TEORIA DE LA ESTETICA MARTIN SORIA

ESTETICA MARTIN SORIA

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TEORIA DE LA ESTETICA

Estética es el término utilizado para observar, analizar y dominar los procesos de consecución de la belleza. La observación estética, va a depender siempre del nivel de sensibilidad del observador. Existen estratos o niveles de sensibilidad, según el desarrollo del individuo que aprecia un objeto; un individuo puede ver en una pared pintada, solo el color verde y otro, puede ver varios matices de verde en la misma pared. Hay personas que desechan a otras por su apariencia y otras que consideran que, aunque su apariencia no sea atractiva, contienen un mundo de experiencias a descubrir, que les motiva a conocerlo. La pared verde o la apariencia del personaje son las mismas para las dos personas que las observan, pero la diferencia en sensibilidad, provocan distintos tipos de apreciación.

El objeto, sea cual sea, contiene en sí todos los elementos necesarios para producir satisfacción, interés y motivación en el espectador. Desde la más pequeña mota de polvo hasta el cosmos, pasando por la infinidad de especies naturales, todo objeto contiene la cualidad de ser apreciado o despreciado, dependiendo del interés o desinterés del observador.

Dominio de las facultades

Todo acto es causado por alguna pretensión que lo propone y produce. El mundo de las pretensiones tiene también, sus altos y sus bajos. No es lo mismo lo excelente que lo promedio, lo supremo que lo vulgar o lo admirable que lo agradable. La sensibilidad, así como el intelecto y la voluntad tienen sus más y sus menos. Una persona emocionalmente inmadura, que no controle sus sensaciones, difícilmente logrará trabajos exigentes, porque cuando sienta la sensación de cansancio, se entregará a la sensación y su falta de control de las sensaciones, impedirá que supere el cansancio y logre las exigencias del trabajo. Una persona intelectualmente inmadura, creerá cualquier razón que le propongan y al carecer de la razón justa, su comprensión no se ajusta al criterio de lo justo. Una persona inmadura en su actitud, al carecer de confianza en el beneficio derivado de las grandes conquistas, se reducirá al beneficio de la comodidad. Por el contrario, el maduro en

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el control de las sensaciones, puede superar frustraciones o sensaciones de cansancio, aburrimiento o desagrado y determinarse a las conquistas pretendidas, o a terminar sus proyectos. Lo mismo ocurre con el maduro intelectual que comprende el beneficio de los grandes ajustes, o el responsable que asume el cumplimiento de los deberes. La cantidad siempre va en proporción con la calidad del productor. Los mejores trabajos en cantidad, provienen del mejor nivel de calidad en los recursos del autor.

La estética de un producto va a depender siempre del nivel de desarrollo de las capacidades y habilidades del autor. Obviamente exige del artista maduro que domine sus sensaciones, que controle sus pensamientos y disponga del juicio justo, además del sentido del deber y determinación a superar las frustraciones necesarias para la conquista de la excelencia.

Calidad de vida

El artista es un ser capaz de crear obras de calidad y para eso, es necesario que disponga de los recursos, emocionales, intelectuales y creativos, de un ser de calidad. ¿Cuál es la calidad de un ser? A la calidad del ser se le denomina: potencial humano y otros términos que indican que el ser dispone de los recursos humanos necesarios para hacer un buen trabajo. Las empresas hablan de los recursos humanos, la educación, del potencial humano y nosotros vamos a hablar de calidad de vida. Pero vamos a explicar eso en detalle. En primer lugar, vamos a distinguir la vida de lo que hemos pensado hasta ahora. Vivir, no solo es moverse y tener experiencias o ser conscientes de ellas. Vida es el conjunto de fuerzas que permiten la consecución de un propósito. Todo ser vive para algo. Las avispas del higo para polinizar el higo, el higo para albergar a las avispas que lo poliniza. Y así, cada especie tiene su propósito específico y se cumple con su complemento. En todo existe un propósito individual y otro de conjunto. Estos dos propósitos: individual y de conjunto, se establecen en el cumplimiento de ciertas funciones complementarias. Toda especie dispone de deberes y preferencias. Los deberes son constantes en el individuo de cada especie y las preferencias son propias de cada uno de los individuos, por eso existe la diversidad del cosmos, dentro

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de la conectividad inmanente y continua. El universo es un constante y continuo conectivo en el equilibrio de infinitas diferencias. Es importante descubrir cuál de estos dos aspectos, deber o preferencia, es el más importante y determinar la vida en una u otra dirección. Existen momentos para el deber, determinados por las necesidades fundamentales y momentos para las preferencias, determinados por las necesidades circunstanciales. Discernir cuando se debe y cuando se prefiere, es tarea del ser inteligente.

Calidad de vida es un término complejo, en especial para la especie humana. Los animales son mucho más simples. No necesitan aprender ni ser educados. Disponen de su propio mecanismo instintivo que los protege, los mantiene y los reproduce. Pero la especie humana, además del mecanismo instintivo, dispone de libertad para decidir. Y puede optar por lo que prefiere hacer o por lo que debe hacer. Deber y preferir son dos cosas muy distintas. Cuando prefiero ver el partido de futbol entre el Madrid y el Barcelona y me dicen que se ha roto el regador y está saliendo cantidad de agua por la tubería, me surge un grave problema. Se –debe- arreglar el regador, pero prefiero ver el partido. ¿Qué hago? Si opto por lo que prefiero, seré perseguido por los miembros de mi familia con reclamos, acusándome de ser irresponsable y rechazándome por ser egoísta. Todos sabemos que el deber es primero y las preferencias después. La calidad de vida comienza en esa comprensión de entregarse siempre al cumplimiento del deber. Si tienes que llegar puntualmente a una cita y prefieres tomarte un café, sabiendo que vas a llegar tarde, debes dejar tu cafecito preferido para después de la cita, porque si no eres puntual, te reclamarán, acusarán y pensarán que eres un egoísta y por lo mismo, no mereces respeto. La calidad de vida se cimenta en el respeto.

Tolerancia e indiferencia

La idea de tolerarlo todo, ha sido y es reforzada con el “derecho a” por merecimientos inexplicables, que por ser por muchos compartido, se transforma en obligación impuesta por la “sociedad”. Se tiene el derecho a la libertad de opinión, siempre y cuando no agreda al otro, pero, ¿cómo saber si tu opinión agrede o no? Si opino que Chile es un país introvertido, el otro puede pensar que estoy descalificando su país

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y sentirse agredido, o puede compartir mi opinión y en ese caso, no se siente agredido; pero no hay cómo saber cuál va a ser la respuesta de un ser libre. El sentido de tolerar se ha tergiversado. Se puede asumir la diferencia del otro en su apariencia, comportamiento, pensamientos o estados de ánimo, pero no se debe dejar sin corregir, aquello que se opone a la conectividad afectiva, intelectiva y responsable. Si tolero que mis hijos hagan con los muebles de la casa lo que quieran; si dejo que cada uno de ellos escuche, al volumen que prefieran, la música que les gusta y si les tolero que traigan a la casa a cuantas amigas encuentren en Tinder, el ambiente de mi casa, seria incontrolable. ¿Qué es entonces tolerar? Se dice que es la actitud de la persona que “respeta” las opiniones, ideas y actitud de las demás personas, aunque no coincidan con las propias. Aquí el término “respeta” adquiere la connotación de “permitir”. Respeto es un término que se utiliza sin comprender su significado. El verdadero respeto “no permite”, -se establece- ante quien cumple con el deber de beneficiar. Se respeta la experiencia del constante responsable, justo y amable, pero no se respeta la ignorancia del inconstante indiferente, mentiroso o incumplidor. Por lo tanto, no se debe utilizar el término respeto en el sentido de “permitir”, porque eso no es respeto. El respeto se establece sobre la base del cumplimiento del deber. Aquel que cumple con lo que debe, amerita respeto por ser correcto. Quien no cumple con lo que debe, no merece respeto. Como vemos, tolerar no es permitir opiniones, ideas o actitudes contrarias al deber. Tolerar es dar tiempo al que se equivoca, para seducirlo con afecto, atendiéndolo; persuadirlo con la razón, entendiendo que la desconoce y motivándolo a corregirse con el ejemplo o demostración de lo correcto. Hemos transformado la tolerancia contemporánea en indiferencia. La indiferencia es un signo de cobardía.

Respeto

Respeto es la base de la confianza, y quien confíe en ti, te hará participe de lo que tiene. Calidad de vida es la suma de respeto, confianza y convergencia en la unidad entre personas. Estas cosas no son garantizadas, ni siquiera por los familiares o consanguíneos. El respeto, la confianza y la unidad, han de ser establecidas en la

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convivencia diaria. No por ser hermano, dispones del respeto de tus hermanos. No por ser el hijo, dispones de la confianza de tus padres.

Respeto es responder al cumplimiento de los deberes personales, familiares y sociales. Confianza es fiar al otro y que el otro te fie de igual manera, prestar y devolver, devolver lo prestado para que te vuelvan a prestar. Ser honesto, sincero y honrado, honrando al otro con la sinceridad del ser honesto. Cumplir los compromisos, ser puntual, asertivo juicioso y razonable. Estas cualidades atraen, aseguran y generan respeto. El establecimiento de estas facultades se consigue madurando las capacidades mentales emocionales, intelectuales y motivacionales. Junto con las virtudes de la prudencia, firmeza y templanza.

Virtudes

Virtud es una facultad que nos permite optar por la alternativa válida, equilibrarnos frente a las diferencias y determinarnos a la conquista de lo que se pretende conseguir. La prudencia es el servidor custodio de la alternativa válida. Templanza es el servidor custodio del equilibrio frente a las diferencias. Firmeza es el servidor custodio de la determinación a conquistar. Las virtudes son el antiguo “ángel de la guarda”. El constante ejercicio de la prudencia ante la opción válida, facilita la elección de alternativas adecuadas. El constante ejercicio de la templanza frente a las diferencias facilita el equilibrio en las relaciones humanas. Y el constante ejercicio de la firmeza, desarrolla la voluntad del individuo.

Capacidades Humanas

El artista, es humano y como todos los humanos, está dotado con las capacidades emocionales, de captación o sensibilidad; intelectuales, de inteligencia, raciocinio y sentido común. Y de motivación o libre voluntad de decisión.

Emoción, es la capacidad sensible que nos permite captar lo necesario, y reconocer los extremos o carencias del ordenamiento natural. El ser humano percibe necesidades y siente sensaciones. Necesidad es el establecimiento de circunstancias que conllevan en sí mismas, el deber

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de resolverlas, satisfacerlas, o cumplirlas. Por ejemplo: Llueve y surge la necesidad del paraguas. Tiembla y surge la necesidad de protegerse. Se reúnen varias personas a comentar algo importante y surge el interés por escucharlo. Las necesidades se establecen. Provienen de la naturaleza conectiva.

Sensación es un estímulo o impulso, provocado por el exceso o la carencia de lo normal. Por ejemplo: se siente la sensación de calor, cuando la temperatura es excesiva. Y cuando se carece de calor, se siente frio. Se siente ansiedad cuando se carece de lo que se quiere y angustia cuando no se puede conseguir lo deseado. Sensación es el extremo por exceso o por carencia de lo normal.

La sensibilidad del hombre se desarrolla en base a la captación de las máximas necesidades válidas para todo. Quien percibe lo más necesario para el conjunto de personas, resulta ser el más necesario. Esa es la razón por la cual la sociedad, las empresas o las parejas, buscan siempre al más capacitado.

La inteligencia del hombre se desarrolla en el reconocimiento del juicio justo. Quien se ajusta en la razón a la norma del orden natural, resulta ser el más inteligente. Para eso es necesario que, en su capacidad de juicio, disponga del máximo sentido común, siendo sincero en todo juicio y reconociendo siempre la máxima razón. El reconocimiento de la máxima razón justa, aumenta en cada etapa el sentido común del individuo. Cuanto más conocimiento justo se tenga, más justo en la capacidad de juicio será la persona.

La voluntad de las personas, madura en el ejercicio constante del cumplimiento del máximo deber valido para todo. La experiencia de haber cumplido grandes metas necesarias, que por ser válidas para todo, no perjudican nunca a nada, desarrollan la voluntad del sujeto que las conquista.

Si pensamos en los grandes emprendedores, estrategas, dirigentes o genios, veremos que su trayectoria fue la de conquistar grandes logros atractivos para la población.

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Habilidades

Ahora que conocemos cómo madurar nuestras capacidades, sensibles, cognoscitivas y conductuales, debemos comprender también, cómo desarrollar nuestras habilidades visuales, auditivas, olfativas, táctiles y gustativas, para potenciar con ellas, el desarrollo de las capacidades y producir obras de calidad estética.

La habilidad visual se desarrolla fijando la atención en la mirada. La mirada nos ayuda a conocer, pero se debe fijar la mirada en lo que se esté reconociendo. Se mira comprendiendo. Si miro la pantalla de la lámpara, debo comprender que tiene una forma triangular y que es de color negro y que es de bronce, etc etc. mirar reconociendo es un complemento que se debe desarrollar.

