PLÁCIDO DOMINGO

GRANDES CONCIERTOSINTERNACIONALES

PROGRAMADE SALA

AUSPICIAN

MEDIOS ASOCIADOS

PATROCINAN

COLABORAN

Gioachino Rossini (1792 – 1868)El barbero de SevillaObertura

Umberto Giordano (1867 – 1948)Andrea ChénierNemico della patriaSolista: Plácido Domingo

Giuseppe Verdi (1813 – 1901)Ernani Ernani, involami… Tutto sprezzaSolista: Ana María Martínez

Luisa Miller Acto IIIDueto: Plácido Domingo y Ana María Martínez

MacbethBallet allegro finale

SOLISTASPlácido Domingo, BarítonoAna María Martínez, SopranoPablo Sáinz Villegas, Guitarra

AUDIENCIA+8

DURACIÓN107 MIN

ORQUESTAOrquesta Filarmónica de Bogotá

DIRECTOREugene Kohn

Giuseppe Verdi La traviataDi Provenza il mar Solista: Plácido Domingo

Wolfgang Amadeus Mozart (1756 – 1791)Così fan tutte Come scoglioSolista: Ana María Martínez

Don GiovanniLà ci darem la manoDueto: Plácido Domingo y Ana María Martínez

Federico Chueca (1846 - 1908)La Gran VíaObertura

Franz Lehár (1870 – 1948) La viuda alegre Calle el labio Dueto: Plácido Domingo y Ana María Martínez

INTERMEDIO (20 min.) Richard Rodgers (1902 – 1979)The Sound of Music (La novicia rebelde)Medley

South PacificSome Enchanted EveningSolista: Plácido Domingo

Frederick Loewe (1901 – 1988) My Fair Lady (Mi bella dama)I Could Have Danced all NightSolista: Ana María Martínez

Leonard Bernstein (1918 – 1990)West Side Story (Amor sin barreras)Tonight!Dueto: Plácido Domingo y Ana María Martínez

Gerónimo Giménez (1854 – 1923)La boda de Luis Alonso Intermedio

Federico Moreno Torroba (1891 - 1982)Luisa Fernanda Luché la fe por el triunfoSolista: Plácido Domingo

Ruperto Chapí Lorente (1851 - 1909)Las hijas del ZebedeoCarcelerasSolista: Ana María Martínez

Pablo Sorozábal (1897 - 1988)La del manojo de rosas Hace tiempo que venga al tallerDueto: Plácido Domingo y Ana María Martínez

Astor Piazzolla (1921 - 1992)LibertangoSolista: Pablo Sáinz Villegas

Pablo Sorozábal (1897 - 1988)La tabernera del puertoNo puede serSolista: Plácido Domingo

ACTUALMENTE, LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE BOGOTÁ, CON 50 AÑOS DE HISTORIA, ES LA PRINCIPAL AGRUPACIÓN SINFÓNICA DE COLOMBIA Y UNA DE LAS MÁS RECONOCIDAS DE AMÉRICA LATINA.

*Programa sujeto a cambios

NOTAS AL PROGRAMA

LA ESPECTACULARIDAD DE LA ÓPERA

Tendemos a pensar la ópera como un conjunto de grandes obras, escenificadas en un escenario, con lujo de luces, vestuarios y escenografía. Pero en realidad, desde el siglo XVIII, se había vuelto más común escuchar ópera como números sueltos que como una puesta en escena completa. Los compositores de ópera, al menos desde tiempos de Händel en Inglaterra, sabían que un número exitoso podía desplegarse de muchas otras formas además de la “oficial”: en la casa, en el recital de un artista, como arreglo, etc. Quizás algunos de los primeros “hits” de la historia de la música provengan de las óperas que Mozart escribió junto a Lorenzo da Ponte como libretista, en particular la bella Così fan tutte (1790) o la dramática Don Giovanni (1787), cuyo Là ci darem la mano rápidamente se transformó en una de las melodías más famosas de Europa, versionada por Beethoven, Chopin y Berlioz en años posteriores.

