7/24/2019 Art-Estetica y Critica Literaria Longino
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N GEL J. CAPPELLETTI
ESTTICA Y CRITICA LITER AR IA
EN EL PSEU D O -LO N G IN O
La introduccin de la categora esttica de lo sublimeysu inmed iata apli
cacin a la preceptiva
y
la crtica U terara caracterzan al tratad o Sobre
lo
su
blime (Perhyp sous), atrbuido durante siglos a Casio Longino, m inistro de
la reina Zenobia de Palmira (siglo III p.c). Hoy los fillogos se inclinan a
creer que el autor de dicho tratado fue un crtico literario influido p or Filn
de A lejandra , ju do de religin (M ommsen), que vivi en la pcKa del em
perador Calgula (I). La obra no contiene una metafsica de lo bello ni se
ocupa esencialm ente de sociologa del ar te , aunque en su ltimo captulo re
laciona la literatura con lo ticoylo socio-poltico . Llegaser muy aprecia
da por escritores modemos como Fenelon, Pope, Goldsmith, Acldison,
Dryden y Gibbo n, tal vez por los atinados consejos que ofrece sobre el arte
de escribir, siempre bien ilustrados con ejemplos de la literatura griega (2).
Su importancia p ara la historia de la esttica propiam ente dicha reside sobre
todo en la elaboracin del concepto de lo sublime (hypsos), como distinto
del concepto de lo bello (kaln)-
El libro se inicia con una crtica contra Cecilio de C alac te, retrico sicilia
no,
judo prob ablem ente como el propio Pseudo Longino, que haba publi-
(1) La primera edicin del Desublimitaie
la
hizo, en el siglo XV I, Francisco Robortello ; la se
gunda, Aldo Manucio (Venecia-1555); la tercera, Francisco Porto (Ginebra-1570); la
cuarta, Gabriel de Petra (G inebra-1612); la qu inta, Gerard o Langbaine (Oxford-1638); la
sexta, Carlos Manolesi (Bolonia-1644). En el siglo XVII editaron la obra Faber (1633) y
Tollius (1964); en el X VIII, Zacharias Pearce (Londres-1724);S.F.N.M onis (Leipzig-
1769)yJ. Toupii (Oxford-1778). En 1742, C A . Heineke public en Dresd e una traduc
cin alemana. En
1820,
B. Weiske dio una nueva edicin en Oxford. Entre
las
edifciones
crticas publicadas en n uestro siglo, deben nomb rarse la de Hamilton Fyfe (C ambridge-
Mass-1927); A. Rostagni (Miln-1945); H. Lebgue (Pars-1952)
y
A.D.
RusseU
(Oxford-
1964).
(2) W. Ham ilton Fyfe, Aristotle, Poetics
-
Londres - Cambrdge - p. XV III.
IDEASYVALORES
Nos.
76-77 Bogot Abril-Agosto 1988
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cado antes un escrito sobre lo sublime (3 ). Lo enrostra sobre todo el no ha
ber m ostrado claramente la sustancia o fundamento (t hypokemenon ) del
tratado y el habe r omitido explicar cm o (pos) y por cules m todos
(di'hn tnon me thdon) se pueden alcanzar los
fines
deseados , explicacin
ineludible en cualquier obra de carcter tecnolgico (ep pases tekhnolo-
gas).
En lugar
de eso
Cecilio
se
limita
a
acumular ejemplos
de
pasajes literarios sublimes (I I) . No pued e eludir, por eso, el Pseudo-Longino una ca
racterizacin del concepto : Lo sublime se cifra en cierta elevacinymagni
ficencia del lenguaje,
y
no de otra parte obtienen su celebridad
y
logran ves
tirse con perd urab le glora losmsgrandes poetasy
escrtores (13).
De esta
caracterzacin saca como consecuencia una definicin de lo sublime por
oposicin alotily lobu eno , tradicionalmente vinculados alobello: Lo su-
bUme, en efecto, no lleva alosoyentesala persuasin sinoalxtasis (ou gr
eis peith tos akroomnous airis ktasin). Lo bueno y lo til es lo que
conduce a
la
persuasin ; lo sublime
se
desentiende de la persuasin
y
por eso
se diferencia de lo buenoylo til (y, en consecuencia, tambin de lo bello ).
