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Diócesis de San Juan de la Maguana

Valor del Mes:

CONVERSION Y FE

Lema del Mes:

“Conviértanse y Crean en el Evangelio”

(Mc. 1, 15)

Plan de Pastoral

Marzo 2019

Acción Significativa del Sector:Celebración Día Internacional de la Mujer.

Via-Crucis.

Acción Significativa en la Familia:Leer en familia: Primera Semana Mateo, capítulo 5.

Segunda Semana Mateo, capítulo 6. Tercera Semana Mateo, Capítulo 7 y Cuarta Semana Mateo 25 , Vs. Del 31 al 46

Índice

Primera Parte:Pregón de Cuaresma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

Encuentros de Evangelización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Vía Crucis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Retiro de Cuaresma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

24 Horas con el Señor. 29 y 30 de Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

Segunda Parte:Lecturas Diarias, Celebraciones Dominicales . . . . . . . . . . . . . . . . 54

Miércoles de Ceniza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62

Colaboradores: José Danilo Piña, (Diócesis San Juan de la Maguana), Angela de León, Ana Rosa Betances, Mercedes Vega Sahdala, Hno. Pedro Acevedo, Pbro. Gregorio Santana, Pbro. Daniel Lorenzo Vargas Salazar (Arquidiócesis de Santo Domingo).

Corrección: Ruth Lamarche

Coordinadora: Eugenia López

Diagramación y Arte final: Jesús Pérez

Portadas: Hamlet Pérez

Para contacto Vicaría de Pastoral: Correo Electrónico: guiamensual.vipastoral@arzsd / [email protected]

Teléfonos: 809-682-0815, 809-685-3141, Ext. 261-262, 809-221-3126

Redes Sociales: www.facebook.com/vicariadepastoralsantodomingo

Impresión: Editora Amigo del Hogar / Manuel María Valencia No. 4, Santo Domingo, D. N. / Teléfono: 809.548.759439

Pregón de Cuaresma 2019

Orientaciones: El Pregón Cuaresmal busca avivar a cada persona y a toda la comunidad a vivir la Cuaresma con la propuesta de este Año de la Palabra. Es importante prepararlo bien unos días antes, ensayarlo, darle tono de anuncio fuerte y gozoso y buscar vestiduras y sonido adecuado. Tener una o varias flautas como las que se usan en Navidad.

Se toca una flauta tres veces.

Uno: CUARESMA, CAMINO HACIA LA PASCUAOtra: ¿Dijiste CUARESMA? ¿Hablaste de CUARESMA?Una: Dije CUARESMA, que es un tiempo de 40 días de preparación de la

gran fiesta de la Pascua, nuestra gran y principal fiesta cristiana.Mujeres: Tiempo de CONVERSION y DE FE EN EL EVANGELIO para

llegar a la Pascua con la mente y el corazón renovados.Se toca una flauta tres veces.

Hombres: “Conviértanse y crean en el Evangelio” es la propuesta de Jesús para todos nosotros.

Todos: Aceptamos este llamado de Jesús con gran disponibilidad y decisión.Uno: Pero, aclaremos que no es cualquier conversión ni es un asunto de

palabras.Otra: Conversión cristiana es cambiar la propia mentalidad para hacer

suya la mentalidad de JesucristoHombres: Es hacer mía y nuestra la manera de ser de Jesús, su palabra,

su causa del Reino, su entrega obediente al Padre y su amor para todos los hombres y mujeres sin distinción.

Mujeres: En otras palabras, se trata de creer en el Evangelio, que es Jesús mismo y vivirlo de verdad con todas sus consecuencias

Todos: En esta Cuaresma 2019 aceptamos tu desafío, Señor, cuando nos dices: “Conviértanse y crean en el Evangelio”

Un joven: Convertirse y creer en el Evangelio es vivir las ocho Bienaventuranzas, que dibujan el rostro de Jesús y nos hacen santos.

Se toca una flauta tres veces.

Una joven con un número 1 formado con los dedos: «Felices los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos». Ser pobre en el corazón, esto es santidad.

Un joven con un número 2 formado con los dedos: «Felices los mansos, porque heredarán la tierra». Reaccionar con humilde mansedumbre, esto es santidad.

Se toca una flauta dos veces.

Un adolescente: con un número 3 formado con los dedos: «Felices los que lloran, porque ellos serán consolados». Saber llorar con los demás, esto es santidad.

Una adolescente con un número 4 formado con los dedos: «Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados». Buscar la justicia con hambre y sed, esto es santidad.

Plan de Pastoral - Marzo 2019

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Todos haciendo el número 5 con la mano:«Felices los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia». Mirar y actuar con misericordia, esto es santidad.

Un hombre con un número 6 formado con los dedos: «Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios». Mantener el corazón limpio de todo lo que mancha el amor, esto es santidad.

Se toca la flauta dos vecesUna mujer:con un número 7 formado con los dedos: «Felices los que

trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios». Sembrar paz a nuestro alrededor, esto es santidad.

Todos formando el número 8 formado con los dedos: «Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos». Aceptar cada día el camino del Evangelio aunque nos traiga problemas, esto es santidad.

Se toca trompeta o flauta.

Uno: Y para completar Jesús nos recuerda que se conoce que vivimos las bienaventuranzas está claro en Mateo 25, 35-46.

Todos: «Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, en la cárcel y vinieron a verme»

Otra: En este llamado a reconocerlo en los pobres y sufrientes se revela el mismo corazón de Cristo, sus sentimientos y opciones más profundas, a las que estamos llamados a convertirnos.


Otro: En la Cuaresma tenemos tres medios recomendados por el Señor que nos ayudan a una verdadera conversión.

Hombres: El primer medio de la Cuaresma es la oración intensa, que nos une más a Jesús y a su Padre y nos mueve a realizar su voluntad.

Mujeres: El segundo medio de la Cuaresma es la penitencia o ayuno, que nos lleva a reconocer que “no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

Jóvenes: El tercer medio de la Cuaresma es la limosna o el compartir con los más pobres que es socorrer a Jesucristo que con ellos se identifica.

Todos: El ayuno y la oración nos llevan a “partir el pan con el hambriento”, “vestir al desnudo”, “acoger al forastero”, “liberar al oprimido”.

Mujeres: Contamos con María, la madre de Jesús y nuestra, que nos acompaña en este camino hacia la fiesta de la Pascua del Señor.


Todos: En esta Cuaresma con la gracia del Señor crezcamos en una conversión sincera y en una fe auténtica en El. Amén, Amén, Amén


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Conviértanse y Crean en el Evangelio

Acción Significativa del Sector8 de marzo

Celebración del día Internacional de la MujerSemana del 4 al 8 de Marzo

Primera Semana de marzo

Mujeres de la Palabra. / Celebración del día Internacional de la Mujer.

Orientaciones para la celebraciónEmpezamos colocando el lema del mes en un lugar

visible: “Conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc 1,15), al igual que fotos de mujeres que en nuestra parroquia, sector, iglesia y sociedad se hayan destacado. Tratemos de que las fotos sean de mujeres sencillas o conocidas por su entrega, lucha o generosidad entre nosotros y nosotras, ya que muchas veces pensamos en mujeres tan extraordinarias, en detrimento de las que conocemos en la cotidianidad. De igual manera, colocamos la imagen de la Virgen y alrededor de ella, colocamos frases que realcen el valor de las mujeres. Tratemos de llevar flores o mariposas de papel, para que puedan ser utilizadas en la misma celebración en el momento que se nos indique. Pongamos fotos de mujeres destacadas en la vida nacional de nuestro país y que son la cara de nuestras mujeres que empujar el desarrollo de nuestra gente con su liderazgo, fortaleza y participación política y ciudadana.

1. CANTO: Quién será la mujer (u otro canto que se refiera a la mujer)

2. ORACION INICIAL: Empezamos proclamando el Pregón de Cuaresma y a seguidas, una de las mujeres presentes hace la siguiente oración:

Oremos con todas las mujeres que están luchando con valentía por su bienestar y el de los demás. Oremos con todas las mujeres que, en sus familias, dan a la vida su verdadero significado por el don de un amor gratuito, por las actitudes maternales que ellas desarrollan cada día. Oremos también con las profesoras, educadoras y todas aquellas comprometidas en el servicio a los demás.

3. Motivación para el encuentroJesús nos aclara que hay que amar a los marginados, a los pobres

dentro de los cuales están las Mujeres de su tiempo y las de hoy, Jesús toma en serio a las mujeres, conocía sus sufrimientos, sus discriminaciones, sabía hablarles y escucharlas, enseñándolas y compartiendo su vida con ellas, dando así una respuesta a su profunda sed de vida. Jesús, habla públicamente con ellas (Mc., 7,24 habla con la extranjera; Jn. 4, 1-42, Jesús habla con la Samaritana) las tratas con respeto y cariño.

Nos corresponde preguntarnos, ¿somos como Jesús?, ¿entendemos que este día es especial porque Mujeres perdieron sus vidas, buscando tener


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vida digna?, ¿las acompañamos en su diario caminar, en sus dificultades? ¿Somos capaces de ayudarlas en la pesada carga que les ha tocado, en una sociedad de desiguales, injusta, que las margina y las golpea, por el solo hecho de ser Mujeres, y así ayudarlas a que suelten las cadenas injustas que las atan?

Hoy Señor elevo mi oración de súplica a ti, y pido tu Misericordia y bondad, por las veces que no he sido fiel a tu mensaje, siendo indiferente ante las Mujeres que sufren violencia, cuando por el contrario, las juzgo y le doy la espalda por comodidad.

Señor, enséñame a ayudar y asistir como tú lo haces y como nos lo pides, para entender que esa Mujer pobre, abusada, marginada, ES DE LAS MIAS, ES MI HERMANA, que debo escucharla y caminar a su lado para que salga a la luz, y te descubra en medio de la oscuridad que vive y para que al clamarte pueda escuchar tu voz diciendo: “AQUÍ ESTOY”

4. ILUMINACION BIBLICA: Lucas 13,10-17

Preguntas para el diálogo¿Por qué se puede encorvar una persona? ¿Momentáneamente qué

nos encorva, joroba o tuerce? ¿Qué te llama la atención de las palabras de Jesús? ¿Qué te parece la comparación de los animales y la mujer encorvada? ¿Cómo crees que son valoradas las mujeres en República Dominicana? ¿Qué puedes decir de las mujeres y la Iglesia en República Dominicana?

La Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad, con una sensibilidad, una intuición y unas capacidades peculiares que suelen ser más propias de las mujeres que de los varones. Por ejemplo, la especial atención femenina hacia los otros, que se expresa de un modo particular, aunque no exclusivo, en la maternidad. Reconozco con gusto cómo muchas mujeres comparten responsabilidades pastorales junto con los sacerdotes, contribuyen al acompañamiento de personas, de familias o de grupos y brindan nuevos aportes a la reflexión teológica. Pero todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Porque «el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral»[72] y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales. Papa Francisco, Evangeliigaudium, 103)

5. Mujer, Biblia y sociedadCompartamos ahora el nombre de una mujer de la Sagradas Escrituras

y que te impresione o llame la atención y el de una mujer dominicana destacada actualmente y una de la comunidad. Explica brevemente porque mencionas a cada una.

Terminamos esta parte con el siguiente responsorio:R/. Bienaventuradas sean las Mujeres.V/. Por las que luchan por la igualdad y engendran nueva manera de vivir.R/. Bienaventuradas sean las Mujeres.

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V/. Por ser rescatadoras de libertad y porque con su vida conquistan la justicia.R/. Bienaventuradas sean las Mujeres.V/. Porque se convierten ellas mismas en Evangelio y hacen creíble que Dios vive entre nosotras y nosotrosR/. Bienaventuradas sean las Mujeres.V/. Por ser mujeres sensibles, emprendedoras que proclaman y construyen el reino.R/. Bienaventuradas sean las Mujeres.

6. Oración finalLuego de un momento de silencio y de traer a nuestra memoria y nuestro

corazón, rostros concretos de mujeres, por las cuales queremos pedir o recordar, terminamos nuestra celebración recitando o cantando el Magníficat (Lucas 1,46 – 55): El Señor hizo en mi maravillas…

7. Brindis y cantos alegres celebrando la vida y misión de las mujeres.

Encuentro de Evangelización11- 16 de Marzo 2019

La fe es creer en el Evangelio que devuelve la vistaMarzo mes del Glaucoma

“Cada vez que se nos abren los ojos para reconocer al otro, se nos ilumina más la fe para reconocer a Dios”

(Francisco, EG 272)0. Ambientación

Poner en el lugar de encuentro el valor del mes: CONVERSION Y FE |Lema: “Conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc 1,15). Hacer un mural con todo lo que viviremos en este mes de marzo dedicado a reflexionar sobre el valor de la fe y la conversión: tiempo de cuaresma, retiros, viacrucis, día internacional de la mujer, lucha contra la ceguera por glaucoma, día del no nacido y fiesta de la Anunciación. Así que todo este mes de marzo está lleno de celebraciones y es totalmente cuaresmal.

1. Canto a la fe

2. OraciónSeñor Jesús tu eres la luz verdadera que enciende nuestros corazones

para que podamos creer en ti, danos siempre espíritu de escucha para acoger tu Palabra que nos devuelve la vista y nos despierta a la fe. Haz que nuestra fe se siga fortaleciendo por nuestra participación discipular y misionera de escucha y testimonio público del poder de tu Palabra renovadora en nosotros. Amén.

3. Canto al Espíritu Santo

4. IntroducciónEn nuestro primer encuentro de marzo vamos a reflexionar acerca del don

de la fe. La fe es un regalo que el Señor nos hace como disposición nuestra


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de aceptar lo que amorosamente anuncia en su Palabra y se vuelve regla o norma de vida. Por eso la fe es creer fundamentalmente en el Evangelio y ese Evangelio es Jesucristo.

Marcos comienza su Evangelio con esta invitación: “Conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc 1,15). Creer es convertirse a las palabras de vida que Jesús anuncia. Justamente la escucha de esa Palabra es la que hace que se geste en nosotros una gracia especial de Dios quien nos hace comprender más profundamente el alcance de esa Palabra, al punto de no querer otra cosa más que someterse a ella. Eso es la fe.

Los milagros de Jesús en los Evangelios devolviendo la vista se relacionan con la fe en dos sentidos o etapas de la vida de fe: la fe hace milagro de ver, pero el milagro real es poder ver a Jesús de una manera nueva y progresiva. Por eso vamos a reflexionar sobre el Milagro del Ciego de Betsaida y del Ciego de Nacimiento.

Textos Bíblicos: Marcos 8,22-26 y Juan 9

5. Diálogo¿En qué se parecen ambos textos? ¿Por qué el milagro en ambos casos

tiene etapas o como pausas? ¿Qué es estar ciego? ¿Podrías explicar por qué todos tenemos algo de ceguera? ¿Para los Evangelios qué significa ver? ¿Puedes recordar algo acerca de la luz, la fe y el bautismo? ¿Has oído hablar en República Dominicana de una enfermedad llamada glaucoma que causa ceguera irreversible?

6. Meditación:La fe consiste en poder ver a Jesús, pero la dimensión de la persona de

Jesús requiere que nuestros ojos estén renovados para ver la novedad de Él y su Palabra, Evangelio, buena nueva. Los Evangelios muestran la dinámica de la fe, que es un regalo de Dios, pero que al mismo tiempo requiere que nos pongamos en movimiento para que nuestra mirada opaca o borrosa se aclare al caminar junto con Jesús y su Palabra. Un punto importante del milagro del ciego de nacimiento es que la fe nos da una autoridad para hablar por nosotros mismos lo que hemos visto.

Nuestras comunidades de fe testimonian el milagro grandioso de muchas personas que con problemas visuales para leer o incluso para movilizarse de noche han hecho un esfuerzo para buscar médicamente la salud de sus ojos, justamente por amor a la Palabra y a la evangelización.

Marzo es el mes del Glaucoma en República Dominicana. Tristemente mucha gente pierde la visión en nuestro país y esa discapacidad les priva de muchas cosas hasta la movilidad segura. Sensibilicémonos sobre la necesidad de cuidar la salud de nuestros ojos, especialmente frente a la enfermedad silente del glaucoma y ayudemos a quienes padecen alguna enfermedad visual.

7. Canto

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8. Oración final. Hagamos juntos esta oración compuesta por el Papa Francisco en que se pide María modelo de escucha y servicio de la Palabra

Virgen y Madre María, tú que, movida por el Espíritu, acogiste al Verbo de la vida en la profundidad de tu humilde fe, totalmente entregada al Eterno, ayúdanos a decir nuestro «sí» ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.

Tú, llena de la presencia de Cristo, llevaste la alegría a Juan el Bautista,haciéndolo exultar en el seno de su madre.Tú, estremecida de gozo, cantaste las maravillas del Señor.Tú, que estuviste plantada ante la cruz con una fe inquebrantable y recibiste el alegre consuelo de la resurrección, recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu para que naciera la Iglesia evangelizadora.

Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados para llevar a todos el Evangelio de la vida que vence a la muerte. Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos para que llegue a todos el don de la belleza que no se apaga. Tú, Virgen de la escucha y la contemplación, madre del amor, esposa de las bodas eternas, intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo, para que ella nunca se encierre ni se detenga en su pasión por instaurar el Reino.

Estrella de la nueva evangelización, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa,de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangeliollegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz. Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega por nosotros. Amén.

Via Crucis 2019Conversión y fe

“Conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc 1,15)Convertirse es creer en el Evangelio de la cruz

RecomendacionesEl Vía Crucis es una tradición nuestra identificadora

del tiempo de la cuaresma y una invitación a la penitencia y la conversión. Este año 2019 dedicado a la Palabra, y este mes al valor de fe y conversión, se ha querido unir las meditaciones al sentido de la Palabra en nosotros y también hemos procurado la sintonía con la reciente Jornada Mundial de la Juventud, celebrada este año en la hermana nación de Panamá, para lo cual hemos seguido en gran parte el texto del Vía Crucis del Papa Francisco con los jóvenes.


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Recomendamos para un mayor provecho del texto del Vía Crucis preparar distintos equipos de lectores, canto, orden y logística. Sería muy provechoso hacerlo por sectores para llegar a mayor número de personas, evitar congestionar vías en horas claves, y prever algunos que otros viernes hacerlo a nivel parroquial o Inter-parroquial y hasta zonal, y así expresar nuestra comunión eclesial.

Monición Ambiental de InicioJesús Palabra encarnada demanda fe y conversión en nuestro caminar:“Si

hoy escuchan la voz del Señor, no endurezcan el corazón” (Sal 96,8). La voz del Señor siempre mueve a una escucha que transforma, libera, limpia y hace nueva todas las cosas en nuestras vidas.

La Palabra de Dios tiene ese poder de volver a recrear. Nosotros siempre estamos sometidos a esa potestad grande de Dios y su Palabra que nos revela siempre cosas nuevas de su ser y nos descubre nuevas tareas para que nosotros también seamos. Ese dinamismo produce dos movimientos continuos en nosotros, el de la fe que siempre necesita ser renovada y aumentada, y el de la conversión que invita siempre a arrancar de nosotros todo lo que sea pecado, muerte, corrupción y oscuridad en nuestra vida y en el trato con los demás.

Emprendemos el camino del Vía Crucis pidiendo a Dios que nuestro caminar manifieste siempre una adhesión viva, dinámica y alegre a su Palabra que genere en nosotros una fe cada vez más madura y comprometida con desterrar todo lo que sea mal, injusticia y pecado en nuestra vida personal y en el mundo. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.Canto al Espíritu Santo.

Primera Estación

Jesús en el huerto de los olivosEn las vigilias del dolor tu Palabra nos sostiene Señor

V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Del Evangelio según san Lucas 22, 41-44Jesús, después se alejó de ellos, más o menos a la distancia de un tiro de

piedra, y puesto de rodillas, oraba: «Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya». Entonces se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba. En medio de la angustia, él oraba más intensamente, y su sudor era como gotas de sangre que corrían hasta el suelo.

ReflexiónPongamos el corazón en este encuentro orante y sintamos el llamado que

desde Getsemaní se nos hace para que “hagamos la voluntad” del Padre y decidamos la vida como un constante Sí que haga de los jóvenes los más valerosos en el seguimiento de Jesús, los más decididos a responder desde cada vocación, los más fieles para que el cáliz de la pasión de Cristo, al que se han unido tantos jóvenes, se transforme en esperanza y bendición para todos.

Getsemaní es siempre recuerdo de silencio, de oración, de sufrimiento. Dios viene de modo silencioso y discreto, sin imponerse a nuestra libertad;

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es necesario, entonces, prepararnos para escuchar con profundidad su Palabra, aprender a leer los acontecimientos con los ojos de la fe, y mantenernos abiertos a las sorpresas del Espíritu.

OraciónGracias Señor porque en los momentos de dolor, angustia, aflicción e

indefinición tu Palabra nos orienta. Danos la conciencia de hijos e hijas tuyos para siempre encontremos consuelo y dirección en las Palabras que salen de tu boca. Amén. Padre nuestro y Ave María.

Segunda Estación

Jesús es traicionado por Judas y evita la violencia de PedroEl Evangelio no está encadenado


Del Evangelio según san Lucas (22, 47-50) y según san Mateo (26, 52.56)Todavía estaba hablando, cuando se presentó un grupo; el llamado Judas, uno de los Doce, iba el primero, y se acercó a Jesús para darle un beso. Jesús le dijo: «¡Judas, con un beso entregas al Hijo del hombre!». Viendo los que estaban con él lo que iba a suceder, dijeron: «Señor, ¿herimos a espada?». Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote y le llevó la oreja derecha.

Jesús le dijo: «Guarda tu espada, porque el que a hierro mata a hierro muere». Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.

Reflexión¡Maestro! Así le dice Judas a Jesús. Hoy también nos acercamos a Jesús

traicionado y arrestado. Hoy vemos cuánto necesitamos construir la unidad, para que nuestra fe se vuelva un elocuente servicio que ilumine los pueblos con la verdad y con la esperanza que Jesús nos regala.

Nuestra fidelidad a Jesús pasa por el servicio a su Palabra. Queremos reafirmar nuestra amistad con Jesús escuchando su Palabra que vuelve mandato (Jn 15,14), e instrumento de paz que vence toda violencia y ofuscación en las contrariedades.

OraciónSeñor Jesús te pedimos perdón por traicionar el compromiso de servir a tu

Palabra, dejando que otras palabras y discursos de violencia, discriminación, vanidad y división se apoderen de nosotros. Ayúdanos a poner el oído en tu Palabra, y el corazón y las manos en cumplirla como muestra amor y fidelidad a ti. Amén. / Padre nuestro y Ave María.

Tercera Estación

Jesús es condenado por el sanedrínRompamos con todo lo que nos condena

V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos. R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.


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Del Evangelio según san Mateo (26, 62-66)Entonces, se levantó el sumo sacerdote y le dijo: «¿No respondes nada?

¿Qué es lo que estos atestiguan contra ti?». Pero Jesús seguía callado. El sumo sacerdote le dijo: «Yo te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios». Dícele Jesús: «Sí, tú lo has dicho. Y yo os declaro que a partir de ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo». Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestidos y dijo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué os parece?». Respondieron ellos diciendo: «Es reo de muerte».

ReflexiónEn la corona gloriosa de los Mártires, San Oscar Arnulfo Romero, obispo

y testigo de la fe, nos recuerda como el Sanedrín se perpetúa en la historia y cómo muchos hoy son perseguidos, combatidos, condenados, porque sus vidas, coherentes y firmes, son un escándalo para el mundo.

La voz de los mártires será siempre un cántico de esperanza. La voz de los Pastores que viven como Jesús, seguirá mostrando a su rebaño el camino de la vida y de la esperanza; la voz de los que mueren, por ser fieles a Jesús, es un eterno grito de esperanza y de bendición.

El compromiso con la Palabra es la fuerza que impulsa la condición profética de la Iglesia. La Palabra es la luz que hace ver lo que está mal y se vuelve grito de justicia y verdad. Aunque el mundo nos condene, nuestra misión es la de librar al mundo de toda condena.

OraciónGracias Señor por todos los hombres y mujeres que como Jesús y

Monseñor Romero no se han dejado corromper por miedo a las condenas de este mundo. Gracias por todas las personas que con tu Palabra promueven lazos de amistad entre las naciones y por todos los que luchan por una sociedad más justa. Amén. / Padre nuestro y Ave María.

Cuarta Estación

Jesús es negado por PedroNo neguemos la Palabra, abracémosla en nuestra carne


Del Evangelio según san Lucas 22, 54-62Entonces le prendieron, se lo llevaron y le hicieron entrar en la casa

del sumo sacerdote; Pedro le iba siguiendo de lejos. Habían encendido una hoguera en medio del patio y estaban sentados alrededor; Pedro se sentó entre ellos. Una criada, al verle sentado junto a la lumbre, se le quedó mirando y dijo: «Este también estaba con él». Pero él lo negó: «¡Mujer, no lo conozco!». Poco después, otro, viéndolo, dijo: «Tú también eres uno de ellos». Pedro dijo: «¡Hombre, no lo soy!». Pasada como una hora, otro aseguraba: «Cierto que este también estaba con él, pues además es galileo». Le dijo Pedro: «¡Hombre, no sé de qué hablas!». Y en aquel momento, estando aun hablando, cantó un gallo, y el Señor se volvió y miró a Pedro, y recordó Pedro las palabras del Señor, cuando le dijo: «Antes que

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cante hoy el gallo, me habrás negado tres veces». Y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente.

ReflexiónQuiso Dios manifestar a su Hijo con el rostro humano de todos los que habrían

de ser redimidos. Por eso, negar a Jesús es también negar su amorosa decisión de unirse a todo ser humano, a todas las culturas, a todas las expresiones de la humanidad que sean capaces de reconocerlo como Señor y Salvador.

Nuestros pueblos Indígenas retratan Jesús en el dolor centenario que marca sus vidas. Negados y olvidados, encontraron en su Señor Jesús la imagen de su dolor, el retrato de tantos olvidos. Por eso decidieron reconocerse en el Siervo Doliente y vieron en sus defensores la mano de Dios que se tiende hacia quienes deberían ser más amados porque siguen siendo los primeros en estas tierras. Los Indígenas, los nativos de esta tierra, se han hecho tan cercanos a Jesús que Él encontró en sus rostros el rostro amado que veneramos esculpido y pintado con amor por los que Él hizo sus hermanos.

Abracemos la Palabra hecha carne en tantos hombres y mujeres negados e ignorados por su origen, religión, condición social o estilo de vida. Toquemos la carne herida y llagada de nuestros hermanos discriminados y vulnerados por tantos males.

OraciónSeñor Jesús te has declarado presente en tantos rostros, tú que eres el

Rostro de la Palabra ayúdanos a reconocerte en todos los desestimados de la tierra. Perdónanos cuando nos hemos avergonzado o sentido asco por alguna persona, despreciándola y negándola. Haz que te acojamos y nos convirtamos a tantas presencias tuyas entre nosotros. Amén. / Padre nuestro y Ave María.

Quinta Estación

Jesús es juzgado por PilatosNuestra justicia está en Dios, no se la dejemos a Pilatos


Del Evangelio según san Lucas 23, 22-25Por tercera vez les dijo: «Pero ¿qué mal ha hecho

este? No encuentro en él ningún delito que merezca la muerte; así que le castigaré y lo soltaré». Pero ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuera crucificado y sus gritos eran cada vez más fuertes. Pilato sentenció que se cumpliera su demanda. Soltó, pues, al que habían pedido, el que estaba en la cárcel por motín y asesinato, y a Jesús se lo entregó a su voluntad.

ReflexiónJesús, es el Señor de todo, y [un] día la creación entera se rendirá ante su

presencia gloriosa. Porque Dios puso en manos de la humanidad este mundo maravilloso, colmado de bellezas y de armonía. Como Pilatos, pensamos


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que podríamos disponer de todo y terminamos esclavizando la creación a las ambiciones de unos pocos, a la ambición de quienes se creyeron dueños cuando sólo eran administradores.Nuestro planeta, nuestra casa, no puede ser víctima de la indiferencia ni de la autosuficiencia humana.

Que la Palabra de Jesús promesa y realidad de justicia nos ayude a no dejar en manos de los PILATOS de este mundo la justicia y el derecho y luchemos por un régimen de justicia que garantice la igualdad de todos ante la ley y borre el estado de impunidad al que estamos sometidos.

OraciónOh Verbo Encarnado, Palabra de justicia y de verdad, a quien este

mundo se atrevió a juzgar, ayúdanos a nunca tomar la justicia en nuestras manos, ni mucho menos a confiarla en cualquier mano. Perdona nuestro comportamiento injusto con la madre naturaleza y con nuestros semejantes. Amén. / Padre nuestro y Ave María.

Sexta Estación

Jesús es flagelado y coronado de espinas. Convirtámonos y coronemos de amor y acogida al migrante que nos necesita.


Del Evangelio según san Mateo 27, 26-30Entonces, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, se lo

entregó para que fuera crucificado. Los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. Le desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: «¡Salve, rey de los judíos!»; y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza.

ReflexiónEn el Evangelio nos cuenta la iniquidad de la burla en la que Jesús fue

sometido a afrentas espantosas. La Flagelación y la Corona de Espinas siguen punzando con crueldad el rostro y el cuerpo de Jesús. Jesús ha querido que le encontremos en el dolor de los migrantes y en la angustia de los refugiados. Él mismo lo fue en su infancia en Egipto, Él mismo sintió los pasos de quienes ayer y también hoy, persiguen con brutalidad a quienes, no sólo lo han perdido todo, sino que también sienten cómo se cierran fronteras y puertas, cómo las líneas que limitan los países se están coronando de espinas punzantes que amenazan, desprecian y rechazan a tantos hermanos.

OraciónSeñor Jesús tu Palabra es itinerante y camina con tantos hombres y

mujeres, personas con rostros y con nombres a los que las migraciones y los desplazamientos forzados siguen flagelando. Nosotros nos comprometemos

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a acoger esa Palabra tuya en ellos que nos habla de una fe más profunda en tu presencia. Que su grito nos conmueva y los coronemos con nuestro amor. Amén. / Padre nuestro y Ave María.

Septima Estación

Jesús carga con la cruz.La fe ilumina el camino de nuestra propia cruz.


Del Evangelio según San Marcos (5, 20)Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa, y lo

sacaron para crucificarlo.

ReflexiónEn nuestro camino de la Cruz este madero santo, que los jóvenes del

mundo han llevado a tantos lugares, identifica la vida que se ofrece, mientras se nos invita a unir a la cruz todos los dolores del mundo, todas las cruces que hombres y mujeres llevamos; las cruces de tantas tragedias, la cruz que representa los inmensos dolores de las víctimas, de las violencias, de los desastres, de tantas y dolorosas señales de muerte y de soledad.

