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LA FOTOGRAFÍA: MEDIO PARA MOSTRAR EL MODO DE VIDA DE LACOMUNIDAD INGA, CABILDO DE SAN ANDRÉS, PUTUMAYO.
“SAN ANDRÉS NUKANCHI PATRÓN”
JOSÉ ADONIS VILLAMIL FLÓREZ
CORPORACIÓN UNIVERSITARIA AUTÓNOMA DE OCCIDENTE
PROGRAMA DE COMUNICACIÓN SOCIAL - PERIODISMO
SANTIAGO DE CALI
2001
LA FOTOGRAFÍA: MEDIO PARA MOSTRAR EL MODO DE VIDA DE LACOMUNIDAD INGA, CABILDO DE SAN ANDRÉS, PUTUMAYO.
“SAN ANDRÉS NUKANCHI PATRÓN”
JOSÉ ADONIS VILLAMIL FLÓREZ
Trabajo de grado presentado como requisitoPara optar al título de Comunicación Social – Periodista.
Director: Luis Felipe Silva
CORPORACIÓN UNIVERSITARIA AUTÓNOMA DE OCCIDENTE
PROGRAMA DE COMUNICACIÓN SOCIAL - PERIODISMO
SANTIAGO DE CALI
2001
iii
NOTA DE ACEPTACIÓN
Trabajo de grado aprobado por el Director
asignado por la División en el cumplimiento
de los requisitos exigidos para otorgar el
título de Comunicador Social – Periodista.
Luis Felipe SilvaDirector
Sonia CadenaVo. Bo. Asesor Metodológico
Cali, 18 de mayo de 2000
iv
DEDICATORIA
A Martín F. Torres (Q.e.p.d.)
porque después de muerto,
en medio de risas,
me 'obligó'
a cumplir con el pacto.
v
AGRADECIMIENTOS.
Esta obra no se habría podido realizar sin la colaboración de aquellas personas que de una u
otras manera me dieron todo su apoyo. Ellos son: Humberto y Alicia (Q.e.p.d.) mis padres;
Rosa y Ana Fernanda, mi esposa y mi hija; Ludivia, Elder y Rubén, mis hermanos del
alma; los taitas Antonio Cuatindioy (Gobernador del cabildo, año 2000) y Sra.; Juan
Mavisoy y Sra., Juan Jajoy, Gabriel Mavisoy y en general a toda la Comunidad Inga de San
Andrés Putumayo.
También quiero agradecerle a todas aquellas personas que desde sus puestos burocráticos,
hicieron hasta lo imposible para impedir que este trabajo se llevara a cabo, por no ajustarse
a los parámetros ‘preestablecidos’ de investigación etnográfica.
A todos: muchas gracias.
El Autor
vi
EPIGRAFE.
“Los españoles llegaron a América en busca de fortuna y poder. Hallaron en nuestro
territorio metales preciosos, grandes extensiones de tierras cultivadas y una gran población
indígena a la que sometieron y explotaron.
Muchos pueblos fueron arrasados por los conquistadores. La población nativa que no huía a
las selvas y montañas era sometida y obligada a trabajos forzados en las minas y en el
transporte de personas y carga. La pérdida de la libertad y la explotación a que fueron
sometidos llevó a los indígenas en muchos casos a no querer tener más hijos e incluso a
realizar suicidios colectivos para evitar su esclavitud.
En toda América los conquistadores se encontraron con la resistencia armada de los
indígenas, que nunca, a través de la historia, han dejado de luchar por su libertad y por sus
derechos”.
Cartilla de Legislación Indígena.
vii
CONTENIDO
pág.
0. INTRODUCCIÓN 11
1. SAN ANDRÉS NUCANCHI PATRÓN. 14
2. MARCO TEÓRICO. 91
2.1 REPORTAJE FOTOGRÁFICO. 91
2.2 LOCALIZACIÓN DEL VALLE DE SIBUNDOY Y SAN ANDRÉS,
PUTUMAYO. 91
2.2.1 Localización astronómica. 91
2.2.2 Ubicación geográfica. 92
2.3 DIVISIÓN POLÍTICA. 92
2.4 LENGUA. 93
2.5 RESEÑA HISTÓRICA. 93
2.6 POBLACIÓN. 95
2.7 ECONOMÍA. 96
2.8 ASENTAMIENTO Y VIVIENDA. 98
2.9 VESTIDOS Y ADORNOS. 98
2.10 CREENCIAS Y RITUALES. 99
2.10.1 MITOS Y LEYENDAS. 100
2.10.2 COSTUMBRES: 108
3. METODOLOGÍA. 114
4. RESULTADOS. 117
5. CONCLUSIONES. 119
BIBLIOGRAFÍA 123
viii
LISTA DE ANEXOS
Anexo A. Mapa División Política Administrativa del Putumayo 49
Anexo B. Mapa Valle del Sibundo 50
Anexo C. Mapa Territorio y Límites Vereda San Andrés 51
ix
GLOSARIO
AMARÓN: Serpiente boa.
ASHUA: Chicha.
ATUN PUNCHA: Gran Día.
CAMARICO: Batea o bandeja con 'mote' y otros alimentos.
CHILACUÁN: Papayuela.
CHUMBE: Cinturón de lana, tejido a mano, adornado con ideogramas que narran historias
y tradiciones. Cada dibujo que aparece en el chumbe representa un concepto. Estos
mensajes varían según el pensamiento de la tejedora.
HACER AGÜITA: Orinar.
KALUSTURINDA: Fiesta del Arco Iris.
LUINA: dulzaina.
LLAJTU: Corona de plumas o chumbes.
MOTE: Maíz. Sopa compuesta por fríjol verde, habas, maíz pelado, papa y carne de res,
pollo o cerdo y sal.
NUKANCHI, NUKANCHIPA: Nuestro, nosotros.
SINCHI: Médico tradicional.
UAIRA UAUA: Cuarzo, piedra lente, hijo del viento.
x
RESUMEN
Esta muestra fotográfica es una breve aproximación a una etnia nativa de América,
heredera del antiguo Imperio Inca, rica en tradiciones ancestrales sociales y culturales, ya
que poseen un amplio conocimiento y dominio de las diversas plantas medicinales que
posee la región, característica que les permite ser reconocidos en cualquier lugar de
Colombia.
El proceso de elaboración de este documento, se llevó a cabo en tres etapas: una primera
etapa de aproximación en la que ambas partes, luego de ingerir unas cuantas totumadas de
‘ashua’, accedieron a dejarse estudiar (en todo proceso investigativo el investigador es
investigado por la etnia o sociedad a investigar). En la segunda etapa, se dio la convivencia
pacífica de las partes (el investigador no fue admitido en otra de las comunidades de
Sibundoy, por negarse a ingerir una tercera totumada de ‘ashua’),a la vez que se compartían
experiencias y conocimientos. Por último, se da el proceso de selección, por parte del
investigador, de la información a publicar en este texto.