Lo sublime se sita por encima de lo bello, en la medida en que lo bello pro
duce placeroutilidad.Sevinculaalasombroya lo inesperadoyno aloagra
dabley loprovechoso. La pm eba de ello la hallaelPseudo-Longino enelhe
cho de que la persuasin (meta de la retrca) depende siempre en alguna
medida de los disposiciones del oyente (el cual pued e dejarse arra strar o no
por el orador o el escrtor), mientras lo sublime comunica al lenguaje una
fuerza tal que el oyente (o el lector) no puede resistirse. Lo sublime, que no
puede no ejercer una poderosa influencia, arrastra d e m odo necesaro y su
fuerza coercitiva anula en el sujeto tod a resistencia.
Por otra p arte , la belleza
que,
segnvimos,consiste, desde
los
pitagrcos
hasta los estoicos, en la armona
y
el orden de las partes, no se revela clara
mente en un verso o en un pasaje aislado de la obra potica sino que exige la
lectura del discurso com pleto. Lo sublime, en cam bio, se manifiesta sbita
m ente , en un lugar cualquiera (en un pasaje o en un verso); avienta todo lo
dem s, a la manera de un rayo,
y
hace paten te en un instante la fuerza total
del escrtor
o
del orado r. Puede decirse, pues, que
el
Pseudo-Longino condi
ciona la produccin delobello al raciocinioyal clculo, mientras atrbuye el
surgimien to de lo sublime a la intuicin cread oraya una percepcin profun
da e inmediata del valor esttico. Lo bello corresp onde , paral,alopeque
o;
lo sublime, a lo grande ; lo bello a
lo
racional;
lo
sublime, a
lo
intuitivo (o
sea, al entendimiento com o facultad qu e capta inmediatamente su objeto) ;
lo bello, a
lo
placentero
y lotil;lo
sublime, a
lo
exttico
y lo
entusistico. Lo
admirable (t thaumsion) $uf)era siempre a lo persuasivo y lo agradable
(to pithano ka to pros khrin) como la inteligencia o entendimiento in
media to supera a la razn o entendim iento disc^irsivo (14).
Ahora bien,
si lo
sublime surge con
la
intuicin, parecera
no
estar sujeto a
ningn arte y a ninguna tcnica. Cualquier intento de establecer reglasyde
fijar procedimientos resultara intil en ese terren o. U n trata do sobre lo su
blime carecera de sen tido. N o podemos confiar en la razn discursiva (qu e
(3) Cfr. E . Ofe nloch , CaecU Calactini Fragm enta -19 07 .
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acota el mbito de lo enseable) p ara captarlo o para producirlo, sino slo
en la naturaleza que nos ha dotaco de un entendimiento intuitivo (III). El
Pseudo-Longino trata de d emostrar, sin embargo, que el poetayel escrtor
que quieren acceder a lo sublime no pueden confiar slo en la naturaleza (es
decir, en la intuicin o la inspiracin), sino que deben utilizar tambin el ra
ciocinio (es decir, la induccin y la cleduccin) (112). As como, segn De-
mstenes, en la vida del hombre el prmer bien consiste en tener suerte
y
el
segundo en tomar decisiones oportunas (ya que sin ellas la buena suerte de
nada servira) (Aristocrates 113), as tambin en la literatura -d ic e - la natu
raleza y la intuicin, que equivalen a la buena s uerte, necesitan del racioci
nio y clel arte o la tcnica, que hacen las veces de oportuna decisin. Sin
ellos,la intuicin no lograr concre tarse. E l hecho mismo de que ciertos fe
nmenos surjan nicamente de la naturaleza no pued e ser conocido sino a
travs del arte o de la tcnica (113).
Para m ostrar tal vez cmo interviene la razn, intenta el Pseudo-Longino
deslindar lo sublime de lo pseudo-sublime. Descrbe as los defectos que se
mezclan habitualm ente con lo sublime o que lo sustituyen, carcaturzndo-
lo .