En el camino al Calvario, que es el camino de la fe, llevar la cruz sea signo de compromiso y de entrega amorosa.

OraciónSeñor Jesús Cargado con la Cruz, te pedimos nos ayudes a que nuestra

opción sean los pobres, los débiles, los sufrientes, los excluidos y los marginados. Regálanos tu unción que nos lleve a tomar actitudes coherentes frente a la realidad, denunciando proféticamente las situaciones de injusticia que viven los niños y los jóvenes en nuestros países de América Latina y el Caribe.

Que la intercesión de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, venerada con tanto amor en Haití, nos enseñe a recoger con amor el clamor de tantos sufrimientos y nos enseñe el saludable camino del perdón y de la reconciliación, de la solidaridad fraterna que acude presurosa a todo dolor humano.Amén. Padre nuestro y Ave María.

Octava Estación

Jesús es ayudado por el CireneoApoyemos y consolemos a los condenados de este mundo


Del Evangelio según san Lucas (23, 26)Cuando le llevaban los soldados, echaron mano de un cierto Simón de

Cirene, que venía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús.


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ReflexiónLas Sagradas Escrituras se hace Palabra de Dios en el contexto de la Iglesia

y su misión evangelizadora y cuando se encarna en las realidades humanas y terrenas para redimirlas. Damos gracias a Dios por tantas iniciativas que desde la Palabra tratan de traducir el mensaje de salvación a gestos de solidaridad y acciones sociales que tratan de revertir las realidades de condenación y marginación a las que son sometidas tantas gentes por la iniquidad de este mundo y la lógica mercantilista y consumista que rige el mundo.

En nuestra Iglesia y en el mundo hay tantos CIRINEOS que ayudan a cargar el pesado madero de tantas injusticias y condenas. Dejemos que la Palabra siga conmoviéndonos para arrimar nuestros hombros a quienes ya no aguantan el peso de tanto mal y pobreza.

OraciónSeñor Jesús que ayudado por el Cirineo nos recuerdas que ninguna

carga injusta es adecuada, ayúdanos a no querer adaptar las personas a lo que es injusto y contrario a su dignidad. Que tu Palabra sea una fuerza que libere de tantas cargas y ya no sean necesarios los CIRINEOS.Amén. Padre nuestro y Ave María.

Novena Estación

Jesús encuentra las mujeres de Jerusalén.Gracias Señor por todas nuestras evangelizadoras.


Del Evangelio según san Lucas (23, 27-28)Seguía a Jesús una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se

lamentaban por él. Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos»

ReflexiónLas mujeres de Jerusalén tienen la virtud de ofrecernos el esplendor

de la gracia y de las virtudes de las mujeres bíblicas que las antecedieron: Eva, Sara, Rebeca, Raquel, Judit, Esther, Noemí, Rut... De las que, como ellas, compartieron aquel tiempo de bendición junto a Jesús: Isabel, María de Magdala, Salomé; de las que en la historia de la fe han sido estrellas luminosas en el camino de la Iglesia: Madres, Mártires, Doctoras, Fundadoras, Misioneras. Hoy siguen mostrando el rostro generoso, tierno, dulce que el mundo tantas veces desprecia e ignora.

Gracias Señor por todas las mujeres que anuncian tu Palabra, por tantas actoras sociales que salen a tu encuentro en el calvario de tantos males.

OraciónSeñor, te pedimos por todas las mujeres que sufren discriminación de

género, desigualdad, prejuicio. Por aquellas que luchan en las tinieblas del abuso, de la pobreza, la soledad, la violencia, la trata, la esclavitud. Concédeles tu Espíritu, para que, con tu luz y tu fortaleza, digan Sí a una nueva vida.

Por la intercesión de Nuestra Señora de Altagracia Desde República Dominicana, te pedimos Señor que, la virgen fiel, la Mujer Gloriosa que

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es prototipo de toda mujer, nos recuerde el amor que tu prodigaste a las mujeres que encontraron en ti, Señor, el defensor de su dignidad. Amén. Padre nuestro y Ave María.

Décima Estación

Jesús es crucificado.Fe en el crucificado, compromiso de cambio con los crucificados


Del Evangelio según San Lucas (23, 33. 47b)Cuando llegaron al lugar llamado “La Calavera”, lo crucificaron allí, a él y

a dos malhechores,uno a la derecha y otro a la izquierda .El centurión daba gloria a Dios diciendo:”Realmente, este hombre era justo”.

ReflexiónDesde el Madero de la Cruz, levantado sobre la cima del Calvario, Jesús es

Señor. Su cuerpo, llagado de amores, se alza sobre toda la creación como la bandera de la esperanza, como la victoria generosa del amor, como la ofrenda que salva a la humanidad y restaura definitivamente los lazos de amor que el pecado había roto desde el origen mismo de la humanidad y que se evidencia en los Derechos Humanos tan profanados y tan mancillados en nuestra dolorosa historia, en la violencia y la venganza que destruye países y familias.

Se ha crucificado al enviado, pero no a su mensaje. Por eso podemos gritar en este año de la Palabra junto con San Oscar Romero “Mi voz desaparecerá, pero mi palabra que es Cristo quedará en los corazones que lo hayan querido acoger” (Homilía 17-12-1978), nuestro grito profético, grito de la Palabra liberadora de Jesús, no teme el destino del martirio, porque el Evangelio jamás será encadenado ni crucificado (2Tm 2,9).

OraciónRegálanos, Señor, tu misericordia para ofrecer el perdón, para

reencontrarnos como hermanos y superar las enemistades, renunciar a la venganza y abrirnos a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en una verdadera cultura del encuentro fraterno. Por la Intercesión de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, desde Colombia, regálanos, Señor, la verdadera paz, que brota de tu vida ofrecida con amor desde el trono de la cruz. Amén. / Padre nuestro y Ave María.

Undécima Estación

Jesús promete su reino al Buen LadrónAnunciar la Palabra es seguir ofreciendo el Paraíso


Del Evangelio según san Lucas (23, 39-43)Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: «¿No eres

tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros». Pero el otro lo increpaba,


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diciéndole: «¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él? Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino». Él le respondió: «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso».

ReflexiónJesús en la cruz tiene la llave de la puerta del reino de la esperanza y

puede abrir, para todos, el corazón misericordioso del Padre, en el que todos tenemos un lugar, en el que para todos hay amor y perdón.

La Palabra nos hace a nosotros también capaces de ofrecer a otros el Paraíso (Jn 20,23), el ministerio de la Iglesia no es otra cosa que estar ofreciendo continuamente por medio del anuncio de la Palabra el Paraíso a toda la humanidad (Mt 28,19).

OraciónSeñor tu que tienes Palabras de vida eterna (Jn 6,68), haznos a nosotros

servidores del Reino, que ofrezcan el Paraíso a los extraviados, que no seamos nunca agentes de condenación. Que nuestras palabras inspiradas en tu Palabra sean siempre palabras de bendición que edifiquen, levanten y operen en nosotros la gracia de tu salvación (Ef 4,29; Col 3,8).Amén. / Padre nuestro y Ave María.

Duodécimoa Estación

Jesús crucificado, la madre y el discípuloEscuchar la Palabra nos hace una misma familia


Del Evangelio según san Juan (19, 25-27)Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre,

María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.

ReflexiónUno de los grandes amores de todos los católicos en el mundo es nuestra

Madre, la Virgen María, Madre de Jesús a quién Él quiso afiliar a toda la humanidad por su participación en su escucha. Juan es modelo de discípulo que escucha la Palabra y permanece unido a la Palabra hasta el fin (Jn 21).La Palabra tiene la fuerza de emparentarnos a todos y a todas, por nuestra participación en el Evangelio (Flp 1,5) que es Cristo que nos hace a todos hermanos.

OraciónOh Dios, que has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo

al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección.

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Virgen Santa e Inmaculada, a Ti, que eres el orgullo de nuestro pueblo y el amparo maternal de nuestro mundo, nos acogemos con confianza y amor. Ayúdanos a estar siempre atentos a la voz del Señor: que no seamos sordos al grito de los pobres, que el sufrimiento de los enfermos y de los oprimidos no nos encuentre distraídos, que la soledad de los ancianos y la indefensión de los niños no nos dejen indiferentes, que amemos y respetemos siempre la vida humana.Amén. Padre nuestro y Ave María.

Décimotercera Estación

Jesús muere en la cruzMuramos al pecado y despertemos a la fe


Del Evangelio según san Lucas 23, 46Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos encomiendo mi

espíritu» y, dicho esto, expiró.

ReflexiónLa muerte de Jesús en la cruz es al tiempo sacrificio, ofrenda, entrega,

luz. Del costado del Salvador brota un río de luz y de vida. Su cuerpo traspasado retrata los dolores de todos los tiempos, de toda la historia, sus palabras son victoria, su silencio es grito de esperanza, su corazón abierto reina sereno y es llama de amor vivo que purifica, sana, redime y consuela.

En nuestro mundo el terrorismo ha destrozado muchas vidas, los asesinatos han roto muchos corazones. Jesús, muerto en la cruz, se hace voz de tantas víctimas para decirnos con qué amor debemos defender, respetar y cuidar la vida.

OraciónSeñor Jesús, tu muerte nos da la vida. Por ello te presentamos, Señor, la

vida de muchos jóvenes que atraviesan valles oscuros; jóvenes cuyas vidas están en peligro, jóvenes que son acosados violentamente.

Por la intercesión de María, La Virgen de Guadalupe, la que los mártires de México abrazaron con amor en sus suplicios, la que amó con ternura el joven mártir, San José Sánchez del Río, te pedimos, Señor de la vida, nos ayudes a ofrecer a los jóvenes la vida verdadera, la esperanza más firme, la alegría que vence el dolor y lo ilumina.Amén. Padre nuestro y Ave María.

Décimocuarta Estación

Jesús es sepultado. Sepultemos las malas prácticas y abracemos la conversión pastoral


Del Evangelio según san Marcos 15, 46José de Arimatea, comprando una sábana, lo descolgó de la cruz, lo

envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en roca; luego, hizo rodar una piedra sobre la entrada del sepulcro.


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ReflexiónLa vida florece en el cuerpo de Jesús, que, ungido con el bálsamo de los

reyes, envuelto en la sábana tejida por la clemencia y la misericordia, espera la aurora pascual para surgir victorioso.

Hay muchas tumbas, algunas labradas por el arte humano, otras abiertas en las entrañas de la tierra para recibir los despojos de tantos muertos, de tantas víctimas de la violencia y del desamor. Pero hay una tumba que clama al cielo y denuncia la terrible crueldad de la humanidad: es la tumba que se abre en el vientre de las madres del que se arranca la vida inocente. Es la tumba en la que yacen los nuevos Mártires Inocentes, las víctimas del Aborto, que, como los Niños de Belén, siguen lanzando al mundo el grito de su voz ahogada, el clamor de sus cuerpecitos destrozados, la honda tristeza de sus derechos mancillados, la suprema injusticia que les negó el derecho a vivir. Dios nos conceda humanizarnos de verdad, defender con firmeza la vida, hacer que las leyes que matan la vida inocente se borren para siempre.

La Palabra nos compromete con la vida y a ser agentes de la vida, hagamos de nuestra acción pastoral un trabajo que anuncie, celebre y ofrezca vida, que anuncie a un Jesús vivo, viviente y vigente en su Palabra que como novedad evangélica grita que seamos odres nuevos (Mt 9,17).

OraciónSeñor Jesús, haz que los jóvenes del mundo lideremos la opción por

la vida, por la de los inocentes que reclaman su derecho a nacer y a vivir. Haz que tu Palabra sea anunciada con un nuevo ardor y entusiasmo, que abandonemos las estructuras caducas que ya no comunican vida y nos abramos a la conversión pastoral que pides hoy a tu Iglesia. Amén. Padre nuestro y Ave María.

Meditación final

De la Cruz a la luz.Hay que convencer al mundo de una fe que transforma, de la esperanza

que hace surgir la humanidad del dolor del pecado y de la muerte. Jesús vive, así lo cantamos, así lo gritamos, así lo seguiremos proclamando desde cada corazón rejuvenecido con el gozo pascual, iluminado por la gracia bautismal que se reactiva cuando se nos dice que, en el seno de la Iglesia, todos hemos renacido en Cristo, todos hemos sido regenerados.

Señor Jesús: haz de todos los jóvenes, misioneros de la verdad, testigos gozosos de tu cruz, de tu camino de vida, de tu palabra de Consuelo, de alegría, de esperanza. Que la intercesión de Santa María la Antigua, la evangelizadora, la que nos mostró por vez primera el rostro del Señor de la Esperanza, nos ayude desde Panamá a colmar el mundo con nuestra alegría luminosa que se llama misión y esperanza. (Papa Francisco).

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Retiro de Cuaresma 2019Conversión y Fe

Conviértete al Proyecto de las BienaventuranzasMt 5, 5,3-12 | Lc 6,20-26

IntroducciónEl tiempo de Cuaresma es un caminar de 40 días, que nos invita a la

conversión y dicha conversión no tiene otra finalidad, como nos dice el texto bíblico de Marcos 1,15, de llevarnos a creer en el Evangelio, de acercarnos a Jesús y de hacer visible su Reino. Este proyecto evangélico, exige de nosotros y nosotras, una transformación personal, que va más allá de los sacrificios personales, de las exigencias cotidianas. El camino de la conversión pasa por creer en el Evangelio, hacer la experiencia profunda del encuentro con Jesús y adentrarnos en la dinámica de su Reino, que nos lleva a su vez, a transformar nuestra vida integrándonos en comunidad y haciéndonos germen y artífices de una nueva transformación de la sociedad.Para un mayor provecho del retiro se recomienda:Buscar el lugar apropiado en la parroquia, comunidad eclesial, casa de

retiro o centro educativo.Hay que explicar claramente que no venimos a una convivencia, a un

encuentro de reflexión o una charla cuaresmal, sino a un retiro que exige disposición personal para el silencio y la meditación personal.

Es bueno que con la ayuda de la Biblia y de las reflexiones personales que vayamos haciendo, vayamos escribiendo las decisiones o exigencias que necesitamos asumir en este camino de oración y de encuentro con el Señor.

Dispongámonos pues a entrar en esta dinámica a la cual se nos invita con mucha alegría y esperanza.

Los asistentes lleven su Biblia en físico, papel y lápices para las anotaciones.

Prever los distintos equipos de animación musical, de acogida y ambientación.

Llevar hojas y carteleras en blanco.Poner en un mural o cartelera que exprese por imágenes el espíritu de lo

que procuramos vivir en el retiro.Puede buscarse música o canciones que sean alusivas al tema.A ser posible tener algún breve drama que introduzca y cualquier otra

iniciativa que promueva una mayor comprensión.Prever alguna dinámica para una integración por grupos.Un punto importante de ofrecer este texto en la Guía Mensual radica

en que es una oportunidad para dar participación a nuestros laicos de nuestras parroquias que se van formando en la medida en que laboran en la acción pastoral.

Este retiro está diseñado en tres momentos fuertes de reflexión que se puede aprovechar haciéndolo un día entero o en tres noches.


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Primer momento

Las Bienaventuranzas, proyecto de felicidad para la humanidad

0. AmbientaciónEn este primer momento de nuestro Retiro de

Cuaresma reflexionaremos acerca de la llamada que el Señor nos hace a creer en su Palabra y transformar nuestra vida a partir de su escucha. Creer y convertirse implica asumir todo el proyecto del Reino de Dios que Jesús ha venido a comunicar y que se resume en el espíritu de las Bienaventuranzas.

1. Canto: Este el día del Señor, este es el tiempo de la misericordia

2. OraciónSeñor Jesús nos has llamado por medio de tu Palabra a ser un pueblo,

a integrarnos como hermanos y hermanas, miembros de una misma familia real, profética y sacerdotal, destinados a ser testigos de las maravillas de tu luz admirable (1Pe 2,9). Que esta llamada tuya a creer en tu Evangelio nos mueva a profundizar en las riquezas de tu Palabra y encontremos en ella el vigor para combatir a los enemigos del Reino dando frutos y signos de auténtica y constate conversión a ti. Amén.

3. Introducción al Primer momento: “Conviértanse y crean en el Evangelio” (Marcos 1,15)El versículo de Marcos 1,15 corresponde al planteamiento de Marcos al

comienzo de su Evangelio, donde plantea el proyecto de toda su obra (Cf. 1,1-13), en la que nos presenta la Buena Noticia de Jesús, en su doble condición de Mesías e Hijo de Dios. El encuentro con Jesús, es un misterio de fe, que lo vamos asumiendo y comprendiendo en la medida que establecemos una relación profunda con El y con sus designios para con la humanidad entera. El sentido profundo y verdadero de la conversión es situarnos frente a El, hacernos discípulos y discípulas de su causa y de su proyecto, para lo cual se hace necesario rendirnos ante su amor y de situarnos en la dimensión de sus exigencias y de su Evangelio.

Este proyecto es explicado por Jesús en el discurso de las Bienaventuranzas. Entonces, convertirse es pues iniciar el camino de la santidad que nos ofrece Jesús a través de las Bienaventuranzas (Mt 5,3-12; Lc 6,20-23) y como nos dice el papa Francisco, ya que ellas “son como el carnet de identidad del cristiano. Así, si alguno de nosotros se plantea la pregunta: “Cómo se hace para llegar a ser un buen cristiano?”, la respuesta es sencilla: es necesario hacer, cada uno a su modo, lo que dice Jesús en el sermón de las bienaventuranzas. En ellas se dibuja el rostro del Maestro, que estamos llamados a transparentar en lo cotidiano de nuestras vidas” (Francisco, Gaudete et exsultate, 63).

4. Escuchemos la Palabra: Mt 5, 5,3-12 y Lucas 6,20-26Una vez leídos ambos textos en voz alta, cada uno vuelva sobre ambos

textos releyéndolos y fijándose en la frase que más llame su atención, la

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cual cada uno anota en material de anotación o escritura. Se dejan unos 20 minutos de escucha y lectura de la Palabra.

5. Meditación: En pequeños grupos leer esta meditación tomada del Papa Francisco en su Exhortación Apostólica

Si nos fijamos bien: “las Bienaventuranzas de Mateo hablan de las actitudes interiores del hombre que ha abrazado la fe y vive solo para Dios, es una especie de exhortación a mantenerse en el proyecto del Reino de un Dios que exige tener fe en sus promesas.

En cambio las Bienaventuranzas en Lucas son menos y están acompañadas de los ayes que Jesús declara sobre los que viven contrarios a lo expresado como Bienaventuranzas. A cada Bienaventuranza Lucas le señala un ¡Ay! Así expresa la radical llamada que Jesús hace de vivir solo de su Palabra y declara la maldición sobre aquellos que viven a sus anchas en la bonanza mientras otros pasan necesidades y adversidades”.

“Aunque las palabras de Jesús puedan parecernos poéticas, sin embargo van muy a contracorriente con respecto a lo que es costumbre, a lo que se hace en la sociedad; y, si bien este mensaje de Jesús nos atrae, en realidad el mundo nos lleva hacia otro estilo de vida. Las bienaventuranzas de ninguna manera son algo liviano o superficial; al contrario, ya que solo podemos vivirlas si el Espíritu Santo nos invade con toda su potencia y nos libera de la debilidad del egoísmo, de la comodidad, del orgullo.

Volvamos a escuchar a Jesús, con todo el amor y el respeto que merece el Maestro. Permitámosle que nos golpee con sus palabras, que nos desafíe, que nos interpele a un cambio real de vida. De otro modo, la santidad será solo palabras. Recordamos ahora las distintas bienaventuranzas en la versión del Evangelio de Mateo (cf. Mt 5,3-12).

(Francisco, Gaudete et exsultate, 65-66)

Luego comparten con estas preguntas: ¿Por qué las Bienaventuranzas son contracorriente? ¿Con qué valores

de la sociedad contrastan o se contradicen? ¿Crees que somos una comunidad de las Bienaventuranzas? ¿Cuáles son los ayes que teme la Iglesia hoy? ¿Sientes que la Iglesia vive para la opinión pública? ¿Con cuál de las versiones de las Bienaventuranzas nos solemos quedar?

6. Canto sobre las Bienaventuranzas

7. Oración del grupo: Cada uno del grupo lee una de las bienaventuranzas que más le impacta y hace una oración a partir de esa bienaventuranza. Luego, que todos hagan su oración se canta un himno que hable de una de las bienaventuranzas.

8. Momento de contemplación: 20 minutos en silencio ante el Señor dejando que su Palabra resuene en nuestro interior

9. Canto final


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Segundo momento

Las Bienaventuranzas base de una fe que implica un orden de las cosas y las personas

0. AmbientaciónEn este Segundo momento (día) de nuestro retiro de Cuaresma nos

centraremos en las primeras cuatro Bienaventuranzas del Evangelio de Mateo que son una invitación a guardar cierto orden en las cosas y las personas, poniendo énfasis más bien en sus condiciones interiores. El orden de nuestro sentimientos y mundo interior son una condicionante para vivir nuestra condición de cristianos en el mundo.

Implica creer en las promesas que aparentemente se amparan en condiciones no deseables de vida para el común de las gentes, confianza en que vivir de tal manera asegura la vida soñada y deseada por todos.

0. Canto: El Magnificat

1. OraciónSeñor en este momento nos ponemos en tu presencia, nos abandonamos

en tu providencia. Te damos gracias por tu Palabra orientadora fundamental de nuestros pasos (Sal 119,105). Te pedimos que siempre seamos inspirados por tus palabras de vida y salvación y que las Bienaventuranzas sean la brújula que indique nuestro norte, que eres Tú. Ayúdanos a ser operarios del Reino tuyo que reclama un nuevo orden y una nueva conciencia para seguir haciendo nuevas todas las cosas. Amén.

2. Escuchemos y profundicemos la Palabra del Señor.

El nuevo orden de las BienaventuranzasSiguiendo la enseñanza del Papa Francisco nos proponemos reflexionar

pausadamente sobre las cuatro primeras Bienaventuranzas de Mateo y luego las volveremos a comparar esta vez con más pausa con los ¡Ayes! de las Bienaventuranzas de Lucas.Dispongámonos a dejarnos invadir de Dios y su Espíritu.

PRIMERA BIENAVENTURANZA:

Felices los pobres de Espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos (Mt 5,1-3).

Leemos: Mt 5, 1-3. Lc 4, 18-19. Lc 6, 20. Mateo 6, 19-21 y 25-34

Profundicemos: La seguridad de nuestra vida y de nuestros proyectos está en relación

directa con nuestro corazón, porque es probable que confundamos el

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bienestar material con la prosperidad espiritual y donde no hay un corazón pobre, el Señor no puede hacerse presente.

El ser pobre de espíritu entraña el ser pobres , en línea de la austeridad y del despojo de los bienes materiales. Esta libertad interior nos ayuda a configurarnos con Jesús que “siendo rico se hizo pobre” (2 Co 8.9) y a compartir con los más necesitados. . De aquí, que el Papa Francisco concluye esta parte diciendo que ser pobre en el corazón, es santidad (cfr. no. 70).

Mirémonos desde esta Bienaventuranza: 10 minutos de silencio preguntándonos con sinceridad: ¿soy pobre de espíritu? ¿En qué se nota? ¿Cómo se manifiesta que estás despojado de los bienes materiales? ¿Cuándo te angustias por el dinero? ¿Eres austero y vives en sencillez, sin mucho lujo ni apariencias? ¿En qué se nota?

Canto:

SEGUNDA BIENAVENTURANZA:

Felices los mansos, porque heredarán la tierra (Mt 5,4).

Leamos Mateo 5, 4. Mateo 5, 20-26 y 38-48

Profundicemos: Vivimos en una sociedad del conflicto y de la enemistad y en medio

de esa situación, Jesús nos propone el camino de la mansedumbre, de la no violencia: “Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas” (Mt 11,29). Las palabras de Jesús, nos dice el Papa Francisco, nos invitan a mirar los límites de los demás y en definitiva de nosotros mismos, con verdadera ternura y mansedumbre y a darle la mano siempre, evitando desgastar energías en lamentos inútiles (no.72)

Para el Apóstol Pablo la mansedumbre es un fruto del Espíritu Santo (Ga 5,23). Esta mansedumbre es manifestación de la pobreza interior, ya que nos invita a depositar la confianza solo en Dios. Mansos y pobres en la Biblia son dos palabras que se expresan en el término ANAWIN, es decir, en aquel que todo lo espera de Dios.

Manso no es sinónimo de cobarde, tonto y débil, sino todo lo contrario, ya que el Señor nos dice que los mansos poseerán la tierra y gozarán de inmensa paz (Salmo 37,9.11) y el Señor como nos dice el Profeta Isaías “En ese pondré mis ojos, en el humilde y el abatido, que se estremece ante mis palabras “(Is 66,2). Finalmente el Papa Francisco nos dice que reaccionar con humilde mansedumbre es humildad (No. 74)

Mirémonos desde esta Bienaventuranza: 10 minutos de silencio preguntándonos con sinceridad:¿Soy manso? ¿En qué se nota? ¿Cómo se manifiesta en mí la violencia, la agresividad, los insultos a otros, las amenazas en mi casa, en la calle, en el trabajo, en la escuela? ¿Cómo trabajaré la mansedumbre en mi vida?

Canto:


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TERCERA BIENAVENTURANZA:

“Felices los que lloran, porque ellos serán consolados” (Mt 5, 5)

Leamos: Mt 5, 5; Lucas 6, 22. Romanos 12, 15.

Profundicemos: Vivimos en un mundo, afirma el Papa Francisco, que nos propone un

mundo de entretenimientos, ruidos, diversión, distracción e ignoramos de esa manera el dolor, la enfermedad, tanto en las familias, como alrededor nuestro. Las situaciones dolorosas se cubren y para la vivencia de la fe, la cruz es un elemento indispensable. (No. 75).

En la medida que el dolor nos traspasa, tocamos las profundidades de la persona humana, acercamos nuestro corazón a los que lloran, sufren y necesitan de nuestro consuelo. Tocar la herida de los demás y experimentar nuestra propia fragilidad es saber llorar con nosotros, y los demás. Esto es santidad. (No.76).

Mirémonos desde esta Bienaventuranza: 10 minutos de silencio preguntándonos con sinceridad:¿Me conmuevo ante el dolor de los que sufren? ¿Cuándo y cómo? ¿He caído en la indiferencia sufrimiento de los que me rodean? ¿Busco olvidarme del sufrimiento con ruidos, diversiones? ¿Cuándo fue la última vez que lloré?

Canto:

CUARTA BIENAVENTURANZA:

Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados (Mateo 5, 6)

Leamos: Mateo 5, 6. Lucas 6,21. Isaías 1, 13-17. Isaías 58, 2-12

Profundicemos: El instinto de la sobrevivencia, nos dice el Papa, nos lleva a plantearnos las

experiencias del hambre y la sed. Esa situación humana, también se expresa en la búsqueda de la justicia y Jesús nos dice que seremos saciados en dicha búsqueda. Esa justicia que nos propone el mundo es todo lo contrario a la que Jesús elogia, ya que se hace vida en nuestras actuaciones y sobre todo en la búsqueda de la justicia para los pobres y los débiles.

Es en ese sentido, que dicha palabra es sinónimo de fidelidad a la voluntad de Dios y ella se manifiesta de manera especial con los desamparados, de aquí el texto bíblico de Isaías 1,17, que nos lo recuerda de manera muy explícita “Busquen la justicia, socorran al oprimido, protejan el derecho el huérfano y defiendan a la viuda”. Es así, que la búsqueda de la justicia con hambre y sed, es santidad. (Nos.78 y 79)

Mirémonos desde esta Bienaventuranza: 10 minutos de silencio preguntándonos con sinceridad:¿En qué se manifiesta mi hambre y sed de buscar y ser fiel a la voluntad de Dios en mi vida? ¿Siento hambre y

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sed de vivir la Palabra de Dios cada día y en cada circunstancia? ¿Esa hambre y sed de Dios me lleva a buscar el bien de los desamparados? ¿En qué concretamente? ¿Separo mi relación con Dios de la preocupación y lucha por un mundo más equitativo, donde los pobres sean defendidos y se respeten sus derechos?

Canto:

3. Reflexión por grupos: Apliquemos a nuestra República Dominicana las Promesas de Jesús a quien vive las Bienaventuranzas: Reino de los Cielos, tierra, consuelo y justicia.

(Se puede dar a cada grupo una de estas promesas para ser trabajada y meditada).

Ahora reflexionemos personalmente (10 minutos) en qué situación se encuentran las personas frente al tema:• Reinado de Dios como orden de las cosas queridas por Dios y la

organización sociopolítica. |Símbolo la Bandera Dominicana o grupo de personas

• La tierra como territorio o lugar donde se habita y como cosmos u orden natural (Ecología). | Plantas vivas o una imagen que evoque una casa

• Consuelo como realidad que amortigua el dolor, el sufrimiento, la tristeza y los movimientos del corazón y los afectos. |Símbolo: un corazón o carita feliz.

• Justicia como el anhelo de vivir seguros y ajustados a las normas de Dios y frente a las iniquidades e transgresiones de los demás. |Símbolo: una balanza

4. Oración: Se vuelven a integrar por grupo y cada grupo tratará de resumir en

breves palabras las expectativas y frustraciones de nuestra gente ante estas promesas haciéndolas como expresión de una oración que brote de nuestra propia realidad. (Sería conveniente hacer este momento de oración con el símbolo que se propone o algún otro que el grupo pudiera considerar más diciente).

Cada grupo presenta su reflexión hecha oración.

Canto final

Tercer momento

Las Bienaventuranzas y la conversión una mentalidad práctica que nos pone en movimiento

0. AmbientaciónEn este tercer momento (día) de nuestro Retiro de Cuaresma meditaremos

acerca de las últimas cuatro Bienaventuranzas en las que podemos descubrir un cierto matiz o sello de índole práctica, que apunta más al exterior y al hacer. La conversión es cambiar la manera de pensar (metanoia) y ese cambio en la mente necesariamente se traduce en un cambio en lo que


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hacemos, un cambio de vida. Las promesas de estas Bienaventuranzas apuntan a una relación hacia fuera con Dios: misericordia, ver a Dios, ser sus hijos y el Reino de los Cielos.