Bienvenidos a la cultura Inga.
0. INTRODUCCIÓN
Sentado frente al fogón, mientras espera a que esté listo el 'mote', el taita Gabriel se lamenta
de la poca suerte que ha tenido su comunidad: renegados del Imperio Inca, debido tal vez a
los altos impuestos que debían tributar; la invasión conquistadora; el robo de su santo
patrono y la consecuente pérdida de popularidad; la conquista y la evangelización
usurpadora y el abandono estatal, hacen que su pueblo sea olvidado por todos. Además la
pobreza hizo que se quedara sin chaquiras, uno de sus tesoros más preciados. La foto sin
ellas, ya no será igual.
Con la simple técnica de aproximarse, enfocar y obturar, se fotografiaron lugares,
viviendas, expresiones faciales y la cotidianidad de la gente de San Andrés. Personas que
como taita Gabriel, refleja en su rostro la vida tranquila y pausada que se lleva en
Sibundoy, un pequeño valle situado en el departamento del Putumayo, al sur de Colombia.
En “San Andrés Nukanchi Patrón”, la fotografía a través de una de sus modalidades, el
reportaje fotográfico pretende registrar e informar acerca de las formas y condiciones de
vida de una de las culturas más antiguas de Latinoamérica: los Ingas.
12
La fragmentada historia tomada de algunos relatos de la tradición oral o de algunos
testimonios directos que datan de los tiempos de la conquista, relata que los Ingas de San
Andrés, emigraron del imperio Inca, con fines netamente expansionistas.
Al morir el cacique 'Waina Kapak', el Imperio se fragmentó debido a la guerra interna
desatada por sus dos hijos en su lucha por obtener el poder. Para empeorar la situación,
llegaron los conquistadores y arrasaron con el gran imperio para tomar posesión de sus
tierras a nombre de Dios y la Corona Española.
La entrevista directa, sin cuestionarios atiborrados y realizada sin afanes, permite indagar
sobre una serie de relatos míticos, acompañado de una fotografía simple pero llena de
matices, contrastes y texturas, que sumergen al lector en un pequeño mundo rico en
tradiciones a la vez que se acerca al modo de vida de la comunidad Inga del Cabildo de San
Andrés, Putumayo.
La presente investigación inició a partir de la siguiente inquietud: ¿de que manera realizar
una lectura visual que muestre el modo de vida de la comunidad Inga del cabildo de San
Andrés, Putumayo?.
Ante este interrogante, se plantearon los siguientes objetivos:
Objetivo general: Dar a conocer como vive actualmente la comunidad Inga, a través de un
medio visual: la fotografía.
13
Objetivos específicos: Fotografiar los sitios de reunión, los rituales y costumbres de la
comunidad Inga del Cabildo de San Andrés.
Difundir a través de la fotografía, las costumbres del pueblo Inga.
Afianzar su cultura mediante una lectura visual de su realidad, dando a conocer su grupo
étnico.
Generar conciencia sobre las posibles consecuencias que producen el abandono y el olvido
de las comunidades indígenas.
1. SAN ANDRÉS NUCANCHI PATRÓN.
FOTOGRAFÍAS.
Para una mejor lectura visual, ninguna imagen va acompañada de texto.
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2. MARCO TEÓRICO.
2.1 REPORTAJE FOTOGRÁFICO.
“Llámese reportaje fotográfico a la información que tiene determinadas interpretaciones,
descripciones e impresiones para enfocar un hecho desde un punto de vista, y pretende
darle al lector los elementos que puedan contribuir a contextualizarla”1. “La fotografía ‘re
presenta’, es decir vuelve a hacer presente a los ojos y a la memoria aquellas cosas, seres,
fenómenos del ´continuum’ espacio temporal (‘la realidad’) que se presenta así mismos,
directamente y sin intermediarios, por su sola existencia sensible”2.
El reportaje fotográfico o fotografía documental aborda una realidad ajena para plasmarla
en imágenes, de tal manera, que sin manipular la realidad a mostrar, pueda generar una
serie de reacciones positivas que beneficien al objeto de estudio. Toda fotografía directa es
un informe inmediato del sujeto.
2.2 LOCALIZACIÓN DEL VALLE DE SIBUNDOY Y SAN ANDRÉS,PUTUMAYO.
2.2.1 Localización astronómica. El valle de Sibundoy (foto núm. 20 y 25) se encuentra
situado en el extremo noroccidente del departamento del Putumayo, en las coordenadas
1 EL TIEMPO, Manual de Redacción. Bogotá: El Tiempo, 1995.
92
geográficas: 1º 08’ de latitud Norte de la línea ecuatorial y 1º 12’ de longitud oeste del
meridiano de Greenwich (frontera occidental) 3.
2.2.2 Ubicación geográfica. El valle de Sibundoy está localizado al suroccidente de
Colombia (ver anexos), en las estribaciones de las montañas del Macizo Andino –sector del
Putumayo- a una altura de 2000 m.s.n.m.; hace parte de la hoya alta del río Iza (putumayo)
desde su nacimiento hasta su salida por la Garganta del Balsayaco, que se forma por el
cañón del volcán Patascoy al occidente y las montañas de Portachuelo al oriente. Lo rodean
los cerros de Juanoy, cordillera del Portachuelo y los volcanes de Bordoncillo y Patascoy.
Su temperatura promedio es de 16º C. 4
2.3 DIVISIÓN POLÍTICA.
EL VALLE DE Sibundoy está compuesto por los municipios de San Francisco, Sibundoy,
Colón y Santiago y los corregimientos de San Pedro, Porotoyaco y San Andrés. El valle
está a 63 km. de Pasto y a 91 km. de Mocoa, la capital del departamento del Putumayo.
San Andrés está a 4km. al sur de Santiago y se llega por una amplia carretera destapada5
2 COSTA, Joan. La fotografía, entre sumisión y subversión. México: Trillas, 1991. Pág. 35.3 CAICEDO e INSUASTY. Aspectos ecológicos y distribución del fríjol perenne en el valle de Sibundoy.Pasto Nariño: Uninariño, 1996. Pág. 8.4 BELLO, José V. 20 años de Sibundoy. Himat, Ministerio de Agricultura, Bogotá: Arfo, 1987. Pág. 6.5 Ibid. Pág. 7.
93
2.4 LENGUA.
Ingano, (‘la inga’). La comunidad indígena de San Andrés, pertenece a la familia lingüística
Quechua, siendo el grupo más septentrional que la habla, en la América de l sur 6. Como
segunda lengua hablan el idioma español, aunque su vocabulario es muy limitado.
Cuando interactúan con los colonos, hablan castellano, pera las decisiones importantes las
resuelven en Inga, así evitan que el hombre blanco se entrometa en sus asuntos.