Por el musicólogo José Manuel Izquierdo

El gran genio de la ópera como espectáculo y comercio, y autor de muchas de las melodías más memorables del siglo XIX, fue sin duda Rossini. Su El barbero de Sevilla nunca ha escapado del repertorio, y ya desde su obertura -reciclada y utilizada en al menos dos óperas anteriores- fue un éxito rotundo, con audiencias desde el estreno de la obra, en 1816. Rossini creó una tradición operática y popularizó un modo de cantar (que él mismo denominó como bel canto) que tuvo grandes repercusiones: primero en sus seguidores directos (Bellini y Donizetti) y luego en la siguiente generación, en particular en Verdi. Verdi comenzó su carrera siguiendo de cerca los modelos del gran Rossini y fue autor de innumerables arias que alcanzaron una popularidad casi folclórica en Italia (Va pensiero o La donna è mobile son dos buenos ejemplos). Pero también logró emocionar y sorprender más de una vez, desde sus primeros éxitos importantes (como Ernani, de 1844, quizás la más popular entonces de sus óperas tempranas), hasta los pequeños gestos tardíos (como el ballet para Macbeth escrito en 1864, casi veinte años tras el estreno de la versión original de la ópera).

Verdi también apuntó a un nuevo estilo, más concreto, dramático y realista, que fue de enorme influencia para su propia generación y autores posteriores. En momentos como el dueto del Acto III de Luisa Miller, o particularmente la enigmática aria del segundo acto de La traviata, Di Provenza il mar, Verdi parece querer reflejar a sus personajes como sujetos reales, de carne y hueso, con quienes podemos comunicarnos emocionalmente y sentirnos identificados humanamente. Las óperas de Verdi crecieron y aumentaron su capacidad de representar a personajes de manera realista, y esto fue una influencia enorme para posteriores autores italianos. Nótese, por ejemplo, el rico tejido lírico y orquestal que Umberto Giordano armó para su Andrea Chénier, estrenada en 1896 en La Scala, y cuyas largas escenas en forma de monólogo parecen explotar de carácter, en particular el bello Nemico della patria que canta Gérard en el tercer acto.

DE LA OPERETA AL MUSICALTendemos también a pensar la ópera como un género vocal aislado, un mundo de sonidos que parece distanciarse

tanto de las salas de concierto como del teatro y la canción popular. Pero, al menos en el siglo XIX, esto no era así, y en paralelo a la ópera se dio otra larga tradición: la opereta. Muchas veces compositores de ópera incursionaron también en la opereta o en el teatro con canciones, (desde La flauta mágica, de Mozart, hasta -viceversa- Los cuentos de Hoffmann, de Offenbach). Muchas veces ópera y opereta parecieron confrontarse, pero también dialogar amistosamente. Quizás la gran diferencia es que, al menos hasta fines del siglo XIX, la opereta estaba más marcada por un intento de hacer reír o emocionar en base a códigos del día a día, más que en obras que pudieran sobrevivir casi atemporalmente. Muchos de los códigos de las obras de Offenbach o de Gilbert & Sullivan no tienen hoy el mismo impacto que tenían hacia 1880. Tal vez quien más hizo por cambiar esto fue Franz Lehár, compositor austriaco que logró un “hit” trascendental con La viuda alegre, estrenada en 1905, y admirada por músicos y audiencias. Los números de La viuda alegre pueden funcionar tanto como canciones populares como arias de ópera,

“DESDE EL SIGLO XVIII SE HABÍA VUELTO MÁS COMÚN ESCUCHAR ÓPERA COMO NÚMEROS SUELTOS QUE COMO UNA PUESTA EN ESCENA COMPLETA”.