La habilidad auditiva se desarrolla del mismo modo, reconociendo sonidos. Si escucho, he de reconocer el sonido de lo que escucho. Reconocer siempre lo que se ve o se escucha, ayuda al intelecto a determinar el juicio justo.

El olfato, el gusto y el tacto, se desarrollan del mismo modo. Huele y reconoce, degusta y reconoce, toca y reconoce.

Otra de las habilidades que se debe desarrollar es la comunicación. Comunicar es depositar en el otro un significado para que lo reconozca. Comunicarse no es hablar, es hacer que te comprendan. En esto, hay que evitar las tonterías, los juicios sin fundamento, las mentiras y los excesos. La precisión y simplificación del contenido es un aspecto fundamental en la comunicación. Atender, entender y estar atento al otro, es la actitud correcta en la comunicación interpersonal.

Tanto las capacidades, como las habilidades, o las virtudes, son servidores custodios de la naturaleza imaginaria o espiritual. La imaginación es un sistema operativo fundamental en la realización de propuestas o soluciones. Toda necesidad, se imagina satisfecha. Toda razón, se justifica imaginada. Todo proyecto, se imagina realizado. Con los sentidos nos ocurre lo mismo, imaginamos lo que vemos, lo que oímos, lo que olemos, lo que gustamos o tocamos. El contacto con el medio a través de los sentidos, origina imágenes. Las virtudes

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también operan frente al establecimiento de imágenes. La prudencia imagina la mejor alternativa; la firmeza imagina la conquista del proceso y la templanza imagina la armonía.

La imaginación

Imaginar contiene dos posibilidades, la asertiva y la fantasía. Imaginar soluciones, juicios justos o posibilidades es el camino constructivo de la motivación. Imaginar lo imposible, lo falso y lo ficticio, es llenar la memoria de papel basura o fantasías, que pueden tergiversar la realidad de las cosas, al ser utilizadas como recursos comparativos de información.

Imaginar cómo se satisface o soluciona una necesidad, proviene de algún lado o de algún servidor. Tal vez “algún lado” no sea lo correcto, pero las soluciones a las necesidades, existen en un estado participativo y global. A este estado de soluciones, juicios justos y deberes, todo humano tiene acceso cuando establece la conexión. A esa conexión, se la denomina inspiración. La inspiración es una solución imaginada. Una buena idea, es la imagen de algo necesario.

¿Qué es lo que completa lo debido, lo que justifica una razón o lo que satisface una necesidad? Para satisfacer una necesidad se necesita un bien, adecuado que establezca sincronía con el orden. Para justificar una razón es necesario un juez y un estatuto compartido. Y para cumplir con un deber, es necesaria cierta dosis de operatividad funcional.

Podríamos decir que: Orden, Ley y Servidor, son aspectos contenidos en la imaginación, que hacen posible la creatividad del autor. Imaginemos a un autor que no se ajusta a lo necesario ni responde con lo adecuado. Si no responde con lo adecuado, lo considerará basura, o lo destruirá por considerarlo un error. Esa no es la manera de desarrollar la creatividad. La motivación creativa, proviene de lo acertado, adecuado y necesario.

La realidad del diario vivir existe entre los márgenes de lo imaginado. Las necesidades fundamentales, alimentos, ejercicio, descanso se imaginan. También se imagina el ideal de vida, el ideal del

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complemento de género, el ideal de bienestar, etc. Nuestra realidad, se basa y fundamenta en la imaginación. Imagen es el contorno que delimita un cuerpo o un espacio. Ese “contorno” es un espacio limitado. El potencial de imaginar es ilimitado, pero lo imaginado es limitado. La satisfacción a una necesidad se limita a lo que satisface. La solución a un problema se limita a su respuesta, el cumplimiento de un deber se limita en lo debido. La imaginación es dual: es infinita en tanto a sus posibilidades y es finita y limitada en cada aspecto necesario.

El ámbito de la imaginación, necesita lo concreto para establecerse como posibilidad. El intelecto solo reconoce aquello que ha pasado a través de sus sentidos. Los sentidos son intermediarios entre lo concreto y lo imaginado en la memoria. Para imaginar una casa, ha sido previamente necesario ver la casa en concreto. No se puede imaginar, absolutamente nada que no haya sido previamente evaluado. De la sumatoria en recursos imaginados, podemos construir nuevas realidades imaginadas. El cubismo por ejemplo, surgió luego de conocer la geometrización de las formas. Pitágoras conoció primero la realidad concreta del triángulo rectángulo y con ese recurso pudo formular la constante de la hipotenusa. La creatividad es siempre consecuente con los recursos imaginarios de que se dispone. De la nada no sale nada.

Valores absolutos

Si la necesidad imagina soluciones, debe existir algún recurso de información o contenedor de soluciones que satisfagan plenamente en todo. Si la razón exige del juicio justo, debe existir un estado de justicia universal y si el deber ha de ser adecuado, ha de existir un orden universal. El grado de satisfacción máximo posible es el estado de plenitud. La máxima razón es el juicio justo acorde con la ley y el máximo deber es aquel completo o cumplido, por lo tanto los valores máximos posibles son los de Plenitud, Justicia y Cumplimiento.

Estos valores, son por todos pretendidos y benefician siempre a todo, por esta razón, porque son constantes e inmanentes necesarios, los denominamos Valores Absolutos.

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Pero no siempre nos sentimos plenos, en ocasiones encontramos soluciones agradables, placenteras o complacientes, que no necesariamente nos llenan de satisfacción pero que nos gustan. Lo mismo ocurre con las soluciones a los problemas o con la consecución de los deberes. A estos valores proporcionales a las necesidades de cada uno, no los podemos calificar –relativos- porque no son opuestos a la satisfacción, ajuste o cumplimiento, pero no son del nivel de plenitud, justicia y cumplimiento completo, por eso los llamaremos valores en proporción a lo esperado, o valores proporcionales. El término relativo es demasiado ambiguo como para asociárselo al valor. El valor siempre vale y por lo mismo no puede no valer y valer al mismo tiempo. Es como el bien y el mal, son opuestos, no complementos. El mal no hace el bien ni el bien hace el mal. No son relativos, son antagónicos.

Valor

Valor es la cualidad contenida en un objeto que satisface a las necesidades del sujeto que lo aprecia. La estética persigue la conquista del valor. Valor es en sí una pretensión y un disfrute, una expectativa y un beneficio, un deber y un derecho. Se pretende y se espera valor y en su conquista, se disfruta del beneficio del mismo. El valor es un bien, no un proceso. En las artes plásticas existen los valores antes mencionados temáticos, compositivos, tonales, gráfico, de oficio etc. Y todos y cada uno de ellos, producen su más y su menos en cantidad, pero todos y cada uno de ellos complacen. La facultad del valor es esa: complace. Siempre complace. En unos casos más y en otros menos, pero el valor nunca jamás, displace. La displicencia es fruto de la evaluación del observador que no aprecia lo observado. Apreciar viene de dar precio y se pone precio a aquello que se espera vender porque a alguien le vale, luego apreciar es declarar un valor. Y despreciar, es no reconocer valor alguno. Por lo mismo, aquello que desagrada o displace, no contiene valor para el desagradado.

El valor se establece en la relación entre apreciador y objeto apreciado. El valor no existe contenido en el objeto como tal. Existe el potencial en cada objeto del máximo de valor, es decir, todo objeto contiene en sí, el potencial de satisfacer al máximo al observador que

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lo aprecia, pero no existe como si fuera un precio estable, existe en potencia, por ejemplo: una mota de polvo a la persona de la limpieza no le vale para nada y la deposita en la basura, pero esa misma motita de polvo, al físico nuclear es el potencial para su análisis y sus descubrimientos y lo puede hacer sentir pleno. El valor se establece. El amor es un valor que se establece entre el enamorado y su objeto de amor. La verdad es un valor que se establece entre el interesado y la razón, la bondad es un valor que se establece entre el apreciador y el bien establecido. Cuando hablamos de belleza, belleza es la fuerza emocional que el objeto devuelve al sujeto que lo aprecia. La belleza siempre complace, por eso la belleza es absoluta. La belleza no existe por si sola en un objeto, necesita del apreciador que la evalúe. Lo que varía de la belleza, no es la belleza en sí, es el interés del apreciador.

Valor es la cualidad contenida en el objeto que satisface, se ajusta o beneficia al sujeto que lo aprecia. Analicemos eso bien. La cualidad contenida en el objeto que satisface, concuerda y beneficia al sujeto que lo aprecia, decimos que es valor, por lo tanto, sin el aprecio del sujeto, esa cualidad no se establece y sin la cualidad del objeto el sujeto no la podría apreciar. Aquello que satisface vale, aquello que se ajusta a la razón decimos que es verdad y la verdad vale y lo que nos beneficia es bueno y lo bueno nos vale. De este modo se justifica que valor es la cualidad contenida en el objeto que satisface al sujeto que lo aprecia.

El Celo

El creador de una obra, espera unirse con ella, en correlatividad, concordia y similitud o sincronía en su conquista. Se espera lo pretendido y se desea como se idealiza o como se imagina. Se imagina lo que se desea en imagen y se cela su conquista. El Celo es el servidor custodio de la unidad. Existe un celo emocional, un celo intelectual y un celo motivacional. Se cela ser satisfecho, ser razonable y ser beneficiado. Estar celoso es sinónimo de protección, defensa de criterio y pertenencia. Se siente celo de lo que te pertenece, de lo que sabes que es cierto y de lo que te beneficia. El celo, en si no es malo, todo lo contrario, es la condición de protección por lo que consideras valioso o válido. Pero en exceso, el celo se transforma en

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recelo y este: sobreprotege, arroga y agrede. La carencia de celo produce indiferencia, ignorancia y desanimo.

¿Por qué es importante mencionar el celo en una teoría de la estética? Por una razón muy importante, el celo es un importante sistema operativo, en el proceso del desarrollo creativo. Sin una dosis de celo es imposible imaginar y transformar en imagen lo imaginado. El artista es celoso de sus obras, las protege, las defiende y le pertenecen.

El desarrollo humano fundamental para un esteta.

El autor de una creación estética es por sobre todo humano. Este término genera cierta ambigüedad, porque se denomina humano al individuo que reúne las características de ser libre, autónomo y responsable, pero también se denomina –inhumano-, al asesino en serie, al ladrón, violador, estafador, mentiroso, narcisista, egoísta etc etc. lo que obliga a definir con claridad, a qué se le denomina humano y a qué no. Por un lado, ser humano es todo aquel que pertenece a la especie humana y por otro lado, es inhumano quien no responde a su condición responsable. De esto se deduce que humano, no es un simple concepto que se aplique a todo individuo perteneciente a la especie humana. Se nace con el potencial de ser humano, se dispone de la condición de ser humano, pero solo son humanos los realizados en esa naturaleza. Y, ¿cuál es la naturaleza humana?

Todo humano saludable nace con dos aspectos fundamentales: mente y cuerpo. Lo mental se compone de tres categorías de facultades: capacidades, virtudes y celo. Lo corpóreo también se compone de otras tres facultades: Instinto, habilidades y ambiente. Esto existe supeditado al dictamen del valor absoluto para lo cual se dispone del sentido del deber y de la libertad de preferencias.

Recordemos que toda razón, para ser verdadera ha de ajustarse y solo se ajusta cuando es justa, es decir, cuando concuerda con la justicia de la ley. Esto, generalmente se nos olvida. Nos olvidamos de que existe una ley que permite que el juicio de la razón sea declarado justo. Sin ley, ninguna razón puede ser justa, porque le faltaría la justicia que la certifique verdadera. El ser humano es una dualidad trinitaria.

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1-Conciencia

Tanto lo mental como lo físico, se encuentran supeditados al sentido común de la conciencia. El grado de sentido común, decide toda actitud, pensamiento y conducta del individuo. La conciencia ejerce el dominio sobre las virtudes, las capacidades, el celo y los instintos. Esta capacidad es única en las especies y solo la posee la naturaleza humana.

La conciencia se desarrolla en base a las conductas, conocimientos y sensaciones adquiridas por el individuo. Cada juicio que establece el intelecto, determina el criterio de la conciencia del individuo. El criterio se desarrolla en base al juicio que el individuo determina justo. Por eso es muy importante el desarrollo intelectual en base al juicio justo, porque el sentido común de la conciencia, se fundamenta en el análisis del contenido intelectual del individuo. La verdad es un derecho natural, así como el afecto y el respeto al responsable. El máximo criterio corresponde al ser maduro en el conocimiento de los máximos valores absolutos de plenitud, justicia y cumplimiento del máximo deber valido para todo. En base al desarrollo y comprensión del valor, se establece el sentido común y se determina el sentido de preferencias máximas en importancia. Sin el conocimiento y

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mentalConciencia

fisico

virtudescelocapacidades

sentido del debervalorpreferencias

habilidadesinstintoambiente


experiencia del valor absoluto, no se dispone del sentido común máximo, necesario para las evaluaciones de importancia.