1. Canto: Este es el día del Señor, este el tiempo de la misericordia

2. OraciónGracias Jesús porque en tus palabras nos aseguras y modo nuevo de

relacionarnos con Dios, haciéndonos destinatarios de la promesa de llegar a estar en comunión y unidad íntima y profunda con tu Padre, a quién por tu Palabra podemos llamar Padre. Danos el ver el rostro de tu Padre, consolarnos con su misericordia, ser conscientes de nuestra condición de hijos y ser para siempre ciudadanos de tu reino celestial. Amén.

A) Las Bienaventuranzas una invitación práctica a la conversión

Introducción: Misericordia, ver a Dios, ser sus hijos y ciudadanos Reino de los Cielos son la recompensa que Jesús asegura se dará a todos de haber llevado a la práctica el ser misericordiosos con los demás, siendo limpios de corazón, operarios de la paz y ser perseguidos por causa de la justicia.

Estas Bienaventuranzas ya no miran tanto al interior de uno, sino a la actitud práctica ante el mundo y ante los demás. Por ejemplo el corazón limpio, no es el mero narcisismo del que se ve bien así mismo por dentro, sino la limpieza y belleza de buscar el bien del otro.

Profundicemos en las enseñanzas del papa Francisco sobre estas Bienaventuranzas.

QUINTA BIENAVENTURANZA:

Felices los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia (Mt 5, 7)

Leamos: Mateo 7, 1-5 y 32. Lucas 6, 36-38

Profundicemos: El Papa Francisco, nos dice que la misericordia tiene dos aspectos: el dar, ayudar y servir a los demás y también, perdonar y comprender. Tenemos el desafío de asumir y de vivir lo que nos propone San Mateo en el capítulo 7, 12 “Así pues, traten a los demás como ustedes quieren que ellos los traten”. El dar y perdonar es la manera como reproducimos en nuestras vidas la perfección de Dios, que expresa esos elementos de manera sobreabundantes.

Tenemos que ser misericordiosos y en esa medida, no debemos juzgar, condenar a los demás, sino más bien perdonar y dar. Con la medida que midamos, así se nos medirá a nosotros, nos dice el Evangelista Lucas (6,36-38). Nosotros hemos sido perdonados tantas veces, gracias a la compasión divina. Mirar pues y actuar con misericordia, es santidad. (Nos. 80-81).

Mirémonos desde esta Bienaventuranza: 10 minutos de silencio preguntándonos con sinceridad:¿De qué manera vivo la misericordia con los más pobres? ¿Cuáles obras de la misericordia realizo? ¿En qué medida

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practico el perdón con quienes nos ofenden? ¿A quién en este momento no he perdonado?

Canto:

SEXTA BIENAVENTURANZA:

Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios (Mt 5, 8)

Leamos: Mt 5, 8. 6, 22-23. Marcos 7, 20-23. El corazón, en términos bíblicos, son nuestras intenciones verdaderas, es

decir, lo que buscamos y deseamos, más allá de las apariencias, por eso se nos dice “El hombre mira las apariencias, pero el Señor mira el corazón” (1 Sm 16,7). Debemos por lo tanto, de cuidar el corazón, como fuente de amor, expresión de la interioridad y manantial del servicio.

Es realmente importante examinar lo que viene de dentro de nuestro corazón, porque además de ser una fuente de contaminación, es también donde se originan los deseos y las decisiones más profundas que nos mueven como persona humana, nos dice el Papa Francisco (No.85). Solamente cuando el corazón es puro, es que podemos ver a Dios y está en relación directa con el amor y la verdad. De aquí, que mantener el corazón limpio de todo lo que mancha el amor, es santidad (no.86)

Mirémonos desde esta Bienaventuranza: 10 minutos de silencio preguntándonos con sinceridad:¿En qué se manifiesta que mi corazón está puro? ¿De cuáles pecados he dejado contaminar mi corazón? ¿Me dejo purificar por el Señor en el sacramento de la Penitencia, confesando mis pecados? ¿Qué me ayuda a mantenerme con un corazón puro? ¿Qué debo evitar para no dejar manchar el amor en mi corazón?

Canto:

SEPTIMA BIENAVENTURANZA:

Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios (Mt 5,9)

Leamos: Mateo 5, 9. Juan 14, 27. Romanos 12, 16-21. Santiago 3, 6-10.Estamos inmersos en un mundo divido, donde reinan las habladurías,

las críticas, las destrucciones y las guerras. Con esas situaciones, nos dice el Papa Francisco, que no se construye la paz y que esas personas no son bienaventuradas y hasta llega a afirmar que se asemejan a los actos terroristas (se arroja la bomba y se destruye, y el atacante queda feliz y tranquilo) (No. 89 y nota 73).

Se nos llama a ser artesanos de la paz, a contribuir a la resolución de conflictos y para tener en cuenta la serenidad, la creatividad, la sensibilidad y la destreza, para dicha construcción. Concluye el Papa Francisco, diciendo que sembrar paz a nuestro alrededor, es santidad.


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Mirémonos desde esta Bienaventuranza: 10 minutos de silencio preguntándonos con sinceridad:¿En qué medida trabajo por la paz en mi familia, en mi sector, en mi país? ¿Cómo contribuyo a crear chismes, divisiones, prejuicios en los demás? ¿Donde quiera que voy siembro paz o guerra? ¿Estoy en paz con Dios y con los demás? ¿En qué se ve?

Canto:

OCTAVA BIENAVENTURANZA:

Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos (Mt 5, 10).

Leamos: Mt 5, 10. Lc6, . Mt 10, 26-31. 1 Pedro 3, 13-17.

Profundicemos: Jesús nos dice que somos personas a contracorriente, que molestamos,

que nos persiguen, si asumimos la causa de la justicia relacionada con Dios y el prójimo. El desarrollo humano, nos recordaba San Juan Pablo II, “está en juego en una sociedad” alienada, en sus formas de organización social, de producción y consumo y que se hace más difícil la realización de esta donación (de sí) y la formación de esa solidaridad interhumana” (Carta – Encíclica CentesimusAnnus – 1 de mayo 1991. No.41)

El camino de la justicia, no está separado del camino de la cruz, por lo que se hace necesario, nos dice el Papa Francisco vivir el mandamiento del amor y la misma justicia, para que dicho camino, sea una fuente de maduración y de santificación. En el Nuevo Testamento hay una serie de textos que nos relacionan el sufrimiento con las persecuciones. Estas persecuciones no son las que nos buscamos, sino las que tocan el fondo del corazón y la misión que realizamos. (No. 94)

De muchas maneras, estas persecuciones están presentes en el mundo de hoy y son una invitación a asumir el camino del Evangelio. De ahí que “aceptar cada día el camino del Evangelio aunque nos traiga problemas , esto es santidad?

Mirémonos desde esta Bienaventuranza: 10 minutos de silencio preguntándonos con sinceridad:¿He sido perseguido, atacado, burlado por seguir al Señor, trabajar por su Reino y por nuestro servicio? ¿Cuándo y cómo? ¿Me dejado llevar del miedo y he preferido callar, dejar la misión que me toca realizar? ¿Cómo he reaccionado ante ese miedo? ¿Qué problemas enfrento por aceptar el Evangelio cada día y proclamarlo?

Canto:

B) Compartamos por gruposLas Bienaventuranzas son pasajes hermosos de lo que Dios quiere

que seamos, puede entenderse como una carta de ruta o declaración de principios. Ahora compartamos la reflexión que hemos hecho con estas preguntas:

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• ¿Cuál de estas bienaventuranzas me ha llegado al corazón?• ¿Cuál de estas bienaventuranzas me ha cuestionado en mi vida?• ¿Qué me pide el Señor a través de estas bienaventuranzas?

Oremos juntos: Terminamos nuestro retiro pidiendo fuerzas al Señor, para proseguir el

camino de la Cuaresma y que El mismo nos otorgue las gracias necesarias que necesitamos, para llegar al encuentro con El, en este paso pascual de la muerte, del pecado, a la vida y a la esperanza.

Pidamos que en cada grupo se unan para pedir fuerzas para las 2 Bienaventuranzas que más les hay llamado la atención o crean estamos más necesitados de vivirla en la Práctica.

Al finalizar la oración cada uno haga un gesto de veneración y respeto a la Palabra. (Se pone entronizada la Biblia se hace una reverencia, un beso o tocarla haciéndose la señal de la cruz persignarse).

24 Horas con el Señor29 y 30 de Marzo

“Conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc 1,15)Las Bienaventuranzas resumen del Evangelio del Reino

Cada año el Papa Francisco nos invita a vivir esta iniciativa de las 24 horas con el Señor, en este camino de conversión personal y comunitaria que es la Cuaresma para llegar a la Pascua del Señor Resucitado. Él desea parroquias abiertas para acoger a los hermanos y hermanas, dispuestos a dejarse tocar por el amor y a transformar sus vidas desde el espejo de Dios. Su objetivo con esta llamada es que no se enfríe el amor y que emprendamos con celo el camino de la cuaresma, sostenidos por la limosna, el ayuno y la oración.

Nos asegura el Santo Padre que el corazón de Dios no se apaga, pues siempre nos da una nueva oportunidad. De aquí la llamada a “celebrar el Sacramento de la Reconciliación, en un contexto de adoración eucarística”, iluminados en torno a las palabras del Salmo 130,4: “De ti procede el perdón’”.

Les proponemos estos esquemas para vivir intensamente estas 24 horas con el Señor que pueden repetirse a lo largo de este tiempo de gracia y bendición. Es importante que llevemos nuestra Biblia.

Hora Cero

Celebración Eucarística o Celebración de la Palabra

1. Introducción General de las 24 horas:Siguiendo esta propuesta del Papa Francisco hemos dedicado este día

completo de culto espiritual a nuestro Señor Jesucristo. El propósito de esta


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acción ligada al tiempo de cuaresma llamada 24 horas con el Señor, es que sea un momento fuerte de oración confiada al Señor, al tiempo que sea una verdadera experiencia de renovación y conversión interior.

Estas 24 horas las pasaremos escuchando activa y vivamente la Palabra del Señor, y en este año 2019 cobra un matiz especial, pues en nuestro Plan Nacional de Pastoral está dedicado a la Palabra. Aprovecharemos la ocasión para hablarle al Señor por medio de la oración y dejar que en la contemplación sea Él quien nos hable al corazón (Os 2,14).

También será oportuno que se ofrezcan, donde haya presbíteros, momentos para el Sacramento de la Reconciliación.

Aprovechemos estas horas de oración para ofrecerlas por las distintas intenciones que llevamos en nuestro interior, y por todas las personas que nos piden oración. También es un chance privilegiado para sentirnos vinculados con todos nuestros hermanos católicos en el mundo entero y a nivel nacional sea una expresión de una Jornada de oración por el país.

2. Celebración Eucarística |Celebración de la Palabra

3. Exposición del Santísimo

Primera Hora

Felices los pobres de Espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos

1. Canto: Cuando el pobre nada tiene

2. Motivación: Demos a Dios el culto de nuestra pobrezaLas Bienaventuranzas son el resumen de la propuesta del Reino de Dios

que Jesús nos hace en su Palabra. En esta hora postrémonos antes Jesús sacramentado y reconozcamos que Él es nuestra riqueza y que nuestra pobreza es el verdadero culto espiritual que podemos darle a Él, al no poner nuestra alegría en los bienes y las cosas que podamos ostentar. Sintamos de verdad que nuestra felicidad descansa en escuchar y vivir su Palabra (Lc 11,28)

3. Entremos en la Adoración:Iniciaremos rezando pausadamente oraciones que distinguen nuestra fe.

Lo haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia.

4. Canto: Eres mi riqueza

5. Oremos: ¡Oh, Santísimo Jesús, que aquí eres verdaderamente Dios escondido; ¡concédeme

desear ardientemente, buscar prudentemente, conocer verdaderamente y cumplir perfectamente en alabanza, y gloria de tu nombre todo lo que te agrada! Ordena,

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¡oh Dios mío!, el estado de mi vida; concédeme que conozca lo que de mí quieres y que lo cumpla como es menester y conviene a mi alma.

Séame deleitoso, Señor, cualquier trabajo por Ti, y enojoso el descanso sin Ti. Dame, oh Dios mío, levantar a Ti mi corazón frecuente y fervorosamente, hacerlo todo con amor, tener por muerto lo que no pertenece a tu servicio, hacer mis obras no por rutina, sino refiriéndolas a Ti con devoción. Hazme, oh Jesús, amor mío y mi vida, obediente sin contradicción, pobre sin rebajamiento, casto sin corrupción, paciente sin disipación, maduro sin pesadumbre, diligente sin inconstancia, temeroso de Ti sin desesperación, veraz sin doblez; haz que practique el bien sin presunción que corrija al prójimo sin soberbia, que le edifique con palabras y obras sin fingimientos.

Otórgame, oh Señor Dios mío, entendimiento que te conozca, diligencia que te busque, sabiduría que te halle, comportamiento que te agrade, perseverancia que confiadamente te espere, y esperanza que, finalmente, te abrace. Dame que me aflija con tus penas aquí por la penitencia, y en el camino de mi vida use de tus beneficios por gracia, y en la patria goce de tus alegrías por gloria. Señor que vives y reinas, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén (Oración atribuida a Santo Tomás de Aquino).

7. Hagamos en silencio esta oración nuevamente. Marquemos la frase que cada uno hace suya (5 minutos de silencio). Luego el que quiera repite esa frase que ha elegido.

8. Contemplemos el Primer Misterio Doloroso: La oración en Getsemaní

A. Leamos el texto bíblico

“Jesús se apartó de los discípulos como un tiro de piedra, y, puesto de rodillas, oraba diciendo Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. En medio de su angustia oraba con mayor insistencia” (cf. Lucas 22, 39-42).

2. Reflexionando ante Jesús Sacramentado: El dolor de las privaciones

B. Meditemos sobre este primer misterio dolorosoTu sufrimiento Jesús es una consecuencia de tu vida fiel y obediente a

la voluntad de tu Padre. El justo e inocente cae mal en cualquier estructura de pecado. Tu vida molesta e incómoda, porque recuerda lo que los demás deben de hacer y no hacen, deben decir, y no dicen, deben de ser y no son… Lo más práctico para los necios es deshacerse de aquel que hace remover la conciencia. Tu coherencia es la fuerza de tu persona y de tu palabra. En Ti, persona y palabra son la misma cosa.

Adorarte, es acompañarte en ese pausado camino, desde las horas amargas en el Monte de los Olivos hasta la Exaltación: … Por eso el Padre te exaltó y te otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al decir tu nombre toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre (Filipenses 2,9-11). No estamos adorando a un muerto. Te estamos adorando a Ti que estás vivo y presente.


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Desde tu experiencia nos aconsejas: - “Oren para que no caigan en tentación” (Lucas 22,40). Tú nos enseñas que cuando falta la oración no hay fuerzas para resistir a las propuestas del enemigo. Ellas engañan porque son seductoras. Cuando falta oración se relativizan las cosas de Dios, se va aguando el vino, llega la comodidad, y con todo, la tibieza espiritual. Nos vamos agarrando de las cosas, del dinero, de los bienes materiales, del autoritarismo, del poder, de la mentira… Cuando no te vemos por ningún lado, entonces echamos mano de lo que nos pueda ofrecer “seguridad”.

Tu oraste de rodillas al Padre (Lucas 22,41). Así nos mostraste que adorar también es “ponerse de rodillas”, no sólo físicamente, sino interiormente. Nos ponemos de rodillas para reconocer la autoridad del Adorado. Eres el Señor, que nos llama “amigos”, pero esta confianza no impide que te reconozcamos como “El Señor”, así lo testimonian los que estuvieron más intimidad contigo y tú no los corregiste.

Tú dijiste al Padre: “Si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22,42). La adoración en Espíritu es aquella Verdadera, la que se dispone a conceder al Otro la decisión última. Nos diste a conocer que podemos presentar al Padre nuestras necesidades, deseos, motivaciones, pero no insistir para que se cumplan nuestras propuestas, encerrándonos a cualquier otra posibilidad.

Te destacaste por tu obediencia, y reconociste que tu Padre tiene una mirada más amplia, unos designios mayores, a los que Él, en ese momento preciso, lograba alcanzar. Tu misión es entonces, creer más allá de lo que pudiste o no comprender. Interesa destacar que, en esa agonía sudorosa, y siempre, un ángel del cielo te confortaba (cfr. Lucas 22,42). Esto es fe, confianza. Cuando los sufrimientos provienen por causa de tu Reino, el Padre es un constante bálsamo consolador.

C. Presentemos nuestras intenciones al Señor: Hagamos presente ante el Señor todas las personas inocentes que

sufren, marcadas por un sistema de injusticia. A los pobres explotados, con salarios insuficientes para vivir con dignidad. A los enfermos. A las personas que sufren por falta de medicinas, por servicios hospitalarios deficientes. A las estructuras gubernamentales seducidas por la corrupción. Que este corazón no sea indiferente a tales realidades, y pueda comprometerme, en comunidad cristiana, con el proyecto de Dios, guiado por santidad y justicia.

D. Recemos las diez avemarías

9. Momento de silencio (20 minutos)

8. Canto

9. Escuchemos la Palabra: Lucas 12,20-32

10. Escuchemos la voz del Señor en el silencio (15 minutos)Lector 1: Sintamos que el Señor nos dice, a manera personal: ¿Traes

ahora mismo algún proyecto? ¿Qué te preocupa? ¿Qué piensas? ¿Qué deseas? ¿Quieres hacerle algún bien a tu prójimo? ¿Qué cosa llama hoy tu atención? Cuéntame tus tristezas ¿quién te hirió? Acércate a mi corazón,

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que tiene bálsamo eficaz para curar esas heridas del tuyo. Dame cuenta de todo, y acabarás en breve por decirme que, a semejanza de mí, todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirás mi consoladora bendición (Tomado de los 15 minutos con Jesús Sacramentado).

Lector 2: El Evangelio norma de vida nos enseña la necedad de acaparar, de acumular para uno y no para Dios. ¿Ocupa tu tiempo el afán de las riquezas? ¿Te distrae la seguridad de tus cosas? ¿Sacrificas tu tiempo con el Señor y con tu familia a cambio del dinero que puedes procurarte? ¿Te enfadas y entristeces en la precariedad o confías en la providencia de Dios? ¿Eres necio el necio del Evangelio o el dichoso y bienaventurado de las Bienaventuranzas?

11. Canto: Cuando el pobre crea en el pobre

12. Momento de hablar con el Señor dando gracias, alabando al Señor que hace suya nuestra pobreza y nos da la riqueza de su Palabra.

13. Compromiso de transformaciónFrente a tus bienes, tus cosas, tus afectos y frente a la Palabra, cuál es el

tesoro que te ha descubierto el Señor. Es momento de pensar en cuáles son las riquezas que Dios te ha dado.

Se tienen 5 minutos de silencio. Se puede escribir el compromiso y luego decirlo en voz alta en forma de oración.

Canto final.

Segunda Hora

Felices los mansos, porque heredarán la tierra

1. Canto

2. Motivación: Adoremos al Señor manso y humildeLa felicidad del Reino de Dios la tienen los que son mansos. El Señor dará

el gobierno de la tierra a los mansos, a quienes escuchando su Palabra la profundizan como norma justa y carga ligera (Mt 11,30). Convirtámonos al Evangelio de la creación y no flagelemos la Madre naturaleza (Francisco). Las promesas de la tierra en los profetas descansaba en aquellos que observaran la Alianza, el Testamento, el pacto hecho con su Palabra dada a futuro.


Lo haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia. Recemos juntos: El Credo y El Padrenuestro.


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4. Canto: Credo nicaragüense (Creo en Dios arquitecto, ingeniero…) Oremos con un corazón despierto rezando o cantando este Salmo 130

(129),Versículos 1 al 8. Al final de se dice Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…

5. Contemplemos el Segundo Misterio Doloroso: la flagelación de Jesús

A. Leamos el texto bíblico:

“Todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban y le decía: Haz de profeta. Y los criados lo recibieron a bofetadas”. “Pilato tomó a Jesús y mandó que lo azotaran” (Marcos 14, 65; Juan 19, 1).

B. Meditemos sobre este segundo misterio doloroso: No maltratemos la madre naturaleza ni a sus hijos¿De dónde te llegó Jesús la firmeza en medio de semejante prueba de

fuego? Lo más sencillo es que renegaras. Que dijeras: fue un error. Me equivoqué. Pero así piensa la gente, no Dios. Con todo, Tú, siendo humano, nos diste ejemplo de fidelidad en medio de los maltratos y las humillaciones. Nos enseñaste a poner la otra mejilla, cuando la pusiste primero. Esto, justamente, te dio autoridad a Tus palabras.

¿Cómo reaccionaste Jesús cuando te irrespetaron? ¿Cómo te comportaste cuando te avergonzaron, golpearon, y denigraron públicamente? Esto te ocurrió en un contexto donde la autoimagen ya era endiosada. Donde el honor de una persona se asemejaba al valor de su vida. ¿Qué salió de Ti cuando te exprimían? Solo sale hacia fuera lo que se lleva dentro… De Ti brotó un: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23,34).

Te adoramos Santo de los santos. A Ti que enseñas a morir a toda carne, y a vivir en la carne ungida por el Espíritu. Jesús, no es fácil vivir esto. Es un lenguaje muy duro, como dijeron tus seguidores (cfr. Juan 6,60). Por eso te negaron, se marcharon, la comunidad de los doce estaba dispersa. Pero una vela permanecía encendida, la fe de María, tu Madre.

Al intentar adentrarnos en este misterio de tu amor, nos faltan las palabras. Al faltar las expresiones para transmitir lo experimentado, entonces llega el momento de callar ante Ti. Silenciar. Es el momento de adorarte. Porque Tú eres el Señor. Nos enmudeces con tu presencia, más grande que nuestros pensamientos e inteligencia. Transbordas de bondad, tanta bondad no cabe en razones humanas. Sabes amar hasta el extremo recibiendo no sólo odio, sino golpes y sentencia de muerte. Sabes interceder a favor de tus asesinos. Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

C. Presentemos nuestras intenciones al Señor: Hagamos presente ante el Señor nuestro compromiso pacífico con la tierra y con las personas.Oremos por todos los pueblos que sufren violencia en sus gentes, los que

padecen el descalabro de sus recursos naturales y a las familias marcadas, rotas y heridas por la violencia intrafamiliar y la violencia económica que impera en las grandes ciudades.

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D. Recemos las 10 Ave Marías.

6. Canto: Hazme un instrumento de tu paz


8. Canto: Mensajero de paz (Es hermoso ver bajar de la montaña…)

9. Escuchemos la Palabra: Salmo 8 | Mateo 11,28-30

10. Escuchemos la voz del Señor en el silencio Reflexión (15 minutos)

Lector 1: Examinémonos ante el Señor¿Cómo reacciono cuando soy lastimado? ¿Qué le dice Jesús a mi vida?¿Qué pautas aprendo de Jesús para contrarrestar el odio y comprometerme

con una cultura de paz?Un niño preguntó a la Virgen María: ¿cómo puedo ser un poco más dulce

con mi familia? ¿Estoy necesitando también más dulzura con mis seres queridos? ¿Y también con aquellos que no son tan queridos?

¿Necesito promover, como nos recomienda nuestro Papa Francisco, la ternura? ¿Dónde está la fuente del amor cuando no lo recibo, de las personas, para dar?

Lector 2: Reflexión. Jesús es el príncipe de la paz, su Palabra es la que empapará la tierra

para llenarla del conocimiento del Señor (Is 11,9; Ha 2,14). Son dichosos los que procediendo como personas de paz y mansedumbre les he dada en herencia la tierra. Por eso la Palabra es la fuente de mansedumbre que nos dará como premio la herencia de la tierra que solo pertenece al Señor.

11. Canto:

12. Momento de hablar con el Señor pidiéndole que ante los maltratos que recibimos nos libere del odio y de la venganza. Que nos libere el Señor del crimen de la guerra que busca con hacerse con la tierra y las riquezas de otras naciones.

13. Canto: El Magnificat

14. Compromiso de transformaciónToda adoración da frutos de vida. Escoge tú mismo el compromiso que

Dios ha puesto en tu corazón. Recuerda que dicho compromiso ha de dar frutos sanos para ti, la comunidad, agradando a Dios.


15. Canto final


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Tercera Hora

Felices los que lloran, porque ellos serán consolados (Mt 5,4)

1. Canto

2. Motivación: Adoremos al Señor y encontremos consuelo en su PalabraLlorar no es sinónimo de debilidad, sino de fortaleza de aquellos que se

mantienen en pie sin dejarse quebrar. Los misterios dolorosos no podrían encontrar más comparación en nosotros que las lágrimas que testimonian muchas veces fidelidad, pero en otras ocasiones frustración y dolor. Jesús llama dichosos a los que lloran porque su consuelo está en su Palabra. Llorar a los pies de Jesús es señal de fe y esperanza en que su Palabra vendrá y nos consolará: “También ustedes ahora están tristes; pero yo los volveré a ver, y su corazón se alegrará, y nadie les arrebatará su alegría” (Jn 16,22).

3. Entremos en la Adoración:Iniciaremos rezando pausadamente oraciones que distinguen nuestra fe. Lo

haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia. Recemos juntos: El Credo y El Padrenuestro.

4. Canto: Paz en la tormenta

5. Oremos bajo la protección del Buen Pastor que nos da su vida. Salmo 22, 1-3. 4. 5. 6. Al final se termina con Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

6. Contemplemos el Tercer Misterio Doloroso: la coronación de espinas

A. Leamos el texto bíblico: Juan 19, 2-3.

Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura; después se acercaron a él y le decían: “Salve, rey de los judíos”, al tiempo que le daban bofetadas. Volvió a salir Pilato y les dijo: Aquí lo tienen

B. Meditemos sobre este tercer misterio dolorosoPilato te mandó a azotar, convencido de que te entregaba. Nos llama

la atención que Tú sostengas que nadie te quita la vida; sino que Tú la das voluntariamente. Pues tienes poder para darla y poder para recobrarla, autoridad que has recibido del Padre (cfr. Juan 10,18).

Jesús Tú eras un hombre libre. Se trata de una libertad muy honda, algunas veces poco comprendida. Porque se refiere a una libertad que va más allá del cuerpo físico. Las autoridades del pueblo te pudieron tomar y burlar “tu cuerpo”, coronándolo y vistiéndolo irónicamente, para “reconocer”

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con sarcasmo tu reinado. No comprendieron ni quién era ese rey, ni de qué reino se trataba.

Los poderosos pensaron que te tenían preso, pero no pudieron apresar tu voluntad, tu entereza, tu confianza, tu fidelidad, tu obediencia. La comunión que tenías con el Padre, no pudieron alcanzarla. Viviendo en esta hondura, dejando pasar las ironías, permaneciendo en las raíces de tu fe, viviste un sufrimiento paciente. Con una paciencia que incomodaba.

Adorarte es introducirse en Ti, fuente de libertad. De tu Fuente, manan las vitaminas necesarias para el camino de santidad y justicia. “Sin Cristo tu vida es amarga. Hay que estar contigo”. Ciertamente, en tus espinas descansan nuestros pesares.

El verdadero adorador, adoradora, sabe escoger tus luchas. No pelea por cualquier cosa. Adquiere, al contemplarte, madurez espiritual. Sabe priorizar las causas en las cuales invertirá sus energías, las reservas para el proyecto del Reino. Todos tus sufrimientos son engendrados por esta causa.

Las personas que adoran en Espíritu y en Verdad, viven desde la Verdad, que eres Tú mismo, Jesús. No se amargan porque los ignoren, los critiquen o calumnien, porque les levanten falsos testimonios… Sufre, contrariamente, cuando la gente dispersa no te reconoce Señor, cuando pone en juego su salvación, cuando el sistema de muerte roba los espacios de vida, y faltan fuerzas suficientes para frenar la marcha… sin embargo, no se detiene, porque más allá de los pronósticos, la última palabra de tu Padre es la vida.

Cuando preguntamos ¿Por qué sufre el inocente? Podemos considerar que ni a Ti su propio Hijo el Padre te evadió los kilómetros de angustia. Pero con qué paciencia se llevan tales angustias, cargadas en tu consuelo y presencia, por una vida digna y santa.

C. Presentemos nuestras intenciones al Señor: Oremos por los tristes y desconsolados cuyo grito muchas veces sólo lo

conoce el Señor, por los que sufren la corona de espinas de las injusticias, los abusos del sistema de salud y sus prestadoras, por los que lloran la muerte de sus seres queridos a causa de los accidentes de tránsito y de la violencia de las calles, por las ovejas que sufren extravíos por el abandono de malos pastores.

E. Recemos las 10 Ave Marías.

7. Canto: Llora si quieres llorar


8. Canto: María de niñez

9. Escuchemos la Palabra: Apocalipsis 21,1-8 | 2Reyes 20,1-6

10. Escuchemos la voz del Señor en el silencio (15 minutos)Lector 1: Examinémonos ante el Señor: Ante esta Palabra escuchada

y mirando la historia de mis lágrimas ¿En qué o en quienes he buscado consuelo? ¿Son mis lloros un grito de desesperación o de confianza?


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¿Cómo me ha consolado el Señor? ¿Qué frases de la Palabra de Dios me dan consuelo y esperanza? ¿He consolado a los hermanos como pide el Señor en su Palabra (Is 40,1)?

Lector 2: Reflexión.¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas? (Sal 41,6a)

Muchas veces nuestras congojas delatan nuestra ausencia de Dios, otras veces testimonian un tiempo de aridez donde incluso creemos que Dios nos ha olvidado, como el grito de Jesús en la cruz Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado? (Mt 27,46), pero lejos de eso que podamos sentir Dios permanece fiel y nos promete el consuelo. La sentencia de Jesús Dichosos los que lloran (Mt 5,4) es promesa de consuelo para quienes no tienen otro horizonte que ir a los pies de Jesús. Las lágrimas son un camino de encuentro o de reafirmación de nuestro primer encuentro o señal de desencuentro que nos recuerda cuando obramos mal o negamos al Señor (Lc 22,62).

La Palabra es bálsamo que alivia y consuela, comprometámonos con anunciarla y servirla a todos.

9. Canto: Mi confianza en Él.(Ambiorix Padilla)

10. Momento de hablar con el Señor pidiéndole que ante tantos pesares que sufrimos nos libere del cansancio, del dejarlo todo o acomodarnos al tiempo presente.

11. Canto

12. Compromiso de transformaciónMedita en el servicio de la Palabra y su poder consolador. Pídele a Jesús

claridad para decidirte a consolar por medio del anuncio de la Palabra. Identifica las iniciativas que puedes emprender para consolar a los tristes.


