Teologia Sistematica, Tomo II (Charles Hodge)

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    TEOLOGA SISTEMTICA

    VOLUME SEGUNDO

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    CHARLES HODGE, D.D.

    TEOLOGA SISTEMATICA

    EN DOS VOLUMENES

    VOLUMEN SEGUNDO

    TRADUCCIN E CONDENSACIN

    Santiago Escuain

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    NOTA: Los textos [entre corchetes] son palabras aadidas porel traductor para dar claridad bien aadiendo antecedentes inexistentesen el presente texto debido a la condensacin, bien por otras causas.Tambin ocasionalmente traducciones de trminos latinos o de otraslenguas que el autor da sin traducir.

    Excepto cuando se d mencin expresa de ello, las citas bblicashan sido tomadas de la versin Reina- Valera, Revisin 1977.

    Editorial CLIEGalvani 11308224 TERRASSA (Barcelona) Espaa

    E-mail: [email protected]: http://www.clie.es

    TEOLOGA SISTEMTICA - Vol. IIEdicin en rsticaCharles Hodge

    1991 por Editorial CLIE para esta edicin en castellano

    Ninguna parte de este libra puede serreproducida sin el permiso escrito de los editores,con la excepcin de breves citas.

    Depsito Legal: SE-2412-2003 (I)ISBN 84-8267-354-8Impresin: Publidisa

    Printed in Spain

    Clasifquese: 4 TEOLOGA: Teologa sistemticaC.T.C. 01-01-0004-01Referencia: 22.45.51

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    INDICE

    PARTE III

    CAPTULO I

    EL PLAN DE LA SALVACIN

    1. Dios tiene un plan as19La importancia de conocerlo.- Los medios para conocerlo

    2. Supralapsarianismo 223. Infralapsarianismo 25[4. Redencin hipottica] 27

    Objeciones a este esquema5. La doctrina Luterana respecto ai plan de Ia salvacin 276. La doctrina de los Remonstrantes 297. La doctrina Wesleyana 308. La doctrina Agustiniana 32

    Observaciones preliminares.- Enunciado de la doctrina.-Prueba de la doctrinaArgumento en base de los hechos de la Providencia.- En base de los datos de laEscrituraLa relacin de Dios con sus criaturas racionales.- El hombre, una raza cada.

    La obra del Espritu.- La eleccin lo es a la santidad.- La naturaleza gratuita de lasalvacin.- El argumento de Pablo en el captulo noveno de Romanos.- Argumentoen base de la experiencia

    9. Objeciones a la doctrina Agustiniana 49

    Se observa que las objeciones lo son en contra de la Providencia de Dios.- Sebasan en nuestra ignorancia.- Las mismas objeciones apremiadas en contra de lasenseanzas de los Apstoles .

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    TEOLOGIA SISTEMTICA

    CAPTULO II EL PACTO DE LA GRACIA

    1. El plan de la salvacin es un Pacto 552. Diferentes perspectivas de la naturaleza de este Pacto 56

    La postura Pelagiana.- La postura Remonstrante.- La postura Wesleyana Arminiana.-La postura Luterana.- La doctrina Agustiniana

    3. Las partes del Pacto 58Distincin entre el Pacto de Redencin y el Pacto de Gracia

    4. Pacto de Redencin 595. Pacto de Gracia 626. Identidad del Pacto bajo todas las Dispensaciones 65 . .

    La promesa de la vida eterna, dada antes de la venida de Cristo.-. Cristo el Redentor bajo

    todas las dispensaciones.- La fe es desde el principio la condicin para la salvacin7. Diferentes Dispensaciones 72Desde Adn hasta Abraham.- Desde Abraham hasta Moiss.- Desde Moiss hastaCristo.- La Dispensacin del Evangelio

    CAPTULO III

    LA PERSONA DE CRISTO

    1. Observaciones preliminares 772. Hechos escriturarios acerca de la Persona de Cristo 79 .

    l es verdaderamente Hombre.- El es verdaderamente DlOS.- El es una PersonaPrueba de la doctrina.- Prueba de los distintos puntos por separado.- En base de lasdescripciones incidentales de la Escritura.- En base de pasajes concretos de la Escritura.-El Evangelio de Juan 1:1-14.- 1 Juan 1:1-3 - Romanos 1:2-5.- 1 Timoteo 3:16.-Filipenses 2:6-11.- Hebreos 2:14

    3. La unin hiposttica

    5. Las dos naturalezas en Cristo.- El significado de la palabra Naturaleza.- Dos naturalezasunidas pero no confundidas.- Los atributos de una naturaleza no son transferidos a laotra.- La unin es una unin Personal

    4. Consecuencias de la Unin Hiposttica 89Comunin de atributos.- Los actos de Cristo.- El Hombre Cristo Jesus es el objeto de laadoracin.- Cristo pucde simpatizar con Su pueblo.- El Logos encarnado, la fuente de lavida.- La exaltacin de la naturaleza humana de Cristo.

    5. Doctrinas errneas en cuanto a la Persona de Cristo.- Los ebionitas.- Los gnsticos.- ladoctrina Apolinaria.- El Nestorianismo.- El Eutiquianismo.-

    La controversia Monotelita 946. La doctrina de las Iglesias Reformadas 102

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    NDICE 7

    7. Doctrina Luterana 102Diferentes posturas entre los Luteranos.- Observaciones acerca de la doctrina Luterana8. Formas posteriores de la doctrina 112

    Socinianismo.- Swedenborg.- EI doctor Isaac Watts.- Objeciones a la teoria del doctor Watts9. Formas modernas de la doctrina 114Cristologa pantesta.- Cristologa testa.- La doctrina de Ia Kenosis.- Ebrard GessObservadones acerca de la doctrina de la KenosisLa Cristologa de Schleiermacher.- Basada en principios pantestas. Involucra el rechazo dela doctrina de la Trinidad.- Su falsa antropologa. Pervierte el plan de la salvacin

    CAPTULO IV

    LA OBRA MEDIADORA DE CRISTO1. Cristo, el nico Mediador 1412. Calificaciones para la obra 1433. El triple oficio de Cristo 145

    CAPTULO V

    EL OFICIO PROFTICO

    1. Su naturaleza 1472. Cmo Cristo ejecuta el Oficio de Profeta 148

    CAPTULO VI

    EL OFICIO SACERDOTAL

    l. Cristo es verdaderamente un Sacerdote 1492. Cristo es nuestro nico Sacerdote 151

    3. Definiciones de los trminos153 Expiacin.- Satisfaccin.- Pena.- Vicario.- Culpa.- Redencin.Expiacin.- Propiciacin

    CAPTULO VII

    LA SATISFACCIN DE CRISTO

    l. Enunciado de la doctrina 1632. El sentido en que la Obra de Cristo fue una Satisfaccin 1643. La doctrina de los Escotistas y de los Remonstrantes 167

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    8 TEOLOGfA SISTEMTICA

    4. La Satisfaccin de Cristo lo fue a la justicia 1695. La obra de Cristo, una Satisfaccin a la Ley 1726. Prueba de la doctrina segn se acaba de exponer 173

    Argumento en base del Oficio Sacerdotal de Cristo.- En base del carcter sacrificial de Sumuerte.- Prueba del carcter expiatorio de los sacrificios por el pecado.- Argumento en basedel captulo cincuenta y tres de Isaas. Pasajes del Nuevo Testamento en los que se exponela Obra de Cristo como Sacrificio, Romanos 3:25; Hebreos 9: 10; 1 Juan 2:2; 1 Pedro 2:24.Argumento en base de la naturaleza de la redencin Redencin de la pena de la Ley.- De laLey misma.- Del poder del pecado.Del poder de Satans.- La final redencin de todo mal.-Argumento en base de las doctrinas relacionadas Argumento en base de la experienciareligiosa de los creyentes.7. Objeciones 190

    Objeciones filosficas.- Objeciones en base de los sentimientos.- Objeciones morales.-Objeciones apremiadas por los modernos telogos alemanes Respuesta a la teoria de estosescritoresObjeciones populares

    CAPTULO VIII

    POR QUINES MURI CRISTO?

    1. Estado de la cuestin 1972. Prueba de la doctrina Agustiniana 1991. En base de la naturaleza del Pacto de Redencin.- 2. Eleccin.- 3. La expresa declaracinde las Escrituras.- 4. En base del especial amor de Dios.- 5. En base de la unin del creyentecon Cristo.- 6. En base de la intercesin de Cristo.- La doctrina de la Iglesia abarca todas lasrealidades del caso Objeciones.- En base del ofrecimiento universal del Evangelio.- En basede ciertos pasajes de la Escritura

    CAPTIL O IX

    TEORAS DE LA EXPIACIN

    1. La postura ortodoxa 2112. La doctrina de algunos de los primeros Padres 2123. La teoria moral 214Objeciones a esta teoria4. La teoria gubemamental 216La teoria RemonstranteLos sobrenaturalistasObjeciones a la teoria gubernamental

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    NDICE 9

    5. La teoria mstica 219Los primeros msticos:- Msticos de la poca de la Reforma.- Osiander - Schwenkfeld.-Oetinger.- Las posturas modernas

    6. Observaciones finales 220

    CAPTULO X

    LA INTERCESIN DE CRISTO

    1. Cristo nuestro Intercesor 2232. La naturaleza de su intercesin 2243. Sus objetos 224

    4. La intercesin de los santos 225

    CAPTULO XI

    EL OFICIO REGIO DE CRISTO

    1. La Iglesia, el Reino de Dios 2272. Cristo, verdaderamente Rey 2283. Naturaleza del Reino de Cristo 229Su dominio sobre el universo.- Su reino espiritual.- Su reino visible. Naturleza de este reino4. El reino de la gloria 236

    CAPTULO XII

    LA HUMILLACIN DE CRISTO

    1. Incluye su Encarnacin 2372. Que fuera hecho bajo la Ley 2393. Sus padecimientos y muerte 241

    4. Que soportara la Ira de Dios 2415. Su muerte y sepultura 242El Dessensus ad Inferos. Las doctrinas Luterana y moderna de la Humillacin de Cristo

    CAPTULO XIII

    LA EXALTACIN DE CRISTO

    1. Su Resurreccin 2452. Su Ascensin 2483. Su sesin a la Diestra de Dios 2514. La venida de Cristo a juzgar el mundo 251

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    10 TEOLOGA SISTEMTICA

    CAPTULO XIV

    LA VOCACIN

    1. Uso escriturario del trmino 2532. El llamamiento externo 2553. La gracia comn 262La doctrina Luterana.- La doctrina racionalista.Prueba del Llamamiento Interno del Espritu como distinto a la VerdadEsta influencia puede ser sin la Palabra.- La Obra del Espritu, distinta de la EficienciaProvidencialUna influencia del Espritu comn a todos los hombres.- Los efectos de la Gracia Comn.

