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LA FILOSOFÍA UNIVERSITARIA EN HISPANOAMERICA 171 dominio del griego, ya que, como es bien sabi- do, es imprescindible a cada paso el estudio comparativo. En cambio, para esta especiali- dad no es imprescindible el latín, cuyas inter- ferencias medievales son posteriores. Aparte del hecho de que con seis años de latín en el I3achillerato se puede saber lo suficiente como para comprender a los filósofos escolásticos, cuyo latín no es complejo. Además, si se quiere dar posibilidades de opción, en igual caso que la musulmana etít. la Filosofía judía. Por todo ello, nos aventuramos a dar una opinión : al futuro alumno de la Sección de Fi- losofía se le debe dar opción entre estas tres disciplinas: árabe-hebreo-latín. Pero en ningún caso el griego. Para su formación completa, el griego debe ir en primer lugar. El latín escolástico debe ir en segundo lugar ; pero insistimos en que es un latín fácil (y, sobre todo, que no exige la for- mación clásica que teóricamente se exige en los cursos comunes). En tercer lugar, y sobre el supuesto de que se domina el griego, el árabe y el hebreo para estas especialidades histórico- filosóficas. No se trata de desvalorar el latín. Todo lo contrario. Hay que valorar su estudio, pero... en esos seis años de Bachillerato. Con ese ba- gaje el alumno debe estar capacitado para leer los escolásticos. Y por ello, la Facultad debe completar lo que el "especialista" en Filosofía necesita más, es decir, el griego. LA FILOSOFIA UNIVERSITARIA EN HISPANOAMERICA RAFAEL; GUTIERREZ GIRARDOT DE LA ESCOLÁSTICA A LA CRISIS DEL POSITIVISMO Tras la decadencia de la Escolástica, consu- mada casi totalmente hacia mediados del si- glo xviff, llegó a Hispanoamérica la doctrina sensualista, el predominio de Locke, Candillac, Destut de Tracy y Cabanis. La reacción anti- sensualista europea tuvo su reflejo hispano- americano en el segundo cuarto del siglo xfx. Luego, Herder fué estudiado con entusiasmo, y a éste sumó la influencia de Saint-Simon. En las Rases de Alberdi se ha solido reconocer la pri- mera puerta abierta para la imposición definiti- va del positivismo, iniciada hacia 1870 , . Bajo for- mas diversas éste presidió reformas políticas y pedagógicas. En Méjico, por ejemplo, Gabino Ba- rreda, inspirado en la clasificación comtiana de las ciencias, organizó la educación pública. La Facultad de Filosofía y Letras de la Univer- sidad de Buenos Aires fué fundada en 1895 por un grupo de jóvenes positivistas. En Chile, Las- tarria ; Hostos y Varona. en Centroamérica, fueron, entre otros, los difusores de la nueva Filosofía. A Comte siguieron Darwin, Spencer y Le Dantec. José Ingenieros, en la Argentina, habiendo pasado por el monismo haeckeliano y la psicología fisiológica, ensayó luego una metafísica inductiva, fundada en los datos úl- timos de las ciencias a la manera de Wundt. El discípulo de Ingenieros, Aníbal Ponce, si- guiendo ya otra dirección apuntada por su maestro vagamente, profesa apostólicamente el marxismo. Este, al lado de las nuevas tenden- cias, ha sido, más que filosofía universitaria, justificación de partidos políticos de diferen- te orientación dentro de la ortodoxia misma. El positivismo acabó en escuela cerrada y dog- mática y en ingenua retórica. Convirtió la edu- cación en superficial divulgación y almacena- mientos de saberes, y clausuró, por mucho tiem- po, todo caudal humanístico y rigurosamente filosófico. Las Universidades, en general, y las Escuelas y Facultades de Filosofía, en particu- lar, cuando no fueron cerradas, sufrieron este perverso influjo. La Universidad colonial habla mantenido su estructura a lo largo de estas incidencias, aun en la más cruda época republicana. Con el po- sitivismo perdió definitivamente sus precarias vértebras, quedando convertida, así, en simple recuerdo de una organización. A medida del tiempo, los positivistas convirtieron el comtis- mo en ortodoxia exigente y rígidamente cerra- da y excluyente (1). La Universidad fué un circulo inexpugnable en el que se refugiaron los positivistas a la lle- gada del siglo xfx. Surgió, con éste, la Refor- ma Universitaria de Córdoba (Argentina) de 1918. Sin la mención de estos ciclos, que se cierran en el citado movimiento reformista, nada puede entenderse ni justificarse de la Uni- versidad hispanoamericana contemporánea. El (1) Sánchez Reulet, Aníbal: "Panorama de laff ideas filosóficas en Hispanoamérica", en Tierra Fir- me. Aflo II, núm. 2, págs. 181-209. Madrid, 1936.