Ejemplos de cómo el criterio influye en las conductas del individuo. Un individuo cuya experiencia le produzca temor ante el agua, se resta a la experiencia de nadar y pensará que es peligroso meterse en el agua. Una experiencia traumática como una violación, hará que la mujer tema y desconfíe de los hombres. Quien desconozca los fundamentos de una correcta relación interpersonal, tendrá dificultades para establecer el respeto, la confianza y la unidad con sus semejantes. Lo mismo ocurre con quien nunca ayunó, tendrá miedo a quedarse sin comida. Todo tipo de experiencias entregan información y cuando esta, no corresponde con lo normal, trastorna la normalidad del individuo. La conciencia es nuestro mayor tesoro y debemos ser muy fuertes en la determinación de madurarla en base a las conductas responsables, a los juicios justos y a las sensaciones de plenitud.

Sentido del deber

El sentido del deber proviene del individuo sensible al cumplimiento de la máxima necesidad válida para todo. Si comparamos el sentido del deber del adolescente con el sentido del deber del padre de familia, podremos comprender que el adolescente vive preocupado por sus tareas de colegio, por la conservación de sus pertenencias y de sus amistades, mientras que el padre, además de ocuparse de las propias pertenencias y de sus amistades, se ocupa del bienestar de todos los miembros de su familia y del ambiente en el que todos ellos se encuentran. Un padre, idealmente, se ocupa del desarrollo moral, ético y estético de sus hijos, pero además se preocupa por el bienestar social que le permita mantener el sustento y protección de sus seres queridos. Bajo esta perspectiva, el sentido común del padre, supera al sentido común del adolescente, en el tipo de responsabilidades que asume cada uno de ellos. Existen instituciones que exaltan y motivan el desarrollo del deber, como las instituciones militares bancarias o educativas, pero desgraciadamente existen también instituciones políticas o publicitarias que estimulan el rechazo al cumplimiento de los máximos deberes sociales. Esta lucha entre antagonismos, origina trastornos sociales costosos de resolver. Y contaminan el sentido del

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deber y el desarrollo del verdadero sentido común y confunde al individuo en la toma de decisiones adecuadas. Por ejemplo: la desconfianza en el sistema judicial, impide que un individuo asista al herido que se encuentra en la calle, por temor a ser malinterpretado. O el temor a ser discriminado impide la libertad de expresión de las personas. Estas y muchas otras conductas antinaturales impiden el desarrollo del sentido del deber en las personas.

Preferencias

El individuo debe cumplir con el máximo deber valido para todo, esa es su obligación natural, el cumplimiento del deber lo convierte en responsable, respetable, confiable y vinculable, es decir en atractivo. Una vez satisfecha la máxima necesidad válida para todo, el individuo dispone de preferencias en la elección de las alternativas válidas. Esas preferencias han de ser estéticas, eso implica que ha de realizar obras, de una calidad extraordinaria, ajustadas a las necesidades emocionales del conjunto de personas y del ambiente y que produzcan la admiración y satisfacción de la sociedad. Las preferencias del individuo han de estar siempre orientadas en el establecimientos del bien común.

2-Mental

La mente del ser humano se diferencia del resto de las especies en el control y dominio de sus facultades, tanto espirituales como biológicas. El ser humano puede controlar los instintos y el celo, esta facultad declara al individuo responsable de sus sentimientos, pensamientos y comportamiento. La mente está compuesta fundamentalmente por sus capacidades emocionales, intelectuales y motivacionales. Además, el ser humano es virtuoso por naturaleza. Las virtudes fundamentales son tres: prudencia, firmeza y templanza. Y el ser humano es celoso de su bienestar, de su conocimiento y de sus ideales. El celo protege, pero se deben controlar sus extremos, o su carencia.

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Virtudes

Las virtudes, el celo y las capacidades, son el fundamento del carácter de la especie humana. Estas tres facultades son servidores custodios del desarrollo. Todo humano saludable las posee, supeditadas al sentido común de la conciencia.

Prudencia es el servidor custodio de la opción válida y quien determina la validez de la alternativa es el grado de conciencia de cada individuo.

Firmeza es el servidor custodio de la consecución y quien determina la determinación a conseguirlo es el grado de conciencia del individuo.

Templanza es el servidor custodio de las diferencias y quien determina el equilibrio de las diferencias es el grado de conciencia del individuo.

La conciencia madura en base a las experiencias de bienestar, al criterio de lo acertado y a las sensaciones de complacencia del individuo. Es obvio que quien ha tenido más experiencias, conocimiento y sensaciones de complacencia, sea más positivo ante las situaciones que quien ha tenido experiencias desagradables, desconfianza y temor.

Miedo es la suma de ansiedad y angustia que paraliza o excluye al individuo de cumplir con un deber. Debemos distinguir entre el miedo y el instinto de protección. El instinto de protección se activa frente al peligro; el miedo excluye o impide la realización de algo que se considera peligroso, antes de establecerse peligroso. El miedo es previo a la situación de peligro, generalmente aparece en el estado de riesgo. El riesgo posee las dos cualidades, la de ganar o perder, la de acertar o no acertar, la de beneficiar o perjudicar. El peligro implica un riesgo extremo a perder, desajustar o perjudicar. El instinto de protección reacciona frente al peligro, el miedo reacciona en la situación de riesgo.

El miedo al fracaso proviene de la experiencia previa al fracaso, igual que la superación de las frustraciones, proviene del ejercicio previo de

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superarlas. Las virtudes cooperan en el desarrollo de una conciencia sana y la conciencia sana madura el ejercicio de las virtudes. Ambas se complementan en el establecimiento de las relaciones humanas. El continúo ejercicio de la prudencia en la elección de alternativas válidas, transforma a la prudencia en servidor custodio del individuo. El continuo ejercicio de la templanza frente a las diferencias del otro o de lo otro, transforma a la templanza, en servidor custodio del individuo, y lo mismo ocurre con el continuo ejercicio de la firmeza, en la determinación al cumplimiento del deber, el ejercicio, transforma la firmeza en servidor custodio de las conquistas del individuo. Estas virtudes (antiguos ángeles guardianes) deben ser maduradas para transformar al individuo en virtuoso.

Las virtudes existen en potencia en todo humano, pero si no se las ejercita, pierden la posibilidad de custodiar. Imaginaos dos familias de millonarios que reciben cada uno de ellos a un joven de 10 años de edad para que lo trasformen en guarda espaldas de cada una de esas familias. La familia 1 lo alimenta con los nutrientes adecuados, lo ejercitan todos los días con una recia disciplina, le enseña a superar frustraciones y equilibrarse frente a lo diferente; lo educan en un comportamiento recto y con sentido común. Diez años después, tienen a un guarda espaldas, prudente, firme y templado.

La familia 2, tolera cualquier imprudencia del niño desde que lo reciben, toleran cualquier desajuste en criterio, nunca son firmes con él, no lo disciplinan, y cuando encuentran alguna diferencia en criterio o comportamiento con el niño, lo ignoran, o dejan que se amorre, o le permiten discutir agresivamente. Ese joven, imprudente, destemplado y cobarde, nunca podría guardar a nadie.

Las virtudes son semejantes al joven, vienen en potencia para ser desarrolladas. Todos hemos padecido alguna vez, los trastornos que causan la imprudencia en el imprudente, la destemplanza en el destemplado y la cobardía en el indeciso e irresponsable. Y sabemos muy bien, lo poco confiables que resultan esos individuos. Tanto es así, que los casos extremos de imprudencia, de destemplanza o de inoperancia, se definen -inhumanos-. La negligencia médica o jurídica, son ejemplo de esta categoría. Se declara -inhumano- al

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médico que no presta servicio al mortalmente herido o al juez, que declara culpable a quien demuestra su inocencia. O al cobarde que sabiéndose capaz de eliminar el daño, se excluye de eliminarlo. Las virtudes complementan a las capacidades humanas, (recordemos que “complemento” es aquello que completa a su correspondiente) las completan.

El Celo

Celo es el servidor custodio de la unidad. El celo es una especie de termostato que advierte o alerta frente a situaciones inapropiadas, protegiendo lo adecuado, conveniente o apropiado.

El celo se manifiesta en tres áreas fundamentales: existe un celo emocional o afectivo, un celo intelectual o de criterio y un celo conductual o de conquistas.

El celo une, pero en sus excesos o carencia desune. En esos extremos el celo se transforma en recelo. El recelo reclama, acusa o rechaza.

El celo emocional o afectivo, se establece para proteger a los seres queridos. Proteger al ser querido es una obligación y una responsabilidad humana, pero, cuando el celo se excede, acaba sobreprotegiendo a las personas y la sobreprotección impide la libertad del sometido. En esos casos el celo se ha transformado en recelo. Y se manifiesta con reclamos, acusaciones o rechazos. La carencia de celo es otro extremo que produce la indiferencia. La indiferencia es un estado de recelo que se manifiesta con reclamos, acusación o rechazo. Tanto la sobreprotección como la indiferencia son producidos por la falta en atender, entender y estar atento a las necesidades del otro. En ambos casos se prioriza la preferencia personal, por sobre el bienestar del otro.

El celo intelectual o de criterio, se establece para proteger el criterio. Cuando se establece en pro de la protección de la razón, es celo, pero cuando se transforma en la defensa del criterio personal, se transforma en recelo. El celo intelectual es necesario para el establecimiento de la confianza, seguridad e integridad. El recelo por la defensa del criterio personal se transforma en arrogancia y el recelo

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por el desconocimiento de las razones fundamentales, se transforma en ignorancia. El exceso de celo intelectual o arrogancia se establece cuando el individuo no se ajusta a la razón, sino que defiende que la tiene sin demostrarlo. La carencia del conocimiento de las razones fundamentales trasforman el celo intelectual en ignorancia. En ambos casos el individuo prioriza su preferencia o el desajuste, por sobre la razón o el ajuste.

El celo motivacional o conductual se establece para proteger lo pretendido, propuesto o lo conseguido. Todo humano es celoso de sus conquistas, de sus logros, de su experiencia.

Capacidades

Las capacidades humanas son fundamentalmente tres:

1- La Capacidad Sensible o Emocional, que permite captar las necesidades, percibir sensaciones, intercambiar sentimientos. Los humanos reímos, lloramos, adivinamos y resolvemos problemas emocionales gracias a nuestra capacidad sensible. Emoción es la capacidad sensible que nos permite captar lo necesario. Y en muchas ocasiones lo captamos mediante la lectura o comprensión de sensaciones. La sensación, es una reacción, en unos casos voluntaria y en otros involuntaria, frente al desacomodo con lo normal. Las sensaciones se producen por excesos o carencias del acomodo. La temperatura del cuerpo oscila entre los 36 y 37 grados, lo que nos indica que en un rango de entre los 20 y los 30 grados, nuestro cuerpo se acomoda sin ninguna reacción. Pero cuando la temperatura baja a menos 10 gados o supera los 30, el cuerpo reacciona con sensaciones: tirita o transpira. Tiritar es una reacción por carencia de calor y transpirar es una reacción por exceso de calor. Las sensación no se establece en el acomodo, por eso que no existen términos para definir el acomodo, el único de que se dispone es: bien. Cuando no se sienten sensaciones, se está bien. En ese estado de bienestar no existen excesos ni carencias, ni falta ni sobra nada. Uno se adecua, se ajusta y se conecta con su naturaleza, con lo particular y con la totalidad del ambiente.

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Emocionalmente existen excesos y carencias, tanto de lo adecuado o conveniente, como de lo no adecuado e inconveniente, por ejemplo: exceso de cariño o exceso de repulsión, carencia de cariño o carencia de repulsión. Al exceso de cariño lo denominamos “sobre” protección. El término “sobre” indica un exceso. Protegerse es conveniente y adecuado pero, -sobre protegerse-, es excesivo. El sobreprotector indica que teme y por lo tanto defiende o se defiende. Pero la actitud defensiva agrede a quien la sufre, porque implica el riesgo de ser atacado. Las maniobras militares que se realizan en las fronteras de las naciones, para indicar que están protegidos, obligan al reclamo de los vecinos que se sienten amenazados por dichas maniobras. Este es un ejemplo de como la sobreprotección basada en el temor, agrede por su actitud defensiva. Lo mismo ocurre cuando te enfrentas a alguien que justifica su impuntualidad con el transporte y busca sobreprotegerse con la culpa del transporte, esa defensa de su actuar, agrede cuando uno sabe que es irresponsablemente impuntual.

