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E L D I L U V I O Q U E V I E N E

El Diluvio Que Viene

EL DILUVIO QUE VIENEOriginal en italiano: "Aggiungi un posto a tvola"

Autores: Garirei y Giovannini

Escrita con Iaia Fiastri.

Msica: Armando Trovaioli

Basada en la novela de David Forest: "After me, the Deluge"

Versin de Alejandro Dante Porta

Personajes:

Padre Silvestre

Clementina

Tot

Consuelo

Hortensia

Don Crispn (El Alcalde) El Cardenal

La Voz de All Arriba (la Voz de Dios)

2Personajes:

Acto Primero4Primer Cuadro4Cuadro Musical n 1. Un nuevo sitio hay que hacer4Cuadro Musical n 2 Qu pena que sea pecado8Cuadro Musical n 3 Calma11APAGN12Segundo Cuadro:12Cuadro Musical n4 Concierto para cura y campanas.15Tercer Cuadro:17Cuadro Musical n 5 Tira el Dinero19Cuadro Musical n 6 Bella Noche sin Sueo22Apagn22Cuadro Musical n 7 Consuelo22Cuadro Musical n 8 Bella Noche sin Sueo (Bis)25Apagn26Cuarto Cuadro26Cuadro Musical n 9 El Amor segn yo s (Cuarteto)28Apagn32Cuadro Musical n 10 Las Hormigas mueven la Montaa33Teln (fin del Primer Acto)34Acto Segundo34Cuadro Musical n 11 Balada de San Crispn35Cuadro Musical n 12 "Animales"40Cuadro musical n 12 "Qu pena que sea pecado (bis)41Cuadro Musical n 13 "Clementina"43Apagn44Cuadro Musical n 14 "Te Quiero"44Apagn.47Cuadro Musical n 15 "Cuando el Arca se Detenga"48Cuadro Musical n 16 "El amor segn yo s (El Diluvio)53Cuadro Musical n 17 Un nuevo sitio hay que hacer (final)55

Acto Primero

Primer Cuadro

Voz de DiosHaba una vez... o mejor dicho, rase una vez, una aldea en la montaa, que est situada en direccin a... Bueno, que estaba situada, poco ms o menos, donde prefieran los que me estn escuchando. Esta es la aldea que yo, desde aqu arriba he elegido para esta fbula.

Cuadro Musical n 1. Un nuevo sitio hay que hacer

CoroUn nuevo sitio hay que hacer para un amigo ms.

Juntmonos y as vers que l se podr sentar.

Para eso sirve la amistad. Si llega la ocasin

hablmosle con libertad, y con el corazn.

l con su amor nos pagar y alegrar la reunin.

Un nuevo sitio hay que hacer para un amigo ms.

Juntmonos y as vers que l se podr sentar.

Para eso sirve la amistad: Para estar en reunin.

Hablmosle con libertad, y con el corazn

l con su amor nos pagar y alegrar la reunin.

SilvestreLa puerta siempre abierta, la luz siempre encendida.

CoroLa puerta siempre abierta, la luz siempre encendida.

SilvestreEl fuego siempre a punto, la mano extendida.

CoroEl fuego siempre a punto, la mano extendida.

La puerta siempre abierta, la luz siempre encendida.

SilvestreY cuando llegue el husped no pregunten quin es.

CoroNo, no, no. No no no, no.

SilvestreY cuando llegue el husped no pregunten quin es.

CoroNo, no, no. No no no, no.

SilvestreY corre t hacia l con tu mano extendida,

y corre t hacia l, con tu amplio sonrer gritando

Viva, y Viva

CoroY Viva, y Viva, que viva la amistad., verdad.

Y viva y viva, que viva viva viva.

Un nuevo sitio hay que hacer para un amigo ms.

Juntmonos y as vers, juntmonos y as vers

que l se podr acomodar..

Para eso sirve la amistad: Para estar en reunin.

Hablmosle con libertad, y con el corazn.

l con su amor nos pagar y nos dar calor.

Un nuevo sitio hay que hacer.

Para l, para l, para l, para l.

Que as sea: AMEN.

SilvestreMuy bien, mucho mejor que la ltima vez. Por hoy es suficiente... Pueden irse a sus casas. Gracias y buenas noches.

UnosBuenas noches, Padre Silvestre.

OtrosHasta maana, Padre.

SilvestreVayan con Dios.

El Alcalde Bueno, bueno, bueno Estamos a punto para el ensayo del coro, no?

HortensiaPero Crispn, si recin acabamos de terminar.

El Alcalde No me digas. Tambin hoy estoy retrasado? Qu mala pata. Claro. Oiga, seor cura... Usted sabe... los asuntos de mi carpintera... En fin... Me disculpa una vez ms, Padre Silvestre?

SilvestreDesde luego, Seor Alcalde. Su puntualidad es admirable.

El AlcaldeQu me quiere decir?

SilvestreDigo que lleg al final del ensayo, tal como lo deseaba.

El AlcaldeY porqu dice eso?

SilvestrePorque usted desafina, y no quiere que se sepa.

El Alcalde Desafinado yo? Yo... que he pasado mi juventud en los grandes teatros de pera?

HortensiaS, Crispn; pero como jefe de claques.

El Alcalde Y?? Era un puesto de responsabilidad. Haba que ser competente. Bastaba con que los cantantes calaran tan solo medio tono, ah apareca yo y les daba un castaazo. Y usted, as, de sopetn, me dice que yo desafino. Vamos, Padrecito. Qu srdido que est usted.

Clementina (al pasar lo golpea con su cadera)

Ay, perdn, pap. Fue sin querer.

SilvestreCante, por favor.

El Alcalde Yo?

SilvestreS, cante. (solfeando) Re re re re mi re do siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

El Alcalde (Se acerca al rgano y se dispone a cantar de mala gana. Lo hace espantosamente mal.)

Re re re re mi re do siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

SilvestreNo.

(canta)

Si, si, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

El Alcalde Y qu he hecho yo?

(cantando) Siii....

Tot (toma una silla por una de las patas, la levanta en el aire, y canta con voz potente y profunda)

Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.....

(Todos aplauden y vivan a Tot.)

El Alcalde Tot. Quin te ha dado vela en este entierro? De potente slo la voz, porque el resto

Tot A qu se refiere El Alcalde, Padre Silvestre?

SilvestreNada, nada.

(aparte, al Alcalde, con tono de reprimenda)

Seor Alcalde.

El Alcalde Qu he dicho de malo? Todos saben que Tot

(Hace un gesto como para indicar que Tot no es viril.)

SilvestreTodos, s; menos l. Durante aos, hemos conseguido que no tuviera la menor sospecha de su defecto... y ahora usted...

El Alcalde Y qu culpa tengo yo? Es gracioso este cura.

(Sigue conversando en voz baja con Hortensia)

Algunos aldeanos se acercan a Silvestre para besarle la mano y despedirse. Se forma una fila, en la cual est Clementina. Hortensia le hace una pequea reverencia. Silvestre dispensa una breve frase para cada uno.

Clementina Su cancin es legendaria, Padre. Si ganamos el concurso de coros de la provincia, el mrito ser todo suyo, Padre.

SilvestreGracias, Clementina. Tonio, el pan que me mandaste hoy me hizo cometer el pecado de gula. Estaba buensimo.

TONIOGracias, Padre.

SilvestreBuenas noches. Toms, gracias por el vino. Est tan bueno que lo voy a reservar para la misa cantada.

El Alcalde (aparte)

Hasta en la misa, canta este desgraciado

(Estornuda)

Quin demonios encendi una vela?

Tot He sido yo. Qu, no te gusta?

El Alcalde Lo hiciste a propsito. Sabes muy bien que soy alrgico al humo de las velas. Apaga eso, inconsciente. Ahora me ir estornudando hasta casa.

(Comienza el mutis, estornudando)

.La ltima de la fila es Clementina, que ya haba besado la mano de Silvestre.

El AlcaldeVamos, nena.

Clementina Eh?

El Alcalde Vamos. A casa.

Mutis del Alcalde, Clementina, Hortensia y el resto de los aldeanos. Slo quedan en la sacrista Silvestre y Tot: un muchacho de cara ingenua que en la aldea no tiene trabajo preciso, pero ayuda un poco a todos de acuerdo con lo necesario. Ahora lo vemos acomodar sin fatiga aparente diversos objetos. Podemos observar el rgano, un confesionario, un telfono y algunos objetos sacros. En el ambiente notamos adems algunos aditamentos deportivos: pesas, elsticos extensores, etc. Silvestre intenta extender alguno de los extensores, mientras Tot lo mira atnito.

Tot Pero... qu es lo que haces? T, como cura, no necesitas tener fuerza...

SilvestreEs una debilidad ma, Tot. Me gustara poder lograr distender este elstico.

Totste?

(lo extiende sin ningn problema)

As?

SilvestreSi uno descuida al cuerpo, al alma tambin le crece barriga. Nuestro cuerpo... lo tenemos en prstamo, para devolvrselo al Seor en buenas condiciones, cuando llegue el momento.

Tot Mamma ma. Y... cundo voy a tener que devolverle lo el cuerpo yo? El cuerpo, digo

SilvestreY.... Quin sabe. Por qu? No tendrs miedo, no?

Tot No. Pero, quisiera enterarme a tiempo, as antes me pego un bao.

SilvestreTot, conoc muy poca gente tan limpia como t. Tienes el candor de un nio

Tot Estn lindos los nios, no?

SilvestreTe gustan?

Tot S. Me hacen rer mucho. Sobre todo los ms chiquitos, los recin paridos.

Silvestre(Dudando)

Entonces... acaso... t sabes cmo nacen los nios?

Tot Y qu se yo... Como los dems animales... como los terneros... de entre las piernas de la madre.

Silvestre (con cierto pudor)

S. Pero... antes... el toro, qu hace?

Tot El toro? Y a quin le importa lo que hace el toro? El toro no hace nada. Yo lo que s es que el toro... Para m que... Yo lo mandara a trabajar, al toro. Y si no le gusta, que se vaya. Es antiptico, el toro. Qu se cree. Por qu tiene que andar ah, molestando a las vacas?

SilvestreBueno... bueno. Dejemos al toro y busquemos otro animalito...

Tot El conejote..

SilvestreBueno. El conejote. Y... a ti qu te parece?... porqu... el conejote, como t lo llamas... salta encima de la cenobita?

Tot Pero... cmo? No me digas que no lo sabes. Juega. Todos los animales se zampan uno arriba del otro. Juegan a... a...

(no encuentra la palabra a tiempo que hace un gesto con las manos.)

Hay que entender. Son animales. No conocen otra diversin. Son un poco ignorantes. Y ahora tengo que seguir trabajando, y no te metas con el toro que no es buena gente.

Silvestre (Lo mira con ternura)

Tot: eres feliz?

Tot Qu s yo. Siempre he sido as, como me ves ahora. Por qu, t crees que no lo soy?

Silvestre(despus de una pausa)

S. Pero a veces, no tienes la sensacin de que te falta algo?

Tot Qu me va faltar. Si lo tengo todo. Absolutamente todo. Y a ti... te falta algo?

Clementina (entrando)

Se puede?

Tot Hola, muchacha.

Clementina Padre.

SilvestreClementina.

Clementina Necesito confesarme.

SilvestrePero, si te has confesado esta maana

Clementina S; pero... es que he vuelto a pecar.

Tot Eh, qu pecaminosa, Clementina. Lo siento por usted, Padre, que debe meterse ah, dentro del kiosco... A trabajar. Hasta luego, Padre.

Clementina Esta tarde... en el bosque... Ay, todava me dura el susto. Me he manchado de un grave pecado. Mire... mire como me late el corazn.

(Se acerca a Silvestre mostrndole el contenido del escote, a tiempo que se saca el chal que trae puesto y Silvestre, para no ver, se saca los anteojos.)

SilvestreClementina La confesin es un sacramento... no un quitamanchas. Vamos, dime.

Silvestre ha entrado en el confesionario.