2.5 RESEÑA HISTÓRICA.
El origen del pueblo Inga del valle de Sibundoy no es muy claro. Algunos dicen que
provienen del Perú y que ingresaron por los lados del río Napo. Otros aseguran que
vinieron del Ecuador.
Por otro lado, el taita Gabriel Mavisoy (foto núm. 68) dice que los Ingas se independizaron
del gran imperio Inca, debido a los altos impuestos que debían tributar. Ante esta situación,
un grupo de ocho personas recorrió muchos lugares hasta establecerse en el actual San
Andrés.
Según el indígena ‘wachay’, en relato que le hizo al cronista Toribio de Ortiguera en 1532,
el origen es el siguiente:
94
“Los Incas terminaban de completar la conquista del reino de los ‘Karas’ (Quito) y
deseaban proseguir hacia el norte. Hacia ‘Condulmarca’.
Por la cordillera, las tropas del imperio lograron entrar solo hasta donde hoy quedan los
municipios nariñenses de Ipiales y Córdoba; pero chocaron con la fiera resistencia de los
‘Pastos’ y ‘Kuaiqueres’. Los Incas pensaron rodear a sus enemigos entrando por la selva y
por el oriente de la cordillera (los de San Andrés lo hicieron por la garganta del Balsayaco).
Así, con una comisión política y militar, llegaron los Ingas al Putumayo, cruzando la tierra
de los ‘Quijos’ (entre los ríos Coca y Aguarico, Ecuador) y la tierra de los Kofanes (entre
los ríos Aguarico y Guamués, Colombia). Se interesaron por ‘Mocoa’, donde sus habitantes
explotaban oro y por ‘Sibundoy’ desde donde podían planear y efectuar la penetración
sobre la cordillera.
Los indígenas ‘Kamentzá’ prefirieron los acuerdos a la resistencia militar, ya que a los
Incas no les interesaban tanto su región como su cordillera.
Desde el Putumayo, las comunidades que hoy se conocen como ‘Quillacingas’, ocuparon la
vertiente del río Juanambú y exploraron La Cocha (laguna del Encano, Nariño). Otros
grupos subieron por las cabeceras del río Caquetá. Pero cada vez, había más divisiones en
el Imperio y se debilitaba la lucha contra los ‘Pastos’ quienes se resistían con bastante
éxito.
6 TELBAN, Blaz.Grupos étnicos de Colombia.Quito: Abya Yala, 1988. Pág 347.
95
Así, en 1527 murió ‘Waina Kapak’ y se desató una guerra civil entre sus dos hijos, nacidos
de madres diferentes: ‘Waskar’ del Cuzco (Perú) y ‘Atahualpa’ de Quito E. Hijo de una
princesa ‘Kara’. En esta pugna, era lógico que los Ingas tomaran partido por el ‘hijo del
Cuzco’, pues ellos procedían del sur y habían sido llevados hasta Ecuador y luego hasta el
Putumayo para servir al emperador del Cuzco.
‘Atahualpa’ derrotó a ‘Waskar’. Los ‘Pastos’ aprovecharon esta guerra para sacar a los
Incas de su territorio. Los Ingas quedamos aislados desde entonces de los demás
‘Quechuas’ de Ecuador, Perú y Bolivia, con quienes estamos relacionados.
Para empeorar esta situación, el 15 de noviembre de 1532, el conquistador español
Francisco Pizarro derrotó al nuevo emperador Inca y en 1539 los españoles entraron por
primera vez al valle de Sibundoy”. 7
2.6 POBLACIÓN.
Según el censo realizado en 1999 por Hoyos y Prieto, San Andrés tiene una población total
de 1001 habitantes distribuidos así: 517 hombres, 484 mujeres y 247 niños y niñas menores
de seis años, que viven en 232 viviendas a lo largo de los doce puntos que componen la
inspección.
En San Andrés hay 677 Ingas, 188 colonos, 94 mestizos, 24 quillacingas y 18 Kamentzá 8.
96
2.7 ECONOMÍA.
Los indígenas del valle de Sibundoy en general, viven del comercio informal de artesanías
(fotos núm. 1, 62, 76 y 77), de plantas medicinales y sortilegios para la buena suerte, con
los cuales recorren gran parte del territorio nacional y de algunos países vecinos. Otros se
dedican a la ganadería, en especial la del ganado lechero, cuyo producto venden
directamente a las empresas pasteurizadoras de Nariño y Cauca.
“ El área agrícola se concentra principalmente en los sectores de mayor asentamiento
indígena (...) caracterizada por un alto minifundio. Se estima que dentro de esta actividad
se distinguen dos modalidades.
La agricultura comercial, con cultivos de fríjol, hortalizas, maíz, papa, naranjilla (lulo),
tomate de árbol y repollo principalmente, en producción continua debido a las condiciones
climáticas favorables (fotos núm. 17, 19, 64, 67, 73 y 75).
Y las de pancoger o de subsistencia, que tienen mayor ocurrencia en la población indígena
con diferentes cultivos que se desarrollan y cosechan de manera intercalada, con bajos
rendimientos y atención rudimentaria; su producto tiene como fin el consumo familiar y un
pequeño excedente para comerciar localmente.
7 JACANAMIJOY T. Benjamín. Chumbe, arte Inga. Ministerio de Gobierno. 1ª. Ed. Bogotá: sin pie deimprenta. Pág. 18.8 HOYOS y PRIETO. Estudio etnobotánico de la medina tradicional. Univ. Del Cauca: 2000. Pág. 37.
97
Entre los cultivos de pancoger se encuentran los siguientes: acelga, aguacate, café, caña de
azúcar, cidra, cebolla, coliflor, curuba, cilantro, lechuga, limón, repollo, zanahoria,
remolacha, tumaqueño, cuna o sigse, mora, fresa, ciruela, pera, manzana, granadilla,
hierbas aromáticas y feijoa ”9.
Los indígenas generalmente hacen los huertos al lado de la casa, rodeados de cercas de
alambre. Tienen animales domésticos como el cerdo, que crían para ocasiones especiales,
cuyes, gallinas y patos.
“ Las labores agrícolas las practican tanto los hombres como las mujeres, para las cuales
tienen dos modalidades de trabajo comunitario:
La ‘minga’, que es la ayuda que se da a cualquier miembro de la comunidad, quien a
cambio debe dar a los participantes carne, mote y chicha (foto núm. 74).
Las cuadrillas o ‘divichido’ es el nombre que reciben los grupos de varias familias
vinculadas por parentesco o filiación, quienes trabajan juntos durante la época des
siembra”10. “No se toma en cuenta el tiempo que se gaste en el trabajo sino la cantidad de
obra realizada. El dueño de la sementera no paga en dinero a los que le han trabajado, sino
que queda comprometido a trabajarles a ellos en una cantidad igual cuando lo inviten”11. Al
igual que en la minga, el propietario debe dar comida y bebida a los participantes.