    4. La gracia eficaz 272.Por qu eficaz.- No simplemente ab eventu.- No por su congruenciaLa doctrina Agustiniana Enunciado de la doctrina.- El principal punto involucradoEs el poder omnipotente de Dios.- Por ello 1. Es misteriosa y peculiar. 2. Es distinta de lagracia comn. 3. Es distinta de la conviccin moral. 4. Acta de forma inmediata. En quesentido es fsica. 5. Es irresistible. 6. El alma es pasiva en la Regeneracin. 7. LaRegeneracin es instantnea. 8. Es un acto de gracia soberana5. Prueba de la doctrina 2811. El consentimiento comn. 2. La analoga. 3. Efesios 3:17, 19.~. Las enseanzas generalesde la Escritura. 5. La naturaleza de la Regeneracln. 6. Argumento en base de doctrinasrelacionadas. 7. En base de la experiencia6. Objeciones 2927. Historia de la doctrina de la Gracia 293La doctrina de la Iglesia Primitiva.- La doctrina Pelagiana. Semi-pelagiana.- El perodoEscolstico.- La controversia Sinergista. Controversias en la Iglesia Reformada.-Universalismo.- Hipottico.-Sobrenaturalismo y Racionalismo

    CAPTULO XV

    REGENERACIN

    1. Uso de la palabra Regeneracin 2952. Naturaleza de la Regeneracin 296.No es un cambio en la sustancia del alma.- No es un acto del alma.- Doctrina del doctorEmmon.- Doctrina del profesor Finney.- Postura del doctor Nathaniel Taylor.- No es uncambio en ninguna facultad.- No es meramente iluminacin.- No es un cambio exclusivo delos ms elevados poderes del alma.- Posturas especulativas modernas.- Doctrina de Ebrard.-Doctrina de Delitzsch3. La doctrina evanglica 297Exposicin de la doctrina

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    NDICE 11

    Un acto de poder divinoNo es un acto en el sentido subjetivo del trminoEs un nuevo principio de vida.- Un nuevo nacimiento.- Un nuevo corazn.- Toda el alma es

    sujeto de ello4. Objeciones a la doctrina evanglica 301

    CAPTULO XVI

    LA FE

    l. Observaciones preliminares 3052. La naturaleza psicolgica de la fe 306 .

    La idea primaria de la fe es confianza.- Sentido ms restringido de la palabra Definicionesde la fe basadas en su naturaleza subjetiva,- Primero, un grado de conviccin menor que elconocimiento, pero ms fuerte que la opininSegundo, una conviccin determinada por la voluntadDefiniciones de fe basada en los objetos de la fe.- La conviccin de las cosas que no se venDefiniciones basadas sobre la clase de evidencia en la que reposa la conviccin,-Primero, una conviccin basada en el sentimientoSegundo, una conviccin basada en el testimonio3. Diferentes clases de fe 3114. Relacin de fe con el conocimiento 3155. Relacin de la fe con los sentimientos 3206. Relacin de la fe con el amor 3217. El objeto de la fe salvadora 3218. Efectos de la fe 323SeguridadCertidumbre de la salvacin

    CAPTULO XVII

    JUSTIFICACIN

    1. Enunciado simblico de la doctrina 3312. La justificacin, un acto legal 333Prueba de la doctrinaLa doctrina de Calvino3. Las obras no son la base de la justificacin 346La doctrina de Roma.- La doctrina Remonstrante.- La doctrina Protestante4. La justicia de Cristo es la base de la justificacin 3515. La imputacin de justicia 3546. La prueba de la doctrina de la Imputacin 3557. Consecuencias de la imputacin de la justicia de Cristo 3658. Relacin de la fe con la justificacin 366

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    12 TEOLOGiA SISTEMTICA

    [9. Objeciones a la doctrina protestante de la justificacin] 371[10. Alejamientos de la doctrina Protestante] 371Osiander.- Stancarus.- Piscator.- Doctrina Arminiana

    [ 11. Posturas modernas acerca de la justificacin] 371 .Teorias racionalistas.- Teorias filosficas.- Telogos especulativos

    CAPTULO XVllI

    SANTIFICACIN

    1. Su naturaleza 373

    Sobrenatural2. En qu consiste 3793. Su mtodo, 3854. Sus frutos 389 Naturaleza de las buenas obras.- La doctrina de Roma.- Obras deSupererogacin.- Preceptos y consejos5. La necesidad de las buenas obras 394 Antinomianismo6. La relacin de las buenas obras con la recompensa 3967. Perfeccionismo 396[8. Teorias del perfeccionismo] 398[pelagiana.- Romanista.- Arminiana.- Oberlin]

    CAPTULO XIX

    LA LEY

    1. Observaciones preliminares 399El tesmo, el fundamento de la ley moral.- La libertad cristiana.- El uso escriturario de lapalabra Ley.- Diferentes clases de leyes.- La perfeccin de la Ley.- El Declogo.- Normas

    de interpretacin2. Divisin del contenido del Declogo 4073. El prefacio a los Diez Mandamientos 4104. El Primer mandamiento 4115. La invocacin de los santos 413Mariolatra6. El segundo mandamiento 421 , Prohibicin del culto a las imgenes.- Doctrina y uso dela iglesia de Roma Reliquias7. El tercer mandamiento 431Sentido del mandamiento.- Juramentos.- Doctrina Romanista.- Votos.- Votos monsticos8. El cuarto mandamiento 438Su designio.- Origen y obligacin perpetua del SabbathCmo debe ser santificado Leyes dominicales

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    NDICE 13

    9. El quinto mandamiento 440Relacin filial.- Deberes paterno .- La obediencia debida a los magistrados civilesObediencia a la Iglesia

    10. El sexto mandamiento.- Su Designio 446La pena capital Autodefensa.- Guerra.- Suicidio.- Duelos 11. El sptimo mandamiento 452El celibato.- El matrimonio, institucin divinaComo institucin civilLa monogamia Polgamos convertidosEl divorcioLa doctrina de la Iglesia de Roma.- En qu sentido el matrimonio es un sacramentoLas leyes de los pases Protestantes

    El mal social Matrimonios prohibidos 12. El octavo mandamiento 479El fundamento del derecho a la propiedad.- Comunidad de bienes.- Comunismo ysocialismo.- Sociedad intemacional.- Violaciones del Octavo Mandamiento13. El noveno mandamiento 485La importancia de la verdad.- Detraccin.- Falsedad.- Reserva mental. Fraudes piadosos.-Falsos milagros14. El dcimo mandamiento 493

    CAPTULO XX

    LOS MEDIOS DE LA GRACIA

    1. La Palabra de Dios 497El oficio de la Palabra como medio de gracia.- Doctrina luterana2. Los sacramentos 504Su naturaleza.- Uso de la palabra.- Definicin teolgica.- Doctrina Luterana.- DoctrinaRomanista.- Doctrina Remonstrante3. Nmero de los sacramentos 505

    4. Eficacia de los sacramentos 507Doctrina Zuingliana y Remonstrante.- Doctrina Reformada.- Doctrina Luterana.- DoctrinaRomanista.- La doctrina Ex Opere Operato5. La necesidad de los sacramentos 5086. La validez de los sacramentos 5127. El bautismo 513Su modo.- Uso de la palabra8. La frmula del bautismo 5259. Los sujetos deI bautismo.- Cualificaciones para el bautismo de adultos 526 10. Bautismo de prvulos 52911. Cuyos ninos tienen derecho al bautismo? 535 12. La eficacia del bautismo 543

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    14 TEOLOGIA SISTEMTICA

    [13. La doctrina luterana del bautismo] 553[14. Doctrina de la Iglesia de Roma] 553 15. La cena del Seor 553

    16. Doctrina de las Iglesias Reformadas 558Postura Zuingliana.- La doctrina de Calvino.- La forma de declaracin en que concuerdanZuinglianos y CalvinistasEl sentido en que est presente Cristo en el Sacramento ManducacinQu se recibe en la Cena del SeorLa eficacia de la Cena del Seor[17. Posturas modernas acerca de este Sacramento] 560[18. La doctrina Luterana] 560[19. Doctrina de la IgIesia de Roma 560

    La transubstanciacin.- La negacin de la copa a los laicosLa Cena del Seor como sacrificio]20. Oracin 560 . El objeto de la oracin Requisitos para una oracin aceptableDiferentes clases de oracinOracin pblicaEl poder de la oracin

    PARTE IV

    ESCATOLOGA

    CAPTULO I

    ESTADO DEL ALMA DESPUS DE LA MUERTE

    1. Doctrina protestante 571

    La doctrina del Antiguo Testamento acerca del Estado FuturoEl Estado Intermedio2. El sueo del alma 585[3. La doctrina patrstica acerca del Estado Intermedio] 5874. La doctrina de la IgIesia de Roma 587Purgatorio

    CAPTULO II

    LA RESURRECCIN

    1. La doctrina escrituraria 6112. Historia de Ia doctrina 619

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    NDICE 15

    CAPTULO III

    LA SEGUNDA VENIDA

    1. Observaciones preliminares 6212. La doctrina de la Iglesia 6213. La venida personal de Cristo 6224. El llamamiento de los gentiles 6275. La conversin de los judos 6276. El Anticristo 629

    CAPTULO IV

    CONCOMITANTES DE LA SEGUNDA VENIDA

    1. La restirreccin general 6332. El juicio final 6353. El fin del mundo 6394. El reino de los cielos 640[5. La teoria del advenimiento premilenial] 6436. El castigo futuro 643

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    TEOLOGIA SISTEMATICA

    PARTE IIISOTERIOLOGA

    PARTE IVESCATOLOGIA

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    PARTE IIISOTERIOLOGIA

    BAJO este encabezamiento se incluyen el propsito y plan de Dios en relacin con

    la salvacin de los hombres; la persona y la obra del Redentor; y la aplicacin deesta obra por el Espritu Santo para la salvacin real del pueblo de Dios.

    CAPTULO I

    EL PLAN DE LA SALVACIN

    1.Dios tiene este plan.

    LAS Escrituras hablan de una Economa de Redencin; el plan o propsito de Diosen relacin con la salvacin de los hombres. Lo llaman, en referencia con su plenarevelacin en la poca del advenimiento, la oikonomia tou plromatos tn kairn,La economa de la plenitud de los tiempos. Se declara que es el plan de Dios enrelacin con Su accin de reunir en un solo cuerpo armnico a todos los objetos dela redencin, sea en el cielo o en la tierra, en Cristo (Ef 1: 10). Tambin recibe elnombre de oikonomia tou mustrion, el misterioso propsito o plan que haba sidoescondido durante las edades en Dios, y cuya revelacin fue el gran designio delEvangelio, y que tena como intencin dar a conocer a los principados y a las

    potestades, por medio de la Iglesia, la multiforme sabidura de Dios (Ef 3:9).Un plan presupone: (1) La seleccin de algn fin u objeto concreto a llevar a

    cabo. (2) La eleccin de los medios apropiados. (3) Al menos en el caso de Dios, laaplicacin efectiva de estos medios para alcnzar el fin propuesto.