Clementina (con voz tierna y afectada)

Qu calor hace hoy. Lo nota? Dnde estaba usted a las tres de la tarde? ... Yo en el bosque. Siempre voy por all cuando hace calor... Se est de bien Y me recuesto debajo de un rbol, sobre la tibia hierba. Y... sabe lo que hago? Me quito la blusa, para sentir el fresco del verde sobre mi piel. Y, claro... como no llevo corpio...

SilvestreEh???

Clementina Deca que... como no llevo corpio... Creo que me qued dormida... Y... despus... ha venido l.

Silvestre de aqu en ms se pierde en una interminable cuenta matemtica. Pero se distrae de tanto en tanto para prestar atencin a ciertos pasajes de la confesin de Clementina.

SilvestreEl?

Clementina S, el mismo de otras veces. Todo vestido de negro... de arriba a abajo. Y... sabe lo que tuvo la osada de decirme?... Desndate. Te quiero desnuda.... Yo... temblaba como una hoja. Y entonces l... me sac la pollera... Sabe cul? Aquella azul que llevaba el domingo... Esa tan corta, tan corta, que cuando me sentaba se me vea todo.

Silvestre (en un momento de distraccin)

Ah, s. La que tenas puesta mientras deca el sermn.

(carraspea para disimular)

Bueno... bueno... sigue.

ClementinaEntonces me qued slo con una bombacha chiquitita chiquitita...

(seala con las manos)

as de chiquitita, Padre. Entonces l... con unos ojos fascinantes... Oh, Dios mo. Ha sido terrible.

Silvestre(inicia la mmica del verso con los dedos)

Treinta das tiene septiembre, con abril, junio y noviembre...

ClementinaMe puso las manos en el pecho...

SilvestreComo este pecho no hay uno...

Clementina ...y me despert.

Silvestre... y los dems treinta y uno.

Clementina Cmo?

SilvestreEh? Ah, s. Treinta y uno. Que, como penitencia, dirs treinta y un Padrenuestros, dos avemaras y un gloria.

Clementina Nada ms?

SilvestreNada ms, Clementina. Fue un sueo... y los sueos no son pecado.

Clementina Los puedo decir aqu mismo, con usted?

SilvestreNo. En casa... y enseguidita.

(Clementina al pasar le besa la mano.)

Clementina.

Clementina Qu?

SilvestreYo no soy un Cardenal.

Clementina Pero merecera serlo, Padre.

(Clementina inicia el mutis a tiempo que Silvestre se dirige hacia el rgano, dispuesto a componer una cancin. Clementina se detiene en la puerta misma.)

Yo... con tal de estar cerca de l... la penitencia la digo aqu mismo.

(Comienza el cuadro musical cuando Clementina junta las manos para rezar.)

Padre nuestro que ests en los cielos... danos nuestro beso de cada da...

Cuadro Musical n 2 Qu pena que sea pecado XE "Cuadro Musical n 2 \Qu pena que sea pecado\"

SilvestreClementina, Clementina, oh oh oh.

Clementina, Clementina, oh oh oh.

ClementinaYa no s ms que hacer

Pienso en l y no puede ser.

Es pecado y prohibido.

Cul pecado? Cul gran pecado?

SilvestreClementina, Clementina, oh oh oh.

Clementina, Clementina, oh oh oh.

ClementinaQu pena que sea pecado y que el pecado termine as.

Qu pena que mi deseo de amor sincero se acabe aqu.

Yo te sueo de noche...

SilvestreClementina...

Clementinay te persigo de da.

SilvestreClementina

ClementinaY si pronuncio tu nombre oigo un eco que me dice No.

Y entonces t no te enteras de nada.

Al llamarte, me ignoras,

Al hablarte, te callas y no dices palabra.

Y es un a pena que justo yo, qu tonta que he sido yo!

Me venga a enamorar de un hombre imposible, ay, pobre de m!

Que pena que sea pecado. Que pena.

Si t no fueras t, seguro que sera tu mujer,

y si no fueras t, no s si pensara en tu querer.

Y es un pecado que sea yo quien mienta tan luego a Dios,

al punto de inventarme pecados mortales para hablarte una vez.

Que pena que sea pecado, que pena.

Clementina inicia nuevamente el mutis. Silvestre abandona su tarea y se acerca a la puerta.

SilvestreClementina

Clementina(Se acerca esperanzada)

Qu, Padre?

SilvestreNo... Nada

ClementinaQu pena que sea pecado, pecado.

Qu pena.

SilvestreClementina, Clementina, oh oh oh.

Clementina, Clementina, oh, oh oh.

Clementina ha hecho mutis corriendo. Silvestre, luego de dejar inconcluso su trabajo, comienza a prepararse para dormir. En un momento determinado, suena el telfono hasta tres veces. Silvestre contesta de mala gana.

SilvestreHola.

Voz de DiosPor fin.

SilvestreQuin habla?

Voz de DiosYo.

SilvestreYo quin.

Voz de Dios (con impaciencia)

Soy Dios...Tu Dios.

Silvestre (con irona)

Ah, perdn. No te haba reconocido. Qu gracioso, no? Debe ser muy divertido andar rompindole la paciencia a la gente a esta hora de la noche.

Voz de DiosNunca he hecho semejante cosa. En todo caso... justamente lo contrario.

SilvestreEn sumaQu es lo que quiere?

Voz de DiosYa te lo he dicho. Soy el Seor, tu Dios y quiero hablar contigo del fin del mundo.

Silvestre (casi colgando el auricular)

Y por qu no te vas a Vete al Diablo.

Voz de DiosAl diablo? A la competencia?... A ver si encima me equivoqu de nmero No eres Silvestre?

SilvestreS... y t un idiota.

(Cuelga finalmente el auricular, lleno de rabia.)

Voz de Dios (que ahora se escucha potente, llenando todo el espacio)

Cmo te permites. Debes haberte vuelto loco, hijo mo.

Silvestre descuelga el telfono y lo vuelve a colgar, desconcertado.

Hasta ahora nadie se haba atrevido a colgarle el telfono a Dios de ese modo.

Silvestre (mira a su entorno con pavor, alza los ojos al cielo)

Dios mo.

(cae de rodillas, rezando)

Padre nuestro que ests en los cielos

Voz de DiosS perfectamente bien dnde me encuentro. Y, ahora, por favor, levntate. Levntate. Y escchame atentamente. He decidido organizar un nuevo diluvio universal.

SilvestrePero... Seor... Es que piensas ahogarnos a todos otra vez?

Voz de DiosS. Exactamente. Construirs un arca y as salvars a tu aldea...

SilvestreMi aldea? Pero... y los otros inocentes que morirn en el resto del mundo, qu?

Voz de Dios (con enojo)

Inocentes? Pero... qu inocentes? Has imaginado lo que ocurrira dentro de poco en el mundo, si los dejo hacer todo lo que se les da la gana a esos supuestos inocentes?

SilvestreTal vez tengas razn.

(corrigindose)

Quiero decir Seguro Pero... porqu nos has elegido a nosotros... a esta aldea... y a mi? Por qu?

Voz de DiosY... por qu no?

SilvestreBueno... y... cundo debera ocurrir el diluvio ese?

Voz de DiosBueno, vers en la noche del mircoles. Te doy tres das de tiempo.

SilvestreSlo tres das?

Voz de DiosMaana... al nacer el da, tocars las campanas. Reunirs a tus feligreses y les notificars la buena nueva.

(En su desesperacin Silvestre intenta tomar nota de lo que Dios le dice.)

SilvestrePero cuando yo toque las campanas

Voz de DiosAl amanecer del segundo da, comenzarn la construccin del arca... En cuanto a la primera noche, estar destinada a procrear. Cada hombre se acostar con su mujer y engendrar un hijo. Comprendes? Este ser, engendrado en el viejo mundo, nacer en el nuevo y recoger la herencia del viejo.

SilvestreDe cul viejo?

Voz de DiosConque, muchacho: sabrs comportarte a la altura de tu misin?

SilvestreSeor: se me van a rer en la cara. No me van a creer Me tomarn por loco. Me van a encerrar en un manicomio.

Voz de DiosPues, arrglatelas como puedas, amigo. Volver a darte noticias de cuando en cuando... Pero, piensa que slo t podrs orme...

SilvestreSeor: no tendr valor para tocar las campanas

Voz de DiosHars lo que te he dicho, Silvestre. Es una orden.

SilvestreS, seor.

Voz de DiosY las campanas sonarn. Te lo garantizo yo. Y, ahora, te saludo, Silvestre: A mi.

SilvestreCmo?

Voz de DiosA m. "A-dis", a m.

SilvestreAh... Claro. Ja, ja... Qu grande! A Ti. A Dios...

(Re tontamente.)

He hablado con Dios.

A tiempo con la msica, Silvestre comienza a aterrorizarse.

Cuadro Musical n 3 Calma XE "Cuadro Musical n 3 \Calma\"

SilvestreCalma, mantengamos la calma,

porque si no me calmo, se me escapa hasta el alma.

Calma. Yo me siento muy tranquilo,

Y por eso me preparo un tazn de t de tilo.

Es cierto que el telfono ha sonado,

y es cierto que La Voz de Dios me ha hablado.

Me dijo, me lo dijo claramente

qu me ha dicho exactamente??

qu me dijo dicho bien clarito?

Socorro. Dnde puse el papelito?

Calma, mucha mucha mucha calma,

para ver si me calmo,

ahora me cantar un salmo:

Qui facit misericordiam.

Calma, Dios Cmo lograrlo?

Dios, que humilla y ensalza,

que castiga y que consuela,

ha hablado conmigo,

aunque yo s muy bien que antes que a m

le propuso lo mismo a No

(Silvestre, en un descuido, apoya la Biblia sobre el teclado del rgano, y este queda sonando indefinidamente.)

Silvestre (hablado)

Seor. Eres t otra vez?

Voz de DiosNo, es la Biblia sobre el teclado.

(Silvestre levanta la Biblia y el sonido cesa.)

SilvestreGracias, Seor.

SilvestrePara que hiciera un arca,

la tan clebre arca, la tan bblica barca,

que ahora me encarga a m, y quiere hacerme as,

un moderno No. No, eh.

Quin me ensea a hacer un arca?

Calma, debo tener mucha calma,

quizs falte una pieza en mi pobre cabeza.

Gracias, ahora estoy tranquilo,

el pulso lo siento ya ms suave.

Muy pronto me quedar dormido,

que venga el sol a despertarme.

Calma, calma para el alma,

feliz y contento, de verdad es que me siento,

cual si fuera mecido sobre un mar en calma,

ahora s me adormezco, sobre un mar en calma...

Silvestre se fue quedando dormido sobre su cama. De golpe se levanta y grita:

SilvestreDios mo, he hablado con Dios.

(Cae desmayado)

APAGN

Segundo Cuadro XE "Segundo Cuadro" :

El canto del gallo saluda la llegada de un nuevo da. Se deja ver la plaza del pueblo. Todava es de noche. Un tremendo repique de campanas sacude a la aldea. Los aldeanos, de a poco van entrando, entre maravillados, asustados y alarmados. Todos estn en camisn o a medio vestir. Van formando grupos que comentan lo que ocurre. Nadie percibe a Silvestre, que se ha despertado de golpe y no atina a hacer coincidir los botones de la sotana con sus correspondientes ojales. Mira al campanario y luego al cielo.

SilvestreLas campanas... Las campanas. Pero... qu apuro tienes? Si las hubiera tocado yo mismo. Supongo que me crees... o no?

Voz de DiosVamos.... Despjate y corre a dar la buena nueva.

SilvestreS, s... Buena.... Buensima.

Silvestre abre la puerta y se topa con las mujeres, que han estado tocando la puerta insistentemente. Ni bien sale aparece Clementina.

Clementina Ay, Padre Silvestre. Sus campanas me han despertado en el momento justo. Si supiera lo que estaba soando.... Me puedo confesar aqu mismo?

SilvestreClementina Ahora no es momento.

El Alcalde Se puede saber porqu ha estado agarrado a las campanas, dale que dale...? Qu pasa? Qu sucede?