13. Canto final

Cuarta Hora

Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados

1. Canto

2. Motivación: Adoremos al Señor y seremos saciados con su Palabra El deseo, el hambre y sed de justicia, inquieta a muchos hoy. Tantas

personas son perturbadas tan solo con idea de verse involucrada en una situación que implique la mediación de nuestro sistema de justicia. Son muchos los que a diarios sufren injusticias y negaciones de sus derechos, desde la estafa de compañías y comercios hasta la negación de cobertura

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de servicios de salud y medicamentos. Tales situaciones no hacen más ahondar el hambre y sed de justicia.

Para nosotros está más que claro que solo Dios puede saciar el hambre de justicia del ser humano y esa perspectiva de nuestra fe hace que nuestra exigencia de justicia terrena sea cada vez más apegada al derecho y la dignidad de las personas.

Hoy demos gracias a Dios porque por medio de su Palabra somos instruidos para proceder con justicia y comprendemos con la sabiduría de nuestro pueblo que “todo se paga en esta vida”, “que la justicia de Dios llega”.


Lo haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia. Recemos juntos: El Credo y El Padrenuestro.

4. Canto

Oremos con el Salmo 43, Versículos 1 al 5, se termina Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

5. Contemplemos el Cuarto Misterio Doloroso: Jesús carga con la cruz

A. Leamos el texto bíblico: Juan 19, 16-17; Lucas 23, 27

“Tomaron a Jesús, y él, cargando con la Cruz, salió al sitio llamado de la Calavera”. “Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por él”.

B. Meditemos sobre este cuarto misterio dolorosoLas mujeres te seguían Jesús en fidelidad, encabezadas por tu madre.

Esto hace pensar en la inversión que Tú hiciste en su corazón. Tú invertiste tiempo, enseñanza, sanación, liberación, dignidad en las mujeres. Tú no las quieres como sirvientas, sino como servidoras.

Entonces, los hombres que desean parecerse a Ti, han de tener, como Tú, una nueva masculinidad. Y los hombres y las mujeres que deseen parecerse a las adoradoras a los pies de la cruz, han de amarte hasta el extremo. Han de tener memoria agradecida. Tú buscaste unidad entre hombres y mujeres, porque sabías que, para la realización del Reino, debía existir unidad. Adorarte es aceptar la comunión, en unidad con tu cuerpo.

Nos enseñaste que la cruz que hemos de cargar como cristianos no se lleva solitariamente. Por eso insististe que es muy importante que los de casa estemos unidos, y no formemos equipos divisorios por pequeñeces. El


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corazón del apóstol no está hecho para pequeñeces. Tu cruz es grande. Es la cruz de tu proyecto.

En este momento de adoración dejamos que Tú desde tu cruz nos contemple. Que nos inyectes unción divina para no desfallecer en el camino. Que Tú nos cobijes de tu paciencia para no dramatizar la cruz que nos ha tocado. Contemplándote a Ti el manso y humilde de corazón, nuestras quejas débiles se convertirán en acciones de gracias. Tú nos contemplas y nosotros te contemplamos. Tú miras nuestra carga y nosotros miramos la tuya. ¿De dónde proceden? Hay cargas que tienen sentido y otras que sólo entorpecen.

Tu cruz, Jesús, es esperanzadora. Porque es el peso más exigente de tu obediencia. La prueba más profunda de tu fidelidad. Lo que parece un fracaso es un momento sublime. El que obedece a quien debe obedecer nunca se equivoca. Contemplamos tu conciencia. Tu precioso discernimiento. Verdadero e inequívoco discernimiento. Muchas veces esquivaste a tus perseguidores. Pero en un momento consideraste que todo estaba hecho. No había nada más para hacer. Consideraste que era el momento de cargar tu propia cruz. Cargar la propia cruz. Sólo Tú, con los ojos fijos en el silencio del Padre, has podido enseñarnos tales cosas.

C. Presentemos nuestra intención: Presenta al Señor la cruz pesada de las injusticias de tantos hombres

y mujeres violentados en sus derechos, a los actores de nuestro sistema de justicia (abogados, fiscales, alguaciles y jueces), a los que legislan para hacer nuestras leyes (diputados y senadores). Presenta al Señor tu mayor ansia de justicia en este momento.

D. Recemos las 10 Ave Marías.

6. Canto


8. Canto

9. Escuchemos la Palabra: 2 Tesalonicenses 1,7-9.


Lector 1: La cruz de las injusticiasJesús en la cruz cargó injustamente el peso de los pecados del mundo.

La cruz de Jesús desvela desde entonces nuestras injusticias. Conviene que interiorizando nos preguntemos: ¿Soy una persona justa? ¿Hay personas que sufren un trato injusto de mi parte? ¿Tengo preferencias que afectan a unos y perjudican a otros? ¿He pensado o actuado tomando la justicia en mis manos? ¿Cómo te describirías entre justicia y misericordia?

Lector 2: Reflexión: ¿Según el texto de Tesalonicenses cuál es la gran justicia que me espera?

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12. Canto

13. Momento de hablar con el Señor pidiéndole que ante la carga de la cruz no desfallezcamos y hagamos de nuestra cruz una oportunidad de amar al Padre y a nuestros hermanos.

14. Canto

15. Compromiso de transformaciónFormula en síntesis el mayor provecho práctico que sacas de esta hora

dedicada al Señor. Si quieres puedes escribirlo.


16. Canto final

Quinta Hora

Felices los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia

1. Motivación: Adoremos al Señor Jesús, la gran misericordia del PadreLa gran misericordia que Dios ha tenido con nosotros es la de habernos

dado su Hijo Jesucristo, Palabra eterna que reside junto a Él y al Espíritu Santo desde toda la eternidad. “Porque así demostró Dios su amor al mundo, llegando a dar a su Hijo único, para que todo el que le preste adhesión tenga vida definitiva y ninguno perezca” (Jn 3,16). Esta es la gran justicia de Dios, el amor extremo de su Hijo que da su propia vida (Jn 13,1).

2. Entremos en la Adoración:Iniciaremos rezando pausadamente oraciones que distinguen nuestra fe. Lo

haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia. Recemos juntos: El Credo y El Padre nuestro.

3. Canto

4. Oremos Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo

estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.


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No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame. ¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso Pelícano, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén. (Compuesta por Santo Tomás de Aquino).

5. Contemplemos el Quinto Misterio Doloroso: la Crucifixión y Muerte de Jesús

A. Leamos el texto bíblico: Juan 19, 18-30

“Lo crucificaron a él y, con él, a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio. Junto a la cruz de Jesús estaba su Madre. Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo”

B. Meditemos sobre este segundo misterio dolorosoTe acompañamos Jesús hasta el Calvario. A Ti, el Señor que adoramos

en santidad implacable fuiste el mismo que bajaste al abismo del dolor: el dolor físico, el dolor espiritual, ¿Cuál de los dos más profundos? Sufriste un dolor humano, porque no hiciste teatro en tu carne, y un dolor teológico, porque el pueblo no aceptó la propuesta que el Padre había soñado. Porque era objeto de intercesión ante el pecado que cometían.

Con todo, los textos nos repiten una y otra vez: y… él cargando su cruz. Fuiste crucificado con dos ladrones. Esto, en una sociedad que promovía el privilegio social que consistía en compartir con “grandes” autoridades, estar rodeados de intelectuales, gente de prestigio, buena reputación, fama, honor, dinero.

A Ti a quien estamos adorando estabas al lado de gente que fue castigada por algunos delitos, gente que era repudiada. No sabemos si estaban ahí los familiares de estos hombres. Es posible que sintieran vergüenza de ellos, o tal vez, observaran de lejos. No se sabe nada. Lo cierto es que Tú no les rechaza. Ni en la cruz marginaste a nadie.

Los dos bandidos crucificados a tu lado tuvieron diversas reacciones: Uno de ellos te insultaba: “¿No eres tú el Cristo? ¡Pues sálvate a ti y a nosotros!” Otro, sin embargo, le increpó: “¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio éste nada malo ha hecho”. Y te pedía: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino”. Tú le contestaste: “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”. (Cfr. Lucas 23,39-43).

Adorarte es reconocer que Tú eres bueno, que tienes autoridad para salvar. Para que Tú salves es necesario aceptarte en tu autoridad divina. Uno de ellos pudo contemplarte traspasado por los clavos y ver en Ti a tu Padre. ¡Qué fe tan grande! Grande es reconocerte cuando no lo pareces,

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más allá de las apariencias. Este hombre contempló tu gloria, y la pidió, encima de toda certeza. Más firme aún es la fe tuya, quien se la promete, aún estado atado en la cruz. Dichosos los que han creído en Ti sin ver.

D. Presentemos nuestras intenciones:Necesitamos misericordia. Presentamos al Señor a tantos que necesitan

ser consolados con el bálsamo de nuestra misericordia, a los pecadores públicos y anónimos que necesitan del perdón y la misericordia de Dios para que se abran al arrepentimiento y sean bañados por la sangre redentora de Jesús que restablece y hace todo nuevo. Para que la Palabra de Jesús sea acogida y todos obtengan la gran misericordia de ser llamados hijos e hijas de Dios (Jn 1,12). Por los que les acongoja la muerte de sus seres queridos para que la muerte de Jesús sea anuncio de esperanza en la resurrección.

E. Recemos las 10 Ave Marías.

6. Canto.


8. Canto

9. Escuchemos la Palabra: Tito 2,10-12 | Mateo 18,15-35


Lector 1: Examinémonos ante el Señor“El imperativo de escuchar el clamor de los pobres se hace carne en

nosotros cuando se nos estremecen las entrañas ante el dolor ajeno. Releamos algunas enseñanzas de la Palabra de Dios sobre la misericordia, para que resuenen con fuerza en la vida de la Iglesia. El Evangelio proclama: «Felices los misericordiosos, porque obtendrán mise ricordia» (Mt 5,7). El Apóstol Santiago enseña que la misericordia con los demás nos permite salir triunfantes en el juicio divino: «Hablad y obrad como corresponde a quienes serán juzgados por una ley de libertad. Porque tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia; pero la misericordia triunfa en el juicio» (2,12-13).

En este texto, Santiago se muestra como heredero de lo más rico de la espiritualidad judía del postexilio, que atribuía a la misericordia un especial valor salvífico: «Rompe tus pecados con obras de justicia, y tus iniquidades con misericordia para con los pobres, para que tu ventura sea larga» (Dn 4,24). En esta misma línea, la literatura sapiencial habla de la limosna como ejercicio concreto de la misericordia con los necesitados: «La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado» (Tb 12,9). Más gráficamente aún lo expresa el Eclesiástico: «Como el agua apaga el fuego llameante, la limosna perdona los pecados» (3,30). La misma síntesis aparece recogida en el Nuevo Testamento: «Tened ardiente caridad unos por otros, porque la caridad cubrirá la multitud de los pecados» (1 Pe 4,8). Esta verdad penetró profundamente la mentalidad de los Padres de la Iglesia y ejerció


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una resistencia profética contracultural ante el individualismo hedonista pagano. Recordemos sólo un ejemplo: «Así como, en peligro de incendio, correríamos a buscar agua para apagarlo […] del mismo modo, si de nuestra paja surgiera la llama del pecado, y por eso nos turbamos, una vez que se nos ofrezca la ocasión de una obra llena de misericordia, alegrémonos de ella como si fuera una fuente que se nos ofrezca en la que podamos sofocar el incendio»” (Francisco, Evangeliigaudium, 193).

¿Qué te impide tener misericordia? ¿Quién o quiénes están pendientes de recibir tu perdón?

11. Canto

12. Momento de hablar con el Señor pidiéndole que sepamos cargar nuestra cruz y sepamos perdonar como Él nos perdona.

13. Canto: 70 veces 7 (Alfareros)

14. Compromiso de transformaciónLa vida cristiana es un camino hacia la santidad. La santidad no es otra

cosa que conciencia de pertenecer a Dios, de ser su hijo, hija; y en esta intimidad, corresponderle como el Padre espera. Santidad es conciencia de pertenencia. Actuar en esta sintonía. En este sentido, acojo un compromiso para sembrar las semillas que ha dejado en mí este tiempo de adoración. Quien ha acogido al Señor en su corazón lo lleva donde quiera que va. Que este amor encendido se note. Pero que el objetivo no sea que se note, sino que se lleve, para contagiar el mundo de esperanza.

Se tienen 5 minutos de silencio. Se puede escribir el compromiso y luego decirlo en voz alta en forma de oración

15. Canto final.

Sexta Hora

Felices los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios (Mt 5,8)

1. Motivación:Fe y conversión es el valor que estamos reflexionando y viviendo

a lo largo de este mes de marzo. La cuaresma un tiempo privilegiado de conversión, de volver a Dios, para recibir con alma limpia el tiempo nuevo y siempre renovador de la Pascua. Todo nuestro camino de fe se puede resumir en esta bienaventuranza, Felices los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios (Mt 5,8), toda nuestra vida es un camino en que la luz de la fe ilumina nuestras oscuridades descubriéndonos nuevas conquistas a las que el Señor nos invita alcanzar con su gracia.

Como vemos en la vida de los santos mientras más cerca del Señor más conciencia se hace de la necesidad de ser siempre renovados por la gracia y por una actitud de constante conversión y vuelta al Señor.

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La Palabra de Dios viene siempre en nuestro auxilio para hacernos discernir, para ponernos a pensar y a tomar decisiones sabias que acerquen nuestros ojos al rostro de Dios.

2. Canto: Renuévame Señor Jesús

3. Oración ante el SeñorSeñor venimos a tus pies cargados con nuestros pecados y nuestro

corazón confiesa nuestra hambre y necesidad de ti, de tu perdón, de tu misericordia. Queremos ser como niños inocentes que se fían de sus padres, queremos ser agua clara, alma limpia que llegue a ver tu rostro Señor. Arranca de nosotros todo lo que sea impureza, perturbación de nuestro corazón.

4. Escuchemos la Palabra: 1Juan 3,1-3.“1. Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de

Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. 2.Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es. 3.Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.”

5. Meditemos con el Papa Francisco:

“«Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios»Esta bienaventuranza se refiere a quienes tienen un corazón sencillo,

puro, sin suciedad, porque un corazón que sabe amar no deja entrar en su vida algo que atente contra ese amor, algo que lo debilite o lo ponga en riesgo. En la Biblia, el corazón son nuestras intenciones verdaderas, lo que realmente buscamos y deseamos, más allá de lo que aparentamos: «El hombre mira las apariencias, pero el Señor mira el corazón» (1 S 16,7). Él busca hablarnos en el corazón (cf. Os 2,16) y allí desea escribir su Ley (cf. Jr 31,33). En definitiva, quiere darnos un corazón nuevo (cf. Ez 36,26).

Lo que más hay que cuidar es el corazón (cf. Pr 4,23). Nada manchado por la falsedad tiene un valor real para el Señor. Él «huye de la falsedad, se aleja de los pensamientos vacíos» (Sb 1,5). El Padre, que «ve en lo secreto» (Mt 6,6), reconoce lo que no es limpio, es decir, lo que no es sincero, sino solo cáscara y apariencia, así como el Hijo sabe también «lo que hay dentro de cada hombre» (Jn 2,25).

Es cierto que no hay amor sin obras de amor, pero esta bienaventuranza nos recuerda que el Señor espera una entrega al hermano que brote del corazón, ya que «si repartiera todos mis bienes entre los necesitados; si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría» (1 Co 13,3). En el Evangelio de Mateo vemos también que lo que viene de dentro del corazón es lo que contamina al hombre (cf. 15,18), porque de allí proceden los asesinatos, el robo, los falsos testimonios, y demás cosas (cf. 15,19). En las intenciones del corazón se originan los deseos y las decisiones más profundas que realmente nos mueven”.

(Francisco, Gaudete et exsultate, 83-85).


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6. Silencio para meditar sobre la pureza y limpieza de nuestros corazones (15 minutos).

7. Canto: Pequé, Pequé, Dios mío

8. En silencio hagamos un sincero examen de conciencia: En este momento mirémonos `por dentro dejándonos guiar por el Espíritu

Santo, nuestro maestro interior (15 minutos). Ayudados por estas preguntas pidamos misericordia. (Algunos pueden ir leyendo despacio estas preguntas).Revisemos nuestra pureza de corazón.

Lector 1: En relación con Dios¿Solo me dirijo a Dios en caso de necesidad? ¿Participo regularmente

en la Misa los domingos y días de fiesta? ¿Comienzo y termino mi jornada con la oración? ¿Tomo en vano el nombre de Dios, de la Virgen, de los santos? ¿Me he avergonzado de manifestarme como católico? ¿Qué hago para crecer espiritualmente, cómo lo hago, cuándo lo hago? ¿Me revelo contra los designios de Dios? ¿Pretendo que Él haga mi voluntad? ¿Pongo en mi primer lugar a personas, cosas, dinero? ¿Creo y practico la brujería, hechicería, magia? ¿Me he desesperado ante situaciones difíciles y no he confiado el poder y el amor del Padre? ¿Leo todos los días la Palabra del Señor?

Lector 2: En relación con el prójimo¿Sé perdonar, tengo comprensión, ayudo a mi prójimo? ¿Juzgo sin

piedad tanto de pensamiento como con palabras? ¿He calumniado, robado, despreciado a los humildes y a los indefensos? ¿Soy envidioso, colérico, o parcial? ¿Me avergüenzo de mis hermanos, me preocupo de los pobres y de los enfermos? ¿Soy honesto y justo con todos o alimento la cultura del descarte? ¿Incito a otros a hacer el mal? ¿Observo la moral conyugal y familiar enseñada por el Evangelio? ¿Me dejo llevar de mis deseos sexuales de manera desordenada? ¿Me dejo llevar de la codicia, de malos vicios?¿Cómo cumplo mi responsabilidad de la educación de mis hijos? ¿Honro a mis padres? ¿He rechazado la vida recién concebida procurando el aborto? ¿He colaborado a hacerlo? ¿Respeto el medio ambiente, el agua, los árboles, el silencio? ¿Tiro basura en la calle? ¿He caído en la envidia? ¿He dicho mentiras? ¿He caído en la corrupción robando lo que no es mío y favoreciendo negocios ilegales? ¿Soy orgulloso? ¿En qué he sido egoísta? ¿He promovido el chisme, la calumnia, la difamación, las peleas, divisiones? ¿He sido desleal con las personas que han confiado en mí? ¿Me preocupo por el desarrollo integral de mi sector donde vivo? ¿Soy indiferente ante las personas y las cosas malas que existen a mi alrededor? ¿Doy a cada uno lo que le corresponde?

Lector 3: En relación conmigo mismo¿Soy un poco mundano y un poco creyente? ¿Como, bebo, fumo o me

divierto en exceso? ¿Me preocupo demasiado de mi salud física, de mis bienes? ¿Cómo utilizo mi tiempo?

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11. Pidamos perdón guiados por el Salmo 50 (51): Cada uno toma el versículo de este salmo que más le llegó, lo lee y hace

su propia petición de perdón. Se concluye con el Yo confieso.

12. Oración final: Jesús mi Señor y Redentor, / yo me arrepiento de todos los pecados

que he cometido hasta hoy y me pesa de todo corazón porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.

13. Canto final: Perdona a tu pueblo Señor.

Séptima Hora

Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios

1. Motivación:El Reino de Dios es un Reino de paz, Jesús es el príncipe que trae esa

paz y quienes acogen su Palabra son llamados hijos de Dios. Nuestra fe está unida al deseo de paz del Creador para toda la creación. Solo operan la verdadera paz aquellos que se dejan seducir por las palabras de justicia, verdad y libertad que se vuelven iniciativas solidarias por los demás y su dignidad.

Lo pilares de la paz descansan en esta realidad. Trabajar por la paz es luchar por el derecho a la vida de las personas y su dignidad, es defender el ecosistema global que hace aletear la vida de este mundo, es buscar la verdad en todo para proceder con total libertad optando siempre por lo bueno, justo y correcto.

El deseo de la paz está inscrito en el corazón de todas las personas y su existencia es tarea de todos.

2. Oración al Señor: Recemos juntos el cántico de las Criaturas

Altísimo y omnipotente buen Señor,tuyas son las alabanzas,la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convieneny ningún hombre es digno de nombrarte.Alabado seas, mi Señor,en todas tus criaturas,especialmente en el Señor hermano sol,por quien nos das el día y nos iluminas.Y es bello y radiante con gran esplendor,de ti, Altísimo, lleva significación.Alabado seas, mi Señor,por la hermana luna y las estrellas,


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en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.Alabado seas, mi Señor, por el hermano vientoy por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,por todos ellos a tus criaturas das sustento.Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,por el cual iluminas la noche,y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.Alabado seas, mi Señor,por la hermana nuestra madre tierra,la cual nos sostiene y gobiernay produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.Alabado seas, mi Señor,por aquellos que perdonan por tu amor,y sufren enfermedad y tribulación;bienaventurados los que las sufran en paz,porque de ti, Altísimo, coronados serán.Alabado seas, mi Señor,por nuestra hermana muerte corporal,de la cual ningún hombre viviente puede escapar.Ay de aquellos que mueranen pecado mortal.Bienaventurados a los que encontraráen tu santísima voluntadporque la muerte segunda no les hará mal.Alaben y bendigan a mi Señory denle gracias y sírvanle con gran humildad.

(San Francisco de Asís, Cántico de las criaturas)

3. Escuchemos la Palabra: Lucas 4, 16-22

4. En silencio meditemos esta PalabraLa evangelización, el anuncio de la Palabra es la iniciativa que trae la paz

al mundo. ¿Qué compromiso hago hoy con mi Señor para ser agente de paz por medio de la evangelización?

5. Canto: Anunciaremos tu Reino Señor (Reino de paz y justicia…)

6. Recemos los Misterios Luminosos del Rosario en este orden:• Se dice el Misterio. Se dice una intención unida al perdón. Se rezan las

avemarías y el Gloria. Luego se hace un canto.• En el primer misterio luminoso se contempla el Bautismo de Jesús en

el Jordán. (Mc 1, 9-11)• En el segundo misterio luminoso se contempla la auto revelación de

Jesús en las Bodas de Caná. (Jn 2, 3-5.11)• En el tercer misterio luminoso se contempla el anuncio del Reino de

Dios invitando a la conversión. (Mc 1,14-15)• En el cuarto misterio luminoso se contempla la Transfiguración. (Lc 9,

29.35).

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• En el quinto misterio luminoso se contempla la Institución de la Eucaristía. (Mt 26, 26-27)

7. Concluyamos el Santo Rosario dirigiéndole a Nuestra Madre, con amor filial, el rezo de la Salve: Dios te salve, Reina y Madre... (También se pueden rezar las Letanías).

9. Oración finalTe pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud

de cuerpo, mente y espíritu, y por la intercesión de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.

Canto final: Cántico de Daniel CÁNTICO DE LOS TRES JÓVENES (Dn 3,57-88.56)

Toda la creación alabe al Señor.

Octava Hora

Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos (Mt 5,10)

1. Motivación: Esta Hora la dedicamos a rezar la Coronilla de la Misericordia tal como

la enseñara Sor Faustina Kowalka que recibió el mandato del Señor a promoverla para pedir misericordia por cada uno y por el mundo entero. De Santa Faustina dice el Papa: “En particular el pensamiento se dirige a la grande apóstol de la misericordia, santa Faustina Kowalska. Ella que fue llamada a entrar en las profundidades de la divina misericordia, interceda por nosotros y nos obtenga vivir y caminar siempre en el perdón de Dios y en la inquebrantable confianza en su amor.

Vivamos esta experiencia de la Coronilla de la misericordia y entremos en esas profundidades de la misericordia.

2. Canto a la misericordia del Señor

3. Iniciemos rezando el Padre Nuestro, Ave María y el Credo.

4. Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) el que dirige dice: “Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo y Señor Nuestro Jesucristo, en propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.”

En las cuentas pequeñas del Ave María se dice diez veces.Uno: “Por Su Dolorosa Pasión,


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Todos: ten misericordia de nosotros y del mundo entero.”

Al finalizar la decena de la coronilla se repite tres veces: “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero”.

5. Canto

6. Escuchemos la Palabra: 2Corintios 4,7-15

7. Silencio para contemplar a los perseguidos por causa de la justicia, por causa del Evangelio (10 minutos).

8. Recemos con Sor Faustina la Letanía a la Misericordia DivinaMisericordia Divina, que brota del seno del Padre - en Ti confío.Misericordia Divina, supremo atributo de Dios - en Ti confío.Misericordia Divina, misterio incomprensible - en Ti confío.Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad - en Ti confío.Misericordia Divina, insondable para todo entendimiento humano o angélico - en Ti confío.Misericordia Divina, de donde brotan toda vida y felicidad - en Ti confío.Misericordia Divina, más sublime que los cielos - en Ti confío.Misericordia Divina, fuente de milagros y maravillas - en Ti confío.Misericordia Divina, que abarca todo el universo - en Ti confío.Misericordia Divina, que baja al mundo en la Persona del Verbo Encarnado - en Ti confío.Misericordia Divina, que manó de la herida abierta del Corazón de Jesús - en Ti confío.Misericordia Divina, encerrada en el Corazón de Jesús para nosotros y especialmente para los pecadores - en Ti confío.Misericordia Divina, impenetrable en la institución de la Sagrada Hostia - en Ti confío.Misericordia Divina, en el sacramento del Santo Bautismo - en Ti confío.Misericordia Divina, en nuestra justificación por Jesucristo - en Ti confío.Misericordia Divina, que nos acompaña durante toda la vida - en Ti confío.Misericordia Divina, que nos abraza especialmente a la hora de la muerte - en Ti confío.Misericordia Divina, que nos otorga la vida inmortal - en Ti confíoMisericordia Divina, que nos acompaña en cada momento de nuestra vida - en Ti confío.Misericordia Divina, que nos protege del fuego infernal - en Ti confíoMisericordia Divina, en la conversión de los pecadores empedernidos - en Ti confío.Misericordia Divina, asombro para los ángeles, incomprensible para los Santos - en Ti confío.Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios - en Ti confío.Misericordia Divina, que nos rescata de toda miseria - en Ti confíoMisericordia Divina, fuente de nuestra felicidad y deleite - en Ti confíoMisericordia Divina, que de la nada nos llamó a la existencia - en Ti confío.

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Misericordia Divina, que abarca todas las obras de Sus manos - en Ti confío.Misericordia Divina, corona de todas las obras de Dios - en Ti confíoMisericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos - en Ti confíoMisericordia Divina, dulce consuelo para los corazones angustiados - en Ti confío.Misericordia Divina, única esperanza de las almas desesperadas - en Ti confío.Misericordia Divina, remanso de corazones, paz ante el temor - en Ti confío.Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas - en Ti confíoMisericordia Divina, que infunde confianza, perdida ya toda esperanza - en Ti confío.

9. Oremos al Señor: Oremos: Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro

de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Misma” (Diario, 949).

10. Jaculatoria final: “Oh Sangre y Agua que brotaron del Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío”.

11. Canto: Grita Profeta. (Vicente Mateú)

Novena Hora-Primera Hora

Decima Hora-Segunda Hora

Undécima Hora-Tercera Hora

Duodécima Hora-Cuarta Hora

Decimotercera Hora-Quinta Hora

Decimocuarta Hora-Sexta Hora

Decimoquinta Hora- Séptima Hora

Decimosexta Hora- Octava Hora

Decimoséptima Hora-Primera Hora

Decimoctava Hora- Segunda Hora

Decimonovena Hora- Tercera Hora

Vigésima Hora- Cuarta Hora

Vigésimo Primera Hora- Quinta Hora

Vigésimo Segunda Hora- Sexta Hora

Vigésimo Tercera Hora- Séptima Hora

Vigésimo Cuarta Hora – Octava Hora |Bendición Eucarística

¡Alabado sea Jesucristo! 24 Horas para el Señor y todo este Año 2019 para seguirlo escuchando y sirviendo en su Palabra.


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Lecturas Dominicales y Diarias Marzo 2019Las lecturas están tomadas del Calendario Litúrgico de la Conferencia del

Episcopado Dominicano 2019

1 Feria

Viernes Verde

Lectura del libro del Eclesiástico 6,5-7Una palabra amable multiplica los amigos y aleja a los enemigos, y la

lengua afable multiplica los saludos. Sean muchos los que estén en paz contigo, pero tus confidentes, solo uno entre mil.

Si haces un amigo, ponlo a prueba, y no tengas prisa en confiarte a él. Porque hay amigos de ocasión, que no resisten en el día de la desgracia. Hay amigos que se convierten en enemigos, y te avergüenzan descubriendo tus litigios. Hay amigos que comparten tu mesa y no resisten en el día de la desgracia. Cuando las cosas van bien, es como otro tú, e incluso habla libremente con tus familiares.

Pero si eres humillado, se pone contra ti y se esconde de tu presencia. Apártate de tus enemigos y sé cauto incluso con tus amigos. Un amigo fiel es un refugio seguro, y quien lo encuentra ha encontrado un tesoro. Un amigo fiel no tiene precio y su valor es incalculable. Un amigo fiel es medicina de vida, y los que temen al Señor lo encontrarán. El que teme al Señor afianza su amistad, porque, según sea él, así será su amigo. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 118,12.16.18.27.34.35R/. Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos

Bendito eres, Señor, enséñame tus decretos. R/.Tus decretos son mi delicia, no olvidaré tus palabras. R/.Ábreme los ojos, y contemplaré las maravillas de tu ley. R/.Instrúyeme en el camino de tus mandatos, y meditaré tus maravillas. R/.Enséñame a cumplir tu ley y a guardarla de todo corazón. R/.Guíame por la senda de tus mandatos, porque ella es mi gozo. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,1-12En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se

le fue reuniendo gente por el camino y según su costumbre les enseñaba. Acercándose unos fariseos, le preguntaban para ponerlo a prueba: «¿Le es lícito al hombre repudiar a su mujer?». Él les replicó: «¿Qué les ha mandado Moisés?». Contestaron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla».

Jesús les dijo: «Por la dureza de su corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.

De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: «Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera, Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio». Palabra del Señor.

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Meditación

Con frecuencia, los Maestros de la Ley y los fariseos ponían trampas a Jesús con preguntas maliciosas, tratando que se contradijera a sí mismo o a la Ley de Moisés. Se sentían molestos porque brindaba su atención y acogía gente que la sociedad judía rechazada presuntamente por pecadoras: publicanos, prostitutas, desahuciados como era el caso de los leprosos y hasta adúlteras.

En el caso de la presente lectura, los fariseos tratan de que Jesús ponga en entredicho la Ley de Moisés respecto del matrimonio, preguntándole si era lícito que un hombre repudiara a su mujer.

