8/18/2019 Modelo de Comentario Codicológico
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Fuero de aeza
studios Introductorios
dición de ]ean oudil
y Facsímil
UNIVERSID D
DE
j ÉN
Excmo Ayuntamiento
de Baeza
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Fuero de Baeza: estudios introd uctorio s edición de Jean
Roudil y Facsímil. --Jaén: Universidad de Jaén, Servicio de
Publicaciones,
201
O
ISBN 978-84-8439-520-1
1
l.
Baeza Jaén)
2
Fueros 3. Historia 4. Facsímiles.
l
Roudil,
Jean, ed. lit. II. Universidad de Jaén. Servicio de Publicacion•os,
ed.
Ill.
Título
946 460.352 Baeza)
©Autores
© Jean Roudil
© Universidad de Jaén y Ayuntamiento de Baeza
Edición Facsímil del MS. 2/10/1
del Archivo Histórico Municipal de Baeza
Primera Edición, julio 2010
DISEÑO y
MAQUETACIÓN
Servicio de Publicaciones
ISBN
978-84-843 9-5 20-1
DEPÓSITO LEGAL
J-641-2010
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aucorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley Diríjase a CEDRO Centro Español de
Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra».
La ciudad, las ciudades de la provincia de Jaén, del
antiguo
Reino
de
Jaén,
es uno
de
los rasgos
que
caracterizan nuestro territorio. Ellas son vestigios
presentes
de
nuestro pasado y a través de ellas conocemos nuestros signos de
peculiaridad y diferencia
con
el resto de ciudades de nuestro
entorno
o lejos
del
mismo. También
nuestras similitudes. En la historia de la
ciudad
tiene un
papel
muy
destacado el Fuero, documento
normativo que
establece sus
prin
cipales características jurídicas y políticas, y por ello que afecta
directamente
sobre la sociedad
que
la
habita
y la
orienta
hacia
unos
derroteros culturales
específicos.
El libro
que
el lector tiene entre sus
manos es fruto de
un estudio sistemáti
co, interdisciplinar e interpretativo del Fuero de la
ciudad de
Baeza, una de las
principales ciudades del territorio jiennense
que
fue consolidándose a lo largo
de
la Edad Media. Territorio fronterizo, que durante la concesión del Fuero
fue
conformándose en
su
identidad
estableciendo unos límites geográficos
pero también
normativos,
con
el objetivo de afianzar el espacio,
controlar
y
dominar el territorio. Control por
parte
de la Corona y
de
las oligarquías ur
banas, consolidándose un pacto de
gobierno
no exento
de
conflicto. El buen
gobierno
de las ciudades fue una obsesión
para
la Corona y sus élites
munici
pales desde sus inicios fundacionales.
Con
esta
obra
el texto del Fuero d e Baeza
queda
definitivamente afianzado,
asentado desde el punto de vista paleográfico e interpretativo,
aunque
de su
consulta
se
puedan
derivar posteriores estudios
puntuales que
enriquezcan
el conjunto del documento y de la
Historia de
Baeza. Esto ha sido posible
gracias al enfoque interdisciplinar que ha distinguido el estudio y análisis rea
lizado.
La Universidad de Jaén
ha participado en
esta edición,
junto
al Excmo.
Ayuntamiento
de Baeza,
para
reeditar el Fuero
de
Baeza,
cumpliendo una
obligación
que es
proteger el
patrimonio documental de nuestra
provincia,
divulgarlo entre la sociedad y el
mundo
académico, y revalorizar así uno
de
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La factura material y la escritura del
Manuscrito ms
2 10 1
con el fuero de aeza
ntonio Claret García Martínez
Universidad de uelva
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La
conquista
castellana de
Andalucía
representó la
importación
de
todo
un bagaje cultural, traído por los conquistadores en
su
expansió n hacia el Sur.
Esta realidad afectó de igual modo a la elaboración de manuscritos, ya fuesen
confeccionados en el propio solar andaluz, ya fuesen copiados en otras zonas,
pero utilizados
en
los nuevos territorios. Por ello, el estudio de la circulación
de manuscritos en los primeros momentos de la
ocupación
cristiana represen-
ta un interesante campo de investigación, al que
contribuyen
códices como
el aquí estudiado que contiene el Fuero de Baeza, conservado en el Archivo
Histórico de esta localidad. Para ello se hace necesaria la elaboración de un
catálogo
que
recoja los manuscritos conservados
y en
la
medida
de lo posible,
establecer su lugar y fecha de confección. De este modo
podremos
conocer
y comprender
muchos
aspectos de la importancia
que
la cultura escrita tuvo
en
la configuración
de
las nuevas sociedades instituidas
en
el
sur peninsular
al
calor de las conquistas cristianas. Desde inicios de la reconquista de Andalu
cía, las instituciones municipales se convirtieron
en
centros
que demandaron
la
copia
de manuscritos por muy diversas razones, especialmente los grandes
concejos como Sevilla; realidad que no
hará
más que crecer a lo largo de toda
la Baja Edad Media.
1
En este contexto ha de situarse también la demanda de
copia de
libros
por parte
de otros concejos de
menor importancia pero que
tuvieron
la necesidad de utilizar la escritura
para
organizar la vida concejil.
1
Al respecto, puede verse el trabajo de M. a L
PARDO
RoDRÍGUEZ Notas sobre los códi-
ces diplomáticos del Concejo de Sevilla . En e
libros y Bibliotecas Homenaje a Rocío Caracuel
Moyano
Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1994, pp.
277-286.
Y
otros estudios sobre manuscritos elaborados en Andalucía:
A C.
GARCÍA
MARTÍNEZ
Usos
de escritura en una tierra de frontera: el libro del repartimi ento de El Puerto de Santa María .
En M. GoNZÁLEZ JrMÉNEZ (ed.), Repartimiento de
El
Puerto de Santa María Universidad de
Sevilla, Excmo. Ayuntamiento de El Puerto de Santa María y Cátedra Alfonso X el Sabio, pp.
XXXI-LXXIX.
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EL MANUSCRITO
CON
EL
FUERO
DE
BAEZA.
Hasta el momento
la
única
aproximación codicológica
al
ms.
2/10/1
del
Archivo Histórico Municipal de Baeza, que transmite una versión romance
del
Fuero
e
Cuenca
otorgado a dicha localidad jiennense, fue la descripción
que en 1962 efectuó Jean Roudil, en cuya obra dedica algo más de
una
página
a proporcionar algunos datos descriptivos sobre los aspectos materiales del
códice.
2
Sobre las características paleográficas
se
limita a adscribir la escritura al
siglo
XIV con
el siguiente párrafo: «La letra
es
del siglo XIV,
obra
de
una
mis
ma mano.