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LA FILOSOFÍA UNIVERSITARIA EN HISPANOAMERICA 171

dominio del griego, ya que, como es bien sabi-do, es imprescindible a cada paso el estudiocomparativo. En cambio, para esta especiali-dad no es imprescindible el latín, cuyas inter-ferencias medievales son posteriores. Apartedel hecho de que con seis años de latín en elI3achillerato se puede saber lo suficiente comopara comprender a los filósofos escolásticos,cuyo latín no es complejo.

Además, si se quiere dar posibilidades deopción, en igual caso que la musulmana etít.la Filosofía judía.

Por todo ello, nos aventuramos a dar unaopinión : al futuro alumno de la Sección de Fi-losofía se le debe dar opción entre estas tresdisciplinas: árabe-hebreo-latín. Pero en ningúncaso el griego.

Para su formación completa, el griego debeir en primer lugar. El latín escolástico debe iren segundo lugar ; pero insistimos en que es unlatín fácil (y, sobre todo, que no exige la for-mación clásica que teóricamente se exige enlos cursos comunes). En tercer lugar, y sobreel supuesto de que se domina el griego, el árabey el hebreo para estas especialidades histórico-filosóficas.

No se trata de desvalorar el latín. Todo locontrario. Hay que valorar su estudio, pero...en esos seis años de Bachillerato. Con ese ba-gaje el alumno debe estar capacitado para leerlos escolásticos. Y por ello, la Facultad debecompletar lo que el "especialista" en Filosofíanecesita más, es decir, el griego.

LA FILOSOFIA UNIVERSITARIA EN HISPANOAMERICA

RAFAEL; GUTIERREZ GIRARDOT

DE LA ESCOLÁSTICA A LA CRISIS

DEL POSITIVISMO

Tras la decadencia de la Escolástica, consu-mada casi totalmente hacia mediados del si-glo xviff, llegó a Hispanoamérica la doctrinasensualista, el predominio de Locke, Candillac,Destut de Tracy y Cabanis. La reacción anti-sensualista europea tuvo su reflejo hispano-americano en el segundo cuarto del siglo xfx.Luego, Herder fué estudiado con entusiasmo, y aéste sumó la influencia de Saint-Simon. En lasRases de Alberdi se ha solido reconocer la pri-mera puerta abierta para la imposición definiti-va del positivismo, iniciada hacia 1870 ,. Bajo for-mas diversas éste presidió reformas políticas ypedagógicas. En Méjico, por ejemplo, Gabino Ba-rreda, inspirado en la clasificación comtiana delas ciencias, organizó la educación pública. LaFacultad de Filosofía y Letras de la Univer-sidad de Buenos Aires fué fundada en 1895 porun grupo de jóvenes positivistas. En Chile, Las-tarria ; Hostos y Varona. en Centroamérica,fueron, entre otros, los difusores de la nuevaFilosofía. A Comte siguieron Darwin, Spencery Le Dantec. José Ingenieros, en la Argentina,habiendo pasado por el monismo haeckelianoy la psicología fisiológica, ensayó luego unametafísica inductiva, fundada en los datos úl-timos de las ciencias a la manera de Wundt.El discípulo de Ingenieros, Aníbal Ponce, si-guiendo ya otra dirección apuntada por sumaestro vagamente, profesa apostólicamente el

marxismo. Este, al lado de las nuevas tenden-cias, ha sido, más que filosofía universitaria,justificación de partidos políticos de diferen-te orientación dentro de la ortodoxia misma.El positivismo acabó en escuela cerrada y dog-mática y en ingenua retórica. Convirtió la edu-cación en superficial divulgación y almacena-mientos de saberes, y clausuró, por mucho tiem-po, todo caudal humanístico y rigurosamentefilosófico. Las Universidades, en general, y lasEscuelas y Facultades de Filosofía, en particu-lar, cuando no fueron cerradas, sufrieron esteperverso influjo.

La Universidad colonial habla mantenido suestructura a lo largo de estas incidencias, aunen la más cruda época republicana. Con el po-sitivismo perdió definitivamente sus precariasvértebras, quedando convertida, así, en simplerecuerdo de una organización. A medida deltiempo, los positivistas convirtieron el comtis-mo en ortodoxia exigente y rígidamente cerra-da y excluyente (1).