“ESPAÑA LOGRÓ UN GÉNERO QUE COMPITIÓ DE IGUAL MANERA CON LA ÓPERA ITALIANA: LA ZARZUELA”.

“FREDERICK LOEWE COMPUSO EL QUE ES, SIN DUDA, UNO DE LOS MÁS GRANDES MUSICALES NORTEAMERICANOS: MY FAIR LADY (1956)”.

acomodándose a muy distintas voces, y lograron entrar como iguales a la ópera en voces del período, como las del tenor alemán Richard Tauber.

La viuda alegre creó un nuevo modelo para la opereta, uno en el cual la calidad de la creación podía competir artísticamente con la ópera, y cuyo contenido fuera igualmente significativo emocional e intelectualmente. La influencia de la composición fue enorme, en particular para la creación de lo que fuera la gran tradición escénica norteamericana: el musical de Broadway. La conexión entre ambos mundos es directa: Frederick Loewe compuso el que es, sin duda, uno de los más grandes musicales norteamericanos, My Fair Lady (1956). Loewe nació de padres vieneses, y su padre era un artista renombrado en la escena de la opereta. De hecho, estrenó en el rol de Danilo, de La viuda alegre en Berlín en 1906. A los 23 años Loewe llegó con sus padres a Estados Unidos, trabajando como pianista de cine mudo. Fue esa mezcla, entre el conocimiento del cine y la opereta vienesa, lo que creó éxitos

como My Fair Lady y Camelot, algunos años más tarde.

Para entonces, el musical había logrado no solo carta de ciudadanía, sino que también reconocimiento como un género de enorme valía artística. Un año más tarde, en 1957, Leonard Bernstein estrenaría junto a Stephen Sondheim y Jerome Robbins West Side Story, una espectacular relectura neoyorquina de Romeo y Julieta. Otros autores se dedicaron casi exclusivamente al género, en particular Richard Rodgers en colaboración con Oscar Hammerstein. Ambos autores comenzaron a trabajar juntos a comienzos de 1940, Rodgers con conocimiento en cine y música popular y Hammerstein en la opereta. Varias de sus creaciones fueron éxitos rotundos; Oklahoma!, de 1943, es considerada como el primer gran musical moderno. En ocasiones imprimieron a sus obras gran peso político, estético y cultural, como fue el caso de South Pacific -una alegoría contra el racismo, estrenada en 1949- o como la más exitosa de todas, The Sound of Music, de 1959 (realizada como película en 1965).

LA TRADICIÓN HISPANALa ópera y la opereta siempre han tenido un vínculo profundo con la tradición y las raíces hispanoamericanas. De partida, España siempre ha tenido su propia tradición de obras escénico-musicales, muchas de ellas con importantes “hits” también desde fines del siglo XVIII, como fue Yo que soy contrabandista, del gran Manuel García. Pero fue durante el siglo XIX que -tal como con la opereta francesa o el musical anglófono- España logró un género que compitió de igual manera con la ópera italiana: la zarzuela. Pensemos solamente en el tremendo impacto de las obras de Francisco Asenjo Barbieri o Federico Chueca. La forma sería perfeccionada por Chueca, cuya La Gran Vía (revista de 1886) fue quizás la más famosa de todas las obras líricas españolas de la época. Con los años, la zarzuela también tomaría del musical de Broadway, logrando cruces enormemente interesantes, como las populares obras de Federico Moreno Torroba, para cuya compañía trabajaron justamente los padres de Plácido Domingo, incluyendo la famosa Zarzuela

Luisa Fernanda, de 1932. O también aquellas de Pablo Sorozábal, como La tabernera del puerto (de 1936) o La del manojo de rosas, estrenada dos años antes.