No
obstante,
el
folio 1OOr parece escrito por otra mano. Lo dicho
reza también con las dos hojas
en
papel, ya mencionadas, incluidas al final del
manuscrito y con las anotaciones marginales añadidas posterior mente».
3
El primer aspecto a mencionar es que el
autor
no aporta
ningún
razona
miento
paleográfico ni
argumentación
codicológica alguna a lo largo de su
trabajo que sustente esta aseveración, como tampoco efectúa ningún análisis
científico de la escritura de los códices medievales que transmiten
el
Fuero
de
Baeza.
En
cuanto al f.1 OOr que al
autor
le parece escrito
por
otro copista,
debemos decir que
se
trata de un añadido de la segunda
mitad
del siglo
XV
hecho
en una
clarísima escritura cortesana, al igual que
el
bifolio
en
papel
que
se ha conservado suelto pero dentro del volumen y que contiene un índice del
Fuero
copiado en
el
códice.
El segundo aspecto
es
que, desde la publicación de este trabajo
en
el
año
1962, esta afirmación
ha
seguido repitiéndose como
un
lugar común sin ha
ber mediado, en
ningún
caso, un estudio paleográfico y codicológico del ma
nuscrito.
A
todo
esto hay
que
añadir
el no
haberse abordado
un
estudio paleográfico
científicamente fundamentado ni tampoco contrastado la escritura y lama
terialidad de esta copia con los códices castellanos de la época, ni cuando Jean
Roudil pub licó su estudio filológico en
el
año 1964, ni con posterioridad.
Dentro
del breve espacio del que disponemos, abordaremos
el
análisis ma
terial de este manuscrito observando sus características en
el
contexto docu
mental
y librario del reino de Castilla.
2
J. RoumL l
Fuero de Baeza. Edición estudio
y
vocabulario
La Haya, 1962, pp. 27-28.
3
Ibídem, p.28.
ro6
ESTUDIO CODICOLÓGICO
El manuscrito que transmite el Fuero de Baeza
es un
volumen de formato
in quarto
cuyas dimensiones generales son de 290 x 200 mm aunque algunos
folios están menguados en unos 10/20 mm. Fue fabricado con pergamino
de mediana calidad, recio pero bien pelado y trabajado, con poco contraste
entre la cara de carne y la siempre más oscura cara de pelo,
con
defectos como
las irregulares orillas de la piel ff. 4, 25, 29), o la presencia de ojos ff.
1,
7,
70), o las huellas marcadas del cuchillo de descarnar f. 31) o con indicios de
un depilado imperfecto que deja a la vista restos de la implantación pilosa f.
2l r
0
. El estado de conservación es bastante bueno y sólo se aprecia cierto
deterioro en los folios iniciales y, sobre todo, finales del libro, quizás
por
haber
permanecido algún
tiempo
sin encuadernación.
4
El manuscrito
se compone
de 100 folios, siendo la hoja final
un
añadido
en escritura cortesana del siglo XV Asimismo, incluido dentro del volumen se
halla
un
bifolio suelto en papel con
un
índice del fuero escrito en el siglo XV
avanzado, también en escritura cortesana. Los folios
96r
0
-97v
0
contienen los
portazgos aparentemente copiados
por
la misma
mano
que
el
resto del ma
nuscrito,
aunque
la disposición del texto y
el
tipo de
pautado
son diferentes.
Cuando
los artesanos medievales confeccionaban los libros manuscritos,
tras la adquisición del soporte (pergamino en este caso), procedían a plegar las
hojas extraídas de las pieles para formar los cuadernos. Cada una de las hojas
de pergami no destinadas a este códice fue plegada dos veces para conseguir
un
formato
in
quarto. Por su
número
de folios, de los 13 cuader nos que presenta
este
volumen
9 son cuaterniones, 3 son terniones
y
1 es
un quinión
(Lámina
1). Los cuadernos se inician con la cara de pelo, al modo antiguo.
Ternión
Cuaternión
Ternión
Lámina
l.
Composición y
organización
de los cuadernos.
4
Agradecemos a
D.
Dolores
Marín
Torres, Concejala de
Cultura
del
Ayuntamiento
de
Baeza; a D. Filomena Garrido Curiel, Técnico de Cultura; a D. Josefa Inés Montoro Cruz,
Directora del Archivo Histórico Municipal, y a
todo
su personal las facilidades prestadas para
la consulta del manuscrito. Igualmente a la profesora
María
Antonia Carmona Ruiz, de la
Universidad de Sevilla, por habernos proporcionado documentación sobre el Fuero de Baeza
y las gestiones realizadas
en el mismo
Archivo.
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Cuaternión
Cuaternión
f56
y : ~
f 55
f 54
f
53
Cuaternión
Cuaternión
Quinión
Cuaternión
Folio suelto
Ternión
f 57
f 58
f 59
f60
Cuaternión
y ~
190
189
188
187
Cuaternión
Cuaternión
191
192
193
194
Lámina l Composición
y
organización de los cuadernos.
Excepto el
ternión
final,
que
tiene
un
folio cortado, los restantes
son
cua
dernos
regulares
que cumplen
además, la Ley
de
Gregory, respetada
en
todos
los códices occidentales del ámbito cristiano, según la cual una cara de carne
ha de enfrentarse siempre a otra cara de carne y viceversa.
5
Interesa señalar una
peculiaridad de los cuadernos 7, 9 y 11,
en
los
que
algunos bifolios
son
arti
ficiales
al
haberse
constituido con
folios cortados unidos
mediante
pestañas.
Hasta el momento este
último fenómeno
sólo se ha atestiguado
en
algunos
manuscritos toledanos
de
la
primera mitad
del siglo
XIII.
6
5
Para la terminología codicológica véase
P ÜSTOS
M.a
L
PARDO y E. E. RoDRÍGUEZ
Vocabulario de Codicología.
Madrid 1997.
6
R.
GoNZÁLVEZ
Rurz,
Hombres y libros de
Toledo
(1086-1300),
Madrid 1997, pp. 84,
102-110, 186, 189, 190-196, 484. E. E. RoDRÍGUEZ
DÍAZ
ha advertido sobre las posibles
I08
Para asegurar el orden correcto
de
los cuadernos con vistas a la
encuaderna-
ción, el ms. 2/10/1 se sirvió de la técnica del reclamo, que consistía en anotar
en
el
margen
inferior del vuelto del
último
folio de cada
cuaderno
la
primera
o primeras palabras del recto del
primer
folio del siguiente cuaderno. Excepto
el
ternión
inicial, todos los demás conservan sus reclamos, la mayoría con la
escritura en sentido horizontal y situados a escasa distancia del
borde
del fo
lio, lo que provocó que el reclamo del cuaderno 12 fuera cortado en parte y
posiblemente, fue la causa de la desaparición de la marca correspondiente
en
el
primer
cuadernillo. Esta situación
marginalmente
extrema de los reclamos
horizontales
es
característica
de
los libros castellanos
de
los siglos
XII
y XIIU
El reclamo del
f
44v
0
,
que
corresponde al6°
cuaderno
dispone la escritu
ra en
sentido
vertical, según la más pura tradición castellana. Se anota junto
a la línea de justificación derecha y se escribe de arriba hacia abajo. Esta mo-
dalidad
de
la técnica del reclamo está atestiguada
en
casos hispanos desde la
segunda
década del siglo
XIII
8
y con
el
tiempo
será muy utilizada
en
códices
de
Andalucía
occidentaP
Por
lo que parece, el caso del Fuero de Baeza
puede
ser uno
de
los primeros testimonios del uso del reclamo vertical en la
Andalu-
cía cristiana.