Si respondía que era lícito, actuaba en contra de la Ley pudiendo ser acusado ante la comunidad de traidor a las normas socio-religiosas, pero si decía que no, entraba en abierta contradicción con su mensaje y sus obras de misericordia, pudiendo ellos entonces restarle autoridad desacreditándolo como mentiroso y farsante.

En aquella sociedad, el derecho matrimonial judío permitía a la mujer la separación del marido en algunos casos, pero únicamente le reconocía derecho de divorcio al hombre, quien podía repudiar a la mujer hasta por el simple hecho accidental de dejar ella quemar la comida.

Jesús no entra en polémicas, sino que les da una inesperada respuesta. Primero los refiere a la fuente misma de estas normas: a Moisés, y luego les responde con gran sabiduría, llevándolos a la fuente originaria de todo: al mismo Dios.

Si la Ley Mosaica está condicionada por circunstancias humanas (“Moisés permitió escribir el acta de divorcio por la dureza del corazón de ustedes”), en cambio, la ley de Dios es inapelable: es el mandato del amor (“…dejará el hombre a su padre y a su madre…, de manera que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios unió, no lo separe el hombre.”

2 Feria

Sábado Verde

Lectura del libro del Eclesiástico 17,1-13EL Señor creó al ser humano de la tierra, y a ella lo hará volver de nuevo.

Concedió a los humanos días contados y un tiempo fijo, y les dio autoridad sobre cuanto hay en la tierra.

Los revistió de una fuerza como la suya y los hizo a su propia imagen.Hizo que todo ser viviente los temiese, para que dominaran sobre fieras y aves. Discernimiento, lengua y ojos, oídos y corazón les dio para pensar. Los llenó de ciencia y entendimiento, y les enseñó el bien y el mal.

Puso su mirada en sus corazones, para mostrarles la grandeza de sus obras, y les concedió gloriarse por siempre de sus maravillas.

Por eso alabarán su santo nombre, para contar la grandeza de sus obras. Puso delante de ellos la ciencia, y les dejó en herencia una ley de vida. Estableció con ellos una alianza eterna, y les enseñó sus decretos. Sus ojos vieron la grandeza de su gloria y sus oídos oyeron su voz gloriosa. Les dijo: «Guárdense de toda iniquidad», y les dio a cada uno preceptos acerca del


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prójimo. La conducta humana está siempre ante Dios, no puede ocultarse a sus ojos. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 102,13-14.15-16.17-18aR/. La misericordia del Señor sobre sus fieles dura siempre

Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por los que lo temen; porque él conoce nuestra masa, se acuerda de que somos barro. R/.

Los días del hombre duran lo que la hierba, florecen como flor del campo, que el viento la roza, y ya no existe, su terreno no volverá a verla. R/.

Pero la misericordia del Señor dura desde siempre y por siempre, para aquellos que lo temen; su justicia pasa de hijos a nietos: para los que guardan la alianza. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,13-16En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero

los discípulos los regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí: no se lo impidan, pues de los que son como ellos es el reino de Dios. En verdad les digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él». Y tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos. Palabra del Señor.

Meditación

A grandes rasgos, de seguro esta escena será familiar para usted: en una reunión de adultos se cuela algún chiquillo (o chiquilla), que de repente corta el hilo de la conversación, obligando a los presentes a prestar atención a sus motivos infantiles, muy ajenos al tema en cuestión. La reacción para estos casos, es la orden a los pequeños intrusos de alejarse a otro sitio, porque “los niños no deben estar en la conversación de los adultos”.

Algo similar ocurrió cuando Jesús se encaminaba a Jerusalén desde Galilea en compañía de sus seguidores, e irrumpe un grupo de niños llevados por sus familiares para que Jesús los tocara y los discípulos tratan de alejarlos. No es de extrañar este comportamiento de los discípulos en el territorio palestino de tiempos de Jesús, una sociedad excluyente para diversos grupos, niños y mujeres entre ellos. Lo asombroso del caso fue la inesperada respuesta de Jesús, regañando a sus seguidores por el trato dispensado a los niños.

El gesto de Jesús se inscribe en una catequesis a sus discípulos, impartida en el camino a Jerusalén, aprovechando para desarrollar con ellos enseñanzas sobre el Reino.

La promesa de Jesús: “…de los que son como éstos es el Reino de Dios”, acaso podemos asimilarlo con la principal cualidad de los niños: esperan confiadamente todo de sus padres, se sienten protegidos ante cualquier desventura. Por eso, como bien lo expresa el documento de Aparecida: “son don y signo de la presencia de Dios en nuestro mundo por su capacidad de aceptar con sencillez el mensaje evangélico“(438) y “al ser la niñez primera etapa de la vida del ya nacido, constituye una ocasión maravillosa para la transmisión de la fe” (440).

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“Niños” en el lenguaje de Jesús son las personas vulnerables que cuentan poco, los desheredados del poder, los sin fortuna, los enfermos, los pobres que esperan con fe, ver cumplirse en ellos la promesa de justicia y misericordia del Padre, los mismos que deben convertirse hoy en centro de nuestra atención particular.

A propósito, el numeral 439 del Documento de Aparecida reclama no ser indiferentes para la niñez que sufre: -en situación de pobreza, de violencia intrafamiliar (sobre todo en familias irregulares o desintegradas), de abuso sexual, explotados laboralmente, hambreada y sedienta en las calles, portadores de HIV, huérfanos, lanzados a la violencia, engañados, expuestos a la pornografía y prostitución forzada, tanto virtual como real.

¿Qué has hecho tú para aliviar la condición de vida de alguno de estos pequeños?

3 VIII Domingo del Tiempo Ordinario

III Semana Liturgia de la Horas Verde

Quien cree y se convierte al Señor da sus frutos

Algunas orientaciones: Se coloca el lema del mes “conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc.7,15)

con su valor “Conversión y Fe” . Se resalta el lema de este Domingo y se recuerda el lema y el valor del año. Se recuerda que este mes seguimos entusiasmándonos y preparándonos para la gran Misión Bíblica Católica. Se resalta que el día 8 de este mes es el día Internacional de la Mujer y el 6 de Febrero es el Miércoles de Ceniza con el que iniciamos la Cuaresma tiempo de fe y conversión. En la presentación de las ofrendas se pueden presentar los frutos buenos que ya estamos dando en nuestra comunidad, con una canasta llena de esos frutos; se pueden presentar a mujeres de nuestra comunidad que se distinguen por sus buenos frutos.

Monición ambiental:Hermanos y hermanas con gozo nos congregamos en torno a la mesa

del Señor en este Octavo Domingo del Tiempo Ordinario al iniciar el mes de Marzo en el que el Señor nos invita a cultivar los valores de la fe y de la conversión con el lema: “conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc. 1,15)

En la Palabra de hoy se nos recuerda que la verdadera conversión y fe en el Señor se muestra en la manera que razonamos, hablamos y en los frutos buenos que brotan de un corazón purificado por El. Examinémonos cada uno mirándonos por dentro y los frutos que estamos dando para dejarnos guiar por el Maestro, manteniéndonos firmes en El y avanzando así a su victoria final sobre el pecado, la muerte y toda opresión.

Con gozo y esperanza cantando recibamos a Jesucristo palabra de vida eterna que llega a presidir esta Celebración en la persona de su ministro.

Oración ColectaConcédenos tu ayuda, Señor, para que el mundo progrese, según tus

designios, gocen las naciones de una paz estable y tu Iglesia se alegre de poder servirte con una entrega confiada y pacífica. Por nuestro Señor Jesucristo.


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Primera Lectura: Eclesiástico 27,5-8La primera lectura de este día nos recuerda que cuando hablamos se

conoce quiénes somos y lo que hay en nuestro corazón dejando ver si hay verdadera fe y conversión al Señor o no la hay. Escuchemos.

Lectura del libro de Eclesiástico 27, 4-7Se agita la criba y queda el desecho, así el desperdicio del hombre

cuando es examinado. El horno prueba la vasija del alfarero, el hombre se prueba en su razonar. El fruto muestra el cultivo de un árbol, la palabra, la mentalidad del hombre. No alabes a nadie antes de que razone, porque esa es la prueba del hombre. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 91, 2-3. 13-14. 15-16R. Es bueno dar gracias al Señor

Es bueno dar gracias al Señor y tocar para tu nombre, oh Altísimo, proclamar por la mañana tu misericordia y de noche tu fidelidad. R/.

El justo crecerá como una palmera, se alzará como un cedro del Líbano: plantado en la casa del Señor, crecerá en los atrios de nuestro Dios. R/.

En la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso, para proclamar que el Señor es justo, que en mi Roca no existe la maldad. R/.

Segunda Lectura: Corintios 15, 54-58Alegrémonos, porque si nos mantenemos firmes y constantes en la fe en

el Señor Resucitado vencedor de la muerte y dando frutos de conversión participaremos de su victoria final. Escuchemos

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 54-58Hermanos: Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal

se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: «La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?».

El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado es la Ley. ¡Demos gracias a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo! Así, pues, hermanos míos queridos, manténganse firmes y constantes. Trabajen siempre por el Señor, sin reservas, convencidos de que el Señor no dejará sin recompensa su fatiga. Palabra de Dios.

Aleluya Flp. 2,15-16Brillen como lumbreras del mundo, mostrando una razón para vivir

Evangelio: Lucas 6,39-45Convertirse al Señor y creer en El implica tenerlo como maestro, ser

sincero consigo mismo antes que juzgar a los otros y como árbol bueno dar frutos buenos que broten del corazón. Aclamemos a Jesús el Señor que nos habla en este Evangelio de hoy.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 39-45En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola: —«¿Acaso

puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Un discípulo no es más que su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

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¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.

No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano. Cada árbol se conoce por su fruto; porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.

El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca». Palabra del Señor.

Oración de los fieles:Quien preside: Con toda confianza nos dirigimos al Padre diciendo:

Aumenta nuestra fe para que demos los frutos buenos de tu amor. Por el Papa, Obispos, Sacerdotes, Diáconos, consagrados y consagradas,

laicos y laicas comprometidos, para que convertidos y creyendo más en el Señor demos los frutos buenos que se esperan de nosotros. Oremos.

Por todos los países y los que los dirigen, para que den los frutos de la justicia, de la transparencia y la distribución adecuada y equitativa de los bienes que Dios ha dejado para todos. Oremos.

Por los enfermos, los niños abandonados, los internos en la cárcel y todos aquellos que hayan perdido la esperanza, para que a través de nuestras palabras y obras sientan la cercanía de Jesús y se conviertan a Él. Oremos.

Por todas las familias, en especial por las mujeres, para que se respeten y sean respetadas en su dignidad y no se les vulneren sus derechos. Oremos.

Por nosotros, para que cada vez más nuestra fe en el Señor sea más firme y constante y así demos los frutos de una verdadera conversión a Él. Oremos.

Quien preside: Acoge nuestras súplicas, Padre Santo. Haz crecer nuestra fe en el Evangelio de tu Hijo que nos lleve a una verdadera conversión y así demos los frutos buenos de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor.

4 Memoria Obligatoria: San Casimiro

Lunes Blanco

Lectura del libro del Eclesiástico 17,20-28A los que se arrepienten Dios les permite volver, y consuela a los que han

perdido la esperanza, y los hace partícipes de la suerte de los justos. Retorna al Señor y abandona el pecado, reza ante su rostro y elimina los obstáculos.

Vuélvete al Altísimo y apártate de la injusticia y detesta con toda el alma la abominación. Reconoce los justos juicios de Dios, permanece en la suerte que te ha asignado y en la oración al Dios altísimo.

En el abismo ¿quién alabará al Altísimo como lo hacen los vivos y quienes le dan gracias? Para el muerto, como quien no existe, desaparece la alabanza, sólo el que está vivo y sano alaba al Señor. ¡Qué grande es la misericordia del Señor y su perdón para los que retornan a él! Palabra de Dios.


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Salmo Responsorial: 31,1-2.5.6.7R/. Alégrense, justos, y gocen con el Señor

Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito y en cuyo espíritu no hay engaño. R/.

Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito; propuse: «Confesaré al Señor mi culpa», y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R/.

Por eso, que todo fiel te suplique en el momento de la desgracia: la crecida de las aguas caudalosas no lo alcanzará. R/.

Tú eres mi refugio, me libras del peligro, me rodeas de cantos de liberación. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,17-27En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno

corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».

Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».

Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud».Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda,

vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme».

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste porque era muy rico.Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!». Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras. Pero Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».

Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo». Palabra del Señor.

Meditación

Siguiendo la ruta hacia Jerusalén acompañado de su grupo de seguidores, Jesús se topa con un hombre a quien le interesa vivamente ganar la vida eterna.

Jesús mira los ojos de los demás, ve sus intenciones y la proyección de su vida, lo que le hizo sentir gran admiración por el joven rico. Podría ser un buen discípulo… En suma, un hombre bueno con una vida digna.

Sin embargo, le hizo ver que aun con esa holgada condición, la existencia es corta y que ser rico no es un factor de eternidad. Ese hombre había oído decir que era el Mesías esperado, así que acudió en búsqueda de respuesta certera. Grande fue su decepción, cuando la única exigencia, según Jesús, que le garantizaba heredar la tan ansiada vida eterna consistía, precisamente, en renunciar a todos sus bienes. El mismo requisito vale para nosotros en el mundo de hoy en que el tener, el placer y el poder son el hilo que mueve a los hombres.

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Si echas una mirada a tus posesiones te darás cuenta, por muy humilde que sea tu condición, de que puedes prescindir de alguna de ellas. Renuncia a tus seguridades humanas, centra tu vida en Dios y nada te hará falta porque quien tiene a Dios nada le falta.

Se acerca la Cuaresma, tiempo ideal para renunciar a todo cuanto no nos conduce a Dios. Podrías ejercitar tu desapego regalando algo de utilidad a quien lo necesite más que tú.

5 Feria

Martes Verde

Lectura del libro del Eclesiástico 35,1-15Quien observa la ley multiplica las ofrendas, quien guarda los

mandamientos ofrece sacrificios de comunión. Quien devuelve un favor hace una ofrenda de flor de harina, quien da limosna ofrece sacrificios de alabanza.

Apartarse del mal es complacer al Señor, un sacrificio de expiación es apartarse de la injusticia. No te presentes ante el Señor con las manos vacías, pues esto es lo que prescriben los mandamientos. La ofrenda del justo enriquece el altar, su perfume sube hasta el Altísimo.

El sacrificio del justo es aceptable, su memorial no se olvidará. Glorifica al Señor con generosidad, y no escatimes las primicias de tus manos. Cuando hagas tus ofrendas, pon cara alegre y paga los diezmos de buena gana. Da al Altísimo como él te ha dado a ti, con generosidad, según tus posibilidades. Porque el Señor sabe recompensar y te devolverá siete veces más.

No trates de sobornar al Señor, porque no lo aceptará; no te apoyes en sacrificio injusto. Porque el Señor es juez, y para él no cuenta el prestigio de las personas. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 49,5-6.7-8.14.23R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios

«Congréguenme a mis fieles, que sellaron mi pacto con un sacrificio».Proclame el cielo su justicia; Dios en persona va a juzgar. R/.

«Escucha, pueblo mío, voy a hablarte; Israel, voy a dar testimonio contra ti; —yo soy Dios, tu Dios—. No te reprocho tus sacrificios, pues siempre están tus holocaustos ante mí». R/.

Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza, cumple tus votos al Altísimo. «El que me ofrece acción de gracias, ése me honra; al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios». R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,28-31En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya ves que nosotros

lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo: «En verdad les digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más —casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones— y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros». Palabra del Señor.


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Meditación

Con frecuencia escuchamos decir: “Manos que dan, esperan”, aludiendo a la actitud humana de perseguir un beneficio posterior al acto de dar, que la generosidad humana espera recompensa.

Los discípulos lo han dejado todo, pisan las huellas de su Maestro, aunque van con las manos vacías, seducidos por el llamado ¡Sígueme! Marchan con el Señor por los ásperos caminos, dejando atrás en ese momento a un rico que quiso ganarse el tesoro de la vida eterna y se marchó cabizbajo cuando Jesús le pidió dejar todo y acompañarle. Los discípulos acarician en secreto la idea de ostentar una buena posición llegado el momento, cuando Jesús, el Mesías esperado, tome posesión como rey de Israel.

Pedro, hace de vocero del grupo para dejar en claro el contraste con el joven rico, como queriendo significar “nosotros sí que dejamos todo y te hemos seguido”.

La explicación de Jesús no se deja esperar: a los que han dejado “todo” (propiedades, ocupación, familias) la recompensa será del ciento por uno, y en el reino venidero disfrutarán de la vida eterna. Aunque también conlleva pagar el precio de las persecuciones. Dos tentaciones en la interpretación de este mensaje de Jesús pueden dar lugar a interpretaciones equivocadas:

La primera distorsión consiste en darle a la promesa un carácter de intercambio de negocio, es decir, esperando que en algún momento me recompense por mi entrega y buenas obras. Otra tentación, sería pensar que la exigencia de entregarlo todo por causa de Jesús y del Reino para ganar la vida eterna, sólo corresponde a quienes han optado por la vida consagrada.

Esta perspectiva de plenitud tiene un alcance universal y total que engloba a todo el hombre y a todos los hombres. Además, integra todas las dimensiones de la vida.

Lo cierto es que el amor de Dios va mucho más allá de la lógica humana y todos debemos darlo todo para ser miembros del reino y gozar del amor sin medidas de Dios (la recompensa) viviendo y desviviéndonos por los hermanos (servicio, entrega, seguimiento).

Porque ese reino ha comenzado aquí y ahora, y dado que la lógica de Dios es desconcertante para los seres humanos, lo importante, a fin de cuentas, es no quedarse fuera del amor de Dios. Y el tiempo de Cuaresma es propicio para interiorizar esa experiencia.

6 Miércoles de Ceniza

IV Semana Liturgia de las Horas MoradoMiércoles de Ceniza que inicia el Tiempo de Cuaresma,

camino hacia la Pascua del Señor.

Conviértete y cree en el Evangelio

ALGUNAS ORIENTACIONES PARA ESTA CELEBRACIONColocar el lema del mes “conviértanse y crean en el Evangelio”(Mc.7,15)

con su valor “Conversión y Fe”. Resaltar el lema del día. Preparar la Ceniza

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que se hará de los ramos utilizados en la procesión del Domingo de Ramos. Tener agua bendita para rociar la Ceniza y suficientes recipientes para colocar la Ceniza y así puedan varios ministros imponerla. En la Cuaresma este tiempo, el sacerdote vestirá ornamentos morados; no se canta el Aleluya ni el Gloria; no habrá flores en el altar ni se tocan instrumentos. En la Misa de hoy no se hace el Acto Penitencial, que se realizará en la imposición de la Ceniza. Crear un ambiente de recogimiento, pues se inicia el tiempo de penitencia, de conversión, oración intensa y compartir con los más pobres caminando así hacia la fiesta de la Pascua.

Monición Ambiental Hermanos y hermanas: Nos reúne el Señor en este Miércoles de Ceniza

para iniciar el tiempo de Cuaresma, que viviremos animados por el lema “conviértanse y crean en el Evangelio”(Mc.7,15). Somos convocados por el Señor a vivir este tiempo de oración intensa y de ayuno acompañado de obras de amor y de servicio a los más pobres, para que convertidos y purificados por el Señor de nuestros pecados, podamos llegar a la Celebración de la Pascua con un corazón reconciliado y afianzado en la fe.

La Cuaresma, la iniciamos con la imposición de la ceniza en nuestra cabeza, para recordar nuestra debilidad humana, “somos polvo y al polvo volveremos”. Toda la Cuaresma nos lleva a renovar con fe la Alianza de amor que hicimos con Cristo en el Bautismo, a vivir este tiempo de revisión y de reconciliación, para incrementar la vida de oración, para escuchar, meditar, vivir y cumplir la palabra de Dios, para convertirnos al Evangelio

Dispongámonos con humildad y sencillez para esta Celebra ción recibiendo al mismo Jesucristo quien nos preside a través de su ministro.

Primera Lectura: Joel 2,12-18 Dios nos convoca a través del profeta Joel a dejarnos tocar el corazón, a

escuchar, vivir y cumplir la Palabra para una vivencia del Reino en conversión sincera, verdadera y permanente. Escuchemos

Lectura del libro del profeta Joel 2,12-18 Ahora —oráculo del Señor—, conviértanse a mí de todo corazón, con

ayunos, llantos y lamentos; rasguen sus corazones, no sus vestidos, y conviértanse al Señor su Dios, un Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en amor, que se arrepiente del castigo.

¡Quién sabe si cambiará y se arrepentirá dejando tras de sí la bendición, ofrenda y libación para el Señor, su Dios! Toquen la trompeta en Sion, proclamen un ayuno santo, convoquen a la asamblea, reúnan a la gente, santifiquen a la comunidad, llamen a los ancianos; congreguen a los muchachos y a los niños de pecho; salga el esposo de la alcoba y la esposa del tálamo.

Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, servidores del Señor, y digan: «Ten compasión de tu pueblo, Señor; no entregues tu heredad al oprobio ni a las burlas de los pueblos». ¿Por qué van a decir las gentes: «Dónde está su Dios»? Entonces se encendió el celo de Dios por su tierra y perdonó a su pueblo. Palabra de Dios.


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Salmo Responsorial: 50, 3-4.5-6ª.12-13. 14 y 17R/ “Misericordia, Señor, hemos pecado”

Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.

Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado. Contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad en tu presencia. R/.

Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme. No me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.

Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. R/.

Segunda Lectura: 2 Corintios 5,20-6,2El Apóstol Pablo nos invita a vivir este tiempo de gracia, que inicia hoy

con la cuaresma, meditando y haciendo nuestra la palabra de Dios, para reconciliarnos con el Padre en Cristo Jesús y con los hermanos, en un proceso de conversión plena y sincera. Escuchemos.

Lectura del libro de Segunda lectura: 2 Corintios 5,20-6,2 Hermanos: Somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio es como

si Dios mismo los exhortara a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se dejen reconciliar con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo “pecado” por nosotros, para que, unidos a Él, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos justos y santos. Como colaboradores que somos de Dios, los exhortamos a no echar su gracia en saco roto. Porque el Señor dice: En el tiempo favorable te escuché y en el día de la salvación te socorrí. Pues bien, ahora es el tiempo favorable; ahora es el día de la salvación. Palabra de Dios.

Aclamación (cfr. Sal 94, 8) R /. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. Hagámosle caso al Señor, que nos dice: “No endurezcan su corazón”. Evangelio: Mateo 6,1-6 y 16-18

Creer en el Evangelio y convertirse a El se muestra en la sinceridad y en la sencillez en todo lo que hacemos y decimos buscando sólo la gloria de Dios y el bien de los hermanos. Puestos de pie aclamemos cantando al Maestro que nos enseña y guía y a quien escucharemos con atención.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo, 1-6. 16-18En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidado de no practicar su

justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendrán recompensa de su Padre celestial.

Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad les digo que ya han recibido su recompensa.

Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Cuando oren, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa.

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Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.

Cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad les digo que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».” Palabra del Señor.

Meditación

Comienza la Cuaresma, un camino de cuarenta días de penitencia y conversión hacia la Pascua, que culmina con la Resurrección de Cristo. El pueblo de Dios está convocado a la limosna, la oración y el ayuno, en un llamado individual a la vez que como familia eclesial para participar de las grandes celebraciones.

Hoy es miércoles de Cenizas y más allá de acudir a que nos impongan la señal en la frente, en el ritual visible ante los hombres, inaugura un tiempo de meditación y conversión ante Dios.

San Mateo profundiza en la enseñanza moral de las tres principales obras penitenciales, llamadas a renovar los corazones, tanto en el silencio personal como en el culto.

Para que sea un auténtico tiempo de salvación, la Cuaresma debe convertir la oración habitual en una práctica oracional profunda, humilde y frecuente, procurando que se convierta en una experiencia que impregne cada momento. Que lo más importante sea el dialogo confiado con Jesús, dirigiendo a El nuestra atención tanto como escuchándole en reverente silencio.

El ayuno nos sensibiliza física y espiritualmente, siendo el sacrificio personal por excelencia para este tiempo fuerte, que se corresponde con una mortificación personal inspirada en Jesús y los hermanos que afrontan una situación difícil. El ahorro resultado de nuestra abstinencia (de carne) y abstención (de alcohol, tabaco y distracciones mundanas), son un medio eficaz para favorecer algún conocido con apremio económico. La otra experiencia es la limosna, que no se limita únicamente a la acción de aliviar la necesidad de alimento al hambriento callejero o de compartir un bien material con un pobre de solemnidad, aunque también signifique eso. Consiste, además, en detectar la necesidad de solidaridad impostergable de cualquier persona, aunque no sea cercana en el afecto, que requiera nuestro tiempo, atención y sentido de sacrificio.

Se impone, no obstante, un requerimiento: “Cuiden de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos”. Acaso se haga necesario añadir que “delante de los hombres.” No se refiere a su presencia física, sino que tampoco debe difundirse a través de cualquier medio que posibilite ganar la conciencia de la gente, redes sociales, por ejemplo. Sólo así serán factor de conversión y perdón.

Vivamos esta Cuaresma con espíritu de humildad, pidiendo cada día perdón de corazón por nuestros pecados e injusticias.


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Oración de los fielesQuien preside: Con el corazón dispuesto a vivir este tiempo de oración

intensa, penitencia y de compartir con los más pobres presentemos nuestras súplicas al Padre diciéndole: Danos la gracia de una conversión sincera al Evangelio.

Por la Iglesia esposa de Cristo, para que, acogiendo, escuchando y viviendo la Palabra realicemos este camino cuaresmal que nos lleve a una conversión sincera. Oremos.

Por los que gobiernan las naciones, para que reconociéndose débiles y pecadores se conviertan al Evangelio y trabajen por un mundo de justicia para todos .Oremos.

Por los más pobres que nosotros, para que en esta Cuaresma se acerquen más y más al Señor y que nuestro ayuno nos lleve a compartir con ellos y así mitiguen sus necesidades. Oremos.

Por nosotros que recibimos en nuestra frente la ceniza que nos recuerda que polvo somos, para que nos convirtamos y creamos al Evangelio e iniciemos un camino de purificación y de buenas obras para llegar a la Pascua con un corazón renovado Oremos.

Quien preside: Recibe, Padre, nuestras oraciones para que, practicando la penitencia, la oración intensa y el compartir con los más pobres nos convirtamos más a Ti y creamos de verdad al Evangelio. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

7 Jueves después de Ceniza

Jueves Morado o Rojo

Se puede hacer la conmemoración de Santas Perpetua y Felicidad, Mártires

Lectura del libro del Deuteronomio 30,15-20Moisés habló al pueblo, diciendo: «Mira: hoy te pongo delante la vida y

el bien, la muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te promulgo hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerás; el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para conquistarla. Pero, si tu corazón se aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te prosternas dando culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio, que, después de pasar el Jordán y de entrar en la tierra para tomarla en posesión, no vivirás muchos años en ella. Hoy cito como testigos contra ustedes al cielo y a la tierra; te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición. Elige la vida, y vivirán tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que había prometido dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 1, 1-2.3.4.6R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor,y medita su ley día y noche. R/.

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Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,22-25En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El Hijo del hombre tiene

que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»

Y, dirigiéndose a todos, dijo: «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?» Palabra del Señor.

Meditación

Lucas nos introduce al anuncio de la Pasión de Jesús que conllevará sufrimiento, condena, cruz y muerte, camino de dolor que debe atravesar para llegar al triunfo de la resurrección, abriéndonos con ello las puertas de la salvación.

En el curso de nuestra vida, todos atravesamos en algún momento por experiencias de dolor a las que cabría calificar como cruces y daríamos cualquier cosa por no sufrirlas de nuevo. Pero en este anuncio Jesús nos anticipa que, para participar de su reino de salvación, hay que tomar nuestra cruz cada día y seguirlo, negándonos a nosotros mismos.

Esta Cuaresma que recién inicia es una oportunidad para tomar conciencia del deber irrenunciable de poner en práctica la negación de nosotros mismos, vale decir de nuestros gustos, diversiones, pasatiempos favoritos, intereses, que se antepongan a los valores de Jesús. Aquí queda claro el valor de la renuncia, de poner en primer punto de la agenda el servicio a Jesús a través de nuestros hermanos.Tras una profunda reflexión pastoral en la iglesia en nuestro país, ha quedado evidenciado que el problema fundamental de la iglesia y la sociedad dominicana es que: La acción evangelizadora de la Iglesia no está generando el impacto deseado en la sociedad dominicana, que sufre degradaciones sistemáticas de la vida o en contra de la dignidad humana.

Ante esa realidad, sólo hay dos maneras en que podemos vivir la Cuaresma: o la tomamos con afición o la vivimos con aflicción de corazón. Con afición significaría, en este caso, sin mucho compromiso, haciendo planes personales con tiempo suficiente para el asueto de la Semana Santa.

En cambio, resulta una actitud diferente sensibilizarnos ante el dolor de los demás, meditando en su aflicción, en el hambre y la necesidad agobiante de muchos, en la soledad de otros, en las condiciones de indignidad humana que roba calidad de vida a tantos hombres y mujeres.

Negarnos a nosotros mismos, también puede ser reflexionar en una atmósfera de oración, en un retiro o en soledad y silencio personal, en


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torno a cómo desengancharnos de algún hábito que domina nuestra voluntad, iniciando así un camino de conversión del corazón.

Tomar la cruz cada día y seguir a Jesús es decidirte a priorizar un compromiso de acción por tus hermanos, por tu comunidad, por tu parroquia o grupo de vida. ¿Te atreves a decidirte por Jesús participando del Misterio de su Pasión, Muerte y Resurrección en esta Cuaresma dejando a un lado tu diversión favorita?

¿Has pensado qué buena obra concreta puedes realizar en beneficio de los más necesitados?

8 Viernes después de Ceniza

Viernes Morado

Lectura del libro de Isaías 58,1-9aAsí dice el Señor Dios: «Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una

trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados. Consultan mi oráculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como un pueblo que practicara la justicia y no abandonase el mandato de Dios. Me piden sentencias justas, desean tener cerca a Dios. “¿Para qué ayunar, si no haces caso?; ¿mortificarnos, si tú no te fijas?” Miren: el día de ayuno busquen su interés y apremien a sus servidores; miren: ayunen entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad. No ayunen como ahora, haciendo oír en el cielo sus voces. ¿Es ése el ayuno que el Señor desea para el día en que el hombre se mortifica?, mover la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, ¿a eso lo llaman ayuno, día agradable al Señor? El ayuno que yo quiero es éste: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos, partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: “Aquí estoy.”» Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 50, 3-4.5-6ª.18-19R/. Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias


Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces. R/.

Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 9,14-15En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús,

preguntándole: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?»

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Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunarán.» Palabra del Señor.

Meditación

El Reino era el mensaje central de Jesús y las comidas frecuentes que se mencionan en los evangelios el signo de acogida gratuita a todos los convidados al banquete, de los que buena parte eran gente a la que el poder social y religioso de la época rechazaba.

En este caso, Jesús invita a un publicano recaudador de impuestos de Cafarnaúm. Es un gesto mal visto no solo por la élite socio-religiosa; también la reacción de los seguidores de Juan el Bautista no se deja esperar y lo cuestionan escandalizados.

Los recaudadores de impuestos eran rechazados por dos poderosas razones: se les veía como opresores, ligados al poder de Roma, y que por lo común ellos inflaban los impuestos para quedarse con una parte de los beneficios. Eran llamados pecadores públicos, y estaban excluidos del ambiente social. Jesús ha pasado por el puesto de cobros de Mateo, un recaudador, para invitarle a seguirlo. El personaje no lo piensa dos veces, abandona el lugar de trabajo sin mayor dilación para seguir a Jesús y lo convida a una comida.

El cuestionamiento de los seguidores de Juan se debe a que, conforme a los preceptos vigentes, se consideraba impuro a quien compartía la comida con un pecador, es entonces cuando Jesús se revela como el novio, de la boda de fidelidad de Dios con su pueblo, como fuera profetizado desde antiguo por los profetas. Y una boda es un acontecimiento de alegría, de regocijo, de festejos, en los que no cabe ayuno ni penitencia.

El ayuno no significa necesariamente privarse de alimentos durante un tiempo determinado, más bien consiste en renunciar a cuanto puede alejarnos de Dios.

En esta Cuaresma, tiempo de preparación, sería conveniente practicar el ayuno y abstinencia de alimentos, alcohol, tabaco y fiestas, equilibrándolo con un ayuno de mensajes de dudoso contenido a través de las redes sociales. También podría ser un ayuno del pernicioso hábito de sentarnos largas horas a ver serie tras serie en la televisión, sustituyéndolo por momentos de silencio y oración personal.

9 Sábado después de Ceniza

Sábado Morado

Lectura del libro de Isaías 58,9b-14Así dice el Señor Dios: «Cuando destierres de ti la opresión, el gesto

amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía. El Señor te dará reposo permanente, en el desierto saciará tu hambre, hará fuertes tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena nunca engaña; reconstruirás viejas ruinas,


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levantarás sobre cimientos de antaño; te llamarán reparador de brechas, restaurador de casas en ruinas. Si detienes tus pies el sábado y no traficas en mi día santo, si llamas al sábado tu delicia y lo consagras a la gloria del Señor, si lo honras absteniéndote de viajes, de buscar tu interés, de tratar tus asuntos, entonces el Señor será tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te alimentaré con la herencia de tu padre Jacob.» Ha hablado la boca del Señor. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 85, 1-2.3-4.5-6R/. Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad

Inclina tu oído, Señor, escúchame, que soy un pobre desamparado; protege mi vida, que soy un fiel tuyo; salva a tu siervo, que confía en ti. R/.

Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor, que a ti te estoy llamando todo el día; alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti. R/.

Porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia con los que te invocan. Señor, escucha mi oración, atiende a la voz de mi súplica. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 5,27-32En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al

mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.» Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un

gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros.

Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: «¿Cómo es que come y bebe con publicanos y pecadores?» Jesús les replicó: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.» Palabra del Señor.

Meditación

Lucas nos muestra hoy otra perspectiva de la conversión de Mateo el publicano recaudador de impuestos, que al llamado de Jesús no vacila en seguirlo, ofreciendo un gran banquete para celebrarlo, invitando a otros amigos publicanos. En este caso los fariseos y los escribas reaccionan cuestionando el hecho con los discípulos.

Los grandes banquetes simbolizaban el banquete del reino, facilitaban la comunión práctica sirviendo de mediadora del dialogo amistoso. En cambio, los fariseos estaban casi siempre afanados en mostrar a los demás su estricto cumplimiento de las leyes y preceptos. Pero en realidad se trataba de un figureo, porque en el fondo eran unos hipócritas que cumplían la ley ritual, que daban escrupulosamente el diezmo y la observancia del ayuno.

. La triste verdad es que la rigidez farisaica en cumplir con las normas ante los demás, era un modo de control para imponer duras normas a los que no eran de la clase privilegiada de la que formaban parte.

Con las comidas, Jesús daba los pasos iníciales para formar una nueva comunidad, en la que el gesto fraternal se impusiese a las diferencias de grupos religiosos, criterios políticos, estatus económico, o procedencia social.

Este es un signo al que estamos invitados también en el presente, a los hombres y mujeres de este tiempo. Porque hoy, como ayer, sigue vigente

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el llamado a formar comunidades alrededor de un gran banquete espiritual caracterizado por la caridad fraterna, alrededor de Jesucristo.

Las posturas radicales de los fariseos que impedían la comunión fraterna, igualmente asoman su rostro en nuestros días, quizás peor, porque nunca fue tan fácil desacreditar y calumniar a personas o grupos como ahora, con ecos que llegan en instantes a todo el mundo a través de las nuevas tecnologías.

Deberíamos tomar lección de este evangelio, siendo prudentes a la hora de ejercer la crítica, teniendo antes la osadía de mirar desapasionadamente adentro, al corazón.

Y seria provechoso que hagamos un ayuno de las redes sociales, en lo que respecta a críticas, discriminaciones y descalificaciones.

10 I Domingo de Cuaresma

Primera Semana Liturgia de las Horas Morado

Fieles a la Palabra de Dios, vencemos las tentaciones

ORIENTACIONES PARA ESTA CELEBRACIONDestacar el lema del mes “conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc.7,15)

con su valor “Conversión y Fe”. Colocar el lema del Domingo en un lugar visible. Se entonan cantos sobre las tentaciones y la fuerza del Señor para vencerlas. Se pueden presentar las 3 tentaciones de forma dramatizada.

Monición Ambiental: Hermanos y hermanas: Nos congrega el Señor hoy para participar en esta

Celebración Eucarística del primer domingo de cuaresma, tiempo de gracia, de conversión y de preparación para la celebración de la Pascua del Señor.

La liturgia de hoy nos presenta la victoria de Jesús sobre el maligno, así como el Señor venció las tentaciones, nosotros con la fuerza de su Palabra, acogiéndola, escuchándola, meditándola y practicándola podemos vencer como El al maligno que quiere desviarnos y empujarnos a buscar nuestros propios intereses y el placer egoísta que nos aparta del amor de Dios y de nuestros hermanos.

Pidamos al Señor que nos ayude a vencer las tentaciones de cada día, que nos fortalezca en nuestras debilidades y que seamos instrumento, para que Jesucristo y su Reino se haga cada vez más presente en nuestra realidad dominicana.

Acompañemos a nuestros hermanos que serán elegidos en esta Celebración para ser bautizados en la noche de la Vigilia Pascual, para que escuchando la Palabra y haciéndola suya se preparen dignamente a su Bautismo. Junto con ellos aclamemos con el canto a Jesucristo que llega a presidir esta Celebración a través de su ministro.

Primera Lectura: Deuteronomio 26, 4-10Como Moisés y su pueblo, nos postramos ante el Señor, a Él solo

adoramos y sólo obedecemos a su Palabra, que nos libera de toda esclavitud a la que nos quiere someter el pecado. Escuchemos.


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Lectura del Libro del Deuteronomio 26, 4-10Dijo Moisés al pueblo: «El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las

primicias y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios: «Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se estableció allí, con unas pocas personas. Pero luego creció, hasta convertirse en una raza grande, potente y numerosa. Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres; y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia. El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y portentos. Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. Por eso ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo, que tú, Señor, me has dado.» Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor tu Dios. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 90,1-2.10-11.12-13.14-15R. Está conmigo, Señor, en la tribulación.

Tú que habitas al amparo del Altísimo que vives a la sombra del Omnipotente di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti.» R/.

No se te acercará la desgracia ni la plaga llegará hasta tu tienda porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. R/.

Te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra, caminaras sobre áspides y víboras pisotearás leones y dragones. R/.

Se puso junto a mí: lo libraré lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación lo defenderé, lo glorificaré. R/.

Segunda Lectura: Romanos 10,8-13Siempre la escucha atenta de la Palabra de Dios, nos lleva a confesar

nuestra fe y nos mantendrá firmes en la fe en el Señor venciendo toda tentación maligna. Escuchemos.

Lectura de La Carta del Apóstol San Pablo a Los Romanos 10,8-13Hermanos: La Escritura dice: «La palabra está cerca de ti: la tienes en los

labios y en el corazón.» Se refiere al mensaje de la fe que les anunciamos. Porque si tus labios profesan que Jesús es el Señor y tu corazón cree que Dios lo resucitó, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justicia, y por la profesión de los labios a la salvación.

Dice la Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará». Palabra del Señor.

Versículo antes del Evangelio Mateo 4,45 - No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Evangelio: Lucas 4, 1-13Como Jesús, que respondió a las tentaciones del Maligno con la Palabra

de su Padre, diciéndole: “está escrito”, también nosotros con la fuerza que nos da esa misma Palabra podremos salir victoriosos de tantas acechanzas

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y trampas del enemigo. Aclamemos con el canto a Jesús, el vencedor del mal y dispongámonos a escucharle.

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 4, 1-13En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y

durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.» Jesús le contestó: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre.»

Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo, y le dijo: «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.» Jesús le contestó: «Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto.»

Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y también: te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras.» Jesús le contestó: «Está mandado: No tentarás al Señor tu Dios.». Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión. Palabra del Señor.

Después de la homilía se procede al Rito de Elección de los que serán bautizados en la Pascua.

Oración de los FielesQuien preside: Confiados en el Señor reconociendo nuestra fragilidad

ante las tentaciones pidámosle: No nos dejes caer en tentación.Por la Iglesia y sus Pastores, para que no caigan en la tentación de

descuidar su misión de evangelizar llevando la palabra de Dios hasta los últimos confines de la tierra. Oremos.

Por todos los Gobernantes de las Naciones y los de nuestro país, para que no caigan en la tentación de involucrarse en las diferentes formas de corrupción económica, política y moral. Oremos.

Por los pobres, los enfermos y todos los que sufren, para que no caigan en la tentación de la desesperación, la violencia y la búsqueda de soluciones dañadas y sientan la presencia y el consuelo de Jesús y el amor de todos nosotros. Oremos.

Por nosotros, para que en estos días encontremos lugar y tiempo, para dedicarnos a la oración y la meditación de la palabra de Dios, y así fortalecer nuestra fe y vencer las tentación de sustituir el Dios verdadero por dioses de poder , de placer y de tener. Oremos.

Por todas las familias: para que la mujer desempeñe su rol con dignidad y cese de una vez la violencia intrafamiliar y la discriminación. Oremos.

Por nuestros jóvenes, para que aferrados a la Palabra de Dios puedan vencer el mal a fuerza del bien. Oremos.

Quien preside: Escucha Padre nuestras súplicas. Fortalécenos en nuestra debilidad. Haz que cada vez más nos empapemos de tu Palabra para que podamos vencer toda tentación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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11 Feria de Cuaresma

Lunes Morado

Lectura del libro del Levítico 19,1-2.11-18El Señor habló a Moisés: «Habla a la asamblea de los hijos de Israel y

diles: “Serán santos, porque yo, el Señor, su Dios, soy santo. No robarán ni defraudarán ni engañarán a ninguno de su pueblo. No jurarán falso por mi nombre, profanando el nombre de Dios. Yo soy el Señor. No explotarás a tu prójimo ni lo expropiarás. No dormirá contigo hasta el día siguiente el jornal del obrero. No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor. No darán sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu conciudadano. No andarás con cuentos de aquí para allá, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor. No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.”» Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 18, 8.9.10.15R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida

La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R/.

Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.

Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón, Señor, roca mía, redentor mío. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,31-46En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria

el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Vengan ustedes, benditos de mi Padre; hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, fui forastero y me hospedaste, estuve desnudo y me vestiste, enfermo y me visitaste, en la cárcel y viniste a verme.”

Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber? ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?” Y el rey les dirá: “Les aseguro que cada vez que lo hiciste con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hiciste.

“ Y entonces dirá a los de su izquierda: “Apártense de mí, malditos, vayan al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me diste de comer, tuve sed y no me diste de beber, fui forastero y no me hospedaste, estuve desnudo y no me vestiste, enfermo y en la cárcel

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y no me visitaste.” Entonces también éstos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?” Y él replicará: “Les aseguro que cada vez que no lo hiciste con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hiciste conmigo.” Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.» Palabra del Señor

Meditación

Esta parábola del juicio final pone en el fiel de la balanza los grandes valores de la caridad fraterna, la solidaridad, la misericordia y la fraternidad como garantía para ganar el reino y tener derecho a disfrutar en plenitud de la presencia de Dios en el mundo futuro.

Jesús, el Hijo de Dios, toma humanidad. Experimenta las miserias del mundo y no es indiferente a los sufrimientos de sus hermanos: sana enfermos, da de comer al hambriento, rompe preceptos culturales antiguos, manifiesta perdón y misericordia con hombres y mujeres que han pecado, en fin, a todo lo largo de los evangelios hay abundante constancia de su capacidad de servicio por los más pobres.

Es modelo de la caridad, que es la cumbre de las virtudes, como lo acredita el Catecismo: 1827 El ejercicio de todas las virtudes está animado e inspirado por la caridad. Esta es “el vínculo de la perfección” (Col 3, 14); es la forma de las virtudes; las articula y las ordena entre sí; es fuente y término de su práctica cristiana. La caridad asegura y purifica nuestra facultad humana de amar. La eleva a la perfección sobrenatural del amor divino.

Es decir, nos enseña con su ejemplo que, el camino de perfección cristiana fundamentada en las virtudes teologales encuentra su mejor campo de entrenamiento en el ejercicio de la caridad.

La parábola del juicio final nos dice claramente cuál es ese campo de entrenamiento de la caridad. Se trata del pobre, del hambriento, del sediento, del forastero, el desnudo, el enfermo, el encarcelado, en otras palabras, del que malvive en las periferias existenciales.

El principal pecado de nuestra sociedad no es la increencia, sino la pérdida del sentido del otro. Dios se hace presente en el ignorado, pobre, marginado, oprimido. La indiferencia nos hace perder la oportunidad del encuentro con el Otro (con mayúscula), el encuentro con Dios.

De ahí que la insensibilidad con la situación del pobre, del excluido, del necesitado, se manifieste también en indiferencia, apatía, frialdad ante Dios. Lo sagrado no nos toca el corazón.

Hechos 28, 26-27 aplica para esta situación: “Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible y con dificultad oyen con sus oídos y sus ojos se han cerrado”. Esa tibieza tendrá su consecuencia o su recompensa. Conforme al grado de caridad que hayamos puesto en práctica con nuestros hermanos el Señor acogerá a unos: “vengan, benditos del Señor” o, en cambio nos apartará llamándonos “malditos”. En palabras de Santa Teresa del Niño Jesús: “¡Cuántos actos heroicos de caridad se pueden hacer a lo largo del día en las ocupaciones más modestas de cada jornada”. De ahí que la cuestión es, en cual de ambos grupos quieres estar?

Vale preguntarte para ello: Qué obra de caridad has practicado concretamente en el curso del presente año?


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Martes Morado

Lectura del libro de Isaías 55,10-11Así dice el Señor: «Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven

allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 33, 4-5.6-7.16-17.18R/. El Señor libra de sus angustias a los justos

Proclamen conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias. R/.

Contémplenlo, y quedarán radiantes, su rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias. R/.

Los ojos del Señor miran a los justos, sus oídos escuchan sus gritos; pero el Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. R/.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias; el Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 6,7-15En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recen, no usen

muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No sean como ellos, pues su Padre sabe lo que les hace falta antes de que lo pidan. Ustedes recen así: “Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno.” Porque si perdonan a los demás sus culpas, también su Padre del cielo les perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco su Padre perdonará sus culpas.» Palabra del Señor.

Meditación

Los evangelios dan cuenta de la frecuencia con que Jesús se apartaba en procura de silencio y oraba profundamente, al grado de que se puede afirmar que sostenía una comunicación intima y constante con Dios.

En este pasaje perteneciente al Sermón de la Montaña, a petición de los discípulos, Jesús les da lecciones en torno a como orar, y les enseña la breve y sencilla oración del Padrenuestro, que resume toda una actitud de vida en apenas un saludo y siete peticiones. Como el 7 en la Biblia es sinónimo de perfección, se dice que el Padrenuestro es la oración perfecta. Debemos evitar despojarla de sentido al rezarla de memoria y muy rápido. Veamos algunos detalles significativos.

Padre Nuestro que estas en el Cielo: Comenzando porque identifica a Dios como Padre, el orante declara su condición de hijo de un padre

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común, padre de todos, a la vez que el pronombre posesivo nuestro establece que se trata de hermanos, dejando en claro al mismo tiempo la filiación divina y la fraternidad universal.

Aunque esta oración se puede rezar tanto en comunidad como en privado, aun a la distancia nos posibilita entrar en comunión con todos nuestros hermanos a escala universal. Eso la hace una oración católica por excelencia.

Santificado sea tu nombre: el nombre de Dios debe tener una dimensión singular en nuestras vidas, un Misterio separado de lo profano; el nombre de Dios es santo, puro y sagrado, por lo que merece ser bendecido y alabado por encima de cualquier otra realidad del mundo. Su sola mención debe provocar que inclinemos nuestro espíritu ante El y el deseo de que todas las personas hagan lo mismo.

Venga a nosotros tu Reino: Es decir, hágase presente entre los hombres y purifique nuestra vida para ser merecedores de que crezca en nosotros. Promueve el interés por la conversión, para que cuando Cristo retorne con majestad y gloria, encuentre un pueblo redimido que le espera.

Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo: Que la voluntad de los hombres sea cumplir la voluntad del Padre, que se enseñorea sobre todo lo creado.

Danos hoy nuestro pan de cada día: El pan del alimento y también el pan eucarístico, alimento espiritual que bajó del cielo.

Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden: La misericordia del Señor, obra en función de la misericordia que tenemos por las culpas y pecados de nuestros hermanos.

No nos dejes caer en tentación: Lo mismo que no nos dejes caer en pecado, que ocurre cuando cedemos a la tentación, que también se traduce como prueba.

Líbranos del mal: El mal está personificado en el maligno. Mantennos a salvo de cualquier pensamiento, obra, u omisión que permita la influencia del Maligno para que caigamos en pecado.

Al ser la oración personal de Jesús, al orar el Padrenuestro entramos en comunión espiritual con El.


Miércoles Morado

Lectura de la profecía de Jonás 3,1-10Vino la palabra del Señor sobre Jonás: «Levántate y vete a Nínive, la

gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo.» Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!»

Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños. Llegó el mensaje al rey de Nínive; se levantó del trono, dejó el manto, se cubrió de saco, se sentó en el polvo y mandó al heraldo a proclamar en su nombre a Nínive: «Hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, que no pasten ni beban; vístanse de saco


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hombres y animales; invoquen fervientemente a Dios, que se convierta cada cual de su mala vida y de la violencia de sus manos; quizá se arrepienta, se compadezca Dios, quizá cese el incendio de su ira, y no pereceremos.»

Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 50, 3-4.12-13.18-19R/. Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias


Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.

Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 11,29-32En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso

a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.» Palabra del Señor.

Meditación

Entre la muchedumbre que se agolpaba a escuchar a Jesús, había muchos que lo hacían atraídos por los rumores y comentarios de que hacia milagros. Y querían ver mas señales prodigiosas. Eran incapaces de entender que cada milagro era una obra de bien, un signo de perdón del poder omnipotente, de la señal del amor de Dios, que al perdonar el pecado iba a la raíz de la enfermedad, quedando el enfermo sano, no había la mínima pretensión de crear fama o de atraer multitudes en torno a si.

Ante la insistencia en pedir una señal, Jesús les responde que no les será dada otra señal más que la del profeta Jonás, quien predicó la conversión del corazón por toda la ciudad de Nínive, logrando que muchos se convirtieran. También, por la señal de Jonás se entiende indirectamente el anuncio de su Pasión y el triunfo de su resurrección al tercer día que lo devolvió a la vida, el mismo número de días que permaneció Jonás en el vientre de la ballena que se lo tragó y luego lo devolvió en la playa.

Jesús es mucho más que Jonás, pero su insensatez les impide darse cuenta de que es mucho mas también que la sabiduría de Salomón, al

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que la reina de Saba viajó para admirar en su tiempo, porque El es, a no dudarlo, la revelación del signo de Dios, el mayor milagro del que podrían ser testigos. No obstante, la gente dudaba.

Este episodio encierra una gran lección para nosotros hoy en día. Estamos saturados de información dirigida como un reclamo a nuestra atención o a nuestra curiosidad mediante sensacionalismos y espectacularidades que roban la capacidad de asombro.

El tema de Jesús no está exento de manipulación y en ocasiones saltan a la luz pública informaciones de falsedades tejidas en torno a supuestos descubrimientos, milagros o manifestaciones.

Cierto es que el nombre de Jesús es poderoso, ante el que se inclina toda criatura, sabiduría y poder, como también es cierto que su sola mención puede obrar auténticos milagros. Pero son excepcionales, porque el reino que inauguró entre los hombres va creciendo como una semilla, sin prodigios ni portentos, discretamente. En que signos descubres el reino de Dios? Que pides a Jesús en tus plegarias?


Jueves Morado

Lectura del libro de Ester 14,1.3-5.12-14En aquellos días, la reina Ester, temiendo el peligro inminente, acudió

al Señor y rezó así al Señor, Dios de Israel: «Señor mío, único rey nuestro. Protégeme, que estoy sola y no tengo otro defensor fuera de ti, pues yo misma me he expuesto al peligro. Desde mi infancia oí, en el seno de mi familia, cómo tú, Señor, escogiste a Israel entre las naciones, a nuestros padres entre todos sus antepasados, para ser tu heredad perpetua; y les cumpliste lo que habías prometido. Atiende, Señor, muéstrate a nosotros en la tribulación y dame valor, Señor, rey de los dioses y señor de poderosos. Pon en mi boca un discurso acertado cuando tenga que hablar al león; haz que cambie y aborrezca a nuestro enemigo, para que perezca con todos sus cómplices. A nosotros, líbranos con tu mano; y a mí, que no tengo otro auxilio fuera de ti, protégeme tú, Señor, que lo sabes todo.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 137, 1-2ª.2bc-3.7c-8R/. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor

Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario. R/.

Daré gracias a tu nombre, por tu misericordia y tu lealtad; cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R/.

Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7,7-12En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Pidan y se les dará,

busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de ustedes le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una


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serpiente? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden! En resumen: Traten a los demás como quieren que ellos les traten; en esto consiste la Ley y los profetas.» Palabra del Señor.

Meditación

La humildad debe hacernos reconocer constantemente nuestras limitaciones e imperfecciones humanas, nuestra finitud. Y en ese sentido, debemos hacer conciencia de que nos corresponde la debilidad humana y de cuanto nos fortalece la relación con Dios la oración asidua.

Mateo nos hace partícipes de una reparación surgida del propio Jesús en lo concerniente a la oración de petición, en un trato de cercanía y confianza con Dios, como se trataría a nuestro padre terrenal, porque el Señor es nuestro Padre en el cielo. Y nos invita a pedirle, a buscar, a llamar con insistencia, en un trato personal en el que podemos esperar cosas buenas, porque Dios no decepciona.

Dios espera nuestras peticiones porque son lo que nos hace crecer, sin embargo, depende de qué y como lo pedimos . Una condición de la oración de petición es la de no pedir sin antes dar gracias por cuanto hemos recibido. La gratitud es agradable ante los ojos de Dios. Pero además se impone ser prudentes en la solicitud.

Si solo tocamos las puertas de la atención del Señor para pedir porque necesitamos con urgencia, si no le buscamos, pues entonces ni se nos abrirá ni hallaremos, porque igual que muchos buscan al amigo solo en el apremio, estamos siendo utilitaristas con Dios.

Le buscamos porque le necesitamos y lo cierto es que el Señor también quiere que le necesitemos, como Padre amoroso que es. Pero como autentico Padre no es paternalista, y le agrada que superemos el horizonte de nuestra finitud humana.

A medida que transitamos el camino de la Cuaresma nuestros diálogos con Dios deben crecer en intensidad y profundidad, animados por la certeza de que nuestras plegarias no quedan sin respuesta y de que obtendremos mas de lo que pedimos, porque el Señor es generoso. Sin embargo, tan importante como pedirle es discernir que nos pide El a nosotros.

Mateo también plantea la regla de oro, pero en positivo. Debemos dar el trato a nuestros hermanos que nos agrada que nos den. Así como con Dios pides y se te dará; tocas y se te abrirá; buscas y hallarás, en tu trato con las otras personas recibirás lo que des.

En todo caso, el Señor también te dará el trato que prodigues a los demás, porque Dios está a la misma distancia o cercanía que estés de tu prójimo.

Llegado a este punto, examina cual ha sido tu insistencia con el Señor a la hora de elevar tus peticiones.

Somete al examen de conciencia el trato que has dispensado al prójimo más desvalido y vulnerable con que has tenido contacto en lo que va de Cuaresma.

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Viernes Morado22º Aniversario de la Ordenación Episcopal de Mons. Francisco

Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo. En la Diócesis de la Vega, Solemnidad del 27º Aniversario de la

Iglesia Catedral

Lectura de la profecía de Ezequiel 18,21-28Así dice el Señor Dios: «Si el malvado se convierte de los pecados

cometidos y guarda mis preceptos, practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá. No se le tendrán en cuenta los delitos que cometió, por la justicia que hizo, vivirá. ¿Acaso quiero yo la muerte del malvado –oráculo del Señor–, y no que se convierta de su conducta y que viva? Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, imitando las abominaciones del malvado, ¿vivirá acaso?; no se tendrá en cuenta la justicia que hizo: por la iniquidad que perpetró y por el pecado que cometió, morirá. Comentan: “No es justo el proceder del Señor.” Escuchen, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder?, ¿o no es su proceder el que es injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá.» Palabra de Dios,

Salmo Responsorial: 129, 1-2,4ab.4c-6.7-8R/. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?

Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. R/.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto. R/.

Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora. R/.

Porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él redimirá a Israel de todos sus delitos. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,20-26En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si no son mejores que los

escribas y fariseos, no entrarán en el reino de los cielos. Han oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será procesado. Pero yo les digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “renegado”, merece la condena del fuego. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras van todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto.» Palabra del Señor.


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Meditación

Jesús quiere dejar bien en claro la ética y el ideal de justicia del Reino, la lógica de la misericordia de Dios que no se corresponde con la lógica humana del poder. El propone que la justicia de sus seguidores tiene que marcar una distancia con la práctica de la justicia de los escribas y fariseos.

La llamada del Señor es la de superponer la reconciliación por encima de cualquier conflicto humano, aunque esté tan previsto como amparado el resultado por las leyes y normas humanas.

Los buenos abogados estiman que siempre es preferible un mal arreglo a un buen pleito. Es decir, la conciliación favorece la reconciliación, aunque no favorezca la aplicación de justicia.

Jesús es más radical y revolucionario en lo que respecta a la misericordia y la fraternidad, que lo contemplado en la ley de Moisés para regular el trato entre seres humanos. Por ejemplo, la ley contemplaba sanciones para los casos de homicidio, pero Jesús era todavía más exigente que lo dispuesto por los tribunales para estos casos. La ética no solo sanciona el hecho en si -que en este caso es matar- sino la intención y los sentimientos negativos que dieron pie al hecho, por ejemplo, el odio y el rencor. Insultar y despreciar son razón suficiente para ser llevado ante el tribunal de Dios y condenado al infierno. Duras palabras con las que en este discurso desdice la ley vigente: “desde antiguo se les dijo no mataras, pero yo les digo…que todo aquel que se enoje con su hermano…”. Empero, al decir esto, Jesús deja claro que no trata de abolir la ley de Moisés, sino que había venido a perfeccionarla. El homicida no quedaba sin juicio ni condena, se condenaba aun al que odiaba y podía matar movido por ese odio.

Conforme a la lectura de Mateo, los hombres deben vivir en comunión y allanar sus diferencias para poder participar del reino. Si alguno quería depositar una ofrenda en el altar, antes debía reconciliarse con su hermano. En otras palabras, el amor y la reconciliación tenían preferencia como signo de amor y misericordia, en lugar de la actitud de los letrados y fariseos, que eran ligeros en juzgar tomando el parámetro de la Ley, poniendo más énfasis en el amor a Dios que en el amor al prójimo.

Todos vemos como algo normal el enojo con personas que, incluso son depositarias de nuestros afectos. Pero tomando como base esta lectura: Qué opinas, exageraba Jesús? Mantienes rencor contra alguno o has mantenido rencor contra alguien, aunque no sea un hecho reciente?


Sábado Morado

Lectura del libro del Deuteronomio 26,16-19Moisés habló al pueblo, diciendo: «Hoy te manda el Señor, tu Dios, que

cumplas estos mandatos y decretos. Guárdalos y cúmplelos con todo el corazón y con toda el alma. Hoy te has comprometido a aceptar lo que el Señor te propone: Que él será tu Dios, que tú irás por sus caminos, guardarás sus mandatos, preceptos y decretos, y escucharás su voz. Hoy se compromete el Señor a aceptar lo que tú le propones Que serás su propio pueblo, como

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te prometió, que guardarás todos sus preceptos, que él te elevará en gloria, nombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho, y que serás el pueblo santo del Señor, como ha dicho.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 118, 1-2.4-5.7-8R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor

Dichoso el que, con vida intachable, camina en la voluntad del Señor; dichoso el que, guardando sus preceptos, lo busca de todo corazón. R/.

Tú promulgas tus decretos para que se observen exactamente. Ojalá esté firme mi camino, para cumplir tus consignas. R/.

Te alabaré con sincero corazón cuando aprenda tus justos mandamientos.Quiero guardar tus leyes exactamente, tú, no me abandones. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,43-48En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Han oído que se dijo: “Amarás

a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, y recen por los que los persiguen. Así serán hijos de su Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si aman a los que los aman, ¿qué premio tendrán? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto.» Palabra del Señor.

Meditación

Desde hace algunos años se habla de la inteligencia emocional, que supone la capacidad de tener bajo un adecuado control los sentimientos y las emociones que sentimos continuamente las personas.

