La Gioconda, por fin en París E - Casino de Madrid · 2014-04-07 · C M 50 Casino de Madrid Hace...

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Casino de Madrid 50 Hace cien años C M NUESTRA HISTORIA Carnaval en Madrid, 1914 La Gioconda, por fin en París L os carnavales en Madrid, hace ahora cien años, se vieron marcados por la inclemencias del tiempo (al igual que nues- tra Fiesta de Carnaval de este 2014, tal y como les comentamos en las primeras páginas de esta revista). Como quedó reflejado en los periódicos de entonces, la lluvia provocó la suspensión del des- file de carrozas durante tres días con- secutivos, celebrándose finalmente un miércoles en “una tarde muy desapaci- ble y “adornada” con un viento frío que helaba los huesos”, tal y como reflejaba “Blanco y Negro” en la crónica publica- da el 1 de marzo de 1914. “E l diablo niñera”, “Los vencedores del lawn-tennis”, “Rosas de oto- ño” y “La entrada al Carnaval” fueron algunas de las carrozas que pudieron verse y admirarse en la calle Alcalá y los Paseos de Recoletos y en la Castellana, por donde transcurrió el desfile. S i bien hubo mucha animación, decía la crónica del semanario “Blanco y Negro”, “en honor a la verdad, debemos consignar que este año el Carnaval, fies- ta que debiera ser de arte y buen gusto, no se ha significado ni por lo uno ni por lo otro…” Santana Fuentes E n anteriores números de nues- tra Revista les hablamos del robo y posterior “rescate” de la inmortal obra de Leonardo Da Vinci, “La Gioconda”. Tras el periplo vi- vido por el retrato de la enigmática dama, por fin, en enero de 1914, la valiosa obra volvía al Museo parisino del Louvre. T ras una temporada expuesta en Roma y Milán, “La Gioconda” llegaba a París el 31 de diciembre de 1913, custodiada por el Sr. Leprieur, conservador del Louvre, que había via- jado a Italia para hacerse cargo oficial- mente del cuadro. “E n la estación se habían adoptado grandes precauciones —conta- ba “La Ilustración Artística”— no per- mitiéndose la entrada del público en los andenes; y, apenas llegó el tren, el Sr. Leprieur, portador de la preciosa pin- tura, que iba encerrada en una magní- fica caja de caoba con asa de plata, su- bió a un automóvil acompañado de los Sres. Pujalet, director de la Seguridad general, y Valentino, jefe de división en la subsecretaría de Bellas Artes, y se di- rigió a la Escuela de Bellas Artes (…) Inmediatamente procedióse a la ope- ración de identificar el cuadro, que se efectuó con gran minuciosidad y que, como se suponía, dio el más satisfacto- rio resultado”. U n final feliz, para una historia que hizo correr ríos de tinta. Miguel F. A la izquierda, “La entrada al Carnaval” carroza que obtuvo el segundo premio. Arriba carroza “Los vencedores del Lawn-Tennis” “El diablo niñera” obtuvo el tercer premio. 43 a 53 N HISTORIA.indd 50 24/03/14 13:54

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CM

Casino de Madrid50 Casino de Madrid50

H a c e c i e n a ñ o s

CMNuestra Historia

Carnaval en Madrid, 1914

La Gioconda, por fin en París

Los carnavales en Madrid, hace ahora cien años, se vieron marcados por la inclemencias del tiempo (al igual que nues-

tra Fiesta de Carnaval de este 2014, tal y como les comentamos en las primeras páginas de esta revista). Como quedó reflejado en los periódicos de entonces, la lluvia provocó la suspensión del des-file de carrozas durante tres días con-secutivos, celebrándose finalmente un miércoles en “una tarde muy desapaci-ble y “adornada” con un viento frío que

helaba los huesos”, tal y como reflejaba “Blanco y Negro” en la crónica publica-da el 1 de marzo de 1914.

“El diablo niñera”, “Los vencedores del lawn-tennis”, “Rosas de oto-

ño” y “La entrada al Carnaval” fueron algunas de las carrozas que pudieron verse y admirarse en la calle Alcalá y los Paseos de Recoletos y en la Castellana, por donde transcurrió el desfile.

Si bien hubo mucha animación, decía la crónica del semanario “Blanco y

Negro”, “en honor a la verdad, debemos consignar que este año el Carnaval, fies-ta que debiera ser de arte y buen gusto, no se ha significado ni por lo uno ni por lo otro…”

Santana Fuentes

En anteriores números de nues-tra Revista les hablamos del robo y posterior “rescate” de la inmortal obra de Leonardo Da

Vinci, “La Gioconda”. Tras el periplo vi-vido por el retrato de la enigmática dama, por fin, en enero de 1914, la valiosa obra volvía al Museo parisino del Louvre.

Tras una temporada expuesta en Roma y Milán, “La Gioconda”

llegaba a París el 31 de diciembre de 1913, custodiada por el Sr. Leprieur, conservador del Louvre, que había via-jado a Italia para hacerse cargo oficial-mente del cuadro.

“En la estación se habían adoptado grandes precauciones —conta-

ba “La Ilustración Artística”— no per-mitiéndose la entrada del público en los andenes; y, apenas llegó el tren, el Sr. Leprieur, portador de la preciosa pin-tura, que iba encerrada en una magní-fica caja de caoba con asa de plata, su-bió a un automóvil acompañado de los Sres. Pujalet, director de la Seguridad

general, y Valentino, jefe de división en la subsecretaría de Bellas Artes, y se di-rigió a la Escuela de Bellas Artes (…) Inmediatamente procedióse a la ope-ración de identificar el cuadro, que se efectuó con gran minuciosidad y que,

como se suponía, dio el más satisfacto-rio resultado”.

Un final feliz, para una historia que hizo correr ríos de tinta.

Miguel F.

A la izquierda, “La entrada al Carnaval” carroza que obtuvo el segundo premio. Arriba carroza “Los vencedores del Lawn-Tennis”

“El diablo niñera” obtuvo el tercer premio.

43 a 53 N HISTORIA.indd 50 24/03/14 13:54