El manuscrito posee foliación no original, utilizándose números árabes
con una tinta muy
clara
en
el ángulo superior derecho del recto de
cada
folio.
La
numeración se
detiene
en
el folio
95 no
apareciendo
en
los folios escritos a
doble
columna ff.
96, 97,
98
99). Una mano posterior numera el
f
100. La
foliación corresponde a una mano y a una época posterior al texto del fuero,
y por sus características paleográficas podemos situarla entre los siglos XV y
XVI.
Para delimitar
el
espacio
destinado
al texto, los artesanos medievales lle
vaban
a cabo tres operaciones técnicas relacionadas entre sí,
que se conocen
conexiones culturales del uso de este procedimiento en el conjunto de los códices del siglo
XIII hispano, ver E. E. RoDRÍGUEZ
DÍAZ
Los manuscritos mozárabes: una encrucijada de
culturas . En ie Mozaraber.Definitions und Perspektiven der Forschung. Reihe Geschichte und
Kulturder iberischen Welt, Erlangen-Nürnberg, 2009 en prensa).
7
E. E. RoDRÍGUEZ DÍAZ El uso del reclamo en España: reinos occidentales . En
Scripto
rium. Revue Internationale
des
Études relatives aux manuscrits,
Tome
LIII (1999), p. 1 y p. 1O
y La factura material y la escritura de los códices alfonsíes .
En
Alfonso X y su
época.
Catálogo
de
la
Exposición,
dir. Isidro Bango Torviso, Murcia, 2009,
en prensa.
8
E. E.
RoDRÍGUEZ DÍAZ
El uso del reclamo , ob.cit., pp. 13-14.
9
M. L
PARDO RoDRÍGUEZ y E. E. RoDRÍGUEZ DÍAZ La Producción Libraría de Sevilla
en el Siglo XV: Artesanos
y
Manuscritos . En
Scribi e Colofoni. Le Sottoscrizioni di Copisti
Dalle Origini All avvento Delia Stampa. Spoleto (1995), pp. 187-221.
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como construccwn
de
la justificación,
picado
y
pautado.
Unos diminutos
pinchazos practicados sobre el pergamino (picado) servían de guías para trazar
un conjunto de líneas verticales y horizontales (pautado), que iban a confor
mar
la caja de escritura, los renglones y los
cuatro
márgenes
(Lámina
2). Exis
tieron
diferentes maneras
de
hacerlo según épocas o lugares geográficos, por
lo
que
estos aspectos materiales, al igual
que
los restantes elementos, pueden
servir como criterios de datación y localización.
E
E
o
O
N
52 mm
125 mm 23mm
200 mm
200 mm
Lámina 2a. Pautado y picado.
Folios
1 a 95.
1
1
E
E
o
N
E
E
o
o
N
E
E
o
1 -
Tanto los pinchazos para las líneas justificantes, como para los renglones
se realizaron
en
los bordes exteriores de los folios, según un
procedimiento
muy
extendido en
toda la
Europa
latina.
Y
las líneas horizontales y verticales
se pautaron
mediante
la técnica
de
la
mina,
bajo dos
modalidades
distintas:
a)
una punta de plomo blanda que deja una huella gris sobre el soporte y obliga
a pautar por las dos caras del pergamino; y b) una
punta
semidura que deja
una fuerte huella a color,
semejante
a la
tinta,
y
que permite pautar
sólo
por
una
de
las dos caras de la piel. Este
último procedimiento
ha sido
detectado
también en otros códices góticos castellanos
10
•
10
E.
E.
RoDRÍGUEZ
DÍAZ. La factura del códice gótico castellano. Un
avance de
resulta-
dos . En Gazette du libre medieval (2005,
I).
París,
pp.
5-6.
no
Tanto la
única
serie
de
pinchazos de guía, como las
pautas que cruzan
los
márgenes internos, son indicios que señalan que el sistema de pautado consis
tió en trazar las líneas horizontales y verticales antes de plegar.
Todo el texto del Fuero, hasta el folio 95, está escrito a línea tirada. Los
añadidos
finales
se disponen
a dos
columnas
y a
renglón
seguido,
dejando
amplios márgenes
para
las rúbricas. El
último cuaderno
está dispuesto a dos
columnas (Lámina 2b),
a excepción del folio 99v
0
que recoge unas disposi
ciones del concejo de Baeza sobre el reparto de las quintas, que, por pérdida
parcial de tinta, han sido reescritas algunas de sus palabras posteriormente.
La unidad de pautado, es decir,
la distancia
proporcional entre
ren
glones,
es
de 8 mm, el
doble
de la
media
habitual en
un libro gótico
no litúrgico. Y el tipo de pautado
es
muy
sencillo, consistente en lí
neas maestras y justificantes sim
ples
que enmarcan
la escritura, si
bien en ocasiones el pautado
hori
zontal sobrepasa las líneas vertica
les invadiendo los márgenes.
En el texto principal, se pautan
25
renglones y
se
cubren con
es
critura 25
renglones, por lo
que
el
texto se
dispone
above top fine al
modo tradicional. De hecho, una
de las modificaciones técnicas más
características del libro gótico
es
empezar
a
copiar
el texto por deba- Lámina
2b.
Pautado y picado.
Folios 96
a
99.
jo
de la primera línea
horizontal trazada
befow top fine). Este aspecto se
con
vierte en
un
elemento de datación bastante fiable
11
y por estudios realizados
sobre códices datados, sabemos que en Castilla el paso del
above
al
befow
top
fine
empieza
a suceder a
partir de
la
década de 1250,
12
estando ya
totalmente
11
Véase
también
N
R.
KERR From 'Above
Top
Line' to
'Below
Top
Line'. A
Change
in Scribal Practice .
En Collectors
and
Libraries. Studies in Me dieval Heritage. London,
1985,
pp.
71-74.
12
E. E.
RoDRÍGUEZ
DÍAZ,
Indicios
para
la
datación
de los
manuscritos góticos castella-
nos . En
Hl D
núm. 31. Sevilla (2004), p. 547. Así lo
observó
también
Pilar
Ostos Salcedo
en el caso del ms. 131 de la Biblioteca Pública de Córdoba, hecho en Toledo en época del
arzobispado
de
Ximénez
de
Rada, y
por tanto, en la primera mitad
del siglo XIII.