La Universidad fué un circulo inexpugnableen el que se refugiaron los positivistas a la lle-gada del siglo xfx. Surgió, con éste, la Refor-ma Universitaria de Córdoba (Argentina) de1918. Sin la mención de estos ciclos, que secierran en el citado movimiento reformista,nada puede entenderse ni justificarse de la Uni-versidad hispanoamericana contemporánea. El

(1) Sánchez Reulet, Aníbal: "Panorama de laffideas filosóficas en Hispanoamérica", en Tierra Fir-me. Aflo II, núm. 2, págs. 181-209. Madrid, 1936.

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movimiento reformista absorbió el pasado uni-versitario, y creó el modelo de la nueva Univer-sidad. En los postulados de la Reforma se en-cuentran las bases sobre las que luego se hadesarrollado, con mayor o menor fortuna, lalabor universitaria en la América hispánica.Y este movimiento surgió, primariamente, comoreacción contra el positivismo en sus formasmás variadas.

LA REFORMA UNIVERSITARIADE CÓRDOBA DE 1918

Mucho se ve citado, en artículos y libros decomienzos de siglo. a E. Quinet y su "nuevoespíritu". Si el influjo que realmente pudo ejer-cer en los reformistas es más que dudoso, escierto que el "slogan" sirvió no poco a quienesiniciaron el movimiento. Dos caminos se abrie-ron luego a los reformistas: uno, académico;político el otro, tenido por más ortodoxo. Am-bos se vieron envueltos, empero, en la difusaconciencia de que en el mundo, y en especialen América, se iniciaba una nueva etapa. Unode los directores, H. Ripa Alberdi, vi6 en elmovimiento una reacción del idealismo contrael positivismo: "El renacimiento del espírituargentino se opera por virtud de las jóvenesgeneraciones, que, al cruzar por los campos dela filosofía contemporánea, han sentido aletearen su frente el ala de la libertad" (2). Inter-pretada políticamente, la "Reforma universi-taria —escribió Julio V. González— es partede una cuestión que el desarrollo material denuestra sociedad ha impuesto a raíz de la cri-sis producida por la guerra" (3). José LuisLanuza indicó otro factor: la proletarizaciónde la clase media. Sea uno u otro el sentidoque se dé a la Reforma, lo que importa seña-lar es que, en última instancia, una cierta ma-durez social e intelectual impuso a Hispano-américa la necesidad de una protesta contra laUniversidad anterior, mezcla de supervivenciascoloniales y aspiraciones positivistas, y crea-dora de un nuevo tipo político y social: el doc-tor. "Los doctores constituyeron el patriarcadode la segunda República —escribió F. V. San-guinetti—, sustituyendo poco a poco a las cha-rreteras y a los caciques rurales en el manejode los negocios públicos: pero saltan sin la je-rarquía intelectual necesaria para actuar concriterio orgánico en la enseñanza..." (4).

A los reformistas de Córdoba se adhirieronlos universitarios de casi toda América. El Con-greso Internacional de Estudiantes, de México,en 1921, propugnó: a) Participación de los es-

(2) Del Mazo, Gabriel: La reforma universita-ria (6 vols.). Publ. del C. médico argentino y Centrode Estudios de Medicina. Tomo I, pág. 55. BuenosAires, 1926-27.

(31 Ibid., ibid., pág. 86.(4) Ibid., !bid., pág. 141,

tudiantes en el gobierno universitario; y b) Im-plantación de la docencia y asistencia libres.Los estudiantes de Chile pidieron: a) Autono-mía de la Universidad, entendida ésta como ins-titución de los alumnos, profesores y egresa-dos. b) Reforma del sistema docente, mediantela implantación de la docencia y asistencia li-bres. c) Revisión total de los métodos y conte-nidos de la enseñanza; y d) Extensión univer-sitaria como medio de efectiva vinculación conla sociedad. Iguales o parecidos postulados hi-cieron en 1923 los estudiantes de Cuba, y losde Colombia en 1924. Decían éstos: "Que allado de la cátedra funcione el Seminario, seabran cursos especiales, se creen revistas..."Tres fueron, en suma, las aspiraciones de laReforma en la América hispánica: I) C o -gobierno universitario. II) Docencia y asisten-cia libres; y III) Revisión y reforma radicalde métodos y contenido de la enseñanza uni-versitaria (5).