9 BELLO, José. Op. Cit. Pág. 8.10 TELBAN, Blas. Op. Cit. Pág. 348.11 RESTREPO, josé. El Putumayo en el tiempo y el espacio. 2ª. Ed. Bogotá: Bochica. Pág.180.
98
2.8 ASENTAMIENTO Y VIVIENDA.
La mayoría de las casas de San Andrés son de cemento y tejas de eternit. El poblado cuenta
con los servicios básicos de energía, acueducto y alcantarillado. Las construcciones rurales
están ubicadas en medio de la chagra, son de madera y tejas, tienen electricidad y traen
agua desde la cordillera por medio de mangueras para el consumo doméstico.
“Su casa tradicional tiene la estructura en troncos de palma o helecho que se colocan sobre
piedras, es rectangular con techo en faldones en hoja de palma. Las casas cubiertas con
techo de zinc, eternit o teja de barro son de influencia occidental; sus paredes son de
tablones de madera, aunque todavía se puede ver algunas en bahareque (fotos núm. 2, 22,
41 al 50 y 60).
Muy pocas casas tienen ventanas; están divididas con paredes de tablones, un cuarto para
los huéspedes y cocina. Para guardar los productos, los hombres construyen un cobertizo
con techo de dos aguas que llega hasta el suelo”12.
2.9 VESTIDOS Y ADORNOS.
Los Kamentzá y los Ingas del valle de Sibundoy usan igual vestimenta (foto núm. 24, 27 y
59), con la excepción del largo de las ‘cusmas’, que en los inganos es un poco más abajo de
las rodillas:
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Los hombres usan una túnica interior blanca de algodón, una túnica o ‘cusma’ negra de
lana, de mangas cortas, larga hasta abajo de las rodillas, ceñida al cuerpo con un cinturón
de lana blanca, una ruana o ‘capisayo’, largo por ambas caídas, de hilos verticales de lana
azul, roja y blanca, que fabrican en telares rudimentarios, y un collar de cuentas de
porcelana o ‘chaquiras’ de varios colores y de muchas vueltas, formando una enorme sarta
alrededor del cuello (foto núm. 2, 46 y 68).
Las mujeres usan una falda negra o ‘pacha’ de lana, sostenida a la cintura por una faja
ancha o ‘chumbe’ de lana o algodón de colores rojo y blanco con pequeñas figuras
geométricas, una blusa o ‘tupulli’ de algodón, generalmente rojo y azul, un reboso o
‘bayeta’ de lana de color fuerte, azul o rojo, manillas de cuentas de porcelana o ‘chaquiras’
en las muñecas y ‘chaquiras al cuello como los hombres (foto núm. 12 y 36).
2.10 CREENCIAS Y RITUALES.
“Las narraciones míticas ocupan un rol central en la vida cultural y social de sociedades no
alfabetizadas. Su transmisión es ceremonial. Aparentemente están plenamente formalizadas
y son inamovibles, sin embargo funcionan como un bricolage mítico, donde la creación y
recreación individual tiene un cierto espacio”13.
12 TELBAN, Blas. Op. Cit. Pág.349.13 GONZALES. José. Realidad, tiempo, fuente, transmisión. En Etnografía. México, Alfaomega: 1997 Pág.142.
100
2.10.1 MITOS Y LEYENDAS.
Al caer la noche, los taitas se reúnen con sus hijos alrededor del fogón o ‘tulpa’ para contar
largas historias o ‘cuenticos’ heredados de sus antepasados a través de la tradición oral.
Estas historias se prolongan hasta altas horas de la noche, de tal manera que si alguno de los
oyentes se queda dormido, el taita finje enojarse y vocifera que no continuará si alguien se
duerme.
Los mitos y leyendas que se narran a continuación, son adaptaciones libres, producto de
confrontaciones con libros y entrevistas directas con algunos narradores orales de la
comunidad.
2.10.1.1 Origen. “los ancianos cuentan que los ingas de San Andrés vinieron de muy lejos,
que hace mucho tiempo entraron por el Portal, provenientes de un sitio denominado San
Juan de Vides, donde todavía se ven algunos dibujos en las superficie de las rocas (a la
orilla del río Vides, cerca de Villagarzón, Putumayo). Allí tenían sus propias costumbres,
pensamiento, semillas, y cultivos: ya eran un pueblo. La gente sólo vestía de taparrabos,
hacían ollas, platos y otros utensilios de barro. Los trabajos del campo se hacían en mingas.
Los niños andaban desnudos. Había una niña que siempre iba a las ‘mingas’, su genital era
muy protuberante, y como la gente era muy maliciosa y juguetona, empezaron a tirarle
terrones. A la niña no le gustó que la molestaran, se enojó y se puso muy triste, cambió de
aspecto y huyó para el monte.
101
Por la noche, la comunidad siempre tenía la costumbre de reunirse en un rancho grande
para descansar, contar cuenticos y comer mote. La gente que salía de la casa, se
desaparecía.
Al principio nadie se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, pero luego de la segunda
noche, al ver que la gente salía y no regresaba, los dueños de la casa empezaron a sospechar
que algo grave estaba ocurriendo afuera.
La niña enojada se había convertido en ‘amarón’ (boa), que era tan grande, que se enroscó
alrededor del rancho: su vientre se veía en la puerta delantera mientras que su boca aparecía
en la puerta de la cocina.
Los antiguos, que todo lo averiguaban por medio del yagé, en la pinta vieron que el
‘amarón terminaría con ellos. Asustados, se dedicaron a ver la manera de cómo defenderse
de él. Las mujeres asumieron la tarea de preparar un remedio para combatir al animal con
los recursos disponibles en la casa. Como siempre se acostumbraba acompañar los
alimentos con ají, majaron todo el ají que había en la casa.
Ya listo el ají, se pusieron de acuerdo para atacar al ‘amarón’ por las dos partes al mismo
tiempo. Para librarse del ‘amarón’ le echaron todo el ají por la boca y por su genital. El
‘amarón’ se retorcía contra el rancho del dolor tan tremendo que le produjo el ají
machacado, que casi arrastra la casa hasta el río donde cayó (el amarón), al tiempo que
hubo tempestad de viento y agua, que partió a la bestia en varios pedazos y la convirtió en
piedra. La parte de la cabeza formó un puente. En el Portal, todavía se puede ver la piedra
102
encantada como un río encorvado, muestra de lo que fue aquel suceso y por donde pasaban
los antiguos cuando iban con cargas de caucho y barniz.
A raíz de este acontecimiento, los antepasados se asustaron y empezaron a emigrar hacia el
valle de Sibundoy. Se situaron en diferentes partes: unos en Tachoy, otros en Balsayaco y
en Samanoy. Después se juntaron para formar el pueblo de Putumayo (San Andrés).