E l prmero es la afectacin y la grandilocuencia. Un estilo afectado pr o
duce una parodia de la solemnidad trgica. Ejemplos de ello encuentra nada
menos que en Esquiloyen Sfocles.Sila tragedia, gnerodeporssolemne,
-argum enta a fortiori - no tolera la afectacin
y el
nfasis excesivo, mucho
menos lo harn aquellos gneros literaros cuya finalidad es la exposicin de
los hechos o la explicacin de la realidad. De ah que considere ridicu las
expresiones del sofista G orgias, tales como bu itres , vivientes sepulc ros
(que se encuentra en el Epitafio)yotras anlogas del sobrino de A ristteles,
el historiador C alstenes de O linto (tan poco p ropicio, sin embargo, por lo
que sabemos, a hacer concesiones al nfasis oriental) y de Clitarco, Amf-
crates,
Hegesas
yMatris.
Estos, segn el Pseudo-Longino , son incapaces de
diferenciar el entusiasmo dionisaco de la bobaliconera pueril (113). Para
nosotros resulta un tanto difcil considerar la metfora gorgiana como pura
hinchazn retrica o como sosa puerilidad, aun cuando reconozcamos en
ella algo de mecnico. Del ac ierto crtico respecto a
los
otros autores (retri
cos de la escuela asitica) no podemos juzgar, puesto que sus obras no han
llegado hasta nosotros (4).
Sin duda tiene razn el Pseudo-Longino al afirmar que uno de los vicios
ms difciles de evitar po r parte de quienes aspiran a un estilo grandioso es la
hinchaznyel nfasis gratui to, generado poreltemor a lo vulgary lopedes
tre.Para l, la grandilocuencia implica siempre espritu superficialyfalta de
sinceridad (kha noi ka an altheis). Vincula as lo esttico conlotico, pero
logra sobre todo su fnalidad crtica en el plano de la patologa mdica, al
comparar la grandilocuencia vana con los tumores (kako de nkoi ka ep
somatn ka lgon) y al mostrar cmo ella produce efectos diam etralmen te
opuestos a los apetecidos, ya que nadiees ms secoque un hidrpico (oud n,
gr, xerteron hydropiko) (Cfr. Philo, De plant. Noe 156). El segundo
defecto a ev itar por p arte del escritor que aspira a
lo
sublime es
la
pueriUdad
(4) C:fr. H .V . Apfel , Li terary Quotar ion Demetr ius an d Longinus New Y ork -19 35 .
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(t meirakicSdes). Ningn extravo resu lta ms incon ducente, puesto que es
lo que de un m odo ms directo se oponeala grandeza (ntikrys hypeanton
tos megthesi). Revela pequenezde espritu, imaginacin rda, ingenio
mezquino. Ni siquiera tienelaexcusa de constituir un intento falliclo, como
sucedacon lahinchazn y lagrandilocuencia. No esextrao, pues,que
nuestro crtico lo considere como el ms innoble de los defectos (t nti
kakn agennstaton). Consiste sobre todoencierto rebuscamiento verbal
que conduce a una elocucin frgida
y
oscura. Caen en l quienes a todacos
ta persiguen lo inslito y lo retinado y no buscan otra cosa ms que agradar
sorprendiendo . Es vicio frecuente en tre pseudo-em ditos y pseudo-ingenio-
sos que procuran pa ter le bourgeois constmyendo acrsticos y modelos
para armar(114).No sin raznelPesudo-Longino lo denomina altemativa-
me nte frgidez (lego to psykhro)
y
encuentra ejemplos de l no slo en
el historador Timeo de Tauromenion (un em dito hipercrtico, apelado el
denigrador ) sino tambin en Platn
y
Jenofonte , au tores a los que tiene en
alta estima. T ales ejemplos nos aclaran en qu consiste el vicio de la puerli-
dad o
la
frgidez. A s, en el caso de Tim eo, toma d e su elogio de Ale jandro
Magnounacomparacin inslita,querelaciona dos actividades heterog
neas:la guerra
y
la Uteratura, pero de tal man era que
el
parangn
se
produce
sin ningn motivo vlidoysin razn sufciente. E sto den ota afn puerlde
establecer relaciones en tre hechos (gratuidad)
y
fro clculo artmtico (X
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