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    20 PARTE III - SOTERIOLOGA

    Por cuanto Dios est obrando,en, base de un plan concreto en el mundoexterno, es justo inferir que lo mismo sucede con referencia al mundo moral y

    espiritual. Para la mirada de un hombre sin instruccin, los cielos son un caos deestrellas. El astrnomo ve orden y sistema en esta confusin; todas aquellasresplandecientes y distantes lumbreras tienen sus lugares designados y rbitasfijadas; estn todos ellos dispuestos de modo que ninguna interfiere con la otra,sino que cada una va dirigida conforme a una concepcin amplia y majestuosa. Lasinnumerables formas de vida vegetal no son una masa en confusin, sino que parala mirada de la ciencia se disponen en una regularidad de clases, rdenes, gneros yespecies, exhibiendo una unidad de diseo que impregna el todo. El zologo ve enlos cientos de miles de animales que moran en nuestro globo cuatro y slo cuatro

    formas tpicas primordiales, de las que todas las otras son su desarrollo en un ordenascendente, nunca pasando el uno al otro, sino todos ellos presentando un gransistema inclusivo desarrollado en todos sus detalles. A la cabeza de estasinnumerables formas devida animal se levanta el hombre, dotado de capacidadesque le elevan por encima de la clase de meros animales, llevndole a la comunincon los ngeles y con el mismo Dios. Por cuanto en estos departamentos inferioresde Sus obras Dios acta en base de un plan preconcebido, no se debe suponer queen las esferas ms elevadas de Sus operaciones, que tocan al destino del hombre,

    todo sea dejado al acaso, permitindose que tome su curso no dirigido para llegar aun fin indeterminado. En conformidad con ello encontramos que la Escrituraafirma de manera expresa en referencia a las dispensaciones de la gracia no sloque Dios ve el fin desde el principio, sino que l obra todas las cosas segn elconsejo de Su voluntad, o, en base de su propsito eterno.

    La importancia del conocimiento de este Plan.Si existe tal plan tocante a la redencin del hombre, es evidentemente de la

    mayor importancia que sea conocido y comprendido correctamente. Si al

    contemplar una complicada mquina desconocemos el fin para el que ha sidodiseada, o la relacin de sus distintas partes, seremos incapaces de comprenderlao de aplicarla con utilidad. De manera semejante, si ignoramos el gran fin a que sedirige el plan de la redencin, o las relaciones de las diferentes partes del plan, o sitenemos una falsa concepcin del fin y de aquella relacin, todas nuestras ideassern confusas y errneas. Seremos incapaces bien de exhibirlo a otros o deaplicmoslo a nosotros mismos. Si el fin de la redencin as como el de la creaciny de la providencia es la produccin de la mayor cantidad de felicidad, entonces el

    cristianismo ser una cosa; si su fin es la gloria de Dios, entonces el cristianismoser otra cosa. Todo el carcter de nuestra teologa y religin depende de larespuesta

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    CAPTULO IEL PLAN DE SALVACIN21

    a esta pregunta. De manera semejante, si el designio especial e inmediato de laredencin es asegurar la salvacin del pueblo de Dios, entonces sigue todo el

    sistema Agustiniano por una necesidad lgica; si su designio es simplemente hacerposible la salvacin de todos los hombres, se deber recibir el sistema opuestocomo verdadero. El orden de los decretos divinos o, en otras palabras, la relacinque sostienen mutuamente las varias partes del plan divino, est entonces muylejos de ser una cuestin de especulaciones ociosas. Tiene que determinar nuestrateologia, y nuestra teologa es determinante de nuestra religin.

    Cmo se puede conocer el plan de Dios.Si hay un esquema as preconcebido relacionado con la salvacin de los

    hombres, y si es por ello importante la apropiada comprensin de este esquema, lasiguiente pregunta es: cmo puede determinarse? La primera respuesta a estapregunta es que en cada sistema de hechos mutuamente relacionados, la relacin serevela en la naturaleza de los hechos. El astrnomo, el gelogo y el zologo prontodescubren que los hechos de sus varias ciencias sostienen una cierta relacin entresi, y que no admiten otra distinta. Si no se admite la relacin, se niegan odistorsionan los hechos mismos. La nica fuente de error est bien en unainduccin incompleta de los hechos, bien en dejar de permitirles su debida

    importancia relativa. Un sistema de astronoma ha dejado el paso a otro, sloporque los anteriores astrnomos no estaban familiarizados con unos hechos quedescubrieron sus sucesores. Esta ciencia ha llegado por fin a un estado quedemanda el asentimiento de todas las mentes competentes, y que no puede a partirde ahora ser modificada de manera radical. Lo mismo, hasta cierto punto, es ciertoen todos los departamentos de las ciencias naturales. Y no puede ser menos ciertoen teologia. Lo que son los hechos de la naturaleza para el naturalista lo son loshechos de la Biblia y de nuestra consciencia moral y religiosa para el telogo. Si,por ejemplo, la Biblia y la experiencia ensean la total incapacidad de los hombres

    cados para nada espiritualmente bueno, este hecho rehsa de manera tenazarmonizar con cualquier sistema que niegue la gracia eficaz o la eleccin soberana.Y as sucede con todos los grandes hechos escriturarios. Se disponen a s mismosen un cierto orden mediante una ley interna, con la misma certidumbre y de maneratan clara como las partculas de materia en el proceso de la cristalizacin, o en launidad orgnica del cuerpo de un animal. Es cierto aqu como en la ciencia naturalque es slo mediante una induccin imperfecta de los hechos, o mediante sunegacin o perversin, que se puede dudar o que pueda haber diversidad de

    opiniones acerca de su posicin relativa en el esquema de la salvacin. Peroadems tenemos en teologa una gua que el hombre de

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    22 PARTE III - SOTERIOLOGA

    ciencia no posee. Tenemos en las Escrituras no slo la revelacin del magnodesignio de Dios en todas Sus obras de creacin, de providencia y de redencin,

    que es declarado como Su propia gloria, sino que tenemos declarada de maneraexpresa, en muchos casos, la relacin que tiene cada parte de este esquema conotras partes. As, por ejemplo, se dice que Cristo muri para salvar a Su pueblo desus pecados. Somos escogidos para santidad. Por ello, la eleccin precede a lasantificacin. Somos escogidos para ser santificados, y no porque seamos santos.Estas revelaciones acerca de la relacin de las partes subordinadas del esquema dela redencin determinan de manera necesaria la naturaleza del plan ntegro. Estoquedar claro por lo que sigue.

    As como las personas difieren en su entendimiento de los hechos de la

    Escritura, y as como algunos son ms cuidadosos que otros para reunir todos loshechos que deben ser considerados, o ms fieles en someterse a la autoridad de losmismos, as difieren en sus perspectivas del plan que Dios ha dispuesto para lasalvacin de los hombres. Las posiciones ms importantes que se han adoptadoacerca de esta cuestin son:

    2. El Supralapsarianismo.Primero, el esquema supralapsario. Segn esta posicin, Dios, para manifestar

    su gracia y justicia, seleccion de entre los hombres creables (esto es, de entre loshombres a crear) a un cierto nmero como vasos de misericordia, y a ciertos otroscomo vasos de ira. En el orden del pensamiento, la eleccin y la reprobacinpreceden al propsito de crear y de permitir la cada. La creacin tiene como fin laredencin. Dios crea a unos para ser salvos, y a otros para ser perdidos.

    Este esquema recibe el nombre de supralapsario porque supone que los hombrecomo no cados, o antes de la cada, son objetos de eleccin para vida eterna y depredestinacin a la muerte eterna. Esta postura fue introducida entre una ciertaclase de Agustinianos incluso antes de la Reforma, pero no ha sido generalmente

    recibida. El mismo Agustn, y tras l la mayora de los que adoptan su sistemadoctrinal, fueron, y siguen siendo, infralapsarios. Esto es, mantienen ellos que esde la masa de hombres cados que algunos fueron escogidos para vida eterna, yalgunos, para justo castigo de sus pecados, predestinados a la muerte eterna. Lapostura del mismo Calvino en cuanto a este extremo ha sido discutida. Por cuantono era en su tiempo un punto especial de debate, se pueden citar de sus escritosciertos pasajes que sustentan la postura supralapsaria, y otros pasajes que favorecenla postura infralapsaria. En el Consensus Genevensis, escrito por l, hay una

    afirmacin explcita de la doctrina infralapsaria....En la Formula Consensus Helvetica, redactada como el testimonio de

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    CAPTULO I - EL PLAN DE SALVACIN23

    las iglesias suizas en 1675, y cuyos principales autores fueron Heidegger yTurretin, hay un repudio formal de la postura supralapsaria. En el Snodo de Don,

    que incluy a delegados de todas las iglesias Reformadas en el Continente y en laGran Bretaa, una gran mayora de sus miembros eran infralapsarios, siendoGomarus y Vretius los principales proponentes de la postura opuesta. Los cnonesde aquel Snodo, aunque evitando toda declaracin extrema, fueron redactados detal manera que se diera una autoridad simblica a la doctrina infralapsaria. ... Lamisma observacin se aplica a la Asamblea de Westminster. Twiss, el Prolocutorde aquella venerable corporacin, era un celoso supralapsario; pero la gran mayorade sus miembros militaban en el campo opuesto. Los Smbolos de aquellaAsamblea, aunque implican claramente la postura infralapsaria, fueron sin

    embargo redactados de tal manera que evitaran constituir una ofensa para los queabrazaban la teora supralapsaria. En la Confesin de Westminster l se dice queDios design a los elegidos para vida eterna, y que [en cuanto a] el resto de lahumanidad, le plugo a Dios, conforme al inescrutable consejo de Su propiavoluntad, mediante el que l extiende o retiene la misericordia como quiere, parala gloria de su poder soberano sobre sus criaturas, pasarlos por alto, y destinarlos adeshonra e ira por sus pecados, para alabanza de Su gloriosa justicia. Aqu se nosensea que aquellos que Dios pasa por alto son el resto de la humanidad; no el

    resto de hombres ideales o posibles, sino el resto de aquellos seres humanos queconstituyen la humanidad, o la raza humana. En segundo lugar, el pasaje citadoensea que los no elegidos son pasados por alto y ordenados a ira por suspecados. Esto implica que fueron contemplados como pecaminosos antes de estapredestinacin a juicio. La postura infralapsaria sigue siendo ms evidentementesupuesta en las respuestas a las preguntas 19 y 20 en el Catecismo Breve. Seensea en l que toda la humanidad perdi por la cada la comunin con Dios, yque estn bajo su ira y maldicin, y que Dios, por su mero beneplcito, escogi aalgunos ,(a algunos de aquellos que estaban bajo su ira y maldicin) para vida

    eterna. Esta ha sido la doctrina de la gran mayora de los Agustinianos desde eltiempo de Agustn hasta el presente.