P
Ostos
Salcedo, El
ms. 131 de la Biblioteca Pública de Córdoba''. En Scriptorium. Revue lnternatio-
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asumido
por los copistas de l ibros castellanos a finales del siglo
XIII
con segu
ridad.
En el ámbito documental este principio
es
más irregular, entre otras cosas,
porque muchos documentos no iban pautados
y
en
otros sólo
se marcaba
el
encuadramiento.
Pese a ello,
en
el caso
de
privilegios u otros
instrumentos
solemnes
de
cancillería real,
cuidadosamente
preparados, observamos
cómo
se escribe por debajo
de
la
primera
línea trazada desde la
época
de Alfonso X.
Establecido un diseño de página, el copista procede a realizar
su
tarea. Co-
noce el uso que va a recibir el libro y por ello
adapta
su trabajo a esta realidad.
Establece tres niveles jerarquizados de escritura.
Con
el
primero copia
el texto
principal, en
tinta
oscura (negra,
aunque
de
tonalidad parda en muchos
folios
como
efecto del paso del tiempo).
En
el
segundo
nivel, el copista escribe
con tinta
roja las rúbricas
que
an
teceden, a
manera de
resumen, a
cada
una de las leyes y artículos.
Un hecho
absolutamente
peculiar característico de este copista consiste en situar tales
rúbricas fuera de la caja
de
escritura,
como
si
fueran ladillos, y hacerlo además
de
manera
desordenada e irregular. En efecto, a veces sucede
que
la
rúbrica
empieza a copiarse
dentro de
la caja y acaba sobrepasando las líneas justifican
tes. En otros casos, la
rúbrica
se anota
totalmente
fuera
de
la caja
de
justifica
ción y en otras ocasiones, está
copiada
dentro del texto
(Lámina
3). Fuera por
costumbre
del escribano o
por
inexperiencia
en
la tarea de la
copia de
libros,
este proceder es
una particularidad de
este códice
absolutamente
inusual
en
la
producción
de libros leoneses y castellanos.
13
Existe un
manuscrito
del siglo
XIII
en la catedral de Jaén,
conocido como
el
Libro Gótico
que ofrece soluciones similares
en
algunos de sus cuadernos.
14
Este manuscrito es un cartulario facticio, cuyas distintas unidades codicológi
cas
no
sobrepasan
el
siglo
XIII
y
que
está
emparentado en
más
de
un aspecto
con
el
manuscrito 2/10/1
de Baeza. Es
muy
posible
que
los sectores
mencio-
nados del cartulario jiennense y el códice
que
estudiamos
hayan
sido hechos
en el
mismo ambiente
gráfico-cultural.
nale des Études relatives
aux
manuscrits
Tome LII, 1998, 1 p. 53.
13
Agradezco a la
profa
E. E. Rodríguez Díaz la información facilitada, en ocasiones in
édita, sobre aspectos referidos a lo que es general
en
los códices góticos castellanos.
14
Jaén, Archivo Histórico Diocesano, Sección Capitular, Manuscritos 1 sector 1°. Exis
ten dos publicaciones sobre este manuscrito, una debida a]. MoNTIJANO CHICA
Un
códice
gótico, del siglo XIII,
en el
Archivo de la Catedral de Jaén . En Boletín de Estudios Gienenses
40, 1964, pp. 37-90; y otra de M. SEGURA MoRENO,
Estudio del Códice Gótico
s. XIII
de
la Catedral de jaén.
Jaén, 1976, aunque
por
sus respectivas deficiencias decidi mos consult ar
directamente
el
manuscrito.
II
f
34r
f v
f v
f
64v
Lámina
3. Las rúbricas.
En tercer lugar, el escribano se sirve de un aparato de letras capitulares
ornamentadas,
a dos colores, rojo y azul, ubicadas a principio de párrafos o
notablemente sangradas; y otras iniciales simples, incluidas dentro de la caja
de
escritura y hechas a
un único
color,
que indican
comienzo del
enunciado
o
norma. Cuando
coincide
que
estas iniciales simples de
pequeño módulo
deben
escribirse
al
inicio
de
un renglón, el copista las sitúa fuera
de
la caja de
escritura al modo altomedieval y carolino, algo que desaparece totalmente en
el libro gótico y que, en Castilla, deja de utilizarse en la segunda mitad del
siglo XIII.
Il3
8/18/2019 Modelo de Comentario Codicológico
http://slidepdf.com/reader/full/modelo-de-comentario-codicologico 9/15
La ornamentación del manuscrito
que
transmite el uero
de
Baeza en su
versión
romance
es
muy
sencilla.
e
limita a la presencia
de
las iniciales des-
critas y de la letra capitular del
incipit una
E (76 x
80 mm) que contiene
el
emblema
heráldico de la
ciudad
y
que
funciona, por este motivo,
como
marca
de propiedad. De todas formas, la ejecución de esta inicial es tosca y
de
muy
baja calidad,
con
una
forma
de E mayúscul a apenas reconocibl e y muy mal
coloreada,
con
un diseño
burdo de
las armas de la ciudad, un
encuadramiento
basto y una
pigmentación empastada en
exceso. Sin
ninguna duda,
esta inicial
fue
hecha
por una persona inexperta
en
el arte de la
iluminación de
libros.
En
total,
son
119 las iniciales
ornamentadas que
se ejecutan,
comenzando
con
la letra E del incipit con que se inicia el
manuscrito lr
0
. Las 118 ini-
ciales restantes están
iluminadas
en rojo y azul (las 13 primeras) y solamente
en
color rojo las 105 restantes, oscilando sus dimensiones
entre
los
20
x
24
mm
y los
43
x 21
mm.
Algunas de ellas están acompañadas por
adornos mar-
ginales de rasgueo o motivos
v e g e t ~ e s
y geométricos (láminas 4 y 5).
Lámina
4. Alfabeto
ornamental l
II4
Lámina
5. Alfabeto
ornamental
II.
Con
todo ello, el copista utiliza un sistema jerárquico, sirviéndose del
módulo de
las letras y los distintos colores
para
vertebrar el texto
en
apartados
y subapartados, a fin
de
facilitar la lectura y la localización de las distintas
secciones
que componen
el texto jurídico.
La existencia de letras
de
aviso
indica que
la
copia
del texto principal del
Fuero y las letras iniciales se hicieron en distinto momento, ya fuera por el
mismo o por un artesano diferente.
El ms.