El impacto de estas tradiciones (la canción, la ópera, la opereta y la zarzuela) no solo se tradujo, para América Latina, en una recepción de estos géneros europeos y norteamericanos con distancia geográfica. Una y otra vez, la gran tradición de la canción popular latinoamericana ha logrado encontrar maneras de reescribir la historia de la música, generando números que, concisamente, logran expresar toda la emoción o la individualidad de un número escénico. Ya con las habaneras del siglo XIX, América Latina estaba logrando un impacto importante, el cual solo se prolongó con la sutileza de sus canciones más originales y personales. Pero también con sus ritmos de danza, tan llamativos y mestizos, desde la cumbia hasta el tango.

PLÁCIDO DOMINGOBARÍTONO

Cantante, director y empresario cultural, Plácido Domingo es uno de los íconos mundiales de la lírica actual. A lo largo de su carrera, ha participado en más de 100 grabaciones de óperas completas, dirigido más de 500 conciertos y realizado más de 50 videos. También ha sido merecedor de 13 premios Grammy, incluyendo cuatro Grammy Latinos, y de dos premios Emmy.

Nacido en Madrid, España, a los ocho años se mudó con sus padres a México, donde estudió piano y dirección en el Conservatorio de la Ciudad de México. Luego de que su voz fuera descubierta comenzó su entrenamiento vocal, realizando su debut operístico como Alfredo en La traviata. Desde entonces ha interpretado 149 roles -más que cualquier otro cantante lírico en la historia de la música-, con más de 3.900 actuaciones en las más importantes casas de ópera del mundo.

Su repertorio abarca desde Hipólito y Aricia, de Rameau (1733), hasta numerosos estrenos mundiales de óperas de compositores contemporáneos. Desde 2009 ha añadido papeles de barítono, entre ellos los papeles principales de Simon Boccanegra y de Macbeth, de Verdi.

Plácido Domingo ha contribuido fuertemente a acercar la música clásica a las audiencias, con multitudinarias presentaciones en estadios y parques, muchas de ellas televisadas. Legendarios son ya los conciertos de “Los Tres Tenores” junto a José Carreras y Luciano Pavarotti, con quienes realizó giras alrededor del mundo, y presentaciones como la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Beijing (2008), que contó con una audiencia televisiva estimada en dos billones de espectadores. El próximo 14 de enero realizará el concierto Chile en mi corazón en el Estadio Nacional, en Santiago de Chile.

Considerada una de las sopranos más destacadas en la actualidad, Ana María Martínez, ganadora de un premio Grammy, posee una carrera internacional que abarca las salas y teatros más importantes del mundo, entre ellos el Carnegie Hall, el Metropolitan Opera y las casas de ópera de Berlín, Viena, Washington y San Francisco.

Egresada de la prestigiosa Escuela Juilliard y posteriormente alumna del Houston Grand Opera Studio, la cantante puertorriqueña posee un repertorio que engloba los más intrigantes y diversos roles, en óperas como Carmen, La Bohemia y Madama Butterfly. En su trayectoria ha producido una amplia discografía, que incluye más de veinte grabaciones, entre ellas su álbum titulado Ana María Martínez: Soprano Songs and Arias.

SOPRANO

Durante numerosas temporadas, la soprano ha colaborado en giras junto a Plácido Domingo, incluyendo su participación en el Festival de Salzburgo y la gala realizada en el Teatro Real de Madrid en celebración del cumpleaños del cantante español. Con el tenor Andrea Bocelli apareció en un programa especial de TV para la cadena pública PBS y en el DVD American Dream: Concierto de Andrea Bocelli en la Estatua de la Libertad; y en su reciente actuación, acompañada por un extenso elenco de estrellas en el Central Park de Nueva York. Su carrera también incluye actuaciones en solitario, con algunas de las orquestas y directores de orquesta más afamados del mundo, entre los que se incluye a la Orquesta Filarmónica de Berlín, la Orquesta Sinfónica Tchaikovsky de la Radio de Moscú y la Sinfónica de Boston.