    Objeciones al Supralapsarianismo.Las objeciones ms evidentes a la teora supralapsaria son: (1) Que parece

    involucrar una contradiccin. De un Non Ens, como dice Turrettin, no se puededeterminar nada. El propsito de salvar o de condenar tiene que seguir de maneranecesaria, en el orden del pensamiento, al propsito de crear. Lo ltimo queda

    presupuesto en lo primero. (2) Es un principio Escritural

    1. Cap. m, 6,7.

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    24 PART'E III - SOTERIOLOGA

    claramente revelado que donde no hay pecado no hay condenacin. Por ello, nopuede haber predestinacin a muerte que no contemple a su objeto como ya

    pecaminoso. (3) Parece llano en base de todo el argumento del Apstol en Ro 9:9-21 que la multitud de la que algunos son escogidos y otros son dejados es lamasa de hombres cados. El designio del escritor sagrago es el de vindicar lasoberana de Dios en la dispensacin de Su gracia. El tiene misericordia de unos yno de otros, en conformidad a Su beneplcito, por cuanto todos son igualmenteindignos y culpables. La vindicacin es expuesta no slo por la relacin de Dioscon Sus criaturas como Creador de ellas, sino por Su relacin con ellas como unsoberano cuya ley ellas han violado. Esta descripcin impregna todas lasEscrituras. De los creyentes se afirma que son escogidos del mundo, esto es: de

    la masa de los hombres cados. Y en todas partes, como en Ro 1 :24, 26, 28, sedeclara la reprobacin como judicial, basada en la pecaminosidad de sus objetos.De otra manera no podra ser una manifestacin de la justicia de Dios. (4) Lacreacin nunca es expuest en la Biblia como un medio para la ejecucin delpropsito de la eleccin y de la reprobacin. Esto, como se ha observado con

    justicia, no puede ser as. Los objetos de la eleccin son individuos concretos,como se admite en esta controversia. Pero lo nico que distingue entre meroshombres posibles o creables e individuos concretos, que con certeza seran

    creados y salvados o perdidos, es el propsito divino de que sern creados. Demanera que el propsito de crear necesariamente precede, en el orden de lanaturaleza, al propsito de redimir. Por ello en Ro 8:29, 30 se declara que

    prognsis precede a proorismos. A los que de antemano conoci, tambin lospredestin. Pero el conocimiento anticipado implica la existencia cierta de susobjetos; y la certidumbre de la existencia presupone por parte de Dios el propsitode crear. Nada es o debe ser sino en virtud del decreto de Aquel que ordenapreviamente lo que ha de suceder. Toda futurizacin, por ello, depende de la previaordenacin; y el conocimiento anticipado presupone futurizacin. Tenemos por

    tanto la autoridad del Apstol para decir que el conocimiento anticipado, basado enel propsito de crear, precede a la predestinacin. Y, por tanto, la creacin no es unmedia para ejecutar el propsito de la predestinacin, porque el fin tiene quepreceder a los medios; y, segn Pablo, el propsito de crear precede al propsito deredimir, y por ello no puede ser un medio para tal fin. Nuestro Seor, se nos dice,fue entregado a la muerte por el determinado designio y previo conocimiento deDios. Pero Su muerte, de manera necesaria, supona Su encarnacin, y por ello, enel orden del pensamiento, o en el plan de Dios, el propsito de prepararle cuerpo

    precedi al propsito de entregarlo a la muerte de la cruz. El nico pasaje de laBiblia que parece ensear de manera explcita que la creacin es un medio para laejecucin del propsito de la predestinacin es

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    CAPTULO IEL PLAN DE SALVACIN25

    Ef 3:9, 10. AlI, segn algunos, se dice que Dios cre todas las cosas afin de que(hina) su multiforme sabidura fuera dada a conocer por medio de la Iglesia. Si sta

    es Ia relacin entre las varias clusulas de estos versculos, el Apstol s enseaque el universo fue creado a fin de que por medio de hombres redimidos (laIglesia) fuera revelada la gloria de Dios a todas las criaturas racionales. En estesentido y en este caso se declara de la creacin que es un medio para la redencin;y por ello el propsito de redimir tiene que preceder al propsito de crear. Sinembargo, no es sta la conexin lgica de las clusulas en este pasaje. Pablo nodice que Dios cre todas las cosas afin de que. No est refirindose al designio dela creacin, sino al designio del evangelio y de su propia vocacin al apostolado. Am, dice l, me ha sido dada esta gracia de que yo predique entre los gentiles las

    inescrutables riquezas de Cristo, e iluminar a todos los hombres en el conocimientodel misterio (de la redencin) a fin de que por medio de la Iglesia sea dada aconocer la multiforme sabidura de Dios. sta es la conexin natural de este pasaje,y sta es la intetpretacin adoptada por los modernos comentaristas, conindependencia total de la relacin que tenga el pasaje con la controversiasupralapsaria. (5) Una adicional objecin al sistema supralapsario es que no esconsecuente con la exhibicin Escrituraria del carcter de Dios. Es declarado comoDios de misericordia y de justicia. Pero no es compatible con estos atributos

    divinos que los hombres sean predestinados a la desgracia y a la muerte eternacomo inocentes, esto es, antes que hubieran apostatado de Dios. Si son dejados delado y predestinados a la muerte por sus pecados, ello debe deberse a que en lapredestinacin se les considera como criaturas culpables y cadas.

    3.Infralapsarianismo.Segn la doctrina infralapsaria, Dios, con el designio de revelar Su propia

    gloria, esto es, las perfecciones de Su propia naturaleza, decidi crear el mundo; ensegundo lugar, permitir la Cada del hombre; en tercero, elegir de entre la masa de

    hombres cados una multitud que ningn hombre podra contar como vasos demisericordia; cuarto, enviar a Su Hijo para la redencin de los mismos; y quinto,dejar al resto de la humanidad, como haba dejado a los ngeles cados, para quesufrieran el justo castigo por sus pecados.

    Los argumentos en favor de este punto de vista acerca del plan divino ya hansido presentados en forma de objeciones a la teora supralapsaria. Sin embargo, sepuede tambin observar adicionalmente:

    1. Que esta teora es coherente y armnica. Por cuanto todos los decretos de

    Dios constituyen un propsito inclusivo, no se puede admitir ninguna postura de larelacin de los detalles que abarca este propsito que no se

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    26 PARTE III - SOTERIOLOGA

    puedan reducir a una unidad. En todo gran mecanismo, sea cual sea la cantidad ocomplejidad de las partes que lo constituyen, tiene que existir unidad de designio.

    Cada parte tiene una relacin determinada con cada otra parte, y es necesaria lapercepcin de esta relacin para una comprensin adecuada del todo. Asimismo;como los decretos de Dios son eternos e inrnutables, ninguna postura acerca de Suplan de accin que suponga que primero l se propone una cosa y luego otra puedeser coherente con la naturaleza de los mismos. Y como Dios es absolutamentesoberano e independiente, todos Sus propsitos han de ser determinados desdedentro, o conforme al consejo de Su misma voluntad. No se puede suponer quesean contingentes o suspendidos en base de la accin de Sus criaturas, ni en basede nada externo a El mismo. El esquema infralapsario, tal como lo mantienen la

    mayora de Agustinianos, cumple todas estas condiciones. Todos los particularesconstituyen un todo inclusivo. Todos siguen un orden que no supone cambioalguno de propsito. Todos dependen de la voluntad infinitamente sabia, santa y

    justa de Dios. Es para este fin que l crea el mundo, que permite la Cada; de entretodos los hombres l elige a algunos para vida eterna, y deja al esto para la justaretribucin que merecen sus pecados. A los que l elige los llama, justifica yglorifica. sta es la cadena de oro cuyos eslabones no pueden ser separados nitraspuestos. Esta es la forma en que el esquema de la redencin aparecia en la

    mente del Apstol tal como nos lo ensea en Ro 8:29, 30.

    Diferentes significados que se asignan a la palabra predestinacin.2. La palabra predestinacin es ambigua. Se puede emplear primero en el

    sentido general de preordenacin. En este sentido tiene una idntica referencia atodos los acontecimientos; porque Dios ordena anticipadamente todo lo quesucede. Segundo, puede referirse al propsito general de la redencin sin referenciaespecfica a individuos concretos. Dios predetermin revelar Sus atributos en laredencin de los pecadores, como predetermin crearlos cielos y la tierra para

    manifestar Su poder, sabidura y benevolencia. En tercer lugar, se emplea enteologa de manera general para expresar el propsito de Dios en relacin con lasalvacin de las personas individuales. Incluye la seleccin de una porcin de laraza para salvacin, dejando al resto a que mueran en sus pecados. Es empleada eneste sentido por los supralapsarios, que ensean que Dios seleccion a un ciertonmero de personas individuales para que fueran creadas para salvacin, y otronmero para ser creadas como vasos de ira. Es de esta manera que subordinan lacreacin a la predestinacin como un medio para un fin. Es a esto que los

    infralapsarios objetan como algo inconcebible, repugnante a la naturaleza de Dios,y antiescriturario. Pero si se toma la palabra

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    CAPTULO I - ELPLAN DE SALVACIN27

    predestinacin en el segundo de los sentidos que se menciona arriba, se puedeadmitir que en orden de pensamiento precede el propsito de crear. Esta postura es

    perfectamente consecuente con la doctrina que hace del hombre creado y cado elobjeto de la predestinacin en el tercer y comunmente recibido sentido de lapalabra. El Apstol ensea en Col 1: 16 que todas las cosas, visibles e invisibles,fueron creadas por y para Aquel que es la imagen del Dios invisible, que es antesde todas Ias cosas, por quien todas las cosas consisten, y que es la cabeza delcuerpo, la Iglesia. El propsito de la creacin, as, no es meramente la gloria deDios, sino la manifestacin de esta gloria en la persona y la obra de Cristo. Ascomo l es el Alfa, tambin es la Omega; el principio y el fin. Teniendo este granobjetivo a la vista, la revelacin de S mismo en la persona de Su Hijo, se propuso

    crear, permitir la Cada, elegir algunos para que fueran objetos de Su gracia, ydejar a otros en su pecado. Esta postura parece concordar con las descripciones delas Escrituras, y evita las dificultades relacionadas con la doctrina supralapsariaestricta. Se debe tener presente que el propsito de estas especulaciones no esinmiscuirse en el funcionamiento de la mente divina, sino simplemente dilucidar yexponer la relacin que tienen entre s las varias verdades reveladas en la Escrituraacerca del plan de la redencin.

    [4. Redencin hipottica.]