2/10/1
conserva
una encuadernación
medieval sobre tabla, cuyas ta-
pas fueron fijadas al cuerpo del libro mediante dos nervios simples hendidos y
dos cabezadas,
que fueron
aseguradas a los extremos del
lomo con
hilo de cá-
ñamo,
utilizado
también en
el cosido
de
los cuadernos. El sistema
de
fijación
II5
8/18/2019 Modelo de Comentario Codicológico
http://slidepdf.com/reader/full/modelo-de-comentario-codicologico 10/15
consistió en la sujeción mediante nervios ocultos que penetraron en las tapas
desde el interior hacia el exterior a través de pasillos rectangulares. El recorrid o
de los nervios o tirantes
en
las tapas de
madera es
de
tipo
sigmático.
15
Las tapas
no
tienen más ceja
que
la
que
sobresale ligeramente junto al
lomo
y
que
tiene su razón
de
ser
en
la
manera
elegida
para
hacer
entrar
el nervio
en
la tapa. Junto
con
el
Fuero
se
encuadernó
un
ternión
irregular que fue aprove
chado para
varias anotaciones posteriores. No obstante, a juzgar por el estado
de conservación del último folio de este ternión añadido, así como del estado
del
primer
folio del
manuscrito, es
posible que el
volumen permaneciera
sin
encuadernar durante
algún
tiempo.
Lo
que no
parece es
que
nos
encontremos
ante una reencuadernación, ya
que no se observan
otro
picado de cosido
que
el
que corresponde
a los dos
nervios y las dos cabezadas conservadas. Las tapas
debieron
haber estado des
nudas, sin forro que las cubriera, al menos desde el siglo XVI-XVII, a juzgar
por
las anotaciones, pruebas
de pluma
y dibujos
que
diferentes usuarios hicie
ron
sobre ellas.
Las técnicas utilizadas
en
la fabricación de este revestimiento parecen indi
car que nos
encontramos ante
una
encuadernación
antigua,
anterior
al siglo
XV con seguridad
16
que, según los casos estudiados, tanto podría haber sido
hecha en la segunda mitad del siglo XIII como en el
XIV
17
Según los usos descritos, codicológicamente resulta difícil situar la data
ción
de
este
manuscrito en
el siglo XIV, especialmente
por
el aspecto diáfano
de la
página
y por el uso
que
el copista hace del
pautado.
ESTUDIO
PALEOGRÁFICO
El
Fuero
de
Baeza contenido en
el ms.
2/10/1
fue copiado
por
una única
mano que,
en
algún caso, reduce el
módulo
de la escritura y el espacio entre
renglones ff. 30v
0
-3l
r
0
) sin
que
se aprecien cambios morfológicos o de estilo.
15
Sigo la tipología propuesta por
A
NAS jiMENTO
y
A
DrAS DrAGO
en su obra
Encuader-
narao Portuguesa Medieval. Alcoba¡;:a-
Lisboa, 1984.
16
E. E.
RoDRÍGUEZ DÍAZ,
Indicios para la datación , ob.cit., y Codicología de los ma
nuscritos góticos castellanos: un avance de resultados , ob. cit.
17
Ver E. E.
RoDRÍGUEZ DÍAZ, l Libro de
l
Regla Colorada de l Catedra l de Oviedo.
Estudio y edición.
Oviedo, 1995, pp. 66-73, para
las
encuadernaciones del siglo
XIV
y
para
las del siglo XIII, ver
A BENY y P BARBACHANO,
La encuadernación en
el scriptorium
de San
Millán de la Cogolla (siglos X-XIV) . En
La memoria de los libros. Estudios sobre historia del
escrito y de
l
lectura
en
Europa y América
tomo I.
Salamanca, 2004, pp. 67-84.
n6
Por su trazado, nos
encontramos ante
una escritura poco contrastada, de
formas más bien redondeadas, ligeramente levógira y
que
se ejecuta de manera
caligráfica, con un
ductus
lento. La escritura es regular, bien asentada sobre la
línea de renglón,
con
las palabras bien separadas y sin
que
se observe
en
ella
el característico aspecto apretado de la gótica de libros. La
amplia unidad
de
pautado y los generosos márgenes
proporcionan
al conjunto
su
apariencia de
legibilidad.
Morfológicamente, los signos gráficos se acercarían a la
llamada littera tex-
tualis
o gótica textual, con las siguientes particularidades
Lámina
6a):
a
b
e
e;
d
e
f
g
h
m
a
n
t, b
o
e p
J
q
ab
r
S
r
t
S
u
X
}
y
1
z
m
Lámina
6a. Alfabeto minúsculo.
n
o
q
r1
~ ~
t
u
.
3
1°) La a'' responde a la
minúscula
de la carolina, sin capelo
en
ningún
caso y sin contraste entre los trazos,
como
se observa
en
la
lámina
6.
2°) La b se expresa
en su forma
minúscula, pero nos interesa destacar
aquí que
los trazos altos de las letras
no
arrancan,
como
es
lo
normal en
la escritura gótica, de un trazo biselado que certifica el tallado oblicuo
de la
pluma.
Lo
que
sucede
en
este libro
es que
todos los trazos altos
de
las letras poseen
un arranque
horizontal y además
en forma
de dientes
de
lobo.
II7
8/18/2019 Modelo de Comentario Codicológico
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3°) En la escritura gótica textual castellana, la d de
tradición
uncial
romana,
con su alzado
inclinado
hacia la izquierda, acaba por suplantar
casi del todo a la d semiunci al de alzado recto, propia de la escritura
carolina. Sin embargo,
en
la escritura del ms.
2/10/1 encontramos
las
dos morfologías en similar
proporción, como puede
observarse
en
los
ejemplos de la
Lámina
6.
Agustín
Millares
Carla
en
su
Tratado de Paleografía afirma
que «la
d mi
núscula o recta desparece, por
completo,
durante el siglo XIII, de algunos
manuscritos, y en otros sólo persiste en contados casos, especialmente delante
de la i ».
18
El estado actual
de
la investigación
permite
afinar más esta afirma
ción. En realidad, el empleo
conjunto
de los dos tipos de d
con
semejante
frecuencia de uso,
como
es
nuestro
caso, es una de las características más des
tacadas de esta escritura gótica en su etapa primitiva.
19
Albert
Dérolez afirma
al
respecto que «the vertical d disappea red in Spain during the course of the
thirteenth
century,
with the
uncial d being
the only form
used».
20
En realidad, la d s emiunci al
nunca
llegó a desaparecer del
todo en
Cas
tilla, pero la
disminución
de uso fue
tan
drástica
que
a lo largo
de
la segunda
mitad del siglo
XIII
y
primera
del XIV sólo se usa
de
manera excepcional
en
contados
libros, porque lo que domina de
forma
rotunda es la d de
tradición uncial.
Y
si
acudimos a los documentos, observamos cómo en ellos la escritura está
más evolucionada
que
en los libros,
no detectando
el uso de d rectas desde
los años finales del reinado de Alfonso X.