En ese tiempo ya existían los Ingas de Manoy (Santiago), quienes los vieron como
invasores e intentaron sacarlos, pero los de Putumayo lucharon para mantenerse y
establecer sus linderos”.
Algunos autores dicen que el ‘amarón’ era un niño y no una niña, otros que el ají con el que
lo vencieron, fue introducido por la boca y por una gran herida que le practicaron en el
vientre. Por otro lado, los lugareños dicen que el puente de piedra que hay en el Portal, no
es un puente en sí, sino que allí se juntan dos paredes de la cordillera, las cuales forman la
Garganta del Balsayaco, por donde se puede saltar al otro lado del río del río Putumayo. A
este lugar, algunos nativos le denominan ‘La Nariz del Diablo’.
2.10.1.2 La imagen de San Andrés. En siglos pasados, “cuando surgían las bonanzas en el
Amazonas (de quina, caucho, balata, barniz, pieles, oro, maderas preciosas y petróleo), los
esclavistas y evangelizadores se apoderaban de un territorio para su explotación. Cuando se
acababa el producto en ese lugar, se trasladaban a otro, llevando consigo todo, incluyendo a
los indígenas y sus escasas pertenencias.
103
Los indígenas que se resistían a la ‘evangelización’ eran exterminados, como ocurrió con
los denominados ‘Tetetes’ que habitaron en la frontera Colombo Ecuatoriana, cuyos
últimos sobrevivientes fueron cazados y exterminados desde helicópteros, por hombres
pertenecientes a las compañías petroleras que exploraban la región”14.
En una de estas migraciones forzadas, se presume fue abandonada la imagen de San Andrés
en el lugar donde la encontraron los Ingas.
La leyenda sobre la imagen de San Andrés es la siguiente:
“Los indígenas de San Andrés tenían una imagen de su santo patrón de la que cuenta la
tradición que fue traída por el camino del Portal (o Porotal). No se sabe con certeza los
motivos por los cuales fue dejada sobre un árbol, en la cumbre de la cordillera.
Posteriormente fue encontrada por un cazador y traída por los Ingas con gran despliegue
hasta Putumayo. La gente venía de muchas partes para visitarlo y venerarlo por sus
milagros.
La fealdad horrorosa a que estaba reducida la imagen en 1905 determinó que el Prefecto
Apostólico les diera una nueva y hermosa, pero los indígenas se resistieron a admitirla, y
mucho más a desprenderse de la vieja: -"Ve taita Padre, cómo vas a quitar al San Andrés de
nosotros, cuando él ya sabe lengua y costumbres de nosotros..., ¡ese 'mochacho' qué va
saber!".
14 CABODEVILLA, Miguel Angel. La selva de los fantasmas errantes. Ecuador: Cicame Pompeya, 1996.Pág. 85.
104
El misionero hubo de emplear toda clase de trucos y artimañas y la complicidad de algunos
colonos para burlar la terca oposición de los indígenas que en masa compacta obstruyeron
la puerta de la capilla para impedir la salida de su santo. Pero al fin, simulando una
procesión, con cantos y velas y rezando el rosario, logró sacarle el ídolo hasta Santiago,
acompañado de toda la gente, y lo encerró dentro de una pieza con llave, alumbrado con
gran profusión de velas. Entrada la noche, los Hermanos Maristas, de la escuela de varones,
obedeciendo consignas del misionero, sacan con sigilo al viejo fetiche y lo meten al horno,
que estaba prendido a esa hora para hacer el pan.
Cuando a la mañana siguiente se volvió a presentar la turba de indígenas para saber de su
ídolo, el misionero y el policía que quedó al cuidado de la imagen tenían preparado un
sainete que desarrollaron así: -"¿No te dije que buscaras dos blancos para que te ayudaran a
guardar al santo? ¿No ves que se han robado la imagen? ¡Hoy mismo voy a pedir que te
destituyan!"
A lo cual contesta fingidamente consternado el policía: "¡Ya mismo me voy a San Andrés y
traigo presos a todos los indios que la han sacado y los llevo presos a Pasto!". Todos los
indígenas regresaron de inmediato a San Andrés para requisar rancho por rancho. Como no
encontraron a su santo, volvieron a la carga urgiendo a que les devolviera su San Andrés. Y
dirigieron mensajes al gobernador de Nariño, al Nuncio Apostólico y al Presidente Rafael
Reyes para que interviniera en su problema.
105
Algunos colonos propalaron por chanza que habían visto a San Andrés viejo bajar en canoa
por el río Putumayo, solo y sin masato, con dirección al Porotal, de donde había venido.
Pues bien, una comisión hizo el viaje de varios días para tratar de alcanzarlo”.
Al indagar sobre esta historia, ningún nativo sabe algo al respecto. Taita Gabriel Mavisoy,
dice que la imagen robada era igual de milagrosa que la virgen de Las Lajas y que tal vez
por eso fue desaparecida.
Con tristeza dijo que San Andrés fue sumido en la pobreza y el olvido luego del robo de su
santo patrono, ya que cuando el santo original estaba, el poblado era más concurrido debido
a las romerías procedentes de otras regiones que llegaban para pagar promesas. Luego de su
visita, se iban para el santuario de Las Lajas. Esta situación hacía que la virgen nariñense
perdiera devotos.
Para reforzar esta apreciación hay que tener en cuenta que para la época en la que
ocurrieron los hechos, el departamento del Putumayo formaba parte de Nariño.
2.10.1.3 Piedra lente. Luego de un largo proceso de aprendizaje, que incluye rituales con
yagé y otras plantas medicinales, el Sinchi (médico tradicional), debe conseguir una ‘Uaira
Uaua’ (piedra lente) que lo consagra como un verdadero hombre de ciencia. La piedra
lente, piedra rayo o "la lente" es un enorme cristal de cuarzo, blanco transparente, del
tamaño de un aguacate mediano.
106
La lente se utiliza en los rituales medicinales de la misma manera como un médico utiliza
su fonendoscopio. Con la piedra lente, el taita puede "ver" las enfermedades, la fuerza de
una medicina o desahuciar a un paciente.
Todo Sinchi posee dos de estos cristales, uno del tamaño antes mencionado y el otro es
similar al grosor del dedo pulgar. Las versiones de este mito son muchas pero la idea
principal sobre el origen y la manera de obtener una lente, es la siguiente:
“Al terminar su aprendizaje, el aprendiz le debe pedir a su tutor, que con la ayuda de Dios,
él pueda invocar la gracia divina para que mediante una fuerte tormenta, le envíe a través
de un poderoso rayo la lente con la que podrá diagnosticar las enfermedades.
Luego del ritual secreto, el discípulo debe estar pendiente de la tormenta y sobre todo del
lugar donde caerá el rayo. Al caer el rayo, el indígena debe correr a buscar la lente en el
sitio donde cayó el rayo.