    5.La doctrina luterana en cuanto al plan de la salvacin.No es fcil exponer la doctrina luterana a este respecto, porque se da de una

    manera en los primeros libros simblicos de esta iglesia, y de una manera algodiferente en la Frmula de Concordia y en los escritos de telogos luteranosnormativos. El mismo Lutero enseo la doctrina Agustiniana estricta, comotambin Melancton en la primera edicin de su obra Loci Communes. Enposteriores ediciones de aquella obra, Melancton ensea que los hombres cooperan

    con la gracia de Dios en la conversin, y que la razn de que un hombre searegenerado y otro no lo sea llene que encontrarse en esta cooperacin. Esto dioorigen a la prolongada y enardecida controversia sinergista, que por largo tiempoperturb seriamente lu paz de la Iglesia Luterana. Esta controversia qued por untiempo solucionada de manera autoritativa mediante la Frmula de Concordia,que fue adoptada y establecida por los Luteranos como norma de ortodoxia. Eneste documento se rechazaron tanto la doctrina de la cooperacin como la de lapredestinacin absoluta. Se enseaba all la total incapacidad del hombre para nada

    espiritualmente bueno, y se negaba por ello que se pudiera ni prepararse para laregeneracin ni cooperar con la gracia de Dios en esta obra. Atribuye laregeneracin del pecador de manera exclusiva a la accin

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    28 PARTE III - SOTERIOLOGA

    sobrenatural del Espritu Santo. Es la obra de Dios, y no es en sentido alguno ni enningn grado la obra del hombre. Pero ensea que la gracia de Dios puede ser

    resistida eficazmente, y que la razn por la que no todos los que oyen el Evangelioson salvos es porque algunos resisten la influencia que se les aplica, y otros no.As, en tanto que la regeneracin es exclusivamente la obra del Espritu, el fracasoen cuanto a la salvacin debe ser atribuido a la resistencia voluntaria contra lagracia ofrecida. Por cuanto este sistema era ilgico y contrario a las clarasdeclaraciones de las Escrituras, no pudo mantenerse mucho tiempo. La noresistencia a la gracia de Dios, el darse pasivamente a su influencia, es algo bueno.Es algo por lo que una clase se distingue de manera favorable con respecto a otra, ypor ello la razn por la que ellos, y no otros, son salvos, debe ser atribuida a ellos

    mismos y no a Dios, que da la misma gracia a todos. Por ello, los telogosluteranos posteriores han abandonado el terreno de la Frmula de Concordia, yensean que los objetos de la eleccin son aquellos que Dios previ que creeran yque perseveraran en la fe hasta el fin.

    Segn este esquema, Dios, (1) En base de la general benevolencia o amor a laraza cada de los hombres, quiere la salvacin de los mismos con una intencin ypropsito sinceros. ... (2) Para poner en accin este propsito general debenevolencia y misericordia de manera indiscriminada para con todos los hombres,

    Dios determin enviar a Su Hijo para que hiciera una plena satisfaccin por suspecados. (3) A esto sigue (en el orden del pensamiento) el propsito de dar a todoslos hombres los medios de la salvacin y la capacidad de servirse de lamisericordia ofrecida. ... (4) Adems de esta voluntas generalis (en cuanto arelacionada con todos los hombres) y antecedens, como yendo antes de cualquieraccin contemplada de los hombres, hay una voluntas specialis, relacionada conciertas personas individuales, y consequens, como siguiendo la previsin de lasacciones de las mismas. Esta voluntas specialis es definida como que qupeccatores oblata salutis media amplectentes terna salute donare constituit.2 As

    Hutter dice:3 Quia (Deus) prvidit ac prscivit maximam mundi partem mediissalutis locum minime relicturam ac proinde in Christum non credituram, ideo Deusde illis tantum salvandis fecit decretum, quos actu in Christum crediturosprvidit. Hollaz expresa el mismo punto de vista. ...

    As, la doctrina Luterana responde a la pregunta de Por qu se salvan unos yno otros? diciendo: porque los unos creen y los otros no. La pregunta de por quDios elige a unos y no a otros, y los predestina a vida eterna es

    2. Hollas, Examen, III. I, capo 1, qust. 3; edit. Jeller, Holmi et Lipsi, 1750, pg. 586.3. Hutter, Soci Communes, Tract. Artic. Prseient. Prov. Decret, etc., VII; edicin de Wittenberg, 1619,pg. 793, b.

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    contestada diciendo: Porque l ve por anticipado que algunos creern hasta elfinal, y otros no. Si se pregunta: Por qu unos creen, y otros no?, la respuesta es:

    No porque unos cooperen con la gracia de Dios y otros no, sino que algunosresisten y rechazan la gracia que se ofrece a todos, y otros no. La dificultad quesurge de la doctrina luterana de la total corrupcin de nuestra naturaleza cada, y dela total incapacidad del pecador para hacer nada espiritualmente bueno es afrontadadiciendo que el pecador tiene capacidad para usar de los medios de la gracia, quepuede or la palabra y recibir los sacramentos, y como estos medios de graciatienen un poder divino sobrenatural, producen un efecto salvador sobre todos losque no se resisten a su influencia de manera voluntaria y persistente. El bautismo[en el sistema luterano], en el caso de los prvulos, va acompaado de la

    regeneracin del alma, y por ello todos los que son bautizados en la infanciareciben la implantacin de un principio de gracia que, si es abrigado, o no apagadovoluntariamente, asegura su salvacin. En el sistema luterano, la predestinacin selimita a los elegidos. Dios predestina a aquellos que l prev que perseverarn enfe para salvacin. No hay predestinacin de los incrdulos para muerte.

    6.La doctrina Remonstrante.A comienzos del siglo diecisiete Arminio introdujo un nuevo sistema de

    doctrina en las iglesias Reformadas de Holanda, sistema que fue formalmentecondenado por el Snodo de Dort que estuvo en sesin desde noviembre de 1618hasta mayo de 1619. Los proponentes de esta doctrina presentaron una reprensin[remonstrance], y por ello fueron al principio llamados Remonstrantes, pero enaos posteriores la designacin ms comn para ellos ha sido la de Arminianos. ElArminianismo es una forma de doctrina muy inferior a la del Luteranismo. Entodos los temas incluidos bajo Antropologia y Soteriologa constituye unadesviacin mucho ms grave del sistema del Agustinianismo que ha sido en todaslas eras la vida de la iglesia.

    Los Arminianos ensearon:1. Que todos los hombres derivan de Adn una naturaleza corrompida que los

    inclina al pecado. Pero niegan que esta corrupcin sea de la naturaleza de pecado.Los hombres son responsables slo por sus actos voluntarios y por lasconsecuencias de los dichos actos.4 ...

    2. Niegan ellos que el hombre, por la Cada, haya perdido su capacidad dehacer el bien. Esta capacidad, o libertad, segn la llaman ellos, es esencial a nuestranaturaleza, y no se puede perder sin prdida de humanidad.5 ...

    1. VaseApologia pro Confessione Remonstrantium, edicin de Leyden, 1630, pg. 84.2. Confessio Remonstrantium, VI. 6; Episcopii Opera, edicin de Rotterdam, 1665, vol. II, parte 2, pg.80.

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    30 PARTE III - SOTERIOLOGA

    3. Esta capacidad, sin embargo, no es en si misma suficiente para asegurar queel alma vaya a volver a Dios. Los hombres necesitan la gracia previniente,

    energizante y auxiliadora de Dis para su conversin y vida en santidad.6

    ...4. Esta gracia divina es otorgada a todos los hombres en una suficiente medidapara capacitarles al arrepentimiento, a creer y para guardar todos los mandamientosde Dios.7...

    5. Los que de su propia vo1untad y en el ejercicio de esta capacidad que lespertenece desde la cada, cooperan con esta gracia divina, son convertidos ysalvados.8... La Apologia de los Remonstrantes, y especialmente los TelogosRemonstrantes, como Episcopius y Limborch, van ms all de esto. En lugar delimitar esta gracia suficiente a los que oyen el Evangelio, la extienden a toda la

    humanidad.6. Los que creen as son predestinados para vida eterna, no sin embargo a nivel

    individual, sino como clase. El decreto de la eleccin no concierne a las personas,sino que se refiere simplemente al propsito de Dios de salvar a creyentes.9 ...

    7. El Arminianismo Wesleyano.El sistema Arminiano fue modificado tan profundamente por Wesley y sus

    partidarios y seguidores, que le dan la designacin de Arminianismo Evanglico, y

    reivindican para el mismo originalidad y globalidad. Difiere del sistema de losRemonstrantes:1. En que admite que desde la Cada el hombre est en un estado de absoluta o

    total contaminacin y depravacin. El pecado original no es un mero deterioro denuestra naturaleza, sino una total depravacin moral.

    2. Al negar que los hombres, en este estado de naturaleza, tengan ningn poderpara cooperar con la gracia de Dios. Los proponentes de este sistema consideran ladoctrina de la capacidad natural, o de la capacidad del hombre natural paracooperar con Dios, como semi-Pelagiana, y la doctrina de que los hombres tengan

    por naturaleza la capacidad de guardar a la perfeccin los mandamientos de Dios,como Pelagianismo puro.10.

    3. Al afirmar que la culpa que recae en todos los hombres por el pecado deAdn es quitada por la justificacin que ha venido a todos los hombres por la

    justicia de Cristo.4. Que la capacidad del hombre de poder jams cooperar con el Espritu

    6.Ibid. XVII. 6; ut supra, pg. 88.7.Apologia pro Confessione Remonstrantium, pg. 162.8. Confessio Remonstrantium, XVll. 8; pg. 89.9.Apologia pro Confessione Remonstrantium, pg. 102.10. W. F. Warren, System. Theologie, Hamburgo, pg. 145.

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    CAPTULO IEL PLAN DE SALVACIN31

    de Dios no se debe a nada inherente en su estado natural cado, sino a la influenciauniversal de la redencin de Cristo. Por ello, cada recin nacido llega al mundo

    libre de condenacin en base de la justicia de Cristo, y con una simiente de graciadivina o un principio de una nueva vida implantada en el corazn. Es una verdadindudable que por el delito de uno, afirma Wcsley, vino el juicio sobre todos loshombres (todos los que nacen en el mundo) para condenacin, y afecta a cadaprvulo lo mismo que a cada persona adulta. Pero es igualmente verdad que por la

    justicia de uno, vino sobre todos los hombres el libre don (esto es, para todos losnacidos en el mundo, tanto prvulos como adultos) para justificacin. Y Fletcher11dice: Asi como Adn atrajo una condenacin universal y una simiente de muerteobre todos los prvulos, as Cristo trae sobre ellos una justificacin general y una

    semilla universal de vida. Cada ser humano, dice Warren, tiene una medida degracia (a no ser que la haya desechado), y los que emplean fielmente este don degracia sern aceptados por Dios en el da del juicio, sean judos o griegos,cristianos o paganos. En virtud de la mediacin de Jesucristo entre Dios y nuestraraza cada, todos los hombres desde la promesa de Gn 3:15 estn bajo unaeconoma de gracia, y la nica diferencia entre ellos como sujetos al gobiernomoral de Dios es que en tanto que todos tienen gracia y luz suficiente para alcanzarla salvacin, algunos, sobre y por encima de esto, tienen ms y otros menos.12

    Dice Wesley: Ninguna persona viviente deja de tener algo de gracia previniente, ycada grado de gracia es un grado de vida. Y en otro lugar: Yo digo que hay unamedida de libertad sobrenaturalmente restaurada para cada persona, junto conaquella luz sobrenatural que alumbra a cada hombre que viene al mundo.13

    Segn esta visin del plan de Dios, l decret o se propuso: (1) Permitir laCada del hombre. (2) Enviar a Su Hijo para que hiciera una plena satisfaccin porlos pecados de todo el mundo. (3) Sobre la base de esta satisfaccin, remitir laculpa de la primera transgresin de Adn y del pecado original, e impartir talcantidad de gracia y de luz a todos y a cada uno de los hombres como para permitir

    a todos alcanzar la vida eterna. (4) Los que a diario mejoran aquella gracia yperseveran hasta el fin, son ordenados para salvacin; Dios se propone desde laeternidad salvar a aquellos que l prev que perseverarn as en la fe y en lasantidad.