4°) La
f
se asienta sobre la línea de renglón, alejándose
con
ello de la
forma
cursiva.
5°) La g suele
tener el
ojo
redondo
o ligeramente
cuadrado,
pero sin
formas angulosas, y el caído cerrado.
6°) La k se ejecuta
de
una manera muy particular. La letra se realiza en
tres trazos, de los cuales los dos primeros configuran una h minúscula
y el tercero consiste en
una
especie de
coma que se
coloca sobre la panza
que forman
los dos trazos anteriores (Lámina 6). Tal
es
la semejanza
con
la h
minúscula
que,
en
la abreviatura mkl , Jean
Roudilla
leyó en
todos los casos como una h , tomando el trazo similar a una coma por
el signo
de
abreviación, sin percatarse de
que
el signo
de
abreviación
18
A. MILLARES CARLO,
Tratado de Paleografía E spañola,
T.I, Madrid
1983,
p.
269.
19
A. DÉROLEZ, The Palaeography
ofGothic Manuscript
Books. From
the Twelfth
to
the
Ear y
Sixteenth Century
Cambridge,
2003, p.
60.
20
A.
DÉROLEZ,
ob.cit., p. 114.
n8
era,
en
realidad, el guión que cruza por lo alto
de
los trazos verticales de
la k''
y
de
la
1 .
7°) La m y la n , apenas fracturadas, se
distinguen
bastante bien.
8°) La r tiene dos morfologías. La primera, semejan te a un 2 , se utiliza
detrás de la o ó de letras con panza, lo que se ajusta a las características
de la escritura gótica
en
general. Pero esta r
redonda nunca
aparece
detrás de una p o
de
una b ,
como es habitual en
la escritura gótica
plena.
En
cambio, la r
redonda
sí se sitúa detrás
de
p ó b
en
privilegios
rodados
de
Sancho IV de las décadas
de 1280
y
1290.
21
Y en la cursiva
del Fuero juzgo romance que se guarda en la Vitr. 17-7 de la Biblioteca
Nacional
de Madrid, de
finales del siglo
XIII
o principio s del XIV, la r
redonda
se coloca incluso detrás de la letra d uncial.
9°) La
s
de
doble
curva
se
utiliza sólo en posición final junto
con
la
mayor
preferencia por la
s
alta de tradición carolina en esta posición.
La s alta se limita, además, a la línea
de
renglón, como era lo carac
terístico de la escritura carolina, frente a la prolongación por debajo de
renglón
que
esta variante tiene
en
la escritura gótica cursiva
(Lámina
6).
a
n
j
e o
~
d
b
p
f
e
q
g
a
Qr
f F F
S
L
t
m
t\
Lámina 6b. Alfabeto
mayúsculo
y minúsculo
de
mayor módulo.
21
Así sucede por ejemplo en la
palabra nouembre
del
AMCO
caja 142,
doc.32.2
o en
otros privilegios editados
en
P ÜSTOS SALCEDO, M. BaRRERO FERNÁNDEZ, M. FERNÁNDEZ
GóMEZ, M
a
L. PARDO RoDRÍGUEZ, Sevilla, Ciudad
de
Privilegios. Escritura y Poder a
Través
del
Privilegio
Rodado.
Sevilla. Secretariado de Publicaciones
de
la Universidad de Sevilla. 1995.
8/18/2019 Modelo de Comentario Codicológico
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Ningún
códice castellano-leonés datado de la segunda
mitad
del siglo XIII
y mucho menos de la primera mitad del siglo XIV utiliza la s alta al final
de la palabra.
22
Podemos destacar como ejemplos el Fuero juzgo copiado en
Sevilla para ser llevado a Murci a, en cuyo Archivo Municipal
se
conserva, que
ha
sido datado
por
documentos de archivo en 1288;
23
o el
Fuero
de Alcaraz
aparentemente fechado en
el
año 1296;
24
o
el
Fuero juzgo en castellano y co
piado en cursiva que viene siendo datado tradicionalmente entre finales del
siglo XIII e inicios del
XI V
25
Todos ellos carecen por completo de la s alta
en posición final.
Por lo que
se
refiere a la escritura de documentos, esta morfología tiene
una
vida más larga.
En un
privilegio rodado otorgado
por
Fernando III en
la
ciudad
de Toledo el 8 de abril de 1241,
se
observa
una
mayoría de
s
de
doble curva en posición final, pero también la presencia de s alta en varias
palabras.
26
Y el documento original que transmite el fuero de la villa de Cam-
pomanes del año 1247
se
sirve tanto de la s cursiva de doble curva
al
final
de palabra,
como
de la
s
alta,
en una
proporción semejante a la del Fuero de
Baeza
27
En
todos estos casos, la
s
alta tiene
una
morfología diferente a la de
nuestro manuscrito, al prolongarse por debajo de la línea de renglón.
Esta variante cursiva aparece esporádicamente en la segunda mitad del si
glo XIII, sobre todo en época de Sancho IV, pero sólo en la gótica usual
llamada letra de albalaes y generalmente en pequeña proporción
si
la compa
ramos
con
el mayoritario uso de la s de doble curva en posición final.
Como
ejemplo de este uso ocasional sirva el caso de
un documento
de Sancho
IV
del
8 de marzo de 1293,
28
hecho en el tipo de escritura mencionado y copiado en
14 renglones y medio con una media de 24 palabras por renglón, en el que la
s
alta aparece 6 veces a final de palabra (una de ellas en el nos de la firma
autógrafa del rey), frente a las
84
ocasiones en las que se utiliza la s de doble
curva.
22
Sirvan de ejemplo el Vitr. 15-5 de la Biblioteca Nacional de Madrid (Toledo, 1253)
o los primeros códices alfonsíes
Fuero Real, Libro de
los
iudizios de
las
estrellas, Libro de
las
Cruces).
23
Ver
I
GARCÍA DíAz, Descripción del manuscrito . En
l
Fuero juzgo. Estudios críticos
y
transcripción.
Excmo. Ayuntamiento de Murcia 2002, pp. 15-39.
24
Madrid, Biblioteca Nacional, ms. 17.799.
25
Madrid, Biblioteca Nacional, ms. Vitr.17 7.
26
Córdoba, Archivo Municipal, caja
1,
doc. 5.
27
Una
excelente reproducción puede verse en M.
J SANZ FuENTES
y M.
CALLEJA
PuER-
TA,
Litteris conjirmentur. Lo escrito
en
Asturias en la
dad
Media,
Oviedo, 2005, p. 169.
28
Córdoba, Archivo Municipal, perg.75: Concesión al Concejo de
Córdoba
de las villas
de Luque, Baena y Zuheros, con sus términos y castillos.
120
En
cambio,
en
los
documentos
de Sancho
IV
escritos
en
la cursiva canci
lleresca, llamada letra de privilegios, de trazado mucho más caligráfico, nunca
se utiliza la s alta a final de palabra, sino únicamente la s gótica de doble
curva.