El exceso de afecto se transforma en sobreprotección y trastorna el equilibrio en las relaciones humanas. Pero también trastorna la actitud opuesta a la sobreprotección, la indiferencia. La indiferencia es un término que debe publicitarse, porque no se menciona mucho y es una actitud muy popular. El tolerarlo todo, lo bueno y lo malo es un acto de indiferencia. Dejar que los niños disfruten con su falta de respeto e imprudencia, sus destemples o rabietas y sus cobardías, es un acto de indiferencia. Dejar al esposo o a la esposa por una declarada insuficiencia emocional, intelectual o motivacional, es un acto de indiferencia ante el compromiso establecido con el complemento. La indiferencia es, matemáticamente hablando, producto de un insensible. La sobreprotección e indiferencia son extremos de lo normal. Afecto es atender, entender y estar atento a las necesidades fundamentales de la relación. Si se está atento a lo que el otro o los dos necesitan, se entiende que -eso necesario- es justo o razonable y se atiende o se cumple, la dinámica de la relación es correcta en el afecto y ambos, se respetan, se confían y se atraen. La emoción busca complacencia o belleza, la belleza espera a quien la aprecie. Belleza es una fuerza emocional que el objeto devuelve al sujeto que lo aprecia. La belleza se conquista en el atender, entender y estar atento a las bondades del

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objeto. Atender es cuidar, mejorar, ayudar, servir, y entregarse generosa e incondicionalmente por el bienestar del objeto apreciado, sea este una cosa o un individuo, a eso se le llama seducir con afecto. Entender es interesarse por conocer y comprender al otro o a lo otro. Y persuadirlo con el juicio justo de la razón o la verdad. Estar atento a captar lo necesario para su bienestar y el bien común. Proponer ejercicios, distracción, comidas o actividades culturales, motivando siempre con el ejemplo de lo correcto. Este dinamismo garantiza una correcta relación emocional entre personas. Pero toda construcción exige etapas del proceso, inicio medio y término y en cada etapa hay que cumplir con las exigencias del mismo. Construir el respeto la confianza y el atractivo, exigen el cumplimiento de sus facultades.

Se debe comprender que es imposible respetar sin cumplir con los deberes, necesidades u obligaciones individuales y sociales. La impuntualidad, la imprecisión, la indiferencia, la irresponsabilidad y todo acto ajeno al cumplimiento del deber o de las obligaciones, acuerdos o compromisos, son causal automático de perdida de respeto. No se puede respetar a quien reincide una y otra vez en el cumplimiento del deber o al negligente. Sin ese respeto establecido, no hay posibilidad alguna de confiar en ese individuo. El respeto es la base fundamental de la confianza. Para ganarse el respeto hay que responder al cumplimiento de los deberes establecidos, obligaciones y compromisos. Por eso es mejor callar que asumir un compromiso que no se va a cumplir. Sobre la base del respeto, se establece la confianza y sobre el establecimiento de la confianza se consigue el atractivo mutuo. Pensar en el enamoramiento sin el sustento del respeto y la confianza es una falacia, eso es únicamente deseo.

Los sentimientos son recuerdos de sensaciones que se expresan verbalmente y cuando encuentran un receptor que reconoce esa sensación, lo comprende y comparte. No se puede compartir un sentimiento con quien no dispone de la experiencia de la sensación que se trasmite. Existen sensaciones propias del hombre y sensaciones propias de la mujer, así como también sensaciones propias del niño, del adolescente y del adulto. Las diferencias entre adulto y adolescente son las causantes de desencantos, desajustes y

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desencuentros, debidos a las diferencias en experiencia, conocimiento y disposición entre ambos. Por ejemplo, una discusión sobre ideales, religiosos, políticos o profesionales, significan mucho para el que se inicia en ellos y poco para quien ha tenido la experiencia de su insuficiencia. Winston Churchill dijo una frase sobre esto: “El que a los 20 años no es de izquierda no tiene corazón, pero quien sigue siendo de izquierda a los cuarenta, no tiene cerebro”. La adolescencia es un periodo de rebeldía propia de comparar ideales con la realidad. El adulto promedio, sabe que los cambios sociales son muy lentos y asume la responsabilidad, de procurar el mayor bienestar de su familia, con lo que dispone. Sus obligaciones, no le dejan tiempo para revelarse frente a las inconveniencias sociales. Por lo mismo, las discusiones entre adulto y adolescente, sobre esos temas, difícilmente convergen entre los dos. Lo mismo ocurre cuando el hombre ve llorar a la mujer y la pregunta ¿por qué lloras? Y esta responde: ¡por nada! El hombre no puede entender que se llore por nada. O cuando la mujer le pregunta al hombre: ¿Qué haces? Y el hombre responde: ¡Nada! ¿Cómo puede un hombre no hacer nada? Entre hombres se entiende que ese –nada- significa, nada importante y entre mujeres se entiende que ese por nada significa algo que no quieren compartir. Los sentimientos se comunican solo, sobre la base del reconocimiento de las sensaciones. La falta de captación de las necesidades fundamentales, declara insensible al individuo. La sensibilidad estética mantiene siempre sus ojos fijos en el sueño de conseguir lo máximo, lo admirable, lo supremo, lo maravilloso.

2- La Capacidad Intelectual o Intelecto. Intelecto es la capacidad humana, de reconocer el juicio justo o la razón que justifica una realidad sentimental, cognoscitiva o producida. El intelecto humano analiza, compara, deduce, considera y evalúa. Esta última facultad de evaluar es propia del humano, el selectivismo del resto de las especies opera determinado por el instinto, pero el ser humano evalúa. Proporciona predilección o preferencias, jerarquías y prioridades. Determina calidad y cantidad, el intelecto imagina, transforma el conocimiento en imágenes y las compara con una imagen previa o preconcebida. El intelecto certifica cierto, aquello que coincide con su criterio, por eso es importante que el criterio sea fidedigno con la

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realidad. Criterio es todo conocimiento almacenado en la memoria, como noción de prototipo o protoimágen comparativa. El criterio se forja en base al conocimiento almacenado en la memoria. El intelecto juzga algo y lo determina bueno o malo en consecuencia con su criterio.

El intelecto madura en base al conocimiento justo y se atrofia cuando vive imaginando ficciones o fantasías. Una mentalidad fantasiosa, puede ser muy creativa en su imaginación, pero también puede ser muy peligrosa, si sus fantasías se basan en oscuras pretensiones. El intelecto se ajusta únicamente en el raciocinio justo. La carencia de conocimiento o el exceso de conocimiento pueden frustrar el desarrollo de la inteligencia. La ignorancia sobre el conocimiento fundamental de la naturaleza humana, produce trastornos en el criterio y la arrogancia de conocimiento, también produce trastornos intelectuales, porque se caracteriza en la defensa de la integridad del individuo, por sobre la defensa de la razón. La falta de la razón en el individuo lo declara insensato.

Un intelecto esteta, persigue en todo lo que se ajusta al máximo de inteligencia o sentimiento de plenitud, ajuste y cumplimiento del máximo deber.

3- La Capacidad Motivacional o Voluntad. Voluntad, es la capacidad humana que posibilita el cumplimiento del deber. Resulta difícil comprender que todo lo que se emprende, se pretende conseguir y que solo nos impide su conquista la vacilación en las virtudes. La imprudencia, la destemplanza y la debilidad son los enemigos de nuestras pretensiones. Por eso es importante el control y desarrollo de las virtudes de la prudencia, firmeza y templanza. La voluntad se motiva en el beneficio derivado del cumplimiento del deber. Soñar con un telescopio como el Hubble en el espacio, pudo ser un sueño imposible para muchos, pero no para quienes confiaron en conseguirlo. La voluntad humana se desarrolla en el cumplimiento del deber. Cumplir con la construcción del Hubble posibilitó la motivación en algo nuevo superior y eso, estimuló la construcción del Telescopio espacial James Webb. Voluntad exige el dominio sobre las virtudes de la prudencia, firmeza, y templanza. La conquista de la

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elección de la alternativa válida, requiere obstinación, ambición, determinación, paciencia, constancia y muchas otras cualidades intrínsecas en las virtudes. La voluntad espera y desea siempre el cumplimiento del deber, pero como en toda capacidad existen excesos y carencias. La carencia de voluntad provoca inoperancia o cobardía y el exceso de voluntad puede derivar en lo insaciable, en la violencia o agresión. La voluntad estética pretende el máximo cumplimiento del deber, que satisface plenamente al espectador.

Cómo opera el conocimiento

Conocimiento es la suma de raciocinios, experiencias y sensaciones acumuladas en la memoria del individuo. El intelecto razona, acumula razones sobre el análisis de su conciencia. La razón que justifica la existencia del acto, es solo una, aquella que lo justifica válido. Pero el acto puede ser evaluado, desde la perspectiva de lo pretendido, o bajo la perspectiva de lo observado. La justificación bajo la perspectiva de lo pretendido es solo una e invariable y por lo tanto, es absoluta. Mientras que la justificación bajo la perspectiva de lo observado es variable y por lo tanto, proporcional al criterio del individuo que lo aprecia, por lo mismo, es relativa.

La sensibilidad se emociona con muchas sensaciones, pero solo una de esas sensaciones lo satisface plenamente. Pero la sensación puede ser percibida, desde la perspectiva de quien la siente o desde la perspectiva de quien observa al que siente. La sensación experimentada es reconocida por completo por quien la experimenta y reconocida según el criterio de quien observa al que lo siente. El producto de la sensación sentida por quien la experimenta o la siente es propia de quien la capta. La sensación observada es interpretada por cada observador. En este sentido, el ajuste o desajuste de la sensación es solo percibida, satisfecha o sufrida, por quien experimenta la sensación.

La voluntad humana realiza actos creativos. Experiencias existen muchas, pero solo existen, aquellas pretensiones o propuestas cumplidas o completas. Existen dos tipos de análisis de los hechos: el

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análisis del creador y el análisis del observador. El análisis del creador es siempre el justo, por eso lo llamamos absoluto.

Se debe comprender que existe siempre una razón que justifica la existencia del conocimiento, de la sensación o del acto.

Las habilidades

Habilidad es el dominio de la destreza para realizar una determinada obra. Existen habilidades sociales, sensoriales (vista oído olfato gusto tacto) y motrices.

Las habilidades sociales tienen relación con el dominio en la comprensión de la correcta mecánica de una relación interpersonal. El individuo que sabe que toda relación ha de fundamentarse en el bien común compartido, y que sobre la base de buscar el bien común, se establecen posiciones de sujeto emisor y de objeto receptor, sabrá ubicarse en una u otra posición. Cuando esté pretendiendo o proponiendo, se reconocerá en la posición de sujeto emisor y cumplirá con la responsabilidad de ser leal al propósito pretendido, de procurar un bien compartido, atendiendo, entendiendo y estando atento a las necesidades propias del proyecto o pretensión. Y cuando esté en la posición de objeto receptor, adoptará su posición receptiva, asumiendo, confiando y respetando, al ser motivado, confiado y atraído por el beneficio ofrecido por el sujeto. De ese modo establece una correcta relación interpersonal y desarrolla la habilidad social.

Las habilidades sensoriales tienen relación con los sentidos de la vista, oído, olfato, gusto y tacto. Estos sentidos son intermediarios entre el ambiente y el intelecto. No hay nada en nuestro intelecto que no haya pasado antes por los sentidos. Los sentidos perciben y el intelecto reconoce. Se perciben colores, tiempo y espacio, sonidos, olores, gustos, texturas y temperatura. Se reconocen variedad de colores, variedad de sonidos, variedad de olores, variedad de gustos, variedad de texturas y extensiones de tiempo, espacio y temperatura.

Las habilidades motrices tienen relación con el movimiento prensor, táctil o de empuje. Existen motricidad fina y motricidad gruesa. La motricidad fina es la habilidad de que se dispone, para controlar y

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dominar la materia fina, el detalle los movimientos delicados y la motricidad gruesa es la habilidad de controlar y dominar la fuerza bruta.

Los instintos

Tenemos tres tipos de instintos: de protección de conservación y de reproducción.

El instinto de protección es un servidor custodio del peligro. Alerta o alarma con tensión, cuando el individuo se enfrenta a una situación peligrosa para proteger del daño o del dolor. La tensión que provoca, ansía o angustia, dependiendo de si se está ante el peligro o si se está preso de este. La ansiedad es un estado de tensión que pretende conseguir un bien. La angustia es un estado de tensión que pretende eliminar un mal.

El instinto de conservación es un servidor custodio de la vida. Alerta mediante sensaciones de hambre, sed, o cansancio, para que el individuo se alimente, se hidrate y descanse o se ejercite. Alerta frente a los químicos inadecuados con sensaciones derivadas de la textura, acidez, hedor, salinidad, o amargura, etc.

El instinto reproductor es un servidor custodio de la permanencia de las especies. Activa la libido mediante sensaciones de atracción por el complemento de género, para mantener la continuidad de la especie, mediante el establecimiento de nuevas generaciones.

Estos instintos operan en forma mecánica, se activan por si solos en las situaciones que establecen su función, pero los humanos, disponen del apoderamiento de cada uno de ellos, de forma que existen supeditados a la voluntad de la conciencia, mediante el control y dominio del criterio de cada individuo.