Silvestre (estpidamente)

Eso mismo digo yo: qu sucede?

El Alcalde Cmo qu sucede? Soy yo el que pregunta "qu sucede". Vamos a ver: ha sido usted o no el autor de las campanadas?

SilvestreNo...

El Alcalde No?

SilvestreS..., digo: casi.

El Alcalde Cmo? No... s... casi... ha sido usted o no ha sido usted?

SilvestreNo.

Aldeanos No?

SilvestreS.

Aldeanos S?

SilvestreCasi.

Aldeanos Casi?

El Alcalde Y dale y dale.

HortensiaAy, Padre: no nos tenga preocupados.

SilvestreBien. Se los dir todo.

El Alcalde Eso est mejor. Puedo declarar abierta la sesin de emergencia del Consejo Comunal, puesto que el clero ha decidido decirlo todo? S, aprobado por unanimidad. Y nuestro cura prroco tiene la palabra.

Silvestre (mientras observa como todos se ubican en sus lugares dispuesto a escucharlo)

Hemm... Hermoso da, verdad? ... Pero... me temo que el tiempo va a cambiar.

El Alcalde Oiga. Nos ha sacado de la cama para darnos un parte meteorolgico?

SilvestrePues... en cierto modo... justamente de eso se trata.

El Alcalde As que...

Silvestre (con voz inasible)

He hablado con Dios...

El Alcalde Qu? ... Qu ha dicho?

Silvestre (igual)

He hablado con Dios...

El Alcalde Hable ms fuerte, hombre. No se le entiende nada.

Silvestre (fuerte)

Que he hablado con Dios. Y me ha encargado una misin que, para realizarla, necesito la ayuda de todos ustedes. Dirn que estoy loco, lo s.

El Alcalde Tranquilidad. Tranquilidad. A ver, Padre Silvestre: por todos los santos. Usted es cura y tiene tratos con el cielo... Bah, es su oficio. Y no es la primera vez que, con ese pretexto, nos ha sacado bastante dinero.

Hortensia Crispn.

El Alcalde Qu es lo que necesita ahora?

SilvestreUn arca.

El Alcalde Ah, un arca... Un arca?

Aldeanos Un arca?

SilvestreS, un arca.

Clementina Un arca? Qu idea tan legendaria, Padre.

SilvestreClementina, un arca verdadera, como la de No. La construiremos entre todos. Tiene que mantenerse a flote...

El Alcalde S, tiene que mantenerse a flote. Claro, como la de No.

(aparte, a Hortensia)

Siempre me ha parecido que este muchacho andaba mal del tejado. Nuestro cura es todo locura.

HortensiaPadre: verdad que lo que usted necesita es un carro alegrico para la fiesta de San Crispn?

Aldeanos Eso. S. Claro.

SilvestreNo. Habr un segundo diluvio universal. Y de esa catstrofe slo nosotros nos salvaremos. Porque hemos sido elegidos para repoblar la tierra.

Clementina Repoblarla? Qu idea tan legendaria, Padre.

SilvestreClementina

El Alcalde Bueno, Padre: por qu no se vuelve a la cama y busca el tornillo que le falta? Seor Cura: usted no carbura. Si hay un cura que necesita una cura, ese cura es usted, Seor Cura.

SilvestreNo estoy loco. De verdad. Dios me ha hablado.

Tot (que haba entrado medio dormido y que se ha puesto al tanto a travs de Clementina)

Seguro que habl con Dios.

El Alcalde Un momento. De manera... que ha hablado con Dios? ... Y cmo?

SilvestrePor (luego se arrepiente)

Cmo "como"?

El Alcalde S. Cmo. Con qu sistema? Ha sido una visin, una revelacin, una aparicin o... por medio de un sueo? Vamos, hombre: cuente. Cuente. Cmo le ha hablado?

SilvestrePor telfono.

El Alcalde Ah, por telf... Por telfono?

SilvestreSi yo fuera usted, tampoco lo creera.

El Alcalde Vaya; al menos estamos de acuerdo en algo. De vez en cuando tambin dice cosas sensatas el hombre. Bueno... ahora, vyase a la camita y tmese un t de tilo.

Silvestre (como quien se acuerda algo de golpe)

Las campanas.

El Alcalde Qu horror. Dnde? Qu campanas?

SilvestreYo no las he tocado.

(seala el cielo) Ha sido El.

El Alcalde El?

SilvestreS, El. Seguro.

El Alcalde Uy, uy, uy, uy, uy. Aqu hace falta un mdico. Un especialista.

(a Hortensia)Cmo se llaman los mdicos que curan las enfermedades de los curas? Un currlogo?

Clementina Pero... Pap: por qu te empeas en no creerle? Qu tiene de malo que el Padre Silvestre haya hablado con Dios? Si yo fuera Dios... estara telefonendole a cada momento

(Avanza sobre Silvestre, los aldeanos y Hortensia la retienen.)

SilvestreClementina

Hortensia (que ha estado discutiendo en voz baja con el Alcalde)

Vamos, Crispn Pregntale

El Alcalde Bueno... vamos a admitir -por absurdo que sea- que viene el diluvio ese... La humanidad desaparece y slo nosotros nos salvamos, gracias al arca. Por qu nos salvamos justamente nosotros? Por qu?

SilvestreY... porqu no?

El Alcalde Perdone, no? , pero esa es la contestacin ms idiota que he odo en mi vida.

SilvestreEs la contestacin que me ha dado Dios.

El Alcalde Ah. En ese caso: retiro lo dicho.

Tot Padre Silve: si me dice cmo ha de ser el arca, ya mismo empiezo a hacerla.

SilvestreLo mismo que un barco, Tot, que con la estatua de San Crispn en la proa, vencer todas las tempestades, mientras nosotros permaneceremos encerrados adentro... estrechndonos el uno al otro...

Clementina S, s. Eso, Padre. Estrechndonos.

SilvestreClementinaMitad miedo y mitad esperanza, rezarno para ser dignos del inmenso privilegio: recomenzar la vida sobre la tierra Llevaremos todo cuanto podamos las semillas de nuestras plantas y nuestros animales...

El discurso de Silvestre ha creado una cierta sugestin.

Tot Un momento.

TODOSQu?

Tot El toro que no venga con nosotros.

SilvestreBueno, hombre. Est bien. Vendr el conejito.

El Alcalde Oiga, Seor Cura: una ltima pregunta antes de levantar la sesin. Dgame: no ha pensado que podra existir alguien ms calificado que Usted para ser llamado telefnicamente por Dios? Se ha olvidado de que... en Roma... hay un seor... todo vestido de blanco...?

Aldeanos El Papa.

SilvestreS, ya s. claro. Pero...

El Alcalde Bueno, bueno, basta. Se levanta la sesin. Todo el mundo a sus casas.

Tot Eh, un momento. Algo de cierto tiene que haber en todo esto, puesto que las campanas sonaron sin tocarlas.

Clementina Hgalas sonar otra vez, Padre.

SilvestreImposible.

El Alcalde Me lo figuro.

SilvestreDios espera que crean por la Fe... y no por la fuerza de un milagro.

Clementina S, un milagro. Estoy segura que usted puede hacerlo, Padre. Sabe tanto.

SilvestrePero... Clementina Cmo crees posible que en este momento yo... haga un gesto con el dedo y las campanas... zas... (al levantar el dedo suena la primer campana)

suenen?

Cuadro Musical n4 Concierto para cura y campanas. XE "Cuadro Musical n4 \Concierto para cura y campanas\."

TotParece un milagro, lo veo y no lo creo.

Clem. Y Hort.Son la campana, al gesto de un dedo.

Coro masculinoParece un milagro

Coro femeninoLo veo y no lo creo

ClementinaSon la campana al

TodosGesto de un dedo

ClementinaGesto de un dedo

TodosGesto de un dedo

Don didi dandan, dodo didi dandan,

don didi dandan dodo din dan.

SilvestreEl campanero hoy no soy yo,

el campanero es el Seor, buen Dios,

y que les hace saber por medio de m,

que todo es cierto como la luz del sol.

TodosQu maravilla, cosa tan rara.

Din don dan dodo didon dan.

Este concierto de cura y campanas.

Din don dan dodo didon dan.

Alcalde (hablado)

Ms si este repiqueteo

hubiera sido una burla, un fraude, un cuento?

TodosDe quin?

AlcaldeDel viento.

Mas si todo este misterio ms que un milagro

fuese una burla insensata, inventada

TodosPor quin?

Alcaldepor el clero?

AldeanosVuelve a probar, vuelve a probar,

para saber si el milagro es de verdad.

(Silvestre intenta nuevamente. Las campanas responden. Cuando concluye el milagro, contina el Concierto. Ver partitura.)

El Alcalde Bravo, bravo, bravo. Ha sido de un gran efecto. Aunque ha habido momentos bastante desafinados

HortensiaCrispn.

El AlcaldeConciudadanos: ya pueden construir el arca.

Aldeanos Viva. Bien. Bravo.

SilvestreGracias, Seor Alcalde. Ahora slo falta que nos proporcione la madera que nos haga falta.

El Alcalde Me parece que no entend bien la ltima frase.

SilvestreUsted no es el propietario del bosque?

El Alcalde S.

SilvestreDe cada tramo?

El Alcalde S.

SilvestreDe cada tronco?

El Alcalde S.

SilvestreY de toda la madera que est en el depsito?

El Alcalde S.

SilvestreEntonces nos la tiene que dar.

El Alcalde No.

SilvestreSin la madera no se puede...

El Alcalde Claro que no se puede. Hace falta madera y en gran cantidad. Pero mire, desgraciadamente no me qued ni un slo listn.

ClementinaPero pap: si el depsito est lleno de madera

El Alcalde Ya ha sido vendida a los Ferrocarriles del Estado, Clementina.

Clementina Si bueno, papi, pero todava quedan tantos rboles por cortar

El Alcalde Ya han sido vendidos a los Astilleros Reunidos, Clementina, tontina.

Clementina Y toda la madera que est amontonada cerca del puente, qu?...

El Alcalde Que ya ha sido vendida para hacer los bancos de la capilla del Convento de las Ursulinas. Clementina, bendita nia cretina.

(Al dar nfasis a sus palabras se golpea con el marco de la ventana.)

SilvestreSiendo as, quin nos va a dar la madera, si usted que es el nico carpintero de estos contornos se niega a hacerlo?

El Alcalde S, es un problema; pero yo no soy el nico carpintero... Padre Silvestre: venga, venga que tengo una idea... Ya que Usted es tan amigo de la Sagrada Familia, por qu no le da un golpecito de telfono a San Jos, que tambin es del oficio?

(mutis)

HortensiaPero Crispn.

Clementina Padre: yo lo siento mucho, pero...

SilvestreEst bien, Clementina. Vete.

(Clementina y Hortensia hacen mutis.)

Tot Padre Silve. Qu pasa? Te desanimas? Por qu no intentas hacer otro gesto con los dedos, como el de recin y vers la montaa de lea que caer del cielo. Como era? Din-Don-Dan.

SilvestrePero... No digas disparates. O es que me tomaron por un santo?

Tot No, pero las campanas Mire, no ha sido un gran milagro, pero por ser el primero, no estuvo tan mal, no? Se ve... se ve que tienes condiciones.... Vamos Intntalo. Aunque ms no sea para hacer rabiar al tacao del Alcalde.

Aldeanos S, tacao, tacao.

SilvestreNo, no est bien abusar. Ahora, vyanse a sus casas, que si es su voluntad, l nos ayudar.

(Los aldeanos y Tot hacen mutis. Cuando Silvestre se percata de que ha quedado solo, hace un gesto con las manos)

Seor: envanos la madera para construir el arca.

Voz de DiosNo querrs tambin que te lleve las valijas?

SilvestrePerdname, Seor. Me pas.

Tercer Cuadro XE "Tercer Cuadro" :

La escena muestra la oficina de la carpintera, en la casa del Alcalde. Clementina llora desconsoladamente. Hortensia intenta calmarla. El Alcalde est perdiendo visiblemente la paciencia.