LA NUEVA UNIVERSIDAD Y LASNUEVAS CORRIENTES DEL PENSA-

MIENTO UNIVERSITARIO

A la vez que la crisis del positivismo se ha-cia definitiva, la Reforma cordobesa y ameri-cana abría un campo propicio para la filosofíauniversitaria. A petición del Ateneo de la Ju-ventud, el maestro Justo Sierra inauguró enla Escuela Nacional Preparatoria, de México,una cátedra de Historia de la Filosofía, a co-mienzos del siglo. En Buenos Aires, los profe-sores Coriolano Alberini y Alejandro Korn fue-ron los más destacados impugnadores del viejopositivismo. Alberini fué el primer Decano dela nueva Facultad, entonces orientada hacia elbergsonismo, al igual que la de México conAntonio Caso, y la de Lima con AlejandroO. Deustua. Estos patriarcas de la Enseñanzauniversitaria en Hispanoamérica llenaron deentusiasmo, desde su cátedra, a los jóvenes uni-versitarios, que pronto supieron responder asus incitaciones. Tras el bergsonismo se im-plantó el pensamiento alemán contemporáneo,cuyo fuerte influjo predomina hoy. El 'neo-kantismo sirvió de base en México para la re-organización de la Enseñanza secundaria y nor-mal. Muchos de los filósofos en haga, hacia co-mienzos del segundo cuarto de siglo, sirvieronpara orientar la elaboración de algunos planesde estudios filosóficos. Aún hoy, en la Argen-tina, alguna Facultad provinciana incluye unaasignatura llamada Filosofía de lo orgánico,que recuerda al punto el nombre de HansDriesch.

Antonio Caso, Alberini, Korn y Denstua for-maron discípulos, dieron conferencias divulga-

(5) Mariátegui, José Carlos: Siete ensayos de in-terpretación de la realidad peruana, pág. 76 y siga,Bibl. Amauta. Lima, 1943. 2, cd,

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LA FI LOSOFIA UNI V ERSITARIA EN HISPANOAMARICA

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doras y cursos monográficos, y desterraron elpositivismo de las Universidades americanas,creando así el mejor clima para una reestruc-turación de las Facultades de Filosofía y Le-tras, o para la creación de éstas, donde hablansido suprimidas por el furor antifilosófico delos cientificistas. Se fundaron sociedades filo-sóficas, como la Kantiana, de Buenos Aires , yen instituciones culturales, como el Colegio Li-bre de Estudios superiores, de Buenos Aires,y el Ateneo de la Juventud, de México, se die-ron conferencias y se invitó a profesores ex-tranjeros. Decisiva fué la aportación de Ortegay Gasset, quien ejerció, personalmente en algu-nos países, una influencia purificadora e inci-tadora, en el momento en que la lucha anti-positivista llegaba a su etapa final.

Con Ortega y Gasset, y los textos de la Re-vista de Occidente, se introdujo la filosofía ale-mana contemporánea. Husserl y Scheler, en es-pecial, y Rickert y Dilthey. Alguna Facultad—la de la Universidad Nacional de Colombia—elaboró sus primeros programas sirviéndose delplan que aparece en su Misión de la Universi-dad. El ejemplo de la Revista de Occidentecundió, y en breve se fundaron en la Américahispánica colecciones filosóficas. Las Faculta-des de Filosofía adquirieron cuerpo, y en sutrabajo, normalidad y rigor. Francisco Romerollamó a esta etapa de "normalidad filosófica".Bien pronto fueron destacándose, entre todas,las Facultades de Filosofía de México, Lima yBuenos Aires. Con muy pocas excepciones, to-das las Universidades de América cuentan conuna Facultad de Filosofía.

cos filosóficos. Es la de mayor preponderanciaentre las demás de la Universidad.

En Bolivia, la Universidad de La Paz se com-pone de tres Facultades, subdivididas en tresInstitutos y trece Escuelas. Dentro de la Fa-cultad de Ciencias Sociales se halla la Escuelade Filosofía y Letras. Las otras dos Faculta-des son científicas.

En Sao Paulo y Río hay una Facultad deFilosofía, Cientras y Letras, y una Facultadde Filosofía, respectivamente, con jerarquía su-perior a las Escuelas e Institutos.

En Colombia, hasta hace dos años, dentro dela Facultad de Derecho y Ciencias Sociales sehallaba el Instituto de Filosofía y Letras, queascendió luego a categoría de Facultad, contres Departamentos: Filosofía, Letras e His-toria.