El ambiente

Todo individuo existe en el plano paralelo entre el tiempo y el espacio. Se está presente en un momento y en un lugar, estableciendo de ese modo una singularidad dual trinitaria absoluta: el ser, el tiempo

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y el espacio. El momento se expresa en tres estados: pasado, presente y futuro y el lugar también se presenta en tres estados: solido líquido y gaseoso. Se debe comprender que tanto el tiempo, como el espacio, son aspectos absolutos porque son infinitos y eternos. El tiempo es eterno e infinito y el espacio también. Por lo tanto, la energía que sostiene esta condición de espacio en el tiempo, es también eterna e infinita en su existencia y en sus transformaciones. Se debe comprender también que toda transformación de dicha energía, conecta todo lo creado en ese paralelo temporoespacial, dotando a cada una de sus trasformaciones de intencionalidad, selectividad y poder. Intencionalidad a la perpetuidad, selectividad mediante la atracción y rechazo (atracción hacia sus complementos y rechazo a sus no complementos) y el poder para cumplir el propósito de su existencia. Y dota a toda trasformación con la complementaria dualidad que hace posible el desarrollo y cumplimiento de sus funciones. Por lo tanto, toda singularidad existe para cumplirse en el enlace con su complementario. De este modo se mantiene la conectividad natural, absoluta y eterna.

El ambiente se mantiene en orden por si solo en base al cumplimiento de las normas naturales y el esteta, debe realizar transformaciones acordes con el orden natural para que produzcan el atractivo que se ajusta a las necesidades naturales de cada especie.

El Dominio delas virtudes, del Celo y los Instintos.

El esteta es una categoría de persona dotada con el dominio de las virtudes, habilidades y del conocimiento que hace posible la realización de cosas bellas, por lo mismo, debe conocer y comprender qué es y como se establece la belleza. Existe lo bello agradable y lo bello admirable. Lo agradable produce la sensación de complacencia, placer, y bienestar; lo admirable, produce la sensación de plenitud, sincronía y calidad extraordinaria. Para lograr ese estándar el esteta debe ejercer el desarrollo del control y dominio de las virtudes, del celo y los instintos.

El desarrollo del dominio sobre la prudencia, se establece, analizando antes de optar, si la alternativa a elegir es o no es válida, y si es o no la

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necesaria que se debe en importancia. Lo debido y lo preferido debe ser comprendido y considerado en este desarrollo. Quien priorice lo debido por sobre lo preferido, madura. Quien prioriza lo preferido por sobre lo debido, estanca su desarrollo. El control y dominio sobre la prudencia es fundamental para el desarrollo de la sensibilidad artística.

El desarrollo del dominio sobre la templanza exige de la superación de frustraciones y desencuentros, desaciertos y descontentos. Templarse exige detenerse frente a las situaciones adversas y superar las sensaciones que estas provocan. El dominio sobre el ámbito emocional, depende del desarrollo intelectual. Quien comprende que debe superar la sensación, como comprende que debe hacerlo lo realiza. Quien no encuentra sentido a la superación de sensaciones, se entrega a estas y padece sus derivados, tanto en lo que complace, como en lo que displace. La introversión y la extroversión son características de este descontrol.

El desarrollo del dominio sobre la firmeza, obliga a terminar lo que se empieza, obliga a no dejar nada sin terminar. El individuo debe ser consciente de la importancia de cumplir con la obligación de terminar sus proyectos, sus actos, sus pensamientos, sus investigaciones y sus deberes. Se debe comprender que existen obligaciones impuestas y obligaciones naturales que benefician por ser necesarias. Lo obligado impositivo cuesta cumplirlas porque se sufre al deber indemnizarlas, pero las obligaciones necesarias, no cuestan porque son propuestas por la conciencia del individuo. Lo único que supera el esfuerzo en la determinación de la conquista de un proyecto es la convicción de disfrutar del beneficio derivado de la conquista. Cuando el jugador de futbol, piensa que va a meter un gol y lo consigue, ni siente el esfuerzo de la carrera cuando lo mete. Pero cuando va perdiendo por goleada, el mismo esfuerzo, se sufre y no es capaz de correr. La actitud determina siempre si se esfuerza o se sufre en el proceso de la conquista.

Celo es el servidor custodio de la unidad. Toda pretensión, proyecto o propósito, espera siempre ser conseguido y establece de ese modo, la unidad entre la idea y la imagen. Todo creador es celoso de su creación. Tradicionalmente el celo se ha considerado únicamente en el

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área de la vinculación afectiva, pero el celo es un protector custodio de la unidad afectiva, cognoscitiva y motivacional, además de ser el custodio de los instintos. No solo se siente celo por la pareja, también se siente celo de los ideales y del conocimiento, además de sentir celo de las posesiones o del mérito de cada uno. El instinto reproductivo también opera celoso de su conquista, así como también se produce el celo alimenticio, por descanso, actividad y protección.

El celo emocional es el servidor custodio del vínculo afectivo. El celo intelectual es el servidor custodio de la verdad y el celo motivacional es el servidor custodio del cumplimiento del deber. Esa fuerza conectiva en el logro de los valores del cumplimiento del deber, de la verdad y del vínculo afectivo, provoca bienestar, pero el celo extremo se transforma en recelo. El recelo reclama, acusa y rechaza. El recelo es una fuerza conectiva extraordinaria, que contrariamente al bien común, opera en pro del bien individual del individuo. El reclamo, la acusación y el rechazo, son la descalificación del otro, para el beneficio de uno; no restituyen el error, simplemente lo declaran. El artista debe controlar el recelo y evitar los reclamos, las acusaciones y el rechazo, asumiendo la responsabilidad de restaurar, resolver o restituir el error reconocido.

El celo se controla y domina en el continuo ejercicio del control de los excesos o carencias, respondiendo voluntaria e incondicionalmente al cumplimiento del deber y evitando los reclamos, las acusaciones y rechazos.

El esteta produce obras extraordinarias, supremas y ajustadas a las necesidades sociales. Colabora en el embellecimiento de la naturaleza para el disfrute de la misma. Y el desarrollo de esta actividad obliga al desarrollo del capital humano y de la calidad de vida.

Se habla de tipos de estética como si hubiera varias diferencias en plenitud, varias diferencias en ajustes y varias diferencias en lo cumplido o en lo completo. Lo pleno es siempre pleno, lo justo es siempre justo y lo completo siempre está cumplido, no hay ninguna diferencia en el valor, decir que hay diferencias estéticas no es correcto. Si existen diferentes procesos de consecución estética, pero

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no diferencias estéticas. De igual modo que no hay diferentes verdades, diferentes amores o diferentes bondades. La bondad siempre es buena, la verdad siempre es cierta y el amor siempre une. Lo diferente son los procesos de consecución del valor, no el valor.

Estética

Estética es el estudio del dominio de los procesos de consecución de un bien extraordinario. La consecución de un bien extraordinario, produce la sensación de complacencia extrema. A ese tipo de extrema complacencia se lo reconoce bello. Belleza es el estímulo emocional de complacencia, que el objeto provoca en el sujeto que lo aprecia. Para percibir la belleza, es necesario apreciar. Apreciar es dar o recibir el valor de lo observado. Al apreciar se da la atención al objeto y se recibe el bienestar, ajuste o satisfacción del objeto.

Estética, es la suma del dominio de los procesos de consecución de un bien extraordinario y el disfrute del beneficio por la conquista de lo conseguido. El deber de crear algo extraordinario y el disfrute del beneficio de lo bien hecho, son facultades contenidas en la estética. Por lo tanto, estética, es la suma de procesos y beneficios contenidos en una obra extraordinaria.

Belleza

Belleza es la fuerza emocional contenida en el objeto que complace, concuerda o motiva al sujeto que lo aprecia.

Para que se establezca la belleza, el sujeto ha de atender, entender o estar atento a la sensación de complacencia provocada por el objeto. La belleza, no existe como presencia independiente del sujeto que lo aprecia. La belleza es un valor y como tal, no es presencia, sino, establecimiento.

A lo largo de la historia se han discutido las posibilidades, de que la belleza exista en el objeto, o que exista en el sujeto. Los objetivistas consideran que la belleza, existe contenida en el objeto, aislada e independiente del sujeto y los subjetivistas, postulan que la belleza existe contenida en el sujeto y se manifiesta al apreciarla. Pero la

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belleza no está presente, ni en el objeto, ni en el sujeto. La belleza se establece entre ambos (sujeto y objeto).

Fundamentos de una relación

Toda relación, para que produzca un resultado creativo, debe establecer una estructura basada en cuatro posiciones:

Toda relación creativa, se inicia en la pretensión o propósito que la justifica válida. La pretensión o propósito existe contenida en el sujeto que la propone. El sujeto propone su idea y la transforma en imagen u objeto creado. Y el hecho de aceptar la imagen u objeto, significa que le vale. 1- Propósito. 2- sujeto.3-objeto. 4- valor.

El propósito pretendido, ha de ser siempre valido para todo. De ese modo, no daña, ni enajena, ni confunde, ni perjudica nunca a nada. El sentido común del creador ha de ser maduro, para que sepa discernir de entre las preferencias, lo que es urgente y necesario. Aquello que beneficia siempre a todo, no perjudica nunca a nada. Esa conciencia del valor es madura y produce obras estéticas.

El sujeto creador, ha de ser siempre leal al propósito del bien común que pretende y que genera el derecho al beneficio de lo conseguido. Y debe realizar completamente al objeto, atendiendo, entendiendo y estando atento a lo que sea necesario para cumplir con el deber de realizarlo.

El objeto es transformado en beneficio, respondiendo al ejercicio continuo de la prudencia, firmeza y templanza del creador que lo cuida y mejora, durante el proceso de transformación del objeto en un bien compartido.

El valor del bienestar del objeto trasformado, se establece sobre la base del cumplimiento del deber de mejorarlo, asumida por el creador.

Las relaciones interpersonales funcionan con las mismas facultades. Cuando el sujeto orienta su actitud en el bien común y atiende, entiende y está atento, a las necesidades máximas fundamentales del otro, seduciéndolo con afecto, persuadiéndolo con la verdad y

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motivándolo con el ejemplo de lo correcto, el otro, responde motivado, confiado y conectado. Todo humano espera que su homólogo sea prudente, firme y templado, respetuoso y responsable, sincero y justo y amable e incondicional ante lo necesario. Si todo humano espera eso del otro, debería realizarse prudente, firme y templado; respetuoso y responsable, sincero y justo y amable e incondicional ente lo necesario.

Ahora que conocemos las cualidades del artista de calidad humana, podemos estudiar la calidad de una obra.

¿Cómo se logran obras plásticas extraordinarias?

En las artes plásticas existen valores absolutos y valores particulares proporcionales a la calidad de los procesos.

Los valores absolutos son aspectos constantes necesarios en las artes plásticas para la conquista de lo extraordinario. Lo extraordinario es universal, pero al mismo tiempo, es particular en cada una de las porciones de que se compone la totalidad.

1-En una obra de arte, su lectura es de vital importancia. Se cree que en todo existe información y cuanto más interesante y precisa sea esa información, mejor y mayor cantidad de apreciadores disfrutarán de la misma. Por lo mismo, el tema es fundamental en toda pretensión artística. Existen características temáticas universales y características temáticas personales o individuales. Cuando la caracterización universal coincide con la caracterización individual, la proposición temática adquiere el máximo de su valor.

2-Para proponer cualquier tema es necesario presentarlo en una composición. En la composición existen aspectos de idea y aspectos en imagen. La idea toma tiempo en concebirse y la imagen ocupa espacio en el papel o la tela. Tiempo y espacio son necesarios para la concepción de la idea y para la realización de la imagen. Cuando la imagen está bien compensada, equilibrada, balanceada o estable y la idea es brillante, la obra adquiere el máximo de valor compositivo.

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3-Toda composición contiene aspectos gráficos. Graficar es hacer trazos con el lápiz, pincel o cualquier medio utilizado para realizar un trazo. En la gráfica se valoran la precisión y la destreza. Precisión y destreza son dos aspectos diferenciados, pero ligados en la representación morfológica de un cuerpo (ya sea este representativo de una imagen visual existente o imaginada). El valor grafico de la obra es la suma de variables en trazo, precisión y destreza. Si la representación es precisa, diestra y enriquecida con las variantes de trazos, duros y blandos, gruesos y delgados, oscuros y claros, esa obra contiene numerosos aspectos de interés que hacen que el trabajo sea atractivo y apreciado.

4-En cualquier representación plástica, existen variantes tonales que producen la sensación de distancia, profundidad, volumen o intensidades lumínicas. Existen altos y bajos contrastes tonales. Tono es el grado de claro oscuro que contiene un color. Cuanto más variada y amplia sea la gama de tonos, contenidos en la obra y cuanto más se ajusten a la intención lumínica, más atractivo será el trabajo y por lo mismo más valor contiene.

