitud, si no toman en cuenta a la GuardiaNacional y tratan de dar solución al conflicto indepen-dientemente de lo que nosotros anhelamos, y sin daroídos al clamor de enorme multitud que tiene todos susintereses y sus ideales jugándose en la lucha; si seolvidan de nuestros muertos, si no se toman en consi-deración nuestros miles de viudas y huérfanos, enton-ces levantaremos airados nuestra voz y en un nuevomensaje al mundo civilizado, rechazaremos tal actitudcomo indigna y como traidora, y probaremos nuestraaseveración. Personalmente haré cargos a los queahora aparecen como posibles mediadores.

Muchas y de muy diversa índole son las razonesque creemos tener para que la Guardia Nacional y noel Episcopado, sea quien resuelva esta situación.Desde luego el problema no es puramente religioso,es éste un caso integral de libertad, y la GuardiaNacional se ha constituído de hecho en defensora detodas las libertades y en la genuina representación delpueblo, pues el apoyo que el pueblo nos imparte es loque nos ha hecho subsistir; esto es innegable...

Por contra, los Sres. Obispos, alejados por cual-quier motivo del país, han vivido estos años desco-nectados de la vida nacional, ignorantes de las trans-formaciones que esta etapa de amarga lucha ha sufri-do el pueblo, y por lo tanto incapaz de representarloen acto de tamaña trascendencia. Es mentira que unaautoridad constituída antes de la lucha, pueda porpropio derecho arrastrar a todo un pueblo a sufrir lasconsecuencias de su criterio; es el pueblo mismo elque necesita una representación, es la voluntad popu-lar la que hay que consultar, es el sentir del pueblo elque hay que tomar en consideración; de este paupérri-mo pueblo nuestro que se bate en su propia patriacontra un puñado de bastardos que se escudan con unamontaña de elementos de destrucción y de tortura.

No son en verdad los Obispos los que pueden conjusticia ostentar esa representación. Si ellos hubieranvivido entre los fieles, si hubieran sentido en unión desus compatriotas la constante amenaza de su muertepor sólo confesar su fe, si hubieran corrido, comobuenos pastores, la suerte de sus ovejas, si siquierahubieran adoptado una actitud firme, decidida yfranca en cada caso, para estas fechas fueran enverdad dignísimos representantes de nuestro pueblo.Pero no fue así o porque no debió ser o porque noquisieron que así fuera. Ahora será difícil, más biennos parece imposible, que el Episcopado tome sinfaltar a su deber, una representación que no le corres-ponde, que nadie le confiere.

LA CRISTIADA

pág. 66 Bol-227

La Guardia Nacional es el pueblo mismo; es lainstitución que en el pasado y el presente se ha hechosolidaria de la ofensa inferida al pueblo mexicano, enun tiempo indefenso por mexicanos traidores. LaGuardia Nacional velará también en el futuro por losintereses de ese mismo pueblo de donde ha nacido.Tiene todos los elementos necesarios para hacerlo:La Guardia Nacional es el contrincante natural detodo lo que en México hay de indigno y de espúreo.La Guardia tienen ya algunas armas y son éstas laúnica seguridad que tenemos de vivir en un relativoambiente de justicia.

Si se nos objetara que la fuerza material con quecontamos no es de tomarse en consideración, pode-mos desmentir tal dicho con sólo hacer notar que esnuestra actitud la que provoca el intento del tiranopara solucionar el conflicto. Esto está en la concien-cia de todos. Pero aún hay más nuestra fuerza estáconstituída por un pequeño ejército pobre en armas,riquísimo en virtudes militares, que lucha cada díacon más éxito por liberarse de una jauría rabiosa quelos esclavizaba; por un pueblo entero que está deci-dido a conquistar todas las libertades y que tienepuestos sus ojos no en la promesa banal que puedehacerse al Episcopado, sino en la obligada transac-ción a que tiene que someterse el grupo que ahora nostiraniza.

Lo que nos hace falta en fuerza material, no lopedimos al Episcopado, lo obtendremos por nuestroesfuerzo; si pedimos al Episcopado fuerza moral quenos haría omnipotentes y está en sus manos dárnosla,con sólo unificar su criterio y orientar a nuestropueblo para que cumpla con un deber, aconsejándoleuna actitud digna y viril propia de cristianos y no deesclavos.

Si desde un principio ésta hubiera sido la labor denuestros Obispos, si no se hubieran producido lasfatales discrepancias de Querétaro, Tabasco, etc., queimpidieron una acción conjunta y pujante, quizá enestos momentos el pueblo hubiera castigado ya a susverdugos y se hubiera constituído en nación libre ysoberana.

Creo de mi deber declarar de una manera enfáticay categórica que el principal problema que hayamostenido que afrontar los directores de este movimien-to no sea el de los pertrechos. El principal problemaha sido y sigue siendo, eludir la acción nociva y fatalque en ánimo del pueblo provocan los actos cons-tantes de nuestros Obispos y la más directa y des-orientada que realizan algunos señores curas y pres-

bíteros, siguiendo los lineamientos que a ellos seña-lan sus prelados. Nosotros hubiéramos contado conpertrechos y contingentes abundantísimos, si en vezde cinco Estados de la República responden al gritode muerte lanzado por la Patria, treinta o más dióce-sis. El decantado poder del tirano que nosotrosestamos tan capacitados para medir, hubiera caídohecho añicos al primer golpe de maza, tal vez conque hubiera logrado que por primera y única vez enla historia de nuestros martirios nacionales, losPríncipes de nuestra Iglesia hubieran estado deacuerdo únicamente para declarar que: «La defensaes lícita y en su caso obligatoria...»

Aún es tiempo de que enseñándonos el camino deldeber y dando pruebas de virilidad, se pongan franca-mente en esta lucha del lado de la dignidad y deldecoro. ¿Acaso no los ata ya a nosotros la sangre demás de doscientos sacerdotes asesinados por nues-tros enemigos? ¿Hasta cuándo se sentirán más cercade los victimarios que de las víctimas?

Estas y muchas otras razones que sería intermina-ble considerar aquí nos hacen exigir, no solicitar, quese nos deje en nuestras manos la solución de unproblema en cuyo planteo hemos trabajado más quenadie; que se deje al pueblo, a este pueblo mexicanoque ha querido y sigue queriendo ser católico, a estepueblo que ha demostrado al mundo entero que esgeneroso con su sangre, su dinero y sus más carosintereses cuando se trata de defender su religión, aeste pueblo abandonado por los aristócratas del dine-ro y del pensamiento, terminar su obra de liberación.

Que los señores Obispos tengan paciencia, que nose desesperen, que día llegará en que podamos conorgullo llamarlos en unión de nuestros sacerdotes aque vengan otra vez entre nosotros a desarrollar susagrada misión, entonces sí en un país de libres.¡Todo un ejército de muertos nos mandan obrar así!

Como última razón creemos tener derecho a quese nos oiga, si no por otra causa, por ser parteconstitutiva de la Iglesia Católica de México, preci-samente por ser parte importantísima de la instituciónque gobiernan los Obispos mexicanos.

Ruego pues a sus Señorías se sirvan hacer esto delconocimiento del Comité Episcopal y a la vez, procu-ren por cuantos medios estén a su alcance hacer llegarmi voz hasta la más alta Jerarquía de nuestra Iglesia,para ver si se logra poner fin a la eterna desorientaciónen que hemos vivido y se ayude siquiera en esta formaa la Guardia Nacional, en su labor por Dios y por laPatria.

LA CRISTIADA

pág. 67Bol-227

Creo de mi deber hacer del conocimiento de Udes.que vamos a sufrir en los próximos meses la más duraprueba de toda esta epopeya; que tenemos que hacerfrente a una agudísima crisis que señalará nuestrotriunfo o nuestra derrota, y se hace necesario quetodos pongamos a contribución el mayor esfuerzo, yaprontemos la mayor ayuda. Yo aseguro a Udes. quela Guardia Nacional cumplirá con su deber, pero pidoque no se nos exija ir más allá del deber.

Reitero a ustedes como siempre las seguridades demi antenta y distinguida consideración.

Dios, Patria y Libertad.El Triunfo, Jal. (Capilla de Milpillas, Jal.), a 16 de

mayo de 1929.General en Jefe.

Enrique Gorostieta(PÁGINAS 174 A 177 DEL TOMO V)

33.- 33.- 33.- 33.- 33.- EL PUEBLO CRISTIANOEL PUEBLO CRISTIANOEL PUEBLO CRISTIANOEL PUEBLO CRISTIANOEL PUEBLO CRISTIANONO BUSCÓ ARREGLOSNO BUSCÓ ARREGLOSNO BUSCÓ ARREGLOSNO BUSCÓ ARREGLOSNO BUSCÓ ARREGLOS

Beatísimo Padre:Los Obispos mexicanos que suscribimos, invita-

dos por el Ilmo. y Rvmo. Sr. Dr. Don Leopoldo Ruiz,Dgmo. Arz. de Michoacán, para exponer ante V. S.con reverente franqueza y filial confianza acerca de lamanera más decorosa, a nuestro juicio, de resolver lacuestión religiosa, que actualmente nos aflige, pos-trados con profunda humildad a los pies de S. S.decimos lo siguiente:

I.- La solución del conflicto religioso práctica-mente puede ser:a) La revocación y reforma de las leyes persecutorias,

por lo menos hasta donde lo pidieron el Episcopa-do y el Pueblo mexicano en sendos memorialesenviados a las Cámaras legislativas, firmado eldel Pueblo por dos millones de personas;

b) La revocación y reforma de algunas leyespersecutorias pero no todas las que mencionó elEpiscopado en el Memorial de referencia;

c) La promesa del Gobierno de no poner en vigor lasleyes de persecución, ya sea dejándolas intactasen la Constitución y su Reglamento y en el Códi-go Penal o prometiendo revocarlas o reformarlasmás tarde.II.- Primera solución: La revocación y reforma de

las leyes persecutorias, por lo menos hasta donde lo

pidieron el Episcopado y pueblo mexicanos en susmemoriales a las cámaras nacionales legislativas.