Al momento de encontrarlo, debe bañar la lente con sangre de su nariz, para que ésta no se
desaparezca. Luego lo cubre con un pañuelo o trapo blanco y nuevo. Terminado este ritual,
debe regresar en busca de su maestro, para realizar un ritual alrededor de la lente. Sólo a
partir de ese momento el aprendiz puede cogerlo”15.
15 Relato tomado de la tradición oral.
107
2.10.1.4 Día de difuntos. La leyenda que se narra a continuación no es propia de la
comunidad de San Andrés sino que pertenece a sus vecinos de Santiago, pero como
comparten la tradición de ofrendar alimentos a los parientes muertos en el día de los
difuntos, es necesario incluirla para explicar de donde viene la tradición, aunque ya está en
desuso por la mayoría de la comunidad Inga.
Para comprender esta historia, hay que aclarar que San Francisco, Sibundoy, Colón y
Santiago están conectados entre sí por la carretera Mocoa – Pasto, mientras que para ir a
San Andrés hay que tomar la carretera Santiago – Garganta del Balsayaco. Y al contrario
del cementerio de San Andrés (foto núm. 70 y 71), los de los demás poblados quedan a
orillas de la carretera principal.
“Cierta familia venía caminando desde Colón ya entrada la noche. La señora no quería
entrar al cementerio por lo cual le dijo a su marido que se desviaran un poco. Estaban en
eso cuando vieron que de los lados del cementerio venía un amigo de ellos que había
muerto hace mucho tiempo. Ellos por temor se escondieron en un matorral. Cuando el
difunto pasó cerca, los vio y los saludó como si nada, les preguntó que qué hacían allí.
Ellos, para disimular, dijeron que estaban ‘haciendo agüita’.
El difunto los invitó a caminar con él, ya que también iba para Santiago. Luego los invitó a
entrar a la que era su casa. Como ya era tarde y la gente de la casa ya estaba dormida, ellos
entraron sin hacer ruido. Adentro, el difunto los convidó a comer. Destapó la olla, sacó lo
que había quedado, hizo a un lado lo que era para él y en otro lo de los invitados. Después
de que comieron, sacó y les dio ‘ashua’.
108
Luego de comer y beber, volvieron a salir sin hacer ruido pues la gente estaba durmiendo y
el día ya empezaba a despuntar. Al salir, el difunto se convirtió en cocuyo y se fue”16.
2.10.2 COSTUMBRES:
2.10.2.1 Compadrazgo. La figura del compadre, heredada de los rituales católicos, es de
gran importancia para las familias indígenas del valle de Sibundoy: además de los
compadres de bautismo, confirmación y matrimonio, existen los del primer corte de pelo y
los de la casa o techo nuevo.
Esta costumbre se presenta generalmente entre indígenas, para reforzar los lazos de unión y
extender el grupo o clan familiar. En muy pocas ocasiones se produce entre colonos e
indígenas.
2.10.2.2 Primer corte de cabello. Para el primer corte de cabellos que se le hace a un niño,
entre los seis meses y dos años de edad, sus padres preparan una fiesta especial en la que
celebran entre los familiares y conocidos.
El corte lo empieza en la frente del niño, el padrino de bautismo, luego continúan los padres
de la criatura, le siguen los demás asistentes y termina el corte el padrino. El estilo del corte
es el denominado 'totuma'.
16 Relato tomado de la tradición oral.
109
Todos los participantes le obsequian regalos o dinero al niño, mientras que los padres
obsequian al padrino una olla de chicha y comida, que se comparte entre todos.
2.10.2.3 Construcción de una casa. Para la construcción de la casa, los dueños, que
generalmente son los recién casados, convocan a una minga. El día señalado el propietario
o en su defecto un caporal, convoca a la gente tocando un cuerno de res. Al terminar la
construcción, sobre la columna principal o en una de las paredes del rancho amarran una
cruz mediana, a la que le ponen como collar una tira de cuero.
Durante los días de la construcción hay chicha en abundancia. Al terminar se celebra una
fiesta con chicha, música, baile y algunas veces, hasta pólvora. Ser padrino de una casa o de
techo nuevo es un honor, para lo cual el agasajado, coloca un escudo conmemorativo en el
borde del tejado. Cada casa puede tener varios padrinos.
2.10.2.4 Día de difuntos."En vísperas del dos de noviembre, en cada familia, por sus
miembros fallecidos suelen poner en la sala de la casa un 'camarico' de acuerdo a los gustos
del difunto: carne, huevos, papas, frijoles, pan, chicha... y se van a dormir para que las
almas puedan venir a comer. A la madrugada del día de los difuntos, los familiares se
reparten el 'camarico' o se lo obsequian al sacerdote"17. (Fotos núm. 69 al 71).
17 RESTREPO, José. Op. Cit. Pág 182.
110
2.10.2.5 Otras costumbres. El sentido del humor dentro del trabajo colectivo y el
vocabulario ‘picante’.
El caminar distanciado entre esposos (el hombre a unos cuatro metros aproximados más
adelante de la mujer).
Guardar alimentos para llevar a la casa (Foto núm. 13).
Toma de decisiones conjuntamente entre esposos para cualquier compromiso (negocios,
favores, trabajos, etc.).
Destinación específica de los asientos dentro de la casa (lugar donde deben sentarse: los
hombres a un lado y las mujeres en otro). Esto es notorio cuando los Ingas asisten a la
iglesia: los hombres a la izquierda de la entrada y las mujeres a la derecha (foto nro. 71).
Preparación de alimentos para la atención de los acompañantes de un funeral.
Ceremonia de consejos a los recién casados.
Pedir perdón el día del carnaval y echar pétalos de flores en la cabeza de las personas a las
que aprecian.
Compartir alimentos dentro de las fiestas y en el trabajo.
111
Trasmitir cuentos a los niños alrededor del fogón, antes de dormir.
2.10.2.6 El carnaval. El 'kalusturinda' o fiesta del Arco Iris, se celebra tres días antes del
Miércoles de Ceniza de cada año. En un principio, esta celebración era realizada el día de
San Juan, pero por motivos desconocidos, fue trasladada a la fecha antes mencionada.
Los motivos del 'kalusturinda' son la alegría del pueblo Ínga, los deseos para que ese año
haya una buena cosecha, la amistad y hermandad entre sus gentes y el perdón y
arrepentimiento de todos.
Los preparativos para el 'Atun Puncha' o Gran Día, empiezan semanas atrás, cuando el taita
Gobernador convoca a una asamblea para debatir el presupuesto destinado para el carnaval,
hacer la programación y delegar funciones. Luego hace las recomendaciones pertinentes
para la fiesta: vestir sus mejores trajes típicos, inculcar los valores y las tradiciones a los
niños para que éstas no se pierdan, que la gente no beba demasiado, que no hayan peleas y
que bailen todo el día.
Entre las funciones a realizar están: cortar la leña para cocinar, preparar los platos típicos,
hacer la chicha, sacrificar la res, tejer las palmas para hacer el castillo, símbolo de la
felicidad, la fertilidad y el buen gobierno.