    Es evidente que el principal punto de diferencia entre los esquemas posterioresLuterano, Arminiano y Wesleyano y el de los Agustinianos es que, segn esteltimo, es Dios, y segn los otros es el hombre, quien

    11. Works, VII, pg. 97.12. Wurren, pg. 146.13. Works, VII, pg. 97; VI, pg. 42. Fletcher, I, pg. 137ss, etc.

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    32 PARTE III - SOTERIOLOGA

    determina quienes han de ser salvos. Agustn enseo que de la familia cada de loshombres, todos los cuales hubieran podido ser dejados en justicia para que

    perecieran en su apostasa, Dios, meramente por Su beneplcito, eligi a unos paravida eterna, envi a Su Hijo para la redencin de los mismos, y les da el EsprituSanto para asegurar su arrepentimiento, fe y santidad hasta el fin. Cur autem nonomnibus detur [donum fidei], fidelem movere non debet, qui credit ex uno omnesisse in condemnationem, sine dubio justissimam: ita ut nulla Dei esset justareprehensio, etiamsi nullus inde liberaretur. Unde constat, magnam esse gratiam,quod plurimi liberantur.14 As, es Dios y no el hombre quien decide quienes hande ser salvos. Aunque se puede decir que sta es la cuestin crucial entre estosgrandes sistemas, que han dividido a la Iglesia en todas las pocas, sin embargo

    esta cuestin involucra necesariamente a todas las otras diferencias, como lanaturaleza del pecado original; el motivo de Dios al proveer la redencin; lanaturaleza y el designio de la obra de Cristo; y la naturaleza de la gracia divina, ola obra del Espritu Santo. As, en gran medida, todo el sistema de teologa, ynecesariamente el carcter de nuestra religin, depende de la postura que se adopteante esta cuestin concreta. Por ello, se trata de un tema de la mayor importanciaprctica, y no de un asunto de especulacin ociosa.

    8. El esquema Agustiniano.Se debe recordar que no se trata de cul sea la perspectiva del plan de Dios mslibre de dificultades, ni el ms acorde con nuestros sentimientos naturales, y porende el ms plausible para la mente humana. Se puede admitir que nos parecerams consecuente con el carcter de Dios que se hubiera dado provisin para lasalvacin de todos los hombres, y que se hubiera concedido un suficienteconocimiento y gracia a cada ser humano para lograr su salvacin. Y tambin serams consistente con el entendimiento y los sentimientos naturales si se hubierahecho una similar provisin para los ngeles cados, o que Dios hubiera impedido

    la entrada del pecado y de la desgracia en el universo; o si, cuando entraron,hubiera provisto para su total erradicacin del sistema, de modo que todas lascriaturas racionales pudieran haber llegado a ser perfectamente santas y dichosaspor toda la eternidad. No habra fin para tales tipos de planes si cada uno tuviera lalibertad para erigir un esquema de operacin divina segn sus propios puntos devista acerca de qu sera ms prudente y mejor. Estamos limitados por los hechos:los hechos de la providencia, de la Biblia y de la experiencia religiosa. Estoshechos tienen que determinar nuestra teora. No

    14. Agustn,De Predestinatione Sanctorum, VIII. 16; Works, edicin Benedictines, vol. X, pg. 1361, c.

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    CAPTULO I - EL PLAN DE SALVACIN33

    podemos decir que la bondad de Dios impide que se permitan el pecado y ladesgracia si realmente existen el pecado y la desgracia. No podemos decir que la

    justicia exige que todas las criaturas racionales debieran ser tratadas por un igual,que tuvieran las mismas ventajas y la misma oportunidad de alcanzar elconocimiento, la santidad y la dicha, si, bajo el gobierno de un Dios de infinita

    justicia existe en realidad la mayor disparidad. Entre todos los cristianos se seadmiten unos ciertos principios, y es en base de ellos que deben interpretar loshechos de la historia y de las Escrituras.

    1. Se admite que Dios reina; que Su providencia se extiende a todos losacontecimientos, tanto a los grandes como a los pequeos, de manera que nadaocurre ni puede ocurrir en contra de Su voluntad, o que I o bien no lleve a cabo

    con Su propio poder, o bien por Su permisin que lo ejecuten otros agentes. Esta esuna verdad de la religin natural as como de la revelacin. Se reconoce (en laprctica) de manera universal. Las oraciones de accin de gracias que los hombresdirigen a Dios por una ley de su naturaleza dan por supuesto que l controla todoslos acontecimientos. La guerra, la pestilencia y el hambre son lamentados comoexhibicin de Su desagrado. Y a l se vuelven todos los hombres para ser liberadosde todos estos males. La paz, la saIud y la abundancia son universalmentereconocidos como dones de l. Esta verdad subyace en la base de toda religin, y

    no puede ser puesta en tela de juicio por ningn Testa, y mucho menos por ningncristiano.2. No menos claro o universalmente admitido es el principio de que Dios puede

    controlar las acciones libres de las criaturas racionales sin destruir ni su libertad nisu responsabilidad. Universalmente, los hombres oran pidiendo ser liberados de laira de sus enemigos, para que la enemistad de estos se desvanezca, o que el estadode sus mentes sea cambiado. Todos los cristianos oran para que Dios cambie loscorazones de los hombres, para que les d arrepentimiento y fe, y controle de talmanera las acciones de los mismos que pueda ser impulsada Su gloria y el bien de

    los dems. sta es de nuevo una de aquellas verdades sencillas, profundas y degran alcance, que los hombres dan por supuestas, y en base de las cuales actan yno pueden dejar de hacerlo, sean cuales sean las dudas de los filsofos, o lasdificultades especulativas que puedan acompaar a estas verdades.

    Todos los cristianos admiten que Dios tiene un plan o propsito en el gobiernodel mundo. Hay un objetivo que cumplir. Es inconcebible que un Ser infinitamentesanto cree, sustente y controle el universo sin contemplar ningn fin a alcanzarmediante esta maravillosa exhibicin de Su poder y recursos. As, la Biblia nos

    ensea que Dios obra todas las cosas segn el consejo de Su propia voluntad. Yesta verdad est incorporada en todos los sistemas de fe adoptados entre loscristianos, y es dada por sentada en toda la adoracin y experiencia cristiana.

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    34 PARTE III - SOTERIOLOGA

    4. Constituye un corolario necesario en base de los anteriores principios que loshechos de la historia son la interpretacin de los eternos propsitos de Dios. Todo

    lo que realmente acontece entr en este propsito. Por ello, podemos aprender eldesignio o la intencin de Dios en base de la evolucin o desarrollo de Su plan enla historia del mundo y de cada hombre individual. Todo aquello que ocurre, llopermite por sabias razones. l puede impedir todo aquello que considere oportunoimpedir. Por ello, si se da un pecado, es porque era el designio de Dios queocurriera asi. Si viene la desgracia como consecuencia del pecado, ste era elpropsito de Dios. Si slo algunos hombres son salvos, mientras que otros perecen,todo esto debe haber formado parte del ntegro propsito de Dios. No es posibleque ninguna mente finita pueda abarcar los designios de Dios, o que vea las

    razones qe Sus dispensaciones. Pero nosotros no podemos, debido a esto, negarque l gobierna todas las cosas, ni que l las gobierna en base del consejo de Supropia voluntad.

    El sistema Agustiniano de doctrina no es nada ms que la aplicacin al casoespecial de la salvacin del hombre de estos principios generales y reconocidos demanera casi universal.

    Exposicin de la doctrina.

    El esquema Agustiniano incluye los siguientes puntos: (I) Que la gloria deDios, o la manifestacin de Sus perfecciones, es el fin ms alto y ltimo de todaslas cosas. (2) Para este fin Dios se propuso la creacin del universo y todo el plande la providencia y de la redencin. (3) Que l puso al hombre en un estado deprobacin, haciendo de Adn, el primer padre de la raza, su cabeza y representante.(4) Que la cada de Adn arrastr a toda su posteridad a un estado de condenacin,de pecado y de desgracia, del que son absolutamente incapaces de librarse a smismos. (5) De entre la multitud de hombres perdidos Dios escogi a una cantidadinnumerable para vida eterna, dejando al resto de la humanidad para la justa

    retribucin por sus pecados. (6) Que la base de esta eleccin no es la previsin denada en la primera clase para distinguirlos favorablemente de entre los miembrosde la otra clase, sino el beneplcito de Dios. (7) Que Dios, para la salvacin de losescogidos as para vida eterna, dio a Su Hijo unignito, para que se hiciera hombre,y para que obedeciera y padeciera por Su pueblo, haciendo as una plenasatisfaccin por el pecado, e introduciendo la justicia eterna, haciendo la salvacindefinitiva de los escogidos totalmente cierta. (8) Que mientras que el EsprituSanto, en sus operaciones comunes, est presente con cada hombre mientras vive,

    reprimiendo el mal e induciendo al bien, su poder ciertamente eficaz y salvador esejercitado slo en favor de los escogidos. (9) Que todos aquellos a los que Dios haescogido as para vida, y por los que

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    CAPTULO I - EL PLAN DE SALVACIN35

    Cristo se dio a S mismo de manera especfica en el pacto de la redencin, sernciertamente llevados (a no ser que mueran en la infancia) al conocimiento de la

    verdad, al ejercicio de la fe, y a la perseverancia en la santidad hasta el fin.ste es el gran esquema doctrinal conocido histricamente como Paulino,Agustiniano o Calvinista, enseado, como creemos, en las Escrituras, desarrolladopor Agustn, sancionado formalmente por la Iglesia Latina, al que se adhirieron lostestigos de la verdad durante la Edad Media, repudiado por la Iglesia de Roma enel Concilio de Trento, avivado en esta misma iglesia por los Jansenistas, adoptadopor todos los Reformadores, incorporado en los credos de las Iglesias Protestantesde Suza, del Palatinado, de Francia, Holanda, Inglaterra y Escocia, y desarrolladoen la Confesin redactada por la Asamblea de Westminster, representante comn

    de los Presbiterianos en Europa y Amrica....