Esta es la solución mejor de las propuestas, la quepiden de acuerdo el Clero y el Pueblo; aquella porcuya consecución tan abnegada y heroicamente elPueblo mexicano se sacrifica; por la que se estáderramando tanta sangre; aquella para obtener la cualel Clero y el Pueblo están dispuestos a esperar todo eltiempo que sea necesario, no obstante sus increíblessufrimientos.

Es tan grande la oposición del Clero y del Puebloen general a un arreglo a medias, que apenas circulaalgún rumor de un arreglo en dicha forma, como pasaactualmente, cuando al punto todo el Pueblo se alar-ma, entra en una inquietud increíble y como que elPueblo se escandaliza; y no se oye otra voz que ésta:«¿De qué han servido tantos sacrificios, si al fin loscatólicos hemos de quedar de esclavos? ¿A qué tantasangre, tantos sufrimientos y lágrimas si habíamos dequedar como estamos ahora o poco menos?»

Por esta causa juzgamos con toda verdad que sialguna vez hubiera de temerse alguna división en elClero y en el Pueblo, más podría motivarlo un arregloa medias, en que se cediera a las injustas exigenciasde los perseguidores, que por la constancia en esperarhasta que sea posible obtener una verdadera y com-pleta libertad de conciencia.

III.- Segunda solución: La revocación y reformade algunas de las leyes persecutorias, pero no todaslas que mencionó el Episcopado en su memorial a lascámaras.

Esta solución a nuestro humilde juicio no convie-ne:

1º.- Porque quedando algunas leyes persecutorias,éstas, en manos de un Gobierno tan arbitrario ytiránico como el presente, serían ampliadas y extre-madas como pasa en la actualidad, y la esclavitud delos católicos continuaría. Nadie ignora que las actua-les leyes persecutorias han sido ampliadas sobre todolo que pide su sentido propio y legal en grado increí-ble, de manera que la mayor parte de los atropellosactuales han sido motivados por la aplicación dema-siado amplia de dichas leyes, por lo cual importaquitar el mal de raíz.

2º.- Un arreglo parcial dejaría descontento al Pue-blo, desmoralizado y sin alientos para volver a lucharpor su fe y daría por perdidos todos sus sacrificios.

IV.- Tercera solución: La promesa del gobierno deno poner en vigor las leyes de persecución, ya sea

LA CRISTIADA

pág. 68 Bol-227

dejándolas intactas en la constitución y su reglamen-to y en el código penal, ya prometiendo reformarlaso revocarlas más tarde.

Esta solución nos parece sumamente peligrosa einconveniente:

1º.- Porque en cuanto al Clero y al Pueblo católi-cos, tiene los mismos inconvenientes que la anterior,pero en grado sumo.

2º.- Porque ni los actuales gobernantes, ni el Gral.Obregón y sus partidarios, quienes, según se dice,recibirán el poder en el siguiente período presiden-cial, merecen absolutamente ninguna fe. Consta porexperiencia que no respetan la fe jurada, ni suscompromisos escritos y firmados con todas las for-malidades deseables, aún en las materias más graves.Los propósitos, tanto de los actuales Gobernantes,como de los que vendrán dentro de poco, han sido yson, como lo han manifestado ellos mismos muchasveces en público, acabar con el catolicismo en México,y para conseguirlo no reparan en medios.

Su mala fe y su falta de respeto a la opinión públicason increíbles.

Afirman en documentos públicos que la inviolabi-lidad de la Ley y la sagrada obligación de hacerlaobservar son la causa de la persecución a los católicosy al mismo tiempo en la persecución violan a la luzpública y a los ojos del mismo Cuerpo Diplomático lamisma ley que invocan y protestan respetar, porejemplo: la ley prohibe catear los domicilios privadossin la orden escrita de la autoridad competente, quemotive el procedimiento; y sin embargo, diariamentede una manera brutal y sin los requisitos legales, soncateadas y allanadas las moradas particulares y atro-pellados sus infelices habitantes. La ley prohibe quelas autoridades policíacas y en general las del PoderEjecutivo impongan penas, las cuales están reserva-das a las autoridades judiciales y previo el procesorespectivo; prohibe juzgar militarmente a los civiles,prohibe matar sin previo juicio sin oir al reo; prohibedesterrar a los mexicanos, etc., etc...; y sin embargo,todas estas y otras mil cosas prohibidas se hacen adiario en todo el territorio nacional, especialmentepor las autoridades militares, que gozan de una licen-cia y una impunidad terribles y todo ésto se publicapor la Prensa y se dice que se ha hecho por orden delPresidente o de tal o cual autoridad.

Declara el Gobierno que no hay persecución reli-giosa o intenta hacer arreglos con las autoridadeseclesiásticas, y al mismo tiempo aviva y aún extrema

la persecución y multiplica los atropellos al Clero y alPueblo. Tal pasó con las declaraciones públicas he-chas por el Secretario de Educación en presencia deCalles y de Obregón en un banquete celebrado enCelaya. Cosas son éstas que parecen, o mejor dicho,que son burlas sangrientas al Pueblo, al cual despre-cian; al público que las escucha, y aún a los Diplomá-ticos obligados a escuchar y a presenciar tan flagran-tes inconsecuencias.

En confirmación de lo anterior, varias personasfidedignas aseguran haber oído al Señor Gral. Obre-gón, decir que la cuestión religiosa se arreglaríaautomáticamente por orden de la Santa Sede, y quecuando se aplacara el movimiento armado, el gobier-no se encargaría de batir en detalle a los católicos deoposición, y que en cuanto a reformar la Constituciónen lo que toca a las disposiciones relativas a cultos,jamás se haría ninguna reforma. Ya se ve cuán pocopueden valer las promesas de estas personas, sobretodo si no están respaldadas por solidísimas garantías.

3º.- El Gobierno jamás consentiría que se crea, ymenos que se diga, que él ha cedido en lo que toca alconflicto religioso; de aquí resultará que al hacersealgún arreglo como el que examinamos, el Gobiernoen declaraciones oficiales y en la Prensa, dirá que noha habido tal arreglo, sino que los Obispos rebeldesa la autoridad, y los católicos, vencidos y subyuga-dos, se habían sometido a las leyes persecutorias.Esto, después del espectáculo admirable que handado con la ayuda de Dios, el Episcopado y el Pueblomexicano a todo el mundo católico, sería un escánda-lo universal que no podía evitarse ni repararse, ya quea los Obispos no se les permitiría hacer declaracionesen contrario. Ya sabemos que en manos de esteGobierno ha muerto por completo la Libertad dePrensa.

Se dirá que de no hacerse un arreglo así, la situa-ción de la Iglesia mexicana, de por sí tan amarga,persistirá por muchos años, con peligro de que sepierda la fe, como pasó en Inglaterra; porque nohabiendo medio legal alguno pacífico para obtener lalibertad de conciencia, supuesto que han sido agota-dos inútilmente todos los medios de este género, noqueda otro recurso para obtener esa libertad esenciala los pueblos, sino a la resistencia armada y esta secree fracasada por falta de los elementos suficientesy fracasará completamente porque dicho movimien-to no cuenta con la benevolencia del Gobierno deWashington, y, al contrario, el Gobierno perseguidorcuenta con todo su apoyo.

LA CRISTIADA

pág. 69Bol-227

Contestación: El éxito de la resistencia armadapuede ser de dos maneras, a saber: completo y defi-nitivo, como sería la caída del Gobierno perseguidor;incompleto, pero no menos real y provechoso, comosería obtener el Gobierno perseguidor que se veobligado a respetar y reconocer los derechos de loscatólicos a su libertad de conciencia.

El primer triunfo puede ser que no lo obtengan loslibertadores, a causa de sus escasos elementos y de laoposición del gobierno de Washington, que desgra-ciadamente está tan metido en nuestros asuntos. Ydecimos «puede ser», porque siendo un movimientopopular, no sabemos hasta dónde puede llegar en susheroicos esfuerzos.

El segundo triunfo sí puede obtenerlo o lo estáobteniendo a toda prisa, y puédese afirmar que eléxito obtenido hasta ahora por los heroicos sacrifi-cios de los católicos seglares es tan grande y tanhalagüeño que bien amerita la sangre que se haderramado. En efecto, puede asegurarse, con todaseguridad. Que si no hubiera habido resistencia arma-da, los actuales gobernantes jamás se hubieran pre-ocupado de la cuestión religiosa ni de la libertad deconciencia del pueblo mexicano; que hubieran vistocon el más alto desprecio los estériles lamentos de loscatólicos y se hubieran burlado de ellos, como lohacían antes de este movimiento; que hubieran con-tinuado oprimiendo a los católicos que hubieran sidosiempre esclavos y acaso la fe de veras hubieradesaparecido o habría de desaparecer de México,como desapareció de Inglaterra en parecidas circuns-tancias.

¿Y por qué ahora la cuestión religiosa preocupatan hondamente al Gobierno nacional y aún al Ame-ricano? ¿Por qué ahora tiene en cuenta a los católicosya? ¿Por qué el Gobierno mismo se ha empeñado entener un arreglo, aunque en su soberbia no ha queridollegar aún a donde debe? ¿Por qué los católicos hanllegado a tener tal significación que puede asegurarseque por mucho tiempo ninguno de los gobiernosvenideros volverán a tratarlos como el actual? ¿Porqué? Por esta admirable resistencia a la más grande delas tiranías. De manera que no sólo no ha fracasadodicho movimiento, sino que ha obtenido un éxitoprecioso; y como sigue creciendo, sigue fortalecién-dose, por ser un movimiento popular, es de creerseque a la postre obtendrá la libertad de conciencia quees el objeto principal de dicha resistencia. Por estacausa se cree que acaso insistiendo, por los conductosdebidos, el Gobierno acabará por acceder a reformarlas leyes.

Pero aún prescindiendo de este movimiento, alcual somos completamente ajenos los Obispos, enel cual no tenemos parte alguna, ni material nimoral, conforme a las intrucciones de la SedeApostólica que con gusto y toda sujeción de volun-tad y de juicio acatamos, y que ya desde antesseguíamos, creemos que sería preferible seguir eneste estado de persecución espantosa, antes quedejar a la Iglesia en la esclavitud bajo el PoderPúblico y un poder que odia sinceramente a laIglesia y al mismo Jesucristo.