Desde su debut en el Lincoln Center con la Filarmónica de Nueva York, Pablo Sáinz Villegas se ha convertido en un referente de la guitarra sinfónica actual, tocando con directores y orquestas como la Filarmónica de los Ángeles, de Boston, San Francisco, Toronto, Israel, la Orquesta Nacional de España y en históricas salas como el Carnegie Hall en Nueva York, la Philharmonie en Berlín, el Auditorio Nacional en Madrid y el Suntory Hall en Tokio.

Aclamado por The New York Times por su “virtuosa y conmovedora interpretación de una exuberancia irresistible y un abanico de vívidos colores…”, a lo largo de su carrera ha tocado en más de 35 países, ha sido galardonado con más de treinta premios internacionales y ha realizado numerosos estrenos mundiales, entre los que se encuentra la primera obra escrita para guitarra del compositor

John Williams, ganador de cinco premios Oscar.

En el último año, el guitarrista se presentó en diversas ocasiones junto a Plácido Domingo: participó en el homenaje realizado al tenor y barítono en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid y fue invitado por Domingo a una edición especial del festival Rock in Río, en el río Amazonas. Recientemente terminaron de grabar un disco a dúo, el cual saldrá próximamente bajo el sello Sony Music.

La Orquesta con 50 años de historia es considerada como la principal agrupación sinfónica de Colombia y una de las más reconocidas de América Latina. Ganadora de un Premio Grammy Latino en 2008. A partir de 2018 su director artístico es el español Josep Caballé-Domenech.

Desde sus inicios, la Orquesta se posicionó en la escena cultural colombiana, siendo elegida en 1968 para rendir homenaje al Papa Pablo VI, durante su visita a Colombia. En el 2017 la Filarmónica fue nuevamente invitada para tocar en la misa campal del Papa Francisco I.

La Filarmónica también ha asumido una nueva tarea con las cinco orquestas juveniles, programa que ofrece una alternativa de práctica profesional y, el Proyecto Educativo que se enfoca en la formación de música sinfónica en colegios públicos y centros filarmónicos, que beneficia a más de 24 mil niños y jóvenes de Bogotá.

Eugene Kohn inició su carrera como pianista, acompañando a estrellas de la ópera, como María Callas, Franco Corelli y Luciano Pavarotti, entre otros. Comenzó a dirigir intensamente para el Metropolitan Opera en Nueva York, para luego continuar su debut en diferentes compañías de ópera y orquestas en todo el mundo, como Viena, Berlín, París, Roma, Buenos Aires, Barcelona, entre otras ciudades.

De 1992 a 1997 fue Director Principal Invitado de la compañía de ópera de Bonn, Alemania, y de 1994 a 2001 fue Director Musical de la Sinfónica de Puerto Rico, donde fue nombrado Director Musical Emérito.

Actualmente el maestro, quien ha colaborado intensamente con Plácido Domingo en diferentes grabaciones y videos, divide su tiempo entre la ópera y la música sinfónica. Recientemente terminó varios ciclos sobre los trabajos de Mahler y Stravinsky.

ORQUESTA FILARMÓNICA DE BOGOTÁ

EUGENE KOHNDIRECTOR

PABLO SÁINZ VILLEGASGUITARRISTA

EXPOSICIÓNABR A AGO.AI WEIWEIINOCULACIÓN

CONCIERTO10 MAY. 20:00HORQUESTA DE LA SUISSE ROMANDE

CONCIERTO23 MAY. 20:00HACADEMIA DE BACH DE STUTTGART

TEATRO/PRODUCCIÓN02 AL 24 JUNHISTORIA DE AMOR CON HOMBRE BAILANDO

PRÓXIMOSEVENTOS

HORARIOS BOLETERÍALUN - VIE

SÁB - DOM

11:00 - 20:00H

11:00 - 14:00H

15:00 - 20:00H

GRANDES CONCIERTOSINTERNACIONALES

07 ABR. 20:00H

CONCERTINO: GREGORY AHSS +INFO. Y ENTRADAS EN CORPARTES.CL