5-Las obras plásticas, ya sean cuadros, bajorrelieves o esculturas, se realizan con colores o pátinas, buscando la relación armónica de sus matices. Matiz es color y tono es el grado de claro oscuro que contiene un color. Con la pintura se establecen órdenes cromáticos de tendencias cálidas, frías o neutras. A mayor diversidad de matices contenidos en el orden cromático, mayor será el atractivo de los elementos de interés del trabajo realizado.

6-Toda obra de arte conlleva en si el dominio del oficio. Técnica es un hábito repetido y oficio es el dominio de una técnica. En el oficio se encuentran aspectos comunes y aspectos tradicionales, o aspectos experimentales y aspectos conservadores del oficio. Cuando estos dos aspectos demuestran la depuración del dominio de los oficios, la obra demuestra el atractivo de su calidad y eso es un valor.

Estos seis aspectos de valor contenidos en una obra de arte, son cualidades objetivas, lógicamente discutibles y conversables, pero se

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evidencian en el trabajo. Pero existen otros valores subjetivos que dependen del apreciador y que los vamos a analizar uno por uno.

7-Toda existencia contiene información, eso es lo que nos afirman los científicos o estudiosos de la materia. Información es la base de la comunicación. La obra de arte comunica al espectador aspectos sensibles, o emocionales, derivados de las sensaciones que provoca; aspectos lectivos intelectuales de calidad o cantidad y aspectos estimulantes o motivacionales que se derivan de lo ejemplar. Cuanto más contenido lectivo contenga la obra, mayor va a ser la posibilidad de que se establezca la comunicación entre la obra y el observador, pero, una gran dosis de este valor, va a depender de los recursos de información contenidos en el apreciador. Las Meninas es un cuadro con un rico contenido social, porque se representan clases sociales y relaciones humanas, pero un observador carente de las distinciones sociales, vería solamente una serie de personas pintadas en el interior de una sala. Por eso, el valor de la comunicación, está supeditado a los recursos intelectuales del observador.

8-La obra de arte, generalmente, no en todos los casos, pero una gran parte de ellas, contienen aspectos de la singularidad del autor, a lo que se le denomina estilo. Nosotros lo vamos s denominar originalidad. Originalidad no es algo novedoso, es algo que se reconoce ser perteneciente a un origen. Lo novedoso es algo nuevo, recién hecho o que se ve por primera vez. Lo original es una particularidad repetida por el autor. Sabemos, por ejemplo que la dualidad es originada por la naturaleza, porque en ella existe la dualidad causa-consecuencia o sujeto-objeto. Con las obras de arte originales, ocurre lo mismo. Sabemos que es un Van Gogh porque sus trazos y colores son propios del estilo de su trabajo. Cuanto mayor sea la distinción y reconocimiento de esa singularidad, mayor será el valor por originalidad de la obra. Esa apreciación de los aspectos singulares, depende de la cantidad de trabajos conocidos por el observador, por eso es un valor subjetivo.

9-Toda obra produce sensaciones, ya sean de agrado o de desagrado. Generalmente las sensaciones de desagrado generan el rechazo de lo desagradable y las sensaciones de agrado provocan el agradecimiento

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del bien compartido. Toda obra contiene ciertos elementos de interés sensibles. Cuanto mayor sea el nivel de satisfacción del observador, mayor valor sensible existe contenido en el trabajo.

10-Toda obra se reconoce existente y su morfología indica un tamaño, textura, color o motivo. De la obra se imaginan razones, funciones, pretensiones o propósitos. Estos aspectos producen sensaciones. La obra de arte sorprende por el nivel de calidad, cantidad, interés o excelencia en el dominio de los procesos de consecución y por la inteligencia del autor en la elección de un tema de caracterización emblemática o universal. Las mejores ideas son aquellas que más y mejor se comunican con el lector. El beso, o el pensador de Rodin, el Guernica de Picasso, o La Sagrada Familia de Gaudí, son ideas universalmente reconocidas, porque apelan a situaciones comunes a todo humano. Estas brillantes ideas, dotan a la obra de un valor intelectual.

11-Los trabajos bien hechos, motivan a imitarlos. Cuando vemos los cuadros de Francisco Pradilla, Casado del Alisal, Tiépolo o Miguel Ángel, sentimos ganas de iniciarnos en la pintura o escultura. Esa motivación, se deriva de lo bien hecho. El beneficio de lo supremo, despierta el deber de conseguirlo. Las obras de calidad crean el valor de la motivación en la obra.

12-Pero todos estos valores no serían posibles de descubrir, a no ser que se establezca una correlatividad, similitud y correspondencia entre la obra y el apreciador, a esa reciproca relación complementaria se le denomina armonía. Las obras han de contener esa dosis de armonía en sí mismas y establecerla con el espectador.

La estética no sería posible sin los valores antes mencionados a un nivel de calidad excelente. El establecimiento de estos valores en las artes plásticas es un deber. Podríamos decir que la naturaleza del arte obliga al cumplimiento de este deber, pero el cumplimiento de este deber contiene en sí la garantía del mayor disfrute dl beneficio de su conquista. Creo que todos intuimos ese ideal de la calidad de las obras, pero calidad es cantidad de esfuerzo, cuidados, superación de frustraciones y tiempo. Y algunos “artistas” inmaduros en la

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comprensión del arte, piensan que se puede lograr la misma satisfacción con trabajos comunes, cotidianos o vulgares, eso no es así. Podemos trasladarnos con cualquier cosa, con un cajón con ruedas, una bicicleta o un Fiat 600, pero nada de eso se compara con un Rolls Royce. De igual modo se puede pintar una mancha roja en un cuadro y lograr que te aplaudan, pero no se puede comparar eso, con las Meninas de Velázquez. Se debe comprender que en todo oficio existen distintos niveles de calidad.

La Estética en la Historia

La idea de la superación está latente en el ser humano y no tiene límites. Desde las pinturas del paleolítico hasta la pintura contemporánea, se puede ver esa constante actitud por superarse. Esa actitud, es el motor del desarrollo de las virtudes, capacidades y habilidades humanas. En todo momento de nuestra historia existen testimonios de estas constantes extraordinarias. Constantes que están forzadas por ciertas regulaciones naturales. La naturaleza muestra en sus fundamentos aspectos de correlatividad conectiva; energía existe en todo lo creado y contiene una polaridad electromagnética, que atrae a sus complementos electrónicos o químicos y que repele, a los elementos de su propia identidad. Esta relación de acción y reacción opera en pro de la conectividad complementaria. En la naturaleza existe una continuidad constante y continua, en cada una de las especies originadas, de donde se produce la correlatividad inter-consanguínea o inter-generacional. De este modo, se establece la concordia con la identidad de la especie. Estas tres normas: correlatividad, concordia y conectividad, son los fundamentos de la naturaleza. Por lo mismo, el autor de obras de arte, intuye que debe realizar obras correlativas con su momento social y lugar de encuentro. Intuye que deben ser concordantes con el nivel de desarrollo intelectual del momento y lugar, e intuye, que deben trascender a las generaciones futuras.

La historia es testigo de estas manifestaciones en diferentes categorías, por eso se vuelve una y otra vez a lo clásico, a lo fundamental a tratar de superar el máximo de las habilidades y satisfacer al máximo de las necesidades. El modelo de lo máximo, se mantiene siempre en la

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naturaleza y esta es la razón, del porque se vuelve una y otra vez, a la imitación de la naturaleza. La naturaleza es geometría, es matemática, es inmutable en sus regulaciones y variable en sus creaciones. El artista deambula entre lo variable y lo inmutable del arte. La naturaleza del arte exige el máximo de los valores contenidos en ella; el máximo temático, el máximo compositivo, el máximo gráfico, tonal, cromático o de oficio. Lo exige, porque lo posee y porque lo contiene motiva a artista a su conquista, aun sabiendo que jamás lo puede superar. La naturaleza del arte es como el horizonte; el horizonte motiva a caminar hacia su encuentro, pero, cuanto más se camina, más se aleja del caminante.

La creación se pretende, es una presunta esperanza, una predisposición a la conquista. Se prevé y se proyecta, se procura y se prepara. La creación comienza siendo un “pre”, -pretendo crear-. Y se pretende algo que se ajuste a lo esperado, que satisfaga y que beneficie, se pretende un bien y cuando ese bien es compartido por el común de los observadores, adquiere el máximo de beneficio. Por lo mismo la pretensión del artista debe ser siempre el bien común. La historia nos declara y certifica valida esa opción. Artistas egoístas hay muchos y algunos gozan de popularidad, pero el bienestar, lo generan aquellos que crearon un bien compartido por la mayoría.

El artista es un ser competitivo. Compite por superar sus recursos y los recursos de sus pares. Pretende lo extraordinario, lo supremo y para eso, debe esforzarse al máximo en cada trabajo. ¿A qué se debe esta actitud de superarse? A la necesidad del crecimiento necesario para lograr el cumplimiento de su realización absoluta. El ser humano maduro es pleno, justo y dispone del control y dominio de sus virtudes, capacidades y habilidades. El sentimiento de plenitud obliga a lo completo, a lo máximo extraordinario.

Base esencial original de la creación.

Todo acto creado ha sido originado por una pretensión que lo justifica válido. Nuestro entorno universal se encuentra contenido en el paralelo de la dualidad tiempo y espacio. El tiempo es eterno y el espacio es infinito. Tanto el tiempo como el espacio, existen gracias a

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la energía del movimiento en el espacio. La energía es dual, contiene movimiento en un lugar, es decir, es esencialmente tiempo y espacio. Tiempo y espacio son distancias y la distancia es un atributo intelectual. Tiempo es la distancia entre una causa y su efecto y espacio es la distancia entre un sujeto y un objeto (o entre dos posiciones) para que exista tiempo o espacio, (distancia) es necesario de posiciones y disposiciones que posibiliten movimiento.

La energía contiene en si misma intencionalidad, selectividad y poder. Gracias a estas facultades puede moverse y transformarse en el tiempo y en el espacio, que como dijimos, son distancias o nociones intelectuales. La energía contiene una naturaleza directiva que transforma su movimiento en estructuras, gaseosas, liquidas o sólidas. Naturaleza directiva y estructuras conforman la realidad de todo lo creado. La naturaleza directiva de la energía, contiene intencionalidad, selectividad y poder. ¿Qué se entiende por intención? Intencionar es pretender el beneficio de un cumplimiento. Se intenciona algo, que porque vale, retribuye con beneficio. La intención es motivada por la expectativa a disfrutar del beneficio. De ser una pretensión o expectativa a disfrutar de un bien, la intencionalidad posee una dosis emocional, porque emoción es la capacidad sensible que permite captar lo necesario. Pero la intencionalidad centrada en la expectativa de conseguir un bien, selecciona dicho bien de entre otras posibilidades, luego, dicha intención contiene selección. El termino selección no necesita mayor explicación, todos entendemos que es la preferencia de una cosa, por sobre la otra. Lo que no se sabe, es que en esa selección, se justifica válida la opción, es decir; la alternativa elegida, se ajusta a lo intencionado. Por lo mismo, lo seleccionado contiene razón. La razón que justifica valido lo elegido. Si en la selección existe razón, debe existir en ella, contenido intelectual, puesto que el intelecto es la capacidad de reconocer el juicio justo. Y la energía puede desplazarse, y transformarse y si puede, ha de poseer algún grado de voluntad, puesto que la voluntad es la capacidad que nos permite cumplir con el deber. De este modo llegamos a la conclusión de que la energía, no solo es presión, fuerza, empuje o transformación química, es un sistema operativo capaz de trasformar. Pero un sistema operativo complejo y completo, dotado de

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capacidades sensibles intelectuales y motivacionales, que establecen estructuras de funcionamiento, autónomas, e independientes, dentro de los límites del tiempo y del espacio. Si todo es energía y la energía es el gran transformador de todo, podríamos deducir que la máxima sensibilidad, la máxima selección y el máximo poder, existen contenidos en la energía. Si capta las máximas necesidades, dispone de una selección natural y lo conecta todo con el ordenamiento de su naturaleza, podemos afirmar que la energía dictamina ciertas normas de comportamiento conectivo. Una de esas normas, quizá la más importante es la incondicionalidad. La energía es incondicional al orden natural. Ordena todo aquello que disfunciona en su ordenamiento natural, mediante la selección de las especies mejor dotadas, y mediante la corrección de los desajustes ecológicos o geológicos. Podemos afirmar que la conectividad es su función fundamental. Para que exista conectividad, es necesario de una dualidad fundamental, ligada en sincronía, concordia y complementariedad, lo que obliga a un centro conector al que denominamos, valor, porque beneficia a la totalidad de la creación. El valor del beneficio obliga a separar todo aquello que desconecta. La conectividad implica un proceso de desarrollo, por eso toda especie crece, y se multiplica, para perpetuar el desarrollo conectivo. De lo mencionado se deducen siete normas que dictaminan la consecución de la completa unidad: 1- la incondicionalidad 2- la conectividad 3- la dualidad 4- el dominio sobre el centro del bien común 5- la separación de lo que escinde 6- los procesos de desarrollo conectivo 7- la responsabilidad del cumplimiento conectivo.