V.- En caso de un arreglo, el que la Santa Sede ensu admirable prudencia estima conveniente, nosatrevemos a insinuar con filial confianza y todareverencia, que se tomen en cuenta los siguientespuntos:

a) La falta que hacen algunos edificios y mueblesarrebatados a la Iglesia, como las Casas Curales yEpiscopales, Seminarios, Colegios, etc... con susmuebles y las casas de establecimientos debeneficiencia y Comunidades Religiosas;

b) La situación de las Comunidades Religiosas y delClero extranjero;

c) La de los Obispos que están procesados como elIlmo. Sr. Obispo de Tacámbaro;

d) La situación de los libertadores y levantados enarmas;

e) La propiedad de los bienes muebles de los templosy del Culto;

f) La libertad de la Iglesia en lo que toca a la adminis-tración de los sacramentos y del culto.

Todo lo anterior lo hemos dicho para informar a laSanta Sede lo que pensamos y lo que piensan el Cleroy el Pueblo mexicano en general. Pero si nuestroamadísimo Padre el Papa le parece conveniente otrasolución, de antemano la aceptamos y acatamos reve-rentes y nos sometemos a ella con toda sinceridad ycreemos que nuestro pueblo, tan adicto a la SantaSede la acatará también.

Pedimos con toda humildad y reverencia la bendi-ción Apostólica.- Arzobispado de Guadalajara, Junio16 de 1928.

+ Francisco Orozco y JiménezArzobispo de Guadalajara México,

junio 22 de 1928.

(PÁGINAS 24 A 27 DEL TOMO VI)

LA CRISTIADA

pág. 70 Bol-227

34.- INDUDABLE EXITO34.- INDUDABLE EXITO34.- INDUDABLE EXITO34.- INDUDABLE EXITO34.- INDUDABLE EXITODE LA EPOPEYA CRISTERADE LA EPOPEYA CRISTERADE LA EPOPEYA CRISTERADE LA EPOPEYA CRISTERADE LA EPOPEYA CRISTERA

(Este estudio, con ligeras modificaciones fué escrito en1943, por el Sr. Lic. Andrés Barquín y Ruiz).

1).- Con las estadísticas llevadas por el ComitéEspecial de Guerra de la Liga Nacional Defensora dela Libertad Religiosa, encargada de la alta direcciónde la Epopeya Cristera hechas con datos absoluta-mente veraces, provenientes del mismo campo debatalla; con los testimonios directos de Jefes Criste-ros, especialmente el del Jefe Supremo de la GuardiaNacional formada por los mismos Cristeros; con losfragmentos de los «Boletines de Guerra», editadospor la misma Liga, y con otros documentos que obranen el archivo de la propia Institución; podríamosdemostrar cómo había obtenido la Epopeya Cristeraun éxito siempre creciente, y estaba, el 21 de junio de1929, cuando se concertaron los «Arreglos», caminoseguro de hacer posible que se alcanzaran algún día,en fecha no determinable con precisión matemática,pero de segura realización, el triunfo anhelado.

Vamos a presentar confesiones de la parte contra-ria, provenientes de los enemigos de la EpopeyaCristera, tanto en el campo revolucionario, como enel católico, limitándonos por ahora a las más impor-tantes.

2).- El antiguo diputado a las Cámaras revolucio-narias, don José Pérez, rememorando la época en quefuera secretario particular del extinto general deDivisión de la tiranía, Jesús M. Ferreira, quien, sien-do Jefe de las Operaciones Militares en Jalisco dirigióla lucha militar del despotismo callista contra losCristeros tapatíos, ha confesado categóricamente:«Los atentados a los trenes, los asaltos a las poblacio-nes de importancia, la pérdida cada día mayor deregiones enteras que iban controlando el enemigo,substrayéndolas al dominio del supremo gobierno,evidenciaban la seriedad del problema militar, serie-dad que era aceptada por los superiores del GeneralFerreira...» («La Muerte del Gral. Ferreira. Quién eraeste Jefe Fallecido». Por el ex-diputado José Pérez,Secretario Particular del Extinto. Artículo en el nú-mero correspondiente al 19 de febrero de 1938, de larevista Metropolitana «HOY»)

3).- Refiriéndose a principios de 1929, el Lic.Emilio Portes Gil, tirano en turno, servidor mísero dePlutarco Elías Calles, recuerda la angustiosa situa-ción en que se hallaba, y confiesa lo siguiente: «¡Si

apenas tenía un mes de estar gobernando el país enmedio de la conmoción provocada por el clero cató-lico que mantenía en pie de guerra más de 20 milhombres en el territorio nacional!» (E. Portes Gil.1941. Pág. 152). Y aludiendo a la terminación delConflicto Religioso por los «Arreglos» del 21 dejunio de 1929, que le dieron fin por la terminación dela resistencia católica, escribió el propio abogado enlas páginas 316-317 de su obra: «Quince Años dePolítica Mexicana», «Inmediatamente después de laterminación del conflicto, se procedió a amnistiar atodos los elementos que se encontraban levantadosen armas en diversos Estados de la República, prin-cipalmente en Jalisco, Michoacán, Colima, Durango,Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro, encargán-dose de tal rendición los respectivos Jefes de Opera-ciones. El número de individuos que se rindieron alGobierno pasó de catorce mil hombres y otras tantasfueron las armas que se entregaron.»

El propio tirano reproduce unas declaracionessuyas, de fines de abril de 1929, en las que decía queen la Ciudad de México llega ya a un grado verdade-ramente alarmante la actitud de un grupo numerosode mujeres que, cegadas por su exaltación se dedicanpúblicamente a hacer propaganda sediciosa por me-dio de avisos que pegan en las paredes y en las puertasde las casas céntricas» (Página 308).

4).- Mas no sólo tal propaganda era la alarmante,sino lo más grave eran los católicos levantados enarmas, que hacían tambalearse al despotismoimperante, como se confesó en pleno Congreso revo-lucionario.

En efecto, en la sesión del 13 de febrero de 1929de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión,el pseudo diputado Manuel V. Mijáres, expresó:«Podemos afirmar que la Reacción está en pie y quesolamente a los revolucionarios nos quedan dos ca-minos: ahogar a la Reacción o permitir que la Revo-lución sea ahogada por los reaccionarios». Por suparte el pseudo senador Juan de Dios Robledo abogópor una táctica de convencimiento hacia los Criste-ros, pues dijo: «No vamos a matar treinta miljalisciences, sino a convencerlos de que la Revolu-ción trata de llevar el mejoramiento material y moralal pueblo».

Y el pseudo senador Lic. Lauro G. Caloca confesópaladinamente, poniendo de relieve toda la realidadde la situación creada a la tiranía por los Cristeros:«Caso curioso: hay siete o más Jefaturas de Operacio-nes que se dice que están dedicadas a terminar con los

LA CRISTIADA

pág. 71Bol-227

rebeldes; no sé si esos rebeldes son treinta o cuarentamil, pero una de dos: o nuestros soldados no sirvenpara batir a los rebeldes, o no quieren que la rebelióntermine». «Al Sr. Presidente hay que hablarle confranqueza, en vez de venir a echar leña al fuego, puescon otros tres Estados que se declaren en rebeliónpuede peligrar el poder público». (Tomamos las citasdel número de «Excélsior, diario de México, corres-pondiente al 14 de febrero de 1929).

5).- El propio Calles se vió obligado a declarar ensu mensaje del 1º deenero de 1928: «La re-belión en varios Esta-dos de la República, hacausado serios perjui-cios a la Nación». (Citaeste texto Mons. Díaz;véase el panfleto deCarreño; pág. 225, 1a.edición).

6).- Está fuera detoda duda que elExcmo. Sr. ArzobispoLeopoldo Ruiz y Flores,así como su colabora-dor el Excmo. Sr. Arzo-bispo D. Pascual Díaz yBarreto, era adversariode la Epopeya. De «Sa-crificio estéril» fué ca-lificada por uno de los que actuaban a las órdenes deambos Prelados.

Sin embargo, hay declaraciones del ilustre Mitra-do favorable al Movimiento.

Antes de la celebración de los llamados «Arre-glos», escribió al Sr. J. Antonio López Ortega, Secre-tario entonces de la Unión Internacional de todos losAmigos de la L. N. D. L. R., con sede en Roma: - «LaDefensa Armada ha tenido la gloria de ser una protes-ta viva y eficaz, la de mantener viva también, lacuestión religiosa y la de obligar, como esperamos, alGobierno a buscar una solución».

Inmediatamente después de concentrados los alu-didos «Arreglos» el propio Excmo. Delegado Apos-tólico dispuso la difusión de un folleto intitulado «ElModus Vivendi», escrito por el P. Eduardo Iglesias,S.J. En él se lee: «Y este fenómeno, de una rapidísimapacificación (la rendición de los cristeros) en pocassemanas, no puede explicarse por suponer cansancioo agotamiento en los combates, ya que nunca estuvie-

ron mejor organizados y disciplinados que en esaocasión, y, con fundamento o sin él, lo cierto es queen aquellos instantes abrigaban mayores esperanzasque nunca de éxitos militares».

El folleto era parte de la obra intitulada «El Con-flicto Religioso de 1926» y en el capítulo que inme-diatamente antecede al relativo del «Modus Viven-di», se afirma: «El Movimiento Libertador... crecía, ysu auge se manifiesta en el número de los que seguíana los Jefes Libertadores y en la organización militar

que el Gral. Gorostieta logró darles, después deheroicos y continuos sacrificios. Por estas fechas, loslibertadores andaban en toda la región de los Altos yen grandes porciones de Colima y Michoacán. ElGobierno prometía todos los días la pacificación delpaís, pero los hechos venían a demostrar que despuésde las excursiones del Ministro de la Guerra, y de lasórdenes terminantes giradas al Jefe de Operacionesde Jalisco, era imposible atacar a los libertadores ensus posiciones, y su número y organización, a ojosvistas, iba creciendo». (pág. 420 de la citada obra. 1a.edición).