En Costa Rica hay una Facultad de Huma-nidades, cuyos programas, hoy extensamenteampliados y puestos al día, fueron anterior-mente los de la Escuela de Filosofía y Letras.Las nuevas directivas universitarias han pues-to toda su atención y todo su esfuerzo en lanueva Facultad.

En Cuba se considera a la Facultad como or-ganismo académico, y a la Escuela como orga-nismo docente activo. Dentro de esta organi-zación existe una Escuela de Filosofía y Le-tras, de las mejores entre las de la zona delCaribe y Centroamérica.

En Chile funcionó una Escuela de Educa-ción dentro del Instituto Pedagógico de laTTniversidad, que sirvió de base a la actual Fa-eultad de Filosofía y Pedagogía, más orienta-da a los estudios de filosofía de la educación.

En la Universidad de Quito existen cuatroFacultades, subdivididas en trece Escuelas ytres Institutos. Dentro de la Facultad de Pe-dagogía. y Letras existe la Escuela de Filoso-fía. y Letras. Las otras Facultades son: unajurídica y las otras técnicas.

En San Salvador, la Facultad Hnina,ni-dades fué fundada tan sólo en 1949. En Gua-temala existe una Facultad de Humanidades,al igual que en Santo Domingo la de Filoso-fía, y en Nicaragua la de Humanidades, conigual jerarquía a las otras Facultades univer-sitarias. En Honduras. las asignaturas de laFacultad de Filosofía se hacen en el plan dela. Facultad de Letras. En Panamá existe unaFacultad de Filosofía, Letras y Educación, yun Departamento de cursos libres, influidos porel sistema universitario norteamericano.

En Lima funcionan diez Facultades, subdivi-didas en varias Escuelas e Institutos-Escnelas.La Facultad de Filosofía y Letras tiene insti-tuciones de investigación, que son: Filosofía.Historia, Literatura. Filología, Antropología yFolklore. En la Facultad de Educación se danasignaturas para los alumnos de Filosofía, yviceversa.

En Asunción, del Paraguay, la Universidadtiene una Facultad de Filosofía y Ciencias de

LAS FACULTADES DE FILOSOFÍA

DENTRO DE LA ORGANIZACIÓN UNI-ERS ITA RÍA HISPANOAMERICANA

Pese a la renovación, las Facultades de Filo-sofía no lograron recuperar el puesto directordentro de las Universidades americanas, usur-pado en ocasiones por las de Derecho, y ahora.por causas muy explicables, por las Facultadesy Escuelas técnicas. Sin embargo. no dejan depreoenparse las Universidades de fortalecer suFacultad filosófica. Poco más o menos. las Fa-cultades de Filosofía se hallan incorporadas ala Universidad, como signe:

En la Argentina. la Universidad se divide enFacultades, y éstas en Escuelas especializadas.La Escuela consta de "cátedras", que es la"unidad docente de la Universidad". Los Ins-titutos son la unidad para la investigacióncientífica. La Facultad de Filosofía, llamadatambién de Humanidades, tiene los siguientesInstitutos: Antropología. Didáctica, Filología,Geografía, Historias, Literaturas, Estética, Psi-cología y Filosofía. La Facultad de Filosofíatiene, a través de su Instituto especializado,una Biblioteca y un Departamento de publica-ciones, que edita textos y estudios monográfi-

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la Educación. En Río Piedras (Puerto Rico)funciona la Facultad de Humanidades y Cien-cias, influida notablemente, decisivamente, porel sistema universitario norteamericano.

La Universidad de Uruguay cuenta con unaFacultad de Humanidades y Ciencias, en la queun positivismo moderado se hace sentir aún.La Facultad de Filosofía y Letras de Caracasha sido reorganizada recientemente.

En México, dentro de la Universidad Nacio-nal Autónoma, funciona la Facultad de Filo-sofía, con varias secciones: un Centro de Estu-dios filosóficos, Seminarios de Filosofía, MesasRedondas y Seminarios de investigación. Es, enla actualidad, la mejor Facultad de Filosofíade la América hispánica (6).