El AlcaldeClementina, o dejas de llorar o voy a hincharte de razones para que sigas.

ClementinaQuiero rer y reir cuando las aguas nos traguen y nos muramos ahogados por tu culpa.

HortensiaPero Crispn: porqu te emperras en no hacerle caso al prroco?

El AlcaldePorque quiere mi madera. Te parece poco?

HortensiaCuando uno cree, tiene que creer siempre, cueste lo que cueste.

El AlcaldeS, pero no al precio que cuesta actualmente la madera. Cuntos creyentes crees t que creeran si tuvieran que pagar para creer? Y, adems, piensa que si a Dios le hiciera falta mi madera, ya se las arreglara para tenerla.

(Suena el telfono hasta tres veces. El Alcalde atiende.)

Hola? S, el Alcalde habla. Quin es? Ah. De los Ferrocarriles del Estado... Est tranquilo, Sr. Jefe, todo est listo. La madera saldr maana... Qu dice? ... Cmo? ... Que ya no les hace falta... Pero... Pero... Hola... Hola... Colg.

(Clementina y Hortensia ren disimuladamente)

No se ran. No hay motivos para rer, puesto que el negocio... lo que se dice el negocio... lo hago con los Astilleros Reunidos.

(Suena nuevamente el telfono)

Hola... Astilleros Reunidos? Cmo les va? Mire, Seor, ya justamente... Cmo, Seor? Me podra repetir? Cierran los astilleros? Pero... porqu? No construirn ms barcos? Pues han elegido el momento justo. Me reir cuando las aguas nos traguen y nos muramos ahogados... Pero... Qu estoy diciendo, idiota? No, Seor... Usted no. Yo, Seor... Cmo dice? ... Bueno, los dos.

(Cuelga. Clementina y Hortensia ren sin ningn disimulo)

Qu jbilo, eh. Es una coincidencia, nada ms. Adems, queda la madera que he vendido a las Ursulinas. Las monjitas me salvarn.

(Suena el telfono otra vez, pero el Alcalde se niega a atender.)

Qu sucede?

HortensiaEl telfono.

El Alcalde Qu pasa con el telfono?

HortensiaContesta el telfono.

El Alcalde Cul telfono?

HortensiaEse.

El Alcalde (contesta el telfono de muy mala gana)

S, el Alcalde habla. Quin es?

Silvestre (Habla en falsete, imitando la voz de una mujer gallega y muy viejita)

Soy la Hermana Sor Severina, del Convento de Santa rsula. La madre superiora manda decir que ya no nos hace falta su madera.

El AlcaldePero... Y los bancos para la capilla... Cmo se van a arreglar sin los bancos?

SilvestreEs una promesa que hemos hecho de estar siempre de pie. Todas. Porque somos muy austeras, bendito sea Dios.

El AlcaldeS, bendito, bendito. Yo s que soy un bendito; que he mandado a aserrar toda la madera en tablones. Y ahora... dnde me los meto?

SilvestreSoy una pobre monja y no tengo prctica en esas cosas, hijo mo.

Clementina baila de alegra a tiempo que su madre enciende una vela delante de la pequea estatuita de San Crispn.

El Alcalde Tres pedidos. Tena tres pedidos. Tres. Y me anulan los tres, en tres minutos. Y a mi alrededor, tengo a una mujer que reza y a una hija que baila. Termina ya, inconsciente. Y... Y...

(estornuda)

Apaga eso, por Dios.

(entra Silvestre)

SilvestreSalud y prosperidad.

El Alcalde Prosperidad? Estoy arruinado.

SilvestreQue est arruinado? Y como ha sido eso? No lo entiendo.

El Alcalde Ni yo.

HortensiaTendra que haber estado aqu hace un par de minutos, Padre Silvestre. Ha sido algo extraordinario. Un verdadero...

El Alcalde Al primero que pronuncie la palabra "milagro", de un bofetn lo visto de largo.

SilvestreAlude a la Seora, no?

El Alcalde Tri-aludo, comprende? Tri-a-ludo.

SilvestreYa me lo explicar.

Clementina al ver llegar a Silvestre ha hecho mutis rpidamente, para reaparecer con el vestido en la mano y luciendo una inocente enagua llena de encajes.

ClementinaMam, necesitara que me arreglases este vestido

SilvestreAy, mi madre. Treinta mil trescientos treinta y cinco por trescientos treinta y dos...

Clementina hace nuevamente mutis, sin ser vista por sus Padres.

El AlcaldePero, hombre, qu hace? Se le dio por cantar los nmeros de la lotera?

SilvestrePerdneme, estaba distrado. Bien. Pues, ahora, ya que los pedidos le han sido anulados, me dar la madera.

El Alcalde Bueno, puede ser... Oiga. De dnde ha sacado usted eso?

SilvestreNo lo ha dicho usted?

El Alcalde No.

SilvestreQuiz habr sido la Seora.

HortensiaNo, no. Yo no he sido.

SilvestreO ha sido Clementina

(a tiempo que sta reingresa)

Fue Clementina, s.

Clementina (sin entender demasiado)

S, s. He sido yo.

El Alcalde No. Ahora caigo. Todo tiene su explicacin, Sor Severina. En engaarme pens y me desenga.

(Toma enrgicamente el telfono y disca un nmero.)

Hola... Convento de las Ursulinas... Sor Severina, cmo le va? El Alcalde le habla... Quiero que sepa que su pedido de madera est a punto de salir.

(Hace un gesto significativo obviamente destinado a Silvestre.)

Chucu, chucu, chucu, hace el tren.

Voz de Dios (imitando la voz de Sor Severina)

Hace cinco minutos hablamos y le dijimos nuestra decisin. No insista. Usted le hara perder la paciencia al Padre Eterno. Saludos.

Silvestre (hacia el cielo)

Gracias.

Voz de DiosDe nada.

El Alcalde Est bien. De momento, gana el clero. Seor Cura: parece que la razn es suya.

SilvestreGracias, Seor Alcalde.

Clementina Qu bien, Pap. Muy bien. (canta) Ya tenemos la madera. Ya tenemos la madera.

El Alcalde Ya no tienen nada... Y basta. La madera es ma y no se la doy.

Clementina Pero, por qu?

El Alcalde (recitando, sobre msica)

Porque dos no hacen tres

porque el Papa no es el rey

porque el Rey no es el Papa

porque t eres una boba

y a m el arca me joroba.

XE "Cuadro Musical n 5 \Tira el Dinero\" Cuadro Musical n 5 Tira el Dinero

ClementinaEsa madera, la que no te sirve,

a nosotros nos servir.

HortensiaDe eso, t que hars?

Si nada vale

SilvestreSu madera ya no le servir.

Alcalde No, no, no que no.

La madera es oro y no la dar jams.

CoroTira, tira, tira el dinero. (bis)

Al basurero, tira el dinero, as.

Limpia, limpia, limpia lo que tu quieras,

quema, quema, quema, haz una hoguera.

Fuera, fuera, fuera, tralo,

fuera, fuera, fuera, rmpelo,

nada nada nada nos servir,

pues tralo ya.

Corre, corre, corre, vamos, de prisa,

pronto, pronto, pronto,

a hacerlo trizas.

Vamos, vamos, pronto, tralo,

vamos, vamos, pronto, rmpelo,

vamos, vamos, pronto, qumalo ya,

sujtalo bien, sujtalo ms. Pronto.

Clementina y HortensiaTira el dinero. Tira el dinero.

CoroTira el dinero.

Tira el dinero.

TotTira el dinero.

CoroTira, tira, tira, tira.

Tira el dinero. Tira el dinero.

Vamos, vamos, pronto.

Vamos, vamos, pronto.

Pronto. Ya.

El Alcalde ...Que no sirve ms? Saben qu no sirve ms? El Alcalde. Quieren mi banda de mando? Ah la tienen. Dije que dimito y dimitir. Nos soy como esos alcaldes que tendran que renunciar y no renuncian nunca. Pero cuidadito conmigo, porque volver, eh... y con la autoridad.

SilvestreSr. Alcalde: Usted no puede hablar de esto con nadie. Lo del diluvio debe quedar en secreto. Si se enteraran, vendran de otros pueblos y tomaran la aldea por asalto.

El Alcalde Bah. Quin va a creer en esas bobadas? Solamente usted, que es un irresponsable peligroso, y voy a denunciarlo. Y ver.

SilvestreUsted no puede hacer eso.

El AlcaldeQue no puedo hacerlo? Vamos, empiece a tocar sus campanitas, din, don, din, don, que yo tocar otro instrumento.

(Hace una llamada con las manos y la boca.)

SilvestreEncirrenlo bajo llave en el gallinero.

El Alcalde Encerrarme en el gallinero a m? Es un truco que no te servir. Y una desilusin vas a tener, maldito cura, porque huevos no pienso poner.

(Los aldeanos, ayudados por Tot, se llevan al Alcalde arrastrndolo.)

SilvestreNo hay tiempo que perder. Hijas mas: vayan a sus cocinas y preparen una buena cena para sus hombres. Les har falta.

(Las mujeres hacen mutis a tiempo que se dirige a los hombres que quedaron.)

...y ustedes... a buscar el material necesario para construir el arca.

HombresS, vamos.

SilvestreY lo lograremos. Ya vern como l guiar nuestra mano.

HombresS, vamos.

Voz de DiosSilvestre...

SilvestreObreros del Seor, al trabajo. Preparen sus hachas para que los troncos se cuenten por cientos.

HombresS, vamos.

Voz de DiosSilvestre....

SilvestreSi es necesario, trabajaremos toda la noche.

HombresSi.

SilvestreToda la noche, sin descanso. Hagan de manera que sus martillos golpeen con ms fuerza, cada vez con ms fuerza

(por enfatizar sus palabras se golpea la mano)

Ay, mi madre.

UnoSe lastim, Padre?

SilvestreNo, no es nada. Vayan, noms.

HombresS, vamos.

(Mutis de los hombres.)

SilvestreQu mala pata.

Voz de DiosPerdona pero ha sido el nico modo de pararte. Parecas un loco. Ya has cometido un leve error.

Silvestre Qu hice, Seor?

Voz de DiosA qu cosa se supone que estaba destinada esta noche?

SilvestreA la procreacin. Es cierto. Los hombres deban yacer con sus mujeres. Es claro... a fuerza de no querer pensar en "eso"... termin por olvidarlo. Y ahora, entusiasmados como estn, ser difcil distraerlos para que vayan a

Voz de DiosS. Ser difcil. Mira lo que has cambiado, nada menos.

SilvestreQu cosa, Seor?

Voz de DiosVe afuera y entrate t mismo.

SilvestreS, ya lo s, pero Seor...

Voz de DiosVete. Vete, te digo.

SilvestrePero, Seor, yo...

Voz de DiosVete ya.

SilvestreEh. Qu carcter.

(mutis)

La escena se desarrolla en un romntico bosque en el cual los hombres se encuentran trabajando fervorosamente.

Voz de DiosCreo que tendr que apurarme para que no sigan. Bueno, para empezar, lo que hace falta es un poco de ambiente. Crear una noche tan preciosa que ningn ser viviente podr resistirse al llamado de la naturaleza. Atento a la puesta en escena, Silvestre. Primero que nada, que la noche caiga con su dulce manto

(Las luces descienden sorprendiendo a algunos hombres.)

Har soplar un vientecito cargado de aromas.

(Se levanta un vientecito perfumado y los hombres se sienten afectados)

Ahora, luz de estrellas...

(Al descender las primeras estrellas, los hombres ralentan su trabajo.)

Ms estrellas... ms.

(Los hombres dejan de trabajar, mirndose sorprendidos.)

Y ahora, bajen la luna.

(A tiempo que baja la luna, se multiplica la languidez de los hombres.)

No, un cuarto no. Ms. No, ms. Llena. Eso. No est mal, eh. Ahora canta.

(Comienza la msica.)

SilvestreQu?

Voz de DiosS, canta. As como antes cantabas Un nuevo sitio hay que hacer Vamos Inctalos al amor.