Se añade en la propia obra: «La simpatía que entretodas las clases sociales gozaban los Libertadores eramanifiesta, y era así mismo manifiesto que la ayudaque éstos tenían, principalmente la alcanzaban departe de elementos católicos de las ciudades, que consus recursos les proporcionaban los medios de man-tener el Movimiento».

Pocos meses después, declaró el mismo Excmo.Prelado, al Diputado socialista belga Luis Pierard, lo

LA CRISTIADA

pág. 72 Bol-227

que anotó éste en su obra «Rimouski-Puebla». «DuCanadá au Mexique» (Librería Valois. París. Placedu Pantheon, 7. 1931. Pág. 192): «Más de veinte milcatólicos tomaron las armas abastecidas de municio-nes por las mujeres. La lucha se desarrolló en losEstados de Jalisco, Michoacán, Durango, Guerrero,Zacatecas, Colima, Tepic y Oaxaca».

7).- No sólo los que se hallaban «al otro lado de labarricada» y de los que se encontraban «de este ladode la barricada», estimaban que la Epopeya no habíasido un fracaso, sino que los mismos banqueros deWall Street, no obstante que mediaron declaracionesbien siniestras en el sentido «de que apoyarían aCalles con las armas hasta acabar con los «Cristeros»,por exigirlo así sus intereses», Mr. Morgan, jefe de lacasa bancaria de ese nombre, se vió precisado aescribir una cata al Gral. Calles, Presidente de México,en que hablaba de las deudas de México con losbanqueros, y temina diciéndole que las finanzas deMéxico pedían la paz religiosa para la prosperidaddel País». Así lo testifica Eber Cole Bryan, masónamericano convertido, colaborador de Mons. FrancisClement Kelly, Obispo de Oklahoma, en la obraescrita por éste intitulada «México, el País de losAltares Ensangrentados».

Dedúcese que la Epopeya estaba haciendo imposi-ble la vida a los tiranos y se estaba atacando a losprotectores en lo que hay de más sagrado para ellos: SuMajestad el Dollar. Ya los tiros estaban dando en elblanco.- Tal vez hubiera sido imposible, supuesta ladecidida protección impartida por la Casa Blanca a lostiranos, el total derrumbe del régimen, pero la recon-quista de la libertad institucional, era ya inevitable.

8).- Es de deplorarse que los Excmos. Preladosautores de los Arreglos», no captaron la trascenden-cia de las condiciones en que se hallaban los tiranosy sus protectores, debido a la acción cívico-bélicadesplegada por los cristeros.

El hecho es tanto más desconcertante cuanto quepor el mismo testimonio del Sr. Eber Cole Bryan,Mons. Ruiz leyó en 1927, la carta de Morgan a Calles.

9).- Mejor, mucho mejor que muchos católicos mexi-canos, los católicos belgas comprendieron la importanciay trascendencia de la lucha armada de los católicos contrala tiranía yanqui-masónico-protestante.

El Sr. Dr. Giovanni Hoyois, egregio escritor, pre-sidente entonces de la Asociación Católica de laJuventud Belga, escribió un interesantísimo estudioen «La Revue Catholique de Ideas et de Faits», en losnúmeros 12 al 19 de 1929, con el título «La Insurrection

Catholique du Mexique», cuando la Epopeya llegabaa consecuencia de los deplorables «Arreglos», a sufin, dijo: «Jamás los Libertadores, como ellos mis-mos se llamaban, llevaron al cabo una marcha aplas-tante. Nunca conquistaron por largo tiempo, una granciudad.

Soldados de ideal, más que de oficio, van porgrupos improvisados en los que la fe hace ley. Malequipados, no pueden tampoco operar a la manera deun ejército regular; atrincherarse y presentar frente alenemigo. Son rápidamente agotadas sus municiones,que renuevan gracias a golpes de mano sobre lospequeños depósitos militares mal guarnecidos. Estánmal provistos de armas, las que reúnen poco a poco,aquí y allá, puesto que los Estados Unidos, satisfe-chos de la política petrolera (y de toda política anti-patria desarrollada por los tiranos, -añadimos noso-tros) de Calles y de Portes Gil, no han cesado dereservar únicamente al Gobierno de México el bene-ficio de la importación de los pertrechos de guerra.Toda la técnica de los Libertadores radica en sumovilidad; golpes de mano rápidos sobre las obras dearte, (aquí significa el término «obras de arte», terra-plenes, ferrocarriles, puentes, túneles, etc., etc., en susentido administrativo) sobre los trenes militares,sobre los aprovisionamientos oficiales, y después unrepliegue inmediato a esas montañas tortuosas queforman la mejor de las fortalezas para una guerrilla».

La insurrección no admite siquiera, aunque no loparezca, ser un movimiento político en el sentidocomún del término; se proclama más bien obra deacción cívica. Sin duda los manifiestos... de losprimeros generales tendían al derrumbamiento delpoder establecido, pero el pensamiento profundoconsiste, únicamente, en forzar al Gobierno, seancuales fueren las manos en que se halle, a reformar laConstitución y las leyes, en el sentido de la libertad deconciencia. Explosión de un ideal exasperado, que hahecho crispar las manos, a la larga, sobre el gatillo delos fusiles».

«Después de más de dos años sin lograr dar ungolpe mortal al Gobierno revolucionario, la insurrec-ción católica lo ha herido y mantiene pacientementeesa llaga. En los Estados de Jalisco, Michoacán,Guanajuato, Colima, Aguascalientes y Zacatecas,situados en el corazón del país, ha sembrado lainseguridad... Dispersos por voluntad propia, en elmomento en que los federales creen haberlos aplasta-do, los grupos de los Cristeros se reúnen constante-mente un poco más tarde, o un poco más lejos. Todaslas campañas de evacuación y de reconcentración de

LA CRISTIADA

pág. 73Bol-227

los habitantes de Jalisco, todas las amenazas deexterminio, todo el terror de las expediciones puniti-vas, no han podido hacer nada contra esa táctica.

La firmeza de los Libertadores sobrepasa todolímite. Sus jefes caen uno tras otro: Armando Téllez,Gómez Loza, Gorostieta y tantos otros. Pero cada veznuevos capitanes parecen surgir de esas tumbas re-cién abiertas. Esto pasa desde hace tanto tiempo, quese puede predecir con seguridad, que durará tantocuanto sea necesario. Las esferas oficiales que veinteveces han anunciado al mundo la extinción definitivade la rebelión católica, se han visto forzados a reco-nocer periódicamente nuevos combates, lo cual esdesesperante para los tiranos. (Aquí cita el insigneescritor las palabras del seudo-senador Robledo)«Los Libertadores no han fracasado, pues, en susesfuerzos...»

«No, no han conquistado la ciudad de México; no,no han derribado a Calles ni a Portes Gil; pero esemalestar de la Administración, esa inseguridad de lascomunicaciones, esa perpertua alerta del ejército,¡qué espina, cuando menos, en el pie del Gobierno! Siéste llega un día a retroceder, ¿quién osaría decir queno es el puñado de los Cristeros el que lo ha obligadoa ello?

10) Supuesto todo lo que queda manifestado en lasanteriores líneas y teniendo en cuenta otra multitudde testimonios cuya enumeración daría demasiadaamplitud a este estudio, se puede concluir que laEpopeya Cristera fué un éxito y que estuvo a punto dealcanzar la victoria, obteniendo la derogación de lasleyes sectarias y tirá-nicas. Años después,próximo a rendir la su-prema jornada, S. S. elPapa Pío XI habría dedar en cierto modo,noble testimonio enfavor de la Epopeya,consignando la licitudy procedencia de ejer-cer el derecho de rebel-día, empleando «me-dios lícitos y apropia-dos -son sus palabras-contra los que se valendel poder público paraarrastrarla -a la Nación-a la ruina, y usar deellos solamente en la

medida que sirvan para conseguirlo -el fin de ladefensa armada- o hacerlo posible, en todo o enparte» (Carta Apostólica del 28 de marzo de 1937,dirigida al Episcopado Mexicano sobre la SituaciónReligiosa).

(PÁGINAS 377 A 381 DEL TOMO V)

35.- NO FRACASAMOS, PORQUE35.- NO FRACASAMOS, PORQUE35.- NO FRACASAMOS, PORQUE35.- NO FRACASAMOS, PORQUE35.- NO FRACASAMOS, PORQUEPELEAMOS POR CRISTOPELEAMOS POR CRISTOPELEAMOS POR CRISTOPELEAMOS POR CRISTOPELEAMOS POR CRISTO

(«SERMON DE LA MONTAÑA»DE CRISTO REY, EL 4 DE NOV. DE 1962)

En el nombre del Padre, del Hijo y del EspírituSanto. Amén.

Muy Ilustre Señor, venerables señores sacerdotes,supervivientes gloriosos de la Guardia Nacional:

Sin ninguna preparación, porque soy un simpleperegrino en este Monumento Nacional a JesucristoRey, me han invitado a deciros una palabra y heaceptado, como un homenaje de admiración y deagradecimiento a aquéllos que supieron jugarse lavida por Dios y por la Patria.

No tengo ninguna preparación de momento, perovoy a dejar que hable mi corazón para saludaros ypara ofrecer este homenaje que vosotros traéis a lospies de Jesucristo, Rey de Reyes y Señor de Señores.

Hace más de 35 años que era yo casi un niño... yunas mujeres que peleaban por la santa causa de la

LA CRISTIADA

pág. 74 Bol-227

libertad religiosa de México; niño como era metomaron y por la fuerza me obligaron a llevar unacarta a determinado lugar que era una comunicaciónde las fuerzas cristeras; yo casi lloré, yo temblaba demiedo porque yo era pequeño y no estaba hecho paraaquellas cosas; pero las mujeres de entonces, secun-dando a sus hombres, no se fijaban en nada y meobligaron que pasara entre las fuerzas federales y queme revisaran y que no obstante tenía que llevar yentregar aquella carta a dejarla en determinado lugar;yo no ví siquiera a los soldados que iban a tomar lacarta, yo solamente sentí el influjo de aquellas santasmujeres que me obligaron a poner un pequeño servi-cio a la Patria. No puedo vanagloriarme de nada más,de ninguna otra participación en esa época gloriosa;esa carta que llevé a determinado lugar y el recuerdode mi madre santa que me obligaba también a rezartodos los días por los que en las montañas se batíanpor el triunfo de Dios y de la Iglesia.