29
Lo que no existe en
ningún
caso, ni librario ni documental, de la
primera
mitad
del siglo
XIV
que utilice la s alta a final de palabra.
10°) La
z
en forma de 3 incurvada
por
debajo de la línea de renglón
difiere de las del siglo
XIV, cuyos trazos
permanecen dentro
de la caja
de renglón.
11 °) Por lo que hace al alfabeto mayúsculo, cabe decir que en general se
ajusta a las formas gráficas de la escritura gótica al combinar letras de
tradición capital y uncial romana con minúsculas de mayor módulo.
Existen,
no
obstante, algunas tendencias arcaizantes.
Para la
A se
utiliza la forma minúscula
con
el módulo agrandado y la for
ma
capital
en
las iniciales. Para la
D se
emplea
tanto
la forma capital
como
la minúscula uncial; nunca se utiliza la d recta o semiuncial para las mayús
culas destacadas. Para la E se sirven de la forma uncial y de la minúscula. La
F
se
expresa bajo la forma capital romana. La L en la forma capital. Para
la
M se
utiliza mayoritariamente la forma uncial, a veces
con
el primer ojo
cerrado al modo
hispano
y, en
ocasiones, de
pequeño tamaño,
pero
en
las ini
ciales se repite también la forma capital, lo que
es
un arcaísmo, ya que en los
libros castellanos plenamente góticos es la forma uncial de la M mayúscula
la única que
se
utiliza hasta la segunda
mitad
del siglo
XV
La
N
se expresa
bajo la forma capital (35v
0
)
y sólo se observa
un
caso de minúscula de mayor
módulo con
función de mayúscula (34v
0
,
lo que extraña
dada
la frecuencia
con la que esta variante se usa en la escritura gótica canonizada. La P se ex
presa mediante la forma capital,
al
igual que la Q'', aunque ocasionalmente
se
emplea la minúscula. La S es siempre la forma uncial de doble curva. La
T se
representa en su forma minúscula.
Además de estas características morfológicas, el principio gótico de la fu
sión de curvas contrapuestas
es en
el
Fuero de Baeza una
ley que se
cumple
de
manera muy irregular, lo cual es totalmente anómalo en la gótica textual en
la que está copiado el libro.
De
hecho, los nexos de letras con curvas contra
puestas se produce
en
contadas ocasiones (sucede sobre todo en la preposición
d
)
d b d 1 l l h , b
, sien o a
un
antes os casos en os que etras como e , o , po
e,
incluso, algunos de y do
no
se
funden en
nexo alguno (Lámina 7d).
Este hecho
es
típico de la escritura pregótica de la segunda
mitad
del siglo
XII y de la primera mitad del siglo XIII en los códices europeos y castellanos,
29
Córdoba, Archivo Municipal, perg. 75.
I2I
8/18/2019 Modelo de Comentario Codicológico
http://slidepdf.com/reader/full/modelo-de-comentario-codicologico 13/15
como
Diane L. Creasy ya lo
puso
de manifiesto
en
1984 al estudiar los
ma-
nuscritos toledanos datados.
30
En la
segunda
mitad
de
la
centuria
este prin-
cipio paleográfico está ya totalmente asumido y difundido en toda la Corona
de
Castilla,
tanto
en libros,
31
como en
los
documentos
desde los primeros
mo-
mentos
del reinado de Alfonso X
con
seguridad.
32
Y lo
mismo puede
decirse
de las primeras décadas del siglo XIV,
como
se comprueba
en
el Speculum de
1315
d d 1
d 1
" " " "
b "
b
"
en on e as curvas contrap uestas e os grupos po , pe , o , e ,
"do", "de" y "oc", están fundidas formando nexos.
33
Para la conjunción copulativa se utiliza abundantemente el signo tiranía-
no,
como
es
propio
de la escritura gótica,
aunque también
se
emplea
a
menu-
do
su expresión lingüística "et"
(Lámina
7b) y "e". Se utiliza
también
el signo
tironiano
con
forma
de "e"
invertida para
la sílaba "con-",
que
suele aparecer
en posición inicial
(Lámina
7b).
Las ligaduras
responden
a la práctica habitual de la escritura gótica excepto
en un caso. Los nexos no son muy abundantes, reduciéndose a los producidos
por la concurrencia de letras
con
curvas contrapuestas
en
los casos
en
los
que
esto sucede y
que
se
limitan
a las sílabas "de" y "do",
en
el
mejor de
los casos.
En
alguna
ocasión se observa también el encabalgamiento
de
las dos "pp",
aunque esto sucede también
de
manera irregular
(Lámina
7c).
Los sistemas de abreviación
son
los habituales en la escritura gótica: abre
viaturas por suspensión, por contracción y por letras sobrepuestas. Se eliden sis
temáticamente
la nasal "n", el
grupo
vocálico "ue", las letras "e", "re" y "er".
Se
sobreponen fundamentalmente
la "i",
la a''
y la "o"
(Lámina
7a). El signo
general
de
abreviación
es
la línea horizontal,
con
un
tratamiento
recto o li
geramente
curvado; y como signos especiales se utilizan los característicos de
este tipo de escritura. Se utilizan
muy
pocas abreviaturas de palabras enteras,
pero se
multiplican
las elisiones
de
letras y sílabas.
30
D.
L CREASY
refiriéndose a los códices toledanos datados afirma:
<<Spanish
script ...had
few cases
of
fusion in the first
half of he thirteenth century>>. En 1he development of he
For-
m l
Gothic Script in Spain:
Toledo
XI th-XII th Centuries. Universidad de Cincinnati, 1984
(Ann Arbor, Michigan, Microfilms). Para la realidad europea véase A.
DÉROLEZ,
ob.cit.
31
Por ejemplo,
el Fuero Real que se
conserva en El Escorial ofrece ya
una
total fusión entre
letras curvas precedidas por "d" uncia , ver G.
MARTÍNEZ
DÍEZ,]. M.
Rurz
AsENCIO y C.
HERNÁNDEZ ALONSO, Leyes
de Alfonso X Edició n y análisis crítico del Fuero Real, Ávila, 1985-
1988.
32
En
el
exahustivo rastreo que
T.
RrAÑO
y
M. C.
GurrÉRREZ efectuaron de las distintas
formas gráficas del manuscrito de Per Abbat de 1207, afirman también (El Cantar de Mío
Cid, 2001,
TI. p. 440) que en la segunda
mitad
del siglo XIII este principio era general en
todo
el
reino, tanto en libros como en documentos.
33
T. RrAÑO
y M
a
C.
GuTIÉRREZ,
ob.cit.,
TI,
p. 330.