SilvestreYo?

Voz de DiosS, t. O es que tengo que hacerlo todo yo?

SilvestreQu debo cantar?

Voz de DiosUfa, Silvestre tambin tendr que ocuparme de la letra?

SilvestreUn poquitito.

Voz de Dios (susurrando)

"Bella noche sin sueo, noche de luna, noche de amor".

SilvestreNo se oye nada, Seor.

Voz de Dios (grita, impaciente)

"Bella noche sin sueo, noche de luna, noche de amor".

XE "Cuadro Musical n 6 \Bella Noche sin Sueo\" Cuadro Musical n 6 Bella Noche sin Sueo

SilvestreBella noche sin sueo, noche de luna, noche de amor.

Bella noche sin sueo, qu dulce nido tus brazos son.

Noche de acariciarse,

como si fuera la vez primera, el primer s,

para ti, para ti, para los dos.

CoroBella noche sin sueo, noche de luna,

noche de amor entre tu y yo.

SilvestreNoche maravillosa

que para ustedes brillando est.

Noche para perderse

En esos ojos que luz nos dan.

Mgica es esta noche:

Lluvia de estrellas vemos caer.

Todo susurra y grita,

Susurra amor, y grita amor,

Y a tanto amor

No hay que decirle que no.

CoroBella noche sin sueo para perderse

entre tus ojos que luz me dan.

Bella noche sin sueo, noche de amor

Entre t y yo.

SilvestreNoche para el cario. Qu dulce abrigo

tus brazos son!

Mgica es esta noche,

lluvia de estrellas vemos caer.

Silvestre y CoroTodo susurra y grita.

Susurra amor y grita amor

Y a tanto amor...

Silvestreno hay que decir que no.

CoroBella noche sin sueo para perderse

entre los ojos que luz nos dio.

(A lo largo del cuadro musical ha ido entrando cada mujer, como impulsada por un mgico resplandor. Luego de dirigirse a su marido y de bailar juntos, ste la invita a abandonar la escena rumbo a su casa.)

Apagn

An no ha terminado de salir la ltima pareja, y a tiempo que Silvestre ha hecho el mutis, cuando ingresa Consuelo, una prostituta ambulante, munida de su sombrilla, una valija y un talonario de nmeros sujetos por una cuerda a su cuello.

Cuadro Musical n 7 Consuelo

ConsueloHombres, aqu estoy.

Ha llegado vuestra Consuelo.

Soy la Consuelo de nombre y de hecho,

pa consolarlos tengo mis secretos.

Si no os fiis de mi, algo apostemos,

y si despus no quedareis contentos,

bajo palabra de esta hembra de mundo,

paga el gasto, vuestra Consuelo.

Vivo un mundo de delirio,

todos quieren verme a m,

la aventura a domicilio,

la invent para vivir.

Como lo hago por mi gusto,

a ninguno digo no.

Al que venga por Consuelo,

me la pide y se la doy.

Coro masculinoDanos Consuelo, danos Consuelo.

ConsueloTu me la pides, yo te la doy.

He triunfado muchos aos,

tanto en Chile como en Calcuta.

He viajado en aeroplano,

y en un coche siempre en ruta.

Medio muerta de ir palante,

medio muerta de ir patras.

Chile, Calc, Chile Calc, Chile Calcuta.

Hacia adelante y hacia atrs.

CoroConsolacin Consolacin...

Consolacin, lacin, lacin

Consuelo(repartiendo los nmeros)

Un, dos tres

CoroVa por m.

ConsueloY cuatro, cinco, seis

CoroA m primero.

Consuelo

Y seis siete ocho

An hay quien no tiene?

CoroYo, yo, yo

ConsueloQue toque arriba o bien que toque abajo,

nada importa la postura

Lo importante es no decir que no.

Si queris tener consuelo

CoroLo queremos

ConsueloOs lo doy.

Tot se acerca al grupo sin entender demasiado lo que ocurre. Se dirige directamente a Consuelo, quien le da un nmero como a uno ms.

Tot (devolvindole el nmero)

Yo... todava no me enter de lo que vendes.

Consuelo Ah, no?

Tot Claro.... Como no tienes tienda, ni tienes carro... Dnde llevas la mercadera?

Consuelo La llevo toda encima.

(le muestra el contenido del escote)

Aqu.

Tot Yo slo veo un par de tetas...

Consuelo Y qu queras? Ver cuatro.

ConsueloSi me quieres espaola,

turca, griega, rusa o hind,

o prefieres una egipcia?

lo hago todo, escoge t.

Para ti ser Consuelo,

una egipcia de verdad.

Ala c, ala c, a la cama

todos vnganme a buscar.

CoroDanos Consuelo, danos Consuelo.

Tu despiertas los deseos,

no es posible decir no.

Y me muero sin Consuelo

ConsueloLa queris?

CoroS..

ConsueloPues os la doy.

CoroEso si es Consuelo, eso si es Consuelo.

Por lo que ms quieras

danos, danos, Consuelo.

Consuelo Bueno... Ahora denme un minuto de tiempo para arreglarme Claro Ustedes dirn: ms todava? Pues, s. Y enseguida haremos el sorteo para ver a quin le toca ser el primero.

HombresA mi. Yo.

Consuelo Eh. Cmo estn de impacientes mis muchachos.

(Se escucha el ensordecedor mugido de un toro)

Tot Uh, oigan al toro. Se enloqueci como un potro, ese desgraciado

HombresY nosotros, qu.

Silvestre se acerca, a tiempo que Tot se queda sentado a un costado.

SilvestreQu horror. Justo la noche de la procreacin. Si Dios se entera...

Voz de DiosYo lo s todo. Soy omnipresente, con tu permiso.

SilvestreOh, Seor. Qu hacemos, despus de lo que ha pasado?

Voz de DiosQu ha pasado?

SilvestrePero... cmo? ... No dices que eres omnipresente?

Voz de DiosBueno... un momento de distraccin... a cierta edad... Pero, qu ha pasado?

SilvestreHa llegado a la aldea una una oveja descarriada... y... los hombres dejaron a sus mujeres para congregarse a ella

Voz de DiosCon la oveja?

SilvestreBueno; me refiero a una de esas que comercian con su propio cuerpo. Bueno... es decir... una ...

Voz de DiosYa entendido. No nac ayer... Pero... bueno... cada uno no ha elegido a su mujer libremente? Entonces... como es que prefieren la cama de una desconocida?

SilvestreSeor.... ya sabes cmo estn hechos los hombres

Voz de DiosNo.

SilvestreNo los hiciste t, Seor?

Voz de DiosYo hice al primero y creo que no estaba nada mal. Pero, luego, todo se me fue de las manos. De todos modos no debes ahogarte en un vaso de agua. Mndale a esta cmo es que se llama Magdalena...

SilvestreMagdalena? Qu tiene que ver aqu Magdalena?

Voz de Dios Ah. Cierto que aquella era amiga de mi hijo... Bueno, mndale a sta ovejita perdida un soltero que le d trabajo para toda la noche.

SilvestreEl nico soltero de la aldea... soy yo.

Voz de DiosClaro, por su puesto.

SilvestreNo noBueno... tambin est Tot... pero... En fin: no es tu ejemplar mejor acabado. Tiene un pequeo defecto de fabricacin y...

Voz de DiosPuede suceder

Silvestrepor lo tanto, no puede...

Voz de Diosl no. Pero yo lo puedo todo. Localzalo y ya vers.

SilvestreAh est, Seor.

Con efecto de msica se enciende una luz intermitente que destella entre las piernas de Tot. Pega un fuerte alarido y se trepa al balcn de la casa de Consuelo, entre las protestas y la estupefaccin de los Hombres.

Consuelo (asomndose en el balcn)

El sorteo de hoy queda suspendido por causas de fuerza mayor.

(Una mano la ingresa violentamente, entre el gritero de los hombres. Luego vuelve a aparecer, completamente despeinada.)

Pero... qu es esto? Un toro.

(La mano la mete bruscamente en la habitacin).

Los hombres protestan, hasta que se topan con Silvestre, que esgrime la Biblia y dice:

SilvestreY... como dice San Lucas: "Y los hombres volvieron corriendo a sus mujeres". Corriendo.

Los hombres salen corriendo. Silvestre emprende el camino de regreso a la sacrista.

Cuadro Musical n 8 Bella Noche sin Sueo (Bis)

SilvestreBella noche de luna, noche amores

Entre tu y yo.

Bella noche sin sueo,

que dulce abrigo tus brazos son!

Noche de acariciarse,

como si fuera la vez primera,

el primer s, para ti, para ti,

no para m.

Coro (a lo lejos)Bella noche sin sueo,

noche de luna, noche de amores,

entre tu y yo.

Clementina (en su habitacin, mientras recorta fotos de Silvestre, a las que pega en la puerta de su ropero, del lado de adentro)

Bella noche de pena,

que slo es ansia

por este amor.

SilvestreBella noche de pena,

y de renuncia con un adis.

Silvestre y Clementina Bella noche engaosa:

(a do)lluvia de estrellas veo caer.

Todo susurra y grita,

Susurra amor y grita amor

Y a tanto amor debo decirle que no.

Apagn

Cuarto Cuadro

XE "Cuarto Cuadro" Se escucha el cantar del gallo. Los hombres pasan por la escena rumbo al bosque a continuar con su trabajo. En sentido contrario pasan las mujeres, cada una portando una vela, rumbo a la sacrista. Hacia el final de la fila vemos a una de ellas que tiene dos velas, y luego otra con tres. Todas comentan entre s la faena de la noche anterior. A tiempo que hacen mutis, aparece Tot, portando un veln de proporciones gigantescas.

Tot (entrando desaforadamente)

Padre Silve.... Padre Silve..... Lo busqu por toda la aldea. Si supiera lo que hice...

SilvestreCreo que ya lo s.

TotAs que ya lo sabe. Santo Dios.

(Comienza a abofetearse y a tirarse del pelo, como reprendindose.)

SilvestreNo te mortifiques, Tot, que anoche no has cometido ningn pecado.

Tot Ya lo s. Si el pecado me lo hizo todo ella, viera usted Pero... me reventara la cabeza por todo el tiempo que he perdido, Padre... Qu maravilla esta cosa... y yo sin saber que exista...La cosa... No se puede creer... No hay palabras...

SilvestreHas descubierto el sexo.

Tot Cmo se llama? Qu increble. Que Dios lo bendiga. Pero cmo puede ser que yo no ni saba que exista? Es como un dolor pero un dolor hermossimo, Padre Es como una tormenta.

(Hace ruidos de truenos y relmpagos.)

Es algo que no se puede explicar no hay palabras. Cuntas cosas que descubr anoche, Silvestre. Ahora lo entiendo al toro, porqu se lanza con esa rabia... y zas.

SilvestreBueno, Tot. Un poco de moderacin.

Tot Tienes razn. Perdname. Pero... si la hubieras visto esta maana a mi Consuelo... cuando me vena para ac... Dormacomo en un lecho de rosas. Pareca un ngel

Se apaga la luz en la sacrista al mismo tiempo que se enciende la habitacin de Consuelo. Pareciera como si hubiese pasado un tornado. Clementina se acerca al balcn, indecisa. Finalmente golpea las manos, llamando.

Clementina Seora. Seora....

Consuelo (aparece envuelta en una bata de color verde)

S... quin es? Oh, una nia. Qu extraa sensacin para mis ojos al despertar. Una nia.

Clementina Necesito hablarle.

Consuelo Pues... anda. Sube..

Clementina Yo... no quisiera... cometer una indiscrecin, no? Pero... yo s... -mejor dicho toda la aldea lo sabeque... bueno, que Tot ha dormido aqu no?

Consuelo Dormido? Ojal. Nunca he conocido otro con tanto insomnio... y con tanto... Pero... t no sers su chica, no?

Clementina (riendo) Yo... la novia de Tot? Nooo, qu esperanza.

Consuelo No, si no es para rer. Ojal hubiera muchos como l. Y te lo dice una que... modestia aparte... de esto, entiende un rato.