Han pasado 35 o más años de aquellas épocasgloriosas y aquí está un grupo que representa a lossupervivientes de aquella gloriosa campaña. Y des-pués de tantos años puede darnos impresión de quetodo aquel sacrificio fue inútil.

¿Para qué venís aquí?Porque si nos colocamos desde un ángulo y

comtemplamos las circunstancias de la Patria, pode-mos decir que aquellos hombres que dieron la vidapor ella: el Santo Obispo de Huejutla; el Santo Obis-po de Tacámbaro, Lara y Torres; centenares de sacer-dotes; centenares de mexicanos y todos los que per-dieron su casa y su hacienda y su familia; y todas lasmujeres que perdieron a sus maridos y a sus hijos ytoda aquella enorme pérdida de energía que sacrifica-ron en aras de un ideal tan grande como el que teníala Guardia Nacional. Cuando contemplamos lo quees la Patria actualmente, pudiéramos decir que fue unsacrificio inútil... Apenas si tenemos una migaja delibertad religiosa, todavía las leyes en un País que sellama democrático y que alardea, aun fuera de loslímites de la Patria, todavía no tenemos unas leyescomo las queremos los que somos los hijos de estaPatria, libertad para todo lo bueno y para todo lo quesea progreso y cultura y salvación y moralidad de laPatria; no hemos logrado eso.

Y hay ciertos aspectos de la vida nacional en queestamos aherrojados, más encadenados que antes quevosotros y vuestros hijos y vuestros padres hubieranofrecido el pecho para defender esta santa causa. Sepudiera, pues, decir que fue un fracaso todo aquello

y sin embargo, yo, humilde sacerdote de Dios, humil-de siervo de Jesucristo Rey, puedo empeñar mi pala-bra de que una sola gota de sangre que se derramó enesas santas batallas, una sola lágrima de vuestrasmujeres, un solo centavo de vuestras haciendas, unsolo esfuerzo por pequeño que haya sido hechoentonces, no fue inútil.

En el libro de la vida tiene Dios escrito todo lo quese ofreció entonces y todo lo que se dio entonces parael triunfo de Jesucristo y de su Iglesia. Allí estánanotadas todas y cada una de las circunstancias devuestra vida. Ante los ojos de los hombres, puedenpasar todos esos esfuerzos de la Guardia NacionalCristera como un esfuerzo inútil y como un fracaso.Es que todos los hombres rectos y de buena voluntadque estuvieron en esa santa causa no luchaban paraagradar a los hombres, por eso no fracasaron, auncuando delante de los hombres aparezca un fracaso,triunfaron porque lo que se ofrece a Dios siempretendrá su recompensa. Dice el Evangelio que es lapalabra de Jesús, que un vaso de agua dado en sunombre merece el cielo. ¿Cuánto más dar a los hijos,cuánto más dar la vida, cuánto más dar la hacienda,cuánto más derramar la sangre? Toda esa sangre conque se regó el País de Santa María de Guadalupe, deuna frontera a otra y todas aquellas fronteras y todosaquellos lugares donde después de esos arreglos tandiscutidos se derramaba la sangre inocente porquecobardemente fueron extinguiendo a jefes y soldadosque valientemente habían depuesto sus armas poramor a la paz, cuando se les ordenó. Toda esa sangrepesa en la balanza de la justicia divina. Hace unmomento me colocaba de un lado y decía que viendolas circunstancia de nuestra Patria con ojos pesimis-tas, hemos fracasado. Habéis fracasado vosotros,pero si me sitúo del otro lado, podemos ver que haymucho de bueno en nuestra Patria, aunque no quedarasino este rescoldo de valentía ciudadana, estos viejoscansados de luchar, aunque no quedara sino eseejemplo mientras queden ustedes y quede el eco de lahistoria que vivieron ustedes, México puede levantarsu frente ante el mundo entero porque cuenta concristianos que reconocieron la realeza de Cristo, nocomo se reconoce ahora en salones con alfombrasmullidas, en tertulias con música, sino cuando uste-des con hambre y con cansancio ofrecían su vida parasalvar la santa causa de la libertad.

Hermanos:Hay un triunfo en México que es el fruto de

vuestra sangre y de vuestro sacrificio y el frutograndioso de vuestra obediencia. Yo no soy soldado;

LA CRISTIADA

pág. 75Bol-227

quizá yo no tenga alma de sodado, pero yo puedodecir una cosa sin ser soldado: que un soldado mueremás tranquilo y más a gusto en la trinchera, que el quele digan rompe tu arma y preséntate ante el enemgioy dile que te sujetas enteramente. Los cristeros erangrandes en las montañas, los cristeros eran grandescon su fe y más que con sus armas pobres quellevaban, los cristeros valían porque tenían un idealgrande y santo, pero los cristeros obtuvieron la bata-lla definitiva cuando al mandato de la legítima auto-ridad rompieron sus armas, doblaron su rodilla anteCristo Rey y se retiraron humildemente a labrar sutierra, a trabajar en una fábrica. El triunfo de esaobediencia es todo lo que tiene de bueno Méxicoactualmente, el obediente nunca se equivoca, se pue-den equivocar los que mandan, pero el obedientenunca se equivoca. La Guardia Nacional obedeció yfue tan grande o más grande cuando obedecía quecuando luchaba en el campo de batalla.

No hemos fracasado, porque peleamos por Cristoy porque dimos ejemplo o dieron ejemplo ustedes, delo que debe ser un cristiano y un ciudadano íntegro.

Recordando esa hazaña y recordando ese triunfoque parece fracaso, estáis vosotros aquí a los pies deJesucristo, Rey de México y Rey del Universo entero,para dos cosas: para recordar esas gestas gloriosas,para agradecer a nuestro Señor lo que nos ha dado porvuestro sacrificio y por vuestra valentía. Y tambiénpara reconocer la realeza de nuestro Señor, sobretodo, lo que El ordena acerca de nuestra vida. DecíaLeón Bloy el gran cristiano de nuestros tiemposmodernos, que todo lo que sucede es adorable; ado-rable fue toda la campaña de la Guardia Nacional,porque Dios lo quería o lo permitía, adorables fuerontodas aquellas sumisiones humillantes a veces ydolorosas que tuvieron que realizar en la era de losarreglos. Adorable es lo que Dios nos ha dado enestos últimos tiempos y digno de encomio es quevengáis vosotros a ofrecer hasta lo último, vuestrohomenaje a Cristo Rey.

Hermanos:Puede ser que haya pasado la hora de ofrecer el

pecho a las balas de los malvados, pero siempretenemos que ofrecer la vida como un testimonio deque somos cristianos. La honradez de vuestras vidas,el cristianismo vivido debe ser vuestro testimonio aJesucristo Rey, ahora y siempre, vosotros hubieraisquerido morir en una trinchera gritando viva CristoRey y viva Santa María de Guadalupe. Dios no osconcedió esa gracia; pero que toda vuestra vida sea

como ese grito y que al venir aquí, año con año, a estemonumento nacional de la realeza de Jesucristo,también vuestra vida, también vuestro trabajo, tam-bién vuestras energías y vuestros esfuerzos sigangritando: Viva Cristo Rey.

Vosotros habéis dado un ejemplo vivo a la Patriahasta que muráis seguir gritando con vuestra vida decristianos convencidos que Viva Cristo Rey y queViva Santa María de Guadalupe.

Dije que no tenía nada preparado; dejé que hablarami corazón y lo pongo con los vuestros a los pies deCristo Rey para que sea una realidad su reinado ennuestros corazones, en nuestras familias y en nuestraPatria. Que así sea, en el nombre del Padre, del Hijoy del Espíritu Santo. Amén.

(PÁGINAS 49 A 51 DEL TOMO VI)

36.- 36.- 36.- 36.- 36.- TESTAMENTOTESTAMENTOTESTAMENTOTESTAMENTOTESTAMENTODEL GENERAL JESUSDEL GENERAL JESUSDEL GENERAL JESUSDEL GENERAL JESUSDEL GENERAL JESUSDEGOLLADO GUIZARDEGOLLADO GUIZARDEGOLLADO GUIZARDEGOLLADO GUIZARDEGOLLADO GUIZAR

Señor:Mucho te hemos ofendido con nuestros pecados;

pero también te hemos amado con todo nuestrocorazón; por eso hace treinta años dejamos nuestrasfamilias, nuestros bienes y la tranquilidad de nuestroshogares y fuimos a los campos de batalla a defendercon nuestras vidas los derechos de tu Iglesia ennuestra muy amada Patria.

Larga y penosa fué la lucha, millares de vidas detus mejores hijos fueron segadas en los potros deltormento, por el puñal o por la metralla.

Mucho perdimos, Señor; pero logramos con nues-tro esfuerzo que Tú regresaras nuevamente a losSagrarios de tus templos donde con tu Cuerpo ali-mentas nuestras almas y consuelas con tu caridadinfinita a los que pasamos la vida en este valle delágrimas. Y también nos cabe, Señor, la satisfacciónde haber escrito con nuestra sangre la más hermosapágina en la historia de tu Iglesia en nuestra Patria.

De la sangre que empapó la tierra nacieron plantasnuevas, no conocidas en nuestra Patria; las cultiva-mos con cariño y esmero; las regamos con nuestrossudores y lágrimas; crecieron, florecieron, las corta-mos y hoy las hemos traído para colocarlas, junto connuestro amor, a tus benditas plantas.

Como vienen revueltas, vamos a separarlas yordenarlas:

LA CRISTIADA

pág. 76 Bol-227

Aquí tenemos ésta, la más hermosa de todas la denuestro Santísimo Padre el Papa Pío XI que se dignóbendecir a los que por Ti luchaban; y que en unmomento de locura de amor llamó mártires a los quemorían defendiendo tu causa.

A la derecha de la del Papa vamos a colocar las detodos los Sacerdotes y seglares que sin combatirmurieron por tu amor.