Leyes de la naturaleza de la Energía

1-Ley de la incondicionalidad.- En la naturaleza de la creación existe contenida la actitud de pretender un bien de lo propuesto. Por ese bien, el autor se entrega a su construcción o transformación de idea en imagen beneficiaria. Podríamos decir que la entrega es condicionada por el beneficio, pero cuando ese beneficio favorece o beneficia a la totalidad del orden natural se define incondicional.

2- Ley de la conectividad.- La pretensión de un bien común, facilita la conectividad en ese bien compartido. Todo lo natural establece la

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conectividad en su existencia temporo-espacial. Además, toda existencia puede ser evaluada y en el valor, se conecta con el sujeto que lo aprecia.

3- Ley de la dualidad.- Toda existencia contiene aspectos duales emisores, receptores. Las especies se complementan en sus dualidades masculinas y femeninas, macho y hembra, pistilo y estambre, catión y anión o valencias positivas y negativas. Además de contener la dualidad de su naturaleza directiva inherente y estructuras de conectividad o mente vegetativa y cuerpo, instinto y cuerpo o mente y cuerpo.

4-Ley del dominio sobre el centro del bien común.- La dualidad de los complementos se ligan en la naturaleza de sus funciones, para el bien común. A ese bien le denominamos valor, por lo tanto, toda dualidad existe para complementarse en el valor que es el centro de toda actividad.

5-Ley de la separación de lo que escinde.- El bien común, obliga a la escisión de lo que no beneficia. La naturaleza de la creación es un ordenamiento completo y aquello que disfunciona en ella, es rechazado por la naturaleza del orden.

6-Ley de los procesos de desarrollo conectivo.- toda creación es pretendida hasta transformarse en lo propuesto. El proyecto se establece luego de tres etapas: inicio, medio y término. Este proceso de transformación en tiempo, establece las estructuras de su consecución en un lugar. Consecuentemente, todo acto es producto resultante del proceso de su completo desarrollo.

7- Ley de la responsabilidad del cumplimiento conectivo.- Todo acto, ha sido realizado mediante el cumplimiento completo de las seis normas anteriores, y si favorece al bien común, califica ser incondicional al orden natural, por eso, se establece la responsabilidad del creador.

Estas son las normas de la energía transformadora de su propia naturaleza en objetos naturalmente complementarios y conectivos. De donde se deduce que la finalidad de la creación es la unidad.

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¿Por qué es importante explicar esto a un esteta? Por la sencilla razón, de que si el esteta no enfoca sus creaciones, en favorecer al bien común, difícilmente logrará, proposiciones emblemáticas universales que satisfagan a la mayoría de los observadores. Comprender este “misterio”, beneficia la consecución de obras extraordinarias y admirables, que motiven y establezcan la concordia y sincronía con la sensibilidad, intelecto y voluntad del que las aprecia.

La incapacidad de la ciencia para llegar a este convencimiento

¿Por qué la ciencia no logra comprender la autonomía de la energía? Porque no se puede demostrar la existencia y operatividad de la Naturaleza Directiva de la Totalidad, con el análisis independiente de los fragmentos. El científico observa e investiga los hechos uno por uno, aislados de su origen, no ligado al conjunto de la totalidad y sin analizar la motivación original de los mismos, en otras palabras, la razón de su existir. El científico analiza los fragmentos de lo creado y demuestra las estructuras medibles, pesables o palpables, pero no puede demostrar la intención de los procesos, ese campo pertenece a la filosofía. El problema que encontramos es, que ni la filosofía ni la ciencia, estudian los fundamentos esenciales de la creación. Estudian eso sí, las diferencias en lugar de la conectividad fundamental. El intelecto puede llenarse de conocimientos o razones, pero si el sentido común de la conciencia, no logra encontrar la razón que justifica al objeto en estudio, el intelecto no dispone del conocimiento justo. Tradicionalmente se han declarado intelectuales a los grandes “almacenes” de conocimiento, pero, en estos grandes “almacenes”, existían miles de razones sobre lo mismo, pero no la razón justa, y eso ha hecho que la inteligencia del humano promedio, dirigido por estos “grandes almacenes”, se confunda y piense que por cantidad se asume calidad y no es así. La calidad se deriva de lo que satisface, se ajusta y cumple con el deber que se le otorga. De nada sirve que la calidad de las piezas de un vehículo sea buena si el vehículo no te traslada, por mucha cantidad de piezas que este tenga. La diversificación y pluralización del conocimiento, impide el encuentro de lo absoluto, constante e inmanente. Se ha repetido en tantas ocasiones la típica sentencia de que “todo es relativo” que ya, ni se motivan al encuentro

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con lo absoluto, porque asumen que no existe. Y por otro lado, se confía que la ciencia es absoluta en sus justificativos, aun considerando que todo es relativo. Es una hipócrita manera de existir, pero está muy extendida. La tolerancia a la diversidad y el eclecticismo reinante, junto con la desorientación de los valores absolutos son causantes de la escasez de juicios justos sobre la naturaleza de las cosas. Los credos y convicciones basados en opiniones sin fundamento, confunden el criterio del interesado.

La incapacidad de la filosofía para el encuentro con lo absoluto

La filosofía también se encuentra limitada para hallar el conocimiento de los valores absolutos, porque no se ha centrado en los principios esenciales de la creación. La orientación tradicional de la filosofía ha derivado del estudio del comportamiento humano y no de la estructura base fundamental de la creación. El estudio del origen de los valores, permite comprender de donde se derivan y cómo se establecen. Sin este conocimiento, la filosofía se ciega frente al conocimiento de lo absoluto. Los filósofos han deambulado en torno a circunstancias de comportamiento, encontrando virtudes y deducciones o inducciones verdaderas, pero, en lo que se refiere a los valores absolutos, no han descubierto su realidad. Incluso algunos filósofos, al no descubrirlos, han dicho que no existen. La negación de la existencia de estos valores, produce duda en quien estudia sus aserciones. Porque por un lado, pretenden ser creídos en sus descubrimientos pero afirman que no hay verdad constante e inmanente, luego, ¿cómo creer que lo que postulan es realmente cierto? La ciencia y la filosofía existen divididas entre creacionistas y evolucionistas, pero, ni los unos ni los otros disponen del conocimiento justo de las normas de la naturaleza. Por eso no se puede restaurar al ser humano en los procesos de su completa realización normal. Sin esa convicción, ni la antropología, ni la psicología ni la sociología, pueden ajustarse a la naturaleza humana. Y son más los trastornos que se derivan de estas, que el ordenamiento al bien común que producen. El ser humano es libre, autónomo y responsable de descubrir los fundamentos de su naturaleza y realizarse en ella. Sin el convencimiento de las normas naturales, es imposible ajustarse a lo normal.

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La estética de lo absoluto

La estética es el vehículo capaz de descubrir la naturaleza de lo absoluto, porque la persigue en todas sus propuestas. Todo artista busca ser satisfecho en la naturaleza de sus creaciones. Existen artistas que se orientan en la satisfacción propia y artistas que se orientan en la conquista de lo emblemático, trascendente y universal. Estos últimos, son los que pueden acceder al descubrimiento y comprensión de los valores absolutos, porque persiguen lo pleno, lo justo y lo máximo en el cumplimiento de esa satisfacción compartida.

Valores existen muchos en base a la satisfacción plena, en relación con los ajustes en la razón y de acuerdo al cumplimiento de los múltiples deberes naturales. Por ejemplo: existen tipos de valor afectivo, como el amor filial (de los hijos a los padres), amor conyugal entre los complementos conyugales (marido y mujer), amor parental (de padres a hijos) y amistad (sincronía entre dos personas). Todos y cada uno de ellos satisfacen, pero la máxima expresión de felicidad se deriva del establecimiento vincular intrafamiliar completo (entre todos los miembros de una familia con las familias restantes). Esa es la máxima satisfacción que establece el sentimiento de plenitud natural. En la razón, también existen diferencias entre las razones trascendentales y las razones circunstanciales. Ambas de ajustan al juicio que las declara justas, pero la importancia entre las circunstanciales y las trascendentales es sin duda alguna diferente. Ser justo y sincero deben ir de la mano, pero, se puede creer ser sincero sin ser justo, pero no justo sin ser sincero. Por ejemplo: un adolescente puede considerar que la expresión máxima del amor es la que siente por sus amigos y en esa edad, se justifica porque no dispone de la noción del amor conyugal o parental, pero una vez se transforma en adulto, se casa y tiene descendientes, comprenderá que existe una dimensión superior del amor y su raciocinio, cambiará la justificación de la amistad como máxima expresión del amor, por la justificación del amor parental. Lo mismo ocurre con el conocimiento. El conocimiento se inicia en justificaciones circunstanciales, hasta encontrar la justa razón. Esa justa razón, es insuperable y justifica siempre la existencia de lo que se somete a juicio. En la

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responsabilidad, también existen diferencias entre el cumplimiento del deber circunstancial o cotidiano y el cumplimiento del máximo deber valido para el ordenamiento natural.

Los máximos valores pretendidos por todo humano son: la Plenitud, Justicia y Cumplimiento del máximo deber valido para todo. Esos tres valores, pretendidos por la naturaleza humana y por la conciencia madura de cada ser, son constantes e inmanentes y por lo mismo, se denominan Valores Absolutos e insuperables. No existe sensación que supere el sentimiento de Plenitud, ni razón que supere a la que es justa, (que se ajusta a la ley) ni responsabilidad que supere el máximo cumplimiento del deber valido para todo. Los valores absolutos son por todos pretendidos y por todos disfrutados al máximo de sus capacidades.

Ninguna sensibilidad puede ser más complacida, que, con el sentimiento de Plenitud, ninguna inteligencia puede reconocer verdad superior a la razón justa y ninguna responsabilidad es superior al cumplimiento del deber. La idea de que existe o puede existir una sensibilidad superior a aquella capaz de captar la máxima necesidad válida para todo, es imposible. No hay sensibilidad superior a aquella que es capaz de captar la máxima necesidad, válida para todo. La idea de que existe, o puede existir una inteligencia superior, capaz de reconocer razones, que superen al juicio justo, es imposible. Ninguna razón es superior a aquella que se ajusta en la verdad constante e inmanente. Y la idea de que existe una voluntad o poder, superior al cumplimiento del máximo deber valido, es también imposible. Esa facultad “sobrenatural” (superior a la naturaleza) solo es posible en la ficción de quien ignora la realidad de las capacidades emocionales, intelectuales y motivacionales.

La estética espera el máximo cumplimiento del deber valido para todo, espera obras que se ajusten a las normas naturales, y espera a artistas que capten las máximas necesidades válidas para todo.

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La defensa de lo social, versus la defensa de lo natural.

Los primeros realistas se denominaban naturalistas porque imitaban las imágenes de la naturaleza y tradicionalmente se intercalan el significativo de naturalismo, entre los realistas y los naturalistas. Como estilo se inició en Francia en la segunda mitad del siglo XIX. Este grupo de artistas y literatos, estaba convencido de que todo se rige por fueras naturales, pero su intuición nuca logró encontrar la razón de los fundamentos de la naturaleza.

Toda existencia acción y multiplicación existen contenidos en la naturaleza de la totalidad, en donde se transforman, desarrollan o reproducen. La naturaleza posee la incondicionalidad de entregarse por el bien de todo. El todo bien hecho, es conectivo en su dualidad complementaria, ya sea, creativo intencional y masculino femenina o positivo negativa. Es conectiva en base al centro que las une que es el beneficio de la totalidad o valor absoluto de plenitud, ajuste y cumplimiento del deber de madurar o realizarse naturalmente normal (normado). De haber reconocido estas cuatro normas fundamentales de la naturaleza, los naturalistas del siglo XIX, podrían haber justificado su postulado, pero al ignorarlas quedaron reducidos a otro grupo o tendencia más.

Todo humano intuye que se debe al dictamen de las normas de la naturaleza, pero no todos los humanos comprenden dicho dictamen. Todo humano exige la incondicionalidad en el otro, frente al cumplimiento de los deberes, pero no comprenden que eso no es una normativa social o de costumbres, sino una normativa de la naturaleza. A nadie le agrada el compañero egoísta, eso es evidente, pero no pueden explicar al egoísta que eso, no es un deseo propio del compañero, sino una norma, un dictamen reglamentario, de las leyes naturales.