Clementina Ay, Seora.... Entonces... ya que tiene tanto xito con los hombres... qu hay que hacer para enamorar a uno?

Consuelo Mira la nia. Pero... enamorarlo pa casarse, como est mandao... o... para pasarla bien?

Clementina Bueno... Yo me conformara con que se fijara en m, porque casarme con l, no lo creo posible.

Consuelo Est casao?

Clementina No... pero... su profesin... le impide casarse.

Consuelo Qu va, hija. Ha de ser carabinero

Clementina No, Seora... Yo le voy a explicar:

Consuelo No, no me expliques nada. Vamos a ver que dicen las cartas. Dime: qu sabes del sexo? tienes experiencia, te gusta, lo practicas... o eres virgen?

Clementina Es grave?

Consuelo No. Ya te lo van a curar Pero... y l... est al tanto de tu desgracia?

ClementinaS, se lo confes.

Consuelo Ay, nia. T eres tonta o qu? Se habr asustao, el pobre.

Clementina No lo creo, porque... me parece... que l tambin es virgen.

Consuelo Eh? . Un carabinero virgen? Vlgame Dios, no entiendo nada..

Clementina No, Seora. Resulta que l...

Consuelo Bueno, bueno, calla esa bocota. Dime: De qu signo eres?

Clementina De Virgo.

Consuelo Ay, nia Lo tuyo es vicio

Se enciende la luz en la habitacin de Consuelo a tiempo que se apaga la luz en la sacrista.

SilvestreTot, cules son tus intenciones?

Tot Y... recuperar. Ponerme al da.

SilvestreTot. No piensas en el arca?

Tot Claro que pienso. Si a eso vena: a pedirte que nos dieras un camarote para los dos, para estar bien cmodos y hacer eso cmo era que se llamaba?

SilvestreDe manera que pensabas llevrtela? No es posible. El seor ha dicho que slo podrn subir al Arca los de la aldea.

Tot Ah, s? Muy chistoso, tu jefe, eh. Pues avsale que si Consuelo no viene conmigo, yo tampoco voy.

SilvestreTe prohibo que hables de ese modo. Sabes a quin debes lo de anoche? Al Seor. Ha sido el Seor quien ha operado ese cambio en ti. Pero no lo olvides... (bblicamente) ... el Seor da, pero tambin puede quitar.

Tot No. No. Que no me quite nada.

(Tot comienza a llorar, suplicando a tiempo que se enciende la luz en la habitacin de Consuelo, y escuchamos la carcajada de Clementina.)

Por favor, Padre; que no me quite nada

SilvestreBueno, bueno, Tot... No debes llorar as Ya veremos cmo se soluciona esto...

Silvestre se acerca al rgano para comenzar una cancin. Hace unos pequeos pasos de tap-tap, enredndose en la sotana. Cmicamente se cae, provocando la risa de Tot.

Cuadro Musical n 9 El Amor segn yo s (Cuarteto)

SilvestreTotConsueloClementina

Toto...

Clementina...

No estars por comer un gran error?No estars por comer un gran error?

Cul?Cul?

Cmo te dira...Cmo te dira...

Te gusta aquella chica?

Te gusta aqul hombre?

Sin estar seguro,Sin estar seguro,

Sin saber al menos lo que ocurre entre ustedes...Sin saber al menos lo que ocurre entre ustedes...

Quiero decir...Quiero decir...

Los sentimientos...

El sexo!

Yo siento que Consuelo

Con su amor me arrebata...

Yo lo quiero tanto!

Tanto tanto tanto!

Y ser amor verdadero?Y ser amor verdadero?

Seguro?

Segura?

Es seguro que si eso es amor

En tus ojos la luz se ilumina

Y tambin en el alma t sientes

Un violn de seda.

Un violn?

S, de seda.

Qu suena en m?

S, un violn de seda

Que suena en ti cada instante.

Y, si eso es amor, yo no lo s.

S, esto es amor segn yo s.

Es seguro que si eso es amor

Cuando ves en sus ojos los tuyos

Sientes t como un fiero mordisco

De yegua salvaje.

De una yegua?

S, salvaje.

Qu muerde aqu?

S, es igual al mordisco

De yegua salvaje, es igual.

Y, si eso es amor, yo no lo s.

Te aseguro que si esto es amor...Te aseguro que si esto es amor...

Te imaginas el cuerpo de l.

T te sientes un conejo que juega

Con una coneja.

Sientes t que el viento te gira

Como a una veleta.

Un conejo?

S, un conejo.

Qu gira en m?

S, como un viento salvaje

Que gira y que gira en ti....

Y esto es amor,Y esto es amor,

Segn se ve.Segn se ve.

S, esto es amorS, esto es amor

Segn yo s.Segn yo s.

El amor, segn yo s,El amor, segn yo s,

Es un agua muy limpia que aumenta

Todas tus ilusiones.

Ilusiones?

Cuanto ms, ms te viene el deseo

De locas pasiones

Pasiones?

Y dime ahora si ests seguroY dime ahora si ests seguro

De haber entendido lo que esDe haber entendido lo que es

El amor para ti.El amor para ti.

Amor es un conejo de seda

Que toca el violn

Y que aumenta la sedAmor es un golpe de viento

De tus locas pasiones.Veleta que gira.

Ahora ya ests convencidoYa estoy convencidoAhora ya ests convencidoYa estoy convencida

Al ciento por cientoDe que esto es as.Al ciento por cientoDe que esto es as.

De que esto es amor,De que esto es amor,

Segn yo s.Segn yo s.

S, esto es el amor.

Lo siento, lo siento,

Ahora ya estoy convencidoYa estoy convencida

Al ciento por ciento.Al ciento por ciento.

Ahora ya ests convencidoLo siento en mi alma.Ahora ya ests convencidoLo siento en mi alma.

Al ciento por ciento,Ya estoy convencidaAl ciento por ciento,Ya estoy convencida

Al dos mil por cientoAl dos mil por cientoAl dos mil por cientoAl dos mil por ciento

De que esto es amor,De que esto es amor,De que esto es amor,De que esto es amor,

El amor que yo s,El amor que yo s,El amor que yo s,El amor que yo s,

Que esto es amor,Que esto es amor,Que esto es amor,Que esto es amor,

Segn se ve.Segn se ve.Segn se ve.Segn se ve.

S, esto es amorS, esto es amorS, esto es amorS, esto es amor

Segn yo s.Segn yo s.Segn yo s.Segn yo s.

Silvestre (a Tot)

Escucha lo que debes hacer

Consuelo (a Clementina)

Escucha lo que debes hacer

Tanto Clementina como Tot escuchan lo que se les dice al odo y a tiempo que suena una msica incidental salen corriendo. Se cruzan en el medio del escenario de tal modo que Tot, que supuestamente ira a la habitacin de Consuelo, vuelve a ingresar en la sacrista.

Tot (apasionadamente, a Silvestre)

Me quiero casar contigo.

Silvestre, luego de reponerse del susto, le pega a Tot con el lomo de la Biblia.

TotNo empecemos a pegar. No empecemos a pegar porque Disclpeme, Padre.

(Sale corriendo de la sacrista e ingresa -luego de cruzarse nuevamente con Clementina- a la habitacin de Consuelo.)

Tot Me quiero casar contigo.

Consuelo Vete a tomarle el pelo a tu ta.

Tot Bueno... pero... es que me quieres o no?

Consuelo (todo esto dicho en medio de un llanto ininteligible)

Yo te quiero. Pero... es que, nunca antes me haban propuesto matrimonio.

Tot Con lo linda que ests, me podrs dar una buena cantidad de cachorros.

Consuelo Un hijo Qu felicidad. Un hijo.

Tot S, y ya lo estoy viendo: ser como t de lindo...y como yo de fuerte...y como t de listo...Sin duda, ser un gran hijo de puta...

Consuelo Esperemos

Tot Bueno...adems una vez que nos casemos vas a poder subir al arca.

Consuelo Ay, un arca. Que lindo. Y eso qu es?

Tot Ahora te explico. Vas a ver qu lindo viaje de bodas, en el arca. Y estando casado te vas a poder subir al arca, conmigo...

Tot abraza a Consuelo, el abrazo se torna cada vez ms carioso.

Consuelo Ahora entiendo

Tot Qu cosa?

Consuelo T has dicho arca, hombre Una cama... grande como un arca...

Tot Ah s Bueno Mejor Despus te explico

ConsueloEso mejor despus... Despus

Ambos ingresan en la habitacin, a tiempo que Tot se vuelve ms audaz en sus caricias. Mientras tanto Silvestre ha estado lavando sus medias en un balde con agua. Clementina entra en la sacrista, sin que Silvestre se percate, puesto que est de espaldas a la puerta.

Clementina Padres Silvestre Padre Silvestre

SilvestreClementina Otra vez

Clementina Necesito confesarme. S, porque me ha sucedido algo increble. Algo nunca visto. Resulta que yo

SilvestreUn momento De rodillas y en el confesionario Luego puedes seguir hablando...

Clementina (obedeciendo)

Puedo empezar?

SilvestreS, Clementina

Clementina Ha sido esta misma noche. Yo estaba en la cama. Estaba muy turbada y no me poda dormir... Tena calor... Mucho calor. Entonces, dej la ventana abierta para que entrara aire puro. Pero entr l Se ve que trep por la enredadera y...

SilvestreS, ya s. El hombre de negro, naturalmente

Clementina No. Esta vez era uno nuevo. Otro. Una cara forastera. Entonces, se subi a mi cama, yo lo estrech contra m... y nos hemos dado un beso largo largo... Aaaay.. Un beso, Padre extenuante. Aaaay..

Silvestre Clementina Qu lenguaje es ese?

(imitndola) Extenuante. Aaaay..

Clementina Del todo, Padre. Y luego... me ha posedo. S, as... de sopetn, como lo oye.

SilvestreSer posible, Clementina, que siempre tengas que soar esta clase de cosas

Clementina No. Esta vez no fue un sueo. Esta vez el extranjero desconocido era de verdad, de carne y hueso. He estado en sus brazos hasta el amanecer.

Silvestre cree estar al borde del precipicio. Clementina lo mira, llena de esperanza.

SilvestreHasta el amanecer. Y me lo dices... as... con toda tranquilidad.

Clementina Le parece mal?

SilvestreY todava me lo preguntas? Mire la pregunta. Le parece mal, le parece mal. Claro que me parece mal. Me pone nervioso, me pone fuera de m. Pero... cmo puede ser que...? Clementina... Ese forastero...

Clementina S...

SilvestreSe enter de lo del arca? Entonces el nuestro no es ms un secreto. Ninguno deba saber acerca del arca...

(Clementina lo mira estupefacta.)

Ahora voy a tocar las campanas Mejor no Voy a salir a buscarlo

(Se dirige apresuradamente al campanario, pero Clementina lo retiene tomndolo de la sotana. Silvestre trata de liberarse.)

Clementina Pero qu arca, no, qu arca. No hay ningn extranjero.

SilvestreSe ha ido?

Clementina No, nunca existi. Lo invent yo.

SilvestreY por qu?

Clementina Por qu? Por qu? Bueno, porque pens que confesndole una cosa as de grave... usted iba a perder la cabeza... se iba a enojar... Y bueno... Qu se yo lo que pensaba. Pero, me equivoqu. Perdneme, Padre Silvestre.

Silvestre (imitndola) Perdneme, Padre Silvestre. Qu fcil se arregla todo.

Clementina Me equivoqu, Padre Ay, perdneme, por favor. Deme la absolucin. No importa cun dura sea la pena

Clementina se encuentra muy prxima al balde de agua. Silvestre le pone el balde de sombrero. Sobre los gritos de Clementina suena la msica incidental, y se produce el apagn.

Apagn

La escena se desarrolla ahora en el sitio donde los hombres estn trabajando sobre la estructura de la rudimentaria arca. Las mujeres, en primer plano, sobre una msica, comentan aquello que ha corrido como reguero de plvora: Consuelo en el Arca. Finalmente el semicoro femenino encuentra en Hortensia, la alcaldesa, a su abanderada.