A la izquierda colocamos las de los heroicosCapellanes que compartieron con tus soldados lossufrimientos de la dura y larga campaña, y que cum-pliendo con su sagrada misión salvaron centenares dealmas de amigos y enemigos.

A la derecha de las de los Sacerdotes y seglarescolocamos las de todos los miembros de la LigaNacional Defensora de la Libertad Religiosa, Institu-ción magna y heroica, que sin recursos ni soldadosrecogió el guante que arrojó el tirano; y que con sutalento y constancia formó y guió a los ejércitos quehicieron transigir a los tiranos.

A la izquierda de las de los Capellanes colocamoslas de los héroes casi siempre ignorados; que son lasde los obreros y campesinos que más vidas te dieron,porque más te han amado.

Revueltas entre todas, colocamos las de losAcejotaemeros, porque en todos los sectores de lalucha trabajaron; jóvenes heroicos, corderillos en elhogar y leones fieros es los campos de batalla; jóve-nes extraordinarios que aún con la leche de los senosmaternos en los labios, caían muertos o heridos sinque en sus labios se escuchara una queja, ni en susojos asomara una lágrima; jóvenes que muriendo porTi, con sus alas de águila volaron al cielo donde hacentu guardia.

Ya está formado el ramillete, solamente nos faltauna banda fuerte y hermosa para atarlo.

El alma eterna de esa banda la forman la caridad delas familias cristianas que alimentaron y vistieron alas tropas cristeras en la larga campaña y las oracioneselevadas a Dios en todo el mundo por el triunfo denuestra causa.

Para hacer más bella esta banda la vamos a adornarcon los colores de Iguala.

El color verde lo tomamos del follaje de las selvasmexicanas que dieron albergue a nuestro Rey durantela campaña; el rojo de la sangre de los mártires yhéroes que dieron sus vidas en campos y ciudades yel blanco de las nieves de nuestros volcanes y el almade nuestras vírgenes.

Como faltan florecitas que colocar en la banda,cogemos las más hermosas y delicadas como son lasmadrecitas que por tu amor enviaron a sus hijos a lascruentas batallas y las de las mujercitas mexicanas queformaron las Brigadas Femeninas Santa Juana de Arco;las que con su valor dominaron a sus verdugos y tiranos;las que con sus honras, trabajos y abnegación, hicieronposible el sostenimiento de las fuerzas cristeras.

Ya está formado el ramillete, nos falta sólo el máshermoso florero para colocarlo. Como en la tierra nohay piedras preciosas ni oro ni plata suficiente parafabricarlo buscaremos uno en el cielo, aquí está ya, esel corazón de tu Madrecita Santa, el de la VirgenInmaculada, el de nuestra Guadalupana; la que con sumanto protegió a los ejércitos que por Ti luchaban.

A tus plantas lo colocamos, Señor, y por estadádiva tan grata a tus ojos, te pedimos el perdón detodos los pecados nacionales, que nos concedas quenos veamos como hermanos, como Tú nos amas yque nos unamos por tu amor para alcanzar así quereines en nuestra Patria.

Para terminar, Señor, cumpliendo con mi palabrade hace muchos años, te entrego los restos de aquellapotente Guardia que con tu ayuda y por tu amor y el denuestra Guadalupana se cubrió de gloria y honor en lascruentas batallas, llenando de luz el horizonte de laPatria y nuestros corazones de esperanzas; de aquellaluminaria sólo quedan rescoldos, unas brasas casiapagadas, sólo Tú, Señor Omnipotente, puedesreavivarlas; al paralítico le dijiste: levántate y anda,repite hoy el milagro, ordénanos, Señor, que resurjamos,que nos amemos como Tú nos amas y que unidos portu amor salvemos a tu Iglesia y a la Patria.

Noviembre 4 de 1956.(PÁGINAS 276-277 DEL TOMO V)

37.- 37.- 37.- 37.- 37.- NOVENTA Y CUATRONOVENTA Y CUATRONOVENTA Y CUATRONOVENTA Y CUATRONOVENTA Y CUATROCLÉRIGOS Y RELIGIOSOSCLÉRIGOS Y RELIGIOSOSCLÉRIGOS Y RELIGIOSOSCLÉRIGOS Y RELIGIOSOSCLÉRIGOS Y RELIGIOSOS

VICTIMADOSVICTIMADOSVICTIMADOSVICTIMADOSVICTIMADOSENTRE 1914 Y 1938ENTRE 1914 Y 1938ENTRE 1914 Y 1938ENTRE 1914 Y 1938ENTRE 1914 Y 1938

Nota: (Señalamos aquí sólo los datos de actuales Santos y delos Mártires de Jalisco).

1915:Enero 30.- DAVID GALVAN, capellán de San Cami-

lo, en Guadalajara, profesor y confesor en el Semi-nario Mayor, fusilado en la parte de la ciudad

LA CRISTIADA

pág. 77Bol-227

donde ahora se levanta el templo parroquial de ElRosario.

Diciembre.- MIGUEL PEREZ RUBIO, sacerdote,jefe pre-cristero, fusilado en Poncitlán, Jal.

Mes y día ignorados.- SANTIAGO MARTINEZ, sa-cerdote de la diócesis de Colima, jefe pre-cristero,fusilado entre Cuquío, Jal., y Juchipila, Zac.

1925:Septiembre 13.- CRESCENCIANO AGUILAR, ca-

pellán de El Castillo, El Salto, Jal., asesinado poragraristas y, colocado sobre la vía, despedazadopor el tren.

1926:Agosto 15.- LUIS BATIS, párroco de Chalchihuites,

Zac., diócesis de Durango, asesinado junto contres de sus feligreses por un teniente callista, cercadel pueblo.

1927:Enero 17.- JOSE JERANO SANCHEZ, vicario fijo de

Tamazulita, Tecolotlán, Jal., ahorcado y apuñala-do en esta población.

Febrero 6.- MATEO CORREA MAGALLANES, pá-rroco de Valparaíso, Zac., asesinado en las afuerasde Durango, Dgo. por el coronel J. Jesús Ruiz, pororden del general callista Eulogio Ortiz.

Marzo 30.- JULIO ALVAREZ, párroco de Mechoaca-nejo, Jal., diócesis de Aguascalientes, fusilado enSan Julián, Jal., por orden del general JoaquínAmaro, Ministro de Guerra de Calles.

Abril 12.- DAVID URIBE, párroco de Iguala, Gro.,fusilado en el km. 168 de la carretera México-Acapulco, por orden del general callista JuanDomínguez.

Abril 14.- JOSE SABAS REYES, vicario cooperadorde Tototlán, Jal., atormentado durante tres días porel general callista Juan B. Izaguirre, y fusilado enel campo-santo de la población.

Abril 21.- ROMAN ADAME ROSALES, párroco deNochistlán, Zac., diócesis de Guadalajara, fusiladoen Yahualica, Jal., por orden del coronel callista JesúsJaime Quiñones, luego de recibir el rescate pedido.

Abril 25.- ANDRES SOLA, sacerdote del InmaculadoCorazón de María, fusilado junto con un seglar, enSan Joaquín, Lagos, Jal., junto a la vía férrea, pordisposición del general Amaro.

Mayo 25.- CRISTOBAL MAGALLANES JARA,párroco de Totatiche, Jal., y AGUSTIN CALOCA

CORTES, su vicario cooperador y prefecto delSeminario Auxiliar, fusilados en Colotlán, Jal.,por el coronel Enrique Medina, por orden delGeneral Goñi que fué muerto esa misma semana.

Junio 21.- J. ISABEL FLORES vicario fijo de Matatlán,parroquia de Zapotlanejo, Jal., degollado en elcamposanto de este lugar.

Junio 26.- JOSE MARIA ROBLES, párroco deTecolotlán, Jal., diócesis de Autlán, ahorcado aorillas de Quila, poblado de su jurisdicción.

Agosto 7.- MIGUEL DE LA MORA, capellán de coroen la ciudad de Colima, fusilado allí mismo.

Octubre 28.- RODRIGO AGUILAR ALEMAN, pá-rroco de Unión de Tula, Jal., diócesis de Autlán,ahorcado en Ejutla, Jal., por el general Juan B.Izaguirre.

Noviembre 12.- MARGARITO FLORES, vicario deChilpancingo, Gro., fusilado en Tolimán, Gro.

Noviembre 22.- PEDRO ESQUEDA vicario coopera-dor de San Juan de los Lagos, Jal., atormentadodurante cinco días en esa población y fusilado enTeocaltitlán, San Miguel el Alto, Jal., por el gene-ral Antonio Leal.

Diciembre 23.- PABLO GARCIA, vicario fijo deSanta María Transpontina, parroquia de SanSebastián Mártir, Jal., fusilado -después de oncedías de malos tratos- en las afueras de la Hda. deSan Matías, Encarnación, Jal., junto a la vía férrea,por el general Antonio Leal.

1928:Febrero 5.- J. JESUS MENDEZ, vicario fijo de

Valtierrilla, Gto., diócesis de Morelia, fusiladoallí.

Febrero 25.- TORIBIO ROMO, vicario ecónomo deTequila, Jal., asesinado en la Barranca delAguacaliente, lugar inmediato al pueblo.

Marzo 10.- FRAY ELIAS NIEVES, sacerdote agusti-no, asesinado en la Cañada de Caracheo, Gto.

Abril 5.- ALBINO CARDENAS, diácono, atormenta-do y asesinado junto con dos seglares en la cárcelde mujeres de Ayutla, Jal.

Mayo 2.- EMILIO PEREZ, vicario de la Parroquia deEjutla, Jal., diócesis de Autlán, asesinado en lasafueras del pueblo.

Mayo 5.- RAMON GONZALEZ, sacerdote de ladiócesis de Tamaulipas, fusilado en el cementeriode Mezquitán, en Guadalajara, Jal.

LA CRISTIADA

pág. 78 Bol-227

Junio 10.- IGNACIO CARRANZA, párroco deTlachichila, Zac., diócesis de Guadalajara, asesi-nado a pedradas por agraristas, en Güiscolco (lími-te de su parroquia).