La diversidad de orientación en la organiza-ción de las Facultades y Universidades, juntocon el desmembramiento de la Universidad traí-do por el positivismo y por la pérdida de unCentro universitario, como lo fué en un prin-cipio la Facultad de Teología, se refleja clara-mente en los programas de estudios de las Fa-cultades filosóficas. Estos varían de una a otraenormemente. En general se sigue este esque-ma fundamental: A parte de los cursos de Cul-tura general, un curso de Introducción o Fun-damentos de Filosofía. De Historia de la Filo-sofía, cuatro o cinco cursos. De Lógica, de unoa dos cursos. De Teoría del Conocimiento, uncurso. Metafísica y Ontología, uno o dos cur-sos. En algunas Facultades se da Metafísicay Gnoseología en el mismo curso y como unamisma asignatura, dividida en dos. Sociologíageneral o Filosofía de la Sociedad, un curso.Filosofía de las Ciencias y Epistemología cien-tífica, uno o dos cursos. Filosofía de la Educa-ción, un curso. Metodología, un curso. Psicolo-gía, dos cursos. Etica, un curso. Estética o Fi-losofía del Arte, un curso. Algunas incluyencursos sobre Biología y Matemáticas. Los idio-mas modernos y antiguos no suelen ser obliga-torios en la mayoría de las Facultades. Actual-mente se viene incluyendo una asignatura, enmuy pocas Facultades, sobre Historia del Pen-samiento filosófico hispanoamericano o nacio-nal. Filosofía de la Historia y Filosofía del De-recho no suelen darse, con frecuencia, en mu-chas Facultades.

BIBLIOGRAFIA HISPANOAMERICANA,ESPAÑOLA Y EXTRANJERA

Las obras didácticas más utilizadas son :Mfiller. A.: "Introducción a la Filosofía" (Re-vista de Occidente). Külpe, O.: ibídem; Ma-ritain, J.: ibídem, para Fundamentos de Filo-sofía, entre los extranjeros. Entre los españo-les, para la misma asignatura: García Moren-

(6) Sánchez, Luis Alberto: La Universidad Latino-americana, págs. 61-72. Ed. Universitaria. Guatema-la, 1949.

te, M.: Lecciones preliminares de Filosofía(Ed. Losada, Buenos Aires), que ha tenido unadifusión como hasta ahora ninguna obra de estetipo; Marías, J.: "Introducción a la Filosofía"(Revista de Occidente). Entre los textos na-cionales: García I3acca, J.: Invitación al fi-losofar (México, C. de E.); Menéndez Sama-rá : Iniciación en la Filosofía (México); Ro-bles, O.: Propedéutica filosófica (México); Se-pich, J. R.: Introducción a la Fisolo fía (Ar-gentina). Para Lógica : Pfäender, A.: Lógica(Revista de Occidente): Maritain, ;T.: El ordende los conceptos Granell, M.: Lógica, (Revis-ta de Occidente); Miró Quesada, F.: Lógica(Perú); Romero, F., y Pucciarelli, E.: Lógica(Argentina); Alzamora V_ Mario: Lógica (Pe-rú); García de Mendoza, A.: Manual de Ló-gica (México). Para la Historia de la Filoso-fía: Vorländer, Windelband, Marias, E. Bre-hier y las monografías de la Colección "LosFilósofos" de la Revista de Occidente. Para Eti-ca : Garcia Mäynez, Etica (México); Sche-ler, M.: Etica (Revista de Occidente). ParaTeoría del Conocimiento, la obra de J. Hessendel mismo nombre (Revista d,e Occidente, Lo-sada y Austral). Para Psicología, la de Müller(Revista de Occidente y Espasa Arg.) y la deDelgado, Honorio, e Ibérico, M. (Perú. Hayedición de Barcelona); Menéndez Samará, A.:Breviario de Psicología .(M éxi c o ); Guerre-ro. J. L.: Psicología (Argentina). Las demásasignaturas son estudiadas por apuntes delprofesor y lecturas sobre temas especiales. Labibliografía didáctica tomista —que no men-cionamos en detalle por conocida— se manejapor todos en general.

Entre los autores más manejados para traba-jos monográficos de Seminario, o recomendadospara lecturas posteriores, pueden citarse los si-guientes: Dilthey, Seheler, Husserl, Hartmann,Simmel, Litt, Jaeger, Heidegger (para cursos su-periores, como objeto de Seminario), entre losalemanes. Maritain. Gilson, Sertillanges, Bre-bier, Garrigou-Lagrange y Jolivet, entre losfranceses. Ortega y Gasset, Zubiri. Morente,Marías, Granell y Zaragüeta, entre los espa-ñoles. García Bacca, Romero (F.), .T. Gaos,Frondizi (R.), Garcia-Mäynez (E.) y FerraterMora, entre los hispanoamericanos (nativos otransterraclos). Los autores ingleses y norte-americanos son poco manejados, 7 algunos tran-ses, como Sartre o Merleau-Ponty, son más ci-tados que conocidos y difundidos. En general.los estudiantes universitarios de Filosofía uti-lizan, de preferencia, las obras publicadas porel Fondo de Cultura, de México, y la EditorialLosada, de Buenos Aires, y los textos, difícil-mente accesibles, de la Revista de Occidente.En el Perú, la Biblioteca de la Sociedad pe-ruana de Filosofía pnblica trabajos de máxi-ma calidad, por desgracia muy poco difundidosentre los estudiantes hispanoamericanos. E/manejo directo de textos griegos y latinos, comoalemanes, es excesivamente escaso. Los estu