122
1)
= her
= pro
1
..
p
= pri
t
=ter
i
= per
q
=que
l
= qui
\l
= pre
q
Lámina ?a. Abreviaturas
't. =et
9 =con
Lámina 7b. Signos especiales
~ g u a r d e
=todo
Lámina ?c. Nexos de las sílabas de
y do
t
=por
~ f
=todos
o j ~
=boyes
~ t
=después
\ l ~ ~
=peche
n o c l ~
=noche
bdhM
=bestias
Lámina 7d. Ejemplos en los que no
se
cumple
la
Ley
de Meyer de la fusión de curvas contrapuestas
123
8/18/2019 Modelo de Comentario Codicológico
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Según
las características descritas, paleográficamente
situamos
la
datación
de este manuscrito en la segunda mitad del siglo XIII.
Por otra parte, el manuscrito está lleno de errores de copia y de correc
ciones de mano del propio copista. Éste se equivoca a menudo cuando debe
planificar el espacio que van a ocupar las rúbricas, de tal forma que en varios
casos se ve obligado a escribirlas
entre
renglones o
en sentido
vertical y fuera
de la caja,
errando
incluso en el uso de la tinta
adecuada por
utilizar la tinta
negra cuando debiera hacerlo con tinta roja. En otros casos, cuando las copia
directamente en los márgenes, no es capaz de calcular el espacio que van a
ocupar
y se ve forzado a
introducir
elementos gráficos
de
separación
para
que
el lector no
se
confunda
(Lámina
8).
También abundan las faltas de
copia
en el texto principal, originándose
numerosos saltos gráficos que el copista corrige como
puede,
bien invadiendo
los márgenes (Lámina 8) y viéndose obligado a veces a comprimir la escritura
o a reducir el módulo; bien intercalando el texto entre las rúbricas marginales
o, en
su
caso,
si
la corrección se hace antes, será la rúbrica la que tenga que
adaptarse al poco espacio disponible
de
manera forzada y antiestética (Lámina
8); bien sopuntando o sirviéndose de los interlineados, las tachaduras, cance
laciones y raspaduras.
Esta abundancia de correcciones redunda en la idea de que el artífice de
la copia fue persona poco avezada en la actividad profesional de la copia de
libros.
Al margen de estos aspectos, nos llama la atención un par de cosas más
que no fueron señalas en
su día por
Jean Roudil y
que
consideramos,
cuando
menos,
interesantes.
En
primer lugar, el copista
ha ido
señalando sistemáticamente las sílabas
tónicas con una tilde gráfica, lo que es algo inusual en los códices góticos cas
tellanos.
Y en segundo lugar, la ortografía de algunas palabras romances nos remite,
según estudios especializados, a una cronología del siglo XIII. Así sucede, por
ejemplo,
con el
uso de la eh
por
la q
en
palabras como cheso
34
y el
em-
pleo conjunto del término hombre bajo las variantes omne y ombre
Esta última forma la volvemos a encontrar en algunos folios del Códice Gótico
de
la catedral de Jaén ya citado. Aparece,
en
concreto,
en
el folio B-7
ocupado
34
T. RIAÑO
y M
a C GuTIÉRREZ,
ob.cit.,
TI,
p. 393.
35
En la palabra hombre ,
al
igual que sucedió con otros términos de similar evolución,
como nombre , estas dos formas conviven durante el siglo XIII, ver R. MENÉNDEZ PmAL
anual e
Gramática Histórica, na
ed.,
Madrid,
1994, 160,
n.159,
p. l
24
por la copia del privilegio del castillo de Chingoyar, otorgado en Córdoba en
el año 1260 y que se traslada en la primera de las unidades codicológicas de
este cartulario facticio
en una
escritura fechable
no
más allá del
propio
siglo
XIII. Éste
es
un aspecto más
que
pone en relación los cuadernos conservados
en Jaén con el códice del Fuero que se guarda en el Archivo Municipal de Bae
za.
f
5v
f 5v
f
67v
f 68r
f 67r
f 33v
Lámina 8. Errores de copia.
Y si observamos
con detenimiento
las características paleográficas de la
mano que copia este documento de 1260 en el cartulario de Jaén comproba-
mos cómo utiliza sistemáticamente la d de tradición uncial, sin que aparezca
ninguna
d de alzado recto. Se emplea también la s de doble curva y ejecu-
12)
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ción cursiva al final de
palabra
y existe una fusión total de las curvas
contra-
puestas. Es decir no existe en esta escritura de la segunda mitad del siglo XIII
ningún elemento arcaizante.
CONCLUSIONES
Por las características codicológicas y paleográficas expuestas debemos re-
chazar la adscripción
de
este códice al siglo
XIV que
hizo Jean Roudil
en
el
año 1961.
La escritura
de
esta mano
es
más arcaica o arcaizante
aunque
sólo
considerásemos elementos paleográficos tan
determinantes
como el
incumpli-
miento de algunas de las Leyes de Meyer.
Por
otro lado
muchas
de las características de elaboración de un manus-
crito medieval respondían a la función que éste iba a cumplir en manos de su
dueño.
El
manuscrito con
el
uero
de
aeza
poseía por naturaleza un elevado
valor simbólico: recogía el
conjunto de
normas destinadas a organizar la vida
cotidiana
en la recientemente repoblada
ciudad y
por lo
tanto
era un libro
singular. Pero además estaba
destinado
a ser un manuscrito de
consulta
fre-
cuente llamado a dar respuesta a cuantas situaciones de ilegalidad litigio o
simple duda se planteara
en
numerosas situaciones de la
vida
diaria de los nue-
vos pobladores. Por
tanto
debía ser legible
para poder
consultarlo y asequible
por la articulación de su contenido
mediante
diferentes elementos visuales
entre los que existe una gradación jerárquica de la escritura.
Sin ser
un
libro de lujo el resultado final
puede
considerarse
en
general de
buena factura. Al menos se concibió como tal. En efecto por el soporte ele-
gido por la preparación
de
las páginas
por
el tipo de escritura y su ejecución
y por la
ornamentación
recibida el uero
de aeza en
castellano se concibió
como un libro de buena preparación acorde con la
función
que
iba
a desem-
peñar.
Ahora bien fuera por la escasez de medios económicos propios de un am-
biente o una época precaria o fuera por la inexistencia de profesionales del li-
bro el resultado fue bastante irregular. La
ornamentación de
la letra capitular
es extremadamente
tosca y
el
escribano
comete numerosos
errores al hilo de la
copia
que
afean la estética
de
la página. Esta realidad apunta a la participación
de una persona poco habituada a la tarea de copia de libros que sin embargo
es capaz de reproducir todo el texto del uero en una escritura especializada
propia
del
ámbito
librario. ¿Podríamos pensar
en
un clérigo culto
al que qui-
zás
también
le fue encargada
su traducción
del latín?.
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11 dición
de
Jean Roudil
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