Julio 1.- JUSTINO ORONA, párroco de Cuquío, Jal.y ATILANO CRUZ, su vicario cooperador, asesi-nados en Las Cruces, rancho de jurisdicción. Loscadáveres fueron exhibidos en la plaza del pueblo.

Julio 3.- JOSE DE JESUS MORA, vicario cooperadorde Quitupan, Jal., asesinado en Los Corrales,Jiquilpan, Mich.

Julio 24.- ANDRES GALINDO, minorista, asesinadoen Buenavista, rancho de Chimaltitán, Jal.

Agosto 18.- MIGUEL FLORES, diácono, fusilado enGuadalajara, Jal.

Octubre 5.- TRANQUILINO UBIARCO, vicarioecónomo de Tepatitlán, Jal., ahorcado en la alame-da de la misma población.

1929:

Febrero 24.- LUCIO SEVILLA FLORES, sacerdoteperteneciente a la Baja California, capellán cristero,tiroteado y muerto en el arroyo El Coral, Cocula,Jal.

Marzo 7.- J. GUADALUPE MICHEL, párroco deZapotitlán, Jal., diócesis de Colima, fusilado enManzanillo, Col.

Abril 19.- J. REYES VEGA, vicario cooperador deArandas y coronel cristero, muerto al final delcombate de Tepatitlán, Jal.

Junio 14.- LUIS OROZCO, vicario cooperador deAutlán, Jal., asesinado y desbarrancado entreJuchitlán, Jal., y San José de los Huajes, de lamisma jurisdicción.

Junio 22.- JOSE MARIA GALINDO, párroco deGuachinango, Jal., diócesis de Tepic, fusilado enMascota, Jal., por el coronel Luis G. Alcalá.

Julio 3.- ARISTEO PEDROZA, vicario cooperadorde La Barca, Jal., y general en jefe de la brigadacristera de Los Altos, asesinado en el cementeriode Arandas, Jal.

1932:

Mayo 30.- ADOLFO MOTA PINEDA, párroco deZapotitlán, Jal., diócesis de Colima, asesinado,mutilado y semi-carbonizado, entre las rancheríasde San Isidro y Alista, de su jurisdicción.

1936:Abril 4-5.- BUENAVENTURA MONTOYA, sacer-

dote de la diócesis de Zacatecas, asesinado en ElGato, Monte Escobedo, Zac., sepultado en VillaGuerrero, Jal.

1937:Febrero 11.- PEDRO MALDONADO, párroco de

Santa Isabel, Chih., herido mortalmente en la pre-sidencia municipal de ese lugar, y fallecido enChihuahua, Chih.

38.- 38.- 38.- 38.- 38.- SACERDOTES,SACERDOTES,SACERDOTES,SACERDOTES,SACERDOTES,HIJOS DE CRISTEROSHIJOS DE CRISTEROSHIJOS DE CRISTEROSHIJOS DE CRISTEROSHIJOS DE CRISTEROS

+ EXCMO. Y REVMO. SR. DR. D. FRANCISCOJAVIER NUÑO, Arzobispo Titular de Garella yVicario General de Guadalajara, hijo de D. AndrésNuño, Jefe en la misma ciudad. (Fué el primerObispo de San Juan)

+ EXCMO. Y REVMO. SR. DR. D. FIDEL COR-TES, Obispo de Chilapa, hijo del Gral. SimónCortés Vieyra, Jefe del Sector de Morelia, Mich.

+ JUAN PEREZ, hijo de D. Constancio Pérez Mena,Jefe del grupo de San Diego de Alejandría, Jal.

+ JUAN SOTO, hijo de D. Severiano Soto, cristero deSan Diego de Alejandría.

+ DAVID OROZCO, hijo de D. Feliciano Orozco,cristero de Temastián, Jal.

+ JESUS PEREZ CASTELLANOS, hijo de D. JoséMaría Pérez Viramontes, cristero del grupo deTenamaxtlán, Jal.

+ VICENTE HUERTA, hijo de J. Refugio Huerta,cristero de San Julián, Jal.

+ JOSE LUIS MARTINEZ, hijo de D. Rafael MartínezCamarena, secretario y sucesor del Lic. MiguelGómez Loza.

+ RAFAEL MARTINEZ, hijo de D. Jesús MartínezCamarena, cristero de Arandas, Jal.

+ JESUS CARDONA, hijo de D. David Cardona,secretario del sucesor del Lic. Gómez Loza, D.Rafael Martínez Camarena.

+ GABRIEL HERNANDEZ, párroco de Apozol,Zac. hijo de D. Ramón Hernández, cristero deBetania, Ayo el Chico, Jal. (Actual Canónigo)

(PÁGINAS 203-204 DEL TOMO VI)

LA CRISTIADA

pág. 79Bol-227

39.- 39.- 39.- 39.- 39.- LA CRISTIADA HOY.LA CRISTIADA HOY.LA CRISTIADA HOY.LA CRISTIADA HOY.LA CRISTIADA HOY.(“Se celebró el primer Congreso

Nacional Cristero”Revista Semanario 221, pág. 19)

El 12 de agosto de 1926, cientos de fieles secongregaron desde muy temprano en el interior delSantuario de Guadalupe, en su atrio y en las callesaledañas, para defender lo que meses atrás se leshabía querido arrebatar mediante una ley por demásinjusta: la Ley Calles». Los fieles de Guadalajara y deotras partes de la República habían protestado contradicha ley, de forma pacífica mediante el boicot y otrosmedios, exigiendo uno de los derechos fundamenta-les de toda persona: la libertad de creencia. La resis-tencia pacífica rindió frutos, pero no los esperados;fue entonces cuando muchos católicos, en su mayoríajóvenes, tomaron las armas y se lanzaron a defendersu fe bajo el grito de ¡Viva Cristo Rey!.

Hace unos días, el pasado sábado 21 (Abril 2001),en Jalostotitlán, se rindió un homenaje a aquellaspersonas que dieron su vida por la libertad religiosay cuyos nombres no fueron consignados por la histo-ria, pero cuya sangre nos ha otorgado algo de lo quehoy podernos disfrutar libertad.

La Guardia CristeraLa Guardia Nacional Cristera nació en 1951 y fue

fundada por el Gral. cristero José Gutiérrez, con elobjetivo de rescatar la herencia de los cristeros: lafortaleza y el amor por la Iglesia. Conscientes de lasituación de México, el Gral. José Gutiérrez y otraspersonas buscaron promover la defensa de la fe, ya nocon armas, sino con el testimonio de la vida; no conviolencia, sino con la vivencia del mandamiento másgrande: el amor, vivido y expresado en la cotidianeidadde la vida.

Después de medio siglo de existencia, esta asocia-ción convocó al Primer Congreso Nacional Cristeropara recoger las experiencias de muchas personasque aún sobreviven y que fueron testigos de aquellosacontecimientos que modificaron el rumbo de nues-tra Nación. Por otra parte, también recordar a aque-llos que murieron en nombre de Cristo Rey, demanera especial a los Santos Mártires mexicanos,cuyos rostros y biografías adornaron el auditorio de laacademia donde se realizó congreso.

Fidelidad y amor a la IglesiaLa Guardia Nacional Cristera quiere ser un instru-

mento de evangelización rescatando los valores que

se han ido perdiendo en nuestra sociedad, sobre todolos valores religiosos. «La Guardia Nacional Cristerano pretende revivir ningún sentimiento ni organizaralguna guerra -señaló Alfredo Jiménez, jefe nacio-nal-; lo que deseamos impulsar en los niños y jóvenesel amor y la fidelidad a la Iglesia y al Vicario deCristo, como lo tuvieron los cristeros; nuestra únicaarma es el Santo Rosario».

Don Alfredo Jiménez, originario de Jalostotitlán,es quien ha encabezado labores de la Guardia durantelos últimos años y ha sido testigo de su expansión endiversas partes de la República, aunque su principalmeta es que los integrantes sean gente de auténticotestimonio cristiano. La Guardia Nacional Cristerapretende fomentar el conocimiento de la “Persecu-ción religiosa” algo que aseguran ellos, si lo callaran,hablarían las piedras.

Un testimonio hoyCon la mirada caída y la frente en alto, don

Guadalupe González accedió a la entrevista parahablar de lo que él considera la etapa más enriquece-dora de su vida. Originario de San José de Gracia,Jalisco, siguió los pasos de su padre y se unió a lasfilas de los cristeros: “Yo empecé como «gordero»llevando las «gordas» (tortillas) y la comida a miPapá y a los que peleaban con él -comenta don Lupe-pero un buen día, cuando yo estaba ahí, nos avisaronque venía el gobierno y todos arrancamos carrera,pero yo me di cuenta que el caballo de mi generalLauro Rocha, un flor de durazno, se había quedado enel campamento y me regresé por él en medio de lasbalas. Por mi acción, el general me regaló el caballoy empecé a formar parte de su tropa».