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LA FILosorf A UNIVERSITARIA EN HISPANOAMÜRICA 175

dios de Filosofía antigua comienzan a entu-siasmar y crecer, aunque hasta ahora muy po-cos catedráticos se ocupan con seriedad. Alber-to Wagner de Reyna, García Bacca e IsmaelQuiles (S. J.) deben mencionarse como promo-tores de los estudios clásicos. En este terrenoha sido fundamental la obra (lel profesor ita-liano Rodolfo Mondolfo en la Argentina.

ORIENTACIÓN DE LOS CATEDRÁTICOSDE FILOSOFÍA Y BIBLIOGRAFÍA

Nada más que una simple indicación del pen-samiento profesado por los catedráticos y desu bibliografía fundamental, es cuanto aquípuede hacerse. Y de preferencia, en México,Perú y Argentina. No es afán clasificador elponerles un rótulo. En América —ha escritoel profesor colombiano Cayetano Betancur—,la Filosofía no consiste en problemas, sino ensistemas. De acuerdo con esto, que podría lla-marse escuelas o sistemas, pueden agruparse(Tel modo siguiente:

En ARGENTINA

Francisco Romero (hoy retirado de la cáte-dra) se ha inspirado en la Fenomenología yen la Filosofía de los valores, especialmenteen N. Hartmann. Aparte de la Lógica, ya cita-da, es fundamental su Teoría del hombre (1952).Carlos Astrada, heideggeriano: Existenz undGeschicklichkeit (1952), El juego exi,,,stencial(1939) y El juego metafísico (1942), entre otros,son éstos los más importantes. Emilio Estiú,fenomenólogo; no tiene un libro hasta ahora,sino colaboraciones en revistas especializadas.R. Frondizi, idealismo inglés: El punto de par-tida del filosofar (1945) y Función, y sustanciadel yo (1952). Roger Labrouse, historiador delas ideas, en especial de Leibniz. R. Mondol-fo, helenista, historiador de la Filosofía: Elpensamiento antiguo (1945) y L'infin,eto nelpensiero dei Greci (1934; trad. 1952). MiguelAngel Virasoro, neohegeliano: La lógica de He-gel (1932), también de influencia femoneno16-gica y heideggeriana. Los neotomistas: Nimio(le Anquín, que ha publicado sólo artículos;fundamental: Derelicti 811MUS in mundo (1949).Tomás D. Casares, filósofo del Derecho, de losCursos de Cultura católica. Octavio N. Derisi,quien escribe con una fecundidad increíble; suobra mas importante: Los fundamentos meta-físicos del orden moral (1941). Juan R. Se-pich : La introducción a la Filosofía, ya citada,y Lecturas de Metafísica (1946). Estos no son,sin duda, todos los catedráticos de Filosofía,aunque, a nuestro parecer, los más conocidose influyentes en Hispanoamérica (7).

(7) Farré, Luis: "Diez años de Filosofía argen-tina", Rev. de la Universidad de Buenos Aires, pá-ginas 141 -222, núm. 13; enero -marzo de 1950.

En CoLOMBIA

Rafael Carrillo, influido por la Filosofía delos valores: Ambiente axiológico de la teoríapura del Derecho (1948). Danilo Cruz Vélez.como el anterior: Nuera imagen del hombre yla cultura (1948). Cayetano Betancur, católico,de orientación fenomenológica: Ensayo de unafilosofía del Derecho (1937) e Introducción ala ciencia del Derecho (1953), además de mu-chos notables ensayos sobre Filosofía e Histo-ria de la Filosofía. Abel Naranjo Villegas, in-fluido por una difusa mezcla de filosofía de loevalores, historicismo y neotomismo: Ilustra-ción y Valoración (1952).