El domingo antes del Miércoles de Ceniza, se realiza el 'Carnavalito', celebración dedicada
para los niños. En este día, los infantes visten sus mejores trajes típicos, se ponen las
112
coronas que ellos mismos hacen con plumas de gallina y bailan frente a la iglesia. Luego se
dirigen al Cabildo donde se les brinda comida (Fotos núm. 16 y 51).
Ese lunes, una comitiva compuesta por los miembros del Cabildo y algunos invitados, se
dirigen a Sibundoy, donde se celebra el carnaval de la comunidad Kamentzá.
El martes es el 'Atun Puncha' para los indígenas de Manoy (Santiago) y Putumayo (San
Andrés). Estos últimos, se concentran en un punto denominado 'La Ye' sobre la carretera
que conduce a Balsayaco. Desde allí se dirigen hacia la iglesia de San Andrés, donde
asisten a la eucaristía. Durante este trayecto, algunos arrojan ‘chilacuanes’ a las personas
que van a la cabeza del desfile. Al final, el taita Gobernador, en un acto especial, muestra
sumisión y respeto al sacerdote, y en el momento de entregarle su Bastón de Mando le pide
perdón al cura.
Terminado este acto, todos se dirigen a la plaza. Allí, desde el pedestal de una cruz, en
medio de la plaza, el taita Gobernador habla en voz alta a la comunidad y les concede el
perdón a todos los miembros de su comunidad. Terminado este acto, los Ingas bailan
alrededor de la plaza, mientras otros siguen tirando 'chilacuanes'. Luego se dirigen al
Cabildo, donde continúa el festejo.
En lo alto del castillo, que está ubicado frente a la entrada del Cabildo, cuelgan un gallo
vivo, que pende de dos cuerdas que a su debido tiempo, tiran dos alguaciles. En el centro
del castillo colocan una soga para que el hombre más fuerte se suba e intente coger el gallo.
Ya en lo alto, el ingano debe coger y arrancarle la cabeza al animal, cosa que tratan de
113
impedir los alguaciles que sujetan las cuerdas, al jalar de un lado para otro al gallo (Fotos
núm. 3, 32 y 39).
Cuando ya hay un vencedor, cuyo premio es el gallo, empieza el baile.
Dentro del Cabildo todo es alegría. Al son de un 'tam tam' monótono (Fotos núm. 30, 35 y
37), acompañado de una tonada especial de 'luínas' (Dulzainas, foto núm. 34), rondadores y
flautas, bailan hasta el cansancio. El movimiento rítmico de la danza consta de dos paso
hacia delante y otros dos hacia atrás. Debido a la gran cantidad de personas que bailan, los
golpes fuertes entre los danzantes son frecuentes, sin importar si alguna mujer tiene un hijo
a sus espaldas.
En otra parte del Cabildo, algunas mujeres, encabezadas por la 'Gobernadora', reparten el
'Mote' (plato típico). El carnaval dura hasta que el ‘Ashua’ (chicha de maíz) se acabe.
(Fotos núm. 18 y 63)). Esto sucede generalmente al cabo de una semana (Fotos núm. 28 al
31 y 61).
2.10.2.7 Plato típico. Para los indígenas del valle de Sibundoy el 'mote' lo es todo: es un
hervido que contiene fríjol verde, habas, maíz pelado, papa y carne de res, pollo o cerdo y
sal.
Para las ocasiones especiales, los dueños de casa preparan un camarico, que consiste en una
batea o bandeja con 'mote' y otros alimentos. El 'camarico' es acompañado de chicha, y si el
agasajado se lo merece, con una gran fiesta en su honor.
3. METODOLOGÍA.
La comunidad Inga es muy conocida en todo el país por sus hierbas y sortilegios para la
buena suerte, pero es muy poco lo que se sabe acerca de su origen y de sus costumbres. El
autor -aunque no pertenece a la etnia ni es nativo de la región, sí pertenece al Putumayo,
tierra rica en tradiciones y grupos indígenas, pero sumida en el abandono oficial- pretende
mostrar una de las tantas comunidades que habitan en el departamento.
El presente trabajo, por tratarse de una investigación etno fotográfica no se ciñe a una
metodología estricta. El autor, en su interés por interactuar con la comunidad a investigar,
no se adhiere a ningún modelo investigativo, sino que se deja llevar por su propio estilo, sin
presionar a los indígenas para que contesten preguntas engorrosas, o para que llenen
encuestas metodológicas que no aportan nada a la presente obra, pero que pueden
‘encasillar’ al grupo étnico en tal o cual esquema preestablecido.
De todas maneras, “el trabajo etnográfico se centra principalmente en los aspectos de la
vida institucional representativa: trabajo, constitución del hogar, educación de los hijos,
empleo del tiempo libre, prácticas religiosas y participación en la comunidad. (...) para ello,
115
la metodología utilizada es muy diversa; observación, participación en la comunidad,
entrevistas informales, toma de fotografías y evocación de recuerdos orales de la gente” 18.
Por cualquiera de las dos carreteras que llevan al Valle de Sibundoy, el visitante encuentra
una cordillera rica en selva virgen y extensas llanuras llenas de frailejones. La riqueza
visual que ofrece la panorámica, estimula los sentidos, exalta los olores; el frío se cala hasta
los huesos y sacude el cuerpo.
Esta sensación no permite consultar manuales de etnografía o exposímetros. Solo basta
tener a punto la cámara, dejar fluir las palabras al calor de unos tragos (ingerir bebidas
alcohólicas es una tradición ancestral en la comunidad Inga), resolver las dudas sin afanes y
presionar el obturador para capturar esos momentos mágicos de la vida de los indígenas y
su entorno.
No importa el encuadre, la velocidad de obturación ni la abertura, sólo la expresión, la
espontaneidad y franqueza que se refleja en sus rostros. Para no quitarle fuerza a estas
expresiones ninguna imagen está manipulada y para ello se presentan los fotogramas
completos, sin ediciones de ninguna índole. “Se usa la fotografía no como una técnica de
búsqueda, sino como una gran confirmación selectiva de que ciertas cosas son de ese modo,
o como muestra selectiva de la realidad” 19.
18 CASTRO, Florence. Tipos de monografías etnográficas. En Etnografía. México: Alfaomega, 1997. Pág.189.19 RODRIGUEZ, Marisol. Testimonio y poder de la imagen. En Etnografía. Op. Cit. Pág. 244.
116
Todas las fotografías se hicieron con la luz disponible en el lugar: la luz del día y a veces, el
bombillo del recinto, sin moverlo del techo.
Aunque la tecnología no les es ajena, la presencia del hombre-cámara (el periodista) causa
curiosidad, por eso veces el reportero es sorprendido justo antes de tomar la foto, por eso en
alguna fotografías, la mirada de los indígenas es directa.