Padre de familia y vecino de Tonalá, don Lupeasegura que muchos ignoran lo que realmente pasóen aquellos días difíciles; para Don Lupe, no ledeberían llamar la Guerra Cristera sino «la Persecu-ción Religiosa»: «Lo de nosotros no fue una provo-cación; fue una respuesta porque querían matar a los«padrecitos y a las monjitas», profanaban las igle-sias y no permitían que celebraran la Santa misa»,comenta con seguridad don Lupe. Consciente deque los tiempos cambian, a Don Lupe le da tristezaver que algunos jóvenes no defienden su fe, y esa esuna batalla que no quiere perder: «Da sentimientoque la juventud no sea capaz de defender y vivir sureligión, y da más tristeza que otros la dañen, peroestamos seguros de que la sangre de los cristeros yla de nuestros Santos Mártires Mexicanos dará elfruto que esperamos», afirma. �

VARIOS

pág. 80

26 junio 1996 ......... SR. CURA J. JESÚS MARTÍNEZ ULLOA

26 junio 1993 ......... SR. C. JOSÉ ESPECTACIÓN SÁNCHEZ SÁNCHEZ

27 junio 1990 ......... SR. CANGO. LUIS VILLALPANDO QUINTANA

29 junio 1986 ......... SR. CANGO. MANUEL DE LA HOZ

ANIVERSARIOS DE ORDENACION

CUMPLEAÑOS1 junio 1930 ......... SR. PBRO. J. CARMEN MULGADO LOPEZ2 junio 1957 ......... SR. PBRO. FRANCISCO GUTIERREZ VAZQUEZ3 junio 1964 ......... SR. PBRO. EFREN TORRES GONZALEZ5 junio 1970 ......... SR. PBRO. JESUS MA. AGUIÑAGA FERNANDEZ7 junio 1973 ......... SR. PBRO. JOSE ROBERTO MELENDEZ FERNANDEZ8 junio 1966 ......... SR. CURA J. TRINIDAD LOMELI DUEÑAS9 junio 1971 ......... SR. PBRO. MARTIN BARAJAS RIZO

11 junio 1950 ......... SR. PBRO. PEDRO PEREZ DE LA TORRE1951 ......... SR. PBRO. JOSE JAIME MARTINEZ JIMENEZ

13 junio 1925 ......... SR. PBRO. J. JESUS GONZALEZ VAZQUEZ1966 ......... SR. PBRO. ANTONIO RAMIREZ MARQUEZ

14 junio 1948 ......... SR. CURA ANTONIO MARQUEZ LOZANO15 junio 1968 ......... SR. PBRO. FERNANDO MUÑOZ AGUILAR16 junio 1941 ......... SR. PBRO. VICENTE MONTERO GONZALEZ

1960 ......... SR. CURA JUAN CASILLAS PLASCENCIA22 junio 1943 ......... SR. PBRO. FERNANDO MENDOZA CEBALLOS23 junio 1956 ......... SR. PBRO. PRIMITIVO OLVERA BANDA

1963 ......... SR. PBRO. ALBERTO VILLASEÑOR JIMENEZ27 junio 1958 ......... SR. PBRO. MANUEL MARTIN ALCALA29 junio 1950 ......... SR. PBRO. SALVADOR SANCHEZ ALVAREZ

1950 ......... SR. PBRO. PEDRO TEJEDA ALVAREZ30 junio 1952 ......... SR. PBRO. FRANCO BENIGNI STABILINI

1961 ......... SR. CURA J. GUADALUPE GOMEZ NUÑEZ1966 ......... SR. PBRO. LUIS TORRES GONZALEZ

1 junio 1980 ......... SR. PBRO. JOSE MARIA DE LA TORRE MARTIN1980 ......... SR. PBRO. EMILIANO VALADEZ FERNANDEZ1980 ......... SR. PBRO. JOSE RODRIGUEZ SALAZAR1980 ......... SR. CURA MOISES RODRIGUEZ VALADEZ

5 junio 1992 ......... SR. OBISPO JAVIER NAVARRO RODRIGUEZ7 junio 1995 ......... SR. PBRO. J. GUADALUPE ESTRADA NAVARRO8 junio 1977 ......... SR. PBRO. ENRIQUE GONZALEZ RAMIREZ

21 junio 1974 ......... SR. PBRO. FERNANDO MENDOZA CEBALLOS1964 ......... SR. PBRO. JUAN HERNANDEZ SERRATOS1975 ......... SR. PBRO. MAXIMINO RODRIGUEZ MARQUEZ

ANIVERSARIOS DE DEFUNCION

AGENDA DE JUNIO 2001S. 2 Vicaría de Laicos. Retiro-convivencia y evaluación de GAMs. Capilla de Guadalupe

L. 4 - Decanato Atotonilco. Reunión en Tototlán. Evangelización.- Decanato Arandas. Reunión en el Josefino de Allende. Convivencia y evaluación.- Decanato Jalostotitlán. Reunión en Temacapulín. Apoyo a la Asamblea Diocesana.- Decanato Yahualica. Reunión en Huisquilco. Evaluaciones.- Decanato Ayotlán. Reunión en Santa Rita. Afinación de la Asamblea Diocesana.- Decanato Capilla de Guadalupe. Reunión en Pegueros. Compromiso del Laico en la pastoral.

J. 7. FIESTA DE CRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE. Convivencia del Presbiterio. Casa JuanPablo II. San Juan de los Lagos.

J. 7 a 10 Jornada Pre-vida Consagrada para mujeres. Casa de Ejercicios de Tepatitlán.V. 8 V Convivencia Sacerdotal con Encuentros Matrimoniales Tepatitlán.

V. 8 a 9 Capacitación para Secretarias (os), para la Asamblea Diocesana. Casa pastoral San JuanBautista. San Juan de los Lagos.

Pastoral Juvenil. Evaluación diocesana en Huáscato.

D. 10 Educación y Cultura. Encuentro diocesano de Maestros. Casa Juan Pablo II, (San Juan de losLagos).

L. 11 - Decanato San Juan. Reunión en Espíritu Santo. Evaluación, y la participación en la AsambleaDiocesana

- Decanato Tepatitlán. Reunión en la Sagrada Familia. Preparación a la Asamblea.- Decanato San Julián. Reunión en Pedrito. Preparación de Asamblea.

Ma. 12 Pastoral Urbana. Reunión para Evaluar y convivencia. Santa Ana.Mi. 13 Fiesta Patronal. San Antonio de Fernández, San AntonioJ. 14 EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO.S. 16 Corpus en el Seminario Mayor. 11:00 a.m.

Educación y Cultura. Reunión del Equipo en Tepatitlán.Pastoral Familiar. Reunión el Equipo Diocesano para Evaluar. Lagos de Moreno.

S. 16 a D. 17 Encuentros Conyugales. Casa Juan Pablo II, (San Juan de los Lagos).

L. 18 Pobres y marginados: Evaluación del programa en Valle de Guadalupe.Ma. 19 CONSEJO PRESBITERAL. Santa Ana.V. 22 Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús

Fiesta Patronal. Pegueros, Sgdo. Corazón de Jesús

D. 24 Seminario: Misa de Clausura a las 12 hrs.Fiesta Patronal. San Juan Bautista, (San Juan de los Lagos) San Juan Bautista

L. 25 a V. 29 IX ASAMBLEA DIOCESANA DE PASTORAL.S. 30 Encuentro de exalumnas de la Escuela diocesana de catequesis. San Juan de los Lagos.

Muchos de nuestros lectores no conocie-ron a DAVID en su primera época, cosanatural, pues era época de lucha, y por

lo tanto, su publicación clandestina; y aunquelas dificultades eran muchas no fueron tantasque no llegara a muchos campos de batalla,aunque no a todos, muy a pesar de que su tirollegó a ser de veintisiete mil ejemplares de cadanúmero.

La «cabeza» de DAVID ostentaba entonces al pro-pio DAVID, hijo de Isaí, en actitud de cortar lacabeza a Goliat, grupo simbólico de la dispari-dad de fuerza en los ejércitos contendientes: elcristero, pobre en armas aunque rico en virtudesmilitares, según la opinión autorizada del profe-sional de la milicia Gral. D. Enrique Gorostieta, yel pujante ejército callista armado hasta los dien-tes, como nuevo Goliat, aunque como éste,pobre en espíritu combativo, como que eracompuesto por cristianos y mexicanos que, encantidad, no deseaban combatir su propia reli-gión.

Fué por ese símbolo que llamamos a nuestroperiódico «DAVID», el humilde pastorcillo queconfiado en el Dios de los ejércitos y no en suspropias fuerzas, fué al combate, como nosotrospor su ejemplo.

Hoy DAVID ya no empuña la honda ni la espadaganada al enemigo, su labor es de otro ordenaunque también es de combate; y si en suprimera época echó mano de las «Cinco Pie-dras», para fortalecer el espíritu de los comba-tientes, hoy tomamos las «Cinco Piedras» parafortalecer el ánimo de la Legión de Cristo Rey ySanta María de Guadalupe o sea conservar elespíritu cristero en México:

Primera.- La Fe. ¡Oh Ejército Libertador, humilde ypequeño, ten fe! Todo el que va al combatetemiendo la derrota, ya se derrotó a sí mismoantes de pelear. ¡Ten fe!

Segunda.- La Esperanza. Pon tu esperanza en elSeñor, y en El confía. Los hombres nada tepueden dar. No pongas tu vista en ellos, porqueserás confundido.

Tercera.- El Amor. ¡Ama! Ama sin medida a los dosmás grandes amores que tienes en el mundo: TuCristo Rey, tu Madre y Reina, Santa María Virgende Guadalupe. Por ellos y con ellos pelea.

Cuarta.- La Justicia. Casti---ga sin piedad a la maldad,pero no imites la crueldad de tus enemigos. No terebajes. Que tu justicia vaya siempre sazonadacon la Prudencia y más con la Caridad.

Quinta.- La Fortaleza. ¡Oh Ejército Libertador! sévaliente. No sólo combatiendo a tus enemigos,sino soportando con valor las amarguras y penasde la campaña. Sé morigerado. Encadena bien tuspasiones con la santa virtud de la Templanza.

Y «DAVID» la hojita vocinglera, voló, voló, en alas dela brisa, para llevar este mensaje a sus hermanosque están en el frente.

(Pág. 247 S. del Tomo I)

La nueva edición de la revista DAVID viene acumplir un deseo, un anhelo muy grande del Gral.Aurelio Acevedo Robles: dar a conocer la verda-dera historia de México.

Se pretendió tapar el sol con un dedo; se nos dijodurante largos años en la historia oficial, que de1926 a 1929-32 no pasó nada, que 125,000muertos jamás existieron. Por otra parte, en estaépoca el gobierno decía que el clero queríaadueñarse del poder, del país, de las conciencias,etc. etc.

Pero, a partir de 1936 el pequeño DAVID, con suonda y pequeñas piedras, esta vez convertidas enideas, palabras, relatos, historia y sobre todo enverdades, rompió para siempre con el Goliat,inmenso gigante de la mentira, la hipocresía, lamaldad y la muerte, encarnado en la falsa historiaoficial.

La publicación mensual, que de esta manera llevó alos compañeros cristeros consuelo, explicación,respuesta, consejo, invitación y principalmenteespacio, para que todos pudieran decir su ver-dad, es una obra que merece respeto, cariño y,sobre todo, difusión.

(Contraportada de cada uno de los VIII tomos)