No significa que nos tornemos fríos, indiferentes y calculadores en la vida de relación con los demás, todo lo contrario, es más bien ejercitarnos en no dejar reaccionar las emociones negativas como impulsadas por un resorte. Evitar que las hormonas le ganen en rapidez a las neuronas. Cultivar la paciencia, la mansedumbre, la reflexión, en fin, pensar primero que actuar.

Jesús continúa con sus enseñanzas, esta vez explicando que el amor y la misericordia deben ponerse en práctica como una exigencia de vida, a diferencia de la mentalidad del pueblo judío que aconsejaba adoptar la ley del Talión utilizando la venganza como norma de justicia.

En esa lógica de Jesús, si Dios hace llover sin distinción sobre buenos y malos ¿qué grandeza tiene prodigar la caridad únicamente a los de mi grupo, familia, religión, porque en ellos encuentro misericordia, comprensión, acogida, entendimiento? La exigencia del amor supera la dimensión humana porque reclama universalizar la perfección en el trato misericordioso, en el sentido de actuar como Dios lo hace: que perdona no como un juez sino como Padre, en consecuencia, nos corresponde perdonar como hermanos. Supone ser una misión universal.

Hasta ese nivel debemos ejercitarnos, interiorizando constantemente lo que podríamos llamar la inteligencia espiritual, una exigencia propia de noble ternura que se convierta en ley de vida, adueñándose del corazón y del pensamiento.


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Resulta difícil amar al enemigo, al adversario de nuestras ideas, al que está en la acera opuesta, que visita otras iglesias, o milita en otro partido, o simplemente tiene una actitud ante la vida diferente a la nuestra.

Pero con la práctica constante, perseverante y juiciosa, debe llegar la madurez de las emociones que lo haga sentir semejante a un hermano, sin atizar las diferencias que traen el rencor, el rechazo.

Jesús aporta un elemento fundamental para ese entrenamiento espiritual: la oración. En el Padrenuestro pedimos a Dios perdón por nuestras ofensas en consonancia con el perdón a quienes nos causan ofensa. Acaso hemos rezado innúmeras veces esta oración que nos enseña el hijo de Dios, sin caer en la cuenta de que condiciona la misericordia del Padre celestial a la misericordia, no en futuro, sino a la puesta en práctica.

A continuación la misma oración eleva el ruego a los cielos de que nos libre de caer en la tentación, no que nos libre de ella. No podemos evitar que las avecillas (emociones) vuelen por sobre nuestras cabezas, pero podemos evitar que hagan nido en ella, sentencia una frase.

He aquí una clave de la inteligencia espiritual: Pensar con el corazón, sentir con la cabeza, vivir y actuar apegados al obrar misericordioso en la caridad fraterna con los demás en todo tiempo y lugar, perseverando en la oración por ellos, por los otros, sobre todo por aquellos de quienes nos separan muros invisibles.

17 II Domingo de Cuaresma

II Semana Liturgia de las Horas Morado

Este es mi Hijo amado, escúchenloOrientaciones para la Celebración: -Colocar el lema del Domingo en

un lugar visible/recordar el valor y Lema del mes, Se puede colocar una vestidura blanca reluciente sobre la imagen del Cristo. Se puede dramatizar el evangelio. En las ofrendas se pueden presentar algunos signos u obras de transformación que se estén realizando en la comunidad.

MONICION AMBIENTAL:Hermanos y hermanas: Nos reúne el Señor este Segundo Domingo de

Cuaresma, para contemplar la transfiguración de Jesús a la vista de Pedro, Santiago y Juan, que se produce en un momento de tristeza y desaliento de sus discípulos cuando él hizo el anuncio de su pasión. Su transfiguración anticipa la victoria de su pascua. Esta transfiguración se realizara total y definitiva con su resurrección después de pasar por la cruz.

El mensaje de hoy nos invita a una conversión basada en la transfiguración, contemplando a Jesús como modelo. Como Jesús, también nosotros seremos transfigurados si escuchamos la palabra de Dios y la ponemos en práctica, en un proceso de acogida y vivencia del Evangelio de Jesús, abriendo nuestro corazón para que él entre, convierta y transforme nuestras vidas hasta llegar a tener los mismos sentimientos y pensamientos del Hijo amado del padre.

Escucharlo y convertirse a El es el camino para llegar a esa victoria de gloria que El logró para nosotros. Ahora cantando le recibimos con gran amor a través de su ministro.

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Oración colectaSeñor, Padre santo, tú que nos has mandado escuchar a tu Hijo, el

predilecto, alimenta nuestro espíritu con tu palabra; así, con mirada limpia, contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro. Por nuestro Señor Jesucristo.

Primera Lectura: Génesis 15,5-12.17-18Así como hizo Dios una alianza con Abrahán, porque escuchó su Palabra,

le creyó y confió en El, así nosotros por el Bautismo hemos hecho una alianza con El en la que perseveramos por la fe y conversión. Escuchemos

Lectura del libro del Génesis 15,5-12.17-18En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrahán y le dijo: “Mira al cielo;

cuenta las estrellas, si puedes. Y añadió: “Así será tu descendencia. Abrahán creyó al Señor, y se le contó en su haber. El Señor le dijo: Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos para darte en posesión esta tierra”. El replicó: Señor Dios, cómo sabré yo que voy a poseerla. Respondió el Señor: Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.

Abrahán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrahán los espantaba. Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrahán, y un terror intenso y oscuro cayó sobre él. El sol se puso, y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados. Aquel día el Señor hizo alianza con Abrahán en estos términos: A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río Éufrates. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 26, 1.7-8ª.8b-9abc.13-14R/ El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? R/.

Escúchame, Señor, que te llamo; ten piedad, respóndeme. Oigo en mi corazón: Busquen mi rostro. R/.

Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R/.

Segunda Lectura: Filipenses 3, 17. 4, 1.Si creemos en el Evangelio y nos convertimos de verdad al Señor seremos

transformados eternamente por El según el modelo de su cuerpo glorioso. Escuchemos.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los FilipensesHermanos: Sigan mi ejemplo, hermanos, y fíjense en los que andan

según el modelo que tienen en nosotros. Porque, como les decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, su vergüenza. Sólo aspiran a cosas terrenas.


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Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. El transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manténganse así, en el Señor, queridos. Palabra de Dios.

Aclamación Mt 17,5En el esplendor de la nube se oyó la voz del padre: ese es mi hijo, el

amado; escúchenlo”

Evangelio: Lucas 9, 28b-36Así como el Padre presentó a Jesús como su Hijo escogido y mandó a los

tres discípulos escucharlo, para que pudieran participar de su misma gloria también nosotros si escuchamos su Palabra, le creemos y nos convertimos a El podremos ser transfigurados por el Padre y ser victoriosos como su Hijo. Cantando aclamamos a Jesús y nos disponemos a escucharlo.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 28b-36En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago y subió

a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, aparecieron con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían del sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: “Maestro, que bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”.

No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: “Este es mi Hijo, el escogido, escúchenlo”. Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto. Palabra del Señor.

Oración de los fielesQuien preside: Con toda confianza presentemos al Padre nuestras

súplicas diciéndoles: Padre, transfórmanos con la Palabra de tu Hijo.Por el Papa, los obispos, sacerdotes, Diáconos, laicos comprometidos

y todos los bautizados, para que estemos dispuestos siempre a escuchar a Jesucristo verdadero Hijo del Padre que nos transfigura en El. Oremos.

Por los que gobiernan las naciones y los que tienen poder de decisión, para que escuchando la voz de Jesús colaboren en la transformación de las personas y de sus pueblos. Oremos.

Por los que sufren por cualquier circunstancia, para que en medio de su sufrimiento puedan escuchar la voz de Jesús y sean transformados por El. Oremos.

Por todos nosotros, para que esta Eucaristía ayude a nuestra conversión permanente, a creer en el evangelio y así transformados vivamos este tiempo de gracia con más entusiasmo y dedicación para entrar en el Reino de Dios. Oremos.

Por todas las familias y todos los matrimonios, para que sean testimonio del amor de Dios y protejan a sus niños y jóvenes, para que la luz de Cristo les ilumine y encuentren su vocación en la vida religiosa o sacerdotal. Oremos.

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El que Preside: Recibe Padre de Amor estas suplicas que con fe te presentamos por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.


Lunes Morado58º Aniversario de la Ordenación Presbiteral de Nicolás de Jesús Cardenal

López Rodríguez , Arzobispo Emérito de Santo Domingo y Mons. Jesús Maria de Jesús Moya, Obispo Emérito de San Francisco de Macorís

Lectura de la profecía de Daniel 9,4b-10Señor, Dios grande y terrible, que guarda la alianza y es leal con los que

lo aman y cumplen sus mandamientos! Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos. No hicimos caso a tus siervos los profetas, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.

Tú, mi Señor, tienes razón y a nosotros nos abruma la vergüenza, tal como sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todos los países por donde los dispersaste a causa de los delitos que cometieron contra ti. Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros reyes, príncipes y padres, porque hemos pecado contra ti. Pero, mi Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona, aunque nos hemos rebelado contra él. No obedecimos la voz del Señor, nuestro Dios, siguiendo las normas que nos daba por medio de sus siervos, los profetas. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 78,8.9.11.13R/. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados

No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres; que tu compasión nos alcance pronto, pues estamos agotados. R/.

Socórrenos, Dios, Salvador nuestro, por el honor de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados a causa de tu nombre. R/.

Llegue a tu presencia el gemido del cautivo: con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte. R/.

Nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño, te daremos gracias siempre, cantaremos tus alabanzas de generación en generación. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6,36-38En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Sean misericordiosos como

su Padre es misericordioso; no juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados; perdonen, y serán perdonados; den, y se les dará: los verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midieren se les medirá a ustedes». Palabra del Señor.

Meditación

Dios no se cansa de perdonar y es un perdonador misericordioso, capaz de borrar la culpa del ofensor, en tanto que el hombre cae con frecuencia en la actitud del condenador.


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Algunos cristianos podrían caer en la equivocación de creer que ser condenador, que no perdonar es algo normal porque saben que existen muchas personas que consideran la venganza como un deber. Juzgan sin ponerse en los zapatos del otro, asumen el papel de un juez o de un acusador.

Es interesante la manera en que Jesús opone los criterios de los hombres a la justicia de Dios: hace hincapié en la consecuencia directa de ser fraternos: que es dándonos, siendo sensibles al dolor de los otros, poniéndonos en sus zapatos y bajo su piel. Olvidan asimismo que el padrenuestro nos dice que seremos perdonados si sabemos perdonar a quienes nos ofenden. Perdonar muchas veces es muy difícil, pero seremos medidos con la misma vara con que hemos medido, es decir, con la misma medida condenatoria que aplicaste a los demás.

Vivamos esta Cuaresma suplicándole al Señor nos ayude a vivir la misericordia, pidiendo perdón por todas las veces en que hemos caído en juzgar con dureza, sin amor a los demás, que tuvimos el deseo de vengarnos, olvidándonos de que el perdón, la misericordia es un distintivo del seguidor de Jesús. Acudamos sin tardanza al Sacramento de la Reconciliación para borrar las culpas por la carencia del verdadero amor.

19 Solemnidad: San José, Esposo de la Virgen María

Martes Blanco

6º Aniversario del inicio del ministerio del Papa Francisco

Lectura del segundo libro de Samuel 7,4-5a.12-14a.16 En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: “Ve y dile

a mi siervo David: “Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre.” Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 88, 2-3.4-5.17 y 29R” Su linaje será perpetuo”

Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dije: “Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad.” R/.

Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: “Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades.” R/.

Él me invocará: “Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.” Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable. R/.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 4,13.16-18.22 Hermanos: No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por

la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia

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legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: “Te hago padre de muchos pueblos.”

Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: “Así será tu descendencia.” Por lo cual le valió la justificación. Palabra de Dios.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 1,16.18-21.24ª Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús,

llamado Cristo. El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: “José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.” Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor. Palabra del Señor.

Meditación

En la Solemnidad de San José, esposo de María, hacemos provecho de la ocasión para referirnos a él como el santo de la entereza, en adición a las muchas otras virtudes con que se le venera, destacando esa cualidad en especial por su eficacia en mantener la unidad de las familias.

De José se dice que era el protector de la sagrada familia, custodio, educador, modelo de fe y obediencia, el santo del silencio, el prudente, y muchos otros calificativos más.

En esta lectura Mateo señala que José era justo. Rectitud y justicia van de la mano en los evangelios, porque resulta imposible actuar con justicia razonable sin la condición de ser recto, es decir integro, sin dobleces ni ambigüedades, irreprochable haciendo solo el bien ante los ojos de Dios.

Pensemos por un momento en el drama de José, quien ha hecho votos matrimoniales para casarse con María, con la que no vive junto todavía, porque solo estaban comprometidos. En esas circunstancias María queda encinta por milagro del Espíritu Santo. Recordemos que aquella sociedad era machista, en la que no solo primaban unos criterios de supremacía del varón, sino que además relegaba la figura de la mujer a un plano secundario, totalmente dependiente del marido.

Cuantas emociones contrapuestas habrán pasado por la cabeza de este hombre, cuantas tentaciones, que grado de turbación le habrá zarandeado. Pero siendo un hombre de fe y de silencios, supo discernir los planes de Dios en sus vidas, porque a partir de ese momento ya no pudo pensar en sí mismo, asumiendo su ser y quehacer en función de tres, en función de la singular familia que Dios le disponía como misión.

No se le cita pronunciando una sola palabra en los evangelios de Lucas y Mateo, es de imaginarse que prefería escuchar a hablar, e incluso en la escena cuando buscan a Jesús en el Templo, la que toma la palabra


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en su presencia es María, para decirle cuan preocupados estaban José y ella. Esa capacidad de escucha le permite distinguir en el barullo de la conturbación la voz de Dios en sueños.

Solo un hombre de principios firmes, pero con profunda fortaleza interior podía superponer su entereza a los dictados inclementes de una sociedad, forjados con inflexibilidad de cientos de años en detrimento de la mujer. Toda esa tradición de siglos se debatió en su cabeza y su corazón, pero se impuso la obediencia a los designios de Dios. A partir de esa experiencia tomó en serio su papel de padre, protector y fiel custodio de María, de Jesús, de la familia, de la Iglesia.

¡Cuán distinta seria la suerte de muchas familias desarticuladas hoy en día, de actuar con la entereza de San José, con prudencia e irreprochabilidad! Medita por un momento en el ejemplo de San José como varón de silencios, fe y obediencia, procurando imitar esas virtudes en tu vida, para discernir la voz de Dios.


Miércoles Morado

Lectura del Profeta Jeremías 18,18-20Dijeron: “Vengan, maquinemos contra Jeremías, porque no falta la ley

del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni el oráculo del profeta; vengan, lo heriremos con su propia lengua y no haremos caso de sus oráculos.” Señor, hazme caso, oye cómo me acusan. ¿Es que se paga el bien con mal, que han cavado una fosa para mí? Acuérdate de cómo estuve en tu presencia, intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu enojo. Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 30, 5-6.14.15-16R. Sálvame, Señor, por tu misericordia

Sácame de la red que me han tendido, porque tú eres mi amparo. A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. R/.

Oigo el cuchicheo de la gente, y todo me da miedo; se conjuran contra mí y traman quitarme la vida. R/.

Pero yo confío en ti, Señor, te digo: “Tú eres mi Dios.” En tu mano están mis azares: líbrame de los enemigos que me persiguen. R/.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 20,17-28En aquel tiempo, mientras iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomando

aparte a los Doce, les dijo por el camino: “Miren, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará.”

Entonces se le acercó la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: “¿Qué deseas?” Ella contestó: “Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.” Pero Jesús replicó: “No saben lo que piden ¿Son capaces de beber el cáliz que yo he de beber?” Contestaron: “Lo somos.” Él les dijo: “Mi cáliz lo beberán; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí

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concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.” Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: “Saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre ustedes: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser primero entre ustedes, que sea su esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.” Palabra del Señor.

Meditación

Jesús y sus discípulos se acercan a Jerusalén, al igual que nosotros, que también nos acercamos a la hora crucial en que se pone a prueba nuestra fidelidad, nuestra generosidad al Señor. Jesús sabe muy bien que se encamina hacia su Pasión en el cumplimiento de la profecía, que a los apóstoles sonaba simplemente a palabras con algún sentido que no se refería a ellos.

Por eso surge entre algunos de ellos la controversia en torno a la importancia del puesto que ocuparan en el Reino de que habla Jesús. Por supuesto, que en el lenguaje de los hombres, todos aspiran a los primeros puestos, detentando autoridad y privilegios, contrario a Jesús que privilegia el servicio. Distraídos en banalidades humanas, los discípulos perdieron de vista que para entrar al reino de que habla Jesús y ostentar uno de los primeros puestos, primero hay que morir, en un doloroso tránsito que pasa necesariamente por la cruz.

A decir verdad, Jesús se refería a la gloria, pero sus discípulos pensaban en la vanagloria. Lo mismo pasa con demasiada frecuencia entre nosotros. El reino de Dios en nada se parece al reino de los hombres. El Hijo del hombre vino a servir, no a ser servido. Empero, uno de los privilegios que quieren los que ansían los primeros puestos es el de ser servidos. Colocados en sitios de importancia que resalten su figura a la vista de todos, que resalte su autoridad y con un cierto aire de superioridad ser reconocidos como “primeros entre sus iguales”, no tan iguales, para ser más sinceros.

Cuando en el lenguaje de los hombres se habla de reino se piensa en gobierno, en poder, pero conforme a los criterios de Jesús en los evangelios, reino es equivalente a una realidad que se identifica con disponibilidad al servicio.

Es aquella una situación parecida a la que se hace realidad en el ancho mundo de los hombres como en parroquias, distritos, o grupos de iglesia, cuando algunos quieren acceder a algunos puestos inspirados en los beneficios colaterales que les permiten brillar delante de los hombres.

En tanto que otros -y otras-, están discreta o abiertamente disponibles al servicio de los demás y de la iglesia en sus necesidades, sin esperar a cambio recompensa, gratificación, o beneficio alguno que no sea la dicha del bien cumplido, la satisfacción de “reinar” siendo útiles a buenos propósitos.

Y no se trata tanto de gestos circunstanciales cuanto de ser instrumentos del Espíritu Santo estando disponibles para ser el más importante, destacando como quien más sirve, con humildad, sin cantaletearlo, despojados de sí mismos, que es el auténtico servicio. Y ya que la condición de servidores no escapa a ninguna dimensión o realidad, comencemos por nuestro hogar: En casa…vivo para servir o vivo para ser servido (servida)?


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Jueves Morado

Lectura del libro de Jeremías 17,5-10Esto dice el Señor: «Maldito quien confía en el hombre, y busca el apoyo

de las criaturas, apartando su corazón del Señor. Será como cardo en la estepa, que nunca recibe la lluvia; habitará en un árido desierto, tierra salobre e inhóspita.

Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que alarga a la corriente sus raíces; no teme la llegada del estío, su follaje siempre está verde; en año de sequía no se inquieta, ni dejará por eso de dar fruto.

Nada hay más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo conoce? Yo, el Señor, examino el corazón, sondeo el corazón de los hombres para pagar a cada cual su conducta según el fruto de sus acciones». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 1,1-2.3.4.6R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. R/.

Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 16,19-31En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Había un hombre rico que se

vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.

Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.

Pero Abrahán le dijo: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.

Y, además, entre nosotros y ustedes se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia ustedes no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.

Él dijo: “Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”. Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”.

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Pero él le dijo: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”. Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni, aunque resucite un muerto”». Palabra del Señor.

Meditación

Aunque con matices y contextos históricos diferentes, por supuesto, esta parábola mantiene una dramática vigencia denunciando los contrastes que se dan en la vida de cualquiera de nuestros pueblos. Hay quienes se desenvuelven en una burbuja existencial, con desmedidos lujos escandalosos, indiferentes ante la realidad de quienes malviven en circunstancias infrahumanas.

Vivimos en una sociedad echada sobre cimientos de injusticia, en cuya dinámica hay ricos que cada vez más incrementan su fortuna en oposición a pobres cada vez más pobres. Una realidad que choca con los evangelios.

De un lado, el hombre rico, poderoso, distraído, lujosamente vestido, festejando, bebiendo y comiendo hasta el hartazgo. Del otro, en la puerta de la mansión del rico, el pobre enfermo llamado Lázaro, hambriento, sediento, cubierto de harapos, con los perros a manera de compañía. En un plano superior está la figura de Abraham, que representa a Dios, la plenitud de la gloria.

El Evangelio de Lucas nos sitúa en la realidad del mundo temporal y luego nos muestra, cuando ambos mueren, una escena escatológica (de la otra vida) en la que se revela la condición final de cada personaje. El rico, ahora sin trajes de lujo ni fiestas, sufriendo el tormento de las almas alejadas de la gloria de Dios. Es entonces, cuando el que antes era rico anhela inútilmente que Lázaro le socorra. Pero era demasiado tarde, por cuanto el destino final de ambos estaba separado por un abismo infranqueable.

Esta narración encierra los peligros de la indiferencia ante las necesidades urgentes de los demás, que ser avariciosos nos impide apreciar, perdidos en realidades tan mundanas como pasajeras e intrascendentes.

En el caso de nuestra sociedad, ni siquiera nos dimos cuenta de las consecuencias de la pérdida del sentido del otro, hasta que hemos visto las casas con muros más fuertes y verjas cada vez más altas cual los castillos de otros tiempos, en las que cada quien es cada cual, viviendo su vida particular, con escaso contacto con la realidad de afuera.

La narración centra su atención en el pobre Lázaro, en quien recae el desenlace de la cruda historia, quien ahora disfruta la vida eterna en el seno de Abraham.

Pero también esta historia nos refiere a nosotros mismos, nos interpela, nos cuestiona severamente acerca de la despreocupación con los lázaros del mundo real. Acaso no sea la riqueza la que nos separa de una realidad llamada a conmovernos, pero puede que sea el celular y las redes sociales, la televisión, nuestra profesión, nuestra carrera o simplemente el egoísmo.

En cualquier caso, conviene tener presente que lo que hagamos por uno de esos pequeños, a Jesús lo hacemos. Y que no hay actos sin consecuencias, así que, tratemos de recordar: ¿Cuándo fue la última vez que socorrimos a un pobre de los que pululan en tu ambiente?


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Viernes Morado

Lectura del Libro del Génesis 37,3-4.12-13a.17b-28 José era el preferido de Israel, porque le había nacido en la vejez, y le

hizo una túnica con mangas. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás, empezaron a odiarlo y le negaban el saludo. Sus hermanos trashumaron a Siquén con los rebaños de su padre.

Israel dijo a José: «Tus hermanos deben estar con los rebaños en Siquén; ven, que te voy a mandar donde están ellos.»

José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron desde lejos. Antes de que se acercara, maquinaron su muerte.

Se decían unos a otros: «Ahí viene el de los sueños. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe; luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos en que paran sus sueños.»

Oyó esto Rubén, e intentando salvarlo de sus manos, dijo: «No le quitemos la vida.» Y añadió: «No derramen sangre; échenlo en este aljibe, aquí en la estepa; pero no pongan las manos en él.»

Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre. Cuando llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la túnica con mangas, lo cogieron y lo echaron en un pozo vacío, sin agua. Y se sentaron a comer. Levantando la vista, vieron una caravana de ismaelitas que transportaban en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto.

Judá, propuso a sus hermanos: « ¿Qué sacaremos con matar a nuestro hermano y con tapar su sangre? Vamos a venderlo a los ismaelitas y no pondremos nuestras manos en él, que al fin es hermano nuestro y carne nuestra.» Los hermanos aceptaron. Al pasar unos comerciantes madianitas, tiraron de su hermano, lo sacaron del pozo y se lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas. Estos se llevaron a José a Egipto. Palabra del Señor

Salmo Responsorial: 104,16-17.18-19.20-21R. “Recuerden las maravillas que hizo el Señor”

Llamó al hambre sobre aquella tierra: cortando el sustento de pan; por delante había enviado a un hombre, a José, vendido como esclavo. R/

Le trabaron los pies con grillos, le metieron el cuello en la argolla, hasta que se cumplió su predicción, y la palabra del Señor lo acreditó. R/.

El rey lo mandó desatar, el señor de pueblos le abrió la prisión, lo nombró administrador de su casa, señor de todas sus posesiones. R/.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 21,33-43.45-46 En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del

pueblo: «Escuchen otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.

Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a Otro, y a Otro lo apedrearon. Envió de

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nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo, diciéndose: “Tendrán respeto a mi hijo.” Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: “Éste es el heredero: vengan, lo matamos y nos quedamos con su herencia.” Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?»

Le contestaron: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.» Y Jesús les dice: « ¿No han leído nunca en la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”? Por eso les digo que se les quitará a ustedes el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos».

Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque intentaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta. Palabra del Señor.

Meditación

Jesús amenaza con quitar el reino de Dios simbolizado en un viñedo a unos para darlo a otros que produzcan frutos. La primera impresión es que se trata de un mensaje dirigido al sanedrín, religiosos y gente de poder, pero es más que eso.

Como también resume sabiamente la historia del pueblo de Israel y el trato dado a los profetas y advierte del maltrato que darán al propio Jesús. Sin embargo, también está dirigido a todos los bautizados.

La Cuaresma es un tiempo de purificación durante cinco semanas de recorrido espiritual que nos permite subir al Gólgota con Jesús para experimentar con él la gloria de su resurrección.

Este tiempo litúrgico intenso resulta eficaz para la renovación de nuestra promesa bautismal. Al convertirnos en hijos de Dios por la Gracia del bautismo, nos hacemos semejantes a Cristo y de consiguiente, al renunciar al mal, nos compromete a realizar el bien. La buena noticia, practicar el bien entre los hombres, es lo que simboliza la viña de la parábola de Mateo. Como también es viña del Señor nuestra vida, los talentos que nos dan la capacidad de servir a los demás, en definitiva, todo cuanto nos ha sido concedido en calidad de administradores.

La iglesia nos pide celebrar el aniversario de la fecha de nuestro bautismo, como una manera de vivir, revivir y reavivar la Gracia sacramental que abre la puerta a los demás sacramentos, apoyándonos en la parábola, la piedra angular que sostiene todo el muro de nuestra fe protegiendo la viña.

Si desechamos esa piedra angular, ponemos en riesgo la capacidad de dar frutos allí donde nos corresponde hacerlo: en el seno de la familia, poniendo en práctica los talentos en el mundo laboral, en la vida social, donde sea que nos toque.

Por ello, debemos ser conscientes de nuestra fragilidad humana fortaleciendo nuestra fe y vida cristiana mediante la conversión permanente, renovando la promesa bautismal, lo que a su vez precisa de una renuncia permanente y, en ese sentido, nada mejor que el sacramento de la reconciliación, que borra las culpas del pecado.


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El bautismo nos hace hijos de Dios, es cierto, pero también nos declara discípulos, que el itinerario cuaresmal nos permite seguirle y acompañarle en su Pasión, su muerte y su cruz, para compartir con él la gloria de la resurrección. Dios quiera que podamos aprovechar a plenitud la oportunidad que nos brindan estos días de intensidad litúrgica, para renovar, con fe adulta, responsable y consciente, nuestras promesas bautismales.

La fidelidad de Dios nunca falla, y acaso la mejor respuesta con que podemos corresponder a esa confianza es mediante la conversión personal, siguiendo la exhortación del sacerdote en el inicio de este camino de perfección: “Conviértete y cree en el Evangelio” Recuerdas y celebras la fecha de tu bautismo?


Sábado Morado

Se puede hacer conmemoración de Santo Toribio de Mogrovejo, Obispo

Lectura de la profecía de Miqueas 7,14-15.18-20“Pastorea a tu pueblo, Señor, con tu cayado, al rebaño de tu heredad,

que anda solo en la espesura, en medio del bosque; que se apaciente como antes en Basán y Galaad.

Como cuando saliste de Egipto, les haré ver prodigios. ¿Qué Dios hay como tú, capaz de perdonar el pecado, de pasar por alto la falta del resto de tu heredad? No conserva para siempre su cólera, pues le gusta la misericordia.

Volverá a compadecerse de nosotros, destrozará nuestras culpas, arrojará nuestros pecados a lo hondo del mar. Concederás a Jacob tu fidelidad y a Abrahán tu bondad, como antaño prometiste a nuestros padres, Señor Dios Nuestro.” Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 102,1-2.3-4.9-10.11-12R/. El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R/.

Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa, y te colma de gracia y de ternura. R/.

No está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas. R/.

Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre los que lo temen; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 5,1-3.11-32En aquel tiempo, se acercaron a Jesús todos los publicanos y los

pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos».

Jesús les dijo esta parábola: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”. El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna

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viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.

Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”.

Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”.

Pero el padre dijo a sus criados: “Saquen enseguida la mejor túnica y vístansela; pónganle un anillo en la mano y sandalias en los pies; busquen el ternero cebado y sacrifíquenlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”. Y empezaron a celebrar el banquete.

Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado e! ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”.

Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Entonces él respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”.

El padre le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”». Palabra del Señor.

Meditación

La actitud misericordiosa de Jesús de compartir la mesa con quienes eran reconocidos como pecadores públicos (enfermos, prostitutas, publicanos) provoca murmuración entre los poderosos escribas y fariseos de Israel.

En esas circunstancias, Jesús recurre a contarles una parábola que resume la misericordia de Dios. . de dos hijos reclama su heredad, la malgasta y después de pasar hambre retorna arrepentido. Al verlo desde lejos, el padre sale a recibirle con alegría manifiesta y le manda a preparar una gran fiesta para celebrarlo. Molesto y celoso, el hijo mayor, quien ha permanecido en la casa, le reprocha al padre por su actitud de misericordia.

Jesús no vino a buscar a los justos, sino a los que se saben pecadores, porque están más cerca del reino que las esos, que apegados a leyes, no vivían conforme al amor y a la misericordia. Con esta parábola, Jesús se revela como la encarnación de la misericordia del Padre entre los hombres,

A lo largo de la historia, el perdón ha sido considerado como un acto de debilidad y por eso lo adoptan con reservas. En el caso de Dios es diferente,


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su mayor expresión de amor es un perdón total, completo y misericordioso. Todavía existen pueblos y culturas que reivindican la venganza como un motivo de orgullo nacional. Sin embargo, nosotros, muchos de los que nos llamamos cristianos nos convertimos en fariseos cuando criticamos a los demás, incluso ignorando el motivo de sus acciones.

La lección es: Si el hijo pródigo regresó arrepentido a donde su padre, Dios es aún más pródigo en su amor, que no conoce de medidas. De la misma manera hay una fiesta todos los días en el reino de Dios, cuando un pecador se arrepiente y regresa al camino verdadero. El mismo gozo siente el Padre celestial cuando acudimos al sacramento de la reconciliación.