Para los estudiosos de la imagen, los datos técnicos del presente reportaje fotográfico son
los siguientes: película Kodak T Max blanco y negro Iso 400 forzada a Iso 1000.
Fotografías positivadas en papel Kodabrome núm. 3 sin manipulaciones de ningún tipo,
excepto las fotografías nros.1, 7, 20, 67 y 77 a las que se les mejoró el contraste al
momento de ser copiadas.
4. RESULTADOS.
El proyecto de investigación denominado 'La fotografía, como medio para mostrar el modo
de vida de la comunidad del cabildo Inga de San Andrés Putumayo', se realizó tal como se
había planeado. Aunque no se siguió un cronograma estricto, se cumplió con los objetivos
propuestos y se confirmaron las hipótesis planteadas.
Este resultado permite continuar con el proyecto a corto plazo: difundir el reportaje
fotográfico a través de un libro (Tesis de Grado en ‘cd. Rom’) y llevar a cabo una
exposición fotográfica.
Hay que recalcar que en la toma de las fotografías siempre prima la expontaneidad de la
gente. En ningún caso, las escenas fueron compuestas o planeadas con antelación.
Algunas fotografías estaban preconcebidas (en el fondo, no en la forma): es el caso del
artesano Paulino Mojomboy (se sabía que él talla madera, pero no, cómo era su sitio de
trabajo, foto núm. 67), igual ocurre con la foto del médico tradicional Juan Jajoy (se sabía
que él poseía una ‘piedra lente’ pero no que parte de su ritual consiste en introducirlo en su
boca, foto núm. 57).
118
La excepción es la foto número 7: se buscaba mostrar el Valle desde uno de los cerros que
conforman la Garganta del Balsayaco, a esas horas él subía rumbo al ‘Porotal’. Además, no
hubo otra opción para mostrar la inmensidad del valle (en fotografía el tamaño real de las
cosas se puede confrontar con la escala humana): –“señor, le tomo una foto?, Gracias!” y la
número 55, que en medio de un gran bullicio el día del carnavalito, la niña se detuvo el
instante preciso para fotografiar su rostro en primer plano.
5. CONCLUSIONES.
La fotografía, que permite capturar aquellos fragmentos fugaces que enriquecen la vida
cotidiana, al ser conjugada con la historia, que es la base fundamental para conservar las
tradiciones de un pueblo, arrojan como resultado una serie de textos e imágenes que
contribuirán con la preservación de las costumbres y tradiciones de un pueblo.
La fotografía documental busca registrar e informar todo lo relacionado con las formas y
condiciones de vida de un determinado grupo social, que en este caso es la comunidad Inga
del cabildo de San Andrés.
Las tradiciones, los bailes y los trajes típicos, son realzados durante los días en los que
celebran el carnaval. Para la ocasión, todos visten sus mejores prendas, se olvidan de los
problemas cotidianos para beber ‘ashua’, cantar al ritmo de sus tambores y bailar hasta el
cansancio.
Los jóvenes Ingas de San Andrés se avergüenzan de hablar su idioma. A veces llegan al
extremo de cambiar su nombre materno por uno más 'occidental'. Con una serie de cartillas
educativas, las escuelas locales adoptaron un programa de educación bilingüe para
estimular a los niños para que amen su tradición milenaria y conserven su idioma. La
Iglesia, por su parte, tiene una edición del Nuevo Testamento en idioma Inga.
120
San Andrés tiene los servicios públicos básicos que, aunque no son los mejores, permiten
que la comunidad lleve una vida digna. De todas maneras, el uso inadecuado de las aguas,
tiene como consecuencia las frecuentes diarreas y erupciones en la piel de los niños.
El proceso de siembra y sus respectivas cosechas es consultado u orientado por el cabildo.
Allí, cada indígena resuelve sus inquietudes, el cabildo le orienta sobre los requisitos a
cumplir para tramitar algún tipo de préstamo bancario o del mismo cabildo, o para decidir
qué especie menor es más productiva para la temporada.
Los problemas de toda índole, son expuestos, consultados y resueltos en el cabildo, siendo
el taita Gobernador la máxima autoridad de la comunidad, quien a su vez delega algunas
funciones a sus alguaciles (policías cívicos dentro de la comunidad).
El taita Gobernador y los alguaciles son elegidos democráticamente por la counidad, para
un período de un año.
Para afianzar y conservar lo poco que queda de la cultura ancestral o para cultivar el campo
y mejorar la economía doméstica de los Ingas, el Estado destina un presupuesto anual que
es manejado por el taita Gobernador y el Cabildo a través de la Alcaldía de Santiago.
El alcoholismo (fotos núm. 4, 31 y 40), la mala utilización de los recursos (más por la
ignorancia que por otra cosa) que les designa el Estado, que son manejados por el Cabildo y
la Alcaldía de Santiago, y la tradición de viajar a otras tierras, hacen que el valle sea
121
subexplotado. La baja producción agrícola incentiva a los nativos para que emigren a otras
regiones.
Los Ingas viajan al bajo Putumayo para trabajar como ‘raspachines’ o cosechadores de hoja
de coca. En este oficio, corren con el riesgo de ser asesinados por sus empleadores para no
pagarles por la cosecha. Otros emigrantes viven de vender hierbas medicinales, conjuros
para el amor y la buena suerte o trabajan como peones y empleadas domésticas. La
finalidad principal de estos viajes es regresar al valle de Sibundoy con dinero suficiente
para mejorar sus parcelas y aumentar su capital.
Este círculo vicioso que nació como resistencia cultural ante las diferentes invasiones
‘blancas’ (llámese Iglesia o colonización), que buscaban subyugar al nativo para apoderarse
de sus tierras y luego tener a los indígenas como peones mal pagos, hace que con cada
migración, una familia sea desmembrada, con consecuencias perjudiciales para niños y
madres cabeza de hogar, que sufren los rigores del abandono del hogar por parte de uno de
sus miembros.
A pesar de todas las garantías que las comunidades indígenas del país obtienen gracias a la
Constitución de l991, todas las leyes y decretos creados para ayudarlos, se quedan en el
papel.
El 32 frente de las Farc deambula libremente por las calles de San Andrés, hace mercado,
toma prestados los vehículos de los lugareños o los obligan a transportarlos hasta su
campamento ubicado cerca de Balsayaco. En otras ocasiones, detienen e indagan a todo
122
individuo desconocido, lo amenazan con una investigación más a fondo y si se sospecha
que es enemigo (policía, militar o paramilitar) puede ser retenido o asesinado.
La comunidad de San Andrés teme que los guerrilleros obliguen a los indígenas a contribuir
con hombres para la guerra.
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Anexo A. Mapa División Política Administrativa del Putumayo
Anexo B. Mapa Valle de Sibundo
Anexo C. Mapa Territorio y Límites Vereda San Andrés