En Miuxico

García Mäynez (E.). fenomenólogo, influidopor Hartmann, en especial; además de la Eti-ca. ya citada, Os fundamental su Introduccióna la lógica jurídica (1952). Samuel Ramos. in-fluido por Ortega y la filosofía de los valo-res: Hacia un nuevo humanismo (1946). Me-nAndez Sainará, sus obras ya citadas, va haciael neotomismo. José Craos. discípulo de Ortega :fundamental su labor de traductor de Heideg-ger y Husserl. Guillermo H. Rodríguez y *F. La-rrovo forman el círculo neolrantiano más ce-rrado y exclusivista. Larroyo: La lógira de laciencia (1937), y Rodríguez: filien y jurispru-dencia (1945). Oswaldo Robles, neotomista ; suobra va citada es la más importante. LeopoldoZea, heideggeriano, se dedica al estudio de lahistoria d e 1 pensamiento hispanoamericano.E. Nicol. influido por Ortega un Poco: Tdra, delhombre (1944). Gallegos Rocafull, escolástico,con preferencias por Suárez: su bibliografía esnumerosa, casi toda (la sistemática) de estudiosfilosófico-históricos sobre pensadores y teólogoshispanos. Juan Tlernández Luna, inflnIdo porSartre, es historiador del pensamiento filosó-fico mexicano (8).

En el PBrd.

.Tulio Chiriboga, influido por Hartmann; noha publicado libro alguno. Carlos Cueto (F.),fenomen6logo: Eeibniz, la sustancia como po-sibilidad (1949). Luis Felipe Alarco, inspiradoen Hartmann : N. Hartmann y la idea de la Me-tafísica (1943). F. Miró Quesada, además de laLógica, ya citada: Sentido del movimiento fe-nomenológico (1941); se orienta a la logísti-ca. W. Peflaloza, historiador de la Filosofía :La evolución del conocimiento helénico (1946).

(S) Ramos. Samuel: Historia de la Pilosnfia enMéxico. Imprenta Universitaria. México, 1943: y Sa-nabria, José Rubén: "Panorama filosófico en el Mé-jico actual", en Sapientia, págs. 268-2 4, año VII,número 22. Ciudad Eva Perón, Buenos Aires, 1952.

Page 6: LA FILOSOFIA UNIVERSITARIA EN HISPANOAMERICA7b0f11fd … · cierto que el "slogan" sirvió no poco a quienes iniciaron el movimiento. Dos caminos se abrie-ron luego a los reformistas:

176 REVISTA DE EDUCACIÓN

Nelly Festini se ocupa de Estética : La imagi-nación en la teoría kantiana del conocimien-to (1948); y A. Wagner de Reyna, católico, dis-cípulo de Heidegger: La ontología fundamen-tal de Heidegger (1939) y El concepto de verdaden Aristóteles. Textos y comentarios (1952) (9).

En URUGUAY

Además del magisterio de Vaz Ferreira. des-tacan: Juan Llambias de Azebedo, fenomenó-logo, influido por el neotomismo: Eidética y

(9) Salazar Bondy, Augusto: "Panorama de la Fi-losofía en el Perú", en Rey. Mar del Sur, págs. 42-50,volumen V, núm. 14. Lima, diciembre de 1950; y Pe-fialoza, Walter: "Panorama de la Filosofía actual enel Perú", en Rev. de la Universidad Nacional de Co-lombia, págs. 105412, núm. 8. Bogotá, abril de 1947.yo: Positismo y espiritualismo en el Uruguay(1951).

aporética del Derecho (1940), y Arturo Ardao,historiador del pensamiento filosófico urugua-

Las omisiones obedecen al hecho de que al-gunos no son hoy catedráticos, o que su influjoen la enseñanza universitaria es escaso. Lospaises no detallados no carecen de profesoresnotables o, al menos, meritorios. No son, sinembargo, los que van a la cabeza del movimien-to filosófico universitario en Hispanoamérica.Como se habrá podido apreciar, el influjo mayores el fenomenológico. Lo cual no quiere decirque en muchas ocasiones se haya abandonadopara abrirse a las nuevas corrientes y al pen-samiento personal. Hoy si puede decirse que elestudio de la Filosofía en Hispanoamérica haentrado a una etapa de normalidad. Cada vezmás se hace serio y riguroso el trabajo. Mu-chos de los jóvenes catedráticos se han forma-do en Alemania y Francia. La discusión sobrela existencia, posible o de hecho, de una Filo-sofía hispanoamericana la han clausurado afir-mando que antes que nada corresponde hacer.en estricto sentido, filosofia.