24 III Domingo de Cuaresma

III Semana Liturgia de las Horas Morado

El Señor nos llama a todos a la conversión permanente

Orientaciones para esta Celebración: Colocar el lema de este Domingo en un lugar visible. Se puede colocar un árbol sin frutos y varios letreros que digan CONVERSION PERMANENTE. Se puede llevar en la presentación de las ofrendas a personas que han tenido una conversión al Señor que todos reconocemos. Mostrar frutos de conversión que se están dando en nuestra comunidad. Se puede llevar unas cadenas rotas como signo de la liberación de Egipto y de nuestros pecados.

Monición Ambiental:Hermanos y hermanas: nos reúne el señor en este Tercer Domingo de

Cuaresma, para que fortalecidos en la fe, continuemos en este tiempo de gracia y perdón el proceso de conversión del corazón, mediante la escucha y meditación de la palabra, la oración intensa , el ayuno , la penitencia y el compartir con los más necesitados.

El llamado que se nos hace en la Palabra de hoy es a vivir en un proceso de conversión permanente, sin creernos seguros, ni que hemos llegado a la perfección. Siempre es necesario estar claros de que todos somos pecadores y necesitamos convertirnos cada día más.

Al mismo tiempo, celebremos la misericordia de Dios que liberó a su pueblo y a nosotros de la esclavitud y siempre tiene paciencia para esperar que nos arrepintamos del mal y demos los frutos de vida y salvación. Jesús nos ofrece el perdón, pero al mismo tiempo nos pide que nos esforcemos para cambiar nuestra vida, como nos dice el lema de este mes “conviértanse y crean en el evangelio”(Mt. 1,15).

Dispuestos a realizar una verdadera conversión con la ayuda del Señor aclamemos a Jesucristo nuestro Salvador, quien llega a presidir esta Celebración a través de su ministro.

Oración colectaSeñor, Padre de misericordia y origen de todo bien, que aceptas el

ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados, mira con amor a tu pueblo penitente y restaura con tu misericordia a los que estamos hundidos bajo el peso de nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo.

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Primera Lectura: Éxodo 3,1-8ª,13-15El Señor ve el sufrimiento de su pueblo sometido a la esclavitud en Egipto

y en su gran misericordia elige a Moisés en el Sinaí, para liberar a su Pueblo de toda esclavitud. Así ahora por medio de su Hijo Jesús nos libera a todos de toda esclavitud. Escuchemos

Lectura del libro del Éxodo 3, 1-8a 13-15En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró,

sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse. Moisés se dijo: —«Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza.»

Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: —«Moisés, Moisés.» Respondió él: —«Aquí estoy.» Dijo Dios: —«No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado.» Y añadió: —«Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob.»

Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios. El Señor le dijo: —«He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Voy a bajar a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel.»

Moisés replicó a Dios: —«Mira, yo iré a los israelitas y les diré: “El Dios de sus padres me ha enviado a ustedes” Si ellos me preguntan cómo se llama, ¿qué les respondo?» Dios dijo a Moisés: —«“Soy el que soy”; esto dirás a los israelitas: “’Yo-soy’ me envía a ustedes”.» Dios añadió: —«Esto dirás a los israelitas: “Yahvé, Dios de sus padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a ustedes. Éste es mi nombre para siempre: así me llamarán de generación en generación”.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 102, 1-2.3-4.6-7.8 y 11R. El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R/.

Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R/.

El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos; enseñó sus caminos a Moisés y sus hazañas a los hijos de Israel. R/.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles. R/.

Segunda Lectura: 1 Coríntios 10,1-6.10-12El apóstol Pablo nos invita a mirarnos en el espejo del pueblo de Israel

que, aunque eran el pueblo elegido de Dios muchos desagradaron a Dios y murieron en el desierto. Es una invitación a no sentirnos seguros y cuidarnos de no caer en el mal. Escuchemos.


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Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10,1-6.10-12No quiero que ignoren, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos

bajo la nube y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nube y el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto.

Estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para que no codiciemos el mal como lo hicieron aquellos. No protesten, como protestaron algunos de ellos, y perecieron a manos del Exterminador. Todo esto les sucedía como un ejemplo y fue escrito para escarmiento nuestro, a quienes nos ha tocado vivir en la última de las edades. Por lo tanto, el que se cree seguro, ¡cuidado!, no caiga. Palabra de Dios.

Versículo antes del Evangelio Mat. 4,17Conviértanse –dice el Señor- , porque está cerca el reino de los cielos

Evangelio: Lucas 13,1-9Jesús nos pide la conversión a todos, aún a los que podemos pensar

que ya no necesitamos ese cambio a su mentalidad y a su estilo de comportamiento, a la vez que nos muestra la misericordia de Dios que sabe dar chance para nuestro arrepentimiento. Aclamemos cantando a Cristo el Señor que nos salva y que nos habla hoy.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13,1-9En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos

cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: —«¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán de la misma manera.»

Y les dijo esta parábola: —«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?” Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas”.» Palabra del Señor.

Oración de los Fieles Quien preside: Acudamos al Padre con un corazón arrepentido y

digámosle: Padre, ten misericordia de nosotros pecadores.Por la Iglesia: pueblo de Dios, que peregrina en la Cuaresma hacia la

Pascua, para que escuche medite y viva la Palabra de Dios en un proceso permanente de conversión, renovación y testimonie la fe. Oremos.

Por los que gobiernan nuestro país, para que escuchen el clamor de sus pueblos que reclaman por seguridad, por una justa distribución de los recursos, protección del medio ambiente, cero impunidad y respeto a la vida. Oremos.

Por todas las familias divididas que viven situaciones difíciles, mujeres y niños, y envejecientes carentes de apoyo, para que Jesús, les libere de todo mal y ellos se conviertan más a El. Oremos.

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Por nosotros, renovados y fortalecidos en la fe en esta Eucaristía, para que demos los frutos que agradan a Dios, y que nos sepamos necesitados de conversión y de la misericordia del Señor. Oremos.

Por los catecúmenos que se preparan para el Bautismo. Que el Señor haga de ellos verdaderos discípulos misioneros que cumplan su palabra. Oremos.

Quien preside: Padre Bueno ten misericordia de nosotros y regálanos tu Espíritu para que sepamos descubrir nuestros pecados y nos conduzca a un verdadero arrepentimiento que nos lleve a dar los frutos que Tú esperas de nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor.

25 Solemnidad: La Anunciación del SeñorLunes Blanco

54º Aniversario de la Ordenación Presbiteral de Mons. Rafael Leónidas Felipe Núñez, Obispo Emérito de Barahona

Lectura del Profeta Isaías 7,10-14; 8,10 En aquel tiempo, el Señor habló a Acaz: “Pide una señal al Señor, tu Dios:

en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.” Respondió Acaz: “No la pido, no quiero tentar al Señor.” Entonces dijo Dios: “Escucha, casa de David: ¿No les basta cansar a los hombres, que cansan incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, les dará una señal: Miren: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 39, 7-8ª.8b-9.10.11R. “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides sacrificio expiatorio,/ entonces yo digo: “Aquí estoy.” R/.

“-Como está escrito en mi libro-/ para hacer tu voluntad.” Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. R/.

He proclamado tu salvación ante la gran asamblea;/ no he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes. R/.

No me he guardado en el pecho tu defensa, he contado tu fidelidad y tu salvación, no he negado tu misericordia y tu lealtad ante la gran asamblea. R/.

Lectura de la carta a los Hebreos 10,4-10 Hermanos: Es imposible que la sangre de los toros y de los machos

cabríos quite los pecados. Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: “Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: “Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.”

Primero dice: “No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias”, que se ofrecen según la Ley. Después añade: “Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.” Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre. Palabra de Dios.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1,26-38 A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de

Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado


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José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.

El ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.” Y María dijo al ángel: “¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?”

El ángel le contestó: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.” María contestó: “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.” Y la dejó el ángel. Palabra del Señor.

Meditación

La iglesia celebra este día la Solemnidad de la Anunciación, acontecimiento trascendental en la historia de salvación de la humanidad por el “Si, hágase”, la respuesta de fe de María al enviado de Dios.

La Lumen Gentium, en su reconoce en su capítulo 8 a María como “modelo de todas las virtudes, especialmente de la fe, la caridad y la obediencia. Fe cuando creyó sin ver y sin entender lo que el ángel se había dicho, y creyó que ese hijo que tuvo era Dios”. María, modelo de fe, nos inspira con su ejemplo en este mes de marzo, en que ese valor unido, al de la conversión, anima a la iglesia que peregrina en República Dominicana.

¿Por qué reconocemos en María el modelo por excelencia de la fe? El Concilio Vaticano II afirma: María, en cierta manera en sí une y refleja

las más grandes exigencias de la fe» (Lumen Gentium, n. 65). Al dar sin dudar aquel ¡Sí! María de Nazaret unió el cielo con la tierra

desconociendo por completo de qué manera Dios obraría el milagro: « ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»

María une al pueblo ancestral del Antiguo Testamento que peregrinaba por el desierto en busca de una tierra donde echar raíces y al pueblo de Dios que nacía con la concepción virginal en su vientre materno del Mesías esperado, inaugurando la Nueva Alianza entre Dios y los hombres.

Aunque tuvo la certeza sin evidencias, la fe le costó a María desconcierto, desolación, sangre, sudor pesar de todos los riesgos dijo ¡Sí!...hágase…y se hizo. Estamos llamados a creer como María en la mirada de Dios, a escuchar sus silencios, a convertir en carne y sangre, en creíble testimonio humano su Palabra... a fecundar lo imposible...en fin, a fiarnos y confiarnos de Dios como ella lo hizo.


Martes Morado

Lectura del profeta Daniel 3,25.34-43En aquellos días, Azarías oró al Señor diciendo: «Por el honor de tu

nombre, no nos desampares para siempre, no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia. Por Abrahán, tú amigo; por Isaac tu siervo; por

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Israel, tu consagrado; a quien prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo, como la arena de las playas marinas. Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados. En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes; ni holocausto, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso; ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.

Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados. Que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia: porque los que en ti confían no quedan defraudados. Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro, no nos defraudes, Señor. Trátanos según tu clemencia, y tu abundante misericordia. Líbranos con tu poder maravilloso y da gloria a tu nombre, Señor.». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 24, 4-5ab.6-7bc.8-9R. “Señor, recuerda tu misericordia”

Enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y salvador. R/.

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor. R/.

El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R/.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 18,21-35En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: «Señor, si mi

hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?» Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Les propuso esta parábola: Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.” El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.

Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: “Págame lo que me debes.” El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.” Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?” Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con ustedes mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.» Palabra del Señor.

Meditación

Tenemos hoy ante nosotros una historia conocida: la de un siervo perdonado por el rey, que una vez librado de la deuda por el perdón de su señor, se torna un


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acreedor inclemente con un compañero que le adeuda una suma insignificante. La parábola surge tras una discusión entre los discípulos acerca de la cantidad de veces en que se debe poner de manifiesto el perdón. ¿Hasta siete?

La cita del numero perfecto en este caso viene de Génesis 4, 23- 24: “Y dijo Lamec a sus mujeres: Que un varón mataré por mi herida, y un joven por mi golpe. Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será”. (Gen 4,23-24).

La respuesta de Jesús resulta interesante desde que inicia narrando la parábola: “El reino de los cielos se parece” como queriendo significar que una condición indispensable para entrar en el reino es el perdón.

De ahí que, quien no perdona, no recibe el perdón del Padre, porque no está en disposición de conceder el perdón a sus hermanos. Tampoco es libre porque está atado por cadenas invisibles de sentimientos, pensamientos y emociones que actualizan en su interior la experiencia negativa sufrida, lo que a su vez le hace rumiar el dolor de la herida como en el primer minuto que la recibió.

Perdonar es fácil. Requiere la misericordia de quien sufre la ofensa; nobleza, benevolencia, sentido del otro, en fin, grandeza de corazón.

Quien no es capaz de sentir la gracia del perdón del Dios clemente y misericordioso, que quizás setenta veces siete le ha perdonado, es porque no la tiene en su corazón, porque la gracia es efectiva.

Perdonar es de valientes y osados en el camino del seguimiento a Jesús, para los que no dudan en obedecer la voluntad del Padre aunque en principio se haga difícil entender. ¿Cuántas veces habremos rezado: Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo? ¿Acaso no es voluntad del Padre que seamos prontos al perdón?

Asi que se impone perdonar, no setenta veces siete sino setenta veces, siempre, sin medida, para experimentar sin límites el amor del Señor que nos devuelve la vida con cada perdón.


Miércoles Morado

Lectura del libro de Deuteronomio 4, 1.5-9 Moisés habló al pueblo, diciendo: «Ahora, Israel, escucha los mandatos y

decretos que yo les enseño para que, cumpliéndolos, vivan y entren a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de sus padres, les va a dar.

Miren: yo les enseño los mandatos y decretos, como me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumplan en la tierra donde van a entrar para tomar posesión de ella. Obsérvenlos y cúmplanlos, pues esa es su sabiduría y su inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales, cuando tengan noticia de todos estos mandatos, dirán: “Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente esta gran nación”.

Porque ¿dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos?

Y ¿dónde hay otra nación tan grande que tenga unos mandatos y decretos tan justos como toda esta ley que yo les propongo hoy?

Pero, ten cuidado y guárdate bien de olvidar las cosas que han visto tus ojos y que no se aparten de tu corazón mientras vivas; cuéntaselas a tus hijos y a tus nietos».». Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: 147,12-13.15-16.19-20 R. “Glorifica al Señor, Jerusalén.”

Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión. Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.

Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza. R/.

Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. R/.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «No crean que he venido

a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Les aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra de la ley.

Por lo tanto, el que descuide uno de estos preceptos menos importantes y enseñe a hacer lo mismo a los demás, será el menos importante en el Reino de los cielos. Pero el que los cumpla y enseñe, será grande en el Reino de los cielos». Palabra del Señor.

Meditación

¿Qué nos dice a nosotros hoy? Mateo se da cuenta de la inquietud que causa este tema para los judíos que se han convertido, presionados por mantener un equilibrio razonable entre la tradición, la Ley y los profetas.

Para mantener la unidad del pueblo de Israel, que salió a peregrinar durante decenas de años en el desierto en busca de la tierra prometida, era necesario tener leyes, reglas y normas estrictas que mantuvieran la disciplina.

La Ley de Moisés pretendía que la muchedumbre tuviera cohesión y una identidad como pueblo elegido por Dios, una vez liberado en Egipto del yugo del faraón. 613 preceptos conservaron su vigencia, hasta la llegada de Jesús. Y un auténtico judío debía ser fiel a la tradición, a la Escritura, a los profetas.

Mateo explica que el verdadero judío es el cristiano, ya que con Jesús la Ley adquiere plenitud en el cumplimiento, porque Él no ha venido a abolirla sino a cumplirla “hasta los tildes”. Cuando se ha producido un encuentro personal con Jesús la persona actúa movida por la conciencia y desde el corazón, abierta a la novedad del reino de Dios

Esa ley principal del reino, que es el amor, se resume en los primeros dos mandamientos: amaras a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo. Dios es amor, misericordia y perdón sin límites, que se ofrece al cristiano a través de su hijo Jesús.

Para nosotros este tema continúa siendo relevante, pero solo en clave de fe se puede entender cuándo Jesús habla de “dar plenitud”, en vez de “abolir” la Ley y los profetas.

Se necesitan leyes para regir el comportamiento de los hombres en sociedad, pero si esas normas no son interiorizadas por los ciudadanos, no se constituirán en factores de paz y justicia.

Sin embargo, bastaría que la mayoría de ciudadanos de una sociedad sean fieles a Dios, estén movidos por la caridad fraterna y tengan un alto sentido de justicia, para que una sociedad se convierta en antesala del reino anunciado por Jesús.


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Jueves Morado

Lectura del Profeta Jeremías 7, 23-28 Esto dice el Señor: «Esta fue la orden que di a mi pueblo: “Escuchen mi voz,

Yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo. Sigan el camino que les señalo, y todo les irá bien”. Pero no escucharon ni hicieron caso. Al contrario, caminaron según sus ideas, según la maldad de su obstinado corazón. Me dieron la espalda y no la cara. Desde que salieron sus padres de Egipto hasta hoy, les envié a mis siervos, los profetas, un día tras otro; pero no me escucharon ni me hicieron caso. Al contrario, endurecieron la cerviz y fueron peores que sus padres.

Ya puedes repetirles este discurso, seguro que no te escucharán; ya puedes gritarles, seguro que no te responderán. Aun así, les dirás:

“Esta es la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios, y no quiso escarmentar. Ha desaparecido la sinceridad, se la han arrancado de la boca”». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 94, 1-2.6-7.8-9R. “Ojalá escuchen hoy la voz del Señor: no endurezcan su corazón.”

Vengan, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R/.

Entren, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R/.

Ojalá escuchen hoy su voz: «No endurezcan el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando sus padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R/.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 14-23 En aquel tiempo, estaba Jesús echando un demonio que era mudo.

Sucedió que, apenas salió el demonio, empezó a hablar el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: «Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios echa los demonios».

Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues ustedes dicen que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, sus hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a ustedes.

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama».». Palabra del Señor.

Meditación

Jesús sana a un muchacho mudo y mientras unos se maravillaban del milagro, otros en cambio, lo critican y lo atribuyen a una manifestación

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de los demonios e insisten en pedirle otras señales. Pero él los encara cuestionándoles acerca de si resulta lógico pensar que los demonios expulsen demonios En nuestros días, como en aquellos tiempos de Jesús, hay una irrupción del mal, cuyas variadas manifestaciones nos llegan a través de la comunicación electrónica desde casi todos los puntos del mundo. Ante dichos acontecimientos, muchos se preguntan dónde está Dios; o piensan que el mal está ganando la batalla al bien, pero no es así.

La radicalización del bien y el mal nos obliga a tomar partido en la vieja disyuntiva: o por el reino o por el mundo. Además, que quien con él no recoge los frutos, desparrama.

También nuestra sociedad se ve aquejada con la aparición del mal con novedosas manifestaciones que nos motivan a pensar si los malvados no estarán más unidos en sus insanos propósitos, que quienes decimos obrar el bien.

Si actuamos como testigos pasivos desde lejos, dispersos, cada quien por su lado, estamos siendo incapaces de cohesionar fuerzas y, en lugar de recoger juntos todos los de buena voluntad, desperdigamos los esfuerzos.

La desunión que nos caracteriza en la sociedad dominicana está empezando a darnos en la cara, incluso en las propias iglesias y justo cuando los cristianos debemos ser signo de unidad, propiciando la obra del bien para cosechar buenos resultados. Debemos insistir en lo que nos une y prescindir de cuanto nos separa para lograr un concierto de voluntades para alcanzar metas comunes. Toda vez que provocamos el escándalo de la división, desparramamos, situándonos en la acera de enfrente con ese anti-testimonio, colaborando sin pretenderlo con los propiciadores del mal. El dilema es con Jesús o contra Jesús. No hay justo término medio.


Viernes Morado

Lectura del Profeta Oseas 14, 2-10 Esto dice el Señor: «Conviértete, Israel, al Señor tu Dios, pues tu culpa

te ha hecho caer. Busquen las palabras apropiadas y conviértanse al Señor; díganle: “Perdona todos nuestros pecados y acepta el pacto; como ofrenda te presentamos las palabras de nuestros labios. Asiria no nos salvará, no volveremos a montar a caballo, y no llamaremos más dios nuestro a la obra de nuestras manos, pues en ti encuentra compasión el huérfano”.

Yo sanaré su infidelidad, los amaré gratuitamente, pues ha cesado mi ira. Seré como rocío para Israel; él florecerá como el lirio, y echará raíces como los árboles del Líbano. Se extenderán sus ramas, tendrá el esplendor del olivo, y como el del Líbano será su perfume.

El Señor volverá a ser su protector, volverán a cultivar el trigo, florecerán como la parra, y serán famosos como el vino del Líbano. Efraín no tendrá ya nada que ver con los ídolos. Yo escucho su plegaria y cuido de él; yo soy como un ciprés siempre joven, y de mí proceden todos tus frutos. ¿Quién es tan sabio como para entender esto? ¿Quién tan inteligente como para comprenderlo? Los caminos del Señor son rectos, por ellos caminan los inocentes, y en ellos tropiezan los pecadores». Palabra de Dios.


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Salmo Responsorial: 80,6c-8ª.8bc-9.10-11ab.14 y 17 R. “Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz.”

Oigo un lenguaje desconocido para mí; yo quité la carga de sus hombros, y sus manos quedaron libres de peso, clamaste en la aflicción y te libré. R/.

Te respondí escondido en la tormenta, te puse a prueba junto a las aguas de Meribá. Escucha, pueblo mío, que doy testimonio contra ti. ¡Ojalá me escucharas, Israel! R/.

No tendrás un dios extraño, no adorarás a un dios extranjero. Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto. R/.

¡Ojalá me escuchara mi pueblo y siguiera Israel mi camino! Yo alimentaría a Israel con lo mejor del trigo, lo saciaría con miel silvestre. R/.

Lectura del Santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34 En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó:

«¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?» Jesús le respondió: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos».

El escriba replicó: «Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor es único y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Jesús, viendo que había hablado sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios». Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. Palabra del Señor.

Meditación

Acaso no exista una palabra más utilizada en las canciones en nuestro idioma que la palabra amor, y que al mismo tiempo quede tan vacía de sentido.

Ese vocablo sublime que ensalzan los poemas es la respuesta de Jesús a un letrado de buena voluntad que se acerca para preguntarle acerca del mandamiento más importante. El mandamiento del amor -responde-, amor a Dios, primero que nada, y amor al prójimo.

Debe ser un sentimiento único amar al Señor, amar con plenitud de corazón, mente, alma y espíritu y enseguida Jesús lo complementa con el otro, porque amar a tu prójimo como a ti mismo, resume la Ley y los profetas. Dice sabiamente el Papa Francisco al respecto: Amar a Dios en los hermanos es amar a los hermanos en Dios.

Recordemos que Dios es amor, en esencia, por lo que para amar a Dios sobre todas las cosas es imprescindible entrar en una relación de íntima confianza personal con El, frecuente, íntegra y total y sin embargo en total apertura con todos, porque cada vez que entablamos contacto con Dios Él nos pregunta por el hermano, por el prójimo. El mandamiento de amar al prójimo como a uno mismo contiene y resume todos los mandamientos de la segunda tabla de la ley.

Pero amar así como lo propone Jesús no es fácil, es una tarea, un don y una gracia en la que debemos sensibilizarnos en la práctica, porque no existe una escuela especializada en enseñarlo. No requiere de aulas ni de un ámbito especial, ni de profesores o materiales, pero disponemos del horizonte abierto de la comunión entre los hombres y del encuentro intimo en la iglesia para perfeccionarlo mediante el dominio práctico.

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Jesús reacciona complacido ante el escriba cuando este enfatiza que el mandamiento del amor vale ante los ojos de Dios más que todos los holocaustos y sacrificios juntos. La afirmación del hombre letrado es una prueba más de que amar a Dios y al prójimo como a uno mismo no es un privilegio perteneciente a un grupo en especial, sino una exigencia universal a la que están llamados todos los hombres de todos los pueblos, sin excepción alguna. Para ti, ¿cuál es el primero de los mandamientos y como lo haces realidad en tu vida?


Sábado Morado

Lectura del libro del profeta Oseas 6, 1b-6 Vamos a volver al Señor: él, que nos despedazó, nos sanará; él, que

nos hirió, nos vendará. En dos días nos sanará; al tercero nos resucitará; y viviremos delante de él. Esforcémonos por conocer al Señor: su amanecer es como la aurora, y su sentencia surge como la luz. Bajará sobre nosotros como lluvia temprana, como lluvia tardía que empapa la tierra. « ¿Qué haré de ti, Efraín? ¿Qué haré de ti, Judá? Su piedad es como nube mañanera, como rocío de madrugada que se evapora. Por eso los herí por medio de los profetas, los condené con la palabra de mi boca. Quiero misericordia, y no sacrificios; conocimiento de Dios, más que holocaustos.»”. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 50, 3-4.18-19.20-21abR/ “Quiero misericordia y no sacrificios.”


Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. El sacrificio agradable a Dios es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.

Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 9-14 En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de

sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo.” El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador.” Les digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»”. Palabra del Señor.

Meditación

Aunque se trate en esencia de dos pecadores, dos cosas diferencian al fariseo del publicano a la hora de manifestar su fe ante Dios o sus actitudes ante los hombres, que son la coherencia y la humildad. El fariseo tiene como propósito manipular a Dios, proponiéndole ganar su reconocimiento en


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una suerte de cambalache espiritual que consiste en cumplir rigurosamente con las exigencias religiosas (ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias), lo cual no es negativo en sí mismo.

Lo que Jesús denuncia es su engreimiento, que no se detiene ni siquiera ante el mismo Dios, que lo conoce todo. Tampoco resulta criticable orar de pie como lo hace el fariseo en el templo, lo cuestionable radica en el interés en mostrarse ante los demás para ser alabado por ellos.

En cambio, el publicano no se atreve a levantar siquiera la vista ante el altar, pide la compasión de Dios dolido por los pecados cometidos y se humilla de corazón, sabiéndose pecador. Uno de los peores males del mundo cristiano es que hemos ido perdiendo la conciencia de pecado. Pecamos contra Dios o cometemos falta contra nuestros hermanos. Si nos encontramos frente a Dios, no hay quien no necesite de su compasión, en mayor o en menor grado, pero nadie está limpio de pecados.

En el caminar espiritual de la Cuaresma, tiempo fuerte de fe y conversión, acudamos al único médico que nos puede devolver la salud espiritual, recurriendo a la medicina por excelencia para recobrarnos del mal del pecado: el sacramento de curación que obra tan adentro donde otros médicos no pueden llegar. Como bien lo dice Catecismo 1422: “Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdón de los pecados cometidos contra Él y, al mismo tiempo, se reconcilian con la Iglesia, a la que ofendieron con sus pecados. Ella les mueve a conversión con su amor, su ejemplo y sus oraciones” (Lumen Gentium 11).

31 IV Domingo de Cuaresma (Laetare)

IV Semana Liturgia de las Horas Morado

Hagamos fiesta porque este hijo perdido ha vuelto a la vidaOrientaciones para esta celebración: Colocar el lema del Domingo en

un lugar visible. Se puede dramatizar el Evangelio de hoy: Se puede dar algún testimonio de acogida y perdón, se ora por los hijos que se han ido de su casa y andan por malos caminos, para que llegue a ellos palabras de misericordia y perdón. Se pueden presentar algunos signos de la fiesta de la misericordia del Padre: comida, ropa nueva, anillo, música.

Monición ambiental:Hermanos y hermanas: El Señor nos invita a participar de la Eucaristía de

este Cuarto Domingo de Cuaresma para mostrarnos el amor misericordioso del padre y para invitarnos a volver al Padre como lo hace Jesús: “conviértanse y crean en el evangelio”(Mt. 1,,15).

El Evangelio nos presenta el rostro misericordioso de Dios Padre, y el plan que tiene para todos sus hijos. La parábola de este día tiene doble dirección: por un lado, está el Padre que acoge con amor a su hijo pecador y por otro está el hijo menor que vuelve adolorido y arrepentido de sus pecados. Hagamos ese mismo camino: volvamos al Padre y dejémonos envolver de su misericordia.

Que la invitación de San Pablo encuentre eco en nuestro corazón y nos dispongamos en esta Cuaresma a dejarnos reconciliar por Dios que nos lleva a disfrutar del banquete de la fiesta, como hizo con el pueblo de Israel al llegar a la tierra prometida y como hace con nosotros al permitirnos celebrar la Eucaristía, fiesta del amor misericordioso del Padre.

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Llenos de alegría aclamemos con el canto a Jesús, nuestro reconciliador que llega a presidir nuestra Celebración a través de su ministro.

Primera Lectura: Josué 5,9ª.10-12Esta primera lectura nos presenta como los israelitas vuelven a celebrar

su fiesta pascual, es la fiesta de la vida, la libertad y la reconciliación. Aprovechemos este tiempo de cuaresma para que convertidos al Señor celebremos la gran fiesta pascual. Escuchemos.

Lectura del libro de Josué 5, 9a.10-12En aquellos días, el Señor dijo a Josué: —«Hoy les he despojado del

oprobio de Egipto.» Los israelitas acamparon en Guilgal y celebraron la Pascua al atardecer del día catorce del mes, en la estepa de Jericó. El día siguiente a la Pascua, ese mismo día, comieron del fruto de la tierra: panes ázimos y espigas fritas. Cuando comenzaron a comer del fruto de la tierra, cesó el maná. Los israelitas ya no tuvieron maná, sino que aquel año comieron de la cosecha de la tierra de Canaán. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 33, 2-3. 4-5. 6-7 R. Gusten y vean qué bueno es el Señor.

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Proclamen conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias. R/.

Contémplenlo, y quedarán radiantes, su rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias. R/.

Segunda Lectura: 1 Corintios 5, 17-21El Apóstol Pablo proclama gozoso la gran misericordia del Padre que

nos reconcilió consigo por medio de Jesucristo, a la vez que nos insiste en la necesidad de que nos reconciliemos con el Padre, creyendo en El y convirtiéndonos más y más a El. Escuchemos.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 17-21 Hermanos: El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha

pasado, lo nuevo ha comenzado. Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de la reconciliación.

Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación. Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo les exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la salvación de Dios. Palabra de Dios.

Versículo antes del Evangelio Lc 15, 18Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: «Padre, he

pecado contra el cielo y contra ti.»

Evangelio: Lucas 15, 1-3. 11-32En el Evangelio de hoy Jesús con esta parábola nos a conocer un Dios

amoroso que sale al encuentro de sus hijos y que se alegra cuando somos


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dóciles a su palabra y volvemos a El arrepentidos de corazón.. Alegrémonos porque con Jesús ha llegado el tiempo de la reconciliación entre Dios y todos los hombres y mujeres. Escuchemos.

Lectura del Santo Evangelio según Lucas 15,1-3.11-32En aquel tiempo, se acercaron a Jesús todos los publicanos y los

pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: - «Ese acoge a los pecadores y come con ellos.» Jesús les dijo esta parábola: - «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.” El padre les repartió los bienes.

No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.

Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros. “Se levantó y vino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.

Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo, “ Pero el padre dijo a sus criados: “Saquen en seguida la mejor túnica y vístansela; pónganle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traigan el ternero cebado y sacrifíquenlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.” Y empezaron a celebrar el banquete.

Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud.” El se indignó y no quería entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Entonces él respondió a su padre:”Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado.”

El padre le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado”». Palabra del Señor.

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