HortensiaAtencin. Oigan todos. Ya saben todos lo de Tot y Consuelo, no?

VocesQu? Cmo? Cundo? Quin?

HortensiaConsuelo, la misma que viste y calza Ese supermercado ambulante del vicio vendr con nosotros en el Arca

UnoPero... cmo va a venir con nosotros, si Consuelo es forastera?

HortensiaYa no es forastera. Tot se casa con ella. Han comprendido? Tot se casa con una ...

Las mujeres que estn cerca le tapan la boca.

Tot Eh, amigos. Ya saben la gran noticia, no? Me caso. Y aqu est mi novia... la futura Doa Consuelo de Tot.

Consuelo (aparece vestida con un atuendo casi virginal, totalmente inverosmil) Muy honrada.

Tot (que percibe que todos le dan la espalda)

Pero... qu le pasa?

HortensiaEs que... Consuelo... no nos gusta.

TotQue no les gusta? Qu hay? Si apenas hizo el amor con treinta mil hombres Qu es lo que no les gusta? Este campo de espigas doradas? Esta via de uva dulce? Este regalo de Dios?

(Le levanta la pollera.)

Que no les gusta? Al primero que diga algo en contra de Consuelo, le parto la cabeza.

(Toma un martillo y se dirige amenazante hacia un grupo.)

Silvestre entra a tiempo, seguido de Clementina, cuando los hombres apresan a Tot y las mujeres rodean a Consuelo maliciosamente.

SilvestreTot.... Pero... qu van a hacer? Ya me lo imaginaba. Pero... cmo son, eh. Se les presenta una maravillosa oportunidad y la desperdician. Recuerden: "Un nuevo sitio disponed, para un amigo ms". Es ella: Es Consuelo el peregrino que ha llamado a nuestra puerta. Recbanla con una sonrisa. Es cierto que Consuelo fall en la vida.

Tot Esta nunca fall un solo tiro.

SilvestreHijas mas, perdnenla.

TotDe qu?

SilvestreEs posible que no se sientan plenos de amor despus de lo que ha pasado anoche? Despus de la boda, subirn al arca con nosotros. Y ahora: a trabajar.

(Nadie se mueve)

Pero... me han odo? Tenemos poco tiempo. He dicho que a trabajar.

HortensiaNo queremos que Consuelo suba con nosotros.

Todos le vuelven la espalda a Silvestre.

SilvestrePero... qu significa esto? Me abandonan en semejante situacin? Es cierto que la gente de mi aldea me abandona? Muy bien. Lo har yo solo.

Silvestre toma el martillo, se dirige al Arca, y frente a su inmensidad se da cuenta de que su esfuerzo individual sera intil. Cae de rodillas, y canta.

Cuadro Musical n 10 Las Hormigas mueven la Montaa XE "Cuadro Musical n 10 \Las Hormigas mueven la Montaa\"

SilvestreDios mo, qu debo hacer en estos momentos,

abandonado de ti?

Solo entre mi gente,

me siento una hormiga, tan solamente.

Un pobre insecto es una hormiga sola,

es un cero sin ningn valor.

Un granito de arena es para ella una montaa

pero en compaa no la detiene nada

y as una hormiga mueve la montaa.

Una hormigita sola es imposible,

pero espera porque sabe ya

que igual que muchas gotas forman mares,

muchas hormigas llegan a formar

una gran comunidad.

Mas si ella sola afronta la fatiga,

entonces s que slo es una hormiga.

ClementinaY dos hormigas, tan slo dos hormigas:

-un ejemplo de solidaridad-

no por mucho apretar lograran empujar

pero s que al llamar a sus otras compaeras

dndose maa mueven la montaa.

Tot y ConsueloY dos hormigas con otras dos hormigas

Son principio de una sociedad.

Clementina,

Tot y ConsueloEnerga y coraje, pasemos el mensaje,

Y a nuestro trabajo unamos nuestras voces.

Dichos y Grupo ISi vamos ligeras, unidas no hay quien pueda,

Seremos muchas si vamos juntas.

Dichos y Grupo IIOcho hormiguitas que avanzan y levantan

A otras hormigas que llaman a otras

Dichos y Grupo IIITantas hormigas que prestarn ayuda,

A muchas que vienen y nada las detiene.

Se acercan y aumentan pues siempre vuelven

Cientos de hormigas formadas y en hilera

Que marchan unidas y nada las arredra.

Y luchan ya, fuerzan ya.

Mueven la montaa, ya.

Unidas siguen ms, fuerzan ms.

Mueven la montaa, ya.

Unidas corren ms, vienen ms.

Mueven la montaa, ya.

Unidas llegan ms, fuerzan ms.

Mueven la montaa, ya.

Unidas S. S. S. S.

Luego de la algaraba general, los hombres entran la estatua de San Crispn, disponindose a embarcarla. Todos se arrodillan frente a la estatua. Tot, que haba abandonado la escena, viene gritando desde afuera, llamando al Padre Silvestre.

TotPadre Silvestre. El Alcalde se ha ido se ha escapado.

SilvestreTenemos que encontrarlo. No debe salir del pueblo. Si cuenta lo del diluvio estamos perdidos Ustedes, al bosque Ustedes, a la carpintera Ustedes vengan conmigo a la entrada del pueblo

Todos salen del escenario de acuerdo a las indicaciones que dio Silvestre. Salvo Clementina, que asignada a un grupo, cambia de rumbo sumndose al grupo de Silvestre. Slo queda en escena la estatua de San Crispn. De pronto se abre como un sarcfago egipcio, y vemos al Alcalde, envuelto en una piel como de lobo. Sale quejndose de dolor, dado lo incmodo de la posicin en la que ha estado durante horas.

El AlcaldeClero Clero Dos mil aos repitiendo las mismas taradeces Pero yo lograr desenmascarar tus trucos Con la astucia de Ulises y la valenta de Robin Hood, lograr desatar tus nudos E ir derecho como una espada

(Al dar nfasis a sus palabras, le da una puntada en la espalda.)

Teln (fin del Primer Acto)

Acto Segundo

Al levantarse el teln la accin se encuentra en el mismo punto en que qued al finalizar el acto primero. El Alcalde reingresa a la estatua al percibir que los Aldeanos se aproximan en su bsqueda.

Cuadro Musical n 11 Balada de San Crispn XE "Cuadro Musical n 11 \Balada de San Crispn\"

Grupo INo se encuentra, no se encuentra.

Dnde estar?

HortensiaLo he buscado en el granero, y l no est.

Grupo IINo se encuentra, no se encuentra.

Dnde estar?

TotBusqu en la carpintera, y l no est.

HortensiaLo he buscado en todas partes,

por arriba, por abajo,

por abajo, por arriba,

lo he buscado y ni su sombra yo he encontrado,

Grupo IHasta el bosque hemos revuelto y sin l de vuelta estamos.

Hasta el monte hemos batido, y al torrente no ha cado.

TodosDonde est, dnde se encuentra? Dnde est?

HortensiaSan Crispn. San Crispn te lo suplico,

haz que encuentre a mi marido,

mal llamado como t, ya ves.

San Crispn, aydame.

ConsueloSan Crispn? Don Crispn? De quines hablan?

AldeanosNo conoce a San Crispn.

TotNo conoce a San Crispn.

AldeanosNi tampoco a don Crispn. Cmo es eso?

ConsueloNo, Por qu?

TotDebes saber que en este lugar gobierna el Alcalde...

Clementina...que es mi pap.

HortensiaEs mi marido.

ClementinaEs un buen hombre...

TotMedio tacao y sinvergenza.

Hortensia y ClementinaY San Crispn, santo de este lugar.

TotQue nos ayuda cuando hace falta.

Hortensia y ClementinaY a los que intentan del santo abusar...

Clementinal les responde con suavidad...

Tot

(hablado)

"Calmo la sed de los sedientos

y a los impacientes, que los lleve el viento".

TodosY rezando con esperanza

finalmente lo hallaremos,

nuestro Alcalde encontraremos pronto,

con seguridad.

Clementina, Tot y HortensiaY Crispn siendo nuestro Alcalde

si se va puede delatarnos.

El Diluvio, el Arca y todo, todo en peligro est.

TodosSan Crispn te suplicamos, de rodillas te rogamos.

Dinos, por lo que ms quieras, el Alcalde

dnde est?

San Crispn, por Crispn.

Dinos dnde est el Alcalde.

San Crispn, por Crispn,

as vamos a buscarle al instante. Crispn, Crispn.

San Crispn.

Ni bien termina el cuadro musical, aparece Silvestre. Todos lo miran perplejos, ya que viene descalzo, abatido, tiene el rostro ennegrecido y araado. Viene envuelto en una manta.

HortensiaHa encontrado a mi marido?

ClementinaViene con usted?

ConsueloSabe dnde est?

SilvestreLo he buscado en todas partes. En la montaa, en el bosque. Tambin en la gran gruta que est cerca del manantial.

TotEntraste en la gran gruta? Ests loco, Silvestre. La Gran Gruta es la guarida del oso negro, ese animal sangriento y traidor. No te lo haban dicho?

Silvestre (mirndolo fijamente a los ojos)

No. Ah cre entrever la figura del Alcalde, envuelto en una piel, como si intentara esconderse. Lo tom de un brazo y le grit: "Te agarr, Crispn." Cuando oy que lo llamaba Crispn, el Oso perdi la cabeza.

(Deja caer la manta, y aparece su sotana toda agujereada)

ClementinaUy, pobre Padre Silvestre. No quiere que le desinfecte los araazos?

SilvestreClementina, no te preocupes por m. Apurmonos, antes de que el Alcalde regrese con los Carabineros.

HortensiaEntonces todo esto es intil, Padre Silvestre. Renunciemos al Arca.

Silvestre (Repentinamente asustado)

No... no... No quise decir eso. Seguramente el Alcalde no dir nada... Tal vez ha ido a la ciudad, tal vez....

ConsueloTal vez... tal vez... Perdneme. Usted de tanto en tanto habla con Dios. Y entonces, qu espera, hombre. Pngase en contacto va satlite con Dios, y que la fuerza del Altsimo nos indique qu es lo justo.

SilvestrePero...

ClementinaVamos, Padre Silvestre. Intntelo.

ALDEANOSEso, pida consejo a Dios. Pruebe, Padre.

SilvestrePero... no es posible.

TotTiene que ser posible, porque si el Seor no responde habra que pensarlo bien antes de seguir adelante con lo del Arca. Y si todo ha sido una broma, desmontamos el arca, le devolvemos la madera al Seor Alcalde y San Seacab.

TODOSEso, s, claro.

SilvestreEst bien, intentar comunicarme con Nuestro Seor. De rodillas.

TotDe rodillas.

SilvestreT tambin, Tot.

(Asume una actitud inspirada, como si fuese un santo. Abre los brazos y mira al cielo. Todos esperan intranquilos)

Seor... Seor...

TotNo est en casa.

SilvestreSilencio.

TotY... como no contesta.

SilvestreY si contesta, slo yo podr orlo. Entendido?

(Toma nuevamente la actitud beatfica)

Seor... Seor...

TotEstar ocupado.

Silvestre (Hace seas a Tot para que se calle, mientras se lleva la mano a la oreja como si escuchase)

S.... Oh... Oh... Gracias, Seor. Qu noticia ms extraordinaria. Enseguida, Seor. Qu feliz que me siento.

(Se arrodilla para rezar una plegaria)

Tot (tirndole del hbito)

Y??

ConsueloNo nos haga sufrir, Padre Silvestre.

HortensiaQu le ha dicho?

Silvestre (Se despierta de su estado de xtasis. Se da vuelta hacia los dems con el rostro radiante. Clementina lo mira encantada. Todos esperan)

Podemos estar tranquilos. Enseguida reanudaremos la construccin del Arca. El Alcalde no nos molestar ms... Est all arriba.

(hace un gesto vago)

Hortensia (Grita y cae desmayada en brazos de los aldeanos y Clementina)

Muerto.