    Prueba de la doctrina.En primer lugar, se trata de un esquema sencillo, armnico y coherente. No

    supone ningunos propsitos contradictorios en la mente divina; que primero sepropusiera una cosa, y luego otra; ni que se propusiera fines que luego no sonllevados a cabo; ni la declaracin de principios en conflicto con litros que seaninnegables. Todas las partes de este inmenso plan admiten su reduccin a un

    propsito todo inclusivo tal como estuvo oculto durante eras en la mente divina. Elpropsito de crear, de permitir la cada, de elegir a algunos para vida eterna,mientras que otros son pasados por alto, de enviar a Su Hijo para redimir a Supueblo, y de dar el Espritu para aplicar esta redencin, son propsitos quearmonizan entre s, constituyendo un plan coherente. Las partes de este esquema noson simplemente armnicas, sino que estn relacionadas de tal manera que unasinvolucran a las otras, de manera que si una queda demostrada, se implica laverdad del resto. Si Cristo fue entregado para la redencin de Su pueblo, entoncesla redencin de Su pueblo resulta segura, y entonces las operaciones del Espritu

    deben, en el caso de ellos, ser desde luego eficaces; y si tal es el designio de la obrade Cristo y la naturaleza de la influencia del Espritu, entonces los que son objetosde la primera y sujetos de la otra, tienen que perseverar en santidad hasta el fin. Osi comenzamos con cualesquiera de los otros principios ya mencionados, sigue elmismo resultado. Si se demuestra o concede que la Cada arrastr a la humanidad aun estado de pecado y miseria del que nada podan hacer para salir, entonces deello sigue que la salvacin tiene que ser por gracia; que es de Dios y no de nosotrosel que estemos en Cristo; que el llamamiento es eficaz; que la eleccin es por el

    beneplcito de Dios; que el sacrificio de Cristo asegura la salvacin de su pueblo; yque no pueden

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    apartarse fatalmente de Dios. Y as con todo el resto. Admtase que la muerte deCristo asegura la salvacin de Su pueblo, y todo el resto sigue de ello. Admtase

    que la eleccin no es por obras, y todo el plan tiene que ser admitido comoverdadero. Admtase que nada sucede contrario a los propsitos de Dios, y denuevo se tiene que admitir todo el esquema Agustiniano. Apenas si puede haberuna prueba ms clara de que comprendemos una mquina complicada que el hechode que podamos poner en su sitio todas sus piezas de manera que cada una estexactamente en su lugar, siendo que ninguna de ellas admite su sustitucin porotra, y que toda ella queda completa y dispuesta para funcionar. Tal es el orden delas obras de Dios que si se le da a un naturalista un solo hueso, puede construirtodo el esqueleto del que forma parte; y tal es el orden de su plan de redencin que

    si se admite una de las grandes verdades que incluye, se debe aceptar todo el resto.ste es el primer gran argumento en apoyo del esquema doctrinal Paulino oAgustiniano.

    Argumento en base de los hechos de la Providencia.En segundo lugar, slo este esquema es consistente con los hechos de la

    providencia de Dios. Por evidente que sea esta verdad, tiene que ser repetida una yotra vez que es intil enfrentarse a los hechos. Si una cosa es, es en vano ignorarla

    o negar su relevancia. Tenemos que amoldar nuestras teorias a los hechos, y nohacer que los hechos se amolden a nuestras teorias. Por ello, ser correcta aquellavisin de la verdad divina que est de acuerdo con los hechos de la providenciadivina; y ser falsa aquella perspectiva que entre en conflicto con estos hechos.Otro principio no menos sencillo, y no menos susceptible de ser olvidado, es el queantes ya se ha dado por sentado que lo admiten todos los cristianos, esto es, queDios tiene un plan, y que todos los eventos de Su providencia se corresponden coneste plan. En otras palabras, que suceda lo que suceda, Dios ha tenido la intencinde que suceda; que para l nada hay que sea inesperado, ni nada contrario a Sus

    propsitos. Si es as, entonces podemos aprender con certidumbre cul es el plande dios, lo que l se ha propuesto hacer o permitir, en base de lo que realmentellega a acontecer. Si una proporcin de los habitantes de un determinado pasmueren en la infancia y otra parte llega a la edad madura, este ha sido por razonessabias razones el propsito de Dios. Si algunos son prsperos y otros mseros,tambin es en conformidad a su santa voluntad. Si en una sazn hay abundancia yen otra a la inversa, es as segn l lo ha dispuesto. As lo dicta incluso la religinnatural. E incluso los paganos creen esto.

    Apenas si se puede dudar que si se aceptan estos sencillos principios, se tieneque admitir la verdad del esquema Agustiniano. Es un hecho que Dios ha creado alhombre; es un hecho que la cada de Adn involucr a toda

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    nuestra raza en el pecado y en la desgracia; es un hecho que de esta familia cadaunos se salvan y otros se pierden; es un hecho que la salvacin de los que

    realmente alcanzan la vida eterna queda asegurada por la mediacin de Cristo y porla obra del Espritu Santo. stos son hechos providenciales admitidos por todos loscristianos. Todo lo que ensea el Agustinianismo es que estos hechos no fueroninesperados para la mente divina, sino que Dios conocia anticipadamente quesucederian, y haba dispuesto que sucedieran. Esto es Todo. Todo aquello querealmente sucede es porque Dios ha dispuesto que sucediera. Aunque Suspropsitos o intenciones no pueden fracasar, l no emplea influencias para elcumplimiento de los mismos que sean incompatibles con la perfecta libertad yentera responsabilidad de las criaturas racionales. Por cuanto Dios es infinito en

    poder y sabidura, l puede controlar todos los acontecimientos, y por ello el cursode los acontecimientos tiene que estar en conformidad a Su voluntad, porque lpuede rnoldearlos o dirigirlos conforme a Su beneplcito. Por ello, es evidente,primero, que los acontecimientos tienen que ser la interpretacin de los propsitos,o sea, de aquello que l se propone que suceda; y segundo, que no se puedepresentar objecin alguna contra el propsito o los decretos de Dios que no militentambin contra Su providencia. Si es justo que Dios permita que suceda unacontecimiento, tiene que ser justo que l se proponga, permitirlo, esto es, que

    decrete que va a suceder. Podriamos suponer cierta la concepcin Desta oRacionalista de la relacin de Dios con el mundo: que Dios cre a los hombres, yque los dej sin ninguna conduccin providencial ni influencias sobrenaturales,que los abandon al ejercicio sin restricciones de sus propias facultades, y a laactuacin de las leyes naturales y sociales. Si as fuera, se daria de una manera realun cierto curso de acontecimientos en sucesin regular y en todas las posiblescombinaciones. En este caso no se podra pretender que Dios fuera responsable delresultado. l habra creado al hombre, dotndole de todas las facultades, yrodendole de todas las circunstancias necesarias para su mayor bien. Si l

    escogiera abusar de sus facultades y descuidar sus oportunidades seria su propiaculpa. No podria quejarse contra su Hacedor. Podriamos tambin hacer lasuposicin de que Dios, mirando y previendo cmo iban a actuar los hombresdejados a s mismos, y cul sera el resultado de un universo llevado de estamanera, decidiera, por sabias razones, que llegara a ser real; que realmente vinieraa existir un universo as con aquel curso de eventos en aquel orden. Sera estoinjusto? O, qu diferencia habra si el propsito de Dios en cuanto a lafuturizacin de tal mundo, en lugar de seguir a la previsin del mundo, lo

    precediera? En todo caso Dios se propondria precisamente el mismo mundo, elmismo curso de acontecimientos. El Agustinianismo supone que Dios, para Supropia gloria, y por ello por el ms excelso y benfico de tales fines,

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    38 PARTE III - SOTERIOLOGA

    se propuso tal mundo y tal serie de acontecimientos como los que habran ocurridoen la hiptesis desta, con dos importantes excepciones. Primero, l se interpone

    para reprimir y conducir la maldad del hombre de modo que previene laproduccin de un mal sin mitigaciones, y para hacer que lleve a la produccin debien. Y segundo, l interviene mediante Su providencia, y mediante la obra deCristo y del Espritu Santo, para salvar a innumerables almas del diluvio dedestruccin. Por ello, el sistema Agustiniano es tan slo la aceptacin de que Diosdispuso en la eternidad lo que realmente lleva a cabo en el tiempo. Por ello, estesistema est en conformidad con todos los hechos de la divina providencia, y estpor ello asentado sobre una base inamovible.

    La soberania de Dios en las dispensaciones de Su providencia.Hay sin embargo otro punto de vista que se debe tomar acerca de esta cuestin.

    El Agustinianismo est basado en la suposicin de la soberana de Dios. Suponeque le corresponde a l, en virtud de Su propia perfeccin, en virtud de su relacincon el universo como su Creador y preservador, y en virtud de Su relacin con elmundo de pecadores como su gobernante y Juez, tratar con ellos en base de Subeneplcito; que l puede de derecho perdonar a unos y condenar a otros; quepuede con derecho dar Su gracia salvadora a uno y no a otro; y por ello que le

    corresponde a l, y no al hombre, que uno, y no otro, sea hecho partcipe de la vidaeterna. Por otra parte, todos los sistemas anti-Agustinianos suponen que Dios estobligado a proveer la salvacin para todos; a dar gracia suficiente a todos; y a dejarla decisin de la salvacin o perdicin a la voluntad de cada uno por s mismo. Nosomos criminales condenados de entre los cuales la soberana pueda perdonar aunos y no a otros, sino criaturas racionales, teniendo todos el mismo y vlidoderecho sobre nuestro Hacedor a recibir todo lo necesario para nuestra salvacin.Pero la cuestin no es cul de estas teorias es la ms agradable, sino cul es laverdadera. Y para decidir esta cuestin, un mtodo es determinar cual cncuerda

    mejor con los hechos providenciales. Acta Dios en sus tratos providenciales conlos hombres en base de los principios de soberana, distribuyendo sus favores enbase del beneplcito de Su voluntad; o sobre la base de la justicia imparcial,tratando con todos los hombres sobre una base de igualdad? Esta pregunta sloadmite una respuesta. Puede que minimicemos mucho las meras circunstanciasexternas, y que magnifiquemos tanto como podamos las compensaciones de laprovidencia que tienden a nivelar la condicin de los hombres. Podemos apremiarhasta el extremo el principio de que mucho se demandar a los que mucho han

    recibido, y menos a los que menos. Aparte de estas cualificaciones y limitaciones,es evidente el hecho de que existen desde luego las ms grandes

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    CAPTULO IEL PLAN DE SALVACIN39

    desigualdades entre los hombres; que Dios trata de manera mucho ms favorable aunos que a otros; que l distribuye Sus bendiciones providenciales, que incluyen no

    slo el bien temporal sino tambin ventajas y oportunidades religiosas, comosoberano absoluto segn su propio beneplcito, Y no como un juez imparcial. Eltiempo para el juicio todavia no ha llegado.

    Esta soberana de Dios en la dispensacin de Su providencia queda evidenciadaen Sus tratos tanto con las naciones como con los individuos. No se puede creerque la suerte de los ladrones sea tan favorable como la de los moradores de la zonatemplada; ni que los hotentotes tengan una posicin tan deseable como la de loseuropeos; ni que las gentes de Tartaria estn con tanto bienestar como las de losEstados Unidos. La desigualdad es demasiado patente para poderla negar; como

    tampoco se puede dudar de que la norma que Dios adopta en la determinacin de lasuerte de las naciones es Su propio beneplcito, y no las demandas relativas de laspersonas afectadas por Su providencia. Este mismo hecho no es menos evidentecon respecto a los individuos. Algunos son dichosos, otros son desgraciados.Algunos tienen una salud de hierro; otros son victimas de enfermedades ydolencias. Algunos tienen todas sus facultades, mientras que otros nacen ciegos osordos. Algunos son ricos, otros estn hundidos en la desgracia y degradacin de lams abyecta pobreza. Algunos han nacido en medio de la sociedad civilizada y en

    el seno de famlias virtuosas, pero otros estn rodeados de vicios y maldad desde elmismo comienzo de su existencia. Estas son realipades innegables. Como tampocose puede negar que la suerte de cada individuo queda determinada por el soberanobeneplcito de Dios.