Socialmente se considera buen comportamiento al que no perjudica al compañero, pero eso no es completamente buen comportamiento. Se puede no dañar al compañero y ser un egoísta ante las máximas necesidades globales. De hecho, eso es lo que se hace comúnmente, pero el ambiente social es un completo desorden. Entonces, ¿cuál es el

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buen comportamiento? El comportamiento correcto es aquel que beneficia siempre a todo y por eso, no perjudica nunca a nada. Para eso, todo humano debe responder voluntaria e incondicionalmente al cumplimiento del máximo deber valido para todo. Eso obliga a todos a cambiar la actitud egoísta y transformarse en incondicionales ciudadanos, ante las necesidades que surjan en el camino. ¿Cuantas veces vemos cosas sin hacer y exigimos que otros las hagan? ¿Por qué dejar que otro limpie lo que yo puedo limpiar? ¿Por qué esperar que otro pague, lo que yo puedo comprar? ¿Por qué echar la culpa al gobierno de la educación de mis hijos, cuando soy yo quien debo educarlos? Cuando no se comprende lo que significa ser educado, es lógico pensar que el otro lo debe hacer por ti. No dispones del conocimiento, pero la responsabilidad de educar a los hijos en el dominio de la prudencia, firmeza y templanza es de los padres; la responsabilidad de proteger el desarrollo de la sensibilidad, para que capten la máxima y la resuelvan, es responsabilidad de los padres. La responsabilidad de marcar los límites del celo y el dominio de los instintos, es de los padres y la responsabilidad de desarrollar el respeto y la responsabilidad de que cumplan con el máximo deber valido para todo, es de los padres. Si los padres no orientan a sus hijos en el descubrimiento de la razón justa, sus hijos serán ignorantes de la verdad.

Se tiene la tendencia social a reclamar, acusar y rechazar al otro por su falta de respeto, por su falta de responsabilidad, por su falta de raciocinio justo y por su falta de sensibilidad, pero el que reclama, acusa o rechaza, no restituye con esa actitud el error del otro, lo restituye cumpliendo con el deber de resolver ese problema. Ese es el comportamiento maduro. El maduro, soluciona los problemas, no los deposita en otros. Cuando en la casa un hijo comete un error, el padre va y le corrige o le muestra cómo hacerlo. En la sociedad cuando el compañero comete un error, unos se burlan de él, otros lo reclaman, otros lo acusan y otros lo rechazan, pero ninguno de todos ellos, restaura el error. ¿Por qué en la casa, nos comportamos como padres y en la calle, nos comportamos como verdaderos pendejos? Sencillamente porque no somos maduros. Por eso es necesario educar al adolescente de 40, 50 o 60 años, que adolece del conocimiento de

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las normas de la naturaleza humana. Eso es natural y de la conducta naturalmente normada surgiría el verdadero naturalismo.

La sociedad actual es un completo desastre. No existe respeto por la incondicionalidad, ni por la conectividad, ni por la dualidad complementaria, ni por el valor absoluto. No existe la garantía del debido proceso de desarrollo humano, ni justicia con las normas de la naturaleza, ni responsabilidad en el cumplimiento de los máximos deberes humanos y naturales. No hay respeto por la naturaleza. Los mismos que defienden el orden ecológico, compran objetos contrarios a ese orden que proclaman. El comportamiento humano actual, no es el auténtico, todo lo contrario es un comportamiento hipócrita.

Moral, ética y estética.

Estas tres palabras contienen un profundo significado.

Moral, es la suma de conductas, experiencias, criterio y pensamientos, raciocinio, sentimientos y sensaciones que benefician el sano desarrollo decente del individuo. Suma de conductas, incluye pretensiones y propuestas para el bien particular. Eso obliga a ejercer el dominio sobre la actitud. Actitud es la manera de estar dispuesto a obrar o comportarse. El dominio de la actitud a pensar decentemente, a descubrir y comprender la razón justa, a compartir siempre la verdad, a cumplir con el deber de solucionar lo necesario, a ser amable, sincero y respetuoso de lo normal. El individuo que controla y domina la prudencia, la firmeza y la templanza; que controla y domina los extremos y carencias del celo emocional, del celo intelectual y del celo motivacional. Y que controla y domina los instintos de protección, conservación y reproducción, es un ser moralmente natural y natural. Es un ser verdaderamente decente.

Esta persona, puede establecer relaciones afectivas, relaciones intelectivas o relaciones de comportamiento que benefician al otro.

Ética es el tipo de comportamiento adecuado para establecer la sana conectividad con las personas. En una relación interpersonal, basada en el bien común, se establecen posiciones de valor y jerarquía. Posiciones de emisor y receptor. El emisor ha de iniciar la relación

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siempre, basada en el bien común. Ha de ser leal al propósito o pretensión, durante todo el proceso del desarrollo de su cooperación, comunicado o expectativa. Y debe atender con amabilidad, entender al otro y estar atento a las necesidades propias del proceso de su exposición, para que el otro, responda motivado, convencido y atraído. De este modo se establece la ética en las relaciones interpersonales.

Estética es la suma de atributos y funciones que producen un bien común. La estética tiene que ver con el dominio de los procesos de consecución de un bien compartido. La estética se produce en el encuentro con la belleza y belleza es una sensación de complacencia. Por lo mismo, el dominio de los procesos de la conquista de la complacencia compartida, es estética.

Postulados estéticos contemporáneos

El eclecticismo contemporáneo y el reclamo, acusación y rechazo de todo lo establecido, la prioridad de lo preferido por sobre lo que se debe hacer para agradar, ha confundido al mundo contemporáneo en la orientación del arte supremo, justo y admirable.

El ambiente social

La sociedad contemporánea carece de líderes idealistas ejemplares. Quedaron atrás los Martin Luther King, Mahatma Gandhi, Madre Teresa de Calcuta, Nelson Mandela. La supresión ideológica, confunde la orientación moral, ética y estética. La inoperancia del idealismo de principios del siglo XX, la caída del muro de Berlín y el derrumbe del socialismo y la inestabilidad y corrupción capitalista, han logrado que se pierda la confianza en los ideales sociales y particulares. Hace años, una carrera garantizaba el futuro de quien la ejercía. En estos momentos no existe tal garantía. La sociedad compite por lo inmediato, la independencia económica que permita la subsistencia del individuo. Todo lo demás pasa a ser secundario. Hace unos años, el ideal, político, religioso o laboral eran el argumento fundamental en la conexión entre personas, incluso las familias se basaban en esa sintonía. Se casaban católicos con católicos,

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protestantes con protestantes, fascistas con fascistas, comunistas con comunistas, etc. Eso, en nuestra sociedad contemporánea se ha terminado. Ahora el matrimonio ha pasado a ser una sociedad conyugal, centrada en el compartir, no en el conquistar una meta ideológica. Al perder los ideales, el individuo queda al amparo de las circunstancias. Y estas lo empujan en una u otra dirección en su deambular. Al dividirse la sociedad en clases: la de unos pocos super poderosos y la de la mayoría proletaria, que alimenta esos poderes, se ha creado una especie de conducta generalizada de trashumantes independientes, mendigando compasión estatal para vivir. Vemos las enormes migraciones humanas por todas partes, buscando nuevos horizontes económicos y sociales. Esta realidad actual, inestable e insegura, impide el desarrollo extraordinario de los oficios y el arte, ha perdido a los grandes genios. Quedaron atrás los Picasso, Dalí, Bacon, o Gauguin. Existen algunos que tratan de hacer historia, pero el ambiente no es el adecuado para convertirlos en ejemplares.

El ambiente educativo

La educación es otro tema que influye y determina el comportamiento de la orientación estética. La sociedad se ha encargado de indicar que el bien educado es el más informado. Y se ha generalizado la idea de que, educar es entregar y recibir información. Las escuelas, buscan nuevos planes de estudio, para entregar dicha información, pero se olvidan de criar. Educar es cuidar el desarrollo de las virtudes, capacidades y dominio sobre los excesos o carencias, que maduran al individuo en su crianza. Al carecer las escuelas de un ideal humano socialmente compartido, no pueden intervenir en el proceso educativo del desarrollo de la crianza y se reducen únicamente a informar y entregar información intelectual, pero no a criar. El respeto por las diferencias ideológicas, impide la unidad en la dirección del desarrollo humano. El ideal humano natural, proviene de la idea originaria de la especie y esa idea, se ha buscado pero no se ha descubierto. Ahora disponemos del conocimiento de la idea originaria de la naturaleza humana, la conocemos, pero todavía no se ha publicitado lo suficiente, como para que los ministerios de educación, la inserten dentro de sus planes de estudio.

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El actual concepto y significado de valor

La tendencia social demócrata generalizada ha trasformado al valor en precio. La teoría del “valor trabajo” marxista, junto con la teoría del valor capitalista del “valor económico” (valor precio o consumo), ha enmascarado el verdadero significado del valor, desorientando su verdadero descubrimiento. El valor de lo pleno, lo justo y lo completo, se reduce a lo que satisface a cada uno, se ajusta al criterio de cada uno y cumple con la preferencia individual de cada uno, de ese modo, se limita el sentido común a lo que el común de las personas determina justo. Este es un gravísimo error que está llevando a relativizar el significado autentico del valor. Al eliminar los valores absolutos de la conciencia social, se desestructura la escala de jerarquías familiares, sociales e individuales. El sujeto ya no sabe que es lo que debe hacer y queda, al amparo de sus propias preferencias. Cuando los padres no conocen sus roles masculinos y femeninos, y cuando ignoran los deberes familiares, la sociedad compuesta por familias disfuncionales, disfunciona. La disfunción es una defunción en vida y la gente que la padece, lo sufre y hace sufrir a sus inmediatos. La cantidad de trastornos de personalidad derivados de las familias disfuncionales, afecta a la sociedad. Cuando hablo de disfunción familiar, no me refiero únicamente a las parejas separadas o divorciadas, sino a las familias compuestas por padres inmaduros e ignorantes de sus deberes familiares. Hoy se piensa que con casarse, trabajar para comprar auto y casa; tener hijos, y pagar su alimentación y colegio, con eso, se cumple y se es maduro responsable. Eso es una falacia del tamaño de las Torres Gemelas y lo que se construye, se puede derribar con la misma facilidad, como se derribaron las Torres Gemelas. Alimentar y mandar a los hijos a la universidad no garantiza su felicidad. Conozco jóvenes con excelencia académica, incapaces de superar frustraciones mínimas, o incapaces de sociabilizar con sus compañeros, o incapaces de controlar sus instintos. Jóvenes imprudentes, destemplados y cobardes en su actuar porque no disponen de la comprensión de los valores humanos. Jóvenes que no pueden controlar su apetito intergenital y lo disfuncionan con indecencias. Jóvenes incapaces de controlar su adición al reclamo, a la

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acusación o al rechazo, pero son jóvenes con excelencia académica. El actual significado del valor dista mucho de ser el adecuado.

La necesidad de un verdadero cambio

Estética es el dominio de los procesos de consecución de un bien máximo. Para eso, es necesario orientar y dirigir el arte en la persecución y conquista de lo admirable. Los ideales monárquicos tradicionales en Europa, liderados por la familia real y sus descendientes, ligados con los ideales religiosos imperantes y compartidos por el pueblo, al transformarse en impositivos o inoperantes para el bien común de su población, generaron el repudio de sus conciudadanos y dieron paso a las repúblicas contrarias al ideal religioso impositivo. Abriendo paso a una suerte de gobiernos del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Pero la corrupción o inoperancia de sus dirigentes, volvió a generar la desconfianza de sus dirigidos. El siglo XX es un siglo de eclecticismo directivo. En este siglo se perdió la confianza en el ideal común. El ideal socialista se derribó con el muro de Berlín, a pesar de la defensa de sus románticos seguidores, el socialismo no dispone de los argumentos necesarios para satisfacer al bien común. Por otro lado, el individualismo capitalista, se aprovechó de la libertad de un pueblo sin ideales, para vender cualquier cosa a precios groseramente elevados y eso, ha creado la sensación en la población de estar indefensos ante el poder del capital. Vivimos una situación compleja y altamente peligrosa. Los monopolios acaban con la repartición y distribución del trabajo. Y sin trabajo, la gente no puede sostenerse en sociedad. La sociedad necesita un enorme cambio. Cambio en la orientación de vida, cambio en la educación y crianza y cambio en la distribución del bien común.

Lo primero que debe la sociedad contemporánea es comprender el ideal humano originario. El ser humano, por naturaleza es libre, autónomo y responsable de cumplir con el deber de madurar en el afecto, en la justicia y en el respeto por las normas naturales de conectividad y dualidad, fundamentadas en el establecimiento de los valores absolutos de plenitud, justicia y bien común. Una vez orientados en el ideal de establecer un bien compartido en conectividad absoluta, se le debe criar hasta madurar en el dominio de

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las virtudes, las capacidades humanas, el celo y los instintos para poder establecer familias maduras en el afecto, confianza y respeto. El establecimiento de relaciones maduras, inter-familiares e intra- familiares, hará posible la coexistencia y continuidad social ordenada y satisfactoria para la humanidad entera. Ese cambio es necesario. Del establecimiento del bien común, se deriva la posibilidad de una sociedad estética, ética y moral.

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TEORIA DE LA ESTETICA MARTIN SORIA

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