SilvestreNo, mujer. No. Es que se ha convertido... Vive rezando como un ermitao.

Clementina (desconfiada) Quin, mi pap?

HortensiaQu felicidad. Y regresar a tiempo para embarcar?

SilvestreTenga fe, seora. Y ustedes, amigos... El Seor ha dicho que se apresuren. Vayan a preparar su equipaje. No ms de un bulto por persona.

(Mutis de los Aldeanos)

ConsueloUno solo? Yo debo llevar mis cosas, mis muebles...

ClementinaPadre Silvestre, puedo cederle mi lugar a Consuelo?

SilvestreY t, Clementina?

Clementina (En actitud constructiva)

Todo lo que necesito lo llevo puesto, y lo que amo, estar en el Arca.

(Silvestre sonre, conmovido)

TotCudalo bien, eh. No vaya a ser que se te pierda alguna cosa.

Consuelo (dirigiendo una mirada furibunda a Tot)

Vamos, Tot.

SilvestreNo hay tiempo que perder. Aprense con el equipaje.

(Mutis de Clementina y Consuelo)

Tot, ve a buscar una cuerda, as dejamos atada la estatua de San Crispn y maana por la maana la subimos al Arca.

TotCmo no.

(lo espera en la sacrista)

Silvestre (aparte, mira hacia el cielo.)

Hay algo que no me gusta, Seor. Tuve que decir mentiras para tranquilizarlos. En qu lo me met por tu culpa, as que no te hagas el vivo, eh?

Voz de Dios (enojado) Silvestre..

Silvestre(Se hace pequeito, mira hacia arriba con un solo ojo)

Y... como recin no contestaste...

(Se escapa hacia la sacrista, le hace seas a Tot y ambos hacen mutis)

El Alcalde (luego de comprobar que se encuentra solo en la escena)

Dnde diablos habr un inodoro. El telfono. Ah... ahora no. Primero el deber, y luego el placer.

(Sibilino cual serpiente, astuto cual zorro, se acerca al telfono, marca un nmero y habla en voz tan baja como puede)

Hola, polica? Habla un secuestrado. Repito, habla un secuestrado. Se trata de un loco, de un fantico. Un loco, s. No, hombre, yo no soy el loco. El loco es el prroco, que me tiene prisionero. No, yo no soy el prroco. Yo soy el Alcalde. El prroco es un tal Padre Silvestre. Es un tipo sospechoso, me entiende? Logr convencer a todo el mundo que se viene un Segundo Diluvio Universal. Cmo dice? Que cundo fue el primero? Y... qu se yo.... hace tres mil aos. Ah... y usted no se acuerda. Claro, no haba nacido an. Qu dice? Que va a consultar en el archivo? Pero... con quin hablo? Comisario Oveja... Cmo, Oveja? No... nada, nada... Bueno, anote este nmero: cinco siete cuatro tres... Y llmeme apenas haya hecho el control. Pero rpido. Oveja, te dejo que ah viene el cura con su locura. Cuelgo. No, hombre... yo no me cuelgo. Te colgara a ti, pero.... Cambio y fuera.

(Cuelga y corre a esconderse dentro de la estatua otra vez, antes de ser percibido por Silvestre y Tot que vuelven con la soga).

TotA trabajar, Padre.

SilvestreVamos.

TotSabes... me siento ms tranquilo sabiendo que ya tenemos la barcaza.

SilvestreSe llama arca. Y con permiso de San Crispn, nadie podra contar con mejor ayuda que nosotros

(se refiere a Dios).

TotPero hay que reconocer que slo San Crispn ha podido realizar milagros como el de la jarra de agua y los sedientos...

SilvestreS, pero qu me dices del milagro que Dios ha hecho especialmente para ti.

TotQu milagro?

(Abre la boca al acordarse)

Ah. S, casi me haba olvidado. Lo que pasa es que me llevo tan bien con mi amigo de ah abajo que es como si lo conociera de toda la vida.

(Hacen mutis rindose, a tiempo que la estatua se sacude y por el otro lado aparece Consuelo, que lleva una vela.)

ConsueloPadre Silvestre... Padre Silvestre...

(El Alcalde, que estaba por salir nuevamente, se detiene y vuelve a la estatua)

San Crispn, mi querido San Crispn. Qu te han hecho, si pareces un salame. Mira un poco lo que te he trado.

(Muestra una vela que trae escondida)

Te gusta, eh. Acaso si eres glotn.

(La esconde detrs de la espalda)

No te la doy... a menos que me hagas un milagro. Bueno.... pues no a m. Es para una joven del pueblo, sabes. Una amiga ma... una con pinta de santurrona, pero que es la hija de Satans, en verdad. Una tal Clementina. Parece que se ha enamorao de un Carabinero. Y si no la ayudas t, quin podr ayudarla. El Padre dice que es medio tonta, deficiente.., En fin... que yo no me fo de esa joven descarada. Me entiendes? En el arca estaremos todos apilados, y el espacio es poco. Y para distraccin de los hombres... slo ella. Me entiendes? Mi marido es un pimpollo de primavera, con lo cual esa tal Clementina se lo puede atracar sin ms ni ms, en un santiamn. Y del carabinero en cuestin, qu decirte. Que si t lo haces venir a la aldea, ellos se casan, todo el mundo en su sitio, y Felices Pascuas. Y yo que enciendo tu hermossima vela.

(La estatua estornuda)

Salud, San Crispn. Has sido tu?

El AlcaldeY quin, si no.

Consuelo (cae de rodillas)

El Santo, el Santo habla, el Santo me habla a m. Un mi... mi... milagro. Y ahora qu debo hacer?

El Alcalde

Ante todo, qutame esa vela de encima. Luego, destame.

ConsueloQu?

El AlcaldeQue me desates.

Consuelo (balbuceando)

S... s... pero... por qu? No deseas subir al arca?

(Comienza muy torpemente a desatar los nudos con sus manos temblorosas)

El AlcaldeNo.

ConsueloY por qu? Cmo hars, entonces?

El Alcalde (con voz apocalptica)

No habr diluvio.

(En eso entra Silvestre, que se queda a un costado, sin ser visto).

Ve a decrselo a los dems.

ConsueloPero... y el Padre Silvestre...

El AlcaldeEs un mentiroso. Desconfen de l. Es un megalmano loco. Est mal de la cabeza.

ConsueloOh, Dios mo. Pobres de nosotros. Y el Arca?

El AlcaldeEl Arca debe ser desmontada, y la madera restituida al propietario, es decir al Alcalde. En cuando al Carabinero, te prometo que vendr. Ms bien vendrn unos cuantos, para que tu amiga pueda elegir.

(Consuelo, cada vez ms nerviosa, en lugar de desatarlo, lo ata todava ms)

Pero, qu haces? En vez de aflojar, aprietas. Tonta. Presta ms atencin.

(Desde su escondite, Silvestre se divierte. Murmura "Gracias")

ConsueloQu milagro. Otra que ese milagro de la jarra y el agua que corre y los sedientos... El Santo que habla.

El AlcaldeNo hables ms de agua que corre por sitio alguno. Vamos, termina de una buena vez. Destame. Avsale a todos que no habr diluvio. Vete.

ConsueloS, ya voy. Quin sabe que dir el Padre Silvestre.

Silvestre (acercndose)

Qu se supone que debo decir?

ConsueloLa estatua de San Crispn me ha hablado.

SilvestreQu interesante.

ConsueloS, y sabe lo que me ha dicho. Que no habr diluvio.

SilvestreEn serio? Y porqu, Grandsimo Santo, no me haces sentir tu voz a m?

ConsueloPorque usted no le cae simptico, sabe. Me dijo que usted anda mal del tejado y que todo es una invencin suya.

SilvestreY si as lo fuese?

ConsueloPues no cuente usted conmigo. Yo no le voy a seguir el juego, sabe. La Consuelo ha cambiado... quiero recomenzar una nueva vida, como esposa.

(Inicia el mutis)

SilvestreAh... porque t te crees que te casars maana, verdad.

Consuelo (dndose vuelta)

Por supuesto.

Silvestre (re como un hombre de mundo)

Pobre hija. Y tu eres la conocedora de hombres.

(Consuelo se acerca, perpleja)

Piensa de este modo... Tot es joven, libre, y est deseoso de... de andar en pareja. El mundo para l es como una inmensa vitrina llena de muchachas a la crema. Y por qu habra de conformarse con una sola?

ConsueloPero qu crema ni que ocho cuartos. Tot tiene prisa por casarse conmigo, vale.

SilvestreY ya lo creo. Sabe que maana comenzar el diluvio. Pero le vienen a informar que no habr diluvio, y por lo tanto tiene todo el tiempo para pasear delante de todas las vidrieras y elegir... todas las muchachas a la crema... Sabes... quien no tiene compromisos cambia fcilmente de idea. Entonces hace falta un perodo de noviazgo, no creo que haya tanta prisa. Porque... cundo te dijo San Crispn que ser finalmente el diluvio?

ConsueloPasado maana, sin prrroga alguna.

SilvestreEres una muchacha inteligente, Consuelo.

(Sin hablar ms, Consuelo y Silvestre se acercan a la estatua de San Crispn)

Ten paciencia, San Crispn.

ConsueloAdems, quien te dice... San Crispn... Eres santo, y a lo mejor te encaminas hacia el Mrtir. Es un ascenso, no?

(Sale corriendo)

Silvestre sonre. Mira socarronamente la estatua. Est por alejarse, pero cambia de idea. Lentamente acerca el candelabro y enciende todas las velas. Dentro de la estatua, comienzan los estornudos.

SilvestreMil perdones, San Crispn. Me voy porque tengo mucho que hacer.

Silvestre hace mutis haciendo cabriolas, a tiempo que desaparecen la estatua y la sacrista. La accin se desarrolla en la plaza, junto al Arca.

Voz de DiosDime la verdad, Silvestre. A que estudiaste con los Jesuitas...

SilvestrePor qu, Seor?

Voz de DiosPorque lo has hecho muy bien. Eres todo un psiclogo, me cache en Di.

SilvestreCmo??

Voz de DiosQu sucede? Soy el nico que puede decirlo. Dicho por m no es blasfemia. Es slo una autocrtica.

Silvestre (luego de comprobar que la "comunicacin" con Dios ha terminado, escucha a lo lejos el canto de los aldeanos que 'in bocca chiussa' entonan el coro de "Bella Noche sin Sueo)

Son las nueve de la noche y todo marcha de maravillas. Buensimo. San Crispn los protege ms que yo. Buenas noches, amigos. El Seor los saluda y los bendice.

Silvestre mira el arca en medio de la plaza. Repentinamente sube a ella y se dirige al puente de proa. Lo ilumina un rayo de luna. Comprueba, mirando a un lado y a otro, que se encuentra solo. Se calza un impermeable con gorro, toma un estropajo, y comienza a soar despierto.

SilvestreHe aqu al Patriarca No, que otea el cielo amenazador. Y a pesar de las fuertes rfagas de viento que lo azotan, permanece impasible en su puesto de mando. Apresrate, viejo patriarca. Adelante los animales.

Cuadro Musical n 12 "Animales" XE "Cuadro Musical n 12 \"Animales\""

Comienza la msica. A medida que los nombra, ingresan las parejas de animales.

SilvestreBienvenidos, tmidos conejitos. Bienvenidos los elefantes, de sin par memoria. Con ustedes saldrn del arca todos nuestros recuerdos. Generosos caballos. Fieles perros. El Rey de la Selva: don Len y seora. Bienvenidos, furioso toro y seora. Pinginos engalanados. Juguetones gatos. Don Cerdo y Seora. Ah viene don Gallo y su casera hembra. Bienvenidos los simios, de embarazosa semejanza con el hombre. Todos se resguardarn en las bodegas, pero el patriarca no. Permanece impasible escudriando el horizonte. Si no fuese por su imponente barba blanca se lo vera sonrer. Y ahora, ya puede venir el Diluvio.

(Imita ruidos de rayos y truenos)

brete cielo