    El mismo principio es el que se lleva a cabo con respecto a la comunicacin delconocimiento y ventajas de la religin. Dios escogi a los judos de entre todas lasfamilias de la tierra para que fueran los receptores de sus orculos y de lasordenanzas divinamente instituidas de la religin. El resto del mundo queddurante siglos en una total oscuridad. Podemos decir que ser ms tolerable en el

    dia del juicio para los paganos que para los judos incrdulos; y que Dios no dejsiquiera a los gentiles sin testimonio. Todo esto puede admitirse, y sin embargoqueda en pie lo que dice el Apstol: Las ventajas del judo eran grandes en granmanera. Seria necedad e e ingratitud por parte de los moradores de la Cristiandadno reconocer su posicin como indescriptiblemente ms deseable que la de lospaganos. Ningn cristiano americano puede persuadirse a si mismo de que lehubiera ido mejor si hubiera nacido en Africa; y tampoco puede dar respuesta aesta prcgunta: Por qu he nacido aqui, y no all? aparte de: Si, Padre, porque asi

    te agrad.Por ello, de nada sirve adoptar una teoria que no concuerde con estos

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    40 PARTE III - SOTERIOLOGA

    hechos. Es en vano que neguemos que Dios es soberano en la distribucin de Susfavores si es innegable que en Su providencia l acta como soberano. El

    Agustinianismo concuerda con estas hechos de la providencia, y por ello tiene queser verdadero. Slo presupone que Dios acta en la dispensacin de Su graciaprecisamente como acta en la distribucin de sus otros favores; y todos lossistemas anti-Agustinianos que estn basados en el principio de que esta soberanade Dios es inconsecuente con su justicia y con su relacin paterna con los hijos delos hombres est en evidente conflicto con los hechos de Su providencia.

    Argumento en base de los hechos de la Escritura.La tercera fuente de prueba acerca de esta cuestin se encuentra en los hechos

    de la Biblia, o en las verdades que se revelan llanamente en ella. El Agustinianismoes el nico sistema consecuente con estos hechos o verdades.

    1. Esto se evidencia primero en base de la clara revelacin que la Escritura hacede Dios como infinitamente exaltado por encima de todas Sus criaturas, y como elfin ltimo as como la fuente de todas las cosas. Es por cuanto l es infinitamentegrande y bueno que Su gloria es el fin de todas las cosas, y que Su beneplcito es lams elevada razn de todo lo que llega a acontecer. Qu es el hombre para quealterque con Dios, o que mantenga que son sus intereses antes que los de Dios los

    que han de ser el fin ltimo? Las Escrituras no slo afirman la absoluta soberanade Dios, sino que ensean que est basada, primero, en Su infinita superioridadsobre todas las criaturas; segundo, sobre Su relacin con el mundo y todo lo quecontiene, como Creador y preservador, y por ello como dueo absoluto; y, en tercerlugar, por lo que respecta a nosotros los hombres, en nuestra total prdida de tododerecho en cuanto a Su misericordia, por nuestra apostasa. El argumento es que elAgustinianismo es el nico sistema que concuerda con el carcter de Dios y con Surelacin con Sus criaturas tal como se revela en la Biblia.

    2. Es un hecho que los hombres son una raza cada; que por su enajenacin de

    Dios estn envueltos en un estado de culpa y de contaminacin, del que no sepueden liberar a s mismos. Por la culpa que han contrado han perdido tododerecho ante la justicia de Dios; con toda justicia podran ser dejados en perdicin;y por su depravacin se han hecho totalmente incapaces de volver a Dios, o parahacer nada espiritualmente bueno. Estos son unos hechos ya demostrados. Elsentimiento de culpa es universal e indestructible. Todos los pecadores conocen el

    justo juicio de Dios, y que son dignos de muerte. La incapacidad de los pecadoresno es slo declarada clara y repetidamente en las Escrituras, sino que es

    demostrada por toda la experiencia, por la comn conciencia de los hombres,

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    CAPTULO I - EL PLAN DE SALVACIN41

    Y, naturalmente, por la conciencia de cada persona individual, y especialmente decada hombre que haya sido o que sea verdaderamente convencido de pecado. Pero

    si los hombres son as incapaces de cambiar sus propios corazones, para prepararsea s mismos para este cambio, o para cooperar en su produccin, entonces tienenque ser falsos todos aquellos sistemas que presuponen la capacidad del pecador yque mantienen que la distincin entre los que se salvan y los que se pierden radicaen el empleo hecho de esta capacidad. Son contrarias a los hechos. Soninconsecuentes con lo que cada hombre, en lo ms hondo de su corazn, sabecierto. Lo que se quiere ilustrar cuando las Escrituras compara a los pecadores conmuertos, e incluso con huesos secos, es su total impotencia. A este respecto, todosson iguales. Si Cristo pasara por un cementerio, y dijera a uno u a otro que saleira,

    la razn por la que uno seria restaurado a la vida y otro no slo podra encontrarseen Su beneplcito. Por la misma naturaleza del caso, no se podra encontrar en losmismos muertos. Por ello, si las Escrituras, la observacin y la consciencia nosensean que los hombres son incapaces de restaurarse a s mismos a la vidaespiritual, el hecho de que sean vivificados tiene que ser atribuido al beneplcito deDios.

    Por la obra del Espritu.

    3. Esto queda confirmado por otro evidente hecho o verdad de la Escritura. Laregeneracin del corazn humano, la conversin de un pecador a Dios es la obra,no del que recibe aquel cambio, sino del Espritu de Dios. Esto queda claro,primero porque la Biblia siempre lo atribuye al Espritu Santo. Se dice quenacemos no de la voluntad del hombre, sino de Dios; que somos nacidos delEspritu; que somos sujetos de la renovacin del Espritu Santo; que somosvivificados, o resucitados de entre los muertos por el Espiritu del Seor; los huesossecos viven slo cuando el Espritu sopla sobre ellos. sta es la descripcin queimpregna a las Escrituras de principio a fin, Segundo, la Iglesia, por tanto, en su

    capacidad colectiva, y cada miembro viviente de la Iglesia, reconocen esta verdaden sus oraciones en peticin del poder renovador del Espritu Santo. En los msantiguos y reconocidos credos de la Iglesia, el Espritu es designado como

    zopoion, el dador de la vida; el autor de toda vida espiritual. La soberanainvolucrada en esta influencia regeneradora del Espritu Santo queda claramenteimplicada en la naturaleza del poder que se ejerce. Se declara que es el gran poderde Dios; la sobrepujante grandeza de Su poder; el poder que obr en Cristo laresucitndole de entre los muertos. Se presenta como anlogo al poder con el que0

    se hizo ver a los ciegos, or a los sordos, y con el que fueron limpiados losleprosos. Es bien cierto que el Espritu ilumina, ensea, convence, persuade y, enuna palabra, gobierna el alma segn su naturaleza como

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    42 PARTE III - SOTERIOLOGA

    criatura racional. Pero todo esto se relaciona con lo que se hace en el caso de loshijos de Dios despus de su regeneracin. La imparticin de vida espiritual es una

    cosa; el sustento, control y abrigo de esta vida es otra. Si la Biblia nos ensea quela regeneracin, o resurreccin espiritual, es la obra del poder omnipotente deDios, anlogo al que ejercit Cristo cuando dijo: Quiero, s limpio, entoncessigue necesariamente que la regeneracin es un acto de soberania. Depende deDios el dador de la vida, y no de los que estn espiritualmente muertos, decidirquines son los que deben vivir, y quines permanecer en sus pecados. Laconviccin ntima del pueblo de Dios en todas las eras ha sido y es que laregeneracin, o infusin de vida espiritual, es un acto del poder de Dios ejercidosegn Su beneplcito, y por ello es el don por el que la Iglesia ora de manera

    especial. Pero este hecho involucra la verdad del Agustinianismo, quesencillamente ensea que la razn por la que un hombre es regenerado y otro no, ypor consiguiente uno es salvo y otro no, es el beneplcito de Dios. El tienemisericordia de quien tiene misericordia. Es cierto que l manda a todos loshombres que busquen Su gracia, y promete que los que busquen hallarn. Pero,por qu uno busca, y no el otro? por qu uno queda impresionado ante laimportancia de la salvacin, mientras que otros permanecen indiferentes? Si escierto que no slo la regeneracin viene de Dios, sino tambin todos los

    pensamientos rectos y propsitos justos, es de l y no de nosotros que buscamos yhallamos Su favor.

    La Eleccin lo es a la Santidad.4. Otro hecho claramente revelado es el de que somos escogidos para la

    santidad; que somos creados para buenas obras; en otras palabras, que todo bien ennosotros es el fruto, y por ello que no puede ser la base de la eleccin. En Ef 1 :3-6dice el Apstol: Bendito Sea el Dios y Padre de nuestro Seor Jesucristo, que nosbendijo con toda bendicin espiritual en los lugares celestiales en Cristo, segn nos

    escogi en l antes de la fundacin del mundo, para que fusemos santos y sinmancha delante de l en amor, habindonos predestinado para ser adoptados comohijos suyos por medio de Jesucristo, conforme al beneplcito de su voluntad, paraalabanza de la gloria de su gracia, de la que nos ha colmado en el Amado. En estepasaje se expone la doctrina Agustiniana de la eleccin de una manera tan clara einclusiva como jams haya sido presentada en el lenguaje-humano. El Apstolensea: (1) Que el fin o designio de todo el esquema de la redencin es la alabanzade la gloria de la gracia de Dios, esto es, la exhibicin ante la admiracin de las

    criaturas inteligentes de los gloriosos atributos de la gracia divina, o el amor de unDios infinitamente santo y justo para con pecadores contaminados y culpables. (2)A este fin, por su mero beneplcito, l

  • 8/14/2019 Teologia Sistematica, Tomo II (Charles Hodge)

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    CAPTULO I - EL PLAN DE SALVACIN43

    predestin a aquellos que eran los objetos de Su amor a la exaltada dignidad de serlos hijos de Dios. (3) Que para preparados para este sublime estado, los escogi,

    antes de la fundacin del mundo, para que fueran santos y sin mancha en amor. (4)Que en consecuencia de esta eleccin, o en la ejecucin de este propsito, Elconfiere sobre ellos todas las bendiciones espirituales, regeneracin, fe,arrepentimiento y la morada del Espritu. Es totalmente incompatible con estehecho que la base de la eleccin sea el previo conocimiento de la fe y delarrepentimiento. Los hombres, segn el Apstol, , se arrepienten y creen porqueson elegidos; Dios los ha escogido para que sean santos, y por ello su santidad obondad en forma o medida alguna no pueden ser la razn de que hayan sidoelegidos. Del mismo modo dice el apstol Pedro que los creyentes han sido

    elegidos para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo (1 P 1 :2), Estaes la clara doctrina de la Biblia: los hombres son escogidos para que sean santos. Elhecho de que Dios los haya predestinado a salvacin es la razn por la que sonllevados al arrepentimiento y a una vida santa, Debemos dar siempre gracias aDios respecto a vosotros, dice Pablo a los Tesalonicenses (2 Ts 2:13), de queDios os haya escogido desde el principio para salvacin, mediante [no, devi